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CULTO Y JUSTICIA EN EL TERCER ISAÍAS Y SU REPERCUSIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO ALBERTO GUERRERO PÉREZ Monografía para optar por el título de Magíster en Teología, en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana. DIRECTOR P. PEDRO ORTIZ VALDIVIESO, S.J. DOCTOR EN CIENCIAS BÌBLICAS Bogotá, D.C. 2011

EL TERCER ISAÍAS

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Page 1: EL TERCER ISAÍAS

CULTO Y JUSTICIA EN EL TERCER ISAÍAS

Y SU REPERCUSIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO

ALBERTO GUERRERO PÉREZ

Monografía para optar por el título

de Magíster en Teología, en la Facultad

de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana.

DIRECTOR

P. PEDRO ORTIZ VALDIVIESO, S.J.

DOCTOR EN CIENCIAS BÌBLICAS

Bogotá, D.C.

2011

Page 2: EL TERCER ISAÍAS

1

CULTO Y JUSTICIA EN EL TERCER ISAÍAS

Y SU REPERCUSIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO

Tesis sometida el 09 de marzo 2011 al cuerpo docente de la Pontificia Universidad

Javeriana en cumplimiento parcial de los requisitos para optar por el grado de Maestría en

Teología por C. Alberto Guerrero Pérez.

Jurado integrado por:

________________________

P. Pedro Ortiz Valdivieso, SJ

________________________

P. Ignacio Madera. SDS

Page 3: EL TERCER ISAÍAS

2

Dios es soberano sobre toda la

creación. No honramos a Dios al

despreciar la creación, porque la

creación es el producto de la voluntad

de Dios. Esto implica que ya no se

puede hablar de distinciones entre el

campo de lo humano y el campo de lo

divino, sino que la única pregunta que

queda por hacer es si la esfera de la

actividad humana se conforma a la

voluntad de Dios, tal como ha sido

revelada. La pregunta es si concuerda

con lo que Dios ha querido desde un

principio.

(Theo Donner. Seminario Bíblico de Colombia,

Medellín. Tomado de: Soli Deo Gloria:

Una teología revolucionaria)

Page 4: EL TERCER ISAÍAS

3

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN. …………………………………………………..………………….....8

CAPITULO I

MARCO HISTÓRICO DEL TERCER ISAÍAS…………………………………………...11

1.1 Algunos aspectos literarios. ……………………...……………………….……… .11

1.1.1 Pecados del pueblo e indiferencia del Señor …………………………………..…. 12

1.1.2 Examen de conciencia de los pecados del pueblo y sus dirigentes………………...12

1.1.3 Confesión comunitaria del pecado………………………………………………....13

1.1.4 Las misericordias de Yahveh …...………………………………………………....14

1.2 El autor………………………………..………………………………………..…. 16

1.3 Tiempo y situación histórica.………………….…………………………….…… .16

CAPITULO II

HORIZONTES DEL TERCER ISAÍAS……………………………………………...……20

2.1 Una estructura. …………………………………………………………… ……….20

2.2 Síntesis de contenido. ………..…………………………………………………….21

2.2.1 El templo casa para los pueblos. Reunión de las naciones. (56:1-8; 66: 18 -24)…. 21

2.2.2 El justo en paz; idólatras juzgados. Sión: Nación entera. (56: 9 – 57: 13) ...............23

2.2.3 El cielo Trono de Yahveh; Él asume la defensa del Pobre. (57: 14-21; 66: 1- 6).....24

2.2.4 Yahveh no responde la oración de su Pueblo; castiga a los impíos (58: 13; 65: 8 -

16)…………………………………………………………………………………………..24

2.2.5 Castigo del pueblo rebelde que ofrece culto desviado. (58: 4-12,14. 65: 1-7)…......25

2.2.6 Liturgia penitencial: Acusación y confesión de pecado

(59: 1-15ª; 63: 7 – 64: 17). .………………………………………………………….…….25

2.2.7 El brazo de Yahveh contra los enemigos. (59: 15b-20; 63: 1-6). ..…..……………26

2.2.8 Afluencia de los pueblos a Sión. (60 y 62)………………………………….……..26

2.2.9 Reconstrucción de Sión en medio de los pueblos. (61)……………………………27

Page 5: EL TERCER ISAÍAS

4

CAPITULO III

CULTO Y JUSTICIA EN EL TERCER ISAÍAS …………………………………………29

3.1 Algunas relaciones del Tritoisaías con el resto del antiguo testamento…………....29

3.1.1 Extranjero, forastero……………………………………………………………… .29

3.1.2 Eunucos ……..……………………………………………………………………..30

3.1.3 Profanación del sábado. ……………………………………………………………32

3.1.4 Idolatría y cultos de pecado…………………….…………………………………..36

3.1.5 Abusar en las prácticas del ayuno….………………………………………………42

3.1.6 La transformación de Sión........................................................................................44

3.1.7 Esperanza…………………………………………………………………………...46

3.2 Culto y justicia: una introducción…………………………….……………………49

3.2.1 Liturgia y culto en el A.T..…………………………………………………………49

3.2.2 Lo sagrado y lo profano….…………………………………………………………49

3.2.1.1 El espacio sagrado: EL TEMPLO. …………………………………….…………..52

3.2.1.2 El tiempo sagrado: EL SÁBADO………………………………………………….56

3.2.1.3 Las fiestas. ….………………………………………….…………………………..58

3.2.1.4 Sacrificios y ritualidad……………………………….……………………………61

3.2.1.5 La crítica de los profetas…………………………………………………………..62

3.2.1.6 Memoria, actualización y profecía………………………………………………..64

3.2.1.7 Los sacrificios, deformación de la imagen de Dios………….……………………65

3.2.1.8 La práctica del ayuno y el mal trato del prójimo……………………………… 66

3.2.1.9 Sacerdotes y profetas..…………………………………………………………… 67

3.3 El Pensamiento del Tercer Isaías….……………………….…………………………..67

3.4. Culto, justicia y existencia humana………………………..…….……………………68

3.4.1 Liturgia y culto en el N.T. …………………………………………………………69

3.4.2 Jesús y el culto. ……………………………...…………………………………… .70

3.4.3 Del templo de Jerusalén al cuerpo del Señor. …………………………………….71

3.4.4 Del sábado al domingo……………………………………………………………..73

3.4.5 La Cena del Señor.…..……………………………………………………………. .75

3.4.6 La ética y el culto: factores de integración comunitaria. ………………………… .77

Page 6: EL TERCER ISAÍAS

5

3.4.7 Los énfasis ético-proféticos. ...…………………………………………………… 78

3.4.8 El culto como memoria histórico-profética. ..…………………………………… 79

3.4.9 El recuerdo subversivo. ..………………………………………………………… 79

3.4.10 Memoria histórica, ética y culto. ………………………………………………… 82

3.4.11 Vamos a destacar algunos aspectos del texto. …………………………………… 82

CAPITULO IV

EL TERCER ISAÍAS Y SUS REPERCUSIONES EN EL NUEVO TESTAMENTO… 84

4.1 Algunos textos indirectos / alusiones. ..………………………………………… 85

4.2 El centro del Tritoisaías y su relación con la obra Lucana. .……………………..93

4.2.1 Los diversos contextos…..........................................................................................94

4.2.1.1 Contexto de Lucas: situación política........…………………...……………………96

4.2.1.2 Los pobres en la comunidad lucana……………………………….……………….97

4.2.1.3 Edición lucana de los textos sobre pobreza…………………………………….…99

4.2.1.3.1 Lucas y Marcos………………………………………………………………….99

4.2.1.3.2 Lucas y Q. ……………………………………………… ……….…………… 100

4.2.1.3.3 El material propio de Lucas ……………………………………………………101

4.2.1.3.4 ¡Ay de vosotros ricos!..…………………………………………………………104

4.2.1.3.5 Sitz im Leben de la comunidad lucana………………………………………....106

4.2.3 Llegada de Jesús a Nazaret………………………………………………………..108

4.2.4 Jesús se marcha de Nazaret.……………………………………………………....109

4.2.5 Paralelo entre Isaías 61 y Lucas 4. ………………………………….……………110

4.3 Repercusiones y reflejos del Tritoisaías en el nuevo testamento. ……………… 123

4.3.1 Bienaventuranzas de Lucas 6, reflejo del Tritoisaías. ……………………………123

4.3.2 El texto de Tritoisaías 65:11-16. ……….…………………………….…………..125

4.3.3 Las cuatro bienaventuranzas del Tercer Isaías. ..………………………………...131

4.3.4 Lectura lucana de las bienaventuranzas del tritoisaías 65:13-14………………..136

CONCLUSIONES..............................................................................................................139

BIBLIOGRAFÍA GENERAL……………………………………….…………………...142

Page 7: EL TERCER ISAÍAS

6

BIBLIOGRAFÍA CAPITULO I……….……………………….…….…………………...144

BIBLIOGRAFÍA CAPITULO II………………………….…….……………………......146

BIBLIOGRAFÍA CAPITULO III……….………………….…….……………………....147

BIBLIOGRAFÍA CAPITULO IV………..…………………….…….…………………...151

Page 8: EL TERCER ISAÍAS

7

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, quiero agradecer al Dios de la vida, porque durante mi existencia no ha

dejado de revelarse como Señor de la historia y de mi vida, amigo y compañero, cuidando

mi camino, e iluminando mis pensamientos, sueños, ilusiones y esperanzas de ver una

sociedad más justa que siga los valores de Su Reino.

También a mi familia, a mis hijas Diana y Patricia; a mi hijo Rafael y a mi esposa Luz,

quienes con su apoyo, estima, cariño y afecto me estimulan en mi proyecto de vida.

A mí querida comunidad Iglesia Menonita de Ciudad Berna, Bogotá, que ha permitido

responder a la vocación divina, y profesar la identidad de ser hijo del que Todo lo puede, a

fin de desarrollar los dones que al Señor le ha placido otorgarme, para bendición del

Cuerpo Maravilloso de Jesús aquí en la Tierra.

A la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana, a todos los profesores y

compañeros de la maestría, quienes gracias a su familiaridad, gentileza y al abordaje de la

enseñanza teológica, han facilitado un mayor grado de amor y pasión por la reflexión

bíblica, sistemática y teológica del proyecto salvífico de Dios, en medio de una lectura

articulada con la realidad y por la construcción de una sociedad comprometida con el pacto

del reino de Dios.

Al grupo SOTER, que con cariño amor y humildad me ha recibido como parte de sus

investigadores; en especial al Padre Pedro Ortiz, a la doctora María Lucía de Zitzman, a los

compañeros José de Jesús Prada, Valerio Mejía, Astrid Oviedo y William Rodríguez,

quienes con sus reflexiones han impulsado mi vida hacia el cumplimiento de la misión:

extender el Reino de Dios en Colombia.

Expreso de manera particular, mi gratitud, al P. Alberto Parra, director de posgrados por su

disponibilidad para acompañar de manera pertinente mí proceso de formación académico-

bíblico-teológico.

Page 9: EL TERCER ISAÍAS

8

INTRODUCCIÓN

Hacer un estudio del Tercer Isaías podría considerarse como una tarea fácil, sin embargo,

resulta que no es así, en cuanto que, el Tritoisaías está inmerso en el amplio escenario tanto

del Antiguo, como del Nuevo Testamento, como se verá en el presente escrito. Lo que se

busca aquí consiste en generar algún tipo de reflexión en el seno de las comunidades

cristianas, sobre todo menonita, en torno a la parte final de la Gran Obra Isaíana, esto es, en

cuanto a los capítulos 56 al 66. Serian varias las referencias que podrían citarse en torno al

tratamiento, el abordaje y las reflexiones referentes al Tercer Isaías, sin embargo, para

ampliar el debate, se puede consultar el trabajo de Otto Eissfeldt1 en su Introducción al

Antiguo Testamento.

Desde la historiografía, la crítica textual y exegesis en el Antiguo Testamento, se busca

descubrir el mensaje que el Tercer Isaías planteaba a sus contemporáneos, a partir de la

cultualidad y la Justicia de Dios, en una contexto en el que las tradiciones judaizantes se

enfrentan a fin de conformar una hegemonía de dominación sobre los sectores de mayor

vulnerabilidad, y cómo, la alternativa del Tritoisaías se convierte en una opción que integra

los grupos sociales en una comunidad de fieles a Yahvé, con base en la articulación de

aquellas tradiciones de bendición comunitaria, con una nueva visión de la cultualidad

religiosa, en la que el centro sea la comunidad en la relación Dios – Hombre – Dios.

Lo semántico teológico alrededor de las temáticas centrales; lo histórico – crítico, y

lingüístico serán los principales métodos con los cuales será abordado el presente trabajo

investigativo. El camino fijado para este trabajo se enmarca en lo siguiente:

1 Eissfeldt, Otto. Introducción al Antiguo Testamento. Cristiandad, Madrid 2000. 562-570. G.K. Beale y

otros. Comentary on the New Testament Use of the Old Testament.Grand Rapids, Michigan 2009. pp. 283-

292, 295-299.

Page 10: EL TERCER ISAÍAS

9

1. Marco histórico del Tercer Isaías2, en el que se recogen algunas señales con respecto a

lo redaccional, como a las relacionadas con la situación social, política y, es especial,

religiosa del entorno comunitario del mismo, teniendo como referencia la oficialidad

religiosa de Israel.

2. En la segunda parte se afirmará un poco el asunto de los Horizontes del Tercer Isaías3,

en relación con su estructura que sirve de base para proponer una síntesis de contenido.

3. En tercer lugar, se enfatiza lo relacionado con el Culto y la Justicia en el Tritoisaías4,

en particular con las referencias al extranjero, el eunuco, la esperanza, la profanación del

sábado y los cultos de pecados, el abuso en el ayuno del Señor y diversos escenarios

sagrados.

4. En cuarto lugar, se enfatiza lo relacionado con el Tercer Isaías y sus Repercusiones en

el Nuevo Testamento5, en el que se habla de las alusiones, por ejemplo, la relación entre el

Is 61: 1- 3 y Lucas 4: 18, 19 y las bienaventuranzas de Is 65 con Lucas 6, para destacar al

final de este apartado, cómo la comunidad lucana reinterpreta sus prácticas de fe desde el

Tercer Isaías.

2 Los siguientes autores aportan sus reflexiones y conclusiones sobre este aspecto. Dominique, Janthial. El

libro de Isaías. Verbo Divino 142, Navarra 2008. pp. 46-50. Estudios profundos sobre las 4 tradiciones del

Pentatéuco; Schreiner, J. (ed.) Palabra y Mensaje del Antiguo Testamento. Biblioteca Herder #128.

Barcelona, Herder, 1972. pp. 203 – 225. 3 Son varios los exegetas que han investigado sobre este aspecto: Bonora, A. Espiritualidad del Antiguo

Testamento. Sígueme, Salamanca 1994. pp. 270 – 280; Brueggemann, W. La imaginación profética Presencia

Teológica. Sal Terrae, Santander, 1986. pp. 190 – 200; Cavedo, R. Profetas. Historia y teología del

profetismo en el Antiguo Testamento. San Pablo, Madrid 1996. pp. 312 – 318. 4 A quien le dediqué más tiempo investigando sobre este tema fue a los aportes de Rainer, Albertz. Historia

de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 477- 481. Los Profetas

de Israel y su mensaje: antología de textos Academia Christiana Cristiandad, Madrid, 1986. Pp. 280 – 290;

Profetismo en Israel. El profeta. Los profetas. El mensaje. Verbo Divino, Estella (Navarra), 1992. pp. 400-

420. 5 En relación con este tópico, considero que son significativas las reflexiones de Von Rad, G. Estudios sobre

el Antiguo Testamento. Sígueme, Salamanca 1976. pp. 445-471; Teología del Antiguo Testamento. Teología

de las tradiciones proféticas de Israel. Sígueme, Salamanca 1984. pp.480-495.

Page 11: EL TERCER ISAÍAS

10

5. Por último, se espera arribar a algunas conclusiones que animen, motiven, incentiven a

las comunidades cristianas en general, y en particular, a las comunidades menonita de

Colombia, en la búsqueda de reflexiones, análisis y prácticas de justicia en sus dinámicas

de relaciones sociales, en los contextos de la familia, la comunidad de fe y la sociedad local

en que se desarrollen sus interacciones.

Page 12: EL TERCER ISAÍAS

11

CAPITULO I

MARCO HISTÓRICO DEL TERCER ISAÍAS.

1.1. Algunos aspectos literarios6.

De acuerdo con el pensamiento de diferentes autores7, entre los que se pueden mencionar a

P. Volz, C. Westermann, P. D. Hanson, y E. J. Young, se debe reconocer que el folleto más

breve del rollo de Isaías, lo constituyen los capítulos 56-66, considerado como la obra de

uno o de varios discípulos de la escuela de Isaías. Su fondo es el del post exilio; lo más

probable el primero del periodo, durante la reconstrucción de Jerusalén, como se verifica

en: 60:10-13; su estilo es modesto, repetitivo; bastaría confrontar el cántico a Sión de Is

2:1-5 con el poema tritoisaiano del capítulo 60, un himno dilatado, lleno de detalles, de

grandilocuencia, de repeticiones.

De vez en cuando aparece algún destello de originalidad; por ejemplo, 58:10, en donde se

afirma: brillará en las tinieblas tu luz, y tus sombras se harán un mediodía, como en la

descripción de los impíos de 57: 20 ―los malhechores son como el mar agitado, que no

puede apaciguarse, cuyas aguas remueven fango y cieno, como en el retrato del Señor de

58: 11 el Señor será tu guía siempre, en los desiertos saciará tu hambre, a tus huesos

infundirá vigor, y tú serás como un huerto regado, cual manantial de agua, de caudal

inagotable; la repetición poética del simbolismo nupcial de 62: 1-5:

6 La lista siguiente hace importantes aportes para este apartado. Pixley, J. La Historia de Israel vista desde los

pobres. Quito, Verbo Divino, 1990. 69-75; Alt, Noth y Rendtorff, R. El Antiguo Testamento: Una

introducción. Lima, Facultad de Teología Pont. y Civil, 1994. Pp. 167 - 200; Salas, A. Un pueblo en marcha:

Pentateuco y Libros Históricos. Madrid, Paulinas, 1993.pp. 324 - 340; Sánchez Caro, J.M. (ed.), La Biblia en

su entorno Biblia, #1. Verbo Divino, 1990. 7 Monloubuo, L. Profetismo y profetas. Fax, Madrid 1971. pp. 225 – 242; J. González y otros. La Biblia en su

entorno. Verbo Divino, Navarra 1992. pp. 235 – 240.

Page 13: EL TERCER ISAÍAS

12

Por amor de Sión no he de callar, por amor de Jerusalén no he de estar quedo, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación brille como antorcha. Verán las naciones tu justicia, todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo que la boca de Yahveh declarará. Serás corona de adorno en la mano de Yahveh, y tiara real en la palma de tu Dios. …sino que a ti se te llamará «Mi Complacencia», Porque Yahveh se complacerá en ti,….

8

Esta obra contiene en sí páginas diversas por su género literario, sobre todo de modelos

conocidos en la literatura posterior al destierro. Tienen un relieve especial las liturgias y las

súplicas penitenciales. El capítulo 59, por ejemplo, presenta un salmo penitencial, que,

después de una declaración introductoria sobre los pecados de la comunidad, causa de la

indiferencia del Señor (vs. 1-2), hace un examen de conciencia de los pecados del pueblo y

de sus dirigentes (vs. 3-8), para llegar a la confesión comunitaria del pecado (vs. 9 -15).

Veámoslo a manera de esquema:

1.1.1 Pecados del pueblo e indiferencia del Señor (ves. 1,2)

Mirad, no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, ni es duro su oído para oír, sino que vuestras faltas os separaron a vosotros de vuestro Dios, y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro de vosotros para no oír.

1.1.2 Examen de conciencia de los pecados del pueblo y sus dirigentes (vs. 3-8).

Porque vuestras manos están manchadas de sangre y vuestros dedos de culpa, vuestros labios hablan falsedad y vuestra lengua habla perfidia. No hay quien clame con justicia ni quien juzgue con lealtad. Se confían en la nada y hablan falsedad, conciben malicia y dan a luz iniquidad. Hacen que rompan su cascarón las víboras y tejen telas de araña; el que come de sus huevos muere, y si son aplastados sale una víbora.

8 Las referencia Bíblicas que serán citadas aquí, vienen de La Biblia de Jerusalén, 1985.

Page 14: EL TERCER ISAÍAS

13

Sus hilos no sirven para vestido ni con sus tejidos se pueden cubrir. Sus obras son obras inicuas y acciones violentas hay en sus manos. Sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre inocente. Sus proyectos son proyectos inicuos, destrucción y quebranto en sus caminos. Camino de paz no conocen, y derecho no hay en sus pasos. Tuercen sus caminos para provecho propio, ninguno de los que por ellos pasan conoce la paz. 1.1.3 Confesión comunitaria del pecado

9 (vs. 9 -15).

Por eso se alejó de nosotros el derecho y no nos alcanzó la justicia. Esperábamos la luz, y hubo tinieblas, la claridad, y anduvimos en oscuridad. Palpamos la pared como los ciegos y como los que no tienen ojos vacilamos. Tropezamos al mediodía como si fuera al anochecer, y habitamos entre los sanos como los muertos. Todos nosotros gruñimos como osos y zureamos sin cesar como palomas. Esperamos el derecho y no hubo, la salvación, y se alejó de nosotros. Porque fueron muchas nuestras rebeldías delante de ti, y nuestros pecados testifican contra nosotros, pues nuestras rebeldías nos acompañan y conocemos nuestras culpas:

rebelarse y renegar de Yahveh, apartarse de seguir a nuestro Dios, hablar de opresión y revueltas, concebir y musitar en el corazón palabras engañosas.

Porque ha sido rechazado el juicio y la justicia queda lejos. Porque la verdad en la plaza ha tropezado y la rectitud no puede entrar. La verdad se echa en falta y el que se aparta del mal es despojado. Lo vio Yahveh y pareció mal a sus ojos que no hubiera derecho.

Otro ejemplo es el salmo en 63: 7 - 64: 11, cuyo punto de partida son Las misericordias de

Yahveh quiero recordar, las alabanzas de Yahveh, por todo lo que nos ha premiado

Yahveh, derramados en la historia de la salvación. Pero la respuesta del pueblo fue una

trágica secuencia de rebeliones. Dios, entonces, se transformó en enemigo de su pueblo;

con su silencio a manera de táctica para conducir de nuevo a Israel a la conversión y hacer

reaparecer así la esperanza y la salvación. El texto, que sigue manteniendo vivo todavía el

recuerdo de la destrucción de Jerusalén (64: 9-10), es un testimonio de la oración de los

primeros hebreos que volvieron a Palestina y que intentaban la reconstrucción del templo y

de la ciudad santa. La estructura sería:

9 González, A. Lohfink, N., von Rad, G. Profetas Verdaderos, Profetas Falsos. Sígueme, Salamanca, 1976.

pp. 97-108. Heschel, A. Los Profetas. 3 vols. Paidos, Buenos Aires, 1973. pp. 80 - 98.

Page 15: EL TERCER ISAÍAS

14

1.1.4 Las misericordias de Yahveh10

(63: 7 – 9).

Las misericordias de Yahveh quiero recordar, las alabanzas de Yahveh, por todo lo que nos ha premiado Yahveh, por la gran bondad para la casa de Israel, que tuvo con nosotros en su misericordia, y por la abundancia de sus bondades. Dijo él: «De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán.» Y fue él su Salvador en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre. Rebeldía del pueblo contra Yahveh (63: 10ª ss). Mas ellos se rebelaron y

contristaron a su Espíritu santo…

La enemistad de Yahveh con su pueblo (63: 10b –). …y él se convirtió en su

enemigo, guerreó contra ellos.

Las misericordias de Yahveh son ratificadas por la historia (63: 11ss).

Entonces se acordó de los días antiguos, de Moisés su siervo. ¿Dónde está el que los sacó de la mar, el pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso en él su Espíritu santo, el que hizo que su brazo fuerte marchase al lado de Moisés, el que hendió las aguas ante ellos para hacerse un nombre eterno, el que les hizo andar por los abismos como un caballo por el desierto, sin que tropezaran, cual ganado que desciende al valle? El Espíritu de Yahveh los llevó a descansar. Así guiaste a tu pueblo, para hacerte un nombre glorioso. Observa desde los cielos y ve desde tu aposento santo y glorioso. ¿Dónde está tu celo y tú fuerza, la conmoción de tus entrañas? ¿Es que tus entrañas se han cerrado para mí? Porque tú eres nuestro Padre, que Abraham no nos conoce, ni Israel nos recuerda. Tú, Yahveh, eres nuestro Padre, tu nombre es «El que nos rescata desde siempre…

Se debe observar que, a pesar del clima más bien integrista, exclusivista y cerrado que muy

pronto se establecerá en Jerusalén, el Tritoisaías se manifiesta particularmente abierto,

incluyente y amistoso.

10

Alonso Schökel, L. Antología de Poesía Bíblica Hebrea. Deleg. Catequesis de Zaragoza, Zaragoza, 1992.

pp. 430; Beauchamp, P. Ley, Profetas, Sabios Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 123 -130; Bonora, A.

Espiritualidad del Antiguo Testamento. Salamanca, Sígueme 1994. pp. 200 – 230; contiene dos secciones por

Festorazzi sobre la espiritualidad sapiencial (pp. 217-242).

Page 16: EL TERCER ISAÍAS

15

En 56: 1 - 8 abre el acceso del templo incluso a dos categorías de personas que estaban

rigurosamente excluidas de él: el extranjero y el eunuco; con tal de ―amar el nombre de

Yahveh, y para ser sus siervos‖, son bienvenidos al templo, a la celebración, al culto, al

compañerismo con Dios y con la comunidad (6). Entonces “Caminarán las naciones a tu

luz, y los reyes al resplandor de tu alborada. (60: 3), mientras que con una declaración que

todavía hoy deja perplejos a muchos, sobre su verdadero significado, en 66: 21 se afirma

que también entre las naciones el Señor “Y también de entre ellos tomaré para sacerdotes y

levitas – dice Yahveh”. Lo cierto es que el espíritu del Tercer Isaías es muy sensible a los

grandes horizontes de fe, de luz y de esperanza, como lo atestigua la proclamación del

capítulo 61:1-3.

El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado,

a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para darles diadema en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestido de luto, alabanza en vez de espíritu abatido.

Se les llamará robles de justicia, plantación de Yahveh para manifestar su gloria.

De manera que, se puede aseverar que la presencia de literatura sapiencial11

, es la

predominante en el Tercer Isaías, en tanto que salmos, confesiones, penitencias y otras son

evidentes en el texto. También se perciben algunos rasgos de concentricidad literaria y de

estructuras quiásmica en el escrito.

11 Bonora, A. (ed.) Espiritualidad del Antiguo Testamento. Salamanca, Sígueme, 1994. pp. 302 - 315;

Schökel A, L y Artola, A.M. (eds.) La Palabra de Dios en la Historia de los Hombres. Comentario

Temático a la Constitución ―Dei Verbum‖. Univ. Deusto / Mensajero, Bilbao, 1991. pp. 165-170.

Page 17: EL TERCER ISAÍAS

16

1.2 El autor12

.

La mayor parte de los exégetas considera que el libro se debe a un grupo de discípulos de

los días postexílicos. Se percibe en los poemas la impronta que refleja la fidelidad y lealtad

al estilo y a la escuela del Deutero-Isaías, trasvasada y aplicada al contexto histórico de

desesperanza que vive el pueblo judío tras el destierro. El Tercer Isaías (56-66) se debe

considerar, como una unidad redaccional, independiente, en su origen, de Is II (40-55) y

también de Is I (1-39), aunque las líneas literarias y teológicas de coincidencia con uno y

otro hacen pensar que, al menos algunos textos del Tercer Isaías, pudieron ser redactados

bajo el prisma de los contenidos de las dos primeras partes del libro de Isaías.

De cualquier modo, se puede concluir que, para comprender el texto, tiene mayor

importancia la descripción de la comunidad en la que se origina, en medio de conflictos,

necesidades, amores y desamores, ilusiones y esperanzas, que la determinación del autor.

1. 3 Tiempo y situación histórica. Problemática social.13

En pleno siglo V, por allí cerca de los 500 años a. C., en la época de los persas, el contexto

de los repatriados, en el momento de reconstruir su vida en Palestina, entre los pueblos

vecinos hostiles, surge el Tercer Isaías. Parece que hay un altar pero aún no está reedificado

el Templo, ni los muros de la ciudad. En el texto, se dirigen las amonestaciones y consuelos

a los que trabajan y lloran en Sión.

12

Ver a: Asurmendi, J.M. Isaías. Cuadernos Bíblicos # 23. Verbo Divino 1978. pp. 145 - 150; Croatto, J.S.

Isaías (Comentario Bíblico Ecuménico). 3 vols. La Aurora, B.A.,/ Vozes, Pretrópolis / Metodista, Sao

Bernardo do Campo. 2002. pp. 328 – 345. Marconcini, B. El libro de Isaías. Guía Espiritual del Antiguo

Testamento. Herder, Barcelona / Ciudad Nueva, Madrid 1995. pp. 150 - 160. 13

Ver investigaciones de Schreiner, Josef. Palabra y Mensaje del Antiguo Testamento; Herder, Barcelona,

1972. pp. 224 – 227; Schökel, Alonso. L. y Sicre, José Luís. Profetas. Vol. I: Cristiandad, Madrid; 1979. pp.

541-542. Jaramillo, Rivas Pedro; La injusticia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas; Verbo

Divino, Pamplona España, 1992. pp. 320- 340. Abrego, José Manuel. Los libros proféticos; Verbo Divino,

Pamplona España, 2003. pp. 216-220. Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del

Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 661-683.

Page 18: EL TERCER ISAÍAS

17

Muchos exégetas14

admiten que Is. III (56-66) pertenece exclusivamente al período del 539

al 460 a. C. Babilonia ha desaparecido, el imperio persa es aún potente y los pueblos

deportados por los babilonios pueden tornar a sus lugares de origen. Pero, en este marco de

acontecimientos internacionales, se ha dado una situación diferente en la historia doméstica

de Jerusalén. El texto va a reflejar el conflicto que surgió a la vuelta del exilio entre el

partido hierocrático monárquico (sadoquita) y el partido levítico, teocrático profético, por el

control del poder en Jerusalén.

Aquí es importante recordar que cuando David traslada el arca desde Silo a Jerusalén e

inaugura así el culto del Señor Yahveh, en la ciudad santa, establece el culto bajo la

dirección de los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Este último, de origen levita, era miembro de

una familia sacerdotal que había protegido a David cuando era perseguido por Saúl de

acuerdo con 1º Sm 22: 22-23. Después, Sadoc, que ya había ungido rey a Salomón, es

confirmado como sacerdote del templo que a partir de ese momento queda bajo el control

del grupo sadoquita. También la constitución civil y eclesiástica propiciada por Ez 40 – 48,

vinculada al ambiente sacerdotal, declara que solamente sacerdotes sadoquitas pueden

acercarse al altar (Ez 40: 46), mientras los levitas quedan excluidos por haber adorado a los

ídolos (Ez 44: l0-14). El predominio de los sadoquitas se consolida definitivamente con la

consagración del templo en el año 515 a. C. y la instalación de Zorobabel como gobernador

y de Josué como sumo sacerdote.

Hacia él año 400 a.C., Crónicas (1º Cr 24) testimonia aún el malestar de los levitas ante esta

situación. Detrás del conflicto político y sacerdotal, hay un conflicto humano y religioso

que es el enfrentamiento de dos mentalidades: una ideológica-conservadora y otra utópica-

apocalíptica.

14

Schökel Alonso, L y Artola, A.M. (eds.) La Palabra de Dios en la Historia de los Hombres. Comentario

Temático a la Constitución “Dei Verbum”. Univ. Deusto / Mensajero, Bilbao, 1991. pp. 458 – 465. Cazelles

H. Introducción a la crítica del Antiguo Testamento. Herder, Barcelona 1981. pp. 492 – 496; Antoniazzi, A.,

Broshius, I. y Pulga, R. El ―ABC‖ de la Biblia La Paz, Paulinas/Sec.Nac. de Catequesis, 1982; Caracas,

Paulinas, 1987. pp. 348 – 360; Arenhoevel, D. Así nació la Biblia. Paulinas, Madrid, 1980. pp. 212 – 230;

Arens, E. La Biblia leída en Iglesia: reflexiones. Lima, CEP, 2003. pp. 98 – 121.

Page 19: EL TERCER ISAÍAS

18

La mentalidad ideológica es la de los grupos que están en el poder, que defienden el

mantenimiento de la situación y evitan cualquier reforma. La mentalidad utópica rechaza

radicalmente el orden establecido. No queda satisfecha con una reforma, ni siquiera

profunda, sino que busca la destrucción del orden presente para reiniciar un orden nuevo.

El Tercer Isaías refleja este conflicto entre las dos mentalidades: la ideológica conservadora

del grupo vinculado al partido sacerdotal sadoquita y la idea del grupo visionario, vinculado

tal vez a la comunidad del Segundo Isaías y al grupo sacerdotal levítico.

Tensiones grupales15

. El primer grupo regresa del exilio con la fuerza política que le

concede la autoridad persa, también con bienes obtenidos durante los años del destierro y

con el sentimiento de haberse purificado a través de esa experiencia y ser, por tanto, la

auténtica comunidad del Señor. Desprecian a los residentes porque se han contaminado

con los extranjeros ocupantes de Jerusalén y por el enriquecimiento ilegítimo con los bienes

de los deportados.

Por su parte, el grupo residente considera al primero contaminado en el destierro por el

contacto con una cultura y religión extranjeras. De otro lado, los que regresan del destierro

están únicamente preocupados por restablecer el templo como su lugar de culto y fuente de

su poder, en lugar de atender a las exigencias éticas de la ley y las antiguas tradiciones.

Estos dos grupos, sus dificultades y sus tensiones caracterizan la situación de Jerusalén en

el tiempo del Tercer Isaías.

En medio de ese contexto, de esas tensiones y conflictos, están presentes los extranjeros,

los eunucos, (56: 3) las mujeres, niños y niñas (56: 5), ancianos y ancianas, campesinos y

trabajadores (58: 3) que sufren las consecuencias ocasionadas por la lucha por el poder

cultual entre los dos grupos poderosos. Los más empobrecidos también son víctimas del

conflicto (58: 7); de la misma manera los y las más necesitadas (58:6); los desposeídos de

vivienda (56: 5); todos y todas carecían de esperanza (58: 8).

15

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 684-701. Fabris, R. (ed.) Problemas y Perspectivas de las Ciencias Bíblicas Bibl. Est. Bibl. Salamanca,

Sígueme 1983. pp. 502- 515.

Page 20: EL TERCER ISAÍAS

19

Ante todo ese aterrador contexto de marginalidad, conflicto, violencia, violación de las

tradiciones, abandono de Yahveh, olvido de la Torah, conformación de grupos partidistas y

mucho más, surge, emerge, brilla la luz de esperanza del Tercer Isaías con nuevas fuerzas,

ilusiones, esperanzas, sueños y utopías, desafía, reta, anima al pueblo a buscar la

solidaridad, el compromiso con otros y otras, con Yahveh, desde una justicia en la

cotidianidad; en 56:1 se asegura: Así dice Yahveh: Velad por la equidad y practicad la

justicia, que mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse.

La presencia de los justos que perecen, los hombres buenos que son arrebatados, y no hay

quien lo considere (57:1), las víctimas que no tienen futuro, no es ajena en el Tritoisaías;

por el contrario, sus mensajes de volver a Yahveh quien puede ofrecer verdadera esperanza

(57: 15); los desafíos al restablecimiento de un culto integrador e incluyente (56:3 – 7), en

el que sea prioridad la relación Dios – Hombre – Dios, no constituían meras palabras, era el

reto, la práctica de la comunidad tritoisaíana, eso se afirma en 59: 2 sino que vuestras faltas

os separaron a vosotros de vuestro Dios, y vuestros pecados le hicieron esconder su rostro

de vosotros para no oír.

Page 21: EL TERCER ISAÍAS

20

CAPITULO II

HORIZONTES DEL TERCER ISAÍAS

2.1 Una estructura16

Son diversos los autores17

que han dedicado tiempo y esfuerzo al análisis del Tercer Isaías,

a partir de la estructura que descubren en el texto. Para el presente trabajo se ha

considerado como fundamento el planteamiento sugerido por Tabet, Miguel Ángel y otros,

en su Introducción al Antiguo Testamento, por cuanto enfoca algunos de los aspectos que

son esenciales para esta monografía. Por ello, se adopta referida estructura, en tanto se

considera pertinente para este trabajo, en cuanto a su contenido temático y configuración.

