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El bufón J. S. Tabarin (r584 - r633) alaba las mixturas del curandero Mondar.Viñeta grabada en cobre de la obra de Jorge d'Harmonville, "Les ceuvresde Tabarin etc." París r858. (Véase pág. r07)
CoagulenoEl hemostático fisiológico por excelencia
Hemorragias gástricas, intestinales
y pulmonares, Epistaxis.
Hemorragias postpartum y post
abortum.
Melena de los recién nacidos.
Hemorragias consecutivas a extrac
ciones dentarias, Hematurias, etc.
!lJmpollas 1,5, 5 Y 20 ero3• cflllvo 2,5, 5 Y 10 g.
ACTAS CIBAN.O 4 -- Abril I937
s U M A R 10:
Nuestra cubierta: El bufón J. S. Tabarin (I584-I633)alaba las mixturas del curandero Mondor. Viñetagrabada en cobre de la obra de Jorge d' H armonv-ille"Les oeuvres de Tabarin etc." París I858.
Francesco, GreteDe: Los charlatanes a través de tres siglos pago I07
N agel: Tratamiento de las asfixias en los recién nacidoscon Coramina I29
Reset'ias bibliográficas I3I
Mikus: El Entero-Vioformo y el catarro intestinal I32
N otas para el práctico:
Cernosék: Preparativos pre-operatorios y tratamientopostoperatorio de las heridas de vientre . . . . . . I35
] ost: Tratamiento eficaz de las dermatosis menopáusicas I35
Dietel: Tratamiento de la enuresis nocturna con hormonasexual masculina . . . . . . . . . . . . . I35
Raventós: 1ndicac-iones y resultados de la anestesia con
evipán sódico. . . . . . . . . . . I35
Benech: Dos casos de paludismo autóctono I35
M esa revuelta . . . . . . . . . . . . I3~
La reproducción parcial o íntegra de los artículos originales deesta revista, así como su traducción, sólo son permitidas indicandosu procedencia.
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Reumatoterapia sin ácido salicílico
por vía oral
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Para el tratam ¡ento pe rcutáneo
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¡
Los charlatanes a través de tres siglos.por Grete De Francesco, de Milán.
l. La Alquimia V el mundo en laépoca del Renacimiento.
El arte de la falsificación se remontaa tiempos tan antiguos por lo menos comola historia de los descubrimientos. Lospápi ros que documentan el alto adelantode hl Ciencia y de la técnica del antiguoEgipto, dan cuenta de los conocimientosque se tenían de los metales, vidrio ycolorantes, así como al mismo tiempo delarte floreciente de aquella época paraobtener artificialmente piedras, metalespreciosos y sustancias colorantes. Sinemhlrgo, mientras que la Ciencia no serode;lba de velos, el arte de falsificaresta1 la constituído por recetas secretas.Dos motivos completamente diferenteshan Ilecho que se relacionen en todos lostiem pos la falsificación y el secreto; poruna parte, un motivo económico: Losprod llctores y propietarios de productoslegít imas perseguían la imitación barataque les hacía competencia y que porello 'ie tenía que mantener oculta; perotam1lién ha bía un factor psicológico: Laconsumidora principal de los productosfalsificados, la masa del pueblo, quiereadqllirir a poco coste aquellos objetosCllY8 posesión está reservada por su elevade, precio a los pudientes, bien seaen lo material o de valores de cultura: mediante la falsificación intentaaparentar lo que no es; por lo tanto, l~s
productores, al igual que los consumldore;, estaban interesados en conservarel secreto de la falsificación. Bueno esque nos demos cuenta de ello antes deestw liar el afán por la magia y la nostalgi;l de lo irreal, como explicación de loséxit( 's de los falsificadores y del eco queencuentran en las multitudes. La nostalgi; l por lo irreal es característica paratodo'i los tiempos en que ha sufrido suseguridad, pero no constituye en modoalguno una cosa uniforme, pues sus
manifestaciones no son las mismas. Estan poco uniforme como la seguridadmisma. Existe una gran diferencia entreel reino de lo irreal, que supone unahumanidad privada de su seguridadreligiosa, y aquel otro que establece comocondición un mundo atacado en suscondiciones de propiedad y en evolucióneconómica, y completamente distinto hade ser también el intermediario, es decirla figura del mago, del hechicero o delcharlatán.
El poder de las ciencias ocultas, quedebe considerarse como base de todaslas existencias aventureras de los charlatanes de los últimos siglos, se nutríanuevamente de una época cultural, cuyoconocimiento es indispensable para comprender la esencia del charlatanismo; nosreferimos al Renacimiento. Consideradacomo una unidad intelectual, dichaépoca se nos ofrece como un tiempo enel cual se llevó a cabo la disolución deldogma "religioso de la Edad media, sinhaber encontrado algo que le sustituyera,un tiempo que no tenía ya ni la fe ni laCiencia. En esta época domina la Alquimia, pero ésta se hallaba en caminode venir a constituir la Química; sehallaba en boga hi Astrología que también se preparaba a trasformarse en laAstronomía. La piedra filosofal, tesorodel antiguo Egipto, no solamente essoñada por los alquimistas, sino quepreocupaba a todas las gentes; simultáneamente trasforma los metales, esdecir, crea oro, y expende el remedio universal, el elixir de larga vida. Este dobleaspecto dominaba la práctica de todoslos charlatanes que representaba en sí eloro y la vida. Esta época de transiciónentre fe y Ciencia es dominada por lainteligencia junto con la fantasía, supensar no tiende a la simplificación y porello, el mundo cumple su misión confuerza y vida, con aventuras. Jamás ha
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Un charlatán de viaie. Grabado alemán en madera, de mediados del s'iglo ,,{Vl. (Gabinete de estampas de Ber/ín.)
ido acompañada la falsedad de tantosfactores inconscientes, fantásticos y aúnartísticos como entonces. Incluso la evolución del arte mostró clarameH.te estatendencia. La traducción de la palabraen un cuadro significativo e inteligible, osea el arte medioeval, se advierte en lamisteriosa sonrisa de la "Mona Lisa"(1503), cuyo misterio y problematismofueron considerados como su más altovalor. La vuelta a la existencia tienelugar sin ayuda de adelantadas cienciasnaturales y ello trae consigo una insistencia en la opinión, la acción deja detener significado y el mundo entero resulta un problema. En el amor por la varietasrerum, no se separa todavía el pensamiento de lo real y de esta manerasurgen cuadros entretejidos de lo real y lofantástico, que es la característica de todaobra charlatanesca. En un mundo así,los viajes adquieren un nuevo aspecto;hay un afanoso impulso por contemplarun mundo tan lleno de aventuras. "¡ Quelmio genio di viaggiator!" exclama mástarde el gran defensor de su oficio, el
lOS
charlatán Buonafede Vitali, y reprochaa los sabios profesores que no hayan vistoel mundo con sus propios ojos. La e-.,:istencia de los grandes charlatanes delsiglo XVIII, así como también el impulsoirresistible de abandonar su celda de estudio para entregarse a la contemplaciónde la vida, tiene sus raíces en las somhrasdel Renacimiento. El siglo XVII, en elcual la guerra y las epidemias asolahana la humanidad, y en el que la fe \' lasuperstición solamente se diferenciabanpor el privilegio rlel Estado, se genenJlizóel tipo del charlatán y los curanderosinvadían las plazas y mercados. ] 'erosolamente en el siglo XVIII vuelve aesbozarse ]a gran figura del charlatán,destacando sobre la humanidad ql1l: leacata. Siempre que la bienaventur;lnzadivina pierde de valor y siempre que lavida ultraterrena amenaza con el infierno, empieza la humanidad a a"irseansiosamente a este mundo y sus venturas; el oro las proporciona y el elixi r delarga vida las prolonga. Uno y otro sonofrecidos por el charlatán. La Alquimia
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que, ,11 surgir de las celdas de los conventos,puso su seria investigación al servicio dela M¡'dicina, entregó inconscientementeun al ma a los explotadores. No es lomism.) el alquimista que el charlatán.¿ Qu< diferencia existe entre el charlatány el <:urandero locuaz o el pobre estudiant<' de Medicina, que no pudo terminarsus e~tudios y que por ello iba por todaspartes en calidad de traficante de ungüentos? A. Chereau, en el Diccionariode ci('ncias médicas, da la siguiente definicióll de los charlatanes: " ... qui promett('nt, ce qu'ils n'ont pas, et fontcroire aux autres ce qu'ils ne croient paseUX-D ¡emes; enfin tous ceux qui, destillateurs des mensonges, spéculent surla cr('dulité et la bHi'3e humaines". Ladefinición italiana del "Diccionario dellaCruscl," dice: "con abbondanza di paroleartifi"iose ... cercano di spacciare il falsoper iJ vera, traendo profitto dall'altruicredulita". Ambas definiciones ponen demaniJ ¡esto un factor decisivo, cual es laespec¡I1ación sobre la credulidad humana;la defInición italiana agrega "en provechopropi,>". Sólo la intención de engañar y
Leonardo Thumeisser (I530-I596) (Colección de retratosde la Diblioteca nacional de Vima).
.1Ioneda compuesta de una aleació" de siete metales, ala que se atribu.ye la virtud de ahuyentar diversas ellfermedades. Una moneda talflté hecha acu..lar y vendidapor Thumeisser.
el "saberlo todo mejor" son los rasgosque caracterizan al charlatán. Es, pordecirlo así, un falsificador de la Ciencia,pero también, como dice Chereau, congran acierto y ajustándose a su tema, un"destilador de mentiras", es decir, quedestila la mentira para hacerla así máseficaz. Es además un falsificador de laopinión. Más arriba hemos hablado delarte de la falsificación; pues bien, nosocuparemos de algunos charlatanes quehan sido verdaderos maestros en dichoarte.
La vida y naturaleza de LeonhardThurneisser, de Basilea (r530-r596), sonen alto grado características del tipo delcharlatán alquimista. Descendiente deun Consejero de Basilea, fué fámulo delmédico Johann Huber de esta ciudad yjunto a él tuvo ocasión de aprender algode las doctrinas de Paracel'30. A los17 años de edad se casó con una viuda,contrajo deudas, huyó y durante ro añoshizo una vida aventurera como soldado,orífice y grabador de escudos. Varietasrerum..... ; a los 28 años se casó por segunda vez y se marchó con su mujer alTirol, donde instaló un horno de azufre.Todo lo que procede de las entrañas de latierra ha ejercido poderosa atracciónsobre los charlatanes de todos los tiempos y a menudo encontramos algunos quehan sido administradores de minas o descubridores de manantiales. El archiduque
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Fernando de Austria le encargó realizarviajes para estudiar la minería y las fundiciones, y con este motivo recorrió todaEuropa y el Oriente. Los charlatanessiempre han encontrado mecenas en lascortes palaciegas; en cambio, rara vez lohan logrado los hombres de ciencia. Enel Oriente, Thurneisser se dedicó a estudiar los secretos de los adeptos, pero sumayor afición fué concentrada en laTerapéutica, coleccionando recetas y escritosmédicos. En 1565 volvió al Tirol comomédico, por cuya profesión sentía unavocación decidida. Los charlatanes secreen siempre llamados a cumplir su misión y alegan ello como legitimación parasuplir su falta de conocimientos. Lasmisteriosas afirmaciones de sus escritosle proporcionaron un nuevo mecenas, elElector de Brandenburgo que, entusiasmado, le llamó a Berlín como médico decámara y le instaló un laboratorio en elconvento de los Franciscanos. LeonhardThurneisser, que tanto había viajado,tuvo aquí un éxito sin igual, mantuvo12 secretarios para contestar su correspondencia y vivió con gran boato. Hombres de ciencia, artistas e incluso elElector mismo, fueron comensales desus banquetes. Aquí tenemos otra manifestación común a todos los charlatanes:el boato y el gran lujo para deslumbrara las gentes, constituyendo uno de losmedios de falsear la opinión. Thurneisservendía medicinas y recetas secretas aprecios fantásticos; su portentoso "oropotable" tenía especial aceptación. Delos ríos de la Marca de Brandenburgoextrajo piedras preciosas.
