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EL Cadáver DE LA Hoja Encuentros casuales con la muerte NESSA CONQUETT

El Cadaver De La Hoja

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Poesia el Cadaver de la Hoja escrito en barranquilla por Vanessa Sanchez (Nessa Conquett)

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Page 1: El Cadaver De La Hoja

EL Cadáver DE LA Hoja Encuentros casuales con la muerte

NESSA CONQUETT

Page 2: El Cadaver De La Hoja

Pavor al Silencio o Jaula del Ser (1)IEl alma del verso

Se desmantela,

Justo en el silencio de la agonía

De su decadencia,

Se agota en el éxtasis de su pureza

Que no es sino el instante mágico

Del vicio por la vida y la muerte,

La esencia humana,

Un aroma a caos.

II

¿Es acaso el bandoneón, un poco de blues?

Entristecido y morado, sacro

Y, ¿el blues, un poco de tango?,

Seductoramente mortífero,

Acontecida en esta azotea nochezca de luna llena,

La más viva imagen de melancolía o belleza,

Desde donde la soledad que me ha poseído desde siempre

Se hace poesía,

En el paso del vino que detiene mi memoria,

Exorcizo mi locura,

Para volar en melodía entre

La muerte de miel, y la muerte atragantada.

Page 3: El Cadaver De La Hoja

III

Un amor desconocido

Que se cuela en el desgarrador paso del bandoneón por mis heridas,

Se aferra sutilmente a esta hilaridad creada

En un beso robado con los ojos cerrados.

IV

No te dejes escribir bandoneón,

Que se esfuma tu tristeza,

Déjate ser, únicamente, un beso mortal,

O una visita al puerto en la noche,

Porque se esfuma tu angustia,

La vitalidad de tu ser en las manos del hombre,

Tu tristeza

Que te hace naturalmente, mágico,

E inmortal como al amor y las lunas

Que nos ven llorar,

No te dejes escribir,

Porque dejaras de ser dios

No te dejes nombrar,

Déjate ser un patético hombre

Que pretende entristecerte

En vano,

Consérvate misterioso.

Page 4: El Cadaver De La Hoja

(Poemas atrapados en un descuido) (2)

IResguardada,

Donde nada me toca,

Protegida del tiempo y el espacio,

De los besos y de los desiertos,

Temida por el verso,

Componiéndome en silencio,

Desintegrándome en el verbo,

Sucedida por la muerte,

Soy heredera de la condena humana

A ser libres esclavos,

Y naturalmente, solitarios,

IIFluidos, vientos,

Humos,

Consienten mi ligereza

Para sobrevivir a mi desbocado placer

De amar con playas

En la herida de los ojos,

IIIDespilfarrada,

Idolatrando los pedazos

De mi tentación,

Secundada por la vida

Gastada, mal gastada en un mercado de carnes,

Soy cómplice del odio,

Page 5: El Cadaver De La Hoja

Solo para amar en soledad,

A medias, para que no se escuchen mis pasos en el suelo,

Solo para amar en esta cárcel, sola,

Sola yo, solo en la cárcel.

Hechizo fortuito (3)

Hechizo fortuito

Hallarnos asombrados

Ante la decadencia de un beso,

¿Cómo te imaginas un cuarto oscuro

Con pestilencia a moho siendo tu tan perfecto?

Silencio, guarda silencio,

Luego del vuelo,

Antes del despegue,

Y cuando te miro con ojos de mirarte,

También guarda silencio

Para no descubrirme en tu piel mutilada

Con mis sueños.

Poema atrapado en un descuido (4)

No tenemos pasado a sabiendas de querer poseerlo,

¿No esa la dulzura de la angustia cuando escucho

en silencio y al desnudo un Nocturno de Chopin?

No tenemos gusto, ni tendencia,

¿No es esa la sublimidad de mi ausencia del mundo?

¿No tener que hacer nada?

Ah, pero de repente me acuerdo de cosas.

Page 6: El Cadaver De La Hoja

Eficiencia (5)

De repente, recuerdo cosas,

Un papel,

Un sol,

Un espejo

Recuerdo naturalmente pasado,

Pero no es posible hallarme escribiendo,

Calurosa, embriagada y bella,

Justo ahora,

No es posible ser pasado, justo hoy

Justo mañana, justo ayer, justo siempre,

Condenada y hechizada a permanecer

Eternamente, eterna,

Eternamente en lo eterno que no es sino pasado.

Se ha roto la luna (6)

Se ha roto la luna

Y las calles se han intrigado,

La seducción se fundo en los andenes

Y nadie guarda silencio,

Se ha roto la luna,

Ya no hay con quien brindar,

Ni sol que amanezca en nuestra muerte, no es necesario,

¿Dormiremos para siempre, azulados?

¿Siempre seremos los mismos?

Condenados a permanecer en un extremo

Del péndulo que oscila con angustia y contando el tiempo,

Page 7: El Cadaver De La Hoja

Se ha roto la luna

Y hay un olor a podrido en las axilas de los hombres

Que han estado robando el queso que lleva tiempo

En los alcantarillados,

Que están resguardados en el día,

Ídolos del sol, esclavos de la noche

Protegidos, engañados, atestados de retratos

Obsesivos, con altares del mimetismo del pasado

y el futuro, y seducidos por el compás conocido de

Su muerte.