A. 56:1 – 8. El templo: casa para los pueblos B. 56: 9 – 57: 13. El justo en paz; idólatras juzgados. C. 57: 14 – 21: Morada de Yahveh en lo alto; Yahveh con los seres humanos D. 58: 13. Yahveh no responde la oración de su Pueblo E. 58: 4 – 12,14. Culto sin hermandad. F. 59: 1 – 15ª. Liturgia penitencial Acusación y confesión de pecado G. 59: 15b – 20. El brazo de Yahveh contra los enemigos. H. 60. Afluencia de los pueblos a Sión. X. 61. Reconstrucción de Sión en medio de los pueblos. H‟. 62. Afluencia de los pueblos a Sión. G‟. 63: 1 – 6. El brazo de Yahveh contra los enemigos. F‟. 63: 7 – 64: 17. Liturgia penitencial: confesión de pecado. E‟. 65: 1 – 7. Castigo del pueblo rebelde que ofrece culto desviado. D‟. 65: 8 – 16 Yahveh responderá la oración del pueblo; castiga a los impíos. C‟. 66: 1 – 6 El cielo Trono de Yahveh; Yahveh asume la defensa del Pobre. B‟. Sión: Nación entera; idólatras juzgados. A‟. 66: 18 – 24 Reunión de las naciones.

16

Tabet, Miguel Ángel y otros. Introducción al Antiguo Testamento. Pelícano, Madrid 2008. pp. 165-180. 17

Schökel, L. Alonso; J.L. Sicre, Profetas, 2 vol., Cristiandad, Madrid 1980. pp. 345 – 346. S. Ausín, Los

profetas y la Revelación, en Dios en la Palabra y en la historia. XIII Simposio Internacional de Teología,

Eunsa, Pamplona 1993, pp. 503-518; Los profetas y la historia, en Reseña Bíblica 1994. pp. 31-41; E.

Beauchamp, Los Profetas de Israel, Verbo Divino 1988. pp. 212 - 220; J. Blenkinsopp, Profetismo y profetas,

en "Comentario Bíblico Internacional", Verbo Divino, Estella 1999. pp. 867-871; S. Ausín, La tradición de la

Alianza en Oseas, en "Biblia, exégesis y cultura. J.M. Casciaro Estudios en honor del Profofeta. Pamplona

1994. pp. 127-146; La tradición del Éxodo en los profetas, en "Biblia y Hermenéutica. VII Simposio

Internacional de Teología", Eunsa, Pamplona 1986. pp. 423-438.

Page 22: EL TERCER ISAÍAS

21

2.2 Síntesis de contenido18

.

En este apartado, siguiendo dicha estructura, se proyecta una síntesis desde una perspectiva

más evangélica, en tanto que, se hacen aseveraciones de manera generales, sin entrar en

detalles relacionados con la lingüística de los pasajes comentados ni con otros aspectos

relacionados, como la crítica histórica, lo cual sí será realizado en otras secciones.

La panorámica ha cambiado, se respiran otros aires. Ha desaparecido el peso de la opresión

babilónica. El profeta se dirige a su pueblo ya instalado en suelo de Israel, cuya teocracia

emergente siente que debe purificar la infidelidad a Yahveh y los desajustes sociales. Se

hizo muy difícil el conservar la pureza de pensamiento, imaginarios, conductas,

costumbres, relaciones entre los repatriados, por las condiciones precarias del retorno. Alza

su voz, con un tono de preocupación, dolor, casi prosaico, contra la sombría incredulidad

que parece extenderse. Afloraron los antiguos extravíos y el oprobio de los débiles por los

dirigentes. A la vez, renacieron las prácticas idólatras con toda su vileza; siguen sometidos

a cierta opresión de poderes extranjeros; y Jerusalén es una ciudad de abandono y ruina,

vive bajo las incursiones enemigas y el despojo de cosechas y del trabajo. El Oráculo de

Yahveh: ―Vendrá a Sión para rescatar, a aquellos de Jacob que se conviertan de su

rebeldía (59: 20), puede sintetizar el tratado. Sólo una conversión sincera a Dios hará

resolver el panorama de castigo que planea sobre Israel.

2.2. 1 El templo casa para los pueblos. Reunión de las naciones. (56:1-8; 66: 18 - 24).

El Tercer Isaías comienza la sección con una frase de exhortación a practicar el bien y

observar el derecho, las directrices jurídicas dictadas por la ley mosaica deben marcar la

conducta cuyo fin es la justicia, emanada de las promesas hechas por Yahveh19

:

18

Son varios los investigadores del presente apartado, entre quienes se pueden destacar a: De Tuya, M y

Salguero, J. Introducción a la Biblia 2 vols. BAC, Madrid, 1967. pp. 186 – 185; Croatto, S. Hermenéutica

Bíblica. Lumen, Buenos Aires / México, 2000. pp. 125 – 133; Culdaut, F., En el Origen de la Palabra

Cristiana: Tradición y Escrituras en el siglo II. Documentos en Torno a la Biblia, 22. Verbo Divino,

Barcelona 1993. pp. 241 – 260.

Page 23: EL TERCER ISAÍAS

22

Dichoso el mortal que tal haga, el hombre que persevere en ello (56: 2). La justicia exige

acoger a los excluidos. A los eunucos y extranjeros prosélitos, que, guardando el sábado y

eligiendo lo que agrada a Yahveh, lo sirven y aman su nombre, les dará un nombre eterno

mejor que a muchos hijos e hijas; sus actos de culto con espíritu de fe y oración en el

templo serán gratos: “Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los

pueblos. (56: 7).

Adhiriéndose al pacto de Yahveh mediante la oración y el arrepentimiento, se les redimirá

de su condición social: Pues así dice Yahveh: Respecto a los eunucos que guardan mis

sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza, yo he de

darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre

eterno les daré que no será borrado. (56: 4-5), por la fuerza de la fe y por la renuncia a

hacer el mal, tendrán la salvación. El culto es universal para todos los pueblos20

.

Así mismo, la redención es universal, para todos: yo les traeré a mi monte santo y les

alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar

(56: 7). El Tritoisaías abre su mente en amplitud universal. Todos los pueblos serán testigos

de la gran manifestación de Yahveh que dará una señal para que se reúnan los pueblos de

todas las lenguas e islas lejanas (66:19). Este pasaje tiene acento escatológico. La

proclamación es de claro sentido universalista, vendrá todo el mundo a prosternarse ante

mí - dice Yahveh. (66: 23), toda la humanidad estará presente. El oráculo y el libro

terminan en tono lúgubre, con la imagen de los cadáveres de los rebeldes roídos por

gusanos y quemados por un fuego sin fin, en el Seol. Los impíos, que se rebelaron contra

mí (66: 24), son castigados por el pecado siempre horrendo: símil del juicio final. El Tercer

Isaías afianzado en sus grandes predecesores intenta ofrecer a su pueblo su consolación y la

vuelta a Dios por la vía de la conversión.

19

Gargamo, G. I. La Lectio Divina “Escuela de la Palabra”. Bogotá, San Pablo, 1995. pp. 53 – 62; J. M.

Abrego, Los libros proféticos, Verbo Divino, Navarra 1993. pp. 124 – 128. 20

J. M. Abrego, Los libros proféticos, Verbo Divino, Navarra 1993. pp. 233 - 237.

Page 24: EL TERCER ISAÍAS

23

2.2.2 El justo en paz; idólatras juzgados. Sión: Nación entera. 21

(56: 9 – 57: 13).

Israel, rebaño repatriado del exilio, anda en situación caótica por la insolencia y el

abandono de sus pastores, los dirigentes son perros mudos indolentes, ambiciosos e

interesados en su voracidad insaciable. El justo perece tragado por el mal. La idolatría no

ha desaparecido. Siguen los cultos supersticiosos, hijos de la bruja, y los actos idolátricos,

generación de la adúltera y de la prostituta (57: 3), que se conoce generalmente como

“adulterio”, por ser obra de malvados que desprecian al justo, y producto de conductas

pecaminosas de farsantes e infieles ante Yahveh, esposo de Israel, entre las que se incluye

la prostitución sagrada y hasta sacrificios humanos. Se trata de niños sacrificados al dios

amonita, Moloc; era una divinidad subterránea cuyas víctimas debían entrar en el interior

de la tierra.

Grita, dice con ironía, que los salven los ídolos; pero la ira divina se los llevará como el

viento. La avaricia desmesurada y generalizada hacía que Yahveh ocultara el rostro a su

pueblo. Yahveh, en su bondad, quiere pensar que más que malicia, es enfermedad y malos

hábitos. Como a un enfermo lo sanará: pero yo voy a curarlo, a darle alivio (57:17-18). La

restauración es el efecto de la fidelidad del Señor, ha tenido que aplicar el castigo a su

pueblo en su cólera, pero ahora se apiada de él.

Dios llama a Israel a juicio para obtener su vuelta al único refugio seguro, le pide su

conversión: a los ídolos se los llevará el viento, mas quien confía en Yahveh heredará la

tierra y poseerá su santo monte (57: 13). Dios, ante el caído, se mueve a misericordia,

quiere perdonar al contrito y humillado; no quiere estar siempre enojado (57: 16), el perdón

está listo para el arrepentido. Dios salva al pobre, al necesitado, al humilde y al obediente,

fiel y sincero. El que se convierte por la gracia busca la paz que viene únicamente de Dios.

El malvado no halla nunca la paz, porque la busca en sí mismo, en el poder y en el

bienestar.

21

Schrmid, J. (ed.) El evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder 1972. pp. 153 – 177

Page 25: EL TERCER ISAÍAS

24

2.2.3 El cielo Trono de Yahveh; Él asume la defensa del Pobre22

. (57: 14-21; 66: 1- 6.)

El Tercer Isaías denuncia las iniquidades y los pecados de la casa de Jacob; un pueblo que,

instalado en el formalismo externo, se cree justo y religioso por cumplir los ritos, como si

con actos humanos pudiera comprar los dones divinos. El Señor indica las disposiciones

éticas internas del auténtico ayuno, la justicia y el amor al desvalido y al oprimido: el 57:

21 sirve para mostrar que aun en Israel no habrá bendición para el que no se arrepienta; las

promesas son únicamente para los verdaderos creyentes y no para los de la nación que no se

hayan arrepentido.

Hay una constante en la tradición judía desde los profetas que compara el amanecer de la

era mesiánica con el repentino nacimiento de un niño: antes de sentir los dolores ha dado a

luz un varón. Cuando veáis esto, vuestro corazón se alegrará; la mano de Yahveh se dará a

conocer a sus siervos (66: 7-14). Tras el castigo unos cuantos perdurarán: No he de callar

hasta haber traído a cuentas sus iniquidades y las de sus padres. Después del castigo y

destrucción de un pueblo corrompido por la iniquidad y el pecado, queda un resto, vástago

de salud, que se mantiene fiel y firme en la fe y da origen a un niño, Redentor y Salvador

que inaugura e implanta el Reino de Dios. (65: 6-7).

2.2. 4 Yahveh no responde la oración de su Pueblo; castiga a los impíos23

(58: 13; 65: 8-

16).

En estos capítulos, el Tritoisaías se halla desconsolado y desatendido. Predice una colosal

batalla entre el bien y el mal. Se expresa en tono apocalíptico. El pueblo, en su obstinación,

no me pregunta, no me busca; desdeña los favores de Yahveh, una nación que iba por

caminos malos tras sus propios caprichos.

22

Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino,

Navarra 1997. pp. 88 – 91. 23

Ver a García Cordero, M. Teología de la Biblia, I B.A.C. Madrid, Católica, 1970. pp. 272 - 281 y a Gnuse,

R. Comunidad y propiedad en la tradición bíblica Buena Noticia, 16. Verbo Divino, 2003.pp. 12 -19.

Page 26: EL TERCER ISAÍAS

25

Es la historia del Israel, siempre infiel, en pos de sus pensamientos, de sus inclinaciones

materialistas. Ante la provocación, ha de venir el castigo para los pecadores y los apóstatas.

Por las iniquidades actuales y las de las generaciones pasadas, la justicia divina se abre a la

conversión. Dios quiere sincero arrepentimiento, sin forzarlo, en amor, pero libre para pedir

perdón.

2.2.5 Castigo del pueblo rebelde que ofrece culto desviado24

. (58: 4-12,14. 65: 1-7).

Es otro el ayuno que yo quiero. Desatar las cadenas de iniquidad, deshacer las coyundas del

yugo, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todos los yugos; repartir tu pan con el

hambriento, albergar al pobre sin techo, vestir al que veas desnudo y no volver tu rostro

ante tu hermano. Las prácticas piadosas del ayuno, la observancia del sábado y las ofrendas

cultuales, impulsadas por los defensores del culto, están impregnadas de injusticia y

opresión, por disputas y crímenes y hasta por el incumplimiento de las leyes rituales.

La justicia del pueblo en sus relaciones mutuas con humildad y amor al prójimo es

imprescindible para alcanzar la esperanza y la salvación: entonces surgirá tu luz como la

aurora y tu justicia marchará ante ti; la nación de este modo, brillará en las tinieblas tu luz,

y tus sombras se harán un mediodía. La benignidad de Yahveh la pastoreará, la levantará y

la engrandecerá. En el día mesiánico, el Señor transformará el mundo con su santa

presencia. Dios quiere justificar su conducta, no se había ocultado, estaba a disposición: He

tendido sin cesar mis manos hacia un pueblo rebelde.

2.2. 6 Liturgia penitencial: Acusación y confesión de pecado.25

(59: 1-15ª; 63: 7 – 64:

17).

Para el Tercer Isaías los pecados de Israel impiden la salvación, se ha abierto un abismo

casi insalvable entre Dios y su pueblo, vuestras manos están manchadas de sangre.

24 Ver los aportes de: Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los

profetas. Verbo Divino, Navarra 1997. pp. 95 – 98. 25

Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino,

Navarra 1997. pp. 99 – 102.

Page 27: EL TERCER ISAÍAS

26

La reiteración del vocabulario: pecados, sangre, crímenes, mentira, perfidia, falsedad,

perversidad, maldad, insiste en la culpabilidad. El alma de Israel está cubierta de crímenes.

Los males sociales corrompen la sociedad: No conocen la senda de la paz, no hay justicia

en su camino (59: 8).

El profeta, con el pueblo, confiesa los pecados contra Dios: rebelarnos y ser infieles a

Yahveh. Hablar perfidia y rebelión (59: 13) y contra el prójimo: se ha quebrantado el

derecho y la justicia sigue al margen (59: 14). Pero la mano del Señor está tendida para la

salvación y su oído atento para escuchar las súplicas. La intervención divina es doble:

liberación y salvación para quienes se convierten de su rebeldía.

2.2.7 El brazo de Yahveh contra los enemigos.26

(59: 15b - 20; 63: 1 - 6).

En la expresión, los convertidos de su pecado en Jacob (59: 20) late el símbolo del resto fiel

de Israel que será el germen sano que reiniciará el Nuevo Israel. Es un oráculo

independiente sobre la victoria de Yahveh. Quizás sea la página más propia y

teológicamente elaborada del Tercer Isaías. En 63: 1-6 se habla del Conquistador que

triunfa. Los enemigos son aplastados por el héroe, teñido de su sangre; presenta una imagen

dramática del furor y la ira divina contra el pecado. Dios lucha solo contra el poder de las

tinieblas y sólo Él lo doblega, miré en torno y no había ayuda, me asombré de no encontrar

apoyo; me salvó mi brazo y mi furor me sostuvo.

2.2.8 Afluencia de los pueblos a Sión. (60 y 62).

Estos capítulos presentan un himno27

de gloria en honor de la nueva Jerusalén centro de

todas las gentes.

26

Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino,

Navarra 1997. 103 – 105.

Page 28: EL TERCER ISAÍAS

27

Sobre la Ciudad Santa profanada, como noble mujer sentada en tierra en medio de tinieblas

va a caer una luz nueva, las naciones caminarán a tu luz y los reyes al resplandor de tu

aurora (60: 3); es la iluminación que será aureola de gloria de Yahveh y admiración de los

pueblos; entre ellos retornarán los hijos dispersos para engrandecerla y reedificar su muros.

Israel reconocerá a Yahveh su Salvador y Redentor.

La idealización de la ciudad transformada es de felicidad total. Desaparecen la violencia, el

saqueo y la ruina; se impone la soberanía de la paz y la justicia. La gloria de Dios será el

resplandor de luz eterna sin días de luto; la era mesiánica trae la bondad y la satisfacción

por medio de la salvación, sin lugar al llanto.

Tu pueblo será un pueblo de justos, para siempre poseerás la tierra, renuevo de la

plantación de Yahveh, obra de mis manos, hecha para resplandecer (60: 21). La promesa

mesiánica está avalada por Dios: Yo, Yahveh, he hablado, a su tiempo lo cumpliré de prisa

(60: 22).

2.2.9 Reconstrucción de Sión en medio de los pueblos28

. (61).

El Tercer Isaías vislumbra la luz mesiánica (61: 1-11). Siente, percibe, entiende, desea el

fin del pecado, la enfermedad y la muerte. El Heraldo de Dios implantará su justicia. Dirige

su mensaje a los pobres, condición que implica la pobreza física, opresión, humillación,

explotación, victimización de hombres y mujeres por parte de los poderosos. Llega la

liberación de la injusticia, por las tensiones entre los retornados y los residentes en

Jerusalén. El amor infinito va a habitar en la sociedad en su santidad inaccesible y estará

junto a todos los necesitados y necesitadas. Nacerá el reino eterno de paz. El amor instala la

justicia en cumplimiento de la promesa divina.

27

Pixley, J. La Historia de Israel vista desde los pobres. Quito, Verbo Divino, 1990. pp. 69-75; Jaramillo

Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino, Navarra

1997. pp. 106. 28

Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino,

Navarra 1997. pp. 107.

Page 29: EL TERCER ISAÍAS

28

Este texto apunta abundantes analogías con los cánticos del Siervo de Yahveh, aunque, al

contraponer el año de gracia con el día de la venganza divina (61: 2), queda desprovisto del

carácter sumiso y humilde del Siervo que se sacrifica, redime y trae la salvación.

El Tritoisaías se siente ungido por Dios: El espíritu del Señor Yahveh está en mí, porque

me ha ungido (61: 1-3), para realizar una misión especial que le encomienda: predicar la

buena nueva a los pobres, a curar a los corazones oprimidos, a anunciar la libertad de los

cautivos, la liberación a los presos (vs. 1), los oprimidos por la injusticia y las desgracias

sociales; y a consolar a todos los tristes (vs.2). Se acerca una nueva era para los afligidos de

Sión (vs.3) que recibirán la diadema de la alegría y serán ungidos con el óleo del gozo;

tendrán profundas raíces de justicia y rectitud, pues, son la plantación de Yahveh para su

gloria (vs.3). Esta figura que compara a los justos con árboles tiene larga tradición en la

literatura profética y sapiencial.

Page 30: EL TERCER ISAÍAS

29

CAPITULO III

CULTO Y JUSTICIA EN EL TERCER ISAÍAS.

3.1 Algunas relaciones del Tritoisaías con el resto del Antiguo Testamento29

.

Para este apartado, sólo se tomarán aquellos temas focales que podrían contribuir al

ejercicio académico - pastoral que se busca realizar en el presente trabajo; esto es, los

factores que favorezcan más el tema central: el culto y la justicia. Para ello, se acude a los

factores históricos, lingüísticos y a los énfasis proféticos sobre lo mismo, sin dejar de lado

las diferentes significaciones contextuales.

3.1.1 Extranjero, forastero30

. (Heb. Nekar: necesitado, marginado, empobrecido)

Se podría aseverar que la fuente principal del Tercer Isaías es la tradición sacerdotal, en

tanto que asume la importancia del extranjero en su medio, como aparece en Lv. 19: 10,

donde se registra la siguiente ordenanza: ―Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás

de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro

Dios”; eso mismo, pero con mayor intensidad se afirma en los versos 33 y 34, donde se

registra:

―Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis Al forastero que

reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amarás como a ti

mismo; pues forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios‖.

29

Son varios los exégetas que han investigado este tópico, entre ellos los siguientes: J.L. Sicre. Profetismo en

Israel. Verbo Divino. Navarra 1992. pp. 414- 423. Jaramillo Rivas, P. y otros. La justicia y la opresión en el

lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino, Navarra 1997. pp 285 – 299. Carol A. Newsom y Sharon H.

Ringe, ed. Louisville. Westminster John Knox; Blenkinsopp, Joseph (2003). Isaiah; Anchor Bible 19, 19A,

19B. New York: Doubleday. Childs, Brevard S. (2001). Isaiah. OTL. Louisville: Westminster John Knox. En:

http://www.fundotrasovejas.org.ar/Libros/La%20Biblia%20Hebrea%20Subversiva%20Isaias%203.pdf 30

Quien más dedicó tiempo para investigar este tema fue el desaparecido Croatto, J.S. en sus libros: Isaías

(Comentario Bíblico Ecuménico). 3 vols. La Aurora, B.A.,/ VOZES, y Alianza y Experiencia Salvífica en la

Biblia. Buenos Aires, Paulinas, l964.

Page 31: EL TERCER ISAÍAS

30

De manera que el Tritoisaías se alimenta y nutre a su comunidad con una relectura del

Levítico y avanza unas cuantas millas más al desafiarla al amor pleno por los y las

extranjeras con quienes convive y entre los cuales crece y se desarrollan en lo físico,

emocional, afectivo y espiritual, como seres creados por Elohím. Para la nueva comunidad

del Tercer Isaías, el forastero, extranjero es parte integral de sus propias vidas, no es el

nekar, el marginado, el desposeído, el empobrecido; es el hermano y la hermana que

Yahveh colocó en su camino para crecer y desarrollarse como creación perfecta de Dios en

aquellos aspectos trascendentales de la vida: el amor, la tolerancia, la reconciliación, el

perdón. Las connotaciones políticas31

de la presencia del extranjero, forastero, forastera en

su medio, no es otra cosa que el reconocimiento de la misma presencia de Elohím en la

comunidad; es el año del jubileo, es el tiempo del perdón, es una nueva era, es una nueva

realidad, en un nuevo despertar del amor a todos y todas; es el tiempo de la inclusión, de la

integración, de la hermandad sincera y sin reservas.

A eso le apunta el Tercer Isaías, a ser una verdadera comunidad de Yahveh, del Dios que

ama por encima de razas, naciones, lenguas y pecados. Desde el Tercer Isaías, el temor que

en muchas ocasiones tuvieron los israelitas frente a los extranjeros debe ser vencido.

Ahora extranjeros, forasteros, forasteras ya no son los que han venido a hurtar en el templo,

no se van a llevar los utensilios de la casa de Dios, del templo; en este momento ellos y

ellas son parte esencial del pueblo: son los sacerdotes, los servidores del pueblo desde el

templo; no debe haber temor, sino amor, confianza, respeto y convivencia en paz, ese es

parte de los retos que el Tritoisaías propone dentro de su comunidad.

3.1.2 Eunucos32

.

De las tres veces que Isaías habla sobre los eunucos, dos son del Tritoisaías y ambas están

en el capítulo 56.

31

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 576 - 588. 32

Ver en: Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta,

Madrid 1999. pp. 588 – 599.

Page 32: EL TERCER ISAÍAS

31

Estos personajes se han caracterizado por su servicio, sobre todo en servicios domésticos,

ya sea de una casa o de un palacio. Son importantes las alusiones que se hace de ellos en el

caso de José vendido a Potifar que era eunuco del Faraón (39: 1ss).

En Israel, según datos históricos, la eunucidad era una práctica extraña, foránea, exótica;

ellos no la practicaban. Esto resulta significativo en tanto el Tercer Isaías integra a los

eunucos al seno de la comunidad y sobre todo como servidores del templo, como

sacerdotes, lo cual venía a ser revolucionario. De ello se desprenden varias conclusiones.

Una que se consideraría al templo como una gran casa en la cual hay eunucos que sirven;

eso traería algunas contradicciones en tanto algunos y algunas solo esperarían ser servidos

y servidas.

Otra opción sería pensar que los eunucos estarían al frente del sacerdocio, al estilo sumos

sacerdotes, lo cual el texto no refleja. Lo más probable es que el Tritoisaías está sugiriendo

a la comunidad, que al interior del sacerdocio, los eunucos y los extranjeros tendrían la

misma importancia que la tribu de Leví, ello significaría una profunda transformación del

culto en el Israel postexílico.

Este texto se estaría anticipando al pensamiento paulino que afirma la inexistencia de

límites para quienes están en Cristo, pues en Él ya no hay ni siervo ni libre, ni hombre ni

mujer, ni blancos ni negros, ni griegos ni judíos, ni… sino que todos y todas son uno por la

fe de Jesucristo.

Lo trascendente del Tercer Isaías33

en este aspecto es la integración, la inclusión, la

universalidad que hace de la comunidad de fe, en la cual no debe haber diferencias de

ninguna clase, sino que todos y todas se aman y crecen como seres integrales plenos.

33

G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the Old Testament.Grand Rapids, Michigan

2009. pp. 295-299.

Page 33: EL TERCER ISAÍAS

32

Se aseguraría entonces que en la comunidad tritoisaiana no era extraño ver a hermanos y

hermanas egipcias, libaneses, romanas, griegas, babilónicas, persas, etíopes, negros,

blancos, indios y más, mucho más compartiendo la fe y el amor, el afecto y el cariño, el

dolor y las alegrías, los encuentros y desencuentros, todos aquellos aspectos de la

cotidianidad que hacen de los seres humanos únicos, irrepetibles en la creación: su

psiquicidad, su corporalidad, su emocionalidad, su intelectualidad y espiritualidad34

.

3.1.3 Profanación del sábado35

.

El primero de los profetas en disentir, denunciar y confrontar la temática del sábado es

Oseas; en 2: 13 el autor afirma: “Haré cesar todo su regocijo, sus fiestas, sus novilunios,

sus sábados, y todas sus solemnidades”. Parece que eliminar las actividades sabatinas se

había convertido en uno de los peores castigos que Yahveh infligiría a su pueblo; dejar al

pueblo sin la celebración sabatina era un instrumento de juicio y condenación. Como en los

sábados se revelaban algunos oráculos de Yahveh (2º Ry. 4: 23ss), la restricción para asistir

a su celebración se consideraba castigo, juicio.

También serían eliminadas las actividades holocáusticas relacionadas con el perdón de los

pecados. Así las cosas, el postexílico Tritoiasías, busca un verdadero restablecimiento,

restitución, reforma de las actividades cúlticas, rituales, religiosas que habían desaparecido,

en parte, durante los años de cautividad. Para el profeta Jeremías, la profanación de las

festividades sabatinas constituía un problema de supervivencia. En 17: 21 afirma: Así dice

Yahveh: Guardaos, por vida vuestra, de llevar carga en día de sábado y meterla por las

puertas de Jerusalén. El sábado eran más costosos los impuestos por ingreso de alimentos,

animales, leña, carbón, pieles, piedras preciosas, al interior de la ciudad.

34

Sshökel, Alonso. L. y Sicre José Luís. Profetas; Vol. I: Cristiandad, Madrid; 1980. pp. 356. Priitchard, J.B.

La Sabiduría del Antiguo Testamento (traducción de textos selectos del Anet), Barcelona 1966. pp. 297. 35

Ver los aportes de: Leclerc, Thomas L. Yahweh is Exalted in Justice: Solidarity and Conflict in Isaiah.

Minneapolis: Augsburg Fortress; Marconcini, B. (1995). pp. 221. El Libro de Isaías. Barcelona: Herder;

Motyer, J. A. (1993). pp. 309 y The Prophecy of Isaiah. Grand Rapids: Eerdmans, 1999. pp. 88.

Page 34: EL TERCER ISAÍAS

33

De modo que venir el sábado a negociar en la ciudad de Jerusalén, se había convertido en

un profundo problema social; entonces, desde el pensamiento profético se recuerda el

inicio, origen del sábado y se motiva al pueblo para que ese día sea más de conmemoración,

alabanza, alegría y solidaridad, que de trabajo físico, con lo cual quienes se beneficiaban

más eran los ricos y poderosos.

De esa forma Jeremías, asegura algo extraño: quien no trabaje en el día sábado tendrá

mejores recursos económicos sobre quienes sí laboren ese día. De manera que trabajar los

sábados era el problema de supervivencia inmediata, mientras que dejar de trabajar los

sábados sería una solución a largo plazo; el argumento parece ser: si un pueblo no cuadra,

ni ajusta sus asuntos económicos en seis días de trabajo, será imposible salir de cualquier

crisis financiera con sólo un día de labores, sobre todo en un día en el cual la competición

es mayor.

Para Ezequiel36

la situación relacionada con el sábado era múltiple, en cuanto que celebrar

el día sábado constituía más que una celebración ritual. Ezequiel en 20: 12, asevera que: Y

les di además mis sábados como señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy

Yahveh, que los santifico. El sábado era como señal de recuerdo por todo lo que Yahveh

había hecho a su favor: liberación de Egipto, alimentación en el desierto, luz en la

oscuridad, sombra en las resolanas, paz en momentos de guerra. El profeta está inconforme

porque el pueblo ha profanado el sábado, y de esa manera se ha olvidado de Yahveh.

Por eso su denuncia no es suave, sino con tonalidad fuerte y recriminante: Pero la casa de

Israel se rebeló contra mí en el desierto; no se condujeron según mis preceptos,

rechazaron mis normas por las que vive el hombre, si las pone en práctica, y no hicieron

más que profanar mis sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos en el

desierto, para exterminarlos. (Ez. 20:13).

36

Noth Martin. Estudias sobre el Antiguo Testamento. Sigueme, Salamanca 1985. pp. 293 – 308.

Page 35: EL TERCER ISAÍAS

34

Sin embargo, el mismo Ezequiel acepta que Yahveh no es sólo juicio, sino que en su

infinita misericordia recuerda su alianza, su pacto y por cuanto tuve consideración a mi

nombre, y procedí de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones, a la vista de

las cuales los había sacado. (Ez. 20: 14). Aquí el profeta sugiere que profanar el sábado va

más allá de fronteras cúlticas y trasciende las fronteras territoriales. Como el sábado era

también una parte de solución al problema social del trabajador maltratado, de los animales

víctimas del trabajo excesivo (Ex. 23: 12), las naciones vecinas que se habían fijado la meta

de acoger la propuesta de dar un descanso semanal a sus trabajadores, ahora lo estaban

considerando como peligroso: esa era la peor de las profanaciones37

.

En esta dirección estaba también el pensamiento de la comunidad tritoisaíana. El Tercer

Isaías propone una dimensión amplia de la profanación de las actividades sabatinas que van

más allá de los pensamientos que se habían sugerido desde Amós. Para el Tritoisaías dicha

profanación tiene una connotación interna, del corazón, del alma, de lo más profundo de la

vida del ser humano (56:2 - 7; 58:13; 66:23).

De manera que cualquier profanación del sábado es una profanación que ya está en el

corazón y la mente del blasfemo, del sacrílego, el Tercer Isaías busca que dentro de su

comunidad haya corazones y vidas diferentes, santas, rectas para consigo mismas, como

para con Yahveh y con sus prójimos. En 56: 2 se afirma: Dichoso el mortal que tal haga, el

hombre (y la mujer) que persevere en ello, guardándose de profanar el sábado, guardando

su mano de hacer nada malo.

La frase que llama la atención: guardando su mano de hacer nada malo, esto significa que

hay una intencionalidad mental, interna, del corazón; es que la mano no se mueve por sí

misma, sino que es movilizada por la fuerza de la mente y el corazón; esa fue la

preocupación del Génesis, cuando después que el hombre pecó, el ángel de Yahveh, separó

el árbol para que no tomara de su fruto y viviera eternamente en pecado (Gn 3: 22).

37

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 341 – 345.

Page 36: EL TERCER ISAÍAS

35

La mano, (yad), es utilizada por el Tritoisaías en catorce oportunidades; en unas ocho veces

se refieren a la mano de Dios (59:1; 60:21; 62: 3, 8; 64: 8; 65: 2; 66: 2, 14) en las que se

destaca la dependencia del pueblo ante la mano de Yahveh; dependencia porque los verbos

empleados están en la forma activa, es Dios el que hace las cosas, por ejemplo, en 60: 21 se

enuncia: …retoño de mis plantaciones, obra de mis manos; el pueblo del Señor es el

resultado de las acciones del propio Yahveh38

.

En 62:3 la afirmación es evidente, el pueblo está en manos del Señor y depende de Él:

Serás corona de adorno en la mano de Yahveh, y tiara real en la palma de tu Dios. En 64:

7 el pueblo lo reconoce: Pues bien, Yahveh, tú eres nuestro Padre. Nosotros la arcilla, y tú

nuestro alfarero, la hechura de tus manos todos nosotros‖.

Incluso, Yahveh alza sus manos sobre el pueblo rebelde para perdonarlo, reconciliarlo,

atraerlo hacia Sí; Dios lo asegura en 65:2: Alargué mis manos todo el día hacia un pueblo

rebelde que sigue un camino equivocado en pos de sus pensamientos; de manera que no es

extraño que el Tercer Isaías casi al final del texto declare: …la mano de Yahveh se dará a

conocer a sus siervos…; en este sentido se plantea desde la comunidad tritoisaina, el

ejemplo del propio Dios, que utiliza sus manos, para proteger, bendecir, cuidar, servir,

defender a sus hijos e hijas; de esa manera debería actuar su pueblo.

Los textos restantes en que aparece el término mano, aluden al empleo que de ella hacen los

seres humanos; en unos se derrama sangre (59:3); otros muestran diversas acciones de

iniquidad (59:6); también se presenta el que edifica, planta y hace muchas obras de

solidaridad en beneficio de su comunidad (65:22) …mis escogidos disfrutarán la obra de

sus Manos.

38

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 346 – 350.

Page 37: EL TERCER ISAÍAS

36

Es inferible, entonces, que en esta comunidad todavía se presentaban comportamientos que

eran dignos de restructuración, arrepentimiento, confesión y abandono, en cuanto pecados

contra Dios y los hermanos y hermanas, por ellos la sugerencia del Tritoisaías a la

necesidad de guardar las manos de hacer lo malo, el reto de mirar hacia las obras de

Yahveh y verlas como alternativa de ejemplo comunitario de perdón, solidaridad y

reconciliación que sirvieran de guía a los diferentes grupos que había en la Palestina del

momento.

Así que la frase: “guardando su mano de hacer nada malo‖, que incorpora el Tritoisaías en

relación con la observancia del Sábado, no es una simple afirmación coloquial, de moda, de

sustento al resto de afirmaciones; es una declaración bien pensada y seleccionada para el

momento, esa afirmación, guardando su mano de hacer nada malo, está llena de profundas

connotaciones, significados, reflexiones.

Guardar la mano de hacer el mal es guardar el corazón, la mente, las emociones, el espíritu;

es decidir servir al prójimo como Yahveh mismo lo hace. Guardar su mano de hacer el

mal consiste en utilizar todas las capacidades síquicas, emotivas, cognitivas, lingüísticas,

comunicativas, espirituales para que el mal esté lejos, para alejarlo de los pensamientos y

del corazón, sin importar lo que suceda; no puede haber cansancio para realizar las obras de

amor y tolerancia (57:10), ello podría indicar que para realizar el bien siempre se deben

tener la manos listas, dispuestas, preparadas, limpias.

3.1.4 Idolatría y cultos de pecado39

. (57: 5ss)

Uno de los más fuertes llamamientos al arrepentimiento, la confesión, el abandono del

pecado por parte del profetismo en Israel es, indudablemente, la idolatría y los cultos de

pecado.

39

Ver por ejemplo a: J. M. Abrego, Los libros proféticos, Verbo Divino, Navarra 1993. pp. 47 – 50; A. Gelin,

A. Monloubou, L, Chary, H. Cazelles (Ed.), Introducción crítica al Antiguo Testamento, Los libros proféticos

posteriores, Herder, Barcelona 1983. pp. 431 – 450.

Page 38: EL TERCER ISAÍAS

37

El Tercer Isaías, así como Isaías I y II tienen un profundo compromiso en esta dirección: el

pueblo de Dios no debe ni puede adorar otro dios diferente a Yahveh, ni practicar otro tipo

de culto que el establecido por el mismo Elohím, lo opuesto a esto constituye pecado del

cual se merece arrepentimiento sincero y de verdad.

La idolatría40

, más que un asunto de términos, conceptos, palabras constituye

comportamientos decisivos en la vida, la cultura y tradición de los pueblos. En la religión

israelí esto no es extraño ni cosa de otros mundos. La historia de la religión del pueblo de

Israel puede narrarse, en su mayor parte, en función de la tensión provocada por el conflicto

entre un concepto espiritual de Dios y el culto, la marca distintiva de la fe genuina de Israel,

y diversas presiones, tales como la idolatría, que trataban de rebajar y materializar la

conciencia y las prácticas religiosas tribales primero y nacionales después.

En el AT falta un ascenso desde la idolatría a la adoración pura de Dios, sino más bien un

pueblo con un culto puro y una teología espiritual, luchando continuamente, por medio de

líderes espirituales levantados por Dios, contra las seducciones religiosas que, a pesar de

todo, a menudo atraían a la masa del pueblo. La idolatría es una degradación de la norma, y

no una etapa primitiva superada gradualmente y con dificultad. Si se considera la totalidad

de los elementos probatorios que ofrece la religión de los patriarcas, se encuentra con una

religión de altar y de oración, no de ídolos.

Ciertos acontecimientos, podrían aparecer como idolatría patriarcal. Por ejemplo, Raquel

robó los ídolos familiares de su padre (Gn. 31:19); lo que podría probar es que la esposa de

Jacob junto con su familia no había podido liberarse completamente de su ambiente

religioso mesopotámico (Jos. 24:15). Si estos objetos, estos terafines tenían significación

legal además de religiosa, el que los poseía tenía el derecho de sucesión sobre la propiedad

familiar, lo que explica la ansiedad de Labán por recuperarlos, a pesar de no destacarse

como hombre religioso y el cuidado con que excluye a Jacob de la Mesopotamia por medio

de un tratado en términos muy bien pensados, cuando no puede encontrarlos (Gn. 31: 45ss).

