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Mes tras mes, crece la ola de paí- ses que abogan por descriminali- zar o legalizar la marihuana. Lati- noamérica observa a Uruguay, cu- yo Gobierno controla producción y venta. En EE UU, 21 Estados per- miten el uso en uno u otro nivel. Europa avanza en esa línea. Espa- ña va a la contra, pero en Euskadi y Cataluña aumentan los clubes de consumo. Páginas 38 a 40 La marihuana se abre paso a la legalidad Se dispara la ola para no criminalizar el consumo de esa droga 21 Estados permiten el uso medicinal o cultivos pequeños en EE UU POL PAREJA, Barcelona

El proyecto del aborto provoca un profundo desgaste ... pais.pdf · D C omo la mascota que se entretie-ne royendo un hueso de plástico, alaqueelamolanzaunapelotay siempre se la devuelve

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Como la mascota que se entretie-ne royendo un hueso de plástico,a la que el amo lanza una pelota ysiempre se la devuelve con la bo-ca, así parecen estar condenadosa comportarse los líderes de opi-niónde este país ante los escánda-los que sacuden nuestra vida pú-blica. No importa que la mascotasea contestataria, apacible, ner-viosa o una de esas que husmealos genitales de los invitadoscuando llegan a tu casa. Cualquie-ra que sea su carácter, si se consi-gue educarla bien, le dices siénta-te y se sienta, dame la patita y tela da, recoge la pelota y obedece.Incluso irá a hacer sus cosas en elrincón del siempre sobre el perió-dico en el que firma. Ahora mis-mo los medios de comunicaciónhan dejado de roer los casos deGürtel y de los ERE de Andalucía.Las mascotas parecen haberseaburrido de estos juguetes ya de-masiado mordidos o babeados yde pronto semuestran felices conotros huesos, peluches o pelotasde todos los colores que les aca-bande regalar. El quebrantamien-to físico del Rey, la imputación dela infanta Cristina, el destino dela Monarquía, la aventura inde-pendentista deCataluña, la neuro-sis religiosa aberrante del pro-yecto de ley sobre el aborto sonlos nuevos huesos de plástico quelos periodistas deberemos roerde aquí al verano. En nuestro cir-comediático sucede algomuy pe-culiar que no se da en los paísescon una democracia más asenta-da, donde por regla general antesde que un escándalo llegue a laopinión pública, tal vez por con-ducir borracho, por haber defrau-dado al fisco, por mentir en cual-quier declaración, por compraruna chocolatina con el dinero delerario o simplemente porque unministro ha demostrado ser unidiota, el protagonista ya ha dimi-tido o le han echado a la calle conuna patada en el culo o ha ido a lacárcel o ha decidido ahorcarse.Aquí el derecho a la informaciónparece destinado a todo lo contra-rio. Se trata de roer y babear elhueso, de juguetear con el pelu-che hasta destrozarlo, de ir una yotra vez por la pelota y devolverlaal amo del cotarro hasta que elescándalo de corrupcióno un gra-ve problema político, disuelto ensaliva, diluya toda su carga explo-siva bajo una apabullante y confu-sa catarata de artículos, opinio-nes y tertulias, que al final no sonsino una forma, mejor o peor, deganarse la vida.

MANUELVICENT

E Alberto Corazón (Madrid,1942) ha conformadoinfinidad de símboloscontemporáneos comodiseñador gráfico. Ahora sededica a la pintura, el dibujo,la escultura. Un bodegónde Caravaggio le ha llevadoa urdir su última exposición,en la galería Marlborough,con variaciones sobre lacarnalidad del presente y lamemoria. Reniega del diseñográfico: la mediocridad delencargo le sacaba de quicio.

PerfilPregunta. Decía Caravaggio queera incapaz de pintar nada queno estuviese delante de él. Yocreo que mentía. ¿Y usted?

Respuesta. Yo creo que no. Noexiste ningún dibujo de Caravag-gio. Había quien no dibujaba nibocetaba, que pintaba a lo valen-tón, como Velázquez. No es tanraro y eso se produce en el barro-co.Nosotros venimos del romanti-cismo, y en esa época existenme-jores dibujantes, pero el barrocoes pura expresión directa. A Cara-vaggio se le criticó mucho que es-cogiera mendigos como modelosde santos y mártires.

P. Santificaba a los desahucia-dos de su época.

R. Utilizar mendigos era lomás realista, pero no podía dejarde pintar las cosas como las veía.

P. ¿Viven las naturalezasmuertas?

R. Claro. Es una expresiónequívoca. Sería mejor naturalezainmóvil. El concepto español esmás exacto: bodegón.

P. Pero estos ¿se pintaban pa-ra demostrar destreza técnica opara incitar a la gula?

R. El bodegón da forma a lateatralidad de lo doméstico.Arranca de los griegos de un mo-domuy evocador ymodesto, pararecibir al viajero y al amigo. Losgriegos contemplaban la amistadcomoun valor supremo, por enci-

madel amor. Compartir unas fru-tas creaba un vínculo fortísimo ydesinteresado, el regalo no debíacomprometer. En el Renacimien-to, ese carácter se pierde a favorde la exhibición ostentosa de obje-tos y alimentos.

