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El Dragón de Komodo:
Matías Carrillo Alonso
1º Bachillerato
17/2/2014
1
Í ndice:
1. Introducción Página 1 y 2
2. Justificación del proyecto Página 3
3. Objetivos Página 4
4. Metodología Página 5
5.Caracteristicas biológicas e historia evolutiva Página 6 y 7
6.Habitat y comportamiento Página 8
12.Conclusiones
Página 23
13.Bibliografía
Página 24
7.Tipo de alimentación
Página 9 y 10
-7.1.Consecuencias de su alimentación
Página 11 y 12
8.Reproduccion
Página 13 y 14
-8.1.Partenogenesis
Página 15 y 16
9.Peligro para los humanos
Página 17
10.Conservación de la especie
Página 18
10.1.Conservación en cautividad
Página 19 y 20
11.Trabajo de campo
Página 21 y 22
2
1. Íntroduccio n:
El dragón de Komodo (Nombre científico: Varanus komodoensis), también llamado
como monstruo de Komodo o varano de Komodo, es una especie de saurópsido
(conjunto de vertebrados amniotas al que pertenecen reptiles, y tienen en común la
posesión de escamas que protegen la piel formadas por queratina, y fueron muy
diversos en el Mesozoico, época en la que surgieron los dinosaurios). Es el lagarto más
grande del mundo, con una longitud de dos a tres metros y un peso aproximado de
70 kg, por lo que gracias a su tamaño, son los súper-depredadores de los ecosistemas en
los que habitan. A pesar de que estos lagartos se alimentan principalmente de carroña,
también cazan y tienden emboscadas a sus presas, principalmente a invertebrados, aves
y mamíferos.
La primera vez que los dragones de Komodo fueron estudiados fue en 1910 por unos
científicos occidentales. Su gran tamaño y reputación de animal temible los convierte en
uno de los animales más populares y utilizados por parte de los zoológicos. En estado
salvaje son una especie amenazada, y su ámbito de distribución se ha reducido debido a
las actividades humanas por lo que están catalogados como animal en peligro de
extinción en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza). Están protegidos por la ley de indonesia, y agrupados en un parque
nacional, (Parque Nacional de Komodo), fundado en 1980 para contribuir a la
conservación de la especie.
La época de apareamiento comienza entre julio y agosto y la puesta de huevos en
septiembre. Depositan de media veinte huevos en nidos de megápodos
(familia de aves con forma de gallina, de tamaño medio) abandonados, y los incuban
durante siete u ocho meses, hasta su eclosión en abril, cuando los insectos son más
abundantes, lo que permite una mayor tasa de supervivencia de las crías. Los jóvenes
son vulnerables, por lo que suelen habitar en árboles para estar a salvo de depredadores
y de adultos caníbales, ya que tardan aproximadamente entre tres y cinco años en
madurar; pueden vivir hasta unos cincuenta años. Estos lagartos se encuentran entre los
pocos vertebrados con capacidad de reproducción por partenogénesis, proceso por el
que las hembras pueden poner huevos viables en situaciones de ausencia de machos, es
decir no hace falta la presencia de un macho para producir descendencia.
3
El color base del dragón de Komodo es grisáceo o marrón claro, sin embargo los que
viven en la arena del desierto tienen un color similar a esta, lo que les permite
camuflarse bien con su entorno. También poseen áreas de color negro o verde.
Los dragones de Komodo poseen 60 afilados dientes en su mandíbula, los cuales han
sido examinados por expertos, y se cree que son de las mismas dimensiones que los
dientes de tiburones de gran tamaño. Cuando por alguna razón los dientes se les caen, el
organismo del dragón de Komodo es capaz de regenerarlos sin importar lo joven o viejo
que sea.
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2. Justificacio n del proyecto:
Me ha motivado elegir este tema para mi proyecto el interés sobre la vida y las
características de los reptiles, en especial uno de los más feroces, el dragón de Komodo.
Sin embargo, en la actualidad hay características de este reptil que aún no se conocen,
un ejemplo son las bacterias que residen en su boca las cuales infectan al organismo
mordido y le causan la muerte. No se sabe si están originadas por un veneno creado por
el organismo o por la carroña de la que se alimentan.
Otro motivo es que en un futuro me gustaría ser biólogo y estudiar esta clase de seres
vivos, y en general la biología que estudia a los animales.
