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El ratoncito vanidoso Había una vez, Ratoncito que por la vanidad de parecer "guapo y elegante", se había dejado crecer su cola desmesuradamente. Sus amigos ratones al observar tan larga cola, le repetían constantemente: "Ten cuidado amigo mio, que tarde o temprano tu descomunal cola te dará un disgusto colosal." Pero el Ratoncito no hacia caso a los consejos de sus sensatos amigos, mas "bien", el Ratoncito estaba más que satisfecho con su singular "colita", paseaba durante el día fuera de su madriguera y cuando se encontraba nuevamente con sus colegas, este les decía cantando: "Miren hermanos, no tenga envidia de mi colita, que a mucha honra me acompaña, pero no se acerquen mucho a ella, que es signo de grandeza." Así, paso el tiempo. Hasta que un día, mientras se paseaba cerca de su hogar, el Gato apareció, y el vanidoso Ratoncito viéndose en peligro, se dio a la fuga de inmediato y se lanzó hacia una puerta entreabierta. Desgraciadamente, el Gato logró alcanzar su cola y sin rodeos, se comió al Ratoncito de un solo bocado. Moraleja: Dios al humilde levanta, y al orgulloso quebranta.

El Ratoncito Vanidoso

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fabula para niños

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El ratoncito vanidoso

Había una vez, Ratoncito que por la vanidad de parecer "guapo y

elegante", se había dejado crecer su cola desmesuradamente. Sus

amigos ratones al observar tan larga cola, le repetían

constantemente: "Ten cuidado amigo mio, que tarde o temprano tu

descomunal cola te dará un disgusto colosal." Pero el Ratoncito no

hacia caso a los consejos de sus sensatos amigos, mas "bien", el

Ratoncito estaba más que satisfecho con su singular "colita",

paseaba durante el día fuera de su madriguera y cuando se

encontraba nuevamente con sus colegas, este les decía cantando:

"Miren hermanos, no tenga envidia de mi colita, que a mucha

honra me acompaña, pero no se acerquen mucho a ella, que es

signo de grandeza." Así, paso el tiempo. Hasta que un día, mientras

se paseaba cerca de su hogar, el Gato apareció, y el vanidoso

Ratoncito viéndose en peligro, se dio a la fuga de inmediato y se

lanzó hacia una puerta entreabierta. Desgraciadamente, el Gato

logró alcanzar su cola y sin rodeos, se comió al Ratoncito de un solo

bocado.

Moraleja: Dios al humilde levanta, y al orgulloso quebranta.

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