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1 CRÓNICAS EN TIEMPOS DE P ANDEMIA Rosa Emma Monfasani El segundo año de pandemia despertó mis relatos bibliotecarios. Buenos Aires, 2021

El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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CRÓNICAS EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Rosa Emma Monfasani

El segundo año de pandemia

despertó mis relatos bibliotecarios.

Buenos Aires, 2021

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CONTENIDO

Prólogo 3

Introducción 5

La biblioteca: un refugio 7

Protocolos en la biblioteca 10

Borges en el balcón 13

Noticias falsas (Fake News) 16

Bibliotecas híbridas 20

El Bibliotecario “pandémico” 22

Bibliotecarios en jaque 26

La Bibliotecología solidaria 29

Bibliotecas y Bibliotecarios ¿Para qué? 31

Políticas bibliotecarias ¿Qué? 34

Bibliotecario de papel ¿o socios? 37

Formación bibliotecaria 39

Saludos 2021 42

Reflexiones finales 44

Acerca de la autora 45

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PRÓLOGO

Por: Rodrigo Lastreto (*) ¿Qué es un relato? Según la definición del Diccionario de la Real Academia Española

(RAE), un relato es un “Conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho”.

También puede ser una “Narración, cuento”. O la “Reconstrucción discursiva de ciertos

acontecimientos interpretados en favor de una ideología o de un movimiento político”.

Partiendo de estas afirmaciones de la RAE y para saber de qué estamos hablando, a lo

largo de todo el año 2021, Rosa Monfasani nos regaló nuevos relatos, nos contó

historias y nos relató hechos que reflejaron nuestro día a día.

Luego de un año 2020 que nos marcó a fuego a causa de la pandemia y que,

seguramente, las futuras generaciones recordarán por siempre, había que resurgir de las

cenizas como el Ave Fénix. Y el 2021 arrancó con esperanza, las vacunas comenzaban a

llegar y las personas ponían su brazo para estar inmunizadas y combatir el virus. Ya no

estábamos solos. El virus ya no estaba ganando y comenzamos a hacerle frente y a

derrotarlo.

Pero como un buen enemigo, el virus no se rindió fácilmente. Las diferentes mutaciones

que sufrió nos pusieron en alerta. Conocimos a Delta y, ahora, a una tal Ómicron. Y las

dudas y las preguntas comenzaron a sobrevolar por todo el planeta: “¿Las vacunas

serán efectivas para estas cepas?”. Pareciera que sí, algunas respondieron mejor que

otras, la combinación de vacunas logró ser satisfactoria y una estrategia acertada. Pero

nada concluyó. Y así fue, que cuando pensábamos que todo iba camino hacia un final

feliz, nos dimos cuenta que no había que bajar la guardia y teníamos que seguir

cuidándonos.

Y en el medio de este mundo que tiene a la sociedad a merced de un virus que no se deja

vencer, las bibliotecas salieron a la luz con sus servicios. Lo que se hacía puertas

adentro se subió al mundo virtual para cruzar las fronteras y llegar a dónde más la

necesitaban.

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Las comunidades estaban aisladas, pero las bibliotecas no las abandonaron. A pesar de

tener sus puertas cerradas a lo largo de casi todo el año, eso no fue un impedimento para

llegar a cada uno de los hogares.

Y de esta manera, mientras el mundo se debatía contra la pandemia, las bibliotecas

usaron sus mejores y más innovadoras herramientas para seguir cumpliendo su misión de

garantizar a la comunidad el acceso a la información y al conocimiento a través de sus

recursos y servicios informativos de calidad.

A lo largo de cada uno de los relatos de Rosa Monfasani, que tuve el gusto de publicar en

el blog “Soy Bibliotecario”, pasamos por diferentes sensaciones: esperanza y desazón;

alegría y tristeza; bronca y paciencia; resiliencia y anomia. Todo en un mismo año, a

veces, todo en una misma semana, y si me apuran un poco, les puedo afirmar que todo,

en un mismo día.

Y cuando un nuevo año se avecina en el horizonte, el miedo, el cansancio y la

desesperanza hacen su entrada triunfal. Pero hoy estamos mejor preparados que hace

uno y dos años atrás. Hoy tenemos nuevas armas y aprendizajes.

Si hay algo que nos dejaron estos relatos de Rosa Monfasani como enseñanza, fue la

palabra ESPERANZA y con este sustantivo, que me lo quiero tatuar en lo más profundo

de mí ser, les aseguro que deseo que la esperanza sea mi bandera para el 2022. Que la

esperanza se convierta en el as de espada de esta sociedad y como dijo el religioso

estadounidense, Martin Luther King (1929-1968):

“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza,

no habré vivido en vano.”

(*) Rodrigo Lastreto es periodista recibido en la Universidad Católica Argentina. Cuenta con un Posgrado en Periodismo Digital de la Universidad de Belgrano. Además, es bibliotecario egresado de la Escuela Nacional de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Es especialista en redes sociales, marketing online y producción de contenidos web. Es el fundador del blog Soy Bibliotecario (https://soybibliotecario.blogspot.com/), especializado en Bibliotecología y Ciencias de la Información.

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INTRODUCCIÓN

En este 2021 decidí continuar con mis relatos durante este segundo año de pandemia. Al

poco tiempo de comenzarlos vi que en la profesión bibliotecaria se iban produciendo

cambios. Así fue que alterné las crónicas habituales con lo que iba sucediendo en el

mundo bibliotecario y que es lo que aquí presento.

Hasta casi finales del año las bibliotecas continuaron cerradas, pero durante el tiempo

transcurrido el bibliotecario logró que el acceso a la información y al conocimiento se

hiciera más fluido. La creatividad se evidenció en bibliotecas de distintos puntos del país,

el delivery de libros y los cuentos por teléfono acrecentaron el acercamiento a los usuarios

y lectores.

Volvimos a interesarnos en lo que iba surgiendo, como las nuevas experiencias para

proveer acceso, otras formas de comunicarse, las problemáticas que se debían enfrentar

para atender las demandas, el acercarse a los lectores que se encontraban en soledad, o

los que requerían de información para continuar sus estudios, o solamente los que

necesitaban entretenimiento.

Las grandes bibliotecas, las públicas, las populares, las universitarias, las escolares, las

gubernamentales, las especializadas, continuaron brindando acceso a las colecciones

digitales, cada una en su tipo logró puestos de avanzada para superar los escollos que se

presentaban.

Esto también fue un punto de inflexión para dar visibilidad a la tarea que realizan los

bibliotecarios, para dar a conocer que las bibliotecas están, y que la esencia de los unos y

las otras siempre será la misma. Solo se incorporarán nuevas formas de acceder a los

recursos, por eso se habla de la biblioteca híbrida y se pone mayor énfasis en la biblioteca

solidaria.

Todo lo vivido este 2021 en el ámbito profesional nos lleva a pensar y repensarnos. Se

evidenció una necesidad de compartir. Apareció la inteligencia emocional que se

encontraba latente pero que nos hizo recapacitar sobre nuestro comportamiento frente a

los usuarios, a los compañeros de trabajo y demás colegas. Lo acontecido más el

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preguntarnos como seguimos nos lleva a involucrarnos más profundamente en la

profesión, a pensar en generar políticas bibliotecarias que permitirán posicionarnos en la

sociedad y por qué no adentrarnos también en las políticas públicas, algo que aún hoy se

encuentra pendiente.

Las presentaciones en línea no contaron con la gran afluencia de público como en el 2020,

quizás porque en ese entonces se estaba ávido de conocer todo lo que apareciera.

Durante este año hubo una selección de los temas de interés, posiblemente el teletrabajo

y el tener que concurrir de a poco a las bibliotecas dejaron menos tiempo.

Se tomó conciencia de que ingresábamos a una nueva era donde se debía matizar lo

presencial con lo virtual, lo mismo se replicó en otras áreas como sucedió en la

enseñanza, el aprendizaje y la investigación.

Agradezco a Rodrigo Lastreto que publicó mis relatos en su blog Soy Bibliotecario y

dedicó unas palabras para alentar en la lectura de cada uno de ellos.

Gracias a los lectores que se tomaron un tiempo para leerlos y comentar sus pareceres,

los que sirvieron para nutrirme y generar otros relatos.

Les dejo mis contactos y algún enlace que posibilitará conocerme. Si me necesitan o

puedo ser de utilidad aquí estoy para ustedes.