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3. Objetivos:
Los objetivos que se pretenden alcanzar en este trabajo se dividen en dos grupos:
Generales:
- Mostrar las características sobre este genuino reptil.
- Informar al lector sobre sus cualidades.
- Investigar sus posibles orígenes.
Específicos:
- Exponer curiosidades sobre el dragón de Komodo.
- Informar sobre los usos biológicos de su veneno y sus bacterias.
- Conocer las causas de porque su veneno es tan mortal.
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4. Metodologí a:
Este proyecto se va a desarrollar mediante la búsqueda en internet sobre diferentes datos
relacionados sobre el dragón de Komodo, la visión de diferentes documentales acerca
de su vida y experiencias personales de personas que se han encontrado cara a cara con
estas bestias prehistóricas, así como diferentes comparaciones en blogs sobre su mortal
veneno.
También se incluyen en este proyecto gráficos estadísticos sobre su mortalidad y otras
características para así alcanzar la mayor veracidad posible en cuanto a los datos
expuestos
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5. Caracterí sticas biolo gicas e historia evolutiva:
A pesar de que los machos por lo general son de mayor tamaño, no hay
diferencias morfológicas obvias entre las hembras y machos. Los jóvenes son de
color verde con zonas amarillas y negras, mientras que los adultos, tienen un tono
opaco y uniforme, de color marrón y rojo grisáceo. Sus robustos cuerpos están
cubiertos de escamas.
Es el lagarto más grande del mundo, con una longitud de dos a tres metros y un peso
de 70 kg, aunque los especímenes criados en cautividad sueles pesar más. El
espécimen salvaje más grande conocido midió 3,13 metros de longitud y pesó 166
kg.
Su inusual tamaño se atribuía generalmente al gigantismo insular, (proceso mediante
el cual una especie coloniza una isla desierta por lo que aumenta de tamaño
paulatinamente), ya que no hay otros animales carnívoros que puedan ocupar su
nicho ecológico en las islas que viven. Se han encontrado fósiles en Australia, (de
hace 3,8 millones de años), los cuales presentan una gran similitud ósea respecto al
dragón de Komodo actual, y su tamaño permaneció estable en Flores, una de las
pocas islas indonesias donde se le puede encontrar en la actualidad, desde que fueron
aisladas por los crecientes niveles del mar hace unos 900.000 años.
Tiene una fuerte y musculosa cola tan larga como su cuerpo, y aproximadamente
60 dientes serrados, que se cambian
a menudo y pueden medir hasta 2,5
centímetros de largo. Su saliva suele
estar manchada de sangre, ya que los
dientes están recubiertos de
tejido gingival, el cual se daña de
forma natural durante el proceso
de masticación. Esto crea un hábitat
ideal para las bacterias que habitan
en su boca. Tiene una lengua larga y
amarilla, la cual está bifurcada, al igual que en las serpientes y otros reptiles.
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El dragón de Komodo apenas posee el sentido del oído, a pesar de poseer conductos
auditivos, aunque es capaz de ver hasta una distancia de 300 metros, sin embargo dado
que su retina ocular solo contiene conos, se piensa que tiene una pésima visión
nocturna. Es capaz de percibir los colores, pero le cuesta distinguir objetos inmóviles.
Usa su lengua para oler, (ya que en el órgano olfativo solo poseen unas pocas papilas
gustativas y carecen de diafragma), detectar sabores y percibir estímulos. Con la ayuda
del viento, y el hábito de mover la cabeza mientras caminan, consigues detectar la
carroña hasta a una distancia de 9.5 km. Sus escamas, algunas de las cuales están
reforzadas con hueso, facilitan el sentido del tacto, ya que están conectadas con los
nervios.
Su desarrollo evolutivo comenzó con el género Varanus, que se originó en Asia hace
40 millones de años, el cual emigró al continente australiano.
Hace aproximadamente 15 millones de años, una colisión entre Australia y Asia
Sudoriental permitió que los varánidos se trasladaran a lo que actualmente es
el archipiélago indonesio, extendiendo su distribución hasta el este de la isla de Timor.
