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1 El imaginario de “la mujer caída” en el entramado urbano madrileño (1890-1936) Sara Labrador Hayas Universidad Complutense de Madrid Recibida la comunicación el 15 de julio de 2012 Aceptada por el Comité Científico el 4 de noviembre de 2012 Introducción Esta comunicación es parte de un proyecto inicial a la investigación sobre la prostitución y la delincuencia femenina, que se convirtió en un problema público al que las numerosas administraciones intentaron poner remedios jurídicos, penales e higienistas, no siempre con éxito. El estudio pretende ser una aportación complementaria a las investigaciones ya realizadas dentro de la Historia urbana madrileña, historiografía de la sexualidad y Gender Studies, resaltando el incremento del lenocinio y de la delincuencia en el periodo que abarca desde finales del siglo XIX (1890) hasta principios del siglo XX (1900-1936). El Sexenio Democrático produjo un cambio en la consideración social de la prostituta considerándola como víctima en vez de infractora, como venía sucediendo hasta el momento. A lo largo de la ponencia se analizarán los diversos modelos político-sociales y sus respuestas en relación con este fenómeno, a través del análisis de los reglamentos procesados en Madrid y fuentes hemerográficas. El estudio nos permitirá conocer y visualizar el imaginario colectivo y las respuestas de las autoridades civiles y médicas desde una época de estigmatización moral y religiosa, en la que las prostitutas o madres solteras eran tratadas como pecadoras y delincuentes, a otra, en la que imperaba el debate higienista y de control. Complementaremos nuestra investigación con la información obtenida del vaciado de los padrones realizado por los miembros del Grupo de investigación de Historia de Madrid en la Edad contemporánea de la UCM en varios proyectos de investigación, así como las discusiones mantenidas con algunos miembros del grupo de investigación de UCM Historia de Madrid en la edad contemporánea, nº ref.: 941149. La prostitución y el desarrollo urbano/demográfico madrileño: 1890-1936 La Historia Urbana, en el siglo XX ha sido una línea de investigación que hasta la década de los 70 no ha tenido realmente relieve y se ha tratado en España sólo como tema referencial costumbrista, desde aspectos muy concretos en el entorno geográfico y urbano 1 . 1 Por ejemplo, véase: Víctor SIMANCAS y José ELIZALDE: El mito del gran Madrid, Madrid, Guadiana de Publicaciones, 1969; Pedro NAVASCUÉS PALACIOS: “Proyectos del siglo XIX para la reforma urbana de la Puerta del Sol”, en Villa de Madrid, 25 (1968), pp. 64-81.

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El imaginario de “la mujer caída” en el entramado urbano madrileño (1890-1936)

Sara Labrador Hayas Universidad Complutense de Madrid

Recibida la comunicación el 15 de julio de 2012 Aceptada por el Comité Científico el 4 de noviembre de 2012

Introducción

Esta comunicación es parte de un proyecto inicial a la investigación sobre la prostitución y la delincuencia femenina, que se convirtió en un problema público al que las numerosas administraciones intentaron poner remedios jurídicos, penales e higienistas, no siempre con éxito. El estudio pretende ser una aportación complementaria a las investigaciones ya realizadas dentro de la Historia urbana madrileña, historiografía de la sexualidad y Gender Studies, resaltando el incremento del lenocinio y de la delincuencia en el periodo que abarca desde finales del siglo XIX (1890) hasta principios del siglo XX (1900-1936).

El Sexenio Democrático produjo un cambio en la consideración social de la prostituta considerándola como víctima en vez de infractora, como venía sucediendo hasta el momento.

A lo largo de la ponencia se analizarán los diversos modelos político-sociales y sus respuestas en relación con este fenómeno, a través del análisis de los reglamentos procesados en Madrid y fuentes hemerográficas. El estudio nos permitirá conocer y visualizar el imaginario colectivo y las respuestas de las autoridades civiles y médicas desde una época de estigmatización moral y religiosa, en la que las prostitutas o madres solteras eran tratadas como pecadoras y delincuentes, a otra, en la que imperaba el debate higienista y de control. Complementaremos nuestra investigación con la información obtenida del vaciado de los padrones realizado por los miembros del Grupo de investigación de Historia de Madrid en la Edad contemporánea de la UCM en varios proyectos de investigación, así como las discusiones mantenidas con algunos miembros del grupo de investigación de UCM Historia de Madrid en la edad contemporánea, nº ref.: 941149.

