El Poder Transformador Del Pan Sin Levadura Pastor Mario Peña Tercer Servicio de Santa Cena Guatemala, 4 de marzo del Año De La Revelación

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Éxodo 12:22 (BJ2) Tomaréis un manojo de hisopo, lo mojaréis en la sangre que está en la vasija y untaréis el dintel y las dos jambas con la sangre de la vasija; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana. De la misma forma en que las puertas de las casas de los israelitas fueron señaladas para ser libradas de la destrucción, el Señor nos ha señalado con su sangre para la salvación de nuestras vidas. Efesios 1:13 (LBLA) En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa… Apocalipsis 7:3 (LBLA) diciendo: No hagáis daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios. Estos pasajes nos dejan ver que en este tiempo el Señor sigue sellando, y lo hace por medio de Su Espíritu Santo para diferenciarnos de aquellos que serán sellados en la frente por el Anticristo. Éxodo 12:27 (LBLA) vosotros diréis: “Es un sacrificio de la Pascua al Señor, el cual pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas.” Y el pueblo se postró y adoró. Una de las cosas que hace la Cena del Señor es que podamos reconocer el poder de Dios en nuestras vidas y adorarlo. La palabra que se traduce pascua es el original H6452 pesakj que se utiliza exclusivamente para esta fiesta judía, la ofrenda de pascua; esta palabra viene de otra que significa brincar, saltar, es decir que el ángel de Jehová pasaba encima de las casas que tenían la sangre del Cordero en sus dinteles. Juan 1:36 (LBLA) …y vio a Jesús que pasaba, y dijo: He ahí el Cordero de Dios. Juan el Bautista señaló a Jesús reconociéndolo como el Cordero de Dios; de la misma forma a nosotros alguien nos señaló al Cordero y nos hizo ver que necesitábamos reconocerlo también. 1 Corintios 5:7 (LBLA) Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. Debemos examinarnos para saber si nos presentamos ante Dios como masa con levadura o sin ella, pues la masa que no tiene levadura es la que el Señor utiliza y moldea. Al leer este pasaje en la versión de lenguaje sencillo podemos entenderlo mejor: 1 Corintios 5:7 (BLS) Por lo tanto, dejen de pecar. El pecado es como levadura vieja, que a todos echa a perder. Si dejan de pecar, serán personas nuevas, como los panes nuevos y sin levadura que se comen en la Pascua. Nuestra nueva vida es como una fiesta de Pascua. Nuestro cordero de la Pascua es Cristo, que fue sacrificado en la cruz. Nosotros somos como el pan de la fiesta, y

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debemos ser como el pan sin levadura, es decir, sinceros y honestos. No seamos malos ni hagamos daño a nadie, pues seríamos como el pan que se hace con levadura vieja. Hebreos 9:28 (LBLA) así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan. Si esperamos al Señor, El se nos aparecerá. Mateo 26:26 (LBLA) Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. El Cordero de Dios es Jesucristo y el pan que ahora comemos en la Santa Cena es Su cuerpo, el pan sin levadura. Efesios 2:2-6 (LBLA) …en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, [3] entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. [4] Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, [5] aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados), [6] y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús… Este pasaje nos deja ver que como hijos de Dios debemos salir de Egipto, pero también Egipto debe salir de nosotros para que, sin importar que estemos en el desierto, caminemos confiando en Sus promesas. Después de que Israel salió de Egipto el Señor les dio una gran victoria. Éxodo 14:28 (LBLA) Y las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó ni uno de ellos. Esto sucedió después de la fiesta de la pascua, lo que en nuestro tiempo es figura de la Santa Cena. Génesis 14:18-20 (LBLA) Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; él era sacerdote del Dios Altísimo. [19] Y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra; [20] y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram el diezmo de todo. Sabemos que este encuentro con Melquisedec manifiesta una figura de la Santa Cena, y vemos que el comer del pan y tomar el vino ayudó a Abraham para que el rey de Sodoma no lo contaminara, eliminando el amor a lo terrenal por medio del diezmo.

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Éxodo 15:20-21 (LBLA) Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó en su mano el pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas. [21] Y Miriam les respondía: Cantad al Señor porque ha triunfado gloriosamente; al caballo y su jinete ha arrojado al mar. Esta es otra bendición que obtenemos después de comer el Cordero, podemos alabar al Señor con libertad, aunque debemos ser cuidadosos porque el pueblo de Israel, luego danzó frente a un becerro de oro. Juan 4:23 (LBLA) Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. En este último tiempo, el efecto del pan sin levadura será la manifestación de una verdadera adoración en el Espíritu. Éxodo 15:25 (LBLA) Entonces él clamó al Señor, y el Señor le mostró un árbol; y él lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y Dios les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba. Después de comer el Cordero, las aguas de la amargura por la esclavitud, son convertidas en dulzura. La Santa Cena nos quita la amargura que pudo ser ocasionada por algo que vivimos en nuestro pasado, pero al reconocer que necesitamos dejar atrás eso, aún nuestra genética es transformada. Proverbios 16:24 (LBLA) Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos. La dulzura es el remedio contra la amargura, que puede producir un enfermedad física en los huesos. Éxodo 15:26 (LBLA) Y dijo: Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, el Señor, soy tu sanador. Por medio de la Santa Cena el Señor, Él se nos revela como nuestro sanador. Lucas 9:2 (LBLA) Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. El Señor sana no solo el cuerpo, sino también el alma. Éxodo 15:27 (LBLA) Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas. Otra bendición de comer el Cordero, es que en medio del desierto (prueba) siempre el Señor llevará frescura a nuestra vida, pero debemos estar dispuestos a obedecerle en todo, considerando con esto que el pan del cielo también nos da discernimiento y revelación:

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Éxodo 16:4 (NVI) Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Voy a hacer que les llueva pan del cielo. El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria. Voy a ponerlos a prueba, para ver si cumplen o no mis instrucciones. Después de darnos el pan nos ponen a prueba, por lo que debemos analizarnos y ver si estamos cumpliendo la voluntad de Dios. Juan 6:32 (LBLA) Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Jesús es el verdadero pan del cielo. Lucas 24:30-31 (LBLA) Y sucedió que al sentarse a la mesa con ellos, tomó pan, y lo bendijo; y partiéndolo, les dio. [31] Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero El desapareció de la presencia de ellos. Al comer el pan recibimos revelación de parte de Dios para saber qué estamos haciendo con nuestra vida y arrepentirnos de aquellas cosas que no le agradan al Señor. Roguemos a Dios porque cada vez que nos acerquemos a Su mesa a comer del pan y beber del vino, recibamos cada uno de estos beneficios que nos da el comer el Cordero.