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34 “Verdaderamente tú eres Dios que te ocultas, Dios de Israel, que salvas” (Isa. 45:15). E E l contexto es una profecía acerca de Ciro, el primer rey de los persas a quien Dios levantaría como instrumento para ayudar a su pueblo, cautivo en Babilonia, a regresar a su tierra y a reconstruir Jerusalén y el templo. Dios quitará todos los obstáculos para que Ciro triunfe, pero en realidad su propósito es terminar el exilio de Israel. Los profetizados setenta años de cautiverio están por terminar y Dios comienza, con tiempo, a preparar su instrumento para la redención de Israel. En medio de esta profecía, Isaías exclama: “Verdaderamente tú eres Dios que te ocultas.” Es como si dijera: “Todo lo que vemos es la severidad de tu castigo, pero aún en medio de tu juicio, estás preparando la liberación de tu pueblo, aunque no te veamos.” Así es ciertamente. Dios es severo y bondadoso aun en su justicia. El apóstol Pablo dice: “Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad” (Romanos 11:22). Esa es la naturaleza de Dios. Bondadoso y severo. No sólo uno o lo otro, sino ambos. Cuando el hombre desobedece (peca), su justicia exige una retribución; habrá un castigo. Toda acción en relación con Dios tiene una consecuencia. En toda desobediencia, el hombre incurre en una deuda con Dios. En toda obediencia Dios incurre también en una deuda con el hombre. El castigo es la consecuencia de la desobediencia y toda obediencia gana el favor de Dios. Pero, aún en su justicia, la bondad de Dios hace provisión para redención. La justicia de Dios demanda el castigo, su bondad lo mueve a rescatar. En el Antiguo Testamento las ofrendas y los sacrificios imploraban la bondad de Dios para con el trasgresor. En la dispensación del Nuevo Testamento, el sacrificio de Cristo Jesús provee los medios de satisfacer la deuda con la justicia de Dios. El Espíritu Santo nos permite ver la naturaleza de Dios: severo con el trasgresor, pero bondadoso con el pecador arrepentido. Es necesario aceptar estos dos aspectos para poder entender la declaración de Isaías. ¿Por qué se oculta Dios? En primer lugar, la Biblia usa mucho la palabra misterio para referirse a la persona y a las cosas de Dios. Por definición, misterio es: “Cualquier cosa que no se puede comprender o explicar... Cosa inaccesible a la razón y que debe ser objeto de fe” (Enciclopedia Interactiva 98). Ciertamente, la persona de Dios está envuelta en misterio. No lo podemos entender o explicar. Es inaccesible a la razón y debe ser objeto de nuestra fe. Él habita en una dimensión totalmente aparte de la nuestra. La Biblia llama a este dominio la eternidad. No se define por ninguno de los conceptos elementales que estamos acostumbrados a manejar de longitud, área y volumen, ni de fenómenos físicos o de espacio o de tiempo. De tiempo en tiempo, Dios escoge manifestarse de una manera física, como la zarza ardiente en el desierto, la columna de humo de día y de fuego de noche en la jornada de Israel en el desierto, la nube de gloria en el tabernáculo y en el templo, la paloma que descendió sobre Jesús durante su bautismo, la luz que rodeó a Saulo de Tarso en su conversión. Pero en términos generales, Dios se oculta a los sentidos naturales del hombre. “¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33) ¿Quién hubiera pensado en la manifestación de Dios en la encarnación, no en gloria, sino en humillación? ¿Y quién hubiera pensado en la cruz para resolver el problema de la desobediencia del hombre? ¿Qué hombre con sus sentidos hubiera sospechado que en Jesús de Nazaret habita la deidad corporalmente? Nuevamente, Dios se ocultó, y esta vez en el cuerpo de un hombre. Hay, pues, este elemento de misterio, de ocultación de parte de Dios. El Dios que se El Dios que se oculta oculta Hugo M. Zelaya

El Dios que se ocultaconquistacristiana.org/wp-content/uploads/2011/09/Pags-int-7-3.pdf · es la consecuencia de la desobediencia y toda obediencia gana el favor de Dios. Pero, aún

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“Verdaderamente tú eres Dios que teocultas, Dios de Israel, que salvas”(Isa. 45:15).

EEl contexto es una profecíaacerca de Ciro, el primer rey delos persas a quien Dios

levantaría como instrumento paraayudar a su pueblo, cautivo enBabilonia, a regresar a su tierra y areconstruir Jerusalén y el templo.Dios quitará todos los obstáculospara que Ciro triunfe, pero enrealidad su propósito es terminar elexilio de Israel. Los profetizadossetenta años de cautiverio están porterminar y Dios comienza, contiempo, a preparar su instrumentopara la redención de Israel.En medio de esta profecía, Isaíasexclama: “Verdaderamente tú eresDios que te ocultas.” Es como sidijera: “Todo lo que vemos es laseveridad de tu castigo, pero aún enmedio de tu juicio, estás preparandola liberación de tu pueblo, aunque note veamos.”Así es ciertamente. Dios es severo ybondadoso aun en su justicia. Elapóstol Pablo dice: “Mira, pues, labondad y la severidad de Dios: laseveridad ciertamente para con losque cayeron, pero la bondad paracontigo, si permaneces en esabondad” (Romanos 11:22). Esa es la naturaleza de Dios.Bondadoso y severo. No sólo uno olo otro, sino ambos. Cuando elhombre desobedece (peca), su justiciaexige una retribución; habrá un

castigo. Toda acción en relación conDios tiene una consecuencia. En todadesobediencia, el hombre incurre enuna deuda con Dios. En todaobediencia Dios incurre también enuna deuda con el hombre. El castigoes la consecuencia de ladesobediencia y toda obedienciagana el favor de Dios. Pero, aún ensu justicia, la bondad de Dios haceprovisión para redención. La justiciade Dios demanda el castigo, subondad lo mueve a rescatar. En el Antiguo Testamento lasofrendas y los sacrificios implorabanla bondad de Dios para con eltrasgresor. En la dispensación delNuevo Testamento, el sacrificio deCristo Jesús provee los medios desatisfacer la deuda con la justicia deDios. El Espíritu Santo nos permitever la naturaleza de Dios: severo conel trasgresor, pero bondadoso con elpecador arrepentido. Es necesario aceptar estos dosaspectos para poder entender ladeclaración de Isaías.

¿Por qué se oculta Dios?En primer lugar, la Biblia usa muchola palabra misterio para referirse a lapersona y a las cosas de Dios. Pordefinición, misterio es: “Cualquiercosa que no se puede comprender oexplicar... Cosa inaccesible a la razóny que debe ser objeto de fe”(Enciclopedia Interactiva 98).Ciertamente, la persona de Dios estáenvuelta en misterio. No lo podemosentender o explicar. Es inaccesible ala razón y debe ser objeto de nuestra

fe. Él habita en una dimensióntotalmente aparte de la nuestra. LaBiblia llama a este dominio laeternidad. No se define por ningunode los conceptos elementales queestamos acostumbrados a manejar delongitud, área y volumen, ni defenómenos físicos o de espacio o detiempo.

De tiempo en tiempo, Dios escogemanifestarse de una manera física,como la zarza ardiente en el desierto,la columna de humo de día y defuego de noche en la jornada de Israelen el desierto, la nube de gloria en eltabernáculo y en el templo, la palomaque descendió sobre Jesús durante subautismo, la luz que rodeó a Saulo deTarso en su conversión. Pero entérminos generales, Dios se oculta alos sentidos naturales del hombre.“¡Profundidad de las riquezas, de lasabiduría y del conocimiento de Dios!¡Cuán insondables son sus juicios einescrutables sus caminos!”(Romanos 11:33)

¿Quién hubiera pensado en lamanifestación de Dios en laencarnación, no en gloria, sino enhumillación? ¿Y quién hubierapensado en la cruz para resolver elproblema de la desobediencia delhombre? ¿Qué hombre con sussentidos hubiera sospechado que enJesús de Nazaret habita la deidadcorporalmente? Nuevamente, Diosse ocultó, y esta vez en el cuerpo deun hombre.

Hay, pues, este elemento de misterio,de ocultación de parte de Dios.

