Colegio Departamental de Arquitectos de La Paz

EL

ESPACIO

ABIGARRADO

DE

LA CIUDAD DE LA PAZ

Segundo Premio de la VII Bienal Internacional

de Arquitectura y Urbanismo

“Transformación e identidad de los centros

Teoría del espacio urbano y arquitectónico

Colegio Departamental de Arquitectos de La Paz

EL ESPACIO

ABIGARRADO DE LA

CIUDAD

DE LA PAZ

CRITICA URBANÍSTICA Y

ARQUITECTÓNICA A LA

CONCEPCIÓN ESPACIAL DEL

MUNICIPIO

JUAN FRANCISCO BEDREGAL

VILLANUEVA, ARQUITECTO

Segundo Premio de la VII Bienal Internacional de

Arquitectura y Urbanismo

“Transformación e identidad de los centros urbanos”

Octubre de 2002

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AVII BIENAL DE ARQUITECTOS

Titulo:

El espacio abigarrado de la ciudad de La Paz, (el antiuspa)

Autor:

Juan Francisco María Bedregal Villanueva

Diagramación del autor

formato del diseño de el Libro “El Taypi” realizado por el Grupo M.A.S., Marques Diego, Salinas Leonardo

fotos y efectos especiales de la portada J. Francisco Bedregal V.

Queda prohibida la reproducción total de del documento,incluso por fotocopias se autoriza la reproducción parcial sólo a condición de señalar la fuente.-

Derechos de propiedad, El autor del libroPresentado a la Bienal Octubre de 2002Primera Edición : Octubre de 2003Impreso en La Paz, Boliviaeditorial. Deposito Legal, Nº. 4-1-865-03

Agradecimientos:

Al Colegio Departamental de Arquitectos de La Paz, a su Presidente el Arq. Rolando Carrazana Rocha

DEDICATORIA:

A LOS JÓVENES ARQUITECTOS YESTUDIANTES DE ARQUITECTURA,ESPERANZA DE UNA NUEVA VISIÓN

DEL ESPACIO Y DE UN COMPROMISOSINCERO CON LA REALIDAD

URBANA DE ÉSTA CIUDAD

La Paz, 9 de Julio de 2003

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VII BIENAL DE ARQUITECTOSVII BIENAL DE ARQUITECTOS

ARQUITECTURA

INDICE

PrologoLiminarPresentación

PRIMERA PARTE1.-Algunas consideraciones de orden filosófico 12.- El USPA-PLUS, la geometría euclidiana y la cuarta dimensión 53.- Ortogonalidad o topología 7 El expresionismo como vertiente de la postmodernidad 94.- Racionalismo o Fenomenología 85.- Los pliegues de la ciudad 127.- Topología y el Parque Urbano Central 138.- Finalidad del plan de regulación de uso de suelos 189.- La metropolización 2010.- Parámetros de aplicación del USPA 2111.- El USPA y la Arquitectura 2312.- Reforma o transformación 2413.- El USPA un reglamento tardo moderno 2514.- Arquitectura y urbanismo de las tipologías y la normatividad 2915.- Sobre la re-valoración de la herencia histórica 3416.- La ciudad como fenómeno económico 4017.- Sobre-posición tipológica en la ciudad de La Paz 41

SEGUNDA PARTE De los caminos de una normatividad acorde a la ciudady sobre algunos instrumentos necesarios

18.- Planificar es gobernar 4319.- Crecimiento vs. Desarrollo 4420.- Mapeo y tasas de densidad 4521.- Uso de suelo y reglamentación asignatura pendiente del municipio 4722.- Distritación 4823.- Sobre la necesidad de pasar de la impostura a la investigación posteuclidiana 5124.- Sobre los planos inclinados 5325.- En defensa de una visión topológica de la ciudad 56

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26.- Líneas hacia una propuesta 60

TERCERA PARTECrítica a la propuesta de reforma del USPA denominada PLUS oReglamento de intensidades de uso de suelo

27.- Los parámetros de uso de suelo 6528.- El Lote básico 6629.- De la lógica de la normativa y su cumplimiento 7130.- Norma forma y función 7231.- Hacia una propuesta 7432.- Sobre la imagen de la tipología del naciente ALUA 7533.- La concentración del suelo 7634.- La relación tipología/densidad 7735.- Norma, forma y tecnología 7836.- La propuesta urbana de la modernidad y sus versiones criollas 8037.- Sobre el ALUA del PLUS 8239.- La legislación de lo plano en una ciudad inclinada 8440.- La legislación comercial del suelo 8441.- El USPA y la corrupción 8642.- El USPA en las laderas 87

ANEXO

Sobre el teleférico 89Dos consideraciones sobre la esquizofrenia municipal 91Bibliografía 93

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ANTECEDENTES E

INTRODUCCIÓN.

