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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA DE LA FUERZA
ARMADA “UNEFA
ACARIGUA_PORTUGUESA
PROFESORAS: BACHILLER:
Xiomara Reyes Eucaris Vásquez. C.I.19284143.
Yaneth García Julia Vásquez. C.I.21563259.
María Granda Karelis Gil.C.I.21393590.
Mariangel Pineda.C.I.23.052.295.
III semestre enfermería “B”
MEDICO QUIRURGICO I
Abril, 22 de 2013
INDICE
Contenido Pág.
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..……03
SISTEMA DIGESTIVO……………………………………………………………...…..04
TIPOS DE PATOLOGIAS EN EL SISTEMA DIGESTIVO……………………...…..08
TRASTORNOS DEL ESTOMAGO Y DUODENO………………………………..…23
ALTERACIONES DE LOS INTESTINOS……………………………………………35
ALTERACIONES DEL HIGADO, VESICULO BILIAR
Y PANCREAS……………………………………………………………………………45
PROCEDIMIENTOS APLICADOS A PACIENTES
CON TRASTORNOS DIGESTIVOS……………………………………………….….51
P.A.E………………………………………………………………………………………58
ANEXOS………………………………………………………………………………….59
CONCLUSION……………………………………………………………………….…..64
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………….65
INTRODUCCIÓN
Para que el cuerpo pueda realizar cada día miles de actividades, se
necesita la energía que nos proporcionan los alimentos. Sin embargo el cuerpo no
puede utilizar los alimentos por sí solo, primero se deben modificar mediante la
digestión. Si bien, los órganos que hacen posible la digestión forman el aparato
digestivo.
Como sabemos, no todos los alimentos son un 100% necesario. Es por esto
que existe un conjunto de órganos y glándulas encargados de seleccionar y digerir
la materia que consumimos. Este conjunto de órganos y glándulas es denominado
"Sistema Digestivo”
En el presente trabajo presentaremos cual es el funcionamiento de este
sistema, los principales problemas relacionados con él, las enfermedades que
puede originar, y las acciones que se realizan en enfermería.
EL SISTEMA DIGESTIVO
Es el aparato encargado de ingerir los alimentos, degradarlos hasta
moléculas pequeñas capaces de entrar en las células, los denominados
nutrientes, y expulsar los restos no digeribles (heces fecales). Igualmente, el
aparato digestivo es el conjunto de órganos en los que se produce la digestión. La
digestión es un proceso mediante el cual los alimentos se dividen en sustancias
más pequeñas, llamadas nutrientes. La función de los órganos del aparato
digestivo es descomponer los alimentos en nutrientes, absorber estos nutrientes y
eliminar los restos de los alimentos en forma de heces.
El aparato digestivo está formado por dos tipos de órganos: por los que
pasa el alimento: digestión mecánica (la boca, el esófago, el estomago, el intestino
delgado y el intestino grueso) y los órganos que producen sustancias que
participan en la digestión, pero por los que no pasa el alimento: digestión química
(el hígado y el páncreas).
FISIOLOGIA DEL SISTEMA DIGESTIVO
El aparato digestivo es un tubo con un orificio de entrada (boca) y uno de
salida (ano), en el cual se pueden distinguir diferentes regiones regiones (cavidad
bucal, faringe, esófago, estomago, intestino delgado e intestino grueso) y varias
glándulas anexas (glándulas salivales, hígado y páncreas).
Cavidad bucal:
La boca es la primera parte del aparato digestivo, es la cavidad por donde
se ingiere el alimento. Está delimitada por los labios, las mejillas, el paladar duro,
el paladar blando y por la base de la boca. Interiormente está recubierta por un
epitelio húmedo denominado mucosa bucal. En el interior se encuentran la lengua
y los dientes, y en ella se encuentran las glándulas salivales. La lengua es un
órgano formado por un músculo que ayuda a mezclar los alimentos con la saliva.
En los adultos se distinguen 32 dientes, en cada mandíbula hay 4 incisivos (para
cortar) ,2 caninos (para rasgar o desgarrar), 4 premolares (para triturar), y 6
molares (para masticar).
Asimismo, entre la cavidad bucal y la faringe se encuentran las amígdalas
con función de barrera defensiva inmunológica.
Faringe:
Se encuentra en el fondo de la boca, es un conducto muy corto (12 cm) que
va desde el final de la cavidad bucal hasta el principio del esófago. En ella hay 2
orificios, por uno pasa el aire que respiramos y por el otro los alimentos. Cuando
se traga el orificio del aire se cierra, y el alimento pasa por el otro orificio hacia el
esófago.
El esófago:
Es un tubo largo que atraviesa el tórax y comunica la faringe con el
estómago. Tiene una longitud de unos 25 cm. Al introducirse en él el alimento se
originan contracciones y relajaciones musculares anulares (olas peristálticas) que
provocan el avance del bolo alimentario, entonces, en las paredes del esófago hay
músculos que se contraen y empujan con fuerza el alimento hacia el estómago.
Estómago:
Funcionalmente, podría describirse como un reservorio temporal del bolo
alimenticio deglutido hasta que se procede a su tránsito intestinal, una vez bien
mezclado en el estómago. El estomago de una persona adulta puede guardar
casi un litro y medio de comida, sin embargo en otras personas puede pasar hasta
más de 2,5 litros, mide 25 cm de alto y 10 a 12 de ancho, sus paredes son
gruesas, debido a que posee tres capas de células musculares. El estomago tiene
forma de saco, y puede aumentar y disminuir su tamaño, el estómago está situado
en el abdomen, en la parte superior y hacia el lado izquierdo, dentro de una
cavidad que se llama cavidad abdominal. Por arriba se conecta con el esófago y
por debajo continua en el intestino delgado.
En las paredes del estómago hay una gran cantidad de músculos y
pliegues. Su interior está recubierto por una capa que tiene células especiales,
estas producen el jugo gástrico, un líquido que participa en la digestión.
El intestino delgado:
Es un tubo que mide unos 7 metros y unos 2,5 centímetros de diámetro y
que esta enrollado en el centro de la cavidad abdominal. Se comunica con el
estómago y con el intestino grueso. La mayor parte de la digestión ocurre en la
porción superior del intestino delgado, el duodeno; aquí la actividad digestiva, que
es llevada a cabo por enzimas, está casi completamente bajo regulación de las
hormonas. También, el intestino delgado produce jugos intestinales que participan
en la digestión. Además, por unos pequeños conductos reciben unos líquidos, la
bilis y el jugo pancreático, que también intervienen en la digestión. En él se puede
diferenciar tres sectores:
El duodeno: Es la primera parte del intestino delgado. Se comunica con el
estomago a través de una válvula denominada píloro. Tiene una longitud de
unos 30 cm. En él se abocan la bilis, el jugo pancreático y el jugo intestinal
procedentes de las glándulas que están englobadas en sus paredes.
Yeyuno: Es la parte intermedia del intestino delgado y también la de mayor
tamaño. Presentan muchas curvaturas sobre sí mismo, las denominadas
asas intestinales.
Íleon: Es la última parte del intestino delgado. Se comunica con el intestino
grueso a través de la válvula ileocecal.
El intestino grueso:
Es la parte final del tubo digestivo. El intestino grueso mide alrededor de 1,7
metros de longitud y unos 8 centímetros de diámetro. También está en la cavidad
abdominal, y es más corto que el intestino delgado, pero más grande. Tiene forma
de C invertida. En su interior abundan las bacterias, la denominada flora
bacteriana. Los materiales no ingeridos circulan por el intestino grueso (colon
ascendente, transverso y descendente), se almacenan brevemente en el recto y
se eliminan a través del ano.
En el intestino grueso se pueden diferenciar tres tramos, que son:
1. Ciego: es la primera parte del intestino grueso. Su nombre hace referencia
a que es un conducto sin salida. Al final presenta un apéndice vermiforme
(con forma de gusano), que si no se vacía continuamente puede infectarse
e inflamarse (apendicitis) y que si se perfora produce una infección
generalizada (septicemia) que puede provocar la muerte.
2. Colon: es la segunda parte del intestino grueso, este va desde el final del
intestino delgado, el íleon, con el cual comunica a través de la válvula
ileocecal, hasta el recto. En el intestino grueso se pueden se pueden
diferenciar tres sectores: colon ascendente, colon transverso y colon
descendente.
3. Recto: es la parte final del intestino grueso. Es un tubo corto que termina en
un orificio, el ano, por donde salen las heces al exterior.
Además del largo tubo que se extiende desde la boca hasta el ano, el
sistema digestivo incluye también las glándulas salivales, el páncreas, el hígado y
la vesícula biliar.
Glándulas salivales:
Hay tres pares de glándulas que segregan saliva, denominadas: parótidas,
submaxilares y sublinguales. La saliva es una secreción acuosa, ligeramente
alcalina, contiene moco y lubrica el alimento. Gracias a la saliva el alimento se
humedece y resulta más fácil su deglución, se elimina algunas de las bacterias
acompañantes y se inicia la deglución de los glúcidos. En los seres humanos y en
otros mamíferos la saliva también contiene una enzima digestiva, la amilasa salival
que comienza la digestión del almidón.
El hígado:
Es un órgano voluminoso, es el órgano más grande del cuerpo humano,
pesa alrededor de 1,5 kg. Es de color rojo oscuro. Está en la cavidad abdominal,
arriba y a la derecha, situado bajo el pulmón derecho, tiene forma triangular. El
hígado tiene muchas funciones, en la digestión su labor más importante es la
producción de la bilis. Esta se almacena en la vesícula biliar, y desde allí se envía
al intestino delgado, donde participa en la digestión de los alimentos.
El páncreas:
Es una glándula que está en la cavidad abdominal cerca del intestino
delgado, su forma puede recordar a una hoja. Es una glándula doble puesto que
tiene una función exocrina (secreción al exterior, concretamente secreción del jugo
digestivo pancreático al duodeno) y una función endocrina (secreción al interior de
los cuerpos, es decir, a la sangre, secreción de las hormonas insulinas y
glucagon).
TIPOS DE PATOLOGIAS DEL SISTEMA DIGESTIVO
Disfagia:
Significa dificultad para comer, es el término técnico para describir el
síntoma consistente en dificultad para la deglución (problemas para tragar). Esta
dificultad suele ir acompañada de dolores, a veces lancinantes (disfagia dolorosa u
odinofagia).
Síntomas:
Molestias o dolor al tragar
Expulsión de los alimentos en la boca o rechazo con la lengua
Aumento del tiempo que dura la deglución con masticación prolongada
Babeo
Inadecuado cierre labial
Presencia de residuos de alimento en la boca o lengua.
Sensación de atasco en la garganta y necesidad de tragar repetidas veces
Carraspeo continuo o frecuente
Atragantamiento con determinadas consistencias
Deglución fraccionada, necesidad de fragmentar el bolo y de tragarlo en
varios intentos
Voz “húmeda”
Bronquitis o neumonías de repetición.
Pirosis
Se denomina pirosis (popularmente agruras o acidez) a una sensación de
dolor o quemazón en el esófago, justo debajo del esternón, que es causa por la
regurgitación de ácido gástrico. El dolor se origina en el pecho y puede radiarse al
cuello, a la garganta o al ángulo de la mandíbula. La pirosis se ha identificado
como una de las causas de la tos crónica, e incluso pueden confundirse con asma.