Se ha roto la luna

Y me visto con sutil tela de luna

El cuerpo oscuro

Cada vez que el ocaso

Se asoma en mi mirada

Y deambulo siendo luna remendada

Para los hombres.

Sentada (7)

Me tembló la mirada,

Nublada cariñosamente por la sonrisa partida

Que se regala de vez en cuando,

No supimos nada,

Como seria engañar al otro

Sin cama,

No supimos ni de la vida, ni de la muerte

Solo explotamos

Para estar más cerca.

Page 8: El Cadaver De La Hoja

Sentada temprano,

Matinalmente,

Te despierto en mi letargo

Para que sostengas mi calma

Hasta que llegue la locura envejecida.

Entrecerrados,

Como seducidos

Por el desierto del peligro

Nos alejamos del tiempo impuesto

Y del silencio

Sentada

Los años

Son como horas, e inhalaciones,

Que se vierten en mi magia

Suculenta y blanca.

Sentada

Se escaparon todos de mi cárcel

Color violeta

Sin mención del tiempo,

Y me escurrí para quedarme

Siendo zócalo.

Page 9: El Cadaver De La Hoja

El cadáver de la hoja (8)

¿Quien ha muerto en mis brazos desangrado

Impidiendo mi sonrisa impávida, pero hipócrita al final de cuentas?

¿Quien deshojo mi alma mientras averiguaba si me odiaba,

E hizo de mis cantos una pesadilla de silencios perdidos

En la costumbre de gritar menos de lo debido?

Que es el cadáver de una hoja en una tarde viva

Que se escabullo entre nuestro silencioso entierro,

Mientras las calles cantaban un blues para la ocasión,

Que parecía vallenato,

Ya se quien es el cadáver de la hoja,

Es Ella, es un cuatro de octubre gris y mágico,

Soy yo y un blues que debería ser más bien un alah,

Soy yo que he muerto en pleno día

Soy yo convocando la vitalidad de su grito

Para atrapar los instantes en el deseo de que todo sea sublime

Y esperar agazapada el destierro benévolo de la dicha

Que no es sino el estado anterior de la calamidad,

Porque antes de estar aquí, estuve allá,

Porque primero repte,

Primero balbucee…

Y ahora el cadáver de la hoja respira en mi noche

De rosas y olores, y pedazos de corazón,

Ahora el cadáver deambula en mi insomnio

Impresionando el suicidio respectivo del crepúsculo.

Page 10: El Cadaver De La Hoja

Tú también eres hoja y cadáver,

Aunque ordinario y peculiar a la vez

Eres un poco de muerte y otro poco de muerte

Porque nombraste la tarde,

Tal vez, solo tenga que guardar la hoja muchos años

En el libro de Baudeliere, como tu dices, para que muera

Pero quien no muere en Charlie,

Quien no muere en tu tarde, respirando a coro con Pandora,

Sin esperanza,

Sigamos invocando el día del cadáver de la hoja

Que hizo un poema callado en nuestra cotidiana sonrisa manchada.

Porque somos hojas…pendidas y voladas,

Porque somos cadáveres… huesos y carnes

Y un sin fin de trivialidades inundan mi pensamiento,

Haciendo de toda esta charla un documental de Discovery Channel

Y un encuentro casual con la muerte en otra edición:

Cuatro del diez del dos mil seis.

Leyendas (9)

El ritual es tan puntual como las en punto del reloj

Tan pronto despunta el sonido de las nueve.

El orgasmo se anuncia,

Y justo frente a la ventana

Frente al mundo y la luna de cada noche

Reina el deseo incontenible de volar con esa escoba perfecta,

Bruja, si,

Hasta el vuelo,

Bruja, si,

Page 11: El Cadaver De La Hoja

Mis conjuros son de la lluvia, son de sal,

Debe ser por eso que me vengo en el crepúsculo

De los amores que no me diste.

El instante de nada (10)

“Nada es un hermafrodita desnudo que parece mujer y muerte”

Surge nada en este instante de nada

Porque esto no es sino el desnudo y el vestido

Que teme al infortunio de la buena suerte,

Surge un poco en este instante de nada

Porque tu no eres sino esto

Que me desnuda y viste mi tragedia

¿Cómo seducen las sonrisas el crepúsculo de la

muerte?

Si en este instante de nada me hice un todo de agua,

Ahogada y llorando los cantos libres del viento

Que se atoraron en su corbata cuando nos mintió

Y no pudo decir nada,

Te llenaste la boca de tus propias manos,

No pudimos saber nada

Porque el café sabe al beso de nada

Y nada en este instante, en esta agua que soy yo,

Sin tocar mis profundidades

Porque sigues con ese parche de pirata,

Con esa mano de garfio,

Y no puedes ver el único ojo que me llora,

Y me rasgas los labios para no besarme.

