EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCAS

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EL PADRE NUESTRO SEGN SAN LUCASINTRODUCCIN Karl Bart: Oracin: De esa manera para los reformadores todo se reduca a esta pregunta: Cmo es posible para m tener un encuentro con Dios?... Los reformadores nos dicen que lo primero es orar.1 Ser cristiano y orar son una y la misma cosa; es algo que no se puede dejar a nuestro capricho.2 Catecismo de la Iglesia Catlica. Nueva York: An Image Book, Doubleday, 1995, 673-756. Parte nm. cuatro: La oracin cristiana es uno de los tratados ms excelentes sobre el tema que yo haya ledo. La seccin uno inicia con un prrafo Oracin en la vida cristiana. Su prrafo inicial dice: 2558 Grande es el misterio de la fe! La iglesia profesa este misterio en el Credo de los Apstoles (primera parte) y lo celebra en la liturgia sacramental (segunda parte), as que la vida del fiel se puede conformar a Cristo en el Espritu Santo para la gloria de Dios el Padre (tercera parte). El misterio, entonces, requiere que el fiel crea en ello, lo que ellos celebran y que vivan conforme a ello en una relacin vital y personal con el Dios vivo y verdadero. Esta relacin es la oracin. Luego sigue: Qu es oracin? Para m, oracin es un impulso del corazn; es una simple mirada vuelta al cielo, es un grito de reconocimiento y de amor, que incluye tanto tribulacin como gozo.3 Juan de la Cruz (1542-1592?) crea en la prioridad de la oracin: Entonces, deja a quienes son singularmente activos, que piensen que pueden ganar al mundo con su predicacin y obras exteriores, observa aqu que ellos pueden ser tiles a la iglesia y agradar a Dios mucho ms, sin mencionar el buen ejemplo que daran, deberan ocupar al menos la mitad de este tiempo con Dios en oracin. Aun cuando ellos no pudieran lograr una oracin tan sublime como sta. Ellos ciertamente luego lograran ms, y con menos trabajo, por un trabajo que ellos haran de otra manera por mil. Porque a travs de la oracin ellos lograran este resultado, seran personalmente fortalecidos. Sin oracin ellos trabajaran arduamente, pero lograran poco, y a veces nada, e incluso en ocasiones haran dao. Dios no quiere que la sal comience a perder su sabor (Mateo 5.13). Aunque externamente poda parecer que logran mucho, en esencia ellos no lograran nada; indudablemente que las buenas obras slo se pueden realizar por el poder de Dios.4 2. Bosquejo El relato de Jess segn Lucas5

1Bart,

Karl, Prayer: Edicin del 50 Aniversario, ed. E. Saliers, traduc. por Sara Flk. Terrien (Louisville: Westminster John Press, 2002), 12.2Ibid., 3Santa

15. Teresa de Liseaux, Manuscrits autobiographiques, C 25r.

4Kieren,

Kavanaug y Otilio Rodrguez, The Collected Works of Saint John of the Cross (Washington, D.C: ICS Publications, Instituto de Estudios Carmelitas, IV, ed., 1991), C, 29.3.

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1.1-4 Prlogo 1.5-2.52 Nacimiento e infancia de Jess 3.1-4.13 Preparacin para el ministerio de Jess 4.14-9.50 Ministerio de Jess en Galilea 9.51-19.48 Camino a Jerusaln 9.51-10.42 Discipulado: Escucha y Prctica de la Palabra 9.51-62 Partida a Jerusaln 10.1-20 La misin de los setenta y dos 10.21-24 Bienaventuranza de los discpulos 10.38-42 Cmo dar la bienvenida a Jess? 11.1-13 11.1-4 11.1-13 11.14-54 12.1-13.9 13.10-17.10 17.11-19.27 19.28-48 20.1-21.38 22.1-23.56 24.1-53 La paternidad de Dios La oracin de los discpulos Aliento para orar Cuestionamiento de la conducta de Jess Vigilancia ante la crisis escatolgica Quin participar en el reino? Respuesta al reino Jess llega a Jerusaln

Enseanza en el templo de Jerusaln Sufrimiento y muerte de Jess Exaltacin de Jess 3. Cmo dar la bienvenida a Jess En casa con Mara y Marta! Lucas 10.38-42

Para continuar nuestro estudio del Padre nuestro en el Evangelio de Lucas comenzamos con un relato muy famoso y familiar: Lucas 10.38-42 Cmo dar la bienvenida a Jess?, el relato de Mara y Marta. Como pueden observar por el bosquejo, sirve como conclusin de una seccin mayor de 9.51-10.42: Discipulado: Escucha y Prctica de la Palabra. En esta seccin uno de los principales temas ms notables es el significado de la bienvenida a Jess y a su mensaje. Lucas presenta tanto los buenos como los malos ejemplos.6 El relato que tenemos ante nosotros es el buen ejemplo cumbre de la bienvenida a Jess. Mientras iba de camino con sus discpulos, Jess entr en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibi en su casa. Tena ella una hermana llamada Mara, que, sentada a los pies del Seor, escuchaba lo que l deca. Marta, por su parte, se senta abrumada porque tena mucho que hacer. As que se acerc a l y le dijo: Seor, no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? Dile que me ayude! Marta, Marta le contest Jess, ests inquieta y preocupada por muchas cosas, pero slo una es necesaria. Mara ha escogido la mejor, y nadie se la quitar.75Joel

B. Green, The Gospel of Luke (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1997), 25-29.6Green, The Gospel of

Luke, 400.2

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Es interesante advertir en el bosquejo que el relato previo: La parbola del Samaritano Compasivo (10.25-37), es el tipo de relato de Marta, mientras que el relato siguiente La oracin de los discpulos (11.1-4, contina el tema de Mara. En este relato Jess est actuando de manera diferente a las normas culturales judas, al estar solo con mujeres que no son parientes. El hogar es primero que todo algo cuestin de mujeres, una manera de ser femenina, y Navidad habla del hogar Hogar para navidad! A la luz de esto, dos mujeres, Marta y Mara traen la navidad a nosotros! Pero ellas hacen esto de maneras totalmente diferentes, nicas a sus respectivas disposiciones. Mara dio la bienvenida a Jess en su hogar y procedi a servirle. La atencin de Marta se enfoc en los detalles del hogar, en los detalles del servicio a quienes ella amaba. Estaba preocupada por ser una anfitriona apropiada! El hogar desde el punto de vista del escrito sugiere al cristianismo de una casa una mujer que hospeda a la iglesia en sus hogares. Diacona podra entonces indicar el ministerio cristiano.8 El asunto no tiene que ver con dos clases de servicio cristiano, sino con negocios religiosos que distraen al cristiano predicador o laico de la palabra de Cristo en la cual descanse todo su servicio efectivo. Mara escoge el mejor plato (42, Moffatt) porque vio la prioridad de la palabra del reino sobre todas las cuestiones mundanales. La preocupacin de Marta consisti en ser una anfitriona apropiada, Mara se ocup de ser la discpula apropiada.9 Mara escuch a Jess al sentarse a sus pies. Histricamente la iglesia patrstica interpret el pasaje para mostrar la superioridad de la vida contemplativa sobre la vida activa.10 Algunos comentarios de Joel Green, The Gospel of Luke: Aunque se ha interpretado desde hace mucho tiempo que establece la prioridad de la vida contemplativa respecto a la vida activa, el inters de esta breve unidad narrativa recae en otra parte. La narracin de Lucas se halla claramente preocupada en el tema de la hospitalidad... dentro de su cotexto local (esp. vv. 1-37), el encuentro de Jess con Marta y Mara esclarece la naturaleza de la bienvenida que l busca no slo para s mismo, sino tambin para sus mensajeros.11 La bienvenida que Jess busca no se resume en la realizacin domstica distrada o aprehensiva, sino en la atencin a este husped cuya misma presencia es una revelacin del plan divino.12

7Nueva Versin 8Karris, 9Ellis,

Internacional.

The Gospel According to Luke, 702.

The Gospel of Luke, 160.

10Ellis,

The Gospel of Luke, 160. Vase a Elizabeth Schuessler Fiorenza, But She Said: Feminist Practises of Biblical Interpretations (Nueva York: Beacon, 1992, 58-68.11Green, The Gospel of 12Ibid.,

Luke, 433.

434.3

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Culturalmente, el problema que presenta esta percopa no es la descripcin de una mujer sirviendo (porque esto se esperaba de ella), sino de una mujer asumiendo (y no slo asumiendo, sino incluso prefiriendo) el rol de discpula. Para defender esta transposicin, se requiere la palabra del Seor!13 Para el Tercer Evangelio, escuchar la palabra implica haberse unido en el camino del discipulado (por ejemplo, 6.47; 8.11; 11.28) a pesar de la realidad de que, en este periodo, a las mujeres judas se les reduca normalmente al rol de la realizacin a fin de apoyar la instruccin de los hombres ms que como personas que se involucraran personalmente en el estudio.14 Aqu en el v. 41, a ella se le caracteriza como alguien que sirve, una cualidad positiva normalmente en Lucas, pero cuyo servicio est marcado por distracciones y preocupaciones que se hallan en conflicto con el crecimiento y expresin de la fe autntica (vase 8.14; 12.22, 26). De hecho, el que Marta se dirija a Jess asume un cambio inesperado, y quiz inconsciente; cuando ella se involucra en la irona del auto-retrato, su intencin es lograr el apoyo de Jess en un conflicto con su hermana que termine en auto-acusacin.15 Una cosa apuntala todo el seguimiento de Jess: escuchar su palabra (v. 39; vase 8.4-21) y sta es la mejor parte.16 Qu acerca de Mara como modelo contemplativo? El uso del relato de Mara y Marta para contrastar la vida activa con la vida contemplativa se remonta hasta Agustn (354-431). Sirve de mayor ilustracin el uso del relato en The Cloud of Unknowing (La nube del desconocimiento) de un autor ingls annimo del siglo catorce. El autor desconocido dedica las pginas 156-168, captulos xvii-xxiv, a Mara y Marta17, por ejemplo, Estas dos vidas se han entendido alegricamente en este relato del evangelio de estas dos hermanas, Marta y Mara: como Marta la activa, y Mara la contemplativa.18 James contina diciendo: Porque una cosa debo contarles. All jams haba existido y jams existir, una criatura tan pura, alguien tan arrebatada en las alturas en la contemplacin y amor a la deidad, que no encontrara esta nube elevada y hermosa de lo desconocido entre l y su Dios. Fue en esta nube donde Mara estaba ocupada, manifestando sus impulsos de amor. Por qu? sta es la mejor parte y la ms santa de las13Ibid. 14Ibid., 15Ibid.,

435. 436. The Gospel According to Luke, 702.

