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INTERNATIONAL WEEKLY Copyright © 2014 The New York Times DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014 Una colaboración con VENTANA Por RACHEL DONADIO AIDONE, Sicilia — Fue en las afueras de este pueblo, entre las ruinas de la antigua ciudad griega de Morgantina, que se cree se hizo el hallazgo a fines de los años 70 o prin- cipios de los 80, de una bella estatua de Per- séfone. La estatua, de más de dos metros de altura y que data de alrededor del año 425 an- tes de Cristo, se ha convertido en una de las obras de arte más disputadas en el mundo. Su recorrido, desde Sicilia hasta el Museo J. Paul Getty en California y finalmente de regreso a Sicilia, ofrece una perspectiva emotiva sobre el mundo de la restitución de arte. En años recientes, museos de todo Estados Unidos y Europa han empezado a devolver objetos a sus países de origen. Mucha aten- ción se ha centrado en el acto de la repatria- ción, pero The New York Times examinó lo que ocurre después. Algunas obras han co- brado más significado al estar nuevamente en exhibición en los países que las produje- ron. Otras han sido víctimas de la negligen- cia benigna. Algunos casos de repatriación parecen ser un esfuerzo por algunos países para afirmar su lugar en el escenario mundial, en vez de simplemente reclamar su gloria pasada. “Si te llevas nuestro patrimonio, iremos hasta el fin del mundo”, dijo Luis Jaime Cas- tillo Butters, Viceministro de Cultura de Pe- rú. “Perú está tomando esto muy en serio”. En 2012, tras años de conversaciones ten- sas, el Museo Peabody de Historia Natural de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, le devolvió a Perú miles de ob- jetos que el explorador Hiram Bingham III desenterró en Machu Picchu hace un siglo. “Ahora, lo que antes era una señal de po- der es una señal de debilidad”, dijo Castillo. “Estamos en una posición moral que es más fuerte” que la de “quien haya sido que tomó nuestras cosas. Las queremos de vuelta por- que es aquí donde pertenecen. Es aquí donde fueron producidas”. Los objetos repatriados hoy se exhiben en un museo en Cuzco, la ciudad más cercana a Machu Picchu. “Creo que el caso de Yale es positivo como modelo en ciertas maneras porque se resol- vió por la vía diplomática, no a través de de- cisiones legales”, dijo Richard Burger, presi- dente del Consejo de Estudios Arqueológicos en Yale y ex curador del Museo Peabody. En casos raros, una repatriación se orga- niza para que un coleccionista compre obras identificadas como robadas para protegerlas de mayor daño, o impedir que una colección se desintegre. Eso sucedió en 1985, cuando la coleccionista de arte Dominique de Menil le compró unos frescos bizantinos del siglo XIII a un comerciante de arte turco, luego de que la Iglesia Ortodoxa Griega de Chipre y funcionarios gubernamentales allí los iden- tificaron como robados. Los frescos habían sido sacados en secreto del ábside y domo de la iglesia de San Eufemiano, en Lysi, en una parte de Chipre que había sido anexada por Turquía en 1974. De Menil prometió devolverlos a Chipre en Es difícil exagerar la emoción de la gente del ámbito tecnológico respecto a lo que está a punto de pasar en la me- dicina. Eric Horvitz, uno de los directores del laboratorio principal de Microsoft Research, en Redmond, Washington, habla de un sistema que podría predecir las pro- babilidades de que una mujer embarazada pa- dezca depresión post-parto, al analizar sus mensajes en Twitter y medir señales como cuán seguido usó palabras como “yo”. Ramesh Rao, del Instituto de Tele- comunicaciones e Informática de Cali- fornia, en la Universidad de California, en San Diego, describió cómo médicos que usaron video y audio para evaluar a distancia a víctimas de embolias efec- tuaron el diagnóstico correcto en el 98 por ciento de los casos. Hace algunos años, este tipo de avance tecnológico era considerado totalmente como una buena noticia: una oportunidad de mejorar la salud y el nivel de vida y quizá al mismo tiempo reducir los costos del cuidado de la salud y aumentar la productividad. Pero un creciente pesimismo ha pene- trado nuestra comprensión del impacto que tienen tales innovaciones. Es un temor antiguo, que se ha sentido exten- samente desde la época de Ned Ludd, quien destruyó dos máquinas de tejer mecánicas en la Inglaterra del siglo XIX e introdujo el movimiento ludita, la pri- mera protesta organizada de la humani- dad contra el cambio tecnológico. El nuevo temor impacta propuestas fundamentales desarrolladas durante más de medio siglo, al preguntar: ¿Qué pasa si la tecnología se convierte en un sustituto de la mano de obra, en vez de complementarla? Como escribió recientemente J. Bradford Delong, de la Universidad de California, en Berkeley, durante la ma- yor parte de la historia humana, cada máquina nueva que asumía la labor al- guna vez realizada por una persona in- crementaba la demanda por habilidades humanas complementarias, como las realizadas por ojos, oídos o cerebros. Pero agregó que ninguna ley de la naturaleza asegura que este siempre será el caso. Algunos empleos —el de las niñeras, por ejemplo, o los meseros— siempre podrían requerir a muchas per- sonas. Pero a medida que la informática se introduce poco a poco en las ocupa- ciones que históricamente han dependi- do principalmente de la capacidad cere- bral, amenaza con dejar muchos menos trabajos buenos para las personas. Este tipo de ideas aún le parece herético a muchos economistas, una desviación innecesaria de un canon que declara que el capital —desde la tierra y los tornos hasta las computadoras y los ciclotrones— complementa la mano de obra. Fue un canon escrito por economistas como Robert Solow, quien ganó el Pre- mio Nobel de economía. Postuló hace más de 50 años que la proporción de las recompensas de una economía corres- pondiente a la mano de obra y al capital sería aproximadamente estable a largo En la era de Twitter e Instagram, una imagen o idea puede recorrer el mundo y ganar millones de visitas y clicks con el botón de “me gusta”. En ocasiones, esta fama instantánea también se puede traducir en éxito fue- ra de línea. Eso es lo que le sucedió a Hanksy, un artista neoyorquino que tuvo la idea de fusionar pinturas del popular artista británico de arte callejero Banksy con el rostro del simpá- tico actor estadounidense Tom Hanks. Colocó una de esas imágenes sobre un muro en el sur de Manhattan en el 2011 y le envió una fotografía a un sitio de arte callejero en Internet. La imagen adquirió impulso en Inter- net y desde entonces ha generado tres ex- posiciones individuales en las que el ar- tista ha vendido piezas a precios de hasta cuatro mil dólares, reportó hace poco The New York Times. El propio Hanksy, de 30 años y desertor de la facultad de derecho, admitió que la idea es “humor poco intelectual, ridículo y trivial”. “Fui creado para Internet”, le dijo a The Times. “Por supuesto, Estados Uni- dos adora a Tom Hanks, y Estados Uni- dos adora a Banksy. No quiero mentir y decir que no sabía lo que hacía al poner a los dos en la calle. Sabía que si a la larga alguien lo mandaba a algún lado, o si yo lo enviaba a un sitio de Internet, sería publicado y recibiría visitas”. Una táctica que Hanksy ha usado para conservar el interés en su arte es mantener su identidad real fuera de la prensa. (Aunque la revista New York ha publicado el que se rumora que es su nombre: Adam Himebauch.) “Hay un poco más de atracción o en- tusiasmo cuando está en el aire ese velo de anonimato”, dijo. “Mantengámonos anónimos y divirtámonos con ello”. Pero la fama en internet puede ser fugaz. Aunque algunos artistas y escritores han podido monetizar la fama en Inter- net con contratos lucrativos, el hombre detrás de la cuenta de parodias de Twi- tter llamada @GSElevator reciente- mente ganó, y luego perdió, un contrato literario superior a los 100 mil dólares, informó The Times. La cuenta, que tiene más de 650 mil seguidores, publica conversaciones presuntamente escuchadas en los eleva- dores de la firma de banca de inversión Goldman Sachs. Algunos ejemplos: “Sólo quiero ser suficientemente rico como para que no me motive el di- nero”. “La lotería es sólo una forma co- brarle impuestos a los pobres que no saben matemáticas”. “Casi es hora de que los niños apren- dan una lección valiosa. Santa quiere más a los niños ricos”. “Mi triturador de alimentos come mejor que el 98 por ciento del mundo”. Pero una vez que quedó revelada la identidad anónima en febrero —John LeFevre nunca trabajó en Goldman Sa- chs— su editor canceló el libro. LeFevre dijo que el libro tenía como objetivo ser un “comentario sobre Wall Street”, no una obra de no ficción. En otros casos, el objetivo es entrete- nimiento, no el comentario social. Un es- pectáculo itinerante titulado “Festival de videos de gatos en Internet” recorrió Estados Unidos y regresó a Nueva York el año pasado para una proyección con localidades agotadas. La premisa es tan simple como suena: un video de 80 minutos de videos de ga- tos. Más de 10 mil personas asistieron a una proyección. Scott Stulen, curador en el Centro de Arte Walker, en Minneapolis, quien dirige el festival, explicó su atractivo universal: “Los videos de gatos parecen trascender idiomas y culturas”. EMMA G. FITZSIMMONS Una idea poco intelectual puede ser lucrativa Resultado de hombre vs. máquina EDUARDO PORTER ENSAYO Sus comentarios son bienvenidos en [email protected]. Continúa en la página 2 Continua en la página 2 INTELIGENCIA Brasileños rechazan el Mundial de Fútbol. PÁG. 2 CIENCIA Y TECNOLOGÍA Paradas de descanso para aves. PÁG. 6 ARRIBA IZQUIERDA, MINISTERIO DE CULTURA Y TURISMO, REPÚBLICA DE TURQUÍA; ARRIBA DERECHA, MINISTERIO DE CULTURA, PERÚ; OTRAS FOTOGRAFÍAS POR GIANNI CIPRIANO PARA THE NEW YORK TIMES La diosa de Morgantina, en Aidone, Sicilia. Arriba desde la izquierda: “Heracles Cansado”, en Turquía; la Crátera de Eufronios, en Roma; el sitio arqueológico de Morgantina; y una obra inca, en Perú. Obras repatriadas pueden cobrar fama o caer en el descuido El regreso de las antigüedades ARTE Y DISEÑO Críticas al Salón de la Fama del Rock. PÁG.8 EL MUNDO Inmigrantes revitalizan el centro paulista. PÁG.4 Creciente brecha parece impulsada por más que mano de obra y capital.

El regreso de las antigüedades · ción se ha centrado en el acto de la repatria- ... sido sacados en secreto del ábside y domo de la iglesia de San Eufemiano, ... Pero agregó

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INTERNATIONAL WEEKLYCopyright © 2014 The New York Times

DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014Una colaboración con

VENTANA

Por RACHEL DONADIO

AIDONE, Sicilia — Fue en las afueras de este pueblo, entre las ruinas de la antigua ciudad griega de Morgantina, que se cree se hizo el hallazgo a fines de los años 70 o prin-cipios de los 80, de una bella estatua de Per-séfone. La estatua, de más de dos metros de altura y que data de alrededor del año 425 an-tes de Cristo, se ha convertido en una de las obras de arte más disputadas en el mundo.

Su recorrido, desde Sicilia hasta el Museo J. Paul Getty en California y finalmente de regreso a Sicilia, ofrece una perspectiva emotiva sobre el mundo de la restitución de arte.

En años recientes, museos de todo Estados Unidos y Europa han empezado a devolver objetos a sus países de origen. Mucha aten-ción se ha centrado en el acto de la repatria-ción, pero The New York Times examinó lo que ocurre después. Algunas obras han co-brado más significado al estar nuevamente en exhibición en los países que las produje-ron. Otras han sido víctimas de la negligen-cia benigna.

Algunos casos de repatriación parecen ser un esfuerzo por algunos países para afirmar su lugar en el escenario mundial, en vez de simplemente reclamar su gloria pasada.

“Si te llevas nuestro patrimonio, iremos hasta el fin del mundo”, dijo Luis Jaime Cas-tillo Butters, Viceministro de Cultura de Pe-rú. “Perú está tomando esto muy en serio”.

En 2012, tras años de conversaciones ten-sas, el Museo Peabody de Historia Natural de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, le devolvió a Perú miles de ob-jetos que el explorador Hiram Bingham III desenterró en Machu Picchu hace un siglo.

“Ahora, lo que antes era una señal de po-der es una señal de debilidad”, dijo Castillo. “Estamos en una posición moral que es más fuerte” que la de “quien haya sido que tomó nuestras cosas. Las queremos de vuelta por-que es aquí donde pertenecen. Es aquí donde fueron producidas”.

Los objetos repatriados hoy se exhiben en un museo en Cuzco, la ciudad más cercana a Machu Picchu.

“Creo que el caso de Yale es positivo como modelo en ciertas maneras porque se resol-vió por la vía diplomática, no a través de de-cisiones legales”, dijo Richard Burger, presi-dente del Consejo de Estudios Arqueológicos en Yale y ex curador del Museo Peabody.

En casos raros, una repatriación se orga-niza para que un coleccionista compre obras identificadas como robadas para protegerlas de mayor daño, o impedir que una colección se desintegre. Eso sucedió en 1985, cuando la coleccionista de arte Dominique de Menil le compró unos frescos bizantinos del siglo XIII a un comerciante de arte turco, luego de que la Iglesia Ortodoxa Griega de Chipre y funcionarios gubernamentales allí los iden-tificaron como robados. Los frescos habían sido sacados en secreto del ábside y domo de la iglesia de San Eufemiano, en Lysi, en una parte de Chipre que había sido anexada por Turquía en 1974.

De Menil prometió devolverlos a Chipre en

Es difícil exagerar la emoción de la gente del ámbito tecnológico respecto a lo que está a punto de pasar en la me-dicina.

Eric Horvitz, uno de los directores del laboratorio principal de Microsoft Research, en Redmond, Washington, habla de un sistema que podría predecir las pro-babilidades de que una mujer embarazada pa-

dezca depresión post-parto, al analizar sus mensajes en Twitter y medir señales como cuán seguido usó palabras como “yo”.

Ramesh Rao, del Instituto de Tele-comunicaciones e Informática de Cali-fornia, en la Universidad de California, en San Diego, describió cómo médicos que usaron video y audio para evaluar a distancia a víctimas de embolias efec-tuaron el diagnóstico correcto en el 98 por ciento de los casos.

Hace algunos años, este tipo de avance tecnológico era considerado totalmente como una buena noticia: una oportunidad de mejorar la salud y el nivel de vida y quizá al mismo tiempo reducir los costos del cuidado de la salud y aumentar la productividad.

Pero un creciente pesimismo ha pene-trado nuestra comprensión del impacto que tienen tales innovaciones. Es un temor antiguo, que se ha sentido exten-samente desde la época de Ned Ludd, quien destruyó dos máquinas de tejer mecánicas en la Inglaterra del siglo XIX e introdujo el movimiento ludita, la pri-mera protesta organizada de la humani-dad contra el cambio tecnológico.

El nuevo temor impacta propuestas fundamentales desarrolladas durante más de medio siglo, al preguntar: ¿Qué pasa si la tecnología se convierte en un sustituto de la mano de obra, en vez de complementarla?

Como escribió recientemente J. Bradford Delong, de la Universidad de California, en Berkeley, durante la ma-yor parte de la historia humana, cada máquina nueva que asumía la labor al-guna vez realizada por una persona in-crementaba la demanda por habilidades humanas complementarias, como las realizadas por ojos, oídos o cerebros.

Pero agregó que ninguna ley de la naturaleza asegura que este siempre será el caso. Algunos empleos —el de las niñeras, por ejemplo, o los meseros— siempre podrían requerir a muchas per-sonas. Pero a medida que la informática se introduce poco a poco en las ocupa-ciones que históricamente han dependi-do principalmente de la capacidad cere-bral, amenaza con dejar muchos menos trabajos buenos para las personas.

Este tipo de ideas aún le parece herético a muchos economistas, una desviación innecesaria de un canon que declara que el capital —desde la tierra y los tornos hasta las computadoras y los ciclotrones— complementa la mano de obra.

Fue un canon escrito por economistas como Robert Solow, quien ganó el Pre-mio Nobel de economía. Postuló hace más de 50 años que la proporción de las recompensas de una economía corres-pondiente a la mano de obra y al capital sería aproximadamente estable a largo

En la era de Twitter e Instagram, una imagen o idea puede recorrer el mundo y ganar millones de visitas y clicks con el botón de “me gusta”.

En ocasiones, esta fama instantánea también se puede traducir en éxito fue-ra de línea.

Eso es lo que le sucedió a Hanksy, un artista neoyorquino que tuvo la idea de fusionar pinturas del popular artista británico de arte

callejero Banksy con el rostro del simpá-tico actor estadounidense Tom Hanks. Colocó una de esas imágenes sobre un muro en el sur de Manhattan en el 2011 y le envió una fotografía a un sitio de arte

callejero en Internet.La imagen adquirió impulso en Inter-

net y desde entonces ha generado tres ex-posiciones individuales en las que el ar-tista ha vendido piezas a precios de hasta cuatro mil dólares, reportó hace poco The New York Times. El propio Hanksy, de 30 años y desertor de la facultad de derecho, admitió que la idea es “humor poco intelectual, ridículo y trivial”.

