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E l malestar de los boyacenses ha venido creciendo en la medida que el gobierno nacional sigue incumpliendo la palabra empeñada desde hace más de dos años cuando se comprometió, a través de la entonces ministra de justicia, Ruth Estela Correa, a quitar el nombre de Cómbita para denominar el penal de alta seguridad que en su momento ordenó construir el mal recordado gobierno de Andrés Pastrana. El traslado de un sujeto como el presunto asesino de los niños del Caquetá a este penal también indignó a Boyacá, lo cual no hay que olvidar, ya que acciones como esta propician que lleguen al departamento nuevos agentes perturbadores de su tranqui- lidad, tal como lo han denunciado los alcaldes de Tunja y de la misma Cómbita, Junto con el Consejo de Sogamoso. El clamor del depar- tamento, que debe escuchar el alto gobierno, es que el complejo carcelario debe cambiar de nombre y que allí no se pueden trasladar los peores delincuentes porque detrás vienen, como dice el alcalde de Cómbita, individuos que pertenecen a empresas criminales y, por tanto, vienen a delinquir, alterando la tranquilidad y la seguridad de las principales ciudades del departamento. La acción de todas las fuerzas sociales y políticas de departamento debe vigorizarse para exigir al gobierno nacional que cumpla su compromiso con Boyacá y empiece por cambiar el nombre de la Cárcel. Ver pág. 2 -3 / Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO Ahora que se han cumplido 9 años de la Ley de Acoso Laboral, promulgada para prevenir, corregir y sancionar conductas que induzcan a la renuncia forzada de un funcionario, EL DIARIO averiguó sobre lo que ha pasado con este tema, ya que son constantes los rumores, por parte de funcionarios públicos, frente al acoso laboral que se da en entidades oficiales en Boyacá. Pg. 4 Y 5 Acoso laboral en Boyacá Hace siete años el departamento tuvo que pa- gar alrededor de 38 mil millones de pesos por la negligencia y las omisiones del gobierno de Jor- ge Eduardo Londoño y su secretario de Hacien- da, Raúl Cely Alba; ahora se anuncia que las cuentas del departamento serán embargadas por más de 13 mil millones de pesos, como pro- ducto de otro problema en el cual involucraron al departamento los mismos dos funcionarios. Pg. 6 Malas herencias de Londoño Ulloa / Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO En menos de dos meses, este trabajo de pa- ciente investigación y documentación con más de seiscientas páginas testimoniales que harán estremecer, a veces de emoción y sa- tisfacción, y otras de indignación y reproche ante el abandono y la desidia, será una obra de obligatoria consulta para conocer y disfru- tar del patrimonio turístico de los monumen- tos nacionales de Boyacá. Pg. 8 y 9 Álbum de monumentos de Boyacá / Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO Ni más delincuentes, ni que se llame Cómbita Año 18 Edición semanal 750 • 3 al 9 de abril 2015 • ISSN: 2422-1953 • $1000 www.periodicoeldiario.com • [email protected]

EL DIARIO. Ed 750

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Page 1: EL DIARIO. Ed 750

E l malestar de los boyacenses ha venido creciendo en la medida que el gobierno nacional sigue incumpliendo la palabra empeñada desde hace más de dos años cuando se comprometió, a través de la entonces ministra de justicia, Ruth Estela Correa, a quitar el nombre de Cómbita para denominar el penal de alta seguridad que en su momento ordenó construir el mal recordado gobierno

de Andrés Pastrana. El traslado de un sujeto como el presunto asesino de los niños del Caquetá a este penal también indignó a Boyacá, lo cual no hay que olvidar, ya que acciones como esta propician que lleguen al departamento nuevos agentes perturbadores de su tranqui-lidad, tal como lo han denunciado los alcaldes de Tunja y de la misma Cómbita, Junto con el Consejo de Sogamoso. El clamor del depar-tamento, que debe escuchar el alto gobierno, es que el complejo carcelario debe cambiar de nombre y que allí no se pueden trasladar los peores delincuentes porque detrás vienen, como dice el alcalde de Cómbita, individuos que pertenecen a empresas criminales y, por tanto, vienen a delinquir, alterando la tranquilidad y la seguridad de las principales ciudades del departamento. La acción de todas las fuerzas sociales y políticas de departamento debe vigorizarse para exigir al gobierno nacional que cumpla su compromiso con Boyacá y empiece por cambiar el nombre de la Cárcel. Ver pág. 2 -3

/ Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO

Ahora que se han cumplido 9 años de la Ley de Acoso Laboral, promulgada para prevenir, corregir y sancionar conductas que induzcan a la renuncia forzada de un funcionario, EL DIARIO averiguó sobre lo que ha pasado con este tema, ya que son constantes los rumores, por parte de funcionarios públicos, frente al acoso laboral que se da en entidades oficiales en Boyacá.

Pg. 4 Y 5 Acoso laboral en Boyacá

Hace siete años el departamento tuvo que pa-gar alrededor de 38 mil millones de pesos por la negligencia y las omisiones del gobierno de Jor-ge Eduardo Londoño y su secretario de Hacien-da, Raúl Cely Alba; ahora se anuncia que las cuentas del departamento serán embargadas por más de 13 mil millones de pesos, como pro-ducto de otro problema en el cual involucraron al departamento los mismos dos funcionarios.

Pg. 6 Malas herencias de Londoño Ulloa

/ Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO

En menos de dos meses, este trabajo de pa-ciente investigación y documentación con más de seiscientas páginas testimoniales que harán estremecer, a veces de emoción y sa-tisfacción, y otras de indignación y reproche ante el abandono y la desidia, será una obra de obligatoria consulta para conocer y disfru-tar del patrimonio turístico de los monumen-tos nacionales de Boyacá.

Pg. 8 y 9 Álbum de monumentos de Boyacá

/ Foto: Hisrael Garzonroa-ELDIARIO

Ni más delincuentes, ni que se llame Cómbita

Año 18 Edición semanal 750 • 3 al 9 de abril 2015 • ISSN: 2422-1953 • $1000 www.periodicoeldiario.com • [email protected]

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P 2Edición 750EL DIARIO

E l alcalde de Cómbita, Gio-vanni Díaz Ramos, vuelve a insistir en la solicitud

ante el gobierno nacional de cam-biar el nombre de la Cárcel de Cóm-bita y que, poco a poco, se le baje el perfil al complejo penitenciario, para evitar que aquí sigan llegan-do los peores delincuentes del país; por tanto, pide a la clase parlamen-taria y al gobierno de Boyacá, la cooperación necesaria para que es-tas propuestas sean aplicadas por las instancias nacionales.

Díaz Ramos vuelve a recons-truir lo que su administración y la comunidad local han venido ha-ciendo para tratar de quitarse de encima el problema que ha origi-nado la Cárcel de Cómbita para ese municipio y para gran parte del co-rredor central del departamento.

Recuerda el alcalde que “hace unos tres años lideramos un gran movimiento donde quisimos ha-cerle ver al gobierno nacional a través de la entonces ministra de Justicia, la Dra. Ruth Estela Co-rrea, las consecuencias negativas que trae para el departamento la ubicación del complejo peniten-ciario de Cómbita y el traslado permanente de delincuentes de la más alta peligrosidad, porque eso genera en los medios de co-municación noticias y titulares que ahuyentan la inversión privada, genera desconfianza, sobre todo en el centro del departamento,

En vez del complejo carcelario, recuperar la seguridad de la región y más inversión social

Lo que pide el alcalde de Cómbita:

que es como el corazón de todos los destinos hacia las principales ciuda-des: Paipa, Duitama, Sogamoso”.

Para el funcionario, el principal problema que ha traído esta herencia nefasta del gobierno de Andrés Pastrana, es el de la alteración de la segu-ridad, “no solo de Tunja sino de toda la región, que ha sentido el problema de robos a residencias, abigeato, hurtos; consideramos que necesaria-mente con el desplazamiento de estos internos -no podemos generalizar pero sí en muchos casos-, resultan acompañados de algunas personas que pertenecen a empresas criminales y por tanto vienen a delinquir. Eso lo pusimos de presente en la visita que hicimos al Ministerio en Bogotá; sin embargo, sí logramos algo importante, evitar que ampliaran el complejo carcelario”.

Para el alcalde y la comunidad es fundamental “el cambio del nombre, pero infortunadamente eso no ha ocurrido; en los últimos días envia-mos una carta al ministro Yesid Reyes donde le pusimos de presente las consecuencias negativas del complejo penitenciario y donde también le insistimos en la necesidad de que le cambien el nombre, porque los com-bitenses nos sentimos estigmatizados con esa denominación y cada que el gobierno nacional dice que traslada nuevos internos a Cómbita, nece-sariamente esos titulares nos echan por el piso los grandes esfuerzos que hacemos para mejorar la imagen del municipio a través de un programa que tenemos que se llama Cómbita en el corazón de Boyacá”.

Díaz Ramos concluye que “la idea, más bien, es que miren cómo, poco a poco se le va bajando el perfil al complejo penitenciario, que los delin-cuentes de alta peligrosidad sean llevados a otras latitudes del país y no al departamento; y, desde luego, que se concentre en inversión social, que es mejor que el tema de la seguridad, porque como les digo es un aspec-to que tiene mucha incidencia, entonces es la oportunidad de pedir que todos nos ayuden a manifestarse en contra del traslado de sujetos de alta peligrosidad al lugar”.

Invitamos para que el gobierno departamental, la clase política, la

Asamblea del departamento y los alcaldes de la región, se manifiesten en

contra de esta política del gobierno nacional de trasladar a los presos de más alta peligrosidad

al complejo penitenciario que se ubica en nuestro municipio”.

Giovanni Díaz Ramos, Alcalde de Cómbita

Giovanni Díaz Ramos, Alcalde de Cómbita.

/ Foto: ADN

/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

El alcalde de Cómbita, Giovanni Díaz Ramos, le ha insistido al gobierno nacional para que cambien el nombre de la Cárcel de Cómbita y le bajen el perfil al complejo penitenciario, ya que la llegada de los peores delincuentes del país, ahuyentan la inversión privada y genera desconfianza en la población combitense.

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P 3 Edición 750 EL DIARIO

E l alcalde de Tunja, Fernando Flórez Espinosa; el alcalde de Cómbita, Giovanni Díaz Ramos; el Concejo

Municipal de Sogamoso, y voceros de dis-tintos sectores sociales del departamento hicieron sentir su voz de protesta por la de-cisión del gobierno nacional de trasladar a la Cárcel de máxima seguridad de Cómbita al presunto asesino de un grupo de niños en el departamento del Caquetá.

En sendas comunicaciones dirigidas al Ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, y al Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, los mandatarios protestaron por la llegada a ese centro carcelario de Cristofer Chávez Cuéllar, el presunto asesino de los niños en el sur del país, luego de que se fu-gara del centro de Reclusión Las Heliconas, en Caquetá.

El alcalde Flórez indicó que este hecho es un retroceso al hablar que la capital bo-yacense es una de las ciudades más segu-ras del país, ya que con estas decisiones se perjudica la tranquilidad de sus habitantes y conciudadanos.

“Las consecuencias para nuestros muni-cipios es ya más que preocupante”, agregó el mandatario Flórez, quien solicitó al Mi-nistro del Interior trasladar a este asesino de manera inmediata a otro centro de re-clusión de máxima seguridad diferente al boyacense.

Por su parte, el alcalde Díaz Ramos, en la carta al Ministro de Justicia, Yesid Reyes, le recordó todo el perjuicio que ha tenido que soportar el municipio por la presencia continua en esa cárcel de los más peligro-sos delincuentes del país, los que están afectando la buena imagen de la región y alteran su seguridad, ya que detrás de estos sujetos vienen sus familias y compinches.

El alcalde también insistió en que este individuo, Chávez Cuéllar, debería ser tras-ladado de inmediato para otra cárcel de máxima seguridad del país y que el nombre de Cómbita no puede ser usado más tiem-po para denominar la actual instalación.

Igualmente, el Concejo de Sogamoso, mediante proposición debatida, analizada y aprobada, presentada por el concejal Wil-mer Leal Pérez, decidió enviar un enérgico mensaje al Ministro del Interior, Juan Fer-nando Cristo, rechazando categóricamente la decisión tomada del traslado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita de “una de las personas más inhumanas de nuestro país, como es Cristofer Chávez Cuéllar, alias el desalmado”, según reza el texto de la misiva.

La petición fue perentoria: que “por lo expuesto anteriormente solicitamos… se traslade esta persona a otra cárcel de máxi-ma seguridad del país”.

Hay que recordar que en reiteradas oca-siones el pueblo boyacense ha hecho la soli-citud de eliminar este penal al considerar que “para lo único que nos ve el gobierno nacio-nal es para mandarnos los peores criminales”.

Boyacá rechaza otra vez cárcel de Cómbita

A propósito de la llegada del 'desalmado'

Esta decisión tomada por el gobierno

nacional aumenta el grado de inseguridad

en la ciudad de Sogamoso, incrementando los índices

de atracos y homicidios que en los últimos días son más

frecuentes en nuestra ciudad, provincia y departamento”.

Concejo de Sogamoso

E l entonces ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, en Sogamoso, pocos días después de la venta de la EBSA, evitó dar explicaciones a la prensa boyacense sobre este

negocio. Por esos días la ola invernal era el tema obligado y este funcionario fungía como “padrino” del departamento para favore-cerlo con los recursos necesarios. El resultado fue la más escanda-losa contratación de la cual nadie ha entregado cuentas, incluido el exsenador Juan Córdoba.

La llegada del exministro de Hacienda a la presidencia de Ecope-trol ha sido de muy buen recibo en los círculos interesados en el ma-nejo de los asuntos petroleros del país, tal como se han llevado en los últimos años durante los cuales se ha venido afianzando el proyecto de privatización de la empresa; sin embargo, para un departamento como Boyacá, el nombre de Juan Carlos Echeverry está lejos de traer los mejores recuerdos, al ser este personaje el protagonista principal de la venta de la Empresa de Energía de Boyacá, EBSA.

