El Poder de García Márquez - Jon Lee Anderson

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  • ElpoderdeGarcaMrquezJonLeeAndersonCuando Gabriel Garca Mrquez sale de su apartamento en Bogot, viaja en un Lancia Thema Turbo de 1992, color gris metlico y fabricado por encargo se trata de un sedn mediano, con ventanillas a prueba de balas y con un chasis a prueba de bombas. Lo maneja don Chepe, un exguerrillero bajo y fornido, quien ha trabajado para Garca Mrquez durante ms de 20 aos. Varios agentes del servicio secreto los siguen en otro vehculo. Un sedn a prueba de bombas, sin nada que lo distinga, con un motor grande, es un auto que da confianza en un pas donde casi 200 personas son secuestradas cada mes y ms de 2.000 son asesinadas. A mediados de agosto, Jaime Garzn, un popular comentarista satrico, fue asesinado cuando iba en su auto para el trabajo. Un hombre baj de un moto y le dispar en la cabeza mientras esperaba el cambio de semforo. Garzn, igual que Garca Mrquez, haba actuado como intermediario entre las guerrillas izquierdistas y el gobierno, y haba recibido amenazas de muerte de las organizaciones paramilitaresderechistas,quenoquierenalagentequenegociaconsusenemigos.Bogot se extiende por kilmetros a lo ancho de una meseta montaosa, verde y de llovizna constante, en la seccin ms al norte de los Andes. Una larga cadena de colinas, que dominan la ciudad, est cubierta de grandes y miserables tugurios, llenos de antiguos agricultores y sus familias, quienes han emigrado del campo. Durante los ltimos 15 aos, un milln y medio de colombianos han sido desplazados de sus casas por la violencia poltica. El 40 por ciento del pas est controlado por grupos guerrilleros marxistas, quienes estn en guerra con las tropas del gobierno y con las milicias derechistas, que sonfinanciadasporlosterratenientesricosylosnarcotraficantes.Hace pocos meses, tom un taxi en mi hotel en Bogot para ir a una casa en el viejo distrito colonial de La Candelaria, en el centro de la ciudad, donde un comerciante de esmeraldas me haba invitado a cenar. (Junto con el caf, el petrleo, la cocana y la herona, Colombia es rica en esmeraldas y domina un 60 por ciento del mercado mundial). El chofer detuvo el carro a unos 30 metros de la casa del esmeraldero y yo baj. Conforme me acercaba a la puerta del frente, que estaba hacia la parte de atrs de la calle y que estaba cubierta por un pasadizo de arco, vi dos figuras que se encaminaban en mi direccin. Uno era un tipo bajo, de apariencia fiera y sucia, que me alcanz cuando tocaba el timbre del esmeraldero, pero justo en ese momento la puerta se abri y dos perros alsacianos pasaron gruendo y lo atacaron. Al da siguiente, le cont a Garca Mrquez mi experiencia y se ri, mientras sacuda la cabeza por mi tontera. Ningn

  • colombiano con algo de sentido hubiera estado en esa calle a esa hora, dijo. "Es un buen lugar para que lo maten a uno". La clase media y los ricos desde hace mucho tiempo salieron del centro de Bogot y se establecieron en los suburbios del norte. An ah viven con el temor de que las bandas criminales les roben o los secuestren, y los que se pueden dar el lujo, como Garca Mrquez, tienen carros blindados, guardaespaldas o ambas cosas.ElmundodelMaestroGarca Mrquez y su esposa, Mercedes, viven en un espacioso dplex de dos pisos en un edificio de apartamentos de cuatro pisos, con ventanales a lo alto de la pared, que dan a un parque lleno de jardines. El apartamento es todo blanco alfombras, sillones y paredes y est lleno de objetos de arte, incluyendo un Botero de primera poca de grandes dimensiones y un serie de exquisitas miniaturas erticas de la India antigua. Al da siguiente de que los perros del esmeraldero me salvaron, los tres hablbamos en una esquina de la espaciosa sala. Varias docenas de vdeograbaciones La ltima tentacin de Cristo de Scorsese estaba en la parte superior de ellas estaban apiladas junto al televisor. Persianas venecianas cubran las ventanas, y la habitacin estaba impregnada por una luz gris que se calzaba bien con el ligero olor a tabaco de los cigarrillos de Mercedes. Mercedes, quien ha estado casada con Garca Mrquez durante 41 aos, es una mujer alta y llamativa, con el cabello castao que le cae hasta los hombros. Es nieta de un inmigrante egipcio, cuya influencia parece mostrarse en los pmulos amplios y sus ojos cafs, grandes y de mirada penetrante. Garca Mrquez es un hombre bajo, de pecho profundo, con un porte cuidadoso, casi de la realeza. Tiene 72. Sus ojos caf claro se enmarcan en una cara tranquila, con arrugas. El pelo rizado es cano, el bigote blanco y las cejas pobladas y negras. Sus manos son bellas y los dedos largos y delgados. Es un conversador atento y encantador, y lo que los colombianos llaman un mamagallista, un bromista. A lo largo de varios meses de conversaciones conmigo, Garca Mrquez se refera a Mercedes de manera constante, e invariablemente con afectuoso orgullo. Cuando habl de su amistad con Fidel Castro, por ejemplo, recalc que "Fidel confa en Mercedes an ms de lo que confa en m", y aadi: "Ella es la nica persona que conozco que lo puede regaar". En otra ocasin, mencion el nombre de un conocido mutuo, y despus de que hablamos de l durante un rato, dijo pensativamente: "Mercedes ya no quiere que ande por aqu", de una manera que me dej poca duda respecto a que el deseo de Mercedes se cumplira. Ella es su "polo a la tierra", dice un amigo. "Ella es la prctica, la que cuida de las propiedades, el len que est a su lado. El estara totalmente perdido sin ella". Tienen dos hijos: Rodrigo, quien vive en Los ngeles y acaba de escribir y dirigir su primer largometraje y Gonzalo, quien es diseador grfico en Ciudad de Mxico.

  • Garca Mrquez tiene varias casas, y aunque era el ms famoso ciudadano de Colombia mucho antes de recibir el Premio Nobel en Literatura, en 1982, Bogot no ha sido nunca su principal lugar de residencia. l y Mercedes durante muchos aos han pasado la mayor parte del tiempo en la Ciudad de Mxico y parte del ao en sus otras casas en Cuernavaca, Barcelona, Pars, La Habana, Cartagena y Barranquilla, en la costa del Caribe. Cada una de ellas est amueblada de la misma manera: con alfombras blancas, grandesmesasdecentrodecristal,artemodernoyunacomputadoraMacintosh.Garca Mrquez est obsesionado con tales cosas. Hacen posible que l trabaje donde se encuentre. Dice que por lo general se despierta a las 5 a. m., lee un libro hasta las 7, se viste, lee los peridicos, responde el correo electrnico y a las 10 "no importa lo que sea" est en su escritorio, escribiendo. Se queda ah hasta las 2:30 p. m. y luego se une a la familia para almorzar. Despus del almuerzo, deja de escribir y la tarde y la noche se dedicana"compromisos,familiayamigos".Recientemente, Garca Mrquez ha estado trabajando en tres novelas y dos volmenes de memorias, junto con ocasionales artculos periodsticos. Comenz su vida de escritor como periodista y su ltimo libro, Noticia de un secuestro, que se public en 1996, tiene el estilo directo y llano de sus columnas periodsticas, en vez del estilo lleno de alusiones, "mgico", de sus novelas y cuentos. El libro reconstruye los secuestros de 10 personas, en 1990, por Pablo Escobar, el lder del cartel de la droga de Medelln. Se basa en prolongadas entrevistas con las vctimas que sobrevivieron a los secuestros, y con quienes estuvieron involucrados en las bizantinas negociaciones para su liberacin. Los personajes principales, periodistas bien conectados y polticos, son gente que viene de losmundossocialesyprofesionalesdondeGarcaMrquezyMercedeshabitan.La poltica y el periodismo han ocupado buena parte del tiempo de Garca Mrquez desde principios de este ao, cuando se convirti en el mayor accionista de la revista informativa semanal Cambio. Compr Cambio con el dinero del Premio Nobel, que haba estado durmiendo en un banco suizo durante 16 aos. "Juro que es cierto, lo haba olvidado", alega. Fue Mercedes, dice, quien le "record" que ah estaba. Cambio los mantuvo en Bogot, cuando normalmente habran estado en Mxico o en Europa. Garca Mrquez asista a las reuniones editoriales y asignaba historias, tambin escriba artculos que se convertan en portadas. La circulacin de la revista aument de 14.000 a 50.000. "La gente aqu en Colombia est muy interesada en todo lo que Gabo tenga que decir", dice PilarCaldern,lajefadeinformacindeCambio.