Rosa Emma Monfasani Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información Facultad de Filosofía y Letras. Carrera de Bibliotecología Universidad de Buenos Aires [email protected] Mi Facebook @RMonfasani https://es.wikipedia.org/wiki/Rosa_Monfasani https://en.wikipedia.org/wiki/Rosa_Monfasani

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La biblioteca: un refugio

La Biblioteca Pública de Nueva York. (Foto: Rodrigo Lastreto/Soy Bibliotecario)

Aquí estoy con las manos puestas en el teclado y pensando por donde comenzar. El día

lluvioso ayuda en este otoño tardío donde las hojas recién están poblando las calles de la

ciudad, casi como buscando un abrigo. Pero vayamos a la biblioteca como refugio. Tema

que trato aquí porque una joven y emprendedora colega me dijo que esperaba un relato

sobre esto.

Quisiera expresar que la palabra refugio es sinónimo de asilo, de acogida o de amparo, y

en ese sentido se utiliza para las personas, aunque también puede tener otras

perspectivas. Y así digo que me referiré a varias circunstancias o aristas diferentes.

Quizás impensadas para los lectores de estos relatos, pero que es una forma de hacer

visible una institución que estuvo, está y seguirá estando en esta sociedad: la biblioteca.

Desde tiempos inmemoriales es el refugio del contenido que alberga, aquel que

acomodamos y rescatamos para quienes lo necesitan.

Para los bibliotecarios, es el refugio del trabajo diario, donde la creatividad se las ingenia

para organizar y ofrecer lo mejor a los usuarios para que éstos puedan acceder al

conocimiento.

Para los lectores es el lugar donde no solo encuentran el contenido, sino que también

hallan allí su continente. En ella tratan de localizar la información precisa, sea en soledad

o en el trabajo conjunto. Muchos se refugian, recuerdo al Secretario Académico de la

facultad, profesor de fisiología. El escapaba de la tarea diaria que lo agobiaba y se

refugiaba en la biblioteca. Sus palabras eran: Sra. directora si preguntan por mí, no diga

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que estoy acá, entraba a la sala de profesores y se ponía a leer el Tijsdchrit voor

Diergeneeskunde. ¡Qué tiempos aquellos!

No solo es el refugio para la lectura, hoy se ha ampliado el concepto y la biblioteca

funciona como un espacio acogedor y necesario en otro sentido. En particular donde más

se ve es en las bibliotecas públicas. Éstas suelen albergar a personas en situación de

calle, las protegen de las inclemencias del tiempo, y en

algunas reciben algo caliente y comida. Las palabras

de aliento no están ajenas en este cometido. También

hospeda a los que ingresan para leer los periódicos o

para lograr un buen descanso alejados del ruido

cotidiano.

Hoy en una charla escuché hablar de la biblioteca

como el tercer lugar. Si, así se podría considerar. Pero

también podemos decir como lo expresaba Marc Augé

el "no-lugar cuando se refería a los lugares de

transitoriedad que no tienen suficiente importancia para

ser considerados como sus "lugares", como el lugar

habitual. Nosotros podemos relacionarlo con la biblioteca, como un espacio mutuo.

La biblioteca cumple así un rol social además de proveer saberes como pueden ser la

solidaridad, la comprensión, los derechos culturales, y el acceso libre y democrático a la

información, entre otros. Aunque éstos, se hallan ocultos para muchos.

Hoy la pandemia ha impactado en las bibliotecas que permanecen cerradas y por ende

demorado todo eso. Nuevamente el ingenio del bibliotecario produjo otras formas de

contribuir con los lectores, pero la biblioteca perdió la posibilidad de dar albergue, de ser

además, un contenedor de almas.

No podemos predecir que nos traerá o como lo enfrentaremos más adelante, pero sí

podemos decir que algo ha cambiado, que no estamos amenazados, sino que será

diferente.

No sé si logré plasmar lo que deseaba mi querida colega mendocina Paola Banegas, pero

al menos traté de que quienes no son bibliotecarios tengan otra visión de la función de la

biblioteca, porque no es una colección, los libros no bajan solos de las estanterías,

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tampoco se acomodan por sí mismos en ellas, y el bibliotecario también se encuentra en

ese espacio social y cultural para contribuir como un eslabón más en la sociedad.

#YoMeCuidoyLosCuido. Y deseo un mundo mejor para todos donde haya igualdad e inclusión. Buenos Aires, 22 de mayo 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto mayo 24, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/05/relato-biblioteca-rosa-monfasani.html

“Este nuevo relato de Rosa Monfasani busca hacer visible una institución que estuvo, está

y seguirá estando en esta sociedad: la biblioteca”.

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Protocolos en la biblioteca

Imagen: BPM Aranjuez

Día de sol, salgo rapidito a hacer unas compras, cerquita para cumplir con el protocolo

vigente. He vuelto y aunque este tema atañe a las bibliotecas y parece algo técnico, en

estos complejos momentos es la preocupación de todas las personas respecto a su

situación personal y a la de las organizaciones, instituciones y/o empresas.

El protocolo es conocido como el conjunto de reglas que se establecen para actos oficiales

o solemnes, ceremonias y otros eventos. Hoy se aplica como instrucciones, o

recomendaciones para todo tipo de organización, empresa o negocio donde confluyen

diferentes tipos de asistentes. Son reglas sociales que de alguna manera fija la conducta

de un público determinado.

En este relato lo miraré desde el punto de vista de las bibliotecas que se han expresado

para regular diversas acciones o procedimientos de tipo sanitario con la finalidad de abrir

sus puertas y poder volver a ellas.

El título ya lo tenemos: Protocolos, el problema también: esta Pandemia, el objetivo:

volver a la Biblioteca, los resultados: aún inconclusos.

Tanto las bibliotecas como otras organizaciones, se han referido a la forma de comunicar

las medidas sanitarias más convenientes para el trabajo, para el ingreso a las

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instalaciones, y a las formas adecuadas de acceder a los servicios para cuidar a las

personas.

Durante este último tiempo el invasor ha arreciado con mayor dureza, así que tendremos

que pensar si las propuestas serán las más apropiadas o habrá que reformularlas de

acuerdo con las circunstancias. Ese es el último punto que aún está inconcluso sea para

las bibliotecas o para cualquier otra organización. La reapertura total aún está un poco

lejos.

Se han prestado servicios virtuales y se ha ligado a infinidad de textos, de estudio,

recreativos o para acceder a algún tipo de conocimiento muchos de los cuales no se sabe

si continuarán abiertos para su consulta. Este es un tema necesario a tener en cuenta.

Las conexiones en línea se intensificaron

durante el 2020, aparecieron infinidad de

propuestas y todos tratamos de estar en ellas.

Hubo un exceso de ofertas, algunos temas se

repitieron y a través del año surgió en forma

predominante lo que se conoce como

infoxicación. Las charlas, los talleres, los

encuentros y demás conversatorios tuvieron

un gran público. Durante este año y debido

que la mayoría agudizó el trabajo en línea u

otras actividades, los participantes menguaron y tuvieron que hacer una selección para

escuchar solo los temas de su interés. Las preguntas fueron más concretas y las

respuestas más elaboradas. Igualmente, los saludos en el chat siguen profusos porque no

nos podemos ver, porque faltan los abrazos y el contarnos nuestras experiencias o lo que

a diario nos sucede.

No obstante, surgen algunos interrogantes ¿tenemos en claro si mucha gente va a dejar

de ir a las bibliotecas y preferirá quedarse en el mundo virtual? ¿Si será híbrido entre

presencial y virtual? Por otro lado, es necesario definir si ¿se debería incluir pensar en el

otro y cómo hacerlo? ¿Qué más se ´puede ofrecer y cómo?

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Además, hay cuestiones que no están aún resueltas por ejemplo ¿la ciencia no tiene claro

cuánto persiste el virus en el papel y en otras superficies? Por eso el alcohol y el jabón

siguen siendo los aliados indiscutibles para la higiene y protección.

Y pensándolo diferente ¿las prácticas que ejecutaremos si tenemos en cuenta los

protocolos serán una repetición rutinaria en el trabajo de las bibliotecas?

Ustedes dirán ¿y los protocolos?, la idea no fue presentarlos en su contenido sino pensar

en que pueden sernos útiles y cuándo podremos aplicarlos. En fin, allí están a la espera

de ser implementados, para ello se ha trabajado, pensando en colaborar con toda la

comunidad y poder brindar lo mejor de lo que se posee. Pero sí ¡existen! y como las cosas

cambian en el día a día, hoy pueden servir de guía para reelaborarlos o adaptarlos a la

necesidad de cada situación, de cada tipo de biblioteca y por qué no de cada región o

localidad.

#YoMeCuidoyLosCuido. Cada uno podrá optar por esto o aquello, pero cuando

regresemos aún no habremos salido del estupor que nos causó el COVID-19, solo

debemos recordarlo para actuar en el futuro de la mejor manera posible. Transitemos esta

tormenta y al final veremos cómo recomenzar.

