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Complutum, 8, ¡997: 205-221 EL DIOS INDÍGENA BANDUA Y EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS Juan Carlos Olivares Pedreño* RESUMEN.- El objeto de/presente estudio es descubrir las posibles relaciones que existieron entre tres de las divinidades antiguas más representadas, desde el punto de vista epigráfico, en la Península Ibérica: Bandua, Cosus y “Marte indígena ‘. Planteamos la hipótesis de que estos tres teánimos aludían, desde el punto de vista de su significado religioso, a una única divinidad, pues aparecen asociados en algunas inscripciones, los tres están relacionados simbólicamente con el toro y. finalmente, sus ámbitos geográficos de culto son complemen- tarios y excluyentes entre sí. Asimismo proponemos que los ritos del “Toro de San Marcos , registrados du- rante la edad moderna en algunos lugares de la misma región, podrían ser una supervivencia del culto proto- histórico. ABS-IRA o-.- In tizis paper an approach is mac/e to the possible relations between three of the mostfrequently represented ancient divinities of tize íberian Peninsula: Bandua, Cosus, and “indigenous” Mars. Tite hypothe- sís is postulated tizar the titree theonyms. in which respects to their religious significance, allude to a single di- vinity, on ;he basis of three argu,nen;s: their names appear toge;her in some inscriptions, all three are asso- ciated with bu/ls and titeir cuí; rerritories appear os complementary and excluding each other. A/so some mdi- caéions are presented ;har cenain modern ritual (“Bulí of Saint Marc), historicaliv recorded in some places of tite same region, could actual/y be a survival of ihe protohistoric cuí;. PAMBRZs CMv~: Religión protohistórica y antigua, Celtas, Epigrafía. KEY Woíws: Protohistoric and ancient religion, Celts, Epigraphy. 1. INTRODUCCIÓN Julio Caro Baroja, en el capítulo segundo de su libro Ritos y mitos equívocos, se propuso averí- guar la significación de un rito que se realizaba por tierras del Occidente hispano hasta la segunda mitad del siglo XVIII en que fue prohibido por ¡a Iglesia: la ceremonia del Toro de San Marcos. En dicho capítu- lo, Julio Caro establecía un paralelismo entre esta ce- lebración y otras que se desarrollaban en el mundo helénico en honor a Dionisos, apuntando que la fies- ta del Toro de San Marcos pudiera derivarse de un antiguo ritual relacionado con el dios griego. Esta hi- pótesis se fundamentaba en algunos paralelismos en- tre dicho rito y los dedicados a Dionisos en Asia Me- nor: la identificación del dios con un toro; la selec- ción de un toro que representa al santo y al dios en una fiesta anual determinada por unos hombres que deben cumplir cienos preceptos; la conducción al templo del toro; el culto especial de las mujeres al animal y la relación de ese toro con el vino. No obstante, la teoría encontraba algunas objecciones: en primer lugar, se adjudicaba un rito muy localizado en un territorio de ¡os menos romani- zados de Hispania a un dios griego; en segundo lu- gar, que la adaptación romana de este dios, Liber Pater, tampoco coincidía de modo ajustado con el te- rritorio donde el rito del Toro de San Marcos se desa- rrolló, puesto que, aunque existen algunos datos epi- gráficos referentes a Baco en Extremadura, en otras regiones hispanas muy romanizadas no existe infor- mación alguna de dicho ritual. Por ello, años más tarde de su primera edición, el ilustre antropólogo constataba que no estaba convencido de su interpre- tación: “Releyéndolo hoy, en 1973, me parece que no he dado con una conexión satisfactoria. En el prólo- go va dicho algo acerca de otras comparaciones po- sibles; pero también queda la conexión muy en el * Departamento de Prehistoria, Arqueología e Ha Antigua. Universidad de Alicante. Apart. Correos 99. 03080 Alicante.

El dios indígena bandua y el rito del toro de san marcos

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El dios indígena Bandua y el rito del toro de San Marcos. Juan Carlos Olivares Pedreño

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Complutum, 8, ¡997: 205-221

EL DIOS INDÍGENA BANDUAY EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS

JuanCarlos OlivaresPedreño*

RESUMEN.- El objeto de/presente estudio es descubrir las posibles relaciones que existieron entre tres de lasdivinidades antiguas más representadas, desde el punto de vista epigráfico, en la Península Ibérica: Bandua,Cosusy “Marte indígena ‘. Planteamos la hipótesis de que estos tres teánimos aludían, desde el punto de vistade su significado religioso, a una única divinidad, pues aparecen asociados en algunas inscripciones, los tresestán relacionados simbólicamente con el toro y. finalmente, sus ámbitos geográficos de culto son complemen-tarios y excluyentes entre sí. Asimismo proponemos que los ritos del “Toro de San Marcos , registrados du-rante la edad moderna en algunos lugares de la misma región, podrían ser una supervivencia del culto proto-histórico.

ABS-IRA o-.- In tizis paper an approach is mac/e to the possible relations between three of the mostfrequentlyrepresented ancient divinities of tize íberian Peninsula: Bandua,Cosus,and “indigenous” Mars.Tite hypothe-sís is postulated tizar the titree theonyms. in which respects to their religious significance, allude to a single di-vinity, on ;he basis of three argu,nen;s: their names appear toge;her in some inscriptions, all three are asso-ciated with bu/ls and titeir cuí; rerritories appear os complementary and excluding each other. A/so some mdi-caéions are presented ;har cenain modern ritual (“Bulí ofSaint Marc), historicaliv recorded in some placesoftite same region, could actual/y be a survival of ihe protohistoric cuí;.

PAMBRZs CMv~: Religión protohistórica y antigua, Celtas, Epigrafía.

KEY Woíws: Protohistoric and ancient religion, Celts, Epigraphy.

1. INTRODUCCIÓN

Julio Caro Baroja, en el capítulosegundodesu libro Ritos y mitos equívocos, se propusoaverí-guarla significación de un rito que se realizabaportierrasdel Occidentehispanohastala segundamitaddel siglo XVIII enquefue prohibidopor ¡aIglesia:laceremoniadel Toro deSan Marcos.En dicho capítu-lo, Julio Caroestablecíaun paralelismoentreestace-lebración y otras que se desarrollabanen el mundohelénicoen honora Dionisos,apuntandoquela fies-ta del Toro de San Marcos pudieraderivarsede unantiguoritual relacionadoconel dios griego. Estahi-pótesissefundamentabaen algunosparalelismosen-tredichorito y los dedicadosa Dionisosen Asia Me-nor: la identificacióndel dios con un toro; la selec-ción de un toro querepresentaal santoy al dios enuna fiestaanual determinadapor unoshombresquedebencumplir cienos preceptos; la conducción al

templo del toro; el culto especial de las mujeresalanimal y la relacióndeesetoro con el vino.

No obstante,la teoría encontrabaalgunasobjecciones:en primer lugar, se adjudicabaun ritomuy localizadoen un territoriode ¡os menosromani-zadosde Hispaniaa un dios griego; en segundolu-gar, que la adaptaciónromanade estedios, LiberPater, tampococoincidíade modoajustadoconel te-rritorio dondeel rito del Toro deSan Marcossedesa-rrolló, puestoque, aunqueexistenalgunosdatos epi-gráficosreferentesa Bacoen Extremadura,en otrasregioneshispanasmuy romanizadasno existe infor-mación alguna de dicho ritual. Por ello, añosmástardede su primera edición, el ilustre antropólogoconstatabaqueno estabaconvencidode su interpre-tación:“Releyéndolo hoy, en 1973, me parece que nohe dado con una conexión satisfactoria. En el prólo-go va dicho algo acerca de otras comparaciones po-sibles; pero también queda la conexión muy en el

* Departamentode Prehistoria,Arqueologíae Ha Antigua.UniversidaddeAlicante. Apart. Correos99. 03080 Alicante.

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aire. En todo caso los materiales reunidos abren po-sibilidades en es/e ámbito de los ritos y mitos equí-vocos que es el folklórico en general”2. En dichoprólogoplanteabaesteinvestigadorlosproblemasdeinterpretaciónacercadel Toro de San Marcos, en elsentidode que “no es fácil reducirlo a ningún ritoclásico conocido de modo positivo y las hipótesis da-das por mí son vagas y ni entonces las di ni ahoralas doy con excesiva confianza. Lo que se ha escritodespués tampoco me convence demasiado, y lo quehe visto aquí y allá, como comparable en algún or-den, ostenta el mismo carácter equívoco’,’.

El objetivo de nuestro trabajo será,en pri-mer lugar, obtenerlo queJulio Caro llamó “¡a cone-xión satisfactoria”partiendo,lógicamente,del inesti-mable acopiode datosproporcionadospor él en sumencionadoestudio.En estesentido,nosbasaremosestrictamenteen el rito del Toro de San Marcosy noen otrascelebracionesrealizadasen relacióncon lostoros,existentespor todo el territorio dela PenínsulaIbérica4.

La festividadde San MarcosEvangelistate-nía lugar el día 25 de Abril y los ritos asociadosaella variaban segúnla región, tomandoun caráctereminentementeagrícolao introduciendoen su ritualaspectosque tenían que ver con la ganadería.Noobstante,el rito al quenosreferimostuvo unascarac-terísticaspropiasque lo diferenciabandel restode li-turgiascelebradasen esamismafechaen otros luga-res. El carácterde la celebraciónaparecedescritodeformamuy rigurosaen el estudiode Julio Caro, porlo quenosremitiremosa él y sólo constataremoslosdatosquenospermitanllevara fin losobjetivosplan-teadosen nuestrotrabajo.

2. EL RITO DEL TORO DESAN MARCOS YSU ÁMBITO DE DIFUSIÓN

La naturalezade estafestividadfue analiza-daya por el PadreFeijoo: “Notorio es ó toda Españael culto (si se puede llamar culto), que al gloriosoEvangelista 5. Marcos se dá en su dia en algunosLugares de Estremadura; aunque el modo con que serefiere es algo vario. Puede ser que la variedad noesté precisamente en la relacion, sino en el hecho;esto es, que en diferentes Lugares de aquella Provin-cia, en orden á una, ú otra circunstancia, sea lapráctica diferente. Lo que commúnmente se dice es,que la Vispera de 5. Marcos, los Mayordomos deuna Cofradia instituida en obsequio del Santo, vánal monte, donde está la baccda, y ¿scogiendo con losojos el Toro que les parece, le ponen el nombre de

Marcos: y llamandole luego en nombre del SantoEvangelista, el Toro sale de la bacada, y olvidado,no sólo de su nativa ferocidad, mas aun al parecerde su esencial irracionalidad, los vá siguiendo pací-fico á la Iglesia, donde con la misma mansedumbreasiste á las Visperas solemnes, y el día siguiente á laMisa, y Procesión, hasta que se acaban los DivinosOficios, los qua les fenecidos, recobrando la fiereza,parte disparado al monte, sin que nadie ose ponérse-le delante. Entretanto que está en la Iglesia, se dexamanejar, y hacer alhagos de todo el mundo, y lasmugeres suelen ponerle guirnaldas de flores, y ros-cas de pan en cabeza, y hastas. Hay quienes dicen,que acabadas las Vísperas, se vuelve al monte, y eldía siguiente vuelven por él para la Misa; pero lavoz mas comun es, que no hace mas que dos viages,uno de ida, y otro de vuelta. A alguno, ó a algunosoí decir, que no el Mayordomo de la Cofradía, sinoel Cura de la Parroquia, vestido, y acompañado enla forma misma, que quando celebra los Oficios Di-vinos, vá á buscar, y conjurar el Toro. También untestigo ocular me dixo, que en un caso, en que él seha 116 presente, el Toro estaba recogido en un corral,y de allifue á sacarle el Cura, vestido, y acompaña-do, como hemos dicho; aunque por más conjuros quehizo, el Toro no quiso obedecerle”’.

Ademásde la naturalezadel rito, suficiente-mentedescritaen el estudiode Julio CaroBaroja, loquea nosotrosnosinteresaresaltares el territorio enque, segúnel texto del PadreFeijoo, se celebrabaelrito del Toro de San Marcos,a saber:en algunoslu-garesde la “provincia de Estremadura

El sacerdoteilustrado,en unade susCanasEruditas, vuelvesobreel temadel toro de San Mar-cos. Así, en el quinto tomo de estaobra dedica sucarta decimoquinta“al assumpto de haverse deste-rrado de la Provincia de Estremadura, y parte delTerritorio vecino, el profano Rito del Toro, llamadode 5. Marcos”6. Se consíatapor tanto que, aunqueFeijoocentralizaen la regiónextremeñaestaceremo-nia,seíialaquetambién se celebrabaen losalrededo-resde la misma.

Feijoo, de nuevoen su Titeatro crítico, haceun comentarioquenos puedeservirparaconcretaraqué territorios se refiere cuandoalude al “territoriovecino” de “Estremadura”. Así, nosdice: “No me pa-rece importuno noticiar aquí lo que me escribió elReverendisimo P. Joseph Francisco de ls/a, de laCompañia de lesas, siendo Predicador del Colegiode Santiago; esto es, que hallandose en con versa-cian con el llustrisimo Señor D. Joseph de Yermo,Arzobispo entonces de aquella Metropoli, poco des-pues de haver salido á luz mi septimo tomo, y haver-le leído su Ilustrisima, este Prelado, aprobando mi

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impugnacion del rito del Toro de 5. Marcos, le aña-dió: Que siendo él Obispo de Ávila, los habitadoresde un Pueblo de aquella Diocesi havian querido in-troducir en él la solemnidad del Toro el dia de aquelSanto Evangelista, y su Ilustrisima se lo prohibió”’.Sin embargo,estetextonossitúaen unacierta ambi-giledad,puesno confirma si en el mencionadopue-blo existíaya una tradiciónreferenteal toro y lo queseintentabaerahacerlacoincidircon la festividaddeSan Marcos,o si no existía dichatradicióny sólo seintentabaimportaríade otros lugares.

