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Empecemos por Casa I

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Antología de cuentos y leyendas, guiones y poemas de la zona sur de la periferia de Córdoba Capital.

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PRESENTACIÓN

Incluso en estos tiempos donde leer un libro es realmente una rareza, entonces el intentar hacer un poco de literatura pensaríamos que está reservado solo para algunos entendidos en la materia, y que no nos sería posible lograrlo, menos aún desde la humildad del lugar donde nos toca vivir.

Pero no, para hacer realidad este sueño fue necesario implementar una tarea ardua y sistemática de lectura y producción literaria, hasta alcanzar a poner en funcionamiento el Taller de Producción Literaria “Empecemos por Casa”. Luego de mucho trabajo y tiempo invertido, ahora por fin podemos presentar este manojo de sueños que está integrado por narrativa, poesía, teatro y entrevistas imaginarias.

A continuación se expondrán algunas consideraciones técnicas y tácticas que dieron origen a esta humilde “obra de arte menor” producto del trabajo comunitario y tesonero de docentes, alumnos, padres y vecinos. También debemos mencionar y agradecer al Programa de Escuelas Solidarias cuya participación simplifica en gran parte la realización de este y otros proyectos.

El Taller de Producción Literaria “Empecemos por Casa” del IPEM Nº 323 SAN ANTONIO, forma parte del Proyecto: Taller de Lectura y Biblioteca Escolar, Comunitaria y Circulante enmarcado en el Programa Escuelas Solidarias de Aprendizaje y Servicio Solidario del Ministerio de Educación de la Nación. Que fuera galardonado con Mención de Honor del Premio Presidencial de la Nación 2005 de Escuelas Solidarias.

También es parte constitutiva del Proyecto Educativo Institucional del IPEM Nº 323 como una actividad obligatoria del área de lengua.

Actualmente se trabaja en un proyecto interinstitucional con el IPEM Nº 310 de Barrio Inaudi coordinado por la Prof. Lucía Mirta Mercado con el propósito de aplicar este programa y un proyecto de tutoría que ya está funcionando en el IPEM Nº 323. La necesidad de implementar este proyecto viene determinada por la alta colaboración prestada por la comunidad, ante la petición de los alumnos, que recurrieron a familiares y vecinos para la recopilación de leyendas del lugar. Esto tiene el propósito de acentuar la identidad para con la zona (en sentido de pertenencia), ya que hay algunos sectores

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carenciados que vienen de erradicación de villas emergencias, por lo que esto es una forma sutil de incorporarlos paulatinamente, haciéndoles participar y conocer la tradición y el folclore de este sector que es muy rico, para atenuar el desarraigo producido.

La zona donde está situada el I.P.E.M. Nº 323 “San Antonio” tiene la calificación de Zona de Riesgo (urbano-marginal), ya que existen barrios de familias carenciadas por erradicación de villas céntricas. Además, también posee características propias de rural, ya que está situada a varios kilómetros fuera del anillo de circunvalación sobre vía terminal, rodeada de descampados y quintas de labranza agrícola. Por lo que la vida educativa y cultural de la comunidad ronda en torno al establecimiento.

Por lo tanto la población afectada por este proyecto son: Alumnos de CBU, Polimodal y Adultos del IPEM Nº 323 “San Antonio”. Padres y hermanos de los mismos. Comunidad en general. Población en situación de pobreza. Población rural. Personas en riesgo educativo. Desocupados. Personas en situación de calle. La zona de influencia está integrada por las poblaciones de: Villa Angelelli, Villa Rivadavia, Nuestro Hogar III, Camino San Antonio, Posta de Vargas, Inaudi y Alameda. Esta institución educativa cuenta con una biblioteca, con características particulares que la hacen única en la provincia, ya que presenta los rasgos de ser, además de escolar, comunitaria y circulante. Es decir, que todos los habitantes de la comunidad tienen acceso a la misma, y también de ser circulante, o sea que: al sacar un libro de la biblioteca, el mismo puede pasar de mano en mano con el solo llenado de una ficha de la que se hace responsable el alumno que extrajo el libro en primer lugar (alumno bibliotecario). Por lo que se consideró conveniente la edición e impresión de un libro que contenga tanto la producción de los alumnos y profesores como de padres y vecinos escritores.

También entre otros objetivos considerados y logrados están: el de recuperar sistemáticamente el folclore popular y la tradición de la zona. Rescatar a potenciales lectores y escritores, e inducirlos a continuar con el hábito de la escritura y lectura literaria. Atenuar el desarraigo producido por erradicación de villas de emergencias céntricas que engrosan la población originaria de la zona, haciéndolos activos participantes. Ayudar a la contención áulica y a evitar la deserción escolar.

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Para la consecución de los mismos fue vital el comprender, trabajar y aplicar el concepto de resiliencia orientada al servicio. De esta manera se logró salvar el error en que solíamos caer algunos docentes de categorizar a los alumnos en dos tipologías: “buenos” y “revoltosos”, pero son precisamente estos últimos los que nos permitieron trabajar potenciando sus aspectos positivos para volcarlos en acción solidaria de servicio a la comunidad donde el alumno se desarrolla. Sin olvidar que la gran mayoría de los “buenos y revoltosos” son producto de reiterados desatinos en políticas económicas, sociales y educativas a las que fueron y están siendo sometidos –algunos, tal vez pagarán estos desaciertos toda su vida-.

También aprendimos que si queremos fomentar los hábitos de lectura, debemos distinguirla en dos clases: la funcional y la lectura por placer. La primera permite sistematizar información y conocimientos a través del análisis e interpretación, que permiten la realización de críticas cabales y sustentables. Pero es mediante la segunda, la lectura por placer, que se comienza a explorar nuevos mundos y es la formadora de hábitos; y que la edad adecuada para lograr el mismo rondaría entre los ocho y doce años.

Por último, queremos expresarle a quienes participan de estas realizaciones, nuestro orgullo y agradecimiento por su entera colaboración, que vienen a confirmar que todo es posible: cuando apelamos a nuestro espíritu solidario, cuando adquirimos y practicamos una cultura de trabajo y servicio comunitario, cuando descubrimos que podemos dar algo más a quienes nos rodean y comparten nuestros días, en definitiva, cuando nuestro tiempo y esfuerzo se plasma en una humilde obra para ser leída.

Entonces los invitamos a leerla.

Edgardo Fabián Molina

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A MANERA DE PRÓLOGO

Esta es una búsqueda como tantas otras, en la que hay que luchar codo a codo para vencer al silencio cotidiano, a la rutina de una subsistencia que nos quiere hacer creer que la vida sólo se trata de eso, de pasar hora tras hora sin dejar una huella y olvidando lo de ayer.

El arte es un umbral; el comienzo de un camino sinfín que nos lleva hasta nosotros mismos. No es fácil (ninguna cosa trascendente lo es) pero quién nos quita el decir, quién se atreverá a descalificar el intento cuando, a la vuelta del tiempo, nos encontramos con nuestra sonrisa dibujada en el espejo.

Ser adolescente es pelear por cambiar un mundo que siempre desea empujarnos hacia atrás, es hallar un espacio en el que quepa el deseo, las ganas, el presente, el futuro. Tampoco es fácil, y está en cada uno encarar la posibilidad de crecer de alguna manera, de extender las manos hasta rozar un pedacito de cielo, aunque más no sea con un barrilete de palabras.

Así, pues, las cosas, cómo no imaginar la amalgama de adolescencia y arte, cómo no suponer que cada texto es algo más que un puñado de letras azarosas; un poeta diría: es necesario leer los signos dibujados por detrás, desde adentro. Y de eso se trata, sin lugar a dudas; cada uno desbautiza y torna a dar nombre al mundo, al amor, a la amistad, al miedo, y de este modo escribimos nuestra existencia.

Por ello, entonces, se hace necesario leer con todos los sentidos puestos en guardia, dejando que la narración, la poesía o el teatro entren por la puerta grande del alma.

En definitiva, esta búsqueda, como las otras, no termina en un punto y aparte o en la próxima página en blanco, va a seguir mientras nuestros latidos intenten responder alguna pregunta.

Y, a veces, nada mejor que un poema para decir lo que, de otro modo, se torna inasible:

Daniel Omar Wuerich

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si fuera por el ciprés no habitaría los cementerios andaría tras los pasos de álamos y algarrobos para ser viento en la campiña si fuera por el ciprés marcaría los caminos: la eternidad tiene sentido cuando la vida se mueve hacia algún lugar

Daniel Omar Wuerich

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SANGRE EN LA VILLA

Eric Sattler El hombre salió de aquella casa rancho, ubicada en el corazón de la

villa. Había ido a acompañar a una alumna, quien sentía un gran malestar ocasionado por una muela. Al salir, comenzó a caminar por la estrecha calle de tierra, sorteando las dificultades propias de un callejón abandonado: charcos de agua, pozos, barro, latas, botellas, ramas distribuidas por doquier. No caminaba solo, docenas de perros hambrientos acompañaban su paso con sus ladridos. Además, nubes de humo grisáceo emanaban de las casillas, quizás por el frío reinante a esa altura de la tarde. Se sentía un poco extraño, temeroso, Era la primera vez que transitaba por esos lugares. El hombre siguió caminando con mucha cautela. De pronto, un grito desgarrador lo sorprendió y lo paralizó, se quedó quieto unos instantes y luego, poco a poco, fue buscando el lugar de donde provenía ese grito. Sus ojos giraron hacia unos matorrales, de cuyas ramas, vió alzarse la mano de un joven que sostenía en ella un gran cuchillo. Pero grande fue su sorpresa, cuando observó que de la hoja afilada del cuchillo caían gotas de sangre. Otro grito desgarrador y una segunda mano con un cuchillo que enseguida bajó, dando la impresión de que había encontrado el punto justo donde clavar el asesino elemento. A esta altura el hombre había perdido su tranquilidad. Por entre las ramas de los árboles pasaban rayos de un sol indefinidos, entre sol de verano y otoño, que daban sobre su cara pintándola más pálida aún. Como pudo fue avanzando lentamente, temblorosamente. Ya no se sentía seguro en ese lugar. Pero debía salir de allí como fuese. Siguió avanzando y al pasar por los matorrales, de donde provenían los gritos, aparecieron las figuras de los dos jóvenes, levantando en sus manos aquellos cuchillos. También, alcanzó a ver, de reojo, un bulto ensangrentado en el suelo. Gotas de frío sudor corrieron por su cuerpo. Quiso comenzar a correr, pero sus piernas no le respondían. De pronto una voz ronca, muy ronca, prácticamente lo paralizó:

-¡Eh señor, señor! -Ssiii, bue-nas tar-des, contestó el hombre tartamudeando por el terror. -¿Usted trabaja en la escuela, no?

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El hombre no contestó, solo afirmó con la cabeza. -Bueno, mire, nosotros somos desocupados y de algo hay que vivir, ¿no?.

El hombre lo miraba fijo, muy fijo. No hablaba. Solo movía su cabeza. -Y bueno...

Continuó el joven, el que más hablaba -Como le decía, trabajo no hay. Entonces hay que animarse a hacer algo para rebuscárselas. Y nosotros a estos los criamos desde chiquitos y cuando están listos ¡Chac! Cuchillo al cuello y a producir. Por eso, si a usted le gustan las cosas de chancho, hacemos para vender: chorizos, morcillas y un queso que es lo mejor de la zona de San Antonio. Así que ya sabe... para el fin de semana... si quiere... -Muchas gracias – contestó el hombre, quien en ese momento no sabía ya quien era, ni donde estaba – Muchas gracias, capaz que les compre algo...

Y saludó levantando la mano Los jóvenes también respondieron con un saludo de mano. El hombre bajó su cabeza y continuó su camino hacia la escuela.

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SIMPLE POESÍA

Fabián Molina

La cosa perdurable liviana y alada la más encantada simple poesía. Rellena el vacío del alma marchita alumbra el ocaso simple poesía. Atavío de sueños trono del bohemio grito en un soplo simple poesía. Cae en lo ingrávido verde en lo desierto sangre en el papel simple poesía. La cosa perdurable liviana y alada la más encantada simple poesía.

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LUZ ROJA

Florencia Giménez Esto que voy a contar pasó hace mucho tiempo, en camino San

Antonio, cuando aún no existía la Villa Rivadavia, ni la escuela. Por ese camino venían tres amigos, realizando un paseo a caballo. De pronto, entre los cercos, apareció una luz roja y misteriosa, que atravesó todo el camino ocultándose en el otro cerco.

Ellos se asustaron bastante y recordaron los dichos de la gente, de que siempre aparecía una luz rara en ese lugar y que traía mala suerte. Los muchachos siguieron su paseo, los caballos resoplaban y caracoleaban nerviosos, pero la luz volvía a aparecer, por más que se apuraban, la luz seguía cruzando el camino.

A todo galope llegaron a una encrucijada. Juan y Román tomaron un camino y Alejandro se fue por otro, quedaron en encontrarse cuando los dos callejones se unieran nuevamente.

Los dos amigos llegaron rápido, pero Alejandro no llegaba, esperaron varios minutos, y ya impacientes decidieron ir en su búsqueda.

Llegaron casi al mismo lugar donde se cruzan los caminos y encontraron al amigo en la montura del caballo, uno de ellos gritó:

- ¡Ale!, ¡Ale!. ¿qué te pasó? Pero él no respondía. Al acercarse se dieron cuenta de que su

destartalado amigo estaba desmayado. Y una vez que se le pasó el aturdimiento, sus ojos aún seguían llorosos y perdidos por el tremendo susto.

Luego, un poco más tranquilo, él les contó que algo le tocó fuertemente la espalda, pensó que era una rama y siguió. Después de un corto trecho, lo volvieron a tocar y esta vez sintió que era una mano grande. Cuando miró para atrás, vio una gran ave que se alejaba rápidamente, que se iba transformando en una luz roja, con forma de rostro humano, muy escalofriante. Con ojos rojos de fuego que lo miraban fijamente. Esto es lo último que recordaba, ya que se desmayó en ese instante.

A partir de ese día, los amigos se fueron a vivir muy lejos de la zona y no volvieron más. Ya que no podían dormir y el recuerdo de lo pasado no los dejaba vivir un momento sin pensar en que esa luz podría llegar a aparecer de nuevo.

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ASÍ COMO LAS ROSAS

Jennifer Banegas

El fragante olor de las rosas, tan bellas ellas son, con sus más bellos pétalos rojos que simulan al amor. Aunque sus espinas filosas un corazón puedan lastimar. aunque sus espinas filosas un alma puedan cortar. Volverán en primavera renacidas por el sol siempre las rosas fragantes con su tan bello color. Con sus bellos pétalos rojos que simulan al amor volverán en primavera renacidas por el sol.

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PATAS DE CABALLO Marcos Medina

En Villa Angelelli, se hizo una gran fiesta. Todos los vecinos y lugareños fueron invitados a participar.

Ya entrada la noche, la lluvia se hizo presente, pero no impidió que el baile se realizara sin problemas.

Detrás de una mesa, casi oculta por las sombras estaba sentada una chica extraña, a la que nadie conocía. Ella no bailaba y parecía muy triste, esto llamaba mucho la atención de la gente. De repente, apareció un hombre alto, vestido con un largo sobretodo gris que se arrastraba en el ruedo y le tapaba los zapatos. Se dirigió hacia donde estaba sentada la chica y la invitó a bailar. A todo esto, todas las miradas de las personas se posaban en los dos extraños que bailaban sin parar. Cuando ya terminaba el baile, y también la lluvia, el sujeto de sobretodo se estaba yendo con la chica y al saltar un canal de desagüe alzó a la muchacha en brazos, levantándole el vestido, también se levantó el sobretodo y gran sorpresa se llevaron los que seguían mirando, ya que en lugar de pies se veía claramente que ambos tenían dos patas de caballo. Al darse cuenta del descubrimiento hecho por los vecinos, los dos extraños huyeron rápidamente por lugares distintos. El hombre de sobretodo gris encaró hacia el campo, varios hombres lo siguieron, otros más retrasados prendieron antorchas y los “sol de noche” que iluminaban el baile también fueron llevados. Al despuntar el alba, un campesino que iba en el primer grupo creyó ver una gran sombra que se movía entre los árboles, sin preguntar efectuó un disparo al azar que rompió el silencio de la noche. Luego se escucho un fuerte grito animal. Los vecinos acudieron al sonido del disparo, se acercaron cautelosamente, y allí descubrieron al hombre con patas de caballo que ya no tenía su sobretodo, y que de la herida le chorreaba un líquido como sangre, pero de color verde amarillo. Luego de un corto tiempo y ante la mirada asombrada de los vecinos que no se atrevían a tocarlo, se sintió un bufido, entonces el fenómeno murió, pero su cuerpo empezó a vibrar saliéndole mucho humo, que apenas dejaba espacio para ver a la persona de al lado. Después dejó

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de salir humo, pero el cuerpo ya no estaba, solo quedaban los rastros de hierbas chamuscadas y más allá el sobretodo gris. Los hombres volvieron a sus casas. Al otro día, era domingo, se improvisó una misa en el lugar donde había caído el fenómeno, dirigida por el cura del lugar. Hombres y mujeres se arrodillaron a rezar y oraron por largas horas como pidiendo alguna explicación y para que esto no volviera a pasar. Hasta el día de hoy, alrededor de la zona donde se esfumó el cuerpo del fenómeno, se pueden observar huellas de caballos, pero solo de las patas traseras y los vecinos del lugar dicen haber escuchado, en las noches tranquilas, el tropel de dos cascos de caballo galopando.