La prostitución y el desarrollo urbano/demográfico madrileño: 1890-1936

La Historia Urbana, en el siglo XX ha sido una línea de investigación que hasta la década de los 70 no ha tenido realmente relieve y se ha tratado en España sólo como tema referencial costumbrista, desde aspectos muy concretos en el entorno geográfico y urbano1.

1 Por ejemplo, véase: Víctor SIMANCAS y José ELIZALDE: El mito del gran Madrid, Madrid, Guadiana de Publicaciones, 1969; Pedro NAVASCUÉS PALACIOS: “Proyectos del siglo XIX para la reforma urbana de la Puerta del Sol”, en Villa de Madrid, 25 (1968), pp. 64-81.

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La realidad económica, social y cultural, de la gran ciudad quedó transformada por elementos nuevos que aporta la capitalidad. Madrid vive una doble dimensión de ciudad-capital, que comportará cargas económicas y transformaciones sociales analizadas por los historiadores. El vaciado de los padrones municipales de 1860 y 1880 de las zonas del Ensanche: Chamberí2, Salamanca, Retiro3 y Arganzuela4 han aportado conclusiones determinantes en el desarrollo de la historiografía urbana. El desarrollo urbano madrileño de la segunda mitad del siglo XIX y el siglo XX produjo cambios sustanciales en una ciudad en la que ha primado siempre la capitalidad sobre su propia identidad. Este hecho ha comportado serias dificultades para una perfecta visualización y definición de la historiografía urbana madrileña5.

Madrid y su entorno han sufrido constantes cambios y progresos durante los siglos XIX y XX. A pesar de ello, el Madrid de finales del siglo XIX y principios del XX casi siempre ha sido proyectado con una imagen de pobreza, miseria y tradicionalismo. La realidad es que Madrid experimentó la irrupción de la modernidad en un proceso paralelo al que habían tenido otras ciudades europeas. El modelo de investigación ha enfocado el problema desde la óptica de la realidad global y dual de Madrid, como ciudad y como capital.

El caso de Madrid es un paradigma de lo que sucedió en todas las grandes capitales españolas, en un periodo de fuertes corrientes migratorias que obligaban a la ciudad a romper el cinturón que la rodeaba y a extenderse por ensanches y barrios que iban dejando espacios incontrolados donde la pobreza, la prostitución y la delincuencia convergían en un panorama social dramático. Madrid tuvo un papel articulador y centralista a nivel económico, demográfico, social, transporte y comunicación6.

Nos situaremos en el desarrollo urbano de la época y las transformaciones generadas en los comportamientos demográficos entre 1860 y 1931. El proceso de cambio se inicia a mediados del siglo XIX, pero es con la Restauración cuando realmente adquiere un ritmo consolidado, tal y como aseveran Ángel Bahamonde y Luis Enrique Otero Carvajal: “Madrid experimenta profundas transformaciones que recorren todas las esferas de la sociedad, desde las estructuras hasta los comportamientos sociales, culturales y políticos, pasando por las modalidades del conflicto social y los cambios del modelo económico” 7. Durante la República y Guerra Civil, la capitalidad de Madrid sufrió una situación excepcional con las numerosas reformas que posteriormente quedaron cercenadas por el franquismo8. Será importante para nuestro estudio establecer las coordenadas espacio-