16Karris, 17Esta

obra es un ejemplo de teologa apoftica o negativa que depende completamente de la obra de Denys el Areopaguita, una obra del quinto siglo influenciada por el neoplatonismo tardo. Incluso el ttulo procede de la Teologa Mstica de este ltimo.18James

S. Walsh, S.J., ed., The Cloud of Unknowing, The Classics of Western Spirituality (Nueva York: Pulist Press, 1981), 163.4

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contemplaciones que se pudiera haber tenido en esta vida; y su deseo era jams abandonar esta parte por nada; hasta el grado de que cuando su hermana Marta se quej de ella ante nuestro Seor, y mal demand que l le mandara a su hermana a que se levantara y le ayudara, y no permitiera que ella trabajara y laborara sola, Mara estaba sentada en silencio y no respondi ninguna palabra. Ella no ofreci ni siquiera una manifestacin de desagrado hacia su hermana, por cualquier queja que ella pudiera expresar. Y no importa: porque ella tena otro trabajo que realizar del cual Marta no saba nada. Por tanto ella no tena tiempo libre para escucharla o para responder a sus quejas.19 Juan de la Cruz, cuando escribe en el siglo diecisis acerca de la necesidad de la atencin a Dios y al ejercicio continuo del amor hacia l observa: Esto es lo que el Seor valora y estima en gran manera que reprob a Marta cuando trat de llamar a Mara para que saliera de su lugar a sus pies a fin de ocuparla con otras cosas activas en su servicio; y Marta pensaba que personalmente estaba haciendo todo el trabajo, y Mara, porque estaba gozndose en la presencia del Seor, no estaba haciendo nada (Lucas 10.39-41). Es ms, debido a que no existe un trabajo ms grande y ms necesario que el amor, lo contrario es verdad.20 La maestra de Juan, Teresa de vila, mencionaba a la pareja varias veces. Algo que indica la aproximacin de ella es lo que sigue de El Castillo Interior, su famoso tratado sobre la oracin: Esto es en lo que quiero que pongamos nuestro esfuerzo, mis hermanas; y deseemos y estemos ocupadas en la oracin no por causa de nuestro gozo, sino para que tengamos esta fortaleza para servir. Negumonos a dar un paso desconocido, porque nos perderemos en el momento ms oportuno. De hecho ser una nueva idea en tener estos favores de Dios a travs de otra manera de la que l sigui y de la que siguieron todos sus santos. Que esta idea jams pase por nuestra mente. Cranme, Marta y Mara deben estar juntas a fin de mostrar la hospitalidad al Seor y tenerlo a l siempre presente y no hospedarlo a l indebidamente al no concederle algo para comer. De qu manera podra Mara, siempre sentada a sus pies, proveerle a l de comida si su hermana no le ayudara a ella? Su comida es que en todas las maneras posibles ganemos almas para que ellas puedan ser salvas y le alaben a l siempre.21 Necesitamos a Marta desesperadamente, pero Mara no es menos necesaria! Green concluye que Con la presencia de Jess el mundo se est reconstituyendo, con el resultado de que: (1) Mara (y, con ella, aquellos de baja posicin social acostumbrados a vivir en los mrgenes de la sociedad) ya no ms necesitan ser definidos por los roles socialmente determinados; y, ms importante19Ibid.,

157.

20The Collected

Works of Saint John of the Cross, Traducido por Kieran Kananaug y Otilio Rodrgues (Washinton, D.C.: ICS Publications, Institute of Carmelite Studies, 1991), 187, en The Espiritual Canticle, 29:1.21The Collected

Works of St. Teresa de Avila, Vol. II, traducido por Kieran Kananaugh y Otilio Rodrguez (Washington, D.C.; ICS Publications, Intitute of Carmelite Studies, 1980), 448. Vase 257 para una descripcin del estado del alma en la cual Marta y Mara dejan de trabajar casi juntas. Vase tambin, I, 448. No he podido hallar un uso ms contemporneo de este relato en el contexto de la vida activacontemplativa.5

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en este co-texto, (2) Mara y Marta (y, con ellas, todos) deben comprender y actuar con la prioridad de atender al invitado antes que a ellas, extendiendo a Jess y a sus mensajeros el tipo de bienvenida en la cual es integral la escucha autntica del discipulado.22

22Ibid.,

437.6

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ESTUDIO NMERO UNO23Llamando a la puerta de la misericordia divinaLucas 11.1-4, La oracin de los discpulos En la medida en que avanzamos a travs de esta breve leccin, la pregunta que ustedes se estn haciendo es: Cul ha sido tu experiencia personal con la oracin del Padre Nuestro?

IntroduccinEugene H. Peterson en The Message (1993) nos ofrece una traduccin contempornea del Padre Nuestro en Lucas: Padre, Revela quin eres t. Mantnnos vivos con los tres alimentos tradicionales. Mantnnos perdonados contigo y perdonando a los dems. Mantnnos salvos de nosotros mismos y del demonio.24 Podemos ser contemporneos y cambiar esta versin para nuestro uso del Padre nuestro? Por qu s y por qu no? Como sabemos, una versin parafraseada siempre aade algo y quita algo de los textos ms literales al mismo tiempo enriquece y roba a la vez al original la fuerza y significado. Nuestro estudio del Padre nuestro nos har sensibles al valor y limitaciones de las traducciones libres tales como la de The Message. Lo poco que hemos escogido, Llamando a la puerta de la misericordia divina, procede de la vida de Samthann, una santa cltica irlandesa que muri en el 739. En los registros de las memorias de su vida ella es descrita como una mujer de oracin, alguien que llamaba frecuentemente a la puerta de la misericordia divina.25 Esta expresin nos recuerda lo que Jess dice cuando contina el tema de la oracin en medio del prrafo que sigue: Por ello os digo: Pedid y se os dar; buscad y hallaris; llamad a la puerta y se os abrir. Porque todo el que pide recibe, y todo el que busca halla y porque a todo el que llama, la puerta se le abrir (11.9-10. Comprese Mateo 7.7-8). El Padre nuestro se halla por ello en el corazn de toda oracin, es el instrumento supremo de oracin, y est colocado aqu como la perpetuacin de la cualidad de la vida de Mara (10.38-42) la necesidad de aprender, escuchar y orar del discpulo: Seor, ensanos a orar, la primera peticin de todos los verdaderos discpulos! Una experiencia fascinante con el Padre nuestro procede del testimonio de Simone Weil (1909-1943), una joven:

23Enero

7, 2001. H. Peterson, The Message (Colorado Springs, COMPRESE: Navpress, 1993), ??. C. Sellner, Wisdonm of the Celtic Saints (Notre Dame, IN: Ave Mara Press, 1993), 193.7

24Eugene 25Edward

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Francesa de nacimiento, juda por herencia, catlica por conviccin... (quien) se hallaba fuera de cada iglesia a fin de conducir a otros a la fe religiosa. Ella escribe en su Biografa Espiritual que por el tiempo ms extenso de su peregrinacin espiritual ella jams or, al menos en el sentido literal. Luego en un verano ella recorri a travs de la palabra del Padre nuestro, palabra por palabra en el griego (el texto griego de Mateo). Pronto ella lo aprendi de corazn al decir que la dulzura infinita del texto griego entonces se apoder de m por varios das y no pude detenerme de repetirlo todo el tiempo... A veces, tambin durante esta recitacin o en otros momentos, Cristo est presente conmigo en persona, pero su presencia es infinitamente ms real, ms conmovedora, ms clara que en esa primera ocasin cuando tom posesin de m.26 Una experiencia ms comn es la del pastor menonita canadiense, que cuando escribe en Cristianity Today, el 8 de enero, de 2001, describe su experiencia de adoracin en Iona: La adoracin fue vvida e inspiradora. Repetimos el Padre nuestro rtmicamente, frase por frase, cada lnea haca eco en las paredes de piedras as como las olas golpean las rocas unos cuantos cientos de metros a lo lejos. Nuestro canto incluy alabanza, estribillos, himnos, cantos espirituales afroamericanos, cantos monsticos y msica cristiana internacional todo con las acsticas magnificentes de la iglesia medieval reedificada.27 En los tiempos primitivos de la iglesia, al menos en los primeros cuatro siglos, era un privilegio el que se permitiera orar (el Padre nuestro).28 En primer lugar era una oracin bautismal en la cual era instruido el candidato para el bautismo.29 Una variante del segundo siglo de Lucas 11.2 sugiere esto: Que tu Espritu Santo venga sobre nosotros y nos limpie (vase 11.13).30 Eventualmente en la adoracin de la iglesia el26George A.

Panichas, ed., The Simone Weil Reader (Nueva York: David McKay Company, Inc., 1977), flap, 18-19; vase 492-500 para su exposicin del texto griego del Padre Nuestro.27Arthur

Paul Boers, Aprendizaje de los ritmos antiguos de la oracin, Cristianity Today (enero 8, 2001), 42. Iona es una pequea isla hebrideana de la costa oeste de Escocia. Columba, un monje irlands, vivi all en el siglo sexto, estableci un monasterio que evangeliz mucho de Escocia, Inglaterra y Europa. Un lugar de entierro para muchos reyes irlandeses y escoceses, el monasterio es conocido por un manuscrito cltico bellamente ilustrado, The Book of Kells... En los aos de 1930, el clrigo (presbiteriano) de la iglesia de Escocia, George MacLeod reuni estudiantes del seminario y hombres de negocios para reedificar Abbey medieval que se hallaba en ruinas. Este proyecto... fue el comienzo de la comunidad de Iona. Ahora con ms de 200 miembros de muchas denominaciones, y de firmeza creciente, la comunidad tiene un fuerte compromiso de paz y justicia y es conocida por sus recursos de adoracin... El Abbey recibe ms de 100,000 turistas por ao. 4228Joaqun

Jeremias, The Prayers of Jesus, Studies in Biblical Theology, Segunda Serie 6 (Inglaterra: SCM Press, 1967), 85.29Ibid., 30Esta

83-85.

variante se halla en dos manuscritos griegos minsculos, 700 (Siglo 11) y 162 (A.D. 1153). Era conocido alrededor de los siglos cuarto y quinto por los padres de la iglesia, Gregorio de Nisa en Capadocia y Mximo de Turn. Bruce M. Metzner comenta que aparentemente la variante de lectura es una adaptacin litrgica de la forma original del Padre nuestro, utilizado quiz cuando se celebraba el rito del bautismo o de la imposicin de las manos. A Textual Commentary on de Greek New Testament (Nueva York: United Bible Societies, 1971), 156. Fue conocido por Marcin? As dice E. F. Scott, The8

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Padre nuestro se convirti en parte de la liturgia de comunin, que se oraba precisamente antes de la comunin y perteneca a esa porcin del servicio en la cual slo a quienes eran bautizados se les permita participar.31 Entonces, era una oracin slo para creyentes, la oracin del cristiano no propiedad comn de todas las personas! Jeremias concluye que: Como uno de los tesoros ms santos de la iglesia, el Padre nuestro, juntamente con la Santa cena, era reservado para los miembros plenos, y no estaba al descubierto a quienes se hallaban fuera. Era un privilegio que se le permitiera a alguien repetirlo (las cursivas son mas).32 Jeremias aade que podemos ver la reverencia y temor que rodeaba a la oracin del Padre nuestro en: la frmula introductoria que se halla tanto en las liturgias del oriente como en las del occidente. En el oriente, en la as-llamada Liturgia de San Juan Crisstomo, que incluso hoy todava es la forma usual de la misa entre los ortodoxos griegos y rusos, el sacerdote dice, en la introduccin del Padre nuestro: Y haznos dignos, oh Seor, de que gozosamente y sin presuncin nos atrevamos a invocarte, Dios del cielo, como Padre, y podamos decir: Nuestro Padre. La frmula en la misa de occidente es similar: Nos atrevemos a decir (audemus dicere): Padre nuestro.33 Y ahora, como nuestro Salvador Cristo nos has enseado, nos atrevemos a decir, an es la frmula introductoria en The Book of Commun Prayer.34 Comentando sobre estas palabras, N. T. Wright, erudito del Nuevo Testamento cuando era decano de la Catedral de Lichfiel en Staffordshire, Inglaterra, escribi: En otras palabras, aun no tenemos el derecho de repetir esta oracin, es parte del atrevimiento santo, la celebracin casi descarada de la gracia y bondad verdaderas del Dios viviente, que podamos realmente pronunciar estas palabras como si realmente las comprendiramos por completo.35 Lords Prayer: Its Character, Purpose, and Interpretation (Nueva York: Charles Scribners Sons, 1952), 92. Establece que no puede ser original porque elimina la mencin del Reino, porque como decan los rabinos con quienes Jess estara de acuerdo: Una oracin en la que no se mencione nunca el reino no es una verdadera oracin.31Jeremias,

The Prayer of Jesus, 85. Advierte que nuestra prueba ms antigua verdaderamente de que el Padre nuestro era empleado regularmente en el servicio se hall finalmente en Twenty-forth Catechetical Lecture por Cirilo de Jerusaln en 350 d.C., 82.32Ibid.

