EL CORAZÓN ORATORIANO - salesianasmexico.com · Me conocen a mi Rasgos de Jesús, Buen Pastor: o Su corazón de pastor que revela su gran amor por las ovejas. El amor de Jesús,

PROVINCIA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Curso escolar 2016-17 Corazón oratoriano

1

EL CORAZÓN ORATORIANO

Queridas hermanas y educadores de nuestras Obras en la

Provincia Nuestra Señora de Guadalupe, durante este curso escolar nos ocupan reflexiones

muy importantes como los dos documentos del Papa Francisco, Laudato Sii, sobre el cuidado

de la creación y Amoris Laetitia que nos regala la reflexión sobre la riqueza de la vida familiar.

No menos importante para el trabajo de nuestras Comunidades es el estudio y la reflexión

sobre lo que entendemos por CORAZÓN ORATORIANO.

Ofrecemos con este motivo esta ficha de estudio y reflexión divida en 3 partes:

I_ Letio divina sobre Cristo buen Pastor.

II – El sueño de los 9 años, origen del corazón oratoriano.

III- ¿Qué entendemos por corazón oratoriano?

Estos contenidos quieren ser solo un estímulo para suscitar el estudio, la búsqueda, la

reflexión, la confrontación pero sobre todo para motivarnos a un serio compromiso por hacer

nuestro ese corazón que tanto amó a los jóvenes y dio su vida por ellos.

Te invitamos a realizar este estudio sobre todo como comunidad religiosa y comunidad con

los educadores, docentes, asistentes, y personal que tiene en tu Comunidad una

intencionalidad netamente educativa.

Te agradecemos envíes tus resonancias al finalizar el curso escolar (durante el mes de mayo)

al correo: [email protected] con título RESONANCIAS – CORAZON ORATORIANO

mailto:[email protected]


2

I- LETIO DIVINA SOBRE CRISTO BUEN PASTOR.

Hablar de corazón oratoriano, supone ir a las raíces de nuestra acción pastoral. Para Don

Bosco como para todo llamado a servir al Reino, Cristo es el modelo. Para nosotros salesianos

y salesianas, el modelo a seguir es Cristo, el Buen Pastor, figura inspiradora de la caridad

pastoral.

Oremos con la Letio divina sobre el texto del Buen Pastor. Jn 10,14_15

CONTEXTO

La experiencia del pastor que conduce y guía el rebaño estaba profundamente arraigada en la

vida del pueblo de Israel. Sus antepasados fueron pastores seminómadas que se desplazaban

de un lugar a otro para buscar pastos con qué alimentar a su rebaño. Los patriarcas

pertenecían a una civilización de pastores y agricultores. Ellos sabían lo que significaba cuidar

de sus ovejas. Desplazarse continuamente para buscar cada día pastos abundantes para

alimentarlas, apacentarlas, llevarlas a las aguas frescas para abrevarlas, dejarlas descansar y

protegerlas y defenderlas de los peligros. El pastor tenía la preocupación constante de cuidar

a las más débiles.

La relación entre el pastor y el rebaño no era solo de tipo económico, es decir sacar provecho

de la oveja para subsistir. En el mundo bíblico, entre el pastor y su rebaño se establece una

relación personal, al grado que el pastor conoce a cada oveja y cada oveja lo reconoce y

distingue su voz, se entretiene con ellas y con frecuencia habla con ellas. Se entabla una

relación recíproca de cariño, al grado de que el pastor es capaz de arriesgar su vida por

defenderlas de los lobos y salteadores.


3

Debido a que la relación entre el pastor y sus ovejas representaba una de las relaciones más

estrechas que se podían observar en el cotidiano de un israelita, la Biblia utilizó esta

experiencia como símbolo y metáfora para expresar la relación entre los jefes y gobernantes

de Israel con su pueblo. Y por eso también Dios utiliza esta metáfora del pastoreo para

expresar la relación recíproca entre El con su pueblo elegido y con toda la humanidad.

Son varios los textos del antiguo Testamento en los que se habla de Yahvé como pastor de su

pueblo:

Salmo 77, 21. Salmo 23; Sal 78,13; 79,2; 95,7; 99,3; Is 40, 10-11

El pasaje más rico es el de Ezequiel 34, 1 ss.

El texto en su estructura denuncia contra los pastores irresponsables de Israel (v 3,4).

Describe el abandono del rebaño, (v5-8) Ante este mal pastoreo que ha provocado la

dispersión del rebaño, el Señor pide cuenta a los perversos pastores y ante esta situación

comenzará su pastoreo buscando a las que están perdidas, congregará el rebaño y salvará a

todas de los peligros que han corrido. Las guiará a verdes pastos donde puedan vivir en paz y

al abrigo de los saqueadores y depredadores. Reclamará el rebaño y les quitará de apacentar

al rebaño.

El Pastor se presenta con rasgos de un amor que vivifica:

Aquí estoy, cuidare de mi rebaño y velare por él (v. 11-12)

Recobraré mis ovejas (v. 12)

Las sacaré de en medio de los pueblos, la reuniré y las llevaré de nuevo a su suelo (v.