ANTECEDENTES

LIMINARUna vez superados los exabruptos de las gestiones municipales de corte populista, que dejaron al municipio en franca banca rota, la gestión del Alcalde Del Granado, permite tener un punto de referencia que divide aguas entre el manejo casi obsceno del poder y la administración enmarcada en una contabilidad decente, en consecuencia ahora si la crítica empieza a tener algún sentido constructivo, todos los gobiernos, y sobre todo los locales tiene hoy dos tipos de valoración, los interlocutores que administran la opinión sobre la gestión son dos y generalmente por razones muy diferentes: por un lado los habitantes, citadinos que se sirven el “día a día” de la ciudad, y cuya opinión oficial solo se expresa en el sufragio popular, y por otro lado el “estableshment”, que lo comparten los dueños de la banca Inter-nacional, el F.M.I. y sus sectores urbanos aliados, por que la ciudad no es sólo un ámbito de intenciones, sino probablemente el más evidente campo de disputas políticas y de intereses económicos, como no serlo, si es el núcleo mismo del consumo y la propaganda; la llamada racionalidad administrativa no está al margen del gusto de los sectores que representan la globalización, que no son otra cosa que transmisores de la hegemonía unipolar y toda su traducción ideológica, y del modelo excluyente que está implantado en el municipio y en todos sus instrumentos normativos.

Desde luego en un país como Bolivia, donde las obras no se construyen como la voluntad sostenida de la ciudadanía, ni como definiciones técnicas y sociales de sus habitantes y de sus entes pensantes, sino obras dispersas y aisladas, imaginadas por el titular o sus adlateres, con la finalidad de vender una imagen de eficiencia con el endeudamiento externo, cuando no con el financiamiento de la cooperación, que no es otra cosa que la limosna, que se ha convertido en práctica “digna” que se la toma ya sin rubor, y a la que se accede como premio al manejo adecuado de las cuentas municipales, por lo que uno de los más preciados objetivos de toda gestión es la convertirse en “sujetos de crédito”.

Las ciudades modernas que se habían desarrollado como centros industriales productivos a principios del siglo XX, se vienen alineando al nuevo rol que el modelo globalizador les ha otorgado y definido, y que se transmiten al espacio urbano a través del llamado ajuste estructural, tercializando las ciudades, es por eso que la ciudad se convierte ya no en un centro productivo, sino en un mercado de productos de los países que pudieron sostener esa condición industrial antes de la cristalización del modelo. Sin producción no existe trabajo ni sus beneficios sociales, por eso hoy se habla de empleo y no de trabajo, toda la zona norte parece un barrio fantasma, las grandes instalaciones y usinas de

principios del siglo XX, abandonadas, toda actitud de dignidad tiende a restablecer la producción industrial o al menos artesanal.

La reposición de la condición industrial de La Paz, es una tarea que también atinge al gobierno municipal, los municipios deben ser productivos, deben promover acciones para que sus habitantes desarrollen mejores condiciones de vida, y la fuente de ello, no puede ser sino el trabajo productivo, caso contrario debemos acostumbrarnos a vivir una ciudad mercado, improductiva y hacinada, así mismo el tema de la vivienda, hoy largada a la suerte de los migrantes debe ser una responsabilidad municipal, si bien la ley no lo dispone así, pero a través de la normatividad y de los planes de desarrollo de las laderas y zonas populares es posible al menos mejorar las condiciones básicas de saneamiento urbano que configuren un mejor lugar para la construcción de la vivienda. Barrios, con áreas verdes, agua potable, recojo de basura, alcantarillado, gas, aceras, y calles limpias, iluminación, infraestructura amplia y adecuada.

Hoy que ya somos un sujeto de crédito, y no una sucursal del populismo, hoy seguramente podemos “aspirar” a entrar en las nuevas corrientes urbanísticas que ha venido diseñando la globalidad, desde la década de los ochenta y noventa, formando parte de las medidas de ajuste estructural.

La ciudad es el lugar de realización del capital, en el nuevo ordenamiento mundial, las ciudades han adquirido un

nuevo rol, éstas deben ser competitivas, y funcionales al orden económico diseñado en el norte, el municipio en

la acepción clásica, debía regular el crecimiento, hoy la desregulación reglamentaria para grandes inmobiliarias son parte del modelo impuesto por los financiadores, el crecimiento de las ciudades es un interés municipal, -bajo el eufemismo de “hacer ciudad” ésta ha mudado su rol para convertirse en una máquina de crecimiento para poder atraer al capital y para ponerse a su servicio.