Causas
La acidez se produce cuando el ácido del estómago regresa hacia el
esófago. Normalmente, cuando uno traga, el esfínter esofágico inferior, una banda
circular de músculo que rodea la parte inferior del esófago, se relaja para permitir
que el alimento y el líquido fluya hacia abajo en su estómago. A continuación, se
cierra de nuevo. Sin embargo, si el esfínter esofágico inferior se relaja
anormalmente o se debilita, el ácido del estómago puede fluir de nuevo hacia el
esófago, causando acidez.
Signos y síntomas
La acidez es causada por el retroceso del contenido gástrico hacia el
esófago, que puede dar lugar a una serie de síntomas. Los síntomas pueden
variar en intensidad entre los individuos.
Los síntomas de la acidez estomacal son:
Un ardor en el pecho que por lo general ocurre después de comer y
puede ocurrir en la noche
Dolor que empeora al acostarse o agacharse.
Diagnostico
Se puede diagnosticar fácilmente el reflujo gastroesofágico únicamente con
base en sus síntomas. Cuando el estado clínico no es muy claro, se pueden hacer
otras pruebas para confirmar el diagnóstico o para excluir otras enfermedades.
Algunas pruebas de confirmación incluyen:
Monitoreo ambulatorio del pH, se puede colocar un tubo a través de la nariz
hacia el esófago para grabar el nivel de acidez del esófago bajo.
Serie gastrointestinal superior, se toma una serie de rayos X del sistema
digestivo superior tras haber tomado una solución de bario. Esto puede
conllevar al reflujo del bario en el esófago, que sugeriría la posibilidad de
enfermedad. Para mayor precisión, se puede usar una fluoroscopia, a fin de
detectar el reflujo en tiempo real.
Manometría, en este examen se utiliza un sensor de presión (manómetro)
que se pasa por la boca hacia el esófago y mide directamente la presión del
esfínter esofágico.
Endoscopia, se puede visualizar la mucosa esofágica directamente al
introducir un tubo delgado e iluminado, con una cámara integrada
(endoscopio) a través de la boca para examinar el esófago y el estómago.
De este modo, se puede detectar la evidencia de inflamación esofágica y, si
es necesario, tomar una biopsia. Ya que la endoscopía le permite al doctor
inspeccionar visualmente el tracto digestivo superior, este procedimiento le
puede ayudar a identificar daños adicionales que no se habrían detectado
de otro modo.
Biopsia, se toma una pequeña muestra del tejido del esófago para
estudiarla y revisar alguna inflamación o presencia de cáncer o algún otro
problema.
Tratamiento:
Si el ardor se desencadena mientras se está acostado, alzar la cabeza con
almohadas o sentarse alivia las molestias frecuentemente - aunque se debe tener
cuidado de no hacer demasiado esfuerzo con el cuello. Evitar cierto tipo de
alimentos poco antes de ir a la cama se aconseja también para evitar ataques
futuros en el esófago puede provocar cáncer gástrico.
Medicación, Se pueden utilizar antiácidos, antihistamínicos H2 o inhibidores
de la bomba de protones para tratar la pirosis.
Antiácidos, El tratamiento diario con antiácidos es efectivo para el 25-30 por
ciento de los pacientes con enfermedad de reflujo. Los medicamentos
bloqueadores de ácido son los más efectivos para los cuadros moderados
de la enfermedad. También puede utilizarse bicarbonato de sodio que
genera una reacción con los ácidos que provocan la molestia y los
neutraliza convirtiéndolos en gas el cual es expedido con la acción de
eructar el mismo.
Agua, Algunos sugieren que el tomar un vaso grande de agua diluye los
niveles bajos (ácidos) de pH en el estómago, lo cual aliviaría el dolor
temporalmente. Esta medida no siempre es efectiva, pues depende del pH.
Alimentos, En general, cualquier alimento (excepto los más ácidos) puede
aliviar momentáneamente los síntomas, debido a que la saliva eleva el pH
esofágico y a que el reflejo de tragado dificulta el reflujo de ácido desde el
estómago.
Antihistamínicos H2, Se trata de sustancias utilizadas para bloquear la
acción de las histaminas en las células parietales del estómago, que
generan una reducción en la producción de ácido de esas células. Sin
embargo, su uso se ha disminuido con la llegada de los IBPs.
Inhibidores de la bomba de protones (IBPs), Son medicamentos que
pueden ser efectivos para los pacientes que no responden a los antiácidos
o bloqueadores de ácidos. Estos inhibidores bloquean directamente la
producción de ácido en las células del estómago y ofrecen un alivio más
efectivo. Para prevenir las agruras, el medicamento desfigura y deshabilita
las proteínas (bombas de protones) que controlan el pH del estómago,
dejando que el cuerpo las digiera
Dieta restrictiva, una dieta restrictiva es muy importante, pues entre el 90 y
95 por ciento de los pacientes pueden ligar sus síntomas a alimentos
específicos. Es por eso que deben elegir aquellos alimentos y bebidas que
tengan bajo riesgo de producir reflujo, y evitar aquellos que desaten la
pirosis.
Eructación
Es la liberación, a través de la boca, generalmente ruidosa, del aire
contenido en esófago y estómago. Generalmente, esto ocurre después de las
comidas, cuando el estómago está más lleno y la transición del esófago al
estómago está menos contraída. A medida que el aire se acumula en la parte
superior del estómago, provoca estiramiento de éste, lo cual desencadena la
relajación del músculo del esfínter esofágico inferior. Esto permite que el aire
escape hacia arriba por el esófago y salga por la boca. Los eructos excesivos o
repetitivos pueden ser provocados por la deglución inconsciente del aire
(aerofagia).
Dependiendo de la causa, el eructo puede cambiar de duración e
intensidad. Los síntomas como náuseas, dispepsia y acidez gástrica pueden
aliviarse al eructar.
Causas
Presión causada por la deglución inconsciente de aire
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Reflujo gástrico
Es una afección en los contenidos estomacales (alimento o líquido) se
devuelven desde el estómago hacia el esófago, el conducto que va desde la boca
hasta el estómago. Esta acción puede irritar el esófago, causando acidez y otros
síntomas.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), enfermedad por reflujo
gástrico, o enfermedad por reflujo de ácido se refieren a una enfermedad que se
caracteriza por la presencia de síntomas crónicos y/o daño en la mucosa del
esófago a causa de un reflujo anormal del contenido del estómago hacia el
esófago
Causas
Cuando se come, el alimento pasa desde la garganta hasta el estómago a
través del esófago (también llamado el conducto del alimento o el tubo de
deglución). Una vez que el alimento está en el estómago, un anillo de fibras
musculares impide que el alimento se devuelva hacia el esófago. Estas fibras
musculares se denominan esfínter esofágico inferior o EEI.
Si este músculo del esfínter no cierra bien, el alimento, el líquido y el ácido
gástrico pueden devolverse hacia el esófago, lo cual se denomina reflujo o reflujo
gastroesofágico. El reflujo puede causar síntomas o incluso dañar el esófago.
Entre los factores de riesgo para el desarrollo del reflujo están:
Alcohol (posiblemente)
Hernia de hiato (una afección en la cual parte del estómago pasa por
encima del diafragma, el músculo que separa el tórax de la cavidad abdominal)
Obesidad
Embarazo
Esclerodermia
Tabaquismo
Síntomas
El reflujo puede ser asintomático. La pirosis es el síntoma más frecuente,
pudiendo aparecer también regurgitación, dolor torácico o disfagia. La odinofagia
(dolor con la deglución) es un síntoma raro en esta enfermedad y si es importante
se debe sospechar la existencia de una erosión o una úlcera esofágica.
También pueden aparecer hemorragias, faringitis, laringitis, crisis de bronco
espasmo (similares a las crisis asmáticas), neumonías aspirativas o incluso
fibrosis pulmonar. Las manifestaciones en el aparato respiratorio pueden deberse
a aspiraciones directas del contenido refluido hacia el árbol respiratorio o a reflejos
de bronco espasmo desencadenados por la presencia del ácido en el esófago, vía
nervio vago.
El dolor de esófago puede ser producto además del exceso de alcohol
durante un período extendido. Principalmente cuando no se le da mayor descanso
a los órganos.
Diagnóstico
El diagnóstico de RGE es clínico y depende de los síntomas, sin embargo
es posible la objetivización médica de la patología por medio de algunos estudios.
La esofagogastroduodenoscopia es el examen más utilizado para el
diagnóstico de reflujo gastroesofágico. Puede detectar lesiones en la mucosa
esofágica como erosiones y úlceras que son producidas por el reflujo gástrico
ácido. Al encontrarlas se puede diagnosticar una esofagitis por reflujo
gastroesofagico. También puede diagnosticar la hernia hiatal que predispone al
reflujo. Es posible y frecuente que este estudio sea normal en un paciente con
RGE. Cuando hay reflujo y no se encuentran erosiones se suele clasificar como
enfermedad por reflujo gastroesofágico no erosiva.
La medición de pH de 24 horas es un estudio en el que, como su nombre lo
indica, se monitoriza por medio de una sonda en el esófago el pH del esófago. El
paciente anota cuando tiene síntomas y el estudio es leído posteriormente por el
médico. Con frecuencia, los síntomas se asocian a los episodios de reflujo
(medición más baja del pH) pero esto no siempre ocurre.
Otro estudio utilizado es la manometría esofágica, en el cual se mide la
presión del EEI y la movilidad del esófago asociada a la ingesta de líquidos.
Otro estudio más avanzado es la impedanciometría que registra y diferencia
el pasaje por el esófago de sólido (bolo alimenticio), líquido (reflujo) y gas, a la vez
que registra una pHmetría de 24 h.
Tratamiento
Actualmente el tratamiento del reflujo se basa en la supresión del ácido
provocado en el estómago. Los medicamentos que han mostrado ser efectivos
son los inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol, el lansoprazol, el
pantoprazol, el rabeprazol y el esomeprazol. Los síntomas de la esofagitis erosiva
característica de ciertos estudios avanzados del reflujo gastroesofágico tienden a
recurrir en más del 80% de los pacientes antes de los 6 meses después de
descontinuar la administración de inhibidores de la bomba de protones. Por esa
razón, puede que sea necesaria una terapia de mantenimiento a largo plazo con
una dosis completa o a mitad de la dosis para inhibir la recurrencia u otras
complicaciones de la enfermedad.[8]
Otros medicamentos como los bloqueadores de los receptores de histamina
(cimetidina, famotidina, nizatidina, ranitidina) y los promotílicos como la
metoclopramida y la domperidona no son tan efectivos en el tratamiento de esta
patología.
En episodios de reflujo no ácido, el tratamiento supresor del ácido no tiene
utilidad, se deben usar promotílicos y algunos antidepresivos, desgraciadamente
este tipo de reflujo suele tener peor respuesta al tratamiento.
Nauseas
Las náuseas se presentan como una situación de malestar en el
estómago, asociada a la sensación de tener necesidad de vomitar (aunque
frecuentemente el vómito no se da). Sensación que indica la proximidad del
vómito y esfuerzos que acompañan a la necesidad de vomitar.
Causas
Muchos problemas comunes pueden causar náuseas y vómitos:
Alergias a los alimentos
Infecciones gástricas o intestinales, como la "gastroenteritis vírica
epidémica" o la intoxicación alimentaria
Devolución de los contenidos estomacales (alimento o
líquido) (también llamado reflujo gastroesofágico o ERGE)
Medicamentos o tratamientos médicos como la radioterapia o la
quimioterapia para el cáncer
Jaquecas
Náuseas del embarazo
Mareo o cinetosis
Dolor intenso como el causado por los cálculos renales
Síntomas
Es difícil describir las náuseas. Es algo muy molesto, pero no doloroso; que
se percibe en el fondo de la garganta, el pecho o abdomen superior. La sensación
está asociada con un disgusto por la comida o urgencia por vomitar. Cuando el
cuerpo se prepara para vomitar, puede ocurrir lo siguiente:
El anillo muscular entre el esófago y el estómago (esfínter esofágico)
se relaja.