E l D i o s q u e s eE l D i o s q u e s eo c u l t ao c u l t a

Hugo M. Zelaya

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Reducirlo a una descripción humanaes perder su realidad. Hacerlorelevante al hombre es presentar otracosa y otro dios. El hombre tiene quevenir a un Dios inescrutable o en vanoserá su búsqueda.Quizás Dios se oculta y se envuelve demisterio porque sólo así sabremos quehemos encontrado al verdadero Dios. La transgresión es otra razón por laque Dios se oculta. El pecado separaal hombre de Dios. En el huerto, elhombre peca y es él quien se escondede Dios. Sabe que ha desobedecido elmandamiento de su Creador y no loquiere ver. Aún así, Dios lo buscapara ofrecerle redención. La confesióny el arrepentimiento devolverían lacomunión perdida. Dios se oculta entonces, porque sunaturaleza no tolera el pecado. Perosu trato con Adán demuestra quetodavía quiere la comunión con sucreación y establece el sacrificio deanimales, como precursor delsacrificio final de Cristo Jesús. Cristoreveló plenamente al Padre y abrió elcamino para que pudiéramosencontrarlo y acercarnos a él. Abelentendió, Caín no. Cuando hay pecado hay miedo; y lainclinación natural es esconderse delCreador. Adán se escondió porquesabía que había perdido su estado deinocencia delante de Dios. Eso lecausó miedo y vergüenza y pusodistancia entre él y Dios. Estadistancia ha ido creciendo a lo largode los siglos de existencia de lahumanidad y hoy encontramos a unmundo que nunca ha conocido alverdadero Dios. Cuando le naceninquietudes de un ser supremo, loaleja de su mente y prefiere creer queno existe. Otros que se encuentrancon sus manifestacionessobrenaturales, que no puedenexplicar, lo despersonalizan y seimponen la creencia de que es unafuerza.En la película “La guerra de lasgalaxias,” Darth Vader quienpersonifica a la fuerza del mal, espresentado casi más poderoso que la

fuerza del bien, la cual, personificadapor criaturas ridículas y Jedis conpoderes mágicos, no son adversariosdignos de Vader. Esta serie depelículas tuvo una gran aceptaciónmundial porque es más fácil creer enuna fuerza que en un Dios personal.Bien dice David en el Salmo 14:1: Diceel necio (Insensato, imprudente, tercoy porfiado) en su corazón: «No hayDios».La primera condición en la búsquedade Dios es algo muy lógico: reconocerque hay Dios. “Es necesario que elque se acerca a Dios crea que él existey que recompensa a los que lo buscan”(Hebreos 11:6).

El Dios de la Bibliaes inmortal,

invisible, único y sabio.

¿Cómo es Dios realmente? Es unatarea imposible satisfacer lacuriosidad de la mente con unadescripción cabal de quién es Dios. Enesta vida, nunca lograremos obtenerun retrato que le haga justicia. A lomás que podemos aspirar es a lasdescripciones que encontramos en lasSagradas Escrituras. Pero aún estas,inspiradas como son, sólo sonimágenes humanas de una personadivina, el intento de criaturas finitaspor representar a una persona infinita. Ni el gran apóstol Pablo se atrevió aescribir lo que Dios le mostró en elespíritu. Él dijo que oyó palabrasinefables que no le es dado al hombreexpresar (2ª Corintios 12:4). Adam Clarke dice lo siguiente en sucomentario bíblicoelectrónico:“Los judíos creen que el nombredivino, el Tetragrámaton HwhyJehová, no debía ser vocalizado, y quees absolutamente ilegal pronunciarlo;ciertamente dicen que lapronunciación verdadera estácompletamente perdida, y no puede

ser recobrada sin una revelaciónexpresa. Ninguno de ellos, hasta eldía presente, trata alguna vez depronunciarlo; y, cuando lo encuentranen su lectura, siempre suplen en sulugar ynda Adonai, Señor. Es probableque el apóstol se refiera a algunacomunicación concerniente a lanaturaleza divina y a la economíadivina, de la cual le era permitido sólohacer un uso general en supredicación y sus escritos. Sin dudaque lo que él aprendió a esta horaformó la base de todas sus doctrinas.”Hasta su nombre es un misterio queno logramos entender sin surevelación. No es extraño que entre losprimeros diez mandamientos esté notomar el nombre de Dios en vano.Aún con todo el misterio que rodea aDios, es necesario saber algo de cómoes la persona a quien buscamos. Sólohay dos posibilidades respecto de labúsqueda de Dios: encontrar alverdadero o a uno falso. Tenemos quesaber cómo es Dios para no caer en laidolatría. Todos nacemos con lanecesidad de adorar algo o a alguien. Los ídolos modernos no son demadera o de piedra. Algunos de ellospudieran ser el poder, la fama, el sexo,etc. Pero también muchos de ellos sonhechos a semejanza de los hombres.No necesariamente imágenes físicascon figuras humanas, sino laconcepción de dioses que uno mismoha creado en su imaginación. El Diosde la Biblia es muy difícil de encontraro de complacer, por lo tanto me haréuno que pueda manipular.El Dios de la Biblia es inmortal,invisible, al único y sabio Dios (1ªTimoteo 1:17). El único que tieneinmortalidad, que habita en luzinaccesible y a quien ninguno de loshombres ha visto ni puede ver (1ªTimoteo 6:16).Hasta para los que aceptamos queDios existe, es frustrante estacaracterística de su naturaleza. Diosse nos oculta muchas veces a los quecreemos en él para fortalecer nuestrafe. El fortalecimiento de nuestra fe esotra de las razones por la que Dios no

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se hace muy evidente. Él no respondea las órdenes de nadie y a veces noviene cuando lo invocamos en nuestranecesidad. El Salmo 10 contrasta esta manera deser de Dios con la reacción de unhombre de Dios y uno malo. Elprimero ruega por su presencia enuna pregunta: ¿Por qué estás lejos,Jehová, y te escondes en el tiempo dela tribulación (v. 1)? Y el malo, por laaltivez de su rostro, no busca a Dios;no hay Dios en ninguno de suspensamientos (v.4).Otra razón por la que Dios se oculta espara nuestra protección. Moisés pidióver la gloria de Dios y Él respondepositivamente a su petición hastadonde le era posible para no matar alhombre. Primero hizo pasar subondad y después proclamó sunombre, pero no se le reveló en suplenitud porque de haberlo hechoMoisés no hubiera quedado con vida.Pero le mostró sus espaldas (leaÉxodo 33:19-23).Otras vez Clarke dice:“Probablemente le mostró laapariencia que asumiría en tiempospostreros, cuando Dios semanifestaría en la carne. Estaapariencia tomó lugar, puesencontramos que Dios lo puso en unahendidura de la peña, cubriéndolocon su mano, y pasando de largo detal manera como para exhibir unasimilitud humana. Quizás Juan teníaesto presente cuando dijo: “Y el Verbose hizo carne y habitó entre nosotroslleno de gracia y de verdad; y vimossu gloria”.