Las grandes intervenciones que han sufrido las grandes capitales como Paris, con las obras de Mitterrand, las que se vienen realizando en Berlín después de la unificación alemana, y en general las faraónicas intervenciones urbanas de ciudades europeas con motivo de olimpiadas, juegos mundiales de Futbol o ferias internacion les, Hannover, Barcelona, Bilbao etc. etc., o como los menemistas planes de Puerto Madero en Buenos Aires, son todas obras que ponen a la planificación urbana y a la arquitectura al servicio del espectáculo, y la “cultura”, este ha sido el caballo de troya que ha justificado la intervención en grandes hechos arquitectónicos que no resuelven los grandes problemas urbanos, pero que sirven como escenario en una vorágine competitiva de ciudades, obras acordes con el desarrollo tecnológico de la era de la conquista del espacio. La cultura como summun del desarrollo, sin embargo no podemos hablar de ella (la cultura) sin antes resolver los problemas del hambre, de los servicios y equipamiento urbano irresueltos, del gravísimo problema del medio ambiente de las ciudades, de la falta de espacios educativos y áreas verdes etc., etc.

Hoy no solo vivimos la guerra como un espectáculo de interés colectivo, y de justificación de la razón del vencedor, que Dios ya no es neutral, vivimos de imágenes y espectáculo, las ciudades y sus realizaciones como espejuelos con las que podemos al menos distraer nuestras más apremiantes necesidades, de ahí que será mucho más fácil tener créditos o donaciones para la realización del Parque Urbano Central, que para instalar servicios de agua, luz, gas domiciliario en nuestros barrios periféricos, y aunque la ciudad no es sino una gran pirámide, y toda cúspide está en proporción al ancho de su báse, la prioridad del plan está puesta en crear una imagen de una ciudad propicia para la inversión privada internacional, como dice Capandeguy* la triada producción, poder y seducción son

el nuevo disparador de las mutaciones genéticas de la arquitectura su máxima expresión en nuestro medio son las “magnificas de P.M.” que hacen más noticia que el Gabinete, fungen de candidatas y participan incluso en los sesudos debates y devaneos de la política criolla y nos recuerda a Molotov y el “canal de las estrellas…”, en esa línea se encuentra también el reglamento de concesiones de bienes de dominio público y servicios públicos municipales de Juan sin miedo, donde se han definido las grandes “líneas” de crecimiento, de venta de la ciudad; el nuevo USPA (PLUS) se inscribe también dentro de éstas políticas tendientes a que La Paz, sea una ciudad “competitiva” dócil al capital financiero olvidando que esta urbe es el pivote que puede articular el desarrollo departamental y regional, ya que se trata de un fenómeno de proporciones singulares en el altiplano y que por lo tanto el Gobierno Municipal tiene una responsabilidad que rebasa sus límites geográficos e incluso los límites

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VII BIENAL DE ARQUITECTOS

*Capandeguy Diego, Producción, poder y seducción

en la arquitectura uruguaya reciente, Block Nro. 5

nacionales, y que debe ser articulada con el proyecto del gas y convertirse en un puerto seco entre la Amazonia y el Pacífico.

De ahí que la planificación está siendo sustituida por las iniciativas del capital internacional, por ejemplo el teleférico que baja “la mano de obra barata” de la ciudad de El Alto hacia la ciudad de La Paz, degradando su condición humana, ya que solo tiene un punto de partida y otro de llegada, puede ser un negocio apetitivo para un consorcio internacional, la ciudad aquí no importa, ni su identidad, ni su imaginario, ni la integridad de su tejido urbano, con el celofán del desarrollo, es presentada como una gran iniciativa de la gestión.

En el catalogo de proyectos de inversión del gobierno municipal la estación central de ferrocarriles, se convierte en una estación “bimodal”, que por su propia definición es la ampliación de la terminal de buses, urbano, interurbano y departamental, con una inversión calculada de 30 millones de dólares, pero ¿Y que pasa con el tren elevado?, si hacemos concesiones aisladas, al margen de una concepción integral del desarrollo de la ciudad, corremos el riesgo de dar un uso equivocado a lugares que no podrán ser recuperados nunca más, y sin los cuales otros proyectos más importantes quedan truncos, por ejemplo no subyace en la estación central su función original sin el puente que injustificadamente ha sido desmontado y arrancado, pese a ser también obra de Eiffel. Las llamadas planificaciones estratégicas, con las que se han sustituido los planes urbanos de crecimiento, planes reguladores o planes directores, son parte de la receta, por medio de la cual se ponen como prioridad las necesidades internacionales de capital, en contraposición, está el plan humano y sostenible de la ciudad, que recoge las urgentes necesidades de los barrios, tal como lo vienen haciendo en el Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva, a través del llamado estatuto de la ciudad y la reforma urbana, inscrita ya, en la propia constitución.