En otros párrafosde estaobra, Feijoo haceotrasreferenciasa las característicasde la fiestay alos lugaresdondeéstase celebraba.Segúnél, “LosPP. Sahnanticenses siguen la sentencia del MaestroSanto Thoma, con no menos firmeza que él. Los fun-damentos, que alegan, son los mismos. Solo añadenla noticia de dos circunstancias del hecho, que tam-bien es/talan un pestifero olor de supersticion. Loprimera es, que á veces el Toro no obedece al llama-miento del Mayordomo de la Cofradía, en cuyo caso,los del Pueblo dán por sentado, que el Mayordomoes de prosapia judaica. Lo segunda, que acabadaslas Visperas, conducen los Cofrades al Toro por lascalles, y le hacen entrar en las casas del Lugar Su-cede, que el Toro resiste entrar en esta, ó aquellacasa, ó porque vé algun objeto, que le espanta, óporcapricho, originado de alguna, entre inumerablescausas incognitas, que pueden influir en ello; porquequién averiguará la impresion, que eí encuentro devarios objetos puede hacer en su imaginativa? Pro-nuncian luego, como si lo huviesen oído á un Oracu-lo, que á aquella casa, ó habitadores de ella, amena-za alguna proxima calamidad. Cómo puede esto de-sar de ser comprehendido en aquella especie de su-persticion, que llaman Observacion yana los Theolo-gas? A testigo ocular oí cosa semejante á lo que di-cen los PP. Salmanticenses, del caso en que el Torono obedece al Mayordomo de la Cofradía. En ungar poco distante de Zamora, estaba el Toro en uncorral, de donde fue a sacarle el Cura revestido, ycon todo el aparato de Iglesia (yá arriba advertí,que la práctita en diferentes Lugares es algo diferen-te); pero aunque le llamó repetidas veces con elnombre de Marcos, el Toro no respondió, sino conbufidos, y ademanes de acometer. En fin, no siendoposible reducir el Toro á que fuese á gozar la fiesta,se levantó en el Pueblo el rumor de que su resisten-cia provenia de que el Cura estaba en pecado mor-tal”8. Ademásdel profundosentidoreligioso y mági-co aplicadoal toro, tenemosen estetexto unaalusióna las cercaníasdeZamoracomo otraregióndondesecelebrabaestaceremonia.

Un último testimonio del PadreFeijoo nos

da nuevaspistassobreel ámbitode difusión del rito.Segúnél, “Siendo este el medio de que se usa, se en-tiende bien como pudieron acaecer en aquella fiestalas irregularidades, que algunas veces se han notadode no obedecer el Toro al llamamiento, ó enfurecer-se inopinadamente, yá en el Templo, yá en la Proce-sían. De lo primero, arriba referimos un exemplarDe lo segundo, tenemos noticia de dos. Uno, arriba-do pocos años há en la Villa de Almendralejo, sitaentre Menda, y Xeréz, donde yendo yá en la Proce-sion, se alteró subitamente el Toro, acometió á lasandas en que iba la Imagen de 5. Marcos, las echó átierra; y rompiendo por medio de la gente, aunquesin hacer daño ó nadie, se escapó. Otro refieren losPadres Safinanticenses, sin señalar el Lugar: estefue mas funesto. porque el Toro mató, ó hirió grave-mente á muchos de los asistentes. Estas desigualda-des penden sin duda, yá de estár mas, ó menos biendisciplinado el Toro, yá de mayor, ó menor destreza.y precaucion de los que corren con esta maniobra.En el Lugar del Almendralejo sucedió aquel desmánla primera vez, que por imitar á otros Lugares. seanimaron á hacer lafiesta del Toro. Es de creer, quecomo novicios, no estaban bien instruidos en el ma-nejo, ni el Toro, ó Buey lo estaria”9. Deestemodo,dado queen Almendralejo se intentó instituir el ri-tual del Toro de San Marcospor esosaños,copiándo-lo deotros lugares,hemosdedescartaresterito comotradicióndedichalocalidadde Badajoz.

Julio CaroBarojaanalizóotros textosalusi-vos al Toro de San Marcosen los quese hacerefe-rencia a diversas particularidadesde la celebraciónya los enclavesdondese realizaba.Así, nostransmitecomentariosdel aristócrataDon Luis de Zapatarefe-rentesal siglo XVI sobrela ceremonia,tal como secelebrabaen el pueblocacereñode Brozas:“En aquellugar, teniendo alguno algún espantable y temerosotoro, y que de fiero no se pueden con él averiguar,dasele & la Iglesia. Llegando el día de San Márcos,& la víspera de él, va el mayordomo & esos montespor él, donde no se le para hombre que vea, y lle-gando en su asnillo ante el embajador de San Mar-cos, le dice: Márco, amigo, ven conmigo a las Bro-

ras. que de parte de San Marcos te llamo para su“lofiesta

Sobre el mismo municipio escribía FrayFranciscode Coriaen 1608: “Hay en la villa de lasBroQas una iglesia dedicada al evangelista San Mar-cos, y en ella fundada una cofradía de gente muyhonrada y devota de la villa, y por devoción y reve-rencia al Santo le ofrecen algunos toros, los cuálesse guardan en las vacadas de la dicha villa, y llega-da la víspera de la fiesta de San Marcos sale el ma-yordomo de su iglesia con seis cofrades en busca del

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toro que para aquel año está ya señalado, y llegadosel mayordomo y cofrades a la boyada, con unas va-rillas en las manos, acercandose al toro con muchafe y devoción, en nombre de Dios y del Santo, dice elmayordomo estas palabras: Anda acá, Marcos, quees ya tiempo y hora de ir a hallarte a la celebracióny fiesta del evangelista San Marcos”. Posteriormen-te, Fray Franciscode Coriacuentacomose lleva altoro enprocesiónal monasteriodeNuestraSeñoradela Luz, dondees recibido por los frailes y el toro esacompañadohastael altarde la capilla del monaste-rio, dondeel animal besael altar. Después,se dirigea la ermitade San Marcos, en la quese celebraunamisaa la que asisteel toro”. A la misma fiesta deBrozasse refiere Don Franciscode TorreblancaVi-llalpando: “Tertio ad hanc supersti;ionem referrenon dubito abusum confratrum £ Marci opidi de lasBroQas...”’2. Pareceser, a la vistade estostextosque,entre las más conocidascelebracionesdel Toro deSan Marcos,estabala del municipio deBrozas,

Otrosterritorios en los quese llevabaa cabola festividadson mencionadospor un escritordel si-glo XIX, el sacerdoteJoséMaría Sbarbi,quien aludea la misma como un “emblema irrisorio de añejassupersticiones que presenciaron muchos pueblos, yaun ciudades de nuestra España, a cuyo frente figu-raban Ciudad Rodrigo, en el antiguo reino de Casti-lía la Vieja, y Trujillo, en el de Extremadura”’3. JulioCaro menciona,además,una coplade principios deestesiglo en la quese cita el ritodel toro enel pueblocacereñodeTalayuela’4.

Porotra parte. M. GarcíaMatos halló en elarchivo eclesiásticode Casasdel Monte, a unos 25kilómetros de Plasencia,un documentomanuscritopor un párrocode dichalocalidada principios del si-glo XIX en el que se hablade la fundaciónde unacofradíainstauradaen honor de San Marcos, entrecuyas facultadesfiguraba la conducción del toro’5.Estacofradíafuecreadaen ¡669 y estuvo en funcio-namiento hasta la prohibición del rito en el año1753.Dadoqueno conocíanloscofradeslos métodosde ejecuciónde la liturgia, acudióel párrocode Po-zuelode Zarzón a haceraveriguacionesa Mirabel,dondeel cura le informó de lasoracionesy palabrasa emplearen el rito. Sus característicaseran muy si-milaresa las ya expresadasanteriormenterespectodeBrozas.No obstante,lo que másnosinteresaescons-tatar que, si bien el rito se instauró en CasasdelMonte duranteel siglo XVII, en la localidadde Mi-rabel, situada a poco más de veinte kilómetros dePlasencia,secelebrabadesdemuchoantes.

Finalmente,Antonio R. RodríguezMoñino’6cita un documentoexistenteen el Archivo Municipalde Caía (Huelva)en el quese comentabanlas parti-

cularidadesdel rito del toro de San Marcosen Abs-no y Castillo de las Guardias(Huelva). Por otrapar-te, el mismo autormencionael estudiode D. JacintoArias de Quintanadueñassobrela celebracióndel ri-tual en Alcántara(Cáceres)’7.

Habidacuentade todasestasinformaciones,podemosfijar el ámbitoen el que se efectuabadesdetiemposinmemorialesel rito del Toro de San Mar-cos: en la antigua provinciade “Estremadura”y zo-nas limítrofes a ella y, más concretamente,en laslocalidadesde Brozas,Alcántara,Trujillo, Talayuela,Mirabel, Ciudad Rodrigo, Alosno, Castillo de LasGuardiasy en las cercaníasdeZamora.

3- LOS EPÍGRAFES DEDICADOS ABANDLJA EN LA REGIÓN

CENTRO-OCCIDENTALDE ESPAÑA

El teónimoBandua essobradamenteconoc~-do desdehacedécadas,ya que las inscripcioneslati-nas dedicadasa esta divinidad son numerosas,asícomo amplia la extensióndondese le rendía culto.En lo quea los objetivosdel presentetrabajorespec-la, nosreferiremosúnicamentea lasarasvotivas quese localizaronal estede la actual fronteraportugue-sa.

En primer lugar, contamoscon un munici-pio en el que fueron halladascuatroinscripcionesre-lativas a Randua, siendoasíéstala localidadde todala PenínsulaIbéricaqueconcentraun mayornúmerode altaresen dedicacióna estedios: nosreferimosaBrozas, en la provincia de Cáceres.Las inscripcio-nes,numeradascon referenciaala tabla 1, sonlas si-guientes:

N0 29) Bandiae ¡Apolo 1 sego Lu(cius) ¡Lupus Ta 1ncini ¡f(ilius) a(nimo) l(ibens) u(otum) s(oluit).

Esta inscripción fue localizadasegúnI-lUb-ner, A. Tovar, J.M. Blázquez,J. Vives y R. Hurtadoen Cáceres,mientrasque J. Salas,3. Estebany G.Ruedala sitúanen Brozas’8.Es la únicade lasapare-cidasen esta localidad en las que se cita el nombredel dios, ademásde suepíteto,con lo quecontribuyóa quelas otrastres inscripcionesfueraninterpretadascorrectamente,como ex-votosal dios Bandia, tam-biénconocidopor Bandua.

N0 32) Cilius ¡ Caenonis /f(ilius) Apulus ¡ eaeco ¡u(otum) s(oluit) l(ibens) m(erito)’9.

Aunque en un principio, J. Salas,JA. Re-dondo y J.L. Sánchez,como los demásautoresquehastaentonceshabíanestudiadola pieza,pensaronqueel dedicanteera Cilius Apulus, Caenonisf(ilius)y que la divinidadhonradaeraEaeco, la apariciónde

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El. DIOSINDÍGENA BANDUA Y EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS

¡ Bandue Dolecco Curbián(PalasdeRey,Lugo) AB ¡974. 388

2 Deo Ban[du(a)e Catoira(Pontevedra) CARG 11(1994), pp. 265-266

3 Dandue Alaniohricae Fizas(SanAmaro, Orense) AB ¡974,408+ AP n0 105

4 Dandae Veigebreaego Raidizde Vega(Orense) RPH pp. 59-60; AP n0 ¡07

5 Manís socio Banduae Raidiz de Vega(Orense) CILII 215*+AFnC ¡046 Bandue Verubrico Retorta(Laza,Orense) AP n0 103

7 Bandue Gadogo? Mixés(Verín, Orease) AP n~ 106

8 Bandue Espinhosela(Bragan~a) GIL II 2498

9 Bandue Raelco RibeiradaPena(Vila Real) GIL II 2387

lO Bandu Vordeaeco Seixo deAnciaes(Carraceda,Bragan~a) AE 1991. ¡039

II Bandí Longobricu Tormo (Longroiva,Meda) FE 11(1985), n~ 4

¡2 Sane AímeidadeSayago(Zamonx) AB ¡946,12

13 Bande Velugo Toiraeco Vila da Feira(Arlindo deSousa,Aveiro) AB 1954, 96 a)

¡4 Deo Tueraeo ViladaFeira(ArlindodeSousa,Aveiro) AB 1954,961,)

¡5 Sandoge Sul (SanPedRodo Sul,Viseu) RA? i? 27

¡6 Bandí Ollienaico Insua(Penalvado Castelo,Viseu) BE 9, 35

¡7 Dandi Tatíbeaicui Quciriz(FoniosdeAlgodres,Guarda) RA? n~ 29

18 5 Gantunaeco Ledesmao CiudadRodzigo(Salamanca) GIL II 861

19 Dandei Srialeacui Oijais (Covilha, CaxteloEranco) AB 1967, ¡35

20 Dandi ls(i)b[r(aieguí) Bemposta(Penamacor,CasteloBranco) AB 1967, 134+ RA? n0 5

21 Dandi Isibraiegui Bemposta(Penaniacor,CasteloBranco) AB 1967, 133+ RA? n’ 24

22 Vorhaecu Penaniacor(Penarnacor,CasteloFranco) FE 13, n~ 57; RA? n0 32

23 Dandi Arbarialco Capinha(Fundao.CasreloFranco) CIL II 454

24 (Dandi) Vor[teaecio Barroca(Fundao,CasteloFranco) AB 1977, 380

25 B(andi> V(orteaeceo> S SanVicenteda Beira (CasteloBranco) Gonímbriga 26. p. 20

26 Dandi Vor:eaeceo Salguciro(Fundan,CasteloFranco) AB 1977, 379

27 Sane Ninho do A~or (CasteloFranco) AB ¡991, 950

28 Sanf... MalpartidadePlasencia(Cáceres) GIL II 855

29 Bandiae Apolosego Brozas(Cáceres) CiL II 740

30 Aputusealeco Brozas(Cáceres) AB 1989, 398

31 Apolluseaejco Brozas (Cáceres) AB ¡989, 399

32 Apuluseaeco Brozas(Cáceres) GIL II 741 y p. 825

33 Raudaeco Tnijillo (Cáceres) AB ¡977, 430

34 Adurofeaeco Taijillo (Cáceres) Caesaraug. 3940, p. 89-91 n0 61

35 Dandue Raudeaco Madroñera (Cáceres) Caesaraug. 3940, p. 92-3 t 64

36 Dandue I:uiciesi? Sonseca(Toledo) RPH p. 58

37 Dannei Picio Belver(Gaviao,Portalegre) AB 1984, 468

38 Picio Oliveirado Hospital (Coimbra) RA? o0 36

39 Dandi Saisabro Maranhao(Avis, Evora) FB 46. o’ 206

40 Sandun Btobrico Alenquer(Lisboa) RA? o’ 33

41 Dand(ua) Araugel(ensis) 2 HAB ¡630

42 Dandi Malunrico Actas V Gol. Leng. Gui: Prerr. PL 436-437

Tabla1.- Inscripcionesrelativasa Dandua.

los dos epígrafesque expondremosinmediatamenteindujeron al propio 1. Salas,junto a J. Estebany G.Ruedaa pensarque Apulus no era el cognomen del

dedicante,sino el comienzodel epítetode la divíní-dad,en consonanciaconel esquemade la inscripciónn0 29 de nuestratabla; así, se tratabade unadedica-

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ción de Cilius, Caenonisf(ilius), a Apuluseaeco20.N0 30) Apulusea[e ¡ co Sala[ei ¡ us R(ufi) f(ilius) ¡a<ram) p(osuitfi’N0 31) Apolluseae ¡ [co...22

En vista de estasinfonnacionesepigráficas,se puedeconstatarel hechode queen aquellalocali-daddondeel rito del Toro de San Marcosera másconocidoy dedondeprocedeel mayoracopiodeda-tos sobredichafiesta, es dondeexistela mayorcon-centraciónde epígrafesen honor de Bandua de todoel territorio objeto de nuestroestudio.