De manera que Dios establece el ritmoy el nivel de la comunicación con elhombre. Para poderse revelar anosotros él tiene que someterse a lasrestricciones humanas. Eso limitanuestro conocimiento de Dios. Élconoce todo acerca de nosotros, peronosotros nunca podremos conocerlotodo a él. Dios dijo al profeta Jeremías: “¿Soy yoDios de cerca solamente, dice Jehová,y no Dios de lejos ?” (Jeremías 23:23).¿Qué quiere decir esto? Que lo

sintamos cerca o lo sintamos lejos, locreamos manifestado o lo creamosoculto, Dios sigue siendo Dios. Hay muchas razones por las que Diosse oculta y se hace necesario buscarlo,pero daré una última en este artículo.Dios se oculta para que lo busquemos.Él quiere que lo encontremos. “Porque yo sé los pensamientos quetengo acerca de vosotros, dice Jehová,pensamientos de paz y no de mal,para daros el fin que esperáis.Entonces me invocaréis. Vendréis yoraréis a mí, y yo os escucharé. Mebuscaréis y me hallaréis, porque mebuscaréis de todo vuestro corazón.Seré hallado por vosotros, dice Jehová(Jeremías 29: 11-14) ”.A veces no logramos ver la intenciónde Dios cuando se oculta. Él busca laexpresión total de nuestro amor porél. Dios no es tan fácil como paraofrecerse al primer pretendientedespreocupado que tenga una actitudde: “Si lo encuentro bien, y si no,también.” La expresión en el Salmo42 expresa una de las razones por laque Dios se oculta: motivar unardiente deseo de él.“Como el ciervo brama por lascorrientes de las aguas, así clama porti, Dios, el alma mía. Mi alma tienesed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándovendré y me presentaré delante deDios ?” (Salmo 42:1-2).Evidencias de Dios Si bien a Dios no lo podemos haceraparecer toda vez que lo invoquemos,él no se ha quedado sin un testimonioen el mundo natural. Quien quiere,puede ver la evidencia de este Diostodopoderoso en la creación. ElSalmo 19:1-4 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios yel firmamento anuncia la obra de susmanos. Un día emite palabra a otrodía y una noche a otra noche declarasabiduría. No hay lenguaje nipalabras ni es oída su voz. Por toda latierra salió su voz y hasta el extremodel mundo sus palabras”.Basta con echar un vistazo a los cielosen una noche estrellada para quedar

asombrados por el poder del Dios quelos hizo. Hay diseño, propósito ysabiduría de día y de noche. Pero nohay voz, ni hay palabras. Es untestimonio poderoso pero silenciosopara el hombre natural. No obstante,Dios está hablando al que lo quieraoír. El problema que tenemos es oír aun Dios espiritual en un mundomaterial. La Biblia es la revelación inspirada deDios. En ella encontramosmanifestaciones de este Dios que seoculta. La Biblia nos habla en términosque podemos entender. El EspírituSanto ha buscado toda figura yrepresentación, en nuestra experienciahumana, para revelarnos a un Diosque realmente quiere que loencontremos.Y, finalmente, Jesucristo, Dios en lacarne, es la verdadera imagen del Diosinvisible. Hizo milagros y señalespara dejarnos algunos indicios delpoder de su Padre; nos enseñó allamar “Padre nuestro” al Diostodopoderoso; sufrió y murió ennuestro lugar para revelar el amor desu Padre. Resucitó como primicia denuestra propia resurrección. Y subió alos cielos para prepararnos lugar.Vino para dejarnos pistas que llevan aDios. Si seguimos sus huellasencontraremos al Dios que se oculta,pero que quiere ser encontrado. No podemos controlar a Dios. Aveces su Espíritu se manifiesta enmedio nuestro y nos sorprende con supresencia. A veces se oculta y esperapacientemente hasta que loencontramos. Si lo buscamos enconfesión de pecados y en oración,meditación de las escrituras y enalabanza y adoración, él se revelará anosotros. ∆

Hugo Zelaya es director de ConquistaCristiana. Es el fundador de laFraternidad de Iglesias y Ministerios delPacto que da cobertura a varias iglesias enCosta Rica. Actualmente reside con suesposa Alice, en Alajuela, Costa Rica.

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DDesde el principio de lacreación, Dios siempre semostró interesado en revelar

su presencia sobre la tierra y lahumanidad. Dios manifestó supresencia en el huerto del Edén,hablando normalmente y en todomomento con Adán y Eva y habitandoentre ellos. Era una presenciacontinua para una relación continua.Solamente cuando Adán y Evadesobedecieron esa comunión sequebró y la presencia de Dios seapartó.

La presencia de Dios es un hecho queestá revelado en muchos pasajes de laPalabra de Dios y no nos quedaninguna duda; pero la experienciaviva de la presencia de Dios ennuestro medio se da mediante unahabilidad que nosotros debemos

aprender a cultivar y a desarrollar.Una cosa es que Dios esté connosotros y otra muy diferente es quenosotros estemos con Dios. Lapresencia de Dios siempre estápresente, pero depende de nosotrosrecibir o rechazar su santa presencia.La presencia de Dios es invisible peroa la vez tangible y real.La presencia de Dios está en todolugar pues Dios es omnipresente, peropara que su presencia se hagamanifiesta específicamente, se hacenecesario nuestra decisión yparticipación.Con el fin de entender lo que estamoshablando sobre cómo atraer lapresencia de Dios, debemosincorporar una palabra conocida:“Atmósfera”. El diccionario la definecomo: “capa de aire que envuelve latierra. Fluido gaseoso que rodea elcuerpo. Ambiente en el que vive unapersona.” Esta definición también nos

ayuda a entender el mundo espiritual.La presencia de Dios siempre esinmanente, pero nos corresponde anosotros en la tierra desarrollar lahabilidad de crear primero laatmósfera o ambiente para que supresencia específica se manifieste.Algunos pasajes nos enseñan esto:“Porque los ojos de Jehovácontemplan toda la tierra, paramostrar su poder a favor de los quetienen un corazón perfecto para conel” (2 Crónicas 16:9ª).Aquí se nos anima a desarrollar lahabilidad de crear la atmósfera para lapresencia de Dios teniendo uncorazón perfecto para con Dios.“Acercaos a Dios y el se acercará avosotros.” (Santiago 4:8).Aquí se nos anima a desarrollar lahabilidad de crear la atmósfera para lapresencia de Dios acercándonosnosotros primero a él.

CCCC óóóó mmmm oooo aaaa tttt rrrr aaaa eeee rrrr

llll aaaa pppp rrrr eeee ssss eeee nnnn cccc iiii aaaa dddd eeee DDDD iiii oooo ssssPor Ritchie Pugliese

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“Porque donde están dos o trescongregados en mi nombre, allí estoyyo en medio de ellos.” (Mateo 18:2).Aquí se nos anima a desarrollar lahabilidad de crear la atmósfera de lapresencia de Dios estando dos o tresreunidos en su nombre.La presencia de Dios, que semanifiesta en la tierra por el poder delEspíritu Santo, siempre está presentepero puede no estar operando ennuestras vidas, familias, iglesias,ciudades y naciones si no respetamoslos parámetros de Dios. Según lo quehagamos atraeremos o impediremosel fluir de la presencia del Señor.Veamos a continuación lo quenosotros podemos hacer para impediro atraer la presencia de Dios:I. Lo que nosotros podemos hacerpara impedir el fluir de la presencia deDios:Contristar la presencia de Dios.Efesios 4:30 dice: “y no contristéis alEspíritu Santo de Dios…”. La palabra“contristar” significa “reprimir,contener, afligir”. La orden es noreprimir, contener, afligir a lapresencia de Dios.Apagar la presencia de Dios. 1ªTesalonicenses 5:19 dice: “Noapaguéis al Espíritu”. Apagar elfuego significa eliminarlo, extinguirlo.Alejar a la presencia de Dios. EnEzequiel capítulos 8 al 11 (lo veremosluego más detallado) se ve cómo lapresencia de Dios sale del templo y seva de la ciudad. Aquí queda explícitoque se puede echar a la presencia deDios.Impedir el fluir de la presencia deDios implica, entonces, contristar,apagar y alejar la presencia de Dios.Ahora bien, ¿Cómo se cultiva lapresencia de Dios para que el Señor semanifieste específicamente ennuestras vidas, familias, iglesias,ciudades y naciones? Los mismos trespasajes mencionados al principio nosdan a entender lo que nosotrospodemos hacer para atraer supresencia:

1. “Porque losojos de Jehovácontemplan todala tierra, paramostrar su podera favor de losque tienen uncorazón perfectopara con él”( 2Crónicas 16:9ª).Aquí el pasajedice que Diosestá mirando ybuscando sobrequien derramarsu presencia ypoder. La clavees que en latierra hayaalguien con “uncorazón perfecto”.¿Qué significatener un corazón perfecto?Bíblicamente hablando es tener uncorazón íntegro, libre de todo pecado.Cuando recibimos a Cristo comonuestro Salvador y llegamos a ser sushijos (Juan 1:12), fuimos colocados enuna posición legal para poder llegar atener un corazón perfecto. En otraspalabras, tener un corazón perfecto esvivir con una actitud constante dearrepentimiento y conversión, esdecir, reconociendo cuántas vecescontristamos y alejamos, con nuestrasfaltas y pecados, su presencia,arrepintiéndonos y disponiéndonos aatraerla de nuevo. Muchos creyentes piensanequivocadamente que elarrepentimiento sólo es un paso vitalpara la conversión, pero delante deDios es la clave para tenerconstantemente un corazón sensible yperfecto. Hechos 3:19 dice: “Así que,arrepentíos y convertíos, para quesean borrados vuestros pecados; paraque vengan de la presencia del Señortiempos de refrigerio, y él envíe aJesucristo, que os fue antes anunciado;a quien de cierto es necesario que elcielo reciba hasta los tiempos de larestauración de todas las cosas…”

