14
El sabio y melancólico Rogerio : interpretación de un personaje de Tirso por Ignacio ARELLANO (Universidad de Navarra) Siendo E¿ HeZanc.6ZA.to "una de las más bellas e intere- santes comedias" de Tirso (1), apenas ha sido estudiada con el detalle que se merece (2). Máxime si se tiene en cuen- (1) Blanca de los Ríos, " Introducción" a su edición de Obras dramáti- cas completas de Tirso, Madrid, Aguilar, 1969, t. I, p. 107. (2) Recientemente Ángela Hualde ha prestado un buen servicio a El Me- lancólico preparando su edición crítica (tesis de licenciatura dirigi- da por el Dr. Jesús Cañedo en el Departamento de Literatura de la Uni- versidad de Navarra, 1983). Cito por su texto, aunque para facilitar la consulta indico también la paginación según la citada edición de B. de los Ríos. Los pocos estudios sobre esta comedia se suelen ocupar preferentemente de su relación con Esto si que es negociar : véanse G. Wade, Tirso's self Plagiarism in Plot, en Hispanic Review, IV, 1936, pp. 55-65; Lentzen, Tirso de Molina "Esto si que es negociar" ais 'refundición' von "El Melancólico",en Germanisch-Romanische Monatsschrift,

El sabio y melancólico Rogerio: interpretación de un ... · la calidad psicológica de una obra que analiza un caso de carácter melancólico, el de Rogerio, visto como un senti-mental

Embed Size (px)

Citation preview

El sabio y melancólico Rogerio :

interpretación de un personaje de Tirso

por Ignacio ARELLANO

(Universidad de Navarra)

Siendo E¿ HeZanc.6ZA.to "una de las más bellas e intere-santes comedias" de Tirso (1), apenas ha sido estudiadacon el detalle que se merece (2). Máxime si se tiene en cuen-

(1) Blanca de los Ríos, " Introducción" a su edición de Obras dramáti-cas completas de Tirso, Madrid, Aguilar, 1969, t. I, p. 107.

(2) Recientemente Ángela Hualde ha prestado un buen servicio a El Me-lancólico preparando su edición crítica (tesis de licenciatura dirigi-da por el Dr. Jesús Cañedo en el Departamento de Literatura de la Uni-versidad de Navarra, 1983). Cito por su texto, aunque para facilitarla consulta indico también la paginación según la citada edición deB. de los Ríos. Los pocos estudios sobre esta comedia se suelen ocuparpreferentemente de su relación con Esto si que es negociar : véanseG. Wade, Tirso's self Plagiarism in Plot, en Hispanic Review, IV, 1936,pp. 55-65; Lentzen, Tirso de Molina "Esto si que es negociar" ais'refundición' von "El Melancólico",en Germanisch-Romanische Monatsschrift,

Ignacio ARELLANO Criticón, 25, 1984

ta que es uno de., los argumentos claves aducidos para apoyarla ya tópica idea de un TÍTTSO creador de caracteres •( 3 ),al ser considerada es ta obra, generalmente, como estudiopsicológico de Rogerio. Son frecuentes, cuando se t r a t a deEí MzLa.néSLLcp ) n c a l i f i cac iones del- t ipo "comedia de carácter"(4),"comedia psicológica" (5') de"a í t o ' valor:- psicológico" (6) ,donde se revela "el Tirso psicólogo" , o "excellent dramaof character" (8) .

Dada la escasez ( inexis tencia para muchos estudio-sos) de es ta especie dramática ( la comedia psicológica ode caracteres) en e l t e a t r o barroco español, parece necesa-rio ca l ib ra r es te aspecto en El Uzlanc.6U.co, procediendo aun aná l i s i s más demorado del protagonista (e l supuesto ca-r ác t e r ) , que puede apor ta r , creo, valiosos datos en estesentido.

El t í t u l o de la comedia es en gran parte el respon-sable de los ju i c ios mencionados y otros análogos, al orien-tar la valoración de los estudiosos (9) , si tuándola en e l

XVII, 1967, pp. I5<t-166; Heiple, Tirso's "Esto si que es negociar"and the Marriage Negotiation of1623, en Bulletin of the Comediantes,XXXIV, núm. 2, 1982, pp. 189-199. Otros trabajos sobre El Melancólicose irán citando más abajo.(3) Para Menéndez Pelayo (Calderón y su teatro,en Obras completas, ed.nacional, tomo VIII, p. 80), sólo ante Shakespeare cede Tirso como crea-dor de caracteres; según B. de los Ríos, "sin Tirso, el teatro queda-ría [ . . .] falto de su más al ta virtud, su gran desarrollo psicológico"("Introducción" c i t . , p . 54).