Un segundoámbitodondelos altaresdedica-dosal dios muestranunaciertaconcentraciónes Tru-jillo y sus alrededores,de dondeprocedentres ins-cripciones:

N0 33) .... / Roud ¡ aeco u(otum) s(oluit) 1 a(nimo)«ibensfi3.

N0 34) .... ¡Qirif(ilius) E/aduro/f..aec/o a(nimo)l(ibens) 1 u(otum) fsolui?

N0 35) Bandue 1 Roudea ¡ co a(nimo) l(ibens)p(osuit) ¡[25

Las inscripciones33 y 34 fueron localizadasen Trujillo y la número35 al Este de Madroñera,aescasoskilómetrosde las dosanteriores.En resumen,los datos epigráficosnos evidencianque el segundofococultual másimportantedel diosBandua enel te-rritorio que estudiamosse correspondecon otro delos lugaresen -que se efectuabael rito del Toro deSan Marcos.

A la vez que la localidadde Trujillo, se nosdecíaen uno de los textosestudiadospor Julio CaroBarojaqueesterito se desarrollabaen CiudadRodri-go.No existeenestelugaralgunainscripciónqueci-te al diosde modoexplícito y seguro.No obstante,sídisponemosde un epígrafequeha sidoobjetode unaciertaconfusiónhastael momento,tantopor el lugarenque fuelocalizado,como por su lectura:

N0 18) Silo Co ¡ rai (filius) B ¡ Gantu ¡ naeco ¡u(otum) ¡ a<’nimo) l(ibens) s(oluit)a

I-Itibner la localizabaen las cercaníasde Le-desma(Salamanca),mientrasBlázquezcreía que lapieza procedíade la provincia de Cáceres.Actual-menteestáen CiudadRodrigo.En cuantoa su lectu-ra, l-Iíibner observó una “b” al final de la segundalínea, siendo seguidopor Fita, Morán y Blázquez.Posteriormente,Albertosleíael teónimosin dichale-tra; es decir, Cantunaeco, siendoestalecturaacepta-da por Blázquezen unaobra posterior. Si esta“b”existe,el teónimo seríaseguramenteB(andua) Can-tunaeco como ya Fita propuso.En estecaso, la ms-cripción supondríaun apoyomása las tesis vertidasen el presentetrabajo,puestoqueCiudadRodrigofi-guraentre los enclavesdondese celebrabala liturgiadel toro.

Finalmente, nos queda por confirmar laexistenciade un antiguoculto al dios Bandua en dosterritoriosdonde,segúnlos datosde quedisponemos,se celebróel rito del toro: en la zonade TalayuelayMirabel, es decir, en tomo a Plasencia,y en las cer-canías de Zamora. Tenemosdos inscripcionesquenospermiten laconfirmaciónplanteada:

N0 28) .1 .1 Sanf.. ¡ uor pl... ¡ icio Cali ¡ uenus.a[... ¡ ueli u(otum) s<’oluit) ¡ «ibens) m(erito<

La inscripción se halló en Malpartida dePlasencia,en la mismacomarcaen la quese ubicaelpueblode Talayuela,a unos30 kilómetrosdel mismoy con una fácil comunicaciónentreambospor el va-lle del río Tiétar. A menosdistanciahaciael suroestede Malpartidase halla Mirabel donde,como hemosvisto, tambiénse celebrabael rito. De hecho,Malpar-tida dePlasenciase hallaubicada,aproximadamente,a mitad de caminoentrelas doslocalidadesmencio-nadas.Los autoresquehanestudiadola piezason dela opinióndequeel teónimoreferidoseríaBandua.

12) Sane ¡ ex uo(to) Co ¡ ltunati25La piezase localizó en Almeida de Sayago,

a unos 30 kilómetrosa] sur de Zamora.Según Mo-rán, se tratabade unadedicaciónal dios Rane, míen-tras que para Bragadose trataríade la diosaSana.Aunqueno hayseguridaddeque la inscripcióntuvie-ra relacióncon Bandua, éstaes laopción másproba-ble, ya queexistieronmúltiples variacionesfonéticasparaexpresaresteteónimo. De hecho,otros epígrafesde las mismascaracterísticashan sido adscritosporlos autoresque loshan estudiado,a Randua, como eldedicadoa Rannei Picio de Belver (Gaviao,Portale-greY9, o el referentea Sane hallado en Ninho deAqor (CasteloBranco9~. Por otra parte,tendríamosun ejemplo similar de alteraciónfonética en los epí-grafes del dios Endovelico, al que se alude comoEnobolico en una inscripción3’ suprimiendo,por tan-to, la letra“d”.

En definitiva, lo que se deduceinmediata-mentede unasomeracomparaciónentreel territoriodondeteníalugar el rito del Toro deSan Marcos, se-gún hemosexpuestoen la primerapartede estetra-bajo, y el ámbito de localización de las inscripcionesen honor a Bandua al Estede Portugal,es que seco-respondende una manerabastanteajustada.Pode-mos, por tanto,formularla hipótesissegúnla cual elmencionadorito se llevabaa caboen aquelloslugaresen los que, muchossiglos antes, se rendía culto aldios indígena.Sólo contamoscon una excepción:elepígrafehalladoen los alrededoresde Sonseca(To-ledo), queestámuy alejadode la zonadondese cen-trabael culto a Bandua. Aquí tenemosla inscripción,perono referenciasal ritual del toro.A la inversate-nemosotrasexcepciones,ya queen Alonsoy Castillo

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EL DIOSINDíGENA BANDUA Y EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS 211

de las Guardias(Huelva), dondese celebró la fiestadel Toro, no se hanhalladodedicacionesal dios. Noobstante,estaexcepciónno es determinante,puestoqueno quedaclaro en el texto citado si en dichos lu-garesonubensesexistía la tradicióndesdetiempoin-memorialo se introdujo duranteesosaños,como sisabemosque ocurrió en Almendralejoy CasasdelMonte. Además,la existenciadel rito en estos dosenclavesno altera la evidenciade que el territoriodondese constataes muy definido,como afirman demodoexplícito la mayoríade los autoresque lo estu-diaron.

Ante estasobjecciones,la concordanciaderito y culto se evidenciaen Brozasy su entorno(in-cluyendo Alcántara),Trujillo, CiudadRodrigo y suentorno, en los alrededoresde Plasenciay, aunqueconciertasdudas,en las cercaníasde Zamora.

Si ya unacoincidenciaterritorial entream-bosfenómenosen un sentidomásabstractohabríate-nido su pesoa la hora de poder relacionarlos,unasemejanzacomo la que se planteadebellevarnosaproponer,aunquecon las necesariasreservas,que elrito del toro de San Marcos era, allá por el sigloXVII, unapervivenciade ceremoniasde carácterre-ligioso que se realizabandesdela épocaprerromanaen honoral dios indígenaRandua.

Ello no quieredecir, sin embargo,queestamismacelebraciónse realizaraen todosaquelloslu-garesen los queexisten inscripcionesde esadivini-dad, puestoque el culto a un mismo dios no llevaimplícito necesariamenteun mismo ritual. Por otraparte, si el dios Bandua era objeto de un sistemali-túrgico muy similar en todas las poblacionesque leadoraban,no cabeesperarqueéstepervivieraen to-doslos lugareshastala ÉpocaModerna,puestoque,por razonesquea vecesse nosescapan,las tradicio-nespasanal olvido en unos lugaresmientrasqueenotros se “fosilizan” durantesiglos. Por otra parte, elhechode queno constatemosevidenciasdel rito enterritorio portuguésno implica queésteno existiera,sinoquese debea que los autoresquehemosconsi-deradorestringieronsusestudiosy ensayosal territo-rio español, sin que nos hayasido posible obtener,hastael momento,datospositivos referentesa Portu-gal.

Hastaaquí hemosmostradoel paralelismoentrelos lugaresde culto de unadivinidadantiguaylos enclavesdondesedesarrollabaun rito durantelaEdad Moderna, planteandola teoría de que existeuna relaciónentreesadivinidad y el mencionadori-tual. Si estatesisescorrectay el dios Bandua fueasi-miladodurantela Antiguedadal toro comosu animalemblemático,deberíamospoder encontraruna rela-ción entreestedios y otrasdivinidadesque, durante

el mismo período,eranasociadasal mismo animal.

4. BANDUA Y SU RELACIÓN CON EL“MARTE INDÍGENA” Y COSUS

La relacióndel “Marte indígena”conel toroen la PenínsulaIbéricaes un hechoaceptadohastaelmomentopor la mayoría de los especialistas.Laprincipal pruebaal respectoes la estatuilla halladaen la regiónpirenaicaquerepresentaa Marte conuntoro sobrela corazay un cascocon trescuernosdebóvido, ¡o quelo diferenciaclaramentede las repre-sentacionesromanasdel dios32. Además, cabecitarun epígrafede Moníariol (5. Vitor, Braga) referentea estedios, en el quese le aludecon el epítetoTarbu-celis33. Esteepítetopodríarelacionarsecon el nombreceltadel toro (Tarvos)34.

En otrasprovinciasromanasdel mundocél-tico-occidental parececonfirmarseesteregistro ico-nográficodel “Marte indígena”. Así, al nortede Bri-tania,en la zonade Maryport(Cumbria), fueronha-llados bajorrelievesen piedrarepresentandoguerre-ros armadosprovistosde cuernosquepodríanconsti-tuir la imagende Belatucadrus, divinidad indígenaala quefueron dedicadosnumerososepígrafesa lo lar-go del muro de Adriano, cinco de ellos asimilándoloa Marte35.Porotra parte,en Lezoux(Allier, Francia)se halló un busto querepresentabaa una divinidadcon cuernosde toro; cabe resaltarque la divinidadindígenamásrepresentadaepigráficamenteen los al-rededoresde este lugar estabarelacionadacon Mar-te36. Además,cabecitar la inscripciónhalladaen Ri-singham (Northumberland),al norte del muro deAdriano dedicadaa Marte Victor por el tribuno Tu-lius Publilius Pius37. En la partesuperiorde la piezaaparecenMartey Victoria con partede sus elementoscaracterísticos:Marte sostieneuna lanzacon suma-no derechay un escudoen la izquierda;Victoria lle-va unapalmaen sumanoizquierday un objeto esfé-rico en la derecha.Perolo quemás llamala atenciónes la extrañaindumentariade Marte, queaparececonel torsodesnudoy con unaprendasujetaa la cinturaquese prolongahastalas rodillas, alejándosede losmodelostípicos de representaciónromanadel dios.En la parte inferior de la inscripción hallamos unacabezadebóvidoenbajorrelieve.

Finalmente,disponemosde otro testimonioque fija de una maneramás clara la relación entre“Marte indígena”y el toro. Se trata de un epígrafehallado entreSchweighousey Marienthal (Alsacia)dedicadoal dios Medu35. Debajo del campoepigráfi-co aparece¡a imagendel dios provistodecascoy sos-teniendocon la manoizquierda una lanza, mientras

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212 JUAN CARLOS OLIVARES PEDREÑO

quecon la manoderechasujetaun toro39. Atendiendoa los atributosde la divinidad, podríamosestablecerya unarelacióncon Marte pero,además,éstase con-firma a partir de otros datos epigráficos:en primerlugar, la inscripciónprocedentede Romaen laque selee Petiganus Placidus Toutati Medurini uotum so-luet anniuersarium40 quevincula, por tanto,a Touta-tes con el dios Medu. A su vez, la asimilación deTautates a Marte vienedadapor variasinscripcioneshalladasen distintos lugaresde las provincias occi-dentalesdel imperio41. En segundolugar, a partirdeotro epígrafeprocedentede Colchester(Essex)dedi-cadoa MarteMedocius42.

La equivalenciaentreel “Marte indígena”yel dios Cosus es,deigual modo,comúnmenteadmiti-da. En estesentido, tenemosuna inscripciónque loatestigea.Estádedicadaa Cososo deo Marti y se haconsideradoalgúntiempocomoprocedentedeBraga,aunquefue halladaseguramenteen Aquitania43. Noconsideramosquedebaser invalidadala calidadpro-batoriade estainscripciónpor el hechode que fueralocalizadaen Francia.En estesentido,cabeconstatarla existenciade algúnotro ejemploen Españadeestedesplazamientoexcepcionalde un altar respectodelfoco principal de culto del dios: la inscripciónvotivadedicadaal dios galo Apolo Crannus, adoradoa loanchode Centroeuropa,halladaen Astorga.Con to-do, lo queparececlaroes que la inscripciónreferidase dedicóa al dios indígena Cosus, asociándoloaMarte.