La Ciencia, representada por dos profesores, le desenmascaró; pero es característico de aquella época el hecho de quelos escritos médicos no pusieron en dudasus éxitos, sino que le zahirieron por atribuirle hechicería y pacto con el diablo,explicando de este modo sus triunfos.
Su arte de fabricar oro resultó ser unapatraña y por ello se vió obligado a emprender la fuga. En Basilea se casó portercera vez, haciéndose después divor-
Iro
ciar, perdiendo por ello el proceso y sufortuna. Nuevamente emprendió vi:¡jes,pero ya no tuvo suerte y murió en ]596en un convento de Colonia. En la ':idade este charlatán encontramos reflej: ¡daslas vicisitudes que caracterizan la (' xistencia de los verdaderos alquimistas. asícomo también la de los charlatane:-. delsiglo XVIII.
Exhibición y ocultamiento, éxito y persecuciones se sucedían continuamen I e yclaro está que estos hombres se veían entregados a una vida de aventureros y agrandes viajes. El caballo alado el¡ lasarmas de Thurneisser sostiene un globoterráqueo.
El tipo del médico magnético-bíl,licoestá representado por Juan Bautist.l deHelmont, noble de Brabante y al quimista (1577-1644). A menudo, esta ( [asede hombres son calificados injustam.~nte
de charlatanes. La doctrina de HellilOnt(por ej emplo, un grano de la piedra fj :osofal arrojado sobre el mercurio da oro) eracompletamente charlatanesca, pero 110 se
Juan Bautista van He/Jltont (I577-I644) y s·, hiioFranz Mercurius van Helmo"t (I6IS-I699J seSI'·" UIl
agua-fuerte de Carel de 1\100r (I656-rJ]S).
podía ~ecir lo mismo de su comportamienlo personal. Esta es la constelaciónmás] ,eligrosa, de la cual se han aprovechado generaciones de charlatanes. JuanBauh;ta de Helmont no especuló nuncaa cosla'de la credulidad de sus semejantes; incluso escribe frases como las siguier; les: "El médico elegido por Dios, ... lacodicia no le dominará", "su palabra seráuna trompeta ante la cual huirán las enferrnt dades. A su vista, las enfermedadesdesal Jarecerán lo mismo que la nieve almediodía en verano". Exige veracidad"in corde enÍIn possidebit veritatem, etscien tiam in intellectu". Esto es lo contrarie, del falseamiento de la Ciencia y dela opinión en labios de un alquimista.
11. El charlatán y el teatro.Nc, todos los charlatanes abrigaban tan
altas ambiciones como Thurneisser, contenb ndose con vender en las ferias sussales olorosas, rosarios, filtros de rejuvenecimiento, jabones, estampas sagradasy prlJÍanas y medicinas secretas, obteníene lo el correspondiente beneficio. Sisus remedios cosméticos pedían prestadoa la Iuna su claro reflejo durante la recolecci'll1 de las hierbas, esto venía a encaja] en el gusto de la época, era reclamoeficaz y no engaño. La superchería empezaba sólo al tratarse de medicinas. Unailusüación del" Simplizissimus" de Grimmels I¡ausen muestra cómo los charlatanesy full.eros en tiempo de la guerra de los30 alias eran medidos por el mismo rasero."Ved cómo Simplex engaña aquí y cómosaca a las gentes el dinero" (véase el adjunto> grabado). Cuanto más aumentabael número de curanderos en el siglo XVII,tanto mayor era la necesidad de combatir h competencia por medios sugestivos.Teniendo en cuenta que las diversas tintur8s se asemejaban entre sí, tenía quehace r la competencia a base del conte-.nid(, de las mismas o de la forma de ofrecerJ.Ls; de aquí que fuera natural que elcur;'ndero ambulante se valiera para ellodel teatro. Para comprender esto, hayque desechar toda idea de separación
•. Simplizissimus" engaiúl a los campesinos. haciendo decharlatán. Ilustración de la obra "Simplizissimus" deG-rimmelshausen (I669).
entre el teatro y la vida. Ya en un monólogo del poeta parisién Rutebreuf (sigloXIII) aparecía un curandero que narrasus viajes. La existencia aventurera y laexperiencia de la vida constituyen ya depor sí "teatro" para las gentes de la Edadmedia, encerradas en un estrecho ambiente. En la tercera representación de lapasión de Erlauen, se intercalaba en ellargo y triste espectáculo una escena deun curandero, como primer entremés cómico. Un criado, Rubín, precursor detodos los bufones, anunciaba a las tresMarías la venida del tratante de potingues, lo que hacía reir estrepitosamenteal público. A partir del siglo XV la escena del curandero pasó a ser un requisito indispensable de las representacionesde carnestolendas.
III
"La Medicina per;ectame1lte presentada." Grabado enmadera coloreado. Nuremberg I689. ¡VIl/seo germdnicode Nuremberg.
¿ Por qué no se había de traducir a larealidad esta escena, que a su vez era untrasunto de la vida? El verdadero charlatán o curandero se hacía anunciar encada nueva ciudad por un pregonero y elbufón, su criado, saltaba con él sobreun banco (véase figura) (de aquí elnombre de "saltimbanco", denominaciónitaliana del charlatán) o a la escena yelogiaba la medicina. La diferencia estribaba únicamente en que aquí debían venderse realmente las medicinas. Arlequíny 'Rosaura, equilibristas del alambre ydevoradores de fuego, trabajaban a porfía, pues se trataba de un teatro de feria.En las muchas aguas-fuertes que nosmuestran la relación entre el teatro y elcharlatán, este último aparece relegadoa un segundo término y únicamente se vecorno principal asuntounaescenade bufóno este mismo que tiene el frasco de medicina en la mano; en el fondo se ve lamesa con los medicamentos; pero siempre la representación sirve como anzuelo
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para la venta. No obstante, más bienque incitar a la venta por elogios, se buscaba el hacer flaquear el critel io y lavoluntad del espectador, estado de ánimoen que éste caía siempre despué, del espectáculo teatral, pues sólo en aq uel momento se hacían las curas en un~l tiendapróxima o en la escena misma. Ello atraíatantos espectadores como la mi:~ma escena bufonesca, ya que también se trataba de teatro, y por ello no debe chocarque a menudo se presentara el cUlanderoen un disfraz.
Según la personalidad del charlatán,o bien se encargaba él mismo de estasrepresentaciones o las encomendaba a unactor de especial talento. Juan SalomanTabarin (1584-1633), cuyo nombre representa en Francia un concepto mixtode teatro y charlatanería, un bl tfón deespiritualidad y temperamento, se presentaba solamente como atracci<"n paralos parroquianos que compraban las medicinas de su socio, el droguista Mondar.Unicamente el viernes se hacía el teatrodesinteresadamente y en lugar ele Mondar aparecía una mujer, Francisquine, yentonces se olvidaban las medicinas. Detodos modos, para su público de <riadas,mensajeros, escolares y dependienLes quese retorcían de risa "desde el b lón izquierdo hasta la oreja derecha", a:-;í cornopara las generaciones póstumas, el protagonista fué y siguió siendo Tabarill. Esteactor trabajaba en un estrado de h plazaDauphine, esta pequeña plaza I,arisiéntriangular, sombreada de árboles y misteriosa de la "De de la Cité", q Ile aúnhoy todavía se nos aparece corno un pequeño escenario abandonado. Tabarinparece ser que nació y murió en París.Por su parte, nos da datos muy d iferentes y cita Italia como el país de su origen(en ello se asemeja ya a Sto Genllain y
• Cagliostro). A veces, y probablemente enlos momentos en que el vino soltaba su lengua, decía que Saturno era uno de susantepasados y que, huyendo de Júpiter,había engendrado un hijo, Tabarum, enel país de los Lacios; así está descrito en
Pausanias. Esto es ya la alta escuelade la superchería; el gran improvisadorimprovisaba su propia vida. El sombrerod,~ fieltro gris que acostumbraba a llevarpl)r las noches, al que daba la forma adecuada en cada momento, la espada de madera y la barba de Neptuno, junto con sucabellera plateada y su profunda palidez,C< ,mpletaban su máscara. El traje consistía por lo general en una blusa, anchopantalón y capa de lienzo blanco. Nunca,ni aún después de oir los chistes más graciosos, se esbozó una sonrisa en la graved;Ld de su pálido rostro. Mondar, que enI(JI9 apareció en París, fué atacado porun doctor en Medicina, Monsieur deeourval, y Tabarin defendió ante el tribunal las medicinas de dicho charlatán.En cambio, en el escenario atacó al<, maestro"; estos diálogos consistentesen preguntas y respuestas, como se represl~ntaban en todos los escenarios primitiYOS, entusiasmaban al público, El mismo1\ londor se ponía en ridículo por la tiesura(l(~ sus movimientos y la pedantería de suknguaje. El fondo de la escena lo formaba un tapíz y el conjunto se componíade 5 personas: un violinista, un músicoque tocaba el antiguo violoncello de seiscuerdas y un paje que debía llevar alpúblico divertido los frascos que com-
praba, recomendados por Mondor en laspausas y durante la representación deteatro y, por último, Mondor y Tabarin(véase figura de la cubierta).
Si Tabarin renegaba de Saturno, nuncasin embargo, renegó de Francia. Es unafigura específicamente francesa que poseeel don de convertir graciosamente enarte lo observado y lo vivido, y que estodo lo marrullero que se necesita ser enesta vida, pero que no pasa de ello. Tabarin ha poseído lo que parece faltar a loscharlatanes alemanes e italianos: autoironía.
III. Falseadores de la opinión."El que opina" dice Santo Tomás de
Aquino, "no por ello se halla libre de lacontradicción interior; todavía teme notener razón y en el temor de que el otro latenga, tanto más quiere conservarla". Siestas palabras son aplicables a todos lostiempos, se ajustan todavía más especialmente a aquellos siglos en los que, por losnumerosos descubrimientos y el rápidodesarrollo de la Ciencia, fueron estimados en demasía los nuevos conocimientos.Junto a la deficiente seguridad de laCiencia misma se hallaba la desconfianzade la gran masa de opinantes que, aúncuando no podían sustraerse al recono-
¡.;¡ charlatán, el
¡"'16n y la vendedora de medicamen·tos. Grabado encobredel siglo XVIII.'iegún ]. Gregor:"Historia mundialdel teatro".
'.
cimiento objetivo de lo nuevo, no sentíanla seguridad de su convencimiento. Aquíintervinieron los falseadores de la opinión.Con sus misteriosos discursos que trataban de encauzar la Ciencia austera haciala pseudociencia pintoresca, aquella faltade convicción se trasformó en la inseguridad tan propicia para hacer ac;equible elánimo a las charlatanerías de toda especie. "Parole artificiose"; tal es la definición de Crusca, refiriéndose a las palabrasde los charlatanes. La palabra "artificioso" significa al mismo tiempo"astu to"y "falso"; en efecto, tanto da decir porejemplo "piedras falsas" como "piedrasartificiales". Con el falseamiento de lapalabra comienza el de la opinión. Entodos los informes descriptivos o críticosde aquellos tiempos se habla de lasmuchas horas que duraban los discursos(colmados de repeticiones) de los charlatanes, con objeto de sumir a las gentes enuna especie de "trance", durante el cualse mostraban dispuestas a someterse atodas las curas y a tragar medicamentoscompuestos de los más repugnantes ingredientes. Todos estos oradores de feriahan sido excelentes conocedores de lasdebilidades humanas.
