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cultura, política y otros desaciertos Bs 5.00 ¡El 2º domingo de cada mes! Dos entrevistas a Aleksandr Sokurov, director de El arca rusa / Pablo Stefanoni sobre el tercer mandato de Evo Morales Mary Carmen Molina reseña la última película de David Fincher / Rossana Reguillo sobre la masacre de estudiantes en México ¿Qué mayor prueba de que el futuro está ya escrito que la del periódico de cada mañana? ¿Cómo, sino, podrían pasar todos los días exactamente 32 páginas de cosas? Un mecanismo tan tenaz e indefectible no puede ser más que algo muy premeditado; resulta inconcebible como improvisación. Por eso, sólo el día en que venga algún periódico con, tres páginas y trece diecisieteavos de páginas en blanco o bien dos páginas y ocho onceavos de página de más empezaré a pensar que tal vez es posible que, con todo, pueda en algún sentido hablarse de que hay, en cierto modo, porvenir.” Rafael Sánchez Ferlosio “La europeriferia es un escenario de intervención neo-colonial” Pablo Iglesias,una de las figuras centrales de Podemos, visitó La Paz. El Desacuerdo conversó con él. Evocaciones de Blanca Wiethütchter a diez años de su partida Año 2 | Octubre 23 Ilustración: Julián Loayza y Carmen Pérez Bolivia en la bola de cristal: horizontes, visiones y proyecciones del país del futuro

El Desacuerdo Nº 23

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Bolivia en la bola de cristal: horizontes, visiones y proyecciones del país del futuro. Nuestro Desacuerdo Nº 23 reúne variadas lecturas acerca de lo que nos depara el futuro como país, luego de los resultados de las elecciones pasadas. Nuestro dossier temático contiene textos de Fernando Molina, Pablo Stefanoni, Verónica Paz, Álvaro Ríos, José Luis Exeni, Ramón Rocha Monrroy y Martín Zelaya, entre otros. El Desacuerdo conversó con Pablo Iglesias en su estadía en La Paz, tuvimos una linda entrevista con él, con Iñigo Errejón y Pablo Bustinduy como acompañantes y algunos de nosotros ¡en el teleférico amarillo! Nos acordamos, a través de dos textos imprescindibles, de la enorme Blanca Wiethütcher. También de los estudiantes en México, porque #AyotzinapaSomosTodos ¡Y mucho más de actualidad, política y cultura! El Desacuerdo 23, de los últimos del año 2014, disponible en sus puestos de periódico.

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Page 1: El Desacuerdo Nº 23

cultura, política y otros desaciertos Bs 5.00

¡El 2º domingo de cada mes!

Dos entrevistas a Aleksandr Sokurov, director de El arca rusa / Pablo Stefanoni sobre el tercer mandato de Evo MoralesMary Carmen Molina reseña la última película de David Fincher / Rossana Reguillo sobre la masacre de estudiantes en México

¿Qué mayor prueba de que el futuro está ya escrito que la del periódico de cada mañana? ¿Cómo, sino, podrían pasar todos los días exactamente 32 páginas de cosas? Un mecanismo tan tenaz e indefectible no puede ser más que algo muy premeditado; resulta inconcebible como improvisación. Por eso, sólo el día en que venga algún periódico con, tres páginas y trece diecisieteavos de páginas en blanco o bien dos páginas y ocho onceavos de página de más empezaré a pensar que tal vez es posible que, con todo, pueda en algún sentido hablarse de que hay, en cierto modo, porvenir.” Rafael Sánchez Ferlosio

“La europeriferia es un escenario de intervención neo-colonial” Pablo Iglesias,una de las figuras centrales de Podemos, visitó La Paz. El Desacuerdo conversó con él.

Evocaciones de Blanca Wiethütchter a diez años de su partida

Año 2 | Octubre

23

Ilustración: Julián Loayza y Carmen Pérez

Bolivia en la bola de cristal: horizontes, visiones y proyecciones

del país del futuro

Page 2: El Desacuerdo Nº 23

2 La Paz, octubre de 2014

Consejo editorial: Susana Bejarano, Nicolás Laguna, Mario Murillo, Eduardo Paz, Verónica Rocha y Amaru Villanueva.Contacto: [email protected]: @El_DesacuerdoFacebook: facebook.com/eldesacuerdoSitio web: www.eldesacuerdo.comDiseño: Sergio Vega [refugio del Artillero, estudio-taller]Diagramación: Jesús RodríguezIlustraciones: Al-azarDepósito legal: 4-3-33-13

cultura, política y otros desaciertos

n Daniela Renjel Encinas

Formas de volver a casa (2011), del chi-leno Alejandro Zambra, es el relato de lo que ya no está, de ausencias y de lo irrecuperable, porque hay pasados a los que se puede volver y revivir y celebrar o sufrir otra vez —puesto que no marcan rupturas y nos devuelven al an-tes haciéndonos creer en cierta circularidad—, pero el pasado de esta novela es uno de los que no permite hacerlo.

El sentido de la narración, fuertemente au-tobiográfica, es más bien difuso. No sólo no se sabe a dónde conduce el futuro, sino que esta escritura parece preguntarse también a dónde va el pasado como significado, más aún cuan-do uno se hace adulto y la distancia se alarga. El pasado parece seguir caminando en su di-rección, huyendo del sentido, mientras la vida actual se inserta encima, no en otra página.

Formas de volver a casa profundiza, así, la relación con la nostalgia, la impotencia y la

literatura como un ejercicio de autopsia en la ficción, que permitiría un reencuentro con la “otra” historia posible, esa que los “personajes secundarios” no pudieron escribir,

La novela, así, construye una mirada cons-tante de los hijos, un poco invisibilizados por los adultos, hacia los padres, ocupados en pro-tegerse o hacerse cómplices de la dictadura de Augusto Pinochet; algo así como una forma de ver la vida desde la suplementariedad: el papel secundario de uno mismo a lo largo de la pro-pia existencia, casi como el fado de la portu-guesa Mariza que comienza diciendo “De mí solo falto yo”.

El hecho de considerarse a sí mismo perso-naje secundario albergaría al menos un guiño de resentimiento. Todos vivimos, con más o menos dolor, un presente que es consecuencia de las decisiones de otros: padres, gobernan-tes, sistema, etc., pero ¿qué pasa cuando ese pasado en el que no se tenía oportunidad de elegir pesa de forma contundente en el presen-

te? Surge un tiempo irresuelto que precisa ser reconstruido; transformado en la memoria, remediado y reelaborado como ficticia posibi-lidad entre todas las que no se eligieron y sur-ge, desde luego, la presencia constante del re-proche y la nostalgia. No se trata, sin embargo, de culpabilizar solamente a ese mundo adulto –“Me molesta ser el hijo que vuelve a recrimi-nar, una y otra vez, a sus padres. Pero no pue-do evitarlo” (131)—, porque está claro que se trataba de un mundo que intentaba proteger a los inocentes, y por eso ocultaba o distorsiona-ba la verdad bajo el discurso de ser una familia “apolítica”, —“la novela es de los padres” (56) —, sino de abrirlo y revisarlo para encontrarle un sentido y poder asumirlo, intentando crear la novela de los hijos.

El drama del relato—de los relatos, ya que el narrador cuenta una novela donde a su vez hay otro narrador que no puede terminar de contar su relación con una mujer—, es preci-samente no poder escribir una historia don-de esté realmente presente él y su generación marginada de la verdad y la conciencia de los hechos. La nostalgia viene a ser la lealtad debi-da, el duelo retrasado, por no haber estado en el “ahí” de la Historia, sino jugando a esconder-se con los amigos, mientras los cuerpos desa-parecían, porque su familia no quería involu-crarse. “Ahora sé caminar; no podré aprender nunca más”, dice el epígrafe tomado de W. Ben-jamin, lamentando la pérdida de la ingenui-dad, del desconocimiento y de la inocencia que perdona toda responsabilidad. Saber implica actuar, dejar de “ser los niños bendecidos por la penumbra” (62).

El narrador —posiblemente el propio Zambra— fetichiza este duelo irresuelto en la escritura; de lo contrario, ¿por qué aferrarse al deseo imposible de protagonizar la novela de los padres, aunque sea como personaje que silbe por las orillas del escenario? ¿Por qué el dolor al pensar que “el público ya se fue”? ¿No

puede acaso llegar un público nuevo o, final-mente, crearse otra representación? En un mundo entendido como deseo y recuerdo, a decir de J. Kristeva, en Sol negro: depresión y melancolía, “la biografía del sujeto nostálgico se construye a través de repetidos signos de separación e inestabilidad con respecto a un presente inicuo; signos que constituyen los fragmentos de una eterna protesta”.

Escribir es llenar vacíos, como se dice mu-chas veces en la novela, pero también crear espacios, lugares de continuidad. Escribir, en-tonces, es combatir sin la posibilidad de ganar, o de ganar no por mucho tiempo; es una eter-na pulseada contra la nostalgia. “Es extraño, es tonto pretender un relato genuino sobre algo, sobre alguien, sobre cualquiera, incluso sobre uno mismo. Pero es necesario, también”, dice el narrador.

¿Hay encuentro posible?, parece pregun-tarse la novela. Mejor dicho, ¿posibilidades de hilvanar otra vez el deseo y el recuerdo —la melancolía en términos de Kristeva—, y se-guir tejiendo un presente con eso? ¿Un pre-sente que haga ilusión? ¿Qué rescate? Habida cuenta que siempre se tiene una deuda pen-diente en el pasado, que vamos creando faltas, irrecuperando relaciones, separándonos de lo que amamos creyendo tomar la mejor deci-sión, la casa no es solo el hogar de la seguridad paterna, sino el espacio de escisión entre las historias ajenas en las que logramos insertar-nos significativamente.

Formas de volver a casa no cancela la posibilidad de volver; solo revela los es-pacios irretornables. Esta revelación no es, lógicamente, gozosa, pero sí al menos bella. Ya lo dijo Kristeva: [desde la nostalgia] “se reciben los ecos en el arte y la literatura” y seguramente por eso dice Zambra: “Estoy contra la nostalgia. No, no es cierto, me gus-taría estar contra la nostalgia”.

En 2011 Alejandro Zambra presentó su tercera novela -y la tercera en Anagrama- bajo un marcado tono autobiográfico. Daniela Renjel recurre a Kristeva y el concepto de nostalgia para exlorar las profundidades del relato.

RESEÑA A UNA NOVELA DE ALEJANDRO ZAMBRA

Formas de volver a casa o la escritura de la nostalgia

“El drama del relato—de los relatos, ya que el narrador cuenta una novela donde a su vez hay otro narrador que no puede terminar de contar su relación con una mujer—, es precisamente no poder escribir una historia donde esté realmente presente él y su generación marginada de la verdad y la conciencia de los hechos.”

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3La Paz, octubre de 2014

Te llaman porvenirporque no vienes nunca.

Te llaman: porvenir,y esperan que tú llegues

como un animal mansoa comer en su mano.Pero tú permaneces

más allá de las horas,agazapado no se sabe dónde.

…Mañana! Y mañana será otro día tranquiloun día como hoy, jueves o martes,

cualquier cosa y no esoque esperamos aún, todavía, siempre.

Ángel González

Porvenir

Fotografía de Verorange

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4 La Paz, octubre de 2014

n Rossana Reguillo*

“Si las gotas de lluvia fueran de chocolate”, cantaba y animaba a cantar a sus pequeños alumnos, durante una balacera, la maestra Martha Rivera, en un kínder al sur de Mon-terrey, una ciudad que vio desaparecer su vida cotidiana bajo las ráfagas de secuestros y le-vantones y el aliento contenido por el miedo; era un mayo caliente y malo de 2011; afuera la balacera, tracata tracata tracata ya dura-ba minutos que parecían horas; la imagen de esa maestra cantando esa canción infantil, marcó un punto de inflexión en mi compren-sión sobre las violencias vinculadas al narco: lo siniestro, esa casi siempre imperceptible transformación de lo familiar y lo conocido, en algo amenazante, malo, terrible, trastocaba el paisaje nacional. Nos fuimos llenando de símbolos y metáforas, de indicios y señales: una hielera era un contenedor de una cabe-za; una bolsa de plástico negro, sinónimo de cuerpos mutilados; una cobija en la calle, un cadáver entregado en performances macabras. Ya para esas fechas, ese 2011, el año cinco de la llamada “Guerra contra el narco” que desató el infierno en México, estábamos curtidos de tanta moridera; las decapitaciones y los narco mensajes clavados con cuchillos en los cuerpos desmembrados, que venían arreciando desde el 2006, ensangrentaban la geografía y enluta-ban de terror a una familia, quinientas, mil, im-posible contar. Las fronteras del horror se iban recorriendo, avanzando, sin tregua, haciendo colapsar cualquier posibilidad interpretativa; la racionalidad es hoy una palabra extraña.

Vinieron las fosas clandestinas, esos ce-menterios improvisados que la narco-máquina usa para tirar, quemar, enterrar los cuerpos ya inútiles. Migrantes, albañiles, niños, mujeres, jóvenes. La tierra los engulle y luego, en una suerte de bulimia, los vomita, de a cinco, de a 72, de a 100 o 15 vidas rotas. Cuando la masa-cre de Villas de Salvarcar en Ciudad Juárez en 2010, en la que un comando armado asesinó a 16 jóvenes estudiantes en una fiesta, dijimos: hemos tocado fondo. Cuando 13 jóvenes fue-ron secuestrados en una discoteca en la ciudad de México y tres meses después, sus cuerpos fueron encontrados en una fosa clandestina, hemos tocado fondo, dijimos. Y así en una es-piral que parece no tener fin, cada nuevo “caso” nos coloca frente a la evidencia, intolerable, de que la descomposición de México avanza en una carrera que arrastra todo bajo su paso, como un alud de lodo y detritus.

Julio César Mondragón era un estudiante de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, jun-to con otros 119 compañeros inició el 26 de septiembre un viaje hacia la muerte absurda. Cinco de sus compañeros permanecen en el hospital, gravemente heridos, uno de ellos, con muerte cerebral; 43 de estos jóvenes están des-aparecidos y hay indicios de que sus cuerpos estaban en las fosas clandestinas que han sido

“descubiertas” en las inmediaciones de Iguala en el estado de Guerrero.

Julio César no está desaparecido, fue lo-calizado sin vida horas después del ataque por parte de la policía municipal y grupos ar-mados a los normalistas de Ayotzinapa. Julio César, 19 años, estudiante de primer año en la Normal “apareció” sin rostro. En un acto de barbarie inaudita, sus verdugos le sacaron los ojos y le desollaron el rostro. No hay forma ni asidero, estamos frente a frente y sin me-diación alguna frente a lo que el pensador camerunés Achille Mbembe, llama la “necro-política”, esa economía de muerte que ins-taura un poder difuso y no exclusivamente estatal, que se caracteriza por su poder de hacer morir y dejar vivir. Hacer morir.

Ese día, los estudiantes de la Normal Rural, “tomaron” tres autobuses de línea, con el obje-tivo de trasladarse desde su municipio hasta Iguala, realizar algunos boteos (colecta econó-mica) para ayudarse a financiar su viaje a la Ciudad de México, querían estar presentes en la mega marcha del 2 de Octubre que con motivo de la masacre de estudiantes en 1968, se reali-zada cada año, sin faltar uno. Pero se desató el infierno, fueron interceptados por patrullas de la policía municipal, que empezó a disparar sin aviso alguno; los cercaron y cuando estaban bajo una tormenta de disparos, un comando no policiaco, arribó al lugar y completó la tarea. La información y los datos son confusos.

Un estudiante narra que Julio César se echó a correr, tuvo miedo dicen. Era un “rapa-do”, es decir un estudiante de primer ingreso (a los que se les corta el pelo a rapa), lo que sig-nifica que tendría a lo sumo 3 o 4 semanas de

ser alumno, en la que también estudió el legen-dario Lucio Cabañas, el guerrillero, maestro normalista y jefe del grupo armado “El Partido de los Pobres”, que desde Guerrero puso en ja-que al gobierno priista en los 70. Y es que las Normales, esas escuelas para formar maestros populares han sido semillero de rebeldes e in-conformes. Ideadas por los gobiernos posrevo-lucionarios como dispositivos para masificar la educación, las escuelas Normales Rurales son hoy uno de los pocos legados que quedan de la Revolución Mexicana. Una de las hipóte-sis es que los señores del narco en colaboración con las autoridades locales, policías y un pre-sidente municipal –que milita en las filas del Partido de la Revolución Democrática– hoy en fuga y vinculado a los Guerreros Unidos, no están dispuestos a tolerar otro grupo armado en la región, es decir el ERPI, el Ejército Revo-lucionario del Pueblo Insurgente, una guerrilla que dicen, recluta sus cuadros en las Normales. Así, dice la hipótesis, el ataque, asesinato y des-aparición de los normalistas es un “mensaje” del narco-estado a la guerrilla.

Gracias a varios amigos pude finalmente hablar con un estudiante de Ayotzinapa; para la tercera conversación ya me llamaba “tía”, me explica que así le dicen en Guerrero a las perso-nas cercanas. Raúl, así me pide que lo presente y hablé de él, viajó a la ciudad de México el 8 de octubre para participar en la marcha y jornada nacional #TodosSomos Ayotzinapa. Hablé con él varias veces durante su trayecto a Méxi-co, dos veces más durante su estancia –fugaz– en el DF. Está más enojado que asustado, sus “compas” en el hospital son cinco; uno de ellos tiene muerte cerebral: “está con gas” me dice, es decir con oxígeno y otro, tiene un balazo en la boca, no puede hablar. Y del gobierno no hemos

recibido nada de apoyo, ni un peso, dice. Enrique Peña Nieto el Presidente que comenzó su man-dato bajo el signo crítico de #Yo Soy 132, ese masivo movimiento estudiantil y nacional que decidió decir basta al poder priista y al poder mediático, entre otras cosas, sale a la televisión nacional a decir que está indignado. Raúl se ríe cuando le cuento y me pide, por favor, si puedo ponerle un poco de saldo a su celular.

No hay novedades, un amigo periodista me dice que las nuevas fosas recién descubiertas están blindadas, no hay manera de acercarse; pese al hermetismo se cuelan datos, terribles. ¿Están desaparecidos, como siguen afirmando los padres?, ¿fueron asesinados y llevados a las fosas clandestinas, como afirman algunos de los 34 detenidos? ¿fueron obligados a cavar su tumba y quemados vivos, como dice un policía local que resguarda las primeras fosas descu-biertas? Seguimos acumulando muertes.

Sí, hemos venido tocando fondo muchas veces, pero Ayotzinapa desnuda sin clemencia, la relación descompuesta, podrida, vergonzosa entre los distintos poderes propietarios: estado, gobierno, poder económico, partidos, fuerzas de seguridad. Ayotzinapa es el rostro sin rostro de Julio César, el rostro que cubre un poder econó-mico que requiere una economía de muerte.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Nota publicada originalmente en la Revista Ñ del diario El Clarín el 17 de octubre de 2014.

Reproducida en El Desacuerdo con el permiso de la autora* Doctora en Ciencias Sociales, especializada en Antro-

pología social; profesora – investigadora del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO y autora de “Culturas

Juveniles. Formas Políticas del Desencanto” (Siglo XXI).

Otra vez se toca el fondo de un horror que despelleja

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5La Paz, octubre de 2014

Existe una dinámica de la estructura de la sociedad boliviana que refleja cómo las mujeres alcanzan importantes grados educativos y se integran a la fuerza laboral de modo activo. Sin embargo hay reminiscencias de prácticas microfísicas que se ensañan sobre las mujeres al recargar sobre ellas las tareas de reproducción doméstica. Daniela Franco examina esto con mayor detalle.

n Daniela Franco Pinto

“5:30 am, tengo sueño quisiera descansar un poco más, pero no, debo cocinar, mi marido y mi hija no pueden quedarse sin almuerzo (…). Ya alisté a la niña, debo salir corriendo para lle-gar a marcar el biométrico a tiempo después de dejar a mi hijita en la guardería (…). Corro, oh no! Me retrasé diez minutos otra vez, ya ni quiero pensar cuánto me descontarán este mes (…). Tengo tanto trabajo por acabar, espe-ro tener a tiempo los oficios que me pidieron para hoy (…). Ya es medio día, debo apurarme para recoger a la niña, las educadoras se mo-lestarán si llego a tarde otra vez. Comeré junto a mi niña en la oficina, marcaré el biométrico y me echaré una escapadita para dejarla en la guardería (…). Por fin! ya son las 18:30 ¿cómo diré a mis jefes que no puedo quedarme para la reunión? Debo correr por la niña! (…) Ya lle-gué a casa, la niña llora porque tiene hambre y está cansada, debo darle la papilla, bañarla acostarla. Ay! Me olvide planchar, estamos sin ropa para la oficina (…) Ya preparé la cena, pero mi marido no llega aún. Estoy demasiado can-sada, terminaré de alistar los alimentos para mañana y me acostaré, ¿qué habrá pasado que él no llega aún?”

Este relato verídico de una funcionaria pú-blica del Ministerio de Educación me recuer-da una figurilla de yeso creada por Mujeres Creando para las Alasitas del año 2009 aprox., se trata de la Ekeka, una mujer que maneja una bicicleta en la cual lleva los distintos enseres necesarios para sostener un hogar, materiales de limpieza, alimentos, etc. Además, sobre la bicicleta aparecen unas wawas sostenidas ma-labarísticamente por la emprendedora figura femenina. Finalmente en la parte trasera de la bicicleta lleva un hombre que yace en una pose de desvanecimiento que hace imaginar el estado de ebriedad que lo embarga. Este ob-jeto, en mi opinión, es una metáfora artística de la situación de género en nuestra sociedad, y lejos de ser un objeto de culto se trata de la materialización de un malestar social que nos impulsa a problematizar la situación de género en nuestro país.

El 2014, el Centro de Investigaciones So-ciales (CIS) de la Vicepresidencia del Estado ha publicado el libro titulado Composición Social del Estado Plurinacional. Hacia la descolonización de la burocracia, en él se han arrojado algunos datos que contribuyen con el análisis de la situación de género. Se-gún la encuesta aplicada en tres instituciones estatales (Ministerio de Educación, Municipio

de La Guardia y Gobierno Departamental de Chuquisaca), un 85% de los funcionarios pú-blicos, comprendidos principalmente entre los 20 a 40 años de edad, declaran no tener pareja ni tampoco miembros dependientes en sus familias. Por otra parte, el estudio Hacia una política municipal del cuidado. Integrando los derechos de las mujeres y de la infancia, pu-blicado por el CIDES-UMSA, muestra que en Bolivia han aparecido nuevos tipos de familias que cuestionan la prevalencia de la estructura biparental compuesta por un padre-proveedor ligado a la vida pública y al trabajo, y una ma-dre reproductora ligada al trabajo en el hogar y abocada al cuidado de los hijos. Otro dato importante del mismo estudio es el incremen-to significativo del número de familias mono-parentales con jefatura femenina, que del 26% en 1992 pasó al 31% en 2001.

La Ekeka grafíca caricaturescamente la magnitud de la conversión del género feme-nino en eje principal y motor del aparato pro-ductivo. Así, asociar la mujer a la deidad andi-na es mostrar el creciente rol protagónico de las mujeres dentro del aparato dinamizador de la economía y del desarrollo, aquél que desde visiones patriarcales, había estado adjudicado exclusivamente al rol masculino. Los resulta-dos cualitativos del primer estudio mencio-nado señalan que desde la creación del Estado Plurinacional y desde la asunción del primer presidente indígena, las mujeres en general y las mujeres indígenas en particular, tienen la percepción de haber sido incorporadas con mayor fuerza al aparato público siendo enton-ces capaces de asumir una representatividad política importante e inédita. “El cambio ha sido radical (…) desde que entró el Presidente Evo Morales (…) en mi comunidad se pedía el 50% de participación de las mujeres, entonces ya nos ha dado esa opción de ocupar cargos pú-blicos”, dice Lucrecia Tolaba, servidora pública del Gobierno Departamental de Chuquisaca.

La percepción de esta mujer es comple-mentada por los datos arrojados por el estudio del CIS, según los cuales la presencia femenina en el aparato estatal para el 2013 ha incremen-tado en 12 puntos porcentuales respecto al 2001. Asimismo, se muestra que estas muje-res, indígenas y no indígenas, han logrado ni-veles educativos importantes, incluso algo ma-yores al de los hombres siendo que el 46% de las funcionarias tiene licenciatura frente a un 43% del sector masculino. No existe una dife-rencia llamativa en la distribución genérica de cargos, los puestos relevantes para la toma de decisiones (los que conciernen a asesores, jefes

de unidad, especialistas y profesionales) son ocupados tanto por hombres como por mu-jeres, sólo los cargos de “técnicos” prevalecen para los hombres y los cargos de “auxiliares” para las mujeres. Estos datos demuestran la creciente movilidad social de las mujeres como producto de la significativa formación educati-va formal y empírica a la que han sido familia-rizadas tanto en las escuelas, las universidades como en los espacios políticos de las asambleas sindicales.

Empero el avance del sector femenino pro-ducto de luchas desplegadas desde principios del siglo XX y acrecentadas desde la segunda mitad del mismo siglo, hasta lograr un grado interesante al momento de la emergencia del Estado Plurinacional, conlleva una contra-cara que nos habla del malestar implícito en nuestra cultura (a la manera interpretativa de Freud) cuya figura metafórica fundamental es la égida de la Ekeka. Que tan sólo el 15% de los funcionarios comprendidos principalmen-te entre 20 a 50 años de edad, declaren tener pareja según los datos de la Encuesta CIS y el hecho de que el CIDES-UMSA plantee la prevalencia de familias mono-parentales con jefatura femenina en las ciudades, demuestran que la apuesta por la procreación y el sosteni-miento de los hijos esta cada vez más ausente y cuando no, es sostenida principalmente por las mujeres. Parece que el sector masculino (aunque evidentemente con sus importantes excepciones) en la actualidad estuviese asu-miendo una postura en desvanecimiento, sí-mil a aquel elemento periférico cargado por la Ekeka de Mujeres Creando.

La contracara de la movilidad social cre-ciente de las mujeres es su inmovilismo sub-jetivo, en tanto ellas se siguen asumiendo a sí mismas como objetos explotados en tanto se encargan de las responsabilidades del hogar sin corresponsabilidad social. La funciona-ria citada al inicio del presente artículo es un testigo viviente de este malestar social que ex-perimenta como una situación antigua e ina-movible, sigue su testimonio: “Ya me lo decía mi madre, -hija aunque seas la presidenta de la nación, siempre las mujeres seguiremos siendo las empleadas gratuitas de nuestros maridos”.