  • Gabo es la forma en que casi todo el mundo de habla hispana llama a Garca Mrquez. Eso o el maestro, y en Colombia Nuestro Nobel. Uno de sus amigos me coment que Garca Mrquez es en muchos sentidos El nico Nobel, lo que se me ocurre que es cierto en lo fundamental, al menos en Latinoamrica. Otro amigo, Enrique Santos Caldern, director de El Tiempo, el principal diario de Colombia, dice que el Premio Nobel fue una reivindicacin de la cultura colombiana: "En un pas que est hecho mierda, Gabo es un smbolodeorgullonacional".El extendido ensueo que se siente por Garca Mrquez amplific los rumores que comenzaron a circular a principios de este verano acerca de la misteriosa enfermedad que padeca. Estuvo hospitalizado durante una semana a mediados de junio, y luego se encerr en su apartamento en Bogot. Se deca que reciba tratamiento por agotamiento, colapso nervioso o leucemia. Hace 7 aos, le sacaron un tumor canceroso de uno de los pulmones, y los rumores acerca de lo que padeca esta vez se volvieron cada vez ms lbregos. El 9 de julio, alguien que se hizo pasar por una agencia de noticias envi un avance falso por la Internet respecto a que haba muerto en la Ciudad de Mxico la noche anterior.ContraelcncerGarca Mrquez dice que comenz a sentirse mal en la primavera pasada y que se puso tan dbil que estaba al borde del colapso. Se intern en un hospital y una vez que se determin qu padeca (cncer linftico, aunque esto no se admiti en pblico durante varios meses) comenz a recibir tratamiento y a sentirse ms fuerte. Una maana, no mucho despus de que regresara del hospital, camine con l en el parque que queda frente a su apartamento. Vesta un abrigo de lana azul marino, pantalones de buzo azules y zapatos para correr nos seguan muy de cerca, pero discretamente, una enfermera que vesta gabacha blanca y don Chepe, quien acta como guardaespaldas y chofer de Garca Mrquez. Despus de que habamos caminado durante unos minutos, tres jvenes que paseaban en bicicleta por una vereda en el lado externo del parque reconocieron a Garca Mrquez y con emocin preguntaron: "Maestro, cmo est?". El se concentraba en la caminata, pero devolvi el saludo con un ligero ademn y sigui. Vi que los hombres haban bajado de las bicicletas y miraban con preocupacin, mientras l iba hacia adelante con decisin, entonces levant la mano y les hice la seal con los pulgares hacia arribadequetodoestababien.Sonrieronagradecidos.

  • Pocos das ms tarde, un amigo me llev a la casa de un prominente historiador izquierdista, quien tiene lazos muy estrechos con la ms grande y poderosa organizacin guerrillera de Colombia: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Al enterarse de que haba estado con Garca Mrquez recientemente, nuestro anfitrin me pregunt: "Cmo est?". Su expresin era seria y concentrada. Cuando le dije que Garca Mrquez caminaba y que estaba coherente, pero que haba perdido mucho peso, se tens. "Dicen que tiene cncer", dijo con voz queda. Tena la esperanza de que no fuera cierto, porque "En el terrible estado en que se encuentra ahora, el pas no podra soportarelimpactodetalnoticia".Hace unos aos, Garca Mrquez compar las aflicciones de Colombia con un "holocausto bblico". El pas ha estado envuelto en una complicada guerra civil durante ms de medio siglo, y la mayora de las vctimas de la violencia han sido civiles. Los matan soldados en puestos de control en las carreteras, son secuestrados y torturados por escuadrones paramilitares de la muerte, los hacen volar minas terrestres, los matan a tiros los narcotraficantes porque estn en el lugar equivocado y en el momento equivocado, los masacran cuando se piensa que simpatizan con un bando o con el otro. En el otoo pasado, la organizacin Human Rights Watch emiti una escalofriante valoracin de la vida en Colombia, en la que conclua que: "Las violaciones a la ley humanitaria internacional las leyes de la guerra no son conceptos abstractos en Colombia, sino el nefasto material de la vida diaria... A veces, hombres armados escogen cuidadosamente a sus vctimas de unas listas. En otras ocasiones, sencillamente matan a los que estn alrededor, para extender el miedo. En realidad, una disposicin para cometer atrocidades se cuenta entre las caractersticas ms sobresalientes de la guerra deColombia".SemillaenlaguerraGarca Mrquez comenz su vida como escritor durante los primeros aos de un sangriento conflicto conocido como "La Violencia", que alcanz su punto mximo el 9 de abril de 1948, cuando el poltico populista Jorge Elicer Gaitn fue asesinado en la calle frente a su oficina en Bogot. Entre 200.000 y 300.000 personas, la mayora de ellas en el campo, murieron durante La Violencia, que dur aproximadamente hasta principios de la dcada del 60. Las FARC evolucionaron de los bolcheviques caseros, al estilo sovitico, que se establecieron en el campo durante este periodo. La otra organizacin guerrillera grande, el Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN), entr en la refriega con apoyo cubano y la inspiracin de Che Guevara. A principios de la dcada del 80, cuando los carteles de la droga de Medelln y Cali se haban vuelto poderosos, y ejrcitos paramilitares hacan la guerra tanto contra los traficantes como contra los guerrilleros, haba tantas fuentes

  • posibles de violencia que una vctima, comprensiblemente, bien poda confundirse respecto a quin era su opresor. A principios de Noticia de un secuestro, Maruja Pachn, quien acababa de ser capturada por hombres armados cuando regresaba a su casa, en unRenaultqueconducasuchofer,intentadescubrirlaidentidaddesuscaptores:Maruja trat de ver bien a los secuestradores, pero la luz era demasiado tenue. Se atrevi a preguntar: "Quines son ustedes?" El hombre que llevaba el radiotransmisor respondienvozbaja."SomosdelM19".Una respuesta sin sentido: El M19, un antiguo grupo guerrillero, estaba legalizado ahora y estabaencampaaparaobtenerescaosenlaAsambleaConstituyente."Enserio",dijoMaruja."Sontraficantesoguerrilleros?"."Guerrilleros",dijoelhombrequeibaenelasientodeadelante.Por supuesto que menta. Era uno de los hombres de Pablo Escobar, y el secuestro de Maruja estaba dirigido a presionar al gobierno para que hiciera un trato con los lderes de los carteles de la droga y aceptara el no extraditarlos a los Estados Unidos, donde encararancondenasmsdurasquelasquerecibiranensupas.La diferencia entre las actividades de los traficantes y las de las guerrillas disminuy an ms despus de que la polica mat a Pablo Escobar y los grandes carteles de la droga se desintegraron a mediados de esta dcada. El negocio de la droga esta dividido ahora entre veintenas de minimafias y las mismas guerrillas. Las FARC, la organizacin guerrillera ms rica de Latinoamrica, controla un rea donde se produce buena parte de la cocana del mundo. Se cree que tiene 15.000 combatientes, mientras que el ELN tiene alrededor de 5.000. Ambos grupos pagan salarios a sus guerrilleros y se mantienen con varias actividades criminales, que incluyen el cobro de impuestos a los productores de cocana y herona, el secuestro para cobrar rescate y la extorsin a las compaas petrolerasnorteamericanasyeuropeasparaprotegersusperforacionesyoleoductos.Dado que Colombia suministra el 80 por ciento de la cocana que se consume en los Estados Unidos, y buena parte de la herona, las narcoguerrillas se han convertido en un gran factor en la poltica antidrogas estadounidense. El Ejrcito colombiano dice que necesita ayuda para combatir a las guerrillas, y que si se sofoca a las guerrillas se sofoca el narcotrfico. Tal asistencia se suspendi en 1996 y 1997 porque a Ernesto Samper,

