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EL RELATO DE VIOLENCIA COMO CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA ESCRITA
DE LOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS DEL TERRITORIO BARÍ
MARÍA PAULA QUINTERO CARRASCAL
20131160103
Trabajo monográfico presentado para optar al título de Licenciada en Educación Básica
con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS
EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
2018
EL RELATO DE VIOLENCIA COMO CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA ESCRITA
DE LOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS DEL TERRITORIO BARÍ
MARÍA PAULA QUINTERO CARRASCAL
20131160103
Trabajo monográfico presentado para optar al título de Licenciada en
Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Directora
MARGOTH GUZMAN MUNAR
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS
EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
2018
RICARDO GARCÍA DUARTE
Rector (e) de la Universidad
WILLIAM FERNANDO CASTRILLÓN CARDONA
Vicerrector académico de la Universidad
CECILIA RINCÓN VERDUGO
Decana de la Facultad de Ciencias y Educación
IRMA ARIZA PEÑA
Secretaria académica Facultad de Ciencias y Educación
RUBÉN MUÑOZ FERNÁNDEZ
Director del Proyecto Curricular Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en
Humanidades y Lengua Castellana
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS
EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
2018
NOTA DE ACEPTACIÓN
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
______________________________________
Firma del jurado
________________________________
Firma del director (a)
Bogotá, Colombia febrero de 2018
Dedicado a los Barí y a los campesinos del Catatumbo
por enseñarme a defender en unidad el territorio
donde habita mi historia.
Agradecimientos
A los Barí por darme la oportunidad de escuchar su historia de lucha ante las
adversidades que por siglos han tenido que vivir, por enseñarme a apreciar y a cuidar la
naturaleza de la que soy parte y por permitirme oír su canto de resistencia.
A los campesinos del Catatumbo por posibilitarme descubrir, a través de sus relatos, mi
propia historia, por enseñarme el arraigo a la tierra y por mostrarme la importancia de recordar
siempre de dónde somos y por qué luchar.
Al Comité de Integración Social del Catatumbo por su apoyo constante durante el
proyecto de investigación y por enseñarme a defender el territorio del que somos parte.
A mi tutora y maestra Margoth Guzmán por su guía constante, por su tiempo,
dedicación y paciencia aún cuando necesitaba un merecido descanso, por su sabiduría y
exigencia, y sobre todo, por creer en mí y en todo lo que representa este proyecto.
A la Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana por brindarme un crecimiento
no solo académico sino también personal, no soy la misma de hace cinco años.
A mi padre por ser mi inspiración, mi madre por ser mi fiel bastón en la vida, mis
hermanos y amigos por su apoyo, motivación y amor, y por enseñarme a creer en mí en tiempos
difíciles.
A mí querido compañero, Milo Contreras, por acompañarme a descubrir las historias
del territorio barí, por sus valiosas enseñanzas, por las experiencias vividas, su apoyo y amor.
¿Sueñan las mariposas con volverse de plomo?
Si mi vida es solo un día
Y mis sueños,
Eternidad.
¿Sueñan las mariposas con volverse de plomo?
Si la muerte cerca está
Y el gatillo hace sonar,
¿Sueñan las mariposas con volverse de plomo?
¿Y si mi muerte es una más
Del camino de la aversión?
Y mi alma andando va
Al sepulcro entre sollozos.
Con banderas que se alzan
Se agitan,
Descansan.
Luego de una y mil noches de guerra,
Alcanzan los cielos
Y visten mis alas.
Por una voz,
Una palabra,
Un sueño que alcanzar.
La grandeza de mi anhelo,
Sobre el campo
Iniciará.
No culpes a nadie,
Por tu pesar.
Sueña que eres de plomo
Y que el destino te hizo volar.
Que se posó sobre ti,
Y la muerte te hizo dar.
Que tus ideas soñadoras
Fieles a tu volar.
Luego de un fuerte sonido,
En silencio quedaron ya.
Pero agita el viento,
¡Vuela!, ¡vuela!, ¡vuela!
Antes que el plomo extinga
Tus sueños a conquistar.
Me dijeron una noche,
Fría y tempestuosa,
Que no soy de plomo,
Tampoco de cristal.
Son mis alas
Un grito sordo,
Que no quiere callar jamás.
Si mi vida es solo un día
Y mis sueños,
Eternidad.
¿Sueñan las mariposas con volverse de plomo?
Si la muerte cerca está
Y el gatillo hace sonar,
¿Sueñan las mariposas con volverse de plomo?
María Paula Quintero C.
RESUMEN
El trabajo de grado titulado EL RELATO DE VIOLENCIA COMO CONSTRUCCIÓN DE
LA MEMORIA ESCRITA DE LOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS DEL TERRITORIO BARÍ es un
proyecto de investigación realizado en calidad de Monografía, en el marco de la Licenciatura en
Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana, según los lineamientos del
Acuerdo N° 038 de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
La investigación en cuestión, se inscribe en virtud de la memoria colectiva de una de las
regiones que ha querido compartir sus narraciones de violencia, el territorio barí en el Catatumbo,
Norte de Santander, lugar que desea ser escuchado a través de las voces que vivenciaron las
afectaciones colectivas de la violencia y que ahora, esperan crecer en un territorio de paz. Por
ende, con el ánimo de contribuir a la memoria escrita de los pobladores de la región, se orientó la
investigación hacia la memoria construida a través del lenguaje escrito –crónicas– para afianzar
la historia y la identidad cultural de los pobladores –indígenas y campesinos– del territorio barí.
La violencia, basados en Hannah Arendt (1969) quien afirmó que, “Cualquiera que busque algún
tipo de sentido en los relatos del pasado, está casi obligado a ver a la violencia como un hecho
marginal”, es un hecho que, como docentes, debe obligarnos a pensarnos la realidad y formar
humanamente.
En este proyecto se ha tomado, especialmente, la pedagogía de la lengua como
herramienta que posibilitó, en este caso específico, la construcción de la memoria colectiva que, a
través de la escritura, garantiza la pervivencia de los valores e identidades de las comunidades;
entendiendo la identidad no como ‘lo dado’, sino como una construcción social de la realidad
(Hall, 1997). Las siguientes palabras, son un esbozo del trabajo de grado realizado durante dos
años, con los pobladores del territorio barí.
PALABRAS CLAVE:
Memoria, violencia, relato, educación, identidad e historia.
ABSTRACT
The degree work tituled THE VIOLENCE STORY AS A CONSTRUCTION OF THE
WRITTEN MEMORY OF NATIVES AND PEASANTS OF THE BARI TERRITORY in an
investigation project made in quality of monograph, in the framework of the Bachelor in Basic
Education with Emphasis in Humanities and Spanish Language, according to the agreement's
guidelines No. 38 of the District University Francisco José de Caldas.
The investigation in question is registered under of the collective memory of one of the
regions that has wanted share their narrative stories about violence, the Bari territory in
Catatumbo, Norte de Santander, place that want be heard through the voices who lived collective
effects of violence and now, they hope grow up in a peaceful territory. Thus, with the intention of
contributing to the settlers written memory, the investigation was oriented to the built memory
through the written language, chronicle, to secure the history and the settlers culture identity,
natives and peasants of Bari territory.
Violence, based in Hannah Arendt (1969) who claimed that, “Anyone who look some
kind of sense in the past stories, be almost bound to see the violence like a marginal fact”, is a
fact that, like teachers, it must obligate us to think the reality and educate humanly.
In this Project has been taken, especially, the language pedagogy like a tool that made
possible, in this specific case, the collective memory construction that, through the written,
guarantees the survival of communities values and identities; understanding the identity not as
“given”, but like a social reality construction (Hall, 1997). The following words are a work
outline made during two years with the settlers of Bari territory.
KEYWORDS:
Memory, violence, story, education, identity and history.
RESUMEN ANALÍTICO EJECUTIVO
TÍTULO “EL RELATO DE VIOLENCIA COMO CONSTRUCCIÓN
DE LA MEMORIA ESCRITA DE LOS INDÍGENAS Y
CAMPESINOS DEL TERRITORIO BARÍ”
PUBLICACIÓN Colombia: Bogotá. Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, 2018.
PALABRAS CLAVE Memoria, violencia, relato, educación, identidad e historia.
1. AUTORES Quintero Carrascal, María Paula.
2. TIPO DE
DOCUMENTO
Trabajo de grado.
3. ASUNTO
INVESTIGADO
Generar un marco de reflexión pedagógica desde los relatos de
violencia de indígenas y campesinos para la construcción de su
memoria colectiva y el afianzamiento de su identidad e historia.
3.1. TEMAS Violencia, memoria, pedagogía, relato, historia, identidad, Otro,
indígenas, campesinos y territorio barí.
3.2. SUBTEMAS Etnocidio, homicidio, persecución, destierro, represión y
negación de derechos.
3.3. PROBLEMA ¿Qué implicaciones pedagógicas sugieren los relatos de
violencia de campesinos e indígenas del territorio barí para la
construcción de su memoria colectiva y el afianzamiento de su
identidad e historia?
4. DELIMITACIÓN
ESPACIAL
La investigación se desarrolla en el Territorio barí, ubicado en el
extenso valle de la Serranía del Perijá. Geográficamente se
encuentra en la región nororiental del país, en la subregión del
Catatumbo, Dpto. Norte de Santander, límite con Venezuela. El
territorio barí abarca, actualmente, los municipios de Teorama,
Tarra y Convención.
5. DELIMITACIÓN
TEMPORAL
Dos años.
6. SUJETOS Indígenas Barí y campesinos del Catatumbo, los guardianes del
INVESTIGADOS Trueno.
7. PROPÓSITO Generar un marco de reflexión pedagógica desde los relatos de
violencia de indígenas y campesinos para la construcción de su
memoria colectiva y el afianzamiento de su identidad e historia.
8. OBJETIVOS Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e
indígenas del territorio barí, los fenómenos
socioculturales que han venido afectando a la
comunidad.
Analizar los relatos de violencia de los pobladores para
contribuir a la construcción de una memoria colectiva
escrita que les permita reconocer su historia e identidad.
Diseñar, desde los relatos de violencia, un texto que
contribuya a la formación humanística de la escuela y la
región.
9. ENFOQUE Cualitativo.
9.1. MÉTODO Etnográfico.
9.2. REFERENTES
TEÓRICOS Andréu, J. (2002). Las técnicas de análisis de contenido:
una revisión actualizada. Disponible en:
http://public.centrodeestudiosandaluces.es/pdfs/S200103
Antequera, J. (2011). La memoria histórica como relato
emblemático. Bogotá, Colombia: Corcas Editores
Arendt, H. (1969). Sobre la violencia. Ciencia política.
Madrid: Alianza Editorial
Bardin, L. (1996 2ª e) Análisis de contenido. Akal.
Berelson, B. (1952). Análisis de contenido en
investigación de la comunicación. Free Press, Glencoe.
Freire, P. (2002). Educación y cambio. Disponible en:
http://derechoepja.org/wp-
content/uploads/2015/05/freire-paulo_educacicion-y-
cambio.pdf
Guber, R. (2001). La etnografía, método, campo y
reflexividad. Bogotá: Grupo Editorial Norma
Hall, S. (1997). ¿Quién necesita identidad? En S. Hall y
P. Du Gay, Cuestiones de identidad cultural (pp. 1-7).
Londres: Sage
Jimeno, M., Roldán, I., [et. al]. (1996). Las sombras
arbitrarias: violencia y autoridad. Bogotá: Editorial
Universidad Nacional.
Kapuściński, R. (2006). Encuentro con el otro. Editor
digital: Titivillus
Medina, P. (2015). Pedagogías insumisas: movimientos
político-pedagógicos y memorias colectivas de
educaciones otras en América Latina. (1° Ed.). México:
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas-Centro de
Estudios Superiores de México y Centroamérica:
Educación para las Ciencias en Chiapas.
Muñoz, D. (2003). Construcción narrativa en la historia
oral. Universidad central, Bogotá
ONIC. (1989). Memorias del primer congreso indígena
nacional. Bogotá: ONIC.
Tezanos, A. (1998). Una etnografía de la etnografía.
Bogotá: Editorial: Antropos
Villa, W. y Houghton, J. (2004). Violencia política
contra los pueblos indígenas 1974-2004. Bogotá:
CECOIN, OIA, IGWIA.
Villa, W. (2012). Silencios que se prolongan: la
representación de los otros en la investigación. En:
Universidad epistemologías emergentes y metodologías
en otredad. Bogotá: Universidad Libre.
10. TIPO DE
INVESTIGACIÓN
Narrativas de violencia.
11. METODOLOGÍA Luego del trabajo de campo que posibilitó la investigación de
tipo etnográfico, se realizó el análisis de los relatos. Se optó por
el análisis cualitativo de contenido, frecuente en el mundo
mediático. Berelson (1952), el primero en hablar sobre este tipo
de análisis, lo define como “una técnica de investigación para la
descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido
manifiesto de las comunicaciones con el fin de interpretarlas”
(p.301). Con este tipo de análisis se interpretaron las historias
escuchadas en las entrevistas.
12. TÉCNICAS Durante el trabajo de campo se utilizaron dos técnicas
especiales de la investigación etnográfica: la entrevista y la
observación participante.
13. RESULTADOS Este proyecto de investigación buscó construir una memoria
colectiva a través de las voces que cuentan las historias y
experiencias de violencia de quienes, al expresar su palabra,
configuran la historia e identidad propia de su territorio. Por
ello, fue pensado en virtud de una apuesta pedagógica que
involucrara una mirada “insumisa” hacia la formación humana,
es decir, la búsqueda de otros mundos posibles donde nos sea
dado formar humanidad y no se peligre en el intento. No
podemos olvidar, como docentes, que “[…] un maestro puede
hacer escuela aun cuando no tenga un edificio concreto, aun, o
sobre todo, cuando su pensamiento se ofrece a los vientos”
(Skliar y Frigerio, 2005, p. 9). La formación humana está
presente en cada situación que la realidad nos pone de frente,
por ello la necesidad de buscar estrategias que posibiliten el
“tejido de otros rostros”, que al fin y al cabo, son iguales al
nuestro.
14. REFLEXIONES La conclusión a la que se llegó en este proyecto de investigación
ha sido de carácter pedagógica. Por ello, se planteó una
pregunta reflexiva para concluir la investigación: ¿Cuál debería
ser la relación entre la academia y los hechos que crean y
afianzan la identidad de las comunidades? Si bien, “todos
vamos en el mismo carro. Todos los habitantes de nuestro
planeta somos Otros ante otros Otros: yo ante ellos, ellos ante
mí” (Kapuściński, 2006, p. 28), entonces, ¿por qué no hacer de
la academia un espacio de investigación que posibilite las
transformaciones que tanto necesita nuestra sociedad? Por ello,
esta investigación propone que se ponga sobre la mesa la
narración escrita, de modo que, a partir de ellas, el maestro
logre sensibilizar a través de la lectura misma del relato como
reflejo de la identidad propia de la comunidad que es
contemplada desde la estética, es decir, desde la recepción
misma de la narración al sujeto que comprende la realidad a
través de la reconstrucción escrita de la memoria colectiva. No
podemos olvidar que, ante todo, “La educación no es un proceso
de adaptación del individuo a la sociedad. El hombre debe
transformar la realidad para ser más” (Freire, 2002, p. 9).
Tabla de contenido
Presentación ................................................................................................................................. 19
Introducción ................................................................................................................................. 21
Objetivos ...................................................................................................................................... 25
Objetivo general ....................................................................................................................... 25
Objetivos específicos ............................................................................................................... 25
Capítulo 1. Los guardianes del trueno ......................................................................................... 26
Capítulo 2. De la violencia a la crueldad ..................................................................................... 35
2.1. Antecedentes ..................................................................................................................... 36
Capítulo 3. Metodología .............................................................................................................. 40
3.1. Generalidades .................................................................................................................... 40
3.2. Análisis de la información ................................................................................................ 65
Capítulo 4. El territorio como símbolo de identidad .................................................................... 95
Capítulo 5. Manteniendo viva la memoria ................................................................................. 104
5.1. Memoria de las comunidades .......................................................................................... 104
5.2. Pedagogía y compromiso social ...................................................................................... 105
Capítulo 6. El relato como construcción de identidad ............................................................... 110
6.1. De la narración oral al relato escrito ............................................................................... 110
6.2. Crónica: a la posteridad de los hechos ............................................................................ 112
Conclusiones .............................................................................................................................. 116
Bibliografía ................................................................................................................................ 120
Glosario ...................................................................................................................................... 125
Anexos ....................................................................................................................................... 128
Apéndice de mapas
Mapa 1. División política y límites geográficos del Catatumbo, Norte de Santander. ................ 26
Mapa 2. Resguardos indígenas en territorio ancestral Motilón-Barí en el dpto. Norte de
Santander, Colombia. .................................................................................................................................. 27
Mapa 3. Distribución étnica y lingüística, el relieve amarillo representa el hábitat de la
comunidad Barí, de la familia lingüística Chibcha, año 1993 ..................................................................... 28
“Cualquiera que busque algún tipo de
sentido en los relatos del pasado, está casi obligado
a ver a la violencia como un hecho marginal”
Hannah Arendt, 1969.
19
Presentación
Me permito presentar este proyecto en calidad de Monografía como modalidad de grado,
conforme al Capítulo V del Acuerdo N° 038 de Julio 28 de 2015 de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. La construcción del documento final se ha realizado de manera
individual por quien escribe estas líneas, María Paula Quintero Carrascal, estudiante de
Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua castellana, así como la
investigación llevada a cabo para la construcción del mismo, dirigido por la docente Margoth
Guzmán Munar.
Se ha optado por la modalidad de Monografía debido a un interés personal: la memoria,
tema que ha retumbado en los escenarios que nos invitan a pensar en la paz, no solo en las
comunidades que han vivenciado la violencia, sino en espacios donde se espera fomentar los
ambientes de paz: la escuela. No cabe duda de que, frente a la violencia, surge la necesidad de
fomentar la formación humana, generando alternativas que nos posibiliten pensar en la ética
ciudadana como garantía de paz. Al respecto, Jimeno, M. y Roldán, I. (1996) cuestionan:
No parece ser cierto que a fuerza de ver y de padecer hechos de violencia, los
colombianos, o por lo menos los del sector popular urbano, sean insensibles o incapaces
de distinguir la violencia de otras relaciones sociales. Aún más, trazan distinciones sutiles,
reconocen las experimentadas por ellos mismos en la casa o en la calle, y se conmueven
ante su experiencia y la de otros que han padecido algunas de la misma naturaleza. Los
hechos de violencia sufridos, o los dramatizados en la televisión, en forma alguna les son
indiferentes (p. 118).
Ante esta realidad, es menester buscar en la escuela alternativas pedagógicas que
posibiliten la formación de seres humanos sensibles ante el acontecer social y cultural. De esta
manera, resalto, como futura Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana, la importancia de
la palabra, tanto oral como escrita, a través de la cual propongo la construcción de la memoria
colectiva de las comunidades para el reconocimiento de sí y del Otro desde su historia de
violencia, cuyas afectaciones abren el horizonte sensible y propio de la condición humana.
20
Es por lo anterior, que la investigación a realizar tendrá como fin aportar a la
construcción de la memoria colectiva del territorio barí en la región del Catatumbo, Norte de
Santander, a través de las voces de las comunidades y sus narraciones de violencia. Para ello, se
elaboró un análisis de contenido de la palabra oral, a través del cual se indagaron las causas de la
violencia en la región, desde las narraciones orales de los pobladores y la documentación que se
ha realizado al respecto. Esto garantiza construir la memoria colectiva escrita de las comunidades
de la región, en virtud de afianzar la identidad propia de quienes habitan el territorio barí: los
campesinos e indígenas barí; así como de la formación humana en la escuela, a través del
reconocimiento de las voces que han vivenciado la violencia en el país.
Foto 1. Municipio del Tarra, territorio barí, Nte. De Santander, Colombia.
21
Introducción
Este proyecto se inscribe en el marco de la memoria en una de las regiones que ha
querido compartir sus narraciones de violencia, ante la cual han tenido que resistir sus
pobladores; el territorio barí en el Catatumbo, Norte de Santander. Se delimitó la construcción
escrita de la memoria colectiva a esta zona del país no solo por la accesibilidad a la región, sino
porque el Catatumbo merece ser escuchado a través de las voces que han reclamado justicia y las
que han tenido que esconderse en el silencio, las que ya no están y las que están naciendo y
esperan crecer en un territorio de paz.
Con el ánimo de contribuir a la memoria escrita de los pobladores de la región, hago uso
de los saberes que me ha otorgado la Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana. Por tal
motivo, esta investigación tiene como eje la memoria colectiva construida a través del lenguaje
escrito –crónicas– para afianzar la historia y la identidad cultural de los pobladores del territorio
barí. Tomo especialmente la pedagogía de la lengua como herramienta que posibilita, en este
caso específico, la construcción de la memoria colectiva que, a través de la escritura, garantiza la
pervivencia de los valores e identidades de las comunidades; entendiendo la identidad no como
‘lo dado’, sino como una construcción social de la realidad (Hall, 1997).
Si bien, el relato como narración oral o escrita permite, para lo que nos compete en esta
investigación, construir a través del lenguaje la memoria que surge como consecuencia de la
configuración social de la realidad; resulta menester que las comunidades de la región del
Catatumbo construyan su memoria colectiva escrita, teniendo en cuenta que es una zona, como
muchas otras del país, en el que la academia poco ha podido intervenir en el fortalecimiento de su
legado cultural.
Construir los hilos de la memoria implica reconocer el valor de los acontecimientos que
construyen las configuraciones sociales de los sujetos en un espacio-tiempo determinado. Por
ende, la reflexión pedagógica que propende esta investigación recae en la necesidad de dejar por
escrito el legado de afectaciones colectivas que dejan huella de los hechos del pasado, para que
futuras generaciones puedan reafirmar la identidad que ha de construir la realidad misma de las
comunidades que habitan el territorio barí en la región del Catatumbo.
22
La reconstrucción de la memoria, en este proyecto de investigación, ha sido pensando en
función de uno de los factores más relevantes dentro de la formación humana, enseñar a ser. De
allí, surge la necesidad de crear herramientas pedagógicas que cualifiquen la formación humana
dentro de la escuela, y exterior a ella. Este propósito debe desarrollarse mucho más para lograr
concientizar y prevenir los actos de violencia que a diario se presentan; un ejemplo cotidiano es
el bullying o matoneo, en donde los niños responden, generalmente, con la agresión. Al respecto,
Jimeno y Roldán (1996) afirman que:
Las ciencias del comportamiento se han desplazado en los últimos cincuenta años desde
la agresión vista a partir de lo instintivo, hasta el aprendizaje de la agresión como una
forma de resolver problemas interpersonales. Las condiciones que más conducen al
aprendizaje de la agresión parecen ser aquellas en las cuales el niño es reforzado por su
propia agresión, tiene mayores oportunidades de observarla en otros y, además, es objeto
de ella. Los niños que crecen en tales condiciones asumen la conducta violenta como
una norma y, por tanto, la ven como la respuesta apropiada en muchas situaciones
interpersonales (p. 31).
Ante esta situación, recurro al lenguaje como vehículo del pensamiento, actuar, existir,
ser, estar y convivir en el mundo. Reconstruir la memoria oral, a través de la escritura, permite
desarrollar un estímulo frente al acontecer de la violencia en la actualidad, pues los relatos son,
ante todo, narraciones que surgen de la realidad que construye el mismo acontecer social del ser
en relación con el hombre y el mundo.
Vemos la necesidad de formar humanidad con las innumerables guerras y el abandono
de nuestra condición humana en cada gota de sangre derramada o en cada dolor sufrido. Ya lo
decía Kapuściński (2006) al afirmar que:
Es posible que la cosa derive hacia un duelo, un conflicto o una guerra. Testimonios de
tales desenlaces llenan todos los archivos imaginables y dan fe de ellos los incontables
campos de batalla y los restos de ruinas diseminados a lo largo y ancho del mundo.
Todos ellos son la demostración de la derrota del hombre; de que este no ha sabido o no
ha querido hallar una manera de entenderse con los Otros (p.13).
23
La escuela es un espacio formador de sujetos, pero además formador de seres humanos
que ven en la realidad la necesidad de actuar ante ella. Así que, como maestra en formación en el
área de Humanidades y Lengua Castellana, busco apuestas pedagógicas que permitan una
formación humana y un pensamiento crítico frente a la realidad que nos atañe. De ahí la
necesidad de hacer de las narraciones escritas una apuesta pedagógica en la escuela que atraviese
la sensibilidad humana y reconstruya la memoria que, a su vez, permite el reconocimiento del
Otro como ser humano que vive, siente, sueña, crea configuraciones sociales que dan cuenta de la
realidad, la historia y la identidad propia.
Foto 2. Niños de Bridycaira, Convención.
Son los niños y los jóvenes el reflejo de la alegría y la solidaridad que constituyen las
comunidades (Ver Foto 2 y 3). Son ellos quienes continúan construyendo identidad y creando
historia, quienes reconocen en el Otro un ser igual a sí, y por lo tanto, quienes crean otros
mundos posibles.
Foto 3. Niños de La Vega de San Antonio, La Playa.
24
De acuerdo con lo anterior, la pregunta que se formuló para la siguiente investigación
fue: ¿Qué implicaciones pedagógicas sugieren los relatos de violencia de campesinos e indígenas
del territorio barí para la construcción de su memoria colectiva y el afianzamiento de su identidad
e historia?
Así pues, las siguientes páginas constituyen el camino de una investigación que se
pretende continuar en la escuela y en las comunidades, representa un marco de análisis y
reflexión desde la narración oral de dos comunidades que habitan un territorio que defienden en
voz de unidad. Este proyecto que tuvo una duración de aproximadamente dos años en
construcción, se encuentra constituido por cinco capítulos que corresponden a:
Un primer capítulo dedicado a la contextualización de los pobladores del territorio barí:
pueblo barí y campesinos catatumberos. Titulado Los guardianes del trueno, este apartado hace
un recorrido por el Catatumbo, Norte de Santander, y lo que lo conforma como territorio
ancestral y un espacio lleno de historias que buscan ser escuchadas. Así pues, se realiza el esbozo
de las dos comunidades que lo habitan y sus relaciones con el territorio.
En el segundo capítulo, nombrado De la violencia a la crueldad, se encuentra trazada la
ruta conceptual y los antecedentes de investigación. A través de un esbozo de los distintos autores
y concepciones sobre la violencia, se revisan otros trabajos sobre el tema a nivel nacional e
internacional, que alimentaron el proceso monográfico.
El tercer capítulo corresponde a la metodología de la investigación, es decir, constituye
la ruta investigativa llevada a cabo durante el proyecto en cuestión. El enfoque, el método y el
análisis de la información hacen parte de este apartado que invita a reconocer las causas, los
hechos y las consecuencias de la violencia en las comunidades.
Finalmente, el cuarto, quinto y sexto capítulo manifiesta la reflexión que nos lleva a
generar posibles apuestas pedagógicas desde la crónica de violencia, a través de la cual se realizó,
durante la propuesta investigativa, el reconocimiento de la importancia de reconstruir la memoria
colectiva y afianzar la identidad a partir de los hechos que construyen la historia.
25
Objetivos
Objetivo general
Generar un marco de reflexión pedagógica desde los relatos de violencia de indígenas y
campesinos para la construcción de su memoria colectiva y el afianzamiento de su identidad e
historia.
Objetivos específicos
✓ Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del territorio barí, los
fenómenos socioculturales que han venido afectando a la comunidad.
✓ Analizar los relatos de violencia de los pobladores para contribuir a la construcción de
una memoria colectiva escrita que les permita reconocer su historia e identidad.
✓ Diseñar, desde los relatos de violencia, un texto que contribuya a la formación
humanística de la escuela y la región.
26
Capítulo 1. Los guardianes del trueno
En un territorio rodeado de montañas verdes, cubierto por ríos y quebradas en el que
corren las aguas como venas que atraviesan los paisajes nororientales, donde el viento sopla
refrescando en medio del implacable sol que abraza al medio día y el cielo nocturno que se
ilumina por los relámpagos, se encuentra La casa del trueno, cuyo nombre ancestral rinde culto a
los poderes de la naturaleza sobre este territorio. Al ser rico en petróleo, carbón, madera, agua y
ecosistemas de variados climas, se produce el faro del Catatumbo; fenómeno climático en el que
se presentan una serie de relámpagos consecutivos como resultado de la extensa diversidad de
minerales en los suelos. Así pues, ubicado en la región del Catatumbo, Norte de Santander, el
territorio barí es compartido por dos comunidades cuya historia grita en voz de unidad por la
defensa de un lugar del que son parte, se trata de los guardianes del trueno: los indígenas barí y
los campesinos.
Las montañas del Catatumbo rebosan de cultivos de café, maíz, cacao, fríjol, yuca,
plátano, arroz y caña de azúcar; es una zona cuya producción agropecuaria sustenta la economía
de la región. Geográficamente se ubica en la zona nororiental del país, extendiéndose por la
cordillera oriental, abarcando los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El
Tarra, Hacarí, La Playa, Ocaña, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, todos atravesados por el
Río Catatumbo o Dacboki en lengua Barí que significa ‘mucho pescado bocachico’ (Acei-tobri,
2014). El territorio limita geográficamente con la hermana república bolivariana de Venezuela,
específicamente con el Lago de Maracaibo, donde confluye el Río Catatumbo.
Mapa 1. División política y límites geográficos del Catatumbo, Norte de Santander.
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En su morfología, la raíz de Catatumbo (Catatuu) significa pez bocachico, pescado que
más produce el Río principal. Sin embargo, fue denominado ‘Catatumbo’ durante el periodo de
colonización. En estas tierras habita una población laboriosa capaz de generar desarrollo
alternativo, resistir a las adversidades y construir formas de vida en comunidad: las comunidades
campesinas de la región y los dueños ancestrales del territorio, los indígenas Motilón Barí.
Mapa 2. Resguardos indígenas en territorio ancestral Motilón-Barí en el dpto. Norte de Santander, Colombia.
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Los Motilón Barí son un pueblo indígena ancestral, los primeros habitantes de la región.
Desde sus inicios, habían ocupado el extenso valle del Catatumbo que comprende todo el
territorio entre la cordillera del Perijá en Colombia y los Andes Venezolanos hasta el Lago de
Maracaibo. Sin embargo, en la actualidad, el territorio ancestral ubicado en Colombia,
comprende solo una pequeña parte de la Serranía del Perijá.
Mapa 3. Distribución étnica y lingüística, el relieve amarillo representa el hábitat de la comunidad Barí, de la
familia lingüística Chibcha, año 1993
La denominación “motilón” fue dada por el conquistador español en la época de la
colonia, debido a las prácticas del pueblo barí de cortarse el pelo, generalmente, con una totuma
como molde (Ver Foto 4). Según estudios del Instituto colombiano de cultura hispánica
realizados en el año 1993, la cultura barí desciende de la familia lingüística Chibcha. Por ende,
hablar de la lengua barí es hablar de su universo, su cosmovisión. Para los bariras, lo que no se
conoce no se nombra. Su lengua es creada a partir de las características de los mismos elementos
que se nombran, es decir, cada palabra es nombrada desde el mismo conocimiento de la realidad.
Es por esta razón que palabras como Dacboki (río Catatumbo), significa mucho pescado
bocachico, característica esencial del río.
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Foto 4. Miembro de la asamblea de la comunidad Barí, Ñatubay-bic Sairidri labadoba de la Comunidad
de Bridycaira, ubicada en el municipio de Convención.
Aunque el español ha permeado su cultura, se le da prioridad a la enseñanza de su propia
lengua. Esto ha permitido la conservación de su lengua ancestral que representa, a su vez, la
preservación de su cultura. Sin embargo, de lengua escrita se tienen muy pocos documentos, pues
el uso de la lengua barí se da a través de la oralidad, generalmente, de ancianos quienes
comparten a los más jóvenes los saberes de su cultura.
Foto 5. Interior de vivienda barí, denominada ‘bohío’.
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En la compilación de las Historias del Catatumbo: Voces desde la Casa del Trueno, el
escritor Víctor de Currea-Lugo, resaltó la identidad Barí. En uno de los relatos que compiló, uno
de los indígenas Barí catatumberos señaló:
El nombre de la región depende milenariamente por los indígenas barís. El nombre
natural de nuestros indígenas es Barí, lo que pasa es que los “Motilones” es un apodo
que les colocaron los españoles por la forma como se peluqueaban. Pertenezco al
municipio de Convención, pero he vivido en el Resguardo Indígena. Se llama Resguardo
Motilón-Barí. En el Catatumbo ya habíamos existido indígenas. Indígenas nos dicen a
nivel nacional, en el Catatumbo nos identifican como Motilón-Barí. Somos de la familia
de los Arahuacos. En nuestras costumbres hemos cambiado mucho, hemos perdido
algunas cosas como los juegos tradicionales, la fabricación artesanal un poquito.
Estamos mirando cómo podemos recuperarlo. Los juegos no eran un partido, sino con un
balón redondo jugábamos. Con arco y flecha el que le pegara más, ganaba el premio. Se
llama “rocbariba”. Si usted me pregunta yo respondo que soy Motilón-Barí del
Catatumbo, me siento orgulloso de ello…” (Relato de un indígena Barí de la región
del Catutumbo, compilado por Víctor de Currea-Lugo en Historias del Catatumbo,
Voces desde la casa del trueno, 2017, pp. 43-44).
Las 23 comunidades barí que habitan la región del Catatumbo comparten actualmente su
territorio con las comunidades campesinas. Y así como comparten la tierra que habitan, ambas
comunidades han resistido a las diferentes olas de violencia que han atravesado la región, desde
lo que denominan la “maldición del oro negro” y la explotación de los demás bienes naturales.
Según la cifra que nos arroja la Gobernación de Norte de Santander en su página oficial,
la región del Catatumbo cuenta actualmente con 287.095 habitantes en sus once municipios que,
en su mayoría, viven de la agricultura, ganadería y pesca. Aunque el petróleo, hoy todavía,
representa una de las mayores fuentes de ingreso en la región, ésta ha decaído notoriamente desde
los años ochenta debido a las movilizaciones obreras realizadas en la región por la USO (Unión
Sindical Obrera) y el Movimiento político ¡A luchar!, en representación del campesinado. Todas
las marchas organizadas, recibieron el acompañamiento de organizaciones sindicales, populares y
comunales.
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Durante el siglo XX, los colonos de la región del Catatumbo eran principalmente
campesinos que, con la llegada de las petroleras, comenzaron a construir sus casas alrededor de
las vías que estas construían. Las veredas colonizadas carecían de servicios públicos, no había
agua, luz, salud, mucho menos educación. Algunas de las enfermedades eran tratadas con plantas
medicinales y el conocimiento compartido por los indígenas Barí quienes, a pesar de las
diferencias de lenguaje, compartían su sabiduría, inicialmente a través del lenguaje no verbal.
Poco a poco, las mismas familias comenzaron a organizarse para construir la escuela que, para
muchos de los niños, quedaba a dos o tres horas caminando o ‘a lomo de mula’. Los maestros
eran contratados por los mismos campesinos quienes se dirigían a Ocaña o Cúcuta en su
búsqueda para fundamentar, por lo menos, la básica primaria. Los mismos habitantes se
organizaban para realizar actos culturales que posibilitaran la recolección de fondos destinados a
la salud de los enfermos y ancianos, y a la educación de los niños.
Debido a la falta de presencia estatal para subsistir como región, se optó por la creación
de un gobierno propio desde las juntas de acción comunal, en donde se desarrollan proyectos, se
atienden casos de convivencia, entre otras gestiones, en virtud de establecer un orden en las
comunidades. Cada corregimiento y vereda de la región cuenta con una junta de acción comunal
conformada por diversos comités que intervienen en la vida y el desarrollo de la comunidad: el
comité conciliador para resolver las problemáticas que se presenten y garantizar el cumplimiento
de los valores y el respeto de los Derechos Humanos; el comité de trabajo para la realización de
diversas obras tales como el arreglo de caminos, escuelas y trabajos solidarios; finanzas está
encargado de gestionar los recursos a través de fiestas, ventas, rifas, etc., para las obras
propuestas en la comunidad; deportes se encarga de las recreaciones en el sector; los jóvenes
tienen la tarea de implementar valores y formación comunitaria; y finalmente, la directiva que
está conformada por el Presidente, vicepresidente, tesorero y fiscal.
Explorar los territorios de este legado de acción y posibilidad, lleva a reconocer la
riqueza del trabajo realizado por las poblaciones, las organizaciones y algunas de sus
instituciones, así como las líneas que abren para repensar el lugar del saber pedagógico a
partir de la experiencia desplegada por sectores concretos de la población, cuyas
demandas han quedado en los márgenes o sin reconocimiento (Gómez, 2015, p.18).
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El proceso comunal ve sus frutos desde la autogestión con la creación de alternativas
propias para el arreglo de carreteras, la construcción de polideportivos y parques infantiles para la
recreación, las casas campesinas como espacios comunitarios, entre otros proyectos ejecutados a
través de peajes en las vías entre corregimientos y veredas para el recaudo de fondos. Sin
embargo, cabe resaltar que los proyectos en donde se hace intervención a la tierra, se realizan con
el permiso de la comunidad barí, los dueños ancestrales del territorio, a través de diálogos con la
autoridad barí.
Foto 6. Tique para mantenimiento de las vías.
Así como los indígenas Barí, los campesinos también tienen su propia identidad. En la
compilación de relatos de Currea-Lugo, un campesino catatumbero narra:
La identidad campesina tiene varias connotaciones importantes a resaltar: uno es la
tenacidad, esa fuerza que tiene la persona hecha en el campo, físicamente; también, la
forma de hablar así atravesado, como decimos los campesinos, “a lo macho”. Las
palabras son muchas veces mal dichas o dichas por la mitad. Al campesino
tradicionalmente no se le conoce como una persona con modales muy acomodados, sino
es la persona atravesada. La relación que tiene con la naturaleza es única, hace
iniciativas de defensa de la naturaleza: de los árboles, del agua y de la tierra. Es el que
conoce dónde puede sembrar sin necesidad de tener ninguna ayuda electrónica, sino que
simplemente a ojo sabe qué pedacito de tierra sirve para tal cosa: para maíz, pa´plátano,
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pa´yuca, pa´café, pa´cacao, pa´pasto; y cuál es el pedazo de tierra que no sirve sino para
tener maleza, como el helecho o el cabello de ángel o el negrito, que son las cosas que se
dan en la tierra que es mala…” (Relato de un campesino de la región del Catatumbo,
compilado por Víctor de Currea-Lugo en Historias del Catatumbo, Voces desde la
casa del trueno, 2017, pp. 41-42)
La oralidad en las comunidades campesinas también es un ejercicio cotidiano. Suelen
reunirse los ancianos alrededor de una taza de agua de panela o café por las tardes, haciendo
ejercicios de memoria, recordando la historia a través de anécdotas vivenciadas. A veces, suelen
reunirse junto a ellos los hijos mayores, quienes preguntan y se interesan por los relatos orales de
sus padres. Sin embargo, de estos relatos orales son muy pocos los documentos escritos que se
han realizado en la región para construir una memoria colectiva. Actualmente, los documentos
escritos giran en torno a las consecuencias de la violencia. El Centro Nacional de Memoria
Histórica se ha empeñado en realizar dicha taurea, en memoria de las víctimas de la violencia.
Foto 7. Campesinos de la vereda ‘Piedras de Moler’, municipio deTeorama.
Siendo los indígenas Barí y los campesinos de la región del Catatumbo dos comunidades
aparentemente distintas, es menester aclarar que para ellos existen más cualidades y valores en
común que las diferencias que se les imprimen. Al respecto, un indígena Barí del municipio de
Convención, relata:
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Nos empezaron a civilizar en 1945; civilizar es conocer la gente de la región Catatumbo
que estaba al lado de nosotros y la forma de conocernos fue emocionante, hablamos, nos
conocimos y nos preguntamos por qué peleábamos unos con otros. Nosotros
pensábamos que nos iban a quitar toda la tierra, pero eso no fue así. También los
campesinos, los blancos, estaban en defensa del territorio. Nosotros los indígenas nos
sentimos como catatumberos, porque con los campesinos estamos en la misma lucha. No
son diferentes. Nosotros miramos a la gente y no hay diferencia en lo que lucha, es como
igual. Cultivamos cacao, maíz, café, plátanos y yuca. Eso es de lo que vivimos, es la
sustentabilidad para nosotros. Lo que más nos da para el sustento es el maíz y el cacao,
el resto es para el consumo.” (Relato de un indígena Barí de la región del
Catutumbo, compilado por Víctor de Currea-Lugo en Historias del Catatumbo,
Voces desde la casa del trueno, 2017, p. 45)
Como conclusión de este primer apartado vale recalcar que, tanto los indígenas barís
como los campesinos catatumberos, comparten un mismo territorio que cuidan, valoran, respetan
y defienden. Ambas comunidades son conscientes de la necesidad de cuidar la tierra que habitan,
luchan por ella y defienden con la palabra su comunidad. Se mantienen en constante diálogo,
sobre todo cuando se atraviesan circunstancias que atentan contra la vida en el territorio. Han
vivido juntos la violencia en todas sus manifestaciones y su historia de lucha es una historia
escrita con las mismas voces que cantan, gritan y hablan por una vida digna.
Foto 8. Indígena barí mostrando a campesinos el arco y flecha ancestral.
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Capítulo 2. De la violencia a la crueldad
Para llegar a reconocer la violencia y evocarla en la narrativa escrita, es necesario
recurrir a los hechos, saber sus causas y la totalidad de sus consecuencias. Para ello, es pertinente
comprender qué se entiende por violencia. Jimeno y Roldán (1996) afirman que, “Desde el punto
de vista psiquiátrico, la violencia es definida como cualquier conducta cuya meta es hacer daño a
otra persona y surge cuando se rompe el balance entre los impulsos y el control interno del
individuo” (pp. 18-19). Así pues, un acto puede definirse como violento, si en éste se realiza
algún daño hacia un ser que se encuentra en completa indefensa. Posteriormente, crueldad se
representa como manifestación sádica de esa violencia ejercida, es decir, como una agresión
destructiva. Ambos conceptos atienden a perplejidades, la violencia en tanto es ejercida por el
sujeto y por consiguiente el dilema moral; y la crueldad, en tanto se realiza el acto violento de
manera que se llegue a la agresión física, moral, simbólica y todas las manifestaciones que de
ésta devengan.
El siglo XX, considerado por muchos como el siglo de las guerras y revoluciones, trajo
consigo el despertar de muchas naciones. El verdadero sentido de revolución, si recordamos las
palabras de Carlos Fuentes en el apartado Revolución, de su libro En esto creo, no está en la
sangre que se derrama tras la lucha por el ideal, sino en la revolución social, económica y política
que, a través del levantamiento reivindicativo del hombre, hace escuchar su inconformidad frente
al acontecer que la época y su cultura le impone. Sueña con liberarse de un orden político, social
y cultural que agita su pensamiento. Se organiza, se levanta y exige dignidad. Piénsese en los
movimientos sociales reivindicativos, las obras colectivas que, para el caso de América Latina, y
sobre todo, para nuestro siglo, tiene rostros campesinos, indígenas, obreros, de poblaciones
negras, estudiantiles, sindicatos, entre muchos más, cuyo accionar social y político han dado
muestra de lo que Fuentes (2002) afirmó: “La revolución, a veces, es la fidelidad de lo
imposible” (p. 239). Y es de lo imposible porque, a pesar de que se tengan las ansias de cambiar
el rumbo de la historia, la respuesta ha sido siempre la misma: violencia.
El territorio barí no es exento de esta realidad. Fue, durante el siglo XX, el escenario de
múltiples guerras y, en consecuencia, el pronunciamiento de hechos de violencia y de crueldad
que afectaron a los pobladores. Sus narraciones de violencia presentan las afectaciones que
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marcan sus vidas y la de la comunidad, dando a conocer que es una región azotada por el
etnocidio, el homicidio, el destierro, la persecución, la represión y la negación de los derechos.
2.1. Antecedentes
La violencia que se analiza en esta investigación, corresponde a la violencia
instrumental, es decir, a la “utilizada como un medio para conseguir ciertos propósitos, sin
compromiso emocional desencadenante” (ibíd., p.19). Al respecto, Hannah Arendt argumentó en
su obra que la violencia es solo el mecanismo a través del cual se toma el poder. Quien desea el
poder económico, político, social y cultural, encuentra en la violencia los instrumentos necesarios
para adquirirlo. La violencia no es más que un cruel instrumento del poder, para cumplir la
finalidad que persigue quien la ejerce.
Por su parte, los estudios o análisis de la violencia en Colombia muestran un
predominio, como afirman Jimeno y Roldán (1996), “que ligan la violencia con características
estructurales de la sociedad colombiana, en especial con aspectos políticos y con el Estado. Se
evidencia una gran ausencia de la dimensión cultural, del estudio de las representaciones y de la
diversidad de las manifestaciones de violencia” (p. 23). Si bien es cierto, es menester resaltar
trabajos como el del sociólogo Alfredo Molado, quien da cuenta de los testimonios reales de
quienes han tenido que someterse a situaciones de violencia de las que, muchas veces, es
imposible salir ileso. Molano, como otros autores, pone de manifiesto los aspectos sociopolíticos
del conflicto armado en nuestro país, un afluente de la violencia en Colombia, exponiendo desde
las propias voces una realidad que para muchos hoy todavía es ajena; Desterrados, es un claro
exponente de tales afirmaciones, puesto que, además de relatar las historias de los Otros, de
quienes han tenido que huir de sus tierras, él mismo se presenta como víctima de este hecho y
narra su propia experiencia de destierro.
Por otro lado, Miriam Jimeno y su equipo de investigadores de la Facultad de Sociología
de la Universidad Nacional de Colombia, expresan su participación en la academia mediante
innumerables investigaciones sobre la violencia en nuestro país, a través de reflexiones no solo
sociopolíticas, sino también culturales. Nos presentan la otra cara de la violencia, la que está en
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los campos, en los hogares y en las calles de las ciudades, aquella violencia de la que muy poco
se habla, pero que ha traído consigo consecuencias físicas y emocionales. A través de distintas
disciplinas, investigaciones como Las sombras arbitrarias: violencia y autoridad en Colombia,
manifiestan interés en “las teorías psicocognitivas y de la cognición sociocultural, en la medida
en que su propósito es conocer las estructuras de significación y los modelos compartidos,
psicológicos y culturales, asociados a la violencia en la vida cotidiana” (p.18), con el ánimo de
analizar la violencia más allá de las estructuras sociales con que generalmente se estudia.
En su libro, Violencia política contra los pueblos indígenas, los investigadores William
Villa y Juan Houghton, hacen un recorrido histórico de la violencia política de la que han sido
víctimas los pueblos indígenas colombianos. Se realiza, precisamente, desde el año 1974 porque
es para esa época que el indígena comienza a resurgir como sujeto del movimiento social para
exigir al Estado el respeto de sus derechos que, más tarde, en la Constitución Política de 1991, se
manifiesta dando una posición social y política.
De igual modo, en la Universidad Distrital existe y se desarrolla el interés por el tema en
cuestión, Narrativas en torno a la relación minería y violencia en la región del Occidente de
Boyacá de Juan Camilo Londoño Reyes, es un trabajo monográfico realizado por el egresado de
la Licenciatura en Ciencias Sociales, quien dirige la mirada a otra forma de rescatar la memoria
histórica de la violencia generada por la explotación de recursos naturales en Boyacá. Este trabajo
es una muestra de cómo el modelo económico implantado afecta los territorios de nuestro país y
representa una de las más grandes razones de la violencia en Colombia, que actúa sigilosa, sin
que el resto del país pueda al menos contemplarlo. De allí la necesidad de la reconstrucción de la
memoria histórica no solo como un ejercicio académico, sino como un ejercicio ciudadano, ético
y político.