Frente a esta situación afirmamos que existe un reto micro-social tanto para los hombres como para las mujeres, en el sen-tido de la necesidad de re-estructurar la relación entre los sexos, a finalidad de no experimentar socialmente un desvaneci-miento o des-responsabilidad de la mascu-linidad e incluso su ausencia de deseo por la vida reproductiva. La apuesta macro-social en cambio, debe ser encabezada por el rol de Estado impulsando políticas públi-cas mediante las cuales las mujeres dejen de encarnar el lugar de la explotación y de la inequidad de género que con tanta maes-tría grafica la figura de la Ekeka.

DESFASES ENTRE LA ESTRUCTURA Y LA ACCIÓN SOCIAL

Equidad de Género de Alasitas Otros desaciertos…

El optimismo de Ortiz. El gobierno busca venir a Santa Cruz y tomarse fotos con Rubén para subir su popularidad, soltó ufano Oscar Ortiz. Curiosamente,cuando dijo esto, el oficialismo acababa de ganar las elecciones, con casi 10 puntos de diferencia, en la tierra del recién reelecto senador Ortiz. Parece que Rubén Costas (el gatito, Tuto dixit) tendrá más cuidado la siguiente vez que pose para la inmortalidad.

El demos restringido. La democracia ha perdido pero los efectos sobre la ciudadanía parece positivos, dijo Carlos Bohrt ( Gobernabilidad Bolivia). Curiosa, y caduca, manera de entender la democracia donde los efectos positivos en la vida de la gente suponen una pérdida para la democracia...de unos pocos.

Lider de las Américas. Como resultado de la bonanza económica por la que atraviesa nuestro país, el Presidente reveló en una entrevista que tres países “hermanos” nos habían pedido prestado. Inmediatamente también reveló que ese préstamo no tuvo lugar, debido a que “nuestra economía debe seguir creciendo”. Está claro, debemos crecer como país, la solidaridad latinoamericana parece que no tiene tanta prisa.

Digestión horaria. Durante la campaña Tuto Quiroga, para ganar el titular del día, prometió que si 6 de cada 10 bolivianos apoyaban a Evo Morales en las elecciones se comería su reloj. Finalmente, después de días de tropiezos, el TSE dio el resultado (casi) final: 61 %. Muchos reclaman a Tuto que condimente su reloj y proceda a cumplir su palabra. Corren apuestas sobre si la previsible indigestión tendrá lugar en Bolivia o en EEUU

El árbol caído de Adriana Gil. Es de sobra sabido que la maternidad de la victoria es reclamada por muchos y que, en cambio, la patria potestad de la derrota no la quiere nadie. Sin embargo, no parece del todo correcto lo que estos días se ve/ lee a los voceros del MSM: parecería que Adriana Gil pasó de ser la (vieja) promesa de la política nacional a la responsable de todos los errores, muchos de ellos endógenos, que explican el desastroso resultado de los sin miedo.

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6 La Paz, octubre de 2014

Al cumplirse una década sin una de las mayores figuras de la cultura latinoamericana, El Desacuerdo evoca la vida perdurable de su acción y de su palabra en el testimonio de dos voces contemporáneas.

EL 16 DE OCTUBRE DE 2004 MORÍA BLANCA WIETHÜCHTER, POETA BOLIVIANA

Diez años sin Blanca

A Blanca; unas palabras para conmemorar las épocas de sus estaciones, loba capitana, pa-labras recordadas para ella.

Como dicen, espero que ésta no sea la primera vez. Mi pálpito es grande.

El agua tiene dos caminos, uno grande y uno chiquito. Blanca ha ido por todo ese transcur-so a bordo de su vida, su embarcación, caminando desde un lecho encachuelado hasta hallarse encaramada en el más alto faro.

Camino limpio, cristales de su vida.

El agua, cielo terrestre, abre la constelación de la luz de su sendero. El espíritu tiene prodigio.

Por eso estoy yendo río abajo; hoy día, día de su recordación, tanto añaje después de que la Blanca ha logrado su retorno a lo astral.

Para seguir su camino, decidió como primera cosa hacerse responsable de la palabra, fundar la jornada del hombre en ella, caminar la calzada antigua, o sea, renunciar a lo fácil.

Guerrera y servidora de la palabra, así construyó la nave que fue su vida, meditando la palabra.

Tallar desde adentro; se nutría de la imagen porque el misterio era para ella una clase de memoria. Por eso cantaba, calandria que canta como si se bañara en un río lento, acompañada del mundo y acompañándolo.

Muy aparte de eso, sobre la tierra, su misión fue oficio de curar los ojos, quitar la herrumbre; puedo atestiguar esto, porque una vez cuando yo andaba buscando intuición, cuando buscaba algo como una escuela; ella me mostró sus ceremonias de sobremesa, sus ceremonias de fuma-ción; porque fumaba como un Ekeko.

Arte de inventar una costumbre, un encanto, lo que es un hechizo cotidiano. Me hizo cono-cer lo que le hace andar a uno como un perdido, con sus hermosas maneras. Atención al mundo.

La Blanca es custodia de todo eso. Por eso había hecho de su casa un taller para el vivir que es la ceremonia mayor; siempre tuvo sábanas perfumadas para el viajero, siempre dejó su rastro de amor en el mundo.

Y me enseñó sin decirlo, con el movimiento de su vida, que la vida busca al poema que da encuentro a la muerte.

Gracias a seres como ella se sabe que la poesía nace desde el momento que la especie le devuelve luz al mundo.

Su espíritu tiene prodigio.

La marea de su camino la encaramó al más alto faro, atenta a las olas como ella habló.

Por eso el día en que decidió vertirse al Lago Sagrado, había cielo.

Fernando Ballivián

La maresia

Si tú te mueres primero amoray, si tú te mueres primero

si eso ocurriera ya no habría árbol que tocara el cieloni puerta que mirara el campo

y la calle se truncaría con el sólo andar de mis pies.

Blanca Wiethüchther, fragmento del poema “Luminar”,

que da su título al libro póstumo Luminar, publicado en 2005

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7La Paz, octubre de 2014

Claudia Daza

Asistir a su tiempoEnciendo el cigarrillo; pero no lo fumo; lo

enciendo como si se tratase de una vela para re-zar, para seguir su recorrido... hasta que muera.

Busco las montañas en su nombre porque hay algo aquí que la sedujo para quedarse, ade-más del amor. Adivino, entonces, su puerta, abriéndose para conversar. Dicen muchos que iban a su casa, para charlar, para leer sus poe-mas…para fabricar libros.

Pucha que me encantaba su altura, altota, tan despeinada como muchas, con más canas, con voz dulce y dura, la combi-nación exacta para rendirle honor a todo lo posiblemente estoico.

Al estarse en su nombre, al estarse en sus tiempos, tendré que saber convivir entre los idiomas, tendré que abrir las ventanas para que las gasificaciones de nuestra historia lle-nen mi casa. Seguramente así era la Blanca, un microcosmos abriendo su alma para ser una revolución constante y generosa del lenguaje.

Hace poco se recordaron los diez años de su partida, una partida esperada, una partida como para vivir en serio la muerte. Y muchos la evocaron, se reunieron para hablar de sus

aportes teóricos, educativos y por supuesto poéticos. Y abrieron ellos sus almas, con la misma generosidad que algún día don Jaime le abrió para discutir poesía, para discutir vida, para recibirla a plan de cohetes y otras luces. Y después de escucharlos, me quedo queda quie-ta deseando haber tenido una conversación más profunda con ella y más allá de poesía, escucharla y aprender vida.

Busco entonces desesperada, asistir a su ritmo, a su tiempo y me encuentro con sus obras, sus ensayos, sus libros, sus fotos… su voz. Y se siente, se nota que esta mujer piedra marginal supo ser discípula e hija de un poeta, para ser después maestra y madre de otros. “Sólo el amor salva” le dijo Sáenz al morir, “sólo el amor salva” ella nos lo con-tó en un libro, “sólo el amor salva” dicen los poetas, “sólo el amor salva” les paso la posta. Y es así de manera olímpica, cómo la poesía nos construye la vida, dejando lecciones en las palabras, ese ritual de boca a oído que se tienen los artistas. Pero la cosa va más allá, porque no es sólo escribir, ella cortó y escogió las hojas de sus poemas, las coló, las diseñó, las encuadernó y supo presentar su objeto, ese objeto “libro”, ese fetiche de mu-chos, pensado para nuestra almas.

Apago el cigarrillo como lo saben apagar los que fuman. Lo dejo a un lado y lo contem-plo. Vuelvo a encender otro pucho y miro el otro lado de la Blanca, ese lado teórico y lite-rato. Y una se entera que hizo revolución en la carrera de Literatura de la UMSA al proponer mirarnos a nosotros mismos, y discutir sobre la literatura boliviana, investigarla, hacer una historia crítica, leerla y reconstruirla…al fin y al cabo, vivir su oralidad. Así hizo su revolu-ción, discutiendo y proponiendo también en otros espacios académicos, y haciendo de la intensidad su instrumento, un instrumento compartido con sus amigos colegas, sus alum-nos, publicando nuevamente libros donde se reflexiona sobre nuestros escritores.

Sigo sosteniendo el cigarrillo, me toca ver-la y escucharla. Prendo la tele y la contemplo en un video hermoso que se vende en Plural. Son varias entrevistas donde comparte mu-chos aspectos de su vida y allí te encuentras con la amiga artista que nos cuenta sobre sus amores, sus encuentros con la literatura, con Sáenz, ese tipo de conversación que se nos permite tener en casa, sentaditos, tomando un café. Allí nos confiesa que al ser una mujer distinta, sí que lo era, se identificó con lo dis-tinto, aymaras, quechuas, cómo se expresa-

ban, con esa oralidad que tanto le fascinaba y reflexiona al final, que para ser uno tenemos que conocer a los otros.

Haciendo honores a la verborrea me paso a una hermosa reflexión suya cuando habla del país diciendo: ““en Bolivia se practica el auto te-rrorismo, en otras partes se mata a los otros, aquí uno se mata a uno mismo, se crucifican, se entierran, hacen huelga de hambre; pero siempre es una agresión al propio cuerpo, no es al cuerpo del enemigo”. De ese pensamiento nace “Madera viva y árbol difunto”, obra que siempre recuerdan aquellos que la han visto morirse a sí misma, hace diez años, y les sigue conmoviendo sobremanera.

Termino mi cigarrillo imaginario y cami-no por la ciudad pensando que hay que leer a Blanca en estos días, porque la poesía es mar-ginal, porque fue irritantemente mujer poeta para los otros. Por esa doble marginalidad en-tonces, hagamos el esfuerzo de rendir honores. ¿Acaso no es tiempo de recorrer a nuestros marginales? ¿A los otros? Esos otros tam-bién son nuestros poetas, aquellos nues-tros que han sabido hacer revolución antes de darnos cuenta. Así te pienso y agradezco hoy Blanca Wiethüchter.

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DOSSIER8 La Paz, octubre de 2014

El duelo entre el gobernante (y progresista) Partido de los Trabajadores (PT) y el liberal Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), que desde 1994 se mantuvo en toda fase decisiva de los comicios presidenciales brasileños, se repetirá este 26 de octubre.

n Alfredo Grieco y Bavio Desde Porto Alegre, Brasil

Al fin de cuentas, en la región más rica de Brasil, el sur, la ecologista-socialista-evange-lista Marina Silva no resultó ser en primera vuelta el escollo insalvable, nacido como un monstruo de las aguas, que los profesionales del vaticinio anticipaban que haría naufragar a la candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en busca de su reelección. Dilma Rousseff, que es de Porto Alegre, pro-bó ser la presidenta popular que la propagan-da partidaria afirma que ella es. Ganó con el 41% de los votos y dejó a Silva fuera de carrera. Nada está todavía definido, sin embargo. El 26 de octubre deberá enfrentar un balotaje difícil. Una elección definitiva para la que, por fuerza, exhausta tras luchar y vencer a la ambiantalis-ta fundamentalista, se halla menos preparada. Porque esta vez dirimirá la victoria final contra un exitoso político provincial, un buen admi-nistrador público, que todo esto y aún más re-presenta el socialdemócrata Aécio Neves.

[ El Experto vs. El Obrero

Aécio Neves es mucho más que un pri-mer trabajador político sureño. Es de Minas Gerais, uno de los tres estados clave en la his-toria del Ejecutivo brasileño. A comienzos del siglo XX, los mineiros se turnaban las presi-dencias con los cariocas y los paulistas. Entre las otras cosas que Neves representa, una es

tan importante que puede resultar decisiva para la segunda vuelta. Neves es el heredero y el ahijado político de un padrino de peso, el ex presidente (y notabilísimo científico social) Fernando Henrique Cardoso, el creador del Brasil actual. Por eso la política del Partido de los Trabajadores (PT), que busca su segundo mandato, inició la campaña decisiva contra un blanco único y bien elegido para todos sus certeros disparos. Todos apuntan a la coraza de FHC, el último presidente ‘burgués’ de Brasil, que dejó su puesto en 2002 al candidato del PT, Luis Inázio Lula da Silva, quien se convirtió en el primer presidente obrero de la historia brasileña.

[ Pobreza, incultura y “zoología”

Con una reunión con alcaldes de la re-gión noreste del país, de donde es originario Lula (nacido en Pernambuco, se hizo obrero en San Pablo), inició Rousseff su campaña tras la primera vuelta. Esta región es un bastión tradicioanal del PT, y fue donde el partido tra-bajador ganó más votos. En su primer discurso público en la campaña por el triunfo en segun-da vuelta, Rousseff atacó duramente al ideólo-go del opositor Partido de la Social Democra-cia Brasileña (PSDB). En una entrevista con el portal UOL, Cardoso, quien gobernó Brasil entre 1995 y 2002, afirmó el lunes que el PT se apoya hoy sobre los votos de los brasileños “menos informados”, mientras que estaba per-diendo espacio en los grandes centros urbanos. Esa imagen mental del votante petista que el

BRASIL ELIGE EN BALOTAJE DEFINITIVO ENTRE DILMA ROUSSEF Y AÉCIO NEVES LECCIONES 2014

Los brasileños juegan una vez más el superclásico

pensador socialdemócrata gustaba evocar es la misma que El Desacuerdo reencontró una y otra vez en las ciudades del rico sur gaúcho: los que votan por el PT, dicen profesores y alum-nos universitarios, o empleados de grandes tiendas, o periodistas de medios hegemónicos, son los electores más pobres y los menos ins-truidos. Son, dicen, quienes producen disturbios, bajando a los centros desde favelas y barrios mar-ginales, y producen disturbios y quiebran vidrie-ras –resumen estos informantes clasemedieros-, para hacer más gráfica su imagen.

[ Masas vs. Élites

Rousseff afirmó que el punto de vista de Cardoso refleja “una visión elitista de Brasil”. “Nosotros hemos mirado con atención espe-cial hacia esta región, que ha sido tradicional-mente perjudicada por una visión elitista de Brasil”, dijo. En su discurso, la presidenta que busca su reelección el 26 también embistió contra su rival en el balotaje. Para volver via-ble su candidatura, el senador del PSDB, Aécio Neves, prometió mantener y mejorar los pro-gramas sociales instaurados por los gobiernos del PT, como el Beca Familia, que otorga ayuda financiera a unos 56 millones de brasileños po-bres. “El candidato adversario dice que ellos lo van a hacer mejor. ¿Por qué no lo hicieron an-tes? ¿Por qué no lo hicieron antes? Ésta, repito, es mi pregunta”, afirmó, al aludir al gobierno de Cardoso. Rousseff salió victoriosa en la primera vuelta de los comicios generales, al cosechar el domingo el 41,59%, frente al 33,55%% de Neves.

[ Las tres patas de Marina

Antes del domingo de la primera vuelta,

Marina Silva parecía la gran triunfadora. Los sondeos, incluso, le vaticinaban un triunfo en segunda vuelta. Recibía votos de tres electo-rados diversos: por ecologista, por socialista y por evangelista. El gran antropólogo de iz-quierda Eduardo Viveiros de Castro, por ejem-plo, había anunciado en Facebook que votaría por Silva, porque estaba cansado de ver tantos 4x4, comprados durante el gobierno del PT, aumentando la polución urbana. Es dudoso que su voto pase ahora a la socialdemocracia. Sin embargo, los socialistas y los pastores ho-mofóbicos que apoyaron a Silva sin duda lo pa-sarán: ven en Neves a un administrador neu-tro frente a los grandes temas sociales, frente a los de derechos civiles y más preocupado por los números de la gestión.

[ Alianzas, giros y cabriolas electorales

El senador opositor Neves recibió, rápida-mente, tras la primera vuelta, el apoyo formal del Partido Socialista Brasileño (PSB), el que había llevado la candidatura de Silva. La deci-sión del PSB fue aprobada por 21 de los 28 in-tegrantes de la comisión ejecutiva nacional del partido, que hasta el año pasado era un aliado histórico del Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta y candidata a la reelección. Según voceros del PSB, seis integrantes de la comisión defendieron adoptar una posición neutral frente a la disputa de la segunda vuel-ta de las elecciones presidenciales, mientras que uno abogó por apoyar la candidatura de Rousseff. El ex candidato socialista a vicepre-sidente, Beto Albuquerque, afirmó que el res-tablecimiento de la alianza con el PT resultó imposible. ¿La causa? Los ataques lanzados por Rousseff contra la ‘fundamentalista’ Silva durante la campaña hacia la primera vuelta de las elecciones. En los días finales antes del balotaje, toda la munición gruesa quedó reser-vada para Cardoso.

[ En el medio de los medios

El 9 de octubre empezaron los medios brasileños a publicar grabaciones ilegales de testimonios de una persona comprometida en un caso de corrupción en la PETROBRAS, en los cuales se involucra a gente del PT y del PMDB, aliado del PT en el gobierno. También desde ese día las páginas web de los grandes diarios comenzaron a hacer lo mismo.

Curioso, porque poco después de que, hace unos meses, estallara el escándalo de PETRO-BRAS, Aécio Neves, como gobernador del es-tado de Minas Gerais, apareció envuelto en la construcción de un aeropuerto, con fondos públicos, cuyas llaves las entregó a un tío suyo. O sea, habría mandado construir un aeropuer-to para la familia, con fondos estatales. Pareja amnesia afecta a la prensa sobre todos los ca-

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DOSSIER 9La Paz, octubre de 2014

Otros desaciertos…

Vivir en tiempos de Agustín. Nos hubiera hecho ilusión vivir en aquellos tiempos, los de San Agustín, y leer sabias frases como: “Cuando un hombre descubra sus faltas, dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, dios las descubre, cuando las reconoce, dios las olvida”, pero lamento, querido lector, que tanto a usted como a mi nos haya tocado vivir en los tiempos de Agustín Echalar donde se lee frases como: … suerte la nuestra???

Eclesiástica electoral. Con la imparcialidad y relevancia a la que nos tiene acostumbrados Página 7, el jueves 16 de agosto publican como noticia en tercera página que la iglesia está “preocupada por la demora y anomalías en el conteo”, para acto seguido “informarnos” que los Obispos “respaldan el trabajo de ERBOL y Fides”. Mientras tanto, los Hare Krishnas detectan mal karma en el hackeo informático del TSE y los representantes de la fe Bahai aseguran que sólo leen el Extra. Por su parte, los editores del matutino continúan profesando la fe de la No-Noticia, acusando a La Razón de ser un medio para-satánico. Aleluya, lectores.

Karma democrático. Y a propósito del mal karma detectado por los Hare Krishna en el conteo de votos y todo lo que se vino después... ¿Karma por qué? se preguntarán los creyentes. Intuimos que tiene algo que ver con la peculiar preocupación demostrada por el Tribunal Supremo Electoral a la hora de cuidar la “dignidad” del dictador -en nombre de la democracia- a tiempo que debía ocuparse en hacer bien su trabajo. Ah, el karma democrático. Gracias al TSE, nos salpica a todos.

El bolas. Con conocimiento de causa, el compadre Samuel dijo de su candidato Arturo Murillo que era un cojudo sin cabeza: “le planteas un tema un poquito más complejo y sale con la fuerza”. Y en efecto. Murillo hizo demostración de fuerza ante la presidenta del tribunal electoral de Cochabamba. Con un agravante: fraguó material de capacitación para demostrar supuesto “fraude”. Qué bolas.

sos que en Brasil se conocen como privataría tucana, o sea los casos de corrupción durante las privatizaciones llevadas a cabo durante el gobierno del tucano (porque el tucán es el sím-bolo del PSDB), Fernando Henrique Cardoso. En cambio, la prensa recupera lucidez y me-moria cuando habla del mensalão, el pago de sobornos a cambio de votos en el políticamen-te atomizado y obstructivo Congreso brasile-ño, en el cual se inculpó y condenó a algunos miembros prominentes del PT.

[ Muerte y transfiguración de Aécio Néves

Las encuestas anteriores a la primera vuelta lo daban por un muerto político. Sus propios asesores llegaron a sugerirle que se retirara de la campaña. Antes de esa votación, el mismo senador tucano osciló entre el opti-mismo con la campaña y el desapego con la po-lítica: “Si gano la elección, será muy bueno para Brasil; si pierdo, será muy bueno para mí”, se lo oyó decir.

Como el Fénix, a sus 54 años, el senador socialdemócrata Aécio Neves nació por segun-da vez en las elecciones presidenciales brasi-leñas del domingo. Es hoy el adversario que disputará la presidencia a Dilma Rousseff en el balotaje del próximo 26 de octubre.

El nieto del popular político brasileño Tancredo Neves -el primer presidente electo después de la dictadura militar, que se murió antes de tomar posesión- es el principal expo-nente de la nueva generación del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que gobernó Brasil entre 1995 y 2002 a través de Fernando Henrique Cardoso.

Surgió como candidato a los comicios de 2014 precisamente como el “arma” del partido para remontar las tres derrotas consecutivas sufridas en elecciones presidenciales ante el Partido de los Trabajadores (PT), dos de ellas ante Luiz Inácio Lula da Silva en 2002 y 2006, y una ante la misma Rousseff, en 2010. En las dos primeras, los socialdemócratas llevaron como candidato al muy poco carismático pau-listano José Serra, al que comparaban con un insulso picolé (helado de agua); en la segunda, al buen administrador y ex gobernador de San Pablo –donde ganó localmente en esta prime-ra vuelta-, Geraldo Alckmin. También Aécio se publicita, ante todo, como un administrador modelo. Antes de ser senador, el tucano fue gobernador de Minas Gerais en 2003 y fue reelecto en 2010 con el 77% de los votos. Nun-ca le disgusta repetir que cuando abandonó el poder territorial para mudarse y representar a Minas en Brasilia, contaba con una aproba-ción del 92 por ciento. Las otras palabras que todo telespectador sabe que oirá del político tucano con sólo verlo aparecer en su pantalla con un micrófono en la mano son “Shock de

gestión” y “Déficit cero”. Forman el lema y el eslogan de quien hace su mayor orgullo del ha-ber dejado la casa en orden. “Minas es mi casa y mi causa”, es su frase completa –sujeto, ver-bo, predicados- favorita. Aécio se complace en mostrar al estado Minas Gerais como un oa-sis de crecimiento diferencial en Brasil; según datos oficiales, sin embargo, el crecimiento del estado que gobernó fue pari passu con el crecimiento nacional del PIB brasileño para el periodo 2003-2010.

El plan socialdemócrata de regresar al po-der pareció naufragar el 13 de agosto pasado, cuando el candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, murió en un accidente aéreo, y la agrupación designó para reemplazarlo a la popular líder ambien-talista Marina Silva, quien recibió casi 20 mi-llones de votos en 2010.

En las semanas siguientes, Neves vio mermar en ritmo acelerado el sostén a su candidatura -su ín-dice de apoyo bajó a un 14 por ciento-, mientras que Silva se disparaba en las preferencias de los electores.

La representante del PSB llegó a acumular 20 puntos de ventaja, lo que llevó a los analis-tas políticos a asegurar que el senador ya no tenía posibilidades de aspirar a la Presidencia. Pero Neves jamás desistió y lanzó una ofensi-va de críticas a Silva en las semanas siguientes. Las encuestas anteriores a la primera vuel-ta revelaron que el socialdemócrata estaba técnicamente empatado con la candidata del PSB en la lucha por el segundo puesto y tenía buenas posibilidades de ser él quien avanzara a la segunda ronda.

Las urnas confirmaron el pronóstico: tras el recuento del 93% de los votos, el ex gober-nador de Minas Gerais se aseguró el pase a la segunda vuelta con un 34,30 por ciento de los sufragios válidos, con una ventaja de 13 pun-tos sobre la ambientalista y menos de siete puntos atrás de Rousseff.

[ El clásico más brasileño

El resultado de la primera vuelta con-firma que el duelo entre PT y PSDB, que se mantiene en la fase decisiva de los comicios presidenciales brasileños desde 1994, se repe-tirá este 26 de octubre.

La próxima batalla del ex gobernador de Minas Gerais es la de repetir la hazaña de la primera ronda y superar a Rousseff, quien se-gún las encuestas es ahora la mayor favorita a conquistar la reelección dentro de tres semanas.

La campaña del socialdemócrata Neves se basa en unas pocas propuestas nuevas y en va-rias promesas de mantener los programas so-ciales adoptados por el PT, que en los últimos

12 años lograron, entre otras cosas, reducir en un 75 por ciento la pobreza extrema y recortar a la mitad la tasa de desnutrición, además de bajar el índice de desempleo al mínimo históri-co del 5 por ciento.

Neves busca anular las advertencias del PT. Niega que una victoria de la oposición lle-varía al fin de programas sociales como el Beca Familia, que asegura ayuda financiera oficial a unos 56 millones de brasileños -más de la cuarta parte de la población total del país.

Al mismo tiempo, el tucano Neves prome-tió poner en marcha un programa de ajuste destinado a frenar el aumento de la inflación -hoy cercana al 6,5% anual, el límite máximo permitido por el programa nacional de metas-, realizar una reforma tributaria, así como ele-var del siete al diez por ciento el monto de in-gresos federales destinados a la salud pública.

Neves promete también ofrecer una ayu-da financiera por mes, equivalente a un salario mínimo (unos 295 dólares), a jóvenes de entre 18 y 29 años que hayan abandonado la escuela y deseen completar sus estudios. Para conquis-tar al voto conservador, el candidato también defiende un cambio en el código penal para per-mitir que menores de 18 años puedan ser enjui-ciados en caso de cometer crímenes violentos.

El duelo entre Neves y Rousseff será el sexto entre PSDB y PT desde 1994. El partido del sena-dor salió victorioso en los dos primeros -en 1994 y 1998-, gracias a que el candidato era el mismo Cardoso, pero luego Lula conquistó dos man-datos consecutivos, en 2002 y 2006, y en 2010 logró comandar la victoria de su “delfín”, Dilma Rousseff, sobre el candidato del PSDB, José Serra.