Los músculos abdominales y el diafragma se contraen.
La traquea (laringe) se cierra.
La parte inferior del estómago se contrae.
Diagnóstico
Como las causas de náuseas son muchas, el médico buscará causas de
náuseas en la historia clínica, incluidos los medicamentos que ingiere. Es
importante que el paciente le informe al médico otros síntomas que pudieran
desencadenar sus náuseas. Si el paciente es una mujer sexualmente activa y en
edad de procrear, debe decir al médico si existe la posibilidad de que pudiera estar
embarazada, la fecha de su última menstruación y forma de control de la natalidad
que usa.
El examen físico incluirá checar la presión arterial, examen abdominal,
examen neurológico y otros exámenes, según sean sus síntomas y su historia
clínica. Pueden solicitarle análisis de sangre. Mujeres que pudieran estar
embarazadas, deberán hacer un test de embarazo. Si ha tenido una lesión
cerebral reciente, puede que le soliciten un examen radiográfico de cerebro, como
una tomografía computada (TC).
Tratamiento
Si el paciente presenta náuseas con frecuencia, es necesario investigar el
origen de las mismas, para poder instaurar un tratamiento adecuado. Si las
náuseas se acompañan de vómitos es necesario rehidratar al paciente y controlar
su nivel de electrolitos. Las náuseas pueden disminuir evitando alimentos sólidos,
y farmacológicamente empleando antieméticos. No se debe comer demasiada
comida, ya que el estómago se llena de alimentos, por lo que los jugos digestivos
aumentan, y como los jugos digestivos tienen mayor peso que la comida, la
comida asciende al esófago, produciendo molestias, y dando lugar al vomito.
También pueden ser tratados con medicamentos, o cafeína, pero sin un abuso
excesivo. Si una persona no quiere tratarlo con medicamentos, tendrá que
controlarlo. En ocasiones, un refresco de cola puede paliar momentáneamente las
náuseas. Igualmente si los síntomas persisten es bueno consultar a un médico
para descartar cualquier enfermedad como la amebiasis.
Vómito
El vómito, también llamado emesis, es la expulsión violenta y espasmódica
del contenido del estómago a través de la boca. Aunque posiblemente se
desarrolló evolutivamente como un mecanismo para expulsar del cuerpo venenos
ingeridos, puede aparecer como síntoma de muchas enfermedades no
relacionadas con éstos, ni siquiera con el estómago (gastritis) como patología
cerebral u ocular.
Causas
Son muchas y muy variadas las situaciones que pueden provocar el vómito,
por lo que suele ser conveniente un diagnóstico diferencial. Grosso modo,
encontramos:
Desórdenes digestivos: en casos de gastritis, estenosis pilórica, íleo
intestinal...
Sistema nervioso y sentidos: cinetosis, hemorragia cerebral, conmoción
cerebral, intoxicaciones, migraña o cefalea intensa...
Alergias, en especial con alergia a alimentos
Otros: desórdenes alimentarios, vómito postoperatorio, altas dosis de
radiaciones, consumo excesivo de alcohol...
Síntomas
Fiebre, dolor, palidez, sudoración, aumento de la secreción salival y pérdida
del apetito.
Diagnóstico
Son múltiples las causas que pueden originar los vómitos (tabla 1). En la
práctica clínica es fundamental establecer la causa de los vómitos, porque pueden
tener un tratamiento específico o urgente. Una historia clínica correcta, una
adecuada exploración física y, en ocasiones, determinadas pruebas diagnósticas
nos permiten conocer la etiología en la mayoría de los casos. Diagnóstico
etiológico de los vómitos. ECG: electrocardiograma; ECO: ecografía abdominal;
FGS fibrogastroscopia; ORL: otorrinolaringólogo; RMN: resonancia magnética
nuclear; TC: tomografía computadorizada; TEGD: tránsito esofagogastroduodenal.
Historia clínica Duración de los síntomas Los vómitos de uno o dos días de
duración pueden sugerir gastroenteritis infecciosa o nueva medicación. Si son
crónicos o recurrentes pueden deberse a un trastorno de la motilidad. En toda
mujer fértil debe considerarse la posibilidad de embarazo como causa de vómitos.
Características clínicas del vómito Los vómitos matutinos son propios del
embarazo, abuso del alcohol, trastornos metabólicos, fármacos e hipertensión
intracraneal. Los que aparecen durante o inmediatamente después de la ingesta
se relacionan con una causa psicógena (anorexia o bulimia) o la presencia de una
úlcera cercana al canal pilórico. La presencia de alimento no digerido sugiere
divertículo de Zenker, acalasia u obstrucción del esófago. El vómito con olor fecal
indica obstrucción intestinal o íleo asociado a peritonitis. Si se presenta de forma
brusca, sin náuseas ni arcadas precedentes (vómitos explosivos) es característico
pero no exclusivo de un aumento en la presión intracraneal.
Tratamiento
Se emplean antieméticos, que reducen las náuseas y la frecuencia del
vómito. Son ampliamente usados de forma concomitante con citostáticos y
anestésicos opioides, y como alivio sintomático en casos de cinetosis. Cuando el
vómito ha sido frecuente es recomendable la ingestión abundante de líquidos. Si
no fuera posible, es necesario fluido terapia con suero.
En otras ocasiones es necesario provocar el vómito, por ejemplo en el caso
de una intoxicación reciente, antes de que sea absorbida. Se emplea jarabe de
ipecacuana, una preparación extemporánea que contiene cefelina y emetina. Es
muy importante tener en cuenta que cuando la conciencia de un individuo está
comprometida (desorientación, estupor...) no se debe provocar el vómito por el
alto riesgo de asfixia. Tampoco debe hacerse si la sustancia es corrosiva o es un
derivado del petróleo.
Anorexia
La anorexia o anorexia nerviosa (AN) es, junto con la bulimia, uno de los
principales trastornos alimenticios, también llamados Trastornos psicogénicos de
la Alimentación (TFA). Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo de la
comida por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar, que puede
conducirle a un estado de inanición, es decir, una situación de gran debilidad
ocasionada por una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales.1 En casos
graves puede desarrollar desnutrición, hambre, amenorrea y extenuación.
La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria. Su
definición establece como característica principal la pérdida auto-inducida de peso,
provocada por una preocupación anómala por la forma y el peso del propio
cuerpo, que más tarde se manifiesta mediante el control excesivo de la ingesta de
alimentos. Se presenta normalmente en la adolescencia (14-18 años de edad),
también en edades más tardías (20-40 años). Es más frecuente en las mujeres,
aunque existen diversos casos en varones.
Síntomas
La mayor parte de los síntomas son consecuencia de la desnutrición y del
consiguiente déficit de macro nutrientes, vitaminas y minerales. Se pueden afectar
diferentes órganos, entre ellos el corazón y sistema cardiovascular, dando como
resultado un ritmo cardíaco lento (bradicardia). Es frecuente un desbalance
electrolítico, en particular niveles bajos de fosfato, asociado a debilidad muscular,
disfunción inmunológica, y muerte. Aquellas personas que desarrollan anorexia
nerviosa antes de la edad adulta pueden sufrir un retraso del crecimiento. Con
frecuencia existe disminución en los niveles de hormonas esenciales, incluidas las
sexuales, y elevación de cortisol en sangre. Asimismo es usual la osteoporosis por
disminución de los niveles de calcio y vitamina D. También se han observado
modificaciones en la estructura y función cerebral por efecto de la inanición, con
reversión parcial cuando se recupera un peso normal.[]
Algunas de las alteraciones más frecuentes que se producen en el
organismo por efecto de la inanición son las siguientes:
Pérdida excesiva de peso. El índice de masa corporal es menor a
17,5 en los adultos, o el 85% del peso esperado para los niños.
Aspecto pálido y ojos hundidos; hinchazón de ojos y tobillos.
Piel seca, labios secos y quebradizos.
Retraso del crecimiento (déficit de hormona de crecimiento).
Alteraciones hormonales que provocan la interrupción del ciclo
menstrual (amenorrea), reducción de la libido e impotencia en los hombres.[3]
Alteraciones del metabolismo, arritmia y bradicardia, hipotensión,
hipotermia, anemia, leucopenia, disminución del número de plaquetas
(plaquetopenia), pérdida de cabello (alopecia), aparición de lanugo y uñas frágiles.[
Problemas circulatorios (calambres y extremidades cárdenas).
Vértigo, dolor de cabeza, deshidratación, alteraciones dentales
(caries), estreñimiento, dolor abdominal, edema.
Insomnio, letargo, infertilidad.
Anormalidad en los niveles corporales de minerales y electrolitos.
Depresión del sistema inmunitario.[
Daños renales y hepáticos; hipertrofia parotídea.
Infarto y muerte (casos muy graves
Diagnóstico
La anorexia nerviosa debe diferenciarse de la pérdida de peso que se
produce en otras enfermedades orgánicas, como en muchos tipos de cáncer,
diabetes mellitus, hipertiroidismo, colitis ulcerosa o celiaquía. En cada una de ellas
aparecen otras manifestaciones características, como la polidipsia (sed excesiva)
en la diabetes mellitus o la elevación de hormonas tiroideas en el hipertiroidismo.
Además en estas enfermedades no existe distorsión de la imagen corporal ni
obsesión por adelgazar.
Por otra parte diferentes trastornos siquiátricos pueden cursar con pérdida
de peso y falta de apetito, a veces ocurre en la depresión, pero en esta
enfermedad no existe el miedo a engordar típico de la anorexia. Pueden aparecer
conductas alimentarias inusuales en la esquizofrenia o conductas de evitación de
comer en público en la fobia social.
Dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, con frecuencia, no es
fácil diferenciar los diagnósticos de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros
trastornos de la conducta alimentaria no especificados (EDNOS), pues existen
síntomas comunes a los tres trastornos. No es inusual que una persona con un
trastorno de la conducta alimentaria reciba diferentes diagnósticos a medida que
cambian sus comportamientos con el paso del tiempo. Un número significativo de
pacientes diagnosticados con EDNOS cumplen la mayor parte de los criterios de
la anorexia nerviosa, excepto la amenorrea (falta de hemorragia menstrual) de tres
meses de duración.[]
Tratamiento
Es importante conseguir que la persona afectada reconozca que presenta
anorexia nerviosa. La mayor parte de los pacientes que sufren la enfermedad,
niegan que lo suyo sea un trastorno de la alimentación y por esta causa acuden a
recibir tratamiento cuando el problema ha avanzado mucho.
Dada la naturaleza de este padecimiento, el tratamiento busca restaurar el
peso corporal ideal, estabilizar al organismo, mejorar su estado nutricional y
restablecer hábitos alimenticios saludables. Conforme se avance en este proceso,
deben abordarse los aspectos psicológicos y emocionales mediante psicoterapia,
en ocasiones se utilizan medicamentos para mejorar la ansiedad, depresión u
otros problemas psíquicos acompañantes.