13)

Las apacentaré en buenos pastos (v.15)

Buscaré a la oveja perdida, tornaré a la descarriada, curaré a la herida y sanaré a la

enferma (v.16)

Las pastorearé con justicia (v. 16)

El texto de Ezequiel termina anunciando a un pastor que el Señor suscitará entre su pueblo, el

verdadero pastor del rebaño que establecerá con las ovejas una alianza de paz.

Al aproximarnos a los Evangelios, Jesús mismo se siente identificado con el Buen Pastor

anunciado, el evangelio de San Juan 10, 14-15 y en las parábolas de la misericordia, Jesús


4

toma el símil del buen pastor, que es Él mismo, que va en búsqueda de la oveja perdida, para

mostrar el amor misericordioso de Dios hacia los pecadores y excluidos.

San Juan sin embargo nos presenta de manera fascinante la identidad de Jesús, como buen

Pastor.

1- LECTURA DEL TEXTO

Lectura del texto pausadamente: Juan 10, 1-21

PROFUNDIZACIÓN DEL TEXTO

Desglosamos el texto identificando personajes y verbos que señalan sus acciones y actitudes.

PERSONAJES VERBOS - ACTITUDES – ACCIONES

Ladrones y salteadores No entra

Sube por otro lado

Robar, matar, destruir

Asalariado Ve venir al lobo

Abandona las ovejas

Huye

Ovejas No siguen al extraño

Huirán

No conocen la voz extraña

Lobo Hace presa

Espanta

Jesús, el Buen Pastor. Entra por la puerta

Las llama a cada una por su nombre

Las saca fuera

Va delante de ellas

Yo soy la puerta

Yo he venido para que tengan vida

Yo soy el buen pastor

Conozco a mis ovejas

Yo doy mi vida por las ovejas


5

Yo doy voluntariamente la vida

Tengo otras ovejas , tengo que llevarlas

Habrá un solo rebaño

Un solo pastor

El Padre Me ama

Las Ovejas Escuchan su voz

Le siguen porque conocen su voy

Me conocen a mi

Rasgos de Jesús, Buen Pastor:

o Su corazón de

pastor que revela

su gran amor por

las ovejas.

El amor de Jesús, Buen

Pastor, se manifiesta al

conocer a cada oveja por

su nombre. Conocer

bíblicamente,

particularmente en el

Evangelio de San Juan, no es un acto meramente teórico racional. Se trata de una vinculación

recíproca como lo expresa claramente el Buen Pastor: Conozco mis ovejas y las mías me

conocen a mí, significa entrar en comunión, en una relación de afecto y de reciprocidad, y más

cuando se trata de conocer y llamar a cada oveja “por su nombre”, lo cual indica un amor

personal e íntimo. Lo característico y distintivo del pastoreo de Jesús no es la autoridad o el

poder que ejerce sobre las ovejas, sino el profundo conocimiento e íntimo amor que tiene por

ellas.

Además, el amor se hace patente en la actitud del pastor que, al darse cuenta de que ha

perdido una oveja, no piensa dentro de sus cálculos: tenía 100, se perdió una, luego me

quedan 99, sino que cuenta 99 y nota que le falta una; deja, entonces, las 99 en los montes y


6

se va en búsqueda de la extraviada y cuando la encuentra, se llena de alegría, la pone sobre

sus hombros y la conduce de nuevo al redil.

El mayor amor del pastor lo demuestra en la entrega que él hace de su misma vida para salvar

a las ovejas y para que ellas tengan vida en abundancia. A él nadie le quita la vida, sino que la

da voluntariamente; su amor es totalmente gratuito, desinteresado. El auténtico pastor, a

diferencia del asalariado, protege al rebaño a la hora del peligro y está dispuesto a sufrir por

él hasta la muerte.

o La mirada compasiva de Jesús, Buen Pastor

De su corazón de pastor, dotado de un amor que vivifica, brota su mirada compasiva ante el

dolor y el sufrimiento de su pueblo. Es la mirada con la cual Jesús ve a la muchedumbre que lo

sigue: “Jesús recorría las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la

Buena nueva del Reino y sanando toda enfermedad y dolencia. Y al ver a la muchedumbre,

sintió compasión de ella porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen

pastor” (Mt 9, 35-36) Él siente en lo más profundo de sí, el sufrimiento ante el abandono y la

paliza a que es sometido el rebaño por parte de sus jefes y decide ponerse al frente de él.

Igualmente cuando al desembarcar vio el gentío que lo seguía, Jesús “sintió compasión de

ellos, pues eran como ovejas que no tienen pastor, y se puso a instruirles extensamente” (Mc

6,34) quienes lo seguían eran los pobres, los enfermos, los marginados y los excluidos dentro

de la sociedad judía.