Si la relación del charlatán con el teatroes interpretada únicamente como eficazreclamo, en cambio, el lujo con que serodeaba el charlatán, su aparición concaballos ricamente enjaezados o en elegantes calesas, negras como la noche, esya asunto de otra índole. Precisando másesta cuestión diremos que el recibir dineropor los servicios prestado ~na solamenteno se confesaba, sino que a veces se negaba. El charlatán renunciaba a los honorarios, pues se consideraba bienh€chorde la'<humanidad doliente y ;ólo aspirabaa prestarla sus-servicios. Esto se leía eylos prospectos que anunci.ªban todas lascuras ya realizadas con éxÍto y las operaciones de aquel hombre milagroso, ceLtificados que iban refrendados a veces porpersonajes eminentes. Todo ello constituía en sí mucho más teatro que las escenas de bufones, pero demuestra que los
curanderos sabían imponer a las multitudes. El factor específico charlatanescollegaba a adquirir su máxima expresiónen el truco de hacer que las gentes se impusieran a sí mismas, despertar su ,1 morpropio y al mismo tiempo falsearlo. Enefecto, si el charlatán descubría unanueva medicina no se dirigía a los peritos, es decir, a los médicos para que d ictaminaran sobre ella, sino que convocó! ba ala multitud adulada y al preguntarla laconcedía algo que no posee: la autoridadmédica.
Johann Andreas Eisenbarth (16611727), que para los alemanes constituyeun personaje como el Tabarin de los franceses, no solamente era un hombre inteligente, como lo atestiguan su retrato y losjuicios de aquella época, y ademá" unbuen operador, sino ante todo un geniode la propaganda. Jamás traficó conafeites o amuletos; era un médico que nohabía terminado sus estudios. Parece serque nació en Viechtach (Regensburg) yque murió en Munich. Recibió las enseñanzas del oculista pri vilegiado Billeren Bamberg y en 1686 le examin(') enAltenburg el médico de cámara, Dr.
]ohanll Andreas Eisenbarth (r66r-r727).
Klallder, certificándose que en lo referente a curas de ojos, operaciones de cálculos, cánceres y hernias, poseía una competulcia suficiente. Para estas especialidad,·s le fué concedido un plivilegio; encam I¡io, no le era permitido traficar conmed icinas. Sabido es que Eisenbarth fuémuy solicitado, siendo un hombre debueJ la posición que poseía coches, caballos y una hermosa casa, daba trabajo a·un s('cretario y demás personal y recibíadel] ':lector de Hannover 4200 escudos desuel, lo anual. Sobre la personalidad deEisenbarth los mejores datos nos los suministran sus prospectos de reclamo y segura mente ellos han inspirado la conocidacanción sobre él que, por otra parte, nodice mucho de la verdadera figura deEisellbarth. El Dr. Eisenbarth (que nohabLl alcanzado tal título), enviaba estosprospectos antes de su llegada a las ciudadr's donde pensaba instalar su barraca,es dl'cir, que venía a ser un editor periodístico en su propio servicio. Conocía lasugestión de los números; en estas hojasse leía que el célebre médico había practicado la Medicina durante 30 años, realizando en este tiempo 1,000 operacionesde c:í.lculo y 2,000 de bocio. Tambiénsabía el efecto que producían los títulos,espel'ialmente en sus compatriotas, y porello, en el año 1717 se compró el título deConsejero de la Corte por 200 escudos. "Elcélebre dentista, etc. Eisenbarth ha sidonombrado Consejero"· se leía en el periódico manuscrito de Berlín y el gacetilleroañadía que Eisenbarth "quería aprovechar:--e de ello". Eisenbarth sabía unacosa (lesconocida en aquel tiempo, cual esel servirse del periódico con fines de reclamo y en el Vossische Zeitung de 1724
se lel', entre otros encomios de su habilidad, la alabanza de su maravilloso y noobstante económico espíritu para la cabeza, ojos y memoria. Un escándalo grotesco del que fué casual protagonista en1704 en la' ciudad de Wetzlar, donde seencontraba el Tribunal supremo, nosprop0f(;iona .ab,undantes ..datos sobreEisellbarth. E~tre dos partidos rivales
por motivos políticos surgió una disputacuando Eisenbarth tenía levantada su barraca en el mercado. Uno de ellos demandó al otro que había otorgado el permiso y en este asunto tuvo que intervenir el mismo Emperador. "MagnánimoEmperador y Señor" escribe el "Muyhumilde, fiel y obediente Friedrich Ernst,Conde de Solms: ..... , cuando en este día seinstaló aquÍ una feria en la cual un charlatán no solamente había vendido medicinas, sino que había representado comedias durante casi todo el día, así comohecho equilibrios sobre el alambre, fueronrepresentados en la primera comedia unproceso y otras cosas semejantes, en elcual el juez, empuñando un cetro, sedejaba sobornar, cambiaba con Arlequínsu asiento y su vestido y, por último, sentenciaba a éste haciéndole ahorcar. .... "El partido contrario manifestaba: " ... Porlo demás, todos los médicos y charlatanesacostumbran a hacer lo mismo con objeto de captarse la buena voluntad de lasgentes...". Eisenbarth, como innato propagandista, aprovecha también su escritode defensa para hacerse a sí mismo propaganda: "Yo, Johann Andreas Eysenbarth, médico y operador privilegiado dediversas Cortes y Príncipes, confieso yatestiguo por la presente que recientemente he enviado mis dos criados deCassel a Wetzlar con ocasión de la feriade San Juan, siguiendo la costumbre demi profesión de expender consuelo a lospobres enfermos". Se ve, pues, queEisenbarth no expende, según él, más queconsuelo y es además un bienhechor dela Humanidad a la que cura..... y seduce.
IV. La feria del charlatán.El siglo XVIII fué como ninguna
otra época propicio a la existencia y éxitos del charlatán. Característico de estetiempo es, no el tipo popular del charlatán, sino más bien su carácter de granseñor, de hombre de mundo que hacíagrandes viajes. El examen de los motivoshistórico-ideológicos que explica la contradicción en la coincidencia de la ins-
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trucción con el arte de hacer oro, entreVoltaire y Cagliostro, nos llevaría muylejos de los límites de este trabajo. Noobstante, para comprender la naturalezade todas las figuras que hemos de mencionar aquí, habrá que hacer primero unligero esbozo histórico de la época en quevivieron.
El siglo XVII ha sido la época de lossistemas; el siglo XVIII se desarrollópartiendo del sistema hacia el experimento, es decir, de la deducción a la inducción. El siglo XVII no conocía más queuna expresión para un pensamiento; elXVIII expresaba el mismo pensamientovaliéndose de los más diversos matices.Experimento y expresión indefinidos, heaquí ya dos factores importantes paradestruir la seguridad interna. La relatividad de los conceptos que se inició conMontesquieu, llevó la Ciencia y la religiosidad a este terreno inseguro. La fe, porel pesimismo empírico del siglo XVII, yano implicaba un consuelo, sino era unaadvertencia de la muerte y de lo efímero,reflejo de la eternidad del infierno. Lacompensación que ofrecía la metafísica,exigida por el alma humana para contrarrestar esta amenaza de ultratumba, fué,sin embargo, análoga por el fuerte desarrollo que tomó el panmoralismo deRousseau en el siglo XVIII. Con la explotación de países y materias primas, laimportación y el florecimiento de lasmanufacturas, etc., se creaban necesidades que hicieron más refinado el nivel dela vida, pero los nervios fueron sometidosa un mayor trabajo por el lujo y los placeres. El resultado de ello fué el siglo dela ilustración, que quería comprendertodo y que cayó bajo el poder de loscharlatanes, por lo menos en el mismogrado que el Renacimiento, época quehabía admirado lo incomprensible, la sonrisa de la Mona Lisa; y fué todavía másfuertemente sometido por este poder porque también había perdido la serenidadde la muerte: que Leonardo da Vincihabía formulado así en su tiempo: "Lomismo que un día bien empleado propor-
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ciona un sueño plácido, así también unavida útil trae consigo una muerte placentera." Aun cuando se quería pasar bienla vida, no se quería contraer compromisos ante la muerte. El patíbulo se esbozaba en el horizonte del porvenir, el moralismo aparecía como desagradable advertencia en un presente tan lleno de alegrías. La reacción contra la amenan delporvenir y la advertencia del presente, semanifiesta por una huída al pasado. Estepasado supersensual lo personificalJa elcharlatán con su edad, que a su decir erade siglos, y su procedencia mística. Conel oro no daba solamente riquezas, sinotambién facilitaba la ascensión a otraclase, lo que era acogido con entusia~mo;
con la medicina universal no promet ía yaúnicamente la curación de las enfermedades, sino también una capacidad refinada y mayor para gozar de la vida y,por último, prolongando ésta, aplaz~: ba eltemor a la muerte. De este modo callsabasensación, se ponía de moda y lo l1l ismoque la moda también el charlatán dominaba su época. Cierto es que exist jerontambién personas que entrevieroll lascausas de la enfermedad del siglo y ;¡ estepropósito citaremos un artículo poro conocido de Hufeland "Acerca de lac, más
El charlatdn escocés James G1'aham (I745-I794! hablaa sus adeptos. Según U" dibuiode John [(ey (I742- r826).
Dibuio satirico.] am·es (;rahant en
medio de los gigantes (;og y M a
gog, ql'i' recordaban a i"s dos porteros q!t e tenía ala ent, "da de sucasa "f"empto de
la sal?:11" y quereparticlll prospectos. Gr"ham tieneeH la 111'1110 derecha
'u.na e'l ia con lainscrij dón 11 Píldoras (:lreas". Al
pie de; dibuio seleen Vn'SOS satíricos. Ei originat seencuen I ya en el
M use" britGinicode LoHlres.
nueY<ls medicinas de moda y charlatanerÍ<is", que apareció en octubre de 1789en el "Journal des Luxus und der Moden"de Bertuch, lo que es justificado por elautor con las siguientes palabras: "El periódico de modas es indiscutiblemente elsitio más adecuado para presentar al público de tiempo en tiempo los más nuevosy acertados artículos de moda para lasalud, belleza, larga vida, etc." Hufelandalude al factor falseador de la popularidad: "Vivimos en los tiempos de la popularidad y aún las ciencias más seriastienen que abandonar su gesto pedantey al ,render a vestirse con un graciosotraje de moda que les permita concurrira tal la sociedad femenina; se han hechoverd:tderamente indispensables. ¡Dóndese ellcuentra hoy un círculo de buen tonodonde no se oiga hablar del fuego elemental, magnetismo, electricidad, origende 1<, s cosas e incluso de las cuestiones másabstractas de la metafísica, temas tratados con una facilidad y un interés quecaUSélll asombro! La Medicina ha sidouna de las primeras ciencias que hantenido el honor de ponerse de moda."
Los sistemas curativos magnéticos quese desarrollaron en torno a Franz Mesmer y al magnetismo animal y que fueroncaracterizados por los nombres de J ohannGassner y Schrepfer, ya habían pasadode moda cuando Hufeland escribió estaslíneas. No pertenecían por completo alcampo del charlatanismo, pues procedíande Mesmer y el mesmerismo cae de llenoen otro terreno. Sin embargo, su utilización por algunos partidarios del magnetismo ofrecía rasgos extraños verdaderamente charlatanescos. Un médico escocés, el Dr. James Graham, que vivió afines del siglo XVIII en Londres y quevendía grandes cantidades de aguas ypolvo magnéticos, había instalado unlecho magnético para curar todas las enfermedades, cuyo uso sólo era permitidomediante anuncio previo y envío de 50Libras. En verdaderas peregrinacionesacudieron las gentes a este lecho prodigioso, del cual una descripción contemporánea del llamado "Templo de la Salud"dice lo siguiente: "La cama estaba colocada en una preciosa habitación; de ungabinete inmediato se había conducido
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a ella un cilindro, mediante el cual sehacían llegar al dormitorio las corrientescurativas, así como toda clase de perfumes de medicinas reconfortantes y humos aromáticos del Asia a través de tubosde cristal. Este precioso lecho descansaba sobre seis sólidas columnas transparentes; las sábanas eran de púrpura yraso azul, cubriendo colchones impregnados de aguas aromáticas, árabes y asiáticas con arreglo al gusto de la Corte persa.La habitación donde se encontraba estacama, era llamada "sanctum sanctorum" ... A esto hay que añadir los melodiosos tonos de la harmónica, flautas dedulce sonido, voces agradables y un granórgano. Con razón decía que no hay nadaque restablezca tan sorprendentementelas fuerzas de los nervios gastados comoeste divino lecho." Este charlatán queasí trabajaba para las necesidades refinadas de las altas clases sociales, fuétambién el inventor de los baños detierra; los poros de la piel deberían, a suentender, absorber las sustancias nutritivas de la tierra y de este modo podrían"proporcionar una larga y sana vida sincomer" .