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LLORO POR AMOR Johana Ledesma

Lloro con lágrimas de amor por un amor perdido, por la neblina de mi mente ese manto gris que no me deja ver con claridad. Que tu me amas como yo te amo. Te amaré con todo el torrente del río de mi sangre que nació, cuando mi corazón empezó a latir. Dejé espacio en mi vida para poder apoderarme de tu corazón.... por mi existir.

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UNA SEÑORA ASUSTADA Medina Cintia

Mi abuela me contó que hace mucho tiempo, en Camino San Antonio, vivía una señora que era su amiga, con la que compartía todo.

Un día, esa señora salió por el Camino de La Soja a buscar su caballo para enlazarlo, traerlo a su casa y ensillarlo para hacer las compras. Una vez que lo encontró, se subió y emprendió el camino de regreso.

Había andado un trecho cuando, de repente, escuchó el llanto de un bebé al costado del camino. Se bajó del caballo, éste se espantó y salió al galope, se dirigió hacia donde venía el llanto, al acercarse se encontró con un bebé que estaba tirado en medio del pasto tapado con un paño. Se apuró a levantarlo y se fue corriendo rápidamente hacia su casa. Por el camino se detuvo para mirarlo bien. Al destaparlo, el bebé que tenía en brazos le habló con voz entre gruesa y chillona: - Mirá mis deditos. Mostrando una mano chiquita pero peluda y vieja. - Mirá mis piecitos. Mostrando un pie humano y otro como de pata de cabra. La mujer arrojó “el bebé” al suelo y corrió desesperada hacia su casa. Llegó y contó lo sucedido a sus familiares y amigos. Estos llegaron a la conclusión que se trataba de un viejo duende molesto que no hacía daño, pero que se dedicaba a asustar a la gente porque vivía aburrido.

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PEQUEÑO RECUADRO EN LA PARED Betty Benítez

Pequeño recuadro en la pared ¿qué miras tanto para acá? no ves que estoy yendo al revés que ya no puedo pensar. Imagino que me hablas sin embargo no puedes respirar entonces ¿por qué me miras? y no me dejas escapar. Tantos colores girando en mi cabeza tanto movimiento para nada si solo estás como una estatua no se que hago frente a ti parada. Solo eres un reflejo del pasado pequeño recuadro en la pared no entiendo como has causado llamar mi atención otra vez. Y te ríes como ovalado con cierta ironía en tu mirada que estarás tramando allí colgado o será la hora de tu venganza Tu libertad es mentira pequeño recuadro en la pared estas atrapado sin salida y aún no entiendes el porque Ahora que me doy cuenta pequeño recuadro en la pared solo eres una mancha vieja que ya nadie quiere ver.

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EL PUEBLO DEL MISTERIO

Walter Báez

En un pueblo llamado “El Misterio” ubicado en el sur de la región. Había un hombre al cual se le aparecían cosas extrañas.

Una noche caminando por un oscuro callejón, con grandes pozos, pastizales altos, con muchos arbustos y columnas destruidas, le ocurrieron fenómenos muy raros: como movimientos de vientos fuertes que parecía que se elevaban en remolinos, en las columnas se sentían silbidos, como si fueran gritos; se sentía gente que lloraba y chicos gritando. Era el camino oscuro del misterio.

El hombre quería llegar para saber de que se trataba. A la noche siguiente volvió hacia el mismo lugar, las cosas raras se aparecieron con más frecuencia. Era el viento, los gritos, los silbidos cada vez mas cerca, a mas velocidad y el hombre no podía volver esa noche sin revelar el misterio.

Siguió por el callejón hasta que se encontró con el final de ese camino oscuro. Cuando dobló por otro callejón se encontró con una fiesta. Se trataba de una reunión enorme con chicos y adultos, donde hacían un tipo de batucada que se tocaba siempre de noche, a partir de las 00:00 horas en adelante.

Los lugareños tenían una promesa durante un año, de tocar para los chicos de la calle, para que a ellos no les falte el pan de cada día.

Una vez develado el misterio, este hombre colaboró desde ese mismo instante y hasta cumplir la promesa, de alegrar las noches de los que tienen días tristes.

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NIÑA INQUIETA Y AMOR SIMPLE

Bustamante Jessica A esa niña inquieta y sencilla, la que alguna vez significó nada, la que alguna vez quedó relegada, la que alguna vez se sintió menospreciada. La que habrá deseado que alguien la comprenda. La que habrá gritado ¿dónde está dios?. La que habrá soñado con un príncipe azul. Le digo que pronto vendrá un amor simple. A esa niña inquieta y sencilla, le digo que vendrá un amor simple como una gota de rocío que caerá regando la sequía de su invierno. A esa niña inquieta y sencilla le digo que vendrá un amor simple como un rayito tibio del amanecer que alumbrará el ocaso de sus noches tristes. A esa niña inquieta y sencilla, la que alguna vez significó nada, la que alguna vez quedó relegada, la que alguna vez se sintió menospreciada. La que habrá deseado que alguien la comprenda. La que habrá gritado ¿dónde está dios? La que habrá soñado con ese príncipe azul. Le digo que pronto vendrá un amor simple.

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UN ALMA CON VOCACIÓN León Débora

Tiempo atrás, en una escuela de campo, que el gobierno alquilaba a una familia del lugar, trabajaba una maestra muy querida por sus alumnos y por la población en general.

Una siesta de lunes al salir de su trabajo tuvo un accidente automovilístico. Con su último aliento, luego de un gran sufrimiento, pudo llegar arrastrándose a la escuela, donde falleció.

Al día siguiente, la escuela fue cerrada por luto. Pero algunos alumnos poco informados concurrieron lo mismo y esperaron en vano que alguien abriera las puertas. Mientras esperaban escucharon ruidos adentro de la escuela y pasos de tacos que se aproximaban y se alejaban. Ante esto todos pegaron sus caras a los vidrios para ver mejor quien era y pedir que abriera, golpearon fuertemente las puertas. Pero nadie salía ni se veía nada, adentro todo estaba cerrado. Se volvieron a escuchar ruidos y los pasos. Pero nada.

Entonces apareció la directora en el auto y les informó que no había clase por que había fallecido esa señorita. Los alumnos comprendieron todo y huyeron rápidamente sin decir palabra a la desconcertada directora.

Al día siguiente, las clases se normalizaron, pero no la concurrencia de los alumnos. Los que fueron lo hicieron con sus padres que se quedaron hasta izar la bandera. Estando todo en silencio se volvieron a escuchar los extraños ruidos y pasos. Entonces los padres asustados pidieron una reunión urgente con la directora.

En la reunión se repitieron los ruidos y los mismos sonidos de pasos. Decidieron llamar al cura del lugar para que bendiga la escuela y para que el alma de la maestra muerta descansara en paz. Pero todo fue en vano el fenómeno se seguía repitiendo.

Luego de algún tiempo se construyó una nueva escuela en la zona y se trasladó todo de la vieja casa alquilada. La misma pasó un tiempo deshabitada y fue alquilada por un vecino nuevo que era tractorista. Este duró apenas tres meses soportando los ruidos extraños y así sucesivamente... Hasta que el dueño tomó la decisión de derrumbarla y de los escombros que se movían salían ruidos como de pasos.

Luego de haber eliminado hasta el último vestigio de la casa encantada los ruidos desaparecieron misteriosamente.

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MI SUFRIR Carina Nuñez

El sufrir es cosa negra es burla de todos ya no puedo tolerarlo sabiendo que en mi interior algo se destroza. Quisiera sentir y volar y que se lleve mi sufrir el aire primaveral como el viento lleva las palabras dichas. El sufrir es aprender de los golpes de la vida aunque me dejen sin fuerzas me queda la enseñanza que uno puede si quiere Quisiera que pase el tiempo y que las heridas del sufrir pronto se aniquilen para que la felicidad aparezca y cambie mis noches tristes.

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CAYASTÁ Y SUS MISTERIOS Nadia Valdez

Faltaban solo unas horas para que dos compañeros salgan a recorrer los lugares donde tenían sus trampas y mallas de red tendidas en la Isla de Cayastá. A las cuatro de la madrugada, los amigos subieron a la canoa con sus respectivas herramientas de caza y de pesca. La jornada fue de buena suerte para ellos, ya que pronto sus mallas y trampas estaban repletas.

Contentos se ubicaron en un lugar para pasar la noche y los días que se iban a quedar. Al mediodía ya estaba preparado el almuerzo y planeaban los lugares de esa isla tan oscura que iban recorrer

Llegada la hora en que tenían que partir de su campamento en su a su pequeña canoa con sus escopetas en las manos emprendieron el camino de la exploración. Evaristo era el que conocía más la isla y ya tenia el lugar pensado donde iban a cazar. Llegaron en silencio para no espantar a los animales. Evaristo alumbró con la linterna, enfoco en el animal que se encontraba frente a ellos; mientras que Daniel apuntaba y esperaba el momento justo para disparar. Luego, se escuchó un ruido fuerte y seco de disparo, cuando vuelven a enfocar esperando ver la presa sienten el gruñido ronco de un animal, y logran ver a la luz de la linterna un animal quieto y tranquilo que estaba sentado frente a ellos. Volvieron a disparar pero este no moría, sino que estaba tranquilamente sentado y mirándolos fijamente. Daniel y Evaristo no convencidos con lo que veían intentaban una y otra vez, hasta que Daniel dice: -Es inútil Evaristo no podemos matar al animal es como si fuera transparente nos volveremos locos. -Tenés razón- dice Evaristo- vámonos a las casas...

Entonces los muchachos fueron emprendieron el camino de vuelta a la ranchada y se prometían a si mismos y entre ellos no volver a cazar.

Tiempo después, se pusieron en campaña para proteger a los animales en extinción, poniéndose en contra de los cazadores y la depredación. Volvieron varias veces al lugar, donde había ocurrido el extraño suceso, y jamás les pasó absolutamente nada.

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COLOMBINA Fabián Molina

Si ella recordara el albor de primavera y a la triste murga en que vi a Pierrot. No me repitiera, domingo a domingo, mi cama está yerma no puedo sin vos. Y si recordara la ilusión absurda de andar de juguete como Payasín, no intentaría volver a buscarme, la murga no riega mi izquierdo Jardín. Pierrot compañero, Payasín amigo, fertilicen pronto mi huerto de amor, queda poco tiempo para vivir vivo, aunque no olvido sólo Arlequín soy.

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LA MALA DEL CUENTO Betty Benítez

Nos encontramos en un cuento de hadas, en un mundo ideal.

Allí se encontraba ella, la princesa con sus vestidos, su príncipe azul, su castillo y hasta estaba acompañada del aroma típico la primavera. Pero...mmm ¿Qué pasaría en esta historia?. Y dirás lo de siempre (Había una vez una princesa y estaba esa misma vez una bruja, que con su maldad hizo que la princesa lo perdiera todo). ¿Qué haría ella para remediar todo ese dolor?. Para que nunca más le pasara de eso de nuevo. Bueno, decidió ser la bruja, la mala del cuento. Desde ese día, siempre, pero siempre, para cualquier cosa que ella necesitara o deseara, sacaba de muy dentro de su ser, a su doble personalidad “la mala”. En otras ocasiones, ella era más poderosa que la bruja. Pero, cada vez que embrujaba se sentía mas aliviada y conforme. Hasta que una tarde recobró el buen tino y volvió a ser quien siempre fue. Desde ese día en adelante, tan especial para ella, y tan horroroso para la bruja, la princesa termina consiguiendo lo que quería ser una bella mujer y que nadie le haga ninguna clase de maldad.

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PENSAR EN VOS Yanina Cáceres

Antes de que aparezca Dios ya me habías conocido Desde antes de que te conociera ya te quería, ya pensaba en vos Ya te tenía en mis planes Tenía mi castillo formado. Cuando te conocí pensé que lo nuestro no podría ser. Porque hacías cosas que me confundían. Un día me querías y al otro día no Eso hacías porque no percibías de que yo moría por vos. Hoy te pido perdón por las cosas que te hice y que no hice esta era la única forma de que te dieras cuenta del daño que me hacías. Perdóname porque un día es un infierno sin ti. Porque cuando no estas conmigo estoy vacía y me haces falta por favor no hagas un cielo sin mí.

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TRISTE REALIDAD Eric Sattler

Podría escribir muchas cosas sobre mi ciudad, a pesar de que no hace aún un año de que vivo en Córdoba, pues he llegado aquí desde el interior por razones de trabajo. Como decía puedo escribir muchas cosas, pero mi gusto es “escarbar” en los hechos cotidianos. Esos hechos que quienes tienen que verlos no los ven. Esto me ocurrió estando yo almorzando en un autoservice en un lugar céntrico, sentado cómodamente mientras observaba mi alrededor (es mi costumbre descubrir que hay dentro de cada persona). De pronto la anciana harapienta, sucia, producto de un destino que quien sabe porque le toca a algunos, devoraba todo cuanto tenía a su alcance: dulce, salado, frío, caliente. Casi corría con desesperación de una a otra punta y llenaba su plato como si fuera la última vez. Ya satisfecha, miró súbitamente hacia todos lados y, acelerando su paso buscó la salida. - ¡La vieja! ¡La vieja!. Se va sin pagar- gritó uno de los empleados del lugar. Los gritos se mezclaron con el sofocante calor del mediodía de verano que azotaba la calle. La anciana harapienta fue despegando su cara del vidrio de ese “fast food” lujoso y refrigerado. En donde le es permitida la entrada a ciertos “CERES UMANOS”. Giró lentamente. El ir y venir de la gente por la vereda la hizo volver a su realidad. Estiró la mano arrugada, arruinada, sucia y, con voz ronca, babosa, Continuó su letanía: - Una limosna por favor…

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LA FLOR DEL PIMIENTO (Zamba)

Fabián Molina Soy de La Merced siempre estuve aquí trabajando el suelo donde fui feliz Soy de La Merced tiembla el corazón Si cabe Catamarca en mi canción. Soy de La Merced espalda mineral Brazo de rumor y piel vegetal Soy de La Merced verde mi cañón Si cabe Catamarca en mi canción. Si florecen los tunales, sigo aquí Los nogales ya comparten mi raíz Si el color de tu cielo Me evocan dos luceros Con tus vinos, con tus noches Sigo aquí. Soy de La Merced ya no habrá dolor Si la flor del pimiento es mi canción. Soy de La Merced presagio del amor niña del querer su jardín en flor Soy de La Merced grito de pasión Si cabe Catamarca en mi canción Soy de La Merced con necesidad de sentir su fuerte abrazo maternal Soy de La Merced canto de gorrión Si cabe Catamarca en mi canción.

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¡Y EL VIERNES SE LO VEÍA VENIR, NOMÁS!

Betty Benítez -¡Qué día! un viernes y encima de noche-. Murmuraba Martín arreglándose la ropa para salir.

Esperaba con ansias pasar a buscar a su novia e ir a disfrutar a pleno esa noche.

Pero de repente, el reloj colgado en la pared de su casa se detuvo, y así no llegaba nunca a marcar el horario en que tenía que salir.

De pronto se apagó la tele, la radio y las luces. Su corazón latía tan rápido y fuerte que hasta sus padres lo escuchaban desde la otra habitación.

Salió corriendo, tomó su auto y fue en busca de su novia, pero seguía con los nervios a flor de piel, presintiendo algo nefasto.

