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REDACCION Nueve años se utilizaron para comunicar por ferrocarril las provincias de Burgos y San- tander, además de unos 300 millones de pesetas de los de entonces, 600.000 kilos de di- namita y varias vidas. Se tra- taba entonces del túnel mas largo de España que discurría a unos 600 metros bajo tierra y unió, en su día, la Merindad de Valdeporres con Canta- bria. A pesar de su peligrosidad, esta impresionante obra atra- jo a muchos trabajadores, so- bre todo de tierras del sur co- mo Andalucía, Extremadura y Murcia. Precisamente de Andalucía procedía el prota- gonista de nuestro reportaje. Se trata de Manuel Mateos Giménez, él nos ha contado de primera mano como fue la vida en el interior del Túnel de la Engaña, la conoce muy bien pues estuvo en su frente durante más de siete años tra- bajando como maquinista con una excavadora. Su padre vino desde un pueblo de Granada hasta nuestras tierras para trabajar como cocinero, entonces Ma- nuel solo contaba catorce años, y aunque su vida ha da- do muchas vueltas, ahora en su jubilación sigue viviendo con su mujer en Pedrosa muy cerca del túnel donde trabajó tantos años. Comenzó muy joven, a los 16 años, fueron los propios jefes de la empresa los que le falsificaron los papeles para que pudiese trabajar con una excavadora a tan temprana edad y en su contrato se refle- jaba que tenía 3 años más. Ese fue su trabajo, llevar una excavadora en el mismo frente del túnel para sacar los escombros provenientes de la excavación, escombros que ellos llamaban "La Pega". Nos cuenta que su trabajo era duro y arriesgado, ya que aparte de manejar la máquina en las entrañas de la tierra, hacía funciones de barrenero perforando los agujeros para poner la dinamita en zonas Crónica de las Merindades Abril 2011 PEDROSA DE VALDEPORRES 22 Su padre vino desde Granada hasta nuestras tierras para trabajar como cocinero, entonces Manuel solo contaba catorce años, y aunque su vida ha dado muchas vueltas, ahora en su jubilación sigue viviendo con su mujer en Pedrosa muy cerca del túnel donde trabajó tantos años www.cronicadelasmerindades.com La máquina que llevaba era de fabricación francesa, una INCO 21, propulsada por aire comprimido, similar a las utilizadas en las minas y bastante peligrosa Comenzó muy joven, a los 16 años, fueron los propios jefes de la empresa los que le falsificaron los papeles para que pudiese trabajar con una excavadora a tan temprana edad Manuel nos muestra los restos de la cocina de la antigua hospedería donde trabajaba su padre. Andenes nunca utilizados de la estación de la Engaña El Túnel fantasma de la Engaña Una obra faraónica que se cobró muchas vidas y nunca fue utilizada Manuel Mateos Giménez, trabajador del Túnel durante 7 años, nos cuenta como era su trabajo en las entrañas de la tierra

El Túnel fantasma de la Engaña - Las Merindades · pedía adelantos del sueldo y se lo jugaba todo en una noche". Ahora cuesta mucho cre- ... de 20 turbo extractores. Previamente

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REDACCIONNueve años se utilizaron paracomunicar por ferrocarril lasprovincias de Burgos y San-tander, además de unos 300millones de pesetas de los deentonces, 600.000 kilos de di-namita y varias vidas. Se tra-taba entonces del túnel maslargo de España que discurríaa unos 600 metros bajo tierray unió, en su día, la Merindadde Valdeporres con Canta-bria.

A pesar de su peligrosidad,esta impresionante obra atra-jo a muchos trabajadores, so-bre todo de tierras del sur co-

mo Andalucía, Extremaduray Murcia. Precisamente deAndalucía procedía el prota-gonista de nuestro reportaje.

Se trata de Manuel MateosGiménez, él nos ha contadode primera mano como fue lavida en el interior del Túnelde la Engaña, la conoce muybien pues estuvo en su frentedurante más de siete años tra-bajando como maquinistacon una excavadora.

Su padre vino desde unpueblo de Granada hastanuestras tierras para trabajarcomo cocinero, entonces Ma-nuel solo contaba catorceaños, y aunque su vida ha da-do muchas vueltas, ahora ensu jubilación sigue viviendocon su mujer en Pedrosa muy

cerca del túnel donde trabajótantos años.

Comenzó muy joven, a los16 años, fueron los propiosjefes de la empresa los que le

falsificaron los papeles paraque pudiese trabajar con unaexcavadora a tan tempranaedad y en su contrato se refle-jaba que tenía 3 años más.