Se cree que el dragón de Komodo se distinguió de sus antepasados australianos hace 4
millones de años. Sin embargo, pruebas de fósiles recientes en Queensland sugieren que
evolucionó en Australia antes de extenderse a Indonesia. La importante bajada del nivel
del mar durante el último período glaciar descubrió extensas zonas de la plataforma
continental que el dragón de Komodo había colonizado, aislándolos en su ámbito actual
de distribución cuando el nivel del mar subió de nuevo.
Documental del dragón de Komodo: https://www.youtube.com/watch?v=U66ztbid9ac
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6. Ha bitat y comportamiento:
El dragón de Komodo prefiere lugares
cálidos y secos, y suele vivir en
prados abiertos con hierbas altas y
arbustos, sabanas y zonas bajas de
bosques tropicales, aunque también
pueden encontrarse en
otros hábitats como playas y en los
lechos secos de los ríos. Los jóvenes
son arbóreos (habitan en los arboles)
y viven en regiones arboladas hasta
los ocho meses de edad.
Como animal ectotermo, (animales
los cuales la velocidad de su riego
sanguíneo dependen de la temperatura del ambiente), es más activo durante el día,
aunque también manifiesta cierta actividad nocturna. Son solitarios, y sólo se reúnen
para la época de apareamiento y para comer. Son capaces de correr a gran velocidad de
hasta 20 km/h, aunque durante poco tiempo, de zambullirse a una profundidad de
4,5 metros, y de escalar árboles con facilidad cuando son jóvenes gracias a sus fuertes
zarpas. Son buenos nadadores, y pueden recorrer grandes distancias a nado para
alcanzar islas vecinas. Para cazar presas que están fuera de su alcance, puede ponerse de
pie sobre sus patas traseras usando la cola como apoyo para así poder alcanzarlas. A
medida que el dragón de Komodo madura, utiliza sus garras principalmente como arma,
dado que por su gran tamaño y su peso, se vuelven poco prácticas para escalar.
Para refugiarse excavan madrigueras que pueden medir entre uno y tres metros de ancho
con sus potentes patas delanteras. Debido a su gran tamaño y a su costumbre de dormir
en estas madrigueras, es capaz de conservar el calor corporal durante la noche y
minimizar el tiempo que tiene que tomar el sol durante la mañana. Caza generalmente
por la tarde, pero permanece a la sombra durante la parte más calurosa del día. Utilizan
unos lugares especiales de reposo, habitualmente situados en cornisas con una fresca
brisa marina, que están marcados con excrementos y limpios de vegetación y que
también sirven como un punto estratégico desde donde emboscar a ciervos.
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7. Tipo de alimentacio n:
Los dragones de Komodo son carnívoros, sin embargo se alimentan
fundamentalmente de carroña, aunque también tienden emboscadas a presas vivas
acercándose sigilosamente. Cuando una presa adecuada llega cerca de su lugar de
emboscada, la ataca rápidamente lanzándose sobre el vientre o el cuello del
animal. Es capaz de localizar a sus presas utilizando el olfato, el cual que puede
detectar a un animal muerto o
agonizante. Se han documentado casos de
dragones de Komodo derribando cerdos y
ciervos con su cola. Es frecuente que las
presas grandes sean devoradas por varios
dragones, o que, si la presa consigue
inicialmente escapar, pero queda herida,
sea devorada por otros dragones.
Se alimentan arrancando grandes trozos de carne de sus presas y tragándoselos
enteros mientras sujetan el cadáver con las patas anteriores. En el caso de presas más
pequeñas, de hasta el tamaño de una cabra, sus mandíbulas con articulaciones
desencajables, cráneo flexible y estómago expandible, les permite tragarse las presas
enteras. La abundante cantidad de saliva roja que producen contribuye a lubricar la
comida, pero a pesar de ello tragársela continúa siendo un proceso largo (de 15 a 20
minutos para tragarse una cabra). Pueden intentar acelerar el proceso embistiendo el
cadáver contra un árbol para forzarlo a bajar por la garganta, y a veces embisten con
tanta fuerza que llegan a derribarlo, y para evitar asfixiarse mientras tragan las
presas, respiran utilizando un pequeño conducto situado debajo de la lengua que está
conectado con los pulmones.
Después de ingerir hasta un 80% de su peso corporal en una comida, se arrastra
hasta un lugar soleado para acelerar la digestión, puesto que la comida podría llegar a
pudrirse y envenenar al dragón si permaneciera demasiado tiempo sin digerir.
