« El primitivo, al observar su sombra sobre la pared de una caverna dibujada por la llama del fuego en las noches de tormenta, con espontaneidad alzó los brazos e inició una cadencia de movimientos, a los cuales sumó el canto hecho de vivencias personales y colectivas, cuyos acentos compusieron una plegaria dirigida a los poderes extraterrenos en un tejido de súplica y acción de gracias. Allí todas las expresiones artísticas se dieron en una única acción, porque se trataba de la expresión total del ser humano, como participante de una entidad superior llamada humanidad.»

Adolfo Couve, La tercera mano1

El 29 de febrero del 2016, la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en conjunto con las bases de apoyo zapatistas, lanzaron la convocatoria conjunta para el Festival “CompARTE POR LA HUMANIDAD”, la “Fiesta en homenaje al Congreso Nacional Indígena” y el festival “L@s zapatistas y las ConCIENCIAS POR LA HUMANIDAD”. La presentación de la convocatoria conjunta sería la siguiente:

«Considerando:

Primero: Que la grave crisis que sacude al mundo entero y que habrá de agudizarse, pone en riesgo la supervivencia del planeta y todo lo que lo puebla, incluyendo a los seres humanos.

Segundo: Que la política de arriba no sólo es incapaz de idear y construir soluciones, también es una de las responsables directas de la catástrofe ya en curso.

Tercero: Que las ciencias y las artes son quienes rescatan lo mejor de la humanidad.

Cuarto: Que las ciencias y las artes representan ya la única oportunidad seria de construcción de un mundo más justo y racional.

Quinto: Que los pueblos originarios y quienes viven, resisten y luchan en los sótanos en todo el mundo son poseedores, entre otras, de una sabiduría fundamental: la de la supervivencia en condiciones adversas.

Sexto: Que el zapatismo sigue apostando, en vida y muerte, por la Humanidad.» (EZLN, 2016)

Para el EZLN, «[podrían] participar tod@s quienes tengan como práctica el ARTE», sosteniendo a su vez que, «[para] el zapatismo, artista es toda persona que reivindique su actividad como arte, independientemente de cánones, crític@s de arte, museos, wikipedias y demás esquemas “especialistas” que clasifican (es decir: excluyen) las actividades humanas» (EZLN, 2016).

Estas vendrían a ser todas, formas de sumisión inquieta, haciendo un alcance de las tesis de Debord. Cuestión no gratuita si tomamos en cuenta que según Aguirre, el movimiento zapatista es deudor de la Revolución del 68’.

¿De qué forma Aguirre muestra al Movimiento Zapatista como uno deudor del Movimiento del 68’? Precisamente al haber hecho de los medios de masas un eje central de la política misma, devolviendiendo esto un valor social que ha logrado romper el cerco del oscurantismo, unilateralidad y confusionismo que mantiene la burguesía.

De este modo no existe una jerarquía de medios de masas, sino que se hace uso de forma creadora de los mismos, utilizando desde el periódico físico hasta la cámara filmadora, concibiendo estos

como especialidades más del arte, no reduciéndoles a categorías de periodismo y sólo periodismo, por ejemplo, aspecto que suprimiría toda experiencia artística en las mismas.

Centralidad del arte en la cultura y los saberes populares. Una cuestión por sobre la separación de un sistema de arte, totalmente aislado de la coyuntura político-social, al menos para los protagonistas –y seguidores– de tal.

No pudiendo ser reducido a una categoría social como ocurre con la política, ciencia, religión, etc., sino que hecha una con el quehacer cotidiano. Lo que Aguirre señala como “inicio de superación de esa secular y milenaria escisión entre ciertas formas de la cultura y las clases populares, que provoca una verdadera ebullición creativa entre los indígenas neozapatistas, ebullición que no sólo los lleva a involucrarse en la definición de los temas de sus Murales o en la promoción de la creación de su propia música y de su propio arte en general, sino también en la elaboración de videos, en la fundación de radios comunitarias, en la confección de Periódicos Murales, o en el aprendizaje y uso cotidiano del Internet. Es decir, en una clara reinvención, con sus propias fuerzas y con las herramientas disponibles, de toda una estructura propia y alternativa de medios y mecanismos de comunicación, locales y regionales, pero también de difusión universal, que una vez más se oponen a los medios de comunicación oficiales, burgueses o gubernamentales.” P 151.