Adentrándonos directamente a la región en cuestión, vale citar algunos de los textos que
se han aventado a la reconstrucción de la historia de violencia del nororiente colombiano. Por
ejemplo, Catatumbo: Un reto por la verdad de Gearóid Ó Loingsigh, investigador, periodista y
fotógrafo holandés, es la propuesta del Comité de Integración Social del Catatumbo (CISCA),
movimiento social y político de la región, para dar a conocer la verdad tras los miles de crímenes
de lesa humanidad llevados a cabo en la región. La verdad se convierte en un reto en los tiempos
de la amnesia obligatoria, como diría Galeano (1998), donde las verdades a medias, la injusticia
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tocando fondo y la falsa reparación, es decir, la reparación sin un sentido ético, moral o político,
llenan los tratados de las leyes que “amparan” a sus víctimas. Esta investigación inicia dando a
conocer a sus lectores qué es la región del Catatumbo, su estructura social y económica, para
introducirnos a un terreno en el que nos despojamos de toda neutralidad: el paramilitarismo. Este
tema que no es ajeno a la historia de nuestro país, ni a muchas de las comunidades que, en efecto,
fueron víctimas de actos de violencia tan macabros, es mostrado por Loingsigh, en un recorrido
que encierra: la contextualización del conflicto en la región; la entrada del paramilitarismo a la
región del Catatumbo en 1999 y el recorrido que realizan en la zona efectuando sus hechos, hasta
el 2004; “la paz” o “desarme parcial” del paramilitarismo en el 2004; el desarrollo del Catatumbo
desde el Plan Nacional de Desarrollo Rural y sus efectos; y los recursos minero-energéticos desde
el marco internacional, razón que despliega los hechos que han marcado la historia del
Catatumbo.
En esta misma línea, parte de la reconstrucción de la historia del Catatumbo nos es dada
en tres tomos de Historia del Catatumbo, cuyos autores nos invitan a conocer la resistencia de las
comunidades de la región frente a la explotación petrolera. El primer tomo titulado
Catatuu…mbo. Los Barí y su resistencia a las compañías petroleras recoge la historia de la
comunidad indígena Motilón Barí, habitantes ancestrales del territorio. Da muestra de la
identidad de los barí y su lucha por el territorio y los recursos que da la madre naturaleza, su
cosmovisión. La investigación, a manera de recorrido histórico, nos lleva desde la colonización
española hasta la actualidad, a través de los actos perpetuados contra el pueblo barí. Aborda las
formas de actuar de los victimarios para ejecutar el etnocidio, aniquilamiento a los indígenas de
la región, y a su vez, la manera en que los barís actuaron y actúan para preservar el poco territorio
que aún les queda y la lucha por preservar su cultura.
Si bien es cierto que para el comienzo de la llegada de los españoles el territorio Barí
solo fue utilizado como tránsito de los expedicionarios como Ambrosio Alfinger y para
el traslado de mercancía, ya para los años 1600 este territorio se volvió prioritario para
los intereses de la corona porque se agotaba la existencia de minerales como el oro,
acudiendo a la creación de grandes haciendas mediante leyes expedidas por la empresa
conquistadora. Las tierras fértiles del territorio Barí están al lado de las riveras del río
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Zulia, desde Cúcuta hasta el lago de Maracaibo y el resto de territorio es árido y rico en
hidrocarburos (Acei-Tobri, 2009, p.22).
Como se manifiesta en la cita anterior, esta investigación da cuenta, más allá de señalar
actores, de las razones que fundamentaron el aniquilamiento Barí en cada época y la arremetida
dada al pueblo, las estrategias utilizadas para el despojo de su territorio a causa de la economía, el
abandono estatal del que fueron víctimas y los mecanismos de supervivencia a los que fueron
obligados a recurrir. Este material ha sido construido con el apoyo de la comunidad barí, quienes
aportaron a la reconstrucción de su historia y que hoy en día, entre la misma comunidad, sigue
transmitiéndose a los más jóvenes para continuar con el propósito con que Sabaseba los creó, la
preservación de la madre tierra, víctima del nefasto rompimiento de la relación entre la naturaleza
y el hombre que la habita.
El tercer tomo de la Historia del Catatumbo, titulado Colonización y primeras luchas
campesinas del Catatumbo, nos contextualiza, esta vez, sobre el campesinado. A través de un
recorrido histórico por las luchas campesinas, esta investigación da muestra de las razones por las
cuales se dieron las luchas y lo que aconteció después de éstas. El autor nos muestra aquí la
historia de los primeros colonizadores de la región, el despertar de la lucha de masas del
Catatumbo y nos recalca el papel del Estado frente a este despertar. Se realiza un análisis del
pliego de peticiones de las marchas dadas en la década de los ochenta, época en la cual el
campesinado catatumbero se reconoce como actor social y político en tanto explora las
necesidades de su territorio y exige al Estado el cumplimiento de sus derechos fundamentales. A
partir de allí, toman vocería las organizaciones sindicales, populares y comunales, para organizar
al pueblo.
Bien vale afirmar que son muy pocas las investigaciones alrededor del fenómeno de
violencia que dan cuenta de la profundidad del hecho. El efecto iceberg que rodea el fenómeno de
violencia va mucho más allá de los efectos que se producen, “sólo se mira la cúspide sangrienta
de un proceso social muy complejo, que hunde su gran masa en las aguas de la cotidianidad”
(Sevilla, 1991, p. 75). Sin embargo, es menester afirmar que todos los proyectos en torno al tema
son piezas en la reconstrucción de una historia que necesita ser escuchada.
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Capítulo 3. Metodología
3.1. Generalidades
Para este proyecto de investigación se ha pretendido una apuesta pedagógica que intente
acentuar sus horizontes, ante todo, en la condición humana. Por esta razón, la metodología que se
asumió no debía alejarse de esta premisa humanística y proyectarse en función de la búsqueda del
marco de reflexión pedagógico durante todo el proyecto investigativo. De allí que la ruta
metodológica partió del enfoque cualitativo, el cual permite descubrir en el campo de la acción a
los sujetos que participan dentro de la investigación. De igual manera, el método etnográfico
posibilitó la construcción de la reflexión en campo, a partir de las técnicas de investigación
etnográfica como la entrevista y la observación participante que, en su mayoría, fueron realizadas
a través de visitas domiciliarias y de la disposición de la comunidad para participar en sus
actividades cotidianas. El paso siguiente consistió en llevar las historias escuchadas al papel y
comenzar un análisis de la información que permitiera ver el panorama general y específico de
los hechos que constituyen la historia e identidad de las comunidades. Esto último se realizó a
partir del análisis de contenido, a través del cual se propició el entendimiento de las causas,
hechos y consecuencias de la violencia en el territorio barí. Así pues, las siguientes páginas
constituyen, de manera más detallada, el marco metodológico llevado a cabo.
Con relación al enfoque, se seleccionó el cualitativo por que posibilita “la búsqueda de las
cualidades que permiten distinguir y comparar los hechos y las particularidades de los sujetos-
actores que se descubren en la totalidad social” (Tezanos, 1998, p. 15). Siendo así, este enfoque
orienta la investigación hacia la focalización del problema que se está explorando, enfatizándolo
hacia el interés mismo de la investigación: la reconstrucción de la memoria colectiva de los
pobladores del territorio barí.
El trabajo se circunscribe a lo predicativo del objeto de estudio en el momento de la
descripción, la que será analizada a través de una lectura en la sospecha para abrir el
camino de la interpretación, donde se develan las relaciones que dan sentido y
significado al objeto (Tezanos, 1998, p. 14).
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El objeto de estudio de la investigación es la narrativa escrita sobre la violencia contada
a través de la oralidad por los pobladores de la región, en virtud de la construcción de su memoria
colectiva e identidad. Por tanto, la investigación cualitativa permite analizar, mediante la lectura
contextual, el camino que guiará la interpretación que, como investigadora, debo seguir sin
desatender el universo simbólico de las significaciones que el objeto me presenta.
Esquema 1. Delimitación de las categorías de la investigación
CATEGORÍA A DELIMITAR PROPUESTA INVESTIGATIVA
CAMPO TEMÁTICO El relato de violencia como construcción de la memoria
colectiva
CONTEXTO DE OCURRENCIA Territorio Barí en la región del Catatumbo, Norte de
Santander, Colombia.
CASOS 1. Causas y consecuencias que configuren la
realidad social de los pobladores de la región y la
construcción de su identidad.
2. Perspectiva de los pobladores frente a los
fenómenos socioculturales que afectaron a la
comunidad.
3. El relato escrito como construcción de la
memoria colectiva y la identidad de los
pobladores.
Para la recolección de las narraciones orales se hizo menester determinar el accionar
dentro del campo investigativo. Al respecto, Tezanos (1998) da cuenta de las condiciones que en
el ejercicio de campo, el investigador debe apropiar:
Esquema 2. Apropiación de las condiciones de la investigación
CONDICIONES DE LA INVESTIGACIÓN
APROPIADO DURANTE LA
INVESTIGACIÓN
Establecer y cuidar el vínculo (rapport) con las
personas, fundado en el respeto mutuo y la diferencia,
sin perder de vista nunca que estas personas tendrán que
vivir con los resultados del estudio, cuando finalice.
El vínculo desarrollado con los
pobladores de la región ha sido
establecido desde la transparencia y
los principios éticos del investigador.
Dar a conocer el proyecto a las personas con quienes se
lleva a cabo el trabajo de campo, así como también,
Desde el primer día de trabajo de
campo se dio a conocer la
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cuando fuere necesario a las autoridades jerárquicas en
el orden administrativo, para resguardar la transparencia
en las relaciones. Cuando el proyecto es rechazado por
las personas debe procurarse un nuevo caso o casos para
realizar el trabajo de campo.
investigación tanto a la población
como a las instituciones sociales que
realizan el acompañamiento a la zona,
como el CISCA1.
Respetar el orden jerárquico vincular que se presenta en
el caso o los casos, que han establecido las personas,
que en muchas ocasiones, en especial cuando se trata de
instituciones u organizaciones estamentarias, es
discordante de las jerarquizaciones administrativas.
Se ha respetado toda jerarquía desde
el principio de la investigación. Se
mantiene un trato digno con todos los
pobladores e instituciones que han
intervenido en la investigación.
Preparar cuidadosamente el manejo de sus instrumentos
de recolección de datos
Se han preparado previamente los
instrumentos técnicos de la
investigación, así como los planes de
emergencia para evitar la pérdida de
la información recibida.
Mantenerse alerta a todos los acontecimientos que se
presentan en el caso o los casos, puesto que la
importancia de una información solo es revelada en el
momento de la escritura de la exposición de resultados
El proceso de interpretación de las
narraciones orales recogidas se
realizó en confrontación con los
documentos antecesores que se han
realizado en la región, evaluando cada
caso.
Estar dispuesto a estar presente en las actividades a las
cuales sea invitado, manteniendo el distanciamiento y la
neutralidad y evitando una participación activa en las
mismas
Se hizo participación de actividades
convocadas por las comunidades,
como el Foro por la Paz, realizado a
finales de junio del año 2017. Solo
hubo asistencia al foro.
Mantener al día su cuaderno de notas (bitácora) Se mantienen registros contantes de
la investigación en el cuaderno de
notas, en el que se encuentran
nombres, datos, acontecimientos e
información tomada de la observación
participante y de las entrevistas.
En cuanto, al método con el que se llevó a cabo la propuesta investigativa es el método
etnográfico. Para ello, se tuvieron en cuenta dos aspectos que Velasco Honorio y Díaz de Rada
Ángel presentan en La lógica de la investigación etnográfica: en primer lugar, la práctica
1 Comité de integración social del Catatumbo, movimiento social y político de la región.
43
etnográfica como el trabajo de campo que sigue las características propias de la antropología,
como por ejemplo, la observación participante en el contexto investigado y el contacto con la
población; en segundo lugar, la reflexión antropológica que consiste en el trabajo reflexivo y
personal, teniendo en cuenta la investigación previa existente y la realidad investigada. El método
de investigación etnográfico permite, entonces, relacionarse con lo ajeno e integrarse en el campo
que se quiere estudiar y para ello, necesita de una relación directa con el espacio.
Ahora bien, son tres los momentos que presenta la producción narrativa desde la historia
oral en la investigación cualitativa, estos son: a) la conciencia del investigador sobre la
prefiguración de las historias que circulan en la cultura antes de desarrollar el estudio
investigativo; b) el análisis de la configuración, a partir de las entrevistas y los relatos allí
narrados; c) descripción de los procedimientos que permitan integrar los relatos en una trama
narrativa global. Para llevar a cabo lo anterior fue menester afinar el oído para saber apreciar las
historias escuchadas. Al respecto, Guber (2001) nos dice que “las etnografías no sólo reportan el
objeto empírico de investigación -un pueblo, una cultura, una sociedad— sino que constituyen la
interpretación/descripción sobre lo que el investigador vio y escuchó” (p. 5). La escucha atenta a
la narración oral posibilita la interpretación de los hechos, parte imprescindible si de memoria
colectiva queremos hablar.
Si entendemos la memoria como la reconstrucción misma del pasado en tiempo
presente, se posibilita la interpretación de los hechos que tejen el hilo narrativo y el significado
que el sujeto otorga a su discurso. Sin duda, interpretar la realidad allí compartida es interpretar el
contexto social que marca no solo un antes, sino también un ahora e infieren un después. Para
Lindón (1999), las narrativas o relatos “están anclados en la experiencia humana; son un recurso
para reconstruir acciones sociales ya realizadas; no son la acción misma, sino una versión que el
autor de la acción da posteriormente acerca de su propia acción pasada” (p. 97). Si bien, el
espacio y el tiempo son importantes, no se debe perder de vista que durante el proceso de
escucha, se abre ante sí la interpretación de las significaciones desde distintos planos: a)
interpretación de la experiencia narrada: se realiza la interpretación desde la realidad escuchada o
“sentido común” y el campo de interrogantes teóricos del investigador; b) son relatos: el
investigador marca la pauta únicamente al inicio para que el narrador, a partir de allí, construya el
hilo conductor del relato; c) las experiencias son “significativas socialmente”: son comprensiones
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de la intimidad de la experiencia del narrador, que pasarán a hacer compartidas por medio del
lenguaje.
La entrevista es la técnica en uso para la recolección de los relatos de violencia de los
pobladores de la región. Esta técnica permite no solo contemplar la información interpretada a
través de la observación, sino contrastar ambas interpretaciones: la observada y la escuchada. La
entrevista posibilita el acercamiento a la mirada del narrador, es una manera de reconocer más
allá de lo observado porque permite acceder a la información que se necesite ampliar. Por ello,
resultó indispensable generar un ambiente de confianza con la persona entrevistada.
Esquema 3. Cuestionario base de entrevistas
OBSERVACIÓN PARTICIPANTE CUESTIONARIO BASE- ENTREVISTAS
¿Quiénes son los Motilón Barí y los campesinos de
la región?
¿Qué significa ser ‘Barí’ y qué significa ser
campesino?
¿Cuáles son las actividades que realiza la
comunidad?
¿Cuál es el papel de la mujer dentro de la
comunidad?
¿Cuál es el papel del hombre dentro de la
comunidad?
¿Cuál es la lengua que debe aprenderse primero?
(Barí)
¿Qué significa el territorio para los barí y para los
campesinos?
¿Cuál es el papel del cacique y del líder campesino
dentro de la comunidad?
¿Quién puede ser cacique y líder campesino de la
comunidad?
¿Cómo se organiza la comunidad?
¿Cómo son las relaciones con las demás
comunidades (campesinas o indígenas)?
¿Qué sector social y qué localidad es el más
golpeado por la represión?
¿Qué ambiente se respira hoy en la región?
•De paz y progreso
•Violencia y retroceso
•Perduración de incertidumbre
¿Cuál es la percepción de violencia que tiene la
comunidad?
¿Cuál ha sido el origen de la violencia en la
región?
¿Cómo fue la llegada de las compañías petroleras
a la región?
¿De qué manera actuaron las petroleras contra los
barí y los campesinos?
¿Cuál era la finalidad de las petroleras?
¿Cuál fue la respuesta del barí y de los
campesinos frente al accionar de las petroleras?
¿Cuál fue el papel del Estado frente a los hechos
que se presentaron?
¿Qué tipos de hechos violentos se han presentado?
¿Contra quién? (persona, familia, comunidad,
organización, etc.) ¿Qué autor?, ¿dónde?,
¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por qué?
¿Qué sacrificios en especial recuerda y qué
alternativas emprendió la gente para prevenir,
protegerse y parar la acciones violentas?
¿Quiénes del ámbito regional, nacional e
internacional se preocuparon por la protección de
los derechos humanos ante el exterminio de la
dirigencia social, la comunidad, la pérdida de sus
bienes, etc.?, ¿en qué forma?
¿Cuáles fueron los hechos que más le indignaron y
marcaron su vida?
¿Qué expectativas hay en torno a los procesos de
negociación de paz entre el gobierno y la
insurgencia?
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Dado el objeto de estudio de la investigación, se ha optado por la entrevista no-
estructurada. Esta permite reconocer el pensamiento de ese Otro que frente a mí, tiene algo que
contar. Se hizo menester un cuestionario de base para orientar la entrevista y que ésta no perdiera
su rumbo del objetivo de la investigación. La entrevista no-estructurada, así como la observación,
exigió afinar los sentidos para atender la voz de quien se escucha y generar las preguntas
necesarias para recoger la información que requirió la construcción de la memoria colectiva. Los
materiales utilizados para la realización de las entrevistas, fueron: el cuestionario de base
elaborado, la cámara de video y grabadora para la recolección de recursos visuales y sonoros que
posibilitaran una mayor interpretación cuando la entrevista se escuchó nuevamente, y el cuaderno
o libreta de notas en donde se contemplaron los detalles más pertinentes para la reconstrucción
del relato.
La segunda técnica en la reconstrucción de relatos de violencia en la región fue la
observación participante. Esta permitió involucrarse con los pobladores, para tener acceso a la
información de tal manera que se cumpliera el objetivo, es decir, la reconstrucción de la memoria
colectiva, la cual implica un grado de confianza con los participantes, puesto que es un tema del
que no resulta tan sencillo hablar. Además de que, según Tezanos (1998), esta técnica resulta ser
una condición para permanecer en el contexto investigativo el mayor tiempo posible.
Se tomó la observación como un instrumento para producir buenas descripciones,
indispensables para la reconstrucción de la memoria escrita. A través de la observación, se logra
representar en los relatos no solo el contexto (lugares, atmósferas, etc.) sino la vida misma de los
pobladores; la identidad de la región. La observación permitió hacer lectura de todas las
representaciones del contexto de la región: su lenguaje, sus formas de habitar en comunidad, su
cosmovisión, las formas de organización social, política y cultural, para la posterior
reconstrucción de las narraciones y que bien, debían contener la realidad social configurada.
Observar implica percibir todas las representaciones del lenguaje, tanto el verbal como
el no verbal. Esto no se debe tener en cuenta únicamente en el proceso de realización de las
entrevistas, sino en todo el proceso de la investigación. Ello, permite construir el entramado de
significaciones que tejen los sentidos sociales de las comunidades del Catatumbo y revelan
sentidos que, desde el contexto histórico, político, social y cultural de la región, manifiestan los
pobladores a través del lenguaje. Gunter (2001) afirma que “la presencia directa es,
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indudablemente, una valiosa ayuda para el conocimiento social porque evita algunas mediaciones
-del incontrolado sentido común de terceros- ofreciendo a un observador crítico lo real en toda su
complejidad” (p.14). Involucrar todas las percepciones, conectarlas con el mundo empírico y el
mundo real en el contexto investigativo, resultó inevitable cuando se realizó la observación
participante. Allí, fue donde se pusieron en juego los preconceptos y se confrontaron con la
realidad observada.
Durante la investigación fue pertinente realizar la interpretación y el análisis, en este
caso, de las narraciones orales obtenidas a través de las entrevistas, así como de la información
recibida a través de la observación, en la medida en que se iban obteniendo los registros. Fue,
ante todo, indispensable el respeto por la voz del otro, sobre todo si de memoria colectiva
estamos hablando, pues con ella se busca la verdad de los hechos analizados para reconstruirla.
Así pues, este proceso de interpretación y análisis se realizó en dos momentos: la descripción y la
interpretación.
La descripción fue el primer momento de este proceso analítico-interpretativo. Se realizó
la escucha atenta, nuevamente, de los registros obtenidos: las entrevistas. Es allí donde
reconocemos la voz del otro, lo encontramos, hallamos sus visiones de mundo y las mismas
relaciones sociales con la comunidad. Se seleccionó la información obtenida, se organizó,
reconstruyó y formó categorías de análisis para determinar e interpretar la realidad que se intenta
dar a conocer.
Para la elaboración del análisis de la presente investigación, se tomaron cinco
narraciones orales, tanto de indígenas barís como de campesinos, en la que se realizó una
transcripción lingüística basada en los signos de transcripción que establecen Val. Es. Co., con la
que se ponen de manifiesto elementos fonéticos, morfosintácticos y léxicos del acto de habla;
tomados de la escucha y observación atenta durante las entrevistas realizadas. Esto, en función de
responder a la fidelidad de la narración oral a analizar:
Esquema 4. Códigos del sistema de transcripción Val. Es. Co
: Cambio de voz.
A: Intervención de un interlocutor identificado como A.
?: Interlocutor no reconocido.
§ Sucesión inmediata, sin pausa apreciable, entre dos emisiones de distintos interlocutores.
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= Mantenimiento del turno de un participante en un solapamiento.
[ Lugar donde se inicia un solapamiento o superposición.
] Final del habla simultánea.
− Reinicios y autointerrupciones sin pausa.
/ Pausa corta, inferior al medio segundo.
// Pausa entre medio segundo y un segundo.
/// Pausa de un segundo o más.
(5”) Silencio (lapso o intervalo) de 5 segundos; se indaga el número de segundos en las
pausas de más de un segundo, guando sea especialmente significativo.
Entonación ascendente. Entonación descendente.
Entonación mantenida o suspendida.
Cou Los nombres propios, apodos, siglas y margas, excepto las convertidas en «palabras-
marca» de uso general, aparecen con la letra inicial en mayúsgula2.
PESADO Pronunciación marcada o enfática (dos o más letras mayúsculas).
pe sa do Pronunciación silabeada.
(( )) Fragmento indescifrable. ((siempre)) Transcripción dudosa.
((...)) Interrupciones de la grabación o de la transcripción.
(en)tonces Reconstrucción de una unidad léxica que se ha pronunciado incompleta, cuando
pueda perturbar la comprensión.
pa’l Fenómenos de fonética sintáctica entre palabras, especialmente margados.
°( )° Fragmento pronunciado con una intensidad baja o próxima al susurro.
h Aspiración de «s» implosiva.
(RISAS, TOSES, GRITOS…) Aparecen al margen de los enunciados. En el caso de las risas, si
son simultáneas a lo dicho, se transcribe el enunciado y en nota al pie se indica «entre risas».
aa Alargamientos vocálicos.
nn Alargamientos consonánticos.
¿¡ !? Interrogaciones exclamativas.
¿ ? Interrogaciones. También para los apéndices del tipo «¿no?, ¿eh?, ¿sabes?»
¡ ! Exclamaciones.
és que se pareix a mosatros: Fragmento de conversación en valenciano. Se acompaña de una
nota donde se traduce su contenido al castellano.
Letra cursiva: Reproducción e imitación de emisiones. Estilo directo, característico de los
denominados relatos conversacionales.
Notas a pie de página: Anotaciones pragmáticas que ofrecen información sobre las
circunstancias de la enunciación. Rasgos complementarios del canal verbal. Añaden
informaciones necesarias para la correcta interpretación de determinadas palabras (la
correspondencia extranjera de la palabra transcrita en el texto de acuerdo con la pronunciación
real, siglas, margas, etc.), enunciados o secuencias del texto (p. e., los irónicos), de algunas
onomatopeyas; del comienzo de las escisiones conversacionales, etc.
A continuación se presenta la transcripción de las entrevistas, aunque a lo largo de los
capítulos se realiza la interpretación correspondiente:
Matriz 1. Sistematización y codificación de la narración oral
Tema de investigación: Relatos de violencia de indígenas y campesinos del territorio barí.
Poblador: Abuelo indígena barí Entrevista: 1
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Género: M Codificación: [AB,M, A,1]
Edad o rango: 94 años (Adulto, A)
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“… Segundo cacique Gabriel // estee // otro cacique Álvaro // tres así (levanta tres dedos de su
mano) // tres personas / sí / yo primera autoridad cacique sí // yo organizar / mandando a Gabriel así
// el papá mío / cuando mi papá murió // varió cacique así // sí / línea de sangre de papá / van
cediendo puesto a nosotros”.
“… Barí / estee / chidye / barí chidye // barí para nosotros es la comunidad / barí eh chidye tres
personas así / barí e chydye sarid yairi así / barí es gente / toda la comunidad sí // ahorita 23
comunidades // acá todo / en Colombia / en Venezuela también // primero era Venezuela / nosotros
Colombia aquí / ehh llegó Asamblea / aquí en donde mismo nosotros hay varias sí / Venezuela llega
aquí // llegó aquí también / Saimacdoyi viene pa’ ca también Colombia / se encuentra aquí / se
encuentra aquí / aquí llegar aquí / a Bridicayra / siempre Rosario también se encuentran aquí / dos
días aquí / familia así / llegar así // cada año / cuando llegar estee / diciembre / ehh / llegar enero /
mandar a julio llamar aquí / cuando termina enero pasado todos vuelven a su territorio / ychaitana /
sí territorio / ychaitana / allá acá (señala alrededor) / yo he estado también en todo el territorio así /
ychaitana / esto había hasta por allá / hasta por allá / Ocaña no había así / Ábrego / por allá Cúcuta
había / también pa’ ca / nosotros sí // Barí también aa / Barí también a Cúcuta // en Ocaña / toda
Ocaña / Tibú / allá Barí así / ya no // había casa también / allá / casa bohío / así como acá / más
antiguo así // español nosotros acabar así / vinieron hacia / y vinimos pa’ca / sí // allá otra
comunidad también ( dice señalando al frente) al Catatumbo también / pa’ca venían pa’ ca todo así /
comunidad Corronkayra también vino pa’ ca / puro así / meternos así / meternos antes de que se
acabara así / resguardo indígena nosotros quedaba aquí / pero yendo pa’ allá pa’ Irmina // llegó
señor Bruce Olson / cuando yaa / dos y medio así a chuzar (con sus manos hace un arco con flecha)
allá pa’rriba más arrecho así / antes había más / arrecho señor Olson amigo así / señor Olson va para
allá y viene pa’ca otra vez / sí / el señor Olson llega hasta el río”.
“… Hay sí petroleras // Petroleras hay mucho en / cuando /Tibú // en la comunidad de nosotros // y
mucho matar así // CORRIENTE2 (levanta los brazos señalando alrededor) // corriente así / así // en
los otros bohíos // donde mismo esta mañana // aguacero mucho así (con la manos hace señales de
lluvia que cae) dormiendo en la casa / dormiendo (se trae las manos al pecho y cierra los ojos como
si fuera a dormir) // se acabara así la corriente / cuando salioo así y lo encontró así // matar mucho //
corriente / corriente así (señala con las manos hacia el frente) // cuando cayó / matar cayó /cayó /
cayó / cayó (señala descendiendo la mano en direccionándola a distintas partes)// y mucho barí así/
pa´ acabar así”
P: ¿Así mataban a los barí?
“Sí / petroleras // a barí // mucho murió así // muchos murieron // con eleticidad (4’’) vea / hicieron
que todo aquí // SE ACABARA”
P: ¿Acabaron con todo?
“Otro / otro comunidad pa’ allá (señala hacia el oriente) // cuando mira así / vinieron pa’ acá // barí
murió / acabara / así // acá arrasó todoo así”
P: ¿Arrasaron con muchas comunidades?
“Muchas comunidades / mataron todo así /en Venezuela también (3’’) todo barí matará // así // se
acabara (3’’) el petróleo / así”
P: ¿Eran varias petroleras?
“Muchas petroleras / sí (asiente con la cabeza) // No sé / Colombia / COLPET / Colombia (4’’)
Cuando see // mucho matar a barí”
2Las petroleras hacían cerca eléctrica con la que rodeaban sus enclaves, es decir, las edificaciones
protegidas, generalmente, en donde se construían los oleoductos para la extracción del petróleo.
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P: ¿Y desaparecieron cuántas comunidades?
“Separecieron / se acabaran // cuatro comunidades (levanta cuatro dedos de su mano derecha) //
quedaron / queriendo // dos mujeres / en esas cuatro comunidades // barí se acabara así”.
Tema de investigación: Relatos de violencia de indígenas y campesinos del territorio barí.
Poblador: Indígena barí Entrevista: 2
Género: M Codificación: [IB,M, A,2]
Edad o rango: 35 años aprox. (Adulto, A)
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“… Esta es mi comunidad / que yo pertenezco en la comunidad de / Bridycaira // en la familia mía
vive aquí en la comunidad / yo nací aquí / yy crecí / y mee enfoqué en la naturaleza / me gusta
mucho / me gusta la naturaleza / toda la época que viene (3’’) todo lo que / me gusta la fauna / lo
que es animales / todo // la fauna por ejemplo / la partee de nosotros / la parte dee usted ve toda la
naturaleza / la selva / la cordillera / todo lo quee so / sobrevivimos es laa / la cuestión de todo lo que
/ lo que tiene estee / toda nuestra naturaleza lo que nos rodea es animales / la que / la que nos
riquece ¿sí? / sí nuestra riqueza / paraa / la alimentación de la presa es animales / por ejemplo venao
/ el / estee / guartinaja / ñeque / y estee / pava / ahurrido / paguin / y estee / los micos / y estee //
todo lo que es / este / el tigre son silvestres / son especiales / yy / también la parte de la pesca /
bocachico / estee / panche / estee / el corroncho que le dicen panche / son así más o menos grande /
y estee / todo lo que conjuntamente // los pescamos el día sábado // y hoy en día entre semana
trabajo de // de agricultura / estee / por medio de alimentación está la yuca / plátano / estee maíz /
cacao / el caco es pa’ la economía / estee / nosotros intercambiamos la cacao pa’ comprar / por
ejemplo la parte dee / dee / cómo es estee / arroz / azúcar / panela / papa / todo lo que es pa’
comprar todo ese cultivo de cacao / pa’ / pa’ tener nuestro propio cómo es / estoo / cómo es / la
familia / pa’ para sostener familia ¿sí? / y también estee / todos los que venimos a trabajar a este
agricultura / todo lo que la comunidad estee / trabajan agricultura no más // en la zona de / en la
zona cómo dicen de la comunidad barí / son los que manejamos eso / y la comunidad y todas las
comunidad es / el ganao / sí / en todo lo que es potrero / es comunidad / y también compartimos con
todos / cuando mata vaca / compartimos así todo por familia / aquí haay / 32 familias // yy / son
como que / los niños y niñas son / por todos son / 56 niños // hay comoo / hay como trece familias
en el bohío / porque vive así / yaa / por familia tiene su // su casa y suu / ordenamiento de casa (
dice mientras señala las casas construidas alrededor del bohío) (4’’) el primero primero que nos
colaboro / se llama el señor Bruce Olson / si / un gringo / el nos colaboró / él vive en Bucaramanga /
tiene comoo / como 28 29 años / más de 29 años / Bruce Olson lo construyó / él lo pensó para /
colaborar con las comunidades / pero / lo colaboró mucho por ejemplo le dio / ganado / cabeza de
ganado / animales / bestias / lo colaboró todo // ehh / son filólogo / él llegó cómo / como joven 17
años / pero / conoció la parte de Venezuela / primero empezó / de Venezuela / y él recorrió todo
Venezuela / también lo colaboró no sé / dice así que lo colaboró mucho / él le gustó / yy / vino a
Colombia / por la frontera / la comunidad dee (3’’) Kiascarora / ahí fue / reconociendo poco a poco
colombianos / también duró muchos años / ¿sí? / él le gustoo / de comer de monte / no le
quitequeaba a uno / no / le tocó comer como iguales / como barira // y después aprendidó bariara /
como hablamos nosotros / él habla como 84 85 indiomas / estee / cuando en esa época no estaba
civilizado nada barí / fue / como ese / estaba destapado todo / estaba / es la cultura que manejaba en
esa época / cuando en esa época no estaba acostumbrado ni camisa ni pantalones ni nada / puro // el
vestuario en esa época era puroo / cómo es / taparrabo es que le dicen / se una coso así y uno y se
amarraba pa’ cubrirse y este es el destapao / pero lo amarra aquí / estee / un bejuco / un bejuco de
monte / lo amarran como tres o cuatro bejucos / para los hombres // y las mujeres es tejido de falda /
de algodón / yy este lo deja destapado (se señala el pecho) sí como no utilizaba / y no utilizaba puro
para esto / solo falda no más / y esa época 1938 / 1940 más o menos es // el vestuario primero inició
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con él / con Bruce Olson / para identificarla / cuando en esa época // fue también / la lucha de él /
¿sí? La luchó mucho también // estee / la lucha era como / primero era / reconocer las comunidades
// yy / como él / vino como tres gringos / o cuatro gringos no sé / vinieron con él // pero él / se la
propuso a la comunidad / de / Barí / ¿sí? / “ yo vengoo / mi pensamiento yo quiero ayudar con
ustedes” / es cuando era / época no estaba ni civilizado nada / sí / hablaba puro en bariara no más /
bariara hablaba / yy / él lo entendía mucho / dice que por / él lo entendía mucho / igualmente
nuestra cultura / nuestra tradición la respetaba mucho / nuestra autonomía de nuestra / sí / y cuandoo
/ él lo que hizo alrededor de / recogerla / lo recogió Barí / y después / lo llevó pa’ / pa’ reconocer al
pueblo / por ejemplo / estuvo en Tibú / yy / él lo hizo un poco / para civilización no más / contacto
con los blancos / sí / yy / cómo fue esa época la lucha / de él / lo ayudó / lo colaboró con él / pero /
en la parte de / nuestra / como dice la parte de nuestros ANCESTROS / más antiguo / es la lucha
para / para defender nuestro territorio / eso sii / yaa / en esa época que viene / ese fue cuandoo /
cuando estuvo unaa // todo lo que / petroleras / cuando antes de llegar los españoles / sí / de
Cristóbal Colón / la conquista / ellos lucharon dee / dee / Pamplona // Cúcuta / estee // cómo es /
estee // Ocaña / estee / Tibú / yy / en este lado en Convención / y en toda la vereda / como dicen /
toa la vereda tiene suu / su laa / la HISTORIA / sí / todo lo que lucharon para defender nuestro
territorio / para proteger nuestra naturaleza / nuestro recurso humano / nuestro / todo lo que es la / lo
que pertenecía nuestra // sí / yy / cuando / ellos lucharon por / se ha reducido mucho // porque
Cristóbal Colon nos quitó todo / los españoles / cuando en esa época / por ejemplo / el bohío este
(señala el bohío de la comunidad) / el símbolo de nuestra / era / cuando era / construida acá al año /
sí / vivía / tuvo un año / y trasladada para otro sitio / hiciera otro bohío / sí / porque en esa época
trabajaba la / la que deja alimentación es la yuca / y verdura no ma / el plátano / y los animales / y la
caza // cuando no tenía ni producción ni cacao ni // ni animales ni ganao / nada / simplemente lo
que trabajaba esa no mas // yy / y estee / cuando en esa época la historia era muy importante /
porquee / él trabajaba / yy / y también hicieron un encuentro de la comunidad también / barí / entre
ellos mismos se hacía como / como una / como hace estee / maratón / la pesca // en ese tiempo
manejaba la cultura / por ejemplo canto / para intercambiar la fecha / para inter / las mujeres
intercambiaban faldas / canasto / sí / cuando decía canto / se lo proponía entre ellos mismos sí //
canto / entre ellos / cómo hacer / como fabricaba / cómo hacer la flecha / sí / yy / cómo / cuando se
tira se pierde la flecha / sí / yy / y tiene qué buscarla / y cuando antes de hacer la flecha / se / se
trabaja mucho / y le duele mucho / laa / la muñeca (se señala la muñeca) por / por trabajo / por tener
la flecha / sí / yy / y dice que en esa parte hay / un canto / demuestra un canto / sí / ese canto muy
importante / también / nuestra naturaleza también / cantaa / la posición de la naturaleza / todo lo que
/ lo que hace naturaleza / sí / como dice la / nosotros vivimos la espiritualidad de uno de la
naturaleza / se llama Sabaseba / está en toda la naturaleza / por eso nosotros queremos proteger
nuestra naturaleza / no destruirla / sí / por el trabajo / por la necesidad de uno / sí / pero uno sabe
trabajar / es por / porque Sabaseba nos deja permitir trabajar para / para sostener nuestra familia no
más”.
“… Eh / Sabaseba / es quien nos creó / Sabaseba / creó a los barí / la creación de barí fue / primero
dice que / como igualee / la creación dee / de mundo / sí / una mujer y un / y en ese / en ese / como
tiene una fruta / le llaman piña / una piña / una redonda así un piña / era completa y se partía en una
parte la mitad / y uno queda aquí y el otro queda aquí / y Sabaseba le puso / una mujer y un hombre
/ sí / en cada parte / y ahí sii / salió estee / barira / para la creación dee / sí / como iguale la creación
de mundo / sí / uno y uno pa’ hacer familia / él creó Sabaseba y el espíritu lo colaboró mucho
también / y ahí / los espíritus son quienes protegen nuestra naturaleza también / hay varios / varios /
pero son / son / nuestro espíritu son / los que manejaa / como ese / en la parte invisible / sí / por eso
/ estoo / nosotros / cuidamos nuestra naturaleza / no daña al espíritu / y aa nosotros también tiene
suu / suu / cómo es suu / la parte / cómo es la parte / TÉCNICA de ellos sí / nosotros también
tenemos nuestra parte / el manejo técnico / sí / ¿usted se imagina cómo es la cuestión de hoy en día?
/ sí / estee es como / quee / los más antiguos tienen su historia / sí / conocimiento me decía mi papá /
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cuando no nací y fue cuando / a mí me interesa la historia / sí / porque tengo quee / cómo fue la
historia / cómo fue la lucha / sí / con todos / pero / la lucha es pa’ defender nuestro territorio / la
única / como la gente que es otra cosa / pero no es así / es para defender no más la tierra / nuestro
territorio digo / nuestro territorio nos da la vida de uno / para la protección de la familia / nuestra / la
más importantes es nuestra / la madre / madre tierra / sí / tiene cada uno su protección / peroo /
antiguamente mucho extenso / de sitio / para vivir / para convertir en todo / para trasladar a otro
lado / porque en esta zona ( señala alrededor) vive / cómo dice / el recuerdo ancestrales / de bohío /
por eso / SITIO SAGRADO / porque antes vivía de ese lado / y cómo en esa época no tenía / límite
con Venezuela / nada / y cuando llegaron los españoles sí se pusieron / limitar con Venezuela y
Colombia / sí / como en esa época barira no tenía límite / pasaba tranquilo lo iba para Venezuela / y
se venían de Venezuela aquí / a compartir / con las comunidades // porque antiguamente / lo que
existe / lo que pusieron / el Estado / Gobierno / dividieron / pero pa’ / pa’ nosotros no existe límite
nada / porque el Estado se pusieron límites pa’ / pa’ ellos / sí / que no permiten entrar sii / si no
tienen cédula de Venezuela no dejan entrar nada / pero nosotros entramos así / pero así fue la
historia”.
“… Los españoles / los más antiguos lucharon / para defender nuestra tierra / los españoles / estee /
para defender nuestra tierra / de naturaleza / lucharon mucho / y también esa época / también le
dieron muerte de barí / como a más de 300 400 barís / se murieron por la lucha esa / sí / en ese / los
españoles / se enfrentaban // yy / y los barí tenían dos opciones / lo ayudó nuestra naturaleza / el
espíritu / Sabaseba nos ayudó // y Sabaseba comoo / como ellos taban luchando / yy Sabaseba iba en
la parte de atrás / sí / pa’ defender / para / de barí / si hubiera / Sabaseba no / no tenía su poder / él /
todos los que / los que venían los españoles nos acababa a nosotros / sí / barí / pero Sabaseba nos
puso el / el poder de ellos / sí / ellos tenían su poder / sí / y cuando los españoles / ahí también
murieron varios españoles / también respondía con flecha / y todo lo que utilizaban / yy cuando en
esa época toda la lucha no dormía barí nada / todos amanecían / y se iban toda la cordillera / por
ejemplo la cordillera de / de Pamplona / la cordillera de Cúcuta / y se / se venía de / de noche y de
día / todo el día / y la comida / comida de monte no más / yy el espíritu también lo colaboraba
mucho // yy el espíritu le daba poder barí / y muchoo / cuando en esa época / no había llegado ni / ni
Bruce Olson / yy / él estaba en Venezuela / sí / en ese momento / y la lucha tuvo / tuvo muy fuerte /
yy también / Bruce Olson le die / le dio un flechazo en la pierna / por equivocación porque él venía
por / por helicóptero / por aéreo / como en / epocaa / 1917 18 / 18 o 20 1920 / sí como en esa época
se hizo una / una vuelta avión y ellos esperaban una / un lote así / pero no pensaron que era que
venía // y ellos mismos se curaron / se hicieron la cura / sí / y estuvo en la comunidad / permanecía
en las comunidades / muchísimo / ydespués / cuando ya see / se curó toda la herida / y se fue para
Estado Unidos / y después regresó otra vez / él le dijo que yo quería regresar con otro compañero /
venían tres / gringo”.
“… Lo que más causó la muerte como / en 1940 o 1950 / fue la muertee / estuvo / en barí / como
fue / vino una invitación de monja / la misión / la misión estee / la misionera Laura / sí / y venía a
acompañar un barí / de Venezuela también / yy en esa época era / era bastante barí / en esta
comunidad / y después no sé como una / como una / y en ese momento fue como / como siempre he
escuchado quee / que fue como / como envenenao no sé / le dieron pastillas / a barí / las misioneras
que venía él / como eeh / bastante barí / y cuando dijeron un / un regalo no sé / un regalo pa’ barí /
pero le dieron pastillas envenenao no sé / en medicamentos / pero ellos no sabían nada / qué / que
era / y le dieron como tres días / cuatro día una semana / y ellos se tomaron / no sé / se tomaron o
comieron no sé / y después / al otro día / a la otra semana / como más de 15 o 10 días / yy dijeron
que / que alguno que estaba enfermo / que le dio malestar / dolor de cabeza / y como al otro día / se
falleció / así normalmente se falleció barí / ahora sí como dice / laa / la contaminación barí / ya
estaban dando duro en esa / esa época / ahí si yaa / como / hay unos que dicen que tenían como barí
/ vivía al otro lado / venía a visitar otras comunidades / sí / y tenía otro bohío allá / y en momento
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como / como estamos aquí / estábamos reunidos / mucha gente / barira / había bastante / como más
de 300 400 barira / por ahí 500 barira / y al momento como / como al otro día se enfermó / en el
momento porque / lo que tuvo noo / no estuvieron de acuerdo / ellos noo / aceptan las misioneras /
sí / porque hizo mal / mal lo que hizo / porque ellos murieron bastante bastante / quedaron como
que 15 o 20 personas no más / los que se fueron y se fueron pal otro lado / para otra comunidad / y /
dicen que se murieron en el camino / en el monte / que fue antes de salir / y después se iba pal otro
lado y se quedaba listo / y ahí pensaron que fue la monja / sí / la única que estuvo aquí / y cuando
antes de ir lo contaminó a todo / y se hizo un mal hecho / sí lo que lo que tuvo aquí”.
“… Hoy en día ya estamos un poco civilizados / pero ahí tenemos nuestro / cultura // y después
cuando / a los niños / a los que nacen hablan dialectos iguales // primero enseñar barí / después sí
enseñar el español / pa’ no perder la cultura // comoo por ejemplo / hay algunos como / los jóvenes /
los niños las niñas / o / sí / pa’ el futuro de ellos hay unos que no tienen suu cultura / de que qué
momento tiene que saber / sí / como eso / nosotros nacimos nuestros propios / raíces / nuestros
propios sangre / cuando en esa época no tenían / como dice / combinación sangre / hoy en día ya es
combinación dee / de sangre / de otra sangre // por ejemplo // antes era era entre familias no más /
hoy en día la mezcla / la mezcla con quee le digo / con los blancos (3’’) usted siempre ha visto los
niños / los niños mestizos / hay unos medio mestizos / por eso digo hoy en día ya la mezcla a está
mezclado / por ejemplo / se casa con la muchacha campesina blanca sí / hay le da la mezcla la
sangre nuestra / cómo es / la sangre se vaa combinando // pero ahí tenemos el dialecto / cultura / la
hemos mantenido ahí / pero uno dice que nosotros / tenemos nuestra cultura manejamos dentro de lo
interno / y externo son la parte dee / de Estado / pero uno tiene que saberla sí / hoy en día nuestro
hijo / nuestro / para futuro / tenemos que mantener para / para que / para // para // cómo es que es //
para / no permitir el Gobierno / cómo dice / pa’ no / pa’ noo / cómo es // pa’ noo / pa’ no / como
dicen en pocas palabras / pa’ noo / pa’ no engañar a las comunidades sí / a los barí / uno tiene que
defender nuestros derechos / nuestra autonomía / con todo lo que tenemos / y noo / nuestro / nuestra
naturaleza / nuestro / nuestro recurso / NATURALES / y no renovables y todo lo que tenemos
nuestra riqueza / sí / y Estado que cumple / que todo lo que en Catatumbo tenemos nuestra riqueza
en todo lado de Catatumbo / Catatumbo bajo Catatumbo alto Catatumbo intermedio / todo lo que es
/ sí / nosotros queremos / defenderla / nuestra naturaleza / todo lo que viene / hoy en día ya /
tenemos que preparar el estudio / todo lo que es / sí / a conocer nuestros planes / y también tenemos
que construir un plan de vida de barí / ya está construido un plan de vida de barí / ya está construido
/ se llama / estee / Ñatubay yi Barí / sí porque es autoridad tradicional de barí / sí / en Tibú tenemos
una oficina / para / porque / tenemos que dialogar con ellos / viene a veces aquí a las comunidades /
porque él / él está con Estado / él está con la producción de / de como de / todo el Catatumbo /
porque ellos tienen sus documentos / suu / todo lo relacionan con entidades”.
“… En Tibú / me parece / en Tibú como en esee ehh / que instaló alambre eléctrica / la comunidad
barí no sabía qué era / y qué era / como / como las redes / si / pero en esa época no sabía que era /
para qué sirve o para qué era / y ellos lo cogieron / los cogían / las redes / o alambre / de eléctrica /
yy / le pasaba corriente / se electucutaba / yy cuando en esa época / cuando era la lluvia / época de
la lluvia // cuando / cuando tenía / la tensión / como / barí no sabía qué / qué era / sí / lo cogía así y
lo pasaba de una vez / y ahí quedaba listo y el otro también / se quedaba ahí pegado / y después vino
/ Sabaseba el espíritu y lo ayudó también / lo acotejó / dijo / no puede tocar eso porque / porque le
pasa corriente / porque ellos tiene su protección de ellos / para proteger su carbón y petróleo / sí / la
petrolera / y después le dijo “ese sí tenemos que / alejao / no puede ni tocar nada” / y Sabaseba lo
puso aa / cómo es / a / recomendaciones // Sabaseba porque ellos tenía su contacto con ellos / sí”.
“… El conocimiento para mi es importante / conocerlo / tenerlo / como dice hoy en día ya tiene su
capacidad de uno yy / en cualquier momento / como ese / por la enfermedad ya uno / sí / lo que
dificulta a uno también / y uno / la cuesta de uno / y lo deja a los / a qué / a futuro / a la nuevas
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generaciones no más // sí / todo lo que transmitimos y que quede a las nuevas generaciones no más /
yy / y tiene su suu capacidad de estudio / se maneja es con ese / para defender nuestro territorio / y
para defender todo lo que es / yy hoy en día ya tiene su civilizaciones / como normal / y ya su
contacto / la mezcla / de todos / ya hoy en día / y el futuro no sé qué pasará (RISAS) no se sabe
aún”.