P. ¿Nos saldría un gran bode-gón fijándonos en las estanteríasde los supermercados?

R.No tiene que ver con lo pop.La cultura pop y la iconografíapop tienen su propio territorio.

P. Ambos son costumbristas.¿No es la sopa Campbell de War-hol un bodegón posmoderno?

R. No parece tener esa inten-ción, pero puesta encima de lamesa, podría serlo. No lo habíapensado, pero sí.

P. ¿Qué es eso de que pinta dememoria? ¿Para llevar la contra-ria a Caravaggio?

R. Estoy siempre pintando apartir de lamemoria. Necesito untiempo previo de concentración ycuandome siento seguro comien-zo directamente sobre el lienzo,obstinadamente, sin pararmehas-ta que está acabado. Puedo estarmuchas horas concentrado, conla sensación del furtivo enunbos-que entre signos desconocidos.

P. ¿Y eso no distorsiona lasimágenes de la realidad?

R.La realidad es una construc-ción diferente para cada uno denosotros. Una vivencia estética,personal, que en mi opinión nosllega a través de la memoria.

P. La realidad ha conformadodurante siglos la pintura. ¿Ahorala realidad la conforma el diseñográfico?

R. Somos animales simbóli-cos. Vivimos en un hábitat de sig-nos. Desde los tiempos primiti-vos, esos signos han sido gráficoso estéticos. La gráfica es instru-mental, valiosa. En cambio, el sig-no estético carece de utilidad in-mediata y eso parece devaluarlo,pero no es absolutamente impres-cindible. Sin embargo, la crea-ción artística resulta vital.

P. ¿En qué se fija la gente?R. En los últimos años presta-

mos mucha atención más a loscolores que a las formas. Y meparece estupendo.

P. ¿Y los que dan forma a esonos dominan?

R. No es cuestión de domina-ción. Ocurre por saturación. Lasaturación, el bombardeo icono-gráfico, es lo que nos somete yeso nos hace variar la sensibili-dad y el gusto hacia algo mássutil, algo que no es tan obviocomo algunos se empeñan.

P. ¿Podría dibujarme en pala-bras un logotipo de la miseriamoral que nos rodea?

R. Un logo es una abstrac-ción. Y la miseria moral que nosatenaza es una terrible realidadque comienza a dar muestras derasgos inhumanos. Vivimos des-lumbrados por la apoteosis de lamediocridad. Nunca ha sido tanbrillante ni ha gozado de tantoéxito.

P. ¿Por qué repudió el diseñográfico?

R. El diseño es el resultado deun encargo, y estamismamedio-cridad que ya hemos comentadono permite ningún encargo es-timulante. Es un asunto de dig-nidad profesional. Acepto soloaquel trabajo que me permitebuscar la excelencia. Otra pala-bra que está desapareciendo.

P. ¿Qué se encarga usted a símismo?

R. Escribir, esculpir, pintar.Cumplo 72 años, lo demás mesobra. Tengo que llegar en ple-nas facultades a los 80, no quie-ro distraerme con tonterías.

ALBERTO CORAZÓN El pintor que renegó del diseño gráfico

“Vivimos la apoteosis de lamediocridad”JESÚS RUIZ MANTILLA

Alberto Corazón, retratado esta semana en su casa de Madrid. / luis sevillano

Mascotas

MADRID: Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid.91 337 82 00. Fax: 91 304 87 66.

BARCELONA: Caspe, 6, 3ª planta. 08010Barcelona. 93 401 05 00. Fax: 93 401 05 41.BILBAO: Epalza, 8, 7ª planta. 48007Bilbao. 94 413 23 00. Fax: 94 413 23 13.SANTIAGO: San Pedro de Mezonzo, 3, 2º C.15701 Santiago de Compostela.981 58 99 00. Fax: 981 58 59 27.

SEVILLA: Rafael González Abreu, 6, 41001Sevilla. 95 424 61 00. Fax: 95 424 61 24.VALENCIA: Don Juan de Austria, 3, 2ª. 46002Valencia. 96 398 11 50. Fax: 96 351 17 31.

PUBLICIDAD: Prisa Brand Solutions, S.L.Valentín Beato, 44, 3ª planta.28037 Madrid. 91 701 26 00;Fax: 91 523 10 58 / 91 521 11 [email protected]

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DOMINGO 12 DE ENERODE 2014

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DOMINGO12DEENERODE 2014 | AñoXXXIX | Número 13.344 | EDICIÓNMADRID |Precio: 2,50euros

El Barça sale del Calderón como campeónde invierno sin lograr despegarse del AtléticoFieles a su estilo, el Atlético y el Barça empatan (0-0) en un partidomuy igualado P El encuentro entre los dos mejores de la primeravuelta fue de muchísima intensidad y pocas ocasiones Páginas 51 a 54

Sochi, entreel derrochey el terrorPutin quiere mostrarsu poderío con los Juegosmás caros de la historia

Unas 110.000 personas —una de las concentraciones más numero-sas en Euskadi— se sumaron ayer a la marcha convocada por PNV ySortu en apoyo a los presos de ETA. Lamanifestación ha sido una delas pocas organizadas por ambas formaciones abertzales. Sortu de-seó que sea solo el inicio de objetivos comunes. Páginas 12 a 14