Debido a su lento metabolismo, los dragones grandes pueden sobrevivir con tan sólo
doce comidas al año. Al acabar la digestión, regurgita las partes más difíciles de
digerir, como estructuras óseas y el pelo (pelota gástrica, cubierta de mucosa).
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Pasan el día vagando por sus zonas de residencia, y no defienden estas zonas
como territorios, por lo que si la comida se encuentra en un área compartida, el
dragón dominante es el primero en comer. Los machos de mayor tamaño siempre son
los primeros en comer, seguidos por los machos más pequeños y las hembras, y
finalmente los ejemplares más jóvenes que descienden de los árboles para comer una
vez que los adultos se han marchado. El macho de mayor tamaño hace valer su
dominio y los machos más pequeños muestran su sumisión por medio del lenguaje
corporal y de silbidos sordos aunque los dragones de tamaño similar recurren a
combates entre ellos, en los que los perdedores se retiran, aunque se conocen casos
en los que los vencedores los matan y los devoran.
Su dieta es variada, e incluye a otros reptiles incluidos dragones de Komodo más
pequeños, aparte de aves, roedores, serpientes, peces, cangrejos, caracoles y
mamíferos como cabras, ciervos, jabalíes, e incluso pueden llegar a devorar
a búfalos de agua. Los ejemplares jóvenes se alimentan
de insectos, huevos, geckos y pequeños mamíferos. Se tiene constancia de que en
ocasiones han desenterrado tumbas poco profundas para alimentarse de cadáveres
humanos. Esta costumbre de saquear las tumbas hizo que los habitantes de la isla de
Komodo las trasladaran de los suelos arenosos a arcilloso, que apilen piedras sobre
ellas de manera natural para evitar saqueos.
Tienen una manera primitiva de ingerir líquidos, ya que al no poseer diafragma se
ven obligados a introducir el agua en sus mandíbulas y alzar la cabeza para que esta
baje hasta el estómago.
Documental del Komodo cazando: https://www.youtube.com/watch?v=e_4JPjQuHBs
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7.1. Consecuencias de su alimentacio n:
Walter Auffenberg descubrió que había patógenos en la boca del dragón de Komodo
los cuales se encuentran en la boca de los ejemplares salvajes y sin embargo
desaparece en la de los dragones criados en cautividad, debido a una dieta más
limpia. Esto fue verificado tomando muestras mucosas de la superficie externa de
la encía de la mandíbula superior de dos individuos recién capturados. Muestras de
saliva analizadas por investigadores en la Universidad de Texas, encontraron 29 tipos
de bacterias en las bocas de dragones de Komodo salvajes. El rápido crecimiento de
estas bacterias fue constatado por el investigador Terry Fredeking, este estudio apoya
la observación de que las heridas infligidas por el dragón de Komodo a menudo están
asociadas con sepsis e infecciones subsecuentes en sus presas.
A finales de 2005, investigadores de la Universidad de Melbourne especularon que
el varano gigante australiano (Varanus giganteus), podría ser venenoso. Se pensaba
que los mordiscos infligidos por estos reptiles eran propensos a infectarse debido a
las bacterias de su boca, pero el equipo de investigación afirmó que los efectos
inmediatos de sus mordeduras eran causados por un leve envenenamiento. Se
estudiaron mordeduras en dedos de humanos por parte de un varano
arborícola (Varanus varius), un dragón de Komodo y un varano arborícola
moteado (V. scalaris), y todas causaron un efecto similar: una rápida inflamación,
interrupción localizada de la coagulación sanguínea y un intenso dolor que alcanzaba
hasta el codo.
En 2009, los mismos investigadores publicaron pruebas adicionales que demostraban
que los dragones de Komodo poseen una mordedura venenosa. Las exploraciones
realizadas mediante imagen por resonancia magnética de un cráneo mostraron la
presencia de dos glándulas secretoras de veneno en la mandíbula inferior. Al extraer
una de estas glándulas de la cabeza de un espécimen enfermo terminal en el Zoo de
Singapur, comprobaron que secretó un veneno que contenía
varias proteínas tóxicas diferentes. Entre las funciones conocidas de estas proteínas
se incluyen la inhibición de la coagulación de la sangre, bajada de la tensión arterial,
parálisis muscular e inducción a la hipotermia, lo que conduciría a una conmoción y
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pérdida de consciencia en las presas víctimas de su mordedura. Como consecuencia
de este descubrimiento, la anterior teoría que afirmaba que las bacterias eran las
responsables de las muertes de sus víctimas quedó obsoleta.