(i») Blanca de los Ríos, "Preámbulo" a la comedia, en su edición c i t . ,I, p . 209; Cotarelo, en Comedias de Tirso de Molina, I I , Nueva Biblio-teca de Autores Españoles, tomo 9, p. XXVIII.(5) Blanca de los Ríos, ibíd. ; Várela Jácome, en el "Prólogo" a su edi-ción de la comedia, Madrid, Aguilar, 1967, p. 18.(6) Blanca de los Ríos, id . , p. 207.(7) Blanca de los Ríos, id . , p. 107.(8) Margaret Wilson, Tirso's "El Melancólico" and "Esto si que es ne-gociar",en Studies in Honor of Ruth Lee Kennedy, Chapell Hill, 1977,pp. 169-176 (cita en p. 169).

(9) Para Várela ("Prólogo" c i t . , p. 27) "lo primero que nos sorprende

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO

terreno de l a s t e o r í a s de l o s humores y sus corresponden-c i a s carac tero lóg i cas . De ahí sue le conc lu irse afirmandola cal idad p s i c o l ó g i c a de una obra que anal iza un caso decarácter melancól ico, e l de Rogerio, v i s t o como un s e n t i -mental prerromántico e in trover t ido (10) o un i n t e l e c t u a lneurótico ( 1 1 ) .

Recuérdese, brevemente, que Rogerio (supuesto h i j ode Pinardo, noble anciano ret irado a sus poses iones rura-l e s ) es un joven sabio y enemigo de amoríos. Cae s i n embar-go súbitamente enamorado de l a pastora Leonisa, j u s t o an-tes de descubrirse que es h i j o natural del Duque de Breta-ña, e l cual ha decidido reconocerlo y hacerlo su herede-ro. Rogerio marcha a la c o r t e , y la separación de Leonisal e produce una gran t r i s t e z a , de d i f í c i l so luc ión , ya quela d i s tanc ia entre un duque y una pastora hace inv iab letoda re lac ión amorosa l í c i t a , única que admite Rogerio.Su melancolía termina a l reve larse que Leonisa es en rea-l idad sobrina del Duque (h i ja natural de un t í o de Roge-r io) , y por tanto podrá ce lebrarse la boda tópica que f i -nal iza la comedia.

Los dos rasgos que parecen d e f i n i r a Rogerio, yque formarían e l núcleo de su "personalidad compleja", sonl a sabiduría y l a melancolía. Al comienzo se nos presentacomo ¿ab¿o, de gran entendimiento y voluntad muy óeca y (¡Axo,r e c a l c i t r a n t e a l amor, l o que l e reprochan Leonisa y Pinar-do :

en la comedia tirsiana es el t í tu lo " . Pero no es tan extraño : re-cuérdese que Lope escribió El príncipe melancólico y Gaspar de AguilarLa gitana melancólica, por ejemplo. Según M. Wilson "already in thet i t l e of The Helancholic there is évidence of an interest in charac-ter" (Tirso de Molina, Boston, Twayne, 1977, p. 74). Sin embargo, apropósito de La gitana melancólica de Aguilar, por ejemplo, donde Ire-ne cae en melancolía por creer que su amado Numa ha muerto, en unasituación análoga a la de Rogerio, nunca se ha hablado, que yo sepa,de 'comedia de carácter1 . Parece haber en torno a Tirso de Molina de-terminadas ideas preconcebidas.

(10) Várela Jácome, ob. c i t . , p. 27 y pp. 15-16.

(11) Blanca de los Ríos, "Introducción" c i t . , p. 46.

Ignacio ARELLANO Criticón, 25, 1984

E¿e RogesUo, aquuí hombre..Que ¿¿ene e¿ ahna de. ld

dudtñoio, pKuumLdo,con óabeA toda& ¿a¿ clznclou,,¿gnoia ¿ai deJL amoK [...].