  • quien era presidente entonces, se le acusaba de haber aceptado $6 millones del narcotrfico para financiar su campaa. Pero un nuevo presidente, Andrs Pastrana, tom posesin el ao pasado y Estados Unidos se persuadi de que l podra hacer lo que sus antecesores no haban logrado. Pastrana inici conversaciones con las guerrillas y les cedi una gigantesca zona neutral donde el ejrcito no poda entrar. Y recibi un gran paquete de ayuda. En el otoo pasado, el Congreso asign $280 millones a la polica y el ejrcito de Colombia, lo que hizo de este pas el tercer receptor ms grande de ayuda militarestadounidense,despusdeIsraelyEgipto.Garca Mrquez, quien a menudo se ha autodefinido como "el ltimo optimista de Colombia", ha estado involucrado de lleno en las negociaciones de paz. Present a Pastrana a su viejo amigo Fidel Castro, quien podra facilitar las conversaciones con las guerrillas, y ayud a restaurar las buenas relaciones entre Washington y Bogot. "No dira que Gabo fue quien produjo todo esto", dijo Bill Richardson, el secretario de Energa de Estados Unidos, dijo a principios de este verano, "pero s fue el catalista". Los Clinton han invitado a Garca Mrquez a la Casa Blanca varias veces, y amigos de l dicen que tena esperanza no solo de alcanzar la meta inmediata de lograr algn acuerdo negociado entre las guerrillas y el gobierno, sino tambin de ayudar a alcanzar, finalmente, una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. "Estados Unidos necesita la participacin de Cuba en las conversaciones de paz colombianas, porque el gobierno cubano tiene los mejores contactos con las guerrillas", explic. "Y Cuba est ubicada perfectamente, a solo dos horas, de modo que Pastrana puede ir all una noche, reunirse y regresar sin que nadie se entere de nada. Y Estados Unidos quiere que esto suceda". Luego sonri en una forma que indicaba que saba mucho ms de lo que me estaba diciendo, como de costumbre.Hasta principios de este verano, Garca Mrquez estaba muy optimista acerca de las negociaciones que Pastrana haba iniciado. Pero luego se enferm y en julio las FARC lanzaron una ofensiva militar desde el rea que Pastrana les haba cedido. Incluy un ataque contra unidades del ejrcito en las afueras de Bogot, y las conversaciones de paz, que ya se haban pospuesto, parecan menos probables. Pocos das despus, el ministro de Defensa de Pastrana anunci que Estados Unidos estaba capacitando y apertrechando un Batalln Antinarcticos de soldados colombianos. Entonces l y el jefe de las fuerzas armadas volaron a Washington para solicitar $500 millones ms de ayuda. Barry McCaffrey, el director de la Oficina Nacional de Poltica de Control de Drogas, quien alega que la produccin de coca se ha duplicado en Colombia en los ltimos cuatro aos y que las guerrillas son las responsables, inst al Congreso para que destinara $1.000 millones para equipo y consejeros. "Esta es una situacin de emergencia", dijo.

  • "Tenemos 25.000 personas all, con ametralladoras, morteros, cohetes y minas terrestres".Garca Mrquez tuvo que cancelar una de nuestras reuniones en Bogot debido a que Pastrana y Felipe Gonzlez, el exprimer ministro espaol, lo iban a visitar. Las negociaciones entre las guerrillas y el gobierno estaban en un punto muerto, pero se hacan intentos para reunir un consejo regional de naciones que sirvieran como garantes neutrales para las negociaciones futuras. "Me agradara mucho ver a Clinton de nuevo ahora mismo, pero no es posible en estas condiciones", dijo Garca Mrquez. No detall si se refera a la poltica que haba cambiado o a su propia salud, o a ambas cosas. Pero fue la belicosa posicin que Washington estaba tomando lo que pareca molestarle ms. "Todo ha cambiado desde Ksovo", dijo. "La situacin mundial ha cambiado totalmente. Con Ksovo, Clinton ha encontrado el legado poltico que quiere dejar atrs: el modelo imperialamericano".Otros crticos de la nueva poltica de la administracin Clinton estaban conjurando analogas con Vietnam y advirtiendo de los peligros de intervenir militarmente en un pas que es complejo tanto en lo geogrfico como en lo poltico. Buena parte del territorio colombiano, de casi 1.140.000 kilmetros cuadrados, es prcticamente inaccesible. Tres cordilleras de los Andes lo dividen y hay amplios trechos de selva y llanura donde no se han construido carreteras. Algunas partes del pas estn sometidas al control de brutales unidades paramilitares, que en muchos casos operan en complicidad con el Ejrcito, al cual se ha acusado de graves violaciones de los derechos humanos. A mediados de julio, el Ejrcito, que hasta hace poco haba sido notoriamente ineficiente, mat a 200 guerrilleros en una emboscada area que cont con la ayuda de inteligencia de satlite de los Estados Unidos. Las primeras bajas militares estadounidenses conocidas en el conflicto con las narcoguerrillas ocurrieron el 23 de julio, cuando un avin de reconocimiento de los Estados Unidos se estrell en una montaa, dentro de una de las principales reas de produccin de drogas en el sur de Colombia. Cinco soldados estadounidenses y dos oficiales de la Fuerza Area Colombiana murieron en el accidente.En 1993, Garca Mrquez escribi que la "guerra contra las drogas" de Washington era solo un "instrumento para aumentar la intervencin en Latinoamrica" y atac a los que formulaban las polticas norteamericanas por haber "empobrecido la lengua castellana" al inventar el trmino "narcoguerrilla". Esto permita a Estados Unidos, dijo, "demostrar que los traficantes de drogas y los guerrilleros eran una sola cosa, y en consecuencia podran enviar tropas a Colombia con el pretexto de luchar contra unos y enviar a prisin a otros". Estos puntos de vista no son raros en Colombia, donde la intromisin de los gringos se

  • teme y se resiente. En realidad, el siglo XX comenz con una intervencin estadounidense que condujo a la prdida del istmo de Panam, que era una provincia de Colombia. Y han pasado solo 10 aos desde que Estados Unidos invadi Panam para extraditar al dictador Noriega. Garca Mrquez se ha opuesto consistentemente a la extradicin de ciudadanos colombianos tales como Pablo Escobar a los Estados Unidos y ha defendido las negociaciones con los narcotraficantes y las guerrillas como el nico medio realista de acabar con la violencia, o al menos limitarla, en Colombia. "Nadie ha tomado en cuenta", escribi en 1990, "el grado a que la situacin social y poltica de nuestra grande y devastada Colombia, con sus siglos de feudalismo rural, sus 30 aos de conflictos guerrilleros sin resolver, su larga historia de gobiernos que han fallado en representar los deseos del pueblo, ha generado los narcotraficantes y todo lo que representan".Los puntos de vista de Garca Mrquez tienen un peso enorme en Latinoamrica. Su prestigio es tal que tiene la confianza tanto de los gobiernos como de los revolucionarios. Particip en las negociaciones para terminar con las guerras civiles en El Salvador y Nicaragua, y a menudo ha ayudado a conseguir la liberacin de rehenes secuestrados por varias facciones. "Gabo adora conspirar", dice su amiga Mara Elvira Samper, "hacer las cosas clandestinamente. Le gusta la diplomacia, no la poltica. l dice que es un gran conspirador". Pero ha sido objeto de muchas crticas por disfrutar demasiado de su papel y por prendarse de quienes ostentan el poder. Amigos que admiten que hay algo de cierto en estas crticas atribuyen su susceptibilidad a los encantos de Castro y de Clinton en parte a la emocin de haber llegado tan lejos de sus races. "Recuerde", me dijo una mujer en Bogot, "que Gabo vino de un pueblucho de mierda, en la costa, y que bien pudo terminar como uno de esos tipos que venden anteojos para el sol a los turistas en la playa". Dijo esto con cario, y no creo que lo hiciera por condescendencia, pero es el tipo de expresin condescendiente que la gente de Bogot siempre ha dicho acerca de los quevivenenlacostadelCaribe.El lugar donde Garca Mrquez paso la niez tiene mayor afinidad histrica y geogrfica con las Antillas que con las fras y austeras tierras altas que rodean a Bogot. Hace pocos aos encarg al arquitecto colombiano Rogelio Salmona que le construyera una casa en Cartagena, una bella ciudad costera del siglo XVI, que todava est rodeada de fortificaciones de piedra. La Casa del Escritor, como se conoce la casa de Garca Mrquez, es un apretado conjunto de cuadrados y formas oblongas, rodeado por un muro alto, color canela. Durante el da, una papayera un pjaro cantor que come papayas salta dentro de una jaula que cuelga sobre la angosta calle, frente a la casa, de una antigua lmpara de alumbrado pblico. De 7 a. m. a 7 p. m., la papayera permanece bajo la custodia protectora de los policas que montan guardia con escopetas. Estn ah, me dijo

