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El tacto pedagógico en la formación de educadores de primera infancia.
Un análisis crítico de contenido
Yarley Martínez Mazo, [email protected]
Tesis de Maestría presentada para optar al título de Magíster en Ciencias de la Educación
Asesor: Beatriz Elena Arias Vanegas, Doctor (PhD) en Ciencias Sociales, Niñez y
Juventud
Universidad de San Buenaventura
Facultad de Educación (Medellín)
Maestría en Ciencias de la Educación
Medellín, Colombia
2021
Citar (Martínez Mazo, 2021)
Referencia
Estilo/Style:
APA 6th ed. (2010)
Martínez Mazo, Y. (2021) El tacto pedagógico en la formación de
educadores de primera infancia. Un análisis crítico de
contenido. (Trabajo de grado Maestría en Ciencias de la
Educación). Universidad de San Buenaventura, Facultad de
Educación, Medellín.
Maestría en Ciencias de la Educación, Cohorte XIX.
Línea de investigación en Infancia y Adolescencia
Bibliotecas Universidad de San Buenaventura
• Biblioteca Fray Alberto Montealegre OFM - Bogotá.
• Biblioteca Fray Arturo Calle Restrepo OFM - Medellín, Bello, Armenia, Ibagué.
• Departamento de Biblioteca - Cali.
• Biblioteca Central Fray Antonio de Marchena – Cartagena.
Universidad de San Buenaventura Colombia
Universidad de San Buenaventura Colombia - http://www.usb.edu.co/
Bogotá - http://www.usbbog.edu.co
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Editorial Bonaventuriana - http://www.editorialbonaventuriana.usb.edu.co/
Revistas - http://revistas.usb.edu.co/
Biblioteca Digital (Repositorio)
http://bibliotecadigital.usb.edu.co
Dedicatoria
Comenzar nunca será fácil, las ideas van y vienen y esas vocecitas internas que te hablan y rumean tu
consiente y te dicen al oído cálidamente que debes avanzar ¡No puedes detener tu proceso! El tiempo
corre deprisa y, uno tras de el sin percance alguno. Cuando menos le esperas reaccionas y te das cuenta
que estas a otro nivel, no eres el mismo, sigues transformándote en la fuente de la sabiduría y tu forma de
actuar y pensar conspira al llamado de cambio; evolucionas a favor propio y en beneficio de la
humanidad. El deber ser-hacer como profesional sigue llamando y nunca dejará de sonar. Y, te invita
continuamente a no parar. La búsqueda es finita e igual a la verdad que se consagra en libertad de
conocimiento.
Todo proceso interno se sitúa en el marco de los sueños, tejido por puntos de fe y esperanza que se unen
como constelación y se agrupan de tal modo que permiten que estos se realicen a través del tiempo;
materializándose en logros alcanzados, proveedores del avance significativo desde un enfoque existencial
subjetivo y profesional. Se abren puertas de luz y grandeza ante el gozo de sentir de que sí se puede.
Hoy, es el día: el tan anhelado desde hace un año y medio cuando me decía a mí misma que no debo parar
de soñar, que por más oscuro que se torne el panorama debo seguir caminando con fe intacta y con
humildad. Un día empecé a transitar caminos de sabiduría y, hoy sé, que nunca debo parar. El camino es
largo, por más que llegue a la cima tendré la certeza que no es el final. Mirar el cielo y saber que aún
existe un más allá, que me espera con grandes aventuras, risas y llantos entre presencias que se
manifiestan y me recuerdan lo valioso y grande que es la mente, mi mente y mi subjetividad. En este
tiempo difícil a nivel mundial, poder respirar, estar intacta por dentro y por fuera es mi gran tesoro y solo
Dios y yo conocemos hasta donde puedo llegar. Doy gracias infinitas por la vida, mi vida y la de mis seres
amados.
Transitar las rutas que conducen al saber, me han dejado experiencias positivas y me han formado en el
sentir como profesional ante la exigencia de lo que significa tener disciplina, ante la lucha de aprender y
rastrear pensamientos críticos, filosóficos, científicos, artísticos, entre otros que han posibilitado en mí un
crecimiento teórico-práctico ante el cambio que exige la niñez, el pensar y actuar. Como profesional en
educación preescolar he instaurado en mente que en primer lugar debo cambiarme a mí misma para poder
ejercer con honor el rol de ser maestra y poder llegar al otro, siendo este otro el alumno (niño).
Hoy, agradezco a Dios ¡Mí Dios! Ese ser mágico: energía pura que me protege y me cuida en cada
momento, en cada paso y en cada decisión importante de la vida, el único proveedor capaz de materializar
mis sueños. Gracias infinitas por permitirme y darme fuerzas, tiempo, dinero, perseverancia, y el
autocontrol para no desistir ante los obstáculos que a diario me retaron en el proceso de cualificación
profesional y personal.
Gracias a mi familia: Mi compañero y padre de mi hijo que con paciencia y tiempo me ha apoyado,
cuidado e invertido en que siga adelante sin perderme en el intento. Gracias a mi hijo, por ser paciente y
entender que su madre está desarrollando y creando estrategias de crecimiento intelectual para que ambos
en un futuro no muy lejano estén mucho mejor. Y, en última instancia gracias a mis maestros por
apoyarme, por exigirme, por creer en mí. Gracias por brindarme su tiempo, sus conocimientos y por hacer
de su aprendiz más humana. Debo plasmar aquí, un referente a seguir, siendo ella mi maestra Beatriz
Arias Vanegas, una mujer virtuosa a la cual admiro y respeto por ser un maestro integral altamente
pedagógica; la cual me ha enseñado desde la risa y el llanto que debo ser mejor, que no basta creer ser, se
debe llegar a ser.
Agradecimientos
Agradezco a Dios, a la vida, la naturaleza y al universo por brindarme las herramientas necesarias y
económicas para poder seguir avanzando en el arte de enseñar. Una tarea que no es fácil pero que se
enriquece cuando se tiene la posibilidad de ir más allá. Recorrer caminos que otros han transitado, te
indican que el poder y la felicidad radican en transitarlos con amor, paciencia y entrega hasta el final. Y,
que cuando se llegue, se crea llegar; volver y coger impulso para seguir subiendo peldaños con mente y
corazón. El cielo no es límite; es el comienzo de un lugar mejor. El aprendizaje se enriquece en cada
momento, en cada puesta en escena donde la experiencia te forma y te bendice para que entregues lo
mejor de sí en el obrar ante la humanidad.
Tabla de contenido
Resumen ........................................................................................................................................... 8
Abstract ............................................................................................................................................ 9
1 Introducción ............................................................................................................................ 10
2 Planteamiento del problema ........................................................................................................ 13
2.1 Pregunta de investigación ..................................................................................................... 13
2.2 Antecedentes del tacto pedagógico y la relación con el desarrollo cognitivo en la primera
infancia ....................................................................................................................................... 14
2.3 Trabajos de investigación que aborden la propuesta del tacto pedagógico y la relación con
el desarrollo cognitivo en la primera infancia. ........................................................................... 14
3 Justificación ................................................................................................................................. 17
4 Objetivos ................................................................................................................................. 18
4.1 Objetivo general ................................................................................................................... 18
4.2 Objetivos específicos ............................................................................................................ 18
5 Marco Teórico ............................................................................................................................. 19
5.1 Supuestos teóricos educativos de la investigación ............................................................... 19
5.1.1 El Tacto pedagógico .......................................................................................................... 19
5.1.2 Infancia y primera infancia: Definición ............................................................................ 21
5.1.3 El desarrollo ...................................................................................................................... 23
5.1.4 Calidad de la relación pedagógica ..................................................................................... 24
6 Diseño Metodológico .................................................................................................................. 27
6.1 Tipo de investigación ........................................................................................................... 27
6.2 El análisis documental de contenido .................................................................................... 27
6.3 Análisis crítico del discurso - El Modelo Tridimensional .................................................... 28
6.4 Criterios éticos de la investigación ....................................................................................... 31
7 Sustentación y metodología de análisis ....................................................................................... 33
7.1 Objetivo del análisis ............................................................................................................. 34
7.2 Metodología proceso de análisis de información y de resultados .................................. 34
7.2.1 Sistematización de los textos en fichas de lectura ......................................................... 34
7.2.2 La rejilla del análisis tridimensional de Fairclough ....................................................... 34
7.2.3 Sistematización, categorización, análisis e interpretación de la información ................ 34
7.3 Hallazgos del análisis de contenido................................................................................ 35
7.3.1 La pedagogía como paideia ........................................................................................... 35
7.3.2 Pedagogía humanista ..................................................................................................... 37
7.3.3 Pedagogía y tacto ........................................................................................................... 42
7.3.4 Sensibilidad del gozo o empatía y sensibilidad consiente hacia el otro ..................... 48
7.3.5 Sensibilidad del gozo o empatía. ................................................................................... 48
7.3.6 Sensibilidad consiente. ................................................................................................... 52
8 Relación pedagógica ................................................................................................................... 56
8.1 Maestro y alumno ................................................................................................................. 56
8.2 Reflexión y subjetividad del maestro en la relación pedagógica ......................................... 58
8.3 La relación pedagógica en el marco de las instituciones, familia y escuela .................. 61
8.4 La experiencia como fuente reflexiva ............................................................................ 64
9 Conclusiones ............................................................................................................................... 74
10 Referencias ................................................................................................................................ 75
Lista de tablas
Tabla 1 interpretación del texto como texto (guía). ....................................................................... 29
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 8
Resumen
El presente trabajo realizado en el marco de la maestría en ciencias de la educación tuvo como
propósito analizar críticamente los discursos construidos con relación al tacto pedagógico y la
formación de docentes de primera infancia utilizando como método el análisis crítico de
contenido de Norman Fairclough. Para su desarrollo se utilizaron dos técnicas de análisis,
inicialmente el análisis de contenido para acercarnos a los autores que en el marco de la
pedagogía han desarrollado el concepto tales como Rousseau, Pestalozzi, F. Herbart y Van
Manen, para luego pasar al análisis crítico del discurso desde el análisis tridimensional planteado
por Fairclough, el texto como texto, como interpretación discursiva y como praxis social. Una
vez sistematizada la información en la rejilla del análisis tridimensional se identifican las
siguientes categorías emergentes, “El tacto pedagógico en la pedagogía como paídeia, la relación
pedagógica, la experiencia, la enseñanza y el aprendizaje”.
Palabras claves: Formación del maestro, Tacto pedagógico, Infancia.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 9
Abstract
The present work carried out within the framework of the master's degree in educational sciences
aimed to critically analyze the discourses constructed in relation to pedagogical touch and the
training of early childhood teachers using the critical content analysis of Norman Fairclough as a
method. For its development, two analysis techniques were used, initially content analysis to get
closer to the authors who, within the framework of pedagogy, developed the concept, such as
Rousseau, Pestalozzi, F. Herbart and Van Manen, to later move on to critical analysis of
discourse from the three-dimensional analysis proposed by Fairclough, the text as text, as
discursive interpretation and as social praxis. Once the information has been systematized in the
three-dimensional analysis grid, the following emerging categories are identified: “The
pedagogical touch in pedagogy as paideia, the pedagogical relationship, experience, teaching and
learning.
Keywords: Teacher training, Pedagogical touch, Childhood
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 10
1 Introducción
El Tacto pedagógico, fue planteado inicialmente por el educador Alemán Johann
Friedrich Herbat con el fin de dar sentido a la praxis educativa, toda vez que aseguraba que existe
una relación entre teoría y praxis en la pedagogía, una relación que entiende que hay una tarea
artesanal y una tarea científica en ella. Para Herbart los maestros deben formarse para el arte de la
educación a través de la ciencia, en este sentido, el autor expone que: aunque el arte de la
educación se aprende gracias a una especie de instinto pedagógico, previamente es necesario
pasar por la reflexión científica (Herbart 1802). Y en consecuencia crítica y formativa del
maestro se aporta más contenido del autor: “[13] he exigido del educador ciencia y reflexión”
atravesada por: “[16] la pedagogía es la ciencia que necesita el educador para sí mismo. Pero
también debe poseer la ciencia para comunicarla” (Herbart, 1802, pp. 9-10-11).
Es así como la formación científica se convierte en el paso inicial del ejercicio práctico, o
arte de la educación, ya que la ciencia comprende la capacidad intuitiva y las actividades, muchas
de ellas improvisadas, por parte del educador, a lo que Herbart denomina el tacto. De esta manera
Herbart abordó la relación entre la teoría y la praxis, estableciendo el doble carácter –científico y
artesanal– de la pedagogía que fundamenta en la educabilidad del ser humano. Citado en
(Luzuriaga, 1968, p. 119).
Posteriormente, Van Mannen (1998) define el concepto como “Tacto en la enseñanza” de
esta manera amplia el concepto al referirse a este como: “… el lenguaje práctico del cuerpo, es el
lenguaje de la acción en los momentos pedagógicos” (p.133). E insiste sobre la relación docente –
alumno: “En las situaciones pedagógicas, el adulto y el niño están en el mismo lugar, pero no
solo eso, sino que más bien están juntos de una manera especial” (p.86).
Siguiendo esta definición de Van Manen (1998), Heinsen, (2012) en su texto “Autoestima
y tacto pedagógico en edad temprana” propone el tacto pedagógico como sensibilidad,
entendiendo la sensibilidad en términos de lo que Levinas define como sensibilidad del gozo, es
decir no es una sensibilidad dotada de categorías cognitivas sino una sensibilidad que se
compadece del otro, una sensibilidad de la alteridad que exige por lo tanto que se integran las
siguientes características:
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 11
Afecto: “la afectividad, es un conjunto de emociones, estados de ánimo, sentimientos que
impregnan los actos humanos… incidiendo en el pensamiento, la conducta, la forma de
relacionarnos, de disfrutar, de sufrir, sentir, amar, odiar e interaccionando íntimamente con la
expresividad corporal, ya que el ser humano no asiste a los acontecimientos de su vida de forma
neutral” Citado por: (Villalobos, 2014, p.306). También es: “La confianza permite manejar
adecuadamente la frustración y enfrentar los problemas que se presentan inevitablemente a lo
largo de la vida” (Heinsen, 2012, p.89). El afecto es una herramienta fraternal e integral del ser
humano, capaz de traspasar las emociones y convertirlas en aliciente para la vida. Es potencial de
amor, donde el dar y el recibir se fusionan al interactuar y dan como resultado seres respetuosos y
amorosos con el otro-lo otro.
La confianza: “La confianza permite manejar adecuadamente la frustración y enfrentar
los problemas que se presentan inevitablemente a lo largo de la vida” (Heinsen, 2012, p.89). Por
consiguiente, es de priorizar, tanto padres como educadores deben entender lo vital e importante
de confiar en las posibilidades y capacidades de cada persona propio de su naturaleza. Cuando se
es consciente y se emplea el esfuerzo todo se logra, todo es posible. La confianza provee seres
capaces, autónomos y perseverantes: “Si el niño siente confianza en sí mismo y en los adultos
que lo cuidan y acompañan, podrá centrarse, trazar objetivos, sentir motivación para desarrollar
nuevas destrezas y realizar tareas cada vez más difíciles” (Heinsen, 2012, p.89).
La seguridad: “Desde que el ser humano nace necesita sentir y saber que cuenta con
personas a su alrededor que responden a sus necesidades básicas fisiológicas, de cuidado, de
cariño y atención” (Heinsen, 2012, p.90).
El respeto: El respeto a los derechos del niño no es negociable, se sustenta:
En el marco de un ambiente saludable y con límites, el niño es respetado cuando se
le tiene en cuenta y se vela por su bienestar, su salud física, mental y emocional,
sin privarle de aquellas cosas necesarias para su desarrollo y aprendizaje.
(Heinsen, 2012, pp. 91-92).
Arias (2017), enfatiza en que la relación entre el adulto y el niño debe afianzarse en la
sensibilidad del gozo hace referencia a las sensaciones, en tanto experimentadas. La vivencia, con
todos sus matices sensoriales, no es siempre, por no decir nunca, reductible a un contenido de
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 12
conciencia. Esta sensibilidad concentra la significación de este desbordamiento afectivo,
sensorial, en una palabra, sensitivo, que se pierde en la representación. En este sentido, describe
una experiencia en la que la realidad se presenta sin “fachada”, o sin ser “categorizada” (p. 132).
Esta categoría de tacto pedagógico ha sido importante en numerosos estudios que
demuestran su importancia en el desarrollo infantil (Gadamer, 1977; González, 2009; Van
Manen, 1998; Villalobos, 2014), y enfáticamente la importancia que tiene para el desarrollo
socio-emocional (Arteaga et al., 2018).
Sin embargo, para este estudio lo que interesa es discurso que aparece en el contenido de
las publicaciones académicas y científicas acerca de la formación de los profesores y de la
profesionalidad docente, por esta razón se plantea como pregunta de investigación ¿Cuáles son
los discursos construidos con relación al tacto pedagógico y la formación de docentes de primera
infancia?
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 13
2 Planteamiento del problema
2.1 Pregunta de investigación
La formación profesional del docente de primera infancia exige no solo la formación
teórica y epistémica de su saber fundante, la pedagogía, así como el conocimiento profundo de su
objeto de estudio, la infancia, asociado al desarrollo de una sensibilidad del gozo que alimente las
interacciones constantes con los niños y las niñas, pues de estas dependerá su desarrollo integral
y el reconocimiento de estos como sujetos de derechos. (Arias, 2018).
Esta profesionalidad del docente de primera infancia corresponde al planteamiento que en
su momento hace Herbart (1802), acerca del tacto pedagógico; es decir. al docente de primera
infancia no le basta con ser una madre concienciada como lo planteó Fröbel, no es suficiente que
la docente de primera infancia exprese emotivamente que le gustan los niños, que los ama
profundamente, es necesario que los reconozca como sujetos de derechos y no como objetos de
lástima o de filantropía, es importante que tenga una alta formación como profesional de la
educación, un conocimiento profundo del desarrollo del ser humano y una sensibilidad del gozo
como reconocimiento de la alteridad en los niños y las niñas.
Sin embargo, se intuye una concepción del tacto pedagógico asociada a prácticas
improvisadas por parte de la docente de primera infancia, expuesto a una tarea fundamentalmente
maternal llena de una falsa sensiblería hacia los niños y las niñas. Tal como lo plantea Giroux
(2002), en su texto los profesores como intelectuales, existe una tensión entre la educación que
les brindan los docentes a sus propios hijos y la educación que imparten a sus estudiantes,
generando una brecha enorme entre la formación de los niños como sujetos de derechos y
aquellos a quienes se les niegan todos sus derechos y quedan excluidos del sistema.
Ante lo expuesto anteriormente se genera la necesidad de conocer los discursos que
discurren en las publicaciones académicas asociadas al concepto de tacto pedagógico,
cuestionando incluso la definición que hace Van Manen (1998), sobre el tacto en la enseñanza.
Esta eventualidad permite que se plantee la siguiente pregunta de investigación ¿Cuáles son los
discursos construidos con relación al tacto pedagógico y la formación de docentes de primera
infancia?
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 14
2.2 Antecedentes del tacto pedagógico y la relación con el desarrollo cognitivo en la primera
infancia
La pesquisa académica se abordó teniendo en cuenta diferentes posturas acerca del tacto
pedagógico, la formación de maestros, el tacto en la enseñanza en trabajos de investigación cuyos
autores, presentan los objetivos, supuestos teóricos y metodología propuesta. Para lograr lo
anterior, se realizó un austero y serio rastreo a través de diferentes fuentes como son: Scielo,
Redalyc y Google académico; libros, pdf, artículos de revista científicos pedagógicos entre otros
mecanismos educativos que cumplieron con el propósito de búsqueda, en relación con el tema de
estudio actual.
2.3 Trabajos de investigación que aborden la propuesta del tacto pedagógico y la relación
con el desarrollo cognitivo en la primera infancia.
Para comenzar, en este punto de proyecto investigativo se procede en la extracción de los
antecedentes que configuran el rastreo histórico y dieron forma a la definición y los análisis de la
investigación con base en el tacto pedagógico como sensibilidad hacia el otro, desde su
individualidad: Max Van Manen (1998).