Ahora, Neves aspira a confirmarse como un “ave Fénix” y hacer que los social-demócratas vuelvan al poder después de 12 años en la oposición.

Para ello, sin embargo, no dependerá sola-mente de sus propias fuerzas, sino que necesi-tará el respaldo de Silva, la rival que superó en la primera vuelta.

“Marina tiene que apoyarnos”, admitió el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, quien anticipó los argumentos que usó para obtener al fin el respaldo de la ambientalista: “El adversario principal en este momento es el PT, representado por Dilma Rousseff, y es hora de cambiar el rum-bo de Brasil”. Los sueños de Aécio de volver a la vida privada, a su “Versalles”, un castillo colonial que el candidato presidencial tucano posee en la ciudad minera de Cláudio, con su capilla a la en-trada y su cancha de fútbol detrás, pueden verse interrumpidos por un mandato en otro Palacio, el de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño.

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DOSSIER10 La Paz, octubre de 2014

El mítico José ‘Pepe’ Mújica deja la silla presidencial uruguaya este año. Tabaré Vázquez es el candidato del gobernante Frente Amplio para suceder al ex guerrillero tupamaro en las elecciones del 26 de octubre. A Tabaré, que ya fue presidente, lo desafía Luis Lacalle, hijo de un presidente del popular Partido Blanco. Todo indica que habrá una segunda vuelta.

n Emiliano Cardona

Actualmente Uruguay se encuentra en pleno periodo electoral. Si tuviéramos que adjudicar un adjetivo para definir la actual contienda electoral, derivaríamos en la pala-bra ‘incertidumbre’. Probablemente esta de-finición sea facilista y derive en laxo convite para continuar con el interés en artículo. Sin embargo, incertidumbre no pasa únicamente sobre el resultado del próximo comicio electo-ral, sino también por una constante definición y redefinición de las estrategias de campaña de los candidatos (a), un vacío programático en el contenido de la agenda político-mediática (b) y un alto porcentaje de electores indecisos para la altura de la competencia (c).

Existe un ganador definido pero con tres panoramas indefinidos. El Frente Amplio (FA; coalición de sectores de izquierda) de la mano del expresidente Dr. Tabaré Vázquez como candidato presidencial, va a ser el partido más votado en la primera vuelta electoral. Sin embargo, para los comicios del 26 de octubre existen tres escenarios indefinidos: i) gana en primera vuelta con mayoría parlamentaria; ii) va a una segunda vuelta (balotaje) conquis-tando la mayoría parlamentaria o iii) va a una segunda vuelta sin conquistar la mayoría par-lamentaria. Para una posible segunda vuel-ta, la fórmula oficialista corre con ventaja, primando la idea de una tercera conquista presidencial (consecutiva); aunque algunos sondeos de opinión abren el juego de incer-tidumbre sobre un empate técnico.

[ El recambio generacional en política: un comienzo errático para la izquierda.

Finalizadas las elecciones primarias el

1° de junio del corriente año, las lecturas de los distintos analistas políticos coincidían en apuntar a la necesidad de un cambio genera-cional de la clase política uruguaya. Estas se dieron a partir de la inesperada victoria de Luis Lacalle Pou (41 años) en las presidencia-bles internas del Partido Nacional (PN) y de la alta votación de Raúl Sendic (52 años) que ubicó a su lista como la más votada en la inter-na frentista, catapultándolo como candidato a vicepresidente del partido.

Estas lecturas sobre un recambio genera-cional de la clase política uruguaya formaron un contexto de fondo que favoreció al can-didato del PN, dado que es 33 años menor que Vázquez (74 años). A finales de junio, la instalación de este contexto de fondo se vio potenciado por un primer error político del presidenciable del FA que con una metáfora futbolística afirmó que; “estas elecciones se-rán entre la Sub-20 y la experiencia”. A esto Lacalle Pou desafió a Vázquez a que reali-ce ‘la bandera’ (maniobra gimnastica: ver foto) con la cual logró prolongar la temá-tica en su beneficio y dio por establecido el primer hito de campaña.

[ Las estrategias de campaña y un vacío programático en la agenda político-mediática.

Habiendo sustituido el slogan “Vamos Bien” (un convite a la crítica opositora utili-zada por Vázquez durante la competencia in-terna) por el actual “Uruguay no se detiene”; el FA actualmente se posiciona exitosamente en la defensa de las conquistas políticas y sociales durante los dos últimos gobiernos de izquier-da (matrimonio igualitario, ley de responsa-bilidad penal empresarial, despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, lega-

lización del cannabis, etc.). Su eje temático de dominio es la economía, logrando sacar al país de una crisis económica, generando redistri-bución de la riqueza, lo cual supone un mérito destacable. Sin embargo, la repetición de Váz-quez como candidato a Presidente conjunto a una agenda de gobierno con carencias pro-positivas en prospectiva; son dos factores que están haciendo perder el potencial innovador que caracterizó al FA a lo largo de su historia desde su creación en el año 1971.

De este modo, Lacalle Pou logró hegemo-nizar con éxito la imagen de la renovación, in-tentando lo mismo con la imagen de cambio que históricamente perteneció al FA. Quizás con este intento haya sido exitoso en imagen más no en términos de contenido. Hijo de Luis Alberto Lacalle (ex presidente –1990-1995– conocido por sus intentos de refor-mas políticas neoliberales), el actual líder del PN es de las pocas figuras nuevas dentro de un aparato partidario donde prácticamente las mismas caras se repiten.

Aprendiendo de los errores de campaña de su padre, que en la elección anterior de 2009 centró su discurso en criticar a la izquierda y terminó descendiendo 8% de intención de voto durante la campaña; Lacalle Pou eligió otro camino. Embanderado bajo el slogan de ‘Por la Positiva’, el candidato nacio-nalista plantea una estrategia propia del marketing electoral con mensajes super-f luos de agravio cero, que busca la activa-ción de las emociones recurriendo a valo-res compartidos por los ciudadanos.

Sin embargo, la consistencia temporal del discurso positivo para un candidato que ejer-ce el rol de principal candidato desafiante, es difícil de sostener y de evitar no caer en con-tradicciones. Este posicionamiento estratégico obligó al tercer candidato Pedro Bordaberry (Partido Colorado) a asumir el rol de principal desafiante, centrar su discurso en la crítica al

oficialismo y posicionándose discursivamente en una línea de derecha dura. Esta inversión de roles, permitió al PN crecer por el centro del espectro político y generó incentivos para generar un nuevo fenómeno de campaña en Uruguay: la apertura explícita de un nuevo espacio de competencia dentro del espectro ideológico de derecha y el cruce de acusacio-nes entre ambos partidos. Este fenómeno es atípico en el Uruguay, dado que los incentivos del PN y el PC a cooperar en la segunda vuelta son naturales (dada sus cercanías ideológicas) y esenciales para poder derrotar a la izquierda política. Sin embargo, el desafío del PC de pasar de ser una ‘tercera fórmula’ a convertirse en la fórmula desafiante principal, hace inevitable las diferenciaciones y las críticas en el espectro ideológico de derecha y es un fuerte incentivo hacia el cruce dialéctico entre sus candidatos.

[ Tras la (no) conquista del decisor en campaña

Las elecciones en Uruguay se caracteri-zan por una escasa volatilidad interelecto-ral, con dos bloques ideológicos marcados (izquierda/derecha) que centran sus esfuer-zos en conquistar al electorado de centro; lo que hace que tradicionalmente primen los posicionamientos políticos moderados du-rante las campañas electorales.

En términos de comportamiento electo-ral, prácticamente ocho de cada diez votantes saben a quién van a votar antes que arranque la campaña; por lo que los acontecimientos de las mismas pesan muy poco en la elección ge-neral. Sin embargo, dada las características de la competencia electoral, el porcentaje de los ‘decisores en campaña’ (dos de cada diez uru-guayos) es clave a la hora de inclinar los resul-tados y para esta elección han aumentado (va-rias encuestadoras sostienen que representan al 30% del electorado actual). Caracterizados por la ausencia de identificación partidaria, un bajo interés en la política y por pertenecer al

Fuente: Equipos Mori

FA

PN

PCInd.

ELECCIONES 2014, RELATO DE UNA CAMPAÑA SIN CERTEZAS

Uruguay elige presidente

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DOSSIER 11La Paz, octubre de 2014

“Caracterizados por la ausencia de identificación partidaria, un bajo interés en la política y por pertenecer al centro del

espectro ideológico; los ‘decisores en campaña’ serán el objetivo central de los candidatos en lo que resta de la campaña.”

En el anterior escrito se explicó el papel de las redes sociales en las sociedades modernas y su relación con la genealogía de los medios masivos de información, además trató de esbo-zar la relación con las elecciones nacionales.

Estas semanas se habló en demasía de los hashtags utilizados, de la cantidad de seguido-res y también del crecimiento de las cuentas personales de los candidatos (Un experto, sin lugar a dudas, es Pablo Rivero). Este artículo tiene otro objetivo.

En agosto del presente año se suscitó un factor importante dentro de los medios masivos de información, que fue el aumento descomunal de seguidores en twitter a los medios de prensa escrita, oral y audiovisual. Esto es un indicador no sólo de que los medios tradicio-nales están siendo cooptados por las plataformas multimedias –como en diversas partes del mundo- sino que, también, es una muestra que el tipo de comunicación empieza a tener un viraje gradual de una comunicación vertical y de opiniones comandadas por un experto, hacia una destrucción paulatina de la fuente, el autor y los mensajes con retroali-mentación, es decir, una comunicación horizontal.

Para la política y el poder establecido este efecto es contraproducente, la horizontalidad es el antagonismo por antonomasia del control estatal, esta ultra-democratización de la in-formación, además de ser inmediata, cambia el rol de los partidos políticos en las contiendas electorales como en el quehacer política diario.

Veamos un ejemplo: Una vez establecida la del ley el Silencio Electoral días antes de las elecciones; los medios tradicionales, caracterizados por ser verticales y unidireccio-nales, sufrieron un efecto paralizador y de subordinación al poder establecido, sin em-bargo, en las redes sociales –en las cuentas no oficiales- al ser anónimas y al extinguir el autor, el debate político y las campañas continuó, la democracia estatal y constitucional quedó rebasada y tuvo que simplemente apelar a la conciencia ciudadana y a la buena voluntad de las personas para dejar de hacer ello, esto es temible sin lugar a dudas. (Los casos de Egipto y/o Ucrania en movilizaciones populares son ejemplos de lo que un medio de esta naturaleza puede producir).

La radio, la televisión y la prensa escrita, gozan de una articulación vertical de la infor-mación donde buscan que la información maneje el molde: emisor-mensaje-perceptor, lo que denota una linealidad característica de la arbitrariedad del emisor, que se relaciona con la formalidad, la razón y la verdad, y el perceptor es visto como el sin-razón, el emocional, el que no tiene la verdad y el informal (digamos la dicotomía tradicional occidental metafísica del bueno/malo, positivo/negativo, hombre/mujer). En las redes sociales esto se invierte, al morir el emisor como significante, éste mensaje deja de verse como contenido a posteriori y se visualiza lo que expresa en la primera parte de este artículo: el medio es el mensaje, en este caso el Facebook o el Twitter son ya per se un mensaje.

Las redes sociales dejan sin efecto el molde: emisor-mensaje-perceptor, y crean una es-pecie de comunicación sin centro, que responde a la ultrademocratización de la vida pública/privada, y a la eliminación de la dicotomía entre razón/sin razón, al convertirse en una rela-ción horizontal incapaz de ser controlada bajo los cánones del Estado Moderno, incluyendo el Estado Plurinacional. Asimismo, las redes sociales juegan más con la emoción y poca re-flexión teórica de las personas, lo que constituye, de alguna manera, un cambio en la tradi-cional búsqueda de reflexión por parte de los teóricos y de los políticos

Las elecciones nacionales nos dejan dos reflexiones, primero que en Bolivia las redes sociales juegan, ahora, un papel fundamental en la vida política y electoral del país (como se verá en las elecciones regionales del siguiente año), además que la especialización de sectores en el ámbito de la comunicación en redes.

El segundo factor, es lo que está pasando en todo el mundo, la subordinación de los me-dios tradicionales a los medios multimedia, y el desvanecimiento del modelo de comunica-ción clásico hacia un modelo horizontal, posmoderno y, por qué no decirlo, transgresor de la realidad efectiva, quizás la ultra-democratización de la sociedad, tenga como última traba la propiedad privada de los medios masivos de información, y nada más.

Elecciones 2014 y redes sociales (Parte II)

La imposibilidad del control n José Daniel Llorenti

bierno, como sucedió en la pasada elección de 2009. Empero, lo que resulta bastante atípico para 45 días de la elección presiden-cial es que el tercer segmento que acumula mayor cantidad de votantes es el indeciso (15%). La carencia de propuestas prospec-tivas del FA conjunto al vacío programáti-co del PN son los principales factores para creer que van a existir reedireccionamientos en las estrategias de campaña, dado que has-ta aun no ha conectado con las inquietudes del electorado clave: ‘el decisor en campaña’.

centro del espectro ideológico; los ‘decisores en campaña’ serán el objetivo central de los candi-datos en lo que resta de la campaña.

Al mes de septiembre, el FA y el bloque de derecha (PN+PC) se encuentran en un empate técnico (40% vs. 39%) y la posibili-dad que la izquierda gane en primera vuelta parece bastante difícil. Sin embargo, con la conquista del 47-48% de los votos, es muy probable que llegue a conseguir la mayoría parlamentaria para un posible próximo go-

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DOSSIER12 La Paz, octubre de 2014

n Pablo Stefanoni

Evo Morales acaba de ser reelecto con el 60% de los votos, 35 puntos por encima de su más cercano contendor, el político y el empre-sario del cemento Samuel Doria Medina, que consiguió el 25%. Así, el presidente cocalero si-gue siendo invencible: desde que en 2005 ganó con el 54% fue ratificado en 2008 con el 67% y reelecto en 2009 con el 64%. También logró refrendar la nueva Constitución de 2009, y en ese sentido construir un nuevo orden en el país. Más lejos quedó el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga (derecha conservadora) quien compitió acompañado de la indígena Tomasa Yarhui, y más lejos aún el ex alcalde de La Paz Juan del Granado (centroizquierda) y Fernan-do Vargas, del Partido Verde, que dio una pe-queña sorpresa en La Paz al obtener un 5% de los votos. Su eje en la ecología –oposición a la carretera en el Territorio Indígena Parque Na-cional Isiboro Sécure (TIPNIS) – y su defensa del matrimonio igualitario atrajo votos de sec-tores urbanos progresistas, pese (o quizás por) haber hecho una campaña sin recursos, estilo estudiantina.

El Movimiento al Socialismo confirmó su bastión en La Paz (ganó por 68 a 15) y ven-ció por primera vez Santa Cruz con cerca del 50%. Así, la ola azul llegó a ocho de los nueve departamentos; sólo perdió en Beni. De hecho, Evo pensaba que podía llegar al 70% porque había sumado las ganancias en el oriente del país, donde los empresarios se acercaron al go-bierno y abandonaron los estandartes de gue-rra de 2008, pero en el Occidente el MAS no pudo mantener los excepcionales resultados de 2009 que en algunas regiones alcanzaron votaciones del 80% y se explican por la épica que entonces tenía votar al MAS contra la oli-garquía cruceña.

[ ¿Qué explica estos resultados?

La primera razón es que el de Evo no fue un gobierno “normal” sino el resultante de una revolución política procesada en las calles que en 2003 hizo implosionar el sistema político y habilitó un proceso de cambio de élites desco-nocido en el pasado. Que ese fenómeno se pu-diera procesar en democracia habla más bien de la flexibilidad de la “democracia liberal” boli-viana para habilitar estas transformaciones, al tiempo que este escenario democrático obligó a ciertos pactos. En segundo lugar, está la si-tuación económica, de crecimiento sostenido en los últimos ocho años, mediante una mez-cla de nacionalismo económico (fortalecimien-to del Estado) y prudencia macroeconómica. No hay que olvidar que la anterior vez que la izquierda gobernó en Bolivia (1982-1985)

debió abandonar el poder antes de tiempo en medio de una brutal hiperinflación que operó como un trauma social similar al de la Argen-tina. Ese recuerdo, sumado a cierta “psicología campesina” de Evo expresada en su aversión a las deudas y a cierta tendencia a guardar la plata bajo el colchón, explica que Bolivia ten-ga hoy 15.000 millones de dólares de reservas internacionales, el 51% del PIB. El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, garantiza desde el primer día de la gestión Evo que las variables macro se mantengan en orden.

Por eso, la consigna de estas elecciones fue “Con Evo vamos bien”. No muchos de sus ante-cesores podrían haberla usado. Y de hecho, en estas elecciones ganaron las cifras. El vicepresi-dente Álvaro García Linera hizo su discurso de campaña en la Universidad Mayor de San An-drés, en La Paz, “armado” de un powerpoint, como si cada cifra fuera un misil contra la oposición… y lo era. Crecimiento, reservas, in-versión pública, depósitos bancarios, caída de la pobreza. Todo contra las magras cifras de la era neoliberal, especialmente de su última eta-pa. Y algo que no se mide pero está en el centro del éxito político de Evo Morales: la creciente autoestima nacional. Cuando algunos opo-sitores se burlan – en “tecitos” en la zona sur paceña- de los proyectos “locos” del mandata-rio boliviano no perciben que el satélite Tupac Katari, el teleférico de transporte entre La Paz y El Alto o la “ciudadela del conocimiento”, e incluso el lema “Bolivia potencia” enarbolado últimamente, más allá de su utilidad, pulsan en la tecla de la autoestima, en un país tradi-cionalmente inseguro de sí mismo. Más polé-mica es la propuesta de desarrollar la energía nuclear: “Necesitamos miles de matemáticos, de físicos, de químicos, ingenieros, miles y miles formados en las ramas técnicas que nos permitan dominar el lenguaje de Dios, que es la ciencia”, dijo García Linera en el mencionado discurso en la UMSA- Y Evo ratificó que Boli-via buscará la energía nuclear con fines pacífi-cos desde el balcón de la Plaza Murillo apenas ganar la re-re.

La hegemonía evista no se basa hoy en la épica de la revolución sino en la consolidación de una gestión. Esta elección ha mostrado va-rios cambios respecto al pasado. Uno de ellos es que Evo pasó de villano a “líder responsable” y “gestor del crecimiento” en la prensa inter-nacional. Prudente, populista responsable, constructor de previsibilidad, son algunos de los elogios. Así, los periodistas extranjeros no vinieron esta vez a La Paz con la misión de re-tratar la polarización ni la “división del país”, sino con la meta de entender cómo es este go-bierno “anticapitalista” que hoy atrae elogios del FMI, el New York Times y la CNN, y ya no

tiene al empresariado cruceño con las armas en la mano. Frente al desorden venezolano y la crisis argentina, Evo se volvió una suerte de enigma y hasta moda en ciertos medios libe-rales.

La nueva etapa de post-polarización po-lítica de la que habló el analista Fernando Molina se ratificó en las urnas, además del triunfo masista en Santa Cruz, el segundo lugar nacional es ocupado por una opción de centroderecha que buscó convencer a los bolivianos de que mantendría “lo bueno” que hizo el MAS y no desplegó un discurso restaurador. Otro efecto del nuevo escena-rio es que dos ex presidentes (Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez Veltzé) han aceptado la propuesta de Morales de ser portavoz de la demanda marítima frente a Chile, el prime-ro como vocero internacional de las razones bolivianas, y el segundo como embajador en Holanda y articulador del juicio en la Corte de la Haya. Queda por ver si Bolivia repone embajadores con Estados Unidos o mantiene la vacancia generada en 2008 con la expul-sión del embajador norteamericano.

La paradoja actual –que genera el enig-ma– es que bajo Evo se está procesando el mayor proceso de modernización –y expan-sión económica– que conoció Bolivia. Por eso la conocida socióloga Silvia Rivera habla del MAS como un “un indianismo de caricatura” y convocó, para el 12 de octubre, a “votar por la derrota” (al Partido Verde). El problema es que con la “episteme indígena como alteridad sustantiva” –que ella sostiene– no se gana una elección nacional ni se construye un bloque de poder que incluya las ciudades y el oriente boliviano. El último censo de 2012 mostró la

DESPUNTAR DEL TERCER MANDATO DE EVO MORALES

Evo, el ex villanoLa reelección de Evo Morales era un hecho vaticinado. Los siguientes párrafos acentúan las movidas políticas y económicas que le han dado al primer mandatario una ventaja electoral incontestable.

paradoja de que los bolivianos autoidentifi-cados como indígenas –bajo el Estado pluri-nacional– bajaron de 62% a 42% respecto al censo de 2001. Bolivia se transformó, además, en una sociedad mayoritariamente urbana, atraída por el consumo y referencias culturales crecientemente globales.

Todo esto remite a las utopías en juego en el proceso boliviano. Estos ocho años de evis-mo fueron quedando atrás algunas de ellas, como la del indianismo radical, el anticapita-lismo o el socialismo comunitario. La utopía que se mantiene en pie, y que quizás era la verdadera utopía en juego en este proceso de cambio desde 2003, es la de la inclusión (la de una foto de familia que incluya verdadera-mente a todos los habitantes de Bolivia). Por eso, la descolonización transcurre por dife-rentes vías y algunas de ellas –no menores– son el mercado, el consumo y la movilidad social ascendente.

Parte de ello explica que la campaña del MAS de 2014 viró hacia el “salto tecnológi-co” y la estabilidad económica. Al final de cuentas, uno de los méritos ¿paradójicos? de Evo es haber avanzado en la construc-ción de un país “normal” –con crecimiento económico y estabilidad política– por la vía del nacional-desarrollismo, con todas sus caras, riesgos y tendencias a los “grandes proyectos” en demérito de “lo pequeño es hermoso”, que no debería quedar fuera de la agenda en una visión más compleja del desarrollo.

Esta realidad actual hace unos años so-naba utópica para Bolivia. Hoy es el piso para pensar (y ojalá discutir) el país del futuro.

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DOSSIER 13La Paz, octubre de 2014

n Fernando Molina

Las elecciones bolivianas no han sido sorpresivas. Tal como las encuestas habían predicho, Evo Morales obtuvo la victoria en la primera vuelta, obteniendo tres quintos de los votos en disputa; mientras que su más cercano rival, Samuel Doria Medina, solo se hizo con un quinto de ellos. Los resultados totales y oficia-les todavía no se conocen, pero esta división proporcional del favor de los electores resulta suficiente como para esperar que el oficialismo goce otra vez de una mayoría de dos tercios en la Asamblea Legislativa, lo que le permitirá apro-bar las leyes de los próximos cinco años a su aire.

Morales repitió estos logros, que ya había conseguido en 2009, pero además los incre-mentó con otros. Así, todo indica que ganará en ocho de los nueve departamentos, alteran-do la geografía electoral vigente hasta hoy, la que dividía al país entre un occidente proclive al MAS y un oriente de tres departamentos –

dispuestos en “media luna” sobre el mapa– que antagonizaba con las políticas del gobierno.

Este cambio expresa en términos espacia-les el fenómeno político que emergió en estas elecciones y las hizo únicas, diferenciándolas de las dos anteriores ganadas por Morales. Este fenómeno se puede describir como “el fin de la polarización” entre dos partes del electorado boliviano, una mayoritaria que confiaba en las intenciones de Morales de transformar el mo-delo económico y el sistema político previos, y la otra parte, minoritaria pero fuertemente contraria –por desconfianza y miedo– a las consecuencias de este hecho. Esta polarización ha disminuido grandemente esta vez gracias a que la gestión de nueve años de Morales cam-bió la percepción de las clases medias urbanas, y de los departamentos orientales, sobre lo que ellas creían sería su gobierno.

Despejando los temores que había en este sentido, el MAS no ha tentado la realización de

ninguna utopía social, ni socialista ni indianista, sino que se ha limitado a usar el conocido re-pertorio del nacionalismo desarrollista: “Estado fuerte”, nacionalización de la industria extrac-tiva, aspavientos contra el imperialismo, el “ca-pitalismo” y la gran propiedad privada que no se traducen en ningún deterioro concreto de la calidad de vida de las clases medias e incluso de las altas, y traspaso del poder de las viejas élites a unas nuevas más expresivas de la diversidad racial boliviana, lo que incrementa la presencia y la fuerza política de los sectores “plebeyos”, pero sin que haya coacción contra los sectores blan-cos y tradicionalmente acomodados.

Se puede mencionar dos pruebas de la desaparición de la polarización de la que ha-blamos. La primera, que en esta elección la fortaleza del principal rival de Morales, Doria Medina, haya sido su capacidad de atraer vo-tos de un electorado cercano a Evo (es decir, del que votó por él o que pudo hacerlo este 12 de octubre), pero en el que aparecieron dudas sobre el Presidente y su capacidad para tra-ducir la bonanza del país en oportunidades económicas concretas para las personas comu-nes. Votantes que ven a Morales demasiado concentrado en los aspectos más “grandiosos” del desarrollismo –grandes plantas gasíferas, carreteras, contratación de cientos de miles de nuevos empleados públicos–, porque son las tareas más fáciles de cumplir cuando se tiene dinero y porque son funcionales para la con-solidación de su poder político. Votantes que al apoyar a Doria Medina no lo hicieron para rechazar el modelo social desplegado durante la última década, sino para avanzar dentro de él, a diferencia de lo que ocurrió con el otro opositor, Jorge Quiroga, quien recogió lo poco que queda del miedo –o el odio– conservador al mando de Morales.

La gestión del MAS no solo ha sido más moderada y menos excéntrica respecto a las lí-neas tradicionales del desarrollismo boliviano de lo que se esperaba, sino que ha obtenido un resonante éxito económico, impulsada por los ingresos extraordinarios del país como resul-tado de sus exportaciones de gas, soja y mine-rales. Pese a que el país recibió una catarata de

BALANCE DESPUÉS DEL 12 DE OCTUBRE

Las implicancias del tercer mandato de Evo Morales

El presidente Morales ha reafirmado un voto masivo en los últimos comicios. Sin embargo la distribución de los votos en las regiones hacen sospechar que hay modificaciones en las razones y sentires que convocan al voto. En alguna medida la predominancia de un desarrollismo nacionalista antes que “excentricidades” revolucionarias convoca a votantes distintos que a los de hace algunos años.

divisas durante los últimos nueve años, el go-bierno ha sido lo suficientemente hábil como para impedir que esta liquidez, que amplió enormemente el tamaño del mercado interno, causara inflación, con lo que hubo suficiente espacio para que la industria nacional crecie-ra y hubo abundancia de dólares, dos factores que diferencian sustancialmente la situación boliviana de la venezolana o la argentina.