Finalmente llegó, la buscó y salieron. Pero el auto no arrancaba y mientras esperaban la grúa, en medio de todo Marina (su novia), le comento la idea de casamiento y ahí fue donde comprendió (el presentimiento que tuvo) la sensación de miedo, de ahogamiento, de sentirse acorralado

- ¿y que querés?- comentaba Martín, - no aguanté, y sin saberlo ya me imaginaba esta situación.

Y si muchachos, se casó nomás. Y todos los días de su existencia siguió viviendo lo mismo de aquel mal viernes a la noche.

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CLAUDIA Fabián Molina

Caminas Claudia... la vida te lleva sin prisa ni ausencias por los mil senderos que ella presenta. Doblando el atajo rodeando la cuesta se encuentra muy sólo quién siempre te espera. Corres Claudia... en ambigua ruta buscando respuestas sin querer lo amas sin a ciencia cierta corres a sus brazos y lo tomas llena de esperanzas nuevas de amarguras viejas. Vuelas Claudia... con tus alas verdes en nubes de seda barrilete de versos en cielo de poemas. Aunque no entiendes si pasa o se queda sigues volando en ilusiones yermas. Aterrizas Claudia... él pronto se aleja apriétalo fuerte y bésalo siempre aunque te resistas

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igual que Penélope y aunque persistas como un penitente de Marcial La Fuente. Regresas Claudia... cansada en la siesta tus pasos bordean el abismo negro del largo silencio y te ves tan sola como todo un tiempo incluyendo el mismo que va transcurriendo. Descansas Claudia... gozando y riendo de la vida dulce del sentir más bello. Ya de aquel viejo tiempo de sueños no queda misterio, él rondará siempre juró amor eterno.

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NI COMO NI POR QUE Abrego María

Tiempo atrás, en camino San Antonio, comenzaron a suceder hechos graves e inexplicables. Un día, un niño -vecino de la zona- desapareció misteriosamente. Lo buscaron por todos lados, padres, amigos, vecino y parientes. Nadie sabía cómo ni por qué pasó. Pasados tres días del anterior hecho, un hombre muy conocido del barrio, llamado Modesto, desapareció también sin dejar rastros. El lugar se convirtió en un infierno, la gente se acostaba temprano cerrando las puertas y ventanas de sus casas, era una desolación total. Algunas personas decían que podría ser un OVNI, otros un alma en pena, también hay quienes se inclinaban por la brujería o por tráfico de órganos; pero nadie sabía cómo ni por qué pasó. Transcurridos algunos meses la cosa parecía que volvía a la normalidad, hasta que la policía recibió otra denuncia de una desaparición de personas, esta vez le tocó a Raúl, un joven lugareño, que trabajaba en un cortadero de ladrillos y era muy responsable. Los últimos que vieron a Raúl, decían que se dirigía al trabajo como siempre, caminando tranquilamente por la calle. Aunque el día de la desaparición había mucho viento con fuertes chaparrones. Otra vez nadie supo cómo ni por qué pasó. Después de un mes, una noche tormentosa sin lluvia, pero con truenos y relámpagos poco comunes, el joven apareció sorpresivamente, lo encontraron tirado en la calle del barrio de donde, se supone, había desaparecido. En la policía, Raúl contó que una luz blanca muy fuerte, que estaba arriba de él, de repente lo golpeó y lo chupó hacia arriba, y cuando despertó no tenía noción del tiempo transcurrido, ni del lugar donde lo encontraron. Luego de esto pararon las desapariciones, pero nadie supo explicar cómo ni por qué ocurrieron las cosas que pasaron.

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SOY LO QUE NECESITAS. Ruth Farías

Porque te quiero para mí Porque te quiero hacer reír Porque te daría mi corazón Porque te regalaría mi flor Porque te vestiría de besos Porque sería tu compañía. Por que soy lo que necesitas

TE QUIERO . Desde que te conocí Mi mundo para siempre cambió Tu sonrisa es mi sol Tus caricias una bendición Tus labios el paraíso Y al estar juntos Siento esa maravillosa sensación Esa sensación pura y sincera EL AMOR

POR TENER TU AMOR . Por tener tu amor Haría cualquier cosa Saltaría hasta el cielo Te daría una lluvia de besos El sol sería solo para vos Te traería la nube más blandita Te regalaría la luna Serían tuyas las estrellas Llegaría hasta el arco iris.

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EL FINADO DON PÉREZ Alexis Gastón Vijarra.

Hace algún tiempo, allá por Camino San Antonio, vivía Don Pérez con su familia. Un hombre de campo dedicado al cultivo de verduras y a la ganadería. Al parecer las cosas le iban bien, en la parte económica, también en la paz y en la armonía de su hogar. En una noche de invierno, de esas frías y oscuras, Don Pérez se despertó sobresaltado, porque desde los corrales salía mucho ruido de animales como asustados. Se levantó rápidamente, recargó la escopeta, abrió la puerta para salir, la cerró con llave y se fue a ver las vacas. No encontró nada extraño, solo que todas estaban despiertas y agrupadas como si quisieran defenderse de algo. Después de mirar un poco volvió a la casa. Al abrir la puerta, se encontró de frente con un gran chivo blanco que estaba adentro de la casa, no se sabe como pudo haber entrado. El hombre intentó apuntarle con el arma y el chivo desapareció al instante, luego se escuchaba que balaba en el patio de afuera.

Don Pérez salió, apuntó al bulto y disparó. De repente, algo con gran fuerza lo tiró al suelo y sobre su grandota panza saltaban dos duendes pequeños. El intentó liberarse pero estaba como atado. Uno de los enanos, “el diablillo”, le dijo que venían a cobrar una antigua deuda que él tenía con su jefe y que no era de plata. En pago se llevarían a una de sus hijas a vivir con ellos. De lo contrario, en un plazo de tres días, se iban a cobrar con la vida de él y de su esposa. Mientras tanto el chivo vigilaba todo, inmóvil con sus ojos rojos como láser. Al escuchar los gritos de una de sus hijas, la esposa de Don Pérez salió corriendo y encaró al chivo que la envolvió entre sus cuernos, la llevó por el aire hasta el canal y la arrastró fuertemente por latas, botellas de vidrio rotas, espinos y osamentas de animales que los vecinos tiraban por ahí. A todo esto los duendes desaparecieron por arte de magia, así como habían llegado.

Don Pérez avisó a un vecino y éste a la policía. Recién a la madrugada pudieron dar con la mujer que estaba a varios kilómetros canal adentro, ya muerta por las heridas y oculta entre la basura.

Luego de enterrar a su mujer, Don Pérez fue internado en el Hospital San Roque y a los tres días falleció debido a su obesidad y por

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los nervios pasados por la muerte de su mujer, según dijeron los médicos que lo atendieron.

Pero, la verdadera causa de su muerte solo pocos la conocen, ya que la familia y la policía guardaron el secreto por algunos años, hasta que se volvió a escuchar de casos muy parecidos, ocurridos en la misma zona. Entonces el vecino que ayudó a Don Pérez recién habló.

Luego de escuchar muchos relatos, algunas personas ataron cabos. Parece que el cobro de deudas raras, con muertes muy misteriosas era muy común por aquellos tiempos y por esos lugares.

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SOLA Y TRISTE Bustamante Jessica

Pensarás que soy feliz, amigo mío, por mi apariencia y pensarás que lo tengo todo porque no soy esa persona que alguna vez habrá deseado no haber vivido. Pero hay un dolor oculto en mi interior que no conoces, que es muy mío que me hace decir cosas, que no debería. que me deja sola y triste. Pensarás que soy feliz, amigo mío, por mi apariencia y pensarás que lo tengo todo. si cuando me miro veo lo imperfecta que soy, y me sorprende, porque aún así, hay fortaleza en mi interior, pero hay personas que no saben de mi dolor oculto que no conoces, que es muy mío que me hace hacer cosas, que no debería. que me deja sola y triste.

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LA VIDA EN EL CAMPO

Mariana A. Bustamante Que fresco olor a flor, que lindo árbol primaveral, que calentito sol en la ventana, que rico olor a tierra mojada por la lluvia necia que no deja de caer. Las gallinas en el gallinero, los cerdos en el chiquero, los caballos en el corral, las ovejas en el granero, etc. Que lindo es vivir sin más remedio que levantarse con el canto de un gallo, o con la simple caricia de un viento escurridizo, o la calentita caricia del sol en la mañana. Por ahí pienso que lindo sería ser paloma y volar a lo alto, mirar mi granja tan linda y sencilla. Si solo tuviera un par de alas, lo que haría con ese par... Al mediodía pase con mi tractor por la casa de mi viejo amigo, el vecino de unos tres kilómetros y le dije ¿que lindo día para asar un cabrito, y me miró con sus ojos nobles y sinceros y me dijo: si querido amigo. Cuando comenzaba la tarde la vieja se asomaba desde el horno con un caliente pan recién horneado; con una sonrisa en su cara de felicidad. Para acompañar tan rico banquete nunca falta la rica mazamorra de la vieja. Ella se refriega las manos arrugadas, y creo que cada arruga es una historia que tiene para contar. Finalmente cuando llega la tarde y el sol se esconde en el rojo y amarillento horizonte, pongo la pava, le doy un mate a la vieja y le digo "Que lindo es vivir en el campo".

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FUEGO UNIVERSAL Jessica Rueda

Te necesito en mis días en mis noches y mañanas. Te necesito con tu sonrisa para mis suspiros y lágrimas. Te necesito en cada página de esta historia de amor, alimentada por la huella que dejaste en mi interior Eres esa agua dulce que puede saciar mi sed. El universo eres tú yo buscaré tu luz. Hay un gemir de pasión en mi interior que clama por tu fuego y tu candor que siento que se derrama. Todo queda tan gris sino me das tu color. Borra mi invierno lento con el pincel de tu amor. en los noches mas negras aún con gente alrededor me acorrala la soledad dame el fuego de tu amor.

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EL FANTASMA DEL ARROYO Barachi Javier

En una siesta de verano, Andrea y Ezequiel se escaparon de sus

casas para verse en secreto. Caminaban por la orilla del arroyo lleno de árboles, para compartir su amor, pero también preocupados por mantenerlo en secreto. Mientras caminaban ven pasar a un vecino, rápidamente se esconden atrás de un árbol, ven un callejón y se dirigen hacia él. Después de andar unos minutos, sienten ruidos raros, cuando de repente se les cruzó un montón de niebla brillante con forma humana, parecía un fantasma, que rápidamente avanzó hacia ellos empujando y arrojando, a Ezequiel, al arroyo. El fantasma se llevó a Andrea que gritaba sin parar. El vecino que había pasado por ahí escucho los gritos de Andrea, y se dirigió hacia el lugar, vio a Ezequiel tirado a la orilla del arroyo, lo ayudó a reponerse, lo dejó ahí y salió a buscar a Andrea. Caminó por senderos y matorrales, el vecino recargó el arma que siempre llevaba en la cintura.

Encontró a Andrea cerca del callejón con el fantasma al lado. Agarró el arma y le disparó al fantasma; pero, a él, las balas no le hacían nada. El vecino cargó a Andrea hasta su casa. Ezequiel no había vuelto. Al rato lo encontraron perdido y sin saber que había sucedido, le costó tres meses recuperar la memoria, pero de este hecho, solo sabe por lo que le cuenta su mujer, Andrea, y por el relato de otros habitantes de la zona que dicen haber vivido experiencias parecidas.

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VIVIR EL MOMENTO Marisol Vallejos

¡Qué satisfacción tan grande es expresar mi pensamiento, no interesa juntar años sino vivir el momento! Elevarse sobre el miedo luchar sin mirar atrás disfrutando de la vida con fuerza , con valentía con una linda sonrisa pero aflojando jamás. En el momento de la duda Hay que demostrar confianza Con un poco de humor, quizás, Disfrutando lo que tienes Compartir con la familia Siempre buscando la paz. ¡Qué satisfacción tan grande es expresar mi pensamiento, no interesa juntar años sino vivir el momento!

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TODO TERMINÓ Marisol Vallejos

La lluvia cae mojando mi rostro, es la noche del 15 de febrero. Yo

esperando verte, que momento angustiante y desesperante, ver que se hacía tarde y tú no aparecías.

¡Cómo ansiaba volver a verte!. Sin embargo, no pensaba que era la última vez que te vería, la última vez que podría abrazarte, besarte, decir te amo y que era la última noche de amor y pasión.

¡Qué alegría me dio verte, pero no llegaste a darme un beso, ni me llamaste mi amor, como de costumbre!. Todo era distinto y distante. Mi corazón latía fuerte y mi cuerpo temblaba, anunciando que ya todo terminaba. -¿Qué pasa?- pregunté, él sin decir nada, solo bajó la mirada y con un sonido suave supe que me dejaba.

Con lágrimas en mis ojos supe solo en vano preguntaba y preguntaba -¿en qué fallé?, ¿qué te molestaba?. Tal vez no le di tanto amor como él esperaba.

No me dejes, no te vayas, le suplicaba, mientras mis lágrimas caían, yo solo suplicaba.

Pero, él despacio y lentamente de mí se alejaba. Sola quedé de repente pensando ensimismadamente que ya todo terminó.

Hoy, él vuelve y me busca, me dice que me ama. Yo levanto la mirada y sin derramar media lágrima.; lo miro fijo a los ojos y con mis suaves palabras, le digo no pierdas el tiempo porque ya todo terminó.

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CONVIRTIENDO LÁGRIMAS

Jennifer Banegas

Sus lágrimas caían como lluvia de diamantes a un río de llanto y dolor. Sus ojos finísimos como dos perlas brillaban con el sol. Su corazón latía cada vez mas rápido, cuando él la miraba y se acercaba a su lado. En un momento estaba frente a ella y su mirada de perlas temblaba en la de él. Cuando de repente, en lo que dura un suspiro, un beso apasionado acabó con su dolor y las lágrimas de llanto se convirtieron en amor.

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SIN VALORES, PERO CON TEMORES Hernán Albino Rodríguez

Desde niño, Sassula Vorobis1 fue abandonado por su madre. Lo criaron distintas personas y alternativamente fue adquiriendo una personalidad muy débil, acentuada por su falta de fe.

También, renegaba de su vida y hasta tenía un gran rencor hacia sí mismo. Por lo tanto, él se creía un hombre marginado por la sociedad; y pasaba días en soledad sin comunicarse con alguien.

Era un hombre de pocas palabras. La gente decía que era muy tímido.

En ocasión de una entrevista, Sassula reveló un secreto muy importante al periodista, que según él, le había marcado la vida. - Sassula, ¿Cuál es ese gran secreto que mencionó como testigo en la corte? - Mas que un secreto es una cobardía. - ¿Cómo cobardía?. Si para la gente usted es un hombre sin valores, sin alma y sin temores. - Mire, las personas se guían por las apariencias y muchas veces hieren a los sentimientos de las personas. Pero le voy a contestar... “¡mi cobardía es un temor!”... Le tengo miedo a las... ...arañas pollitos... - Pero, ¿Cómo una persona como usted, que no cree en nada ni en nadie, le teme a un insecto? - Es así. Una noche cuando yo tenia tan solo 13 años y en una de las casas cerca de Villa Angelelli, donde solía deambular, me encontré rodeado de arañas pollitos; que prácticamente me amenazaban rememorándome y pronosticándome mi mala vida, como si todo el tiempo hubieran estado a mi lado. Eso me atemorizó y más aún cuando se comunicaban entre ellas. - Eso es difícil de creer, ¿Cómo se comunicaban entre ellas?. ¿Qué le decían? - Si, por eso es que me cuesta mucho hablar de esto. En ese momento me quedé inmóvil al estar aprisionado en un acto casi irreal. Se comunicaban a través de palabras, como lo estamos haciendo ahora nosotros, por que las palabras son poderosas y hay que saber usarlas. Era algo tan personal lo que me decían, que hasta me confundían. Aunque sabía que, si hacía algo

1Cuento: “Sassula. Arañas Pollitos” de Juan Filloy. Antología Don Juan, Gentuza. Pág. 113-114. Ediciones IMFC, 1995.

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indebido, ellas acabarían conmigo. Vivo con este tormento. Ahora se fueron, me dieron una oportunidad, pero la próxima vez que vuelvan será mi fin, señor periodista, será mi fin... ... mi fin. Actualmente, Sassula se encuentra internado en un lugar de rehabilitación. Aunque él jura que esto es verdadero, los investigadores aseguran que estaba en delirio permanente bajo los efectos del alcohol.

