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Este libro puede consultarse en la biblioteca de la
Universidad Intercultural del Estado de Hidalgo.
Pierre Bourdieu; Jean Claude Chamboredon; Jean Claude Passeron(2008), El oficio de sociólogo. Presupuestos epistemológicos, México:Siglo XXI
Sin desprenderse del todo de esta última filosofía, Bourdieu, logra hacer un ejercicio epistemológico complejo.
A pesar que el título refiere a la labor del sociólogo, representa más bien una opción para cualquier estudiante
asociado a las ciencias sociales. Enseña que el proceso de conocimiento no depende sólo de una descripción
de la realidad, sino de una construcción de ella. La introducción de la obra sólo da una probada de lo que nos
vamos a encontrar al darle vuela a las demás hojas. “Epistemología y metodología”, asuntos nada fácil, pero sí
necesarios de comprender para comenzar cualquier investigación, por lo tanto, temas qué aprender como
universitario: la teoría del conocimiento en las ciencias sociales y naturales.
Tres partes son las que le siguen: “La ruptura”, “La construcción del objeto” y, “El racionalismo aplicado”.
En la primera parte podemos leer y disfrutar, entre otros asuntos, cómo el sentido común no permite
comprender el proceso constituyente de la realidad (hechos sociales), pues sólo da cuenta de lo superficial, lo
fenoménico, lo inmediato, por ello es necesario hacer una “ruptura” con esas prenociones y pasar a las
categorías conceptuales. Estas tienen el poder de ver más allá de lo evidente, estableciendo relaciones
sistémicas y estructurales. Nuestro autor diría “El hecho se conquista contra la ilusión del saber inmediato”.
En cuanto a la construcción del objeto. Neutralizar nuestras prácticas de investigación significa renunciar a la
posibilidad de transformar la realidad, pues implica dejar separado al actor de su realidad, desapareciendo su
experiencia, o sea, su historicidad. Pero no sólo eso, sino también alejar todo tipo de creatividad, imaginación
e intención (política y social) en el proceso de conocimiento. Es decir, además de que el hecho se conquista,
también se construye. Max Weber diría que: “No son las relaciones reales entre las cosas lo que constituye el
principio de delimitación de los diferentes campos científicos sino las relaciones conceptuales entre
problemas”. Una tercera parte nos comparte la significativa relación entre lo teórico (razón) y lo empírico
(material); trata de la aplicación del racionalismo. Podemos observar que, muy a menudo encontramos la
separación entre lo teórico y lo empírico, pero no sólo eso, también se olvida que la metodología es una
mediación de las dos. Por ejemplo, la pregunta y la hipótesis no sólo se desprenden del contexto (como se
hace saber en muchas clases), tampoco de la teoría, sino de las dos en relación. La experiencia (lo empírico),
a lo que muchos acuden en este contexto, no puede surgir sólo por medio de los sentidos neutros (por
ejemplo, la observación): “Una experiencia no es otra cosa que una pregunta dirigida a la naturaleza, y la
medida, la lectura de la respuesta (Max Planck, 1963, citado en este libro).
Finalmente. El autor francés concluye con una sociología del conocimiento y epistemología. Ésta última no es
un ejercicio abstracto desligado del contexto social, por eso es relevante considerar la noción social que hace
posible esa teoría del conocimiento: qué relaciones, actores, instituciones y grupos condicionan lo que se debe
de conocer. Quiénes hacen legítimo el conocimiento, su producción y socialización.
Como última nota. Les comparto que el libro, en lo personal en la etapa de estudiante de licenciatura, me abrió
muchas posibilidades de conocer nuevas miradas sobre el oficio del científico social, aunque complicado,
puede ser una oportunidad para atreverse a leer textos de alta envergadura, lo que te dará de qué hablar con
los cuates y compañeros (incluso con los académicos) de la comunidad universitaria (no sólo de nuestra
querida universidad, sino también de otras). Además de que el libro tiene una estructura interesante, donde la
segunda mitad está constituida por “textos ilustrativos” de otros referentes de la epistemología y la ciencia
social. Entonces, recuerda que: leer y estudiar los clásicos implica tener referentes de altura. Leer libros
críticos crea mentes críticas. ¡No olvides que eres lo que lees!
Mtro. Eliud Gálves
El oficio de sociólogo. Presupuestos epistemológicos
La formación del estudiante de universidad podría considerarse como la
formación en un oficio. El oficio del gestor comunitario, el oficio del
desarrollista sustentable o el oficio del traductor o investigador de la
lengua o idioma en una cultura determinada.
Como todo oficio (el carpintero o el herrero, por ejemplo), es necesario
hacerse de conocimientos, herramientas y habilidades; al inicio pueden
ser modelos, pero después se van adaptando a la necesidad del contexto.
Tiene que ver con una forma artesanal, distinta a la manera estandarizada
de conocimientos; más bien está asociada con lo que se sabe hacer en
relación a las singularidades y necesidades. Pero también es un ejercicio
de aprecio a lo que se hace. Bajo esa analogía, el texto de Pierre
Bourdieu, El oficio de sociólogo (presupuestos epistemológicos), resulta
ser pertinente
No sólo porque ya es un clásico en las ciencias sociales, sino también
porque representa una posibilidad para los alumnos de nuestra
universidad (UICEH), para comprender la complejidad de la investigación
de segundo orden, es decir, de una alternativa a los modelos rígidos
heredados del positivismo radical.