Hoy domingo, GRATIS,primera entrega delcurso Inglés total. Libro,CD y DVD acreditadospor la CambridgeUniversity Press

Los hermanos querompieron el vetode PalomaresRevelaciones de nuevosinformes desclasificados

EDITORIAL

Libertad de voto Página 34

Rajoy arranca el año con erroresde bulto no forzados Por Carlos E. Cué Página 16

Más de 100.000 vascos se sumana lamarcha por los presos de ETA

Muere elex primerministro israelíAriel SharonEl polémico político ymilitar falleció tras ochoaños en coma Páginas 4 y 5

La reforma de la ley del abortoque lidera Alberto Ruiz-Gallar-dón no solo ha originado un te-rremoto en las filas del PartidoPopular, sino también una san-gría en sus expectativas electo-rales. Un sondeo de Metrosco-pia realizado esta semana con-cluye que, si ahora hubiera elec-ciones generales, el PSOE aven-tajaría al PP en punto y medio.

Incluso entre los votantes delPP son mayoría los que no vennecesaria la reforma legal y, ade-más, defienden que la decisiónfinal de interrumpir o noun em-barazo corresponda a la mujer.Gallardón, que pasa a ser el mi-nistro peor valorado entre losvotantes populares, provoca asímás perjuicios que beneficios asu partido, que sufre ese desgas-te pese a los datos de mejoraeconómica. Páginas 18 y 19

España creará empleo con me-nor crecimiento económico delo que es habitual. Los contratostemporales y por horas y los

sueldos más bajos, es decir, laprecariedad, acercan un magroalivio laboral tras seis años decaída del empleo. Ya se ven sín-tomas: los trabajos por horascrecen y los contratos tienenme-nor duración. Páginas 28 y 29

Mes tras mes, crece la ola de paí-ses que abogan por descriminali-zar o legalizar lamarihuana. Lati-noamérica observa aUruguay, cu-yo Gobierno controla produccióny venta. EnEEUU, 21Estados per-miten el uso en uno u otro nivel.Europa avanza en esa línea. Espa-ña va a la contra, pero en Euskadiy Cataluña aumentan los clubesde consumo. Páginas 38 a 40

SONDEO METROSCOPIA EL PSOE GANARÍA HOY LAS GENERALES

El proyecto del aborto provoca unprofundo desgaste electoral al PPHasta los votantes populares rechazan la iniciativa del ministro Gallardón

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Solo el trabajo parcialy temporal frenaráeste año el desempleo

La marihuanase abre pasoa la legalidadA Se dispara la ola parano criminalizar elconsumo de esa drogaA 21 Estados permiten elusomedicinal o cultivospequeños en EE UU

DEPORTES

La manifestación, a su paso por la calle Autonomía de Bilbao. / m. toña (efe)

FERNANDO GAREA, Madrid

INGLÉS TOTAL

Domingo

M. V. GÓMEZ / C. BLANCHARMadrid / Barcelona

POL PAREJA, Barcelona

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12/01/2014SOCIEDAD1,38-39

38 vida & artes EL PAÍS, domingo 12 de enero de 2014

sociedad

Hace 20 años, a una funcionariaespañola partidaria de que se de-jaran de prohibir las drogas se leocurrió plantear, en una reuniónen la ONU, “alguna opción máshumana” para luchar contra la la-cra del tráfico de estupefacientes.Automáticamente un diplomáti-co se la llevó aparte. “Aquí estascosas no se dicen ni en el cuartode baño”, le espetó. Hoy, lamismafuncionaria explica que dentro dela ONU ya circulan documentosinternos que reconocen el fracasode la prohibición para luchar con-tra estas sustancias.

El tabú se va esfumando. A na-die le parece ya una locura plan-tear la lucha contra las drogas (so-bre todo cannabis) de una mane-ra distinta de la empleada duran-te los últimos 50 años, desde quese aprobara en 1961 la Conven-ción Única sobre Estupefacientesen la sede de la ONU en NuevaYork. El perfil de los defensoresde un cambio global también haevolucionado. Al consumidor ha-bitual y de izquierdas que acudíaa lasmanifestaciones a favor de lamarihuana hace unos años se lehan unido una ristra de persona-jes ilustres: desde premios Nobelcomo Mario Vargas Llosa o Ga-briel García Márquez hasta el ex-secretario de la ONU Kofi Annan,pasando por numerosos exman-datarios, alcaldes de grandes ciu-dades, actuales presidentes depaí-ses de América Latina o el ex se-cretario general de la OTAN Ja-

vier Solana. Plantear que los bene-ficios de la prohibición no han su-perado los costes ya no sorprendea nadie. “Lo más importante esque se ha legalizado el debate”,explica Xabier Arana, investiga-dor del Instituto Vasco de Crimi-nología. “Antes en el sector prohi-bicionista te decían que ni siquie-ra la hipótesis era válida. Ahoracomomínimo ya te preguntan có-mo se podría llevar a cabo”.

Un caso como el de Ámster-dam ha dejado de ser una excep-

ción mundial, y la ola de países,ciudades y regiones que aboganpor descriminalizar o incluso le-galizar el consumo demarihuanase extiende por el mundo a unritmo imparable. Una experien-cia tanutópica hace unos años co-mo el caso de Uruguay, donde elpropio Gobierno se encargará decontrolar la producción, distribu-ción y venta demarihuana, es hoyuna realidad y se sigue muy decerca por todos los países del

mundo, especialmente los deAmérica Latina, donde la luchacontra la droga deja decenas demiles de muertos cada año.