40

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 451 – 360.

Page 39: EL TERCER ISAÍAS

38

Se sostiene que las piedras de Jacob (Gn. 28:18; 31:13, 45; 35: 14, 20) son las mismas

piedras idolátricas con las que estaba familiarizado Canaán. Para algunos exégetas41

, la

piedra de Bet-el está relacionada con procesos idolátricos de Jacob (Gn. 31:13), sin

embargo, es más fácil interpretar que pertenece a la categoría de los monumentos

conmemorativos (Gn. 35: 20; 24:27; 1º Sm. 7:12; 2º Sm. 18:18).

Además, la cita de Gn. 35: 4, a menudo empleada como indicación de la idolatría patriarcal,

en realidad se refiere a la reconocida incompatibilidad entre los ídolos y el Dios de Bet-el,

en tanto que Jacob debe desprenderse de los objetos inaceptables, antes de presentarse

delante de Yahveh. El hecho de que Jacob los haya escondido no debe entenderse como

que tuvo miedo de destruirlos debido a razones de reverencia supersticiosa42

.

El relato del becerro de oro en Ex. 32, revela hasta dónde llegaba el contraste entre la

religión emanada del monte Sinaí y la forma de religión aceptable para el corazón de los

infieles. Se puede observar que estas religiones son incompatibles. La religión del Sinaí es

decididamente enemiga de los ídolos.

Moisés advirtió al pueblo (Dt. 4:12) que la revelación de Dios que se les otorgó allí no tenía

“figuras”, a fin de que no se corrompiera con ninguna clase de representaciones. Esta es la

posición mosaica esencial, como se puede ver en el Decálogo (Ex. 20:4; Ex. 34:17). Se

debe notar que la prohibición hecha por Dt. 4:12 pertenece a la esfera de la religión, y no a

la de la teología.

Es correcto hablar de una figura del Señor, y Dt. 4: 12 y Nm. 12:8 tienen el término figura

en común. Pero haberla llevado a la práctica religiosa habría significado para Israel

corromper la verdad y la vida. Este es un notable testimonio del carácter no icónico del

culto de Israel.

41

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 361 – 365. 42

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad, Madrid 1980. pp. 390 – 395.

Page 40: EL TERCER ISAÍAS

39

El segundo mandamiento era único en el mundo en aquellos días, y el hecho de que la

arqueología no haya podido encontrar una representación de Yahveh, en épocas en las que

los ídolos abundaban en todas las demás religiones, indica el lugar fundamental que dicho

mandamiento ocupó en la religión de Israel desde los días de Moisés.

El registro histórico de Jueces, Samuel, y Reyes narra la misma historia del abandono por la

nación de las formas espirituales propias de su religión. El libro de los Jueces, por lo menos

a partir del cap. 17, se propone deliberadamente poner de manifiesto una época de rebeldía

y desorden generales (17:6; 18:1; 19:1; 21:25). No se debería pretender ver en los

acontecimientos del cap. 19 la norma de la moralidad israelita. Se trata, sencillamente, de la

historia de una sociedad degradada; del mismo modo no nos asisten razones para ver en la

historia de Micaía (Jue. 17–18) una etapa fiel pero primitiva de la religión de Israel.

El mismo comentario por parte del autor de Jueces hace ver, a su vez, la corrupción

religiosa (17:1–13), la inquietud social y el desorden (18:1–31), como también la

declinación moral (19:1ss) de la época. Las principales formas de idolatría en las que cayó

Israel fueron el uso de imágenes grabadas y fundidas, las columnas, el culto a Asera, y los

Terafines. La imagen de fundición, se hacía colando metal en un molde y dándole la

forma con una herramienta (Ex. 32:4, 24).

Hay alguna duda sobre si esta figura y los becerros que posteriormente fabricó Jeroboam

estaban destinados a representar a Yahveh, o si estaban concebidos como pedestales sobre

los cuales se lo entronizaba. La analogía de los querubines (2º Sm. 6:2) podría sugerir esto

último, opinión que también recibe el apoyo de la arqueología43

.

Sin embargo, los querubines no eran visibles y decididamente eran de otro mundo en lo

que se refiere a su aspecto. No podían indicar ninguna asociación inaceptable entre el Dios

soberano y paralelos terrenales.

43

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 370 – 375; Mc Intosh J., The

Archeologist Handbook, London, 1986. pp. 290 – 310.

Page 41: EL TERCER ISAÍAS

40

Los toros, por el contrario, no estaban ocultos, por lo menos en cuanto a lo que sugiere la

narración, y no podían dejar de relacionar a Yahveh con la religión y la teología de la

fertilidad. Tanto los pilares como las imágenes de Asera estaban prohibidos en Israel (Dt.

12:3; 16:21–22). En los santuarios de Baal las imágenes de este dios (2 R. 10.27) y el poste

de Asera estaban al lado del altar.

Se consideraba al pilar como una representación estilizada de la presencia del dios en el

santuario. Era objeto de gran veneración; a veces tenía partes ahuecadas para recibir la

sangre de los sacrificios, y a veces, como puede verse por su superficie pulida, sus devotos

lo besaban. La imagen de Asera44

era de madera, según se demuestra por su forma usual de

destrucción, que era por fuego (Dt. 12:3; 2 Ry. 23:6), y probablemente su origen fue una

planta perenne sagrada, símbolo de la vida. Su relación con los ritos cananeos de la

fertilidad bastaban para hacerlos abominables ante Yahveh.

Todo esto no era desconocido por el Tercer Isaías, por el contrario; parece que en su

contexto postexílico el asunto idolátrico se incrementó por la influencia del mundo

babilónico y prehelénico (60: 6). La práctica de sacrificios fuera de los lineamientos

establecidos por la comunidad era uno de los retos más importantes par el Tritoisaías; ello

indica participación en cultos de pecado, en tanto que, como pueblo se habían olvidado del

verdadero liberador, lo que los condujo como comunidad, a unas expresiones idolátricas

raras, que ameritaban profundas críticas por parte del Tercer Isaías (57: 4ss). La ironía con

que se exponen los pensamientos de este pasaje indica el arraigo del problema que

enfrentaba el pueblo y el desafío para abandonar de una vez por todas las prácticas

idolátricas y los cultos de pecado.

44

Blázquez, J.M.y otros, Historia de las religiones antiguas, Cátedra, Madrid 1993. pp.11-24. Briend, J.,

Israel y Judá en los textos del Próximo Oriente Antiguo, Estella 1982. pp. 6 – 16; Albertz, R., Historia de la

religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid 1999. pp. 661 – 667;

Asurmendi, J. y F. García Martínez, Historia e instituciones del pueblo bíblico, La Biblia en su entorno,

Estella 1992. pp. 325 – 330; Baron, S.W., Historia social y religiosa del pueblo judío, 8 vols., Paidón 1968.

pp. 250 – 255.

Page 42: EL TERCER ISAÍAS

41

Las humillaciones, las ofrendas, los sacrificios45

y otras expresiones rituales con las que se

presentaban en los cultos de pecado, eran de mayor calidad que cuando lo hacían delante de

Yahveh, Elohím; eso es recriminado, reprendido y censurado por Tritoisaías de forma tal

que la comunidad se siente comprometida al abandono de tales prácticas y el regreso, la

confesión y la expresión de la fe verdadera (57: 1-14); precisamente en 57: 14 se argumenta

la importancia de reparar los caminos; esa simbología, la del camino, es desarrollada en el

Tercer Isaías en diversos momentos.

En 56: 11, se ve la individualidad que cada persona asume frente a su camino, sin importar

hacia dónde va ni el camino de otros y otras; en 59: 7 y 8 se verifica cómo han olvidado el

camino de Yahveh, por el propio46

. En 62: 10 el reto es profundamente comunitario. Todos

y todas requieren una apertura de caminos, caminos por los cuales puedan andar sin

ninguna clase de tropiezo.

Es que se deben abrir caminos de santidad para todo y por todo el pueblo; debe haber

iniciativas de nuevos caminos, nuevos horizontes, nuevas esperanzas; por ello el texto

asegura: ¡Pasad, pasad por las puertas! ¡Abrid camino al pueblo! ¡Reparad, reparad el

camino, y limpiadlo de piedras! ¡Izad pendón hacia los pueblos!

La frase final resulta importante: ¡Izad pendón hacia los pueblos!, esto es, expandir las

posibilidades del Shalom a las naciones, no se trata de abandonar la idolatría a nivel

interno, sino que se requiere de una apertura muy amplia, más allá de las fronteras, donde

los cultos de pecado también sean cuestionados y abandonados de forma definitiva.

En 63: 8 y 9 se exponen razones fundamentales para eliminar todo tipo de culto de pecado,

en cuanto que es el propio Yahveh, Elohím quien está a favor del pueblo; el texto afirma:

45

Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid

1999. pp. 668 – 672; Brown-Fitzmyer. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Verbo Divino, 2004. pp.

431- 440. 46

Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid

1999. pp. 672 – 675.

Page 43: EL TERCER ISAÍAS

42

Dijo él: De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán. Y fue él su Salvador en

todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los liberó. Por

su amor y su compasión él los rescató: los levantó y los llevó todos los días desde siempre.

El Señor es el mismo liberador, por ello es imprescindible abandonar los cultos de pecado y

toda idolatría, para así entrar en el Shalom del Elohim amoroso y perdonador. La figura del

rescate es significativa en este texto, en la medida en que cuando el pueblo ya era un

esclavo irredimible, Yahveh mismo actúa a su favor y lo compra al dueño por el precio que

le pida, sin ninguna clase de reservas ni de regateo por la compra: Elohím entregó todo lo

exigido por el anterior dueño de su pueblo y lo compró, lo liberó para sí.

3.1.5 Abusar en las prácticas del ayuno47

.

Éste constituye otro de los temas relacionados y comparativos entre el Tercer Isaías y el

resto del Primer Testamento. Este ha sido un asunto que en la vida espiritual de Israel se

había tornado en práctica casi permanente por cuanto la consideraban esencial como señal

de arrepentimiento, humillación, dolor y confesión de pecado delante de Elohím.

Sin embargo, era evidente que en muchas ocasiones el ayuno se utilizaba como medio que

justificaba acciones de perversión, prevaricato, hurto y toda suerte de pecado. Parece que el

Tercer Isaías ha sido testigo de los hechos actuales y conocedor de la historia del pueblo en

relación con este tema, y fija su atención en la crisis que el ayuno tiene en su

internalización por parte de la comunidad y sus repercusiones sociopolíticas y económicas,

que, de paso, afectan todas las relaciones sociales y comunitarias.

En este sentido, Tritoisaías se plantea el problema del ayuno como una de las más

profundas necesidades para resolver, en tanto que esta constituía una de las prácticas que

requería ser transformada desde los mismos fundamentos.

47

Alonso Schökel, L., Los profeta, Cristiandad 1980. 355. Artola, A.M., De la revelación a la inspiración,

Bilbao 1983.

Page 44: EL TERCER ISAÍAS

43

La frase de 58: 3, ¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no

lo sabes? - Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a

todos vuestros trabajadores, estaría sugiriendo un conocimiento de dos experiencias

vividas en tiempos de jueces y reyes, en la medida en que se estarían recordando esos

eventos a manera de ejemplo, reflexión y redefinición del ayuno en su más importante

esencia.

El primero, es el caso de 1º de Ry 21, en el cual se narra la historia de Nabot, que es

despojado de su viña por parte del rey Ajab y su esposa Jezabel; ante el deseo, derecho y

respeto familiar de Nabot para negarse a vender su viña, su propiedad al rey Ajab, la

esposa de éste se inventa un ayuno con el cual manipula a los líderes, elabora una trama

completa y con ella despoja de su viña, de su propiedad a Nabot y se la entrega al rey Ajab.

El segundo, tiene que ver con lo citado en Jeremías 36, que narra la forma como otro rey,

Yoyaquim, rompe el rollo que contiene un mensaje de arrepentimiento, confesión de

pecados y corrección del comportamiento, el cual había sido leído por Baruc el día de

ayuno, pero que fue rechazado por el propio rey48

. El paralelo podría ser considerado aquí,

en cuanto que los personajes tienen elementos comunes: ambos reyes; en los dos se

presente la muerte; juntos tienen como escenario el ayuno.

En esta dirección, Tritoisaías desafía a la comunidad en la toma de acciones que tiendan a

la transformación y perfección de las prácticas del ayuno, más allá del rito, de la

ceremonialidad, de la legalidad, del cumplimiento por el cumplimiento; de modo que el

ayuno que incluya verdadero arrepentimiento, confesión de pecados, restablecimiento de

las relaciones con Dios y con el prójimo, en consonancia con la tradición Yahvista de (Jue.

20:26; 1º Sm. 7:6; 31:13; 2º Sm. 1:12) constituye el ayuno proclamado por el Tritoisaías en

este capítulo.

48

Zimmermann, H., Los métodos histórico-críticos, Estella, Madrid 1969. pp. 150 - 155 y Trebolle Barrera,

J. y José M. Sánchez Caro, El texto de la Biblia, La Biblia en su entorno, Estella 1992. pp. 130 – 141.

Page 45: EL TERCER ISAÍAS

44

La nueva forma de ayunar abarca elementos religiosos, políticos, económicos y sociales, en

tanto que se lo considera más que la simple abstención alimentaria, para concurrir en todo

un proceso humano-divino, en el que los seres humanos en su relación con Yahveh

constituyen una sola vida de afecto, amor, fraternidad / sororidad, a partir de los cuales

construir proyectos de vida comunitarios con los cuales todas y todos los integrantes de la

comunidad sean los primeros beneficiarios. (58:1ss; 61: 8).

Lo que muestra el núcleo del capítulo 58 es la prioridad que el Tercer Isaías quiere que

desde las prácticas importantes, como el ayuno, puedan ser el pretexto perfecto para que los

pobres (vs. 7; 10) reciban el amor que la comunidad ha acumulado durante tantos años de

esclavitud, sufrimiento, dolor, engaño y malos tratos por parte de gobiernos y personas

naturales, tanto internas como externas. Si esto se puede alcanzar en las relaciones

comunitarias del Tritoisaías, habrá una reedificación del medio, del entorno, del contexto,

de la ciudad, de la misma calidad de vida en toda la sociedad (vs. 10 ss).

3.1.6 La transformación de Sión49

.

Otro de los temas trascendentales en el Tercer Isaías, es el que se relaciona con la

Transformación de Sion, en la medida en que plantea como proceso; en 59: 19ss se propone

como el símbolo geopolítico de redención, salvación, liberación, rescate. Es que en el Isaías

I (1:8), se ha dejado en claro la destrucción de Sión sin ninguna clase de salida ni de

esperanza: la destrucción será plena. No tienen escapatoria del juicio de Yahveh, ni las

mujeres, ni los niños, ni los ancianos e incluso ni la misma naturaleza (3: 16ss). Lo que en

el Isaías I se plantea, de otro lado, es que los juicios de Dios sobre Sión tienen como

finalidad la limpieza, la purificación, la redención de los pecados de sus habitantes (4: 4ss).

49

Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid

1999. pp. 677 – 680; Barton, J., La interpretación bíblica hoy, Santander 1998. pp. 25-37; Brisebois, M.,

Métodos para leer mejor la Biblia, Madrid 1987. pp. 78-110; Díaz Carrillo, C.M., Leer el texto, vivir la

Palabra. Iniciación a la lectura estructural de la Biblia, Estella 1988. pp. 180-220.

Page 46: EL TERCER ISAÍAS

45

El monte de Sión50

se entiende como la morada del Señor, lo que exige de su pueblo una

clase de comportamiento que esté de acuerdo con esa presencia del Todopoderoso (8:18;

10:12ss). El pueblo sentía profundos temores en relación con los castigos que sobre Sión

vendría por parte de diversos gobiernos extranjeros (10:24, 32). Por esa razón, enviaban

regalos, ofrendas, sacrificios y pagaban los impuestos a fin de minimizar los castigos que

consideraban podrían servir de paliativos de esos castigos (16: 1ss).

El castigo sobre Sión será por parte de los gobiernos a los que el pueblo les teme (29:8ss);

de otro lado, el pueblo ha esquematizado su esperanza en Sión (2:3); allí se espera una

nueva realidad: no habrá más llanto (30:19; 35:10). En el Isaías II se aclara la situación de

Sión. En 40:9, 46: 3, por ejemplo, se propone que hay momentos para proclamar la

salvación de Sión, a pesar de la desesperanza de algunos en Sión (49:14); la consolación de

Sión no se retrasa, en tanto que Yahveh la ama con todo su corazón (51: 3, 11ss).

Esta tensión entre esperanza desesperanza en el seno de Sión está presente en la obra de

Isaías I y II. Sin embargo, para el Tritoisaías, sí hay esperanza, sí hay un futuro bendecido,

una expectativa diferente. El asunto es tan importante para Tritoisaías que inicia con un

argumento fundamental: de la misma Sión viene el Redentor, el Libertador, el Salvador;

eso lo afirma con vehemencia en 59:20. Ello debido a que al interior de Sión está el mismo

Señor (60:14), lo que implica la presencia constante, permanente e inviolable de Yahveh en

Sión, sin la cual los seres humanos serán humillados, afligidos, encorvados, explotados,

marginados.

Ahora Sión puede dar a luz a sus hijos e hijas, no habrá más abortos, ni hijos tarados por las

situaciones políticas y sociales del contexto (66:8). Ya cesó todo dolor, toda tristeza, toda

angustia, toda desesperanza; ahora el nuevo camino de Sión está enmarcado por el mismo

Yahveh (61:3ss). El propio Dios es el atalaya, no habrá uno humano (62: 1).

50

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 1156 – 1157.

Page 47: EL TERCER ISAÍAS

46

3.1.7 Esperanza51

.

La esperanza es una de las grandes concordancias entre el Tercer Isaías con el resto del

Primer Testamento. Jeremías tiene claro que desde la justicia de Yahveh todas las naciones

alcanzarán Sus bendiciones, en la medida en que en sus contextos, relaciones y producción

haya justicia (Jr. 4: 2; 5:1; 7: 5). Para este profeta la esperanza se relaciona con la práctica

de justicia en todos los escenarios humanos, en tanto que se han aproximado, acercado,

reconciliado con Dios y ente el pueblo (Jr. 50:7; 51: 10). De manera que Jeremías entiende

que la esperanza está en la relación Yahveh – comunidad – prácticas de justicia.

Para Ezequiel la esperanza consiste en la restauración plena del pueblo; ello es evidente en

el símbolo del valle de los huesos secos, en el que el pueblo es revivido por la misma

presencia de Dios, Elohim, quien influye con su Espíritu sobre los huesos secos, les coloca

carne y al final espíritu para revivirlos52

(Ez. 37: 10ss). Oseas se plantea el tema de la

esperanza en forma poética, puesto que considera que las canciones son más que reflejos de

las acciones de Dios en medio del pueblo, que ahora puede cantar de alegría porque Yahveh

ha cambiado la tristeza en alegría y gozo; todo el pueblo, toda la comunidad que se ha

sometido a la voluntad del Señor canta de felicidad porque el Señor, Elohím ha bendecido a

su pueblo con acciones de liberación y amor (Os. 2: 10ss).

Por su parte Joel reconoce que la esperanza del pueblo está en los juicios de Dios con

aquellos que han expoliado, maltratado y empobrecido; Yahveh va a castigar a quienes

practicaron toda clase de injusticia contra Su pueblo, Sus hijos e hijas, allí está la esperanza

con la cual Joel anima a su comunidad: no se desanimen por las acciones de que han sido

víctimas, Elohím va a castigar con juicio a esos gobiernos que los han victimizado (Jl. 3:

10ss).

51

Ver las reflexiones de: Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2

vols., Trotta, Madrid 1999. pp. 677 – 680; Barton, J., La interpretación bíblica hoy, Santander 1998. pp. 38-

43; Brisebois, M., Métodos para leer mejor la Biblia, Madrid 1987. pp. 111-120. Díaz Carrillo, C.M., Leer el

texto, vivir la Palabra. Iniciación a la lectura estructural de la Biblia, Estella 1988. pp. 221-229. 52

Vielhauver, Philipp. Historia de la literatura cristiana primitiva. Verbo Divino, Navarra 2004. pp. 195-200.

Page 48: EL TERCER ISAÍAS

47

Para el Tritoisaías estos aspectos relacionados con la esperanza le son familiares y por ello

los va a referir y profundizar. Las primeras frases del escrito tienden a confrontar a toda la

comunidad: Así dice Yahveh: Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi salvación

está para llegar y mi justicia para manifestarse. La salvación del Señor está cercana, está

próxima, está tan visible, que se la compara con algunas de las vigilias nocturnas; el

argumento es: así como el pastor guarda las vigilias en las noches, máximo doce horas, y

espera el amanecer, el pueblo debe vigilar con equidad y justicia porque la salvación está

para revelarse en el amanecer (56:1).

En otro texto (58: 8), las afirmaciones están relacionadas53

con la publicación que el mismo

Yahveh dará a conocer las acciones que la comunidad tritoisaiana realice en sus diversas

relaciones; de manera que cuando las relaciones comunitarias se basan en prácticas justas:

sin la explotación del trabajador, sin humillar a viudas y niños, sin la opresión de los

obreros; en términos positivos: dando el salario justo que corresponde a los trabajadores,

respetar los derechos de viudas y niños, eliminar las sobrecargas laborales de los obreros.

Tritoisaías no es ajeno a las realidades políticas de su tiempo54

.

De manera que es necesario en su comunidad desarrollar las sabidurías de limpieza de

manos, pureza de labios, acciones de violación del derecho. En medio de todo ese gran

debacle pecaminoso social, político, cultural, religioso hay un nuevo camino, una nueva

salida a tanta crisis: esperar en Yahveh, en Elohím, quien no acortará su mano para salvar,

ni su oído para escuchar (59: 1ss). No se preocupen, el Señor es el que tiene el control de

todas las acciones históricas; ustedes que han decidido seguirle, deben ser ejemplo de

aquellos que creen, de manera equivocada, que con injusticias pueden alcanzar un mejor

futuro.

53

Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid

1999. pp. 677 – 680; Barton, J., La interpretación bíblica hoy, Santander 1998. pp. 25-37; Brisebois, M.,

Métodos para leer mejor la Biblia, Madrid 1987. pp. 78-110. Díaz Carrillo, C.M., Leer el texto, vivir la

Palabra. Iniciación a la lectura estructural de la Biblia, Estella 1988. pp. 180-220. Eco, U., Interpretación y

sobreinterpretación, Madrid 1997. pp. 132-145. 54

Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento, 2 vols., Trotta, Madrid

1999. pp. 720 – 727.

Page 49: EL TERCER ISAÍAS

48

El desafío consiste en seguir el ejemplo del mismo Yahveh. Los símbolos de la

transformación de los metales que se muestran en 60: 17, vienen a representar la esperanza

que como comunidad se debe tener en Yahveh.

Se trata entonces de una esperanza desde las acciones de perdón, amor, reconciliación, paz

como conductas, comportamientos, actitudes naturales de una comunidad de fe en el Dios

que está presente a pesar de los antivalores, valores antireino que pudieran ser evidentes en

el contexto externo de la comunidad. Por ello el autor asegura que el gobierno será la

justicia y los gobernantes la paz.

En vez de bronce traeré oro, en vez de hierro traeré plata, en vez de madera, bronce, y en

vez de piedras, hierro. Te pondré como gobernantes la Paz, y por gobierno la Justicia. De

manera que la esperanza es verdadera cuando se hace desde acciones de justicia del propio

pueblo en la perspectiva de Yahveh, en la mirada del Señor, en la óptica del Creador.

Así las cosas, el Tritoisaías, que ha venido desde la marginación recibida por los grupos

que habitaban Palestina cuando él llega con los deportados salidos de Babilonia, ha

entendido que Shalom y tzedakah serían el gobierno y el gobernante, que el desafío está

planteado: buscar la paz y la justicia en medio de las diversas tensiones ocasionadas por las

angustias, necesidades y conflictos personales y comunitarios de supervivencia, el mensaje

a la comunidad es precisamente el de trabajar por una gobernanza del Shalom: paz integral;

gobernanza de la tzedakah: justicia plena55

.

Serían muchas las otras concordancias entre el Tercer Isaías con el resto del Primer

Testamento, pero aquí se han seleccionado aquellos aspectos coincidentes con la temática

del trabajo.

55

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 348 - 350.

Page 50: EL TERCER ISAÍAS

49

3.2 Culto y justicia: una introducción56

.

3.2.1 Liturgia y culto en el A.T.

Para designar el culto, el AT utiliza frecuentemente las palabras „abad (servir) y „abada

(servicio). La liturgia es el servicio por excelencia. Pero incluso cuando “servicio” se

convierte en término técnico para indicar el acto de culto, nunca pierde su referencia

esencial a la existencia: el servicio no es un culto independiente, separado de la vida, sino

que abarca siempre la obediencia y la fidelidad.

Como se lee en Jos 24, la respuesta global del hombre a la iniciativa de Dios se expresa con

el verbo “servir”, palabra que, como está claro en el contexto, subraya la adhesión total del

hombre al Señor: es inseparablemente culto y vida, adoración y fidelidad.

3.2.2 Lo sagrado y lo profano.

Los seres humanos religiosos, para entrar en contacto con lo divino, seleccionan en la vida,

es decir, en el mundo profano, algunos gestos, personas, espacios y tiempos, los llena de

valor simbólico y los considera como medios privilegiados del encuentro con lo divino.

En efecto, lo sagrado es una estructura esencial de la religiosidad, ya que la experiencia

humana del encuentro con Dios es necesariamente mediata, es decir, está obligada a pasar a

través de algo que no es Dios, y ese algo se convierte, por eso mismo, en evocador de lo

divino, es decir, se hace sagrado, distinto, separado del uso profano, objeto de respeto,

veneración y temor.

56

Para este apartado, han sido consultados diversos autores, aquí sólo se mencionan los siguientes. Rainer,

Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 684-

690; Vaux, R. de, Las instituciones del Antiguo Testamento, Cristiandad, Barcelona 1964. pp. 325 – 330;

Vidal, C., Textos para la historia del pueblo judío, Cristiandad, Madrid 1995. pp. 280 – 290.

Page 51: EL TERCER ISAÍAS

50

En este sentido es ejemplar la narración del sueño de Jacob en Betel (Gén 28:10-19), el

episodio quiere significar ciertamente que el Dios de Israel no es prisionero de un lugar

sagrado específico y puede encontrar al hombre en cualquier parte. Pero el mismo relato

explica también cómo es que un lugar se hace sagrado. La sociedad considera sagrado el

lugar donde se realizó su experiencia de lo divino: Despertó Jacob de su sueño y dijo: ¡Así

pues, está Yahveh en este lugar y yo no lo sabía! (vs. 16).

Lo sagrado puede incurrir en un peligro muy grave: el de separar el culto de la vida,

introduciendo en la relación con Dios y con el mundo una especie de dualismo: el espacio

de lo sagrado para Dios, el espacio de lo profano para el hombre. Sin embargo, a pesar de

este riesgo evidente, lo sagrado es tan necesario para el hombre como el aire que respira57

.

Sin espacios sagrados, sin tiempos festivos y sin gestos simbólicos, le faltarían al hombre

las señales de que Dios está en la vida, de que esta vida va más allá de sus fracasos y de que

hay un nuevo mundo en gestación.

Lo sagrado deja vislumbrar un nuevo horizonte de valores y de significados, sin los cuales

sería imposible vivir y esperar (Croatto, 2002). Lo sagrado, rectamente entendido, no

establece algo diverso de lo profano, sino que fundamenta precisamente el sentido de lo

profano y revela el fundamento de la vida. Precisamente en esta relación tan esencial y

delicada entre lo sagrado y la vida es donde se emplea a fondo el discurso del Tritoisaías,

mostrando toda su originalidad.

La tradición tritoisaíana concede amplio espacio a lo sagrado; para convencerse de ello se

basa en los bloques de legislación levítica recogidos en Éx 25-31; Lev 1-7. Pero de forma

paralela a esta aceptación cordial y constante de lo sagrado, encontramos un esfuerzo

igualmente constante por superar la tentación de concebirlo como una zona separada,

sustraída a lo profano.

57

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 691-708.

Page 52: EL TERCER ISAÍAS

51

El dinamismo de fondo que llevó a Israel a descubrir y defender el estrecho vínculo entre el

culto y la vida es la fe en Yahveh como Dios de la historia. El señorío de Dios abarca a toda

la sociedad, su vida, sus relaciones, sus expectativas, sueños e ilusiones. Por eso no puede

concebirse lo sagrado como lugar separado y exclusivo de lo divino, ni existe lo profano

como lugar del que Dios está ausente y por el que se muestre desinteresado58

.

El templo, el sábado y el culto permanecen orientados a la vida: son señales que recuerdan

el sentido que encierran la vida y la historia. El culto bíblico se desarrolla en el marco de la

alianza. Aquí radica su novedad esencial; no en las formas ni en los ritos como tales, que

con frecuencia están tomados de los pueblos vecinos.

La alianza es simultáneamente alianza del pueblo con Dios y de las tribus entre sí: tiene una

dimensión religiosa y una dimensión política. Por eso también el culto, junto al aspecto

fundamental de la adoración, desarrolla una función de conversión y de misión. Un

elemento que siempre está presente en el culto es la escucha de la palabra de Dios; palabra

que esencialmente compromete a la vida.

Mientras que en el culto externo al pueblo de Yahveh eran los ciclos de la naturaleza lo que

se representaba, en la liturgia bíblica son los sucesos históricos los gestos de Dios los que

se evocan y actualizan: la liturgia impone una dirección hacia la historia del hombre59

.

Es interesante una confrontación entre el profetismo bíblico y el profetismo, por ejemplo,

de Mari60

. En el profetismo de Mari las órdenes que los profetas presentan en virtud de la

revelación se refieren siempre, o casi siempre, al sector cultual.

58

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 709 – 715. 59

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 716 – 720; Liverani, M., El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Cristiandad, Madrid

1995.pp. 323 – 330. 60 L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 100-110; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 131 - 140; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 150-155.

Page 53: EL TERCER ISAÍAS

52

Los profetas del A.T., por el contrario, proclaman y exigen en primer lugar la soberanía

divina sobre toda la vida y la práctica del derecho y de la justicia (Am 5: 21ss; Is 1:10ss; Jer

7: 1 ss).

3.2.1.1El espacio sagrado: EL TEMPLO61

.

Como casi todas las religiones, también la israelita señala algunos espacios sagrados como

lugares privilegiados del encuentro con Dios, en la construcción de experiencias de

salvación. Esta sacralización del espacio encierra algunos peligros, por ejemplo, el de

circunscribir con precisión la presencia de Dios, poniéndola bajo el control del hombre,

sustraer a la presencia de Dios el espacio profano. La Biblia conoce también estos peligros,

en los que no faltan huellas de concepciones arcaicas. Al huir David, perseguido por Saúl,

se niega a salir de los límites del país para no encontrarse lejos de la presencia de Yahveh

(1º Sam 26:19-20).

El gesto de Naamán, que se lleva a Damasco un poco de tierra de Palestina para adorar allí

a Yahveh, es sin duda conmovedor, pero también es indicio de una concepción muy

primitiva: la presencia del Señor está ligada a la tierra de Israel (2º Re 5:15-19). Y todavía

en tiempos de Jeremías (Cp. 7) está difundida una concepción mágica del templo. Pero la

esencia de la religión de Israel empujaba en otra dirección: Yahveh es el Señor de la

historia y de toda la creación, por tanto, su presencia no puede localizarse sólo en un lugar.

El lugar sagrado no es el perímetro de la presencia y de la acción de Dios, sino más bien el

signo de la elección: el Dios de toda la tierra se digna manifestarse en un lugar particular y

escoge un pueblo particular. La aguda conciencia de la trascendencia divina no indujo a

Israel a eliminar el espacio sagrado en aras de una abstracta espiritualización del encuentro

con Dios lo que condujo a que Israel siempre mantuviera con Dios una relación muy

concreta, como lo atestigua el lenguaje antropomórfico; colocó el espacio sagrado en el

punto de conjunción de las dos grandes tensiones que caracterizan a la religión judía: la

invisibilidad y la cercanía de Dios, el universalismo y el particularismo.

61

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 349, 358, 751-755.

Page 54: EL TERCER ISAÍAS

53

Naturalmente, una concepción tan clara del espacio sagrado no es un punto de partida, sino

de llegada. Ya la tienda de la reunión, que acompañaba a los israelitas en sus pasos por el

desierto, conciliaba las exigencias de la cercanía de Dios con su invisibilidad y

trascendencia. Para encontrar al Señor, Moisés levanta una tienda fuera del campamento,

Yahveh desciende en una columna de fuego y Moisés conversa con él lo mismo que

conversan dos amigos (Ex. 33:7-11). Dios y el hombre fijan un lugar para encontrarse, y

Dios se acerca allí como un amigo, aunque su presencia sigue siendo invisible.

La tienda no se mira tanto como la habitación fija de Dios, sino más bien como el lugar en

donde Dios y el hombre se citan para reunirse: el espacio sagrado no delimita la presencia

divina, sino que fija el lugar de la reunión.

El arca estaba concebida probablemente como el trono de Dios, y por tanto, como un signo

concreto y tangible de la presencia. Pero era un trono vacío, lo cual subraya la invisibilidad

y la trascendencia de Dios. El arca era de este modo el símbolo del Dios escondido y

revelado62

.

Los antiguos santuarios, como Siquén, Betel, Mamré, Bersabé, Guilgal, Siló, Mispá, están

vinculados desde el principio a los recuerdos históricos de los patriarcas. Estos santuarios

no son los espacios mágicos de la presencia de Dios, sino los memoriales de sus

encuentros. El espacio sagrado63

queda así asumido en el dinamismo de la revelación

histórica. Al final, todos los lugares sagrados quedaron superados por la importancia del

templo de Jerusalén, que se convirtió en el lugar por excelencia, en cierto sentido único, de

la presencia de Dios en medio del pueblo. La oración que Salomón pronuncia para su

consagración (1º Re 8) desarrolla una teología del templo muy lúcida y profunda.

62

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 41- 45.; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 71-130; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 150 - 159. 63

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 45-50; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 71-130; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 160-165.

Page 55: EL TERCER ISAÍAS

54

En el primer puesto está la conciencia viva de la trascendencia y de la infinitud de Dios:

¿Es que verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si los cielos y los

cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo te he

construido! (8:27). El espacio del templo64

no es el perímetro de la presencia divina. Sin

embargo, es precisamente en ese lugar en donde Dios decide (la ciudad que tú has elegido:

(8:44) encontrarse con su pueblo, y en ese lugar es donde el pueblo puede encontrar a su

Dios. No es un encuentro mágico, sin embargo, signo personal: el hombre encuentra a su

Dios si sube al templo con un corazón disponible, para un encuentro sincero: “Si oran en

este lugar, te confiesan su pecado y se arrepienten a causa de tu castigo, escucha tú en el

cielo (8:35-36). El templo no es el lugar en donde Dios habita, sino más bien el lugar en

donde Dios se acerca al hombre que viene a buscarlo, se manifiesta y lo salva, lo escucha y

lo perdona.

Nótese en la oración de Salomón el contraste tan interesante entre la convicción, por una

parte, de que a Dios se le encuentra en el templo y la afirmación repetida, por otra, que él

escucha desde el cielo, lugar de su morada (8:30, 34,36, 39, 43, 45, 49). El templo es el

signo de la alianza de Dios con Israel, signo de la elección y de la historicidad de la

revelación: Dios, a quien ni la tierra ni el cielo pueden contener, escogió esa ciudad

(8:44.48). Pero el Dios que se manifiesta en Sión no se olvida de que es el Dios de toda la

tierra y de todos los pueblos: Dios escucha también al extranjero que viene de países

lejanos, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre (8: 43).

También para los profetas el templo es el lugar del encuentro con Dios. Es en el templo

donde Isaías I tuvo su gran visión (6). Para Jeremías el templo es el trono de la gloria y la

esperanza de Israel (3:17; 14:21; 17:12). Ezequiel describe la futura restauración de Israel

bajo la imagen de un grandioso templo renovado (40-43), en donde volvía a morar la gloria

del Señor (Ez. 43:4). Sin embargo, los profetas se muestran atentos y críticos. La

concepción del templo puede fácilmente caer en la magia, en un formalismo sin alma.

64

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 356- 359.

Page 56: EL TERCER ISAÍAS

55

Los profetas no dejan de recordar que, si es verdad que a Dios se le encuentra en el templo,

también es verdad que está sobre todo interesado en lo que sucede fuera de él, en la vida, en

el mundo, en la historia. Cuando el piadoso subía al templo cantando la profunda alegría de

su encuentro con el Señor (Sal 84), no se preguntaba por su comportamiento en el templo,

sino por su comportamiento en la vida (Sal 24; 15; 40:7-9; 50). En la inminencia de la

catástrofe, los contemporáneos de Jeremías iban diciendo: “Templo del Señor, templo del

Señor (7:1-15; 26:1-15). Estaban seguros de la invencibilidad de Sión debido a la presencia

de Dios en el templo. Para el profeta esta seguridad era totalmente ilusoria (7). Dios

escogió una ciudad y un templo, pero mantiene intacta su libertad. La gracia de la elección

no puede transformarse en una seguridad mágica y cómoda. Debido al pecado del pueblo,

el templo puede ser destruido, como fue destruido el santuario de Silo, a pesar de haber sido

la sede del arca.