Dado que los síntomas de la anorexia nerviosa pueden simular diferentes
enfermedades orgánicas, el médico de familia o el pediatra es el primero a quien
se debe consultar. En función de la información disponible, la entrevista con el
paciente y los familiares próximos, establecerá las diferentes posibilidades
diagnósticas y dependiendo de las circunstancias individuales, solicitará cuando
sea conveniente, estudios complementarios como analítica general de sangre,
orina y hormonas tiroideas. En una segunda fase puede ser necesario atención
especializada, prestada por psiquiatras, psicólogos, internistas, endocrinólogos,
ginecólogos y nutricionistas. En algunos países existen unidades
multidisciplinarias para la atención integral del paciente, pero siempre es necesaria
una evaluación previa por el médico de familia o el pediatra.[]
TRASTORNOS DEL ESTOMAGO Y DEL DUODENO
Gastritis
es la inflamación de la mucosa gástrica, que en la gastroscopía se ve
enrojecida, presentándose en forma de manchas rojizas, las cuales representan
irritación o hemorragias subepiteliales.[] Sin embargo, el diagnóstico preciso se
obtiene por exploración endoscópica. En ésta se apreciará si es solo una parte del
estómago la que está afectada o toda la esfera gástrica. Son varias sus causas,
entre ellas, los malos hábitos alimenticios, el estrés, el abuso en el consumo de
analgésicos (aspirina, piroxicam, indometacina, etc.), desórdenes de
autoinmunidad o la infección por Helicobacter pylori.
Las causas más comunes de gastritis son:
Ciertos medicamentos como ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno
o naproxeno, cuando se toman por mucho tiempo.
Tomar demasiado alcohol.
Infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori.
Las causas menos comunes son:
Trastornos auto inmunitarios (como anemia perniciosa).
Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar).
Consumo de cocaína.
Ingerir o beber sustancias corrosivas o cáusticas (como venenos).
Estrés extremo.
Infección viral, como citomegalovirus y el virus del herpes simple,
especialmente en personas con un sistema inmunitario débil.
Un traumatismo o una enfermedad repentina y grave, como una cirugía
mayor, insuficiencia renal o el hecho de estar con un respirador pueden causar
gastritis
Síntomas
En ocasiones no se presentan síntomas pero lo más habitual es que se
produzcan el ardor o dolor en el epigastrio, acompañado de náuseas, mareos, etc.
Es frecuente encontrar síntomas relacionados al reflujo gastroesofágico, como la
acidez en el estómago. Los ardores en el epigastrio suelen ceder a corto plazo con
la ingesta de alimentos, sobre todo leche. Pero, unas dos horas luego de la
ingesta, los alimentos pasan al duodeno y el ácido clorhídrico secretado para la
digestión queda en el estómago, lo que hace que se agudicen los síntomas. [
]También puede aparecer dolor abdominal en la parte superior (que puede
empeorar al comer), indigestión o pérdida del apetito. En caso de que exista un
componente ulceroso que sangre, pueden presentarse vómitos con sangre o con
un material similar a manchas de café, y heces oscuras.
Diagnóstico
La prueba diagnóstica más común para la gastritis es la endoscopia
(gastroscopia) con biopsia del estómago. Generalmente, el médico le dará al
paciente un medicamento para reducir el malestar y la ansiedad antes de
comenzar el procedimiento de endoscopia. Luego, el médico inserta un
endoscopio, un tubo delgado con una cámara diminuta en el extremo, a través de
la boca del paciente o la nariz hasta el estómago. El médico utiliza el endoscopio
para examinar el revestimiento del esófago, el estómago y la primera porción del
intestino delgado. Si es necesario, el médico utiliza el endoscopio para realizar
una biopsia, que consiste en recoger pequeñas muestras de tejido para su
examen al microscopio.
Otros exámenes para identificar la causa de gastritis o cualquier
complicación incluyen los siguientes:
Serie gastrointestinal superior (GI): El paciente toma bario, un material
de contraste líquido que hace que al tracto digestivo visible en una
radiografía. Las imágenes de rayos X pueden mostrar cambios en el
revestimiento del estómago, tales como erosiones o úlceras.
Examen de sangre: El médico puede detectar anemia, una condición en la
cual se ve disminuida de la sangre una sustancia rica en hierro, la
hemoglobina. La anemia puede ser un signo de sangrado crónico en el
estómago.
Examen de heces: Este examen se hace para detectar la presencia de
sangre en las heces, otro signo de sangrado en el estómago.
Pruebas para la detección de infección por H. pylori. El médico puede
examinar el aliento de un paciente, la sangre o heces para detectar signos
de infección. La infección por H. pylori también puede ser confirmado con
las biopsias tomadas del estómago durante la endoscopia.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa específica. Algunas de las causas
desaparecerán con el tiempo. La persona posiblemente necesite dejar de tomar
ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno, naproxeno u otros medicamentos que
puedan estar causando la gastritis, pero sólo después de hablar con su médico.
Puede emplear otros fármacos de ventas libres y recetadas que disminuyan
la cantidad de ácido en el estómago, tales como:
Antiácidos.
Antagonistas H2: famotidina (Pepsid), cimetidina (Tagamet),
ranitidina (Zantac) y nizatidina (Axid).
Inhibidores de la bomba de protones (IBP): omeprazol (Prilosec),
esomeprazol (Nexium), iansoprazol (Prevacid), rabeprazol (AcipHex) y pantoprazol
(Protonix).
Se pueden emplear antiácidos para tratar la gastritis crónica causada por
infección con la bacteria Helicobacter pylori.
Varices esofágicas
Son dilataciones venosas patológicas en la submucosa del esófago que se
producen normalmente en pacientes con hipertensión portal. El problema de las
varices esofágicas se presenta cuando provocan sangrado digestivo. El sangrado
digestivo por varices suele ser masivo y, cuando ocurre, es potencialmente mortal.
Causas
La cicatrización (cirrosis) del hígado es la causa más común de várices
esofágicas. Esta cicatrización reduce el flujo de sangre a través del hígado. Como
resultado, hay más flujo de sangre a través de las venas del esófago. Este flujo
sanguíneo extra provoca que las venas en el esófago se ensanchen hacia afuera.
Si estas venas se rompen, pueden sangrar de manera intensa. Cualquier tipo
de enfermedad hepática crónica puede provocar várices esofágicas. Las várices
también se pueden presentar en la parte superior del estómago.
Síntomas
Las varices esofágicas no conllevan síntomas primarios por sí mismas,
viéndose más afectada la salud del paciente por la enfermedad que provoca la
hipertensión portal. Si no se han detectado en una endoscopia anterior, el primer
signo visible suele ser la hematemesis provocada por la rotura en una de las
lesiones varicosas. Normalmente se da un vómito en el que se observan sangre y
coágulos. También se puede manifestar por melenas al producirse el goteo de
sangre de una de las varices.[] Al aumentar la tensión de los vasos afectados,
pueden romperse las paredes de las varices con lo que se daría una hemorragia
masiva, potencialmente mortal (entre el 17 y 57% de los afectados). Estos
pacientes presentan a menudo inestabilidad hemodinámica, taquicardia e
hipotensión.
Diagnóstico
El diagnóstico se establece por medio de una esofagogastroduodenoscopia,
la cual debe ser realizada en todo paciente con hemorragias idiopáticas, cirrosis o
esplenomegalia y con carácter de urgencia si presentan sangrado digestivo
masivo. Las varices se presentan de color azul, redondeado y compresible,
haciendo prominencia en la mucosa del esófago. La ventaja de este diagnóstico
directo es poder saber su posición, tamaño y otros signos como manchas rojas
brillantes que indiquen un inminente sangrado o coágulos de sangre donde haya
existido una hemorragia.
También pueden detectarse mediante radiografía aplicando una papilla de
bario. En el medio de contraste se observan las lesiones como manchas negras,
con típica conformación en collar de perlas o panal de abejas. Éste método
actualmente es poco localizado y a menudo no se ven siempre. La ecoendoscopia
con Doppler se utiliza para obtener imágenes del flujo sanguíneo y su
hemodinámica.
Tratamiento
El manejo debe ser endoscópico en primera opción. El endoscopista,
usualmente un gastroenterólogo, debe detener el sangrado si está activo o
detectar el punto de sangrado si este paró y debe aplicar tratamiento endoscópico.
Existen tres opciones, la primera es la ligadura con bandas endoscópicas de las
várices esofágicas (que es la más utilizada), la segunda la inyección de sustancias
esclerosantes en las varices o contigua a la misma y la tercera es inyectar un
pegamento tisular (similar al "super-bonder" o "goma loca") llamado cianoacrilato.
Las tres opciones tienen una efectividad similar. Para las várices en
esófago se ha visto que la ligadura es el método más simple y con menos
complicaciones. Usualmente la única complicación es la estenosis
(estrechamiento) por fibrosis del esófago (cicatrización) y la posible aparición de
varices secundarias en el estómago. La inyección de sustancias esclerosantes
tiene un mayor riesgo de perforación y de infección local. El pegamento tisular es
difícil de conseguir y tiene una mayor dificultad técnica de aplicación y el riesgo
potencial (aunque raro) de embolias pulmonares. Este pegamento tisular es muy
efectivo cuando el sangrado es por varices situadas en el estómago. En estas
varices las otras modalidades terapéuticas son poco efectivas.
Junto con el tratamiento endoscópico, se usa tratamiento médico con
medicamentos intravenosos que disminuyen el flujo sanguíneo a las varices. Se
usan dos tratamientos principalmente, en América (del Norte, Central y del Sur) se
prefiere usar el octreotido, mientras que en Europa se prefiere la terlipresina,
ambos con excelentes resultados. Se recomienda mantener este tratamiento
durante 5 días que es el período de mayor riesgo de resangrado.
Todos los pacientes con hepatopatía crónica y sangrado digestivo deben
recibir antibióticos de manera preventiva.
Ulceras péptica
Es aquella que afecta la mucosa que recubre el estómago o el duodeno (la
primera parte del intestino delgado). Se clasifican en úlceras gástricas y úlceras
duodenales, estas últimas son mucho más frecuentes. Las úlceras pépticas
pueden aparecer tanto en las mujeres como en los hombres desde la infancia
hasta edades avanzadas. Se trata de una enfermedad común que afecta a una de
cada 10 personas en algún momento de su vida.
Síntomas
El síntoma más característico es la existencia de dolor que se localiza en la
zona central y superior del abdomen (epigastrio). El dolor puede definirse como
corrosivo y suele hacer su aparición entre 1 y 3 horas después de las comidas o
por la noche durante las horas de sueño. Suele suceder tras la ingesta de
alimentos, y seguir una evolución cíclica con exacerbaciones de semanas o meses
de duración que se intercalan con periodos en los que no se manifiesta.
Otros síntomas frecuentes son la existencia de reflujo gastroesofágico,
pirosis, ardores o acidez que desaparecen con la toma de algún agente alcalino
como el bicarbonato o los antiácidos. También náuseas, vómitos y pérdida de
peso. En algunos casos hasta sangrado.
Hay que tener en cuenta que este cortejo de manifestaciones no siempre
está presente. Algunas personas presentan tan solo un síntoma leve o ninguno.
Muchos de estos síntomas son semiologías compartidas por otras afecciones
como la gastritis erosiva, litiasis biliar, pancreatitis, cáncer de estómago, etc.
Diagnostico
Para diagnosticar una úlcera, el médico ordenará uno de los siguientes
exámenes:
Una esofagogastroduodenoscopia (EGD o endoscopia de vías digestivas
altas) es un examen especial llevado a cabo por un gastroenterólogo, en el
cual se introduce un tubo delgado con una cámara en su extremo a través
de la boca hasta el tracto gastrointestinal para mirar el estómago y el
intestino delgado.