“Fui creado para Internet”, le dijo a The Times. “Por supuesto, Estados Uni-dos adora a Tom Hanks, y Estados Uni-dos adora a Banksy. No quiero mentir y decir que no sabía lo que hacía al poner a los dos en la calle. Sabía que si a la larga alguien lo mandaba a algún lado, o si yo lo enviaba a un sitio de Internet, sería publicado y recibiría visitas”.

Una táctica que Hanksy ha usado para conservar el interés en su arte es mantener su identidad real fuera de la prensa. (Aunque la revista New York ha publicado el que se rumora que es su nombre: Adam Himebauch.)

“Hay un poco más de atracción o en-tusiasmo cuando está en el aire ese velo de anonimato”, dijo. “Mantengámonos anónimos y divirtámonos con ello”.

Pero la fama en internet puede ser fugaz.

Aunque algunos artistas y escritores han podido monetizar la fama en Inter-net con contratos lucrativos, el hombre detrás de la cuenta de parodias de Twi-tter llamada @GSElevator reciente-mente ganó, y luego perdió, un contrato literario superior a los 100 mil dólares,

informó The Times. La cuenta, que tiene más de 650 mil

seguidores, publica conversaciones presuntamente escuchadas en los eleva-dores de la firma de banca de inversión Goldman Sachs.

Algunos ejemplos:� “Sólo quiero ser suficientemente

rico como para que no me motive el di-nero”.��“La lotería es sólo una forma co-

brarle impuestos a los pobres que no saben matemáticas”.��“Casi es hora de que los niños apren-

dan una lección valiosa. Santa quiere más a los niños ricos”.��“Mi triturador de alimentos come

mejor que el 98 por ciento del mundo”.Pero una vez que quedó revelada la

identidad anónima en febrero —John LeFevre nunca trabajó en Goldman Sa-chs— su editor canceló el libro.

LeFevre dijo que el libro tenía como objetivo ser un “comentario sobre Wall Street”, no una obra de no ficción.

En otros casos, el objetivo es entrete-nimiento, no el comentario social. Un es-pectáculo itinerante titulado “Festival de videos de gatos en Internet” recorrió Estados Unidos y regresó a Nueva York el año pasado para una proyección con localidades agotadas.

La premisa es tan simple como suena: un video de 80 minutos de videos de ga-tos. Más de 10 mil personas asistieron a una proyección.

Scott Stulen, curador en el Centro de Arte Walker, en Minneapolis, quien dirige el festival, explicó su atractivo universal: “Los videos de gatos parecen trascender idiomas y culturas”.

EMMA G. FITZSIMMONS

Una idea poco intelectual puede ser lucrativa

Resultado de hombre vs.máquina

EDUARDOPORTERENSAYO

Sus comentarios son bienvenidos en [email protected].

Con tin úa en la página 2 Continua en la página 2

INTELIGENCIA

Brasileños rechazan el Mundial de Fútbol. PÁG. 2

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Paradas de descanso para aves. PÁG. 6

ARRIBA IZQUIERDA, MINISTERIO DE CULTURA Y TURISMO, REPÚBLICA DE TURQUÍA; ARRIBA DERECHA, MINISTERIO DE CULTURA, PERÚ; OTRAS FOTOGRAFÍAS POR GIANNI CIPRIANO PARA THE NEW YORK TIMES

La diosa de Morgantina, en Aidone, Sicilia. Arriba desde la izquierda: “Heracles Cansado”, en Turquía; la Crátera de Eufronios, en Roma; el sitio arqueológico de Morgantina; y una obra inca, en Perú.

Obras repatriadaspueden cobrar famao caer en el descuido

El regreso de las antigüedades

ARTE Y DISEÑO

Críticas al Salón de la Fama del Rock. PÁG.8

EL MUNDO

Inmigrantes revitalizanel centro paulista. PÁG.4

Creciente brecha parece impulsada por más que mano de obra y capital.

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2 DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

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ESTADOS UNIDOS

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Océano Pacífico

MÉXICO

NICARAGUA

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Noemí Álvarez Quillay, 12, dejó su hogar en Ecuador en febrero para intentar llegar a Nueva York, Estados Unidos.

Tras viajar durante cinco semanas, Noemí se suicidó en un hogar para niños, según informaron las autoridades mexicanas.

Por JIM DWYER

Noemi Álvarez Quillay dio los prime-ros pasos del recorrido de diez mil kiló-metros desde las tierras altas de Ecua-dor hasta Nueva York un día de febrero, después del anochecer.

Noemi, una niña tími-da y estudiosa, caminó diez minutos por las ca-lles sin pavimentar pa-ra llegar a la autopista que lleva a Quito. Lleva-ba una pequeña maleta. Su abuelo, Cipriano Qui-

llay, detuvo a un autobús y la vio subir. Tenía once años.

A partir de ese momento, y durante las restantes cinco semanas de su vida, Noemi estuvo en compañía de extraños, que incluían a los coyotes que sus padres en Nueva York habían contratado para que la llevaran donde ellos. Sus padres habían llegado ilegalmente a Estados Unidos y se establecieron en Nueva York cuando Noemí era pequeña.

Para estos niños que recorren miles de kilómetros, el camino es extenuante y lleno de peligros. La inmensa mayoría proviene de Centroamérica.

En marzo, un mes después de que dejó su hogar, la policía detuvo a Noemi y a un coyote en Ciudad Juárez, México. Las au-toridades la llevaron a un albergue infan-til. Ahí, dicen que lloró inconsolablemen-te. Unos días después, la encontraron colgada del tubo de la cortina de un baño.

Noemi era parte de una marea humana que ha crecido desde 2011: se anticipa que el número de menores de edad sin acom-pañantes que son atrapados al entrar a Estados Unidos y puestos a disposición de las autoridades para su reubicación alcanzará los 60 mil en el período de doce meses que termina el 30 de septiembre, dijo Lisa Raffonelli, de la Oficina de Reu-bicación de Refugiados, en comparación

con 6.560 en 2011. En México, el número ha aumentado más del doble.

No hay un factor individual que ex-plique estos repuntes, pero en la ciudad natal de Noemi hay pistas sobre los fac-tores que contribuyen. En el distrito de El Tambo, en la Provincia de Cañar, sus abuelos paternos, Quillay, de 57 años y María Jesús Guamán, de 59, viven en una casa de adobe sin agua corriente. Hace casi quince años, durante una crisis eco-nómica en Ecuador, sus hijos adultos co-menzaron a emigrar a Estados Unidos sin visa.

“Mis cuatro hijos se fueron a encontrar vidas decentes”, dijo Quillay. “Así que yo me hice cargo de cinco nietos desde que eran pequeños”.

Muchos niños han comenzado a irse de El Tambo, con ayuda financiera de sus padres en el extranjero, pero obligados a realizar recorridos turbios.

Se sabe poco sobre el viaje de Noemi hasta más de un mes después de que se fue de casa. El 7 de marzo, en Ciudad Juárez, la policía divisó a Domingo Fer-mas Uves, de 52 años, orinando afuera de una camioneta. Noemí estaba aden-tro. Fermas le dijo a los oficiales que era parte de una red de contrabandistas contratados por la familia de la niña para llevarla a Estados Unidos. A Noemi la lle-varon al albergue para menores mexica-nos. El 11 de marzo, cuando la llamaron a comer, Noemi se metió al baño. Otra niña no pudo entrar. Un médico y otras perso-nas rompieron la puerta y encontraron a Noemi.

Los menores que llegan de Centroa-mérica y México son “impulsados por la violencia, la inseguridad y el abuso”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados en un informe emitido un día después de la muerte de Noemi. La posibilidad de una reforma migratoria en Estados Unidos también es un incen-tivo, dijo Jorge W. Lopez, un funcionario ecuatoriano en Nueva York, debido a la creencia de que se les permitirá quedar-se a quienes ya estén en el país.

Los padres de Noemi han dicho poco en público.

Su padre, José Segundo Álvarez Yupa, un albañil, dijo que es difícil hablar de ello. “Estos son asuntos privados”, dijo. “Esto es algo muy doloroso. Ya todo ha terminado. Queremos recuperarnos, queremos seguir adelante”.

Monseñor James Kelly, pastor de la iglesia católica St. Brigid en el barrio neoyorquino de Brooklyn, que tiene un gran número de feligreses ecuatorianos, dijo hace poco que todos los días escucha sobre jovencitos que viajan solos.

“Ayer estuvieron aquí unos padres cu-yo hijo venía al norte”, dijo Kelly. “Que-rían que se oficiara una misa, para que el recorrido fuera seguro”.

20 años. La Colección Menil, en Hous-ton, Texas, pagó por la restauración de los frescos, que se demoró años. Construyó un espacio especialmente diseñado para ellos junto a su Capilla Rothko y los puso en exhibición allí en 1998. El museo había esperado que Chi-pre extendiera el acuerdo y le permitie-ra mantener las obras en exhibición.

Pero en 2012, Chipre los pidió de vuel-ta, y la Colección Menil cumplió su pro-mesa. “Por supuesto estábamos tristes, pero al final nos sentimos muy orgullo-sos, porque éticamente, desde un punto de vista moral, fue exactamente lo que debía suceder”, dijo Josef Helfenstein, director de la colección.

Ahora los frescos se exhiben en el Museo Bizantino y Galería de la Fun-dación Arzobispo Makarios III, en Ni-cosia, el segundo museo más visitado de Chipre.

Al igual que la Colección Menil, la mayoría de los museos occidentales actualmente reconoce un fuerte argu-mento ético para devolver las antigüe-dades, especialmente si se descubre que salieron de sus países de origen ba-jo circunstancias dudosas, como en el caso de la diosa de Morgantina. El Ge-tty, que compró la estatua en 1988 por 18 millones de dólares, se la devolvió a Italia después de que fiscales italianos descubrieron que había sido saqueada.

Pero algunos se preguntan si ciertos museos tienen la infraestructura para salvaguardar los tesoros que han sido devueltos, o para hacerlos accesibles. Los críticos argumentan que tales pre-guntas indican una actitud casi neoco-lonialista.

La diosa de Morgantina ahora está en exhibición en el museo arqueoló-gico de Aidone. La idea era distribuir los tesoros de Italia por todo el país y permitir que los visitantes vieran las obras en el contexto en el que fueron encontradas. La estatua, cuyo regreso fue acompañado de la música de ban-das de la policía, ahora descansa sobre una base de metal en el museo.

A unos 90 minutos en auto al oeste de Catania, Aidone se ubica en la provin-cia de Enna, la más pobre de Sicilia. El transporte público no es confiable, y los caminos a veces están cerrados.

El año pasado, 30.767 personas visi-taron el museo, comparado con 400 mil que acudieron a la Getty Villa en 2010, el último año que la estatua estuvo ahí.

Reducciones presupuestarias en to-das las áreas han dejado al museo con pocos recursos para mantenimiento, guardias y publicidad, dijo Laura Ma-niscalco, directora del museo de Aido-ne.

En Turquía, la estatua de “Heracles cansado”, que data del siglo II después de Cristo y cuyo torso estuvo en el Mu-seo de Bellas Artes en Boston hasta 2011, se encuentra en un museo en An-talya.

En 2011, el museo de Boston aceptó devolver el torso de la escultura que re-presentaba a Heracles, después de que expertos determinaron que correspon-día a la parte inferior de una estatua que fue excavada en 1980 en Perge, en el sur de Turquía, la que ya estaba en exhibición en el museo arqueológico en Antalya.

Con gran fanfarria, el Primer Minis-tro Tayyip Erdogan llevó el torso de regreso a Turquía en su avión guber-namental.

Pocos casos de repatriación han sido tan polémicos como el de la crátera de Eufronios, una vasija del artista Eufro-nios de la Grecia antigua. Descubierta en 1971 en excavaciones ilegales en una

tumba etrusca en Cerveteri, al norte de Roma, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York le compró la vasija a un comerciante de antigüedades en 1972. Durante años, estuvo en exhibición ahí.

Tras años de conversaciones conflic-tivas, el Museo Metropolitano aceptó en 2006 devolver la crátera y 21 objetos más a Italia, que celebró el aconteci-miento.

Hoy la crátera de Eufronios se en-cuentra en una vitrina en el Museo Na-cional Etrusco, en el parque Villa Bor-ghese de Roma. Aunque grupos esco-lares acuden para ver la vasija, en una tarde reciente había pocos visitantes.

Considerada uno de los máximos ejemplos de la pintura de la antigua Grecia, la vasija representa a los dioses Mercurio; Hipnos, o el sueño; y Tána-tos, o la muerte, quien carga el cuerpo del guerrero herido Sarpedón, hijo de Zeus, de regreso a la madre patria para su sepultura tras morir en la Guerra de Troya.

plazo.Pero actualmente surge evidencia de

que este principio ya no es válido. En Es-tados Unidos, la proporción del ingreso nacional que reciben los trabajadores está a su nivel más bajo desde los años 50. Y las ganancias corporativas ab-sorben la parte más grande del ingreso nacional desde los 20.

Este cambio se produce a nivel global.

En un artículo reciente en la revista Quarterly Journal of Economics, Loukas Karabarbounis y Brent Neiman de la Universidad de Chicago descubrie-ron que la proporción del ingreso que re-ciben los trabajadores ha disminuido en todo el mundo. A medida que el costo de las inversiones de capital ha disminuido

con relación al costo de la mano de obra, los negocios se han apresurado a reem-plazar a los trabajadores con tecnología.

La implicación es terrible: las enor-mes disparidades en la distribución del ingreso que se han ensanchado desde los 80 aumentarán aun más.

Pero esto dista mucho de ser una in-terpretación consensual de lo sucedido. Tyler Cowen de la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia, mira más allá de la mano de obra y el capital en busca de los factores relativamente escasos de la producción y encuentra dos: los recursos naturales, que están disminuyendo, y las buenas ideas, que pueden llegar a mercados más grandes que nunca antes.

Si se posee uno de los dos, entonces co-

sechará la mayoría de las recompensas del crecimiento. De lo contrario, no las gozará.

Economistas han mantenido durante mucho tiempo que el cambio tecnológico afecta la desigualdad de ingresos al ele-var las recompensas por tener habilida-des. Los perdedores son los trabajado-res cuyo empleo puede ser reemplazado por máquinas (los trabajadores textiles, por ejemplo). Las personas cuyas ha-bilidades son potencializadas por las máquinas (piense en los corredores de Wall Street que usan computadoras su-mamente rápidas) salen ganando.

Pero la persistente caída en la parte del ingreso que le corresponden a la ma-no de obra sugiere otra dinámica.

Los economistas canadienses Paul

Beaudry, David Green y Benjamin Sand han descubierto que la demanda por trabajadores sumamente capacita-dos en Estados Unidos alcanzó su nivel máximo en 2000 y luego bajó, mientras que su oferta aumentó. Las personas con un alto nivel educativo tuvieron que bajar en la escalera de habilidades en busca de empleos, lo que empujó a los trabajadores menos instruidos más hacia abajo.

Así que, ¿qué ocurre con la perspecti-va a largo plazo para los buenos trabajos en el campo médico? Legisladores y gobiernos se aferran a la esperanza de que una creciente industria del cuidado de la salud en Estados Unidos va a apo-yar al trabajador de clase media. Pero la tecnología también podría destrozar esta promesa.

Como dijo Rao, diagnosticar la de-presión usando mensajes de Twitter no requiere capacitación médica”.

MAGGY AYALA SAMANIEGO; ABAJO, JOSÉ LUIS LLIVISACA

THE NEW YORK TIMES

Con tin úa de la página 1

Con tin úa de la página 1

El resultado actual de hombre contra máquina

Destinos diversos para las obras repatriadas

Fin mortal para viaje de niña a Nueva York

MUSEO YALE PEABODY/GETTY IMAGES

Una obra inca que el Museo Peabody de Historia Natural de Yale envió de regreso a Perú.

Ceylan Yeginsu contribuyó con reportes desde Estambul.

BRASILIA

“Lo siento, Neymar, esta vez no te voy a vitorear” es algo que uno no esperaría oír en un país loco por el fútbol y a punto de ser anfitrión del torneo deportivo más grande del mundo. Neymar es el actual dios del balompié de Brasil, la selección nacional es una de las favo-ritas para ganar el Mundial que va a comenzar pronto, tal como lo ha hecho cinco veces antes, más que ningún otro país. En el estilo cáustico que recuerda a la música popular brasileña durante la dictadura, la letra de la canción de Edu Krieger refleja el descontento genera-lizado en vísperas del primer partido, a apenas dos meses de distancia.

“Não vai ter Copa” (No va a haber Mundial) es el grito de guerra para los manifestantes, presentes en las calles con regularidad desde junio. Hoy, es más probable ver a los brasileños invo-lucrados en protestas contra la corrup-ción generalizada y el derroche, que en las rivalidades nacionales que surgen cada cuatro años. Se están gastando miles de millones de dólares de dinero

público en estadios que probablemen-te no se usarán después del Mundial, mientras el estado descuida inversiones como una nueva estación de trenes para Sao Paulo.

“Durante el Carnaval, cada cuadra empezó a cantar ‘Não vai ter Copa’. Fue la música del Carnaval”, dijo João Paulo Cuenca, de 35 años, escritor y cineasta carioca. El estado de ánimo que acom-paña el torneo cada cuatro años en esta ocasión es amargo. “Durante todos los Mundiales de Fútbol, Río se llena de ca-lles pintadas. Ahora es como si el Mun-dial no existiera”.