La presencia de Dios en el templo es libre, personal y exigente: Dios quiere la fe, la justicia,

la acogida del extranjero65

. La amenaza de Jeremías es recogida más tarde por Ezequiel,

que en una visión ve cómo la gloria del Señor abandona el templo (10:18). Pero todas estas

críticas de los profetas no tienden a superar el templo, sino a mantenerlo en el contexto vivo

de la alianza.

En el período tras el destierro va teniendo cada vez más importancia: primero entre los

judíos de la diáspora y luego también entre los de Palestina; la sinagoga como lugar donde

escuchar la palabra y hacer la oración comunitaria. Pero la sinagoga no le quita al templo su

privilegio, ya que éste sigue siendo el lugar único del culto sacrificial. Y cuando una secta,

como la de Qumrán, se separa del sacerdocio y del templo, no es porque sueñe en una

religión sin templo, sino porque sueña en un templo renovado y purificado.

65

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 521 – 523.

Page 57: EL TERCER ISAÍAS

56

3.2.1.2 El tiempo sagrado: EL SÁBADO66

.

La originalidad litúrgica de Israel se manifiesta en la prioridad del tiempo sobre el espacio.

La liturgia bíblica nace de la historia y remite a la historia. Es esencialmente la celebración

de los gestos realizados por Dios en la historia. El mismo espacio del templo, como se

aseguró antes, se transformó en Israel en el signo histórico de la elección.

Naturalmente, también aquí se da el riesgo de aislar el tiempo sagrado del tiempo profano,

reintroduciendo de este modo la dicotomía entre el culto y la vida, que es el peligro siempre

inherente a la concepción de lo sagrado. Pero Israel comprendió que no existe un tiempo

para Dios y un tiempo para el hombre, sino un único tiempo en el que Dios actúa para el

hombre y en el que el hombre ofrece su propia fidelidad a Dios.

Los tiempos festivos son la señal de que Yahveh actuó y sigue actuando en la historia de

Israel y del mundo, no ya las etapas de una historia sagrada independiente que corra

paralela a la de los hombres. La tradición bíblica hace remontar la observancia del sábado

a la estancia de Israel en el desierto (Ex 16:22-27; Ez 20:12; Neh 9:14). En todo caso, el

precepto sabático es ciertamente antiquísimo, como se deriva del hecho de que se encuentre

en todas las capas de la legislación del Pentateuco: en el decálogo (Éx 20: 8; Dt 5:12), en el

código litúrgico de inspiración yahvista (Ex 34:21), en el código sacerdotal (Ex 31:12-17),

en la ley de santidad (Lev 19:3.30; 23:3; 26:2). Según Dt 5:15, el sábado es ante todo un

memorial de la liberación de Egipto. No un simple recuerdo, sino una verdadera

actualización, que renueva la posesión de la libertad, la alegría y el gozo. El sábado es el

signo de un pueblo libre. Efectivamente, el poder hacer fiesta es ya por sí mismo un signo

de libertad.

66

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 524 – 228; Correa, O. P. Germán, Profetas y salmistas. Universidad Santo Tomás, Bogotá. 1999. pp 31 -

34; 177- 180.

Page 58: EL TERCER ISAÍAS

57

Durante la esclavitud no quedaba tiempo para el descanso y la fiesta, sino sólo para el

cansancio y el trabajo (Ex 5:6-7). “El sábado se convierte en el éxodo semanal de la

esclavitud hacia la libertad y en el éxodo del servicio-trabajo hacia un servicio-fiesta (G.

Ravasi). Memorial de la liberación67

y alegría festiva por la posesión de la libertad, el

sábado tiene que prolongarse en un compromiso de liberación.

El gesto liberador de Dios debe ampliarse a un hecho social. Habiendo conocido la

esclavitud, Israel ha de evitar imponérsela a los demás (Ex 20:20; 23:9). Según Éx 3: 13-17

(Ex 20: 12, 20), el sábado es signo de la consagración del pueblo a Dios. Este concepto

tiene cierta analogía con el rito de las primicias: el hombre consagra parte de su tiempo a

Dios y renuncia a usarlo para sí, atestiguando de esta manera que Dios es el dueño de todo

el tiempo.

De aquí la exigencia de santificar el sábado realizando gestos cultuales: abstenerse

escrupulosamente del trabajo (Is 58:13-14), asistir a la santa asamblea (Lev 23: 3), duplicar

el sacrificio cotidiano en el templo (Núm 28:9-10). Según la tradición sacerdotal (Gén 1:1-

2,4; Ex 20:8-11), el sábado tiene su origen en el descanso de Dios al final de la creación. El

centro de gravedad no es el trabajo, sino el descanso del sábado. El día séptimo, Dios

suspendió el trabajo que había hecho. El hombre no es esclavo de su trabajo; por eso lo

suspende, como Dios. El hombre no es esclavo del mundo; por eso suspende el trabajo para

contemplarlo y gozar de él.

El sábado asume, finalmente, una connotación escatológica. Así parece deducirse, por

ejemplo, de Is 51: 1-7, en donde la observancia del sábado se relaciona con frecuencia con

la reunión festiva en el futuro de todos los pueblos. Pero es preciso defender el sábado.

67

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 372-380; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 150 -160; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 200- 220.

Page 59: EL TERCER ISAÍAS

58

Hay que defenderlo, por ejemplo, de la mentalidad de los ricos comerciantes y de los

propietarios acaudalados de tierras, incapaces de comprender el gozo de la fiesta: no

piensan más que en trabajar, producir y ganar (Am 8:4-6). Y sobre todo hay que defenderlo

de una amenaza todavía más sutil: la excesiva sacralización. Especialmente después del

destierro, el sábado se convirtió en objeto de menudas prescripciones rituales y de

codificaciones escrupulosas (Neh 13: 15-22). Los rabinos enumeraban 39 prohibiciones el

día del sábado. Esta exasperación legalista, que partía, sin embargo, de una auténtica

veneración por el sábado, acabó convirtiéndolo en un yugo para el hombre. No se trataba ya

de fiesta, sino de ley. Es uno de los riesgos a los que está sometido siempre lo sagrado.

3.2.1.3 Las fiestas68

.

Las clásicas fiestas anuales de Israel son las tres fiestas de peregrinación, la pascua,

pentecostés y los tabernáculos. Se las llama de peregrinación porque se caracterizaban por

una gran afluencia de peregrinos al templo de Jerusalén. Su distintivo común es la alegría:

Te regocijarás en tu fiesta (Dt 16: 14). La fiesta rechaza la primacía del mal; niega que el

mal sea la realidad última en la historia del hombre.

Una alegría delante de Dios y compartida con toda la familia de Dios: Te regocijarás en tu

fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la

viuda que viven en tus ciudades (Dt 16:14). La pascua69

era en su origen una fiesta agrícola

de los campesinos y de los pastores, que celebraban en primavera la fecundidad renovada

de la tierra y de los rebaños. Pero en Israel se convierte en una fiesta histórica, que recuerda

y actualiza la liberación de Egipto. Un pasaje del Deuteronomio (16:3) subraya fuertemente

su carácter de memorial: Así recordarás todos los días de tu vida tu salida de Egipto.

68

A respecto del presente apartado es necesario tener presente diferentes autores; aquí se citan los siguientes.

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 155 – 169; Duch, LL. La religiosidad de Israel en su contexto geográfico e histórico. "Como leer el

Antiguo Testamento" # 2. Madrid, Fund. Sta María, 1990.pp 80 - 90; Jean-Nesmy, C. Práctica de la Liturgia.

Barcelona, Herder, 1968. pp. 140 – 150. 69

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 184-191. Sicre Diaz. El Culto en Israel. "Como leer el Antiguo Testamento" # 9. Madrid, Fund. Sta María,

1990. pp. 222 - 230

Page 60: EL TERCER ISAÍAS

59

Otro texto del Éxodo (12:1 ss) establece el rito, que evoca el gesto de Dios que libera a los

israelitas y hace morir a los primogénitos de los egipcios: la inmolación del cordero, la

aspersión de las jambas y del dintel de las puertas con su sangre, la cena familiar en la que

se come aprisa el cordero, de pie y con el bastón de viaje en la mano. Pentecostés era la

fiesta de la siega, una fiesta campesina que se remonta probablemente al asentamiento de

Israel en Palestina y que tenía origen cananeo.

El centro del rito70

consistía en la ofrenda a Dios de las primicias de la cosecha (Lev 23: 15-

21). Israel insertó también esta fiesta campesina en la historia de la salvación,

transformándola en memorial de la alianza entre Israel y su Dios. Los tabernáculos /

Chozas, el rito preveía precisamente la construcción de unas chozas, era la fiesta de la

recolección de los frutos de otoño (Lev 23:33-43), fiesta caracterizada por una gran alegría

popular: se cantaba y se bailaba en las viñas (Jue 21: 19-21).

Como ocurrió con la pascua y con pentecostés, también sobre el significado originalmente

agrícola de la fiesta de las chozas se impuso una dimensión histórica: el recuerdo de la

peregrinación de Israel en el desierto bajo las tiendas: Durante los siete días viviréis en

tiendas. Todos los israelitas vivirán en tiendas, para que vuestros descendientes sepan que

yo hice vivir en tiendas a los israelitas cuando los saqué de Egipto (Lev 23: 42-43).

Israel transformó las fiestas en celebraciones históricas. Es su originalidad. Pero esta

historificación no suprimió la dimensión agrícola; la releyó. Esto es especialmente cierto en

las fiestas de pentecostés y de las chozas (Dt 16: 10ss). Israel celebra simultáneamente a

Dios como Señor de la historia y como bienhechor de la tierra. Agrícola no significa

naturalista. Israel no celebra los ritmos de la naturaleza, sino el gesto de Dios que le da al

hombre la tierra y sus frutos.

70

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 170 – 175.

Page 61: EL TERCER ISAÍAS

60

Este entramado, indudablemente original, de naturaleza y de historia es bastante visible, por

ejemplo, en el ritual de la ofrenda de las primicias que refiere Dt 26: 1-11: Y ahora aquí

traigo las primicias de los frutos de la tierra que el Señor me ha dado (vs. 10); el piadoso

israelita reconoce que la tierra es de Dios y que, por consiguiente, los frutos del campo son

un don suyo. Luego te regocijarás por todos los bienes que Yahveh tu Dios te haya dado a

ti y a tu casa, y también se regocijará el levita y el forastero que viven en medio de ti. (vs.

11): los dones de Dios son acogidos con la alegría del gozo; pero no como posesión

exclusiva, sino como bienes que compartir: el don de Dios se transforma en fraternidad.

Dentro de este marco agrícola se desarrolla un relato histórico: Mi padre era un arameo

errante...(5b). Insertas en el dinamismo de la fe de Israel, las fiestas no sólo se

transformaron en memoriales, sino que se convirtieron también en profecía, como lo es

también el mismo gesto liberador de Dios que con ellas se celebran: acontecimiento

histórico y promesa71

. Esta orientación escatológica es fácil de percibir, por ejemplo, en

Zac 14, donde se describe la era escatológica como una fiesta continua de las chozas.

Finalmente, además de las tres fiestas de peregrinación, hay que señalar la fiesta del

Kippur, el día de la expiación (Lev 16). Esta fiesta no celebra el gesto liberador de Dios,

sino que recuerda la infidelidad del hombre y la fidelidad de Dios: Más que el gozo,

prevalece la confrontación crítica consigo mismo y con Dios (Sicre).

Los temas en torno a los que se desarrolla el complejo ritual: sacrificio expiatorio,

aspersión con sangre, confesión de las culpas, rito del chivo expiatorio, es decir, del macho

cabrío cargado simbólicamente con los pecados del pueblo y enviado lejos al desierto son el

pecado, la conversión y el perdón. Israel se muestra convencido de que el mal no pertenece

al proyecto creacional ni se debe a la fatalidad, sino que depende de la responsabilidad del

hombre (Sicre).

71

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999.

pp. 97 – 103; Matzeliah M., Meir. El judaísmo. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas,

08/1981. pp. 40 - 60; Schopen, Edmund. Historia del judaísmo en Oriente y Occidente. Alcoy: Editorial

Marfil, S.A., 01/1970. pp 260 265; Trebolle B., Julio. El judaísmo moderno. Boadilla del Monte: Ediciones

SM. 2002. pp. 57 – 67.

Page 62: EL TERCER ISAÍAS

61

3.2.1.4 Sacrificios y ritualidad72

.

Al analizar el significado del templo, del sábado y de las fiestas, se puede captar el núcleo

de la liturgia de Israel. Se trata de un núcleo rodeado de una amplia selva ritual, que aquí no

es posible examinar ni siquiera sumariamente. La complejidad de los ritos esconde

lógicamente un peligro: la artificiosidad, la separación de la vida. Como se ve, por ejemplo,

en la crítica de los profetas, la piedad de Israel no estuvo siempre libre de este peligro.

Pero se debe reconocer que la ritualidad bíblica, aun en medio de la variedad exuberante de

sus formas, puede reducirse sustancialmente a símbolos y gestos elementales ligados a la

vida: el agua, el aceite, el pan, la sangre, el incienso, la comida, la ofrenda, el ayuno, la

petición de perdón, el sacrificio.

El canto que sube hasta Dios del ritual bíblico no está nunca separado de la profanidad de

la acción humana, sino que expresa y anima la existencia mundana del creyente (Sicre).

En el complejo ritual israelita se distingue, por importancia y riqueza de significado, los

sacrificios y la circuncisión. El sistema sacrificial comprendía el holocausto, se quemaba

por completo la víctima en señal de ofrenda total a Dios, el sacrificio de comunión, en el

que parte de la víctima se le ofrecía al Señor y parte se consumía en una comida común

entre los participantes, el sacrificio de expiación.

El don, la comunión y la expiación expresan las estructuras esenciales de la relación con

Dios: reconocimiento del señorío de Dios, a quien se debe total sumisión y adoración

(holocausto), deseo de comunión de vida con Dios y con su comunidad (el sacrificio de

comunión), restauración de la comunidad rota (el sacrificio de expiación).

72

Ver los aportes de: Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento;

Trotta, Madrid; 1999. pp. 389 – 398; Baroukh, Elie y Lemberg, David. Enciclopedia práctica del judaísmo.

Colección "Nueva Luz". Ediciones Robinbook, 09/1995. pp. 305 – 320; De Lange N. R. M. Judaísmo.

Barcelona: Riopiedras Ediciones, 05/1996. pp 253 – 260; Galbiati, Enrico. Exilio, retorno y judaísmo.

Colección "La Biblia: Historia de un pueblo". Boadilla del Monte: Ediciones SM, 08/1985. pp. 70 – 80;

Laenen, J. H. La mística judía. Una introducción. Traducción de Xabier Pikaza. Madrid: Editorial Trotta,

2006.pp. 342 – 350.

Page 63: EL TERCER ISAÍAS

62

La circuncisión, rito de iniciación sexual bastante difundido entre muchos pueblos, se

convierte en Israel en signo de la pertenencia al pueblo de Yahveh (Sicre); en signo vivo,

impreso en el cuerpo y en la persona, de la alianza (Gén 17), otra prueba más de hasta qué

punto Israel fue capaz de asimilar de forma original y coherente el patrimonio espiritual

común. Contra el peligro de que la circuncisión pudiera convertirse en mero signo externo

y mágico, Jeremías habla de la circuncisión del corazón (4: 4; Dt 10:16).

3.2.1.5 La crítica de los profetas73

.

Es conocida la dura crítica de los profetas contra toda degeneración del culto: los

compromisos con los ritos idolátricos, el énfasis del culto a costa de la vida y, sobre todo, la

degradación de Yahveh al nivel de un dios cualquiera, un dios que es posible plegar a los

proyectos del hombre con espléndidos sacrificios y abundantes ofrendas. Los pasajes son

numerosos y forman una línea compacta que llega hasta el NT (Am 4,4-5; 5,4-7; Os 6,6;

Miq 6,7-8; Is 10,10-20; Jer 7,21-23; Is 58,6-7.)

Ya Samuel afirmaba que Dios rechaza el culto de los que desobedecen (1º Sam 15:22):

Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la

obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad

que la grasa de los carneros.

Amós e Isaías subrayan la primacía de la justicia y del derecho. Jeremías, en medio del

templo, denuncia la vanidad del culto que allí se celebra, un culto de palabras privado de

conversión (Cp. 7). El Tritoisaías recuerda en qué condiciones aceptará Dios el culto de su

pueblo: cuando haya una comunidad realmente fraternal (Is 58). Los profetas no son los

defensores de una religiosidad sin culto y sin ritos, toda ella espíritu e interioridad.

73

Bright, J., La Historia de Israel, 4ª ed., Desclée. 2003. 549 – 555. Castel, F., Historia de Israel y de Judá,

Verbo Divino, Estella 1984; Cazelles H. Introducción a la crítica del Antiguo Testamento. Herder, Barcelona

1981. pp. 502 – 515.

Page 64: EL TERCER ISAÍAS

63

Al afirmar la primacía de la vida sobre el culto, quieren simplemente devolver al culto su

sentido original: un culto que nace de la vida y vuelve a la vida. Es clásica la afirmación de

Oseas (6: 6): Yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios y no holocaustos. Los

profetas no son reformadores litúrgicos74

. Su pasión no es la reformulación de los ritos y de

las ceremonias, actualizando el patrimonio litúrgico para las nuevas generaciones,

simplificándolo o enriqueciéndolo. Su pasión es únicamente teológica. Quieren mantener

intacto el rostro del Dios de Israel, que un culto mal entendido degrada, por el contrario, y

desfigura.

Valga un ejemplo por todos: Amós 5: 4-6, 14-15: Buscadme y viviréis No busqueis a Bet-el,

no vayáis a Guilgal, no paséis a Berseba... Buscad al Señor y viviréis. Buscad el bien y no

el mal, a fin de que viváis; así el Señor omnipotente estará con vosotros, como decís. Odiad

el mal y amad el bien, restableced la justicia en los tribunales. Para captar la fuerza

polémica de estas afirmaciones hay que recordar que Betel, Guilgal y Berseba eran los tres

grandes santuarios de la nación.

Las peregrinaciones a estos santuarios no dan la vida. Es una ilusión buscar la seguridad en

ellos. A la búsqueda de Dios que se hacía en los santuarios opone el profeta una serie de

imperativos que definen la verdadera búsqueda; buscadme, buscad al Señor, buscad el bien,

odiad el mal y amad el bien, practicad la justicia en los tribunales. La búsqueda de Dios no

es un puro camino cultual, ni una búsqueda teórica, intelectual y especulativa, ni una

búsqueda mística encerrada en la interioridad, sino una búsqueda práctica en el amor

concreto a la justicia y al derecho.

El Señor estará con vosotros: esta expresión es probablemente un saludo litúrgico que los

peregrinos recibían de los sacerdotes al entrar y al salir del santuario. El profeta la recoge

para decir que esto se realiza en la práctica de la justicia.

74

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 456-460; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 140 -150; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 166 -175.

Page 65: EL TERCER ISAÍAS

64

3.2.1.6 Memoria, actualización y profecía75

.

Al incluir esta lectura del culto veterotestamentario, podemos intentar una breve

descripción del mismo. En el culto, las palabras, los gestos, las dramatizaciones rememoran

las maravillas de Dios realizadas en el pasado, hacen explotar su fuerza en el presente y

reviven la esperanza en la intervención futura de Dios. En este sentido el culto es ante todo

lugar de revelación: en el culto se celebra, se actualiza y se espera el encuentro de Dios con

el hombre; también es lugar de tradición: en el culto la comunidad de Israel transmite de

generación en generación lo que Dios ha hecho y hace por el pueblo.

La insistencia en el hecho de que Dios no hizo la alianza con los padres (Dt 5: 3), sino con

la generación presente, No hizo el Señor esta alianza con nuestros padres; la hizo con

nosotros, los mismos que todavía hoy vivimos aquí, demuestra que la función central del

culto no es la simple memoria, sino la actualización. El culto intenta suprimir la distancia

cronológica y espacial, aunque sin olvidarla: Dios no sólo actuó entonces y en aquel lugar,

sino que actúa del mismo modo también aquí y ahora.

A la luz de estas observaciones elementales se comprende con más precisión en qué sentido

está el Señor de la historia en el centro del culto israelita. No sólo en la historia, sino

también en la celebración cultual que la conmemora y la hace revivir, la primacía

corresponde siempre a la acción de Dios y a su palabra.

El culto es ante todo un movimiento descendente, de Dios al hombre. Pero es también un

movimiento ascendente, del hombre a Dios. En efecto, la acción cultual no es sólo

rememoración y actualización de la historia de Dios, sino también ofrenda, proclamación

de la fe, adoración, arrepentimiento. Es la respuesta del hombre a Dios.

75

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 91-95; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 388 - 395; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 255 – 270; Maier, Johann y Schäfer, Peter. Diccionario de judaísmo. Verbo Divino, 02/1996. pp. 310 -

320; Mauricio Pilatowsky. El judaísmo y sus repercusiones en America Latina. Colección: Enciclopedia

Iberoamericana de Religiones 6. Madrid: Editorial Trotta, 2007. pp. 132 – 140.

Page 66: EL TERCER ISAÍAS

65

3.2.1.7 Los sacrificios, deformación de la imagen de Dios76

.

Objeto de crítica son también las acciones sagradas, especialmente los sacrificios, que

forman parte sustancial de la religión judía. La imagen que los sacrificios presentan de Dios

es la de alguien que exige sangre para aplacar su ira, que necesita alimentarse, más aún

atiborrarse de comida. Y eso constituye la más crasa deformación de la imagen de Dios. De

ahí el rechazo que el mismo Dios muestra por los sacrificios de animales a través de la

palabra del salmista: ¿Acaso como yo carne de toros, o bebo sangre de machos cabríos?

(Sal 50: 13). Frente a los sacrificios de animales, el salmista propone como alternativa:

ofrecer a Dios un sacrificio de alabanza, cumplir las promesas hechas a Dios, seguir el

camino que conduce a la salvación (Sal 50: 14, 23).

Los sacrificios van en dirección contraria al espíritu del éxodo. Si el espíritu del éxodo

lleva derechamente a la liberación, a la tierra prometida, los sacrificios llevan a la

obstinación en la maldad. Que cuando yo saqué a vuestros padres del país de Egipto, no les

hablé ni les mandé nada tocante a holocausto y sacrificio. Lo que les mandé fue esto otro:

«Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y seguiréis todo

camino que yo os mandare, para que os vaya bien.» (Jr 7: 22, 23).

Los profetas desenmascaran el doble juego de quienes ofrecen sacrificios a Dios al tiempo

que atentan contra la vida del prójimo y practican la idolatría: Se inmola un buey, se abate

un hombre, se sacrifica una oveja, se desnuca un perro, se ofrece en oblación sangre de

cerdo, se hace un memorial de incienso, se bendice a los ídolos. Ellos mismos eligieron sus

propios caminos y en sus monstruos abominables halló su alma complacencia. (Is 66: 3).

76

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 91-95; E, Beaucamp, Los

profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 71-130; J L. Sicre, Profetismo en Israel, Verbo Divino.

l993. 59 – 63; González, R., Cómo leer la Biblia, Bilbao 1981. pp. 80 - 85; Maldonado, L., Anunciar la

palabra hoy, San Pablo, Madrid 2000.pp 130 - 135; Martin, G., Para leer la Biblia como Palabra de Dios,

Estella 1982.pp. 90 - 100; Martín-Moreno, J.M., Tu Palabra me da vida, 2ª ed., Madrid 1984. pp. 70 – 80.

Page 67: EL TERCER ISAÍAS

66

3.2.1.8 La práctica del ayuno y el mal trato al prójimo77

.

El ayuno es otra práctica religiosa criticada por los profetas. Se trata de una práctica común

a la mayoría de las religiones. Responde a diferentes motivos: luto, purificación,

mortificación, súplica, etc. La Biblia presenta el ayuno como una práctica piadosa regulada

por la ley (Lv 16: 30: Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo, Yahveh).

En un principio la ley establecía un día de ayuno obligatorio al año. Luego se fijaron varios

días más en recuerdo de las calamidades nacionales. El ayuno constituía un refuerzo de la

oración en aras de una mayor eficacia de ésta. Tenía carácter de humillación personal y de

arrepentimiento colectivo. Entre los riesgos del ayuno los profetas subrayan tres: el

formalismo, la ostentación y la vacuidad. El más implacable de los profetas en la crítica

contra el ayuno es Tritoisaías, que en 58: 3 -13, quien muestra la incoherencia de esa

práctica, ya que mientras se ayuna siguen las riñas y disputas, las agresiones y los malos

tratos al prójimo, la injusticia y la explotación a los trabajadores, el egoísmo y la codicia.

La alternativa al ayuno se concreta en una doble práctica liberadora hacia el prójimo que se

encuentra privado de libertad y necesitado de pan, techo y vestido. Dicho en terminología

actual, la primera consiste en el reconocimiento de los derechos políticos: abrir las prisiones

injustas, desatar las correas del yugo, liberar a los oprimidos, acabar con todas las tiranías

(Is 58: 6). La segunda consiste en la satisfacción de las necesidades básicas: compartir el

pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al desnudo, preocuparse por

los semejantes (Is 58: 7). Tritoisaías denuncia las prácticas cultuales en general porque

avanzan en dirección opuesta a la justicia. La alternativa que proponen es una actitud

solidaria con el prójimo, lealtad, conocimiento de Dios y justicia. Eso es lo que quiere Dios.

77

Ver los aportes de: Bourbonnais, C. Usted puede comprender la Biblia. Lima, Verbo Divino, 1979.

Briseobios, M., Métodos para leer mejor la Biblia. Paulinas, Madrid, 1977. Buzzetti, C. La Biblia y sus

transformaciones. Verbo Divino, Estella, 1986. 10-21. Cáceres, Hugo ¿Cómo ser catequista? Chosica, 2005.

Castonguay, L. (adapt.) ¿Entiendes lo que lees? Verbo Divino, Barcelona 1990.

Page 68: EL TERCER ISAÍAS

67

3.2.1.9 Sacerdotes y profetas.

Otro elemento importante de la vida religiosa de Israel son las personas sagradas, más en

concreto, los sacerdotes. Pero, ¿qué decir de las relaciones entre sacerdotes y profetas?

¿Chocan entre sí o se entienden? ¿Se contraponen el culto, representado por los sacerdotes,

y el espíritu, representado por los profetas? Sacerdotes y profetas son dos polos de la

religión judía en tensión. Sicre78

cree que los profetas chocan contra los sacerdotes que eran

falsos fariseos y abusaban de la ley.

Los profetas critican a los sacerdotes por las negligencias y traiciones en que incurrían en

el ejercicio de su ministerio: libertinaje, servilismo político y ser rehenes del poder real,

ligereza ritual, sincretismo religioso, oportunismo clerical, apuesta en favor de los ricos,

búsqueda de pingües prebendas, ser una casta, impiedad, ambiciones, violación de la ley,

darse a la bebida, fraude.

Se muestran críticos con el sacerdocio espacial, es decir, el sacerdocio vinculado a un lugar

que se convertía en sede permanente de Dios, espacio privilegiado de manifestación de

Dios y ámbito exclusivo de la alianza. Hay ahí una crítica a la religión sedentaria y

estática. La alternativa del Tritoisaías es la religión nómada, que no ata a Dios a ningún

lugar concreto, sino que lo experimenta como itinerante, como el que va delante,

acompañando al pueblo en la gran marcha hacia la liberación.

3.3 El Pensamiento del Tercer Isaías79

.

Sobre la base de esta historia, de su contexto de tensiones grupales, de luchas por el control

del culto, de marginalidad sobre los menos favorecidos, el Tercer Isaías, toma partido a

favor de éstos últimos y propone la justicia como salida a todas esas condiciones de vida

insaludables y de antivalores.

78 Op Cit. 79

Muñoz Iglesias, S. Los Generos Literarios y la Intepretación de la Biblia. Madrid, Casa de la Biblia, l968.

pp. 79 – 96; Pikaza, X. Para leer la Historia del Pueblo de Dios. Verbo Divina, Navarra 1994. pp. 24 – 27.

Page 69: EL TERCER ISAÍAS

68

Por ello, las primeras palabras de Tritoisaías se relacionan con la justicia y la equidad,

cuando afirma: Así dice Yahveh: Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi

salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse (56:1). Así dice Yahveh es más

que una frase coloquial, introductoria, de animación, ni una formula literaria. Constituye

una aseveración profunda con la cual quiere declarar la preocupación del propio Dios por

los asuntos humanos: la justicia, la equidad, la salvación.

Como ya fue comentado en otro momento, este es un texto pastoril, en el que los pastores

velan por el cuidado de las ovejas y el ganado; de la misma manera de debe velar por la

equidad, la justicia y la salvación, asevera el texto. Hay que sacrificar los aspectos más

humanos, en este caso el sueño, el descanso, el reposo, por el cuidado que se debe tener

sobre la equidad, la justicia, la salvación. El reto de la comunidad es grande: despegarse de

lo que más se quiere por estar al lado de la equidad y la justicia: que extranjeros, eunucos,

niños, niñas sean parte integral del culto; que el culto, lo más sagrado para el fiel, sea un

espacio de celebración incluyente, aunque la ley diga lo contrario.

3.4 Culto, justicia y existencia humana.

La disociación entre justicia y sacramentos no es connatural ni a la justicia ni a los

sacramentos. Por ello, aun cuando dicha disociación sea real, es superable. De ahí que no

sea necesario renunciar a ninguna de las dos dimensiones de la experiencia religiosa, en

términos de Lonergan80

. Una religión sin culto sería poco expresiva y carente de

dinamismo. Una religión sin equidad caería en el formalismo. Justicia y sacramentos son

dos momentos necesarios en la experiencia religiosa, también en la religión cristiana. Los

dos se encuentran en tensión permanente, remitiéndose la una a los otros y viceversa.

80 “Los niveles superiores de la conciencia intencional del hombre no suprimen sino que presuponen y

complementan a los inferiores. Sin experiencia no hay nada que entendamos; sin intelección no hay nada que

juzguemos; sin juicio no conocemos y, así, no tenemos nada qué amar, evaluar o realizar.(Lonergan B.

entrevista en la página: http://lonerganmorin.wordpress.com/?s=experiencia+religiosa)

Page 70: EL TERCER ISAÍAS

69

El recuerdo cultual del éxodo tiene que estar en sintonía con una experiencia de liberación

histórica. De lo contrario, se queda en una ritualidad vacía. La memoria sacramental de la

muerte y resurrección de Cristo requiere, además de su celebración festiva, su verificación

en la práctica: equidad y justicia. La experiencia sacramental ha de articular culto y vida,

conformando una unidad diferenciada con estas y similares características: estar

sólidamente arraigada en la interioridad de la persona, vivir el encuentro personal con Dios,

celebrar comunitariamente y de forma visible el misterio de la salvación, ser subversiva

ante la injusticia, mostrarse solidaria con el sufrimiento ajeno y defender la vida en toda la

creación. En el culto actitud interior y práctica exterior han de corresponderse. Las loas

verbales se tornan inanes cuando el corazón está alejado de Dios. El amor a Dios es retórica

cuando no va acompañado del amor al prójimo.

3.4.1 Liturgia y culto en el N.T.

Al pasar del Antiguo, al Nuevo Testamento81

, se tiene ante todo la impresión de una

profunda continuidad: Jesús frecuenta el templo y las sinagogas, participa en las

peregrinaciones de las fiestas, su oración respira la atmósfera de la oración judía; los

apóstoles, incluso después de la resurrección, participan del sacrificio en el templo y de la

liturgia judía; así lo hace la primera comunidad de Jerusalén y el mismo Pablo.

Pero una lectura un poco más atenta percibe también una profunda novedad. Se podría

decir que en lo que atañe a la liturgia veterotestamentaria, el N.T. asume una relación

dialéctica, de continuidad y de superación. La razón que impulsa hacia la novedad no es la

tendencia a la espiritualización de la búsqueda de Dios, de moda en los círculos filosóficos

y místicos del helenismo y acogida también con simpatía por algunos filósofos judíos de la

diáspora, como Filón Alejandrino: el culto racional, se decía, digno del hombre, es la

búsqueda interna y personal de Dios. Tampoco es una exaltación de la vida y del

compromiso mundano, como puede encontrarse en algunas tendencias modernas.

81

Jaramillo Rivas, P. La injusticia y la opresión en el lenguaje de los profetas. Verbo Divino, Navarra 1992.

pp. 100– 109. La injusticia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino, Navarra 1992.

pp. 330 -335; Luzárraga, J. Espiritualidad Bíblica de la Vocación Paulinas, Madrid, 1984. pp. 210 -215.

Page 71: EL TERCER ISAÍAS

70

La razón es únicamente el acontecimiento de Jesucristo82

, percibido cada vez más como

gesto definitivo de Dios y como respuesta perfecta del hombre. Al mismo tiempo, don y

respuesta: en la cruz hay un Dios que muere por nosotros en un gesto de suprema y

definitiva alianza, y un hombre que muere por Dios en un gesto de perfecta obediencia.

Ahora, no hay sitio para otros dones y otras respuestas. El espacio abierto al culto cristiano

es ya solamente la memoria de ese don único y definitivo, su celebración y actualización, la

inserción de respuestas imperfectas en aquella perfecta respuesta. Es ésta la esencia de la

carta a los Hebreos, que desarrolla una amplia comparación entre la liturgia antigua y el

sacrificio y el sacerdocio de Jesucristo: el único sacerdote sustituye a los muchos

sacerdotes, el único sacrificio ofrecido una vez por todas suplanta a los muchos sacrificios,

la única víctima inmaculada y sin mancha reemplaza a las muchas víctimas. En Heb. no

reflexiona sobre algunos eventuales gestos cultuales realizados por Jesús a lo largo de su

vida, sino que descubre un valor cultual en la persona y en la existencia misma de Jesús. El

culto perfecto, del que el culto veterotestamentario era una pálida figura, es la existencia

histórica de Jesús: Jesús se ofreció a sí mismo, al mismo tiempo sacerdote y víctima.

En una afirmación muy polémica y, por tanto, no privada de cierta unilateralidad, el autor

de la carta a los Colosenses (2:16) subraya con mucho vigor el único significado posible del

culto cristiano: Por tanto, que nadie os critique por cuestiones de comida o bebida, o a

propósito de fiestas, de novilunios o sábados."

3.4.2 Jesús y el culto83

.

Cuando se pregunta, ¿cuál fue la actitud que tomó Jesús ante la ritualidad litúrgica judía?,

se debe responder que fue una actitud de dependencia y al mismo tiempo de libertad, una

posición aparentemente contradictoria.

82

Von Rad, Gerhard. Teología del Antiguo Testamento. Sígueme, Salamanca 1986. cap. 7 Nuevas

aportaciones…327-348. 83

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 359 – 371; R. Bowm y otros.

Comentario Bíblico ―San Jerónimo‖. Vol. 2, Verbo Divino, Navarra 2004. pp. 1088 – 1091.

Page 72: EL TERCER ISAÍAS

71

Asiste a la sinagoga (Lc. 4:16; Mc. 1: 21) y al templo (Mc. 11-12), se dirige a Jerusalén

para las fiestas (Jn 7: 1ss; 10:22); pero nunca se dice que tomara parte en los sacrificios ni

en auténticos actos de culto. Envía a los leprosos a los sacerdotes para la purificación ritual

(Mc. 1: 44) y paga el tributo al templo (Mt 17: 24-27); pero polemizó también duramente

contra el templo (Mc. 11: 15ss; Jn 2:13ss). Citando al Primer Testamento, dijo que prefería

la misericordia al sacrificio (Mt 9: 13; 12,7). Reconoce, por un lado, la ofrenda ante el

altar, pero afirma por otro que hay algo más importante (Mt 5: 23-24).

Reivindica para sí y para los discípulos la libertad frente al sábado (Mc. 1: 27); supera las

prescripciones rituales sobre lo puro y lo impuro, afirmando que lo puro y lo impuro están

dentro del hombre, y no fuera (Mc. 7). Esta actitud de Jesús no está dictada meramente por

una reacción viva contra la hipocresía cultual; nace de una convicción profunda, teológica,

a saber: de que el verdadero espacio del encuentro y de la salvación es él. Por eso mismo

concede el perdón de los pecados independientemente de cualquier liturgia penitencial y de

cualquier sacrificio en el templo. Y también por eso, cuando al final de su vida carga de

significado ritual, litúrgico, el gesto del pan y del vino, Jesús no conmemora simplemente

la alianza de Dios con Israel, sino su existencia entregada, su muerte y resurrección.

3.4.3 Del templo de Jerusalén al cuerpo del señor84

.