El tránsito esofagogastroduodenal consiste en una serie de radiografías que
se toman después de que uno ingiere una sustancia espesa llamada bario.
Una endoscopia de vías digestivas altas también se hace en personas que
estén en alto riesgo de cáncer en el estómago. Los factores de riesgo son entre
otros ser mayor de 45 años o tener síntomas como:
Anemia
Dificultad para deglutir
Sangrado gastrointestinal
Pérdida de peso inexplicable
También se necesitan exámenes para H. pylori.
El médico también puede ordenar estos exámenes:
Examen de hemoglobina en la sangre para verificar si hay anemia.
Examen de sangre oculta en heces para verificar si hay sangre en las
heces.
Tratamiento
Supresores del ácido
Inhibidores de la bomba de protones Los inhibidores de la bomba de
protones son agentes antisecretores potentes que actúan sobre las células
parietales del estómago y disminuyen la producción de ácido mediante la
inhibición de la enzima H+K+ATPasa, la cual expulsa los hidrogeniones
(H+) a la luz gástrica, los cuales al unirse al ion cloro forman el ácido
clorhídrico. Se recomienda administrarlos unas horas antes de la
medicación o por la mañana en pacientes plurimedicados a lo largo del día
para incrementar su efectividad. Son más efectivos que los antagonitas H2
(cimetidina, ranitidina y análogos). El primer fármaco de este grupo que
salió al mercado y el más utilizado es el omeprazol. Posteriormente
surgieron lansoprazol, pantoprazol, rabeprazol y esomeprazol
Antagonistas de los receptores H2 Actúan bloqueando los receptores H2
para la histamina e inhibiendo la secreción ácida, lo que facilita la
cicatrización de las úlceras. Dentro de este grupo se incluyen la ranitidina,
famotidina, cimetidina, nizatidina y roxatidina. La ranitidina es uno de los
más utilizados, su efecto antisecretor tiene una duración de 12 horas por lo
que suele administrarse 2 veces al día. La famotidina se administra una vez
al día por su mayor duración de acción
Protector del revestimiento del estómago Sucralfato, es el fármaco
comercializado más efectivo cuando la úlcera ya está formada. Tiene mayor
afinidad por la mucosa ulcerada favoreciendo la secreción de moco y
disminuyendo la secreción ácida. Está indicado en el tratamiento de las
úlceras estomacales y duodenales. Es compatible con otros IBP
(inhibidores de la bomba de protones), a los cuales se asocia en los casos
más graves pero se recomienda distanciar la administración entre 1-2
horas. A diferencia de los IBP protege de sustancias irritantes exógenas y
reduce la secreción de pepsina y HCl en menor grado.
Tratamiento erradicador de H. pylori El tratamiento generalmente entraña la
combinación de antibióticos y un inhibidor de la secreción de ácido. El tipo
de antibiótico recomendado puede diferir en regiones diferentes del mundo
porque algunas áreas han comenzado a mostrar resistencia a antibióticos
particulares. El uso de solo un tipo de antibiótico para tratar H. pylori no se
recomienda.
[Ulcera gástrica
Una úlcera péptica es una erosión o herida en la mucosa del estómago
(úlcera gástrica) o en la parte superior del intestino delgado, llamado duodeno
(úlcera duodenal). Las úlceras suelen tener un tamaño entre 0.5 y 1.5 cm de
diámetro.
Las úlceras son un problema gastrointestinal frecuente en la población. La
úlcera gástrica suele aparecer a partir de los 50-60 años de edad.
Causas
Se considera que la aparición de las úlceras es de causa multifactorial. Está
implicado un desequilibrio entre el ácido del estómago, una enzima llamada
pepsina y las barreras de defensa del revestimiento del estómago. Este
desequilibrio lleva a que se presente inflamación, que puede empeorar con
determinados factores de riesgo.
Existe una clara relación entre la infección por una bacteria llamada H.
pylori y la aparición de la úlcera duodenal y la úlcera gástrica. Una persona
infectada por esta bacteria tiene mayor riesgo de desarrollar una enfermedad
ulcerosa a lo largo de su vida. No todos los pacientes con úlcera tienen una
infección por Helicobacter pylori pero sí se da en un gran porcentaje. La forma de
tornillo del H. pylori le permite penetrar en la membrana mucosa del estómago o el
duodeno para poder adherirse, produciendo una serie de toxinas que inflaman y
dañan la mucosa.
Las úlceras también pueden aparecer en relación con el consumo de
medicamentos como corticosteroides y antiinflamatorios no esteroideos. Uno de
los efectos no deseables de los antiinflamatorios es que aumentan el riesgo de
hemorragia digestiva o de enfermedad ulcerosa, pues su uso prolongado puede
dañar la mucosa del tracto digestivo causando una úlcera o empeorándola
Síntomas
Los síntomas habituales de una úlcera incluyen:
Dolor abdominal. Es el síntoma principal, suele ser un dolor agudo,
referido como quemazón o ardor, localizado en epigastrio, de aparición a
brotes de 2 a 4 semanas de duración, suele calmar con la ingesta o con
antiácidos.
Náuseas y vómitos.
Pirosis, es decir, sensación de quemazón en el esófago.
Distensión abdominal y cambios en el hábito intestinal.
En la úlcera gástrica el dolor es más característico inmediatamente tras las
comidas.
En algunos casos las úlceras son asintomáticas o dan pocas molestias y se
diagnostican tras la aparición de una complicación como:
Hemorragia digestiva. Aparece en forma de hematemesis (vómito de
sangre roja) o de melenas (deposiciones negras por la presencia de
sangre).
Perforación. La úlcera péptica puede ir penetrando las diferentes capas
de la pared gastroduodenal hasta la perforación. Se manifiesta por la
aparición del "abdomen agudo": dolor en epigastrio, brusco, intenso y con
endurecimiento de la pared muscular.
Estenosis pilórica, se trata de un estrechamiento de la zona de unión del
estómago con el duodeno. El paciente suele presentar náuseas y
sensación de plenitud.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad ulcerosa se basa en la historia clínica del
paciente, la presencia de los síntomas ulcerosos, la exploración física y, si se
considera necesario, una serie de exploraciones complementarias.
Los métodos diagnósticos están dirigidos a visualizar la úlcera (endoscopia)
y a la detección del Helicobacter pylori. Se dividen básicamente en:
- Métodos invasivos:
Endoscopia. Se introduce un tubo con una pequeña cámara
a través de la boca y el esófago hasta llegar al estómago y duodeno que
permite visualizar todo el tracto digestivo y así, la existencia de
alteraciones. Si se visualiza la úlcera se pueden tomar pequeñas
muestras de tejido (biopsia).
Tránsito esofagogastroduodenal, ésta prueba puede mostrar
una úlcera gástrica.
- Métodos no invasivos:
Detección de anticuerpos contra Helicobacter en sangre:
serología.
Detección de Helicobacter en heces.
Prueba del aliento. Es una prueba muy precisa tanto para la
detección de la bacteria Helicobacter como para comprobar la
recurrencia de la infección tras el tratamiento antibiótico. Consiste
básicamente en beber un líquido viscoso y posteriormente soplar en un
pequeño tubo.
Tratamiento
Para aliviar los síntomas y atenuar el dolor se indica tratamiento
farmacológico. Los fármacos habitualmente empleados son los antiácidos y
protectores gástricos, los antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la
bomba de protones. Éstos últimos bloquean la secreción de ácido por el estómago
(son los más potentes). Puede ser necesario un tratamiento a largo plazo.
Si existe infección por H. pylori, el objetivo principal es la erradicación de la
bacteria causante del problema. El tratamiento se basa en la utilización de un
inhibidor de la bomba de protones, para inhibir el ácido del estómago, combinado
con antibióticos. Se administra durante unos días, tras los cuales se suele repetir
la prueba del alimento para comprobar que la infección por H. pylori haya
desaparecido. Si no se ha conseguido se puede repetir una nueva pauta de
tratamiento.
El tratamiento de las complicaciones como el sangrado se suelen tratar
mediante endoscopia, que localizan la úlcera sangrante y puede cauterizar la
hemorragia.
Si existe perforación gástrica es preciso un tratamiento quirúrgico urgente.
Se puede indicar tratamiento quirúrgico en aquellos pacientes que no
responden al tratamiento farmacológico o a la endoscopia. Los procedimientos
quirúrgicos para las úlceras gástricas abarcan:
Vagotomía: consiste en seccionar el nervio vago que es el
que controla la producción de ácido gástrico en el estómago.
Gastrectomía parcial, es decir, extirpación de una parte del
estómago.
Se recomienda además seguir una serie de medidas de estilo de vida como
mantener una dieta equilibrada y sana, evitando las comidas ricas en grasas.
Realizar comidas pequeñas durante el día a intervalos regulares. Se aconseja
además evitar el tabaco, el té, el café y las bebidas con cafeína, así como el
alcohol y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos.
ALTERACIONES DE LOS INTESTINOS
Diarrea
es una alteración de las heces en cuanto a volumen, fluidez o frecuencia en
comparación con las condiciones fisiológicas,[1] lo cual conlleva una baja absorción
de líquidos y nutrientes, y puede estar acompañada de dolor, fiebre, náuseas,
vómito, debilidad o pérdida del apetito. Además de la gran pérdida de agua que
suponen las evacuaciones diarreicas, los pacientes, por lo general niños, pierden
cantidades peligrosas de sales importantes, electrolitos y otros nutrientes. De
acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea es
una de las principales causas de muerte en los países del Tercer Mundo,
íntimamente asociada a la deshidratación.
Causas
Existen muchas causas de diarrea, si bien la mayor parte tienen su origen
en un proceso infeccioso que se adquiere por intoxicación alimentaria. En los
niños la causa más frecuente de diarrea son los virus. También producen diarrea
diferentes enfermedades inflamatorias del intestino (como son la colitis ulcerosa y
la enfermedad de Crohn) y la insuficiencia del páncreas. La ansiedad y situaciones
estresantes pueden ser causa de diarrea en algunas personas. Ciertos
medicamentos (principalmente los antibióticos aunque no es exclusivo de ellos)
producen diarrea como efecto secundario.
Síntomas
Aunque el hecho fundamental es el aumento en el número de deposiciones
y la disminución de la consistencia, no es infrecuente que se asocien otros
síntomas como la presencia de fiebre, intolerancia a la comida acompañada de
náuseas y vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy cuantiosa puede
aparecer deshidratación por pérdida de líquidos.
Diagnósticos
En la mayoría de los casos de diarrea infecciosa, si la situación del paciente
no es grave, los síntomas son tan claros que no es necesario realizar ninguna
exploración para confirmar el diagnóstico. El antecedente de consumo de
alimentos que pudieran estar en mal estado o la afectación de varias personas
que han participado en una misma comida es un hecho frecuente que ayuda al
diagnóstico. Otras veces si existe mucha repercusión general y el paciente está
postrado y con signos de deshidratación será conveniente estudiar las heces para
descubrir el germen responsable y valorar la necesidad de iniciar un tratamiento
específico. Cuando la causa más probable no es la infecciosa es necesario
realizar estudios más completos del intestino y del páncreas para conocer el
origen de la diarrea.
Tratamientos
El tratamiento depende del diagnóstico y de la severidad de la diarrea. Si es
leve basta con administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente.
Si la diarrea es severa y se acompaña de deshidratación es necesario tratar al
paciente en el hospital para administrar líquidos por vía venosa. Las diarreas de
causa no infecciosa habitualmente requieren tratamientos específicos según el
tipo de enfermedad. Como norma general no es aconsejable utilizar sin indicación
del médico fármacos antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la
diarrea.