El negocio de la enajenación de la empresa, del cual en realidad no se han sabido sus detalles, que sirvió para entregar un patrimonio que los boyacenses habían construido poste por poste y metro por metro de cable, es considerado una auténtica expoliación impulsada por el gobierno central, concretada por Echeverry, en un acto de asal-to a los intereses del departamento producto del engaño del propio presidente Santos, que en la campaña de su primera elección había prometido no vender la Empresa.

Y lo que se anuncia para Ecopetrol con Echeverry es lo que este hizo con la EBSA y otras empresas de energía del país, que fueron arrebatadas a sus respectivas regiones. Como lo destaca la revista Semana, entre los temas que pronto tendrá que atender el nuevo presidente de Ecopetrol estarán la venta de activos no estratégicos como la participación en la EEB, en Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) y en Invercolsa; es decir que Echeverry servirá la especialidad de la casa: entregar el patrimonio de los colombianos, de ahí la compla-cencia del coro de interesados que ven en este nombramiento los buenos vientos de futuros negocios.

La misma revista se refiere al otro tema de suma importancia que es presionar la entrada en operación de la Refinería de Cartagena, de la cual ya se han recibido 29 de las 31 plantas del complejo, afirman-do que esto es muy importante para Ecopetrol pues le dará caja en el negocio de la refinación y que cada día que se demore su entrada representa mayores costos para la petrolera; lo que no sigue contan-do la revista es que Reficar, como se conoce este proyecto, ha sido uno de los más grandes robos al país sobre lo cual Echeverry, con seguridad, no dirá una sola palabra.

Y para rematar, la misma Semana trae a cuento que, además, el nuevo presidente de Ecopetrol tendrá que decidir con tiempo qué hacer con más de 20 contratos de asociación que se vencen en los próximos seis años, de los cuales depende una tercera parte de la producción. Ante este panorama, la revista termina con la exclama-ción: ¡Menudos retos!, que se podría modificar con otra exclamación tal vez más real: ¡qué negociazos a la vista!

Juan Carlos Echeverry en Ecopetrol y su mal recuerdo en Boyacá

Fernando Flórez Espinosa, Alcalde de Tunja.

Yesid Reyes Alvarado, Ministro de Justicia.

Juan Fernando Cristo, Ministro del Interior.

Juan Carlos Echeverry, nuevo Presidente de Ecopetrol. / Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

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P 4Edición 750EL DIARIO

Realidad y cifras de acoso laboral en BoyacáA hora que se han cumplido 9 años de la Ley de Acoso Laboral,

promulgada para prevenir, corregir y sancionar conductas que induzcan a la renuncia forzada de un funcionario, EL DIARIO ave-

riguó sobre lo que ha pasado con este tema.

Son constantes las denuncias, o mejor los rumores, por parte de funcionarios públicos frente al acoso laboral que se da en entidades públicas en Boyacá. El carácter político de la mayoría de entidades, la rotación constante de personal, el tráfico de influencias y la asignación y/o retiro de funciones de sus labores se dan habitualmente en corrillos y, en ocasiones, son un secreto a voces entre funcio-narios. Muchas denuncias no se llevan a procesos públicos por las consecuencias que a futuro afectan a las mismas personas que llevan los casos de acoso a ins-tancias disciplinarias.

Para Luis Correa, presidente de SUNET (Sindicato Unitario Nacional de Tra-bajadores del Estado Colombiano), en Boyacá el acoso laboral se da fundamen-talmente en las órdenes de prestación de servicios (OPS), pues la relación entre trabajador y “contratistas” es abiertamente inconveniente y vulnera muchos de-rechos. El no pagar puntualmente el servicio de las OPS, el vulnerar los derechos de carrera administrativa y el preferir hacer contratación de personal sin estabili-dad hace que se pierda la institucionalidad. Visto desde ese punto: “las entidades en este momento contratan a una persona por seis meses, cuando las personas se van hacen que se pierda la continuidad y los procesos de las instituciones”.

Correa confirmó a EL DIARIO que vienen realizando una labor de acompaña-miento a los funcionarios de la Alcaldía de San Pablo de Borbur, que en la admi-nistración de la alcaldesa Libia Mariela Lancheros Durán han denunciado perse-cución a los funcionarios que se encuentran sindicalizados, desconociendo la ley y los derechos laborales. Este caso ha sido catalogado por Correa como uno de los más delicados en el departamento.

EL DIARIO también conoció el caso de una víctima de acoso laboral que pre-fiere mantenerse en anonimato. En una primera ocasión denunció su condición, por lo que fue amparada, indemnizada y restablecida a su cargo; sin embargo, el estigma de haber denunciado ha hecho que algunos de sus compañeros de tra-bajo y jefes mantengan relaciones de tensión, que afectan su desempeño laboral.

Son constantes los temas de acoso sexual de determinados funcionarios de alto cargo, por ejemplo en algunas alcaldías, pero por la gravedad, las víctimas prefieren el silencio antes que denunciar, aunque se trate de casos que muchas veces han terminado hasta en escándalos, con testigos, con situaciones compro-bables, pero que socialmente terminan siendo solapadas y ocultadas.

Aunque hay más casos de denuncias de acoso laboral en empresas privadas, la percepción general del empleo en Boyacá no es de dignidad, ni de confianza.

De acuerdo al Ministerio de Trabajo, hay más denuncias de acoso en empresas privadas; las que se relacionan con funcionarios públicos tienen otras instancias. Aunque los reportes de acoso laboral en entidades públicas y privadas de Boyacá son mínimos, no implica que se den poco; por el contario, el trasfondo del proble-ma es que la mayoría de casos no son denunciados por miedo a perder el empleo o ser doblemente estigmatizado, como el caso que conoció este medio.

EL DIARIO habló con Alexandra Sanabria, Coordinadora de Inspección, Vigi-lancia y Control del Ministerio de Trabajo Territorial Boyacá, quién afirmó que “los casos más frecuentes que se han reportado en la inspección de Tunja son por temas que tienen que ver en las empresas con el empleador. Hay que aclarar que el acoso laboral no es solamente por parte del jefe al trabajador, sino que el pro-pio trabajador es quien puede estar acosando laboralmente a una compañera de trabajo”.

Según la Coordinadora, el acoso laboral se da cuando se ve obstaculizado su trabajo, se hacen llamados de atención injustificados al trabajador o no se les entrega los elementos de trabajo para ejercer su labor, entre otros casos.

Los casos que más sobresalen de las quejas recibidas de acoso laboral en la ciudad son por temas de maltrato verbal con comentarios descalificativos y otros por tratos desiguales frente a los demás compañeros de trabajo. De acuerdo al reporte de las inspecciones concentradas en los municipios de Sogamoso, Chi-quinquirá, Duitama, Soatá, Guateque y Tunja, para el año 2012 se presentaron 22 casos; para el año 2013, fueron 22 casos y en el 2014 se reconocieron 23.

Según Sanabria, el trámite para instalar una denuncia sobre acoso laboral re-

Si en las empresas privadas es donde se presentan más denuncias por acoso laboral, en las del sector público el curso pasa también por lo disciplinario y tie-nen otros procedimientos e instancias.

El ser empleado hoy, ya sea en sector privado o público, tiene un nivel adicio-nal al meramente operativo; en muchas empresas administradoras de riesgos laborales, ya se han instaurado programas de cuidado y salud emocional pues la tensión, el estrés y lo hostil del trabajo viene afectando cada vez más el ren-dimiento laboral.

Precisamente esta semana se conoció una investigación realizada por el Gru-po Multidisciplinario de Políticas Públicas (GMPP) de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes que analiza lo que viene pasando con la fuerza la-boral colombiana. El panorama es perfectamente visible a los ojos de cualquier

Acoso e inestabilidad: ¿espejo de la realidad de Boyacá?

Funcionarios envejecidos y poco motivados

quiere en primera instancia que se dé la queja de acoso laboral en el Ministerio de Trabajo, en cada municipio. Es importante aclarar que la Territorial Boyacá no la comisiona, ya que la única persona adjudicada para este tipo de trámite es el inspector de trabajo y es el que aboca dicho trámite; igualmente el Ministerio de Trabajo no sanciona. La persona competente para sancionar es el Juez Laboral, de acuerdo a la Ley 1010 del 2006.

Una vez el inspector conozca el caso, cita como primera medida al empleador y al trabajador, o a quien aduzca el acoso laboral, donde finalmente realiza una audiencia entre las dos partes para resolver el conflicto y llegar a un acuerdo.

“En el caso que un trabajador pase la denuncia al Ministerio de trabajo cuan-do ya le han dado por terminado su contrato, nosotros como entidad ya perde-mos la competencia para hacer algo, pero no significa que no se pueda hacer nada; en ese caso, pueden acudir al juez laboral”, asegura la funcionaria.

En las entidades y empresas el primer filtro, en casos de conflictos labora-les, es el comité de convivencia, al cual recomienda la funcionaria que se acuda como primera medida; si no se llega a un acuerdo, se debe acudir al inspector del trabajo.

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P 5 Edición 750 EL DIARIO

Realidad y cifras de acoso laboral en Boyacá ciudadano que requiere los oficios de los funcionarios estatales: en muchas de sus en-tidades, el grupo laboral está envejecido, poco motivado y en consecuencia valorado negativamente por los ciudadanos.

En el estudio se afirma que el sector público colombiano es el que más desconfianza genera después de los congresistas, con un 76% de poca o ninguna confianza en ellos.

La forma en que se ejerce la política con el clientelismo, las nóminas paralelas, la toma de decisiones basada en criterios no técnicos o de mérito afectan la credibilidad en el sector, tanto interna como externamente.

En la desmotivación de los funcionarios está la percepción de corrupción y poca transparencia, como en el caso de los concursos para proveer cargos en el Estado. Tres de cada 10 trabajadores considera que las convocatorias no promueven condiciones de igualdad y una misma proporción percibe que el sistema de méritos no ha servido para mejorar el desempeño de su entidad.

En esta investigación de Los Andes se incluyó la información proveniente de la Encuesta de Ambiente y Desempeño Institucional del DANE, que cubre a cerca de 25 mil servidores públicos cada año, donde se encuentran entidades de Boyacá. En los documentos y encuestas del DANE vistas por EL DIARIO, se evidencia que aún al contestarlas, los funcionarios no expresan de forma abierta la percepción en pregun-tas relacionadas, por ejemplo con la transparencia. Por eso ni las calificaciones ni las preguntas son contundentes: o hay transparencia o no, pero una calificación de 5, en escala de 1 a 10 significa que: ¿hay medio transparencia?

En el estudio de los Andes se tuvieron en cuenta 28 grupos focales y 22 entrevistas a profundidad con actores y expertos de nivel central y regional; se encuestó a 61 expertos y jefes de talento humano de 16 organizaciones públicas del nivel central y se analizaron documentos oficiales de las 24 entidades cabeza del sector; así como en el estudio del DANE (diciembre de 2014).

Ante este diagnóstico sobre lo que ocurre con los funcionarios que deben dar diná-mica a todo el Estado colombiano, se ha propuesto que el ICFES intervenga como ente elaborador de los exámenes de concursos para la selección de funcionarios de carrera.

La discusión sobre la importancia de generar los mejores ingresos para el sector público y evitar la corrupción, además de captar los mejores talentos, es importante en este momento en que se plantea un estado eficiente. Sin la fuerza laboral es impo-sible y es evidente que la parálisis en la burocracia afecta cada vez más el desarrollo de cualquier sociedad.

Contratistas de diferentes regiones del país que tienen vínculos con Boyacá cri-tican la lentitud, la pérdida de documentos y la falta de controles, para toda gestión con el departamento. En la percepción, es aún más preocupante la situación de este departamento frente a otros, en cuanto a la poca eficiencia del aparato burocrático.

El reto, de acuerdo a los investigadores, es conformar una fuerza de trabajo que responda con calidad a las necesidades del Estado y de la sociedad: vincular a los me-jores talentos, renovar su personal ante el envejecimiento de sus empleados, retener a funcionarios de alto desempeño y desarrollar estrategias que visibilicen y valoren de forma positiva a los servidores y a las entidades.

Los principales problemas asociados a este sector son: ausencia de información consolidada sobre el total de personas que trabajan en el sector; dificultades en el di-seño de concursos con perfil adecuado de acuerdo a las necesidades de la entidad; no se puede desvincular a funcionarios con bajo desempeño; hay baja movilidad laboral de los servidores de carrera; hay demoras en los procesos de selección que se deben a la gran cantidad y heterogeneidad de los puestos que se buscan proveer; y a una desconexión entre el nivel implementador y el de formulación.

El estudio también indica que los cargos más calificados en el sector público tienen rangos salariales menores a los del sector privado y que el método actual para evaluar el desempeño de los funcionarios no sirve para tomar decisiones sobre las necesida-des de capacitación, ni para brindar estímulos a quienes sobresalen en su labor.

“La forma en que funciona actualmente la gestión de personas en el sector público es disfuncional. No sólo hay una brecha entre lo definido en la ley y su implementa-ción, sino que hay múltiples aspectos que requieren acciones concretas más allá de los usuales esfuerzos normativos. Por otro lado, se le da un bajo valor a la gestión de personas dentro de la gestión de las organizaciones públicas colombianas”, le dijo Pablo Sanabria, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes e investigador del estudio a El Espectador.

El sector que mueve todo el engranaje del país, motivo de este estudio, merece atención y ante todo medidas correctivas. Ya presentados los estudios, se hace evi-dente que se requieren cambios de fondo. Si el panorama nacional así visto es com-plejo, lo que ocurre en Boyacá requiere más atención, pues cada punto evaluado se hace más crítico al verlo en la realidad concreta. Aunque para este artículo no se co-noce si el estudio abarcó el problema por regiones, las declaraciones de contratistas hechas a EL DIARIO por empresas que tienen vínculos con varios departamentos, son contundentes. En todos los departamentos el aparato público es problemático, pero lo de Boyacá es crítico.

