EL CLARINERO 62 Septiembre 2018. Asociación Bogotana de ...varias décadas el conocimiento de las aves acuáticas, especialmente las marinas era muy deficiente4. Los Censos Nacionales

EL CLARINERO 62 – Septiembre 2018. Asociación Bogotana de Ornitología.

1

Cotinga crestada (Ampelion rubrocristatus) – El Rosal, Cundinamarca.

Fotografía: John Ávila ©. Ver página 2.


2

EDITORIAL

Hoy queremos compartir con los socios y amigos de la ABO la satisfacción que nos produce el notable crecimiento que estamos experimentando en nuestra membresía, así como en sus niveles de participación en las distintas instancias y actividades de la Asociación. Hemos pasado de 65 a 120 socios entre diciembre de 2016 y junio del presente año y cada mes se reciben nuevas solicitudes de afiliación. La demanda por cupos en nuestras pajareadas mensuales es cada vez mayor, lo que nos obliga a buscar alternativas que permitan conciliarla con las buenas prácticas de observación de aves y las restricciones logísticas. A las convocatorias mensuales “Los pájaros de la Quinta de Bolívar”, realizadas en feliz alianza con esa Casa Museo, están llegando entre 20 y 50 ciudadanos de diferentes edades y perfiles sociales. La nutrida asistencia a la última Charla ABO en la Universidad Nacional casi llenó el auditorio. Nuestro grupo de Facebook ya alcanzó los 9.000 seguidores, con más de 120 ingresos mensuales, y en el mismo se registra gran actividad de publicaciones y comentarios, muy entretenidos y educativos, sobre asuntos relativos al disfrute, el conocimiento y la protección de las aves silvestres y sus hábitats, como reza nuestro lema. Es alta la presencia de la ABO en eventos académicos, institucionales y ciudadanos relativos a la protección de las aves y la naturaleza. Ello requiere de una gestión externa, que, junto con la gestión interna en la dirección y coordinación de la ABO, movilizan el trabajo voluntario y la dedicación generosa de muchos de nuestros afiliados. Tal clima de solidaridad, compromiso y participación institucional es reflejo del delicioso ambiente de compañerismo, de goce amistoso, de intercambio de experiencias, de solidaridad ciudadana, de desinteresado aprendizaje mutuo entre especialistas y aficionados, que vivimos en las pajareadas y que se proyecta sobre el ámbito organizativo de la Asociación. El Clarinero se enorgullece de ser un espacio en el que se divulgan estas experiencias y resultados, nutriéndose también de las contribuciones de sus lectores, con lo cual esperamos seguir contribuyendo al crecimiento cuantitativo y cualitativo de nuestra querida Asociación Bogotana de Ornitología.

LO QUE PASÓ

SALIDAS A PAJAREAR

PARQUE A EL ROSAL – Junio 16 de 2018 Coordinador: Camila Gutiérrez

Alrededor de Bogotá, en el altiplano Cundiboyacense, encontramos varios municipios que conservan su vocación rural y parte de la vegetación nativa. En esta ocasión visitamos una finca privada el municipio de El Rosal con el fin de buscar la esquiva Cotinga crestada (Ampelion rubrocristatus).


3

El pasado 16 de junio nos encontramos más de 30 personas; si bien treinta personas es un número grande, el lugar se prestó para dividirnos en dos grupos y luego en pequeños subgrupos que nos permitió hacer una observación tranquila donde pudimos a la vez observar y aprender del lugar.

Cometa colinegra (Lesbia victoriae) – Fotografía: Clara Cortés ©

A la entrada está la casa, rodeada de una pequeña huerta y arbustos en flor, allí pudimos observar varias especies de colibríes, carboneros, así como otras especies comunes en la sabana tales como el Toche y el Bababuy. Las golondrinas hacían nido en los tejados así que pudimos observarlas de cerca posadas en los techos. El listado de las aves registradas se puede consultar en el apéndice 1, página 20.

Más adelante, recorrimos las cercas vivas que bordean los potreros, en este caso cercas que conservan la vegetación nativa, encontramos el Chamicero, el ave endémica del altiplano cundiboyacense que no tardó en hacer presencia con su carcajada característica, fácil de escuchar pero muy difícil de observar. En el lugar se encuentran cedros y pinos romerones de gran tamaño y fue allí que encontramos una mayor diversidad de aves: Mosquerito gorgiblanco, Paloma de collar, Colibrí cola de raqueta, entre otras hicieron su aparición…. La actividad de las aves se hacía cada vez mayor, hasta que por fin, a lo lejos, alguien divisó una Cotinga crestada, la vimos posada un rato y voló lejos, sin embargo sabíamos que cerca de los arrayanes y a los pinos romerones la volveríamos a encontrar. Así fue, que entrando un poco más en un pequeño bosque de arbustos nativos, encontramos dos parejas que se dejaron observar y fotografiar. La Cotinga crestada es un pájaro gris, con marcas blancas en las alas y en la cola, y que tiene una cresta con unas cuantas plumas rojizas que por momentos despliega. En general es difícil de observar pero aquí tuvimos la fortuna de verla y tomar varias fotografías. Esta pajareada contó con la presencia de varias personas que salían a pajarear por primera vez con la ABO, esperamos que hayan disfrutado los encuentros alados y que tengamos el gusto de verlos nuevamente.

