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El Sol 27 de Mayo

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Periódico El Sol - Mixco del 27 de mayo al 2 de junio de 20164

Encuesta del CACIF poco creíble

Política

No soy economista, pero difiero de la perspectiva de la encuesta. Soy de la opinión que lo que falta en este momento es estabilidad económica, política y social. Se-gún la encuesta del CACIF tam-bién se refleja que en cuanto a la producción, se proyectan pers-pectivas positivas para sectores como: intermediación financie-ra, suministro de electricidad, comercio e industria manufactu-rera, que están por alcanzar su proyección anual en tres meses y

que podrían rebasar el pronós-tico. De acuerdo a la encuesta el sector comercio mantiene una tendencia positiva en términos generales. El 63% señaló esta-bilidad en la situación general, 38% en las ventas y 50% en el número de empleos.

También difiero en este punto, porque al menos para mí el sector del comercio está decaí-do.

La encuesta cita datos en donde algunos de los productos de ex-portación mostraron un repunte en marzo, como lo fue vestuario con US$310.9 millones, azúcar con US$269.2 millones, banano con US$189.6 millones y café US$171.9 millones. Bueno, Si el dato es cierto, es importante acotar, en desmedro del optimis-mo mostrado por la encuesta del CACIF, que ni las exportacio-nes juntas del azúcar, vestuario, banano y café, superan el ingreso provenientes de las divisas que ingresan al país vía los mojados que viven en los Estados Unidos y que envían sus remesas a los familiares. Es decir, no podemos presumir que como empresa privada somos superproductivos, y que generamos empleo, porque ¿entonces a cuenta de qué pre-fieren los guatemaltecos escapar hacia los Estados Unidos? Por-que sencillamente las empresas nacionales no están generando empleo, y que me disculpen, no soy anti mercado ni comunista ni cosa que se le parezca. Simple-mente a las cifras me remito.

Para el presidente del CACIF, el sector construcción sufrió un declive por dos causas. La prime-

ra es que debido a que los fondos que van dirigidos a la inversión en obra pública, se redujo a tal punto que solo 2.8 por ciento del PIB se destina a inversión en el país. Y lo segundo son la tramito-logía y permisología, que aunque se van solucionando lentamente, causa incertidumbre y por con-siguiente afecta en la capacidad para iniciar los proyectos. ¿Qué querrá decir el presidente del CACIF?… Que el sector de la construcción depende del gobier-no de turno, de la obra pública… ¿Entonces? O somos iniciativa privada, o somos iniciativa públi-ca.

Para cerrar rápidamente la críti-ca a esta Primera Encuesta sobre Resultados y Perspectivas de la Actividad Empresarial del CACIF y pasar a otro tema, quiero decir que definitivamente el CACIF es una institución que cada día se debilita. Cada vez representa menos a la empresa privada del país. La empresa privada del país está tan divida, que no hay institución alguna que los logre integrar, ni el CACIF ni la Cámara de Industria ni la de Comercio, ni nada… Un problema serio. Que nadie se atreve a reconocer.

El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) pre-sentó esta semana su Primera Encuesta sobre Re-sultados y Perspectivas de la Actividad Empresarial en donde se refleja una estabilidad económica en el primer trimestre de 2016.

Lo más probable es que en la contratación habida entre el consorcio Maersk y los in-versionistas españoles, con-

tratación por medio de la cual el consorcio danés habría adquirido la propiedad útil –en usufructo onero-so– de la Terminal de Contenedores de Puerto Quetzal, se hayan pacta-do las pertinentes cláusulas de con-tingencia que le permita recuperar a los daneses el pago realizado: en otras palabras, que los empresarios españoles les devuelvan su pisto e, incluso –supongo que así también se habrá pactado– con un resarcimiento por daños y perjuicios.

Una adquisición simple y llana –carente de dichas cláusulas– resultaría poco menos que increíble en negociaciones de este tipo (absolutamente inconcebible) y, si omitidas –una de dos– se debería a una imperdonable negligencia o a bien pensado dolo.

Maersk podría ser el tercero de buena fe que dice ser o bien el eslabón final del concurso de delitos perpetrado, involucra-do en este hasta las cachas. En dos platos, todos los delitos perpetrados podrían haberse realizado en inteligencia con Maersk, extremo tan probable como que, en efecto, haya adquirido de buena fe y que hasta des-pués de que hiciera la adquisición se haya enterado de todo lo ocurrido.