Otro de los fenómenos que caracteriza la actual situación es la fabricación de “consensos” de un menú municipal, que no logra articularse, porque como son ofertas aisladas dirigidas al capital internacional, éstas no concuerdan como un gran rompecabezas del espacio urbano; por ejemplo el parque urbano es incompatible, con el Teleférico y con el tren elevado también, la estación de llegada del teleférico tendría que ser en el teatro al aire libre, y esto forma parte del parque, su efecto sobre el área descrita como un parque medioambientalista,

6.000 personas por hora, necesitarían 14 líneas menores (minibuses) para desconcentrarse y no hay calles para ese fin, ni que decir del enorme comercio informal colateral, por lo que el resultado es inverso al pregonado, tampoco se articula con el tren cuya estación final de la primera línea se ubica unas cuadras arriba en el ahora mercado Camacho, por todo ello resulta fundamental que empecemos a pensar seriamente en la planificación urbana; la

fabricación de “consensos”, a través de las llamadas “mesas” ciudadanas, son una patraña, que no tiene otro objetivo que justificar lo que no ha sido estructurado en forma técnica, es decir son formas de propaganda de los planes que no son orgánicos, y que como lo hemos dicho vienen como demandas municipales a la inversión capitalista internacional y no por la solución de los problemas reales que tiene la ciudad. Por otro lado no tienen ningún asidero legal, en vista de que existe una ley de participación popular, por medio de la cual es posible llegar a tener verdaderos consensos, lo que pasa con éstas mesas, es que nunca tienen continuidad ni una estructura orgánica, las personas o personalidades, invitadas solo tienen su propia opinión y no representan más que eso, y son consideradas, solo si se manifiestan a favor, y nunca si lo hacen en contra, por lo tanto la construcción de los consensos son una falacia.

Y no es que estemos definitivamente en contra de la inversión internacional de capital, sino de que éste venga a definir la imagen de la ciudad de los “chukutas”, son éstos los que deben definir, a través de un plan de ordenamiento y desarrollo urbano en forma soberana y participativa que acciones pueden ser concedidas y bajo que condiciones al capital internacional, por ejemplo el tren urbano elevado puede ser una buena iniciativa para resolver el caótico problema del tráfico masivo, sin embargo si éste es tomado solo como una medida electoral o demagógica, si no se resuelven todos los trazos, si no se da continuidad a que las diferentes líneas, sean construidas, para que sirva tanto a las zonas del sur, como a las del norte, y a las pendientes, esto se convertirá en un plan excluyente, al servicio de los que mas tienen.

La gestión urbana no puede contentarse con sanear la economía municipal, eso es lo menos, aunque en nuestro medio ya resulta una gran conquista, que hay que celebrar, la gestión urbana significa ordenar y planificar el desarrollo de la ciudad, ésta con una carencia impresionante de suelos, con una densidad muy alta, tiene muy pocas posibilidades, si es que las tiene aún, por eso mismo es urgente, nada puede hacerse sin un real consenso, y esto es muy diferente al prebendalismo con el que se han manejado los recursos de la inversión III

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municipal, que ha conducido a un archipiélago de obras desconexas, que satisfacen solo a los reyes chiquitos de los barrios, la ausencia de un plan matriz, que articule la totalidad. Y esto precisa un diagnostico de la ciudad. Es en el marco de ésta situación urbana y económica, que realizamos una exhaustiva crítica al nuevo reglamento de uso de suelo, entendiendo que este es un instrumento excluyente del desarrollo, pensado solo para justificar la gestión municipal, es decir que no ayuda a crear una ciudad mas humana, ecológica y sostenible, y sobre todo que se adecue a ésta ciudad, con todas sus imperfecciones y desafíos, aunque estamos seguros que no es por la vía de la reglamentación del uso de suelos que se podrá diseñar mejor una ciudad, ya que esto es un tema de fondo, de planes y sobre todo de una gran voluntad política, el solo hecho de que se hubiese empezado por aquí, indica la falta de ubicación técnica de la gestión, entre tanto el gremio de los arquitectos, sigue en la actitud que nos ha caracterizado, la de celosos guardianes del espacio urbano, no por intereses inmobiliarios, sino por razones éticas y estéticas.

