EL TERCER VIAJE DE PABLO

• De Antioquía, pasado el invierno del 53, Pablo inició de nuevo la misión siguiendo el mismo itinerario de su anterior viaje: por tierra, atravesó la Galacia y Frigia (Hch 18,23) llegando a Éfeso, donde permanecería más de dos años (Hch 19,8.10.22; 20,31), los más fecundos y a la vez difíciles de su vida (cf. 1 Cor 16,9).

• Los años del llamado tercer viaje (53-57 d.C.; Hch 18,13-21,17) son de suma importancia. En apenas cuatro años Pablo va a mantener una correspondencia con algunas de sus comunidades que nos dejan ver su organización interna y los primeros problemas prácticos que tuvieron que afrontar.

• Pero el valor de las cartas redactadas en Éfeso, nos transmiten una de las visiones teóricas más maduras, ¡y la más temprana!, que el cristianismo nuevotestamentario ha producido: él pensamiento paulino.

• La larga estancia en Éfeso, rompió su costumbre de quedarse un tiempo mínimo en cada lugar de misión. Según 2 Cor 1,8-11, las circunstancias llegaron a serle tan adversas que perdió la ilusión de vivir; el encuentro con Apolo no es causa suficiente (Hch 28; cf. 1 Cor 3,6; 16,12). Se ha pensado en una estancia en prisión (2 Cor

• 9; Flp 1,13-14.20-24), a raíz del tumulto organizado en Éfeso por Demetrio, el platero (Hch 19,23-20,1)

• Tanto Pablo como Lucas guardan silencio sobre este cautiverio efesino, lo que, supone un serio argumento en su contra; pero 1 Cor 15,32 y 2 Cor 1,8-9 aluden a un peligro inminente de muerte que el apóstol superaría sin proponérselo (Flp 1,21-24); y poco después de dejar la ciudad, escribe haber estado cautivo varias veces (2 Cor 11,23); sería en este momento, penoso en extremo, cuando redactaría su carta a la comunidad de Filipos y convertiría a Onésimo (Flp 1,1; Flm 1.19).

Al llegar a Éfeso, le había precedido Apolo, un judío alejandrino, fervoroso y elocuente converso «que parece haberse quedado a medio camino entre la predicación de Juan Bautista y la plena fe cristiana», y que contribuyó a formar un grupo antipaulino (1 Cor12; 16,12).

El pluralismo en la confesión de fe no era más que uno de los problemas que acuciaban a estas comunidades jóvenes; todas las cartas paulinas de esta época hacen referencia a una crisis judaizante

• de otro lado, internamente, se iniciaron unos tímidos intentos de organización eclesial, aunque todavía esa sistematización se apoyase en criterios ccirismáticos (1 Cor 12,8-10.12-30; Rom 12,6-8). La correspondencia del apóstol con Corinto es la mejor fuente de información sobre esta nueva problemática.

Lucas como el mismo Pablo (Hch 11,27-30; Gal 2,10; 1 Cor 16,1-4; 2 Cor 8-9; Rom

15,25-28) hacen alusión al motivo del viaje a Jerusalén: Pablo quería llevar

personalmente a las comunidades pobres de Judea el socorro de sus comunidades,

aunque previese dificultades (Rom 15,31).

• Una doble problemática, originada en consecuencia, caracterizó esta etapa: de un lado, externamente, los nuevos conversos tenían que adoptar unos comportamientos religiosos, sociales y políticos.

• Pablo llegó probablemente a Jerusalén para la festividad de Pentecostés del año 57 (Hch 20,16; 21,17), de donde saldrá cautivo por el evangelio.

3.1. 19 y 2g Carta a los Corintios: el evangelio y la nueva situación

• Nuestro conocimiento de la época paulina del primer cristianismo hubiera sido muy deficiente de no haber contado con esas dos cartas.

• Las cartas a los corintios aportan una visión enormemente rica sobre el crecimiento y los peligros de esta comunidad de la misión paulina, y concretamente a partir de la época de la marcha del apóstol.