También, lo que se pudo deducir es que ese hecho no fue el principio ni el fin de la mala vida de Vorobis.

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VIAJE SIN RECUERDOS

Johana Ledesma Viajo sin rumbo alguno, sola con mis recuerdos mirando por la ventanilla el reflejo de mis ojos, y veo la tristeza en ellos llenos de lágrimas... viajo sin destino, dejando mis seres queridos, para construir una nueva vida para que no me duela el corazón, con recuerdos que no valen la pena recordar... viajo sin destino para olvidar y poder renacer de nuevo sin recuerdos algunos... con esperanzas ciertas mirando el horizonte.

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LA LOCURA DE JORGE Cristian Pereyra

Hace un tiempo, en villa Rivadavia había un chico llamado Jorge, el era muy buena gente, como se dice; hasta que un día enloqueció, nadie sabia por que, eso se creía, pero un día un amigo, no conocido para la gente, contó la historia de Jorge y su locura.

Años atrás Jorge estaba en su casa estudiando, era un día gris de gran tormenta, cansado de estar encerrado en su cuarto sin saber que hacer abrió la ventana para ver como llovía. El estaba mirando hacia el jardín del frente de su casa y por allí paso una chica descalza y sin abrigo, al ver que llovía tanto y que la chica se mojaba, corriendo salió afuera e invito a la chica a pasar a tomar algo caliente. La chica aceptó muy sonriente, la invitó con una taza de café y le prestó unas alpargatas de su hermana y una campera de él. Después de un rato la chica le dijo:

- debo irme, luego te devuelvo lo que me has prestado, gracias. Él la miró y le dijo:

- no, no esta lloviendo. Llévatela y mañana paso por tu casa y me lo devuelves, dame tu dirección y yo pasaré como a las diez, por allí.

- Bueno, bueno -dijo la chica- yo vivo en Camino San Antonio al Km. 11.

- Listo -dijo Jorge- mañana nos vemos, - bueno, no te hagas problemas por las cosas, las voy a cuidar. Pero

después de todo no nos hemos presentado yo soy Ana Quinteros… ¿y vos?,

- yo soy Jorge Medina. Ana se despidió y dijo:

- me encantó estar con vos nos vemos mañana. Chau Jorge -y salió corriendo-.

Al otro día el muchacho se levantó, desayunó y partió hacia la casa de Ana. Cuando llego vio una casa muy antigua, golpeó la puerta una y otra vez hasta que una señora lo atendió,

- hola señora, ¿se encuentra Ana? La señora con los ojos llenos de lágrimas preguntó:

-¿qué Ana? Jorge de inmediato respondió: “Ana Quinteros”. Con cara de sorprendida la señora dijo:

- mi hija murió en un accidente de tránsito. -Jorge no le creyó-

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- Ud. No me quiere devolver mi campera y mis alpargatas. Si yo ayer estuve con ella y le presté esas cosas.

- no chiquito - dijo la señora-, - ella está muerta, si no me crees anda al cementerio de Bower que

allí esta sepultada. Corriendo Jorge se fue a su casa pensando en lo que la señora le había dicho. Después de tanto pensar el se decidió a ir al cementerio a ver si era

verdad lo que la señora le dijo o si era una broma de mal gusto, cuando llego al cementerio busco la tumba de Ana hasta que la halló y sobre su tumba estaba la campera y las alpargatas que el le había prestado y escrito en la tierra había un mensaje con letras grandes decía... Gracias Jorge por tu campera y tus alpargatas.

Jorge asombrado por lo que vio, gritó y gritó hasta trastornarse. Así fue como Jorge medina enloqueció y dejó de agradarle a toda la gente del barrio.

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MIEDO AL AMOR Johana Ledesma

Miedo a que solo seas un recuerdo en mi mente. Heridas que no puedan sanar. Ese es mi gran miedo... Miedo a quedarme abrazada al pasado, por esas fantasías que pueden volver a mi y a ti. Amar como lo soñé... Miedo a que sea un amor de verano prefiero soñar como es el amor y no vivirlo, solo soñar como es...

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LA MARIA MUSHA Fabián Molina

A mediados del siglo XX, nacía en los alrededores de Jáchal un personaje misterioso y perverso; de quien algunas personas sólo podían percibir su voz y el acecho constante a niños y jóvenes. Cuando le preguntaban su nombre, amparada por la oscuridad y los matorrales cercanos, respondía que se llamaba María Musha.

Los extraños acontecimientos se iniciaron con la llegada de un niño huérfano de unos diez o doce años a la finca “El Durazno”, donde una numerosa familia de apellido Iribarren, que allí vivía, decidió criarlo.

La vida transcurría normalmente en este hermoso paraje cordillerano, cuando comenzaron las extrañas desapariciones de este joven, el cual ante la desesperada búsqueda de sus nuevos familiares era encontrado frecuentemente extraviado entre los cerros cercanos, muy asustado y llorando. Cuando le preguntaban qué le había sucedido, respondía que se lo había llevado una mujer muy grande y de enormes manos con las cuales le pegaba.

Se pensó que una forma de acabar con sus penurias y tanto sobresalto, la solución era llevarlo a vivir al pueblo de Niquivil, a unos treinta kilómetros de Jáchal, donde fue alojado en la casa de Doña Maria Mestre.

En este lugar todo parecía ser tranquilo y sosegado, pero no pasó mucho tiempo más, cuando la María Musha comenzó a hacer notar su presencia. La situación más alarmante ocurrió cuando el hermano de la dueña de casa encontró al niño fuertemente aferrado a los alambres del parral gritando: - ¡soltame, soltame!, todo esto acompañado de insultos y ruegos pidiendo ayuda divina.

De regreso en la finca, continuaron las travesuras y amenazas de este personaje a quien sólo veían niños y jóvenes. Los adultos que allí vivían, así como ocasionales visitantes, sólo escuchaban su voz, por ejemplo cuando en tono amenazante le dijo a Don Onésimo, un vecino: -¡eh, gringo ojos de bolita, le via’ decir a tu mujer que andas chupando!- Todo esto era acompañado de fuertes carcajadas. Monturas y pellones eran arrojados por todas partes, luces y velas se apagaban sorpresivamente.

Ante la seguidilla de sucesos misteriosos se decidió llamar al comisario Olguín. Su presencia, cuando comenzaba a anochecer, fue

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motivo para escuchar la risa burlona de la María, que además amenazó a dicha autoridad. - ¡Yo a vos no te tengo miedo, así que no molestes más o me voy a llevar a tu hijo y te lo vía’ tirar al río!.

Fracasado el intento de aclarar este fenómeno con la ley, se procedió a llamar a un cura, cuyos esfuerzos fueron inútiles, le apagaba las velas y se burlaba de su presencia. Los Iribarren decidieron mudarse a Jáchal, buscando tranquilidad y sosiego.

Con la partida de la familia Iribarren de la Finca El Durazno, al parecer, la María Musha abandonó sus travesuras, pero en la zona aún hay personas que dicen haberla encontrado deambulando sin rumbo, especialmente se deja ver por niños y jóvenes.

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ALGARROBITO Fabián Molina

En un pedazo de tierra apareció sin aviso, un borbotón de esperanzas, mágica erupción de hilillos. Fue creciendo intemperioso sin un cuidado ni mimos y fue mirando la vida desde la tierra cautivo. El sol lo vio una mañana chueco, quizás vespertino, él lo llevará a la vida, él sacará sus ramitos, que pronto serán frondosos gruesos como agua de río. Algarrobito pequeño, chueco, quizás arbustillo, algún día serás fuerte como tu padre arbolillo y tu copa espinosa albergará tantos trinos como garras amenazantes a la rapiña de nidos y en las siestas de sol malo serás catre de potrillos.

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LA LLORONA DE SAN ANTONIO Emiliano Colazo

Esta es una larga historia de contar, pero vamos a tomar unas breves palabras que aquel viejo supo contar.

En un barrio muy alejado de la ciudad llamado Villa Rivadavia, que estaba ubicado muy adentro de campos y montes, solía salir una señora, que no se sabia como o donde vivía, pero aparecía en las noches oscuras, con mucho viento y con un gran frío para asustar a niños y grandes.

Esta señora tenía algo extraño dentro de ella, lloraba como un pequeño bebé. Este viejo contó la historia de la llamada “llorona”. Un viernes a las 23:30 salió de su humilde vivienda rumbo a su trabajo ,de pronto, salió aquella aterradora mujer , tratando de asustar o quizás vaya a saber que quería, aquel hombre, conocido por su gran valor frente a la oscuridad, cansado de que atormente su barrio, se freno junto a ella y la miro fijamente en ese instante sus miradas se cruzaron, un segundo era una eternidad para aquel gran hombre que con mucho valor le dijo, aléjate ya, mujer malvada o me obligaras a usar mi fuerza.

La mujer sonrió una y otra vez, ya enojado este hombre como gran campesino, desenfundo su cuchillo y encaro a la molesta mujer. Ella empezó a retroceder varios metros que se noto en su cara un gran susto y desapareció. Aquel gran hombre había logrado ahuyentar a la mujer que por mucho tiempo había atormentado al humilde y desolado Barrio Rivadavia.

La gente al enterarse de esta gran aventura se puso muy contenta ya que la pesadilla había pasado para siempre, y bautizo como espanta lloronas a este hombre trabajador que se ganaba la vida cuidando campos en las noches y que había puesto en riesgo su vida para salvar el futuro de su familia y de su barrio.

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VIUDO II Fabián Molina

He muerto otra vez en esta tarde lerda lerda como la pena que por irse se queda. He muerto naciendo libre a las estrellas, la luna llena burlona mira mis lágrimas por ella. He muerto, difunto amor, difunta suerte sin querellas. Renaceré ileso en septiembre en días sin asperezas de nieblas evocaré a mis musas su sapiencia volveré libre al fin en primavera. Renaceré con fe desde el principio desde el día y hora en que me fui dejando yerma aquella canción de amor eterno, sin ti. Renaceré cuando en poniente sea noche, cuando el negro solo cante sus blasfemas.

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EL PERMISO DESEADO Jessica Bustamante

Melisa Márquez

(Abre Telón) LOCUTOR: Érase una tarde de primavera. Melina era una chica de 15 años, que quería ir por primera vez al baile. Además, esa noche actuaba uno de sus cantantes favoritos, La Mona. Pero el problema era: ¿la dejará papá?

1º ACTO (En el comedor de una casa) MELINA: - ¿Hola, ma?, ¿Cómo estás? Tesoro de mi alma. GREGORIA: Bien, mi cielo, ¿qué andás buscando? MELINA: Busco algo muy, pero muy importante para mi. GREGORIA: Bueno, decime. Qué es eso tan importante para vos. MELINA: necesitaba tu permiso para ir al baile esta noche. Ya que va a tocar La Mona, y es mi única oportunidad de tenerlo de frente. ¿Te imaginás?. GREGORIA: No Melina, pedime cualquier cosa menos eso. Te imaginás, si te pasa algo, tu papá se muere de un infarto. Mejor hablalo con él, eso va a ser lo mejor. (Melina sale de escena) FERNANDO: ¿Qué pasa, mujer? ¿qué son esos gritos? GREGORIA: Lo que pasa es que Melina, está empecinada con ir a un maldito baile de la famosa Mona Jiménez, de ese grupo de cuarteto, que se yo. FERNANDO: ¿Dónde está tu hija?. Llamala que quiero hablar con ella. (dice en tono reflexivo y en voz baja) – algo le pasa a Melina ella no es así. GREGORIA: (Gritando) – Melina, Melina vení tesoro que papá quiere hablar con vos. MELINA: Ahí voy mami. GREGORIA: Te voy a pedir algo Fernando, tratámela bien a la nena, es una chica que ya está en edad de salir. FERNANDO: tranquila, mi amor, la voy a tratar muy bien. GREGORIA: Gracias tesoro, siempre tan comprensivo. MELINA: (entra a escena) -¿Qué querés, ma? GREGORIA: tu padre quiere hablar con vos.

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MELINA: Bueno, díganme. FERNANDO: Melina, ¿Cómo es eso que querés ir a un baile? Mirá vos nunca saliste sin nosotros, vos no sos así. ¿Qué es lo que te pasa? MELINA: Nada pa, quiero conocer otras cosas que me llaman la atención. Quiero divertirme un poco, de eso se trata, nada más. FERNANDO: Mirá, lo lamento mucho, pero no vas a ir a ninguna parte. MELINA: (apenada, casi llorando) -¿Pero, por qué?. No voy a hacer nada malo, dejame papá, no seas tan cuida... FERNANDO: No Melina, es para tu bien, y te repito: no hay permiso para ese baile. (Cierra Telón)

2º ACTO (Abre Telón) LOCUTOR: Melina está llorando en su habitación, no había nada que la contenga, su cielo se había caído, y con su corazón estaba resquebrajado. Pero, siempre está ella, Mamá, la que siempre te ayuda, la que siempre te entiende. GREGORIA: Melina, no puedo verte así, no llores mas, cuando seas mas grande podrás salir. MELINA: Parece que nací para que todo me salga mal. GREGORIA: (acariciando a su hija) – No digas eso, mi amor, si vos naciste para ser feliz. No se acaba el mundo por no ir a un baile, ya tendrás tiempo para eso. MELINA: Dejame sola, ma, no quiero hablar con nadie. (Melina toma un teléfono y habla con una amiga) MELINA: Hola Doña, ¿está Emilse?, páseme con ella, por favor, gracias. (empieza a sollozar) EMILSE: ¿Qué pasa, Meli? ¿Por qué estás llorando? MELINA: Estoy re mal, Papá me dijo que no podría ir al baile. EMILSE: Bueno Meli, ya sabes como es esto, otra vez será. MELINA: Es que no podes decirme eso, yo estaba tan ilusionada con que me diera permiso. EMILSE: Y Bueno, no se que decirte, pero calmate un poco. MELINA: ¿Podes venir a casa? EMILSE: Si, creería que sí. Hago algunas cosas pendientes y voy para allá.

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MELINA: Te espero, Emi. (toc-toc golpean la puerta de la habitación de Meli, entra Gregoria un tanto angustiada) GREGORIA: Meli, ¿Puedo pasar? MELINA: Pasa ma, por favor. GREGORIA: Hija no puedo verte así, sos el regalo más lindo que me dio la vida y me duele mucho verte sufrir de esa forma. MELINA: Disculpame, pero creo que papá no piensa lo mismo, hace todo re mal. GREGORIA: No, no pienses así, papá te quiere, por eso te cuida tanto. MELINA: ¿Entonces, me dejás hacer una fiesta en casa? GREGORIA: Papá no va a querer, pero si eso te hace feliz, te doy el permiso para hacerla. Aunque eso me cueste una discusión con tu padre. MELINA: Gracias ma, me voy a llamar a los chicos. Te quiero mucho. (Melina abraza a su madre) (Cierra Telón)

3º ACTO (Abre Telón) LOCUTOR: Melina había llamado a su amigo Rafa, y mientras esperaba, comenzó con los preparativos para esa fiesta, que para ella era lo único bueno que le estaba pasando... (Melina, está arreglando las cosas del comedor) MELINA: ¡Qué bueno! Ahora viene Rafa, así me ayuda a buscar a los otros chicos. Siempre es bueno tener un amigo en estas circunstancias. (toc-toc Golpean la puerta). - ¿ya va? RAFA: Hola Meli, ¿cómo estas?, ¿Qué hay de nuevo? MELINA: Hola Rafa, menos mal que viniste, me dieron permiso para hacer una fiesta acá en casa. ¿Me ayudarías a buscar a los chicos para invitarlos?. RAFA: Si, como no. Ya sabes que para todo lo que se trate de fiestas, estoy siempre listo. Mirá salgo ahora y en una hora traigo a todos, hasta los que no conozco también, si querés. MELINA: Gracias Rafa, yo arreglo todo a eso de las ocho nos vemos. RAFA: Listo Meli, nos vemos a las ocho (sale Rafa) MELINA :(sigue arreglando el comedor) –Van a ser las ocho, ya van a llegar los chicos. (golpean la puerta y entran los chicos, se saludan con Melina)

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EMILSE: Hola Meli, ¿cómo esta, ya se te pasó?. Yo no me ilusioné mi padre tampoco me dejaba ir al baile, la idea de hacer una fiesta en tu casa estuvo genial. MELINA: Si ya estoy bien, la bronca por esa obsesión ya pasó. Bueno a poner música y a divertirse un buen rato, espero que les guste. EMILSE: Bueno, yo voy a iniciar el baile. (música de la mona, chicos bailando, después entra Gregoria bailando a la fiesta) MELINA: (Para de bailar y se dirige a Gregoria) Má, ma, hey, vení que quiero hablar con vos. GREGORIA: ¿Qué pasa mi amor?, dejá, vení a bailar y a divertirte MELINA: No, nada. Solo quería darte las gracias por dejarme hacer esta fiestita, me estoy divirtiendo mucho. Si iba al baile, lo único que iba a lograr es estar mal con papá y con vos. GREGORIA: ¡Gracias a Dios que reaccionaste, nena! (se abrazan y bailan juntas). LOCUTOR: y así fue la tan esperada fiesta, se hizo, y terminó todo muy bien. Te digo algo... Cuando no consigas permiso, no te sientas mal, el tren de la aventura en la vida siempre vuelve a pasar. Y ¿Quién dice, que no te lleve a vos y te ayude a concretar tus más anhelados sueños? (Cierra Telón)

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AMOR Miriam Valdez

Amor Es una palabra muy hermosa Y no es tan solo una palabra, no. Es algo más... Yo la conozco es inexplicable Que no se ve pero se siente Que a veces te hace sentir muy feliz Y a veces la persona más lastimada De todo el mundo. La verdad algunos temen encontrarla Y no se animan a decirlo. Amor Yo la tuve y la tengo La verdad es inexplicable como dije Se siente pero no se ve, ni lo podes tocar A veces haces locuras por ella, Algunos hubieran preferido No conocerla Amor Ella me hizo hacer las cosas que no quería Hacer... A veces te ayuda y a veces no. Te hace comprender que las cosas No salen como siempre quieres Que hay que luchar para encontrarla Yo creo que ya la encontré Sufrí por encontrarla pero al fin Lo encontré.....