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8. Reproduccio n:
Las hembras maduran sexualmente en torno a los 9 años y los machos a los 10, y
aunque muchos mueren a causa de los depredadores cuando son todavía unas crías, si
llegan a adultos pueden vivir hasta 50 años. El apareamiento tiene lugar entre julio y
agosto, y la puesta de huevos en septiembre, para evitar los calurosos meses de
verano y permitir la posibilidad de un segundo acoplamiento.
Durante este periodo, los machos combaten por las hembras y por el territorio,
luchando entre ellos levantándose sobre sus patas traseras, hasta que el perdedor
queda sometido en el suelo, el ganador del combate tocará con su larga lengua a la
hembra para comprobar su receptividad. Las hembras son hostiles y durante las
primeras fases del cortejo sexual se resisten con las zarpas y los dientes, por lo que el
macho tiene que inmovilizar completamente a la hembra durante el coito para evitar
resultar herido. Las demostraciones de cortejo del macho incluyen frotar el mentón
sobre la hembra, fuertes arañazos en la espalda y lameduras.
La copulación tiene lugar
cuando el macho inserta uno de
sus hemipenes (órgano
reproductor en lagartos
escamosos) en la cloaca de la
hembra. Después del
acoplamiento, algunos machos
se quedan con la hembra durante
unos días para impedir que otros
machos se apareen con ella, ya
que los dragones de Komodo pueden ser monógamos y formar vínculos de pareja, un
comportamiento raro en lagartos.
La hembra pone los huevos en madrigueras excavadas junto a una colina o en un
nido abandonado de talégala de Reinwardt (un tipo de ave galliforme), y suele poner
una media de veinte huevos, con un periodo de incubación de 7 a 8 meses. La
hembra los cubre con tierra y hojas y yace sobre los huevos para incubarlos y
protegerlos hasta que eclosionen alrededor en el mes de abril, a finales de la estación
15
lluviosa cuando los insectos son abundantes. Salir del huevo es un esfuerzo agotador
para las crías, que rompen el caparazón usando un diente de huevo que les cae poco
después, tras romper la cáscara, las crías pueden permanecer dentro de ellas durante
algunas horas antes de empezar a salir del nido. Una vez que los huevos
eclosionan, nacen indefensos, y muchos de ellos son devorados por predadores.
Los jóvenes pasan la mayor parte de su primer año de vida subidos en los árboles,
donde se encuentran seguros de depredadores, incluidos dragones adultos caníbales,
que tienen en los ejemplares jóvenes el 10% de su dieta. El hábito
del canibalismo puede ser ventajoso a la hora de mantener el gran tamaño de los
adultos, dada la escasez de presas de tamaño medio en las islas. Cuando los jóvenes
se acercan a un cadáver para alimentarse, se revuelcan en materia fecal y en restos de
intestinos de animales destripados para disuadir a los adultos hambrientos.
48%
39%
13%
Tasa de eclosion y supervivencia:
Huevos puestos Huevos eclosionados Crías que sobreviven
16
8.1. Partenoge nesis:
Una hembra de dragón de Komodo del Zoo de Londres llamada “Sungai” puso una
nidada de huevos a finales de 2005 a pesar de estar separada de la compañía de un
macho desde hacía más de dos años. Los científicos asumieron inicialmente que
había sido capaz de almacenar esperma de algún encuentro anterior con algún
macho, (adaptación conocida como supe fecundación). El 20 de diciembre
del 2006 se informó que “Flora”, una dragona que vivía en el Zoo de Chester
(Inglaterra) se había convertido en el segundo caso conocido de un dragón de
Komodo que ponía huevos no fertilizados: puso 25, once de ellos viables, de los
cuales eclosionaron ocho, todos machos. Un grupo de científicos dirigidos por Phill
Watt, de la Universidad de Liverpool, llevaron a cabo pruebas genéticas sobre tres
huevos que se habían malogrado después de trasladarlos a una incubadora, y
comprobaron que “Flora” no había tenido ningún contacto físico con un dragón
macho. Al descubrirse esta condición de los huevos de “Flora”, se realizaron más
pruebas que demostraron que los huevos de “Sungai” también habían sido
producidos sin fertilización externa.