Van Manen (1998), desde su teoría “El tacto en la Enseñanza, el significado de la
sensibilidad pedagógica”, posibilita una apropiación correcta e interpretación de reflexión y,
fuente ante el tema central de estudio. Por consiguiente, el objetivo es fortalecer el tacto
pedagógico construyendo la sensibilidad hacia al otro, mediante estrategias y experiencias de
reflexión humana. Al apropiarse del discurso como lo expone Van Manen (1998), cuando afirma
que el tacto pedagógico es la manifestación de habilidades del ser; referencia a la familia,
escuela, sociedad, y de todos aquellos agentes directos, e indirectos que se involucran la
formación humana, el otro. Da muestra del valor universal de apostarle al amor, la importancia de
mirar la niñez desde su inocencia; aprender a conocerlos desde su individualidad como sujeto de
derechos y necesidades tanto física, motora, emocional y espiritual. El ser sensible como
capacidad y estimulo desde el interior que atraviesa los sentidos y los estimula en pro de libertad.
Por ende, forjado en ello se reflexiona desde la práctica docente (educando-educador) dos fuentes
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 15
necesarias, y sustentables en armonía afectiva de las relaciones y, el tacto pedagógico para un
adecuado proceso de la enseñanza-aprendizaje.
Se consolida el tacto pedagógico desde el pensamiento filosófico e historicidad de este.
Como también desde el saber y el formar, por consiguiente: (Van Manen, 1998) afirma: “El tacto
es el lenguaje práctico del cuerpo, es el lenguaje de la acción en los momentos pedagógicos” (p.
133). Nuevamente (Van Manen, 1998) expone: “En las situaciones pedagógicas, el adulto y el
niño están en el mismo lugar, pero no solo eso, sino que más bien están juntos de una manera
especial” (p. 86).
Dentro de la revisión de antecedentes surgen las categorías de análisis tras el estudio de
Heinsen Margarita, (2012) “Autoestima y tacto pedagógico en edad temprana: Orientaciones para
educadores y familias”, a través de esta teoría significativa, cuyo objetivo es fortalecer los
vínculos desde una creencia, amor y respeto por el otro; se procedió a la extracción de
subcategorías del tacto pedagógico como son:
• El afecto: Clave para afrontar con confianza y seguridad la vida
• La seguridad: Sentir que cuenta con personas
• El respeto: Ambiente saludable y con límites
• La confianza: Manejo de la frustración y enfrentar los problemas
También se encontró en la revisión de antecedentes el estudio del autor(a) Orozco
Martínez, (2017), a través de su teoría titulada “El Saber Profesional de una Maestra de Infantil”
desde un objetivo propuesto basado en: Entender el tacto pedagógico como método hábil y
sensible del sujeto, desde las necesidades individuales. Dicho estudio caracteriza la necesidad de
relacionar el tacto pedagógico hacia los alumnos (niños-niñas) por ende, el discurso subjetivo es
característico de la influencia sutil y segura desde la individualidad humana. Siguiendo la
orientación teórica los antecedentes promueven los estudios del autor Luna, (2005) del texto: “El
Tacto Pedagógico como Estrategia Para el Manejo de la Disciplina en el Aula” cuyo objetivo es:
Identificar los problemas de indisciplina en la escuela; proponiendo estrategias para tratar o
controlar y erradicar dicho comportamiento mediante la importancia del tacto pedagógico. Este
artículo sustenta la veracidad del tema principal como medio-objeto en el control y dominio
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 16
sensible de las emociones del niño-niña, obteniendo significación desde la experiencia, el
lenguaje y el razonamiento del comportamiento (emisor-receptor).
Otros estudios como los de Ibarra, (2016), orientó el estudio presente mediante su aporte a
través del texto: “El tacto Pedagógico: Una propuesta de la Enseñanza Ética” donde el objetivo es
formar el carácter de los estudiantes desde el tacto pedagógico como sensibilidad y recuperar la
dimensión afectiva y ética. Este elemento crítico pedagógico sustenta el profesionalismo en
relación con el acercamiento de los sujetos; es decir las normas, los valores, virtudes del deber ser
consigo mismo y con el otro, más aún significativo con la niñez. El vínculo como cualidad moral
del hacer, conocer y del ser. Fundados en la práctica escolar.
Finalizando la revisión de los antecedentes encontramos información valiosa de Arteaga
et al., (2018) del texto “Tacto pedagógico y su relación con el desarrollo socio afectivo en
primera infancia” fundamentado en el objetivo de Avivar la relación maestro–alumno desde el
tacto pedagógico a través de la interacción socio-afectivo desde el desarrollo en la primera
infancia. Analizando su contenido, este se asocia a la relación constante y mutua placentera entre
el adulto y el niño-niña, argumentando control y dominio de la personalidad en los primeros años
de vida; de allí, se conmemora el tacto pedagógico y en dicha relación mutua entre sujetos.
La elaboración y revisión de los antecedentes anteriores, me direccionan a establecer y
confirmar que la elaboración de la pregunta problematizada del estudio no se ha realizado
investigaciones que evidencien cuales son los discursos construidos con relación al tacto
pedagógico y la formación de docentes de primera infancia; por consiguiente la investigación
suscita análisis en la fundamentación de esta propuesta como nueva iniciativa para el campo
investigativo desde las Ciencias de la educación.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 17
3 Justificación
Profundizar en la infancia como sujetos de derechos, es reconocer su alteridad, su
capacidad de pensar, su formabilidad y perfectibilidad, pues como lo afirma Arias (2012), si bien
el niño es la criatura más indefensa de la naturaleza y requiere del seno social humano para
hacerse humano (Portman, 1998), también es verdad que tiene la capacidad de autopoiesis o
capacidad de expansión humana es decir de formarse a partir de la interacción con otros.
La niñez necesita de adultos responsables, de respeto de cuidadores comprometidos y de entrega;
capaces de reconocer la fragilidad en el otro, y el tesoro que tienen en sus manos “el valor de la
niñez”. La infancia, aún en el “Siglo XXI” sigue reclamando sus derechos. Los niños-niñas de
Colombia y del mundo exigen ser protegidos; ante ello, se insiste desde sociedades civiles,
instituciones gubernamentales y no gubernamentales, familia, cultura y política ante sus
derechos; entre ellos el maestro (la escuela), siendo ellos el objeto-sujeto de estudio.
En este sentido este trabajo aportará a la comprensión del concepto de Tacto Pedagógico y
su relación con la profesionalidad del docente de primera infancia. Para la maestría en ciencias de
la educación, dicha comprensión aportará también a la fundamentación de programas de
profesionalización de los docentes en general y de aquellos que se ocupan de la educación infantil
en particular. Para mí como profesional de la educación y como madre en el reconocimiento de la
importancia que tiene la formación profesional y personal en la educación infantil.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 18
4 Objetivos
4.1 Objetivo general
Analizar críticamente los discursos construidos con relación al tacto pedagógico y la
formación de docentes de primera infancia utilizando como método el análisis crítico de
contenido de Norman Fairclough.
4.2 Objetivos específicos
▪ Describir el discurso como texto que aparece en la literatura científica sobre el tacto
pedagógico y la formación de docentes de primera infancia a través del análisis de
contenido.
▪ Interpretar el discurso que aparece en la literatura científica sobre el tacto pedagógico y la
formación de docentes de primera infancia
▪ Analizar críticamente el discurso como práctica social que aparece en la literatura
científica sobre el tacto pedagógico y la formación de docentes de primera infancia
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 19
5 Marco Teórico
La investigación analiza el contenido de la producción de literatura académica acerca del
tacto pedagógico, dando prioridad a la relación entre el docente y el niño. Reconoce en el
concepto tacto pedagógico planteado por F. Herbart la importancia de la profesionalidad del
docente de educación infantil.
5.1 Supuestos teóricos educativos de la investigación
5.1.1 El Tacto pedagógico
Como se expresó en la introducción este concepto planteado inicialmente por J.F Herbart
en 1802, hace referencia a la necesidad de establecer una clara tensión entre teoría y praxis,
considerando que la pedagogía es una ciencia, pero también es arte y que esta tensión ha llevado
a la sociedad moderna a establecer una diferencia entre los que piensan la pedagogía y los que
hacen pedagogía, estos últimos los docentes.
Por otra parte, Van Manen (1998), hace una definición del tacto en la enseñanza, que es diferente,
pues se refiere a la praxis misma afirmando que esta debe realizarse a partir de una sensibilidad
profunda hacia el otro. Van Manen en su texto “EL Tacto en la Enseñanza, El significado de la
Sensibilidad Pedagógica” define el tacto, tal y como lo experimentamos en nuestra vida activa
con los niños, es una conciencia sensible de nuestro self subjetivo mientras actuamos” (p.133).
Históricamente Van (1998), retoma y expone: “…la noción del tacto en el discurso
educativo fue planteada por el educador Alemán Johann Friedrich Herbat en 1802” (p.140), sin
embargo, afirma que: “El tacto es el lenguaje práctico del cuerpo, es el lenguaje del acción en los
momentos pedagógicos” (p.133). Y concluye con la siguiente afirmación: “En las situaciones
pedagógicas, el adulto y el niño están en el mismo lugar, pero no solo eso, sino que más bien
están juntos de una manera especial” (p.86).
Desde la postura de (Heinsen, 2012). Desde su libro “Autoestima y tacto pedagógico en
edad temprana”, aval científico e investigativo para dicho ensayo se propone como idea principal
desde el tacto pedagógico como sensibilidad hacia el otro desde las siguientes categorías:
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 20
Afecto: “La afectividad permite vivir las experiencias mientras se establecen relaciones
con otros. Es la clave para afrontar con confianza y seguridad la vida” (Heinsen, 2012, pp. 87-
88).
El afecto es una herramienta fraternal e integral del ser humano, capaz de traspasar las
emociones y convertirlas en aliciente para la vida. Es potencial de amor, donde el dar y el recibir
se fusionan al interactuar y dan como resultado seres respetuosos y amorosos con el otro-lo otro.
La confianza: “La confianza permite manejar adecuadamente la frustración y enfrentar
los problemas que se presentan inevitablemente a lo largo de la vida” (Heinsen, 2012, p.89). Por
consiguiente, tanto padres como educadores deben entender que es vital e importante confiar en
las posibilidades y capacidades de cada persona. Cuando se es consciente y se emplea el esfuerzo
todo se logra, todo es posible. La confianza provee seres capaces, autónomos: “Si el niño siente
confianza en sí mismo y en los adultos que lo cuidan y acompañan, podrá centrarse, trazar
objetivos, sentir motivación para desarrollar nuevas destrezas y realizar tareas cada vez más
difíciles” (Heinsen, 2012, p.89). La confianza es un don que se genera desde un espacio-tiempo
con el otro, y nace también por la individualidad como sujeto, instaurada desde el vientre materno
y el roce entre personas. Esto, posibilita tranquilidad receptiva entre el dar y recibir. En la niñez
es un tesoro; ya que esta, es instaurada principalmente desde la madre y el padre, y el niño, niña
se siente pleno y seguro por dicho lazo desde el seno familiar. También se manifiesta desde la
individualidad como antes se mencionó, y son muchos los agentes internos y externos que
influyen lo determinan en dicho proceso de aceptación de la identidad y el rol como sujeto con
defectos, virtudes y cualidades ¡Perderle no es un fin, es un total caos existencial!
La seguridad: “Desde que el ser humano nace necesita sentir y saber que cuenta con
personas a su alrededor que responden a sus necesidades básicas fisiológicas, de cuidado, de
cariño y atención” (Heinsen, 2012, p.90).
El respeto: El respeto a los derechos del niño no es negociable. En el marco de un
ambiente saludable y con límites, el niño es respetado cuando se le tiene en cuenta y se vela por
su bienestar, su salud física, mental y emocional, sin privarle de aquellas cosas necesarias para su
desarrollo y aprendizaje” (Heinsen, 2012, pp. 91-92).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 21
5.1.2 Infancia y primera infancia: Definición
La política pública de primera infancia en Colombia define la infancia como sujeto de
derechos y considera la primera infancia como el período que va desde la concepción hasta la
finalización de los 7 primeros años del curso de vida de los seres humanos. La Ley General de
Educación, Ley 115 de febrero 8 de 1994 en el artículo 15, define la educación preescolar como
“… la educación ofrecida al niño para su desarrollo integral en los aspectos biológico,
cognoscitivo, sicomotriz, socio-afectivo y espiritual, a través de experiencias de socialización
pedagógicas y recreativas”. El tiempo subsiguiente a la aparición de esta Ley fue un largo camino
para reconocer que son los niños más pequeños los seres humanos más vulnerables, la lucha de la
academia y sus diferentes organizaciones lograron que en el 2006, se publicara el nuevo código
de infancia o Ley 1098 con la cual se busca proteger de manera integral a los niños y las niñas y
los reconoce como sujetos de derechos y en el 2007 se aprobara el Conpes 109, que somete a
consideración del Conpes Social, la Política Pública Nacional de Primera Infancia (Colombia.
Departamento Nacional de Planeación, 2007)
Esta política es el resultado de un proceso de movilización social, generado a partir de la
necesidad de retomar y dar un nuevo significado a la temática de oportunidades efectivas de
desarrollo de la primera infancia en Colombia. La Política se enmarca en el Plan Nacional de
Desarrollo y se refuerza por los compromisos adquiridos en la Convención Internacional sobre
los Derechos de los Niños a favor de la infancia, 30 de septiembre de 1990; sin embargo, y a
pesar de que los dos periodos de gobierno siguientes se implementó la estrategia de Cero a
Siempre que buscaba dar sentido a la educación inicial y trascender el sentido de protección
como garantía de derechos, solo hasta la definición de la Ley 1804 en el 2016, se establece la
Política de Estado para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia de Cero a Siempre, la cual
sienta las bases conceptuales, técnicas y de gestión para garantizar el desarrollo integral, en el
marco de la (“Doctrina de la Protección Integral, 2019”).
Desde allí, también se rescatan los fundamentos políticos técnicos y de gestión de la
estrategia de atención integral a la primera infancia lo siguiente:
La educación inicial se constituye en un estructurante de la atención integral cuyo objetivo es
potenciar de manera intencionada el desarrollo integral de las niñas y los niños desde su
nacimiento hasta cumplir los seis años, partiendo del reconocimiento de sus características y de
las particularidades de los contextos en que viven y favoreciendo interacciones que se generan en
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 22
ambientes enriquecidos a través de experiencias pedagógicas y prácticas de cuidado. La
educación inicial es válida en sí misma por cuanto el trabajo pedagógico que allí se planea parte
de los intereses, inquietudes, capacidades y saberes de las niñas y los niños. Este, no busca como
fin último su preparación para la escuela primaria, sino que les ofrece experiencias retadoras que
impulsan su desarrollo; allí juegan, exploran su medio, se expresan a través del arte y disfrutan de
la literatura.
Por otro lado, el objetivo fundamental de la educación inicial de los niños-niñas
colombianos retomado desde los autores (Arias & Moreno, 2019, p.6) es: “promover, acompañar,
favorecer y fortalecer las actividades propias de la primera infancia” (Documento N° 20 del
MEN). Siendo esto, el fundamento teórico-práctico que avala los lineamientos y pilares ya
establecidos de una adecuada enseñanza en un clima positivo dentro y fuera de las aulas en la
educación inicial y preescolar en Colombia. Por consiguiente, dentro de la ley No 1804 (2016) se
cita: “… el marco institucional da garantías y derechos de protección a madres gestantes y niños
y niñas desde los cero a seis años de edad, así como la materialización del Estado Social de
Derecho”(Colombia. Congreso de la República, 2016).
En un país como Colombia dónde la Constitución Nacional de 1991 en el artículo 67 se
define la educación como un servicio público de obligatorio cumplimiento por parte, primero de
la familia, del estado y de la sociedad. Sin embargo, es innegable que la familia como institución
moderna enfrenta problemas complejos para asumir la educación, situaciones como el aumento
constante de las familias monoparentales en la ciudad con madre o padre cabeza de familia que se
ocupan de trabajar para dar primero, satisfacción a las necesidades básicas, alimentación y
vivienda; por otra parte, aunque el estado ofrece garantías a través de la Ley 1804/2016 a mujeres
y niños en situaciones difíciles y de pobreza, la política no es universal, es decir las estrategias de
atención no están dirigidas a todas las infancias, solo a algunos estratos socioeconómicos, esto
impide que el reconocimiento de derechos lleguen a la totalidad de los niños y que puedan
beneficiarse de dicha ley, por múltiples razones, algunas ya expuestas.
Una lectura de la educación inicial a la luz de la Antropología Histórico-
pedagógica configura al sujeto como eje central de análisis constante desde las
ciencias sociales referidas a su configuración con el otro; formado desde el
conocimiento a través de su subjetividad. En este sentido, el pensamiento
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 23
antropológico se convierte en una característica constitutiva de la pedagogía
(Wulf, 2004, p. 167).
Desde allí, la antropología como ciencia estudia al sujeto. Wulf (2004) afirma que la
pretensión de la antropología pedagógica de hacer enunciados sobre el hombre, el niño o el
educador, es extremadamente problemática. Objetivamente, el rastreo permite participar
activamente en dar sentido a la experiencia desde un asunto subjetivo, narrativo desde la misma
historicidad del ser como sujeto en busca de identidad y libertad. (Wulf, 2004, p. 168).
Para Arias (2017), “La infancia no es un sujeto a priori o un sujeto jurídico abstracto
formal, sino una construcción histórica y relacional” (p.4). Y continúa, “se trata de un sujeto
atravesado por influencias sociales, políticas, culturales, históricamente determinadas. Es un
sujeto producido y sujetado al orden dominador, por lo tanto, son necesarias las operaciones de
subjetivación que transforman a los seres humanos en sujetos” (p. 130).
Dichos planteamientos esbozan la necesidad de conocernos y conocerles desde nuestra
historicidad para revelar la verdadera identidad, donde se mira a la infancia con verdad, con un
interés de sujetos llenos de derechos desde su historicidad para conmemorar y defender su
existencialismo.
La infancia no se refiere al niño o la niña singularizados, ni a las categorías de
hijo/a o alumno/a, sino al colectivo de infancia que expresa el lugar que en la
cultura tienen las nuevas generaciones respecto a los adultos. Esta asignación en la
cultura es histórica y discursiva. La infancia es situada, incuestionablemente, en
una relación de dependencia y subordinación, que el nuevo capitalismo ha
convertido en una herramienta de mercado. (Arias, 2017, p. 133).
5.1.3 El desarrollo
Para entender que es el Desarrollo Humano, se hace necesario abordar diferentes posturas
que se relacionan directamente con la definición que hace de infancia y primera infancia la Ley,
teniendo en cuenta que aquellas teorías que reconocen el valor de la multiplicidad de contextos en
los que se desarrolla el ser humano, Bronfenbrenner (1987) desde su teoría ecológica afirma que:
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 24
…existe una progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, en
desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que
vive la persona en desarrollo, en cuanto este proceso se ve afectado por las
relaciones que se establecen entre estos entornos, y por los contextos más grandes
en los que están incluidos los entornos (Bronfenbrenner, 1987b: 40, definición 1).
Fundamentalmente, el desarrollo humano según Bronfenbrenner (1987), es manifestado
desde el estudio científico del hombre, donde intervienen la subjetividad del ser en total dominio
de lo que es, convirtiéndose en agente social y de derechos; es decir, desde su individualidad,
desde sus creencias, desde su entorno, contexto y cultura como también su etnia, pero, ante todo,
la convivencia y relación con el otro y lo otro. Y, por consiguiente, con una finalidad
comprendida donde el desarrollo se manifiesta en los “cambios perdurables en el modo en que
una persona percibe su ambiente y se relaciona con él” (Bronfenbrenner, 1987b: 23).