  • uno de ellos, para proteger a la papayera de los ruines maras mulatas, los cuervos. Me asegurquesielpjaroquedabaasolaseneljardn,nisiquieralajaulalopodasalvar.Ante el calor diurno, los policas sacan ventaja de la sombra de un edificio vecino, el hotel Santa Clara, que fue construido en 1617 para un convento, pero que ahora alberga un hotel de la cadena francesa Sofitel. El convento figura de manera prominente en De amor y otros demonios, una novela de Garca Mrquez que se public en 1994. En el prefacio explica que en 1949, cuando era un joven reportero en Cartagena, le asignaron cubrir la historia de la desocupacin de las criptas del convento. "El colapso gradual del techo haba dejado la bella capilla expuesta a los elementos", escribi, "pero tres generaciones de obispos y abadesas y otros personajes eminentes todava estaban enterradas ah". En un nicho del altar mayor, los trabajadores encontraron el crneo de una nia con una "estela de pelo vivo de intenso color cobrizo" de 21 metros de largo". El capataz de la cuadrilla de construccin explic que esto no era raro para un crneo que tena 200 aos, pero Garca Mrquez "no pensaba que era un asunto tan trivial, porque cuando era nio mi abuela me cont la leyenda de una marquesita de 12 aos, cuyo cabello arrastraba como si fuera una cola de novia, quien haba muerto de la rabia que le caus la mordedura de un perro y era venerada en los pueblos a lo largo de la costa del Caribe por los muchos milagros que haba hecho. La idea de que la tumba poda ser la de ella fue mi noticia del da".En la novela, que tiene lugar en la Cartagena del siglo XVIII, cuando la ciudad era uno de los centros espaoles de trata de esclavos y la sede colonial de la Inquisicin, a la muchacha la envan al convento para que le hagan un exorcismo, despus de que mdicos ineptos abusaron de ella y la volvieron medio loca, al sospechar errneamente que tena rabia. Su exorcista, un sacerdote erudito, se enamora de ella y es castigado por hereja. El obispos se hace cargo del exorcismo y ella muere mientras l la tortura. Los personajes del libro que ms simpata logran, aparte de la muchacha y su atormentado amante, son un mdico judo marginado, quien tiene una vasta biblioteca de libros prohibidos dos mujeres a las que se encarcela por estar locas, pero que viajan de forma misteriosa y a veces invisible y un sacerdote que vive entre los pobres y tiene un punto de vista humanista de la situacin de la nia martirizada. A ella la ha rechazado su melanclico padre, el Marqus, y su madre, una mestiza obsesionada con las drogas y el sexo, y la cran sirvientes mulatos y negros. Es la cultura de los ltimos, transplantada de frica,loquelaIglesiademonizaytratadeexorcizar.Hoy los muros de piedra del viejo convento son la elegante fachada del hotel, y los libros de Garca Mrquez se exhiben de manera prominente en la tienda de regalos del vestbulo, pero con mucho el vecindario no ha cambiado gran cosa en los 50 aos

  • transcurridos desde que Garca Mrquez escriba su columna para el diario local, El Universal. Las angostas calles de adoquines estn rodeadas por casas con baldosas rojas, azules y amarillas y con techos de lata. De los balcones de madera tallada cuelga ropa, los nios juegan en las calles y gente que viste camisetas y chancletas se sienta en la entrada a las casas y habla con los vecinos. El son cubano, la salsa puertorriquea, la cumbia colombiana y los metlicos lamentos de acorden del vallenato se oyen a todo volumen en los radios. Calesas que prestan servicio de taxi, llamadas huelepedos por los locales, transportan turistas y dejan en el aire olor a orines y boiga. Aunque Cartagena es una de las pocos refugios tursticos "seguros" de Colombia, la violencia poltica nunca se aleja demasiado de la mente de nadie. En una cena ah conoc a una mujer cuyo hermano fue secuestrado y enterrado vivo. El hermano de nuestro anfitrin se haba unido a un grupoparamilitarylosguerrilleroslohabanmatado.Hace unos pocos aos, Garca Mrquez estableci la Fundacin para el Nuevo Periodismo Iberoamericano en Cartagena. La dirige Jaime Abello Banfi, exejecutivo de televisin, y la financian la Unesco y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras organizaciones. A periodistas veteranos se les invita a Cartagena con el fin de que den talleres a jvenes reporteros latinoamericanos. Garca Mrquez imparte seminarios cada vez que puede. Cartagena tambin se ha convertido en la sede de hecho de su gran familia. l es el mayor de 11 hijos, de los cuales slo uno ha muerto. Su madre, de 94 aos,ylamayoradesushermanosanvivenalolargodelacosta.Refriegasotoales...JonLeeAndersonEn el crepsculo de su vida, Gabriel Garca Mrquez, "el escritor del siglo" segn muchos, enfrenta un cncer linftico y la misin de salvar a Colombia. Quin es, en realidad, este hombreextraordinario?Garca Mrquez naci en Aracataca, una decada ciudad a 160 kilmetros tierra adentro desde Cartagena, el 6 de marzo de 1927. Fue el hijo mayor de Luisa Santiaga Mrquez, la hija del coronel Nicols Mrquez, un veterano de la Guerra de los Mil Das, que hasta la reciente conflagracin haba sido el conflicto civil ms violento y letal en la historia de Colombia. Comenz en 1899 y dur casi tres aos. Las fuerzas de los partidos Liberal y Conservador se infligieron horrendo dao mutuamente, y murieron unas 100.000 personas,deunapoblacintotaldecuatromillones.

  • El padre de Garca Mrquez, Gabriel Eligio Garca, un conservador, era un estudiante de medicina frustrado, quien lleg a Aracataca para tomar un puesto de asalariado como el telegrafista del pueblo. El coronel no lo aceptaba, principalmente por razones polticas y de posicin social, pero l incansablemente iba en pos de Luisa. (Su cortejo es la base del loco amor de Florentino Ariza y Fermina Danza en la novela Amor en tiempos del clera, que Garca Mrquez public en 1985). Poco despus del nacimiento de Gabito, los padres del nio se trasladaron a Rohacha, una ciudad a 320 kilmetros, en la costa, y lodejaronparaquelocrearanelCoronel,suesposaytrestas.El abuelo de Garca Mrquez, un personaje que se puede reconocer en buena parte de su ficcin, le cont historias acerca de matar a un hombre en un duelo, acerca del combate en la guerra civil, acerca de la masacre de trabajadores por parte de la United Fruit Company el ao despus de que Gabito naci. Mientras tanto, sus tas y su abuela que nacieron en la remota pennsula Guajira, un terreno estril donde los habitantes indgenas han logrado mantener buena parte de su cultura los alimentaron con una dieta constante e inquietante de cuentos populares, historias de aparecidos y leyendas de lo sobrenatural. Cuando Garca Mrquez tena nueve aos, fue a vivir con sus padres, quienes virtualmente eran extraos para l. Su padre se haba convertido en un homepata y farmacutico itinerante, y la familia viaj de un lugar a otro durante un par de aos, antes de establecerse en la ciudad de Sucre. Nunca volvi a vivir en Aracataca, pero ese lugar se mantuvo como la fuente de su mundo ficticio, de la manera ms particular como Macondo, elpueblonataldelafamiliaBuendadeCienaosdesoledad.LosmgicosMrquezEl hermano menor de Garca Mrquez, Jaime, un ingeniero civil por profesin y un conversador obsesivo por naturaleza, y su esposa Margarita, una arquitecta, ofrecieron llevarme a Aracataca. "Tenemos que regresar a las cuatro", dijo Jaime. Si nos retardamos, corremos el riesgo de toparnos con una patrulla de las guerrillas o de los paramilitares. "Y cuando lo vean lo van a secuestrar y no hay nada que yo pueda hacer. (...)Novayaaserquemepesquenalgringo...".Aracataca es una ciudad de casas de una sola planta y poca sombra. Una gigantesca valla publicitaria con un esbozo de Garca Mrquez se erigi en las afueras y, con letras grandes, tiene una cita de l: "Un da regres a mi casa, Aracataca, y descubr que es una combinacinderealidadynostalgiaqueeslamateriaprimademitrabajo".