Vanse las pp. 82-85 para su discusin de La oracin del Padre nuestro en la Iglesia Antigua. Cuando estudiaba en un Nuevo Colegio, la Universidad de Edinburgh, por unos meses pastoree una pequea iglesia bautista en una parte de las afueras de Edimburgo. Cada domingo en la maana despus del servicio regular y de la despedida de la congregacin cerrbamos las puertas y servamos la comunin slo a los creyentes!33Ibid. 34The Book

of Commun Prayer and Adminstration of the Sacraments and Other Rites and Ceremonies of the Churchs, Together with The Salter or Psalms of David, According to the Use of The Episcopal Church (New York: The Seabury Press, 1979), 363).35N.

T. Wright, The Lord and His Prayer (Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdmans Publishing Company, 1996), 13. Right es el recin electo Obispo de Durham. Antes l fue telogo del canon en Westminister Abbey en Inglaterra.9

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Esta maravillosa reverencia y privilegio ante el Padre nuestro en la iglesia antigua que se ha perdido para nosotros en su mayor parte, con optimismo podemos parcialmente recobrar en nuestro estudio del Padre nuestro. Un libro que descubr hace muy poco en mi anaquel (no tengo idea cundo lo compr!), es Jesus, Man of Prayer de Margarita Magdalena, habla directamente de este punto cuando escribe: Aunque el Padre nuestro es comprehensivo, y cubre las reas esenciales de nuestra vida, y se puede orar en todo tipo de situaciones, no significa que sea utilizado universal e indiscriminadamente... No era una oracin que debera hacerse ligeramente o fuera intercambiada por todos y por varios, incluyendo a los paganos.36 Entonces, quin debera orar el Padre nuestro? No todos! Cul ha sido su experiencia personal con el Padre nuestro?

36Margaret

Magdalen, Jesus, Man of Prayer (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 1987), 172.10

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ESTUDIO NMERO DOS37Los lentes mediante los cuales vemos el mundo38Lucas 11.1-4 Dondequiera exista la gracia de Dios, lo seres humanos oran. Dios trabaja en nosotros, porque no sabemos cmo orar como deberamos.39 El erudito del Nuevo Testamento, Wright en el prlogo de su The Lord and His Prayer, sermones predicados en la catedral de Lichfield donde era decano, confiesa: Entre ms he estudiado a Jess en su situacin histrica, ms se ha esclarecido para m que esta oracin resume plena y adecuadamente, aunque de una manera muy condensada, la manera en la cual l ley y respondi a las seales de los tiempos, la manera en que l entendi su propia vocacin y misin e invit a sus seguidores a que participaran de ella. Esta oracin, entonces, sirve como lentes a travs de los cuales ver a Jess mismo, y a descubrir algo de quin era l. Cuando Jess le dio a sus discpulos esta oracin, les estaba dando parte de su propio aliento, su propia vida, su propia oracin. La oracin realmente es una destilacin de su propio sentido de vocacin, su propia comprensin de los propsitos de su Padre. Si verdaderamente hemos de entrar en ella y convertirla en nuestra, slo se puede lograr si primero comprendemos de qu manera comenz a vivir el reino personalmente.40 El Padre nuestro es la oracin del Seor! Hizo Jess esta oracin juntamente con sus discpulos? El padre de la iglesia Tertuliano (160-225) en su comentario del tercer siglo sobre la Oracin del Seor la llam un compendio (breviario) de todo el evangelio.41 Ernst Lohemeyer llev a Tertuliano un paso ms adelante al llamar a la Oracin del Seor un breviario del breviario.42 E. F. Scott afirma que cuando todo se ha dicho (la Oracin del Seor) es el principal documento cristiano, y el nico que procede directamente de Jess mismo.433721

de enero de 2001.

38Wright,

The Lord and His Prayer, 9: La oracin del da entonces se convierte en los lentes por medio de los cuales t ves el mundo.39Barth, 40Ibid.,

Prayer, 16.

2.

41Citado

de Nicols Ayo, C.S.C., The Lord Prayer: A Survey Theological and Literary (Notre DAme: University of Notre Dame Press, 1992), 5. El latn es breviarium totius evangelii, traducido como un resumen de todo el Evangelio, en Tertullian: Disciplinary, Noral and Ascetical Works, The Fathers o Church, traducido por Rudolf Aibesmann, Emily Joseph Daly y Edwin A. Quain (Nueva York: Fhathers of the Church, Inc., 1959), 159. El Catechism of the Catholic Church (Nueva York: Doubleday, 1994), 727, traduce: el sumario de todo el Evangelio.42Lohemeyer, 43Scott,

297, breviarium breviaraii.

The Lords Prayer, v. Vase 18, 35. La llama la ms comprehensiva de todas las oraciones, antes que todo lo dems es la Oracin del Seor. 124.11

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Hoy ponemos atencin principalmente a:

La forma del texto44La versin de Lucas en la NRSV (11.2-4) lee: l estaba orando en cierto lugar y despus que hubo terminado, uno de sus discpulos le dijo: Seor, ensanos a orar, como Juan ense a sus discpulos. l les dijo: Cuando oren ustedes, digan: Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada da el pan cotidiano.45 Y perdona nuestros pecados, porque nosotros personalmente perdonamos a quienes nos deben, Y no nos metas en el tiempo de la prueba.46 Ntese que la lectura al margen para la lnea tres al igual que para la ltima lnea tiene un sentido escatolgico, esto es, traen el futuro al presente. La versin de Lucas en la Versin del Rey Santiago lee: Padre nuestro que ests en los cielos,47 Santificado sea tu nombre. Venga tu reino, Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, as en la tierra. Danos da a da nuestro pan cotidiano. Y perdona nuestros pecados; Porque tambin nosotros perdonamos a alguien que nos debe. Y no nos conduzcas a la tentacin; sino lbranos del mal. Ntese la acomodacin en la tradicin textual de la versin de Mateo como lo indican las palabras en cursivas. Escuchen ahora la versin de Mateo en la NRSV (6.9-13): Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.44Vese Las

versiones del Padre nuestro en Philip B. Harner, Understanding the Lords Prayer (Filadelfia: Fortress Press, 1975), 1-22.45Al margen, 46Al margen, 47Las

o nuestro pan para maana. o a nosotros en la tentacin.

palabras en cursivas no se hallan en los manuscritos ms antiguos y mejores.12

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Danos en este da nuestro pan cotidiano.48 Y perdona nuestras deudas, as como nosotros tambin perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en el tiempo de la prueba,49 pero lbranos del malo.50 Notese que lo que falta en la NRSV la Versin del Rey Santiago lo tiene como se muestra ms adelante en cursivas: Padre nuestro que ests en los cielos, Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hgase tu voluntad en la tierra, como en el cielo. Danos en este da nuestro pan cotidiano. Y perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores.51 Y no nos metas en tentacin, sino lbranos del mal: Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amn52 Ahora compare esto con la primera aparicin53 completa del Padre nuestro fuera del Nuevo Testamento en la Didaj54 (a principios del segundo siglo algunos lo consideran incluso anterior) que reproduce la versin de Mateo: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu Nombre,48Al margen, 49Al margen, 50Al margen, 51Es

nuestro pan para maana. a nosotros en tentacin. del mal.

interesante que la Versin del Rey Santiago pueda traducir el tiempo de manera ms correcta que la NRSV o incluso que la NASB. Est en lo correcto Jeremias, 92, que ve detrs la forma del tiempo pasado de Mateo lo que se ha llamado en la gramtica semtica un perfectum praesens, un presente perfecto, que hace referencia a una accin que ocurre aqu y ahora?52Las

palabras en cursivas no se hallan en los manuscritos ms antiguos y mejores.

53Existen

tambin alusiones antiguas que contribuyen a la declaracin de Ernst Lohmeyer de que es suficiente testificar que el Padre nuestro es una de las piezas ms antiguas de la tradicin del Evangelio. The Lords Prayer, traducido por John Bowden (Londres: Collins, 1965), 1965. En original era Das Vater-Unser, 1952.54La

Didaj es un manual griego de instruccin en el orden moral y de la iglesia titulado La enseanza del Seor a los gentiles a travs de los Doce Apstoles. Aunque se haca referencia a l en los documentos cristianos primitivos no fue conocido en toda su extensin hasta que fue descubierto en 1879 por Filotheos Bryennios en la biblioteca patriarcal de Jerusaln en Constantinopla.13

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venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el Cielo, as tambin en la tierra; danos hoy nuestro pan cotidiano. y perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos conduzcas a la prueba, sino lbranos del Malo, porque tuyo es el poder y la gloria por siempre.55 Aqu vemos la primera evidencia literaria de la bendicin contenida en cierta forma en la familia bizantina de textos que datan (pero no hasta del cuarto y quinto siglo en adelante) de la forma de Mateo del Padre nuestro.56 De acuerdo a la costumbre juda las oraciones terminaban a menudo con un sello, una sentencia de alabanza libremente formulada por la persona que estaba orando.57 Probablemente Jess quera esto, y es lo que las congregaciones ms antiguas hicieron, esto es, concluan el Padre nuestro con una doxologa libremente formulada por el orante.58 Entonces, en la medida en que el Padre nuestro comenz a utilizarse de manera creciente en el servicio como una oracin comn, se sinti la necesidad de establecer una formulacin fija de la doxologa59 que eventualmente hall su lugar en la tradicin manuscrita, cuando un escriba ya sea intencionalmente o sin intencin movi la doxologa del margen al texto de Mateo. La instruccin que sigue al Padre nuestro en la Didaj: Oren as tres veces al da60 se halla en armona con la costumbre juda tradicional como lo explica Barclay: El judo devoto oraba tres veces al da, a las 9:00 a.m., a las 12 del da y a las 3:00 p.m. Con un deseo judo caracterstico de encontrar el origen de las cosas en el pasado tan antiguamente como se pudiera, la oracin de la maana se atribua a Abrahn (Gnesis 19.27); la oracin de la tarde a Isaac (Gnesis 24.63) y el servicio de la noche a Jacob (Gnesis 28.11). Daniel tambin oraba tres veces al da viendo hacia Jerusaln (Daniel 6.10)... David tambin deca: En la noche, en la maana y a medio da orar y clamar (Sal 55.17). Por supuesto que esto se convierte en un crculo de oracin ritual; pero tambin

55The Apostolic

Fathers, I, traducido por Kirsopp Lake (Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1965), 321.56Bruce

M. Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament, (Nueva York: United Bible Societies, 1971), 16-17, ntese que la ausencia de cualquier descripcin en los antiguos e importantes representativos del Alejandrino (B), el Occidental (D y la mayora del Latn Antiguo) y los tipos de texto de la pre-cesareana (f), al igual que los comentarios patrsticos primitivos sobre el Padre nuestro (los de Tertuliano, Orgenes, Cipriano), indican que una atribucin o adscripcin, se compona usualmente en forma triple (quiz en base a Crnicas 29.11-13) a fin de adaptar la oracin al uso litrgico en la iglesia primitiva.57Jeremias, 58Ibid. 59Ibid.,

The Prayers of Jesus, 106.