El fútbol es el vínculo más fuerte en la vida brasileña, así que no sorprende que el Mundial se haya convertido en un catalizador para expresar el desconten-to. Abundan las señales de corrupción: proyectos de construcción de estadios estratosféricamente por encima del presupuesto, escasas mejoras en la infraestructura y servicios públicos deficientes.

En un país sin una fuerte tradición de

involucramiento político, la gente quizá no siga las noticias, pero todo el mundo lee la sección deportiva. Allí se entera, por ejemplo, de que el Estadio Nacional Mane Garrincha, en Brasilia, que fue demolido y reconstruido, costó 17 veces más de lo calculado por la FIFA, la aso-ciación del fútbol que rige al Mundial. Hay reportes de que el techo del estadio aún gotea y que el gobierno ha usado dinero destinado para otros proyectos para resolver el problema.

Por ser éste un año electoral, el Mun-dial pone la atención del público en el Partido de los Trabajadores, que lleva doce años en el poder. Tras dos manda-tos de Luiz Inácio Lula da Silva y cuatro años de su protegida, Dilma Rousseff, Brasil se ha convertido en la octava eco-nomía más grande del mundo.

Poder exhibir suntuosos proyectos nuevos ante un público internacional fue una de las razones por la que Brasil quiso ser sede del Mundial; organizar un torneo exitoso es una prueba que el Partido de los Trabajadores está deses-

perado por cumplir.Las expectativas más altas de la

población constituyen otro roblema para el partido. Los programas sociales fomentados por Lula han convertido a 40 millones de brasileños pobres en con-sumidores, la nueva clase “C”, y ellos y la clase media tradicional demandan un mejor cuidado de la salud y educación.

Pero Río de Janeiro se ha vuelto una de las ciudades más caras del mundo, y los brasileños promedio sienten que es-tán pagando demasiado por muy poco. Existe la sensación de que el Mundial no es para ellos. “Copa pra quem?” (¿Para quién es el Mundial?) es otra consigna de protesta.

El Mundial también coincide con el aniversario 50 del golpe de estado de Brasil, un tema sensible para la Presi-denta Rousseff, quien fue encarcelada y torturada durante la dictadura. Los excesos de ese pasado militar se refle-jan en las medidas de pacificación en los barrios pobres previo al Mundial. Lo que comenzó como un esfuerzo para

desarraigar a los carteles del narcotrá-fico de los barrios bajos ha crecido para convertirse en una fuerza de ocupación represiva, respaldada por tanques. Decenas de miles de familias han sido desalojadas.

Videos de tanques en las angostas ca-lles junto con niños y muchachas siendo tiradas a patadas al suelo por la policía militar circulan en los medios sociales. Hay preocupaciones de que empeore la represión. La FIFA promueve lo que se llama la “ley del Mundial”, que per-mitiría que cualquier manifestante sea tratado como terrorista, y encarcelado sin juicio

Este enfoque autoritario imita al de otros gobiernos latinoamericanos. Una ley que criminalizaría las protestas está bajo consideración en Argentina, y las manifestaciones en Venezuela han sido marcadas por brutalidad policiaca.

Cuando comenzaron las protestas, Rousseff, quien enfrenta la reelección en octubre, señaló que eran una mues-tra de un Brasil mejorado y cambiante; hoy en día, la gente sí cree que merece algo mejor.

Rousseff ha recurrido a la máxima medida populista: sabe que si Brasil ga-na el Mundial, todo quedará en el olvido. A final de cuentas, todo depende de Ney-mar y los hinchas del futbol.

INTELIGENCIA/POLA OLOIXARAC

¿Para quién es el Mundial?

Pola Oloixarac es autora de “Las Teorías Salvajes” y “Las Constelaciones Oscuras”. Envíe sus comentarios a [email protected].

María Jesús Guamán y

Cipriano Quillay (derecha) criaron a su nieta Noemi, en una fotografía

sin fecha, después de que sus padres

se fueron a Estados Unidos

hace una década.

Page 3: El regreso de las antigüedades · ción se ha centrado en el acto de la repatria- ... sido sacados en secreto del ábside y domo de la iglesia de San Eufemiano, ... Pero agregó

E L M U N D O

DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por LIZ ALDERMAN

ATENAS — El joven trepó por un an-damio de nueve metros en un edificio en el centro de Atenas y empapó una brocha en pintura gris. Con movimientos rápi-dos de la muñeca, esbozó una imagen perturbadora: un bebé con dos rostros que miraba simultáneamente hacia un abismo y hacia el cielo, la mirada vacía en busca de un futuro que no estaba allí.

El mural, de un artista callejero cono-cido como iNO, es un crudo mensaje de protesta, el más reciente en una oleada de arte social y políticamente consciente que aparece en los muros atenienses.

“La gente en Grecia está bajo creciente presión”, dijo iNO, quien pretende llamar la atención a la situación social en este país golpeado por la crisis, donde incluso los más jóvenes en la sociedad tienen la percepción de un futuro desolador. Como resultado, dijo, “sienten la necesidad de actuar, resistirse y expresarse”.

En un país donde la adversidad de las guerras y las dictaduras militares ya ha moldeado la mentalidad nacional, el co-lapso económico, que lleva cinco años, ha generado un nuevo estallido de energía creativa que ha convertido a Atenas en una meca contemporánea del arte calle-jero.

La angustia de la actualidad ha invadi-do cada vez más los trabajos con esténcil y los murales grandes y coloridos en to-da la ciudad, a medida que multitudes de jóvenes desempleados y subempleados expresan su malestar.

“Si quiere aprender sobre una ciudad, mire sus paredes”, dijo iNO. “Tome una caminata por el centro de Atenas, y lo entenderá”.

La policía rara vez arresta a los grafite-ros, a menos de que se sospeche que per-tenecen a grupos anarquistas o a Ama-necer Dorado, un partido de extrema derecha. Aun así, muchos artistas traba-jan durante la noche, usan máscaras y se niegan a revelar sus nombres. Sus men-sajes a menudo son rebeldes, bordeando en lo revolucionario.

Recientemente, un dentista griego cuya clientela prácticamente ha desa-parecido debido a la crisis usó un sténcil que cortó usando un taladro para caries y pintura, para crear una imagen que generalmente no se asocia con su profe-sión: un hombre enmascarado que lanza una bomba incendiaria. “Las clases me-dia y trabajadora en Grecia han quedado en la ruina”, dijo el dentista, quien usa el seudónimo Mapet. “Mi objetivo es produ-

cir contrapropaganda social y política, y hacer pensar a la gente”.

En el barrio proletario de Exarcheia, Mapet y otros artistas pintan imágenes violentas pero elegantes contra el fascis-mo y caricaturas grotescas de banque-ros y políticos, además de producir arte intrincado con calcomanías.

Recientemente, las autoridades urba-nas han tratado de sacarle provecho al graffiti, repartiendo permisos para in-centivar a los artistas callejeros a pintar murales en espacios públicos desolados. Idealmente, con el tiempo partes de Ate-nas quedarán transformadas en una in-mensa galería al aire libre, dijo Amalia Zeppou, una asesora del alcalde.

“Cuando el graffiti se convierte en ar-te comisionado”, dijo, “es una señal del principio del fin de la crisis financiera o social por la que ha pasado una ciudad”.

Pero muchos de los dos mil grafiteros y artistas callejeros rechazan esa idea. Creen que las autoridades urbanas comi-sionan obras como una manera de supri-mir la expresión política y social.

Un grafitero, que perdió su empleo co-mo profesor de literatura francesa, ahora ronda las paredes de Atenas, usando el apodo Cacao Rocks. Él y su socio, el artis-ta Thisisopium, recientemente pintaron una sola palabra grande sobre una pared deteriorada: “lafos”, el término griego que significa “equivocado”.

“Todo el sistema está funcionando en la manera equivocada”, dijo. “Estamos aquí para cambiar las reglas”.

Por SUZANNE DALEY y RAPHAEL MINDER

BRATISLAVA, Eslovaquia — Cuan-do Jozef Lazarcik, un obrero de fábrica de 35 años, oyó que anunciaron su nú-mero en la televisión nacional en esta ciudad recientemente, alzó los puños en señal de victoria, casi sin poder creer su suerte.

Aunque había registrado sólo nueve recibos con la nueva lotería fiscal de Eslovaquia, acababa de ganar un auto nuevo. “Es una sensación divina”, dijo, listo para exhortar a todos sus amigos a registrar también sus recibos, que es lo que esperan los funcionarios guber-namentales eslovacos.

En el curso de los últimos diez años, los ingresos de Eslovaquia provenien-tes de los impuestos al valor agregado han disminuido. Pero contratar a audi-tores e ir tras comerciantes y provee-dores de servicios individuales en los tribunales es caro y lento. Así que el año pasado, el gobierno decidió agre-garle una lotería a la mezcla. Le pide los ciudadanos que junten los recibos de sus compras y los registren, lo que crea un rastro de papel y obli-ga a los dueños de restau-rantes y tiendas a pagar los impuestos que deben. Una computadora tam-bién alerta a los consumi-dores si un comerciante ha emitido un recibo con un número de identifica-ción fiscal falso, para que puedan reportar presun-tos fraudes.

Los eslovacos pueden ingresar sus recibos de cualquier compra por un valor superior a un euro en una lotería mensual para ganar diez mil euros (unos 13.800 dólares), un auto o la oportunidad de competir en un programa de concursos televisivo.

Los funcionarios fiscales afirman que la lotería ya ha tenido un gran im-pacto, y otros países europeos que tam-bién tienen problemas con la recauda-ción de impuestos al valor agregado lo han considerado; Portugal lanzó su propia lotería fiscal este mes.

En Eslovaquia, unas 450 mil perso-nas han participado en la lotería, y han registrado unos 60 millones de recibos, señalaron funcionarios.

Como resultado, han aumentado las quejas sobre los comerciantes que se niegan a dar recibos. En los seis meses antes de que comenzara la lotería, el gobierno recibió alrededor de 300 que-jas sobre el tema, dijeron funcionarios. En los primeros meses de la misma, ese número ascendió a sietemil.

“Ha sido un enorme éxito hasta aho-

ra”, dijo Peter Kazimir, Ministro de Fi-nanzas de Eslovaquia.

Un informe reciente para la Comi-sión Europea descubrió que los im-puestos al valor agregado no recauda-dos en la Unión Europea equivalieron a unos 267 mil millones de dólares en 2011. A nivel del bloque, lo no recaudado aumentó en cinco puntos porcentuales en promedio desde el comienzo de la crisis de la deuda en 2008.

En el caso de algunos países, parti-cularmente Grecia, Irlanda, Letonia, Portugal, Eslovaquia y España, el pro-blema ha sido particularmente grave. Hace una década, Eslovaquia podía re-caudar alrededor del 80 por ciento de

los impuestos, dijo Peter Golias, direc-tor de Ineko, un grupo de investigación económica sin fines de lucro en Eslova-quia. Esa cifra actualmente ronda el 60 por ciento, lo que coloca a Eslovaquia al mismo nivel de Grecia por el peor his-torial en la recaudación de impuestos al valor agregado.

En Eslovaquia, los funcionarios fis-cales afirman que recaudaron unos 512 millones de dólares más en 2013 que en 2102.

Sylvia Skanderova dijo que su padre una vez ganó unos once mil dólares en una lotería. Eso lo ha convertido en un participante entusiasta en las loterías de todo tipo, pero particularmente en ésta, porque jugar no cuesta nada. Pa-sa tres horas todos los domingos regis-trando recibos.

“Los vecinos saben que mi padre hace esto, así que le traen recibos”, di-jo Skanderova, de 26 años. “Todos los domingos tiene los ojos rojos. Tenemos enormes bolsas de plástico en el sótano llenos de recibos”.

Suzanne Daley reportó desde Bratis-lava, y Raphael Minder desde Lisboa. Miroslava Germanova también contribuyó.

MACIEK NABRDALIK PARA THE NEW YORK TIMES

Jozef Lazarcik (izquierda) ganó un auto en la lotería de recibos en Eslovaquia.

Por PETER BAKER

WASHINGTON — Mientras la crisis en Ucrania sigue sin resolver, el Pre-sidente Barack Obama y su equipo de seguridad nacional miran más allá del conflicto inmediato, para establecer un nuevo enfoque a largo plazo hacia Rusia que aplica una versión actualizada de la estrategia de contención de la Guerra Fría.

Tal como Estados Unidos decidió con-trarrestar a la Unión Soviética y sus ambi-ciones globales al final de la Segunda Gue-rra Mundial, Obama se enfoca en aislar a la Rusia del Presidente Vladimir V. Putin al cortar sus lazos económicos y políticos con el mundo exterior, limitar sus ambi-ciones expansionistas en su propia región y convertirla en un estado paria. Obama ha concluido que incluso si se resuelve el actual estancamiento debido a Crimea y Ucrania oriental, él nunca tendrá una re-lación constructiva con Putin, según dije-ron varios de sus asesores. Como resulta-do, Obama intentará conservar cualquier cooperación que pueda salvarse y, en el resto, ignorar al Presidente ruso.

“Ésa es la estrategia que debemos emprender”, dijo Ivo H. Daalder, ex em-bajador de Obama ante la OTAN. “Si te mantienes firme, demuestras seguridad y elevas el costo para Rusia de forma gradual y creciente. Eso no resuelve tu problema en Crimea y probablemente no resuelve tu problema en Ucrania orien-tal, pero podría resolver tu problema con Rusia”.

La manifestación de esta mentalidad se puede ver en la decisión de Obama al designar al próximo embajador en Mos-cú. Aunque no es oficialmente definitivo, la Casa Blanca se prepara para nominar a John f. Tefft, un diplomático de carre-ra que antes sirvió como embajador en Ucrania, Georgia y Lituania.

Cuando se inició la búsqueda hace me-ses, los funcionarios de gobierno estaban reacios a enviar a Tefft debido a preocupa-ciones de que su experiencia en antiguas repúblicas soviéticas que han rechazado la influencia de Moscú pudiera irritar a Rusia. Ahora, dijeron, no hay reticencia para ofender al Kremlin.

La prioridad del gobierno es crear un

consenso internacional contra Rusia que incluya a China, país que durante mucho tiempo lo ha respaldado en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Pero mientras el enfoque a largo plazo de Obama toma forma, un debate discre-to ha agitado a su gobierno sobre qué tan lejos llegar a corto plazo. Hasta ahora, han prevalecido los asesores económicos y de la Casa Blanca que exhortan a un en-foque más mesurado, debido al temor de adelantárseles demasiado a los europeos cautelosos y arriesgar dañar economías que aún son frágiles a ambos lados del Atlántico.

La facción de línea más dura en los De-partamentos de Estado y de Defensa se ha sentido cada vez más frustrada, y en

privado expresa temores de que Obama sea percibido como débil y mande invo-luntariamente el mensaje de que ha dado a Crimea por perdida tras su anexión a Rusia.

Aunque Obama le dedica mucho tiem-po a la crisis de Ucrania, es más propen-so a hablar sobre temas como el sistema de salud y los republicanos en el Congre-so que de Putin.

En los primeros días de su Presidencia, Obama tenía el anhelo de forjar una nue-va alianza con Rusia. Ahora, la pregunta es qué tanto se puede salvar de la rela-ción. Tropas y equipo estadounidenses aún viajan por territorio ruso en su tra-yecto de ida y vuelta a Afganistán. As-tronautas de los dos países orbitan jun-tos actualmente en la Estación Espacial Internacional, y cohetes rusos abastecen los suministros. Un programa conjunto para desmantelar sistemas de arma-mento rusos antiguos no ha sufrido.

Las inspecciones nucleares bajo el tra-tado de control de armas New Start, que Obama firmó en su primer mandato si-gue vigente. Y el gobierno de Obama aún

trabaja con Rusia para desarmar a Siria de sus armas químicas y negociar un tra-to con Irán para reducir sus programas nucleares.

“No se puede aislar todo a partir de un empeoramiento general de la relación y la retórica”, dijo Graham Allison, direc-tor del Centro Belfer para la Ciencia y Asuntos Internacionales, en la Universi-dad de Harvard. “Pero todavía hay asun-tos de muy alta prioridad que tenemos que tratar de emprender con Rusia”.

Aún así, especialistas dijeron que la relación tampoco puede regresar a la normalidad, incluso si la situación en Ucrania se soluciona pronto.

“Realmente ha habido un hito sobre Rusia no sólo en Estados Unidos sino en gran parte de Europa”, dijo Robert Nu-rick, experto en Rusia en el grupo Atlan-tic Council.

“No puedo imaginar que este gobierno gaste mucho capital político en esta rela-ción, salvo para manejarla de forma que otras cosas que le interesan mucho más que Rusia no se vean demasiado perju-dicadas”.

Por CHRIS COTTRELL

BERLÍN — En los albores de la avia-ción, era común que la gente visitara los aeropuertos simplemente para ver ir y venir los aviones. El nuevo aeropuerto de esta ciudad atrae a los turistas por la razón contraria: una falta de pasajeros y aviones, tras una serie de demoras y errores que ha aumentado su costo en miles de millones de dólares por encima del presupuesto y retrasado su apertura indefinidamente.