  • La United Fruit Company redujo la produccin drsticamente durante la Depresin de los aos 30, y el mercado bananero sigui sufriendo durante la Segunda Guerra Mundial. All por1965,laYunaisemarchdelpueblonataldeGaboparasiempre.Despus de esta visita me fui hacia el oeste, a Barranquilla, una ciudad que queda a 160 kilmetros subiendo por la costa. La carretera pasa junto al borde de una enorme cinaga, como un mar interior que se extiende entre la playa y el gran delta serpenteante del ro Magdalena. El chofer, un hombre pequeo, con apariencia de pirata y de nombre Hermes, me inform que un ftido tugurio que se extenda a lo largo de la carretera era Cinaga, el sitio de la masacre bananera de 1928. Cinaga se asienta justo en el centro de un manglar arruinado que fue destruido por la construccin de la carretera que ahora lo cruza. Hay desechos tirados por todas partes y las aguas negras sin tratamiento forman pozos malolientes. No hay nada ms all del tugurio, sino tierra reseca, blanca por la sal y carente de vida. Fue aqu, dijo Hermes, donde "todos los males de Colombia empezaron all en los tiempos de la Yunai". Mirando con cara de pocos amigos a la miserable cinaga, bufaba: "Todas las guerrillas, los paramilitares, toda la violencia de todo lo que sufrimosahoravienedeaqu".EspumadeingenioCuando Garca Mrquez tena 15 aos, lo enviaron interno a un colegio pblico para estudiantes talentosos en Zipaquir, una pequea ciudad provincial cerca de Bogot. Se senta triste y ajeno, pero fue durante sus aos en el colegio cuando descubri su talento para escribir y el inters en la poltica. Varios de sus profesores eran izquierdistas y se gradu con una visin marxista del mundo. "Cuando sal de ah", dira aos ms tarde, "quera ser periodista. Quera escribir novelas y quera hacer algo para lograr una sociedadmsjusta".El diario nacional El Espectador public sus primeros cuentos y lo alab como "un nuevo y notable escritor". En 1949 se traslad a Barranquilla, donde alquil una habitacin en un prostbulo,escribaunacolumnaperiodsticaynodormaparatrabajarensushistorias.Barranquilla se ubica en un promontorio entre el ro Magdalena y el mar. Es un catico laberinto urbano de un milln de personas, donde los autos se desplazan a alta velocidad entre carretas tiradas por burros y cargadas con pasto forrajero, que se ha cortado fresco en las marismas que estn en las afueras de la ciudad. Uno de los hermanos de Garca Mrquez, Luis Enrique, vive ah y me invit a almorzar, junto con dos de sus hermanas, Ligia y Aida, una exmonja. Luis Enrique es un contador jubilado, tiene 71 aos y se parece a su hermano mayor, aunque es ms fornido y su pelo es ms canoso. Es adicto a la

  • computadora y pasa las noches navegando en la Internet. Hasta hace poco, Aida enseaba teologa en un colegio de Barranquilla, donde se ha creado un "Departamento Gabriel Garca Mrquez". Ligia vive en Cartagena y ayuda a cuidar de su madre, cuya salud es bastante frgil. Ligia hered la fe de su abuela en el mundo sobrenatural. Me dijo que haba tenido una serie de "sueos extraos" hace unos aos, en los que la figura de Abraham se le presentaba, y posteriormente decidi hacerse mormona. "No es tan diferente del catolicismo", me asegur. "Tambin creemos en el Padre, el Hijo y el Espritu Santo".Despus del almuerzo, ofrec llevar a Ligia y Aida en mi auto. El chofer reconoci a Aida del tiempo cuando era monja y comenzaron a intercambiar historias acerca de un sacerdote local. O a Aida decir: "Hace milagros". El chofer cont que haba asistido a un servicio religioso el da anterior, cuando una mujer que estaba endemoniada se calm despus de que el sacerdote le impuso las manos. "Funciona si uno tiene fe", dijo Aida. Ligia entonces me dijo que todo esto estaba esbozado en las Escrituras. Cuando las huestes de Satans fueron echados, explic, perdieron sus cuerpos, pero sus espritus sobrevivieron. Algunos de ellos se convirtieron en cerdos, pero los otros flotan en busca de aperturas en los seres humanos y cuando encuentran una persona dbil se le meten. Es ah donde el sacerdote batalla, echando esos espritus satnicos. Aida y el chofer asintieronymequedclaroquetodoselloscreanliteralmenteenloqueLigiahabadicho.En 1954, Garca Mrquez retorn a Bogot con el fin de escribir para El Espectador. Al ao siguiente se public su primera novela corta: La Hojarasca, con un nmero modesto de ejemplares. Por entonces, cuando la violencia estaba al tope, cobrando miles de vidas en el campo, Garca Mrquez comenz a asistir secretamente a reuniones de una clula del Partido Comunista. Pronto fue invitado para reunirse con el lder clandestino de los comunistas colombianos, quien result una fuente para sus historias. Tambin le aconsej a Garca Mrquez que dejara de asistir a las reuniones si no planeaba convertirse en miembro activo del Partido. Garca Mrquez acept el consejo y se march, aunque l ha dicho que guarda debilidad por "los camaradas que fueron los primeros colonizadores de mi consciencia poltica".En 1955, El Espectador lo envi a Europa para cubrir todo, desde la cumbre de los Cuatro Grandes en Ginebra hasta el Festival de Cine de Venecia y un escndalo por asesinato en Italia. Tambin visit Polonia y Checoslovaquia y pas varios mesesenunaescueladecinedevanguardiaenRoma,antesdeestablecerseenPars.Cuando el gobierno clausur El Espectador, Garca Mrquez vendi su boleto de regreso ysequedenPars.

  • En 1957, Garca Mrquez fue a Caracas a trabajar con un amigo colombiano, Plinio Apuleyo Mendoza en una revista, Momento, justo a tiempo para el popular levantamiento del Ejrcito que derroc al dictador venezolano Marcos Prez Jimnez. Fue entonces cuando, dice Garca Mrquez, se interes por primera vez en el poder. El da del golpe fue con otros reporteros a pararse por fuera de la puerta de la sala donde los comandantes del ejrcito discutan sobre quin iba a ser el prximo gobernante de Venezuela. "Sencillamente estaba ah como todos los dems, cubriendo la noticia y esperando que la reunin terminara rpido para irme a la casa y a dormir", me dijo. "De un pronto a otro, la puerta se abri y un general sali caminando hacia atrs, con la pistola en la mano y apuntando hacia la sala, con las botas cubiertas de lodo". Mientras observaba, paralizado, dijo Garca Mrquez, el general cruz el aposento y, todava caminando hacia atrs y con la pistola en la mano, baj las gradas y sali a la calle por la puerta principal. Poco despus de la dramtica salida del general, en la sala se tom una decisin: el nuevo lder de Venezuela sera el contraalmirante Wolfang Larrazbal. "Me sorprendi que esta fuera la forma en que se poda decidir el poder", dijo Garca Mrquez. "En ese momentoalgosucedi".El"problemacubano"Comenz a pensar en escribir una novela acerca de un dictador. "Mi inters se reconfirm un ao despus con mi visita a Cuba, por supuesto. A quin no le hubiera impresionado eso?". l y Plinio Apuleyo Mendoza se contaban entre los primeros periodistas que llegaron a La Habana despus de que Castro tom el poder en 1959. Cubrieron los juicios de purga que siguieron al triunfo de la revolucin. La victoriosa revolucin de los guerrilleros cubanos rpidamente reemplaz el entusiasmo de los dos amigos por la ms limitada "restauracin democrtica" de Venezuela, y en menos de un ao manejaban la oficina en Bogot de Prensa Latina, la recin formada agencia de noticias cubana, que era jefeada por Jorge Ricardo Masetti, un joven periodista argentino que se haba convertidoenprotegidodelCheGuevara.Mientras tanto, Garca Mrquez se haba casado con Mercedes Barcha, la hija de un farmacutico de Sucre, donde vivan los padres de l. A principios de 1961, la pareja y su hijo recin nacido, Rodrigo, vivan en un hotel en el centro de Manhattan Garca Mrquez trabajaba en la oficina de Prensa Latina en Nueva York. Las tensiones entre Estados Unidos y Cuba aumentaban y l reciba llamadas telefnicas amenazadoras de parte de enojados exiliados cubanos. Aquella primavera, en el periodo subsiguiente a la invasin de Baha de Cochinos, los cubanos comunistas prosoviticos de lnea dura tomaron muchos puestos gubernamentales, y Masetti renunci. Garca Mrquez renunci en solidaridad con Masetti, y con Mercedes y el beb tomaron un autobs y se fueron rumbo