5.1.4 Calidad de la relación pedagógica
Calidad de la relación maestro alumno. “Pianta (1999), el tipo de relación que se
establezca entre el niño y el docente está influenciado por diversos factores entre los cuales se
encuentran: “rasgos individuales (historia de desarrollo, factores biológicos y modelos
representacionales), procesos de interacción y sistemas de influencias externas e internas a la
relación misma” (p.42). La calidad de la relación maestro- alumno se establece desde la cercanía
y factores que se enlazan en el tiempo, espacio (convivencias) manifestado desde la
individualidad de cada niño-niña, objeto-sujeto. Sustentado ante el amor como herramienta
liberadora de vínculo natural y humano.
Dimensiones en la relación maestro-alumno. (Positivo) “tres dimensiones: cercanía,
conflicto y dependencia (Pianta, Steinberg & Rollins, 1995 (p.43). El estudio centrado en el
maestro y la relación alumno fue arrojando resultados variables y metodologías de calidad y
conducta por niveles internalizante- Externalizantes (positivo, negativo), que dieron paso y
sustento teórico. Por consiguiente:
La calidad de la relación profesor-estudiante a partir de la percepción de los profesores
(Birch & Ladd, 1997; Hamre & Pianta, 2001; Howes & Hamilton, 1992; Howes & Ritchie, 1999;
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 25
Pianta & Stuhlman, 2004). Esos estudios han encontrado que en las relaciones caracterizadas por
la cercanía, los profesores perciben altos niveles de calidez, afecto y comunicación abierta con
sus estudiantes y se sienten efectivos en el manejo de los niños y cómodos con la relación. Este
resultado fue positivo y se caracterizó por un buen manejo de los niños-niñas en los distintos
ambientes de aprendizaje (Maldonado & Carrillo, 2006, p. 43).
Por tanto, los análisis investigativos (Maldonado & Carrillo, 2006). También afirman que:
“dimensiones que caracterizan la relación profesor estudiante, se ha encontrado que relaciones
caracterizadas por altos niveles de cercanía entre el niño y el maestro predicen niveles altos de
competencia social y mejor ajuste académico” (p. 45). En este ítem, se centra el estudio científico
del proyecto que avala la propuesta pedagógica para título de magíster en Ciencias de la
Educación; a través de cual se sustenta la importancia de implementar el tacto pedagógico y su
relación con el desarrollo cognitivo en la primera infancia como objetivo.
• Dimensiones en la relación maestro-alumno (Negativo)
Para dar sustento a esta dimensión se cita: (Maldonado, & Carrillo, 2006, p. 45). Altos
niveles de conflicto correlacionan positivamente con conductas de evitación al colegio, bajos
niveles de comportamientos prosociales e incremento en la frecuencia de problemas de
comportamiento en los niños (Pianta, Steinberg & Rollins, 1995; Hamre & Pianta, 2001; Birch &
Ladd, 1998). Finalmente, relaciones profesor estudiante en las que prima la dimensión de
dependencia se relacionan con dificultades en el ajuste escolar representadas en actitudes
negativas hacia el colegio y un menor involucramiento con las actividades escolares (Howes,
Matheson & Hamilton, 1994; Birch & Ladd, 1997).
Basado en los hallazgos, se interpreta que las relaciones afectivas de poco alcance entre el
maestro y el alumno proceden a resultados negativos e influentes de bajo rendimiento escolar y,
disertación en muchos casos del sistema escolar “problemas externalizantes”, resultados (p, 50).
Subcategorías de análisis:
Desarrollo Infantil: “Es un proceso complejo que resulta de la interacción de factores
individuales, sociales y contextuales” (p.40). La lectura complementa desde la teoría del apego:
“Bowlby resaltó el papel de otras personas a cargo del cuidado de los niños y asignó el término
de figuras de apego subsidiarias a las personas que, en ausencia de los padres o figuras
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 26
principales, asumen el cuidado y la protección de los niños” (Bowlby, 1969, p.40). También
aporta: “el rol de los cuidadores alternativos, particularmente los profesores, se ha convertido en
un aspecto crucial para el desarrollo de los niños. Ellos se han transformado en una fuente
potencial, y en algunos casos, en la fuente primaria de afecto para muchos niños” (pp. 40 - 41).
Desarrollo socio-afectivo: “Las relaciones sociales y afectivas que el niño establece con
las personas que están a cargo de su cuidado desde el momento del nacimiento son fundamentales
para su supervivencia y desarrollo” (p.40). Y, “el estudio del desarrollo socioafectivo de los niños
coinciden en afirmar que el modelo de relación afectiva que se establezca entre el niño y sus
cuidadores en el contexto familiar, se convertirá en el cimiento de su proceso de socialización y
de su adaptación en otros contextos (por ejemplo, la escuela) (Ainsworth, 1991; Bowlby, 1969;
Cassidy, 1999; Weinfield et al., 1999, p. 41)”. “Sólo hasta principios de los años 1990 y bajo la
influencia de los modelos contextuales y ecológicos en el desarrollo se empezó a considerar el
área social y afectiva desde el punto de vista de conexión entre los contextos inmediatos en los
que el niño se desenvuelve (la familia y la escuela)” (Maldonado, & Carrillo, 2006, p.42).
Desarrollo socio-emocional: “su importancia en el ajuste social y académico requiere
considerar la influencia de variables individuales y de diferentes relaciones significativas dentro
de los contextos en los que los niños se desenvuelven (por ejemplo, familia, escuela, barrio)
(Bronfrenbrenner, 1996)” citado por: (Maldonado & Carrillo, 2006, p.40).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 27
6 Diseño Metodológico
6.1 Tipo de investigación
El carácter interpretativo de este trabajo de investigación exige no solo revisar los textos y
encontrar en ellos los conceptos sino también comprender sus significados e interpretar sus
intencionalidades.
6.2 El análisis documental de contenido
De acuerdo con Moreiro (1993), el ADC (Análisis Documental de Contenido) es una
actividad analítico-sintética, sometida a regulaciones lingüísticas y dentro de la cual los procesos
de inferencia, de representación, las expectativas y los conceptos memorísticos influyen en su
realización – por parte del analista - y en su comprensión por parte del usuario; por lo tanto, el
producto del ADC, es decir, la representación de la información contenida en un documento, se
expresa a través de recursos lingüísticos (palabras clave, encabezamientos de materia,
descriptores y términos) y éstos permiten, posteriormente, su recuperación.
Los autores que han trabajado sobre el ADC coinciden en que éste es un proceso, y como
tal, quien lo realice sigue una serie de pasos que le permiten identificar, comprender, interpretar y
representar el contenido del documento analizado. En los procesos, estrategias y técnicas del
ADC, propuestos por Pinto (1999), la terminología colabora en las fases de comprensión, pues la
selección se aplica a las unidades léxicas que se consideran representativas y, por lo tanto, son las
candidatas a descriptores del contenido; también la terminología facilita la fase de organización.
Mediante la elaboración de mapas y redes conceptuales se da el panorama cognitivo del
documento y se presentan las unidades léxicas más relevantes, es decir los términos sustanciales
desde los cuales se relacionan otros términos (temas), y se muestra la condensación de
información del documento.
Para poder realizar el ejercicio interpretativo se realizó ADC a diferentes tipos de textos,
que expusieran teorías sobre tacto pedagógico, formación de docentes, relación pedagógica de
cuidadores y niños, así como aquellos que describen la importancia del análisis crítico del
discurso, artículos de investigación científica, artículos de opinión y de difusión. A cada texto se
le hizo un análisis documental de contenido que diera cuenta de categorías y conceptos, así como
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 28
estrategias y técnicas utilizadas en el documento sobre el tacto pedagógico y la formación del
profesorado de primera infancia, como unidades léxicas que permiten la comprensión del
contenido. Este tipo de análisis permite la organización de la información en redes conceptuales.
6.3 Análisis crítico del discurso - El Modelo Tridimensional
Dentro de la perspectiva general del ACD, el sello característico del trabajo de Fairclough
es su interés por desarrollar una teoría social crítica del discurso que, a partir de la articulación de
los estudios del lenguaje y los desarrollos de las ciencias sociales, oriente la investigación
empírica sobre los cambios contemporáneos en el discurso, entendidos como parte de procesos
más amplios de transformación (Choliariaki & Fairclough, 1999). Su tesis central es que no
podemos comprender adecuadamente los procesos de reconfiguración social de las últimas
décadas (modernidad tardía), si no atendemos a las modificaciones en las prácticas discursivas en
que dichos procesos de cambio se expresan, al mismo tiempo que se sostienen.
A su vez, no se puede comprender los discursos que actualmente se producen en los
distintos ámbitos de la vida social, si no los analizamos desde la perspectiva y matriz más amplia
del cambio sociocultural (Fairclough, 1995). Esta perspectiva resulta de particular interés para los
nuevos desarrollos de investigación pedagógica en América Latina, en la medida en que éstos se
han centrado prioritariamente en comprender las características y especificidades nacionales y
regionales de los procesos de reestructuración educativa que han transformando en las últimas
décadas, los entornos y las experiencias escolares. Así, como esperamos mostrar a continuación,
el modelo conceptual desarrollado por Fairclough puede ser de gran utilidad para indagar en las
dimensiones discursivas de los recientes cambios en la educación bajo el marco del nuevo
capitalismo, supone, se expresa y se sostiene en particulares y emergentes prácticas discursivas,
en eventos discursivos para lo que Fairclough va a proponer un modelo teórico de tres
dimensiones para pensar el discurso y el análisis del discurso.
1. Este modelo tridimensional consiste en conceptualizar y analizar cualquier “evento
discursivo” en términos de tres facetas o dimensiones:
2. Como un texto (pieza de lenguaje escrito o hablado), para efectos de síntesis en esta
investigación, el primer nivel de análisis (ADC) se integra al proceso de discurso como
texto.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 29
3. Como un caso de práctica discursiva que involucra los procesos de producción e
interpretación de textos
4. Como parte de una práctica social, en términos del marco situacional e institucional del
evento discursivo.
Tabla 1
Interpretación del texto como texto (guía)
Discurso como texto Discurso como práctica
discursiva Discurso como práctica social
El texto es la pieza de
lenguaje escrito o hablado
que constituye el material
empírico del investigador,
y que es el resultado de un
proceso más amplio de
producción de textos.
Cada uno de esos textos
supone una particular y
situada utilización del
lenguaje donde se
actualiza el poder
constructivo del discurso.
Siguiendo la
aproximación funcional al
lenguaje de Halliday
(1994), Fairclough (1992,
1995) va a distinguir tres
aspectos de esta potencia
constitutiva del discurso
que se manifiesta en todo
texto: por un lado, el
discurso contribuye a
modelar las relaciones
sociales entre las personas,
en la medida en que
muchas formas de
interacción (la relación
pedagógica que se
establece entre el maestro
Esta dimensión da cuenta del
hecho de que todo evento
discursivo debe ser pensado en
términos de los procesos de
producción que le han dado lugar,
así como de los procesos de
recepción/interpretación a los que
se verá sometido en la trama
social.
El foco de atención, acá, es el
modo en que los sujetos producen
e interpretan los textos a partir de
un conjunto de recursos
discursivos socialmente
disponibles y relativamente
estables que constituyen órdenes
del discurso. Un orden del
discurso es entendido como “un
set ordenado de prácticas
discursivas asociadas con un
particular dominio social o
institución (entrevista de trabajo,
consulta médica, clase escolar,
conversación informal)”
(Fairclough, 1995, p. 12). Se trata
de particulares formas de usar el
lenguaje para interactuar,
representar e identificarse en un
dominio social específico.
Además de los órdenes del
Esta tercera dimensión da
cuenta de que todo evento
discursivo es parte de una
práctica social (trabajar,
enseñar, etc.) y está, como tal,
inserto en un conjunto de
situaciones, instituciones y
macrocontextos que
condicionan fuertemente los
usos del lenguaje. Dichas
condicionantes deben
considerarse en diferentes
niveles de abstracción: el nivel
concreto de la situación social
en que el evento discursivo
ocurre, el nivel institucional
del cual la situación social es
parte, y el nivel más amplio de
la sociedad como un entramado
de diversas estructuras
políticas, económicas y
culturales (por ejemplo,
capitalismo
global). Esta tercera dimensión
del modelo busca destacar que
todo evento discursivo tiene
efectos políticos e ideológicos,
en la medida en que es parte
constitutiva de prácticas
sociales que cotidianamente
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 30
y el alumno, o bien entre
una instancia
gubernamental y la
escuela, por ejemplo) se
definen en buena medida
en función de las
particulares formas de
comunicarse entre sí de
los participantes de dicha
relación. En segundo
lugar, el discurso produce
y pone en circulación
particulares
representaciones y
creencias acerca de la
realidad. En tercer lugar,
el discurso contribuye a la
construcción de
identidades sociales al
ubicar a los sujetos que
interactúan
discursivamente en ciertas
posiciones que suponen
particulares formas de ser
y estar en el mundo. Así,
todo texto, en tanto
lenguaje en uso,
contribuye
simultáneamente a la
constitución de acciones/
relaciones sociales,
sistemas de creencias y
conocimientos, e
identidades sociales.
En este primer nivel, el
análisis del discurso
supone llevar a cabo un
análisis lingüístico
detallado del texto (o los
textos) dando cuenta del
discurso de carácter local, es
posible hablar, a un nivel más
general, de un orden del discurso
de la sociedad, el que da cuenta de
las relaciones y límites entre los
órdenes locales del discurso. Los
órdenes del discurso son la faceta
discursiva del orden social, y sus
componentes, sus límites, así
como sus relaciones internas
(entre las distintas prácticas
discursivas que lo componen) y
externas (entre diferentes órdenes
locales del discurso) se modifican
al compás de los cambios a nivel
de los procesos sociohistóricos en
los que están insertos.
Es importante señalar que no
existe una relación lineal y
mecánica entre un orden del
discurso y los textos producidos al
interior del dominio social
específico del que éste es parte.
Este nivel del modelo teórico
apunta justamente a dar cuenta de
cómo los sujetos utilizan los
recursos de un orden del discurso
para configurar sus textos, y cómo
en ese proceso, al mismo tiempo
que reproducen dichos patrones
de prácticas discursivas, son
capaces de articular y recrear
creativamente los mismos
(Fairclough, 1995). En parte, esto
es posible debido al hecho de que
un mismo orden del discurso
contiene elementos diversos,
complementarios y en ocasiones
antagónicos, y a que los sujetos
pueden, hasta cierto punto, apelar
producen y sostienen (o
transforman)
las relaciones de dominación
imperantes en una sociedad. La
tesis de Fairclough, quien sigue
en este punto las reflexiones de
Gramsci, es que el poder de un
grupo social se basa, en gran
medida, en el establecimiento
de una hegemonía cultural, lo
cual supone la regulación de
los discursos en distintos
dominios de la vida social. El
control de los discursos se
logra a través de la
estabilización de particulares
órdenes del discurso a los que
los sujetos no pueden sino
acudir para actuar
(discursivamente) en la vida
social. Al apelar a esos órdenes
del discurso inscritos en el
sentido común, los sujetos
movilizan, reproducen y
naturalizan aquellas formas de
acción, representación e
identificación que son
funcionales a los grupos
dominantes, y de este modo
participan del proceso de
reproducción ideológica de la
sociedad (Fairclough, 1989,
1992, 2000b). Sin embargo, no
hay que olvidar que el poder y
la hegemonía son siempre
estabilizaciones provisorias en
el marco de diversas luchas
sociales, estabilizaciones que
pueden ser impugnadas,
resistidas e incluso
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 31
modo como sus distintos
rasgos (gramaticales,
ontológicos, de
vocabulario, de estructura
global, de cohesión)
producen efectos de
sentido en los tres planos
mencionados:
(inter)acción,
representación,
identificación
(Fairclough, 2003a).
a recursos discursivos de
diferentes ámbitos (órdenes del
discurso) en su
praxis social.
transformadas a partir, entre
otros aspectos, de un cambio
en los órdenes del discurso de
los distintos dominios de la
vida social (Fairclough, 1989,
1992, 1995).
6.4 Criterios éticos de la investigación
El proyecto investigativo aquí propuesto. Se expone como discurso teórico-crítico como
propuesta de cambio en la excelencia de enseñar o educar. El estudio no requiere de
consentimiento informado por parte del comité de bioética de la Universidad de San
Buenaventura (Medellín – Antioquia, 2021). Es un trabajo de carácter textual que requiere de un
análisis constructivo, reflexivo, argumentativo de la información recolectada durante año y
medio, que es el tiempo que se dispone para la elaboración y entrega como propuesta pedagógica
en la formación de docentes de primera infancia por parte de la docente profesional: Yarleny
Martínez Mazo para optar al título de Magister en Ciencias de la Educación en el año 2021 de
dicha academia.
El consentimiento informado para la elaboración de ensayos de carácter textual y de
argumento, está sujeto al escritor y por ende como ya se expuso antes no requiere de ninguna
intervención directa con personal de bioética. Es un trabajo simple y riguroso del análisis del
texto como texto bajo la influencia del autor Norman Fairclough, suscitando un producto de
carácter intelectual y de autoría en la cualificación del maestro como ser altamente pedagógico.
Los niveles de riesgo para la elaboración del material pedagógico son nulos, por no poseer un
contacto directo, distante o intermedio para la ejecución del mismo; es decir: no existe una
relación estrecha o de contacto directo con personal humano o entidades públicas o privadas
como instituciones dentro del marco legal o prestadoras de un servicio con base a educación
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 32
como lo son: escuelas, colegios o universidad y, personal como: (directivos, maestros, alumnos o
padres de familia entre otros).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 33
7 Sustentación y metodología de análisis
El análisis de contenido tiene como objetivo la particularización que hacen los autores
acerca de un concepto, una categoría o una praxis, es decir, acercarse a la singularidad para
conocerla, para comprenderla, saber definirla y describirla. Este ejercicio investigativo en
particular tiene por objetivo general analizar críticamente los discursos construidos con relación
al concepto de tacto pedagógico y la formación de docentes de primera infancia utilizando como
método el análisis crítico de contenido de Norman Fairclough.
La importancia de pasar del texto como texto en el análisis de contenido al análisis crítico
del discurso de manera tridimensional no solo favorece la profundización en el concepto mismo,
sino también en el modelo de análisis que se va a presentar desde la perspectiva del análisis
crítico de Fairclough, en la que se destacan tres niveles de análisis, el texto como texto que se
hace desde el análisis de contenido, la interpretación del discurso que ese texto presenta y el
discurso como práctica social.
Por tal razón, las conclusiones y la construcción de sentido se hicieron a partir de la
categorización de los datos proporcionados durante los diferentes niveles del análisis. El análisis
siguió una lógica inductiva mediante la cual se fue construyendo el objeto estudiado en la medida
en que se iba profundizando la información. Fue un proceso que se inició con la formulación de
diversos interrogantes relacionados con el tacto pedagógico.
Dicho proceso que, en términos de Gadamer, correspondió a una mirada hermenéutica de
la construcción del conocimiento, en tanto su resultado provee diversas expresiones de
significado, manifestadas de manera discursiva como un acontecimiento material o como una
objetivación inteligible de significado que de alguna manera permite la reconstrucción del sentido
subyacente a dichas expresiones, con miras a obtener una mayor comprensión y significación del
concepto como fenómeno.
Los estudios de corte hermenéutico se fundamentan en la significación de la lengua y en
ella, las narrativas y los discursos, de acuerdo con las diversas formas como estas son utilizadas
en este caso por los autores, con el objetivo de llegar a la comprensión conjunta de una cosa o
una opinión común. Este análisis discursivo tridimensional, permite explicitar el texto como
texto, su interpretación en el marco del discurso pedagógico y su praxis social.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 34
7.1 Objetivo del análisis
Como objetivo general se pretendió analizar críticamente los discursos construidos con
relación al tacto pedagógico y la formación de docentes de primera infancia utilizando como
método el análisis crítico de contenido de Norman Fairclough para ello era necesario, primero
hacer una revisión bibliográfica del concepto “Tacto pedagógico” para describir el discurso como
texto que aparece en la literatura científica sobre el tacto pedagógico y la formación de docentes
de primera infancia a través del análisis de contenido, luego iniciar el análisis tridimensional del
discurso para interpretar el discurso que aparece en la literatura científica sobre el tacto
pedagógico y la formación de docentes de primera infancia, y por último analizar críticamente el
discurso como práctica social que aparece en la literatura científica sobre el tacto pedagógico y la
formación de docentes de primera infancia.