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UNA HISTORIA ADOLESCENTE Escañuela, Romina Ferreyra, Bárbara

1º ACTO

(Abre Telón)(los actores están en escena) LOCUTOR: Es viernes por la tarde. Romina, Bárbara y Alberto están conversando en el patio del colegio. Son tres amigos que comparten todo. ROMINA: Hola chicos, ¿quieren que esta noche vayamos a la fiesta de Lucía? BARBARA: Genial, sería buenísimo. ALBERTO: Bien, pero tenemos que preguntarles a nuestros padres. ROMINA: Tenés razón, deberíamos preguntarle a los padres, a ver si nos dejan. ALBERTO: entonces, mañana las espero y confirmamos si vamos o no. (salen todos de escena) LOCUTOR: al día siguiente se encuentran los tres amigos en la escuela para confirmar el permiso pedido a sus padres. (actores entran por separado a escena y se saludan como siempre) ROMINA: Chicos, tengo malas noticias, mis padres me dijeron que soy muy chica para salir. BARBARA: Mis padres me dijeron lo mismo, pero yo tengo muchas ganas de salir. ALBERTO: Pero, a mi si me dejaron. Entonces que hacemos. ROMINA: si a nosotras no nos dejan, y a vos si; ¡Que tal si nos escapamos esta noche! BARBARA: Me gustaría mucho, pero tengo miedo que mis padres se enteren y me reten. ALBERTO: Dale Bárbara animate! Ellos no se van a dar cuenta, si duermen como troncos. BARBARA: Bueno, está bien. Esta noche nos encontramos en la esquina de la casa de Lucía. (Cierra Telón)

2º ACTO (Abre Telón) LOCUTOR: Los amigos se encuentran en la casa de Lucía. Antes de entrar a la fiesta.

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BARBARA: aproveché que mis padres se durmieron y ni se dieron cuenta que me escape. ¡ahora vamos a bailar! ALBERTO: Esta fiesta está mortal ROMINA: Si es verdad, pero ¿a qué hora volvemos? BARBARA: regresemos a las 4:30, les parece bien ALBERTO: si está bien, entonces vamos a bailar. (los amigos entran a la fiesta junto con otros chicos, música, arman baile) (bajan la música) BARBARA: ya son las 4:30, ¡Chicos apúrense que tenemos que volver! ALBERTO: no!! Qué lástima que tengamos que irnos. ROMINA: (se despide apresurada). Chau, Chicos. Me voy a mi casa rápidamente. BARBARA: Esperá, que no vamos juntas. ALBERTO: Apúrense, ojalá que sus padres no se hayan dado cuenta que no están durmiendo. (Cierra Telón)

3º ACTO (Abre Telón) LOCUTOR: Al día siguiente los tres amigos protagonistas de la aventura, se encuentran en el colegio. ROMINA:¡Hola chicos!. Todo mal, mis padres se dieron cuenta de que me escapé, y me dijeron que no lo vuelva a hacer sino me mandarán a un colegio pupila para separarme de ustedes . ALBERTO: Che, y a vos Bárbara ¿no te dijeron nada? BARBARA: Si a mi también me retaron y me dijeron que me iban a mandar a otro colegio. ALBERTO: Miren chicas, nosotros queremos seguir siendo amigos y compañeros. Y también queremos seguir en este colegio. ROMINA: Entonces para que no nos separen, no debemos hacer esto nunca más. Así, nuestros padres, volverán a confiar en nosotros y ya nos darán permiso. (se abrazan y se saludan) (Cierra Telón)

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EL AMANECER DE LA ROSA Fabián Molina

Cielo azul, vida calma amanecer de la rosa sobre el agua. Tierra dulce, atormentada canción de la mar, pasión desatada. Tierra sin límites, cielo de nada, savia que fluye, sangre que mata. Cielo, infierno, ternura hechizada, rebeldía de ángeles que no acaba. Noche roja de tormentas, vida que no llega, muerte que ama. Tierra de sueños, sueños de cama, pero el cielo no entiende de sueños solo conoce las plegarias; de la rosa, de la vida que ciega su mirada. Del amanecer del cielo, del despertar en el agua. Plegaria de la rosa que amanece enamorada bajo ese cielo-infierno y una tierra deseada. Quizás su sueño sea hoy o tal vez del mañana, pero a su tormento de amor lo conoce y lo ama. Quizás algún día abrace la nada y la rosa ya no despierte en el agua. Quizás la rosa alguna noche entienda la vida... ...su vida, lejos del amanecer sobre el agua.

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LAS VUELTAS DE LA VIDA Betty Benítez

Verónica Vaca

PRIMER ACTO (abre telón) (escenario: el comedor de una casa ) (papá y mamá , en el comedor, sentados en sus respectivas sillas, uno en frente del otro , tomando café y discutiendo) MAMA: –viejo..., viejoo... , viejoooo!!!. PAPÁ: (molesto) -¿qué querés, por qué gritás así ,qué querés . MAMÁ: ¿Cuándo me vas a comprar un lavarropas automático?. Viejo dale, mirá mis manos, mirá mis uñas. PAPÁ: ¡callate!, ¡callate!, ¿qué me decís?, qué automático ni que automático. ¿ para qué lo querés si vos no lavás?. MAMÁ: hay viejo, ¿vos que vas a saber?, si nunca estás en casa. Sólo porque un sábado esté sentada no quiere decir nada. PAPÁ: pará , pará... qué querés contarme toda tu vida , y entonces, ¿para qué tenemos a Jacinta? Jacinta... Jacintaaa!!!. JACINTA: si señor, mande, lo que usted quiera, qué desea? jugo, leche tibia, pollo al horno... PAPÁ: (interrumpiendo) pará..., paráa ..., y ¿qué es contagioso esto?. A ver Jacinta decime una cosa, ésta vieja lavó ropa alguna vez ?. Decí la verdad o te echo. JACINTA: (nerviosa) –no por favor, señor no me eche, necesito este trabajo. PAPA: Jacinta... JACINTA: No señor, la viej... digo la señora, no que va a lavar, ella no mueve ni un dedo, con respeto, ni por casualidad, señor. MAMA: ¿qué decís, Jacinta?, andá a lavar los baños. JACINTA: Pero señora, si ya los lavé. MAMA: Jacinta. JACINTA: Si señora. MAMA: Andá a lavar los baños. JACINTA: si señora. (sale de escena) (Entra en escena Yani, la hija de la familia) YANI: Hola pa, Hola ma

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MAMA: Hola hija, ¿cómo amaneciste? YANI: Re bien. (cambiando de tema). Hola pa, mi papucho querido. PAPA: ¿cuánto querés?. (mirándola fijamente) YANY: Papá, ¡qué malo! Solo quería saludarte. Cincuenta pesos. PAPA: Ay hija, si te conozco como a la selección argentina de fútbol, como al diez, como al Kili González. YANY: Papá, la plata. PAPA: tomá hija, ¿para qué querés, para qué? YANY: Papá, sabés que tengo un recital hoy, aparte ahora llega mi querido hermano después de mucho tiempo que falta en casa. PAPA: No me digas que le vas a comprar algo. YANY: No, pero. Chau. (sale de escena) PAPA: ay, estos chicos no cambian mas. (cierra telón)

SEGUNDO ACTO (abre telón) (escenario: el mismo) AGUS: (recién llegado de un viaje) Hola familia, hola papá, mamá, ¿Cómo están?, ¡Los extrañé! MAMA y PAPA: (Lo saludan con besos y abrazos) AGUS: ¡tanto tiempo! Y ¿dónde está Yany? La quiero ver. MAMA: No se amor, salió, ya va a venir, no se a donde fue. PAPA: Dejá de mentir, seguro que está por ahí, comprando. Ya me mangueo antes de salir AGUS: Veo que mi hermanita no ha cambiado nada. MAMA:¿Querés tomar algo, hijo, o comer?, ¿Qué querés? AGUS: Bueno, un cafecito, estaría bien. MAMA: Claro hijo, con mucho gusto. Jacinta, Jacinta... JACINTA: (entra en escena) si señora, usted man... (lo mira a Agus y se queda sin palabras) AGUS: ¡Jacinta, Hola! (Jacinta se queda en silencio, mirándolo) MAMA: Jacinta, Jacinta... que te quedás parada, traele un café a Agustín. JACINTA: (tartamudeando) si, s-i, si, señora (sale de escena siempre mirando a Agus) (padres salen de escena) (Agustín sentado solo) JACINTA: (trae una taza de café) Joven, su café. AGUS: Jacinta, ¿cómo estás?, has cambiado, che contame algo.

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JACINTA: que quiere que le cuente joven, acá está todo igual. AGUS: Pará, empecemos de nuevo, primero tuteame y sentate, para que hablemos. JACINTA: No joven, no me puedo sentar, estoy trabajando, si me ve su mamá me echa. AGUS: Pero ¿qué decís?, ¿te acordás de que nosotros éramos muy amigos?. Dale, no tengas vergüenza. Soy yo, Agustín. JACINTA: No joven, las cosas han cambiado, yo ahora trabajo para su familia, no me comprometa, tengo que seguir limpiando. AGUS: (la toma de un brazo) Jacinta, ¿qué pasa? ¿parece que ya no me conoces?. Vamos ¡soy yo!. Vení hablemos. JACINTA: tengo que seguir limpiando, permiso. (sale de escena) AGUS: (queda solo y sorprendido, mirando al público, dice:) ¿qué pasa acá?, ¿qué pasa? YANI: Hola hermanito. AGUS: si, yo también estoy muy contento de verte. YANI: Que bien, espero que vayas a mi recital, no quiero que faltes, aparte seguro ahí va a estar tu novia, María. AGUS: Si vas a cantar, no puedo faltar. Pero... ¿qué le pasa a Jacinta?, está rara, ¿qué tiene? YANI: ¿Cómo que tiene?, ¿no lo sabés? Ella te amaba y vos te pusiste de novio con María. María dijo que te lo contó. AGUS: No fue tan así, yo no tenía ni idea que eso haya pasado. YANI: Igualmente ella quedó muy mal, y solo quiere evitar volver a tener ese gran dolor que le causaste al marcharte. Ay, parezco un poeta, al profe de lengua, ¡lo voy a matar!, basta de poesía. (sale de escena, gritando) Nos vemos esta noche. (entra Jacinta limpiando la mesa) AGUS: Jacinta, ¿vas al recital de mi hermana, no? JACINTA: claro joven, tengo que ayudarla en todo, no. AGUS: Bueno, ¿nos vemos allá, Jacinta?. ¿Todavía cantás? JACINTA: son cosas del pasado, joven. Yo ya no canto. (Cierra telón)

TERCER ACTO (abre telón) (escenario: salón con globos, sillas y un micrófono). (Cambio de ropa. Comienza el recital)

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PRESENTADORA: Buenas noches a todos. Nos encontramos aquí para festejar el día del estudiante. Tenemos muchas cosas para brindarles, entre ellas nos acompaña con su hermosa voz “YANY”, que en un instante nos estará cantando algo. Al final tenemos una sorpresa, no se la pierdan, sigan bailando, sigan disfrutando, que esto es para ustedes. MARIA: (sale al encuentro de Agus) ¡Hola amor! (intenta darle un beso, Agus la rechaza) ¿qué pasa Agustín? AGUS: todavía te atrevés a preguntarme. ¿Por qué me mentiste? ¿Por qué no me dijiste lo de Jacinta? MARIA: (preocupada) ¿Qué te pasa te importa mas esa mosca muerta, que yo, tu novia? AGUS: no quiero pelearme con vos, pero veo que seguís mintiendo. No quiero a mi lado a una persona como vos, lo siento. MARIA: (enojada) me estás dejando por esa chiruza de cuarta. AGUS: No te dejo por nadie, vos tuviste la culpa, nadie mas. MARIA: (sale de escena señalándolo con el dedo) Esto no va a quedar así, te lo juro Agustín, no va a quedar así. PRESENTADORA: Bueno chicos, ha llegado el momento tan esperado... con ustedes ¡Yany!. (canta un tema) (Cierra telón)

CUARTO ACTO (abre telón) (escenario: el mismo). PRESENTADORA: Hola Agustín, ¿cómo andás? AGUS: Bien, ¿cómo anda usted?, la noto preocupada, ¿le pasa algo? PRESENTADORA: es que tenía que venir a actuar una cantante, y todavía no viene, no se que hacer. Alguien tiene que reemplazarla. AGUS: ¡qué lástima!, a esto hay que darle una solución, (se queda pensando un instante). Ya vengo. AGUS: (Se dirige hacia Jacinta) Jacinta, te tengo que pedir un favor, muy personal. JACINTA: ¿qué quiere joven? AGUS: Necesitamos que cantés, por favor, cantá. JACINTA: ¿qué? Está loco, hace mucho que no lo hago, además porque hoy.

