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IETADOBLES En 1972, la Editorial Costa Rica, que entraba en una mayoría de edad financiera, decidió convocar anual- mente un concurso literario variando el género cada vez. No un pequeño concurso de estímulo, sin un certa- men dotado con un premio suculento (l;?l0.000.00) · que le diera prestigio y por esa misma razón instara a concu rrir no sólo a los jóvenes esperanza- dos, sino también a los creadores consagrados y maduros, generalmen- te alérgicos a los concursos. Los propósitos se cumplieron y el primer certamen novela- lo ianó al comenzar 1973, Joaquín Gutierrez con la ahora muy célebre "Murámo- nos Federico". En años posteriores, el Premio Editorial Costa Rica fue obtenido por Carmen Naranjo (cuen- to) y Samuel Rovinski (teatro). El certamen de este año estuvo dedica- do a la poesía. Los nombres de los premiados en años anteriores hicie- ron suponer que los principales poe- tas de <:;psta Rica concurrirían, y así tiene que haber sido, puesto que se presentaron a concurso 59 libros, ci- fra jamás alcanzada ni probablemen- te soñada por los directores de la Edi- torial. Para integrar el jurado hubo problemas, pues los poetas a quienes se invitaba a integrarlo contestaban que eran concursantes. Finalmente se pudo localizar a dos poetas mayo- res (Isaac Felipe Azofeifa y Fernan- do Centeno). que por una u otra razón no habían enviado libro, y que forma- ron el jurado con el crítico literario y l ex-director de publicaciones del Mi - nisterio de Cultura, Juventud y De- portes Víctor Julio Peralta. El fallo tardaba en producirse. La pequeña república literaria de Costa Rica estaba sobre ascuas, y 59 poetas aguardando. Dada la cantidad de concursantes, cualquiera fuera el sta- tus ant erior del que triunfara, el triunfo implicaría una consagración definitiva. De pronto corrían rumo- res : que el jurado estaba indeciso en- tre dos libros, entre tres libros, entre cuatro, entre cinco que el jurado no se ponía de acuerdo; que el jurado se había puesto de acuerdo para decla- rar desierto el concurso. En la Uni- versidad, en la Editorial, en el Minis- terio de Cultura , en el Teatro Nacio- nal, en la Dirección de Artes y Le- tras , en Jos periódicos, en los teatros, dondequiera se podían encontrar dos gentes 'de letras' aparecía un rumor nuevo. Nunca un concurso literario había interesado a tanta gente ni des- pertado tanta expectación. Por fin, el miércoles 31 de marzo, cerca de las seis de la tarde , el administrador de la Edit11rial C.irius Árce, recibió de los miembros del jurado un fallo que decía: "Conceder el premio al libro LOS PASOS TERRESTRES, firmado con el seudónimo "Peregrina", conside- rando que el terna del círculo fami- liar ha sido tratado con evidente altu- ra lírica, estilo sostenido, lenguaje depurado y gran unidad". ¿Y QUIEN. ES PEREGRINA? J La noticia llegó a los periodicos, junto con la pregunta: "¿Y quién es Peregrina?". El nombre no se reve- laría oficialmente sino siete días des- pués. Pero ExcBlsior se dio a una tarea -y es de presumir que los otros dia- rios también-: llamar a los poetas conocidos y preguntarles: "¿Es us- ted?", hasta que una voz femenina"'/ musical confesó por el teléfono: "S1, yo soy". Era la voz de Julieta Dobles, profe- sora de Biología en el Liceo Vargas Calvo de San Pedro de Montes de Oca, y ganadora del Premio Aquileo Echeverría de 1968 con su libro "El Peso Vivo". Los Dobles son una familia de es- critores y artistas. Luis Dobles Se- greda, Gonzalo Dobles, Fabián Do- bles, Alejo Dobles, la lista es impre- sionante.Menos conocido, Fernando Dobles -tío de Julieta- publicó poesia en Honduras. Además, por su lado materno, Julieta Dobles Yzaguirre también tiene ascendencia literaria: su abuelo don Alfredo Yzaguirre pu- blicaba poemas en revistas de co- mienzos de siglo, con el seudónimo sencillo de "Alyzag", su madre la Izaguirre también escribió poes1a, aunque nunca la publicó. Julieta Do- Domingo 11 de abril de 1976 bles habla sobre ella: "Mi madre, desde que yo era muy pequeña, me inculcó el amor por la poesía; desde la edad pre-escolar me enseñaba poe- mas, principalmente de Marti