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Nº 2. Jueves, 3 de Julio de 2014 EL POMBO de la XXXIX Escuela de Verano
Manuel Bartolomé Cossío Nace en Haro,
La Rioja, 22 de febrero de 1857. Muere Co-
llado Mediano, Madrid, 2 de septiembre de
1935, fue un pedagogo krausista español e
historiador del arte. Dentro de la Institución
Libre de Enseñanza, fue ahijado y alumno
favorito de Francisco Giner de los Ríos y su
inseparable compañero y su sucesor. Dejó
un estudio monumental sobre la obra de El
Greco. Director del Museo Pedagógico Nacional y presidente de las Misiones Pedagógi-
cas, fue quizá "la figura más eminente de la pedagogía española en el periodo de 1882 a
1935"
A Bartolomé Cossío, se le pueden atribuir:
En 1883, igualdad económica para maestros y maestras, adelantándose al resto de
Europa.
En 1886, intento de llevar a los presupuestos del Estado las consignaciones de la
enseñanza primaria y la creación de un ministerio específico de Instrucción Pública (que
no se consiguió hasta 1900 y 1901, respectivamente).
En 1887: creación de las colonias escolares de educación.
En 1907: creación de una Junta para el Fomento de la Educación nacional, paralela
a la Junta para Ampliación de Estudios (que degeneró en organismo burocrático). Ese
mismo año, creación de un grado normal para inspectores y profesores normales, que
del original planteamiento, efectivo y modesto, paso a convertirse en una ampulosa Es-
cuela Superior del Magisterio, inaugurada en 1909.
En 1911, planteamiento de una Dirección General de Primera Enseñanza, que se
creó inicialmente con carácter técnico y se convirtió luego en un cargo político.
Orientación de las Misiones pedagógicas desde su planteamiento inicial hasta su
materialización en 1932.
Además de la organización de numerosos cursos de perfeccionamiento para el magiste-
rio, y proyectos de mejora del material escolar, de las bibliotecas y edificios para la edu-
cación.
P or motivos ajenos a nuestra volun-
tad, no hemos podido hablar de la
conferencia de Ángel I. Pérez.
Ni de la actuación de la Solfónica .
Os prometemos una adecuada reflexión en
el próximo número de “Pombo”
Hoy actúa
PEDRO FAJARDO
y su banda
Más alma
Maestros y maestras,
Más alma.
Manuel B. Cossío
“...de mis discípulos he aprendido... más que de mis maestros."
E mpezaste a bailar...
Porque era muy canija, y
el médico me recomendó
moverme.
¿Eres profe o actúas en grupos?
Vivo de ser profe de baile. Y participó en el grupo de Luis Delgado
puntualmente.
¿Qué tipo de bailes haces?
Tradicionales. Hice trabajo de campo en diversos pueblos y formé el
grupo Zaranda. Investigando el origen de los bailes tradicionales lle-
gué a la danza histórica. Pero la realidad educativa me llevó a formar-
me en todas las especialidades modernas: funcky, hip-hop, salón,
latinos…
¿Tu relación con A. E.?
Fue mi estreno como profesora a nivel profesional.
¿Tocas algún Instrumento?
Sí, sobre todo percusión tradicional: panderos, panderetas, objetos
sonoros, percusión corporal.
¿Tu relación vital con la danza?
En estos momentos vivo en Urueña, me casé con Luis Delgado…
Trabajo con grupos haciendo módulos didácticos y cursos de danzas
en el museo. Tenemos mil doscientos instrumentos. Hemos cerrado el
museo del gramófono, que ahora se expone en el museo de Joaquín.
Díaz. Estos museos tienen mucha repercusión en el mundo de los
niños.
¿Tu palabra da forma a tus cursos?
Los bailes se cantaban. Me gusta contextualizar los bailes porque me
gusta mucho la historia de las danzas, es necesario entenderla para
bailarlos. Creo que esto motivó mi salida del conservatorio, yo nece-
sitaba saber dónde nacen, cómo, por qué y para qué. Y en el conser-
vatorio se daban un poco envasados.
¿Qué importa más para bailar?
Documentar históricamente el baile, hablar de la indumentaria, del
contexto físico. La historia de la danza me ha dado un método. Ense-
ño a bailar igual que nace la danza desde el comienzo de la humani-
dad hasta la actualidad: primero escuchando, y andando, luego inter-
pretando o dramatizando, y por fin, creando. No hay nada nuevo que
crear, sólo hay formas diferentes de decir.
¿Todos estamos podemos bailar?
Todos podemos bailar, incluso en silla de ruedas, todo depende de
que cada cual encuentre el lenguaje con el que se identifica.
¿Cuál es el momento actual de la danza?
Somos una sociedad que no baila, y el niño imita. Los niños africanos
imitan desde su inicio los rituales de su cultura, y entonces se identifi-
can mucho con su cultura. En una discoteca, se está todo el rato sal-
tando o moviendo un brazo, pero sin bailar.
¿Algún consejo?