Tema de investigación: Relatos de violencia de indígenas y campesinos del territorio barí.
Poblador: Campesina Territorio Barí Entrevista: 3
Género: F Codificación: [CTB,F,A,3]
Edad o rango: 65 años apróx. (Adulto, A)
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“Bueno yy / mi persona // llegó a viví aquí de / de cuatro años / muy niñita / me recuerdo tanto que
San Pablo pa´ rriba era una montaña / todo era montaña / todo era montaña / no había ni casa ni
nada / solamente la casa que encontramos nosotros ahí en esa montaña era la casa del papá del
(señala a otro campesino que estuvo presente durante la entrevista) quee ellos ya estaban yy /
estaban muy niñitos / más pequeño que aquel niño (señala a un niño de aproximadamente tres años
que se encontraba jugando al lado) // yy / y me acuerdo tanto que allá en la entrá esa (señala la
montaña ubicada detrás de ella) yoo / como apenas tenía cuatro años / estee / mi mamá y mi papá /
estee / salíamos a buscar unas tierras para comprarla / y mi papá tan solo cargaba un novillo /
cuando eso le decían novillo a los terneros que capaban / que los ponían a cargar como mulas / y
entonces mamá me dio a mi una pollita pa’ que la cargara en el camino pa’ que ayudara aunque sea
a cargar de los corotos que llevaban ¿no? / y entonces cuando llegamos a la dentrada esa yo le dije
mamá que yo no aguantaba más / que cogiera esa polla yo no aguantaba más a caminar / entonces
mamá estee / cogió la pollita y me dijo que me acostara a descansar y yo me acosté a descansar // y
nos acostamos a descansar todo porque ellos también descargaron todo / unos traían ollas / otro
traían // corotos / cuando eso ni colchones porque cuando eso ni colchones conocíamos / tan solo
esteras que las hacían con / con unas palmas / yy / y bueno / entonces el coroteo que llevababamos y
ahí descasábamos toititos / entonce en esas baja un señor queel compadre lo mentó horita / se
llamaba Francisco Castilla / y entoncee / dijo Francisco Castilla / dijo / “¿pá dónde la llevan?” /
entonces dijo papá / estee / más arriba porque un señor que se llamaba estee / Luis / le vendía a él un
pedazo de montaña / y allá era donde íbamos a hacer el ranchito pa’ vivir // y entonces dijo “ay pero
vamos tan tardaos y lo que estamos pensando es que esta niña ya no se nos aguantó más a caminar /
y ahora qué haremos pa’ poder seguir porque todos vamos ocupados / entonces dijo el señor / dijo /
“no / por eso no tenga pena yo le ayudo a llevar la niña hasta la casa mía” / y como teníamos que
pasar por otroo ranchito del que solamente lo que había era este rancho de ellos y el otro rancho que
se ve allá pero de hoja (señala la montaña de atrás) / cuando eso ningunos usaba casa buena ni nada
bueno sino de hoja de palo parado y palma le colocaban / y así fue como llegamos allá y de ahí pa’
allá dijo mamá “ay mamita tiene que volver a caminar porque no hay quien la cargue aquí pa´rriba”
/ y vuelve a seguir yo caminando pero era más lo que lloraba que lo yo caminaba /era más llanto que
lo que caminaba / y ya el pollito ese ni llegué a llevarlo ni na’ / hasta que por fin llegamos a donde
el señor que se llamaba Wicho / que era el que le iba a vender a papá las tierras / él le vendió a mi
papito cuando eso le vendió como unas cuarenta hectáreas de tierra por trescientos mil pesos / / yy
papito dijo que él se obligaba a pagar esa plata a jornal que no vender el animalito que era lo que
tenía para el sustento de nosotros / porque con eso él bajaba los plátanos y la yuca / esa era la mula
que él tenía / esa era la mula que él tenía de bajar las cositas / / bueno y papá llegó allá y nos dejó
donde el señor que le vendió y él se fue a hacer un rancho allá / un rancho grande pa´llevarnos a
todos (hace un circulo grande con sus manos hacia el frente) y cuando hizo ese rancho me acuerdo
tanto que pasábamos una quebra que la llevaba la cristalina // y estee / entonces ese día que ya nos
llevó para allá / eeh/ yo salí así a un bordito / y yo salí llorando porque le dije que qué animales tan
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grandes que habían / mi papá salió y dijo “pero animales grandes a dónde hija a dónde” / y véalo
papá véalo / vamos a ver que era un poco ñeques / era unos ñeques riéndose a toda carcajadas / y ya
papá “ no hija eso se come eso se come esos animales no le pican” / pero como nosotros no
estábamos enseñaos a ver esos animales nada / nosotros salimos semejante susto que eran unos
animales y eran unos ñeques”.
“… Bueno / hubo la oportunidad que como / como / como por ahí como a como a / como a los cinco
años / dijeron que iban a conseguir unas profesoras / para profesora estee / enseñar a leer / pero papá
dijo que no / que mejor no nos daban clases / porque nosotros después / papito / pues cuando eso los
papás eran tan / tan inocentes no como ahora / ¿no? / yy entonces / dijo papá a mamá le dijo “no yo
no les voy a dar estudio a las hembras na / porque las hembras después estoo le siguen escribiéndole
a los novios y en tanto uno se van en cambio uno no dando estudio ellas no se van” / entonces
mamá le dijo “ay pero dale a las pelaas que ellas quieren estudiar” / y dijo “no / que no estudien las
hembras porquee las hembras se van muy rápido” / mi papá no nos dio estudio entonces nos
quedamos todas sin estudio / entonces las últimas niñas ya / que eran las últimas niñas ya / entonces
ahí sí hicieron una escuela / entonces ya le dijo mamá “hombre entonces ya que las niñas grandes no
estudiaron démele estudio a las niñas pequeñas” / entonces dijo “bueno pues la necesidad tuya que
vos van esas pelaas a estudiar” / entonces colocó a las tres / ya las últimas sí las colocó a estudiar y
así estudiaron / peroo nosotras las grandes nos quedamos sin estudiar porque papá que por celos nos
dejó estudiar / porque papá pensaba no / que dándonos estudio nosotros no saliríamos nunca del
lado deel / él no pensaba que siempre nos enamorábamos estudiábamos o no estudiábamos / y
siempre nosotros nos enamoramos y salimos del lado del / de papá / pero vamos a ver que nos hizo
fue un mal a nosotros porque / yoo pa’ acabáselo a decir que yo he ‘tao iniciado a aprender / yo a
este altor que yo tengo y ya he iniciado a aprender / yo ha deseado aprender / yo ha deseado
aprender porque yoo / yo me quedé un deseo en la vida / porque ahora una clase en San Pablo para
enseñarnos a los de mayor edad allá y que nos daban clase que miércoles y viernes en la tarde / y yo
dije pues yo estaba esperando era que llegara esa oportunidad / pues yoo me vooy / a anotar y me
anoté / yo me metí siempre porque yo la necesidad mía es aprender / yo quedé con un deseo que yo
ver cogido un carrera aunque sea dee / de poder yo consejar / porque yo / al yo a haber aprendido a
leer / yo / el deseo mía habría sido ser un consejadora / consejar / como un / como un concejal / que
va y ah / ese era el deseo mío”.
“… Murió papá y nos dejó solo a nosotros muy temprano // yy la vida de nosotros / simpre /
mayormente que de nueve hermanos que hubimos / la mujer que verdamente quedó para que
sufriera era mi persona / porque yo si sufrí / yo si ha sufrido en mi vida / mi vida ha sido mucho
sufrimiento / a mi eel marido que Dios me socorrió a mí nosotros no fuimos casados porque él
nunca quiso que nos casáramos / pero también morí con el deseo de que nos casáramos / que el
casado y casado / nunca quiso él que nos casáramos / no nos casamos / bueno / también a mi marido
muy poquito tiempo estaba con él / a penas tendría por ahí catorce o quince años de tar con él y me
lo mataron / bueno / quedé con siete niño toos chiquiticos que él es testigo (señala nuevamente al
anciado que nos acompañó durante la entrevista) todos mis niños así chirriquiticos / me tocó too
criarlos SOLA / sola / sola sola / en un rancho por ahí vea ( señala al lado derecho) / porque too
esto era de nosotros dee / ellos eran en compañía de varios hermanos no / pero lo único que todos
los hermanos se abrieron y el que quedamos fue nosotros solos aquí / y nosotros / a lo último
también murió él / entonces quedé solita con los niñitos no más / yy / a lo último yo ya al tiempo
entonces yo me aburrí solita y sufriendo tanta batalla / entonces ya los niños se me siguieron ya
poniendo grandecitos y ya se me siguieron abriendo por trabajar / ellos por trabajar porque ellos
decían “ ay mamá que nosotros ya estamos de cambiarnos la ropa / nosotros no tenemos ropa y
usted no nos puede dar” / entonces yo decía pues sí / les toca ya salir jornalear / vayan por allá a
hacer contratos y a trabajar pa’ que compren aunque sea la ropa // bueno / pero también en esa vaina
de que yo fui en la vida mía fue un batalla / que yo viera sabido leer yo toda la vida mía la vería
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escribido / todos los pasos a como fue lo mío porque los pasos míos fueron / fueron unos pasos muy
/ muy amargos // bueno / después que ya fue mi marido la muerte / después a lo / después a lo poco
tiempo ya / antonces me mataron fue al hijo mayor / entonces bueno / aah / a sufrir esa batalla de
mi marido y del hijo / y yoo / yo seguí fue en una batalla / en una vida muy destranquila que yo
seguí // entonces la vida mía fue un chiste muy pesarozo”.
“… Ah bueno / antonces llegaron los paracos y a todo el mundo entonces / el que fue cobarde tuvo
que dirse / para fueraa y retirase / y yo por la cobardía que también no fui capaz / yo también
arranqué y me fui dejé todo perdido / había adivinao comprar una casita en San Pablo yy / pa´ poner
los niños los otros a estudiar más que hicieran el bachiller / entonces yo en esa tiré fue para allá paa’
para ver cómo les daba el bachiller a ellos / de vine a que llegaron los paracos y fue todo el mundo a
coger camino y todo el mundo nos perdimos / y yoo / resulté fue sola allá con una niña nada más
por allá pero todo allá al final / ya me arrimé comoo / como dos años más por ahí dónde una señora
/ a sufrir amargamente / y en eso fue que me cayó el muchacho en la cárcel / que fueron dos años
cuatro meses yo trabajando / me pagaban en Ocaña el día cuando llegaba a trabajar de una a siete de
la noche / trabajar a lavar y a planchar / me ganaba cinco mil pesos / pa’ mantener al de la cárcel y
mantener la niña en el colegio / entonces por eso le digo que la vida mía sí fue una vida de batalla /
que bien bien / mi marido cuando vivíamos que él todavía vivía / él decía / y que todavía faltaba la
final / que faltaba la final que él no la vió / que era que comenzábamos nada más que con la pobreza
¿no? / y él decía / “pero nosotros si está bueno pa’ que saquemos es una novela” / pero él pensaba
que la novela de nosotros que él moría y no la terminaba / pero yo tocaba que acabarla de terminar
(RISAS)”.
“… A mi parece que cuando eso estaría yo criando a todos esos peladitos pequeños / yo no salí a
paro / no / no salí al paro / oía el paro yy todo el mundo recogido y con miedo porque los que se
iban pensantivos que si no regresaban / es que cuando eso si eran peligrosos los paros /
peligrosísimos entonces uno quedaba eraa / orando por el que se iba / que ánimas que pudieran
regresar / que no le fuera a pasar naa / y como uno de pocos años pa’ acá es que / uno también // ya
de tanto sufrir y de tanta vaina / pues uno se ha vuelto hasta guapo yaa / pero primero usted viera lo
que sufríamos por acá / lo que sufríamos nosotros / usted cree que esa balacera que hubo por allá
hoy nosotros hubiéramos sido capaz de aguantarla un día como hoy cuando eso / ¿habíamos sido
capaz? / no habíamos sido capaz / porque nosotros veíamos que por ahí venía un helicóptero
volando y ya nosotros decíamos “ayy ayy qué irá a pasar / ay qué tará pasando” / ya todo el mundo
recogido de temor / entonces ya de tanta vida que ya por aquí ha visto tan insoportable / ya la gente
dice “no pues tal vez pa’ tal parte” / uno le da pesar y se pone a pensar “ay Dios mío que no sea un
amigo que no le haya pasado tal cosa” o quién tará por allá que hace parte de nosotros”
“… Cuando eso se vivía muy mártir por aquí por causa que el ejército vivía muy metido / muy
metido / enteramente muy metido / una vez que me cogieron un pelao mío del Filo hasta aquí / y me
lo trajeron como el que trae un / un animal de aquí clavado así vea (con la mano derecha coge la
parte de atrás de su cuello y camina dos pasos hacia adelante) / ¿y sabe por qué? / porque él salió
con una blusita negra / porque tenía una camisa negra entonces dijeron “este perroo tiene que ser
algo” / “este perro lo matamos porque lo matamos” / y entonces cuando en esas dijo él / “ah vea // sí
me van a matar / vengan y me matan en la casa de mamá” / pues yaa / lo encontraron en el Filo y la
casa mía era ahí (señala al lado derecho) / y entonces dijo / “vamos y me matan donde mi mamá” /
porque no le querían creer que tenía mamá y que vivía aquí / él les dijo de cuánto hay y no le
querían creer / entonces lo trajeron del Filo aquí vea / y con el arma puesta aquí vea (señala su
cabeza) / ah // y cuando llegó a la casa / el soldado ese llegó a la casa con el hijo mío / estaba por ahí
como de unos / por ahí unos quince años / estaba pegotico // entonces cuando llegó ahí y yo salí
apenas así y dije “ uy y eso usted porque me trae el hijo mío así / ¿por qué me lo trae así usted?” /
antonces me dijo “porque es que este perro tenemos que matarlo / este perroo trabaja con la
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guerrilla” / le dije yo “ sí / ¿trabaja con la guerrilla? / ¿cómo lo aseguran vustedes? / ¿le encontraron
un arma o qué le encontraron?” / vea yo se me salió la tensión ese día de hablarle yo a ese hombre /
pero es que uno por un hijo qué no va a hacer / yy salgo yo al patio y dije veaa / “hágame el favor y
me suelta a ese niño va a hacer ya / porque él es hijo mío / y usted no tiene por qué traérmelo así / o
dígame por qué lo hicieron” / y dijo “sí porque no se fija en ese modo de vestir / miree con una
blusa negra” / dije yo “antonces ahora el hijo mío si se enamora de una blusita tiene que pedirle
permiso a ustedes // tiene que pedir permiso a ustedes y sin saber también donde vivirán vustedes
ahora fue que ustedes aparecieron acá / así que vea sabe qué es lo que usted merece / dir a buscar el
propio mando de ustedes y dir a acusar / porque ustedes deben porque usted es el del delito porque
ellos no lo mandaron a usted fue porque usted lo tenían celando por ahí / y encontró a este inocente /
pero merece ir a buscar cuál es la cabeza de ustedes pa’ acusarlo / a que lo quemen a usted / pa’ que
usted aprenda que los hijos valen / no es nada más que cogerlos y matarlos en el camino / como tan
enseñados ustedes / ustedes no están enseñados a otra cosa” // le pegué una vaseada a ese señor y
que taban enseñados a llegar “ay me regala un gajo de plátano / me regala una yuca” / y nosotros de
condolidos nos tocaba que dárselo porque qué vamos a poder hacer / pero eso lo hicieron con un
pelao mío del Filo hasta aquí usted viera / cuando eso / cuando eso no le digo yo que vivía por aquí
uno bien mártir con el ejército”.
Tema de investigación: Relatos de violencia de indígenas y campesinos del territorio barí.
Poblador: Campesino Territorio Barí Entrevista: 4
Género: M Codificación: [CTB,M,A,4]
Edad o rango: 49 años (Adulto, A)
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“…Tratando de profundizar un poco sobre / la creación // deel movimiento político ¡A luchar! //
como le decía anteriormente / eh // surge la ideaa dee // que ¡A luchar! Saliera del movimiento
sindical de los colectivos // eh // sindicales / de corrientes marxistas leninistas / maoístas /
Camilistas // yy / fuera hacia los campos / hacia los estudiantes hacia los maestros hacia / los
diversos / otros sindicatos (3’’) ¿sí? / gremios / entonces / en la perspectiva de / de organizar un
paro / nacional de / cívico nacional // yy / paro de producción / en el año 1985 / recuerdo que el paro
se ejecutó el 20 de junio / a partir del 20 de junio // yy el seguimiento al pliego de peticiones y aa /
las distintas (3’’) eh // formas que se implementaron para / hacer coordinaciones // intersectoriales //
eh / se hacen los contactos con // con estos / eh / colectivos / y se hacen reuniones en / Bogotá
Bucaramanga Barranquilla Cúcuta / ya con delegaciones camp / también campesinas de la región //
para / para hablarte un poco más acá de la región / ¿sí? // y entonces surge la idea / dee / crear / unos
colectivos de ¡A luchar! / unos colectivos de ¡A luchar! / een Ocaña / en algunas localidades / en
Ocaña / Tibú / El Tarra / eh / San Calixto / en cada / en cada cabecera municipal / yy /
cogerrimentales y hasta colectivos veredales / de ¡A luchar! / eh / con los dirigentes de cooperativa /
juntas de acción comunal / y asociaciones / ANUC3 / eeh / sindicales / estudiantiles / mujeres / quee
// suu / mentalidad era explorar un poco la experiencia política de la región y del país y del mundo
político // para entender un poco más las razones del por qué laa / del por qué la desigualdad / del
por qué la injusticia / y siguió mucho / eh / creo que ¡A luchar! / en su poco tiempo de existencia /
sirvió como una escuela / de aprendizaje y de ampliación de los conocimientos / para / eh /
apersonarse uno / o / o concientizarse / de los orígenes de la / causas que hicieron grandes
levantamientos insurreccionales / políticos sociales / y quee / ante la situación que se estaba
viviendo en la región // era necesario que / así see / se instruyera para / que también saliéramos un
poco como de la ignorancia / política // yy / fuéramos construyendo / alternativas / de cambio / en
los / en los distintos escenarios de la lucha / ¿sí? / social / político / ideológica etcétera // me pareció
3 Asociación Nacional de Usuarios Campesinos.
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una muy buena experiencia / y sirvió para / para articular también procesos (3’’) ¿sí? / y promover //
el levantamiento cívico / y promover la reivindicación del sujetoo / social y político del
campesinado en el Catatumbo / que se hizo a partir de la / de los / del levantamiento social / desde
el 85 hasta el 88 / que se dio a conocer un Catatumbo prósperoo / habitado por / gente / no por
micos como decía / el Estado / y las fuerzas militares / sino / que era población luchadora / pujante /
que tenía yaa / incluso / formas organizativas / y / que frente al abandono y la miseria / les tocaba
construir / autogobiernos / para resolver los problemas de / carreteras de salud de educación / dee /
de represión / ¿sí? / entonces eso hacía de que / eso hacía de que de que / tocara quee (3’’) que crear
maneras de / de / ¿cómo se llama eso? / de / reivindicar la región / dee // de darla a conocer / a nivel
/ a nivel mismo regional // a nuestra propio interior / también / de saber que ya éramos una / una
región / y que era / cómo se entendía territorialmente una región / y cómo debería ser una región /
eh / próspera cómo se venía tejiendo / y a nivel reg / y a nivel departamental / a nivel nacional / a
nivel internacional // sirvió mucho para / para organizar entonces / la lucha reivindicativa / la
protesta social / la reinvidación / yy / hicimos escuela / muchos // ¿sí? / hicimos escuela muchos”.
“… Los encuentros se hicieron / que te diga a través dee (3’’) de la interacción / campesino obrero //
campesino obrero / y en específicamente obrero de del los / del sindicato / dee // de de // de la USO /
Unión Sindical Obrera (3’’) entonces se hacían reuniones en la Biblioteca de Tibú / una biblioteca
de los petroleros (3’’) y tú podías ir y leerte tus libros sobre / eh / experiencias sociales / políticas /
reivindicativas / de luchas reivindicativas de otras regiones del país…”
“… Y nos fuimos entonces al paro nacional / al paro nacional agrario del / del 20 de junio del 85
(3’’) con poca experiencia organizativa / porque los desarrollos organizativos fueron más / 86 / 87 /
88 / ¿sí? Entonces see / se definió que nos íbamos hacia Tibú (3’’) una parte del Catatumbo hacia
Tibú y otra parte del Catatumbo hacia Ocaña (4’’) recuerdo que la gente de Tibú se fueron en / se
recogieron en camiones / se recogió economía / fondos por vereda / un fondo para emergencias / y
la comida por veredas / y cadaa / y un equipo de dirigentes para negociar / y nos fuimos al paro (3’’)
una cantidad de gente incontable / póngase 5000 / 8000 personas…”
“… Las reuniones previas al paro / era más porque / se venían / haciendo peticiones a las alcaldías /
a la gobernación / a Ecopetrol / a las multinacionales que en ese entonces estaban / haciendo
presencia en la región / para el mejoramiento de las carreteras / el mejoramiento de / de los caminos
/ el cómo cruzar los ríos / las quebradas / las escuelas / hacer escuelas / dotación de mobiliarios / de
profesores // para el 87 / entre otras cosas lo mismo / porquee la desidia del Estado hacía de que no
se cumplía el pliego / pese a que hubo una fuerte represión y incluso también / denunciar la
represión que había en la zona / porque ya estaban en la / en la operación / limpieza de la zona para /
como te decía primero / para la construcción del oleoducto Caño Limón a Cobeñas / Puerto Cobeñas
Sucre // y entonces / buena parte de este pliego // motivó // pensar en un paro nororiental más de
región / ¿sí? Porque en el nacional del 85 no se lograron parte de los objetivos / y lo otro que
incumplió el gobierno los compromisos del paro // entonces el paro del nororiente se nutrió / del
diagnóstico realizado en el del 85 / y de los nuevos elementos y banderas que habían surgido”
“Anécdota en el paro del 85 / primer retén del ejército // para requisar a la gente / revisar los
camiones / devolver / quitar los buses y los camiones // lo hicieron en Campo 6 más acá de Tibú
como en unos 5 o 6 kilómetros a Tibú / en un sitio donde no había suficiente agua / no había
quebrada pa´una cantidad de gente / nos tocaba que desconectar las mangueritas de / que iban para
las casa y ahí / y hacer de comer / no había una organización por veredas / se hizo / imagínate / se
montó una sola cocina / paraa / no recuerdo si fueron 6000 o 8000 campesinos / cosa quee / el
últimoo en / los últimos entre los que se quedaban sin comer / desayunaban a las 7 de la noche // ¿sí
me entiendes? Y otros se quedaban sin comer porque / sí / entonces / mientras se estaba cocinando
un día fue un desastre / ya pa´el otro día / los petroleros de la USO // eh / fueron / hablaron con el
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ejército / junto con la dirigencia campesina y permitieron traer otras ollas / para Campo 6 / la meta
era llegar a Tibú / pero el ejército obstruyó el paso ahí // yy / y entonces ya se solucionó lo de 2 o 3
cocinas más / ya al día siguiente / bueno / la gente / ya desayunó antes de medio día / y se podía
montar otra comida / para hacer comida // ¿sí? / traer agua del río / del río de Tibú / ya que no era
suficiente / pocas posibilidades de baño porque el ejército / cercó / la zona / y el que se saliera / le
metían la garrotera o / o le daban culatazos / trompetillazos con fusiles / eh // disparaban /
argumentando que era un ataque de la guerrilla / para poder capturar a la gente / y amenazaban
constantemente ahí con tanquetas / con camiones de la policía y el ejército / para atacar a la
población // yy / por problemas de alimento / de poco descanso / no se podía dormir lo suficiente /
mucho zancudo / demasiado zancudo / eso era / día y noche en una batalla contra los zancudos /
porque era una zona muy / se escogieron el sitio / donde no hubiera agua suficiente / donde hubiera
más zancudo / y donde las condiciones locativas fueran totalmente imposibles para poder estar ahí
todo el tiempo quee / que estuvimos / como 3 días (4’’) hasta que se logró hablar con el ejército /
porque no había nadie de la alcaldía / todo era delegado al ejército / a los militares / entonces era
una negociación desde la parte cívica con una fuerza que no daba soluciones del pliego / ni permitía
pasar // en últimas porque la gente empezó a meterse por el río y / por varias partes hacia Tibú / y el
pueblo de Tibú se levantó también / estudiantes / sindicalistas / y los barrios populares / y hicieron
protesta en la alcaldía / eso permitió también / aflojar ahí / y entonces nos dieron el paso // bueno
ese paro se logró negociar a nivel nacional no regional / y a veces en las negociaciones nacionales
no se tiene muy en cuenta el conocimiento de la localidad / de la región / entonces siempre hay
muchos vacíos”
“… Se termina el paro y sigue la persecución a la gente / como que participar en un paro era un
delito / como que no había necesidad de movilizarse al paro / como que era imposible que la gente
agitara consignas contra las multinacionales / ¿sí? / consignas por la soberanía nacional / por el
respeto aa / a los territorios // se les acusaba por asonada / rebelión / y incluso / por subversivos /
siempre el pretexto para poder evitar los paros / y que los paros trascendieran / y lograran los
objetivos / era decir que los paros eran conducidos por la guerrillay que dentro de los paros iba
guerrilla / dentro de las movilizaciones iba guerrilla / pa´poder golpear a la gente / pa´poder detener
a la gente / para poder lanzar granadas o bombas lacrimógenas / tiros / ¿sí? / esa fue la opinión
pública que se vendió a los medios de comunicación / y se dio durante el paro del nororiente /
durante los diversos paros que se dieron en el 87 // ya para el año 87 / producto de que se agudiza la
represión en la zona / no se cumple lo acordado en el pliego de peticiones del paro cívico nacional /
eh // la marginalidad continúa / las carreteras PÉSIMAS // un camión duraba / atobiado / un día /
dos días en la carretera / había que sacarlo con trapiche / con (3’’) apoyado con otro carro // en fin //
eh / la escases de alimentos / ya la presencia de la compañía TECHIN / filial a la OXXY / para la
construcción del oleoducto que se construyó en el 86 // contra la voluntad de los pobladores de la
región / se metían grandes maquinarias / con alta tecnología // yy / no solamente hacían la carerrtera
del oleoducto / por las montañas / coratando las quebradas / los / los caños de suministros de agua
potable para la gente / o de consumo porque no era ni potable / era dee / recolectada impíricamente
por / por los pobladores para llevarla a los caseríos y a las veredas / sino que también hacían
carreteras adicionales paraa / para pasar sus vehículos y su maquinarias hacia el oleoducto /
entonces una carretera por aquí / otra por allá otra más alante / y cuando nos dimos cuenta estaba
destapado / la región vuelta carreteras y montañas / y quebradas y caños / eso disparó las alarmas y
el ejército custodiando a ingenieros a carros a maquinaria / reprimiendo a la gente / eso era
prohibido acercársele a una maquinaria / prohibido protestar / incluso el dirigente Tito Montaño / de
la zona del Tarra / se fue con otros señores a hacer un reclamo / porquee el agua llegaba / en verado
/ y el agua bajaba sucia / negra oscura / para las veredas / para los caseríos y eso / y se fue a poner la
denuncia / con un tal Martín Parada / que también era de la junta de acción comunal de Filo Gringo
/ un tal Julio Arévalo / familia Arévalo que también eran unos históricos colonos en la región / en la
zona // se reunieron en Filo Gringo y acordaron que entonces / Tito Montaño y Julio Arévalo se
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fueron como voceros a hablar coon / la / con ingenieros o con / gerentes de la TECHIN / en la
estación de bomberos de / del ORÚ / PC4 lo llamaban en ese entonces que estaban construyendo
apenas eso ahí / pero era como una sede ahí de / de logística de la compañía / y comandaban ese
frente que llamaban ellos / ese frente de trabajo de la TECHIN por esa zona // se fueron / tenían que
pasar el retén del ejército / para entrar / los dejaron entrar / y adentro los agarraron y los
desaparecieron / y los sacaron para un / para el monte / y no llegaban a las casas / se pasó un día y
ellos / obviamente regresaban al rato / tenían que regresar rápido / en la tarde ya empezamos a
preocuparnos / porque no llegaban / y la comunidad y todos al día siguiente empezaron la búsqueda
/ y se movieron hacia Tibú también a hablar con / hablar con los petroleros / con el obispo que te
mencioné / Horacio Olave / yy / no habían cuando eso comités de derechos humanos en la zona /
entonces estoo / entonces estoo / eh // en la búsqueda // al fin y al cabo / al tercer día aparecieron / al
tercer día aparecieron een la carretera (3’’) hinchados / golpeados / y en gravedad / en un estado de
gravedad / en la carretera de PC4 hacia Orú / y los encontró la población que estaba buscándolos //
ah / los habían agarrado / los habían llevado a unos cacaotales / los amarraron de los manos / y los
templaron a los palos arriba con / y los dejaron colgando ahí / día y noche / y les daban culatazos y
trompetillazos / al señor Tito Montaño le hicieron comoo / ocho // hernias // a trompetillazos de
fusil / en el estómago / en la espalda // y quedó // eh // sufriendo para toda la vida de los brazos /
perdió la fuerza de los brazos / y con un problema psicológico insuperable porque los íban a matar /
y los amenazaban / les movían los fusiles para dispararles / les apuntaban / los maltrataban / les
echaban orines / eh / los quemaban con cigarrillos / y que de ahí / era para quee / si no hablaban cuál
era el plan de la // de laa / de las juntas comunales para contra la empresa // entonces los matarían y
los desaparecerían // eh / buscaban herramienta pa´hacer hueco / simulaban hacer los huecos //
delante de ellos // huecos para enterrarlos / fosas / y los hacían delante de ellos / a cambio de
ablandarlos para que ellos revelaran el plan del movimiento comunal contra la empresa / y el plan
pues era reclamar los derechos y buscar el beneficio que necesitaban al caso sobre todo del agua /
pero también una denuncia ambiental frente a / frente a la tala de bosque / y de montaña que estaban
haciendo / que fue bárbaro / una cosa es decirlo aquí y otra es mirarlo / quizá / desde arriba / de lo
aéreo // como para citar un ejemplo / luego se llevaron a Martín Parada / dirigente campesino / y
también le aplicaron la misma / otra vez se lo llevaron // hacían allanamientos en los caseríos / y si
te encontraban un papel de ¡A luchar! De una vez el problema / porque decían que era una vaina
ideológica // eh / si no te encontraban nada tenías que estar pilas porque te colocaban una pistola o
una granada o te colocaban material de las guerrillas en una bolsa y decían vea aquí está la prueba /
pa´ podérselo llevar / a Martín Parada le hicieron eso / le hicieron eso a un señor trabajador de
Ecopetrol / le dejaron una bolsa en allanamiento / una bolsa con unas vainas de guerra / después lo
pusieron preso / estando preso le mataron a la señora en Cúcuta / a nombre de los paramilitares / y
quedaron / él preso y las dos niñas solas / dos niñas que tenían comoo dee / 4 o 6 años // estoo / y
bueno / muchas experiencias así en / en la zona // después con la mano negra en Ocaña / utilizaban
una lista / entonces llegaban y allanaban la casa / y la persona que estuviera en la lista se la llevaban
y la mataban / tenían un lema que decíaa // hoy serás mío y mañana amanecerás frío // eso fue en el
87 / 88 / 89 // varios / incluso en varios momentos / mano negra / también les llamaban los / los
paracos / los paramilitares / eran el terror para la gente que tenía que ir a hacer su mercado a Ocaña /
a cosas de salud y eso allá // era imposible vivir”
Tema de investigación: Relatos de violencia de indígenas y campesinos del territorio barí.
Poblador: Campesina Territorio Barí Entrevista: 5
Género: F Codificación: [CTB, F,A,5]
Edad o rango: 48 años (Adulta, A)
1 “… Siempre me identifico como una campesina / siempre lo he sido / me crié en el campo / soy
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campesina / me siento campesina desde toda la vida / entonces / he vivido siempre en estas tierras /
las cuales añoro mucho / ahh / a las cuales defiendo / porque ese es / ehh / son / aquí están mis
raíces / mi esencia / entonces / de una u otra forma / me duele quee / que a estas tierras las / las
señalen de tantas cosas malas / cuando sabemos quee / que no es así”.
“… Estudié en la escuela / del Tarrita / en ese entonces había una escuela muuy pequeña en un solo
salón / habían todos loos / grados / de primero a quinto / en ese entonces no había preescolar / entré
a hacer el primero creo quee / como a los ocho años / cuando llegué yo ya estaba grande aquí no
empezaba uno tan pequeño a estudiar / a medida que uno ya estaba grandecito lo colocaban a
estudiar / ehh / Escuela San Juan Eudes se llamaba en ese entonces / mi primer profesor Rafael
Montaño / que aún vive / en el barrio el Tarrita donde aún vivo / después de haber / salido a la
ciudad de Cúcuta porque / pues / un tiempo del desplazamiento / en 2002”.
“… La etapa del desplazamiento fue muy difícil / creo que ha sido uno de los momentos / más
tristes / y más crueles que me ha tocado que vivir junto con mi familia / a pesar de que noo / pues /
afortunadamente no / noo perdí ningún familiar / pero sí psicológicamente me hicieron muchísimo
daño / porquee / creo que es la primera vez que voy a decir esto / yo fui / amenazada / fui
amenazada telefónicamente / yo trabajaba / acá en la cooperativa (3’’) yy / me hicieron una llamada
y me amenazaron (3’’) estoo / solo lo sabe mi madre // ehh / y mi esposo / fueron la dos primee / las
persona que / que acudí / y sentí muchísimo miedo (sus ojos se ponen rojos como si fuese a llorar) /
y entonces / el cuál / hizo / que me fuera // tuve que salir y dejar a mis hijos / y dejar mi hogar / para
salvar mi vida / entonces fue muy difícil la / yy / yy / yy mi / y también tener qué ver cómo entraron
los paramilitares y / empezaron a asesinar la gente / empezando por un profesor / después
sucesivamente gente conocida / y / a raíz de eso sufrí un / un shock nervioso / lo cual no me
permitía dormir / entonces / ni estar tranquila / por eso tuve que desplazarme / y después / fue la
lucha más terrible porque en la ciudad es muy difícil unoo / uno sobrevivir / porque allá no se vive
allá se sobrevive / tener que empezar de cero / yy / y perder prácticamente el hogar / y a raíz de eso
también perdí el hogar (3’’) entonces son muchas las que see / las que se fracturan se pierden / y
volver a reconstruir eso es algo muy complicado // después de tres año en la ciudad // yy / y tener la
familia aquí / yo allá ellos aquí donde nunca / prácticamente nos habíamos separado / y menos
separada de mis hijos / tuve que dejar mis niños estudiando entonces / era / era complicadísimo // a
los tres años / ya cuando todo se calmó / que / aparentemente yaa / esos señores habían salido / yo /
ya / igual también perdí mi trabajo porque en ese entonces estaba trabajando también perdí mi
trabajo / y para que mee / mee / mee reconocieran el tiempo que estuve trabajando en ese entonces
eso también me tocó fue luchármela / para poder obtener ahí un incentivo que / que era injusto pero
bueno / igual lo recibí // regrese a los tres años como le digo / yy / empecé de nuevo / yaa / recuperé
otra vez mis hijos (3’’) y yaa/ formé un nuevo hogar”.
“… Desde la primera escuela que se hizo en el municipio / cuando empecé a participar ya en el
cisca / desde y / fue como a darle otra cara al tema de la coca / que la coca / laa mata que mata / que
la coca quee / destruye quee / entonces ya era otra cosa / ya la coca no / no solamente era para matar
la gente ni para / hacer plata / que la coca servía también para la salud / para ayudar un poco a la
salud / porque cómo / que cómo así quee / no si es que la coca es una de las plantas más medicinales
que hay igual que la marihuana / entonces que sí se podía hacer algo sano con eso y que era
aportarle a la salud y en esa primera escuela hicimos los primeras / las primeras cremas / yy / y ahí
empieza el trabajo / no solamente en esa escuela porque tuve que participar durante / tres años en la
escuela de la salud en diferentes partes de la región / no solamente hicimos ungüentos / shampoos /
ehh / jarabes / ehh / hacíamos que laa / laas que / pinturas / y cosas / muchas cosas / entonces
durante ese tiempo estuve participando en la cual / afortunadamente salí graduada de ahí / y que por
/ cuestiones de salud / y también a veces de tiempo no pude continuar en las otras pero sí
participaron otras personas / que / que no habían participado / pero continué el trabajo con lo de las
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cremas / igual que las señoras del Filo / entonces aquí en el municipio / a pesar de que nos / de aquí
salimos cinco promotores psicosociales de esa escuela / creo que soy la única que estoy trabajando
con las cremas / entonces / yo las preparo y aquí mismo me las compran / y pues / no solamente las
cremas / pues en el barrio ya saben que yo preparo los jarabes para la tos / yy / y entones yo los
hago”.
“… Por la esencia / por el simple hecho de ser campesinos // por eso tiene que luchar porquee / a
uno en otra parte no le dan la opción de decir que uno es campesino // porque eeh / viví mucho
tiempo en Cúcuta y veí / sentíamos la discriminación / porque nos trataban / al menos a mi hija la
mayor me la trataban de campesina / campesina y de ahí no la bajaban / entonces aquí a uno le dicen
campesino es un honor / y donde vaya uno es un honor / pero es que allá se lo dicen a otro como en
otro tono / en otro tono de ofender de discriminar / entonces / sentirse uno campesino es un orgullo /
y noo / y no es ser campesino porque / tenemos o porque nos ponemos botas o se coloca uno
machetilla / es la identidad campesina es la forma como vivimos / es nuestra creencia / es la esencia
de llevar eso desde que uno nace hasta que se muere / entonces es eso / no es llevar encima un
atuendo que lo identifique a uno / no / es sentirse campesino / es estar de / con el campesino en todo
momento / en todo momento / en tanto en la educación / en la cultura / en la educación / en todo
sentirse uno campesino / porque es que a ahora la educación // viene es como para la ciudad /
ajustada a como se vive en la ciudad / y quieren que el campesino aquí en la región vivamos y que
sintamos / recibamos la educación como si fuera para la ciudad / pero no / yo creo que aquí los
jóvenes que están estudiando y siempre le digo al joven / terminen el bachillerato / preparénse / pero
para seguir trabajando como campesino / para ser campesinos y para ayudar al campesinado /
entonces creo que eso es / es lo más necesario para identificarse uno como campesino / es no perder
la esencia”.
La interpretación de resultados representó el segundo momento de este proceso
analítico-interpretativo, en el cual, el investigador pone sobre la mesa el conjunto teórico y la
realidad expresada. Aquí, nos damos cuenta de que la descripción tiene profundos lazos con la
interpretación, puesto que, como dice Tezanos (1998) “a medida que se avanza en la elaboración
de la descripción, van surgiendo interrogantes que van más allá del qué y el cómo del objeto, es
decir de su significado” (p. 149). Son esas significaciones, justamente, las que se analizaron. De
allí la importancia de que el primer momento sea la descripción; esta permite ver los
interrogantes.
Vale aclarar que, si bien la interpretación se contempla a través de la descripción en la
medida en que esta última nos muestra el panorama de la información obtenida, la interpretación
resulta del establecimiento de categorías de análisis y los conceptos que de estas salgan. Así pues,
es la interpretación la que permite el análisis y el delimitamiento del objeto investigado, para
llegar al propósito o finalidad de la información recolectada para la investigación.
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En este proyecto investigativo se optó por la interpretación basada en el análisis
cualitativo de contenido. Berelson, el primero en escribir acerca del análisis de contenido, lo
define como “una técnica de investigación para la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa
del contenido manifiesto de las comunicaciones con el fin de interpretarlas” (Berelson en
Hernández, 1994, p. 301). Esta alternativa metodológica, propia de las ciencias sociales, se
detiene en la interpretación de lo latente/manifiesto del contenido del discurso que se analiza, es
decir, en la interpretación de los mensajes de nuestro interlocutor. En esta técnica de análisis, se
establecen categorías de los elementos manifiestos en el discurso, las cuales permiten interpretar
el contenido mismo.
El análisis de contenido tiene, como función primordial, realizar “inferencias”. Según
Andréu (2002), “Inferencias que se refieren fundamentalmente a la comunicación simbólica o
mensaje de los datos, que tratan en general, de fenómenos distintos de aquellos que son
directamente observables” (p. 3). Este tipo de análisis se mueve tanto en lo cualitativo como en
lo cuantitativo de la investigación, sin embargo, este proyecto se sustenta en el análisis cualitativo
de contenido, entendido este como “una aproximación empírica, de análisis metodológicamente
controlado de textos al interior de sus contextos de comunicación, siguiendo reglas analíticas de
contenido y modelos paso a paso, sin cuantificación de por medio” (Mayring, 2000, párr. 4). Ello,
teniendo en cuenta que los relatos a analizar están centrados en la violencia instrumental ejercida
a comunidades, y que por lo tanto, requiere de unas reglas analíticas del contenido mismo de las
narraciones con el ánimo de reconocer cómo, cuándo, dónde y por qué se ejerce la violencia en
esta población a partir de las narraciones y de la bibliografía manifiesta en la región.
Matriz 2. Elementos de diagnóstico para la selección del objeto de análisis.
Tema de
análisis
Bibliografía
existente
Marco teórico de
referencia
Texto o textos a
analizar
Unidad de
análisis
Violencia
instrument
al a los
indígenas y
campesino
s del
territorio
Barí
Acei-tobri. (2014).
Catatuu…mbo, Los
Barí y su resistencia
a las compañías
petroleras. Medellín,
Colombia: Fondo
Editorial Periferia
De Currea-Lugos, V.
(2017). Historias del
Arendt, H. (1969).
Sobre la violencia.
Ciencia política.
Madrid: Alianza
Editorial
Jimeno, M., Roldán, I.,
[et. al]. (1996). Las
sombras arbitrarias:
violencia y autoridad.
Entrevistas
realizadas a
indígenas Barí de
la región del
Catatumbo,
territorio barí.
Entrevistas
Unidades de
registro:
conceptos (ideas o
conjunto de ideas)
que tienen los
indígenas y
campesinos del
territorio barí
acerca de la
63
Catatumbo: Voces
desde la Casa del
Trueno. Bogotá:
Ediciones Antropos
Ltda.
Loingsigh, G.
(2009). Catatumbo:
un reto por la
verdad. Colombia,
CISCA
López, H. (2016).
Historia del
Catatumbo III:
Colonización y
primeras luchas
campesinas en el
Catatumbo. La
Fogata Editorial,
Bogotá
Vega Cantor, R. y
Aguilera Peña, M.
(1995) Obreros,
Colonos y Motilones:
Una Historia Social
de la Concesión
Barco (1930-1960).
Fedepetrol, Bogotá
Bogotá: Editorial
Universidad Nacional.
Freire, P. (2002).
Educación y cambio.
Disponible en:
http://derechoepja.org/
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Encuentro con el otro.
Editor digital: Titivillus
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Memorias del primer
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Religiosidad e
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política contra los
pueblos indígenas
1974-2004. Bogotá:
CECOIN, OIA,
IGWIA.
realizadas a
campesinos de la
región del
Catatumbo,
territorio barí.
violencia.
La unidad de análisis definida para este proyecto investigativo son los conceptos, es
decir, la unidad de registro que constituye las ideas o conjuntos de ideas que manifiestan los
campesinos e indígenas del territorio barí, alrededor de la violencia. Además de ello, es necesario
establecer las reglas de análisis que posibilitan la división del material obtenido en unidades de
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análisis que permitan una mayor interpretación. Así las cosas, en función de un análisis válido y
fiel a las narraciones orales de los campesinos e indígenas del territorio barí, se determinaron las
siguientes reglas para el sistema de codificación-categorización:
a) Sistema de codificación: determinar este sistema es importante en la medida en que
nos permite objetivar el conjunto de unidades de análisis obtenidas en las entrevistas.
En consecuencia, se establece la elección de unidades de registro para determinar las
reglas de recuentos propuestas por Bardin (1996 2ªed.) que más alumbran en este
análisis: presencia, frecuencia e intensidad:
1. Presencia: la presencia o ausencia de información es significativa
para el análisis, puesto que da cuenta de la profundidad de la
información que se analiza. Para el presente análisis se observarán
las unidades que están visibles e invisibles en el iceberg que
representan los datos obtenidos acerca del tema a analizar:
violencia hacia la población del territorio barí. Códigos:
[AU_INFO], [PR_INFO].
2. Frecuencia: la importancia de la unidad de registro tiende a
acrecentarse en la medida en que se presenta con frecuencia. Para
este análisis se determinarán cuáles son los elementos que más se
reiteran durante las entrevistas. Código: [FR_1/5]
3. Intensidad: analizar la intensidad con que se presenta la
información permite determinar qué tan significativo o no puede
ser el concepto que se analiza. Para estudiar el grado de intensidad
de la codificación, se determina en 1° la menos intensa y 4° la más
intensa, de acuerdo con Osgood (1959), con el sistema gramatical
de la proposición. Código: [INT_1°]
b) Sistema de categorización: Para Bardin (1996 2ªed.), la categorización “es una
operación de clasificación de elementos constitutivos de un conjunto por
diferenciación, tras la agrupación por analogía, a partir de criterios previamente
definidos” (p.90). En efecto, clasificar los elementos en categorías implica hacer una
65
revisión a partir de lo que tienen en común con los otros, por lo que, a modo
estructural, sugiere la organización de los elementos. Las siguientes son reglas de
categorización seleccionadas para el presente análisis:
1. Un criterio único define cada serie de categorías: para este análisis
se constituye, en un primer momento, a partir de las
manifestaciones de violencia hacia los pobladores del territorio barí:
homicidio y etnocidio, persecución, destierro, represión y negación
de derechos.
2. El esquema de clasificación de estas categorías se constituye a partir
del criterio que corresponde a los hechos de violencia narrados, en
el que se analizarán las causas que dieron origen, el tipo de
violencia desarrollado y las consecuencias desatadas.
3. Se explorará a lo largo de los capítulos la temporalidad y
espacialidad de los hechos presentados, así como la configuración
de la identidad en las narraciones de violencia.
4. Las series de categorías son de carácter exhaustivo y se realizan
alrededor de los pobladores: indígena barí y campesinos.
5. Las categorías se seleccionan a partir de los datos significativos, es
decir, aquellos orientados hacia los objetivos de la investigación:
analizar los relatos de violencia de los pobladores para contribuir a
la construcción de una memoria colectiva escrita que les permita
reconocer su historia e identidad.
6. Las categorías seleccionadas deben ser lo más claras posible, sin la
existencia de ambigüedades.