En Corinto Pablo tuvo que afrontar una situación nueva para él y, seguramente, tuvo que dar respuesta en medio de un entusiasmo religioso poco común a la cuestión de cómo vivir la santidad cristiana en un entorno pagano.

3.1.1. Pablo y Corinto

• La ciudad de Corinto, Colonia Laus Julia Corinthiensis, que conoció Pablo hacia el año 50 d.C. (Hch 18,1) tuvo por fuerza que causarle una honda impresión.

• Desde el año 27 a.C. era la capital de la provincia romana de Acaya; «era también una de las mayores ciudades industriales del mundo de entonces. Favorecida por los emperadores romanos, se embelleció rápidamente.

• Su posición geográfica, en el istmo que une la península griega, la convirtió en nudo privilegiado de comunicaciones por mar; contaba con dos puertos, el Lecaion, en el golfo de Corinto, y el Cencreas, en el golfo Sarónico.

«prosperaban allí todas las actividades de los grandes puertos, sobre todo las diversiones, desde el turismo hasta el desenfreno, lo cual daba á la ciudad una reputación de inmoralidad célebre en todo el Mediterráneo»

• Corinto era, en tiempos de Pablo, una ciudad llena de vida; el santuario de Afrodita en la acrópolis (cf. 1 Cor 6,12-20) y los juegos anuales (cf. 1 Cor 9,24-27) en honor de Poseidón la convertían en centro de atracción para forasteros.

• «Con este trasfondo se comprenderán mejor muchas cuestiones religiosas, sociales y éticas que las cartas a los corintios examinan con todo detalle, como también sus afirmaciones sobre el carácter marcadamente proletario de la comunidad (1 Cor l,26-28)»

• Ninguna comunidad helenística ha estado tan dotada de carismas y dones espirituales, como Corinto, ni en otra se puso tan persistentemente en cuestión la legitimidad apostólica de Pablo.

Sus relaciones con ella fueron fecundas y difíciles, siempre y por ambos lados, apasionadas; entre el apóstol y los corintios «hubo algo así como una historia de amor; pero el amor entre dos seres de un carácter tan vivo resulta con frecuencia bastante fértil en peripecias»

• «con Corinto entramos de nuevo en un terreno históricamente firme»de la vida de Pablo, el testimonio de las fuentes no es del todo unánime. Mientras que Hechos habla de dos visitas (Hch 18,1-18; 20,2-3), Pablo parece aludir a TRES estancias (1 Cor 2,1; 4,18-19; 2 Cor 12,14; 13,1-2).

• Al reunírsele Silvano y Timoteo (2 Cor 1,19; Hch 18,5), se consagró totalmente a la predicación del evangelio; la ayuda de los hermanos de Macedonia (2 Cor 11, 8-9; Flp 4,15) le liberó de la necesidad de trabajar manualmente.

Durante ese tiempo Pablo se mantuvo trabajando en su oficio (2 Cor 12,13-14), y conoció a Aquila y Priscila.

• Es muy probable que, tras su fracaso en Atenas, Pablo volviera a métodos más clásicos en la evangelización, acudiendo primero a sus hermanos de raza y frecuentando las sinagogas (Hch 18,4; cf. 13,14; 17,2); de hecho, logró la conversión del encargado de la sinagoga, Crispo (1 Cor 1,14; Hch 18,8).

• La hostilidad que despertó entre ellos tuvo que ser menor, le permitió permanecer alrededor de 18 meses, hospedado por un prosélito, Tito Justo (Hch 18,7), y fundar una comunidad compuesta por gentiles de origen humilde (1 Cor 1,26-28; 12,2; 2 Cor 8,7-15), sin excluir elementos judíos (1 Cor 1,22-24; 7,18-19; 10,32; 12,13), Crispo, el jefe de la sinagoga, entre otros (Hch 18,8), y paganos pudientes (1 Cor 10,27; ll,22-23): Sóstenes, que le ayudó en la misión (1 Cor 1,1), Erasto, tesorero de la ciudad (Rom 16,23; cf. 2 Tim 4,20), las familias de Esteban (1 Cor 1,16; 16,15) y Cloe (1 Cor 1,11).