Estados Unidos es uno de losmejores ejemplos del cambio glo-bal en la percepción del cannabis.En la cuna de la prohibición, don-de se declaró en 1971 la “guerramundial contra la droga”, ya hay21 Estados en los que se permitelamarihuanamedicinal y en algu-nos, como California, la línea quesepara el consumo terapéuticodel recreativo es harto difusa. Co-lorado yWashington han idomásallá y en el primero ya se permitecultivar hasta seis plantas en casay vender legalmente hasta 28 gra-mos de marihuana para uso re-creativo. En Washington se per-mitirá este 2014. En la última en-cuesta Gallup sobre la legaliza-ción del cannabis, un 58% de losestadounidenses se manifestó afavor. La primera vez que se pre-guntó sobre el tema en la mismaencuesta, en 1961, solo un 12%apoyaba la idea. El cambio de opi-nión se ha producido, además, aun ritmo de vértigo: un tercio delos que apoyan ahora la legaliza-ción se manifestó en contra hacetan solo tres años.

Algunos analistas en EE UUdestacan la avalancha reguladoradel cannabis, que cuenta conunos 162 millones de consumido-res en todo el mundo, y el rápidocrecimiento en todo el país. Sololas ventas de marihuana medici-nal superaron los 150.000 millo-nes de dólares en 2013 (110.000millones de euros) y se calcula

que en 2018 alcanzarán los600.000 millones de dólares(438.000 millones de euros). Yaexiste una universidad en Oak-land, California, dedicada exclusi-vamente a los negocios relaciona-dos con el cannabis e importantesempresarios hasta ahora ajenos ala materia apuestan por el sector,sobre todo después de que el fis-cal general, Eric Holder, anuncia-ra que no se actuará contra lasiniciativas en Colorado y Wa-shington, a pesar de que el canna-bis sigue siendo ilegal en el ámbi-to federal. “Es un mercado gigan-tesco enbuscadeunamarca”, ase-guró el pasado junio James Shive-ly, exdirectivo de Microsoft, en la

presentación de su proyecto decrear el “Starbucks de lamarihua-na”, en el que invertirá inicial-mente 10 millones de dólares (7,3millones de euros). Acompañadodel expresidente deMéxico Vicen-te Fox, que apoya el proyecto, Shi-vely advirtió del “momento histó-rico” que vive lamarihuana: “Esta-mosante la caída delmurodeBer-lín del cannabis”.

La nueva regulación en Uru-guay también puede ser fuente denegocio. ElGobierno y varios labo-ratorios de Canadá, así como far-macéuticas de Chile e Israel haniniciado contactos con Montevi-deo para saber quéposibilidad ha-brá de comprar allí marihuana.

Incluso se podría transformar elpaís en un polo de biotecnología ycentro de investigaciones sobre eluso medicinal de la marihuana.

En Europa, donde histórica-menteno seha criminalizado tan-to al consumidor como en Améri-ca Latina o EE UU, la tendenciareguladora es más moderada, pe-ro también existe. En 2013 Suizadespenalizó la posesión de canna-bis para uso personal; la capitalde Dinamarca, Copenhague, pre-tende iniciar un plan piloto en elque elmunicipio producirá y ven-derá la marihuana y el distrito deKreuzberg, en el centro de Berlín,planea instalar coffeeshops en elparque Görlitzer, uno de los espa-

cios más castigados por el tráficode drogas en la ciudad. Las vocesde personalidades y expertos enderecho penal a favor de un cam-bio también son cada vezmás nu-merosas e incluso el viceprimerministro británico, NickClegg, or-denó el pasado noviembre “revi-sar las políticas existentes en ma-teria de drogas” en Reino Unido.

Además, existe el caso de Por-tugal, que despenalizó en 2001 laposesión de todas las drogas. ElEjecutivo portugués empezó a en-viar a los consumidores a una co-misión formada por psicólogos,trabajadores sociales y asesoreslegales que aconsejaban un trata-miento alternativo. Más de una

décadadespués, elmodelo se con-sidera un éxito y Portugal se en-cuentra en el puesto 18 de laUniónEuropea en cuantoa consu-mo de cannabis, mientras que Es-paña es el tercero, según elObser-vatorio Europeo de las Drogas yToxicomanías. “El caso de Portu-gal ha probado lo que se veníadiciendo durante años y nadieescuchaba”, sostiene AraceliManjón-Cabeza, exdirectora delPlan Nacional de Drogas y exma-gistrada de la Sala de lo Penal dela Audiencia Nacional, que des-pués de combatir las drogas du-rante 20 años aboga ahora por lalegalización.

España, donde el 80% de loscondenados por tráfico de drogaslo son por casos de cannabis, ac-túa en contra de la tendenciamundial. El Gobierno, dispuesto aacabar con los clubes sociales de

fumadores quehan idoproliferan-do durante los últimos años, espe-cialmente en Cataluña y País Vas-co, prevé subir un 300% la san-ción mínima por posesión —de300a 1.001 euros—, así comomul-tar con lamisma cantidad los cul-tivos privados de cannabis. “Nosretrotraemos a épocas pasadas co-mo en el caso del aborto”, opinaXabier Arana. El Ejecutivo, ade-más, prevé eliminar la posibilidadde sustituir la multa por un trata-miento de desintoxicación, algoqueha indignado a otros expertosy a asociaciones de toxicómanos.