pues mi abuela materna era hija de emi- grados cubanos que llegaron a La Mansión de Nicoya huyendo de la lla- mada "guerra chiquita". Recurdo una vieja silla, admirada por mi fa- milia corno invaluable poraue babia sido la silla de escritorio. de Anto nio Maceq". ESCUELA Y COLEGIO Su primer poérna lo escribió Julieta en la época escolar: una infantil composición a los reyes magos escri- ta en la escuela República del Perú, donde su maestra, Marta Meléndez de Ruiz le alentó sus inclinaciones li- teriarias. La secundaria la hizo en el viejo Colegio de Sión: "Allí conocí otros autores -cuenta-: Pablo Neru- da, Federico García Lorca, Alejan- dro Casona con su simbólico teatro poético, Roberto Brenes Mesén y el andaluz Rafael de León". Guarda el recuerdo de dos profeso- as que la alentaron en sus inquietu- des literarias de colegiala: Sor Sole- dad Carrillo y Estrella Cartín de \ Guier. Ya para entonces leía y escri- bían con más asiduidad. Sus lecturas ( eran una mezcla heterogénea y diver- da: Julio Verne, Berthe Bernage, uien, lo mismo que Brenes Mesén, 1 luyó al principio mucho sobre ella), Shakespeare, la Condesa de Se- guro, en suma, todo desde el Tesoro de la Juventud hasta Benito Pérez Galdós. Pero dentro de esa mezcla, se le fue afinando el instinto poético. En la Universidad trabó contacto con autores más modernos: Carnus, Sartre, Tennessee Williarns, Kafka Faulkrer; y los costarricenses Carlos Luis Fallas y Fabián Dobles. Allí se graduó en ciencias biológicas. CARTA AL CIRCULO En 1963 - todavía sin portar cédula- escribió al Circulo de Poetas en respuesta a una invitación llamado público que hacían sus miembros a los poetas conocidos o desconocidos. "Nunca sospeché la importancia que ello tendría en mi vida literaria y per - sonal. Laureano Albán, ya para en- tonces propulsor activo y entusiasta de los jóvenes poetas, leyó el poernita que envié, y me respondió entusias- mailo, invitándor.x: u ¡¡articipar en el Taller Literario abierto que todas las semanas realizaban; su crítica, guía y recomendaciones me fueron de gran ayuda. Después de oirlo, en un arranque de sinceridad personal des- truí todos los poemas escritos en el colegio, y comencé de nuevo. En el círculo aprendí a tornar la poesía pro- fesionalmente; no corno un pasatiem- po sino corno una .dedicación vital. Leí a otros poetas que se estudiaban en el Círculo: Vallejo, Miguel Her- nández, Whitrnan, Antonio Machado; y de los costarricenses, Azofeifa, Brenes Mesén, Adilio Gutiérrez, Max Jirnénez. El compartir cibir críticas y leer lo·que iban escri- biendo Laureano, Jorge Debravo, Ro - drigo Quirós, Ronald Bonilla, Carlos Francisco Monge y tantos otros, ha sido importantísimo en mi forma- ción; tanto como las lecturas mis- mas''. "Yo quisiera -le dijo Julieta Dobles a REVISTA DE EXCELSIOR - invitar a Jos escritore-s jÓvenes y desconoci- dos, para que asistan al Taller Lite- riario Abierto del Círc.ulo de Poetas; que se dejen de vanidades, de orgu- llos y de posiciones expontaneistas extremas. El oficio literario es com- plejo, muy sutil y casi inefable. En el Tallei: Literario pueden aprenderlo, si están dispuestos a escuchar con hu- mildad inteligente y sana individuali- dad. Hay que recordar que el poeta nace ... pero también se hace. El resultado de todo eso fue la pu- blicación, en 1965, de "1na colección de poemas titulada "Reloj de Siem- pre", que apareció en las preciadas ediciones mimeografiadas del Círcu- lo. Y, en 1968, la aparición, con el se- llo de la Editorial Costa Rica, de "El Peso Vivo", que fue premiado al ter- ALGO BABIA PASADO Pero ya para entonces había ocu- rrido otra cosa importante en Ja vida de Julieta Dobles: se había casado con Laureano Albán. Ahora que la poesía de Julieta ha adquirido enor- me resonancia nacional y probable- mente a corto plazo, trascienda las fronteras, hay que tener presente que Ja poetisa forma parte de un binomio vital, intelectual, cotiadiano y crea- dor extrañamente diferente y funcio- complementario: el matri- monio Albán· Dobles. Ella, dueña de una poesía plácida y cautivadora sus- tentada con maestría en la experien- cia de la poética española; él, Lau- reano, con