106-107. Fathers, I, 321.14

60The Apotolic

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es verdad que el judo devoto poda decir: Sera capaz esa persona de orar continuamente, todo el largo da! (Tan.B., Mikkez 98a-98b).61 Al igual que para el registro de la versin latina hallada en la misa romana, se remonta a la Vulgata Latina de Jernimo (400 d.C.), lee como sigue: Pater noster, qui es in coelis. Sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in coelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobisdebita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo.62 Ntese que la bendicin mateana no estaba presente. Joaqun Jeremias ha intentado una reconstruccin de la forma y texto arameos originales del Padre nuestro como lo ense Jess concluyendo que la versin lucana ha preservado la forma ms antigua con respecto a la extensin, pero el texto mateano es ms original respecto al texto.63 As como posiblemente lo expres Jess en su reconstruccin lee de la siguiente manera:64 Querido Padre, Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Nuestro pan para maana / dnoslo hoy. Y perdona nuestras deudas / como tambin nosotros con esto perdonamos a nuestros deudores. Y no permitas que sucumbamos a la tentacin.6561William

Barclay, The Plain Man Looks Antiguo Testamento the Lords Prayer (Londres: Collins, Fontana Books, 1964), 21-22.62Ayo,

The Lords Prayer, 216. The Prayer of Jesus, 93.

63Jeremias, 64Ibib.,

95. ste es el punto de vista ms ampliamente aceptado, pero algunos eruditos piensan que la iglesia primitiva la desarroll a partir de Marcos 11.25-26 en el contexto de los precedentes judos y de la enseanza recibida (de Q?) de Jess. Vase J. L. Houlden, Lords Prayer, en David Noel Freedman, ed., The Anchor Bible Dictionary, Volumen 4, K-N (Nueva York: Doubleday, 1992), 358. Lohmeyer adverta que el hecho de que hubiera dos formas poticas diferentes del Padre nuestro sirve como advertencia contra cualquier presuposicin de que una forma surgi de la otra como resultado de la abreviacin o de la expansin. l public primero en 1952 (en alemn) lo que precede a la obra de Jeremias. E. F. Scott, The Lords Prayer, 27-30, que tambin precede a Jeremias, sostiene fuertemente la originalidad de la versin de Mateo.65Hamer,

Understanding the Lords Prayer, nota 14, 132, reporta que Guenther Schwarz Matthaus V.913/Lucas XI.2-4: Emendation und Reuckuebersetung, New Testaments Studies 15 (1968-69): 233-47,15

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Ante todos estos comparamos la versin que utilizamos en nuestra liturgia como participantes de la tradicin anglicana/wesleyana:66 Padre nuestro, que ests en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga tu reino, hgase tu voluntad, En la tierra como en el cielo. Danos en este da nuestro pan cotidiano. Y perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a quienes nos deben.67 Y no nos metas en tentacin, sino lbranos del mal. Porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por siempre y siempre. Amn.68 Tanto las versiones mateana como lucana del Padre nuestro se hallan en contextos catequticos y por ello son importantes para la instruccin en la oracin para la iglesia primitiva. Pero estaban dirigidas a dos diferentes audiencias y contenan dos textos litrgicos para que cada uno de los evangelistas nos transmitiera el texto del Padre nuestro como se oraba en su iglesia en ese tiempo.69 Como resultado de su examen del contexto escritural y contenido de cada versin, Jeremias concluye que:

cree que la oracin original de Jess fue Padre: Santificado sea tu nombre; venga tu reino; hgase tu voluntad; danos el pan nuestro; y perdona nuestras deudas; y lbranos de nuestra tentacin.66Esta

forma del Padre nuestro, de manera muy interesante, no ha de hallarse en dos fuentes comunes de liturgia para la Iglesia del Nazareno, el Manual y el himnario. El himnario comn contiene una lectura que titula Un modelo de oracin de Mateo 6.5a, 6-13, que incluye la forma mateana. Sin embargo, un himnario anterior contiene la forma deudas del Padre nuestro.67El

lenguaje deudas se remonta hasta John Wycliffe (1380) y William Tyndale (1525/26). Su uso se estableci en el Libro de Oracin Comn en 1549 Henry VIII, quien deseaba establecer una estandarizacin til de textos litrgicos. Ayo, The Lords Prayer, 7. El Manual o Libro de lectura de Henry VIII (1545) lea: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad en la tierra, como en el cielo. Danos en este da nuestro pan cotidiano. Y perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a quienes nos deben. Y no nos metas en tentacin. Sino lbranos del mal. Amn. 227.68The Book

of Common Prayer, 364. Su moderna versin inglesa lee: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a quienes nos deben. Slvanos del tiempo de prueba, y lbranos del mal. Porque el reino, el poder y la gloria son tuyos, ahora y siempre. Amn.69Jeremias,

The Prayers of Jesus, 89.16

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el catecismo mateano sobre la oracin est dirigido a personas que haban aprendido en la infancia, pero cuyas oraciones se hallaban en peligro de convertirse en una rutina. El catecismo lucano sobre la oracin, por otro lado, est dirigido a personas que deberan aprender por primera vez a orar y cuyo nimo debera surgir para orar . Es claro que Mateo est transmitindonos instrucciones sobre la oracin dirigida a judeo-cristianos, Lucas a gentiles-cristianos. Cerca del ao 75 d.C., por tanto, el Padre nuestro era un elemento fijo en las instrucciones sobre la oracin en todo el cristianismo, en la iglesia juda-cristiana as como en la iglesia cristiana gentil. Ambas iglesias, aunque eran diferentes en sus situaciones, estaban unidas en este punto: que un cristiano aprenda, por el Padre nuestro a cmo orar.70 Por ello en nuestra interpretacin del Padre nuestro vemos cada versin como parte de todo el evangelio del cual forma parte, y vemos los pasajes inmediatamente antes y despus de cada uno como un comentario sobre el texto de oracin de parte del mismo evangelista.71 Debera advertirse que el Padre nuestro es distintivamente judo en carcter, con numerosos paralelos en las formas judas de oracin.72 Ebeling va ms all al comentar que puede demostrarse que cada una de las lneas del Padre nuestro ya se halla en las oraciones judas.73 Se hallan afinidades especialmente con el Qaddish y con Las Dieciocho Bendiciones. El Qaddish, era una oracin aramea antigua que constitua la conclusin del servicio en la sinagoga y con la cual Jess sin duda estaba familiarizado desde la niez,74 comienza de una manera anloga a la oracin modelo de Jess: Exaltado y santificado sea su gran nombre En el mundo que l cre de acuerdo a su voluntad. Que establezca su reino en nuestro tiempo de vida y en nuestros das, y en el tiempo de vida de la casa de Israel, rpidamente y en un tiempo prximo.75 Pero como concluye Ebeling en su comentario: no obstante, la totalidad inspira o anima un nuevo espritu.76 Scott utiliza el cuadro pictrico de cmo un escultor halla la estatua querida en el pedazo de mrmol mientras trabaja con el cincel y cincela. Todo lo prestado es tan remodelado para dar a luz a sus significados esenciales, y son colocados en relacin orgnica entre uno y otro. De esa manera Jess transform todo el significado de la oracin.7770Ibid., 71Ayo,

88-89. The Lords Prayer, 10. Lords Prayer, 359.

72Houlden, 73Gerhard

Ebeling, On Prayer, traducido por James W. Leitch (Filadelgia: Fortress Press, 1966), 48. En original era Vob Gebet, 1963.74Jeremias,

The Prayer of Jesus, 98.

75Green, The Gospel of

Luke, 439. Para el texto completo de esta oracin, The Eighteen Benedictions, and The Morning Prayer, vase Harner, Understanding the Lords Prayer, 123-127.76Ebeling,

On Prayer, 48.17

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Pero ahora vayamos al significado original del Padre nuestro tal como se entreg primero. El punto de partida obviamente fue la propia vida de oracin de Jess: l estaba orando en cierto lugar (11.1). El propio patrn de oracin78 de Jess no slo fue el elemento catalizador de la peticin de los discpulos para la instruccin en la oracin, sino tambin la misma forma de su peticin: Seor, ensanos a orar, como Juan ense a sus discpulos, lo que nos da una clave importante de su significado original. En los das de Jess grupos individuales tales como los esenios o los fariseos estaban marcados por sus propias costumbres y formas de oracin. Los seguidores de Juan igualmente eran conocidos por ciertas prcticas como se evidencia en la narrativa lucana.79 Para tales grupos religiosos una costumbre particular en la oracin expresaba la relacin particular con Dios con quien estaban relacionados los individuos.80 Los discpulos requeran de prcticas que los diferenciaran como sus seguidores. Por ello demandaron una oracin que los uniera a ellos como una comunidad y que los identificara como pertenecientes a Jess y a la accin salvadora de Dios presente en l. Queran una oracin que expresara su preocupacin principal. Y en esta oracin, el Padre nuestro, es el sumario ms claro y ms rico de la proclamacin de Jess que poseemos. 81 As sucedi con esta oracin, comenz la oracin en el nombre de Jess!82 Por eso de nuevo, recordamos que cuando oramos el Padre nuestro, existe un sentido real en el cual estamos orando la Oracin del Seor!83 Nuestra leccin nos lleva a lo que los telogos designan como Lex Orandi-Lex Credenti. El Dr. Herb Prince me ense esta distincin! La distincin es importante porque de la manera en que uno ora, determina cmo cree uno: Lex Orandi-Lex Credenti. Esto es lo que les estaba sucediendo a los discpulos el Padre nuestro para ellos era Lex Orandi-Lex Credenti! Se estaban formando como discpulos, estaban siendo instruidos en su fe en Jess y en su reino por la manera en que ellos oraban! Pero se puede invertir: Lex Credenti-Lex Orandi, esto es, que de la manera en que uno cree, determina cmo ora uno. Ha funcionado en la iglesia histrica de ambas maneras: Lex Credenti-Lex Orandi Lex Orandi-Lex Credenti Protestantismo clsico Anglicanismo Catolicismo romano

Un miembro de Todas las Almas despus de una eucarista del martes por la maana, despus que le dije que vena a escuchar mi teologa en la liturgia de ellos, observ: Nosotros los episcopales sin nuestra liturgia no somos nada, o nosotros somos lo que es nuestra liturgia! Su buen obispo John Spong en el77Scott,

The Lords Prayar, 61. Entre las oraciones judas l incluye el Shema tambin. Vanse sus discusiones sobre el trasfondo y originalidad, 36-40, 57-62.78Vese 3.21-22; 79Vase 5.33 80Jeremias, 81Ibid. 82Juan 83

(4.42); 6.12; 9.13; 10.21-22.

y 7.33.