Estreñimiento
Es una condición que consiste en la falta de movimiento regular de los
intestinos, lo que produce una defecación infrecuente o con esfuerzo,
generalmente de heces escasas y duras. La frecuencia defecadora normal varía
entre las personas, desde un par de veces al día hasta tres veces a la semana.
Puede considerarse como un trastorno o una enfermedad según altere o no la
calidad de vida. No es infrecuente que a esta condición también se le denomine
constipación de vientre o intestinal.
Causas
El estreñimiento es causado con mayor frecuencia por:
Dieta baja en fibra
Falta de actividad física
No tomar suficiente agua
Demora para ir al baño cuando se presenta la urgencia de defecar
El estrés y los viajes también pueden contribuir al estreñimiento u otros
cambios en las deposiciones.
Otras causas de estreñimiento pueden abarcar:
Cáncer de colon
Enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable
Trastornos de salud mental
Trastornos del sistema nervioso
Embarazo
Hipotiroidismo
Uso de ciertos medicamentos
El estreñimiento en los niños con frecuencia se presenta si ellos retienen las
deposiciones cuando no están listos para el entrenamiento en el control de
esfínteres o le temen a esto.
Síntomas
Los síntomas del estreñimiento pueden incluir:
Evacuaciones poco frecuentes y / o dificultad para defecar
Abdomen hinchado o dolor abdominal
Dolor
Vómitos
Diagnóstico
El diagnóstico es principalmente basado en la descripción de los síntomas
por parte del paciente. Las evacuaciones son difíciles de pasar, muy firme, o
hecha de pequeñas bolitas duras (como las excretadas por los conejos) califican
como el estreñimiento, incluso si se producen todos los días. Otros síntomas
relacionados con el estreñimiento pueden incluir hinchazón, distensión, dolor
abdominal, dolores de cabeza, sensación de fatiga y agotamiento nervioso, o una
sensación de vaciamiento incompleto.
Al preguntar sobre los hábitos alimenticios a menudo revelan una baja
ingesta de fibra dietética o cantidades inadecuadas de líquidos. El estreñimiento
como resultado de la deambulación o la inmovilidad deben ser considerados en
los ancianos. Puede producirse como efecto secundario de medicamentos,
incluyendo los antidepresivos, que pueden suprimir (acetilcolina y los opiáceos),
que pueden retardar el movimiento de alimentos por los intestinos. En raras
ocasiones, otros síntomas de hipotiroidismo pueden ser provocados.
En la exploración física, puede entenderse como scybala (manualmente
palpable grumos de materia fecal) se pueden detectar en la palpación del
abdomen. La exploración rectal da una impresión de tono del esfínter anal y si la
parte inferior del recto contiene heces o no y si es así, supositorios o enemas
pueden ser consideradas. De lo contrario, la medicación oral puede ser necesaria.
El tacto rectal también da información sobre la consistencia de las heces,
presencia de hemorroides, mezcla de sangre y si ningún tipo de tumores, pólipos o
anormalidades están presentes. El examen físico puede hacer de forma manual
por el médico, o mediante una colonoscopia.
Las radiografías del abdomen, por lo general sólo se realiza si se sospecha
obstrucción intestinal, puede revelar un amplio materia fecal impactada en el
colon, y confirmar o descartar otras causas de síntomas similares.
Tratamiento
La clave para tratar el estreñimiento es comer suficiente fibra y tomar
suficientes líquidos. Esto ayudan a que su materia fecal se mueva a través de sus
intestinos aumentando el volumen de su materia fecal y haciéndola más suave.
Aumentar la frecuencia con que usted hace ejercicio también le ayudará.
Enteritis
Es una inflamación del intestino delgado.
Causas
La enteritis generalmente es causada por comer o beber sustancias
contaminadas con bacterias o virus. Los microorganismos se alojan en el intestino
delgado y causan inflamación e hinchazón.
La enteritis también puede ser causada por:
Un trastorno auto inmunitario, como la enfermedad de Crohn
Ciertos fármacos y drogas, entre ellos ibuprofeno, naproxeno sódico
y cocaína
Daño a causa de radioterapia
La inflamación también puede comprometer el estómago (gastritis) y al
intestino grueso (colitis).
Los factores de riesgo abarcan: enfermedad reciente de un familiar con
síntomas intestinales, un viaje reciente o exposición a aguas contaminadas o no
tratadas.
Síntomas
Los síntomas pueden comenzar poco después de la infección o puede
haber una demora de algunos días:
Dolor y molestia de abdomen
Diarrea aguda y severa
Disminución del apetito
Vómitos (poco frecuente)
Diagnostico
Se puede hacer un coprocultivo para determinar el tipo de infección, sin
embargo, con este examen no siempre se puede identificar la bacteria causante
de la enfermedad.
Tratamiento
Los casos leves usualmente no necesitan método de tratamiento. Los
medicamentos antidiarreicos pueden retardar la eliminación del entidad del tubo
digestivo y, por lo tanto, no son recomendables.
Es probable que sea necesario rehidratar con soluciones electrolíticas si se
muestra deshidratación.
A los individuos que presentan diarrea (en especial los niños pequeños) y quienes
son incapaces de tomar líquidos causado a las náuseas podrían necesitar
atención médica y el suministro de líquidos intravenosos.
Si el individuo toma diuréticos y desarrolla diarrea, es probable que deba
suspenderlos mientras el episodio agudo. No se debe dejar de tomar ningún
medicamento a menos que el médico así lo indique.
Colitis
Es una hinchazón (inflamación) del intestino grueso (colon).
Causas
La colitis puede tener muchas causas diferentes, como:
Infecciones, como las causadas por un virus, un parásito e
intoxicación alimentaria debido a bacterias
Trastornos inflamatorios (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn)
Falta de flujo sanguíneo (colitis isquémica)
Radiación previa al intestino grueso
Síntomas
síntomas
Dolor abdominal y distensión que es constante o intermitente.
Heces con sangre.
Escalofríos.
Ganas constantes de tener deposiciones.
Deshidratación.
Diarrea.
Fiebre.
Diagnostico
El médico puede diagnosticar la colitis insertando una sonda flexible en el
recto (sigmoidoscopia flexible o colonoscopia) y evaluando áreas específicas del
colon. Las biopsias tomadas durante estos exámenes pueden mostrar cambios
relacionados con la inflamación.
Otros de los estudios por medio de los cuales se puede identificar la colitis
son:
Tomografía computarizada del abdomen
Resonancia magnética del abdomen
Radiografía abdominal
Enema opaco
Tratamiento
El tratamiento está dirigido a la causa de la enfermedad (infección,
inflamación, falta de flujo sanguíneo u otra causa).
Malabsorción
Se entiende por malabsorción o síndrome de malabsorción a un
trastorno de la digestión causado por la dificultad para asimilar, absorber o digerir
los nutrientes presentes en los alimentos a lo largo del tracto gastrointestinal. La
malabsorción puede ser debida a diferentes tipos de enfermedades y puede
implicar uno o múltiples nutrientes, dependiendo de la anormalidad. Generalmente
está asociada a dificultades para absorber nutrientes en el intestino delgado.
Suele originar diarreas, gases, distensión abdominal, pérdida de peso,
malnutrición, anemia, etc.
Causas
Muchas enfermedades pueden causar malabsorción. En términos
generales, la malabsorción es la incapacidad para absorber ciertos azúcares,
grasas, proteínas o vitaminas de los alimentos. También puede implicar una
absorción general insuficiente de alimento.
Algunas causas de malabsorción son, entre otras:
SIDA y VIH
Atresia biliar
Celiaquía
Ciertos medicamentos (colestiramina, tetraciclina, algunos antiácidos,
algunos medicamentos empleados para tratar la obesidad, colchicina, acarbosa,
fenitoína)
Ciertos tipos de cáncer (linfoma, cáncer pancreático, gastrinoma)
Ciertos tipos de cirugía (gastrectomía con gastroyeyunostomía,
tratamientos quirúrgicos para la obesidad, extirpación parcial o completa del íleon)
Colestasis
Enfermedad hepática crónica
Intolerancia a la proteína de la leche de vaca
Enfermedad de Crohn
Daño por tratamientos de radiación
Infección parasitaria, lo que incluye Giardia lamblia
Intolerancia a la proteína de la leche de soya
Enfermedad de Whipple
La absorción deficiente de la vitamina B12 puede deberse a:
Anemia perniciosa
Resección del intestino
Infección por tenia (Diphyllobothrium latum)
Síntomas
Distensión, cólicos y gases
Heces voluminosas
Diarrea crónica (puede no ocurrir con la absorción de vitamina)
Retraso en el crecimiento
Heces grasosas (esteatorrea)
Atrofia muscular
Pérdida de peso
La malabsorción puede afectar el crecimiento y el desarrollo o puede llevar
a enfermedades específicas.
Diagnostico
El médico o el personal de enfermería lo examinarán. Los exámenes que se
pueden hacer abarcan:
Exámenes de sangre y orina
Tomografía computarizada del abdomen
Prueba de hidrógeno en el aliento
Examen de Schilling para la deficiencia de vitamina B12
Examen de estimulación de secretina
Biopsia del intestino delgado
Coprocultivo o cultivo de aspirado del intestino delgado
Prueba de grasa en materia fecal (ver: determinación cuantitativa de
grasa en las heces)
Radiografía u otros exámenes imagenológicos del intestino delgado
Tratamiento
A menudo es necesaria la reposición de nutrientes y vitaminas.
ALTERACIONES DEL HIGADO, VESICULO BILIAR Y PANCREAS
Ictericia
La ictericia hace que la piel y las partes blancas de los ojos se pongan
amarillas. El exceso de bilirrubina causa la ictericia. La bilirrubina es una sustancia
química color amarillo que contiene la hemoglobina, sustancia que transporta el
oxígeno en los glóbulos rojos. A medida que los glóbulos rojos se degradan, el
cuerpo desarrolla nuevas células para sustituirlos. Las células degradadas se
procesan en el hígado. Si el hígado no puede manejar las células sanguíneas a
medida que se degradan, se acumula bilirrubina en el organismo y la piel puede
verse amarilla.
La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y mucosas debida a un
aumento de la bilirrubina (valores normales de 0,3 a 1 mg/dl) que se acumula en
los tejidos, sobre todo aquellos con mayor número de fibras elásticas (paladar,
conjuntiva).
Síntomas
Coloración amarillenta de la piel y los ojos es el signo más común de la
ictericia. Por lo general, los síntomas de la ictericia se desarrollan inicialmente en
el rostro. Si los síntomas persisten, el pecho y el abdomen también se tornarán
amarillentos. Ictericia severa puede resultar en la coloración amarillenta de los
brazos y piernas también.
Diagnóstico
En general para la identificación de la ictericia se investiga el color de la piel
y de la esclerótica de los ojos, aunque puede pasar fácilmente inadvertida bajo la
luz artificial, así como las heces y la orina.
El primer paso para el diagnóstico es establecer si realmente tiene ictericia
y no una de las siguientes alteraciones que pueden plantear confusión:
1. La palidez se diferencia con un cuidadoso examen de las
escleróticas sirve para diferenciarlas. El paciente que padece anemia perniciosa
puede realmente tener ictericia y palidez como consecuencia de la anemia
macrocitica y hemólisis. Otros pacientes con anemias hemolíticas pueden también
presentar palidez como consecuencia de la anemia; la ictericia se debe a las
concentraciones altas de bilirrubinas en el suero.