Les acerco el sitio de Reciaria – Red de Redes de Información sobre Protocolos para bibliotecas y normativas generales en el ámbito nacional e internacional: https://sites.google.com/site/reciariaorg/acceda-a/herramientas-y-buenas-practicas/protocolos-y-recomendaciones-covid-19 Buenos Aires, 2 de junio 2021

Publicado por Rodrigo Lastreto junio 03, 2021

https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/06/protocolo-bibliotecas-relato.html

“Este nuevo relato de Rosa Monfasani muestra cómo las bibliotecas se han expresado

para regular diversas acciones o procedimientos de tipo sanitario con la finalidad de abrir

sus puertas y poder volver a ellas”.

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Borges en el balcón

Jorge Luis Borges en la Biblioteca Nacional de la calle México 564.

Desde la baranda del entrepiso observaba a los lectores inclinados sobre las mesas de

madera lustrosa. Las lámparas de alabastro verde, bueno, aunque no sean exactamente

verdes - ese es el color de la esperanza, del relax, del bienestar y proporciona un clima

agradable-, tapaban el contenido de lo escrito.

En algunos se veía “…Hernández”, en otro “… de amor y de…”, más allá “El ingenioso

Hidalgo…” y “El Ale…”, pero eso no importaba tanto como que quienes los interpelaban

recorrían sus páginas, algunos rápidamente y otros detenidos en alguno de sus párrafos.

También estaban los que miraban a lo lejos o dormían pesadamente. Los jóvenes eran

mayoría, quizás porque estaban preparando sus tareas o porque estaban en la hora

indicada para ello.

El día finalizó, volvió a su despacho y comenzó a escribir.

Pasaron días, meses, algún tiempo, y parado en el mismo lugar la visión se hizo más

borrosa. Solo luces tenues alumbraban la estancia, pero se escuchaba el movimiento de

las hojas y el silencio inundaba el espacio. Algunas sillas hacían un pequeño ruido al

deslizarse sobre el piso, seguramente los lectores se iban o movían sus asientos en busca

de otros libros.

Un poco más lejos le pareció escuchar una voz grave que pedía algo especial, como si

necesitara adentrarse en conocimientos más profundos. Un poco más lejos, una docente

preguntaba si se encontraban disponibles los libros de su materia porque al día siguiente

vendrían los alumnos a consultarlos.

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Hacia la noche se cerraron las puertas, los visitantes se fueron. En su despacho dejó volar

la imaginación y se puso a pensar en el mañana. ¡Si él supiera que hoy la sala está vacía,

que ni un mínimo de aforo pulula en sus entrañas debido a esta pandemia!

El tiempo pasó, los años también, pero allí

se encontraba. Ya no veía, aunque

recordaba los diferentes lugares, la

disposición de las mesas, las lámparas de

alabastro, las cómodas sillas y en especial

a quienes se sentaban en ellas. La

atmósfera impregnada del olor de los

escritos inundaba el ambiente.

En el laberinto de las estanterías que subían y bajaban, se agrupaban apretada y

ordenadamente las historias, los cuentos, la poesía, las diferentes prosas que transmiten

las sensaciones del artista, esa prosa de todos los tiempos.

El lector se pierde en esa maraña de saberes, pero se comunica con ellos, trata de

entender por qué están allí y que conocimientos ofrecen. Se adentra en sus páginas, en el

discurso de la cultura pasada, o en el presente vigente, desea saber y quiere estar al tanto

de lo que aconteció y de lo que acontece. El pensamiento de los grandes y de los no tanto

lo llevará por diferentes caminos e intervendrá en su formación. Desandar el laberinto no

es sencillo, es un camino de toda la vida que conduce muchas veces a diferentes metas.

La luz se colaba por la ventana, despertó de ese sueño que lo inundó por varias horas.

Sus tareas lo reclamaban, ya tendría tiempo, y más tarde el lugar ofrecería otra

oportunidad para adentrarse en su imaginación para recorrer una vez más el advenimiento

de la creación literaria.

#YoMeCuidoyLosCuido. Esos espacios silenciosos donde se acumula el conocimiento,

ese lugar llamado paraíso por Borges nos está esperando para ofrecer sus activos, porque

lo que allí se acumula solo está dormido y suele despertarse imperceptiblemente cuando

se necesita.

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Rosa Monfasani Fue escrito en Buenos Aires, en junio de 2017, refiere al paso de Jorge Luis Borges como

director de la Biblioteca Nacional en la calle México 564. Hoy junio de 2021 levemente

aggiornado.

Publicado por Rodrigo Lastreto junio 29, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/06/borges-relato-rosa-monfasani.html

“En este nuevo relato, Rosa Monfasani nos trae un escrito sobre el paso de Jorge Luis

Borges como director de la Biblioteca Nacional, cuando esta estaba ubicada en la calle

México 564”.

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Noticias falsas (Fake News)

Este no es un tema tan trillado como pensamos, pero si es algo de todos los días y de

cada momento. Los especialistas coinciden en que se trata de un problema de

desinformación que hace gran impacto en la sociedad. Existe una distribución masiva a

través de internet, noticias y datos que provocan un descontrol. ¿Por qué se produce

esto?

Existen infinidad de razones que se pueden centrar en cualquier orden de la vida y

responden a variadas cuestiones.

Qué tal si para lograr vender un producto o un servicio ofrecemos ventajas o beneficios

que no son realmente los que estos poseen. ¿No creen que de esa forma se desvirtúa la

realidad?

O por ejemplo cuando los medios exageran de forma sensacionalista sobre una noticia o

mienten sobre la misma. ¿No piensan que eso es desinformar y provocar así para atraer a

la audiencia?

Las noticias falsas también son utilizadas en la política para ampliar el arco de campaña

con ciertas promesas que pueden atraernos ¿No debería existir una legislación que

proteja a los ciudadanos?

La sociedad también contribuye a que las noticias falsas corran más rápido cuando

diseminan a través de las redes sociales sin informarse de la veracidad de las mismas. La

tecnología se diversifica todos los días y aparecen cantidad de aplicaciones. ¿Cuál es la

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idea que conllevan? ¿Realmente existe una necesidad de incorporar todo lo nuevo? ¿Es

estar más al día y sirven para no quedarse atrás?

Son muchas las preguntas que surgen y muchas más nos podríamos hacer, pero existen

algunas cosas que debemos tener en cuenta para estar mejor informados. En principio

debemos conocer cómo hacer para validar la información. Claro esto puede ser

considerado una pérdida de tiempo, pero es un involucrarse, casi un opinar sobre el tema

en cuestión. Para ello podemos leer al respecto, consultar a expertos en la materia, o

verificar la fuente de donde surgió. Pego una imagen de la Federación Internacional de

Asociaciones Bibliotecarias (IFLA), que da instrucciones para corroborar la veracidad de

las noticias.

Esta imagen es muy conocida por los bibliotecarios, aunque muchas veces nos olvidamos

de aplicarla. Por eso va para todos los que son y los que no, es una forma de alertar y

contribuir para informar y conocer lo que es cierto. Les cuento que en el relato anterior me

entusiasmé con un poema que venía bien para lo que estaba contando, como un reguero

se distribuyó por WP como suele pasar muy a menudo, me entusiasmé y no verifique la

veracidad de su autoría, di así una noticia falsa. Ya fue corregido.

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…la habilidad para aprovechar el potencial de las herramientas digitales

es esencial para una sociedad democrática

y una ciudadanía comprometida.

Declaración de la IFLA sobre las Noticias Falsas 20 de agosto de 2018. https://www.ifla.org/files/assets/faife/statements/ifla-statement-on-fake-news-es.pdf

En esta pandemia aún el desconocimiento es mayor, necesitamos estar informados con la

mayor veracidad posible. No se debe monopolizar la esperanza para ningún fin, la

incertidumbre genera en la comunidad zozobra y desconfianza. Es necesario utilizar

fuentes confiables, debemos validar y no transformar la información en un uso personal o

institucional. ¡Aquí estamos!

#YoMeCuidoyLosCuido. A esta altura se habrán dado cuenta que mis relatos son

diferentes, y aunque no lo parezcan continúan siendo una forma de sentir, una necesidad

de conectarse, un llegar a todos con un planteo diferente. Estemos alertas, prestemos

atención a lo que vemos y escuchamos, involucrémonos porque todos estamos aquí y

aunque pensemos diferente debemos ocupar el espacio que nos corresponde.