El cannabis medicinal tam-bién es ilegal en España, y solo sepermite prescribir un medica-mento con sus componentes, elSativex, en casos de espasmos enesclerosis múltiples. “Debería ha-ber un acceso más directo paraatenuar las dolencias de enfer-mos crónicos, falta de apetito,náuseas y otras enfermedades”,explicaManuel Guzmán, catedrá-tico de Bioquímica y Biología Mo-lecular de laUniversidadComplu-tense y estudioso de los efectosterapéuticos de la marihuana.

Los expertos consultadoscreen que una legalización o des-penalizaciónno aumentaría el nú-mero de consumidores, sino al re-vés. “Para un joven de 15 años esmás fácil comprar una pastilla deéxtasis o hachís que una caja debarbitúricos o una botella de vod-ka”, mantiene Manjón-Cabeza.“Señal de que si algo está regula-do está más controlado”.

Los líderes mundiales aguar-dan con expectación la reuniónespecial de la Asamblea Generalde la ONU que se celebrará en2016 para tratar el tema de lasdrogas, y en la que muchos espe-ran que el organismo dé un pasoal frente. “Puede pasar cualquiercosa”, explica Manjón-Cabeza.“Teniendo en cuenta los cambiosde los últimos dos años, cualquierpronóstico es arriesgado”.

La situación de los clubes decannabis en Cataluña, especial-mente en Barcelona, está to-mando un ritmo vertiginoso.Se calcula que hay unos 400clubes, la mitad en la capital,con más de 165.000 asociados,según la Federación de Asocia-ciones Cannábicas Autoregula-das de Cataluña (Fedcac). Losnúmeros que baraja esta enti-dad advierten de que hay unos60.000 socios —los más acti-vos— que gastan entre 50 y 100euros al mes para comprar can-nabis. Según estos cálculos, so-lo con ellos, estas asociacionessin ánimo de lucro ingresaríancada mes 4,5 millones de eu-ros, a los que hay que sumar elgasto de los miembros menosactivos.

El abogado penalista MartíCànaves recuerda que “las enti-dades sin ánimo de lucro pue-

den tener ingresos, pero los de-ben reinvertir en el proyecto”.Los gastos que tienen estos clu-bes son alquileres, nóminas yalgunas actividades culturales,pero como el cultivo no estáregularizado (se planta en na-ves escondidas), hay muy pococontrol sobre el dinero que ges-tionan.

Ante la falta de regulación,los clubes se han organizadoen dos federaciones y se hanautoimpuesto unos compromi-sos, como el de contratar a unmédico para atender y aconse-jar a los consumidores, yasean terapéuticos o de ocio, oel de tener a todos los trabaja-dores en plantilla. A pesar deello, saben que este paso es in-suficiente y que el descontrolactual supone un gran riesgopara sus intereses: el dineroque generan está atrayendo atraficantes que nada tienenque ver con sus ideales de des-

penalización del cannabis. “Senos ha ido de las manos”, reco-nocen fuentes de la Fedcac,que advierten que el sector“crece exponencialmente y se-rá imparable”.

Ya han tenido hasta 27 reu-niones en el Parlamento cata-lán con responsables de sani-dad de los distintos partidos po-

líticos para reclamar una regu-lación. A diferencia del PaísVasco, en Cataluña es el Gobier-no y no la Cámara quien inten-ta llenar el vacío legal. Todavíano se ha tomado ninguna deci-sión, pero el Departamento deSalud tiene claro que la no re-gulación supone un riesgo yapuesta por consensuar un tex-to de “buenas prácticas”.

El punto de partida pareceser regular tanto las asociacio-nes como los locales. La pro-puesta pasa por prohibir las“actividades de promoción” delos clubes, fijar una edad míni-ma, limitar el número de so-cios y la cantidad de marihua-na que se puede cultivar. De-fiende que los establecimien-tos definan sus horarios y cum-plan unas condiciones de salu-bridad. El Departamento de Sa-lud también estudia limitar lacantidad de cannabis que cadasocio puede adquirir.

CATALUÑA

Los clubes para fumar se multiplicanLa marihuana busca un estatus legalVarios países regulan la producción y distribución de una de las drogas másconsumidas P España, donde sube la persecución, va contra la tendencia mundial

El cannabis a debateEl cannabis a debate

JORDI MUMBRÚ, Barcelona

El Departamento de Sanidad catalán estudia limitar la cantidad de marihuana que cada socio puede consumir. / consuelo bautista