El desacato a la norma USPA en nuestra ciudad, es un fenómeno que no ha sido aprendido por la comuna, y que ha creado una ciudad fuera de normas y por lo tanto al margen de la regularización, esto con todas las connotaciones habitacionales, medioambientales y económicas, tal como la imposibilidad de ser utilizadas como sujetos de créditos bancarios, antes de crear una nueva norma parece

ser necesario la regularización de todas estas viviendas, trabajo que podría ampliar los horizontes laborales de los

IV

Dada la coyuntura política, la aprobación del nuevo reglamento es casi un hecho, la férrea oposición de instituciones como el Colegio de Arquitectos, la Sociedad de Ingenieros y la Cámara de la Construcción no podrá frente a la voluntad política de un Concejo sediento de realizaciones ante la proximidad de las elecciones municipales.

Una definición de los problemas fundamentales de la Ciudad de La Paz, una caracterización de sus condiciones geográficas, sociales, poblacionales, una definición de la vocación de la ciudad en un contexto o mancha metropolitana y regional, todo eso que no puede ser un supuesto.

De la definición de éstos aspectos depende por cierto el tipo de reglamentación a la construcción, desde luego para los pragmáticos esto es simple y prescindible filosofía bizantina.

Otra y muy fuerte observación es la mecánica de aplicación del reglamento, sabemos que para la explicación de los fenómenos urbanos, particularmente las corrientes económicas que han apuntado su óptica sobre la ciudad, tienen por metodología la definición de sus supuestos epistemológicos, se trata de modelos matemáticos, sujetos a reglas y a operaciones, ecuaciones matemáticas, por lo general éstos modelos son teóricos y sus variables deben ser mensurables, es decir medibles, para ello las condiciones en las que se desarrollas son teóricas y empiezan diciendo “...la presente teoría económica del espacio parte del supuesto de un terreno plano, continuo y uniforme aislado por un desierto con idénticos costos unitarios de transporte en todas direcciones etc, etc”. El reglamenteo de intensidad de uso de suelo debería partir del mismo supuesto y agregar además que se trata de un reglamento para una ciudad vacía o en construcción. En realidad para quien analiza con criterio y atención encontrará que este sistema de intensidades tiene implícito ése supuesto epistemológico, es un reglamento que hace abstracción total de la ciudad a la que está destinado, y el presente ensayo tiene como objetivo demostrarlo en forma técnica aunque también con una cierta dosis de ironía.

No pretendemos dar cátedra de urbanismo, pero si ver y aprender a ver y a imaginar soluciones diferentes para la mayoría de la ciudad que por cierto no se parece en nada a los esquemas de aplicación de los parámetros USPA - PLUS. Y si esto ayuda a la formación de nuevas generaciones nos sentiremos por demás congratulados, sabemos que hoy no será entendido, que los visionarios no tienen cabida en la vida “real”, apostamos al mañana que esperamos sea mejor que el presente.

arquitectos, en esta época de crisis, sin embargo nos enfrascamos en discutir una norma, que no puede ser el referente para la regularización, entrando a un campo a todas luces sin salida.

Es que las priordades son otras, los que están fuera de la norma, son los más,.. los mas pobres, en cambio podemos re inventar la Av. Busch, adornar las calles con flores, tarea, ciertamente muy acertada, hecha con mucho profesionalismo y que la alabamos porque de eso de trata de hacer de la ciudad un jardín, pero lo otro, no deja de ser igualmente importante, queremos jardineras en las laderas, flores y árboles, canchas y áreas verdes. Eso es democracia!!

La Paz, 16 de septiembre de 2003

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Grabado en madera de Genaro Ibañez, calles coloniales de La Paz BEDREGAL V

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PRESENTACIÓN

El presente documento se inició como una crítica a un modelo de crecimiento que el municipio ha denominado USPA (Usos de Suelo y Patrones de Asentamiento), sin embargo la necesidad de abonar el surco hacia la creación de un instrumento de trabajo que sustituya y que se afinque en las actuales visiones contemporáneas del espacio, y que pueda contribuir con algo a la casi inexistencia de trabajos sobre el tema urbanístico en nuestro medio, me ha llevado a ampliar algunos aspectos que le dan un cierto carácter académico.