  • al sur, a explorar el mundo de William Faulkner. Recuerdan ver letreros que decan: "No se permiten perros ni mexicanos". Cuando llegaron a New Orleans, Plinio Apuleyo Mendoza les cablegrafi $120, con lo que llegaron hasta la Ciudad de Mxico y, de donde, como diceGarcaMrquez,"nuncanoshemosmarchado".En 1966, despus de un periodo de un ao dedicado a escribir, Garca Mrquez complet Cien aos de soledad. Para mi ilustracin, repiti la historia bien conocida de cmo Mercedes tuvo que empear su secadora de pelo y el calentador elctrico para pagar las estampillas para el envo del manuscrito en dos partes separadas, porque no podan darse el lujo de mandar todo de una vez a su editor argentino, quien imprimi 8.000 ejemplares. Se vendieron en una semana, la mayor parte de ellos en quioscos de peridicosenestacionesdeltrensubterrneoenBuenosAires.Ahora el libro se ha traducido a ms de 30 idiomas y ha vendido alrededor de 30 millones de ejemplares. Es la ms famosa manifestacin del Boom y Garca Mrquez el ms clebredelosprominentesescritoresdelBoom.A Garca Mrquez le gusta afirmar, con una especie de falsa modestia, que es "realmente un periodista, que por casualidad escribe algo de ficcin de manera adicional". La falta de sinceridad es solo parcial, dado que a lo largo de los aos ha producido cientos de artculos, piezas de opinin y ensayos. La mayor parte de este trabajo de los aos setentas y ochentas, su periodo ms radical en lo poltico, sigue la tradicin latinoamericana del periodismo militante izquierdista. Hay reportes de la guerra en Angola y del Vietnam de posguerra, y varias exclusivas de aspectos que anteriormente haban sido secretos de la historia revolucionaria latinoamericana, gracias a su acceso privilegiado a Fidel Castro y una variedad de lderes guerrilleros. Enrique Santos Caldern, amigo de Garca Mrquez, dice que en aos recientes se ha sosegado, que "ahora es esencialmente un socialdemcrata, con un poquito de comunista escondido en el corazn". Probablemente sea exacto decir que su poltica es un hbrido de marxismo juvenil residual, el antiimperialismo latinoamericano tradicional y el socialismo al estilo de Europa Occidental, aunque a menudo se le llama extremista de izquierda, especialmente porpartedesuscrticosenNorteamricayenparticulardebidoasurelacinconCastro.Garca Mrquez ha tenido un "problema cubano" desde 1971, cuando el poeta cubano Heberto Padilla fue arrestado por "actividad contrarrevolucionaria". Un grupo de intelectuales bien conocidos, incluyendo a Plinio Apuleyo Mendoza, escribi una carta a Castro como protesta por el arresto. Dado que Garca Mrquez estaba de viaje, Plinio se tom la libertad de agregar su nombre a la peticin. A Padilla lo sacaron de la detencin, pero lo forzaron a someterse a una grotesca "confesin" pblica de estilo sovitico y el

  • espectculo llev a muchas personas, que con anterioridad aprobaban el rgimen de Castro, a romper con l. Una segunda carta pblica de protesta fue firmada por todos los que haban rubricado la primera, excepto por Julio Cortzar y Garca Mrquez. Ms tarde, en 1975, Garca Mrquez fue a Cuba con la intencin de escribir el libro de la revolucin. Nunca public ese libro, pero s escribi una serie de artculos y se reuna con Castro, con quienentablamistad.GaboyFidelMuchos aos despus, Plinio Apuleyo Mendoza le pregunt, para la historia, porqu, justo cuando tantos de sus amigos se haban distanciado de Cuba, l haba decidido apoyarla. La respuesta de Garca Mrquez fue al mismo tiempo enigmtica y petulante: "Porque tengo informacin mucho mejor y ms directa, y una madurez poltica que me permite una apreciacin ms serena, paciente y humana de la realidad". A lo que haca alusin, parece, era a su lnea de comunicacin con Fidel Castro. Al final, Garca Mrquez s se involucr en el caso Padilla, y ayud a obtener el permiso de Castro para que el poeta saliera de Cuba en 1980, pero su posicin sigue siendo desconcertante e inaceptable para muchas personas. Vargas Llosa lo llama "cortesano de Castro", y el escritor cubano exiliado Guillermo Cabrera Infante lo acusa de sufrir totalitarium delirium. "Creo que cuando Fidel muera, suceder lo mismo que cuando muri Stalin", me dijo Plinio Apuleyo Mendoza una tarde en el vestbulo del hotel donde me alojaba en Bogot, unos das antes de que saliera del pas para evitar que lo asesinaran las guerrillas, quienes ya le haban enviado una bomba con un mensajero. "Nos enteraremos de todas las atrocidades que tuvieron lugar durante su mandato. Y no creo que le ayude a Gabo el haber sido tan amigo del".Los defensores de Garca Mrquez sealan el hecho de que l ha usado sus buenos oficios con Castro para conseguir la libertad de varios prisioneros polticos en Cuba a lo largo de los aos, y que lo ha hecho calladamente y sin buscar publicidad. Cuando lo presion, Garca Mrquez confirm que haba ayudado a personas a salir de la isla, y se refiri a una "operacin" que result en la partida de "ms de dos mil personas" de Cuba. "Yo s hasta dnde puedo llegar con Fidel. A veces dice que no. A veces, ms tarde, viene y me dice que yo tena razn". Dijo que le place ayudar a la gente, e implic que a menudo era mejor que se marchen, desde el punto de vista de Castro. "A veces voy a Miami", dijo, "aunque no a menudo, y me he quedado en las casas de gente que he ayudado a salir. Algunos de ellos son gusanos la palabra que Castro usa para los exiliados de Miami verdaderamente prominentes y llaman a sus amigos y celebramos grandes fiestas. Los hijos de ellos me piden que les firme libros. A veces la gente que viene a verme es la misma que me ha denunciado. Pero en privado me muestran un rostro