Ese fue su trabajo, llevaruna excavadora en el mismofrente del túnel para sacar losescombros provenientes de laexcavación, escombros queellos llamaban "La Pega".

Nos cuenta que su trabajoera duro y arriesgado, ya queaparte de manejar la máquinaen las entrañas de la tierra,hacía funciones de barreneroperforando los agujeros paraponer la dinamita en zonas

Crónica de las Merindades Abril 2011PEDROSA DE VALDEPORRES22

Su padre vino desdeGranada hastanuestras tierras paratrabajar como cocinero,entonces Manuel solocontaba catorce años, yaunque su vida hadado muchas vueltas,ahora en su jubilaciónsigue viviendo con sumujer en Pedrosa muycerca del túnel dondetrabajó tantos años

www.cronicadelasmerindades.com

La máquina quellevaba era defabricación francesa,una INCO 21,propulsada por airecomprimido, similar alas utilizadas en lasminas y bastantepeligrosa

Comenzó muy joven, alos 16 años, fueron lospropios jefes de laempresa los que lefalsificaron los papelespara que pudiesetrabajar con unaexcavadora a tantemprana edad

Manuel nos muestra los restos de la cocina de la antigua hospedería donde trabajaba su padre. Andenes nunca utilizados de la estación de la Engaña

El Túnel fantasma de la EngañaUna obra faraónica que se cobró muchas vidas y nunca fue utilizadaManuel Mateos Giménez, trabajador del Túnel durante 7 años, noscuenta como era su trabajo en las entrañas de la tierra

Crónica de las MerindadesAbril 2011 PEDROSA DE VALDEPORRES 23

que aún no estaban asegura-das. La máquina que llevabaera de fabricación francesa,una INCO 21, propulsadapor aire comprimido similar alas utilizadas en las minas ybastante peligrosa, estabasiempre conectada a un com-presor y descargaba los es-combros por encima del con-ductor, que por cierto teníaque conducir de pié.

En un principio la perfora-ción se realizaba en seco, porlo que se producían muchísi-mas cantidades de polvo cali-zo, muy perjudicial para lasalud, aunque después mejo-

raron la maquinaria y ya co-menzaron a utilizar taladroscon agua lo que eliminabagran cantidad de polvo mejo-rando sustancialmente lascondiciones laborales. Al fi-nal las perforadoras fueronmejorando bastante su efi-ciencia, nos cuenta Manuelque en los primeros años ha-bía días que sólo avanzabanunos 50 centímetros y años

más tarde se llegaban a avan-zar hasta 8 metros diarios.

Manuel estuvo trabajado enel túnel hasta los 22 años, aesta edad se fue a Bilbao atrabajar con los Hermanos

Entrena, donde estuvo 2 años.Después Trabajó también enla Babcock Wilcox, hasta queanimado por su cuñado fue aBélgica a una Mina de Car-bón donde se quedó durante 4años. Pero como era un traba-

jo muy duro se vino con sufamilia a otra vez a Bilbao, auna empresa del Valle de Trá-paga permaneciendo en ellahasta su jubilación 25 añosdespués.

SALVÓ LA VIDA DE MILAGRO YVIO MORIR A UN COMPAÑEROA ESCASOS METROS.Nuestro protagonista vio lamuerte muy de cerca en va-rias ocasiones. Cierto día uncapataz, le pide que aguante

una barrena en el mismo fren-te del túnel, un lugar a todasluces peligroso con riesgo dedesprendimiento ya que esta-ba aún sin asegurar. Manuelse negó, "era una locura", en-tonces el capataz en un alardede valentía y temeridad, apo-yó la barrena en la pared y lospeores augurios de Manuel secumplieron, ocurrió la des-gracia. A escasos metros deél una roca asesina se des-prendió el techo y aplastó aVirgilio que murió en el actoquedando su cuerpo total-mente destrozado.

Aunque este accidente fueel que más le impactó, noscuenta que hubo otras victi-mas mortales, por lo menosocho más en el tiempo que élestuvo allí.

Otro accidente que le cogióde lleno, fue cuando hubo unincendio en el Túnel. Aunqueestaba prohibido, para aho-rrar tiempo guardaban la di-namita en el interior y por al-gún motivo una noche se in-cendió, sin llegar a explorarpero emitiendo gran cantidadde humo y gases tóxicos. Lamayoría de los obreros pudie-ron salir sin problemas, peroManuel y un compañero queestaban en el avance se que-daron dentro. Manuel noscuenta que tuvo que meter lacabeza en una tubería parapoder respirar. Al final pudie-ron salir entre el humo, seagarraron al rabo de uno delos mulos que les guió hastala salida.