Como observamos de este modo, producción artística y difusión en la práctica son uno sólo. El Movimiento Zapatista lo sostiene.

Hay que asumirlo. No basta con una convicción crítica. Es la misma ideología burguesa lo que refuerza toda vocación para ella. Recordemos rendimos tributo a toda constitución al dialogar, o yendo más allá, a dialogar superponiéndonos a la organización.Parafraseando a Carlos Marx. Cada paso de movimiento real vale más que una docena de programas [aterrizar cita]. Démosle la justeza correspondiente que nuestra actual coyuntura nos exige. Ajustémosla: tal frase, nos señala en efecto, cualquier colectivo ha podido avanzar más que cualquier partido. Esto obedece a una profunda lógica. Hay que asumirlo tambi+en. La cuestión no es justificar a priori todo movimiento del Movimiento Zapatista, sino más bien, comprenderlo.La apuesta contra el capitalismo en las condiciones específicas de su territorio, y al mismo tiempo, su protesta contra la línea gruesa de todos los partidos de izquierda.Hasta el día de hoy, han coexistido dos corrientes en esta, las cuales muchas veces sosteniendo un enfrentamiento a través de las ideas, lo han hecho también con las armas.

Por una parte, el partido de modelo soviético, curtido por todo el proceso que conllevaría a la conformación del primer Estado de los trabajadores en el mundo.

Por otra, el partido de modelo cubano, consolidado por el proceso que rompería con el modelo etapista en que recaería el primero, y que significaría todo un impulso a l

Para los pueblos de Latinoamérica, ambas corrientes significaron profundos impulsos y retrocesos en la lucha de clases. Tanto y así, nos vemos obligados a reunir ambas corrientes en el fracaso.

Hoy en día, las reminiscencias aún existentes de los grandes y pequeños partidos de antaño, mantienen el principio: “la mejor forma de reducir a un adversario”

El enemigo en tanto, consciente de ello, sostiene: “divide y vencerás”.

La erudición occidental, deudora del “Siglo de las luces”, es por tanto, de marcado acento burgués, albergando así una relación antagónica entre razón y sentimiento, resultante esta de la contradicción entre teoría y práctica. Manifestándose todo esto en la completa negación de las “minorías”, al ser incapaz de aprehender sus conocimientos.

Formas reductorias de la cultura popular conocemos por montón. Pero las más legitimadas, concebidas como normales, son tanto el folclor como la artesanía, fuera estas del rango del arte “culto”.No obstante, tal desdén no es ya el mismo de antaño. Los bailes populares y los cantos folclóricos han sido contenidos por la danza clásica y la música contempóranea, no hay duda de ello. Como tampoco hay duda de que esto se ha realizado a cambio de distorsionar la cosmovisión indígena, siendo esta fagocitada por el espectáculo de la ideología burguesa. Es así como estas expresiones de resistencia suelen ser inclusive potenciadas por el Estado burgués, siempre y cuando, se le vacíe de contenido y se les relegue a un rol secundario

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Carlos Aguirre señala como el arte, en tanto que cultura popular y saber popular, es asumido por los zapatistas como una forma de resistencia deliberada ante la cultura y el saber dominante.Da cuenta de cómo esta resistencia se expresa en su inmediatez como resistencia lingüística, equiparando la lengua al grado de cosmovisión, luchando de esa forma esta, primero a la lengua y cosmovisión del otrora conquistador extranjero, y ahora a la clase dominante contemporánea. De esta forma, aunque tanto esta como los zapatistas hablan castellano, estos últimos, lo hacen de modo distinto, “reencuandrándolo y resignificándolo dentro de esa modernidad de resistencia y alternativa que ellos como indígenas cultivan, desde hace ya medio milenio”. P 142.

Por otra parte, la actitud festiva, manifestándose esta en la particular retórica del EZLN no obedece a un fenómeno de raigambre puramente étnica ni a una casualidad coyuntural. Reviste en cambio, un profunda política.