  • diferente". Enrique Santos Caldern dice que "Gabo sabe perfectamente bien lo que el gobierno cubano es, no se hace ilusiones de esa realidad, pero Fidel es su amigo. Y l ha optadoporvivirconlascontradicciones.Garca Mrquez tiene una casa en Siboney, el sector de La Habana donde los cubanos ricos construan sus casas a finales de la dcada del 50. Un poco ms adelante, la ciudad termina abruptamente, y hay un campo largo, verde y lnguido de caales y ranchitos de adobe y caas y potreros con yerbas espinosas. La casa de Garca Mrquez, a quien Castro se la dio, es una de varias mansiones a las que se da mantenimiento con cuidado, que tienen exuberantes jardines y que se ubican a los lados de un bulevar de suaves curvas que comunica con las playas y los antiguos yacht clubs. Su casa y las de la mayora de sus vecinos son lo que se llama "casas de protocolo", las cuales se ponen a disposicin de huspedes extranjeros distinguidos. Todas las casas fueron confiscadas porelgobiernodespusdequesuspropietarioshuyerondeCuba.Se dice que el mismo Fidel Castro vive muy cerca de Garca Mrquez, en una casa que est escondida detrs de una densa y alta cortina de rboles, y en una alameda donde las seales de trnsito y los policas armados le dicen a uno que va en la direccin equivocada. Cuando le mencione el misterio de la residencia de Castro a Garca Mrquez, y lo extrao que me resultaba que nadie en Cuba supiera donde viva el Jefe Mximo, asinti y confes que l tampoco saba. Esto me dej estupefacto, porque siempre haba asumido, igual que la mayora de los cubanos, que es el mximo confidente de Castro. Pero Garca Mrquez dice que nunca le ha preguntado, "para no saber algo que accidentalmente pueda contar despus". Durante nuestras conversaciones, Garca Mrquez se refiri con frecuencia a su propia honradez en este sentido. "Debido a que l sabe que no voy a revelar las cosas que l me ha confiado, soy tal vez la persona en el mundo en que Fidel puede confiar ms", dijo. "Y, sabe, Fidel es realmente desconfiado. Hasta hace poco empez a cambiar un poquito, y se ha vuelto menos preocupado por la seguridad. Ahora, a veces llama y dice 'Voy para all' o ese tipo de cosas. Antes, nunca lo haca. Siempre imagina que los telfonos estn intervenidos por los yanquis, la CIA. Y probablemente tiene razn para preocuparse. Mantiene lo que es su vida privada inmensamente privada. Nunca me ha presentado a su esposa, por ejemplo, o siquiera me la ha mencionado. La vi un da en el jet de Fidel porque ella vino y se present. No s si ser cierto, pero la gente dice que Fidel no la ha presentado su esposa siquiera a Ral!" su hermano. "Lo que es privado para l es lo ms privado de lo privado... Pienso que conozco a Fidel mejor que mucha gente, y lo considero un verdadero amigo, pero quin esFidelelhombre?CmoesFidelmismoenverdad?Nadiesabe".

  • Garca Mrquez me record una foto que se tom durante la visita del Papa a Cuba, en enero de 1998. La tomaron durante el sermn del Papa en la Plaza de la Revolucin, y muestra a Garca Mrquez en primera fila, sentado junto a Castro. Tambin estaba presente, dice, cuando Fidel se enter de que las tres principales cadenas de televisin de los Estados Unidos empezaron a llevarse sus equipos precipitadamente despus de saber del avance noticioso sobre una becaria de la Casa Blanca llamada Mnica Lewinsky. "Fidel se puso furioso", record. "Dijo: 'Esos malditos yanquis siempre joden todo!'".Despus de esa prominente primera aparicin, Garca Mrquez dijo, decidi conservar su "independencia" y alejarse de las ceremonias pblicas. Miraba todo en la televisin, y despus de unos das lleg a la conclusin de que pese a las apariencias externas de armona entre los dos lderes, tena que haberse producido algn "desacuerdo privado" entre ellos. Le dijo a Fidel que no iba a escribir el artculo que se supone iba a hacer sobre la visita hasta que Fidel "confesara" lo que fuera en que l y el Papa estuvieron en desacuerdo. "La respuesta de Fidel", dice Garca Mrquez, "fue pedirme que le hiciera un favor con los americanos. Dijo que si eso sala bien, l me dira lo que quera saber. Entonces hice el favor algunos mensajes y tuvo buen resultado, pero cuando dije 'Bien, entonces qu pas con el Papa?'. Fidel me contuvo con un gesto y dijo: 'Ah, te lo dir despus. De todas maneras, no tiene importancia que t crees'". Garca Mrquez se encogi de hombros. Haba, dijo, un puado de secretos histricos que durante aos haba esperado que Fidel le contara, pero haba llegado a la conclusin de que Fidel se los iba a llevar a la tumba. "Y sabes por qu?", dijo, "Porque Fidel no es como el resto de nosotros. l cree que tiene todo el tiempo del mundo. La muerte sencillamente no est ensusplanes".El"caso"TorrijosEl primer lder poltico de quien Garca Mrquez se hizo amigo y confidente fue el general Omar Torrijos, quien tom el poder en Panam en 1969. Torrijos no era marxista, pero admiraba a Tito y a Castro y apoy a los insurgentes guerrilleros, auspiciadas por Cuba, en Guatemala, El Salvador, El Salvador y Nicaragua. Garca Mrquez lo haba criticado durante una entrevista, y Torrijos quera convencerlo de que era un lder bien intencionado y, sobre todo, un nacionalista panameo. Garca Mrquez dice que Torrijos y l se hicieron amigos despus de que su primer encuentro se convirti en una borrachera de tres das. Se mantuvieron muy unidos hasta la muerte de Torrijos, en un accidente areo, en 1981. Garca Mrquez describe cariosamente como el temperamental y solitario Torrijos pasaba toda la noche tomando whisky, y luego, cuando quera sexo por la maana, llamaba a una de las seis mujeres que estaban "en guardia permanente". Tambin

  • recuerda con orgullo cmo Torrijos quien rara vez lea un libro haba ledo, y le haba gustado, El otoo del Patriarca. Me dijo que pensaba que era el mejor libro, y le pregunt porqulocrea.Seinclinhaciamiydijo:"Porqueesciertotodossomosas".Torrijos tambin fue amigo de Graham Greene, y le dio a los dos escritores pasaportes diplomticos panameos para que pudieran estar presentes en la firma oficial del Tratado del Canal de Panam en Washington en 1977. Garca Mrquez dice que por entonces los dos estaban en una lista negra del Servicio de Inmigracin de los Estados Unidos, debido a sus afinidades marxistas, y que les satisfizo en especial recibir un saludo de 21 caonazos cuando desembarcaron del avin en la Base Andrews de la Fuerza Area, de nuevo, completamente borrachos. En algn sitio, me cont Garca Mrquez, todava tiene una foto de l con Torrijos, que fue tomada la noche de la firma del Tratado del Canal. En ella aparecen los dos sentados, en el piso de la Embajada Panamea, "totalmente borrachos".La relacin de Garca Mrquez con la gente que ha estado en el poder en Colombia ha tenido sus altos y bajos. En 1981, cuando regres a Bogot del viaje a Cuba y Panam, se enter de un plan para arrestarlo y acusarlo de tener nexos con los guerrilleros del M19, un grupo que se especializaba en la violencia urbana. l y Mercedes buscaron asilo en la Embajada Mexicana y fueron sacados del pas rpidamente. La huida al exilio del aclamado autor de Cien aos de soledad se convirti en un desastre de relaciones pblicas para Colombia, en particular porque Garca Mrquez poco despus de eso fue convocado a Pars, su amigo el presidente Mitterrand le otorg la Legin de Honor, y luego a Estocolmo, donde recibi el Premio Nobel. Una de las primeras acciones del nuevo Presidente de Colombia, Belisario Betancur, quien asumi el poder ese mismo ao, fue invitar a Garca Mrquez a regresar a la patria bajo su proteccin oficial. Betancur le ofreci varias veces puestos ministeriales altos y las embajadas en Madrid y Pars, pero l siempre se rehus a aceptarlos. "Le gusta estar cerca del poder", observa Betancur,"peronolegustaposeerlopersonalmente".Garca Mrquez niega, por supuesto, que tenga obsesin alguna con el poder. "No es mi fascinacin con el poder", me dijo. "Es la fascinacin que tienen conmigo los que estn en el poder. Son ellos los que me buscan, y los que confan en m". Cuando le repet esto a uno de los amigos ms entraables de Garca Mrquez en Bogot, se ri y entorn los ojos. "Bueno, l dira eso, pero tambin es cierto. Todo los presidentes latinoamericanos quieren ser amigos de l, pero l tambin quiere ser amigo de ellos. Desde que lo conozco, siempre ha tenido ese deseo de estar cerca del poder. Gabo ama a los presidentes. A mi esposa le gusta tomarle el pelo al decirle que hasta un viceministro lo excita".