2. La grasa subconjuntival aparece como manchas o como zonas
discontinuas y no está distribuida de forma homogénea. Un examen cuidadoso del
piso de la boca, de la piel y de la orina es suficiente para establecer la presencia
de ictericia. Aunque en algunos casos puede ser necesario los exámenes de
sangre u orina para poder comprobar la presencia de pigmentos biliares.
3. La orina concentrada puede conducir al diagnostico erróneo de
coluria. Es fácil evitar este error; se recoge la orina en un recipiente transparente y
se agita hasta que se forme espuma. Si la espuma es blanca, se trata de orina
concentrada; la espuma amarilla indica la presencia de pigmentos biliares. Este
procedimiento permite además un diagnóstico temprano de la ictericia,
especialmente en padecimientos como hepatitis viral aguda, o las lesiones
obstructivas que producen ictericia.
4. Pigmentación producida por carotenos u otros pigmentos
carotenoides. La ingestión durante mucho tiempo de comida ricas en carotenos u
otros pigmentos carotenoides producen una pigmentación amarillo-naranja de la
piel, y no es raro que el paciente llegue a consultar al médico creyendo
equivocadamente que tiene ictericia. El diagnóstico es fácil, dado que esta
pigmentación se localiza en las palmas de las manos y en las plantas de los pies,
mientras que la esclerótica y la orina conservan su color normal. Además, el
antecedente de los hábitos dietéticos del paciente, con la ingestión de este tipo de
alimentos apoya el diagnóstico de carotenemia, el cual se confirma por alta
concentración de carotenos en la sangre.
5. Pigmentación producida por atebrina. Algunos medicamentos pueden
producir una tonalidad amarilla, pero no ictericia; como la atebrina, empleada para
el tratamiento del paludismo, no es raro encontrar pacientes con una pigmentación
amarilla generalizada, más intensa en la región dorsal de los brazos, en las manos
y en los pies. Sin embargo, las escleróticas no aparen pigmentadas y resulta fácil
establecer la causa de la pigmentación, interrogando al paciente acerca del uso de
este medicamento.
6. La ingestión de ácido pícrico, fluoresceína y acriflavina también
puede producir una pigmentación seudoicterica de la piel.
tratamiento
El tratamiento, se determinará después de encontrar la causa de la ictericia.
La ictericia de tipo obstructivo generalmente requiere algún tipo de
intervención: cirugía, endoscopia o la colocación de tubos de drenado para
despejar los conductos biliares. El tratamiento principal para muchas
enfermedades hepáticas es el reposo, una adecuada alimentación y evitar el
alcohol y otras sustancias tóxicas. Se debe evitar la exposición a productos
químicos y gases que pudieran ser nocivos, como el tetra cloruro de carbono, el
benceno, los barnices y los productos líquidos de limpieza. Las mujeres no deben
de tomar pastillas anticonceptivas durante el curso de su enfermedad. En caso de
ictericia neonatal el uso de fototerapia, o sea la exposición del recién nacido a la
luz ultravioleta, estimula la eliminación del exceso de bilirrubina de la sangre.
Cuando la ictericia es causada por una hepatitis y otro problema hepático, pude
hacer pérdida de apetito, por lo que hacer varias comidas pequeñas y frecuentes,
ricas en carbohidratos y con un contenido moderado de grasa y proteínas ayuda
mucho en la recuperación. Un nutriólogo orientará en el equilibrio adecuado de los
aminoácidos que integran las proteínas. Los casos graves pueden requerir
alimentación por sonda o complementos líquidos enriquecidos.
La cirrosis hepática
Es la cirrosis que afecta al tejido hepático como consecuencia final de
diferentes enfermedades crónicas.
Las consecuencias de la cirrosis hepática sobre la salud del individuo
dependen fundamentalmente del grado de funcionalidad que el hígado pueda
conservar a pesar de la alteración histológica.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de la cirrosis hepática, habitualmente es suficiente con
procedimientos no invasivos, como la combinación de técnicas de imagen como la
ecografía, y hallazgos de laboratorio. También se usa la biopsia hepática, sin
embargo, hoy en día este procedimiento sólo se utiliza en casos seleccionados y
nada más.
Tratamiento
La cirrosis como tal carece de tratamiento médico específico dado que es,
en general, irreversible. Se pueden tratar algunas de las enfermedades que la
producen y evitar o retardar la evolución de una cirrosis en estado inicial a las
fases avanzadas.
También tienen tratamiento algunas de las complicaciones de la cirrosis tal
como las hemorragias digestivas, la ascitis y la encefalopatía hepática, que
siempre deben ser indicados por un médico.
El tratamiento definitivo de la cirrosis es el trasplante hepático. Se realiza
solamente en los pacientes en que se estima una supervivencia menor de dos
años, a consecuencia de la cirrosis, y en los que no existe contraindicación para
realizarlo por otros motivos A través de la alimentación y terapia con
medicamentos/fármacos se puede mejorar la función mental que se encuentra
alterada por causa de la cirrosis. La disminución de la ingestión de proteínas
ayuda a que se formen menos toxinas en el tracto digestivo. Algunos laxantes
como la lactulosa pueden ser administrados para ayudar en la absorción de
toxinas y acelerar su eliminación a través de los intestinos.
La hipertensión portal
Aumento de la presión sanguínea en el interior de la vena porta. La vena
porta es una de las venas más gruesas e importantes del sistema vascular del
cuerpo humano. Su misión es recoger la sangre procedente del bazo páncreas,
estómago, intestino delgado, intestino grueso y vesícula biliar y conducirla hacia el
hígado para ser filtrada.
El aumento de la presión en el interior de la vena porta puede hacer que
ésta se dilate pudiendo romperse y sangrar con facilidad o puede producir una
dificultad para el paso de la sangre a su través lo que hace que se formen otras
venas más pequeñas a través de las cuales pueda fluir la sangre y que a su vez
pueden dilatarse (formando varices) y sangrar con facilidad.
La causa más frecuente de hipertensión portal es la enfermedad crónica del
hígado conocida como cirrosis hepática.
La hipertensión portal puede ser producida por cualquier otra causa que
implique un obstáculo al paso de la sangre a través de la vena porta como un
trombo, una fístula, un parásito o un tumor entre otros.
Síntomas
La hipertensión portal puede ser asintomática durante muchos años y
descubrirse como un hallazgo casual cuando el paciente es estudiado por otras
razones.
En otros casos los primeros síntomas de la hipertensión portal son los de la
causa que los ha provocado, en la mayoría de los casos síntomas de cirrosis
hepática.
Los síntomas característicos de la hipertensión portal avanzada son:
1. Pérdida de peso no justificada
2. Obesidad abdominal con extremidades (brazos y piernas)
delgadas
3. Aumento del tamaño del hígado y del bazo
4. Acumulo de líquido en la cavidad abdominal (ascitis)
5. Presencia de vasos sanguíneos en la pared abdominal
6. Piel fina y adelgazada, palmas enrojecidas
7. Varices esofágicas Sangrado de las varices dando lugar a
emisión de sangre por la boca, heces negras o presencia de peritonitis
8. Acumulo de tóxicos en la sangre que afecten al cerebro
provocando encefalopatía hepática.
9. En algunos casos la hipertensión portal se presenta en forma
de hematemésis masiva produciendo el fallecimiento del paciente.
Diagnóstico de la enfermedad
El diagnóstico de la hipertensión portal es realizado por el médico general,
el internista o el especialista del aparato digestivo en la consulta del centro médico
u hospital.
El diagnóstico se basa en la exploración física del paciente, la
sintomatología que presenta y el resultado de los estudios complementarios que
se realicen entre los que destacan una analítica de sangre que permiten detectar
alteraciones de la función hepática, un estudio por imagen mediante una ecografía
o una tomografía de abdomen que permiten visualizar un aumento del tamaño del
hígado o del bazo o de la vena porta y detectar la presencia de ascitis o de
circulación venosa colateral o un estudio vascular mediante ecografía doppler,
arteriografía o endoscopia esofágica entre otros que permiten visualizar los vasos
dilatados o detectar un posible sangrado.
Tratamiento
El tratamiento de la hipertensión portal consiste en el tratamiento de la
causa que la ha producido y en el tratamiento de los síntomas de la propia
enfermedad.
El tratamiento de los síntomas incluye:
Fármacos que disminuyen la presión en el interior de la vena porta o de sus
vasos colaterales para disminuir el riesgo de sangrado
Fármacos que disminuyen al flujo de sangre por la vena porta o por sus
vasos colaterales para disminuir el riesgo de sangrado
Fármacos diuréticos en los casos de ascitis
Tratamiento antibiótico en los casos de peritonitis
Endoscopia esofágica y técnicas quirúrgicas para la eliminación de las
varices esofágicas o el tratamiento de los sangrados.
Sistemas de derivación en los casos de encefalopatía o de ascitis.
PROCEDIMIENTOS APLICADOS A PACIENTES CON TRANSTORNOS
DIGESTIVOS
Endoscopia
Es un procedimiento médico que utiliza un sistema óptico para poder ver
en el interior del tubo digestivo. Se denomina gastroscopia cuando se estudia el
tubo digestivo superior (esófago, estómago e intestino delgado), y colonoscopia
cuando se estudia el colon.
El endoscopio consiste en un tubo de fibra óptica largo y flexible, con una
cámara, conectada a un vídeo, que permite ir viendo el interior del tubo
digestivo.
El endoscopio contiene canalizaciones en su interior que permiten:
Inyectar aire o líquido para distender el tubo digestivo e
inspeccionarlo, así como lavar la zona inspeccionada,
Aspirar y tomar muestras de la superficie del tubo digestivo a
estudiar,
Introducir unas micro pinzas para la realización de biopsias y tomar
muestras de tejido para su estudio microscópico, extraer pequeños cuerpos
extraños que se hayan ingerido accidentalmente, pólipos de la mucosa
digestiva, cauterizar varices o lesiones hemorrágicas, etc.
Introducir micro tijeras, y otras herramientas para realizar
intervenciones en el esófago, estómago o intestino (extracción de pólipos,
tumores, etc.).
Como técnica quirúrgica permite resolver determinados problemas sin
necesidad de abrir el abdomen y el tubo digestivo, reduciendo los riesgos y
complicaciones, y permitiendo una recuperación mucho más rápida del
paciente.
¿Para qué se indica?
La endoscopia está indicada como prueba complementaria en el proceso
diagnóstico de problemas del tubo digestivo: tumores, malformaciones, pólipos,
hemorragias, reflujo esofágico, sospecha de úlcera gástrica o duodenal,
problemas de malabsorción o mala digestión de los alimentos, enfermedad
celiaca, etc.
Además, la realización de una endoscopia permite realizar intervenciones
quirúrgicas en el interior del tubo digestivo, hacer biopsia de los tejidos, realizar
suturas, etc., evitando la necesidad de ingreso hospitalario y reduciendo las
complicaciones.
¿Cómo se realiza?
Para realizar esta técnica, el endoscopista utiliza cámaras de vídeo
especialmente diseñadas y lentes de pequeño tamaño (de 1,9 mm a 4 mm), así
como instrumental de pequeño calibre que pueden introducirse en el tubo
digestivo (pinzas, tijeras, etc..). En el caso de la gastroscopia, el endoscopio se
introduce por la boca tras aplicar un anestésico local en la garganta, y en la
colonoscopia se introduce por el ano, tras aplicar vaselina o crema lubrificante y
anestésica.