Los dragones de Komodo tienen el sistema cromosómico ZW de determinación del
sexo, a diferencia del sistema XY de los mamíferos. La descendencia masculina
demuestra que los huevos no fertilizados de “Flora” eran haploides (n) y que después
duplicaron sus cromosomas para hacerse diploides (2n).
Cuando una hembra (con cromosomas sexuales ZW) se reproduce de este modo,
sólo proporciona a su progenie un único cromosoma de cada uno de sus pares,
incluido un único cromosoma sexual. Este conjunto único de cromosomas es
duplicado dentro del huevo, que se desarrolla partenogenéticamente, por lo que los
huevos que reciben un cromosoma Z pasan a ser ZZ (machos), y los que reciben un
cromosoma W se convierten en WW y no llegan a desarrollarse.
Se ha teorizado que esta adaptación reproductiva permitiría a una única hembra
entrar en un nicho ecológico aislado (como por ejemplo una isla) y producir
descendencia masculina por partenogénesis, estableciendo así una población capaz
de reproducirse sexualmente (cuando la hembra se reproduce con su descendencia
puede poner huevos tanto de machos como de hembras).
17
A pesar de las ventajas de esta adaptación, se advierte a los zoológicos que la
partenogénesis puede perjudicar la diversidad genética.
El 31 de enero de 2008, el Zoo del condado Sedgwick en Wichita (Kansas), Estados
Unidos, se convirtió en el tercer zoológico en documentar la partenogénesis en
dragones de Komodo, y el primero fuera de Inglaterra. El zoo tiene dos hembras
adultas, una de las cuales puso aproximadamente 17 huevos del 19 al 20 de mayo de
2007.
Huevos puestos 76%
Huevos que eclosionaros
24%
Tasa de eclosión por partenogénesis:
Cría nacida por partenogénesis en el zoo de Chester (Inglaterra)
18
9. Peligro para los humanos:
Aunque sean muy raros, hay constancia de ataques a humanos; el 4 de junio
de 2007 un dragón de Komodo atacó a un niño de ocho años en la isla de Komodo, el
muchacho murió poco después por la pérdida masiva de sangre a causa de las heridas
recibidas. Era el primer ataque mortal registrado en 33 años. Los nativos culparon del
ataque a los ecologistas de fuera de la isla que prohibieran los sacrificios de cabras
que se les ofrecían a los dragones, privándoles de una fuente de alimento con la que
contaban, haciéndolos vagar por donde vivían los humanos en busca de comida. La
población de la isla de Komodo tiene la creencia de que los dragones de Komodo son
realmente la reencarnación de antiguos compañeros, por lo que deberían ser tratados
con reverencia.
El 24 de marzo de 2009, dos dragones dieron muerte a un pescador en la isla de
Komodo, que fue atacado cuando buscaba añones, (chirimoyas), en el Parque
Nacional de Komodo, donde fue abandonado malherido sangrando por las numerosas
mordeduras en sus manos, piernas y cuello.
19
10. Conservacio n de la especie:
El dragón de Komodo figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN
clasificado como especie vulnerable.1 Hay aproximadamente entre 4.000 y 5.000
dragones de Komodo en estado salvaje. Las poblaciones están limitadas a las islas de
Gili Motang (100 especímenes), Gili Dasami (100 especímenes), Rinca (1.300
especímenes), Komodo (1.700 especímenes) y Flores (quizás unos 2.000 especímenes).
Sin embargo, existe la preocupación de que sólo podrían quedar unas 350 hembras
reproductoras, en respuesta a esta preocupación, en 1980 se fundó el Parque Nacional
de Komodo para proteger las poblaciones de dragones de Komodo en islas como
Komodo, Rinca y Padar. Posteriormente se fundaron las reservas de Wae Wuul y de
Wolo Tado en la isla de Flores para contribuir su conservación. Hay pruebas de que los
dragones se están acostumbrando a la presencia de seres humanos, dado que los turistas
los alimentan a menudo con cadáveres de animales en varios puntos de alimentación.