En gran parte puede decirse que la vota-ción de Morales, la cual no muestra la fatiga normal de una permanencia larga en el po-der, se debe a esta performance económica, con la que además el Gobierno ha resuelto la crónica conflictividad boliviana, entregando beneficios a los grupos de interés que lo apo-yan; además ha alimentado su leyenda como el gobierno de la nacionalización y el que –con proyectos faraónicos como la compra de un sa-télite y la organización de una costosa reunión internacional en el país– ha dado a los boli-vianos la autoestima que siempre buscaron y siempre les había resultado esquiva.

Ciertamente, ganar las elecciones desde el poder no es difícil en países sin instituciones electorales independientes. Pero el mérito de una victoria tan abultada no puede residir úni-camente, y ni siquiera principalmente, en este factor. La mayoría de la gente realmente cree que, como reza la consigna electoral del MAS, “con Evo vamos bien”.

El principal desafío del nuevo gobierno será confirmar la confianza popular mante-niendo las bases del crecimiento económico y el dinamismo de la economía, lo que no será tan sencillo como ha sido hasta ahora, en un nuevo quinquenio que comienza con la caída de los precios de los minerales y la soja en los mercados internacionales. Hoy la economía sudamericana tiene a Bolivia como su parcia-lidad más expansiva, lo que habla de la fortuna de Morales al mismo tiempo que del estado alicaído en el que se encuentra la economía re-gional, un contexto que puede tener influencia negativas sobre la ahora sonriente Bolivia a mediano plazo.

“La polarización ha disminuido grandemente esta vez gracias a que la gestión de nueve años de Morales cambió la percepción

de las clases medias urbanas, y de los departamentos orientales, sobre lo que ellas creían sería su gobierno.”

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DOSSIER14 La Paz, octubre de 2014

El gráfico muestra que con los recursos existentes es posible lograr una combina-ción de políticas que llegue más a quienes más necesitan.

[ Es posible una nueva fiscalidad después del “boom”

Más allá del gasto social, la política fiscal sigue siendo un instrumento subutilizado en materia distributiva. En el mediano y largo plazo la expansión de este gasto dependerá de una reforma fiscal aún pendiente en el país. Las posibilidades más evidentes apuntan a lo-grar una mayor progresividad de nuestro sis-tema tributario y de nuestro esquema de sub-sidios. El primero está altamente concentrado en impuestos indirectos (IVA, ICE, IT, IEHD) que tienden a ser más regresivos que los im-puestos directos. El segundo, si bien muestra señales importantes de nuevos herramientas aplicadas a productos de la canasta básica, aún está capturado por un subsidio a los car-burantes cuyos impactos directos e indirectos benefician más a los más ricos. Una política fiscal de “pesos y contrapesos” que haga más progresivas sus transferencias, y menos regre-sivos los esquemas de impuestos y subsidios apuntarían hacia una mayor distribución.

Los pasos que ha dado Bolivia materia distributiva han sido gigantes. No existe una receta unívoca para afianzar estos logros, pero los nuevos desafíos del boom indican que se requiere anticipar cambios de mediano y lar-go plazo para sentar las bases de una política social progresista, que nos deje soñar con un punto de no retorno, así como ya lo hicimos en el campo del cambio simbólico.

NOTAS[1] Según UDAPE entre 1996 y 2006 la pobreza se redujo

de 65% a 60%, y la desigualdad de ingresos se mantuvo sin cam-bios. Véase Dossier de estadísticas sociales y económicas. Fecha de acceso: 16 de octubre de 2014.

[2] PNUD, sf. “Perfil de los estratos sociales en Améri-ca Latina. Pobres, vulnerables y clases medias”. Disponible en: http://www.revistahumanum.org/blog/wp-content/uploads/2014/08/Perfil-estratos-sociales-America-latina.pdf.

[3] World Bank Group, 2014. A measured approach to ending poverty and boosting shared prosperity. Concepts, Data and twin Goals. Policy Research Report.

[4] PNUD, 2010. Informe Nacional sobre Desarrollo Hu-mano en Bolivia. Los cambios detrás del cambio. Desigual-dades y movilidad social en Bolivia.

[5] PNUD, 2010. Informe Nacional sobre Desarrollo Humano en Bolivia. Los cambios detrás del cambio. Des-igualdades y movilidad social en Bolivia.

[6] La pobreza extrema afecta a 5 de cada 10 personas indígenas de las áreas rurales, frente a 1 de 10 entre la población urbano no indígena.

[7] Este nivel de gasto ubica a Bolivia entre los países con mayor prioridad del gasto social.

n Verónica Paz Arauco

Algo que parecía impensable en materia de desarrollo a fines de los noventa, sucedió en Bolivia desde el año 2007. La pobreza y la des-igualdad de ingresos, que se habían mantenido prácticamente sin cambios por más de una dé-cada1, disminuyeron al ritmo más acelerado de toda la región2. La gran noticia de este periodo en materia de progreso social fue haber logra-do un crecimiento económico pro pobre. Se-gún el Banco Mundial3, el país lidera el ranking mundial de la “prosperidad compartida”, pues su crecimiento económico se habría caracteri-zado no sólo por una reducción de la pobreza, sino también por un mayor crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.

Si bien la reducción de la pobreza fue una tendencia común en América Latina, el peso de los factores que la explican es distinto. En el promedio regional 62% de la reducción de la pobreza se logró con un efecto crecimiento y 38% se debe al efecto redistribución. Por un lado, Bolivia comparte con Ecuador y Chile combinaciones similares de estos efectos; por el otro, en extremos opuestos México y El Sal-vador explican en mayor medida el éxito de la reducción de la pobreza por el efecto distribu-ción; mientras que en Uruguay y Venezuela la reducción se explica más por el efecto cre-cimiento. ¿Qué desafíos enfrenta el país para hacer sostenible esta trayectoria exitosa de crecimiento con distribución? ¿Dónde no le queda mucho espacio a la política pública para incidir en materia social y distributiva? Y por

último, ¿Qué aspectos o intervenciones de po-lítica aun quedan por explorar?

Algunas tendencias dan pautas de que he-mos llegado a un punto de inflexión donde será necesario que los mecanismos de distribución empiecen a dominar los efectos del crecimiento, al menos en el corto plazo. Veamos por qué.

La reducción acelerada de la pobreza del úl-timo quinquenio comparable sólo a lo que hizo Malasia entre 1960 y 1992, hoy muestra signos de una desaceleración. En materia social, si bien las tendencias han sido de mejora, el ritmo ha sido extremadamente lento, especialmente en salud. Pero, ¿qué otras señales de las recientes transformaciones debemos considerar?

[ No todos se beneficiaron en igual medida del “boom”

Como resultado del boom económico, la reducción de la pobreza significó una impor-tante ampliación de los estratos medios4. De acuerdo a estimaciones nacionales5 e inter-nacionales esta reducción se tradujo en un aumento del estrato medio vulnerable, y en menor medida, del estrato medio. En este es-cenario, futuras reducciones de la pobreza de-penderán de atender un doble desafío.

Por un lado, se requerirán esfuerzos in-crementales orientados a reducir los bolsones más duros de pobreza que siguen afectando a la población indígena de las áreas rurales6. Por otro lado, habrá que pensar en alternativas de protección social que garanticen que esos más

de 2 millones de bolivianos que salieron de la pobreza y que hoy forman parte de un estrato vulnerable no retornen a su situación inicial ante un shock adverso. Ello requiere identifi-car a los grupos de la población que menos se beneficiaron del boom y requieren atención específica. Algunos análisis dan pautas de que en áreas urbanas se trata de sectores de baja productividad especialmente de actividades del sector terciario donde la participación labo-ral femenina y joven es abundante. Hoy el desa-fío de la reducción de la pobreza debe combinar instrumentos que en el corto plazo permitan sostenerla, y en el largo plazo logren acelerarla.

[ Hay espacio para un gasto social más progresivo

En materia de educación y salud, también enfrentamos nuevos desafíos. Acá mi lectura se centra más en el desafío fiscal. A diferencia de otros países de la región, que aún pueden aumentar mucho más su gasto social, Bolivia alcanzó un techo que será difícil superar. Si en los próximos años lo mantenemos alrededor del 19% del PIB7 (nivel predecible consideran-do que el aumento de la presión tributaria re-ciente se originó en un crecimiento económico cuya desaceleración se prevé en el corto plazo; y de una política tributaria orientada a temas de evasión más que a una reforma drástica del sistema tributario) es probable que en el futuro no sea posible ampliar el gasto social, sino pen-sar más bien en nuevas maneras de distribuirlo.

Algunas consideraciones en materia de decisión de política pueden ser funda-mentales. Primero, históricamente el gasto social ha sido inf lexible en su estructura: educación se lleva la mayor tajada, seguida de protección social (por el peso de las pen-siones), y en último lugar la salud. Segun-do, en esta estructura rígida se han priori-zado tres grupos: niños en edad de asistir a la educación básica, jóvenes que asisten a la educación universitaria, y adultos mayores del sector asalariado. La pregunta es si una combinación distinta de prioridades sec-toriales y de grupos demográficos no sería hoy más costo efectiva, considerando que los cambios en la estructura poblacional de los últimos 20 años han sido notables y que es lógico suponer que no enfrenta las mismas urgencias en materia social. Hoy los programas sociales más progresivos, son los que menos gasto social absorben, mientras que algunos programas sociales que le restan progresividad al gasto son gigantes. ¿Bajo qué lógica distribuir mejor estos recursos?

GASTO SOCIAL Y REDUCCIÓN DE LA POBREZA

Desafíos después del boom

La autora sugiere que si bien los años recientes arrojaron resultados positivos en la lucha contra la pobreza, los próximos años no serán cuesta abajo. Todavía existen sectores que gozan de una posición frágil y no está asegurado que puedan resistir una eventual crisis; y a la par otros sectores no han sido beneficiados por las políticas de redistribución. La buena noticia: se está en posición de anticipar los embates.

¿En qué, y cómo se distribuye el gasto social? Extraído de: Paz Arauco, 2014. Nuevos caminos de la política social en Bolivia. El rol de

las transferencias en efectivo. PNUD-CIS.

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DOSSIER 15La Paz, octubre de 2014

n Alvaro Ríos Roca

La evidencia nos señala que el potencial gasífero de la Faja Plegada y Corrida del Sub-dandino (FPCS) en Sud América es inmenso. Importantes estructuras geológicas han sido ya descubiertas y explotadas en Argentina, Bolivia y Perú. Yacimientos como Loma la Lata en Argentina, Margarita/Huacaya, San Alberto/Itau en Bolivia y Camisea en Perú son nombres emblemáticos de importantes descu-brimientos que dan fe del potencial que se ha descubierto en esta FPCS.

Argentina por supuesto que ya no tiene el gran potencial que tienen Bolivia y Perú por-que ha explorado y explotado por décadas esta zona geológica y no en vano es el segundo o tercer país más gasificado del orbe, con una matriz con gas natural de alrededor de 51%. Bolivia tiene gran potencial para gas natural en la zona el sur del país, que muchos estiman puede estar entre 60 a 70 Trillones de Pies Cú-bicos (TPC). En Perú el potencial en la zona de Camisea se estima en aproximadamente 50 a 60 TPC.

La FPCS en Bolivia y Perú no es considera-da más ya una zona de alto riesgo exploratorio. Se conoce bastante bien la geología, las zonas productoras y las técnicas para perforar y pro-ducir de yacimientos profundos, fracturados y de altas presiones. La tasa de éxito mediante el uso de nueva tecnología en estas dos zonas geológicas es cada vez mayor. Existe también una buena cantidad de infraestructura desa-rrollada en caminos y vías de acceso y logística para operar en ríos como es el caso de Perú.

También se ha aprendido bastante a tra-bajar en armonía y con máxima protección al medio ambiente y en un estricto relaciona-miento con las comunidades nativas. Sin duda que esto encarece los proyectos pero es necesa-rio hacerlo. Si es importante que en ambos paí-ses los tramites y burocracia estatal mejoren.

Empero, la zona no deja de tener su comple-jidad debido al intenso plegamiento y el tipo de roca fracturada donde se encuentran entrampa-dos el gas natural y los ricos líquidos asociados. Los costos para realizar sísmica y perforar pozos en la zona son bastante elevados y requieren de dantescas inversiones y que son aun de alto riesgo. Un pozo exploratorio en Bolivia o Perú en la FPCS puede costar actualmente entre 50 a 80 MMUS$.

De la misma manera, la infraestructura para sacar el gas a los mercados requiere de in-fraestructura en pozos, plantas y gasoductos, que naturalmente se traducen en elevadas in-versiones. Eso sí, las recompensas son inmejo-rables, ya que cada pozo productor puede llegar a producir entre 1.5 a 2.5 Millones de Metros Cúbicos por Día (MMMCD) y con muy buena cantidad de líquidos asociados, que permiten mejorar notablemente los flujos financieros y desarrollar los proyectos de gas natural.

Recientemente en Perú se ha adjudicado la concesión del Gasoducto Sur Peruano (GSP), que llevara gas natural por cerca a 1,100 Km., en diámetros de 32”y 24”, y en su recorrido y área de influencia abastecerá el energético a varias ciudades y poblaciones centro andinas en el Sur de Perú. La cabecera de este gasoduc-to es el punto de conexión en la planta Mal-vinas en Cuzco y la otra punta está en ILO, en el sur peruano, donde Bolivia tiene una concesión marítima.

A la punta de este gasoducto, en ILO, se deberían sumar prontamente proyectos que demanden gas natural para termoelectricidad, usos industriales, petroquímicos y de GNL. Todo esto debería llegar a consolidar una in-fraestructura portuaria y de logística bastante importante, mirando los mercados del Pacifico.

Si miramos el largo plazo, podemos ver que ILO es un puerto que Bolivia puede llegar a acceder y desde allí mirar mercados en el Pa-cifico y de Asia en particular. Esto complemen-taria muy bien sus exportaciones vigentes que tiene al presente y proyectos de industrializa-ción que ya se están ejecutando y consolidan-do, y que miran más hacia el Atlántico.

Para que el gas natural esté disponible en Perú, el reto es que se puedan perforar varias de las cerca de 30 estructuras detectadas en los lotes 88, 56, 57, 76 y 58 y que están bajo contratos de exploración y explotación. El reto fundamental es que los permisos de consulta previa y licencias ambientales se resuelvan mucho más ágilmente y así los lotes no en-tren en fuerza mayor y la exploración no se detenga. Recordar que la zona tiene un po-tencial cerca a 50 TPC.

Bolivia de igual manera debe consolidar mucha más exploración para llegar a nuevos descubrimientos y tratar de diversificar sus

mercados en el Pacifico y específicamente en ILO como lo planteamos. Las concesiones re-cientemente realizadas de Huacareta y Acero y muchas otras zonas con alto potencial pueden de-sarrollarse si los mercados y las condiciones se dan.

No cuesta nada imaginar a Bolivia abaste-ciendo de gas natural a Brasil y Argentina, GLP y productos industrializados a los países del Pa-cifico (Uruguay, Argentina, Brasil y Argentina) y porque no también abasteciendo de GNL al deficiente mercado asiático y GLP y productos industrializados a los países de América Latina

UNA VÍA EN EL OCÉANO PACÍFICO PARA LA EXPORTACIÓN DEL GAS

Bolivia y Perú convergen en el puerto de Ilo

Los países de la región y el mundo se encuentran en la incesante búsqueda de abastecerse de energía. Nuestros principales compradores -Brasil y Argentina- han encontrado importantes yacimientos en sus territorios. En ese contexto, Bolivia debe encontrar nuevos mercados no sólo para el gas sino también para los incipientes productos derivados. El artículo ilustra parte de los escenarios a futuro para mantener la bonanza económica.

“Si miramos el largo plazo, podemos ver que Ilo es un puerto que Bolivia puede llegar a acceder y desde allí mirar mercados en el

Pacifico y de Asia en particular. Esto complementaria muy bien sus exportaciones vigentes que tiene al presente y proyectos de

industrialización que ya se están ejecutando y consolidando.”

como Ecuador, Chile, Colombia y también al Asia.

Bien manejado, ILO puede ser un impor-tante centro de integración energética e in-dustrial, que fomente desarrollo para ambos países, mirando competitivamente los grandes mercados de la costa del Pacifico y Asia parti-cularmente, para así desarrollar la gran poten-cialidad hidrocarburífera y gasífera que tienen los dos países.

Ojalá este sueño que tenemos lo podamos ir haciendo realidad en esta década.

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DOSSIER16 La Paz, octubre de 2014

CUATRO PROFESIONALES DEL VATICINIO REVELAN QUÉ VIVIREMOS LOS BOLIVIANOS EN EL FUTURO QUINQUENIO 2015-2020

Todo lo que usted quería saber pero temía preguntar sobre el tercer mandato de Evo Morales

Después del avasallador triunfo del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones presidenciales del 12 de octubre, El Desacuerdo decidió consultar a cuatro reconocidos especialistas sobre las continuidades y peripecias de los próximos cinco años del Proceso de Cambio.

“Por eso es bien difícil que alguien te vea el futuro. Es casi imposible.”

Tamara y Salvador, Expertos en la unión de parejas, recibieron más de 100agradecimientos el año pasado. Garantizan la efectividad de sus servicios con la devolución instantánea de su dinero.Av Jaimes Freyre #2932 esq. Muñoz Cornejo Edif. Matías, P.B.Reservas al 2426600

[1 ¿En qué era estamos entrando después del 12 de octubre?

La salud económica social del país tiene mucho que ver con el presidente Evo Morales. Como es nuestra especialidad, nosotros hemos hecho un estudio espiritual de esta persona. Este año no ha sido muy positivo para el presidente. Eso tiene mucho que ver con la energía de los gobernan-tes y en particular de Evo Morales.

Por la energía de este señor, por su espíritu luchador, Bolivia también es un país luchador. Para hacer esta lectura trabajamos con energía espiritual y cartas astrales. Con elementos energéticos como ser agua, fuego, tierra y aire. También usamos la numerología, el nombre, el signo, fecha de nacimiento. Evo tiene mucha relación con el fuego y la tierra pero su elemento es la tierra. Pero es un señor multifacético. El se adapta, no se estanca, cambia… es un hombre especial. Eso lo hace un hombre en un millón. Si todos tuviéramos ese tipo de energía todos seríamos triunfadores.

[2 La fortuna del país ha sido una constante en los últimos años,

¿cómo serán los siguientes cinco? Evidentemente ha habido una victoria electoral. Pero las cosas no han sido ideales para él. Ha sido una vic-

toria sufrida. Ha habido un cierto bajón. Los próximos dos años van a haber logros, proyectos. El Mutún, por ejemplo. De los 5 años que nos esperan, 2 van a ser positivos, pero luego vamos a entrar en un estancamiento.

Todos somos energía. El ser un país de trabajadores, emprendedores, luchadores. En la gente aymara occidental es lo que más se ve. Es lo que mas veo en mis clientes. Es energía liberada por la tierra. Por la pacha-mama.

La tierra tiene maneras de limpiarse de la energía negativa. La tierra tiene maneras de decir. Por eso se paga. Agosto es el mes del espíritu y por eso se paga a la Pachamama. Es una manera de retribuir y devolver lo que tenemos. La pachamama en realidad es Dios y Dios es el espíritu. Gente que lee la biblia, católica, evangéli-ca... Mucha gente reniega de nuestro trabajo. Pero no se da cuenta que todo viene de un mismo dios.

[3 ¿Cuáles son las amenazas que va a vivir el país los siguientes cinco

años?

Amenaza no creo que sea un término exacto. Riesgo quizá. Lo que más nos ha llamado la atención son los desastres naturales. Ha habido un exceso de lluvias en el oriente y problemas también en occidente. Es un balance energético.

Por ejemplo Juan del Granado. Es un poco complicado hacer un análisis a grosso modo. Son un mon-tón de elementos lo que lo han perjudicado. Ha creado mucho anticuerpos, mucha mala energía a su alre-dedor. Pero no hemos hecho un rastreo espiritual… por eso no te puedo hablar mucho más de esto.

Yo creo que la gente, todas las personas sabemos a qué vamos. Cuando tú te levantas en la mañana sabes qué quieres para tu vida. Pero nada es definitivo. Todo puede cambiar. Por eso es bien difícil que alguien te vea el futuro. Es casi imposible. Cualquier persona que pudiera ver el futuro podría ver cual es el número de lotería o quién va a ganar. Todo depende con qué energía tú comiences tu día. Si te levantas con buena energía, te aseguro que te va a ir bien.

“Este gobierno ha creado una especie de Frankenstein que podría ponerlo en aprietos.”Humberto Vacaflor

[1 ¿En qué era estamos entrando después del 12 de octubre?

Yo te diría que en una era crítica para la economía legal porque los precios se están cayendo, porque el gobierno está endeudando mucho al país; la deuda pública se ha disparado y está por encima de los veinte mil millones de dólares, se están cerrando minas como Inti Raymi, la minería estatal está en crisis parecida al momento previo a la relocalización. Ha comenzado la declinación de los megacampos gasíferos del Chaco-Tarija, se ha agotado el pozo número 9 de San Alberto y eso es el comienzo de una declinación imparable. El país va a tener que enfrentar problemas debido a eso porque la producción de gas va caer y se prevé que el 2017 Bolivia ya no puede cumplir a la totalidad con sus compromisos de exportación y eso lo dice, por ejemplo, Álvaro Ríos y Carlos Miranda; entonces estamos entrando en una era difícil donde la economía legal será puesta a prueba mientras que la ilegal, la ilícita parece que goza de muy buena salud según los informes que han empezado a brotar de manera increíblemente fuerte sobre la presencia de cárteles, sobre el hecho de que Bolivia se ha convertido en el centro distribuidor de droga en Sudamérica, como lo acaba de decir la señora Dilma Rousseff, parece que Aécio Neves se propone ponerse muy duro con Bolivia para exigirle que frene el narcotráfico y también se sabe que, al menos dos candidatos peronis-tas en la Argentina están en lo mismo: Massa y Macri, que proponen ponerse muy duros ante el narcotrá-fico boliviano. Entonces esa es la era que te diría, una era que se va a reflejar como una tremenda crisis para la economía legal y una situación conflictiva pues el país ya es visto como un país problema en la región por candidatos de Brasil y Argentina, que nos van a exigir que cumplamos con nuestros compromisos de delimitar el cultivo de la coca y controlemos de mejor manera el tráfico de drogas. Es una situación difícil sobre todo debido a que el Presidente Evo Morales es el líder de los cocaleros ilegales del Chapare y, por ello, se lo identifica a él como el responsable de este boom del narcotráfico en Bolivia.

[2 La fortuna del país ha sido una constante en los últimos años, ¿cómo serán los siguientes cinco?

Creo que la fortuna de los precios altísimos, por ejemplo el precio del gas que llegó hasta 12 dólares el millón de BTU, el precio del estaño que llegó a 14 dólares la libra fina, ya no se van a repetir por lo me-nos ahora, debido a que la China quizás no ha pisado el freno de su economía pero al menos ha pisado el embrague y ya no está yendo tan rápido. El consumo de petróleo en Alemania también se ha reducido un poco, lo que implica que el precio del petróleo esté cayendo: ha caído de 115 a 79 dólares el barril de petróleo en estas últimas semanas y eso se va a reflejar necesariamente en el precio del gas natural, y está cayendo porque Estados Unidos se ha convertido un productor y exportador de petróleo y gas; está produciendo más petróleo que Arabia Saudita en este momento, y todo eso está influyendo en la caída del precio y, por otro lado, la demanda de la India y de la China que produjo el incremento de los mine-rales ha disminuido y eso hará que los precios bajen; por ejemplo Huanuni si baja de 8 dólares la libra de estaño, ya es una mina antieconómica; se están cayendo también los precios también de los productos agrícolas que produce Santa Cruz y se podría decir que estamos entrando en un momento muy difícil.

[3 ¿Cuáles son las amenazas que va a vivir el país los siguientes cinco

años?

Yo creo que las amenazas principales que va a enfrentar este gobierno, los siguientes años, viene de la costumbre de algunas organizaciones sociales relacionadas con costumbres ilegales, que se han acostumbrado a la política del laissez faire del gobierno de Evo Morales; por ejemplo los toma tierras de Santa Cruz, los gremialistas, los ladrones de mineral, los tomatierras de Santa Cruz, los gremialistas y todos esos sectores dedicados a actividades ilegales consentidas por el gobierno -pues parece que en eso consiste el Vivir Bien- todas esas actividades van a ponerles un problema al gobierno porque además van a generar exigencias al gobierno y el mismo está cada vez con menos recursos, más endeudado. En este momento ya está pagando la Renta Dignidad con dinero de las gobernaciones y tanto el otro año como este año se van a realizar préstamos de Banco Interamericano de Desarrollo para el pago del segundo aguinaldo. También está por ejemplo, este bono que pedían los jubilados y dicen que van a seguir insistiendo en su demanda y, como otro ejemplo, salió hoy en El Deber una noticia de que los co-cales han invadido el parque Amboró, que también están en la zona del Isoso. En suma, las actividades ilegales están creciendo demasiado y podría darse la situación de que esas actividades económicas sean más poderosas que el Estado boliviano y su capacidad; entonces ha creado este gobierno una especie de Frankenstein que podría ponerlo en aprietos.

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DOSSIER 17La Paz, octubre de 2014

“Injerencia imperial que no perdona”

Ricardo Bajo, Director de Le Monde Diplomatique-edición boliviana@RicardoBajo, [email protected]

[1 ¿En qué era estamos entrando después del 12 de octubre?

La nueva era del doce de octubre con la contundente victoria del binomio Evo-Álvaro es el tiempo de la consolidación y materialización de la agenda patriótica 2025. Más de seis bolivianos de cada diez dimos el aval para conseguir esos logros en los próximos años. Para conseguir tales objetivos son necesarios y vitales dos ingredientes: unidad y buena gestión. El MAS ha consegui-do una victoria verdaderamente nacional, en casi todos los departamentos, excepto el Beni donde ha repetido una excelente votación de alrededor del 42%, similar al porcentaje que Jessica Jor-dan obtuvo en las últimas elecciones departamentales. En el resto de los ochos departamentos, el triunfo del MAS habla de una verdadera e inédita hegemonía “azul”, incluido los dos departa-mentos donde se perdió en 2009 (Santa Cruz y Pando, junto a la citada Beni). Estas victorias en terrenos antiguamente adversos tiene varias explicaciones: la gestión con obras, el buen momen-to económico, las falencias opositoras y las alianzas con nuevo sectores como el empresariado y facciones derrotadas de las cenizas de partidos neoliberales.