Para la realización de una endoscopia, el paciente debe de estar en
ayunas desde la noche anterior. En el caso de que esté tomando tratamiento,
debe de preguntar al médico si debe tomarlo o interrumpirlo (en algunos casos
debe de interrumpir el tratamiento con anticoagulantes, con aspirina o con
antiinflamatorios esteroideos). Siempre se debe de informar al médico de si se
padecen alergias o intolerancias a medicamentos.
Para la realización de la endoscopia, el paciente está sedado, y se aplica
un anestésico local. En algunos casos, puede ser necesaria la anestesia
general, dependiendo del estado de salud del enfermo y el tipo de intervención
a realizar, si bien lo más frecuente, es que sólo requiera anestesia local y
sedación.
El paciente está desnudo, tapado con una bata y colocado en una
camilla. Para la realización de una gastroscopia, se coloca de lado en la camilla,
y se le pide que trague en el momento de introducir el gastroscopio. Para la
realización de la colonoscopia, el paciente debe de estar en postura de
genuflexión sobre la camilla.
El endoscopio se introduce por la boca o por el ano. Lleva de 15 a 60
minutos de tiempo realizarla, dependiendo de que durante su realización, se
lleven a cabo una toma de muestras, una cauterización de alguna zona
sangrante, o la extracción de alguna masa o pólipo.
¿Qué riesgos conlleva?
Las complicaciones son raras, y de presentarse, no suelen ser
importantes. Sin embargo, ningún procedimiento médico está exento de
complicaciones, por la idiosincrasia de los pacientes o por acontecimientos no
esperados. Algunas de estas complicaciones son:
Hemorragia digestiva,
Desgarro de la pared intestinal,
Complicaciones secundarias a la anestesia general, si ésta ha sido
necesaria.
Análisis del contenido gástrico
El análisis gástrico de ácido puede ser cuali- o cuantitativo. El análisis
cualitativo tiene por objeto determinar si el estómago es capaz de producir ácido
clorhídrico y permite diferenciar algunas condiciones que se presentan con una
sintomatología parecida. Por ejemplo, la falta persistente de ácido clorhídrico en
caso de una úlcera gástrica indica una lesión maligna. La presencia de ácido en la
secreción basal o estimulada por histamina descarta la presencia de una anemia
perniciosa.
El análisis cuantitativo tiene por objeto determinar la cantidad de ácido
producida y se lleva a cabo en situaciones basales o estimuladas por insulina. Se
utiliza para diagnosticar úlceras de duodeno sin signos radiológicos, para
comprobar la eficacia de la vagotomía o de la medicaciòn antiácida, para el
diagnóstico es estados de hipersecreción (p.e, gastrinomas) o en casos de úlceras
refractarias. La prueba consiste en la inserción de una sonda nasogástrica cuya
posición puede comprobarse fluoroscópicamente. Para el análisis cuantitativo, el
extremo de la sonda debe llegar al antro del estómago.
En primer lugar se realiza la aspiración del contenido gástrico que no debe
superar, en condiones basales, los 100 ml. Un volumen superior indica retención
gástrica o presencia de alimentos. Si al añadir reactivo de Tófner, el líquido se
vuelve rosa, queda demostrada la presencia de ácido. Seguidamente se aspira de
forma continua la secreción gástrica manteniendo una presión negativa de 40-50
mm de Hg y comprobando periódicamente que no se ha producido ninguna
obstrucción de la sonda. Los aspirados de reúnen en tubos en fracciones de 15
minutos.
El pH de las muestras se determina añadiendo reactivo de Löfner a una
parte alícuota de los tubos. Un color amarillo de las mismas indica un pH > 4. Si al
cabo de una hora, la acidez sigue siendo negativa se administra al sujeto una
dosis de histamina (0.01 mg de histamina base/kg) o betazol (0.5 mg/kg) y se
continua la aspiración gástrica. Si al cabo de 90 minutos no aparece ácido, la
prueba se deberá repetir otro día con dosis más altas de histamina para
comprobar que el paciente es incapaz de secretar ácido (aclorhidria). La
valoración potenciométrica o volumétrica del ácido recogido en las muestras de
aspiración se lleva a cabo con NaOH. La cantidad de ácido secretada se expresa
en mEq/horas y la concentración en mEq/L. Los valores de la acidez gástrica
aumentan en la úlcera duodenal, algunos casos de úlcera gástrica y en el
síndrome de Zollinger-Ellison síndrome. En la anemia perniciosa y en la gastritis
atrófica crónica no hay ácido valorable. La concentración normal de ácido es de:
10-50 mmol/L.
Ecosonografía
La ecosonografía o ultrasonografía consiste en un método de apoyo para el
diagnóstico de enfermedades a través de la imagenología, es decir, de una
imagen que permite visualizar las estructuras abdominales y partes blandas u
órganos huecos del organismo: testículos, próstata, cuello, estructuras
musculares.
Este examen que se basa en la emisión de ondas sonoras y reconstruye las
imágenes de los órganos del individuo, se utiliza en todas las especialidades tanto
en medicina interna como en cirugía y traumatología, para determinar patologías
digestivas, biliares, pélvicas, cardiopatías, y examinar estructuras cerebrales,
óseas y partes blandas, entre otras.
Para efectuarlo se utiliza un equipo de ecosonograma computarizado y diferentes
tipos de traductores: Lineales, que evalúan las partes blandas; Transcavitarios,
que a través del canal vaginal o rectal, estudia las estructuras de los órganos
femeninos y masculinos; y Convex, que examina la estructura abdomino – pélvica.
Generalmente el estudio se practica al paciente acostado. Sin embargo, hay
ciertas técnicas para visualizar órganos difíciles de percibir en posición habitual,
por lo que varía la posición dependiendo de la patología y del paciente.
Es un estudio rápido para el diagnóstico, tarda aproximadamente 15 minutos, a
excepción del vascular que demora 45 minutos. Los resultados se entregan a las
24 horas, salvo en casos de emergencia.
Drenaje gástrico
El drenaje gástrico es un procedimiento de uso frecuente en Unidades de
Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales como medio para mantener el
intestino en reposo y/o prevenir la distensión abdominal en el perioperatorio de
cirugía abdominal. En otras ocasiones, este procedimiento se lleva a cabo con el
fin de prevenir la broncoaspiración u optimizar la ventilación en pacientes
sometidos a ventilación mecánica.
La técnica de drenaje gástrico consiste en la introducción de una sonda
(naso u orogástrica) hasta el estómago para extraer el contenido gástrico
Tipos de drenaje gástrico
A.- DRENAJE POR GRAVEDAD
La sonda se conecta a una bolsa colectora y el contenido del estómago
drena por gravedad. Se trata de un sistema pasivo.
B.- DRENAJE POR ASPIRACIÓN
La sonda se conecta a un aparato de aspiración y el contenido gástrico
es evacuado mediante un sistema activo.
objetivos
Con este procedimiento se pretende vaciar o descomprimir el estómago
con fines:
Terapéuticos: descompresión gástrica, reposo intestinal.
Diagnósticos: obtención de jugo gástrico para medición y control de ph u otros
análisis.
Profilácticos: disminuir el riesgo de fuga anastomótica en cirugía abdominal, evitar
el vómito y la broncoaspiración.
Biopsia
Es un procedimiento diagnóstico que consiste en la extracción de una
muestra total o parcial de tejido para examinarla al microscopio. Es la extracción o
extirpación de una pequeña porción de tejido para examinarla luego en el
laboratorio.
Forma en que se realiza el examen
Existen varios tipos diferentes de biopsias:
Una biopsia por punción se denomina percutánea. Se extrae tejido
mediante un tubo hueco llamado jeringa. Se pasa la aguja varias veces a través
del tejido que se va a examinar. El cirujano utiliza la aguja para extraer la muestra
de tejido. Las biopsias por punción a menudo se llevan a cabo utilizando una
tomografía computarizada o una ecografía. Estas herramientas de imágenes
ayudan a guiar al cirujano hasta el área correcta.
Una biopsia abierta es una cirugía en la que se utiliza anestesia general o
local. Esto significa que uno permanece relajado (sedado) o dormido y sin sentir
dolor durante el procedimiento, el cual se lleva a cabo en el quirófano de un
hospital. El cirujano hace una incisión en el área afectada y extrae el tejido.
En una biopsia cerrada, se utiliza una incisión quirúrgica mucho más
pequeña que en la biopsia abierta. Se hace una pequeña incisión de manera que
se puede introducir un instrumento similar a una cámara, el cual ayuda a guiar al
cirujano al lugar apropiado para tomar la muestra.
ACCIONES DE ENFERMERIA EN PACIENTES CON ALTERACIONES
DIGESTIVAS
Las acciones de enfermería que se realizan en estos casos son:
Comunicación enfermero-paciente.
Incrementar el conocimiento del tratamiento
Mantener el equilibrio de líquidos, dietético. Balance Hídrico estricto,
control de ingresos y egresos
Aliviar las molestias.
Mantener una nutrición adecuada
Incrementar el conocimiento del tratamiento dietético, alivio del dolor
y uso correcto de los medicamentos prescritos.
Conocer los factores del riesgo.
Disminuir la ansiedad
Reducir la ingesta de alimentos irritantes e ingestión adecuada de
nutrientes.
El enfermero debe estar alerta para observar posible complicaciones
(hematemesis, taquicardia, hipotensión etc.) Si presentará el paciente, entonces
comunicar al médico.
vigilar las constantes vitales.
Brindar conocimientos sobre la enfermedad y las medidas de
cuidarse.
SISTEMA DIGESTIVO
ALGUNOS TRASTORNOS DIGESTIVOS
Colitis
Ulcera péptica
PROCEDIMIENTOS APLICADOS EN PACIENTES CON TRASTORNOS
DIGESTIVOS
Endoscopia
Ecosonografia
CONCLUSIÓN
Como ya vimos el sistema digestivo, es el encargado de transformar los
alimentos para que las células del organismo puedan absorber las sustancias
fácilmente.
Por su parte, la importancia de este sistema, radica en que de él depende el
buen funcionamiento de los demás sistemas que conforman el cuerpo. Uno de los
órganos que más fácilmente sufre trastornos que afecten el cuerpo humano, es el
colon; cuando este no se encuentra en óptimas condiciones a causa del consumo
de alimentos con persevantes, químicos, harina blanca, azúcar, grasas y
alimentos mucosos productos derivados de la leche generan una acumulación de
materia fecal estancada en el trecho intestinal. Al cavo de un periodo muy corto de
tiempo este empezara a segregar sustancias toxicas que en venerarán el cuerpo.
El estado de estancamiento que produce el mal estado del cuerpo deriva
enfermedades como: Diabetes, Estreñimiento, Cansancio, Sobrepeso,
Inflamación del hígado, Cáncer o las anteriormente mencionadas. En relación a
esto es de suma importancia que desde la niñez, los seres humanos
mantengamos hábitos alimenticios sanos ya que es probable la aparición de
distintos males cuyo desenlace genere el desgaste del cuerpo y la aparición de
enfermedades que nos acerquen cada vez a una muerte llena de dolor donde las
inyecciones y distintos tratamientos sean el pan de cada día. En fin, La
importancia del aparato digestivo en la salud se debe a la relación éste que
mantiene con el funcionamiento correcto de los demás sistemas y del organismo.
BIBLIOGRAFIA
http://es.wikipedia.org/wiki/Aparato_digestivo
Biología .Escrito por Neil A. Campbell, Jane B. Reece en Google Libros.
PCPI - Ámbito Científico-Tecnológico. Graduado. Escrito por Equipo Editex en Google Libros.
MedlinePlus