7.2 Metodología proceso de análisis de información y de resultados
7.2.1 Sistematización de los textos en fichas de lectura
Para realizar el análisis de contenido se construyeron fichas de lectura que daban cuenta
de los abordajes teóricos que autores como Herbart, Van Mannen, Rousseau, Pestalozzi, entre
otros que hicieron sobre el concepto. Las fichas no solo citan las posturas teóricas, sino también
su fundamentación epistémica en el marco de la pedagogía o la didáctica.
7.2.2 La rejilla del análisis tridimensional de Fairclough
Para realizar el análisis tridimensional del discurso se construyó una rejilla en Excel en la
cual se traía al primer nivel de análisis el texto como texto, es decir se pasaban de las fichas de
lectura los conceptos trabajados por el autor, en el segundo nivel de análisis se interpreta el
concepto en marco de la pedagogía y finalmente se hacía una crítica a la aplicación de ese
discurso en la praxis social.
7.2.3 Sistematización, categorización, análisis e interpretación de la información
Una vez sistematizada la información en la rejilla se procedió a la categorización de
aquellos significados que emergieron del análisis y su interpretación, identificando las siguientes
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 35
categorías que emergen del análisis: la pedagogía como paideia, la relación pedagógica, la
institucionalización de la relación pedagógica la experiencia y el aprendizaje.
7.3 Hallazgos del análisis de contenido
7.3.1 La pedagogía como paideia
Centrarse en la construcción reflexiva teórica-práctica de la formación del docente de
primera infancia, confiere transitar minuciosamente por teorías rigorosas, buscando argumentos
de validez para la propuesta de cambio ante los paradigmas educativos. La profesión del maestro
debe resignificarse en la excelencia de enseñar; un accionar consiente y situado ante la exigencia
de que el maestro debe exponerse como un ser altamente pedagógico y humano ante el otro. El
estudio permanente permite encontrar desde autores consagrados al conocimiento y análisis
científico mediante la pregunta sobre la pedagogía y el acto de formar, todos los argumentos
necesarios para defender la tesis central de este proyecto. Y, desde ahí construir material
significativo para las nuevas generaciones de profesionales encaminados en el arte de enseñanza
con base a la categoría que emerge de la interpretación del texto como texto, al ser abordada,
detallada e interpretada para luego proceder a codificar y, así posicionar y desarrollar con
argumentación teórico-crítico de contenido bajo la rejilla de Norman Fairclough “la pedagogía
como paideia”.
Suscitar la pedagogía como paideia es juntar elementos teóricos y prácticos para la
transformación del arte de enseñar, es proyectar y direccionar al maestro como objeto de verdad
ante su que-hacer dentro y fuera del aula escolar con base relacional con su aprendiz;
acompañando y direccionando en el dejar ser. Estando ahí para el niño, consciente de que este le
necesita. Un adulto altamente sensible en su relacionar diario y consiente del tesoro que le han
depositado y confiado padres y cuidadores para que instruya y direccione correctamente en la
trasmisión de valores y saberes que todo sujeto debe aprender para la vida. Y, ser lo
suficientemente apto para ejercer su deber a nivel intelectual y empático en lo que significa ser un
guía.
Estos discursos académicos posibilitan encontrar sentido y elementos humanos. Por
consiguiente: (Van, 1998) “El termino pedagogía, por contraste tiende a acercarnos a los
elementos humanos y personalistas de la educación tanto escolar como paternal” (p.44).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 36
Partiendo de la cita anterior y en una búsqueda de interpretar a través de la intencionalidad
política del texto se consolida que: El objeto de la pedagogía es la formación del sujeto, la
relación pedagógica no se limita solo a la escolar sino a todos los escenarios donde ocurre la
educación, incluyendo la educación familiar, es una relación entre sujetos y por tanto atravesada
por elementos propios de lo humano, por esta razón, es la pedagogía la que permite la reflexión
de su que-hacer de tal manera que la vivencia e interacción a diario con otros, en el caso de la
educación infantil, los otros son niños, debe estar encaminado al cuidado ontológico y el
bienestar y desarrollo en todas las dimensiones. Y, se interpreta también mediante lo que
significa este texto como práctica social a través del contexto social, educativo y familiar
colombiano.
Actualmente se ha enmascarado y distorsionado el concepto y la verdadera esencia de la
“pedagogía” como lo afirma (Van, 1998). Esta no es explorada y ejecutada desde su domino real,
por el contrario, se ha ido instaurando en la escuela por "currículo" o como actualmente se le
llama "instrucción" alejándose de lo humano. Ante esto el docente desde su formación como
experto debe entender que por contraste ante lo anterior la pedagogía es la que se preocupa y se
pregunta por los fenómenos humanos entendida por ser más que enseñar y educar por quien lo
lleva a cabo; es un campo abierto en constante diálogo desde el conocimiento científico y las
interacciones entre sujetos donde se recoge el conocimiento del maestro como investigador para
dar soluciones positivas en lo cotidiano desde un proceder significativo en la relación maestro y
alumno. Klaus (2018) afirma: “Entonces se entiende por pedagogía como una disciplina dentro
de las ciencias sociales y humanas con sus características específicas y particularmente esa
disciplina se preocupa por estudiar el fenómeno educativo y formativo” (Klaus, 2018).
Comprender los fenómenos y los estándares con los cuales se rige la escuela con base a
educación infantil permite al docente formarse desde una relación profesional maestro alumno
con una mirada humanizada. Un docente que se pregunta, que busca respuestas, que está
dispuesto a no llenar a los niños solo de contenido entre otro, que se preocupa por el sujeto desde
su individualidad subjetiva es un docente altamente pedagógico.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 37
7.3.2 Pedagogía humanista
(Van, 1998) “La pedagogía no se debe buscar en el discurso teórico abstracto o en los
sistemas analíticos, si no directamente en el mundo en que vivimos” (p. 46). La reflexión
pedagógica es rigurosa y moderna como disciplina, existiendo una ruptura entre la educación
tradicional y las nuevas formas de la enseñanza siendo más existente con la vocación y del que-
hacer del maestro. De tal manera en el hoy, surge la necesidad de que el maestro se cualifique
contantemente a nivel profesional desde su área específica; el ideal en los procesos investigativos
a través desde las ciencias de la educación. Pero para poder el maestro complementarse como
pedagogo se le exige también estar inmerso desde la praxis educativa, siendo allí; en el día a día,
en la convivencia donde las presencias se hacen visibles, comparte y se descubre ante el alumno
como un profesional en el área de pedagogía infantil y como ser altamente competitivo, pero para
lograrlo necesita estar inmerso en los dos escenarios, el primero le da conocimiento y el segundo
le provee experiencia. Los contenidos, el discurso teórico abstracto o en los sistemas analíticos no
puede evidenciar que el maestro es pedagogo, esto solo lo puede recoger desde el accionar
práctico, en el mundo de la vida en conjunto al alumno. La pedagogía se transforma y se siente, la
pedagogía se disfruta, la pedagogía fortalece el vínculo con el otro sanamente, la pedagogía atrae
afectivamente hacia el niño, reconociéndose mutuamente como seres que piensan y sienten de
distinta forma, habitando un mismo espacio. El docente que se forma como intelectual también
debe darse forma en lo humano. Buscar el conocimiento es la clave de los discursos académicos y
la praxis educativa en la cualificación docente como profesional en un área determinada; pero
formarse desde la pedagogía es una observación directa y objetiva al alumno desde su diario
vivir, desde sus aptitudes, habilidades, destrezas físicas y emocionales en su constante desarrollo
desde un campo llamado escuela.
En consecuencia, desde el autor Max Van Mannen (1998) se expone: “Se puede definir la
pedagogía como “la excelencia de enseñar o de educar” porque nos ayuda a identificar a la
verdadera educación paternal y escolar. Más concretamente, la pedagogía nos orienta (a padres,
profesores, educadores, orientadores, etcétera) hacia el niño, a la naturaleza inmanente del ser y
de llegar a ser” (p.47). La interpretación e intencionalidad política del texto explica: El docente
desde su formar ha transitado por muchas rutas teóricas como profesional, pero solo logra
consolidarlo en la práctica. Es allí, dentro del aula desde un constante interaccionar y convivencia
mutua donde experimenta y se moldea a través de la puesta en escena junto a sus alumnos,
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 38
tomándose en serio la formación humana. Cuando están juntos en el aula, el maestro y el alumno
deben traspasar el sistema educativo; es decir hacer pedagogía. El verdadero pedagogo es aquel
que no se posibilita y que hace con amor su trabajo. Es quien se siente activo en el
acompañamiento del niño, a la naturaleza inmanente del ser y de llegar a ser. Por tanto es la
pedagogía quien le orienta desde su excelencia pura, le ayuda desde el saber y la ciencia a
observar detenidamente al niño mediante la pregunta y respuesta y desde su subjetividad y puesta
en el mundo.
Lo que significa ese texto como práctica social: El ideal de docente, de padres, de
orientadores entre otros, son aquellos seres capaces de trasformar las relaciones positivamente
con los niños y de alta calidad humana; tanto padres como educadores deben estar encaminados
en la excelencia de lo contrario son carentes de pedagogía. Permitir al niño apropiarse de sí
mismo es formarle en el buen trato, con valores, con aptitudes y sueños que le permite
experimentar sus procesos para poder moldearse y adaptarse desde su propia naturaleza como ser
único e irrepetible capaz de esquivar y situarse en el mundo. El docente busca los medios más
eficaces y seguros ante la experiencia significativa del sujeto en todo momento. Todo lo anterior
es pedagogía “la excelencia de educar y enseñar”.
Profundizar en la educación es proveer espacios reflexivos teóricos-prácticos en el arte de
enseñar, por tal razón: “El cuidado pedagógico se ha racionalizado y delegado a asesores,
profesores de refuerzo, psicólogos y administradores educativos, que poca cercanía y contacto
tienen con los estudiantes” (Moreno, 2019, p.6).
La intencionalidad política del texto se interpreta: Diversos motivos y circunstancias han
direccionado al maestro a un contexto más teórico dentro del aula, haciendo que el rol verdadero
y humano se excluya y se direccione equívocamente solo a lecciones académicas y al dictado de
contenidos para el desarrollo intelectual del alumno. Esto sucede gracias a que otras disciplinas
poco a poco se les han delegado abordar puntualmente el estudio del comportamiento humano y
el maestro ha cambiado su mirar dentro de la praxis ante su que-hacer. Por tal razón la cita invita
al cuidado pedagógico desde un acompañamiento reflexivo, afectivo directo, y por ende este no
puede ser delegado a otras disciplinas, el profesional encargado y altamente pedagógico es el
único que convive e interactúa con el otro día a día; le reconoce, le aprecia y aprende a través del
cuidado a comprender y reconocer la grandeza, habilidades, valores, fortalezas, debilidades y
carencias entre otras del alumno para su constante evolución.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 39
El texto como práctica social significa: En el hoy, dentro del aula, el maestro se percibe
muy ajeno al encuentro relacional con el otro. Desde el contacto social el maestro esta cada día
más ajeno y distante al alumno. En el hoy, el alumno esta encasillado y sujeto al reflejo de sus
logros, estos vistos y direccionados por la “nota”. El maestro debe reaccionar, el alumno no es
sinónimo de una calificación, el maestro debe ir más allá de lo que refleja una nota, del asunto
práctico que define la evaluación y que categoriza al alumno. Al alumno se le califica a través de
un examen, el cual le determina como capaz intelectualmente, como alumno brillante o si esta es
baja, entonces se le mira con falta de excelencia. Por consiguiente la cita dirige a la reflexión y
cambio de pensamiento; volver al encuentro próximo, ese de tocar al alumno, no desde el cuerpo,
si desde el alma. Ir allá, en el encuentro directo y mirarle con grandeza, con la seguridad que
exige ser un pedagogo cuando está rumeando en el formar a través de la praxis; indagando,
analizando, observando y direccionando el cómo debe proceder ante el niño, para ayudarle a que
florezca, no sólo desde el intelecto, en todo su conjunto como ser, desde su sentir y capacidad
biológica y natural por el cual se le ha otorgado lo más valioso “vida”. El maestro no puede
perder y ser excluido como profesional capacitado ante el cambio social y humano.
Desde otra mirada y postura crítica educativa en relación con la pedagogía se encontró un
símil comparativo en contraste: “Doctor Frankenstein y a la educación como fabricación. La
educación, en realidad, ha de centrarse en la relación entre el sujeto y el mundo humano que lo
acoge” (Subirats, 1993, p. 4).
La intencionalidad política del texto se interpreta: La educación relacionada con la obra
de ficción de un personaje frío y vacío, con un envoltorio no permitido ante la percepción del
otro. Una novela llamada “Frankenstein” de la autora (Shelley, 1816), en la cual resulta un símil
comparativo de la realidad actual a la hora de educar al sujeto. Dicha novela suscita toda la
atención en un personaje: construido este por un doctor desafiando la naturaleza y, dando rigor y
fuerza a la ciencia por medio de un experimento científico, buscando el “elixir de la vida”; el cual
arroja como resultado final un monstruo, rechazado y excluido por su creador, por sí mismo y
sociedad. Este no es el ideal real que busca la educación. Ningún maestro confinado y formado
desde al accionar pedagógico debe responder y participar como científico y creador de máquinas
útiles; debe seguir siendo lo anterior un modelo ficticio e irracional carente de sentido. El maestro
virtuoso y sensible, el que ha reflexionado desde la teoría y la praxis, conoce su fundamento
crítico y constructo mediante el acompañamiento y la búsqueda permanente de la identidad
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 40
humana, conoce de valores y de la necesidad de emancipación del sujeto en permanente
evolución de todo su ser.
El significado de este texto como práctica social: Analizando la cita desde el accionar
pedagógico social el maestro de hoy, tiene su mirada puesta en impartir conocimiento como
fabricación. Esto debido al control político y privado de mirar el proceso educativo como
repetición de sujetos vacíos y sin poder de libertad como ser pensante y dueño de sí mismo por
medio de contenidos; estos direccionados al control humano a través de fábricas (escuelas) para
el servicio productivo del conjunto sistemático y de poderío laboral como herramienta útil y, con
encaje competitivo bajo dominio del hombre como masa.
Reflexionando, dicha cita involucra al maestro a repensarse y fijar su atención como
profesional del regalo que le ha otorgado la vida, ese de mirar más allá del envoltorio; el maestro
debe mirar al sujeto desde adentro y descubrirle y ayudarlo desde el relacional maestro y alumno
a encontrar y direccione su grandeza, esa que le otorgó la naturaleza, al brindarle la oportunidad
de la vida. Y, no permitir que un sistema social se adueñe de lo de afuera sin percatarse de lo que
habita adentro. El maestro no es un científico desafiando la naturaleza, el “elixir de la vida” ya se
le otorgó a todo sujeto desde el nacimiento, y es un deber social, profesional y humano ayudar,
acompañar al otro a encontrarse y, situarse en un mundo que le acoja con amor y le respete, le
acepte con sus virtudes y falencias como un sujeto en constante modelación.
Rehaciendo lo que ha roto en relación con la pedagogía desde esa mirada hacia el otro
humanista dentro del aula, se cita: “…en la modernidad se perdió, y se ignora, que la paideia y la
therapeia constituyen la educación en función sanadora” (Subirats, 1993, p.4). La interpretación e
intencionalidad política del texto permite: Todo ser humano es regido por su ser, su fragilidad es
la composición que lo denomina como “delicado”, tal delicadeza se puede fracturar con el
poderío mental de sí mismo y del poder que ejerce el otro. Esto es manifestado por todo el
lenguaje corporal, una corriente amarga o dulce que descompone o a viva la flor de los
sentimientos, un consecutivo emocional que percute en el sentir, expresado por medio del
silencio, la mirada, la palabra, los actos y los sueños humanos. Ante esto, el tacto pedagógico se
le observa desde la cita como ayuda educativa, subrayada en la dimensión terapéutica como
posible conocimiento posibilitador de posibles soluciones en la relación y responsabilidad con el
otro y, entender al otro como alguien que debe ser cuidado, acompañado dentro y fuera de la
escuela como en el seno del hogar.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 41
Lo que significa este texto como practica social: La realidad social educativa moderno
con referente a acogimiento por parte del maestro al niño, esta direccionada sólo en impartir
conocimiento a través de (objetivos medibles y evaluativos), un servicio de intercambio
económico, visto como un trabajo mal remunerado y de escape temporal. Existe un olvido de
tacto pedagógico, se perdió y se ignora que la paideia y la therapedia como lo indica la cita del
autor, son fuertes de la intervención relacional directa del maestro hacia el alumno (el niño). Ese
proceso de crianza donde se le observaba al niño en ayudarle en su proceso formativo, ese que
forja vínculo sagrado y resistente a cualquier adversidad por estar sujeto al amor se ha perdido.
Dicha tarea se ha otorgado a otras disciplinas, pero estas no conocen el lenguaje y la experiencia
de convivir con seres únicos día a día. El llamado es a reflexionar, estudiar a profundidad el tacto
como fuente relacional de mirar al otro con valor, respeto y empatía mediante una sensibilidad
pedagógica directa en reconocimiento de grandeza dentro del niño para que este pueda llegar a
ser lo que está destinado a ser como función sanadora del encuentro humano.
La pedagogía humanista confiere desde el accionar práctico el estudio permanente del
maestro que trasmite al otro con el alma, por esta razón se cita a (Popkewitz, 2015) donde se
reflexiona: “Se habla de las investigaciones de las prácticas de los profesores como
transformando al profesor, una tesis cultural acerca de los modos de vida, dirigida al interior y al
“alma” del profesor. La noción de alma que ya no se encuentra vinculada a connotaciones
religiosas, sino a la ciencia como fabricante de cualidades internas del profesor” (p.441).
La interpretación e intencionalidad política del texto se infiere: Transformando al profesor
es un término etéreo de lo que trasmite en un escenario llamado (aula) un sujeto deliberado en los
procesos de enseñanza, esto visto desde el referente del ser; es decir una mirada escanearía de
todo componente físico, mental, emocional y subjetivo en total pureza del adulto, llegando a tocar
el alma. En consecuencia el estudio permanente y regido por la ciencia arroja resultados acerca
del hombre desde sus inicios hasta llegar al punto de equilibrio en el hoy, necesidad de ir más
allá, de lo visible; buscar lo real, lo significativo y, que transciende a través del tiempo, el
continuo aprendizaje, basado en experiencias relacionales con el otro y lo otro de forma valiosa
desde las cualidades internas que son realmente las que se afloran y se percibe en mutua
convivencia.
La práctica se hace importante desde el punto de vista científico pedagógico por ser el
espacio posibilitador de experiencias reales, donde se vive momentos únicos y decisivos para la
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 42
trasformación humana, ante el actuar y el recibir directamente a través del sentir, la expresión, la
palabra y el lenguaje del cuerpo, llegando a conocer personas únicas y valiosas que se enriquecen
mutuamente. En los métodos científicos se busca el despertar del pensamiento del sujeto, este
direccionado a la reflexión actual sobre procesos de enseñanza y aprendizaje y el formar maestro.
Siendo este último una búsqueda permanente de lo sublime del arte de enseñar, pero ante todo
permear hasta lo más íntimo del maestro, buscando en su alma cualidades internas que le
deleguen como un ser digno de su labor ocupacional.
7.3.3 Pedagogía y tacto
Todo inicio provee un estudio profundo acerca del tema central, siendo este el “tacto”.
Situando al lector ante el concepto y como este ha sido definido a través de diferentes autores y
referentes biográficos que han aportado a las ciencias de la educación a través de la historia en
beneficio de la humanidad. El tacto es una herramienta transformadora en la formación de
maestros en educación infantil y por lo tanto necesita ser estudiado con fundamento crítico desde
la academia en el marco de la pedagogía; ante esto se sustenta: "Según el autor (Zabalza, 2012,
p.149), citado por la autora: (Heinsen, 2012, p.10) la definición de tacto es: “«tacto pedagógico
significa capacidad de diálogo, significa paciencia, significa sensibilidad, significa madurez,
significa capacidad de afecto sano»” (Heinsen, 2012, p.12). Analizando e interpretando la cita
anterior con una intencionalidad política del texto, el tacto se define: Capacidad de diálogo:
Forma correcta de comunicación. Paciencia: Como un don de premio ante el actuar consiente.