La Ley 1010 del 23 de enero 2006, conocida como la Ley contra el acoso laboral, ha recordado la importancia del tema y busca que se genere, en las entidades estatales y privadas, un ambiente laboral sano. De acuerdo con esta Ley, el acoso es sancionado con multas que van de 2 a 10 salarios mínimos, tanto para la persona que lo ejerza como para el empleador que lo permita. Así mismo, contempla “la obligación de pagar a las Empresas Prestadoras de Salud y las Aseguradoras de riesgos profesionales el cincuenta por ciento (50%) del costo del tratamiento de enfermedades profesionales, alteraciones de salud y demás secuelas originadas en el acoso laboral”.Los actos de agresión física, las expresiones injuriosas sobre la persona, los comentarios humillantes y las injustificadas amenazas de despido expresadas en presencia de los compañeros de trabajo entre otros, hacen parte del acoso laboral.El acoso laboral se manifiesta cuando los trabajadores se sienten agredidos física y verbalmente, por lo que muchas veces tienen que abandonar sus trabajos, o si continúan, lo hacen en un ambiente laboral hostil donde las molestias, burlas y hostigamientos afectan su dignidad e integridad.

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P 6Edición 750EL DIARIO

E n Semana Santa, cuando supuesta-mente se despierta el

fervor religioso, con la costum-bre de participar de cuerpo presente en las diferentes celebracio-nes, demostrando principios morales y valores que muchas veces ni se fundamentan ni se practican, se vuelve a la rutina rezandera, con retahílas repetitivas que se recitan de memoria, pendientes del que dirán, pero sin el mínimo análisis, sin el asomo de reflexión y mucho menos sin el compromiso de cambio, para construir una sociedad más digna y justa. De modo que “el que reza y peca empata”.

La Semana Mayor debe ser una oportunidad para hablar con Dios comprometidamente, mediante la oración consciente y reflexiva, donde no solo se convierta en la participación en cada acto litúrgico y en un listado de solicitudes al creador, sino en un gran compromiso de cambio de actitud, para formar adecuadamente a nuestras fami-lias, fortalecer el tejido social, propiciar reconciliación y lograr comu-nidades altamente productivas, fundamentadas en el respeto a los derechos humanos, en el cumplimiento ético de los deberes y en el fortalecimiento de los principios y valores humanos.

Es lamentable la descomposición social en nuestro país, consen-tida en cierta manera por todos los ciudadanos que no denuncia-mos, ni somos solidarios, ni actuamos, ni participamos en la defensa de nuestros intereses colectivos y que nos hemos acostumbrado, progresivamente, a las diferentes circunstancias ilegales, con una irresponsable indiferencia de la que solo se despierta cuando los hechos nos perjudican particular y directamente.

Es deplorable la ostentación del poder en todas sus manifesta-ciones y a cualquier precio, la pérdida de la dignidad humana por la presión del dinero fácil, la proliferación de la delincuencia en todas sus modalidades, hasta tal punto que ya, ni una dama con bonita cabellera, puede salir sola a la calle, porque no solo corre el riesgo de que la atraquen, sino que puede perder su pelo por acción de vándalos que surten el negocio de algunos estilistas.

La corte constitucional también coloca su cuota del peor ejem-plo, los grupos al margen de la ley le ponen condiciones al gobierno pero no asumen su responsabilidad delictiva para pagar sus faltas, los jefes de entidades públicas o privadas manipulan y humillan a sus subalternos, abusando de su autoridad y de la necesidad del empleo, la politiquería avanza sin control y el pueblo se rinde ante sus pretensiones, el Estado reprime al agricultor, la corrupción car-come al erario público, a la economía del sector privado, a nuestros recursos naturales y al medio ambiente, los medios de comunica-ción reiteran las noticias de violencia con sensacionalismo pero no promocionan su prevención y, como si fuera poco, se exaltan a los delincuentes con los mejores actores de televisión, en un mercado de series amarillistas, que muchas veces se convierten en los mejo-res cursos virtuales sobre: narcotráfico, secuestro, extorsión, viola-ción y formas de matar, que forman a delincuentes en su proceso de consolidación, con la motivación de emular a sus ídolos nacionales.

Pero lo grave del asunto es que mientras se descompone la sociedad a pasos agigantados, no hacemos nada para evitarlo y mucho menos para controlar todos estos flagelos que tienen a nuestro rico país postrado en el más injusto subdesarrollo, donde el progreso solo llega al 10% de la población, que termina por explo-tar al restante 90% del pueblo colombiano, pero nos rasgamos las vestiduras por nuestra propia incompetencia.

La familia, el temor de Dios, la fe, la piedad, la humildad, la lealtad, el amor, la justicia, en fin, todo el fortalecimiento de los principios y valores humanos, deben ser propósito fundamental de la iglesia, con misión de comunicación asertiva y visión de desarrollo, donde se construya capital humano y se formen vidas, con innovación per-manente que direccione a las comunidades en aspectos sociales, culturales, técnicos, económicos y ambientales, para un desarrollo competitivo y sostenible, que sin vicios y con líderes eclesiásticos facilitadores, formadores y éticos, desde las más altas jerarquías, se sintonicen con la problemática del país y apoyen, en equipo, la construcción de una Colombia en paz, sin caer en la actitud hipócri-ta de que “el que reza y peca empata”.

“La religión -afirma Bahá’u’lláh- constituye el medio más poten-te para el establecimiento del orden y la tranquilidad de cuantos habitan en la Tierra”.

Darío Álvarez MorantesDirigente gremial

El que reza y peca empata

H ace siete años el departamento tuvo que pagar alrededor de 38 mil millones de pesos por la negli-

gencia y las omisiones del gobierno de Jorge Eduardo Londoño y su secretario de Hacien-da, Raúl Cely Alba, quienes permitieron que Caprecom culminara un proceso de cobro de una deuda que en 2004 no superaba los seis mil millones de pesos.

Además, en este proceso ejecutivo con-tra el departamento, una firma de aboga-dos -que nadie supo jamás quiénes eran-, cobraron cerca de 2.600 millones de pesos por las costas del proceso. Lo curioso de este caso es que un proceso fiscal que cursaba en la Contraloría Departamental contra los funcionarios citados, o fue archivado o duerme el sueño de los justos; pero tampo-co se sabe de acciones de repetición contra estos exfuncionarios.

Viene a la memoria este caso, ahora que se anuncia que las cuentas del departamento serán embargadas por más de 13 mil millo-nes de pesos, como producto de otro proble-ma en el cual involucraron al departamento los mismos dos funcionarios, Londoño y Cely, en una historia de perjuicios que pudo ser peor, con la fracasada concesión de la carre-tera Duitama-Charalá.

En este negocio todo ha salido mal, hasta llegar a esta instancia donde un tribunal de arbitramento decide condenar al departa-mento por esta suma que también resulta exorbitante; según expertos, la indemniza-ción más generosa para el concesionario fa-llido no podía superar los 3 o 4 mil millones de pesos, pero es obvio que en la instancia de los tribunales de arbitramento las cifras se vuelven arbitrarias y desproporcionadas, un asunto que ha perjudicado de manera grave los intereses públicos, pero que sirven a los agentes privados para ganar los mejores divi-dendos, no con el trabajo sino con los pleitos.

Aunque la información oficial dice que las “cuentas de la Gobernación no han sido embargadas” y que esperan que prospere la tutela que cursa en la Sección Primera del Consejo de Estado que “ya tiene registro de

fallo”, lo cierto es que el riesgo de perder estos otros 13 mil millones es inminente, con los cuales se completan más de 50 mil millones de pesos perdidos del erario departamental por cuenta del gobierno de Jorge Londoño.

Que esta plata se va a perder, se sustenta en lo que dice el mismo Director Jurídico del Departamento al reconocer que el fallo del Tribunal de Arbitramento se encuentra en firme, que es un fallo exigible y que por eso prosperó el proceso ejecutivo, por lo que el optimismo que manifiesta este funcionario es incierto ya que depende de la segunda instancia de la impugnación a una tutela por vía de hecho que, dice, está muy bien estruc-turada por parte del Departamento.

Lo cierto es que el alcance del auto que expidió el Tribunal Administrativo frente a las medidas cautelares de embargo, no dejan duda, pues en el artículo 2º se orde-na embargar las cuentas, con apenas una salvedad: que ordena a los gerentes de los bancos, en el artículo 3º, en su parte final, que se verifique específicamente que las cuentas del departamento no tengan natu-raleza de inembargable.

Es hora de que el actual gobierno decida adelantar las acciones pertinentes de repeti-ción contra los responsables y que la Contra-loría Departamental le diga a los boyacenses qué pasó con el proceso que se estaba si-guiendo al ex gobernador y su secretario de hacienda. Este no puede ser un episodio más donde los responsables de los descalabros siguen campantes, mientras las penurias del fisco se van a agravar, no solo por estas pérdi-das, sino también por los recortes de presu-puesto ante las condiciones poco favorables de la economía regional y nacional.

Por último, que ahora no venga el ex go-bernador Londoño a decir que estos asuntos son un problema preelectoral; o que vuelva a pretender esgrimir la condición de jefe de su partido para reclamar que han sido los más eficientes y transparentes con el Depar-tamento. En las urnas los boyacenses ya le pasaron cuenta de cobro a Londoño Ulloa; ahora falta que la justicia haga lo mismo.

Herencias del gobierno Londoño Ulloa: pérdidas del erario departamental superan los 50 mil millones

/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO / Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

Jorge Eduardo Londoño, exgobernador de Boyacá. Exsecretario de Hacienda de Boyacá, Raúl Cely Alba.

Page 7: EL DIARIO. Ed 750

P 7 Edición 750 EL DIARIO

C on la convicción de convertirse en el próximo gobernador de Boyacá, este candidato, que lo más seguro es que tenga el aval de Cambio Ra-

dical, comienza su primer gran recorrido por el departa-mento bajo el nombre de ‘Giro Bicentenario’, acción que presentó ante la prensa regional en el Puente de Boyacá.

Bustos Ballesteros comienza este proceso luego de un trabajo de fondo en el cual se han hecho los estudios y análisis de la realidad actual del departa-mento, con lo que están bosquejadas las principales propuestas para enfrentar los problemas identificados. Además, porque en su reciente desempeño como se-cretario General de la Gobernación, ya había tenido la oportunidad de conocer de cerca los testimonios de las comunidades sobre sus más apremiantes necesidades y los sueños más anhelados.

Según dijo a los periodistas, su campaña discutirá de manera directa con la comunidad boyacense la for-ma como se afrontarán los principales problemas que la aquejan, los cuales son en su orden: el desempleo, la seguridad ciudadana, la salud y la infraestructura vial.

El candidato se refirió uno por uno a estos proble-mas, aduciendo para el primero, el desempleo, que se debe mirar cada uno de los sectores económicos para potenciarlos como generadores de los puestos de tra-bajo que se necesitan para la población desempleada, que su campaña calcula puede estar superando el 18%. Una de las actividades económicas que más lo con-vencen es el del afianzamiento del turismo, una de las principales vocaciones del departamento y que pueden

E n un comunicado de prensa, la UPTC rechazó los recientes actos de violencia en la institu-ción, en los cuales fueron atracadas dos estu-

diantes dentro de la misma Universidad, sucesos que deben llevar a una revisión profunda sobre las políticas del centro educativo en materia de seguridad.

Según indicó la universidad, los hechos ocurridos el día lunes 6 de abril fueron los siguientes: “a las 7:30 de la mañana, una estudiante de la Licenciatura en Educa-ción Física fue atracada, con arma blanca, al lado del Co-liseo, siendo despojada de algunas de sus pertenencias”.

El mismo día, “hacia la 1:30 de la tarde, otra estu-diante que se dirigía hacia los laboratorios fue abor-dada por dos hombres, quienes al parecer la dur-mieron con escopolamina. La joven despertó en los potreros que rodean la cancha de fútbol del sector de La Colina, con heridas en piel, al parecer ocasionadas con arma cortante. Esta estudiante recibió atención en la Unidad de Política Social, no se encuentra hos-pitalizada y se espera el dictamen de Medicina Legal”.

Ante estos alarmantes casos, las directivas del claustro universitario, en cabeza del Rector Gustavo Orlando Alvarez, dijeron que “rechazan esta situación y se solidarizan con las estudiantes afectadas”, recor-

dando que “desde hace varios años, esta Administra-ción ha tomado varias acciones desde el Bienestar Universitario, pero también en infraestructura con el sistema electrónico de carnetización y el cerramiento para el control de acceso vehicular y peatonal en to-das las Sedes de Tunja, Duitama, Sogamoso y Chiquin-quirá”, por motivos de seguridad.

Pero si se han tomado estos correctivos en pro de la seguridad y bienestar de la comunidad educativa, ¿qué es lo que está pasando realmente al interior de la universidad? Porque lo sucedido da clara muestra de que personas ajenas a la institución están ingre-sando (quién sabe de qué manera) a realizar actos vandálicos en el campus universitario; o peor aún, es-tudiantes de la misma UPTC están llegando al claustro a realizar actividades adicionales a educarse y recibir clases, siendo ambas posibilidades nefastas en cuanto al efecto de pánico que generan este tipo de hechos.

Si a plena luz del día de un lunes sucede esto, las políticas implementadas por las directivas de la insti-tución, en las que se han gastado una buena cantidad de recursos, deben tener graves falencias, y su objetivo primordial que es la seguridad, no se está cumpliendo, dejando en la mentalidad del colectivo estudiantil la sensación de inseguridad, en espacios supuestamen-

te seguros gracias a las medidas tomadas.