una poesía vigorosa de más dificil penetración, compacta .Y buscadora constante de nuevos cami- nos de expresividad. Ella, amplia y tolerante en sus oponiones; él polémi- co y luchador vehemente ¡ior lo que estima que debe ser el camino de Ja poesia conte.rnporánea. El de que recientemente se Je negara a el el P.rernio Aquileo Echeverria de 1975 por su muy discutido libro de poesia- protesta sobre Chile, para declararlo desierto, despertó multitud de co- mentarios que afirmaron se había co- metido una injusticia. Pero de esta unión que tanto está logrado para la cultura, es mejor poner atención a lo que ella opina: "En 1976 nos casa- mos y nos hicimos el propósito de que Ja poesía seguiría en· nuestra vida al arnor 1 creo que lo estamos cumplien- do, pues entre las invevitables crisis del quehacer creador, nos hemos apo- yado, alentad, estimulado y critic .ado nuestras obras respectivas. El ma- trimoniCJ es una larga compañía, el compañerismo más profundo que puede establecerse entre dos sin parentesco , Y -Laureano ha sido siempre un magnífico compañero. Sin él dudo mucho de que, agobiada por las actividades de madre, arna de casa, profesora y ahora otra vez estu- . diante (está cursando Filología), hu- biera podido continuar escribiendo con suficiente asiduidad y calidad co- mo para seguir publicando". La poesía de Julieta Dobles -que no se prodiga, es cierto- tiene lectores. A pesar de ser escasa, y de que su au- tora no se mezcla en capillas y polé- micas, el suyo es uno de los nombres más respetados por Ja gente joven y por Ja gente madura. Nadie ha pues- to en duda jamás su codición de poeti- sa, ni Ja calidad de su obra, placida, profunda y clara, con la que Julieta Dobles transporta a sus lectores a mundos de intuición de ternura de mágica belleza y de profundo amor por las cosas y Jos seres. Del libro que Je acaban de premiar, ha dicho: "Quiero que enriquezca to- dos los hogares costarricenses. Este no es un premio sólo mío; es también un premio a mi generación literaria, y al Círculo de Poetas, en cuyo Taller Literario Abierto he recibido en ' gran parte Ja formación profesional de escritora que todo autor joven ne- cesita". El libro lo tiene prometido Ja Edito- rial Costa Rica para mayo, y ya está en imprenta La ECR_.cornprende que Ja expectación que el premio desper- tó debe aprovecharla. MUJER NORMAL Julieta Dobles, es justo y necesario reconocerlo, -difiere mucho de la dis- torsionada imagen que muchos se han hecho de los poetas. Es una edu- cadora, ama de casa, madre de fami- lia, y todavía estudiante. Atada de bohemias y publicidades, de escánda- los y auto-promociones, que no busca ver su nombre en las primeras pági- nas de Jos periódicos, ni trata de que se hable de ella, ni habla de los de- más. Que cumple corno mujer y cumple corno artista, en silencio, y confiada - con justicia- en que lo único que al poeta se Je pide, es que sea poeta, y bueno. Actualmente -aparte de ganar el premio de poesía más importante que se ha otorgado en Costa Rica- , Julie- ta Dobles: l. Imparte 33 lecciones semanales de ciencias generales y ciencias biológi- cas en el Liceo Vargas Calvo. 2. Esta cursando ocho materias de Ja carrera de Filología en Ja UCR. 3. Atiende a sus cinco hijos: Jorge (8 años), Esteban (6), Federico (5), Rolando (4) y Angela (Umeses) 4. Escribe poesía, aunque nadie se ex- plica cuándo o a que horas saca tiem- po para hacerlo. Bueno, dice ella: "uno siempre tie- ne tiempo para hacer lo que.arna y Jo que le interesa; el tiempo es un valor relativo, casi siempre un problema de tiempo mental, de interés mental. A ratos cuesta seguir adelante, pero mis hijos más bien han sido aliciente, y terna de inspiración; para mi poe- sía y para rni vida". Er, estos momentos, Julieta Dobles se perfila - y la crítica Jo ha dicho- corno Ja poetisa más representativa de la Costa Rica actual. Con su ju- ventud y su experiencia, y unida en el entusiasmo creador, el amor y la vi- da, a otro buen poeta que la comple- menta y la comprende (y al que ella comprende y complementa), es mu- cho lo que puede esperarse de ella. En materia de "pasos terrestres", y de pasos poéticos.