Parte del atractivo parece ser la opor-tunidad de mirar boquiabierto evidencia de que Alemania, que prácticamente es sinónimo de precisión y eficiencia, puede fracasar de tal manera.

Programado para abrir en noviembre de 2011, el Aeropuerto Berlín Brandebur-

go Willy Brandt empezó a ofrecer reco-rridos públicos de la obra en construcción después de que se colocó la primera pie-dra, en 2006. Desde entonces, alrededor de un millón de personas los han tomado, dijo Ralf Kunkel, un vocero del aeropuer-to.

Un domingo reciente, 16 turistas, que pagaron 13,5 dólares cada uno, y su guía, Elisa Naundorf, se dirigieron a la Info-tower del aeropuerto, una estructura triangular de 32 metros de altura con un mirador arriba y un museo y una tienda de regalos abajo. Antes de subir los 171 es-calones de la torre, los visitantes podían comprar pelotas de playa y gorras de béisbol, paraguas y memorias USB, todas adornadas con el logotipo del aeropuerto. Desde el mirador, se podía ver grandes lo-

nas desplegadas sobre una pista de ate-rrizaje inactiva, estacionamientos vacíos y cuatro aviones fuera de servicio.

A l participantes del recorrido les infor-man que los constructores del aeropuerto tienen formas de impedir que se atrofie la infraestructura. Todos los días labora-les, a las 10:26 horas, la compañía ferro-carrilera Deutsche Bahn envía vagones de metro vacíos a través de un túnel para mantener el aire en movimiento y así im-pedir que las vías se oxiden.

Los alemanes también quieren ver có-mo se gasta el dinero de sus impuestos, tras informes de que el aeropuerto vacío consume más electricidad cada día que el Aeropuerto Tegel aún funcional de la ciudad, con sus más de 400 vuelos al día, y que los costos de limpieza de la termi-

nal principal vacía son de 200 mil dólares mensuales.

“Estuve aquí hace un año, y quería ver si algo había cambiado”, dijo Felix Ritter, de 20 años, estudiante de derecho. “Ha sido tan mal administrado. Qué desper-dicio de dinero”.

En el recorrido reciente, los participan-tes querían saber por qué no se recono-

cieron antes los cientos de problemas que han poster-gado la apertura y quién es responsable de la mala administración.Hartmut Mehdorn, direc-

tor de la compañía encargada de cons-truir el aeropuerto, ha dicho que espera terminar la construcción y las repara-ciones que sean necesarias para fines de este año. Pero los visitantes tenían sus dudas.

“Generalmente soy una persona op-timista”, dijo Ritter, “pero no cuando se trata de este aeropuerto”.

EE.UU. adopta estrategia de Guerra Fría hacia Rusia

Europa usa loterías para combatir evasión fiscal

Desempleados griegos se expresan en muros

Aeropuerto atrasado es atracción turística

FOTOGRAFÍAS POR ANGELOS TZORTZINIS PARA THE NEW YORK TIMES

Estados Unidos mira más allá de Ucrania para contener a Rusia.

EN LÍNEA: MENSAJES SOCIALESFotogalería de graffiti y arte callejero que expresan malestar.nytimes.com Busque Tsamantakis

MAURIZIO GAMBARINI/DPA, VÍA AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

Un modelo en Legoland del nuevo aeropuerto principal de Berlín. Su apertura está postergada indefinidamente.

Por registrar recibos de venta se puede ganar dinero o un auto.

Dimitris Bounias contribuyó con reportes a este artículo.

Los desempleados de Grecia encauzan su energía en murales. “Control de acceso” de iNO. Cacao Rocks (abajo der.) con Thisisopium.

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E L M U N D O

4 DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Estrellato por webcam genera ganancias para chinos

DIARIO DE SÃO PAULO

Inmigrantes reviven

el Centro

Rebeldes dicen que hay agenda oculta en ayuda

El cólera continúa sin solución en Haití

Por DAVID BARBOZA

ZIGONG, China — Con maquillaje y una peluca rubia, la joven china estaba sentada en su recámara un domingo por la tarde, cantando karaoke. Un micrófono y tres cámaras conectadas a un monitor transmitían su actuación por Internet a miles de fans que la conocen sólo por su nombre artístico, Poison.

Poison, de 26 años, todavía vive con sus padres en un modesto apartamento. Pero ella es una de las atracciones más popula-res de un próspero nuevo negocio en Chi-na: el entretenimiento interactivo en vivo por Internet.

Los medios de comunicación y empre-sas de tecnología de todo el mundo han in-tentado durante años obtener ganancias de las transmisiones en vivo por internet. China parece haber encontrado la mane-ra de hacerlo. Hoy, millones se conectan cada noche para ver espectáculos de ka-raoke, sketches de comedia y programas de entrevistas.

Los programas suelen ser produccio-nes de bajo presupuesto que realizan aspirantes a artistas desde pequeños de-partamentos. Y los espectadores gastan

enormes sumas de dinero en línea para comprar créditos y darles regalos virtua-les como rosas, chocolates y carteras de Chanel a los artistas, quienes reciben una parte de los ingresos.

Los sitios en Internet combinan torren-tes de video con comentarios en texto del público. En la esquina superior izquierda de la pantalla hay un contador de cuántos espectadores se encuentran en la sala de conciertos virtual. Autos digitales —que representan a los VIPs que gastan gran-des sumas de dinero— entran y salen a toda velocidad de la sala imaginaria.

“He gastado más de 30 mil dólares en los últimos dos años”, dijo Mi Tian, un arquitecto de 29 años de la provincia de Shandong. “Le he dado regalos virtuales a casi todos los artistas que he visto”.

El líder en esta industria es YY.com. Tiene 92 millones de usuarios activos mensuales y más de un millón de canales.

David Li, presidente ejecutivo y uno de los fundadores de YY, dijo que el entrete-nimiento en vivo en Internet está trans-formando a una industria que ha quedado muy dañada por la violación de derechos de autor.

“Ahora hemos encontrado una nueva forma de rejuvenecer a la industria musi-cal”, dijo Li. “Esto les ayudará a los artis-

tas a ganar dinero”.“La gente no entiende por qué los chinos

gastan tanto dinero de esta forma, pero es en parte cultural”, dijo Yan Liu, presidente ejecutivo de un rival de YY, 6.cn. “Incluso en la época de la Ópera de Pekín, a los ar-tistas se les pagaba con regalos”.

Las artistas más populares son las “anfitrionas”, muchas de las cuales prac-tican el arte del coqueteo sexual. “¿Qué les atrae de mí? ¿Son mis muslos o algo más?”, preguntó una. Los espectadores respondieron a través de mensajes de texto o de voz con comentarios como éste: “¿Se imaginan cómo sería si se quitara el vestido?” Aunque las mujeres por lo gene-ral muestran mucha piel y escote, nunca se desnudan. Algunos de los artistas aho-ra pueden ganar 90 mil dólares anuales, casi 30 veces el salario chino promedio.

Desde el borde de su cama en un com-plejo de departamentos, Poison con fre-cuencia actúa en vivo para más de diez mil espectadores en línea por noche (un concierto de cumpleaños una vez atrajo a 36 mil espectadores). Poison, ex bailarina y oficinista, comenzó a cantar karaoke en 6.cn hace varios años, antes de que la re-clutara YY.

“Hola a todos”, dijo tras iniciar su tras-misión una noche. “¿Me extrañaron?”

Por BEN HUBBARD

IRBID, Jordania — Cuando los rebel-des quieren regresar a Siria a combatir, los servicios de inteligencia de Jorda-nia les dan tiempos específicos para que crucen la frontera. Cuando los re-beldes necesitan armas, hacen su pe-tición en una “sala de operaciones” en Ammán, que es atendida por agentes de Jordania, Arabia Saudita y Estados Unidos.

Durante más de tres años de guerra civil en Siria, esta desértica nación ha llamado la atención del mundo porque ha albergado a cientos de miles de re-fugiados. Pero en silencio, Jordania también se ha convertido en una plata-forma para los rebeldes y sus aliados extranjeros en el frente sur de Siria. En la sala de operaciones árabe-estadou-nidense en Ammán, la capital, los re-beldes dicen que han cobrado salarios como incentivo para no integrarse a grupos extremistas mejor financiados.

Pero esta ayuda ha sido tan limi-tada, en un reflejo de la renuencia del gobierno de Barack Obama de que lo arrastren a otro conflicto en el Medio Oriente, que los rebeldes dicen que han llegado a dudar de que Es-tados Unidos todavía com-parta su objetivo de depo-ner al Presidente Bashar al- Assad.

Muchos rebeldes dicen que creen que el gobierno de Obama está dando so-lamente lo suficiente para mantener la causa rebel-de con vida, pero no para ayudarla a ganar, como parte de una estrategia cuyo objetivo es prolongar la guerra. Dicen que, en algunos casos, sus aliados incluso los incitan a que no ataquen objetivos estraté-gicos, como parte de lo que consideran como un esfuerzo para mantener el conflicto en llamas.

“La ayuda que llega ahora es sólo la suficiente para mantenernos vivos, y cubre sólo un nivel ínfimo de las ne-cesidades”, dijo el brigadier general Asaad al-Zoabi, un piloto de combate que desertó y ahora trabaja en la sala de operaciones. “Lo llaman ayuda, pe-ro yo no lo considero ayuda”, dijo. “Yo creo que es comprar tiempo y darle a la gente la ilusión de que hay ayuda cuan-do en realidad no la hay”.

Mientras la atención se ha centrado en el frente norte de Siria, donde los re-beldes se mueven libremente desde la vecina Turquía, la región sur ha estado más controlada. Entrevistas con más de dos docenas de comandantes rebel-des, combatientes y funcionarios jor-danos y extranjeros dan la imagen de un campo de batalla sureño sumamen-te estancado, uno que está fuertemente influenciado por las potencias extran-jeras, cuyos objetivos principales son limitar el surgimiento de extremistas y preservar la estabilidad en Jordania.

Según los rebeles, aumentar la ame-naza militar no es parte del plan.

Públicamente, Estados Unidos pro-

vee más de 260 millones de dólares en “apoyo no letal” a la oposición siria, in-cluyendo a los grupos rebeldes que no considera extremistas. Pero los países involucrados no han revelado lo que su-ministran.

Esta ayuda no ha hecho progresar la causa de los rebeldes de manera sig-nificativa ni los ha ayudado a lograr el objetivo estadounidense de un fin negociado de la guerra. Las conversa-ciones de paz se han suspendido indefi-nidamente y es posible que Assad siga siendo Presidente.

Pero una portavoz de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, dijo recientemente que “la noción de que Estados Unidos quie-re que la lucha se prolongue es rotunda-mente errónea”. Y agregó: “No hay una solución militar a este conflicto. Lo que se necesita es una transición política negociada”.

El Departamento de Estado y la C.I.A. se negaron hacer comentarios y Jordania niega públicamente que ayuda a las partes en conflicto de Siria. Pero en los pueblos cerca de la frontera

de Jordania con Siria, donde muchos rebeldes mantienen a sus familias y se toman descansos de la guerra, la sala de operaciones, conocida como el Comando de Operaciones Militares, es un secreto a voces.

“La situación es buena: Jordania controla la frontera y no entran armas de forma aleatoria”, dijo Bashar al-Zoa-bi, jefe de la División Yarmouk, un gru-po rebelde. Pero él se siente frustrado de que los partidarios de los rebeldes parezcan más interesados en admi-nistrar el conflicto que en una victoria. “Sabemos que si quisieran, podrían de-rrocar a Bashar al-Assad en diez días”.

Jordania enfrenta la guerra con cau-tela. Su población está dividida con res-pecto al conflicto y sus líderes saben que permanecerán al lado de Siria sin importar quién gane.

Cuando se le preguntó por qué toda-vía trabaja para la sala de operaciones, el general Zoabi se comparó con un hombre muriendo de sed que puede ver agua limpia en la distancia, pero sólo llega a agua sucia.

“¿Me muero o bebo el agua que no está limpia?”, dijo. “Estoy obligado a beber agua sucia, pero es mejor para mí vivir que morir”.

Por SIMON ROMERO

SAO PAULO, Brasil — Muchos paulis-tas aún consideran al decrépito centro de esta gigantesca ciudad como una zona peligrosa. Bandas que roban autos y se-cuestran se aprovechan de los automovi-

listas en los semáforos. Ocupantes ilegales con-trolan decenas de edifi-cios de departamentos cubiertos de graffiti. Adictos deambulan por las calles fumando crack a plena luz del día.

Pero al llegar al pequeño cibercafé de Jean Katumba, surge un panorama diferente. “Dicen que este lugar es feo, pero yo veo su belleza”, dijo Katumba, de 37 años, quien llegó de la República De-mocrática del Congo hace apenas once meses.

Capacitado como ingeniero en Kins-hasa, él se gana la vida aquí en Baixada do Glicério, un distrito donde abunda el crimen, rentando computadoras a clien-tes que hablan una variedad de idiomas, desde el criollo haitiano hasta español con acento colombiano y el lingala de su país natal.

“Sao Paulo significa una gran cosa pa-ra mí: oportunidad”, dijo.

Una serie de negocios similares de inmigrantes están floreciendo en me-dio del descuidado antiguo centro de Sao Paulo, en un reflejo de los cambios

en los patrones de inmigración global. Reforzando su estatus como la principal ciudad global de Brasil, aquí llegan asiá-ticos, africanos y latinoamericanos de habla hispana.

La ciudad más grande de Sudamérica, con una población de casi 20 millones, oficialmente tiene unos 368 mil extranje-ros. Pero a medida que los mejores nive-les de vida de Brasil se dan a conocer en los países más pobres, aumenta la cifra de inmigrantes indocumentados. Las autoridades calculan que los inmigran-tes en realidad suman alrededor de 600 mil. A muchos de ellos los atrajeron en parte las relajadas normas de inmigra-ción de Brasil, donde las amnistías son relativamente frecuentes.

Esta afluencia le está inyectando vi-talidad a una zona del centro que había llegado a personificar el abandono y la degradación de grandes sectores de Sao Paulo.

“A veces todavía tengo que pasar por encima de adictos al crack para abrir la puerta de mi restaurante”, dijo Edgard Villar, de 36 años, un inmigrante perua-no de habla quechua cuyo restaurante atrae a jóvenes de partes más prósperas de la ciudad. “Pero está bien, ya que llegar aquí es parte de la emoción para nuestra clientela”.

Un paseo por el antiguo centro revela por qué es una de las grandes ciudades de inmigrantes del mundo en desarrollo. En la planta baja de un edificio ocupado por residentes ilegales en Alameda Barão de Limeira, Mélanito Biyouha se estableció.

“Dicen que Sao Paulo es el Nueva York de Brasil, pero tal vez un día vean a Nue-va York como el Sao Paulo de Estados Unidos”, dijo Biyouha, de 43 años, una inmigrante camerunesa que administra un restaurante. “Esta ciudad no es per-fecta, pero el mundo viene aquí”.

Por RANDAL C. ARCHIBOLD y SOMINI SENGUPTA

CHAPOTEAU, Haití — Durante tres años, la Organización de las Naciones Unidas se ha negado a hablar sobre si sus fuerzas de paz llevaron una cepa mortal de cólera a Haití, con el argumento de que es más importante ayudar al país a contener la enfermedad de una vez por todas.

Pero de alguna manera, ahora Haití está mucho menos equipado para en-frentar al cólera de lo que estaba hace tres años.

La ONU recaudó apenas una cuarta parte de los 38 millones de dólares que necesitaba el año pasado para proveer suministros indispensables, como pasti-llas de purificación de agua. En las clíni-cas hay escasez de sales de rehidratación oral para tratar la diarrea que acompaña a la enfermedad. Algunos centros de tra-tamiento han cerrado ya que los grupos de ayuda se han enfocado en otras crisis. Y una porción creciente de pacientes está muriendo al llegar a los hospitales, según la ONU.

Josilia Fils-Aime, de once años, quien vive en este pueblo cerca del río Artibo-nite, donde comenzó la epidemia, conoce

bien estas carencias. Su familia se había quedado sin pastillas de purificación de agua, y ella bebió agua de lo que debe ha-ber sido un arroyo contaminado.

“Me sentí mareada y enferma”, dijo la niña. La atacó un vómito repentino y dia-rrea. Los médicos dijeron que era cólera.

Su situación se ha multiplicado por to-do Haití, que ha tenido el mayor número de casos de cólera en el mundo por tres años consecutivos.

La ONU aún tiene que recaudar los cin-co millones de dólares necesarios para vacunar a 600 mil personas vulnerables, ni qué decir de los dos mil millones que se comprometió a recaudar de países ricos para construir la infraestructura de agua y servicios sanitarios de Haití, lo que según expertos en salud pública, es vital para eliminar al cólera del país.

Pedro Medrano Rojas, enviado del se-cretario general de las Naciones Unidas para el brote de cólera, atribuyó el déficit a la “fatiga donante” global.

“No es caro”, dijo. “Nadie debería estar muriendo de cólera”.

Desde que estalló el brote, en octubre de 2010, 8.562 personas han muerto de cólera en Haití. Las nuevas infecciones han disminuido, siguiendo la trayectoria

típica de una epidemia, de un máximo de más de 350 mil casos reportados en 2011 a poco más de 50 mil casos en 2013.