Según el pasaje no es posible lamanifestación de Dios sin que

primero haya arrepentimiento yconversión de nuestros pecados. 2. “Acercaos a Dios y él se acercará avosotros” (Santiago 4:8).Aquí aprendemos otra manera decultivar la presencia de Dios:Acercándonos nosotros primero a él,es decir, buscar nosotros primero aDios. Muchos creyentes se quejan y sesienten frustrados diciendo que Diosestá lejano, que no lo sienten. Pero nose dan cuenta de que nosotrostenemos que acercarnos primero aDios. ¿Quién es el Señor y rey?¿Quién es la más grande autoridad?La respuesta es obvia, noscorresponde a nosotros buscarlo a élprimero para cultivar su santapresencia. Cuando empezamos abuscarlo, empezaremos a sentirlo.¿Cómo nos acercamos a Dios? Conactos espirituales tales como laoración, la alabanza, la adoración, lalectura y meditación de su Palabra,sirviéndole. Todo esto, siempreacompañado de un corazón perfecto,atrae la presencia de Dios. De nadasirve intentar orar, leer la Biblia oalabar sin tener primero un corazóndel agrado de Dios. Nunca lo olvide:Dios siempre, y principalmente, miramás el corazón que la acción. Isaías29:13 dice que es posible hacer y hacercosas de la boca para afuera, que

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parecen buenas, pero con un corazónlejos de Dios.3. “Porque donde están dos o trescongregados en mi nombre, allí estoyyo en medio de ellos” (Mateo 18:20).Muchos dan por descontado, quedonde “dos o tres están reunidos”Dios está presente, pero olvidan elcontexto del pasaje donde se explicanlas bases fundamentales para queDios se manifieste. Si usted leealgunos versículos previos notará queallí se habla acerca del perdón y laarmonía entre “los dos o tres queestán reunidos en una iglesia o lugarde reunión”. Tenemos que sersinceros y directos diciendo que, amenos que haya una atmósfera deperdón y armonía entre unos y otroscuando nos reunimos, Dios no estarápresente allí aprobando lo que sehace. En una congregación es posibleestar todos juntos alabando, cantandoa Dios y a la vez tener (algunos otodos de los presentes) un corazón noperdonador, algo contra un hermano,el pastor o el esposo: pero esimposible que Dios apruebe esaatmósfera de pecado con su presencia.Que esta situación la veamos hoy enalgunas de nuestras iglesias nosignifica que cuente con la aprobaciónde Dios. ¿No le parece? ¿Se da cuentapor qué Dios se manifiesta tan pocoen nuestro medio y no vemos unavivamiento genuino? Nosotrospensamos injustamente que Dios seolvidó de nosotros cuando enrealidad, Dios está esperando a que enla tierra se reúnan las condicionesbásicas para su preciosamanifestación. Dios nos ha llamado a atraer supresencia y, para que eso suceda, sehace necesario e indispensable denuestra parte mantenerla y avivarlaconstantemente. Por otro lado, lapersistencia en la desobedienciacontrista, aleja, apaga su presencia.Hemos visto que podemos alejar lapresencia de Dios contristando alEspíritu Santo; apagando la presenciade Dios y nos quedó por ver el tercerpunto, el de peor consecuencia.Ruego al Señor que usted pueda leerlo

detenidamente para examinarse a símismo, examinar su familia, iglesia yministerio, pues no existe cosa peorque cuando la presencia de Dios seausenta por nuestra negligencia ydesobediencia.En Ezequiel 8 se detalla en visión lasabominaciones del pueblo de Dios enJerusalén. El Señor le muestra alprofeta lo que estaba sucediendo entresu pueblo. El v.8 dice: “Me dijoentonces: Hijo de hombre, ¿no ves loque éstos hacen, las grandesabominaciones que la casa de Israelhace aquí para alejarme de misantuario? Pero vuélvete aún, y verásabominaciones mayores.”¿Qué estaba haciendo Israel? Con susabominaciones y pecado deliberadoestaban haciendo alejar a Dios de susantuario.Luego le dice que haga un agujero enla pared para ver lo que se hacíadentro del templo de Dios (8:8-9).Todo lo que se veía estaba saturado depecado e idolatría (8:10-12). Note quelo que hizo que Dios emprendiera laretirada de su presencia fue el gradode desobediencia y la falta dearrepentimiento y conversión delpueblo. A continuación se detalla lasecuencia de la retirada de lapresencia de Dios:

A. La presencia de Dios se retira deltemplo y se posa en el umbral de lacasa. En 9:3 y 10:4 leemos: “Y la gloria delDios de Israel se elevó de encima delquerubín, sobre el cual había estado,al umbral de la casa…entonces lagloria de Jehová se elevó de encimadel querubín al umbral de lapuerta…”B. La presencia de Dios es retiradapor los ángeles de DiosEn 10:18-19 leemos: “Entonces lagloria de Jehová se elevo de encimadel umbral de la casa, y se puso sobrelos querubines. Y alzando losquerubines sus alas, se levantaron dela tierra delante de mis ojos;… lagloria de Jehová estaba por encimasobre ellos”.

C. La presencia de Dios se va de laciudadEn 11:23 leemos: “Y la gloria deJehová se elevo de en medio de laciudad, y se puso sobre el monte queestá al oriente de la ciudad”.D. La presencia de Dios se posa sobreun monte fuera de la ciudad en buscade un nuevo lugar (11:23).¿Puede entender usted el peligro quese corre si dejamos de atraer lapresencia de Dios? Él se retirarábuscando la atmósfera adecuadadonde le den la bienvenida y lahabitación que se merece. Quizásahora pueda entender esasexpresiones que muchas vecesdecimos, tales como “en esta iglesiaDios no se mueve”, “esta ciudad esmuy dura” “o, esta nación estácerrada al mover de Dios”. ¿No serámás bien que nuestras vidas, familias,congregaciones, ministerios, ciudadesy naciones no experimentan lamanifestación de la presencia de Diosdebido a que no hemos hecho lo que noscorrespondía para crear la atmósferaadecuada para el obrar de Dios y, a lavez, hemos colaborado para apagar yalejar la presencia de Dios?Que en este día podamosexaminarnos y darnos cuenta dóndeestamos parados espiritualmente, y siestamos haciendo lo que correspondepara atraer la poderosa presencia deDios. ¡El Señor está deseoso demanifestarse y derramar el másgrande avivamiento de la historiasobre nuestras vidas, familias, iglesias,ministerios, ciudades y naciones! ¡Nonos quedemos afuera! ∆

Ritchie M. Pugliese viene desarrollandosu ministerio de Pastor y Maestro desde1977. Es escritor y desde 1998 es Pastorfundador del Centro Cristiano Familiar,en Florida - USA - [email protected]://www.rmpministries.com

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1. La búsqueda.