La correspondencia con Corinto

• Por lo que Pablo insinúa hay que deducir que el apóstol escribió al menos cuatro cartas: en 1 Cor 5,9-11 menciona otra carta en la que ya les había advertido que no se juntaran con los libertinos de este mundo; debió ser ésta su primera carta, algunos la han querido identificar en 2 Cor 6,14-7,1.

• Además, en 2 Cor 2,3 y 7,8 habla de una carta escrita con lágrimas y que, probablemente por su dureza, apenó a la comunidad: no pudo ser la que nos ha llegado como primera carta canónica, sino una tercera, escrita tras su segunda visita (1 Cor 12,14; 13,1).

• «Está perfectamente claro que las dos cartas a los corintios no pueden identificarse con toda la correspondencia que Pablo sostuvo con la iglesia corintia.

3.1.2.1. Autenticidad e integridad literaria

No hay razón para dudar sobre la

autenticidad paulina de las dos cartas

canónicas. Textualmente tanto 1 Cor como 2 Cor están

bien atestiguadas.

• Ni siquiera la escuela de Tubinga se atrevió a poner en duda la autenticidad de 1 Cor. El testimonio sobre 2 Cor es menos reciente, pero seguro.

Los problemas que suscitan ambas son de crítica literaria, dada la aparente falta de homogeneidad en los contenidos (1 Cor 4,17-21, cf. 16,5-11), repeticiones de temas diversamente tratados (1 Cor 8 y 10; 12 y 14) y las frecuentes rupturas en la lógica expositiva (1 Cor 5,1; 6,12; 7,1; 9,1.24; 10,1.23; 11,2; 12,1; 13,1; 15,1).

• Pablo había enviado a Corinto a Timoteo (Hch 19,22; 1 Cor 16,20) desde Éfeso; mientras, recibió noticias sobre la situación de la comunidad por los de Cloe, probablemente referidas al surgimiento de grupos polarizados en torno a personas concretas en la comunidad (1 Cor 1,11; 11,18); los seis primeros capítulos de la carta están dedicados a tratar estos problemas. Los corintios le habrían consultado, por su parte, algunas cuestiones (1 Cor 7,1.25; 8,1; 12,1; 16,1.12) por carta, que habrían llevado al apóstol alguno de ellos (1 Cor 16,17-18: Esteban, Fortunato y Acaico, cf. 1 Cor 1,16; 16,15).

• 2 Cor, en cambio, presenta dificultades muy específicas que nos obligan a tener que considerarla como colección de «varios fragmentos de cartas.

Es tan notable la diferencia entre 2 Cor 1-9 y 2 Cor 10-13, que parece apuntar a dos momentos de la relación entre Pablo y la comunidad; la doble exhortación a realizar la colecta de 2 Cor 8 y 2 Cor 9 no es, probablemente original.

• Ya en 1870 se propuso considerar 2 Cor 10,1-13,13 como la ‘carta de las lágrimas, mencionada en 2 Cor 2,1-9; 7,8-12.

La cuestión sigue abierta por lo dispares que son las propuestas de solución y las metodologías.

El auténtico problema de 2 Cor no es, literaria sino histórica. Para su comprensión es de vital importancia, la identificación de los enemigos de Pablo, sobre los que el apóstol habla distanciándolos de la comunidad, en tercera persona (2 Cor 10,1-2.7-10.12; 11,4-5.12-13.18.20.22-23

Pablo reaccionará tanto contra ellos (2 Cor 10,12; 12,21) como contra los criterios en que se basan los corintios para enjuiciarlos (2 Cor 3,14; 6,10).