A raíz de este panorama, el pasado miércoles por la mañana se realizó un ‘Comité Directivo ampliado’, con el fin de analizar las situaciones que se presentaron y las políticas a adoptar, para evitar que se vuelvan a repetir estos hechos. De allí se concluyó que la polí-tica de seguridad de la universidad debe contemplar “la ubicación de cámaras de video en puntos críticos de las diferentes Sedes de la Universidad, la puesta en marcha del control de acceso en Tunja; campañas pe-dagógicas complementarias de sensibilización para todos los miembros de la comunidad, relacionada con la ‘Cultura Universitaria sobre la seguridad y la solida-ridad’, como medidas para combatir la inseguridad, preservar la integridad física del personal y los bienes de la Universidad; así mismo adelantar programas de capacitación y fortalecimiento del talento humano que adelanta funciones de vigilancia, con el fin de que sus actuaciones sean más efectivas”.

La comunidad upetecista espera que los directivos de la entidad analicen con rigor la poca eficacia y efi-ciencia que han tenido los equipos tecnológicos y la seguridad privada que se utiliza en el claustro, basa-dos en los incidentes acaecidos.

'Giro Bicentenario', el gran recorrido de Fabio Tadeo Bustos por Boyacá

¿Qué está pasando con los actos de inseguridad en la UPTC?

ofrecer grandes oportunidades de crecimiento.

El turismo y su desarrollo estarían enfocados sobre cuatro zonas principales: el Valle de Tenza, el Occidente de Boyacá, la región del Norte con la sierra Nevada del Cocuy y el corredor Tunja-Sogamoso.

En cuanto a las dificultades del sector salud, Fabio Ta-deo Bustos aseguró que tiene el más amplio conocimien-to que corresponde a su experiencia directa como pro-fesional del área y como funcionario público, cuando se desempeñó como Secretario de Salud del Departamento.

En el tema de la seguridad, está seguro de ser el

mejor preparado en este momento en Boyacá para en-frentar su problemática, ya que acaba de dejar el cargo de Secretario General de la Gobernación donde tenía bajo su responsabilidad los asuntos de seguridad del Departamento y pudo conocer de fondo los problemas de cada región, tanto por su contacto con las instancias competentes y especializadas, como por el contacto con la comunidad hasta de las regiones más apartadas.

Bustos Ballesteros se perfila como uno de los can-didatos con mejor conocimiento del departamento y, por tanto, cree que tiene todos los atributos necesarios para ocupar el primer cargo del ente territorial.

/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

Fabio Tadeo Bustos ante la prensa regional en el Puente de Boyacá, durante el lanzamiento de ‘Giro Bicentenario’, el cual es el inicio de su camino para llegar a la Gobernación del departamento.

Page 8: EL DIARIO. Ed 750

P 8Edición 750EL DIARIO

L isto para ser entregado a los lectores en menos de dos meses, este trabajo de pa-ciente investigación y documentación será

en adelante uno de los textos de obligatoria consulta para quienes quieran adentrarse en el conocimiento y disfrute del patrimonio turístico de los monumen-tos nacionales de Boyacá. Más de seiscientas páginas testimoniales que harán estremecer, a veces de emo-ción y satisfacción, y otras de indignación y reproche ante el abandono y la desidia.

La obra de Henry Neisa, esencialmente se divide en tres grandes capítulos: patrimonio natural, patri-monio tangible y patrimonio intangible, siendo el producto de muchos años de investigación acerca de la riqueza patrimonial histórica, cultural y natural con que cuenta el departamento.

El patrimonio construido que se expresa en la obra va desde las construcciones levantadas durante todo el periodo hispánico, para el caso de los tem-plos y casas tradicionales, como la del Fundador en Tunja; los monumentos e hitos principales de acon-tecimientos como la Campaña Libertadora de 1819 y lo que de allí se ha desprendido como sustento de la memoria de estos acontecimientos, que dieron origen a la actual República de Colombia; hasta las construcciones civiles asociadas a los modernos sis-temas de movilidad, como son las estaciones del tren a lo largo de las rutas férreas de los Ferrocarriles del Norte y del Nordeste.

También, la obra dedica una buena parte a la re-seña de las arquitecturas de ciudades como Tunja y Villa de Leyva y poblaciones como Iza y Turmequé, donde ha quedado el testimonio de manifestaciones estéticas que reflejan distintas épocas a lo largo de los últimos cinco siglos; en cuanto a los santuarios naturales, el contenido remite a los lugares más be-llos y delicados del paisaje boyacense como son el sistema nevado del Cocuy y Güicán, el Páramo de Pis-ba y el Santuario de Fauna y Flora de Iguaque.

Un aporte indispensable para el aprovechamiento del patrimonioÁlbum turístico de los monumentos nacionales de Boyacá

El álbum turístico de los monumentos nacionales de Boyacá se enmarca a partir del listado de los bienes que tiene catalogados el Ministerio de Cultura, como monumentos nacionales o bienes de interés cultural de carácter nacional que, según el registro de esta obra, son 81. Sin embargo, dentro del proceso de in-vestigación se encontró que hay tres bienes más, con la categoría de Monumento Nacional, que no están en el listado del Ministerio, siendo este uno de los más importantes aportes de este trabajo, con un aspecto adicional: que uno de esos bienes fue el primero que se declaró para el departamento de Boyacá y el tercero a nivel nacional, cual es la Casa de Fundador en Tunja.

Además, la Casa del Fundador en esta obra es pre-sentada como el punto fundacional del departamento, teniendo en cuenta que Gonzalo Suárez recibe el en-cargo de delimitar la provincia de Tunja, confirmando sus primeros límites.

El otro bien patrimonial que no está en el actual listado del Ministerio es el Santuario del Topo que está declarado Monumento Nacional por medio de la ley 66 de 1963; aquí el autor advierte que hay que tener cuidado con otra ley de ese mismo año, que tiene el mismo número pero que se refiere a un asunto distin-to. Y el tercer bien monumental de interés nacional, que tampoco aparece en el listado, es la Estación del Ferrocarril del Nordeste, denominada el Mortiñal, en el Municipio de Oicatá, que todavía existe pero que, como las demás, está en abandono.

Los monumentos nacionales

La Ruta LibertadoraDentro del patrimonio natural la obra enumera los

dos parques nacionales naturales, el del Cocuy y el de Pisba, y el Santuario de Flora y Fauna de Iguaque; luego viene un capítulo de templos doctrineros donde se des-criben los 14 que fueron declarados “Monumento Nacio-nal”; posteriormente los tres conventos: el de Santo Ecce Homo en Sutamarchán; el de la Candelaria en Ráquira; y el de San Francisco en Monguí.

Luego viene el conjunto de bienes y accidentes geo-gráficos de la Ruta Libertadora, que son: el Trincherón de Paya, la Iglesia Doctrinera de Socha Viejo, los Aposentos de Tasco, la Casa del General Juan José Reyes Patria en Corrales, la Peña de Tópaga, el Puente sobre el Río Gáme-za y el Cuartel General de Bonza.

La Hacienda Varguitas, el Cerro Bolívar, el Cerro El Pi-cacho, el Cerro el Cangrejo, el Monumento a los Lanceros, la Casa de las Seis Ventanas (estos cinco monumentos ubicados en el Pantano de Vargas); enseguida están: la Hacienda El Salitre, en Paipa; la venta de la Villana, en Toca; el alto de San Lázaro y la Ermita de San Lázaro, en Tunja; la Casa de Teja en el Puente de Boyacá, el mismo Puente de Boyacá y la Casa Histórica de Ventaquemada.

Las estaciones del tren y Centros HistóricosEl siguiente Capítulo corresponde a las 21 estaciones del Ferrocarril del

Nordeste que se encuentran desde Ventaquemada hasta Sogamoso; y las cuatro estaciones del Ferrocarril del Norte correspondientes a Boyacá, que se encuentran entre Chiquinquirá y Saboyá.

En extenso capítulo el maestro Neisa habla del conjunto de los cinco centros históricos del departamento que son Tunja, Villa de Leyva, Mon-guí, Iza y Turmequé. Demuestra las evidencias de la riqueza y el potencial que ofrecen estos elementos y lugares para impulsar el más vigoroso de-sarrollo turístico del Departamento.

Otros bienesLa obra dedica espacio especial a un conjunto mixto de bienes, entre

los que se incluye la Hacienda de Tipacoque; el Museo de Arte Religioso, Julio Franco Arango en el Municipio de Tibasosa, sector rural; el Puente de Calicanto, en Monguí; las ruinas de la ferrería de Samacá; la Casa de Rojas Pinilla y la Casa del Fundador en Tunja; la Casa Antonio Nariño en Villa de Leyva; el Teatro Sogamoso; y, el Edificio del Mercado Público de Tunja o Plaza Real. Por último, una reseña del patrimonio inmaterial que corres-ponde al Concurso Nacional de Bandas Musicales de Paipa.

Cómo surge la idea de la obra“Producto de mi curiosidad desde hace más de 25 años cuando des-

cubro que la iglesia de mi pueblo, Cucaita, era monumento nacional y empiezo a averiguar cuáles otros bienes del departamento tenían esa categoría”, responde el autor.

El trabajo de investigación se desarrolla de manera específica en los ar-chivos históricos de la Nación, del departamento y de algunas parroquias, incluyendo también datos del archivo histórico de la Catedral Primada de

El álbum turístico de los monumentos nacionales es una obra de 664 páginas a todo color, en tamaño cuarto de pliego (25x35 cms.), impreso en propalcote de 150 grms.

El Autor: Henry Neisa estudió Artes Plásticas en la UPTC, graduado con tesis laureada por su investigación acerca de los templos doctrineros de la Provincia Centro del departamento, cuyos jurados fueron presididos por Germán Villate, uno de los investigadores más serios de la historia regional; también es conservacionista y restaurador de inmuebles de la Universidad La Gran Colombia; Administrador Público de la ESAP, Especialista en gestión Cultural de Flacso, la facultad latinoamericana de ciencias sociales de la Unesco, con sede en Buenos Aires. Actualmente realiza la maestría en Historia de América en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, España y se desempeña como Secretario del Consejo Internacional de Monu-mentos y Sitios, filial Colombia, de ICOMOS.

Ha participado en la coautoría de la obra ‘Políticas de seguridad nacional (1962-1966) Guillermo León Valencia Muñoz, artífice de la derrota de las repúblicas independientes’, publicación del Indefensa; ha realizado investigaciones sobre los 52 templos doctrineros de Boyacá; la investigación histórica colonial de Sora, Samacá, Siachoque, Motavita, Cómbita, Tuta y Turmequé en Boyacá y de Nunchía, la Salina, Chámeza, Sácama y Pore en Casanare. Ha investigado sobre la nómina del Ejército Libertador encontrando 3.200 hojas de vida; y un aporte fundamental sobre la investigación acerca de la fundación hispánica de 81 pueblos de la provincia de Tunja, todos correspondientes hoy al territorio de Boyacá.

Características de la obra

Hotel Hacienda ‘El Salitre’, Paipa/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

Henry Neisa, autor de la obra: Álbum turístico de los monumentos nacionales de Boyacá

Page 9: EL DIARIO. Ed 750

P 9 Edición 750 EL DIARIO

Carlos Gaviria,el hombre que evitó

la debacle

C arlos Gaviria liderando a todos los sectores de izquierda fue mucho más allá y resultó ca-

paz de arrastrar a una gran parte del electora-do con su discurso liberal ecuánime, que dio forma a una gran masa crítica en Colombia que se unió en torno a su figura, en uno de los momentos más terribles del país cuando se derechizaba bajo la figura de Uribe.

El maestro, como le llamaban sus admi-radores y hasta sus adversarios, logró una fuerza que hizo posible un equilibrio tácito de poderes con su enorme convicción ética y moral de la política, evitando que el poder mafioso demoliera la poca institucionalidad existente; a Carlos Gaviria se le admiró por-que fue capaz de unir a las distintas singu-laridades de izquierda como nadie lo había logrado hasta ahora.

Alrededor de su figura, el Moir, el Partido Comunista, la socialdemocracia y todos los sectores de opinión lo convirtieron en el vo-cero legítimo que evitó que las libertades ci-viles, que los derechos de las minorías, fueran borrados por el totalitarismo que se planteó desde las esferas de la derecha, apoyados por “la refundación del Estado” que proponía Santa Fe de Ralito, donde se concentraban las fuerzas del paramilitarismo y la consolidación económica del Estado mafioso.

En Boyacá su presencia no fue menos importante; como nunca lo había visto la

izquierda, se llenaron las plazas; surgieron los arcos de banderas amarillas que le daban la bienvenida a las poblaciones de Boyacá. Carlos Gaviria fue el gran fenómeno político, el hombre carismático de quien decía cari-ñosamente su electorado femenino: “llegó Papá Noel”. En Boyacá Carlos Gaviria deja un imperecedero recuerdo y un gran legado de decencia, honestidad, sabiduría, junto a su extraordinaria virtud como gran conciliador. Gaviria logró superar la polarización de las emociones y el lenguaje virulento de las ten-dencias extremistas.

El papel de Carlos Gaviria fue ante todo el de acercar a la gente, hacer que supera-ran o depusieran sus diferencias; en Tunja su legado está reflejado en el proceso de consolidación de una opinión que ha venido avanzando en la ciudad y que se refleja en las urnas con alrededor de 20 mil votantes independientes que difícilmente, hoy, volve-rán a cooptar la política tradicional.

Carlos Gaviria queda de ejemplo para muchos jóvenes, como gran maestro y peda-gogo; y, en sus fallos y sentencias, dejó una cantera para quienes siempre lo tomaron como un referente de consulta y lo siguen considerando como el magistrado por exce-lencia, que dejó las mejores decisiones en re-conocimiento a los derechos de las minorías, de las libertades civiles y del derecho como una práctica ética.

Y fue en esa memorable campaña a la presidencia en 2006 cuando el uribismo avasallaba, apoderándose hegemónicamente de todos los resortes del Estado.