Buenos Aires, 11 de julio de 2021

Publicado por Rodrigo Lastreto julio 13, 2021

https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/07/fake-news-relato-rosa-monfasani.html

“Son muchas las preguntas que surgen y muchas más nos podríamos hacer con respecto

a este tema, pero existen algunas cosas que debemos tener en cuenta para estar mejor

informados”.

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Bibliotecas híbridas

No es la primera vez que oímos hablar de las bibliotecas híbridas porque éstas desde

siempre adoptaron un modo de cambiar el acceso a la información.

Todo empezó desde que no fueron bibliotecas en el sentido estricto, desde que comenzó

la comunicación con pictografías y más adelante en forma oral, a lo mejor con algunos

sonidos y de a poco con un sencillo vocabulario. El que se expresaran de una u otra

manera quedó como vestigios de la historia y devinieron en el primer acceso al

conocimiento de la humanidad.

De a poco las bibliotecas fueron mutando y quienes en ellas se desempeñan como

bibliotecarios, vieron la transformación que sufrían a través de las épocas y así, en cada

momento, estuvo presente la biblioteca híbrida.

La que denominamos biblioteca tradicional, pertenecía a la era pre-informática, poseía

solo un acervo de colecciones físicas y los procedimientos se hacían en forma manual.

El libro y otros materiales se convirtieron en receptores y mensajeros de las vivencias del

hombre, de su saber y de su creatividad. El conocimiento comenzó a difundirse.

Con el tiempo apareció la biblioteca automatizada, algunos procesos técnicos y servicios

comenzaron a ser informatizados.

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Más adelante surge la biblioteca electrónica o digital donde se almacena un conjunto de

recursos de información en formato digital que posibilita el acceso electrónico local o a

distancia por parte de una comunidad de usuarios. Y con ello se amplía el acceso al

conocimiento.

Imagen tomada y adaptada de un post de InfoTecarios

En realidad, las bibliotecas idean nuevas formas para atender a sus usuarios y

transforman sus servicios para satisfacer sus necesidades. Solo cambian los modos de

acceder a la información. Ellas conservan y preservan los valores culturales para

acercarlos a las futuras generaciones.

¡Así nacen las bibliotecas híbridas del mundo de hoy!

Hace unos días leí un artículo del bibliotecario estadounidense Jim O’Donnell1, que ya en

el año 2017 se preguntaba como serían las bibliotecas en el año 2100. Él hacía referencia

a tres posibilidades: la biblioteca completa y de acceso universal, el aumento exponencial

de bibliotecas y la no existencia de la biblioteca, la cero biblioteca porque todo sería digital.

En estos tiempos de pandemia la biblioteca ha tomado una hibridez diferente, lo digital

estuvo más presente, aunque no sabemos cómo será su relación futura con el

conocimiento liberado. Hubo más accesos, más tecnología al alcance de todos y menos

para algunos, la bibliotecología social ocupó un lugar preferencial, se percibió una mayor

empatía hacia los demás y la creatividad amplió los horizontes. Apareció la desinformación

1 O’Donnell, Jim, 04 julio 2017. ¿Cómo serán las bibliotecas en el año 2100? Letras Libres [en línea].

[Consulta: 7 julio 2017]. Disponible en: http://www.letraslibres.com/mexico/literatura/como-seran-las

bibliotecas-en-el-ano-2100.

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debido a la gran cantidad de datos, lo que se conoce como infoxicación. Como

consecuencia se aprovecharon las redes para hacer volar las noticias falsas que

desvirtúan el conocimiento verdadero.

¡Estamos inmersos en una sociedad digital!

Nos preguntamos si habrá una nueva biblioteca, seguramente así será, porque los

servicios deben reformularse constantemente. La educación también ha cambiado, la

enseñanza, el aprendizaje y la investigación posiblemente, y como ya lo vienen haciendo,

matizarán lo presencial con lo virtual. La biblioteca no quedará ajena a esas circunstancias

y como siempre abierta y transformada brindará los accesos más pertinentes y oportunos.

Seguramente éstas serán diferentes, pero no dejarán de existir, las colecciones

permanecerán allí, especialmente aquellas que albergan el conocimiento de tiempos

pasados y a lo mejor los del presente. El libro con su aroma especial, con la lectura que va

y viene, y con el deslumbramiento de épocas pasadas, siempre estará en un forcejeo con

lo digital. Otros soportes se transformarán en históricos porque no tendremos equipos

actualizados para su consulta. Las redes continuarán comunicando y el bibliotecario

seguirá con su función esencial, la de procesar, organizar, buscar, seleccionar, reunir,

asesorar, capacitar, difundir y acercar el conocimiento pertinente. La creatividad signada

por la necesidad dará luz a nuevos servicios.

#YoMeCuidoyLosCuido. Las luchas por el acceso a la información serán las mismas

porque desde hace tiempo nos preguntamos cuanto de ella será liberada. Como en todos

los casos surgirán diferentes propuestas y nuevas formas de comunicación. Solo

tendremos que elegir en cada circunstancia lo más adecuado, lo más favorable, para

ofrecer el mejor acceso.

Buenos Aires, 25 de julio de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto julio 27, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/07/rosa-monfasani-relato-pandemia.html

Nos preguntamos si habrá una nueva biblioteca, seguramente así será, porque los

servicios deben reformularse constantemente. Ahora les pregunto: ¿Cómo creen que será

la biblioteca del futuro?

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El Bibliotecario “pandémico”

Tiempos complejos, tiempos difíciles nos toca vivir.

Quizás denominar el bibliotecario “pandémico” a este relato no concuerde con la definición

exacta del término que refiere a una enfermedad propagada en una extensa área

geográfica, en este caso al Covid-19 y sus variantes que afectó a todo el planeta. Pero es

importante reconocer que el bibliotecario estuvo en todo momento para brindar el mejor

acceso a la información y al conocimiento.

Con una expresión muy en boga en todo el mundo, el bibliotecario tuvo que reinventarse al

decir de su actividad cotidiana, al hablar de cómo atender las necesidades de su

comunidad sin estar presente en la biblioteca. Pero no solo tuvo que reinventarse, sino

conocer las tecnologías disponibles y cómo utilizarlas. Las redes sociales ayudaron y

actuaron como grandes aliados en la difusión del conocimiento.

¡Siempre estuvo presente! Surgieron infinidad de posibilidades, la primera quizás fue

difundir y acercar a los usuarios los materiales digitalizados que poseían. Luego se hizo

más amplio con la llegada de diferentes enlaces a bibliotecas mundiales, nacionales y

locales, que proveen gran cantidad de libros en línea. Surge así un interrogante, cómo

seguirá una vez finalizada la pandemia. Se habla de competencias, pero la esencia del

bibliotecario es la misma.

Page 23: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

23

Otra actividad para destacar y con un protocolo especial, es el Delivery de libros. ¡Qué

libro deseas consultar, yo te lo llevo a domicilio! Tal como lo hizo la Biblioteca Pública y

Multimedia “Manuel Belgrano” de Godoy Cruz (Mendoza) que posibilitó quedarse en casa,

tarea que luego fue replicada por otras bibliotecas.

Cuentos por teléfono en vivo y en directo, es otra creación que comenzó la Biblioteca

Argentina "Dr. Juan Álvarez", Rosario (Santa Fe) e invita a elegir un día y un horario. Este

servicio está inspirado en Cuentos por teléfono de Gianni Rodari, periodista, escritor,

militante político, maestro y pedagogo italiano, nacido en Omegna en 1920. Esta ha sido

una forma de acercarse a la gente, en especial a los que están en soledad, llevar una

palabra amiga y compartir con ellos.

La Biblioteca Humana es un movimiento global que busca desafiar los estereotipos y los

prejuicios a través del diálogo. Ofrece la posibilidad de convertirnos en lectores mediante

el préstamo de una persona/libro durante media hora, para conocer su historia y poder

charlar sobre el tema que representa. Muchas veces con personas vulnerables, con la

finalidad de fomentar la charla y la inclusión. Se trata de conversar, de enriquecer con el

intercambio, de interactuar.

En un momento este servicio y el anterior, me hicieron recordar a Fahrenheit 451, novela

de Ray Bradbury, escrita en 1953. Allí, como censura del conocimiento, hay una quema de

libros. La resistencia o sea los que van al rescate comienzan a memorizarlos y contarlos a

otros para que el conocimiento no se pierda.

Hubo una optimización del tiempo, surgieron encuentros y actividades on line. La

presencialidad quedó en stand by, como en reposo a la espera de que las bibliotecas

fueran reabiertas.

El bibliotecario no se quedó quieto y redactó gran cantidad de protocolos, que hubo de

modificar en el transcurso de la ASPO esperando la reapertura.