La mirada de Jesús es penetrante; por ella el sufrimiento del otro llega hasta su corazón al

punto de conmoverse visceralmente por su situación. Los ve “como ovejas sin pastor”, a

merced de los lobos que amenazan su vida y, por lo mismo, necesitados de acogida, de

comprensión y de ayuda.

o La acción misericordiosa.

A la mirada compasiva de Jesús sigue su acción misericordiosa. Él responde pastoralmente

ante el abatimiento de la gente que lo sigue, atendiendo a sus necesidades vitales con una

acción concreta y eficaz: dándoles abundantemente el alimento de su enseñanza y

multiplicando el pan para saciar el hambre. (Mc 6,30-44)


7

Jesús une siempre el anuncio de la Buena noticia del Reino que llega, con su acción

misericordiosa de “sanar toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mt 4, 23; 9,35) ella

es el signo de que el Reino de Dios ha llegado y está presente en medio de ellos.

2- MEDITA

Qué nos dice la Palabra que hemos leído

lentamente. Nos preguntamos ¿qué nos dice esta

Palabra?. ¿Cómo ilumina nuestro ser pastores de

los niños, adolescentes y jóvenes? ¿Con que

personaje del texto me identifico? ¿Qué actitudes

puedo llevar a mi vida de educador, educadora salesiana?

3- ORA. ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Oramos juntos pidiéndo a Señor nos conceda ser “buenos

pastores”, con olor a oveja como ha dicho el Papa Francisco,

para estar siempre con nuestras “ovejas”

Vamos a tomar el texto del salmo 23, lo hacemos propio,

nuestro, como si fuera la primera vez que lo dijéramos:

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En verdes praderas me hace reposar,

me conduce a fuentes tranquilas y recrea mis fuerzas.

Me guía el sendero adecuado

haciendo gala su oficio.

Aunque camine por lúgubres cañadas,

ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;

tu vara y tu bastón me defienden.

Preparas ante mí una mesa en presencia de mis enemigos;

Me unges con perfume la cabeza, y mi copa rebosa.


8

¡La bondad y el amor me escoltan

todos los días de mi vida!

Y habitaré en la casa del Señor

a lo largo de mis días. Amén

Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por

que Jesús es nuestro buen Pastor y porque nos llena de alegría. Añadimos nuestras

intenciones de oración.

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………

4.- CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la

Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir

interiormente varias veces este versículo del Evangelio para

que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón:

«Yo soy el buen pastor: conozco a mis ovejas y ellas me

conocen a mí»

(Versículo 14)

Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.

5.- ACCION: ¿A qué me o nos comprometemos

con Dios?


9

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, no soy un verdadero

cristiano.

II- EL SUEÑO DE LOS 9 AÑOS.

ORIGEN DEL CORAZÓN

ORATORIANO.

Te sugerimos ver este vídeo del Sueño de los 9 años

https://www.youtube.com/watch?v=0ziNwgqFjdc

Le titulamos el “primer sueño” porque es el inicio de un sueño de toda la vida de Juan Bosco.

El sueño comienza hacia 1825, un sueño que se va repitiendo, en el inconsciente de Juan sigue

vivo, prolongándose. Y de pronto se manifiesta. Cuando muere su amigo Calosso, y cae en

angustia Juan, viene el sueño. Cuando entra en dificultades por sus problemas de estudio,

viene el sueño. Y el escenario cambia.

En esas repeticiones del sueño los personajes se hacen cada vez más complicados, de ser en

primer lugar los chicos campesinos, después serán los jóvenes urbanos, los emigrantes.

En algunos de los sueños, Juan incluso intenta huir, como si quisiera escapar de esa misión

encomendada. Es un solo sueño: los muchachos más necesitados. Su vida tiene un solo

significado, llegar a los muchachos, darles confianza, transformarlos, ganarlos para Dios.


10

En ese sueño encuentra su proyecto de vida e intuiciones para actuar. Cuando t iene más

de 70 años, el sueño se sigue repitiendo, (1886) pero ahora el panorama es mundial, los

muchachos del sueño capturan a don Bosco. En la misa de 1887 al inaugurar la Iglesia del

Sagrado Corazón, no puede terminar la celebración, porque ahí se le revela que el sueño

se ha cumplido.

LEEMOS EL TEXTO TAL COMO LO NARRÓ DON BOSCO.

«Apenas contaba nueve años —dice el mismo Don Bosco— cuando tuve un sueño que

me quedó profundamente impreso durante toda la vida.

M pareció estar cerca de mi casa; en un amplio patio en el que una gran muchedumbre

de niños se divertía. Unos reían, otros jugaban y no pocos blasefemaban. Al oír aquellas

blasfemias me arrojé inmediatamente en medio de ellos, empleando mis puños y mis

palabras para hacerlos callar.