La amplia reflexión veterotestamentaria sobre el templo se prolonga y se completa en el

N.T. Como todo judío, Jesús frecuenta el templo y lo venera. Pero los evangelios están

también de acuerdo con recordar que, como los profetas, Jesús criticó el templo (Mt 21:12-

13; Mc. 11:15-19; Lc. 19: 45-48; Jn 2:14-16). Frente al orgullo de los discípulos por la

grandiosidad del templo: ¡Maestro, mira qué piedras y qué edificios!, Él replica: ¿Veis esos

grandes edificios? No quedará aquí piedra sobre piedra; todo será destruido (Mc. 13:1-2).

84

Croatto, S. Hermenéutica Bíblica. Lumen, Buenos Aires / México, 2000. 121-130. Culdaut, F. En el Origen

de la Palabra Cristiana: Tradición y Escrituras en el siglo II. Documentos en Torno a la Biblia, 22. Verbo

Divino, Estella, 1993. 164- 170. Schreiner, Josef. Palabra y Mensaje del Antiguo Testamento; Herder,

Barcelona, 1972. pp. 414 - 420.

Page 73: EL TERCER ISAÍAS

72

Su crítica del templo fue una de las acusaciones que se le hicieron en el proceso (Mc.

14:58). También la primera comunidad de Jerusalén acepta pacíficamente el templo y lo

frecuenta (He 2: 46): Todos los días acudían juntos al templo. Pero Esteban (Hech 7),

portavoz del grupo de los helenistas, asumió una posición muy crítica, recogiendo la

polémica del Tritoisaías (Is 66:1-2).

Esta actitud dialéctica, mezcla de aceptación y de crítica, no se sale, sin embargo, del

ámbito veterotestamentario. Hemos visto que una dialéctica semejante estaba ya presente

en la predicación del Tercer Isaías. El gran giro tiene lugar cuando se abre camino la

conciencia de que el verdadero espacio de la presencia de Dios entre los hombres ya no es

el templo de Jerusalén, sino el cuerpo de Cristo (Jn 2:21). El templo de Jerusalén era su

signo prefigurativo (Heb. 9). La mujer de Samaria quiere conocer el verdadero lugar del

culto: ¿Jerusalén o el Garizín? (Jn 4: 23-24); pero se trata de una pregunta que ha perdido

ya todo valor: Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos

adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le

adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad». Con la

venida de Cristo han perdido su significado los antiguos lugares de culto; el verdadero lugar

de la presencia de Dios son Cristo y el Espíritu: adorarán al Padre en espíritu y en verdad,

porque así quiere el Padre que sean los que le adoren (24).

En una óptica ligeramente distinta, pero consecuente, Pablo repite que el templo de Cristo

es la comunidad, unida a Cristo hasta el punto de constituir su cuerpo: En él todo el

edificio, perfectamente ensamblado, se levanta para convertirse en un templo consagrado

al Señor: por él también vosotros estáis integrados en el edificio, para ser mediante el

Espíritu morada de Dios (Ef 2: 21-22). No sólo la comunidad, sino cada cristiano es el

templo de Dios (1ª Cor 6:19-20). La última palabra del N.T. sobre el templo es la

sorprendente visión del Apocalipsis (21: 22), en la que se describe la ciudad celestial sin

templo alguno: No vi en ella ningún templo, porque su templo es el Señor, Dios

todopoderoso, y el cordero.

Page 74: EL TERCER ISAÍAS

73

La nueva ciudad está en comunión perfecta con Dios; una comunión directa, transparente,

sin velos ni mediaciones. A Dios no se le encuentra a través de algo, sino cara a cara. Han

caído los símbolos, que al mismo tiempo revelan y esconden y Dios está delante.

3.4.4 Del Sábado al Domingo.

La tradición evangélica85

recoge cuatro episodios de la polémica de Jesús sobre el sábado.

Los sinópticos recuerdan que los discípulos desgranaban espigas en día de sábado (Mc. 2:

23-28; Mt 12:1-8; Lc. 6:1-5) y que Jesús curó en sábado a un hombre que no se encontraba

en grave peligro de muerte (Mc. 3:1-6; Mt 12: 9-14; Lc. 6: 6-11).

El evangelista Juan narra la curación del paralítico en la piscina (5:1ss) y la curación del

ciego de nacimiento (9: 1ss). Estas páginas reflejan dos situaciones: la polémica entre

Jesús y los fariseos y la polémica posterior entre la Iglesia y la Sinagoga.

No se trata aquí de distinguir las dos situaciones. Es más importante no olvidar que la

concepción farisaica en tiempos de Jesús era mucho más variada y rica de lo que el

evangelio nos deja suponer. Al evangelio no le interesa la exactitud histórica; prefiere hacer

del fariseo una figura típica, que puede volver a reproducirse en la misma vida de la Iglesia.

La toma de posición de Jesús sobre el sábado se resume en tres afirmaciones86

: El sábado

ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado (Mc. 2: 27); el Hijo del

hombre es también señor del sábado (Mc. 2: 28); mi Padre no deja de trabajar, y yo

también trabajo (Jn 5: 17). Con la primera afirmación Jesús recupera el significado

original, primario, esencial del sábado: es el día en que se celebra el amor de Dios al

hombre. Las otras dos introducen en la reflexión una novedad cristológica: el gran

acontecimiento que hay que celebrar no es ya solamente la liberación de Egipto, sino la

venida del Hijo del hombre; su acción salvífica, que reproduce el amor del Padre.

85

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Verbo Divino 1998. 79-110; Géread B. y Ph.

G. Para Leer el Antiguo Testamento Verbo Divino, Navarra 2009. pp. 95 – 103. 86

Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 19-46; Rainer, Albertz. Historia

de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 600-612.

Page 75: EL TERCER ISAÍAS

74

La crítica de Jesús a la concepción farisaica del sábado no es jurídica ni disciplinar, sino

teológica. Para Jesús el honor que se debe a Dios no está nunca en contraste con la

salvación del hombre. Salvar a un hombre en sábado no es violar el sábado, sino cumplirlo.

Un signo especialmente indicativo de la concepción neotestamentaria del tiempo sagrado es

el paso, que fue gradual y no sin tensiones, del sábado al domingo, llamado en los textos

más antiguos el primer día de la semana (Hech 20: 7; 1ª Cor. 16: 2). El primer día de la

semana es el día que, como sugieren todos los evangelistas, evoca la resurrección de Jesús

y sus apariciones a los discípulos (Mt 28: 1; Mc. 16: 2-9; Lc. 24: 1; Jn 20: 1-9). Las

comunidades celebran el domingo, porque es el día que recuerda el hecho central de la

salvación y la presencia del Resucitado en la comunidad de los discípulos.

El domingo se indica también mediante una segunda expresión, menos atestiguada y

ciertamente más tardía, pero igualmente importante: el día del Señor (Ap 1: 10). Es una

expresión que recupera el bíblico día de Yahveh, del Tritoisaías con todo su sentido

escatológico. El N.T. no pierde nunca la continuidad con el A.T.

Pero la expresión se relee ahora cristianamente: el Señor es Jesús, y el acontecimiento

escatológico es su Resurrección y su Parusía: un acontecimiento al mismo tiempo ya

sucedido y por esperar. Colocado entre la resurrección de Cristo y su retorno glorioso al

final de la historia, el domingo es el momento fuerte en que se cumplen los gestos que dan

significado y consistencia al tiempo presente, tiempo del cumplimiento y de la espera: la

cena del Señor, la predicación (Hech. 20:7ss), la caridad, el amor (1ª Cor. 16:2).

Page 76: EL TERCER ISAÍAS

75

3.4.5 La Cena del Señor87

.

Se ha aludido al hecho de que el NT evita los términos cultuales, ya en uso en el griego de

los LXX, para designar los lugares de culto, los tiempos, los ritos, las cosas y las personas.

En compensación, usa repetidamente los términos cultuales: culto, sacrificio, víctima,

ofrenda y otros, para designar ámbitos y cosas que en la opinión común son profanos. No se

trata de un capricho lingüístico, sino de una concepción concreta: el verdadero culto es la

vida, ofrecida a Dios. Escribe san Pablo a los Romanos (12: 1-2): Hermanos, os ruego, por

la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, consagrado,

agradable a Dios; éste es el culto racional. Y no os acomodéis al esquema de este mundo;

al contrario, transformaos y renovad vuestro interior para que sepáis distinguir cuál es la

voluntad de Dios: lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Es significativa la expresión ofrecer vuestros cuerpos; los cuerpos, o sea, toda la persona

concreta con sus relaciones, tal como se expresa hacia fuera y en el mundo, no simplemente

la espiritualidad del hombre en su interioridad88

.

El culto afecta a todo el hombre, y a través del hombre entero al mundo. El adjetivo

racional significa el culto auténtico, el culto digno de Dios y del hombre. En concreto, la

existencia se hace culto si se vive, no según la lógica del mundo, sino según la lógica de

Jesucristo.

87

Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 47-55; Rainer, Albertz. Historia

de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 613-620. Flor Serrango

G. y L. Alonso Schökel, Diccionario de la Ciencia Bíblica, Verbo Divino, Estella, 2000. pp. 220 - 235;

Marchand, G. y Mizzotti, J. Metodología: Lectura Pastoral de la Biblia, Equipo de Coordinación de la

Lectura Pastoral de la Biblia, 1991. pp. 300 -320. 88

Tener presente los aportes de: Von Rad, Gerhard. Teología del Antiguo Testamento. Sígueme, Salamanca

1986, pp 435-453; Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 60-66; Rainer,

Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento; Trotta, Madrid; 1999. pp. 620 –

625.

Page 77: EL TERCER ISAÍAS

76

Pero aun subrayando la primacía de la vida hasta el punto de considerarla como el

verdadero culto, el N.T. recoge igualmente su propia ritualidad concreta, aunque muy

sobria y simplificada respecto a la riqueza de la ritualidad veterotestamentaria y judía: por

ejemplo, la inmersión en el agua para el bautismo (Hech. 8:34-39), la imposición de manos

para el don del Espíritu (Hech. 8: 17) y para la concesión del ministerio ordenado (1ªTim.

4:14), la oración y la unción para la curación de los enfermos (Stg. 5: 14) y sobre todo la

cena del Señor (1ª Cor 11: 17-34).

En la cena del Señor es donde se descubre con particular claridad la concepción

neotestamentaria del culto. Las dos acciones de Jesús, la acción del pan y del vino, se

insertan en un marco ritual ya existente en el judaísmo: la bendición antes de la comida:

con el pan y la bendición al final: con la copa. Las dos acciones de Jesús aparecen así en

profunda continuidad con el judaísmo; sin embargo, son nuevos, ya que se convierten en

signos de su sacrificio. Jesús no solamente vivió su vida en obediencia (Mc. 10: 45) al

Padre y en entrega a los hermanos: el verdadero culto, el verdadero sacrificio, sino que al

final de su existencia la recogió y la expresó también en acciones simbólicos cultuales, con

el pan partido y el vino distribuido.

Recogida así su vida con acciones rituales, repetibles, celebrativos, Jesús la entrega a los

discípulos para que hagan memoria de ella a través del rito. Haced esto en memoria mía y

en su propia existencia: Tomad, comed, inseparablemente. Son significativas las

coordenadas temporales de 1ª Cor. 11: 23-26 Yo recibí del Señor lo que os he transmitido:

que Jesús, el Señor, en la noche en que fue entregado, tomó pan, dio gracias, lo partió y

dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria de mi.

Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza

sellada con mi sangre; cada vez que la bebáis, hacedlo en memoria mía. La memoria:

Haced esto en memoria mía, arraiga en un suceso del pasado, en la noche en que fue

entregado y se extiende hasta la venida del Señor: hasta que vuelva. La celebración en los

signos forma parte del tiempo intermedio.

Page 78: EL TERCER ISAÍAS

77

Los símbolos del pan y del vino y la cena fraternal muestran, por un lado, que la realidad

escatológica está ya aquí, y por esto se la celebra; pero, por otro lado, tratándose

precisamente de signos, muestran que la realidad definitiva no está aquí todavía; de lo

contrario, no tendríamos necesidad de signos: hasta que él vuelva. El cristiano celebra el

cumplimiento con acciones: ritos y fiestas, que al mismo tiempo lo revelan y lo esconden,

afirman su presencia y su ausencia. Y como Cristo recogió su existencia, el verdadero

culto, en los signos, así también la existencia cristiana, el culto racional, se recoge en

momentos signos que separan de la vida cotidiana, para celebrar el acontecimiento que da

sentido a lo cotidiano.

3.4.6 La ética y el culto: factores de integración comunitaria.89

Entre las plurales tipologías que los historiadores de las concepciones ontológico -

culturales y lo ético – profético, han ofrecido cosmovisiones variadas respecto de la

relación culto y ética. Las primeras se caracterizan por su dimensión preferentemente

cultual y por su vertiente ahistórica. La existencia humana se configura en torno al culto,

que establece una neta distinción entre lo sagrado y lo profano en sus diferentes

manifestaciones: tiempos, lugares, personas y acciones90

. Sagrado y profano son dos

mundos contrapuestos que no pueden armonizarse.

El tiempo, en la percepción antológica - culturales, no es histórico e irreversible, sino

cíclico y reversible; no es humano, sino cósmico: se rige por los ciclos de la naturaleza. El

ser humano no se auto-comprende como ser histórico ni tiene conciencia de futuro. La

historia queda en suspenso. El tiempo verdadero no es el tiempo histórico, sino el tiempo

mítico de los orígenes. La vida carece de significación por sí misma. Lo que da sentido a la

vida es su conexión con el tiempo de la fundación del mundo.

89 Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Cristiandad, Madrid 1977. pp. 75-90; Tamayo-Acosta, Juan

José. Fundamentalismos y diálogo entre religiones, Trotta, Madrid 2004. pp. 95 – 100; Driver, Juan. Una

teología bíblica de la paz. Semilla, Guatemal 2003. pp. 11- 22; Sicre, José Luís. La solidaridad en el antiguo

testamento. En Proyección #45, 1998. pp. 135 - 142. 90

Tamayo-Acosta, Juan José. Fundamentalismos y diálogo entre religiones. Trotta, Madrid 2004. pp. 111 –

130.

Page 79: EL TERCER ISAÍAS

78

Las diferentes etapas de la vida humana se enmarcan en un universo sagrado. La

trascendencia se manifiesta fuera y por encima de la historia. La fe en el Ser Supremo -o en

los seres supremos- no genera actitudes éticas orientadas a mutar el curso de la historia en

clave de libertad, sino que desemboca en prácticas cultuales y en la aceptación del destino.

3.4. 7 Los énfasis ético-proféticos91

.

Sin embargo, tienen su centro en la vida; su horizonte es la historia como espacio de

salvación y lugar de revelación de trascendencia. La experiencia religiosa no se cierra sobre

sí misma, sino que se traduce en actitudes, acciones, comportamientos éticas. Los

acontecimientos no son una sucesión de hechos que se repiten cíclicamente, sino

fenómenos nuevos que llevan la marca de la libertad del ser humano y de la comunidad en

que vive. El punto de mira no es un pasado ideal que nunca existió, sino un futuro que está

por venir y que hay que construir. Constructores del tiempo. La religión bíblica pertenece a

la familia de las ético-proféticas y se caracteriza por su dimensión histórica. La historia es

una categoría central de dicha religión y una de sus principales aportaciones a la

humanidad. Se define como el pentagrama conceptual de la fe yahvista y a los israelitas

como constructores del tiempo. Israel experimenta la existencia como historia orientada a

una meta, la tierra prometida, cielo nuevo y tierra nueva, que dan sentido al camino a

seguir. El tiempo cósmico y reversible cede paso al tiempo histórico e irreversible.

Ello produce una modificación sustancial en la manera de entender y experimentar la

revelación y la propia divinidad. La revelación tiene lugar en la historia y a través de la

historia, que se convierte en el lugar privilegiado de la salvación. El Dios que se revela es

un Dios histórico; renuncia a estar en el Olimpo, el Cielo, el Paraíso de los dioses y entra en

el escenario de la cotidianidad humana para compartir la suerte de los seres humanos. El

nombre mismo de Dios, Yahveh, tiene significación histórica y remite al futuro. Yahveh

significa: seré el que seré, os sacaré de la esclavitud y os acompañaré en el itinerario

hacia la tierra prometida.

91

León-Dufour, Xavier. Vocabulario de teología bíblica. Herder, Barcelona 1978. pp. 722- 730.

Page 80: EL TERCER ISAÍAS

79

La manifestación de Dios tiene lugar a través de su acción histórica. La visibilidad de

Yahveh es perceptible en sus obras de salvación. En consecuencia, el camino que lleva

derechamente al conocimiento de Dios no es otro que el de su presencia liberadora en la

historia.

3.4.8 El culto como memoria histórico-profética92

.

Una religión así, ¿es radicalmente ajena al culto? No necesariamente. Lo que hace es darle

un contenido diferente a la perspectiva ontológico – cultual.

El culto es vivido como “memorial histórico-profético”, que rompe la circularidad mítica

simple y la recurrencia cósmica en espiral de la ritualidad vivida en la ingenuidad primitiva.

Se llega así a la categoría que mejor expresa y define la identidad del culto judío: la

memoria, el recuerdo. Se trata de una categoría hoy recuperada, en la filosofía gracias a W.

Benjamín y en la teología, gracias a los especialistas en la religión bíblica y a teólogos

como J.B. Metz93

.

3.4.9 El recuerdo subversivo.

Metz ha reformulado la “memoria de los vencidos de Benjamín a través de la expresión

“razón anamnética”. Con ella se refiere no a la teoría platónica de la anamnesis, memoria,

sino a la idea bíblica de recuerdo subversivo del sufrimiento en la historia. La destrucción

del recuerdo es una medida típica de la dominación totalitaria, que recurre a borrar toda

huella del pasado para eliminar, así, la identidad cultural de los pueblos sometidos y

cercenar las aspiraciones a la libertad inscritas en la historia de las colectividades humanas.

Cuando al ser humano se le priva de sus recuerdos, se inicia su estado de esclavitud.

92

Ver los aportes de: Meier, J.p., Un judío marginal (I y II/1-2) Verbo Divino, Navarra 2000. pp. 623-643.

Moingt, J., El hombre que venía de Dios, Estella, Bilbao, 1995. pp. 460- 466. 93

J. B. Metz, Teología del mundo, Sígueme, Salamanca, 2007. 73 – 82. Moingt, J., El hombre que venía de

Dios, Estella, Bilbao, 1995. pp. 470 – 480.

Page 81: EL TERCER ISAÍAS

80

Memoria de la pasión y de la resurrección de Jesucristo: la fe. La resurrección se

comprende no desde el lado triunfalista del vencedor que impone su ley a los vencidos, sino

a partir del memorial de la pasión que genera solidaridad con y entre los que sufren y

devuelve la vida. La razón anamnética se muestra solidaria no sólo con las personas que

viven en el presente y que vivirán en el futuro, sino también con las víctimas del pasado. El

recuerdo en sentido bíblico no es la simple evocación de algo sucedido en el pasado, ni

posee el tono añorante que con frecuencia suele darse a la memoria. Más que recordar en

ese sentido de añoranza, memoria significa re-avivar, re-vivir, traer a la memoria, hacer

presentes los acontecimientos liberadores de la historia del pueblo.

La memoria94

, el memorial constituye un puente de comunicación entre el pasado y el

presente, se caracteriza por la actualización del pasado que se torna operativamente

presente y encierra un impulso ético, una llamada a actuar aquí y ahora. Un ejemplo del

impulso ético que implica el memorial es el relato que hace el libro del Génesis, capítulo

40, sobre la prisión de José en Egipto. José interpreta los sueños del copero y del panadero

del rey, encarcelados con él. Al panadero le predice que, tras abandonar la cárcel, volvería a

ocupar el puesto del que fue desposeído. Tras la predicción le dice: Sólo te pido que te

acuerdes de mí cuando te vaya bien; hazme el favor de hablar de mí al faraón, para que me

saque de esta prisión (Gn 40, 14). Sin embargo, continúa el texto, ―el copero no se volvió a

acordar de José, sino que se olvidó de él (Gn 40, 23). Aquí recordar no es un simple acto

de la memoria, sino que exige llevar a cabo una acción efectiva en favor de José: interceder

ante el faraón para que lo sacara de la cárcel. El olvido del panadero no es una simple

pérdida de memoria, sino dejar de actuar, no hacer nada por el otro. El memorial, la

memoria, la anámnesis se encuentra ejemplificado de forma paradigmática en la fiesta

cultual más importante del pueblo judío: la Pascua, ―día de memorial‖, que hace presente y

aviva el acontecimiento fundante de la historia de Israel, el éxodo, la liberación de Israel de

la opresión faraónica. La conmemoración de tal acontecimiento tiene lugar ritual y

narrativamente.

94

Sicre, José Luís. La solidaridad en el antiguo testamento. En Proyección #45, 1998. pp. 135 - 142.

Page 82: EL TERCER ISAÍAS

81

El libro del Éxodo95

explica el significado de la celebración de la pascua, que los judíos

habrán de celebrar cada año: Ese día explicarás a tus hijos: Hacemos esto para recordar lo

que hizo por mí el Señor cuando salí de Egipto. Este rito será para ti como una señal en tu

mano, como memorial ante tus ojos, para que tengas en tu boca la ley del Señor; porque el

Señor te sacó de Egipto con su fuerza poderosa. Observaréis este rito cada año en la fecha

señalada (Ex 13, 8-10). La Misná subraya la vigencia y actualidad de la liberación de

Egipto a través de la pascua.

El memorial genera una especie de contemporaneidad entre quienes fueron liberados

entonces y los que lo celebran posteriormente. La celebración pascual no es un rito

rememorativo sin más. Quienes participan en él entran en el mismo mundo de los liberados

de antaño, re-viven su historia y hacen realidad en ellos tanto las experiencias de

sufrimiento como el acontecimiento liberador que conmemoran. El memorial, la memoria,

la anamnesis no es un acto de idealización del pasado. Lo que hace es, más bien, movilizar

las energías entumecidas del pasado y activarlas en el aquí y el ahora para que den frutos de

liberación.

No se contenta con recordar lo que entonces sucedió, sino que busca extraer toda la fuerza

liberadora escondida en la historia humana. El memorial, la memoria, la anamnesis

recuerda los sufrimientos, tanto personales como colectivos, del pasado, pero no por arte de

morbosidad malsana ni sado-masoquismo. Si los recuerda es para que no se repitan.

El recuerdo tiene, así, efectos regeneradores para todo el pueblo, que ve preservada su

identidad como pueblo. Genera, asimismo, una solidaridad trans-generacional, que se

extiende a las víctimas del pasado. Constituye, en fin, una demanda de reparación y de

justicia.

95

Meier, J.p., Un judío marginal (I y II/1-2) Verbo Divino, Navarra 2000. pp. 623-643. Moingt, J., El hombre

que venía de Dios, Estella, Bilbao, 1995. pp. 460- 466

Page 83: EL TERCER ISAÍAS

82

3.4.10 Memoria histórica, ética y culto96

.

Lo peculiar de la ritualidad en la experiencia religiosa de Israel radica en su relación con la

con la memoria histórica. Hay un texto paradigmático al respecto donde se describe de

manera precisa e inconfundible la relación entre memorial, recuerdo e historia, Dt 26, 1-12,

que dice así:

Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da en herencia, la hayas tomado en posesión y te hayas establecido en ella, tomarás las primicias de todos los productos… la pondrá delante del altar del Señor, tu Dios. Y tú dirás delante del Señor: Mi antepasado era un arameo errante. Bajó a Egipto y se estableció allí como emigrante con un puñado de gente; allí se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros antepasados, y él escuchó nuestra voz y vio nuestra miseria, nuestra angustia y nuestra opresión. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo poderoso, en medio de gran terror, señales y prodigios; nos condujo a este lugar y nos dio esta tierra, que mana leche y miel. Por eso traigo las primicias de esta tierra que el Señor me ha dado…

3.4.11 Vamos a destacar algunos aspectos del texto97

.

El rito de las primicias no se relaciona aquí con fenómenos de la naturaleza, sino con

acontecimientos históricos protagonizados por el Dios liberador de Israel. El autor del texto

describe la fiesta de las primicias en el marco de un relato histórico, que recuerda los

momentos más importantes de la historia del pueblo: emigración de Abrahán, opresión en

Egipto, clamor del pueblo a Dios, éxodo y entrada en la tierra prometida.

96

Ver las reflexiones de: Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. 105-118.

Mussner, F., Tratado sobre los judíos, Verbo Divino, Salamanca 1983. 266- 270. Y Von Rad, Gerhard.

Teología del Antiguo Testamento. Sígueme, Salamanca 1986.435-453. 97

Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 289 - 314.

Page 84: EL TERCER ISAÍAS

83

Memorial histórico y rito remiten al ámbito de la vida, las acciones, las actitudes, los

comportamientos y desembocan en el campo de la ética. La presentación de las primicias

de los productos de la tierra comporta la asunción de determinadas actitudes morales,

éticas, conductuales. 98

El rito constituye una invitación a la ética; pero no a la ética

intimista, sino a la ética cívico-social, a la ética de la alteridad. Esta se caracteriza por el

reconocimiento del otro como otro. Aquí el otro son los levitas, las viudas, las personas

extranjeras y las personas huérfanas, todas ellas necesitadas.

Los sujetos y destinatarios de la ética son las personas marginadas. El principio ético por

excelencia aquí proclamado es el de la alteridad. El reconocimiento de estas personas como

tales lleva derechamente a la solidaridad y al compartir. Hay todavía en el texto un aspecto

importante relacionado con el compartir que conviene subrayar aquí. Lo que se comparte

con las personas necesitadas no son los productos defectuosos, sino las primicias, lo mejor

de la cosecha. Éstas, una vez presentadas a Dios, se convierten en algo sagrado.

El Dios de Israel no se reserva para sí las primicias de los productos de la tierra, sino que

ordena su distribución entre quienes pasan necesidad. El texto es bien explícito al respecto:

He retirado de mi casa lo que era sagrado; se lo he dado al levita, al forastero, al huérfano

y a la viuda, según todos los mandamientos que me has dado sin traspasar ninguno de tus

mandamientos ni olvidarlos. (Dt 26: 13).

98

Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 320 - 330.

Page 85: EL TERCER ISAÍAS

84

CAPITULO IV

EL TERCER ISAÍAS Y SUS REPERCUSIONES EN EL NUEVO TESTAMENTO99

.

De acuerdo con el pensamiento seguido en este trabajo, es decir, los postulados de J. L.

Sicre y A. Shökel100

, se puede asegurar que cuando se lee el Tritoisaías en el Nuevo

Testamento, las percepciones sobre esta lectura serían, en primer lugar, que las

comunidades neotestamentarias interpretan su fe, sus creencias, decisiones, conductas,

pensamientos, comportamientos, relaciones en consonancia con lo afirmado en el Antiguo

Testamento.

Otra visión sería que desde sus experiencias eclesiales y en busca de soluciones

relacionadas con su caminar en la fe, leen los textos del Antiguo Testamento a fin de

escuchar voces históricas, experiencias humanas parecidas para emprender salidas a una

situación difícil de resolver. En ambos casos, vale afirmar que al tomar una cita textual,

como será precisado más adelante, las comunidades estaban muy familiarizadas con el

contexto amplio al que se refieran, por ejemplo, cuando afirman que “Está escrito: = Mi

Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de

bandidos!(Mt 21: 13) se debe reconocer que la comunidad de Mateo estaba familiarizada

con todo el texto del Tritoisaías 56 y no sólo de la frase referida; de modo que al tomar esa

locución, la comunidad está entendiendo el conjunto de Isaías en el contexto amplio de la

situación política, económica, social y religiosa del profeta, para darle el significado que en

el primer siglo requerían en el fortalecimiento de la fe, la hermandad y confraternidad como

seguidores de Jesús.

99

En el presente apartado los análisis de J. Severino Croatto en sus libros Imaginar el Futuro. Estructura

Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-66), pp 25- 35; también se toman las reflexiones de Croatto,

en sus texto El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65:11-16

Lumen, Argentina, 2000. pp 1- 16; Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977.

129-166. 100 Op. cit.

Page 86: EL TERCER ISAÍAS

85

Este aspecto es el que se va defender en este escrito, en tanto que la variedad de usos del

Tercer Isaías con el propósito de fortalecer la fe, cimentar las doctrinas, consolidar las

relaciones en las comunidades cristianas del primer siglo se pueden verificar en las lecturas

que hacen del Antiguo Testamento. En esta dirección, se puede ver conformada la triada

comunidad – Tritoisaías – confesión de fe.

4.1 Algunos Textos Indirectos / Alusiones101

.

Aquí se podría asegurar que en el Nuevo Testamento se emplea una buena cantidad de

frases, símbolos, metáforas y analogías del Tritoisaías con diferentes fines y propósitos en

las comunidades cristianas del primer siglo. Para el presente trabajo sólo se van a

considerar aquellas que se relacionan con el tema prefijado del Tercer Isaías, esto es, el

Culto y la Justicia. Algunas de las citas indirectas, alusiones al Tercer Isaías podrían

significar que las comunidades tenían un importante conocimiento del Antiguo Testamento,

lo que a su vez querría decir que la preocupación por ser fieles a una tradición de fe no era

sólo nominal, sino de verdad y compromiso.

En Ap. 2: 17, por ejemplo se alude a 56 cuando se asegura: “El que tenga oídos, oiga lo que

el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré maná escondido; y le daré también una

piedrecita blanca, y, grabado en la piedrecita, - un nombre nuevo - que nadie conoce, sino

el que lo recibe”.

El nuevo nombre se había referido en 56: 5 ―yo he de darles en mi Casa y en mis muros

monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será

borrado‖. Lo cual indicaría una comunión con el pensamiento del Tritoisaías por parte de

la comunidad de Pérgamo.

101

Las reflexiones de Brown-Fitzmyer. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo, (Verbo Divino, 2004) 310-

319; y de Schökel, Alonso. Biblia del Peregrino. 340- 345.

Page 87: EL TERCER ISAÍAS

86

Esa imagen del nombre no se puede entender como una figura suelta ni aislada, sino como

una parte integral, importante, poderosa, clave de construcción en los imaginarios sociales,

políticos, teológicos y culturales de tal comunidad. Es la misma imagen que se muestra en

Ap. 3: 5: “y no borraré su nombre del libro de la vida…‖; de manera que las alusiones al

Tercer Isaías estaban inmersas en su cotidianidad como hermanos y hermanas que

compartían la fe de Jesucristo; así como se refleja en el texto de Judas 13: ―(Los malos) son

olas salvajes del mar, que echan la espuma de su propia vergüenza, estrellas errantes a

quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre‖, como reflejo de la

lectura hecha de 57: 20 “Los malos son como mar agitada cuando no puede calmarse,

cuyas aguas lanzan cieno y lodo‖.

El libertador y la Alianza102

de Is 59: 20, 21, son recordadas en Ro. 11: 26, 27 con diversos

fines; animar a los gentiles (romanos) a seguir confiando en el Señor y sus promesas; retar a

los judíos en la importancia de ser ejemplo de los gentiles; recordar tanto a unos como a

otros, que desde la fe de Jesucristo se eliminan las diferencias raciales, étnicas y culturales;

lo que se requiere es afianzar el acuerdo mutuo, la reciprocidad y la tolerancia, en medio de

las diferentes procedencias étnico culturales. El lenguaje relativo a la alianza tiene mucho

en común con el de los tratados del antiguo Oriente Próximo, ya que en ese contexto las

alianzas se confirman mediante juramentos. Yahveh aparece tomando la iniciativa en el

establecimiento de la alianza al elegir a su pueblo. Quizá la formulación más sencilla de la

alianza es la frase: “Yo os haré mi pueblo y seré vuestro Dios (Éx. 6:7).

Se concebía que la ley se hubiera otorgado como parte de la alianza, compromiso por el

cual Israel se convirtió en el pueblo de Dios. La ley contiene normativas de conducta en

relación con los demás seres humanos y reglas sobre las prácticas religiosas y que transmite

un código de instrucciones para afrontar aspectos de la vida cotidiana. También, parece

señalar los límites que el pueblo no podrá transgredir sin romper la alianza.

102

Aquí son clave los aportes de Rafael Aguirre y sus escrotos: La mesa compartida. Ensayo sobre los

orígenes del cristianismo. Verbo Divino, 2001. pp. 90-110. También se tienen presente los aportes de

Raymond Brown en sus Introducción al Nuevo Testamento. (Tomo 2. Trotta, 2002). pp. 660-669.

Page 88: EL TERCER ISAÍAS

87

ALGUNAS ALUSIONES DEL TERCER ISAÍAS EN EL NUEVO TESTAMENTO

TERCER ISAÍAS NUEVO TESTAMENTO

58:3: “¿Por qué ayunamos, si tú no lo ves?

¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? -

Es que el día en que ayunabais, buscabais

vuestro negocio y explotabais a todos vuestros

trabajadores”.

Mt. 6:18: “para que tu ayuno sea visto, no por

los hombres, sino por tu Padre que está allí, en

lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te

recompensará.

59:5: “Hacen que rompan su cascarón las

víboras y tejen telas de araña; el

que come de sus huevos muere, y si son

aplastados sale una víbora.

Mt. 3:7: …Raza de víboras, ¿quién os ha

enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues,

fruto digno de conversión, y no creáis que basta

con decir en vuestro interior…”

59:9: “Por eso se alejó de nosotros el derecho y

no nos alcanzó la justicia.

Esperábamos la luz, y hubo tinieblas, la

claridad, y anduvimos en

Oscuridad”

Jn. 12: 35-36: “Jesús les dijo: Todavía, por un

poco de tiempo, está la luz entre vosotros.

Caminad mientras tenéis la luz, para que no os

sorprendan las tinieblas; el que camina en

tinieblas, no sabe a dónde va. Mientras tenéis la

luz, creed en la luz, para que seáis hijos de

luz.»

Dicho esto, se marchó Jesús y se ocultó de

ellos”.

59:20, 21: “Vendrá a Sión para rescatar, a

aquellos de Jacob que se conviertan

de su rebeldía. - Oráculo de Yahvé. Cuanto a

mí, esta es la alianza con ellos, dice Yahveh. Mi

espíritu que ha venido sobre ti y mis palabras

que he puesto en tus labios no caerán de tu boca

ni de la boca de tu descendencia ni de la boca de

la descendencia de tu descendencia, dice

Yahveh, desde ahora y para siempre.

Ro. 11:25 - 27: “Pues no quiero que ignoréis,

hermanos, este misterio, = no sea que

presumáis de sabios: = el endurecimiento

parcial que sobrevino a Israel durará hasta que

entre la totalidad de los gentiles, y así, todo

Israel será salvo, como dice la Escritura: =

Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob

las impiedades. Y esta será mi Alianza con

ellos, cuando haya borrado sus pecados.

Page 89: EL TERCER ISAÍAS

88

60: 3,11: 3 “Caminarán las naciones a tu luz, y

los reyes al resplandor de tu alborada. 11

Abiertas estarán tus puertas de continuo; ni de

día ni de noche se cerrarán, para dejar entrar a ti

las riquezas de las naciones, traídas por sus

reyes.

Ap. 21: 24 – 26: “La ciudad no necesita ni de

sol ni de luna que la alumbren, porque la

ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el

Cordero. Las naciones caminarán a su luz, = y

los reyes de la tierra irán a llevarle su

esplendor. Sus puertas no se cerrarán con el

día, porque allí no habrá noche; y traerán a ella

el esplendor y los tesoros = de las naciones. =

63:1, 2 “¿Ese del vestido esplendoroso, y de

andar tan esforzado? - Soy yo que hablo con

justicia, un gran libertador.

Y ¿por qué está de rojo tu vestido, y tu ropaje

como el de un lagarero?

Ap. 19:12-14 : “Sus ojos, llama de fuego; sobre

su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un

nombre que sólo él conoce; viste = un manto

empapado en sangre = y su nombre es: La

Palabra de Dios. Y los ejércitos del cielo,

vestidos de lino blanco puro, le seguían sobre

caballos blancos.

63:10: Mas ellos se rebelaron y contristaron a su

Espíritu santo, y él se convirtió en su enemigo,

guerreó contra ellos.

Ef.4:30: No entristezcáis al Espíritu Santo de

Dios, con el que fuisteis sellados para el día de

la redención.

La labor primordial de los profetas era recordar a Israel su dependencia pactual con Dios y

todo lo que ello implicaba. Israel debía obedecer las leyes de Dios y amar, en primer lugar,

a Dios y luego a los fieles de la alianza. Los profetas tenían mucho que decir, también,

sobre la adoración formal103

.

El sacrificio y las ofrendas nada significaban para Dios a menos que el oferente obedeciera

las leyes de Dios y fuese justo y bondadoso con los demás. Samuel le dijo a Saúl, primer

rey de Israel: ―Mejor es obedecer que sacrificar; prestar atención es mejor que la grasa de

los carneros‖; (1º Sm. 15: 22).

103

Brown-Fitzmyer. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Verbo Divino, Navarra 2004. pp. 310-319; y

de Schökel, Alonso. Biblia del Peregrino. 346- 355. Las reflexiones de Enrique Dussel en El pan de la

celebración, signo de justicia. (Concilium #172 1982), y Xavier Leon-Dufour Vocabulario de teología

bíblica.( Herder, 2002), son importantes aquí.