3.2. Análisis de la información
Para el desarrollo del análisis, y para mayor interacción por parte del lector, se subraya
con color rojo el relato correspondiente al destierro, con verde el que presenta la persecución, con
66
morado la negación a los derechos, con azul el homicidio y el etnocidio barí, y con naranja la
represión; manifestaciones de violencia narradas por los habitantes del territorio barí:
Matriz 3. Desarrollo del análisis a partir de los datos obtenidos
Tema de investigación El relato de violencia como construcción de la memoria escrita de los campesinos
e indígenas del territorio barí
Objetivo de investigación Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del territorio
barí, los fenómenos socioculturales que han venido afectando a la comunidad. Sistematización textual
“…ychaitana / sí territorio / ychaitana / allá acá (señala alrededor) / yo he estado también en todo el territorio así /
ychaitana / esto había hasta por allá / hasta por allá / Ocaña no había así / Ábrego / por allá Cúcuta había / también pa’
ca / nosotros sí // Barí también aa / Barí también a Cúcuta // en Ocaña / toda Ocaña / Tibú / allá Barí así / ya no //
había casa también / allá / casa bohío / así como acá / más antiguo así…” [AB,M, A,1, 13-18]
“…español nosotros acabar así / vinieron hacia / y vinimos pa’ca / sí // allá otra comunidad también ( dice señalando
al frente) al Catatumbo también / pa’ca venían pa’ ca todo así / comunidad Corronkayra también vino pa’ ca / puro así
/ meternos así / meternos antes de que se acabara así / resguardo indígena nosotros quedaba aquí / pero yendo pa’ allá
pa’ Irmina” [AB,M, A,1, 18-21]
“… Hay sí petroleras // Petroleras hay mucho en / cuando /Tibú // en la comunidad de nosotros // y mucho matar así //
CORRIENTE4 (levanta los brazos señalando alrededor) // corriente así / así // en los otros bohíos // donde mismo esta
mañana // aguacero mucho así (con la manos hace señales de lluvia que cae) dormiendo en la casa / dormiendo (se
trae las manos al pecho y cierra los ojos como si fuera a dormir) // se acabara así la corriente / cuando salioo así y lo
encontró así // matar mucho // corriente / corriente así (señala con las manos hacia el frente) // cuando cayó / matar
cayó /cayó / cayó / cayó (señala descendiendo la mano en direccionándola a distintas partes)// y mucho barí así/ pa´
acabar así” [AB,M, A,1, 26-33]
“…Sí / petroleras // a barí // mucho murió así // muchos murieron // con eleticidad (4’’) vea / hicieron que todo aquí //
SE ACABARA” [AB,M, A,1, 35-36]
“Otro / otro comunidad pa’ allá (señala hacia el oriente) // cuando mira así / vinieron pa’ acá // barí murió / acabara /
así // acá arrasó todoo así” [AB,M, A,1, 38-39]
“Muchas comunidades / mataron todo así /en Venezuela también (3’’) todo barí matará // así // se acabara (3’’) el
petróleo / así” [AB,M, A,1, 41-42]
“Separecieron / se acabaran // cuatro comunidades (levanta cuatro dedos de su mano derecha) // quedaron / queriendo
// dos mujeres / en esas cuatro comunidades // barí se acabara así” [AB,M, A,1, 47-48]
Tema de investigación El relato de violencia como construcción de la memoria escrita de los campesinos
e indígenas del territorio barí
Objetivo de investigación Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del
territorio barí, los fenómenos socioculturales que han venido afectando a
la comunidad. Sistematización textual
“… como dice la parte de nuestros ANCESTROS / más antiguo / es la lucha para / para defender nuestro territorio /
eso sii / yaa / en esa época que viene / ese fue cuandoo / cuando estuvo unaa // todo lo que / petroleras / cuando antes
de llegar los españoles / sí / de Cristóbal Colón / la conquista / ellos lucharon dee / dee / Pamplona // Cúcuta / estee //
cómo es / estee // Ocaña / estee / Tibú / yy / en este lado en Convención / y en toda la vereda / como dicen / toa la
vereda tiene suu / su laa / la HISTORIA / sí / todo lo que lucharon para defender nuestro territorio / para proteger
nuestra naturaleza / nuestro recurso humano / nuestro / todo lo que es la / lo que pertenecía nuestra…” [IB,M, A,2,
4Las petroleras hacían cerca eléctrica con la que rodeaban sus enclaves, es decir, las edificaciones
protegidas, generalmente, en donde se construían los oleoductos para la extracción del petróleo.
67
51-58]
“… sí / yy / cuando / ellos lucharon por / se ha reducido mucho // porque Cristóbal Colon nos quitó todo / los
españoles / cuando en esa época / por ejemplo / el bohío este (señala el bohío de la comunidad) / el símbolo de
nuestra / era / cuando era / construida acá al año / sí / vivía / tuvo un año / y trasladada para otro sitio / hiciera otro
bohío / sí…” [IB,M, A,2, 58-61]
“… porque en esta zona ( señala alrededor) vive / cómo dice / el recuerdo ancestrales / de bohío / por eso / SITIO
SAGRADO / porque antes vivía de ese lado / y cómo en esa época no tenía / límite con Venezuela / nada / y cuando
llegaron los españoles sí se pusieron / limitar con Venezuela y Colombia / sí / como en esa época barira no tenía
límite / pasaba tranquilo lo iba para Venezuela / y se venían de Venezuela aquí / a compartir / con las comunidades //
porque antiguamente / lo que existe / lo que pusieron / el Estado / Gobierno / dividieron / pero pa’ / pa’ nosotros no
existe límite nada / porque el Estado se pusieron límites pa’ / pa’ ellos / sí / que no permiten entrar sii / si no tienen
cédula de Venezuela no dejan entrar nada / pero nosotros entramos así / pero así fue la historia…”[IB,M, A,2, 98-106]
“… Los españoles / los más antiguos lucharon / para defender nuestra tierra / los españoles / estee / para defender
nuestra tierra / de naturaleza / lucharon mucho / y también esa época / también le dieron muerte de barí / como a más
de 300 400 barís / se murieron por la lucha esa / sí / en ese / los españoles / se enfrentaban // yy / y los barí tenían dos
opciones / lo ayudó nuestra naturaleza / el espíritu / Sabaseba nos ayudó // y Sabaseba comoo / como ellos taban
luchando / yy Sabaseba iba en la parte de atrás / sí / pa’ defender / para / de barí / si hubiera / Sabaseba no / no tenía
su poder / él / todos los que / los que venían los españoles nos acababa a nosotros / sí / barí / pero Sabaseba nos puso
el / el poder de ellos / sí / ellos tenían su poder / sí…” [IB,M, A,2, 108-115]
“…y cuando los españoles / ahí también murieron varios españoles / también respondía con flecha / y todo lo que
utilizaban / yy cuando en esa época toda la lucha no dormía barí nada / todos amanecían / y se iban toda la cordillera /
por ejemplo la cordillera de / de Pamplona / la cordillera de Cúcuta / y se / se venía de / de noche y de día / todo el día
/ y la comida / comida de monte no más / yy el espíritu también lo colaboraba mucho // yy el espíritu le daba poder
barí…” [IB,M, A,2, 115-120]
“… Lo que más causó la muerte como / en 1940 o 1950 / fue la muertee / estuvo / en barí / como fue / vino una
invitación de monja / la misión / la misión estee / la misionera Laura / sí / y venía a acompañar un barí / de Venezuela
también / yy en esa época era / era bastante barí / en esta comunidad / y después no sé como una / como una / y en ese
momento fue como / como siempre he escuchado quee / que fue como / como envenenao no sé / le dieron pastillas / a
barí / las misioneras que venía él / como eeh / bastante barí / y cuando dijeron un / un regalo no sé / un regalo pa’ barí
/ pero le dieron pastillas envenenao no sé / en medicamentos / pero ellos no sabían nada / qué / que era / y le dieron
como tres días / cuatro día una semana / y ellos se tomaron / no sé / se tomaron o comieron no sé / y después / al otro
día / a la otra semana / como más de 15 o 10 días / yy dijeron que / que alguno que estaba enfermo / que le dio
malestar / dolor de cabeza / y como al otro día / se falleció / así normalmente se falleció barí / ahora sí como dice / laa
/ la contaminación barí / ya estaban dando duro en esa / esa época…” [IB,M, A,2, 130-141]
“… estábamos reunidos / mucha gente / barira / había bastante / como más de 300 400 barira / por ahí 500 barira / y al
momento como / como al otro día se enfermó / en el momento porque / lo que tuvo noo / no estuvieron de acuerdo /
ellos noo / aceptan las misioneras / sí / porque hizo mal / mal lo que hizo / porque ellos murieron bastante bastante /
quedaron como que 15 o 20 personas no más / los que se fueron y se fueron pal otro lado / para otra comunidad / y /
dicen que se murieron en el camino / en el monte / que fue antes de salir / y después se iba pal otro lado y se quedaba
listo / y ahí pensaron que fue la monja / sí / la única que estuvo aquí / y cuando antes de ir lo contaminó a todo / y se
hizo un mal hecho…” [IB,M, A,2, 143-150]
“… En Tibú / me parece / en Tibú como en esee ehh / que instaló alambre eléctrica / la comunidad barí no sabía qué
era / y qué era / como / como las redes / si / pero en esa época no sabía que era / para qué sirve o para qué era / y ellos
lo cogieron / los cogían / las redes / o alambre / de eléctrica / yy / le pasaba corriente / se electucutaba / yy cuando en
esa época / cuando era la lluvia / época de la lluvia // cuando / cuando tenía / la tensión / como / barí no sabía qué /
qué era / sí / lo cogía así y lo pasaba de una vez / y ahí quedaba listo y el otro también / se quedaba ahí pegado / y
después vino / Sabaseba el espíritu y lo ayudó también / lo acotejó / dijo / no puede tocar eso porque / porque le pasa
corriente / porque ellos tiene su protección de ellos / para proteger su carbón y petróleo / sí / la petrolera / y después le
dijo “ese sí tenemos que / alejao / no puede ni tocar nada” / y Sabaseba lo puso aa / cómo es / a / recomendaciones //
Sabaseba porque ellos tenía su contacto con ellos / sí” [IB,M, A,2, 180-189]
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Tema de investigación El relato de violencia como construcción de la memoria escrita de los campesinos
e indígenas del territorio barí
Objetivo de investigación Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del territorio
barí, los fenómenos socioculturales que han venido afectando a la comunidad. Sistematización textual
“… Bueno / hubo la oportunidad que como / como / como por ahí como a como a / como a los cinco años / dijeron
que iban a conseguir unas profesoras / para profesora estee / enseñar a leer / pero papá dijo que no / que mejor no nos
daban clases / porque nosotros después / papito / pues cuando eso los papás eran tan / tan inocentes no como ahora /
¿no? / yy entonces / dijo papá a mamá le dijo “no yo no les voy a dar estudio a las hembras na / porque las hembras
después estoo le siguen escribiéndole a los novios y en tanto uno se van en cambio uno no dando estudio ellas no se
van” / entonces mamá le dijo “ay pero dale a las pelaas que ellas quieren estudiar” / y dijo “no / que no estudien las
hembras porquee las hembras se van muy rápido” / mi papá no nos dio estudio entonces nos quedamos todas sin
estudio / entonces las últimas niñas ya / que eran las últimas niñas ya / entonces ahí sí hicieron una escuela / entonces
ya le dijo mamá “hombre entonces ya que las niñas grandes no estudiaron démele estudio a las niñas pequeñas” /
entonces dijo “bueno pues la necesidad tuya que vos van esas pelaas a estudiar” / entonces colocó a las tres / ya las
últimas sí las colocó a estudiar y así estudiaron / peroo nosotras las grandes nos quedamos sin estudiar porque papá
que por celos nos dejó estudiar / porque papá pensaba no / que dándonos estudio nosotros no saliríamos nunca del
lado deel / él no pensaba que siempre nos enamorábamos estudiábamos o no estudiábamos / y siempre nosotros nos
enamoramos y salimos del lado del / de papá / pero vamos a ver que nos hizo fue un mal a nosotros porque / yoo pa’
acabáselo a decir que yo he ‘tao iniciado a aprender / yo a este altor que yo tengo y ya he iniciado a aprender / yo ha
deseado aprender / yo ha deseado aprender…” [CTB,F,A,3, 45-63]
“… ahora una clase en San Pablo para enseñarnos a los de mayor edad allá y que nos daban clase que miércoles y
viernes en la tarde / y yo dije pues yo estaba esperando era que llegara esa oportunidad / pues yoo me vooy / a anotar
y me anoté / yo me metí siempre porque yo la necesidad mía es aprender / yo quedé con un deseo que yo ver cogido
un carrera aunque sea dee / de poder yo consejar / porque yo / al yo a haber aprendido a leer / yo / el deseo mía habría
sido ser un consejadora / consejar / como un / como un concejal / que va y ah / ese era el deseo mío…” [CTB, F,A,3,
63-69]
“… también a mi marido muy poquito tiempo estaba con él / a penas tendría por ahí catorce o quince años de tar con
él y me lo mataron / bueno / quedé con siete niño toos chiquiticos que él es testigo (señala nuevamente al anciano que
nos acompañó durante la entrevista) todos mis niños así chirriquiticos / me tocó too criarlos SOLA / sola / sola sola /
en un rancho por ahí vea ( señala al lado derecho) / porque too esto era de nosotros dee / ellos eran en compañía de
varios hermanos no / pero lo único que todos los hermanos se abrieron y el que quedamos fue nosotros solos aquí / y
nosotros / a lo último también murió él / entonces quedé solita con los niñitos no más…” [CTB, F,A,3, 76-83]
“… entonces ya los niños se me siguieron ya poniendo grandecitos y ya se me siguieron abriendo por trabajar / ellos
por trabajar porque ellos decían “ ay mamá que nosotros ya estamos de cambiarnos la ropa / nosotros no tenemos ropa
y usted no nos puede dar” / entonces yo decía pues sí / les toca ya salir jornalear / vayan por allá a hacer contratos y a
trabajar pa’ que compren aunque sea la ropa // bueno / pero también en esa vaina de que yo fui en la vida mía fue un
batalla / que yo viera sabido leer yo toda la vida mía la vería escribido / todos los pasos a como fue lo mío porque los
pasos míos fueron / fueron unos pasos muy / muy amargos // bueno / después que ya fue mi marido la muerte /
después a lo / después a lo poco tiempo ya / antonces me mataron fue al hijo mayor / entonces bueno / aah / a sufrir
esa batalla de mi marido y del hijo / y yoo / yo seguí fue en una batalla / en una vida muy destranquila que yo seguí //
entonces la vida mía fue un chiste muy pesarozo” [CTB, F,A,3, 84-94]
“… Ah bueno / antonces llegaron los paracos y a todo el mundo entonces / el que fue cobarde tuvo que dirse / para
fueraa y retirase / y yo por la cobardía que también no fui capaz / yo también arranqué y me fui dejé todo perdido /
había adivinao comprar una casita en San Pablo yy / pa´ poner los niños los otros a estudiar más que hicieran el
bachiller / entonces yo en esa tiré fue para allá paa’ para ver cómo les daba el bachiller a ellos / de vine a que llegaron
los paracos y fue todo el mundo a coger camino y todo el mundo nos perdimos / y yoo / resulté fue sola allá con una
niña nada más por allá pero todo allá al final / ya me arrimé comoo / como dos años más por ahí dónde una señora / a
sufrir amargamente / y en eso fue que me cayó el muchacho en la cárcel / que fueron dos años cuatro meses yo
trabajando / me pagaban en Ocaña el día cuando llegaba a trabajar de una a siete de la noche / trabajar a lavar y a
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planchar / me ganaba cinco mil pesos / pa’ mantener al de la cárcel y mantener la niña en el colegio…” [CTB, F,A,3,
96-106]
“… A mi parece que cuando eso estaría yo criando a todos esos peladitos pequeños / yo no salí a paro / no / no salí al
paro / oía el paro yy todo el mundo recogido y con miedo porque los que se iban pensantivos que si no regresaban / es
que cuando eso si eran peligrosos los paros / peligrosísimos entonces uno quedaba eraa / orando por el que se iba /
que ánimas que pudieran regresar / que no le fuera a pasar naa / y como uno de pocos años pa’ acá es que / uno
también // ya de tanto sufrir y de tanta vaina / pues uno se ha vuelto hasta guapo yaa / pero primero usted viera lo que
sufríamos por acá / lo que sufríamos nosotros / usted cree que esa balacera que hubo por allá hoy nosotros hubiéramos
sido capaz de aguantarla un día como hoy cuando eso / ¿habíamos sido capaz? / no habíamos sido capaz / porque
nosotros veíamos que por ahí venía un helicóptero volando y ya nosotros decíamos “ayy ayy qué irá a pasar / ay qué
tará pasando” / ya todo el mundo recogido de temor / entonces ya de tanta vida que ya por aquí ha visto tan
insoportable / ya la gente dice “no pues tal vez pa’ tal parte” / uno le da pesar y se pone a pensar “ay Dios mío que no
sea un amigo que no le haya pasado tal cosa” o quién tará por allá que hace parte de nosotros” [CTB, F,A,3, 113-125]
“... Cuando eso se vivía muy mártir por aquí por causa que el ejército vivía muy metido / muy metido / enteramente
muy metido / una vez que me cogieron un pelao mío del Filo hasta aquí / y me lo trajeron como el que trae un / un
animal de aquí clavado así vea (con la mano derecha coge la parte de atrás de su cuello y camina dos pasos hacia
adelante) / ¿y sabe por qué? / porque él salió con una blusita negra / porque tenía una camisa negra entonces dijeron
“este perroo tiene que ser algo” / “este perro lo matamos porque lo matamos” / y entonces cuando en esas dijo él / “ah
vea // sí me van a matar / vengan y me matan en la casa de mamá” / pues yaa / lo encontraron en el Filo y la casa mía
era ahí (señala al lado derecho) / y entonces dijo / “vamos y me matan donde mi mamá” / porque no le querían creer
que tenía mamá y que vivía aquí / él les dijo de cuánto hay y no le querían creer / entonces lo trajeron del Filo aquí
vea / y con el arma puesta aquí vea (señala su cabeza)…” [CTB, F,A,3, 127-137]
“… dije yo “antonces ahora el hijo mío si se enamora de una blusita tiene que pedirle permiso a ustedes // tiene que
pedir permiso a ustedes y sin saber también donde vivirán vustedes ahora fue que ustedes aparecieron acá / así que
vea sabe qué es lo que usted merece / dir a buscar el propio mando de ustedes y dir a acusar / porque ustedes deben
porque usted es el del delito porque ellos no lo mandaron a usted fue porque usted lo tenían celando por ahí / y
encontró a este inocente / pero merece ir a buscar cuál es la cabeza de ustedes pa’ acusarlo / a que lo quemen a usted /
pa’ que usted aprenda que los hijos valen / no es nada más que cogerlos y matarlos en el camino / como tan enseñados
ustedes / ustedes no están enseñados a otra cosa” // le pegué una vaseada a ese señor y que taban enseñados a llegar
“ay me regala un gajo de plátano / me regala una yuca” / y nosotros de condolidos nos tocaba que dárselo porque qué
vamos a poder hacer / pero eso lo hicieron con un pelao mío del Filo hasta aquí usted viera / cuando eso / cuando eso
no le digo yo que vivía por aquí uno bien mártir con el ejército” [CTB, F,A,3, 146-157]
Tema de investigación El relato de violencia como construcción de la memoria escrita de los campesinos
e indígenas del territorio barí
Objetivo de investigación Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del territorio
barí, los fenómenos socioculturales que han venido afectando a la comunidad. Sistematización textual
“… promover la reivindicación del sujetoo / social y político del campesinado en el Catatumbo / que se hizo a partir
de la / de los / del levantamiento social / desde el 85 hasta el 88 / que se dio a conocer un Catatumbo prósperoo /
habitado por / gente / no por micos como decía / el Estado / y las fuerzas militares / sino / que era población luchadora
/ pujante / que tenía yaa / incluso / formas organizativas / y / que frente al abandono y la miseria / les tocaba construir
/ autogobiernos / para resolver los problemas de / carreteras de salud de educación / dee / de represión / ¿sí? /
entonces eso hacía de que / eso hacía de que de que / tocara quee (3’’) que crear maneras de / de / ¿cómo se llama
eso? / de / reivindicar la región / dee // de darla a conocer / a nivel / a nivel mismo regional // a nuestra propio interior
/ también…” [CTB,M,A,4, 26-34]
“...a las multinacionales que en ese entonces estaban / haciendo presencia en la región / para el mejoramiento de las
carreteras / el mejoramiento de / de los caminos / el cómo cruzar los ríos / las quebradas / las escuelas / hacer escuelas
/ dotación de mobiliarios / de profesores // para el 87 / entre otras cosas lo mismo / porquee la desidia del Estado
hacía de que no se cumplía el pliego / pese a que hubo una fuerte represión y incluso también / denunciar la represión
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que había en la zona / porque ya estaban en la / en la operación / limpieza de la zona para / como te decía primero /
para la construcción del oleoducto Caño Limón a Cobeñas / Puerto Cobeñas Sucre // y entonces / buena parte de este
pliego // motivó // pensar en un paro nororiental más de región…” [CTB,M,A,4, 55-63]
“… el que se saliera / le metían la garrotera o / o le daban culatazos / trompetillazos con fusiles / eh // disparaban /
argumentando que era un ataque de la guerrilla / para poder capturar a la gente / y amenazaban constantemente ahí
con tanquetas / con camiones de la policía y el ejército / para atacar a la población // yy / por problemas de alimento /
de poco descanso / no se podía dormir lo suficiente / mucho zancudo / demasiado zancudo / eso era / día y noche en
una batalla contra los zancudos / porque era una zona muy / se escogieron el sitio / donde no hubiera agua suficiente /
donde hubiera más zancudo / y donde las condiciones locativas fueran totalmente imposibles para poder estar ahí todo
el tiempo quee / que estuvimos / como 3 días (4’’) hasta que se logró hablar con el ejército / porque no había nadie de
la alcaldía / todo era delegado al ejército / a los militares / entonces era una negociación desde la parte cívica con una
fuerza que no daba soluciones del pliego / ni permitía pasar…” [CTB,M,A,4, 80-91]
“… Se termina el paro y sigue la persecución a la gente / como que participar en un paro era un delito / como que no
había necesidad de movilizarse al paro / como que era imposible que la gente agitara consignas contra las
multinacionales / ¿sí? / consignas por la soberanía nacional / por el respeto aa / a los territorios // se les acusaba por
asonada / rebelión / y incluso / por subversivos / siempre el pretexto para poder evitar los paros / y que los paros
trascendieran / y lograran los objetivos / era decir que los paros eran conducidos por la guerrillay que dentro de los
paros iba guerrilla / dentro de las movilizaciones iba guerrilla / pa´poder golpear a la gente / pa´poder detener a la
gente / para poder lanzar granadas o bombas lacrimógenas / tiros / ¿sí? / esa fue la opinión pública que se vendió a los
medios de comunicación / y se dio durante el paro del nororiente / durante los diversos paros que se dieron en el
87…” [CTB,M,A,4, 98-107]
“… ya para el año 87 / producto de que se agudiza la represión en la zona / no se cumple lo acordado en el pliego de
peticiones del paro cívico nacional / eh // la marginalidad continúa / las carreteras PÉSIMAS // un camión duraba /
atobiado / un día / dos días en la carretera / había que sacarlo con trapiche / con (3’’) apoyado con otro carro // en fin
// eh / la escases de alimentos / ya la presencia de la compañía TECHIN / filial a la OXXY / para la construcción del
oleoducto que se construyó en el 86 // contra la voluntad de los pobladores de la región / se metían grandes
maquinarias / con alta tecnología // yy / no solamente hacían la carerrtera del oleoducto / por las montañas / coratando
las quebradas / los / los caños de suministros de agua potable para la gente / o de consumo porque no era ni potable /
era dee / recolectada impíricamente por / por los pobladores para llevarla a los caseríos y a las veredas / sino que
también hacían carreteras adicionales paraa / para pasar sus vehículos y su maquinarias hacia el oleoducto / entonces
una carretera por aquí / otra por allá otra más alante / y cuando nos dimos cuenta estaba destapado / la región vuelta
carreteras y montañas / y quebradas y caños / eso disparó las alarmas y el ejército custodiando a ingenieros a carros a
maquinaria / reprimiendo a la gente / eso era prohibido acercársele a una maquinaria / prohibido protestar…”
[CTB,M,A,4, 107-121]
“…los dejaron entrar / y adentro los agarraron y los desaparecieron / y los sacaron para un / para el monte / y no
llegaban a las casas / se pasó un día y ellos / obviamente regresaban al rato / tenían que regresar rápido / en la tarde ya
empezamos a preocuparnos / porque no llegaban / y la comunidad y todos al día siguiente empezaron la búsqueda / y
se movieron hacia Tibú también a hablar con / hablar con los petroleros / con el obispo que te mencioné / Horacio
Olave / yy / no habían cuando eso comités de derechos humanos en la zona / entonces estoo / entonces estoo / eh // en
la búsqueda // al fin y al cabo / al tercer día aparecieron / al tercer día aparecieron een la carretera (3’’) hinchados /
golpeados / y en gravedad / en un estado de gravedad / en la carretera de PC4 hacia Orú / y los encontró la población
que estaba buscándolos // ah / los habían agarrado / los habían llevado a unos cacaotales / los amarraron de los manos
/ y los templaron a los palos arriba con / y los dejaron colgando ahí / día y noche / y les daban culatazos y
trompetillazos / al señor Tito Montaño le hicieron comoo / ocho // hernias // a trompetillazos de fusil / en el estómago
/ en la espalda // y quedó // eh // sufriendo para toda la vida de los brazos / perdió la fuerza de los brazos / y con un
problema psicológico insuperable porque los íban a matar / y los amenazaban / les movían los fusiles para dispararles
/ les apuntaban / los maltrataban / les echaban orines / eh / los quemaban con cigarrillos / y que de ahí / era para quee /
si no hablaban cuál era el plan de la // de laa / de las juntas comunales para contra la empresa // entonces los matarían
y los desaparecerían // eh / buscaban herramienta pa´hacer hueco / simulaban hacer los huecos // delante de ellos //
huecos para enterrarlos / fosas / y los hacían delante de ellos / a cambio de ablandarlos para que ellos revelaran el plan
del movimiento comunal contra la empresa / y el plan pues era reclamar los derechos y buscar el beneficio que
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necesitaban al caso sobre todo del agua / pero también una denuncia ambiental frente a / frente a la tala de bosque / y
de montaña que estaban haciendo / que fue bárbaro / una cosa es decirlo aquí y otra es mirarlo / quizá / desde arriba /
de lo aéreo…” [CTB,M,A,4, 131-154]
“… le hicieron eso a un señor trabajador de Ecopetrol / le dejaron una bolsa en allanamiento / una bolsa con unas
vainas de guerra / después lo pusieron preso / estando preso le mataron a la señora en Cúcuta / a nombre de los
paramilitares / y quedaron / él preso y las dos niñas solas / dos niñas que tenían comoo dee / 4 o 6 años // estoo / y
bueno / muchas experiencias así en / en la zona // después con la mano negra en Ocaña / utilizaban una lista / entonces
llegaban y allanaban la casa / y la persona que estuviera en la lista se la llevaban y la mataban / tenían un lema que
decíaa // hoy serás mío y mañana amanecerás frío // eso fue en el 87 / 88 / 89 // varios / incluso en varios momentos /
mano negra / también les llamaban los / los paracos / los paramilitares / eran el terror para la gente que tenía que ir a
hacer su mercado a Ocaña / a cosas de salud y eso allá // era imposible vivir” [CTB,M,A,4, 159-168]
Tema de investigación El relato de violencia como construcción de la memoria escrita de los campesinos
e indígenas del territorio barí
Objetivo de investigación Identificar, desde la perspectiva de los campesinos e indígenas del territorio
barí, los fenómenos socioculturales que han venido afectando a la comunidad. Sistematización textual
“…aquí están mis raíces / mi esencia / entonces / de una u otra forma / me duele quee / que a estas tierras las / las
señalen de tantas cosas malas / cuando sabemos quee / que no es así…” [CTB, F,A,5, 3-5]
“… Estudié en la escuela / del Tarrita / en ese entonces había una escuela muuy pequeña en un solo salón / habían
todos loos / grados / de primero a quinto / en ese entonces no había preescolar / entré a hacer el primero creo quee /
como a los ocho años / cuando llegué yo ya estaba grande aquí no empezaba uno tan pequeño a estudiar / a medida
que uno ya estaba grandecito lo colocaban a estudiar / ehh / Escuela San Juan Eudes se llamaba en ese entonces / mi
primer profesor Rafael Montaño / que aún vive / en el barrio el Tarrita donde aún vivo…” [CTB, F,A,5, 7-12]
“… La etapa del desplazamiento fue muy difícil / creo que ha sido uno de los momentos / más tristes / y más crueles
que me ha tocado que vivir junto con mi familia / a pesar de que noo / pues / afortunadamente no / noo perdí ningún
familiar / pero sí psicológicamente me hicieron muchísimo daño / porquee / creo que es la primera vez que voy a
decir esto / yo fui / amenazada / fui amenazada telefónicamente / yo trabajaba / acá en la cooperativa (3’’) yy / me
hicieron una llamada y me amenazaron (3’’) estoo / solo lo sabe mi madre // ehh / y mi esposo / fueron la dos primee /
las persona que / que acudí / y sentí muchísimo miedo (sus ojos se ponen rojos como si fuese a llorar) / y entonces / el
cuál / hizo / que me fuera // tuve que salir y dejar a mis hijos / y dejar mi hogar / para salvar mi vida / entonces fue
muy difícil la / yy / yy / yy mi / y también tener qué ver cómo entraron los paramilitares y / empezaron a asesinar la
gente / empezando por un profesor / después sucesivamente gente conocida / y / a raíz de eso sufrí un / un shock
nervioso / lo cual no me permitía dormir / entonces / ni estar tranquila / por eso tuve que desplazarme…” [CTB,
F,A,5, 15-26]
“… después / fue la lucha más terrible porque en la ciudad es muy difícil unoo / uno sobrevivir / porque allá no se
vive allá se sobrevive / tener que empezar de cero / yy / y perder prácticamente el hogar / y a raíz de eso también
perdí el hogar (3’’) entonces son muchas las que see / las que se fracturan se pierden / y volver a reconstruir eso es
algo muy complicado // después de tres año en la ciudad // yy / y tener la familia aquí / yo allá ellos aquí donde nunca
/ prácticamente nos habíamos separado / y menos separada de mis hijos / tuve que dejar mis niños estudiando
entonces / era / era complicadísimo // a los tres años / ya cuando todo se calmó / que / aparentemente yaa / esos
señores habían salido / yo / ya / igual también perdí mi trabajo porque en ese entonces estaba trabajando también
perdí mi trabajo / y para que mee / mee / mee reconocieran el tiempo que estuve trabajando en ese entonces eso
también me tocó fue luchármela / para poder obtener ahí un incentivo que / que era injusto pero bueno / igual lo recibí
// regrese a los tres años como le digo / yy / empecé de nuevo / yaa / recuperé otra vez mis hijos (3’’) y yaa/ formé un
nuevo hogar” [CTB, F,A,5, 26-38]
“… Por la esencia / por el simple hecho de ser campesinos // por eso tiene que luchar porquee / a uno en otra parte no
le dan la opción de decir que uno es campesino // porque eeh / viví mucho tiempo en Cúcuta y veí / sentíamos la
discriminación / porque nos trataban / al menos a mi hija la mayor me la trataban de campesina / campesina y de ahí
no la bajaban / entonces aquí a uno le dicen campesino es un honor / y donde vaya uno es un honor / pero es que allá
72
se lo dicen a otro como en otro tono / en otro tono de ofender de discriminar / entonces / sentirse uno campesino es un
orgullo / y noo / y no es ser campesino porque / tenemos o porque nos ponemos botas o se coloca uno machetilla / es
la identidad campesina es la forma como vivimos / es nuestra creencia / es la esencia de llevar eso desde que uno nace
hasta que se muere / entonces es eso / no es llevar encima un atuendo que lo identifique a uno / no / es sentirse
campesino / es estar de / con el campesino en todo momento / en todo momento / en tanto en la educación / en la
cultura / en la educación / en todo sentirse uno campesino / porque es que a ahora la educación // viene es como para
la ciudad / ajustada a como se vive en la ciudad / y quieren que el campesino aquí en la región vivamos y que
sintamos / recibamos la educación como si fuera para la ciudad / pero no…” [CTB, F,A,5, 59-72]
Jimeno y Roldán (1996) asumen la violencia como “un proceso interactivo, más que
como fenómeno en sí mismo, y es definida como conjuntos de interacciones antagónicas donde al
menos uno de los actores busca lesionar la integridad física o psicológica de otros” (p. 10;
Berkowitz, L., 1994; Michaud, I. cit. por Vargas, A., 1993, pp. 144-145). Así pues, de acuerdo
con lo anterior, vemos en los relatos de violencia de los pobladores del territorio barí, un
fenómeno que ha afectado a dos comunidades, con quienes se han usado distintos mecanismos
para conseguir un propósito económico que hace parte de la historia del territorio.
Nota al lector: Para hacer más dinámica la lectura codificada se subrayan con colores las
palabras y enunciados correspondientes a cada código. De esta manera, con color rojo se señala la
ausencia de información, con morado la presencia de información, de color verde los enunciados
con niveles de intensidad y de azul los que se presentan con frecuencia.
Matriz 4. Codificación a partir de los datos obtenidos
Afectación ¿Cuáles fueron los motivos que dieron origen a los hechos? Codificación
Etnocidio
“… Hay sí petroleras // Petroleras hay mucho en / cuando /Tibú // en
la comunidad de nosotros” [AB,M, A,1, 26-27]
[AU_INFO] ¿Cuáles
petroleras?, ¿qué hacían a
la comunidad?
“… Los españoles / los más antiguos lucharon / para defender nuestra
tierra / los españoles / estee / para defender nuestra tierra / de
naturaleza / lucharon mucho” [IB,M, A,2, 108-109]
[INT_3°] [FR_4/5]
Lucha, defensa y actores.
“…cuando antes de llegar los españoles / sí / de Cristóbal Colón / la
conquista / ellos lucharon dee / dee / Pamplona // Cúcuta / estee //
cómo es / estee // Ocaña / estee / Tibú / yy / en este lado en
Convención” [IB,M, A,2, 53-56]
[INT_4°]Lucha.
[PR_INFO]Lugares.
“… Lo que más causó la muerte como / en 1940 o 1950 / fue la
muertee / estuvo / en barí / como fue / vino una invitación de monja /
la misión / la misión estee / la misionera Laura / sí / y venía a
acompañar un barí / de Venezuela también / yy en esa época era / era
bastante barí” [IB,M, A,2, 130-132]
[FR_INFO]Muerte, barí.
[INT_5°]Misión
evangelizadora.
73
“… ellos noo / aceptan las misioneras / sí / porque hizo mal / mal lo
que hizo / porque ellos murieron bastante bastante” [IB,M, A,2, 144]
[INT_4°]Hechos de la
misión.
Homicidio
“… entonces ya los niños se me siguieron ya poniendo grandecitos y
ya se me siguieron abriendo por trabajar / ellos por trabajar porque
ellos decían “ ay mamá que nosotros ya estamos de cambiarnos la
ropa / nosotros no tenemos ropa y usted no nos puede dar” [CTB,
F,A,3, 84-86]
[FR_2/5]Trabajo.
[PR_INFO] Diálogos.
“… Ah bueno / antonces llegaron los paracos y a todo el mundo
entonces / el que fue cobarde tuvo que dirse / para fueraa y retirase / y
yo por la cobardía que también no fui capaz” [CTB, F,A,3, 96-97]
[INT_2°]Desplazamiento,
miedo.
“… A mi parece que cuando eso estaría yo criando a todos esos
peladitos pequeños / yo no salí a paro / no / no salí al paro / oía el
paro yy todo el mundo recogido y con miedo porque los que se iban
pensantivos que si no regresaban / es que cuando eso si eran
peligrosos los paros” [CTB, F,A,3, 113-115]
[AU_INFO] Razones por
las cuales los paros eran
peligrosos.
“... Cuando eso se vivía muy mártir por aquí por causa que el ejército
vivía muy metido / muy metido / enteramente muy metido” [CTB,
F,A,3, 127-128]
[INT_5°]Actos de la
fuerza pública.
“… después con la mano negra en Ocaña / utilizaban una lista /
entonces llegaban y allanaban la casa / y la persona que estuviera en la
lista se la llevaban y la mataban / tenían un lema que decíaa // hoy
serás mío y mañana amanecerás frío // eso fue en el 87 / 88 / 89”
[CTB,M,A,4, 163-165]
[AU_INFO]¿Cómo
obtenían los listados?,
¿qué personas se
encontraban allí?
Persecución
“… Se termina el paro y sigue la persecución a la gente” [CTB,M,A,4,
98]
[PR_INFO]Afirmación
sobre persecución.
“… como que participar en un paro era un delito / como que no había
necesidad de movilizarse al paro / como que era imposible que la
gente agitara consignas contra las multinacionales / ¿sí? / consignas
por la soberanía nacional / por el respeto aa / a los territorios // se les
acusaba por asonada / rebelión / y incluso / por subversivos / siempre
el pretexto para poder evitar los paros / y que los paros trascendieran /
y lograran los objetivos / era decir que los paros eran conducidos por
la guerrilla y que dentro de los paros iba guerrilla / dentro de las
movilizaciones iba guerrilla / pa´poder golpear a la gente / pa´poder
detener a la gente / para poder lanzar granadas o bombas lacrimógenas
/ tiros / ¿sí? / esa fue la opinión pública que se vendió a los medios de
comunicación / y se dio durante el paro del nororiente / durante los
diversos paros que se dieron en el 87…” [CTB,M,A,4, 98-107]
[INT_4°] Razones por las
cuales se prohibían los
paros.
[PR_INFO] Razones por
las cuales se prohibían
los paros.
Destierro
“… sí / yy / cuando / ellos lucharon por / se ha reducido mucho //
porque Cristóbal Colon nos quitó todo / los españoles” [IB,M, A,2,
58-59]
[FR_2/5] Luchas.
[PR_INFO] Actores.
“… y cómo en esa época no tenía / límite con Venezuela / nada / y
cuando llegaron los españoles sí se pusieron / limitar con Venezuela y
Colombia / sí / como en esa época barira no tenía límite / pasaba
tranquilo lo iba para Venezuela / y se venían de Venezuela aquí / a
compartir / con las comunidades” [IB,M, A,2, 100-103]
[INT_4°] Fronteras
geográficas.
[PR_INFO] Los inicios
de las fronteras.
74
“… y también tener qué ver cómo entraron los paramilitares y /
empezaron a asesinar la gente / empezando por un profesor / después
sucesivamente gente conocida / y / a raíz de eso sufrí un / un shock
nervioso / lo cual no me permitía dormir / entonces / ni estar tranquila
/ por eso tuve que desplazarme…” [CTB, F,A,5, 23-26]
[PR_INFO] Actores y
hechos.
Represión
“... a las multinacionales que en ese entonces estaban / haciendo
presencia en la región / para el mejoramiento de las carreteras / el
mejoramiento de / de los caminos / el cómo cruzar los ríos / las
quebradas/ las escuelas / hacer escuelas / dotación de mobiliarios / de
profesores // para el 87 / entre otras cosas lo mismo / porquee la
desidia del Estado hacía de que no se cumplía el pliego” [CTB,M,A,4,
55-58]
[PR_INFO] Peticiones
del paro.
Negación de
derechos
“… Bueno / hubo la oportunidad que como / como / como por ahí
como a como a / como a los cinco años / dijeron que iban a conseguir
unas profesoras / para profesora estee / enseñar a leer / pero papá dijo
que no / que mejor no nos daban clases / porque nosotros después /
papito / pues cuando eso los papás eran tan / tan inocentes no como
ahora / ¿no? / yy entonces / dijo papá a mamá le dijo “no yo no les
voy a dar estudio a las hembras na / porque las hembras después estoo
le siguen escribiéndole a los novios y en tanto uno se van en cambio
uno no dando estudio ellas no se van” [CTB, F,A,3, 45-50]
[INT_3°] Derecho a la
educación.
[PR_INFO] Diálogos.
“… promover la reivindicación del sujetoo / social y político del
campesinado en el Catatumbo / que se hizo a partir de la / de los / del
levantamiento social / desde el 85 hasta el 88 / que se dio a conocer un
Catatumbo prósperoo / habitado por / gente / no por micos como decía
/ el Estado / y las fuerzas militares” [CTB,M,A,4, 26-29]
[FR_5/5] Motivos del
paro.
“… ya la presencia de la compañía TECHIN / filial a la OXXY / para
la construcción del oleoducto que se construyó en el 86 // contra la
voluntad de los pobladores de la región / se metían grandes
maquinarias / con alta tecnología” [CTB,M,A,4, 111-113]
[PR_INFO] Nombres de
compañías petroleras y
actos.
Tal y como lo aseguran los profesores e investigadores de la Universidad Nacional de
Colombia, Myriam Jimeno e Ismael Roldán (1996), en su libro Las sombras arbitrarias:
violencia y autoridad en Colombia, “La violencia es la cara oscura de la humanidad” (p. 9). Pero,
¿cuáles son las razones de fondo por las cuales se efectúa la violencia en el territorio barí?, ¿por
qué se atenta contra los pobladores de tal manera que afecte su integridad física, social,
económica, en otras palabras, humana?
Tanto si es Clausewitz, denominando a la guerra «la continuación de la política por otros
medios», como si es Engels, definiendo a la violencia como el acelerador del desarrollo
económico, siempre se presta relieve a la continuidad política o económica, a la
continuidad de un proceso que permanece determinado por aquello que precedió a la
acción violenta (Arendt, 1969, p. 17).
75
El territorio, o mejor, los bienes naturales que este produce, están en disputa. Los datos
que arroja la codificación en el análisis apuntan siempre a un interés económico. Se destierra al
pueblo barí y a los campesinos catatumberos porque ellos se encuentran en ese territorio tan rico
en minerales, y si estos se oponen, la respuesta brutal es la muerte. La persecución y la represión
que se establece cuando ellos intentan luchar por sus derechos, se presenta en los relatos con
frecuencia e intensidad alta, dando a conocer que se busca el poder económico por encima de la
vida y la integridad humana.
El gobierno avanza en el otorgamiento de licencias ambientales para la construcción de
grandes obras de infraestructura o para la explotación de los recursos naturales en los
territorios pasando por alto el derecho a la consulta previa. Esto se complementa con la
estrategia paramilitar de desplazamiento con el fin de desocupar territorios para
adelantar tales obras (ONIC, 2001, p.62).
Es menester reconocer que la misma historia y fundación de los pueblos y municipios
que conforman la región del Catatumbo en el territorio barí, ha sido forjada por la historia
petrolera. Los pueblos que conforman la región son relativamente jóvenes. Mientras que la
provincia de Ocaña fue fundada en épocas de colonización española, año 1570 para ser exactos,
los demás municipios fueron fundados entre los siglos XVIII, XIX y XX, sin embargo, este
último siglo fue en el que se realizó una acelerada colonización debido a la explotación petrolera.
Este hecho representó siglos de violencia para las comunidades, quienes intentaron defender el
territorio de la explotación.
La extracción de petróleo en territorio de los pueblos indígenas es vista no solo como
saqueo, sino como amenaza a la subsistencia misma de los pueblos desde el orden
espiritual. El petróleo es la sangre de la madre tierra. A la madre no se le puede sacar la
sangre sin que esto acarree consecuencias para los pueblos (Osorio, 2017, p.11).
Los barís y los campesinos se han logrado mantener en el territorio debido a las
experiencias de resistencia que han marcado su historia. Para los barís, por ejemplo, su territorio
(Ishtana) representado en sus recursos naturales, es el espacio designado por las divinidades
(Sabaseba, su creador) para su cuidado y protección. Es por ello que la lucha que se ha dado por
el mismo, ha sido larga y sangrienta.
76
En un principio, fueron las colonizaciones que se dieron a partir de la conquista del
continente. Las confrontaciones que se dieron entre los españoles y los baríes durante el período
colonial, representan el inicio del aniquilamiento barí, guiado por intereses económicos. Las
razones que fundamentaron esa lucha fueron dos: la construcción de vías por el territorio barí y
las profundas penetraciones a éste, y su rechazo a religión católica impuesta por españoles. Así
pues, la necesidad del tránsito de mercancías llevó a los colonizadores españoles a explorar y
realizar rutas con mano de obra de esclavos negros e indígenas, puesto que las rutas marítimas se
veían amenazadas por piratas ingleses. Así mismo, la actividad religiosa produjo innumerables
muertos, así como la pérdida de gran parte de su territorio. Cruzando el año 1767, se realizó una
gran campaña de exterminio o “pacificación” a cargo de Don Sebastián Joseph Guillén, en la que
se realizó la quema de bohíos y captura de mujeres barí.
La imagen que del Otro tienen en aquel entonces los europeos que se lanzan a la conquista
de la tierra es la de un ser salvaje, caníbal y pagano, cuya humillación y denigración
consideran un derecho y un deber indiscutibles del hombre blanco y cristiano. Una de las
causas de aquella brutalidad y crueldad sin precedentes radicaba no solo en el ansia del
oro y del esclavo, que cegaba y obcecaba las mentes de las élites europeas, sino también
en el nivel cultural y ético —extremadamente bajo— de los hombres enviados a ultramar
como avanzadilla del contacto con los Otros. Las tripulaciones de aquellos barcos en gran
parte se componían de criminales, malhechores y delincuentes—todo un abanico de
gentuza notoria y declarada— y, en el mejor de los casos, de fracasados y vagabundos sin
techo, pues era difícil convencer a un hombre normal de que emprendiera un viaje,
aventura incierta que no pocas veces acababa en muerte (Kapuściński, 2006, pp. 66-67).
El propósito principal de las comunidades ha sido conservar la madre tierra, víctima del
modelo económico, pues el Catatumbo, “bañado por más de catorce ríos que vierten sus aguas al
lago de Maracaibo, almacenó las más grandes reservas de hidrocarburos de América Latina,
correspondiendo a Venezuela la mayor cantidad de petróleo” (Acei-tobri, 2014, p.9), ha sido
explotado por diversas petroleras desde el siglo XX. El “oro negro” fue la razón de la implacable
penetración al territorio barí desde 1913. El gobierno entrega a las compañías petroleras
norteamericanas y europeas, las reservas de hidrocarburos que se hallaban en las cuencas de los
ríos de la región.
77
El petróleo ha sido utilizado en la historia de la región para diversas tareas. Así por
ejemplo, antes del siglo XIX, era útil para medicamentos, usos domésticos, entre otras. Durante el
siglo XIX este “oro negro” entra al mercado, se descubre su uso energético y empieza a ser
utilizado para las lámparas Kerosén o queroseno, y para iluminar los pueblos. No es sino hasta el
siglo XX, en pleno desarrollo tecnológico, en que el petróleo se convierte en un elemento
fundamental para el desarrollo de la economía mundial, especialmente, en la industria: los
primeros automóviles, la aviación, para los usos bélicos de la marina y artillería en la primera y
segunda guerra mundial, entre otros, por lo que llegan al Catatumbo y a los Andes venezolanos,
las primeras compañías petroleras a explotar el “oro negro”.
Como el territorio barí es rico en petróleo, gas y carbón, un campesino del municipio de
Tibú fue quien descubrió este mineral brotar en sus tierras y lo llevó al General Virgilio Barco5,
quien se apoderó de las muestras de petróleo y, a partir de ese momento, comenzaron las
negociaciones entre el gobierno y compañías petroleras trasnacionales, a cambio de regalías
especiales, las denominadas “Unidades Barco”. En consecuencia, cabe resaltar que:
Los Barí y el pueblo de Tibú viven hoy en la más profunda miseria y Nte. De Santander
en el más completo abandono. Sin embargo del Catatumbo se han extraído, según
informes de Ecopetrol, 400 millones de barriles que, vendidos a un promedio de cien
dólares, representan 40 millones de dólares, uno de los saqueos más grandes de la historia,
de una de las regiones más ricas en hidrocarburos, pero uno de las más pobres de
Colombia (Acei-tobri, 2014, 39).
Así como las petroleras, los colonos también tuvieron conflictos con los indígenas barís.
Las primeras colonizaciones que se realizaron fueron testigos de muchos enfrentamientos entre
campesinos colonos e indígenas barís, justamente por la razón que guía su cosmovisión: el
territorio. A pesar de las múltiples luchas, se llegaron a acuerdos entre ambas comunidades o la
misma lucha con las petroleras, obligó a los barís a buscar resguardo en zonas más profundas de
la región, la serranía del Perijá.
5Se trata de Virgilio Barco Vargas del partido conservador, abuelo del presidente de Colombia por el
partido liberal.
78
La explotación petrolera produjo una sensible presión sobre los motilones debido a las
transformaciones que se registraron en su antiguo territorio. Entre 1938 y 1939 se construyó un
oleoducto de más de 400 kilómetros. Por esos mismos años existían 38 pozos en producción y se
montaba una pequeña refinería. En 1940 se calculaba que existían 3000 trabajadores; cuatro años
después aparecieron ranchos por los montes; y en 1945 la compañía se vio obligada a programar
un plan de vivienda. Para 1949 ya se había formado el poblado de Tibú (Cantor y Aguilera, 1995,
pág. 49).