Sensibilidad: Capacidad de situarme en el lugar del otro. Madurez: Es una etapa de la vida. Es
afrontar la verdad y el error sin culpa como lección formadora, sin miedo ante la lección de vida
y ser responsable de mis actos y dueño de mí mismo, entre otros. Capacidad de afecto sano: Es
tener una postura no directa ante el otro, de respeto y aceptación de cómo es individual y
socialmente. Es entender su mirada diferente de ver las cosas y situarlas en el mundo. Es un
esfuerzo cálido de actitud liberadora y acompañarle en logros y dificultades, en fin es estar ahí,
dispuesto a quien le necesita para reconocer la oportunidad de crecimiento desde lo sensible y
afectivo. Analizando como práctica social el tacto pedagógico como una dirección consiente,
dirigido al adulto a que reflexione cuando se equivoca criticando y corrigiendo al niño de forma
chistosa o con burla, comprendiendo y analizando la gravedad del acto mal intencionado y las
consecuencias que esto genera en el otro. Ofender al niño, son actos de gente que no es feliz, de
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 43
personas carentes, sin respeto y educación. Peor aún es cuando se le invade sobre su persona, su
físico, su actitud o comportamiento. Esto es signo de exclusión como individuo y ente social. Por
ende, sumergirá al niño en ahogo y desasosiego al sentirse en total soledad.
Continuando, encontramos que Max Van Manen (1998) afirma: “Tacto deriva
etimológicamente del latín tactus y significa tocar, realizar de tangere, tocar” (p.138).
Interpretando el texto desde su intencionalidad política: Tocar al niño se interpreta como ese
accionar pedagógico que acompaña en cada momento dentro de la escuela, y que dirige al
maestro a estudiar detenidamente el comportamiento, las emociones y el contexto en que cada
niño se desenvuelve, esto con el fin de brindar una atención plena, integral desde lo individual y
poder realizar una lectura humana de este. Pero ante el término tocar, se refiere también a un
término relacionado con intacto: no tocado, no dañado. Aquí, el adulto que está lleno de tacto se
aproxima al niño con amor, le mira como un tesoro que necesita ser cuidado y protegido
constantemente y, se enlaza un afecto racional y pleno que el niño se siente amado.
Como práctica social significa: se debe enfocar la enseñanza por medio del tacto
pedagógico y ser consiente cuando se refiere a “tocar”. Es delicado el termino (tocar) y, no saber
direccionarlo adecuadamente en convivencia con el otro desde la integralidad física, emocional.
Se debe enfatizar en lo que significa en la interacción pedagógica para evitar confusión y, en los
ambientes de enseñanza aprendizaje se habla de tocar no desde lo físico “Nunca toque al niño”
(Van, 1998, p.138), sí desde lo humano, tocar el alma. Ante esto el maestro que tiene la cualidad
y la habilidad de relacionarse desde el tacto pedagógico hacia su alumno es aquel que sabe
interpretar el silencio, la risa y el llanto de un niño, es aquel sujeto sensible capaz de leer a su
alumno cuando este está bajo de ánimo, le conoce cuando está enfermo y comprende las
reacciones y los motivos del niño al sentirse ajeno a un contexto y no querer pertenecer a este; en
fin, un sinnúmero de acontecimientos que envuelven y transitan al ser. Y, por tanto se le
denomina que está lleno de tacto.
Construyendo material teórico-práctico reflexivo, nos encontramos nuevamente al autor
Max Van Manen (1998) donde sitúa en el marco de la pedagogía al tacto: “El tacto es el lenguaje
práctico del cuerpo, es el lenguaje del acción en los momentos pedagógicos” (p.133).
Interpretando desde la intencionalidad política del texto, este nos sitúa: La vida está compuesta de
múltiples factores que afectan y determinan al individuo desde su subjetividad y existencialismo.
Tal es esto que cuando se habla de tacto pedagógico se está evocando desde un transitar racional
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 44
y consciente en la relación directa con el otro. El sujeto que se conoce a sí mismo es aquel que
posee un self racional y puede auto-controlarse en cualquier situación ajena a su ser. No obstante
sentir como humano no le limita el grado de conciencia reflexiva en el instante de la situación
para obrar bien y no dejarse llevar por una situación difícil y engañosa fuera de sí mismo, siendo
perjudicial para ambos dentro de la enseñanza y aprendizaje. Ante esto el maestro que sabe
responder de forma positiva en la interacción con el niño es aquel que posee tacto pedagógico y
suficiente sensibilidad afectiva para convivir con el alumno cálidamente.
El texto significa como práctica social lo siguiente: En el accionar pedagógico hablar del
lenguaje del cuerpo con base al tacto pedagógico es exponer al maestro en su diario que-hacer
con los niños. Es ver claramente que como ser humano siente, piensa y se mueve diferente. Por
tal razón puede tener un trato inconsciente y equivoco ante una situación compleja donde el niño
puede llegar a desesperarle y este no actuar correctamente en el acto, los niños a veces pueden
tornarse difíciles. Es aquí, donde la paciencia y el conocerse así mismo es una virtud y los padres
y los maestros deben estar activos al beneficio de la reflexión dentro de la propuesta táctil o tacto
pedagógico visto desde esa sensibilidad hacia el otro y de la apropiación del actuar correctamente
de su ser corporal y, de su rol de pedagogo en la formación del ser; siempre consiente en el
compromiso e intencionalidad adquirida llena de amor y respeto hacia el niño.
Desde una mirada negativa referente a la carencia de tacto en el maestro se encontró:
(Van, 1998) “El falso tacto ejercer influencia adornada por la hipocresía u otras preocupaciones
egoístas. El falso tacto no está provocado por el amor y por una inclinación hacia el otro, sino que
más bien sirve al self” (p.146). Desde la intencionalidad política del texto se interpreta: Los
seremos humanos por naturaleza somos seres muy complejos. Clasificar las personas y
enmascarar el agrado hacia estas de forma hipócrita o sin ningún bien al otro y sí a uno mismo es
llamado el falso tacto. Aquí se observa un desequilibrio entre las relaciones y en el actuar bien,
por tanto, cuando un individuo finge una preocupación o querer al otro por conveniencia desde su
autoimagen guardando una postura egoísta y adornada solo para su bien común se dice que más
bien sirve al self. Adultos vacíos y sin apatía por el otro abunda en los diferentes contextos
sociales, políticos, educativos y familiares.
El significado del texto como práctica social y crítico, refleja carencia y falta de amor
dentro de los ambientes de enseñanza y aprendizaje. Se puede ver reflejado en niños y niñas
temerosos hacia los maestros; menores reacios y poco tolerante al gusto por aprender. El maestro
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 45
que finge todo el tiempo y expresa sentir afecto real por el otro es un ser con falso tacto. Cuando
se afirma que sirve al self se está evocando a un maestro idolatra que solo se preocupa por sí
mismo, que su trabajo sea bien remunerado económicamente y solo cumplir con su deber ante los
directivos. Esta persona por lo general siempre está actuando consiente e hipócritamente ante sus
supervisores, o ante el padre de familia mintiendo que se preocupa o le importa el bienestar
emocional y afectivo del niño. Pero muestra su cara real ante el menor: es aquel que castiga, que
constantemente está comparando al niño, que le hace sentir mal, que le obliga, que reconoce a
unos cuantos y excluye a otros…, no se preocupa por el ser, solo le interesa trabajar por cumplir
olvidando por completo al humano que habita dentro de cada niño.
Evocando al maestro en el término de poseer tacto y sus beneficios, se encontró a los
autores (Báez et al., 2017): “Los profesores con tacto son aquellos que no tienen temor a
mostrarse que tienen dificultades con algunas cosas y les muestran a sus alumnos el significado
del esfuerzo para llegar a superarlas” (p. 228). Interpretando desde la intencionalidad política del
texto: La perfección no existe, no es humana. El maestro real y de mente abierta ante el saber,
conoce la fragilidad que habita en cada uno de los seres humanos. El maestro ante su acción
reflexiva le observa detenidamente al conocimiento como un continuo proceso consiente, no solo
intelectual también desde un mirar profundo ante la existencia misma de ser al situarse en un
trabajo profesional de acompañar al otro y poder tocarle el alma; convertirse en un mediador de
lucha consigo mismo y con el alumno desde sus realidades existenciales, le hace altamente
pedagógico por ser quien batalla junto al alumno hasta lograr apaciguar temores desde un
acompañamiento teórico-práctico altamente sensible para mantenerse sólido. Tener tacto, es
asumir y posicionarse como un sujeto real y frágil; que no es perfecto, pero está luchando para
subir a un nivel más alto, mejorándose a sí mismo para el encuentro con el otro, lo otro. El
equivocarse, el sentir miedo, son fases naturales que habitan en cada ser vivo, lograr la batalla
ante la tempestad fuera y existente dentro del pensamiento y del alma es lo de real sentido en los
procesos de enseñanza.
Lo que significa ese texto como práctica social es: Reflexionar sobre un estado natural
inherente al ser humano es aceptar que podemos equivocarnos y repensarnos como sujetos
capaces de asimilar las luchas internas por mejorar individual y socialmente. La lucha es con
nosotros mismos para subir a un nivel categorial propio de la existencia subjetiva ante procesos
que exigen el cambio de pensamiento y de habitar el mundo. El maestro con tacto reconoce que
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 46
no posee todo el conocimiento, este es finito y es imposible alcanzarlo en totalidad. Por más
prácticas y saberes que obtenga el adulto, es consciente que aprende hasta el último suspiro de
vida y es humilde y lo reconoce ante el otro. El maestro no es perfecto pero siempre está en la
búsqueda de mantenerse sólido y de aprender junto al alumno desde una relación positiva que les
ayuda a evolucionar. Pensar y creer que se tiene el poder ante el conocimiento, es poseer una
mirada sin temor y reconocer al otro cuando erro y se equivocó.
Ante lo expuesto anteriormente se hace necesario entender y cuestionarse cuando el autor
Pokewitz (2015), nos habla del término “encarnar”: “¡Sólo las élites podrían entenderlo! Rancière
(1983/2004) se encarna en las nociones de investigación práctica y útil que establece jerarquías
de competencia en transformar a las personas. Esta jerarquía afirma que el objeto de cambio en la
investigación es el profesor (niño o familia)” (Popkewitz, 2015, p. 450). La interpretación e
intencionalidad política del texto evoca que a medida que el hombre se apropia del conocimiento
se convierte el selecto entre masas, es decir posee un estatus superior al resto de las personas de
sociedad. El no ser común, caracteriza a un maestro ilustrado, sabio y de mente abierta
invitándose al no cese de aprender. Encarnar en la ciencia del saber, es hacerse dueño y unificar
dentro de sí material cognitivo de limpieza mental. En este camino el maestro se transforma y
puede ayudar a transformar a otros, partiendo de la luz que ilumina su trabajo desde la teoría y
práctica pedagógica teniendo como fin el objeto de estudio; su constante moldeamiento como ser
y profesional para llegarles al niño y la familia.
Lo que significa ese texto como práctica social. En la práctica pedagógica facialmente se
distinguen maestros de un estatus selecto y, son estas personas contadas y reconocidas en un
medio académico como “doctores” los cuales han delegado su tiempo, amor, paciencia,
constancia y sacrificio a la academia y al otro. Estas personas se distinguen por sus capacidades
intelectuales, formativas y de ayuda profesional a nivel investigativo en el cambio continuo y
reflexivo de las futuras generaciones sobre el que-hacer, dentro y fuera de la práctica educativa,
como maestros. Dichos pensadores se han formado a través de experiencias teóricas y prácticas y,
por ende son medios positivos para direccionar a otros colegas nuevos en el área de educación a
cualificarse y empoderarse hasta el último suspiro de vida con una mirada crítica altamente
humana. Y, como la cita lo indica, esta jerarquía afirma: “maestro, alumno y familia” son el
objeto de estudio y, como punto central llamados al cambio primero de adentro para proyectarle
afuera (sociedad).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 47
Finalizando, se reitera la importancia que es la reconstrucción del maestro desde teoría y
práctica sujeto en el tacto como la sensibilidad consiente y pedagógica, entendida también desde
la sensibilidad del gozo hacia el otro. Siendo estas dos un conjunto indisoluble, donde la una no
puede funcionar sin la otra en la formación de un maestro altamente pedagógico, por consiguiente
se sustenta desde: (Subirats, 1993) “El tacto pedagógico interviene donde la teoría queda vacía,
para constituirse en guía inmediato de la práctica. Herbart (1802), señala que este tacto se
aprende en la práctica, formándose por el efecto que experimentamos al actuar con tacto” (p.1).
La interpretación e intencionalidad política del texto: Entre más se desarrolle la mente, esta se
abre y florece como proceso mágico y de limpieza; destello fluorescente que proyecta la luz
infinita de pensar y mirar diferente. Un razonar consiente ante el actuar, crear, percibir, indagar y
observar fenómenos existenciales y naturales propios y subjetivos de la formación humana como
cambio paradigmático ante el proceso educativo propio y del otro. En consecuencia el tacto
pedagógico es aquel que se aprende desde la observación directa del alumno, a través de la
búsqueda de soluciones subjetivas para el bien del alumno y, la sensibilidad ética intelectual es la
que ha educado al maestro en su contante que -hacer de cómo llegarle al alumno para que su
relacional sea con base a lo afectivo, un contacto desde el sentir, mediante se toca al otro, no con
el cuerpo si con el alma.
Lo que significa ese texto como práctica social: Esta cita como práctica social, sigue
reclamando a un maestro altamente comprometido con su cualificación profesional en pedagogía
infantil. Sólo a través de la teoría se encuentran posibilidades de apropiación directa para la
intervención práctica con base en el alumno al encuentro de soluciones de cambio al orden de la
enseñanza y aprendizaje infantil. El maestro comprometido reconoce su ética intelectual, el cual
le exige no renunciar hasta el último suspiro de vida, es un compromiso con lo que le llevo a la
decisión de ser maestro: con relación a lo humano, la enseñanza y la formación basada en la
libertad mediada por el compromiso y el acompañamiento pleno y seguro del sujeto. Y, por tanto
el ideal de maestro, este que el texto reclama, el que mira a su aprendiz con grandeza, le observa
y le valora, es aquel que posee tacto pedagógico, pero no basta; también debe ser altamente
sensible desde un enfoque consiente de cambiar a mejor consigo mismo y con el alumno (el
niño).
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 48
7.3.4 Sensibilidad del gozo o empatía y sensibilidad consiente hacia el otro
La relación pedagógica entre maestro alumno desde un análisis minucioso que deviene
desde el tacto, como ya antes se ha mencionado; se configura desde una sensibilidad del gozo o
empatía y una sensibilidad consiente del maestro hacia el otro. A continuación se explica
detalladamente y, como se logró dicha interpretación a través del análisis del texto como texto
desde la rejilla de Norman Fairclough a través de posturas de autores diferentes e interpretados
por quien expone y escribe dicho trabajo.
7.3.5 Sensibilidad del gozo o empatía.
En el análisis del texto se encontró a través de Van Manen (1998) citado por Orozco
Martínez (2017) donde señala que existe una conexión directa con el ser: “tocar a una persona
puede ser más significativo que mil palabras” (p.150). La interpretación e Intencionalidad política
del texto. Las experiencias de vida a nivel individual conllevan al sujeto a conocer personas
significativas para evolucionar en el proceso de existencia, seres de nunca olvidar. Ante esto
algunos adultos poseen energías tan especiales, tan humanas que logran tocar lo más profundo del
alma, se convierten en seres de luz que van regalando alegría, amor, bondad, compañía, respeto y
cuidado desde la relación desinteresada ante el otro. Son ellos los que logran tocar a una persona.
Lo que significa ese texto como práctica social: En la escuela se hace necesario encontrar
maestros que logren tocar almas, esos adultos que a pesar de sus dificultades y problemas, son
capaces de mantener una sonrisa ante el niño, y que no se desdibujan ante ellos; que tiene la
habilidad y destreza para estar siempre ahí, a nivel colectivo e individual desde una relación sana,
positiva y consiente en los procesos de desarrollo infantil. Es también evocar al maestro que
conoce la historia de cada niño y siempre está atenta en la búsqueda de posibles soluciones sin
irrumpir y traspasar barreras éticas y profesionales para poder ayudarle. Crear conexión directa
ante el ser es tener la visión de que siempre le amarán.
Poseer sensibilidad es referido a una capacidad especial en las relaciones humanas y se
manifiesta en el accionar pedagógico hacia el otro de forma positiva, ante esto se sustenta desde
Gadamer (1977) expone: “…hablar del tacto en dos sentidos básicos. En primer lugar, como una
sensibilidad especial en las relaciones humanas que ayuda a no violar o invadir la intimidad de la
persona; y en segundo término, como capacidad o disposición que pone el científico social en su
trabajo interpretativo y de comprensión de una realidad que estudia” citado por los autores
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 49
(Arteaga et al., 2018, p. 29). La interpretación e Intencionalidad política del texto: El análisis
posibilita que cuando se hable de tacto este se direccione desde la interpretación que el maestro
realiza al alumno, cuando le estudia desde su individualidad, creyendo hallar soluciones que
beneficien al menor; este direccionado desde el afecto y aprecio a cada uno de los alumnos desde
una observación directa del silencio, llanto y alegría de cada niño. Poseer tacto es hacerle sentir al
otro que es importante, valioso y aceptado con sus carencias, debilidades y virtudes; también
como el lenguaje del cuerpo habla y comunica posibles padecimientos y realidades del niño ajeno
a la escuela o inmerso en ella; estos pueden estar debilitando física, emocional y mentalmente el
desarrollo del menor. En consecuencia es mostrarle en cada momento por parte del adulto al otro
que se está ahí para él desde una relación sana y segura. En segundo lugar, visto como
sensibilidad hacia el otro desde el sentir en la relación directa maestra y alumno como habilidad y
capacidad de sembrar con cariño, respeto y confianza a través de una voz de amor y, esperanza en
el viaje que se emprende junto a un ser grandioso. Es también un acompañamiento del adulto
hacia el sujeto en plenitud sin esperar nada a cambio, es sincero y libre con empatía y aprecio
constante; sin traspasar límites o barreras que predispongan la salud física y emocional del
protagonista.
Lo que significa ese texto como práctica social: En el accionar práctico del día a día en
mutua convivencia surgen problemas y experiencias humanas marcadas por el destino tan real y
doliente por quien le sufre. Son alertas que necesitan ser resueltas inmediatamente por el maestro
al servicio del niño. Algunas experiencias están fuera de control del adulto y son llevadas ante el
sujeto por la misma naturaleza y contexto; es aquí, en estos procesos tan propios, tan arraigados a
la vida, como experiencias amargas que desdoblan el alma donde el maestro con tacto corre a
disposición del niño, le ayuda a través del estudio previo de dicha situación a utilizar
herramientas como el diálogo; con un lenguaje propio y significativo, doliente tratando de aliviar,
y superar sucesos que le marcarán de por vida. En este ejemplo de suceso histórico con referente
al niño, el maestro debe ser altamente sensible; lo único de gran valor es la fragilidad a la que
está expuesta todo el ser del niño; por tal razón el maestro toca con el alma al niño desde su
acompañamiento cálido y sensitivo sin ir a traspasar, violar o invadir la intimidad y duelo que el
niño merece y, debe ser respetado. Pero esa búsqueda, ese acompañamiento e importancia hacia
el menor proveerá una relación cálida directa al corazón, alcanzando a sentir el amor de su
maestro.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 50
Analizando e interpretando, se encontró de forma negativo cuando se es carente de
sensibilidad del gozo o empatía a través de (Heinsen, 2012) cuando afirma: "Es grave cuando se
critica o corrige al niño frente a otros y mucho peor si es de forma chistosa o con burla sobre su
persona, su físico, su actitud o comportamiento” (Heinsen, 2012, p. 57). La interpretación e
intencionalidad política del texto confiere. Cuando el adulto distorsiona el diálogo y le minimiza
al niño, lo invisibiliza y le critica; le juzga o le corrige frente a otros de forma incorrecta anula los
procesos afectivos y el amor propio sobre su persona. Este acto es “grave” en otras palabras un
delito, alerta roja y carencia de tacto pedagógico en las relaciones humanas. El amor propio es
signo de respeto hacia sí mismo y hacia el otro. En todo momento y lugar el adulto tiene la
responsabilidad consiente de establecer relaciones humanas respetuosas. El niño posee un grado
alto de sensibilidad y por naturaleza es un ser receptivo, delicado y amoroso. Al estar lejos de su
familia y entrar en contacto con otros seres se siente más vulnerable e indefenso y puede
comportarse de forma diferente.