La situación que subyace a 2 Cor es, pues, totalmente diversa a la de 1 Cor; parece que no son del grupo de entusiásticos gnostizantes sino apóstoles itinerantes (2 Cor 10,7; 11,5.13; 12,11), judíos de origen (2 Cor 11,22)pero no judaizantes, que se ufanaban de tener poderes taumatúrgicos (2 Cor 12,12) y visiones extraordinarias (2 Cor 12,1-6); menospreciaban la persona (2 Cor 10,12.18) y el evangelio de Pablo (2 Cor 11,4)

3.1.2.2. Posible secuencia histórica

• Durante su tercer viaje, reside largo tiempo en Éfeso, alrededor de dos años (53- 55 d.C.; Hch 19,8.10); allí conoce las primeras dificultades de los corintios y les escribe su primera carta (1 Cor 5,9), previniéndoles que no frecuentasen la compañía de los escandalosos (1 Cor 5,11) para no poner en peligro la gracia concedida; esa carta se habría perdido; hay quien la identifica en 2 Cor 6,14-7,1. Aparentemente, no tuvo éxito y envía a Timoteo, con la ilusión de que él podría solucionar la situación (1 Cor 4,7; 16,10).

• Los de Cloe (1 Cor 1,11; cf. 5,1-2; 6,1-8; 11,17-34) le hacen saber los últimos acontecimientos y las divisiones que existen; ha recibido, además, una consulta escrita de los corintios (1 Cor 7,1; 8,1; 12,1; 16,1.17). Para que Timoteo sea bien recibido y para atajar la nueva situación escribe hacia el año 55 su segunda carta, la primera canónica, desde Éfeso (1 Cor 4,17; 16,8.19); en ella les anuncia su visita para el invierno del mismo año (1 Cor 16,6). El viaje de Timoteo resultó infructuoso.

• Pablo se decide por una visita relámpago a Corinto (segunda visita: 2 Cor 2,1; 11,14; 13,2), que nochizo más que empeorar las ya tensas relaciones.

• De regreso a Éfeso, redacta su tercera carta ¿se conserva en 2 Cor 10- 13? En medio de una gran tribulación (2 Cor 2,1-4; 7,8-12); Tito es el encargado esta vez de llevar personalmente la carta de Pablo (2 Cor 2,13; 7,6.13- 14). El 56 d.C. Pablo abandona Éfeso, donde pasó en su última etapa serias dificultades (2 Cor 1,8-11; Hch 19,21-20,2). En Tróade espera inútilmente a Tito (2 Cor 2,12-13).

En Macedonia, los cristianos están siendo generosos (2 Cor 8,2-3; cf. Rom 15,26). Al final de éste año escribe de nuevo una carta de reconciliación, la cuarta, en la que defiende de nuevo su apostolado.

• Para llevarla envía de nuevo a Tito y a otro hermano (2 Cor 8,16-18), Erasto quizá (Hch 19,22; 2 Tim 4,20), quienes deberán preparar la colecta personalmente y la venida posterior de Pablo.

• En esta su tercera visita a Corinto (2 Cor 12,14; 13,1-2; Hch 20,1-2) tendrá la suficiente calma como para escribir su carta a los romanos (Rom 16,1-2.23); de aquí, entre el 56 y el 57, emprenderá su viaje a Jerusalén para entregar la colecta (Hch 20,2-3; Rom 15,26.28). De esta forma, Corinto quedará ligada a la empresa más lograda de la misión paulina.

La originalidad y el valor de la correspondencia paulina con Corinto, que por su volumen llega a ser un tercio de su epistolario, reside en la toma de postura del apóstol ante problemas totalmente nuevos, que surgieron en sus comunidades, unos derivados de su propia predicación mal interpretada, otros nacidos del ambiente pagano cosmopolita en el que los recién convertidos vivían.

• «aquí es también donde mejor se reconocen las ideas teológicas fundamentales que guiaban al apóstol en la dirección de las comunidades».

