Fenómeno

«CAZANDO» ALNUEVO GASOL EN ELCONTINENTE NEGROViaje a África en busca de niñosgigantes que releven a Pau. Yason más de cien los reclutados,que huyen del hambre y lasguerras: Mallick, Ibaka... / 4

Mineros

MIS CARTAS DESDEEL CENTRODE LA TIERRAMario Gómez, uno de los 33hombres atrapados en Chile,a 700 metros: «Querida Lila,estoy vivo... Nos duele la pielde la humedad» / 6

CRONICAEL MUNDO

DOMINGO 29. AGOSTO. 2010AÑO XXI. NÚMERO 776

«Cuando vi a los españoles bromeamos. Son hombres como yo: estoy contento de que esténlibres» / «Si Al Qaeda pidió mi excarcelación, es porque saben que soy inocente, como Pas-cual y Vilalta» / «No me pregunte por el 11-M en España, yo no cometo atentados» / Fuealumno aventajado en la madrasa: «Si no se cree en Dios la vida no te sonríe», manifiesta

El mercenario, en la frontera de Malí con Burkina Faso, instantes antes de ser intercambiado por los cooperantes Roque Pascual y Albert Vilalta. /PHOTO APA

PALABRA DESECUESTRADORENTREVISTA EXCLUSIVA CON OMAR SAHARAUI, ARTÍFICE DEL RAPTO QUE HA COSTADO A ESPAÑA SIETE MILLONES DE EUROS

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MARTÍN MUCHA

ntre balas. Entre muer-te y talento. Entre balo-nes naranjas casi sin re-lieve, que rebotan en

los tableros y se cuelan en canastassin red. Gigantes con zapatillas rotas.Así se juega al baloncesto en África.Así se recluta su talento… «Nosotrosíbamos preparados para aterrizar enun país en conflicto, ya habíamos ulti-mado detalles con la embajada espa-ñola y habíamos intentado, en vano,

tranquilizar a nuestras familias. Loque no esperábamos es que, el mismodía de nuestra llegada al Chad, las tro-pas rebeldes iniciaran un nuevo ata-que a la capital avanzando desde elEste con cientos de jeeps equipadoscon armamento de última genera-ción»... Éste no es un relato de guerra.Ni un informe militar. Es el relato delos cazatalentos Anicet Lavodrama yPere Gallego cuando fueron al Chaden pos de las nuevas estrellas delbasket. Y llevan años volviendo siem-pre de África con algún gigante. Por-

que la búsqueda de nuevos astros pa-ra el baloncesto español se hace tam-bién en países como Senegal, Congo,Malí... De allí vendrán los nuevos Ga-sol, reclutados en campamentos porojeadores como el centroafricano La-vodrama o el catalán Pere Gallego,ambos de la agencia U1st Sport [túprimero, léase en español]. El filónfue descubierto hace varios años yempieza a cuajar en buenas cosechas.

Precisamente uno de aquellos ni-ños traídos de África, rescatado delinfierno del Congo por Lavodrama yGallego, ha destacado esta tempora-da en la NBA estadounidense, don-de recaló tras tres años lanzando acanasta en Hospitalet. Se llama Ser-ge Jonás Ibaka Ngobila y, especulanalgunos, podría ocupar en un añoun puesto en la selección para elpróximo Mundial. Aunque para esohabría que acelerar su nacionaliza-ción, que él pide a gritos. No sería elprimer caso que lo consigue.

Un ejemplo es Fall Malick, 2,15metros, 17 años, nacido en Senegal.Ya ha jugado por España (selecciónsub-18). Es una de las promesas delUnicaja. Como muchos de los nacio-nalizados por talento deportivo,apenas hablaba castellano cuandoobtuvo el pasaporte español [una si-tuación que no podría producirse enpaíses como Inglaterra o Alemania].En pleno proceso de formación, sututor, Milo Nunes, nos describe lodifícil que les resulta: «Era un chicoque venía de una zona muy pobre.Hablaba sólo senegalés. Aquí les en-señamos a leer y escribir. Tieneocho hermanos y debe aprenderlotodo. Por ejemplo, para enseñarle elconcepto de orden tuve que ense-

ñarle mi armario. Su respuesta fue:Wow». Domina ya el ordenador,mejor que el castellano.

África es infinita. Y muchos desus pequeños están dispuestos al re-to. Al sueño. Sudán, Camerún, An-gola... y aquel Chad de las balas enel que tanto miedo pasaron Lavo-drama y Pere Gallego. Mientrasellos se atrincheraban en hoteles se-guros, una riada de críos-gigantesrecorrían los caminos que condu-cían a la capital del país. Se despla-zaban centenares de kilómetros pa-ra llegar a la reunión que, sabían,podría cambiarles la vida para siem-pre. Así fue.

PRODIGIOS EN LA POBREZADe aquel campus para promesas deN’Djamena vino Placide Nakidjin, 15años y 2,07 m. Llegó en noviembre aLugo, para jugar en el Breogán. Vioasombrado cómo del cielo caía nie-ve... Ha debutado con la selección ga-llega y obtenido unos promedios inve-rosímiles en el campeonato españolde cadetes: 28 puntos, 22 rebotes. Eljugador más valioso de su categoría.