PAJAREADA A MONTERREDONDO-GUAYABETAL – julio 7 de 2018 Por: David Riaño Cortés

El 7 de julio un grupo de 50 pajareros, bajo la coordinación de Diego Ochoa, madrugamos con muchas expectativas, a uno de los sitios de Cundinamarca que podría calificarse de “legendario”


4

tanto así que en la literatura ornitológica se le conoció con el nombre de “Antpitta Road” algo así como “el camino del tororoi”. Se trata de Monterredondo, en el municipio de Guayabetal; lugar donde precisamente fue descubierto el Tororoi de Cundinamarca (Grallaria kaestneri) descrito por Gary Stiles en 1992, especie endémica y en peligro, según el Libro Rojo de Aves de Colombia. Este sitio estuvo vedado por mucho tiempo, por razones ya de todos conocidas, pero que en la actualidad se puede visitar, apreciar, disfrutar… y conservar. Y es que la cosa iba en serio, nos acompañaban expertos de la talla de Fernando Ayerbe y Oswaldo Cortés. Pero esto de las pajareadas, es cosa sabida y aceptada con estoicismo, no depende solamente del entusiasmo. Dos trancones en la carretera demoraron el comienzo de la pajareada que inició a las 7:18. Y el otro inconveniente: lluvia y niebla persistentes. Sin embargo el ánimo no decayó y nos empeñamos en tratar de ver lo que se pudiera ver.

Algunos de los participantes de la pajareada. Fotografía: Nubia Morales ©

Nos dividimos en tres grupos, el primero en la parte baja, el segundo en la mitad y el tercero en la parte alta. A los grupos de abajo les fue mejor, los del grupo de arriba ya nos hicimos a la idea de ni siquiera poder escuchar al Tororoi; es que no se podían distinguir ni siquiera las otras aves, y menos fotografiarlas, eran tan solo sombras entre el follaje. Pero de que hay aves las hay, es un sitio único y ya estamos pensando en regresar, pero en verano. Decidimos bajar para correr con mejor suerte. La mayor parte del grupo se reunió en la parte baja, allí las aves seguían activas sin importarles los numerosos espectadores y fotógrafos. Al rato, nuevamente subir, nuevo intento de ver algo y algo se vio, algunos primeros registros o “lifers” para muchos de nosotros, como la llamativa Tangara urraca (Cissopis leverianus), la Tangara triguera (Tangara cayana) y la hermosa Tangara primavera (Anisognathus somptuosus), con la ñapa de desenterrar un vehículo en la carretera. La pajareada terminó a la 1:15 p.m. Un total de 74 especies fueron registradas entre todos, y eso que con lluvia y niebla, una hazaña. El listado se puede consultar en el apéndice 2, página 22.


5

CENSO NEOTROPICAL DE AVES ACUÁTICAS - ¿QUÉ SON LAS AVES ACUÁTICAS? Por: David Riaño Cortés

Para el Censo Neotropical de Aves Acuáticas realizada entre el 7 y el 22 de julio, presentamos la siguiente nota: La definición más aceptada de aves acuáticas es la de aquellas especies que ecológicamente dependen de los ecosistemas acuáticos, esto incluye las aves exclusivamente marinas1. En nuestro país, 264 especies son consideradas como aves acuáticas, que corresponden al 14% de la avifauna del país1, 2. Las familias más representativas son los chorlos (Scolopacidae), las gaviotas (Laridae), las tinguas (Rallidae), los patos (Anatidae) y las garzas (Ardeidae)3.

Barraquete azul (Spatula discors) – Humedal La Conejera. Fotografía: David Riaño Cortés ©

La dependencia al agua por parte de las aves contribuye a establecerlas en varias categorías1:

- Marinas. Expertas voladoras, su dieta se encuentra en la costa y mar adentro. - Patos y zambullidores. Se caracterizan por el nado en la superficie y buceo. - Vadeadoras. Caminan dentro del agua, principalmente en busca de peces; presentan patas,

cuello y picos largos. - Limícolas. Omnívoras de orilla y espejo de agua. De patas largas, picos gruesos y cortos. - Palúdicas y pollas de agua. Prefieren los humedales para su alimentación y protección. - Pájaros acuáticos. No presentan adaptaciones aparentes para el agua, como algunos

atrapamoscas; solamente el Mirlo acuático (Cinclus leucocephalus) es estrictamente acuático.

- Rapaces acuáticas y Martinetes. Algunas águilas y los Martines pescadores capturan peces y pequeños vertebrados e invertebrados en el agua, desde una percha o en vuelo.

Debido a que los ecosistemas acuáticos son muy diversos, el uso que las aves les dan también es muy variado. Los hábitats principales usados por estas especies son el litoral costero con sus playas, estuarios y manglares, los humedales, lagos, pantanos, ciénagas, llanuras y bosques inundados o inundables.


6

En la Cordillera Oriental, además de la laguna de Tota en Boyacá, los humedales de la Sabana de Bogotá, de los valles de Ubaté y Siecha y la laguna de La Herrera son de gran importancia para las aves acuáticas de nuestra región3. Las aves acuáticas son muy vulnerables debido a lo restringido de su hábitat, al drenaje de los cuerpos de agua y a la cacería que aún se practica en algunas regiones. En Colombia, hasta hace varias décadas el conocimiento de las aves acuáticas, especialmente las marinas era muy deficiente4. Los Censos Nacionales de Aves Acuáticas contribuyen al seguimiento de las poblaciones de aves acuáticas del país y, por lo tanto, a su mayor conocimiento y conservación. 1 - RUIZ G., C. J. 2012. Lista de las Aves Acuáticas de Colombia. 15 pp. 2 - ACEVEDO, J.E. et al. 2017. Lista de Chequeo de las Aves de Colombia: Una Síntesis del Estado del Conocimiento desde Hilty & Brown (1986). ORNITOLOGIA COLOMBIANA (16): eA01.1-eA01.83 3 - ARZUZA, D. E. et al. 2008. Conservación de las Aves Acuáticas en Colombia CONSERVACION COLOMBIANA (6):1-72. 4 - NARANJO H., L. G. & BRAVO, G. A. 2006. Estado del Conocimiento sobre Aves Acuáticas en Colombia. INFORME NACIONAL SOBRE EL AVANCE EN EL CONOCIMIENTO Y LA INFORMACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD 1998-2004. 11 pp.

Participantes del Censo Neotropical de Aves Acuáticas en Humedal La Conejera. Foto: Jorge La Rotta ©.