El USPA consagrado como la expresión oficial del urbanismo lo que se cree en nuestro medio es esa ciencia, ha calado muy profundamente en el desarrollo de la ciudad con resultados desastrosos, la falta de una visión y de una discusión que se afinque en conceptos aproximaciones e interpretaciones de nuestra realidad tanto física,

topográfica, topológica y hasta toponímica, en la medida que el nombrar el territorio es una forma de apropiación del espíritu del lugar, y así mismo filosófica, sociológica y cultural nos hace espectadores pasivos de una realidad que creemos puede ser mejor, ni que decir desde el punto de vista económico, sociológico, que son disciplinas que han empezado a trabajar la ciudad desde sus propias demarcaciones epistemológicas, la ecología por otro lado viene creando su propia utopía: la ciudad verde, y por cierto es de las posturas que casi todos compartimos al observar el hecho urbano, su alejamiento de la naturaleza, a extremos tales en que lo natural aparece ya como ajeno y la masa vegetal como un hecho implantado artificialmente en las ciudades, niveles éstos de alienación que han dado origen a una reacción científica: la ecología, la búsqueda del equilibrio en el ambiente, no sólo ya el medio ambiente. La ciudad: un universo de posibilidades.

Sostenemos que sobre las laderas que son hasta hoy en su gran mayoría asentamientos clandestinos, porque no han seguido los reglamentos municipales no se ha producido una investigación seria, que permita tener resultados y que estos puedan traducir conclusiones en normativas, parece ser que el USPA ha sido pensado principalmente en los edificios en altura y por lo tanto las condicionantes para unas y para otras son similares, esto forma parte del desprecio de una Alcaldía discriminadora.

De ahí que, si bien, el USPA, como tal, tiene prácticamente los días contados y que la nueva administración municipal ha encargado a sus técnicos la elaboración de un nuevo reglamento de uso de suelos, podría parecer ocioso incidir tan frondosamente sobre algo que ya se sabe ha sido desechado o hasta injusto enconarse con un agonizante, sin embargo una vez expuesta la nueva propuesta por parte de los técnicos en los salones del Colegio de Arquitectos, nos ha venido la certeza de que por muy buenas intenciones que muevan y conmuevan a las autoridades ediles, el USPA en la mentalidad municipal está más vigente que nunca: es una concepción espacial, los viejos arquitectos, quienes hemos sido formados en los conceptos de la visión ortogonal del Movimiento Moderno ya no podemos pensar de otra manera, y todo lo que se pretende es darle nueva forma y relanzarlo con una renovada redacción y una nueva etiqueta de venta, y es que si no se discuten los temas de fondo, si no discutimos los fundamentos del urbanismo que inspiran al reglamento (USPA) , y si no le damos al hecho el carácter de seriedad y de

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maduración que requiere, habremos sido arrastrados como tantas veces a la complicidad que tendrá severas consecuencias en la autoridad institucional y que decir sobre el trazado urbano de la ciudad. El Colegio de Arquitectos, desde luego no debe llevarse por el entusiasmo pueril y banal, mas por el contrario debe saber señalar el camino a partir de la reflexión de lo que venimos haciendo de nuestra urbe.

Es posible que la próxima batalla contra el USPA, no se la pueda ganar, y por lo tanto lo afirmado aquí quede simplemente como un manifiesto de las nuevas concepciones espaciales, que han originado arquitecturas como las de Franck Geri, Peter Eisenmann, y todo lo que se ha denominado neo vanguardias en la arquitectura, pero aprender esas arquitecturas de memoria, sin contextualizarlas topologicamente, o no tomar en cuenta nuestra realidad en la elaboración del concepto espacial sería riesgoso.

Por otro lado sabemos que el nuevo reglamento que han puesto en el escenario los funcionarios ediles traerá fundadas críticas e inevitables quejas a quienes se sientan afectados en sus intereses inmobiliarios, y para evitar que eso haga parecer al Colegio como el paladín de mayores réditos de las inmobiliarias el Colegio debe tener muy claros sus puntos de vista, ya que a partir de nuestro conocimiento vamos por las críticas y no por las quejas, ni buscamos negociar nada, ya que no es la restricción a las superficies edificables que dicho de paso se han invertido, ni las posibilidades de edificación lo que

nos preocupa, sino la impertinencia de un instrumento que pretende como en el pasado

establecer parámetros de uso, sin la previa definición de un plan de desarrollo metropolitano o por lo menos urbano que defina la ciudad que los paceños deseamos construir. Entre tanto el nuevo USPA o como quieran llamárselo, no será sino la repetición la versión mejorada o empeorada de lo que es un reglamento, y cuando hablamos de reglamento, estamos denotando otro instrumento, otra realidad, algo que debe ser reglamentado, ya que el reglamento no se justifica en si mismo.