La actividad volcánica, los terremotos, la pérdida de hábitat y los incendios pueden
destruir la población del dragón de Komodo, un ejemplo fue la población de estos
reptiles en la isla de Padar, que fue casi destruida debido a un incendio incontrolable,
aunque también actúan diversos factores como la escasez de presas, el turismo y la caza
furtiva, que han contribuido en conjunto a su actual estado de especie vulnerable.
Sin embargo el zoólogo y paleontólogo australiano Tim Flannery ha sugerido que el
ecosistema australiano podría beneficiarse con la introducción de dragones de Komodo,
ya que podrían ocupar parcialmente el nicho ecológico que los grandes carnívoros
dejaron vacante tras la extinción del varánido gigante (Megalania Prisca). Sin embargo,
también aboga por actuar de forma gradual y con gran precaución en estos experimentos
de aclimatación, y tener especialmente en cuenta que no debería subestimarse el
problema de depredación de los grandes varánidos sobre los humanos. Flannery pone
como ejemplo la exitosa coexistencia con los cocodrilos marinos (Crocodylus porosus)
como prueba de que los australianos podrían adaptarse con éxito.
20
10.1. Conservacio n en cautividad:
Los dragones de Komodo siempre han sido grandes atracciones de los zoos, donde su
tamaño y reputación de animales temibles los convierten en animales muy populares,
sin embargo, son bastante raros en zoológicos, ya que son vulnerables a infecciones y
enfermedades parasitarias si se los captura en estado salvaje, y no se reproducen
fácilmente.
El primer dragón de Komodo fue expuesto en 1934 en el Smithsonian National
Zoological Park, en Washington D. C., pero sólo vivió durante dos años. Se realizaron
más tentativas de exponerlos, pero la longevidad de estas criaturas era muy corta, con
un promedio de cinco años en este Parque Zoológico Nacional, por lo que finalmente,
los estudios realizados por Walter Auffenberg, permitieron unos mejores cuidados y una
tasa de reproducción más exitosos de estos grandes lagartos en cautividad.3
Se ha observado en dragones cautivos que muchos ejemplares presentan un
comportamiento relativamente dócil después de poco tiempo en cautividad. Se conocen
muchos casos en que los encargados del zoo han sacado a los animales de su recinto
para relacionarlos con los visitantes, incluidos niños pequeños. También parece que los
dragones son capaces de reconocer a seres humanos de forma individual. Ruston
Hartdegen, del Zoo de Dallas, informó que sus dragones de Komodo reaccionaban de
manera diferente si veían a su cuidador habitual, a uno de menos familiar, o a uno
completamente desconocido.
La investigación con dragones de Komodo en cautividad también ha ofrecido pruebas
de que toman parte en juegos, uno de los estudios se refiere a un ejemplar que hacía
mover una pala que había dejado su cuidador, aparentemente atraído por el sonido de la
pala rascando contra la superficie rocosa.
Otro caso documentado de juego en los dragones de Komodo viene de la Universidad
de Tennessee, donde una joven dragona llamada Kraken interactuaba con anillas de
plástico, un zapato, un cubo y una lata, dándoles golpes con el hocico y moviéndolos de
un lado a otro con la boca. Trataba estos objetos de manera diferente que la comida, lo
que llevó al investigador Gordon Burghardt a concluir que esto desmiente la visión de
que el juego con objetos es un comportamiento predador motivado por el alimento.
21
Kraken fue el primer dragón de Komodo nacido en cautividad fuera de Indonesia, el 13
de septiembre de 1992.
Sin embargo, incluso dragones aparentemente dóciles pueden volverse agresivos de
manera impredecible, especialmente cuando alguien desconocido invade su territorio.
En junio de 2001, un dragón de Komodo hirió gravemente a un hombre cuando accedió
al interior de su recinto del zoo de Los Ángeles, invitado por el cuidador del animal;
recibió un mordisco en su pie desnudo, puesto que el cuidador le había dicho que se
sacara los zapatos blancos que llevaba, que podrían haber excitado al dragón. Aunque
consiguió escapar del animal, fue necesario volver a unirle quirúrgicamente varios
tendones del pie.
Ejemplo de la conservación en cautividad del dragón de Komodo (zoo de
Barcelona)
22
11. Trabajo de campo:
La mordedura venenosa del dragón de Komodo (El Mundo):
Un dragón de Komodo
ante un búfalo, una de
sus presas.