EVENTOS

CHARLA ORÍGENES DE LA PAJARERÍA. Jorge La Rotta – Junio 27 de 2018

Se presentaron diferentes elementos de la observación de aves y se trató de hacer una rápida revisión a los orígenes y su desarrollo en Bogotá, teniendo como referentes a los grupos que ha tenido el Valle del Cauca, la Sociedad Caldense, la SAO y, por supuesto, la ABO. Desde esas iniciativas como ha venido creciendo e incorporando términos, diferenciales entre la Ornitología y la Pajarería, la investigación y la Ciencia Ciudadana.


7

Bien sabido es que Colombia ocupa el primer puesto con el mayor número de aves en el mundo y hacer mención de los profesores que iniciaron la actividad además con el aporte de Hilty & Brown y su Guía de Aves de Colombia que ha permitido, motivado a la Academia y los ciudadanos a participar en esta actividad. En el aspecto formal la presencia de las universidades y de las mismas organizaciones actuando como facilitadoras hacia el conocimiento de las aves. Los censos, eBird y las publicaciones en diferentes revistas y periódicos que van motivando al estado, investigadores, público en general a conocer y crean la posibilidad de pertenecer y trabajar por el turismo de naturaleza con énfasis en el aviturismo. Lo más interesante es observar como cada día van llegando más personas a las pajareadas y para eso hay que hacer mención de los medios, redes sociales lo que ha despertado gran curiosidad pues preguntan cómo vincularse, cuando es la próxima pajareada, etc. Finalmente el que se acerca a la actividad encuentra personas amables, motivadoras y una nueva fuente para su propia investigación, conocimiento del territorio y darse cuenta de sus aptitudes para la fotografía.

CHARLA “FOTOGRAFIAR PAJARITOS PARA ALIMENTAR EL ALMA. Jaime Andrés Herrera – Julio 25 de 2018.

Buhito andino (Glaucidium jardinii) – Tenerife, Valle. Fotografía: Jaime Andrés Herrera V.©


8

Invitado por la ABO a dictar la tradicional y esperada charla del último miércoles de cada mes, decidí ocupar más tiempo de lo usual para exponer a los asistentes la mayor cantidad de detalles posibles acerca de mi trabajo como fotógrafo y mi pasión por corretear y fotografiar pajaritos. Dividí mi charla en dos ejes: Alimentar el alma y Técnica fotográfica. Técnica fotográfica, una palabra muy grande para definirla en una hora permitida y en otra hora robada, pero le contamos al auditorio que fotografiar es escribir con luz, les hablamos acerca de cómo funciona una cámara, cuales son los tipos, cuales son las mejores horas para corretear pajaritos y fotografiarlos.

Rumbito buchiblanco (Chaetocercus mulsant) – Observatorio de Colibríes, La Calera, Cundinamarca.

Fotografía: Jaime A. Herrera V.© Hablamos acerca de los vicios fotográficos como agarrar mal la cámara, no limpiar el lente, no usar monopie o trípode. Describimos el triángulo de la luz, formado por la velocidad de obturación, la sensibilidad del sensor y la apertura del diafragma y de cómo una buena combinación de estos tres da como resultado una buena fotografía. Hablamos de también de leyes de composición, la de los tercios, la de la mirada, la de simetría y de cómo hay que conocerlas para poder romperlas, mencionamos ergonomía y prudencia pero sobre todo hablamos del respeto hacia ellos, los pajaritos y en general de todos los elementos de la naturaleza que nos rodea y que es susceptible de ser fotografiado. Aprender fotografía no es difícil, hacer fotografía después es lo que podría llegar a no ser tan fácil pero si alguno de los asistentes a esta charla queda picado por el gusanito de aprender y mejorar


9

en su técnica para lograr un mejor trabajo, cumplimos el objetivo y además quedo yo por bien servido. Porqué el título de mi charla FOTOGRAFIAR PAJARITOS PARA ALIMENTAR EL ALMA?? Corretear pajaritos fortalece muchas virtudes perdidas por el afán de la vida citadina y la inmediatez de la información volcada en oleadas de un maremágnum de cosas que vemos en el día a día, un instante vemos una foto de un ave, al segundo un desastre ecológico luego una agresión a mujeres, una nuevo descubrimiento científico e infinidad de noticias y eventos que tapan en nuestra mente una a la anterior y así sucesivamente. Salir al campo a fotografiar pajaritos ayuda a recuperar la memoria, aguzar los sentidos, fortalecer la paciencia, hacer silencio, el respeto por el otro, el disfrute de la soledad, el encuentro consigo mismo. Recuperar la memoria? Aguzar los sentidos? La paciencia? Sí, porque para identificar el canto de x pajarito necesitamos recordar, para escuchar y saber dónde está debemos volver a escuchar, para quedarnos quietos y esperar que aparezca debemos aprender a ser pacientes, para no espantarle debemos ser silenciosos y para que el compañero de faena pueda fotografiarlo también debemos ser respetuosos. El Alma??? Se alimenta de todas estas virtudes redescubiertas en la pajarería pero sobre todo en la fotografía de aves pues un Pajarero casi siempre logra el objetivo: observar o escuchar el ave, el fotógrafo de aves no, el fotógrafo de aves muchas veces debe lidiar con el fracaso en todas sus formas y en todas las etapas de su proceso, porque ojo, a diferencia del Pajarero que toma fotografías y al cual tener un recuerdo del pajarito visto llena su requerimiento, el fotógrafo de aves quiere la foto perfecta, quiere el mejor detalle, la mejor composición y sobre todo, la expresión del pajarito en una mirada que le permita saber que él, el pajarito, supo que el fotógrafo estaba allí y le dio permiso de tomarle una foto. Y el fotógrafo de aves puede fracasar porque el pajarito no le dio su mirada, o el pajarito no apareció o a la hora del revelado la foto no quedó con la calidad esperada. Y entonces al fotógrafo se le arruga el alma, pero el fotógrafo echa mano de la memoria para recordar un día maravilloso, para buscar las fotos que hizo de los paisajes en las zonas que visitó, para saber que iba acompañado de su amada y cómplice esposa y se alegra de que al llegar la noche y cerrar los ojos esa memoria, esos sentidos y esa paciencia le permitieron gozar de un día que se va a repetir en sueños y podrá pajarear de nuevo para superar la desazón de no haber podido fotografiar ese pajarito para el cual se preparó y que tendrá la excusa perfecta para volver a buscarle en otra jornada de disfrute en los sentidos, en el silencio escandaloso del bosque y en donde su paciencia le podrá dar la recompensa de encontrar de nuevo al esquivo y plasmarlo en su amada fotografía. Ese fotógrafo soy yo y mi alma se alimenta cada día de faena fotográfica correteando pajaritos y si nuestra gente lograse entender que si tenemos el alma limpia y tranquila podríamos vivir en un mundo mejor donde el respeto por el otro, el silencio y la bondad nos permitiesen disfrutar de todas las cosas bellas que nos dan los pajaritos. Mil gracias a la Asociación Bogotana de Ornitología y a su junta directiva por la invitación y por permitirme contar un pedacito de la historia de mi vida ante tan excelente auditorio.