Page 90: EL TERCER ISAÍAS

89

Para el texto de romanos 11 el desafío no es otro que el de la salvación; es desde Sión de

donde viene la salvación; desde una ciudad, simbólica por supuesto, que en tiempos de

Pablo es menos frente a las ciudades grandes, como por ejemplo Roma, a la que sus

gobernantes le adjudicaban poderes sobrenaturales. Pablo exhorta al reconocimiento que la

salvación es del Dios de la historia encarnado en Jesucristo (Rm. 10:4) y que es en la

universalización de la nueva alianza (Rm. 10: 9 - 10), dentro de la cual se presentan las

nuevas formas de pacto: Dios ofrece al hombre ser su protector, el hombre se comprometes

en vivir como verdadero pueblo, en el que las mutuas relaciones de amor, tolerancia,

respeto y conciliación sean constantes. Así se configura la nueva alianza, la de Jesucristo.

La referencia hecha por Jn. 11:9-10; 12:35-36, de 59:9, en que las simbologías de luz y

tinieblas tienen sus respectivas connotaciones, resulta trascendente el tratamiento que la

comunidad juanina hace del Tercer Isaías, en la medida en que éste presenta un paralelo

entre luz con derecho y justicia, y, entre oscuridad y tinieblas con injusticia. Tritoisaías 59:

9 se afirma: ―Por eso se alejó de nosotros el derecho y no nos alcanzó la justicia.

Esperábamos la luz, y hubo tinieblas, la claridad, y anduvimos en oscuridad; en Juan por

su lado, se asegura: ―Jesús les dijo: Todavía, por un poco de tiempo, está la luz entre

vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que

camina en tinieblas, no sabe a dónde va. Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que

seáis hijos de luz… (Jn. 12: 35-36).

El símbolo104

de luz – tinieblas del Tritoisaías, es clarificado por la comunidad juanina en la

que se asegura que se debe caminar por la vía de la luz; cuando se sigue el pensamiento del

Tercer Isaías, esta comunidad está ratificando la justicia y la rectitud como valores propios

que la comunidad siempre debería tener presente en sus relaciones, prácticas y vivencias

sociales, cuyo primer paso es la fe en Jesucristo: el verdadero y único justo, la justicia de

Dios. De este se hablará más adelante.

104

Jeremías, J. Jerusalén en tiempos de Jesús. Madrid, Cristiandad, 1977. pp. 315 -325.

Page 91: EL TERCER ISAÍAS

90

Gran parte de la simbología del Tercer Isaías es retomada en el Nuevo Testamento; en Ap.

21: 9 – 11, se retoma el texto del Tritoisaías 60: 1-2, el que afirma: ―¡Arriba, resplandece,

que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahveh sobre ti ha amanecido! Pues mira cómo la

oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece Yahveh y su

gloria sobre ti aparece‖. Es que para las comunidades cristianas primitivas. Sorprendente

es que en Apocalipsis se utilice la imagen de la Gloria de Yahveh sobre la nueva Jerusalén,

como símbolo de la presencia del Señor a la manera de gobernante supremo: simbología

política que desafía, anima, fortalece a los perseguidos por los poderes terrenales105

.

El Tritoisaías es recordado en momentos de crisis política, así como fue leído en sus

inicios; de modo que, el paralelo es importante: así como en el contexto del Tercer Isaías

había profundas tensiones entre los diversos grupos en el Asia Menor de su tiempo, en el

contexto de las comunidades juaninas apocalípticas, donde los gobernantes pretendían

dominar por la fuerza a los más necesitados y empobrecidos, las víctimas y sus

comunidades sabían que sólo ellas, quienes se habían casado con el cordero de Dios, en un

proceso de compromiso, amor y cariño, sueños y esperanzas, ilusiones y utopías, tendrían

acceso a la feliz y nueva ciudad, donde el dolor será únicamente un recuerdo (Ap. 21: 27).

Todas las alusiones al Tercer Isaías no son simples referencias a dichos, refranes, ni

parábolas; tiene que ver con profundas reflexiones que las comunidades cristianas del siglo

primero hacían del texto. En el caso de Ap. 21: 24 – 26, donde se evoca a Is 60:3, 11, se

destaca de manera especial el tema de las posibilidades, la inclusión, la democracia, las

oportunidades para todos y todas, aspectos tan importante para las comunidades

Tritoisaíticas como juaninas. En el Tercer Isaías, a algunos grupos se los había marginado

por parte de los poderosos, se les cerraron las oportunidades de participar, incluso en el

culto a Yahveh.

105

Ver los aportes de: L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 91-95; E,

Beaucamp, Los profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 71-130; J L. Sicre, Profetismo en Israel,

Verbo Divino. l993. 140-140.

Page 92: EL TERCER ISAÍAS

91

Las comunidades juaninas, por su lado, estaban en la misma situación; ahora, releen el

Tritoisaías y se topan con una profunda verdad: ellas serán la luz de las naciones, el

resplandor del propio Yahveh ante las sociedades que creían ostentar el poder; ellas,

comunidades humildes y de fe, son las que abren las puertas de bendición para todos y

todas, sin ninguna clase de limitaciones, más que el deseo de servirse mutuamente, con

respeto, amor y tolerancia.

Las alusiones hechas en Apocalipsis 19: 13ss, parece tener en el fondo el pensamiento del

Tritoisaías 63: 1ss; toda su simbología que representa una realidad social, política,

económica, militar y cultural busca argumentar cómo las sociedades que confluyen en

determinado contexto tienden a ser semejante a otra de diferente espacio vital. Así como en

el Tercer Isaías se presentan grupos dominantes que pretenden imponer sus ideas sobre los

más necesitados, en las comunidades apocalípticas había personas, grupos, tradiciones que

se consideraban predominantes y con más derechos que las demás106

.

Cuantos eran los que se habían acercado al lagar en soledad, sin la compañía, ni la

solidaridad de sus amigos, amigas, vecinos, prójimos; la producción del vino sería más

difícil con sólo una persona pisando las frutas seleccionadas para originar la bebida más

tradicional de la cultura mediterránea; las comunidades juaninas de Apocalipsis se

cercioran del poder que hay al compartir todas las actividades de la vida cotidiana, entre

ellas la producción de alimentos, representada aquí por el lagar, por el vino.

Para el Tritoisaías el personaje que viene vestido de rojo, teñido con el zumo de las uvas es

el gran libertador, redentor, rescatador de esclavos. Esa mezcla de textos campesinos:

producción de uvas, con textos jurídicos: ―Soy yo que hablo con justicia, un gran

libertador‖, resulta significativo para el Tercer Isaías, en tanto que al interior de la

comunidad hay diversos grupos: citadinos y campesinos; en el texto se motiva a una

integración de personas con sus múltiples proyectos, sueños, expectativas, ilusiones, con el

objetivo maravilloso del bien para toda la comunidad.

106

E, Beaucamp, Los profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 135-139.

Page 93: EL TERCER ISAÍAS

92

El Tritoisaías107

63: 10 es releído por Efesios 4:30 con una interpretación muy interesante,

esto es, con referencia a comportamientos, acciones y conductas que se deben transformar

por la presencia del Espíritu Santo, el cual puede ser entristecido por aquellas conductas y

comportamientos que ofendan a uno de los integrantes de la comunidad. El texto de Efesios

tiene una importante relación con la oralidad comunitarias:

―Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se

harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia.

Por ello la oralidad la configuran con comportamientos y relaciones sociales: ―Lo mismo

de la grosería, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien,

acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso

que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios. Que nadie os

engañe con vanas razones, pues por eso viene la cólera de Dios sobre los rebeldes.(Ef. 5:

4 - 6).

En Tritoisaías 63: 10 la situación es de rebeldía contra el gran salvador, liberador y

rescatador, por ello, recurre al acontecimiento del Éxodo, en el cual Dios libera, redime y

salva a su pueblo (63: 11-14); también usa el concepto Padre; Padre que se preocupa por las

necesidades de sus hijos e hijas, sin importar qué clase de necesidades sean, porque para

éste Padre lo clave es el ser humano con todas sus expectativas, sueños, ilusiones y

expectativas. La lectura que Lucas 6: 20ss hace del Tritoisaías 65: 13, se relaciona con el

problema del hambre, uno de aquellos problemas que enfrentan las comunidades

tritoisaiana y lucana, a fin de analizar cómo fue que en las comunidades se presentó tal

situación; por ello, Lucas asegura: ―Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque

seréis saciados‖, con lo cual está comprometiendo los integrantes de la comunidad en la

preocupación por necesitados y necesitadas.

107

Los aportes de: J. Severino Croatto. El origen isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio

exegético de Isaías 65:11-16. En: Revista Bíblica Año 59. Nº 65. 1997/1. pp. 1-16; Abrego, J.M.

Introducción y comentario, en "Comentario Bíblico Internacional", Verbo Divino, Barcelona 1999, pp. 905 -

910.

Page 94: EL TERCER ISAÍAS

93

Tritoisaías, por su parte, se inquieta por las posibles diferencias entre los que reciben la

alimentación, con quienes no la reciben; ello conduce al escritor a la siguiente afirmación:

―Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria; antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear. Pues he aquí que yo voy a crear a Jerusalén «Regocijo», y a su pueblo «Alegría»;me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que se oiga allí jamás lloro ni quejido‖.(63:17ss). Los nuevos cielos y nueva tierra, son el símbolo de la transformación más importante para

los seres humanos. Serían muchos pero muchos los otros textos del Tercer Isaías que son

releídos en el Nuevo Testamento, sobre ello se puede ver la siguiente referencia a pie de

página108

, en la cual, los autores dejan claros los usos que el Nuevo Testamento hace del

Primer Testamento. Pero para afianzar el presente trabajo, se debe ratificar algo que resulta

trascendente, la lectura que Lucas hace del Tritoisaías 61 en su cuarto capítulo, lo que

indica una lectura que sirve de base para los postulados y prácticas de la comunidad lucana.

Enseguida será vista esta lectura de Tritoisaías 61, hecha por Lucas 4.

4.2 El centro del Tritoisaías y su relación con la obra Lucana109

.

Aquí es importante recordar, que según la estructura propuesta por Miguel Tabet, el

Tritoisaías 61 constituye el centro de toda la obra, o sea que Is 61 ilumina los capítulos

precedentes y posteriores; lo que indica, a su vez, que a Is 61 se lo puede colocar en el

corazón de todo el Tercer Isaías, como factor determinante de la interpretación del mismo.

En sentido paralelo, Lucas 4: 18-30, constituye el centro del ministerio de Jesús en toda la

obra y comunidad lucana, lo que indicaría que a partir del capítulo cuatro de Lucas se

puede interpretar el resto de la obra y las acciones verificables en el primer volumen de

Lucas.

108

Tabet, Miguel Ángel y otros. Introducción al Antiguo Testamento. Pelícano; Madrid: 2008. pp. 165-180. 109

Croatto J. Severino. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-66)

pp. 40 -52 y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65:11-16

Lumen, Argentina 2000. pp. 1-16.

Page 95: EL TERCER ISAÍAS

94

Esto significa que la lectura de Tritoisaías por parte de Lucas es una referencia directa. El

siguiente cuadro muestra, grosso modo la relación entre el Tercer Isaías y el capitulo 4 de la

obra Lucana110

.

ISAÍAS 61: 1 – 3 LUCAS 4: 18 – 20

El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, El Espíritu del Señor sobre mí,

por cuanto que me ha ungido Yahveh. porque me ha ungido

A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, para anunciar a los pobres la

Buena Nueva,

a vendar los corazones rotos;

a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos

la libertad;

me ha enviado a proclamar la

liberación a los cautivos

y la vista a los ciegos,

para dar la libertad a los

oprimidos

a pregonar año de gracia de Yahveh, y proclamar un año de gracia

del Señor.

día de venganza de nuestro Dios;

para consolar a todos los que lloran,

para darles diadema en vez de ceniza,

aceite de gozo en vez de vestido de luto,

alabanza en vez de espíritu abatido.

Se les llamará robles de justicia,

plantación de Yahveh para manifestar su gloria.

110

E, Beaucamp, Los profetas de Israel, Verbo Divino, Estella 1988. pp. 200-210.

Page 96: EL TERCER ISAÍAS

95

4.2.1 Los diversos contextos111

.

Ya se había asegurado la presencia de diversos grupos al interior de la comunidad

tritoisaíana: los que habían regresado del exilio, los que nunca salieron al exilio; quienes

querían seguir la tradición y quienes se oponían a ello; había otro grupo, se podría asegurar

que la mayoría, indiferente a lo que sucediera debido a su situación sociopolítica y

religiosa, sin esperanza, sin ilusiones, sueños y futuro.

En la comunidad lucana (Lc. 9: 1ss), por su parte, la situación muestra la presencia de

poderosos: ricos que deseaban conocer más acerca de Jesús y los que buscaron su muerte;

niños y niñas desamparados; enfermedades diversas; familias empobrecidas; campesinos,

pastores, y otros grupos familiares víctimas de los poderosos.

De manera que los comportamientos, las relaciones y la psicología que predominaba en

ambos escenarios no eran los mejores. La marginalidad de que eran víctimas los esclavos,

niñas, niños, eunucos, los que lloraban; los desesperanzados, desilusionados, sin futuro

seguro constituían la mayoría de la población tritoisaíana.

De esa forma la situación psicológica, afectiva, emocional, relacional habían sido

producidas por aquellos vejámenes de que habían sido víctimas. La comunidad lucana

evidencia unas situaciones que en el primer y segundo siglo parecían ser comunes:

marginalidad de mujeres, niños, niñas, enfermos, campesinos, pastores y artesanos, que se

habían tornado en lo productores de toda clase de bienes en beneficio de los poderosos (Lc.

19). Sin embargo, la comunidad entiende que, todas esas situaciones, pese a tener

apariencia de condiciones, realidades y contextos de la normalidad humana, hay que

criticarlas y transformarlas de fondo, del corazón, de la interioridad tanto individual como

colectiva.

111

Croatto J. Severino. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-66)

pp. 40 -52 y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65:11-16

Lumen, Argentina 2000. pp. 1-16.

Page 97: EL TERCER ISAÍAS

96

A ello se arriesga la comunidad lucana, a partir de una lectura critica del Tritoisaías en

confrontación con su realidad. Reconoce la importancia de sacar, olvidarse, abandonar el

miedo que tenían frente a las presiones de los poderosos (8: 35)112

.

4.2.1.1 Contexto de Lucas 4: situación sociopolítica113

.

Toda la obra lucana muestra la situación política, económica, social, cultural, religiosa del

pueblo en sus tiempos. En su presentación del ministerio de Jesús, Lucas llama la atención

particularmente al interés que el Señor mostró por los marginados; todos los evangelios

testifican de este hecho histórico, pero Lucas da más énfasis en esto (Lc. 14:12-24; 15; 19:

1-10). Demuestra que Jesús se ocupaba de las mujeres (Lc.7:36-50; 8:1-3), de los

samaritanos (Lc. 9: 51-56; 10:30-37; 17: 11-19), y de los gentiles (Lc. 7:1-9).

Por otro lado, Lucas respeta el hecho de que el ministerio de Jesús estaba exclusivamente

orientado a su pueblo Israel, ya que sólo se limita a insinuar la difusión más amplia del

evangelio en Hechos (Lc.2: 32; 13: 28s; 24: 47). Estrechamente vinculado con lo

mencionado arriba, Lucas destaca el interés de Jesús hacia los pobres (4:18; 6:20;7:22;

14:13,21; 18:22; 19:8; 21: 2ss), junto con sus advertencias para con los ricos que viven para

sí y así se excluyen de forma automática del reino de Dios. En el reino, los valores

humanos son radicalmente evaluados. No hay lugar allí para el autosuficiente, que piensa

que sus riquezas mundanas lo protegerán del juicio (Lc. 6: 20-26; 12: 13-21; 16:16-31), ni

para el espíritu farisaico que no siente necesidad de arrepentirse (Lc.18:9-14). Por el

contrario, la entrada al reino está reservada para los pobres, o sea, los que confían en Dios

con toda sinceridad, de corazón, en amor al Señor y a los seres humanos; y los arrepentidos,

que reconocen su pecado y corren a los brazos de la misericordia divina.

112

Para mayor información sobre la situación de Palestina en el primer y segundo siglo leer: Para Leer El

Antiguo Testamento. G. Billon y Ph. Gruson Verbo Divino, Navarra 2007. pp. 104 – 112. 113

Croatto J. Severino. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-66)

pp. 40 -52 y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65:11-16

Lumen, Argentina 2000. pp. 1-16.

Page 98: EL TERCER ISAÍAS

97

Este arrepentimiento significa un decidido rechazo al pecado y una disposición a seguir a

Cristo, cualquiera sea el costo (Lc. 9: 23), aun cuando esto signifique renunciar a las

posesiones terrenales (Lc. 14: 33; 19: 8). Es que desde el pensamiento lucano el pobre ha

sido la víctima de los poderosos Ningún otro escritor del NT habla tan insistentemente

como Lucas sobre el uso que el discípulo de Cristo debe hacer de sus posesiones. Por una

parte nos ha conservado dichos de Jesús que no están recogidos en otros evangelios, y por

otra parte pone él mismo en labios de Jesús palabras que reflejan esta misma actitud.

En Hechos Lucas nos ofrece una visión idílica de la comunidad concretamente en lo que

toca a la comunión de bienes. Es lo que se ha llamado el comunismo cristiano. A Lucas no

le agrada lo que contempla en la comunidad de su tiempo y utiliza las palabras de Jesús y el

ejemplo de la primera comunidad para corregir esas actitudes insolidarias. No todos están

de acuerdo en que Lucas dé un tratamiento preferencial al tema de la pobreza. Algunos114

no piensan que a Lucas le preocupe más que al resto de los evangelistas. Pero la mayoría de

los exegetas han apreciado que uno de los principales focos de interés lucano es el tema de

la pobreza y los pobres115

.

4.2.1.2 Los pobres en la comunidad lucana.

El concepto de pobre describe ante todo a los que no tienen los medios de este mundo

(Isaías 66:2). De hecho el sentido primario que la palabra tiene en el mundo helenístico es

“mendigo”, aunque en el griego de los LXX se use a menudo para traducir el término

“anawim”, que tiene una connotación más espiritual en hebreo. Del significado de

“mendigo”, el término pobre pasa a incluir también a los oprimidos y marginales

(Tritoisaías 58:7). También designa a la gente que no tiene influencia ni prestigio y que

sólo pueden poner su confianza en Dios (Isaías 66:2).

114

J.A. Fitzmyer, El Evangelio según Lucas, vol. 1, p. 416-424. 115

Schmid, J., El Evangelio según San Lucas. Verbo Divino, Barcelona 1981. pp. 179 – 185.

Page 99: EL TERCER ISAÍAS

98

Pero no olvidemos que el pobre en Lucas116

no debe entenderse sólo como la persona

necesitada económica y sociológicamente. La noción se extiende a colectivos tales como

los presos, los ciegos, los oprimidos (4:18), los pobres y los hambrientos; además, los que

lloran, los que son odiados, perseguidos y rechazados (6:20-22); los cojos (14:13), los

leprosos , los sordos (7:22) y tullidos y cojos (14: 21), la masa marginada de la sociedad.

Es importante ver cómo las categorías en los últimos casos mencionados corresponden a los

tipos de taras mencionadas en Lv 21:18, que prohíben participar en el culto de Israel. Estos

victimizados arrastraban no sólo con la carga de su miseria, sino que se veían impedidos de

participar en la vida social de la gente; eran proscritos. Pero es a ellos a quienes se dirige la

predicación de la buena nueva de Jesús117

(4:18). Es curioso cómo en esta categoría se

mezclan también los publicanos, que, aun teniendo medio económicos, estaban también

proscritos de la sociedad. En cambio los fariseos, que quizás tenían menos dinero que

algunos publicanos, son descritos como amigos del dinero (16:14).

El uso de los términos rico y pobre en Lucas va más allá de la designación de

circunstancias económicas para designar una condición de impotencia y exclusión, o de

poder y privilegio. La visita de Dios a través de profeta, como Jesús, va dar la vuelta a estas

condiciones; los excluidos serán llamados a la salvación y los que gozan ahora de

aceptación serán rechazados. En la narración lucana los pobres, pecadores y publicanos son

quienes dan una respuesta positiva al profeta, mientras que los ricos, fariseos y dirigentes lo

rechazan. Como ya se aseguró antes, en las bienaventuranzas de Lucas se ve como los

pobres, rechazados por los hombres, van a ser aceptados y acogidos por Dios. En cambio

los ricos ya han tenido su consuelo, en contraposición a los que todavía lo esperan, están

seguros de sí mismos y tienen buena reputación, y como consecuencia acaban rechazando

el reino que Dios ofrece.

116

Arens, E. Los evangelios ayer y hoy Lima, Centro Proyecc. Cristiana,1982. Aguirre, R. Del Movimiento de

Jesús a la Iglesia Cristiana. Verbo Divino, Bilbao 1998. 11-144. Barbaglio, G. (Ed.) Espiritualidad del N.T.

Sígueme, Salamanca, 1994. 225- 330. 117

Schmid, J., El Evangelio según San Lucas. Verbo Divino, Barcelona 1981. pp. 186 – 194.

Page 100: EL TERCER ISAÍAS

99

En los Evangelios se narra como Jesús mismo sufrió todo tipo de marginación y de injurias.

Le llamaron samaritano (Jn 8:48); patán (Jn 7: 4­2); poco instruido (7:15); hijo de mala

madre (Jn 8:19, 41; Mc. 6:3, un judío era siempre conocido por el nombre de su padre y no

de su madre; loco (Jn 10:20; Mc. 3:21); comedor y bebedor (Lc. 7:34); eunuco (Mt 19:12);

amigo de la gentuza (Mt 11:19); blasfemo (Jn 10:33); endemoniado (Jn 8:48; 10:20);

pecador (Jn 9:25. 31).

4.2.1.3 Edición lucana de los textos sobre la pobreza118

.

Algunos elementos del énfasis de Jesús, referente a la pobreza y los pobres pueden verse en

los otros evangelios. Pero el interés especial de Lucas por el tema se ve sobre todo en sus

retoques y sus añadidos redaccionales. Las secciones siguientes lo muestran.

4.2.1.3.1. Lucas y Marcos.

Lucas ha mantenido una marcana interpretación de la parábola del sembrador, en la que las

riquezas son las espinas que asfixian la semilla (Mc. 4:19; Lc. 8:14). Mantiene la

exhortación marcana a que los misioneros no lleven nada para su viaje, pero la ha

radicalizado prohibiendo el cayado y las sandalias que Marcos permitía (Lc. 9:3; Mc. 6:8;

Mc. 6:9; Lc. 10:4); conserva el dicho sobre ganar el mundo entero y perder el alma (Mc.

8:36; Lc. 9:45) y sobre la dificultad que los ricos tienen para entrar en el reino de los cielos

(Mc. 10:23; Lc. 18:24-27); mantiene la promesa de recompensa a cuantos han hecho

renuncias por el evangelio (Mc. 10:28-31; Lc. 18:28-30) y la condena de los escribas que

devoran los bienes de las viudas (Mc. 12:38-40; Lc. 20:45-47); valora la generosidad de la

viuda pobre (Mc. 12:41-44; Lc. 21:1-4). En cambio ha suprimido el dato crítico de Marcos

sobre la gente que metía grandes limosnas en el tesoro (Mc. 12:41ss), quizás para eliminar

cualquier posible censura de la limosna.

118

Ver las reflexiones de: Brown, Fitzmyer, y Murphy. Bíblico ―San Jerónimo” Cristiandad, Madrid

1971.pp. 156 - 164 y Para Leer El Antiguo Testamento. G. Billon y Ph. Gruson Verbo Divino, Navarra 2007.

pp. 103 – 122.

Page 101: EL TERCER ISAÍAS

100

Y quizás es por este mismo motivo por lo que ha suprimido también el relato del banquete

de Betania, para no mostrar ningún tipo de reservas acerca de la entrega de los bienes a los

pobres (Mc. 14:5). También se ve cómo Lucas ha editado otros textos de Marcos en este

mismo sentido. Así, por ejemplo, ha traspuesto la visita de Jesús a Nazaret para crear allí un

discurso fundacional en que se subraya su misión de evangelizar a los pobres. En el texto

de la vocación de los discípulos, donde Marcos decía que dejaron las redes, Lucas insiste

en que dejaron todo (Lc. 5:11; Mc. 1:18,20). En el texto de la llamada de Leví, Lucas ha

hecho una adición significativa añadiendo al relato de Marcos el dato de que Leví lo dejó

todo (Lc. 5:28; Mc. 2:14). Ver texto sinóptico. En el texto sobre el rico, Lucas tiene

algunos cambios redaccionales finos que muestran también la radicalización del tema.

Lucas ha añadido el dato de que el rico era un “dirigente”, y ha encarecido su gran riqueza.

El hombre rico rechazó la invitación de Jesús porque era muy rico: (Lc. 18:23; Mc. 10:22;

Mt.19:22). Jesús le invita a “dejar todo cuanto tiene” (Lc.18:22), mientras que Marcos

decía sólo “cuanto tienes” (Mc. 10:21). Además no nos dice que el rico se marchara (18:23)

con lo cual deja suponer que éste estuvo presente durante el diálogo entre Jesús y sus

discípulos. Parece que Lucas presenta al rico como alguien que está dentro de la comunidad

cristiana. Se trata de una persona de conducta recta, pero no se ha tomado en serio la

comunidad de bienes y las exigencias evangélicas. El verbo usado por Lucas es repartir los

bienes, frente al dar de Marcos. El verbo repartir es el usado para significar el reparto de

bienes en la comunidad (Hch 4:35).

4.2.1.3.2 Lucas y Q119

.

Lucas comparte con Q el dicho sobre el Hijo del hombre que no tiene donde reclinar su

cabeza (9: 58); el dicho sobre la ansiedad acerca del alimento (12:22-30) y la cesión de

túnica y manto (6:29).

119

Brown, Fitzmyer, y Murphy. Comentario Bíblico “San Jerónimo” 5 vol. Madrid, Cristiandad, 1971 (orig.

inglés 1967) Tomo V (Estudios sistemáticos) - Inspiración, canonicidad, apócrifos y Qumrán; Textos y

versiones; crítica bíblica, hermenéutica y Magisterio; geografía, historia, instituciones bíblicas: Inspiración,

canonicidad, apócrifos y Qumrán; Textos y versiones; crítica bíblica, hermenéutica y Magisterio; geografía,

historia, instituciones bíblicas.

Page 102: EL TERCER ISAÍAS

101

Exhorta a dar a todo el que te pide (Lc. 6:30,38); insiste en la imposibilidad de servir a dos

señores (16: 13). Agudiza el contraste que hay entre el Bautista y los que llevan vestidos

elegantes (12:23), y viven lujosamente (16: 19ss). En la parábola sobre la gente invitada a

la gran boda (Q), Lucas añade la orden de invitar a pobres y ciegos (14:21) y resalta cómo

las riquezas son las causa por la que algunos declinan la invitación: la compra de un campo

o la yunta de bueyes (14:18-19). A la expresión aramea mammona, que usa la fuente Q para

referirse a las riquezas como un ídolo (Lc. 16:13), Lucas amplifica la palabra iniquidad

refiriéndose a la “mammona de iniquidad”, el dinero injusto (16:9, 11). Con ello indica que

la maldad de las riquezas no depende de su origen injusto, sino en el mero hecho de su

existencia. Es injusto que haya algunos muy ricos en un mundo en el que hay tantísima

gente miserable. Las riquezas son radicalmente injustas cuando existen en medio de un

pueblo que pasa hambre.

Lucas conserva el dicho de Q que exhorta a no amontonar tesoros en la tierra donde están

expuestos al ladrón y a la polilla (6: 45), pero lo ha editado de manera que lo que en Mateo

era una simple exhortación al desprendimiento espiritual frente al apego al dinero, en Lucas

se transforma en una exhortación a dar limosna: “Vended vuestros bienes y dad limosna.

Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos donde no llega el

ladrón (12:33-34). Lucas está más interesado en la comunión fraterna que en un simple

espíritu de desprendimiento y desapego frente a los bienes.

4.2.1.3.3 El material lucano propio120

.

Pero sobre todo es en el material nuevo donde podemos ver la insistencia de Lucas sobre el

tema. En el Magnificat Dios es exaltado porque colma a los hambrientos y despide vacíos a

los ricos (1: 53). La pobreza es la razón para ser los privilegiados de Dios.

120

El siguiente autor aporta aspectos importantes al respecto. Comby, J., Para leer la Historia de la Iglesia

Verbo Divino, Navarra 2007. pp. 25 – 23; Comby, J. y otros: Roma frente a Jerusalén vista por los autores

griegos y latinos, Verbo Divino, Navarra 2006; Comby, J. y otros: Vida y religiones en el imperio romano en

tiempos de las primeras comunidades cristianas, Verbo Divino, Navarra 2005 pp. 24 – 36.

Page 103: EL TERCER ISAÍAS

102

Jesús, el siervo de Dios, nació en pobreza y yació en un pesebre. Su nacimiento fue

anunciado a los pobres, a los pastores de los campos, que eran pobres y marginales en la

sociedad judía de su tiempo. Cuando los padres de Jesús lo presentaron en el templo

ofrecieron dos palomas, que eran la ofrenda de los pobres que no podían pagar un cordero

(Lc. 2:24).

Otros materiales121

adicionales sobre pobres, pobreza, empobrecimiento que sólo se pueden

encontrar en Lucas son las del Bautista que insiste en compartir la túnica y el alimento

(3:11); evitar la extorsión y contentarse con el salario (3:14). Lucas añade la palabra del

rico necio (12:15-21). El contexto de esta parábola es la pregunta que le hicieron a Jesús

sobre cómo dividir la herencia entre dos hermanos (12:13-14).

A Jesús parece preocuparle más que el reparto de las herencias, la venta de las herencias

para dar el dinero a los pobres. Lucas ha recogido la parábola de Lázaro y el rico epulón

(16:19-26) y la del mayordomo deshonesto (16:1-9). Hay un nexo entre ambas parábolas.

¿Cuánto está uno dispuesto a pagar para tener un buen abogado? El mayordomo deshonesto

se agenció de buenos abogados para el futuro mediante su mala administración. En cambio

el rico banqueteador no aprovechó su situación privilegiada para agenciarse la defensa de

Lázaro en el momento en que fuese despojado de sus riquezas.

Lucas amplía además la viñeta de los fariseos ricos que se burlaban de Jesús y de su

doctrina sobre las riquezas. No entendían dónde estaba el problema en conjuntar piedad y

riquezas. Ellos se las habían arreglado siempre muy bien (16:14-15). Sus dos parábolas

sobre el hombre que quería construir una torre y el rey que planeaba una guerra concluyen

con una extraña moraleja: De igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a

todos sus bienes no puede ser discípulo mío (Lc. 14:33).

121

Schmid, J., El Evangelio según San Lucas. Verbo Divino, Barcelona 1981. pp. 195 – 205.

Page 104: EL TERCER ISAÍAS

103

En este texto se establece claramente la conexión que existe entre el desprendimiento de los

bienes y el auténtico discipulado Lucas reseña el consejo de invitar a los vecinos pobres al

banquete (14:13). El texto de Zaqueo y su desprendimiento y su limosna en el momento de

su conversión es también típicamente lucano (19:8).De manera insistente se repite la

invitación a dar limosna. 3:11; 5: 11,28; 6: 39; 7:5; 11:41; 12:33-34; 14:13,33; 16: 9; 18:22;

19:8; Hch. 9:36; 10:2,4,31. La palabra limosna aparece sólo dos veces en su Evangelio

(11:41; 12:33) y diez veces en Hechos. Aunque la palabra no se menciona muchas veces, la

realidad está presente continuamente. Lc. 6:38: ―Dad y se os dará en la misma medida‖.

Se alaba al centurión que había construido una sinagoga122

. Se alaba a las mujeres que

servían a Jesús con sus bienes (8:3). La expresión parece indicar que dichas mujeres habían

vendido sus propiedades para mantener a la comunidad itinerante. La invitación a dar

limosna de lo de dentro para que todo sea puro (11: 41) falta en Mc y Mt. No es la pureza

externa lo que uno tiene que observar en la comida. El alimento será puro, kasher, sólo si

se comparte con los pobres. La “etiqueta en la mesa lucana se define más por la solidaridad

que por la pureza de los alimentos. En Hechos se repite con terquedad este elogio de la

limosna. Pedro y Juan no tenían ni oro ni plata (Hch 3:2-10), se ensalza la atención a las

viudas (Hch 6: 1- 6); se encomia a Bernabé por haber vendido un campo y puesto el dinero

a los pies de los apóstoles (Hch 4: 36-37).

Tabita es ensalzada por sus limosnas (Hch 9:36); la limosna de Cornelio es recompensada

con una visión (Hch 10: 2.4.31); la comunidad se organiza para aliviar el hambre en Judea

(Hch 11:29); Pablo es propuesto como ejemplo porque trabajó con sus manos y no deseó

para sí oro ni plata ni vestidos (Hch 20:34-35; 18: 3); el dicho del Señor sobre la felicidad

que hay en el dar más que en el recibir probablemente se refiere también a donativos. En su

tercer viaje misionero Pablo se emplea a fondo en la tarea de recaudar donaciones para los

santos de Jerusalén (24:17).

122

Ver los aportes de: Schmid, J., El Evangelio según San Lucas. Verbo Divino, Barcelona 1981. pp. 256 -

263; Schanackenburg, R., Cristología del Nuevo Testamento. Verbo Divino, Madrid 1980.pp. 267 – 279.

Schürer, E., Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús. Verbo Divino, Madrid 1985. pp. 330 – 345.

Page 105: EL TERCER ISAÍAS

104

4.2.1.3.4 ¡Ay de vosotros los ricos!123

La comunidad lucana era consciente de lo difícil que resultaba para los ricos seguir a Jesús

y compartir sus bienes con los pobres (Lc. 18:13); sabía cuán frágil era la perseverancia

ante la atracción de las riquezas (Lc. 8:14) y que las zarzas podían asfixiar la semilla

sembrada en el campo. Las tierras recién compradas y las yuntas de bueyes eran un

impedimento para responder a la invitación al banquete (Lc. 14:18-19).

En el evangelio de Lucas124

aparecen cuatro figuras de rico. Una de ellas procede de la

tradición sinóptica: el rico cumplidor de la ley de 18:18-21; Mateo se refiere a él como al

“joven rico en 19:20. Hay tres personajes ricos exclusivos de Lucas. El necio que

almacenaba el grano (12:16-21); el rico epulón de 16:19-31) y finalmente, el rico, Zaqueo,

que comparte sus bienes con quines había defraudado en el pasado (Lc. 19:1-10).

Además tenemos la deliciosa viñeta de los fariseos amigos del dinero que se reían de que

Jesús encontrase difícil conciliar dinero y piedad o servir a los dos señores de la riqueza y

Dios (Lc. 16,14). La ironía está en que hay muchas personas piadosas que desde la infancia

ven como la cosa más natural del mundo mezclar religión y riquezas. Cuando escuchan a

Jesús decir que no se puede servir a dos señores, se sonríen. No sé por qué dice que es tan

difícil. Yo lo vengo haciendo toda mi vida sin encontrar ningún problema. La viñeta

termina con uno de los dichos típicos de Lucas sobre la inversión de los valores (Lc. 16,14).

No se salvan ni el rico dirigente, observante de los mandamientos, ni Epulón, lector de

Moisés y de las Escrituras, ni los fariseos amigos del dinero. Ni siquiera la lectura de la Ley

y los profetas pueden salvar a los hermanos del Epulón que viven instalados en sus

prejuicios. Lucas ha resaltado lo difícil que es el que un rico se salve. La referencia al

camello y a al ojo de la aguja es una hipérbole oriental.

123

Ver las reflexiones de: Brown, Raymond. Introducción al Nuevo Testamento. (Trotta, Salamanca 2002);

Brown -Fitzmyer. Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Verbo Divino, 2004. pp. 200-220- 124

Schrmid, J. (ed.) El evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder 1972. pp. 406 – 417.

Page 106: EL TERCER ISAÍAS

105

Sin embargo lo que es imposible para los hombres es posible para Dios, y Zaqueo al final

se salvará, pero al precio de compartir lo que tiene, sin dejar de ser rico. El Señor vino a

salvar lo que estaba perdido, y Zaqueo era un hijo de Abraham. (Lc. 19: 9). Jesús entraba

en las casas de los ricos, pero sus visitas no eran nunca frívolas, sino entradas proféticas

que ponían en cuestión las bases ideológicas en las que se basaban sus riquezas.

La parábola de Lázaro es una perfecta ilustración de la primera bienaventuranza y del

primero de los ayes, de los que se habló antes. Epulón, un hombre que había tenido ya su

consolación en esta vida, es rechazado, mientras que el pobre Lázaro goza del seno de

Abrahán, expresión metafórica de plenitud en el reino. No se trata de un moralismo, sino de

la inversión que tiene lugar con la llegada del Reino de Dios.

En la misma línea de Q, Lucas ha visto a las riquezas como un ídolo personalizado, un

monstruo llamado mammona (Lc. 16: 9.13). Ocupa el lugar que le corresponde sólo a Dios.

Debilita nuestro sentido de dependencia de Él. Los ricos no necesitan de Dios tanto como

los pobres125

. Ellos tienen su propio ídolo que les promete un futuro seguro. Los dos rasgos

principales que la comunidad lucana denuncia son el almacenamiento y el consumo

desenfrenado.