Para fundamentar una crítica consistente hemos tenido que abordar el tema desde diferentes ángulos o puntos de vista, aunque todos desde la visión arquitectónica, función, forma y tecnología, sin apartarnos del imaginario, que resulta ser el espíritu de la ciudad y nos han permitido un cuerpo teórico que puede ser exagerado para los efectos, por lo que si algo sobra para el caso podrá servir al menos como referencia en la reducida bibliografía que hay en nuestro medio sobre el tema urbano, aunque casi estoy convencido que al contrario puede ser insuficiente, en cualquier caso deberá tomarse como un pequeño aporte, y es que en realidad en el USPA se expresan todas las ideas de un urbanismo caduco, cuyas raíces se pierden en la colonia con el alarife Paniagua, que trazó el damero español en nuestra ciudad en 1548, y sustenta ideas que apenas alcanzan por referencia lejana al Movimiento moderno de principios del siglo XX, desconociendo olímpicamente todo lo escrito y desarrollado no sólo en el mundo, sino incluso en otras capitales latinoamericanas.

También es necesario considerar que existe un discurso educativo, disciplinar sobre determinados temas, como es el del urbanismo, las Facultades de Arquitectura, invierten mucho tiempo y recursos en formar a sus arquitectos en temas académicos, y resulta que el joven arquitecto debe realizar un nuevo aprendizaje en la realidad, para ponerse al corriente de lo que había sido permitido y lo que no, entra en un túnel sin las armas suficientes, para poder afirmar lo aprendido, y termina haciendo concesiones obligatorias, sin las cuales no puede acceder al trabajo, renunciando cada vez más a su convencimiento teórico. Por lo tanto en lugar de continuar en su crecimiento como profesional, esta inducido a ir por la fácil vía de ser un tramitador de las pocas cosas que el reglamente admite. Se imaginan un médico que en lugar de diagnosticar a fondo una dolencia tenga simplemente un vademécum que indique lo que es y lo que no es posible hacer, y lo que es posible recetar en tal o cual caso, este se convertiría en un simple visitador o peor aún en un vendedor de fármacos, a eso nos ha reducido la norma, y no hemos reaccionado, por eso la arquitectura no florece.

El urbanismo es una ciencia, y quienes creen estar en condiciones de realizar acciones urbanas que pretendan consagrarse como políticas, tienen la obligación de saber, no se puede legislar sobre el territorio y sobre la ciudad desconociendo lo que la ciencia urbana ha elaborado en al menos el último siglo.

Desde las teorías urbanas del modernismo a principios del siglo

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pasado, desde el urbanismo utopista y visionario de Le Corbusier hasta aquí han pasado muchas cosas que el actual Reglamento del sistema de intensidades de uso del suelo ignora al parecer intencionadamente.

La obra de José Luis Sert en 1947, quien concibió la ciudad no como una sumatoria de partes, sino como un sistema, aproximándose a la concepción ecológica, que derivó en el concepto del Plan regional, en el que se incluyen componentes multidisciplinarios, la geografía, las fuentes de producción, las materias primas, la distribución, la población y su estratificación, la densidad y la comunicación.

En los años 50 con el organicismo y el nuevo empirismo con temas fundamentales como el Cluster (racimo) y el corazón de las ciudades, surgen nuevos conceptos y una nueva postura, ante el esquematismo de las políticas del CIAM, ante la realidad cada vez más conflictiva y compleja de los asentamientos humanos, surgen los enfoques operativos e interdisciplinarios y no ideológicos que básicamente apuntan a la renovación de las áreas centrales y el desarrollo de las regiones metropolitanas donde se incluyen temas básicos como el transporte, las fuentes de producción y de materias primas, la población, la densidad y la estratificación social, para no hablar del Archigram y del metabolismo que tienen evidentemente un contexto tecnológico fuera de nuestro alcance.

Mientras que en Europa los arquitectos consideraban el urbanismo como una exclusividad, en Norteamérica se planteó un nuevo concepto, la “urbanología”, una ciencia que estudiara la ciudad desde los diferentes ámbitos y entornos epistemológicos como la ciencia política, la economía, la sociología urbana, la planificación regional y el diseño urbano, la arquitectura paisajista, la geografía, la ingeniería la antropología, la ecología y desde luego la propia arquitectura.