La condición de Carlos Gaviria: el maestro y pedagogo. / Foto: Hisrael

Garzonroa - EL DIARIO Un aporte indispensable para el aprovechamiento del patrimonio

Las estaciones del tren y Centros HistóricosEl siguiente Capítulo corresponde a las 21 estaciones del Ferrocarril del

Nordeste que se encuentran desde Ventaquemada hasta Sogamoso; y las cuatro estaciones del Ferrocarril del Norte correspondientes a Boyacá, que se encuentran entre Chiquinquirá y Saboyá.

En extenso capítulo el maestro Neisa habla del conjunto de los cinco centros históricos del departamento que son Tunja, Villa de Leyva, Mon-guí, Iza y Turmequé. Demuestra las evidencias de la riqueza y el potencial que ofrecen estos elementos y lugares para impulsar el más vigoroso de-sarrollo turístico del Departamento.

Otros bienesLa obra dedica espacio especial a un conjunto mixto de bienes, entre

los que se incluye la Hacienda de Tipacoque; el Museo de Arte Religioso, Julio Franco Arango en el Municipio de Tibasosa, sector rural; el Puente de Calicanto, en Monguí; las ruinas de la ferrería de Samacá; la Casa de Rojas Pinilla y la Casa del Fundador en Tunja; la Casa Antonio Nariño en Villa de Leyva; el Teatro Sogamoso; y, el Edificio del Mercado Público de Tunja o Plaza Real. Por último, una reseña del patrimonio inmaterial que corres-ponde al Concurso Nacional de Bandas Musicales de Paipa.

Cómo surge la idea de la obra“Producto de mi curiosidad desde hace más de 25 años cuando des-

cubro que la iglesia de mi pueblo, Cucaita, era monumento nacional y empiezo a averiguar cuáles otros bienes del departamento tenían esa categoría”, responde el autor.

El trabajo de investigación se desarrolla de manera específica en los ar-chivos históricos de la Nación, del departamento y de algunas parroquias, incluyendo también datos del archivo histórico de la Catedral Primada de

Bogotá y del Archivo General de Indias en España, por lo cual la mayoría de la información contenida en la obra corresponde a la transcripción de manuscritos de los siglos coloniales, al igual que los planos históricos de la misma época. Todo esto apoyado en el trabajo de visitas a cada uno de los monumentos para registrar la fotografía actual correspondiente.

Otro de los aportes de esta obra es que se develan los contratos de cons-trucción de la mayoría de los monumentos, al igual que una serie de planos inéditos de algunas de esas obras.

La obra en su totalidad, con el proyecto de investigación, el registro gráfico y la impresión, fue financiada por el gobierno departamental como parte de la política para fortalecer el turismo cultural hacia el departamen-to y como una manera de reconocer la importancia histórica de nuestros pueblos y ciudades y del patrimonio natural con que contamos, ya que es Boyacá el segundo departamento a nivel nacional con mayor número de Bienes de Interés Cultural de Carácter Nacional –BICCN-, después de Cun-dinamarca.

Para qué le va a servir la obra al departamentoAsegura su autor que “el aporte fundamental será para que nosotros

reconozcamos nuestro patrimonio y de esta manera se pueda empezar a generar una verdadera apropiación social de él. Pero además, para que en los futuros planes de desarrollo se planteen circuitos de turismo cultural que incluyan no solo los monumentos declarados, sino aquellos que a pesar de tener sus mismas características no cuentan con tal distinción”.

“Me refiero, -dice el maestro Neisa- a Tibasosa que no tiene nada declara-do, pero que allí están sitios tan importantes como la Iglesia principal y la Casa Santillana, que era de los Caballero; es cómo incorporar otros bienes patrimo-niales a los monumentos para complementar los circuitos que se planteen”.

También el álbum sirve para conocer, a grosso modo, el estado de conser-vación de los monumentos lo cual permitirá a los gobiernos departamental y nacional, trazar un derrotero para iniciar un plan de restauración de esos BICCN; “digo que es responsabilidad del gobierno nacional el cuidado, mante-nimiento y restauración de las estaciones del Ferrocarril, pero además puede ser el punto de partida importante para iniciar un plan de recuperación de los bienes, sitios y accidentes geográficos de la Ruta Libertadora, atendiendo que estamos ad portas del Bicentenario en 2019”, concluye Henry Neisa.

El álbum turístico de los monumentos nacionales es una obra de 664 páginas a todo color, en tamaño cuarto de pliego (25x35 cms.), impreso en propalcote de 150 grms.

El Autor: Henry Neisa estudió Artes Plásticas en la UPTC, graduado con tesis laureada por su investigación acerca de los templos doctrineros de la Provincia Centro del departamento, cuyos jurados fueron presididos por Germán Villate, uno de los investigadores más serios de la historia regional; también es conservacionista y restaurador de inmuebles de la Universidad La Gran Colombia; Administrador Público de la ESAP, Especialista en gestión Cultural de Flacso, la facultad latinoamericana de ciencias sociales de la Unesco, con sede en Buenos Aires. Actualmente realiza la maestría en Historia de América en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, España y se desempeña como Secretario del Consejo Internacional de Monu-mentos y Sitios, filial Colombia, de ICOMOS.

Ha participado en la coautoría de la obra ‘Políticas de seguridad nacional (1962-1966) Guillermo León Valencia Muñoz, artífice de la derrota de las repúblicas independientes’, publicación del Indefensa; ha realizado investigaciones sobre los 52 templos doctrineros de Boyacá; la investigación histórica colonial de Sora, Samacá, Siachoque, Motavita, Cómbita, Tuta y Turmequé en Boyacá y de Nunchía, la Salina, Chámeza, Sácama y Pore en Casanare. Ha investigado sobre la nómina del Ejército Libertador encontrando 3.200 hojas de vida; y un aporte fundamental sobre la investigación acerca de la fundación hispánica de 81 pueblos de la provincia de Tunja, todos correspondientes hoy al territorio de Boyacá.

Características de la obra

Convento de La Candelaria, Raquirá/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

Page 10: EL DIARIO. Ed 750

P 10Edición 750EL DIARIO

M e gustaría que se avi-vara la gran cumbre de las verdades entre

tantas reuniones de hipocresía. Únicamente desde una realidad exacta podemos hablar de reconci-liación. Indudablemente, para con-ciliar relaciones tiene que darse un clima de armonía, un diálogo ver-dadero para confrontar posiciones, un respeto por toda vida y, sobre todo, la disposición permanente de la mano tendida para evitar las divisiones. Necesitamos más que persuadir, hermanarnos, sentirnos parte los unos de los otros, y para ello, lo primordial es despojarnos de intereses mezquinos.

La solidaridad tiene también que tomar un lenguaje más autén-tico. Somos cómplices de tantas miserias, de tantas opresiones, que cuesta poner orden en un hábi-tat de falsedades. Ya está bien de dejarnos gobernar por la mentira. Tenemos que preservar la verdad como lenguaje para sentirnos li-bres. Dejemos las apariencias a un lado y, aunque sólo sea por una vez, propiciemos encuentros que no eclipsen a ningún ser humano. To-dos nos merecemos la misma con-sideración, idéntica dignidad, poder ser oídos y escuchados más allá de este materialismo dialéctico que nos aprisiona.

En medio de este mundo confu-so, adoctrinado por los poderes y adherido a su servilismo, hace fal-ta que otras voces nos despierten. Remitiendo una mirada al mundo actual, fácilmente se descubre un lenguaje de ficción que nos deja sin verbo. El desprecio por el ser huma-no es tan descarado, que no encon-tramos justificación alguna. Por eso, es de admirar a los sembradores de lo auténtico, que saben comprender y serenar con sus nítidos abeceda-rios lo qué debemos hacer. En oca-siones, no es fácil discernir el bien del mal en un ambiente iluminado por el rostro de la doblez.

A diario tenemos cumbres, real-mente no cesan las reuniones al más alto nivel; sin embargo, pien-so que nos falta dar respuestas de amor a tanto desconsuelo. Es una obligación moral que hemos per-dido. O nos la hemos quitado de encima. En efecto, igual que gober-nando el planeta hemos confor-mado un espacio de vida, a través de la voluntad y el raciocinio, así realizando actos moralmente afec-tivos, y efectivos humanamente, consolidaremos espacios mucho más habitables. Pero lejos de todo fingimiento, hemos de retornar a la veracidad como horizonte a de-sarrollar, antes de que la especie humana quede sin continuidad en el linaje.

Por desgracia, vivimos al arbitrio de lo ilusorio, lo que genera un cli-ma de violencias permanente. La ciudadanía como tal, cada ser hu-mano por sí mismo, tiene la llave del cambio. Sólo hace falta preser-var la transmisión y la conservación de toda existencia, cultivar el bien y practicar la donación, contemplar la belleza y recrearse con la verdad. No es fácil en el contexto de la cultura actual, prevalentemente endiosada, expuesta continuamente a lo me-diocre y a ignorar la dimensión es-piritual del corazón humano, y a su vocación por lo trascendente.

Por consiguiente, es la hora de la acción, no de la observación, tampoco de la espera, frente a una aguda crisis humanitaria que se ha globalizado. Sin duda, nuestra gran foto para la historia humana sería esa cumbre por el encuentro con la verdad, en el que nadie quedase excluido, y sólo así pudiese resplan-decer la humanidad, percibiendo de este modo su significado de fraternización y acogida. Tenemos que rescatarnos de tantas opinio-nes subjetivas, de tantos adoctrina-mientos sin sentido, apreciando el valor por la vida humana de cual-quier cultura, raza o religión.

No se puede relativizar lo verda-dero para la construcción de una genuina sociedad armonizada a un

Victor Corcoba [email protected]

Propiciemos la gran cumbre de las verdadesAlgo más que palabras

(Por nuestra culpa hoy alguien ha llorado en el mundo)

desarrollo humano integral. A medida que acortamos las distancias hay que reforzar los sistemas que velan por el diálogo y la concordia. Lo mismo pasa con la globalización de los suministros de alimentos, resulta cada vez más evidente la necesidad de reforzar los sistemas que velan por la inocuidad de los alimentos en todos los países, como bien indica la Organización Mundial de la Salud, aprovechando la celebración de su Día Mundial (7 de abril).

En igual medida, hemos de concebirnos como familia, y para ello hemos de reeducarnos con menos fronteras y más unidad, con más integración y menos desunión, con más interdependencia y menos soberbia. La globalización es la característica que identifica nuestra época, de ahí la necesidad de favorecer ese intercambio de conocimientos, con el único horizonte de la verdad como bandera. Nos hace falta, puesto que según un reciente informe sobre el desa-rrollo humano, ésta mal entendida globalización únicamente ha beneficiado a una quinta parte de la población mundial, excluyendo la parte restante. Así no se puede continuar gobernando un planeta que es de todos y de nadie en particular.

En consecuencia, en esa gran cumbre de verdades han de estar otros pen-samientos, otras conciencias más solidarias, otro espíritu de menos merca-do y más corazón, otras finanzas al servicio de la persona humana y de su bien colectivo. Para huir de todos estas inhumanidades que nos acorralan, evidentemente hemos de superar la pasividad e implicarnos en nuevos foros para despertar las conciencias. No podemos permanecer indiferentes ante el aluvión de injusticias que nos tragamos, o de mentiras que nos venden los mismos gobiernos de turno. Tienen que dolernos los sufrimientos de nues-tros semejantes. Podíamos ser cualquiera de nosotros. El mar, la mar, se ha convertido en vía de muerte para muchos; pero es que la tierra, sí la tierra, también se ha convertido en una nube de desengaños, que son espinas para cualquier corazón humano.

A estas alturas, considero, que necesitamos escucharnos más, sólo así po-dremos cambiar estas actitudes egoístas. En lugar de servir queremos ser po-derosos, dominadores, aunque para ello activemos una cadena de espinas que es una cadena de muerte para todos. Andamos tan desorientados que cual-quiera nos engaña. Hemos hipotecado tantas vidas humanas que necesitamos liberarnos de las manos engañosas de los traficantes con urgencia. Ha llegado el momento de encarcelarlos, sí con la compasión debida, pero hay que fre-narlos, no se pueden aprovechar de la pobreza para hacer su propio negocio, su fuente de lucro tiene que dejar de existir. Con la penuria de algunos no se mercadea. La especie humana tiene que revelarse mal que nos pese.

Precisamente, en la literatura española hay una comedia de Lope de Vega que narra cómo los habitantes de la ciudad de Fuente Ovejuna matan al Go-bernador porque es un tirano, y lo hacen de tal manera que no se sepa quién ha realizado la ejecución. Y cuando el juez del rey pregunta: “¿Quién ha ma-tado al Gobernador?”, todos responden: “Fuente Ovejuna, Señor”. Todos y nin-guno. Ciertamente, hoy nadie se siente responsable de nadie. Se ha impuesto la cultura de Pilato, la de lavarse las manos. Pues no, hay una responsabilidad que debe fraternizarnos, de la que todos somos coparticipes en mayor o en menor medida, ante esta siembra de incongruencias y mentiras, que ha de movilizarnos. Por tanto, con coraje hemos de desterrar estos dramas nacidos del embuste, y ver que si alguien llora, tiene que ser auxiliado. Muera la indi-ferencia y germine el entusiasmo del amor, para que la especie se embellezca por el vínculo del amar sin condiciones, ni condicionantes. La VERDAD al po-der y el AMOR como divisa. Sólo eso.

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P 11 Edición 750 EL DIARIOOpinión

Cartas del LectorEl mundo cambió y el turismo en Chiquinquirá se

quedó enclaustrado y rezagado ¿Carlos Amaya candidato a la Gobernación? ¿Es en serio? Anuncios propagados por los medios de comunicación parecen demostrar que no se trata de una broma y que de veras este infante político, este aún inexperto servidor público, aspira a regir

los tristes destinos del departamento. Esto opinan nuestros #LectoresaDIARIO:

Un capitán de quince años para la Gobernación

U n hecho significativo en este cuatrenio fue el día que los principales socios del turismo (los dominicos) expulsaron a los artesanos y vendedores de reli-

quias de los locales del santuario, lanzándolos a la calle y llevándolos a la informalidad. Ante esta situación, la administración se quedó callada y sin propuestas para estas familias, que quedaron en situación de desempleo y perdieron su dignidad como personas. Todos estos hechos pasaron por que la ciudad carece de verdaderos planes para la promoción del turismo.