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AGUS: Falló la cantante principal y te necesito, te necesitamos. Dale y después tengo que hablar con vos JACINTA: Está bien. Lo haré. (Agus se acerca a la presentadora, le habla al oído) PRESENTADORA: Bueno chicos, llegó el momento. Con nosotros y para nosotros, canta Jacinta. (empieza a cantar, mirando a Agustín, se le acerca. A mitad del tema entra María, le saca el micrófono) MARIA: ¡culpa tuya, culpa tuya!, que te haces la actriz, salí de acá mucamita de cuarta. Me sacaste a mi novio. JACINTA: (paralizada) pero, señorita. MARIA: Sos nada y te atrevés a desafiarme JACINTA: no le permito. ¿por qué me insulta, quien se piensa que es usted? (María muy nerviosa le da una cachetada y se va) (Jacinta sale corriendo, ponen música y bailan) PRESENTADORA: Bueno chicos, esto ha sido todo por hoy, feliz día del estudiante. Buenas noches.(se retiran los bailarines. Jacinta está limpiando, entra Agustín) AGUS: Jacinta, te estaba buscando, ¿qué pasó? JACINTA: nada, nada, joven AGUS: Te felicito. JACINTA:¿por qué? AGUS: Enfrentaste a María, tenés mas clase que ella, gracias por eso. JACINTA: ¿qué dice? Simplemente hice lo que debía, eso es todo. AGUS: ¿cómo fue que te perdí? ¿cómo no me di cuenta de lo que sentías?. Perdoname. JACINTA: ¿de que habla, ¿me perdió?, no se da cuenta, ¿de qué...? AGUS: ...de lo bella persona que sos, ¡sos única!, y no te dejaré escapar otra vez. JACINTA: ¿de qué habla?, yo no soy nada mas que una empleada, joven. AGUS: no me hagas enojar, no me digas mas joven, ya sabes que te amo JACINTA: ¿qué usted está loco? ¿qué dice? (se retira) AGUS: (la toma del brazo) esta vez, te dije que no te escapás (la besa, se van abrazados y salen de escena) (Cierra el telón, abre el telón, los actores saludan)

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PENSANDO EN TI Pamela Siniani

Pensando en ti la noche se pasó entre llantos y sollozos no me cansé de repetir te quiero. Y los nervios hacen que deambule hablando a solas fingí ser feliz pero mentía. Oculte mi mirada Para no verte. ¿qué me dio tu cariño? solo admito que ya no podré olvidarte. Ya no soy la misma el tiempo pasa y sigo con la locura que dejaste ya no sé si pueda seguir sin el fuego de tu amor

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UNO DE TERROR Nadia Cejas

Un martes 13 de junio, seis compañeros se reunieron para hacer un trabajo del colegio. Quedaron en encontrarse en casa de Marcos. Él jamás les dijo que su casa estaba embrujada y que por las noches y mañanas se escuchaban voces de ultratumba y gritos desesperados. La mayoría de los chicos llegaron a las 21:00 horas y comenzaron a realizar el trabajo. Hasta ese instante todo era normal, pero de pronto se escuchó un grito que venía desde el baño. Fueron a ver que es lo que ocurría y no encontraron nada. Con algo de miedo siguieron con su tarea concentradamente, de repente se dieron cuenta de que Rosa no estaba en su lugar. La buscaron por todo el interior de la gran casa pero no pudieron encontrarla. Decidieron salir afuera, al querer abrir la puerta se dieron con que estaba herméticamente cerrada, pero inexplicablemente sin llave. Se escucharon otros ruidos y un gran silencio invadió el comedor, en ese mismo momento vieron una sombra con forma humana que salía de la cocina y se posó frente a ellos. La mayoría lloraban atemorizados, otros rezaban para tener algo de coraje. De repente la sombra se hizo humo y desapareció. Siguieron las cosas extrañas. La más atemorizante fue escuchar detrás de las paredes como si alguien afilara un gran cuchillo o un hacha, lo que prácticamente paralizó a todos. Lautaro con mucho esfuerzo intentaba abrir la puerta, luego de mucho trabajo logró huir, pero se cerró inmediatamente. Mientras corría podía escuchar los gritos desgarradores de sus compañeros y un gran dolor al ver que no podía ayudarlos. Llegó corriendo a su casa y sin decir una palabra se metió en su cama donde se desmayó al instante.

Al mediodía siguiente, se levantó y se dirigió inmediatamente a la casa embrujada, para ver que había pasado con sus amigos. Se cruzó con varios vecinos y amigos a los que saludó pero nadie le contestaba.

Él siguió corriendo al llegar a la casa la puerta estaba cerrada, se apuró para darle un empujón pero la atravesó olímpicamente sin tocarla. Una vez adentro se encontró con seis ataúdes dispuestos en semicírculos, las familias de los chicos y su propia familia lloraban desconsoladamente.

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Se pregunto de quien era el otro ataúd si todos los compañeros sumaban seis.

Entonces, se acercó uno por uno a los cajones reconociendo a sus amigos y en el último estaba él.

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HUIDA Fabián Molina

Sólo un cuarto de hora y partiré. El sol de poniente no sonríe, se opaca trémulo como mi huida, trémulo... Falta un cuarto de hora para un tren. Me llevará gris en algún anillo de su gusano, puro estiércol una huida o cobardía a ceder. Falta un cuarto de hora para un tren. Aunque pongan fuego a los durmientes, aunque bombardeen al andén nada detendrá a este amante yermo. Sólo un cuarto de hora y partiré.

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UN POCO DE TODO... Benítez Bety

Natalia Peralta

Presentación Los chicos de 2º año tuvieron una inquietud, una idea; esa idea se

convirtió en un proyecto y hoy por fin ese proyecto se convierte en una realidad, para lo cual trabajaron arduamente. Se trata de realizar una obra de teatro. Y esto no es otra cosa que una puesta en escena, una recreación, una actuación de algún hecho de la vida cotidiana.

Para ello, eligieron situaciones que se dan a diario en la escuela y específicamente una en especial, una que podría desencadenar graves conflictos en un futuro inmediato. Se trata de la conformación dentro de un mismo curso de varios grupos cerrados, que no facilitan la convivencia ni la integración entre compañeros, que comparten una misma realidad, una misma cultura y una misma educación.

No obstante esto, y gracias a un trabajo unido y constante, las diferencias fueron salvadas por ellos mismos sin necesidad de intervención externa al curso, sino fue por el trabajo realizado por cada uno de los integrantes de segundo año, quienes se dieron cuenta que unidos bajo un mismo objetivo todo podría ser posible y que separados cada grupo por su lado, solo les acarrearía problemas.

Esta obra de teatro se divide en tres actos, y tiene como eje temático principal la confrontación de grupos, que buscan en los distintos tipos de música una manera de diferenciarse, como así también una manera de enfrentarse.

La obra se llama un poco de todo, donde la música representa para ellos, social y culturalmente, un estilo de vida, una forma de ver el mundo que cada grupo sostiene y defiende a su manera. (actores en escena, aula de escuela) Rapera: -Hola chicos yo soy Julieta y quería contarles una obra de, de, de... Cuartetera: -Rajá de acá, no tenés ni idea, esto se los cuento yo, es una historia mortal y tiene, tiene mucho, mucho entusiasmo. Cheta: -Sori chicos, les pido perdón en su nombre, por favor, sepan perdonarla. No hay nadie mejor que yo para contarles. Villera: -Que te haces la que sabes, deja que esto lo cuento yo.

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Preceptora: -Chicas dejen de pelear y vayan a sentarse que ya va a empezar la obra. . (se sientan en su lugar y comienza la obra) 1- ACTO : (La cheta empuja a la villera, después se levanta a pedir su lapicera y la rebaja) - Villera: ¿Qué te pasa a vos conmigo?. Hace rato que me venís mirando con esa cara. - Cheta: Hay... sori es la única cara que tengo, no la puedo cambiar para mirarte. - Villera: pará, no te vengás a hacer la chetita, bajá los humos si no querés que te las baje yo!. (tono y postura amenazantes) - Cheta: ¿qué humos podés bajar vos?, si no sabes bajar ni una caja. - Profe: ¡chicas basta !. - Villera: ¿pero qué basta?, si esta mina hace rato que me esta molestando. - Cheta: no te hagás la santita ridícula. - Villera: ¿a mí me decís ridícula? - Cheta: si nena, sos ridícula, totalmente patética, no te ves. - Villera.: ¿yooo...? - Cheta: obvio, que creés que estoy hablando con el profe. - Profe : basta a la dirección las dos. - Cheta - Villera: ¡oh profe!, ¿por qué?. (se van a dirección) - Preceptora: chicos, atención, les comento que el sábado habrá una fiesta para festejar el día del estudiante y el día de la primavera, se trata de un concurso de baile con distintos tipos de música, va a ser acá en el colegio, a las 21 hs. Están todos invitados. (vuelven las dos alumnas, toca timbre de salida) (salen al recreo, pero las chicas se quedan en el aula, la villera empuja a la cheta )

2º ACTO Cheta: ¿qué hacés nena ? fijate por donde caminás. Villera: bueno, si no te hacés a un lado.

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Cheta: callate si por tú culpa nos mandaron a dirección . Villera: ¡que!, callate si vos la empezaste. Cheta: hay sori, yo no puedo perder el tiempo con vos, me tengo que ir a hablar con mis amigas del concurso. Villera: ¿qué concurso? tenés menos idea de lo que es bailar. Cuartetera: ¡basta de pelearse!, si tienen tanto problema ¿por qué no se encuentran mañana a las nueve de la noche, en el concurso, para saber cual de las dos es mejor? Villera: qué lástima no puedo venir. Cheta: No sos tan machita como contás, ves que arrugás. Villera: Yo me la banco, no soy como otras. Mañana me vas ver acá a las nueve en punto. (En el aula, un grupo de villeras por un lado, y un grupo de chetas por otro) Cheta: ¡hay chicas !¿qué nos ponemos para venir al concurso? Villera: No sé qué me voy a poner esta noche, la verdad no tengo ni idea. ( unas cuarteteras van a la casa de la villera , se saludan , luego se van a cambiar , las cuarteteras se quedan hablando despacito . Pasado un rato vuelven y se van todas juntas .Por el otro lado salen las chetas ) . Precep: (habla con las villeras) – Chicas va haber un concurso de baile , se aceptan todo tipo de baile ¿quieren concursar?. Villera: Dale va estar joya . Villera: (hablando con la cheta) –¿ viste el concurso?. Es genial, ¡acá vamos a demostrar quien es la mejor!. ¿Te vas a anotar? Cheta: Obvio que me voy a anotar, y te voy a ganar.

3º ACTO (Cambio escenario. Concurso de baile sillas del jurado) (se anotan donde están los jurados , son 4 tipos de música). Jurado: Estamos reunidos acá, para determinar quien va a ser la mejor pareja de baile de la escuela, entonces, que comience el concurso. La primer participante es la representante del Rap (bailan su canción), la segunda participante baila música tecno. (bailan su canción.), la tercer participante es de la cumbia villera (bailan su canción) y el cuarto participante es cuartetera (bailan su canción) ( ya terminado el concurso, el jurado murmulla su decisión)

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Jurado: -chicos: les comento que debido a la gran paridad de talento, declaramos un empate, entre los representantes de cumbia villera y los de música tecno, y no hay manera de desempatar. (festejos en un grupo, enojos en el otro). Les queremos proponer una cosa: nos encantó lo que hicieron y queremos que se unan y formen su propio grupo de baile. Ahora decidan ustedes... (los chicos sorprendidos no lo podían creer) Villera: que tanto problema hagamos un grupo entre todos y bailemos. Cheta: sori viste, yo no se bailar eso que bailan ustedes. Además que nombre le vamos a poner. Latina: nosotros te enseñamos a bailar, y el nombre mmm... Cuartetera: ya se, “cuarteteando con mega”... Villera: no, no, no... “pura cumbia”... Cheta: pero si es un poco de todo... Villera: ahí está que se llame “UN POCO DE TODO”... Jurado: bueno chicos ya que decidieron, por que no nos demuestran lo que saben hacer. Musicalizador un remixado por favor. Aquí está lo que todos estabamos esperando, un tema que reúna a todas las músicas que baila la juventud: los chicos de... “UN POCO DE TODO”. (bailan música remixada, en pareja tecno-villera) Preceptora: ahora todo el colegio a bailar.

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PRIMER AMOR Natalia Peralta

Sabías que alguna vez el amor viene y toca a tu puerta déjalo entrar, no lo maltrates ya que no está en todas parte. Aunque quieras sacártelo de encima te seguirá punzando como espina si lo quieres, hazte un favor pídele que te regale su corazón. Pero, despídelo en silencio en quietud y sin hablar es mejor no lo detengas así no te hace pensar. Estos consejos son de amiga que no vivió este dolor por que una noche maldita murió y jamás tuvo su primer amor

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CAMPO MALDITO Marcos Medina

Hace mucho tiempo, en camino San Antonio, vivía un hombre

soltero en una casa en medio del campo, alejada de todo, que hacía poco había comprado.

Este señor tenía la costumbre se salir a caminar en las noches de primavera y de verano.

Un día se encontraba paseando como siempre por los oscuros caminos del monte, cuando escuchó un ruido muy fuerte, como un grito de mujer, con voz muy fina. Se acercó al lugar de donde venían los ruidos y escuchó una voz le decía: ¡no me dejes!, ¡no te vayas!. Él siguió caminando muy asustado, apuró el paso, cada vez iba más rápido, hasta que empezó a correr con todas sus fuerzas. Llegó a su casa, cerró puertas y ventanas con trancas y sin comer se fue derecho a su cama. Pasaron los días y aquella situación que tanto miedo le produjo había quedado como una anécdota. Volvió a realizar sus paseos nocturnos que lo alejaban de su soledad. Pero una noche volvió a escuchar los mismos gritos. Se decidió a visitar un vecino que quedaba a cuatro kilómetros de su casa para contarle lo sucedido.

Ya en casa de éste, le informaron que había comprado ese lote tan barato porque sobre el pesaba una maldición y esos gritos desgarradores que escuchaba eran de la mujer, ex propietaria de ese campo, que se ahorcó en un árbol luego de que había sido abandonada por su marido. El hombre siguió hasta Córdoba, habló con un cura para que vaya a bendecir su campo. Una vez hecha la ceremonia nunca más se escucharon los gritos y el hombre volvió a pasear en las noches por el monte sin ningún problema.

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DEL INTERIOR DEL POETA Fabián Molina

Quizás el viento, huracanado o en suave brisa, su voz lleve y a esta queja. Sin patria, otro paria suelto. Poeta bestial, patán y simple. Erudito serio y complejo, viejas contradicciones que van abriendo a machetazos limpios las sendas de la vida. Poeta que espera más de sus musas harapientas, de sus poemas desordenados, de sus cuitas iracundas, de su suerte botar lo adverso. Y sigue abriendo paso a machetazos limpios, las sendas de la vida. Sólo el tiempo, viejo carrusel reincidente, lo elevará o hará añicos. Y estas no son todas las quejas las más profundas se esconden en la mar retornable del seso en el infranqueable corazón, ya inhóspito al amor. Seso y corazón, esas eternas paralelas armas aceitadas del poeta, que siguen abriendo paso a machetazos limpios las sendas de la vida. Quizás el viento, huracanado o en suave brisa, su voz lleve y a esta queja.

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LA VIDA EMPIEZA DESPUÉS DE TI Natalia Ludueña

Juana era una mujer muy alegre hasta que conoció a un hombre que le cambio la vida. Cuando lo vio pensó que era el hombre que Dios le había elegido para ella.

Su esposo Juan, luego de años de convivencia, se convirtió en una persona muy agresiva, a quien todo le molestaba.

Ella no podía ir a hacer las compras por que el la celaba con todos, hasta con el quiosquero que era un viejo negro desdentado. Así que Juana prefería quedarse en su casa para no generar ningún problema.

Un día, Juana había decidido empezar a trabajar, por que el sueldo de Juan no alcanzaba. El vivía tomando y todo el sueldo se iba en vinos y quinielas. La mujer tomó coraje y le comunico lo que quería hacer.

Juan se puso como loco y empezó a romper todo lo que había en la casa. Ella empezó ha gritarle y pedirle por favor que dejara de romper las cosas y él le dijo: - ¿qué problema te hacés? si todo lo que rompo es mío… Ella contestó que estaba muy equivocado que él no tenia nada, solo era dueño de su amada botella de vino. Ahí Juan se puso peor.

Se abalanzó sobre ella y parecía que la iba a matar. Juana lloraba y le rogaba por favor que dejara de pegarle. En un momento él abandonó la golpiza y salió de su casa con dirección al bar de la vuelta.

Juana se levantó como pudo, se dirigió al baño y cuando se miro al espejo pudo ver que Juan le desfiguró la cara. En ese momento, muerta de rabia se pegó una ducha y se acostó a dormir.

Cuando volvió Juan, ella se hacia la dormida. El se acostó y se quedó dormido en instantes, Juana se levantó muy despacio, se dirigió a la cocina, tomo el cuchillo que había utilizado su marido para hacer el asado, lo limpió y se sentó un rato a pensar jugando con el arma blanca. Luego de media hora se levantó de esa silla, se dirigió a la cama, miró fijamente a su marido y le dijo: - ¡me la pagarás!…

Ella mató a su marido de 35 puñaladas por todo el cuerpo, luego se volvió a bañar y bañó también al hombre, limpió y tendió la cama que estaba llena de sangre.

Como a la hora recién llamó a la policía que llegó al instante. Abrieron la puerta y Juana estaba sentada en el sofá, uno de los policías la

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tomo de los brazos y la subieron al móvil, otros tres se dirigieron al dormitorio donde se encontraba el muerto.

A Juana la condenaron a 18 años de prisión. Luego de 10 años salió en libertad condicional y puso un local de

venta de cuchillos; desde ese momento, “los cuchillos arriba y los hombres abajo”.

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CONVALESCENCIA Fabián Molina

Y sigue la noria negruzca de resacas ahítas henchida el frío punzando los huesos sólo calcio amada mía. Ya no será la cita, un viento blanco revela el frío punzando los huesos sólo calcio amada mía. Ahora tan lejos del mundo tan alta la cordillera el frío punzando los huesos sólo calcio amada mía. Y llevará la bruma reinante en silencio a mis poesías y en la calma mortaja mi alma ya no siento amada mía.