Sobre todo hay que escuchar a nuestros antepasados, porque la expe-
riencia no se puede olvidar, sin ser cerrados, porque también hay que
respetar la identidad de cada generación.
¡Tanto Rubén Darío en mí; tan vivo siem-
pre, tan igual y tan distinto; siempre tan nuevo!
Si Darío era muy francés, de lo decadente…, el profundo
acento indio, español, elemental, de su mejor poesía me fasci-
naba. Yo he sentido y espresado quizás, un preciosismo interior,
visión acaso esquisita y tal vez difícil de un proceso sicológico,
“paisaje del corazón”, o metafísico, “paisaje del cerebro”; pero
nunca me conquistaron las princesas exóticas, los griego y ro-
manos de medallón, las japonerías “caprichosas” ni los hidalgos
“edad de oro”. El modernismo, para mí, era novedad diferente,
libertad interior.
Siempre que se me ha hablado de una antolojía de la po-
esía española contemporánea, he dicho lo mismo: que es im-
prescindible empezar por Miguel de Unamuno y Rubén Darío,
fuentes de toda ella (y de lo que falta). En Miguel de Unamuno
empieza nuestra preocupación metafísica “conciente”, y en
Rubén Darío nuestra creciente preocupación estilística, y de la
fusión de esas dos grandes caalidades, esas dos grandes diferen-
cias, salta la verdadera poesía nueva.
Y después de Miguel de Unamuno y Rubén Darío, y an-
tes que ningún otro, pues en el comienza sin duda alguna y de
qué modo tan sin modo, aquella fusión, Antonio Machado, el
fatal.”
Tres eran tres los primeros poetas del siglo XX: Una-
muno, Machado y Juan Ramón. Y era Unamuno la ri-
ma; Machado el remo; y Juan Ramón el rumor. A los
tres se le fueron añadiendo ramas: Lorca, Alberti, Cer-
nuda…
(Federico Martín)
ETERNIDADES
Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
Más se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
(J. R. Jiménez)
El colegio Siglo XXI (de Moratalaz, Madrid) ha abierto un proceso de selección para cubrir
diversas plazas. Las personas interesadas pueden consultar las convocatorias en la página
web del colegio: www.colegiosigloxxi.org.
E smeralda realiza un acto poético a través de
la figura de Pierrot, el personaje que ascien-
de a la escalera de sí mismo gracias a la cul-
tura..
Esta intervención esta basada en la cita de Ana María
Matute sobre la invención del mundo que nos toca
vivir. Ella dice algo así como que cada uno tenemos
que subir los peldaños de una escalera para construir-
nos y que gracias a que nos reinventamos podemos
vivirnos.
La pajarita de papel
Sola, en su jaula mínima,
Dormitando,
La Pajarita de Papel
Nicolás Guillén
Pajarita de papel
el mundo revolotea
tanta pajarita escrita
y tonto el que lo lea
A la pajarita de papel canto una vez y otra vez.
Ante una pajarita de papel cuento un cuento esta vez
Bajo la pajarita de papel siento mi pensamiento de laurel
Cabe esta pajarita de papel en la cabeza de Isabel
Con la pajarita de papel yo soñé anteayer
Contra esta pajarita de papel lanza gritos Maribel.
De la pajarita de papel hablará y hablará Miguel.
Desde aquella pajarita de papel no te he vuelto a ver.
En la pajarita de papel escribe el niño Manuel.
Entre estas pajaritas de papel veremos el atardecer.
Hacia la pajarita de papel encamínese usted.
Hasta la pajarita de papel sabe que le quiero a él.
Mediante la pajarita de papel Aprende esta niña a leer
Para una pajarita de papel es difícil comer este pastel.
Por la pajarita de papel camina mi sueño esta vez.
Según aquella pajarita de papel El verderón está en el laurel.
Sin su pajarita de papel no canta el niño de Utriel.
Sobre una pajarita de papel viajaré hasta Gabriel.
Tras la pajarita de papel se va el gorrión aquel.
PR
EP
OS
ICIÓ
N +
PA
JA
RIT
A D
E P
AP
EL
Y P
AR
EA
DO
Con el deseo de que, peldaño a peldaño, hagamos
juntos una buena escalera que nos mantenga vivos
en la Escuela Pública. Ahora más que nunca.
Acción Educativa/Fundación Ángel Llorca
¿PARA QUÉ QUEREMOS
LA EDUCACIÓN BÁSICA?
A ctualmente, la tendencia pedagógica más avanzada concibe la educación
básica como un ciclo único desde el nacimiento hasta los 18 años con varias
etapas adaptadas a la evolución y maduración psicológica de los educandos.
La pregunta que encabeza esta reflexión ha inspirado los debates educativos
más relevantes desde la Ilustración hasta hoy y es posible que los siga estimulando en el
futuro, porque no se pueden dar respuestas definitivas en un mundo cambiante. Los
debates en torno a esta pregunta fundamental fueron especialmente intensos en el perío-
do entre las dos guerras mundiales (1920-1939) y en el período de la “guerra
fría” (1945-1990), en los procesos de unificación y de reconstrucción de los sistemas
educativos duales o bipolares en un sistema único común para todos los ciudadanos.