(I, w. I37-/38 y 145-147, p . 222)

Aunque tan iab-io tí bisunto,voluntad y tntejrutimLtntocomponen un nombre todo.

y pauto que. ¿ta vesidadque. al &ntínícniento debe*¿ai £e¿/ia¿ con que tí atizvua cualqwLzua. ¿acuitad,no 6Í que. ¿a voluntaden nombre -te constituya,puu te tan itca ¿a tuya [...].

( I , vu . 3 2 2 - 3 3 / , p . 224) ( 1 2 )

Durante el primer acto no se habla nunca de mílanco-¿La.. No obstante, es cierto que la sequedad y frialdad, men-cionadas o aludidas constantemente, son rasgos del caráctermelancólico, al cual pertenecen la mayoría de los sabios,según indica Huarte de San Juan (13), cuyo Examen de Ingznloiha sido relacionado con el "estudio psicológico" de Rogerio,en apoyo de la dimensión caracterológica de la comedia (14):

(12) Para otras varias referencias a estos rasgos de Rogerio, véanselas p. 22<+, 227, 228 de la edición de B. de los Ríos.

(13) "En los cuatro humores que tenemos ninguno hay tan frío y secocomo la melancolía, y todos cuantos hombres señalados en letras ha ha-bido en el mundo [...] fueron melancólicos" (manejo una edición de Ma-drid, 18t6, p. 84). 0 "entre los brutos animales, dice Aristóteles,aquellos son más prudentes que en su temperamento tienen más frialdady sequedad" (id., p. 83).

(14) H. Wilson, art. cit., p. 171. Véase también para este punto CyrilJones, Tirso de Molina's "El Melancólico" and Cervantes'"El licencia-do Vidriera" : a Common Lirik in Buarte's "Examen de Ingenios" ?, enStudia Ibérica. Festschrift für Bans Flasche, éd. K-H. Kôrner y K.Rühl,Bern, 1973. Podría estudiarse si Rogerio es un "carácter" dramáticoo no, prescindiendo de las teorías psicológicas de los humores. Aquí

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO

Mi ncUunz ¿i ont sequedad and ¿eem¿ ¿nde&d to 6e.conceÁved in tinz uiith Juan HuaAtz'i Examen de Ingenios[...] had to iay abouX min o$ that hmowi.

Sería muy revelador el hecho de que Tirso se insp i -rase en el l ib ro de Huarte, ya que c e r t i f i c a r í a una inten-ción clara de rea l i za r un estudio psicológico coherente,t a l como se podía entender desde teor ías y conceptos coe-táneos. Ahora bien, no parece necesario r ecur r i r a la in -fluencia d i rec ta de una obra especializada como el Examende. InQ<LrU.o¿, ya que la ligazón de melancolía-sequedad/sabi-duría , y otras ideas sobre e l sabio (15), que aparecenen El UeZanc.6U.co, son frecuentes en la Biblia y muchos auto-res antiguos (16), y moneda de uso común en el s ig lo XVII(17).

Por otro lado el sentido del Examen es inapl icableen su conjunto a la comedia. El personaje de Rogerio sedesvía pronto del terreno de Huarte de San Juan y no puedeser analizado sobre sus teor ías Í18).

me ocupo del personaje en relación a esas teorías, que han servido depauta al análisis de diversos estudiosos, no sin motivo, ya que eviden-temente la melancolía hace referencia a esos conceptos.

(15) Por ejemplo el tener un "ramo de locura" : según el Duque "Todamelancolía/ingeniosa, es un ramo de manía" (II,vv.l0U-105,p.23H), y"no hay sabio que un poco/si a Platón damos fe, no toque en loco"(II,vv.l06-107,p.23t), tópico que recoge, entre otros,Gracián en El Criti-cón, atribuyendo a Séneca el dicho "no hay entendimiento grande sinvena [de locura]"(ed. de Romera, Philadelphia, University of Pensyl-vania Press, 1938-1940, tomo II, p.374, y nota 97 de Romera donde ci-ta el texto pertinente de Séneca "nullum magriúm ingenium sine mixturadementiae fuit").