Los relatos hacen referencia a un gran paro campesino, este corresponde al paro
realizado en 1987 en donde los campesinos del Catatumbo unieron esfuerzos con campesinos de
otras regiones y lograron que el Estado los reconociera como interlocutores, quedando constancia
en varios pactos firmados a lo largo del país. Los pactos trataron las reivindicaciones sociales y
políticas de los campesinos en materia de servicios públicos, vivienda, educación, recursos
naturales, salud, vías, electrificación y también el reconocimiento de los resguardos indígenas.
Los campesinos tenían una visión amplia de los problemas que los afectaban, pero como en
muchas otras ocasiones y en distintos lugares del país el Estado les incumplió (Loingsigh, 2014,
p.32).
Es esta gran movilización de 1987 la que se conoce como el Paro del Nororiente. El
petróleo actúa como elemento esencial que posibilita la configuración del Catatumbo y la región
nororiental. Es a los santanderes, Arauca, centro y sur del Cesar, donde se concentraría la mayor
reserva de petróleo de la época. Este paro permitió, por primera vez, dar a conocer la gran
importancia económica que tiene la región nororiental para el país. Así mismo, los campesinos
comenzaron a tomar consciencia sobre el petróleo, por lo que inició el período de exigencia de
planes para el desarrollo veredal en toda la región.
Fue en 1999 el año en que se da inicio al asentamiento paramilitar con más fuerza en la
región, y que no terminaría sino hasta el 2005. El ‘Bloque Catatumbo’ liderado por Mancuso,
máximo jefe de las AUC (Autodefensas Unidad de Colombia), no fue, como dicen algunos, una
contraofensiva insurgente, sino el alejamiento de la población civil (a las buenas o a las malas),
de las zonas estratégicas donde se explotaría el carbón, el petróleo o donde se sembraría la palma
africana, afirma Loingsigh (2009). La arremetida paramilitar en el Catatumbo no fue sino una
estrategia para la defensa y ejecución de dichos proyectos económicos.
79
No hay guerra porque hay explotación de recursos naturales y megaproyectos sino la
guerra es la metodología para garantizar esa explotación, o sea hay guerra para que haya
explotación de recursos naturales. En eso el Catatumbo comparte muchas características
con otras partes del país. La violencia en el Catatumbo guarda una relación directa con
los planes del Estado para desarrollar las regiones y la violencia que viven esas zonas,
que se refleja de forma diferente, pero con algo en común: importan estas zonas solo
cuando hay intereses económicos en juego. El Catatumbo vive en medio de la pobreza
de sus gentes y el abandono del Estado, cuando de la explotación petrolera se trata, no
hay abandono alguno […] Entonces cuando se habla del abandono del Catatumbo, se
hace referencia al abandono de su gente y no de sus tierras y recursos (Loingsigh, 2009,
p.22-23).
Por otro lado, nos encontramos con los instrumentos con los que se ejecutan las distintas
manifestaciones de violencia. Al respecto, Hannah Arendt (1969) propone que “Como la
violencia - a diferencia del poder o la fuerza- siempre necesita herramientas (como Engels señaló
hace ya mucho tiempo), la revolución tecnológica, una revolución en la fabricación de
herramientas, ha sido especialmente notada en la actitud bélica” (p.10). La víctima, al momento
de narrar su relato, pone de manifiesto cómo se realizó el acto violento, porque las entidades que
tratan los temas insisten en dar cuenta de las consecuencias, más no de la causas.
La verdadera sustancia de la acción violenta es regida por la categoría medios-fin cuya
principal característica, aplicada a los asuntos humanos, ha sido siempre la de que el fin
está siempre en peligro de verse superado por los medios a los que justifica y que son
necesarios para alcanzarlo (Arendt, 1969, p. 10).
Por esta razón, no son los motivos políticos los que se revelen al momento de hablar de
la violencia, sino las herramientas con las cuales se efectuaron los hechos. Al respecto, vale
analizar, desde las narraciones de los pobladores, cómo se desarrollaron los hechos de violencia
para reflexionar alrededor del uso dado a los instrumentos:
Matriz 5. Codificación a partir de los datos obtenidos
Afectación ¿Cómo se desarrollaron los hechos? Codificación
80
Etnocidio
“… y mucho matar así // CORRIENTE6 (levanta los brazos señalando
alrededor) // corriente así / así // en los otros bohíos // donde mismo esta
mañana // aguacero mucho así (con la manos hace señales de lluvia que cae)
dormiendo en la casa / dormiendo (se trae las manos al pecho y cierra los ojos
como si fuera a dormir) // se acabara así la corriente / cuando salioo así y lo
encontró así // matar mucho // corriente / corriente así (señala con las manos
hacia el frente) // cuando cayó / matar cayó /cayó / cayó / cayó (señala
descendiendo la mano en direccionándola a distintas partes)// y mucho barí
así/ pa´ acabar así” [AB,M, A,1, 27-32]
[INT_5°] Forma
de proceder el
etnocidio.
[FR_2/5]
Descripción del
hecho.
“… los españoles / se enfrentaban // yy / y los barí tenían dos opciones / lo
ayudó nuestra naturaleza / el espíritu / Sabaseba nos ayudó // y Sabaseba
comoo / como ellos taban luchando / yy Sabaseba iba en la parte de atrás / sí /
pa’ defender / para / de barí / si hubiera / Sabaseba no / no tenía su poder / él /
todos los que / los que venían los españoles nos acababa a nosotros / sí / barí /
pero Sabaseba nos puso el / el poder de ellos / sí / ellos tenían su poder / sí…”
[IB,M, A,2, 110-115]
[FR_4/5] Actores.
[PR_INFO]
Forma de
proceder de la
comunidad.
“… y después no sé como una / como una / y en ese momento fue como /
como siempre he escuchado quee / que fue como / como envenenao no sé / le
dieron pastillas / a barí / las misioneras que venía él / como eeh / bastante barí
/ y cuando dijeron un / un regalo no sé / un regalo pa’ barí / pero le dieron
pastillas envenenao no sé / en medicamentos / pero ellos no sabían nada / qué
/ que era / y le dieron como tres días / cuatro día una semana / y ellos se
tomaron / no sé / se tomaron o comieron no sé / y después / al otro día / a la
otra semana / como más de 15 o 10 días / yy dijeron que / que alguno que
estaba enfermo / que le dio malestar / dolor de cabeza / y como al otro día / se
falleció” [IB,M, A,2, 132-140]
[PR_INFO]
Forma de
proceder de la
misión
evangelizadora en
la comunidad
barí.
“… estábamos reunidos / mucha gente / barira / había bastante / como más de
300 400 barira / por ahí 500 barira / y al momento como / como al otro día se
enfermó” [IB,M, A,2, 143-144]
[PR_INFO]
“… En Tibú / me parece / en Tibú como en esee ehh / que instaló alambre
eléctrica / la comunidad barí no sabía qué era / y qué era / como / como las
redes / si / pero en esa época no sabía que era / para qué sirve o para qué era /
y ellos lo cogieron / los cogían / las redes / o alambre / de eléctrica / yy / le
pasaba corriente / se electucutaba / yy cuando en esa época / cuando era la
lluvia / época de la lluvia // cuando / cuando tenía / la tensión / como / barí no
sabía qué / qué era / sí / lo cogía así y lo pasaba de una vez / y ahí quedaba
listo y el otro también / se quedaba ahí pegado / y después vino / Sabaseba el
espíritu y lo ayudó también / lo acotejó / dijo / no puede tocar eso porque /
porque le pasa corriente / porque ellos tiene su protección de ellos / para
proteger su carbón y petróleo / sí / la petrolera / y después le dijo “ese sí
tenemos que / alejao / no puede ni tocar nada” / y Sabaseba lo puso aa / cómo
es / a / recomendaciones // Sabaseba porque ellos tenía su contacto con ellos /
sí” [IB,M, A,2, 180-189]
[PR_INFO]
Forma de
proceder de las
petroleras y de la
comunidad barí.
[FR_1/5] Lugar
del etnocidio.
“… también a mi marido muy poquito tiempo estaba con él / a penas tendría
por ahí catorce o quince años de tar con él y me lo mataron”[CTB, F,A,3, 76-
77]
[PR_INFO]
6Las petroleras hacían cerca eléctrica con la que rodeaban sus enclaves, es decir, las edificaciones
protegidas, generalmente, en donde se construían los oleoductos para la extracción del petróleo.
81
Homicidio
“…entonces yo decía pues sí / les toca ya salir jornalear / vayan por allá a
hacer contratos y a trabajar pa’ que compren aunque sea la ropa” [CTB,
F,A,3, 87]
[AU_INFO]
Causas de la
pobreza.
“… yo también arranqué y me fui dejé todo perdido / había adivinao comprar
una casita en San Pablo yy / pa´ poner los niños los otros a estudiar más que
hicieran el bachiller / entonces yo en esa tiré fue para allá paa’ para ver cómo
les daba el bachiller a ellos / de vine a que llegaron los paracos y fue todo el
mundo a coger camino y todo el mundo nos perdimos / y yoo / resulté fue
sola allá con una niña nada más por allá pero todo allá al final” [CTB, F,A,3,
98-102]
[FR_2/5]
Necesidad de
estudiar.
[AU_INFO]
Causas de la
arremetida
paramilitar.
“… peligrosísimos entonces uno quedaba eraa / orando por el que se iba / que
ánimas que pudieran regresar / que no le fuera a pasar naa / y como uno de
pocos años pa’ acá es que / uno también // ya de tanto sufrir y de tanta vaina /
pues uno se ha vuelto hasta guapo yaa / pero primero usted viera lo que
sufríamos por acá / lo que sufríamos nosotros / usted cree que esa balacera
que hubo por allá hoy nosotros hubiéramos sido capaz de aguantarla un día
como hoy cuando eso / ¿habíamos sido capaz? / no habíamos sido capaz /
porque nosotros veíamos que por ahí venía un helicóptero volando y ya
nosotros decíamos “ayy ayy qué irá a pasar / ay qué tará pasando” / ya todo el
mundo recogido de temor” [CTB, F,A,3, 116-123]
[AU_INFO]
Razones del
sufrimiento.
Temor de la
comunidad.
“...una vez que me cogieron un pelao mío del Filo hasta aquí / y me lo
trajeron como el que trae un / un animal de aquí clavado así vea (con la mano
derecha coge la parte de atrás de su cuello y camina dos pasos hacia adelante)
/ ¿y sabe por qué? / porque él salió con una blusita negra / porque tenía una
camisa negra entonces dijeron “este perroo tiene que ser algo” / “este perro lo
matamos porque lo matamos” / y entonces cuando en esas dijo él / “ah vea //
sí me van a matar / vengan y me matan en la casa de mamá” / pues yaa / lo
encontraron en el Filo y la casa mía era ahí (señala al lado derecho) / y
entonces dijo / “vamos y me matan donde mi mamá” / porque no le querían
creer que tenía mamá y que vivía aquí / él les dijo de cuánto hay y no le
querían creer / entonces lo trajeron del Filo aquí vea / y con el arma puesta
aquí vea (señala su cabeza)…”[CTB, F,A,3, 128-137]
[PR_INFO]
Descripción de la
vida comunitaria
en tiempos de
violencia.
“… dije yo “antonces ahora el hijo mío si se enamora de una blusita tiene que
pedirle permiso a ustedes // tiene que pedir permiso a ustedes y sin saber
también donde vivirán vustedes ahora fue que ustedes aparecieron acá / así
que vea sabe qué es lo que usted merece / dir a buscar el propio mando de
ustedes y dir a acusar / porque ustedes deben porque usted es el del delito
porque ellos no lo mandaron a usted fue porque usted lo tenían celando por
ahí / y encontró a este inocente / pero merece ir a buscar cuál es la cabeza de
ustedes pa’ acusarlo / a que lo quemen a usted / pa’ que usted aprenda que los
hijos valen / no es nada más que cogerlos y matarlos en el camino / como tan
enseñados ustedes / ustedes no están enseñados a otra cosa” [CTB, F,A,3,
146-154]
[AU_INFO]
Visiones y actos
de la fuerza
pública.
“… le hicieron eso a un señor trabajador de Ecopetrol / le dejaron una bolsa
en allanamiento / una bolsa con unas vainas de guerra / después lo pusieron
preso / estando preso le mataron a la señora en Cúcuta / a nombre de los
paramilitares / y quedaron / él preso y las dos niñas solas / dos niñas que
tenían comoo dee / 4 o 6 años // estoo / y bueno / muchas experiencias así en /
en la zona” [CTB,M,A,4, 159-163]
[PR_INFO]
Descripción de
los actos de
violencia.
“… como que participar en un paro era un delito / como que no había [INT_4°] Razones
82
Persecución
necesidad de movilizarse al paro / como que era imposible que la gente
agitara consignas contra las multinacionales / ¿sí? / consignas por la
soberanía nacional / por el respeto aa / a los territorios // se les acusaba por
asonada / rebelión / y incluso / por subversivos / siempre el pretexto para
poder evitar los paros / y que los paros trascendieran / y lograran los objetivos
/ era decir que los paros eran conducidos por la guerrilla y que dentro de los
paros iba guerrilla / dentro de las movilizaciones iba guerrilla / pa´poder
golpear a la gente / pa´poder detener a la gente / para poder lanzar granadas o
bombas lacrimógenas / tiros / ¿sí? / esa fue la opinión pública que se vendió a
los medios de comunicación / y se dio durante el paro del nororiente / durante
los diversos paros que se dieron en el 87…” [CTB,M,A,4, 98-107]
por las cuales se
prohibían los
paros.
[PR_INFO]
Razones por las
cuales se
prohibían los
paros.
Destierro
“… lo que pusieron / el Estado / Gobierno / dividieron / pero pa’ / pa’
nosotros no existe límite nada / porque el Estado se pusieron límites pa’ / pa’
ellos / sí / que no permiten entrar sii / si no tienen cédula de Venezuela no
dejan entrar nada / pero nosotros entramos así / pero así fue la historia”
[IB,M, A,2, 104-106]
[FR_2/5] Límites
geopolíticos.
“…y cuando los españoles / ahí también murieron varios españoles / también
respondía con flecha / y todo lo que utilizaban / yy cuando en esa época toda
la lucha no dormía barí nada / todos amanecían / y se iban toda la cordillera /
por ejemplo la cordillera de / de Pamplona / la cordillera de Cúcuta / y se / se
venía de / de noche y de día / todo el día / y la comida / comida de monte no
más / yy el espíritu también lo colaboraba mucho // yy el espíritu le daba
poder barí…” [IB,M, A,2, 115-120]
[FR_1/5] Actores
[PR_INFO]
Descripción de la
violencia en
época de
conquista.
“… La etapa del desplazamiento fue muy difícil / creo que ha sido uno de los
momentos / más tristes / y más crueles que me ha tocado que vivir junto con
mi familia / a pesar de que noo / pues / afortunadamente no / noo perdí
ningún familiar / pero sí psicológicamente me hicieron muchísimo daño /
porquee / creo que es la primera vez que voy a decir esto / yo fui / amenazada
/ fui amenazada telefónicamente / yo trabajaba / acá en la cooperativa (3’’) yy
/ me hicieron una llamada y me amenazaron (3’’) estoo / solo lo sabe mi
madre // ehh / y mi esposo / fueron la dos primee / las persona que / que acudí
/ y sentí muchísimo miedo (sus ojos se ponen rojos como si fuese a llorar) / y
entonces / el cuál / hizo / que me fuera” [CTB, F,A,5, 15-22]
[INT_5°] Daños
por el
desplazamiento.
[PR_INFO]
Descripción de
una anécdota de
destierro, jamás
contada.
“...pese a que hubo una fuerte represión y incluso también / denunciar la
represión que había en la zona / porque ya estaban en la / en la operación /
limpieza de la zona para / como te decía primero / para la construcción del
oleoducto Caño Limón a Cobeñas / Puerto Cobeñas Sucre // y entonces /
buena parte de este pliego // motivó // pensar en un paro nororiental más de
región…” [CTB,M,A,4, 59-63]
[FR_2/5]
Represión a
campesinos.
[PR_INFO]
Descripción de
los hechos.
83
Represión “… el que se saliera / le metían la garrotera o / o le daban culatazos /
trompetillazos con fusiles / eh // disparaban / argumentando que era un ataque
de la guerrilla / para poder capturar a la gente / y amenazaban constantemente
ahí con tanquetas / con camiones de la policía y el ejército / para atacar a la
población // yy / por problemas de alimento / de poco descanso / no se podía
dormir lo suficiente / mucho zancudo / demasiado zancudo / eso era / día y
noche en una batalla contra los zancudos / porque era una zona muy / se
escogieron el sitio / donde no hubiera agua suficiente / donde hubiera más
zancudo / y donde las condiciones locativas fueran totalmente imposibles
para poder estar ahí todo el tiempo quee / que estuvimos / como 3 días (4’’)
hasta que se logró hablar con el ejército / porque no había nadie de la alcaldía
/ todo era delegado al ejército / a los militares / entonces era una negociación
desde la parte cívica con una fuerza que no daba soluciones del pliego / ni
permitía pasar…” [CTB,M,A,4, 80-91]
[PR_INFO]
Descripción de
los hechos.
“…los dejaron entrar / y adentro los agarraron y los desaparecieron / y los
sacaron para un / para el monte / y no llegaban a las casas / se pasó un día y
ellos / obviamente regresaban al rato / tenían que regresar rápido / en la tarde
ya empezamos a preocuparnos / porque no llegaban / y la comunidad y todos
al día siguiente empezaron la búsqueda / y se movieron hacia Tibú también a
hablar con / hablar con los petroleros / con el obispo que te mencioné /
Horacio Olave / yy / no habían cuando eso comités de derechos humanos en
la zona / entonces estoo / entonces estoo / eh // en la búsqueda // al fin y al
cabo / al tercer día aparecieron / al tercer día aparecieron een la carretera (3’’)
hinchados / golpeados / y en gravedad / en un estado de gravedad / en la
carretera de PC4 hacia Orú / y los encontró la población que estaba
buscándolos // ah / los habían agarrado / los habían llevado a unos cacaotales
/ los amarraron de los manos / y los templaron a los palos arriba con / y los
dejaron colgando ahí / día y noche / y les daban culatazos y trompetillazos /
al señor Tito Montaño le hicieron comoo / ocho // hernias // a trompetillazos
de fusil / en el estómago / en la espalda // y quedó // eh // sufriendo para toda
la vida de los brazos / perdió la fuerza de los brazos / y con un problema
psicológico insuperable porque los íban a matar / y los amenazaban / les
movían los fusiles para dispararles / les apuntaban / los maltrataban / les
echaban orines / eh / los quemaban con cigarrillos / y que de ahí / era para
quee / si no hablaban cuál era el plan de la // de laa / de las juntas comunales
para contra la empresa // entonces los matarían y los desaparecerían // eh /
buscaban herramienta pa´hacer hueco / simulaban hacer los huecos // delante
de ellos // huecos para enterrarlos / fosas / y los hacían delante de ellos / a
cambio de ablandarlos para que ellos revelaran el plan del movimiento
comunal contra la empresa” [CTB,M,A,4, 131-151]
[PR_INFO]
Descripción de
los hechos.
Negación de
“… entonces mamá le dijo “ay pero dale a las pelaas que ellas quieren
estudiar” / y dijo “no / que no estudien las hembras porquee las hembras se
van muy rápido” [CTB, F,A,3,50-51]
[PR_INFO]
Diálogos.
84
derechos “… entonces las últimas niñas ya / que eran las últimas niñas ya / entonces
ahí sí hicieron una escuela / entonces ya le dijo mamá “hombre entonces ya
que las niñas grandes no estudiaron démele estudio a las niñas pequeñas” /
entonces dijo “bueno pues la necesidad tuya que vos van esas pelaas a
estudiar” / entonces colocó a las tres / ya las últimas sí las colocó a estudiar y
así estudiaron” [CTB, F,A,3,53-56]
[INT_4°]
Negación del
derecho de las
mujeres de
acceder a la
educación.
“… ya para el año 87 / producto de que se agudiza la represión en la zona / no
se cumple lo acordado en el pliego de peticiones del paro cívico nacional / eh
// la marginalidad continúa / las carreteras PÉSIMAS // un camión duraba /
atobiado / un día / dos días en la carretera / había que sacarlo con trapiche /
con (3’’) apoyado con otro carro // en fin // eh / la escases de alimentos”
[CTB,M,A,4, 107-110]
[FR_5/5]
[INT_5°]
Represión y
negación de
derechos al
campesino.
“… Estudié en la escuela / del Tarrita / en ese entonces había una escuela
muuy pequeña en un solo salón / habían todos loos / grados / de primero a
quinto / en ese entonces no había preescolar / entré a hacer el primero creo
quee / como a los ocho años / cuando llegué yo ya estaba grande” [CTB,
F,A,5, 7-9]
[FR_4/5]
Negación del
derecho de las
mujeres de
acceder a la
educación.
El etnocidio, homicidio, represión, persecución y la negación de los derechos son los
principales instrumentos de violencia en el territorio barí. Aunque en cantidad se puede entender
que fueron más los episodios de etnocidio y homicidio en la región, los demás instrumentos son
la prueba clara de que quienes están en busca del poder económico, han gestionado de distintas
maneras la posibilidad de extraer los bienes naturales del territorio. Bien se puede afirmar, por
ejemplo, la manera en que se usaban los instrumentos desde el período de la conquista en donde,
a pesar de que los barís respondían al masivo aniquilamiento, tenían desventajas porque sus
armas (lanzas) no alcanzaban a responder de la misma manera que un rifle.
El fin de la Edad Media europea y el comienzo de la época moderna —tiempos marcados
por una Europa volcada en la conquista del mundo, la esclavización del Otro y el saqueo
de todo lo que este poseía— grabó en la historia de nuestro planeta páginas de sangre y
crueldad. El calibre de las prácticas genocidas de aquella época —que se prolongó durante
más de trescientos años sólo sería superado en el siglo XX, cuando adquirió la terrorífica
forma de Holocausto (Kapuściński, 2006, pp. 65-66).
Durante el proceso de desarrollo del Catatumbo en el siglo XX, en donde tuvo gran
repercusión el petróleo, algunos de los campesinos terminaron trabajando como obreros de sus
85
empresas. Sin embargo, buena parte de la población campesina continuó con sus actividades
agrícolas y ganaderas, población que no se benefició del mineral y que, por lo tanto, fue víctima
de persecuciones, desplazamientos y hasta asesinatos, por la misma razón: el territorio.
A pesar de este contexto en el que habitaban y aún hoy siguen habitando los campesinos
e indígenas de la región del Catatumbo, fueron precisamente estas las razones por las que
comenzaron a formarse cooperativas que organizaran social y políticamente a la población, y
manifestar sus reivindicaciones al Estado. Así pues, la década de los ochenta fue un período de
movilización para las comunidades campesinas y obreras del Catatumbo. Las luchas campesinas
e indígenas abarcaron no solamente la región, sino en representación de todo el movimiento
agrario nacional que exigía el reconocimiento de sus derechos.
A partir de 1980 es cuando empieza a configurarse el campesinado del Catatumbo en un
sujeto político de importancia en la vida departamental y nacional. Es por esos años
cuando comienza a protagonizar y liderar la lucha hasta el momento actual, acompañado
de otros sectores populares y sindicales de importancia en la zona como los petroleros y
los mismos indígenas Barí, que también protagonizaron grandes batallas en el territorio
(López, 2016, p.39).
El Paro del Nororiente inicia sus jornadas de movilización el 1 de junio de 1987,
liderado por muchos dirigentes campesinos del entonces movimiento social ¡A luchar! Las
grandes concentraciones en los sitios estratégicos, en Ocaña en la región del Catatumbo,
permanecieron desde el 8 hasta el 14 de junio. El Paro estaba fundamentado en la defensa del
recurso petrolero y el reconocimiento de la soberanía nacional, así como el derecho a la vida y en
contra de la guerra sucia que ya empezaba a silenciar con la muerte a líderes sociales. La
respuesta del gobierno a las marchas fue a través de la accionar militar, realizando barricadas de
Ejército y Policía. Sin embargo, concluyó con éxito, logrando reconocer al campesinado como
sujeto político y las necesidades de éste en su territorio. A pesar de ello, fueron organizadas
nuevas marchas en mayo de 1988, un año después, debido al incumplimiento del gobierno con el
pliego de exigencias.
Los años noventa no comenzaron bien en la región. Se inició una ola de asesinatos a
líderes sociales que habían participado en los paros realizados anteriormente. Al respecto, López
86
(2016) nos dice en su texto Historia del Catatumbo III: Colonización y primeras luchas
campesinas en el Catatumbo que, “la mayoría de estos dirigentes fueron asesinados o
desaparecidos. Muchos se clandestinizaron. Otro, en cambio, se incorporaron en actividades de la
ola de ONG que se crearon con el campo abierto por la descentralización” (p.90). La década de
los noventa fue, sin duda, un periodo de arremetida al tejido de la organización social y política
en la región.
En el marco de la represión contra el M-19, a raíz de la recuperación de las armas del
Cantón Norte en Bogotá el 31 de diciembre de 1978, Turbay Ayala expide el Estatuto de
Seguridad mediante el cual, además de constituirse en un conjunto de medidas
autoritarias, identificó a todas las luchas agrarias como acciones de corte subversivo y
dependientes de los programas guerrilleros (Villa y Houghton, 2004, p. 88).
Más tarde, el 28 de mayo y el 21 de agosto de 1999, los paramilitares efectuaron 14
masacres, según informe de la Defensoría del Pueblo. Dieron inicio a su accionar en el municipio
de la Playa, luego en la Gabarra, en Tibú, hasta incursionar municipio por municipio de la región
del Catatumbo, al mando de quien entonces era su jefe máximo, Carlos Castaño. Dados los
primeros ataques a la población civil, la Defensoría del Pueblo se pronunció ante la Gobernación
del Departamento, tres días pasados los hechos:
Se ha conocido que el día 28 de mayo de 1999, llegaron procedentes al parecer del Sur
de Bolívar, vía Ocaña, Sardinata, la Y, la Cuatro, aproximadamente entre quinientos y
seiscientos hombres, al parecer integrantes del grupo al margen de la ley “Autodefensas
Unidas de Colombia”, transportado en cinco camiones DIESEL o CODLAG (sic) y
carros pequeños, los cuales pernoctaron supuestamente, en una finca cercana al sitio
denominado la Petrolea (Carta del defensor del pueblo regional al Gobernador Jorge
Alberto García Herreros ref. MAG 995015471 con fecha de 31/ 05/ 1999).
Hannah Arendt (1969) afirma que “La violencia es, por naturaleza, instrumental; como
todos los medios siempre precisa de una guía y una justificación hasta lograr el fin que persigue”
(p. 70). El destierro fue la idea inicial para conseguir el fin, sin embargo, al no realizarse a
cabalidad se optó por la muerte, el instrumento con mayor intensidad en el análisis. Esta se
87
consiguió a través de la persecución y la represión ejercida por quienes tenían el poder en sus
manos; y fue permitida sin respetar el Derecho Internacional Humanitario.
Una de las distinciones más obvias entre poder y violencia es que el poder siempre
precisa el número, mientras que la violencia, hasta cierto punto, puede prescindir del
numero porque descansa en sus instrumentos […] La extrema forma de poder es la de
Todos contra Uno, la extrema forma de violencia es la de Uno contra Todos. Y esta
última nunca es posible sin instrumentos (Arendt, 1969, p. 57).
Por último, es menester dirigir la mirada hacia las consecuencias. ¿Qué nos queda después
de la violencia?, ¿se agotan los instrumentos? Desde la mirada de Jimeno y Roldán (1996),
“Miedo y angustia, desconfianza y nerviosismo, son las sombras arbitrarias que a veces parecen
ocultar nuestro futuro. Sin embargo, entre estas sombras se vislumbra en las víctimas esperanza y
confianza en Colombia” (p. 14). A continuación, se encuentra el análisis codificado de las
consecuencias de la violencia efectuada en el territorio barí:
Matriz 6. Codificación a partir de los datos obtenidos
Afectación ¿Qué consecuencias trajo sobre la comunidad? Codificación
Etnocidio
“… matar mucho // corriente / corriente así (señala con las manos hacia el
frente) // cuando cayó / matar cayó /cayó / cayó / cayó (señala
descendiendo la mano en direccionándola a distintas partes)// y mucho
barí así/ pa´ acabar así” [AB,M, A,1, 32-34]
[INT_5°] Se atentó
contra la vida.
“…Sí / petroleras // a barí // mucho murió así // muchos murieron // con
eleticidad (4’’) vea / hicieron que todo aquí // SE ACABARA” [AB,M,
A,1, 35-36]
[FR_5/5] Pérdidas
humanas.
“Muchas comunidades / mataron todo así /en Venezuela también (3’’)
todo barí matará // así // se acabara (3’’) el petróleo / así” [AB,M, A,1, 41-
42]
[FR_5/5] Pérdidas
humanas.
“Separecieron / se acabaran // cuatro comunidades (levanta cuatro dedos
de su mano derecha) // quedaron / queriendo // dos mujeres / en esas
cuatro comunidades // barí se acabara así” [AB,M, A,1, 47-48]
[INT_5°] Se atentó
contra la vida.
“… y en toda la vereda / como dicen / toa la vereda tiene suu / su laa / la
HISTORIA / sí / todo lo que lucharon para defender nuestro territorio /
para proteger nuestra naturaleza / nuestro recurso humano / nuestro / todo
lo que es la / lo que pertenecía nuestra…” [IB,M, A,2, 56-58]
[INT_4°] Hincapié
en el conocimiento
de la historia.
[PR_INFO]
Descripción. “… y también esa época / también le dieron muerte de barí / como a más
de 300 400 barís / se murieron por la lucha esa / sí / en ese / los españoles
/ se enfrentaban” [IB,M, A,2, 110]
[FR_5/5] Pérdidas
humanas.
88
“… así normalmente se falleció barí / ahora sí como dice / laa / la
contaminación barí / ya estaban dando duro en esa / esa época…” [IB,M,
A,2, 141]
[AU_INFO]
[FR_4/5] Pérdidas
humanas. “… quedaron como que 15 o 20 personas no más / los que se fueron y se
fueron pal otro lado / para otra comunidad / y / dicen que se murieron en
el camino / en el monte / que fue antes de salir / y después se iba pal otro
lado y se quedaba listo / y ahí pensaron que fue la monja / sí / la única que
estuvo aquí / y cuando antes de ir lo contaminó a todo / y se hizo un mal
hecho…” [IB,M, A,2, 146-150]
[FR_5/5] Pérdidas
humanas, destierro.
[PR_INFO]
Responsabilizan
los hechos.
Homicidio
“… quedé con siete niño toos chiquiticos que él es testigo (señala
nuevamente al anciano que nos acompañó durante la entrevista) todos mis
niños así chirriquiticos / me tocó too criarlos SOLA / sola / sola sola / en
un rancho por ahí vea ( señala al lado derecho) / porque too esto era de
nosotros dee / ellos eran en compañía de varios hermanos no / pero lo
único que todos los hermanos se abrieron y el que quedamos fue nosotros
solos aquí / y nosotros / a lo último también murió él / entonces quedé
solita con los niñitos no más…” [CTB, F,A,3, 78-83]
[FR_5/5]
Consecuencias de
la violencia.
“… pero también en esa vaina de que yo fui en la vida mía fue un batalla /
que yo viera sabido leer yo toda la vida mía la vería escribido / todos los
pasos a como fue lo mío porque los pasos míos fueron / fueron unos pasos
muy / muy amargos // bueno / después que ya fue mi marido la muerte /
después a lo / después a lo poco tiempo ya / antonces me mataron fue al
hijo mayor / entonces bueno / aah / a sufrir esa batalla de mi marido y del
hijo / y yoo / yo seguí fue en una batalla / en una vida muy destranquila
que yo seguí // entonces la vida mía fue un chiste muy pesarozo” [CTB,
F,A,3, 88-94]
[INT_5°]
Consecuencias de
la violencia. No
hubo vida digna.
[PR_INFO]
Descripción,
homicidio de dos
familiares.
“… ya me arrimé comoo / como dos años más por ahí dónde una señora /
a sufrir amargamente / y en eso fue que me cayó el muchacho en la cárcel
/ que fueron dos años cuatro meses yo trabajando / me pagaban en Ocaña
el día cuando llegaba a trabajar de una a siete de la noche / trabajar a lavar
y a planchar / me ganaba cinco mil pesos / pa’ mantener al de la cárcel y
mantener la niña en el colegio…” [CTB, F,A,3, 102-106]
[FR_2/5] Pesares
de la violencia.
[AU_INFO]
Razones del
encarcelamiento.
[PR_INFO]
Descripción. “… entonces ya de tanta vida que ya por aquí ha visto tan insoportable /
ya la gente dice “no pues tal vez pa’ tal parte” / uno le da pesar y se pone a
pensar “ay Dios mío que no sea un amigo que no le haya pasado tal cosa”
o quién tará por allá que hace parte de nosotros” [CTB, F,A,3, 123-125]
[FR_4/5] Pesares
de la violencia.
[PR_INFO]
Diálogos. “// le pegué una vaseada a ese señor y que taban enseñados a llegar “ay
me regala un gajo de plátano / me regala una yuca” / y nosotros de
condolidos nos tocaba que dárselo porque qué vamos a poder hacer / pero
eso lo hicieron con un pelao mío del Filo hasta aquí usted viera / cuando
eso / cuando eso no le digo yo que vivía por aquí uno bien mártir con el
ejército” [CTB, F,A,3, 154-157]
[INT_5°]
Dificultades con la
fuerza pública.
“… incluso en varios momentos / mano negra / también les llamaban los /
los paracos / los paramilitares / eran el terror para la gente que tenía que ir
a hacer su mercado a Ocaña / a cosas de salud y eso allá // era imposible
vivir” [CTB,M,A,4, 159-168]
[INT_5°] Temores
que sembraron los
distintos grupos.
“… como que participar en un paro era un delito / como que no había
necesidad de movilizarse al paro / como que era imposible que la gente [INT_5°]
Persecuciones por
89
Persecución agitara consignas contra las multinacionales / ¿sí? / consignas por la
soberanía nacional / por el respeto aa / a los territorios // se les acusaba por
asonada / rebelión / y incluso / por subversivos / siempre el pretexto para
poder evitar los paros / y que los paros trascendieran / y lograran los
objetivos / era decir que los paros eran conducidos por la guerrilla y que
dentro de los paros iba guerrilla / dentro de las movilizaciones iba
guerrilla / pa´poder golpear a la gente / pa´poder detener a la gente / para
poder lanzar granadas o bombas lacrimógenas / tiros / ¿sí? / esa fue la
opinión pública que se vendió a los medios de comunicación / y se dio
durante el paro del nororiente / durante los diversos paros que se dieron en
el 87…” [CTB,M,A,4, 98-107]
los paros
campesinos.
Destierro
“Otro / otro comunidad pa’ allá (señala hacia el oriente) // cuando mira así
/ vinieron pa’ acá // barí murió / acabara / así // acá arrasó todoo así”
[AB,M, A,1, 38-39]
[FR_5/5] Asesinato
y destierro barí.
“… cuando en esa época / por ejemplo / el bohío este (señala el bohío de
la comunidad) / el símbolo de nuestra / era / cuando era / construida acá al
año / sí / vivía / tuvo un año / y trasladada para otro sitio / hiciera otro
bohío / sí…” [IB,M, A,2, 59-61]
[INT_3°] Destierro
cultural.
“… porque en esta zona ( señala alrededor) vive / cómo dice / el recuerdo
ancestrales / de bohío / por eso / SITIO SAGRADO / porque antes vivía
de ese lado / y cómo en esa época no tenía / límite con Venezuela / nada”
[IB,M, A,2, 98-100]
[PR_INFO]
Territorio es
símbolo de
memoria. “… tuve que salir y dejar a mis hijos / y dejar mi hogar / para salvar mi
vida / entonces fue muy difícil” [CTB, F,A,5, 22] [INT_5°] Destierro
para salvar la vida.
“… después / fue la lucha más terrible porque en la ciudad es muy difícil
unoo / uno sobrevivir / porque allá no se vive allá se sobrevive / tener que
empezar de cero / yy / y perder prácticamente el hogar / y a raíz de eso
también perdí el hogar (3’’) entonces son muchas las que see / las que se
fracturan se pierden / y volver a reconstruir eso es algo muy complicado //
después de tres año en la ciudad // yy / y tener la familia aquí / yo allá
ellos aquí donde nunca / prácticamente nos habíamos separado / y menos
separada de mis hijos / tuve que dejar mis niños estudiando entonces / era
/ era complicadísimo // a los tres años / ya cuando todo se calmó / que /
aparentemente yaa / esos señores habían salido / yo / ya / igual también
perdí mi trabajo porque en ese entonces estaba trabajando también perdí
mi trabajo / y para que mee / mee / mee reconocieran el tiempo que estuve
trabajando en ese entonces eso también me tocó fue luchármela / para
poder obtener ahí un incentivo que / que era injusto pero bueno / igual lo
recibí // regrese a los tres años como le digo / yy / empecé de nuevo / yaa /
recuperé otra vez mis hijos (3’’) y yaa/ formé un nuevo hogar” [CTB,
F,A,5, 26-38]
[FR_5/5]
Descripción de las
consecuencias y
secuelas del
destierro.
Represión
“... pese a que hubo una fuerte represión y incluso también / denunciar la
represión que había en la zona / porque ya estaban en la / en la operación /
limpieza de la zona para / como te decía primero / para la construcción del
oleoducto Caño Limón a Cobeñas / Puerto Cobeñas Sucre // y entonces /
buena parte de este pliego // motivó // pensar en un paro nororiental más
de región…” [CTB,M,A,4, 59-63]
[FR_4/5]
Consecuencias de
la construcción del
oleoducto.
“… mi papá no nos dio estudio entonces nos quedamos todas sin estudio”
[CTB, F,A,3,52] [INT_4°]
90
Negación de
derechos
“… peroo nosotras las grandes nos quedamos sin estudiar porque papá que
por celos nos dejó estudiar / porque papá pensaba no / que dándonos
estudio nosotros no saliríamos nunca del lado deel / él no pensaba que
siempre nos enamorábamos estudiábamos o no estudiábamos / y siempre
nosotros nos enamoramos y salimos del lado del / de papá / pero vamos a
ver que nos hizo fue un mal a nosotros porque / yoo pa’ acabáselo a decir
que yo he ‘tao iniciado a aprender / yo a este altor que yo tengo y ya he
iniciado a aprender / yo ha deseado aprender / yo ha deseado aprender…”
[CTB, F,A,3, 56-63]
[INT_5°]
Consecuencias de
la negación a la
escuela.
“… ahora una clase en San Pablo para enseñarnos a los de mayor edad allá
y que nos daban clase que miércoles y viernes en la tarde / y yo dije pues
yo estaba esperando era que llegara esa oportunidad / pues yoo me vooy /
a anotar y me anoté / yo me metí siempre porque yo la necesidad mía es
aprender / yo quedé con un deseo que yo ver cogido un carrera aunque sea
dee / de poder yo consejar / porque yo / al yo a haber aprendido a leer / yo
/ el deseo mía habría sido ser un consejadora / consejar / como un / como
un concejal / que va y ah / ese era el deseo mío…” [CTB, F,A,3, 63-69]
[INT_5°]
Necesidad de
aprender.
“… sino / que era población luchadora / pujante / que tenía yaa / incluso /
formas organizativas / y / que frente al abandono y la miseria / les tocaba
construir / autogobiernos / para resolver los problemas de / carreteras de
salud de educación / dee / de represión / ¿sí? / entonces eso hacía de que /
eso hacía de que de que / tocara quee (3’’) que crear maneras de / de /
¿cómo se llama eso? / de / reivindicar la región / dee // de darla a conocer
/ a nivel / a nivel mismo regional // a nuestra propio interior / también…”
[CTB,M,A,4, 29-34]
[FR_4/5]
Consecuencias del
abandono estatal.
“… yy / no solamente hacían la carerrtera del oleoducto / por las montañas
/ cortando las quebradas / los / los caños de suministros de agua potable
para la gente / o de consumo porque no era ni potable / era dee /
recolectada impíricamente por / por los pobladores para llevarla a los
caseríos y a las veredas / sino que también hacían carreteras adicionales
paraa / para pasar sus vehículos y su maquinarias hacia el oleoducto /
entonces una carretera por aquí / otra por allá otra más alante / y cuando
nos dimos cuenta estaba destapado / la región vuelta carreteras y montañas
/ y quebradas y caños / eso disparó las alarmas y el ejército custodiando a
ingenieros a carros a maquinaria / reprimiendo a la gente / eso era
prohibido acercársele a una maquinaria / prohibido protestar…”
[CTB,M,A,4, 113-121]
[INT_5°] Daño
ambiental.
“… y el plan pues era reclamar los derechos y buscar el beneficio que
necesitaban al caso sobre todo del agua / pero también una denuncia
ambiental frente a / frente a la tala de bosque / y de montaña que estaban
haciendo / que fue bárbaro / una cosa es decirlo aquí y otra es mirarlo /
quizá / desde arriba / de lo aéreo…” [CTB,M,A,4, 151-154]
[INT_5°] Daño
ambiental.
“… aquí están mis raíces / mi esencia / entonces / de una u otra forma / me
duele quee / que a estas tierras las / las señalen de tantas cosas malas /
cuando sabemos quee / que no es así…” [CTB, F,A,5, 3-5]
[INT_2°]
Señalamiento al
campesinado. “… aquí no empezaba uno tan pequeño a estudiar / a medida que uno ya
estaba grandecito lo colocaban a estudiar / ehh / Escuela San Juan Eudes
se llamaba en ese entonces / mi primer profesor Rafael Montaño / que aún
vive / en el barrio el Tarrita donde aún vivo…” [CTB, F,A,5, 9-12]
[FR_4/5]
Educación rural.
91
En Noche y Niebla No. 28 (2004), se entiende la violencia política como “aquella
ejercida como medio de lucha político social con el fin de mantener, modificar, subsistir o
destruir un modelo de Estado o de sociedad […] a través de violaciones a los derechos humanos,
infracciones graves al derecho internacional humanitario” (Villa y Houghton, 2004, p. 14). De
allí la necesidad de denunciar la violencia ejercida hacia los pueblos del territorio nacional y
hacer hincapié en la falta de condiciones que garanticen la preservación y la reproducción de las
culturas.
Resulta atroz que haya sido solo desde hace poco más de treinta años que el indígena
haya sido reconocido como sujeto político en nuestro país, después de todo lo ocurrido siglos
anteriores; y que hoy en día, en pleno siglo XXI, la constitución política siga definiendo como
trabajador agrario al campesino, comparándolo con los grandes terratenientes que no tienen el
arraigo a la tierra, típico de la esencia campesina. Con la Constitución política se le ha dado su
lugar en la estructura estatal, los mismos pueblos indígenas se han organizado para reivindicar su
derecho a la tierra -uno de los derechos que más les han violentado-, es decir, para que el Estado
reconozca la territorialidad de estos pueblos que, actualmente cuentan con el 27% del territorio
nacional, lo que se conoce como ‘resguardos indígenas’, en la que ejercen su autonomía política.
La memoria de estos pueblos está llena de hechos violentos y de resistencia a los
mismos, que abarcan los cinco siglos que corren desde la colonización y conquista con
el consecuente despojo territorial, la imposición política y la integración cultural. El
etnocidio como marca histórica, tiene la otra cara que habla de la resistencia, en algunos
casos oculta, en otros abierta, al final la síntesis del camino recorrido se descubre en 92
pueblos indígenas que hoy sobreviven, unos en procesos de transformación cultural no
voluntaria (Villa y Houghton, 2004, p. 16).
Sin duda, los impactos de la violencia en los pueblos indígenas y campesinos merecen
ser estudiados y esta investigación es un intento de ello. La historia nos ha mostrado la barbarie
cometida a los indígenas del continente en la era colonizadora de la conquista, sin embargo, el
legado de esa barbarie española continuó, aún después de tantos siglos, repercutiendo en la vida
de las comunidades indígenas y campesinas. Tanto así que entre 2000 y 2004, periodo
paramilitar, se acrecentó el índice de etnocidios y homicidios a nivel nacional, violentando no
solo el derecho internacional humanitario, sino una de las tareas primordiales del Estado, velar
92
por la garantía de los derechos humanos de sus habitantes y el pueblo indígena y campesino no
puede ser excluido de ello.
La guerra económica por el apoderamiento de los bienes naturales con autorización del
gobierno, trajo a la población barí y campesina de la región, sus consecuencias: hambre, muerte y
miseria para el pueblo. Entre las compañías petroleras que llegaron a la zona, están: Colombian
Petroleum Company (COLPET), TEXACO y GULF. Es menester recalcar la primera compañía
mencionada (COLPET), precisamente, por la guerra que se desató contra el pueblo barí por su
territorio. Cruzando el año 1931, es firmada la Concesión Barco7 en la que se autoriza a la
compañía la explotación de petróleo por cincuenta años. Pero, ¿qué posibilitó la Concesión Barco
a las compañías petroleras? COLPET, estratégicamente, solicita al gobierno: protección a través
de la ley a través de la cual se legaliza el exterminio del pueblo barí, con civiles armados, de este
llegar a entrometerse; la exploración, explotación, producción y transporte del petróleo; los
enclaves8 o edificaciones construidas en medio de la selva del Catatumbo; y, la garantía de
transporte dentro del área de producción y del oleoducto9.
Desamparados por el gobierno, los barís no ceden ante el desplazamiento en el que se
ven sometidos y ante la destrucción del ecosistema de la que son testigos. Sin embargo, las
ventajas de las petroleras frente a los barís, fueron mucho mayores: medicinas, armas, recursos
económicos y por supuesto, los medios técnicos. Así, de las más de 300 millones de hectáreas, el
territorio ancestral de los barís quedó limitado al Valle de Occidente, la Serranía del Perijá. A
pesar de que las ventajas de las petroleras fueron mayores, los barís contaban con una ventaja
superior: el conocimiento de su territorio. Comenzaron a unirse los miembros sobrevivientes de
las comunidades que habían sido exterminadas para fortalecer a las que aún podían mantener
resistencia, estableciendo formas de organización para la defensa de su territorio en las pocas
áreas que les quedaban. Según Acei-tobri (2014), fueron alrededor de 15 las comunidades barí
exterminadas por la COLPET, entre el río Zulia y Tibú.
Durante el 2006 se organiza una marcha del pueblo barí asentado en Tibú hacia
ECOPETROL, a quienes llevaban una ofrenda en memoria de sus antepasados. Sin embargo, a su
7 Se firma el contrato Chaux-Folson, Ley 80 del 19 de junio de 1931, conocida como Concesión Barco. 8 Eran protegidas con mallas eléctricas. Se realiza el exterminio con la tesis de que los indígenas no eran
humanos sino “animales de monte”. 9Se perforan hasta 1977, 675 pozos.
93
llegada, el ejército les imposibilitó el paso. Para los barís, su territorio es su memoria histórica, es
su resistencia y su razón de ser y estar en el universo. Hoy cuentan con 29 comunidades, de las
cuales hay 22 en Colombia y tan solo 7 en Venezuela. Estas comunidades barí que quedan en
nuestro país se encuentran, actualmente, en resguardos en el Valle de Occidente, resistiendo aún a
petroleras, carboneras y ganaderos. Hacen de las normas de reproducción natural o los pactos de
sangre, la transmisión de la historia por parte de los ancianos a los más jóvenes y la enseñanza de
su lengua materna antes que el español, armas para su supervivencia natural.