Page 12: El Cadaver De La Hoja

Y esta mañana también es de nada

Porque no vino el café y el vino es para la noche,

El vino sin él, el crepúsculo, no me excita

Y la música se perdió en el tiempo,

Y fueron sustituidos por el grito o el silencio,

Y esta mañana también es de nada

Porque no hay lagrimas saladas

Ni playa cercana para acariciar las heridas,

Desnuda en el mar,

Sino solo este instante

Que me entrega un vacío

Lleno de vacío y sal

Que se aproxima a la vida,

A un instante que me calumnia

Que me captura en la eternidad

Del deseo.

Afrenta (11)

Cual es la inspiración errada y que se oxida

Con la risa

En esta mañana nuevamente mañana

Que se esparce en mi danza o ballet ecléctico

La inspiración de una sonrisa obligada, disecada

En la memoria de nadie,

En la visita folklórica de la muerte,

Que Intenta sonreír ahora en mi cara.

Page 13: El Cadaver De La Hoja

Cartas desde un calabozo seco (13)

Una cadena de leche y amar sin corazón para siempre,

Es mi castigo por mis escasas cartas al olvido

Cagando melones en el campo

Escribiendo poemas que se arrastran por las paredes y el inodoro de mi celda,

Ahorcar los soles que se escabulleron

En la noche eterna de nosotros los muertos o enamorados

Para beber sangre de los odios que se tejieron

Con el tiempo que fuimos de los pies

Desde aquí voy a arrancarle las plumas de las alas solo a los ángeles negros

Para colocármelas en las orejas y pasarlas por mi lengua,

Solo para burlarme de la libertad,

Y para la mala suerte,

Los ángeles negros que llenaron nuestras venas de agua,

Cuando nos chupamos el alma

Por los poros del llanto

Teje esta vereda oscura de mi rostro

Incrustada en tu silencio

Clamada en tu callado,

Para que los dioses de mis bajos instintos

Escuchen tu grito

Y llegue yo debajo de tus paisajes lúgubres

Para llenarme los labios del empinado diluvio,

Y luego, la boca del diluvio mismo.

Page 14: El Cadaver De La Hoja

Lagrimas de domingo (14)

Es de esas noches voluntariamente calurosas

Donde la dicha se me endurece,

Donde el recuerdo se hizo blanco en mi mente

Y mi memoria es tragada por el deseo de pasar el tiempo,

Nuevamente, en blanco,

Mientras el mundo se dispersa en busca de un solo minuto

De silencio o misericordia

Yo espero ser castigada por escoger la cantidad incorrecta,

Pero, acaso, cual es la medida justa para el suicidio

La carencia suficiente,

O la frustración esencial,

Excesos precisos,

Placeres adecuados,

Mientras yo prefiero que las pasiones

Se me desborden como saliva de imbécil por la boca,

Entre los labios, los bajos,

Bajos instintos de perdón y petición incansable,

Se repite insaciablemente cada insulto de vida:

El tiempo baila

Mientras que yo escupo a tientas mis deliciosas imprudencias,

Mi inhalada libertad,

Escucho a todos gritar en silencio

Agazapados en la soledad de la compañía

Que se empeña en hacerles creer la pertinencia

Page 15: El Cadaver De La Hoja

Del decoro y el júbilo,

Y también de la lujuria y la felicidad invalida,

Las alas se me escapan debajo de la cama

Donde también guarde mis sombreros

Y tus cartas, y mi sangre morada,

Golpeada,

Insultada por la risa del destino,

Mas que del destino, de nuestra ira

Y del amor,

Que nos juzga la caricia y un beso negado,

Pero también, dos canciones de cemento que traías en tu espalda,

Y en mis ojos,

En mis ojos un diluvio instantáneo que ni siquiera descuadro mi itinerario,

Ni el tuyo, ni el de nadie,

Porque todos muy terrenales, menos mágicos,

Nos enfriamos quemándonos las manos.

La noche de los ausentes (15)

No hay mas nada en este escape nocturno,

Si el día ha pasado sin ti y sin ti,

El día ha pasado sin mí… también, lo ves

No, también el día pasó sin ti y sin mí,

Pero, llega la noche donde los ausentes son nombrados

Para ser poseídos en alguna forma,

Donde los ausentes son besados por mil labios morados,

Por mis labios carnosos,

Nombrados ya los ausentes

Page 16: El Cadaver De La Hoja

Se escabullen también en calidad de ausentes

Por la presencia,

Nombrados ya los ausentes,

Reconocemos sus presencias,

Y preparamos una reunión matinal

Para planear cuantas veces podemos faltar para perdernos,

Cuantos vinos y cuantos besos debemos traer esa mañana

Y los criterios justificables de las ausencias

Como la lluvia,

El miedo, y la locura.

El suelo del agujero (16)

El vacío tiene su rutina: Eco, dos Ecos, un grito,

Y, evidentemente

La rutina tiene su vacío, un tanto de lleno, si,

Como las agendas, los números,

Las imprudencias y los besos, vacío todo esto, también

Pero, ¿qué nos hace tan divinos, y apasionados, y tan lúgubres, y mórbidos?