Con el estructuralismo la ciudad se convirtió en un ámbito de sistema de comunicaciones, la complejidad y contradicción en la arquitectura de Roberto Venturi, y toda la corriente posmoderna, con los imaginarios urbanos, La configuración morfológica y semiológica y las diferentes categorías espaciales, como el espacio existencial, el espacio concreto y el espacio pensado.La Arquitectura de la Ciudad y la ciudad análoga de Aldo Rossi, en la que configura una suerte de arqueología

urbana, las tipologías urbanas, los monumentos y la manchas urbanas en los arquetipos, como principio de clasificación y de herencia tipológica.

Y finalmente la ciudad verde, la utopía de los ecólogos, que más allá del medio ambiente han acuñado el concepto de ambiente, donde se fusiona lo natural lo cultural, el infopaisaje y la tecnósfera.

Son algunos de los trabajos de obligatorio dominio, que no se expresan en el famoso USPA ni en su hijo carnal el sistema de intensidades de uso de suelo, por lo que podemos decir que nuestros teóricos son de generación espontánea y nuestra ciudad seguirá siendo un conejillo de indias, ya que la única certeza es la de hacer de ésta una ciudad competitiva al servicio del modelo imperante. Aceptemos finalmente que éstas teorías no pueden caber con fórceps en nuestro medio, ya que éste, es singular y requiere un tratamiento especial y por lo tanto una reglamentación que se ajuste a esas particularidades.

Sin embargo es esto, de lo que más adolece nuestro sistema de intensidades, nos hemos dado la molestia de leer la última versión borrador del mismo y aunque no podemos negar que en el ejecutivo (Oficialía de desarrollo territorial) parecen haber tenido mayor permeabilidad que el Concejal, a este dura crítica que sistemáticamente hacemos, ésta es solo de forma, ya que el producto final es el mismo, tiene la misma base filosófica y la misma epistemología espacial y geométrica, la geometría euclidiana, por lo tanto no puede entender ésta ciudad.

Los grandes temas son a partir de la postmodernidad y de las filosofías fenomenológicas temas particulares, desde luego a quien se empape de lo dicho en estos ensayos y desee aplicarlos en Cochabamba, no le serán muy útiles, el urbanismo es un tema que hay que hay que aprender y conocer, al mismo tiempo que lo habitas, hacer de cada recorrido cotidiano un ensayo o un ejercicio profesional, de nada o de muy poco nos sirve conocer cómo se trazan las calles en Los Ángeles o en Barcelona, sino cómo pueden trazarse en La Paz, en ese sentido también hay un trabajo de aporte a las universidades, no se ha pretendido dar soluciones acabadas, habida cuenta de que esa no es tarea de una persona, lo que se busca es una mirada refrescante, a un tema que ha quedado sin estudio

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ni investigación. Muchas afirmaciones pueden parecer incluso atrevidas y muchas sólo pretenden eso, sorprender, cuestionar, provocar ya que sin ese aire renovador no será posible repensar ni hacer una fractura epistemológica en el tema del urbanismo, Leiv motiv del trabajo. Hemos

intentado realizar, sino una autopsia del USPA, al menos una mirada a su fisiología.

VIII

No es posible que el tema de urbanismo sea solo teórico, y que no tenga ninguna posibilidad de práctica y eso sucede en temas que son cada vez más específicos, las ciudades como tema de estudio, es un universo inabarcable, hay en ellas (las ciudades), cosas similares, pero al mismo tiempo otras específicas, el mundo va cada vez más por la especificidad, y éste libro aporta a ello.

La decisión sobre el tema de normatividad es municipal, la posición del Colegio de Arquitectos no busca su consenso en los ámbitos municipales, se legitima en la opinión pública y desde luego en los preceptos de la arquitectura y del urbanismo como ciencias de su saber, pueden haber medidas que se explican por la demanda del mercado, si éstas están dentro de los marcos de la racionalidad disciplinar son aceptadas, sino no, simplemente. En ese sentido esperamos que el presente trabajo ayude a consolidar una posición institucional en el Colegio de Arquitectos, de hecho creemos que es así, en virtud de que el trabajo ha merecido el segundo premio en la categoría de investigaciones de la última Bienal Internacional de Arquitectura en La Paz, en el año 2002.

El desarrollo del trabajo tiene más la forma de reflexiones concatenadas, que la de un trabajo técnico, en cierto sentido incluso más como un ensayo periodístico, que es la forma necesaria para el intercambio polémico de ideas, hemos tratado de expresar no sólo en palabras muchas cosas que necesitan de una visión o de la afirmación de las imágenes cotidianas, de ahí que el uso de la imagen ha sido utilizada como argumento en los temas que abordamos.