Un dato más que nos permite confirmar laasimilación funcional entre el “Marte indígena” yCosus viene dadapor el epígrafevotivo referenteaCossus Segidiaecus”. Según J.C. Bermejo,aparece-ría en el epítetode la divinidad la raíz segh (sujetar,vencer), que también apareceen el término seghos(victoria) en celtay en germánico,lo quepermitiríarelacionarlocon el epítetode MarteSegomo, divini-dadconstatadaen el santuariode Bolards(Borgoña)y dadoradela victoria45.

Finalmente, hemos de citar como posiblepruebade estaasimilación el epígrafehalladoen elcastrollamado“el Cocotín”, de San Estebandel To-ral (El Bierzo, León) que, según1. Mangasy J. Vi-dal, estaríadedicadoal dios Cosus4S. Estosautoressebasanen doshechos:en primer lugar,en los numero-sos epígrafesen honor de estedios aparecidosen laregión de El Bierzo y, además,en la lecturaNida ¡nlua, quese podríarelacionarconel epítetoNedole-dius de estadivinidad, plasmadoen una inscripciónhalladaen Nocedadel Bierzo cercadel lugar dondeaparecióel epígrafeal quenosreferimos.Lo más in-teresantees,en lo quea nuestrotrabajorespecta,queen los lateralesdeestearaaparecendosbajorrelieves

que representanun toro y un crecientelunar. Por lotanto,si se confirma la pertenenciadeeste epígrafeaCosus, tendríamosunaimportanterelacióniconográ-fica entreestediosy el “Marte indígena”.

Si la relaciónentrelas dosdivinidadesmen-cionadasha sidousualmenteaceptada.laasimilaciónde Bandua conel “Marte indígena” y con Cosus nohasido, hastahoy, admitidapor la mayoríadeloses-tudiososdedicadosal temade las divinidadesindíge-nasen la PenínsulaIbérica. Si aceptamosuna rela-ción entreBandua y el toro comoelementoiconográ-fico asociadoa él, hemosde aceptar,igualmente,laasociaciónde estadivinidad con las otrasdosreferi-das.En estesentido,podemosaportaralgunosargu-mentos.

El primero, ya establecidopor algunosauto-res, vienedadopor la etimologíade losepítetosrefe-ridosa Bandua, comoApulus, quesignificaría“fuer-za”47. Según E. García Fernández-Albalat,tambiénestaríanrelacionadoscon la fuerzaen el combatelosepítetos Velugus Toiraecus y Tueracus (estos sonmuy similares al epíteto de Cosus Tueraneus), Eto-bricus, Cadogus, Veigebreaegus y Roudeaecus, loque mqstraríauna clara relación con Marte comodios guerrero,aunquela mismaautorareconoceque,en alguno de estoscasos,podrían existir otras alter-nativasetimológicas48.

El segundoargumentotienecomo puntodepartida la inscripción halladaen Rairiz de Vega (u05) dedicadaa Martis socio Banduae, aunquedadacomofalsapor algunosautores49.Por el contrario,A.R. Colmenerono creeen su falsedadpor variasrazo-nes: “A primeira, porque existe no mesmo lugar ou-tra inscriQao militar dedicada a esta mesma divin-dade (n” 107). A segunda, porque a forma socius,mais genitivo, como fórmula de interpretatioparececonfirmar-se em outra inscrigao do nosso corpus(n0113). A terceira, porque resultaria ingénuo que naspassadas centúrias acertassem em identificar, parafalsificar a inscr4sao, Marte com Banduaindígena,segundo se está a comprovar na actualidade. A pre-sente epígrafe no estaria mal lida. como opina Lo-

,,5orenzo, senao vista por partes

Nuestraaportaciónconsisteen la adicióndeun nuevoargumentoa la tesisde A. RodríguezCol-menero:esta inscripción de Rairiz de Vega se en-cuentraen lo que podríamosllamar la “línea de in-tersección”entre las zonasdondese rendíaculto al“Marte indígena”y a Bandua. Así, al OestedeRairizdeVegatendríamosla zonadondemás inscripcionesdel “Marte indígena’ han sido halladas,dedicadasaMarte Cariocieco en Tuy (n0 1)51, Marte Caneco enRefoiosde Lima (n0 3)52,a la mismadivinidaden Li-souros(n02)~~ y la ya mencionadade Marte Tarbuce-

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EL DIOSINDÍGENA BANDUA Y EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS

lis de Montariol (n0 4). En cuantoa Bandua, en lamisma localidad de Rairiz de Vega tendríamoslainscripción dedicadaa Bandue Veigebreaego (n0 4)54

y, al estede lamisma, los epígrafesdedicadosa Ban-dua de Mixós (n0 7)” y de Retorta(n0 6)56. Finalmen-te, cabecitar el topónimode Bande(f), queharíare-ferenciaa estadivinidad, y seencuentraa muy pocadistanciahacia el suroestede Rairiz de Vega. Asípues,vemosque haciael Oestede estalocalidadserendíaculto al “Marte indígena”, como se constataen las cuatroinscripcionescitadasde estadivinidad;por otra parte,desdelas localidadesdeBandey Rai-riz deVegahaciael Estese situaríael ámbitocultualdeBandua.

Esta ideapodría versereforzadasi interpre-tamosuna inscripciónhalladaen SanXoan de Bañosde Bande(Orense)y hoy desaparecida,encuyasdosprimeras líneas se lee Cari...! beflacis’7, como unnuevotestimoniodeMarteCariocieco,puestoquees-ta localidadestámuy cercanaa losenclavesdondesesitúanlas inscripcionesreferidasa Bandun. Estams-cripción era interpretadapor Lorenzo y Bouza, asícomo porTranoycomo Cari(o) de(o), aunquesin ha-cer referenciaa Marte. No es posible, sin embargo,adjudicar estainscripcióncon seguridada Mars Ca-riociecus por el momento. En cualquiercaso,pode-mos afirmarqueen torno a la localidadde Rairiz deVega se rendíaculto, en mayor o menor medida,a

ambasdivinidades,Bandua y el “Marte indígena”;por tanto,es del todoprobableque, si estosdosdio-sesteníanunasimilar significaciónreligiosa,un sol-dado de la zonadedicaraun altar plasmandodichaequivalencia,exactamenteen eselugar, en los térmi-nosMartis socio Banduae.

Si la relaciónobservadaanteriormenteentreel rito del Toro de San Marcosy Bandua nosaportóel indicio para buscar la relación de estadivinidadcon el “Marte indígena”y, en consecuencia,con Co-sus, la inscripciónde Rairiz de Vegasupone,a nues-tro juicio, un argumentoa favor de la equivalenciaenel significadoreligioso de estostresdioses.No obs-tante, la confirmaciónde estateoría debepoderde-tectarsetambiénpartiendode un estudiode la distri-bución geográfica,en toda la PenínsulaIbérica, delas inscripcionesdedicadasa las tresdivinidades(vermapan0 ¡ y tablasn0 1,2 y 3).

Observandoel mapa,vemos que losepígra-fes dedicadosa Bandua se ubicana lo largo de un

amplio territorio que se extiende, de Norte a Sur,desdelas cercaníasde Lugo hastael Sur de la pro-vincia de Cáceres.Exceptola inscripción de Catoira(n0 2) y lasdosde Vila daFeira (n0 ¡3 y 14), todassehallan alejadasde la costa atlánticaextendiéndosehaciael Estehastalas provinciasespañolasdeZamo-ra, Salamancay Cáceres,pudiéndoseconsiderarlasinscripcionesde Sonseca(a0 36) y Alenquer(a0 40),

1 Gosio Viascanno Las Rozas(Villablino, León) RPH p. 118; IRLe6n (1986) pp. 72-73, n0 56

2 Goxfsue 5. Esteban del Toral (El Bierzo, León) AB 1983, 592

3 Gjosfsue Tuefranaelo) El Valle y Tedejo(El Bierzo,León) AB 1983, 593

4 Gosfsue 5. PedroCastañero(El Bierzo,León) AB ¡983, 595

5 Gojssue Ufdunafeo El Valle y Tedejo(EIBierzo, León) AB 1983. 594

6 Gossae Nedoiedio Noceda(El Bierzo, León) AB ¡967 233+IRLeón n0 57

7 Deo Domino Conste Segídiacco Arlanza(El Bierzo, León) AB 1967, 232

8 Udunnaeo Santibáñez(El Bierzo,León) AB ¡983, 5914-AB ¡984, 554

9 Coso Domino Logrosa(Negreira,LaCoruña) CIRO [(¡994), PP.

10 SoeMeobrigo 2 HAB ¡698

II Coso Brandornil (La Coruña) GILII 5071,5628; AB 1952,113; CIRO 1(1994), ¡II ,n039

¡2 Coso Ca/aeunío Sta.María deSerantes(Lage.La Coruña) HAB ¡704

13 Coso Oenaeco TorresdeNogueira(Sevia.La Coruña) HAB ¡703

¡4 Coso Udauiniago 5. Martin deMeirás(Sada,La Coruña) AB ¡955 257

¡5 fDeo Gosoe Soaegoe 5. Juan de Sacos (Pontevedra) GIRO 11(1994), p. 305

16 Deo Do,neno Gusu Neneocco Sanio Tirso (Porto) GIL II 5552; RA? t 50

¡7 Do,nlino) Deo Neneoec(o SanioTirso (Porto) AB 1957. 315+ RA? n~ SI

18 Cusei Paetaico Aguadade Cima (Agueda,Aveiro) AB 1986. 283

19 Cosei Vacoaico ? (región de Viseu) AB 1989, 379

20 Gosuneae Eiriz (Pagosde Rerreira, Porto) GIL II 5607

Tabla 2.-InscripcionesrelativasaGosus.

213

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214 JUAN CARLOSOLIVARES PEDREÑO

Mapa ¡ .- Distribución delos epígrafesdedicadosa Bandua,Cosusy Marteindígena.

hastael momento,casosaislados58.Se constataconbastantenitidez que no existía discontinuidaden elterritorio dondese rendía culto a Bandua; en otraspalabras,no hallamosningunaconcentraciónde susepígrafesaisladadel resto. Asimismo, si exceptua-mos ¡a inscripción de Idanha a Velha dedicadaaMars floras (n0 8), no existenarasdedicadasa Cosus

o “Marte indígena”ubicadasentrelos testimoniosre-feridosdeBandua.

Por el contrario, las inscripcionesreferentesa Cosus se hallanen zonasdistantesentresí, forman-

do tresgrupos.En primerlugar, tenemosel conjuntodeepígrafesleonesescon unafuerteconcentraciónen

la comarcadel Bierzo. En segundolugar, existeotro

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EL DIOS INDíGENA BANDUA Y EL RITO DEL TORODE SAN MARCOS

¡ Martí Gariocíeco Tuy (Pontevedra) GIL II 5612

2 MarizÓ Garí(eco) Lisouros (Paredesde Coura,Vianado Castelo) GIL II 5069 + RAP n0 226

3 Marfil Garífeco RefoiosdeLima(Pontede Lima, Viana do Castelo) AB 1983, 561 + RA?n’ 225

4 Martí Tarbucelí Montariol (5. Vitor, Braga) AB 1983, 562

5 Martí Títeno Quinumadel Marco(León) BE 9, 293

6 TiIt eno 5. ManinhodeViloria (El Barcode Valdeorras,Orense) APn~ 113

7 Martí Bagazo Artorga(León) AB 1968, 230

8 Martí Boro ldanhaaVelha(ldanhaaNova, CarieloBranco) AB 1967, 140

Tabla 3.- Inscripcionesrelativasal“Marie indígena’.

grupo en el noroestede Galicia, en las cercaníasdela costacoruñesa.Finalmente, tendríamoslas dosinscripcionesde SantoTirso (n0 16 y 17), la de Eiriz(n0 20) y la de Aguadade Cima (n0 ¡8). A éstasseañadiría la inscripción referentea Cusei Vacoaico(n0 19) cuyaprocedenciaexactaseignora, aunquesepresumelocalizada en la “región de Viseu”59. Ennuestraopinión, dadassus similitudes linguisticasconel teónimoy el epítetode la inscripciónn0 18, esmuy posibleque hubierasido halladaen suscerca-nías,en la zonamásoccidentaldel distrito de Viseu.

Nos parecefundamentalresaltarel hechodeque no existen, en la práctica, interseccionesentrelos territorios en los que se encuentranlos epígrafesrelativosa Bandua y a Cosas. En conclusión,las ins-cripcionesreferentesa una de estasdivinidades seencuentran,precisamente,en zonasdondeno existenepígrafesdedicadosala otra.

Los testimoniosquealudenal “Marte indí-gena” se distribuyen,deforma parecidaa losde Co-sus, en regionesmuy concretasy aisladasentresi. Deestemodo, tenemosel grupo situadoal noroestedePortugal, las dedicacionesdel sur de León a MarteTilenus (n0 5 y 6) entrelas quese encuentrael monteTeleno(i), a Marte Sagato de Astorga(n0 7) y, final-mente, la inscripción de Mars Borus en Idanha aVelha (n0 8). Estaúltima es la únicaque se ubicaenel senodel territorio en el queaparecenlosex-votosa flandua. Sin embargo,las demásse sitúanen zonasdondeno se hallandedicacionesa Cosas ni a flan-dua. Es decir, las zonasdeculto de las tresdivinida-des a las que aludimosno se solapan,sino que se“complementan” ocupando,prácticamente,todo elterritorio occidentaldela PenínsulaIbéricaen el quese conocentestimoniosde religiosidadindígena(vermapan0 2). Los epígrafesdedicadosa flandua y Co-sus sólo coincidenen dos lugaresmuy determinados:en torno a la ríade Arosay en la regiónde Aveiro.En el primer caso,hemosde teneren cuentaque lacostaestábiencomunicadacon la regióndela cubetade Lugo, dondeconocemosotrostestimoniosde Ban-dua, mediantela cuencadel río Ulla, quees la más

importantede Galicia si exceptuamosla del río Mi-ño«>.