Lo que significa ese texto como práctica social es: El tacto pedagógico como una
dirección consiente, dirigido al adulto a que reflexione cuando se equivoca criticando y
corrigiendo al niño de forma chistosa o con burla, comprendiendo y analizando la gravedad del
acto mal intencionado y las consecuencias que esto genera en el otro. Ofender al niño, son actos
de gente que no es feliz, de personas carentes, sin respeto y educación. Peor aún es cuando se le
invade sobre su persona, su físico, su actitud o comportamiento. Esto es signo de exclusión como
individuo y ente social. Por ende, sumergirá al niño en ahogo y desasosiego al sentirse en total
soledad.
El ser humano sufre, es un dato discutible. Ante esto se reflexiona y se hace necesario que
el maestro se situé el lugar del otro, se sustenta: “El ser humano sufre, es un dato indiscutible, y
el educando -niño, joven, adulto- entra en relación educativa con su carga de malestar,
inseguridad y frustraciones” (Subirats, 1993, p. 4). La interpretación e intencionalidad política del
texto evoca: Todo ser humano es regido por su ser, su fragilidad es la composición que lo
denomina como “delicado”, tal delicadeza se puede fracturar con el poderío mental de sí mismo y
del poder que ejerce el otro. Esto es manifestado por todo el lenguaje corporal, una corriente
amarga o dulce que descompone o a viva la flor de los sentimientos, un consecutivo emocional
que percute en el sentir, expresado por medio del silencio, la mirada, la palabra, los actos y los
sueños humanos. Ante esto, el tacto pedagógico se le observa desde la cita como ayuda
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 51
educativa, subrayada en la dimensión terapéutica como posible conocimiento posibilitador de
posibles soluciones en la relación y responsabilidad con el otro y, entender al otro como alguien
que debe ser cuidado, acompañado dentro y fuera de la escuela como en el seno del hogar.
Lo que significa ese texto como práctica social. La realidad social educativa moderno con
referente a acogimiento por parte del maestro al niño, esta direccionada sólo en impartir
conocimiento a través de (objetivos medibles y evaluativos), un servicio de intercambio
económico, visto como un trabajo mal remunerado y de escape temporal. Existe un olvido de
tacto pedagógico, se perdió y se ignora que la paideia y la therapedia como lo indica la cita del
autor, son fuertes de la intervención relacional directa del maestro hacia el alumno (el niño). Ese
proceso de crianza donde se le observaba al niño en ayudarle en su proceso formativo, ese que
forja vínculo sagrado y resistente a cualquier adversidad por estar sujeto al amor se ha perdido.
Dicha tarea se ha otorgado a otras disciplinas, pero estas no conocen el lenguaje y la experiencia
de convivir con seres únicos día a día. El llamado es a reflexionar, estudiar a profundidad el tacto
como fuente relacional de mirar al otro con valor, respeto y empatía mediante una sensibilidad
pedagógica directa en reconocimiento de grandeza dentro del niño para que este pueda llegar a
ser lo que está destinado a ser como función sanadora del encuentro humano.
Finalizando, se complementa desde Susana Orozco Martínez (2017), lo importante que es
comprender la importancia de las cosas pequeñas. Ante esto se cita: “Conocer y comprender lo
que a una niña le está pasando implica escuchar y observar más allá de lo evidente” (Van Manen,
2014, p. 52)”, (Orozco, Martínez, 2017, p. 150). La interpretación e intencionalidad política del
texto permite pensar en los acontecimientos o realidades que tienen que presenciar los niños
desde el hogar, convirtiéndose en experiencias muy difíciles de afrontar, y en ocasiones buscan a
esos seres inmersos pero ajenos a sus vidas un alivio; regocijarse en una mano amiga para olvidar
y seguir inmerso en su mundo de niño. Se les hace necesario acercarse aquel adulto llamado
maestro que observa a diario, en el que confía y, que reconoce que le puede ayudar a sostener un
poco carencias y dificultades por las que puede estar pasando. El niño constantemente se expresa
a través de su cuerpo, en el silencio, soledad o simplemente a través del llanto.
El significado de este texto como práctica social: Los niños por naturaleza son altamente
cálidos y necesitan que se les quiera y reconozca por el adulto en todo momento. Conocer y
comprender al niño es una destreza y habilidad que se adquiere desde la experiencia profesional
ante el sentir humano y desde una mirada plena y segura hacia el otro. Cuando el adulto cultiva el
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 52
amor, el niño le regala amor. Las relaciones sanas y verdaderas se construyen desde la
importancia de las cosas pequeñas, es decir; saber interpretar situaciones y acontecimientos que
van más allá de un currículo y entender que todo ser humano es un mundo abierto y cerrado que
necesita exploración para trastocar el alma.
7.3.6 Sensibilidad consiente.
Enfatizando que la sensibilidad consiente debe ser aprendida, también se relaciona como
una actitud del adulto hacia el otro, es decir un acompañamiento altamente pedagógico para
ayudar al aniño a florecer. Dentro de leyes y decretos de Colombia se cita: “Ley 12 del 22 de
enero de 1991(…) los niños deben ser reconocidos como sujetos sociales y como ciudadanos con
derechos en contextos democráticos. El desarrollo integral, que considera aspectos físicos,
psíquicos, afectivos, sociales, cognitivos y espirituales, aparece así como un derecho universal o
como un bien asequible a todos, independientemente de la condición personal o familiar”
(Arteaga et al., p. 12).
La interpretación e intencionalidad política del texto nos acerca desde la constitución
política de 1991 colombiana, por la cual se aprueba la convención sobre los derechos del niño a
reconocerle como sujeto de derechos en plena libertad e igualdad en todo contexto familia, social,
educativo y político donde se le exige al adulto el cuidado ontológico permanente y, necesario
hasta cumplir la mayoría de edad como mecanismo de abrigo, protección y servicio obligatorio
con la niñez del país. Por otro lado la cita nos enseña por desarrollo integral que es todo proceso
donde el adulto participa de forma positiva en beneficio del niño, entregándole conscientemente y
responsablemente recursos humanos que le posibilitan un avance significativo y existencial a
través de las esferas del desarrollo infantil.
Lo que significa ese texto como práctica social: Los niños como sujetos de derechos
deben ser protegidos por el adulto hasta cumplir su mayoría de edad en todo contexto político,
social, familiar y educativo. Por tal razón el maestro debe participar conscientemente en proveer
un desarrollo integral desde la individualidad de cada alumno (niño). Cuando se habla por un
desarrollo integral se hace énfasis en todas las esferas del desarrollo infantil como la cita lo
evidencia, mostrando el reto formativo ante el cual se tiene la mirada moderna pedagógica ante la
enseñanza como un proceso de acompañamiento, situado ante el conocimiento real como lo único
que se transforma y, para transformarlo se debe vivir, experimentarlo.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 53
Dicho termino se extrae desde Van Manen (1998) donde: “En general el tacto implica
sensibilidad una percepción consiente y estética” (p. 137). La interpretación e intencionalidad
política del texto promueve. Poseer tacto implica una sensibilidad consiente y estética de ir más
allá de un buen trato hacia los demás. En las interacciones pedagógicas el tacto es trastocar al
otro desde el sentir, ese sentido de ver en el otro su verdad, su realidad; muchas veces necesitado
de un adulto que le acompañe, le guie, le direccione y le respete que le brinde su amistad.
También que le acompañe en su proceso y desarrollo como lo es con el niño para que este,
encuentre su grandeza y pueda transcender a lo que está destinado a ser. Esto solo se logra
cuando al maestro le importa el otro y es consiente desde su accionar pedagógico. Y no todos los
maestros tienen tacto, este se debe aprender.
Lo que significa ese texto como práctica social: Todos los seres humanos debemos tener
un trato especial con los demás, es esto lo que nos define y nos caracteriza como seres sociales
que se buscan y se necesitan mutuamente, por tanto nos preocupamos por el bienestar del otro en
cualquier situación, circunstancia o actividad de la vida. El tacto pedagógico se determina desde
la necesidad del sujeto cuando es consciente de qué hacer o decir desde la convivencia y la
relación directa con el otro evitando ofensas, enojo o frustración. Es por esto que el sentido del
tacto en las relaciones pedagógicas el maestro busca mantener un sano ambiente de convivencia y
que su entorno educativo este potenciado por el amor, el acompañamiento y el respeto de unos
con otros y a esto se le define como sensibilidad.
Realizar una lectura del otro es evocar la sensibilidad consiente del maestro dentro del
accionar pedagógico en relación al otro. Ante esto los autores: (Báez et al., 2017 citando a
Santos, 2013): “Es una sensibilidad que consiste en la buena lectura que uno hace de ese
momento práctico, de ese ambiente concreto, de esa situación de educación y del estado del niño.
Hay que advertir que la psicología ayuda pero eso no implica que reduzcamos este tacto al
conocimiento y método específicos de la psicología” (p. 229). La interpretación e intencionalidad
política del texto: Ser un adulto sensible es referente de nobleza, de buen trato, delicado y sutil
ante la diversidad en general; es también la libertad de pensar y actuar ante situaciones que
exigen un contacto directo entre el relacionar humano y que le posibilita situarse al sujeto en el
mundo como persona cambiante y reflexiva. Cuando hay una aproximación del sentir hacia el
otro desde la conciencia y el respeto que este merece, se abre fronteras que conducen al bienestar
y el buen funcionamiento de espacios que están siendo habitados por seres en constante
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 54
interacción e intercambio de conocimiento. Sensibilidad es la capacidad de percibir realidades
existentes y no miradle como ajeno; adaptarle y situarse en el lugar del otro con respeto
rastreando lo que el cuerpo expresa y, poder acompañar positivamente los procesos de enseñanza
sin traspasar barreras o límites que le vulneren; pero sí, abrigar la ilusión de ayudar, estar y dar lo
mejor de sí.
Lo que significa ese texto como práctica social: Dentro del aula se vivencian momentos y
circunstancias positivas y negativas ricas de absoluto conocimiento. Dichas experiencias son
puestas en escena reales del día a día entre el abatir de emociones y circunstancias por las cuales
este atravesando el adulto como el alumno. Es en esta instancia donde el maestro con tacto tiene
la responsabilidad de ser una alternativa de cambio, que el niño entienda que en él puede
encontrar otras posibilidades diferentes al contexto que le esté tocando vivir y que el maestro
encuentre en su trabajo un aliciente de libertad y no una obligación. La práctica se convierte en la
puesta abierta proyectada desde el escenario real donde cada sujeto comienza una función nueva
y diferente cada amanecer y, el maestro desde su sensibilidad le aplaude sin importar si está bien
hecho o no, sólo importa caminar juntos de la mano uno del otro.
Finalizando se encuentra el aporte significativo con relación a la sensibilidad consiente
que todo maestro debe instaurar en su formación como profesional en el área infantil:
(Popkewitz, 2015) “El punto de éxtasis o de equilibrio en la investigación del “valor añadido” se
encuentra en las capacidades del profesor que permite el éxito “a todos” los niños en los
resultados escolares (ver, e.g., Day, Sammons y Gu, 2008). “A todos” indica la unidad y armonía
que se presupone en la definición de resultados como el producto de un sistema integrado” (pp.
439-440).
La interpretación e intencionalidad política del texto conduce: Hablar de resultados
académicos, es suscitar un trabajo en equipo. Maestro y alumno son el objeto base de estudio de
la enseñanza, en consecuencia procesos de investigación educativa y formativa deben instaurarse
con base a preguntas que proveen resultados para la integralidad humana. El aprendizaje del niño
debe ir acompañado por un adulto (maestro) altamente pedagógico; según estudios para que surja
un aprendizaje con éxito se debe conmemorar en primer lugar el encuentro afectivo bajo un
vínculo lleno de amor, confianza y seguridad entre ambos exponentes dentro del aula. El niño que
siente a un maestro dispuesto a estar ahí para él, es un niño que fácilmente podrá sacar toda su
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 55
grandeza y, exponerse con seguridad y confianza ante un público que le observa y le cuestiona su
inteligencia.
Lo que significa ese texto como práctica social: La unidad y armonía del alumno conlleva a
reflexionar sobre los resultados escolares. El alumno, siendo en este caso el niño está también
sujeto a procesos evaluativos. Por tanto dichos procesos se hacen especiales ya que no se le puede
exigir a un niño de cinco y seis años ejecutarlo en contraste a un adolescente, cada uno tiene un
proceso y desarrollo de tiempo diferente. Por ende el maestro de educación infantil reconoce y es
consciente del proceso evaluativo y, debe ser lo suficiente creativo, dirigido por un método que
busque alternancia comprensiva y de fácil dominio por parte del niño, siendo este no menos
importante y significativo. Este maestro altamente pedagógico reconoce capacidades y destrezas
individuales del menor y esto les permite el éxito a todos los niños.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 56
8 Relación pedagógica
8.1 Maestro y alumno
Conectar con el otro positivamente es proponer a un adulto consiente de realidades y
particularidades individuales que atraviesan los sujetos ante presencias subjetivas, que se van
haciendo visibles a medida que dichos personajes interactúan entre sí y, se van conociendo a
través del lenguaje empático, sintiendo la necesitada de apoyarse el uno con el otro desde el
respeto, el valor, la entrega y el reconocimiento de seres humanos que se necesitan mutuamente
para evolucionar y convivir dentro del aula en el día a día; siendo estos dos protagonistas el
maestro y alumno: “Estar ahí” (Heinsen, 2012, p. 80). Un acompañamiento consciente.
Entender lo anterior desde una práctica social se interpreta como el docente que siempre
“está ahí”, desde su rol profesional para con el niño, le ayuda con su cariño y acompañamiento
respetuoso y sincero a enfrentar los vacíos emocionales y las carencias afectivas que experimenta
al estar inmerso en sociedad.
El niño al conocer el docente, lo mira, lo analiza y entiende si puede contar con él y, le
acepta según la empatía y el trato que el docente le brinde dentro de la práctica escolar, siendo
esto un decisivo fuerte y positivo desde el compartir que establece el vínculo indestructible en el
tiempo entre los dos sujetos.
En consecuencia, un acompañamiento significativo por parte del maestro hacia el alumno
ayuda a mejorar en: “De manera concreta considera que el docente requiere tomar en cuenta el
significado que tiene en la vida del alumno el “estrés”, la “ansiedad” y la “dificultad” (Manen,
1998, 200)”, (Ibarra, 2016, p. 6). Dicha intencionalidad política del texto se interpreta: El maestro
como buen conocedor teórico infantil, reconoce que los sentimientos son innatos e inherentes al
ser. Estos cobran visibilidad cuando el niño siente temor (miedo), cuando las emociones afloran y
se adueñan de todo el ser físico y mental del menor, este es propenso a la enfermedad; ahí, existe
un alto ¡cuidado! Su salud está en juego.
La fragilidad humana es un tema delicado y de constante atención. En consecuencia el
maestro consiente de su servicio profesional de entrega y de acompañante debe responder con
afectividad, empatía ante el estrés, la ansiedad y la dificultad del niño dentro del aula de clase
como fundamento sensible y relacional entre maestro y alumno.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 57
Como práctica social lo anterior evoca en la actualidad la fragilidad humana, envuelta
desde un quiebre emocional. En el hoy, enfermedades como la “depresión” son un fuerte social
que domina al sujeto y lo puede llevar hasta la muerte si no se detecta a tiempo. La salud mental,
emocional es un tema crucial y debe ser atendido dentro y fuera del hogar desde la edad temprana
del niño. Por tal razón el maestro debe estar capacitado y ser consciente de que tiene dentro del
aula tesoros (alumnos), humanos. Niños necesitados de afecto y de constante protección por parte
del adulto. El niño necesita que se le quiera, se le reconozca individualmente y, se le ayude a
aprender a controlar o dominar factores de estrés, de ansiedad y de dificultad. Este mecanismo de
acercamiento positivo por el maestro permite en el niño a empoderarse y dominar su sentir, para
que cuando crezca sea capaz de valerse por sí mismo y superar las dificultades subjetivas y
existenciales: “Sin el sentimiento del amor es difícil que el docente cultive el tacto pedagógico”
(Ibarra, 2016, p. 2).
Otra mirada reflexiva con relación pedagógica es dejar ser: “… el educador ha de jugar
necesariamente con una variable definitiva: la libertad del educando” (Subirats, 1993, p. 3).
Conectar con la libertad del educando desde su condición humana le proyecta desde el avance
positivo con el cual el alumno llega a él; conoce la importancia de reconocer y creer que el niño,
su alumno necesita de libertad en todos sus procesos y desarrollos formativos para conectarle con
su grandeza y esplendor de su “Yo”. El maestro aunque permanece ahí, para servir, en constante
disponibilidad y entrega laboral conoce que la libertad del alumno empieza antes de la de sí
mismo, su prioridad siempre debe radicar en el continuo pensamiento de ese alumno (niño)
cuando actúa, cuando se le ve distante y cuando reboza de llanto y felicidad para apoyarle; el
niño siente la presencia activa del pedagogo cuando le explica, le dirige con afecto y, le enseña
mediante un acompañamiento pleno y seguro sin ir a coartar su libertad, dejándolo ser. Educar en
y para libertad del niño. Un análisis propio del maestro y por el cual existen teorías y debates de
expertos que conllevan al cambio de paradigmas y supuestos educativos a través de un orden
social sin exclusión y con equidad protegiendo los derechos humanos.
Hablar de libertad no es sencillo, este conlleva un saber propio y direccionado en la
búsqueda de la verdad, esa libertad individual considerada y arraigada a dejar ser; apasionante y
profundo dueño y señor de sí mismo. Pero se le hace tan difícil al adulto entender que todo
individuo debe aprender a vivir y situarse con seguridad de su propia existencia. Coartar la
libertad del niño (alumno) con exceso de mandato, protección entre otros; sólo se logra
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 58
obstaculizar procesos naturales y subjetivos ante la enseñanza y formación. Con el pasar del
tiempo perjudicará en el desarrollo y la evolución del menor. Por tal razón la cita invita al
maestro a reflexionar y situarse desde una variable definitiva como la “libertad del educando”.
8.2 Reflexión y subjetividad del maestro en la relación pedagógica
Entender la relación pedagógica evoca en primer lugar un encuentro consigo mismo, una
necesidad de perfeccionar al adulto desde su propia empatía; situado en relación con su propio
ejercicio profesional, se sustenta:
Como profesor, una de las fuentes de intuiciones más útiles e ignoradas en relación
con el propio ejercicio profesional es la autobiografía de uno mismo como
aprendiz. Tal vez sea por el carácter emocional de las experiencias que representa
la propia autobiografía (Boud et al. 2011, citados por Orozco, 2017, p. 145).
En la interpretación del texto e intencionalidad política: El maestro tiene una historia, se
hace necesario ahondar en ella para comprender el proceder de sus acciones, en ocasiones se le
exige sin saber que momentos y circunstancias tuvo que sobrepasar para alcanzar su propósito
como profesional. Suscitar la experiencia es encontrar el valor significativo de este al ubicarle en
los saberes; esos que se aferraron de tal forma al docente que les adoptó y los arraigo a su sentir.
Mirar en la biografía de un maestro es hacer visible lo invisible, es preguntarse cuantas
experiencias tuvo que encarnar, abordar y desechar para alcanzar su éxito profesional, es también
cuestionarse ante lo propio, lo real, lo subjetivo que caracteriza al maestro en reconocer que hubo
un día que también fue alumno y, poder ir allá, a esa autobiografía y reflexionar.