Placide fue criado en una familia

humilde, en una aldea a 1.000 kiló-metros de la capital del quinto paísmás pobre del mundo. Como casi to-dos los africanos, primero practicóel fútbol. «Después me hice muchomás alto y cambié de deporte».Aprendió en las calles. Hasta queAnicet, una de las primeras estrellasafricanas en la liga española (ACB),le vio. Junto a la empresa que repre-senta U1st Sports, consideró que sufuturo estaba en Europa.

Aunque Placide lleva mal la lluviay el frío gallego [en su país las tem-peraturas alcanzan los 45 grados],aquí tiene tutor, una dieta especial ysuele jugar a la playstation. «Es eljugador más alto de España de suedad, un portento», dice Pere. El Re-al Madrid lo tiene ya en su lista depróximos fichajes.

Otro llegado de aquel encuentroes Prosper Ngardinguim, tambiénde 15 años, 205 cm. Ya una estrellaentre los jugadores del BaloncestoLeón. A su paso por las calles de lacapital leonesa firma autógrafos. Suevolución física ha sido espectacu-lar. Los primeros cambios se notanen su rápido aumento de peso. Su-bió ocho kilos en pocas semanas.

EL SUSTITUTOAFRICANODE GASOLES UN GIGANTE de ébano de mucho másde dos metros descubierto por cazadores detalentos en países como Chad, Senegal...Puede ser Mallick, o Walter, o Bienvenu,que piden pasaporte y el lugar bajo el aroque deja libre Pau, ausente del Mundialpor cansancio. Ellos no desfallecen

FENÓMENO / NIÑOS GIGANTES IMPORTADOS

E UN INTERMEDIARIO: «VIENEN CONANEMIA, NECESITAN ATENCIÓN... SONUNA INVERSIÓN A LARGO PLAZO»QUISIERON QUE IBAKA, EN LA NBA,REEMPLAZARA A PAU. PERO SUSPAPELES NO HAN LLEGADO A TIEMPO

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de ser albañil o lo que se terciara.«Aquí puedo trabajar al menos», de-claró impotente entonces. Resueltoel problema, ya cumplida la mayo-ría de edad, en 2007, comenzó a dis-putar partidos en segunda divisióncon el Hospitalet. Su físico hercúleoy su pasmosa evolución sorprendie-ron. «Es de lo mejor que he visto enmi vida», presume Lavodrama.

A los 19 años, ya participó en eldraft de la NBA. Fue elegido para lamejor liga del mundo. Dijo enton-ces no. Eligió seguir aprendiendoaquí y posponer un contrato de seismillones de dólares por cuatro años.Veinte veces menos era lo que gana-ba en Hospitalet. «Quiero aprendermás», fue su explicación. Las leccio-nes vitales de África le hicieron sercauto y no desesperarse por el dine-ro. La frase de su padre, el hombretorturado, era su mayor lección:«Cuando te falten fuerzas, acuérda-te de cómo estaban las cosas en tupaís y sigue adelante».

Un año después, cuando nadie loimaginaba, Ibaka se convirtió en elanti-Gasol. En la primera ronda delos playoffs, fue el Némesis del cata-lán durante los partidos en Oklaho-ma. La consagración de un sueñoimposible. De ello sabe mucho el gi-gante Bienvenue Letuni, 16 años re-cién cumplidos, 2,24 m, que hubieramuerto de no haber decidido acudira la convocatoria que Ibaka hizo enel Congo el año pasado.

Bienvenue fue visto pescando

por un colaborador de Lavodrama.Este hijo de agricultores fue selec-cionado inmediatamente. Lavodra-ma, 1,98 m, es bajito a su lado. Losdemás, pigmeos. Llegó al Joventut—donde se formó Ricky— y tocóaro enseguida. Le basta con levan-tar las manos para hacer un mate.

Se detectó, tras hacerle numero-sos exámenes médicos, que padecíaacromegalia, una enfermedad cau-sada por un tumor que hace que sesegregue hormona de crecimientoen exceso. Fue operado y ya está en-trenando. «Tener cuatro años paraformar a un jugador con estas con-diciones es un lujo», declara el jefede la cantera del Joventut, JordiMartí. Lavodrama añade: «¿Sabescuánto va a mejorar con zapatillasde su talla [56 de pie], que no cues-tan menos de 120 euros», que nuncahubiera podido tener en África.

El hijo de granjeros africanos tie-ne a entrenadores de medio planetaatentos a su progresión. Pronto, serumorea, jurará por la bandera roji-gualda. Podría jugar junto al sub-17,Mamadou Diop, Senegal, 2,03 m,que deslumbra en el Baskonia. Otroseleccionable, si obtiene la naciona-lidad, es Walter Samuel, un cabo-verdiano que supera los 2,16 y en-trena con el primer equipo del GranCanaria. Aunque la lista es enorme

RIESGO DE EXPLOTACIÓNEn las oficinas de U1st Sports, a esca-sos pasos del madrileño Paseo de laCastellana, Lavodrama [Centro Áfri-ca, 1968], vestido elegantemente, re-flexiona sobre el camino de estos in-fantes-colosos: «Deben ser formados.Ir al colegio, tener tutor y sacar bue-nas notas. Ser buenos ciudadanos pri-mero, lo siguiente es ser jugadores.Son como mis hijos».