(16) Bien en el sentido de ser sabio por melancólico o de ser melan-cólico por sabio. Véase Eclesiastés, VII, 5 "Cor sapientium ubi t r i s -t i t ia est et cor stultorum ubi laetitia"; Aristóteles señala que losmelancólicos son de claro ingenio. Para estos puntos y más testimo-nios, véase Schalk, Melancholie in Theater von Tirso de Molina,en Ideenund Formen. Festschrift für S. Friedrich, Frankfurt am Main, Kloster-mann, 1965, pp. 215-238.

(17) Véanse los textos de Gracián en El Criticón ("¿ Quién vio jamáscontento a un sabio, cuando fue siempre la melancolía manjar de d i s -cretos ?", éd. c i t . , tomo I I I , p. 292 y notas de Romera en las pági-nas 292-293) y e l a r t í cu lo citado de Schalk.

(18) Pinardo, por ejemplo, opone la sequedad a la sabiduría de Rogé-

10 Ignacio ARELLANO . Criticón, 25, 1984

Explica Huarte que cada persona es apta para unacienc ia y no o t r a s (19) . Su propósi to es examinar qué c ien-cia corresponde a cada ingenio con e l f in de conformar lostalentos a los estudios pa r t i cu la res y evi tar eleccioneserróneas, ya que todos deben ocuparse en aquello para loque están más capacitados. El sabio puede ser lo en una ma-t e r i a , no en var ias . Rogerio, en cambio, se ocupa en mu-chas "cosas diversas" ( I , v. 182, p. 222); hábil en todas,domina varias a r tes y c iencias (poesía, esgrima, música,as t ro logía , p in tura , f i l o so f í a , a r q u i t e c t u r a . . . ) pertene-cientes tanto al campo del Q.ntzndün¿e.nXo como al de la ÁMOQÁ.-naXisja, que Huarte considera dif íci lmente compatibles (20).

Quiero dec i r , en. suma, que Rogerio no está conce-bido sobre el t ipo de sabio que estudia Huarte, sino sobreel del cortesano, t a l como lo f i j a Cast ígl ione. Su r e t r a t o(que inicialmente s í podría in sc r ib i r se en las t eor ías delos humores y apt i tudes expuestas en el Examen) se configu-ra a l cabo como un verdadero modelo de cortesano, "fénixen l a s armas y en l a s l e t r a s " ( I , v. 143 y 144, p. 222),educado por Pinardo (21) en " l e t r a s , armas, cor tes ía" ( I ,v. 986, p . 233). Sus sabidurías siguen de cerca las que,según Cast igl ione (22), se requieren en el buen cortesano;

rio y no lo considera hombre completo mientras no temple su voluntadseca con la emoción amorosa. Para Huarte y la teoría psicológica delos humores, la sequedad es un rasgo del carácter melancólico y favo-rece el entendimiento.

(19) "Se había de establecer una ley : que [...] cada uno ejercitasesólo aquel arte para el que tenía talento natural y dejase los demás"(éd. c i t . , p. XXXIII).

(20) "Donde hay mucho entendimiento, forzosamente ha de haber faltade imaginativa"(éd. c i t . , p. 123). Al entendimiento pertenece la filo-sofía, a la imaginativa la poesía o la música

(21) Pinardo explicita su intención de educar a Rogerio como un per-fecto cortesano, "porque en el palacio es llano/que gradúa el menos-precio/ al más docto por más necio/ si es sabio y no es cortesano"(I, vv. 401-404, p. 225).

(22) Véase El Cortesano : en el libro I sobre todo trata de la habili-dad con las armas (cap. IV), elocuencia (caps. VII, VIII), música(cap. X), y pintura (cap. XI). Habilidades de Rogerio como la esgrima,

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO 11

le falta (23) el amor, que es otra condición necesaria, co-mo se lee en el tratado del italiano, y por eso Pinardo selo exige antes de enviarlo a palacio.

Muy contrariamente al pretendido rechazo de corteque según la mayoría de estudiosos es componente básico desu personalidad, se insiste a menudo en sus deseos de ira la corte. Los declara el mismo Rogerio :

¿ Qiít aguaAdaí, pacbií, e« Ltzva/une,a la conte. ?

( I , vv. 315-316, p. 224)

Y Pinardo al Duque

[...] di ¿ueMe. 6& ¿ncLLnaa. iZAvitioi en la conte,qui impohXu.no cada. dXami tiblzza à i

I l , vv. S36-S39, p. 230),

a lo que el Duque responde

Hoy, RoQHfU.0, izgún uto\MMtna upzAanza u cumptida.