De todas formas el mayorpeligro que tenía el Túnel y elque más vidas se ha llevadoes la silicosis. Un peligro si-lencioso y traicionero. Du-rante años el polvo se va acu-mulando en los pulmonesproduciendo esta enfermedadcasi siempre mortal. Noscuenta como muchos de suscompañeros han fallecido por

Trabajado en el avance del túnel. Primero se excavaba la parte superior, que llamaban “el avance”,después se ensanchaba por arriba hasta conseguir el diametro. Luego cavaban hacia abajo hasta lle-gar al piso. recordemos que su anchura es de 8 metros y su altura de 6,5 metros.

www.cronicadelasmerindades.com

Ahora cuesta creerque aquel lugar en elque convivían más detrescientas personas,se haya convertido enun paraje desolado,en el que la maleza,la humedad y elsilencio se hanapoderado de sussólidas edificaciones,recordándonos lo quefue, pero sobre todolo que podría habersido

Trabajando con un torno en el Taller Este era el trabajo de Manuel, sacando la “Pega” con la INCO 21

Su longitud es de 6.976 metros, su anchura de 8 metros y su

altura de 6,5 metros

El kilómetraje está indicado cada 100metros con letreros en la pared

En el 2800 hay un desprendimiento queimpide cruzarlo desde el año 1999

La boca del Túnel. Arriba a la izquierda estaba la planta de machaqueo, donde procesaban la piedraproveniente del interior para hacer hormigón. Arriba a la derecha estaba la hospedería donde se que-daban muchos de los obreros. Las casas del centro corresponden a una central eléctrica donde huboun generador hasta que Iberduero llevó la línea. y las casas de abajo a la izquierda son viviendas detrabajadores.

Crónica de las Merindades24 Abril 2011PEDROSA DE VALDEPORRESwww.cronicadelasmerindades.com

esta enfermedad. Manueles uno de los pocos trabaja-dores del interior que no hacontraido silicosis.

EN LA BOCA DEL TÚNEL SECREO UN PEQUEÑO PO-BLADOManuel también nos re-cuerda como era la vida co-tidiana en el poblado que seformó en la boca del túnel,había muchas viviendas detrabajadores, un economa-to, carpintería, taller mecá-nico, 3 bares, una iglesia,una escuela, cine y hastaun hospital.

La mayoría de los traba-jadores eran jóvenes conunos sueldos altos para

aquella época debido a lapeligrosidad del trabajo, segastaba mucho y en los ba-res había mucho ambiente,"Había un bar que no teníanada que envidiar al mejorbar de Bilbao de aquellaépoca". También había otrobar un poco escondido alque no iba la Guardia Civily donde había partidas decartas, jugándose muchodinero, "había gente quepedía adelantos del sueldoy se lo jugaba todo en unanoche".

Ahora cuesta mucho cre-er que aquel lugar en el queconvivían más de trescien-tas personas, se haya con-vertido en un paraje deso-

lado, en el que la maleza,la humedad y el silencio sehan apoderado de sus sóli-das edificaciones, recor-dándonos lo que fue, perosobre todo lo que podríahaber sido. Es increíbleque una obra de esta mag-nitud en la que se invirtie-ron millones de pesetas yvarias vidas no haya servi-do para nada por razones,posiblemente políticas,que aun hoy no están cla-ras, lo cierto es que en laprimavera del año 1959 laobra se paralizó definitiva-mente obedeciendo restric-ciones presupuestarias, se-gún el gobierno de enton-ces.

El mayor peligroque tenía el Túnel yel que más vidas seha llevado es lasilicosis. Un peligrosilencioso ytraicionero. Duranteaños el polvo se vaacumulando en lospulmonesproduciendo estaenfermedad casisiempre mortal

Cuadrilla de trabajo en la hora de comer La escuela

El jefe de Taller, el fotógrafo, que también era barbero y un capataz

Planta de machaqueo, donde procesaban las piedras del interiordel túnel para fabricar el cemento que después serviría para el en-cofrado del propio Túnel

Trabjadores del taller, donde reparaban e incluso fabricaban pie-zas para las máquinas. Trabajando en el interior

Primero el peso de la obra recayó en presos políticos, despuésen 1954 la obra avanzó más rápidamente gracias a obreroscontratados por la empresa PORTOLES Y CIA de Zaragoza

HEMEROTECA

Buscando en hemerotecas de periódi-cos de aquella época hemos encontra-do un descriptivo artículo de la vida deltúnel en sus días de mayor actividad.Se publicó en mayo de 1959 en un co-nocido rotativo de tirada nacional. He-mos transcrito fragmentos de aquel ar-tículo aquí.