El cristianismo corintio

• Aunque la situación concreta a la que intentan responder las dos cartas canónicas es diversa, nos permiten formarnos una imagen bastante verosímil del cristianismo corintio. Esta incluye desde atentados contra la unidad de la fe, con el nacimiento de sectas o partidos (1 Cor 1,10-16) y ataques a la comunidad de vida debidos a la normalización de desigualdades en la mesa común (1 Cor 11, 17-34), hasta el entusiasmo subversivo de los valores morales (1 Cor 5, 1-11,1) y perversor de la misma esencia del mensaje cristiano (1 Cor 1,18; 4,21).

• En 1 Cor Pablo no polemiza contra los apóstoles, sino contra sus partidarios.

• En 2 Cor tiene sus antagonistas en misioneros itinerantes. La situación que estuvo a la base de ambas cartas no parece, haber sido la misma, ni sus causas.

• Se ha pensado que la causa de las divisiones estaba en la convicción de que el bautizado mantenía una relación especial con quien lo había bautizado (cf. 1 Cor 1,14-17); pero ello no explica del todo los datos del problema; no es seguro que Pedro haya estado en Corinto, y según Pablo todo bautizado es miembro del cuerpo de Cristo (1 Cor 1,4-9.30; 6,15; 10,16-17; 11,3.27.29; 12,12-27). Pablo pudo, incluso, con su pretensión de ser apóstol como los de Jerusalén (1 Cor 9,1-2; 15,3-11) o su invitación a ser imitado (1 Cor 4,16; 11,1), haber propiciado el problema.

• La búsqueda de prestigio social entre cristianos pudientes de la comunidad podría haber contribuido a la sectarización, pero no fue su motivo principal.

• En 2 Cor, la carta más personal y reveladora de Pablo, el apóstol deberá defenderse contra falsos apóstoles y contra falsos criterios de discernimiento espiritual; la cerrada defensa de su misión apostólica y su sensibilidad herida por la infidelidad de su comunidad son los temas más sobresalientes de la carta. Ante el cúmulo de ataques que recibe el apóstol (2 Cor 10,1.10; 11,16-19; 12,1.12.16-19) y los títulos que se arrogan sus antagonistas (2 Cor 11,5,12- 15.16.18.22; 12,11-12), Pablo recurre a su Señor como garante (2 Cor 10,17-18) y a sus sufrimientos como prueba (2 Cor 11,23-24;; 12,9-10) su comunidad es la garantía de su apostolado (2 Cor 10,8; 13,10). Su legitimidad le ha sido puesta en cuestión y Pablo apela a su forma concreta de evangelizar (2 Cor 3,2; 10,12-18).

No se puede asegurar que el cristianismo corintio fuera realmente gnóstico; aunque haya que admitir cierta tendencia gnostizante en ese sentimiento de liberación de toda norma ética con que vivían los cristianos en Corinto, y en el carácter sincretista de los errores atacados por Pablo; algunos cristianos se consideran espiritualmente maduros por el grado de conocimiento que han alcanzado (1 Cor 8,1-3) y la libertad absoluta que se arrogan (1 Cor 10,23-31); poseedores del Espíritu, creen haber ya resucitado (1 Cor 15,29-32) y dan mucha importancia a fenómenos de tipo extático (1 Cor 12-14), a acciones mistéricas (1 Cor 11,17-34) lo mismo que a reflexiones sapienciales (1 Cor 2,6-16), que insistían en el conocimiento (1 Cor 8,1-6; 13,2) y el menosprecio del cuerpo (1 Cor 6,12-20).

• Pero también habrá que tener en cuenta otros factores no menos influyentes aunque acaso menos brillantes en la conformación del cristianismo corintio.

• Uno, y muy importante, es al aludir el encuentro del kerigma expresado en categorías judías.

• Otro factor podría ser consecuencia de la táctica misionera paulina de abandonar los lugares de misión tras una, corta estancia, iniciada tan solo la catequesis posbautismal.