I I , vv. S47-U&, p. 230);

y concluye Pinardo :

Gna.cA.ai a V¿o¿ que. cumptidai,hijo, vu tuÁ tApiKanzoA.

I I , vv. 984-985, p . 233}

No se trata, como se ve, del paradigma de melancólico sabio embebecido en tareas intelectuales (24); la rela-

pintura o música no apuntan al sabio reflexivo que se quiere ver enél, sino al hombre de corte.

(23) "Tratando esta noche pasada de las condiciones que se requierenen el cortesano, todos determinamos que había de ser enamorado" (ElCortesano, libro IV, cap. V). La falta del amor es relativa en Roge-rio : en realidad no se niega a amar, sino a amar a las rústicas cam-pesinas de su entorno. Pronto se enamora, de todos modos.

(2t) El mismo elogiado entendimiento de Rogerio se trata con ciertaironía y ambigüedad. Leonisa insiste repetidamente en sus defectos deentendimiento :

12 Ignacio ARELLANO Criticón, 25, 1984

ción de Rogerio con las teorías de los humores es sólo unpunto de partida que progresivamente se debilita (25) yque no debiera marcar de modo decisivo su análisis poste-rior, provocando valoraciones que olvidan los contextos ylo presentan como un reflexivo transplantado del campo ala ciudad, que "añora en la corte la 'áurea mediocri tas"( 26 )y que, cargado de neuróticos escrúpulos intelectuales, re-cibe "como una desventura y hasta como una humillación suencumbramiento" y "se resiste a heredar un Estado por te-mor a que le tengan por necio" (27).

Tales interpretaciones arrancan de una visión par-cial que ignora la perspectiva instaurada por el persona-je-locutor y sus relaciones con los demás personajes enel desarrollo de la acción. Rogerio, ciertamente, elogiael campo y la nobleza personal frente a la heredada, recha-za el encumbramiento (porque "A pocos poderosos / he oidocelebrar por ingeniosos", II, vv. 93-94, p. 234), y está

ambicio*o do. (¡ama y di giandzzano htxedada., adquAJUda,con noble, ¿ng&nio y &itudloia vida,que. ¿imVux mói tu peMonat nobtíza.

(II, vv. 79-82, p. 234)

Pero esto lo dice ante el Duque cuando éste le pide ex-plicaciones de su tristeza, y no puede confesarle que seha enamorado de una vulgar pastora. Acto seguido, en un so-liloquio clave, ya sin necesidad de disimulo, confiesa quela verdadera razón de su melancolía es la separación deLeonisa, y desautoriza el precedente discurso ante el Duque,que no reflejaba sus motivos reales :

ROGERIO Los ojos ¿ cuándo mintieron ?LEONISA Cuando no los vige el alma

ni alumbra el entendimiento. ( III,vi>. 5? 4-576^.257)

ROGERIO ¿ Pues quién ?LEONISA El entendimiento (IIIivv.741-?42,p.261)

(25) Es elemento existente, sin duda, pero sin determinar el retratodel personaje.

(26) Várela Jácorae, "Prólogo" c i t . , p. 15 y p. 20.

(27) Blanca de los Ríos, ed. c i t . , p. t6, 208, 212.

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO 13

Tocio uto u, Lzonlia mía,con ioííiticM nazonu,boicot nzciai ocat>¿onupana mi mzla.nc.otia.Si yo no te. vWw. et dJLaque. pvulí. mi tihwtad,¿ue/ia uta pKo&pvUdadet cotmo de. mi cont&nto.

(II , vv. J8Í-J95, p. 235)

Analizar el carácter de Rogerio por esas "sof ís t i -cas razones" (consideradas erróneamente como manifestaciónde su psicología melancólica) lleva a una visión deforma-da del personaje y de toda la obra. La melancolía en Et Me-lancótico no surge de complejas actitudes internas, suma delrechazo de corte y "desarraigo existencial" (28), sino deuna pena amorosa concreta y precisa (29). Todas las demáscomplejidades son excusas de Rogerio que provocan la confu-sión de los otros.