Sino el instinto, y el vacío,

¿Donde esta mi vacío en este lleno?

Que la poseía grita devastada…

Improvisada y perenne

Que el suelo del agujero no esté.

Y si la magia del arte explica

En una risa que habla

La lujuria de un hombre desnudo

Que cierra los ojos sin sonreír,

Entonces, la tristeza deja de ser un blues,

Y el éxtasis un suspiro,

Page 17: El Cadaver De La Hoja

O un instante que calumnia la felicidad,

E invita al suicidio la musa,

Y yo me quedo supeditada en la diminuta intención

De repetir una historia que ya conté.

Y sigue cayendo la poesía por el agujero

Suplicando que no llegue el infierno,

Suplicando un ascenso al destierro de lo bello,

Un infierno en el cielo,

Con un plató lleno de demonios con aureolas

Que me cantan a muerte

La sencilla canción de una musa suicidada:

¿Es que acaso no quiero escribir mas historias

De amores perdidos, y columnas de oro,

Niños asustadizos y mariposas desangradas?

Batú, Fon, Yoruba,

Hablamos desde la prisión, las negras mariposas,

Y de colores también,

Porque el odio no distingue.

Ojos irritados que explotan en la ironía,

Esclavos eternos, eternamente encadenados,

Una parodia dibujada en la sonrisa mía y la tuya,

¡Ah!, y un Blues para descansar,

Para suspirar en la azotea

Desde donde una vez quisimos lanzar la agonía

Y la libertad jamás besada.

Poema (15)Otra que te habita

Cuando cierras los ojos, o quizás cuando los abres,

Page 18: El Cadaver De La Hoja

Pero definitivamente, cuando no estas.

ISe ha esfumado cualquier vestigio fálico de mi lucida embriaguez nocturna

De amarte como si creyera en el amor,

Morada y entumecida anochezco,

Llego hasta la madrugada, sin ojos, ni lengua,

Atada a mi pecado original, pecado copiado, o aprendido,

Enfermizamente amada,

Desde los labios hasta los labios, y los pies,

Arriba, deben estar mis “nunca mas”, Cuervo de mi alma negra,

Nocturno,

Arriba o abajo entre mis piernas,

En los costados, entre las paredes,

Debe estar entre mis cabellos,

Aterrorizada mi compulsión exquisita de repetir,

Un juego peligroso,

Donde pierdo el riesgo, riesgo al perder,

Pierdo los ojos y la lengua,

Absolutamente enrojecida directo al infierno frío de la ausencia

Me dirijo indigna e impetuosa

Con un abanico revelador, Wilde, nunca he sido infiel,

Y una época que hablo, que me habla

Me descifro, me enviste, la envisto,

“Nunca mas”,

¿Dónde esta mi “Nunca mas”? en esta oscuridad encarcelada y enlutecida

Por la intolerable pero perdida felicidad descompuesta,

Llena de moho con olor a fresitas,

Page 19: El Cadaver De La Hoja

Llena de relojes putrefactos, mí tiempo me extingue, Dalí,

¿Donde esta mi nunca mas si ya no es de noche?

II

Estoy desnuda, mas desnuda que nunca

Con la lágrima en el lagrimal

Con la vida meada en los pantalones

Y las manías atadas a mis vagos indicios del ser,

Las aberraciones lideran mis sin sentidas noches de insomnio

E hiperactividad comprobada,

Janis, acompáñame, janis a rasgar con tu garganta mis recuerdos,

Ensambla y diseca mi memoria para sellar en un grito la vida

Que se me va en un soplo, en un aplauso mal ganado

La vida que sigue amarilla en mis pantalones,

Dictaminado,

Minado esta mí susurro

Mi grito en la diversidad,

Azotado por la ira

Y el albedrío ensordecido

Por el imperativo absurdo,

Marca el paso,

Marca el escenario,

La piel, y el culo,

Ya se quien eres

Como si se fuese,

Ya te he visto,

Como si no todas las noches muriera en mi cama caliente,

Page 20: El Cadaver De La Hoja

Asquerosamente, caliente.

Nochezca (17)IAsterisco en coma,

Las ideas asesinadas por el tedio que enmudece mi albedrío

Enloquecido y cortado,

Sometida a un yugo que me hiere

Que me hace sangrar los ojos

Aunque me aten las muñecas

Que me empuja a la esperanza a la que no tengo acceso

Que me besa fría,

Un yugo que me expone

A una calumnia áspera y solitaria,

La vida, la muerte,

El amparo,

Y se cae a gotas la angustia

Y un desespero se asoma,

Es mi alma que grita

Mi silencio cansado,

Mi utópico suicidio postergado,

Mi mecánico hábito de no llorar sino sangrar,

Page 21: El Cadaver De La Hoja

Mientras visto de nada el cristal de mi felicidad,

Mi felicidad emancipada de mi carne,

Que melancolía, esta, que me invade hasta la sonrisa,

Y grita de nuevo mi alma

Enloquecida,

Y vuelve a dominarme ese deseo de matar

Comer,

Lamerte las yagas

Las yagas que te ha hecho el tiempo

La angustia que te regala tu indiferencia

Te has preguntado ¿Cuánto odio alberga mi silencio?

