EL CAPESINO BODO

Consignas:

Ubicar la aldea – Tiempo y espacio

Describir a los personajes

Explicar las actividades que desarrolla cada uno

Describir las actividades rurales y dibujar las herramientas

Describir las actividades de la Iglesia.

ANÁLISIS

El relato tiene lugar en los tiempos de Carlomagno, rey de los Francos entre 768 y su

muerte en 814 y nos describe la vida rural de la época. La autora utiliza como fuente

un catastro de la Abadía de Saint-Germain de los Prados. Tiene lugar en una finca de

campo, localizada en las afueras de París, a principio del siglo IX, llamada Villaris, y, a

cargo del abad Irminon.

Personajes del relato y tareas que realizan

Emperador: Carlomagno, el más prudente de los reyes, nada escapaba a su sutileza,

y era muy justo. No le agradaban las prendas suntuosas, los días comunes se vestía

como la gente del pueblo. Cuando no estaba en guerra, pasaba el tiempo recorriendo

su reino. Cada fundo lo recibía limpiando todo y preparando grandes banquetes.

Los jueces ambulantes del rey: los missi dominici. Viajaban dos, un obispo y un

conde. Una vez al año, instalaban sus tribunales en la comarca a fin de verificar si los

condes locales habían administrado justicia con equidad. No eran remisos para

aceptar sobornos.

Teodulfo: Obispo de Orléans, fue uno de los missi del emperador.

Abad Irminon, a cargo de la abadía de Saint-Germain. Se trataba de una finca

pequeña, con un manso señorial que poseía labradíos, tierras de pastoreo, viñedos,

huertas y arboledas. La edificación constaba de una casa de tres o cuatro habitaciones

(probablemente edificada en piedra), con un patio interior y un grupo de casas para

las siervas, otras casitas de madera para los siervos, los talleres, una cocina, un

horno, graneros, establos, etc. Las tierras se dividían en fundos llamados fiscs, que se

subdividían en tierras señoriales y tierras tributarias.

Administrador: también llamado villicus o major (intendente) a cargo de los fiscs.

Debía obtener los servicios de los arrendatarios, indicarles cada semana su tarea y

vigilar que la cumplieran, verificar la mercadería que le entregaban, vigilar a los

siervos de la casa, cuidar del almacenamiento y destino de los productos del fundo y

de las rentas pagadas por los arrendatarios. Anualmente presentaba al abad un

informe completo y detallado de su administración. Disponía de un manso por el que

pagaba servicios y tributos.

Arrendatarios: a cargo de las tierras tributarias que recibían de la abadía y las

usufructuaban. Estas tierras tributarias se dividían en muchas alquerías pequeñas

llamadas mansos, ocupadas por una o más familias. Además de cumplir las tareas de

sus mansos, y a modo de retribución por el usufructo de las tierras estaban obligados

a realizar trabajos de campo (arar una porción de labrantío señorial), y trabajo

manual, (reparar edificios, talar árboles, recoger fruta, hacer cerveza, transportar

cargas, tareas que realizaban en las tierras de los monjes). También debían pagar

tributos, con destino al ejército, el cual Carlomagno exigía a las abadías, y éstas a sus

arrendatarios (bueyes, ovejas o dinero). Debían retribuir cualquier privilegio especial

concedido por los monjes. Cada labriego debía pagar otros tributos, cada año

suministraría a la casa grande, tres pollos, quince huevos, tablones, algunos cerdos,

maíz, vino, miel, cera, jabón o aceite. Si además el labriego era artesano, debía pagar

con productos manufacturados.

Allí nos encontramos con Bodo, un campesino que poseía una alquería, compuesta

por tierras de labranza, prados y algunas viñas. Bodo era un coloni, libre, pero no

podía abandonar las tierras. Lo acompaña su esposa Ermentrude, que también

trabaja, era la encargada de pagar el tributo de aves (un pollo y huevos), trabaja en el

viñedo, prepara la comida y tejía abrigos de lana para sus hijos. Juntos poseen 3 hijos,

Wido, el mayor, ayuda en el trabajo a su padre, Gelbert, su segundo hijo de 9 años

de edad, cuida a su hermana pequeña y Hildegard, su hijita.

Siervos: en este fundo, se encargan de los viñedos de los señoríos.

La vecina: es una sierva, que debe entregar al administrador una pieza de paño de

lana que será enviada a Saint-Germain para confeccionar un hábito monacal.

Esposo de la vecina: trabaja en los viñedos del amo.

Familias del manso vecino al de Bodo:

Frambert: debe construir una cerca alrededor del monte para evitar que salgan los

conejos.

Ermoin: debe acarrear una gran carga de leña a la casa.

Ragenold: debe reparar el techo del granero.

La Iglesia

Se ocupó en enseñar a los labradores a rezar, transformando los textos de los

antiguos conjuros que utilizaban, heredados de viejas creencias paganas.

Procuró penitencias más leves para estos mismos, las cuales consistían en ayunos, a

fin de que pudieran ser útiles en sus trabajos.

Concedió los domingos y fiestas de guardar como descanso, para que se reúnan en la

iglesia a celebrar la misa.

A través de abadías y monasterios, que recibían terrenos por parte del emperador,

recaudaba bienes, por medio de los tributos, para el mismo emperador y para la

iglesia. También los monasterios organizaban ferias, las cuales producían ingreso de

divisas, pues se debía pagar para asistir.

Guadaña

Arado

Picana para

buey