El análisis de la sabiduría de Rogerio permitíaenfocarlo, me parece, desde el punto de vista del cortesa-no-galán mejor que desde el punto de vista del sabio intro-vertido. Convendría acercarse ahora más en detalle a su me-lancolía.

El término tiene en la época varios sentidos rela-cionados, pero distinguibles con claridad (30) :

(28) Como escribe Várela, "Prólogo", p. 16.

(29) Várela y M. Wilson señalan al paso esta motivación, pero, extra-ñamente, no insisten en su valor fundamental para el análisis de Roge-rio.

(30) Véase el Tesoro de la lengua castellana de Covarrubias : definela melancolía como "Enfermedad conocida y pasión muy ordinaria, dondehay poco contento y gusto [ . . . ] . Suélenla definir en esta forma : Me-lanaholia est mentis alienatio ex atvábile nata cwn moestitia metu-que coniuncta. Pero no cualquiera tristeza se puede llamar melancolíaen este rigor; aunque decimos estar uno melancólico cuando está t r i s -te y pensativo de alguna cosa que le da pesadumbre". 0 el Diccionariode Autoridades : "uno de los cuatro humores del cuerpo humano [ . . . ] .Significa también tristeza grande y permanente procedida de humor

14 Ignacio ARELLANO Critican, 25, 1984

a) uno de los cuatro humores (flema, sangre, cale-ra y melancolía) que forman la complexión humana;

b) carácter general de una persona en la que predo-mina el homor melancólico, sin implicaciones patológicas;

c) en sentido médico, técnico, una tristeza espe-cial, más bien orgánica o constitutiva, que no tiene cau-sas exteriores concretas. Es motivo frecuente en el teatrobarroco. Diversos textos de Lope y Calderón, por ejemploOl),recogen este sentido, distinguiendo cuidadosamente la tris-teza de la melancolía, y no faltan testimonios del propioTirso, aficionado al tema, según indica Schalk (32), quedefinen esta melancolía endógena, genotípica, como en La H-in-(¡a del cielo (33) :

Siempfie. la melancotíaei t^ecXo natuAaly dude, et principio ma¿qtie con ¿a ¿angiz ie. cUa.

[Ed. kQuÁtaJL, e ¿ t . , p . 94!)

melancólico que domina y hace que el que la padece no halle gusto nidiversión en cosa alguna". Numerosos testimonios de todos estos sen-tidos se hallan en los análisis de estados anímicos del Epistolariode Santa Teresa (edición de Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos,1959, tomo III, p. 203, 363, 679...).

(31) Lope al duque de Sessa : "la diferencia délias [tristezas] a lamelancolía es que las unas nacen de los sucesos y las otras de la fal-ta de la salud y la influencia del cielo" (cit. por Schalk, art. cit.,p. 227); Calderón : "Toda melancolía / nace sin ocasión, y así es lamía,/ que aquesta distinción naturaleza / dio a la melancolía y latristeza" (ífo hay cosa como callar, en Obras complétas. Comedias,ed. Valbuena Briones, Madrid, Aguilar, 1973, p. 1013); o "Melancolíay tristeza / los físicos dividieron / en que la tristeza es / causa-da de un mal suceso / pero la melancolía / de natural sentimiento"(£os cabellos de Abealón, en Obras completas. Dramas, ed. ValbuenaBriones, Madrid, Aguilar, 1959, p. 672).

(32) Art. cit., pássim.

(33) Sancho San Román, La medicina y los médicos en la obra de Tirsode Molina, Salamanca, Universidad, 1960, p. 39.

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO 15

Debemos determinar pues en qué sentido es melancó-lico Rogerio, y hasta qué punto el estudio psicoldgico deesa melancolía constituye el objetivo de Tirso en la pie-za.

i Está afectado de t r is teza o de una verdadera me-lancolía enraizada en su constitución ? ¿ Puede considerar-se ejemplo extremo de carácter melancólico según las teo-rías médico-psicológicas de los humores ?