Quizás lo más preocupante sea el cre-ciente porcentaje de pacientes de cólera que mueren en las instalaciones de trata-miento que quedan.

Josilia Fils-Aime posiblemente sobre-vivió porque Partners in Health, una organización sin fines de lucro que lleva años trabajando en Haití, abrió una clíni-ca cerca de su casa.

El siguiente centro más cercano habría requerido una caminata de dos horas.

“En cualquier otro país, sería decla-rado un desastre humanitario”, dijo la Dra. Louise Ivers, de Partners in Health.

“¿Qué va a pasar cuando empiece la tem-porada de lluvias?”

Según los cálculos de Medrano, hasta 40 mil personas podrían resultar infecta-das cuando los ríos suban.

El brote de cólera en Haití se ha exten-dido a la República Dominicana, Cuba y México. Las tasas de mortalidad han sido mucho menores en esos países, que tienen sistemas de salud pública mucho mejores.

Estudios forenses han concluido que la bacteria que se encuentra en Haití es una cepa asiática común en Nepal, de donde llegaron cientos de fuerzas de paz de la ONU a Haití.

La ONU ha mantenido un silencio in-flexible sobre si es responsable de impor-tar la enfermedad a Haití, donde el cólera no se había registrado anteriormente.

Mientras tanto, el número de niños desnutridos, que son más susceptibles al cólera por su baja inmunidad, ha aumen-tado en el último año. Menos de dos ter-

cios de la población tiene agua potable.Jislaine Marc, de quince años, llegó al

hospital general de Puerto Príncipe hace unas semanas. Su familia dijo que la niña repentinamiente había sufrido violentos vómitos y diarrea: los síntomas eviden-tes del cólera. De haber llegado a un hos-pital a tiempo, se podría haber salvado con uno de los remedios más baratos y sencillos de todos: las sales de rehidra-tación oral. Pero no fue así. Murió. El hospital no hizo la prueba del cólera y le dijo a la familia que se llevaran el cuerpo a casa.

Pronto, otro miembro de la familia ex-hibió los mismos síntomas y fue traslada-do rápidamente a una clínica dirigida por Médicos Sin Fronteras, que envió a tra-bajadores de la salud a la casa de Jislaine, la roció con desinfectante y le dijo al mi-nisterio de salud que extrajera el cuerpo.

“Fue tan repentino”, dijo la tía de la niña. “Era una niña normal que iba a la escuela y a la iglesia”.

EN LÍNEA: BROTE MORTALImágenes de Haití donde las condiciones propagan el cólera: nytimes.com Busque ‘Josilia’

Stephanie Yifan Yang contribuyó con investigación.

LALO DE ALMEIDA PARA THE NEW YORK TIMES

Asiáticos, africanos y latinoamericanos de habla hispana están llegando a Sao Paulo, la principal ciudad de Brasil, que tiene casi 20 millones de habitantes. Una peluquería improvisada en un mercado callejero boliviano.

FOTOGRAFÍAS POR IAN WILLMS PARA THE NEW YORK TIMES

WARRICK PAGE PARA THE NEW YORK TIMES

Bashar al-Zoabi, líder rebelde, dijo que los partidarios de la oposición no quieren ganar.

Un esfuerzo por detener el

cólera en Haití ha fracasado.

Josilia Fils-Aime, de once años

(izq.) sobrevivió a una infección

reciente, en parte porque vivía cerca

de una clínica nueva. Un joven

pesca en agua contaminada.

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D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por PHYLLIS KORKKI

¿Quién realmente hace los cambios en una organización? No siempre son las personas con los títulos ejecutivos de mayor rango. Una creciente investiga-ción ha destacado la importancia de los líderes informales, que los investigado-res llaman “enlaces”, que tienen el don de conectar a los empleados de maneras nuevas y productivas.

Una nueva investigación realizada por Raina A. Brands, de London Business School, y Martin Kilduff, del University College London, ha revelado un prejuicio en torno a los papeles de enlace.

Brands y Kilduff examinaron lo que se conoce como “redes de amistad” dentro de las organizaciones. En este sentido, los amigos son las personas a quienes uno recurre en busca de ayuda, consejo e información, independientemente de que estén en su grupo de trabajo o no. Según Brands, es dentro de estas redes de amistad que gran parte del trabajo de una organización se hace.

En un estudio de dos grupos separa-dos, ella y Kilduff identificaron a los en-

laces según el alto nivel de conectividad que demostraban. También identificaron a las personas que sus colegas considera-ban como enlaces. (Los enlaces percibi-dos no siempre lo son en realidad).

Los investigadores le pidieron a los miembros de los grupos que evaluaran a sus colegas, incluyendo a los enlaces rea-les y percibidos. Allí es donde emergie-ron las diferencias de género. Los inves-tigadores descubrieron que las personas tendían a ignorar las actividades de los enlaces de sexo femenino y a exagerar el grado al que los hombres servían como enlaces.

Si las mujeres eran reconocidas como enlaces, eran percibidas de manera más negativa.

“Sus reputaciones sufrieron daño”, señala Brands. “Eran consideradas más competentes, pero menos cálidas”.

Brands dice que otras investigaciones han demostrado que los hombres que asumen papeles de enlace tienden a re-cibir beneficios en la forma de compen-sación y promociones, mientras que las trayectorias de los enlaces de sexo feme-

nino son afectadas en forma negativa.Los profesores señalaron que los hom-

bres tradicionalmente son definidos por palabras como agresivo, enérgico, independiente y decisivo. En cambio, se espera que las mujeres sean estereotípi-camente amables, serviciales, compren-sivas y preocupadas por los demás.

Los investigadores dijeron que la creencia es que las mujeres sobresalen en el ámbito social, por lo que se podría pensar que son consideradas como bue-nas enlaces en el trabajo.

Pero “pese a la idea generalizada de las mujeres como especialistas socia-les, las percepciones de la posición de las mujeres en las redes quedan distor-sionadas debido a la expectativa de que servir como enlace es labor de hombres”, escribieron.

Gran parte de esta distorsión puede estar debajo del nivel consciente, dijo Brands, y simplemente hacer que los empleados le presten atención podría ayudar a minimizar el prejuicio de mala reputación que sufren las mujeres en el trabajo.

Por KEITH BRADSHER

CHONGQING, China — Durante más de una década, los fabricantes automo-trices chinos han hablado de comenzar exportaciones a gran escala a Norteamé-rica y Europa, lo que provoca preocupa-ciones periódicas en Occidente de que las compañías pudieran verse afectadas por la competencia china, tal como ocurrió con las importaciones japonesas hace una generación.

Ahora hay llamados a favor del prote-ccionismo, pero de una fuente inespera-da: los fabricantes automotrices chinos más importantes.

Las corporaciones multinacionales le están quitando participación a las mar-cas chinas en su mercado doméstico, y una sucesión de marcas globales ha logrado introducirse a China. La más reciente es Ford Motor, que tiene una in-versión conjunta con sede en Chongqing y en los últimos dos años casi ha dupli-cado su participación de mercado al 4,5 por ciento al introducir modelos nuevos y expandir la producción. En marzo, por primera vez, vendió más de 100 mil autos y camionetas en un solo mes.

Los consumidores chinos prefieren ca-da vez más las marcas estadounidenses, que tienen una buena reputación de segu-ridad, juventud y un aire internacional.

Las marcas nacionales han mostrado tendencia a rezagarse en los sondeos de ingeniería y calidad inicial, aunque aho-ra comienzan a cerrar la brecha. En con-fiabilidad a largo plazo, se quedan muy por detrás y muestran una tendencia aún más a la baja.

El creciente poder adquisitivo ha he-cho que los consumidores sean reacios a aceptar los modelos más baratos y austeros de los fabricantes nacionales. Las marcas nacionales han sido incluso más afectadas por malos resultados en pruebas de choques en algunos modelos chinos.

Los fabricantes automotrices chinos, en su mayoría paraestatales, han respon-dido con una campaña inusualmente pú-blica de la asociación de la industria. Quie-

ren persuadir al Ministerio de Comercio de China para que conserve un requisito que generalmente no existe en otras na-ciones manufactureras importantes: los fabricantes de autos extranjeros pueden ensamblar autos en China sólo a través de inversiones conjuntas, a partes iguales, con socios nacionales.

Las multinacionales no pidieron que las eximan de dicho requisito. Fue el

Ministerio de Comercio el que planteó la idea de abandonar el requisito el año pasado, por temor a que las naciones industrializadas algún día usen las res-trictivas normas como justificación para el proteccionismo, si China comienza a exportar grandes cantidades de auto-móviles.

Las grandes paraestatales están me-nos interesadas en las exportaciones que

en hacer que las multinacionales queden atadas de forma indefinida a sus socios y en recaudar las considerables ganancias que producen esas relaciones.

“Si hay un relajamiento de las res-tricciones a la propiedad extranjera en la participación automotriz, provocará cambios masivos en la configuración de la industria automotriz de nuestro país”, dijo Dong Yang, de la Asociación de Fa-

bricantes Automotrices de China.La industria no está totalmente de

acuerdo. Las automotrices ligeramente más pequeñas fundadas por emprende-dores no tienen los mismos incentivos para mantener el status quo, ya que, por lo general, no tienen socios de inversión. También están mucho más ansiosas por ingresar a los mercados extranjeros.

China lleva más de dos décadas tratan-do de convertir a la industria automotriz del país en una potencia exportadora. El objetivo original del requisito de las inversiones conjuntas era obligar a las multinacionales a que trabajaran con los fabricantes automotrices del estado, que tienen amplio acceso a crédito de bancos estatales. La esperanza del Ministerio de Comercio ha sido que las automotrices paraestatales aprendan de sus socios a fabricar autos de nivel mundial que luego puedan exportar.

Los gigantes controlados por el estado suministran en gran parte la mano de obra y los contactos con el gobierno pa-ra las inversiones conjuntas: Shanghai Automotive es socio de General Motors y Volkswagen; Guangzhou Automobile es socio de Toyota; Changan Automobile es socio de Ford; y Dongfeng Motor hace malabares con sus acuerdos con Nissan, Honda, Peugeot y Kia.

La asociación de fabricantes automo-trices chinos, dominada por empresas de propiedad del estado, insiste en que la industria es demasiado importante para el futuro económico del país como para que quede expuesta a la competencia de compañías extranjeras.

“La fabricación automotriz no es un sector manufacturero estándar. Es un activo estratégico que apoya la transfor-mación y actualización de la economía nacional”, dijo Dong.

Por BROOKS BARNES

LOS ÁNGELES — A simple vista, es un juego tradicional hollywoodense: Ci-nemark, la tercera cadena de cines más importante de Estados Unidos, ha esta-do promocionando el crecimiento de su red de pantallas gigantescas, y Imax, el abanderado de este formato durante décadas, ha sido arrastrado a la compe-tencia.

“Si inflas una película o la pones en una pantalla más grande sin la tecnología adecuada, que es lo que está sucedien-do, creas una imagen peor y borrosa y, en cierto modo, engañas al cliente”, dijo Richard L. Gelfond, presidente ejecutivo de Imax.

Pero lo que emerge es un panorama más complejo, que según analistas tie-ne menos que ver con una amenaza de negocios para Imax y más con la des-esperación de las grandes cadenas por encontrar nuevas formas de crecer en Estados Unidos y Canadá, donde la asis-tencia ha estado disminuyendo durante una década.

“Cinemark y las otras cadenas se dan cuenta de que la asistencia estadouni-dense no está creciendo a largo plazo, así que necesitan sacarle más dinero a la misma persona para hacer crecer el negocio medular”, dijo Townsend Buc-kles, analista de medios en J.P. Morgan Securities. “Agregar pantallas de for-mato grande y otras ofertas con un car-go extra es una manera de hacerlo. Pero no estamos preocupados con respecto a Imax, que ha construido una marca que

los cinéfilos reconocen como la mejor ex-periencia visual que hay”.

Imax se ha expandido para convertir-se en un elemento fijo de los complejos cinematográficos en 58 países. Sus salas se han vuelto tan populares en China que cuando los chinos acordaron permitir que más películas de Hollywood se ex-hibieran en ese país, en 2012, las autori-dades nombraron al formato Imax como uno que recibiría consideración especial de los censores. El año pasado, Imax re-gistró 727 millones de dólares en ventas de boletos, un incremento del 17 por cien-to respecto a 2012.

Ha aumentado la popularidad de las salas de formato grande, ya sean Imax o de otra marca, aun cuando el público cinéfilo más amplio se ha desilusionado de las tres dimensiones. (Aproximada-mente el 75 por ciento de los estrenos de Imax son en tres dimensiones). Estas salas, señalan los analistas, típicamente incluyen mejores sistemas de sonido y butacas más cómodas.

“El panorama en general tiene que ver con cómo las cadenas grandes, más que nunca, tratan de ofrecer una experiencia que está kilómetros adelante de la que uno puede tener en la sala de la casa”, dijo Phil Contrino, principal analista de BoxOffice.com.

Las cadenas Cinemark Holdings, Re-gal Entertainment y AMC Entertain-ment administran juntas cientos de au-ditorios Imax, que utilizan tecnología

patentada para proyectar pelícu-las en resolución alta en pantallas que van del piso al techo.

Hace cinco años, las cadenas, lide-radas por Cinemark, comenzaron a usar tecnología digital estándar para construir sus propias salas de formato grande, que operan bajo una variedad de marcas. Igual que con Imax, los cinéfilos pagan extra para ver películas en esos auditorios. A diferencia de Imax, las ca-denas no tienen que compartir los ingre-sos con otro exhibidor.

Actualmente, hay 365 salas Imax en Norteamérica. Juntas, las cadenas ope-ran 325 de sus propias pantallas de for-mato grande. Al reconocer que la mezcla de formatos confunde a los consumidores, Cinemark ha empezado a referirse a las salas de formato grande como PLF (siglas en inglés de formato grande premium). El año pasado, el circuito PLF recaudó 237 millones de dólares, un alza del 31 por ciento respecto a 2012. Cinemark también está en proceso de construir cines de for-mato grande en el extranjero, con particu-lar enfoque en Latinoamérica.

Imax también ha estado peleando con un sistema rival de pantalla grande en China que depende de tecnología que le robó a Imax, según la firma estadouni-dense ha afirmado en varios tribunales.

Pero analistas dicen que, en gran me-dida, Imax no tiene nada de qué preocu-parse en Estados Unidos al menos hasta 2021, cuando muchos de sus contratos de arrendamiento comienzan a expirar y las cadenas deben decidir si renuevan u optan por su propia marca.

Las imprentas británicas sobreviven con cambios

Prejuicios de género sobre el liderazgo laboral

Pelea por las pantallasgrandes de cine

Las automotrices extranjeras ganan terreno en China

J. EMILIO FLORES PARA THE NEW YORK TIMES

Por GEORGI KANTCHEV

PETERBOROUGH, Inglaterra — Los esfuerzos de los ejecutivos de los medios impresos tradicionales por abrirse paso a tientas hacia el futuro di-gital han sido bien documentados. Pero ¿qué hay sobre los ejecutivos que están aún más estrechamente vinculados a las prensas: las personas que hacen funcionar las grandes imprentas?

Roy Kingston, de 55 años, presidente ejecutivo de Wyndeham, una compa-ñía privada en Peterborough que es una de las imprentas más grandes de Gran Bretaña y cuya cartera de clien-tes incluye a la edición británica de The Economist y la revista Men’s Health, ha sobrevivido para contar la historia, pero no todos en su industria han sido tan afortunados.

De muchas formas, el propio arte de la imprenta se ha vuelto digital. Las im-presoras láser con capacidad industrial permiten que grandes imprentas rea-licen tirajes pequeños, rápidos y ren-tables. Incluso las grandes máquinas offset de Wyndeham —que imprimen usando placas litográficas creadas a partir de archivos digitales— son tan automatizadas que un equipo de sólo unas doce personas las puede manejar.

“Éste ahora es un negocio casi sin personas”, dijo Kingston. “Hubo una época en que teníamos a 350 personas en esta planta. Ahora tenemos 114, pero la carga de trabajo ha aumentado más del doble”.

Los sobrevivientes de la industria si-guen a flote, en parte yendo más allá de los medios impresos a productos como la elaboración de etiquetas. Kingston citó un estudio sueco aplicado a clien-tes de supermercados que mostró que el precio a menudo es secundario a las etiquetas en las decisiones de compra de la gente.

Wyndeham ha desarrollado un pro-ducto que llama “emagine”, un tipo de software de administración de produc-tos que las compañías de medios pue-den utilizar para entregas impresas y en línea. También ha establecido una división para enfocarse en aplicacio-nes de medios en Internet.

La impresión digital también hace que sea factible para las tiendas impri-mir catálogos y publicidad dirigidos a las preferencias de compra de clientes individuales.

Kingston recordó que en los años 90, el taller de impresión tenía tres pren-sas que podían producir 20 mil ejem-plares de una publicación de 32 páginas en una hora. Hoy, dos máquinas son ca-paces de producir el triple de eso.

En 2001, la industria británica de las imprentas tenía unos 200 mil em-pleados. Hoy suman menos de 125 mil, según la Federación Británica de In-dustrias Impresas. La industria britá-nica de la impresión se ubica en quinto lugar, por ingresos, detrás de Estados Unidos, China, Japón y Alemania.