El suizo Michael Schüppach, constituye entre los charlatanes un hijo de laNatura1eza, que se aprovechó de las creencias milagrosas del pueblo en las corrientes magnéticas y eléctricas. Nacidoen 1707 en el Cantón de Berna, mostróya desde su más temprana juventud aficiones por las ciencias naturales y médicas. Sus padres no podían pagar sus estudios universitarios y por ello hizo suaprendizaje con un médico de pueblo.Experimentó las recetas de los libros deherboristería, mostró gran interés por ladisección y tan pronto como ganó dineroadquirió libros de Anatomía. Muyprontoempezó a escribir con gran minuciosidadlas historias clínicas de sus pacientes.Schüppach demostró gran seriedad en elestudio y por este concepto no debe sercalificado de charlatán; sólo cuando suséxitos se le subieron a la cabeza pareceser que fué inducido a prácticas verda-
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M igu.el Schiippach. Cerd mica esmaltada tll"dema.Langnall. Colección del Instituto médico-histJÍI ico deZurich.
deramente charlatanescas, como, porejemplo, los tratamientos a disb ncia.Schüppach no figura entre los grandesviajeros; antes al contrario, como Doctoren Langnau (Emmental) sehizoun tipooriginal que querían ver todos los forasterosque viajaban por Suiza. En 1779 le visitóGoethe, quien siempre había mostradointerés por esta clase de gentes, y ;¡ propósito de esta visita escribió a la S('ñoravan Stein: " ... Pero sus ojos son laexpresión más acabada del pres(~nte;
azules, francos, comprensibles, observadores sin esfuerzo ... " Como quieraque Schüppach estaba de moda, en ellibro de huéspedes de Langnau se eD<uentran los nombres de célebres sabios juntoa los de princesas; claro está que tampoco faltaba el del cardenal Rohan, quemás tarde había de ser embaucado porun charlatán mucho mayor, Cagliostro.En todos los retratos de Schüppadl sele ve con el vaso de orina. En efecto,mientras interrogaba a los pacientes y
(como sus adversarios afirmaban) lesobservaba con un ojo, miraba continuamell1e el vaso de orina y decía leer eldiagllóstico y la terapéutica con la solacontemplación de este líquido. En laépoca de triunfo de este "milagrosomédico", acudían diariamente 80-100
enfermos a su "botica", en la cual seencontraban medicinas con letreros alemanes, como por ejemplo "Freudenol","Blíimlisherz", "fürs Untier", e,tc., nombres que, con regocijo de Michael, no eranentendidos por los latinos y los verdaderos médicos. Mensajeros por~adores defras,'os de orina acudían diariamente ennúnlcro de 80 y más a Langnau, y tantoel pobre como el rico hacían su peregrin:tción paravisitar al" Scharermicheli".De sus métodos de tratamiento se cuentan algunas anécdotas. Un rico labradorque afirmaba estar perseguido por sietedemonios, fué curado por fuertes descar~as eléctricas, al tiempo de las cualesSch üppach fingía ver salir los demoniosde su cuerpo enfermo. A otro labradorque se figuraba haber tragado un carrode lleno junto con su conductor, le ausculi ó y aseguró que se oían todavía loschasquidos de látigo en su vientre. Elenf,:rmo recibió vomitivos e hipnóticos ySch iippach hizo venir cón gran prestezaun verdadero carro de heno. Cuando elpaciente despertó y vomitó, el cochero se
El c"randero de Langnau Miguel Schúppach (I707
I781) cura a un labrador medianle descargas eléctricas.Seg1fJ' un dibujo en "Helvetia", (Schweizer Volkskalellder túr I852, Zurich.)
alejó con el acompañamiento de latigazos. Como es natural se atribuyó aMichael el haber conseguido mediante suarte expulsar y vomitar el carro de heno.Se ve pues que ya se dedicó a falsear laCiencia. Una descripción del Profesor deZurich, Leonhard Meister, en el "Taubenschlag" muestra a Michael en el palomarjunto con su bella esposa y aprendiz ycomo se ve, tampoco faltaba el teatrocomo medio de reclamo: " ... Se está depie o sentado en corrillos, se juega a losnaipes, algunas veces con una muchacha;otras se da un concierto, una comida ouna cena y otras se presenta un pequeñonúmero de bailarinas. En todas partesse asocia felizmente la libertad de laNaturaleza junto con las satisfaccionesdel mundo bello y si el médico no puedecurar ninguna enfermedad, por lo menoscura a los hipocondríacos." En 1781
murió Schüppach, rico y colmado dehonores, rodeado de sus entusiastasclientes, y su muerte fué conmemoradaen sentidos versos por Lavater. Ni Graham ni Schüppach pertenecen a la categoría de los charlatanes que llevaban unacontinua vida errabunda y que UIl;asveces bajo la protección de 'príncipes,otras sumidos en la miseria, cambiandode continuo su nombre y sw,figura" hanrecorrido toda Europa en el siglo XVIII.Sus planes eran. e gran amplitud y notienen nada de común con los curanderosde las ferias. Lo característico en ellos esque casi siempre se hallan complicado~
en la política, ¡mes aspiraban a proporcionar el bienéstar a pueblos enteros.Tiépolo ha representado al CiurmatoF(ciurmare = pr~parar -filtros, hechizar)que plantaba sobre su típico cofrecillo demedicamentos una especie de estandart~
con su propio retrato (véase figura). Elmisterioso aparato de mascarada; lamujer "medio" que se ve en el centro, elcartel del equilibrista del alambre y elarlequín agitando ol'Íflámas,' todo 'ellocaracteriza al charlatan y a su modo detrabajar; así se alcanzaba el máximumen el arte de embaucar a las multitudes
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y en la desvergüenza; el reclamo a basede la exposición de las propias facciones,de la propia personalidad, tal era elmétodo del aventurero clásico.
De los tres aventureros clásicos, elConde de Sto Germain ha sido el máshábil y listo. Llevaba fama de ser fabulosamente rico. En el único retrato que deél COllocemos, se le llama "el célebre alquimista" y en él se muestra un rostrode problemática expresión. No se sabede dónde procedía este conde; se diceque de Portugal, pero no se ha demostrado. El por su parte solía contar quese había sentado a la mesa con los invitados a las bodas de Caná; otras vecespretendía descender de la Dinastíaespañola o de los príncipes Rakoczy. Susanécdotas saltaban a través de siglos ysi alguno de sus oyentes, escéptico,le sometía a prueba con preguntas,le' contestaba que de tiempo en tiempose retiraba del tráfico mundano, asíque no podía acordarse de todo. Domi-
naba numerosas lenguas y viajaba através de países, lo mismo que a travésde los siglos, siendo una caricaturadel caminante entre los mundos. Almismo tiempo cambiaba continuamente de nombre, llamándose unas vecesMarqués de la Croix noire, otras CondeSurmonte y otras en fin Conde Welldone(bienhechor). De vez en cuando se ocupaba también de la falsificación decuadros, cosa que ha seducido en todoslos tiempos a los charlatanes. RoraceWalpole decía de él: "Un chiflado quecanta, declama y toca el violín mal avillosamente." Está además comprobado que por su severo y metódico régimen de vida en su edad avanzada teJlíatodavía el aspecto de un hombre de50 años. Se sabe que en 1735 permanecióen La Haya, en 1744 en Inglaterra y (~n
1759 en Francia, donde, por su agua derejuvenecimiento, ganó el favor de laPompadour y desempeñó después 1LJ1
papel misterioso en las negociaciones de
El Ciurmator. Grabado por Giov. Battista Tiépolo. Venecia. (I779.)
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pa;; entre Francia e Inglaterra. ElDuque de Choiseul puso fin a su influencia, desapareciendo después el avenhu ero, del cual no se supo durante añosen1 eros; después reapareció en Rusia,It<ilia y Alemania, pero muy venido amenos, y en 1784 murió en Eckenforde.Apenas se ocupó de la Medicina, puesle illteresaban más la producción y ventade medicamentos. Preparó un costosoe1i>:ir vital, el té purgante, conocidotodavía hoy bajo el nombre de "Té deSto Germain" y que está compuesto dehoj,Ls de sen. El Conde de Sto Germaines conocido sobre todo por su mitologización de la industria. De sus conocimiultos alquimísticos extrajo recetaspara procedimientos secretos en las industria.; de la seda, porcelana y tintorería,que entonces empezaban a desarrollarse,y también ideó un método para mejorarlos vinos. Los ministros y banqueros lecom praron sus secretos a precios elevados.Claro está que también poseía recetaspara fabricar oro y para preparar unamedicina universal, con lo cual hizo excelente negocio, como se deduce delsigu iente extracto de un periódico berlinésde 1779: "En Londres, un químico haescrito recientemente acerca de unamedicina universal que dice haber inventado y ha presentado su memoria lacrada a la Cámara de los Lores. Losjóvenes lords opinaron' unánimementeque este asunto debía dirigirse a la Cáman de los Comunes, pero los Loresmás antiguos creían que un descubrimiento tan importante merecía que seocuparan de él y que bien valía la penade i amarse algo de trabajo cuando,mediante tal invento, podía Hegarse a laedad de ISO años."
Casanova, el segundo de los tres grandes aventureros, no perdía el tiempo conbagatelas médicas, conociendo y despreciando al tercero de ellos, Cagliostro, elcual, sin embargo, solamente ejerciócomo doctor milagroso antes y despuésde 'su verdadera época de esplendor.Beppo Balsamo, llamado más tarde
El Conde de Sto Gennain que jaUeció en I784. Cuadroejeoutado según el ag"a-juerte de N. Tltomas (I783).
Conde Cagliostro, nació en 1743 en Palermo en un ambiente proletario. Entreotras cosas se dedicó a desenterrar tesoros en las cu.evas marinas y ayudó enuna botica de convento, donde adquiriósus primeros conocimientos médicos. Elprimer impulso que le obligó a huir fuéel miedo a ser detenido, pues vivía enconstantes conflictos con la policía y susprotectores. En Messina y en Maltatrabó conocimiento con los más prominentes alquimistas, que le iniciaron ensus secretos. Más tarde, Cagliostro presentó todas estas fases de su vida aderezadas al gusto de la época y él, el héroechato de la callejuela siciliana, se presentó como el hijo infeliz del últimosoberano de Trapisonda que tuvo quevivir en exilo y fué educado por un nobleSheriff que le bautizó con el nombre de"Hijo desgraciado de la Naturaleza";más tarde, esta desgraciada criatura conoció al alto sacerdote de todos los arcanos de la Ciencia, Althotas, que fuésu maestro y al cual (lo que insinuabadiscretamente) tuvo que asesinar. Enrealidad, Cagliostro tuvo que huir de
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Gil<seppe Ealsamo, llamado Cagliostro (1743-1795).Dibl<jado y grabado por Chr. Gl<erin 1781.
nuevo por haber falsificado una patentede coronel, pero ya entonces fué acompañado de su bella esposa y astuta cómplice Lorenza Feliciani, hija de un fabricante romano de guant~s. Cagliostrologró salir adelante, tuvo éxitos, usó supercherías y tuvo que huir de nuevo, demodo que sus aventuras tuvieron comoescenarios Londres, París, Alemania,Italia. Siempre encontraba protectorescrédulos que lograban salvarle. Su segunda estancia en Londres le permitiódar su gran golpe. Atrevidamente seintrodujo en las logias francmasónicas, seganó adeptos y llegó a adquirir granfama. Desde este momento era el CondeCagliostro que disponía de lacayos, mensajeros y ayudas de cámara. En su negray discreta carroza con su monograma enoro mate (un medio de reclamo del queya se había servido Eisenbarth), viajaba por las poblaciones aclamado porla multitud, abandonándolas tambiénmisteriosamente. Su ruta era Londres,Bruselas, La Haya y Curlandia. En Mitau,la Baronesa von der Recke nos ha legadosus impresiones, que le desenmascararon.Visitó Rusia y Alemania y posterior-
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mente trabó conocimiento en Estr;ISburgo con el Cardenal Rohan, al cualcomplicó más tarde en el célebre asuntodel collar y que fué por él completamenteembaucado.