Las charlas, conversatorios, talleres, encuentros y todo tipo de acciones surgieron para

contar experiencias, actualizar y reforzar diferentes actividades.

Page 24: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

24

La Biblioteca Nacional “Mariano Moreno”, dispuso sus colecciones digitalizadas y realizó

charlas y talleres. Se encuentra actualizando el catálogo de autoridades y está

conformando una red con las bibliotecas públicas y municipales del país.

La Biblioteca del Congreso de la Nación ofreció conciertos virtuales, un concurso de

microrrelatos, narraciones, talleres y cursos sobre diferentes temáticas y hace poco

reabrió sus puertas.

La Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros también dispuso recursos digitalizados,

realizó talleres y encuentros para bibliotecarios escolares. Puso en marcha Libros como

puentes para ser descargados, preparó un recorrido virtual de mujeres educadoras

argentinas y está trabajando por el sistema nacional de información educativa.

No quiero dejar de lado la preocupación de la CONABIP por sus bibliotecas populares

donde convoca a presentar proyectos destinados al rescate, conservación, difusión y/o

exhibición del patrimonio histórico y la memoria colectiva.

Un rol importante, cumplen las bibliotecas escolares, las bibliotecas universitarias y a las

especializadas en todo el país. En ellas los bibliotecarios continuaron trabajando, haciendo

proyectos, brindando cursos, talleres y encuentros de actualización y el mejor acceso a la

información.

Hay mucho más, pero esto es un relato, las redes de bibliotecas, las asociaciones y otras

comunidades bibliotecarias también se reinventaron y ofrecieron lo mejor de sí. En ellas

todos los bibliotecarios dieron rienda suelta a la creatividad.

Los encuentros on line no fueron tan masivos, quizás porque hubo una selección temática

por áreas de interés, o tal vez el teletrabajo se hizo más intenso y los que pudieron volver

a sus bibliotecas tuvieron que tener una dedicación especial.

Por todas estas razones hablo del bibliotecario “pandémico”, que como la enfermedad

se ha extendido en todo el mundo, para paliar las diferentes necesidades informativas y

contribuir así con lo que demanda esta profesión.

Los bibliotecarios no tienen todas las

respuestas, pero saben dónde encontrarlas.

Page 25: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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#YoMeCuidoyLosCuido. Posiblemente el acceso a lo digital sea una preocupación

constante porque no se sabe a ciencia cierta qué es lo que quedará disponible, ya sean

libros, revistas u otros recursos que hoy se pueden consultar. Pero siempre nos

reinventaremos y podremos ofrecer lo mejor. ¿No están de acuerdo?

Buenos Aires, 10 de agosto de 2021

Publicado por Rodrigo Lastreto agosto 12, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/08/relato-pandemia-bibliotecario.html?m=1&s=08

“En su nuevo relato, Rosa Monfasani destaca la importancia del bibliotecario en este

tiempo de pandemia, donde siempre estuvo presente para brindar el mejor acceso a la

información y al conocimiento”.

Page 26: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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Bibliotecarios en jaque

El bibliotecario en jaque es como esa pieza de ajedrez que amenaza al rey o a la reina. ¿A

qué nos referimos cuando decimos eso? La RAE en su segunda acepción lo define como:

ataque, amenaza, acción que perturba o inquieta a alguien, o le impide realizar sus

propósitos.

¿Cuáles son los propósitos que no podemos realizar? Lo he tomado desde el punto de

vista de la capacitación porque como en otras profesiones el bibliotecario debe estar al día

para no sentirse amenazado.

Ya en el 2004 la gran maestra Beatriz Ferroni enunciaba en una conferencia internacional

de la IFLA lo siguiente: Alfabetización en información: ¿asumen los bibliotecarios que es

parte de su misión incluir a TODOS en la Sociedad del Conocimiento? Ella planteaba que

la “…adquisición de competencias para desarrollar la propia educación a lo largo de toda

la vida, es un tema que concita cada vez más la atención de los bibliotecarios”.

¡Qué vigencia tiene ese concepto después de 17 años! Hablaba de conocimientos,

habilidades y actitudes para actuar con solvencia. Todo eso que nos permite el correcto

desempeño de una determinada actividad laboral. En este caso la del bibliotecario que hoy

como siempre está y estuvo en jaque tratando de superar los desafíos que se presentan.

En todo ello intervienen diferentes responsabilidades que da la formación profesional y la

experiencia de vida en función del desempeño laboral.

Hoy más que nunca debemos superar el jaque. Los distintos ciclos formativos de la

educación sistemática juegan cada día un rol más fundamental en la capacitación para

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27

que podamos presentarnos adecuadamente a lo largo de la vida. Esa alfabetización en

información de la que todos hablamos cuando nos referimos a los usuarios/lectores, y la

que debe empezar por la nuestra para superar cualquier obstáculo y permitir

desempeñarnos como mejores profesionales. Las diferentes comunidades e instituciones

bibliotecarias complementarán y actualizarán esta formación.

A esta altura podrían decir ustedes ¿cuál es la temática que debemos encarar, en qué nos

debemos capacitar? No existe un punto específico, pues siempre estaremos en jaque.

Aparecen diferentes ofrecimientos en muchos casos surgidos de las circunstancias y en

provecho de nuestras necesidades, en especial las tecnológicas. Que, por supuesto deben

estar, pero cuando regresemos la realidad será diferente. Todo deberá aplicarse al trabajo

diario que no será el mismo, a los requerimientos de la enseñanza, del aprendizaje y la

investigación, a como nos demandarán los usuarios, o como responderemos en los

diferentes tipos de bibliotecas. En fin, a esto podríamos agregarle una empatía más

afirmada en otras actitudes hacia los usuarios y compañeros de trabajo. En aptitudes y

habilidades que posibilitarán el desarrollo laboral. Podríamos reafirmar también el trabajo

en equipo, el colaborativo con otras instituciones como bibliotecas, archivos y museos o

cualquier otra del ámbito de las ciencias de la información.

Hablamos de reafirmar y creo que esta pandemia ha superado todas las expectativas y

nos ha hecho ver otras cosas a las que debemos apuntar como por ejemplo la ética

profesional. Asimismo, tener en cuenta que debemos gestionar, proyectar, comunicar,

escribir, difundir. Por todo ello es necesario identificar, interpretar, argumentar y resolver

problemas. La habilidad cognitiva solo es parte de la competencia, estará presente en la

capacitación, pero debe estar unida a otros valores.

La esencia de nuestra profesión está instalada, esa no difiere, y para que el jaque no nos

amenace debemos pensar en cómo hacer mejor las actividades cotidianas. Lo nuevo llega

todos los días y es importante aprenderlo y aprehenderlo. Programado o no, será

transformador.

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#YoMeCuidoyLosCuido. Debemos salir del estereotipo en que el bibliotecario tiene una

imagen desde la representación social en la que ha sido encasillado. Debemos

posicionarnos. Estar allí no solo cuando nos necesitan, sino también estar presentes en

las políticas públicas ¿Qué opinan?

Buenos Aires, 16 de agosto de 2021

Publicado por Rodrigo Lastreto agosto 17, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/08/bibliotecarios-relato-rosa-monfasani.html?m=1&s=08

“A lo largo de su nuevo relato, Rosa Monfasani resalta lo importante que es estar

capacitado para el bibliotecario, lo que nos va a permitir desempeñarnos como mejores

profesionales y ofrecerles a los usuarios/lectores mejores herramientas”.

Page 29: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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La Bibliotecología solidaria

Buen sábado y próximos días para todos. Hoy me levanté temprano porque estuve

pensando en comunicarme con ustedes. En particular para transmitir lo que seguramente,

y por lo que he podido ver y escuchar últimamente, de una u otra forma hemos practicado

en estos tiempos de pandemia.

Por eso denominé a este relato la Bibliotecología solidaria. Porque es un término amplio

que engloba a nuestra disciplina en un gran conjunto de actores: bibliotecas, bibliotecarios,

usuarios, lectores, información y conocimiento. Puesto que allí nos movemos

continuamente y hoy nos lleva a ser más solidarios.

He leído en una agencia de la ONU que la solidaridad en sociología, “…se refiere al

sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes, o lo que es lo mismo:

ayudar sin recibir nada a cambio aplicando la noción de lo “bueno”.

Esta palabra en latín “solidus” podría traducirse como “solidario”, y es estar entero para

ayudar.

Ampliemos este concepto a compromiso con todos y nosotros mismos, a compartir para

convivir, a colaborar para alcanzar el conocimiento, a transmitir nuestros saberes, a

cooperar entre todos, y a conectarnos con el mundo.