  • Seddepoder?Muchos de los artculos periodsticos y de revistas de Garca Mrquez han sido descripciones anecdticas de sus conversaciones personales con los poderosos y, en realidad, a menudo son suaves o, de algn modo, lo parecen por comparacin con su ficcin tan brillantemente concebida y sus perspicaces anlisis polticos. Pero el periodismo de Garca Mrquez presenta un problema en muchos frentes para sus admiradores. Graham Greene, por ejemplo, escribi una vez que tena predileccin por la "informacin incorrecta". Uno de los amigos cercanos de Garca Mrquez, un periodista colombiano, se ri a carcajadas cuando Gabo escribi una vez que "pilotos yanquis que se hicieron pasar por acrbatas de un circo areo para entrar a Chile fueron los que volaron los aviones que bombardearon el palacio de La Moneda cuando Pinochet derroc a Salvador Allende. "Es el novelista que hay dentro de l, que ajusta la realidad a su imaginacin",explic.Curiosamente, dado que el propio periodismo de Garca Mrquez est influenciado de manera tan marcada por sus puntos de vista polticos, Cambio no toma una posicin editorial consistente que se pueda discernir. Ms bien se le nota un esmero en permanecer en el centro del camino, con muchos reportajes grandes de estilo de vida, e incluso ha publicado artculos que expresan puntos de vista que son repugnantes a Garca Mrquez. Por ejemplo, un reciente editorial apoy la asistencia de EE.UU. para combatir a la guerrilla. La jefa de redaccin de Cambio, Pilar Caldern, explic que ella y Garca Mrquez y los cinco otros propietarioseditores quieren asegurar un nicho de mercado con la clase media urbana. "Tambin queremos recuperar la tradicin de contar historias", dijo Caldern. " Nosotros no slo queremos contar la noticia. Y, felizmente, Gabo est aqu para ayudarnos en eso". El artculo ms reciente de Garca Mrquez, que lo escribi justo antes de enfermarse, era un perfil de Shakira, la cantante colombiana de veinte y dos aos.Varios de los amigos de Garca Mrquez me dijeron que l tiene un enorme placer de pasar tiempo con los editores y reporteros jvenes. Ellos le recuerdan su juventud, y se deleita en la camaradera y la urgencia nerviosa de la sala de redaccin. l es el padre de familia, como lo es en Cartagena, en su fundacin de periodismo. El simple placer de eso parece suficiente, al menos por el momento. "La nica cosa en la que todos estamos de acuerdo es en que estamos a favor de la paz", me dijo cuando lo presion sobre por qu Cambio no era ms editorialmente riguroso. "Lo principal es terminar con la guerra y construir el pas de nuevo otra vez. Despus podemos averiguar sobre nuestros puntos de vista".

  • Una noche, a finales de julio, asist a la fiesta del 46 cumpleaos de un amigo mo, Daro Villamizar. l y su esposa, Amparo, que est embarazada de su primer hijo, viven en un apartamento en el quinto piso de un edificio en un antiguo barrio de clase media que se extiende por varias cuadras en los flancos inferiores de Monserrate, una empinada montaa verde que se eleva sobre el centro de Bogot. El humorista Jaime Garzn viva en el mismo barrio, a slo dos calles de distancia, y antes de ser asesinado el mes pasado,lylosVillamizarsetoparonamenudoenlacalleoenlapanaderalocal.Daro es un hombre flaco, de voz suave, de pelo rubio, que trabaja como analista poltico y escritor. Amparo es pequea y oscura. Ella es la hija de un prominente ex senador del Partido Liberal y trabaja para una agencia gubernamental que se encarga de la "reinsercin social" de los ex guerrilleros. Durante la ltima dcada, miles de personas que pertenecan a organizaciones guerrilleras o de las milicias han sido persuadidos para que depongan las armas y se reincorporen a la vida civil. Daro era un miembro del grupo guerrillero M19 que dej las armas de forma voluntaria en 1990. Tanto l como Amparo estn involucrados en los esfuerzos profundos de paz y reconciliacin. l nunca me ha hablado en detalle sobre lo que hizo cuando era guerrillero. l slo dice que estuvo implicado con "actividades de propaganda y relaciones polticas internacionales", y que lo primero que hizo despus de la amnista fue comprar una bata de bao. "Para m, era la mejor manera de volver a la vida normal. Yo tena esa idea de 'una bata de seor'. La bata de bao me pareca el ltimo smbolo de la tranquilidad, el fin de toda la angustia. Todava lauso".La recompensa para la desmovilizacin del M19 era la legitimidad poltica y, por un corto tiempo, bienes popularidad como un partido poltico. Algunos de sus antiguos miembros se han convertido en los alcaldes , diputados , e incluso los senadores. Pero, debido a que no logr el poder duradero , el M19 es considerada un fracaso por muchos guerrilleros que an se encuentran en el campo . Sin embargo , la transicin que Daro y sus amigos hechos de revolucionarios armados hasta los dientes a los profesionales de clase media, amante de la paz es uno de los pocos casos de xito en la historia reciente deColombia.La fiesta fue un asunto ntimo . Una docena de hombres y mujeres de mediana edad , la mayora de ellos tambin a los antiguos miembros de la M19 , se reunieron en la pequea sala de estar los Villarnizars ' , que est decorado con obras de arte contemporneo de Colombia , Nicaragua y Cuba. En un momento dado , Daro se inclin hacia m y susurr: " Prcticamente todo el sobreviviente comando superior, la direccin de la M19 es en esta sala esta noche. " Vera Grabe , que era la nica mujer entre los lderes del grupo , fue inmediatamente identificables por su rizado cabello rubio rojizo . Otty Patio , uno de los

  • fundadores de la M19 , se ha ido calvo y es mucho ms gordo que l era como un guerrillero . Los invitados se sentaron en las sillas que fueron presionados juntos en la pequea habitacin , bebiendo ron aejo cubano y Tennessee bourbon , y cada vez ms y ms animado que la noche avanzaba . Un ex guerrillero cont la historia de cmo el comando superior haba hecho pasar por monjas y sacerdotes y convenci a los guardianes de un monasterio rural que estaban all para tener un "retiro espiritual", cuando en realidad se estaban llevando a cabo una sesin de planificacin . El hombre, que estaba muy borracho , se ri y salpic su historia con el hijoeputa improperio hijo de puta cada pocos segundos , y los dems huspedes se ri con placer, como si fueran personajesde"TheBigChill",recordandosujuventud.A diferencia de las FARC , que ha representado tradicionalmente el campesinado rural , la M19 atrajo a muchos de sus reclutas de los estudiantes universitarios y la clase media urbana. Se especializ en acciones espectaculares , como el robo en 1974 de la espada de Simn Bolvar en un museo de Bogot y gan notoriedad internacional en 1980 cuando se llev a cabo un grupo de rehenes embajadores de sesenta y un das en la embajada de la Repblica Dominicana . En 1985 , durante un impasse en las negociaciones con el gobierno del presidente Belisario Betancur , la guerrilla del M19 se apoderaron del palacio de justicia y se mantienen como rehn a toda la Corte Suprema de Colombia . El Ejrcito respondi destruyendo el edificio. Ms de un centenar de personas murieron, entre ellas once magistrados y treinta y cinco guerrilleros . Cientos ms de los miembros del M19 fueron asesinados por escuadrones de la muerte derechistas en los prximos aos.La situacin actual es ms compleja de lo que era en 1990. Hay ms gente que lucha , y con mejores equipos . Ms sangre ha sido derramada , y ms que est en juego . Daro es cautelosamente optimista sobre las posibilidades de una renovacin del proceso de paz de Pastrana , pero tambin teme que no habr ms guerra. El aumento de la ayuda de los Estados Unidos ha hecho que el Ejrcito se siente triunfante por primera vez en aos, y se va a querer ms victorias militares, que se puede lograr con los nuevos Sper Huey y armamento de alta tecnologa y asesores. Por otro lado , reforzando el Ejrcito podra obligar a la guerrilla a reconsiderar sus opciones y que sean ms proclives a negociarconelgobierno.Eseeseloptimismoquizsdemasiadoasvista.Gabriel Garca Mrquez ha estado ausente en el dilogo sobre la guerra desde hace varias semanas . En agosto, en silencio sali de Colombia por su casa en Mxico , y despus se fue a Los Angeles , donde su hijo Rodrigo vive y trabaja, y donde fue hospitalizado brevemente y se trata. Ha regresado a la Ciudad de Mxico , el cual a su hermano Jaime dice es " un mejor clima emocional " para su recuperacin. Daro dice que l y muchos otros colombianos sienten su ausencia con fuerza. "En este momento necesitamos a alguien con gran autoridad moral y espiritual ", me dijo por telfono desde Bogot a mediados de septiembre . " Gabo es la nica persona que poda salir y

  • permanecer entre los dos lados disparando el uno al otro y decir: ' No ms ', y todo el mundo lo escuche . Si pudiera desempear ese papel , sera una cosa tremenda para Colombia.