Precisamente, son estos nuevos agentes los que pudieran poner palos en la rueda de la unidad

y la gestión en los próximos años si es que actúan como “caballo de Troya”. Derrotar, incorporar como individuos y luego echarse a tomar sol puede ser un error.

También es necesario realizar una labor “pedagógica” y relanzar la formación política, más

necesaria que nunca en dicho escenario, para que los sectores (especialmente de los movimientos sociales, baluarte, santo y seña del proceso del cambio) que exigen con semejante triunfo electo-ral una profundización del proceso de cambio (traducido en revolución agraria comunitaria más nacionalizaciones en campos como el minero a la par de la industrialización) no se vean desilusio-nados y decepcionados con la suma de estos nuevos agentes político-económicos del oriente y el capital extranjero que también son vitales para conseguir esos objetivos de la Agenda 2025 como son la ampliación de la frontera agrícola para garantizar soberanía alimentaria; el salto energético para ser el centro de Sudamérica; y el ascenso de Bolivia a las “grandes ligas” del continente.

Ambos retos (conquistar las metas de la Agenda 2025 con la suma de todos y la profundi-zación y materialización de la Constitución) no son contradictorios (todo lo contrario, debe ser complementarios) y la mejor “imagen” que grafica esta aparente lucha de intereses contrapuestos es el modelo económico plural donde la economía estatal, la privada y la comunitaria caminan de la mano. Sería una tremenda paradoja que después de tanto sacrificio y lucha, la falta de unidad puede troncar el avance hacia los nuevos objetivos. No hay que nunca confundirse de enemigo y adversario.

[2 La fortuna del país ha sido una constante en los últimos años, cómo

¿serán los siguientes cinco? En el terreno económico, Bolivia ha experimentado un crecimiento sostenido que será la tó-

nica en los próximos años. Los augurios de la derecha mediática y los voceros políticos del neoli-beralismo privatizador han fracasado. Era totalmente falso que la bonanza económica boliviana se debía exclusivamente al precio elevado de las “commodities”, las materias primas y el mercado minero en alza. A pesar de que el crecimiento de China bajó algunos puntos (después de espec-taculares números de casi dos dígitos) y otras economías de la región se resintieron (junto con el crecimiento casi cero de Estados Unidos y la profunda recesión en algunos países de Europa), Bolivia, gracias al nuevo modelo económico que refleja nuestra idiosincrasia sin copiar modelos impuestos desde afuera, garantiza la permanencia de esta constante pues las bases ya están da-das: bolivianización de la economía, demanda interna, consumo y equilibrio macroeconómico que rebalsa con distribución de la riqueza y justicia social.

[3 ¿Cuáles son las amenazas que va a vivir el país los siguientes cinco años?

Están descritas en la primera pregunta. Habría que añadir la injerencia imperial que no per-dona ni perdonará jamás este ejercicio democrático y soberano del pueblo boliviano, a la cabeza del presidente Evo y el vicepresidente Álvaro, con acciones tan valientes como la expulsión de or-ganismos estadounidenses y los constantes llamados al respeto por parte de la autodenominada única potencia mundial (con ínfulas de pueblo elegido) y a ser tratados de igual a igual, algo que atenta contra la verdadera naturaleza del imperio gringo. La receta, ante la injerencia y los pro-cesos de desestabilización que seguro vendrán alimentados desde afuera con la colaboración de los cipayos de siempre, es la misma que nos dejó como enseñanza y legado el comandante eterno Hugo Chávez: unidad, unidad, unidad.

“El segundo año de este mandato augura peligros”Don Agustín, curandero de la casa esotérica Martha en la calle Linares

[1 ¿En qué era estamos entrando después del 12 de octubre?

Pachatatas, Pachamamas, Santiago, Virgen de Urkupiña, Virgen de Copacabana, bendice este momento que está empezando en su trabajo, su viaje, su salud. El momento que empieza después de las elecciones hay que millucharle. Los días martes y viernes hay que khoarle para que siga ha-biendo trabajo y siga habiendo plata. El diablo tiene la plata, el Tío tiene la plata, hay que rogarse para que siga habiendo buena suerte en el trabajo y no haya ningún accidente, para que no haya ningún problema que le pase al gobierno. Entonces los martes hay que aprovechar para khoarle, para dar la ofrenda y el viernes hay que confirmar el pedido.

[2 La fortuna del país ha sido una constante en los últimos años, ¿cómo serán los siguientes cinco?

De los tres años que vienen te puedo decir. El primero está aquí, el segundo está aquí y por

último el tercero está aquí, ¿qué va a pasar? Va a estar bien el primer año, va a estar bien. ¿No ve? En el trabajo más que todo va a ser un año positivo. Eso es, diosito va a bendecir este primer año. ¿Va a estar bien? Primeramente positivo. Este primer año positivo, pero puede haber algunos problemas. Pero la bendición es grande en el primer año. No hay que dejar de tener cuidado.

Este segundo año que viene está mal. Para el segundo año hay que invitarle a la pachamama, hay

que invitarle a la Pachamama una misa con sullu. Para que todavía trabajen bien, para que no se pier-da lo del primer año, eso puede ser. Hay que invitarle a la pachamama de modo generoso, es santa tierra ¿no ve? A Diosito hay que invitarle porque puede haber problemas. Hay que invitarle siempre. Hay que khoarle para que no haya problemas, se necesita un preparado que tenga velitas con todo, para Diosito más. Tiene que ser una mesa que junte a Santiago, San España, Virgen de Urkupiña, Vir-gen de Copacabana. Para que toditos te bendigan, para que haya trabajo. Eso, con eso va a estar bien.

La fortuna va a seguir en el tercero, se va a trabajar bien. [3 ¿Cuáles son las amenazas que va a vivir el país los siguientes cinco

años?

Puede haber algunos problemas con el trabajo como te decía antes, especialmente en el se-gundo año, un año difícil va a ser. Hay que milluchar necesariamente para que trabajen bien. Para que no haya ningún problema. Para evitar maldiciones. Esas maldiciones con misa negra hay que cambiarlo, con vela negra, con incienso negro, para que las maldiciones se vayan a otro lado. Luego hay que armar una ofrenda para que la Pachamama este bien y satisfecha para que la plata haya en ese segundo año que va a ser grave. Hay que quemarle, ch’allar con cervecita, con alcohol.

Mira, Evo es esto [señala la coca], pueden pasar accidentes, que el trabajo no haya. Pero ¿pe-

leas puede haber? No, no tanto, está bien no van a haber peleas con el Evo, bien va a estar y se van a acompañar. El peligro es otro, es el que te decía del trabajo en el segundo año, esa debe ser la preocupación hasta que hagan la misa negra y después de ch’allar la tierra.

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DOSSIER18 La Paz, octubre de 2014

La agenda del día después

n José Luis Exeni Rodríguez *

Cuando todas y todos debiéramos estar discutiendo la agenda normativa y de políticas públicas en el país, de cara a la Agenda Patriótica 2025 y otros horizontes, resulta que por genti-leza del hoy impresentable Tribunal Supremo Electoral (TSE) seguimos mascullando los aún inconclusos resultados de la votación. La disputa continúa siendo electoral: el MAS-IPSP ya está con la cabeza puesta en los comicios subnaciona-les y la oposición (a)parece empeñada en despor-tillar las elecciones del 12 de octubre. ¿Y la agenda del día después?

A reserva de los datos oficiales del cómputo y las explicaciones que debe brindar el órgano electoral sobre sus “fallas técnicas” y “errores in-voluntarios”, la tercera victoria del presidente Evo Morales en las urnas (con más del 60 por ciento de votos) es incontrastable. Se trata de un reco-nocimiento ciudadano, por diferentes motivos, a su liderazgo y al “proceso de cambio” iniciado

hace nueve años, pero implica también un re-novado mandato que, más allá del programa de gobierno, requiere amplio debate público.

Respecto a los resultados de las elecciones es evidente que si bien el MAS-IPSP redujo su vo-tación en cuatro departamentos de occidente, su victoria en Santa Cruz, Tarija y Pando le otorga un respaldo electoral más sólido y “uniforme” a nivel nacional. La oposición de centroderecha, en tanto, reactiva y dividida, apenas aspira a rasguñar algo más de un tercio de escaños en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el MSM y el Partido Verde, a su vez, podrían quedar lamen-tablemente fuera del escenario político.

Más allá de la configuración del sistema de partido dominante que parece consolidarse en Bolivia, y a la espera de que la derrotada oposi-ción no se malogre de entrada en su opaco inten-to por desconocer/deslegitimar la nueva victoria del oficialismo, hay algunos temas de agenda que debiéramos poner en primera línea en el escena-

rio poselectoral. No se tocaron ni debatieron en la campaña, pero no pueden estar ausentes por más tiempo en el horizonte del actual proceso de refundación estatal. Mencionaré solo tres de ellos.

El primer tema tiene que ver con la cualidad plurinacional del constitucionalizado nuevo mo-delo de Estado. ¿De verdad hemos asumido, más allá de la inclusión y símbolos, la plurinacionali-dad del Estado boliviano? ¿Estamos avanzando en el ejercicio de los derechos al autogobierno y la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, sin los cuales di-fícilmente podremos hablar de Estado “plurina-cional”? ¿O es que se está produciendo, más bien, la restauración del Estado-nación? Debiéramos debatirlo.

El segundo es sin duda el más denso. Parafraseando a Don Quijote: con el (neo)extractivismo hemos topado, Sancho. ¿Se ha impuesto ya en el país un modelo neodesa-rrollista que, con más o menos Estado, más o menos industrialización, seguirá abonan-do relaciones capitalistas que, en los hechos, fagocitan la anhelada “economía plural”? ¿O hay todavía algún margen para seguir pen-sando en alternativas al desarrollo, en un sendero posextractivista, asentadas en los buenos vivires (en plural) con respeto a los derechos de la Naturaleza? Preguntas.

Y el tercer tema es también sustantivo. Nuestra Constitución reconoce la existencia de diferentes concepciones y prácticas democráti-cas, cuya complementariedad, con igual jerar-quía, ha sido definida como “democracia inter-cultural”. ¿Estamos avanzando, en serio, hacia la demodiversidad en ejercicio con pluralismo no sólo político sino también institucional? ¿O es que persiste el predominio de la democracia liberal-representativa asentada en la negación, instrumentalización y/o confinamiento de las democracias participativa y comunitaria? Deli-beremos.

Claro que la agenda no se agota en lo pluri-nacional, las alternativas al desarrollo y las demo-cracias. Hay otros temas fundamentales como las autonomías pendientes, el todavía negado plura-lismo jurídico, los horizontes de descolonización y despatriarcalización… Como sea, pareciera que, por ahora, la atención de unos y otros está con-centrada en la inseguridad, la crisis judicial, el uso/distribución de la renta gasífera, la difícil ins-titucionalidad y las megaobras. Sobre todo ello debiéramos estar discutiendo con miras al futu-ro en tanto el TSE, sin más tropiezos ni demora, concluye su trabajo.

Lo demás, desde siempre, es silencio.

*Periodista

Exeni nos recuerda las claves fundamentales sobre las que el Estado Plurinacional debe avanzar para consolidarse. Con un pie en la Asamblea Constituyente y otro en el mañana, podemos tomar, de estas letras, las alertas necesarias para decir futuro, en clave de la utopía plurinacional.

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DOSSIER 19La Paz, octubre de 2014

n Ramón Rocha Monroy

La Cámara de Comercio de Cochabamba convocó a varias reuniones para buscar en conjunto una marca que definiera el desarrollo regional y, entonces, entre las fortalezas de la región, se vio que había al menos dos: la me-dicina y la educación superior. Las consultas a nacionales y a extranjeros, sobre todo a inmi-grantes bolivianos que vienen de vacaciones casi llega al 50 por ciento, en tanto que hay 7.000 estudiantes extranjeros en las 17 uni-versidades asentadas en la ciudad, la mayoría de Brasil y Cabo Verde, pero también de otros países, amén de los programas de desconcen-tración que proyectan a la universidad pública con éxito creciente hacia las provincias. Este último índice se centra en las carreras de Salud, Medicina y Odontología, y entonces se busca la forma de extender los servicios a otras ca-rreras para fortalecer esta actividad. Hace algunos años, hubo un esfuerzo institucional por hacer de Cochabamba una ciudad del co-nocimiento, pensando en la industria del hard y el software. Cito estos tres antecedentes porque, en su oferta electoral, el candidato Evo Morales habló de instalar aquí una ciudadela del conocimiento. Lo que sigue son ideas para fortalecer esta propuesta.

[ Posgrados

En Ecuador, 200 bachilleres por año pueden escoger las mejores universidades del mundo para estudiar licenciatura, maestría y doctorado en uso de una beca del gobierno y con el compromiso de retornar a su país. Un amigo periodista agrega que este país está con-tratando a todos los doctores del subcontinen-te, en cualquier disciplina, para construir una ciudadela del conocimiento. Uno puede ima-ginar qué sería de una ciudad boliviana como Cochabamba si aquí se estableciera convenios con las universidades de países limítrofes y con otras europeas y norteamericanas para instalar posgrados en nuestra ciudad y que el gobierno otorgue becas a los bachilleres nacionales para que se concentren acá a menos costo que beca-dos al exterior. La infraestructura establecida en la universidad pública y el resto de las uni-versidades privadas puede servir para estable-cer de inmediato esos posgrados sin esperar a construir una ciudadela, que quizás demande una década. La afluencia de estudiantes de di-plomado, maestría y doctorado dinamizaría la economía de la ciudad y sería una inyección im-portante de fondos para robustecerla.

Cochabamba, Ciudad del Conocimiento

Por otro lado, Cochabamba tiene una pro-ducción artística importante en literatura, danza, teatro, diseño gráfico, cine, televisión y también en gestión cultural. Aquí tenemos cuatro de los centros de educación artística más importantes del país: el Conservatorio de Música, dirigido por el Maestro Kohichi, un verdadero sensei; el Instituto Eduardo Laredo y la Carrera de Música de la universidad pú-blica, que es hechura de la Fundación para la Música, dirigida hoy por Silvia Trombetta. Si fortalecemos el perfil estudiantil de la ciudad con ofertas de posgrado, haremos reverdecer viejos laureles regionales, como la Convención de Estudiantes de 1928 y la certeza de que las ideologías políticas del país nacieron en esta ciudad. No olvidemos que aquí nacieron lo mismo Óscar Únzaga que Carlos Montenegro, Augusto Céspedes y Walter Guevara Arze; lo mismo Sergio Almaraz y Marcelo Quiroga que René Zavaleta (sus parientes dicen que nació en Sicaya, provincia Capinota, aunque fue regis-trado en Oruro); lo mismo Manfred y Tuto que el poderoso movimiento cocalero, incluido Evo Morales, cuyo desarrollo sindical y luego políti-co se dio en Cochabamba antes que en todo el país; en fin, Álvaro García Linera, que pertenece a conocidas familias cochabambinas.

[ Una reflexión del Vicepresidente

Hace poco, el Vicepresidente Álvaro García Linera reunió a un grupo de personas de reconocida sensibilidad para hacer un diag-nóstico de la región, y allí se comprobó que, mientras el Occidente ha recibido un soporte sostenido del Estado central y el Oriente tie-ne el desafío de doblar la superficie cultivada

con ayuda oficial, mientras el Trópico de Co-chabamba se ha de beneficiar con la planta de úrea y amoníaco y con la conexión interde-partamental Cochabamba-Beni, la ciudad no tiene un proyecto productivo, es el destino de los inmigrantes pobres del país, que se dedican al comercio menudo y por eso los suburbios populares están creciendo de modo alarman-te e invadiendo los cerros circundantes, como que hay una demanda constante, quizás in-detenible, por elevar la cota de 3.750 metros para lotear y constituir pequeñas propieda-des. Misicuni fue proyectada para dinamizar la agricultura en la región, pero la superficie cultivable a la cual iba a destinarse ese caudal de agua ha disminuido al máximo en 40 años porque nos estamos volviendo urbanos y no queremos apreciar nuestro potencial rural.

¿Qué se puede hacer con la ciudad de Co-chabamba? Quizás un factor dinamizador sea la instalación del Parlamento Sudamericano en el Valle Alto y la conexión de este y otros valles por ferrocarril, que se extendería hasta Santa Cruz, pero si fortalecemos aquí la oferta de educación superior en posgrado y concen-tramos a los mejores bachilleres del país beca-dos por el gobierno, tal vez hayamos dado en el clavo sobre el futuro de una ciudad amable, de clima benigno y apta para recibir contingentes de jóvenes estudiantes que contribuirán más tarde al desarrollo del país. Para ello hay que consultar al pueblo y no sólo a los intelectua-les, que suelen tener reservas para todo. Como muestra vaya un ejemplo: cuando el Vicepresi-dente anunció que el gobierno tiene serias in-tenciones de desarrollar la energía atómica para fines pacíficos y preguntó qué nos parecía insta-lar la planta en Cochabamba, una densa mayoría se opuso al proyecto. Entonces se recordó que en esos aciagos días en los cuales se discutía algo imposible como trasladar la sede del gobierno a Sucre, los constituyentes sucrenses se reunieron con los cochabambinos para proponerles una transacción: que la sede del gobierno se instale en Cochabamba. ¿Quiénes se opusieron? Los cocha-bambinos. No me consta, pero así lo dijeron los que al parecer conocen el problema.

A propósito de la promesa electoral del Movimiento al Socialismo de crear la Ciudadela del Conocimiento en la Ciudad de Cochabamba, Rocha Monroy hace una proyección de cómo imagina su ciudad como el potencial centro de producción de conocimiento, reconociendo la Llajta fue cuna de grandes pensadores y artistas bolivianos.

Elsa para procesos erectorales

Consigna de inicio: Las mujeres quere-mos #VivirBienSinViolencia. TSE: Ineptos entusiastas, gente muy peli-grosa. Comparaciones 1: Trucho Quiroga es nuestro Arjona de la política (Fdo. Reloj). Táctica electoral: Enviar mujeres gol-peadas en casa a Trinidad para ganar en el Beni (Fdo. Compadre Samuel). Preguntita: Romero Simpson, ¿qué pasó con el 70% en Santa Cruz? (Fdo. MAS-IPSP). Comparaciones 2: Fernando Vargas es el Alejandro Delius de las elecciones. Nadie lo conoce (Fdo. Anónimo). MSM: El que va sin Revilla, pierde su sigla (Fdo. Revilla). Binomio de peso: Amilcar Barral y Ji-mena Costra (200 kilos).

Tercera confirmación: La Opo es un fraude (Atte. El soberano). Repliegue: Con Juan solo somos amigos (Rebeckar Delgado). Municipales 2015: Teleférico versus Pumakatari (La Hoyada). MAS: Cambia, todo cumbia (Aldo Peña). TSE: Promotor de Unidad Opo (Re-cuen-to). Menú pendiente: Reloj con ají de fideo corbatita (Quico). Campaña 2019: Abrir CITES en Japón y Suiza (Atte. Dogor). Cómputo: Si no gusta el primero, tene-mos un segundo (Pando). Plurinominal: “Papeletas de naufragio” (TSE). Municipales 2015: ¿Percy for ever? (Fdo. Voto asistido). Educación sexual: Quipus XXX (Atte. Madre Teresa). Nostalgia: Juan 2019 (Atte. Maletitas). Lamento remoto: Tuto, Samuel y Juan debieron (re)unirse (Analista paraopositor). Consigna intermedia: Octubre no se olvida. Extradición de Goni ¡YA! (Pepino pandillero). Piquete de huelga: Dieta para gorditos Opo (Fdo. Vilma). Iglesias: Los hay Julios, los hay Pablos (Podemos). Series sin miedo: The voting dead (Fdo. Juan sin Sigla). Memoria: “Victoria pírrica”, dicen los mi-ristas que gobernaron con el 19%. ANP: Negociantes camuflados de “medios independientes”. Constatación: Juan perdió por Gil (Atte. El 2,8%). Ingesta: “Acabo de ver el reloj de Tuto y, a juzgar por el tamaño, se lo debería comer el bocón de Arturo Murillo” (@Andreu). Consigna de cierre: Todas y todos so-mos Malala.

Fotografía de Verorange

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DOSSIER20 La Paz, octubre de 2014

UN FUTURO PARA LAS LETRAS QUE HEREDAMOS

200 libros para entender y proyectar Bolivia

n Martín Zelaya Sánchez

En medio de ceremonias oficiales, fiestas populares y actos cívicos por doquier, el 6 de agosto de 2025 un turista gringo, un inves-tigador de la realidad latinoamericana, y un acucioso joven universitario boliviano esco-gen, cada uno por su lado, algunos libros de un estante de ofertas en una librería.

Revisa uno Zarate, el temible Willka, de Ramiro Condarco, y se entera que además de la palestra central, aquella que entró en la “his-toria oficial” de la lucha de las diferentes nacio-nes de este Estado Plurinacional por liberarse, primero de la Corona española, y luego del colonialismo vigente en la república, estu-vieron los indígenas, campesinos y origina-rios como bastión fundamental.

Le toca al otro Juan de la Rosa, de Nata-niel Aguirre, y comprende, tras su lectura, las vicisitudes y detalles menos divulgados de la vida privada y social de los bolivianos durante la larga sublevación que, finalmente, desembo-có en la independencia el 6 de agosto de 1825.

Y el tercero, luego de hojear largamente el Diario del Tambor Vargas, y deleitarse con “to-dos los sucesos ocurridos en las provincias de Sica Sica y Ayopaya durante la Guerra de Inde-pendencia americana, desde el año 1814 hasta el año 1825”, se decanta además por otros tres libros de corte literario: Tirinea, de Jesús Ur-zagasti; El otro gallo, de Jorge Suárez y Felipe Delgado, de Jaime Saenz.

Si bien por definición la novela es ante todo ficción, estas tres si se enfocan en situa-ciones verosímiles y retratan con exactitud momentos y categorías esenciales de la histo-ria del país, en este caso, de personajes y suce-sos que bien pudieron existir y ocurrir en las medianías del siglo XX en la Santa Cruz aún rural y en la hoyada paceña.

¿Por qué arriesgar posibles escenarios a futuro? ¿Qué ganamos con imaginar lo que podría o no pasar en 2025 cuando el país cele-bre los 200 años de vida libre e independiente? Precisamente para eso, para no improvisar o especular la formación y toma de conciencia de las nuevas generaciones de bolivianos, se di-

señó la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia.

La Vicepresidencia del Estado, a través del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), lleva adelante el proyecto que se propone seleccionar, publicar y difundir los 200 libros más represen-tativos del pensamiento nacional -en diferentes áreas y géneros-, y promover a la vez la lectura, estudio e investigación de lo boliviano.

Un comité editorial compuesto por 35 intelectuales de renombre, de diversas especia-lidades, formación y orientación vocacional-ideológica trabaja ya desde hace un par de me-ses en esta empresa. Su misión: arrojar hasta antes de que concluya el año los 200 títulos distribuidos equitativamente en las siguientes áreas temáticas: Historia, geografía y biogra-fía; Ciencias sociales, filosofía y lingüística y Literatura y bellas artes.

Mientras el equipo trabaja arduamente en la selección, un vistazo a la tabulación previa que se hace en el CIS nos permite adelantar algunos títulos que, claro está, no son una sor-presa para nadie.

A las mencionadas obras de Condarco, Aguirre, Vargas, Urzagasti, Suárez y Saenz hay que agregar al menos media docena de títulos infaltables en cualquier colección re-presentativa de lo que se produjo en Bolivia, e incluso en el Alto Perú:

Historia de la Villa Imperial de Potosí, de Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela; Raza de Bronce, de Alcides Arguedas; Sangre de mes-tizos, de Augusto Céspedes; Nacionalismo y coloniaje, de Carlos Montenegro; Lo nacional popular en Bolivia, de René Zavaleta Merca-do; Cerco de Penumbras, de Óscar Cerruto. Y no nos olvidemos de autores como Tamayo, Jaimes Freyre, Zamudio y Quiroga Santa Cruz.

[ De cánones y otros intentos

Escribe Harold Bloom en el prefacio de su célebre El canon occidental: “un sig-no de originalidad capaz de otorgar el es-tatus canónico a una obra literaria es esa extrañeza que nunca acabamos de asimilar, o que se convierte en algo tan asumido que permanecemos ciegos a sus características.

Dante es el mayor representante de la pri-mera posibilidad y Shakespeare un feno-menal ejemplo de la segunda”.

Trasladando estos ejemplos a nuestra reali-dad, podemos asumir, sin duda que la “extrañe-za que nunca acabamos de asimilar”, claramen-te está en Felipe Delgado o Tirinea. Veamos:

“Al pie del Illimani -dice el narrador/ pro-tagonista de la novela de Saenz- nacido sin saberse cómo ni por qué, convocado que fui por la luz de este mundo a los quince días del mes de noviembre de mil novecientos tres, años de la era que corre, y llamado y bautizado y confirmado con el nombre de Felipe Virgilio Francisco Delgado Borda, si ha de darse crédito a testimonios que cursan en los estrados parroquiales de la Iglesia de San Sebastián, sita en la zona de Churu-bamba de esta muy noble y altiva ciudad de La Paz, doy comienzo a estas mis memo-rias, decidido como estoy a poner en obra un propósito largamente acariciado…”.

Y en la breve narración del chaqueño, leemos:

“No sé por qué se me ocurre aclarar que nada tengo que ver con Fielkho, absoluta-mente nada; lo cual no quiere decir que no lo conozca. Lo veo cada día y varias veces en un mismo día. En cada una de estas in-numerables ocasiones, apenas cruzamos nuestras miradas y con una indiferencia tal que yo mismo me siento subyugado por el carácter de nuestras relaciones. De manera que no puedo llamar vínculo a lo que estaba destinado a unirnos sin lograr su propósito. Yo soy lo que le ha sucedido, lo que le sucede y lo que le sucederá a Fielkho, lo cual con-fiere un encanto especial a esta ligazón…”.

¿Y qué de los textos que tenemos “tan asu-midos que permanecemos ciegos a sus carac-terísticas”? Se me ocurren Raza de bronce, de Alcides Arguedas y La Chaskañawi, de Carlos Medinaceli, por solo nombrar a un par.

La primera, que de intento de reivindica-ción y visualización del indio, puede más bien entreverse como un claro reflejo del racismo y clasismo de la sociedad boliviana de inicios del periodo republicano; y la segunda, un drama

amoroso enmarcado en la Bolivia provinciana de fines del siglo XIX e inicios del XX, y narra-do con el tradicional lenguaje y tono costum-brista-paternalista del que los nuevos escrito-res renegaron contundentemente ya a fines de los años 90, pero que aun así es todavía un texto infaltable por su valor estético integral.