Los bibliotecarios se repensaron, término éste muy escuchado últimamente, y así fue

porque asumimos el compromiso de continuar con la tarea encomendaba desde el

momento que surcamos las aulas, y desde que ingresamos a la biblioteca del día a día.

Compartimos no solo las experiencias que ya teníamos incorporadas, sino las que iban

surgiendo cuando era necesario llegar a los usuarios finales, a los colegas cercanos y

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lejanos, a las instituciones que también se encontraban cerradas y tenían que repensarse.

Adherimos a causas e intereses comunes y ampliamos el espacio de la biblioteca.

La solidaridad es un valor que se caracteriza cuando cooperamos porque nos

encontramos colaborando unos con otros, brindando apoyo, esa ayuda que entre todos se

transforma en beneficio compartido.

La virtualidad facilitó ese cometido y se produjeron gran cantidad de eventos en línea.

Aunque muchas veces escuchábamos en forma entrecortada porque no estábamos

preparados para este volumen de información que circulaba en el aire y las conexiones y

equipos no nos ayudaban. No obstante, pudimos vernos, opinar y compartir.

La profesión llegó así a conectarse con bibliotecarios del país y con otros del mundo.

Conocimos y nos conocieron, establecimos otros lazos. Vimos que todos nos movíamos

en un mismo espacio, al que teníamos que aportar nuestros saberes, nuestro compromiso,

nuestras experiencias y todas las novedades que surgían.

Esta apertura hacia el amplio mundo bibliotecario abrió las posibilidades para los jóvenes

profesionales, los que además fueron convocados para conocer nuevas experticias y

nuevas opiniones.

“La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien

común, es decir, el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos”

Juan Pablo II.

#YoMeCuidoyLosCuido. Creo que hemos pensado y practicado estos conceptos durante estos tiempos de ASPO y DISPO, como se lo conoce habitualmente. El ponerse en el lugar del otro condujo a esta Bibliotecología solidaria. A esta Bibliotecología que amplió el espectro social. Buenos Aires, 25 de septiembre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto septiembre 28, 2021

https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/09/bibliotecologia-solidaria.html?m=1&s=08

“A lo largo de este nuevo relato de Rosa Monfasani, los invita a reflexionar sobre el trabajo

de los bibliotecarios durante la pandemia. Una tarea de verdadera unidad bibliotecaria”.

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Bibliotecas y Bibliotecarios ¿Para qué?

El tema iba a ser otro, este surgió a raíz de los hechos acontecidos en los últimos días,

con la separación del cargo de director de la BNM, de un excelente profesional que no

solo estaba luchando por las bibliotecas escolares y los bibliotecarios, sino por todo el

sistema educativo. Y de allí la pregunta Bibliotecas y Bibliotecarios ¿para qué? ¿la gestión

tiene importancia? ¿cualquiera puede ocupar un cargo en bibliotecas sin conocer las

funciones para las que fuimos instruidos oportunamente?

Alguna vez se lo cuestionaron o eligieron la profesión sin conocer lo que era, y solo lo

hicieron porque ocasionalmente habían estado en una biblioteca, o tal vez porque querían

adentrarse en la información y el conocimiento que brinda ese universo desde épocas

inmemoriales o quizás porque querían cumplir una función específica en ese espacio de

saberes.

No, tal vez pensaron como muchos, que esta era una carrera corta, que hay numerosas

bibliotecas y que seguramente se podía conseguir un trabajo en alguna de ellas. Pero muy

pocos o casi ninguno acarició la idea de la real función de las bibliotecas y los

bibliotecarios, tal como tampoco se conoce hoy en día.

Pensemos, la biblioteca está allí, cualquiera puede atenderla, para colocar un libro en el

estante una escalera alcanza, para prestarlo también, porque lo retiro de su lugar y lo

acerco a quien lo solicite y cuando lo devuelve lo vuelvo a guardar. Pero no es tan simple.

Las bibliotecas son un continente y el conocimiento que albergan su contenido. Los

materiales difieren en su aspecto y muchos ya se encuentran fuera del ámbito físico de la

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biblioteca. El contenido también cambia según las épocas que atraviesa. Una biblioteca no

reúne todo el conocimiento, se aboca según su tipo a las necesidades institucionales y a

los usuarios que a ellas concurren.

Los bibliotecarios, son o pueden ser como bien dijo Carlos V. Penna allá por el año 95 en

un congreso de ABGRA cuando habló del Sistema Nacional de Servicios de Bibliotecas e

Información: "Si los bibliotecarios no somos los arquitectos de nuestra profesión,

seremos sus peones".

Por ello debemos pensarnos y repensarnos, en particular en el para qué realizamos la

tarea que posibilitará satisfacer las demandas, y cómo debemos realizarlas. Es así como

gestionamos y planificamos en todos los servicios que brindamos. Desde el desarrollo de

la colección, el procesamiento para encontrar un recurso determinado, el capacitar y

favorecer al usuario para que adquiera autonomía, en la necesidad de cooperar con otras

bibliotecas, en el trabajo conjunto, hasta en la difusión de los recursos y servicios, entre

otras tareas que requieren de capacitación constante.

Hemos pasado por las aulas para incorporar esos saberes, nos formamos como en

cualquier otra disciplina y cumplimos con lo que nos fuera encomendado. Por eso las

bibliotecas a través de sus “arquitectos” bibliotecarios están presentes en diferentes

ámbitos: en la educación, en la cultura, en lo social.

Solo nos falta un paso importante, salir de la zona de confort y hacer, discutir e intervenir

en políticas bibliotecarias.

“Todos vosotros conocéis mejor que yo el pasado de vuestra profesión.

Si ahora lo oteáis, observaréis cuán claramente se manifiesta en él que

el quehacer del bibliotecario ha variado siempre en rigurosa función de

lo que el libro significaba como necesidad social.”

Ortega y Gasset (1883-1955). Misión del bibliotecario,1935

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#YoMeCuidoyLosCuido. Nos pensamos y repensamos como los bibliotecarios que

somos. Nuestra esencia es la misma y nuestra función está basada en el aprendizaje para

brindar acceso democrático a la información, favorecer a la sociedad, responder a las

necesidades de conocimiento y colaborar con los designios del País. Por eso y mucho

más nos desempeñamos en las Bibliotecas.

Buenos Aires, 10 de octubre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto octubre 12, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/10/bibliotecas-bibliotecarios-rosa-monfasani-renato%20.html?m=1&s=08

“¿La gestión tiene importancia? ¿Cualquiera puede ocupar un cargo en bibliotecas sin

conocer las funciones para las que fuimos instruidos oportunamente?, preguntas por

responder, en un nuevo relato de Rosa Monfasani”.

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Políticas bibliotecarias ¿Qué?

Foto tomada de: ODILO

En relación con el relato anterior Bibliotecas y Bibliotecarios ¿Para qué?, se afianzó más

considerar la necesidad de trabajar en políticas bibliotecarias.

Esta pandemia y algunos hechos por los que transitamos en estos últimos tiempos nos

han motivado para pensar en ello. Por eso quiero hacerles llegar, aunque ya lo he

planteado en algunas oportunidades dónde creo debemos poner el énfasis y por qué.

Sabían que no existe una definición sobre políticas bibliotecarias, al menos en la

investigación que realicé para llegar a esbozar esta idea. Así es que tomé lo que hay

sobre políticas y lo adecué a nuestro modo de ser y de ver la profesión y aquí va.

1. Ciencia que trata de la información y documentación a nivel nacional e internacional en

el ámbito educativo, social, cultural, científico, tecnológico, jurídico, especializado, … otros.

2. Conjunto de actividades asociadas con la toma de decisiones en grupo, u otras formas

de relaciones entre individuos de la profesión.

3. Arte, doctrina o práctica referente a la participación bibliotecaria, para garantizar el

acceso a la información y al conocimiento.

Por esto digo que es un

“Pacto” entre Comunidades bibliotecarias, Estado y Sociedad

con sentido de participación entre estos actores.

Page 35: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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¿Cuáles son esas comunidades bibliotecarias?

Las Escuelas, las Bibliotecas, las Asociaciones de bibliotecarios, los Colegios

profesionales, las Redes y Sistemas de bibliotecas, los congresos, jornadas,

encuentros y otro tipo de actividades bibliotecarias.

Todos ellos conducidos por bibliotecarios, los que deben pensar en políticas bibliotecarias

y su presencia en las políticas públicas.

¿Para qué? Para lograr reconocimiento profesional, actuar con ética, ampliar el acceso a la

Información, intervenir en la institución y en los estamentos externos, visibilizar la

profesión, asegurar el desempeño profesional, ampliar el rol social y ubicar a las

comunidades bibliotecarias en la agenda nacional.