2 Rubén PALLOL: El distrito de Chamberí.1860-1880. El nacimiento de una nueva ciudad, Trabajo Académico de Tercer Ciclo, Universidad Complutense de Madrid, 2004, Recuperado de Internet (http://www.ucm.es/info/hcontemp/leoc/grupo/publicaciones.html/Ref: 6237). 3 Borja CARBALLO: “El nacimiento de un nuevo Madrid. El Ensanche Este (1860-1878). El distrito de Salamanca” , en Actas de la VII Jornadas de Castilla La Mancha sobre Investigación en Archivos, Toledo, ANABAD-Asociación de Amigos del AHPGU, vol. 1, 2007, pp. 193-212. 4 Fernando VICENTE: Los Barrios negros: El Ensanche Sur en la formación del moderno Madrid (1860-1931), Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2011. 5 Jesús CRUZ: Los notables de Madrid. Las bases sociales de la revolución liberal española, Madrid, Alianza Editorial, 2000; Carmen DEL MORAL RUIZ: El Madrid de Baroja, Madrid, Sílex, 2001. 6 Prólogo de Luis Enrique OTERO CARVAJAL en Borja CARBALLO BARRAL, Rubén PALLOL TRIGUEROS y Fernando VICENTE ALBARRÁN: El Ensanche de Madrid. Historia de una capital, Madrid, Editorial Complutense, 2008, p.15. 7 Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL: “Quietud y cambio en el Madrid de la Restauración” en Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL (eds.): La sociedad madrileña durante la Restauración (1876-1931), Madrid, Alfoz- Comunidad de Madrid-UCM, vol. 1, 1989, pp. 21-26. 8 Antonio FERNÁNDEZ GARCÍA, Ángel BAHAMONDE y Jesús Antonio MARTÍNEZ MARTÍN: “La evolución política de Madrid 1900-1939” en Antonio FERNÁNDEZ GARCÍA (ed.): Historia de Madrid, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, CSIC, 2007, pp.601-621.

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temporales describiendo los aspectos más relevantes de ese proceso de la irrupción emergente del Madrid Moderno9.

Desde finales del siglo XIX y principios del XX, en Madrid, Capital del capital español, como recoge la literatura de Galdós y Baroja, van a coincidir toda una serie de fenómenos de carácter político, social, económico y cultural, que provocarían la transformación de la sociedad, con una creciente preocupación por la delincuencia y las consideradas conductas desviadas, que en la literatura de la época eran identificadas como las gentes del mal vivir. En este contexto se produce la dicotomía de irrupción de la modernidad junto a lagunas de pobreza y falta de higiene.

La industrialización se inició lentamente, en un proceso imparable. Al mismo tiempo, la construcción surgió con gran fuerza y transformó el mapa urbano de Madrid rompiendo el cinturón del Casco Antiguo10. Nuevos terrenos fueron adecuados para las edificaciones destinadas a las corrientes migratorias11 y a la nueva reestructuración de la sociedad. Sobre esta realidad, Carlos María de Castro hizo una evaluación de los terrenos afirmando que el precio de los mismos determinaba los usos y por tanto el asentamiento de los diferentes estratos sociales:

a) La zona Este, en el área de la Fuente Castellana y sus alrededores localizaba los terrenos más caros con construcciones destinadas a la aristocracia y clase acomodada.

b) La zona Sur, de grandes desniveles en el entorno de las áreas ya existentes, Rastro y Lavapiés se construía con destino a las clases económicamente bajas.

c) El Norte fue el área de establecimiento de los jornaleros y artesanos12.

En 1892 se elaboró un proyecto de gestión de los distritos del Ensanche y su población en constante aumento, pero es en 1902 cuando el Ayuntamiento sistematiza, realmente, la ciudad, configurándola orgánicamente en 10 distritos y 10 barrios13. La transformación fue tan vigorosa y repentina que desbordó las expectativas y proyectos municipales dando lugar al desarrollo del Extrarradio, donde se concentró una gran masa de grupos marginales, como se describe en un artículo de la Revista de urbanización: “ahí están nuestras grandes ciudades con su monstruosa concentración, donde al lado del lujo más insultante pulula la mas extrema miseria, donde junto a los jardines del palacio del potentado, en tugurios infectos, se hacinan los menesterosos, careciendo hasta de aire para respirar. Los efectos están patentes a la vista de todos. Las consecuencias irracionales de esta manera de vivir, son las enfermedades, la muerte prematura, la pauperización de la raza, la tuberculosis, la locura