The Prayers of Jesus, 94

Este prrafo depende de su investigacin. Vase tambin, The Gospel of Luke, 440. 14.13s; 15.16; 16.23.

En una ocasin escuch un sermn grabado aparentemente por un predicador dispensacionalista extremo que insista en que el Padre nuestro no era una oracin cristiana porque no terminaba con la expresin en el nombre de Jess. Como hemos visto, el Padre nuestro dio origen de una manera rica y significativa al desarrollo de la posterior oracin en el nombre de Jess. As es la oracin cristiana de todas las oraciones cristianas!18

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Union-Tribune del viernes (1/19/2001)84 Igualmente, Herbert Prince, profesor asociado de filosofa y teologa en la Universidad Nazarena de Point Loma, entiende por qu gente de fe se molest as contra Spong: Si ests leyendo a este autor particular y lo ests tomando seriamente, entonces est cuestionando lo que ests haciendo cada domingo particular, E-4. aprueba esta verdad! Ms recientemente (2003) la confirmacin como obispo en Vermon de Gene Robinson, quien vive en una relacin homosexual comprometida, tambin es una ilustracin. Existe un sentido real en el cual nuestra forma de adoracin da forma a la manera en que creemos y la manera en que creemos conforma la manera en que adoramos! La adoracin y la creencia son inseparables! La manera de cmo adoramos en la tradicin de la iglesia libre es ms significativa que nuestros gustos y preferencias! Una pregunta hipottica: De qu manera est determinada nuestra adoracin como nazarenos por lo que creemos, y por otro lado, cun formados estamos teolgicamente por la manera en que adoramos? El asunto importante en este da, no obstante, es que usemos el Padre nuestro correctamente, como Lex Orandi-Lex Credenti a fin de que nos forme diariamente como discpulos de Jess! Pero es interesante que Agustn recomiende Lex Credenti-Lex Orandi!: Porque l dijo: Cmo invocarn a quien no han credo? a ustedes no se les ense primero el Padre nuestro y luego el Credo. Primero se les ense el Credo, para que ustedes puedan saber cmo creer y despus la oracin, para que puedan saber a quien invocar. El Credo contiene lo que ustedes han de creer; la oracin, lo que han de pedir. Es la oracin del creyente la que se escucha.85

84La

respuesta de Herb Prince en el Union-Tribune a la reformulacin del cristianismo de parte del obispo en su propia imagen fue como sigue:85Agustn,

240.19

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ESTUDIO NMERO TRES 86Abba, Padre 87Lucas 11.2 En un tratado escrito a sus monjas acerca de la oracin El camino de la perfeccin, Teresa de vila (1515-1582), en sus comentarios sobre la oracin quieta, el principio de la contemplacin, escribi: Conozco a una persona que jams pudo orar de otra manera sino en voz alta... Y si ella no recitaba en voz alta la oracin su mente vagaba tanto que ella no poda controlarla... En una ocasin ella vino a m afligida porque no saba cmo practicar la oracin mental y tampoco poda contemplar; ella slo poda orar en voz alta. Le pregunt cmo estaba orando, y vi que aun cuando ella estaba unida a nuestro Padre experimentaba contemplacin pura y que el Seor la estaba elevando y unindola con l mismo. Y por sus obras ella pareca que verdaderamente estaba recibiendo tales favores grandes, porque estaba viviendo una vida muy buena.88 Llegamos finalmente en nuestro estudio del Padre nuestro al principio de nuestro enfoque a sus verdaderas palabras, sus peticiones, tal como las hallamos en la forma lucana del texto. Una de las cosas que he querido hacer desde hace mucho tiempo es reunir comentarios sobre cada peticin de algunas de las exposiciones clsicas del Padre nuestro en la historia de la iglesia. Esto es lo que estoy intentado hacer en esta serie. I. Padre89 Padre nuestro que ests en los cielos90 Una pregunta: antes que comencemos a interpretar la alocucin Padre en su contexto del primer siglo y en el Nuevo Testamento es necesario hacer una pregunta en el contexto contemporneo (ntese, no dije que se responda!) y esta pregunta es:

864

de febrero de 2002. 14.36; vase Romanos 8.15; Glatas 4.6. Works of St. Teresa of Avila, Volumen II, 152.

87Marcos

88The Collected 89Comentario

de la forma de escuela dominical. La direccin que adopta esta leccin es culpa de Herb! Su leccin de la semana pasada me inspir! As como me dijo en una ocasin W. T. Purkiser acerca de su asistencia a su iglesia en un retiro: No hay nada que ellos puedan hacer de ninguna manera! Francamente intent la siguiente lnea de pensamiento slo como una perspectiva de algo establecido para trabajar con la expresin Padre en la perspectiva bblica e histrica, pero eso me rebas a tal punto que me sal del tiempo y del espacio!90Mateo

6.9.

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1. Cun adecuada es la palabra padre como lenguaje de adoracin/oracin en nuestra cultura?91 Un telogo catlico romano de la Universidad de Notre Dame, Nicolas Ayo, C.S.C., en su estudio del Padre nuestro plantea la pregunta de manera sucinta para nosotros: La palabra Padre es una metfora para Dios. Quienes estn conscientes de las limitaciones de todo lenguaje metafrico y las mujeres en particular que estn conscientes de las connotaciones patriarcales que una palabra masculina puede plantear han cuestionado la viabilidad del Padre nuestro tal como se expresa ahora.92 Por ejemplo, Marjorie Proctor Smith, profesora de Liturgia y Adoracin en la Escuela de Teologa de Perkins, de la Universidad Metodista del Sureste, habla por muchas mujeres en nuestros das cuando escribe en 1990: Las formas de adoracin tradicional tambin son consideradas desde una distancia crtica, cuando las mujeres reconocen que el lenguaje y sistemas de smbolos excluyen o degradan a las mujeres y las experiencias de las mujeres. En el corazn de los debates dentro del cristianismo y del judasmo sobre el uso del lenguaje inclusivo en la adoracin es un problema espiritual. Las mujeres no pueden experimentar a Dios o a s mismas como parte de la comunidad cuando el lenguaje utilizado niega la existencia de ellas o distorsiona sus experiencias. El lenguaje del patriarcado y de la dominacin no expresa la plenitud de las experiencias de las mujeres de encuentro con lo divino, ni responde a nuestras preguntas bsicas de identidad. Fueron las mujeres hechas a la imagen de Dios, o no? Las mujeres son parte de la comunidad religiosa, o somos perifricas?93 Recuerdo cuando Nancy Hardison, una profesora retirada de Point Loma Nazarene University y ahora misionera anglicana voluntaria junto con su esposo mdico en Kenya,94 me coment despus de la publicacin de la New Revised Standard Version (1991) con su muy moderado uso del lenguaje inclusivo: Por primera vez en mi vida puedo leer la Biblia sin molestia. Como alguien de Nueva Inglaterra y graduada de Radcliffe (Harvard) haba encontrado mucho prejuicio de gnero daino y obstculos en su viaje profesional. A partir del momento de escribir esta leccin he estado de acuerdo con los escritos de Roberta C.Bondi, profesora de Historia de la Iglesia en la Escuela de Teologa Candler de la Universidad de Emory. Debido a su distorsionada niez en su relacin con su propio padre ella enfrent el asunto de Dios como Padre de una manera muy personal y dolorosa, pero encontr el camino mediante sus91Eche

un vistazo a Elizabeth A. Johnson, Naming God She: The Theological Implications, The Princeton Seminary Bulletin, Volumen xx, Nmero 2, Nueva Serie 2001, 134-139). (Vanse las notas de pie de pgina 5.2-5 para la fotocopia.)92Ayo,

The Lords Prayer, 23. Tambin se hallan las preguntas de quienes han tenido una imagen inadecuada o negativa de padre, que jams tuvieron un padre en casa, padres que los abandonaron, que abusaron de ellos o de otra manera hicieron imposible una imagen de padre saludable.93Marjorie

Procter Smith, Feminismo y Espiritualidad, Spiritual Traditions for the Contemporary Church, editores Robin Maas y Gabriel ODonnell, O.P. (Nashville: Abingdon Press, 1990). Tambin cito a Elizabeth Johnson aqu?94Tambin

retirada de PLNU sirvi como Decana Acadmica de la Universidad Nazarena Africana en Nairobi, Kenya. Su esposo era voluntario en un hospital del rea.

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estudios de los maestros monsticos primitivos y de una resultante disciplina de oracin. Vanse especialmente sus Memorias de Dios: Reflexiones Teolgicas sobre una Vida (Nashville: Abingdon Press, 1995), 21-49, y su En Tiempo Ordinario: Sanidad y Heridas del Corazn (Nashville: Abingdon Press, 1966) Ms recientemente vase Un Lugar para Orar: Reflexiones sobre el Padre nuestro (Nashville: Abingdon Press, 1998). El relato de cmo ella utiliz el Padre nuestro para orar a travs de los problemas de su niez con su padre se halla en su Tiempo Ordinario, 69-96, y en Prctica de una Segunda Flauta, Weavings Woven together in love Volumen XI, Nmero 2 (Marzo/Abril 1996), 617. La veneracin de Mara, la madre de Jess es la forma catlica tradicional que compensa las limitaciones culturales (psicolgicas-sociolgicas) del concepto de Padre, incluso de la posibilidad en nuestros das de designar a Mara como co-redentora de su Hijo!95 Ayo contina diciendo: Es en alguna medida posible que sea apropiado hablar de Dios en un lenguaje de gnero especfico? Debera alguien al menos incluir metforas femeninas para Dios sobre una base igual que las metforas masculinas?96 Podramos decir entonces que la manera protestante sera llamar a Dios Madre al igual que Padre? Ayo termina su comentario: Madre Nuestra que ests en los cielos puede sonar extrao en la recitacin del Padre nuestro, pero teolgicamente no existe ninguna realidad de una madre o padre que Dios no exhiba de una manera eminente.97 En las expresiones poticas de los profetas del Antiguo Testamento por ejemplo, se utilizan frecuentemente el lenguaje y metforas maternos en relacin con Dios, particularmente para hablar de su compasin hacia Israel.98 Uno de los muchos pasajes de Isaas ilustra: Escchame, familia de Jacob, todo el resto de la familia de Israel, a quienes he cargado desde el vientre, y he llevado desde la cuna. Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo ser el mismo, yo los sostendr. Yo los hice y cuidar de ustedes; los sostendr y los librar. Trible comenta este pasaje, al cual le siguen varias citas bblicas: De acuerdo con esto, en las tradiciones bblicas un slo rgano femenino se convierte en un vehculo que apunta a la compasin de Dios.99 En junio de 1999 cuando comenzamos un estudio del libro de Proverbios, Herb Prince present estudios sobre la sofa femenina, la Seora Sabidura que se hallaba muy estrechamente relacionada con

95Tomado 96Ayo, 97Ibid.

de la leccin de Herb Prince del 29 de enero de 2001.

The Lords Prayer, 23.