10

XXXI ENCUENTRO NACIONAL DE ORNITOLOGIA Mitú, Vaupés, noviembre 8 al 12. 2018.

Para programarse

NOTAS Y NOTICIAS

LAS TURISTAS Por: Nubia Morales Torres

Parque La Flora - Bucaramanga, marzo 2018 Un jugo de mandarina, bien frío por favor. El clima y mi sed lo ameritaban. Entre sorbo y palabras, fuimos tejiendo, con doña Teresa una charla amena y ligera sobre el clima, el parque, las ardillas que se acercaban alegres y traviesas. A su pregunta, cómo me había ido en mi recorrido por el parque, tomé mi cámara y empecé a mostrarle las fotografías mientras ella continuaba lavando y pelando frutas y, yo continuaba calmando mi sed. Detuve la cámara en un ave de color rojo escarlata, quise darle une explicación sobre ella, pero ligera y espontanea dijo:

- Ah!, esas son las turistas.

- Por qué las turistas? Pregunté


11

- Porque llegan en Noviembre vestidas de amarillo y se van en Abril vestidas de rojo. Me

contesto doña Teresa.

Piranga abejera (Piranga rubra) – Fotografías: Nubia Morales ©

Esto sonó en mis oídos como un poema….que hermoso manera de entender un fenómeno de la naturaleza. Por supuesto no me quería ir, pedí un segundo jugo de mandarina y me senté en un tronco cercano, quería seguir tejiendo anécdotas con aquella persona que acababa de hacerme feliz. Dude, en algunos momentos en sacar la guía pero al final inicié una catequización…son aves migratorias, todas nacen de color amarillo mostaza pero los machos se tornan rojos cuando alcanzan la madurez y se llaman Piranga rubra, a lo que enseguida contesto:

- para mi seguirán siendo las turistas.

Aún sentada en el tronco, muy cerca de mí, pasó una ardilla rojiza, hurtó un pedazo de banano. Subió rápido al árbol bajo el cual me encontraba sentada. Desde arriba empezaron a caer trozos blancos como algodones, sin duda era la ardilla que disfrutaba de su banano hurtado, pensé y no le presté atención. Pero la curiosidad hizo que me levantara. Muy arriba en el dosel del árbol dos loras amazónicas se alimentaban de una especie de guamas, frutos del árbol. Sin la esperanza de lograr unas buenas fotografías, cámara en mano apunte en repetidas ocasiones. Don Jorge el dueño de la frutería se acercó y con marcado acento santandereano dijo:

Lora cabeciamarilla (Amazona ochrocephala) – Fotografías: Nubia Morales ©


12

- Son como trapecistas, cada vez que está el árbol con frutos vienen a comer y hacer chiquero. Nuevamente sentí agrado por aquellas personas que por su cercanía a la naturaleza desarrollan una agudeza y sabiduría al referirse a ella. Con el deseo de escribir algo sobre las turistas y las trapecistas llegué a casa de mi hermana Ruth y de inmediato hice algunas anotaciones sobre la experiencia vivida en el Parque La Flora con estas personas naturales y sencillas. Hoy las comparto con ustedes. Gracias.

MI PRIMERA VEZ Por: Oswaldo Pinzón Rueda

Hoy es día de confesión, tengo que contarles que tuvieron que pasar setenta (70) años para que tuviera mi primera vez, si, han leído bien, mi primera vez y aunque no recuerdo específicamente la fecha del hecho, fue entre enero y febrero del 2017. Y como creo que nos ha pasado a todos los que lo probamos por primera vez, ¡me quedó gustando! No me explico porque oscuro designio se me aplazo este gustico por tanto tiempo, más sé que no fue por la solicitud de aquel compatriota que pedía aplazarlo hasta una mayor edad en que se tuviera un poco más de responsabilidad y discernimiento. Fue tanto lo que me gustó, que en este primer año y medio de disfrute, lo he repetido 460 deliciosas veces, siempre siendo fiel a mis dos compañeras, a quienes he aprendido a manejar bastante bien (por favor no me vayan a tachar de manipulador), porque a ellas hay que saberlas manejar para obtener los resultados esperados. Nos enloquecimos, iniciamos nuestras prácticas en los mismos parques bogotanos, sin ataduras ni atavismos, a la vista de cuantas personas pasaban por allí y que nos miraban con cierta prevención; luego nos desplazamos a disfrutarlo a ciudades como Barranquilla, Doradal, Bahía Solano, Mocoa, Leticia, La Mesa, Restrepo y hasta fuimos a realizarlo en el intenso frio del páramo de Sumapaz. En todos los climas y terrenos obteníamos el máximo disfrute de nuestras aventuras. También debo confesar que mi primera vez fue fruto de las enseñanzas de un viejo amigo, a quien le había contado que nunca lo había hecho y se horrorizó, me dijo que estaba perdiendo el tiempo transcurrido de mi vida, pero que si con los secretos que él me revelaría me atrevía, las cosas se podían remediar; fue así como luego de varias charlas ilustrativas y de hacerme demostraciones en vivo y en directo con su compañera (de quien me guardare su nombre), me decidí y por los buenos resultados de su enseñanza resolví graduarlo como mi Sensei. Ahora les develare los nombres de mis dos fieles compañeras, quienes además son hermanas de sangre, la primera y a quien ya abandoné se llama… B700 y de apellido Nikon, la actual se llama P900 y obviamente también de apellido Nikon. Es con ellas con quienes he podido llegar a registrar estas 460 especies de aves de nuestro diverso país, y con quienes espero seguir la gran aventura del avistamiento, “hoy aquí, mañana en cualquier parte del mundo”.