Como práctica social el maestro necesita tener presente su proceder y preguntarse: ¿quién
es?, ¿Qué quiere?, ¿Cómo se percibe?, ¿cómo se formó? entre otros interrogantes que deben
hacerse visibles día a día porque los vivió, son parte de su historia y de un pasado propio y no
deben quedarse el subconsciente, al contrario deben aflorar con tal significado ante su
experiencia como humano.
Experiencias y trayectos vividos y que dejaron huella como profesional y como ser, son
esos acontecimientos de gran valor que transforman los pensamientos, la mente, el alma y el
cuerpo conscientes ante la subjetividad y biografía del formar del maestro, ante esto: (Popkewitz,
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 59
2015) “Se habla de las investigaciones de las prácticas de los profesores como transformando al
profesor, una tesis cultural acerca de los modos de vida, dirigida al interior y al “alma” del
profesor. La noción de alma que ya no se encuentra vinculada a connotaciones religiosas, sino a
la ciencia como fabricante de cualidades internas del profesor” (p. 441). Transformando al
profesor, es un término etéreo de lo que trasmite en un escenario llamado (aula), un sujeto
deliberado en los procesos de enseñanza, esto visto desde el referente del ser; es decir una mirada
escanearía de todo componente físico, mental, emocional y subjetivo en total pureza del adulto,
llegando a tocar el alma. En consecuencia el estudio permanente y regido por la ciencia arroja
resultados acerca del hombre desde sus inicios hasta llegar al punto de equilibrio en el hoy,
necesidad de ir más allá, de lo visible; buscar lo real, lo significativo y, que transciende a través
del tiempo, el continuo aprendizaje, basado en experiencias relacionales con el otro y lo otro de
forma valiosa desde las cualidades internas que son realmente las que se afloran y se percibe en
mutua convivencia.
La práctica se hace importante desde el punto de vista científico pedagógico por ser el
espacio posibilitador de experiencias reales, donde se vive momentos únicos y decisivos para la
trasformación humana, ante el actuar y el recibir directamente a través del sentir, la expresión, la
palabra y el lenguaje del cuerpo, llegando a conocer personas únicas y valiosas que se enriquecen
mutuamente. En los métodos científicos se busca el despertar del pensamiento del sujeto, este
direccionado a la reflexión actual sobre procesos de enseñanza y aprendizaje y el formar maestro.
Siendo este último una búsqueda permanente de lo sublime del arte de enseñar, pero ante todo
permear hasta lo más íntimo del maestro, buscando en su alma cualidades internas que le
deleguen como un ser digno de su labor ocupacional: (Popkewitz, 2015).
La razón que une el profesor nuevo con el viejo tiene que ver con la investigación
psicológica relacionada con la práctica como un objeto a cambiar. La “expansiva”
psicológica social citada en la investigación de la formación de los profesores, por
ejemplo, se construye en nociones hegelianas de la dialéctica (p. 448).
El pensamiento direccionado a doctrinas filosóficas según Hegel (1817): “la naturaleza y
el espíritu son consecuencia de lo absoluto”. El referente de absoluto surge desde la ciencia, estos
vistos desde la psicología, antropología y la fenomenología, la moral: derecho y estado y el arte:
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 60
religión y filosofía, denominado como el idealismo absoluto. Es por esto que el estudio de la
formación de los profesores deben ser procesos críticos y emancipadores de la identidad ubicados
desde la teoría y práctica para transformar y cambiar procesos internos de pensamiento para así
reflejarlos en el otro.
El maestro debe ubicarse en el ser, necesita ubicarse en estadios de la enseñanza desde un
relacional consiente de las formas y métodos que se utilizan para abordar al otro con total
admiración, en búsqueda de su grandeza de forma individual. Por tal razón la práctica se
configura y se hace exitosa cuando el maestro tiene una identidad de cambio, y en es este punto
donde se une el profesor nuevo con el viejo ya que un siglo atrás se viene pensando en la
necesidad de cambiar, de ser diferente y reflexionar sobre el accionar y relacional entre maestro y
alumno. Se sustenta:
…la identidad busca resolver desde el ámbito de lo teórico un problema que tanto
para Hegel como para varios de los demás relevantes intelectuales de su época es
de orden vital”, “identidad y diferencia no son independientes la una de la otra y,
por lo tanto, una es en la medida en que esté dada la otra (Morales, 2017, pp. 504-
507).
Pensamientos y conceptos de cambio han surgido desde hace siglos atrás sobre el accionar
práctico por el maestro. Hoy en pleno siglo XXI, esta idea trae consigo una connotación sujeta a
procesos de investigación científico pedagógico de la formación del maestro de infancia. Siendo
ellos los responsables directos de sembrar la semilla en el niño a través de métodos creativos en
el arte de enseñar. Con una postura consiente que el niño necesita amor y pleno cuidado
ontológico para avanzar y desarrollarse como ser individual lleno de grandeza y ser un buen
sujeto para la sociedad futura. Finalizando: (Flecha, 1997) “Necesitamos este lenguaje de la
crítica para analizar y ser conscientes de las consecuencias sociales de nuestras actuaciones. Pero
también necesitamos el lenguaje de la posibilidad, es decir, abrir caminos educativos para
contribuir a la superación de esa dualización” (p. 3). El maestro se concibe con un ser coherente y
racional- pensante en el actuar bajo parámetros críticos que sólo la teoría y el accionar práctico le
provee como fuente causal de la verdad.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 61
El desarrollo de un pensamiento crítico brinda posibilidades de búsqueda constante a
posibles situaciones sociales de orden educativo; tal razón evoca a un maestro altamente
pedagógico, comprometido con la enseñanza y el bienestar integral del alumno. El maestro
idóneo es aquel capaz de pensarse a sí mismo como parte y núcleo ante la reflexión constante de
la crisis actual en la que está sometida la educación y, ser consciente que todo cambio necesita en
primer lugar desde ese sentido de libertad e inteligencia que el alumno le exige al maestro.
Primero se cambia uno mismo para poder cambiar lo demás.
Como práctica social el texto provee un maestro crítico capaz de pensar y ser consciente
del orden conjunto de todo su ser ético y profesional; es decir, conoce quien es, que capacidades,
habilidades intelectuales y humanas posee para intervenir y situarse como maestro idóneo en los
procesos de enseñanza y aprendizaje del niño.
El maestro crítico posee tal racionalidad que es un pedagogo preocupado por las
presencias que envuelve el acto de formar. Y, se proyecta desde su aprendizaje incesante como
alimento de sabiduría para poder ser práctico; sin caer en el error y falta de humildad ante el ser y
el saber. Reconociéndose como un profesional no perfecto, necesitado de una visión humanística
en el relacionar con el otro y lo otro, necesitado de un lenguaje de la posibilidad.
8.3 La relación pedagógica en el marco de las instituciones, familia y escuela
Reflexionar sobre el ámbito académico es conmemorar la escuela como un lugar específico
donde se tejen sueños; y es un deber del maestro en su proceso formativo posicionarse de este
desde la teoría y la práctica para hacer de su que-hacer de quien pasa por ella algo con sentido.
(Popkewitz, 2015) “El cambio es el proceso para maximizar la utilidad del sistema que
paradójicamente estabiliza y conserva en vez de servir como teorías de cambio” (p. 6). La
intencionalidad política del texto desde la rejilla de Norman Fairclough permite la siguiente
interpretación: El sistema académico se rige por entenderes curriculares impuestos por el
gobierno o por los directivos del plantel educativo público y privado con un fin de mantener
porcentajes altos y de rendimiento excelente en el alumnado, quienes son los representantes del
plantel educativo reflejado en el sistema evaluativo por (periodos). Ante esto, en fundamento de
cambio la cita alude a reflexionar sobre este tipo de sistema de clasificación y de utilidad por
masas. Es por esto que el maestro a través de las teorías, puede abrir su pensamiento y situarse
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 62
como profesional y crítico, conociendo a profundidad las necesidades reales del alumno, y su
experiencia significativa le hace consciente y decide no ser partícipe activo de un sistema que no
conlleva a ningún fin positivo a la humanidad, ya que se ha olvidado del ser.
El significado del texto como práctica social permite: Desde un contexto social se sigue
reclamando el cambio de clasificar o encasillar al alumno, la utilidad de un sistema regido por
porcentajes y resultados académicos del alumnado, sólo deja ver el olvido del ser; las
instituciones están tan preocupadas por la excelencia mental y física que se ha olvidado de la
integralidad del aprendiz. En consecuencia el alumno no responde; el alumno está situado dentro
de un aula bajo estándares rígidos académicos y, se le ha olvidado que siente, que tiene
dificultades, que necesita de compañía y constante afecto. Necesita de un maestro digno de
acompañarle en sus procesos y moldeamientos para la vida. Dicho esto, las teorías son las
herramientas que conllevan al cambio, se necesita estudiar, investigar y conocer pensamientos de
expertos, autores y pedagogos que dedicaron su existencia al encuentro real de seres, se necesita
encarnar la teoría-práctica.
En consecuencia, la escuela como entidad educativa debe reconstituirse, debe proyectar un
avance significativo a nivel directivo en conjunto a la familia y el maestro con fines humanísticos
hacia el alumno; unión reciproca de ideales ante necesidades de un bien común. Trianes y
Fernández (2010): “la escuela es entendida como la comunidad educativa específica que como
órgano se encarga de la educación institucionalizada” (Arteaga et al., 2018, p. 123). La escuela es
un espacio donde se formula ante el saber conocimientos teórico-prácticos. Dicho espacio se
conforma como comunidad educativa acogiendo personas para un bien y fin en común. La
educación institucionalizada está regida por un plan curricular de enseñanza, el cual el maestro
encargado debe transmitir al alumno. Dichos contenidos tienen una intencionalidad planeada y es
el maestro quien debe estar en libertad de cómo debe y saber direccionarlo en el niño. La
enseñanza se planea, se piensa y se da en un contexto como la escuela y esta no debe ser
impuesta.
Desde un contexto social la escuela sigue aún patrones establecidos por un contexto político.
En el hoy, los ambientes educativos se rigen por normas establecidas y estándares curriculares; el
maestro se acomoda para el trabajo de forma obligada sin poder reflexionar sobre el acto de
enseñar. Cuando se habla de comunidad educativa se promueve el aprendizaje de forma sensible
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 63
y reflexivo donde todos los involucrados puedan participar activamente como práctica social y
humana, es este último el ideal de escuela y de la pedagogía moderna.
Las instituciones encargadas de los procesos educativos de los niños y las niñas deben ser
consecuentes de las instalaciones físicas ya que en la actualidad dichos planteles están
construidos en lugares de poco espacio y de nulo acceso a la naturaleza; esto es una exigencia
humana. Todo ser vivo necesita desarrollarse en ambientes aireados, limpios y de calor humano.
La evolución y los procesos de desarrollo del niño refleja una marcación de encierro, una
cárcel que es llamado “escuela” o instituciones de albergue a la primera infancia e infancia y
adolescencia, no ideal. Ante esto se cita: “La filosofía educativa de Fröebel también se aplicó a
los niños de clase trabajadora. Los Kindergarten privados, caritativos, establecidos en los distritos
pobres de las ciudades industriales en los años 60 y 70 del siglo XIX (25) realizaron un trabajo
que posteriormente fue adoptado como la política de la Junta de Educación oficial a partir de los
años 90 de dicho siglo (26). La naturalidad que enfatizo el froebelismo, la necesidad del niño de
tocar, manipular y construir, de estar en contacto con la naturaleza en “aulas aireadas, luminosas”
(p. 200). “El lugar adecuado para que el niño florezca” (Steedman, 1986, p. 200). Autores y
pedagogos reconocidos como lo es Friedrich Fróebel, un gran pedagogo Alemán y gran
exponente y protector de la niñez, también luchó por los niños de clase trabajadora, creando así
los Kindergarten, centros beneficiosos sin exclusión alguna del cuidado y amparo de la niñez. Por
tal razón fuentes y referentes históricos cuentan como dichos centros se caracterizaban por ser
“aireados, luminosos” un lugar proporcional a la naturaleza en continuo proceso de desarrollo
integral del niño, este visto: “Dios, el orden y el trabajo” (Vilchis, 2012, p. 1).
La necesidad del niño basada en un orden cronológico natural; el niño necesita explorar,
tocar, manipular y construir y, se le suman a la cita de Steedman, 1986 el deseo permanente del
niño de cuestionarse y buscar respuestas ante presencias subjetivas propias de su existencia.
Como práctica social el ideal de los Kindergarten o centros de a tensión de la primera infancia, e
infancia en nuestro país colombiano se percibe limitaciones tanto físicas como del personal que
allí ejercen labores de cuidado y de enseñanza. Dichos espacios educativos y formativos no son
un ideal naturalista como lo propuso Fróebel cuando les creó. Dichos espacios son reducidos,
estos situados en casas o apartamentos, donde lejos están que el niño pueda acceder al contacto
directo con la naturaleza. Algunos centros privados cuentan con el ideal impuesto por Fróebel
pero estos lugares son de difícil alcance por el niño de clase baja.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 64
8.4 La experiencia como fuente reflexiva
Dicho término ha sido abordado por diferentes fuentes y autores donde lo explican desde los
sentidos y las presencias, como algo natural y decisivo en la formación del carácter, del
pensamiento con base en el hacer y el querer como un saber positivo y negativo que se instalará
en el consiente, inconsciente y subconsciente ante un suceso en particular, característico de lo
propio y a la vez en el relacional con el otro, lo otro; acumulado a través del tiempo y la
existencia humana. La experiencia es responsable de dar forma al pensamiento y el actuar de un
sujeto.
La experiencia es subjetiva y, se acumula de forma sensible en todo sistema corpóreo ante
contenidos vivenciales (emocional). Este se concibe también como un acto de aprendizaje,
direccionado por repetición y es de carácter reflexivo. Desde lo anterior surge mediante el
análisis teórico de referentes conceptuales investigativos posicionar dicho término ante la
relación pedagógica entre maestro y alumno dando lugar a esos sucesos reales que se viven
dentro del aula, que definirán lazos fuertes y seguros en total armonía como lo es el “vínculo
seguro” entre ambos protagonistas o simplemente carecerá y, se perderá la verdadera razón en la
que debe estar encaminada la enseñanza.
El encuentro humano forjado por el amor y el respeto promueve experiencias positivas para
la vida y le enseña al niño la razón de vivir en y para la sociedad, siendo este un fundamento y
pilar de bien propio y social: (Orozco, 2017): “Hablar de experiencia en el ámbito educativo nos
conduce hacia nociones que, con más de un significado, ha llevado a diversos autores a
profundizar en el tema (Arendt, 1996, 2005; Contreras & Pérez, 2010; Dewey, 1995; Gadamer,
1977; Larrosa, 2009; Reggio, 2010). Vertientes disciplinares como la Filosofía, la Antropología,
la Sociología, la Estética, la Política, la Pedagogía y la Psicología han intentado encontrar
respuestas a este tema. En general, hay explicaciones y definiciones poco claras; principios y
esquematizaciones que marcan el camino sin que haya acuerdos al respecto. A pesar de ello, hay
un factor que sí es contemplado por todas las disciplinas: las potencialidades formativas que
contiene en sí misma la experiencia (Reggio, 2010, p. 144).
Interpretar es preguntarse por la naturaleza humana, es detenerse en el accionar pedagógico
y abordar la experiencia desde el ámbito educativo en la formación del sujeto. La experiencia por
lo general se identifica desde un suceso de vivencia y de participación natural tanto en familia,
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 65
como en la escuela con base en interacción del maestro con el otro y lo otro de forma directo o
indirecto desde la sensibilidad propia, en términos filosóficos y teológicos, estar aquí y ahora. Es
de entender que aunque muchos autores y campos educativos le han abordado y estudiado a
profundidad; la experiencia conduce hacia nociones con más de un significado, es decir: no se
tiene algo concreto que le interprete y explique directamente, sin embargo lo que sí se sabe con
certeza, es que es fundamental y necesario en los procesos de enseñanza-aprendizaje para el
formar.
Lo que significa este texto es la búsqueda permanente de la realidad social presente que
conlleva a diversos autores a firmar la importancia de la experiencia desde indagaciones teórica y
práctica sobre la educación y formación humana. Ante esto, el pedagogo debe informarse,
cualificarse y estar siempre dispuesto ante el saber cómo investigador y debe estar
contextualizado sobre las posturas y reflexiones de autores que se han dedicado a entender y
aclarecer dicho concepto sobre el valor del hacer y, la importancia de este en el ámbito educativo.
La experiencia es estudiada continuamente desde las ciencias de la educación y, mediante
vertientes disciplinares dirigido a la línea de infancia y adolescencia, en el encuentro teórico-
práctico de un maestro (aprendiz), que necesita ser altamente cualificado a nivel científico
pedagógico, por consiguiente se recurre a la historia, por ser quien narra, y da evidencias claras y
precisas para llegar a una interpretación correcta de un saber específico: “La interpretación de la
infancia con la que operamos actualmente está basada en la experiencia de un número limitado de
niños de clase media y alta que han sido interrogados y observados por adultos durante los dos
últimos siglos; y es la comprensión psicológica y lingüística de la infancia establecida de esa
manera la que inspira estudios longitudinales sobre la infancia moderna (2)” (Steedman, 1986. p.
194).
La intencionalidad política del texto, se dirige al niño cuando se le compara
constantemente. Un relativo contraste del niño de dos siglos atrás con el niño de hoy. Dicho esto,
se interpreta la infancia como un fenómeno de constante estudio y observación directa, científico,
teórico-práctico para su continuo proceso evolutivo desde la enseñanza con base a experiencias
positivas; mediado por interrogantes a nivel psicológico y lingüístico. Dichos estudios son los
que arrojan resultados de qué seguir y qué no seguir implementando dentro y fuera del aula desde
un relacionar y accionar crítico pedagógico ante el acompañamiento del maestro en la formación
continua de la infancia y primera infancia moderna.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 66
Como práctica social la cita suscita un contraste real, marcado por la tecnología y la
ciencia diferenciado con base a estudios científicos pedagógicos por expertos en áreas del saber
infantil a un niño del hoy (moderno), de total cambio cultural y social del niño de dos siglos atrás.
El niño moderno se caracteriza por ser más rápido intelectualmente, se le hace mucho más fácil
conectar con la tecnología y, el niño del ayer por ser un niño ligado a la naturaleza, a su propia
naturaleza. El niño de hoy, es un niño solitario y el niño del ayer un niño de constante
acompañamiento materno. Similitudes y diferencias enmarcar una niñez que sigue reclamando
sus derechos. Por tal razonar la cita desde una comprensión psicológica y lingüística de la
infancia alude e inspira estudios de coaccionar ambos métodos de enseñanza. Se debe direccionar
la educación infantil pedagógica con un poco del ayer, conectado a los avances modernos.
Logrando así, un mejor devenir de experiencias formativas ricas y saludables esperanzado en el
buen desarrollo individual subjetivo, cognitivo y ontológico del menor.
Otra mirada entorno a la experiencia, se direcciona desde la propio, es decir mediante ese
conocimiento de sí mismo para proceder al cambio, ante esto: (Orozco, 2017) “Las experiencias
serán representativas en la medida en que se desarrolle una disposición personal para acoger lo
singular de los acontecimientos y proveerlos de nuevos significados. Por ello es que cuando
hablemos de experiencia educativa se hará referencia a aquellas que se transforman en saberes,
que se pueda aprender algo de ellas, que hagan pensar y reflexionar (Contreras & Pérez, 2010). Si
así no fuera se estaría antes vivencias que pasan, pero que no dejan huella” (Larrosa, 2009, p. 3).
Analizando surge la pregunta: ¿quién es un pedagogo? Dicho interrogante esta direccionado al
(ser), experimentar y colocar en concreto algo, es en ese momento práctico consiente e
inconsciente cuando surge la experiencia, de lo cotidiano; es cuando se es capaz de experimentar
y se da un valor a lo que hace, lo que ve y lo que se escucha. Esta experiencia es tan propia que se
instaura desde la conciencia intima en el aquí, en el ahora.