Desdela ríadeArosahaciael Sur pareceserel único lugardela costagallegaadondellegó el cul-to a Bandua ya que, ademásde la inscripcióndeCa-toira, tenemosaquí unaserie de topónimosactualesquepodríantenersu origenen esteIcónimo. Así, enla costade estaría tenemosBandabrio(e) y muy cer-ca, en el valle del Ulla, Bandín(g). Ya en el interior,

215

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Mapa2.- Territoriosdeculto delastresdivinidades.

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216 JUAN CARLOS OLIVARES PEDREÑO

al estede SantiagoseencuentraBando(c) y Bandoxa(a) al norte de Lugo. Tambiénen Lugo tendríamosBande(d) y otra localidaddel mismo nombre (O enOrense.Estostopónimosdibujan un mapamuy simi-lar al ya mostradomediantelas inscripciones: losepígrafesdedicadosa Cosus del nortede La Coruñaestabanaislados,quedandoubicadostanto las ins-cripcionescomo los topónimosreferidosa Bandua,en el restodel territorio gallego.La intersecciónsóloseproduceen la regiónen tornoa la ríadeArosa.

No cabepensarque las distintasdenomina-cionesdeunadivinidadquedaranseparadaspor fron-terasperfectamentedefinidas, puesto que las infil-traciones entre los distintosámbitos serianposiblespero, contodo, sí quedanbastantedefinidosy separa-dos entresi los ámbitos cultualesde cada teónimo.Creemosque,si dosdivinidadescomoflandua y Co-sus hubieransido diferentesdesdeun punto funcio-nal, habríaexistidouna mayor interacciónentresusterritoriosdeculto, conzonasy comunidadesconcre-tas dondese habríanconcentradodedicacionesaam-bas,ya queesperfectamenteusualquese encuentrenepígrafesde varios dioses y diosasdistintos en unamismalocalidad.

En nuestrocasosucedelo contrario, comomencionamosanteriormente:los ámbitoscultualesse“excluyen”. Esto sucede,en nuestraopinión, por laescasaposibilidaddequeseadoraraa unaúnicadivi-nidad bajo dosnombresdistintosen un mismo lugaren unasociedadrural y muy tradicionalcomo ¡aquetratamos.Por lo tanto, el hechode que pudieranserunamismadivinidadsé revelaen el dato visibleen elmapade quesusterritorios de culto seexcluyen.Es-tos datossuponen,asi,unnuevoargumentoque re-fuerzala teoríasegúnlacual Bandua y Cosus son,enesencia,unamismadivinidada la quese aludíacondistinto nombredependiendodel territorio en el quefueranadorados.

En cuantoal “Marte indígena”, es un casodiferente,ya quese tratade un procesode sincretis-mo religioso entre dos civilizaciones distintas. Noobstante,se constataen la distribuciónde susepígra-frs queacabóimponiéndoseen algunaszonasa losdiosestradicionales,puestoqueallí dondeencontra-mosinscripcionesdedicadasa él, no sehallan las re-ferentesa Cosus o a Bandun. Si estasdosdivinidadeshubieransidoesencialmentedistintasal Marteroma-no podríamosdecir, desdeun puntode vista teórico,que habrían coexistido en las mismas zonas. Lairrupciónde “Marte indígena”nosparececlaraen lazonasur de Leóny, sobretodo, al noroestede Portu-gal donde, presumiblemente,ocupó una zonaen laquese adorabaa Cosus o a Bandua antesde la llega-da de los romanosa la PenínsulaIbérica. A nuestro

juicio, el “Marte indígena”sustituyóa Cosus, a flan-dua o a otra divinidad de su misma naturaleza,ad-quiriendo una significación religiosa muy similar ala deestasdivinidadesindígenas.

Una vez planteadanuestrahipótesis, segúnla cual existió unaidentificaciónfuncional entre lasdivinidades Bandua, Cosus y “Marte indígena”enlascomunidadesdel Occidentehispanoy aceptando

queel toro eraun animal simbólico de las mismas,hemosde comprobarla posible relaciónque existióentreestasdivinidadesy los testimoniosiconográfi-cos referentesal toro existentesen laPenínsulaIbéri-ca, ademásde efectuaruna serie de comparacionescon la epigrafíareferentea divinidadescélticasrela-cionadascon Marte de otrasprovinciasoccidentalesdel Imperio Romano,con el fin de contrastarnues-trastesis.

En primerlugar, desdeel punto de vista ico-nográfico,cabeplantearsesi tendríamospruebasdeun culto al toro en granpartedeesteterritoriohabidacuentade la existenciade esculturasen piedra querepresentanbóvidos. Algunas de ellas aparecenenlascercaníasde los castros,y otrastotalmenteaisla-dasen el campo, por lo queno sepuedenrelacionar,a priori, con un contexto religioso concreto61.Noobstante,debemoshacermencióna ellasya que,aun-que estas figuras aparecenen varias regionesde laPenínsulaIbérica, la mayordensidadde hallazgosseencuentranen la zonaqueestamosestudiando.En loquerespectaal territorio español,el núcleomásim-portantede las esculturasconocidascomprendelasactualesprovinciasde Ávila, Salamanca,ZamorayCáceres62.En Portugal, la mayoríade los ejemplaresse encuentraen la regióndeTras-os-Montes63.

SegúnO. LópezMonteagudo,estasescultu-ras estaríanrelacionadascon divinidadesindígenasde un amplioespectrofuncional:de carácteragrario.astral,ctónico y protectorasdel territorio y del grupogentilicio queen estosterritorios seasentaba;esde-cir, dioses que fueron asimiladosal Marte romanodespuésde la conquistaTM.

Sin embargo,Álvarez Sanchís,en un minu-cioso estudio sobre los ejemplaresprocedentesdelValle de Amblés (Ávila), demostróqueestabanrela-cionadoscon determinadostipos de suelo inapropia-dos parala agriculturay de claravocación ganadera,concluyendoque estas representacioneszoomorfasrespondíana unaocupaciónplanificadadel territorioy quesu funciónesencialeraladehitos65.

Por nuestraparte, consideramosprobableslas tesisde Álvarez. Además,aunquela distribucióngeográficade las piezasse correspondeen algunaszonas con el territorio de culto a Bandua (Tras-os-Montes, Zamora,Salamancay Cáceres)o a “Marte

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EL DIOS INDÍGENA BANDUAY EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS 217

indígena”(Minho), no sehan halladoejemplaresenla partenorte de Galicia ni en la Beira Baixa, dondeconocemosnumerososepígrafesdedicadosa flandua.Porotra parte,no existen inscripcionesvotivasrefe-rentesa Bandua en Ávila, dondeel númerode escul-turas de toros es el máselevado66.Así pues,tampocoel territorio dondese adorabaa estadivinidad se co-rrespondeen su totalidad, en el estadoactual denuestrosconocimientos,con la zonadondese cons-truyeronestasesculturaszoomorfas,por lo quepode-mosdescartarunarelaciónentreambosfenómenos.

En cuantoa los ex-votosde pequeñotama-ño, disponemosde un toro de bronce,representadoen posiciónde marcha,existenteen el MuseoMuni-cipal de CasteloBranco,del cual se ignorala proce-denciaaunquelo másprobablees que fuera halladoen la BeiraBaixa0.Estapiezaes similara otra pro-cedentede Padrón.No obstante,sus característicaslos asemejana representacionesdel bueyApis exts-tentesen la zonadel Rhin, por lo que no se puedeasegurarsu carácter“indígena”65. Un tercerejem-pIar, del quetampococonocemosel lugardel hallaz-go, es un toro de bronce,en reposo,situadosobreunapeana.SegúnA. Garcíay Bellido, seríaunafiguradecultos. En el nortede Galicia conocemosun hachade broncerematadaen unacabezade toro’0. No obs-tante,no estáclara la relaciónde estaspiezascon al-gunadivinidad indígenacomolas que tratamosen elpresenteestudio.

Unapruebadeterminantedel culto a divini-dadesrelacionadascon el toro en la zonaque nosocupavienedadapor dos altaresvotivos.El primerode ellos es el ya referidodedicadoa Cosus en la zonadel Bierzo. El segundose halló enla localidaddeCa-sasde Millán (Cáceres)y fue ofrecido a unadivini-daddenominadaMoricilus. Lo relevanteesque en lapartesuperiorde la pieza se habíarepresentadountoro; éste figuraba“parado y mirando a la derecha,elaborado con gran tosquedad y evidente despropor-ción entre las patas y el resto del cuerpo; la cabezaen vista frontaL y la figura se consiguió rebajandola superficie de la piedra de fonna bastante lige-ra””. Caberesaltarqueestemunicipio se encuentraentretresde los lugaresdondese desarrollabael ritodel Toro de San Marcos,a saber:Brozas,Trujillo yla Vera dePlasencia.De hecho,sólo tres inscripcio-nes votivas en la PenínsulaIbérica nos muestranaltoro comoelementoiconográficodedivinidadesindí-genasconcretas;dosdeellasson lasaquíexpuestasypertenecenal territorio al que nosreferimos en estetrabajo. La terceraestádedicadaal dios Lacubegis,en ¡alocalidaddeUjué (Navarra)72.

Un último ejemplodedivinidad indígenare-lacionadaconel toro lo tendríamosen VestioAlonie-

co, citadoen dosaltaresvotivoshalladosenLourizán(Pontevedra)”.A muy pocosmetros del lugardondese encontrabandichasarasfue halladoun relieve enpiedraen el que aparece,en palabrasde F. Bouza,“una figura humana, de medio cuerpo, vista defren-te, con gran cabeza barbada, en la que se distinguenlos ojos con sus cejas, nariz, boca y orejas, provistade dos cuernos puntiagudos, de una sola rama y muyabiertos. Del tronco salen los dos brazos, extendidosen cruz, y presentando abiertas las palmas de lasmanos”’4. Este autor, como los demásque han estu-diadolas piezas,coincidenen quela figuraseríaunarepresentacióndel dios quefiguraen las aras.

SegúnJ.M. Blázquez.estadivinidadestaríarelacionadacon el toro’5. Aunque la ubicaciónde es-tas piezasreferentesa Vestio Alonieco en relaciónalámbitodondese concentraronlas inscripcionesdedi-cadasa Bandua, Cosus y el “Marte indígena”no esmuyrelevante,dadoquesóloconocemoslos testimo-nios de Lourizán y pudieranserun hechopuntual, locierto es que esta localidad estásituadaal sur de laríade Pontevedra,en unaposiciónequidistanteentrela regióndondese concentrabanlas inscripcionesco-ruñesasdeCosus y la ocupadapor los testimoniosre-ferentesa Marte Cariocieco, al noroestedePortugal.Si, como la iconografíaparece indicar, Vestio Alo-nieco era unadivinidaddel mismo tipo que las refe-ridas, se observaríauna absolutacontinuidaden elculto a divinidadesde estecarácteren toda la zonacosteradesdeLa Coruñahastala región de Aveiro.Las únicasrupturasal respectovendríandadaspor ladenominaciónde la divinidad. Este hecho es, porotra parte,muy usual en todoel mundocéltico, don-deel númerode teónimoses muchomayorqueel nú-mero de divinidades,desdeel punto de vista de sunaturalezareligiosa.

Quedandoexpuestala relación que el toroteníacon algunasdivinidadesindígenas,nos pareceplausible que algunoselementosde los ritos quesellevabana cabopudieranhaberpermanecido,aunquede forma más o menos alterada,durantesiglos. Enlos casosdeMoricilus y Vestio, no se puededescartarque tuvieranunascaracterísticassimilaresa Banduao Cosus ya quees algo usual,como hemosafirmadoarriba,el hechodequeun diosde las mismasfuncio-nes fuera llamadode distinta formaen diferenteslu-gares’6.

La hipótesis de una asimilación entre flan-dua, Cosus y “Marte indígena”en Españay Portugalpuedeversereforzadaa partirdeunacomparacióndelas dedicacionesa estosdiosescon la epigrafíavotivadeotrasprovinciasdel ImperioRomano.

En primerlugar,en lo querespectaal núme-ro de inscripcionesexistentes,cabe decir que en

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Franciay el surde Alemania se conocenmásde uncentenardedicadasa Marte conteniendoepítetosin-

dígenas,mientrasque en la PenínsulaIbérica sóloexisten 8 inscripciones.También en Gran Bretaña,donde,demodogeneral,el númerodeepígrafesvoti-vos es mucho menor que en Hispania, existenmásex-votos al “Marte indígena”.Este ilógico desequili-brio quedaría anulado si consideramoscorrectasnuestrasafirmacionespuestoque, sumandolos epí-grafesdedicadosa los tres diosesaludidos,sealcanzaunaproporciónsimilara la de las inscripcionesfran-cesasy superiora las británicas.

En segundolugar, hemosde referirnosa ladistribución de los testimonios.En este sentido, seobservaque los epígrafesalusivosal “Marte indíge-na” se distribuyen por todo el territorio de Franciayel sur de Alemania. Sin embargo,en la PenínsulaIbéricaquedaríanmuchosámbitosen ¡os queexistennumerosasinscripcionesreferidasa divinidadesindí-genasy donde,sinembargo,no existiríanofrendasaesedios. En concreto,no parecesostenersequeen to-da la región desdeViseu y Salamancahastala pro-vinciasde Evoray Badajoz,dondeexistendecenasdeinscripciones,sólo exista una mencióna unadivini-daddeestecarácter,plasmadaen el referidoepígrafede Idanha a Velha dedicadoa Marte florus. Por ¡otanto, también en cuantoa la distribución territorialdelos testimoniosepigráficosunaasimilaciónde estedioscon Cosus y Bandua supondríaunamayorsimi-litud entreel ámbito hispanoy el restode territorioscélticosde la EuropaOccidental.