9 No podemos aquí hacer una revisión exhaustiva de la historiografía madrileña sobre el periodo pero cabe señalar entre los trabajos colectivos una serie de publicaciones: Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL (eds.): Madrid en la sociedad del siglo XIX, Madrid, Alfoz, Comunidad de Madrid-UCM, 2 vols, 1986; Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL (eds.): La sociedad madrileña durante la Restauración (1876-1931), Madrid, Alfoz-Comunidad Autónoma de Madrid-UCM, 2 vols, 1989; Antonio FERNÁNDEZ GARCÍA (ed.): Historia de Madrid, Madrid, Editorial Complutense, 1994. 10 Rubén PALLOL: El distrito de Chamberí 1860-1880…, 2004, pp. 85-90. 11 Ibid., p.51. 12 Y otras dos tesis correspondientes a las otras dos zonas del Ensanche, cuyos resultados preliminares para el estudio del periodo 1860-1880 fueron presentados en dos trabajos Académicos de Tercer Ciclo: Fernando VICENTE ALBARRÁN: Los albores del nuevo Madrid: el distrito de Arganzuela (1860-1878), Trabajo Académico de Tercer Ciclo, Universidad Complutense de Madrid, 2006; Borja CARBALLO BARRAL: Los orígenes del Moderno Madrid: El Ensanche Este (1860-1878), Trabajo Académico de Tercer Ciclo, Universidad Complutense de Madrid, 2007. 13 Gloria NIELFA CRISTOBAL: “Madrid en la crisis finisecular”, en Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL: Madrid en la sociedad del siglo XIX, Madrid, Consejería de Educación, Secretaría General Técnica, Revista Alfoz y CIDU, pp.263-284.

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siempre en creciente proporción en las grandes capitales y son también la prostitución, el alcoholismo, la vagancia, los más repugnantes delitos y los más sangrientos crímenes” 14.

En Madrid, la prostitución desde el siglo XIX se ubicaba principalmente dentro del Antiguo Casco Urbano, razón por la que causaba problemas de coexistencia con centros políticos y religiosos15. El discurso de erradicación de las prostitutas del centro y su transferencia a los barrios pobres en el Extrarradio salvaguardando a las clases sociales pudientes no tuvo éxito, pues las meretrices preferían los lugares donde podían conseguir mayor clientela. El nudo comercial formado por la Plaza Mayor, la Puerta del Sol, la calle Carretas, la Red de San Luis, la Carrera de San Jerónimo, fue el centro álgido de la prostitución madrileña. Este área conformaba la estructura urbana más importante y el mayor centro de actividad social.

El espacio se amplía a partir de 1890 por la Plaza de Colón, Barrio de Salamanca, la Ronda de Recoletos y la Castellana. Ya entonces hubo numerosos testimonios, en prensa y literatura, sobre la oferta de niñas y adolescentes en esta zona de Madrid. En La Busca, Baroja nos habla de estas “muchachas de trece y dieciocho años, que merodeaban por la calle Alcalá, acercándose a los buenos burgueses, fingiéndose vendedoras de periódicos y llevando constantemente un Heraldo en la mano… Las pobres muchachas necesitaban alguna protección; las perseguían los polizontes más que a las demás mujeres de la vida, porque no pagaban a los inspectores” 16.

Los Cafés de la zona fueron los lugares vinculados a la prostitución ilegal, algunos referenciados en toda la literatura del siglo XIX y XX: Café de La Marina en la calle Hortaleza, el Fornos en la calle de Alcalá, el Café Infantas en la Plaza de Bilbao, el Café de San Luis en la calle Hortaleza, el Café Aduana en la calle Montera, el Universal en la Puerta del Sol, el Café Teatro del Circo en la calle Libertad, los Salones de Baile San Pol en la calle Barquillo o los del Teatro Apolo en la calle Alcalá17.

Es en este entramado urbano, donde a principios del siglo XX surge una nueva actitud sobre la situación de la mujer en la vida política, social, cultural y laboral, así como el mayor incremento de la delincuencia y prostitución. Hemos observado que la participación de las mujeres en la prostitución fue muy superior a lo que se constata en los padrones ya que muchas de ellas se mantenían en la clandestinidad, incluso cuando estaban dentro de las regulaciones, según nos muestran los registros. Para esta reorientación nos hemos servido de los padrones municipales, así como de certificados de sanidad, informes médicos, denuncias policiales, impuestos municipales, informes sobre el estado de la prostitución en varias ciudades de provincia. Cruzando los datos, nos damos cuenta que existen casas de lenocinio disimuladas como talleres de costuras y otros pisos, en los que las inquilinas aparecen con profesiones como sus labores, actrices de teatro, corseteras, planchadoras, etc. Es importante reflejar que esta situación de la prostitución en la ciudad de Madrid corría paralela suerte en otras ciudades como sigue:

14 “El problema de la ciudad” en Revista de Urbanización, (Madrid), 10 abril de 1927. 15 Matilde CUEVAS DE LA CRUZ: Las mujeres prostitutas en el Madrid del siglo XIX: control, espacios, y formas de vida, Tesis Doctoral, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2005, p.93. 16 Pío BAROJA: La Busca, Madrid, Bibliotex, 2001, pp. 358-359 citado por Carmen DEL MORAL, La sociedad madrileña de fin de siglo, Madrid, Tuner, 1974, p.128. 17 Matilde CUEVAS DE LA CRUZ: Las mujeres prostitutas en el Madrid del siglo XIX…, pp.235-245.

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Tabla 1. Estado de la prostitución en España

[Fuente: Elaboración propia a partir de informes sobre “El estado de la prostitución en varias capitales de provincia” (1915), Archivo Histórico Nacional, Serie A, FC. Ministerio de Gobernación, Leg. 52, Exp.12. ]

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Como hemos señalado, Madrid experimentó a principios del siglo XX, un notorio aumento poblacional pasando de casi 500.000 habitantes a finales del siglo XIX hasta los 952.832 habitantes18 en 1930. Como muestra del incremento por sexos en la tabla adjunta podemos constatar que sobre un total de incremento del 21,99%, el 18,81% corresponde a los hombres y el 24,87%, a las mujeres. Los datos registrados con los incrementos poblacionales son realmente considerables, sobre todo en el caso de las mujeres entre 1920-1930.

Tabla 2. Incrementos intercensales e interpadronales clasificado por sexos.

Valores Absolutos Valores Relativos

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres

1900-1910 58.243 30.458 27.785 7,53 8,24 6,89

1910-1920 217.654 97.873 119.781 26,18 24,46 27,79

1920-1930 241.537 116.685 124.862 23,03 23,43 22,66

1930-1940 283.709 115.626 168.081 21,99 18,81 24,87

[Fuente: Elaboración propia a partir de los censos y padrones oficiales desde 1900. Instituto Nacional de Estadística de la Comunidad de Madrid.]

Esta realidad demográfica comportó otras realidades consecuentes en el mundo de las conductas marginales, sobre todo en lo relativo a la prostitución, tráfico de menores, aborto, infanticidios, abandono infantil y desarrollo de los centros e instituciones de beneficencia: Inclusas, Casas de Maternidad y el Patronato para la Represión de la Trata de Blancas, al que haremos especial mención. La simbiosis entre desarrollo urbano y las diferentes coordenadas económicas, sociales y políticas en el periodo que tratamos produjo una eclosión de efectos contrapuestos, que deben ser analizados en una doble óptica de ciudad-prostitución femenina/ prostitución femenina-ciudad. Los enfoques multiculturales y estudios de género desarrollan un papel importante sobre la relación entre prostitución e institución familiar, que dan prioridad, dentro de los estudios de género, a la sexualidad masculina, que busca su salida en la prostitución.

Teorías de las conductas criminales y de la trata de blancas

El cientifismo ha abordado en muchas ocasiones el mundo de las conductas criminales, dentro del ámbito de la enfermedad. La prostitución y la trata de blancas han sido consideradas dentro de ese catálogo de enfermedades criminales. Para dar respuesta a estas conductas se han aplicado diversas disciplinas y actuaciones desde la psiquiatría a la represión moral, reclusión en galeras y cárceles.

18 Antonio FERNÁNDEZ: “La sociedad madrileña entre 1876 y 1931. El cambio de modelo demográfico”, en Ángel BAHAMONDE MAGRO y Luis Enrique OTERO CARVAJAL: La sociedad madrileña durante la Restauración, Madrid, Alfoz, 1989, pp.29-76.

