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Silvia Fernández Ballestero José Mェ Bustos Montoya Beatriz Canorea Carrascosa I.E.S. Orden de Santiago 4コA

El misterio del faro

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Page 1: El misterio del faro

Silvia Fernández Ballestero

José Mª Bustos Montoya

Beatriz Canorea Carrascosa

I.E.S. Orden de Santiago

4ºA

Page 2: El misterio del faro

Una de las calas de Almería fue iluminada por los primeros destellos de la luna

llena. La brisa marina impregnaba todos sus rincones. Una noche cualquiera de julio fue

testigo de una misteriosa historia que llevó a Itziar a un supuesto suicidio.

La muerte de Itziar despertó un gran interés en el pueblo, debido a que muchos de sus

vecinos le habían visto hablar sola, sin nadie a su alrededor. La trataban de loca.

Itziar había nacido con un sentido especial, también conocido como don. Podía

contactar con seres que no podían descansar en paz y ella tenía que ayudarlos a cumplir

su última promesa.

El mayor amor de Itziar fue Darío, un joven de esta ciudad. Además de su amor, era su

confidente sobre temas vinculados con el más allá.

Itziar le contó a Darío que había establecido un contacto con una mujer del pueblo que

había muerto en extrañas circunstancias, Érica.

Érica se puso en contacto con Itziar mediante un sueño, en el que decía que fuese el día

22 de julio a media noche al acantilado del faro, donde allí le contaría las los motivos de

su muerte.

El día 23 de julio fue encontrado el cuerpo sin vida de Itziar en la cala más cercana al

acantilado, el mar la había arrastrado hasta allí.

Darío, roto de dolor, llegó al faro dispuesto a encontrar respuestas sobre la muerte de

Itziar. Al lado del faro, se encontró una pulsera con un nombre: Joel. Buscó a todos los

hombres que se llamaban así, hasta que finalmente encontró su paradero.

Joel vivía solo, apartado de la sociedad. Apresó a Darío y le contó toda la verdad:

‘’ Itziar murió como mi querida Érica. Yo solía quedar con ella en el faro, donde tú

quedabas con Itziar. Ella tenía un don, que gracias a mi intuición conseguí descubrir y

la tuve que matar para que no se descubriese que el único culpable de la muerte de mi

querida Érica fui yo.

Itziar y Érica contactaron por medio de su don, Érica le dijo que se asomara al

acantilado y ahí encontraría las respuestas de su muerte, al asomarse le tuve que

arrojar, sino descubriría mi secreto. Murió exactamente igual que mi querida Érica. Si

te digo la verdad, no sé por qué la maté, ella me fue infiel, pero nuestra relación estaba

en un punto muy malo, ¿para qué engañarnos? No teníamos relación’’

Page 3: El misterio del faro

Entonces, aparecieron los espíritus de Érica e Itziar envueltos en una densa niebla.

Darío, con lágrimas en sus ojos, pudo escapar gracias a ellas y despedirse de su querida

Itziar, jurándole un amor que va más allá del límite de la vida.

Finalmente, Itziar y Érica pudieron descansar en paz aunque sus almas quedarían

siempre presentes en la cala que iluminaba la luna.