Finalmente,la afirmación de Estrabónse-gún la cual los pueblosmontañesesdel nortede His-paniasacrificabana Ares un chivo, cautivosde gue-rra y caballos”, encuentrauna mejor confirmaciónepigráficapuestoque, mientraslas inscripcionesdeCosus sólo ocupanunazonamontañosaen la comar-cadel Bierzo(León), se adorabaa Bandua en toda laregiónportuguesade Tras-os-Montesy en las sierrasdel sur de Galicia. Además,cabe la posibilidad dequesu culto se extendierahastael territorio astur,yaqueestásituadaen estaregión la localidadde Ban-duxo (b).

5. CONCLUSIONES

Entre las ceremoniasllevadasa cabo en laPenínsulaIbérica en las que el toro es el elementoprincipal, el rito del Toro de San Marcos tuvo unaclarapartucularidadque lo diferenciabadel resto: le-jos de ser sólo un factor dediversión,esteanimal to-mabael nombredeun santoy era el centrode todalaliturgia religiosa.Dada la relacióndel toro consacn-

ficios sagradosy cultos durantela Antiguedad,es ló-gico pensarqueun rito de estanaturaleza,tanaleja-do de la liturgia cristiana,sehacíaeco de tradicionesmilenarias,por lo que ¡os autorescristianosqueseocuparondeél reflejansu carácterantiguo y heréticoo “demoniaco”.

La relaciónque se estableceentreel rito delToro de San Marcosy las inscripcionesdedicadasaflandua se puederesumirmediantedosevidencias:

l~) Dentrodel ámbitoterritorial en el que sellevaba a cabo el rilo que estudiamos,únicamenteexisteninscripcionesala divinidad indígenaBanduaen aquelloslugaresconcretosdonde,segúnlas fuen-tes, eratradicional la fiestadel toro.

2~) En el mismo espacio,si exceptuamoslosdos municipios onubenses,existen inscripcionesdeRandua en todoslos lugaresdondeexistíadichorito.

Estoshechosnos¡levan ala creenciade quela ceremoniadel Toro de San Marcosera,hastael si-glo XVIII, una pervivenciade ritualesantiguosreali-zadosen honordedicho dios. Es ciertoqueestacoin-cidencia no aseguraplenamenteuna relación entreamboselementos,peronos pareceun hechoa resal-lar y susceptiblede serconfirmadoo rechazadoa laluz de datosque aparezcanen el futuro. Por el mo-mento,sólo esperamoshabercontribuidoa encontrarla “conexión” correctaque Julio Caro Barojacreyóno haberconseguido.

En función dc estarelaciónentreBandua yel toro comosu animal simbólico,sepuedeestablecer

un paralelismoiconográficoconel “Marte indígena”,cuyaasimilación al toro es patenteen la esculturaenbroncedel llamado“Marte delos Pirineos”. Sepuedeafirmar, además,habidacuentade la inscripción deSan Estebandel Toral dedicadaprobablementea Co-sus, en la queserepresentaun toro,que tambiénestedios participaríadel mismo registroiconográfico.

Además de esta similitud simbólica entreBandua, Cosus y el “Marte indígena”seobservaunaasociación,desdeel puntode vista epigráfico, entrelas tresdivinidades.Ello se plasmaen los epígrafesde Rairiz de Vega, que relacionaa Marte con flan-dua, y de Levroux, queequiparaa Martecon Cosus.

En cuantoa la distribucióngeográficade losepígrafeshemospartido de un planteamientoteóricoforjado en función de dospremisas:la primeraesta-blecequedosdivinidadescuyasinscripcionescoinci-

denen los mismos ámbitoshabríande ser, desdeelpunto de vista de su naturalezareligiosa, distintas.Por el contrario,entidadesque, a pesarde estarmuyrepresentadasepigráficamente,no coincidenen losmismosespacios,podríanser, en esencia,equivalen-tes. Enestesentido, seobservaquela distribución de¡os epígrafesdedicadosa ¡os tresdiosesen la Penín-

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sula Ibérica adquiereun caráctercomplementarioyexeluyente,no existiendozonasconcretasen lasquese adorara,a la vez, a másde unade las divinidadesque estudiamos.Estaconstataciónnospermite,juntoa los datosantescitados,reforzarla tesis,ya formu-ladapor algunosautores,segúnla cual las divinida-des flandua, Cosas y “Marte indígena”poseíanuna

Finalmente,cabeafirmarqueestateoríaase-mejaría, desdeel punto de vista epigráfico, el pan-teón religioso indígenade Hispaniaal de otras pro-vincias romanasdela Europaoccidental,comoGaliao Britania, en los que las divinidadesindígenasasi-miladasa Marteson,entrelosdiosesmasculinos,lasmásrepresentadas.

mismanaturalezareligiosa.

NOTAS

‘CaroBaroja,Julio; Ritosymitosequívocos.Madrid, 1989. pp. lOSss. (1’ ed. en Revista de Dialectología y TradicionesPopulares(RDTP) 1, ¡94445,pp. 88-121).El rito a Dionisosconel queCaroencuentrael paralelismoesel desarrolladopor los Cynetheos,al no-roestedeArcadia, segúnrelataPausanias(VIII. ¡9.2).

“Ibid p.9i.

“Ibid. p.97.

‘Ibid p. líO.

‘Ibid. ~. ¡9. G. DelgadoLinacero(El toro enel Mcditerráneo.Aná-tisis de sopresenciay significadoen lasgrandesculturas del‘nun-do antiguo. Madrid, 1996, pp. 259-263),en su magníficaobra sobre¡a iconografíay tradicionessobreel toro en el mundo mediterráneocontinúaestableciendoel paraleloentreel rito de5. Marcosy litur-giasdedicadasa Dionisos,debidoaqueutilizó la primeraedicióndelestudiodeJuliocaro Baroja sin tenerencuenta,por tanto, el cambiode opinióndeJ. Caroensu ediciónposterior.

‘El rito del toro deSan Marcossediferenciadeotrasfesiividadestau-tinas enelhechodesu clarocontenidoreligioso, no tanvisibleence-remoniascomolasdel “toro embolado”o similares.A esterespecto,véaseN. Nebot,“El toro de fuegoen laregiónvalenciana:derito an-cestrala simplediversión”, RO?’? 40 (1985),Pp. 115-131 y O. Mar-vin, “Una orientaciónparauna interpretaciónantropológicade lafiestadelloro embolado”,Ka!odios2 (1982),Pp. 157-175.Tambiénsediferenciadetradicionesenlasqueotros animalesadquierenelpa-pcI de mediadoresanie la santidad,ya queenel rito del Toro de SanMarcosel animalseasimila alpropiosanto.Sobredichastradiciones,véaseO. CalaviaSáez,“Naturaleza,religión y cultura tradicional:Un ensayosobreel pensamientortistic6’, RDTP52, 1997. pp. 50 ss.Por otra parte,queremosmostrarnuestroprofundoagradecimientoalProf RomerodeSolis, delaFundaciónde EstudiosTaurinosdeSevi-lla, por susvaliosasaclaracionesal respectode laFiestadel Toro deSan Marcosqueselleva acaboen BeasdeSegura(Jaén),enel senti-do dequees unaceremoniade naturalezaclaramentedistintaa la delrito queaquíestudiamos.

B.J.Feijoo; Theatrocrítico universal, turno7, discursoSn0 1. Ma-

drid (1769).

‘íd.; Cartaseruditas,tomoS,carta ¡5. Madrid (¡765).

‘EJ. Feijoo; op.cit. (n.5) o0 3,6, nota(a).

‘Ibid. n05. 18-19.

‘Ibid. n’ 9,41-42.

“J.caroBaroja,op.cil. (n. 1),p. 87.

“ M. GarcíaMatos, “Curiosahistoria del toro de San Marcosen unpueblode laAlta Extremadura”,RDTP4(1948),Pp. 600-610.OtrosdatossobreCasasdel Montefueronapodadospory. SoriaSánchez.“El mito delos torosen Casasdel Monte(Cáceres).Un capítuloetno-lógico de Extremadura”,Alcántara 165 (1971),Pp. 36-40. No obs-tante,esteestudiono añadenuevasinformacionesútiles alasyaofre-cidasporGarcíaMalos.

AR. RodríguezMoñino, “Nota al capítulo De Torosy TorerosenMiscelánea,de Luis deZapatade Chaves,en E. López Izquierdo.Gincuenta autores y susescritossobretoros. (1996) Pp. 329-334.

‘Ibid. loc. cit.

“GIL ¡¡740;A. Tovar,BRAB28(1948),p. 272; J.M. Blázquez,Re-tigiones primitivas de Hispania. Fuentesliterarias y epigráficas.Madrid (1962),p. 52; R. Hurtado,Corpusprovincial de inscripcio-neslatinas. Cáceres.Cáceres(¡977),p. 78. n0 90; i. Salas,J. Este-ban y O. Rueda,“Bandia Apolosegus,unadivinidaddeculto local enla zonade Brozas,Cáceres.(Nuevasaportacionesepigráficas)”.HA13(1986-89),p. 13.

‘ GIL II 741: F. Fita, “Lápidas romanasen Garlitos, Arroyos dePuercoy Arrayas”, BRAH60 (1918), p. 442; JA. Cean Bermúdez.Sumariode las antiguedadesquehayenEspaña, Madrid (1932).p.228.n’ 519;J. Salas,JA. Redondoy iL. SánchezAbal, Un sincre-tismo religioso en la penínsulaibérica: JupiterSolutorio Haeco”,Norba 4(1983),pp. 249-250,n’ 1 y 1dm. 1; ILER 810: R. Hurtado,op.cit. (n. 18)p. 228, n’519; J. Salas.J. Estebany O. Rueda.op.cit.(n. lS)p. 11,n’3.

~i. Salas,J.Esteban yO. Rueda,op.cit. (n. 18) Pp. 12-14.

“Ibid. pp. 7~8,n’1.

“Ibid. pp. 10-11,n02.

23 M. Beltran. “Aportacionesa la epigrafíay arqueologíaromanade

Cáceres”,Gaesaraugusta39 (1975-76).pp. 88-89.n~ 60, fig. 53 =

AB 1977,430.

24 Ibid. pp. 59.910061

“Ibid. pp. 88-90. “Ibid. pp. 92-93,n’ 64, fi8. 55.

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~‘ CIL II 861; F. Fita, “La diócesisy fueroeclesiásticodeCiudadRo-drigo’, DRAM 61 (1912),p. 447; C. Mor-ño, Epigrafía romanadeSalamanca y suprovincia. Salamanca(¡922), p. 56, n

0 ¡¡2; J.M.Blázquez,op.cir. (n.18), p. 208; ILER 766; M’ E. Albertos, ‘Teóni-mos hispanos”.en J.M. Blázquez,Primitivas religionesibéricasII.Religionesprerromanas. Madrid (¡983), p. 479; J.M. Blázquez,“Religión y sociedaden lasinscripcionesdeSalamanca”,enReligioDeorum. Actasdel Coloquio InternacionaldeEpigrafía (“Cuño ySociedadenOccidente‘9. Sabadell(¡993),p. 74.

“ J.M. Blázquez,op.cít. (nIS), p. Si; R. Hurtado,op.cir. (n.18), p.¡63, n0333.

“ C. Morán, “Vestigiosromanosy visigodos”. ACA 56 (¡944), p.245, n0 12=AB ¡946, 12;J.M.Blázquez,op.cií. (níS) p. 207; ILER749; J.M. Bragado,Fuentesliterarias y epigráficasde la provinciade Zamoray su relación con las vías romanasde la cuencadelDuero, TesisDoctoralUniv. de León (1990),pp. 195-196

J. D’Encarna~aoy R. Carvaiho;Belver ao tempodos romanos.Apopula~aoesuascrencas.Portaiegre(1984), p. ¡3, n0 1 = AB 1984,468. J.M. Garríaincluye esteepígrafeentrelos demáspertenecientesal grupo “band”, enRelígíoesantigasde Portugal. Aditamentoseobservacoes¿it “Religloesda Lusitánia“de J. Leizede Vasconce-los. Fontesepigráflcas, Lisboa(1991),Pp. 293-294,n0 35.

4’ R. Carvaihoy J. D’Encama~ao,“Am votiva de Ninho de A~or’,FE 39(1991),n0 176.

“ GIL II 142; i.M. Blázquez,op.cit. (n.18) p. 150; ILER 835; J.D’Encama~ao,Inscri~oesromanas do conventosPacensis,Coim-bra (1984),p. 597, nt 519.

32 J.M. Blázquez,“Culto al toro y culto a Marteen Lusitania”, Actos

e Memorias do ¡ CongresoNacional de Arqueología II. Lisboa(¡970), p. 367.

“A. Tranoy,Li Galiceromaine. Recherchessor le Nord . ouestdela Páninsule Iberique danslantiquité. París (1981), p. 304; LA.Dos Santos.P. Le Roux y A. Tranoy, “Inscri~oesromanasdo MuseoPio XII enBraga”.BracaraAugusta37 (1983),p.¡92.

‘~ F. Marco,“La religión indígenaen la Hispaniaindoeuropea”,His-

toria de las religionesde la Europa antigua. J.M. Blázqueze:. al.(Eds.).Madrid (1994),p. 326.

“O. Webster,The British Celisami theirgodsunílerRome.London(1986), pp. 74-75; Mi. Oreen, Tite gods of tite Celis. Gloucester(l986),p. ¡13.

4’CILXIII 1497 (Vichy) y 1516(Gourpiere).

“ GIL VII 992; RO. Colíingwoody R.P. Wright, Tite RomanIns-criptions of Britain 1. ¡aseripíions on stone. Oxford (1965) p. 401n0 1221.

“GIL XIII 6017.

~A 8 Km. del lugar dondesehalló estapiezasehalló otrapráctica-

menteigual en lo quearegistrosiconográficosserefiere,yaquesólose distingue en el tipo de casco.No obstante,carecede inscripción(Bsp. VII 5560).

“GIL Vl3li32.

“GIL III 5320 = ¡LS4566;dL VII 84 = 11.54540.

“BE 1005; ¡LS 4576; RO.Collingwoody R.P. Wright, op. cii. (n.37) p. 63. n 191. Noobstante,es necesarioplantearcon reservaslaequivalenciaentreel teónimoMedu y el epítetoMedocius.