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En el ámbito de la psiquiatría se ha intentado explicar la prostitución como una forma más de monomanía para tratar de justificar las conductas, no como una norma general, sino como actuaciones singulares en un momento concreto de enajenación temporal que podían ser: homicida, suicida, incendiaria, cleptómana, con tendencia al robo o erótica19. Esta justificación permitía librar a las delincuentes de las cárceles e ingresarlas en los manicomios. Siguiendo esta línea, en la que en la base de la prostitución está la fatal naturaleza orgánica20 tenemos las teorías francesas y británicas que presentaban a las mujeres presas de la llamada “erotomanía” y cuyas tesis fueron aceptadas y sistematizadas por Rafael Salillas, tal como deja explicitado en su Discurso del 10 de diciembre de 1902 en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid con motivo de la apertura de sus cátedras21.

En el siglo XX la prostitución aparece conceptualizada por hechos fundamentales entre los que se encuentra la condición social de la prostituta y el comercio del sexo.

En los últimos años, la historiografía ha dedicado una amplia atención al estudio de la condición social de la prostituta22 focalizando el origen de la prostitución en la pobreza y en la seducción. La mujer seducida era considerada como culpable en el imaginario colectivo y por tanto forzada a tomar el camino del prostíbulo. Al mismo tiempo, en muchos casos, se producían incrementos de abortos e infanticidios, como se ha podido observar en análisis de tipo cuantitativo y cualitativo que se aprecia en los gráficos siguientes:

19 Pedro TRINIDAD FERNÁNDEZ: La defensa de la sociedad. Cárcel y delincuencia en España (siglos XVIII-XX), Madrid, Alianza, 1991, p. 253. 20 Aurora RIVIÉRE GÓMEZ: Caídas, miserables, degeneradas. Estudios sobre la prostitución en el siglo XIX, Madrid, Dirección General de la Mujer, 1994, p.43. 21 “Discurso leído por el Sr. Rafael Salillas el día 10 de diciembre de 1902 en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid con motivo de la apertura de sus cátedras.” (Madrid, 10 de Diciembre de 1902), Biblioteca Nacional de España, Fondo antiguo (anterior 1930 incluido). 22 No podemos aquí hacer una revisión exhaustiva de la historiografía de la prostitución y de la delincuencia sobre el periodo pero cabe señalar entre los trabajos: Matilde CUEVAS DE LA CRUZ y Luis Enrique OTERO CARVAJAL: “Prostitución y legislación en el Siglo XIX. Aproximación a la condición social de la prostituta” en María del Carmen GARCÍA NIETO (coord.): Ordenamiento Jurídico y realidad social de las mujeres. Seminario de Estudios de la Mujer, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 1986, pp. 247-252; Mary NASH: Mujer, familia y trabajo en España (1875-1936), Barcelona, Antrophos, 1983; Jean Louis GUEREÑA: “El tiempo de la prostitución reglamentada (Madrid 1847- 1909)” en Actas del Coloquio, “El trabajo de las mujeres, pasado y presente”. Seminario de Estudios interdisciplinares de la mujer, Málaga, Universidad de Málaga, 1992; Rosa María CAPEL MARTÍNEZ: “La prostitución en España: notas para un estudio socio-histórico”, en Mujer y Sociedad en España (1700-1975), Madrid, Ministerio de Cultura, 1986, pp. 269-298.

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[Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario Estadístico de España (1864) y los Anuarios Penitenciarios (1907-1925)]

Desde finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, el comercio del sexo proyectado a través de redes internacionales dio lugar a la aparición de la trata de blancas y causó una grave preocupación en las autoridades gubernamentales, que comenzaron a dictar órdenes represivas. Así podemos ver cómo en 1903, en las Disposiciones del Patronato Real para la represión de la trata de blancas23 se recoge toda una serie de medidas restrictivas y punitivas, tanto para las mujeres menores de 23 años como para los cabezas de familia que permitieran “la sola presencia en casas de mal vivir ó hábitos de perversión” , según los artículos 459, 465, 466 y 603 del Código Penal y 171 del Código Civil. Entre los objetivos finales del Patronato estaban:

1. “ Ejercer dentro de los medios y con los recursos legales necesarios, las funciones de vigilancia, reintegración y tutela, a fin de reprimir en sus diferentes manifestaciones la trata de mujeres, acaparando sobre todo a las menores de edad, que deben de ser protegidas contra sus malas determinaciones”.