POL PAREJABarcelona

Radiografía mundial del cannabis

Fuente: Elaboración propia y Plan Nacional sobre Drogas. EL PAÍS

Países másrestrictivos

Países menosrestrictivos

+ –

Castigan con cárcel hastael consumo privado

Castigan con multas o programas educativosla posesión de pequeñas cantidades

Consumopersonal libre

Consumomedicinal libre

Permiten la venta enestablecimientos autorizados

HONDURAS

COSTA RICA

VENEZUELA

CANADÁ

NORUEGA FINLANDIA

ESTONIA

LETONIALITUANIA

EL SALVADOR

BOLIVIA

BRASIL

ARGENTINA

URUGUAY

PARAGUAY

CHILE

PERÚ

GUATEMALA

MÉXICO

Washington

Oregón

California

Nevada

Colorado Illinois

Maine

Nuevo Hampshire

Massachusetts

Connecticut

Rhode Island

Delaware Nueva Jersey

MontanaMichigan

Arizona

Nuevo México

COLOMBIA

ECUADOR

ESLOVAQUIA

DINAMARCA

ESLOVENIA

AUSTRIA

FRANCIA

PORTUGAL

ESPAÑA ITALIA

IRLANDA ALEMANIA

REINO UNIDO

HOLANDA

CHIPRE

DINAMARCA:Copenhague ha anunciado un programa experimental en el que el municipio producirá y venderá el cannabis

URUGUAY:También permite el cultivo.

CHILE:Penaliza el consumo en grupos.

ARGENTINA: Se permite de facto por sentencia judicial.

PERÚ: Los consumidores suelen ir a la cárcel hasta que se demuestre que no son traficantes

El Estado de Washington permitirá la venta en los próximos meses.

Solo se penaliza el consumo en público, se permite el pequeño cultivo y consumo en clubes y en espacios privados.

• Edad media de inicio en el consumo de drogas

Tabaco

Alcohol

Cannabis

Anfetaminas

Éxtasis

Cocaína

Hipnosedantes

16,5

16,7

18,7

20,2

20,8

21

34,5

CONSUMO DE CANNABIS EN ESPAÑA (2012)

• Consumidores de drogas

0,6

0,7

2,3

9,6

11,4

40,2

76,6Alcohol

Tabaco

Hipnosedantes

Cannabis

Cocaína

Éxtasis

Anfetaminas

Diariamente(en los últimos 30 días)

Últimos 12 meses

Alguna vez

• Prevalencia de consumo

27,3

2007 2009 2011

32,127,4

10,1 10,6 9,6

1,7 2,0 1,7

Un 58% de losestadounidensesapoyaban en 2013la legalización

Un tercio de lospartidarios se habíamostrado en contrados años antes

La región tiene 400centros, la mitaden la capital, con165.000 miembros

Los socios másactivos gastanen maría entre 50y 100 euros al mes

España es el tercerpaís de la UEen consumidoresde la sustancia

El Gobierno quieresubir a 1.000 eurosla multa mínimapor posesión

162 millones de personas consumen maría en el mundo. / a. stapff (reuters)

O.J.D.:E.G.M.:Tarifa:Área:

Fecha:Sección:Páginas:

4710281812000129200 €2149 cm2 - 190%

12/01/2014SOCIEDAD1,38-39

EL PAÍS, domingo 12 de enero de 2014 vida & artes 39

sociedad

Hace 20 años, a una funcionariaespañola partidaria de que se de-jaran de prohibir las drogas se leocurrió plantear, en una reuniónen la ONU, “alguna opción máshumana” para luchar contra la la-cra del tráfico de estupefacientes.Automáticamente un diplomáti-co se la llevó aparte. “Aquí estascosas no se dicen ni en el cuartode baño”, le espetó. Hoy, lamismafuncionaria explica que dentro dela ONU ya circulan documentosinternos que reconocen el fracasode la prohibición para luchar con-tra estas sustancias.

El tabú se va esfumando. A na-die le parece ya una locura plan-tear la lucha contra las drogas (so-bre todo cannabis) de una mane-ra distinta de la empleada duran-te los últimos 50 años, desde quese aprobara en 1961 la Conven-ción Única sobre Estupefacientesen la sede de la ONU en NuevaYork. El perfil de los defensoresde un cambio global también haevolucionado. Al consumidor ha-bitual y de izquierdas que acudíaa lasmanifestaciones a favor de lamarihuana hace unos años se lehan unido una ristra de persona-jes ilustres: desde premios Nobelcomo Mario Vargas Llosa o Ga-briel García Márquez hasta el ex-secretario de la ONU Kofi Annan,pasando por numerosos exman-datarios, alcaldes de grandes ciu-dades, actuales presidentes depaí-ses de América Latina o el ex se-cretario general de la OTAN Ja-

vier Solana. Plantear que los bene-ficios de la prohibición no han su-perado los costes ya no sorprendea nadie. “Lo más importante esque se ha legalizado el debate”,explica Xabier Arana, investiga-dor del Instituto Vasco de Crimi-nología. “Antes en el sector prohi-bicionista te decían que ni siquie-ra la hipótesis era válida. Ahoracomomínimo ya te preguntan có-mo se podría llevar a cabo”.

Un caso como el de Ámster-dam ha dejado de ser una excep-

ción mundial, y la ola de países,ciudades y regiones que aboganpor descriminalizar o incluso le-galizar el consumo demarihuanase extiende por el mundo a unritmo imparable. Una experien-cia tanutópica hace unos años co-mo el caso de Uruguay, donde elpropio Gobierno se encargará decontrolar la producción, distribu-ción y venta demarihuana, es hoyuna realidad y se sigue muy decerca por todos los países del

mundo, especialmente los deAmérica Latina, donde la luchacontra la droga deja decenas demiles de muertos cada año.