En 1972, la Editorial Costa Rica,

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Page 1: En 1972, la Editorial Costa Rica,

IETADOBLES En 1972, la Editorial Costa Rica,

que entraba en una mayoría de edad financiera, decidió convocar anual­mente un concurso literario variando el género cada vez. No un pequeño concurso de estímulo, sin un certa­men dotado con un premio suculento (l;?l0.000.00) · que le diera prestigio y por esa misma razón instara a concu rrir no sólo a los jóvenes esperanza­dos, sino también a los creadores consagrados y maduros, generalmen­te alérgicos a los concursos.

Los propósitos se cumplieron y el primer certamen ~le novela- lo ianó al comenzar 1973, Joaquín Gutierrez con la ahora muy célebre "Murámo­nos Federico" . En años posteriores, el Premio Editorial Costa Rica fue obtenido por Carmen Naranjo (cuen­to) y Samuel Rovinski (teatro). El certamen de este año estuvo dedica­do a la poesía. Los nombres de los premiados en años anteriores hicie­ron suponer que los principales poe­tas de <:;psta Rica concurrirían, y así tiene que haber sido, puesto que se presentaron a concurso 59 libros, ci­fra jamás alcanzada ni probablemen­te soñada por los directores de la Edi­torial. Para integrar el jurado hubo problemas, pues los poetas a quienes se invitaba a integrarlo contestaban que eran concursantes. Finalmente se pudo localizar a dos poetas mayo­res (Isaac Felipe Azofeifa y Fernan­do Centeno). que por una u otra razón no habían enviado libro, y que forma­ron el jurado con el crítico literario y l ex-director de publicaciones del Mi­nisterio de Cultura, Juventud y De­portes Víctor Julio Peralta.