De alguna manera, ellos son supropia historia. Su agencia repre-senta y forma a casi una veintena detalentos que se forman en las mejo-res canteras de España o ya jueganen clubes profesionales [además dellevar a la mayor cantidad de profe-sionales de la liga española, a Ibaka,Rudy Fernández y a entrenadorescomo Pepu Hernández]. «Criticoque se traigan 20 niños como hizoun club de Tenerife», confirma PereGallego. «No los educan, sólo entre-nan. Esos niños fracasarán porquesu única idea es ser jugadores pro-fesionales y eso no puede ser». Sonmás de un centenar —llegados trasesta nueva colonización— entre-nando en España. Sin control. Es laparte cruel del cuento de hadas.

David Sanz, quien ha llegado contres chicos de Senegal y es su tutorlegal, cree que es una nueva oportu-nidad. «Venían con anemia, desnu-tridos», es necesario trabajar mu-cho con ellos. «Es una inversión alargo plazo. Pero no los abandona-ría de ningún modo». Pero no todospiensan como él. Otros agentes losven sólo como capital. «Es un cri-men», dice, afectado Lavodrama.«Yo prefiero traer dos o tres poraño, que hacerlo en masa. Así trata-mos de garantizar su futuro».

Un porvenir prometedor. Es táci-to al ver jugar a Johan Kody enManresa, 17 años [llegó con 14],con la lengua afuera como Jordan.Su alegría. Percibir su dominio delcastellano, del francés, inglés y ca-talán. Sus mates. Sus 2,10 m de es-tatura. Ver sus ojos atentos al movi-miento del balón. Lejos de su Came-rún natal. Que tiene un futuro. Conbalón y sin balón.

ESPAÑOLIZADO A LOS 17.Fall Mallick, 2,15 metros, nació enSenegal hace 17 años. Cuando llegóapenas sabía escribir. Ahora navegapor internet y ya ha jugado con laselección sub-18. / CARLOS DÍAZ

Los especialistas coinciden enque, tras la generación de oro de Ga-sol & cía, apenas existen pívots quepuedan reemplazar a los actuales.«Yo le debo todo a España, me heformado como jugador y como per-sona allí», comenta Ibaka, el mayorhallazgo del tándem Lavodrama-Gallego. Sueña con una medalla deoro olímpica. Sólo sería factible conEspaña... «Les hace falta un cuatro[como él] y que sea negro», ha lan-zado en su cuenta de Twitter. Pide lanacionalización cada vez que puede.Hubo hasta quien soñó que relevaraa la cansada estrella de los Lakersen este Mundial. Pero aún le faltanlos papeles de español.

FÍSICO HERCÚLEOSerge Ibaka Ngobila escuchaba el rui-do de las balas cotidianamente cuan-do era niño. Su padre fue torturado.Su madre murió cuando él tenía sieteaños, por una enfermedad que en Oc-cidente hubiera tenido cura. Las ca-lles del Congo eran la ley. Su ley. Na-ció en 1989. En un país que ya a me-diados de 1990 recibía a los refugia-dosdelgenocidiodeRuanda.En1998,cuando apenas tenía nueve años, vi-vió la II Guerra del Congo o la GuerraMundial Africana, el conflicto máscruento tras la II GM.

En este proceso, su padre fue tor-turado durante un año. El pequeñoSerge tuvo que irse a vivir a un pue-blito sin agua. No volvió a ver a papáhasta los 13 años. Llegó a Españacon 17. Hubo una disputa legal conun club francés que exigía tambiénderechos por el jugador. No podíadisputar partidos y estuvo a punto

EL TECHO: 2,24.Pere Gallego, uno delos cazatalentos,junto a dos portentos:Bienvenue Letuni(2,24 m, 16 años) yJohan Kody (2,10 m,17 años).

Tras el fútbol, la siguiente colonización es la del baloncesto. Sonagentes deportivos que buscan la altura que falta en España. Esuna Operación Altura pero en África. Estos años los cazadores

de talento han ido a buscar jugadores a Senegal, Congo, Camerún,Chad, Mali, Burkina Faso, Cabo Verde, Nigeria y Sudán. La principalagencia es U1st Sports, uno de sus principales cazatalentos es el ex pi-vot centroafricano Anicet Lavodrama. Sólo ellos representan a unaveintena de muchachos que deslumbran en las divisiones inferiores delos principales clubes de la ACB. Chicos como Bakary Konate, Mali, 16años, 2,10 m, y Tridón Makonda, Congo, 15 años, 2,03 m, han sido selec-cionados por Adidas entre los mejores juniors del mundo, por ejemplo. Pe-ro hay muchos más. Podrían ser cientos de menores africanos los que hanllegado a España. Más del 95% para ocupar el puesto de pívot. «Los clubesno quieren otra cosa», dice un agente que prefiere mantener el anonimato.

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