La experiencia formativa dentro de la práctica docente genera un ambiente de saber, ante
el conocimiento profesional y de sí mismo. La experiencia como acontecimiento social educativo
fortalece habilidades y destrezas en el desempeño laboral del docente. Este le ayuda a reflexionar
directamente sobre qué debe hacer y que no en la práctica educativa. Siempre y cuando sea
consciente que dicha experiencia debe ser representativa ante su formación como pedagogo y en
actuar relacional con el alumno. Se debe estar atento que no siempre las experiencias serán
positivas, pero son estas las que realmente edifica y forma naturalmente al aprendiz.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 67
Una experiencia que deja huella, es aquella que materializó y reconstruyo las prácticas de
la enseñanza. Por tal razón: (Subirats, 1993) “El tacto pedagógico exige del educador una gran
dosis de confianza propia y libertad creativa, la cual sólo nace de la experiencia reflexiva en
haber errado y rectificado, en su aprendizaje permanente” (p. 3). La intencionalidad política del
texto se interpreta: El maestro conocedor de sí mismo, es aquel que de su corazón emana alegría,
disciplina, coraje, valentía, espíritu indomable, disposición, autocontrol, cortesía y amor por el
conocimiento y, lo fundamental el servicio y entrega que significa su conducto ético, moral,
crítico en la relación directa con el otro. Es claro que la confianza en sí mismo y en su profesión
de maestro la ha recibido y la sigue recibiendo a través del tiempo; esas experiencias dulces y
amargas que le ensañaron y le siguen enseñando que puede…, y no se puede dar el lujo de
desistir ante la adversidad de construirse como roca, tan sólido y creativo intelectual y presencia
física dentro y fuera del aula, pero que sí puede sentir y expresar con libertad su fragilidad, esa
que le susurra al oído y a la que debe abrazar con amor y no con temor. Siendo esto tan propio de
su naturaleza humana; mediante la experiencia reflexiva propia y subjetiva de su puesta en el
mundo ante el servicio del otro. La experiencia y el reconocimiento que de que todo ser humano
es grande es el núcleo forjador y base para que exista confianza, esa confianza propia que se va
moldeando cuando se reconoce el talento, el poderío de actuar en el bien común y de sí mismo.
La confianza surge cuando se aprende a caer, cuando se mira la adversidad consecuencial
como necesidad de formar; un formar lleno de tristezas y alegrías, un formar lleno de batallas y
derrotas, un constante y consiente aprendizaje de que sí se puede soñar; hay que reír, llorar, amar,
olvidar, es ley divina y natural propia y relativa al proceso evolutivo humano.
Desde un contexto social y educativo el maestro es un sujeto igual, con una sola
diferencia y es que se ha formado por experiencias desde la conversación profunda con sí mismo
encontrando respuestas ante su constante cualificación teórica-práctica consiente de su
intervención como profesional, aprendiendo a observar y a escuchar. Este maestro es un ideal,
puede aún en nuestro tiempo ser ficticio, pero siempre con la esperanza de que las nuevas
generaciones le adopten y, se llenen de confianza en un bien social de la enseñanza, de no
quedarse en teoría, ser real en su diario convivir a través del tacto pedagógico. Y, finalizando:
La nueva teoría crítica afirma la necesidad de que la educación contribuya a la
resolución de los problemas sociales”. Pero los cambios a dar no son ya los que
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 68
proponga una minoría ilustrada, sino que las prácticas educativas, las
investigaciones, las teorías deben ser fruto de un diálogo entre los participantes en
ella (Flecha, 1997, p. 9).
La intencionalidad política del texto se interpreta: Ahondar en la mente de un sujeto es
imposible para el maestro, las experiencias que ha tenido que vivir le han marcado y le han
configurado su existencia de tal forma que sus actos y comportamientos ante sí mismo y sociedad
van reflejando grandezas y vacíos, reclamando ayuda para no dañar o ser dañado. En
consecuencia, el maestro está obligado a velar por la integralidad del niño, este no debe ser ajeno;
la niñez necesita ser amparada por adultos sanos, sanos de pensamiento, sanos de corazón,
dispuestos a la protección individual de cada niño y niña. Es aquí, donde comienza la
contribución del maestro a la resolución de problemas sociales como lo afirma la cita anterior.
Contribuir en primer lugar consigo mismo, ser consiente como guía del tesoro confiado por
padres de familia para albergar como amor y disposición el arte de enseñar y, seguir en esa ruta
contributaria, defensora de los derechos de la niñez. Siendo un profesional y ser altamente
sensible para estar ahí, acompañando, escuchando, observando y saber en qué momento
intervenir. Interpretar mediante el texto como práctica social se expone.
La realidad social y escolar refleja un sinnúmero de incoherencias dentro del accionar
pedagógico. En el hoy, el maestro se caracteriza por ejecutar su labor con un distanciamiento con
referente al alumno; esto se da por razones éticas y de no ir más allá en asuntos en los cuales ha
preferido distanciarse para no caer como profesional y no sentirse comprometido. Por tal razón el
maestro ha delegado un límite entre la relación maestro y alumno de índole académico, su
postura encaminada a seguir y dictar contenido y, al finalizar la jordana, aceptar su labor
cumplida. La teoría muestra otra cara del maestro, enseña que lo anterior no lleva a ningún
proceso y desarrollo tanto a nivel personal como intelectual del alumno. Un maestro que no está
dispuesto al diálogo, a sentir y ver la realidad social e individual de cada uno de sus alumnos, es
un maestro nulo para llevar procesos de bien social. Por tal acontecer la cita propicia un acto
reflexivo y, provocar en el accionar práctico a un maestro consiente y sensible ante las
necesidades humanas que tanto necesita en ser tratada la niñez.
Proponer un discurso teórico requiere de la búsqueda incesante de ir hacia el
conocimiento, característico de dos seres que se buscan, siendo estos dos seres (maestro y
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 69
alumno) necesitados mutuamente para avanzar en el camino de la vida a través de la enseñanza,
inmersos en convivencia día a día dentro del aula. Un camino trazado naturalmente por fuerzas
divinas, iniciado en el alumbramiento, después del nacimiento del niño, y unos años después
donde los padres deciden escolarizarle es cuando inicia el encuentro social y una búsqueda de sí
mismo basado en (el Yo); un proceso del cual se requiere cuidado y compañía para lograr
evolucionar desde las diferentes esferas del desarrollo y desde ahí, transitar miles de rutas de
orden cronológico para gozar de su belleza y sabiduría; siempre se está en el camino.
La búsqueda de verdad e identidad será un constante aprendizaje en el tiempo para hallar
el equilibrio existencial y ubicarse en un espacio-tiempo aprendiendo a convivir en primer lugar
consigo mismo, en búsqueda de identidad y emancipación, en segundo lugar con el otro- lo otro.
El aprendizaje es inherente al ser y se manifiesta e interpreta de forma individual y de orden
subjetivo: "El aprendizaje a modo de espiral recurrente permite advertir el recorrido que cada
niño va realizando. El tiempo pasaba y observaba cómo los niños se iban transformando en
sujetos activos de y en la construcción y reconstrucción de saberes y conocimientos que desde la
experiencia social tenían” (Freire, 2008a, citado por Orozco Martínez, 2017, p. 153). A través de
la intencionalidad política del texto se interpreta el logro del niño en su etapa evolutiva y de
desarrollo potenciado en la curiosidad, mediante el asombro y la investigación de lo que lo rodea,
de su contexto y de quienes interactúan en él, pero ante todo de sí mismo. Cada etapa permite en
el niño un aprendizaje significativo, real y valioso y, que forjará en su ser como experiencias de
alta o baja calidad según la interpretación que el menor les dé, como sucesos históricos y
necesarios de su propia existencia.
Mediante una práctica social el texto se interpreta: El niño que entra el primer día de clase
no es el mismo que ha de salir. La experiencia adquirida por el niño en la escuela es la que
influye directamente en el desarrollo de la enseñanza y aprendizaje como base formativa. El niño
aprende de forma circular ya que no puede borrar su historia, es propia e inherente a él. Hablar de
la historia del niño es preguntarse por sucesos existenciales que le han formado y facilitado a
comprender presencias y realidades existentes y que debe afrontar con ahínco y valentía según su
tiempo y edad. Pero también debe seguir avanzando en todas las esferas del desarrollo humano y
llegar a convertirse en un sujeto social en plena libertad y autonomía dueño de sí mismo y de
respeto por el otro, lo otro.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 70
De modo que “El aprendizaje se produce por ensayo y error, practicando, haciendo y
volviéndolo a intentar” (Heinsen, 2012, p. 49). El maestro debe conocer profundamente al niño y
esto implica estar atento a la poca tolerancia al fracaso. Estar atento es buscar preguntas y
soluciones a situaciones complejas que surgen en los ambientes de enseñanza y aprendizaje desde
la formación der ser. Permitir al niño desde su sentir, desde su subjetividad es brindarle la
oportunidad de conocerse plenamente y que aprenda a controlar sus emociones; es brindarle
también la capacidad de experimentar y disfrutar los diferentes procesos de enseñanza ante el reto
por ensayo y error, que le posibilitan como humano. El niño en su diario vivir se encuentra
pasando obstáculos y barreras que le ayudan aceptar sus propias limitaciones mediante haciendo
y volviéndolo a intentar. La práctica, la lucha y el esfuerzo constante es necesario para proveer
niños felices, sanos, capaces y fuertes.
Se interpreta desde un orden social en la práctica educativa a un maestro que provee
espacios significativos donde se le puede ayudar a vencer el miedo al menor, permitiéndole
experimentar de forma natural lo que es perder o ganar, con un fundamento crítico positivo para
la vida de este como proceso formativo; allí, se le debe alentar a seguir y felicitarle por el simple
hecho que se permitió intentarlo. El niño debe aprender que es un ser en constante desarrollo de
sus habilidades, capacidades y destrezas y que todo proceso requiere de constante esfuerzo para
que sea significativo y de valor. Al ser humano se le permite siempre caer y volver a empezar,
por tal razón los logros se disfrutan plenamente. Cuando el niño siente miedo a perder, fracasar
inmediatamente se expresa con un no, no puedo; nace la frustración. Es normal que en el proceso
de aprender surjan temores ante las actividades a ejecutar, es un estado negativo o de rechazo que
imposibilita el cuerpo y la mente del menor a no querer intentarlo, a desfallecer antes del intento
y se limita al no disfrute o gozo de los procesos educativos; Lo que no es permitente es dejar al
niño inmerso en dicho pensamiento. Esto, genera hábitos poco sanos y el adulto debe entrar a
buscar junto al niño posibles soluciones. En consecuencia la sensibilidad pedagógica y el
aprendizaje difícil: “La sensibilidad pedagógica es necesaria para detectar los aspectos que
impiden al alumno desarrollar su inteligencia y para ofrecer respuestas afectivas ante esta
situación” (Ibarra, 2016, p. 6). La intencionalidad política del texto se interpreta: Aprender en un
proceso constante que requiere de tiempo y de esfuerzo. Su continuidad es lo que enriquece la
instauración dentro del sujeto, proyectándose como conocimiento. El avance en el aprendizaje del
niño en ocasiones se hace difícil, dichos procesos son relativamente nuevos y los niños requieren
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 71
de constante acompañamiento por el adulto, pero el niño posee capacidades y habilidades
naturales que siempre logra dominarles.
La sensibilidad pedagógica es la capacidad del maestro de estar ahí, presente y activo
mirando y buscando métodos de enseñanza que posibilite que el niño desarrolle su inteligencia
con amor, entusiasmo y que se enamore del proceso. El maestro es quien tiene el deber creativo
de inventar material lúdico pedagógico para alcanzar con éxito logros de avance y desarrollo
integral con el aprendiz; este debe ser direccionado con afectividad, disciplina, respeto a nivel
individual y gran disposición ante su que-hacer profesional y relacional maestro- alumno.
Significar el texto como práctica social permite: Aprendizaje constante referido al tiempo y de
esfuerzo. Su continuidad es lo que enriquece la instauración dentro del sujeto, proyectándose
como conocimiento. El avance en el aprendizaje del niño en ocasiones se hace difícil, dichos
procesos son relativamente nuevos y los niños requieren de constante acompañamiento por el
adulto, pero el niño posee capacidades y habilidades naturales que siempre logra dominarles. La
sensibilidad pedagógica es la capacidad del maestro de estar ahí, presente y activo mirando y
buscando métodos de enseñanza que posibilite que el niño desarrolle su inteligencia con amor,
entusiasmo y que se enamore del proceso. El maestro es quien tiene el deber creativo de inventar
material lúdico pedagógico para alcanzar con éxito logros de avance y desarrollo integral con el
aprendiz; este debe ser direccionado con afectividad, disciplina, respeto a nivel individual y gran
disposición ante su que-hacer profesional y relacional maestro- alumno.
Ante lo expuesto, el maestro no debe parar en los procesos de aprendizaje teórico-
práctico, el maestro es y será siempre un continuo aprendiz, su nivel intelectual debe configurarse
en alcanzar la sabiduría, la excelencia regida por la ciencia consagrada en el saber, como vía
correcta y consciente del alcance de la verdad. "Para construir conocimientos es necesario
introducirse en procesos indagatorios distintos y complementarios entre sí. Preguntar, no aceptar
fácilmente las respuestas que desde diversas fuentes llegan; tener un grado de imaginación
(relaciones, supuestos, hipótesis, etc.) para sostener los hechos e informaciones que se tiene e
interpelarlos; volver a ellos, volver a las preguntas sencillas: ¿qué está pasando?, ¿por qué está
pasando?, ¿qué sabemos?, ¿cómo avanzamos?, ¿cómo revisar las situaciones que se presentan”
(Orozco Martínez, 2017, p. 145).
La relación pedagógica entre el maestro y el alumno es subjetiva a la búsqueda
permanente de la verdad existencial. La investigación surge desde una pregunta y para darle
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 72
respuesta el adulto y el niño deben releer ante el saber presencias de tipo formativo de forma
consiente. Aproximándose siempre a ir más allá de lo evidente. El aprendizaje es un asunto
propio y con sentido y, se debe indagar a profundidad desde el sentir, desde las experiencias y el
devenir del otro. El análisis social desde la relación pedagógica indica que el maestro desde su
que-hacer debe convertirse en investigador, su cualificación docente debe proseguir hasta el
último suspiro de vida. Se dicta esto, partiendo como premisa de la cita de (Orozco, 2017)
aclareciendo que el verdadero pedagogo aborda el conocimiento cuando constantemente se está
preguntando por esas presencias invisibles sujetas al niño y no le es suficiente respuestas simples,
necesita hacerles visibles y esto solo puede lograrlo cuando inicia esa búsqueda de sentido ante el
estudio subjetivo del ser; indagando desde el núcleo, la raíz del problema para encontrar la
verdad y a esto se le denomina sensibilidad consiente hacia el otro, “tacto pedagógico”.
Enlazando el discurso y situándole históricamente a través del aprendizaje: (Van, 1998)
“La persona que introdujo la noción del tacto y de la falta de tacto en el discurso educativo fue el
educador Alemán Johann Friedrich Herbat en 1802” (p.140). Evocar al pensador Friedrich Herbat
(1802), es reconocerle sus grandes aportes en educación. El autor es el principal exponente que
introdujo el tacto y de la falta de tacto en la formación del docente. Afirmando que: “la verdadera
cuestión de si un educador es buen o mal educador es simplemente esta: ¿ha desarrollado esta
persona un sentido del tacto?” (Van, 1998, p. 140). Friedrich Herbart afirma la importancia del
maestro poseedor de tacto, ya que este se hace relevante en la acción práctica educativa en el
transmitir de saberes e el intercambio humano. Es en este sentido que se sitúa al tacto como
equilibrio entre la teoría y la práctica como lo afirma Herbart desde una relación con el otro. Es
ante esto que hoy en día se hace relevante al maestro aprender a tener tacto, para complementar la
instancia pedagógica ante el formar desde su que-hacer con el niño. En este sentido “Johan F.
Herbat denomina al tacto pedagógico como un entrenamiento activo entre la teoría y la práctica,
el profesor en esta relación utiliza la “fuerza del juicio” para resolver los problemas en el aula”
(Luna, 2005, p. 59). A medida que el adulto avanza en su proceso profesional y formativo,
reflexiona; cambiando de paradigma educativo y se acerca al saber a través de una mirada de
índole más humano. Va entendiendo que el proceder de la pedagogía es profundizar en el estudio
del sujeto, es la que se pregunta por los fenómenos existenciales que traspasan y circundan al ser
desde el ser ella “ciencia y saber”.
EL TACTO PEDAGÓGICO EN LA FORMACIÓN DE EDUCADORES DE PRIMERA INFANCIA… 73
Por tal razón cuando la cita evoca “fuerza del juicio” hace alusión a la realidad que se vive y
se presencia dentro del aula y, al proceder del maestro para resolver dicha situación. Es aquí,
donde el maestro configura dicha experiencia en conocimiento a través de la enseñanza, cuando
su proceder es darle forma al alumno e instaura en él, conciencia subjetiva cuando le invita al
cambio de sí mismo y al trato con el otro y con lo otro desde el amor y respeto. Es en este
proceder positivo donde se habla de un maestro con tacto. La pedagogía es el saber y ciencia que
estudia al sujeto; por tal razón cae encima del maestro una cierta obligación de ser también
científico, palabras celebres del autor Herbart. El propósito de la pedagogía como ciencia es dar
solución a problemas existenciales y relacionales a través de estudios teórico, práctico. El
maestro desde su experiencia profesional ha procesado el conocimiento de forma intelectual
disciplinada que le ha llevado a convertirse en un ser altamente competitivo ante el otro, siendo
este otro, el alumno. Y, de tal forma es capaz de resolver conflictos de índole escolar de forma
consiente y humana con tacto, sin traspasar barreras que obstaculicen procesos y vínculos
afectivos entre la relación maestro-alumno.
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9 Conclusiones
El análisis del discurso teórico se reflexiona desde el aprendizaje formativo del maestro
(Flecha, 1997) “(La pedagogía de los límites) (Giroux, 1992b)”. La idea central es que para
actuar como intelectuales transformativos tenemos que cruzar los límites impuestos por los
poderes que configuran en gran parte nuestros contextos sociales y profesionales” (p. 4). La
intencionalidad política del texto: El maestro es un ser dedicado y finito al saber, su búsqueda le
invita a ir más allá de los límites profesionales y de los límites de su propia mente. El maestro no
podrá conocer el final de su profesión y vocación, este le exige ser cambiante constantemente y,
en su encuentro existencial y subjetivo va y viene, inicia y no termina, el proceso nunca para, es
continuo y circular en cada puesta en escena ante la teoría y la práctica con referente a sí mismo y
al otro. Por ello, la cita invita al actuar como intelectual transformativo, empezando por todo
lenguaje interno y externo que le proyecta al maestro como altanamente pedagógico y, situado en
la resignificar la búsqueda y encuentro en el mundo que habita a través del escenario llamado
escuela y en el cual se entrega ante el otro conscientemente de acompañarle en el arte de educar.
El texto como práctica social evoca: Otorgarle un nuevo significado al maestro como
intelectual es situarlo allá, en un túnel donde se ve la luz pero nunca se llega, es un símil
comparativo para posicionarlo en la búsqueda de la sabiduría, un excelencia de sí mismo y de su
formación que el otro le otorga y que la academia le resalta como experto; pero que el maestro en
su humildad de conocimiento expresa que no es suficiente, aun no lo alcanza, cada logro es un
peldaño de éxito pero este le recuerda que mire hacia adelante, que suba la mirada y que
evidencie lo mucho que le espera. El saber exige a un ser de mirada abierta y, dispuesto a llegar,
pero con la certeza que cuando logra ascender, nuevamente su pensamiento se renueva y le
permite seguir hasta el último suspiro de vida. Dentro de un contexto social se evidencia, que lo
anterior es el déficit ante el cual el maestro no ha querido avanzar, siempre existirá un retenedor
mental, de bloqueo que no le permite al pedagogo convertirse y ser más fuerte al cambio y
mirarse críticamente ante la necesidad de ir más allá.
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