El fallo tardaba en producirse. La pequeña república literaria de Costa Rica estaba sobre ascuas, y 59 poetas aguardando. Dada la cantidad de concursantes, cualquiera fuera el sta­tus anter ior del que triunfara, el triunfo implicaría una consagración definitiva. De pronto corrían rumo­res : que el jurado estaba indeciso en­tre dos libros, entre tres libros, entre cuatro, entre cinco que el jurado no se ponía de acuerdo; que el jurado se había puesto de acuerdo para decla­rar desierto el concurso. En la Uni­versidad, en la Editorial, en el Minis­terio de Cultura, en el Teatro Nacio­nal , en la Dirección de Artes y Le­tras , en Jos periódicos, en los teatros, dondequiera se podían encontrar dos gentes 'de letras' aparecía un rumor nuevo. Nunca un concurso literario había interesado a tanta gente ni des­pertado tanta expectación. Por fin, el miércoles 31 de marzo, cerca de las seis de la tarde, el administrador de la Edit11rial C.irius Árce, recibió de los miembros del jurado un fallo que decía:

"Conceder el premio al libro LOS PASOS TERRESTRES, firmado con el seudónimo "Peregrina", conside­rando que el terna del círculo fami­liar ha sido tratado con evidente altu­ra lírica, estilo sostenido, lenguaje depurado y gran unidad".

¿Y QUIEN. ES PEREGRINA? J

La noticia llegó a los periodicos, junto con la pregunta: "¿Y quién es Peregrina?". El nombre no se reve­laría oficialmente sino siete días des­pués. Pero ExcBlsior se dio a una tarea -y es de presumir que los otros dia­rios también-: llamar a los poetas conocidos y preguntarles: "¿Es us­ted?", hasta que una voz femenina"'/ musical confesó por el teléfono: "S1, yo soy".

Era la voz de Julieta Dobles, profe­sora de Biología en el Liceo Vargas Calvo de San Pedro de Montes de Oca, y ganadora del Premio Aquileo Echeverría de 1968 con su libro "El Peso Vivo".

Los Dobles son una familia de es­critores y artistas. Luis Dobles Se­greda, Gonzalo Dobles, Fabián Do­bles, Alejo Dobles, la lista es impre­sionante.Menos conocido, Fernando Dobles -tío de Julieta- publicó poesia en Honduras. Además, por su lado materno, Julieta Dobles Yzaguirre también tiene ascendencia literaria: su abuelo don Alfredo Yzaguirre pu­blicaba poemas en revistas de co­mienzos de siglo, con el seudónimo sencillo de "Alyzag", su madre An~e· la Izaguirre también escribió poes1a, aunque nunca la publicó. Julieta Do-

Domingo 11 de abril de 1976

bles habla sobre ella: "Mi madre, desde que yo era muy pequeña, me inculcó el amor por la poesía; desde la edad pre-escolar me enseñaba poe­mas, principalmente de Marti pues mi abuela materna era hija de emi­grados cubanos que llegaron a La Mansión de Nicoya huyendo de la lla­mada "guerra chiquita". Recurdo una vieja silla, admirada por mi fa­milia corno invaluable poraue babia sido la silla de escritorio. de Anto nio Maceq".

ESCUELA Y COLEGIO

Su primer poérna lo escribió Julieta en la época escolar: una infantil composición a los reyes magos escri­ta en la escuela República del Perú, donde su maestra, Marta Meléndez de Ruiz le alentó sus inclinaciones li­teriarias. La secundaria la hizo en el viejo Colegio de Sión: "Allí conocí otros autores -cuenta-: Pablo Neru­da, Federico García Lorca, Alejan­dro Casona con su simbólico teatro poético, Roberto Brenes Mesén y el andaluz Rafael de León".

Guarda el recuerdo de dos profeso­as que la alentaron en sus inquietu­

des literarias de colegiala: Sor Sole­dad Carrillo y Estrella Cartín de

\ Guier. Ya para entonces leía y escri­bían con más asiduidad. Sus lecturas

( eran una mezcla heterogénea y diver-

~. da: Julio Verne, Berthe Bernage,

uien, lo mismo que Brenes Mesén, 1 luyó al principio mucho sobre ella), Shakespeare, la Condesa de Se­guro, en suma, todo desde el Tesoro de la Juventud hasta Benito Pérez Galdós. Pero dentro de esa mezcla, se le fue afinando el instinto poético.