La industria global de la impresión, con ingresos estimados en 880 mil mi-llones de dólares el año pasado, crecerá alrededor de un 2 por ciento al año has-ta 2018, impulsada principalmente por países de mercados emergentes, según Smithers Pira, una firma de investiga-ción. China probablemente superará a Estados Unidos como el mercado más importante de la impresión este año,

indicó Smithers Pira, mientras que In-dia rebasará a Gran Bretaña para 2018.

Las imprentas europeas han pasado por un período particularmente difícil, debido a la economía de la región. Con su fuerza laboral fuertemente sindica-lizada, Gran Bretaña también es vul-nerable a la competencia.

Una medición general de la industria se pudo apreciar en Ipex, una conven-ción internacional de la industria de la impresión, organizada en el centro de exhibiciones ExCel, en Londres, en marzo. El evento de este año ocupó só-lo un 30 por ciento del espacio de exhi-bición que requirió en 2010, de acuerdo con la revista PrintWeek.

Kingston, que ha asistido a Ipex des-de los años 80, notó el cambio. “Una ex-hibición que hace apenas cuatro años te habría tomado un día recorrer, aho-ra puedes hacerlo en sólo una hora”, dijo. “Tu café ni siquiera se alcanza a enfriar”.

MARK RALSTON/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

Los automóviles extranjeros atraen a compradores en China por su calidad y mayor seguridad.

TOM JAMIESON PARA THE NEW YORK TIMES

En 2001, la industria de la imprenta en Gran Bretaña tenía 200 mil empleados. Hoy son menos de 125 mil.

Ha aumentado la popularidad de las salas de pantalla grande, pese a desencanto con las tres dimensiones.

El propio arte de la imprenta se ha vuelto digital y automatizado.

EN LÍNEA: FORD AVANZAAutomotrices de EE.UU. continúan su incursión en China: nytimes.com Busque ‘China’s foreign embrace’

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C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por NICK BILTON

El grafeno es el material más del-gado y fuerte que se conoce. Una forma de carbono, puede conducir la electricidad y el calor mejor que cualquier otra cosa. Y no sólo es el material más duro del mundo, sino también uno de los más flexibles.

De sólo un átomo de espesor, el grafeno podría transformar a la in-dustria electrónica, al hacer posible dispositivos flexibles, computadoras cuánticas con una gran carga, ropa electrónica y computadoras que pue-den hacer interfase con las células del cuerpo.

Aunque el material fue descubier-to hace una década, comenzó a lla-mar la atención en 2010, cuando dos físicos de la Universidad de Man-chester, en Inglaterra, recibieron el Premio Nobel por sus experimentos con él.

La Sociedad Química Estadouni-dense dijo en 2012 que se descubrió que el grafeno es 200 veces más fuer-te que el acero y tan delgado que 28 gramos de éste podrían cubrir 28 campos de fútbol americano.

“El grafeno es uno de los pocos materiales en el mundo que es trans-parente, conductor y flexible, todo al mismo tiempo”, explicó Aravind Vi-jayaraghavan, académico de la Uni-versidad de Manchester. “Es extre-madamente inusual encontrar todas estas propiedades juntas en un solo material”.

Los investigadores dicen que pron-to podremos crear electrónicos más delgados, más rápidos y más baratos que cualquier cosa hecha con silicio, y podrían ser transparentes y flexi-bles.

En 2011, investigadores de la Uni-versidad Northwestern, en Illinois, construyeron una batería con gra-feno y silicio, que podría llevar a un teléfono celular que “se mantuviera cargado más de una semana y se re-cargara en sólo quince minutos”.

En 2012, la Sociedad Química Esta-dounidense dijo que los avances en el grafeno conducen a electrónica que “podría hacer teléfonos celulares tan delgados como una hoja de papel”.

Vijayaraghavan está constru-yendo sensores de grafeno —inclu-yendo sensores de gas, biosensores y sensores de luz— que son mucho más pequeños que lo que se ha hecho antes.

Este mes, investigadores del Ins-tituto Avanzado de Tecnología Sam-sung, junto con la Universidad de Sungkyunkwan, en Corea del Sur, dijeron que Samsung ha descubier-to cómo crear grafeno de alta cali-dad en obleas de silicio, que podrían usarse para producir transistores de grafeno. Samsung dijo que estos avances significan que podría em-pezar a fabricar “pantallas flexi-bles, dispositivos vestibles y otros dispositivos electrónicos de última generación”.

Sebastian Anthony, reportero en Extreme Tech, dijo que el avance de Samsung podría terminar siendo el “santo grial de la producción comer-cial de grafeno”.

Los investigadores de IBM, Nokia y SanDisk han estado experimentan-do con el grafeno para crear senso-res, transistores y almacenamiento de memoria.

Otro aspecto fascinante del ma-terial es que se puede sumergir en líquidos sin oxidarse, a diferencia de otros materiales conductores.

Como resultado, dijo Vijayaragha-van, la investigación está conducien-do a experimentos donde la electróni-ca se puede integrar con los sistemas biológicos.

En otras palabras, uno podría tener un dispositivo de grafeno im-plantado que podría leer el sistema nervioso o hablar con las células.

Electrónicos podrían verse y sen-tirse como nada que haya existido antes.

Por ALAN SCHWARZ

Millones de niños son diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, y existe la preocupación de que la condición esté siendo tratada ex-cesivamente con medicamentos.

Pero ahora algunas figuras en el cam-po de la salud mental afirman haber identificado un nuevo trastorno que po-dría ampliar enormemente las filas de jóvenes tratados por problemas de aten-ción. Llamada tempo cognitivo lento, se dice que esta condición se caracteriza por letargo, soñar despierto y tardanza en el procesamiento mental.

Los expertos que presionan para que se realice mayor investigación del tem-po cognitivo lento dicen que va camino al reconocimiento como un trastorno le-gítimo y, como tal, es un candidato para tratamiento farmacológico.

La revista Journal of Abnormal Child Psychology dedicó 136 páginas de su edición de enero a estudios que descri-ben la enfermedad. El psicólogo Russell Barkley, de la Universidad Médica de Ca-

rolina del Sur, ha afirmado que el tempo cognitivo lento “se ha convertido en el nuevo trastorno de atención”.

Keith McBurnett, profesor de psiquia-tría en la Universidad de California, en San Francisco, dijo: “Cuando se empieza a hablar de cosas como el soñar despier-to, la divagación, ese tipo de comporta-mientos, alguien que tiene un hijo o una hija que hace esto en exceso, dice: ‘Yo sé de esto por experiencia’. Ellos saben de lo que estás hablando”.

No obstante, algunos expertos, inclu-yendo a McBurnett, dicen que no hay consenso sobre los síntomas del nuevo desorden, mucho menos validez científi-ca. Advierten que promover el concepto sin un rigor mucho más científico podría exponer a los niños a diagnósticos y me-dicamentos innecesarios: el tipo de pro-blemas que ya enfrenta el TDAH.

“Estamos viendo una moda en evolu-ción: así como el TDAH ha sido el diag-nóstico de moda durante quince años, éste es el comienzo de otro”, dijo Allen Frances, de la Universidad Duke, en Ca-

rolina del Norte. “Éste es un experimen-to de salud pública en millones de niños”.

Aunque el concepto de tempo cognitivo lento, o TCL, ha sido investigado desde la década de 1980, no ha sido reconocido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales utilizado por la Asociación Estadounidense de Psiquia-tría.

Steve S. Lee, profesor asociado de psi-cología en la Universidad de California, en Los Angeles, dijo que le preocupa el énfasis de la revista de psicología en el tempo cognitivo lento. Expresó su temor de que el TDAH ya ha aumentado hasta abarcar a demasiados niños con compor-tamientos juveniles comunes, o cuyos problemas se derivan de falta de sueño, problemas de aprendizaje diferentes u otras causas.

Aproximadamente dos tercios de los niños diagnosticados con TDAH toman diariamente medicamentos como Adde-rall o Concerta, que sofocan la impulsi-vidad severa y la falta de atención, pero también tienen riesgos de insomnio, su-

presión del apetito y, entre adolescentes y adultos, abuso o adicción.

“La parte científica en mí dice que ne-cesitamos buscar el conocimiento, pero sabemos que la gente empezará a decir que sus hijos lo padecen, y los médicos empezarán a diagnosticarlo y a recetar mucho antes de que sepamos si es real”, dijo Lee. “El TDAH se ha convertido en una cuestión de salud pública y social, y es justo cuestionar al TCL”.

EN LÍNEA: DE CARBONOEl grafeno es fuerte, delgado, conductor y flexible: nytimes.com Busque: ‘graphene’

Materialpodría transformar electrónicos

Pago a agricultorespor recibir a aves

Por JIM ROBBINS

WHEATLAND, California — El Va-lle Central alguna vez fue uno de los hábitats naturales más productivos de Norteamérica, una extensión de 725 kilómetros de longitud con arroyos ser-penteantes y humedales exuberantes que ofrecían una parada ideal para las aves de costa migratorias en sus viajes anuales desde Sudamérica y México al Ártico y de vuelta.

Pero agricultores e ingenieros domes-ticaron el valle hace mucho tiempo. De los humedales que existían antes de que se habitara el valle, cerca del 95 por cien-to ya no existe y el número de aves mi-gratorias ha disminuido drásticamente. Pero ahora una inusual alianza de con-servacionistas, observadores de aves y agricultores tiene un plan innovador pa-ra restaurar el hábitat esencial para las aves migratorias.

El programa, llamado BirdReturns, comienza con datos de eBird, un proyecto que pide a los observadores de aves que registren avistamientos en una app de ce-lular y envíen la información al Laborato-rio de Ornitología Cornell, en Nueva York.

Al procesar los datos del Valle Central, eBird puede generar mapas que mues-tran donde se congregan prácticamente todas las especies en los humedales res-tantes. Luego, al superponer esos mapas con tomas aéreas de las aguas superfi-ciales existentes, se puede determinar dónde es mayor la necesidad de hábitat de las aves.

El programa BirdReturns, financiado por The Nature Conservancy, entonces les paga a los agricultores de arroz que están en la trayectoria de vuelo de las aves para que mantengan sus campos inundados de agua de riego mientras lle-gan las aves.

La primera temporada del proyecto concluyó en marzo, cuando las aves se dirigieron al norte desde los campos re-cién inundados. Los investigadores dije-ron que todas las aves cuyos números se esperaba que mejoraran fueron vistas en humedales “temporales”. Esto ocurrió cuando el campo normalmente habría estado drenado. Los campos se inunda-rán nuevamente en el otoño del Hemis-ferio Norte para el viaje de regreso de las aves. Con el tiempo, los conservacionis-tas de BirdReturns esperan hacer que el número de aves de costa que se detienen en el Valle Central aumente de los 170 mil actuales a unos 400 mil.

BirdReturns es un ejemplo de un mo-vimiento creciente llamado ecología de reconciliación, en el que se administran los ecosistemas para incrementar la bio-diversidad.

También podría ser una solución ex-portable. La agricultura genera algunos de los problemas ecológicos más graves del mundo. Si BirdReturns funciona, podría ser un modelo de bajo costo para ajustar los paisajes agrícolas para satis-facer las necesidades de la vida silvestre.

La migración ocupa una gran cantidad de energía y es lo más arriesgado que ha-cen las aves. Cada enero, unas 20 especies de aves de costa y varias docenas de espe-cies de aves zancudas y acuáticas empie-zan a llegar al Valle Central en su arduo viaje hacia el norte. Muchas están oficial-mente en la categoría de “preocupantes”, sólo una por debajo de “amenazadas”.

Las aves de costa llegan a los humeda-les y vadean sobre sus patas entre varios centímetros de agua o relucientes loda-zales para encontrar gusanos, insectos, langostinos y caracoles con sus largos picos.

El Valle Central es el más desarrolla-

do de los paisajes que atraviesan. Hasta ahora, uno de los mayores problemas ha sido que, en febrero, en la cumbre de la migración, los agricultores de arroz de-jan que sus campos se sequen en prepa-ración para la siembra. “Cuando más lo necesitan, hay cada vez menos hábitat”, dijo Mark Reynolds, científico de Natu-re Conservancy que ayudó a diseñar el programa.

En 2012, Reynolds y Brian Sullivan, lí-der del proyecto eBird para el Laborato-rio de Ornitología Cornell, concibieron la idea de utilizar los datos de avistamiento para descubrir a dónde van las aves de costa. Ellos superpusieron esos datos en mapas de disponibilidad de agua en el Valle Central para determinar dónde era mayor la necesidad de humedales.

“Teníamos pocos datos de algunos lugares y sobre algunas especies, pero con eBird podemos cubrirlo todo”, dijo

Reynolds. “Es toda una nueva vista de la migración que no teníamos antes”.

Los biólogos esperan que el enfoque sea una solución para uno de los pro-blemas más apremiantes de la conser-vación. “Las aves migratorias son un enorme desafío”, dijo Reynolds. “Es una escala hemisférica y es temporal, y cada especie tiene una historia de vida dife-rente”. Pero agregó que si los resultados iniciales alentadores de BirdReturns en el Valle Central siguen, “se podrían crear hábitats a lo largo de toda la ruta migra-toria”.

En un día reciente de lluvia aquí, miles de correlimos pasaron por el cielo plomi-zo antes de posarse en un campo de arroz empapado. “Es muy emocionante”, dijo Reynolds. “Este programa nos permite ser estratégicos con poco dinero para la conservación. Eso nos da muchas espe-ranzas”.

FOTOGRAFÍAS POR DREW KELLY/THE NATURE CONSERVANCY

NICHOLAS PETRONE

El grafeno puede transformar a la industria electrónica.

JASON HENRY PARA THE NEW YORK TIMES

Keith McBurnett dijo que no hay consenso sobre los síntomas del llamado tempo cognitivo lento.

Debate científico sobre nuevo trastorno infantil

Implante cerebral pone fin a los ataques epilépticosPor CATHERINE SAINT LOUIS

ALEXANDRIA, New Hampshire — Durante la mayor parte de su vida, Ke-vin Ramsey ha sufrido ataques epilép-ticos que los medicamentos no pueden controlar.

Al menos una vez al mes, se desmaya-ba y se sacudia violentamente mientras estaba inconsciente, a veces lastimándo-se. Los ataques nocturnos lo dejaban ex-hausto al amanecer, con la lengua hecha un mar de sangre. Después de sufrir epi-sodios en el trabajo, tuvo que luchar para no perder su empleo. Conducir se volvió demasiado arriesgado. A los 28 años, ven-dió su camioneta y se mudó al cuarto de huéspedes de su madre.

Los casos de epilepsia intratable rara vez tienen finales felices, pero Ramsey ya no sufre ataques. Un nuevo disposi-tivo con pilas implantado en su cráneo, con cables conectados a su cerebro, mo-nitorea su actividad eléctrica y sofoca los ataques inminentes. Por la noche, acerca una especie de varita a su cabeza y descarga los datos de su cerebro a una computadora para que los médicos los analicen.

“Sigo teniendo ataques en el interior, pero mi estimulador los detiene todos”, dijo Ramsey, de 36 años, cuyas manos tiemblan debido a uno de los tres medi-camentos que aún tiene que tomar. “Pue-do ir a la tienda por mi cuenta y comprar

alimentos. Antes, no habría podido con-ducir”.

Aprobado por la Dirección de Alimen-tos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, el dispositivo llamado Sistema RNS busca mejorar las vidas de aquellos cuya epilepsia no se puede tratar con me-dicamentos o neurocirugía.

Cerca de 110 centros de epilepsia han iniciado los trámites para poder ofrecer-lo, dijo Martha J. Morrell, de NeuroPace, con sede en Mountain View, California.

Desafortunadamente, muchos docto-res no mandan a sus pacientes a estos

centros hasta que han pasado años, o incluso décadas, lidiando con su condición.

David M. Labiner, presidente de la Asocia-ción Nacional de Cen-tros de Epilepsia, dijo que el “tiempo de retra-so” entre el diagnóstico y la remisión a un centro integral “sigue siendo de hasta 20 años”. Otro obstáculo: El RNS cues-ta hasta 40 mil dólares, cifra que no incluye los 10 mil o 20 mil de la ci-rugía o las pruebas de diagnóstico. También hay que cambiar las pi-

las del dispositivo cada dos o tres años.Unos 2,3 millones de adultos estadou-

nidenses padecen epilepsia y en un tercio de ellos, las convulsiones no se controlan con medicamentos. La neurocirugía pue-de aliviar las convulsiones por completo, pero muchos pacientes no son candida-tos porque sus convulsiones empiezan en partes del cerebro que no se pueden extirpar, como las necesarias para el len-guaje o la memoria.

Sin opciones de tratamiento, la gente con epilepsia intratable por lo general tiene dificultades para conservar un em-

pleo o encontrar cónyuge. Pueden sufrir lesiones por caídas y quemaduras, y su tasa de mortalidad es dos a tres veces mayor que la de la población en general.

“Hay gente que está desesperada para que exista un nuevo tratamiento”, dijo Janice Buelow, de la Fundación para la Epilepsia.

La cirugía de implante requiere dos días de hospitalización.