Como quiera que el naciente escepticismo de los francmasones no con veníapara sus planes, fundó en Lyon en 1784una nueva logia egipcia "de observaciónpropia" yen 1785 se instaló triunfalmellteen París. En el transcurso del asunto delcollar, que pocos años después dió altraste con los triunfos de Cagliostro enParís, fué conducido a prisión, pero losenemigos de María Antonieta lograronalcanzar su libertad; huyó a Londres yllegó a Basilea y Turín, habiéndose demostrado que su último y modesto p;\ pelde doctor maravilloso lo desempeñó enTrient y Rovereto, regresando a Roma en1789. La necesidad le obligó a echar mano de sus antiguas prácticas, pero entonces intervino la Inquisición, que al )rió
Cagliostro según Daniel Chodowiecki (1726-180/). Delcalmdario genealógico berlinés del afío 1789. Al contrariode la mayoría de los dibl<jantes de la época, Chodo7< ieckirenl<ncia a idealizar la figura de Cagliostro y reproducem SI< retrato SI< fealdad y su aspecto hipócrita.
Abanic., con los relralos de Caglioslro y Lorenza represenlando escenas inspiradas en su vida. Ejeculado probablemente durante la estancia de Cagliostro en París. (I7SS-I788.) Museo Carnavalet de París.
contra él un proceso y le condenó a cadena perpetua. Murió en el año 1795.
Cagliostro, el más burdo de los tresaventllferos clásicos, falsificador, prestidigitador, curandero, evocador de espíritus y alcahuete, fué él que ejerció lamayor influencia sobre sus contemporáneos, siendo el más popular. Sabido esque Goethe, Tieck y Dumas han hecho deél un héroe de sus composiciones. Lasbomboneras, los relojes de péndola y losabanicos que llevan su retrato, nos demuest ran aquel grado máximo de influencia sobre las masas que en todos lostiempos se ha manifestado pasando laefigie y leyenda del protagonista a serreproducidas en los objetos de artes aplicadas. Quizá la mágica influencia deCagliostro se explica en parte teniendo encuenb que este hombre astuto, aun cuando de instrucción deficiente y desprovistode sentido crítico, caía a veces en sumism'l sugestión, llegando incluso a creerlo qm' decía. Tenía momentos volublesy sinc('ros, en los cuales estaba sometidoal abi¡<arrado conjunto de diversas representaciones reales, que es lo que considerábamos como característico en los hom-
bres del Renacimiento. En tales momentos quizá haya logrado convencer. En elabanico representado en la figura adjuntase ve en el panneau de la izquierda la partida de Cagliostro de su patria mágica, enuna góndola, yendo vestido con un trajeasiático. La fantasía de una época que,como el siglo XVIII, se entusiasmaba porlos motivos persas (Montesquieu: Lettrespersanes) y las cosas de China, gustabacomo es natural de ver a sus charlatanesen vestiduras exóticas. En el centro delabanico figuran los retratos de Cagliostroy Lorenza y a la derecha una enfermasobre una camilla y otra mujer que besalas manos del bienhechor que la cura.Los versos que se leen al pie dicen losiguiente:
Prolonga la vida y socorre la indigencia.
El placer de ser útil es su sola recompensa.
En esto consistía la atracción principalde su propaganda: Trata a sus enfermosgratuitamente o por lo menos lo afirmaasí; pero después se las arregla muy bienpara.sacar dinero de sus víctimas, valiéndose de otro procedimiento. Elisa von
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der Recke cuenta lo siguiente acerca desu conducta médica:
"De su estancia en Estrasburgo he decontar lo que sigue: Durante algún tiempo vivió en una hostería, pero no se dióa conocer como médico y nadie esperabaque un conde se ocupanl en esta profesión. De pronto se supo que era un señorextranjero y filántropo, que se encargabagratuitamente de enfermos, a los cualesno solamente facilitaba medicinas, sinotambién a menudo dinero y otros auxilios; esto era efectivamente cierto. Entonces, poco a poco empezaron a visitarletímidamente algunos pobres, a los cualesrecibió cariñosamente, dándole 'esencias,elixires y otras medicinas, libró a algunosde la fiebre y otros males y visitó a másde un enfermo grave en su propia casa.Su fama creció y bien pronto acudierongentes deseosas de curarse, en tal númeroque no solamente llenaban sus habitaciones, sino también las escaleras y elvestíbulo. No era parco en prometerlesla seguridad en su curación y esto dabatodavía más ánimo a estos desgraciados.Claro está que entre los muchos que trataba, tuvo también que lamentar bastantes fracasos, sobre todo en enfermos desordera y en ciegos, pero, no obstante,algunos casos aislados, en que le acompañó la suerte, así como lo extraño de lacura y su carácter gratuito, hicieron de élobjeto de la más entusiasta admiración.Una increíble cantidad de extranjerosacudían a él de todas partes y algunos lerogaban accediera a celebrar consultascon algunos de nuestros mejores médicos,cosa que siempre rechazó, pues para todoslos médicos no encontraba otros califica-
tivos que los nombres pertenecientes alreino animal; ..... sin embargo, ciertos enfermos, incluso extranjeros, abandonarona Cagliostro para entregarse nuevamen tea los verdaderos médicos..... Cagliost roacostumbraba, por ejemplo, a prescribircon gran frecuencia el extracto de Saturno ya dosis muy elevadas (lo mismo I
que todas sus medicinas). Se ha demostrado que esta sal de plomo, si bien es debeneficiosos efectos por el momento, tratándose de heridas y otros accidentes qllereclaman un auxilio rápido, acostumbraba a dejar cierta rigidez y administrada por vía interna no es raro que délugar al desagradable cólico de Poitoll."
En cuanto a la calidad de los medil:amentos de Cagliostro, Hufeland nos dauna idea justa en el artículo arri bacitado:
"Los principales remedios son: las gotas blancas, las gotas amarillas, el eli'<irvital, el polvo purgante, un nuevo rapé,las píldoras egipcias para el estómago yun nuevo caldo de carne de buey con elcual se han de tomar estos medicam(~n
tos. De todos ellos poseemos las rece! as,pero éstas ofrecen una composición tandisparatada que se asemejan a las prescripciones del siglo XVI y seguramentesólo en las manos de Cagliostro puedenobrar milagros. Las píldoras egipcias,sobre todo, que durante algún tiempofueron adoradas en París, y que se decíaque procedían todavía del antiquísimoHermes Trismegistos, pueden ser el mejorejemplo de las miserables charlataneríasde este individuo:
Tómese: áloes, diargidium, turbit, agárico, coloquíntida, de cada cosa un drac-
RESYLMedicación guayacolada intensiva
Eficaz_ y bien tolerada
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John Taylor (I708-I772). Biblioteca naciotlal deViena.
tilla, fuera corriendo un lisiado que repartiría frascos de medicina a los pobres.Este rasgo, en aquel París soliviantado yen plena agitación, fué de un efecto extraordinario.
Los críticos más serios de Cagliostrohan sido Mirabeau y la emperatriz Catalina de Rusia, la que no solamente le hizoexpulsar de su país, sino que también ledesenmascaró en dos comedias que fuerona su vez publicadas por el decidido enemigo de todas las charlatanerías, el escritor y librero berlinés Christoph Friedrich Nicolai. Pero, ¿ qué daño podíanhacer estos ataques aislados a un hombreque era capaz (como lo demuestra ungrabado de la época) de anunciar a lasmujeres que le visitaban los números quehabían de salir premiados de la lotería, valiéndose de conocimientos cabalísticos?
A fines del siglo XVIII vivió en Pomerania un hombre llamado Magno Cavalloque pretendía ser una copia de Cagliostro.Mursa dux Tartarus, Philosopho - Medicus - Botanicus - Chymicus - Pharmaceuticus - Poeta - Propheta - LamaLamorum Pontifex-pontificum,tales eranlos títulos con que modestamente se ador-
Magtlo ('¿vallo. Grabado titular de su obra "Ojeadaet! el sig¡,¡ XIX" escrita en I798 y publicada etl elsiglo XII'.
ma; m:lstix, ruibarbo, mirabeles, semillasde him.jo, canela, flores de moscada, bálsamo <le Xylo y nardos, de cada cosa
.medio dracma. Todo ello se reducirá apolvo fino y se mezclará con vino blancoañejo, jarabe de Stochas yagua de canela, haciendo de la masa píldoras, de lascuales ,;e tomarán dos a seis de U!\é!. vez."
Para robustecer su autoridad' médica,CagliostTo sabía valerse del nimbo de supasado, Contaba que había estudiado'MedicÍJIa en Medina, donde "claro es quehabía conocido la Naturaleza de otromodo que nuestros médicos europeos".A estos los odiaba y cierta vez que enLondres un médico descubrió sus supercherías, recibió de Cagliostro la proposición de un duelo; quería preparar unabebida (le la cual habrían de beber ambosyel que sobreviviera a ello sería el vencedor. Cagliostro préparaba sus medicinascon am'glo a la antigua tradición alquimista durante el tiempo del equinoccio.Cuando fué puesto en libertad despuésdel proceso del collar, hizo que delante de _su coche, que fué a recogerle en la Bas- ~
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naba. En traje turco, con sable y manguito, recorría en su góndola los ríos de laPomerania. Sus virtudes médicas se limitaron al descubrimiento y propagación delos manantiales medicinales de Bad Kenz(Pomerania) .
Se dedicó a explotar casas de juego ybarracas de adivinador, y de vez en cuando se ocupó también de redactar memorias políticas (con ocasión de la convención de Reichenbach entre Austria yPrusia en 1790). Las ciudades donde desplegó su actividad fueron Braunschweigy Celle; no llegó, sin embargo, a conquistar fama internacional.
Entre los charlatanes operadores decataratas, el de más vuelos fué el inglésJohn Taylor (1708-1772), llamado también Caballero Taylor. En sus muchosviajes que le llevaron por medio mundo,visitó también Basilea, donde se doctoróe ingresó en el Colegio médico de doctores.Taylor, cuyos rasgos característicos fueron la frialdad, la falta de eserúpulos yla presunción, supo a las mil maravillascrear<;e la aureola que necesitaba. Nadiecomo él se valió con tanta perfección delrequisito de la carroza; la suya iba tiradapor 4 caballos blancos, adornada con di-
bujos de ojos y certificados y ddante,bien a la vista, llevaba un cartel I'on lainscripción: "Qui visum dat, dat vi tam."Lo mismo que Eisenbarth, también élcausaba impresión por sus numero:,os títulos que hacía conocer antes de I:ntraren una ciudad. Era un individuo peligroso que privó de la vista a mucha') gentes. Los enfermos tenían que com·ervarpuesto su vendaje durante 3 días y cuando se lo quitaban y se daban cuenLa desu desgracia, Taylor había puesto ya piesen polv6rosa. Análoga triste expeflenciahizo en 1751 el gran Duque de .Mecklenburgo y los periódicos de la época queantes de la visita de Taylor exprC';abansu esperanza, después se hicieron eco delmayor desencanto e indignación.