En la Universidad trabó contacto con autores más modernos: Carnus, Sartre, Tennessee Williarns, Kafka Faulkrer; y los costarricenses Carlos Luis Fallas y Fabián Dobles. Allí se graduó en ciencias biológicas.

CARTA AL CIRCULO

En 1963 - todavía sin portar cédula- escribió al Circulo de Poetas en respuesta a una invitación llamado público que hacían sus miembros a los poetas conocidos o desconocidos. "Nunca sospeché la importancia que ello tendría en mi vida literaria y per­sonal. Laureano Albán, ya para en­tonces propulsor activo y entusiasta de los jóvenes poetas, leyó el poernita que envié, y me respondió entusias­mailo, invitándor.x: u ¡¡ar ticipar en el Taller Literario abierto que todas las semanas realizaban; su crítica, guía y recomendaciones me fueron de gran ayuda. Después de oirlo, en un arranque de sinceridad personal des­truí todos los poemas escritos en el colegio, y comencé de nuevo. En el círculo aprendí a tornar la poesía pro­fesionalmente; no corno un pasatiem­po sino corno una .dedicación vital. Leí a otros poetas que se estudiaban en el Círculo: Vallejo, Miguel Her­nández, Whitrnan, Antonio Machado; y de los costarricenses, Azofeifa, Brenes Mesén, Adilio Gutiérrez, Max Jirnénez. El compartir vivencias~re­cibir críticas y leer lo· que iban escri­biendo Laureano, Jorge Debravo, Ro­drigo Quirós, Ronald Bonilla, Carlos Francisco Monge y tantos otros, ha sido importantísimo en mi forma­ción; tanto como las lecturas mis­mas''.

"Yo quisiera -le dijo Julieta Dobles a REVISTA DE EXCELSIOR - invitar a Jos escritore-s jÓvenes y desconoci­dos, para que asistan al Taller Lite­riario Abierto del Círc.ulo de Poetas; que se dejen de vanidades, de orgu­llos y de posiciones expontaneistas extremas. El oficio literario es com­plejo, muy sutil y casi inefable. En el Tallei: Literario pueden aprenderlo, si están dispuestos a escuchar con hu­mildad inteligente y sana individuali­dad. Hay que recordar que el poeta nace ... pero también se hace.

El resultado de todo eso fue la pu­blicación, en 1965, de "1na colección de poemas titulada "Reloj de Siem­pre", que apareció en las preciadas ediciones mimeografiadas del Círcu­lo. Y, en 1968, la aparición, con el se­llo de la Editorial Costa Rica, de "El Peso Vivo", que fue premiado al ter-

ALGO BABIA PASADO

Pero ya para entonces había ocu­rrido otra cosa importante en Ja vida de Julieta Dobles: se había casado con Laureano Albán. Ahora que la poesía de Julieta ha adquirido enor­me resonancia nacional y probable­mente a corto plazo, trascienda las fronteras, hay que tener presente que Ja poetisa forma parte de un binomio vital, intelectual, cotiadiano y crea­dor extrañamente diferente y funcio­nal~ente complementario: el matri­monio Albán· Dobles. Ella, dueña de una poesía plácida y cautivadora sus­tentada con maestría en la experien­cia de la poética española ; él, Lau­reano, con una poesía vigorosa de más dificil penetración, compacta .Y buscadora constante de nuevos cami­nos de expresividad. Ella, amplia y tolerante en sus oponiones; él polémi­co y luchador vehemente ¡ior lo que estima que debe ser el camino de Ja