Estados Unidos es uno de losmejores ejemplos del cambio glo-bal en la percepción del cannabis.En la cuna de la prohibición, don-de se declaró en 1971 la “guerramundial contra la droga”, ya hay21 Estados en los que se permitelamarihuanamedicinal y en algu-nos, como California, la línea quesepara el consumo terapéuticodel recreativo es harto difusa. Co-lorado yWashington han idomásallá y en el primero ya se permitecultivar hasta seis plantas en casay vender legalmente hasta 28 gra-mos de marihuana para uso re-creativo. En Washington se per-mitirá este 2014. En la última en-cuesta Gallup sobre la legaliza-ción del cannabis, un 58% de losestadounidenses se manifestó afavor. La primera vez que se pre-guntó sobre el tema en la mismaencuesta, en 1961, solo un 12%apoyaba la idea. El cambio de opi-nión se ha producido, además, aun ritmo de vértigo: un tercio delos que apoyan ahora la legaliza-ción se manifestó en contra hacetan solo tres años.

Algunos analistas en EE UUdestacan la avalancha reguladoradel cannabis, que cuenta conunos 162 millones de consumido-res en todo el mundo, y el rápidocrecimiento en todo el país. Sololas ventas de marihuana medici-nal superaron los 150.000 millo-nes de dólares en 2013 (110.000millones de euros) y se calcula

que en 2018 alcanzarán los600.000 millones de dólares(438.000 millones de euros). Yaexiste una universidad en Oak-land, California, dedicada exclusi-vamente a los negocios relaciona-dos con el cannabis e importantesempresarios hasta ahora ajenos ala materia apuestan por el sector,sobre todo después de que el fis-cal general, Eric Holder, anuncia-ra que no se actuará contra lasiniciativas en Colorado y Wa-shington, a pesar de que el canna-bis sigue siendo ilegal en el ámbi-to federal. “Es un mercado gigan-tesco enbuscadeunamarca”, ase-guró el pasado junio James Shive-ly, exdirectivo de Microsoft, en la

presentación de su proyecto decrear el “Starbucks de lamarihua-na”, en el que invertirá inicial-mente 10 millones de dólares (7,3millones de euros). Acompañadodel expresidente deMéxico Vicen-te Fox, que apoya el proyecto, Shi-vely advirtió del “momento histó-rico” que vive lamarihuana: “Esta-mosante la caída delmurodeBer-lín del cannabis”.

La nueva regulación en Uru-guay también puede ser fuente denegocio. ElGobierno y varios labo-ratorios de Canadá, así como far-macéuticas de Chile e Israel haniniciado contactos con Montevi-deo para saber quéposibilidad ha-brá de comprar allí marihuana.

Incluso se podría transformar elpaís en un polo de biotecnología ycentro de investigaciones sobre eluso medicinal de la marihuana.

En Europa, donde histórica-menteno seha criminalizado tan-to al consumidor como en Améri-ca Latina o EE UU, la tendenciareguladora es más moderada, pe-ro también existe. En 2013 Suizadespenalizó la posesión de canna-bis para uso personal; la capitalde Dinamarca, Copenhague, pre-tende iniciar un plan piloto en elque elmunicipio producirá y ven-derá la marihuana y el distrito deKreuzberg, en el centro de Berlín,planea instalar coffeeshops en elparque Görlitzer, uno de los espa-

cios más castigados por el tráficode drogas en la ciudad. Las vocesde personalidades y expertos enderecho penal a favor de un cam-bio también son cada vezmás nu-merosas e incluso el viceprimerministro británico, NickClegg, or-denó el pasado noviembre “revi-sar las políticas existentes en ma-teria de drogas” en Reino Unido.

Además, existe el caso de Por-tugal, que despenalizó en 2001 laposesión de todas las drogas. ElEjecutivo portugués empezó a en-viar a los consumidores a una co-misión formada por psicólogos,trabajadores sociales y asesoreslegales que aconsejaban un trata-miento alternativo. Más de una

décadadespués, elmodelo se con-sidera un éxito y Portugal se en-cuentra en el puesto 18 de laUniónEuropea en cuantoa consu-mo de cannabis, mientras que Es-paña es el tercero, según elObser-vatorio Europeo de las Drogas yToxicomanías. “El caso de Portu-gal ha probado lo que se veníadiciendo durante años y nadieescuchaba”, sostiene AraceliManjón-Cabeza, exdirectora delPlan Nacional de Drogas y exma-gistrada de la Sala de lo Penal dela Audiencia Nacional, que des-pués de combatir las drogas du-rante 20 años aboga ahora por lalegalización.

España, donde el 80% de loscondenados por tráfico de drogaslo son por casos de cannabis, ac-túa en contra de la tendenciamundial. El Gobierno, dispuesto aacabar con los clubes sociales de

fumadores quehan idoproliferan-do durante los últimos años, espe-cialmente en Cataluña y País Vas-co, prevé subir un 300% la san-ción mínima por posesión —de300a 1.001 euros—, así comomul-tar con lamisma cantidad los cul-tivos privados de cannabis. “Nosretrotraemos a épocas pasadas co-mo en el caso del aborto”, opinaXabier Arana. El Ejecutivo, ade-más, prevé eliminar la posibilidadde sustituir la multa por un trata-miento de desintoxicación, algoqueha indignado a otros expertosy a asociaciones de toxicómanos.