Chiquinquirá necesita de forma urgente la con-figuración colectiva del territorio y de la sociedad con visión de ciudad turística con dignidad. Hoy no tiene una visión a mediano y largo plazo que permita tener objetivos y metas. La ciudad no tiene una visión del tipo de cocina o restaurantes, o de hoteles y centros de convenciones para el nuevo turista; tampoco se cuenta con proyectos de agro turismo o turismo ecológico, ni de protec-ción del patrimonio histórico y cultural. En fin, no hay una organización pública o privada que pro-mueva el turismo en la ciudad mariana.

Pareciera ser que este sistema de cero inno-vación del sector favorece a algunos actores, los cuales impiden la organización y promueven la especulación, la explotación de los trabajadores, la indignidad del trabajador y el enriquecimiento de unos pocos que se creen los dueños del mismo.

Desde la parte oficial no existen indicadores que puedan medir el avance del turismo en los diferentes ejes estratégicos para el desarrollo hu-mano, el espacial y ambiental, y el de la infraes-tructura hotelera y turística.

En esta administración se perdieron cuatro años de oportunidades, por lo que se necesita realizar acciones para organizar a los trabajado-res de este sector, capacitándolos para que estén a la altura de los grandes centros turísticos del mundo, bajo el concepto de que todos son impor-

tantes en el servicio al turista (meseros, cocineros, artesanos de guitarras, la tagua y las maderas, los guías turísticos, los artistas y los empresarios de hoteles y restaurantes). Es urgente que todos sean formados en distintos idiomas, para poder inter-pretar y orientar al nuevo turista.

También se necesita hacer un reordenamiento del territorio para la expansión turística y ambien-tal, localizando hoteles campestres y recreaciona-les, y centros de convenciones para el turista na-cional e internacional. Es urgente definir áreas de conservación del patrimonio histórico y cultural, no podemos permitir que se continúe destruyen-do las casonas que hacen parte de la identidad y reemplazándolas por centros comerciales que nada aportan al turismo.

Se debe modernizar la infraestructura hotelera de Chiquinquirá, integrando las cadenas hoteleras internacionales de acuerdo a las necesidades del nuevo turista. La ciudad se quedó con una infraes-tructura hotelera para viajeros de paso, y hoy se requieren otros servicios hoteleros con ambientes ecológicos perfectamente relacionados.

Es cierto también que la organización creada con el fin de promover y desarrollar el sector del turismo y la cultura no funciona, por el contra-rio se ha convertido en una carga, un gasto, un lastre, que necesita ser liquidado. La comunidad chiquinquireña requiere concertar cual será la organización (pública o privada), que maneje la política turística de la ciudad. Esta entidad deberá trazar los derroteros del sector, identificando las fuentes de financiación para promoverlo y desa-rrollarlo, haciendo estudios de mercado, acuerdos con agencias internacionales, y orientando la ca-pacitación de las personas del turismo.

En definitiva, si no se hace la planeación del sector con la participación de toda la comunidad, continuaremos postrados al turismo de “camán-dula” y a gobiernos autoritarios que no aportan a la dignificación de los chiquinquireños.

Luis Israel Castro Pinilla - Auditor en San Miguel de Sema

#RedesaDIARIO

* EL DIARIO no se hace responsable de los contenidos publi-cados en esta sección. [email protected]

Cautelosa seguridad Por: Kevincho

@mane_guti@ELDIARIOBOYACA el avance a pasos de gigante de un hombre de hechos y no de mentiras...tiene a muchos envi-

diosos incómodos. #VAMOSCAMINANDO

@nidimaya@ELDIARIOBOYACA triste la descripción de q debe hacer un candidato a la gober “zorro, finan-ciado por conveniencia” y sea una ventaja.

@Avejhonnatan@ELDIARIOBOYACA #OpiniónaDIARIO La Mejor descripción sobre la candidatura de Carlos Amaya.

Jairo Bonilla. Un capitán de 15 años que parece que no tuviera 5o de primaria.

Fernando José Morales Acuña. Felicitaciones...esta ha sido la mejor

propaganda que he visto de amaya. Nada como que hablen mal para que a uno le vaya bien.Diana Prieto Gomez. Mediocre art. Sobre todo deja un interes personal del escritor claro en can-didatos “Zorros” los que tienen TAN JODIDO ESTE DTO! Porque no dejar llegar a la Gobernacion a un candidato Joven? #AmayaGobernador

Manuel Alberto Soler Garcia. Nada raro que lo pagará para que lo publiquen con lo rata que es este supuesto político joven, eso no es más que campaña.

Visite www.periodicoeldiario.com y participe en nuestra encuesta semanal. Su opinión nos interesa

EncuestaCon la variada oferta existente hoy en día,

en Semana Santa Ud. acostumbra a realizar principalmente actividades:

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P 12Edición 750EL DIARIO Opinión

A gotadas pueden estar las dinámicas de la fe, a la vez que se viven

experimentando si no van al culto o la liturgia, si por lo menos con motivaciones que más pue-den ser de sectores jóvenes en el llamado Pue-blo de Dios.

La comunidad, en torno a la imagen de pa-rroquia, es la fortaleza global de una Iglesia, que mantiene todavía su manejo clerical, como en un extraño temor a que el laicado tome formas de liderazgo y aún de conducción en criterios mismos, para el manejo de la pastoral y del es-quema de evangelización.

Los distintos grupos apostólicos que se han venido conformando dentro del esquema de participación de vida y actividad de la parro-quia, a lo sumo reciben sus cursos bíblicos, sin que todavía se tomen el trabajo de ser talleres experimentales de teología, con miras a que en barrios y veredas se llegue a analizar la proble-mática de todo orden en el sector; teología de afán reivindicativo y por ende liberadora.

¿Qué ha faltado en la Iglesia Jerárquica y cle-rical? Retomar, si es del caso, lo que hace ya años se trató de impulsar con el nombre de Nueva Imagen de Parroquia. Entendemos que esta di-námica pudo estar encaminada a despertar el concepto de Iglesia, desde Celebraciones de la Palabra, y que daban incluso para debatir pro-blemáticas de la situación del hombre socioló-gico y adentrarse en búsquedas organizativas, que llevaran a una conciencia de lo colectivo, en

el gran reto de madurar como comunidad, de ser “sujeto de cambio”, en todos los órdenes.

Ahora recordamos el caso de un viejo sacer-dote, que al cabo de toda una vida en su papel de doctrinero, no sin hacerle el juego como era todavía de costumbre en el clero “venerable e impositivo”, a un partido político de sus especia-les afectos: ¿qué recordamos de aquel párroco de ansiedades y que más tenía de cacique de pueblo? Que acabó por aplicar en las veredas todo el alcance social que pudiera darle el tal esquema de Nueva Imagen de Parroquia.

En algún momento, aquel viejo párroco se vio felizmente rodeado de muchachos y mu-chachas, que mañana y tarde, estaban prestos a lo que hubiera que hacer como líderes y hasta conductores, en el manejo de Celebraciones de la Palabra en cualquier rincón veredal, no sin misa muchas veces del rígido sacerdote y que más parecía estarse convirtiendo al Evangelio social, en el ocaso de su propia existencia.

Un día cualquiera, el pueblo se vio ante un operativo militar. Se cumplía en forma simul-tánea en tres poblaciones de la región. En el operativo cayeron los muchachos y muchachas que tanto habían trabajado la Nueva Imagen de Parroquia en su propio pueblo. Fueron a dar a la brigada militar.

No tardó el cura párroco en llegar a averiguar por la suerte de sus “acólitos”. Sin más se le dijo: “pertenecen todos a un movimiento político y subversivo que ha venido operando en la clan-

destinidad”, a lo cual el sacerdote respondió: “no me interesa a qué hayan podido pertenecer los ‘muchachos’, lo único que se decir es que toma-ron en serio el Evangelio, como yo tal vez en mis años de cura, nunca me había atrevido a hacerlo y mal estaría no sacar la cara por ellos”.

Cada quien, en esto de llamarse Iglesia y aún de creer serIo, ha podido llevar su propia expe-riencia de fe. Sin embargo, muy contados “cre-yentes” y muy contadas instituciones de Iglesia, vemos que logran aproximarse al rigor y radica-lismo del Evangelio.

Cuando encontramos actitudes intrépidas y aún virajes hacia lo que tanto cuesta, esto es, lo-grar que la fe tenga contacto con la vida real, tal como fue el testimonio del Mesías, entonces es cuando se permite que el Evangelio incursione en la vida humana, en la Iglesia, en la Historia.

Si hay juventud de Iglesia, como la que se ad-vierte desde un despertar, desde un movimiento de presencia de Espíritu transformador como el que se revela ante un proceso de “catecumena-do”, entonces es porque al menos algunos secto-res del laicado en la Iglesia le están indicando a jerarcas, clero e instituciones de lo religioso, en qué puede estar consistiendo el Reino de Dios y que, entre otras cosas, Jesús lo compara con un “tesoro escondido”, con “una perla preciosa”, no sin dar a entender que hay que renunciar a co-sas de relativo valor, con tal de adquirir lo inva-luable de un Reino, ya que encierra el contenido mismo de vida para el hombre y para la Historia.

Y los acólitos resultaron ser de un movimiento subversivo

ReflexionesTeófilo de la RocaEl escribano del desierto

E l luto se ha sumado a la aguda crisis de la justicia colombiana. El fallecimiento del exmagistrado Carlos Gaviria Díaz

significa la pérdida de un referente ético y con la autoridad moral para opinar sobre el tema; se ha acallado la voz del hombre que, en medio de la corrupción de la Corte Constitucional, pidió una reforma cuyo principio fuera “el facilitarle al ciu-dadano el acceso a la justicia”.

La manera como llegó a convertirse en miem-bro del máximo tribunal, sin deber favores políticos, contradice el tráfico de influencias, la compra de car-gos y el denominado “carrusel” que precede el arribo de los togados al cargo de magistrado, hoy en día.

Su concepto sobre la libertad le condujo a de-fender el derecho a morir libremente, al acceso a la dosis personal y a la eutanasia; fue un convenci-do de que “a la libertad no hay que temerle” y así se lo enseñaba a sus estudiantes, que entusiasma-dos acudían a sus clases, en ese ritual que solo lo-gran los sabios, para escuchar sus disertaciones y salir convencidos que, no obstante la desigualdad y la inequidad, Colombia tenía una posibilidad si se lleva a la práctica los principios democráticos, y por eso cuestionaba inclemente “si la democracia es el gobierno de las mayorías, ¿cómo es posible

que las mayorías estén desprotegidas?”

En el transcurso de su vida pública incursionó en la política, y junto con un puñado de dirigentes de izquierda y otros librepensadores, se postuló al Senado y a la Presidencia de la República; así, hastiado del embelesamiento colectivo produci-do por el proyecto de la seguridad democrática, aspiró al máximo cargo del país, en una campaña cargada de sindicaciones y calumnias, en la cual la élite que desde hace mucho tiempo detenta el poder, le cerró el paso, pues el temor a perder sus privilegios les conduce a hacer valido cualquier medio para mantener el statu quo.

Las campañas políticas en las que participó permitieron conocer la faceta del hombre que as-piraba a “superar la pobreza, la inequidad, la dis-criminación y la exclusión, estigmas vergonzosos de una sociedad cuyos gobernantes llaman, sin asomo de pudor, democracia profunda”; su anhe-lo de una sociedad verdaderamente democrática, pacífica y con la suficiente capacidad para reco-brar la soberanía nacional y hacer valer su digni-dad ante los demás países, es hoy un compromiso vigente para quienes le admiraron y le acompa-ñaron en su empeño de darle rostro humano a nuestra patria.

El ejemplo de vida, como jurista y como políti-co, es todo un desafío para quienes hoy se quieran denominar líderes de la oposición. Él fue muy cla-ro al señalar que “un líder de oposición no pue-de sucumbir a los halagos de quienes lo adulan para cooptarlo, haciéndole creer que en el fondo todos queremos lo mismo, el bien del país, y que debemos ser aliados en la misma lucha como si ese fementido interés común fuera el mismo para tirios y troyanos”.

Carlos Gaviria Díaz nos ha legado su pensa-miento político, su concepción de unidad de la izquierda y de los demócratas, la cual no excluye sino que abre espacios para quienes son capaces de sobreponerse a sus intereses personales o de grupo, para convertirse en poder sin claudicar en los fines ideológicos y aspirar a una sociedad regi-da por la verdadera justicia social, la equidad y la vigencia plena de los derechos humanos.

Paz en la tumba del hombre que creyó en la es-peranza de un nuevo país, una patria gobernada por la inteligencia en la cual, el ruido de las armas y los gritos de las bestias, sea solo el recuerdo de una horrenda pesadilla desvanecida ante la luz de la paz con justicia social.

Editorial Carlos Gaviria, el referente del país que debe ser

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P 13 Edición 750 EL DIARIOOpinión

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L a justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse

una sociedad y el Estado, dentro de unos parámetros definidos como el respeto, la igualdad y la libertad.

El concepto de justicia social es para referirse a la necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales, en que los derechos humanos sean respetados y las clases sociales más desfavorecidas cuenten con la oportunidad de desarrollo, primando porque todas las personas puedan disfrutar y acce-der a una serie de beneficios imprescindibles como la educación, la salud y la alimentación.

La justicia, como valor, es el principio moral de cada persona, dando a cada quien lo que le corres-ponde y buscando el bien propio y de la sociedad. Depende de los valores de una sociedad y de las creencias individuales de acuerdo a su cultura, la cual “es el resultado de todas las actividades espiri-tuales, familiares, económicas, sociales, intelectuales y de salud, que una comunidad ha ido desarrollando a través del tiempo”.