[ Lo relevante, lo oportuno

Volvamos a Bloom. En el capítulo “Elegía al canon” del citado libro sostiene:

“Originalmente, el canon significaba la elección de libros por parte de nuestras instituciones de enseñanza, y a pesar de las recientes ideas políticas de multicul-turalismo, la auténtica cuestión del canon subsiste todavía: ¿qué debe intentar leer el individuo que todavía desea leer en este momento de la historia?

En correspondencia con este precepto y su consecuente interrogante, en Bolivia se han in-tentado y plasmado distintos proyectos de cla-sificación y compilación de los mejor de la pro-ducción literaria, historiográfica, ensayística.

Empezando en los extensos estudios de Gabriel René Moreno, pasando por experien-cias como la Biblioteca del Sesquicentenario, y con un referente reciente, como la selección de las 15 novelas fundamentales de Bolivia.

Más allá de buscar entre estas y otras ini-ciativas similares, vale la pena detenerse en la segunda para remarcar que las Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, como la del Sesqui-centenario, es una iniciativa de Estado, pero,de mayor alcance tanto en el número de obras a publicarse –la primera consta de 20 tomos- como en la ambición y dimensión del proyecto: acaso puede hablarse de un canon definitivo –¿por qué no?- para empezar a cerrar el siglo XX e ingresar con buen pie y suficiente bagaje en el aún imberbe tercer milenio.

Si pese a todo esto aún persiste la pregunta de por qué emprender este desafío, podemos seguir lanzando motivos: porque más allá de iniciativas particulares similares -y tan loables como ésta-, como la colección Letras Fundacio-nales de Plural Editores, es obligación e interés fundamental del Estado proponer alternativas y modos de reflexión, conocimiento y proyec-ción de la sociedad, y qué mejor, para ello que mediante la lectura.

Viene de la mano citar aquí la Agenda Patrió-tica del Bicentenario, una de las más ambiciosas es-trategias de Estado de la historia de este país, que en su cuarto punto dice: “Bolivia tiene que desarro-llar innovación, conocimiento y tecnología en las áreas estratégicas, (…) complementando nuestros saberes tradicionales, nuestra riqueza en técnicas y tecnologías locales y nuestra creatividad social y profesional con la ciencia moderna”.

“¿Qué debe intentar leer el individuo que todavía desea leer en este momento de la historia?”, se pregunta Harold Bloom en El canon occidental. Muchas son las premisas a debatir a la hora de seleccionar, compilar y diseñar colecciones. Con ocasión del debate sobre los contenidos de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, aquí se recorren los hitos y se sopesan los matices que por fuerza ha de enfrentar un proyecto del Estado Plurinacional de una magnitud nunca igualada desde la publicación de la Biblioteca del Sesquicentenario de la República.

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DOSSIER 21La Paz, octubre de 2014

[ Legado y aprendizaje

El gringo turista que en 2025 hojee Za-rate, el temible Willka, de Ramiro Condarco, podrá deleitarse con pasajes como este:

“Es natural que, cuando el ejército consti-tucional parecía dar, con su regreso a Oruro, la confirmación oficial de su derrota, pobla-ciones indígenas de distintos confines, alen-tada su moral con esta primera demostración de ineficiencia y debilidad, hayan engrosado considerablemente las filas revolucionarias, ampliado el área de la rebelión indígena, y volcádose hacia el sur con la esperanza de caer sobre los despojos de las fuerzas regulares”.

“Desde entonces, mientras la ciudad in-surgente se esforzaba por pacificar y alejar la amenaza indígena en la vasta región que la circunda, la sublevación campesina se retiraba hacia el mediodía, y, según clara expresión de Rodolfo Soria Galvarro, tenía por centro, ‘con su famoso jefe Willca’ a la cabeza, la población de Villa Aroma donde el coronel Pando instaló su cuartel general”.

“La centralización y establecimiento de la principal zona de conflicto entre Sica Sica y Oruro, en momentos de producirse la acentuación del levantamiento indíge-na, acabaron por dar a Pablo Zárate Wi-llka las más favorables condiciones para el

definitivo asentamiento de su consagra-ción y fama como supremo caudillo de las multitudes autóctonas”.

El provecho que pueda sacar el gringo, o cualquier lector de hoy o mañana, de estos su-cesos, y la extrapolación que pudiese hacer con la más reciente historia del país, dependerán de sus bagajes e intereses.

Mientras tanto, el investigador latinoame-ricanista, se topará con pasajes cumbre de la prosa de Nataniel Aguirre, como este del capí-tulo XXIII de Juan de la Rosa:

“Serían las ocho de la mañana cuando

me desperté al día siguiente, vestido en mi cama, con mi almohada mojada por las lá-grimas que había derramado en mi sueño. El claro sol de aquella estación seca del año a la que llamábamos invierno en mi país de eterna primavera, brillaba en mi cuarti-to, penetrando por la puerta que yo no me había acordado de cerrar aquella noche. Oí trajinar como de costumbre a los cria-dos en el patio; me pareció que hablaban alegremente, que reían, que se preparaban con afán de concurrir a una gran fiesta. Las campanas de la Matriz llamaban con bulli-ciosos repiques a misa solemne; tronaban camaretas y petardos; no sé qué cuadrilla de danzantes pasaba por la calle, tocando cajas y zampoñas… ¿He padecido, acaso, una espantosa pesadilla en esta noche que me parecía eterna? –me pregunté…”.

Incluso desde los albores de la República, o cuando ésta aún se forjaba –podrá colegir el lector, a modo de anécdota- las fiestas popula-res, las entradas callejeras ya eran patrimonio cultural nacional.

Así, de cada obra -de las 200, una por una- se saca provecho, se aprende; en todas y cada una hay un pedazo fundamental de la histo-ria de este país y de sus millones de hombres y mujeres que lo forjaron y sacaron adelante.

Los dos centenares de títulos se publica-rán –de acuerdo a un cronograma que ya se diseña- en los siguientes cinco años. Pero la labor del CIS y de los especialistas no queda-rá ahí. Los tirajes serán masivos y en un alto porcentaje se distribuirán gratuitamente en bibliotecas, repositorios, centros culturales y de documentación públicos de todo el país; el resto se venderá a precios bajos en librerías y otros expendios.

Por otro lado, a medida que los textos sean publicados, la intención es desarrollar un plan lec-tor para facilitar el acceso y comprensión de las obras a estudiantes de secundaria y universita-rios. A ello hay que agregar que cada libro contará con un estudio preliminar de contextualización.

Al final de su texto El señor Balboa -¿uno de los antologados en la Biblioteca del Bicente-nario?- Jaime Saenz se imagina el epitafio de su personaje:

En la tumba, vive la vida sabe que la muerte es

un estado de ánimo

Conoce la revelación:en la eternidad, nada dura.

Creemos firmemente que este auspicioso proyecto, la Biblioteca del Bicentenario de Boli-via, está destinado a sobreponerse a la muerte, al olvido, y a constituirse en una revelación, perdurable en la eternidad.

“Más allá de iniciativas particulares similares, como la colección Letras Fundacionales de Plural Editores, es obligación e interés fundamental del Estado proponer alternativas y modos de reflexión, conocimiento y proyección de la sociedad, y qué mejor, para ello que mediante la lectura.”

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DOSSIER22 La Paz, octubre de 2014

n El Desacuerdo

Recientemente una delegación de la or-ganización Podemos de España visitó el país como parte de una gira de aprendizajes del sur. Dentro de la delegación se encontraba una de las caras más visibles de este frente que ha desafiado el bipartidismo heredado del franquismo: Pablo Iglesias. Durante este año Iglesias, luego de una acelerada campaña elec-toral, fue elegido para ocupar un escaño en el Parlamento Europeo junto a cuatro correligio-narios, fisurando el orden de la representación y canalizando la indignación y las ansias de transformar España.

El Desacuerdo pudo hablar con Iglesias, un hombre que constata que las tramoyas neoliberales y las mafias empresariales han de-gradado a la política y la han puesto en contra de la gente. Asimismo un hombre convencido de que revertir lo anterior es posibles aunando esfuerzos y reactivando la participación de la ciudadanía en un orden en el que se construya desde abajo y de modo colectivo.

[ Desafiar el norte, aprender del sur

El Desacuerdo (ED): Hace algunas semanas recibimos la noticia de que has sido nombrado profesor honorí-fico de la Universidad Complutense. Es una señal clara de que la academia no quiere desenlazarse de alguien que ha irrumpido en la vida política de Es-paña. No es novedad que la izquierda siempre ha estado plegada a la acade-mia, esa quizás es una de sus virtudes y de sus características. Quisiera que nos dijeras cómo estás leyendo tú este engranaje entre la política, la academia y la izquierda de cara a pensar estos procesos nuestros -y decimos nuestros para pensar Podemos como un proceso similar al nuestro que tienen que ver con la participación de academicos que van y vienen de la política- ¿cómo lees que se da esta relación?

Pablo Iglesias (P.I.): Bueno en relación al nombramiento para mi es un honor poder seguir estando vinculado a la universidad pú-blica sin costarle un solo peso al erario público, poder dan conferencias y dar seminarios en mi casa, la universidad, en la que me he formado y en la que he trabajado. Para nosotros la in-vestigación académica siempre se inspiró en lo que dijo Fals Borda sobre el compromiso. No estamos en la universidad sólo para recibir un salario sino para utilizar esa posición de privi-legio para poder hacer algo para poder cambiar las cosas. Por eso siempre decíamos que la in-vestigación tiene que ser rigurosa, tiene que asumir los criterios de cientificidad pero tiene que estar comprometida con el cambio por una situación mejor en nuestro país. Todas

las experimentaciones que tenemos en nues-tra facultad tuvieron traducciones políticas y la última traducción política que ha implicado es Podemos. Probablemente no hay en Espa-ña una experiencia política que beba tanto de nuestro trabajo academico. La Tuerca, que es un programa de televisión, bebía de alguna forma de lo que hacíamos en la universidad, de las frustraciones del trabajo académico cuan-do está encerrado en las paredes de la uni-versidad y no se llega a la sociedad. Nosotros siempre tratamos de que la universidad fuera un espacio en permanente comunicación con la sociedad y defender los espacios universita-rios como espacios públicos, que con procesos de privatización pretenden ponerlos al servi-cio de las grandes empresas. Eso es lo que está ocurriendo en nuestro país y en Europa con el Plan Bolonia y con otras reformas que adap-tan los estudios universitarios a la lógica del beneficio empresarial y no al progreso social y al desarrollo económico del país. Por eso para nosotros es un orgullo ubicarnos como acadé-micos comprometidos con nuestro país.

ED: Las últimas crisis financieras en Europa y Estados Unidos nos han metido de lleno en un mundo multi-polar. Tenemos la emergencia de los BRICS y tenemos también una pre-sencia importante de Estados Unidos, Alemania, y otras potencias. ¿cómo afrontan ustedes estas nuevas aguas internacionales, esta nueva correla-ción de fuerzas en el mundo? ¿Cúal debería ser la estrategia para España para actuar en este mundo?

P.I.: Es verdad que la geopolítica ha vuel-to. Con numerosas contradicciones, con un contexto mucho más complejo que el de la guerra fría, en el que todavía podía tener lectu-ras ideológicas claras. Ese mundo murió. Han vuelto los intereses geopolíticos. América Lati-na con lo que representa el ALBA, el Mercosur es la prueba de que la viabilidad de proyectos de desarrollo a nivel nacional está inevitable-mente ligada a construcciones supranaciona-les que asuman un escenario de competición mundial que es enormemente complejo. noso-tros asumimos que el escenario estatal en Es-paña es importante pero no es suficiente. No hay opción en el marco del Estado Nación. Por eso nosotros reivindicamos Europa, especial-mente Europa del Sur, la Europeriferia como un escenario de intervención geopolítica que está en una situación que nosotros definimos como neo-colonial. Durante la campaña elec-toral nosotros decíamos que no queremos ser una colonia de Alemania. Antes hablabas de los BRICS como las nuevas potencias emer-gentes, mientras a nosotros nos llamaban PIGS que se puede traducir incluso como cer-dos. La situación de Portugal, Irlanda, Grecia y España como un grupo de países a quienes se nos vendió que estábamos en el club exclu-sivo de Europa pero que se nos ha construido

con una estructura desigual por la que poco menos que ofrecemos mano de obra barata. Hemos destrozado nuestras industrias y aspi-ramos a competir desregulando los salarios y entendiendo que la inversión extranjera llega a costa de precarizar a las poblaciones de nues-tros paises. A eso hay que responder diciendo que ni hablar, que lo mejor de Europa es la con-quista de los derechos sociales y reivindicar las tradiciones de los Estados del Bienestar, del sufragio y de los derechos civiles y de los de-rechos sociales que son patrimonio de nuestra identidad vinculada ademas al anti-fascismo europeo.

ED: Un poco en esta línea que ha-ces tú de equilibrios entre poderosos y menos poderosos, pero además de las marcas que llevan algunos y otros, yo creo que, buenos es un sentido común el pensar que mucho del socialismo del siglo XXI se ha construido en base a leer desde el sur, a esta visión de com-prender y leer desde el sur otras posibi-lidades de mundo ante la crisis global. Yo creo que lo llamativo de lo que está pasando en España, y está pasando a partir de la crisis en Europa en otros países, tiene que ver precisamente con que ustedes están ubicados en el nor-te. Sabemos que ustedes reivindican de muchas maneras que hay un aprendi-

sur, estábamos blindados frente a situaciones de emergencia social y los últimos años han demostrado que no. La situación en países como Grecia, como Portugal, como España ha demostrado que a pesar de las diferencias se pueden producir situaciones de excepcionali-dad que hacen el cambio político posible. Y lo estamos viendo. Podemos es una expresión de eso, Syriza es una expresión de eso e incluso hay una lectura progresista de lo que se esta produciendo en otros paises. ¿Se puede hacer en Europa lo mismo que en América Latina? no, pero que se puede aprender mucho de las políticas públicas que se han desarrollado aquí, incluso de un cierto pragmatismo a la hora de afrontar las transformaciones. Lo estamos viendo aquí, este teleférico es un ejemplo, un símbolo por la apuesta por el desarrollo eco-nómico de Bolivia, un país que estaba devas-tado hace diez años. Nosotros no partimos de las mismas circunstancias, pero claro que los sectores estratégicos de la economía tienen que estar en manos públicas y tener un control colectivo; claro que los países tienen que aspi-rar a controlar su política monetaria, aspirar a mejorar el nivel de vida de sus poblaciones, a desarrollar los servicios públicos y eso puede construir un programa, una forma de desarro-llo europeo alternativo al que han impuesto hasta ahora las instituciones europeas. Sin duda América Latina es una inspiración.

PABLO IGLESIAS HABLA DEL ESCENARIO INTERNACIONAL Y DE LA ORGANIZACIÓN DE PODEMOS:

“América Latina es una inspiración”

“Nosotros siempre tratamos de que la universidad fuera un espacio en permanente comunicación con la sociedad y

procuramos defender los espacios universitarios como espacios públicos, ya que con procesos de privatización pretenden

ponerlos al servicio de las grandes empresas.”

zaje aquí en el sur y que tiene que ha-ber una convergencia para mantener un diálogo. ¿cómo ves tú que el sur y el norte podrían engranarse en ese diálo-go de aprendizajes?

P.I.: Es algo que llevamos reflexionando desde hace muchos años. Hace unos cuantos años escribimos un artículo Iñigo Errejón, Je-sús Espasandin y yo que titulamos “Los indios que invadieron Europa” en el que hablabamos de la necesidad de una suerte de cooperación transnacional entre los procesos de transfor-mación que se estaban dando en América La-tina y quizás unas incipientes voluntades de cambio social, de movimientos subalternos en nuestros paises. Es verdad que los escenarios son diferentes y cada uno tiene su propia insti-tucionalidad y tienen muchas diferencias, pero no es menos cierto que si en América Latina los procesos de transformación han funciona-do, el neoliberalismo como forma de gobierno ha tenido consecuencias tan agresivas que produjo colapsos y hay numerosos ejemplos: Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador. Pare-cía que los Estados europeos, incluso los del

[ Cabalgar en contradicciones

ED: Decías que Podemos aparece en una circunstancia de excepcionalidad. Despues del éxito en las elecciones de europarlamentarios, ahora al frente tienen el escenario del fuerte biparti-dismo de España con el que van a tener que lidiar. Para eso ¿van a tener que institucionalizar demasiado el parti-do? ¿hacer una apuesta por adoptar es-tructuras clásicas de organización o lo estan pensando de otra manera? ¿Cual es el tipo de organización que estánn pensando con Podemos?

P.I.: Vamos a tener que cabalgar en con-tradicciones. La propia representación política en sí misma, asumir la posibilidad de ocupar espacios institucionales, espacios de gestión administrativa implicará evidentemente con-tradicciones pero nosotros no renunciamos a la enmienda de la totalidad que planteamos. La enmienda de la totalidad supone decir: el sistema político del 78, el régimen de partidos está en crisis, se puede producir una trans-

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DOSSIER 23La Paz, octubre de 2014

formación que dé al traste con ese sistema de partidos y nosotros queremos participar de ese cambio. Esto no estará exento de difi-cultades, no estará exento de contradicciones, asumir responsabilidades de gobierno es algo extremadamente difícil en particular en regí-menes parlamentarios monárquicos. Nosotros no nos vamos a encontrar con un escenario en el que ganar unas elecciones en las que se as-pira a la presidencia de una república y de un proyecto político una enorme discrecionalidad a la hora de asumir la administración públi-ca. Nosotros lo tenemos más difícil y Europa tiene mecanismos de control seguramente mucho más intensos. Pero seríamos estúpidos si pensáramos que somos una tienda política más en un mercado electoral y que tenemos que actuar como un partido convencional. No nos han votado por ser un partido político, nos han votado precisamente por lo contrario. No nos han votado por ser una acción conven-cional y si hemos sido capaces de convertir la ilusión en movilización electoral es porque somos otra cosa y nuestra enmienda va más allá. Eso implica incluso haber asumido una estrategia diferente a la de la izquierda que de alguna forma asumía su subalternidad y aspi-raba en última instancia a arrancar concesio-nes a las formas de gestión socialdemócratas que han demostrado quedarse sin espacio. Eso no quiere decir que nuestro programa sea maximalista, pero entiende que los marcos de la Europa de los criterios de convergencia, que en los marcos de austeridad no hay solu-ción posible y nosotros aspiramos a desafiar esos marcos, aspiramos a desafiar lo que se ha planteado hasta ahora como la constitución europea que marca lo posible. Por lo tanto no nos quedará más remedio que, con todas las dificultades, con todas las contradicciones, con la necesidad de buscar compromisos, decir que tiene que haber un elemento de ruptura. Hay que decir no a una serie de elementos que se plantearon como indiscutibles porque se han roto procesos suficientes como para que poda-mos darle la vuelta a eso.

ED: Tu pareja es de la Izquierda Unida, ¿de alguna manera eso incide en las reflexiones que tienes o en las intenciones, al momento de pensar en la constitución de un frente con la Iz-quierda Unida?

P.I.: Mi pareja es una persona que yo admiro enormemente en lo político y en lo intelectual, y claro que conversamos y que sus reflexiones forman parte de un diálogo que tiene que ver con lo que yo he hecho. Sin las reflexiones de Tania seguramente yo no hubie-ra hecho PODEMOS, pero aparte de eso todos somos mayorcitos y decidimos donde militar y nunca una relación personal condiciona las reflexiones en lo que se refiere a la política de alianzas. Digamos como si las relaciones de amistad o las interpersonales pudieran condi-cionar -y lo he dicho varias veces- que un fren-

te de izquierdas por bien intencionado que sea, no toca resolver los problemas que hay ahora ni soluciones de sumas de siglas, ni soluciones de acuerdos de partido. Creo que la gente más valiosa de Izquierda Unida, incluída en ellos Tania, son conscientes también que deberán reubicarse en un proceso de cambio, asumien-do también dificultades y contradicciones; y cada uno deberá jugar su papel desde el espa-cio que cada uno hemos decidido estar o en el que la historia nos ha colocado a cada uno.

ED: Acabas de dar una respuesta en la que enfatizas esta idea de que uste-des han nacido para representar una ilusión, ¿cuánto dura la ilusión? ¿cuán-to puede esperar la ilusión para volver-se lo posible?

P.I.: Es verdad que las estructuras de oportunidad a nivel político no duran siem-pre, y es verdad que en la medida en que no-sotros asumamos responsabilidades, poco a poco perderemos ese elemento de frescura y de novedad; mas creo que hay un margen enorme, que si el cambio comienza a produ-cirse, lo fundamental es incorporar al mayor número de gente posible a eso. Y ahora yo creo que nos toca correr, nos toca aprovechar la ola en la que estamos surfeando y tratar de llegar hasta el final.

ED: Sabemos que están nuevamen-te en efervescencia las reivindicacio-nes autonomistas de Catalunya y que pronto habrá un referendo, que tú has apoyado públicamente, ¿qué crees que va a pasar en este referendo? ¿y qué tan importante es Catalunya para España?

P.I.: No está claro que la consulta se vaya a producir, aunque yo preferiría que se pro-dujera y quisiera que Catalunya no se fuera, también entiendo que los catalanes tienen de-recho a opinar, a decir que tipo de relaciones quieren tener con el resto del Estado y creo que la decisión sobre el futuro de Catalunya debe ser de los catalanes y las catalanas. Es uno de los temas que no está cerrado desde el régimen del 78 que ha sido una tensión permanente la cuestión de las naciones históricas en España y que hay mucha gente que se siente partíci-pe de una comunidad nacional distinta. No sé qué resolución tendrá, a nosotros nos gustaría que tenga una resolución tranquila y democrá-tica, pero es verdad que la derecha española se siente muy cómoda en una confrontación que, de alguna manera, aleja otros problemas y aunque le debilita en Catalunya, los hace muy fuertes en otros lugares del Estado.

ED: Ban Ki Moon ha dicho hace unos días en referencia al Presidente Morales que es el Presidente de los Pue-blos y últimamente ha tenido muchos elogios para con el Presidente, cuando

se ha pensado -por lo menos desde Bo-livia- que la imagen internacional del Presidente estaba mermando. ¿Para PODEMOS y para Pablo Iglesias, quién es el Presidente Evo Morales?

P.I.: El Presidente Evo Morales probable-mente represente al primer Presidente que se parece a los bolivianos y que, de alguna forma, es Bolivia. No sólo hablamos de los logros de gobierno de los últimos 9 años, que son espec-taculares -y así se lo reconocen los bolivianos cada vez que van a votar- hablamos también de la recuperación del protagonismo político de una parte de la sociedad que fue sistemá-ticamente excluida. La ironía y el desprecio ra-cista con el que buena parte de las élites inter-nacionales recibieron la elección de Evo como Presidente, creo que demuestran una manera de hacer política que ha recibido un severo correctivo por la vía de los hechos, lo cual es una magnífica noticia. Evo Morales probable-mente sea el mejor Presidente de la historia de Bolivia y no porque lo diga Pablo Iglesias sino porque así lo dicen los datos.

“No nos han votado por ser una acción convencional y si hemos sido capaces de convertir la ilusión en movilización electoral es

porque somos otra cosa y nuestra enmienda va más allá. Eso implica incluso haber asumido una estrategia diferente a la

de la izquierda que de alguna forma asumía su subalternidad y aspiraba en última instancia a arrancar concesiones a las

formas de gestión socialdemócratas que han demostrado quedarse sin espacio.”

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DOSSIER24 La Paz, octubre de 2014

n Jorge C. Derpic

Hay miedos inconscientes. Diariamente olvidamos su existencia y, sin darnos cuenta, repetimos sistemáticamente los actos que los producen. Es lo que ocurre en Bolivia cuando utilizamos los servicios de transporte público. Un viaje por la autopista desde La Paz hacia El Alto, una visita por tierra a Oruro, un tramo en un radiotaxi de número desconocido a me-dia noche, un taxi “blanco”. En el imaginario social, todos implican tácitamente la posibili-dad de no llegar a destino. Como recurso con-tra la incertidumbre, los ciudadanos a veces auscultamos al chofer de turno con la vista para asegurarnos que la prueba de alcoholemia no arrojará más de 0.3 gramos de alcohol por litro de sangre. Rogaremos para que la flota no se rompa a medio camino. Le diremos a la amiga que nos acompañó a tomar taxi a me-dianoche que la llamaremos al llegar a casa. Se lo diremos fuerte, en voz alta, como para que el chofer lo sepa y se percate de que la amiga está anotando el número de su placa mentalmente.

A quince años de iniciado el siglo XXI, to-davía nos animamos a viajar por caminos defi-cientes, casi inexistentes. Recorremos las calles atentos a que el conductor no desvíe su cami-no. Rezamos porque los pasajeros del asiento trasero no saquen una cuerda y nos asfixien. Aceptamos en silencio la posibilidad de que algo “malo” nos ocurra, aunque ello dependerá de la suerte, de la voluntad de la naturaleza. Si algo nos pasa, será por culpa nuestra pues no ch’allamos cuando debimos. De alguna mane-ra, interpretamos los accidentes de tránsito y

lo que nos pase dentro de un vehículo como si se trataran de desastres naturales. Pero ni si-quiera los desastres naturales son sólo fruto de la contingencia. El sociólogo Eric Klinenberg1 sostiene, por ejemplo, que éstos son también producto de fuerzas sociales. Su impacto tiene mucho que ver con las acciones o inacciones del Estado, también con las jerarquías de clase.

Con los resultados de las últimas eleccio-nes puestos, cabe preguntarse cuáles son los desafíos que enfrentan el nuevo gobierno y la población en general en términos de transpor-te urbano y carretero. Inseguridad ciudadana, tarifas y rutas arbitrarias, falta de control en las vías, requieren medidas urgentes de los go-bernantes, pero también de los propios usua-rios y los transportistas. De esto, con énfasis en La Paz y El Alto, trata este artículo.

[ Transporte urbano Con la soga al cuello

En Septiembre de este año, durante el último Congreso de la Federación de Juntas Vecinales en El Alto, trece comisiones presen-taron las demandas de la ciudad para la futura directiva. La comisión de transporte, conforma-da por representantes de los diez distritos urba-nos, ingresó al coliseo metiendo bulla y cargan-do pancartas que aludían a la inseguridad del transporte alteño. Mientras cantaban “Trans-porte Vecinal. ¡Cogoteros, no!”, los representan-tes vecinales reclamaban mayores garantías del sistema sindicalizado de transporte.