El mismo desperdicio que carcome tu cuerpo cuando defecas

La vida en color, en blanco y negro,

Te odio tanto,

Has visto como se parecen tus ojos a la escoria, y al mar,

También los odio con amor

Te odio como gusano comiéndote mi piel

Después que ya te he permitido comerme hasta los ojos.

II

Absolutamente ausente de la noche,

El día se impone en mi rito,

La luz azul y amarilla del alma

Cobija mi oscuridad irreverente y narcisista.

Ellos callan como siempre,

No entienden algunas excepciones,

Page 22: El Cadaver De La Hoja

No observan las irregularidades,

Aterrorizados por el tiempo y la angustia

El día se nos hace más salado que la noche,

Y una señal de humo que no me atraviesa,

Una voz que no me estrangula,

Se queda sentada lamiéndome las yagas, enloqueciéndome,

Chupándome los ojos para tomarse mis lágrimas antes de que salgan,

Una ausencia que me canta secretos morados y difuntos,

Como un fantasma del Pasado, llorando, Pasado el fantasma que me impide,

Me detiene,

¡Ah!, He muerto de nuevo,

Sonrío con la vehemente desesperación en la cien,

Cien madrugadas que he caminado a gachas,

OH noche, el suicidio sigue acechándome… seduciéndome,

Y el espejo dibujándome más de sangre que de carne,

Vente, vente a matarme por fin, déjame escapar en el espejo,

En el Pasado, en el Presente transparente,

Y la noche sigue ausente y tú te has hecho noche, noche en Salgar, Salado.

Sin Medias, ni medidas (18)

A media luz,

A medio corazón,

A medias los días que se suceden

Sin reparar en mi ausencia,

No suena el roce con el suelo…

Cabizbaja la dicha de la hermosura,

Suspicaz la inocencia,

Deteriorado el anhelo,

Page 23: El Cadaver De La Hoja

Vendados caminemos

Sin que nos toquen historias de dioses

Usureros y brujas.

A medio en cueros,

Apenada de las cuatro paredes

Que enlodan mi alma,

Te busco, OH conspiración de mi misma,

OH, miedo insospechado.

Impetuoso y bendito

Cada espasmo de incertidumbre

Donde la verdad y el crepúsculo del noticiero,

Acaba con mi último halito de imaginación,

Han vuelto a contar una historia real.

Que vivos aun estamos

A media luz,

A medio acaecer,

Palidecí frente al mundo,

Palidecí frente a la nada,

Y me hice al placer sin dudarlo,

Sin que mis cavilaciones restaran fuerza a mis pasiones,

Comprendidas como mi yo natural,

Pasión en mi misma,

Pasión, en dosis,

En pastas,

Pasión, en todo

En capas,

En shorts,

Pasión en silencio, o durmiendo…

Pasión en medias… no suena el golpe con el suelo.

Page 24: El Cadaver De La Hoja

Gimotea mi desusado litigio

A la esencia del perfume

Acalorado por el tedio,

Vocifera, patalea, y estruendosamente,

Caen mis rezagos de dulzura,

Mis rezagos de inocencia o de histeria.

Velada lunezca (19)

Mi naturaleza me invita a llorar con los ojos vendados,

A componer canciones y escribir versos

Impedidos, e ilegales

Y a cultivar lunas para abril del próximo ano

Así son estas noches agrias y solitarias,

Llenas de dulce y gente,

Medio perdida en el sencillo camino a la muerte

Y a la vida,

Agresiva y carnosa, luna de mi alma

Conmovida por la brisa de la noche

Que te suplica una sonrisa,

Una luz en este silencio oscuro

Que se esparce en mi antojado miedo

De media noche.

Amo de ese modo insospechado,

Como nadie ama,

Amo en el crepúsculo de la muerte

Y de un llamado que nunca espero,

Page 25: El Cadaver De La Hoja

Amo ese silencio tuyo que ignora este lamento,

Este insospechado amor que me llega hasta los ojos,

Como la marea alta, aquella vez a los trece anos

Cuando no supe que hacer, sino dejarme llevar por las aguas,

¿Como se baila con el silencio?,

¿Como me dejo llevar por un grito entumecido?,

Y, ¿una mirada que no lo es?

¿Cómo? Si desconozco esta marea de tus labios y tus manos de naranja,

Si ignoro el sabor de tus lagrimas, solo se que son de uva porque es del color de

mi sangre

Dime, luna, como es que si yo te veo a ti,

Hay sol en otro lugar, en su lugar, tal vez,

¿Acaso se puede cenar y almorzar al tiempo?

LOS VERSOS LLORADOS DE UN DEMONIO (19)IDebe ser un demonio la que recita estos versos

Porque tengo cabellos en la cara, y mirada de haberlo olvidado todo,

Porque escucho gritos hermosos en las noches,

Pero resultan ser un ritual satánico.