Los promotores de la unificación y de la remodelación eran los educadores del movi-
miento de las Escuelas Nuevas, sus asociaciones pedagógicas y sindicales, los partidos
liberales y socialdemócratas y los parlamentos de cada país.
En el segundo periodo de la unificación (1945-1990), los promotores de la misma
vincularon la remodelación de los sistemas educativos a las finalidades expresadas en el
Acta Fundacional de la ONU, creada en junio de 1945 y en la Carta Fundacional de la
UNESCO, creada en noviembre de 1945 y, sobre todo, al programa ético de acción
política y educativa de ambas: La Declaración Universal de los Derechos del Hombre
(10-XII-1948). Desde finales de los cincuenta y durante los sesenta con la teoría de la
educación como inversión y con la creación de la OCDE (14-XII-1960) pasó al primer
plano de los debates educativos la concepción de la educación como inversión indivi-
dual y colectiva mitificada como panacea para garantizar el bienestar personal y el de-
sarrollo nacional.
Podemos sintetizar las respuestas más valiosas dadas a la pregunta inicial en tres
grupos que expresan los fines generales de la educación básica. En el ámbito indivi-
dual: la autoformación del educando como persona o pleno desarrollo de la personali-
dad del educando en todas sus dimensiones; autoformación de los educandos como ciu-
dadanos del mundo ético-críticos, democráticos y comprometidos con la transformación
democrática de las realidades económicas, sociales, políticas, educativas y culturales; la
autoformación de los educandos como profesionales cualificados, competentes y res-
ponsables. En el ámbito nacional: posibilitar a los educandos la adquisición de los co-
nocimientos, de las capacidades, y de las habilidades para colaborar en la democratiza-
ción progresiva del sistema económico-productivo, del sistema social, del sistema jurí-
dico-político y del sistema educativo científico-cultural. En el ámbito internacional:
facilitar a los educandos la adquisición de conocimientos, capacidades y habilidades
para colaborar en la transformación democrática de las relaciones entre naciones y pue-
blos, del sistema económico-productivo mundial y del sistema jurídico-político interna-
cional, de acuerdo con el programa de ética universal, que establecieron la ONU y la
UNESCO y que corre el riesgo de paralizarse y retroceder.
Desde la década de los ochenta, el debate sobre la pregunta inicial, que ha pasado
al primer plano, se libra entre los neoliberales y los defensores de la educación integral.
Los neoliberales quieren que la educación esté predominantemente al servicio de la
fabricación del sujeto liberal (Ch. Laval y P. Dardot, 2009:La Nueva Razón del Mundo:
pp. 324-381): productores competentes y eficientes , consumidores compulsivos y em-
prendedores competitivos para desarrollar las plutocracias nacionales y la plutocracia
mundial. Conciben la educación básica como un instruccionismo puro y duro, científi-
co, racionalista, intelectualista, enciclopédico y, en la medida de lo posible, libre de
valores éticos que condicionen la productividad y la competitividad. Los defensores de
la educación integral quieren que la educación básica esté al servicio de la autoforma-
ción del sujeto personal, del sujeto conocedor, del sujeto ético-crítico, del sujeto políti-
co o ciudadano del mundo, del sujeto profesional competente y del sujeto ecologista
para transformar democráticamente las realidades económicas, sociales, políticas y cul-
turales, tanto nacionales como mundiales. Por eso, conciben la educación como un
holismo educativo
José Domínguez. 30 de junio de 2014.
P.D. ¿En qué bando quieres estar?
Querido amigo,
te queremos.
M uchos y buenos los
momentos vividos
junto a Plinio. De las
tardes de lectura e his-
toria en la EV, hace ya muchos años,
a las noches en las Cuévas de Sésa-
mo llenas de poesía y sangría. O los
paseos por el Retiro o por estas tie-
rras gallegas. Plinio, siempre entre-
gando (y buscando a la vez) ternura
y c a r i ñ o .
Donde quiera que esté ese lugar tri-
color desde donde nos mira no está
solo; ahí también están La Conejita
Marcela y Ferdinando, el toro y el
conejo que quiso robar Hitler.
Gracias Plinio. Salud y República.
Xosé Manuel Alonso “Peplinio”
A m i g o P l i n i o :
¡Qué cosas tienes!
Estábamos citados de-
ntro de unos días y nos
vas a dejar con las ganas. La gran
familia escuelaveranista en general,
y la cofradía itañola en particular en
lo que a nosotros respecta, te vamos
a echar mucho de menos.
Quizá estés entre Cuba y Nicaragua
con un buen ron añejo, pero no creas
que nos sirve de consuelo.
Tantas emociones compartidas, tan-
tas veladas, tantos kilómetros…
No va a ser nada fácil intentar hacer-
s e a l a i d e a .
Que te queremos mucho y que no se
nos va a cerrar la herida.
Que lo sepas.
José Félix