Entre otras cosas y entre todos podremos lograr:

- Acordar que los planes de estudio, concuerden en años, en las denominaciones de los

títulos y nombres de las asignaturas en el grado y en los posgrados.

- Reglamentar la profesión para otorgarle la figura legal que corresponde.

- Aplicar un código de ética profesional.

- Planificar y desarrollar un Sistema Nacional de Información y sistemas provinciales

de bibliotecas.

- Intervenir en políticas de propiedad intelectual para incorporar excepciones a las

bibliotecas.

- Generar normativas para fomento de la lectura, el libro y las bibliotecas.

- Concursar los cargos en bibliotecas con bibliotecarios titulados.

- Atender y discutir la problemática del acceso a la información y conocimiento.

- Enseñar el cómo y el porqué de la investigación.

- Conocer el cómo, el porqué, como se gestionan y que tareas realizan las asociaciones,

redes y otras comunidades bibliotecarias.

- Aplicar el desarrollo sostenible para ampliar la función social de las comunidades

bibliotecarias.

- Ampliar la oferta cooperativa, colaborativa y la comunicación.

- Escribir, comunicar y difundir la profesión en todos los medios sociales, nacionales,

provinciales y locales.

Page 36: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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La pandemia nos pudo encontrar desprevenidos, pero nos alertó para afrontar nuevas

formas de brindar información y hacer llegar los contenidos a los usuarios, nos ayudó a

conocerlos bajo otros aspectos y la creatividad generó una y mil maneras de

comunicarnos.

#YoMeCuidoyLosCuido. Por todo ello es necesario Involucrarse con la profesión, tomar

Decisiones, desarrollar Estrategias para estar presentes en las políticas públicas y

trabajar en Equipo, Interdisciplinariamente y en forma Cooperativa.

Buenos Aires, 19 de octubre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto octubre 21, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/10/politicas-bibliotecarias-relato.html?m=1&s=08

“En su nuevo relato, Rosa Monfasani pone en discusión un tema que como bibliotecarios

debemos tener siempre presente para luchar por nuestros derechos y por los de la

sociedad”.

Page 37: El segundo año de pandemia despertó mis relatos

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Bibliotecario de papel ¿o socios?

Cuando se dice bibliotecario de papel podría pensarse en aquel que defiende el uso de la

lectura en ese tipo de soporte.

En este relato me refiero al bibliotecario que como el papel se puede doblegar, ablandar,

mojar, quebrar, cambiar o mejor dicho de otra forma ser un profesional ambivalente y que

se ajusta a conveniencia, que es individualista o piensa que se puede abastecer por sí

solo y conseguir lo que desea en su carrera de vida. Que como esa lámina fina sirve para

escribir o envolverse.

También se le puede dar el sentido de rol protagónico como si fuera un actor que realiza

una representación en cine, en teatro o en otro tipo de audición. O cuando se hace un

origami en soledad como una tarea individual.

De ninguna manera denigro el uso del papel ya que por medio de sus páginas continúa

transmitiendo conocimientos. Cuando digo Bibliotecario de papel, no solo me refiero a

esa soledad que posee un individuo como tal, porque se cree inefable y le cuesta aprender

o no quiere, sino que quedó en papel y no logró transformarse en diferentes

presentaciones como las resmas o las bobinas que sirven para diferentes usos. Tampoco

tuvo en cuenta esa asociación con otras herramientas, como la imprenta que posibilitó

llegar muy lejos, expandirse hacia todos y lograr así un mayor impacto.

En realidad, se quedó en el “papel” y no llegó a asociarse para un fin común. Por eso digo

Bibliotecario socio, porque participa en algo junto con otros, porque se alía con los otros

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en pos de un objetivo común para beneficio de toda la sociedad. Para ello se integrará con

derechos y obligaciones hacia los demás. Y como socio tiene un grado de participación

definida que se da en el aporte que hace cada uno, en esa sinergia que posibilita

incrementar acciones.

La idea es afianzar el trabajo común y mejorar la presencia individual del bibliotecario de

papel.

Esta pandemia nos ha dado una oportunidad que como un hecho histórico posibilita “re-

construir” y mostrarnos como bibliotecarios sociales y aún más, ser socios para lograr el

bienestar general de la profesión.

Todo esto que, de una forma u otra, trato de plasmar aquí, es lo que he manifestado en

relatos anteriores sobre nuestra actividad como bibliotecarios y en el desarrollo de

nuestras funciones en las bibliotecas y en otras comunidades profesionales.

Es así que viene y surge cada tanto, en especial cuando observamos que no estamos

instalados como corresponde, cuando aparecen cursillos cortos que en poco tiempo

pueden transformar en bibliotecario con solo poseer lectura y escritura, a quien sea.

Cuando como dije muchas veces, cualquiera no puede ocupar el lugar que nos llevó

muchos años de estudio aprender y comprender, eso que no está dicho en todos lados.

Por todo eso hablo de ser “socios”, de trabajar por un mismo fin, de juntarse y unir fuerzas.

Si quieres llegar rápido, ve solo.

Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Proverbio Africano.

#YoMeCuidoyLosCuido. Repito aquí y enfatizo lo dicho en el relato anterior: Involucrarse con la profesión, tomar Decisiones, desarrollar Estrategias para estar presentes, trabajar en Equipo, Interdisciplinariamente y en forma Cooperativa.

Buenos Aires, 30 de octubre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto noviembre 02, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/11/relatos-bibliotecarios-pandemia.html?m=1&s=08

“Esta pandemia nos ha dado la oportunidad de mostrarnos como bibliotecarios sociales y

en su nuevo relato, Rosa Monfasani destaca el rol colaborativo del bibliotecario para lograr

el bienestar general de la profesión”.

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Formación bibliotecaria

Fuente: https://pbs.twimg.com/media/EvOac6lXIAgLTgs.jpg

Tema espinoso si los hay, que se ha puesto de manifiesto ante esta situación pandémica y

las necesidades de afrontar el acceso a la información y al conocimiento. En nuestro país

existe gran diversidad de “escuelas” de bibliotecología. Tomo el término escuelas en un

amplio sentido: Como el “nombre genérico que recibe cualquier centro docente, centro de

enseñanza, centro educativo o institución educativa; es decir, toda institución que imparta

educación o enseñanza”.

Me gustaría abordar diferentes aristas que creo deben ser tenidas en cuenta para que se

considere al bibliotecario como el profesional que debe estar a cargo y ser el responsable

en cualquier tipo de biblioteca.

Podrán coincidir o no con mis reflexiones sobre el tema, y aunque así no fuera es

conveniente pensar que la formación bibliotecaria y por ende las escuelas están incluidas

en las políticas bibliotecarias.

Habilita hacer un estudio o investigación comparativos sobre las diferencias existentes en

cada una de ellas, desde los títulos que otorgan, los planes de estudio, las

denominaciones de las asignaturas y la cantidad de años de estudio, entre otras

cuestiones. Normalizar sería un buen síntoma para que como “bibliotecarios” seamos

tenidos en cuenta, tal como ya está instalado en otras profesiones.

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Generalmente no se discute la esencia de nuestro quehacer, solo se hace hincapié en

nuevas competencias o habilidades que nos posibilitan estar al día. No dudo que esa es

una circunstancia necesaria. El estar actualizados nos permitirá desempeñar mejor

nuestra tarea, pero de eso se ocuparán los cursos, talleres, encuentro, jornadas y

diferentes eventos. Hoy más en boga por la virtualidad creciente.

Las escuelas deben tener una visión integradora que abarque todos los aspectos tanto

teóricos como prácticos. En cada uno de ellos se deberá incluir la gestión como área

integral de cada tema a desarrollar. Asimismo, es importante que se revisen y actualicen,

los planes de estudio. Que se considere la inclusión pormenorizada y tratamiento de los

diferentes tipos de bibliotecas, lo que posibilitará conocerlas y más adelante seleccionar la

biblioteca de interés.

Otro aspecto no incorporado es lo que se refiere al conocimiento detallado de otras

comunidades bibliotecarias como por ejemplo las asociaciones y las redes. Y en el

posgrado posibilitar la incorporación de profesorado o docencia, con sus características

propias para el ejercicio y posibilidad de trabajo en todos los niveles educativos.

Pero lo fundamental en una política bibliotecaria, en este caso de formación bibliotecaria,

es la relación y la gestión ante las autoridades internas para poder llegar a las externas,

las que en definitiva tienen el poder de decisión.

El futuro bibliotecario debe saber que, si estudia esta carrera, no es para tener un trabajo

inmediato, sino que éticamente debe comprometerse con

Ser y Ejercer como Bibliotecario,

y que el ejercicio de la profesión y los reclamos por los que pelee deben ir acompañados

de la complejidad del conocimiento adquirido.