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Mao Tse-Tung, durante las charlas, refiriéndose al movimiento 4 de mayo, sostenía al arte como una imprescindible arma que liberaría al pueblo chino en la guerra de liberación frente al Japón. Las piezas de esta arma clave serían el punto de partida, la actitud, el público, y por último el estudio.El punto de partida para Mao, entendemos, no podría sino haber sido el Partido Comunista de China.La actitud, plantea la posición a desarrollar en las relaciones cardinales que se desarrollaba este, dando cuenta de tres en donde la actitud, habría sido fundamentalmente la misma en el transcurso de la lucha de clases. En primer lugar, ante los enemigos (…), para los cuales la condición era el combate. En segundo lugar, los aliados, los compañeros de ruta frente a los cuales la manutención de la unidad y de forma simultánea, la crítica, habría de ser permanente. Por último, en tercer lugar habría de estar el pueblo, para el cual la actitud habría sido el elogio y la educación del mismo.

El tercer aspecto de la actitud, es a mi juicio, el fundamental. En primer lugar, si hemos de superar la segmentación partido-pueblo, y al mismo tiempo somos garantes de nuevas formas de organizaciones, traduciéndose todo esto en posicionarnos como parte del pueblo mismo, la educación habría de ser auto-educación, y el elogio, reemplazado por la producción de subjetividad para nosotros mismos, esto es, la producción de un estímulo moral para nosotros mismos.

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Pareciese que en nuestro territorio, romper con la alienación no es sino transitorioNo nos hemos hecho sino de parcelas, pues al salir de estos lugares y encuentros, no tardamos en estrellarnos con el capitalismo del cual seguimos siendo un laboratorio, dadas las particularidades del desenvolvimiento del modelo en comparación con otras sociedades, pero que a fin de cuentas, hace común el hecho de asentarse en la lucha de clases. El arte, como práctica social inacabada, o relación que incapaz de realizarse sin tomar en consideración a otras prácticas, se le puede conferir un rol cardinal, el de la producción de subjetividad para con el género humano.

Arte; sistema de arte

Tal sistema engendra espacios críticos del mismo. No obstante, su línea gruesa no hace sino enriquecer la oferta en el circuito, al no ser capaces de superar los espacios de exhibición y medios de difusión burgueses, restringiéndose a circular por los mismos, y lo que es aún más grave, sin contener una apuesta.Son decenas de colectivos, de noble causa los que no tarden en remplazar su razón de origen por la sola subsistencia de sí mismos, compitiendo por nuevos espacios de exhibición, diálogo o producción dentro de los márgenes mismos del arte.

Producción de subjetividad

A nivel de educación. A partir de la “Otra pedagogía”.

A nivel de moral. Las prácticas e instancias artísticas promueven un estímulo y sostén anímico para la resistencia.

A nivel del goce. Por sobre los tabúes, el MZ le conferido al placer un valor esencial para la resistencia.

Esto presupone la ruptura con las categorías, especialidades y campos limitados de producción de arte, que en nuestro territorio conocemos con nombre y apellido.

Notas

Según el libro, consistente en una recopilación de extractos de entrevistas a Adolfo Couve, el origen de este fragmento se encuentra es “Sanhueza B., Enrique. “Peregrinar de Adolfo Couve por la pintura y las letras”. Las Últimas Noticias. 15 de marzo 1979: I4. Impreso.” Página 94. El fragmento completo es: “Algunas veces he pensado que la expresión artística, diferenciada a partir del análisis crítico, nunca debió separarse. Pienso que al comienzo fue así. El primitivo, al observar su sombra

sobre la pared de una caverna dibujada por la llama del fuego en las noches de tormenta, con espontaneidad alzó los brazos e inició una cadencia de movimientos, a los cuales sumó el canto hecho de vivencias personales y colectivas, cuyos acentos compusieron una plegaria dirigida a los poderes extraterrenos en un tejido de súplica y acción de gracias. Allí todas las expresiones artísticas se dieron en una única acción, porque se trataba de la expresión total del ser humano, como participante de una entidad superior llamada humanidad. Después los estudiosos de la conducta de aquel danzante que expresaba gestos rituales decidieron que aquel hacer era teatro, danza, música y canto y determinaron la separación de las artes. Pero en los comienzos no fue así. Todo era expresión unívoca del ser humano.” La tercera mano, pág. 18.