MMuchos pasajes bíblicosindican que es Dios quienestá en búsqueda del

hombre perdido. San Juan, porejemplo, dice: “No me elegisteisvosotros a mí, sino que yo os elegí...”.Es el mismo Jesús quien se desprendedesde el tercer cielo para venir a suhumillación máxima: hacerse hombre,vivir como hombre y morir comohombre.Entonces la búsqueda se inicia en elcielo: Dios manifestándose al hombrenatural en lo sobrenatural, sólo se dejaver por sus maravillosas obras. La fe,el elemento determinante, ayudará alhombre a encontrarse mutuamentecon su Creador invisible.Según la Biblia el Señor Jesús le dice auna mujer: “el Padre está en busca deadoradores”. Cuando uno busca algo,es porque aquello se le extravió.Sí, todos sabemos que el preciosoarcángel Luzbel, había torcido todo lohermoso de su creación. El grandirector de alabanza y adoración sellenó de ambición y su espíritu se lellenó de maldad. Fue el inicio de undesorden y un gran vacío en eluniverso. Las tinieblas aparecieron yen medio de ellas el gran Dios delcosmos inicia una gran idea: lacreación del planeta Tierra, con todala exquisita belleza que lo rodea en elinfinito.Los habitantes de este globoterráqueo, escasos al inicio, quizáignorantes del futuro, no son capacesde sostener las peticiones solicitadaspor el autor de la vida. El hombreentrega todas sus virtudes al enemigo

de Dios y es por eso expulsado delhuerto delicado y sublime. Sí,expulsado, como quien es desterradoy sin esperanza de ser encontradoEs ahí lo impresionante, Dios mismoinicia su tarea de buscar a aquelcolapsado ser humano.¿Buscaba el hombre caído a Dios?Como yo estuve también en esedestierro espiritual, puedo opinar, y laverdad es que no. Aún sabiendo de laexistencia de Dios, la naturaleza caída,amante de placeres presentes primero,con un gran deseo de hacer el mal yluego de practicarlo. Entoncesaparece una vergüenza profunda en elalma impidiéndole a uno poderbuscar o acercarse al Dios viviente.En busca del hombre. “He aquí yo envío muchospescadores, dice Jehová, y lospescarán, y después enviaré muchoscazadores, y los cazarán por todomonte y por todo collado, y por lascavernas de los peñascos” (Jeremías16:16 ). ¿Entonces? Ahora aparece lamisericordia del Señor más alta quelos cielos. Al que desterró porcontumaz, ahora viene a ofrecerlelevantarlo del polvo, sacarlo del pozode la desesperación. ¿Qué Dios comotú Señor?Saulo tuvo que preguntarle: “¿Quiéneres, Señor? Ante nuestro espíritu ycarne opuestos entre sí, uno que grita:¡Señor sálvame! y otro que te invita aobviar, a despreciar; como elhumanismo de hoy, tan arrogante,que sostiene la existencia ysupervivencia sin necesidad de ayudadivina.Sí, tú sabes hermano que fuiste

pescado como yo, en cuevas, encavernas, bajo y sobre el agua, dondefuera; en el interior del barco ahí cazóa Jonás, se metió tras Elías en la cuevay luego pregunta: ¿Qué haces aquíElías? ¡Este no es tu lugar!¡Ven Mateo, sígueme, no me importalo que haces o cómo está tu vida! Ven,te daré mi vida abundante, se acabó lasequedad, ven a mis ríos, se terminó elvalle de lágrimas, el valle de huesossecos.3. El hombre en la Tierra Prometida.Josué tuvo que sacar tiempo paraexplicarle al nuevo Israel en Canaán,por qué ya no llovía maná, ¿no creenque brotaron preguntas? Ahora habíaque hacer producir la tierra, ellos nosabían nada de eso allá en el desiertoel cual tenía para ellos una supercarretera, o cual rotonda sólo les dabavía para dar vueltas en círculos.Nadie tenía su parcela o porción detierra para dedicarse a la agricultura,ganadería o pastoreo de ovejas. No,ahora la mentalidad tendría quecambiar, en realidad todo cambiaría.Ni siquiera el tabernáculo se moveríade su sitio elegido.Con respecto a buscar al Señor, lalucha sería personal, cada familiadebía proponerse dejar suspropiedades y sus mejoras parabuscar a su Dios. ¿Sería sólo elsábado? Job dice otra cosa. Jobbuscaba a Dios cada día. Levantabaaltar para Dios el Señor cada día. Élrogaba por sus hijos cada día. Estonos dice todo. Podemos tener bellostemplos y grandes recursos pararealizar cultos con excelencia, pero labúsqueda del Señor para obtenervictorias personales cada día, es unasunto de sacar la mejor hora del día,la primera para él.

Jorge Luis Soto

L a b ú s q u e d a L a b ú s q u e d a

d e D i o sd e D i o s“ … B u s c a d m e y v i v i r é i s ” A m ó s 5 : 4

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Recién llego de Corea del Sur, dondeellos aprendieron a buscar cada día lapresencia de Dios, logrando ser unejemplo de iglesia modelo mundial enesta área y en otras.Podríamos atribuirlo, en buena parte,a su cultura que les facilita el podertener mejor puntualidad, o disciplinaque a nosotros los hispanos.Pero el negarse para Dios seguirásiendo un asunto personal; la iglesiacoreana está mostrando que labúsqueda del Señor no es unprograma antojadizo de sus líderes,sino un estilo de vida.Ellos aprendieron que si buscaban alSeñor juntos y en sus casas, vivirían,triunfarían. La onceava economía delmundo hoy es Corea. Hace unostreinta y cinco años, sus ciudadesestaban en ruinas, dos guerras conChina y Japón, los dejaron enescombros.Asistí a una iglesia presbiterianacaracterizada por la oración diaria ensu bella catedral. Eran las cinco de lamañana, minutos antes salía unamultitud del primer servicio diario delas cuatro de la mañana y al salir denuestra reunión, ya estaba lista lamultitud de las seis de la mañana yfaltaba el servicio de las siete.En fin: encontraron la llave y la usan.Nosotros conocemos la llave, a vecesnos funciona, pero en otras ocasionesnos ocurre como a Sansón, hancambiado la cerradura y nosotrosestamos mal enfocados, sin la llavecorrecta.“Con mi alma te he deseado en lanoche, y en tanto que me dure elespíritu dentro de mí, madrugaré abuscarte; porque luego que hayjuicios tuyos en la tierra, losmoradores del mundo aprendenjusticia” (Isaías 26:9).¿Qué comprendió este hombre? queaún no había terminado de vivir el díay ya anhelaba el otro para dedicarlo aadorar a su Dios. Concluimosdiciendo que el hambre y la sed quetengamos de Dios, determinaránuestra búsqueda de su presencia. ∆

Jorge Luis Soto Gould es un reconocidolìder internacional, pastor de la IglesiaManantial de Vida, en Esparza, CostaRica; director de Intercesores por Costa

Rica y autor del libro Discipulandolíderes. Teléfono (506) 635-5651- Fax(506) 636-6251,Apartado 7-5500 Esparza, Costa Rica

Próximos temas:La protección de Dios (1-1-06)*

Seguridad en tiempos de cambio (1-3-06)*La verdadera prosperidad (1-5-06)*

La gratitud (1-7-06)**fecha límite para enviar artículos

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RRecientemente leí un librodonde un pastor intentabaimpresionar a un joven sobre la

importancia de buscar a Dios todoslos días y pasar tiempo a solas con él.El joven le dijo al pastor que legustaría orar y estar más involucradoen la iglesia, pero que estaba muyocupado con su trabajo y sus estudios.Simplemente no tenía tiempo paranada más.Poco tiempo después, se enamoró deuna joven y descubrió que podíahacer espacio en su horario para pasartiempo con ella. Consideró que surelación con la joven era unaprioridad y quería hacerla crecer.Estaba dispuesto a sacar tiempo de suapretada agenda para ella. Enrealidad, esa relación era másimportante para él que su relación conel Señor; estaba deseoso de sacrificartiempo para una pero no para el otro.¿Qué tan importante es para usted surelación con el Señor? ¿Es unaprioridad en su vida? ¿Está dispuestoa no escatimar esfuerzos paramejorarla y fortalecerla? De ser así,

no hay virtualmente ningunacircunstancia que lo impida cultivaresa relación que, como cualquiera otrarelación personal, requerirá algúnesfuerzo de su parte.También requiere una inversiónpersonal significativa. Después quefui bautizado en el Espíritu Santo, hiceuno de los descubrimientos másgrandes de mi vida: el Señor sepreocupaba por mí personalmente;me amaba y quería acercarme más aél. Ese descubrimiento revolucionómi vida. Me di cuenta de repente quemi relación con el Señor era de dosvías. El Señor lo había invertido todoen mí haciéndose hombre y habíamuerto en la cruz y ahora, por mediodel Espíritu, él quería seguir dándosea mí. Eso significaba que yo tenía queresponderle, buscarlo e invertirme enél.Una profecía que oí una vez sugiere laintensidad del compromiso: “Tú hassido primero en mis pensamientos,” -decía el Señor. “ “¿He sido yoprimero en los tuyos?” Para lamayoría de nosotros sería difícil decirque sí el cien por ciento de las veces.Sin embargo, hay pasos que podemos

dar para ponerlo a él en control denuestras vidas y en el primer plano denuestros pensamientos.