Antes de activar un RNS, se deben detectar los patrones de los ataques de un paciente, un proceso que lleva meses. Después viene un período de prueba y error, cuando la intensidad de la estimu-lación se aumenta o disminuye o el núme-ro de pulsos se altera, para ver si el pa-ciente experimenta menos convulsiones.

El tratamiento de Ramsey ha tenido más éxito que la mayoría. Poco después de que su estimulador fue activado, sus ataques más intensos cesaron. Pero se necesitaron tres años de ajustes para de-tener otro tipo de ataque que hacía que él simplemente se quedara con la mirada fija.

Ramsey, quien vive por su cuenta, aún tiene problemas cognitivos. “Olvido los nombres de las personas todo el tiempo”, dijo.

Ahora espera otro resultado que le cambie la vida: “Encontrar a una joven muy agradable”, dijo. “Me gustaría tener un bebé para formar una familia”.

HERB SWANSON PARA THE NEW YORK TIMES

Kevin Ramsey descarga datos de un dispositivo en su cerebro que detiene los ataques epilépticos, lo que le permite conducir y vivir por su cuenta.

El programa BirdReturns

usa datos recopilados

vía una app de celular para determinar

dónde se necesita hábitat.

Aves migratorias en campos de cultivo

inundados, en California.

Page 7: El regreso de las antigüedades · ción se ha centrado en el acto de la repatria- ... sido sacados en secreto del ábside y domo de la iglesia de San Eufemiano, ... Pero agregó

R E T R AT O D E E S TA D O S U N I D O S

DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

CAROLINA DEL SURClemson

MICHIGANDetroit

CALIFORNIAParques Nacionales y Estatales de Secuoyas

IOWADeep River

Por PATRICIA LEIGH BROWN

PARQUES NACIONALES Y ESTA-TALES DE SECOYAS, California — Era una inusitada escena del crimen: un empinado sendero utilizado por osos que conduce a una antigua y tranquila

arboleda de seco-yas. Allí, taladores ilegales le habían propinado unos quince hachazos, una masacre con sierra eléctrica que había dejado ex-puesto el duramen

rojo intenso del árbol.Los ladrones que destazaron a éste y

otros gigantes arbóreos milenarios iban en busca de los lobanillos en los troncos, que son protuberancias o excrecencias en los árboles, valuadas por su madera con diseños intrincados. Aunque el robo de madera desde hace mucho tiempo ha plagado a las tierras públicas, una re-ciente serie de tala ilegal de lobanillos, 18 casos conocidos en el último año, ha obligado a las autoridades del parque a cerrar por las noches una carretera de casi trece kilómetros que atraviesa bos-ques primarios para desalentar a los de-lincuentes.

Aunque algunos lobanillos son peque-ños —perfectos para saleros y pimente-ros de recuerdo— otros son enormes y cada tajada puede venderse en cientos o miles de dólares.

Los taladores ilegales están motivados por una desaceleración en la economía local y costosos hábitos de consumo de metanfetamina, dijeron funcionarios del parque, y se han enfocado en lobanillos cada vez más grandes, usando tácticas cada vez más descaradas.

El año pasado, una secoya gigante que se calculaba tenía 400 años de edad fue talada por ladrones que querían tener ac-ceso a un lobanillo de 225 kilos a 18 metros de altura del suelo. Fue la primera vez que un árbol entero fue talado para remover un lobanillo, dijo Brett A. Silver, guarda-bosques supervisor del parque Estatal.

El parque, de 53.500 hectáreas y sitio perteneciente al Patrimonio de la Huma-nidad de la Unesco, alberga una porción significativa de las secoyas rojas vírge-nes que quedan en el planeta.

Los árboles prosperan sólo a lo largo

de una franja de terreno estrecha y satu-rada de niebla entre la frontera de Cali-fornia con Oregón y la región de Big Sur. La madera de lobanillo, con sus comple-jos patrones en remolino, es resultado del tejido de brote que no ha retoñado; el par-que lo describe como “un compartimento de almacenamiento del código genético del árbol progenitor”.

Las secoyas rojas de bosque primario se cuentan entre los organismos más te-naces del planeta, y algunos viven dos mil años o más. Al extraer un lobanillo se penetra la capa de cámbium vivo de un árbol, lo que puede debilitarlo y dejarlo

vulnerable a insectos y enfermedades.Los científicos consideran que los loba-

nillos son maravillas de la biodiversidad: las gigantescas excrecencias que se en-cuentran en lo alto del follaje son hábitats para moluscos, salamandras y otros or-ganismos.

Hoy, la paranoia es palpable en lugares como Orick, que está cerca de la entrada sur del parque y se promociona orgullo-samente como una “capital de la madera de lobanillo”.

Investigadores forestales han posado como compradores en lugares como Burl Bill’s, donde venden regalos hechos de secoya —relojes, osos y tajadas sin acaba-do— a precios de entre 500 y 700 dólares por pieza. “Todo aquí murió hace cientos de años”, aseguró Burl Bill, quien prefirió no dar su verdadero nombre.

Debido a que la tala ilegal suele ocurrir de noche y fuera de los senderos estable-cidos, atrapar a los ladrones en el acto es inusual, dijo Paul Gallegos, fiscal de dis-trito del condado de Humboldt.

La cultura local también juega un pa-pel en los robos. “La gente aún siente que tiene derecho a extraer recursos del bos-que para ganarse la vida”, dijo Gallegos.

Tras abrirse paso entre helechos hú-medos para llegar a una secoya gigante que había sido atacada, Jeff Denny, su-pervisor del sector de secoyas rojas del parque, observó que los gigantes en su territorio habían sobrevivido a relám-pagos, incendios, fuertes vientos y otros desastres naturales, pero los taladores ilegales con sierras eléctricas son algo totalmente distinto.

Dijo que los consumidores necesitan estar conscientes de la fuente de un lo-banillo y “hacer la pregunta difícil: ¿De dónde proviene?”.

Tradicional rodeo de patio amenaza con desaparecer

Incendios destruyen lienzo urbano de artista

Taladores ilegales atacan las secoyas

Chefs deciden si se mezclan armas con comidaPor KIM SEVERSON

CLEMSON, Carolina del Sur — Pete Matsko esperaba un poco de resisten-cia cuando puso un letrero prohibiendo la entrada con armas ocultas al Back-streets Pub & Grill, su bar de cerveza y

hamburguesas, en el pueblo universi-tario de Clemson. Pero en cuestión de semanas había reci-bido tantos ataques en Internet y llama-das telefónicas para

acosarlo que cambió su número y le pidió a la policía que abriera su correo.

Una nueva ley sobre la portación de ar-mas ocultas en Carolina del Sur convir-tió a su taberna en un campo de batalla a nivel nacional en las guerras culturales de Estados Unidos. Al igual que un cre-ciente número de propietarios de bares y restaurantes, Matsko descubrió que sus creencias políticas pueden importar más que la comida que vende.

El asunto tiene tanto que ver con un reflejo de las profundas brechas respec-to a problemáticas sociales como con el papel cambiante de los restaurantes y los chefs. El rehusarse a hornear un pastel

para una boda entre homosexuales, pe-dirle que una mujer no amamante a su bebé en público o tratar de evitar que un comensal lleve un arma puede conllevar serias implicaciones de negocios.

Algunos chefs famosos, como Ali-ce Waters, Marcus Samuelsson y Jean-Georges Vongerichten, aceptan su papel como activistas gastronómicos y actores políticos, alzando la voz y organi-zando eventos de recaudación de fondos.

Otros restaurantes contribuyen al debate social a través de fundaciones que pueden generar polémica. En 2012, Chick-fil-A se convirtió en un blanco de ataques luego de que reportes mostraron que su fundación donó millones de dóla-res a grupos que se oponen a los derechos de los homosexuales.

Los restaurantes ya no son sólo luga-res para comer, dijo Rich Harrill, de la Escuela de Administración de Hoteles, Restaurantes y Turismo en la Universi-dad del Sur de Carolina. Son sustitutos de la mesa de cena familiar y generan un foro comunitario.

“Es interesante que empezamos a ir a Starbucks para leer el periódico y tomar café juntos, y ahora tenemos debates so-bre armas allí”, dijo en referencia a una

declaración pública que hizo el año pasa-do Howard Schultz, presidente ejecuti-vo de Starbucks, en la que les pidió a los dueños de armas que no las porten en los establecimientos de la compañía.

En febrero, Carolina del Sur se unió a unos cuantos estados, en su mayoría en el sur de Estados Unidos, que dejan que la gente que tiene el permiso apropiado porte armas ocultas en bares y restau-rantes. Los clientes armados no pueden beber alcohol, y los restaurantes pueden poner un letrero que prohíba las armas.

En un estado con más de 230 mil permi-sos de portación de armas y una pobla-ción numerosa que creció con armas, la política recibió fuerte apoyo de muchos legisladores estatales.

Matsko, quien tiene dos revólveres, decidió colocar un cartel en su taberna prohibiendo la portación de armas. “Al-gunas noches está repleto de universita-rios que están bebiendo”, dijo. “No quiero que haya un arma presente”.

El letrero estuvo colocado aproxima-dament un mes antes de que estallaran las cosas, el 17 de marzo. Alguien subió una imagen del cartel a Twitter. También fue publicado en la página en Facebook de los Propietarios de Armas AR-15 de

Estados Unidos.Las reacciones en el sitio de reseñas

Yelp y en otros medios sociales cuestio-naban la devoción de Matsko a la Cons-titución estadounidense y la Segunda Enmienda, que garantiza el derecho a portar armas.

Algunos restauranteros aún tratan de decidir qué hacer. Uno de ellos es Sean Brock, un chef sureño con restaurantes en Carolina del Sur y Nashville. Él duer-me junto a una pistola 9 milímetros, pero no quiere que haya armas en sus restau-rantes Husk.

“Me parece un poco extraño que la gente crea que necesita tener un arma mientras se come una hamburguesa con queso”, dijo Brock.

Ya ha sentido la presión de algunos defensores de un control más estricto de las armas. La Organización Gun-Free Dining Tennessee, que se formó luego de que el estado promulgó una ley similar en 2009, mantiene una lista pública de res-taurantes e indica si ofrecen un entorno sin armas.

Ray Friedman, un profesor que creó la lista, le pidió a Brock que colocara un letrero prohibiendo las armas o de lo con-trario habría manifestaciones frente a

sus establecimientos.“Solidarizo con los propietarios de

restaurantes porque ellos no escogieron estar en medio de esto, pero es allí donde se libra la batalla”, dijo Friedman.

La intensidad de la interacción ha he-cho que Brock se dé cuenta de lo mucho que ha cambiado el papel del chef. “Hace 20 ó 30 años, eras simplemente un tipo que preparaba huevos benedictinos”, dijo.

Por JOHN ELIGON

DEEP RIVER, Iowa — El pequeño cubículo con paredes de pino es donde Sharon Widmer unta betún de choco-late sobre brownies y donde el aroma de su picante chile con carne calienta el aire.

Pero al asomar-se por la enorme ventana de este acogedor puesto de comidas, uno se da cuenta de que la escena es ruidosa. Caballos galopan

sobre una arena de tierra, vaqueros y vaqueras voltean cabras de espaldas y les atan las patas, y jinetes hacen pirue-tas con cuerdas por encima de la cabeza tratando de lazar becerros desbocados.

Widmer’s Rock ‘N Roll Arena, ubica-da en las planicies de la parte central de Iowa, representa una variedad en vías de extinción del rodeo en este y otros estados, uno que se realiza en el patio de una casa familiar.

Hay muchos eventos pequeños de rodeo en regiones rurales de todo Es-tados Unidos, pero los rodeos de patio, como el que se realiza en el rancho de los Widmer, se distinguen por una mezcla de competencia y camaradería. Aquí, el encanto de beber cho-colate caliente mientras se conversa de manera amigable es tan impor-tante como la rapidez con que alguien puede lazar un becerro.

Los entusiastas del ro-deo en Iowa dicen recor-dar una época en que no tenían que manejar muy lejos para encontrar a un vecino que estuviera rea-lizando un rodeo. Pero a medida que ha aumenta-do el costo del ganado y del alimento y que las preocupaciones de responsabi-lidad civil han hecho que un seguro sea necesario para los organizadores de rodeos caseros, muchas personas han cerrado las operaciones de sus patios debido al gasto.

Después de más de dos décadas de organizar rodeos en su granja en la región este-central de Iowa, Wayne Fisher cerró su operación hace unos tres años. El número de participantes comenzó a disminuir: en los años 90, aproximadamente 50 jinetes de toros participaban en cada evento; esa cifra se desplomó a unos quince en los últi-mos años de su rodeo.

“Es triste”, dijo Fisher, de 44 años. “Les enseña a los niños muchas cosas.

No sólo rodeo, sino camaradería. Todo el mundo compite. Se forman muchas amistades”.

La arena bajo techo de 1. 800 metros cuadrados, cuya construcción les costó 200 mil dólares a Widmer y su esposo, Neil, recibe principalmente a compe-tidores menores de edad. Muchos de ellos necesitan ayuda para subirse a las sillas de montar.

Los rodeos de patio, que tienen ta-rifas de entrada más bajas y menores premios en efectivo que las competen-cias más formales, con frecuencia son una introducción infantil al deporte. Son de baja presión, pero les permiten a los participantes experimentar el suspenso de una competencia.

“Permite que los niños aprendan y agudicen sus habilidades”, dijo Clay Snakenberg, de quince años, un estu-

diante de primer año de preparatoria de Ottumwa, Iowa, quien compite en lazo de becerros. “Si participaran en un evento del circuito formal, lo más probable es que se desalentarían y lo abandonarían”.

Justo al este del rancho de los Wid-mer se encuentran la Arena Sandburr, en Lisbon, Iowa, donde Tim Moore y su familia han organizado rodeos al aire libre en su propiedad desde 2010. Los Widmer y los Moore figuran entre las últimas familias conocidas de Iowa que organizan rodeos en sus casas.

Los Widmer construyeron su arena cerrada en 2006 para darle a la gente un lugar para mantener sus habilida-des de rodeo en buen nivel durante el invierno.

Por MONICA DAVEY

DETROIT — Una tenue nube de hu-mo aún se levantaba en el aire helado de Detroit, aunque todo lo que quedaba del edificio eran sus cimientos carbonizados, ahora delimitados con cinta amarilla de la

policía. La aparen-temente intermina-ble reserva de edi-ficios abandonados de la ciudad ha sido blanco de incendios premeditados du-rante muchísimo

tiempo, pero esta casa era diferente.Había estado cubierta con animales de

peluche. Docenas de criaturas descolori-das estaban pegadas a sus paredes exte-riores. Un panda colgaba cerca del techo, mientras que un Mickey Mouse miraba desde una ventana.

Para Tyree Guyton, un artista que cre-ció aquí, en el lado este de la ciudad, la ca-sa vacía era un lienzo, al igual que el ve-

cindario. Durante casi 30 años, Guyton convirtió casas y lotes principalmente baldíos cerca de la calle Heidelberg en lo que él considera una instalación artísti-ca de casas cubiertas con puntos o núme-ros, rostros pintados en veredas y toda la evidencia de vida dejada atrás: muñecas, televisores, bicicletas oxidadas, discos, autos, zapatos insertados en una cerca y un árbol lleno de relojes desechados.

Pero lo que comenzó como la respuesta de un hombre al deterioro urbano hoy es víctima de esas mismas fuerzas.

Desde mayo, nueve incendios han que-mado partes de obras de Guyton, conoci-das como el Proyecto Heidelberg. Seis de diez casas han sido destruidas.

El Proyecto Heidelberg, que Guyton comenzó en 1986, siempre ha provoca-do opiniones encontradas e intensas. A algunas personas les encantaron las obras, que emergen discordantemente con estallidos de color y una sensación de Pop Art, y las consideraron significati-vas. Otros las calificaron de basura, que imposibilita que un vecindario en proble-mas mejore de una manera más común.

Dos veces, en 1991 y de nuevo en 1999, autoridades municipales demolieron porciones de la instalación. Cada vez, Guyton volvió a empezar.

“Tuve una revelación”, dijo acerca de los primeros días. “Vi esto”.

Los visitantes llegan desde ciudades distantes, con cámara en mano, y reco-rren una calle que nunca verían si no fue-ra por las creaciones de Guyton. La ope-ración tiene su personal y una oficina pa-ra una organización sin fines de lucro del Proyecto Heidelberg, que ahora es dueño de muchas de las casas que son parte de

la obra. (El proyecto es financiado con subvenciones y donaciones). Reporta que 275 mil personas lo visitan al año, lo que lo convierte en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

“Heidelberg siempre ha estado en evo-

lución”, dijo Guyton. “Siempre dije que hay que usar lo que uno tiene tenga, ob-jetos desechados, y es lo mismo con esas estructuras que quedaron reducidas a cenizas. Voy a usarlas para crear algo más grande. Eso lo veo. Lo creo”.

MIKE BELLEME PARA THE NEW YORK TIMES

Dueños de tabernas, como Pete Matsko, dicen que sus creencias políticas importan.

FOTOGRAFÍAS POR JIM WILSON/THE NEW YORK TIMES

KC MCGINNIS

Las competencias en patios introducen a los niños al rodeo en un ambiente amistoso.

Brett A. Silver, un

guarda-bosques, con un lobanillo

de secoya de 225

kilos talado ilegalmente.