En cuanto al campesinado vale la pena recalcar los años de persecuciones, represiones y
asesinatos de los que han sido testigos y han tenido que hacer frente. “La violencia, siendo por su
naturaleza un instrumento, es racional hasta el punto en que resulte efectiva para alcanzar el fin
que deba justificarla” (Arendt, 1969, p.107) y ha sido tan racional que hasta el diseño de los
mismos instrumentos ha sido bien pensado, como por ejemplo, los ejércitos paramilitares. Si
bien, el proceso de negociación con las AUC inicia en noviembre del 2002, no es sino hasta el
2003 que se firma el acuerdo de Santa Fe de Ralito, diálogo con el gobierno del entonces
presidente Álvaro Uribe Vélez, en donde se comprometen al desarme y desmovilización antes de
finalizar el año 2005 con el fundamento y amparo de la Ley 975 de julio de 2005, conocida como
la Ley de Justicia y Paz. El 10 de diciembre de 2004 en Campos dos, uno los primeros escenarios
donde efectuaron sus masacres, se desmoviliza el Bloque Catatumbo liderado por Mancuso,
luego de dejar a su paso un total de víctimas de 2525 aproximadamente, muchas de las cuales,
fueron alimento de los peces del río Catatumbo. Quizá, sea una fortuna que los ríos no hablasen,
sería una vergüenza escuchar los aberrantes hechos de los que fueron testigos.
Sin embargo, vale concluir este capítulo con una reflexión: a pesar de las innumerables
pérdidas en esta guerra de nadie, las comunidades del territorio barí han sabido levantarse. Los
daños han sido físicos, económicos, sociales y ante todo, humanos. Y, a pesar de que han tenido
que sufrir, no solo la violencia política, sino también la simbólica con la estigmatización10, se
reconocen como comunidades autogestoras, saben que unidos pueden efectuar los proyectos de
vida digna que el gobierno no les garantiza. Por ello, vale la pena finalizar estas líneas con las
palabras de Marcela Gómez Sollano (2015), quien asegura que:
10En el año 2014, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, señaló al Catatumbo como el Bronx
de Colombia.
94
Poco lugar queda para los pueblos y la naturaleza, poco lugar queda para la memoria y el
legado. Pero la capacidad de respuesta de las comunidades es y ha sido la base que
permite sostener la esperanza, así como la posibilidad de reconfigurar lo social y marcar
nuevos rumbos a la historia (p. 14).
95
Capítulo 4. El territorio como símbolo de identidad
Buscar la identidad de una cultura implica, entonces, recurrir al lenguaje. Identidad,
cultura y lenguaje están conectados para construir comunidad. Ahora, la memoria juega un papel
importante en tanto logra “restituir lo que ha tenido lugar, un recuerdo relevante, un hecho
histórico que marcó el pasado y presente de una comunidad. En este sentido, tratamos de hacer
vigente la memoria para conservar la historia propia y común” (Botero y Prieto, 2016, p. 35). Las
narraciones rescatan el derecho a la memoria de una comunidad, es decir, a manifestar su
identidad a partir de los mismos acontecimientos que la han construido.
En este sentido, hablar de identidad es hablar de lo que no ha sido dado (Hall, 1997),
sino de lo que se construye colectivamente a través de los valores mismos de la cultura. La
identidad no es necesariamente lo que hace única a una comunidad, hablando en términos
colectivos, sino lo que representa a esa comunidad y la hace ser lo que es. Por lo tanto, cada
comunidad tiene derecho a la memoria, en tanto esta da cuenta de su identidad y la protege,
digamos, a través del ejercicio mismo del lenguaje: las narraciones y relatos, las cuales dan
visibilidad y acceso a la memoria colectiva de una comunidad determinada.
Las identidades son construidas dentro, no fuera, del discurso, necesitamos
comprenderlas como producidas en espacios históricos e institucionalmente específicos
dentro de prácticas y formaciones discursivas específicas, por medio de estrategias
enumerativas específicas. Más aún, surgen en el seno del juego de modalidades
concretas de poder y, así, son más el producto de la huella de la diferencia y la exclusión
que un signo de una unidad idéntica, naturalmente establecida” (Hall, 1997, p. 4).
Así mismo, la identidad nos permite reconocer lo que somos, da sentido a nuestra vida y
al diálogo constante con el Otro. Es por ello que el ejercicio de memoria colectiva a través de las
narraciones ya sea de índole oral o escrita, nos permite volver la mirada hacia lo que nos ha
constituido en lo que somos ahora, y por tanto, a reflexionar y dar significado. A su vez, quien
reconozca nuestra identidad a través del lenguaje, tiene la oportunidad de reconocerse a sí mismo
en la voz de Otro y encontrar sentido y significado a su propia identidad. Es así como el relato de
violencia permite dignificar la vida, en tanto vemos en nosotros mismos las vivencias del Otro y
encontramos, no la respuesta pero sí el problema que la origina para hacer catarsis.
96
La cultura, a su vez, es aquél cajón en el que se encuentra albergado todo lo
representativo de un lugar: el lenguaje, sus creencias, tradiciones, saberes, políticas, sus formas
de vivir y de existir, la identidad misma. No podemos pensar, como se señala anteriormente, la
cultura sin la identidad, y por supuesto, sin lenguaje. Son precisamente las dinámicas culturales
las que permiten configurar la realidad que acontece en cada época y en cada lugar. Por ello, dice
Bruner (2002), “la cultura no se orienta solamente a aquello que es canónico, sino a la dialéctica
entre sus normas y lo que es humanamente posible. Y hacia allí también se orienta la narrativa”
(p. 33).
Si bien, anteriormente la cultura era entendida como el envase donde se depositaban las
artes, religiones, tradiciones y costumbres de las comunidades, es menester tener en cuenta que
fue a mediados del siglo XX, donde la concepción de cultura adquiere otro matiz de tipo
humanista, ampliándola con el desarrollo espiritual e intelectual del hombre. De modo que se
llegase a manifestar que “la cultura incluye todas las actividades características y los intereses de
un pueblo” (Molano, 2006, p. 5), en términos antropológicos.
Por otro lado, investigadores de la UNESCO, desde el siglo XX, imprimen su concepto
de cultura, definiéndola como:
El conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan
una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de
vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias y
tradiciones.
Sin embargo, los distintos acontecimientos que se desarrollan en las sociedades también
configuran los valores y creencias de las mismas, o incluso, transforman las tradiciones y
costumbres que envuelven su entramado cultural propio. Jimeno y Roldán (1996) argumentan
que “las situaciones, las condiciones y las interacciones violentas, que son formas a través de las
cuales se revela un sistema cultural de valores y la configuración de la sociedad misma” (p.11).
Si no es así, detengámonos en los relatos baríes, en donde se afirma que:
“…ychaitana / sí territorio / ychaitana / allá acá (señala alrededor) / yo he estado también
en todo el territorio así / ychaitana / esto había hasta por allá / hasta por allá / Ocaña no
97
había así / Ábrego / por allá Cúcuta había / también pa’ ca / nosotros sí // Barí también
aa / Barí también a Cúcuta // en Ocaña / toda Ocaña / Tibú / allá Barí así / ya no // había
casa también / allá / casa bohío / así como acá / más antiguo así…” [AB,M, A,1, 13-18]
[…] “… sí / yy / cuando / ellos lucharon por / se ha reducido mucho // porque Cristóbal
Colon nos quitó todo / los españoles / cuando en esa época / por ejemplo / el bohío este
(señala el bohío de la comunidad) / el símbolo de nuestra / era / cuando era / construida
acá al año / sí / vivía / tuvo un año / y trasladada para otro sitio / hiciera otro bohío /
sí…” [IB, M, A, 2, 58-61]
Para la comunidad barí, la época de la conquista fue el inicio de los largos períodos de
despojo territorial que como pueblo han tenido que enfrentar. Para ellos, el Ishtana, es decir, su
territorio, correspondía gran parte de lo que hoy es el departamento de Norte de Santander. En
ciudades como Cúcuta o provincias como Ocaña se podía apreciar la construcción de su hogar, el
bohío; símbolo de identidad barí. Esta práctica de construcción era común en cada comunidad
barí que existía, sin embargo, el despojo masivo que tuvieron que enfrentar por siglos, llevó a que
hoy en día solo haya dos construcciones de bohío en Norte de Santander. Una de ellas se
encuentra en el Municipio de Convención, en territorio ancestral, donde se encuentra la
comunidad de Bridicayra:
Foto 10. Hogar barí, el denominado ‘Bohío’.
El territorio, para el pueblo Barí, es un sitio sagrado. Allí donde construyen el bohío, se
instaura su historia e identidad, puesto que es el punto de referencia de la comunidad, y por ende,
98
de su cultura. Dentro del bohío se aprecia mucho más su espiritualidad y su vida en comunidad.
Las familias que habitan dentro de él, cuelgan sus chinchorros o hamacas alrededor y frente a
ellas, en el pacillo central del bohío, se coloca la cocina de la familia. El bohío se abre a las 6 de
la mañana y se cierra a las 6 de la tarde con puertas de tabla hechas por ellos mismos, y
reforzadas, como símbolo de protección heredado de los tiempos violentos. Al respecto, uno de
los relatos baríes manifiesta:
“… porque en esta zona ( señala alrededor) vive / cómo dice / el recuerdo ancestrales /
de bohío / por eso / SITIO SAGRADO / porque antes vivía de ese lado / y cómo en esa
época no tenía / límite con Venezuela / nada / y cuando llegaron los españoles sí se
pusieron / limitar con Venezuela y Colombia / sí / como en esa época barira no tenía
límite / pasaba tranquilo lo iba para Venezuela / y se venían de Venezuela aquí / a
compartir / con las comunidades // porque antiguamente / lo que existe / lo que pusieron
/ el Estado / Gobierno / dividieron / pero pa’ / pa’ nosotros no existe límite nada / porque
el Estado se pusieron límites pa’ / pa’ ellos / sí / que no permiten entrar sii / si no tienen
cédula de Venezuela no dejan entrar nada / pero nosotros entramos así / pero así fue la
historia…”[IB,M, A,2, 98-106]
Los límites geográficos fueron establecidos por el ‘hombre blanco’ que, al construir
Estado, separó con brechas invisibles los ríos y montañas. El pueblo barí tuvo que hacer frente a
este cambio en sus costumbres. Tradicionalmente los barí del territorio venezolano y colombiano
se reúnen cada año para compartir a través de los deportes. Entre los juegos que más practican
están la cacería con arco y flecha, fútbol y carreras de extensos kilómetros donde compiten
descalzos y con el tradicional ‘taparrabo’, aunque este último es voluntario.
Para la ONIC, la lucha por la tierra es la lucha por los resguardos y las organizaciones
sociales que los complementan, es decir, es la lucha por sus culturas y razones de ser, estar y
hacer comunidad. El territorio es símbolo de identidad, de allí que una de las exigencias que
propone la ONIC desde el Segundo Congreso Nacional Indígena, en el campo de la
territorialidad, es “el respeto por el medio ambiente, los recursos naturales y minerales del
subsuelo, para evitar el saqueo del Estado y de las compañías extranjeras” (ONIC, 1989, p. 32).
En efecto, defender el territorio ha sido su premisa más primordial, puesto que allí residen sus
99
antepasados, su historia, la soberanía misma que ellos han construido por siglos. De hecho, en el
Primer Congreso Nacional Indígena, se concluyó que:
La tierra es nuestra madre sagrada, porque ella nos garantiza la supervivencia; en ella
vivieron nuestros antepasados y allí permaneceremos. Es nuestro deber sagrado
recuperar la herencia de nuestros antepasados auténticamente indígenas y la única
garantía para lograr la recuperación de nuestros territorios, es el fortalecimiento de
nuestras organizaciones tradicionales, representados por nuestras propias autoridades.
Nuestra madre tierra y los recursos que ella posee, la flora, fauna, suelo y subsuelo, son
de las comunidades indígenas y deben estar en su totalidad bajo la administración y
dominio de nuestras autoridades (ONIC, 1989).
Sin embargo, en un país como el nuestro, el territorio está en disputa. Por un lado, por
quienes quieren explotar todos sus recursos en virtud de una visión económica. Por otro lado, por
quienes defienden la tierra porque es el lugar en que habitan sus ancestros, su historia y su vida
misma; en otras palabras, su identidad como comunidades. Las empresas multinacionales son el
gran enemigo de la naturaleza, pensemos en las minas del Cerrejón y sus consecuencias naturales
y humanas de las comunidades que se alimentaban de los ríos que corrían antes de la explotación.
En el territorio barí se presenta la misma situación, salvo que la explotación más grande es de
petróleo o el “oro negro”: La penetración petrolera a su territorio, empieza a afectar las mismas
creencias y cosmovisión de las comunidades, haciendo, por ejemplo, que algo tan sagrado como
el ritual de un funeral comenzara a cambiar. Fueron tan innumerables las víctimas que cobró la
guerra entre las petroleras y los baríes que los cuerpos de los muertos eran puestos sobre árboles
grandes para no contaminar la tierra.
“… ya la presencia de la compañía TECHIN / filial a la OXXY / para la construcción del
oleoducto que se construyó en el 86 // contra la voluntad de los pobladores de la región /
se metían grandes maquinarias / con alta tecnología” [CTB, M, A, 4, 111-113]
Por los caminos de herradura por los que antes pasaban las bestias, comienzan a
transportarse las grandes maquinarias en dirección al oleoducto. La vida de las comunidades
comienza a cambiar, inicia la construcción de las casas alrededor de la carretera, aumenta el
comercio, o mejor dicho, la venta de licores donde los trabajadores petroleros salían a divertirse.
100
La vida del campo se transforma, donde antes se escuchaban los cantos de los pájaros y los ríos
correr, ahora se escuchan los grandes camiones con miles de litros de petróleo, “silenciados” por
la música de las cantinas.
Mientras que el Estado daba vía libre a las multinacionales en el territorio, los
campesinos se vistieron de poder popular y se organizaron para exigir sus derechos como
ciudadanos del territorio nacional. De esta manera, y a través de la construcción de un gobierno
propio, con autogestión y proyectos de vida diga, se hicieron visibles ante el Estado para:
“… promover la reivindicación del sujetoo / social y político del campesinado en el
Catatumbo / que se hizo a partir de la / de los / del levantamiento social / desde el 85
hasta el 88 / que se dio a conocer un Catatumbo prósperoo / habitado por / gente / no por
micos como decía / el Estado / y las fuerzas militares //sino / que era población
luchadora / pujante / que tenía yaa / incluso / formas organizativas / y / que frente al
abandono y la miseria / les tocaba construir / autogobiernos / para resolver los problemas
de / carreteras de salud de educación / dee / de represión / ¿sí? / entonces eso hacía de
que / eso hacía de que de que / tocara quee (3’’) que crear maneras de / de / ¿cómo se
llama eso? / de / reivindicar la región / dee // de darla a conocer / a nivel / a nivel mismo
regional // a nuestra propio interior / también…” [CTB, M, A, 4, 26-34]
Cabe resaltar que mientras los campesinos construían gobierno propio desde las Juntas
de Acción Comunal, estas se mantenían en constante diálogo con la autoridad tradicional barí a
través de asambleas en las que se tomaban decisiones frente a los acontecimientos que iban
surgiendo, en defensa y lucha por el territorio barí. De allí la importancia de reconocer la historia
para ambas comunidades, puesto que es ahí donde se encuentra su motivo de lucha:
“… Por la esencia / por el simple hecho de ser campesinos // por eso tiene que luchar
porquee / a uno en otra parte no le dan la opción de decir que uno es campesino // porque
eeh / viví mucho tiempo en Cúcuta y veí / sentíamos la discriminación / porque nos
trataban / al menos a mi hija la mayor me la trataban de campesina / campesina y de ahí
no la bajaban / entonces aquí a uno le dicen campesino es un honor / y donde vaya uno
es un honor / pero es que allá se lo dicen a otro como en otro tono / en otro tono de
101
ofender de discriminar / entonces / sentirse uno campesino es un orgullo / y noo / y no es
ser campesino porque / tenemos o porque nos ponemos botas o se coloca uno machetilla
/ es la identidad campesina es la forma como vivimos / es nuestra creencia / es la esencia
de llevar eso desde que uno nace hasta que se muere / entonces es eso / no es llevar
encima un atuendo que lo identifique a uno / no / es sentirse campesino / es estar de /
con el campesino en todo momento / en todo momento / en tanto en la educación / en la
cultura / en la educación / en todo sentirse uno campesino/ porque es que a ahora la
educación // viene es como para la ciudad / ajustada a como se vive en la ciudad / y
quieren que el campesino aquí en la región vivamos y que sintamos / recibamos la
educación como si fuera para la ciudad / pero no…” [CTB, F, A, 5, 59-72]
De igual manera ocurre con la comunidad barí, su motivo de lucha está latente en sus
relatos, es decir, en su memoria:
“… como dice la parte de nuestros ANCESTROS / más antiguo / es la lucha para / para
defender nuestro territorio / eso sii / yaa / en esa época que viene / ese fue cuandoo /
cuando estuvo unaa // todo lo que / petroleras / cuando antes de llegar los españoles / sí /
de Cristóbal Colón / la conquista / ellos lucharon dee / dee / Pamplona // Cúcuta / estee //
cómo es / estee // Ocaña / estee / Tibú / yy / en este lado en Convención / y en toda la
vereda / como dicen / toa la vereda tiene suu / su laa / la HISTORIA / sí / todo lo que
lucharon para defender nuestro territorio / para proteger nuestra naturaleza / nuestro
recurso humano / nuestro / todo lo que es la / lo que pertenecía nuestra…” [IB, M, A, 2,
51-58]
Por otro lado, los relatos dan cuenta de una construcción cultural referente a la educación
dentro de las comunidades, especialmente, de las familias campesinas. Si bien, “Las acciones en
el hogar tienen como área especialmente sensible de conflicto y violencia los eventos
relacionados con el control social y con el mantenimiento de la cohesión de grupo” (Jimeno y
Roldán, 1996, p.96), la educación es un derecho de todos, sin importar género o color. Sin
embargo, solía ser bastante común el hecho de que las mujeres no pudiesen tener el privilegio de
acceder a la educación. “El terror no es lo mismo que la violencia; es […] la forma de Gobierno
que llega a existir cuando la violencia, tras haber destruido todo poder, no abdica sino que, por el
102
contrario, sigue ejerciendo un completo control” (Arendt, 1969, p.75). El poder de los padres,
según lo expresan los relatos, se mantenía con muestras de terror disfrazadas de respeto. El
concepto de autoridad se asocia al respeto hacia los mayores, es decir, “Responde así a la cultura
como conjunto compartido de representaciones colectivas, pero también a los mecanismos
psicológicos del individuo para enfrentar la angustia y el sufrimiento generados por la violencia”
(Jimeno y Roldán, 1996, p. 98). Al respecto, uno de los relatos manifiesta que:
“… Bueno / hubo la oportunidad que como / como / como por ahí como a como a /
como a los cinco años / dijeron que iban a conseguir unas profesoras / para profesora
estee / enseñar a leer / pero papá dijo que no / que mejor no nos daban clases / porque
nosotros después / papito / pues cuando eso los papás eran tan / tan inocentes no como
ahora / ¿no? / yy entonces / dijo papá a mamá le dijo “no yo no les voy a dar estudio a
las hembras na / porque las hembras después estoo le siguen escribiéndole a los novios y
en tanto uno se van en cambio uno no dando estudio ellas no se van” [CTB, F,A,3, 45-
50]
Los relatos que se han analizado dan cuenta de que la identidad está íntimamente ligada
con la historia, y que esta no ajena a la construcción cultural. Al respecto, Olga Lucía Molano
(2006) afirma que “La identidad cultural no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer
el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a construir el
futuro” (p. 8). Los acontecimientos que construye nuestra historia forman la identidad misma de
nuestras comunidades. Los habitantes del territorio barí han tenido que transformar sus prácticas
sociales y culturales a medida que se presentan los hechos, así que su identidad no es estática,
sino que se mueve con el tiempo y con la historia. “El patrimonio y la identidad cultural no son
elementos estáticos, sino entidades sujetas a permanente cambios, están condicionadas por
factores externos y por la continua retroalimentación entre ambos” (Molano, 2006, p. 7, cit.
Cecilia Bákula, 2000, p.169).
Es menester concluir este capítulo recalcando la identidad del pueblo barí y de la
comunidad campesina del territorio en cuestión. El análisis que se ha realizado en este capítulo da
cuenta de una posición firme, la identidad de ambas comunidades ha venido de la mano. Si bien,
los campesinos y los indígenas barís tienen muchas tradiciones y costumbres distintas, es
103
importante revisar aquél punto que los une en la línea de la identidad: los acontecimientos que
han transformado sus prácticas sociales y visiones de mundo.
En este mundo de nuevo cuño, a cada momento nos toparemos con un nuevo Otro, que
poco a poco irá emergiendo del caos y de la confusión de nuestra contemporaneidad. Es
posible que ese Otro nazca de la confluencia de las dos corrientes contrapuestas que
influyen decisivamente en la formación de la cultura del mundo contemporáneo: la
corriente globalizadora, que uniformiza nuestra realidad, y su contraria, la que preserva
nuestros hechos diferenciales, nuestra originalidad e irrepetibilidad. Es posible que ese
Otro sea su fruto y heredero. Debemos intentar comprenderlo y buscar diálogo con él.
Mi experiencia de convivir con Otros, muy remotos, durante largos años me ha enseñado
que la buena disposición hacia otro ser humano es esa única base que puede hacer vibrar
en él la cuerda de la humanidad (Kapuściński, 2006, pp. 42-43).
Tanto los indígenas como los campesinos reconocen que habitan un mismo territorio. Se
saben sus diferencias y por tanto, es común todavía ver a los demás como el Otro. Sin embargo,
la violencia ha atacado al territorio barí con los mismos instrumentos, afectando a ambas
comunidades de formas comunes. Por tanto, se ha desarrollado una visión hacia el territorio que
es compartida por las dos. Se ha buscado la manera de unir fuerzas para defender un territorio
que les fue dado. Hoy en día, indígenas y campesinos trabajan de la mano, reconociendo que en
sus diferencias, habita lo que más los une: el respeto al territorio y la vida digna. La historia de
violencia, sin duda, abrió el camino para postular “otras continuidad histórica”, la que Villa y
Houghton (2004) definieron como la continuidad de los pueblos que “persistieron cultural y
políticamente a pesar de la violencia. Si la violencia era la misma y contra los mismos pueblos,
¿cuáles eran estos pueblos y cómo eran? Evidentemente, los que habían resistido a la violencia,
los guerreros” (p. 119).
104
Capítulo 5. Manteniendo viva la memoria
Si bien, esta propuesta investigativa tiene como horizonte contribuir a la memoria
colectiva de una comunidad, es menester detenernos un momento en la noción de memoria,
entendida como “un asunto individual de retención de recuerdos y rememoración por fuera de lo
político”. Sin embargo, la sociología concibió a finales del siglo XIX el concepto de conciencia
colectiva, entendida ésta como un “[…] conjunto de creencias y sentimientos comunes al término
medio de los miembros de una misma sociedad, que constituyen un sistema determinado que
tiene vida propia” (Durkheim, [1893] 1993, p.104). Fue sobre esta concepción, con la que
comenzó a reevaluarse el concepto de memoria, no como algo únicamente individual, sino como
un problema ligado a afectaciones colectivas que dejan huella de los hechos del pasado, la
reafirmación de la identidad y la noción de “comunidad”. La memoria colectiva es, entonces, un
fundamento para la reconstrucción de la historia e identidad de las comunidades. Las siguientes
páginas asientan la reflexión en el campo pedagógico, constituyen lo que desde el inicio de esta
investigación se denominó “marco de reflexión” que, en otras palabras, pretende hacer de este
proyecto la posibilidad de generar apuestas pedagógicas para la formación humana.
5.1. Memoria de las comunidades
Para la propuesta investigativa llevada a cabo se toma la visión de Maurice Halbwaks
para tratar la memoria colectiva. Una noción más aceptada que da muestra de cómo, a pesar de
que la memoria colectiva rebasa la individualidad, ésta no puede negar la subjetividad. Halbwaks
propone la noción de “marcos sociales de la memoria”, con lo que afirma que “la memoria se
produce en marcos generales como el espacio, el tiempo, el lenguaje, la familia, la religión, que
son relativos a determinados grupos sociales, y que hacen de la memoria colectiva un ejercicio
intersubjetivo” (Antequera, 2011, p.32). Así pues, el eje de la memoria colectiva radica en que
“quienes “recuerdan” no son los grupos sociales sino los individuos, pero que no lo hacen solos,
sino en relación con otros, y esa interacción, sobre la base de huellas de reconocimiento de lo
sucedido, se presenta en grupos que tienen una relación con determinados acontecimientos”
(Jelin, 2013, p.22). Por tanto, no puede haber memoria colectiva sin parte de la subjetividad del
105
hombre, quien en conjunto con los demás, construye los hilos de una memoria a través de los
hechos vividos en un contexto determinado.
La memoria entendida como el mito de la historia individual y social de la comunidad,
resulta importante no solo en la construcción de una narración, sino en su misma interpretación.
Es el mito el que mediará entre la memoria colectiva que habla del pasado común y la
experiencia subjetiva (Lindón, 1999). La narración nos posibilita acceder a un discurso
construido en un contexto de significado dado a través del lenguaje, por ello es menester la
interpretación de ese significado creado a partir de la subjetividad social, para no perder el
sentido de éste; y es que, a fin de cuentas, no podemos pensar la memoria sin el poder de la
palabra. Al respecto, Botero y Prieto (2016) afirman que:
La configuración de la memoria colectiva a través de la literatura significa por tanto,
adentrarse en el conocimiento de la identidad de una época o una comunidad
determinada, pues el escritor pone en juego una serie de construcciones culturales,
sociales e históricas cuya función no se centra únicamente en narrar una historia, sino en
dar a conocer otras perspectivas o puntos de reflexión a partir de los diversos recursos
literarios que terminan por configurar la identidad de una comunidad (p.12).
Es por lo anterior, que la memoria colectiva que se pretende construir en esta
investigación sobre los hechos de violencia que han enfrentado los pobladores de la región del
Catatumbo del territorio barí, representa el hilo de la memoria de los acontecimientos ocurridos y
vivenciadas colectivamente, pero contados oralmente desde la percepción de la realidad vista por
el sujeto que narra. En este sentido, los relatos representan una parte de la realidad que,
alimentada con las voces de la comunidad, constituyen una realidad configurada socialmente.
5.2. Pedagogía y compromiso social
¿Qué implica mantener viva la memoria? Detengámonos un momento en la pedagogía de
la memoria. Se ha tomado el relato escrito como pedagogía de la lengua a través de la cual la
memoria colectiva se construye y es llevada a la escuela como herramienta para la formación
humana. Frente a ello, es menester cuestionarnos sobre ¿cuál es el sentido pedagógico de la
106
memoria colectiva? Se trata, en efecto, de que los niños y jóvenes conozcan y propongan
estrategias para el mejoramiento de la convivencia y el establecimiento de una cultura de paz a
través de la memoria. Al respecto, la Comisión Provincial de la Memoria de la Provincia de
Buenos Aires se propuso, desde 1999, tareas educativas y de transmisión, en la que actualmente
consideran la siguiente orientación pedagógica:
Recordamos para el futuro, convencidos de la enorme potencialidad de la escuela para los
trabajos de la memoria. El punto de partida no fue sólo el mandato de recordar como
imperativo ético de la educación en tiempos de democracia, sino el reconocimiento del
derecho a la memoria de las nuevas generaciones. Es decir, la escuela no como vehículo
para la transmisión de un legado sino como espacio para la apropiación de las
experiencias pasadas. No se trata de hacer repetir a los jóvenes el relato de los mayores,
sino que puedan reelaborarlos, tamizándolos en la trama de su propia experiencia. […] No
se trata sólo de una propuesta novedosa para enseñar historia, sino sobre todo de una
intervención política para promover un trabajo sobre el pasado que logre ampliar los
marcos de la memoria social, incorporando las preguntas (y las respuestas) de las nuevas
generaciones (Jelin, 2013, p. 141).
El carácter pedagógico de la memoria colectiva desde los relatos escritos de violencia,
aportan en la escuela en la formación humanística; y esta acción pedagógica es, además,
reivindicativa para la memoria de una comunidad, pues permite la transformación social en el
reconocimiento de la propia cultura e identidad. Se pone sobre la mesa la narración escrita y es
ahí donde el maestro tiene la función de sensibilizar a través de la lectura misma del relato como
identidad propia de la comunidad que es contemplada desde la estética, es decir, desde la
recepción misma de la narración al sujeto que comprende la realidad a través de la reconstrucción
escrita de la memoria colectiva.
Paulo Freire manifiesta en su ensayo Educación y cambio la existencia del compromiso
del sujeto profesional con la sociedad. Dicho compromiso se materializa con dos verbos a poner
en práctica, reflexionar y actuar. La importancia de este proceso que nos lleva a asumir un
compromiso con la sociedad, corresponde, en términos humanísticos, a la ética misma del
profesional. Reflexionar y actuar deberían ser actos diarios que proyecten el cambio y nos
posibiliten un buen vivir. El educador, como ciudadano y sujeto formador de generaciones, debe
107
ser capaz de “estando en el mundo, saberse en este estar en el mundo” (Freire, 2002, p. 3), por
tanto, sus actos deben ser consecuentes con el mundo que habita, trascender los límites,
condicionar su conciencia a las necesidades que la sociedad le presente ante sí y atenderlas.
Solamente un ser que es capaz de emerger de su contexto, de "alejarse" de él para quedar
con él; capaz de admirarlo para, objetivándolo, transformarlo, y transformándolo,
saberse transformado por su propia creación; un ser que es y está siendo en el tiempo
que es suyo, un ser histórico; solamente éste es capaz, por todo esto, de comprometerse.
Más aún, solamente este ser es en sí ya un compromiso. Este ser es el hombre. (Freire,
2002, p. 3).
El hombre es un ser de la praxis, sus reflexiones van, o siquiera deberían ir, de la mano
con sus actos que son ante todo el compromiso de su pensar y, además, de existir en la sociedad.
Allí reside la existencia humana del hombre y la manera en que construye comunidad, puesto que
el hombre es en tanto está con los Otros; y, me atrevería a manifestar, siguiendo a Freire, en tanto
está para los Otros. Este proceso solo es posible a través del contacto del hombre con la realidad
que crea el mismo hombre, cuyo resultado es la reflexión que le permite pensar el cambio y la
acción que le posibilita transformar la sociedad. Solo consciente de esto el hombre adquiere y
siente propio el compromiso con la sociedad, es decir, el “Compromiso en el mundo, que debe
ser humanizado para la humanización de los hombres, responsabilidad con éstos, con la
historia”11. Este compromiso es, finalmente, de solidaridad. Hecho que compromete a todo
hombre, y aún más, a quien recibe formación profesional, deuda que asume como aporte solidario
a una sociedad deshumanizada; es nuestra responsabilidad con la cultura, con el pueblo y el
destino de nuestras sociedades.
Freire ha dejado en su legado una concepción particular sobre la educación, el hecho de
que esta sea posible en el hombre porque él “es inacabado y se sabe inacabado. Esto lo lleva a su
perfección. La educación, por tanto, implica una búsqueda realizada por un sujeto que es el
hombre” (p. 8). La formación humana es permanente, es un proceso que dura toda la vida y se
acoge a las realidades mismas del sujeto, es decir, las que el hombre aprehende como objetos de
conocimiento. En otras palabras, “Asume la postura de sujeto cognoscente de un objeto
11 Ibíd.
108
cognoscible. Esto es propio de todos los hombres y no privilegio de algunos (por esto la
conciencia reflexiva debe ser estimulada: lograr que el educando reflexione sobre su propia
realidad)” (p. 9), de allí la importancia del docente y el rol que asuma. Si el maestro no es
consciente de la realidad, y peor aún, no es crítico ante ella, no se puede esperar que los
estudiantes sean críticos ante las realidades que los rodean. Podemos pensar esta realidad en
términos de violencia, y es precisamente la reflexión a la que nos lleva esta investigación.
Nadie consagrado a pensar sobre la Historia y la Política puede permanecer ignorante del
enorme papel que la violencia ha desempeñado siempre en los asuntos humanos, y a
primera vista resulta más que sorprendente que la violencia haya sido singularizada tan
escasas veces para su especial consideración (Arendt, 1969, p.14).
Y es que la historia nos llega arbitrariamente, nos hacen ver los acontecimientos y los
hechos como algo obvio, que no es menester poner en tela de juicio, de tal forma que ahondemos
en la realidad que se nos presenta y tratemos de buscar solución a los problemas que trae lo que
frente a nosotros acontece. “La educación no es un proceso de adaptación del individuo a la
sociedad. El hombre debe transformar la realidad para ser más” (Freire, 2002, p. 9). Por ello, ser
profesor o profesora de humanidades implica comprometerse con la sociedad en que se vive, con
las personas que están esperando que los inviten a reflexionar, pensar y construir nuevas y
mejores realidades. Ser profesor es ser consecuente con nuestro pensar, buscar la unidad entre
colegas, saber escuchar, generar la autocrítica constante, y sobre todo, como afirmó Freire “no
sólo comprender sino vivir la tensión entre el aquí y el ahora del educador y el aquí y el ahora de
los educandos” (p. 33).
Es sólo natural que la nueva generación sea más consciente que los de «más de treinta
años» de la posibilidad de la catástrofe. […] Si uno formula a un miembro de esa
generación dos sencillas preguntas: « ¿Cómo quieres que sea el mundo dentro de
cincuenta años?», y « ¿cómo quieres que sea tu vida dentro de cinco años?», las
respuestas vienen a menudo precedidas de un «con tal de que todavía haya mundo» y de
un «con tal de que yo siga vivo». En palabras de George Wald, «Con lo que nos
enfrentamos es con una generación que no está por ningún medio segura de poseer un
futuro». Porque el futuro, como Spender lo expresó, es «como una enterrada bomba de
relojería, que hace tic-tac en el presente». A la pregunta a menudo oída ¿Quiénes son los
109
de la nueva generación?, se siente la tentación de responder, los que oyen el tic-tac. Ya la
otra pregunta ¿Quiénes son los que les niegan profundamente?, la respuesta puede ser los
que no saben, los que no conocen los hechos o se niegan a enfrentarse con ellos tal como
son (Arendt, 1969, pp. 29-30).
Además, para cerrar este capítulo bien vale recordar que “En los aprendizajes que
alimentan y son resaca de las violencias se encuentra también la otra gota, la semilla de nuevos
aprendizajes y, por ello, pese a los tiempos de oscuridad, los colombianos no estamos
condenados a la violencia” (Jimeno y Roldán, 1996, p. 14). Pareciera que a eso nos hubiese
condenado la historia, pero es necesario aprender de lo que nos deja la violencia. Dijo César
Vallejo: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… yo no sé”. Los golpes duros también enseñan, nos
hacen más humanos, sobre todo si de violencia hablamos. Por ello, ¿cuál debería ser nuestro rol
como docentes en humanidades y lenguaje?, ¿enseñar a leer grafías y a transcribirlas o enseñar a
leer el mundo y a escribir nuevas realidades posibles? Ahí está nuestro rol como docentes en
Humanidades y Lengua Castellana, busquemos hacer de nuestros niños y jóvenes, seres íntegros
capaces de crear otros mundos posibles, como lo hizo el niño con su caracol de plastilina, a quien
la dio la vida con sus manos y lo hizo real (Ver Foto 9).
Foto 9. Niño de la vereda Nueva Colombia, Teorama.
110
Capítulo 6. El relato como construcción de identidad
Los relatos son “la moneda corriente de una cultura. Porque la cultura es, en sentido
figurado, la que crea e impone lo previsible” (Bruner, 2002, p.32). El relato nos invita a
pensarnos nuestra propia identidad, a través de la misma diferencia que constituye cada ser desde
su subjetividad ante lo que configura la cultura. Las narraciones son, según Botero y Prieto
(2016), “una herramienta de reivindicación de la memoria y de la identidad de una determinada
comunidad” (p. 26). Así como la memoria colectiva, el relato surge de la mirada individual pero
que teje su trama desde la realidad que se construye colectivamente, es decir, de la identidad que
se configura a partir de la realidad que acontece ante la mirada individual y se visibiliza a través
del lenguaje. Es por ello que la narración, según Reyes (1984):
Es la forma discursiva que, al parecer de manera universal, refleja la organización
humana de la humanidad, su significado, el sistema de valores en que se asienta ese
significado. Contar es poner orden y lugar, ya sea a actos humanos, ya sea a
acontecimientos naturales, ya sea a las abstracciones del pensamiento (dinamizando,
metafóricamente, incluso el estatismo de los modelos (p. 20).
6.1. De la narración oral al relato escrito
La narración oral ha representado por siglos la manera de transmitir los valores de la
cultura, es decir, su lengua, sus costumbres, usos, tradiciones, entre otros. Antes de la escritura,
los pueblos hicieron uso del relato oral como forma de fomentar todo lo menester para que las
generaciones venideras reconozcan lo que constituye sus visiones de mundo y sus formas de ser y
estar en comunidad.
La historia oral es un recurso narrativo empleado por las personas a la hora de dar cuenta
de sus experiencias vitales, es la manera que tienen de interpretar y explicarse a sí
mismas dichas experiencias, no sólo para encontrarles sentido, sino también para
procurar que ese sentido sea inteligible para los semejantes con quienes comparten un
entorno vital y/o una actividad cotidiana (Muñoz, 2001, p. 95).
111
A través de la historia oral el narrador teje la memoria, da sentido a los hechos y
estructura el relato para que éste procure dar cuenta de las significaciones que construyen su
relato. Es tarea del investigador recibir la historia de tal manera que se conserve el sentido de las
significaciones que crea el narrador a través del lenguaje. Así pues, la memoria se convierte en un
elemento esencial de la narración. Al respecto, Muñoz (2001) afirma que:
La memoria no es un reservorio de recuerdos que se suman en el transcurso de un
tiempo lineal y que permanecen intactos y aislados en la “mente” hasta que son
vehiculizados y reflejados idénticamente en el habla de quien los evoca. Más que un
reflejo de la realidad pasada, la memoria es una reconstrucción de la misma en el
presente a través del empleo significativo del lenguaje (p. 97).
Ahora detengámonos en lo que implica reconstruir un relato de violencia, pues el tema
que abordarán las narraciones a reconstruir es, precisamente, lo que ha llenado las páginas de la
historia en Colombia. Reconstruir un relato de la violencia implica inscribirse en “los marcos de
selección de lo memorable y las claves interpretativas y estilos narrativos para evocarlo, pensarlo
y transmitirlo” (Crenzel citado por Antequera, 2011). Al construir la trama del relato se hace
necesario reconocer que, según Botero y Prieto (2013), “La trama emerge de la exigencia por
hacer memoria sobre lo ocurrido, como método de denunciante la crueldad de la violencia” (p.
18). La trama es una imitación de la acción, es decir, elabora la significación articulada de la
acción. Así pues, ver en la narrativa la posibilidad de hacer memoria implica fortalecer los hilos
que conforman las remembranzas de un pasado que reafirma las configuraciones de identidad no
solo nacional, sino local; y en este caso específico, de los pobladores de la región del Catatumbo.
No podemos acordarnos de todo ni contarlo todo, pues el mero hecho de elaborar una
trama con distintos acontecimientos del pasado precisa una gran selección en función de
lo que se considera importante, significativo o susceptible de hacer inteligible la
progresión de la historia (Ricoeur 1997, p. 111).
Hablar de relato implica también establecernos en un espacio-tiempo determinado. A su
vez, hablar de memoria también implica, inevitablemente, la necesidad de remontarnos al plano
temporal. La narración temporal, tiene que ver con el futuro no en el sentido de predicción, sino
que desde el presente se construye la motivación y actitud para movilizar la experiencia del
112
pasado. Es decir, se toma la experiencia del pasado para comprender el sentido de un presente y
construir la significación de un futuro.
Cuando se piensa en el carácter pedagógico de la narrativa es menester contemplar que,
como afirma Bruner (2002), “La gran narrativa es una invitación a encontrar problemas, no una
lección acerca de cómo resolverlos. Es una profunda reflexión sobre la condición humana, sobre
la caza más que sobre la presa” (p. 38). Al respecto, como mediadores entre la lectura narrativa y
el lector de la narrativa, no conviene caer en hacer del relato la posibilidad de resolver los
problemas del mundo real, sino en reconocer sus orígenes y pensarnos a nosotros mismos en el
Otro, encontrarnos, descubrirnos para reconocer cuáles son las dificultades que atañen nuestra
realidad. Es, como dijo Bruner, una invitación a descubrir el problema que se encierra en la
realidad misma del relato. Y es que, finalmente, comprender una historia implica reconocer cómo
y por qué los sucesivos acontecimientos han llevado a tal conclusión, porque “al narrar estas
historias vamos construyendo un significado con el cual nuestras experiencias adquieren sentido,
de modo tal que la construcción del significado surge de la narración, del continuo actualizar
nuestra historia, de nuestra trama narrativa” (Aguirre de Ramírez, 2011, p. 84). Es la función
poética, aquella en la que Aristóteles nos situó, la que permite que la historia se deje continuar y
se convierta en dialéctica viva.
6.2. Crónica: a la posteridad de los hechos
Se ha optado por la reconstrucción de los relatos a través del género de crónica. Con
apoyo del método etnográfico se garantizó la recolección de los relatos orales a través de
entrevistas y observación participante que diera las bases para la construcción de un relato veraz,
y a su vez, con el toque ficcional que nos ofrece el mundo literario. No me cabe duda de que no
soy la única autora de estas crónicas, puesto que en cada una de ellas están vivas las voces de los
autores reales, es decir, de quienes vivieron en carne propia las experiencias narradas. Soy,
únicamente, la mano que intenta revivir la historia. Bien dice Kapuściński (2006), al afirmar que
la crónica es:
113
El más colectivo de los géneros literarios, creado por docenas de personas —los
interlocutores con los que nos topamos en los caminos del mundo— que nos cuentan
historias de sus vidas o de las vidas de sus comunidades, o acontecimientos en los que han
participado o de los que han oído hablar a otros. Esos extraños, esos desconocidos, no
solo constituyen una de las fuentes más ricas de nuestro conocimiento del mundo, sino
que también nos ayudan en nuestro trabajo de mil maneras: nos posibilitan contactos, nos
acogen en sus casas e, incluso, nos salvan la vida (pp. 47-48).
Kapuściński tiene razón en algo que a veces suele pasar desapercibido durante los
procesos investigativos: la esencia de quienes nos cuentan. Los hombres y las mujeres que “nos
acogen en sus casas”, definitivamente nos salvan la vida. Nos hacen parte de su comunidad a
pesar de que vistamos diferente, de que hablemos distinto y de que nuestra visión de mundo sea
tan distante por las prácticas culturales y los acontecimientos que nos rodean. Sin embargo, nos
salvan la vida porque nos enseñan el valor de la condición humana, nos dan la mano y nos
ofrecen su morada, su comida y su amistad a cambio de nuestro nombre, aquél con el que nos
recuerdan al cabo de los años. Definitivamente, es de allí de donde viene la esencia de las
narraciones que luego convertimos en crónicas de nuestros viajes.
La palabra oral fue por siglos la fuente primaria de nuestra visión de mundo. La aparición
de la escritura hizo que esa visión se inmortalizara, sin embargo, la oralidad no ha desaparecido,
y hoy en día, sigue más latente que nunca; nuestros pueblos originarios son fieles testigos de esta
afirmación. Lo más sensacional que he descubierto durante esta investigación es la magia que
guarda consigo la oralidad, es decir, el dinamismo que esta adquiere en el relato oral que
sobrevive de boca en boca y se transforma con las distintas concepciones de mundo que tenga
cada orador por el que pasa la narración. De allí la necesidad de afinar nuestros sentidos, puesto
que:
No podemos descuidar nada, no podemos perder o pasar por alto un solo detalle, pues de
todo lo vivido tendremos que dar cuenta en nuestros ulteriores escritos, crónicas y relatos;
en definitiva, vamos a hacer nuestro propio examen de conciencia. Por eso, mientras
viajamos estamos concentrados, nos fijamos en todo y aguzamos el oído. El camino
resulta tan importante porque cada paso que en él damos nos conduce al encuentro con el
114
Otro: si no, ¿por qué lo enfilaríamos? Si no fuera así, ¿acaso nos expondríamos
voluntariamente a dificultades y riesgos, a ese sinfín de incomodidades y peligros que
acechan por todas partes? (Kapuściński, 2006, pp. 54-55).
Muy seguramente esto nos remonta a las crónicas de viajes, aquellas que durante el siglo
XVIII fueron la prueba más confiable de los Otros de las lejanas comunidades no europeas que
venían apareciendo en los relatos de los viajes al continente hasta ahora explorado y saqueado por
el hombre europeo. Sin embargo, para aquella época, denominada de la Ilustración o del
Humanismo, las crónicas fueron el instrumento de un descubrimiento, que para la época fue
revolucionario, es decir, ver a ese Otro con la humanidad que lo constituye. “El camino hacia esta
revelación lo abre sobre todo la literatura. Aparecen obras de Daniel Defoe y Jonathan Swift, de
Rousseau y Voltaire, de Fontenelle y Montesquieu, de Goethe y Herder” (Kapuściński, 2006, p.
70). Todas estas obras, fieles de muestras del humanismo que renace y que se esconde entre
nosotros mismos. Para ser más contextuales en los ejemplos, dirijamos la mirada a nuestro país
con cronistas como Alfredo Molano y Pilar Lozano, ambos relatan la historia de violencia de
Colombia, dejando a la posteridad las voces de quienes han tenido que enfrentar el monstruo
gigante de la violencia colombiana, incluyéndose a ellos mismos.
Este proyecto de investigación de una futura docente en Humanidades y Lengua
Castellana, ha buscado la posibilidad de reconstruir la historia e identidad de los pobladores del
territorio barí, a través de crónicas de violencia. Asumir la responsabilidad ética del investigador
fue el instrumento más importante de esta investigación, sobre todo si recordamos que todas y
cada nuestras acciones que compartimos con las personas, deben ir acompañadas de tres verbos
fundamentales “el ir, el ver y el devolver” a las comunidades los contenidos de las
investigaciones” (Villa, 2012, p. 32). Pero las crónicas no solamente van dirigidas a las
comunidades del territorio barí, sino también a las escuelas, puesto que es en ese espacio donde
se forma la visión de mundo, es decir, la mirada hacia los Otros. Por ende fue menester durante
el proceso investigativo tener presente que:
Las acciones desmedidas de los investigadores cuando entran a un contexto específico ha
conllevado a la toma de decisiones radicales por parte las de las comunidades quienes han
decidido en algunos casos cerrar las puertas a los investigadores externos, esto se ha
115
presentado en algunos momentos con algunas instituciones educativas, así como pueblos
étnicos que han sido utilizados por equipos de investigadores para hacer sus trabajos de
campo, después que logran su propósito los informes finales de investigación no son
devueltos a los pueblos (Villa, 2012, p. 32).
De ahí la necesidad de entregar las crónicas y la investigación a los pobladores del
territorio barí, además de que los nombres de los personajes que aparecen en cada una de las
crónicas tuvieran que ser cambiados para salvaguardar la intimidad de los campesinos e indígenas
que se ofrecieron y me otorgaron amablemente el derecho de escuchar sus historias y
reescribirlas. Lo hicieron en virtud de reconstruir su propia historia y de garantizar que futuras
generaciones sean conscientes de su lucha en tiempos de violencia, es decir, de su identidad.
Nota al lector: Las crónicas de esta investigación se encuentran al final del documento
como anexo.
116
Conclusiones
Es menester preguntarnos, para finalizar las líneas que constituyen este proyecto, ¿cuál
debería ser la relación entre la academia y los hechos que crean y afianzan la identidad de las
comunidades? Si bien, “todos vamos en el mismo carro. Todos los habitantes de nuestro planeta
somos Otros ante otros Otros: yo ante ellos, ellos ante mí” (Kapuściński, 2006, p. 28), entonces,
¿por qué no hacer de la academia un espacio de investigación que posibilite las transformaciones
que tanto necesita nuestra sociedad? Si todos somos habitantes de un lugar que nos fue dado para
existir y crear con Otros, tenemos la obligación de que ese lugar que habitamos sea al menos
digno de tenernos; y la academia no debe ser exenta de este compromiso ético, político y social.