Entre los siglos XVII y XVIII surgela extraña figura del italiano BuollafedeVitali, llamado "el Anónimo" (J 6861745). Era "Saltimbanco" y hacía suscuras en las plazas públicas, dedicándoseal teatro, pero al mismo tiempo era reconocido por las facultades como médicoeminente y poseía los diplomas de doctorde Padua, Parma y Palermo. Al final desu vida fué nombrado protomédico deVerona. En su escrito "Lettera in Ilifesa
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Emblema de /,' boticaCosseret en . tutun.Siglo XVIi(Museo RoZ,n, deA utun) . L" inscripción dic,: "Elmédico cura la fantasía y haCl' desaparecer tamhién la[acufa con medici
uas." El !lVI no alqu.imista qu,' haceevapo'rarse {liS engendros fanl !sticosnos útdica la ,\ conexiones del ade curativo con el ,lfte defab,,:car oro. El hecho de consid.ra.r la.fantasía cam,! unaenfermedad ,onstituye 1m trágl'o dowmentodel e"/'íritude aqu.ella éf'oca.
de1la Professione del Saltimbanco" (Milán,1732) defiende al charlatán ante unode sus nobles protectores (parece ser quefué Scipione Maffei), el cual le quería inducil a que abandonara su profesión.VitaJi fué en su juventud soldado, peroa pala tiempo empezó ya a ejercer comomédko aI\lbulante. Para ver el mundono v;lóló en arrostrar los viajes más penosos. Durante tres años permaneció enIngla terra y en Milán, mas fuera de estetieml la erraba de un lado a otro. Sutemp,'ramento y su convencimiento científico le diferenciaban de sus colegas. Fuéun brillante orador y un mal escritor;ador;¡ ba el teatro, los viajes y las aventuras. En la carta de defensa arriba citada, insiste en que entre los charlatanesse encuentran muchos bribones, pero estoocur[(~ en todas las profesiones y no porello bs deshonra. El apartarse del empirismo lo considera fatal para la cienciamédica; distingue la medicina empíricadel c('nsurable riesgo del experimento yla cita como la tí.nica verdadera Medicina;"éste, sin embargo, es el arte del Saltimbanco, que muestra ptí.blicamente lo quesabe", pues todo oficio decente no tienepor ([ué avergonzarse del público" ycomo el arte de la Medicina es el másimportante, me parece un deber ejercerlamás que ningtí.n otro ante los ojos delpuebl!)". Critica a los profesores quepierd\11 el tiempo en interminables disputas, en lugar de obrar y curar, y quese atrincheran en sus cátedras como sifueran fuertes, con objeto de no encontrarse con la realidad que podría corregirles en sus errores. "Los profesores dice· - que tanto aman su comodidad yque e·;quivan las molestias de los viajes,no hall probado en sí mismos los cambiosde c1iJ na y de aire y no tienen idea de lodistintas que son las costumbres en elmundo y de lo tristes que son aquellos díasde ma la suerte en que la multitud señalaa uno con el dedo." De él, que se llamóa sí mismo "El anónimo", y cuyos padresno supieron de él durante muchos años,no ha quedado ningún retrato. Una cró-
nica de la época describe a este hombre,que en tierras extrañas administraba minas yen su patria descubría manantialesmedicinales, como de estatura mediana,grueso, de buen color y con facciones leoninas. Un encantador retrato de su personalidad nos lo da Carlos Goldoni en susmemorias. Nos cuenta la entrada de Vitali en Milán en 1730 y reconoce en él un"charlatán de especie rarísima". A Goldoni le interesa la presentación de Vitalientre las figuras de la Commedia dell'arteen la plaza Scala, abarrotada de público.Un día que esta plaza estaba menos concurrida, Vitali declaró no poder hacer suscuras, pues necesitaba el fluido entre elorador y la multitud. Entre sus actoresse encontraban grandes artistas (mantenía una troupe propia) con los cualesGoldoni deseaba trabar relaciones; poresto, una tarde visitó al "Anónimo" encalidad de paciente, pero a las pocas palabras, aquél había ya adivinado sus intenciones; el médico, que también escribía comedias, le hizo servir como la mejormedicina una taza de excelente chocolate. Después hablaron ambos de comedias y Goldoni escribió para la troupe deVitali su primera comedia "Los gondoleros de Venecia".
Vitali era un genio entre los charlatanes; él fué quien escribió las palabras:"El mundo es un teatro compuesto decómicos y espectadores. Se representa lavida sobre el escenario del mundo y elautor de la función ha dispuesto que cadafigura se vista de modo distinto....." elque es charlatán, debe hacer también unpapel de charlatán (tal era la opinión del"Anónimo"). El charlatán se reconoce así mismo y no quiere aparentar lo que noes; no necesita falsear las cosas y en élfalta el factor de la especulación. Ycomo quiera que el impulso artístico aquíno actúa como falseamiento del conocimiento o de la opinión, sino que integrala personalidad y el carácter de su vida,falta en Vitali la mácula del falseamiento,que es la que pesa sobre todos los demáscharlatanes.
127
Para ahorrar digital, se inyeclarán mezcladas en la jeringa
cm 3• = 28 gotas de Digifolina líquida = 0,1 g. de hojas tituladas de digital.
cm 3• del contenido de las ampollas = 0,1 g. de hojas de digital tituladas.
comprimido de Digilolina = 0,1 g. de hojas de digital tituladas.
c!Yara la d;gaal;~ac;ón
de los en1"ermos ca1'·J¡acos
DIGIFOLINAInyecciones no irritantes
/
crontcos
I28
CORAMINA(1 cm 3.) + DIGIFOLlNA (0,3-0,6 cm 3.) por vía intravenosa.
En estados críticos como, por ejemplo, en las neumonias 2 cm 3• de Coramina
+ 1 cm 3• de Digifolina por vía intravenosa.
Durante los descansos de la medicación digitálica, el estimulante de la
circulación y respiración
CORAMINA30- 60 gotas (1 - 2 cm 3.) por vía gástrica 6 1 - 2 ampollas de 1,7 cm 3
• por vía
hipodérmica, intramuscular o intravenosa.
En el colapso, intoxicaciones, incidentes de la narCOSIS,
CORAMINA5-15 cm 3 • por vía inlravenosa, seguidos de 5-10 cm 3
• por vía intramuscular.
Estas dosis se repetirán si la gravedad del caso lo exige.
Tratamiento de las asfixias en los recién nacidos conCoramina.por f': DI". W. Nagel, Clínica Ginecológica del Estado de Baden en Karlsrube (Alemania).
En estos últimos años han aparecidorepetidas veces en la literatura comunicaciolles acerca de la favorable acciónde b Caramina en el tratamiento derecié] 1 nacidos asfícticos, lo que nosha incitado a emplear sistemáticamenteeste preparado en casos de asfixianeon;, torum.
En el transcurso de más de un añohemo,; tenido ocasión de emplear laCoramina en 50 casos Y a continuaciónexpo] ,dremos brevemente los resultadosque liemos obtenido:
Pala decidir el modo de aplicaciónde 1;1 Coramina, es decir, si ha deadmiJ ¡istrarse por vía subcutánea, intramusclllar o inyectada en la vena umbilica 1, nos parece de importancia esencial hacer una diferenciación severa(de a'2uerdo con la opinión de Fecht)entre la asfixia blanca y la azul. Encasos de asfixia azul la inyección subcutánea o intramuscular de 1-1,5 cm 3. deCoran lina es del todo suficiente; la inyección ('n la vena umbilical no es necesariaen esl0S casos. La circulación periféricaen eSlos niños no deja nada que desear,la C(¡ramina se absorbe rápidamentey, em pleando al mismo tiempo bañosalternantes, palmadas y succión dellíquido amniótico que haya podido seraspir;luo, los pacientes se reponen congran rapidez y al cabo de 3-4 minutosgritar1 ya vigorosamente.
En cambio, estimamos indispensableinyecl ar en la vena umbilical y noperder primero un tiempo precioso conla inyección intramuscular en todoslos C;ISOS de asfixia blanca. Tambiénaquí hemos administrado 1-1,5 cm 3 . porvía intravenosa, dosis que son toleradassin pE' I'juicio alguno' cuando se inyectanlentamente; podríamos citar casos deesta naturaleza en los que la respiración
del niño se iniciaba súbitamente despuésde inyectar 0,5 cm 3 . por vía intravenosa.La técnica de la inyección en la venaumbilical, que ha sido ya mencionadapor Fecht en el año 1930 para el Cardiazol, es fácil de practicar con un poco dehabilidad y práctica. Tampoco hemosvisto nunca producirse infección algunapar dicha inyección; bien es verdad quedespués del nacimiento de un niño conasfixia o en el cual se teme ésta, hemostenido buen cuidado de hacer la ligaduraumbilical a bastante distancia de la pielcon objeto de que, al hacer la curaumbilical definitiva, pueda ser eliminadala región donde se ha hecho la inyección y por otra parte, en el caso dehaber fracasado la primera inyección,poder practicar otra. Claro está que enlos casos de asfixia blanca no nos limitamos solamente a las inyecciones de Coramina, sino que ponemos en prácticatodas las demás medidas destinadas acombatir este estado. Sin embargo, enla mayoría de los casos el resultadoobtenido inmediatamente después de lainyección es tan radical, que dichasmedidas no pueden tener sino un caráctercoadyuvante y el éxito principal debeser atribuído a la acción de la Coramina.
Como quiera que en nuestra clínicahemos empleado mucho el sueño crepuscular por el Pernoctón en el parto,hemos visto también algunos casos enlos cuales, si bien los niños respirabandespués del parto, hacían una impresiónsomnolienta, es decir, que presentabanel cuadro de una ligera asfixia y no podíamos conseguir que gritaran. Esto seobservaba principalmente en los casosen que el sueño crepuscular había sidopracticado en el período de expulsión, ypor ello los niños se hallaban bajo lainfluencia del Pernoctón después de
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terminado el parto. En todos estoscasos, la Coramina suprimió con granrapidez el estado de somnolencia. Unaacción "despertadora" análoga de laCoramina en los trastornos de la narcosisy en las intoxicaciones es ya conoc;da.
En resumen, puede decirse lo siguiente:1. En la asfixia blanca la inyección en
la vena umbilical es indispensable; lamayoría de las veces basta 1 cm3. deCoramina, pero puede administrarsesin inconveniente alguno 1,5 cm 3 .
2. En la asfixia azul es suficiente, porlo general, la inyección intramusculara las mismas dosis.
3. Los estados de somnolencia de losniños, como consecuencia del sueñocrepuscular por el Pernoctón, puedensuprimirse también mediante la inyección intramuscular de la Coramina.
Hemos de decir, además, que los es-tornudos provocados por la Coraminaen los recién nacidos, y sobre los cuales
han llamado ya la atención Schlor yHome, han sido observados por no-;otroscon gran frecuencia, tanto después de lasinyecciones intravenosas como <le lasintramusculares, sobre todo empkandodosis superiores a 1 cm3.; no hemo vistonunca, sin embargo, que ello perjudiqueen nada al niño, pues más bien (onstituye ello un factor coadyuvante 1,-.ira laeliminación de las mucosidades I le lasvías respiratorias superiores.
Según nuestras experiencias, la Coramina constituye para el práctj,·o unremedio valioso, del cual no pued< prescindir todo el que ha tenido ocas ón deconvencerse una vez por sí misn 10 deléxito que proporciona.
Del "Zentralblatt für Gyna/¡, logie",No. 4I, I936.
Bibliografía .-Fecht, Zbl. Gynak. 1934, No. 46.Giebels, Zbl. Gynak. 1934, No. 29·Horne, Münch. medo Wochenschr. 19.,5,
No. 21.
Schlbr, ZbJ. Gynak. 1934, No. 28.Specht, Zbl. Chir. 1932, No. 22.
Para la profilaxis de la gripe
mediante dosis pequeñas
y prolongadas de quinina
QUINO-FITINA
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Reseñas bibliográficas
(En esta sección publicaremos reseñas de obras de las cualesse nos haya remitido un ejemplar).
Diagnóstico precoz del eInbarazo fundadoen la doctrina hormonal.
Dr. Se,;undino Sabaté Barjau,Ginecó'ogo del Hospital de la Santa Cruzde 1'01 Losa. Tortosa, Imprenta Moderna deAlguer,; y Baiges.