A mi juicio sucede que, en la comedia, ya desde elt í tu lo , los términos mtíanaStica, metancoLía., son plurisignifi-cativos, y será, por tanto, arriesgado interpretarlos uni-dimensionalmente.

a) En e l a c t o I l o s r a s g o s de 6e.co y ^fcCo y &ab¿0apuntan al carácter melancólico, carente en principio dedimensiones patológicas. Se t ra ta de una tendencia carac-terológica dibujada sobre ideas comunes, y que parece ser-vir a la verosimilitud de la posterior melancolía, hacién-dola más creíble (34) al resto de los personajes, y permi-tiendo mantener el juego de las apariencias / realidades(causas fingidas / verdaderas) en los dos actos siguientes.Es s ignif icat ivo que en todo este primer acto no aparezcanunca el término mzlancoLüi.

b) El término meZanCOtca se usa a part i r del acto II,tras la separación de Rogerio y Leonisa, y responde a es-ta causa. No se trata de una verdadera melancolía constitu-tiva, sino de thÁ&ttza.. El espectador o lector lo sabe, puesconoce los motivos que la han provocado.

c) Sin embargo, para los demás personajes de la co-media, que rodean al protagonista, el estado de ánimo deRogerio es incomprensible y lo interpretan como un caso pa-tológico : es decir, para el Duque y la Corte, Rogerio pa-dece una estr ic ta melancolía. Se llega incluso a pensar enun hechizamiento (35).

(34) Lo cual permite mantener el clima de enredo : el Duque acepta confacilidad la melancolía de Rogerio considerándola cosa explicable enun sabio de su condición y no investiga más. En cambio la celosa Cle-mencia resultará más desconfiada (véase II, vv. 173-187, p. 235).

(35) No pueden concebir que Rogerio, recién ascendido a la grandezade duque, esté melancólico : es inexplicable salvo que se piense en

16 Ignacio ARELLANO Ciiticdn, 25, 1984

En el desenlace se hará patente que la enfermedadno es t a l . Basta para cura r la que Rogerio consiga a Leo-nisa . La posibi l idad de matrimonio la descubre pronto elespectador avisado,s i repara en los datos que anuncian e lorigen noble de la supuesta pastora (36) . Como señala Mau-rel :

Tout conaouSU à ¿CUA<¿ dz toJU peA&onnagib ce qa'-UU•iont en &oúX eX qu'ÂÂ& ¿gnoiznt. Ma¿& tí ¿pzctateun. iaitdéjà, ou. a pu dev-óiet -ian& pziniz la ia¿&on de 6¿ fceuA.eu-óe4 coZncMzncu [...] i e pubtic. de ttouvz donc UUL á.t'aitfeu/i pan. ta compticUXÍ d'un ¿ec/te-t paKta^i. (37)

Le"melancolía" de Rogerio se produce porque ignorala verdadera condición noble de Leonisa y considera imposi-ble su amor : se sustenta en un motivo (una var iante de la'ocul tación de personalidad1) t í p i co de la comedia de enre-do (38), y sólo puede durar lo que los lances del enredolo permitan.

Pudiera concluirse que Rogerio no es tan melancóli-co como parece. Simplemente está t r i s t e . El t i t u l o de lacomedia responde a la perspect iva de los o t ros personajes,más que a la del espectador o del dramaturgo. En mi opiniónre sa l t a más e l juego de las f icciones que la intención deun estudio caracterológico . Podría ap l ica rse a Et HJÓt

una enfermedad. Rogerio no puede confesar un amor degradante con unapastora y disimula aceptando la explicación que hallan los demás.

(36) Ho sólo en su caracterización general y su modo platónico de sen-t i r el amor, sino en las claras alusiones de Pinardo : el padre de Leo-nisa es, por ejemplo, un extranjero de identidad desconocida, que, aun-que pobre, "parece / que desmintiendo su prudencia engaños / algdn va-lor oculto le ennoblece" (II, vv. 615-617, p. 2U1).

(37) L'univers dramatique de Tirso de Molina, Poitiers, Université, 1971,pp. 396-397.(38) Como comedia de enredo la clasifica Pilar Palomo en su ediciónde la Biblioteca de Autores Españoles, temo 2t2 (Obrae de Tirso de Mo-lina), Para algunos aspectos desde esta perspectiva, véase E. Calde-ra, Un motivo delle comedie de enredo : l'elaborazione di "El Melan-cólico", en Studi tireiani (varios), Milán, 1958, pp. 93-110.