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LA POSESIÓN ¿DE QUIÉN? González Grecia

En un lugar lejano y oscuro, ubicado en el fondo de un callejón,

con muchos árboles y animales un poco extraños. Vivía una gran familia. Una noche la señora salió al patio a recoger la ropa, cuando quiso

regresar a su casa vio que los animales actuaban de una forma extraña, mas extraña que de costumbre; en sus ojos parecía encenderse un fuego rojo y profundo con gran furia. La señora aterrorizada por esta fea imagen comenzó a gritar de forma desesperante, sus hijos que se encontraban dentro de la casa corrieron hacia la ventana tratando de descubrir a que se debían esos gritos, la madre les ordenó que no salieran de la casa ya que los animales endemoniados podrían llegar a lastimarlos, los niños con gran miedo cerraron la puerta.

Después de un largo tiempo de terror los animales se asustaron por los escalofriantes gritos que producía la señora decidiendo alejarse de la casa y no regresar nunca más... ya que la mujer era la que estaba poseída....

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ESPERANZAS Lucía Mirta Mercado

Diciembre y la noche un eterno beso, tu espalda cubierta por mi corazón. Preguntas, respuestas, dudas de comienzo cantaron a coro baladas de amor. Metódica duda, forzada sapiencia, jardín de tesoros tu mente, beso. Estoy sola en la noche extasiada, volátil videncia, ven, por ello rezo. Serás paraíso de efímero tiempo, serás un infierno de brumas y celos o quizás la nieve de frío deshielo o la mar serena llegando a mi cerco. Abril se aproxima inexorable y lento. Mi sutil palomo vendrás en bello vuelo a mi hipocondría de meses de sueños con tu primacía que en mi pecho siento.

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UN SUEÑO TERRIBLE Darío Toledo

Un día viernes 12 de julio en camino San Antonio, Km. 9 ½, un grupo de alumnos se reunieron como siempre para realizar unas tareas que tenían pendientes en el I.P.E.M 323. Ese día, todos fueron al cole, ingresaron al curso y comenzaron a hacer lo pendiente, hasta ahí todo era normal, pero en cierto momento sintieron un grito muy extraño que venían desde el baño, fueron a ver que era y no había nada, con miedo siguieron con sus deberes, pero cuando se dieron cuenta Eliana no estaba más, en ese momento se cortó la luz y comenzaron a buscarla, pero nada se lograba saber de ella. Ese día, este curso era el único presente en el colegio, porque había paro docente y el profesor de lengua no se adhería. En un momento decidieron irse de allí, pero cuando fueron a la puerta estaba totalmente cerrada. Un gran silencio invadió ese salón, en ese instante vieron una sombra muy extraña que cruzó el curso yéndose por la ventana. Ellos lloraban y no podían creer lo que estaban viendo. Siguieron sintiendo cosas muy extrañas, pero lo que mas le aterrorizo fue que detrás de las paredes salió un hombre con un hacha y se abalanzó hacia ellos. Débora tuvo la suerte de salir de allí, pero también, la desdicha de ver como mataban a todos sus compañeros y no poder hacer nada para ayudarlos. De tanto miedo salió corriendo a su casa, se tapó la cabeza con la almohada y se quedó dormida. Al día siguiente se levantó e inmediatamente fue a la casa de sus amigos para ver si algún otro se había salvado. Pero cuando llegó allí todo estaba en perfecto estado y no sabían de lo que ella estaba hablando.

Ella se puso a pensar y confundida, pero muy confundida, se decía a si misma que el profesor de lengua no faltaba nunca. Pero recordó que ese día ella había ido al colegio y que el profe había hecho paro.

Entonces al volver a su casa se acostó a dormir nuevamente rezando para no volver a tener ese terrible sueño.

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TANGO A LORCA Fabián Molina

Una guitarra de mesón con su música aguda vive. La luna oscura, verde ilusión de lo negro, moruno vino andaluz duende total, vive. Castañuelas revueltas y estridentemente huecas golpean mi caverna mozaicada de tangos. Ya me tocan las tablas, será piano o bandoneón. Les regalo una elegía iluminada por cirios. Redonda la noche termina, rosado y gitano tu verso VIVE.

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DUENDE EN EL TUNAL Rodríguez, Walter

En Las Varillas, un departamento de la Provincia de Córdoba,

vivían mis bisabuelos con sus tres hijas, mi abuela y sus dos hermanas. Mi abuela y sus hermanas eran las encargadas de juntar las tunas del tunal, cercano a su casa.

Un día de intenso calor su mamá les dijo: - Chicas no vayan a querer ir a juntar tunas durante la siesta, que hace mucho calor.

Ellas desobedeciendo a su mamá y fueron al tunal con un tarrito a juntar las tunas. Mientras jugaban contentas de repente se les apareció un duende, ellas veían como se les acercaba saltando de tunal en tunal.

Era un duende verde, de orejas puntudas, ropa blanca y roja, con ojos también color rojo.

Las hermanas quedaron paralizadas hasta que una de ellas, mi abuela, reaccionó y comenzaron a correr. Mi bisabuela descansaba durante la siesta cuando de repente escuchó gritos de auxilio y salió a ver de que se trataba, vio que sus hijas venían corriendo desesperadas. Luego, ya mas tranquilas las niñas le contaron a su mamá todo lo que había pasado. Así fue como mi bisabuela empezó a cerrar la puerta con llave y a esconderla debajo de su almohada, y sus hijas no la desobedecieron más.

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AGUA NEGRA Fabián Molina

Cantarina el agua verdea el sendero, fontana y cristal burbujas de adentro, pariendo avecillas y algunos berros, llegando refresca al oasis del labriego. ¿Del vientre del cerro vendrá este consuelo, de la cal humeante saldrá un frío hielo?. Allá en lontananza por arenales lejos un hilo se esconde buscando y saliendo desde el alto Ande hasta el Jáchal viejo Repentinamente se oculta de nuevo, para repasar un puente tan lleno de personas simples de temple risueño, que en días de fiesta a su vera llegan, a brindar, a veces, con vino del bueno, por la navidad, por el año nuevo o por esas cosas del siempre bohemio.

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EL ENANITO DEL CALLEJÓN Pedernera, Marina

Cuenta la leyenda que todas las noches por un callejón largo y

oscuro suele salir un enanito de color azul... El otro día estaba Franco y Marina en una fiesta; algunos chicos

bailaban, otros en un rincón contaban cuentos de terror. En un momento el dueño de la casa preguntó:

-¿Quién va a comprar cigarrillos? y Franco le contestó: - Yo señor. Enseguida salió él y le preguntó a su hermana si lo quería

acompañar a lo que ella respondió que sí. Fueron al almacén, compraron los cigarrillos y una gaseosa,

cuando volvían vieron a alguien por el camino que les decía: vení, vení a mi casita, no tengas miedo; aterrorizados vieron a una persona muy chiquita con una túnica azul, su rostro era casi del mismo color.

Los hermanos salieron corriendo despavoridos y asustados dirigiéndose hacia la fiesta. Al llegar a la casa todos les preguntaron que había pasado, ellos les contaron que habían visto a un enanito de color azul por el callejón que, los llamaba y al mismo tiempo se burlaba de ellos.

Todos salieron de la fiesta y se dirigieron hacia el callejón, pero no vieron nada.

Después de eso los hermanos nunca más volvieron a salir de noche a comprar nada.

Tiempo después, se enteraron que el enanito salía todas las noches, desde las 12 de la noche asustando a la gente. “Esta es la leyenda de mi barrio y es verdad...”

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NOVIEMBRE Lucía Mirta Mercado

Y es noviembre la risa y el beso, la vieja quimera no cabe en el seso. Metódicamente un tiempo reverso. Devenir de músicas con mil tintineos. Regresan esquivas surcando los cielos veinte golondrinas recuerdos ajenos de vivir la fiesta de enfiestar la vida de correr sin rumbos de vuelta o de ida. Ya no hay misterios el tiempo está preso blanquean las canas la testa del reo.

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LA LEYENDA DE MIGUELITO Nuñez, Sergio.

En 1946 un niño llamado Miguelito tenía seis años. Este muchachito tenía un vecino que iba a la escuela con él, y con

quien siempre jugaba y algunas veces también se peleaban. Eso fue motivo de que la mamá del vecino con el quien jugaba el

niño Miguelito le hiciera, a través de una brujería, un daño que afecto su vida durante un año.

El niño no podía dormir si no era con la luz prendida, porque si le apagaban la luz del cuarto, en la oscuridad veía la cabeza de un perro con ojos brillantes de color rojo, el susto era tal que se despertaba a los gritos.

La mamá de Miguelito al oír los gritos se dirigió al cuarto pero, no creyó lo que el niño le contaba. Durante la misma noche volvió a suceder lo mismo, al apagar las luces el niño empezaba a gritar y llorar desesperado.

En ese momento, la mamá de Miguelito decide llevarse al niño a su habitación, dejando la luz prendida durante las noches, para que Miguelito pudiera dormir.

La salud de Miguelito comenzó a deteriorarse, no comía durante el día porque estaba aterrorizado. Ya que si bien dormía por las noches en el día comenzó a escuchar voces de gente que caminaba al rededor de la casa.

Una vecina a la que la madre le contó lo que sucedía con su hijo, le dijo que seguramente se trataba de un daño, y le aconsejó que lo llevaran a una curandera; que vivía pasando la plaza Lavalle, cerca del lugar.

La curandera le dio a tomar algún té, y agua con yuyos que volcaban sobre su cabeza.

Poco a poco Miguelito dejó de oír voces y volvió a sus actividades diarias, jugando y yendo a la escuela.

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EL PASADOR Fabián Molina

En Barrio Iponá o San Fernando o Jardín, un viejo habitué del bar más antiguo, tomaba su copa cotidiana en la misma mesilla que ocupa desde hace varios años.

Un hombre caminaba fantasmalmente por la vereda despareja, sus pasos lo guiaron, aún sin saberlo, hasta las puertas del viejo bodegón. Al entrar lo primero que distrajo su ensimismamiento fue una guitarra lustrosa casi artesanal, poco común en ese tipo de ambiente, que colgaba en un rincón detrás del mostrador, donde el “Turco”, dueño del bar, bostezaba mientras contaba la guita de alguna vieja deuda saldada.

El viejo, desde su silla, hojeaba un almanaque amarillo y muy raído por el tiempo, mientras que lo comparaba con otro actual.

En la radio se escuchaba “Luna Cautiva” cantada por alguna voz novata, el viejo miró la guitarra y musitó en voz baja: - tiene que estar en las mismas que cuando él la tocaba -, señalando un retrato del Chango Rodríguez que colgaba de la pared, junto al de Gardel, diciendo casi acontecido – pronto llegará “El Pasador”.

El hombre, a quien llamaban Gallardo, arrimó una silla a una mesa contigua a la del Viejo y luego de un corto saludo le pidió la viola, mostrando gran respeto aclaró que era bastante malo para tocar, los muchachos del “coro de la iglesia” le decían que sus manos parecían muñones. El viejo lo miró, negando con la cabeza y murmuró algo que Gallardo no entendió en principio: - “El Pasador” hará que trajines como nadie por los seis vericuetos de esta guitarra, pero solo podrás hacerlo en esta, que tiene una séptima cuerda que aún no logras vislumbrarla, pero si aceptas rasgarla jamás lograras dejar de hacerlo. De pronto la luz dio un golpe y el bodegón se iluminó como un teatro. El viejo colgó la guitarra y se arrimó otro trago, un tanto mas largo y apurado que los anteriores. Gallardo busco al Turco y lo encontró al lado de un hombre de traje negro con martingala que le daba la espalda, al darse vuelta notó una rosa amarilla mustia que pendía de su ojal y un rostro demasiado pálido, misterioso y desencajado, al mismo tiempo que el Turco, temeroso, daba la bienvenida al “Pasador”. La tentación era grande, Gallardo no podía dejar de admirar esa guitarra encantadora y enigmática, se diría que tocaba por si misma. La descolgó y al arrancarle el primer acorde hubo un brusco cambio en su

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rostro, su piel adquirió un tinte ictérico, sus ojos parecían que saltaban queriendo abandonar la normalidad de sus órbitas, sus manos se movían acompasando el ritmo, y sus dedos, cual si fueran piezas de alguna maquinaria perfecta, no se detenían por más órdenes cerebrales que recibiesen. Surgió el punteo de luna cautiva y una nota en mi menor que lo impulso a cantarla, pero “El Pasador” se adelanto recitando inmutable, cual si fuese un rezo rutinario, …de nuevo estoy de vuelta/después de larga ausencia/igual que…. Luego, Gallardo siguió y siguió tocando ese mágico instrumento, sin darse cuenta que era él y solo él, el único instrumento, el incondicional autómata. Ya no podía parar, se iba desgastando, solo miraba pasar generaciones, sus dedos estaban ateridos y dislocados, mas siguió tocando Luna Cautiva invariablemente, ya no tenía otros recuerdos que después del Pasador. Era tarde y hacia frío, solo restaba morir y como una plegaria se le escuchaba al Viejo repetir – y tu corazón Chango Rodríguez, y tu corazón Chango Rodríguez -. Después de varias décadas, Gallardo pudo entender aquello de la séptima cuerda, pero fue demasiado tarde, se alejaba cada vez mas en un torbellino de suplicas y lamentos y ya con su ultimo aliento pudo ver la guitarra colgada en el rincón del bodegón, como esperando su próximo “interprete”, vio al viejo sentado en su eterna mesa y al Turco contando la guita de alguna vieja deuda saldada, como al comienzo de su periplo, como si nada hubiese sucedido. Según dicen, que alguien muy parecido al hombre del retrato en la pared, lo llevó en un lento vuelo confuso hacia donde no se regresa.

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UN ADIÓS PARA MI MADRE Marisel Saldañez

Un día, al regresar del colegio, busqué a mi madre como lo hago siempre, pero ella no se encontraba en la casa. Entonces pregunté a una vecina si la había visto y me dijo que estaba en el arroyo lavando la ropa. Rápidamente salí a buscarla, a lo lejos la divisé, parecía estar cansada. Al acercarme vi sus manos lastimadas de tanto fregar y fregar. Le hablé despacito y ella se asustó tanto que hasta yo grite; nos reímos un rato juntas y emprendimos el regreso a casa cargando la ropa lavada lista para colgar. Al día siguiente, regresé de nuevo de la escuela, pensando en mi madre; porque no la había visto bien. Lo del día anterior me pareció extraño y me preocupaba un poco, pero no le di verdadera importancia. Al llegar a casa me fui directamente al cuarto de mi madre, golpeé la puerta y nadie contestaba. Con cautela abrí muy despacio, porque sabía que no le gustaba que entre sin permiso. Pero había en mi otro temor que me empujaba a entrar. Cuando ingresé vi que mi madre estaba acostada, con sus brazos colgando de la cama, le hablé pero no me contestó. Tomé una de sus manos y estaba demasiado fría, como esta tarde de invierno. Sentí escalofríos por todo el cuerpo y me invadió una gran angustia. Tomé su pulso y no tenía. Me desesperé y corrí gritando en busca de ayuda, pero en el fondo yo sabía que era tarde y lloré hasta el desmayo. De nada sirvieron tantas lágrimas. Dios se la había llevado. Luego, con el paso del tiempo comprendí, que su amor iba conmigo. Ahora, cada vez que miro al cielo la veo reflejada en él; y siento, en cada paso y en cada instante de mi vida, que ella me acompaña mostrándome el buen camino. Ella vivirá conmigo eternamente.

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DE ANTES A LA VEJEZ

Fabián Molina Tu candor, tu piel de arena tus labios de fuego, rubí. Tus negros sedosos al viento, tu rostro ¿será para mí?. Cuando vaya la brisa a robarte el poema que ayer te leí, no le creas al tiempo al decirte la vejez no existe sin mí. En las noches danzan a lo lejos esos cánticos que nunca escribí, serán duendes o hadas que lloran pidiendo por alguien ¿será por mí?. En la alta y senil serranía solo al hombre se lo ve gemir, se le escucha vagar por el tiempo su pasión jamás sentirá un latir.