Los 111étodos propuestos en estos últimosdecelli, ,o-; para diagnosticar el embarazo, hansido mllY numerosos, siendo abandonados unoa uno] lor el escaso porcentaje de resultadosseguro,; que arrojaban. La reacción de Abderhalden, que fué el primer método digno de sertenido ""riamente en cuenta, fué pronto modificada "n razón a su inseguridad. Lo mismoocurrió con la reacción de floculación deVogel,] l cutirreacción de Engelhorn y Wintz,sin con tal' la reacción colorimétrica de Manoiloff l' los métodos fundados en el desequilibri,) del metabolismo, que no han alcanzad·, importancia práctica por su elevadomargen de error.
Al in I ensificarse el estudio de las hormonasde la g.,neración, parece ser que se ha emprendido por fin el camino que nos hará llegara resull ado:" definitivos.
En (''ite terreno el autor se extiende enconsideraciones minuciosamente documentadas, haciendo una exposición completa detodos l"s descubrimientos y traba,jos experimentak'i hechos sobre este particular por losmás mc"lernos investigadores, y estudia sobretodo el diagnóstico precoz del embarazo pormedio <le las hormonas ante-hipofisarias contenidas en el suero o en la orina de mujeresembara/adas. Como reacción de gran simplicidad y de máxima seguridad (99 por cientode los c.,sos) es, a su juicio, la más apropiadapara el tocólogo.
La notable obrita del Dr. Sabaté viene asumarse a las muchas que ha publicadohasta la fecha, bien conocidas de todos lostocólogos.
Diabetes y gestación.Dr. F. ViscasiJ.las García, de Barcelona.Gráfica Literaria, Madrid.
En este notable trabajo de la Clínicamaternal de Santa Madrona (Barcelona) suautor nos ofrece un tema de gran interéspráctico. Son precisamente estos casos losque ponen al tocólogo a prueba en cuanto asus conocimientos y su capacidad diagnóstica, pues de su acierto depende la vida dela madre y del nuevo ser.
En su trabajo, el autor analiza ante todolas glucosurias de la gestación, entre las cualesse esconden a veces algunas que no puedenconsiderarse como fisiológicas, la glucosuriaprovocada, la mal llamada "diabetes renal",las glucosurias paradiabéticas de MarcelLabbé, la lactosuria y la glucosuria del hipertiroidismo. Describe detenidamente los caracteres, patogenia, diagnóstico y pronóstico dela glucosuria diabética verdadera, y hace unresumen muy completo de todo lo referenteal tratamiento.
Acompaña a su trabajo una historia clínicaque pone de manifiesto la posibilidad de queun embarazo de una diabética evolucionecomo el de una mujer sana, gracias a la insulina, régimen, etc., e incluso conseguir quela madre pueda lactar a su hijo, restringiendoasí ]a práctica de la interrupción del embarazo como medida terapéutica.
La lectura de este interesante trabajo seráprovechosa a todo tocólogo.
El agente trasmisor de la fiebre amarilla.En nuestro número 1 de 1936 de las "Actas Ciba" y bajo el título de "Cronolo
gía de los descubrimientos bacteriológicos más importantes", dimos una relación de lasfechas El( que dichos descubrimientos fueron hechos, así como los nombres de los hombresde Ciewia a quienes la Humanidad debe estas meritísimas conquistas médicas.
En lo que se refiere a la fiebre amarilla hemos de hacer una rectificación:Es lJIl hecho histórico sobradamente probado y mundialmente aceptado qne el médico
cubano, Dr. Carlos]. Fin 1a y, no solamente leyó en r881, en la Academia de cienciasmédicas físicas y naturales de La Habana su trabajo "El mosquito hipotéticamente consideradc' como agente de trasmisión de la fiebre amarilla", sino que además probó experimentalmente S!I teoría mucho antes que lo hiciera la Comisión del Ejército americano en r901.
El dbcubrimiento del glorioso Finlay ha sido conmemorado debidamente por el mundo ciemífico. París ha dado el nombre de Finlay a una de sus calles, en reconocimientode este hecho, y en el Congreso médico panamericano que se celebró en Dalias, Texas(Estado, Unidos de América) en marzo de 1933, se acordó que el 3 de diciembre, día denacimie ,to de Finlay, fuera celebrado como Día de la Medicina Americana.j'. Nos c· ,mplace hacer esta rectificación, aunque seguramente se trata de un hecho conocido pOI la mayoría de nuestros lectores.
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El Entero-Vioformo V el catarro intestinal.Por el Dr. Lorenz Mikus, de Berlín.
El cuadro morboso del catarro crónicodel intestino (especialmente del grueso)constituye todavía una crux medici porlas rebeldes molestias que produce, porla dificultad de su tratamiento y la pocaclaridad que reina en su patogénesis.Cuando se logra reconocer la causa, cursoy esencia de una enfermedad, hay queesperar también que nuestra terapéuticase verá coronada por el éxito. Tratareficazmente una colitis crónica es unatarea difícil, pues hay que tener encuenta muchos factores y, mientras quea menudo nos es posible, por medio deun régimen apropiado, conseguir unrápido resultado, nos encontramos casidesarmados ante otros casos, pese al régimen, al tratamiento medicamentoso ofísico-terápico y aún ensayando un suavetratamiento provocador o sedante de lasmolestias. Estas dificultades son comprensibles si tenemos en cuenta las innumerables causas posibles de una dolencia, así como las muchas teorías expuestas para explicar el origen de unaafección intestinal. Al decir esto no aludosolamente a las enfermedades del intestino grueso provenientes de intoxicaciones alimenticias, ni a las afeccionessecundarias o nerviosas que siguen a laaquilia gástrica o a la enfermedad deBasedow, etc., sino a los trastornos crónicos, cuyo punto de partida es el intestino o los alimentos.
Considerando los trabajos acerca de ladispepsia publicados por Nothnagel, lateoría de los fermentos de A. Schmidt yde Strasburger, la opinión de Ganter acerca de la influencia tóxica producida sobreel intestino por vía sanguínea, así comolos tratamientos que de aquí se derivan,se siente uno convencido de que cada unade estas hipótesis es la cierta.
V. Norden considera el trastorno de laflora bacteriana como la causa primaria
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en la etiología de una afección intesti na!.En la dispepsia fermentativa, la sobn::l:arga del tubo digestivo con hidratos de I:arbono no digeridos produce un aumentode la fermentación, irritación de la P:I redintestinal, exaltación del peristaltismo,aceleramiento del transporte de sus! ancias deficientemente digeridas a sed, ,resintestinales más avanzados y, por lo tal Ita,aún a una acumulación de agentes fermentativos.
También en la dispepsia pútrida, deaparición más rara, pueden considera rseademás de estos factores las modificaciones de la flora intestinal, o sea el iLU
mento de los gérmenes de putrefacciónexistentes ya primariamente en núml~ro
normal.Toda vía no sabemos de un modo abso
luto hasta qué punto pueden desarrollarse de estas dispepsias alteraciones orgánicas, catarros y más tarde inflan laciones; no obstante, puede admiti¡'secon seguridad que en muchos catarrosintestinales con úlceras existen tambiéntrastornos dispépticos y que muchos catarros benignos no representan, en mucJ lOS
casos, más que una fase premonitoria y Llngrado de transición de las alteracio! ¡esfuncionales a las orgánicas.
De ser cierta la teoría de que el iiU
mento patológico de la flora intestÍJlalcontribuye considerablemente, junto conotros factores como constitución, frecuentes trasgresiones dietéticas, etc., <1 laaparición de enfermedades intestinalescrónicas, debiera aceptarse también qLleuna desinfección intestinal que inhibilTael desarrollo de la flora sin atacar alorganismo, tendría que lograr una mejl1rao modificación del cuadro morboso. O<'sde este punto de vista se han h-ata,loefectivamente desde hace mucho tiempolas afecciones intestinales primarias (nosecundarias corno las diarreas gastró~e-
nas, síntomas de colitis en la estenosisinte:-tinal consecutiva a una disenteríaanti{~ua, diarreas en la tuberculosis intestina] y de la enfermedad de Basedow,etc.), con el subgalato de bismuto, emplealldo también el Yatrén a pequeñas dosis p' ,r vía gástrica y en enemas. Hace algun(l~ meses apareció en la "MedizinischeWeli" un trabajo del Profesor Busse Grawitz, de Córdoba (Argentina). El autor dacuen 1a de los buenos resultados obtenidos "on un desinfectante intestinal especia l en casos de disentería amebianaen América del Sur y del Narte. Se tratadel preparado "Entero-Vioformo" de lacasa' 'Ciba", constituído químicamentepor 1m derivado de la iodocloro-oxiquinl1lina. Como quiera que, según estetraba jo, es completamente inofensivo, hice en:>ayos en las colitis. En los casos
. de mediana gravedad las dosis fuerondurante los primeros días de 4 comprimidos d(~ 0,25 g.; esta dosis pudo reducirsemuy pronto a 2-1 comprimidos por día.En algunos pacientes resultó ventajososeguir administrando un comprimido cada 3 ,', 4 días durante algún tiempo, después de haber desaparecido las principales molestias, con lo cual se conseguíaal parecer moderar el desarrollo de laflora intestinal, que de no hacerse así adquiría exageradas proporciones.
Dllrante el tratamiento y siempreque ela posible en la práctica ambulantese sigllió el régimen apropiado, a menudo junto con la administración de antiespasml\dicos. En varios casos especialmentl' rebeldes intenté influir sobre lossíntomas de colitis por medio de losenemls de Entero-Vioformo, practicadoscon 6 comprimidos desleídos en 500 cm 3.
de aglla templada. En algunos enfermosse consiguió suprimir rápidamente lasmolesl ias; en otros no. En este últimocaso ~c trataba de pacientes con alteraciones intestinales de particular gravedad, pero no he podido explicarme conclarid:Ld por qué aquí fracasaba el remedio; e~ posible que durante el curso prolongado de la dolencié!- se hubieran pre-
sentado infecciones concomitantes y también pudiera ser que los enemas actuaranen forma puramente mecánica, irritandola pared lesionada del intestino.
Hasta la fecha he tratado 55 enfermoscon dispepsias pútridas, así como tambiéncasos de colitis leves y de regular gravedad. En la mayoría de ellos se obtuvomuy buen resultado, mucho mejor quecon el subgalato de bismuto. Por desgracia, no siempre era posible en lapráctica general hacer exámenes controladores radioscópicos, de heces yrectoscópicos en todos los casos, así quemuchas veces tenía que juzgar sobre eléxito obtenido por las manifestacionesque me hacía el paciente. Por lo general,la acción del preparado se manifiesta yaen los primeros días del tratamiento. Lasheces, que con anterioridad eran irregulares y de consistencia inconstante, adquirieron una forma regular y las deposiciones típicamente fluídas y fragmentadas de la colitis se hicieron de nuevo sólidas. Muy agradable era sobre todo la supresión inmediata de los dolorescólicos y del molesto flato. Entre mis enfermos se encuentran casos que han ensayado desde hace muchos años los métodos usuales de tratamiento de la colitis,sin obtener resultados de importanciay que desde el primer día de la administración del Entero-Vioformo se vieronlibres de sus molestos trastornos. Envarios pacientes se observaron recidivas,pues sabido es que los casos de colitisson difíciles de curar de un modo absoluto; el preparado, no obstante, actuabasiempre con rapidez incluso en estasrecidivas. He de mencionar especialmente dos interesantes casos acompañados de dolores en la región cecal yde estreñimiento pertinaz; en uno de ellosse había practicado hacía ya tiempo unaapendectomía. Se encontraron síntomasespásticos típicos apreciables a la radioscopia en el colon transverso y descendente, así como sensibilidad considerablea la presión en el ciego, pero por lo demásninguna alteración orgánica apreciable.
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La beIladomi y los preparados de agaragar no consiguieron resultados dignos demención, así como tampoco el aceite deparafina, obteniendo el alivio y la mejoríadespués de dar el Entero-Vioformo, sinnecesidad de añadir atropina ni laxantescoloides de acción mecánica. Estos casosde colitis de localización alta eran tantomás interesantes cuanto que al desaparecer ésta, cesaba también el estreñimiento,que probablemente era de causa refleja.Algunas veces fué incluso posible hacerel diagnóstico diferencial de casos difíciles que reaccionaban al Entero-Vioformo, pudiendo excluirse así la coexistencia de afecciones renales y apendiculares.