El cannabis medicinal tam-bién es ilegal en España, y solo sepermite prescribir un medica-mento con sus componentes, elSativex, en casos de espasmos enesclerosis múltiples. “Debería ha-ber un acceso más directo paraatenuar las dolencias de enfer-mos crónicos, falta de apetito,náuseas y otras enfermedades”,explicaManuel Guzmán, catedrá-tico de Bioquímica y Biología Mo-lecular de laUniversidadComplu-tense y estudioso de los efectosterapéuticos de la marihuana.

Los expertos consultadoscreen que una legalización o des-penalizaciónno aumentaría el nú-mero de consumidores, sino al re-vés. “Para un joven de 15 años esmás fácil comprar una pastilla deéxtasis o hachís que una caja debarbitúricos o una botella de vod-ka”, mantiene Manjón-Cabeza.“Señal de que si algo está regula-do está más controlado”.

Los líderes mundiales aguar-dan con expectación la reuniónespecial de la Asamblea Generalde la ONU que se celebrará en2016 para tratar el tema de lasdrogas, y en la que muchos espe-ran que el organismo dé un pasoal frente. “Puede pasar cualquiercosa”, explica Manjón-Cabeza.“Teniendo en cuenta los cambiosde los últimos dos años, cualquierpronóstico es arriesgado”.

La situación de los clubes decannabis en Cataluña, especial-mente en Barcelona, está to-mando un ritmo vertiginoso.Se calcula que hay unos 400clubes, la mitad en la capital,con más de 165.000 asociados,según la Federación de Asocia-ciones Cannábicas Autoregula-das de Cataluña (Fedcac). Losnúmeros que baraja esta enti-dad advierten de que hay unos60.000 socios —los más acti-vos— que gastan entre 50 y 100euros al mes para comprar can-nabis. Según estos cálculos, so-lo con ellos, estas asociacionessin ánimo de lucro ingresaríancada mes 4,5 millones de eu-ros, a los que hay que sumar elgasto de los miembros menosactivos.

El abogado penalista MartíCànaves recuerda que “las enti-dades sin ánimo de lucro pue-

den tener ingresos, pero los de-ben reinvertir en el proyecto”.Los gastos que tienen estos clu-bes son alquileres, nóminas yalgunas actividades culturales,pero como el cultivo no estáregularizado (se planta en na-ves escondidas), hay muy pococontrol sobre el dinero que ges-tionan.

Ante la falta de regulación,los clubes se han organizadoen dos federaciones y se hanautoimpuesto unos compromi-sos, como el de contratar a unmédico para atender y aconse-jar a los consumidores, yasean terapéuticos o de ocio, oel de tener a todos los trabaja-dores en plantilla. A pesar deello, saben que este paso es in-suficiente y que el descontrolactual supone un gran riesgopara sus intereses: el dineroque generan está atrayendo atraficantes que nada tienenque ver con sus ideales de des-

penalización del cannabis. “Senos ha ido de las manos”, reco-nocen fuentes de la Fedcac,que advierten que el sector“crece exponencialmente y se-rá imparable”.

Ya han tenido hasta 27 reu-niones en el Parlamento cata-lán con responsables de sani-dad de los distintos partidos po-

líticos para reclamar una regu-lación. A diferencia del PaísVasco, en Cataluña es el Gobier-no y no la Cámara quien inten-ta llenar el vacío legal. Todavíano se ha tomado ninguna deci-sión, pero el Departamento deSalud tiene claro que la no re-gulación supone un riesgo yapuesta por consensuar un tex-to de “buenas prácticas”.

El punto de partida pareceser regular tanto las asociacio-nes como los locales. La pro-puesta pasa por prohibir las“actividades de promoción” delos clubes, fijar una edad míni-ma, limitar el número de so-cios y la cantidad de marihua-na que se puede cultivar. De-fiende que los establecimien-tos definan sus horarios y cum-plan unas condiciones de salu-bridad. El Departamento de Sa-lud también estudia limitar lacantidad de cannabis que cadasocio puede adquirir.

CATALUÑA

Los clubes para fumar se multiplicanLa marihuana busca un estatus legalVarios países regulan la producción y distribución de una de las drogas másconsumidas P España, donde sube la persecución, va contra la tendencia mundial

El cannabis a debateEl cannabis a debate

JORDI MUMBRÚ, Barcelona

El Departamento de Sanidad catalán estudia limitar la cantidad de marihuana que cada socio puede consumir. / consuelo bautista

POL PAREJABarcelona

Un 58% de losestadounidensesapoyaban en 2013la legalización

Un tercio de lospartidarios se habíamostrado en contrados años antes

La región tiene 400centros, la mitaden la capital, con165.000 miembros

Los socios másactivos gastanen maría entre 50y 100 euros al mes

España es el tercerpaís de la UEen consumidoresde la sustancia

El Gobierno quieresubir a 1.000 eurosla multa mínimapor posesión

162 millones de personas consumen maría en el mundo. / a. stapff (reuters)

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12/01/2014SOCIEDAD1,38-39

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