Hasta ahora los
científicos habían
especulado mucho con la
forma de capturar a sus
presas que tiene el
dragón de Komodo
('Varanus komodoensis'),
el mayor lagarto vivo de
la tierra. A pesar de que puede llegar a alcanzar una longitud de tres metros y un peso
entre 80 y 140 kilogramos, los científicos sabían que la fragilidad y la falta de peso de
su cráneo impedían que sus mandíbulas pudieran desgarrar e inmovilizar a sus víctimas.
De forma que existía un consenso en torno a que un
gran cóctel de bacterias presente en su boca se
encargaba de infectar las heridas que provocaba su
mordedura. Después sólo tenía que seguir a su
maltrecha presa hasta que los patógenos hacían el
trabajo por él y una infección generalizada se encargaba
de matar al animal.
Las últimas investigaciones indican que esta creencia es
falsa. Un nuevo trabajo realizado por investigadores
australianos y publicado en la revista científica
'Proceedings of the National Academy of Science' ha
encontrado un complejo sistema de glándulas
productoras de veneno en el cráneo de los dragones de
Komodo.
23
"Nosotros rechazamos la noción popular del uso de bacterias tóxicas para acabar con las
presas", asegura en el trabajo el investigador principal Bryan G. Fry, de la Universidad
de Melbourne (Australia). "Nuestra investigación señala la presencia de un sofisticado
aparato de matar compuesto por un gran arsenal".
El veneno de esta especie, que habita en diversas islas de Indonesia como la isla de
Komodo, provoca una severa pérdida de sangre causada por un agente anticoagulante
que posee y provoca un 'shock' en la presa que termina por matarla.
Los investigadores usaron un aparato de resonancia magnética para localizar las
complejas glándulas del veneno del dragón de Komodo. Además, las extrajeron de un
ejemplar enfermo de un zoo mediante cirugía para determinar la composición del
veneno. Y lo que encontraron es que se trata de un compuesto muy similar al de muchas
serpientes.
Por último, los científicos examinaron los fósiles del dragón gigante extinto conocido
como Megalania ('Varanus prisca') para determinar si también poseía este tipo de
glándulas venenosas. Sus resultados revelaron que este lagarto de más siete metros de
longitud fue uno de los animales venenosos más grandes de la Historia de la Vida.
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12. Conclusiones:
Las impresiones que me han causado este trabajo han sido positivas, ya que he
pasado mucho tiempo investigando en diferentes páginas y foros, y comparando
opiniones y experiencias de diferentes herpetólogos, las cuales han enriquecido mi
conocimiento sobre este gran temible reptil, el dragón de Komodo, por lo que he
aprendido su comportamiento, a la vez que su tipo de alimentación y sus hábitos, e
incluso sobre sus antecesores.
Este proyecto ha confirmado algunas de mis hipótesis iniciales, como por ejemplo la
existencia de veneno en estos varanidos, a la vez que ha conseguido cumplir los
objetivos, tanto generales, como específicos.
Aunque este trabajo me ha causado impresiones positivas, también las ha causado
negativas, como por ejemplo el hecho de tener que buscar en infinidad de páginas y
leer muchas teorías sobre sus descendientes, su anatomía y diferentes estudios de su
veneno para así poder alcanzar la mayor veracidad posible.
Las conclusiones que se derivan del trabajo de campo es que el mundo hace sus
mayores esfuerzos para impedir la extinción de estos magníficos reptiles.
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13. Bibliografí a:
La información de la que se compone este proyecto ha sido extraída de diferentes foros,
páginas web, periódicos virtuales y por la visión de diversos documentales:
http://es.wikipedia.org/wiki/Varanus_komodoensis
http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_447447/9223-el-zoo-
de-barcelona-se-digitaliza#.Ttt1bOB7BquHFZ9
https://www.youtube.com/watch?v=e_4JPjQuHBs
http://bioenciclopedia.com/dragon-de-komodo/
http://www.lagartopedia.com/dragon-de-komodo/
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/030709c.html
http://www.muyinteresante.es/naturaleza/articulo/asi-caza-el-dragon-de-komodo
http://www.taringa.net/posts/ecologia/15149201/Dragon-de-Komodo.html
http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_447447/9223-el-zoo-
de-barcelona-se-digitaliza#.Ttt1Xra0u83mkSK