13

Espero no haberles aburrido o incomodado con esta pequeña gran confesión, pero tenía que descargar mi conciencia por esa que considero gran falta como es la de haber ignorado la naturaleza por tanto tiempo. También espero que me sigan invitando a repetir esta deliciosa practica en compañía tan especial como son “todos y todas” las personas que practican esta gran disciplina. ¡QUE VIVA EL AVISTAMIENTO DE AVES!

CAMBIOS… CAMBIOS… CAMBIOS…

Stilpnia heinei (= Tangara heinei), vía La Mesa restaurante Donde Otavio.

Fotografía: Oswaldo Pinzón ©

Reseñamos los más recientes cambios en la nomenclatura científica de algunas especies, de acuerdo al South American Classification Committee de la American Ornithologists’ Union:

El Autillo vermiculado, Megascops guatemalae, (Strigidae) se separa en dos: La subespecie del Pacífico M. g. centralis pasa a especie como Autillo chocoano, Megascops centralis, y la subespecie del piedemonte amazónico M. g. napensis pasa como Megascops roraimae napensis.

El Autillo colombiano, Megascops colombianus, pasa de especie a subespecie del Autillo grande como Megascops ingens colombianus (Strigidae).

El Aguilucho pálido, Circus cyaneus hudsonius, pasa de subespecie a especie como Circus hudsonius (Accipitridae).

Algunas Tangaras (Thraupidae): o Tanga real, Tangara cyanicollis renombrada como Stilpnia cyanicollis. o Tangara collareja, Tangara larvata renombrada como Stilpnia larvata. o Tangara enmascarada, Tangara nigrocinta renombrada a Stilpnia nigrocinta. o Tangara rastrojera, Tangara vitriolina renombrada como Stilpnia vitriolina. o Tangara triguera, Tangara cayana renombrada como Stilpnia cayana. o Tangara capirotada, Tangara heinei renombrada como Stilpnia heinei. o Tangara encapuchada, Tangara cyanoptera renombrada como Stilpnia cyanoptera.


14

o Tangara nuquidorada, Tangara ruficervix renombrada como Chalcothraupis ruficervix.

o Tangara platinada, Tangara palmeri renombrada como Poecilostreptos palmeri.

Algunos Parloteros (Thraupidae): o Parlotero crestado, Tachyphonus cristatus renombrado como Islerothraupis

cristata. o Parlotero aliblanco, Tachyphonus luctuosus renombrado como Islerothraupis

luctuosa.

Algunos Semilleros (Thraupidae): o Semillero tiznado, Tiaris fuliginosa renombrado como Asemospiza fuliginosa. o Semillero pechinegro, Tiaris bicolor renombrado como Melanospiza bicolor. o Semillero pardo, Tiaris obscura renombrado como Asemospiza obscura.

Ref: http://www.museum.lsu.edu/~Remsen/SACCRecentChanges.htm

EL SOCIO DEL MES – ALFONSO ARCINIEGAS LOZANO

Jacamar lúgubre (Brachygalba lugubris) – San José del Guaviare. A. Arciniegas ©

El Clarinero: ¿Quién es Alfonso Arciniegas y cómo llegó a la actividad de pajarear? Alfonso Arciniegas es esposo y padre de dos hijos, de profesión ingeniero Civil todavía en actividad, de un municipio de Cundinamarca llamado Pandi; desde el año 1970 residente en Bogotá y en la mayoría de tiempo de trabajo en cualquier parte del país, desde Leticia hasta la Guajira, en el lugar menos pensado. Llegué a ser partícipe de la actividad del pajareo en una interventoría que se hacía para la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá relacionada con la ampliación de los cerramientos en los humedales de Córdoba, Jaboque y Juan Amarillo tuve tiempo para caminar por estos sitios y me

http://www.museum.lsu.edu/~Remsen/SACCRecentChanges.htm


15

llamó la atención la diversidad de aves en estos lugares, me parecieron muchas, ya que en Bogotá solo estaba acostumbrado a ver el Gorrión copetón (Zonotrichia capensis) que abundaba recién llegué a Bogotá y, últimamente por su tamaño y agresividad hacia otras especies y ahora en abundancia la Mirla patinaranja (Turdus fuscater), con la cámara disponible en esos momentos tomé algunas fotos de las aves pero, por supuesto, no lograba la belleza que se veía en las Tínguas de pico rojo (Gallinula galeata), la Focha americana (Fulica americana), la Monjita cabeciamarilla (Chrysomus icterocephalus), el sirirí común (Tyrannus melancholicus) y hasta una Perdiz (Colinus cristatus). En vista de esto inicié mejorando la cámara y me entusiasmé a pajarear inicialmente en la finca de la familia luego en Medellín coincidí con una pajareada de la Sociedad Antioqueña de Ornitología y al ver la buena actitud del grupo me interesé en saber cuál era la agrupación de pajareros en Bogotá y así me hice socio de la ABO a la cual he estado muy contento de pertenecer y de tener excelentes amigos y personas a mi alrededor.

Arañero cabecirrufo (Basileuterus rufifrons) – Rioblanco, Tolima. Alfonso Arciniegas ©

EC: ¿Por qué es bueno pajarear? Porque te llena de satisfacción al observar la infinita belleza de la naturaleza reflejada en sus aves. Te das cuenta de la forma en que interactúan incluso con otras especies, como en aquellos momentos en que una de ellas emite un canto avisando de tu presencia o aquel chillido que, de un momento para otro, causa que todas vuelen a lo más oscuro del bosque y al levantar la mirada al cielo ves un ave rapaz en sobrevuelo. La vida en pareja que llevan algunas de las especies, la dedicación a la construcción de los diferentes nidos, el cuidado de los huevos y luego de sus crías trabajando juntos de una forma incansable.