2. “Que entre las facultades del Patronato Real se halla la de establecer delegaciones en las capitales de provincia y otras localidades en las que lo conceptúen absolutamente preciso” 24 .

Se hicieron numerosos avances en este sentido y en prueba de ello, Madrid sería en 1910 la sede del IV Congreso Internacional para la represión de la Trata de Blancas, cuyas sesiones anteriores se habían realizado en Londres (1899), Francfort (1902) y París (1906). La Importancia que tuvo la Conferencia Internacional celebrada en Viena del 5 al 7 de octubre de 1909, con objeto de preparar el Congreso de Madrid y la necesidad de publicitar sus acuerdos con el mayor detalle25 fue la conveniencia de poner en práctica toda una serie de Leyes y Disposiciones referentes al comercio del sexo que hacían alusión a tres distintos extremos:

1. Emigración (trata de blancas)

2. Proxenetismo

23 Antonio MAURA: “Disposiciones Generales del Patronato Real para la represión de la Trata de Blancas” (Madrid, 31 de Enero de 1903), Archivo Histórico Nacional, Serie A, FC, Gobernación, Leg, 61, Exp. 12. 24 Eduardo DATO: “Real Orden” (Madrid, 19 de Febrero de 1903), Archivo Histórico Nacional, Serie A, FC, Gobernación, Leg, 61, Exp. 12. 25 “Conferencia Internacional de Viena” en el Boletín del Patronato para la Represión de la Trata de Blancas (Madrid, Octubre de 1909), nº 27, Biblioteca Nacional de España, Fondo antiguo (anterior 1930 incluido).

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3. Disposiciones referentes a la situación de las prostitutas, con respecto a la inspección sanitaria y conductas de las mismas en las calles26.

“Los tratantes de blancas pertenecen a diversas categorías sociales y distan mucho de ser delincuentes vulgares. Su psicología y praxis merecen ser estudiadas con atención”, tal como se expresó un miembro del Comité Nacional Austriaco en la Conferencia celebrada en Viena.

La realidad era, que bajo la denominación de tratante en blancas se ocultaba el negociante internacional, que definía el precio de las jóvenes para el prostíbulo. La palabra blanco determinaba el precio relativo al color de las jóvenes. El valor de la piel blanca era mayor que el de las morenas o cobrizas. La organización estaba perfectamente diseñada desde sus cúpulas y sus actuaciones llevadas acabo a través de una red tupida de cómplices: pupileras, chulos, agentes de cafés, cantantes, encargados de restaurantes, empleados de agencias de colocación, empresarios de varietés, agentes que visitaban los hospitales y que se aproximaban a las jóvenes y las convencían con todo tipo de promesas para sacarlas de la miseria.

El tratante no reparaba en medios con tal de conseguir su propósito. Recorría las aldeas miserables y estudiaba a las jóvenes, conquistando unas veces su afecto y otras su confianza, ofreciéndoles colocaciones ventajosas y llevándoselas consigo, con la autorización de sus padres o sin ella. Los procedimientos empleados en la recluta de víctimas eran innumerables, porque el ingenio del tratante era de los más fértiles que se conocen y nadie mejor que él sabía evitar los recelos de la policía y las averiguaciones indiscretas.

En ocasiones se utilizaban a seductores que reclutaban las víctimas reuniendo al mayor número posible en un lugar determinado donde las entregaba al agente que las acompañaba durante el viaje y las transportaba a título de hombre de negocios o propietario de minas. En muchos casos, el agente de la trata no se valía de la seducción, sino que insertaba anuncios atractivos incitando a ganancias rápidas, tal como explica Mr Coote en el semanario londinense Mainly about People27:

1. “Se necesita inmediatamente para Londres un aya para un niño de cuatro años. Debe ser distinguida, buena costurera, saber música y no exceder de veinticinco años. Sueldo 25 libras y todo pagado”.

2. “Matrimonio americano muy rico desearía adoptar a una hermosa joven de doce a

quince años. Deberá ser extremadamente hermosa y de padres honrados”.