Ahora que el silencio ahogo nuestros gritos

Decido descansar

Ah, solo espero ansiosa ser libre también,

De sentir, en el mar, ser un kraken

Y devorar sus sentimientos pulcros de odiar con la puerta entreabierta.

II

Page 26: El Cadaver De La Hoja

Mientras los ojos se conservan desérticos

La noche se mantiene impávida

Para que esta extorsión de mi pecho se haga minúscula

Mientras tu risa no esta conmigo,

Todos ahogan mi pena en una noche que no veo

Que se escabulle como mi lágrima,

Y los pasos fronterizos de un sueno que se pierde en mi impotencia.

IIIQuisiera escribir un poema como esos que pasan a la posteridad

Pero solo concibo palabras que se graban en mis mejillas

Como llaguitas sin precipitación

No provocan ningún tipo de aceleramiento o silencio en el mundo,

Ni congela corazones, o calcina miradas,

Solo palabras que curan,

O desgarran,

Pero siempre hay un mar de sal

Para mis heridas,

Un poema descompuesto, un llanto inválido

Y tu sonrisa lejana, como un pequeño ángel revoloteando

En mi infierno de llanto.

IV

Detente ante mi silencio

Que es de hielo y sangre,

Tal vez un tanto venenoso,

Permite recitarte poemas, ángel de la tierra,

Para llevarte a los fuegos que hace el tiempo en tus relojes,

Page 27: El Cadaver De La Hoja

Voy a hablarte en este lenguaje indescifrado

Que parece un rasguño de nostalgia,

Y entonces me veas de carne,

Con los cabellos cogidos por el viento

Solo como pretexto

Para que veas las espadas atravesadas en mis orejas,

Por donde ya jamás volveré a escuchar tu lamento,

Desde estos confines venenosos, de hielo y de sangre que tienen tu nombre.

VIDespojada de este vestido transparente

Que dejo que me penetrara el alma

Me concibo suya y de sus pesares,

Mi amor, mi odio, saca tu lengua para besar mis poco empinadas

Molestias tatuadas en mi pecho.

Saca tu espada y atraviésame el cuerpo con tu silenciosa libación,

Mientras te amo desalmada, sin una pizca de muerte o vida

Entregada a ti en un grito, desposeída de la sonrisa y el llanto,

Tu muñeca para siempre.

Del color de las Lenguas (20)IContinua,

Para no tener que esconderme

Entre los pétalos de mi rosa

Marchita,

Contemplo una sonrisa jamás sonreída

Que se detiene en el rastro de una media muerta

Page 28: El Cadaver De La Hoja

Que soy yo

Levitando en tu ausencia

Las dunas escenifican la desusada

Nostalgia

De mi pensamiento derrotado,

Alrededor del cementerio que inauguramos

En la primera despedida de la primavera

Cuando nadie salio herido.

IISueltas las lenguas sutiles de plata

Que figuraron en mi declaración

Te amé con desbocada indulgencia

Tentando mi pequeño esfuerzo de odiarte

En futuros imprecisos y desconocidos

Pero, lúgubre, te aprisionaste a mi cintura

De jazmines

Para rodearme de espinas irreconocibles

Barajando tus poemas sueltos

Insultándote hasta el pellejo

Y la pesadumbre de la culpa

Conmovió al mundo entero

Y a la noche plateada

Del color de las lenguas

Que fueron cortadas.

III

Page 29: El Cadaver De La Hoja

Simulaste escribir una historia

Mientras tumbaste el café entre mis piernas

Caminaste entre mi oscuro y mohoso interior

Lleno de pantanos,

Te fuiste cayendo en mi letargo

Perdiendo el zapato ya perdido de tu

Fiesta de cumpleaños

¿Como sedujiste la aurora de esta noche

Pintada en mi piel?

¿Como engañaste el ocaso inventado

En mi mirada?

Si eres universo circundante

De la nada que perdió el zapato

Y tumbo el café en un descuido

E intencionalidad ensombrecida

Por el tacto, y los tiempos de lluvia.

IVInventaste la extrañeza en mis labios

Cuando me besaste aun siendo una extraña

Y ahora socavas la hermosura

De esta ajena que te ama

Como cantando con los oídos sordos

Una música que nunca escuchaste

O que quisiste olvidar

Solo basto quemar los parpados

Y rajar los labios,

Para levantarme cada mañana, callada

Sin decir una palabra

Page 30: El Cadaver De La Hoja

Ni deseo,

Como Atragantada en el verbo,

Ni voluntad,

Como amordazada suavemente,

Solo un infinito satírico

Burlándose de la orilla

De mi “a medias”

Para que no escucharas.

Témpano de hielo,

Aun en los vientos ligeros

Del tiempo y de mi cuerpo

Aun en el sol empapado de savia

Y el fuego de la planta de mis pies,

Mira a la extraña que te besa la cara

Con los odios tapados,

Mientras te inventas.