* Primera carta a los Corintios:1. Situación de la Iglesia: Corinto era célebre como centro comercial, deportivo y cultural, y como lugar donde se daban cita toda clase de cultos religiosos: divinidades griegas, romanas y orientales. En particular se había hecho famoso el templo de Afrodita, la diosa del amor, en cuyo recinto se ejercía sin cortapisa alguna la prostitución sagrada. Todo esto había convertido a Corinto en una ciudad de vida alegre y desenfrenada, propensa a todo tipo de excesos, en particular los sexuales. Esto perturbaba a la joven comunidad cristiana, que de ninguna manera se quería dar a estos excesos deshonestos. Ninguna comunidad causó a Pablo tantos quebraderos de cabeza como la de Corinto. En estas cartas se refleja la fisonomía de la primera comunidad cristiana: dificultades, tensiones, discordias, celos, envidias, rivalidades, problemas, pecados, etc. Pero también el gozo del Espíritu, la efusión de los carismas, la íntima satisfacción del amor cristiano que supera todas las barreras sociales y económicas.

2. Esquema de la carta: no hay un esquema concreto:

· Saludo y acción de gracias (1 Cor 1, 1-9).

· Divisiones en la comunidad (1 Cor 1, 10 – 4, 21)

· Desórdenes en la comunidad (1 Cor 5, 1-6 – 6, 20)

· Problemas concretos (1 Cor 7-11): celibato, virginidad, matrimonio.

· Problemas en las asambleas litúrgicas (1 Cor 11-14)

· La resurrección de los muertos (1 Cor 15)· Conclusión (1 Cor 16).

SINTESIS

· Ante la división creada, Pablo proclama la auténtica sabiduría: la de Dios, manifestada en el misterio de la cruz de Jesucristo.

· Ante los desórdenes sexuales, Pablo recuerda que el cristiano bautizado es una creatura nueva y templo de Dios. Propone los valores del celibato y del matrimonio, como dos caminos que Dios nos ofrece para llegar a la santidad. Pablo ensalza el valor del celibato y virginidad.

· Ante las demás cuestiones (carnes sacrificadas, asistencia a los banquetes paganos, multiplicidad de carismas...), Pablo expone la lección de la eclesiología práctica, recordando que todos somos parte de la Iglesia y debemos buscar lo que es útil a la comunidad, movidos por el amor.

3. Contenido teológico-espiritual:

4. Estilo: la escribe en un estado sereno y concentrado. Por eso, su estilo es limpio y vigoroso. Hay variedad de tonos: sencillez, densidad, ironía, sarcasmo, explosiones de ternura o de indignación.

· Ante la increíble degeneración a la que habían llegado las asambleas litúrgicas en las que se celebraba la Cena del Señor, Pablo da una estupenda catequesis sobre la Eucaristía y cómo celebrarla y recibirla con dignidad y en estado de gracia en el alma.

· Ante la resistencia de algunos en aceptar la resurrección de los muertos, Pablo ofrece una reflexión sobre escatología: la resurrección de Cristo garantiza nuestra resurrección.

•Segunda carta a los corintios:

1. Situación de la Iglesia: unos cuantos venidos de Jerusalén y llegados a Corinto rechazaron la autoridad de Pablo, a quien llenan de insultos, acusaciones y calumnias. Pablo tuvo que poner remedio urgente a esta situación, saliendo a la defensa de su ministerio y de su vocación apostólica.

•2. Esquema y división: Más que una carta son diversas cartas:

· Saludo y acción de gracias (2 Cor 1, 1-11).

· El ministerio apostólico (2 Cor 1, 12; 7, 16).

· Colecta a favor de las iglesias pobres de Judea (2 Cor 8-9).

· Autodefensa de Pablo (2 Cor 10-12).

· Conclusión (2 Cor 13).