La justicia es ciega, lo cual se representa con una mujer que lleva los ojos vendados, una balanza en una mano y una espada en la otra. Los ojos vendados indican que no mira a las personas sino que es igual

para todos; la balanza figura poniendo a cada lado los argumentos y las pruebas presentadas; y la espada expresa que castigará con mano dura a los culpables.

El Estado colombiano está constituido por las tres ramas: Legislativa, Ejecutiva y Judicial, ésta última la encargada de impartir justicia, que por su estatus, tiene a los funcionarios públicos mejor pagados, con una serie de prerrogativas y beneficios inimagina-bles, y todo por ser los ejecutores de la aplicación de la justicia.

La politiquería y la corrupción permearon los esta-mentos judiciales y vemos con estupor que las ÉLITES no están exceptas del veneno que carcome nuestra sociedad. Hoy, la insensibilidad de los actos humanos infringe las sanas costumbres, la ética y la moral, las cuales quedan sepultadas por los valores económicos.

Atónitos quedamos ante la corruptela manifiesta y la actitud de las personas que la sociedad conside-raba impolutos, ubicándolos en un pedestal que era inaccesible, porque quien llegaba a esos niveles era muestra fehaciente de verticalidad, rectitud, impar-cialidad, honestidad y moralidad.

¿Existirá entonces justicia con una brecha econó-mica tan abismal si se compara a la población res-pecto al salario devengado, que en su mayoría es un irrisorio salario mínimo? La carencia de infraestruc-

tura física y social, la ausencia de frentes de traba-jo, la falta de seguridad, la campante impunidad, la pobreza social, sumándole la caída del petróleo y la subida del dólar (con las repercusiones económicas y sociales que conllevan) da para entender que no hay ninguna justicia en este país.

Estos factores nos han llevado al estancamiento del desarrollo industrial, agrícola y minero, lo que nos permite concluir que estamos en una gravísima crisis económica, mientras impávidos observamos EL DERROCHE FISCAL y el despilfarro, el desgreño y el gasto, a manos llenas, del erario público por parte de personalidades insensibles, que fueron elegidas para que nos gobernarán pero sus acciones, con el transcurrir de los días, se quedaron en nada.

Si los encargados de aplicar la ley la violan, no puede ser tan grave que la violen los particulares. Y si el Estado no le brinda las garantías al ciudadano, ¿cómo puede reprocharle que recurra a métodos irregulares para garantizar su subsistencia o su es-tatus? ¿Cómo un Estado puede exigir que se respete la ley si el mismo no la respeta? ¿En qué Estado esta-mos? ¿Dónde quedaron los valores morales?

“Gobernar en función de unos pocos o cuantos privilegiados, saquear el tesoro

público y abusar de la autoridad, es violar la ley de manera grave”

La justicia socialGuillermo Corredor Bernal Ingeniero Civil. Experto en Legislación Minero- Ambiental, Especialista en Patología de la Construcción

A lguna vez Su-tatenza fue un municipio

célebre y nombrado en todo el mundo. Allí se originó uno de los pro-yectos pedagógicos más revolucionarios del siglo

XX, las escuelas radiofónicas y las actividades de Acción Cultural Popular (ACPO), en cabeza de José Joaquín Salcedo -un cura de esos que ya no existen, interesado por la vida y los problemas reales de quienes le acudían a sus misas-.

Muchísimas personas recibieron educación a través de los medios de comunicación, en par-ticular de la radio, gracias a la generosidad y al-truismo del proyecto. De países muy lejanos se reportaban logros académicos que iban desde la alfabetización hasta el cumplimiento completo de la educación media. Esa formación mediante la radio empezó con unos cuantos equipos ru-dimentarios construidos por Salcedo mientras vivió en Sutatenza. El propósito creció hasta conquistar países como los Estados Unidos o España, de donde peregrinaban al municipio

boyacense profesores, expertos e investigado-res para conocer los métodos y las prácticas de aquél modelo educativo.

Tras la muerte de José Joaquín Salcedo y el ocaso de Acción Cultural Popular, el ejemplo de sus propuestas queda, mal o bien, a lo largo y ancho por lo menos de Suramérica. Las escue-las populares inmersas en las grandes urbes, las campañas de alfabetización y algo de ciertos cursos por internet, tienen cierta influencia de la difusión mediática y de los trabajos de ACPO, Radio Sutatenza y el periódico El Campesino.

Quizás a las nuevas generaciones de colom-bianos y de boyacenses esta historia no les sea familiar. Y quizás para ellas hoy Sutatenza no sea más que un punto cualquiera en el sur boyacen-se. Pero ahora, cuando se sabe gracias a nuestros informativos regionales que Sutatenza está pa-deciendo por falta de agua, es importante recor-dar el inmenso aporte que este pequeño lugar le ha brindado al país y al continente.

Y conviene hacer un pedido, desde aquí, a los gobiernos nacional y local para que le presten un poco más de atención al municipio. Preocu-parse por solucionar sus problemas de agua se-

ría lo menos que podrían hacer las instituciones colombianas en orden a pagar la deuda gruesa contraída con ese modesto rincón de Boyacá, donde alguna vez un cura inteligente respondió a la peor forma de miseria, la ignorancia, y cuyo legado llegó a ser universal.

Solemos ser muy ingratos, sobre todo con quienes nos han educado. Respaldar a Sutaten-za sería una muestra de gratitud sencilla, pero significativa, con una generación de ciudadanos que se tomaron la molestia de ayudar a moder-nizar -y en algunos casos hasta civilizar- este de-partamento y esta nación.

Sea por la razón que sea -incapacidad debida a las condiciones naturales, malos manejos de los recursos o vulgar y llanamente corrupción-, Sutatenza al día de hoy no tiene agua. Algunos habitantes están realizando perforaciones. Pero aún es necesaria una colaboración con más peso. Y ayudarles a sus gentes en pro de normalizar la adquisición y distribución del líquido no es sólo responsabilidad de un alcalde o de un goberna-dor; es el compromiso de honor de todo un país.

@etinEspartaego

Darío Rodríguez Agüita para mi genteColumnista Invitado

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P 14Edición 750EL DIARIO Opinión

H ace dos décadas el sistema empresarial privado se instaló

en las universidades públicas, distribuyendo la ideología neo-liberal y entorpeciendo la solu-ción a problemas estructurales, pero conservando el cascarón público mediante el uso de los

principios originales adaptados a la gestión privada, que los hace inservibles con fórmulas de organización, gestión, vigilancia y medición, y que eliminan la cons-trucción colectiva, la universalidad y la heterogeneidad del conocimiento, el respeto por las ideas, el sentido éti-co y la defensa de la humanidad.

Los hechos crecientes creados con bases de merca-do resultan contundentes aunque no resisten el aná-lisis social, político o humano. Las metodologías utili-zadas no son neutrales, ponen los medios en el lugar de los fines y ocultan los crecimientos negativos que degradan derechos y socavan la ética y la legitimidad, y que son pilares de lo público.

La privatización en la fase final del asalto a lo público impone el concepto y prácticas de la seguridad, en cam-bio de preocuparse por ampliar y garantizar libertades; a cambio de solución a las desigualdades laborales repite contratos precarios a profesores, funcionarios y trabaja-dores; a cambio de superar los huecos fiscales y la desfi-nanciación estructural, aumenta la autofinanciación; en lugar de proponerse ganar en legitimidad, los gobiernos crean nuevas brechas entre academia y administración que sellan con autoritarismo y restricciones; en lugar de fortalecer las capacidades y riqueza del librepensamien-to, promueven sumisión y adhesión política.

La ideología neoliberal invalida el análisis por las causas, resalta las consecuencias y omite argumentar porque más corresponde a mejor o porque la calidad es un asunto de indicadores. La realidad estructural muestra a la naturaleza de la universidad pública hon-damente debilitada, en riesgo de perder rápidamente

lo poco que queda de su existencia oficial, lo que no significa desaparecer.

En un país todavía en guerra, sin políticas para jó-venes, estos se convierten en un problema, ya que de 5 que debieran ingresar a la universidad pública sola-mente uno lo hace, y de cada 5 que ingresan 2 deben retirarse por razones económicas, sociales, políticas o culturales, es decir, son excluidos del sistema. De cada tres profesores solo uno tiene estabilidad laboral y dos permanecen con contratos temporales precarios sin garantías; iguales cifras y condiciones se reproducen con funcionarios y trabajadores, pasando de la lógica de nóminas paralelas a nominas en triple carril.

Los salarios a profesores permanecen muy por de-bajo de sus pares de otros países y, de cada tres, uno realiza alguna actividad de investigación con carencia de condiciones y garantías, sumando a indicadores de ranking, pero no creando impactos sociales de transfor-mación. La docencia es reproductiva basada en número de asignaturas y horas clase desde hace cinco décadas. Los recursos presupuestales procedentes de la Nación decrecen y son insuficientes, empujando a cubrir la des-financiación estructural con créditos externos, compi-tiendo con posgrados de régimen privado, ampliando la demanda o vendiendo inclusive su autonomía.

Los gobiernos imperantes no parecen oír, ver, ni sentir la cotidianidad de las universidades por las que hacen lo que sea para gobernarlas. Allí son frecuentes los obstáculos a la vida intelectual, el estrés laboral, las enfermedades físicas y mentales producidas en el ejercicio laboral, las estigmatizaciones, persecuciones, exclusiones, hostigamientos, intimidaciones y discri-minaciones a estudiantes, profesores y trabajadores, sobre quienes también ocurren montajes judiciales.

Hay protestas frecuentes violentamente reprimi-das con saldos de mutilados, encarcelados y muerte de estudiantes. Hay impactos negativos por la presión para cumplir metas y aumentar cifras, afectaciones por contratos sin garantías laborales e intervenciones ab-

yectas de sectores y partidos políticos por el control del aparato institucional.

Son evidentes las injerencias externas sobre la au-tonomía, la dictadura presupuestal que ejerce el Esta-do, la perdida de condiciones de calidad académica, el hacinamiento en aulas y oficinas, la destrucción de la estética universitaria, la conversión del campus en zona franca, las disputas por micropoderes y padrinaz-gos para ocupar cargos, y la indiferencia con jubilados que caen al olvido. Las palabras y voluntad del poder convertidas en verdades irrefutables y retransmitidas por las oficinas de propaganda oficial. Los actores del proceso académico lanzados a la periferia se hacen receptores pasivos de informes parciales, emitidos en comunicados en pliegos de peticiones o denuncias públicas debidamente respaldadas por voceros, que están legítimamente constituidos en organizaciones gremiales o estudiantiles.

No hay evidencia de fracasos académicos basados en el hacer intelectual, pero sí esfuerzos para provocar-los y fijar la percepción social de que la universidad pú-blica es costosa, ineficiente e incompetente y, una vez desvalorizada la condición intelectual y la importancia institucional, vender barato lo que quede. Para el mer-cado la ciencia es una mercancía, las universidades son empresas, los estudiantes clientes, los profesores fun-cionarios y subalternos, los funcionarios intermediarios políticos, y los directivos, gerentes omnipotentes que deciden y mandan de manera vertical y jerárquica sin opción para disentir, menos para oponer o resistir.

Sin embargo, mientras se consuma el asalto to-tal, quien gobierne la universidad pública de hoy, sin contar su concepción, tiene la responsabilidad ética y política de preservarla del acecho del interés privado, salvaguardarla de la corrupción, el maltrato, la discrimi-nación y la tiranía, y acentuarla como el lugar preciado de la vida, no de la guerra ni la muerte, ni tampoco ser-vir como medios o agentes liquidadores para llevarla al reino de lo privado, que la aniquila.

Universidades en riesgo IV: AsaltoPor: Manuel H. Restrepo Dir. Maestría y Observatorio de DDHH

ContrapuntoEdilberto Rodríguez AraújoDirector del Centro de Estudios Económicos (CENES) de la UPTC Tunja: rebrote de la pobrezaE l año pasado el ritmo

de crecimiento eco-nómico registró una

leve contracción en compa-ración con el de 2013 (4,94 y

4,55 respectivamente), coincidiendo con una ligera mejoría en el nivel de empleo y descenso en el des-empleo y subempleo. Este comportamiento anti-cipaba una modesta caída en indicadores sociales como la pobreza y pobreza extrema, medida por una canasta de bienes y servicios, en el primer caso y, de alimentos, en el segundo. Sin embargo, según el reporte del DANE, en este periodo la reducción fue mayor en la primera que en la segunda, oscilan-do entre uno y dos puntos porcentuales.

Finalizado 2014, el promedio nacional de pobre-za se situó en 28,5 por ciento, mientras que la indi-gencia representaba 8,1 por ciento, encontrándose que el dominio rural superaba al urbano. En térmi-nos generales, en Colombia 13,2 millones de perso-nas seguían atrapados en la trampa de la pobreza -por debajo de un ingreso per cápita mensual de

$211.807-, en tanto que 3,7 millones continuaban bajo el umbral de la miseria, cuyo costo se estima en $94.103. Trasladado al plano de las tribulaciones diarias es imaginarnos cómo un colombiano de a pie puede malvivir con $7.060 o $3.136 diarios.

Siendo Colombia un país de desigualdades in-terregionales e interurbanas, la incidencia de la po-breza fue mayor en Quibdó (46,2 por ciento), que contrasta con Bucaramanga (8,4 por ciento).

En Tunja, después de una notoria mejoría obser-vada en 2011 (18,3 por ciento) en 2013 se recrude-ció la pobreza alcanzando 19,5 por ciento. En 2014 se observó una ligera disminución (19,2 por ciento), que, sin embargo, no se tradujo en caída alguna en la fría cifra de un poco más de 34.000 tunjanos pobres. La población más vulnerable, por sus irrisorios ingre-sos, pasó de 2,8 a 4,0 por ciento, significando un re-brote de la pobreza extrema con 2.200 tunjanos más bajo una intolerable precariedad alimenticia.