En aquel momento apareció un Hombre de aspecto venerado, de edad viril,

noblemente vestido. Un manto blanco cubría toda su persona y su rostro era tan

resplandeciente, que yo no podía mirarlo con fijeza. Me llamó por mi nombre y me

ordenó que me pusiese al frente de aquellos muchachos añadiendo estas palabras: —

No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos amigos

tuyos. Ponte, pues, inmediatamente a hacerles una instrucción sobre la fealdad del

pecado y sobre la belleza de la virtud. Confuso y aturdido le repliqué que yo era un

pobre niño ignorante; incapaz de hablar de religión a aquellos jovencitos.

En aquel momento los muchachos cesaron en sus riñas, gritos y blasfemias, rodeando

al que hablaba. Yo, sin saber lo que me decía, añadí:

—¿Quién es Usted que me manda cosas imposibles?

—Precisamente porque te parecen imposibles, debes hacerlas posibles con la

obediencia y con la adquisición de la ciencia.

—¿Dónde y con qué medios podré adquirir la ciencia?

—Yo te daré la Maestra bajo cuya guía podrás llegar a ser sabio y con la cual toda

ciencia es necedad.


11

—Pero ¿quién es Usted que me habla de esa manera?

—Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te ha enseñado a saludar tres veces al día.

—Mi madre me ha dicho que no me junte con quien no conozco sin su permiso; por eso,

dime tu nombre.

—Mi nombre, pregúntaselo a mi Madre. En aquel momento vi junto a Él, a una Señora

de majestuoso aspecto, vestida con un manto que resplandecía por todas partes como

si cada punto de él fuese una fulgidísima estrella.

Al verme cada vez más confuso en mis preguntas y respuestas, me indicó que me

acercara a Ella; y tomándome de la mano bondadosamente:

—¡Mira! —Me dijo. Observé a mi alrededor y me di cuenta de que todos aquellos niños

habían desaparecido y en su lugar vi una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y

otros animales diversos. He aquí el campo en el que debes trabajar —continuó diciendo

la Señora—.

Hazte humilde, fuerte y robusto, y

lo que veas en este momento que

sucede a estos animales, tendrás

tú que hacerlo con mis hijos.

Volví entonces a mirar y he aquí

que, en lugar de los animales

feroces aparecieron otros tantos

corderillos que, retozando y

balando, corrían a rodear a la

Señora y al Señor como para festejarles. Entonces, siempre en sueños, comencé a llorar

y rogué a Aquella Señora que me explicase el significado de todo aquello, pues yo nada

comprendía. Entonces Ella, poniéndome la mano sobre la cabeza, me dijo: —A su

tiempo lo comprenderás todo. Dicho esto, un ruido me despertó y todo desapareció.


12

En el sueño de los 9 años, como en otros relatos vocacionales: la vocación de los profetas,

el llamdo de María, el sueño de Don Bosco, encontramos algunos rasgos inconfundibles:

(cfr. Peresson Mario, Seguir a Jesucristo tras las huellas de Don Bosco, pag. 77 ss)

1- Parten de una situación dolorosa de la vida del pueblo, del grupo humano al cual

van a ser enviados:

Una muchedumbre de chiquillos en pleno juego que reñían y blasfemaban.

2- Dios se manifiesta y llama por el nombre:

Juanito...

3- Se presenta una objeción: se aduce la incapacidad ante la llamada y la misión que

Dios quiere encomendarle.

Juanito se encuentra consternado, aturdido, espantado ante la irrupción

sorprendente de Dios en sus vida y al escuchar la llamada y la misión que quiere

confiarles: Juan aduce sus limitaciones, su incapacidad...”Aturdido y espantado,

dije que yo era un pobre muchacho ignorante, incapaz de hablar de religión a

aquellos jovencitos.

4- Promesa de la ayuda de Dios.

Dios promete su presencia que hará superar el temor y permitirá cumplir su

misión:

“Precisamente porque te parece imposible, debes convertirlo en posible por la

obediencia y la adquisición de la ciencia”.

5- Para confiar una misión.

Todo lo anterior se da para confiarle una misión liberadora, profética, salvadora,

transformadora en medio de la juventud.

“He aquí tu campo, he aquí en donde debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y

robusto, y lo que veas que ocurre en estos momentos con estos animales, deberás

tú hacerlo con mis hijos”.

El marco y telón de fondo del sueño es la imagen del buen pastor presentada por Ezequiel

y el capítulo 10 del Evangelio de San Juan, que ya hemos meditado. Juanito es llamado a

ser buen pastor para la juventud.


13

La vocación de Juanito Bosco por parte de Dos se da ante la realidad de unos

muchachos que estaban jugando y algunos peleando y blasfemando. Juanito quiso

poner fin a esta situación con los golpes, con la represión.

El personaje noblemente vestido con una túnica tan resplandeciente que Juanito

no podía mirarla, es Jesús. Tiene los rasgos de una verdadera teofanía, como en el

sinaí o en la transfiguración en el monte Tabor.

Jesús lo llama por su nombre.