Las puertas y portaladas sirven no solo para aislarse del Otro, sino que también pueden
abrirse ante él, invitándolo a franquearlas. La calzada no tiene por qué ser esa vía por la
que cabe esperar la llegada de columnas enemigas; también puede ser ese camino por el
que, ataviado con ropas de peregrino, se aproxime a nuestra morada uno de los dioses.
Gracias a interpretaciones como esta, empezamos a movernos en un mundo no solo
mucho más rico, sino también acogedor y bien dispuesto hacia nuestro semejante, un
mundo en que nosotros mismos sentiremos el deseo de ir al encuentro del Otro
(Kapuściński, 2006, pp. 22-23).
Si en este momento me preguntasen ¿cómo creo que se construye la paz en un territorio
que la busca a gritos?, tal vez todavía no tenga la respuesta más apropiada, pero al menos me
aproximo a una reflexión que me invita a pensar que sí existe esta idea utópica. La paz es un
derecho y no nos es dado con el silenciamiento de fusiles y bombas, o con pactos que van más
allá de intereses políticos más que sociales.
El compromiso político se refleja en la forma de abordar las preocupaciones. Al
momento de obtener respuestas sobre los criterios que han de guiar y sustentar las
políticas de la memoria en Colombia, es claro que pisamos un terreno donde no es
aceptable la neutralidad. La garantía de los derechos de las víctimas, la movilización
social para la no repetición, son imperativos en esta materia, a menos que se pretenda
desconocer la realidad de millones de personas sometidas a crímenes de lesa humanidad,
con consecuencias sobre toda la sociedad (Antequera, 2011, p. 17-18).
117
Si bien, este proyecto pretendió desde el principio aportar a la región, al territorio barí y
a la escuela, una pieza más para reconstruir la memoria histórica del Catatumbo, reconociendo a
las luchas sociales que las mismas comunidades han desarrollado por la defensa de su territorio
que a su vez, es la defensa de la vida. El Estado ha ignorado a las comunidades del Catatumbo y
las necesidades mínimas que éstas exigen como garantía de sus derechos, solo dirige su mirada a
la región cuando de economía se trata y el Catatumbo, como ya hemos visto, ha tomado gran
importancia para la economía del país. La violencia se ha desarrollado en la región a partir de
ello, no por el territorio, no por sus gentes, sino por los recursos naturales que se encuentran en
ese territorio en el que habitan las comunidades.
Este proyecto de investigación buscó construir una memoria colectiva a través de las
voces que cuentan las historias y experiencias de violencia de quienes, al expresar su palabra,
configuran la historia e identidad propia de su territorio. Por ello, fue pensado en virtud de una
apuesta pedagógica que involucrara una mirada “insumisa” hacia la formación humana, es decir,
la búsqueda de otros mundos posibles donde nos sea dado formar humanidad y no se peligre en el
intento. Para esto, son necesarias, entonces:
Apuestas político-pedagógicas que muestran el potencial heurístico e histórico que todo
proceso de formación implica cuando dota de sentido y significación a la experiencia y
abre la posibilidad para generar saberes que pueden ser la base para la construcción de
otras miradas, otros lenguajes, otras lógicas de pensamiento, otras escrituras, en síntesis,
otras formas de construir nuestro lazo con la vida, con la sociedad y con la naturaleza
(Gómez, 2015, p.15).
No podemos olvidar, como docentes, que “[…] un maestro puede hacer escuela aun
cuando no tenga un edificio concreto, aun, o sobre todo, cuando su pensamiento se ofrece a los
vientos” (Skliar y Frigerio, 2005, p. 9). La formación humana está presente en cada situación que
la realidad nos pone de frente, por ello la necesidad de buscar estrategias que posibiliten el “tejido
de otros rostros”, que al fin y al cabo, son iguales al nuestro. América Latina se viste de estas
estrategias pedagógicas que rondan cada país, dependiendo de la realidad que habitan, por
ejemplo: el movimiento zapatista y su educación autónoma, la educación propia de las
comunidades afro del pacífico sur colombiano, entre otras, en virtud de una soberanía educativa
que responda a sus necesidades e interesas culturales y sociales.
118
Reconocer esas experiencias abre la posibilidad de reconfigurar y construir horizontes
que abran a esa otra educación, que no sólo convoca a la resistencia, a la crítica y a la
acción, sino también a poblar de sueños y esperanzas el quehacer pedagógico de los
educadores. La experiencia generada en el marco de los movimientos político-
pedagógicos es una base por la que puede abrevarla nuestro quehacer dentro y fuera de
la escuela, en este momento de transición y cambios profundos (Gómez, 2015, p.27)
Finalizo estas líneas con una corta reflexión que pensé mucho en escribir, pero que estuvo
rondando en cada momento de la investigación. Antes de iniciar tuve miedo de poder culminarla,
es decir, de no aportar a estas comunidades lo que el objetivo me indicaba en cada paso que me
hacía avanzar. Pero en tanto hice el primer contacto con las comunidades, después de tantos años,
supe que no solo estaba haciendo una investigación que aportaría algo a ellos, sino que a mí me
aportaba una cantidad inconmensurable de satisfacciones personales que me otorgaba el
reconocimiento de mi propia historia.
Foto 11. Quebrada ‘Tiradera’, municipio de Teorama.
En diciembre de 2016 viajé a la región del Catatumbo. No recordaba lo lejos que este
lugar se encuentra de la capital, pero eso no me importó cuando comencé a ver sus montañas
verdes, la caña de azúcar con que me recibió el municipio de Convención, el río Catatumbo que
me acompañó desde Teorama hasta El Tarra, y la amabilidad de las personas que alguna vez me
119
alzaron de brazos. Soy hija del territorio barí, y no lo sabía hasta que la academia me aventó a
realizar una investigación que, con la excusa de graduarme, me llevó a descubrir algo mucho más
grato: mi propia historia, desde la que construyeron mis ancestros hasta la que hoy construyo con
pasos propios.
Foto 12. Campesino dedicado a la pesca en el Río Catatumbo, municipio de Teorama.
Reflexionaba mientras escuchaba los relatos, y lloraba cuando los re-escuchaba, me
parecía injusto cuánto dolor se había derramado en aquellas tierras, y hoy todavía continúa el
problema. Sin embargo, eso me da la fortaleza para reafirmar que este proyecto permitiría a
muchos, especialmente desde la escuela, conocer la historia de un pueblo guerrero que está
constituido por indígenas baríes y por campesinos catatumberos, que día a día se levantan a
defender un territorio que les fue dado para construir su historia e identidad; y que ha sido
maltratado, ultrajado, violentado de muchas formas, por un solo interés. Fui capaz de
reconocerme en el Otro al oír y reconstruir estos relatos, tuve la sensación de verme allí reflejada,
es decir, de sentir el dolor que pensé me era ajeno. Por ende, no pierdo la esperanza de que si
estas páginas son conocidas, tal vez a partir de allí se pueda construir, con unos pocos, otros
mundos posibles.
120
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125
Glosario
ANUC: Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos. Según la ideología expuesta el
5 de junio de 1971, en el Encuentro Nacional
Campesino realizado en Villas del Rosario
de Cúcuta, la ANUC es “una organización
autónoma, de campesinos asalariados, pobre
y medios, que lucha por una Reforma
Agraria Integral y democrática; por la
reivindicación del trabajador agrícola, por la
elevación de su nivel de vida económico,
social, cultural, y el desarrollo pleno de sus
capacidades” (ANUC, 1971).
Barí: Mujer y hombre indígena del pueblo
barí, de la zona nororiental colombiana,
habitantes ancestrales del territorio que lleva
su mismo nombre.
Campesino/a colombiano: Mujeres y
hombres, cuya relación con la naturaleza,
representada en el arraigo a la tierra, es su
razón de lucha y resistencia en un territorio
en disputa.
Catatumbo: Ancestralmente llamado “La
casa del Trueno”, el Catatumbo es la zona
rural del Departamento de Norte de
Santander, Colombia.
Crónica: Desde la perspectiva de
Kapuściński, base teórica de esta
investigación, la crónica es “el más colectivo
de los géneros literarios, creado por docenas
de personas —los interlocutores con los que
nos topamos en los caminos del mundo—
que nos cuentan historias de sus vidas o de
las vidas de sus comunidades, o
acontecimientos en los que han participado o
de los que han oído hablar a otros”
(Kapuściński, 2006, p. 47).
Escuela: En esta investigación se entiende
como el espacio formador de sujetos, pero
además formador de seres humanos que ven
en la realidad la necesidad de actuar ante
ella.
Educación: Freire ha dejado en su legado
una concepción particular sobre la
educación, el hecho de que esta sea posible
en el hombre porque él “es inacabado y se
sabe inacabado. Esto lo lleva a su
perfección. La educación, por tanto, implica
una búsqueda realizada por un sujeto que es
el hombre” (p. 8).
Guardianes del Trueno: Comunidades
campesinas e indígenas de la región del
Catatumbo (Casa del Trueno), defensores de
la naturaleza y la vida digna.
126
Identidad: Se entiende la identidad no como
‘lo dado’, sino como una construcción social
de la realidad (Hall, 1997).
Lengua barí: Sistema de signos que
constituye el barí en relación con su pueblo.
Hablar de la lengua barí es hablar de su
universo, su cosmovisión. Para los bariras, lo
que no se conoce no se nombra. Su lengua es
creada a partir de las características de los
mismos elementos que se nombran, es decir,
cada palabra es nombrada desde el mismo
conocimiento de la realidad.
Lenguaje: En este proyecto de investigación
se entiende como la facultad innata del
hombre, a través del cual se comunica con
los Otros y construye comunidad. Es el
vehículo del pensamiento, actuar, existir, ser,
estar y convivir en el mundo.
Memoria colectiva: La sociología concibió
a finales del siglo XIX el concepto de
conciencia colectiva, entendida ésta como un
“[…] conjunto de creencias y sentimientos
comunes al término medio de los miembros
de una misma sociedad, que constituyen un
sistema determinado que tiene vida propia”
(Durkheim, [1893] 1993, p.104). La
memoria colectiva es, entonces, un
fundamento para la reconstrucción de la
historia e identidad de las comunidades.
Motilón: La denominación “motilón” fue
dada por el conquistador español en la época
de la colonia, debido a las prácticas del
pueblo barí de cortarse el pelo,
generalmente, con una totuma como molde.
El pueblo indígena se identifica,
específicamente, como Barí.
Narración: La narración nos posibilita
acceder a un discurso construido en un
contexto de significado dado a través del
lenguaje. En esta investigación, se toma la
concepción de Reyes (1984) para quien la
narración es “la forma discursiva que, al
parecer de manera universal, refleja la
organización humana de la humanidad, su
significado, el sistema de valores en que se
asienta ese significado” (p.20).
Otro: Se entiende como el ser humano que
vive, siente, sueña, crea configuraciones
sociales que dan cuenta de la realidad, la
historia y la identidad propia.
Relato: Son, ante todo, narraciones que
surgen de la realidad que construye el mismo
acontecer social del ser en relación con el
hombre y el mundo. Los relatos son “la
moneda corriente de una cultura. Porque la
cultura es, en sentido figurado, la que crea e
impone lo previsible” (Bruner, 2002, p.32).
El relato nos invita a pensarnos nuestra
propia identidad, a través de la misma
127
diferencia que constituye cada ser desde su
subjetividad ante lo que configura la cultura.
Resguardo: Territorio autónomo de una
comunidad indígena, para algunos, donde
habitan sus ancestros, para todos, donde se
preserva la cultura.
USO: Unión Sindical Obrera de la Industria
del Petróleo.
Violencia: La violencia que se analiza en
esta investigación, corresponde a la violencia
instrumental, es decir, a la “utilizada como
un medio para conseguir ciertos propósitos,
sin compromiso emocional desencadenante”
(ibíd., p.19). Al respecto, Hannah Arendt
argumentó en su obra que la violencia es
solo el mecanismo a través del cual se toma
el poder. Quien desea el poder económico,
político, social y cultural, encuentra en la
violencia los instrumentos necesarios para
adquirirlo. La violencia no es más que un
cruel instrumento del poder, para cumplir la
finalidad que persigue quien la ejerce.
128
Anexos
129
SOMOS CATATUMBO:
Memorias de violencia de los guardianes del trueno
Por:
Paula Quintero
Bogotá, 2018
130
Crónica N° 1. En defensa de Ishtana
Entre las montañas que dibujan la cordillera del Perijá y los Andes venezolanos, donde
corren las aguas del “Dacboki”12 hasta desembocar en el Lago de Maracaibo y el cielo habla con
luces destellantes que resplandecen en las alturas e ilumina los ríos y montañas, comenzaron a
caminar un día los guardianes eternos de la casa del trueno. Nacidos de la piña que Sabaseba
cortó a la mitad, de la cual salió un hombre y una mujer, les fue conferido por las divinidades la
misión de proteger a la madre naturaleza, con ayuda de los espíritus que la habitan, de los
peligros que la asechan, muchas veces, por el hombre mismo.
-“Nuestro territorio, Ishtana, nos da vida, protege nuestra familia, aunque antes era más
extenso” –comenta Manuel, sentado en la tarima de la comunidad. Su lucha ha sido larga, por
siglos han defendido el territorio como se les designó durante la creación. -“Este es un sitio
sagrado” –continúa mientras señala las cuatro montañas que nos rodean. Cuenta que aquí están
sus ancestros, sus antepasados habitan estas montañas.
Mientras observa a los niños que juegan fútbol frente a él, recuerda los encuentros con las
comunidades del pueblo barí que están en Venezuela. –“En esa época, antes del español, barira
no tenía límites, uno pasaba tranquilo para Venezuela y ellos venían aquí” –relata Manuel. Cada
año, las comunidades del pueblo barí se encuentran para compartir todos en un gran evento. Las
mujeres intercambian sus faldas blancas con franjas de colores y las canastas de fique, mientras
los hombres intercambian las flechas para cazar, a través de un canto en que revelan la
fabricación de la flecha, las largas horas de trabajo y el dolor en la muñeca. Estos eventos están
cargados de competencias entre comunidades, las hay de pesca, maratones y el apreciado
“rocbariba”, el juego en el que, con arco y flecha, se intenta pegar a un balón.
Para Manuel y para su comunidad, conocer la historia es un interés heredado por la
familia. –“Ellos lucharon de Pamplona, Cúcuta, Ocaña, Tibú, incluso a este lado, en Convención,
pero el español nos quitó todo” –afirma Manuel. El bohío, símbolo de su identidad, fue destruido
12 Río Catatumbo en lengua barí.
131
y reconstruido en otro lugar, en las profundidades de la Serranía del Perijá, donde su pueblo tuvo
que levantarse para sobrevivir. Manuel recuerda las historias de su padre sobre aquellos años de
la conquista. –En esa época dieron muerte a Barí. Aunque barí eran protegidos por el espíritu,
Sabaseba, quien iba siempre detrás de ellos –cuenta Manuel. Los barí guardaban su poder en el
apoyo que Sabaseba les brindaba; los españoles, en las armas que cargaban. A pesar de que el
pueblo barí respondía a los ataques con sus flechas, el daño que causaba una escopeta era
irreparable.
Fueron siglos en que los barí caminaron errantes por la cordillera de Pamplona a Cúcuta,
días y noches sin dormir, y alimentos que solo la naturaleza proveía. Por su parte, la patria
conquistadora exploraba el nuevo territorio, construyendo, con esclavos negros e indígenas, las
primeras rutas que conectaban las colonias con el mar. Buscaban atajos en las inmediaciones de
la selva del Catatumbo, rutas distintas a Cartagena de Indias que les evitara encontrarse con las
embarcaciones inglesas, aquellas que los despojarían de las nuevas riquezas traídas del centro.
***
Mientras el sol marca con nuestra sombra las once de la mañana, José, de tres años, viene
a buscar a su padre con un pocillo de agua de panela con galletas en su mano. Sin embargo,
Manuel no quiso irse sin antes relatarme otra parte de su historia. Sentía, desde la memoria de sus
antepasados, la necesidad de contarlo. Sentó al pequeño José en sus piernas y comenzó:
-“Lo que más causó la muerte a barí, como en 1940 o 1950, fue la misión que venía con la
misionera Laura. Ellas venían acompañadas de un barí de Venezuela”-dijo Manuel, intentando
recordar. –“En ese tiempo había mucho más barí. Y lo que he escuchado, es que muchos
terminaron envenenados” –continúa Manuel. A través de la misión evangelizadora, se llevó
medicamentos a las comunidades barí que habitaban la región. Con lo que no se contaba, era que
los medicamentos afectarían su estado de salud. –“Les dieron pastillas y como a los cuatro días o
una semana, alguno comenzaba a sentir malestar, se enfermaba, comenzaba a tener mucho dolor
de cabeza y al otro día, fallecía. Estaban contaminados al menos unos 300 o 400 bariras” –relata
132
el hombre, a quien se le notaba el peso de la marginalidad a la que han estado sometidos, en su
profunda mirada. Luego de presenciar estos hechos que habían desencadenado una gran
mortandad barí, el pueblo decidió rechazar a la misión evangelizadora. –“Algunos se iban para
otras comunidades, pero en el camino morían. Se hizo un mal hecho” –concluye Manuel.
-“El conocimiento para mí es importante. Si a uno le da una enfermedad y no cuenta, ¿qué
será de las futuras generaciones? Transmitimos todo, para que las nuevas generaciones defiendan
a Ishtana” –reflexiona Manuel, mientras se levanta de la tarima y camina con su pequeño hijo
hacia el bohío, su hogar.
133
Crónica N° 2. En defensa de Ishtana. Parte II
Toño es el cacique de la comunidad de Bridicayra, a él le siguen Gabriel y Álvaro,
miembros de la autoridad barí y posibles sucesores en línea de sangre. Ser cacique es ser líder,
saber guiar y organizar a la comunidad, transmitir la sabiduría ancestral. Toño comenzó a
reconocer, desde muy pequeño, las tareas primordiales de un líder. Su papá, el antiguo cacique
Antonio, le enseñó todo lo que sabe. Una de las sabias enseñanzas de su padre va de la mano con
lo más profundo de su espiritualidad, aprendió de su padre cómo hablar con Sabaseba, el espíritu
creador y protector. Asegura que no cualquiera puede hacerlo, para ello se debe estar puro, y la
pureza se consigue en la montaña, en soledad. Toño debía realizar largos viajes para poder hablar
con el espíritu, quien se le pronunciaba en un árbol o en cualquier otro ser de la naturaleza. De
esa manera, Toño entendía el mundo y sus acontecimientos, en Sabaseba se encuentra su guía
ancestral y le agradecen su apoyo en las grandes batallas que por siglos han librado. –Si barí es
protector de la naturaleza, Sabaseba es protector de los barí –afirma Toño, apoyando su discurso
oral con las manos.
-“Ishtana es territorio, aquí y allá” –relata Toño, señalando todo lo que nos rodea.
Bridicayra está situado alrededor de las montañas que hacen parte de Convención, parece el lugar
protegido por ellas, pues justo en medio, en un gran plano, se encuentra el bohío con pequeñas
casas alrededor. El bohío es como un barco al revés, su estructura, hecho de una palma difícil de
encontrar, tiene cuatro salidas en los puntos cardinales. Dentro se puede apreciar mucho más su
cultura, trece cocinas en el pasillo en la mitad del recinto y detrás de ellas, a los lados, los
chinchorros colgando para el descanso de los hombres, mujeres y niños. Al lado de los
chinchorros los gajos de plátano colgando de lado a lado y en los palos gruesos que sostienen por
dentro al bohío, las canastas de fique dispuestas para ser llevadas al campo, a traer la yuca y los
demás alimentos. Esa gran estructura que los barí llaman hogar, aunque es aparentemente nueva,
es testigo de los innumerables despojos del territorio.
134
El período petrolero es una época difícil de olvidar para los barí. La llegada de las
multinacionales para explotar los recursos naturales, o mejor dicho, los bienes naturales, como
me corrigió Fernando, el hijo de Toño, trajo consigo otro período de lucha por defender aquello
por lo que Sabaseba creó a los barí. A oídos de Antonio, el antiguo cacique, llegó la noticia de las
grandes estructuras que las empresas estaban construyendo alrededor de los pozos que estaban
cavando en la tierra.
El nuevo siglo apenas estaba iniciando, mientras al otro lado del mundo la guerra estaba
causando los peores estragos del hombre, a este lado, en las profundidades del territorio barí,
aquellos hombres blancos y altos, cuyos idiomas eran incomprensibles, exploraban las montañas
de la Casa del Trueno. En sus autos y con armas que nadie antes había alcanzado a imaginar,
comenzó la guerra del oro negro. Mientras que, durante la semana, trabajaban dentro de esa gran
estructura, que llamaban “los enclaves”, construidos alrededor de los pozos, los fines de semana
la caza de bariras se hizo cotidiana. Sus lanzas guardaban el poder que los espíritus les otorgaban,
pero las armas de fuego de aquellos hombres tenían un poder que los barí ya conocían, pero no
querían recordar. Y sin embargo, llegaron con armas mucho más poderosas, aquellas lanzadas
desde las alturas y que destruía comunidades enteras en este lado y en las comunidades
venezolanas.
–“Hay muchas petroleras, sí, y matar mucho barí con corriente” –señala Toño. -
¿Corriente? –le cuestioné. La voz que venía después de esa pregunta ya no era la de Toño, sino la
del pueblo barí que, con su sangre guerrera, defendió su Ishtana. –“Sí, petroleras matar mucho
barí con electricidad, corriente” –recuerda Toño. Los enclaves estaban siendo “protegidos” con
corriente eléctrica, un poder que los barí desconocían. Los guerreros del pueblo exploraban los
movimientos de los hombres blancos. Al ver una gran estructura hecha de alambre, los barí
salieron a indagar. La muerte pisaba sus talones descalzos. El infortunio llegó de mañana.
Aprovecharon la lluvia que hacía esconder al hombre blanco, para acercarse al alambre.
Segundos después, el lugar no solo se iluminó con los relámpagos del gran faro del Catatumbo,
sino con un cuerpo agonizando, pegado a un alambre. Al ver que uno de sus compañeros moría,
los guerreros barí fueron en su auxilio. Lo que vino después fue una hilera de hombres muertos,
en nombre de su designio ancestral.
135
La llegada de las petroleras, e incluso, la llegada del europeo mucho antes, hizo que el
pueblo barí no solo se asentara en lo más profundo de la Serranía del Perijá, sino que también sus
prácticas culturales se transformaron. Era tan grande la mortandad que hasta las ceremonias de
entierro tuvieron que ser cambiadas, los cuerpos muertos en guerra y por la mano blanca debían
ser colgados en las copas de los árboles más altos, para evitar contaminar a Ishtana, la madre
tierra.
136
Crónica N°3. Tomando la palabra
-¿Y usted cómo cree que el Catatumbo se puede hacer oír?- preguntó, expectante, el
sindicalista de la USO a don Anselmo, el presidente de la junta de acción comunal de la vereda
de Filo del gringo Km 77, en unos de los encuentros campesino-obrero realizados en la biblioteca
de Tibú, la de los petroleros. Meses después nos hallábamos montados en camiones, buses,
motos, a lomo de mula y a pie por las carreteras improvisadas por nosotros, los campesinos de la
región, vía a Tibú. El paro nacional agrario era la oportunidad para hacernos oír, don Anselmo y
todos los campesinos, sí, campesinos, no trabajadores agrarios como nos denominan, la teníamos
clara. ¿Dónde estaban las escuelas para formarnos en letras, artes y ciencias como los niños de la
ciudad?, ¿dónde estaban los hospitales o puestos de salud para atendernos en caso de picadura de
culebra, de fiebre a media noche, del paludismo que asecha?, ¿dónde estaban las carreteras y los
puentes que nos conectaban con las otras veredas o nos llevaban a las grandes ciudades y
pueblos, no hacia las entradas de los oleoductos? En el Catatumbo siempre ha habido gente,
primero los barí, luego los colonos campesinos que hoy compartimos un territorio, “no había solo
micos como se quería dar a entender”.
-¡Se vive, se siente, el Paro del Nororiente! –gritaban los campesinos, los sindicatos y
todos los participantes que marcharon en 1987. Toda la región se movilizaba. Unos se dirigieron
hacia Ocaña, otros hacia Tibú. Yo me encontraba para entonces con papá, en el municipio del
Tarra, así que agarramos para Tibú junto con don Anselmo, mi padrino. No pasaba entonces de
los once años cuando papá y mi padrino comenzaron a llevarme a las reuniones con la USO13 y la
ANUC14, ya me estaba empapando un poco de la situación. Sabía que la escuela estaba a medio
hacer, solo teníamos un salón y la profesora venía en marzo a darnos clase, pero se iba en mayo y
regresaba dos meses después. De la salud, ni se diga, una vez mi primo fue sacar café y estaba
enrrolladita la culebra, rayadita, en el palo, solo la vio cuando sus colmillos le perforaron el dedo
índice de su mano derecha. Horas llenas angustia, mareos, sudoración excesiva, extrañas
13 Unión Sindical Obrera. 14 Asociación de Usuarios Campesinos.
137
alucinaciones mientras cruzaba el río crecido en la madrugada y con la linterna a punto de
apagarse. Mi primo llegó con tío Antonio al pueblo. Y vea usted cómo es la vida, ni rastro de
suero antiofídico. Ese fue el primer entierro al que asistí. Ni me pregunte cómo hacia después
para ir al baño a medio noche, hasta revisaba debajo de la cama para ver que no se hubiese
metido ninguna por los orificios que quedaban debajo de las paredes de madera de la casa, por
años la machetilla fue mi compañera, no quería correr con la suerte de mi primo.
Habíamos al menos unas cinco mil personas. Se recogía gente en camiones, se recaudaron
fondos y comida por veredas, y hasta se conformó el equipo de dirigentes para negociar. Más acá
de Tibú, en Campo 6, tuvimos el primer retén. Requisaron los camiones y los buses y nos
inmovilizaron. Ni río ni quebrada cerca para ir a recoger agua para la comida de tanta gente. Nos
tocó ir a desconectar las mangueras de unas casas que quedaban cerca. Sitio estratégico, hasta los
mosquitos nos hicieron pasar los peores días, a nosotros, acostumbrados a ellos. No había
organización por veredas, se montó una sola cocina para tantos campesinos. Los últimos, los que
nos quedábamos sin comer, yo fui uno de ellos por andar buscando a papá que cada rato se me
perdía, desayunábamos a las siete de la noche. Ese primer día no tuvo los resultados que muchos
esperábamos, así que al otro día llegó la USO, hablaron con los militares y con la dirigencia
campesina y nos permitieron ir a traer ollas. Don Anselmo me delegó esa tarea junto con diez
compañeros más.
-Vaya mijo, usted que es más fuerte, más carnudito, eso también es parte de la lucha- dijo
don Anselmo mientras yo me mordía la lengua, quería una tarea más importante como la de
participar en la construcción del pliego de peticiones. Y así, solucionamos lo de tres o cuatro
cocinas más. Al otro día los campesinos desayunábamos, por tarde, al medio día. No
descansábamos. Algunos madrugaban a traer agua del río Tibú con un permiso. Para bañarnos, ni
se diga, cercaron la zona y el que saliera, garrotera, culatazo o trompetillazo de fusil seguro. Tres
días estuvimos ahí, estancados.
Nos reuníamos alrededor de la radio, donde alcanzábamos a escuchar las noticias del paro
en otros departamentos del país. Nada nuevo, todos con la misma suerte, trancados en alguna
zona, sin posibilidades de mesas diálogo, fuerza pública como único pronunciamiento. Pudimos
hablar con el ejército. Ese día, el tercero de la movilización, papá y don Anselmo se dirigieron a
los militares porque ningún pelagato de la alcaldía se aparecía. Vea usted qué curioso, dialogando
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con la fuerza pública sobre un pliego al que ellos no podían dar cumplimiento. Como última
medida nos metimos por el río hacia Tibú, cruzamos con ollas, platos, pocillos y gran
indignación. En el pueblo la gente también se levantó, estudiantes, sindicalistas y los barrios
populares se fueron a protestar a la alcaldía. Eso permitió que nos dieran paso a nosotros, los
campesinos. El paro se logró negociar, finalmente, a nivel nacional no regional. Pero sabe, a
veces las negociaciones nacionales no tienen en cuenta la realidad de muchas localidades, así que
quedan vacíos. A pesar de que, aparentemente, las problemáticas que se visibilicen son tan
comunes, se llevan a cabo de forma tan diversa en cada pueblo, tan diverso como nuestro país.
El fin del paro fue el inicio a la persecución a líderes campesinos. Como que participar en
paro era un delito, como que calladitos nos vemos más bonitos, como que no había necesidad de
movilizarse, como que era imposible que la gente agitara banderas contra las multinacionales,
aquellas que extraen nuestros bienes naturales y nos dejan a nosotros sin agua y sin tierra donde
sembrar. A muchos se les acusó por rebelión o por subversivos cuando lo único que pedíamos era
el respeto a los territorios y a nuestros derechos básicos, esos que nos hacen ciudadanos
colombianos. Pero eso era lo que nos mostraban los medios de comunicación.
-Integrantes de grupos subversivos se toman las carreteras del país- decían los medios,
decía la gente en las ciudades.
Pasado un año del paro se inició la construcción del oleoducto. Orillábamos nuestras
bestias al borde de la carretera mientras pasaban las grandes maquinarias con tecnología que no
alcanzábamos a imaginar. De repente, por las montañas comenzaron a abrir carreteras en las que
pasarían los galones de petróleo. Cortaron ríos y quebradas, los caños y los suministros de agua
para nosotros, los campesinos. Entonces nos dimos cuenta de que eso no iba bien. Mamá fue a
sacar agua de la quebrada que quedaba cerquita a la vereda para podernos hacer la comida, pero
el agua estaba bajando sucia, de color negro, muy contaminaba. Solo bastó ver eso para que papá,
junto con don Anselmo y don Lázaro se fueran a poner la denuncia. Se reunieron en Filo del
Gringo y se fueron como voceros de la comunidad a hablar con la petrolera. Llegaron a lo que en
ese entonces era la sede de logística de la compañía. Don Anselmo estaba convencido de que así
fuera un ingeniero o un gerente encontrarían ahí para poder solucionar lo del agua de la vereda.
Los dejaron entrar y por días no se supo de ellos.
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Por la tarde, cuando llegué de arriba del cultivo de café, mamá me habló preocupada. Ni
papá, ni don Anselmo ni don Lázaro aparecían. Al día siguiente nos juntamos varios amigos de la
vereda y nos fuimos a Tibú a hablar con el padre Horacio Olave, quien sabíamos que nos
ayudaría a hablar con la petrolera. Así fue, y a los tres días aparecieron en la carretera, golpeados,
hinchados, hambrientos. Vi a mi viejo en un estado en el que nunca pensé verlo, él tan fuerte, tan
arrecho. Papá no quería hablar, le dolía mucho todo su cuerpo. Don Anselmo estaba un poco
mejor, me senté con él en frente de la casa y me contó.
-Vea mis manos mijo, vea lo que pasa cuando queremos pedir que no nos quiten la agüita-
comenzó a decir don Anselmo, sobándose la muñeca de la mano derecha. Los habían amarrado
de los brazos, los dejaron colgando de lo alto de un palo día y noche. A papá le habían hecho
ocho hernias a punta de trompetillazos de fusil que iban directamente hacia su estómago y hacia
su espalda. También perdió la fuerza de sus brazos. Las amenazas de muerte eran constantes, les
apuntaban con los fusiles, les quemaban cigarrillos y les echaban orines encima, cavaban los
huecos donde los iban a echar presto los mataran. Sus actos de crueldad eran movidos por la
urgencia de saber cuáles eran los planes de las juntas de acción comunal contra la petrolera.
-¿Planes?- dijo don Anselmo. Si lo único que queremos es que hagan algo con el crudo
que baja en la quebrada. Nos van a matar, y no solo a nosotros, a la naturaleza también. ¿No se
dan cuenta del mal que le hacen a la tierrita? – les cuestionaba don Anselmo. Lo están haciendo
solo por plata y de eso no se vive, no la dañen, no nos dañen, una cosa es verlo aquí, otra es ver
desde arriba, desde donde ustedes pueden con sus helicópteros, para ver cómo han abierto la
tierra –reclamaba el viejo.
Tres años después del paro agrario nacional, nos volvimos a levantar. Se organizó lo que
aquí en la región de Norte de Santander, en Santander y en el Cesar nombramos el Paro del
Nororiente, a consecuencia de la falta de cumplimiento de nuestras peticiones en el paro
nacional. Se acrecentó la persecución y homicidio a quienes participaban de los paros, no
mandaban profesores a las escuelitas ni construyeron más, no había suministros médicos, las
carreteras estaban en pésimas condiciones. Un día nos tocó, con cuerdas, otro carro y la
disposición de la comunidad, sacar un camión que llevaba dos días varado en la carretera, no
podíamos desplazar nuestros alimentos a los pueblos, estábamos incomunicados. ¿Qué más hace
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uno cuando solo nos voltean a mirar para beber el oro negro de las venas que han abierto?- dijo
don Fernando, bebiendo el último sorbo de café de la tarde.
***
Gustavo, un profesor y hoy defensor de los Derechos Humanos, y Rafael, líder campesino
y, en un período, concejal del Tarra, también recuerdan la época del paro. Gustavo inició en la
Juntas desde los catorce años y ha sido testigo de las transformaciones en la región. Con el deseo
de estudiar, encontró apoyo con el sacerdote Horacio Olave en el Tarra, quien le dio la
posibilidad de educarse. Regresó a la vereda a formar a los niños en la escuelita, primero como
catequista y después como maestro. Se afilió nuevamente a la Junta y trabajó administrando la
cooperativa del pueblo que sus padres, junto con el sacerdote Olave, fundaron. Durante los años
del paro fue miembro de ¡A luchar!, donde desarrolló su sujeto social y político.
Como Gustavo, Rafael también tiene un profundo sentido social. Llegó muy joven al
Tarra y asociado a las Juntas comunales desde siempre. Para él, “las juntas de acciones sociales
surgen en el Catatumbo por las necesidades de la gente”. Las marchas tienen sus motivos, me
afirma. Para Rafael, el campesino no dejaba sola su siembra tres o cuatro días por nada. De
hecho, recuerda con precisión la preparación de los campesinos en el parque del Tarra cuando se
programó la marcha para Bucaramanga. Aquél día, hubo represión. Las banderas fueron
quemadas, las reses que llevaban como alimento para los días de la marcha habían sido tomadas.
De alguna manera, se buscaba que el campesino no se movilizara, y así sucedía, las marchas
solían bloquearse. De allí surgió el movimiento cívico, a través del cual, la presencia de las Juntas
subió al plano político por medio de la elección popular. Sin embargo, para los campesinos del
Catatumbo, las distintas etapas de violencia han quebrantado cada intento de reconocimiento de
las comunidades. A pesar de ello, no se rinden y cada vez, nacen con más fuerza y consciencia
social y política.
141
***
Don Alfredo tuvo que salir en el 2004, dejar a su pueblo e irse camino a Bogotá. Allá
encontró apoyo con Derechos Humanos, quienes resguardaron su vida, lejos de las implacables
amenazas que, como líder campesino, tuvo que enfrentar en aquella época. –“Es que aquí no se
puede protestar frente a las políticas que mal nos traen. Uno no puede decir la verdad porque de
una vez le va mal” –señala el viejo Alfredo, quien, desde los catorce años ha estado afiliado a las
Juntas de Acción Comunal, y desde entonces, buscó que La Vega de San Antonio no tuviese solo
calles empedradas o caminos de herradura que en los días de lluvia se vuelven intransitables, sino
que la comunidad pudiese tener luz eléctrica o un puesto de salud, acueducto o alcantarillado, o
un colegio donde los muchachos pudiesen terminar su bachillerato. Recuerdo que lo único que
teníamos –dice don Alfredo mientras posa su mano izquierda sobre la barbilla- era un servicio de
Telecom en el que solo entraban cuatro llamadas al día. Fue, precisamente, de esas necesidades
básicas de las comunidades del Catatumbo, que se organizó el Paro del Nororiente. De las
reuniones, dadas en las Juntas de Acción de cada pueblo, salieron las propuestas generales.
Luego, se analizaron esas propuestas por municipio y se construyó el pliego de peticiones a nivel
regional. –“Allí empezamos a construir pueblo” –afirma, con orgullo, don Alfredo. El paro del
nororiente finalizó y, terminando ese mismo año, se propuso la reunión del Plan Nacional de
Rehabilitación. La cifra de líderes muertos ya estaba escandalizando, lista en la que se encontraba
don Benjamín Quintero, gran amigo de don Alfredo. Pero el viejo, afirmando que “moría por su
pueblo”, se postuló para la reunión convocada, con el ‘finado’ Adriano, quien le dijo –“donde
caigás vos, caigo yo”. Ambos se fueron a la reunión conscientes, ante todo, de que si morían, lo
hacían por causa justa.
***
Mi papá se iba en bestia hasta Ocaña, a traer la sal y el pescado, tardaban toda una semana
–cuenta don Guillermo Durán. La Junta de Acción Comunal en La Vega se creó a finales de los
sesenta, con el padre Ramón Emilio Mora. Don Guillermo fue el primer secretario de la Junta en
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la vereda y recuerda con admiración al sacerdote. Para la comunidad de La Vega, el padre Mora
fue “el que echó a la gente pa’ arriba”. Participó activamente en las obras de la comunidad, se
hizo “peladuras en las manos, echando pico en la carretera”. Aquel domingo –recuerda don
Guillermo- se reunió toda la gente en el pueblo para organizar la Junta. El padre era un hombre
muy buena gente, llegó a La Vega de San Antonio a realizar sus prácticas del seminario en 1966
y luego de dos años, lo nombraron como sacerdote hasta 1972. El padre –cuenta don Alfredo- no
solo predicaba la fe, también estaba en el trabajo social, direccionando a los campesinos, dando
cuenta de las necesidades de la comunidad y fundando, además, la cooperativa COOPUMA, de
las pocas cooperativas que hoy en día sigue en pie en la región.
La comunidad recuerda las misas del padre Mora, distintas a cómo estaban acostumbrados
en donde el padre, por ejemplo, daba la misa de espaldas al pueblo y en una lengua que nadie
comprendía, pero a él –dice don Guillermo- “no había que hacerle venia”. El padre Mora fue todo
lo contrario, iniciaba con la lectura litúrgica, siempre mirando a su pueblo, y finalizaba con el
sermón social que sacudió las conciencias de generaciones. Daba clases de catequesis en las
cuales don Guillermo aprendió a leer y a escribir. La muerte le llegó al padre, un día en Teorama.
Se desplazaba en un automóvil Renault 4 de color amarillo claro, junto con el padre Rozo, con
destino a Teorama. Los religiosos no se habían enterado de que la situación de orden público
estaba muy mal ese día. Tanto así, que entrando al pueblo, los emboscaron hombres armados,
dándoles muerte segura. Un error de comunicación acabó con sus vidas, pues, las características
del carro de los padres y la hora, coincidían con las del carro que verdaderamente iban a
emboscar.
***
El fin del Paro del Nororiente, que trajo consigo el reconocimiento de las necesidades del
campesino, fue el inicio de la persecución a quienes habían participado del paro. En Ocaña, por
ejemplo, asesinan al profesor Sanguino que fue coordinador del paro –recuerda Ismael. Sabíamos
que quienes estaban detrás de estos asesinatos eran conocidos como SAO. A su vez, se empiezan
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a crear las cooperativas en la región, apareció, por ejemplo, CENCOSER. Pero además de eso,
también se da vía libre, jurídicamente, al voto popular para la elección de alcalde y se crean
movimientos cívicos con participación política, eligiendo a Ciro Rodríguez, Tirso Vélez, Aníbal
López y otros alcaldes y representantes a la cámara –agrega el flaco, intentando recordar la
historia que guarda en su memoria desde hace medio siglo.
Con la intensión de conocer la vida del profesor Sanguino, me dirigí hasta Ocaña y me
contacté con un amigo suyo e integrante de la UP, el señor Javier, quien actualmente trabaja de la
mano con el Centro de Memoria Histórica reconociendo a los sobrevivientes, víctimas del
genocidio de la UP en la región del Catatumbo. Para Javier, la violencia que se ha generado en la
región es un problema por la tierra y los alcances económicos que de ésta se pueden sacar. Para él
no cabe duda de que las formas de resistencia que el Catatumbo ha creado frente a la violencia
han sido, además de armado, de un gran carácter social y político, el de las mismas comunidades
en los movimientos sociales como CISCA, ASCAMCAT, ANUC y las Asociaciones de Juntas
campesinas, entre otras.
Javier recuerda que luego de ser escuchados en el Paro del Nororiente y que, con ello, se
diera inicio al Plan de Desarrollo en la región, el costo de estas obras fue caro, se fortaleció el
aparato paramilitar y comenzó la persecución a los líderes sociales de la época. El profesor
Armando Sanguino fue una figura representativa, víctima de la persecución y el homicidio post-
paro. Con tan solo un mes de haber finalizado, fue asesinado en la puerta del Colegio. Para
Javier, la figura del maestro es esencial para el cambio en el país. A pesar de eso, la violencia
repercute en todos los sectores sociales y más en un territorio tan apetecido como el Catatumbo.
Javier recuerda cómo, en su época escolar, dos de sus compañeros de colegio le hicieron
seguimiento, debido a su participación social en los paros, razón por la cual tuvo que huir largo
tiempo. Sin embargo, esa experiencia lo reconforta porque todavía lo hace creer en la condición
humana que va más allá de una ideología política y social.
***
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Mi nombre es Antonio García. San Calixto es mi lugar de origen, mi pueblo natal, como
dicen por ahí. Aún recuerdo los largos trayectos que hacía con mis papás hasta Ocaña,
tomábamos nuestro camino de herradura por el Salobre, el Alto de los patios y por ahí salíamos
hasta la provincia. Mi papá era arriero, cargaba cáscaras de encenillo como todos los campesinos
de este municipio; raspaban el encenillo pa’ hacer tintas, o cargaban la cebolla en las bestias.
Pero, como era una tierra tan estéril, con el tiempo papá consiguió una finca por los lados de
Hacarí y comenzamos a sembrar el café, un cultivo tan productivo para nosotros en su época, al
punto de llegar a verlo como nuestro oro; un bulto de café llegó a costar trescientos mil pesos,
uno comía y le sobraba, y hasta con eso mismo comprábamos la finquita. Todos esos precios se
lograron con nuestras luchas, siempre hemos exigido que nuestro trabajo sea tan digno para
nuestro país como lo es para nosotros hacerlo durante toda una vida. Llegamos a ilusionarnos con
nuestros cultivos, creíamos que duraría mucho tiempo, pero el comienzo de este siglo dejó atrás
el café, vino la broca y comenzamos a sacar solo cáscara. A los campesinos nos tocó buscar otros
medios para subsistir, así se llenaron las montañas de cultivos de frijol, cebolla, caña de azúcar y
todo lo que hoy podemos ver.
En esa vereda conocimos la electrificación por medio de un motor, pero eso era tan
reservado que hasta en los pueblitos era difícil conseguir luz. Sin embargo, el corregimiento de
Maracaibo fue uno de los primeros del municipio en obtener este tipo de desarrollo que tan bien
nos hace. Eso sí, con ayuda de nuestros dirigentes en esas primeras juntas de acción comunal que
surgieron en las veredas de nuestro Catatumbo a mediados de los setenta. La comunidad tenía un
horizonte, quería el desarrollo, buscaba la luz en medio de la oscuridad de las montañas que
rodeaban los pueblitos y veredas, así que consiguieron un motor y hasta la vía carreteable para
que no transitaran solo bestias.
Participé en el movimiento comunal que venía de la mano de ¡A luchar!, así como Ismael,
en el Tarra, quien convocaba reuniones en las veredas y, además, era vicepresidente de la Junta
en Filo del Gringo. Aunque yo no sabía ni leer ni escribir, podía comprender las necesidades de
mi comunidad. Y entonces, por esa misma época llegó el paro del nororiente, año 1987. Salió
toda la región, lo recordamos mucho. Aunque fui invitado, al final no pude asistir porque me dio
miedo, usted sabe lo que significaba, y creo que aún significa, salir a exigir nuestros derechos a
las calles. A pesar de eso, estuve en todas las reuniones previas al paro y al año siguiente, me
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atreví a participar en la segunda manifestación, la que se hizo para exigir que se cumplieran los
acuerdos del nororiente: los puestos de salud, las vías carreteables y las escuelas. No llegaron ni
médicos ni medicinas, ni tampoco profesores. Parecía, incluso, que exigir un puesto de salud o
una escuela era pedir solo la infraestructura porque a las veredas llegaron solo ladrillos.
Don Antonio recuerda con sentimiento las transmisiones que hacían por radio. La Radio
Catatumbo –narra- se encargaba, en ese entonces, de contar, a través de canciones que nosotros
mismos escribíamos, cantábamos y divulgábamos, la situación que envolvía a la región, ese
abandono en el que siempre hemos estado. Me acuerdo de una que alguna vez compusimos, decía
que “íbamos al pueblo y encontrábamos en un bejuquito un calabacito que daba luz, pero que
nosotros los campesinos nunca teníamos la posibilidad de tener ese calabacito”; en Radio
Catatumbo eso era lo que se escuchaba, lo que llegaba a cada finca, vereda y caserío, y claro,
cómo no comprender esa realidad divulgada cuando eso mismo era lo que vivíamos.
Al tiempo –cuenta don Antonio- llegó el cooperativismo a la región y con apoyo de las
juntas comenzaron a construirse las primeras tiendas cooperativas comunales. Hubo en el Tarra,
en La Vega de San Antonio y en San Calixto, era la misma comunidad la que aportaba el dinero
para crear esas tiendas comunales. Fueron años gloriosos, claro que con sus bajas de vez en
cuando. El fin de las cooperativas llegó pronto, junto con los paramilitares a finales del siglo. Se
desintegraron las juntas, se acabaron las cooperativas porque el destierro y la muerte ocuparon las
páginas de nuestra historia. Las tiendas quedaron vacías, sin productos y sin nadie que atendiera.
Las casas quedaron solas. Con el tiempo, la gente regresaba y encontraba sus cositas afuera de la
casa, los portarretratos rotos, la ropa y las ollas en el piso, las camas afuera. Todo estaba perdido.
El terror se veía en los rostros de la gente, mirábamos constantemente cómo mataban a las
personas por nada. El día menos pensado llegaban por la radio las noticias sobre las masacres,
eso era muy preocupante porque uno en casi todo el Catatumbo tiene familia. Mucha gente se
resguardó en las montañas, en casitas de bareque improvisadas porque los pueblos estaban
tomados por los paramilitares, se llevaron las ollas, los animales y las pocas cosas que podían
sacar para no morir de hambre mientras pasaba la tempestad. Eso nos llevó a buscar nuestro
horizonte.
La zozobra rondaba en los pueblos, no se podía decir que era comunal, porque al otro día
ya no existía. Sin embargo, en el 2004 se hizo el primer encuentro de comunales en el
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corregimiento de San Pablo, llamado “Vida y territorio”, donde nació la idea de crear un comité.
Al poco tiempo se realizó otra reunión en San Juancito y en el Tarra, donde se creó el Comité de
Integración Social del Catatumbo. Un movimiento social, herencia de las juntas de acción
comunal, pero con ideas innovadoras para reconocer al campesinado como sujeto político y
luchar por su dignidad y el territorio que da vida. Así resurgieron las juntas de acciones
comunales, un eje fundamental de nuestras comunidades y su participación. El CISCA se fue
fortaleciendo en medio de las adversidades, las cosas en la región no iban bien. Al poco tiempo
asesinaron a dos dirigentes que recordamos siempre con el corazón: Trino Torres y Juan Guerra.
Con esas muertes quisieron silenciarnos, pero lo que no sabían era que eso nos daría más
fortaleza para continuar buscando el bienestar de nuestras comunidades.