Si dos personas están interesadas enedificar una amistad, tienen que pasartiempo juntas. En la relación de unindividuo con el Señor, eso significaapartar tiempo todos los días paraorar. Nos engañamos si creemos quees suficiente orar al azar en momentospor aquí y por allá durante el día–cuando vamos camino a la tienda,por ejemplo o mientras lavamos laropa– pero eso no es suficiente.Ninguna relación florecerá si laenfocamos tan casualmente. Lacomunicación regular es elfundamento de cualquier relaciónbuena, incluso la nuestra con el Señor.

Una cosa es reconocer la importanciade la oración y otra sacar tiempo paraorar. La mejor manera es apartar unahora definida para orar todos los díasy comprometernos a ser fieles enguardar ese tiempo. Nuestro períododiario de oración debe convertirse enuna parte vital de nuestro horario, detanta importancia que noconsideraríamos perdérnoslo.

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Separando t iempo para Dios

Bert Ghezzi

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Hay emergencias que surgirán quepudieran cancelar el tiempo deoración hasta del individuo másceloso. Podemos compensar esasinterrupciones ocasionales planeandotiempos alternativos. Si solemos orara las seis y media cada mañana,podríamos separar un tiempo derespaldo más tarde en el día si algo sepresentara de emergencia. Nuestrocompromiso debe ser orar en eltiempo programado, pero si esto no esposible, nuestra hora alternativa nospermitiría llevar a cabo nuestrocompromiso.Cuando busquemos una hora paraorar, debemos tener presente que elmejor tiempo, no lo que sobre,pertenece al Señor. Yo aprendí estalección en la forma más difícil.Cuando me comprometí con el Señor,dediqué las horas cuando estaba másalerta a mis estudios y las horas de lanoche para orar. Por supuesto, paracuando llegaba la noche yo estabacansado y mi mente llena de laspreocupaciones del día. Meencontraba pensando acerca de misestudios y de cómo había sido mi día,y me engañaba diciendo que esa erami oración. Estaba demasiadocansado para hacer algo diferente. Mirelación con el Señor se rezagóconsiderablemente hasta que decidídarle el mejor tiempo de mi día.Después de eso, mi amor por él y miconocimiento de él alcanzaron unaprofundidad mayor.Quizás veamos nuestro horario yterminemos pensando que esimposible y que no podemos apartarel mejor tiempo para el Señor. Pero sitomamos en serio nuestra vidacristiana, encontraremos una manerade hacerlo. Un obispo le dijo a unamigo mío que él estaba demasiadoocupado para orar una hora todos losdías. Mi amigo rebatió retando alobispo para que dedicara sus mejoresdos horas a la oración. El obispo semostró sorprendido, pero aceptó elconsejo y logró sacar dos horas de suocupado horario. Una paz y unafuerza nuevas vinieron a su vida, y suamor por el Señor floreció. Cuandoquiso, encontró tiempo para buscarlo.

Los horarios de los padres y de otroscon muchas responsabilidadespudieran ser tan desafiantes como elde este obispo. Las mujeres casadas,por ejemplo, tienen dificultades enencontrar una hora para orar porquesus responsabilidades comienzan bientemprano en la mañana y continúan através del día. Cuando llega la noche,su mejor tiempo ha pasado. Losesposos, esposas y padres solteros omadres solas, pudieran necesitarmucho discernimiento del Señor yayuda práctica de alguien a fin deseparar una buena hora para orar. Losesposos en particular debieran tomarlas medidas necesarias para asegurarque sus esposas tengan un período dequietud sin interrupciones parabuscar al Señor todos los días.¿Cuánto tiempo debiéramos apartarpara orar? Los cristianos nuevos, ensu primer arrebato de entusiasmo, secomprometen a largos períodos deoración, sólo para encontrarseaburridos y descontentos después dediez minutos. Generalmente, cuandouna persona es nueva en la oración, esmejor apartar un tiempo corto y nouno largo. Pueden empezar conquince minutos, por ejemplo.Después, cuando aprenden a orar y sesienten más desahogados en laoración, pueden extender ese períodohasta que llegan a la duraciónapropiada para ellos. El puntoimportante para principiantes ycristianos más maduros es escoger untiempo razonable y perseverar en éste.El lugar donde oramos es tanimportante como el cuándo y elcuánto. No todo lugar disponible esnecesariamente adecuado. Cuandoera profesor de universidad, intentéorar en mi oficina, hasta que me dicuenta de que era imposible orar allí.Estaba rodeado de distracciones: habíapapeles de estudiantes que leer,formularios que llenar, unaconferencia que dar la siguiente hora,estudiantes entrando para verme. Nolograba encontrar otro lugar paraperseverar en oración. Así que pedí alSeñor que me mostrara uno. Pocotiempo después descubrí una oficinavacía más abajo del pasillo. No sólo

eso, había una secretaria cristiana enese complejo de oficinas y me dijo queella no permitiría que nadie meinterrumpiera mientras oraba.Si usted tiene dificultad en encontrarun lugar para orar, debe pedirle alSeñor que le muestre uno y solicitar laayuda de otros cristianos también. Deser posible, el lugar que finalmenteescoja debe permitirle orar y cantar envoz alta. No debemos estarsatisfechos con un lugar que no nospermita ser expresivos en nuestraoración.Una vez que encontramos el lugar,¿qué hacemos? Primero, debemosdecidir abrirnos a la inspiración delEspíritu Santo. Esa actitud pudiera novenir tan fácilmente para los que sólohan orado en situaciones formales. Sinembargo, el Espíritu quiere dirigirnos.Si venimos al Señor con esto presente,encontraremos nuestras oracionesenriquecidas inmensamente por lasinsinuaciones del Espíritu.Por otra parte, la oración no es unasunto completamente espontáneo;ayuda introducir elementosespecíficos en nuestro tiempo con elSeñor: por ejemplo, leer las Escrituras,la intercesión, etc. Como sea que lodecidamos, debemos dejar este tiempolo suficientemente flexible para que elEspíritu forme nuestra oración de unamanera que nos acerque más al Señor.En el proceso de aprender a orar,muchos cristianos encuentranobstáculos bastante comunes. Elreconocimiento de estos obstáculosnos ayuda a superarlos.Recientemente, algunos amigos y yohablábamos de cómo pasábamosnuestro tiempo de oración y algunosdijeron que en los últimos días seencontraban pensando más acerca desus vidas, sus familias o sus trabajos.Uno de ellos dijo rápidamente que esono era orar, y tenía razón. Si durantenuestro período de oración estamospensando en nuestros hijos o nuestraagenda del día, pudiera ser que nosestemos dejando distraer, perotambién pudiera ser que estemospensando en estas cosas en lapresencia de Dios. Si bien esto último