“El epígrafeesde discutidaprocedencia;en un primer momento,losestudiososespañolesla ubicabanen Braga, basándoseen GIL II2418:J.M. Blázquez,op.cií. (n.18),p. ¡¡9 = ILER 685; J.C.Berme-jo Barrera,Mitologíay mitosde la HispaniaprerronusnaII, Madrid(¡986), p. 107. En la actialidad, la opinión mayoritariala sitúa enAquitania,¡oqueparecebastanteclaroen basea GIL XIII 1353; enel mismosentido, F. Marco,op.cií. (n.34),p. 328. Tradicionalmenteseha buscadola relaciónentreCososy el “Marte indígena”basándo-seenotra inscripciónprocedentede Denia(Alicante) en laquealgu-nos autoresleyeronMartí semnoGasa,comoJ.M. Blázquez,op cit.(n.18) p. 119 y E. Marco,op.cit. (n34). loc.cií. En esteepígrafenoconstaba,sin embargo,menciónalgunaa estasdivinidades(O. Alfól-dy, Epigraphica 40, 1978, pp. 59-90= AB 1978.440; L. Abady J.M. Abascal,Textospara la historia deAlicante. Historia antigua.Alicante. 1992,pp. 127-128).

“ A. Garcíay Bellido, “Parergadearqueologíay epigrafía hispano-romanas’,AM 39(1966),Pp. 138-139, n0 ¡2 = AB 1967. 232; A.Tranoy,op.cit (o. 33),p. 297; F. Diego Santos,Inscripcionesroma-nas de la provinciadeLeón, León (¡986),pp. 73-74,n0 58.

“ GIL XIII ¡675,2532,2846 y 5340; J.C. Bermejo.op.ci:. (n. 43),p. 107.

4’ J. Mangasy J. Vidal, “Nuevasinscripcionesromanasde la provin-cia deLeón’, MHA 8(1987),pp. 194-196.B. GarcíaFernández-Al-balatincluye,siguiendola opinión de estosautores,estainscripciónentrelasdedicadasa Cososen su obraGuerray religión en la Ca-llaeciay la Lusitaniaantiguas,La Coruña,¡990,p. 250. Noobstan-te, no incluimosla inscripciónennuestrastablas.

‘~ Registradoen lasinscripcioneshalladasenBrozas(n’ 29-32). ML.Albertos, Li onomásticapersonalprimitiva de Hispania. Salaman-ca(¡966),p. ¡96. EstaideaesaceptadaporJ. Salas,J. Estebany O.Rueda,op.cir. (n. 18) p. 9 y B. García Fernández-Aíbalat.¡bid? pp.117y 180.

~‘ B. GarcíaFernández-Albalat;Ibid. pp. ¡¡2 ss. Segúnestaautora,Gadogusderivaríade la raízindoeuropeakat con un sentidode “¡u-cha,conflicto, contienda”(p.I27);RoudeaecusprovendríadeReudh,significando“rojo”, color querepresentaríaa la función guerreradelos dioses indoeuropeos(p. ¡43); Veigebreaegusderivarla deueik-dik-ooiko (“casa,clan, colonia”) o bien de ueik (“enérgico,hostil,manifestaciónde fuerza”). Toiraecuspodríasignificar hinchar,in-llar” consentidoscomo“fuerte, robusto.vigoroso (p. 149).

“Hiibner la dacomofalsa o mal leída(GIL II 215);J. Lorenzoy E.Bouzase inclinanporunamala lectura(“Inscripcionesromanasvoti-vasde la provinciadeOrense”, CEO 20, 1965,p. 156, o’ 87). J.C.Rivaspensabaque el texto era inusualen eseámbito geográfico,de-sordenadoeincompleto,por lo que lo considerabafalso hastaqueseexpusierannuevos argumentos(“Consideracionessobre la religióngalaico - romana.Desmitificación de supuestosmitos”. Raur. 23,1993,p. 55).

4’ A. RodríguezColmenero,AquaeFlaviae 1? Fontesepigráficas.Chaves(1987),p. 181, nO 104. EstaopiniónesseguidaporB. GarcíaFernández-Aíbalat(op.cít. n.46,pp.159-165).

GIL u 1612, E. Bouza-Brcy,“Inexistenciadel epítetoCar,oc,eco,supuestotópicode Marte”,Rev.Guim.63(1953),p. I4OnAE ¡957,316 = HAB 516 = ILER 684 como Capriocieco;J.M. Blázquez,op.cít. (n.18) p. 115, como Gariocieco; O. Baños, Corpus de ins-cripcionesromanasde Galicia, t. II (Pontevedra).SantiagodeCom-postela(1994),Pp. 273-274comoGairiogiego.

32 LA. DosSantos,1’. Le Roux y A. Tranoy,op.cit. (n. 33)p. ¡91 le-

yeronLan Cari[eco,aunqueadmitíanla posibilidaddequela lecturacorrectapudieraserMarf ti. J.M. García(op.cit.. n. 29. Pp. 363-364,n 225)considerabacomoadecuadaestaúltimaalternativa,en basea

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EL DIOS INDÍGENA SANDUA Y EL RITO DEL TORO DE SAN MARCOS 221

la inscripcióndeTuy. ‘~ J.M. García,op.cit. (n. 29), Pp. 64—65.

“J.M. García,Ibid. p. 364,n0 226.

~ A. Garcíay Bellido, “Cohors 1 Gallica EquitataCivium Romano-

mm”, Gonimbriga1(1959),Pp. 34-35,n0 9 = AB¡968, 237; J. Lo-renzo y F. Bouza,opcil. (n. 49), Pp. 154-i55,n0 8; J.M. Blázquez,op.cit. (n. 18),p. 60; ¡LCR762; A, Tranoy,op.cit. (o. 33),p. 280; A.RodríguezColmenero,opcit. (n. 50), Pp.185-186,n0 107.

“ El epítetodeBandua en esta inscripción ha sido muy discutido.Hastahaceunosaños,aunquesin seguridad,seoptabapor Calaicuso Calaigus (J.M. Blázquez,op. cit., n. 18, p. 59; A. Tranoy,op. cii.,n. 33, p. 279).A. RodríguezColmeneroleía posteriormenteCadogo(op. cii. n. 50, p. ¡85, n0 106).

“J. Taboada,“Epigrafía romanada regiaoespanholado Tániega”,Rey.Guito. 62 (1952),p. 293 = HAE 365; J.M. Blázquez,íd. p. 58;¡LCR 759; J. Lorenzoy E Bouza,op.cit. (n. 49),Pp. ¡53-154,n0 84;A Tranoy,op. cit. (n. 33), p. 280; A. RodríguezColmenero,op. cit.(n. 50), pp. 180-181,n’ ¡03. No incluimosaquí, por el momento,lainscripción tradicionalmenteadjudicadaa ¡ianduaAelobrigo halladaen Codesedo(Sanenus,Orense)ya que,comoapuntóJ.C. Rivas,esalecturano sedacorrecta(“Un error epigráficohistórico:El supuestodios galaico-romanoBanducaetobrigus”,CEO 39 fasc. 104, 1991,pp. 35-48).

51j M. Blázquez,op. cit. (n. 18), p. 76; ¡LCR 778; J. Lorenzoy F.Bouza,op. tít. (n. 49), p. 163, t 97~ A. Tr-~tnoy, op. cit. (n. 33), p.271; A. RodríguezColmenero.op. cii. (n. 50),p. 225,n0 ¡32.

“No essegurala procedenciade la inscripciónn0 40. Es posiblequela piezahubierasido trasladadadesdeelnortede Portugal(J.M.Gar-cia, op.cit. n. 29, p. 292).

“ J.L. Ines Vas, “Fragmentode nra do Museo de Grao Vasco(Vi-seo)”,FB3I (1989),n0 140.

“A. PérezAlberti, Xeografiade Galicia. LaCoruña(1982),p. ¡02.

J.R. Fernández Oxea,‘~Nuevas esculturaszoomorfasprehistóricasde Extremadura”,Ampurias 12(1950),pp. 56ss.

62¡bid. p. 57. G. LópezMonteagudo,Esculturaszoomznfasceltasde

la PenínsulaIbérica, Madrid(1989),pp. ¡7 sg.“J.R. DosSantos,“A culturados berroesproto-históricosfundanien-

te radicadacm Trás-os-Montes”,TACP2S (1985),pp. 38ss.

“O. LópezMonteagudo,op.cit. (n. 62).p. 146.

“ J.R. Álvarez Sanchís,”Los verracosdel Valle deAmbiés(Avila):Del análisis espaciala la interpretaciónsucio-económica”,TP 47(1990),pp. 228 ss.; íd. “Zoomorphic Iron AgeSculpturein WestemIberia: Symbolsof Socialnnd Cultural ldentity?”, Proceedingsof titePrehistoricSaciety60 (1994)Pp.406 ss.

“SegúnM. SeguidoAliaga, el dios Togo,honradocon altaresvoti-vosenelcetro de SanVicente(Toledo)y enÁvila, tendríaun carác-ter protectory agrario,muy similar al de“Marte indígena”. Esta au-tora fundanientasu teoría,principalmente,enunainscripcióndedica-daa Toga (que,ensu opinión, formaríaparejadivina conTogo)enlaquese haceun votopro uictoria (“El culto a Venusen el cerrodeSanVicente(Toledo)”, MI-JA lO. ¡989,Pp. 144 ss.).Si estahipótesises correcta,el culto a Togo pudo impedir la difusión del teónimoDanduaenestazona, puestoqueambasdivinidadestendríanla mis-maesenciareligiosa.

“ A. Blanco, “El buey Apis en ifia Flavia (Padrón,Coruña)”, Ga-llaecia 7/8 (¡984),pp. 261-268.‘~ A. Garcíay Bellido, “De nuevosobreel jarro ritual lusitano,publi-

cadoenAE4rq3O,1957, 121 ss.”,AEA 31(1958), PP. 154-l55.

“J.M. Blázquez,op.cit. (n. 32), p. 366.

“M. Beltrán,op.cit. (n. 23), pp.78-79.

B. Taracenay L. Vázquezde Parga,“ExcavacionesenNavarraV,La romanización”,Príncipede Viana 7 (¡946),p. 465; J.M. Bláz-quez,optil. (n. ¡8), p. 177;¡LCR 860; C. Castillo, Inscripcionesro-manasdel Museode Navarra, Pamplona(¡981),Pp. 59-60,n’ 34.En unaregiónno lejana del lugardondesehalló esteepígrafesedes-cubrió un conjuntode arasanepigrafasen lasquese representabanbóvidos (Sos del Rey Católico,Los Bañales,Sofuentes,FanssduésyEslava).Sobreestaspiezas,véaseC. Aguarody A. Mostalac,“Nuc-vos hallazgosdearastaurobólicasenla provinciade Zaragoza”,Ho-menajeal Prof Martin AlmagroBosch III. Madrid (1983), Pp.311-329.Ademásde estosaltaresnavarrosy aragoneses,existenalgunosotros enlos queserepresentantoros, pero estándedicadosadivinida-desno indígenas.Un ejemploesel localizadoenTorredel Bierzo,de-dicadoaJúpiterOptimo Máximo (J.Mangasy J. Vidal. op.cit., n. 46,p. ¡96). Otra inscripeiónprocedede“el Sauzar”en la Sierrade SanPedro,a25 kilómetrosal suroestede Cáceres,ha sido adjudicadadu-rantealgúntiempo a unadivinidad llamadaDulovius,aunquefinal-menteC. Callejo demostróqueestetednimoeraenrealidadunafalsalecaira y el altar sedadedicado,probablemente,a JúpiterOptimoMáximo. Sin embargo,la piezanos interesapor el toro queapareceen relieveen su parteinferiory quehizo pensara C.Callejo quepu-dieratratarsede un ex-votoa JupiterTaurus(C. Callejo,“Teónimosfalsos enLusitania”, Homenajea Sáenzde Buruaga. Madrid, 1982,Pp. 329-337). Aunqueestosepígrafesaparecenenel ámbito al quenosreferimos,no estáclarosi lasrepresentacionesde torosenarasde-dicadasaJúpiterrelacionaríana estadivinidad romanacon cultosin-dígenaso si se tratada,simplemente,de otro casoenqueJúpiterseasociaal toro enel mundo romano,como esmuy conocidoen losejemplosde JúpiterDolichenus.

“ F. Bouza, “Vestio Alonieco, nueva deidad galaica”. ACÁ 29(1946),Pp. llOss.= AB1950,23; J.M. Blázquez,optil. (n. 18), Pp.99-102;A. Tranoy, op.cií. (n. 33), Pp.290-292;G. Baños,op.cit. (n.Sí), Pp.253-256.

“F. Bouza,ibid. loc.cit.

“J.M. Blázquez,op.cii.(n. 18), p. 102; estaopinión esseguidaporA.Tranoy,op.cit. (n. 33), p. 291.

76 El epígrafededicadoa Moricilus estáinmersoenel ámbito cultual

de Randoa por lo que podríaser,en principio,unaobjeccióna nues-Iraidea segúnla cual sedadifícil que dos divinidadessimilaresado-radasen el mismo ámbito fueranaludidascon distinto Icónimo. Noobstante,el casodeMoricilus esúnico, por¡oquesuponeunaexcep-ción. Enestesentido,nospareceposibleque,endeterminadoslugaresdentrodel ámbitodeculto dedivinidadesmuy extendidasseadorarandiosesdesusmismascaracterísticascon otro nombre.Lo que no cree-mos posibleesquecoincidandos divinidadesa lasqueserinda cultoen ampliasregiones,comoesel casodeBanduao Cosos.Sin embar-go, elcasode Vestio,aúnsiendounadivinidad muy locaJizada,siguelos patronesteóricosplanteadosenestetrabajo.

“Str. 3,3,7.