Jesús le confía una misión educativo – pastoral: “El me mandó ponerme al fernte

de aquellos muchachos, añadiéndome esta palabras: “A estos amigos tuyos no los

vas a ganar con los golpes, sino con la mansedumbre y la caridad”. María que

aparece luego en el sueño vestida con el resplandor de la mujer descrita en el

Apocalipsis dice: “Este es el campo en el que debes trabajar”. Se le hace la

promesa de su constante presencia y ayuda.

“Te voy a dar la maestra que te enseñará a ser sabio con esa sabiduría sin la cual

todo otro estudio se vuelve necedad”.

Juanito presenta una objeción, como otros profetas: “Confundido y con temor, le

dije que yo era un pobre muchacho ignorante e incapaz de hablarles de religión a

aquellos chicos”.

Se le respondió: “Precisamente porque te parecen imposibles, debes hacerlas

posibles con la obediencia y adquiriendo la ciencia que necesitas.

Están los destinatarios de su misión: la juventud descarriada y en peligro.

Se indican las cualidades y virtudes que deben caracerizar al educador – pastor

juvenil: “Hazte humilde, fuerte y robusto”.

Se presenta el método educativo: “No con los golpes sino con la mansedumbre y la

caridad deberás ganarte a estos tus amigos”.

Al final, las fieras agresivas y feroces se transforman en mansos corderitos que

brincan alrededor de ellos.

COMPARTO con mis compañeros de estudio:

1- ¿Cómo me he sentido llamado (a) a colaborar en la misión salesiana?

2- Percibo como VOCACION la llamada de Jesús... ¿qué signos me lo evidencian?


14

3- ¿Cuáles son los gestos de Don Bosco que manifiestan su entrega a la misión

juvenil?

4- ¿En qué actitudes puedo imitar a Don Bosco al tratar a los niños, adolescentes y

jóvenes que se me han confiado?

5- ¿Qué podemos hacer comunitariamente para vivir las enseñanzas de Jesús y de

María a Juanito en el sueño de los 9 años?

CORAZON ORATORIANO

Profundizamos ahora otro texto, que nos pareció fundamental para entender qué es el

Corazón Oratoriano. Se trata de la Conferencia de Sor Runita Borja coordinadora de la

Pastoral Juvenil a nivel mundial, tenida en el encuentro de responsables de Pastoral de las

Hijas de María Auxiliadora en San Salvador del 9 al 12 de marzo de 2016.

El corazón oratoriano

Durante el Capítulo General XXIII (reunión plenaria extraordinaria de las HMA que se celebra

cada 6 años) se habló tanto del “corazón oratoriano”. De hecho, entre las líneas de acción

propuestas, leemos: “Asumir el corazón oratoriano como criterio de renovación de nuestras

presencias y de nuestras comunidades” (61.1); “En el Bicentenario del nacimiento de Don

Bosco, reavivamos la pasión del “corazón oratoriano” como línea característica de la identidad

salesiana” (74). Nosotros sabemos que Don Bosco no ha inventado el oratorio, pero le da un

sello característico de tal manera que es reconocido en todo el mundo como obra

fundacional, el modelo de referencia para cada casa salesiana.

¿Qué quiere decir esto de “corazón oratoriano”?

Corazón oratoriano “para don Bosco es fervor, celo, ponerse a disposición con todos los

recursos, búsqueda de nuevas intervenciones, capacidad de resistir en las pruebas, voluntad

de recuperarse en las dificultades o derrotas, optimismo cultivado y difundido; es aquella

actitud solícita llena de fe y de caridad que encuentra en María un ejemplo luminoso de

donación de sí”.1 El “corazón oratoriano” no puede ser limitado sólo a un lugar: es nuestra

1 Carta de identidad de la Familia salesiana, art. 29.


15

identidad salesiana. Es el criterio de identidad de nuestro ser educadores salesianos,

educadoras salesianas, es el criterio de resignificación de cada ambiente educativo y de

cada presencia salesiana y es también metodología.

a) El “corazón oratoriano” brota de una experiencia personal del amor de Cristo, Buen

Pastor. Es sentirnos parte de una familia por Él amada con tanta bondad y

misericordia. Muy queridas hermanas y amigos, el Año de la Misericordia es una

invitación también para nosotros a sentirnos buscados y curados con ternura por

Jesús. La bella noticia es que en primer lugar somos amados por Dios: Él nos ama

primero y lo nuestro es siempre una respuesta a este amor que quiere conquistarnos.

Es de verdad una noticia provocadora, que nos sacude, porque aquello que vivimos en

la sociedad y posiblemente también en nuestras relaciones personales, es que el amor

necesitamos ganárnoslo…

b) El “corazón oratoriano” es sentirnos todos responsables para que esta buena noticia

de un Dios-Padre misericordioso sea conocida en todo el mundo, sobre todo llegue a

quienes son marginados. Por esto decimos que nuestros predilectos son los/as

jóvenes, especialmente aquellos más pobres.