98Vase por

ejemplo a Phyllis Trible, God and the Rhetoric of Sexuality (Filadelfia: Fortress Press, 1978),

1-71.99Ibid.,

38. Vase tambin Isaas 49.15; 66.13.

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Dios en Proverbios 1-9. Sus presentaciones se titularon Mundo del Hombre, Lugar de la Mujer, de Prov 1.20-33 y La Mujer Extraa de Proverbios 2.12-22. Una oracin cltica antigua deca as: Hay un corazn de madre en el corazn de Dios.100 3. En la historia de la iglesia han habido alusiones a las caractersticas maternales de Dios. Se puede mencionar a Efrn el sirio (306-373),101 a Agustn (354-431),102 a Macario (a fines del cuarto siglo),103 a Hildegard de Bingen (1098-1179),104 Francisco de Ass (1181/2-1226), a Anselmo de Canterbury (10331109),105 a Catarina de Siena (1347-1380) y a otros que utilizaron imgenes maternales en relacin con Dios.106 Famosa por su lenguaje que utiliza la palabra Madre para referirse a la deidad, Juliana de Norwich (1342-1420), una mstica inglesa que vivi como anacoreta, esto es, en una celda como reclusa, anexa a la iglesia de san Julin en Norwich, una iglesia que aun permanece.107 En esta celda ocup su tiempo en oracin, contemplacin y en la enseanza y consejo a quienes acudan a la ventana de su celda. Aqu ella recibi quince demostraciones o revelaciones de Dios108 sobre las que ocup aos reflexionando e100Celtic

Prayers of Yesterday and Today. Encontr esto en un pequeo libro de bolsillo sin fecha ni editorial que alguien me dio.101Vanse los

himnos 2 y 21 de los Himnos de Navidad, Ephrem the Syrian: Himns, Classics of Western Spirituality, traducido por Kathleen Mc Vey (Mahway, N.Y.: Paulist Prees, 1989.102Vase su

comentario sobre Salmos 101.7. Analice en Nicene y Post-Nicene Fathers, 1 series, v. 8, p. 497. Gerard Reed pone en tela de juicio este uso.103Homila

46,3, Pseudo-Macarius: the Fifty Spiritual Homilies and the Great Letter, Classics of Western Sprituality, traducido y editado por George A. Maloney (Nueva York: Paulist Press, 1992), 231. El amor de Dios es semejante al amor de una madre. Gerhard Reed comenta que los pronombres masculinos, y toda la homila, indica que Dios es visto con sustantivos y pronombres en gnero masculino. Nota personal el 2/22/01.104En

The Book of Divine Works, l habla de aquellos que tienen sed de la justicia de Dios y maman la santidad de los pechos de ella. Fiona Bowie y Oliver Davies, ed., Hildegard of Bingen: Mystical Writtings, traducido por Robert Carver (Nueva York: Crossroad, 1993), 94.105Su

Oracin a san Pablo lee as: Pero tambin t, buen Jess, no eres tambin una madre? No eres una madre que rene a sus polluelos debajo de sus alas? En verdad, Seor, t eres una madre tambin. Citado de Julian of Norwich: Showing, traducido por Edmund Colledge, O.S.A., y James Walsh, S.J. (Nueva York: Paulist Press, 1978), 87.106Aqu dependo

en parte de Julian of Norwich: Showings, 9, 87. Gerhard Reed, profesor de Historia, Filosofa y Religin en la Universidad Nazarena de Point Loma en una conversacin el 2 de abril de 2001 insiste en que por su lectura de las fuentes originales, la mayor parte de las citas aducidas por Elaine Pagels, y de algunos otros no apoyan la tesis de Dios como Madre derivada de ellas hasta el tiempo de Juliana de Norwich.107La

iglesia original, destruida por las bombas en 1942, ha sido restaurada como un lugar de oracin por las Hermanas Anglicanas de Todos los Santos. Alan Webster, Juliana de Norwich, en Gordon S. Wakefield, ed., The Westminster Dictionary of Spirituality, Filadelfia: The Westminster Press, 1983), 236.108La

primera de sus revelaciones tuvo lugar el 3 de mayo de 1373.

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interpretando en un texto ms corto y uno ms extenso que poseemos actualmente. Este documento clsico tambin es conocido como Revelations of Divine Love. Para Juliana, el amor se daba principalmente en relacin con Dios y entre los unos y los otros. La palabra que ella recibi del Seor y ha llegado a ser la ms famosa es Puedo hacer todas las cosas bien; y es posible que pueda hacer todas las cosas bien, y har todas las cosas bien, y har ciertamente todas las cosas bien; y t vers personalmente que toda clase de cosas estarn bien. 109 Ella es valorada tambin por su imagen bien conocida para el amor de Dios, la avellana: Y luego ella me mostr algo pequeo, no mayor que una avellana, que caba en la palma de mi mano, tal como me pareci, y era tan redonda como una pelota. La mir con los ojos de mi entendimiento y pensamiento: Qu podra ser esto? Estaba maravillada de que pudiera ser la ltima, porque pens que debido a su pequeez habra cado repentinamente y convertirse en nada. Y me respondieron en mi entendimiento: Es la ms pequea y siempre ser, pero Dios la ama; y por ello todo ha sido mediante el amor de Dios. En esta cosa pequea vi tres propiedades. La primera es que Dios la hizo, la segunda es que Dios la ama, la tercera es que Dios la preserva. Pero lo que vi en ella: es que Dios es el creador y el protector y el que ama. Porque hasta que yo estuviera unida sustancialmente a l, jams podra tener perfecto descanso o verdadera felicidad, esto es, hasta que estuviera tan apegada a l fue cuando no pudo haber cosa creada entre mi Dios y yo.110 Con Juliana de Norwich comenzamos nuestra bsqueda por apreciar lo que significa llamar a Dios Padre. Lo ms interesante es que estamos haciendo eso con alguien que tambin llama a Dios Madre! Juliana no slo utiliz la metfora de Madre en lugar de Padre, sino tambin en lugar de Hijo y para la trinidad como una totalidad. Conforme leemos en su Showings divorciemos nuestras mentes y emociones de todo lo feminista o de las barreras o lmites polticamente correctos y permitamos que el testimonio de esta dama de los siglos XIV-XV eleve nuestros corazones a una apreciacin emocionante de quin es nuestro Dios para nosotros! Presentaremos algunos pasaje relevantes en el orden de su aparicin en el texto ms extenso: Y de esa manera vi que Dios se regocija de ser nuestro Padre, y Dios se regocija de ser nuestra Madre, y Dios se regocija de ser nuestro esposo y el alma es su esposa amada. Y Cristo se regocija de ser nuestro hermano, y Jess se regocija de ser nuestro salvador. Hay cinco grandes gozos segn entend en los cuales quiere que nos regocijemos, en alabarle, en darle gracias, en amarlo, bendicindolo interminablemente, todos los que sern salvos (279).111 Porque la verdadera omnipotencia de la trinidad es nuestro Padre, porque l nos hizo y nos guarda en l. Y la profunda sabidura de la trinidad es nuestra Madre, en quien estamos encerrados. Y la gran bondad de la trinidad es nuestro Seor, y en l estamos encerrados y l en nosotros. Estamos encerrados en el Padre y estamos encerrados en el Hijo y estamos encerrados en el Espritu Santo. Y el Padre est encerrado en nosotros, el Hijo est encerrado en nosotros y el Espritu est encerrado en nosotros (285. Vase Salmos 139.5-10). De esa manera nuestra Seora es nuestra Madre, en quien todos estamos encerrados y hemos nacido de ella en Cristo, ella que es la madre de nuestro salvador es madre de todos los que son salvos

109Ibid., 110Ibid., 111El

229. 183.

nmero de pgina se indicar entre parntesis a travs de todas estas citas.

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en nuestro salvador; y nuestro salvador es nuestra verdadera Madre, en quien hemos nacido interminablemente y de quien jams saldremos (292). Otro pasaje de nuestra secuencia designa a Jess como Madre: De esa manera en nuestra verdadera Madre Jess nuestra vida est basada en su propia sabidura y presciencia que no tiene principio, con gran poder del Padre y la suprema bondad del Espritu Santo. Y al aceptar nuestra naturaleza l nos dio vida, y en su bendita muerte en la cruz l nos trajo vida interminable (304. Vase 340). El captulo 58 habla acerca de Dios la bendita trinidad de esa manera extraeremos los rasgos sobresalientes: Y de esa manera en nuestro quehacer, el omnipotente Dios es nuestro Padre amoroso y Dios toda sabidura es nuestra amante Madre, con el amor y la bondad del Espritu Santo, los cuales son todos un slo Dios, un Seor... En nuestro omnipotente Dios tenemos nuestra proteccin y nuestra felicidad (arrobamiento), mientras guarda nuestra esencia natural, que es nuestra por nuestra creacin sin principio; y en la segunda persona, en conocimiento y sabidura tenemos nuestra perfeccin, mientras guarda nuestra sensualidad, nuestra restauracin y nuestra salvacin, porque l es nuestra Madre, hermano y salvador; y en nuestro buen Seor el Espritu Santo tenemos nuestra recompensa y nuestro Dios para nuestra vida... de gracia plena. Porque toda nuestra vida consiste de tres: en el primero (el Padre) tenemos nuestro ser, y en la segunda (Madre) tenemos nuestro desarrollo, y en el tercero (el Espritu Santo) tenemos nuestra realizacin. Lo primero es naturaleza, lo segundo es misericordia, la tercera es gracia. En cuanto al primero, vi y entend que el gran poder de la trinidad es nuestro Padre, y la profunda sabidura de la trinidad es nuestra Madre, y el gran amor de la trinidad es nuestro Seor... Por ello, en nuestro Padre, el omnipotente Dios, tenemos nuestro ser, y en nuestra Madre de misericordia tenemos nuestra reforma y nuestra restauracin, en quien son unidas nuestras partes y todo hecho hombre perfecto, y a travs de las recompensas y dones de la gracia del Espritu estamos completos (293-295). Entiendo tres maneras de contemplar la maternidad de Dios. La primera es la fundacin de la creacin de nuestra naturaleza; la segunda es cuando toma nuestra naturaleza, donde comienza la maternidad de la gracia; la tercera es la maternidad en accin... y es todo un slo amor (297). Vi que cada una de las deudas que tenemos ante el mandato de Dios de la paternidad y maternidad se cumple en el Dios verdaderamente amoroso, que como amor bendito Cristo obra en nosotros (299). Como hemos visto, Juliana no estaba preocupada respecto al lenguaje inclusivo, ella simplemente es captada en su bsqueda de una visin adecuada de Dios!112112A

partir del momento de escribir esta leccin he estado de acuerdo con los escritos de Roberta C. Bondi, profesora de Historia de la Iglesia en la Escuela de Teologa Candler de la Universidad de Emory. Debido a su distorsionada niez en su relacin con su propio padre ella enfrent el asunto de Dios como Padre de una manera muy personal y dolorosa, pero encontr el camino por medio de sus estudios de los maestros monsticos primitivos y de una resultante disciplina de oracin. Vanse especialmente sus Memorias de Dios: Reflexiones Teolgicas sobre una Vida (Nashville:: Abingdon Press, 1995), 21-49, y su En Tiempo Ordinario: Sanidad y Heridas del Corazn (Nashville: Abingdon Press, 1966) Ms recientemente vase Un Lugar para Orar: Reflexiones sobre el Padre nuestro (Nashville: Abingdon Press, 1998). El relato de cmo ella utiliz el Padre nuestro para orar a travs de los problemas de su niez con su padre se halla en su Tiempo Ordinario, 69-96, y en Prctica de una Segunda Flauta, Weavings

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Y esa es nuestra preocupacin, nuestro llamado, un Dios suficientemente grande, cuando nos

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dirigimos a Dios como Padre! No queremos estar limitados por un Dios que sea demasiado pequeo!113 En seguida pondremos atencin al uso bblico de Padre y sus implicaciones para nosotros.