Estas demandas tienen mucho que ver con

la acumulación de experiencias cotidianas de inseguridad. Durante el mes de marzo de este año, por ejemplo, el Distrito 3 fue escenario de enfrentamientos a piedra, palo y puño entre vecinos y choferes del sindicato de transportes Arcoiris. La confrontación estalló luego de que una mujer vecina de la zona fuera víctima de cogoteros, delincuentes que intentaron asfi-xiarla y robarle todo, dentro de una furgoneta que llevaba un letrero de Arcoiris. Los habitan-tes se movilizaron para poner en marcha su propio servicio de transporte e intentaron, sin fortuna, que la Alcaldía le retire la licencia de funcionamiento al sindicato. Aunque en las se-manas siguientes el servicio retornó a la nor-malidad, las tensiones persisten y en cualquier momento pueden producir otro estallido.

[ Lo que cuesta mantener el precio del pasaje

Además de la creciente sensación de in-seguridad en los vehículos, los habitantes de a pie se encuentran en un tira y afloje con los choferes por las tarifas y la cobertura del transporte público. En El Alto, durante meses, los dirigentes vecinales cuestionaron la labor del Alcalde Édgar Patana y la del ex-presidente de la FEJUVE, Javier Ajno, por su incapacidad para controlar los repetidos intentos de los transportistas de subir el precio de los pasajes. De la misma manera, la vigencia del tramea-je, cuando los choferes acortan sus rutas para cobrar varios pasajes en lugar cobrar sólo uno por tramo largo, generan resignación entre los usuarios. En La Paz, el municipio impuso tari-farios y mapeó las rutas. Logró cierto éxito en los taxis de ruta fija (trufis) y los minibuses, pero generó un caos absoluto en los radiotaxis. Nadie sabe con certeza si el precio del pasaje que le cobraron fue justo o no.

[ Acequias para el mar

A principios de año el camino que une El Alto con Copacabana amaneció bloqueado por juntas vecinales de dos distritos alteños. Reclamaban al municipio, a la gobernación y al gobierno central, la promesa todavía incum-plida de ampliación de esta carretera de dos a cuatro carriles. Para quienes recorren esa vía durante días hábiles, en horas pico, o durante los fines de semana, el motivo de la demanda es más que evidente. Los automóviles avanzan a paso de cortejo fúnebre para llegar apenas hasta la ex-tranca de San Roque o a la actual de Corapata. La protesta se levantó luego de dos días con el compromiso gubernamental de poner en marcha la ampliación que ahora parece finalmente concretarse.

El Alto es con seguridad una de las ciuda-des donde la presión demográfica en el país se siente de manera más dramática. Por un lado, el incremento sostenido de 200 mil habitantes por década y, por otro, la avalancha de auto-móviles en los últimos diez años colapsan la

ciudad y sus salidas por completo. Según el INE (2014)2, en sólo 11 años el parque auto-motor en el país prácticamente se triplicó. Sólo en el departamento de La Paz, los vehículos subieron su número de 130 mil en 2003 a 330 mil en 2013. Así cualquier esfuerzo por mejo-rar la infraestructura de calles y autopistas re-sulta insuficiente. Es preciso acompañar estas medidas con un manejo responsable del ingre-so, legal e ilegal, de automóviles al país.

[ Las rutas de la muerte

En Bolivia se conoce al antiguo camino que va de La Paz al valle de Coroico como el ca-mino de la muerte. La ruta de tierra es hoy un atractivo turístico de aventura, famoso en el mundo por su angostura y por los precipicios de más de trescientos metros donde un sinfín de buses y camiones cayeron. Pero éste no es el único camino de la muerte. Cada año, un promedio de 1.200 personas mueren y 14 mil terminan heridas en accidentes de tránsito3. Conductores alcoholizados, temerarios, que no respetan las señales de tránsito, y que se trasladan en automóviles obsoletos, repiten a diario esta triste realidad en todo el territorio nacional. Hasta ahora, ninguna medida gu-bernamental ha logrado reducir las muertes en las carreteras del país.

[ El Estado es el camino

En los últimos años diferentes niveles estatales implementaron medidas enfocadas a mejorar la infraestructura caminera, a domes-ticar el transporte público urbano y a imple-mentar programas de educación ciudadana. En La Paz, el gobierno municipal construyó puentes y pasarelas, puso en marcha el sistema La Paz Bus y continúa sus esfuerzos de con-cientización de la población. En los últimos meses instaló semáforos cronometrados y cámaras de seguridad en las esquinas para or-denar el tráfico. Con seguridad, estas últimas innovaciones serán más efectivas en generar una cultura de respeto a las señales de tránsito que anteriores esfuerzos.

En El Alto, la alcaldía implementó medi-das similares. Hace pocos meses inauguró la Pasarela del Arquitecto para hacer más fluído el tráfico en la Ceja. Y a las obras de la Aveni-da Panamericana II, en el límite con La Paz, se sumarán pronto los buses Saririri que tendrán las mismas características que sus predeceso-res Puma Katari de La Paz. Adicionalmente, el teleférico financiado por el gobierno cen-tral, ofrece un servicio de transporte seguro que para muchos reduce el costo y tiempo de traslado. Habrá que evaluar, sin embargo, los beneficios de esta última infraestructura para la población en general. Largas filas en las pa-radas tradicionales de transporte terrestre en-tre ambas ciudades, se mantienen inalterables.

Finalmente, en cuanto a seguridad ciuda-dana, el gobierno instaló sistemas de posicio-

NUEVA CRISIS DEL TRANSPORTE EN LA PAZ Y EN EL ALTO

Movilidad y movilidades en la Bolivia del Siglo XXICalles, avenidas y autopistas entre minibuses, radiotaxis y teleféricos

Paceños y alteños enfrentan cada mañana los desafíos de una red de transporte público cada vez más proliferante. Y cada día se vuelve más necesaria una reflexión conjunta entre la sociedad civil, los gremios transportistas y las instituciones estatales para evaluar y mejorar los servicios y priorizar políticas de disminución de riesgos

Fotografías de Verorange

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25La Paz, octubre de 2014

La banda uruguaya de rock No Te Va Gustar (NTVG) estará por primera vez en Bolivia este 12 de noviembre. Definir a NTVG como una banda de rock no nos dice mucho. El uso del término rock resulta de por sí complicado y hasta enigmático, ninguna definición tiene el éxito de abarcar la pluralidad de estilos, sonidos y líricas que suelen relacionarse con dicho género, a tal punto que su cualificación como un género resulta cuestionada. Algunos se han conformado con señalar que el rock se trata de una actitud, lo que curiosamente aparenta ser una resignación ante la imposibilidad de distinguir lo que es propiamente rock. Este con-f licto se hace evidente cuando nos encontramos ante producciones musicales como la de NTVG, que parecen confirmar la idea de que la única posibilidad de dar cuenta de lo que es el rock es su condición de inclasificable.

En los discos de NTVG pueden hallarse composiciones excelentemente logradas que nos transportan a las sonoridades propias del ska, el reggae, el candombe, la murga, etc. combi-nando el sonido eléctrico de las guitarras, los vientos (trombón, trompeta y saxo), el punteo de cuerdas acústicas y las percusiones. Esto hace de NTVG uno de los más altos repre-sentantes del rock latino, el cual incorpora los ritmos de la tradición musical latinoa-mericana con las experiencias del rock en su sentido más clásico, aquel que lo vincula con el sonido eléctrico de las guitarras.

Cada uno de sus discos propone un ambiente musical capaz de llevarnos en un par de minutos de una melancolía comprometida, como en el caso de una de sus canciones más preciosas “Clara”, hasta una densa euforia como aquella que propone “Fuera de control”. La nostalgia que emerge en varias de sus canciones reafirma un compromiso con lo vivido, ra-tificando que en el caso de Latinoamérica dicho compromiso no puede realizarse coheren-temente sin combinar las experiencias cotidianas del amor con un horizonte de utopías que han producido grandes historias de pasión y lucha en nuestro continente. La persistencia de estos horizontes aparece en canciones como “Reevolución” y “No hay dolor” cuyo estribillo representa el deseo de todo un sur que reafirma y proyecta su existencia afirmando que “ma-ñana va ser un gran día, te lo digo yo/nos vamos a mirar las caras entre todos/el norte no va estar arriba, va ser todo sur/ya no van a sangrar las manos de esos pocos”.

La euforia desencadenada en canciones como “Fuera de control” o “Más mejor” entre

muchas otras invitan una vez más a la reafirmación de la vida en resistencia a toda forma de control, ya sea que ésta provenga de los marcos institucionalizados de la iglesia o de los inten-tos de normalización de las sociedades del autocontrol. Las propuestas temáticas de NTVG no ceden ante la indiferencia y se sumergen en los momentos más intensos del sentir huma-no, desde nuestra sensación de desamparo ante el poder de los medios de comunicación has-ta los dilemas del aborto y la violencia contra la mujer. Todo ello siempre en el horizonte de un reencuentro con nuestro mundo, reactivando la esperanza de una reconciliación final, la cual toma su modelo de la vivencia más cercana que tenemos: la del amor a la pareja, los ami-gos, los hijos o los padres. Este último se expresa de manera conmovedora en la canción “La única voz” donde se propone responder a aquellos que dudan de la existencia del amor con la evidencia de la acción de los padres empecinados en preservar el derecho a soñar de sus hijos.

NTVG construye una propuesta musical y temática que cumple el cometido esencial del

lirismo: la expresión intensa de sentimientos en vistas de producir una empatía en quienes reciben esa expresión, generando de esta forma un mundo compartido. La pluralidad mu-sical y temática presente en la propuesta de la banda hace de ese mundo compartido un mundo diverso donde cada quien halla cabida a sus vivencias y se encuentra con las de los otros. Estas líneas procuran ser una invitación a la escucha de NTVG, y con ella de toda una tradición musical que en nuestro continente siempre se ha caracterizado por un compromiso militante por el amor y por nuestro sur.

Otros desacuerdos / Luis Claros

NTVG y las canciones del sur

apedrearon para medir fuerzas y definir cuál se quedaba con el monopolio del traslado a las nuevas estaciones. Aunque el fondo del asun-to fue la integración al sistema que empieza a consolidarse, se observa un signo preocupan-te. A pesar del miedo y el rechazo que generan en la población, los trabajadores del transporte no parecen listos para renovar y reorganizar su servicio, ni en las carreteras, ni en las ciudades. Este hecho, antes que la competencia estatal, tiene el potencial de mejorar su futuro pero también de marcar el fin de su camino.

NOTAS[1] Klinenberg, Eric. 1999. “Denaturalizing Disaster. A

Social Autopsy of the 1995 Chicago Heat Wave”. Theory and Society Vol. 28(2):239-295

[2] Instituto Nacional de Estadística. 2014. Estadísticas del Parque Automotor 2003-2013

[3] Base de datos del INE, 2007-2012. Http://Ine.gob.bo

namiento satelital en una porción de buses y camiones de transporte interprovincial. La idea es controlar su velocidad y ubicación en las carreteras. Dentro de las ciudades, el go-bierno municipal paceño inició el registro de taxis y radiotaxis para identificar claramente a los conductores. Las medidas son recientes, y todavía queda mucho tiempo para evaluar si estas innovaciones redujeron los accidentes y ofrecieron mayor seguridad.

[ ¿Hasta dónde llegarán los transportistas?

Las demandas de la población por mejor infraestructura y servicio han superado am-pliamente las ofertas de los conductores –y los empresarios– del transporte. Sin inicia-tiva, algunos sindicatos recurren a medidas defensivas que surgen por inercia antes que por un plan para enfrentar el nuevo contexto de innovaciones estatales. A sólo una semana de la inauguración de la línea amarilla del te-leférico, por ejemplo, dos sindicatos alteños se

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26 La Paz, octubre de 2014

n Anders Burman

Durante un par de años trabajé en el equipo técnico de una ONG fundada y lide-rada por intelectuales y activistas aymaras en el altiplano del departamento de La Paz. El núcleo de nuestras actividades fue el ayllu Chambi Grande (Jach’a Chambi) y el pueblito de Mollebamba en la provincia Gualberto Vi-llarroel donde la ONG dirigía un instituto de educación superior (Instituto Tecnológico y de Investigación Andino – INTI Andino). Recuer-do vívidamente mi primer viaje por las provin-cias del altiplano paceño hacia el ayllu Chambi Grande. Fue en febrero del 2001 y yo no había

cumplido ni 24 años. Recuerdo el paisaje, los cerritos, los arenales, los ríos, las casas de ado-be, las comunidades, el ganado, las escuelitas y también una cantidad impresionante de can-chas sencillas de fútbol.

Una vez llegado a nuestro destino me encontré con jóvenes aymaras, muchachas y muchachos de las provincias de los Departa-mentos de La Paz y Oruro quienes iban a ser mis estudiantes por los siguientes dos años. Me miraban con una mezcla de curiosidad, timidez y desconfianza. Durante el almuerzo, los estudiantes empezaron a hablarme poco a poco. Pero no me preguntaban por mis cualifi-

caciones académicas, mi país de origen o algo por el estilo, su primera pregunta tímida fue “¿Juegas fútbol?” Al haber recibido una res-puesta positiva el dirigente estudiantil sonrió y me dijo: “Bien, entrenamos mañana a las 6 de la mañana. Te esperamos.”

Antes del amanecer me levanté de la cama en la pequeña casa de adobe que alquilé justo al lado de la cancha de fútbol. Escuché voces provenientes de la cancha. “¿Habrán empe-zado ya?” me pregunté. Me vestí y salí en la oscuridad. De pronto escuché un pito y más voces y vi unas figuras oscuras moviéndose en la cancha. Parecía que incluso tenían un entrenador dando instrucciones. “Ucha, esos jóvenes se toman el fútbol en serio” pensé mientras murmuré “¡Buen día!” y me incor-poré al equipo dando vueltas por la cancha para calentar nuestros cuerpos recién des-piertos. Como no había luz en el pueblo y el cielo estaba nublado, era demasiado oscuro como para poder reconocer a los estudiantes del día anterior pero me sentía como en casa en la cancha y participé durante unos 20 mi-nutos de los diferentes ejercicios.

Fue cuando estábamos por dividirnos en dos equipos para jugar un partido y empeza-ba a amanecer poco a poco que me di cuenta que no reconocía a ninguno de los jugadores. Además, algunos de ellos parecían demasia-do jóvenes como para ser estudiantes del instituto Inti Andino. “¿Quiénes serán estos changos, y quién será el señor con el pito?” me pregunté. Y “¿qué hago yo aquí?”.

Enseguida, pregunté al chico que estaba a mi lado dónde entrenaban los estudiantes del Inti Andino. Me miró con una sonrisa. “En la pampa” dijo y señaló en la dirección del Insti-tuto. “Aquí entrenamos con el profe los del co-legio”. Dije gracias y hasta luego y fui corriendo por las calles y senderos arenosos del pueblo hasta llegar a la pampa. Ahí ya estaban los estudiantes de Inti Andino jugando un parti-do. “¡Bien que has llegado, licenciado!” me dijo uno de ellos. “¡Mañana en la tarde jugamos un partido con los changos del colegio, contamos contigo!”. “¡Claro!” le dije y me metí en el parti-do riéndome de mi mismo. ¡Yo había entrena-do con los antagonistas! Pero no les dije nada. Preferí explicar mi llegada tarde al entrena-miento diciendo que me había dormido.

Cuando llegó el gran partido, se había jun-tado una gran cantidad de comunarios a lo largo de una de las líneas laterales de la cancha. Todos querían ver si el gringuito sabía patear la pelota. Y aunque se reían de mis piernas lar-gas y se burlaban de mis pies grandes, creo que mis esfuerzos en la cancha fueron los primeros pasos de una larga caminata que iba a conven-cer, por lo menos a algunos de ellos, de que “ese gringuito había sido gente nomás siempre”. Durante mis casi dos años de vivencia y tra-bajo en el ayllu Chambi Grande, el fútbol llegó

a ser un elemento tan recurrente y cotidiano como la música andina. Jugábamos fútbol después de las clases hasta el atardecer y por las noches tocábamos sikus y tarqas. No me pregunten cuándo estudiaban los estudiantes.

El fútbol estaba ahí, en todos los espacios, en todas las ocasiones, en aquel entretejido cultural-político-social-ritual-económico que llena de significado la vida rural. En este sen-tido, los autores del libro el Otro fútbol: His-torias, ritualidad y competencia en el fút-bol ”no-federado” en Bolivia nos llevan por los caminos entrecruzados del fútbol, por los sindicatos y las comunidades, por las canchas de las zonas urbanas y periurbanas obreras-indígenas ‒en las que quizás mi suegro Al-berto Ticona tapó algunos goles ya que fue un arquero muy requerido por la famosa Liga Fabril en la década de los 70‒, en el exterior y el interior del país, por las canchas de barro, tierra y césped sintético y nos introducen a un mundo futbolístico más allá del espectáculo deportivo comercial emblemático del capita-lismo y la colonialidad moderna patrocinado por la FIFA. Nos sugieren que en ciertos con-textos el fútbol puede ser una herramienta de emancipación y una práctica cultural de signi-ficación y re-significación del mundo desde los espacios y las subjetividades subalternizadas, o sea una práctica cotidiana que forma lazos de solidaridad, alianzas y rivalidades, que es-timula dinámicas identitarias, e incluso calca otra cartografía del poder.

Efectivamente, el fútbol es cosa seria. Y el primer imperativo de cualquier estudioso de la vida social debería ser tomar en serio lo que es serio para las personas con las cuales uno trabaja, a las cuales uno quiere entender y de las cuales uno quiere aprender. Sin embargo, como indican Juliane Müller y Mario Murillo, los compiladores de este libro: “La popularidad que el fútbol tiene en Bolivia contrasta nota-blemente con la atención que ha recibido de parte de las ciencias sociales”. Mientras que los antropólogos, sociólogos e historiadores que se han dedicado al estudio de “la identidad” y las movilizaciones sociales en Bolivia podrían llenar el Estadio Hernando Síles, los estudio-sos que se han dedicado a la investigación so-cial seria del fútbol en el país apenas llegarían a una cantidad suficiente como para formar un equipo de fútsal. En buena hora, entonces, se publica este libro como para ajustar en algo el balance y tomar en serio lo que es cosa sería para una gran parte de los bolivianos, tanto en el exterior como en el interior del país: el fútbol. De hecho, el “otro fútbol” es un fenómeno so-cial en su propio derecho, pero no se debe verlo como un campo aislado de investigación, sino más bien como una fascinante entrada a los debates más amplios sobre identidad, género movilización social y también –¿por qué no?– sobre las prácticas rituales y las dimensiones epistemológicas, ontológicas y existenciales de la vida y de las luchas políticas-sociales.

“Efectivamente, el fútbol es cosa seria. Y el primer imperativo de cualquier estudioso de la vida social debería ser tomar en serio

lo que es serio para las personas con las cuales uno trabaja, a las cuales uno quiere entender y de las cuales uno quiere aprender.”

UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LAS MIL MANERAS DE JUGAR AL FÚTBOL EN BOLIVIA

Lucha, pasión y resignificación en la cancha ch’ixi

El Desacuerdo entra al estadio y lanza la pelota con el prólogo de Anders Burman del libro Otro fútbol: Ritualidad, institucionalidad y competencia en un siglo de fútbol en Bolivia que compilaron Juliane Müller y Mario Murillo, investigadores sociales pero también fanáticos del Dortmund y del Bolívar.

Fotografía de Jesús Rodríguez

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27La Paz, octubre de 2014

Tres cafés en Coyoacán

[1 Alverre. Café bistró

Se encuentra en la esquina de las calles Gómez Farías y Cuauhtémoc. Como pocos, reto-ma el estilo bonaerense de la cultura del café: las ventanas hasta el piso quiebran la distancia con la calle, la barrera entre interior y exterior es discreta, permite la privacidad del espacio adentro y disfrutar de la belleza de lo que hay fuera. Las mesas y sillas marcan un toque tradicional -de madera oscura- sobrias y elegantes. Cuadros de arte moderno cuelgan de las paredes, y la música siempre está bien escogida. El paralelo con Buenos Aires no es casual, la tarjeta postal que regalan con la cuenta explica el origen del nombre: “Alverre.- Contracción e intercambio silábico de la frase ‘al revés’. Juego sintáctico característico del lunfardo (el lenguaje del tango, el juego y el azar…)”.

[2 Corina

En verdad no es un café sino una pastelería francesa, su nombre oficial: Caremel; pero está en la calle Corina, y respondiendo a la tradición de nombrar las cosas más por su ubica-ción que por su acta de bautizo, lo llamamos simplemente el “café Corina”. Lo simpático es que no tiene mesas, de hecho se trata de dos locales unidos por una pequeña puerta, ambos con un ventanal enorme a la calle. En uno de ellos, sólo hay pasteles; para su compra se pro-cede con la rutina de las panaderías mexicanas: se toma una charola y pinzas, se pone lo que se comprará y se pasa por caja. En el otro, sólo hay una barra que casi no deja espacio con la calle, lo mínimo para poner dos taburetes siempre ocupados. En una esquina, se hace una fila -normalmente pequeña-, donde primero se pide y paga el café para luego ser entregado cliente por cliente. Lo fantástico es tanto la calidad del café como el paisaje: es una esquina con una amplia vereda, árboles, muy poco tráfico. En el ventanal de la pastelería pusieron unas tablas que sirven para sentarse, y en frente, en la misma vereda, un par de asientos de fierro forjado. Como si estuviéramos en una ciudad caribeña, todo sucede en la calle, que es donde uno disfruta del entorno urbano y encantador.

[3 La Ruta de la Seda

Lo descubrí por casualidad caminando por la zona. Es una pequeña casa en esquina con un portón viejo de madera y una ventana que da a la otra calle. El espacio es mínimo, sólo entran dos mesas y la barra donde está la caja y algunos pasteles. Parece una casa antigua de adobe de cualquier pueblo latinoamericano. Afuera, aprovechando la espaciosa vereda, hay cuatro discretas mesas -cada vez son más-. La música siempre es suave, tanto como la sofis-ticada pastelería: torta de té verde o de pétalos de rosa. Cuando llega el café cremoso en una pequeña tasa, no es más que la coronación que termina de armonizar el sabor y el aroma, con la vista y el oído. Un espacio delicado y encantador, como su nombre.

Vida de ciudadn Hugo José Suárez

Fotografía de Hugo José Suárez

[4 El café: un refugio

¿Por qué hablar de cafés en Coyoacán cuando Bolivia está en plenas elecciones presiden-ciales? Tal vez por lo previsible de los resultados, o porque encuentro tantos parecidos en el quehacer cotidiano que no me dan ganas de escribir una coma sobre candidatos y campañas, a menudo me es difícil diferenciar unos de otros. Tal vez porque en este período se ven las mi-serias de los partidos y la pobreza del argumento. Tal vez por mi desencanto con la política y sus actores. Tal vez porque este sea el mejor momento para ocultarse en un café, lo más lejos posible, esperando que pase el vendaval y que vuelva la decencia a la arena pública.

Presentación del libro de Plural editores:

Otro fútbol: Ritualidad, institucionalidad y competencia en un siglo de fútbol en Bolivia

Juliane Müller y Mario Murillo (editores)

Fecha: 5 de noviembre de 2014Hora: 19:00

Lugar: Museo Nacional de Etnografía y Folklore

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28 La Paz, octubre de 2014

n Marko Bauer* Traducción de PBD para El Desacuerdo

Marko Bauer: El tiempo no nos permitirá incluir tanto silencio en la conversación como el que uno puede encontrar en tus filmes y, por eso, nos disculpamos por adelantado.

Aleksandr Sokurov: Comencemos. […]

MB: Sus películas pueden compa-rarse con las imágenes de Nuestra Señora –permanecen escondidas du-rante el año y aparecen sólo durante los días santos. Además de DVD más o menos legales, la única manera de verlas son los festivales, eventos de un carácter más bien profano […].

AS: Esa es la situación, así es como es. Los filmes son de hecho asequibles, seis u ocho de ellos aparecieron en DVD, uno los puede com-prar en San Petersburgo o Moscú. Eso no me preocupa, cómo decirlo… un filme no necesita al espectador, es el espectador el que necesita un filme. El que busca, encuentra. Ojalá no se decepcione, porque hago filmes que no son perfectos, que están llenos de errores…. Dar con alguien que ha atravesado cierta distancia para encontrar un filme es más importante para mí. ¿Quién no se ha encontrado en un fil-me por azar? Es similar que con los libros –tie-nes que encontrar un camino a uno, tienes que hacer un esfuerzo para leerlos. Las películas no deberían ser intrusivas, agresivas, tienen que ser humildes y permanecer en su lugar en el eje vertical de la cultura global. En algún lugar inferior. En el fondo. La literatura, la pintu-ra, música, arquitectura, la ciencia y demás estarían en la punta. […].

MB: Cuando pensamos en su fil-mografía, nos referimos más a la pantalla que al plano. No a las cosas que ocurren, pero al plano mismo, llamémosle el plano Sokurov. El pla-no de la presencia numinosa. Como en el caso de un ícono, Malevich o Pe-trov-Vodkin, un espíritu afín al suyo.

AS: Eres un espectador ideal. Eso se en-tiende por tu alma eslava. Estamos relaciona-

dos, compartimos la misma sangre, digamos. Lo sientes como… lo sientes con el alma.

MB: Es como la continuación del final del Diario de un cura rural (1951), de Bresson, cuando la panta-lla se libera de la imagen.

AS: Amo la obra de Bresson. Tengo una pequeña colección de sus películas y las veo con detalle una y otra vez. Es como leer poe-sía. No me gustan mucho los filmes y no los entiendo muy bien. Para mí, mirar un filme presenta una tensión de un tipo especial. Sin embargo, cuando veo [la obra de] Bresson, me siento completamente libre y no tengo mie-do de nada. No tengo miedo a nada. No es de extrañar que los franceses no lo entiendan o lo aprecien para nada. No hay nada extraño en eso, es muy grande incluso para un país como Francia.

MB: La redondez y lo llano [roundness y flatness] de un plano evocan la fórmula de Dios: una es-fera, el centro del cual está en todas partes, la circunferencia en ningu-na. Como un dibujo chino, en el que nos sumergimos cuando nos rodea por todos lados [into which we dive when it surrounds us from all sides]. Como el círculo de da Vinci en el que Tarkovsky es crucificado. ¿Cómo es que esta tendencia se deriva del pun-to de vista tecnológico?

AS: Una pregunta extremadamente difí-

cil, no sé por dónde comenzar; por la tecnolo-gía, que es tan importante, o por la filosofía. Es peligroso discutir cuestiones filosóficas en los filmes, ya que los directores a menudo de-cepcionan a los espectadores. Crean un espacio filosófico falso, supuestas ideas filosóficas que en realidad no significan nada. Y además no sabemos qué queremos, qué necesitamos. Para mí, el cine no es ni una circunferencia ni una esfera, si no aplanamiento. La literatura me ha enseñado eso. Por ahora, el cine es sólo plano y está todavía lejos de la dimensión de una esfe-ra, de la universalidad cósmica de una esfera. El cine es todavía primitivo.