Estamos llamados continuamente a comprender quiénes son estos jóvenes más pobres hoy, a

discernir juntos, FMA y laicos, dar cada uno/a su propia contribución. En particular nuestros

amigos laicos, que cotidianamente tocan más de cerca experiencias de pobreza y marginación

en el territorio. Ellos nos pueden ayudar a tener una mirada más profunda, a ver los retos y

descubrir los recursos del contexto, a encontrar las personas a las que estamos llamados, en

virtud de nuestro carisma. Pidamos a los laicos que nos ayuden a mirar a través de los muros

de nuestros ambientes para distinguir los rostros de los jóvenes que están “físicamente”

vecinos, pero “psicológicamente” lejanos (aquellos adolescentes y jóvenes presentes en

nuestras obras, pero tantas veces negados a aceptar las propuestas que estructuramos y

organizamos); los rostros de los adolescentes del umbral, aquellos que viven junto a nosotros,

algunas veces disturbando y desafiando nuestra paciencia, pero que no entran; los jóvenes de

la calle, que muestran indiferencia y rechazan la invitación. Pidamos a los laicos que nos

ayuden con su creatividad y sus “contactos” a conocer otras personas y organismos con los


16

cuales sea posible tejer redes, descubrir nuevas actitudes e iniciativas que toquen la vida de

los jóvenes. Pidamos a los laicos que nos ayuden a darnos cuenta de nuestra tendencia a la

autorreferencialidad y a superarla.

c) El “corazón oratoriano” es relación. Don Bosco nos enseña que la llave para llegar a

los otros es el corazón. La relación es aquella puerta que puede ser abierta o cerrada

hacia el otro que es persona, lo hemos experimentado cuando percibimos relaciones

funcionales y frías.

No se trata de instrumentalizar o manipular las relaciones, sino creer que éstas son el lugar

del encuentro que forma y transforma, que es necesario entender que es Dios quien nos

ayuda a vivir con claridad toda relación. “Corazón oratoriano” es tejer relaciones de cercanía,

de atención, comenzando por aquellas personas que viven cerca de nosotras/os.

Queridas Hermanas, hermanos, les repito, eduquemos a relaciones bellas y abiertas, no

manipulemos los encuentros interpersonales para apagar vacíos que tengamos dentro,

porque esta es una trampa que daña, deteriora y perjudica la obra educativa, sobre todo

hacia las nuevas generaciones. Pidamos a Dios nos conceda la pureza de corazón para

buscar “sólo la plenitud de vida para las/os jóvenes”.

d) El “corazón oratoriano” es Da mihi animas cetera tolle, es decir, disponibilidad a

cambiar por la vida de los jóvenes, a aprender cosas nuevas e inéditas para su alegría,

a sufrir cualquier incomprensión o humillación, a ser creativas porque amamos, a

renunciar a cualquier idea o proyecto personal para crecer juntas, a entrar en red con

tantos, a fin de que las jóvenes generaciones tengan vida.

Por como veo el Instituto, creo que podemos vivir el “cetera tolle” de manera particular

tocando dos puntos concretos: estudio y preparación y la creación de comunidades donde

testimoniemos la belleza de estar juntas, juntos como hermanas como educadores.

Es necesario estudiar, con una cierta profundidad y solidez. El estudio exige disciplina y

ascesis... Nuestro estar con los niños, los adolescentes y los jóvenes debe ser una presencia

propositiva que les invite a levantar la mirada.

Don Bosco diría que propongamos a los jóvenes “la meta alta de la santidad”, que podemos

traducir como ayudar a los jóvenes a encontrar el sentido y la alegría de vivir, no obstante la


17

situación en que se encuentren. El contexto de hoy ofrece tantos desafíos que tienen fuertes

consecuencias sobre la vida de los jóvenes y sobre su modo de concebir la propia identidad, la

familia, la sociedad, el mundo, Dios, etc. ¿Estamos prontas, prontos a afrontar esto, o

seguimos sólo los eslogan de moda o la corriente más aceptada por la mayoría? ¿Cómo

podemos ser guías si nosotros no nos ponemos en actitud de búsqueda para tener una

respuesta más profunda, para dar razón de nuestra esperanza?

Esta actitud se cultiva a través de la oración, el estudio y el diálogo. Pidamos al Espíritu Santo

para que esté siempre presente y nos ilumine sobre todo cuando debemos tomar las

decisiones a nivel personal y comunitario.

Otra forma de ascesis a la cual estamos llamadas hoy es construir juntos comunidades que

testimonien el Evangelio. Nuestros esfuerzos por evangelizar podrían incluso haber logrado

éxito, pero permanecen vacíos si no existe la coherencia en nuestra vida personal y

comunitaria. El Capítulo General XXIII lo expresó como un gran y diría fundamental desafío,

aquel de construir relaciones interpersonales humanizantes, para combatir la superficialidad y

el funcionalismo. Ninguna comunidad es perfecta. Pero cada una de nosotras está llamada a

dar su propio aporte y la medida de esta contribución no es aquello que la otra hermana da,

sino aquello que Dios da. Jesús nos enseña: “Este es mi mandamiento: que se amen los unos a

los otros como yo los amo a ustedes. Ninguna tiene un amor más grande de este: dar la vida

por los propios amigos” (Jn 15,12-13).

e) “Corazón oratoriano” es crear ambiente, es comprender que la formación integral de

las jóvenes generaciones tiene necesidad de una comunidad que se empeña por esto.