La reputación y estrictas reglas de transparencia que, al parecer han regi-do a Maersk hasta la fecha, hacen pen-sar que su buena fe podría ser posible e –incluso– debe esta presumirse (presunción constitucional de inocencia) –pero el hecho es que a estas alturas de la inves-tigación, ninguna de las hipótesis posibles puede descartarse.

La propia actitud de Maersk que ha buscado a nuestras auto-ridades –salvo cuero de danta de su parte– avalan la buena fe conque podría haber actuado y que trata de explicar.

Resulta razonable que haya buscado al jefe del Estado, el Presidente de la República y a quien representa al Estado, la Procuradora General de la Nación, como también al Ministe-rio Público (CICIG incluida), entidad que tiene a su cargo la persecución penal que podría involucrarla y –finalmente– que haya acudido a la cita que le hicieran diputados que integran el Congreso de la República, fiscalizadores políticos de la acción del Estado y resultaría poco menos que absurdo que ahora se pretenda someter a antejuicio a los funcionarios que la oyeron puesto que el hacerlo se encuentra adentro del estricto ámbito de las distintas funciones que les competen.

Habría expresado la representante de Maersk que su prioridad es la defensa de las inversiones que ha hecho en la Terminal de Contenedores de Puerto Quetzal –inversiones estas que no ha hecho, a menos que haya participado en el concurso de delitos

(dinero del cohecho y de las inversio-nes necesarias para defraudar al Es-tado)– cuando lo que debería de ser su prioridad es la recuperación del dinero que haya pagado como precio (ninguna inversión) a los inversionis-tas españoles, inversionistas que por sus delitos perpetrados expusieron esas inversiones –las suyas– las de los empresarios españoles –al comiso– inversiones que después vendieron –mediante precio– al consorcio danés.

Lo invertido, instrumento del delito, caerá necesariamente en comiso en la sentencia que se dicte.

Vendieron, pues, a Maersk, lo que podía caer en comiso, con-tingencia de la que –insisto– sus abogados debieron proteger-la y podría estar seguro de que lo hicieron, salvo –lo reitero– negligencia o bien pensado dolo. En todo caso, si de buena fe, independientemente de que sus abogados hayan pactado las cláusulas de contingencia –cajoneras– habría adquirido un bien con vicios ocultos lo que –ius cogens– le da derecho a la devolución del precio pagado y los daños y perjuicios que se le hayan infligido.

Lo político, político. Lo jurídico, jurídi-co.

Si Maersk, en efecto, de buena fe, bue-no podría ser el auxilio recíproco que con ella podríamos prestarnos para que los delitos perpetrados se casti-guen, lo que incluye el comiso y para que recupere Maersk –de quienes le vendieron– el dinero que –de ser así– le habrían estafado.

Tal vez pueda ser esta desafortunada circunstancia el inicio de una futura relación entre este consorcio y el Estado pero esto solo podría ser posible cuando el Estado –ejecutado ya el comiso– pueda disponer de lo suyo y la empresa holandesa –si ajena y estafada– haya recuperado su dinero. ¿Por qué no pensar –uno y otro– en la licitación pública internacional que haga todo

transparente?

Ningún temor, por otra parte, debe darse en el Estado de Gua-temala en cuanto a que su conducta –ajustada a la ley– pue-da ahuyentar a los inversionistas y banqueros ya que tan solo ahuyentará a los inversionistas, si mafiosos y a banqueros ne-gligentes (A lo mejor –también– mafiosos) en tanto que, por el contrario, atraerá a inversionistas serios y banqueros respon-sables,

¿Qué queremos para Guatemala, inversionistas o piratas y qué quieren de Guatemala los inversionistas y banqueros –aquellos que interesan– un Estado en el que se cumplen las leyes y –si incumplidas– se las hace cumplir, o uno corrupto?

Periódico El Sol - Mixco del 27 de mayo al 2 de junio de 20166 La Columna Invitada

¿Maersk, también estafada? (El comiso, IX parte)

Acisclo Valladares Molina

El abogado y ex-procurador de la nación Acisclo Valladares, en su columna de elPeriódico durante varias semanas ha ve-nido escribien-do sobre el caso de corrupción descubierto en la Terminal de Contenedores Quetzal (TCE). Con bases jurídicas ha declarado que EL COMISO es la penalidad que el Estado de Guatemala debe imponer. En esta columna Acisclo integra al tema a la em-presa Maersk, que compró a la empresa TCE.

Los delitos perpetrados por su antecesora, necesariamente, obligan al comiso.

La confiscación, comiso o decomi-so, en Derecho, es el acto de incau-tar o privar de las posesiones o bienes sincompensación, pasando ellas al erario público.