El rico necio construía graneros más grandes, como ejemplo de acumulación, que es tan

condenada en Q (Lc. 12: 33-34; Mt 6: 19-21). El rico epulón, por su lado, es el ejemplo

típico de la sociedad de la abundancia y del lujo insultante.

La expresión ¡―Ay de vosotros los ricos! de 6:24, no es una amenaza. Es sólo una

invitación a prestar atención a una realidad.

125

Brown, R., La comunidad del discípulo amado. Sígueme, Salamanca 1983. pp. 147 – 149.

Page 107: EL TERCER ISAÍAS

106

4.2.1.3.5 Sitz im Leben de la comunidad lucana126

.

¿Cuál era el nivel socioeconómico de la comunidad lucana? ¿Era una comunidad de pobres

o ricos? ¿A quién dirige Lucas sus diatribas contra los ricos: a miembros de su comunidad,

a la gente de fuera? Dupont127

piensa que las bienaventuranzas están dirigidas a una

comunidad cristiana pobre perseguida. Los ayes, por su parte, se dirigen a la gente de fuera

de la comunidad, los ricos ciegos que constituyen el Israel incrédulo. Según Dupont, la

comunidad de Lucas sería una comunidad básicamente indigente. Pero la mayoría de los

exegetas no están de acuerdo. Es difícil saber por qué Lucas habría insistido tanto en

advertir a una comunidad pobre sobre los peligros de las riquezas. Dupont imagina la

comunidad lucana en términos monolíticos, como si los ayes y las bienaventuranzas no

pudiesen ser predicados a una misma comunidad.

Pero si hubiese que subrayar una de estas dimensiones, se podría asegurar que el acento

lucano está puesto en la advertencia a los ricos más bien que en la consolación de los

pobres. Karris128

concuerda con Cadbury en que ―Es a los poseedores más bien que a los

desposeídos a quienes Jesús habla sobre la limosna y sobre las preocupaciones y placeres

de la riqueza. Pero la reprensión de la riqueza muestra una solicitud por el opresor más

bien que compasión por el oprimido‖. Define al pobre lucano como a quien vive en

necesidad y pide limosna, y al rico como quien abunda en bienes de este mundo.

No cabe duda de que había también pobres dentro de la comunidad lucana. La exhortación

lucana a la limosna tiene como claros beneficiarios a los pobres que hay dentro de la misma

comunidad. Resulta impensable que no hubiera pobres en un contexto helenístico del siglo

primero en las ciudades mediterráneas.

126

Ver los aportes de: Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Bilbao, Verbo Divino

1998.145-159. Gerhard, L. Ahora entiendo la Biblia. Ed. Paulinas, Madrid 1993.pp. 53 – 76. Barbaglio, G.

(Ed.) Espiritualidad del N.T. Sígueme, Salamanca, 1994. 126-140. Charpentier, E. Para Leer el Nuevo

Testamento (Estella, Verbo Divino, 1985). Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del

Antiguo Testamento. (Trotta, Madrid 999). 127

New Testament Theology, The Proclamation of Jesus, 109 - 113. 128

R.J. Karris ―Poor and Rich: The Lucan Sitz im Leben‖, en Perspectives on Luke-Acts, 112-125.

Page 108: EL TERCER ISAÍAS

107

La comunidad129

de Lucas no sería muy distinta de la de Pablo en Corinto, donde sólo una

pequeña minoría eran ―sabios según la carne, poderosos y nobles (1ª Co. 1:26). Pero

también había en la comunidad personas de buena posición social. A lo largo de los

Hechos van apareciendo estas personas y no cabe duda de que el autor al presentarlas lo

hace de modo que sus lectores ricos puedan identificarse con ellas y tomarlas como

modelos.

En el grupo de seguidores de Jesús en el evangelio, no olvidemos a personas como el

centurión, Juana, la mujer del ministro de finanzas de Herodes y las mujeres que servían a

Jesús con sus bienes. En el libro de los Hechos aparecen varias figuras de gente

económicamente bien situada que se han convertido y son ahora modelo para las

generaciones siguientes.

María la madre de Juan Marcos es probablemente una viuda rica, que posee en Jerusalén

una casa suficientemente espaciosa como para que pueda reunirse en ella la comunidad

entera (Hch. 12:12); Menahen, el pariente de Antipas (Hch 13;1); Sergio Paulo (Hch 13:

12); Lidia (Hch 16:14); Cornelio (Hch 10: 1-2); el eunuco (Hch 8: 27); el ilustre Teófilo

(Lc. 1:1; Hch 1: 1); las mujeres de buena posición de Berea (Hch 17:12). Si Lucas ha

removido todas las piedras en busca de nuevo material sobre la riqueza y la pobreza, es sin

duda para poder así ser más punzante en su alegato ante el ilustre Teófilo.

Así tenemos que interpretar el texto sobre los pobres en la sinagoga de Nazaret (4: 18) y la

embajada del Bautista en 7:22. Pero también los ricos a quienes van dirigidos los ayes se

encuentran dentro de la comunidad.

Estos miembros ricos tienen la tentación de perder su fe, antes que sufrir persecución y

desposesión y quizás pueden sentirse inclinados a desentenderse de sus otros hermanos en

la fe que están siendo perseguidos.

129

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Bilbao, Verbo Divino 1999.176-184.

Page 109: EL TERCER ISAÍAS

108

4.2.3 Llegada de Jesús a Nazaret130

(4:16-30)

En éste pasaje Lucas cuenta lo que sucedió en una sinagoga de Nazaret; predica a través de

su evangelio a Jesús como el Ungido de Dios para traer salvación tanto a judíos como a

gentiles. Justamente este aspecto se evidencia claramente en la predicación que efectuó en

esta sinagoga de Nazaret.

Nazaret tiene un significado especial para Jesús: su madre María recibió el anuncio del

ángel Gabriel en esa ciudad (1:26); María con José abandona la ciudad, en tiempos del

censo (2:4); Nazaret se torna en el lugar de residencia de Jesús y su familia (2:39ss); fue el

lugar donde se había criado (4:16); donde la gente le conocía como el hijo de José (4:22);

vuelve a Nazaret como predicador del evangelio (4: 14ss).

En el día de reposo fue a la sinagoga conforme a su costumbre. Él fue a las sinagogas para

enseñar. Por eso Lucas dice que se levantó a leer. Lo reconocían como un maestro.

Aparentemente, Jesús pidió el libro del profeta Isaías, el que se le entregó para que lo

leyera. En forma deliberada buscó y encontró el pasaje del Tritoisaías131

61, en donde se

habla del Ungido del Señor que ha venido para redimir a su pueblo pobre, que se

encontraba en gran necesidad corporal y espiritual. Este Ungido del Señor vendría a

predicar el año de gracia del Señor, el año de amnistía y redención: año del jubileo.

Después de leer la Escritura, Jesús se sentó. Algunos dicen que se sentó para predicar,

otros, refiriéndose a Hechos 13, donde leemos que Pablo predicó de pie, opinan que Jesús

no quiso ni tuvo que añadir nada a este pasaje. Sólo el leerlo debería ser suficiente. Jesús

había vuelto a Galilea lleno del Espíritu Santo. Así la gente podía verlo como el Ungido del

Señor, quien puede efectuar las palabras de la misericordia del Señor.

130

Los aportes de Theissen, G., Colorido local y contexto histórico en los evangelios. Sígueme, Salamanca

1997. pp. 225 – 244; Theissen, G., Estudios de sociología del cristianismo primitivo Sígueme, Salamanca

2000. pp. 85 – 95; Theissen, G., La sombra del Galileo. Sígueme, Salamanca 1998. pp. 155 – 170. 131

G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the Old Testament.Grand Rapids, Michigan

2009. pp. 283-292, 295-299.

Page 110: EL TERCER ISAÍAS

109

Con base en Tritoisáias 61, un pueblo empobrecido, puede esperar liberación y restauración

por el Ungido. Parece que la gente en la sinagoga no entendió su intención y por ello

comenta: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Todos podrían saber

quien era Él por lo que han oído hablar de Él. La gente, sin embargo, lo veía según sus

propios pensamientos. Se asombran de las palabras de gracia habladas por Jesús. Se

maravillaban, porque piensan, ¿quién puede llevar gracia, sino Dios? No quieren aceptar la

pretensión de Jesús, que Él es Dios mismo quien trae ahora esta gracia132

. Porque si Él es el

Ungido de Dios, debe acreditar su identidad por las mismas señales que ha hecho en otras

partes. Jesús mira hacia un futuro no lejano en donde la gente burlescamente le dirá:

Médico, cúrate a ti mismo.

Pero también responde con otro dicho: Ningún profeta es acepto en su propia tierra. Esto

significa que su mensaje generalmente no será aceptado; no lo recibirán con fe. La gente se

siente impresionada por Jesús, pero no quiere aceptarlo como el cumplimiento de la

profecía. Los dos ejemplos, el de la viuda de Sarepta y de Naamán el sirio, no tienen la

intención de hablar acerca de su misión entre los gentiles, más bien desean subrayar el

rechazo del lado de Israel mismo. Los gentiles han aceptado con mayor fe el mensaje de

Dios, que su pueblo. Pero rechazar la autoridad de Jesús significa que el pueblo puede

perder las bendiciones del Señor. Las palabras de Jesús llenan a todos de ira, no quieren

salvación por su gracia; al contrario, quieren despeñarle de la cumbre del monte. Se

vislumbra en este suceso la sombra de la cruz, pero a la vez la de la resurrección: ―Mas él

pasó por en medio de ellos, y se fue‖, mostrándoles algo de su majestad.

4.2.4 Jesús se marcha de Nazaret133

. (4:31-41).

No abandona Galilea por causa del rechazo que halló en Nazaret, sino que continúa su

ministerio en Capernaum. Las multitudes se asombraron de su autoridad, porque ella

emanaba de Él.

132

Schrmid, J. (ed.) El evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder 1972. pp. 406 – 417. 133

Theissen, G., Colorido local y contexto histórico en los evangelios. Sígueme, Salamanca 1997. pp. 238 –

250.

Page 111: EL TERCER ISAÍAS

110

Sin embargo, su autoridad es atacada y amenazada. Un espíritu inmundo reprocha a Jesús,

diciéndole que Él ha venido para destruirlos; Jesús muestra lo contrario, cuando libra al

endemoniado del espíritu inmundo, se recalca: ―sin hacerle ningún daño (4:35). De esto se

desprende claramente que, la llegada de Jesús no tiene intención destructiva, sino

¡salvadora! Su fin es rescatar en vez de destruir; Jesús no sólo muestra esto en público, en

la sinagoga, sino también en un ambiente hogareño al sanar a la suegra de Pedro de una

gran fiebre (4:39).

Así demuestra que su Reino es un Reino de restauración completa, la liberación del pecado,

de consecuencias del pecado, de políticos corruptos, de los empobrecedores y del diablo.

No vino para destruir, sino para salvar. Su disposición para hacerlo es probada por el

hecho de que desde la madrugada Jesús sana a los enfermos traídos a Él y echa fuera a los

demonios.

A estos últimos, Él les prohibió hablar, a pesar que le dijeron: Tú eres el Hijo de Dios

(4:40, 41). El testimonio de los demonios nunca servirá para llevar a la gente a la fe

verdadera. Por eso vino Jesús, para que la gente le reconociera y pudiera entrar en su Reino.

Cuando amanece, Jesús se retira a un lugar desierto para estar solo en oración con su Padre

(4:42-44). A pesar de ser el Hijo de Dios, igual necesitaba continuamente del contacto con

su Padre. La gente quería que se quedara. Pero Jesús revela que está al servicio de Dios y su

comunidad, y que todos tienen que conocer las buenas nuevas del Reino. Es por esta razón

que el Padre le envió a esta tierra. Es la voluntad del Padre y el deseo de Cristo que todos

conozcan el evangelio.

4.2.5 Paralelo entre Isaías 61 y Lucas 4134

.

El paralelo podría iniciar en los escenarios. Tritoisaías en el ambiente cúltico (58); Lucas en

la Sinagoga de Nazará; el primero en medio de un pueblo tensionante y diverso, el segundo

entre grupos indecisos: unos a favor de Jesús, otros que quieren despeñarlo.

134

Vidal, M., Un judío llamado Jesús. EGA, Bilbao 1997. pp. 193 - 197

Page 112: EL TERCER ISAÍAS

111

Tritoisaías llamando al arrepentimiento, la piedad, la confesión, Lucas con la voz del

maestro que enseña el verdadero camino de liberación; el énfasis central del Tritoisaías: los

pobres, el de Lucas también. Parece ser que éste constituye el foco de los dos escritos:

preocupación por los pobres, necesitados, victinmizados, explotados, expoliados de la

sociedad que los mira con ojos despreciativos, estigmatizantes y sin el amor que merecen.

Sin embargo, ante la pregunta por las acciones salvadoras que debe asumir la comunidad

frente a los empobrecidos, se responde que es bajo la Unción del Espíritu de Yahveh que la

comunidad actúa ―para anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, para vendar

los corazones rotos; a favor de pregonar a los cautivos los liberación; traer a los reclusos

la libertad; para pregonar año de gracia de Yahveh; a fin de anunciar día de venganza de

nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran.

De manera que la Unción, la comisión, el envío por parte del Espíritu Yahveh y su

presencia constituyen e indican el rol de la comunidad tritoisaíana en su contexto y espacio

vital. La estructura del texto sería:

El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran…

El texto parece indicar135

que, los pobres son los que tienen el corazón roto y necesitan ser

vendados; son los pobres quienes requieren oír la voz de la liberación; son ellos los que

están en la cárcel; el año de gracia de Yahveh es para ellos; el día de venganza de nuestro

Dios, sería para consolación de todos los pobres que estaban llorando.

De parte de Lucas el texto tendría la misma configuración:

135

Croatto, J.S. Experiencia religiosa del pueblo de Dios. Verbo Divino, Navarra 1995. pp. 213-220.

Page 113: EL TERCER ISAÍAS

112

El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos, y proclamar un año de gracia del Señor.

Será por esto mismo que la comunidad lucana va a destacar de manera enfática la

preocupación profunda sobre el asunto de la pobreza. Para la comunidad Lucana estos

términos no sólo eran conceptos que formaban parte de su lenguaje cotidiano, sino que

además, constituían realidades profundas dentro de sus relaciones sociales más allá de las

fronteras de sus paredes habitacionales. De modo que la presentación de Jesús en la

Sinagoga de Nazaret, como el enviado a proclamar las buenas nuevas a los Pobres, (4:18)

formaba parte de una gran misión para la cual el propio Dios le había ungido, comisionado

y capacitado, y con la cual el mismo Jesús se había comprometido. (Lc. 18: 22).

De manera que Jesús de Nazaret vino a marcar la diferencia entre los predicadores comunes

que con importantes discursos hablaban a los pobres, que eran responsables de su propia

pobreza, anunciando una nueva en la que el pobre se convierte en el centro de la acción

salvadora del Dios de amor, perdón y vida. El siguiente texto, lee de forma extraordinaria el

problema con el cual Jesús de Nazaret se enfrenta: la pobreza.

―Siempre me he preguntado por qué la pobreza constituye el princeps analogatum del dolor humano, el símbolo supremo y privilegiado de las más variadas formas del sufrimiento. Y es que si hay un padecimiento que depende pura y exclusivamente de la acción del ser humano y de sus estructuras, que no puede ser atribuido a la finitud ni al fatalismo en ninguna de sus formas, ése es la pobreza. Y esto, mucho más en un mundo que ha llegado a niveles de desarrollo que podrían desterrarla en absoluto. La pobreza no minimiza ni desmerece ninguna otra manifestación del dolor, pero las hace a todas más gravosas‖

136.

136

Bajar de la cruz a lo pobres. Cristología de la Liberación. Comisión Teológica Internacional de la

Asociación Ecuménica De Teólogos/As Del Tercer Mundo.2ª Edición, 2007. En:

http://www.servicioskoinonia. org/LibrosDigitales.

Page 114: EL TERCER ISAÍAS

113

De ahí la superlativa preocupación de Jesús por los y las pobres de éste mundo. Es que, en

cuanto que se encuentren en la sociedad seres humanos, estructuras sociales, condiciones

producidas y ambientes fabricados para la existencia de pobres, es lo opuesto a la presencia

de ricos que se han negado a compartir con aquellos sus bienes y más aún, los han

despojado de lo poco que tenían. Jesús afronta esa terrible realidad en toda su vida terrenal.

El ejemplo de la viuda y su actitud en el altar de las ofrendas muestra cómo Jesús estaba

centrado en el problema de la pobreza, pero sobre todo de los pobres como personas

necesitadas del amor de Dios y de la compasión por parte de todos y todas que se defienden

ser sus discípulos137

. (Lc. 21: 2ss). En ese sentido, en la parábola de los terrenos (el

sembrador, aseguran otros) Jesús explica que las riquezas pueden convertirse en estorbo,

tropiezo, obstáculo para la práctica de la palabra en la vida, las relaciones, la cotidianidad.

―La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los

afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto(Lc. 8:14); palabra que no

produce, en tanto que las riquezas se tornan en el primer lugar, en las prioridades

fundamentales de los seres humanos y sus múltiples relaciones, desplazando de la primacía

el Reino de Dios del cual Jesucristo y su pueblo son participes, proclamantes y hacedores,

como el propio Jesús lo declara en Lc. 4:43: “Pero él les dijo: Es necesario que también a

otras ciudades anuncie el evangelio del Reino de Dios; porque para esto he sido enviado‖.

Así que la vocación de Jesús a toda persona, en particular a sus seguidores se dirige a la

toma de una decisión consciente y voluntaria por su Reino y el abandono de toda

presunción y preponderancia por la riqueza: “Ningún siervo puede servir a dos señores;

porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No

podéis servir a Dios y a las riquezas‖. (Lc. 16:13). Se trata de servir a Dios y al prójimo

con las riquezas y jamás servir a las riquezas como si ellas fueran dioses; el énfasis está en

la sabia utilización de cualquier riqueza que posean los hombres y mujeres que quieren

servir a su señor Jesucristo: quien debe estar en el primer lugar.

137

Schrmid, J. (ed.) El evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder 1972. pp. 154 – 165.

Page 115: EL TERCER ISAÍAS

114

Se debe tener mucho cuidado con el poder que las riquezas producen en los seres humanos,

en la medida en que se olviden que ellas son instrumentos para el bienestar y nunca fines en

sí mismas ni como prioridades esenciales para la vida humana138

. La parábola del joven

rico muestra los retos que plantea Jesús para quienes focalizan en su corazón las riquezas,

quienes centralizan sus esfuerzos, energías y valores en el poder que dan las riquezas: ―Al

ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de

Dios los que tienen riquezas! (Lc. 18:24).

De manera que focalizarse en atender a los y las pobres constituye el poderoso desafío que

propone Jesús a sus discípulos y discípulas, en cuanto que la razón de ser de ellos y ellas,

va más allá de liturgias, ritos, ceremonias, cultos, misas, de tal modo que se deje claro el

reconocimiento de pertenecer al reino de Dios; Jesús los define así: ―Y alzando los ojos

hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los Pobres, porque vuestro es el

reino de Dios‖. (Lc. 6:20).

Quien forma parte de este Reino, sabe priorizar sus deberes, responsabilidades, valores y

sobre todo se identifica con los más necesitados en apoyo, acompañamiento, empatía y

solidaridad. Ante la incertidumbre139

de Juan Bautista que quiere estar seguro sobre la

originalidad de Jesús como el Mesías, el Nazareno no tiene dudas en responder con las

obras hechas y de las cuales el pueblo era testigo: ―Y respondiendo Jesús, les dijo: Id,

haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos

son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los Pobres es anunciado el

evangelio;(Lc. 7:22).

Si no son estas personas víctimas de la pobreza, entonces, ¿quienes son? Es que Jesús

sintetiza las características que podrían encerrar al grupo de los pobres, las víctimas de las

sociedades injustas y opresivas.

138

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 359 – 371; R. Bowm y

otros. Comentario Bíblico ―San Jerónimo‖. Vol. 2, Verbo Divino, Navarra 2004. pp. 153 -157. 139

Schrmid, J. (ed.) El evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder 1972. pp. 218 – 230.

Page 116: EL TERCER ISAÍAS

115

Allí debe estar la focalización de los y las discípulas de Jesús: ―los ciegos, los cojos, los

leprosos, los sordos, los muertos y los Pobres…Todas las víctimas de la sociedad injusta,

opresiva, esclavista y explotadora son, deben ser, el centro del mensaje de Jesús y sus

seguidores y seguidoras. De acuerdo con el Texto de Lucas 4: 18, 19, se podría asegurar

que es por el Actuar del Santo Espíritu que Jesús y la comunidad, se preocupan y actúan e

favor de los pobres y más necesitados de la sociedad; así inicia el texto lucano:

El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos, y proclamar un año de gracia del Señor.

De modo que es el Santo Espíritu quien está sobre Cristo y la comunidad, quien unge, quien

envía a proclamar liberación a los cautivos, quien da poder para dar vista a los ciegos, el

que da poder para ofrecer libertad a los cautivos, el que unge para proclamar el año de

gracia del Señor. En pocas palabras es el Espíritu quien aporta el horizonte del ministerio

tanto de Jesús como de la comunidad. Normalmente la comunidad140

lucana entiende el

Espíritu en el sentido de los LXX, como presencia dinámica de Dios en el mundo y en

Israel. En este sentido no nos extrañan los verbos que se aplican al Espíritu. Se puede

sumergir en él (Lc. 3:16; Hch. 1:5; 11:16); revestirse de su poder (Lc. 24:49); ser ungido

por él (Lc. 4:18; 10:38). El Espíritu se derrama sobre los discípulos y discípulas (Hch.

2:17-18); viene sobre seguidores y seguidoras (Hch. 8: 16-17). A estos verbos se

incorporan las expresiones ser llenos de y estar lleno de. En Lucas, el actuar del Espíritu no

es el resultado de reflexiones filosóficas ni teológicas, sino la profunda aceptación de la

misma presencia de Dios en la historia de la comunidad: su origen, su formación, su

desarrollo, sus debilidades, sueños, ilusiones, esperanzas, victorias y derrotas: toda su

cotidianidad está en relación con las acciones del Santo Espíritu.

140

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Bilbao, Verbo Divino 1998. 176-184.

Barbaglio, G. (Ed.) Espiritualidad del N.T. (Sígueme, Salamanca, 1994); Rainer, Albertz. Historia de la

religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. Trotta, Madrid 1999. pp. 701-708.

Page 117: EL TERCER ISAÍAS

116

El nacimiento de Juan Bautista es entendido como una de las obras extraordinarias del

espíritu Santo en medio de la comunidad. ―porque será grande ante el Señor; no beberá

vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, y a muchos de

los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios, e irá delante de él con el espíritu y el

poder de Elías, = para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, = y a los

rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto‖.

(Lc. 1: 15ss).

Descubrir ésta importante y poderosa verdad a una sociedad en la cual la fe se había

debilitado, venía a ser trascendente, en tanto que, se necesitaba volverse al Señor,

abandonar los rencores y convivir en armonía, paz y tolerancia. Las acciones del Espíritu

Santo eran tan reales, tan cotidianas, que en un simple diálogo se reconocía su voz y su

presencia. (1: 41ss). La presencia del Espíritu Santo141

era parte de los procesos humanos:

Dios se había manifestado en la historia; parece ser lo que se define en el seno de la

comunidad lucana. Zacarías y Simeón, por ejemplo, ancianos ya para los tiempos del

nacimiento de Jesús, aceptaban la presencia del Espíritu en sus vidas, sus relaciones y

convivencias (1: 67; 2: 25ss). El ministerio de Jesús no sólo era su accionar a favor de los

más necesitados: niños, niñas, viudas, huérfanos, endemoniados y enfermos de toda clase

de males; eran las derivaciones de su relación, comunión, interacción con el Santo Espíritu

(3: 16, 22).

En éste sentido Jesús lleno del Espíritu es llevado al desierto (4:1); llega a Galilea con y en

el poder del Espíritu (4:14); Él acepta que bajo la unción del Santo Espíritu viene a la

sinagoga de Nazaret (4:18); Jesús se goza, alegra y regocija en el Poder del Espíritu

(10:21); enseña a sus seguidores que el Padre da el Espíritu a quienes se lo pidan (11:13);

enseña también que pecar contra el Espíritu Santo resulta ser un pecado imperdonable (12:

10).

141

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Verbo Divino, Bilbao 1998. pp. 185 - 195.

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. Trotta, Madrid 1999. pp.

706 – 712.

Page 118: EL TERCER ISAÍAS

117

Además, Jesús habla del espíritu Santo como un ser personal. Las obras del Espíritu Santo

en ésta comunidad: enseña a los discípulos de Jesús (12:12); los bautiza (Hch. 1:5); llena de

poder a discípulos y discípulas para testificar de las obras de Dios, para ser testigos de Jesús

(Hch. 1:8); la comunidad entendía que el mismo Espíritu estuvo en boca de antiguos

testigos y profetas (Hch. 1:16); la comunidad llena del Espíritu Santo testifica, predica,

anuncia el Reino de Dios a las personas que lo desconocen (Hch. 2: 4, 16ss); recibir al

Espíritu Santo implica un genuino arrepentimiento y abandono del pecado (Hch. 2: 33, 38).

La persona del Espíritu Santo no estaba limitada al pueblo de Israel. Los gentiles creyentes,

fieles, personas de toda clase y condición social venían ahora a ser morada del Espíritu solo

por medio del acto de fe comunitaria en Jesús el Señor (Hch. 8: 7ss); entendieron que las

acciones de Jesús, cuando estuvo en la tierra, resultan de su koinonía con el Espíritu Santo

(Hch. 10:38); todo el misterio misionero de las diversas comunidades de las que se testifica

en Hechos es consecuencia directa de la presencia y el poder del espíritu de Dios actuando

en y por medio de ellas (Hch. 13: 1ss).

Las comunidades de Jerusalén lo reconocen; las de Antioquía lo aceptan y de todas maneras

están en concordancia que sólo por medio de las obras del Espíritu Santo puede ser testigos,

mártires, discípulas, seguidoras fieles que se han comprometido con Jesús (Hch. 15: 8,28;

16: 6ss); la obra lucana finaliza en el reconocimiento que la prédica, consolidación,

fundación y desarrollo del Reino de Dios sólo es posible bajo la dirección y la unción de la

Persona142

maravillosa del Espíritu Santo en el corazón de las comunidades, fervientes al

proyecto predicado, vivido e implementado por Jesús en su ministerio en Galilea, Samaria,

Jerusalén y demás sitios en la Palestina del siglo I. (Hch. 28: 25ss).

El Espíritu como tal puede ser invisible, pero su presencia podía ser fácilmente detectable.

El don del Espíritu no era, por consiguiente, simplemente un corolario, ni una deducción

basada en el bautismo y la imposición de las manos, sino un acontecimiento sumamente

real para los primeros cristianos.

142

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Verbo Divino, Bilbao 1998. pp. 200 – 210.

Page 119: EL TERCER ISAÍAS

118

Como ya se ha ratificado, Lucas 4 ha releído el texto del Tritoisaías y lo ha actualizado de

acuerdo con sus necesidades, expectativas, sueños, ilusiones, amores y desamores; ello

indicaría que la comunidad había perdido el horizonte (4:28,29) marcado por Jesús (4:33-

35) y que a partir de la nueva lectura del Tercer Isaías, busca recomponer el camino, las

acciones, actitudes, comportamientos y relaciones sociales, sobre el fundamento de la

Unción del santo Espíritu y jamás, desde otra clase de fundamentos.

Jesús se presenta en relación con el espíritu Santo y no, como el líder político celota

guerrerista esperado: “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar

a los pobres la Buena Nueva,…”Jesús es el agente del Espíritu y el que ofrece al espíritu

(Lc. 10ss; Hech. 1:6ss). La persona del Espíritu en la vida de Jesús resulta para el bienestar

de otros y nunca para el provecho de sí mismo; son los pobres, los cautivos, los ciegos, los

oprimidos, quienes necesitan de Jesús y la comunidad las buenas nuevas, los nuevos ojos,

la liberación, y del año de gracia del Señor.

En similar dirección se encuentra el pensamiento de la comunidad tritoisaíana, tal como se

registra el texto que siglos después sería leído por la comunidad lucana; el texto es:

El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. a anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran,

La no identificación del sujeto (Mi) sobre el cual está el espíritu, pareciera indicar que, los

ungidos del Señor serían quienes anuncien la buena nueva a los pobres, curen los corazones

rotos; los que pregonen libertad a los cautivos, y a los reclusos la libertad; los que

divulguen el año de gracia de Yahveh y el día de venganza de nuestro Dios; y quienes estén

dispuestos a consolar a todos los que lloran.

Page 120: EL TERCER ISAÍAS

119

De manera que ese Mi es la comunidad comprometida con Dios y con la sociedad,

comprometida sin más límites que el bienestar de todas y todos; en otros términos los

constructores del Reino de Dios en la historia143

. La situación de pobreza social

colombiana, latinoamericana y mundial actual no es tan diferente a la de los tiempos del

Tritoisaías, de Jesús y la comunidad lucana. El las siguientes afirmaciones, precisan

algunos de lo métodos para medir la situación de pobreza en la sociedades que las

presentan.

―La pobreza absoluta se define como la situación en la cual no están cubiertas las necesidades básicas del

individuo, es decir, existe carencia de bienes y servicios básicos (relacionados con la alimentación, la

vivienda y el vestido). Este concepto de pobreza está fuertemente relacionado con la miseria y se debería

poder aplicar por igual en todos los países o sociedades. Una persona considerada pobre siguiendo este

criterio se califica de la misma forma en todo el mundo‖. Como se puede ver es sumamente difícil, por no

decir imposible, construir medidas puras de pobreza absoluta. La pobreza relativa sitúa el fenómeno de la

pobreza en la sociedad objeto de estudio. Desde esta perspectiva se considera que una persona es pobre

cuando se encuentra en una situación de clara desventaja, económica y socialmente, respecto al resto de

personas de su entorno.

Esta concepción de la pobreza está muy ligada a la noción de desigualdad. La clasificación entre pobres y no

pobres siguiendo este último criterio depende del grado de desarrollo de la sociedad concreta estudiada y no

se puede trasladar a otra sociedad diferente. Por ejemplo, un país puede considerar pobre a todo aquél que

reciba unos ingresos anuales menores que 3.000 euros mientras que otro puede clasificar como pobre a toda

persona con ingresos anuales inferiores a 7.000 euros. Así, una persona supuestamente pobre en el segundo

país podría no ser clasificada como tal si se utilizaran los criterios del primer país. Pero la pobreza no es un

fenómeno estático, la situación de las personas puede cambiar con el tiempo y pasar de ser pobres a no serlo

o viceversa. Resulta por tanto imprescindible realizar estudios dinámicos de pobreza que tengan en cuenta

los cambios y transiciones, y analicen las poblaciones en periodos suficientemente largos, no únicamente en

años concretos y de forma aislada144

.

Amartya Sen, por su parte afirma:

―La pobreza es, por supuesto, un asunto de privación. El reciente cambio de enfoque —especialmente en la literatura sociológica— de la privación absoluta a la relativa ofrece un provechoso marco de análisis Pero la privación relativa resulta esencialmente incompleta como concepción de la pobreza y complementa (aunque no sustituye) la perspectiva anterior de la desposesión absoluta. El tan criticado enfoque biológico, que requiere una reformulación sustancial, mas no el rechazo se relaciona con este núcleo irreducible de privación absoluta, manteniendo los problemas de la muerte por inanición y el hambre en el centro del concepto de pobreza. La visión frecuentemente recomendada, de la pobreza como un problema de desigualdad, no hace justicia a ninguno de los dos conceptos.

143

Aguirre, R. Del Movimiento de Jesús a la Iglesia Cristiana. Verbo Divino, Bilbao 1998. pp. 212– 219. 144

La pobreza y su medición. Presentación de diversos métodos de obtención de medidas de pobreza. En:

INE.

Page 121: EL TERCER ISAÍAS

120

La pobreza y la desigualdad se relacionan estrechamente pero son conceptos que se diferencian con claridad y ninguno se subsume en el otro. Hay buenas razones para concebir la medición de la pobreza no como un ejercicio ético, como se postula con frecuencia, sino como uno descriptivo. Más aún, es posible afirmar que la ―definición de política de la pobreza, que tanto se utiliza, está equivocada en lo fundamental. Describir las dificultades y padecimientos de los pobres en términos de los estándares predominantes de necesidades involucra, por supuesto, las ambigüedades inherentes al concepto de pobreza; pero una descripción ambigua no es lo mismo que una prescripción. En cambio, la ineludible arbitrariedad que resulta de elegir entre procedimientos permisibles y entre posibles interpretaciones de los estándares prevalecientes, requiere tomarla en cuenta y darle un tratamiento apropiado. 145.

Al revisar las visiones de la CEPAL, la situación no es diferente, en tanto que, esta Entidad

también reconoce que la pobreza no es ajena al Continente Latinoamericano. En las

siguientes aseveraciones se precisa esa realidad:

―El proceso de reducción de la pobreza se encuentra prácticamente estancado en la región desde el año 1997. Por poner un ejemplo, la pobreza en América Latina pasó del 42.5% de la población total en el año 2000 al 47.2% en el año 2008, lo que equivale a decir que hoy en día hay nada menos que 224 millones de personas que viven en América Latina y el Caribe con menos de dos dólares al día (umbral de pobreza). De éstas, unos 98 millones de personas (19,4% de la población) se encuentran en situación de pobreza extrema o indigencia, es decir, viven con menos de un dólar al día. La pobreza en América Latina y el Caribe tiene un componente racial o étnico importante. Así, en países como Bolivia, Brasil, Guatemala o Perú, la pobreza es dos veces mayor entre los indígenas o descendientes de africanos que en el resto de la población‖

146.

145

SEN A.K., Description as Choice, Oxford Economic Papers, núm. 32, 1980. pp. 85 -95, se pueden

consultar los aspectos metodológicos respectivos. 146

http://www.revistafuturos.info/futuros_8/pobreza1.htm.

Page 122: EL TERCER ISAÍAS

121

Tómese la posición que se tome frente al tema de la pobreza, no se puede asumir que sea

una realidad evadible, sino que, por el contrario, indica uno de los peores problemas del

presente siglo, que es a su vez, reto importante para los gobiernos, las sociedades, las

Organizaciones no Gubernamentales, la sociedad civil y las Iglesias cristianas. Esa era la

realidad de las comunidades tritoisaíanas y lucanas en sus respectivos momentos, contextos

y situaciones. En la primera había personas que eran maltratadas por su condición social y

sus orígenes (56: 3ss); otras que eran desaterradas y despojadas de sus bienes (56: 7); había

quienes les faltaba ser juzgadas con justicia (59:4ss); los niños, las niñas y las mujeres eran

víctimas del hambre (57:5ss; 59:22); en las actividades cúlticas a determinadas personas se

marginaban y se las exponía al escarnio (58: 3ss); los problemas raciales y étnicos no

faltaban (61:9); eran muchas la personas abandonadas y sin la satisfacción de las

necesidades básicas (62: 4ss); los alimentos estaban asignados sólo para algunos (63: 1ss);

la idolatría manipulativas en beneficio de unos pocos estaba vigente (65: 4ss); la muerte de

inocentes no estaba lejos (66:24), todo esto formaba parte de la triste realidad comunitaria

tritoisaíana147

.

147

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 7, 8.

Page 123: EL TERCER ISAÍAS

122

Por el lado de la comunidad lucana la realidad política, económica, social y cultural no

distaba mucho de la anterior, por el contrario, parece que confrontar esas realidades, fue el

motivo central para que los lucanos tomaran el Tritoisaías en su fundamento. Lo que se

puede ver es que en la comunidad había toda clase de personas, y grupos sociales diversos:

Ancianos y ancianas, niños y niñas, soldados y civiles (2: 1ss); religiosos y no religiosos;

pobres, enfermos, enfermas y toda clase de víctimas por parte de los poderosos. Las

víctimas eran los pobres (19:1ss); las mujeres (20:28); en especial las viudas (20:47); la

situación económica de los pobres era crítica (5: 27); y muchas otras enfermedades sociales

afectaban las acciones, los comportamientos y las relaciones de la comunidad.

Así que lucanas y lucanos entendían que las fiestas debían ser para que las víctimas

participaran a plenitud, las gozaran de corazón, por encima de quienes poseían riquezas

(14:13ss); vender todo lo que se tenga, para favorecer a los más necesitados era un desafío

en medio de la comunidad (18:22); el ejemplo de la viuda que entregó todo lo que poseía,

ilustra el verdadero problema, el verdadero desafío para una comunidad tan disímil en lo

social, político y cultural (21: 2ss).

Hoy, en pleno siglo 21, cristianos y cristianas están frente a los más grandes desafíos que le

plantea el Evangelio de Jesucristo: la opción por los pobres, como se asegura en el

documento que tiene el mismo título148

: “La Opción por los Pobres (OP) es sin duda el

acontecimiento más importante que ha tenido lugar en las Iglesias cristianas desde la

Reforma protestante del siglo XVI‖.