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Cornplutum,8, ¡997: 223-231

LOS VASOS CAMPANIENSES DE LA TIENDADEL ALFARERO DE LA ALCUDIA (ELCHE, ALICANTE)

MÉTODO ANALÍTICO PARA DETERMINAR SU PROCEDENCIA

FelicianaSalaSellés*,EduardoFerrandisBallester**

Rt5s¿;Maw.-Sepresentantosanálisis químicosefectuadosen tos vasoscampaniensesdel conocidoconjuntocerrado de Li Alcudia denominadoLa tiendadel alfarero. Seanalizan asimismoalgunosvasosibéricosy deotrasprocedenciasdelmismoconjuntocon los queseamplían los elementosdecomparación.El resultadoesla caracterizaciónde un métododetrabajo queofrece la posibilidadde distinguirhipotéticasimitacionesibé-ricas de barniznegroenfuturas investigaciones.

AnsrMa~-In Ibis papeewepresenttite resulísof tite chernicalanalysesofsorneCaínpanianpottervvesselsfrom tite hoaseofAlcudia (Elche.Alicante)alsoknownas La tiendadel alfarero,andfromsomeotiter ¡beciansites. The characíerizauionof tite sampleshas perniluedto a.sse.ssandpresenía metitodro disíinguishlocalIberia,, imitationsofthe blackglazeponer>.

PALABRAS CIA VE: Ibérico, Romano,La Alcudia, Cerámicacampaniense,Análisis ceramológicos.

¡«y Wonos:¡berian, Roman,La Alcudia, Blackglazepottery.Chemicalanabsis.

1. EL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

El poblado de La Alcudia fue desdesu fasemás antigua uno de los enclavesimportantes delmundo ibérico contestanoy, como tradicionalmentese viene aceptando,probablesedede la capitalidadde las comarcasmeridionalesde estaregiónantigua.En la fase tardoibérica,siglos 11-1 a.C.,el pobladoco-noceun relanzamientosingularen el quemuyproba-blementedebieronincidir la presenciadelos contin-gentesromanosy el ya iniciadoprocesoderomaniza-cién. Por el contrario, los pobladosibéricosde ¡aco-marcay la gran mayoríade los alicantinos se aban-donansúbitamenteen una fecha no precisadaentrefines deI s. III y principios del s. II a.C., lo quecon-trastavisiblementecon el hechode que La Alcudiacontinúecon una claraexpansión,uno de cuyossig-noses la fabricaciónde la cerámicaricamentedeco-rada en el estilo Fiche-Archena.Puesbien, a estaépocay a estecontextocorrespondenlos vasoscuyoanálisispresentamosa continuación.

Durante la campañade 1960, se estabaex-cavandouna zona de viviendasadosadasal lienzo

noroestede la muralla, pertenecientesa la menciona-da fase tardoibérica,y en unapequeñahabitacióndeuna de ellas apareciólo queparecíaserun “hallazgocerrado”. La exhumaciónde su nivel de ocupaciónmostró tal cantidadde vasos cerámicosapiladosensu interior que fue bautizadapor susexcavadoresco-mo “la tiendadel alfarero”, y asíseha seguidodeno-minandoen la bibliografía posterior. La recientere-visión de la planimetríadel yacimientoha permitidosaberquemásqueunahabitaciónde unaviviendasetratade unaestanciaindependiente,aunqueadosadaa unavivienda,a laque se accededesde¡acalle(Ra-mosMolina ¡997: 32).

El conjuntoestáformadopor un buenmime-ro de vasosde barniz negropertenecientesa la cate-goría de la CampanienseA y al heterogéneogrupode la CampanienseBeoide. En concreto,el lote secomponede trece vasosde CampanienseA media,formas27, 34, 50 y 55 de laclasificaciónde Lambo-glia y de otros cuarentavasosBeoidesde las formas1, 2, 3, 4, 5 y lO de la misma tipología (Lamboglia¡952) (Fig. 1). Ademásde estosvasos importados,seencontraron66 vasos ibéricos,con decoraciónpinta-

* ÁreadeArqueología.UniversidaddeAlicante. Ap. correos99. E-03080Alicante.** Departamentode Estadísticae InvesrigaciónOperativa.UniversidaddeAlicante.

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224 FELICIANA SALA SELLÉSY EDUARDOFERRANDISBALLESTER

• •o,

3’

<9

a

4.

Figura 1.- Tipologíaadiferenteescalade los vasoscanspaniensesanalizados(la numeracióncorrespondeal inventario): CampanienseA (n’ 28,22,3,8) y CanspanienseBeoide(n

0 30,23, 1,41, 27, 31, 46).

— di

da en su mayoría,entrelos quedestacanlos grandes

vasosdel tipo pithos y jarraspithoidesdecoradosenel estilo Elche-Archena.El hallazgose completabacon otros diez vasosimportados:unajarra púnico-ebusitanaEb-69, un bocal,tresplatos-tapaderay cin-co morteros de procedenciaitálica. El estudio ar-queológicodeestaspiezasha sidopublicadopor unode losautoresen un trabajoanterior (Sala 1992),y aél nosremitimosparaarroparcon unavisión históri-ca los resultadosanalíticos obtenidosen el estudioqueahoranosocupa.No obstante,destacaremosbre-vementealgunascircunstanciasdel hallazgo:en pri-mer lugar, la grancantidadde vasosimportados,untotal de 63,pocousual en concentracionesde esteti-po de cualquiercronología;en segundolugar, el nú-meroy riquezadecorativade¡os vasosibéricos—to-dos los vasosexceptoalgunaspáterasestánprofusa-mentedecoradosen estilo Fíche-Archena,en estilovegetalo geométrico—y, por último, las reducidasdimensionesde la habitación—el tamañoaproxima-do de ¡a habitaciónes de unos6 m2—. Todo ello dabaa entenderquenos hallábamos,no ante la tiendadeunaalfarero,sino anteun lugardealmacenajede va-soscerámicosde distintaprocedenciay notablecali-dad,dispuestosallí parasu prontacomercializaciónatravésde los circuitos comercialesterrestres(Arane-gui 1980;Sala1992:201).

El interésquesuscitaesteconjuntoes debi-

do en buenamedidaa la cantidady variedadde cali-dadesde los vasoscanipaniensesque en él aparecen,sobretodo, si tenemospresentela controversiaabier-ta por el cadavez mayornúmerode centrosde pro-ducciónconocidosen el Mediterráneooccidental,Laexistenciadel tallerdeRosaso de los tallerespúnico-ebusitanosfuncionandoen el s. III a.C. y la constata-ción de productosqueno correspondencon lascarac-terísticasde las llamadas“produccíonesuníversales”hacensospechara investigadorescomo E. Sanmartío i.-P. Morel que sípudieronexistir imitacionespe-ninsularesde barniz negroen los siglos 11-1 a.C. Laasunciónde estehechoobliga necesariamentea com-pletar los habitualesestudiosestilísticosy tipológicosde estaspiezascon análisis químicosde las pastas,peroen ¡o queserefiere a esteconjunto,en concreto,se dabaunacuestiónañadidaquepodía llegar a ad-quirir un gran interés, la posibilidad de quealgunosde los vasoscampaniensesfueranen realidad imita-ciones fabricadasen la propia Alcudia, pudiéndosedeterminarpor primeravez un taller de imitacionesde barniznegro en un enclaveibérico. La recienteapariciónde un enormecomplejoalfareroen las cer-caníasdel yacimiento(López Seguí1993),por un la-do, y las distintascalidadesquepresentabanlos va-sosdel conjunto,algunosmuy buenosy otros de pési-ma calidad,nos hizo confiar en quequizáalgunodelos de malacalidad fuera de producción local, Por

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LOS VASOSCAMPANIENSESDE LA TIENDADEL ALFARERODE LA ALCUDIA (ELCHE,ALICANTE) 225

14 ¡ny. Tipo N mv. TIpo

ttittestra

E-l B Lamb. 3 1 E-33 A Larnb. 34 61

E-2 BLamb.3 2 E-34 ALaznb34 60

E-3 A Lamb. 50 3 E-35 A Lamb.34 57

E-4 BLamb.3 4 E-36 ALant.34 63

E-5 BLamb.3 5 E-37 BLan,b.5 38

E-sS BLanib.2 6 E-38 BLamb.5 48

E-7 ALanib. 34 7 E-39 B Larnb.5 41

E-8 ALamb34 8 E-4O BLan,b.5 43

E-9 ALant.34 9 E-41 BLamb.5 33

E-lO A Lomb. 34 89 E—42 B Lamb.5 42

E-II ALan,b.34 79 E-43 BLamb.5 70

E-12 BLaaib.3 68 E-44 BLamb.5 34

E-13 E Lamb. 2 69 E-45 B Lamb. 5 44

E-14 BLanib.3 87 E-46 BLan,b.5 40

E-ls BLamb.3 71 E-47 BLamb.5 39

E-17 E Lan,b. 3 67 E-48 B Lamb. 5 36

E-IB BLan,b.3 64 E-49 BLamb.5 37

E-19 B Lamnb. 3 74 E-SO B Lamb. 5 45

E-20 B Lomb. 3 62 E-Sl B Lomb. 5 47

E-22 A Lomb. 55 77 E-52 B Lomb. 5 46

E-23 B Lomb. 2 65 E-53 E Lomb. 5 35

E-24 E Lomb. 2 84 E-SS Ibérica 56

E-25 E Lamb. 2 73 E-61 Ibénca 59

E-26 E Lamnb. 4 76 E-62 Ibérica 53

E-27 E Lomb. 4 80 E-63 Ibérica 50

E-28 A Lamb. 27 72 E-78 Ibérica 55

E-29 E Lomb.4 90 E-99 Eb-69 54

E-30 B Lamb. 1 75 E-lIé Ibérica 49

E-31 B Lomb. lO 83 E-127 ItÁlica SíE-32 A Lamb. 34 58 E-128 ItÁlica 52

Tabla1.-Relacióneidentificación de los vasosanalizados.

ello decidimosanalizartodoslos vasoscampanienses(vid. Tabla 1) y, además,seis vasos ibéricos,la jarraebusitanay dos morterositálicos (Fig, 2) para asícontarcon otros datosdecomparacióny observarcó-mo se interrelacionabanlas muestrasen el análisisestadístico.

2. OBJETIVOS

Nuestro interés se ha centradopor el mo-mento en lo quedenominamosunaprimerafase ana-lítica: por un lado,descubrir la composiciónquímicaquecaracterizacadaunade las produccionescerámi-cas en estudioy si existen los suficienteselementos

paradistinguirlasentresí; por otro, verificar si losanálisisquímicosefectuadosy el empleode técnicasestadísticasadecuadasratifican la clasificación ar-qucológicaquese hizo previamente(Sala ¡992). Elobjetivo inmediatoque noshemospropuestoes, portanto,comprobarla validezde los métodosquímicosy estadísticosempleados;en cambio, la consecuciónfutura deestalabor tienepor finalidad confirmarquela identificación de la composición química de lasproduccionescerámicasanalizadases la correctayparaello habráquecompletarel espectroconel aná-lisis de produccionesde barniznegrode otrascrono-logías,de las distintascalidadesdecerámicaibérica,todo ello contrastadocon la composiciónquímica delos yacimientosde arcillapróximos

3. MATERIAL Y MÉTODO

Como hemos dicho, el objeto principal deestudiolo constituyenlosvasoscampanienses.La in-clusión de los demásvasosya citados se hizo parapoder contarcon un elementomás de comparación.Se seleccionaronpor tratarsede produccionestécni-camentedistintasa las campanienses:por un ladoes-tánlos morterositálicos queen teoríaprocedendelamismazonaque la CampanienseA, aunquesusfac-turasy acabadossonmuy diferentes;por otro, laja-rra púnica ibicenca, única de esta procedenciaqueapareceen el conjunto; y por último, los seis vasosibéricos producidossupuestamenteenlos alfarespró-ximos al poblado de La Alcudia y elegidos al azardentrodel conjunto.

Las muestrashansidoanalizadaspor la téc-nica de microscopiaelectrónicade barrido,utilizan-do un espectrómetrode energíadispersivade rayosX. Los análisis han sido efectuadosen los ServiciosTécnicosde Investigaciónde la Universidadde Ali-cante,dondese disponede un equipode microscopiaelectrónicaconstituidopor un JEOL JSM-840juntocon un equipode microanálisisLINK QX-200. Utili-zandoel espectrómetroquemide la ‘energíade los fo-tones incidentesy la intensidaddecadauno, sepue-de saber la longitud de onda característicadel ele-mento y, por tanto, el elementode que se trata Elsoftwaredel ordenadordisponeademásdeun progra-ma llamadoZAF-PB para compararlas intensidadesde los rayosX emitidos por la muestracon las inten-sídadesde patronespuros del elementoa analizar,previamentegrabadasen el ordenador, pudiéndoserealizardeestaformaun análisiscuantitativodel ele-mento. El resultadose expresaen porcentajesde loselementosquímicosquecomponeny caracterizanlasmuestras,habiéndoserealizadotres lecturasde cada

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226 FELICIANA SALA SELLES Y EDUARDOFERRANDIS BALLESTER

Figura2.-Otrosvasosanalizadosdelconjunto: ibéricos,morterositálicos (4’ 127-128)yjant¡ebusitana(n’99).

unade ellas,obtenidasa partirde trespuntosdistin-tos.

Queremoshacerunaapreciaciónrespectoalmétodo empleado,ya que la mayoríade los trabajospublicadospresentananálisis efectuadospor difrac-ción de rayosX (GarcíaHeras y Olaetxea3992).Pe-se a quesabemosque el empleode otra técnicadis-tinta coníleva la dificultad de realizarcomparacio-nes,hemos optado por la espectrometriaelectrónicade barridoporquenosinteresabaobteneruna lectura

que se pudiera cuantificar posteriormentemediantetécnicas estadísticasy, especialmente,por la escasadificultad operativay la rapidezen el empleode estemétodo.Otra de las aplicacionesde estatécnicaes lade la visualizaciónde la morfología interna de lapastacerámicay del gradode vitrificación alcanzadodurante la cocción, y ha sido empleadopor algunosinvestigadorescon excelentesresultadoscomo com-plementoa la caracterizaciónde arcillasparala dife-renciacióndecentrosalfareros(Maniatis elal. 3984).

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