Resumiendo, creo que el Entero-Vioformo es un preparado que presta buenos
servIcIOs en muchas formas c11~ afecciones intestinales funcionales y orgánicas. No produce efectos secundarios nocivos y, aún cuando no proporcione todavíacuraciones definitivas en todos ll's casos(como lo hace en la disentería aml'biana),me parece un auxiliar valioso para eltratamiento de las desagradable" y prolongadas colitis.
A mi entender, este preparado actúaen virtud de su acción inhibidOJ3. sobrela flora intestinal patológicamente aumentada, con la consiguiente supTt'sión dela irritación intestinal. Como y;1 he dicho, no empleo este remedio en bs tire0
toxicosis,De la Delüsche rned. ¡,VOCfli nschrift,
.V. o 49, I936 ,
Para el tratamiento prolongado delestreñimiento habitual
PeristaltinaEjerce sobre el peristaltismo el mismo estímulo que la cáscara
sagrada, pero no produce los desagradables fenómenos secundarios
de ésta, siendo bien tolerada aún a dosis altas y administradas
prolongadamente.
f7\ .1. "~oslJrC(lctOl1 :
Por vía gástríca: 1-3 comprimidos de 0,10 g. de Peristaltina al día
Por vía parenteral: 1-2 ampollas de 1,5 cm3. el más si es necesario
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I Notas para el práctico
Preparativos pre-operatorios y tratamientopostoperatorio de las heridas de vientre.
El autor presenta tres heridos de vientre,de ellos dos con ruptura de hígado y el tercerocon Ilna úlcera gástrica perforada e insiste enlos .:uidados muy esenciales que hay quetener en cuenta durante la preparación preoper.ltoria y el tratamiento postoperatorio delos ¡ ,acientes.
El tratamiento preventivo consiste en unalimpieza de la cavidad bucal y de los bronquíeh mediante el broncoscopio y la posiciónde Trendelenburg. Después de la operación serecomienda procurar una biperventilaciónpor medio de anhídrido carbónico. Sin embargfJ, el autor dice: "Con el tratamiento úl·tim<f mente descrito no tenemos hasta la fechaexperiencias propias, pues hemos empleadola a( reditada inyección intravenosa de calcioen e'lmbinación con la Digitolina".
Dr. ]. Cernosék, (C.S.R.)(Prakticky Lékaf, N.O I7, I932).
Trat.:uniento eficaz de las dermatosis menopáusicas.
El eczema climatérico se caracteriza porsu e 'Irso crónico y por ser difícil de influenciar terapéuticamente; por el picor y el insoml1io que produce en las pacientes puedepro\ 0car considerables estados de depresión.El tl'atamiento puede llevarse a cabo por trescaminos:
I. Por una hormonoterapia causal. 2, Poruna terapéutica sintomática paliativa y3. ] 'or un régimen reconstituyente general.
L I Androstina merece ser ensayada igualmer le, en vista de los buenos resultados obteníek'i por Morell, Entre los medicamentos recom"nclaelos para el tratamiento local a títulode ;¡ ntipruriginosos y antiflogísticos, cita elaute r la Percaína a la concentración de 1 porcien: o en mixtura o bajo la forma de pomadaal J pOI' ciento (Percainal).
j ohannes j ost.(Ze tschrift 1, anlt. Fortbildung, N.O 23, I934-J
Tratamiento de la enuresis nocturna conhormona sexual masculina.
. En el tratamiento de la enuresis nocturnase 'Ian recomendado los más diversos métod"s y siempre se ha puesto de manifiestoqUf la influencia psíquica sobre el pacientees de gran importancia. De aquí que no sedebo~ aceptar una mejoría, o incluso la curació'l de la dolencia, si el tiempo de observaciónno ha sido bastante largo y si no se han podid,) eliminar todos los factores de sugestión;est"s últimos son indudablemente los queex¡"ican muchos éxitos terapéuticos. El autorha llevado a cabo ensayos con Androstina en22 pacientes de enuresis nocturna. Mediante
dosis de ensayo administradas con precaución, se pudo comprobar que no se presentaban fenómenos secundarios molestos, envista de lo cual se aumentaron las dosis progresivamente hasta tres comprimidos tresveces al día en individuos de bastante edad yelos comprimidos tres veces al día en sujetosjóvenes. La Androstina únicamente fué administrada a enfermos mayores de 10 años,"pues hay que tener en cuenta que se tratade un preparado sexual activo".
El autor tuvo también ocasión de observarla acción de la Androstina sobre los trastornosde la micción debidos a diversas causas. Enalgunos pacientes, después de haberse practicado durante largo tiempo lavados de ]anet,se presentaban fenómenos de incontinencia.En estos casos, el tratamiento por la Androstina producía resultados rápidos y favorables. El autor tiene la impresión de que latonificación de la mucosa vesical, producidapor preparados opoterápicos (hipótesis sentada por Bodechtel para explicar su mecanismode acción), únicamente es posible en individuos que han pasado el período de la puber-tad. Friedrich Dietel.(Münchner medo Wochenschrift, N.O 20, I935-J
Indicaciones y resultados de la anestesia conevipán sódico.
Aboga por su uso como anestésico de introducción, que le da magníficos resultados,desde el punto de vista subjetivo, en los enfermos asustadizos o refractarios a todaanestesia. Expone después sus resultados enlas anestesias largas por el método de lasreinyecciones y la técnica a emplear en estoscasos.
La Coramina y el CO 2 le han dado buenresultado en los pequeños accidentes que hatenido. fDr.•A. Raventós Moragas.La Medicina Ibera, N.O 949, enero I936.
Dos casos de paludismo autóctono.
A un paciente, que sufría de violentos accesos de paludismo que se manifestaban porintensos dolores de cabeza de apariencia periódica y elevaciones de temperatura que alcanzaban hasta 40,5°, se le prescribieron dosismasivas de quinina, los dos primeros días.2 g. diarios y a continuación 1,5 g. por día.Para combatir la astenia el a u tor inyectó cacodilato de estricnina y administró además extracto de cápsulas suprarrenales. Después dealgunos días se consiguió la completa curación, aumentando el apetito y el peso; a continuación, el enfermo hizo una cura con QuinoFitina, encontrándose en un estado excelente.
Los mismos síntomas aparecieron en menorgrado en el hijo del enfermo, niño de 8 añosde edad. También aquí la administración de1,5 g. de quinina por día, seguida de un tratamiento de sostén con la Quino-Fitina,lograron el éxito apetecido.
Dr. lean Benech.Revue Médicale de l'Est, NO 4, Año XL VI.
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Mesa revuelta
¿ Quién fué el primero que recomendó elextracto de carne?
En el año 1714, Leibniz, en sus "UtrechterDenkschriften", explanaba, entre otras, lacuesti6n de cómo se podía alimentar vigorosamente a los soldados durante marchaspenosas. Para este objeto recomienda, antetodo, el "extracto de carne", cuya composicIón le es conoClda. En efecto, hacia el año1680, Denis Papin, el inventor de la célebremarmita que lleva su nombre, di6 a Leibnizuna receta para la preparación del extractode carne. Papin le escribía que había encontrado un nuevo medio para la conservación,que consistía en el tratamiento con anhidridosulfuroso y envasado en un recipiente de vidrio, donde se había hecho el vacío y cuyatapa debía cerrarse herméticamente con mastic de trementina o jarabe. Además, preparando una galantina, se conservaban los componentes espirituosos y volátiles de la carneque, en cambio, se perdían al salarla. Elmismo Leibniz había propuesto conservar lacarne, al menos por corto tiempo, sumergIéndola en azúcar derretido, pues por estemétodo se evitaría la putrefacción.
Por lo demás, el extracto de carne habíasido ya preparado en pequeñas cantidadesen la Farmacia de la Real Casa de Munich,por consejo de Pettenkofer, antes de queLleblg en el año 1865 emprendier'a la fabricaci6n de él según sus instrucciones. En susanales, Liebig hace notar que la introducci6n del extracto de carne en la Farmacopeabávara fué un éxito. Antes de encargarse élde su fabricación, se gastaban para elloanualmente en la Farmacia de la Real Casade Munich cerca de 5.000 libras de carnede buey. El extracto se vendía al público,por lo general, sin receta.
Los juicios acerca del caldoen la Dietética han variado mucho en eltranscurso de los tiempos. En la época deLiebig, tanto los médicos como los profanostenían formado un concepto casi místico dela "fuerza concentrada", de un buen caldo,que se creía encerraba en sí todo el valornutritivo de la carne. El caldo pasaba porser refrescante y t6nico, propiedades que seatribuían a su contenido en creatina, creatinina, sarcina, xantina, carnina, cal, potasioy diversas "sales nutritivas", hasta que sedemostr6 que éstas y otras sustancias análogas no son, cualitativa ni cuantitativamente, específicas del caldo, ni pueden considerarse como principios nutritivos. El eminente fisi610go de Basilea, G. van Bunge, declar6 que la única sustancia nutritiva que pasade la carne al agua hirviendo era la gelatina, y que de la acción del caJclo de carneno sabíamos otra cosa sino que su sabor yolor agradan a la mayoría de las personas.
Entretanto, el prestigio del caldo ha si, lorestablecido desde el punto de vista fisioJ(lgico y químico, no solamente por estimal..¡esus cualidades estimulantes de la secreci",ngástrica y aperitivas, sino también por h.1berse demostrado por los trabajos de E. A Ilderhalden y H. Scheumann que un grupoespecIal de sustancias nutritivas accesorii1S,de gran actividad aun a dosis reducid.ls(eutoninas) se encuentran también en el caldo de carne en cantidades apreciables.
DI'. l',
El contenido de calcio y fósforo deuna comida china., Sabido es que la cocina china figura entrelas más complicadas, caracterizándose porque nunca se sabe lo que en realidad se com'~,
ya que los cocineros chinos dominan el artede dar sabor de carne a las legumbres )'preparar platos de carne que parecen V('l'
d ura. No es de extrañar que por vía de e~ teantiguo empirismo se hayan descubierto aveces composiciones muy útiles. Un pla LOmuy antiguo de la cocina china consiste ,ncostillas de cerdo de las cuales se hace 11 npicadillo que se hace cocer a fuego mil)'suave, durante una hora, con vinagre dearroz, salsa de judías de Soja, sal y azúc;1 r.Como todos los ingredientes son baratos, esteguiso constituye una comida muy popub r.Dos investigadores del Colegio Nacional deOregón, Pik Van Hoh y C. Williams, hananalizado química y fisiol6gicamente esteplato y han hecho el sorprendente descubJ imiento de que contiene más de la cantidadmínima necesaria de calcio para un día ycasi la mitad de la indispensable de fósforo.La reacción ácida de los ingredientes pe[mlte que el agua de cocci6n extraiga de l·)shuesos gran cantidad de calcio y fósfOl <J,
haciéndolos así aptos para su ingestión.Dr. B
La alcachofa,legumbre muy estimada en Francia y otr"spaíses meridionales, es el producto obtenidopor un jardinero italiano del siglo xv p'lrmejoramIento de la alcachofa silvestre, I'aconocida en la antigüedad. Ermalao Barbara,Patriarca de Venecia (fallecido en 1495), refIere en una de sus obras que ha visto laalcachofa como curiosidad en un jardín pil [tIcular de VenecIa. Desde principios del ,iglo XVI la alcachofa se puso de moda ,·nFrancia. En Inglaterra fué introducida el 11rante el reinado de Enrique VIII y prontoconstituyó el manjar favorito del rey. Jo.nel "Pantagruel" (libro IV, capítulo 59) Iübelais habla de la alcachofa como de u Ilade las comidas más estimadas por los "gastrólatras" .
Durante mucho tiempo la alcachofa filéconsiderada como artículo de lujo y las ci.lses burguesas del siglo XVII tenían cont raella cierta prevención.
Redacción y Administración; Sección científica de la Sociedad para la Industria Química en Basilea (Suiza)
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