Para don Antonio, el CISCA es vida y esperanza porque nos enseña a defender con la
palabra el territorio, aquél en donde está el agua que tomamos y conque regamos nuestros
cultivos, aquél en donde sembramos nuestros alimentos y vivimos.
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Crónica N° 4. Trino Torres: una semilla de resistencia campesina
Éramos muy pequeños cuando empezamos a estudiar en una escuelita hecha de tierra –
cuenta Pablo, hermano menor de José Trinidad Torres. Crecimos en la vida del campo con papá y
nuestros dos hermanos, María y Juan Torres. Nuestro papá trabajaba en una finca y nuestra
mamá, murió cuando yo tenía al menos unos cuatro o cinco años; no consigo recordarla bien,
estaba muy pequeño –dice Pablo. Mamá duró veintidós días enferma, le salió algo muy parecido
a la varicela, se inflamó –agrega María. Papá no pudo llevarla al médico, eran trayectos muy
largos para ir de aquí de San Juancito hasta el Aserrío eran tres o cuatro horas de camino y debían
llevar a la persona alzada. Y después, para entrar al Aserrío, se debía pasar en una balsa que
halaban con un lazo del otro lado, el río era más grande en ese tiempo y era imposible pasar a pie.
Además, el puesto de salud estaba en Convención, a unas seis horas de camino desde el Aserrío,
o rezar para que por ahí pasara un carro –comenta Pablo. Para María y su hermano, ese
acontecimiento fue lo más cruel que les pudo pasar en la vida, la muerte de su mamá fue muy
dura para todos los hermanos Torres.
Mi papá siempre permanecía con muchos obreros –comenta María, hermana menor de
Trino. De hecho, era Trino el que se encargaba de cocinarles porque era el mayor. De igual
forma, él nos enseñaba poco a poco a realizar todas esas labores. Recuerdo que nos ponía a mi
hermano Juan y a mí a hacer el aseo de la casa, mientras que cuidábamos a Pablo que solo tenía
seis años. Siempre vimos a Trino como la cabeza del hogar, papá lo dejaba encargado de la casa.
Nos prometía jugar después de hacer las labores para que, cuando papá llegara, encontrara todo
limpio y bien ordenado.
Una noche, Trino se fue de la casa con su ‘compinche’, Edith, se fueron para una finca en
Sardinata a recoger café. Nosotros llorábamos todos los días y le rogábamos a papá que fuera a
buscarlo, pero él nos aseguraba que mi hermano llegaría solo. Y así fue, al año llegó hecho todo
un hombre, con un sombrero sabanero. Entonces, papá nos dijo que ahora debíamos respetarlo
más porque él ya se había hecho libre de la casa y era todo un hombre; la gente tenía esa
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costumbre en ese entonces. Trino regresó a la casa, pero ya era independiente, trabajaba para él y
nos ayudaba a nosotros. Me acuerdo que una vez sembró una platanera y cuando pasábamos por
ahí decíamos “ahí está la platanera de Trino”, pero él no cortaba ni un gajo, eso lo hacíamos
nosotros. Papá siempre nos enseñó que lo que había en la casa era para el que lo necesitara y que
la necesidad de uno también era la del otro, crecimos con esos principios.
El San Juancito, o como le decían en ese entonces “El llano”, y que hoy conocemos como
caserío, solo tenía tres casas, la de mi tío Jorge, la del señor Emilio Quintero y la de los Álvarez
que estaba donde hoy se encuentra la escuela y que en ese tiempo era la única tiendita que había –
relata María. Poco a poco, la gente fue llegando y comenzaron a construir las casitas de tabla con
techo de palma al lado del camino que lleva hacia el Aserrío. Los domingos eran los días de
encuentro en la iglesia evangélica que construyeron o en la cancha de fútbol, la comunidad
siempre se ha integrado mucho.
Cuando comenzaron a llegar los primeros colonos, el cura Tornillo fue un sacerdote que
nombró a San Juancito desde San Luis de Veguita hasta el puente de La Ruidosa y de San Jacinto
hasta la Sierra de Honduras. Don Pablo Emilio me ha contado –narra Pablo- que cuando ellos
llegaron aquí tuvieron constante conflictos con los barí, por la montañas volaban fechas y plomo
por un territorio en el que ambos querían vivir, pero el conflicto no duró mucho tiempo. Chepe
Campos, en La Trinidad, también recuerda las consecuencias de este conflicto, su padre murió en
un enfrentamiento con los barí. Sin embargo, recuerda Chepe, los barí tenían un problema serio
con una criatura a la que llamaban “diabluras” y que estaba atacando a la comunidad. Se
intentaron defender con sus flechas, pero éstas no entraban en la criatura. Los barí llegaron a La
Trinidad, con las manos en alto, haciendo señas a los campesinos como señal de paz. Esa tarde
iniciaron un diálogo que les permitió no solo compartir un territorio, sino que, con el tiempo,
trabajar en comunidad. Chungo Garay, un campesino, asesinó con su arma a la criatura y los barí
les permitieron vivir en sus tierras.
Mi hermano Trino –narra Pablo- comenzó a interesarse por la Junta y a participar en ella.
Mi papá tenía una mula negra que a Trino le encantaba montar, se iba en ella para las reuniones,
de las cuales salía riéndose al ver quiénes se dormían, así que la Junta le dio quejas a papá porque
estaba generando desorden en los encuentros. Alcides Zaraza fue el primer presidente de la Junta
de San Juancito, antes de él estaba Gillo, pero no duró mucho tiempo porque la comunidad se dio
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cuenta que cuando él se iba a las reuniones con otros dirigentes de Junta, se quedaba dormido. En
la década de los ochenta a los noventa, pasa lo de TECHIN, petrolera que estaba abriendo paso
para la construcción del oleoducto del Caño Limón. Preciso, en ese tiempo, estaban las Juntas
haciendo las trochas con pico, pala y azadón, para conectar a San Juancito con La Trinidad, así
que paralizaron la maquinaria de TECHIN para que la empresa se hiciera cargo de abrir la
carretera Miraflores-La Trinidad. Los campesinos llevaron a un ingeniero llamado Velmar
González para que mirara la vía hasta La Trinidad y con ello, presionar a la empresa y negociar.
La negociación se dio bajo un palo de cacao en La Trinidad con Chepe Campos y todos esos
viejos de allá –relata Pablo. En un momento álgido de las negociaciones, recuerda Chepe, les
trajeron sancocho a los campesinos, sin embargo, la desconfianza hizo que los campesinos
pidieran que los negociadores tomaran su sancocho primero, al pasar una hora y darse cuenta de
que la comida estaba bien, todos tomaron su plato. Chepe Campos y los demás dirigentes
negociaron con el ingeniero la construcción no solo de la vía sino también del puente de entrada
al corregimiento. Para dar inicio a las construcciones negociadas, el ingeniero volvió en un
helicóptero para tomar fotografías aéreas. Al darnos cuenta, nos fuimos todos para La Trinidad
para ver aterrizar al helicóptero, pues nos causaba conmoción ver un objeto como ese volar en los
cielos. Con lo que no contábamos era que, cuando el helicóptero estaba aterrizando, salió un
grupo armado que por aquí se conocía como “La chusma” y lo atacó; el único disparo que le calló
al helicóptero fue, precisamente, para el ingeniero, matándolo. El proceso se paralizó por un
momento, pero la dirigencia se pronunció señalando que no había sido culpa de las Juntas, lo
ocurrido era algo totalmente ajeno a los procesos comunitarios. De esa manera se construye el
puente de La Trinidad y la carretera para acá.
Además de La Trinidad, muchas veredas cercanas a San Juancito tienen su historia. La
Pedregosa es una vereda, cuyos caminos, fueron creados por las mismas comunidades. Una tarde
de junio, sentados en el patio, bajo el palo de mango de la casa de Juancho Angarita, nos
sentamos a recordar su llegada a la vereda. Yamid Guerrero, comenzó a contar. Su familia llegó
caminando del Aserrío, llegaron a la vereda La Pedregosa en una época en que ni siquiera
entraban bestias. “Tumbaron montaña para hacer los caminos junto con Juancho Angarita” –
cuenta Yamid. Sembraban plátano y yuca, y la casería de guartinaja y venados era común, les
ayudaba a subsistir. Por su parte, José Angarita llegó muy joven a La Pedregosa, la gente
comentaba que las tierras que se encontraban más allá de San Juancito, pasando la Sierra, eran
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tierras fértiles, llenas de agua y con casería. Y por supuesto, “no se equivocaron” –comenta
Juancho. Organizados como juntas, crearon el camino que los conectaría con San Juancito y El
Aserrío, porque tardaban entre diez y once horas en llegar. “La gente, cuando se enfermaba, había
que llevarla al hombro” –recuerda Juancho. Escuchando a los líderes veteranos comprendí que de
las necesidades nacen las ideas que alimentan las grandes obras de las comunidades.
Trino se convirtió en el Presidente de la Junta de San Juancito luego de regresar de
Sardinata –narra Pablo. Participó en los diferentes paros del nororiente realizados en los ochenta
exigiendo la vida digna del campesino, Norte de Santander necesitaba su Plan de Desarrollo. Un
día papá se fue para el Aserrío a traer el mercado para la gente que se no fue al paro, pero
llegando al pueblito estaban los sujetos con sus fusiles y sin decir palabra alguna, comenzó a
golpearlos, tirar los mercados y cortar los lazos de las mulas. A pesar de esas situaciones, el paro
fue productivo para nuestro municipio, se construyó, por ejemplo, la carretera Aserrío-San
Juancito en la que hoy transitamos. Sin embargo, el presupuesto que se dio para la vía solo
alcanzó a llegar hasta la Peña del Caracol, de ahí para allá quedó en manos de la Junta, quienes
con pico terminaron la carretera. Finalizado el paro, se inicia la persecución a los coordinadores
de Junta, perdimos a muchos líderes en esa época, pero se empezaron a crear las primeras
Asociaciones de Juntas por corregimiento en el Catatumbo –cuenta Pablo Torres.
Llegaron los paramilitares movilizándose en helicópteros y en los camiones de la zona. La
comunidad no era ajena a esta realidad que llegó para arrebatar padres, hermanos, tíos y amigos.
Pablo Torres, quien se encontraba trabajando como obrero, cuenta cómo fue aquél día de mayo
en que entraron a la Gabarra, un territorio lleno de cultivos de plátano y sapote. Fue allá donde
trajeron la semilla de coca del Perú y comenzó a cultivarse en una finca de Tibú, hoy en día
productora de la Palma de aceite. Pablo iba en un bus, con otro compañero de trabajo, hacia la
Gabarra. Antes de entrar al pueblo, los hombres armados detuvieron el carro, los bajaron a todos
y los mandaron a acostar en el piso, su cuerpo comenzó a verse cubierto de sangre de las otras
personas que venían con él, a su lado cayó degollado un campesino de Convención que venía a
exigir las razones de la muerte de su hijo. En medio de la situación, Pablo buscó el momento
preciso para esconderse debajo de una planta de ‘Paja-pulla’ grande, pero con lo que no contaba
era que ese mismo escondite estaba ocupado por otros ocho campesinos que intentaban salvar su
vida. La noche en que los paramilitares entraron a la Gabarra, Pablo se encontraba en Ranchón,
151
una discoteca del pueblo. La situación estaba en calma porque se decía que los hombres armados
aún estaban en Tibú. Estando en la discoteca, Pablo vio caer en la entrada a un niño de nueve
años. Pensó que aquél pequeño estaba borracho, así que no dudó en decirle a su amigo Juancho
que salieran pronto del lugar. Mientras esperaba a su amigo, Pablo notó que nadie atendió al niño,
se fue a levantarlo pero se encontró con una marca de machetilla en el cuello del pequeño. Al
salir del lugar, se encontraron con los hombres armados recostados en las casas. Con disimulo, se
fueron caminando hacia la entrada del pueblo, mientras al fondo se escuchaban los disparos. Al
llegar al puente de La Gabarra escuchó que gritaron su nombre, era ‘Dientes’ un amigo suyo que
vivía en Ocaña y que estaba uniformado. El hombre le pidió que no corriera porque lo mataban,
lo mejor era que se escondiera en el billar de la esquina. En medio de la zozobra, Pablo entró al
billar y se acostó en el piso. Los hombres armados entraron al sitio y pasaron saltando sobre las
espaldas de las personas que, en medio del pánico, sentían cada vez más cerca su muerte.
Mientras pasaban sobre ellos, les levantaban la cabeza para mirar sus rostros y si lo reconocían o
algo nos les gustaba –comenta Pablo- era inmediato el disparo. Un muchacho que se encontraba
recostado al lado de Pablo, no soportó la presión del momento, se levantó y salió corriendo, pero
un solo disparo en la cabeza lo dejó tirado en la entrada del billar. Al otro día por la mañana, se
fue hacia la orilla del río con la esperanza de subir a una canoa que iba a salir. Un hombre vestido
de civil los hizo bajar de la canoa para cumplir con una tarea que Pablo no puede olvidar, recoger
los cadáveres de toda La Gabarra. Él, y quince personas más, tomaron los cuerpos de los brazos y
piernas, los limpiaron en la orilla del río y los llevaron hacia los carros que los armados disponían
para transportarlos hacia el cementerio.
Mientras tanto, en San Juancito, se realizó un enfrentamiento paramilitar con la guerrilla.
A la cuatro de la tarde, los paramilitares comenzaron a bajar para La Fría, y para resguardarse de
los ataques de la guerrilla, tomaron gente del caserío y los pusieron a caminar delante de ellos;
así, el grupo insurgente no atacaría. Trino se encontraba con su esposa, sus hijos y su hermana
María en Bogotá, trabajando en una panadería. Fueron tres meses de desesperación en la capital,
llamando diariamente a los alcaldes del Catatumbo para saber cómo seguía la situación de su
pueblo. Al enterarse de que paramilitares estaban llevándose gente para La Fría, se levantó
temprano y fue a Derechos Humanos para denunciar la situación desde Bogotá. Su pueblo lo
necesitaba, su gente estaba en peligro y sus denuncias ayudaron a liberarlos –recuerda su
hermana María.
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Luego de tres años de la arremetida paramilitar, los campesinos retornaron a sus veredas
con la esperanza de reconstruir las juntas e iniciar de nuevo. Trino Torres estuvo al frente
buscando la forma de volver a trabajar en comunidad, mientras los paramilitares iniciaban
diálogos con el gobierno y se apartaron de la zona. En compañía de varios dirigentes como Raúl
Peña, Daniel Guerra, los Rincón, los Auden, Carmito Abril, Beto, María y Trino, se reunieron en
Bridicayra, con los barí. En esa reunión le buscaron las siglas al CISCA, entre todos, hubo una
discusión para nombrar el nuevo comité que resurgía de las Asociaciones de Juntas. Luego de
eso, se realizó una Comisión de Derechos Humanos en San Pablo y vinieron verificaciones de
todos lados, puesto que todo este acontecimiento se dio aún en el período paramilitar. A este gran
evento llegaron los dirigentes que se encontraban exiliados en otras ciudades, como Ismael que
estuvo en Arauca y algunos que estaban en Bogotá. De esta manera nace el CISCA y con él, la
recomposición del campesinado –comenta Pablo. Sin embargo, el nacimiento de este movimiento
político y social que viene de las Juntas de Acción Comunal hizo que se creara un celo político en
la región, hecho que nos arrebató las vidas de mi hermano Trino y de Daniel Guerra –narra Pablo.
Trino fue siempre un hombre muy social, colocaba por encima las necesidades de la
comunidad. Participante activo de las Juntas y del CISCA, lideraba la integración de la
comunidad a través del fútbol, resolvía los problemas, celebraba las fechas especiales con todo el
corregimiento. Se ganó el cariño de las personas por su gentileza y su nobleza, sentía el dolor
ajeno como propio –cuenta con orgullo su hermana María. Caseta, su gran amigo también lo
recuerda con un cariño especial, para él, Trino fue el papá de la lucha de las Juntas de acciones
comunales, el que decía “todos en la cama o todos en el suelo”, un hombre joven pero con
muchas ideas y con quien pudo compartir desde la comida y la bestia para andar en la región,
hasta un sinfín de experiencias que quedan en la memoria. Sin embargo, la muerte le llegó un día
de julio del año 2005, mientras viajaba de Ocaña hacia San Juancito. Fue asesinado en la vía que
él mismo ayudó a construir, la que conecta a San Juancito con El Aserrío. El reloj marcaba las
once la mañana, Trino iba hacia San Juancito con un mototaxista, un muchacho de confianza con
el que él solía viajar. En una de las curvas que había en la carretera, lo sorprendieron dos
hombres en otra moto que lo estaban esperando. Le dispararon en varias ocasiones, hasta perder
la vida –cuenta su hermano Pablo. Trino quedó sobre la motocicleta, tirado en el piso. Los
autores del crimen, que hoy todavía no se han podido identificar –narra Pablo con profundo dolor
e indignación- pensaron que con el acto callarían la historia, pero eso posibilitó que el
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movimiento social se fortaleciera aún más y continuara buscando la vida digna de las
comunidades del Catatumbo, en memoria del gran líder campesino y comunitario, Trino Torres.
Hoy en día, la herencia de las Juntas, por las que hombres como Trino Torres dieron su
vida, continúa latente y trabajando con y por las comunidades. Jesús Carrascal, en el Aserrío,
forjó la idea de buscar otras alternativas para conseguir, poco a poco, el desarrollo de las
comunidades. Él tenía claro que el pueblo debía renacer, luego de la etapa paramilitar que rompió
abruptamente el tejido social. De esa manera, nació entre los líderes campesinos la idea de los
peajes voluntarios por corregimiento, cuya economía ha ayudado a arreglar las vías que conectan
a las comunidades. “Nosotros mismos queremos transformar, y para eso, buscamos siempre
trabajar en comunidad” –afirma Jesús.
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Crónica N°5. ¿Cuánto vale un hijo?
-Mamá, mamita, dejáme descansar. Agarrá esa polla que no aguanto caminar más –
recordaba María mientras observaba las montañas que cubrían a San Pablo. Tenía tan solo cuatro
años cuando llegó a la vereda con su papá, su mamá y un novillo al que ponían a cargar los pocos
corotos que poseían. Venían de lejos, las quejas de María lo mostraban. Buscaban una tierrita
para sembrar y para vivir, y llegaron a Piedras de Moler, una vereda del corregimiento de San
Pablo. Años antes, cruzando 1945, aquella vereda había sido fundada por don Luis Carrascal y su
hermano, quienes venían de Convención, y que, al tiempo, crearon la Junta de la vereda a través
del Comité de cafeteros –narra Emilio, el hijo de don Luis. “Aquí nos enterraron el ombligo y
echamos nuestras raíces” –cuenta con orgullo el hombre.
-Mire al frente- dijo María mirándome a los ojos, esperando que mi mirada se dirigiera
hacia donde apuntaba su mano. Cuando eso, San Pablo pa’ arriba era solo montaña –continuó. No
había casa, no había nada, solo montaña. Subíamos por esa trocha. Recuerdo que mamá me dijo
que descansara, que dejara a esa polla a un lado y me acostara. Recostada en el pasto vi las
sombras de todos, eran distintas con tanto coroto y olla encima. Ellos también dejaron la carga a
la orilla y se acostaron a descansar. Mientras papá amarraba el novillo a un palo, bajó Francisco
Acosta, buen hombre él, terminó siendo compadre nuestro.
-¿Pa’ dónde la llevan?- preguntó Francisco.
–Más arriba. Luis Angarita me va a vender un pedazo de tierra que tiene por ahí-
respondió papá.
Allá íbamos a hacer el ranchito pa’ vivir- dijo María, espantándose los mosquitos de las
piernas. Los helicópteros seguían sobrevolando la montaña que ella intentaba recordar, esperando
que sus recuerdos no se perdieran con el sonido de las hélices y las balas que caían y las que
también respondían desde aquella montaña. María continuó su relato.
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-¡Ay! Pero vamos tan retrasados y lo que estamos pensando en que esta niña no nos
aguantó más, no quiere caminar más. Y ahora qué haremos pa’ poder seguir porque todos vamos
ocupados –comentó mi padre a Francisco Acosta.
-No, por eso no tenga pena, yo le ayudo a llevar la niña hasta la casa mía –respondió el
hombre. María corrió hacia él y de un solo salto se subió a la espalda de Francisco, quien la cargó
por los siguientes veinte minutos. La familia de la niña se puso en pie y siguieron al hombre que
cargaba a la pequeña en la espalda, la polla en la mano izquierda y la machetilla en la derecha
para cortar la maleza que nunca faltaba en el camino. María no dudó un segundo en quitarle el
sombrero a Francisco para protegerse del sol abrazador.
-Solo había dos ranchos, este en el que estamos y el que se ve allá, pero de palma –me
dijo María. Con palos parados y palmas se construían los ranchos. Nuestras camas eran esteras
que mamá hacía con palma y extendía en el piso o sobre palos amontonaditos –agregó la mujer.
Cuando llegaron a la casa de Francisco Acosta, la pequeña María supo que su descanso
terminaría.
-Ay mamita, tiene que volver a caminar, de aquí pa’ arriba no hay quien la lleve –le
confirmó su mamá. María le devolvió el sombrero al hombre que le había permitido unos
minutos de descanso. Volvió al camino, llorando y con la polla en su faldita amarilla con flores
blancas. Quince minutos más tarde, llegaron donde Wicho, el hombre que les vendió las tierras,
cuarenta hectáreas por trescientos mil pesos. El papá de María le pagó con trabajo, pues sabía que
la mula le ayudaría a traer la yuca y el plátano. En ese animal estaba el único sustento de la
familia.
Un año más tarde, mientras la familia trataba de adaptarse a su nuevo hogar, por medio de
la Junta de Acción de la vereda llegó la nueva maestra a la escuela. Sin embargo, la ilusión de
recibir clases duraría poco. El papá de María insistía en que las mujeres no debían aprender a leer
y a escribir.
–Eso es pa’ que después empiecen a escribirle carta a los novios. No. Mejor no darles
estudio- decía el hombre a la mamá de las niñas, quien le suplicaba al ver que sus hijas querían ir
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a estudiar. –Que las hembras se van muy rápido –argumentaba el papá de María al verse rodeado
de súplicas en el comedor, el corral, la siembra y el camino a casa.
Aunque las hermanas mayores no fueron a la escuela, el paso de los años hizo cambiar de
parecer el viejo Jeremías, quien, luego de la insistencia de su esposa, dejó que las niñas pequeñas
aprendieran a leer y a escribir.
No haber estudiado es algo que María ahora, con cincuenta y siete años, se reprocha. –
Papá no pensaba en que estudiáramos o no, finalmente nos íbamos a enamorar y nos iríamos de la
casa –señala María, levantando sus hombros. Hoy, recibe clases con un programa de
alfabetización en el Colegio de San Pablo. –Mi deseo siempre ha sido aprender, quiero aprender
para ser concejal –dice con la frente en alto.
Para María, la vida no la había tratado muy bien. Se casó muy joven, dejó a sus nueve
hermanos y a su madre para ir a vivir con el papá de sus hijos, a quien matarían quince años
después. Con siete niños pequeños, comenzó a sortear sola los caminos de la vida. Al paso de los
años, sus hijos comenzaron a crecer y a desear valerse por sí solos.
–Pues si les toca ya salir a jornalear, vayan por allá a hacer contratos y a trabajar pa’ que
compren aunque sea la ropita –respondía María a sus hijos, cada vez que conseguían trabajo en
las fincas aledañas, sin pensar que al poco tiempo también matarían a su hijo mayor. Cuando lo
recordó, un silencio profundo se apoderó del lugar. María tocó su cuello con la mano derecha,
dejando ver el peso de los años que dibujaban las líneas de expresión y las quemaduras del sol en
una mano que, años atrás, había recogido tierra para lanzar un puñado sobre los ataúdes de
madera de su hijo y su esposo.
Una tarde, mientras terminaba de arreglar las yucas para la comida, sintió que perdería a
un segundo hijo.
–Me habían cogido al pelao del Filo hasta aquí y me lo trajeron como el que trae a un
animal de aquí, clavado, así vea –decía María mientras, con su mano derecha, sujetaba la parte de
atrás de su cuello y caminaba dos pasos hacia adelante. ¿Y sabe por qué? –me preguntó María.
Porque él salió con una blusita negra –respondió inmediatamente.
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–Este perro tiene que ser algo. Este perro lo matamos porque lo matamos –decían los
uniformados con sus fusiles, sintiendo el poder desde el calibre del arma.
Juan, el ajusticiado y reprimido hijo de María, no guardó silencio. –Si me van a matar,
háganlo en la casa de mi mamá, no aquí –les habló el joven de quince años a los armados. No
querían creerle que tenía mamá y que vivía en esa remota vereda de San Pablo con ella y sus
cinco hermanos.
Cuando María escuchó los alaridos en el patio, dejó caer la yuca y el cuchillo y salió a ver
lo que ocurría. En el patio de su casa estaba Juan, con los brazos amarrados, arrodillado y
rodeado de uniformados.
–Uy, y eso usted por qué trae al hijo mío así, por qué me lo trae amarrado y aporreado –
les cuestionó María rápidamente.
–Porque este perro tenemos que matarlo. Este perro trabaja con la guerrilla –respondió el
superior, sin medir sus palabras.
-¿Y cómo es que lo aseguran ustedes?, ¿le encontraron un arma o qué? –preguntaba
iracunda, aquella madre desesperada. María no podía comprender las razones por las que traían a
su hijo en un estado tan deplorable, inhumano.
–Hágame el favor y me suelta a ese niño ya, porque él es hijo mío y usted no tiene por qué
traérmelo así, o dígame por qué lo hicieron –les gritaba la mujer.
-¿Es que no se fija en su manera de vestir?, mírelo, con una blusa negra, como los
insurgentes –insistía el hombre, quien sentía con aquél acto haber rescatado lo más ejemplar de la
justicia colombiana.
-Entonces, si ahora el hijo mío se enamora de una blusita tiene que pedirle permiso a
ustedes. No. Y sin saber también donde vivirán ustedes, hasta ahora es que aparecen por acá.
¿Sabe qué es lo que usted merece?, que yo vaya a buscar a su mando y acusarlos. Usted es el del
delito, porque ellos no lo mandaron. Lo voy a acusar pa’ que usted aprenda que los hijos valen,
no es nada más que cogerlos y matarlos en el camino como están ustedes enseñados –dijo María,
en defensa de su hijo y con el más puro amor de madre.
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El nuevo milenio comenzó para el corregimiento de San Pablo con la arremetida
paramilitar. No había pasado mucho tiempo desde que María había juntado unos pesitos para
comprar la casa en el pueblito, pero la llegada de tanto hombre armado hizo correr a todos. Días
antes había puesto a sus hijos mayores a hacer el bachillerato, ella siempre procuró enseñarles
cuán importante era el estudio. En la madrugada, María despertó a sus hijos, les dio un dinero que
tenía ahorrado para que escaparan a un lugar seguro. Si de algo estaba segura, era que no quería
enterrar a otro hijo. Luego de despedir a todos, María preparó a su niña pequeña y tomó el bus de
las 5:30 a.m. camino a Ocaña, la Provincia. Cuatro meses duró lavando y planchando para poder
ganar cinco mil pesos, dinero que tenía que dividir entre el arriendo, la comida y el colegio de
Susana, su niña pequeña.
-Sabe usted, creo que mi marido tenía razón cuando decía que nuestra vida debía ser
escrita en una novela, ¿no le parece? –dijo María riéndose, mientras la llamaba su hija desde la
puerta. -Yo creo que cada experiencia suya merece ser contada –le respondí.
***
Conocí Filo del Gringo, esa parte de la región del Catatumbo, cuando me desaparecieron
al hijo, Ernesto, me fui para allá a refugiarme –recuerda Carlos Rodríguez, un líder veterano que
guarda en su memoria el recuerdo de Ernesto. Su hijo se encontraba trabajando donde un vecino,
en La Vega de San Antonio, llegaron hombres armados y tomaron a toda la familia como rehenes
durante diez días, torturaron a unos muchachos y a un sobrino suyo que estaba trabajando junto
con Ernesto. Carlos sabía que a quien buscaban era a él, por lo que tuvo que huir hacia el
municipio del Tarra, solo, perseguido y sin su hogar. Buscó abogados por la injusta persecución
que estaba viviendo, pero el caso estaba tan dudoso que ni los abogados pudieron ayudarle por el
peligro que podían correr. Mucho camino y buscó ayuda, pero la captura le llegó pronto. Trece
horas de tortura previas a los momentos de encierro. Sacaron a don Carlos a las dos de la mañana
y en el río lo bajaron, por su mente solo pasaba una cosa, “hasta aquí vas a llegar”. A pesar de
que don Carlos pagó cuatro meses en la cárcel por el delito de asistir a movilizaciones que
permitieran el reconocimiento de sus derechos como campesinos, o como él mismo dice “como
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preso político, más no haber por hecho daño a nadie”, Ernesto, el hijo que le desaparecieron,
nunca regresó, al menos vivo.
El mismo año en que se aprobaría la nueva constitución, otro acontecimiento sacudiría a
la familia de Carlos. Jorge, otro de sus hijos, recuerda aquella tarde en que llegó a sus oídos la
masacre familiar que envolvería su historia. Una mañana de julio subí con Jorge hasta el
cementerio de La Vega, él quiso contarme la historia allá donde reposaban los cuerpos de sus
familiares. El camino al cementerio del pueblito era el antiguo camino de herradura, pero además
de eso, “el último camino que recorrían aquellos amigos, vecinos y familiares” –comenta Jorge,
mientras subimos la cuesta del lugar. Antes de entrar al lugar, Jorge me narra historias de La
Vega. Históricamente –cuenta el hombre- La Vega se llamó “El sincho”, el padre Carrascal lo
nombró así por las rocas que tenemos en frente. -“Eso era un sincho de tierra” –les decía el padre
en los sermones de la misa. Recuerda especialmente el rechinar de las bestias por las calles del
pueblito, sobre todo en días festivos cuando los campesinos bajaban de sus veredas. El
cementerio también fue construido por la misma comunidad –cuenta Jorge, intentando abrir paso
en el césped que, en algunas partes, intentaba llegar hasta mis rodillas. Buscamos las lápidas de
su familia, se encuentran todas juntas en memoria de los hechos. Dos hermanos de su padre,
Carlos, habían sido asesinados con motivos bastantes enredados. En el velorio de los muchachos,
llegaron los hombres uniformados a irrespetar a la familia de manera personal, el padre de Carlos
y los hermanos, indignados, solicitaron respetar el duelo que la familia estaba pasando. En un
momento álgido de la discusión, el uniformado quiso soltar una granada en el recinto donde
ocurría la velación, pero el padre de Carlos, que había estado prestando servicio militar, tomó el
arma del hombre y le disparó. Inmediatamente reaccionaron los demás uniformados, disparando
contra la familia de Carlos. Aquel día, se sumaron nueve muertos más al velorio en Mesa Rica.
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Crónica N°6. Esencia campesina
David Quintero, conocido por la comunidad como David tercero, fue un campesino activo
en los procesos sociales. Participó en las movilizaciones y Juntas de acción comunal, y ante todo,
“fue un padre que nos enseñó la importancia de ser campesinos” –comentan con nostalgia
Diomar y Jhonny, sus hijos. Ambos estaban muy pequeños cuando se enteraron que su padre,
luego del paro del nororiente, fue reprimido por su participación, mientras se encontraba en
Teorama, en la vereda La Cecilia. La persecución se veía venir –cuentan sus hijos- ya estaba
sucediendo con muchos líderes en la región. Aquella tarde, los uniformados se lo llevaron y no
volvimos a saber de él en un mes. Lo encontraron en un estado paupérrimo, inhumano,
deplorable, cerca a Convención. Esa noche, David le contó a su familia el infierno que había
vivido. Las torturas comenzaron en un palo de guayabo, lo colgaron de las manos y lo tomaron
como juego, lanzándolo de un lado a otro. Lo golpeaban con linterna en su rostro y le quemaban
cigarrillos en los brazos, alborotaban los hormigueros y hacían que lo picaran. Por las noches,
inclusive, David escuchaba el golpecito en el taque de petróleo donde lo tenían, mientras el
uniformado le gritaba: “Matetilo, ehh, Matetilo”. Mientras tanto, otro de los uniformados le
aconsejaba a David que no saliera, pues su muerte bien podía pasar como un intento de escape.
Luego de un mes, la esposa de David y su mamá, supieron de su paradero y fueron a exigir la
liberación. Lo liberaron con la condición de irse lejos del municipio. Así empezaron los
desplazamientos forzosos de la familia Quintero. Con nueve hijos, llegaron a Cúcuta a vender
dulces y cigarrillos fuera de la iglesia, por un año. Extrañando la vida en el campo y debido a las
condiciones que pasaron en la ciudad, regresaron al municipio del Tarra en el año 1989. Su vida
social volvió nuevamente a fortalecerse, siendo parte de las Juntas y organizaciones en la
veredas, hasta el año 2008, cuando la muerte se le atravesó. David fue asesinado, como Trino
Torres, y hasta hoy, sin saber quienes estuvieron detrás. Las voces de los líderes se silencian
porque reconocen el poder social de las comunidades.
La llegada paramilitar para las familias de Filo del Gringo, en el Tarra, es un
acontecimiento muy marcado en su historia. Los hermanos Quintero recuerdan la mañana en que
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los uniformados llegaron al pueblo. Ellos bajaban de su finca, en busca de sal, arriando las mulas
para cargarlas. Estaban a unos minutos de la entrada del pueblo cuando, a lo lejos, vieron a unos
hombres recostados en un árbol. Los hermanos pensaron que se trataba del ejército, más
descartaron la idea cuando los hombres apuntaron con sus fusiles y empezaron a dispararles. Se
escondieron detrás de las mulas hasta que alcanzaron la cerca, rompiendo con esta su ropa por la
presión del momento, y salieron corriendo por el potrero, cada quien por su lado. Diez horas más
tarde se encontraron en la finca, pensando que no volverían a verse. Luego de este encuentro,
dormían hasta “con las botas puestas” –comentan los hermanos, quienes recuerdan cómo salían
corriendo de sus fincas cada vez que se escuchaba que el grupo estaba cerca.
Días más tarde de mi encuentro con los hermanos Quintero, regresé a Filo del Gringo para
reunirme con el Comité de mujeres del pueblo. Ellas también recuerdan muy bien el período
paramilitar por la zozobra, las pérdidas materiales y humanas que tuvieron que enfrentar. El día
en que los hombres llegaron, el pueblo se vio envuelto en llamas, entraron a todas las casas y las
encendiaron. Desde el Tarra, podía verse la línea de humo negro que venía de Filo del Gringo.
Lucero, Esperanza y Gabriela, quienes fueron desterradas por esta ola de violencia, ahora
representan el liderazgo femenino del municipio, luchan con la palabra por sus familias y sus
comunidades. Madres, hermanas, hijas, y hasta maestras, son conscientes de los problemas que
rondan a los campesinos.
***
Lucía siempre se ha identificado como campesina, nació y se crió en el campo. Es una
mujer fuerte y luchadora, como toda mujer que siembra y cosecha. El día que la conocí supe que
uno de sus más grandes propósitos es defender el territorio que la vio nacer, crecer y tener a sus
retoños. Lo hace porque “ahí están sus raíces”, las tiene no solo desde su nacimiento, sino desde
el día en que sembró por primera vez. Las raíces de aquél árbol se enredaron con las suyas, lo
sintió en sus pies descalzos y llenos de tierra.
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Estudió en la escuela del Tarrita, en un salón donde estaban sus compañeritos de primero
a quinto. Llegó con ocho años a cursar primero y con grandes ansias de aprender a leer y a
escribir el mundo que habitaba. Cuando estaba más grandecita y necesitaba cursar su bachillerato,
ingresó a otro escuela, o mejor dicho, al colegio llamado Escuela San Juan Eudes. Sin embargo,
recuerda con gratitud a su profesor de primaria, al maestro Rafael, quien le enseñó a descubrir el
mundo con la lectura.
Sentadas en la oficina de Derechos Humanos del pueblito, con un ventilador de compañía
y su fiel disposición de brindarnos un poco de aire en medio del bochorno, Lucía narra, antes de
abrir la oficina, uno de los episodios más crueles no solo de su vida, sino de la historia de muchos
campesinos, hombres y mujeres del campo, que tuvieron que huir de sus tierras luego de la
arremetida paramilitar que abrió el nuevo siglo y que cobró vidas, y con ello, historias.
-“Fui amenazada telefónicamente” –cuenta Lucía con tono entrecortado. Sus ojos se
iluminan, mientras intenta continuar su relato. –“Yo trabajaba acá en la cooperativa. Sentí miedo,
tenía que hacerlo por la vida de mis hijos, de mi familia, y por mi propia vida” –me cuenta, con
los ojos a punto de llorar. La llegada de los paramilitares fue una de las experiencias más difíciles
de Lucía. Entre respiros cortados, narra cómo entraron al pueblito y comenzaron los homicidios.
Recuerda que iniciaron con el asesinato de un profesor, después, sucesivamente, a gente
conocida, amigos de la infancia, del colegio y del mismo barrio. Lucía sufrió un shock nervioso
que no le permitía dormir por las noches, y más aún después de la llamada. Fue cuestión de horas
para que saliera, sola, para la ciudad. Llegó a Cúcuta, lugar donde, según ella, “no se vive, se
sobrevive”. –“Tuve que empezar de cero, perdí mi hogar. Las cosas se fracturaron, fueron tres
años separada de mis hijos y mi esposo” –comenta. Cuando las cosas, aparentemente, se habían
calmado, Lucía regresó al pueblito que la vió crecer. –“Recuperé a mis hijos, formé de nuevo mi
hogar” –asegura, con una sonrisa.
Como Lucía, la mujer del campo ha tenido que vivir la parte más cruda de la violencia.
Isabel, de Vegas de Oriente en Teorama, tuvo que enterrar a su esposo y a su hijo de catorce
años. “El que da la vida, corre el peligro de que le quiten la vida que procreó” –afirma Isabel, con
valentía. A pesar de la muerte de su hijo, Isabel continuó trabajando con las comunidades de las
Juntas, ayudando a reconocer que la mujer tiene voz y grita dignidad por sus hijos, sus esposos y
sus familias.
163
Para Lucía, la esencia campesina está en la lucha, en la medida en que se enfrentan las
adversidades que la vida pone de frente en un territorio en disputa. El tiempo que Lucía vivió en
Cúcuta comprendió que ser campesino en la ciudad es motivo de discriminación, no de honor
como ella siempre pensó y como sus padres y abuelos se le hicieron saber desde niña. –“Ser
campesino es un honor y donde uno vaya es un honor” –reconoce Lucía, con la frente en alto. –
“No somos campesinos por llevar una machetilla y unas botas, el atuendo no nos hace ser
campesinos, en realidad, es sentirse uno campesino, es estar con él en todo momento, es llevar la
cultura. La educación que nos llevan, por ejemplo, es la misma de la ciudad, pero no se acomoda
a nuestras necesidades” –cuestiona Lucía. Para ella, y para muchos campesinos, los jóvenes
deben estudiar, pero volver a aportar al lugar que los vio nacer. Esa, afirma Lucía, es una de las
maneras de abrir campo, de crecer como lo hacen el maíz, el cacao, la caña y el café que aquí se
cultiva.
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Crónica N°7. Por la dignidad campesina
Para Camilo, nadie en las comunidades esperaba la llegada paramilitar. Se oían rumores
de que estaban en Córdoba o en el Urabá, pero en el Catatumbo, era un día común y corriente
para los campesinos, cuando llegaron por primera vez. Vecinos, amigos y familiares fueron
desterrados, mientras que otros, se encontraron directamente con la muerte. Camilo recuerda con
especial atención la muerte de su tío Fernando, una noche en el Aserrío. La gente se convencía de
que como “yo no debo nada, tú no me haces nada”, sin embargo, el grupo no tenía en cuenta esto
y asesinaban a quien se atravesara. Fernando iba camino al Tarra con otros dos amigos que
murieron con él y otro amigo y su hijo, quienes quedaron heridos. Luego de esta ola, las
comunidades retornaron a sus tierras, sin ninguna condición de seguridad. Aún el grupo
dominaba algunas zonas del territorio y hacían retenes en las cabeceras municipales, impidiendo
el paso de mercado y medicamentos. Las carreteras, intransitables por el miedo, se llenaban de
hojas. La escobilla que las mujeres del campo suelen cortar para barrer sus casas, abundaba al
lado de la carretera.
Allí empezaron los falsos positivos, o como realmente se les llama, “las ejecuciones
extrajudiciales”. Surgió desde el homicidio de los jóvenes de Soacha quienes, quince días
después de su desaparición, fueron encontrados en fosas comunes del Catatumbo. “Al menos
unos sesenta y cinco campesinos de nuestra región, fueron asesinados en estos mismos términos”
–comenta Camilo. Fueron muchos campesinos, entre ancianos y jóvenes. Camilo recuerda a un
anciano de 65 años llamado Alfonso Sánchez, lo asesinaron en San Jacinto, en la misma finca, y
lo escondieron entre la pila de fríjol que él mismo estaba cosechando. En Guaduas ocurrió lo
mismo con un tío suyo, mientras se encontraba en la madrugada en busca del ñeque, por las yucas
que se estaban comiendo, la muerte le llegó sin previo aviso, siendo una víctima más de las
ejecuciones extrajudiciales en el Catatumbo.
Camilo comenzó a ser parte de las Juntas y del Comité de Integración Social del
Catatumbo desde muy joven, participando desde sus inicios en el comité de jóvenes. Recuerda
165
con particularidad el paro nacional que tuvo su lugar en el año 2013. En él, los campesinos
tuvieron un papel importante. El pueblo del Catatumbo salió por Río de Oro hacia la ruta del sol.
Para Camilo, salir al paro es una fiesta de esperanza, de alegría, pues allí está el momento de
hacerse oír, de que el mundo sepa lo que ocurre en los pueblos colombianos.
-¡A parar para avanzar, viva el paro nacional! –cantaban en coro los tres mil campesinos
que salieron esa fecha, y aunque en varios puntos camino al Cesar los requisó el ejército y la
policía de carreteras, se mantuvieron firmes porque los motivos que tenían de salir, siempre
estuvieron bajo la palabra dignidad. Camilo recuerda el momento en que llegaron a Ayacucho, en
el Cesar. La policía les informó que el pueblo estaba atemorizado porque pensaban que los
marchantes venían a robar, por esa razón no les podían dar el paso. Al ver la situación, Camilo
salió al frente con varios campesinos, se dirigió a un general y le dijo que querían hablar con la
autoridad. El general se presentó y dijo que estaría dispuesto a escucharlo, con lo que no contaba
era que Camilo veía al pueblo como la autoridad y era con la comunidad con quien deseaba
hablar para aclarar la situación. Se pararon en el parque con un micrófono y empezaron a contar
los motivos de su llegada. Poco a poco la comunidad se fue acercando, salió el presidente de la
Asociación de Juntas y apoyó a los campesinos. Aquella noche pudieron quedarse en el pueblo,
los campesinos compartieron sus alimentos con la fuerza pública en un gesto de solidaridad,
porque es allí donde está la esencia campesina. Fue tal el recibimiento de la comunidad, que
lograron quedarse al menos tres días más.
Un año después, se desarrolló el nuevo paro. Víctor, fue en esta ocasión, partícipe de la
movilización. Hijo de Alfredo, de La Vega de San Antonio, heredó la conciencia social y política.
Solía acompañar a su padre a las reuniones de Junta y por ello, se unió al Comité de Integración
Social muy pronto. Recuerda el paro agrario del 2014 como uno de los más fuertes a nivel
nacional. Salieron de La Vega junto con campesinos de la Unión campesina de Ábrego. Al llegar
a La Playa de Belén, se encontraron con un retén que les impidió el paso vehicular, esto no los
detuvo y caminaron desde La Playa hasta Ocaña. Luego de caminar cerca de dos horas, volvieron
a colocar un reten para verificar antecedentes y requisar, en caso de llevar armas contundentes.
Sin embargo, las únicas armas que llevaban los campesinos eran su palabra y su machetilla,
símbolo de identidad. Al llegar a Ocaña –narra Víctor –se encontraron nuevamente impedidos,
porque habían dado la orden de que el campesinado no podía pasar caminando por las calles de la
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Provincia. Nuevamente, por dignidad, acordaron con los uniformados el paso como hecho de
reivindicación política y social del campesino. Fueron recibidos en Ocaña con gestos de
solidaridad por parte de las comunidades, en apoyo al campesino.
***
Rawing es un joven rapero, campesino y sujeto político en el Catatumbo. Desde muy
pequeño conoció por sus padres la historia del campesinado en la región. Debido al conflicto, no
tuvo la posibilidad de estudiar en el Tarra, municipio que lo vio crecer, porque el destierro llegó a
hacer presencia. Logró estudiar en el municipio de Ábrego, donde conoció la música. En el 2002
llegaron al centro de migraciones en Cúcuta, donde compartieron experiencias de destierro con
personas de otros lugares. Allí conoció a su primo Miguel, quien había llegado mucho antes al
lugar. Miguel le enseñó la música que hoy canta y disfruta con el alma: el rap. A través del rap
conoció la cultura del hip hop y el arte que a través de él se puede crear. Al regresar a la región,
Rawing compartió su gusto musical y nació en él la idea de crear un grupo de rap. Comenzó a
participar en talleres de jóvenes en Cúcuta con Juan, su tío.
Al poco tiempo, buscó culminar su bachillerato en el Colegio. Allí conoció a Melking, su
gran amigo y compañero de rap, comenzaron a creer letras contestarías y participaban
constantemente en eventos. La primera vez que cantaron juntos fue en el colegio, en un espacio
cultural donde premiarían a la mejor canción ecológica. Decidieron participar, así que escribieron
su primera canción, titulada “Tierra querida”. A partir de allí, comenzaron a participar en
diversos espacios, haciendo de sus canciones una forma de enseñar a sus gentes el orgullo de ser
campesinos, por medio de ritmos de rap mezclados con la música campesina por excelencia, la
carranga. Ambos son conscientes de que su música, siempre pretenderá mostrar al campesino y
su esencia luchadora.
Han compartido con otros grupos el espacio musical y de ahí han surgido canciones como
“Lucha como herencia”, disco creado con Motilonas rap, otras artistas de música rap del
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Catatumbo. Sus versos, son el reflejo de la identidad campesina del Catatumbo y de cada zona
del país:
Yo soy el campesino el que trabaja la tierra,
Aquel que busca paz pero siempre encuentra guerra.
El mismo que el domingo llega de allá de la sierra,
Hasta el pueblo más cercano donde el desespero aterra.
Yo soy el campesino consciente de la realidad,
El que labra su destino, siembra vida y hermandad,
El que sigue su camino en busca de la libertad,
El que desafía al destino buscando la dignidad.
Los Reyes Magos, conformado por Rawing, Melking y Mente Fría, nacieron en Filo del
Gringo. Allí comenzaron a hacer rap, teatro, pintura y demás manifestaciones culturales, por
parte del colectivo de jóvenes. Recuerdan con especial atención uno de los eventos de la Cumbre
Agraria, Étnica y Popular en Bogotá, donde tuvieron la primera presentación fuera de la región.
“Allí buscamos el reconocimiento social y dimos cuenta de que el CISCA tenía representación
cultural a través del rap campesino” –afirma Rawing. Ese día cantaron “Héroe maldito” y
“Catatumbo”. Sus canciones, su hip hop, siempre con un horizonte claro: “hacer con otros” –
cuenta Rawing. Las canciones con las que participamos en los festivales procuran mantener la
esencia campesina –cuenta el joven rapero- y a su vez, es un vehículo de la memoria de toda la
resistencia del campesinado en el Catatumbo.
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La Universidad Distrital Francisco José de Caldas no se hará responsable
de las ideas expuestas por el graduando en el trabajo de grado.
Artículo 117, Capítulo 5, Acuerdo 029.