Vivimos en un mundo donde, no obstante las grandes posibilidades de comunicación,

la tendencia frecuentemente es vivir solo para uno mismo, dejando sentir una

profunda desilusión y soledad. La comunidad que creamos en nuestros ambientes es

aquella casa donde cada uno puede sentirse escuchado y sostenido, lugar fundamental

para el crecimiento humano, para el crecimiento de fe y para el cuidado de la

dimensión social de la evangelización: sentimos, de hecho, la responsabilidad del

mundo, casa para todos. En este sentido una esmerada educación a las relaciones

puede mejorar nuestro modo de vivir, de relacionarnos con nosotros mismos, con los

otros y con el cosmos.


18

… Porque en síntesis, “corazón oratoriano” es la pasión educativa del Da mihi animas cetera

tolle, espiritualidad y estilo educativo del Sistema Preventivo, y también una gran creatividad

que surge de la caridad, del amor educativo.

El corazón oratoriano es criterio de identidad, de resignificación y metodología. Implica ser

conscientes de que hoy la salvación de los jóvenes nos pide ayudarles a descubrir el sentido

de su vida, a hacer experiencia del encuentro con Jesús, que abre la vida a la trascendencia, a

una relación más verdadera con los otros, y a comprender la vida como un don que se ha de

ofrecer generosamente.

El “corazón oratoriano”, que nos anima individualmente y como comunidad, nos abra a una

relación sincera, confiada y auténtica con los jóvenes para hacerles sentir el amor de Dios. El

“corazón oratoriano” nos haga saber cómo llevar a los jóvenes a Dios y Dios a los jóvenes. El

“corazón oratoriano” nos ayude a saber desprendernos de todo aquello que no sirve para la

salvación de los jóvenes, y a conocer el momento oportuno en el cual “disminuir” para que

sea Dios quien “crezca” en la vida de los jóvenes.

Es muy hermoso constatar que ¡el “corazón oratoriano” crece también en los jóvenes! Se

convierten en jóvenes que tienen sólidas raíces que dan seguridad a su identidad, y al mismo

tiempo llegan a ser jóvenes con alas para volar, para andar junto a aquello que es “normal y

común” y acoger las llamadas de nuestro tiempo, tantas veces repetidas por el Papa

Francisco, a salir y caminar en las periferias, a ser levadura entre los amigos.

COMPARTO con mis compañeros de estudio

1- Haz una lista con los nombres de algunos niños, adolescentes o jóvenes que disturban,

que desafían la paciencia, que viven en la calle y que son indiferentes a nuestra

propuesta educativa.

2- Describe las características del ambiente de tu obra y confróntalas con las del Oratorio

de Don Bosco. Encuentra semejanzas y diferencias.

3- Pregunta a tus interlocutores más cercanos, ¿cómo describen el tipo de relación que

tienes con ellos? ¿Se parecen tus relaciones a las de Don Bosco y sus jóvenes?

4- ¿ En que se parece tu “dame almas y llévate lo demás” a la vivencia de Don Bosco?

¿Qué podrías mejorar para asemejarte más a él?


19

5- De que manera tú, los otros educadores “crean ambiente” agradable para que los

niños, adolescentes y jóvenes quieran permanecer en tu Institución? ¿Salen corriendo

para su casa o tienes que “correrlos” para que vayan a su casa?

CRITERIO ORATORIANO

El Oratorio de Valdocco, se convirtió en modelo y

punto de referencia para toda obra salesiana de

todos los tiempos. Basta recordar cómo se

expresaba el mismo Don Bosco al final de su vida en

su carta desde Roma: “¿Sabéis lo que desea de

vosotros este pobre anciano que ha consumado

toda su vida por sus queridos jóvenes? Pues

solamente que, guardadas las debidas proporciones, vuelvan a florecer los días felices del

antiguo Oratorio. Los días del amor y de la confianza cristiana entre los jóvenes y superiores;

los días del espíritu de condescendencia y de mutua tolerancia por amor a Jesucristo; los días

de los corazones abiertos con tal sencillez y candor; los días de la caridad y de la verdadera

alegría para todos”. A ese modelo y punto de referencia llamamos CRITERIO ORATORIANO;

es el paradigma de toda obra e intervención educativo pastoral salesiana.

Las Constituciones de los salesianos, en el No. 40, describen así este criterio paradigmático: “El

oratorio de Don Bosco, criterio permanente: Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral

en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza,

escuela que encamina hacia la vida, y patio donde encontrarse como amigos y pasarlo bien .

Al cumplir hoy nuestra misión, la experiencia de Valdocco sigue siendo criterio permanente de

discernimiento y renovación de toda actividad y obra.”. A esa descripción, nosotros añadimos

dos características más: es taller que capacita para el trabajo, y patria donde formarse como

honestos ciudadanos.