#YoMeCuidoyLosCuido. La idea es tomar conciencia, pensar cómo desarrollar y aplicar

políticas bibliotecarias. Lo he manifestado en repetidas ocasiones debemos

involucrarnos con espíritu solidario y a conciencia, pensar en las mejores decisiones, y

aplicar estrategias que posibiliten posicionarnos en la sociedad. El trabajo compartido nos

fortalecerá. Ya estamos en diciembre y seguramente en el próximo relato no podré tomar

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otro de los aspectos que hace a las políticas bibliotecarias. Pero pensemos en todo esto,

los veo más adelante.

Buenos Aires, 2 de diciembre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto diciembre 03, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/12/formacion-bibliotecari.html?m=1&s=08

“La idea central de este nuevo relato de Rosa Monfasani, es tomar conciencia y pensar

cómo desarrollar y aplicar políticas bibliotecarias. Un tema que debe estar siempre

presente en el día a día del profesional bibliotecario”.

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Saludos 2021

Me acerco a ustedes con el último relato del año 2021. Durante este tiempo se han

despertado diferentes emociones que nos han calado muy hondo. Cuando publiqué esta

imagen dije en su momento que era un árbol del conocimiento y que nos contaba muchas

historias de vida.

Si abrimos y recorremos cada una de sus hojas encontraremos escritos con diferentes

pensamientos, con espacios que invitan a pensar, con comas que clarifican conceptos y

con puntos que separan ideas. Es el decir de uno y de todos, es volcar opiniones, saberes,

sentimientos, es dejar volar la imaginación. Es adentrarse en un mundo donde las letras

danzan y se unen en blanco y negro para dar sentido a lo que desean expresar. Es ver

imágenes en colores que posibilitan armar nuestra propia fantasía.

En este segundo año de pandemia hemos visto y vivido sentimientos exacerbados como si

el encierro, el no hacer, el no poder trabajar, el no encontrarse y abrazarse, tantas cosas…

hubiesen despertado para expresar todo eso con agresiones verbales y físicas. La

pandemia trajo más desigualdad, la naturaleza se tomó revancha, las catástrofes se

hicieron más fuertes y continuas, se perdieron vidas y aún no hemos salido, estamos

inmersos en el que vendrá.

Pero no todo fue negativo, muchos abrimos nuestros corazones y creímos en el otro, nos

solidarizamos, ayudamos a quien nos necesitaba, dejamos alguna sonrisa y de a poco

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pudimos abrazarnos. Los verdes se hicieron más profundos, las flores invadieron balcones

y jardines. Los seres humanos aprendimos y aprehendimos, la naturaleza apareció más

sabia y como con una advertencia dijo aquí estoy.

Hoy cerca de la celebración de la Navidad armamos el árbol, en muchos casos el pesebre

también y colocamos en nuestras puertas un motivo de bienvenida.

Los festejos de fin de año están también por llegar y todos deseamos que el 2022 no solo

traiga el mensaje de prosperidad, sino que nos ayude a ser más comprensivos, que nos

permita involucrarnos en los diferentes quehaceres, que haya trabajo para quienes no lo

tienen, que la educación y la salud sean los fundamentos de la vivencia de todos y para

todos.

Tu felicidad depende de tres cosas, todas las cuales están en tu poder:

tu voluntad, tus ideas sobre los eventos en los que te involucras y el uso que haces de tus ideas.

Epicteto (Filósofo griego 55-135 a.C.)

Agradezco a familiares, amigos y colegas, en lo vivido me sentí protegida con su apoyo,

consejos y cariños brindados, y muy especialmente por tenerlos.

En el plano profesional agradezco el esfuerzo realizado por las diferentes comunidades

bibliotecarias porque acercaron lecturas, entretenimientos y experiencias a quienes lo

necesitaban y contribuyeron a llenar la soledad. El trabajo compartido posibilitó afianzar el

aprendizaje y las reuniones virtuales se instalaron en la sociedad.

Gracias #SoyBibliotecario, editor de mis relatos.

#CuidémonosEntreTodos. Este espacio es para que ustedes colmen con sus sentir y

emociones las hojas que encuentren en blanco. ¡Felices fiestas! y que el 2022 nos

encuentre reunidos y nos permita hacer grandes cosas o al menos las que los demás

requieran.

Buenos Aires, 20 de diciembre de 2021 Publicado por Rodrigo Lastreto diciembre 20, 2021 https://soybibliotecario.blogspot.com/2021/12/saludos-2021-relato-37-del-segundo-ano.html?m=1&s=08

“En su último relato del año, Rosa Monfasani nos hace reflexionar en cómo vivimos a lo largo de todo el 2021 y nos deja sus mejores deseos para el nuevo año que está por comenzar. ¡Felicidades!”

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Reflexiones finales

Termina el 2021, la pandemia continúa, pero eso no debe constituir un desánimo en

nuestros corazones porque a lo mejor este tipo de calamidades son advertencias del

planeta que desea estabilizarse. La Tierra cambió su rostro.

Quizás sean consejos para que el ser humano tome conciencia de los males que nos

aquejan y sepa que existen errores en su comportamiento y que se deben mejorar. Por

eso se generaron otro tipo de actitudes como la solidaridad para brindar el apoyo que

necesitan nuestros semejantes. De tal manera, esto nos hace recapacitar en lo que

estábamos haciendo bien y en lo que no tanto.

No solo debemos pensar en lo que nos depara la profesión en su formato híbrido, sino con

más énfasis en la relación con los usuarios y lectores, en el trabajo en equipo en la

biblioteca, y también en cuestiones que tienen que ver con el hombre mismo.

Estos dos años pasados nos enseñaron muchas cosas, que el estar unidos es beneficioso

para generar y ampliar lo que deseamos ofrecer, que el compartir con los otros produjo

nuevos modos de encarar la bibliotecología, que la cooperación posibilitó ensanchar los

horizontes y, que la creatividad reinventó las posibilidades de las bibliotecas para llegar de

diversas formas. Que ustedes están allí y que los otros también.

No queda mucho por decir, si estos relatos constituyen una visión diferente de ver y

escuchar de otra forma lo que presenta la profesión. Gracias por estar. Seguiré en este

camino y trataré de hacerles llegar lo que desde aquí puedo palpar y como siempre digo:

¡Involucrémonos! ¡Compartamos! ¡Colaboremos! ¡Cooperemos!

Hagamos visible la profesión, que nos escuchen y que podamos establecer una

bibliotecología con políticas bibliotecarias para estar presentes en las políticas públicas.

Les deseo lo mejor. Nos reencontramos en el 2022.

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Acerca de la autora

Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de

Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Especialista en Formación de usuarios, Gestión y planificación de

bibliotecas, Tratamiento y organización de la información, Competencias,

ODS.

Docencia: 1976-1980. Profesora. Carrera de Bibliotecología y Ciencia de la información, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. 1980-1986. Profesora. Carrera de Bibliotecología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata. 2018-2020 Docente en carrera Especialización de Bibliotecas UCES.

Trabajos: 1986-2011. Directora de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA.

1996-2017. Integró Comité Organizador Reuniones Nacionales de Bibliotecarios. 2001-2011.

Miembro coordinador del Encuentro de Bibliotecas Universitarias – Reunión Nacional de

Bibliotecarios- ABGRA. 2008-2011. Presidente de ABGRA. 2009-2017 Coordinó y produjo el

Boletín electrónico de ABGRA.

2011-2017. Asesoramiento en bibliotecas.

Membresías:

2006-2008. Miembro del Comité Honorario de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional.

Desde 2002, forma parte de la Comisión Organizadora Permanente de la Jornada sobre la

Biblioteca Digital Universitaria - JBDU.

2011-2019 coordinó la Red Nacional de Asociaciones de Bibliotecarios de la República Argentina.

– RENABIAR.

Desde 2012 miembro de la Comisión Organizadora de las Jornadas Nacionales de Bibliotecas,

Archivos y Museos – JOBAM.

Desde 2014 miembro del Comité Coordinador de la Red de Redes de Información – RECIARIA.

Premios: En 2015. BCN destacada labor presidente ABGRA. En 2019, designada Socia Honoraria

ABJ-Asociación de Bibliotecarios de Jujuy, y distinción ACBJ – Asociación Civil de Bibliotecarios

Jurídicos por trayectoria.

Publicaciones: artículos en revistas nacionales y extranjeras e integra comités de evaluación. Ha

escrito seis libros sobre temas bibliotecológicos.

Conferencista: Expositora en congresos de la especialidad. Dicta cursos y conferencias de la

especialidad en todo el país y el exterior.