16

Siempre es emocionante poder observar una nueva especie, el afán de buscar en las guías su identificación y luego buscar la foto que le lograste tomar. Inmerso en el pajareo tener el desafío permanente de lograr una buena foto o una nueva especie para ti

Alfonso con su esposa Jimena, Pance, Valle.

Fotografía: Stella María Arango ©

EC: Un recuerdo significativo como pajarero. La primera foto del Batará barrado (Thamnophilus doliatus) fue muy emocionante pues no había observado un ave con la combinación de colores y la dificultad para tomarla en medio de las ramas de los árboles. Escuchar los cantos de las aves siempre causa emoción y un recuerdo tanto del momento como con el tiempo de la especie. Escucharlas en vivo en muy especial y diferente a un audio. Las mirlas son muy celosas con sus nidos y varias veces he tenido que agacharme ante el ataque en vuelo para alejarme.

El Chirlobirlo (Sturnella magna) – Ave del trimestre.

Por: David Riaño Cortés

Chirlobirlo (Sturnella magna), San Pedro de Urabá, Antioquia.

Fotografía: Carlos Bran-Castrillón ©

Nombre científico: Sturnella magna Nombre en inglés: Eastern Meadowlark


17

Otros nombres comunes: Buchiamarillo, Pastorero común. Etimología: Sturnella (latín) diminutivo de Sturnus = Estornino; magna (latín) grande1: El más grande de los pequeños estorninos. Identificación: 22 cm. Cuerpo robusto, pico largo y puntiagudo, patas las y fuertes, cola corta con las timoneras externas blancas, muy llamativas en el vuelo. Cabeza con listas anchas de café negruzco y blanquecino; por encima café oscuro, listado con anteado y barreteado con negro; garganta, pecho y vientre amarillo encendido con una característica marca en forma de V en el pecho1. Voz: Canto aflautado de fácil reconocimiento: 4-6 silbidos con las últimas notas bajando el tono: piiialuu, pliiiu, piiiiu, piialur o chiiro, chirrio2. Hábitos: Vive en pastizales altos y lugares pantanosos, ave principalmente terrestre, camina erguido en el suelo y se agacha para ocultarse. Se pueden observar cantando sobre postes o arbustos bajos. Realizan vuelos cortos con algunos aletazos y planeo2. Reproducción: Nido en forma de cúpula con entrada lateral, construido con hojas sobre el suelo entre el pasto tupido. 2 huevos blanquecinos densamente moteados de café2. Un estudio en Estados Unidos determinó que hay unos machos monógamos y otros polígamos, estos últimos son de mayor tamaño y brindan mejor protección a los nidos por lo que tiene más éxito reproductivo3.

Chirlobirlo (Sturnella magna) Guasca, Cundinamarca. Fotografía: Ramón David Ruiz Correa ©

Situación: Común residente en pastizales y sabana húmeda desde el páramo inferior hacia abajo. Local, pero extendiéndose debido a la deforestación4. Distribución: Desde el suroriente de Canadá hacia el sur y occidente de Estados Unidos, México y Centroamérica, hasta Colombia, Venezuela, Guyana y extremo norte de Brasil. En Colombia hay tres subespecies:

S. m. meridionalis: Cordillera Oriental (hasta los 3.500 mts) y alto valle del Magdalena.

S. m. paralios: Región Caribe y valles bajo y medio del Magdalena.

S. m. praticola: Llanos Orientales.


18

En 1861 Phillip L Sclater describió una nueva subespecie de Nueva Granada Sturnella magna meridionales como Sturnella meridionalis, de Bogotá, siendo el primer registro para Colombia5. Referencias:

1. Farieta, Alejandro. 2011. Diccionario de los Nombres Científicos de las Aves de Colombia, Origen y Uso. SAO. 171 pp.

2. Asociación Bogotana de Ornitología. 2000. Aves de la Sabana de Bogotá, Guía de Campo. Bogotá: ABO, CAR.

3. Knapton, Richard W. 1988. Nesting Success is Higher for Polygynously Mated Females tan for Monogamously Mated Females in the Eastern Meadowlark THE AUK 105 (2): 325-329.

4. Hilty, S & Brown, W. 1986. A Guide to the Birds of Colombia. 836 pp. 5. Sclater, Phillip L. 1861. Notice of the Ocurrence of the American Meadow Starling (Sturnella

ludoviciana) in England. IBIS (10): 176-180.

BUENAS PRÁCTICAS DE AVITURISMO “Guías locales”

Extraído de: ASOCIACION BOGOTANA DE ORNITOLOGÍA. 2017. Guía de Buenas Prácticas para la Actividad de Aviturismo en Colombia, 57 pp. http://www.mincit.gov.co/loader.php?lServicio=Documentos&lFuncion=verPdf&id=80998&name=Guia_Buenas_Practicas_Aviturismo_Colombia_Espa+%C2%A6ol.pdf&prefijo=file

http://www.mincit.gov.co/loader.php?lServicio=Documentos&lFuncion=verPdf&id=80998&name=Guia_Buenas_Practicas_Aviturismo_Colombia_Espa+%C2%A6ol.pdf&prefijo=file

http://www.mincit.gov.co/loader.php?lServicio=Documentos&lFuncion=verPdf&id=80998&name=Guia_Buenas_Practicas_Aviturismo_Colombia_Espa+%C2%A6ol.pdf&prefijo=file


19

EMISIÓN POSTAL DE AVES ENDÉMICAS DE COLOMBIA

En enero 23 del presente año, los Servicios Postales Nacionales (4-72) emitió una nueva serie de estampillas de correos cuyo valor facial es de $1.000 cada una y cuyos motivos son 12 especies de aves endémicas de nuestro país:

Las especies son:

1. Torito dorsiblanco, Capito hypoleucus (Capitonidae). 2. Periquito aliamarillo, Pyrrhura calliptera (Psittacidae). 3. Verderón de San Andrés, Vireo caribeus (Vireonidae). 4. Periquito de Santa Marta, Pyrrhura viridicata (Psittacidae). 5. Tangara serrana, Anisognathus melanogenys (Thraupidae). 6. Tangara aurinegra, Bangsia melanochlamys (Thraupidae). 7. Metalura de Perijá, Metallura iracunda (Trochilidae). 8. Hormiguero de Parker, Cercomacroides (=Cercomacra) parkeri (Thamnophilidae). 9. Picoespina dorsinegro, Ramphomicron dorsale (Trochilidae). 10. Bobo de Noanamá, Bucco noanamae (Bucconidae). 11. Gorrión montés de anteojos, Atlapetes flaviceps (Emberizidae). 12. Inca oscuro, Coeligena orina (Trochilidae).


20

NUEVOS SOCIOS

Retomamos esta sección de bienvenida a los nuevos socios de la ABO, al reanudarla presentamos a las 25 personas que se han vinculado con nosotros durante lo corrido de este año de 2018: Héctor Gustavo Mora Garay, Diego Emerson Torres Duque, Luz Marina Marciales Castiblanco, Dora Leonor Guaquetá Cárdenas, Sergio H. Guerrero R., María Paula Camelo, Darwin Ortega Chamorro, David Ricardo Rodríguez Villamil, Giovanni Camilo Torres Yepes, Alejandra Dulcey, Germán Leonel Sarmiento Cruz, Jorge Puerta, Martha Liliana Bermeo Sierra, José Eugenio Cely Fajardo, Elkin Francisco Moreno Landero, Fernando Andrade Sánchez, Marion Chaparro Suárez, Clara Cortés Heredia, María Isabel Mantilla Mantilla, Diana Balcázar Niño, Liliana Andrea González Rico, Jaime Andrés Herrera Villarreal, Francisco Darío Zuleta, Fabián Darío Cote Navarro y Diana Alexandra Romero. Una cordial bienvenida, esperamos contar con su entusiasta participación en las actividades que realizamos.

COLABORACIONES Los invitamos a escribir sus experiencias y avistamientos y a su vez ser parte de nuestro boletín

El Clarinero (publicación de la Asociación Bogotana de Ornitología ABO) espacio de comunicación

con y entre los amigos y amantes de las aves.

Los escritos deben ser enviados al correo de El Clarinero ([email protected]) con copia al

de la ABO ([email protected]) señalando en el encabezado que se trata de un manuscrito

para El Clarinero; cualquier formato básico de texto puede ser enviado (.doc, .docx, .txt, .rtf, entre

otros). Favor usar un tipo de letra común y sencillo (Times New Roman, Calidri, Tahoma, Verdana o

similar).

Para la listas de especies estas deben tener nombre científico según AOU - South American

Classification Committee (SACC) http://www.museum.lsu.edu/~Remsen/SACCBaseline.htm y

nombre común en español http://avibase.bsc-eoc.org/avibase.jsp?lang=ES respectivamente.

Igualmente y con mucho gusto recibimos fotografías que quieran compartir, en este caso

agradecemos enviarlas en formato jpeg (en la mejor resolución que sea posible, si esto comprende

archivos de gran tamaño les agradecemos si con anterioridad nos dejan saber con el fin de no copar

el límite de la cuenta de correo electrónico), por favor añadir a las fotos un pequeño texto acerca

de la misma. Todas y cada una de las fotos, así como de las notas a manuscritos que nos quieran

compartir, llevarán el crédito correspondiente. Cierre de recepción de aportes para la próxima

publicación: 2 de septiembre de 2018.

mailto:[email protected]


http://www.museum.lsu.edu/~Remsen/SACCBaseline.htm

http://avibase.bsc-eoc.org/avibase.jsp?lang=ES


21

PRODUCTOS

Juego de Cartas x 50 (25 especies) = $20.000

Guía de Bolsillo Aves la Sabana de Bogotá

Informes: [email protected]



22

Seguidores: 9.023 Seguidores: 2.352

Apéndice Nº 1 – Listado de aves observadas en la pajareada de El Rosal, junio de 2018.

Especie Nombre común cantidad comentarios

1 Ardea alba Garzón azulado 1

2 Bubulcus ibis Garcita bueyera 1

3 Phimosus infuscatus Coquito 6

4 Coragyps atratus Gallinazo negro 4

5 Elanus leucurus Gavilán maromero 2

6 Vanellus chilensis Pellar teru teru 1

7 Patagioenas fasciata Paloma collareja 5

8 Zenaida auriculata Torcaza nagüiblanca 6

9 Colibri coruscans Colibrí chillón 2

10 Lesbia victoriae Cometa colinegro 1

11 Aglaeactis cupripennis Colibrí paramuno 1

12 Ocreatus underwoodii Cola de raqueta pierniblanco 2

13 Grallaria ruficapilla Tororoi comprapán 1

14 Synallaxis subpudica Chamicero cundiboyacense 3

15 Mecocerculus leucophrys Tiranuelo gorgiblanco 2

16 Elaenia frantzii Elenia montañera 2 Auditivo

17 Tyrannus melancholicus Sirirí común 4

18 Ampelion rubrocristatus Cotinga crestada 4

19 Orochelidon murina Golondrina plomiza 12

20 Troglodytes aedon Cucarachero común 2

21 Turdus fuscater Mirla patiamarilla 6


23

Especie Nombre común cantidad comentarios

22 Mimus gilvus Sinsonte común 1

23 Myiothlypis nigrocristata Arañero cabecinegro 1

24 Thlypopsis superciliaris Tangara cejiblanca 1

25 Ramphocelus dimidiatus Toche pico de plata 2

26 Thraupis cyanocephala Azulejo montañero 2

27 Conirostrum rufum Mielero rufo 2

28 Diglossa humeralis Picaflor negro 2

29 Diglossa albilatera Picaflor flanquiblanco 1

30 Sicalis flaveola Canario coronado 2

31 Catamenia analis Semillero coliblanco 1 Auditivo

32 Zonotrichia capensis Gorrión copetón 4

33 Pheucticus aureoventris Picogordo pechinegro 2

34 Sturnella magna Chirlobirlo 1 Auditivo

35 Icterus chrysater Turpial montañero 2

36 Spinus psaltria Jilguero aliblanco 1

37 Spinus spinescens Jilguero andino 1

Apéndice Nº 2 – Listado de aves pajareada Monterredondo - Guayabetal, julio de 2018