MB: Cuando Borges alcanza a ver el Aleph, ve caballos con las melenas al viento en una playa del Mar Cas-pio, ve el cáncer, la más metafísica

de las enfermedades, ve un anillo de barro cocido donde antes hubo un árbol. Desde las visiones y yuxtapo-siciones de una temprana Dolorosa indiferencia (1987), pasando por los diarios-elegías hasta El arca rusa (2002), el Aleph está siempre ahí.

AS: Haces preguntas difíciles. Muy com-plejas. Para responder esta pregunta se tendría que escribir una tesis doctoral. ¿Ya se está es-cribiendo? Entonces tendría que leerla, pero dos veces, no la regresaría de inmediato.

MB: El hombre de las cavernas pintaba animales para contactarse con los espíritus, no con los vivos. En Días de eclipse (1988) un chico al que encuentra un doctor en una puerta nos recuerda a una chica de Nostal-gia (1983). … Desde el momento en que el chico aparece, el locutor de la radio habla sólo italiano. ¿Un home-naje a Tarkovsky, quién falleció an-tes de que el film se hiciera?

AS: Desde luego, no hay una relación directa, una indirecta, más bien. En Díás de Eclipse escuchamos la grabación de una misa, que fue grabada por Zefira en Suiza. La en-contré musical, angelical por completo; cómo habla la gente sin repetirse. Caí bajo el hechizo de la alegría de esa misa católica. A veces, cuan-do escucho la misa de la Iglesia Ortodoxa, me parece que la gente asiste por obligación. Esa libertad extranjera estallando en la plegaria católica… era algo inusual. Eso es exactamente lo que exijo de mi protagonista: que sea más valiente, más libre, que no tema a nada, no hay nada peor que la muerte. Que sea amable, que sea paciente. Que tome sus propias deci-siones. … El protagonista de Días de eclipse es un ruso que vive en un ambiente extranjero, entre asiáticos y musulmanes. Pasa, desde lue-go, tiempos duros, está sólo, y los rusos, los ru-sos toman decisiones muy tarde. No sé cómo ocurre entre ustedes, pero nosotros decidimos muy tarde. Tuve miedo por mi protagonista: ¿no llegará muy tarde, no se lo perderá, no es también él muy lento? Por eso se escucha una plegaria, sin connotaciones espirituales. Es una necesidad elemental del sujeto. Es difícil combinar cine y filosofía. La filosofía es híper abstracta, una abstracción cósmica, el cine es sólo hiperreal. Es diferente de la literatura en

el sentido de que el director debe decir todo hasta el final, lo quiera o no. Incluso si él tra-ta de engañar, si está ocultando algo, incluso entonces. Incluso cuando estamos viendo fil-mes tan misteriosos como los de Tarkovsky. Él también tuvo que mostrar todo: cómo la chica se está yendo, cómo la madre está mirando, la mirada decepcionada de la chica, sumida en un ensueño, las miradas del Stalker, y así. Nos lo muestra todo de una manera muy precisa, sólo tienes que ser lo suficientemente listo para verlo. No es el caso con la literatura. Un escri-tor puede detenerse en el momento correcto y no decir todo hasta el final. El problema que enfrentan los directores es que lo dicen todo. Incluso los más misteriosos.

MB: Mostrar todo y, sin embargo, mantener un enigma.

AS: Trato. Me restrinjo todo el tiempo, comparo lo que hago con los procedimientos de la literatura o la pintura, la naturaleza del trabajo de un escritor, pintor o músico que no toca algo hasta el final. Uno tiene que saber dónde detenerse. Lo que no siempre se logra, es muy difícil, muy. Esa es una tarea de Dios, sólo de Dios… e incluso él cometió un error, no se detuvo a tiempo. Incluso a él lo venció la f lojera y creó a una mujer sólo de una cos-tilla. ¿Entiendes?[…]

... Creó a una mujer de una costilla, y sin embargo diseñó un árbol con tanto detalle. Dime, ¿por qué? ¿Cómo [la creó] apenas de una costilla?, ¿estaba apurado o algo? Pero un árbol está tan bien pensado. En general, fue mucho más creativo con las plantas. Era mucho más interesante crearlas que crear a un humano. La vida vegetal es extremadamente diversa e inmensamente hermosa. Es evidente que le tomó más de sólo siete días crearla, le tomó mucho más1. […]

MB: … si no hay un lugar de naci-miento, el hogar está en todas par-tes. Tu pueblo, Podorvikha, ha sido sumergido bajo el agua por la cons-trucción de una planta hidroeléctri-ca, eres un hijo de la Atlántida.

DOS ENTREVISTAS AL MÁS POLÉMICO CINEASTA RUSO CONTEMPORÁNEO

Alexander Sokurov interrogado por Europa y América

Desde el estreno de Madre e hijo (1996) Alexander Sokurov se consagró definitivamente como uno de los directores de cine rusos de lenguaje más oscuro y violento, que cuestiona tanto la herencia del realismo socialista como el arte de narrar de Hollywood.

“Incluso a Dios lo venció la flojera”

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29La Paz, octubre de 2014

n Lucas Neves y Violet Lucca* Traducción de PBD para El Desacuerdo

Film Comment: … ¿Por qué deci-dió [en Días de Eclipse] adaptar la no-vela de los hermanos Strugatsky de esa manera?

Alexandr Sokurov: Hay una gran dis-tancia entre la literatura y el cine. Diría que no tienen nada en común. El guión o una histo-ria contada en palabras –como la novela de los Strugatsky– son maneras absolutamente diferentes de narración [storytelling], y, en este sentido, la naturaleza visual de la narra-ción [story] y el guión son completamente diferentes.

Es imposible llevar una novela a la panta-lla, o cualquier narración contada en palabras. Es imposible hacer una transposición cinemá-tica de Hamlet o King Lear. Shakespeare ha dicho todo lo que quería decir –ha hecho todos sus puntos. No necesita ninguna explicación o transposición a otro campo. Es infinito en sus palabras. En el cine, tenemos que empezar des-de el principio, sin palabras. Haciendo una pe-lícula, hacemos una narración diferente –algo que, de hecho, no es ni siquiera el guión. Y si nos basamos en algo que Shakespeare escribió, no estamos haciendo King Lear. Porque la pa-labra está diciendo una cosa, y el instrumento visual está diciendo otras cosas. La palabra es libre, es abierta e infinita. Y lo visual, desafor-tunadamente, acaba en cada proyección. La palabra es como un hombre libre, y el arte vi-sual es un hombre en prisión, en la cárcel.

Los hermanos Strugatsky me dijeron que era imposible, que [su novela] no necesi-taba llevarse al cine. Me permitieron usar su novela sólo por razones financieras. Ellos no necesitan la película. Soy yo el que la necesita. Entonces me dijeron, puedes hacer todo lo que quieras. Desafortunadamente, la mayoría de los escritores no entienden que la literatura y el cine son campos por completo diferentes.

FC: Pero ha adaptado a Flaubert, Dostoyevski, Platonov, Goethe. Es un trabajo difícil, pero está dispues-to a hacerlo. Una vez leí que se consi-

deraba una persona más de la litera-tura que del cine.

AS: Las tramas de los escritores son más ciertas, más significativas. Creo que el futuro está en la trama escrita por el escritor. Por-que las tramas que han escrito Bernard Shaw, Charles Dickens y William Faulkner existirán en el futuro. Por ejemplo, Fausto, de Goethe es un trabajo que todavía no hemos terminado de decodificar. Como la obra de Dostoyevski.

En mi opinión, el cine es como un niño pequeño que necesita ser supervisado por un adulto. Y en las tramas que han resistido el tiempo, que han resistido hasta ahora –pue-do encontrar una buena base en ellas. Al usar tramas de la literatura, puedo evitar algunos errores que cometeré al filmar. No hay filmes intemporales [para nada], o cineastas intem-porales. Todos cometemos errores. Estamos condenados a ello. Porque somos cineastas, tratamos con instrumentos temporales, y esa es la razón de nuestros errores. Estos instru-mentos todavía no los ha probado el tiempo. Son muy jóvenes.

Nos empujan a hacer filmes sobre cosas contemporáneas. Parecen decirnos: ‘Mire a su alrededor, la vida –la vida moderna– es tan variada, por favor captúrela, no capture otras cosas’. Sólo algunos cineastas son capaces de decir: ‘Espere. No somos [capaces] de enten-der esta vida, no tenemos la distancia necesa-ria. No conocemos la dirección del progreso, ¿cómo podemos decir algo si no lo entende-mos?’ […]

FC: Acaba de hablar del cine como un niño pequeño que necesita apoyo de un ser superior, una institución superior –ha dicho que hay grandes músicos y escritores, pero que no hay grandes cineastas, grandes di-rectores. ¿De verdad sostiene esto? No eran Eisenstein o Tarkovsky grandes cineastas?

AS: Es provocador. No creo que haya grandes personalidades. No. La tradición es muy joven. […] Incluso ahora, no tenemos un lenguaje común para el cine. ¿Puede imaginar

la ciencia o la medicina sin el Latín? Es un sis-tema mediante el cual puedes nombrar cosas: el lenguaje puede ayudar a concentrarse en los aspectos más importantes a estudiar, y, al mismo tiempo, conseguir una mirada desde el otro lado. En el cine, no tenemos ese lenguaje, uno común. […]

FC: En sus películas, ha retratado la intimidad de líderes como Hitler e Hiroito y Lenin. Cómo se vería la in-timidad de Putin si la retratara?

AS: No tengo nunca deseos o metas la-tentes. Si tendría una idea para hacer un filme cuya figura principal sea Putin, haría todo lo que quisiera hacer, en completa libertad. Po-dría hacer el filme siguiendo la vida de Putin tal como es, con un nivel de intimidad. Me he encontrado con él muchas veces. Y no tengo miedo, en absoluto, de hablar con esa gente, con los representantes del poder.

[…] conocí a Yeltsin por varios años. De haber observado a Yeltsin, y de estudiar figu-ras históricas como Hirohito, Lenin y Hitler, puedo ver que son la gente menos libre en el mundo. No tienen libertad en absoluto. […] El presidente Obama es un esclavo del sistema. Él es incapaz, por completo, de seguir sus propios deseos. Incluso si puede satisfacer sus ambicio-nes personales como presidente de los Estados Unidos, pocos saben que es un esclavo de este sistema. Los poderosos tienen una fobia, y es la más horrible que podamos imaginar: ¿qué pasará mañana? Sueñan cada noche esa pe-sadilla, y despiertan en ella. No le recomiendo esa pesadilla a nadie.

* Publicada en Film Comment, Agosto de 2014, http://www.filmcomment.com/entry/interview-

alexander-sokurov

AS: No. Soy un hijo de la Atlántida, pero no en ese sentido, sino más bien [en el sentido de que] soy ruso: vivo en una cultura que no está formada, que permanece incompleta, que está descoyuntada, entrelazada con procesos sociopolíticos, transiciones de poder, con la estupidez de la gente, sus errores y crímenes, con el abandono de la gente, creo que la iglesia también abandonó a la gente para estar más cerca del poder. Es lo que creo. Puedo equivo-carme. Es muy duro ser ruso. Se hace más duro cada año. … […]

Epílogo Adán y Eva (el hombre-director y

la mujer-traductora)2

Me puede decir por qué Dios creó a la mujer [sólo] de una costilla?

AS: No lo sé. No he pensado en ello.Le he preguntado a mucha gente,

pero nadie ha podido responderme. AS: No lo sé. No quiero pensar en eso. Muy mal. Usted se niega, otros se

niegan. ¿Quién responderá entonces a mi pregunta?

AS: Yo no puedo.Nadie puede. AS: ¿Quién dijo que eso es cierto?Ahora ha respondido. Entonces,

¿la biblia es una mentira?AS: No lo sé. Tampoco yo.

NOTAS[1] Este fragmento contestaba a otra pregunta, hecha al

final de la entrevista, pero he decidido incluirla aquí porque acla-ra, aunque sea en algo, lo que Sokurov intenta decir.

[2] En la entrevista traducida al inglés, no se aclara quién hace estas preguntas. ¿Es Ur[s]a Kozic?

*Tomada de Senses of Cinema, # 61, publicada originalmente en la revista eslovena

Ekran (2006/7), la traducción al inglés es de Ur[s]a Kozic

http://sensesofcinema.com/2011/feature-articles/%E2%80%9Ceven-god-was-overcome-by-laziness%E2%80%9D-an-interview-with-aleksan-

dr-sokurov/

“El futuro es una trama escrita por un escritor”

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A PROPÓSITO DE ZERKALO (EL ESPEJO, ANDREI TARKOVSKY, 1974)

Prosopopeya

n Jesús Alonso López

“Desde hace tiempo, algo me sucede. Hoy tal impresión es más evidente y firme”, escri-bió Andrei Tarkovski (1932-1986) cuando se disponía a rodar El Espejo en su Diario -que barajó titular Martirologio, palabra escrita en la portada del mismo-. Y continuaba: “Ha llegado el momento en que estoy preparado para realizar la obra más importante de mi vida. Las preguntas son: ¿podré hacerlo?, ¿po-dré imbuir de un alma a ese cuerpo perfecto? Yo no pretendía más que intentar vivir lo que quería espontáneamente salir de mí. ¿Por qué era tan difícil?”. Pareciera que ninguna perfec-ción se alcanza sin padecimientos.

El proyecto autobiográfico que hoy cono-cemos como El espejo principió llamándose Un día blanco, a partir de un poema de Arse-ni Tarkovski, su padre. El autorretrato de un cineasta, Alexei, -a quien no vemos, a quien sospechamos acostado, deprimido y de quien escuchamos, o eso creemos, su voz- que com-para su infancia con su vida actual, proponién-donos distintos episodios apenas relacionados por la voz de éste o por los poemas de aquél, tan solo una voz también.

El cine, radicando aquí, tal vez, su especial hechizo, tendería a arrancarnos por completo de la sensación de paso del tiempo y, por el con-trario, nos situaría en un presente perpetuo, o la sensación permanente de “ahora” que sería la característica básica de la narración cinema-tográfica. Tarkovski, reflexionando acerca de la ontología básica del tiempo cinematográfi-co, proponía construir las películas en el seno del plano, al contrario que cierta generación de cineastas soviéticos vinculados al constructi-vismo que veían el montaje como el principal proceso formativo del cine. Por cierto, este sen-tido de paso del tiempo en el interior del plano, más que los trucos de montaje que permitirían a un personaje atravesar el mundo en un se-gundo, tiene un gran parecido con la música. La noción “presión rítmica”, o “presión tem-

poral del plano” acuñada por Tarkovski en sus escritos acerca del cine, Esculpir en el tiempo, implicaría que ciertos tipos de movimiento internos en un plano tendrían un impacto diferente sobre nuestra percepción del tiempo rítmico. El tiempo distintivo que transcurriría a través de los planos construiría el ritmo de la película. El ritmo vendría determinado no por la longitud de las piezas montadas, sino por la fuerza del tiempo que corriera a su través. Los diversos tipos de movimiento, que descri-bió como “procesos vitales”, serían esos flujos rítmicos que revelarían cada uno de ellos un aspecto distinto del tiempo que pasa. Para el teórico André Bazin, el cine, antes aún que re-presentación de la realidad, participaría de ella hasta el punto de reproducirla en toda su den-sidad y consistencia. Piénsese, por ejemplo, en la secuencia inicial tras los créditos de El Es-pejo, donde contemplamos a la madre sentada sobre la cerca, o la espera del hijo mientras su madre negocia con la usurera.

Durante el periodo de entreguerras mu-chos textos respondieron espaciando el len-guaje, dislocando su temporalidad y yuxta-poniendo aspectos del pasado y del presente para que pudieran ser vislumbrados en una mirada de conjunto: frente a la discontinuidad del tiempo histórico y social, la continuidad del “tiempo psicológico”. Por tanto, el tiempo se compondría de fragmentos de existencia y no de “períodos cronológicos reales”. En El espejo, como advirtiera David Oubiña, la dimensión entre conexiones irreconciliables sería ya una fluidez: habría un complejo sis-tema de vasos comunicantes que permitiría el desplazamiento y la superposición de tiempos, personas y situaciones. La lucidez extrema del enfermo encontraría los pasadizos secretos de la memoria y, a través de ellos, podría con-fundir actualidad con recuerdo en una única visión. La imagen no funcionaría mediante un montaje de atracciones y rechazos, sino que desarrollaría su capacidad para albergar diferentes representaciones que coexistirían en un equilibrio precario. Acá, el anverso y el

reverso mantendrían una relación de conti-güidad, y cualquier cosa podría convertirse imperceptiblemente en su opuesto.

“Soy un hombre enfermo” son las prime-ras palabras que leemos en Memorias del subsuelo de Dostoievski que han marcado una de las etapas más importantes en el desnuda-miento del alma en la literatura. Como obser-vara George Steiner, el hombre subterráneo hablaría sin cesar consigo; y su impresión de ser “otro” sería tal, que vería a “otro” incluso en el espejo. Insultaría a la creación precisamen-te porque no podría creer que una cosa tan abyecta como él hubiera podido ser creada a imagen de Dios. Sería lo contrario de Narciso. En El espejo, podríamos recurrir a la metáfo-ra lazarina para explicar la extraña condición de ese personaje, Alexei –siempre en fuera de campo, mera instancia enunciadora, cuerpo vaporizado-, simple entelequia mental que ve la realidad únicamente a través del filtro de la memoria (representación). Un cadáver, o un muerto viviente, superviviente de sí que en realidad no está vivo ya que sólo puede hacerlo en su propio recuerdo. Reténgase la imagen del granero ardiendo. Se le quemó el granero no sabe cuándo... y preguntaría a su madre. En la arquitectura del simbolismo, el granero sería el revés del sótano que en lenguaje dostoievskia-no sería el espacio inmediatamente por debajo del suelo. Ergo, se continuaría la tendencia a representarnos el alma en pisos, adquirien-do hábitos de lenguaje que sugerirían que las fuerzas de la rebelión y de la sinrazón subirían “desde abajo”. Volvamos a la secuencia en la que Alexei charla con su madre por teléfono. La voz en off de éste comenta algunos asuntos relacionados con un sueño que acaba de tener. Mientras, la cámara tras un barrido -¿por la es-tancia donde se encuentra Alexei?- avanza en un travelling con lentitud por el pasillo, dete-niéndose al final del mismo: una ventana ocul-ta por una cortina que impide al espectador la contemplación de la esplendorosa luz que tras ella se adivina. Por tanto, Alexei, ya lo sa-bemos, no será una entidad física y localizable sino una presencia fantasmática, haciéndose de esta desmaterialización el comienzo de un misterio, concretado en esa cortina que debe ser descorrida para hacer visible la identidad, ya descifrada, de Alexei. En palabras de Tarko-vski: “Este procedimiento [de retratar interna-mente a un personaje] coincide con la forma li-teraria, incluso poética, de representar al héroe lírico: él ni siquiera aparece; pero sus reflexio-nes, el modo de hacerlas y el objeto de ellas dan una idea clara y bien delimitada de él”.

La proximidad de la muerte conferiría a ese hombre una perspectiva singular sobre su entorno y sobre su pasado, al igual que en La muerte de Iván Illich de Tolstoi. Y en esa obnubilada lucidez que asistiría al moribundo, los recuerdos se integrarían a la memoria co-lectiva: su historia individual se convertiría en la cifra trágica de la historia del pueblo ruso. Toda la obra de Tarkovski podría ser vista como la expresión de una pérdida irrecupera-ble. Lo que organizaría el relato sería siempre la fatalidad de una separación insuperable, una continuidad interrumpida, un enfrentamien-to entre mundos inconciliables. Búsqueda la-cerante porque las nuevas impresiones sólo al-canzarían a convocar el origen como distancia insalvable: el mismo eco que devolvería la vida a emociones pasadas revelaría su ausencia ren-corosa. Y, sin embargo, lo único que justificaría las penurias del explorador sería la pretensión de hallar un punto (real o ilusorio) en donde tal fusión impracticable pudiera tener lugar. Entonces, se impondría el retorno a sí. Tarko-vski expondría el largo y tortuoso camino que habría de recorrer el individuo para llegar a ese sutil y, al mismo tiempo, grandioso punto en el que todo él se recobraría como unidad. Diríase, por este motivo, que Alexei, “el hombre enfer-mo”, se haría eco en todo momento de aquella esclarecedora afirmación de Tarkovski según la cual “el autoconocimiento ético-moral sigue siendo la experiencia clave de cada persona, una experiencia que tiene que hacer siempre de nuevo él solo”. El beneficio que, mediante su fructuosa realización, aspira a obtener Alexei de tal “autoconocimiento” no sería otro que la representación diáfana de sí, o, lo que es lo mismo, la objetivación de su ser en tanto que entidad descifrada.

En conclusión, Tarkovski consideraría que la poesía sería el modelo de toda grandeza. Tal es, por ejemplo, la caracterización que hiciera Maya Turovskaya de su cine: “el cine como poe-sía”. No un cine poético que tradujera los meca-nismos y los efectos literarios como forma de adjetivar las imágenes, sino un cine que extra-jera de ellas lo que la poesía consigue de las pa-labras. La poesía sería, para Tarkovski, la for-mulación nítida de lo innombrable. Cualquiera de sus películas devendría una entidad onto-lógica: consideración profunda acerca de la materia subyacente, en vez de una exposición dramática convencional. Así, el cine, debiera hacer patente lo que a sus imágenes demasia-do claras no les estaría permitido mostrar: la dimensión sublime que eludiría la precisión de los contornos en cualquier tiempo.

“No un cine poético que tradujera los mecanismos y los efectos literarios como forma de adjetivar las imágenes, sino un cine

que extrajera de ellas lo que la poesía consigue de las palabras.”

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n Mary Carmen Molina Ergueta

A veces, Hollywood hace que la intermi-nable y compleja lista de gestos de profundo amor, odio y desencanto que Hitchcock tiene con las rubias sea difícil de obviar. En ellas el misterio se traduce en peinados y cortes de cabello, obsesivas miradas a sus más planas tonalidades, a las más contrastantes: fascina-ción primitiva por una superficie clara, donde la luz brilla intensamente y la sangre es más roja. Nadie puede sufrir o hacer sufrir como ellas, que gritan más, que destilan un silencio abrumador, que desaparecen y crean un in-menso vacío, un hueco hacia el que las pistas se dibujan como signos de la nostalgia de una hermosura enceguecedora, obscena. Pareciera que las rubias muriesen más o más intensa-mente, o que cuando no lo hacen develaran la inmortalidad de una especie otorgada al exce-so. Las rubias de Hitchcock nada tienen que ver con el mundo que las rodea, son más que él, lo definen.

La herencia de estas rubias es rastreable, indudablemente, pero la figura de la rubia femme fatale en escenario de corte o reminis-cencia noir tiene también vagas elaboraciones.

No es el caso de Perdida de David Fincher, en la que una rubia y las transformaciones de su cabellera estructuran una sórdida trama de obsesiones y juegos de poder, donde el argu-mento da tantos giros como lecturas y tomas de posición genera. La historia toma la insti-tución de la manipulación por excelencia, el matrimonio, en la que ubica a dos personajes ambiguos, incómodos: la rubia Amy (Rosa-mund Pike) arrastra hasta el presente su pro-pio personaje de ficción, la Amazing Amy que sus padres convirtieron en diva de un bestse-ller para la niñez/adolescencia posmoderna; su esposo es Nick (Ben Affleck), escritor como ella, tan adormecido como torpe, que un buen día pierde todo y se muda a su natal Missouri con la esposa, que le paga un negocio a él y a su hermana con el dinero de su fideicomiso. El día de su quinto aniversario, Amy desaparece, o eso le parece a Nick, que va a la policía a re-portar el hecho como quien va a comprar pan a la esquina de su casa, con una tranquilidad que, cuando no es indescifrable, es risible.

Así, la película se plantea inicialmente como la reconstrucción narrativa de la figura de la desaparecida: los recuerdos construyen un segundo producto de ficción a partir de

Amy, que escuchamos a través de un diario, al que poco a poco empezaremos a perderle con-fianza. Como a todo lo que nos va mostrando la historia: pequeños gestos de los personajes, a los que vemos incómodos, sacados de con-texto, en un malestar al que, con dificultad, le añadiríamos algo de trascendencia; huecos del relato sin aparente fondo o con contenido in-comprensible; situaciones o diálogos cargados de un humor que, cuando deja de parecernos innecesario, comienza a revelarnos cosas. Todo esto conforma un mapa de señales que desvían constantemente el foco de atención (la nuestra), la perspectiva de la trama, en fin, las posibles formas que puede tomar la histo-ria.

En un primer tercio de la película, nada raro ocurre con Amy. Pero esto es resultado de un proceso, de una elección que tiene que ver con lo siniestro del espacio observado: conoce-mos a Amy a través de su propia voz, es decir, de las entradas de su diario y sus reflexiones, la perspectiva de la historia es suya. Entonces, la fascinación de la mirada hacia el personaje es, en realidad, la invención/exposición de un carácter, una introspección y un espejo narci-sista, una pose ante la cámara y un gesto de

vanidad. Amy es el orden, la pulcritud, la dia-fanidad. Así, su desaparición es la vulneración de este orden y una pretendida restitución de una transparencia. Sin embargo, un nuevo giro narrativo desestabiliza este primer panorama. Amy deja de ser un personaje reconstruido para ser un personaje a quien observamos: la vigilancia cambia de sitio y, con esto, el orden sugerido en primera instancia se desfigura, se desplaza hasta su negación. Que esto tenga lu-gar en las intrincadas, violentas y melancólicas rutas del matrimonio no es lo siniestro, que se hace de principio a fin en un solo rostro: Amy. Ella es una inteligente revisita a una de las ru-bias más enigmáticas de Hitchcock: Madeleine Elster, la desaparecida y revivificada platina-da de Vertigo, la enorme obra de 1958. En la cinta, el personaje es sujeto de posesión de un espíritu, vigilancia detectivesca, trágico y falso fin. O al menos transmutado, diferido. Lo mis-mo pasa con Amy, que convierte la etiqueta de missing girl en la metonimia de una estructura mayor: la de la venganza. Así, la película propo-ne un tercer momento de invención del perso-naje de la rubia, donde el misterio se resuelve en el develamiento de una verdadera obsesión, primigenia: la ficción no como escapatoria sino como obsesión, preciado reducto de la crueldad.

Hotel Vértigo / Perdida (David Fincher, 2014)

El carácter amarillo de la crueldad

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