Este criterio, como podemos comprender, no es un principio o una verdad abstracta, sino una

persona “la persona de Don Bosco vivo y actuante en medio de sus jóvenes, a lo largo de toda


20

su vida apostólica”. (CG20, 195.197). Según esto, no viviremos el criterio, si no somos la

presencia viva de Don Bosco hoy.

El criterio oratoriano, punto de referencia para la significatividad de cualquier obra salesiana

hoy.

Cualquier casa salesiana, para ser plenamente tal, debe poder ofrecer la misma experiencia

educativa pastoral de Don Bosco y presentarse como realización actual de aquella referencia

ideal que fue el oratorio. En estos años la Congregación, recogiendo la vida y la rica

experiencia de los salesianos y salesianas de todo el mundo, ha sistematizado algunos rasgos

de identidad salesiana que traducen y concretan este criterio oratoriano, y a la vez son los

indicadores de la vivencia o no del criterio. He aquí los principales:

1. Tener una opción clara por los jóvenes pobres abandonados y en peligro, y su mundo.

2. Tener claridad de la finalidad general (formación integral como “honestos ciudadanos

y buenos cristianos”), de las finalidades específicas: crecimiento educativo cultural,

crecimiento y maduración en la fe, crecimiento vocacional, crecimiento social

comunitario a través de la experiencia asociativa grupal.

3. Realizar la misión en un ambiente de familia, de comunidad, abierta al mundo de los

jóvenes

Don Bosco en el Oratorio creó una comunidad de personas en la que, en un clima de

familia, se vivían y se disfrutaban los valores humanos y cristianos hasta tal punto que a

todos les parecía posible y deseable la propuesta de la santidad cristiana.

Cada obra salesiana debe ser una “casa” o sea “una familia” para los jóvenes que no tienen

familia o no pueden gozar de esta experiencia fundamental para su proceso educativo, un

ambiente en el que se privilegian las relaciones personales, la acogida incondicional, la

presencia y el diálogo entre los educadores y los jóvenes, la vida de grupo y el

protagonismo juvenil. Esto es especialmente importante si se quiere trabajar con los más

pobres y con los jóvenes en situación de alto riesgo. Muchas veces esta situación tiene sus

raíces en una falta de familia y de un ambiente acogedor que les permita experimentar los

valores de la vida familiar.

4. Una opción metodológica educativa evangelizadora que privilegia la personalización


21

El Oratorio de Don Bosco estaba abierto a todos y de hecho lo frecuentaban un gran

número de jóvenes; pero ya desde el principio Don Bosco cuidó que cada uno se sintiera

conocido, apreciado y seguido personalmente; para ello formó grupos y puso al frente de

ellos a los jóvenes mejores y más formados para que, como amigos, acompañarán y

aconsejarán a sus compañeros; pero también procuró mantener el encuentro personal con

cada joven, a través de su presencia en el patio, de la palabra al oído, de su ministerio en la

confesión, etc...

5. Un opción de metodológico de inclusión

Obras con un ambiente y una dinámica educativa capaz de acoger a los jóvenes con más

dificultades y en peligro, superando cualquier elemento injustificado de exclusión y

selección.

6. La significativad de las obras en el contexto

No sólo es necesario que las obras tengan un camino educativo pastoral de calidad para los

destinatarios que están en ella, sino que también tengan un impacto de colaboración

educativo pastoral en el contexto donde están y en el mundo de los jóvenes. Sólo así, las

obras y presencias salesianas cobrarán una nueva significación ante la gente, como ya

señalaba el mismo Don Bosco en sus recuerdos a los primeros misioneros: “Preocuparos

especialmente de los enfermos, de los niños, de los ancianos y de los pobres, y os

granjearéis las bendiciones de Dios y la benevolencia de los hombres”.

COMPARTO con mis compañeros de estudio

a) ¿Cuáles son las 6 características principales del Criterio Oratoriano vivido en Valdocco?

b) ¿Cómo se viven esos 6 indicadores en la obra donde tú estás?

c) ¿Qué se necesitaría en tu obra, para vivir realmente el Criterio Oratoriano?

BIBLIOGRAFÍA de REFERENCIA:

PERESSON, Mario L.: Educar con el corazón de Don Bosco, Madrid, Editorial CCS, 2010.

PERESSON, Mario L.: Seguir a Jesucristo tras las huellas de Don Bosco, una aproximación a

la Espiritualidad Salesiana, Madrid, Editorial CCS, 2014.

BIBLIA DE JERUSALÉN.


22

BORJA, Runita, Conferencia dirigida a las coordinadoras de Pastoral, San Salvador, 9-13 de

marzo 2016.

Documents

EL CORAZÓN ORATORIANO - salesianasmexico.com · Me conocen a mi Rasgos de Jesús, Buen Pastor: o Su corazón de pastor que revela su gran amor por las ovejas. El amor de Jesús,