VDeambule con mi lengua

Por tu mirada triste

Y sonrisa de caballero,

Por tu destino blanco y agrio

Suponiendo un fin para mí sed desértica

Mi lengua conoció tu miedo mas intimo

Que resulto ser el mío

De hablar menos de lo debido

De comer sin horarios

Y besar a un desconocido,

Page 31: El Cadaver De La Hoja

Nos perdimos como lenguas en un

Mercado de carnes

Y en el discurso escueto del amor

Vanidoso y atrapado,

Y como lenguas supimos que jamás

El tiempo podría ser suficiente

Para callar lo callado,

Sin ninguna diligencia,

Porque siempre se descubre,

Mágicamente.

VIDeambulaste con tu lengua

El alma mojada y solitaria

Que deja la lluvia

Y con tu lengua llegaste a mis

Pequeños empinados caprichos

De ser mujer,

Con tu lengua, asesino,

Mataste el hijo concebido en el seno

De un beso

Que no necesitaba una lengua

Con tu lengua de poco alcance

Exprimiste mis labios

Dejándome mendigando besos

En las calles frías

De lenguas plateadas y pasadas

Page 32: El Cadaver De La Hoja

Fantaseando que era la tuya.

Labios Rojos (21)

Besando el cielo de esa forma común

Que se besa el tiempo,

Sin miedo, ni cuidado,

Lanzada,

Mujer de la oscuridad pagana

Que embrujaste frente al espejo el mundo

Que creíste que era cierto,

Lame la angustia con tu lengua

Pintada del color de tu labial

Para asustar el ritual de las seis de la tarde

Y danzar la ventura

De morir en uno de los intentos

Ángel que te caes pisando las alas

Desdibuja el graffiti de tu piel

Que te envenena los poemas

Y los fuegos,

Mira perdida, como sin interés,

Soñolienta

Y justo en un descuido

Toca la desgarradora melodía que sale de tu hombro

Precioso y cansado

En el que te cargas el mundo,

Page 33: El Cadaver De La Hoja

Lámete el hombro de carga

Para que la melodía sea de agua.

En la memoria de nadie (22)

Que resta de mí

Cuando soy universo

Sino una noche fría

Esfumada en mi magia revertida

Contra mí

Aguijoneándome

Como al cielo, las estrellas,

Negra y ahuecada,

Noche fría,

Incipiente en mi piel,

Sucedo el insomnio

Porque soy otro estado mental

Discontinua e inacabada

Apeiron del Tiempo

Ni dormida, ni despierta

Levitando en la memoria de nadie,

Alguien, téjame en su cuerpo

Para enterrarme hasta los pies

En tu desusada alma,

Como este poema interrumpido

Estos ojos apagados

Que se esconden detrás de tu media sonrisa

De tu medio amor

El pedazo de tu corazón que me roza.

Page 34: El Cadaver De La Hoja

Estéril (23)

Besar a un muerto

Con el deseo resbalando por toda la piel

Es lo único que puedo hacer

Para continuar morando en la tumba de tu caricia

En la tumba De mi placer inventado,

Morado y seco

Me oprimes la muerte

Me chupas la vida por los poros

De las piernas

Dejándome inmóvil

Enterrada, impenetrable

¿Te conozco?

Me pregunto si no he visto tus ojos antes

Pero mi memoria se cansa

No te encuentro

Pero mi memoria se cansa

Y te invento

¿Has visto estas lágrimas antes?

Cuando te miras al espejo

O en la mitad de un almuerzo en un mercado

De corazones,

Mira desde arriba

Page 35: El Cadaver De La Hoja

Y no hallaras nada

Ni mi alma, ni la medio muerta

Que ocupa el otro lado de tu cama

Fría y espesa

Oxidada y sencilla,

Ni la media mujer

Que se ahoga en un grito

Y en el único beso que me queda,

Porque solo le queda

Besar a un muerto

Para perder los huesos,

Ni para conocerte, ni para que me recuerdes,

Solo para continuar medio muerta

Morada, infinitamente, morada.

Chuzos desgranados (24)

Corazones fritos

Embestidos de duda

Que se enredan en la calumnia

Preparada del tiempo

Aun me pide a manos frías

Para que mate mi deseo,

Así ni inconsciencia, ni pendenciera

Dos señoras del frente

Podrán alimentarse

De mis besos en las esquinas

Ni chuzos desgranados o noches desgranadas

Anticonceptivos y chocolates mal vendidos.

Así, un día de estos, el tiempo despegara con mi deseo

Page 36: El Cadaver De La Hoja

Y yo sobrecogeré los segundos que invente

Para estar contigo

En Cueros de Carne.

Mascaras (25)

Ando buscando

Un columpio de colores

Y regalarte un viaje en arco iris

Al desastre

Se ve más perfecto de amarillo, verde, y púrpura

Ando buscando una mala hora, de terror y ternura

La tristeza enmascarada

Jamás había sido tan pura,

Su rostro estaba intacto en cada rasgo

De sus colores y formas

¡Mascara preciosa!

¡Una oscuridad de colores!

En una bodega de pinturas blancas y negras

Locuras del tiempo y la Vida,

Sin detenernos, me voy a quedar justo aquí

Para que me reconozcas la cara, mascara

Detrás de tu perfecta imitación de ti mismo.