EL SABIO Y MELANCÓLICO ROGERIO 17

lo que Maurel escr ibe (39) acerca de E¿ v eAgonzoiO en Pala.cJ.0.En esta l ínea valora t iva puede r e s u l t a r s ign i f i ca t ivo e laná l i s i s de algún pasaje anfibolo'gico (40) que viene s ien-do in terpre tado por la c r í t i c a en e l sent ido psicológico,pero que conviene r e i n t e r p r e t a r en e l sent ido del enredo.Sirva de ejemplo la explicación que da Rogerio en el episo-dio de la caza :

Vo ¿maglnípoi uto* mon-te* agola,pvio m¿ mat empcoia,todo ha dado en a£LLg¿mí.VoZvmonoi 4-t e¿ itAvidovujtitna altzza, gnan ¿eMo>i,qu.i como uta en ¿o intvdLoKmi. mal, dl&paAate. ha ¿¿do.

( I I , w . 10Z9-1056, p. 24S)

Cuando Rogerio menciona su JÜntQJÜMK, los demás pien-san que se r e f i e r e a su enfermedad anímica; también Varela141)lo in te rp re ta en sent ido análogo. Pero Rogerio es tá hablan-do de su amor : s i no ha l la a l i v i o en la caza es porque haencontrado juntos a Leonisa y F i l i p o . El discurso de Roge-r io hace alusiones concretas a sucesos externos . Lo Í t L

(39) "Dans une telle perspective le débat né de la timidité de Mirenoet des hardiesses de Magdalena ne peut être jugé comme un simple con-fl i t psychologique [ ] . Nous refusons l'opinion commune qui fait deEX vergonzoso en Palacio une comédie de caractères [ . . . ] . La'vergüen-za' de Mireno [...] n'est qu'un moyen dramatique" (ob. c i t . , p. 397).

(40) No hay que poner de relieve el conocido gusto barroco por la an-fibología, el juego dildgico y los dobles sentidos, en situaciones ypalabras. Ya recuerda Lope que "siempre el hablar equívoco ha tenido /y aquella incertidumbre anfibológica / gran lugar en el vulgo" (Artenuevo de hacer comedias, vv. 323-325). Cuando Hartzenbusch (TeatroEscogido de Tirso, tomo IX, Madrid, Yenes, 1941, p. 331) habla de"aquel Rogerio tan grave, tan misterioso", o Blanca de los Ríos (ed.ci t . , p. 207) del "enigmático Rogerio" están evocando una calificaciónde Enrique (III, v. 395, p. 25t : " ¡Oh enigmático Rogerio !"), perodándole un sentido que no tiene en el texto : Enrique simplemente serefiere a que Rogerio habla "por enigmas", esto es, por adivinanzas :se trata de otro recurso del lenguaje ingenioso.

(41) "Prólogo" c i t . , p. 27.

18. Ignacio ARELLANO Criticón, 25, 1984

término que usa equívocamente, se ha interpretado como re-ferencia a la constitución melancólica, pero se refiere asus sentimientos amorosos. Es un gusto por la anfibologíaparecido al que funciona en el pasaje en que Pinardo inte-rroga a Rogerio sobre su enfermedad :

PíNARPO ¿ Pe qui procede utz maltan Iti ?

ROGERIO Vo CAZOque u, concomí a lo que. veo,icono de gota zoKal.

( I I , w. 1005-IOOi, p. 24?)

Pinardo se da por satisfecho con esta respuesta.Rogerio sin embargo, ha usado dilógicamente los términos :no se refiere a una "enfermedad que por ser como gota quecae sobre el corazón le dieron este nombre" (Covarrubias,Teóü-to de ¿a tznQua) • alude al collar de corales de Leonisaque ha visto en poder de Filipo y ha provocado sus celos.Es un caso típico de doble sentido conceptista al que tanaficionado es el barroco y que sirve de cimiento a toda lacomedia.

La melancolía de Rogerio es, en resumen, más que unadescripción caracterologica, un resorte dramático que nacedel desarrollo de la acción y ayuda a conducirla, y que seapoya (reforzándolo a su vez) en el clima de enredo quecontrapone la realidad y la apariencia y establece el jue-go ingenioso de la ficción teatral.

La clasificación de B¿ MzZancótLco como comedia decarácter es a mi juicio muy arriesgada. No parece habermotivos fundados para afirmar la complejidad interior deRogerio. La comedia resulta mucho más asediable desde laperspectiva del juego del enredo y la anfibología de pala-bras y situaciones.