poesia conte.rnporánea. El hech~ de que recientemente se Je negara a el el P.rernio Aquileo Echeverria de 1975 por su muy discutido libro de poesia­protesta sobre Chile, para declararlo desierto, despertó multitud de co­mentarios que afirmaron se había co­metido una injusticia. Pero de esta unión que tanto está logrado para la cultura, es mejor poner atención a lo que ella opina: "En 1976 nos casa­mos y nos hicimos el propósito de que Ja poesía seguiría en· nuestra vida al arnor1creo que lo estamos cumplien­do, pues entre las invevitables crisis del quehacer creador, nos hemos apo­yado, alentad, estimulado y critic.ado nuestras obras respectivas. El ma­trimoniCJ es una larga compañía, el compañerismo más profundo que puede establecerse entre dos se~es sin parentesco , Y -Laureano ha sido siempre un magnífico compañero. Sin él dudo mucho de que, agobiada por las actividades de madre, arna de casa, profesora y ahora otra vez estu-

. diante (está cursando Filología), hu­biera podido continuar escribiendo con suficiente asiduidad y calidad co­mo para seguir publicando".

La poesía de Julieta Dobles -que no se prodiga, es cierto- tiene lectores. A pesar de ser escasa, y de que su au­tora no se mezcla en capillas y polé­micas, el suyo es uno de los nombres más respetados por Ja gente joven y por Ja gente madura. Nadie ha pues­to en duda jamás su codición de poeti­sa, ni Ja calidad de su obra, placida, profunda y clara, con la que Julieta Dobles transporta a sus lectores a mundos de intuición de ternura de mágica belleza y de profundo amor por las cosas y Jos seres.

Del libro que Je acaban de premiar, ha dicho: "Quiero que enriquezca to­dos los hogares costarricenses. Este no es un premio sólo mío; es también un premio a mi generación literaria, y al Círculo de Poetas, en cuyo Taller Literario Abierto he recibido en ' gran parte Ja formación profesional de escritora que todo autor joven ne­cesita".

El libro lo tiene prometido Ja Edito­rial Costa Rica para mayo, y ya está en imprenta La ECR_.cornprende que

Ja expectación que el premio desper­tó debe aprovecharla.

MUJER NORMAL

Julieta Dobles, es justo y necesario reconocerlo, -difiere mucho de la dis­torsionada imagen que muchos se han hecho de los poetas. Es una edu­cadora, ama de casa, madre de fami­lia, y todavía estudiante. Atada de bohemias y publicidades, de escánda­los y auto-promociones, que no busca ver su nombre en las primeras pági­nas de Jos periódicos, ni trata de que se hable de ella, ni habla de los de­más. Que cumple corno mujer y cumple corno artista, en silencio, y confiada - con justicia- en que lo único que al poeta se Je pide, es que sea poeta, y bueno.

Actualmente -aparte de ganar el premio de poesía más importante que se ha otorgado en Costa Rica- , Julie­ta Dobles: l. Imparte 33 lecciones semanales de ciencias generales y ciencias biológi­cas en el Liceo Vargas Calvo. 2. Esta cursando ocho materias de Ja carrera de Filología en Ja UCR. 3. Atiende a sus cinco hijos: Jorge (8 años), Esteban (6), Federico (5), Rolando (4) y Angela (Umeses) 4. Escribe poesía, aunque nadie se ex­plica cuándo o a que horas saca tiem­po para hacerlo.

Bueno, dice ella: "uno siempre tie­ne tiempo para hacer lo que .arna y Jo que le interesa; el tiempo es un valor relativo, casi siempre un problema de tiempo mental, de interés mental. A ratos cuesta seguir adelante, pero mis hijos más bien han sido aliciente, y terna de inspiración; para mi poe­sía y para rni vida".

Er, estos momentos, Julieta Dobles se perfila - y la crítica Jo ha dicho­corno Ja poetisa más representativa de la Costa Rica actual. Con su ju­ventud y su experiencia, y unida en el entusiasmo creador, el amor y la vi­da, a otro buen poeta que la comple­menta y la comprende (y al que ella comprende y complementa), es mu­cho lo que puede esperarse de ella. En materia de "pasos terrestres", y de pasos poéticos.