3. “Bonito empleo para joven independiente. No mayor de 25 años en calidad de

compañera de viaje y profesora de inglés. Dirigirse con fotografía.”

Conclusiones

Las influencias de transformación y control por parte de las Autoridades, que con el pretexto de mejorar la moral y prevenir los problemas de la sexualidad, prostitución y pornografía dictaron leyes, que no siempre consiguieron sus objetivos, sino que enmascararon realidades y escondieron los

26“Circular dirigida por la Secretaría de La Junta directiva del Patronato Real á los Comités Nacionales extranjeros para la Represión de la Trata de Blancas” Boletín del Patronato para la Represión de la Trata de Blancas (Madrid, Enero de 1909), nº 18, Biblioteca Nacional de España, Fondo antiguo (anterior 1930 incluido). 27 “Los tratantes en blancas: Sus clases y sus procedimientos” en el Boletín del Patronato para la Represión de la Trata de Blancas (Madrid, de Marzo de 1914), nº 66, Biblioteca Nacional de España, Fondo antiguo (anterior 1930 incluido).

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problemas con soluciones erróneas e interesadas28. En un artículo de el periódico El Porvenir Postal de Madrid, de septiembre de 1909 constaba su Director D. Francisco de Asís Gutiérrez, una oscura realidad vigente en la vida de las mujeres: “en todos los pueblos, aun en los mas cultos e ilustrados libres y progresivos, existe la mas enorme, la más infame, la más trascendental y la más vergonzosa de las esclavitudes, que es la esclavitud de la mujer. La mujer sin otro porvenir ni horizontes que la limosna, el hospital, el asilo ó la más terrible y enorme de las esclavitudes: la esclavitud de la carne”29.

Se establecieron reglamentaciones muy amplias, tanto en el Código penal, como en el ordenamiento civil, que discriminaron a la mujer y que intentaron relegarla al ámbito privado30. Como señala Gutmaro Gómez Bravo en su tesis sobre la naturaleza de la mujer delincuente, España siguió su propio camino entroncado en los fundamentos del krausismo: “En la España de la Restauración el papel de las religiosas en la corrección femenina fue reactivado en sucesivos convenios con las Hijas de la Caridad, mientras en el terreno intelectual, el reformismo, síntesis propia y herencia tanto del krausismo como de Concepción Arenal, la consolidación de un punto de vista médico-social, hicieron que la irrupción del positivismo y el nacimiento de la criminología se enfocaran, significativamente desde sus propios prismas heredados, sobre la naturaleza de la mujer delincuente, si bien preparó el terreno para el nuevo paradigma que triunfaría más adelante ” 31.

Reiteramos que en esta comunicación sólo deseamos constatar una realidad que ha asolado a la humanidad desde sus albores y que en la historiografía social y de género debe seguir abriendo nuevas líneas de crítica y de investigación.

28 Alan HUNT: Governing Morals: A Social History of Moral Regulation, Cambridge, Cambridge University Press, 1999. 29 Francisco ASÍS GUTIÉRREZ: “El trabajo de la mujer y los nuevos horizontes que debieran abrirse al mismo” en El Porvenir Postal (Madrid, Septiembre de 1909), Biblioteca Nacional de España, Fondo Antiguo (anterior 1930 incluido). 30 Guadalupe GÓMEZ-FERRER MORANT: “Las limitaciones del liberalismo en España. El ángel del hogar”, en Antiguo Régimen y liberalismo: homenaje a Miguel Artola, vol. 3 (1994), pp. 515-532; Guadalupe GÓMEZ-FERRER MORANT: “La educación de las mujeres en la novela de la Restauración”, en Scriptura, 12 (1996), pp. 51-76; Mary NASH: “Control social y trayectoria histórica de la mujer en España” en Roberto BERGALLI y Enrique E MARI (coords.): Historia ideológica del control social (España-Argentina, ss XIX-XX), Barcelona, PPU, 1989, pp. 151-174. 31 Seguimos en este punto la investigación de Gutmaro GÓMEZ BRAVO: Crimen y castigo. Cárceles delito y violencia en la España del siglo XIX, Madrid, Catarata, 2005, pp. 351-384.