Para el Tercer Isaías, el Espíritu de Yahveh, se manifestaba en diversos contextos:

En unos, era el testigo de la alianza que Dios hacía con su pueblo, lo que exigía de

éste último, una poderosa fidelidad seguridad en que Yahveh no lo abandonaría

(59:21);

148

. José M. Vigil. Sobre la Opción por los Pobres. Centro Kairós, Buenos Aires, Argentina; 2007. pp. 70 –

80.

Page 124: EL TERCER ISAÍAS

123

en otros, se asegura que el pueblo ha entristecido al Espíritu de dios con acciones de

rebeldía y toda clase de pecado, acciones de las cuales deben arrepentirse, confesar

su pecado y restablecer las relaciones con Dios y con sus semejantes (63:10ss);

también se afirma que el Espíritu de Yahveh actúa como el buen pastor que cuida,

alimenta, protege y sana a las ovejas en todo momento (63: 12 ss).

En pocas palabras, se argumenta como las acciones del Espíritu van más allá del

pensamiento, acciones, actuaciones, comportamientos y relaciones humanas; que el actuar

del espíritu de Yahveh trasciende las culturas y sociedades humanas que esclavizan y

empobrecen. Es el Espíritu de Yahveh quien provee herramientas de reconciliación entre

pobres y poderosos, entre víctimas y victimarios, entre odiados de diferentes momentos; es

Él el único que promueve el amor sincero y eterno.

4.3 Repercusiones y reflejos del Tritoisaías en el Nuevo Testamento.

Para este apartado se ha seleccionado sólo un texto que es considerado como clave para la

comunidad lucana, en su interpretación del Tercer Isaías; lo que se conoce con el nombre

de Las Bienaventuranzas.

4.3.1 Bienaventuranzas de Lucas 6, reflejo del Tritoisaías.149

En la estructura de los capítulos 56-66 del Tercer Isaías, el conjunto de 65 y 66 es la

sección simétrica con 56-58.

En ambos bloques, subdivididos evidentemente en una pluralidad de pequeñas unidades

literarias, predominan los oráculos de crítica y juicio, no contra el pueblo en general sino

sobre cierto sector, determinados grupos, que van siendo definidos paulatinamente.

149

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-6.

Page 125: EL TERCER ISAÍAS

124

Las acusaciones tienen su contraparte en breves oráculos de salvación para otros sectores

que, cuando llegamos al capítulo 65, es denominado siete veces con la expresión “mis

siervos”, puesta siempre en labios de Yahveh (vs. 8b, 9b, 13, 14, l5b), y tres como “mis

elegidos (vs. 9b, l5a, 22b).

Algunos150

aseguran que, desde el punto de vista redaccional, los capítulos 65-66 tienen la

misma característica de 28-35 en cuanto a la alternancia constante entre oráculos negativos

de juicio y positivos, salvíficos, éstos siempre en segundo lugar, lo que nos da una pauta

hermenéutica interesante para estudiar la formación última de los libros proféticos, que

tiene la misma forma.

Tritoisaías 65:13-14. Lucas 6: 20 – 26

13 Por tanto, así dice el Señor Yahveh:

Mirad que mis siervos comerán, mas

vosotros tendréis hambre; mirad que mis

siervos beberán, mas vosotros tendréis

sed; mirad que mis siervos se alegrarán,

mas vosotros padeceréis vergüenza;

14 mirad que mis siervos cantarán con

corazón dichoso, mas vosotros gritaréis

con corazón triste, y con espíritu

quebrantado gemiréis

15 Dejaréis vuestro nombre a mis

elegidos para que sirva de imprecación:

«¡Así te haga morir el Señor Yahveh!»,

pero a sus siervos les dará un nombre

nuevo

20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos,

decía: «Bienaventurados los pobres, porque

vuestro es el Reino de Dios. 21

Bienaventurados los que tenéis hambre ahora,

porque seréis saciados. Bienaventurados los

que lloráis ahora, porque reiréis 22

Bienaventurados seréis cuando los hombres os

odien, cuando os expulsen, os injurien y

proscriban vuestro nombre como malo, por

causa del Hijo del hombre. 23 Alegraos ese día

y saltad de gozo, que vuestra recompensa será

grande en el cielo. Pues de ese modo trataban

sus padres a los profetas. 24 «Pero ¡ay de

vosotros, los ricos!, porque habéis recibido

vuestro consuelo.

150

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 7-10.

Page 126: EL TERCER ISAÍAS

125

16 tal que, quien desee ser bendecido en

la tierra, deseará serlo en el Dios del

Amén, y quien jurare en la tierra, jurará

en el Dios del Amén; cuando se hayan

olvidado las angustias primeras, y cuando

estén ocultas a mis ojos.

25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis

hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los

que reís ahora!, porque tendréis aflicción y

llanto. 26 ¡Ay cuando todos los hombres

hablen bien de vosotros!, pues de ese modo

trataban sus padres a los falsos profetas.

La unidad que se estudiará aquí (65: 11-16) es de signo negativo. El oráculo está dirigido a

los transgresores, por llamarlos así temporalmente, pero el mensaje es, evidentemente, para

los fieles a Yahveh. Con estas aclaraciones, se puede empezar el análisis de la perícopa151

.

4.3.2 El texto de Tritoisaías 65:11-16152

.

Composición del texto. Esta unidad se abre claramente con un cambio de destinatario

respecto de la anterior (vs.8-10). Yahveh no habla más a alguien acerca de buenos (vs.8-10)

y malos (1-7), sino directamente a éstos últimos. (“la de vuestras culpas y las de vuestros

padres juntamente – dice Yahveh - que quemaron incienso en los montes y en las colinas

me afrentaron; pero yo voy a medirles la paga de su obra y se la pondré en su seno‖). La

unidad, a su vez, termina bien en 16b, dado que esta frase final comenta y resume la

inversión de situaciones de vs.13-15. Pero para tener una entrada global al significativo del

pasaje, es oportuno ver en primer lugar su composición con base de cuaternas.

Los interpelados son definidos mediante cuatro participios que los descalifican (vosotros

tendréis hambre; vosotros tendréis sed; vosotros padeceréis vergüenza; vosotros gritaréis

con corazón triste, y con espíritu quebrantado gemiréis vs.11).

151

L. Alonso Schokel - J L. Sicre, Los profetas. 1, Cristiandad. Madrid 1980, pp. 359 – 371; R. Bowm y

otros. Comentario Bíblico ―San Jerónimo‖. Vol. 2, Verbo Divino, Navarra 2004. pp. 528 – 536. 152

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-16

Page 127: EL TERCER ISAÍAS

126

El fundamento del juicio sobre los malos consta de cuatro segmentos: líneas segunda y

tercera del vs.12: ―…porque os llamé y no respondisteis, hablé y no oísteis, sino que

hicisteis lo que me desagrada, y lo que no me gusta elegisteis‖. Siguen cuatro

bienaventuranzas sobre ―mis siervos‖, aludidos en 3ª persona, contrapuestas a cuatro

contra-bienaventuranzas, (en lugar de maldiciones) dirigidas a los sujetos del vs.11:

―vosotros, los que abandonáis a Yahveh, los que olvidáis mi monte santo, los que ponéis

una mesa a Gad y llenáis una copa a Mení‖; en 2ª persona, vosotros (vs.12-15ª); la última

adversidad anunciada es desdoblada, a su vez, en cuatro segmentos, cada uno con su verbo

respectivo, el último con una inversión de sujeto (vosotros tendréis hambre; vosotros

tendréis sed; vosotros padeceréis vergüenza; vosotros gritaréis con corazón triste, y con

espíritu quebrantado gemiréis vs.11).

Esta parte153

termina regresando al destino de “mis siervos‖, expresada también con cuatro

verbos (pero a sus siervos les dará un nombre nuevo tal que, quien desee ser bendecido en

la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios

del Amén; vs. l5b-16a). La conclusión (cuando se hayan olvidado las angustias primeras, y

cuando estén ocultas a mis ojos vs. 16b) alude al tiempo del cambio de situaciones.

El vs.11 empieza con una interpelación brusca, en contraste con la frase del vs. 10 ―mi

pueblo, los que me buscaron‖. Es la primera vez, en este capítulo, que se escucha una

alocución en 2ª persona. El texto, entonces, se muestra totalmente diferente. Este pero

vosotros es paralelo al de 57:3, aquella otra interpelación precedida también por

características de los destinatarios del mensaje.

Lo que se les dirá a estos vosotros está demorado hasta el vs.13, con una nueva

introducción: por tanto, así dice el señor Yahveh.

153

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-16

Page 128: EL TERCER ISAÍAS

127

Antes, los describirá con dos acusaciones generales y definitorias (11a) y dos concretas

(los que abandonáis a Yahveh, los que olvidáis mi monte santo, los que ponéis una mesa a

Gad y llenáis una copa a Mení, vs.11b); a estas dos les corresponderán simétricamente dos

castigos ―Yo os destino a la espada y todos vosotros caeréis degollados(vs. 12ª), con la

fundamentación correspondiente: el resto del vs.12 (―porque os llamé y no respondisteis,

hablé y no oísteis, sino que hicisteis lo que me desagrada, y lo que no me gusta elegisteis),

formulada en cuatro partes154

. De todo esto resulta un oráculo (vs.11-12) dentro de otro (13-

16), que será el principal.

El primero define y acusa a un sector, con una sentencia en el centro; el segundo señala sus

destinos, en oposición a la suerte del grupo opuesto. Con ésta Aclaración de los que

abandonan a Yahveh (vs.11-12).

La composición de 11-12 dentro de 11-16 puede ser vista de esta manera más gráfica:

(1) ―Pero vosotros los que abandonáis a Yahveh”; (2) ―los que os olvidáis de mi montaña santa (3) los que preparáis una mesa a Gad‖; (4) ―los que llenáis una copa a Mení‖;

Más bien os destinaré a vosotros a la espada, y todos vosotros para el degüello seréis doblados, (1) por cuanto llamé y no habéis respondido.

(2) hablé y no habéis escuchado (3) sino que habéis hecho lo malo a mis ojos (4) y lo que no me complace habéis elegido

Por tanto, así dice el señor Yahveh:

(1) ―He aquí que mis siervos comerán, pero vosotros tendréis hambre; (2) ―he aquí que mis siervos beberán, pero vosotros tendréis sed; (3) ―he aquí que mis siervos se alegrarán, pero vosotros os avergonzaréis‖; (4) ―he aquí que mis siervos gritarán con corazón dichoso, pero vosotros clamaréis con corazón dolido y con espíritu quebrantado gemiréis Depositaréis vuestro nombre en mis elegidos para jurar: ―te haga morir el señor Yahveh‖,

154

Schmid, J. (ed.) El Evangelio de Lucas. Biblioteca Herder #128. Barcelona, Herder, 1972. pp. 203 – 225.

Page 129: EL TERCER ISAÍAS

128

―Mientras que para mis siervos se proclamará un nombre distinto‖,

(1) de tal manera que quien desee felicitarse en la tierra (2) se felicitará en el Dios del Amén (3) y quien jurare en la tierra (4) jurará en el Dios del Amén (4) cuando sean olvidadas las adversidades primeras, y hayan sido ocultadas de mis ojos.

Se observa que el pero vosotros del vs. 11 se continúa en las bienaventuranzas / contra-

venturanzas enunciadas a partir del vs.13. Lo que queda en el medio es un bloque diferente,

casi autónomo, en tanto contiene acusación y amenaza con su fundamento, que cumple una

función retórica de preparar las cuatro contra-venturanzas, puestas en todos los casos antes

de las bienaventuranzas correspondientes155

.

El texto, por lo visto, está detalladamente elaborado y así hay que analizarlo. La

caracterización156

de los requeridos como los que abandonan a Yahveh remite al campo

teológico de la alianza. Como lenguaje, es ampliamente conocido por los textos proféticos

y la tradición deuteronomista. La lista de textos es infinita, y basta con mencionar algunos

muy significativos, como son el capítulo inicial y programático del primer Isaías, 1:4: 28;

51:13. En el nivel intertextual, hay que recordar que en 1:28 la fórmula los que abandonan

a Yahveh tiene otras dos definiciones yuxtapuestas: rebeldes y pecadores al mismo tiempo.

Abandonar a Yahveh es sinónimo de ―olvidarlo‖, pero tal vez por variación estilística, y

para no repetir el vocablo Yahveh, el oráculo continúa en segundo término con ―los que os

olvidáis de mi montaña santa‖. Por eso no hay que extrañarse de esta expresión singular, ni

hace falta referirla a la cesación de los servicios en el templo. Por eso, a la doble acusación

de abandono – olvido se yuxtapone un doble reemplazo de él por dos divinidades extrañas a

Israel (vs.11b).

155

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-16 156

Los trabajos de Brown, R., La comunidad del discípulo amado. Sígueme, Salamanca 1983. pp. 147 – 149.

Page 130: EL TERCER ISAÍAS

129

Llama la atención que no se nombren dioses conocidos por la tradición como rivales de

Yahveh, tales Baal, Aserá, Astarté, sino que se elijan divinidades de la fortuna como Gad y

del destino como Mení, nunca citadas en el resto del Primer Testamento. Hay dos razones

probables para ello: en primer lugar, puede suponerse ya una influencia griega sobre el

pensamiento hebreo. La simbolización divina de la fortuna, la suerte: la Diosa Túje y del

destino: Heimarmene es una expresión tradicional de la antropología religiosa griega.

En segundo lugar, la situación misma de desamparo de los grupos de ciertos grupos en Judá

y en exilio, la diáspora y su desencanto respecto de Yahveh, convertía en atrayentes a tales

divinidades que tenían que ver con esperanzas fundamentales no satisfechas en su propia fe

tradicional. Esta misma crítica profética se torna en un modo de rehacer la figura de

Yahveh, ya que en las contra-venturanzas y bienaventuranzas que seguirán en el bloque de

los vs.13-16, será Él mismo quien imponga los destinos a los dos sectores, en especial,

porque interpelado directamente, a quienes buscan otras fuerzas del destino.

El culto a estas dos divinidades de la fortuna y el destino es descrito en términos de

ofrendas, usando una terminología ritual conocida (Jeremías 7:18). El mismo lenguaje

ritual y en un contexto parecido de “suerte”, había sido usado en 57:6, sección simétrica de

56-58. Con el vs. 11 se termina la cuádruple descripción de los desleales: dos definiciones

de alejamiento de Yahveh, más dos adhesiones a nuevos dioses. El vs.12ª, centro de la

estructura señalada, expone la reacción y el castigo de Yahveh157

.

La sentencia alude a las dos divinidades recién mencionadas, pero en orden inverso,

formando así un quiasmo:

(a) los que preparáis

A (b) una mesa

(c) a Gad

157

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-16.

Page 131: EL TERCER ISAÍAS

130

(a‟) los que llenáis

A‟ (b‟) una copa

(c‟) a Mení

Más bien os destinaré a vosotros a la espada, y todos vosotros para el degüello seréis

doblados. De esta manera, el texto se muestra absolutamente articulado.

Por lo demás, el verbo ―os destinaré a la espada" juega irónicamente con Mení, mostrando

que el verdadero señor de los destinos es Yahveh, en cuya boca se pone este

pronunciamiento.

Con sarcasmo concluye la frase, ya que la expresión ―para el degüello seréis doblados‖,

que se contrabalancea con ―los que preparáis una mesa‖, indica que el objeto presentado

como ofrenda serán ellos mismos. Después de enunciada la sentencia (12a), motivada en

realidad en las transgresiones listadas en el vs.11, se la profundiza con una fundamentación

construida con cuatro miembros (2 + 2), que recogen en su léxico lo mejor de la tradición

histórico-salvífica y profética.

Se observa nuevamente que dentro del esquema de cuatro miembros: líneas segunda y

tercera del vs.12: ―porque os llamé y no respondisteis, hablé y no oísteis, sino que hicisteis

lo que me desagradase esconde otro subesquema de cuatro fallas humanas, dispuestas en

pares: “no habéis respondido - no habéis escuchado y ―habéis hecho lo malo-lo que no me

complace habéis elegido‖.

En los cuatro casos, se da una oposición entre actitudes y expectativas de Yahveh, con las

prácticas de los acusados. Esto mismo, se expresaba como autoconfesión comunitaria en

59:12 y 64:4b-6, dentro de dos textos simétricos en la estructura mayor de 56-66. Como el

mensaje de esta fundamentación es una excelente condensación de la teología tritoisaiana, y

está meticulosamente articulada con el orden literario, conviene descomponer el texto en

forma de diagrama estructurado:

Page 132: EL TERCER ISAÍAS

131

(1) por cuanto llamé

(2) y no habéis respondido

(3) hablé

(4) y no habéis escuchado;

sino que habéis hecho lo malo a mis ojos

y lo que no me complace habéis elegido

En el interior del Tritoisaías158

a nivel de la intratextualidad, el final del vs.12 hace una

llamada a 56:4ª: repitiendo en forma inversa de la misma frase. (―y eligen aquello que me

agrada‖), ―lo que no me complace habéis elegido (65:12b). Se percibe una ironía que

opone los eunucos, que hacen lo agradable a Yahveh frente a los judíos desleales, que no le

complacen. Las opciones de unos y otros son señaladas con el mismo verbo ―elegir‖. El

concepto de complacencia divina, ajeno al 1er Isaías, era muy claro al 2º Isaías (42:21;

44:28; 46:10; 48:14; 53:10; 55:11), mientras que el tritoisaías usa el verbo con los humanos

como sujetos (58:2, dos veces; 58:3; 58:13, dos veces; más adelante, en 66:3).

4.3.3 Las cuatro bienaventuranzas del Tercer Isaías159

.

Después de enumerar las anti-venturanzas (vs.11, “pero vosotros...”), se reinicia el

pronunciamiento divino mediante una fórmula ampliada: ―Por tanto, así dice el señor

Yahveh‖. En vez de discutir si “el señores un aditamento secundario, vale la pena remarcar

que este título, no frecuente en el tritoisaías (56:8; 61:11, y aquí), es usado precisamente

cuando hace falta, esto es, cuando hay que destacar el poder de Yahveh. En este caso, se

hablará de inversión de situaciones que invierten la historia de los sectores de la comunidad

tritoisaíana.

158

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 213 – 230, y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 –

66. Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 1-16 159

José Severino Croatto, Op. cit. pp.11. G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the

Old Testament.Grand Rapids, Michigan 2009. pp. 295-299.

Page 133: EL TERCER ISAÍAS

132

Como se adelantó parcialmente más arriba, el redactor dispuso las desventuras y las

bienaventuranzas en cuatro series. Ahora bien, se puede observar una estructura lineal para

cada par, y otra global que unifica el conjunto. En cuanto a lo primero, cada par empieza

con la fórmula ―he aquí que mis siervos‖, junto con el verbo en imperfecto: futuro, seguida

de una fórmula con un pero vosotros adversativo más el verbo en imperfecto.

El discurso es directo: 2ª persona del plural, para los adversarios, indirecto, 3ª persona,

respecto de ―mis siervos‖. Llamativa es la inversión del orden esperado: Yahveh habla a

los malos todo el tiempo, pero empezando sobre sus siervos. Sólo al final de cada promesa

a éstos, señala a aquellos su destino. Otro rasgo es la conformación de la cuaterna en 3 + 1,

en el sentido que las tres primeras bienaventuranzas se expresan con una sola palabra:

“comerán – beberán - se alegrarán”, mientras que la cuarta necesita tres palabras ―gritarán

con-corazón dichoso‖. Lo mismo ocurre con las antiventuranzas: las tres primeras tienen

un solo vocablo, en tanto que la última es desproporcionadamente más extensa, incluso,

más que la cuarta bienaventuranza. Ocupa, en efecto, seis palabras, o sea el doble que

aquélla, cuando se cierra con 14b. Es probable que aquí termine el texto más antiguo, que

puede reescribirse de esta manera:

He aquí que mis siervos comerán, pero vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, pero vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, pero vosotros os avergonzaréis; he aquí que mis siervos gritarán con corazón dichoso, pero vosotros clamaréis con corazón dolido,

y con espíritu quebrantado gemiréis‖.

El primer aspecto que sobresale es la instancia socioeconómica160

en que se instala el

oráculo.

160

Rainer, Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. Trotta, Madrid; 1999.

567-609. G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the Old Testament.Grand Rapids,

Michigan 2009. pp. 283-292, 295-299.

Page 134: EL TERCER ISAÍAS

133

En lugar de buscar dependencias literarias y redaccionales, por ejemplo, de 62:8s o

49:10,17, parece ser más lógico pensar que el tritoisaías describe, redacta este bloque

inspirado en la realidad. Tan apelante es ésta, que no necesita decir muchas palabras para

referirla, aunque sea en futuro, ya que parte de la situación presente, que es inversa a la

imaginada para después.

Tener hambre y sed son realidades, y por ser tales, pueden elevarse al nivel de símbolos de

toda carencia material. Los que comerán son los que ahora no tienen nada para comer; los

que ―beberán‖, son aquellos que no tienen qué beber en el presente. Y pueden ser los que

no tienen vivienda, trabajo, descanso, ni las comodidades más esenciales. Inversamente, los

que tendrán hambre y sed, son los satisfechos de ahora, lo que puede darse en infinidad de

aspectos y condiciones. Cabe observar también que las cuatro oposiciones están dispuestas

en dos grupos.

Uno: las dos primeras, tiene que ver con lo económico y social; el otro: las dos últimas

oposiciones, se ubica en el plano de lo psicológico, interno: alegrarse-avergonzarse, por un

lado; gritar-lamentarse, por el otro. Esta construcción no es sólo armoniosa y artística. Es

ante todo kerigmática, más que teológica solamente, puesto que es una proclamación sobre

situaciones concretas. El mismo recurso literario y estructural, en función del mensaje, se

da en el gran poema central de 61:1-3, del que se hablará luego.

Al contemplar tantas necesidades161

materiales, que están en primer lugar, como las

subjetivas, del espíritu es un dato de mucha relevancia. No hace falta advertir que el

hambriento y el sediento sufren. Pero hay en la vida tantas otras fuentes de angustia y

quebranto, muchas de ellas ligadas a formas de opresión social, cultural y hasta religiosa,

que no está mal poner el acento también en este nivel. Y éste oráculo lo hace muy bien,

tanto como el central de 61:1-3.

161

Rainer Albertz. Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento. Trotta, Madrid; 1999.

610- 637. G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the Old Testament.Grand Rapids,

Michigan 2009. pp. 283-292, 295-299.

Page 135: EL TERCER ISAÍAS

134

En contraste con alegrarse de los siervos de Yahveh, los otros se avergonzarán (vs.13b). El

motivo está focalizado en el tema cúltico. Además del sentido de ―pasar vergüenza‖,

denota frustración, un resultado opuesto al buscado, una sensación de vacío. En el

Tritoisaías es la única vez que ocurre, y se opone al sentimiento de alegría, porque ésta

refleja los estados de plenitud y satisfacción. Se puede percibir un fino deslizamiento de

sentido en el vs.14.

Lo que es prolongación literaria del último dueto, es también una ampliación semántica

desde lo subjetivo a lo externo, del alegrarse al gritar de júbilo, del avergonzarse al

clamar y gemir en voz alta. Es notable también que el paralelo con corazón dichoso-con

corazón dolido tenga un refuerzo unilateral por el lado de la desventura: ―con espíritu

quebrantado gemiréis‖. Lo negativo tiene una mayor dimensión por cuanto el oráculo está

dirigido directamente a los transgresores.

Ahora se trata del juramento en relación con el nombre de los unos y de los otros, 15b.

Significa probablemente que el nombre mismo de esos vosotros será de tan mal augurio que

lo usarán mis siervos para las antiventuranza. Por eso será depositado en ellos. El texto

mismo da un ejemplo: “que te haga morir el señor Yahveh; se puede entender que la

imprecación completa seria: que te haga morir Yahveh como a NN, sin los nombres de las

personas implicadas.

Para mis siervos, por el contrario, se invocará un nombre diferente. Es decir que, cuando

sean bendecidos, no se usará el nombre de aquellos sino otro, que será precisado en el

vs.16ª, las dos primeras líneas (quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el

Dios del Amén). En l5b se marca la diferencia, pero en 16a se señala que el nombre usado

para las bendiciones es el del ―Dios del amén‖. El hemistiquio (mitad del verso) parece

acoplado en la redacción final, ya que habla en general y no de mis siervos.

Page 136: EL TERCER ISAÍAS

135

El vs.15 (pero a sus siervos les dará un nombre nuevo…) sirve para reforzar las promesas a

los justos, por cuanto Dios de la verdad. El vocablo Dios del amén era usado para asentir y

corroborar un juramento, como en Deuteronomio 27:15.26, y todo el pueblo dirá: amén.

Resulta clara, en este oráculo, por lo tanto, esta nueva oposición entre los unos y los otros;

el nombre mismo de los malos será usado como ejemplo en las maldiciones; pero para

bendecir a los siervos de Yahveh se usará otro nombre (vs.15). Es la prolongación de la

idea (vs.16a); sin embargo, se produce un leve movimiento del tema, producido por la

mención anterior del “nombre”.162

Ahora, el nombre en cuestión es el de Dios mismo, nombre propio de Yahveh, título que

remarca su veracidad. El texto concluye reafirmando la certeza de la realización de las

promesas anteriores, tanto las bienaventuranzas como las desventuras.

Por eso la conclusión del vs.16b: ―quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en

el Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del Amén; cuando se hayan

olvidado las angustias primeras, y cuando estén ocultas a mis ojos‖. El largo hemistiquio

anterior (16ª quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén…)

deja suponer el cambio de situaciones proclamado en 13-14. Por cuanto ya se habrán

acabado las angustias padecidas ahora. Tales angustias y adversidades son las vividas por

mis siervos en el presente, pero serán levantadas, olvidadas y quitadas de los ojos de

Yahveh.

El vs.16b tiene de hecho la doble función de cerrar la unidad de los vs. 11-16a y de

introducir la siguiente, como inicio de 17-25, como sentido explicativo, porque y no como

fin de las promesas anteriores, sentido temporal, “cuando”. La veracidad del Dios del amén

se demostrará precisamente cuando hayan sido olvidadas las adversidades primeras, y

hayan sido ocultadas de mis ojos.

162

Croatto J.S. Op.cit. pp. 12. G.K. Beale y otros. Comentary on the New Testament Use of the Old

Testament.Grand Rapids, Michigan 2009. pp. 283-292, 295-299.

Page 137: EL TERCER ISAÍAS

136

Es el lenguaje de la esperanza, agrandada en una situación de sufrimiento y angustia. Quien

escucha y lee el texto continuo, como es de suponer en una obra literaria y teológica como

es el Tercer Isaías, debe acordarse que las adversidades padecidas por Israel en el pasado

eran la fuente del reclamo a Yahveh, en la gran oración de 63:7-64:11.

4.3.4 Lectura lucana de las bienaventuranzas del Tritoisaías 65:13-14.

Es curioso constatar que algunos autores163

relacionan el conjunto de los vs.11-16 con las

bendiciones y maldiciones de la escena del juicio escatológico, según Mateo 25:31-46. Al

respecto dos aclaraciones. Lo que no se ha observado es la gran semejanza que Tritoisaías

65:11-14 tiene con las bienaventuranzas evangélicas, en la forma lucana solamente (Lucas

6:20-26).

Por lo rastreado en los comentarios de Isaías 65 y Lucas 6:20-26, no se han conectado

ambos textos164

. Por eso será útil analizar este nuevo caso de imitatio lucana de textos del

Primer Testamento. En este género, la Escritura no es “citada”, a diferencia de Mateo, sino

“aludida”. El conocedor de los textos sabía recuperar la intertextualidad creada por el

evangelista debido a la manera de redactar sus relatos. Este estudio trabaja con el texto

lucano, sin prestar atención al estadio previo del documento "Q", por ejemplo. Lo que

interesa es el nivel redaccional del evangelio mismo. En primer lugar, y a diferencia de la

recensión de Mateo (5:2b-12), el Jesús de Lucas se dirige directamente en 2ª persona del

plural a sus oyentes, presentes o no. Pero con una variación, pues mientras que en las tres

primeras bienaventuranzas (vs.20b-21) las personas son designadas en 3ª persona, “los

que...y su destino en 2ª, “porque vuestro es...”, en las desventuras (vs.24-26) el discurso es

directo todo el tiempo: “¡Ay de vosotros los ricos...!

163

José Severino Croatto. Imaginar el Futuro. Estructura Retórica y Querigma del Tercer Isaías (Isaías 56-

66) pp. 230 – 235 y El origen Isaiano de las bienaventuranzas de Lucas. Estudio exegético de Isaías 65 – 66.

Kaiós, Buenos Aires 2004.pp 4-6; Schmid, J. (ed.) Palabra y Mensaje del Antiguo Testamento. Biblioteca

Herder #128. Barcelona, Herder, 1972. pp. 260-270. 164

Croatto J.S. Op.cit. pp. 13.

Page 138: EL TERCER ISAÍAS

137

Ahora bien, en el texto tritoisaíano el discurso estaba dirigido en forma plena a los que

abandonan a Yahveh; los siervos de Yahveh no son interpelados, sino que son los malos

quienes escuchan el destino que tocará a aquellos, ya que les afecta a ellos mismos. Hay sin

duda algunas diferencias: Lucas pone primero las bienaventuranzas y en segundo lugar los

antimacarismos. Puede deberse, dentro de su estilo, y de acuerdo con su teología, al deseo

de enfatizar precisamente la suerte de los que se oponen al programa de Jesús. El acento

recae en lo último que se dice. Como en Tritoisaías, encontramos en el texto lucano cuatro

bienaventuranzas con sus cuatro opuestos. Lucas conserva el contexto profético de los

dichos de Jesús en esta página165

.

Puede ser que se haya inspirado en el capítulo 65 de Isaías. Como en tritoisaías, las tres

primeras bienaventuranzas y contrabienaventuranzas son cortas y una, la última, más

extensa: esquema 3 + 1. Como en Tritoisaías, el cuarto macarismo, y su contramacarismo

correspondiente, contiene extensiones en prosa, incluso prolongaciones superpuestas.

En Lucas 6:22ª: bienaventurados seréis cuando os odien los seres humanos y 23b pues

según esto hicieron a los profetas sus padres es reconocible un texto anterior al presente, a

la luz de su contraparte simétrica, vs.26. En otras palabras, en la cuarta bienaventuranza

lucana se observan dos fases redaccionales, un texto en prosa que aumenta las tres

bienaventuranzas anteriores de forma poética; y una extensión (vs.22b-23a) que ingresa

datos nuevos y concretos. Se debe recordar que en Tritoisaías 65:14 la cuarta desventura y

su correspondiente bienaventuranza son más largas que en los tres primeros casos. Además

de ello, hay una extensión sobre la fórmula del juramento (vs.15) y otra sobre la de la

bendición (vs.16a). Como en Tritoisaías, Lucas166

dispone los temas en dos niveles e

instancias reales, las dos primeras bienaventuranzas se refieren al orden económico y

social, y las dos últimas a las consecuencias subjetivas, internas, interiores de aquellas

situaciones.

165

Croatto J.S. Op.cit. 12. Ver también C. Padilla R. y otros en: Misión Integral y pobreza. Kairós, Buenos

Aires 2001. pp. 96 -106. 166

Croatto J.S. Op.cit. pp.14.

Page 139: EL TERCER ISAÍAS

138

Las equivalencias son las siguientes: Tritoisaías 65:13-14 Lucas 6:20-26 comer-tener

hambre pobres-poseedores del reino beber-tener sed tener hambre-estar saciados

alegrarse-avergonzarse llorar-reírse gritar de gozo-gemir ser odiado-ser elogiado. Es

difícil que este orden, y estos cuatro motivos, estén en ambos textos por casualidad, lo que

indicaría la dependencia de Lucas de Tritoisaías. La siguiente gráfica muestra una síntesis

del paralelo.

Por último, el tema, el motivo del gozo y de la alegría es dominante en el fragmento

profético, y de hecho en todo el Tritoisaías. Lo mismo se trasluce en el pasaje del tercer

evangelio: reiréis (vs.21b), alegraos ese día y saltad de gozo... (vs.23a). Por igual, en la

desventura de Tritoisaías 65:14 se usan dos verbos clamaréis, gemiréis y en Lucas 6:25b se

les dice a los que ahora ríen, tendréis aflicción y lloraréis: ¡dos verbos también! En este

punto tenemos otra conexión entre Tritoisaías y las bienaventuranzas evangélicas, sobre

todo en la versión de Lucas.

La cuarta bienaventuranza167

del tercer evangelio, que se inscribe en un contexto profético,

retoma varios elementos esenciales del Tritoisaías 66:5: Bienaventurados seréis cuando los

hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como

malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra

recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.

(Lucas 6:22-23).

167

Croatto J.S. Op.cit. pp.15.

Page 140: EL TERCER ISAÍAS

139

Contextos Tritoisaías 65: 13 – 16 Lucas 6: 20 – 26

Situación

sociopolítica

Pobreza - Poseedores Pobreza – Poseedores del Reino.

Bienaventurados los pobres, porque

vuestro es el Reino de Dios.

Situación

personal

Comer- tener hambre.

Beber- Tener sed

Alegría -vergüenza

Cantarán con corazón dichoso

- gritaréis con corazón triste,

con espíritu quebrantado

gemiréis

Bienaventurados:

Los que tenéis hambre seréis saciados.

Los que lloráis ahora, porque reiréis

Los hombres os odien, cuando os

expulsen, os injurien y proscriban vuestro

nombre como malo, por causa del Hijo

del hombre.

Mensaje de

esperanza.

Saciado.

Tendrán un nombre nuevo,

ser bendecido en la tierra,

deseará serlo en el Dios del

Amén, y quien jurare en la

tierra, jurará en el Dios del

Amén; cuando se hayan

olvidado las angustias

primeras, y cuando estén

ocultas a mis ojos.

Bienaventuranzas.

Riquezas del Reino.

De manera que el Tercer Isaías es releído en la comunidad lucana con el fin de retar a sus

congregados a fortalecerse en la presencia del Señor y a ser íntegros en sus diversas

relaciones, seños y esperanzas. El destino humano no está en manos de Políticos ni otros

líderes humanos; ellos constituyen instrumentos humanos en manos del Verdadero Líder: el

Señor de la Historia, el Señor en quien confiaba la comunidad tritoisaíana y a su modo es el

desafío de la comunidad lucana, quien debe esperar solo en su Señor.

Page 141: EL TERCER ISAÍAS

140

CONCLUSIONES.

Lo primero que se puede concluir es lo referente a la importancia del Tercer Isaías frente a

las comunidades cristianas primitivas y apostólicas y cómo en ellas era leído el texto a fin

de afirmar su fe en Jesucristo y sus vínculos como seres humanos pertenecientes a una

comunidad de fe, esperanza y amor, que viven el Evangelio predicado por Jesús de Nazaret

y practican los valores del Reino de Dios.

Ese tipo de lectura actualizada a las esperanzas e ilusiones, sueños y desafíos, amores y

desamores, compromisos y abandonos, diagnósticos y proyecciones, significó nuevos

ánimos, nuevas fuerzas, nuevo poder del Espíritu para seguir en el camino que Jesús había

trazado. Tener a la mano el texto del Tritoisaías no fue simple coincidencia, sino una

bendición de Dios para estas comunidades, en tanto revive el caminar con Jesús a partir de

nuevos proyectos de vida.

A partir del análisis comparativo que hacían de Tritoisaías con sus realidades, podían

revisar sus estilos de vida tanto personal como social y en especial, en sus

interdependencias espirituales con Dios y con el resto de la comunidad. No era tarea fácil

autoanalizarse desde un texto que venía de una realidad distante, pero al entender que

Tritoisaías era obra del propio Espíritu de Yahveh, les fue importante ver en el texto, como

en un espejo, sus diferentes realidades, a fin de buscar caminos de crecimiento y desarrollo

en la fe de Jesucristo.

La lectura del Tercer Isaías era más que un repaso al pasado, más que un revivir de la

teología del posexílio; constituía diversas confrontaciones de realidades del presente con las

del pasado, a fin de replantear vivencias, acciones, actuaciones y caminos de fe que en su

contexto exigía reforzamiento desde múltiples visiones.

Page 142: EL TERCER ISAÍAS

141

El Tercer Isaías, entonces, se va tornando en luz para las comunidades cristianas del Nuevo

Testamento, en tanto que a partir de él iluminaban aquellas situaciones y cuestiones

difíciles que buscaban ser esclarecidas desde la persona del Santo Espíritu, a quien habían

percibido como Guía en los momentos más exigentes del camino de la fe; esa luz, cual

antorcha inapagable e inagotable fue fundamental en sus comportamiento, actuares,

compromisos y acciones de la fe comunitaria.

Leer al Tritoisaías en el siglo XXI, constituye una oportunidad para dilucidar el andar en la

fe de Jesús, en tanto que Él y las comunidades neotestamentarias recibieron luz desde

aquel, en la inclusión de los extranjeros, los eunucos, las viudas, niños y niñas y otros que

habían sido marginados. Hoy es compromiso de las comunidades de fe abrir sus puertas

para que todos y todas puedan entrar al escenario de la fe en Jesús, ungido con el Espíritu

Santo y comunidades que permiten la misma unción, a fin de cumplir la misión integradora

de la sociedad latinoamericana, a partir de la práctica de los valores predicados por el

Tercer Isaías y argumentados en las comunidades neotestamentarias del primer siglo.

Page 143: EL TERCER ISAÍAS

142

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