PEDROSA DE VALDEPORRES - 1959

“A las doce de la noche entramos en eltúnel. Allí trabajaban sin descanso lascuadrillas de obreros, dejándose ciertotiempo entre dos turnos pata que se re-nueve el aire, que es extraído por mediode 20 turbo extractores. Previamentehabiamos sido provistos de botas deagua, y en jeep penetramos de las en-trañas de la tierra y recorrimos los treskilómetros y medio que se paran la bo-ca del tajo. Dante no estuvo en el túnelde la Engaña, de estar lo hubiera utiliza-do como elemento descriptivo.

El calor, el ruido extremecedor de lasmáquinas, la luz velada por el polvo,los cuerpos manchados, la concienciadel peligro que que puede presentarseen cualquier momento con el despren-dimiento de bloques de piedra, poníanuna nota semifantástica en el ambiente.

Pesaba en todos los ánimos la muertereciente de un compañero, y el repique-teo de las barrenas que abren sitio a loscartuchos de dinamita era como el coroangustioso y angustiado de la circuns-tancia de túnel. Ciento cincuenta hom-bres en cada tajo, boca norte, boca sur,vivían la terrible experiencia de la obra.Cada metro ganado a la roca era in-mediatamente entibado y el trabajo,con sus tres vertientes de avance, en-sanche y destroza, se realizaba a un rit-mo frenético, con ansia de acabar y vol-ver a la superficie, al amparo del espa-cio abierto, a la amable acogida delvalle.

Ni una canción, ni una risa, solo lasórdenes tajantes del capataz y la confi-dencia del compañero que tiene algode testamento; y el el recuerdo el cuer-po desecho del último compañero falle-cido, de treinta años de edad, con mu-jer y cuatro hijos, muerto por la maña-na cuado cargaba una carretilla, rota lacolumna vertebral por un trozo de tierradesertora del techo. No estuvimos másde una hora en el túnel, pero en esetiempo, insignificante si lo comparamoscon las horas vividas por los técnicos yobreros, pudimos apreciar en toda sugrandeza, mezcla de heroísmo y demiedo, la labor relizada en pro de eseferrocarril que unirá un día vía de mer-cancías, trasiego de gentes, los maresmediterráneo y cantábrico.”

Crónica de las MerindadesAbril 2011 PEDROSA DE VALDEPORRES 25www.cronicadelasmerindades.com

Tartalés de los Montes

Salinas de Poza de la Sal

PO

ZA

DE

LA

SA

LV

AL

LE

DE

VA

LD

IV

IE

LS

O

Ayer

Ayer

Hoy

Hoy

En la misma carretera, a unos300 metros del túnel nos mandaparar y nos muestra un cubiculoexcavado en la roca. Tiene unapequeña puerta de madera recu-bierta de hierro, se trata del pol-vorín donde se guardaba la dina-mita, nos sorprende su buen esta-do.

Después nos lleva a la hospe-dería, lugar donde él pasó muchotiempo, ya que su padre trabajabaallí como cocinero.

Nos muestra la cocina y un me-rendero donde los domingos sehacian las paellas. También reco-rremos un pasillo flanqueado porinnumerables habitaciones, muypequeñas donde dormian 3 per-sonas.

Todo está derruido, no existe eltejado y la maleza se ha tragadoel imponente edificio donde en sudía comian y dormian 200 perso-nas.

Después cruzamos el río y noslleva a un pequeño túnel de eva-cuación justamente en frente dela hospedería. Intentamos entrarpero la total oscuridad y la hume-dad nos invitan a darnos la vuel-ta.

Continuamos la visita y nosacercamos a la Iglesia que hacíafunciones también de escuela, es-tá casi completamente derruídaaunque se obserban perfectamen-te las cruces que la delatan.

Después vamos a las casas unpoco más lujosas donde vivianvarias familias, en ellas viviansobre todo los capataces.

Por último nos asomamos a laboca del túnel. Nada más aso-marnos nos sorprende el vientohelado que sale desde su interior,del techo cae agua a chorros y elsuelo está completamente echar-cado, sinceramente se ponen lospelos de punta al mirar hacia laoscuridad de este enorme agujeroque cruza una montaña entera..

Hoy día está casi todo derruido, Manuel nosmuestra todas las instalaciones y nos cuentacomo eran entonces