Conjuros (26)

I

Lamiendo el tiempo como lamo la luna,

Con los ojos cerrados,

Me dibujo más de sangre que de carne,

Page 37: El Cadaver De La Hoja

Componiendo versos inexpertos me seduce un horror tentador

De usar esa misma luna de talismán

Para ahogar los maleficios de mi espiritualidad

Morbosa, sádica y perfecta,

De mi alma cortada con las espadas del tiempo que también lamo

Sin reparar en su veneno: pesadillas de miel y queso que aguijonean mi placer

nocturno,

Mi compulsión exquisita de escribirme entera,

Más de carne que de sangre,

Pieza del mundo

II

Ahora tus ojos son de hueso

Para soportar el paso del tiempo

Que siempre le lleva ventaja a la vida

Que te inventas,

Pero te gusta como seducen tus intentos inmortales al destino,

Hasta te luce,

Se te ve orgulloso tratando de derribarme,

De conquistar un poco de mis carnes

Enteras y comidas.

III

Téjeme, de modo salvaje, primitivo,

Para que quede en el silencio de una danza al ombligo

Para que quede en el grito que se escapó con Janis,

El grito que permitiste que se escapara esa noche en tu guarida,

Cóseme los labios para no tener que llorar por tu silencio

Que calcina mi vano intento de odiarte,

Page 38: El Cadaver De La Hoja

Téjeme toda el alma al cuerpo para no sentir que se escapa un verso de amor

Podrido y mohoso,

Ultrajado por tus manos.

Poemas a Maquina (27)

I

Y, ¿si tuviera miedo, repentinamente?

Pues el tiempo no siempre es de hielo

A veces revienta, decapita, mitiga, despedaza

Como un pensamiento fortuito

Destroza la mañana que es menos cruda,

Y, ¿si me ahogara el llanto, un día cualquiera,

Separaría lo bello de lo eterno para morir cobijada por la nada,

Porque el llanto no es de sal, ni de miel.

Se calienta en invierno: la oscura vereda de pánico.

II

Témeme, que en cualquier momento puedo resultar ser día,

Menos dulce que se hace noche para embriagarte de frío,

El que se cuela por tu ventana.

Mujer-noche que se alimenta de tu cuerpo,

Al tiempo que es su calumnia,

Y es que mi verso es tuyo,

Si, mi verso es tuyo,

Tu que eres mas yo

Porque cada una de esas noches cuando me cuelo como frío que te entumece,

Te anestesio,

Reemplazo las partes de nuestro cuerpo,

Page 39: El Cadaver De La Hoja

Sustituyo tu pierna por la mía, mientras te beso el pecho (mi manía)

Para no pensar en la muerte o que te acabaras con el tiempo.

Ceneida sin luz (28)

Es como el frío, si,

Que entumece,

Titilo como si no pudiera dejar de llorar,

Porque tu ya te llevaste toda mi sangre,

Toda mi miel,

Es como el miedo, si, el frío es como este miedo

Que despunta la soledad buscada,

Miedo que se desliza como sudor por mis mejillas,

Ahogada con menos palabras

Distraída, con menos luz,

Insultada,

Lunática como el frío, si así se siente,

Como cuando el frío me ha tomado entera.

Te tragaste mis lágrimas,

Como si hubieses pasado tu lengua por mis mejillas sin reparo

En la sal que contiene la melancolía al final del día,

El sabor a descompuesto de luna,

Olor a que no puedo seguir,

Te tragaste como a través de un conjuro, mis lagrimas,

Mis lágrimas, sal y frío,

La magia de tu estocada final cuando el corazón se te hizo a la carne

Y me amaste de ese modo insospechado que se escabulle del pánico.

Ya de todos modos, esta ida esa luna,

Y esta poeta que prefiere llamarse puentera,

Page 40: El Cadaver De La Hoja

Bruja o gitana,

Que nada le hace en los pies impulso,

Ni descubre alas en los mosquitos perdidos

De la mesura del deseo

Que desoculta ritos de invierno

Para no ser descubierta.

La D mayúscula (29)

Separemos la historia

De Juan y la diosa

Que se encontró aquella noche

En el bosque

Que advirtió que jamás nada podía hacer

Sino tenia sentido,

Y desde entonces la danza le parece efímera

El cine quietud

Y la risa un desperdicio,

¿Qué clase de bosque era aquel?,

Separemos la historia de Juan y la diosa

Que desde el nunca jamás vio a ese inútil despojo

De carnes perdido,

Y dejo de ser diosa con D mayúscula para que nada tuviese

Sentido.

Conjurada (30)

Ni semidiosa, ni heroína

Soy yo quien es verdugo

Sanguínea,

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Chupándome la piel

Para que veas como muero,

Deleitadamente,

En manos de mi propia seducción

En pies de la tierra que me pego a la garganta,

Tu, de otros tiempos, y otros honores

Hijo de la dicha y la prudencia,

No lograste embriagarme de culpa

Porque yo ya estaba infinitamente decadente,

Infinitamente tragada por el juego malévolo

De semidiosa

Lanzando conjuros que caían justo a mis pies.