Si tal como lo pronostican agencias internacio-nales, organismos gubernamentales y analistas

económicos, la destorcida en el precio del barril del petróleo -que se prevé romperá la barrera de los 50 dólares- arrastrará a la economía a un bajonazo, los avances logrados en desigualdad social se reverti-rán, siendo la pobreza una de las más afectadas.

Un crecimiento por debajo del 4 por ciento traerá un aumento de la pobreza. Si se ha establecido que la pobreza rural ha disminuido lentamente, la brecha campo-ciudad se ampliará, poniendo en entredicho las metas del nuevo plan nacional de desarrollo, así como las posibilidades de desactivar el profundo malestar del campesinado colombiano, agobiado por los deprimidos precios de sus productos.

De esa forma, el asistencialismo gubernamental se verá frenado pues el boquete fiscal impedirá la finan-ciación del gasto social, de por sí disminuido, como-quiera que el Gobierno Nacional confía ciegamente en el sector privado como fuente de financiación de sus sobredimensionadas megaobras públicas.

E-mail: [email protected]: @zaperongo

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P 15 Edición 750 EL DIARIOOpinión

G iorgio Agamben ana-liza cómo los dispo-sitivos electrónicos

hacen que en la sociedad se profundice la individualidad y

la atomización, de tal modo que se diluye la co-munidad entre los hombres. Cuestión que lleva a la evocación de otros tiempos, en los cuales en las noches de invierno, sentados junto al fuego, los hombres creaban la vida comunitaria.

Más en la segunda década del siglo veinte la radio ocupó el espacio del fuego. La familia se re-unía para escuchar las noticias o bien a oír música. Más luego vino la televisión que desplazó al radio para ver los partidos de fútbol o bien las pelícu-las. Más la invención del gadget, el radio pequeño, hizo que ya no se reuniera la familia para escuchar en comunidad porque cada uno tenía el transistor en su alcoba.

Con la televisión sucedió lo mismo, pues pri-

mero el aparato se encontraba en la sala de la casa, pero la producción en serie hizo posible en cada cuarto un receptor. Pero hoy el artilugio si-gue congregando en cafeterías para ver los parti-dos de fútbol, ya sea de las ligas nacionales o los torneos internacionales. Es curioso cuando en las tardes o en las noches los hinchas se congregan frente a las pantallas de plasma, luciendo sus ca-misetas, sufriendo por lo que ocurre y gritando ante el temor o la fascinación del gol.

Más los cambios en la tecnología llevan a la ato-micidad. Ejemplo de ellos son los ‘smartphones’, la tableta y el computador que ya no congregan a la comunidad, sino que más bien están hechos para fomentar la atomización. Hace un tiempo, cuando alguien hablaba solo en la calle, se preguntaba: ¿a ese que le pasa? Hoy es distinto.

El hombre solitario escucha una melodía, ta-rarea una canción. Es claro entonces que la ten-dencia está dada por el carácter de la sociedad

que se erige sobre el individualismo. El horizonte comunitario se ha disuelto y, en lugar de él, se ha instalado el aparato al cual está pegado el usuario. En la calle con el audífono se escucha el musical, en las cafeterías se digita el dispositivo, en el co-lectivo los pasajeros están pendientes de las pan-tallas diminutas y, en los aviones, las advertencias de apagar el celular o las tabletas son hechos cotidianos. No se puede olvidar que los usuarios aman su aparato y les preocupa que envejezca y caiga en desuso.

La tendencia es hacia el ocaso de lo colectivo. El paisaje doméstico ha sido erradicado. El individuo mira lo que quiere, escucha lo que le gusta, busca lo que le place en el dispositivo. Parece que el “yo soy un nosotros y el nosotros es un yo” se suplanta por el aparato electrónico. Como conclusión: la so-ciedad se atomiza y ¿cada vez estamos más solos?

De la comunidad a la soledadSilvio Avendaño

Desde el Pasaje VargasL uego no son los chapetones. Un

chapetón en el periódico que dicen es el más importante del habla de

Cervantes, El País, dice que ellos, los chapeto-nes, están en la cola del mundo europeo en ma-teria de educación y formación para este mundo de las modernidades y las muy boyacenses “pos modernidades”. Y cita un ejemplo que vio de los resultados de la educación para los jóvenes de la secundaria en la vecina Holanda. El tipo cuenta que “en el Technasium de Amersfoort, colegio de secundaria, observó fascinado la pre-sentación de seis proyectos. Un grupo tenía que diseñar, bajo la supervisión de un despacho de arquitectura, la infraestructura de una pequeña urbanización de vacaciones: carreteras, energía sostenible, puentes. Los cálculos incluían el tipo de puentes sobre el canal y sus soportes, el gro-sor de las carreteras, el tipo de energía usada, la forma de guardar el exceso de energía. Otro gru-po tenía el encargo de diseñar un sistema para ayudar a los ancianos a levantarse de la cama sin ayuda. Resolvieron el reto con la ayuda de un brazo articulado para la parte alta del cuerpo y un soporte con un pequeño motor para las pier-nas, todo ello controlado con un sencillo control remoto. Un tercer grupo investigó las anormali-dades cromosómicas en dos pacientes del Hos-pital Universitario de Utrecht. Un cuarto grupo diseñó un robot que pudiera llevar bebidas de una habitación a otra, evitando obstáculos. Otro grupo nos dejó con la boca abierta cuando tuvo que disculparse al explicar que su presentación había sido declarada confidencial por el cliente: el cliente, una empresa líder en tratamiento de aguas, había decidido que el proyecto había de-sarrollado conocimiento patentable y no quería que nada fuera presentado hasta que existiera la patente”. Quien cuenta esta historia es un tipo que se llama Luis Garicano, que es profesor de Economía de la London School of Economics y coordinador de política económica de Ciudada-

nos, uno de los partidos emergentes que aspiran desplazar el bipartidismo de allá, que es como el de aquí. Los académicos en Jueves Santo hicie-ron una sesión de relax alrededor de este tema, no faltando quien dijera que aquí estaba una advertencia para Fercho, el alcalde mayor, quien anduvo pensando hasta hace poco que había que contratar a los chapetones para que trajeran la innovación a estas tierras de ultramar. Al leer lo arriba citado, la conclusión no pudo ser otra, si ellos no han podido con la educación para la in-novación, de dónde nosotros los vamos a tener como referentes para nada. La discusión quedó aplazada, porque en ese momento alguien dijo que había que ir al lavatorio y que la procesión no tardaría, así que la mayoría de los Académi-cos arrancaron para donde Luis Augusto, quien al igual que los Nazarenos estaba estrenando los recientes ornamentos.

L as cosas divinas y las humanas. Los inescrutables designios de Dios, que ni siquiera Luis Augusto, el gerente de la

Arquidiócesis, alcanza a comprender, han propi-ciado prodigios como que el año entrante Chi-quinquirá será el gran centro de poder terrenal y Divino. Por eso allí tendrá que trasladarse todo el poder sacerdotal y estatal: viene Francisco (Pa-cho para los amigos), nadie menos que el repre-sentante de Dios en la tierra, mientras que, con seguridad, Pablo Aristóbulo será el Gobernador de este cercado muisca que para entonces ya es-tará completamente evangelizado y tributando debidamente para los proyectos de su ilustrísi-ma Monseñor. Los Académicos y sus expertos en teologías, asuntos eclesiales y problemas escatológicos, han dedicado a cada tópico las primeras mañanas de la semana de Pascua con el fin de desentrañar todos los misterios que en-cierran estas señales que no pueden ser en bal-de. Ya no será que “de Chiquinquirá yo vengo”, sino qué el año entrante “a Chiquinquirá yo voy”,

porque todo sucederá allá: habrá Papa Móvil, y para no construir otro, el viejo parque Juancho Polo II, lo convertirán en el novísimo parque de Francisco y para consolidar la hermandad de los Pueblos, declararemos que de ahora en adelan-te podremos hacer intercambio de Vírgenes; es decir, podemos mandar a pasear a la del Rosario de Chiquinquirá hasta el Gran Buenos Aires y que de allá nos manden a María de Lu-ján, la Patrona y Celestial Protectora del Pueblo Argentino. Y entonces, del occidente vendrán desde Fura y Tena todos los peregrinos, fieles del alcalde Quiñones y del diputado Triana y con ellos los herederos de Don Víctor que irán de la mano de Gutiérrez Pabón, el santo varón que con el resto de episcopado, a punta de sus oraciones ya tienen a Don Víctor más allá de las puertas del cielo, a la diestra de dios padre, dios hijo y dios espíritu, y le dirán a Pacho que debe conocer Pauna y Maripí y bendecir a Cunas y la Pita… de todo esto se habla en la Semana de Pascua por las tiendas del Pasaje, con Académi-cos y chisgarabises, que son los mismos.

E n el camino del Palacio de la Torre. Sin quedar ciego ni aguantar hambre tres días, a diferencia de Pablo de Tar-

so, Pablo de Chiquinquirá va derecho al Palacio de la Torre. Esa ha sido la visión que recurren-temente han tenido nuestros Académicos que ahora ven milagros y manifestaciones del Señor y parece que pronto verán apariciones más fre-cuentes de santos (puede ser Pacho, Enrique o el mismo Juanma). Los Académicos están segu-ros que alguno, al amanecer recuerde con cada palabra el sueño que rebele, por ejemplo, cómo fue la iluminación Divina que guio a Roys para designar a Pablo, y cómo fue Que sumiso Luis Guillermo entregó su aspiración sin chistar pa-labra. Los Académicos del Pasaje Vargas están esperando más señales en el cielo y en la tierra, por eso la mayoría, juiciosos están madrugan-do a misa, intentando confesarse con el Santo obispo y comulgando dos veces por semana y en días de guardar. Amén.

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P 16Edición 750EL DIARIO

E n esto coinciden los más tradicionales estamen-tos sociales de la capital boyacense que ven en el Club la representación de una tradición que

se remonta a más de ocho décadas y el lugar donde han sucedido los principales eventos sociales de Tunja.

En la reciente Asamblea anual de la institución se eligió la nueva Junta directiva, siendo designados Francisco Vega Supelano, Néstor Humberto Mojica, Rafael Cortés, Jaime Meléndez, Arturo Hernández y Luis Alberto Pedraza. Como presidente fue nombrado Jaime Meléndez Bohada, con quien EL DIARIO dialogó para analizar algunos aspectos de la institución.

EL DIARIO (E.D.): Al asumir la presidencia del club, ¿cuáles son sus principales proyecciones?

Jaime Meléndez Bohada (J.M.B.): En primera instan-cia, hay que consolidar unas obras pendientes por reali-zar en el club. Tenemos que hacer una evolución con el tema del lote del parqueadero, que esperamos cerrarlo ya que queda sobre la vía y afea ese sector frente a la Cámara de Comercio. En su reemplazo esperamos re-vivir un proyecto que habíamos presentado al munici-pio, y que no tuvo un concepto favorable, que consistía en crear una zona especial para construir una torre de parqueaderos de dos o tres pisos, pero dejando una es-pacio para los socios que tendría gimnasio y una zona húmeda más amplia. La idea es buscar unos socios capi-talistas que nos ayuden a sacar adelante el proyecto, sin desconocer a los socios actuales, que son los que tienen la última palabra para adelantar cualquier obra.

E.D.: Tunja en los últimos 20 años casi que ha crecido el doble, la realidad económica ha evolucionado muchísimo, pero la realidad social es otra. Sobre la participación de nuevas personas que puedan llegar a la institución, ¿cómo evalúa esa situación?

J.M.B.: El club siempre ha estado abierto a responder positivamente a las solicitudes de las personas que lle-nan los requisitos exigidos para ser socios. No creo que pase ipso facto, pero vamos a adelantar un proceso de acercamiento con profesionales y personas que quie-

Club Boyacá, símbolo arquitectónico y sede por excelencia de sociedad tunjana

Un café con...Jaime Meléndez Bohada

ran hacerse socios del club, desde luego cumpliendo con todos los temas y requisitos que establecen los estatu-tos, los cuales están debidamente fijados para mantener el número adecuado de socios.

El club tiene un sistema de ingreso odiado por mu-chos, pero fue implantado por los fundadores. Así, quien no tenga la receptividad de la totalidad de los miembros de la junta, no puede ser recibido como nuevo socio. Hoy en día hemos permitido que ingrese gente nueva y joven, para que aporten ideas en el desarrollo de la ins-titución, la cual es muy querida por el pueblo boyacen-se. Estaremos pendientes de hacer las cosas de la mejor manera, aunque no tenemos ninguna tacha contra los anteriores presidentes, todos han sido gente destacada, muy honorable y que han hecho lo posible por solucio-nar los temas económicos del club. El club como está hoy puede seguir funcionando con los aportes de los socios.

E.D.: A propósito ¿la economía del club está saneada en este momento?

J.M.B.: Sí. El club tiene con que vivir y con que desarro-llarse; no tenemos pendiente ninguna demanda laboral, ni administrativa, ni judicial que nos desvele. De modo que todo lo podemos hacer y manejar con nuestros pro-pios ingresos.

E.D.: Los grandes eventos distinguían al club y gustaban mucho a la sociedad tunjana. De eso, ¿qué se ha pensado?

J.M.B.: Pues hemos pensado volverlo a poner en prác-tica, pero depende de los recursos que podamos cana-lizar y de lo que piensen los socios. Esta presidencia va a estar en interlocución activa con los socios; no vamos a tomar determinaciones que modifiquen la estructu-ra del club, sino que nos reuniremos con los socios para saber que ideas tienen. En definitiva, los socios son muy leales ya que se han mantenido durante muchos años; hoy en día existen 100 socios y todos han sos-tenido el club, de modo que entre todos decidiremos que cosas vamos a hacer, ya que serán convocados, en primera instancia, para que nos aconsejen y nos den luces respecto a las decisiones a tomar.

/ Foto: Hisrael Garzonroa - EL DIARIO

Jaime Meléndez Bohada, Presidente del Club Boyacá