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ESTUDIO NMERO CUATRO114Abba, Padre115Lucas 11.2 Santo Toms de Aquino (1225-1274), el ms grande telogo de la iglesia medieval, en su Suma Teolgica nos gua en el Padre nuestro: La oracin es una breve representacin de nuestros deseos ante Dios. En la oracin del Seor Padre Nuestro se nos ensea no slo lo que deberamos desear, sino tambin en qu orden, a fin de que podamos edificar toda la estructura de nuestros afectos. Lo primero que hemos de desear es nuestra meta, Dios mismo.116 Herb Prince titul una de mis presentaciones La palabra que puede cambiar al mundo. 117 Me pregunto, podra ser la palabra Padre con la cual nos dirigimos a Dios tal palabra? Como insiste Evelyn Underhill (1875-1941): Quienes utilizan esta oracin tienen que orar desde la cruz.118 Hildegard de Bingen (1098-1179), una hermana benedictina de Rhineland del siglo doce, cuyos estudios prolficos todava se publican y estudian, escribi cantos para su comunidad. Entre otras cosas ella ense a sus hermanas a cantar: Oh gran Padre, Grande es nuestra necesidad, Y por eso te suplicamos ahora Por tu palabra Mediante la cual nos llenaste De lo que carecamos; Woven together in love Volumen XI, Nmero 2 (Marzo/Abril 1996), 6-17.113Vase a

J. B. Phillips, Your God is too Small (Nueva York: Macmillan, 1967). La Nueva Traduccin Viviente: Una traduccin apropiada; fcil de comprender; relevante para el da de hoy. Los traductores hacen nfasis, no obstante, en que todos los sustantivos y pronombres masculinos utilizados para representar a Dios (por ejemplo, Padre) se han mantenido sin excepcin. Ellos creen que las caractersticas esenciales del carcter revelado de Dios slo pueden quedar incluidos mediante el lenguaje masculino expresado en los textos originales de la Escritura. (De una propaganda comercial en Christianity Today del 23 de abril de 2001, 21.)11418

de febrero de 2002. 14.36; vase Romanos 8.15; Glatas 4.6.

115Marcos 116Santo

Toms de Aquino, Summa Theologiae, Timothy McDermott, ed. (Estminster, Maryland: Christian Classics, 1879), 403. Vase Underhill, ABBA, 50-51 (38-39).?11711

de febrero de 2002, en una clase de escuela dominical en la Primera Iglesia del Nazareno de San Diego, California, USA.118Evelyn

Underhill, ABBA: Meditations based on the Lords Prayer (Nueva York: Longmans, Green & Comprese., 1940), 10. (14) en mi copia.

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Que te complazca ahora, Padre, porque es apropiado Fijarte en nosotros En caso de que fallemos Y tu nombre sea oscurecido dentro de nosotros, El cual es nuestra ayuda en la necesidad.119 La suprema importancia de nuestro intento de comprender el significado de la exclamacin Padre en labios de Jess tal como ense a sus discpulos a orar resalta cuando Dallas Willard, profesor de la Escuela de Filosofa de Universidad del Sur de California, en su reciente y muy acogido libro: The Divine Conspiracy, comienza su discusin del Padre nuestro: sta es la configuracin de la realidad desde el interior desde donde oramos. La dificultades abrumadoras que muchas personas tienen con la oracin, tanto para entenderla como para realizarla, se deriva nada menos que de su falla o de su incapacidad para ubicarse personalmente dentro de esta configuracin y recibirla por gracia.120 Ahora comencemos nuestra bsqueda de la situacin bblica de Padre: II. Padre Padre nuestro que ests en los cielos121 En las ltimas tres dcadas se ha trabajado mucho respecto a la palabra aramea122 (o hebrea123 ) Abba que subyace a la invocacin Padre en el Padre nuestro. En Marcos 14.36 Abba se halla en los labios de Jess en el Huerto de Getseman: Abba, Padre, para ti todas las cosas son posibles; remueve esta copa de m; pero, no como yo quiero, sino lo que t quieras. El apstol Pablo la utiliza dos veces en sus escritos. En Glatas 4.6: Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado al Espritu de su Hijo en nuestros corazones, que clama Abba, Padre! En Romanos 8.15-16 tiene un uso similar: Porque no119Hildergard, 120Dallas

Mystical Writtings, 112.

Willard, The Divine Conspiracy: Rediscovering Our Hidden Life in God (Harper, San Francisco, 1998), 256.121Mateo

6.9.

122Arameo,

una lengua semtica del norte similar al fenicio y al hebreo, era la lengua de los arameos cuya presencia al noroeste de Mesopotamia es conocido desde el ao 200 a.C. Alrededor del siglo onceavo su lenguaje era conocido desde Egipto hasta Persia. Partes de Esdras y de Daniel estn escritos en arameo. Un dialecto de Palestina que se hablaba en tiempos de Jess y palabras arameas aparecen en el Nuevo Testamento.123Abba

podra en principio hallarse tanto en el discurso hebreo como en el discurso arameo. As lo afirma James Barr: Abba no es Papito, Journal of Theological Studies, 39 (1988), 47. James Barr fue uno de mis profesores en el Nuevo Colegio de la Universidad de Edinburgo, y su padre, Allen Barr, fue uno de mis consejeros de disertacin. El padre era un conservador de la Iglesia Libre de Escocia, en tanto que el hijo era un erudito crtico plenamente floreciente, un hombre brillante. Tom dos cursos con l, una lectura de un texto no indicado de los Rollos del Mar Muerto y otro sobre la Septuaginta, sentado en su pequea oficina ante un calentador elctrico, leyendo su cuaderno y yo escribiendo en el mo.

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recibieron ustedes un espritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espritu que los adopta como hijos y les permite exclamar Abba! Padre! El Espritu mismo le asegura a nuestro espritu que somos hijos de Dios. Ernst Lohmeyer (1890-1946?),124 uno de los grandes eruditos alemanes del Nuevo Testamento, en una obra pstuma publicada primero en alemn en 1952 comenta estos pasajes, y pregunta si hay algo especial en la invocacin Abba y en qu consiste: Abba, Padre, un clamor preservado tanto en arameo como en griego, y de acuerdo a Marcos 14.36, ya utilizado por Jess, muestra que el cristianismo primitivo conoca y crea que el nombre Padre era su posesin especial con un significado especial. Es un clamor no de un hombre que ora, sino del Espritu Santo (Rom. 8.15; Gl. 4.6), y este mismo clamor muestra el cambio completo que se ha realizado en el mundo de los hombres y pueblos por el evangelio de Jesucristo.125 El nombre ms famoso en la investigacin de la palabra Abba es el de Joaqun Jeremas, en esa ocasin un erudito del Nuevo Testamento de la Universidad de Gotinga en Alemania.126 De su investigacin de este uso del Nuevo Testamento, del uso del Antiguo Testamento de Padre y del lenguaje de las oraciones del judasmo public sus hallazgos a inicios de 1960 sobre el significado de Abba para la vida de oracin de Jess y por lo mismo para las oraciones de sus discpulos. Jeremas concluy que Abba es una palabra aramea no hebrea, y que en la predicacin de Jess el trmino arameo abba era la expresin de un pequeito a su padre, una palabra cotidiana, una palabra familiar hogarea,127 que habra parecido irrespetuosa, de hecho impensable, para la sensibilidad de los contemporneos de Jess como una invocacin a Dios.128 Por consiguiente, Jess habl con Dios como habla un nio con su padre, simplemente, ntimamente, con seguridad... En este trmino abba se expresa el misterio definitivo de su misin y autoridad. l, a quien el Padre concedi pleno conocimiento de Dios, tiene la prerrogativa de hablar con l con la expresin familiar de un hijo. Este trmino abba es un ippsissima vox129 de Jess y contiene in nunce su mensaje y su pretensin de haber sido enviado por el Padre.130124El

Prefacio de Lohmeyer del El Padre Nuestro, reporta que en 1945 fue designado rector de la Universidad de Griefswald, en Alemania del Este en la zona rusa ocupada, donde haba enseado anteriormente. Haba sufrido de varias maneras en la Alemania de Hitler. Pero durante la noche antes de que se abriera de nuevo la universidad despus que haba desaparecido la guerra, sin duda tomada por los rusos, nada cierto se sabe de su destino, pero se supone que su vida termin en algn lugar de Rusia en septiembre de 1946.125Lohmeyer, 126Lo

The Lords Prayer, 41.

conoc hace aos en una reunin anual de Literatura de la Sociedad Bblica en Berkely, California. Estuve cerca de l en una fila para entrar a un sanitario! Para este tiempo ya ha fallecido.127Jeremas, 128Joaqun

The Prayers of Jesus, 97.

Jeremas, New Testament Theology: Primera Parte: The Proclamation of Jesus, traducida por John Bowden (Londres: SCM Press, 1971), 67.129Esto

es, la manera original de Jess de hablar, no necesariamente ipsissima verba, las palabras exactas de Jess.130Jeremas,

The Prayers of Jesus, 96-97.

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Por ello, el uso de parte de Jess de Abba en su invocacin a Dios como su Padre expresara el misterio definitivo de su persona y misin. La tesis final y lo ms impresionante de todo de Jeremas es que: en el Padre nuestro Jess autoriza a sus discpulos a repetir la palabra abba despus de l. Les da a ellos parte de su filiacin; y los capacita, como sus discpulos, para hablar con su Padre celestial de una manera tan familiar y confiada como un hijo lo hace con su padre.131 A esto Jeremas aade Mateo 18.3: En verdad les digo a ustedes, a menos que cambien y se hagan como nios, jams entrarn en el reino de los cielos. De esta identificacin de abba como una palabra ntima de un nio y de su nico uso de parte de Jess en su conversacin con el Padre muchos han sugerido la traduccin moderna de Papito para la manera cristiana de invocar a Dios como Padre. La escuchamos a menudo en la iglesia y a veces en los salones de clase acadmicos.132 Pero la investigacin de Jeremas no pas la prueba plenamente de la subsecuente investigacin bblica. Especialmente dos eruditos, un catlico y otro protestante, G. Vermes (1973)133 y James Barr (1988), han examinado la principal evidencia y han modificado las conclusiones de Jeremas. Cito a Barr: Es justo decir que abba en los tiempos de Jess perteneca a un registro del lenguaje familiar o coloquial, tan distinta del uno ms formal o ceremonial, aunque no sera sabio, a la luz del uso del Targum,134 insistir demasiado en ello. Pero de cualquier manera no era una expresin infantil comparable con Papito: era ms una invocacin solemne, responsable, adulta para llamar a un Padre... Aunque es posible que en todos los casos en los que Jess se dirigi a Dios como Padre se derive de un abba original, es imposible probar que esto sea as, porque hay hiptesis alternativas que parecen dar cabida a la evidencia muy bien de igual manera. El hecho de que abba se cite una sola vez en todos los Evangelios... podra significar tambin que era una expresin menos usual, especialmente citada por su uso en un momento crtico en el Huerto de Getseman... El uso de abba podra hallarse en principio tanto en la conversacin hebrea como en la aramea... Aunque el uso de abba en la invocacin a Dios pudo haber tenido su origen primero en Jess, sigue siendo difcil probar cun constante y penetrante era este elemento en su expresin de s mismo;131Ibid.,

97. Para toda la investigacin de Jeremas sobre este asunto vase The Prayers of Jesus, 11-65, 95-98. Vase tambin a Joaqun Jeremas, The Lords Prayers: Facet Books, Biblical Series, traducido por John Reumann (Filadelfia: Fortress, Press, 1964), 17-21, y su New Testament Theology: Part One: The Proclamation of Jesus, en el ltimo volumen Jeremas corrige sus juicios anteriores. El hecho de que abba fuera originalmente una palabra exclamatoria de un nio no significa que Jess adoptara el lenguaje de un pequeo nio cuando se diriga a Dios como Padre. Porque incluso en el periodo antes del Nuevo Testamento, los hijos e hijas mayores se dirigan a sus padres con abba, 67.132Magdalena,

Jesus, Man of Prayer, en su captulo sobre este trmino que reflexiona sobre la obra de Jeremas, recalca principalmente la cuestin de la oracin como una relacin personal: Entonces, lo primero que Jess ense a sus discpulos acerca de la oracin fue que implicaba una relacin., 62.133G.