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es algo bueno que hacer, no esnecesariamente oración.En la oración queremos entregarnos alSeñor para que podamos crecer ennuestro conocimiento y amor de él yen nuestra capacidad de oírlo yobedecerlo. Eso significa que si bienpudiéramos estar pensando acerca denuestras preocupaciones, no debemospasar todo ese tiempo pensando enellas. Es apropiado traer nuestraspreocupaciones al Señor e intercederlibremente por ellas, y en ese espíritude oración pensar sobre las ventajas odesventajas de un curso de acción. Noobstante, debemos cuidarnos para nodejar que nuestra intercesión seconvierta en interminablesespeculaciones de cómo manejar esosproblemas.La evaluación de nuestro tiempo deoración presenta otro obstáculo paranosotros. Un amigo mío me dijo queél sentía que sus tiempos de oraciónno eran buenos hasta que alguien ledijo que dejara de evaluarlos.También le dijo que el único criterioque debía usar para juzgar susoraciones es si estaba siendo fiel en suhora regular de venir al Señor todoslos días. Mi amigo siguió ese consejoy se quitó el gran peso que tenía.Debiéramos dejar de juzgar nuestrotiempo de oración. Jesús es el únicocalificado para juzgar nuestrasoraciones. Pudiéramos estar haciendoexactamente lo que él quiere. Élpudiera estar muy complacido connosotros, pero si estamos siguiendonuestros sentimientos, pudiéramosestar calificándonos con notas muybajas, convencidos de que somos unagran decepción para él.En las Cartas de Escrutopo, un diablomayor, aconseja a un diablo menor,Orugario, acerca de la manera deapartar a la gente del Señor, “elEnemigo”. Escrutopo insisteparticularmente en que los períodosde aridez –puntos bajos– son muyvaliosos para Dios a fin de estimular elcrecimiento del individuo cristiano.Escrutopo escribe: “Algunos de sus(del Señor) favoritos especiales han

pasado por bateas más profundas ydurante períodos más largos quenadie.” Él aconseja a Orugario querecuerde que “las oraciones ofrecidasen un estado de sequedad son las quemás le agradan... Nuestra causanunca está en mayor peligro quecuando un humano, no deseando más,pero todavía intentando hacer lavoluntad de nuestro enemigo, miraalrededor a un universo del cual todorastro de él parece habersedesvanecido y pregunta por qué hasido abandonado, y todavía obedece.”Desde luego, nuestra oración yrelación con el Señor no debiera ser unperíodo interminable de aridez.Debemos esperar en el curso normalde la vida, experimentar tanto picoscomo puntos bajos.Aunque sintamos que nuestra oraciónes tan seca como un desierto, nodebemos permitir que eso nosdesanime. La realidad es que todocristiano, en algún momento de suvida, experimenta sequedad en laoración... El Señor lo permite paraque podamos decir: “Señor, noimporta cómo me sienta, no importa sipaso todo este tiempo sin sentir nada,te amo y voy a pasar este tiempocontigo.” Esto agrada al Señor.No debemos tomar nuestra relacióncon el Señor a la ligera. Es uncompromiso solemne. Si lodescuidamos, cosecharemos lasconsecuencias en la forma de una vidacristiana sin poder, desprovistageneralmente de paz y dirección. Si laalimentamos mediante la oración y laEscritura, nuestra vida será testigo deun gozo, una fuerza y una confianzaencontrada sólo en una relación con elSeñor.

Bert Ghezzi ha sido director de la revistaNew Covenant y coordinador de LaPalabra de Dios en Ann Arbor, Michigan.Él y su esposa Mary Lou tienen seis hijos.Artículo tomado de New Wine de febrerode 1980

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“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; elque a mí viene, nunca tendrá hambre; y elque en mí cree, no tendrá sed jamás”(Juan 6:35).

EEl domingo pasado pregunté siestábamos contentos con lo quehabíamos alcanzado, lo que

teníamos, como estábamos viviendonuestro cristianismo, si teníamos sedverdadera de Dios.Hoy quiero preguntarles: ¿Alguna vezhan estado verdaderamentehambrientos? Hablo de estarhambrientos espiritualmente.Saciamos nuestras vidas y nuestrahambre con las cosas del mundo. Noshemos acercado a Dios semana trassemana, mes tras mes, año tras año,para que él llene pequeños espacios ennuestra vida que nos afectan y nopodemos satisfacer por nosotrosmismos. Dios está cansado de ocuparel segundo lugar en nuestras vidas,de ser el bombero que apaga nuestrosincendios, al que buscamos cuandotenemos un problema; y cuando losoluciona, sólo le damos las gracias,para volver a nuestra rutina y a lascosas intranscendentes que nosentretienen y nos sacan de supresencia. El Señor está harto denuestros programas y estrategias, aunde todo lo bueno que hacemos:trabajos, predicación, dar de comer alos niños carenciados, del discipulado,etc. No porque todo esto no sea buenoy necesario ante sus ojos, sino porqueestá cansado de que lo hagamos sin supresencia y sin su llenura. Endefinitiva, de alguna manera, lasmismas cosas las hace el mundo.Todo lo que hagamos para él y suobra, debe ser resultado del fluir de supresencia en nuestra vida, de su amorfluyendo en nosotros, no de laobligación, la costumbre, o el buennombre que conlleva hacer buenascosas. Él está esperando que lo que

hagamos sea a causa de suinspiración y presencia en medionuestro.Alguna vez dije que “podíamos sercristianos sin Cristo”, porquepodemos llegar a ser religiosos sinllegar a ser nunca espirituales: estartan metidos en lo que debemoshacer para él, que nos olvidemos deél.No importa cuanto hace para él nicuanto sabe de él. La pregunta es:“¿Lo conoce íntimamente?” Me temoque hemos vivido mucho tiempo sinsu presencia en la iglesia, recordandoy proclamando las glorias pasadas, losavivamiento pasados, haciendomemoria de las cosas que Dios hizoantes, sin tener hambre de lo que haráhoy, de su presencia. Tengo temor dehaber apagado nuestra hambre deDios con las cosas que hemos hechopara la obra.A menudo hemos vivido en un nivelinferior al que él preparó paranosotros, por eso cuando él semanifiesta un poco, hace caerescarchas doradas, nos unta con aceiteo tocan los ángeles en nuestros cultos,quedamos conmovidos yconmocionados. ¿Por qué? Porquesencillamente no estamosacostumbrados, o mejor dicho, nosdesacostumbramos a ver derramarsela gloria de Dios.Escuche por favor este relato: “Ypartieron de Sucot y acamparon enEtam, a la entrada del desierto. Y elSeñor iba delante de ellos de día enuna columna de nube para guiarlospor el camino, y de noche en unacolumna de fuego para alumbrarles, afin de que anduviesen de día y denoche. Nunca se apartó de delantedel pueblo la columna de nube de día,ni de noche la columna de fuego”(Éxodo 13: 20-22).¿Se imagina? La presencia de Dios

allí, la columna de nube de día y la defuego de noche delante de sus ojos,¿se imagina contemplar la gloria deDios y estar en su presencia? Éxodo20:18-20 dice: “Todo el puebloobservaba el estruendo y losrelámpagos, y el sonido de la bocina,y el monte que humeaba; y viéndoloel pueblo, temblaron, y se pusieronde lejos. Y dijeron a Moisés: Habla túcon nosotros, y nosotros oiremos; perono hable Dios con nosotros, para queno muramos. Y Moisés respondió alpueblo: No temáis; porque paraprobaros vino Dios, y para que sutemor esté delante de vosotros, paraque no pequéis”.El temor purifica a causa de supresencia. Observe la importanciaque le daba Moisés a la presencia deDios: “Y él dijo: Mi presencia irácontigo, y te daré descanso. Y Moisésrespondió: Si tu presencia no ha de irconmigo, no nos saques de aquí”,(Éxodo 33:14-15). Usted necesita dirección para su vida,tome el ejemplo del pueblo de Israel.“Entonces una nube cubrió eltabernáculo de reunión, y la gloria delSeñor llenó el tabernáculo. Y nopodía Moisés entrar en el tabernáculode reunión, porque la nube estabasobre él, y la gloria del Señor lollenaba. Y cuando la nube se alzaba

Hambre de suHambre de suHugo Rosasco

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del tabernáculo, los hijos de Israel semovían en todas sus jornadas; pero sila nube no se alzaba, no se movíanhasta el día en que ella se alzaba.Porque la nube de Adonay estaba dedía sobre el tabernáculo, y el fuegoestaba de noche sobre él, a vista detoda la casa de Israel, en todas susjornadas”, (Éxodo 40:34-38).La presencia de Dios en el tabernáculoera tan impresionante que el pueblono hacía nada, ni se movía si él no lohacía... allí estaban seguros. Vea loque pasó en la consagración deltemplo de Salomón: 2 Crónicas 7:1-3. “Cuando Salomón acabó de orar,descendió fuego de los cielos, yconsumió el holocausto y las víctimas;y la gloria del Señor llenó la casa. Yno podían entrar los sacerdotes en lacasa del Señor, porque la gloria delSeñor había llenado la casa del Señor.Cuando vieron todos los hijos deIsrael descender el fuego y la gloriadel Señor sobre la casa, se postraronsobre sus rostros en el pavimento yadoraron, y alabaron a Adonay,diciendo: Porque él es bueno, y sumisericordia es para siempre”.La gloria llenándolo todo y llevandoal pueblo a una genuina y espontáneaadoración a Dios en su presencia.Pero cuando la gloria se retiró deltemplo (Ezequiel:10 y 11), aunqueaparentemente todo seguía igual paralos israelitas, el proceso de sucautividad había comenzado aejecutarse.Lo que hará que se produzca unverdadero avivamiento no seránnuestros programas, nuestrasestrategias, o lo que nosotroshagamos, será que su presencia semanifieste y esté activa en nuestrasvidas y en la vida de la iglesia, de talforma que se haga palpable su gloriasobre nosotros.

