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Partiendo de la idea que se tiene de nuestro antepasado el mono, debemos tener en cuenta sus partes físicas y las limitaciones que tenía para realizar cualquier acción o trabajo. La necesidad de calmar el hambre, proveerse de recursos, salvaguardarse de las condiciones climáticas y defenderse de los demás animales y habitantes del planeta hicieron que la evolución del mono iniciara a intensificarse. Con el instinto de supervivencia se fue generando la evolución y el crecimiento de la población que moderadamente fue desarrollando el cerebro, las manos y en general todas las partes del cuerpo, todo esto favoreciendo al a un mejor desarrollo del trabajo, así que se hizo necesaria la comunicación que para ese tiempo se piensa que comenzó con señas y algunas perturbaciones de voz. Este llamado “lenguaje” que manejaban permitió que conocieran y desarrollaron mejor las actividades motrices y mentales de las partes del cuerpo y mejoraran sus sentidos. Ya habiendo conformado medianamente una sociedad la alimentación se volvió primordial, lo que llevó a la creación de instrumentos que facilitaran los cuidados para la supervivencia, para la casa y para labores de agricultura y de caza. A la comunidad habitante del planeta se vio sorprendida por el descubrimiento del fuego, esto porque el fuego brindó calor para sus refugios y cocción para sus alimentos. Este descubrimiento desencadenó grandes mejoras para los instrumentos que poseían en ese momento, mejoras como forja y materiales de caza. Mientras tanto el desarrollo de la agricultura y ganadería comprendía un desarrollo en los productos que les ofrecían los animales. El huevo y la leché aportó gran contenido nutricional a la comunidad y frente a esto un mejor desarrollo mental que era cada vez más notorio en las nuevas generaciones, esto se representaba en la posición erguida, mayor tamaño de las extremidades y aumento en la capacidad cerebral. La comunidad en general demostraba un mayor dinamismo en la realización de los trabajos, cabe repetir que mesuradamente crecía a medida de las necesidades. Dichas necesidades se proyectaron a la conquista de nuevos territorios, el desarrollo de una población más organizada

El Papel Del Trabajo en La Transformación Del Mono en Hombre

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papel importante del trabajo en la transformación del hombre

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Page 1: El Papel Del Trabajo en La Transformación Del Mono en Hombre

Partiendo de la idea que se tiene de nuestro antepasado el mono, debemos tener en cuenta sus partes físicas y las limitaciones que tenía para realizar cualquier acción o trabajo. La necesidad de calmar el hambre, proveerse de recursos, salvaguardarse de las condiciones climáticas y defenderse de los demás animales y habitantes del planeta hicieron que la evolución del mono iniciara a intensificarse.

Con el instinto de supervivencia se fue generando la evolución y el crecimiento de la población que moderadamente fue desarrollando el cerebro, las manos y en general todas las partes del cuerpo, todo esto favoreciendo al a un mejor desarrollo del trabajo, así que se hizo necesaria la comunicación que para ese tiempo se piensa que comenzó con señas y algunas perturbaciones de voz. Este llamado “lenguaje” que manejaban permitió que conocieran y desarrollaron mejor las actividades motrices y mentales de las partes del cuerpo y mejoraran sus sentidos.

Ya habiendo conformado medianamente una sociedad la alimentación se volvió primordial, lo que llevó a la creación de instrumentos que facilitaran los cuidados para la supervivencia, para la casa y para labores de agricultura y de caza. A la comunidad habitante del planeta se vio sorprendida por el descubrimiento del fuego, esto porque el fuego brindó calor para sus refugios y cocción para sus alimentos. Este descubrimiento desencadenó grandes mejoras para los instrumentos que poseían en ese momento, mejoras como forja y materiales de caza.

Mientras tanto el desarrollo de la agricultura y ganadería comprendía un desarrollo en los productos que les ofrecían los animales. El huevo y la leché aportó gran contenido nutricional a la comunidad y frente a esto un mejor desarrollo mental que era cada vez más notorio en las nuevas generaciones, esto se representaba en la posición erguida, mayor tamaño de las extremidades y aumento en la capacidad cerebral. La comunidad en general demostraba un mayor dinamismo en la realización de los trabajos, cabe repetir que mesuradamente crecía a medida de las necesidades. Dichas necesidades se proyectaron a la conquista de nuevos territorios, el desarrollo de una población más organizada y mentalizada. Esta población fue conociendo mejor a los animales y los que ellos pueden aportar, así mismo se dio con las modificaciones a la naturaleza con el fin de mejorar las condiciones de trabajo y los instrumentos con que lo realizan.

Cabe resaltar que desde el desarrollo de la población en conjunto con el cerebro se comenzó el desarrollo y planteamiento de la ciencia, la religión y la política.

Con esto se demuestra que el trabajo se comenzó a desarrollar desde las necesidades del mono y de todas sus generaciones hasta el hombre y que día a día se va a perfeccionar para el mejoramiento de las condiciones de vida, lo que nos deja a pensar si se vive para trabajar o se trabaja para vivir.