Vermes, Jesus the Jew (Londres, 1973). Vase tambin su obra posterior Jesus and the World of Judaism (Londres, 1983) 41s. James Barr, Abba isnt Daddy, 28, escribe que sus conclusiones estn ms de acuerdo con Vermes.134Traduccin

del primer siglo del Antiguo Testamento en arameo. Inclua comentarios.

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y por tanto es difcil probar que sea una piedra de toque completamente central en nuestro completo entendimiento de l.135 La conclusin ms significativa para nuestro estudio es que de cualquier manera no era una expresin infantil comparable con Papito: era ms una invocacin solemne, responsable y adulta a un Padre. Tambin la insistencia de Jeremas de que los contemporneos judos de Jess jams pensaran en dirigirse a Dios como abba est basado en un argumento del silencio. Despus de examinar la evidencia, Barr comenta que uno no puede recibir ayuda pensando que Jeremas ha convertido el no-uso de abba antes de Jess en una cuestin apologtica, cuya posicin lo fuerza a l a presionar ms duro con tales argumentos de lo que se podra presionar sobre ellos.136 Concluimos a ello retornando a la atrevida sugerencia de que una Palabra puede cambiar al mundo. tiles en nuestra bsqueda son los escritos autobiogrficos contemporneos de Roberta C. Bondi, profesora de Historia de la Iglesia en la Escuela de Teologa Candler de Universidad de Emory. De su distorsionada relacin de su niez con su propio padre, y como ella dice de su inclinacin a retomar sus emociones de todos los de su alrededor, esto es, ella se define a s misma por lo que percibi que otros esperaban de ella padre, madre, maestros, esposo, etc., ella enfrent el asunto de Dios como Padre de una manera muy personal y dolorosa, pero eventualmente hall su camino a travs de sus estudios de sus primeros maestros monsticos y de una disciplina resultante de oracin.137 En su fascinante libro: Memories of God: Theological Reflections of a Life (1995), ella concluye: Ahora s que el hermano Smith estaba equivocado todos estos aos anteriores en los avivamientos de la Iglesia Bautista de Pond Park. Cada uno de nosotros somos infinitamente preciosos ante Dios el Padre. Dios no me ama, o el hermano Smith, a pesar de quines somos. Dios nos ama como lo que somos. Dios ha decidido necesitarnos, y Dios anhela nuestra amistad adulta. Finalmente, la paternidad de Dios no es una invitacin tener satisfechas nuestras necesidades como un intercambio por llegar a ser obedientes o hijos sometidos. Es una invitacin a hallarnos ante Dios como amigos adultos de Dios. Tambin slo cuando hacemos a un lado nuestras imgenes heridas de la paternidad de Dios para aceptar esta invitacin a convertirnos en amigos adultos de Dios, cuando somos capaces de permitir que nuestros padres humanos sean nuestros verdaderos padres, ni ms ni menos de lo que ellos son realmente... Alabado sea el Dios que nos crea y no re-crea, que nos muestra el significado de la paternidad en Jess, quien nos llama a la amistad, y cuyos nombres son incontables!138

135Barr,

46-47. Vase Houlden, Lords Prayer. Ayo, The Lords Prayer, parece inclinarse a las conclusiones de Jeremas. N. T. Wright, The Lord and His Prayer, 14, escribe: esta conclusin, puede ser verdadera en cierto sentido; pero los dos pilares donde se halla fundada son dbiles. La mayora de la gente llamaba a Dios Padre, en el judasmo y en todas partes. Y Abba es una palabra con un uso mucho ms amplio que en los labios de nios pequeos. Vese tambin Robert H. Gundry, Matthew: A Commentary oh His Literary and Theological Art (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1982), 105.136Ibid., 137En

46.

su In Ordinary Time, Bondi aborda la naturaleza sanadora de su disciplina de oracin.

138Bondi,

Memories of Gad, 48-49. En su tercer captulo trabaja a travs de su relacin con su madre respecto a cualquier uso del trmino madre para Dios.

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Kenneth J. Collins, profesor de teologa histrica y de los estudios de Wesley en el Seminario Teolgico de Asbury, ha editado un excelente y fascinante volumen titulado Exploring Spirituality: An Ecumenical Reader (2000) que contiene contribuciones de los eruditos ms destacados en la materia. El ensayo final escrito por Anne E. Carr, profesor de teologa en la Escuela de Divinidad en la Universidad de Chicago, concluye con un desafo que complementa la alabanza de Bondi: Qu si uno se estuviera imaginando a Dios como amigo... en lugar de padre o madre? Qu si Dios fuera amigo de la humanidad como una totalidad, e incluso de manera ms ntima, amigo del individuo, mi amigo? Una presencia que signifique gozo, una relacin y amor siempre-dependientes, siempre directos en la invocacin directa, inagotable, jams conocida plenamente, siempre sorprendente? Incluso un amigo, un familiar, que nos consuela en casa: un amigo que impulsa nuestra libertad y autonoma en la decisin, que incluso est presente en la comunidad de interdependencia y que de hecho la crea? Un amigo que ampla nuestras perspectivas diariamente y que profundiza nuestra pasin por la libertad la nuestra y la de los dems? Qu tal si as fuera? La relacin de Jess con sus discpulos fue la de la amistad, de amigos elegidos; l fue ms crtico de los vnculos familiares. Su amistad transform la vida de ellos tanto de hombre como de mujeres extendi sus horizontes; su Espritu los impuls hacia adelante. Podemos orar al Dios de Jess, a travs del Espritu, como amigos?139 El narrador de xodo nos habla de la manera queYahveh utiliz para hablar con Moiss cara a cara, como alguien habla con un amigo (33.11). En el Evangelio de Juan, Jess le dice a sus discpulos: Y ste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor ms grande que el dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no est al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le o decir se los he dado a conocer a ustedes. No me escogieron ustedes a m, sino que yo los escog a ustedes y los comision para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. As el Padre les dar todo lo que le pidan en mi nombre. Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros (15.12-17)140 Padre en el Padre nuestro puede significar verdaderamente que podemos orar a Dios como adultos amigos de Dios! Roberta C. Bondi concluye para nosotros: Mientras estamos aprendiendo todo esto, tambin comenzamos a comprender en nuestros corazones la importancia de la verdad con la cual lucharon tantos escritores de la iglesia primitiva: Dios es tan infinitamente inagotable que ninguno de los nombres que las Escrituras le dan a Dios, ni siquiera todos ellos puestos juntos, pueden siquiera a fin de cuentas definir a Dios. Si oramos a Dios como nuestra paz, nuestra roca, nuestra madre, nuestra sabidura, como el agua de la vida, como padre, hacedero del mundo, como Espritu, amigo, sanador, consolador, redentor, gran ave todos estos nombres son a fin de cuentas provisionales. Al Dios a quien hemos llegado a amar que es nuestra luz, nuestra vida y nuestro gozo se halla maravillosamente ms all de nosotros.141 Conclusin139Anne E.

Carr, Sobre la Espiritualidad Feminista, Exploring Spirituality: An Ecumenical Reader, ed. por Kenneth J. Collins (Grand Rapids: Baker Books, 2000), 385-386.140Vase Willam

H. Willimon & Stanley Hauerwas, Lord, Teach Us: The Lords Prayer & the Christian Life (Nashville: Abingdon, 1996), 26.

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Underhill nos ayuda respecto al tema del primer movimiento: Aunque por otro lado es Hombre, herido por el pecado, mantiene la tensn perceptual entre la influencia de los cielos y la influencia de la tierra , la vctima de los mismos deseos que l repudia y que distrajeron a ciudadanos de un universo que l no pudo comprehender, quien toma esta palabra en sus labios, y pone confianza filial y adoracin filial en el corazn de su vida espiritual. Slo en hasta cuando l est unido en esta relacin de adoracin, confianza y amor, realmente l se da cuenta y expresa sus defectos y su culpa. De esa manera el tema del primer movimiento de la oracin cristiana es la Gloria del Padre, el esplendor de la Shekinah; y la correccin de nuestro mundo deformado a fin de que quepa en el patrn de los cielos, el diseo creador no manifiesto. Pero el tema del segundo movimiento, con su humilde/peticin de ayuda del Inmutable Espritu en nuestras vidas siempre cambiantes, es hombre dbil y limitado, tal como es ahora, sus necesidades, sus errores, sus temores. Los hombres tienen tres deseos, que slo Dios puede satisfacer. Necesitan comida, porque son dbiles y dependientes. Necesitan el perdn, porque son pecadores. Necesitan gua, porque se confunden. Da

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PerdonaGuaLibra. Toda la oracin de ellos se puede reducir a la adoracin amorosa del Padre y a la

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demanda confiada de su ayuda.142 Scott & von Huegel:

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La confesin de arrepentimiento es la misma esencia de la oracin. En semejante manera nada se dice expresamente de dar gracias... Ni puede ser que l propositivamente se confinara a s mismo a la

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peticin, porque la oracin comienza con palabras de pura oracin.143

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ESTUDIO NMERO CINCO144Abba, Padre145Lucas 11.2 Cuando llegamos a nuestra leccin nmero cinco sobre el Padre nuestro dos citas nos colocan cerca de la verdad. Gregorio de Nisa (350-395), uno de los padres griegos, telogo y mstico, en su sermn de presentacin sobre el Padre nuestro nos dice de la siguiente manera: Ahora, me atrever a aadir algo a lo que dice la Escritura; porque la actual congregacin no necesita tanta instruccin como saber cmo orar, segn la necesidad de orar en absoluto, una necesidad que quiz la mayora de la gente no ha comprendido... Si el trabajo estuviera precedido por la oracin, el pecado no hallara entrada en el alma... una persona que no se une personalmente a Dios a travs de la oracin est separada de Dios... La oracin es intimidad con Dios y contem