2 Crónicas 7:14 dice: 4si se humillare mipueblo, sobre el cual mi nombre esinvocado, y oraren, y buscaren mi rostro,y se convirtieren de sus malos caminos;entonces yo oiré desde los cielos, y

perdonaré sus pecados, y sanaré sutierra”. Pregunto: ¿Nos hemoshumillado delante del Señor? Creoque sí lo hacemos, declaramos que sinél no podemos vivir, muchos estamosdispuestos a vivir en su dependenciay por fe, y declaramospermanentemente que él es nuestroamo absoluto. Y creo que somossinceros. Segunda pregunta:¿Invocamos su nombre? También lohacemos, no sólo cuando oramos:cuando realizamos cualquier serviciolo llevamos a cabo en su nombre,cuando estamos en dificultades, enpruebas, reprendemos en su nombre.Hemos aprendido a invocarlo casipermanentemente.

La transformaciónllega a nuestra vida

cuando élse nos manifiesta

Tercera pregunta: ¿Oramos? Porsupuesto; cómo lo hacemos es otracosa, pero hoy no vamos a hablar de laoración. Otra pregunta: Nosconvertimos de nuestros malos caminos?Al menos creo que todos nos estamosesforzando y tratamos de caminarsegún su voluntad.Entonces, ¿qué sucede que Argentinay el mundo entero, siguen llenos deproblemas, enfermos de corrupción ycada vez más alejados de la voluntadde Dios? Escuche esto es revelación:Hay algo que no hacemos, o hacemosmal, según lo que leímos. Lo que nosfalta es buscar su rostro. Para que seproduzca el gran avivamiento queanhelamos lo más importante es quenos volvamos a buscar su presencia.Buscar su presencia primeramente enmi propia vida, tener pasión por supresencia, buscar lo sobrenatural desu gloria, no conformarnos con lo quetenemos. Anhelar vivir con él, por ély para él. Tener un verdaderoencuentro con la persona del Espíritu

Santo.Job dijo: “Oh, si supiera donde puedoencontrarlo”. ¿Sabes tú donde puedeshallarlo? En la intimidad, en laconsagración, en la sencillez, en laquietud delante de él. Escuche al apóstol Pablo: (NVI)“Sinembargo, todo aquello que para míera ganancia, ahora lo consideropérdida por causa de Cristo. Es más,todo lo considero pérdida por razónde conocer a Cristo Jesús, mi Señor.Por Él lo he perdido todo, y lo tengopor estiércol, a fin de ganar a Cristo, yencontrarme unido a Él...” “Lo heperdido todo a fin de conocer a Cristo,experimentar el poder que semanifestó en su resurrección...”Filipenses 3:7-10aBuscar desesperadamente, antes quecualquier otra cosa su presencia. Estarante él, no por lo que me pueda dar,sino por lo que él es para mí,reenamorarme de él, conocerloíntimamente, pasar tiempo con él,clamar para que su rostro y su gloriasean manifiestos y evidentes en mivida.No hay transformación por el solohecho de asistir a los cultos, no haycambios profundo de actitud por serdiscipulados. Los cambios y latransformación llegan a nuestra vidacuando él se nos manifiestapersonalmente. Esto es lo quenecesitamos para que se produzca talavivamiento que afectemos a nuestranación y al mundo. Cuando élcontempla que lo primero es tuhambre por su presencia, allí y noantes, su gloria te envuelve. No tecontentes con lo que tienes, hay másde Dios para ti, la intimidad traerá subendición, su victoria, su poder anuestra vida y a la iglesia. La shekinahde Dios hará manifiesta su presenciaredentora y transformadora y saciarátu hambre. ∆

Pastor Hugo Eduardo RosascoComunidad Cristiana “Manantial deVida”. Berazategui -Bs. As. – [email protected]

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DDice la palabra de Dios en elcapítulo 65 verso 1 del librode Isaías:

“Fui buscado por los que nopreguntaban por mí; fui hallado porlos que no me buscaban. Dije a genteque no invocaba mi nombre: Hemeaquí, heme aquí ”.No sé si en alguna ocasión nos hemosparado a pensar si hemos buscado alSeñor o hemos sido buscados por él.A través de la Biblia, y en ambostestamentos, encontramos una seriede personajes y quizá los másdestacados, que aunque teníanconocimiento de Dios, no se habíanplanteado la posibilidad de subúsqueda de una manera más íntima,de ir a su encuentro.San Pablo, quizá sea el ejemplo másclaro y contundente de como, sinbuscar al Señor, fue encontrado porél; porque siempre es él, el que tomala iniciativa.

Estamos tan seguros de que tenemosal Señor en nuestro corazón, comoSaulo de Tarso, que pensamos quetodo lo que hagamos está dentro delplan de Dios, confiamos tanto ennuestro conocimiento bíblico, ennuestra preparación “espiritual” queno necesitamos buscar a Dios.Las escrituras nos muestran que estaactitud es errónea.Posiblemente conozcamos a muchaspersonas que aman a Dios y eltestimonio de todas ellas sea elmismo: “El Señor me llamó y le sigo,o le sirvo”; así de simple.La búsqueda de Dios la podríamosdividir en dos partes o secciones: unapara salvación y la otra paradirección. En la primera parte osección, se encuentra la gran mayoríade los que desean pasar la eternidadcon él. En la segunda, se encuentran todosaquellos que una vez lavados con lasangre del cordero, quieren dedicarletoda su energía, toda su capacidad ytodo su tiempo a él. Pero tanto en launa como en la otra, detrás está elSeñor.

“...porque Dios es el que envosotros produce así el querer comoel hacer, por su buena voluntad” Fil.2:13.El Todopoderoso no cesa en labúsqueda de hombres y mujeres queestén dispuestos a hacer su voluntad,a estar a su servicio.Nuestro Dios es un Dios que va alencuentro de los hombres, de lahumanidad; un Dios que busca larelación que se había perdido entreél y su creación, cuando esta perdióla imagen de su creador

“... Porque el Hijo del Hombre vino abuscar y a salvar lo que se habíaperdido”. Lucas, 19:10.Él no espera, va al encuentro, toma lainiciativa, inquieta y despierta en loshombres el deseo de búsqueda dealgo que no encuentran en ningunaparte, de algo que el mundo no lespuede ofrecer.Está detrás de cada situación,esperando que nos demos cuentaque lo necesitamos, que nos busca,que no le importa lo que somos, si nolo que podemos llegar a ser en susmanos.Anhela, en su búsqueda, despertarnuestra alma del letargo espiritual enel que se encuentra, para que ella, asu vez, sienta el deseo de buscarlo aél, hasta llegar a una total y fluidarelación espiritual, entre él ynosotros: para que se pueda hacer suvoluntad en la tierra, igual que sehace en el cielo.La sencillez, la confianza, la buenarelación, la santidad, es algo que noshace buscar más a Dios. El Señor nonecesita que se le estudie, ni que se leanalice, su deseo es que lebusquemos y le obedezcamos.“Entonces me invocaréis, y vendréisy oraréis a mí, y yo os oiré; y mebuscaréis y me hallaréis, porque mebuscaréis de todo corazón”.Jeremías 29:12-13.La Gloria sea siempre para nuestroDios. ∆

A. Sellers Ortigosa es pastor y ministraen una comunidad al borde del MarMediterráneo. Calle Ciutad de Castelló,n° 5, 4° A03570 Villajoyosa, Alicante España

¿Buscando a Dios o buscados por Dios?

Pensamiento

Antonio Sellers