Especie Nombre común cantidad Comentarios

1 Bubulcus ibis Garcita bueyera 1

2 Coragyps atratus Gallinazo negro 3

3 Cathartes aura ruficollis Guala cabecirroja 2

4 Vanellus chilensis Pellar teru teru 1

5 Columbina talpacoti Tortolita rojiza 1

6 Phaethornis syrmatophorus Ermitaño leonado 1

7 Boissonneaua flavescens Colibrí chupasavia 1

8 Ocreatus underwoodii Cola de raqueta pierniblanco 1

9 Chalybura buffonii caeruleogaster Colibrí de Buffon 1

10 Amazilia viridigaster Amazilia colimorada 1

11 Eubucco bourcierii Torito cabecirrojo 1

12 Aulacorhynchus (prasinus) albivitta Tucancito esmeralda 3

13 Picumnus squamulatus Carpinterito escamado 1

14 Colaptes rubiginosus Carpintero cariblanco 1

15 Grallaria ruficapilla Tororoi comprapán 1 1

16 Anabacerthia striaticollis Hojarasquero montañero 1

17 Margarornis squamiger Corretroncos perlado 1

18 Synallaxis albescens Chamicero pálido 1


24


19 Camptostoma obsoletum Tiranuelo silbador 1

20 Mecocerculus minor Tiranuelo azufrado 1

21 Elaenia flavogaster Elenia copetona 2

22 Mionectes oleagineus Atrapamoscas ocráceo 1

23 Leptopogon superciliaris Atrapamoscas sepia 1

24 Leptopogon rufipectus Atrapamoscas pechirrufo 2

25 Zimmerius chrysops Tiranuelo cejiamarillo 2

26 Todirostrum cinereum Espatulilla común 3

27 Pyrrhomyias cinnamomeus Atrapamoscas saltarín canelo 1

28 Sayornis nigricans Atrapamoscas cuidapuentes 1

29 Pitangus sulphuratus Bichofué 1

30 Myiozetetes cayanensis Suelda crestinegra 1

31 Tyrannus melancholicus Sirirí común 3

32 Pipreola riefferii Frutero verdinegro 1

33 Masius chrysopterus Saltarín moñudo 1 2,5

34 Cyclarhis gujanensis Verderón cejirrufo 1

35 Hylophilus flavipes Verderón rastrojero 2

36 Pachysylvia semibrunnea Verderón castaño 1 3

37 Vireo leucophrys Verderón montañero 1 3

38 Cyanocorax yncas Carriquí verdiamarillo 1

39 Orochelidon murina Golondrina plomiza 10

40 Troglodytes aedon Cucarachero común 1

41 Pheugopedius mystacalis Cucarachero bigotudo 1 3

42 Pheugopedius rutilus Cucarachero pechirrufo 1

43 Henicorhina leucophrys Cucarachero pechigrís 1

44 Turdus nudigenis Mirla caripelada 1

45 Turdus ignobilis Mayo embarrador 1

46 Basileuterus culicivorus Arañero cejiblanco 2

47 Cissopis leverianus Tangara urraca 2 3

48 Anisognathus somptuosus Tangara primavera 2

49 Pipraeidea melanonota Viuva de antifaz 1

50 Thraupis episcopus Azulejo común 1

51 Thraupis palmarum Azulejo palmero 1

52 Ixothraupis guttata Tangara pecosa 4

53 Stilpnia cayana Tangara triguera 1

54 Tangara cyanicollis Tangara real 2

55 Tangara vassorii Tangara negriazul 1


25


56 Tangara labradorides Tangara verdiplata 10 4

57 Tangara parzudakii Tangara rubicunda 1

58 Cyanerpes caeruleus Mielero cerúleo 1

59 Sicalis flaveola Canario coronado 2

60 Volatinia jacarina Espiguero saltarín 1

61 Sporophila luctuosa Espiguero negriblanco 1 5

62 Sporophila schistacea Espiguero pizarra 1 3

63 Coereba flaveola Mielero común 4

64 Tiaris olivaceus Semillero cariamarillo 1 3

65 Saltator coerulescens Saltador papayero 1 3

66 Chlorospingus flavopectus Montero ojiblanco 2

67 Sturnella magna Chirlobirlo 2

68 Psarocolius decumanus Oropéndola crestada 1

69 Quiscalus lugubris Tordo llanero 4

70 Chlorophonia cyanea Clorofonia verdiazul 1

71 Euphonia mesochrysa Eufonia bronceada 1

72 Euphonia xanthogaster Eufonia buchinaranja 1

73 Spinus xanthogastrus Jilguero pechinegro 2 4

1 - Registro auditivo

2 - Hembra

3 - Verificado con Fernando Ayerbe Q

4 - Verificado con Oswaldo Cortés

5 - Verificado con Pablo Casallas C


26

Chalcothraupis ruficervix (=Tangara ruficervix) Cali km 18 finca Alejandria. Fotografía: Alfonso Arciniegas ©

Stilpnia vitriolina (=Tangara vitriolina), Villa de Leyva, Boyacá. Fotografía: Camila Gutierrez ©

Más información en: Cambios… cambios… cambios, página 13.

Documents

EL CLARINERO 62 Septiembre 2018. Asociación Bogotana de ...varias décadas el conocimiento de las aves acuáticas, especialmente las marinas era muy deficiente4. Los Censos Nacionales