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LA HISTORIA DE MIS ABUELOS Stefanía Villareal

Los abuelos de Pepe y Miguel se llamaban Juan y Cristina. Ellos estaban reunidos en su casita un día jueves en una noche de invierno muy fría y ventosa. Juan llamó a sus nietos y les dijo: - Les voy a contar una historia de amor que pasó hace más de cincuenta años-. Los chicos se sentaron cerca de él y se sumaron también los adultos. Bueno, comentó el abuelo, se trata de un joven de menos de veinte años, casi sin experiencias en la vida, que se aventuró a probar suerte en otro país. Luego de un largo y accidentado viaje en barco llegó a la argentina. Se hospedó en un hotel pequeño donde lo tomaron como recepcionista. Luego consiguió trabajo en un hotel más importante donde se hospedaba la gente famosa y adinerada. Su vida transcurría rutinariamente y extrañaba su país natal. Hasta que un día conoció a una bella mujer que lo flechó al instante. A pesar de las esperanzas que le daba su gran amor por ella, el joven era conciente que era poco probable que pudiera estar junto a ella alguna vez. Ya que él era un simple trabajador y la mujer venía de una familia acomodada. De todas maneras ambos viajaron el mismo día hacia su pueblo natal. El decidió seguirla en silencio hasta que se le fue acabando la plata. Entonces en una hermosa tarde soleada paseando por la calle de un pueblito europeo, Juan le declaró su amor y ella aceptó gustosa. Luego viajaron juntos de vuelta y acá se casaron, y todavía viven felices en una humilde casita llena de amor. Así terminó el relato del abuelo Juan. Sus nietos ya estaban dormidos cuando la abuela Cristina sonriente le dijo: - Juan, nunca pensé que te atreverías a contar nuestra historia de amor delante de los niños.

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Me resuelvo en la pendiente de las cosas en el único sustento de las horas que caen, soy solo meros levantamientos, efusivos espacios de las voces que quedan. Algo me aguarda ahí, en donde se guarecen las voces que callo; algo me sostiene ahí, en el único destino de los espaciosos laberintos, esos meros subterfugios devaciándose de mi, del otro, del que inevitablemente he dejado para las sombras.

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UN PEQUEÑO SUSTO Ivana Cabrera

En el campo donde están los cortaderos de ladrillos, cuando

estaban haciendo el colegio, siempre había un guardia cuidando. Cuando llegó la tarde y estaba oscureciendo, al guardia se le

apareció un duende que atravesó el alambrado. El hombre del susto salió corriendo y abandonó la guardia. Pero el duende, no conforme con haber asustado al guardia lo siguió y se le aparecía en frente de el, mientras este corría despavorido buscando donde esconderse.

Este fantasma que aparecía y desaparecía no se fue hasta que el hombre logró llegar a una avenida, paró un auto y subió, el duende lo corre sin poder alanzarlo.

Al llegar a su hogar se siente refugiado, y creyó haber logrado escapar del duende, pero al salir al patio de la casa ve unas extrañas pisadas eran huellas pequeñas de una persona chiquita; buscó por todos lados por los árboles, por detrás de las plantas, por dentro de la casa del perro, pero no encontró nada y desde ese momento nunca mas volvió a ver el duende maldito.

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TRILOGÍA DE CUENTOS CORTOS Eric Sattler

A Clara le producían terror los espejos desde que era pequeña. Pasaba delante de ellos dándoles la espalda.

Nunca pudo superar el trauma. Rondando los cincuenta, quiso cerciorarse de que aquel temor

había desaparecido. Se paró ante ese vidrio delator de la conciencia. Cerró los ojos. Escuchó como los trozos de vidrio iban cayendo uno a uno

estallando en miles de pequeños pedazos en el piso.

2º El joven delgado, blanco, de lento caminar, cabeza gacha, pucho en la mano, se dirigía como todos los días, al encuentro de esa chica que, según el, fue quien le hizo conocer la amistad, el amor, la pasión, la ternura y, tomados de la mano partían a buscar su mundo.

Pero aquel día llegó y esperó. Esperó... Esperó... -“Hoy no la vi”, comentó el viejo encargado, quien cerró el negro portón y se fue.

El joven delgado, blanco, de lento caminar, cabeza gacha, pucho en la mano, giro dando la espalada al gran portón negro y comenzó a caminar entre las visitas de las sombras del atardecer.

Detrás, se teñían de oscuros las tumbas silenciosas con sus cruces.

La mujer alta, delgada, vestida de negro, avanzó por el largo corredor. Solo quebrada el silencio del lugar el ruido de los altos tacos que hacían eco hacia el fondo.

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Se acerco al ataúd. Secó con un pañuelo rojo sus lágrimas, mientras su mirada se concentraba en el rostro lúgubre de aquel hombre, habitante de esa tétrica caja color rojo cedro.

La mujer de negro besó su frente. Luego sacó de su cartera una cinta roja que colocó entre aquellas manos duras y frías.

Ella se prendió otra en su pecho. Le corrió un escalofrío en el mismo momento en que una mano se posó sobre su hombro derecho y con voz baja le decía: - Vamos Sergio. Ya no valen la pena...

La mujer de negro, se dejó llevar por esas mano amiga, mientras seguía escuchando... -Te queda la certeza de haberle entregado todo tu amor. ¿He Sergio?

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HAY PENSARES Fabián Molina

Hay un cisne negro en tu pelo bello como el misterio del deseo. Hay una manzana en tus labios tan natural y esencialmente roja. Hay una hermosura en tus pechos como frutas salvajes, expuestas. Hay una vibración en tu cuerpo electricidad única y cósmica. Hay una mujer entre mis ojos, resorte que despierta lo real con sus pensares que corrige dulcemente mis errores y consigue que me aferre a sus amores.

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LA CASA FANTASMA.

Romina Escañuela.

Hace muchos años en camino San Antonio vivía una chica, que no tenía familia, solo a una amiga llamada Camila.

Una siesta con mucho viento, la chica salió a ver a Camila, que vivía muy lejos, y todas las tardes se juntaban para ir al campo.

Cuando de repente, la chica vio una casa abandonada, y escucho un ruido que provenía de allí. Se acerco a la casa, entró y no encontró nada. Pero ella se asustó cuando apareció una sombra que la seguía, y le habló con una voz muy chillona diciéndole: - Vete de aquí...

La chica muy asustada corrió hacia la casa de Camila. Cuando llegó le contó a su amiga lo que le había pasado. Camila le

dijo que esa sombra era un fantasma, que siempre cuando alguien entraba a la casa se ponía furioso y molestaba a las personas para que se fueran de allí, y así pudiera vivir en paz.

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EL AMOR DE UNA AMISTAD Luís Domínguez

Éramos dos desconocidos Que un día el tiempo nos unió Nos miramos, un saludo Pero nada mas pasó. Al día siguiente esa mirada Ya era la misma Era una mirada de amor Un escalofrío corrió por mi cuerpo Quizás dios me la cruzó Para que mi vida Tenga felicidad completa Pero solo el tiempo sabe De lo que si yo estoy seguro Es que nunca voy a olvidarme De aquel veraniego día Cuando ella llego a mi vida.

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LA FUGA Marta Domínguez.

Un día más, solo un día mas para mi fuga, le contaba Joaquín a sus

dos cómplices que lo ayudarían a escapar de la cárcel, la nueva cárcel de Bower.

Bueno, llegó el día Joaquín tenia todo preparado, para la fuga, a las nueve en punto de la noche en la cárcel se corto la luz, los policías, guardia cárceles, corrían desesperadamente para tener todo bajo control.

Mientras que Joaquín y sus dos compañeros lograban escapar, y así se dio.

Luego de que escaparan, robaron un utilitario blanco que lo dejaron abandonado en un barrio llamado Nuestro Hogar III.

Los tres fugitivos pasaron por muchos lugares hasta que pudieron encontrar un buen sitio donde esconderse. Llegaron a una provincia llamada La Rioja, donde encontraron una casa abandonada y allí se quedaron.

Paso una semana, el tiempo necesario para que Joaquín se conecte con sus amigos y lo ayuden. Ellos le llevaron una camioneta, celulares, armas, todo lo que necesitaban escapar de allí. Pero lo que Joaquín y sus amigos no sabían, era que la policía estaba cada vez más cerca de ellos.

Una madrugada los policías allanaron el lugar, Joaquín y sus compañeros trataron de escapar de ellos, pero no pudieron, los policías fueron mucho mas rápidos que ellos.

Todos festejaban: ¡Joaquín vuelve a la cárcel!. Pero a Joaquín no le importaba ni su actual situación ni el juicio

sino pensaba en como sería su próxima fuga.

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UN SUSTO POPULAR. Lucas González

Hace mucho tiempo una mañana de verano en La Banda, un pueblo alejado de la ciudad de Santiago del Estero, vivía una familia constituida por Joaquín el abuelo, José y Rosa los padres, y Ana y Luis sus hijos. Ellos vivían una rutina a diario, se levantaban muy temprano y cada uno tenía sus obligaciones.

José, se levantó un día como siempre, estaba muy oscuro y por detrás de los árboles vio una luz blanca que asustaba a las cabras, vacas y caballos.

El muchacho contó lo que vio a todo el pueblo, y no era el único que lo había visto, muchos de sus amigos también lo hicieron en sus casas y en sus corrales.

Después de un largo tiempo volvió otra vez la cosa luminosa asustando y molestando a la gente, se apareció en el corral de José y él sin tenerle miedo, se fue acercando muy lentamente, era como una persona que se sacó un manto blanco que lo cubría, y desapareció ante la mirada aterrorizada de José.

Desde ese día no volvieron a ver a ese espíritu, pero todos decían que era un alma en pena, que no podía descansar en paz.

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LA INJUSTICIA Bárbara Ferreyra

Tiempos atrás, en camino San Antonio, los vecinos de ese lugar

comentaban que había secuestrado a una joven de 20 años. La mujer había salido de su casa, una mañana para la peluquería

que era su lugar de trabajo. En esa mañana oscura y fría ella no se daba cuenta que un auto negro la perseguía.

Ella disimulaba trataba de correr cada vez más fuerte, pero los del auto la perseguían. Corría asustada, pero no pudo correr más, hasta que cayó, pegó con su cabeza contra la vereda y se desmayó.

Los tipos aprovechaban que la joven estaba inconsciente y la amarraron con una soga, mientras la cubrían con un manto. La levantaron del piso y la metieron dentro del auto. Luego la llevaron a un lugar desconocido, donde tenían preparado el secuestro. Llegaron y ella despertó y estaba atada a una silla.

Lloraba la joven y decía: - ¿Qué hago acá?, ¿Quiénes son ustedes?- uno le respondía: - Estás acá porque te encontramos desmayada y nosotros somos tus amigos, ¿qué no te acordás de nosotros? - Ella, medio inconsciente, moviendo su cabeza decía si y no a la vez.

Los secuestradores estaban arreglando el pago por el rescate con los padrea de ella, ya se sospechaba que la perseguían de hace mucho.

Después de diez meses ella salió de donde había estado encerrada. Mientras que la plata del recate fue dejada debajo de un puente.

Todo había salido bien hasta que un tiro en la cabeza mató a la joven. Los padres impacientes esperaron en vano el regreso de su hija, hasta que recibieron la negra noticia.

Los secuestradores se fugaron fácilmente. La justicia y la policía, sospechados de cómplices, no se hicieron nunca cargo de la muerte de la joven. De ese modo destrozaron una familia con el dolor de haber perdido a su hija.

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LA SALAMANCA DE SAN ANTONIO Sosa Yanina

Un amigo me contó que, hace mucho tiempo, en una tarde de

viento y de lluvia, mi abuelo había mandado a mi papá a buscar su caballo al campo del lado, para ir a hacer las compras.

Cargando lazo, freno, montura y alforjas, mi padre fue adonde lo habían mandado. Cuando iba por el camino sintió el relincho del caballo, hacia allá se dirigió y mientras más se acercaba, se sentían voces de gente como si se tratara de una fiesta en donde tocaban la guitarra, así que apuró el paso.

Cuando llegó, encontró una mesa con un mantel rojo con velas negras, se sorprendió, pero lo más raro era que no había nadie por los alrededores, la música y las voces habían desaparecido como por arte de magia.

Asustado corrió a darle aviso a su abuelo, cuando él llegó al lugar ya no había nada ni mesa ni mantel, ni velas. Solo rastros de que había andado gente.

Mi padre nunca mas volvió a ese lugar, ni tampoco se encontró explicación de lo que había pasado. Pero una vecina insistía que era una salamanca, una fiesta ritual de los malignos.

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LOS TRES AMORES

Mariela Escañuela Hace unos años en un pueblo lejano ocurrió un hecho muy extraño,

dos hombres aparecieron muertos en lo alto de una loma. Todos comentaron que la causa de esto fue un amor.

Desde ese momento en lo alto de esa loma, empezaron a suceder hechos muy raros. Lo mas sorprendente fue que en la punta de la loma creció una pequeña y bella planta, la cual solo tenía tres rosas, una roja al centro y a ambos lados dos rosas mas pequeñas blancas.

Este hecho no encontraba explicación por parte de los lugareños, pero una vieja anciana con voz muy dulce dijo: - solo puede ocurrir algo así cuando existen tres amores inseparables. Y desde aquel día de ese trágico y a la vez tierno acontecimiento a la loma se la llamó “Los Tres Amores”.

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RIO DE COSME. Lucas Ysleño

En el año 1947, en Córdoba había un pueblo llamado “Cosme”

cerquita de Lozada. La gente del lugar pidieron al intendente Molina, que mandara a hacer una calle asfaltada, para que así pudieran llegar al cementerio, pero el intendente no lo hacia porque no quería gastar dinero.

La gente estaba muy enojada por la negativa, se juntaron en una plaza central del pueblo y minutos más tardes se dirigieron a la casa de intendencia. Una vez ahí, le dijeron que si no hacía la calle lo iban a destituir como intendente y volvería a dar clases como antes.

Entonces, Molina asustado llamo a los albañiles, ingenieros, arquitectos, etc. Ellos pusieron a trabajar máquinas especiales y la calle se por fin se realizó.

Al día siguiente, el pavimento estaba formado, y la gente estaba muy contenta y conforme, dicho sea de paso, daban vueltas y vueltas por la nueva calle.

Una noche de mucho viento, se produjo una gran tormenta. Empezó a llover sin parar varias semanas. Al amanecer, una señora que se dirigía hacia el cementerio, alcanzó a ver toda la calle inundada con una profundidad considerable.

Al pasar un tiempo, el sol comenzó a aparecer y empezó una larga sequía. No se encontraba agua por ningún lado. Pero el agua que se había estancado en la calle nueva, los salvó.

Las personas sacaban agua de allí y desde ese momento decidieron ponerle un nombre, la calle nueva fue llamada “Río de Cosme”.

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DESPUÉS DE VEINTE AÑOS

Caballero Andrea Una tarde, aunque apenas eran las diez de la noche un policía

llamado Juan cuidaba la cuadra. Las heladas, las fuertes ráfagas de viento le daba en el rostro, pero el siempre hacia guardia. De vez en cuando se daba una vuelta por el camino principal. Su mirada atenta hacia todos los objetos de la cuadra.

En la mitad de cierta cuadra, en un local de venta de ropa había un hombre, apoyado contra la pared y con un cigarro sin encender en la boca. Se acercó el guardia al hombre y le preguntó que hacia, el hombre le dijo que todo estaba bien, que estaba esperando un amigo, que se trataba de una cita pactada hace veinte años. Cuando en ese tiempo existía un restaurante llamado “NAZARET”.

El guardia pensativo le dijo que lo habían derribado hace 8 años para construir locales comerciales modernos.

El hombre encendió un fósforo y lo acercó al cigarro, la llama reveló un rostro pálido, de cara larga y ojos marrones.

El guardia siguió su camino, el hombre siguió esperando, al cabo de unos minutos llegó otro hombre, le dio un abrazo y un beso en la mejilla, hizo que los 20 años se pasaran volando.

Caminaron un poco y al acercarse a la luz, Luís pudo ver el rostro de su amigo Felipe. Vio que el mentón era largo y su nariz no era respingada. No era Felipe.

Entonces el desconocido se dio vuelta y le dijo que quedaba arrestado, Luís no lo podía creer, no se resistió, lo andaban buscando hace tiempo por delitos reiterados.

El policía lo miró y antes de llevarlo a la comisaría le entregó una cartita. Luís abrió el papel que acababa de recibir. Cuando empezó a leer su mano estaba en calma, al terminar temblaba. La nota decía: “Luís llegue a nuestra cita a la hora justa. Cuando encendiste el fósforo reconocí que eras el hombre que buscábamos hace tiempo como no puedo detenerte personalmente, fui en busca de otro policía para que se hiciera cargo”. Firma Felipe.