EL Mito dEl Minotauro

Μινόταυρος

¿Cómo es?

El Minotauro es un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Su nombre significa "Toro de Minos", y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina.

(Imagen: El Minotauro, según George F. Watts)

Nacimiento del Minotauro Minos, hijo de Zeus y de Europa, hizo un trato

con Poseidón para conseguir el reinado de Creta. Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro, incumplio el trato. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro blanco que Minos guardó para sí.

Laberinto de Creta El Minotauro sólo comía

carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje. Minos ordenó a Dédalo construir una jaula gigantesca de la cual el Minotauro no pudiera escapar. El laberinto era una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos

Sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado.

Por un período de nueve años, siete jóvenes varones y siete doncellas, eran enviados al Laberinto de Creta como sacrificio al Minotauro.

Teseo Teseo (Θησεύς, el que funda) fue

un mítico rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo.

Teseo se presentó ante su padre y que le permitiera ser parte de la ofrenda y le dejara acompañar a las víctimas para poder enfrentar al Minotauro.

Al llegar a Creta, la princesa Ariadna se enamoró de él y propuso a Teseo ayudarle a derrotar a su hermano Teseo aceptó. La ayuda de Ariadna consistió en dar a Teseo un ovillo de hilo que éste ató por uno de los extremos a la puerta del laberinto.

Así Teseo entró en el laberinto hasta encontrarse con el Minotauro, al que dio muerte a puñetazos. A continuación recogió el hilo y así pudo salir del laberinto e inmediatamente, acompañado por el resto de atenienses y por Ariadna.