Son avaluados por

sus diseños y se venden en miles de

dólares.

FABRIZIO COSTANTINI PARA THE NEW YORK TIMES

Tyree Guyton convierte casas y lotes vacíos en proyectos artísticos en Detroit, pero nueve incendios han destruido parte de su obra.

EN LÍNEA: EVENTO CASEROVideo de vaqueras y suertes a caballo: nytimes.com Busque: ‘Sandburr Arena’

EN LÍNEA: CREA CON DESECHOSEpifanía de un artista sobre lo que algu-nos ven como basura:nytimes.com Busque ‘Guyton’

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A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 27 DE ABRIL DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

¿Y si Charles y Kate conspiraran por el trono?

Documentales muestran a Ucrania en víspera del caos

Fusión de Oriente y Occidente

Dudas sobre adiciones a Salón del Rock

Por TOM ROSTON

En julio de 2010, ucranianos jóvenes y felices llenaron la Plaza de la Indepen-dencia, en Kiev, para presenciar el con-cierto de una “drag queen” que cantaba canciones con ritmos techno.

“Fue muy primer mundista y cosmo-polita. Sólo podría estar sucediendo en un país en paz”, dijo Jessica Oreck, direc-tora de documentales estadounidense que estaba filmando allí. “No era París, pero no se sentía como un país a punto de hacerse pedazos”.

En los últimos años, Ucrania atrajo a documentalistas en busca de contar his-torias diferentes, incluyendo el ensayo visual de Oreck sobre la historia, el mie-do y la narración de cuentos, “The Van-quishing of the Witch Baba Yaga” (La derrota de la bruja Baba Yaga), y relatos más directos como “Love Me” (Ámame), sobre novias por correo; “The Theory of Happiness” (La teoría de la felicidad), que

investiga una comuna utópica; y “Ukrai-ne Is Not a Brothel” (Ucrania no es un bur-del), de Kitty Green, que sigue a un grupo activista feminista.

Estos documentales están empezando a entrar al circuito de festivales de cine, en una oleada que indica que “los documen-talistas son muy intuitivos”, dijo Charlotte Cook, directora de programación del festi-val Hot Docs, de Toronto. “Son buenos pa-ra percibir no sólo las historias que están sucediendo, sino las que van a suceder”.

“La belleza del documental es que da contexto”, dijo. “A través de estas histo-rias se obtiene un entendimiento de cómo es la gente y el país en realidad”.

Se ha vuelto una creencia común que sería difícil encontrar un rincón del pla-neta que no tenga un documentalista hurgando. Parece lógico, entonces, que muchos de los pequeños pasos hacia los grandes acontecimientos de la historia sean cada vez más capturados en pelícu-

la. En Ucrania, estos cineastas estaban en la escena antes de la crisis actual y la incursión rusa.

“Había algo burbujeado bajo la super-ficie”, dijo Oreck. “Según el folclor eslavo, cosas malas pueden pasar en los umbra-les, como despertar, estar borracho o es-tar adentro y afuera. La propia Ucrania es uno de esos umbrales, entre Oriente y

Occidente”.A Gregory Gan, director de “The

Theory of Happiness”, no le sorprendió la situación política actual. Gan, quien vive en Canadá pero es originario de Rusia, ha estudiado comunidades alternativas que han surgido desde la disolución de la Unión Soviética. “Después del colapso, la gente se sentía perdida”, dijo el director.

En la película de Gan, él se une a un colectivo llamado Portos (Asociación poética para el desarrollo de una teoría de la felicidad Universal), y describe sus intentos por mejorar el mundo a través de medios dudosos. “El surgimiento de este tipo de comunidades indica una cri-sis social”, dijo Gan.

Pero él, al igual que otros directores entrevistados para este artículo, prefirió no trazar líneas directas entre sus pelí-culas y la reciente agitación en Ucrania.

Green dijo que su responsabilidad no es reportar los acontecimientos, sino contar una historia. “Mi película es una serie de retratos íntimos”, dijo la cineasta.

Oreck dijo que los medios de comunica-ción retratan “lo que está sucediendo en Ucrania como blanco y negro”, dijo. “Pe-ro rara vez lo es. Un documental puede ser sobre el área gris”.

Ninguno de los directores dijo que va a actualizar sus documentales con nuevas escenas o referencias a hechos recientes. Los momentos, emociones y vidas captu-rados en sus películas no se pueden redu-cir a marcadores en una línea de tiempo.

“Mi película no es sobre temas actua-les”, dijo Oreck. “Quiero que se mantenga en el espacio de ser una aventura de cual-quier momento”.

Por ROBERT ITO

LOS ÁNGELES — Durante su apogeo en la década de los 40, el Forbidden City, en San Francisco, se promocionaba co-mo “el club nocturno chino más famoso del mundo”. Un portero con levita recibía a los visitantes afuera y los conducía al fastuoso interior del club, con sus elabo-rados gobelinos y camareros vistiendo cuello mandarín. En el quiosco había un gran Buda de oro observando al público, que con frecuencia incluía a celebridades como Bob Hope, Rita Hayworth y Lau-ren Bacall.

Pero una vez que empezaba el show, los clientes en busca de entretenimiento exótico encontraban a artistas jóvenes, en su mayoría estadounidenses de ori-gen chino bailando al estilo charleston y el shim sham. Larry Ching (“el Frank Si-natra chino”) y Toy Yat Mar (“la Sophie Tucker china”) cantaban las melodías pop más recientes y clásicos de Broad-way, respaldados por una banda de seis instrumentos. Otros artistas resaltaban la desconexión entre las expectativas del público y la realidad, al iniciar sus actos vestidos con ropas chinas antes de des-pojarse de ellas para mostrar atuendos de coristas.

El cineasta Arthur Dong, quien cre-ció en el barrio chino de San Francisco durante los 60, recordó haber pasado caminando frente al otrora grandioso Forbidden City cuando era niño. El lugar, concebido por el propietario y empresa-rio Charlie Low, se había convertido para entonces en un club de desnudistas. Pero el club, que cerró en 1970, todavía tenía fotografías en blanco y negro de aquellos días de gloria colocadas afuera. Dong nunca había visto algo así antes: baila-rines y cantantes y coristas, usando ves-tidos de tafetán y trajes elegantes, todos asiáticos.

Inspirado por esos recuerdos de la in-fancia, Dong escribió “Forbidden City, USA: Chinese American Nightclubs, 1936-1970”. Dong, cuya galardonada tri-logía de documentales sobre la discrimi-nación contra los homosexuales incluye “Coming Out Under Fire”, comenzó a in-vestigar los clubes mientras trabajaba en su documental de 1989 “Forbidden City, U.S.A.”

“Me encanta la era de las grandes bandas y me encantan los musicales de Busby Berkeley”, dijo. “Y el hecho de que chinos-estadounidenses hicieran esto lo hacía todavía mucho más emocionante”.

A medida que Dong se reunió con los artistas y vio sus álbumes de recortes, su colección de recuerdos comenzó a crecer. Encontró cajas de fósforos ador-nados con bailarinas (las Wongettes) y dragones, y artículos de revistas que describían a las “fascinantes asiáticas” que trabajaban en los clubes.

Dong, de 60 años, mantiene sus hallaz-gos en fundas de plástico dentro de car-petas cuidadosamente marcadas. Du-

rante tres décadas, ha acumulado lo que podría ser la mayor colección del mundo de recuerdos de los clubes nocturnos chi-nos, más de mil piezas en total.

Dong descubrió siete clubes nocturnos en San Francisco, así como un solitario local en Nueva York, el China Doll. Pro-piedad de Tom Ball, el China Doll resaltó el ángulo asiático de maneras nunca an-tes vistas en los clubes de San Francisco, todos propiedad de chinos. Dong tam-bién descubrió que muchos de los artis-tas en estos cabarets no eran realmente chinos. Muchos eran de origen japonés.

Coby Yee era una bailarina estrella en el Forbidden City cuando su familia com-pró el lugar de Charlie Low en 1962. “Yo salía en una bata tipo oriental, luego me la quitaba y llevaba un pequeño traje de

samba debajo”, dijo en una entrevista te-lefónica. “Entonces bailaba samba”.

Promocionada en ese entonces como “la Gypsy Rose Lee china”, Yee se des-prendía de tres o cuatro vestuarios, cada capa ingeniosamente colocada una sobre otra sobre sus 44 kilos de peso, antes del final del espectáculo.

Dong entiende muy bien que lugares como el Forbidden City eran producto de una época más racista: Los clubes esta-ban llenos porque los clientes por lo gene-ral veían a los chinos como una especie de curiosidad exótica.

“Pero también estaban las personas que luchaban contra eso”, dijo. “Decían: ‘Yo no soy solamente ópera china o kung fu. Yo soy esto, porque ésta es la cultura donde nací. Ésta es la cultura que amo”.

Por STEPHEN HEYMAN

LONDRES — La Reina ha muerto. Charles disuelve el Parlamento y coloca un tanque afuera del Palacio de Bucking-ham. Mientras el Príncipe William titu-bea, su esposa Kate, de temple de acero, organiza un golpe de palacio para salvar la monarquía y evitar una guerra.

Así es la audaz trama de “King Charles III”, una nueva obra de Mike Bartlett que se estrenó en el Teatro Almeida.

El crítico del periódico The New Sta-tesman la denominó la “obra más audaz y provocativa sobre la familia real en la historia teatral británica”, y añadió: “Si el Lord Chamberlain todavía controlara el escenario, Bartlett estaría en la Torre (de Londres)”, en referencia al funciona-

rio real que tuvo el poder de censurar las obras hasta 1968.

Los anuncios de la obra que muestran al verdadero príncipe Charles vestido para su coronación fueron prohibidos en el Metro de Londres hasta que la imagen de la cara del príncipe apareciera muy pixelada. La mayoría de los boletos se han vendido.

Inspirada en las historias de Shakes-peare, pero ambientada en el futuro cer-cano, la obra explora lo que podría ocu-rrir si un monarca se negara a cumplir la voluntad del Parlamento. En el proceso, Bartlett imagina el funeral de la Reina Elizabeth; Diana, Princesa de Gales, co-mo un fantasma; y al príncipe Harry hu-yendo con una estudiante de arte. Mitad

fantasía, mitad comedia, “King Charles III” aún busca ser una indagación seria sobre el papel que tiene la monarquía en Gran Bretaña.

“Aquí tenemos dos cosas que son cen-trales para el ADN de este país: Shakes-peare y la familia real”, dijo Rupert Goold, director de la obra.

Bartlett, de 33 años, dijo que siempre ha sentido fascinación por la complicada atracción gravitacional que la monarquía ejerce sobre la vida pública y privada en Gran Bretaña. “Cuando murió Diana, la respuesta del pueblo británico fue tan sorprendente, y lo mismo con la boda de William y Kate”, dijo. “De repente, todas estas personas increíblemente inteligen-tes y sofisticadas se convierten en cam-

pesinos deliberados, y no lo digo en forma crítica”.

La acción de la obra empieza cuando Carlos (Tim Pigott-Smith) se niega a fir-mar una ley de privacidad aprobada por el

Parlamento que restringiría parcialmen-te la libertad de prensa. Reafirmando el poder real, Charles dice que el pueblo bri-tánico posee un vínculo con la corona que es más fuerte que su mero apego de 500 años a la democracia.

Bartlett y Goold dijeron estar sorpren-didos por la forma en que algunos críticos describieron a Kate (Lydia Wilson) como “venenosamente ambiciosa” o “intrigan-te”.

“Ella no es más intrigante que muchos de los hombres en la obra”, dijo Bartlett. “Pero cuando tienes a una mujer podero-sa e inteligente, que no es de sangre real en una obra como ésta, todo el mundo dice de inmediato: ‘¡Ah, es Lady Macbeth!’”.

Por LARRY ROHTER

Al principio era obvio quién debía ser incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Elvis Presley, Chuck Berry, Ray Charles, los Beatles, los Rolling Stones, Little Richard, James Brown, Bob Dylan: todos eran gigantes cuya selección nadie podía discutir.

Pero tras 30 años de la música popu-lar fragmentándose en más y más gé-neros, las selecciones ya no son tan evi-dentes, una situación que ha originado un debate generacional y estilístico ca-da vez más intenso sobre los nombra-mientos y el proceso. Al mismo tiempo, un eterno argumento estético sobre el peso relativo de la popularidad con res-pecto a la excelencia musical también parece estarse intensificando. En am-bos casos, el problema es básicamente éste: ¿Existe un canon? Y, de ser así, ¿quién pertenece a él y quién decide?

Los honrados este año, que fueron entronizados el 10 de abril, encarnan todas esas controversias. Después de años de rechazo, Kiss, la banda de glam rock de los años 70, finalmente consi-guió entrar. Igualmente lo hicieron Nirvana, Peter Gabriel, Linda Rons-tadt, Cat Stevens y Hall & Oates.

Pero los pioneros del rap N.W.A. fueron ignorados, una omisión que dio lugar a una andanada de quejas de crí-ticos más jóvenes y fans del hip-hop.

El proceso de selección para el Salón de la Fama, que está en Cleveland, es poco transparente para evitar el tipo de cabildeo que ha inundado a los Ós-cares. Pero en entrevistas, los involu-crados en las deliberaciones dejaron entrever algunos detalles del proceso.

“No estamos viendo principalmente criterios estadísticos”, dijo Jon Lan-dau, presidente del comité de nomina-ciones. “No se trata de cuántos boletos o discos vendiste o cuántos Grammys ganaste. Nos damos cuenta de que es-tamos en una zona muy subjetiva”.

La membresía en el Salón es princi-palmente una cuestión de prestigio, pe-ro el ingreso por lo general lleva a más ventas de discos, puede revivir una ca-rrera moribunda y en algunos casos ha hecho que bandas se vuelvan a reunir para salir de gira.

Los nuevos miembros son elegidos en un proceso de dos etapas, que co-mienza con un comité de nominaciones de unos 35 miembros, compuesto por críticos, músicos, ejecutivos de disque-ras y representantes. Tras elegir a una docena de candidatos, un grupo de más de 600 votantes hace lo suyo. Los cin-co o seis con el mayor número de votos emergen como homenajeados.

Sin embargo, algunos miembros del comité de nominaciones hablan de una creciente desconexión entre los gru-pos. “Para empezar, hay una división muy básica entre nosotros y los miem-bros votantes, y el público”, dijo uno de los miembros del comité, hablando a condición de anonimato. “Creo que tenemos una mentalidad más abierta y vanguardista que los miembros vo-tantes, que tienden a ser más conser-vadores”.

En años recientes, la Fundación del

Salón de la Fama ha tratado de llevar más diversidad al comité de nomina-ciones mientras mantiene los números en un tamaño manejable. Se ha invita-do a personas más jóvenes a unirse, y ha crecido el número de miembros de distintas razas y mujeres. El cuerpo elector también se ha hecho más di-verso: un voto se le da a los fans, como resultado de una encuesta en Internet.

Otra innovación reciente ha sido la creación de subcomités especiales para examinar y abogar por géneros espe-cíficos que el Salón ha sido acusado de ignorar. El hip-hop entra en esa catego-ría, al igual que el rock progresivo y el heavy metal.

Incluso con su propia banda final-mente adentro, Gene Simmons, líder de Kiss, no pudo resistir la tentación de criticar el proceso de selección. “Si no tocas la guitarra y no escribes tus pro-pias canciones, no perteneces ahí”, di-jo. Y agregó: “¿Tienes a Grandmaster Flash en el Salón de la Fama del Rock and Roll? ¿A Run-D.M.C. en el Salón de

la Fama del Rock and Roll? Me estás matando. Eso no quiere decir que no sean buenos artistas, pero no tocan la guitarra. Ni siquiera cantan”.

A futuro, los intérpretes de rap po-drían beneficiarse de la adición de miembros más conocedores y simpati-zantes en los comités. Asimismo, pues-to que los artistas se vuelven elegibles 25 años después de su primer lanza-miento comercial, dijo Joel Peresman, presidente de la Fundación del Salón de la Fama del Rock and Roll, “el hip-hop es relativamente nuevo para nosotros, y algunos artistas entrarán a medida que se vuelvan elegibles”.

Un partidario del hip-hop en el co-mité de nominaciones concordó con esta evaluación, diciendo: “Algunos de nuestros muchachos están entran-do. Estamos en el juego, estamos en el debate”.

“Esto no es física newtoniana. No es como si cada acción tiene una reacción igual y opuesta. Esto es algo emocional y a veces incuantificable”, dijo Peres-man.

GREGORY GAN

Muchos documentalistas filmaron en Ucrania antes de la crisis actual. Miembros de Portos en “The Theory of Happiness”, de Gregory Gan.

BRITTA PEDERSEN/EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY

Pocos críticos admiraban a Paul Stanley y Kiss, pero ingresó al Salón de la Fama del Rock.

JOHAN PERSSON

IZQUIERDA Y ABAJO, EMILY BERL PARA THE NEW YORK TIMES; ARRIBA, COLECCIÓN ARTHUR DONG

Arthur Dong ha hecho una crónica de un mundo que incluía a artistas como Larry Ching, en el club Forbidden City en San Francisco, y las Wongettes.

Tim Pigott-Smith protagoniza “King Charles III”, que produce gran revuelo en Londres.