3. Contenido teológico-espiritual: · Profundiza en el ministerio apostólico con sus grandezas y miserias, con su esplendor y su peso, sus riesgos y sus compensaciones. Declara que su ministerio lo recibió de Jesucristo, quien le llamó gratuitamente a ser apóstol de los gentiles.

· La solidaridad entre las distintas comunidades cristianas. 

4. Estilo: es una carta donde podemos percibir el perfil humano y apostólico de Pablo. El estilo es fiel reflejo de un espíritu en efervescencia. La emoción con que está escrita roba claridad a la expresión; a cada paso nos topamos con alusiones oscuras, complejas construcciones gramaticales y desconcertantes interrupciones en el proceso de sus pensamientos. Pero la pasión con que está escrita y la sinceridad desnuda, leal y conmovedora que nos transmite, le confieren una belleza singular ante la que el lector no puede permanecer insensible.

1. Pues yo, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios,

18. Como si yo no hubiera de ir donde vosotros, se han hinchado algunos.19. Mas iré pronto donde vosotros, si es la voluntad del Señor; entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder

14. Mirad, es la tercera vez que estoy a punto de ir a vosotros, y no os seré gravoso, pues no busco vuestras cosas sino a vosotros. Efectivamente, no corresponde a los hijos atesorar para los padres, sino a los padres atesorar para los hijos.

1. Por tercera vez voy a vosotros. Por la palabra de dos o tres testigos se zanjará todo asunto.2. Ya lo tengo dicho a los que anteriormente pecaron y a todos los demás, y vuelvo a decirlo de antemano ahora que estoy ausente, lo mismo que la segunda vez estando presente: Si vuelvo otra vez, obraré sin miramientos,

26. ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza.27. Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte.28. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.

22. Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría,23. nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;24. mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

27. Si un infiel os invita y vosotros aceptáis, comed todo lo que os presente sin plantearos cuestiones de conciencia.

22. ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué voy a deciros? ¿Alabaros? ¡En eso no los alabo!23. Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,24. y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»

11. Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros, por los de Cloe, que existen discordias entre vosotros.

16. ¡Ah, sí!, también bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro.

1. En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer.

25. Acerca de la virginidad no tengo precepto del Señor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por la misericordia de Dios, es digno de crédito.

1. Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, el amor en cambio edifica.

7. ¡Mirad cara a cara! Si alguien cree ser de Cristo, considere una vez más dentro de sí mismo esto: si él es de Cristo, también lo somos nosotros.

5. Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles».

13. Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.

22. ¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡También yo!

12. Las características del apóstol se vieron cumplidas entre vosotros: paciencia perfecta en los sufrimientos y también señales, prodigios y milagros

1. ¿Que hay que gloriarse? - aunque no trae ninguna utilidad -; pues vendré a las visiones y revelaciones del Señor.2. Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años - si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe - fue arrebatado hasta el tercer cielo.3. Y sé que este hombre - en el cuerpo o fuera del cuerpo del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe 4. fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar.5. De ese tal me gloriaré; pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré en mis flaquezas.6. Si pretendiera gloriarme no haría el fatuo, diría la verdad. Pero me abstengo de ello. No sea que alguien se forme de mí una idea superior a lo que en mí ve u oye de mí.

12. Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido. 18. Que no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda.

4. Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un Espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que abrazasteis ¡lo toleráis tan bien!

21. Temo que en mi próxima visita el Señor me humille por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que anteriormente pecaron y no se convirtieron de sus actos de impureza, fornicación y libertinaje.

14. Pero se embotaron sus inteligencias. En efecto, hasta el día de hoy perdura ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento. El velo no se ha levantado, pues sólo en Cristo desaparece 10. como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos.

18. Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios.

17. El que se gloríe, gloríese en el Señor.18. Que no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda. 23. ¿Ministros de Cristo? - ¡Digo una locura! - ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces.24. Cinco veces recibí de los judíos cuarenta azotes menos uno.

9. Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo.10. Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte.