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LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA

EN LA ARGENTINA LA ECONOMÍA OCULTA - FIEL · 2011-07-06 · engloba actividades económicas que no son decla-radas ante las autoridades, y que por lo tanto no son alcanzadas por

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LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA

LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA

FUNDACION DEINVESTIGACIONESECONOMICASLATINOAMERICANAS

Prefacio ........................................................................................

SECCIÓN I. INTRODUCIÓN

Introducción.................................................................................

SECCION II. EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA

II.1. El tamaño de la economía oculta. Revisión del método deestimación basado en la demanda de circulante con unailustración para la Argentina: Hildegart Ahumada, AlfredoCanavese, Paula Canavese y Facundo González Alvaredo ....

II.2. La economía oculta en la Argentina: evidencia basada enencuestas de gasto: Verónica Alaimo....................................

SECCIÓN III. EVASIÓN IMPOSITIVA

III.1. Estimación del cumplimiento tributario en el Impuesto AlValor Agregado: Oscar Libonatti ...........................................

III.2. Estimación de la evasión del impuesto a las ganancias delas personas físicas: Luciano M. Di Gresia ...........................

III.3. Tributación, contrabando y adulteración. Estimaciones delas ventas ilegales de cigarrillos y combustibles en la Argen-tina: Hildegart Ahumada, Daniel Artana y Fernando Nava-jas. .....................................................................................

ÍNDICE

Impreso en la ArgentinaHecho el depósito que marca la ley 11.723

© Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, 2000

Córdoba 637, 4º pisoBuenos Aires, Argentina

Tel.: 314-1990/7178

I.S.B.N.: 987-9329-05-8

Derechos reservadosProhibida su reproducción total o parcial

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La economía oculta engloba actividades económicas que no son decla-radas ante las autoridades, y que por lo tanto no son alcanzadas por elsistema tributario, escapan a los sistemas regulatorios y a menudo noson captadas en las estadísticas económicas. El ocultamiento de las ac-tividades económicas es un fenómeno no menor en la Argentina, deacuerdo con información fragmentaria y con diversos estudios que se es-forzaron por medir la dimensión de la cuestión. El objetivo de la investi-gación de FIEL es el de contribuir al estudio de los diversos aspectoscentrales relacionados con la economía oculta en la Argentina: su magni-tud, sus causas, sus consecuencias y las prescripciones de política ten-dientes a reducir su tamaño y sus efectos negativos sobre la economía.El trabajo aporta estimaciones del PBI no registrado, la subdeclaraciónde ingresos en encuestas de hogares, la magnitud de la evasión en IVA,ganancias e impuestos internos y la informalidad laboral.

En lo que hace a la evolución del fenómeno, la investigación revelaque el tamaño de la economía no registrada habría tenido un patrón cre-ciente a lo largo de buena parte del siglo XX, con episodios de incremen-to significativo de las actividades ocultas en períodos de aumento de lasregulaciones económicas. La evidencia para los noventa no es concluyen-te, aunque parecería indicar que la tendencia hacia la informalización nose ha revertido. Las estimaciones de informalidad laboral indican unfuerte aumento durante los ochenta y un leve crecimiento en los noven-ta, en particular desde 1995. El afianzamiento de las políticas de merca-do, la estabilidad macroeconómica y los mayores esfuerzos de fiscaliza-ción en los noventa no han implicado una caída de los niveles deocultamiento de actividades y evasión impositiva. En contraste, se presu-me que varias dimensiones de la economía oculta han seguido creciendodurante la década, aunque posiblemente a tasas menores que en déca-das anteriores.

Se observa que el grado de subdeclaración de ingresos en las encues-tas de ingresos y gastos es importante. La evasión tributaria difiere entreimpuestos, pero en todos los casos estudiados es significativa. Los valo-

8 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

SECCIÓN IV. INFORMALIDAD LABORAL

IV.1. La informalidad laboral en la Argentina: evolución y caracte-rización: Leonardo C. Gasparini ...........................................

IV.2. Los determinantes de la informalidad laboral: Juan Luis Boury Nuria Susmel....................................................................

SECCIÓN V. LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA: ESTUDIOS DE CASOS

Los sectores económicos y la actividad informal en la Argentina:estudios de casos: Marcela Cristini. ...............................................

SECCIÓN VI. LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES

La economía de las actividades ilegales: Ignacio Esponda y Federi-co Weinschelbaum.........................................................................

SECCIÓN VII. CONCLUSIONES

Conclusiones ................................................................................

PREFACIO

161

225

269

309

333

cio de Buenos Aires, Bunge Argentina S.A., Cencosud, Citibank NA, CMSEnergy, Coca Cola de Argentina, Deloitte and Co., Droguería del Sud,Edenor, Esso SAPA, Fiat Auto, Ford Argentina, Fundación Cámara Espa-ñola, Heller Financial Bank, Impsat, Industrias Metalúrgicas Pescarmo-na, Irsa, Loma Negra, Massalin Particulares, Mercado de Valores, Novar-tis, Pan American Energy, Papel Misionero, Pirelli Argentina, PrevinterAFJP, Roggio Argentina, Santa María, Shell Capsa, Siembra AFJP, Sie-mens Aregentina, Socma Argentina, Telecom de Argentina, Telefónica Ar-gentina Larga distancia, Transportadora de Gas del Norte, Xerox Argen-tina, Repsol-YPF, Zucamor.

Este estudio forma parte del programa anual de investigaciones deFIEL, aprobado por su Consejo Directivo, aunque los resultados no com-prometen la opinión individual de sus miembros, ni de las entidades fun-dadoras de FIEL, sus empresas y organizaciones patrocinantes.

VICTOR L. SAVANTI JUAN P. MUNRO

Vicepresidente Presidente

PREFACIO 11

res son superiores en aquellos gravámenes con mayores dificultades téc-nicas de fiscalización estatal. En base a simulaciones de la recaudaciónpotencial del impuesto a las ganancias de las personas sobre la base deinformación de la Encuesta Permanente de Hogares se estima una tasade evasión de alrededor del 50% para 1997. La evasión del impuesto alvalor agregado es también significativa. Utilizando datos de valor agrega-do de Cuentas Nacionales y la matriz de insumo-producto se la estimaen alrededor del 30% para 1997. La evasión en el sistema de seguridadsocial sería del orden de la existente en ganancias. El porcentaje de asa-lariados sin ningún tipo de cobertura social, y por ende se asume sinaportes jubilatorios, es del orden del 38% en el Aglomerado Gran BuenosAires. La informalidad para el total del país no se apartaría significativa-mente de este valor. Por su parte, el porcentaje de informales en autóno-mos ascendería al 80%, lo que generaría una tasa de informalidad labo-ral de cerca del 50%.

Existen tres razones básicas para ocultar una actividad económica: (i)evadir impuestos, (ii) evitar el cumplimiento de regulaciones y (iii) eludirprohibiciones que restringen el desarrollo de ciertas actividades económi-camente redituables. La evidencia empírica internacional muestra quepaíses con tasas impositivas menores, menos regulaciones y prohibicio-nes, menos posibilidades de sobornos, un mejor funcionamiento de la leyy un mayor castigo social a las conductas fraudulentas presentan econo-mías subterráneas de menor magnitud. La Argentina, como otros paísesde América Latina, parecería estar en una situación de presión impositi-va y regulatoria fuerte, rule of the law débil, alta incidencia de los sobor-nos y poca conciencia impositiva; no es extraño que en este escenario lamagnitud de la economía oculta sea considerable. La investigación queaquí se presenta explora la evolución de los determinantes de la econo-mía oculta en el caso argentino, y concluye con un conjunto de prescrip-ciones de política.

Para llevar a cabo esta investigación FIEL convocó un equipo de tra-bajo integrado por los siguientes profesionales: Hildegart Ahumada, Ve-rónica Alaimo, Daniel Artana, Juan Luis Bour, Alfredo Canavese, PaulaCanavese, Marcela Cristini, Luciano Di Gresia, Ignacio Esponda, Leonar-do Gasparini, Facundo González Alvaredo, Oscar Libonatti, FernandoNavajas, Walter Sosa Escudero, Nuria Susmel y Federico Weinschel-baum. La tarea de coordinación general del estudio estuvo a cargo deJuan Luis Bour y Leonardo Gasparini.

Los resultados generales de la investigación se presentaron en la Con-vención Anual de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, el18 de octubre de 2000. La elaboración del trabajo fue posible gracias alfinanciamiento especial provisto por Tinker Foundation, la AsociaciónArgentina de Compañías de Seguros, y el aporte especial de las siguien-tes empresas: Acindar SA, American Express, Asociación de Administra-doras Privadas, Banco Bisel, Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Ban-co de la Nación Argentina, Banco de Galicia, Banco General de Negocios,Banco de Rio Negro, Bank Boston, BBV Banco Francés, Bolsa de Comer-

10 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección I

INTRODUCCIÓN

El término economía oculta hace referencia a actividades económicasque no son declaradas ante las autoridades, y que por ende no son al-canzadas por el sistema tributario, escapan a los sistemas regulatorios ya menudo no son captadas en las estadísticas económicas. Esta defini-ción engloba a un amplio rango de actividades: desde el trabajo informalal tráfico de drogas, desde la evasión impositiva hasta la producción deautoconsumo. Esta enorme variedad de actividades económicas es seña-lada en la literatura económica y en la práctica bajo una multiplicidad dedenominaciones: economía oculta, negra, subterránea, informal, irregu-lar, sumergida, extraoficial.2

Es posible clasificar las actividades usualmente englobadas dentro dela economía oculta en tres grandes grupos. Estos grupos se diferencianen términos de las razones por las cuales las actividades económicas queincluyen quedan fuera del alcance estatal.

Actividades económicas legales no declaradas

Se trata de actividades y transacciones económicas no prohibidas porla ley que no son declaradas a las autoridades, existiendo obligación dehacerlo. La evasión impositiva constituye el caso típico de no declaración(o subdeclaración) de la actividad. Para evitar o reducir el monto de im-puestos a pagar el agente deliberadamente esconde sus operaciones eco-nómicas. Si bien estas operaciones no son ilegales, su ocultamiento sí loes. Aunque la motivación inicial puede ser tributaria, la evasión llevamuchas veces a ocultar la actividad frente a otros controles y estadísti-cas oficiales. Además, genera fenómenos en cadena: la evasión impositi-va en una etapa particular del proceso productivo crea incentivos alocultamiento de otras etapas.

Si bien las motivaciones tributarias suelen ser las principales en estacategoría, no son las únicas. La elusión de las regulaciones y restriccio-nes estatales puede ser un determinante del encubrimiento de ciertasactividades legales. Aun estando dispuesto a pagar los impuestos corres-

INTRODUCCIÓN

Leonardo C. Gasparini1

mía oculta. Se trata de un trabajo eminentemente empírico aplicado alcaso argentino. Antes de detallar las características del estudio, es natu-ral explicitar las razones del interés en estudiar la economía subterráneaen la Argentina.

(i) Se presume que el tamaño de la economía negra en la Argentina esconsiderable. Lejos de tratarse de un fenómeno marginal, los indica-dores parciales existentes sugieren una economía oculta de magnitudsignificativa, y que por ende no puede ser ignorada en el análisis eco-nómico. Más aún, las estadísticas muestran que en la última décadala informalidad no se ha contraído a pesar de la estabilidad, el creci-miento y un sistema económico más flexible y con reglas más claras.6

(ii) Si bien existen presunciones sobre las causas que afectan la exis-tencia de la economía subterránea, no existen para el caso argenti-no ni cuantificaciones del peso de estos potenciales determinantes,ni estudios detallados de los canales por los que operan. El sectorinformal está estimulado por múltiples factores: altas tasas imposi-tivas, controles ineficaces, sanciones esperadas leves, rigideces enlas regulaciones, restricciones a ciertas actividades y prohibicionesde otras. Resulta relevante determinar las principales razones de-trás de cada actividad u operación perteneciente a la economía ne-gra. El estudio de las causas naturalmente desemboca en prescrip-ciones sobre cómo aliviar el problema de las actividades informalese ilegales.

(iii) Las consecuencias de la existencia de una economía oculta conside-rable y creciente son potencialmente graves para la economía. Laeconomía subterránea genera distorsiones en la asignación de recur-sos, afecta el equilibrio fiscal al contraer las bases tributarias, redu-ce la competitividad general de la economía al encubrir ineficiencias,genera problemas de equidad tanto vertical como horizontal, limita laefectividad de las políticas públicas, limita las posibilidades de con-trol y evaluación de la economía al reducir la precisión de las esta-dísticas y establece un campo fértil para el desarrollo de actividadesilegales y criminales.

Este trabajo estudia cuatro aspectos relacionados con la economíaoculta en la Argentina: su magnitud, sus causas, sus consecuencias ylas prescripciones de política tendientes a reducir su tamaño y sus efec-tos negativos sobre la economía. En lo que sigue se realiza una discusiónintroductoria a cada uno de estos puntos, los cuales son desarrolladoscon más detalle en el resto del trabajo.

MEDICIÓN

La propia naturaleza de la economía oculta implica la dificultad de sumedición. La imposibilidad de acudir a estadísticas oficiales genera la

INTRODUCCIÓN 17

pondientes, el agente oculta su actividad para evitar una regulación queentorpece su desarrollo. Ejemplos típicos son las ordenanzas municipa-les que regulan la construcción y el comercio y las reglamentaciones am-bientales.

Actividades económicas ilegales

Se trata de actividades prohibidas por las normas legales vigentes enun país. Los típicos ejemplos son el narcotráfico, el juego clandestino y laprostitución. Más allá de obtener beneficios impositivos por no declararestas actividades, la principal razón de su ocultamiento surge de la pro-hibición legal. Estas actividades escapan a los sistemas tributario, regu-latorio y estadístico.

Las actividades ilegales generan un efecto derrame sobre la declara-ción de actividades legales. Un caso típico es el del trabajo de los inmi-grantes ilegales. La ilegalidad de su entrada al país genera la informali-dad en una actividad naturalmente legal: el trabajo.

Actividades económicas domésticas

Bajo esta denominación se engloban actividades económicas legalesque no son alcanzadas por los sistemas tributario, regulatorio y estadís-tico, ya sea por deficiencia de estos sistemas o por decisión deliberada delas autoridades. La mayoría de estas actividades son realizadas en el ám-bito doméstico, ya sea por miembros del hogar o por otros individuos.Los ejemplos más característicos son el trabajo de las amas de casa y laproducción de bienes y servicios de consumo familiar. Se estima que es-tas actividades constituyen una muy importante fracción de la produc-ción de un país, especialmente en economías menos desarrolladas, conmenor división del trabajo y donde la participación de las mujeres en losmercados laborales formales es escasa.3 La importancia cuantitativa demuchas de estas actividades también depende de cuestiones tributarias.La asignación del tiempo entre actividades productivas domésticas y demercado depende de la tasa a la que están gravadas estas últimas.4

Las actividades irregulares están extendidas en todas las economías.Sin embargo, se estima que es en las economías menos desarrolladasdonde su importancia relativa es mayor. La típica debilidad en los con-troles estatales de las economías subdesarrolladas y una menor deman-da por formalidad se conjugan para explicar niveles de informalidad par-ticularmente altos en esos países. Sin embargo, lejos de ser problemaspropios del subdesarrollo, la informalidad laboral, la evasión y las activi-dades ilegales constituyen tópicos de permanente preocupación en laseconomías más desarrolladas.5 Adicionalmente, pese a contar con mer-cados laborales desarrollados, una parte no despreciable de la fuerza la-boral de estas economías se dedica a actividades domésticas.

El presente trabajo está destinado a estudiar varios aspectos relacio-nados con las actividades comúnmente enmarcadas dentro de la econo-

16 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

para chequear su grado de correspondencia con los movimientos de laeconomía formal. En un extremo, si la economía negra acompaña a laformal, siendo siempre una proporción fija de esta última, el ignorarla enlas Cuentas Nacionales no genera problemas importantes. Por el contra-rio, si la magnitud relativa de la economía subterránea es variable, obte-ner estimaciones periódicas de su magnitud reviste mayor importancia.Éste parece ser el caso más usual. La magnitud del ocultamiento de acti-vidades económicas varía con las políticas implementadas y con otros fe-nómenos socioeconómicos.

La dimensión espacial también es importante. Como fue señalado, va-rias políticas y discusiones sobre cuestiones regionales son guiadas pormediciones del nivel del producto bruto geográfico, que excluyen las ac-tividades ocultas. Sólo en el caso en que la economía negra sea siempreun porcentaje semejante del producto registrado de cada región, la prác-tica de ignorar las actividades ocultas no tendría consecuencias relevan-tes. Sin embargo, la presunción es que éste no es el caso: las provinciasy ciudades argentinas muy probablemente difieran en sus niveles de in-formalidad, evasión y en la importancia de las actividades domésticas.

Existen numerosos métodos para aproximar el tamaño del productode la economía oculta. El enfoque monetario está basado en la idea deque la mayor parte de las transacciones informales se hace en efectivo.8

La diferencia entre el dinero circulante real y el estimado para una eco-nomía del tamaño de la registrada constituye la base de la estimación dela economía negra. Este enfoque tiene numerosas variantes y ha sidousado en muchos países. En el capítulo II.1 una adaptación del métodomonetario es aplicada al caso argentino.

El ocultamiento de ingresos en las encuestas de hogares impide con-tar con buenas estimaciones del ingreso disponible agregado y distorsio-na los indicadores de equidad distributiva y pobreza. Una práctica típicapara aliviar el problema es estimar ecuaciones de gasto en ciertos bienese invertirlas, bajo el supuesto de que todos los hogares reportan el gastoen esos bienes correctamente y que existe algún grupo que reporta co-rrectamente (o con un sesgo conocido) sus ingresos. En el capítulo II.2 seaplica una variante de esta metodología para estudiar el fenómeno desubdeclaración haciendo uso de la Encuesta Nacional de Gastos de losHogares de 1996/1997.

Evasión impositiva

La medición de la magnitud de la evasión en cada tributo permite es-timar la recaudación perdida por el no cumplimiento de las normas im-positivas. Aunque posiblemente la correlación sea alta, las estimacionesde evasión difieren, naturalmente, de las de PBI no registrado, ya quepretenden medir conceptos diferentes. Por ejemplo, la transferencia nodeclarada de un activo puede implicar evasión impositiva (si la transac-ción está gravada) pero no debería afectar las estimaciones del producto.Asimismo, las actividades económicas domésticas deben estimarse como

INTRODUCCIÓN 19

necesidad de aplicar técnicas ingeniosas para aproximar, mediante cami-nos indirectos, la magnitud de las actividades informales. Los trabajos demedición se han concentrado en tres dimensiones: el PBI no registrado,los impuestos evadidos y el número de trabajadores informales.

PBI no registrado

La medición correcta del producto de una economía es importante yaque muchas políticas económicas se basan en la evaluación del nivel yevolución de este agregado. Para mencionar sólo dos ejemplos, (i) el go-bierno suele tomar medidas expansivas si el nivel de actividad cae y (ii)asignar las transferencias interjurisdiccionales en función del nivel deproducto bruto regional. Si el grado de ocultamiento de las actividadeseconómicas difiere en el tiempo y en el espacio, las distorsiones en elcómputo del producto y en el diagnóstico de la situación pueden ser im-portantes, y en consecuencia también pueden ser relevantes los erroresde política. Esta importancia se agranda al notar que la magnitud demuchas variables económicas se analiza a menudo en términos del pro-ducto. La inversión, el gasto público, el nivel de deuda y otras variablesrelevantes son presentadas habitualmente en términos de un productoagregado en el que no se computan las actividades informales.

Las prácticas actuales de medición del PBI no sólo no captan muchasactividades ocultas, sino que son sensibles a arreglos que, sin tener con-secuencias en el nivel de producto real, modifican los registros de la con-tabilidad agregada. Un ejemplo citado en la literatura es el de un hombreque se casa con su empleada doméstica, la cual continúa realizando lasmismas actividades luego del casamiento.7 Este cambio de status impli-ca una reducción en el PBI registrado pese a que no se produjeron cam-bios en el nivel de actividad. Adicionalmente, si la empleada domésticaera informal el cambio de status reduce la informalidad y la evasión im-positiva.

En el caso de las actividades ilegales, a los problemas metodológicosde medición se agregan discusiones conceptuales. ¿Debe incluirse la pro-ducción y venta de drogas como actividad que genera producto bruto?Las respuestas a interrogantes de este tipo no están exentas de debatesdifíciles de resolver. Aun cuando se decida excluir alguna actividad ilegalde la contabilidad nacional, los países (y en ciertos casos las provincias ylas ciudades) varían en su tolerancia hacia ciertas actividades. Entre doseconomías semejantes, el producto de aquella que acepta y registra ensus cuentas actividades que la otra considera ilegales puede resultar ar-tificialmente más alto.

El objetivo del trabajo en este punto es obtener mediciones tanto delnivel como de la evolución del producto y el ingreso de la economía su-mergida. Las mediciones del nivel permiten evaluar si las actividadesocultas son sólo fenómenos aislados de poca relevancia o tienen unamagnitud tal que es imprescindible incorporarlas en todo análisis econó-mico. Las mediciones de la evolución de la economía negra son útiles

18 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

declaran ya que no existe la obligación de hacerlo. En la sección III deltrabajo se profundiza sobre las causas de la evasión en impuestos parti-culares, en la sección IV se estudian los determinantes de la informali-dad laboral, mientras que en la VI se analizan las razones detrás de lasactividades ilegales. La sección V está en parte destinada a estudiar losdeterminantes del ocultamiento de actividades en algunos sectores pro-ductivos particulares. En lo que sigue del apartado se introduce una bre-ve discusión sobre estos puntos.

a) Evasión impositiva

La evasión o fraude tributario consiste en realizar acciones ilegalesdestinadas a reducir el pago de impuestos. La evasión puede implicar elno pago del tributo o el pago de una suma inferior a la legalmente esta-blecida. Para ello el evasor debe ocultar total o parcialmente sus transac-ciones, operaciones o propiedades económicas. La literatura económicasobre evasión es extensa.9 El siguiente modelo tiene el propósito de in-troducir de la manera más simple posible algunos de los puntos básicosde esa literatura.

Supóngase un individuo maximizador de utilidad que enfrenta la po-sibilidad de evadir el impuesto a los ingresos (ganancias), que por simpli-cidad se supone proporcional a la tasa t. El individuo se encuentra antela siguiente disyuntiva. Si decide evadir una proporción α del impuestodevengado y es detectado y penalizado, no sólo debe pagar el gravamen,sino que debe hacerse cargo de una multa, la cual se supone en el mode-lo proporcional al monto evadido (a una tasa m). Naturalmente, si no espenalizado la maniobra de evasión le reporta un ingreso extra de α vecesel impuesto devengado. Además de los costos y beneficios de cada acciónel potencial evasor necesita conocer la probabilidad de ser penalizado. Seasume que ésta es la probabilidad de ser detectado (p) multiplicada porla probabilidad condicional de ser condenado (c). Suponiendo que el in-dividuo tiene una función de utilidad de Bernoulli logarítmica, el proble-ma que enfrenta es escoger la fracción α de evasión de modo de maximi-zar su utilidad esperada:

La solución a este problema puede ser de “esquina”, en el caso deque el individuo decida o bien no evadir o bien evadir completamente eltributo, o “interior”, en el caso de que decida evadir sólo una fracción.La solución con evasión se da si p.c(1+m)≤1. Las causas de la evasiónson claras en el modelo: realizar fraude impositivo reporta un aumentodel ingreso disponible; el individuo se embarcará en este tipo de accio-nes delictivas si los costos esperados son relativamente bajos, lo cualimplica probabilidades de ser detectado y penado bajas y/o sancioneslivianas.

Max p c Y t Y m t Y p c Y t Y

αα α. . ln( . . . . ) ( . ). ln( ( ). . )− − + − − −1 1

INTRODUCCIÓN 21

parte del producto nacional, pero no generan obligaciones impositivas. Las estimaciones de la evasión resultan de comparar la recaudación

actual con la potencial. Esta última surge de multiplicar las tasas vigen-tes por estimaciones de las bases gravables utilizando información de en-cuestas, censos, Cuentas Nacionales y otras fuentes. El ejercicio mássencillo supone inelasticidad de la base ante la eliminación de la evasión.Se introduce complejidad al análisis incorporando la posibilidad de quela base se ajuste ante los esfuerzos del gobierno por reducir las conduc-tas evasoras.

En la sección III del trabajo se presentan distintas estimaciones de lamagnitud de la evasión en el impuesto al valor agregado, el impuesto alas ganancias y los tributos internos sobre los cigarrillos y los combusti-bles.

Trabajadores informales

Otra forma tradicional de medir la economía subterránea es a travésdel número de empleados informales. El concepto de informalidad labo-ral hace referencia a trabajadores que están fuera del sistema de seguri-dad social instrumentado a partir de la relación laboral. Este sistema in-cluye costos para el trabajador y su empleador (impuestos sobre elsalario, aportes a obras sociales, etc.) y beneficios (haberes jubilatorios,cobertura en salud, asignaciones familiares y otros seguros). Dada la lar-ga lista de obligaciones y derechos, la definición de informalidad laboralno es única. Puede definirse como “informal” a un trabajador que no ha-ce ningún tipo de aporte ni recibe ningún beneficio, o a un trabajadorcon una lista no completa de aportes y beneficios.

La informalidad laboral está usualmente relacionada con la evasión.Pero también existe informalidad laboral en las tareas domésticas, sinimplicar problemas tributarios. Si bien en teoría las actividades económi-cas que se realizan con trabajo informal pueden captarse en los cómpu-tos oficiales del PBI, en la práctica la informalidad laboral suele estar li-gada a un ocultamiento generalizado de la actividad económica. El casomás claro es el de las actividades ilegales.

La Encuesta Permanente de Hogares es la principal fuente de infor-mación para determinar la magnitud y la dinámica de la informalidad la-boral en la Argentina. En el capítulo IV.1 se hace uso de esta encuestapara obtener estimaciones del número de trabajadores informales.

CAUSAS

Como fue señalado, los tres grupos de actividades englobadas en laeconomía negra reconocen razones distintas que explican su no declara-ción ante las autoridades. Las actividades legales de mercado se ocultanpor motivos impositivos o para eludir alguna regulación; las actividadesilegales responden a prohibiciones; y las actividades domésticas no se

20 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

distintas.12 En general no hay resultados claros sobre el efecto del ingre-so y de la presión tributaria sobre la fracción a evadir. Un aumento delingreso y de la tasa impositiva implican tanto un mayor “premio” al eva-dir una fracción dada del tributo devengado, como un mayor “castigo” sila pena es proporcional al monto evadido. Si, por ejemplo, la sanción nocrece con el tamaño del fraude, el resultado es en general un aumento dela evasión a medida que las tasas impositivas aumentan. De hecho, par-te de la justificación de la curva de Laffer radica en este fenómeno.13

Si bien el modelo ilustra algunos puntos de interés, dada su extremasencillez deja de lado numerosos fenómenos. Uno de ellos es la existen-cia de un costo moral de evadir. Este costo es variable entre las personassegún su grado de honestidad y variable entre las economías según lasnormas sociales aceptables.14 Una rama de la literatura argumenta quelas “preferencias por evadir” son en realidad en parte endógenas y no de-penden sólo de la honestidad innata del individuo. La evasión tiene unamayor aceptación si se percibe que los fondos recaudados son gastadosincorrectamente o si se percibe que la distribución de la carga es injusta.En casos extremos (por ejemplo, rebelión fiscal), la decisión de evadir es-tá lejos de ser percibida como un delito; en cambio, se la utiliza como uninstrumento admisible en pos de una “causa justa”.

Otro elemento que el modelo ignora es la probabilidad diferencial deser detectado y penalizado. Los agentes difieren en el grado de sofistica-ción de su instrumental para evadir. Adicionalmente, los procedimientosde selección de auditorías de los organismos de control suelen no ser pormuestreo aleatorio simple, por lo que existen ciertos grupos con una pro-babilidad de auditoría mayor. Los mecanismos de selección de auditoríaendógenos son un elemento común en las estrategias de los entes recau-dadores.

El cálculo de la utilidad esperada requiere cierta sofisticación, que al-gunos autores sostienen, es difícil encontrar en la mayoría de la gente.En particular, se argumenta que muchos individuos tienden a sobresti-mar las probabilidades muy bajas. En el caso tributario, esta sobresti-mación lleva a reducir el porcentaje a evadir, dada una probabilidad realde detección y penalización.

Los impuestos financian bienes y servicios provistos públicamenteque generan utilidad (defensa, justicia, educación, salud, etc.). Si el indi-viduo percibe que su contribución impositiva es irrelevante en la decisiónde provisión del servicio y que las posibilidades de excluirlo del usufructoson bajas, no tendrá incentivos económicos (más allá del temor al casti-go a la evasión) para cumplir con las normas tributarias. Éste es el típi-co comportamiento oportunista sobre los bienes públicos. En la realidad,sin embargo, el individuo puede percibir que su contribución es esencial(o pivotal) para la provisión del servicio. En ese caso, la conducta óptimapuede ser pagar voluntariamente los impuestos, independientemente dela amenaza de castigo por no hacerlo. Para que ello ocurra son condicio-nes necesarias que (i) el individuo perciba que sus impuestos financianun servicio que él valora, y que (ii) el resto de los individuos estén ha-

INTRODUCCIÓN 23

Los puntos centrales del modelo se ejemplifican mejor suponiendouna solución interior. En este caso el valor óptimo de α es:

Para que la solución sea efectivamente interior, p.c.(1+m)<1 yp.c∈ (0,1). De esta solución pueden obtenerse con facilidad algunos resul-tados de estática comparativa:

Un aumento de la probabilidad de detectar la maniobra de evasión (p)y de la probabilidad de condenar al evasor (c) reducen la fracción evadi-da. Estas dos alternativas se potencian. Por ejemplo, la caída en la eva-sión por un aumento en p es mayor si el valor de c es alto. En un extre-mo, si la probabilidad de penalizar a alguien es cero, un aumento de laprobabilidad de detectar a un evasor no reduce las maniobras fraudulen-tas. En su sencillez el modelo ilustra la importancia de complementar laspolíticas de detección del delito (responsabilidad de la DGI y las direccio-nes impositivas locales) y las de penalización (usualmente en manos dela Justicia).

La evasión depende negativamente de la penalidad establecida. Delmodelo surge que aun con valores bajos (pero no nulos) de las probabili-dades de detección y condena, la evasión puede ser reducida medianteincrementos en la pena legal:

El punto interesante a notar es que la fijación de una pena en princi-pio no es costosa en términos económicos: sólo requiere de una decisióndel poder público correspondiente.10 Esta observación suele ser el princi-pal argumento para aconsejar incrementar la severidad de los castigoscomo estrategia de lucha contra la evasión. A este argumento suele res-ponderse indicando la importancia jurídica de preservar la proporciona-lidad en las penas. Un castigo “excesivo” para un determinado delitopuede ser visto como injusto, y por ende socialmente inaceptable. Un se-gundo problema de aumentar las sanciones es que se magnifican los in-centivos a “capturar” a los inspectores impositivos o a los magistradosjudiciales: el “premio” por tener éxito en las actividades de soborno esmayor al incrementarse las penas.11

El modelo predice una caída de α* ante un aumento de la tasa impo-sitiva y un efecto nulo al variar el ingreso. Estos resultados no son, sinembargo, robustos al uso de especificaciones de la función de utilidad

ffm

t t p cm t

α * ( ). .( . )( . )

= − − − ≤1 102

ffp

t c mm t

ffc

t p mm t

α α* *( ). .( ).

;( ). .( )

.= − − + ≤ = − − + ≤1 1

01 1

0

α * ( ).( . .( ))

.= − − +1 1 1t p c m

m t

22 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

efectos de estas externalidades suele ser el impuesto pigouviano, una al-ternativa común en la práctica es la fijación de cotas de producción. En-frentada a esta restricción, la firma puede ignorarla, con lo que se expo-ne a una sanción de un monto a por unidad de producción ocultada. Seasume que en la misma auditoría las autoridades detectan y penalizan laevasión y la elusión de la regulación. El empresario puede declarar me-nos producción que la real, y arriesgarse a una auditoría, pero no puededeclarar más que la cota q.17 El problema de un propietario de esta fir-ma neutral al riesgo es entonces maximizar su utilidad esperada:

la cual, para el caso realista en el que T(qp)≥T(qd) y qp≥ q puede expresar-se como:

El empresario debe respetar la restricción qd≤ q. Derivando la utilidadesperada respecto de qd se obtiene:

Considérese primero el caso donde no existe la regulación. Si se asu-me que la pena por evasión es lo suficientemente grande como para quese cumpla la condición p.m>(1-p) y los impuestos no caen con la canti-dad declarada, ésta se situará en la cota superior: la cantidad declaradacoincide con la real, es decir no hay evasión impositiva ni ocultamientode actividades. La cantidad óptima a producir y declarar en este caso esnaturalmente q*.

Al introducir la regulación, el equilibrio se modifica y aparece la posi-bilidad de actividades ocultas. La cantidad declarada ante el fisco nopuede exceder la cota superior de producción q. ¿Existen incentivos aproducir más allá de esa cota y embarcarse en elusión al regulador y adi-cionalmente en evasión impositiva? Para investigar el punto es útil ana-lizar la derivada de la utilidad esperada ante un cambio de la cantidadproducida evaluada en q.

Dado que q es inferior a q* el primer término entre paréntesis es po-sitivo. La firma incrementa sus beneficios netos de impuestos si viola laregulación y expande su producción más allá de la cota. Naturalmente,

fUE q qfq

q T q a p T q p p mp

( , )' ( ) ' ( ) . ' ( )( . )= −( ) − + − −π 1

fUEfq

T q p m pd

d= − −' ( )( . ( ))1

+ − −( )( ). ( ) ( )1 p q T qp dπ

UE q q p q T q m T q T q a q qp d p p p d p( , ) . ( ) ( ) ( ( ) ( )) ( )= − − − − −( )π

Max UE q qq q

p dp d,

( , )

INTRODUCCIÓN 25

ciendo aportes al financiamiento, de modo que su contribución ayude adecidir la provisión.

La evasión requiere a menudo de la complicidad de agentes del sectorpúblico.15 El caso típico es el de un inspector que no audita deliberada-mente a un agente, o haciéndolo y encontrándolo culpable, no penalizaal infractor a cambio del pago de un soborno. La introducción en el aná-lisis de inspectores potencialmente corruptos genera un problema de in-centivos. El esquema de regulación y remuneración que el principal (laautoridad tributaria) implementa para sus agentes (los inspectores) debetener en cuenta los potenciales acuerdos entre éstos y los contribuyen-tes.16

b) Elusión de las regulaciones

Una regulación efectiva limita el accionar de un agente económico.Una consecuencia posible es que el agente esconda parte de su actividadpara eludir las trabas impuestas por el regulador. Esta motivación de lasactividades ocultas es independiente de la tributaria. El agente puede es-tar dispuesto a pagar sus obligaciones impositivas por las actividadesefectivamente realizadas, pero no lo hace para no quedar en evidenciaante el regulador. El siguiente modelo ilustra el punto.

Supóngase una firma operando en un mercado no perfectamentecompetitivo. El beneficio bruto de la firma (denotado con π) es función dela cantidad que la firma produce (qp). Para obtener el beneficio neto deimpuestos, debe descontarse la obligación tributaria (denotada con T)que surge de la cantidad declarada ante el fisco (qd). Es decir, los benefi-cios netos son:

Se asume que los beneficios netos son una función estrictamentecóncava de la cantidad del bien. Si por alguna razón la evasión estuvierafuera de las posibilidades del propietario de la firma, éste eligiría unacantidad producida y declarada q* tal que:

Un caso más realista es aquel en el que el empresario puede declararuna cantidad menor a la real con el fin de reducir el pago de impuestos.El costo de evadir es que con probabilidad p la maniobra es detectada ypenalizada. La sanción en el modelo es el pago de los impuestos sobre laproducción real más una proporción m de la diferencia entre los impues-tos reales y los declarados.

Adicionalmente, por alguna razón el regulador de esta actividad dis-pone la restricción de no producir más que q por firma. Este tipo de res-tricciones son típicas en bienes que generan externalidades negativas. Sibien el instrumento preferido por la teoría económica para reducir los

π' ( ) ' ( )* *q T q− = 0

π( ) ( )q T qp d−

24 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

puestos.20 Las actividades en negro surgen de la combinación de (i) laprohibición de una actividad económicamente rentable y de (ii) costos es-perados de la violación de la ley relativamente bajos.

d) Actividades domésticas

Una importante proporción de la población, especialmente en los paí-ses de menor desarrollo, realiza actividades económicas legales fuera delmercado. Estas actividades son desarrolladas en su gran mayoría en elhogar y comprenden tareas como cuidado de niños, mantenimiento delhogar, reparaciones, producción y preparación de alimentos, confecciónde vestimenta, etc. Las actividades domésticas en general no están nigravadas ni reguladas y suelen escapar a los sistemas de estadísticas ofi-ciales, por lo que naturalmente pertenecen a la economía subterránea. Elsurgimiento de estas actividades puede ser ilustrado con el siguiente mo-delo sencillo.

Un individuo maximiza su utilidad que depende del consumo U(c). Elingreso que financia el consumo puede provenir de dos fuentes: un tra-bajo formal al salario fijo de mercado w gravado a la tasa impositiva t, oun trabajo doméstico con función de producción f(ai, θ) que depende deltiempo asignado a la actividad informal ai y de un parámetro de produc-tividad θ. El tiempo total disponible se normaliza en 1 y se asume que elindividuo no consume ocio. En ese caso el problema a resolver es:

Existe una solución interior para ai toda vez que

Si a partir de la situación en la que el individuo no asigna nada de sutiempo a las tareas caseras, la productividad marginal del trabajo do-méstico es superior al salario neto de impuestos, entonces será óptimodestinar al menos una fracción del tiempo a actividades fuera del merca-do. Los determinantes de la importancia relativa de estas actividadessurgen de diferenciar una solución interior ai

*

Asumiendo productividad marginal decreciente en las tareas del ho-gar, la importancia de las actividades domésticas se reduce con el salariode mercado, crece con la tasa a la que están gravadas las actividades for-males y con la productividad en el hogar.

da

t w w dtff a

fd

f ai

i

i

=− − −( ). .

' ( , )

' ' ( , )

*

*

θθ

θ

f t w' ( , ) ( ).0 1θ > −

Max U c s a c t w a f ac ai

i i,( ) . ( ) ( ) ( , )= − − +1 1 θ

INTRODUCCIÓN 27

este comportamiento tiene sus costos. Por un lado, la firma debe enfren-tar con probabilidad p una sanción a de violar la regulación. Adicional-mente, el empresario se ve forzado a evadir impuestos, lo cual, dada larestricción asumida sobre el valor de m, es costoso. Si el primer términosupera en valor absoluto a la suma de los dos restantes, la firma encon-trará óptimo ocultar parte de su producción a las autoridades. En resu-men, la firma no respeta una regulación que limita la cantidad produci-da si la restricción es lo suficientemente importante como para implicaruna pérdida de beneficios netos de impuestos superior al costo esperadodel castigo por infringir la regulación y las leyes impositivas.18

La elusión de regulaciones puede ser un determinante importante dela informalidad en el mercado de trabajo. Si la legislación laboral implicaun sistema de contratos y despidos muy rígido, las firmas pueden versetentadas a utilizar personal informal. Aun estando dispuesta a pagarcontribuciones patronales u otros impuestos al trabajo, la firma opta pormantener a sus empleados en negro para evitar someterse a determina-das regulaciones laborales. La lógica del modelo de este apartado se apli-ca a ese caso.

Algunos estudios han brindado evidencia empírica acerca del efectode las regulaciones sobre la economía negra.19 Estos estudios concluyenque cuanto más complejo es el sistema de regulaciones, mayor su efectosobre el tamaño de la economía oculta. Se acentúa que lo relevante sonlas regulaciones efectivas y no aquellas legales que no tienen implemen-tación práctica.

c) Elusión de prohibiciones

La prohibición es una regulación extrema: la cantidad máxima que sepermite producir es cero. Las razones que la autoridad puede esgrimirpara prohibir una actividad son variadas, pero en general se sostienenen la presencia de fuertes externalidades negativas y en decisiones pater-nalistas. Si a pesar de la prohibición la actividad se desarrolla, formaráparte de la economía negra. Todas las transacciones y operaciones queimpliquen estas actividades naturalmente intentarán ocultarse de lasautoridades. La prohibición lleva en este caso a la evasión impositiva entodas las etapas del negocio y a la informalidad laboral.

Es posible extender el modelo del apartado anterior al caso de las ac-tividades prohibidas haciendo q =0. En ese caso, la derivada que deter-mina la existencia de actividades en negro es:

El primer término es positivo y supuestamente alto en toda actividadeconómica rentable, es decir con demanda dispuesta a soportar los cos-tos de la actividad. El agente debe confrontar estos beneficios con loscostos esperados del castigo por violar la prohibición y por evadir im-

fUEfq

T a p T p p mp

( , )' ( ) ' ( ) . ' ( )( . )

0 00 0 0 1= −( ) − + − −π

26 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

horizontal ya que agentes en situación semejante terminan pagandomontos diferentes. La equidad vertical también se ve dañada si los indi-viduos con más recursos tienen más instrumentos para evadir. Estasiniquidades, aun cuando no tengan costos directos de eficiencia, puedengenerar tensiones sociales en grupos que se sienten tratados injusta-mente, que deriven en pérdidas de eficiencia económica.

Informalidad laboral

La informalidad laboral implica la participación tanto de los emplea-dores como de los empleados para ocultar una actividad. Del lado delempleador informalidad significa evasión de los impuestos sobre el tra-bajo, con consecuencias similares al fraude en otros tributos. La evasiónde las contribuciones patronales modifica el precio relativo de los facto-res e induce cambios en la intensidad de uso de los mismos. Si las posi-bilidades de evasión son diferenciales entre sectores, puede generar pro-blemas de eficiencia asignativa y de inequidad horizontal. La pérdida derecaudación produce adicionales problemas de asignación y trastornosfiscales y macroeconómicos.

Una consecuencia importante de la informalidad es la introducción demayor flexibilidad en el vínculo laboral. En algunos casos, esa mayor fle-xibilidad es el principal motivo que genera la informalidad. La posibilidadde eludir las regulaciones sobre duración de contratos, sanciones disci-plinarias, vacaciones, indemnizaciones, etc. puede hacer de la informali-dad la alternativa preferida para la firma.

Desde el punto de vista del empleado la informalidad tiene diversasconsecuencias. (i) Si la carga de los impuestos laborales recae sobre laoferta de trabajo, la informalidad implica un aumento del salario neto. (ii)La elusión de los impuestos al trabajo implica generalmente la pérdida devarios beneficios sociales: jubilación, asignaciones familiares, seguro desalud. (iii) La mayor flexibilidad laboral introducida por la posibilidad deinformalidad reduce ciertos beneficios de los empleados (mayor estabili-dad, vacaciones, horas extra, indemnizaciones), aunque posiblemente au-mente la probabilidad de estar empleado.

Las consecuencias generales de la informalidad son, entonces, laspropias de la evasión impositiva, a las que se agrega un mercado laboralmás flexible, posiblemente con salarios netos más altos y mayor empleo,pero con menores beneficios sociales y menor protección del trabajador.

Actividades domésticas

En general se afirma que las actividades de mercado, en comparacióna las domésticas, aprovechan mejor las economías de escala, las ventajascomparativas y la división eficiente del trabajo. Tradicionalmente, un sig-no del desarrollo de los países ha sido la reducción de la importancia re-lativa de las actividades domésticas. Sin embargo, la existencia de estasactividades no es, naturalmente, sinónimo de ineficiencia económica. El

INTRODUCCIÓN 29

Varios elementos adicionales pueden ser incorporados al modelo paraacercarlo a las decisiones del mundo real. (i) Los beneficios a los que daderecho un trabajo formal (seguros sociales, mayor estabilidad laboral,etc.) son valorados por el individuo y tomados en cuenta en su decisión.(ii) En la realidad suelen existir mayores restricciones en un trabajo for-mal respecto del número de horas que es posible trabajar, lo cual limitala elección del trabajador. (iii) La productividad en las tareas domésticasdepende de las características del hogar, en particular del tamaño y lacomposición familiar. Una reducción en el número de hijos reduce laproductividad en el hogar y aumenta la probabilidad de un trabajo en elmercado. (iv) En la realidad los individuos tienen una tercera opción pa-ra asignar su tiempo –el ocio–, lo cual torna más complejo el modelo, pe-ro no modifica sustancialmente las principales conclusiones cualitativas.

CONSECUENCIAS

La existencia de una economía subterránea tiene costos sociales po-tencialmente importantes. Las consecuencias negativas abarcan el cam-po microeconómico (asignación de recursos), macroeconómico (equilibriofiscal, crecimiento y estabilidad) y social (inequidad, ilegalidad, crimen).En este apartado se repasan sucintamente algunas consecuencias gene-rales de las actividades ocultas y otras particulares de la evasión imposi-tiva, la informalidad laboral y las actividades domésticas. En el resto delos capítulos de este volumen se desarrollan y cuantifican varios de lospuntos básicos de este apartado.

Evasión

La evasión impositiva puede tener consecuencias negativas importan-tes. El monto evadido por un agente en un impuesto o bien se reemplazapor lo recaudado con una modificación del sistema tributario (un au-mento de la tasa en ese impuesto, en otro gravamen, o la creación de unnuevo tributo), o bien aumenta el nivel de endeudamiento, o bien generauna caída del gasto público. Las tres alternativas implican costos socia-les si la posición inicial (sin evasión) de la estructura tributaria y de losniveles de deuda y gasto público era la óptima. La evasión suele generarun uso más intensivo de impuestos menos evadibles pero más ineficien-tes y una reducción en el financiamiento de bienes y servicios provistospúblicamente.21

La eficiencia asignativa puede resultar dañada si existen agentes conmayor facilidad de esquivar la tributación que otros. Esta asimetría ge-nera una reasignación de recursos hacia aquellos sectores con ventajasen el acceso a la tecnología de evasión. Adicionalmente, las posibilidadesde competencia en un mercado pueden verse limitadas si sólo uno o al-gunos de sus potenciales miembros tienen ventajas en evadir impuestos.

Las posibilidades diferenciales de evasión tienen costos de iniquidad

28 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

(i) Las posibilidades de evasión permiten que personas que reciben untrato discriminatorio o que cuentan con pocos recursos escapen desituaciones tributarias presumiblemente injustas.

(ii) La evasión opera como una reducción de hecho de las alícuotas im-positivas, por lo que en principio fomentaría la actividad y el empleo.

(iii) La evasión y la elusión de regulaciones y prohibiciones serviría paralimitar la posición leviathánica del Estado.

(iv) La informalidad laboral genera mayor flexibilidad en el mercado detrabajo, con potenciales ganancias en términos de empleo.

Independientemente de la validez de cada argumento, el ocultamientode una actividad aparece en estos ejemplos como una política de segun-do mejor. La informalidad, la evasión y la ilegalidad pueden ayudar a so-lucionar algún problema particular, pero es difícil que sean instrumentosrecomendables, ya que presentan todos los costos señalados en esteapartado, además de prestarse a manejos arbitrarios y discrecionales.

POLÍTICAS

Si bien este trabajo transita por temas de medición, causas y conse-cuencias de la economía subterránea, uno de los objetivos básicos es ob-tener un conjunto consistente de políticas públicas destinadas a reducirel tamaño y los efectos perniciosos de las actividades ocultas. En variosde los capítulos que conforman este trabajo se hace un esfuerzo por dis-cutir medidas alternativas de política. En este apartado se hace una bre-ve discusión introductoria sobre el tema.

La mayor parte de las actividades enmarcadas en la economía ocultason generadas o fomentadas por la existencia de impuestos y regulacio-nes. Una manera obvia y trivial de blanquear la economía sería eliminar-los. Esa solución general extrema es impracticable ya que tanto los tri-butos como las regulaciones cumplen funciones importantes en elsistema económico. Sin embargo, de este argumento surge un punto cla-ro: si las actividades sumergidas provienen de un tributo distorsivo odiscriminatorio, de una regulación exagerada o de una prohibición injus-tificada, la solución pasa simplemente por revisar esas políticas.

El caso en teoría más interesante surge cuando hay buenos argumen-tos para gravar o regular una actividad. Como reacción a esas políticaspúblicas los agentes suelen ocultar la totalidad o parte de esa actividad,lo cual en general implica algún grado de ilegalidad. Tres grupos de polí-ticas básicas pueden instrumentarse para reducir las actividades ilega-les: aumentar la probabilidad de penalización, aumentar la sanción y au-mentar los beneficios del cumplimiento de la ley.

Como fue señalado, la probabilidad de penalización es el producto dela probabilidad de detectar el delito y de penalizarlo. Las tareas de detec-ción de la evasión impositiva son en general responsabilidad de un orga-nismo especializado (por ejemplo, DGI a nivel nacional); las tareas de de-

INTRODUCCIÓN 31

modelo del apartado anterior muestra que los individuos pueden elegirde manera óptima asignar parte (o la totalidad) de su tiempo a tareas do-mésticas. Esta elección no implica ineficiencias si el individuo reconoceel costo de oportunidad pleno de realizar tareas en el hogar en lugar detrabajar en el mercado. La distorsión se introduce cuando el tratamientoimpositivo de las actividades domésticas y las de mercado difiere, y porende las primeras se expanden de manera subóptima. Un incremento dela relevancia de las actividades en el hogar tiene costos adicionales: sereduce la recaudación con los problemas ya señalados y se agravan losproblemas de control, seguimiento y evaluación de políticas, dada la ma-yor dificultad en obtener estadísticas del sector informal.

Consecuencias generales

Un costo relevante de las actividades ocultas no siempre tenido encuenta es el que surge de contar con estimaciones muy imprecisas delnivel y evolución del producto agregado. Estas estimaciones imperfectaspueden llevar a errores en el diagnóstico y por ende en las políticas im-plementadas.22 Como se señaló, las Cuentas Nacionales son utilizadasintensamente para formular políticas a nivel local, nacional e incluso in-ternacional. Naturalmente, errores en las Cuentas es posible que se tra-duzcan en errores de política significativos.

No sólo la política macroeconómica se resiente ante el ocultamientode ciertas actividades. Un agente que se aparta del circuito formal (cual-quiera sea la razón que lo motive) dificulta las tareas de regulación a ni-vel micro. Supóngase el caso de una firma que se oculta sólo por razonesimpositivas. Su decisión implica no sólo la obvia dificultad para cobrarleimpuestos sino también la dificultad para regularla. El ocultamiento dela firma implica una pérdida de información para el seguimiento y con-trol del sector.

Eludir los registros oficiales no se logra sin costos. El involucrarse enmaniobras de evasión impositiva requiere usualmente del trabajo de es-pecialistas. Para contrarrestar estas actividades el gobierno debe gastarfondos en tareas de control y castigo. Todas los recursos destinados a ta-reas de ocultamiento, descubrimiento y castigo son naturalmente undesperdicio desde el punto de vista social.

Las consecuencias sociales de la economía negra no son menores. Lailegalidad que es propia de la mayoría de las actividades ocultas es unproblema social per se y como generador de otras conductas socialmenteperjudiciales. La evasión, la elusión de regulaciones y el desconocimien-to de prohibiciones son comportamientos socialmente condenables. Adi-cionalmente, para sostener estas operaciones ilegales es frecuente reali-zar otras actividades negativas, como sobornos y crímenes.

Si bien los costos provenientes de la economía negra suelen ocuparmayor espacio en la literatura especializada, algunos autores remarcanlas consecuencias positivas de su existencia.

30 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

social y los beneficios que recibe, naturalmente tendrá pocos incentivospara no subdeclarar, o directamente para pertenecer al sistema.

Al analizar las políticas para limitar la economía sumergida es impor-tante tener en cuenta los posibles costos de las medidas posibles. Porejemplo, el combate a la evasión reconoce al menos dos costos.

1) La lucha contra la evasión demanda recursos estatales. Las direc-ciones impositivas nacionales, provinciales y municipales requieren depersonal especializado y relativamente bien pago para reducir los proble-mas de sobornos. Una vez que un individuo es identificado como evasor,el Estado debe gastar recursos en trámites administrativos y judiciales yeventualmente en actividades policiales de detención y encarcelamiento.

2) Una acción efectiva contra la evasión muy probablemente redundeen el cierre de firmas o en el despido de trabajadores. Aun cuando unafirma evasora no haya sido alcanzada por una inspección, el incrementoen la probabilidad de ser detectada puede llevarla a suspender sus acti-vidades o a despedir personal informal. Si bien en el largo plazo es muyprobable que no haya efectos sobre la producción y el empleo (o que in-cluso éstos sean positivos), en el corto plazo el gobierno debe soportaruna reducción de la actividad y un aumento del desempleo. Este argu-mento suele implicar un costo político importante en la lucha contra laevasión y la informalidad.

La existencia de estos costos sugiere que el tamaño óptimo de la eco-nomía negra muy probablemente no sea cero. Este resultado es usual eneconomía: si bien ciertos fenómenos tienen efectos perjudiciales sobre elbienestar (congestión, contaminación, actividades ilegales, evasión), da-do que es costoso combatirlos (y que los costos marginales suelen sercrecientes a partir de un punto), resulta socialmente óptimo “soportar”un nivel positivo del fenómeno.

La existencia de costos para combatir la economía oculta sugieretambién que a la hora de decidir una determinada política es importantetener en cuenta estos costos. El nivel óptimo de una regulación que ten-ga en cuenta la reacción de los agentes ocultando sus actividades puedediferir sustancialmente del nivel óptimo cuando se ignora esa reacción ylos costos de combatirla. El mismo principio se aplica a las tasas imposi-tivas y a las prohibiciones.

ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

El resto del trabajo se ordena de la manera siguiente. La sección II es-tá destinada a presentar mediciones alternativas del tamaño de la econo-mía oculta. En el capítulo II.1 se ofrecen estimaciones del producto noregistrado utilizando una variante del método monetario, mientras queen el capítulo II.2 se investiga la magnitud de la subdeclaración en en-cuestas de hogares.

INTRODUCCIÓN 33

tección de la elusión de regulaciones corresponden a las administracionesde los distintos niveles de gobierno y a los entes reguladores; y la fiscali-zación de actividades prohibidas queda en general en manos de la policíay la justicia. Varios elementos pueden aportar al aumento de la eficaciaen las tareas de detección de todos estos organismos. Un aumento de fon-dos asignado a contratar recursos humanos de mayor calificación, a me-jorar los incentivos de los existentes y a modernizar los instrumentos dedetección seguramente contribuya en ese sentido. Otras medidas alterna-tivas al aumento de recursos pueden incrementar la eficacia en la detec-ción: la mejora en los sistemas de incentivos, la simplificación de los sis-temas tributario y regulatorio, la coordinación entre organismos (porejemplo, DGI, policía y justicia, agencias recaudadoras nacionales y pro-vinciales, etc.) y la instrumentación de mecanismos que faciliten la detec-ción (por ejemplo, fomento de la denuncia de evasión) son algunos ejem-plos.

Un punto importante es aumentar la probabilidad de penalización da-da la detección del fraude impositivo. Una vez detectada la actividad ile-gal por un inspector, esta actividad debe ser denunciada ante las autori-dades y luego penalizada. Ninguno de estos dos pasos resulta trivial. Elobjetivo del organismo recaudador o regulador puede no ser respetadopor quienes implementan la tarea de fiscalización. Mecanismos de incen-tivos por los que el recaudador participe de lo recaudado pueden ayudara reducir este problema (Urbiztondo, 1993).23

El incremento de la sanción como medio para aumentar el costo espe-rado de la acción ilegal, y por ende, para reducir el delito, ya fue discuti-do. Si bien esta política suele ser barata en términos económicos, enfren-ta límites legales. Es importante no desconocer la razonabilidad de estaslimitaciones, pero tampoco tomarlas como un dato que no pueda ser dis-cutido y revisado.

Según muchos autores, aumentar la percepción de la razonabilidadde las normas legales contribuye, al menos en el largo plazo, a aumentarel grado de cumplimiento de las mismas. Si la gente percibe que los im-puestos financian gastos públicos necesarios, que la gestión estatal re-sulta honesta y eficiente, que las regulaciones son razonables y equitati-vas, y que las prohibiciones están justificadas, el control social sobre lasactividades ilegales será mayor y el propio incentivo individual a realizareste tipo de actividades será posiblemente menor.

Los arreglos institucionales son un instrumento importante paracrear mecanismos que desincentiven las conductas ilegales. El principiode correspondencia fiscal ejemplifica este punto en el campo tributario.Si existen arreglos institucionales tales que las decisiones de gasto y fi-nanciamiento estén estrechamente vinculadas, los incentivos sociales acontrolar el gasto y a monitorear la recaudación serán más fuertes.

La demanda por formalidad laboral también puede ser fomentada ha-ciendo más visible el vínculo entre la carga tributaria actual y los benefi-cios sociales a los que la obligación impositiva da derecho. Si el trabaja-dor percibe un nexo muy débil entre sus aportes al sistema de seguridad

32 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Johnson, S.; Kaufmann, D. y Zoido-Lobatón: “Regulatory discretion and the unof-ficial economy”, en American Economic Review 88 (2), 1998.

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Schneider, F. y Enste, D.: “Shadow economies: size, causes, and consequences”,Journal of Economic Literature 38 (1), marzo de 2000.

Tanzi, V.: “Corruption in the public finances”, mímeo., Fondo Monetario Interna-cional, 1997.

Thomas, J.: Informal economic activity, LSE Handbooks in Economics, Ann Arbor,University of Michigan Press, 1992.

Urbiztondo, S.: “Un sistema de incentivos para mejorar la recaudación impositi-va”. en Económica XXXIX, 1-2, 1993.

NOTAS

1. Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas y UniversidadNacional de La Plata.

2. El término shadow economy es también de uso frecuente. El reciente estu-dio de Schneider y Enste (2000) en el Journal of Economic Literature tiene precisa-mente ese título.

3. Thomas (1992) señala que la importancia de estas actividades puede llegara un 40% del PBI registrado.

4. No todos los autores incluyen los tres grupos señalados arriba en su defini-ción de economía negra. Pyle (1989), por ejemplo, ignora las actividades ilegales,definiendo a la economía subterránea como “aquellas actividades legítimas […]que se ocultan ante las autoridades, principalmente las autoridades impositivas”.Feige (1989) propone una definición más amplia al incluir a todas las actividadesque “evitan o eluden la regulación, la imposición o la observación del gobierno”.Thomas (1992) reconoce los tres grupos de actividades señalados, pero subdivideel segundo en dos sectores: el informal y el irregular.

5. Para mencionar sólo un ejemplo, según datos de Eurostat más de la mitadde los trabajadores de Gran Bretaña e Italia realizan algún trabajo considerado in-formal.

6. Schneider y Enste (2000) reportan una economía oculta creciente tambiénen los países de la OCDE.

7. Un ejemplo con consecuencias similares es el de una mujer que se casa consu mecánico.

8. Ver Feige (1996), entre otros. 9. Ver el trabajo pionero de Allingham y Sandmo (1972) y el estudio de Cowell

(1990) entre otros. 10. Esto no siempre es así. Un aumento de las penas que lleve a los evasores

a la cárcel puede implicar un aumento significativo del gasto en prisiones. 11. Existe un problema adicional no presente en el modelo. Dada una pena

muy severa, el individuo que de cualquier modo decide delinquir puede escogerun valor extremo del delito.

12. Asumiendo una función de utilidad Bernoulli exponencial negativa (aver-sión absoluta al riesgo constante), la fracción a evadir depende negativamente delingreso. Adicionalmente, también depende de forma negativa de la tasa impositi-va, del tamaño de la sanción y del parámetro de aversión al riesgo.

INTRODUCCIÓN 35

La sección III está conformada por tres capítulos sobre evasión impo-sitiva. En el primero (capítulo III.1) se estudia la evasión en el impuestoal valor agregado y en el segundo (capítulo III.2) se estima la evasión enel impuesto a las ganancias de las personas físicas. Diversas actividadesilegales motivadas por razones tributarias son analizadas para los mer-cados de cigarrillos y naftas en el capítulo III.3.

El análisis de la informalidad laboral ha merecido una atención par-ticular en la literatura sobre economía oculta. La sección IV contienedos capítulos dedicados a ese tema. El capítulo IV.1 brinda estimacio-nes de la magnitud de la informalidad laboral en la Argentina y caracte-riza los cambios en las últimas dos décadas. El capítulo IV.2 se concen-tra en discutir las causas de la informalidad y sus cambios en eltiempo.

En la sección V se ilustran varios de los puntos de las secciones ante-riores con estudios de caso. Tres sectores son analizados en detalle: laconstrucción, el complejo agroalimentario y el comercio minorista. Lasactividades económicas ilegales son estudiadas en la sección VI. Dada laescasez de datos, el trabajo es esencialmente conceptual. Luego de repa-sar las principales actividades y transacciones que se enmarcan en estegrupo, se estudian los incentivos a involucrarse en estas actividades ylos mecanismos alternativos de regulación y control.

Finalmente en la sección VII se incluye un resumen de los principalesresultados del estudio y de las políticas recomendadas.

REFERENCIAS

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Johnson, S.; Kaufmann, D. y Shleifer, A.: The unofficial economy in transition.Brookings Papers on Economic Activity, otoño de 1997.

34 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

13. Los resultados empíricos en general señalan un aumento de la evasión an-te un aumento de la tasa impositiva (Alm, Bahl y Murray, 1990).

14. Ver Alm (1996) y Frey (1997). 15. Ver Tanzi (1997). 16. La literatura en este punto es extensa. Ver Besley y McLaren (1993), Urbiz-

tondo (1993) y Schenone (1992). 17. En el modelo se establece la imposibilidad de declarar ante el fisco una

producción superior a la cota. Implícitamente se está asumiendo un costo prohi-bitivo de “burlarse” de la regulación declarando abiertamente su violación.

18. El modelo predice que la economía negra puede aparecer aun cuando ha-ya certeza sobre la detección y penalización del delito. Si las penas efectivas noson tan grandes con respecto a la ganancia de beneficios netos, el individuo puedeocultar sus actividades aun sabiendo que será descubierto y penado. La sanciónes un costo por acercar la producción al óptimo, costo que en determinadas cir-cunstancias es rentable pagar.

19. Ver Johnson, Kaufman y Shleifer (1997) y Johnson, Kaufmann y Zoido-Lo-batón (1998).

20. Es posible que no existan impuestos sobre actividades declaradas ilegales,aunque éste no necesariamente es el caso.

21. Naturalmente, este efecto puede ser evaluado como positivo si se consideraque el nivel de gasto decidido políticamente excede el óptimo social. Ver más ade-lante.

22. Ver Bhattacharyya (1999).23. Ver Besley y McLaren (1993) para otros mecanismos alternativos.

36 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección II

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA

Existe todo un conjunto de actividades económicas que por diversasrazones escapan a los registros estadísticos oficiales, a pesar de que con-tribuyen al producto y al ingreso. Esas actividades son objeto de estudioen la literatura bajo una diversidad de denominaciones: economía negra,informal, subterránea, irregular, oculta, sumergida, invisible y no regis-trada. La amplia gama de transacciones que caen dentro de este rubrocubre actividades económicas legales no declaradas, subdeclaradas osubcaptadas, actividades económicas ilegales y actividades domésticas,incluyendo aquellas disimuladas para evitar el pago de impuestos, es-conder conductas corruptas o transgredir regulaciones.1 Las dificultadesasociadas a la definición del concepto “economía oculta” le han otorgadoun papel especial a los métodos de medición. Esto es así porque cadametodología, por su propia naturaleza, implica una definición distinta delo que el concepto abarca.2 Los métodos de medición se agrupan en cua-tro conjuntos que infieren sus resultados a partir de distintos indicios deactividades ocultas que el comportamiento de los agentes económicos de-ja en estadísticas oficiales. Esos conjuntos son:

1. Métodos que se basan en indicios de discrepancias entre ingresos ygastos tanto a nivel microeconómico como macroeconómico.

2. Métodos que se basan en indicios revelados por auditorías (especial-mente fiscales y regulatorias).

3. Métodos que se basan en indicios que aparecen en los mercados defactores (especialmente de trabajo y energía).

4. Métodos que se basan en indicios apreciables en los agregados mone-tarios (especialmente en la demanda de circulante).

Este trabajo se concentra en el análisis crítico del uso del llamadométodo monetario, basado en la demanda de circulante para obteneruna medida del tamaño de la economía oculta y aplica las conclusionesobtenidas a dos períodos de la economía argentina: 1930-1983 y 1991-1999.3

II.1. EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA.REVISIÓN DEL MÉTODO DE ESTIMACIÓN BASADOEN LA DEMANDA DE CIRCULANTE CON UNAILUSTRACIÓN PARA LA ARGENTINA*

Hildegart Ahumada(a) (b)

Alfredo Canavese(a) (c)

Paula Canavese(a)

Facundo González Alvaredo(a) (c)

lante, Ci, es el que financia operaciones no registradas. Si la velocidad decirculación del circulante, V, es igual para la economía registrada y laeconomía oculta, el tamaño de esta última se obtiene como Yi = Ci V.

Las estimaciones de Feige (1979) utilizan la versión de I. Fisher de lateoría cuantitativa del dinero que se resume en la ecuación MV = PT,donde M es el agregado monetario que incluye circulante y depósitos a lavista y V es la velocidad-transacciones del dinero. El valor de las transac-ciones es PT. Si la relación entre el valor de las transacciones y el valordel producto nominal se supone constante a lo largo del tiempo y se cal-cula esa relación para un momento en el que el tamaño de la economíaoculta se supone despreciable, entonces, conocido MV (y en consecuen-cia PT) se puede calcular el producto nominal total. La diferencia entre elproducto nominal calculado y el observado se atribuye a la existencia deeconomía oculta. En las estimaciones de Feige las transacciones de laeconomía oculta se financian tanto con circulante como con cheques.

El trabajo de Tanzi (1982) y las diversas estimaciones que se basanen él utilizan estimaciones econométricas de la demanda de circulante.Esta metodología reconoce que la velocidad de circulación no dependeexclusivamente de los valores de las variables que reflejan la existenciade incentivos a disimular transacciones y supera así los intentos de me-diciones anteriores. En la estimación se incluyen variables (como la pre-sión tributaria y el peso de las regulaciones) que, se sostiene, inducen alos agentes económicos a realizar transacciones no registradas, junto conlas variables habituales que reflejan el costo de oportunidad de mantenercirculante en cartera (tasas de interés y de inflación) y la escala de la de-manda (nivel del ingreso, del producto, del consumo o de otros agregadosmonetarios). Conocida la estimación de los parámetros de la demanda decirculante, se fijan en cero (o en un valor considerado normal) los valoresde las variables que alientan el disimulo de ciertas transacciones. Se ob-tiene así la cantidad demandada de circulante necesario para llevar a ca-bo operaciones registradas. Como se aprecia, esta cantidad demandadaresulta de reemplazar los valores observados de las variables en una fun-ción demanda de circulante habitual (que sólo incluye costos de oportu-nidad y escala). La diferencia entre el monto observado de circulante y lacantidad demandada así obtenida es la cantidad demandada de circu-lante que financia las transacciones de la economía oculta que, de modopoco preciso, puede denominarse cantidad demandada “ilegal” de circu-lante.5 El supuesto clave de que la velocidad-ingreso del circulante esigual en la economía registrada (o “legal”) y en la economía oculta (o “ile-gal”) permite obtener el tamaño de esta última, medido por el valor delproducto generado en ella. Dicho supuesto se utiliza tanto en los traba-jos en que la demanda de dinero se estima como una función de compo-sición de cartera entre circulante y algún otro agregado monetario (Tan-zi, 1982) como en aquellos en los que se estima una función demanda decirculante en términos reales (Guisarri, 1986, Isachsen, Klovland yStrom (1982)). En este trabajo se demuestra que ese supuesto sólo essuficiente para obtener valores del tamaño de la economía oculta consis-

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 41

En la primera parte se resume la evolución que ha tenido el métodomonetario. En la segunda sección se expone la metodología que utiliza laestimación econométrica de la demanda de circulante como herramientay se obtienen las condiciones que debe cumplir uno de los parámetros, laelasticidad-ingreso, para que los resultados sean consistentes. La terce-ra parte se dedica a obtener un método adecuado de cálculo del tamañode la economía oculta cuando no se cumple la condición de consistenciaobtenida en la sección anterior y se comprueba que la metodología pro-puesta incluye a la tradicional como un caso particular. En la cuartasección se presentan, como ilustración, cálculos del tamaño de la econo-mía oculta para la Argentina, corregidos con la metodología propuesta enla sección anterior. La última sección se dedica a las conclusiones.

I

El método monetario de estimación del tamaño de la economía ocul-ta, basado en inferencias a partir de indicios apreciables en los agrega-dos monetarios, postula que los agentes económicos utilizan circulantepara llevar a cabo actividades que desean disimular. Las transaccionesasí financiadas son más difíciles de detectar que las realizadas medianteotros instrumentos cuyos movimientos quedan registrados en institucio-nes financieras, permitiendo reconstruir el circuito completo de los par-ticipantes en la operación y los montos de dinero intercambiados. Existe,entonces, una cantidad de circulante demandado para financiar activida-des ocultas. Si se conoce la participación de ese monto de circulante enel circulante total se puede estimar, a través de la velocidad de circula-ción, el tamaño de la economía no registrada.

Este método ha evolucionado desde los trabajos pioneros de Gutman(1977) y Feige (1979) hasta las estimaciones hechas por Tanzi (1982,1983) que, basadas en Cagan (1958), perfeccionaron y difundieron latécnica, y generaron un importante conjunto de investigaciones aplica-das a diversos países: Estados Unidos, Italia, Noruega, Canadá, Sudáfri-ca, Tanzania, México, India, Australia, Austria, Bélgica, Dinamarca,Francia, Alemania, Gran Bretaña, Irlanda, Holanda, Nueva Zelanda, Es-paña, Suecia y Suiza.4

El método aplicado por Gutman (1977) se basa en cinco supuestoscentrales: a) la alta presión impositiva y las regulaciones son la únicacausa de la existencia de una economía oculta, b) todas las transaccio-nes de la economía oculta se realizan utilizando circulante, c) la relacióncirculante sobre depósitos, C/D, sólo es función del nivel de presión tri-butaria y del conjunto de disposiciones que regulan la actividad econó-mica, y d) para algún momento del tiempo el tamaño de la economíaoculta es despreciable. Como la relación C/D del momento en que noexistía economía oculta debería mantenerse constante a lo largo deltiempo, todo cambio en esa relación permite obtener el exceso de circu-lante respecto del que existiría sin economía oculta. Ese exceso de circu-

40 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Conocidos Ct y Cl se puede obtener

Ci = Ct – Cl (5)

que es el monto de circulante mantenido en cartera con el propósito definanciar actividades de la economía oculta.

La velocidad de circulación en la economía “legal” puede obtenersecomo

(6)

El supuesto clave para obtener el tamaño de la economía oculta esque la velocidad de circulación es igual en la economía “legal” y en laeconomía “ilegal”, así

(7)

y entonces

Yi = vCi (8)

La ecuación (8) da como resultado el tamaño del producto generadoen la economía oculta usando Ci de (5) y v de (6).

El supuesto que aparece explícito en la ecuación (7) sólo es consisten-te con la estimación (1) y el cálculo de Ci de (2) si β = 1. En efecto, la ob-tención de un valor positivo para Yi implica que el valor verdadero delproducto, Yt, es mayor que el observado (lo que puede interpretarse comoun crecimiento de Yo) e induce una reducción (un aumento) de la veloci-dad v si β < 1 (si β > 1). Este resultado se puede demostrar obteniendo lacondición bajo la cual v no varía ante cambios en el producto. La veloci-dad-ingreso del circulante aparece en (6) que, recordando (4), puede es-cribirse como

(9)

Tomando logaritmos en (9) y derivando respecto del logaritmo del pro-ducto total:

(10)

La ecuación (10) muestra que una estimación de la demanda de cir-culante cuya elasticidad-ingreso sea distinta de uno resulta inconsisten-

f vf Y

f vf Y

f Yf Y

YYt l

l

t

t

l

lnln

lnln

lnln

= = −( )1 β

vYC

YA Y e

YA e

l

l

l

li

li= = =−

−β γ

β

γ

1

v

Y

C

Y

Cl

l

i

i

= =

v

YC

l

l

=

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 43

tentes con las estimaciones econométricas realizadas cuando éstas pre-sentan una elasticidad-ingreso unitaria de la demanda de circulante.

II

En esta sección se examina detalladamente el método de cálculo deltamaño de la economía oculta basado en la estimación econométrica dela demanda de circulante y se presentan las condiciones de consistenciaque ese método debería satisfacer.

Una función demanda de circulante en la tradición de Cagan (1958)tiene la forma:

(1)

donde Co es el circulante observado en términos reales, Θ es la relaciónque recoge los incentivos a mantener circulante en cartera con el propósi-to de financiar actividades de la economía oculta (por ejemplo, el cocienteentre los impuestos y el producto, T/Yo, o la participación del gasto públi-co en el producto, G/Yo, o una combinación de ambos conceptos), Yo esuna variable asociada al nivel de transacciones como el producto observa-do, i es una variable que mide el costo de oportunidad de mantener circu-lante en cartera, como la tasa de interés, y A, α, β y γ son parámetros po-sitivos. El circulante observado, Co, es el circulante total, Ct, que incluyetanto al circulante demandado para realizar transacciones registradas (o“legales”), Cl, como al utilizado para llevar a cabo operaciones ocultas (o“ilegales”), Ci, por lo tanto

Co = Ct = Cl + Ci (2)

El producto observado, Yo, es el registrado (o “legal”), de modo que noincluye al correspondiente a la economía oculta (o “ilegal”), Yi; entonces,el producto total resulta

Yt = Yo + Yi = Yl + Yi (3)

Dado que el circulante observado incluye Ci pero el producto observa-do excluye Yi, una estimación habitual (con Ct como variable dependientee Yl entre las independientes) presenta un problema de medición de va-riables, que sesga los estimadores de los coeficientes hacia abajo.

Haciendo Θ = 0 en (1) y reemplazando las variables independientespor sus valores observados se calculan los valores de Cl:

(4)

En (4) Cl resulta de suponer que los incentivos para demandar Ci handesaparecido (Θ = 0) y la variable de escala es Yo = Yl.

C A Y el oi= −β γ

C A Y eo oi= +( ) −1 Θ α β γ

42 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

(17)

y entonces

(18)

La expresión (17) implica:

(19)

de modo que (18) puede escribirse:

Yi = vCi + Yl – Yl (20)

o

Yi = vCi (21)

que coincide con la ecuación (8) de la sección II.

IV

En esta sección se exponen dos cálculos del tamaño de la economíaoculta para la Argentina. Uno de ellos fue hecho por Guisarri (1986) y elotro se basa en estimaciones realizadas para este trabajo. En los dos ca-sos se presentan los resultados obtenidos por el método tradicional des-cripto en la sección II y la corrección planteada en la sección III.

En la sección III se demostró que el supuesto de que la velocidad v esigual en la economía registrada y en la economía oculta implica suponertambién que la elasticidad-ingreso de la demanda de circulante es uno.Así, son inconsistentes los cálculos del tamaño de la economía oculta ba-sados en estimaciones de la demanda de circulante que arrojan valoresde la elasticidad-ingreso distintos de uno y utilizan el supuesto de igual-dad de las velocidades de circulación. Sin embargo, las ecuaciones (16) y(17) permiten corregir estimaciones hechas como si la elasticidad-ingre-so fuese uno cuando no lo es. La ecuación (16) muestra la relación entrecirculantes e ingresos para cualquier valor de la elasticidad-ingreso βmientras que (17) presenta la misma relación para el caso β = 1. En con-secuencia, a partir de cálculos hechos bajo el supuesto β = 1 se obtieneinmediatamente la relación entre los circulantes:

C

Y

C

Yvl

l

t

t

= =

Y Y Y

C

CY Y vC Y v C C Yi t l

t

ll l t l i l= − = − = − = +( ) −

C

C

Y

Yl

t

l

t

=

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 45

te con el supuesto de que la velocidad ingreso de la economía registradacoincide con la de la economía oculta.

III

El problema generado por la inconsistencia explorada en la secciónanterior puede superarse replanteando la forma en que se calcula el ta-maño de la economía no registrada.

En cada momento del tiempo el circulante utilizado para financiaroperaciones en la economía oculta puede expresarse como una fracciónλ del circulante usado para realizar transacciones registradas. El coefi-ciente λ puede ser diferente para cada momento del tiempo. Así,

Ci = λ Cl (11)

De modo que, usando (2), resulta:

Ct = (1 + λ)Cl (12)

Introduciendo (4) en (12) y recordando que Yo = Yl, resulta:

(13)

que puede estimarse econométricamente (Ct y Yl son observados) como(1) y entonces:

(1 + λ) = (1 + Θ)α (14)

Suponiendo que los parámetros A, β y γ son iguales para las deman-das de circulante destinadas a financiar transacciones registradas yocultas puede escribirse:

(15)

o

(16)

que permite obtener Yt y Cl a partir de la estimación econométrica y delconocimiento de Yl y Ct.6

La expresión (16) permite demostrar que sólo si β = 1 el uso tradicio-nal del método monetario es adecuado. En efecto, si β = 1

CC

YY

l

t

l

t

=

=+( )

β

α1

1 Θ

CC

A Y eA Y e

A Y e

A Y el

t

li

ti

li

li

= =+( )

β γ

β γ

β γ

α β γ1 Θ

C A Y et li= +( ) −1 λ β γ

44 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 47

(22)

donde es la relación obtenida bajo el supuesto β = 1. Entonces, co-

mo de (16) se sigue:

(23)

resulta:(24)

Guisarri (1986) ha calculado el tamaño de la economía oculta argenti-na para cada año del período 1930-1983. El cálculo está basado en eluso de una estimación econométrica de la demanda de circulante de laforma:

(-10,95) (6,19) (6,26) (3,74) (-6,82) (-9,04)

R2 = 0,931 DW = 0,79 F = 128,6

donde Co son los billetes y monedas en poder del público en términosreales, Yo es el producto bruto interno a precios de mercado en términosreales, G/Yo es el gasto del gobierno como proporción del producto, Β esla relación entre tipo de cambio paralelo y tipo de cambio oficial, π es latasa de inflación y M1/M2 es la relación entre los agregados monetarios.7

Las variables G/Yo y Β recogen los incentivos para disimular transaccio-nes, Yo es la variable de escala mientras que π y M1/M2 miden el costode oportunidad de mantener circulante en cartera. Los resultados queaparecen en Guisarri han sido estimados bajo el supuesto de igualdad enlas velocidades de circulación que, como se ha demostrado en la secciónIII, implica una elasticidad-ingreso unitaria de la demanda de circulante,a pesar de que la estimación econométrica arroja un valor de 0,508 paraese parámetro.

En el cuadro I se muestran los resultados originales de Guisarri(1986) (β = 1) y los resultados corregidos por consistencia (β = 0,508).

En este trabajo se realizó también un cálculo del tamaño de la econo-mía oculta en Argentina en años recientes para ilustrar los problemas deconsistencia de la metodología descripta. El análisis es trimestral y com-

ln , , ln , ln , ln , , lnC YGY

MMo o

o

= − + + + − −3 64 0 508 0 973 0 212 0 466 0 81121

β π

YY

YY

l

t

l

t

=

1 β

Y

Y

C

Cl

t

l

t

=

1 β

YY

l

t

CC

YY

l

t

l

t

=

46 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO ITAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA 1930-1983

(PBI registrado como porcentaje del PBI total)

Año β=1 β=0,508

1930 99,3 98,61931 89,3 80,11932 79,0 62,91933 83,8 70,61934 76,8 59,51935 81,8 67,31936 85,0 72,61937 85,1 72,81938 81,2 66,31939 71,4 51,51940 79,6 63,91941 81,2 66,41942 82,0 67,71943 76,1 58,41944 83,9 70,71945 78,7 62,51946 82,9 69,11947 73,0 53,81948 57,8 34,01949 61,0 37,81950 65,4 43,31951 63,7 41,11952 61,5 38,41953 61,4 38,31954 58,9 35,21955 62,2 39,31956 72,9 53,71957 73,8 55,01958 65,6 43,61959 77,1 59,91960 68,2 47,11961 66,5 44,81962 69,1 48,3

1963 69,5 48,81964 71,4 51,51965 71,8 52,11966 69,6 49,0

constantes, i es la tasa de interés pagada por depósitos a plazo fijo, G/Yo

es el gasto público como proporción del producto y D es una variable di-cotómica que se agrega de forma multiplicativa a la variable del gastopúblico para el segundo trimestre de cada año con el propósito de captarel comportamiento estacional de esa variable.Para el largo plazo la ecuación estimada es:9

(1,88) (0,26) (0,09) (1,60) (0,24)

Como en el caso de las estimaciones realizadas por Guisarri (1986), lavariable G/Yl aparece como la más adecuada para medir la carga fiscalpresente y futura y el peso de las regulaciones impuestas sobre los agen-tes económicos.10 La elasticidad-ingreso de corto plazo es 0,338 mientrasque la de largo plazo no difiere significativamente de 1. En el cuadro IIaparecen los resultados obtenidos con las ecuaciones de corto plazo pa-ra β = 0,338 y también los que se lograrían bajo el supuesto de igual ve-locidad de circulación en la economía registrada y la oculta (β = 1). Comose puede apreciar, las diferencias que aparecen al realizarse la correcciónson significativas.11

El supuesto clave acerca de la igualdad de las velocidades de circula-ción se hace con el propósito de evitar una elección arbitraria del valorde ese parámetro para las transacciones no registradas. Sin embargo,tanto adoptar este supuesto como respetar el valor de la velocidad de cir-culación consistente con la estimación econométrica de la elasticidad-in-greso cuando β es menor que uno implica contradecir la hipótesis cen-tral del método. Esta hipótesis sostiene que las transacciones noregistradas se realizan con circulante mientras que las operaciones regis-tradas se financian con agregados monetarios más amplios. Así, cadaunidad de producto registrado requiere menos circulante para financiar-se que cada unidad de producto no registrado, lo que implica que:

(25)

Cuando el valor de β estimado econométricamente es menor que uno,es suficiente adoptar una elasticidad-ingreso de la demanda de circulan-te “ilegal”, βi mayor que β para respetar (25). La estimación de β se cono-ce a partir de (13), en tanto que puede fijarse arbitrariamente, en calidadde ejercicio, βi en uno de manera tal que βi >β. En tal caso, la función de-manda de Ci es:

(26)

por lo que

C A Y e A Y ei ii

iii= =− −β γ γ

YC

YC

l

l

i

i

>

ln , , ln , , , lnC Y i DGYt l

l

= − + − + −( ) +

1 497 0 988 0 263 6 571 0 576 1

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 49

prende el período que comienza en el primer trimestre de 1993 y finalizaen el cuarto trimestre de 1999, para el que la estimación es estable y sedispone de información homogénea.

Luego de ensayar diversas especificaciones de la demanda de circu-lante que incluían diferentes variables dirigidas a captar el incentivo adisimular transacciones se eligió la siguiente ecuación:8

(-0,73) (9,31) (2,46) (-3,57)

(3,21) (-2,58)

R2 = 0,977 DW = 2,28 F = 187,85

donde Ct es el circulante total en manos del público en miles de pesos aprecios constantes, Yl es el PBI registrado en miles de pesos a precios

+ −( ) +

2 249 0 197 1, , lnDGYl

ln , , ln( ) , ln ,C C Y it t l= − + + − +−0 512 0 657 0 338 0 091

48 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO ITAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA 1930-1983

(PBI registrado como porcentaje del PBI total) (Continuación)

Año β=1 β=0,508

1967 69,9 49,41968 71,0 51,01969 72,1 52,51970 73,4 54,41971 71,9 52,21972 73,3 54,21973 66,6 44,91974 60,1 36,71975 56,5 32,51976 61,8 38,81977 65,5 43,51978 65,2 43,11979 68,6 47,61980 63,9 41,41981 58,6 35,01982 62,1 39,21983 64,1 41,7

Fuente: Guisarri (1986) y cálculos propios.

ción con los cómputos de los cuadros I y II, debido a que para el métodoson cruciales los valores que se tomen para la elasticidad-ingreso.

CONCLUSIONES

La utilización del método de cálculo del tamaño de la economía ocultabasado en el uso de una estimación econométrica de la función deman-

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 51

(27)

Como Ci se conoce por (12), en tanto que los parámetros A y γ ya seestimaron y se suponen iguales para ambos sectores, puede calcularse Yi

como en (27). Los resultados para la Argentina se presentan en el cuadroIII. Es claro que el tamaño de la economía oculta se reduce en compara-

Y

CAei

ii= −γ

50 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO IIITAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA 1993-1999

(PBI registrado como porcentaje del PBI total)

Trimestre βi = 1

1993.2 87,81993.3 87,21993.4 88,31994.1 86,01994.2 88,71994.3 87,51994.4 87,01995.1 86,11995.2 88,31995.3 85,91995.4 85,91996.1 86,41996.2 88,41996.3 86,61996.4 86,41997.1 85,71997.2 87,71997.3 86,21997.4 86,11998.1 85,31998.2 86,61998.3 84,11998.4 83,11999.1 84,11999.2 85,41999.3 83,61999.4 84,1

Fuente: Elaboración propia.

CUADRO IITAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA 1993-1999

(PBI registrado como porcentaje del PBI total)

Trimestre β=1 β=0,338

1993.2 76,7 45,61993.3 75,5 43,51993.4 77,9 47.81994.1 75,3 43,21994.2 79,2 50,21994.3 77,0 46,11994.4 76,4 45,01995.1 76,0 44,31995.2 78,5 48,81995.3 74,7 42.21995.4 75,1 42,81996.1 76,2 44,71996.2 78,8 49,41996.3 76,3 44,91996.4 75,9 44,21997.1 75,0 42,71997.2 77,7 47.41997.3 75,6 43,71997.4 75,9 44,31998.1 75,5 43,51998.2 77,2 46,41998.3 74,2 41,41998.4 73,5 40,21999.1 74,3 41,51999.2 76,2 44,71999.3 73,2 39,71999.4 73,4 40,1

Fuente: Elaboración propia.

Gutman, P.: “The Subterranean Economy”; en Financial Analysts Journal, 34,1977, pág. 1.

Isachsen, A.; Klovland, J. y Strom, S.: “The Hidden Economy in Norway”; en Tan-zi, V. (comp.); The Underground Economy in the United States and Abroad, Le-xington Books, 1982.

Mirus, R. y Smith, R.: “Canada’s Irregular Economy”; en Tanzi, V. (comp.); The Un-derground Economy in the United States and Abroad, Lexington Books, 1982.

Schneider, F. y Enste, D.: “Shadow Economies: Size, Causes, and Consequences”,en Journal of Economic Literature 38 (1), marzo de 2000.

Sosa Escudero, W. y Alaimo, V.: “La economía oculta en la Argentina: evidenciabasada en encuestas de gasto”, en La economía oculta en la Argentina, FIEL,2000.

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 53

da de circulante arroja resultados que deben ser interpretados con pru-dencia. Este método está dirigido a conocer el monto del producto quepuede financiarse con el circulante que excede al necesario para llevar acabo las transacciones registradas si se supone que la elasticidad-ingre-so de la demanda de circulante es igual para toda la economía.

Las calificaciones que merecen los resultados provienen tanto de difi-cultades asociadas con la información que se utiliza como de problemasde consistencia propios del método.

Por el lado de la información, las transacciones no registradas lleva-das a cabo mediante el uso de moneda extranjera, trueque o, eventual-mente, algún activo financiero distinto al circulante doméstico quedanexcluidas del cálculo.

Los problemas de consistencia son dos. Primero, el método de cálculodel tamaño de la economía oculta basado en el uso de una estimación dela función demanda de circulante junto con el supuesto central de que lavelocidad de circulación es igual para las transacciones registradas y lasno registradas, sólo es consistente si la elasticidad-ingreso es uno. Se-gundo, toda la metodología reposa sobre el postulado de que las transac-ciones no registradas se realizan sólo con circulante mientras que las re-gistradas se financian con agregados monetarios más amplios. Así, lavelocidad de circulación debería ser menor para las transacciones no re-gistradas que para las registradas. El primero de los problemas sesga lasestimaciones obtenidas hacia abajo (arriba) cuando la elasticidad-ingre-so es menor (mayor) que uno, mientras que el segundo sesga el cálculoinequívocamente hacia arriba pues, con el mismo monto de circulante,deberían financiarse más transacciones registradas que ocultas.

En el cuadro IV se incluye a la Argentina entre un conjunto de paísespara los que se cuenta con estimaciones del tamaño de la economíaoculta. Los cálculos no están corregidos por los problemas de consisten-cia a los que se prestó especial atención en este estudio. En consecuen-cia, y con fines comparativos, el dato correspondiente a la Argentina su-pone β = 1.

Teniendo presente todas las advertencias que se han apuntado, lasestimaciones indicarían que la economía oculta tiene, en la Argentina,un tamaño considerable aunque no exagerado en relación a otros países.

REFERENCIAS

Cagan, P.: “The Demand for Currency Relative to the Total Money Supply”, enJournal of Political Economy, 66, 1958, pág. 3.

Esponda, I. y Weinschelbaum, F.: “La economía de las actividades ilegales”; en Laeconomía oculta en la Argentina, FIEL, 2000.

Feige, E.: “How Big is the Irregular Economy?”; en Challenge, 22, 1979, pág. 1. Gasparini, L.: “Introducción”; en La economía oculta en la Argentina, FIEL, 2000.Guisarri, A.: “La Demanda de circulante y la informalidad en la Argentina: 1930-

1983”; en Seminarios ITDT, 1986.

52 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO IVTAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA EN DISTINTOS PAÍSES

(PBI no registrado como porcentaje del PBI total)

País Tamaño de la economía ocultaPromedio 1990-1993

Sudáfrica 9,0Tanzania 31,1México 33,0India 22,4Australia 13,0Austria 6,1Bélgica 20,8Canadá 13,5Dinamarca 15,0Francia 13,8Alemania 12,5Gran Bretaña 11,2Irlanda 14,2Italia 24,0Holanda 12,7Nueva Zelanda 9,0Noruega 16,7España 17,3Suecia 17,0Suiza 6,9EE.UU. 8,2Argentina 24,2

Fuente: Schneider y Enste (2000) y cálculos propios para la Argentina, que co-rresponden al año 1993.

10. Entre los distintos ensayos econométricos que se realizaron se intentaronespecificaciones que incluían, entre las variables destinadas a captar el incentivoa disimular transacciones, la presión impositiva nacional, las tasas del IVA, lascontribuciones al sistema de seguridad social y varias combinaciones de ellas, pa-ra diferentes períodos de tiempo.

11. Otros cálculos del tamaño de la economía oculta incurren en la misma in-consistencia: estimación de una demanda por circulante con elasticidad-ingresodistinta de 1 en conjunción con el supuesto de igual velocidad de circulación.Pueden mencionarse Mirus y Smith (1982) para Canadá con una elasticidad-in-greso de 0,196 (rigurosamente ese valor es la diferencia entre las elasticidadesingreso de la demanda por circulante y de la demanda por depósitos en cuenta co-rriente) e Isachsen, Klovland y Strom (1982) para Noruega con una elasticidad-in-greso de 0,85 para el largo plazo. La corrección por consistencia en el caso de No-ruega lleva el tamaño de la economía registrada desde casi el 92% al 90% delproducto total en el lapso 1952-1978.

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 55

Tanzi, V.: “Underground Economy and Tax Evasion in the United States: Estima-tes and Implications”, en Tanzi, V. (comp.); The Underground Economy in theUnited States and Abroad, Lexington Books, 1982.

Tanzi, V.: “The Underground Economy in the United States: Annual Estimates,1930-80”, en IMF Staff Papers, 30, 1983, pág. 2.

Tanzi, V.: “Uses and Abuses of Estimates of the Underground Economy”, en Eco-nomic Journal, 109, 1999.

NOTAS

* Los autores desean agradecer los comentarios de los participantes de los se-minarios realizados en FIEL durante el transcurso de esta investigación.

a) Instituto y Universidad Torcuato Di Tella.b) Universidad Nacional de La Plata.c) CONICET.1. El interés de los economistas por el estudio de las características y la medi-

ción del tamaño de la economía oculta se ha mantenido en los últimos veinticincoaños como documenta la reseña de Schneider y Enste (2000).

2. Tres trabajos en este volumen se ocupan de este tema. Sosa Escudero yAlaimo (2000) exploran una metodología alternativa y discuten el significado de sumedida, Gasparini (2000) y Esponda y Weinschelbaum (2000) revisan los límitesde las definiciones de economía oculta.

3. La aplicación para el período 1930-1983 se basa en las estimaciones deGuisarri (1986) mientras que las medidas para el período 1993-1999 se hicieronespecialmente para este trabajo.

4. Sin embargo, la diversidad de los resultados que éste y otros métodos hangenerado ha sido objeto de recientes evaluaciones escépticas (Tanzi, 1999).

5. Cabe aclarar que el Sistema de Cuentas Nacionales hace esfuerzos por su-perar el subregistro de las actividades económicas que presentan las fuentes de in-formación estadística. Por ejemplo, aun cuando ciertos sectores declaran parcial-mente las cifras de empleo por la existencia de trabajadores informales, lacantidad de empleados puede corregirse sobre la base de la declaración que cadauno de los trabajadores hace a los censos de población y vivienda. Según la mag-nitud de las diferencias detectadas se aplican procedimientos de corrección que in-corporan el subregistro computado a la vez que respetan la información de basedeclarada por las empresas. Por otra parte y según los distintos países, también seintentan captar transacciones asociadas a actividades ilegales, como prostitucióny plantación de narcóticos. En resumen, la economía registrada cubre tanto unafracción de las transacciones inscriptas (a los fines fiscales) como una fracción delas actividades legales y de las ilegales, y lo hace por métodos directos e indirectos.

6. El supuesto de igualdad de los parámetros en las funciones demanda decirculante, destinado a financiar actividades registradas y ocultas, se hace tam-bién en los cálculos del método monetario expuesto en la sección II, para obtenerCL.

7. Los valores entre paréntesis representan el estadístico t de cada variable.Dichos valores deben interpretarse con prudencia dado que esta estimación pre-senta autocorrelación residual.

8. Los valores entre paréntesis representan el estadístico t de cada variable.9. Los valores entre paréntesis representan el desvío estándar de cada varia-

ble.

54 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

1. INTRODUCCIÓN

Mas allá de su significado preciso, el término “economía oculta”3 su-giere que cualquier intento de medir las actividades que éste designa de-be sortear un difícil problema empírico. Ya sea porque hay un esfuerzoexplícito de los agentes económicos en que sus actividades no aparezcanen las estadísticas oficiales (actividades ilegales, evasión impositiva, etc.)o porque la naturaleza de estas actividades, aun cuando legales, haceque no sean alcanzadas por las mismas (trabajo en el hogar, transferen-cias que no pasan por el mercado, etc.), lo cierto es que es muy difícil, si-no imposible, enfrentar el problema de medición de la economía informalen forma directa.

Resta entonces explorar métodos indirectos, que permitan aproximarel tamaño de las actividades ocultas a través de la observación de otrasactividades relacionadas. Este trabajo explora la evidencia basada en elanálisis de discrepancias en el consumo para el caso argentino. Auncuando el modelo económico utilizado y su posterior implementacióneconométrica revistan cierta complejidad, el principio en el cual se basanes muy simple: si dos familias similares declaran ingresos semejantes,pero el consumo de una de ellas es notoriamente superior al de la otra,esto podría sugerir la presencia de subdeclaración de ingresos.

El trabajo está organizado de la siguiente forma. La sección 2 presen-ta una discusión general de los problemas de medición de economíaoculta, y la sección 3 discute un modelo simple y estimable econométri-camente con datos de encuestas de consumo. Las sección 4 describe lainformación a utilizar para la medición: la Encuesta de Gastos de los Ho-gares (ENGH, de aquí en adelante) del Área Metropolitana Gran BuenosAires, relevada por el INDEC entre febrero de 1996 y marzo de 1997. Lasección 5 presenta los resultados de la estimación econométrica del mo-delo descripto en la sección 3. Finalmente se presentan algunos comen-tarios a modo de conclusión.

II.2. LA ECONOMÍA OCULTA EN LA ARGENTINA:EVIDENCIA BASADA EN ENCUESTAS DE GASTO1

Walter Sosa Escudero2

Verónica Alaimo

tas de gastos y son, esencialmente, y a diferencia del método de Tanzi(1983), estudios de corte transversal, que permiten medir la magnitud delas actividades informales a través de la contrastación del comporta-miento de diferentes grupos de individuos en un momento en particular(el momento de realización de la encuesta).

La esencia del método, que se describe con detalle en la sección si-guiente, se basa en comparar los patrones de ingreso y consumo de dosgrupos de individuos, en donde se supone que uno de ellos tiene pocosincentivos a subdeclarar sus ingresos en la encuesta. Si además se con-sidera un bien (o grupo de bienes) para el cual ambos grupos de indivi-duos tienen pocos incentivos a subdeclarar su consumo, la presencia dediscrepancias en el consumo entre estos grupos que no se puede explicarpor factores observables, tales como el ingreso declarado u otras caracte-rísticas familiares, es interpretada como proveniente de la subdeclara-ción de ingresos. En términos todavía más elementales, supongamos queexisten dos familias similares (igual número de hijos, edad, educación,etc.) A y B en donde A no subdeclara sus ingresos y B sí lo hace. Supon-gamos también que ambas familias declaran correctamente su consumode alimentos. Si el ingreso real (no observable directamente) de ambas essimilar, entonces el consumo de alimentos debería ser similar. Entonces,en las encuestas de gasto, la familia B (que subdeclara ingresos) apare-cerá consumiendo relativamente más que la familia A. Bajo los supues-tos realizados, la discrepancia en las proporciones de consumo de ambosgrupos permitiría inferir la cantidad de ingreso subdeclarado.

Este ejemplo simple sugiere claramente que la naturaleza del ejerciciode medición de informalidad a través de discrepancias en el consumo noes esencialmente diferente del basado en discrepancias de circulante. Eneste caso, el supuesto de comportamiento es que el patrón de consumo eingreso real de las familias es esencialmente el mismo, subdeclaren o nosu ingreso. Por otro lado, los supuestos de observabilidad se refieren aque efectivamente se puedan detectar grupos de individuos que subde-claren y otros que no lo hagan, y que existan bienes cuyo consumo esdeclarado correctamente. En síntesis, el método basado en encuestas degastos no es menos restrictivo en cuanto a sus requerimientos que elmétodo de Tanzi, basado en datos de series temporales.

Como es de esperar, la aplicabilidad de estos métodos indirectos, y larelevancia práctica de sus conclusiones, están sujetas a una fuerte con-troversia (ver Dixon, 1999). En un extremo, autores como Thomas (1999)se muestran completamente escépticos con respecto al estado de las ar-tes en lo que se refiere al problema de medición de economía oculta. Porotro lado, autores como Giles (1999) o Bhattacharyya (1999) son más op-timistas frente a los resultados disponibles.

Como señalamos anteriormente, los métodos indirectos requieren eluso de supuestos acerca del comportamiento de los agentes y de su rela-ción con los datos existentes. De modo que cualquier interpretación deun análisis de este tipo depende crucialmente del tipo de supuestos im-plementados, y de la naturaleza de los datos utilizados para realizar la

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 59

2. EL PROBLEMA DE MEDICIÓN DE LA ECONOMÍA OCULTA

La relevancia del fenómeno de la economía oculta, y las dificultadesinherentes a su medición han generado un volumen considerable de lite-ratura orientada a la implementación de ingeniosos mecanismos que per-miten aproximar su tamaño. Inevitablemente, todos estos estudios des-cansan en una serie de supuestos de comportamiento de los agenteseconómicos, a partir de los cuales es posible inferir las actividades ocultasa través de su relación con otras actividades directamente observables.

Entre los intentos más relevantes se encuentra el método utilizadopor Tanzi (1983) y Bhattacharyya (1990) basado en discrepancias en lademanda de circulante, el método basado en transacciones (Feige, 1979),el método MIMIC (Multiple Indicators Multiple Causes) de Frey y Weck-Hannemann (1984) aplicado por Schneider (1997) y Giles (1997). Schnei-der y Enste (2000) presentan una revisión detallada de esta literatura.Adicionalmente el Economic Journal (1999, vol. 109) contiene una colec-ción reciente de trabajos sobre el tópico.

En particular, el enfoque de Tanzi (1983), de discrepancias en el circu-lante supone que las transacciones “ocultas” se realizan exclusivamenteen circulante, de modo que la magnitud de estas actividades se podríadetectar a través de la parte de la demanda de circulante no explicadapor los canales tradicionales (tasa de interés, ingreso, etc.).4 En términosmuy resumidos, en la práctica, y con dispar grado de sofisticación, elanálisis se lleva a cabo a través de la estimación de una demanda de cir-culante utilizando datos de series temporales del circulante y de sus de-terminantes observables tradicionales y alguna variable relacionada conla actividad oculta como, por ejemplo, la presión tributaria, presuponien-do que a mayor tasa de tributación mayores serán los incentivos a reali-zar actividades ocultas. De esta forma, el grado de significatividad deuna variable “no estándar” en la determinación del circulante (como, porejemplo, la presión tributaria), daría un indicio de la magnitud de la eco-nomía oculta.

En términos un poco más abstractos, la posibilidad de medir la eco-nomía informal utilizando este método descansa en un supuesto crucialde comportamiento (que las actividades informales se desarrollan en cir-culante) y algunos de observabilidad, es decir de la forma en que las acti-vidades formales e informales se relacionan (mayor presión tributaria,mayor actividad informal). Entre otras cosas, es necesario suponer unaestructura de demanda de dinero estable en el tiempo, y la existencia deuna proxy que permita relacionar los cambios en las actividades infor-males con alguna actividad observable.

El enfoque a utilizar en este trabajo, que llamaremos de discrepanciasen el consumo, aunque aparentemente distinto del de Tanzi (1983), es, enespíritu, similar. Este método, se basa en los estudios de Smith (1986) yPissarides y Weber (1989), posteriormente reelaborados por Lyssiotoum,Pashardes y Stengos (1999).

Estos estudios se basan en el análisis microeconométrico de encues-

58 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

versal, como los de la ENGH. El objetivo de la presentación consiste endestacar el tipo de supuestos que es necesario adoptar para poder identi-ficar, y posteriormente cuantificar, las actividades ocultas. La estructuradel modelo es deliberadamente simplista, y posteriormente se considera-rán varias extensiones que permitirían levantar algunos supuestos. Laexposición se basa en Smith (1986).

El punto de partida consiste en suponer que existen dos grupos deindividuos que denotaremos como A y E. Ambos grupos tienen una es-tructura de consumo similar, que supondremos log-lineal. Más específi-camente, supongamos que C es el logaritmo del consumo en un determi-nado bien por una familia, Y el ingreso familiar en logaritmos y Z unvector de características observables del hogar (diferentes del ingreso)que determinan el consumo (tamaño de la familia, educación, estructuraetaria, etc.). La especificación econométrica supone que los valores espe-rados del consumo en logaritmos para ambos grupos estará dada por:

E(CA) = αA + βA Y + δ Z (1)

E(CE) = αE + βE Y + δ Z (2)

en donde αA,, βA , αE, βE y δ son parámetros desconocidos.

Esta estructura permite que el (logaritmo del) consumo de ambosgrupos de individuos tenga diferentes interceptos y elasticidades ingreso,pero supone que los determinantes del consumo que no son el ingreso (Z)operan de la misma forma para ambos grupos de individuos.

Adicionalmente, se espera que para el ingreso promedio, dos familiasidénticas en cuanto a sus características Z consuman, en promedio, lomismo, o sea, igualando (1) a (2) y llamando Y* al ingreso promedio:

αA + βA Y* = αE + βE Y* (3)

Llamemos YR al logaritmo del ingreso reportado por las familias a laencuesta, y S a la tasa de subdeclaración, de modo que:

YR = Y – S (4)

S, entonces, será la tasa de subdeclaración, la cual será el objeto dela estimación empírica. Los supuestos cruciales de identificación son lossiguientes: 1) ambos grupos declaran correctamente el consumo del bienen cuestión y 2) uno de los grupos de individuos declara correctamentesus ingresos mientras que el otro lo subdeclara, y es posible identificaren la muestra si una familia pertenece a uno u otro grupo. En particular,supondremos:

S = 0 si el individuo pertenece al grupo AS > 0 si el individuo pertenece al grupo E

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 61

medición. Desde este punto de vista, la mayor parte del escepticismo serefiere a la relevancia de los supuestos implementados y a la calidad dela información disponible, más que a la validez de las metodologías esta-dísticas utilizadas.5

Otra complicación relacionada al problema de la medición de la eco-nomía informal reside en definir con precisión qué aspecto de la mismase intenta cuantificar. Algunos autores utilizan indistintamente términoscomo economía informal, oculta, negra, subterránea, paralela, en efecti-vo, entre otros. Esta abundancia de nombres genera dos dificultades: porun lado, se utilizan distintos términos para referirse al mismo fenómeno;por otro, se llama de igual modo a aspectos diferentes del problema.Smith (1986) utiliza básicamente dos términos: “shadow economy” y“black economy”. El primero abarca a todas las actividades económicasno registradas en las Cuentas Nacionales, incluyendo las actividadesproductivas realizadas en el hogar o en organizaciones voluntarias, asícomo también las actividades no reportadas ni registradas, asociadascon la evasión impositiva y/o previsional. El segundo es utilizado en unsentido más estricto ya que abarca a las actividades que implican eva-sión impositiva y/o previsional y a aquellas que están “ocultas”6 por serilegales. De acuerdo a la discusión planteada anteriormente, esta inves-tigación se centrará en la economía informal derivada de actividadesocultas.

Como comentario final de esta sección, es importante notar que exis-ten muy pocas experiencias de medición de economía informal para elcaso argentino y, a la fecha de elaboración de este trabajo, ninguna ba-sada en datos microeconométricos. Esto se debe, principalmente, a lasdificultades metodológicas anteriormente descriptas, a que el interés eneste tipo de problemas es relativamente reciente, y a la escasez de datosde encuestas de consumo para el caso argentino.

Todas estas consideraciones intentan contextualizar los objetivos y al-cances de esta investigación. Los resultados de este trabajo deben servistos como una primera aproximación microeconométrica al tema, porlo que se eligió priorizar el uso de datos recientes y de una metodologíaestándar, fácilmente reproducible e interpretable, de modo de poder con-tar con un benchmark que permita realizar comparaciones con otras ex-periencias, y que además sirva como punto de partida a investigacionesmetodológicamente más ambiciosas, tanto en la calidad de la informa-ción como en la complejidad de las técnicas estadísticas utilizadas. En elapartado de las conclusiones se detallan las posibles líneas de investiga-ción futura que surgen de este trabajo.

3. MÉTODOS MICROECONOMÉTRICOS PARA LA MEDICIÓN DE LAECONOMÍA OCULTA

Esta sección presenta un modelo muy simple de subdeclaración quepuede ser estimado econométricamente utilizando datos de corte trans-

60 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

S = [b1 + Y*R b3] / b2 (8)

De modo que S puede ser estimada consistentemente a través de unaregresión del logaritmo del consumo en D, Y, D*Y y Z para todos los indi-viduos de la muestra, y posteriormente reemplazando las estimacionesde b1, b3 y b2, y el valor observado de Y*R en (8).

Los gráficos 1 y 2 muestran estas relaciones. Para simplificar el ejem-plo, supondremos que las familias son idénticas en lo que respecta a suconformación demográfica o, alternativamente, que Z=0. El gráfico 1 serefiere a un caso extremo con dos grupos de individuos (A y E) con patro-nes de consumo idénticos, en donde ambos declaran correctamente suconsumo pero uno de ellos (el grupo E) subdeclara el ingreso. Las obser-vaciones del grupo A se encontrarán dispersas alrededor de la recta de-notada como “real” y las del grupo B sobre la recta denotada como “sub-declarado”. La estimación econométrica de (7) permite identificar ladistancia vertical entre los patrones de consumo de ambos grupos (lasdiscrepancias en el consumo), la cual puede ser fácilmente traducida entérminos de la distancia horizontal, que provee una estimación de la ta-sa de subdeclaración. El gráfico 2 muestra una situación más realista,en donde el grupo que subdeclara además tiene una menor elasticidadingreso en el consumo. En este caso, el modelo y los datos identifican lospatrones de ingreso consumo observados. Bajo el supuesto de que parael ingreso promedio ambos grupos tienen el mismo consumo, entonces

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 63

El siguiente paso consiste en expresar S en términos de magnitudesobservables y/o estimables a partir de la información disponible. Expre-sando Y en términos del ingreso reportado y de la subdeclaración, yreemplazando en (2):

E(CE) = αE + βE (YR + S) + δ Z = α* + βE YR + δ Z (5)

en donde:

α* = αE + βE S (6)

Por otro lado, despejando en la restricción (3) obtenemos:

αE = αA + (Y*R + S) (βA - βE)

y reemplazando en (6) y despejando S:

S = [(α*-αA) + Y*R (βE - βA)] / βA

Es importante notar que, expresada de esta manera, la tasa de sub-declaración S es una magnitud que depende de valores observables y/oestimables. Las ecuaciones (1) y (5) son funciones de regresión que de-penden enteramente de magnitudes observables, de modo que sus pará-metros pueden ser consistentemente estimados por métodos estándar(como mínimos cuadrados ordinarios) para los grupos correspondientes,pero imponiendo la restricción de que los coeficientes de Z sean igualesen ambas ecuaciones. Esto produce estimaciones consistentes de α*, αA,βE y βA. Adicionalmente, Y*R, el ingreso promedio reportado, es una mag-nitud directamente observable. Reemplazando en S por los valores esti-mados y observados se obtienen, consecuentemente, estimaciones con-sistentes de S.

En la práctica resulta conveniente proceder de la siguiente manera.Denotemos con D a una variable binaria que toma valor 1 si un hogarpertenece al grupo E, y 0 si pertenece al grupo A, y consideremos el si-guiente modelo de regresión para todos los individuos de la muestra:

E(C) = b1 D + b2 Y + b3 (D*Y) + δ Z (7)

Es fácil verificar que los coeficientes de este modelo están relaciona-dos con los del caso anterior de la siguiente forma:

b1 = α*-αA

b2 = βA

b3 = (βE - βA)

y, en particular,

62 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

GRÁFICO 1MODELO SIMPLE DE SUBDECLARACIÓN: IGUALES ELASTICIDADES DE CONSUMO.

lnC

ln Y

Subdeclarado

Real

Discrepanciaen consumo

Ingreso subdeclarado

4. DATOS

Los datos utilizados corresponden a un conjunto de variables de laEncuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGH) relevada entre fe-brero de 1996 y marzo de 1997 por el Instituto Nacional de Estadística yCensos (INDEC). Este estudio se concentra en la Región Metropolitanadel Gran Buenos Aires.7

La ENGH releva una gran cantidad de variables referidas a la estruc-tura de gasto e ingreso de los hogares, a las cuales adiciona informaciónsobre distintas características demográficas, ocupacionales, y educacio-nales de los hogares encuestados.

El modelo discutido en la sección 3 implica que, a los fines de la dis-cusión, es necesario identificar en la muestra: 1) Grupos de hogares cla-sificados de acuerdo a las posibilidades de subdeclarar su ingreso. 2)Grupos de bienes cuyo consumo se declare en forma correcta. 3) Carac-terísticas de los hogares que permitan controlar por diferencias entre fa-milias.

Con respecto a los grupos de ingresos, en forma similar a los trabajosanteriores, se intentó clasificar a los individuos en asalariados y no asa-lariados. Una cuestión básica es que la unidad de referencia en donde sedetermina el consumo es el hogar, de modo que es necesario clasificar alos hogares a partir de la información de los individuos que los confor-man. Aquí se siguió la misma línea metodológica que en Smith (1986) yPissarides y Weber (1989), que clasifican a un hogar como, por ejemplo,“asalariado” de acuerdo a la proporción del ingreso total obtenido a tra-vés de esta fuente.

Se probaron varias alternativas basándose en los ingresos del jefe delhogar y en la totalidad del ingreso familiar. En el primer caso, se trabajócon dos posibilidades (i) teniendo en cuenta lo que cada jefe de hogar re-portó como su ocupación principal y (ii) teniendo en cuenta el porcenta-je que cada fuente de ingreso representa en el total de los ingresos del je-fe.

El cuadro 1 presenta las clasificaciones de los hogares de acuerdo adistintos criterios sobre la base del ingreso total familiar. Si bien laENGH reconoce siete fuentes alternativas de ingresos (asalariado, cuen-tapropista, empleador, rentista, jubilado, transferencias y autoconsumo),a fines de mantener cierta homogeneidad en la muestra, y en forma idén-tica al trabajo de Smith (1986), el análisis se concentra en las tres prime-ras fuentes. La clasificación adoptada para las estimaciones presentadasen las secciones siguientes define a un hogar como “empleador”, “cuen-tapropista” o “empleador o cuentapropista” (no asalariado) si más del25% del ingreso total familiar proviene de la fuente respectiva8 (en el últi-mo caso, se suma el ingreso proveniente de ambas fuentes). De acuerdoal criterio adoptado, las categorías no son excluyentes, es decir, es per-fectamente posible que un hogar resulte clasificado en más de una cate-goría. Si bien esto es lógicamente posible, son muy pocos los hogares queresultan clasificados en más de una categoría. Por ejemplo, sólo 14 de

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 65

es posible identificar la subdeclaración en este punto, representada en elgráfico por la línea sólida.

El método puede ser extendido en varias direcciones, que permitenrelajar algunos de los supuestos. En principio, no es necesario restringirel análisis a dos grupos de individuos. Si en la muestra disponible es po-sible identificar distintos grupos de ingresos de los cuales uno de ellosno subdeclara, el método permite identificar tasas de subdeclaración pa-ra todos los otros grupos de ingresos.

Pissarides y Weber (1989) extienden el análisis permitiendo que lasubdeclaración varíe por individuos, de modo que el modelo estima unatasa promedio de subdeclaración. Adicionalmente, estos autores modelanexplícitamente la relación entre ingreso corriente e ingreso permanentepermitiendo diferencias en las volatilidades entre los ingresos del grupoque subdeclara y del que no lo hace. Lyssiotou, et al. (1999) utiliza méto-dos semiparamétricos para evitar el supuesto de log-linealidad de lascurvas de Engel, además de estimar un sistema completo de ecuacionesde demanda. Ninguna de las extensiones discutidas en este párrafo esimplementada en esta investigación, y su exploración constituye una in-teresante línea de investigación futura para el caso argentino.

64 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

GRÁFICO 2MODELO DE SUBDECLARACIÓN: DIFERENTES PATRONES DE CONSUMO

Asalariados(real y observado)

No asalariados(observado)

No asalariados(real)

Y*

Ingreso subdeclarado promedio

lnC

ln Y

economías de escala internas al hogar,10 cantidad de hijos (incluyendocantidad de hijos al cuadrado), número de chicos entre 0 y 4 años y nú-mero de chicos entre 5 y 16 años. (ii) Características de los jefes: se con-sideró la edad de los jefes construyendo una variable que toma como va-lor medio 40 años, es decir, se calculó la distancia de la edad del jeferespecto a esa edad de referencia (y se usó la misma variable al cuadra-do); también se intentó controlar por el nivel de instrucción de los jefes.(iii) Características de la vivienda y otras: número de habitaciones (exclu-yendo baños y cocina), número de baños, material de la casa (paredes,techo y piso), cochera, jardín, teléfono, calefacción central, gas de red,agua caliente, distancia al transporte más cercano, hogares con pagospendientes de la vivienda. Además, para los departamentos, se constru-yeron variables que consideran la cantidad de pisos del edificio, la dispo-nibilidad de portero eléctrico y de servicio de seguridad.

5. RESULTADOS EMPÍRICOS

La muestra queda conformada por 3.402 hogares, que utilizando losfactores de expansión de la ENGH, representan a 2.319.777 hogares dela Región Metropolitana del Gran Buenos Aires en 1996-1997. El cuadro3 presenta algunas estadísticas descriptivas para la variables utilizadasen la estimación.

5.1. Estimación de modelos de consumo

Un primer punto metodológico a sortear es la posible no normalidad delas variables de interés. Teniendo en cuenta que los datos provienen deencuestas de hogares, y dadas las características de la información releva-da, es lógico conjeturar que la posible presencia de valores atípicos (ou-tliers) sea un problema no menor para los métodos estándar, tales como elde mínimos cuadrados ordinarios (MCO). Bajo esta premisa, se optó porestimar los parámetros del modelo descripto en la sección 3 utilizando mé-todos robustos, que permiten obtener estimaciones consistentes y que ade-más producen inferencias válidas aun bajo la presencia de outliers.11

A los efectos de explorar los inconvenientes del método de mínimoscuadrados (MCO), se estimaron, usando este método, varias versiones dela ecuación (7) similares a las presentadas en los cuadro 3 y 4 más ade-lante, y posteriormente se implementó el test de normalidad de Jarque yBera (1987) sobre los residuos de los mismos, en todos los casos recha-zando en forma contundente la hipótesis nula de normalidad. A modo deejemplo, el estadístico de Jarque y Bera para el modelo de la última co-lumna del cuadro 3 arroja un valor igual a 2.318,31, notoriamente ma-yor que los valores críticos usuales de la distribución Chi cuadrado con2 grados de libertad (distribución asintótica del estadístico bajo la hipó-tesis nula). Esto muestra claramente la inadecuación del método deMCO para este tipo de problemas.12

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 67

los 3.402 hogares en la muestra resultan clasificados como cuentapro-pista y empleador; ningún hogar es clasificado como asalariado y em-pleador, y el 9% es clasificado como asalariado y cuentapropista.

En lo que respecta a los distintos grupos de bienes de consumo, seprobaron varias canastas, de acuerdo a las posibilidades que las familiastendrían en subdeclarar su consumo. Los estudios anteriores sugierenconcentrar el análisis en bienes de baja elasticidad ingreso, para los cua-les, naturalmente, resulta complejo inferir el ingreso de las familias apartir de su consumo. También en forma similar a la literatura existente,se consideraron: alimentos, alimentos y bebidas, alimentos, bebidas y ta-baco, “commitments”, y servicios y otros bienes no durables.

En todos los casos, los rubros incorporados en cada clasificación de-pendieron de la disponibilidad de datos de la ENGH. En este sentido, elgasto en “commitments”, que agrupa las erogaciones en intereses por pa-go de hipotecas, alquileres, reparación y mantenimiento de la vivienda deuso permanente, gasto en hotel o pensión y pagos por servicios de aguapotable y electricidad, fue el que más dificultades generó por la escasezde información sobre estos ítem. Por último se agrupó en una quinta va-riable el gasto en otros bienes no durables y servicios.9

En cuanto a las características de los hogares, siguiendo la metodolo-gía descripta en Pissarides y Weber (1989), se consideraron únicamentelos hogares en los que había dos adultos y el segundo era el cónyuge deljefe de familia. Asimismo, se utilizaron variables vinculadas con: (i) Ta-maño y composición de la familia: cantidad de miembros, cantidad deadultos equivalentes y cantidad de adultos equivalentes ajustados por

66 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 1HOGARES CLASIFICADOS POR CATEGORÍAS DE INGRESO

Estructura porcentual a partir de frecuencias expandidas

Criterios de categorización de los hogares sobre la base del ingreso familiar

Mas del 25% según fuente: Mas del 50% según fuente:

Cuenta Empleador Cuenta EmpleadorEmpleador propia y cuenta Empleador propia y cuenta

propia propia

Empleadores 6,0% 5,2%

Cuentapropistas 27,2% 19,3%

Empleadores y Cuentapropistas 32,8% 24,4%

Otros 94,0% 72,8% 67,2% 94,8% 80,7% 75,6%

Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENGH.

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 6968 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

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caciones de hogares y en el cuadro 4 se explora el efecto de variar la ca-nasta de consumo.

El cuadro 3 presenta estimaciones de un modelo log lineal de consu-mo de alimentos en función del (logaritmo del) ingreso, un indicador degrupo de ingresos y un conjunto representativo de variables socioeconó-micas determinantes del consumo (cantidad de miembros, edad del jefe ysu cuadrado, número de hijos entre 0 y 4 años y entre 5 y 16 años).

Inicialmente se estimó una versión de la ecuación (7) utilizando comogrupo de ingresos potencialmente subdeclarados a los “no asalariados”,definidos de acuerdo al criterio descripto en la sección anterior. Se inclu-yeron variables binarias de intercepto y pendiente (columna 1), resultan-do ambas no significativas. Esto se debe fundamentalmente a la exagera-da correlación muestral entre ambas (0,998), por lo que se procedió adejar sólo la variable binaria de intercepto (columna 2), aumentando susignificatividad notoriamente, aunque estadísticamente sólo al 17% deconfianza.

La columna 3 diferencia entre cuentapropistas y empleadores, y eneste caso, la variable binaria por hogar empleador es significativa mien-tras que la de cuentapropista no lo es. Este resultado es llamativo, enparticular en comparación con los resultados de Smith (1986). En dichotrabajo, los autores diferencian entre categorías laborales del tipo white-blue collar, estimando modelos distintos para ambos grupos, lo cual esnotoriamente complejo de replicar en base a la información de la ENGH.Implementando esta distinción, los resultados de Smith (1986) sugierenque la significatividad de la variable binaria “no asalariado” es notoria-mente mayor para el caso del grupo “white collar”, lo cual es en parteconsistente con los resultados de la columna 3. De todos modos, la nosignificatividad de la variable “cuentapropista” sugiere que, bajo el es-quema de la sección 3, a los efectos de la subdeclaración, la distinciónrelevante es entre empleadores y no empleadores. Consecuentemente,las columnas 4 y 5 estiman el modelo correspondiente a la ecuación (7)tomando como grupo de referencia al de “empleadores” solamente, y lamisma apreciación vale en relación a la alta colinealidad entre las varia-bles binarias por intercepto y pendiente.

Es importante recordar que la inclusión del resto de las variables so-ciodemográficas tiene como objetivo evitar sesgos por omisión de varia-bles en la estimación de la elasticidad ingreso y de la variable binaria delgrupo de referencia. Se probaron varias alternativas a fines de controlarlas diferencias en el consumo de acuerdo a distintas medidas de estruc-tura familiar. Tal como se describe en la sección 4, se utilizaron distintasnociones de tamaño de familia, así como una gran variedad de caracte-rísticas sociodemográficas y de las viviendas habitadas, que podrían ex-plicar las diferencias en el consumo entre familias. Ninguna de estas es-pecificaciones alternativas difiere significativamente de los resultadospresentados en el cuadro 3, y por razones de espacio no se presentan eneste trabajo.13

El cuadro 4 muestra varias estimaciones del modelo utilizando la

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 71

Los resultados de las estimaciones se resumen en los cuadros 3 y 4,los cuales presentan varias versiones del modelo correspondiente a laecuación (7) en la sección 3. En el cuadro 3 se exploran distintas clasifi-

70 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 3ESTIMACIONES DE VARIAS VERSIONES DEL MODELO - VARIABLE

DEPENDIENTE: GASTO EN ALIMENTOSEstimación robusta. Gastos e ingreso en logaritmos

(1) (2) (3) (4) (5)

Ingreso 0,3741 0,3683 0,3629 0,3660 0,3627(26,8100) (33,3680) (31,9050) (31,2970) (31,9310)

Cantidad de miembros 0,0635 0,0639 0,0644 0,0640 0,0643(6,8780) (6,9370) (6,9880) (6,9450) (6,9830)

Edad del jefe - 40 (age) 0,0056 0,0056 0,0056 0,0056 0,0056(4,7740) (4,7790) (4,7440) (4,7460) (4,7850)

Age al cuadrado (agesq) -0,0001 -0,0001 -0,0001 -0,0001 -0,0001-(2,7190) -(2,7710) -(2,8210) -(2,8770) -(2,9370)

Nº de chicos e/ 0 y 4 años 0,0019 0,0016 0,0002 0,0003 0,0001(0,1050) (0,0900) (0,0120) (0,0200) (0,0030)

Nº de chicos e/ 5 y 16 años 0,0318 0,0314 0,0310 0,0316 0,0311(2,6390) (2,6140) (2,5790) (2,6240) (2,5870)

Empleadores o cuentapropistas (no asalariados) (EóC) 0,1266 0,0258

(0,8230) (1,3620)

EóC x ingreso -0,0145-(0,6610)

Cuentapropistas 0,0104(0,5170)

Empleadores 0,0866 0,4912 0,0839(2,2640) (1,3200) (2,2140)

Empleadores x ingreso -0,0533-(1,1050)

Constante 2,5507 2,5899 2,6276 2,6111 2,6328(25,6410) (31,9280) (31,5880) (30,8500) (31,9160)

Nota: debajo de cada coeficiente (y entre paréntesis) se presenta el estadístico ‘z’correspondiente.Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENGH.

esperado, salvo en el caso de “commitments”, en donde no es significati-vamente distinta de cero.

A fines de explorar si el supuesto de log-linealidad es apropiado, seestimaron regresiones no paramétricas simples entre los logaritmos delingreso y consumo, las cuales sugieren que, para este caso, el mismo noes demasiado restrictivo. El gráfico 3 (en el apéndice) muestra los resul-tados de estimar en forma no paramétrica una función simple de consu-mo de alimentos para los no empleadores utilizando métodos no paramé-tricos estándar, lo cual sugiere que la aproximación lineal es razonable.14

5.2. Estimaciones de la subdeclaración

El cuadro 5 muestra las estimaciones de la tasa de subdeclaraciónque surgen de los distintos modelos de consumo estimados anteriormen-te. Las mismas se obtienen de reemplazar los coeficientes estimados enla fórmula (7).

La estimación puntual de la subdeclaración para el modelo de ali-mentos sugiere que los hogares clasificados como empleadores ocultan el23% de sus ingresos. Los resultados para otras canastas de bienes arro-jan valores entre 13% y 17%. Es importante remarcar que la posibilidadde identificar la subdeclaración en los ingresos se basa crucialmente enutilizar canastas de baja elasticidad ingreso, de modo que los valores quesurgen del modelo de alimentos posiblemente provean las estimacionesmás confiables de la subdeclaración.15

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 73

misma estructura de variables explicativas que el modelo de la columna5, pero para distintos grupos de bienes: alimentos y bebidas, alimentos,bebidas y tabaco, “commitments” y servicios no durables. Como se men-cionó anteriormente, el objetivo consiste en explorar la sensibilidad delos resultados obtenidos al uso de canastas de bienes alternativas condistinta elasticidad ingreso.

La elasticidad ingreso del consumo de alimentos (0,3627) es estimadacon gran precisión y arroja valores superiores a los estimados por Smith(1986) para Gran Bretaña (obtiene un valor cercano a 0,26). Como era deesperar, para las otras canastas de bienes la elasticidad ingreso es noto-riamente superior: 0,47 para alimentos y bebidas y alimentos, bebidas ytabaco, 0,68 para “commitments” y 0,86 para servicios y otros no dura-bles. La variable binaria empleador es siempre significativa y con el signo

72 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 4ESTIMACIONES DE VARIAS VERSIONES DEL MODELO - VARIABLE BINARIA:

EMPLEADORESEstimación robusta - gastos e ingreso en logaritmos

Alimentos Alimentos, Commitments Servicios yy bebidas bebidas y tabaco no durables

Ingreso 0,4780 0,4758 0,6286 0,8677(44,3770) (44,4880) (26,7220) (54,7230)

Cantidad de miembros 0,0617 0,0639 -0,1151 0,0205(7,0700) (7,3630) -(6,1960) (1,6120)

Edad del jefe - 40 (age) 0,0030 0,0027 -0,0116 -0,0003(2,6750) (2,4490) -(4,8030) -(0,2060)

Age al cuadrado (agesq) -0,0001 -0,0002 0,0002 -0,0002-(3,3680) -(3,9170) (1,9280) -(2,9520)

Nº de chicos e/ 0 y 4 años -0,0224 -0,0278 0,0762 -0,0095-(1,3310) -(1,6640) (2,0930) -(0,3870)

Nº de chicos e/ 5 y 16 años 0,0023 -0,0035 0,0361 -0,0415(0,2010) -(0,3110) (1,4790) -(2,5070)

Empleadores 0,0816 0,0717 -0,1047 0,1105(2,2650) (2,0020) -(1,3720) (2,1190)

Constante 2,2139 2,2758 -0,0493 -0,9161(28,3020) (29,3010) -(0,2890) -(7,9540)

Nota: debajo de cada coeficiente y entre paréntesis se presenta el estadístico ‘z’ co-rrespondiente.Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENGH.

GRÁFICO 3LOG LINEALIDAD DE LA FUNCIÓN CONSUMO DE ALIMENTOS

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ln del ingreso fliar.

a cabo dicho ejercicio. De modo que cualquier medición de la economíaoculta debe ser tomada con cierta precaución.

Un primer punto a remarcar es que las mediciones obtenibles a partirdel método utilizado en este trabajo se refieren a un aspecto particularde la economía oculta, relacionado con el volumen de ingresos que ungrupo de agentes “esconde” de las estadísticas oficiales. Esto dificulta lacomparación con otros resultados existentes para el caso argentino, quemiden conceptos distintos.

En cuanto a la relevancia de los supuestos en los que se basa la esti-mación, posiblemente el más importante se refiere a que sea posible ex-plicar la mayor parte de las heterogeneidades familiares en el consumo,de modo que las diferencias en los patrones de consumo entre los gruposconsiderados (captadas por la variable binaria de pertenencia a un gru-po particular de ingresos) se deban a la subdeclaración y no a otras dife-rencias no observables entre el consumo de los grupos. En este trabajose experimentó con una considerable cantidad de características socio-demográficas que permitirían controlar por estas diferencias, aunque estodavía posible explorar otras que no son directamente observables en laENGH.

Un supuesto importante de identificación es que exista un grupo “ba-se” que no subdeclara, de modo que la tasa de subdeclaración pueda in-terpretarse en términos absolutos. Trivialmente, si el grupo base subde-clarase también, el método estimado permite identificar cuánto el otrogrupo subdeclara por sobre el monto ya subdeclarado por el grupo base.De ser éste el caso, las tasas de subdeclaración estimadas tendrían unainterpretación en términos relativos: cuánto más subdeclara un grupocon respecto al otro, resultando imposible identificar la subdeclaracióntotal. Otro punto relevante se refiere a la representatividad de la muestrautilizada. Como es habitual en este tipo de encuestas complejas, la tasade no respuesta no es trivial, y es perfectamente posible que aquellos ho-gares que más tienen para ocultar sean los que tengan mayores incenti-vos a negarse a completar la encuesta. En principio, la posibilidad de ex-trapolar resultados muestrales a la población descansa en el supuestoimplícito de que la tasa de subdeclaración de los individuos en la mues-tra es similar a la de los individuos fuera de la misma. Si no se contaracon ninguna otra información adicional acerca de este comportamiento,la tasa de subdeclaración real fluctuaría de acuerdo a que la subdeclara-ción de los individuos que no están en la muestra sea notoriamente ma-yor o menor que la de los que sí lo están.17 El comentario anterior sugie-re que la tasa de subdeclaración de las familias que no están en lamuestra es mayor a la de las que si están, de modo que las tasas de sub-declaración estimadas con los datos disponibles serían límites inferioresde las tasas reales. Por otro lado, Smith (1986) argumenta que el creci-miento en la actividad informal se da a través de actividades relativa-mente pequeñas, distribuidas en un gran número de hogares, de modoque los resultados se verían afectados si la tasa de no respuesta fueseexorbitantemente grande. Teniendo en cuenta la complejidad de la

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 75

Smith (1986) obtiene valores mayores para la estimación basada en elgrupo de alimentos (36%), pero concluye que la subdeclaración promediopara las distintas canastas consideras en el caso de Gran Bretaña es de18%. Este promedio de estimaciones de tasas de subdeclaración para elcaso del Área Metropolitana Gran Buenos Aires (descartando la de “com-mitments”, que no es significativa) arroja una cifra sorprendentementesimilar, igual a 17%.

Una cuestión importante, y no explorada en Smith (1986) y los traba-jos posteriores, consiste en evaluar la relevancia estadística de estasmagnitudes. La tasa estimada de subdeclaración, de acuerdo a la fórmu-la (8) es una transformación no lineal de los coeficientes estimados, loque dificulta la aplicación de métodos estándar de inferencia. Conse-cuentemente, se optó por aplicar una técnica de remuestreo (bootstrap) afines de aproximar la variabilidad muestral de las estimaciones anterio-res.16 La parte inferior del cuadro 5 muestra los errores estándar calcula-dos para las tasas de subdeclaración y los intervalos de confianza al95%. Salvo en el caso de “commitments”, en todos los casos el intervalode confianza no incluye al cero, por lo que las tasas de subdeclaraciónresultan estadísticamente significativas, aunque son estimadas con pocaprecisión. Por ejemplo, para el caso de alimentos, el intervalo de confian-za va de 4% a 41,8%.

5.3. Interpretación de los resultados obtenidos

Como se analizó en la introducción, los resultados de cualquier esti-mación indirecta de la economía oculta reflejan en parte la magnitud delfenómeno a medir y en parte los supuestos adoptados para poder llevar

74 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 5ESTIMACIONES DE LA TASA DE SUBDECLARACIÓN PARA VARIOS MODELOS.

VARIABLE BINARIA: EMPLEADORES

Alimentos Alimentos Alimentos, Commitments Servicios yy bebidas bebidas y tabaco no durables

Elasticidad ingreso (b2) 0,36271 0,47796 0,47582 0,62857 0,86769

Dummy (b1) 0,08393 0,08159 0,07172 -0,10468 0,11053

Tasa de subdeclaración 0,23139 0,17071 0,15072 -0,16653 0,12739

Error estándar 0,09745 0,06854 0,07074 0,12602 0,06377

Intervalo de confianza 95%

- Límite inferior 0,04090 0,02928 0,00402 -0,40642 0,01006

- Límite superior 0,41882 0,31168 0,28943 0,08690 0,26900

Fuente: Elaboración propia sobre la base de ENGH.

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EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 77

ENGH, la tasa de respuesta es llamativamente elevada (entre 60% y 80%,aunque con cifras cercanas al 50% en el Gran Buenos Aires, ver INDEC(1998, pág. 27) similares a las presentes en la encuesta utilizada porSmith (1986), lo cual amortiguaría este potencial problema.

6. COMENTARIOS FINALES

La naturaleza del problema de medición de la economía informal ha-ce que sea riesgoso resumir en unos pocos números una realidad esen-cialmente más compleja. De ahí que resulte indispensable acompañar losresultados empíricos de una descripción pormenorizada de los procedi-mientos utilizados en su obtención, de modo de resaltar sus alcances ylimitaciones.

Este trabajo presenta una aproximación microeconométrica al proble-ma de la medición de las actividades ocultas para el caso del área metro-politana del Gran Buenos Aires sobre la base de los datos de la EncuestaNacional de Gastos de los Hogares del año 1996. De acuerdo a las dis-crepancias en los consumos, los resultados empíricos indican que el gru-po de hogares clasificados como “empleador” oculta aproximadamenteun 23% de sus ingresos a las estadísticas oficiales.

El trabajo describe con detalle el contexto en el cual estas cifras soninterpretables, enfatizando la relevancia de los supuestos utilizados y lacalidad de la información disponible. Frente a la escasez de estudios ba-sados en micro datos para el caso argentino, se consideró prudente eluso de métodos estándar, comparables con otras experiencias anteriores,en particular las de Gran Bretaña estimadas por Smith (1986).

Estos resultados proveen un punto de partida para la implementaciónde métodos más sofisticados que permitan abordar preguntas empíricasmás detalladas. En particular, resulta de interés obtener estimacionespara distintos períodos de modo de explorar la dimensión temporal delproblema, lo cual, inevitablemente, requiere un esfuerzo empírico consi-derable debido a la escasez de información sobre consumo. También esnecesaria una detallada exploración empírica de los distintos aspectosdel fenómeno de subdeclaración basada en fuentes alternativas de infor-mación, como la resultante de la comparación de datos de encuestas dehogares y la proveniente de las cuentas nacionales.

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76 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

rreg. Los intervalos de confianza se calcularon de acuerdo al método de percenti-les. Ver Sosa Escudero y Gasparini (2000) para una descripción detallada de estosmétodos y una aplicación al caso de la variabilidad de los coeficientes de Gini enla Encuesta Permanente de Hogares.

17. Los extremos corresponden al caso en que todas las familias que no estánen la muestra subdeclaran o que ninguna lo hace. El enfoque de cotas de Manski(Manski bounds, Manski, 1994) se basa en esta apreciación.

EL TAMAÑO DE LA ECONOMÍA OCULTA 79

NOTAS

1. Se agradecen los comentarios de Leonardo Gasparini y de los asistentes alSeminario Interno de FIEL. Se aplican los usuales descargos de responsabilidad.

2. Departamento de Economía, Universidad Nacional de La Plata, calle 6 entre47 y 48, oficina 516, 1900 La Plata. Tel-fax: 0221-4229383. E-mail: [email protected].

3. Ver Gasparini (2000) en la introducción de este volumen.4. Este enfoque es utilizado para el caso argentino por Ahumada et al. (2000)

en este volumen.5. En los términos planteados recientemente por Manski (1994), la discusión

pasa por un problema de identificación (qué conclusiones se podrían sacar auncuando se dispusiera de una ilimitada cantidad de observaciones) más que poruno de inferencia estadística (qué se puede aprender con una cantidad limitadade información).

6. El término utilizado es “concealed”.7. Para una descripción detallada de la encuesta, su metodología y objetivos

ver INDEC (1998).8. Los resultados de regresión son robustos con respecto a otros porcentajes

considerados.9. Bajo este nombre se contabilizaron los gastos de las familias en: combusti-

bles, lubricantes, lavado y engrase de vehículos, artículos para la limpieza del ho-gar, artículos varios para mantenimiento, elementos para primeros auxilios, ma-terial escolar y técnico, artículos de tocador, diarios y revistas, seguros, serviciosdomésticos, servicios de reparación y mantenimiento del hogar, internación y ci-rugías, servicios auxiliares para la salud, transporte público y por turismo, correo,teléfono, alojamiento, estadía y paquete turístico, servicios recreativos y cultura-les, servicios deportivos, servicios para el cuidado personal y otros.

10. Para la conversión de adultos equivalentes se utilizó la clasificación del IN-DEC y se tomó un coeficiente de economías de escala de 0,8, lo cual implica eco-nomías de escala moderadas.

11. El método utiliza la rutina rreg de Stata 6.0 que realiza una reponderaciónbasada en las distancias “D” de Cook. Posteriormente se itera utilizando pondera-ciones de Huber y del tipo “biweight”. Ver Wilcox (1997) para una discusión deta-llada de estos procedimientos.

12. También se realizaron estimaciones utilizando regresiones cuantílicas (Bu-chinsky, 1998), que proveen estimaciones robustas frente a outliers en la direc-ción de la variable explicada, obteniendo resultados muy similares a los produci-dos por el método robusto de Huber.

13. Las mismas pueden obtenerse a través de los autores.14. Se utilizó un estimador lowess con ancho de banda 0,1 (ver Pagan y Ullah,

1999 para más detalles). Esta aproximación es decididamente simplista ya que ig-nora el efecto de las otras variables explicativas. Como es bien conocido en la lite-ratura, la estimación general no paramétrica de un modelo de regresión con variasvariables explicativas requiere una enorme cantidad de datos (el problema de“maldición de la dimensionalidad”). Lyssiotou et al. (1999) estiman un modelo par-cialmente lineal para sortear esta dificultad.

15. También se realizaron estimaciones de la tasa de subdeclaración utilizan-do variables binarias por pendiente en vez de por intercepto, obteniéndose resul-tados muy similares.

16. Se realizó un bootstrap no paramétrico con 300 replicaciones de la rutina

78 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección III

EVASIÓN IMPOSITIVA

En la Argentina no existen mediciones sistemáticas de evasión impo-sitiva. En sí no es ésta una carencia exclusiva del país, sino la verifica-ción local de una circunstancia que se da en todos los países: la ausen-cia de esfuerzos sistemáticos basados en metodologías robustas paramedir la brecha entre la recaudación potencial y la recaudación efectiva.

Parte del problema está relacionado con las falencias de los modelosteóricos sobre los determinantes del cumplimiento tributario, pero engran medida la dificultad de medir la evasión, en términos agregados,tiene que ver con las fuentes de información, básicamente con la dispo-nibilidad y el costo que supone contar con la información necesaria paraintentar mediciones bien fundamentadas.

En principio son los propios organismos recaudadores los que estánen mejores condiciones para cumplir con este cometido, puesto que lainformación más relevante para intentar cuantificar el problema es lacontenida en las declaraciones juradas de los contribuyentes (a las quegeneralmente sólo pueden tener acceso los organismos recaudadores porrazones de secreto fiscal) y sólo ellos pueden poner en práctica la mejormetodología, esto es la auditoría directa de una muestra aleatoria de ta-les declaraciones para identificar, “en el campo”, los niveles de subdecla-ración de los contribuyentes.

Cuando este abordaje de la medición de la evasión no puede instru-mentarse las posibilidades de contar con buenas mediciones se reducendrásticamente, quedando disponibles vías más indirectas: a) la estima-ción de la “recaudación potencial” a partir de los grandes agregados delas cuentas nacionales y de la estructura legal del sistema impositivo ode alguno de los impuestos, b) el uso de información procedente de lasregularizaciones y leyes de moratoria impositiva y c) el uso de encuestassocioeconómicas.

El esfuerzo más importante y sistemático de medición de la evasiónen forma “directa” es el encarado por el IRS de los Estados Unidos a tra-vés del Taxpayer Compliance Measurement Program (TCMP), aplicado aevaluar el impuesto federal a las ganancias de las personas físicas vigen-

III.1. ESTIMACIÓN DEL CUMPLIMIENTO TRIBUTARIO EN EL IMPUESTO AL VALOR AGREGADO

Oscar Libonatti1

ganancias–, para posteriormente aplicarles la tasa del impuesto y deter-minar la obligación impositiva) ni el método sustractivo “directo”, es de-cir aquel que determina la base imponible entre ventas y compras y lue-go aplica la alícuota. Por el contrario, y según se expresó, el métodosustractivo indirecto permite que en cada transacción individual se de-termine un débito (si se trata de una venta) o un crédito (si fuera unacompra) de manera que no existen impedimentos para diferenciar la tasade IVA para ciertos productos o servicios, pues el impuesto surge de ladiferencia de débitos y créditos individuales (es decir por transacción)acumulados sobre el período de tiempo que fije la ley (y que puede sercualquiera, semanal, mensual, bimensual, etc.).

El gran atractivo económico del IVA, en particular del instrumentadopor el método sustractivo indirecto, es el de brindar un procedimientoapto para gravar el consumo sin introducir distorsiones en los preciosrelativos de los bienes y servicios.

Las características de diseño que potencian la neutralidad del IVAabarcan principalmente la definición del tipo de IVA (IVA producto, IVAingreso o IVA consumo) que se emplee; el principio de imposición utiliza-do (principio de origen o principio de destino); la cobertura del impuesto(todas las etapas de producción y distribución de bienes y servicios o só-lo algunas); la estructura de tasas (tasa única o tasas diferenciadas) y elmétodo de cálculo del IVA (método de crédito/débito, cálculo por sus-tracción o cálculo por adición).

El IVA producto grava todos los componentes del gasto (excepto elgasto salarial gubernamental) si se aplica principio de origen, por lo tan-to es equivalente a un impuesto sobre el PBI. Si se aplica principio dedestino el IVA grava el gasto doméstico exclusivamente:

Base del IVA producto Base del IVA producto ( principio origen) (principio destino)PBI – Gw = C + I + Gc +X – M PBI –Gw –X + M = C + I +Gc

Donde:PBI = producto bruto internoGw = consumo salarial del sector públicoC = consumo privadoI = inversión brutaGc = consumo no salarial del sector públicoX – M = saldo comercial externo

El IVA ingreso, a diferencia del anterior, no grava el gasto de inver-sión realizado para reponer bienes de capital consumidos (depreciados),solamente la inversión neta queda incluida en la base que, con principiode origen, es estrictamente igual al valor agregado (suma de los ingresosde los factores) y con principio de destino es la anterior ajustada por elresultado del balance comercial.

EVASIÓN IMPOSITIVA 85

te en ese país. El programa consiste en inspecciones directas intensivasy profundas de una muestra aleatoria estratificada por niveles de ingre-sos de declaraciones juradas de contribuyentes del Personal Income Tax.

No es un esfuerzo anual, sino que se lleva a cabo cada tres años,aunque su realización en parte depende de las disponibilidades presu-puestarias del organismo, puesto que por su naturaleza se trata de unametodología cara, como necesariamente lo es toda auditoría integral.

Los resultados de las fiscalizaciones TCMP permiten al IRS generar“funciones discriminantes” para asignar probabilidades a las distintascategorías de declaraciones juradas de que contengan irregularidades(subdeclaración de ingresos) y organizar la estrategia de fiscalización ge-neral del organismo. Aproximadamente el 50% de la actividad fiscaliza-dora del IRS se fundamenta en los lineamientos y prioridades que surgendel programa TCMP.

La evidencia que surge del TCMP sugiere que el nivel de incumpli-miento en el caso del Personal Income Tax norteamericano se sitúa en elorden del 17%.

No existe a nivel mundial otro programa comparable con el TCMP, cu-yos resultados, con distintos niveles de agregación y sin identificar a loscontribuyentes individuales, han sido incluso puestos a disposición deinvestigadores y académicos interesados en la materia.

El presente documento explora para el caso argentino una alternativaindirecta de medición de la brecha de incumplimiento en el impuesto alvalor agregado. Específicamente, se pretende inferir el impuesto poten-cial teórico que debió recaudarse en el ejercicio fiscal 1997 a partir de lainformación del sistema de cuentas nacionales y de la matriz de insumoproducto y compararlo con la recaudación efectiva, convenientementeajustada para permitir una comparación estrictamente homogénea entreambos conceptos.

I. ALGUNOS ASPECTOS CONCEPTUALES

La imposición al valor agregado se ha transformado en la forma domi-nante de imposición a las ventas a nivel mundial. Prácticamente la tota-lidad de países que han introducido el IVA en sus estructuras impositi-vas han implementado la modalidad indirecta de cálculo del mismo, esdecir como diferencia entre débito y crédito fiscales. Este procedimientoque “ata” el impuesto a las transacciones (tanto por el lado de las ventascomo de las compras) evita que el contribuyente tenga que determinar enmomento alguno su valor agregado a efectos impositivos, surgiendo suobligación como mera diferencia entre el impuesto cargado sobre susventas (débito fiscal) y el pagado sobre sus compras (crédito fiscal). Elprocedimiento indirecto de sustracción (o método débito/crédito) permi-te la existencia de tasas múltiples de IVA, que no podrían admitirse si seutilizaran los métodos aditivos de cálculo del impuesto (es decir aquellosque parten de identificar los componentes del valor agregado –salarios,

84 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

fiscalización del impuesto. Bajo ciertas circunstancias este argumentoderiva en la conveniencia de “dejar fuera” del impuesto o bien de “dismi-nuir la carga” que recae sobre determinados productos y servicios o biensobre determinados tipos de contribuyentes, con independencia del pro-ducto o servicio que produzcan o comercialicen.

La segunda consideración es de naturaleza distributiva y propicia lareducción o eliminación de la carga tributaria de IVA, para ciertos bienesy servicios generalmente por la connotación regresiva que se asigna a laimposición de los mismos, si es que ellos tienen gran peso en la canastade consumo de los sectores de menores ingresos. Por razones inversas,pero también de índole distributiva, a veces se propicia la imposición di-ferencial y más elevada en IVA de algunos bienes y servicios.

Existen en la actualidad 110 países que han adoptado el IVA, de loscuales 42 lo introdujeron durante la década del noventa (mayoritariamen-te países africanos, del este de Europa y las ex repúblicas soviéticas) en loque constituyó un fuerte resurgimiento del interés en esta forma de tribu-tación, luego que el relativo estancamiento de los años ochenta (solamen-te 14 países lo adoptaron en este período) interpusiera un paréntesis en laexpansión del IVA (entre 1967 y 1979 lo habían adoptado 47 gobiernos).

La gran mayoría (87) de los países que aplican IVA han optado por unIVA generalizado a todas las etapas (producción y distribución mayoristay minorista) y a su vez 70 de estos países, entre los que se encuentra laArgentina, emplean la variante de IVA consumo gravando los bienes y losservicios en forma muy amplia, mientras que otros 11 países, empleandoel mismo enfoque, imponen a una gama más estrecha de servicios. Eséste en sí mismo un hecho destacable, que pone de manifiesto la capaci-dad del IVA para transformarse en la primera forma de imposición queincorpora masivamente en su base imponible a los servicios.

Resulta clara la tendencia hacia la utilización del IVA como técnica deimposición del gasto, que libera de carga tributaria a la inversión. Estaventaja del IVA coexiste, en estos mismos países, con la concesión detratamientos de exención y/o tasas diferenciadas a distintos tipos de bie-nes y servicios (solamente 25 países emplean una única tasa general,siendo 73 los que utilizan una o más tasas diferenciadas y diversasexenciones a sectores específicos).

Prácticamente la totalidad de países que han introducido el IVA ensus estructuras impositivas utilizan la modalidad indirecta de cálculo delmismo, es decir como diferencia entre débito y crédito fiscales.

La tercera consideración que da lugar al apartamiento del paradigmade generalidad de base imponible y uniformidad de tasa tiene que vercon la presencia de bienes y servicios meritorios o preferentes, cuyo con-sumo la sociedad desea alentar. Siendo éstos los argumentos que se em-plean para justificar la eliminación o atenuación de la imposición al va-lor agregado, cabe hacer referencia a los instrumentos que puedenutilizarse para viabilizar tal eliminación o reducción de carga impositivay, en particular, a la aptitud diferencial que ellos evidencien en cuanto allogro de sus cometidos.

EVASIÓN IMPOSITIVA 87

Base del IVA ingreso Base del IVA ingreso (principio origen) (principio destino)PBI – Gw – D = C + (I – D) + PBI – Gw –D – X + M = C Gc + X – M + (I – D) + Gc

Y siendo PBI = V + D = IN surge

V – Gw = C + (I – D) +Gc + X – M V – Gw – X + M = C + (I – D) + Gc

Donde:IN = ingreso nacionalV = valor agregadoD =Depreciación

El IVA consumo excluye de la base del impuesto la inversión bruta. Sise instrumenta con principio de destino su base está dada por las ventasminoristas.

Base IVA consumo Base IVA consumo (principio origen) (principio destino)PBI – Gw- I = C + Gc + X –M PBI – Gw – I –X + M = C + Gc

Si bien el IVA consumo tiene menor base que las otras dos variantes,es la única que libera la inversión. Con principio de origen se grava (encualquiera de las variantes) el valor agregado de la producción domésti-ca (incluyendo la de bienes de capital en el caso del IVA producto y ex-cluyéndola con el IVA consumo) mientras que con el IVA destino se im-pone (en cualquiera de las variantes) el valor agregado incorporado en losbienes y servicios consumidos domésticamente (incluyendo al efectuadoen bienes de capital con el IVA producto y exceptuándolo con el IVA con-sumo). Estrictamente los bienes de capital (la inversión) son liberados deimposición en forma plena sólo mediante un diseño de IVA que combineIVA tipo consumo y principio de destino.

Si adicionalmente se desea que este IVA consumo basado en destino(grava importaciones y desgrava exportaciones) no altere la estructura deprecios relativos de los bienes y servicios, debe ser instrumentado concobertura general y con una sola tasa de imposición.

Esta ventaja, en términos de eficiencia económica del IVA, no es sinembargo plenamente aprovechada por el diseño concreto que adquiere laimposición al valor agregado en la casi totalidad de los países que lo uti-lizan. Existe un apartamiento deliberado respecto de la plena generaliza-ción de su base, de la uniformidad de tasa y no gravabilidad de la inver-sión, condiciones todas ellas necesarias para preservar la neutralidad delIVA y su naturaleza de impuesto económicamente eficiente. Estos apar-tamientos obedecen a tres consideraciones:

La primera y probablemente la más importante, es la necesidad desimplificación tributaria en aras de reducir el costo de administración y

86 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Si se hubiera optado por conceder al sector minorista el tratamientode “exención” de IVA, como en el caso anterior éste no hubiera podidocargar impuesto sobre sus ventas, pero tampoco contaría con el derechoa recuperar el crédito sobre sus compras gravadas. Como el exento eneste caso es un sector final, el efecto es provocar una pérdida de recau-dación equivalente a la tasa de IVA sobre el valor agregado de la etapaexenta exclusivamente, como se aprecia en este ejemplo:

Si la exención hubiera sido concedida a una etapa intermedia, porejemplo la mayorista, el efecto recaudatorio ya no es equivalente a unapérdida respecto a la recaudación alcanzable con todas las etapas grava-das, sino un aumento de la misma respecto de este nivel, es decir que laexención en este caso provoca un exceso de imposición que, continuan-do con el ejemplo, sería de $ 11.

La ruptura de la cadena de créditos y débitos en una etapa interme-dia provoca que: 1) el valor agregado del sector exento (el mayorista delejemplo) es de todas formas gravado en la etapa siguiente (la minoristadel ejemplo); 2) el valor agregado de la etapa previa a la exenta (el pro-ductor del ejemplo) es gravado dos veces (la segunda en la etapa minoris-ta que no está exenta); 3) existe un efecto piramidación o de cobro de im-

EVASIÓN IMPOSITIVA 89

Los instrumentos en cuestión son: a) Diferenciación de tasas; b)Exenciones; y c) Tratamiento de tasa cero. Los efectos de estos instru-mentos dependen a su vez de cuál sea el método de cálculo que se em-plee para determinar el IVA.

Con el método IVA crédito/débito es el consumidor final quien sopor-ta la carga impositiva y cada productor/distribuidor ubicado a lo largode la cadena de producción/distribución del bien o servicio actúa comoun agente de recaudación. El siguiente ejemplo tomado de H. Zee (1996)muestra cómo se desarrolla el cobro del impuesto con un IVA del 10% entodas las etapas.

Si se concede tratamiento de “tasa cero” en la etapa final el minoristadeja de cargar IVA sobre sus ventas pero el fisco le reembolsa el créditofiscal por el IVA incorporado en sus compras. Este crédito es necesaria-mente igual al IVA recaudado en las etapas previas (productor, mayoris-ta) y por lo tanto el tratamiento de “tasa cero” a una etapa final equivalea liberar totalmente de carga impositiva al bien o servicio de que se tra-te, según se aprecia en el siguiente ejemplo:

Se concluye además que con el método de IVA crédito/débito la tasade imposición efectiva sobre un producto es la tasa que corresponde a laúltima etapa gravada.

88 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

IVA DEL 10% EN TODAS LAS ETAPAS

Productor Mayorista Minorista Recaudación Precio con IVA

Ventas (sin IVA) 100 200 300

Compras (sin IVA) 0 100 200

IVA ventas 10 20 30

IVA compras 0 10 20

IVA neto 10 10 10 30 330

TASA CERO A MINORISTA. RESTO ETAPAS IVA AL 10%

Productor Mayorista Minorista Recaudación Precio con IVA

Ventas (sin IVA) 100 200 300

Compras (sin IVA) 0 100 200

IVA ventas 10 20 0

IVA compras 0 10 20

IVA neto 10 10 -20 0 300

EXENCIÓN A MINORISTA. RESTO ETAPAS IVA AL 10%

Productor Mayorista Minorista Recaudación Precio con IVA

Ventas (sin IVA) 100 200 300

Compras (sin IVA) 0 100 200

IVA ventas 10 20 0

IVA compras 0 10 0

IVA neto 10 10 0 20 320

EXENCIÓN A MAYORISTA. RESTO ETAPAS IVA AL 10%

Productor Mayorista Minorista Recaudación Precio con IVA

Ventas (sin IVA) 100 200 300

Compras (sin IVA) 0 100 210

IVA ventas 10 31

IVA compras 0

IVA neto 10 31 41 341

objetivo redistributivo inicial, por ejemplo la rebaja de la alícuota so-bre el pan beneficia tanto a contribuyentes de bajos ingresos como aaquellos de altos ingresos. Es decir que si el objetivo de la rebaja esredistributivo hay instrumentos más efectivos (transferencia de ingre-so, transferencia en especie etc., dirigidos a la población objetivo) quelas rebajas impositivas generales.

4) Las rebajas impositivas para ciertos bienes inevitablemente generanel pedido de extensión del tratamiento para aquellos otros económica-mente relacionados con los que reciben el tratamiento preferencial.Este potencial reclamo provoca un costo administrativo adicional, da-do por los recursos que el organismo recaudador asigna para cumplirtareas tales como definir las características que deben reunir los bie-nes para acceder a la tasa reducida, estudiar y establecer los criteriosde delimitación entre los bienes que acceden al tratamiento especial ylos que no y otras muchas cuestiones que por sus características su-tiles (más que por su importancia intrínseca) insumen el tiempo detrabajo de funcionarios calificados.

En resumen, la diferenciación de tasas es un procedimiento contra-dictorio con los objetivos de simplificación de la administración del im-puesto y de reducción de los costos de cumplimiento para el contribu-yente. Asimismo es un instrumento ineficiente cuando el objetivo esbeneficiar a contribuyentes de menores ingresos, existiendo mejores pro-cedimientos para ser usados con este propósito, tanto en el campo tribu-tario (el impuesto a los ingresos) como desde el ángulo del gasto público(transferencias focalizadas en especie o en efectivo).

Exención y tasa cero

Los sectores (o contribuyentes) “exentos” a los efectos del impuesto alvalor agregado (IVA) son aquellos cuyas ventas no son gravadas por esteimpuesto, pero que simultáneamente se encuentran imposibilitados pa-ra descontar el IVA incorporado en los insumos gravados que adquieren,por cuanto no están legalmente habilitados para asignar a tales pagos lanaturaleza de “créditos fiscales”. En consecuencia el IVA sobre las com-pras (incluyendo la de bienes de uso) se transforma en estos casos en uncomponente más de la estructura sectorial de costos.

Por su parte los sectores (contribuyentes) que gozan del tratamientode “tasa cero” son aquellos cuyas ventas reciben el tratamiento de exen-tas, pero que al mismo tiempo están habilitados para descargar plena-mente el IVA que hubieran tributado sobre sus compras, en la medida enque el mismo es considerado “crédito fiscal” y en calidad de tal pasible deser utilizado por estos contribuyentes contra otras obligaciones tributa-rias que pudieran tener y/o transferido a terceros y/o dar lugar al reem-bolso en efectivo por la propia autoridad tributaria.

En otros términos, el contribuyente exento, a los efectos prácticos noforma parte de la cadena del IVA, siendo plenamente asimilable a un

EVASIÓN IMPOSITIVA 91

puesto sobre impuesto, toda vez que el IVA incorporado en los insumosgravados del sector intermedio exento es asimilado a valor agregado en laetapa siguiente e impuesto como tal. En consecuencia la exención a unsector intermedio, cuando se usa un IVA crédito/débito, provoca un ex-ceso de tributación por doble imposición de valor agregado (efecto casca-da) y de cobro de impuesto sobre impuesto (efecto piramidación) comohubiera ocurrido con un impuesto a las ventas del tipo Ingresos Brutos.

Estructura de tasas del IVA. Diferenciación de tasas

El diseño más sencillo involucra dos alícuotas: una tasa general (dis-tinta de cero) que recae sobre los bienes y servicios gravados y una “tasacero” que se aplica a las exportaciones, para posibilitar que las mismassean efectivamente liberadas de toda carga de IVA.

En la práctica (alegándose razones redistributivas) usualmente seagrega una tercera alícuota, identificada como “tasa reducida”, que recaesobre ciertos bienes de consumo (alimentos frescos, medicamentos parauso humano, etc.), y también es común que por iguales razones se gra-ven con tasas mayores que la general ciertos consumos “suntuarios”.

La multiplicación de tasas de IVA incide negativamente sobre los cos-tos del cumplimiento tributario, tanto desde el punto de vista del Estado(la tarea de administrar y fiscalizar se complica cuando se agregan tasasy por consiguiente hay que asignar más recursos para estas finalidades)como desde el punto de vista privado y por idénticas razones. Por ejem-plo, la administración de un IVA relativamente sencillo (uno con pocasexenciones, con una tasa general y una tasa reducida) requiere que cadacontribuyente provea (y el fisco controle) 9 piezas de información: ventasa tasa general; ventas a tasa reducida; ventas exentas; compras a tasageneral, compras a tasa reducida; débito fiscal por ventas a tasa general;débito fiscal por ventas a tasa reducida; crédito fiscal por compras a ta-sa general y crédito fiscal por compras a tasa reducida. Un mayor núme-ro de tasas implica formularios más complicados, mayor trabajo admi-nistrativo del contribuyente y del funcionario impositivo, mayoresprobabilidades de errores y multiplicación de canales para evadir y/oeludir el tributo.

La multiplicación de tasas es pasible de críticas no sólo desde el án-gulo de los costos de administración y cumplimiento del sistema imposi-tivo, puesto que además:

1) distorsiona los precios relativos generando costos de eficiencia;2) la incidencia real de la baja de tasa sobre ciertos productos o servi-

cios, en términos de las remuneraciones de los factores productivos,es difícil de establecer y en todo caso resulta factible que discrepeabiertamente respecto al impacto distributivo “aparente” de la medidaen cuestión;

3) incluso el impacto distributivo “aparente” va asociado a “filtraciones”de la rebaja impositiva hacia sectores que pueden no formar parte del

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cieros, seguros, profesiones liberales, productores primarios, etc.) recu-rren con mayor asiduidad al tratamiento de “exento” que al de “tasa ce-ro” y otro tanto ocurre con otros bienes y servicios asimilados a bienesmeritorios.

Como paso previo a realizar una estimación del grado de incumpli-miento en el caso del Impuesto al Valor Agregado aplicado por la Argen-tina, es necesario resumir las características básicas que tenía este gra-vamen en el año 1997, por ser éste el año seleccionado para efectuar elcálculo, dada la disponibilidad de información.

La situación en la Argentina

En la ley de IVA argentina vigente en 1997 podían identificarse los si-guientes tratamientos especiales originados en motivos distributivos.

El artículo 6° al enumerar las ventas, locaciones e importaciones de-finitivas de cosas muebles, locaciones y prestaciones que se declaranexentas del impuesto, menciona entre otras a las siguientes:

inciso g): agua ordinaria natural, pan común, leche fluida o en polvo(entera o descremada) cuando el comprador sea un consumidor final, elEstado Nacional, las provincias o municipalidades (u organismos depen-dientes), los comedores escolares o universitarios y obras sociales.

El apartado 12 inciso j) declara exentos a los servicios de taxímetros,remises con chofer y todos los demás servicios de transporte de pasaje-ros, terrestres, acuáticos o aéreos realizados en el país (la exención seextiende a los servicios de carga del equipaje conducido por el propio via-jero y cuyo transporte se encuentre incluido en el precio del pasaje).2

El trato diferencial otorgado al transporte de pasajeros interno generóla extensión del mismo (siempre vía exención) a ciertos bienes de usoempleados en la prestación del servicio así como a los insumos. En estesentido el inciso h) del artículo 6° declara exentas a las aeronaves conce-bidas para el transporte de pasajeros y/o cargas destinadas a esa activi-dad; y el punto 27 del inciso j) del artículo 6 declara exentos a los traba-jos de transformación, modificación, reparación, mantenimiento yconservación de aeronaves, sus partes y componentes y de embarcacio-nes contempladas en el antes mencionado inciso h).

El apartado 23 del inciso j del artículo 6° exime de IVA a las locacio-nes de inmuebles.3

En relación al uso en la ley de IVA argentina de tasas reducidas conmotivos distributivos sólo existen tres casos contemplados en el artículo24 de la Ley de IVA:

1. Reducción del 50% en la tasa aplicable a las construcciones de in-

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comprador final. Por el contrario el contribuyente de “tasa cero” se en-cuentra totalmente incorporado en la cadena del gravamen, pero no su-fre la incidencia del mismo, de manera que sus ventas llegan absoluta-mente libres de IVA al comprador final.

Por lo tanto la exención en IVA no es equivalente a la liberación delgravamen. En realidad su efecto es liberar del IVA al valor agregado delcontribuyente exento, pero todas sus compras, incluyendo las de bienesde capital, quedan incididas por el impuesto en cuestión.

Por cierto que, en la medida en que el contribuyente exento no nece-sita cumplir con las formalidades que impone el gravamen (llevar libro deIVA, presentar declaración jurada o lo que fuere), el tratamiento de exen-to da lugar a cierta simplificación en la administración del impuesto, y auna aparente disminución del costo de cumplimiento tributario para elcontribuyente, pero estas ventajas pueden estar ligadas a la introducciónde iniquidades y distorsiones, en particular, si el contribuyente exentovende bienes o servicios intermedios.

De lo expuesto se sigue que, si por alguna razón las autoridades de-searan disminuir la incidencia del IVA en el precio final de determinadosbienes o servicios, si utilizan a este efecto la reducción de la tasa del IVApara tales bienes (o servicios), deberían fijar la reducción hasta el límiteaquel en que el débito fiscal, resultante de aplicar la alícuota reducida alas ventas, permitiera absorber plenamente el IVA pagado en la comprade insumos.

Por el contrario, si el objetivo fuera el de liberar completamente de laincidencia del IVA a determinados bienes o servicios, el único tratamien-to que garantiza este cometido es el de tasa cero. Utilizar la vía de laexención implica que el sobrecosto creado por el IVA de los insumos obien es pasado por el productor a los consumidores, o bien se traduce enuna menor remuneración a los factores de producción que emplea.

No obstante lo mencionado, se verifica que cuando se busca reducirla incidencia del IVA en los precios de ciertos bienes, la mayoría de lospaíses recurren a la utilización del tratamiento de exención o a la reduc-ción de alícuota, pero raramente al tratamiento de tasa cero.

Los dos países que han hecho un uso sistemático del método de “tasacero” son Irlanda y Reino Unido, que dispensan este tratamiento a secto-res tales como: alimentos frescos, alimentos elaborados, productos far-macéuticos, compra de vivienda, diario, libros y revistas, principales in-sumos agrícolas, publicidad, combustibles y energía, agua y cloacas,servicios de salud, etc.

Evidentemente la tasa cero requiere instrumentar un sistema ampliode reembolsos de créditos fiscales a los sectores beneficiados, lo que pro-voca un aumento del costo de administración tributaria y un factor adi-cional de riesgo de corrupción que, para ser controlado, demanda unmayor gasto en la función control y fiscalización.

Asimismo puede observarse que gran parte de los tratamientos dife-renciales de IVA que son justificados a partir de la necesidad de simplifi-car la administración y el control tributarios (servicios bancarios y finan-

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En 1997 el artículo 6° inc. a) de la ley argentina de IVA declarabaexentos a los “libros, folletos e impresos similares, incluso hojas sueltas;diarios y publicaciones periódicas impresos, incluso ilustrados”.

El artículo 6 inciso j)

• punto 10, declaraba exentos a los “espectáculos y reuniones de carác-ter artístico, científico, cultural, teatral, musical, de canto, de danza,circenses, deportivos y cinematográficos, por los ingresos que constitu-yen la contraprestación exigida para el acceso a dichos espectáculos.

• punto 11, exención para la producción y distribución de películas ygrabaciones en cinta u otro soporte destinadas a ser exhibidos en sa-las cinematográficas o emisoras de televisión.

• punto 22, otorga exención a todas las prestaciones personales en losespectáculos teatrales musicales, de canto, de danza y circenses delos locutores y libretistas de radio, televisión y teatro y de los artistasy conductores de informativos y misceláneas contratados.

La legislación argentina de IVA aplica un concepto muy abarcativo debienes y servicios culturales, sin establecer condicionamientos al accesode cualquier variante de los mismos al tratamiento de exención.

El tratamiento favorable que reciben es el citado de exención. No seemplea tasa reducida ni tasa cero, aunque es visible un intento por ex-tender la cadena de exención “hacia atrás” a algunas de las prestacionesque constituyen insumos para la propia producción y/o prestación debienes y servicios culturales.

Puesto que la exención genera incremento de costos por créditos fis-cales de IVA sobre insumos no recuperables, es de destacar que existena su vez arreglos específicos para algunos de los rubros “culturales”.

Así por ejemplo la industria gráfica puede beneficiarse con el des-cuento de tales créditos de sus obligaciones impositivas en ganancias.En la práctica este tratamiento se asemeja a un intento de aplicación delcriterio de “tasa cero” es decir, de liberación plena del IVA.

• Servicios educativos

El inciso j) punto 3 del artículo 6 otorga la exención de IVA a los ser-vicios prestados por establecimientos educacionales privados incorpora-dos a la enseñanza oficial y reconocidos como tales por las respectivasjurisdicciones, referidos a la enseñanza en todos los niveles y grados asícomo los servicios de alojamiento y transporte que resulten accesorios aaquellos, prestados directamente por dichos establecimientos con mediospropios o ajenos.

La exención también abarca a las clases dadas a título particular so-bre materias incluidas en los referidos planes de estudio oficiales; impar-tidas fuera de los establecimientos educacionales y con independencia deéstos; así como también a las guarderías y jardines materno infantiles.

EVASIÓN IMPOSITIVA 95

muebles destinados a vivienda (en consecuencia es en la actualidaddel 10,5%).

2. Reducción del 50% en la tasa aplicable sobre los intereses y comisio-nes de los préstamos otorgados por entidades financieras de la ley21.516 y en los cuales los tomadores son personas físicas que revis-tan el carácter de consumidores finales (en consecuencia la tasa esdel 10,5%).

3. Reducción al 50% de la tasa aplicable a los intereses y comisiones depréstamos otorgados por entidades financieras de la ley 21.526 enque los tomadores son empresas (incluidas explotaciones unipersona-les) que prestan el servicio público de transporte automotor terrestrede pasajeros de corta, media y larga distancia.

Puede concluirse que en 1997 el uso de reducciones de IVA (sea a tra-vés de exenciones, reducciones de tasa o tasa cero) con motivos distribu-tivos era (y continúa siendo en la actualidad) acotado. De hecho para lostres tipos de bienes y servicios sobre los que es común otorgar tratospreferenciales (alimentos, transporte público y vivienda) se observa:

• El conjunto de alimentos a los que se exime (en el caso de venta oconsumidores finales o al Estado) es limitado (leche, pan común yagua).

• El mismo tratamiento se otorga al transporte de pasajeros, y en estecaso se ha optado por abarcar con el tratamiento exentivo a algunosbienes de capital e insumos utilizados en la prestación del servicio,así como otorgar una reducción del IVA que grava a los intereses delos créditos empleados para la adquisición de bienes de uso por partede las empresas de transporte automotor. Este procedimiento de ex-tender la exención “hacia atrás” denota un interés por parte del legis-lador orientado a garantizar que el trato preferencial efectivamente re-dunde en una reducción del costo del servicio de transporte.4

Tratamientos especiales a los bienes meritorios

En el rubro “bienes meritorios”, cuyo consumo el Estado promocionamediante desgravaciones, suelen incluirse los siguientes:

• Salud pública y servicios médicos • Servicios educativos• Actividades culturales• Actividades y servicios brindados por asociaciones sin fines de lucro.

Para ser considerados meritorios y sujetos a desgravación, estos bie-nes y servicios no necesariamente tienen que ser provistos por el sectorpúblico.

• Bienes y servicios culturales

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tuciones políticas sin fines de lucro (y legalmente reconocidas) y por loscolegios y consejos profesionales.

Tratamientos especiales y simplificación administrativa

Además de los tratamientos diferenciales (tasa reducida, tasa cero oexención) motivados por la presencia de bienes meritorios o por conside-raciones distributivas, habría un conjunto heterogéneo de bienes y servi-cios e incluso de sujetos del impuesto (tipos particulares de contribuyen-tes) a los que se hacía extensiva la aplicación de tratamientos especialesen razón de ser sectores o contribuyentes difíciles de ser incididos direc-tamente a través de la mecánica general de determinación y cobro delgravamen.

Entre los bienes y servicios que típicamente se encuadran entre los“difíciles de gravar” y sujetos a tratamientos especiales cabe citar a losservicios financieros y los servicios relacionados con las exportaciones yen general con operaciones fuera del país.

Entre los sujetos “difíciles de gravar” típicamente se encuentran losagricultores y los comerciantes minoristas, ejemplos ambos de lo queusualmente se denomina “pequeños contribuyentes”. En el caso argenti-no, hacia 1997 los tratamientos especiales se otorgaban en función deciertas características de los contribuyentes (su envergadura económica),con independencia del sector en el que se desempeñaran, mientras queel sector financiero y los seguros tributaban con arreglo a la mecánicageneral.

• Métodos para la simplificación del tratamiento en IVA de los peque-ños contribuyentes

A. Exención de los contribuyentes con ventas inferiores a un determina-do estándar. Es la práctica corriente entre los países de la UE. Laventaja del sistema es tan sólo para la administración tributaria, quepuede por esta vía reducir drásticamente el número de contribuyen-tes a controlar.La desventaja radica en que el IVA cargado sobre los insumos y bie-nes de uso del pequeño contribuyente deja de ser descontable y enconsecuencia se transforma en un componente del costo.

B. Alícuota reducida para el pequeño contribuyente. Ésta es la soluciónaplicada por ejemplo en Corea.

C. Acrecentamiento de la tasa del IVA cuando se realizan ventas a pe-queños contribuyentes. Ésta es la solución adoptada por la Ley deIVA argentina a través de la figura del “Responsable no Inscripto”. Si-milares esquemas rigieron en Turquía y Bélgica. En esencia a travésde la tasa acrecentada (en la Argentina la sobretasa es del 10,5%) sepretende adelantar, vía la retención que practica el proveedor del pe-

EVASIÓN IMPOSITIVA 97

Son exentos los servicios de enseñanza prestados a discapacitadospor establecimientos privados reconocidos (así como los servicios cone-xos de alojamiento y transporte prestados por tales establecimientos conmedios propios o ajenos).

• Salud

En 1997 eran exentos: las especialidades medicinales para uso hu-mano cuando su reventa se efectuara por droguerías y farmacias, estosbienes hubieran tributado en la etapa de importación o fabricación ydistribución mayorista; los servicios prestados por las obras sociales dela ley 23.660; los servicios de asistencia sanitaria, médica y paramédicade:

• hospitalización en clínicas, sanatorios y establecimientos similares• prestaciones accesorias a la hospitalización• servicios prestados por los médicos en todas sus especialidades• servicios prestados por los bioquímicos, odontólogos, kinesiólogos, fo-

noaudiólogos, psicólogos, etc.• servicios prestados por los técnicos auxiliares de la medicina• todos los demás servicios relacionados con la asistencia, incluyendo

el transporte de heridos y enfermos en ambulancias o vehículos espe-ciales.

Las exenciones mencionadas se limitaban a los importes que abona-ran a los prestadores las obras sociales5 creadas o reconocidas por nor-mas legales nacionales o provinciales y todo pago directo que a título decoseguro o en caso de falta de servicios deban efectuar los beneficiarios.

Los servicios prestados por establecimientos geriátricos (sólo por losimportes que abonen a los prestadores las obras sociales creadas o reco-nocidas por normas legales nacionales o provinciales).

• Tratamiento de las organizaciones sin fines de lucro

Son exentos de IVA los servicios prestados por las asociaciones, fun-daciones y entidades civiles de asistencia social, salud pública, caridad,beneficencia, educación e instrucción, científicas, literarias, artísticas,gremiales y las de cultura física e intelectual. Es interesante notar que laexención no estaba sujeta a ninguna condición que asegure que las orga-nizaciones beneficiarias no persiguen objetivos de lucro, siendo notoriala diferencia con el tratamiento que este tipo de instituciones reciben enel impuesto a las ganancias argentino, que exime del gravamen a sus ré-ditos siempre que ellos, y el patrimonio social, se destinen exclusivamen-te a los fines de su creación y en ningún caso se distribuyan, directa niindirectamente, entre los socios.

También son exentos de IVA los servicios prestados por entidadesmutualistas, por las entidades deportivas y de cultura física;6 por insti-

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prestaciones a responsables no inscriptos deben liquidar el impuesto a latasa vigente (21%) acrecentada en el 10,5%, de manera tal que el respon-sable inscripto perciba en forma anticipada un impuesto al valor agrega-do “presunto” del responsable no inscripto, que liquida e ingresa en for-ma directa a la DGI.

Por otra parte, los responsables no inscriptos son considerados comoconsumidores finales respecto a la adquisición de bienes de uso que des-tinen a su actividad gravada. Adicionalmente las erogaciones que efec-tuara un responsable no inscripto y que no estuvieren respaldadas porlas respectivas facturas de compra lo obligan –teóricamente– a ingresarel gravamen que resulte de aplicar sobre el monto de tales ventas la tasade IVA, sin derecho a cómputo de crédito fiscal alguno.

La tasa de acrecentamiento (10,5%) que fija la legislación es elevaday, equivale a presumir que los responsables no inscriptos generan un va-lor agregado no inferior al 50% del costo de sus compras intermedias ybienes de uso (pues no tienen derecho a crédito fiscal por la compra deestos últimos), lo que puede dar lugar a la sobrestimación del valor agre-gado verdadero de ciertos responsables no inscriptos.

En síntesis hacia 1997 las exenciones consagradas en IVA que podíanfundamentarse en razones de simplificación del tratamiento de materiasimponibles difíciles de caracterizar comprendían: sellos y pólizas de coti-zación o de capitalización; operaciones de seguros de retiro privado, deseguros de vida de cualquier tipo y, en su caso, sus reaseguros y retroce-siones; los servicios prestados por las bolsas de comercio, así como losprestados por los agentes de bolsa, los agentes de mercado abierto y lassociedades administradoras de fondos comunes de inversión; la locaciónde inmuebles; el otorgamiento de concesiones.

Debe efectuarse una consideración especial respecto al tratamientoque recibe el sector financiero, puesto que el IVA argentino (a diferenciade lo que es común en el resto de los países que emplean este impuesto)lo grava según el procedimiento general de determinación del impuesto(diferencia entre débitos y créditos), declarando exentos por razones desimplificación solamente a los depósitos en efectivo en moneda nacionalo extranjera, efectuados en instituciones regidas por la ley 21.526,7 y alas operaciones de pases de títulos valores, acciones, divisas o monedaextranjera.

Siempre en el rubro financiero quedan exentos los intereses de lasobligaciones negociables colocadas por oferta pública que cuenten con laaprobación de la CNV, así como los intereses de acciones preferidas y detítulos, bonos y demás títulos valores emitidos o que se emitan por laNación, provincias y municipalidades, en lo que constituye una ventajaimpositiva destinada a promover el mercado de capitales y tornar másatractiva a los inversionistas la compra de deuda pública, que escapa alas causas “justificativas” de tratos impositivos diferenciales comentadosen este estudio (motivos distributivos, bienes meritorios y simplificaciónadministrativa).

La exención de IVA para los intereses de préstamos para vivienda

EVASIÓN IMPOSITIVA 99

queño contribuyente, el impuesto que de otra forma debiera ingresareste último.El único requisito del “responsable no inscripto” (es decir del pequeñocontribuyente) es el mantenimiento de las respectivas facturas.El sistema no ha funcionado satisfactoriamente. Turquía lo abandonóantes de 1990, la Argentina lo hizo transitoriamente cuando en losochenta instrumentó el “Régimen simplificado” y con posterioridad a1997 y en forma parcial, cuando introdujo el monotributo.

D. Patentes. Por último existen los sistemas de “patente” los cuales recu-rren a la “determinación administrativa” de la base imponible y porconsiguiente de la obligación impositiva del pequeño contribuyente.Para ello pueden emplear dos clases básicas de procedimientos:

a) Una variante de “determinación administrativa” que surge del con-tacto directo entre el pequeño contribuyente y la autoridad impo-sitiva y de la estimación por esta última de las ventas del primero(por ejemplo sobre la base de las ventas históricas ajustadas poralgún índice general y eventualmente por otros factores de rele-vancia para el sector en que se desempeña el contribuyente). Esteprocedimiento es costoso desde el ángulo de la autoridad impositi-va y parece más apto para administrar al pequeño contribuyentede impuestos directos como ganancias que para el IVA. Por otraparte implica un contacto directo entre el funcionario y el contri-buyente que puede dar lugar o facilitar la corrupción y evasión.

b) En la segunda variante la “determinación administrativa” se basaen parámetros fijados en forma externa a la firma y a partir de loscuales se procede a determinar presuntivamente la base imponibleatribuible al pequeño contribuyente.

Esta última es la variante actualmente aplicada por la Argentina através del monotributo. Sin embargo y puesto que en 1997, el tratamien-to de los pequeños contribuyentes en IVA se estructuraba a través delinstituto conocido como régimen de responsables no inscriptos, cabe rea-lizar algunas precisiones en torno al mismo.

La ley de IVA argentina admite que los responsables del impuesto so-liciten la cancelación de su inscripción en calidad de tales cuando susventas (gravadas, exentas y no gravadas) no superen los siguientes lími-tes:

a) $ 144.000 cuando su operación consista en la venta habitual de co-sas muebles que no sometan –directamente o por intermedio de terce-ros– a procesos de elaboración, fabricación, etc., salvo el simple frac-cionamiento o embalaje a efectos de la venta.

b) $ 96.000 cuando se trate de venta de servicios y locaciones.

Cuando responsables inscriptos en IVA efectúan ventas, locaciones o

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milias, consumo del gobierno, inversión bruta interna y exportaciones).La suma de ambos destinos (intermedios y final) de los bienes y serviciosde cada sector representa su valor de producción.

El valor bruto de producción (VBP) viene expresado en “precios bási-cos”. Los precios básicos son los precios que los productores cargan a losprimeros compradores en puerta de la industria o de los mercados rura-les, y no incluyen los márgenes de comercio y de transporte ni los im-puestos sobre los productos.

La oferta total de bienes a precios básicos se obtiene al sumar las im-portaciones CIF8 a la oferta doméstica.

A efectos del cálculo de la recaudación potencial del IVA debe tenerseen cuenta que una parte del componente impositivo no incorporado en elVBP a precios básicos, en realidad forma parte de la base imponible porIVA. Tal es el caso del impuesto sobre los ingresos brutos y de los aran-celes de importación. Deben efectuarse en consecuencia los ajustes per-tinentes.

Las columnas de la matriz de insumo producto indican qué parte delVBP de cada sector intermedio se genera por la utilización de otros bie-nes y servicios y por la utilización de insumos importados. El remanentecorresponde obviamente al valor agregado, es decir a la retribución delos factores productivos básicos.

Estimación de las ventas gravadas

A partir de la matriz de insumo producto resumida (cuadro 1) se ob-tiene un VBP total para 1997, a precios básicos, de $ 450.813,5 millo-nes. Éste es el valor total de las ventas domésticas, sea que ellas tengancomo destino la demanda intermedia o la demanda final. A este valor dela oferta doméstica se le agregan las importaciones totales por valor de $37.487,3 millones.

El VBP total a precios básicos resultante ($ 488.300,8 millones) cons-tituye la base a partir de la cual calcular el valor de las ventas gravadaspor IVA, entendiendo por tales a aquella fracción de las ventas totalesque generan débito fiscal (ingreso del fisco).

El primer ajuste a efectuar es la deducción del VBP total de las ventasexentas de IVA, que en el caso de la legislación argentina de IVA aplica-ble en 1997 son las que fueron identificadas como tales en la sección Ianterior.

Ventas exentas

El cuadro 1 informa que el valor bruto de producción doméstico exen-to de IVA sea por motivos distributivos o de bienes meritorios, asciende a$ 131.984,2 millones (en precios básicos según la terminología del SCN).Este monto de ventas que no genera débito fiscal aumenta cuando se in-cluye el efecto recaudatorio del régimen de responsables no inscriptos.Según fue explicado este tratamiento especial para los pequeños contri-

EVASIÓN IMPOSITIVA 101

concedidos por el FONAVI y los correspondientes a préstamos para com-pra, construcción o mejoras de viviendas destinadas a casa-habitaciónse inscribe en el trato más favorable que recibe la vivienda por motivosdistributivos.

Por último y siempre dentro de las variantes de tratamientos especia-les orientados a “simplificar” la tarea de la administración tributaria, ca-be mencionar a los regímenes de retención y percepción de los que se ha-ce uso abundante en el IVA argentino.

Se puede racionalizar la utilización de este tipo de instrumentos comoformas de inducir al cumplimiento tributario y asegurar parte de la re-caudación de aquellos impuestos que cuentan con un número muy gran-de de contribuyentes o responsables, disponiendo a tales efectos queotros contribuyentes o responsables, en oportunidad que realicen deter-minados actos económicos señalados por la norma, retengan o percibanlo que la misma indica.

La facultad para el nombramiento de estos agentes de retención opercepción, le es otorgada a la DGI por la ley 11.683 de Procedimientos ypor autorizaciones puntuales en el caso de cada impuesto.

La diferencia entre retener y percibir no tiene importancia frente alobjetivo perseguido por el legislador. Retiene el que paga, imputandoparte del pago para ser ingresado al fisco y percibe el que cobra un adi-cional que también deberá ser ingresado al fisco.

II. ESTIMACIÓN DE LA RECAUDACIÓN POTENCIAL DE IVA

En la sección previa se ha resumido la estructura del IVA argentino(cobertura, tasas, tratamientos especiales) vigente al año 1997, en razónde que el grado de cumplimiento tributario en este gravamen será esti-mado para dicho año. Esta elección se basa en dos consideraciones prin-cipales: la disponibilidad de la matriz de insumo producto calibrada so-bre la base de cifras de 1997, y la existencia en ese período de unaestructura relativamente homogénea del impuesto, que se vería modifica-da con posterioridad a raíz de la introducción del régimen del monotribu-to. Subsidiariamente la elección del período de referencia también ponde-ró la circunstancia de que se trató de un año de crecimiento económicovigoroso, en el que presumiblemente las cifras de la recaudación efectivafueron relativamente menos afectadas por la morosidad de pago, conduc-ta que si bien no debe asimilarse a evasión impositiva, puede llevar a es-timaciones erróneas de la misma. La metodología de cálculo de la recau-dación potencial del IVA sigue los lineamientos del trabajo de Silvani yBrondolo.

En las filas de la matriz de transacciones intersectoriales (que en loscuadros se presenta agregada en dieciséis sectores por razones de sim-plicidad) aparecen las ventas que cada sector productivo realiza al restode los sectores productores de bienes y servicios (demanda intermedia)como las que tienen como destino la demanda final (consumo de las fa-

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efectúen al territorio continental argentino. En la práctica este trata-miento equivale a liberar de IVA a todo el VBP de dicha provincia que,según los datos del SCN a valores de 1997 y expresado en precios bási-cos al productor, asciende a $ 3.986,6 millones con la siguiente discrimi-nación sectorial.

Parte de este VBP de Tierra del Fuego está referido sin embargo aventas que no generarían débito fiscal aun cuando no existiera régimende promoción en dicha jurisdicción. Es decir se trata de aquellas ventasexentas por mandato de la propia ley de IVA y que implícitamente ya fue-ron estimadas en el cálculo del total de ventas exentas. Corresponde en-tonces deducir de la cifra antes mencionada, el VBP de Tierra del Fuegoexento por las disposiciones de la ley de IVA. En consecuencia el VBP deTierra del Fuego neto a descontar se reduce a $ 3.271,4 millones (a pre-cios básicos de 1997) según la imputación sectorial que se detalla en elcuadro 1.

Aparte del mencionado régimen de Tierra del Fuego existen otros sis-temas de incentivos fiscales que afectan a la base imponible por el IVA,reduciéndola. Tal es el caso de los regímenes promocionales de San

EVASIÓN IMPOSITIVA 103

buyentes de IVA presupone un margen de valor agregado, y en aquelloscasos en los que el valor agregado real es mayor que el presumido, elefecto del régimen es el de eximir del impuesto a la fracción excedente devalor agregado o, lo que es equivalente, el de provocar que una fraccióndel VBP no genere débito fiscal. De la información del SCN se extrae quetres de los sectores de la matriz del cuadro 1 presentan una relación va-lor agregado respecto al valor bruto de producción superior del 50%,ellos son el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura, el sector co-mercio al por mayor y al por menor y el sector hoteles y restaurantes. Seprocedió a estimar la fracción del VBP que pasa a estar exenta como di-rectamente proporcional a la importancia relativa de los responsables noinscriptos respecto al total de contribuyentes de IVA existentes en el sec-tor (según información de AFIP). El ajuste resultante del VBP es de $6.583,2 millones según el siguiente detalle.

Deducción de la formación de capital para uso propio

El SCN contabiliza un valor de $ 5.161,2 millones en formación decapital para uso propio. Este componente del VBP de las cuentas nacio-nales no se comercializa en el mercado y por lo tanto no es alcanzado porIVA. Debe en consecuencia restarse del valor total de las ventas a efectosde calcular la base imponible de IVA. La imputación sectorial de estecomponente se toma de información de la Secretaría de ProgramaciónEconómica y Regional y es el que se resume en la columna pertinente delcuadro 1.

Regímenes promocionales

Por ley 19.640 la actual provincia de Tierra del Fuego constituye unárea aduanera especial que goza de diversas franquicias impositivas: laeximición de todo impuesto nacional para las actividades que se realicenen su territorio y la devolución del IVA en el caso de las ventas que se

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EFECTO DEL RÉGIMEN DE RNI

VA/ RNI/ Ajuste VBPVBP Total contrib. Miles de% % $

Agricultura, ganadería caza y silvicultura 63 10 2.558.616

Comercio al por mayor y al por menor 74 7 3.073.805

Hoteles y restaurantes 56 7 950.791

TOTAL 6.583.212

PRODUCCIÓN BRUTA E IMPORTACIONES DE TIERRA DEL FUEGO

Actividad

Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 12.690

Pesca 110.349

Explotación minas y canteras 424.865

Industria manufacturera 1.764.340

Suministro electricidad, gas y agua 49.773

Construcción 379.061

Comercio al por mayor y menor 319.545

Hoteles y restaurantes 53.827

Transporte, almacenamiento y comunicaciones 193.634

Intermediación financiera 48.015

Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler 183.134

Educación 192.256

Servicios sociales y de salud 104.174

Administración pública 70.798

Otros servicios 65.904

Servicio doméstico 14.263

TOTAL 3.986.628

La imputación sectorial de esta inversión entre las actividades noexentas de IVA se realizó en función de la distribución sectorial de lascompras de bienes de uso informadas por los contribuyentes a la AFIP,en sus declaraciones juradas de IVA correspondientes al ejercicio fiscal1997 (cuadro 1).

Compras intermedias

Las compras intermedias totales de la economía, expresadas en pre-cios básicos, ascienden a $ 173.301,3 millones (cuadro 2). Parte de estascompras no generan crédito fiscal por ser la contrapartida de ventas querealizan sectores responsables de IVA a otros sectores exentos. A partirde la información de la matriz de insumo producto las compras interme-dias de sectores exentos han sido estimadas en $ 19.944,5 millones, aprecios básicos (cuadro 2).

El efecto del Régimen de Responsables no Inscriptos por el lado de lascompras actúa en forma inversa a la antes comentada para el caso de lasventas. Esto implica que en aquellos sectores con un valor agregado supe-rior al 50% de su VBP y una presencia significativa de responsables no ins-criptos, el crédito fiscal resulta inferior al que correspondería si se hubieraaplicado la mecánica general de crédito-débito en vez de la tasa acrecenta-da típica del régimen de RNI. La estimación del efecto de este régimen paralas compras intermedias se realiza aplicando el procedimiento ya empleadoen el caso de las ventas y arroja un valor de $ 2.766,5 millones (a deducirde las compras intermedias que generan crédito fiscal en el cuadro 2).

La producción de bienes de capital de uso propio puede implicar lacompra de insumos gravados ¿debe descontarse este componente de lascompras netas (aquellas que generan crédito fiscal)? La respuesta depen-de de si el sector comprador que utiliza esos insumos para elaborar bie-nes de capital de uso propio es un sector exento o un sector gravado conIVA. En el primer caso deberían descontarse de las compras intermediastotales las compras de insumos para producción de bienes de capital deuso propio por sectores exentos. No se posee información para realizaresta imputación. Se optó por suponer que la producción de bienes de ca-pital para uso propio es realizada enteramente por sectores gravados conIVA y por lo tanto no corresponde excluir de las compras netas de la eco-nomía que generan crédito fiscal, a las relacionadas con el consumo in-termedio necesario para producir tales bienes.

Por último y dado que las compras intermedias gravadas que se em-plean en la producción de bienes y servicios exentos provocan una re-caudación adicional al fisco, deben netearse de las compras intermediastotales de la economía para realizar el cálculo de las compras que gene-ran crédito fiscal. La imputación sectorial de las compras gravadas paraproducción exenta se realizó en forma directamente proporcional al valorde las ventas exentas del sector respecto al valor total de sus ventas. Elmonto de compras gravadas que tienen como destino ventas exentas as-ciende a $ 24.570,8 millones (cuadro 2).

EVASIÓN IMPOSITIVA 105

Juan, San Luis, La Rioja y Catamarca que otorgan entre otros beneficiosdirectos, la liberación de IVA a proyectos de los sectores agropecuario yturístico y, adicionalmente, permiten que los inversores difieran sus obli-gaciones en concepto de impuesto al valor agregado si aplican las mis-mas (vía aporte de capital) al financiamiento de proyectos promovidos detales jurisdicciones.

El efecto de estas franquicias es estimado a partir de información deAFIP para el año 1997 en $ 2.900 millones que constituyen una filtra-ción en la base gravable por IVA a nivel nacional (cuadro 1).

Exportaciones

Las exportaciones de bienes y servicios reales generan un débito fis-cal nulo puesto que reciben el tratamiento de tasa cero (que habilita elreintegro al exportador de los créditos de IVA sobre sus compras). El va-lor de las exportaciones ($ 30.430 millones) y su imputación sectorial(cuadro 1) surgen de la matriz de insumo producto de 1997.

Inversión bruta fija

La inversión bruta fija (IBF) doméstica a precios básicos del año 1997fue de $ 42.561,1 millones y el componente importado (a valores CIF) fuede $ 8.546,4 millones.

Una proporción de la IBF total a precios básicos resultante ($51.107,6 millones) es realizada por sectores exentos de IVA, en conse-cuencia esta inversión no genera crédito fiscal. La matriz de insumo pro-ducto refleja la inversión sectorial por sector productor (cuánto de la pro-ducción sectorial o del VBP sectorial tiene como destino final lainversión, de la misma manera que discrimina la proporción de las im-portaciones que tienen como destino la inversión). Puesto que no secuenta con información sobre la inversión por sector se optó por suponerque la inversión gravada que realizan los sectores exentos es proporcio-nal al VBP a precios básicos de estos sectores respecto al valor bruto to-tal a precios básicos de la económica. Es decir a nivel agregado el 27%de la IBF es realizada por sectores exentos y ascendería a $ 13.814 millo-nes. Por lo tanto la IBF (a precios básicos) que efectivamente reduce labase imponible del IVA argentino sería para 1997 de $ 37.233,6 millo-nes.

104 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Inversión total VBP total VBP sectores exentos (3) / (2)(1) (2) (3) (2)

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EVASIÓN IMPOSITIVA 107

El valor ajustado de las compras que generan crédito fiscal surge dededucir del total de compras intermedias el efecto del Régimen de RNI;las compras exentas y las compras gravadas de actividades exentas. Elcuadro 2 muestra que tal valor ajustado de las compras correspondientea 1997 asciende a $ 126.019,3 millones.

Recaudación potencial

La presencia en el año 1997 de tasas múltiples de IVA da lugar a lanecesidad de calcular, para cada sector económico, la fracción de su VBPgravable que era incidida por alguna de las tasas de IVA entonces vigen-tes.

Para el cálculo de estos débitos fiscales se han tenido en cuenta lasrelaciones “débito fiscal a tasa diferencial” respecto a “débito fiscal total”que surgen de las declaraciones juradas consolidadas de IVA correspon-dientes a 1997, según han sido identificadas por la AFIP. Tales relacio-nes en los sectores cuyas ventas son incididos por diferentes tasas deIVA son las siguientes:

En el cuadro 2 figuran los “débitos fiscales teóricos” que surgen deaplicar la tasa general del 21% y las diferenciales de 27% y 10,5% del va-lor bruto de producción computable del cuadro 1.

Teniendo en cuenta la incidencia de las tasas diferenciales, la baseimponible teórica del IVA de $ 146 828,9 millones (cuadro 2) da lugar auna recaudación potencial de $ 30.512,4 millones (cuadro 2).

Resta confrontar esta recaudación potencial con la recaudación efec-tiva de IVA correspondiente a 1997, comparación que se realiza en elcuadro 3.

Este cuadro informa que la recaudación efectiva total, resultante deagregar el impuesto generado por operaciones en el mercado interno re-caudado por la Dirección General Impositiva y el IVA cargado a las im-portaciones y recaudado por la Dirección General de Aduanas, ascendióen 1997 a $ 22.337,1 millones.

La imputación sectorial de esta recaudación es la realizada por la Di-rección de Estudios de la AFIP sobre la base de los siguientes criterios:

106 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Débito fiscal a tasa reducida/

Débito fiscal total

Electricidad, gas y agua 0,3576

Construcción 0,1314

Transporte, almacenamiento y comunicaciones 0,1369

Intermediación financiera y actividades inmobiliarias, empresarias y de alquiler 0,0101

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723.

861

4.77

9.70

414

7.97

14.

631.

733

(92.

128)

-2,0

8. H

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693.

959

713.

526

708

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7

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3.10

8.68

31.

704.

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58.2

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62.9

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1

10. I

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.331

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12. E

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(32)

8.07

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37.1

2094

9.81

921

.387

.301

(9.1

25.1

10)

-29,

9

4. En la actualidad el transporte de pasajeros ha pasado a estar parcialmentegravado en IVA.

5. Igual exención se aplicaba a las prestaciones que brindan o contraten lascooperativas, mutuales y sistemas de medicina prepaga.

6. Nuevamente en el caso de las entidades deportivas la ley no fija condiciona-miento alguno para acceder al tratamiento exentivo.

7. Quedan asimismo exentos los préstamos que se realicen entre sí las institu-ciones financieras de la ley 21.526.

8. Las importaciones CIF excluyen los impuestos sobre las importaciones.

EVASIÓN IMPOSITIVA 113

• La recaudación por pagos directos a DGI se asigna sectorialmente enforma proporcional al “saldo a pagar” de las declaraciones juradas deIVA del año 1997.

• La recaudación por retenciones de la DGI se asignó sectorialmente se-gún la distribución de las retenciones informadas en dichas declara-ciones.

• La recaudación por importaciones fue imputada a cada actividad se-gún la estructura sectorial de las importaciones informadas por loscontribuyentes en sus declaraciones, e igual procedimiento se aplicóa las retenciones de IVA practicadas por DGA.

De la Recaudación Efectiva del cuadro 3 debe netearse la devoluciónde créditos fiscales a la exportación, para hacerla estrictamente compra-ble con la recaudación potencial (neta de exportaciones) estimada. La de-volución de IVA de la exportación en 1997 fue de $ 949,8 millones (cua-dro 3) y la recaudación efectiva neta resultante de este ajuste pasa a serde $ 21.387,3 millones.

III. CONCLUSIÓN

El grado de incumplimiento en IVA para el año 1997 es estimado enel 30%, equivalente a $ 9.125 millones. Este nivel de incumplimiento nodifiere significativamente del calculado por la AFIP para ese período(26,7%).

Cabe mencionar que la base de cálculo de la recaudación potencial esla matriz de insumo producto de 1997 y que el sistema de cuentas nacio-nales con base en 1993, del que tal matriz forma parte, ha empleado ex-plícitamente ajustes por subregistro para incorporar la actividad infor-mal. Los ajustes efectuados intentan subsanar las dos formas desubregistro que afectan a las cifras censales, el originado en problemasde subcaptación de actividades y niveles de ocupación en los relevamien-tos censales y la subdeclaración de cifras de producción, empleo, uso dematerias primas y ventas.

En este sentido en las cifras oficiales un porcentaje cercano al 28%del PIB a precios de mercado fue estimado por métodos indirectos y elajuste incorporado al VAB sectorial (excluido IVA) representa el 17,3%del PIB para las actividades con cobertura en el censo de 1994.

NOTAS

1. Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. 2. Obviamente se encuentra exento el transporte internacional de pasajeros y

cargas, por tratarse en rigor de una exportación de servicios.3. Excepto aquellos destinados para conferencias, reuniones, fiestas y simila-

res.

112 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

1. INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se desarrolla una metodología de estimación dela evasión en el Impuesto a las Ganancias para las Personas Físicas so-bre la base de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). La esencia delmétodo consiste en simular el impuesto a las ganancias de acuerdo a losingresos declarados en la Encuesta Permanente de Hogares ajustadospor subdeclaración y a varias características relevadas por la encuesta,esencialmente el tipo de actividad del contribuyente (asalariado o autó-nomo) y la estructura de la familia (hijos, cónyuge y personas a cargo).La diferencia entre la recaudación simulada y la real reportada por laAFIP constituye el monto estimado de la evasión. Este ejercicio se practi-ca para el año 1997, dado que se dispone de información proveniente dela AFIP para contrastar la simulación.

2. METODOLOGÍA

Para implementar el ejercicio de simulación se emplean las EHP co-rrespondientes a todos los aglomerados urbanos relevados en el año1997. Se agruparon todas las observaciones quedando un total de104.760 registros. El ejercicio de simulación cuenta con los siguientespasos:2

(i) Se expandieron los ponderadores de cada observación para reflejarel total país. Esto se debe a que el total de aglomerados relevados nocubre la población total del país.

(ii) Se calculó el ingreso anual gravado sumando todas las fuentes deingresos mensuales de la EPH y multiplicándolas por 13. El ingresoanual también es expandido para que sea consistente con el ingresodisponible del total del país computado en las cuentas nacionales.La siguiente sección amplia este punto.

III.2. ESTIMACIÓN DE LA EVASIÓN DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS DE LAS PERSONAS FÍSICAS

Luciano M. Di Gresia1

El supuesto empleado es que las cuentas nacionales reflejan la “reali-dad” y la EPH debe ser ajustada expandiendo los ingresos. De esta ma-nera se obtiene un coeficiente de expansión de:

EVASIÓN IMPOSITIVA 117

(iii) Se calcularon las deducciones por cargas familiares. Para el caso decónyuges la deducción es de $ 2.400. Para el resto de los parientesla deducción es de $ 1.200. En ambos casos se consideró la deduc-ción sólo si el pariente no tiene ningún tipo de ingresos. Además nose duplicó la deducción, la cual es asignada preferentemente al jefede familia.

(iv) Mínimo no imponible. Se fijó en $ 4.800.(v) Gastos deducibles. Se establecieron en un 20% del ingreso gravado.

Si bien se presume que sólo los trabajadores autónomos efectúanesta deducción, las mejores estimaciones se obtuvieron aplicandolas deducciones sobre todos los contribuyentes.

(vi) Deducción especial. Se estableció en $ 18.000 para el caso de traba-jadores asalariados y $ 6.000 para los trabajadores autónomos.

(vii) Se calculó la base imponible como el ingreso anual menos las cargasfamiliares, el mínimo no imponible, los gastos y las deducciones es-peciales.

(viii) Se eliminaron todos los individuos con base imponible igual o infe-rior a cero.

(ix) Se calculó el impuesto de acuerdo a la siguiente tabla:

Expansión de los ingresos declarados en la EPH

Existe consenso en que los ingresos están subdeclarados en la EPH.Para comprobar este fenómeno debemos comparar la totalidad de los in-gresos declarados en la EPH, lo que conformaría el total de ingreso dis-ponible, con el ingreso disponible que surge de las cuentas nacionales.

En este sentido de la EPH surge un monto de ingresos disponibles de$ 124.108 millones para el año 1997, mientras que el ingreso disponiblede cuentas nacionales sería de $ 225.359 millones según el siguientecuadro:

116 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Tramo de base imponible Monto fijo Alícuota sobre excedente

0 10.000 0 6 %

10.000 20.000 600 10%

20.000 30.000 1.600 14%

30.000 60.000 3.000 18%

60.000 90.000 8.400 23%

90.000 120.000 15.300 28%

120.000 200.000 23.700 33%

200.000 – 50.100 35%

CÁLCULO DEL INGRESO NETO DISPONIBLE DE LAS FAMILIAS(En millones de pesos)

Conceptos 1997

1. PBI a precios de mercado 293.887

Menos

2. Impuestos indirectos 40.554

2.1. De jurisdicción nacional 29.9512.1.1. Internos sobre bienes, servicios y transacciones 27.0592.1.2. Comercio y transacciones internacionales 2.892

2.2. De jurisdicción provincial 10.603

3. Amortizaciones (8% del PBI) 23.511

4. PBI a precios de factores (1 - 2 - 3) 229.822

Menos

5. Impuestos directos 22.690

5.1. De jurisdicción nacional 19.4725.1.1. Ingresos, beneficios y ganancias de capital 8.5095.1.2. Patrimonios 5555.1.3. Salarios y contribuciones a la seguridad social 11.0615.1.4. Deducciones -653

5.2. De jurisdicción provincial 3.2185.2.1. Salarios y contribuciones a seguridad social* 3.218

Más

6. Subsidios monetarios** 22.082

6.1. Jubilaciones y pensiones 21.795

6.2. Asignaciones familiares 1.671

6.3. Subsidios para empleo 610

7. Ingreso neto de los factores* -4.205

8. Transferencias corrientes* 350

9. Ingreso neto disponible de las familias (4 - 5 + 6 + 7 + 8) 225.359

Fuente: Elaboración propia sobre la base de: Secretaría de Ingresos Públicos, so-bre datos de DGI, ANA, ANSES, BCRA e INDEC.

aproximación respecto del método empleado para la expansión de los in-gresos.

Los resultados obtenidos con esta simulación indican una evasión es-timada en 39%. Obsérvese que todos los conceptos involucrados en elimpuesto muestran una variación pareja respecto de la simulación (entreun -26,5% y un -41,7%).

Resulta importante verificar los resultados obtenidos en términos delmétodo empleado para la expansión de los ingresos. Para esto utilizamosinformación referida a tramos de ingreso gravado proveniente de la AFIP.

EVASIÓN IMPOSITIVA 119

veces

El problema radica en establecer la manera como aplicar esta expan-sión, puesto que no es indiferente para los resultados del ejercicio. La hi-pótesis que aquí se plantea es que la subdeclaración de ingresos en laEPH es pareja para todos los estratos de ingresos, en los casos en quelos hogares se encuentran encuestados.

Existen individuos que no se encuentran reflejados en la encuesta;específicamente se trata de los individuos con más altos niveles de ingre-sos. Se optó por incorporar a este grupo a la simulación de acuerdo a in-formación por estratos de ingresos gravados proveniente de la AFIP. Noobstante la inclusión del estrato de ingresos más alto de acuerdo a lasDDJJ de la AFIP implica no considerar ningún nivel de subdeclaración.En este sentido se plantearon dos alternativas extremas: 1) no existesubdeclaración en el estrato de ingresos mayores no presente en la EPH,2) la subdeclaración del estrato de ingresos más alto es igual al promediodel resto. De esta manera se obtiene un rango de resultados.

3. RESULTADOS

Ejercicio 1

En este ejercicio la expansión de ingresos aplicada es pareja para to-dos los contribuyentes. Los resultados obtenidos son comparados conlas tablas estadísticas brindadas por la AFIP, lo que permite obtener una

225 359124 108

1 8158..

,=

118 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EJERCICIO 1COMPARACIÓN DE RESULTADOS

(En millones de pesos)

Concepto Resultados Datos AFIP DiferenciaEPH 1997 1997 %

Ingresos gravados 63.508 37.014 -41,7

Gastos 12.702 9.337 -26,5

Cargas familiares 5.210 3.291 -36,8

Deducción especial 9.925 6.592 -33,6

Mínimo no imponible 9.306 5.718 -38,6

Recaudación 2.914 1.779 -38,9

Cantidad de presentaciones con ganancia neta sujeta a impuestos 1.938.770 1.259.195 -35,1

EJERCICIO 1COMPARACIÓN POR TRAMOS DE INGRESOS GRAVADOS

AFIP VS. SIMULACIÓN EPH

Tramos de ingresos Información AFIP Simulación EPHgravados

Desde Hasta Presenta- Ingresos Recauda- Presenta- Ingresos Recauda-ciones gravados ción ciones gravados ción

millones millones millones millones de $ de $ de $ de $

1 10.000 356.793 2.002 3,0 341.976 2.687 29

10.001 20.000 359.544 5.220 32,2 523.953 7.826 147

20.001 30.000 198.613 4.878 76,2 264.796 6.473 180

30.001 40.000 113.129 3.915 100,7 271.539 9.338 226

40.001 50.000 68.388 3.054 110,5 209.708 9.541 345

50.001 60.000 42.882 2.345 106,0 105.813 5.997 292

60.001 80.000 48.631 3.351 189,4 99.891 6.954 387

80.001 100.000 26.136 2.329 158,6 56.372 4.997 286

100.001 150.000 23.455 2.818 246,1 42.062 5.244 465

150.001 200.000 8.555 1.468 148,6 13.391 2.288 192

200.001 300.000 6.616 1.596 179,6 9.198 2.125 359

300.001 500.000 3.849 1.456 165,9 32 10 2

500.001 1.000.000 1.895 1.259 138,0 38 27 6

1.000.001 1.500.000 411 489 48,7 – – –

1.500.001 2.000.000 181 337 32,5 – – –

2.000.001 3.000.000 31 85 5,9 – – –

3.000.001 5.000.000 49 187 14,9 – – –

Más de 5.000.000 26 227 22,4 – – –

TOTAL 1.259.184 37.014 1.779,2 1.938.770 63.508 2.914

EVASIÓN IMPOSITIVA 121

Tanto en el cuadro comparativo como en el gráfico se evidencia el fe-nómeno ya adelantado en la sección referida a la expansión de los ingre-sos: la EPH no refleja en su universo a los individuos de más altos nive-les de ingresos.

En este sentido se observa según los datos de la AFIP que existen6.442 DDJJ con más de $ 300.000 de ingreso gravado, lo que represen-ta $ 4.040 millones de ingreso gravado y $ 428 millones de recaudaciónefectiva. Sin embargo estas observaciones no surgen de la simulaciónrealizada sobre la base de la EPH, aún luego de aplicar la expansión deingresos.3 Esto evidencia la necesidad de incorporar estas observacionesal ejercicio de simulación del impuesto.

Se optó por dos alternativas:Ejercicio 2: incorporar las observaciones de más de $ 300.000 ingre-

so gravado suponiendo que no contengan subdeclaración de ingresos.Ejercicio 3: incorporar las observaciones de más de $ 300.000 ingre-

so gravado suponiendo una subdeclaración igual a los otros tramos.El supuesto implícito es que el estrato de ingresos superiores puede

tener como máximo el nivel de subdeclaración promedio de los otros es-tratos. Implícitamente se suponen que son los contribuyentes más con-trolados.

Los cuadros y gráficos siguientes presentan los principales resulta-dos.

120 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONAS FÍSICASAÑO 1997

-

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

10.000 30.000 50.000 80.000 150.000 300.000 1.000.000 2.000.000 5.000.000Tramos de ingresos gravado

AFIPSimulacion EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulacion EPH

EJERCICIO 2COMPARACIÓN POR TRAMOS DE INGRESOS GRAVADOS

AFIP VS. SIMULACIÓN EPH

Tramos de ingresos Información AFIP Simulación EPHgravados

Desde Hasta Presenta- Ingresos Recauda- Presenta- Ingresos Recauda-ciones gravados ción ciones gravados ción

millones millones millones millones de $ de $ de $ de $

1 10.000 356.793 2.002 3,0 341.976 2.687 29

10.001 20.000 359.544 5.220 32,2 523.953 7.826 147

20.001 30.000 198.613 4.878 76,2 264.796 6.473 180

30.001 40.000 113.129 3.915 100,7 271.539 9.338 226

40.001 50.000 68.388 3.054 110,5 209.708 9.541 345

50.001 60.000 42.882 2.345 106,0 105.813 5.997 292

60.001 80.000 48.631 3.351 189,4 99.891 6.954 387

80.001 100.000 26.136 2.329 158,6 56.372 4.997 286

100.001 150.000 23.455 2.818 246,1 42.062 5.244 465

150.001 200.000 8.555 1.468 148,6 13.391 2.288 192

200.001 300.000 6.616 1.596 179,6 9.198 2.125 359

300.001 500.000 3.849 1.456 165,9 3.849 1.456 166

500.001 1.000.000 1.895 1.259 138,0 1.895 1.259 138

1.000.001 1.500.000 411 489 48,7 411 489 49

1.500.001 2.000.000 181 337 32,5 181 337 33

2.000.001 3.000.000 31 85 5,9 31 85 6

3.000.001 5.000.000 49 187 14,9 49 187 15

Más de 5.000.000 26 227 22,4 26 227 22

TOTAL 1.259.184 37.014 1.779,2 1.945.142 67.510 3.335

AFIPSimulación EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulación EPH)

Tramos de ingresos gravados

Reca

udac

ión

(mm

$)

EVASIÓN IMPOSITIVA 123122 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EJERCICIO 2IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONAS FÍSICAS

AÑO 1997

-

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

10.000 30.000 50.000 80.000 150.000 300.000 1.000.000 2.000.000 5.000.000Tramos de ingresos gravado

AFIPSimulacion EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulacion EPH

EJERCICIO 3COMPARACION POR TRAMOS DE INGRESOS GRAVADOS

AFIP VS SIMULACION EPH

Tramos de ingresos Información AFIP Simulación EPHgravados

Desde Hasta Presenta- Ingresos Recauda- Presenta- Ingresos Recauda-ciones gravados ción ciones gravados ción

millones millones millones millones de $ de $ de $ de $

1 10.000 356.793 2.002 3.0 341.976 2.687 29

10.001 20.000 359.544 5.220 32.2 523.953 7.826 147

20.001 30.000 198.613 4.878 76.2 264.796 6.473 180

30.001 40.000 113.129 3.915 100.7 271.539 9.338 226

40.001 50.000 68.388 3.054 110.5 209.708 9.541 345

50.001 60.000 42.882 2.345 106.0 105.813 5.997 292

60.001 80.000 48.631 3.351 189.4 99.891 6.954 387

80.001 100.000 26.136 2.329 158.6 56.372 4.997 286

100.001 150.000 23.455 2.818 246.1 42.062 5.244 465

150.001 200.000 8.555 1.468 148.6 13.391 2.288 192

200.001 300.000 6.616 1.596 179.6 9.198 2.125 359

300.001 500.000 3.849 1.456 165.9 3.849 2.384 272

500.001 1.000.000 1.895 1.259 138.0 1.895 2.063 226

1.000.001 1.500.000 411 489 48.7 411 801 80

1.500.001 2.000.000 181 337 32.5 181 552 53

2.000.001 3.000.000 31 85 5.9 31 140 10

3.000.001 5.000.000 49 187 14.9 49 306 24

Más de 5.000.000 26 227 22.4 26 372 37

TOTAL 1.259.184 37.014 1.779.2 1.945.142 70.087 3.608

AFIPSimulación EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulación EPH)

Reca

udac

ión

(mm

$)

Tramos de ingresos gravados

Los resultados indicarían que la “evasión” en el Impuesto a las Ga-nancias para las Personas Físicas estaría entre $ 1.500 y $ 1.800 millo-nes anuales, lo que estaría mostrando una tasa de evasión de entre el45% y el 50%.

Estos resultados son claramente dependientes de los supuestos reali-zados respecto del problema de subdeclaración de ingresos, lo cual re-queriría sin duda de estudios posteriores sobre la base de las EPH deotros años.

NOTAS

1. Departamento de Economía, Universidad Nacional de La Plata. 2. Se utilizó el software Stata 6.0 para realizar la simulación.3. Solamente existen 70 DDJJ con más de $ 300.000 ingresos gravados, re-

presentando 8 millones de pesos de recaudación.

EVASIÓN IMPOSITIVA 125

4. CONSIDERACIONES FINALES

En este trabajo se desarrolló una metodología para estimar la recau-dación del Impuesto a las Ganancias para las Personas Físicas sobre labase de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Del desarrollo sedesprenden las dificultades existentes en lo relativo al problema de sub-declaración de ingresos. En este sentido se detectó adicionalmente la au-sencia dentro de la EPH de parte del estrato de ingresos superiores.

La solución aplicada al problema de subdeclaración de ingresos radi-có en obtener información externa que posibilitara expandir los ingresoshasta su valor “real”. En este sentido se utilizó una estimación del ingre-so disponible sobre la base de las cuentas nacionales. El ejercicio 1 refle-ja los resultados con la expansión inicial de ingresos.

En lo referente a la ausencia del estrato superior de ingresos se optópor incorporarlo utilizando información proveniente de las DDJJ del im-puesto. La consideración del nivel de subdeclaración del estrato superiordeterminó dos alternativas: el ejercicio 2 donde se supone subdeclara-ción nula y el ejercicio 3 donde se mantiene la subdeclaración promediode los otros estratos.

De la comparación de los resultados de las simulaciones surgen algu-nas relaciones interesantes que se exponen en el siguiente cuadro:

124 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EJERCICIO 3IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONAS FÍSICAS

AÑO 1997

-

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

10.000 30.000 50.000 80.000 150.000 300.000 1.000.000 2.000.000 5.000.000Tramos de ingresos gravado

AFIPSimulacion EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulacion EPH

IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONAS FÍSICASAÑO 1997 RECAUDACIÓN AFIP VS. SIMULACIÓN EPH

SÍNTESIS DE RESULTADOS(En millones de pesos)

Recaudación Diferencia Relación

Ejercicios AFIP Simulación EPH[1] [2] [3]=[2]-[1] [4]=([1]/[2]) - [1]

Ejercicio 1 1.779,2 2.914,2 1.135,0 -38,95%

Ejercicio 2 1.779,2 3.335,0 1.555,8 -46,65%

Ejercicio 3 1.779,2 3.608,2 1.829,0 -50.69%

AFIPSimulación EPHPoly. (AFIP)Poly. (Simulación EPH)

Reca

udac

ión

(mm

$)

Tramos de ingresos gravados

1. INTRODUCCIÓN

La imposición diferencial a determinados bienes que generan externa-lidades negativas sobre el resto de la sociedad es justificable desde unpunto de vista de eficiencia económica. Así es común que en la mayoríade los países existan impuestos elevados al consumo de cigarrillos y be-bidas alcohólicas por los supuestos daños que ocasionan sobre la salud,o sobre los combustibles por sus efectos contaminantes o como forma desustituir la ausencia de peajes en todos los caminos del país. Sin embar-go, una elevada imposición genera incentivos a la elusión y evasión, pro-blema que se agrava si se introducen diferencias importantes en los im-puestos que alcanzan a productos similares.

Este problema no es exclusivo de países latinoamericanos, y se hamanifestado con diversa intensidad en países desarrollados. Abundanlos ejemplos de operaciones ilegales en los casos de cigarrillos, bebidasalcohólicas y comercialización de combustibles. En este trabajo se anali-zan dos casos de la Argentina: los combustibles y los cigarrillos, en loscuales la imposición elevada ha incentivado operaciones ilegales de adul-teración de productos, evasión fiscal y contrabando.

En la adulteración de combustibles se mezclan productos exentos delpago del tributo con algún sustituto cercano que está gravado. Así se ob-tiene un producto adulterado con relación a las características normalesdel producto, difícil de detectar para el consumidor y que genera un altorédito para los que realizan la operación, tanto más elevado cuanto ma-yor sea el diferencial de impuestos de los dos combustibles mezclados.Algunas de las combinaciones posibles en el mercado argentino son laadulteración de nafta súper con solventes o con gasolina de gas natural.En resumen, la adulteración necesita que exista un diferencial de im-puestos para “ser rentable” y, en las combinaciones actuales, es difícil dedetectar para el consumidor.1

Existe otra fuente alternativa de un mercado ilegal de combustiblesque es la evasión lisa y llana. Dada la concentración del impuesto en un

III.3. TRIBUTACIÓN, CONTRABANDO YADULTERACIÓN. ESTIMACIONES DE LAS VENTASILEGALES DE CIGARRILLOS Y COMBUSTIBLESEN LA ARGENTINA

Hildegart Ahumada, Daniel Artana y

Fernando Navajas*

base de análisis de los respectivos mercados. La sección 4 provee estima-ciones de ambos casos utilizando técnicas econométricas. Finalmente lasección 5 extrae las principales conclusiones del estudio.

2. ESTIMACIONES Y EVIDENCIA DE OTROS PAÍSES

Existen diversos estudios que han procurado medir la importanciadel contrabando y otras formas de eludir o evadir una alta presión impo-sitiva en impuestos al consumo de determinados bienes. Existen diver-sas maneras en que los gobiernos pierden recursos por la presencia de“operaciones de arbitraje”. Se destacan las siguientes: a) el contrabandoorganizado desde otros países o desde otras provincias que tienen menorpresión impositiva; b) el “round tripping” que consiste en reingresar enforma ilegal al país mercadería exportada libre de impuestos; c) las com-pras en la frontera realizadas por consumidores que viajan a países oprovincias donde la presión impositiva es menor; d) las ventas “libres deimpuestos” en aeropuertos, barcos, etc.

El incentivo para realizar estas actividades2 es el diferencial de pre-cios de venta entre una región y otra, producido por diferencias impositi-vas significativas. La importancia de este tipo de actividades aumenta enaquellos bienes fuertemente gravados, que no son perecederos y que tie-nen bajo costo de transporte. Los cigarrillos y las bebidas alcohólicas sonlos ejemplos más claros.3

Existen algunas estimaciones de la magnitud del problema en otrospaíses. Para el caso de los cigarrillos, OEF (1998) analiza el caso de Ca-nadá a comienzos de la década del noventa. En ese caso se estimó queun diferencial de precios del orden del 100% entre las provincias cana-dienses y los estados americanos ocasionó una actividad de “arbitraje”del orden del 17% del mercado canadiense, explicado en su mayoría poroperaciones de “round tripping”. Esta actividad cesó cuando el estado fe-deral canadiense coordinó con las provincias una brusca reducción deimpuestos (entre 47% y 70% según los casos). La menor tasa de impues-tos produjo una pérdida de recaudación para el gobierno pero con el be-neficio de haber eliminado esas actividades ilegales y contribuir a un me-jor control de la calidad de los productos comercializados.4

En el caso de los Estados Unidos se han realizado numerosos estu-dios que confirman que los consumidores realizan operaciones de arbi-traje fronterizas entre los estados que gravan más fuertemente a las ven-tas de cigarrillos y aquellos que cobran impuestos más bajos. Además,existe evidencia de contrabando más organizado desde los estados pro-ductores de tabaco que tradicionalmente imponían con tasas muy redu-cidas las ventas de cigarrillos, hacia el resto de los Estados Unidos. Laconclusión de varios trabajos es que el “arbitraje” es importante, si bienexisten diferencias en cuanto a la magnitud de sus efectos.5 Para ello, lostrabajos usualmente estiman la incidencia de variables que miden el in-centivo a realizar operaciones de arbitraje o de contrabando. Estas varia-

EVASIÓN IMPOSITIVA 129

número escaso de contribuyentes, la evasión adopta un patrón diferentedel que puede ser usual en otras actividades productivas. El origen es elmismo que en la adulteración, la existencia de un elevado tributo sobrelos combustibles. El instrumento es similar, se utilizan combustiblesexentos. Pero a diferencia del caso anterior, en la evasión directamentese venden al público los mismos productos que fueron comercializadoscon menor impuesto a salida de refinería. Por ejemplo, la existencia dezonas del país con reducciones tributarias (Clorinda, Posadas, La Quia-ca, Santa Cruz, Chubut y parte de Río Negro) genera una oferta potencialde motonaftas o gas oil, que los compradores de esas zonas pueden re-vender (en forma ilegal) en otras zonas no promovidas. El mismo proble-ma puede aparecer en el caso de ventas al exterior o a “bunker”.

En el caso de los cigarrillos existen varias operaciones que generanuna pérdida fiscal por elusión o evasión de los impuestos que recaen so-bre estos productos. Por un lado, las ventas en los locales de “duty free”,que no parecen ser muy significativas en el problema global. Luego apa-rece el contrabando fronterizo “hormiga” que es realizado por personasque tratan de sacar provecho de las diferencias de impuestos que existenentre la Argentina y algunos de sus países limítrofes. Luego, se destacael caso de operaciones de “round tripping” que consisten en reingresar alpaís productos que supuestamente fueron exportados (principalmente apaíses limítrofes). Esta última parece ser a priori una fuente importantede abastecimiento del mercado ilegal de cigarrillos. Finalmente, apareceel contrabando de cigarrillos importados producidos en otros países.

En la Argentina estas maniobras de evasión parecen haber aumenta-do en los últimos años. Se mencionan pérdidas fiscales enormes ocasio-nadas por la adulteración de combustibles y la reventa de volúmenes su-puestamente destinados a consumos exentos pero que en los hechosreemplazan a consumos gravados por la ley y se destaca un papel cre-ciente del contrabando de cigarrillos.

Los costos para la sociedad de este tipo de maniobras exceden a lapérdida fiscal. Aparece una competencia desleal y se viola el derecho depropiedad de las marcas afectadas y se pone en riesgo la calidad del pro-ducto recibido por los consumidores e incluso puede afectarse su salud,en la medida en que en las operaciones ilegales se produzcan los bienessin cumplir con los estándares de calidad que exige el país.

El objetivo del trabajo es resumir la experiencia internacional respec-to de este tipo de problemas y estimar la magnitud del contrabando en elmercado argentino de cigarrillos y de adulteración o “faltantes” en elmercado de combustibles. La estructura del trabajo es la siguiente. Lasección 2 realiza una reseña de evidencia sobre las modalidades queasumen las actividades ilegales en bienes sujetos a elevados impuestostales como cigarrillos, bebidas alcohólicas y combustibles (con especialreferencia al contrabando de cigarrillos por ser el tema con mayor núme-ro de contribuciones en la literatura) y su relevancia para el caso argenti-no. La sección 3 presenta estimaciones del monto del contrabando de ci-garrillos y de posibles “faltantes” en el mercado de combustibles sobre la

128 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

basa en la importación transitoria de cigarrillos a un punto dominante(Bélgica) desde donde se redireccionan flujos de comercio vía África a lospaíses de Europa del Sur y vía Europa del Este hacia Alemania e Italia.Esta modalidad incluye a traders que compran los productos a las gran-des firmas multinacionales y los triangulan por medio de transaccioneshasta llegar a los países de destino. Por ello proponen que en vez de foca-lizarse en cuestiones de diferenciales de precios, que terminan favore-ciendo a las empresas productoras de cigarrillos a través de menos im-puestos y más ventas, debería realizarse un control más estricto ycoordinado de los flujos de comercio de cigarrillos. Si bien esto último eslógico en los casos en donde un patrón complicado de triangulacionescomerciales llama a algún tipo de cooperación internacional, Joossens yRaw (1998) adoptan una posición demasiado sesgada hacia pretendermostrar a la industria del cigarrillo como la conspiradora en esta proble-mática y hacia negar que existan determinantes económicos que en últi-ma instancia crean los incentivos al comercio ilegal y que se originan enimpuestos elevados o barreras a la entrada de importaciones.

En síntesis, podría decirse que la revisión de la literatura para el ca-so de los cigarrillos muestra que la mayor parte de los trabajos economé-tricos ha analizado el tema de contrabando de cigarrillos para el caso delos Estados Unidos, utilizando datos de corte transversal o de panel pa-ra el contrabando entre estados asociado a los diferenciales impositivos(Baltagi y Levin, 1986; Sung et al., 1994; Saba et al., 1995; Jackson ySaba, 1997). Estos estudios son de poca utilidad para ser replicados enel caso argentino por razones que tienen que ver con la naturaleza del fe-nómeno de contrabando o economía informal en el sector de cigarrillos.En la Argentina no existe contrabando interestadual como en los Esta-dos Unidos que responda a un arbitraje de impuestos. El fenómeno másaceptado e ilustrado ha sido el de contrabando de países limítrofes quese relacionan con actividades de “round triping”, por lo que varios de losmétodos que usan datos de corte transversal no son idóneos, además deno contarse con las estadísticas relevantes.

Una notable excepción en la literatura especializada es la evidenciaaportada por Galbraith y Kaiserman (1997) en el estudio de series tem-porales del consumo de cigarrillos en Canadá, que se acerca bastante alas características y la disponibilidad de información del caso argentino.Estos autores encuentran un aumento en la elasticidad precio de lasventas legales en el período de aumento de impuestos, mientras que larespuesta de las ventas totales o del consumo aparente es mucho másbaja. Las ventas ilegales se aproximan a través de las exportaciones a losEstados Unidos, donde se localizaba el problema de contrabando, las quese incrementan considerablemente en el período en el cual se observa elaumento impositivo. Ello se justifica según los autores dada la forma do-minante de contrabando (round tripping) con un único país, que a su vezno consume el tipo de tabaco que Canadá produce. En otras palabras,Galbraith y Kaserman (1997) usan los datos de exportaciones como unaaproximación de las ventas ilegales, siendo su objetivo no proceder a una

EVASIÓN IMPOSITIVA 131

bles incorporan los efectos del diferencial de precios de venta ocasionadopor los impuestos, pero también información sobre de la población cercade la frontera o la lejanía de los estados de aquellos productores de taba-co. Este índice de incentivo a realizar operaciones de arbitraje aparececomo estadísticamente significativo en estimaciones econométricas deventas por estado.

En una evaluación econométrica de la demanda de cigarrillos que sefocaliza sobre los efectos del contrabando, Saba et al. (1995) realizan unaestimación de las ventas cruzadas entre estados (cross border sales) enlos Estados Unidos a partir de un modelo basado en el comportamientode un consumidor representativo que explota los diferenciales de precioscon relación a los costos de transporte. Los resultados confirman la vi-sión de los autores en el sentido de que los diferenciales de precios sonun importante determinante de las ventas de cigarrillos y de que la elas-ticidad-precio de la demanda resultante de considerar actividades decontrabando es sustancialmente mayor (el doble o más) que la estimadasin tener en cuenta el “arbitraje” legal o ilegal entre estados.6

En el estudio de Saba et al. (1995) se calculan los porcentajes perdi-dos y ganados por cada estado como consecuencia del arbitraje de losconsumidores que residen cerca de la frontera estadual, con resultadosmás bien modestos en cuanto a la magnitud del contrabando excepto enalgunos casos puntuales.7 En cambio, en el trabajo de Thursby y Thurs-by (2000) se obtienen estimaciones más importantes del contrabandofronterizo entre estados de los Estados Unidos. Analizando la década delsetenta, período en el cual los diferenciales de impuestos entre estadoseran más importantes, los autores concluyen que el comercio ilegal de ci-garrillos alcanzó al 3 ó 4% del total de ventas. Estas estimaciones no in-cluyen el efecto (considerado menor) de las compras de los consumidoresde un estado en otro vecino que impone menos a los cigarrillos o en re-servas indígenas que también se favorecen con menores tributos a esteproducto. Es interesante destacar que los autores concluyen que el con-trabando de cigarrillos disminuyó en la década siguiente como conse-cuencia de la reducción de los diferenciales de impuestos.

Por otra parte y desde otra perspectiva algunos estudios recientes delfenómeno de contrabando de cigarrillos en Europa (Jossens y Raw,1995, 1998) sugieren un patrón de comercio ilegal más complejo que ladescripción simple de arbitraje por parte de consumidores o el round tri-ping que ha sido descripto por trabajos aplicados al caso de los EstadosUnidos y de Canadá (Galbraith y Kaiserman, 1997). Estos estudios par-ten de la observación de que el contrabando se localiza en países de Eu-ropa del Sur (como España e Italia) y Europa del Este más que en paísesde Europa del Norte, siendo estos últimos los que tienen precios e im-puestos más elevados. La proximidad al África y la mayor propensión deestos países al contrabando y la evasión sugieren que los beneficios ne-tos de realizar contrabando de cigarrillos se hallan influidos tanto por losbeneficios brutos como por los costos de realizar el contrabando.8 La mo-dalidad de contrabando europeo que estas investigaciones sugieren se

130 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Más importante ha sido el round tripping de combustibles que en los pa-peles se exportaban a los Estados Unidos pero que en los hechos termi-naban vendiéndose dentro del mercado canadiense.

En el caso de los Estados Unidos ha habido bastante cobertura perio-dística a episodios de naftas adulteradas y algunos problemas con gas oilexento que termina siendo consumido por usos supuestamente grava-dos. El mismo problema con el gas oil se ha presentado en el Reino Uni-do especialmente en el sector agropecuario.

En resumen, de la evidencia internacional disponible se pueden ex-traer algunas conclusiones. Cuando existen diferenciales de precios sig-nificativos las operaciones de arbitraje representan un porcentaje rele-vante del mercado y parecen ganar importancia las actividades ilegalesde contrabando y round tripping. El comercio fronterizo es un problematambién, máxime cuando no existen controles como ocurre en el caso delas ventas entre estados de los Estados Unidos.

3. ESTIMACIONES PARA EL CASO ARGENTINO SOBRE LA BASE DEANÁLISIS DE MERCADO

Cigarrillos10

Un mecanismo para aproximar el volumen que adquiere en nuestropaís el contrabando de cigarrillos consiste en estimar el consumo querealiza la población11 y contrastarlo con las ventas legales de estos pro-ductos en el mercado. Si bien la información relativa a ventas legales enel mercado doméstico implica de por sí algún tipo de estimación, en estecálculo es el consumo interno el agregado que presenta más complicacio-nes en cuanto a su cuantificación.

La estimación del consumo interno de cigarrillos –en forma indepen-diente de la información sobre ventas legales en el mercado local– es po-sible realizarla a partir de estudios que apuntan a caracterizar el hábitode fumar de la población, particularmente en lo que respecta a la deno-minada prevalencia del consumo entre la población (porcentaje de la po-blación que es fumadora) y a la cantidad de cigarrillos consumidos porlos fumadores por unidad de tiempo (diariamente, semanalmente, etc.).El objetivo de estos estudios ha sido muy variado.12

Si bien los distintos estudios reseñados no son estrictamente com-parables debido al carácter local que tiene en general la evidencia, altamaño muestral, en muchos casos pequeño, a las diferentes metodolo-gías aplicadas –como, por ejemplo, a partir de qué consumo se conside-ra a un individuo como fumador–, etc., en términos globales puede se-ñalarse que la mayor parte de las investigaciones arrojan una tasaglobal de prevalencia que se ubica entre el 32% y el 35% entre los adul-tos. Estas cifras son además consistentes con la evidencia internacio-nal: según la Organización Mundial de la Salud (WHO, 1997), un terciode la población adulta mundial es fumadora, encontrándose además pa-

EVASIÓN IMPOSITIVA 133

estimación de la magnitud del contrabando sino a estimar una demandade cigarrillos que distingue entre las ventas observadas –que pagan im-puestos– y las ventas o el consumo aparente. La contribución del trabajoes mostrar que la elasticidad-precio estimada a partir de las ventas ob-servadas se incrementa frente a aumentos de impuestos por el fenómenode contrabando, mientras que ello no ocurre con las ventas o el consumoaparente.

Para evaluar si tal tipo de comportamiento era de relevancia para elcaso argentino en FIEL (2000) se observaron las exportaciones a los paí-ses limítrofes (determinadas principalmente por las exportaciones al Pa-raguay). La corta extensión de las series y la falta de una relación siste-mática de corto plazo entre las cantidades exportadas y los aumentos deimpuestos no hace posible implementar exitosamente una metodologíacomo la del estudio sobre la experiencia canadiense anteriormente cita-do. En el caso argentino las exportaciones crecen a partir de 1993, nollegando nunca a superar el 7% de las ventas registradas al mercado in-terno (en 1999 y dependiendo de estimaciones de cómputo de atados ex-portados). Por otra parte, si existiera un patrón más complejo como eldescripto para Europa, deberían también considerarse por ejemplo lasexportaciones de Brasil al Paraguay u otras triangulaciones posibles.9

Además, desde el punto de vista metodológico y como se dijo arriba, eltrabajo sobre Canadá casi supone una determinada cifra de contrabandoa partir de los datos de exportación para obtener el consumo total.

Por tal motivo este trabajo explota en la sección de estimaciones eco-nométricas una vía alternativa de estimar las ventas ilegales como unaproporción del total de ventas (del que sólo se observan las ventas lega-les) basándose en un trabajo anterior de FIEL (1998b) que había encon-trado empíricamente una marcada diferencia de respuesta (es decir unaasimetría) de las ventas observadas a los cambios de los impuestos y delprecio neto. Esta metodología se explora primero para el caso de cigarri-llos y luego se extiende al caso de combustibles.

En el caso de las bebidas alcohólicas, OEF (1998) menciona estima-ciones de arbitraje por el 7% del mercado inglés en 1993, con el roundtripping explicando casi el 40% de este total, y el contrabando y el comer-cio fronterizo y duty free el 30% cada uno. Para Canadá, diferencias deprecio de venta al público del 100% con los que regían en los EstadosUnidos en 1994 ocasionaron una actividad de arbitraje equivalente al25% del mercado, explicada en su gran mayoría por contrabando y roundtripping.

Respecto de los combustibles no se han encontrado estudios acadé-micos que midan la magnitud de las operaciones de adulteración o deround tripping pero existe evidencia más casuística de que en los paísesdesarrollados ha habido problemas. Por ejemplo, en la década del noven-ta se han detectado operaciones fraudulentas de gas oil en Canadá, in-cluso cuando las provincias exigen que el producto destinado a los usosexentos (calefacción por ejemplo) se coloree en forma especial, y algúnfraude con solventes u otros productos exentos mezclados con las naftas.

132 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

principales destinos de exportación de cigarrillos obtenidos de la base dedatos del NOSIS indica que los envíos a Paraguay han sido los más im-portantes en los últimos años.

Combustibles

El cuadro 1 resume la información de las ventas al mercado internode motonaftas y gas oil a partir de información de la Secretaría de Ener-gía, distinguiendo las ventas gravadas y las exentas que tienen por des-tino la zona sur del país. Se puede observar que en los productos grava-dos con menor impuesto (nafta común y gas oil) el consumo en la zonasur exenta sigue un patrón similar al del resto del país. Por ejemplo, en-tre 1991 y 1999 las ventas de nafta común se reducen 37% en la Patago-nia y 35% en el resto del país y las de gas oil aumentan en ambas zonasalrededor del 17%. Esto contrasta con la evolución del consumo del pro-ducto con mayor impuesto (a priori el más atractivo para la operaciónfraudulenta). Mientras que el consumo en el resto del país crece 3%, enla zona sur aumenta 166% luego de que se aprobó el tratamiento impo-sitivo preferencial.

Es interesante destacar que el consumo por habitante de nafta súperde la zona sur exenta triplica al observado en el resto del país, mientrasque en la nafta común es sólo 20 a 30% superior. Este mayor consumopor habitante no puede explicarse por las grandes distancias caracterís-ticas de la región patagónica. Con datos del primer semestre de 1997 seobserva que en las zonas exentas el consumo de nafta súper por habi-tante es no solamente tres veces el de la media del país, sino que tam-

EVASIÓN IMPOSITIVA 135

ra la Argentina niveles de prevalencia similares a otros países de Améri-ca del Sur.

Respecto del consumo diario de cigarrillos por parte de los fumado-res, se observa que los estudios en nuestro país han sido en general me-nos precisos, y muchos de ellos inclusive no han aportado datos sobreeste aspecto. La escasa información disponible, sin embargo, parececoincidente en torno de los 15 a 17 cigarrillos/día. La OrganizaciónMundial de la Salud (WHO, 1997), estima al respecto que el promediomundial se ubica en 15 cigarrillos/día, cifra que se elevaría a 18 en elcaso de los países de América.

Tomando en cuenta estos rangos de prevalencia y consumo diario decigarrillos que arrojan los diferentes estudios, pueden estimarse los nive-les globales de consumo que es de esperar de la población adulta en laArgentina. Según estas estimaciones, el consumo podría ubicarse entreun mínimo de 2.140 millones de atados de 20 unidades (para una preva-lencia del 32% y un consumo diario por fumador de 15 cigarrillos) hastaun máximo de 2.652 millones de atados (35% y 17 cigarrillos/día). A es-tas cifras habría que agregarle alrededor de 10 millones de atados anua-les en razón del consumo esperable de la población de 15 a 17 años deedad, tomando una tasa de prevalencia para este grupo del 6% y un con-sumo diario de 5 cigarrillos, hipótesis que según el trabajo más recientey completo al respecto (Palermo y otros, 1999) serían conservadoras. Deeste modo, el rango estimado del consumo se elevaría a 2.150-2.662 mi-llones de atados por año, con un valor medio de 2.400 millones.

La estimación de las ventas legales de cigarrillos en la plaza local seefectúa considerando que el volumen de ventas de productos nacionalesen el mercado interno ha oscilado en los últimos años en torno a los1.960 millones de atados de 20 unidades, equivalente a algo más de39.000 millones de cigarrillos anuales.13

Combinando las estimaciones referidas al consumo interno de ciga-rrillos y las ventas legales internas de este producto, se observa que elvolumen de las ventas ilegales en la plaza local oscilaría entre un mínimode 154 millones y un máximo de 667 millones de atados de 20 unidades,siendo su valor medio de 400 millones. Estas cifras representan entre un7,7% y un 33,4% del total de ventas legales, y entre un 7,2% y un 25,0%del consumo estimado, alcanzando el valor medio al 20,2% y al 16,8% deestos conceptos, respectivamente.

Una posible fuente de alimentación del mercado ilegal de cigarrillosson las operaciones de round tripping. Las exportaciones totales de ciga-rrillos de la Argentina se miden a partir de los datos de comercio exteriorprovistos por el INDEC, que indican valor total y volumen en toneladas.En FIEL (2000) se estimó que las exportaciones de cigarrillos han venidooscilando entre el 4% y el 6% de las ventas al mercado interno. Esto im-plica que las exportaciones no pueden dar cuenta de la totalidad de lasventas ilegales estimadas por el método anterior, aunque podrían repre-sentar una parte importante del mismo para el caso de los valores infe-riores del intervalo de estimación. Por su parte la composición de los

134 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 1VENTAS DE COMBUSTIBLES EN MILES DE M3

Nafta súper Nafta común Gas oil

Zona sur Gravadas Zona sur Gravadas Zona sur Gravadas

1991 95 3.179 85 2.471 259 7.562

1992 130 3.752 78 2.355 287 8.040

1993 165 4.104 57 2.139 261 8.559

1994 217 4.157 60 2.190 344 9.069

1995 233 3.887 62 2.274 354 9.538

1996 241 3.718 65 2.366 422 10.474

1997 246 3.520 61 2.131 463 10.819

1998 256 3.430 58 1.830 496 11.353

1999 (est.) 253 3.267 54 1.613 413 11.163

Fuente: Secretaría de Energía.

neto (es decir que implica el mismo precio final a los consumidores quepagan el impuesto) debido a que aumentan los incentivos para desviarventas legales hacia ilegales. Esta hipótesis pudo ser probada empírica-mente justamente en los bienes en que los impuestos internos eran muyelevados y en donde existía evidencia de actividades de ventas ilegalesque evadían la tributación, como es el caso de cigarrillos y combustibleslíquidos.

La base de datos comúnmente utilizada en los estudios de demandarelaciona las cantidades observadas provenientes de las ventas legales Xcon los precios finales al consumidor (denotados por q), con variables in-greso (Y) y con otras variables relevantes como el gasto en publicidad (A).La brecha de impuestos (tax wedge) entre el precio al consumidor y elprecio al productor/distribuidor (denotado por p) viene expresada, porunidad de producto, como q-p e incluye todos los impuestos relevantes(IVA, internos, etc.). En el caso de los cigarrillos –como casi la totalidadde los componentes impositivos son de tipo “ad valorem”– el cociente en-tre precio final al consumidor y el precio neto al productor/distribuidorq-p representa una medida de (uno más) la tasa ad valorem de impuestos(1+t) expresada como una tasa “por afuera” (es decir como proporción oporcentaje del precio al productor/distribuidor). En el caso de combusti-bles esta especificación es menos válida, porque la mayor carga tributa-ria es específica, pero fue igualmente adoptada por conveniencia.

Dada una función de demanda ordinaria definida como Xd = Xd(q, Y,A) = Xd(p*(1+t), Y, A), la mayoría de los trabajos procede suponiendo quela cantidad observada (de ventas legales) se corresponde con la cantidadtotal o deseada de ventas Xd para la que vale la expresión anterior. Paraestos propósitos es irrelevante distinguir si los cambios del precio final qprovienen de cambios en los precios en los impuestos (1+t) o de cambiosen el precio neto de impuestos p. Es decir, lo único relevante es estimarla elasticidad-precio (final, al consumidor) de la demanda y usar este pa-rámetro para evaluar cambios en los impuestos (con algunos ajustes me-nores).

Sin embargo en la medida en que las ventas observadas no son Xd si-no X y que la diferencia entre ambas depende de la brecha impositiva, sepueden encontrar diferencias de respuesta de las ventas observadas alos impuestos (1+t) o al precio neto p en tanto y en cuanto un aumentode impuestos hace “desaparecer” ventas legales.

La hipótesis puede ser explicada con la siguiente notación. Supónga-se que se comparan las ventas realizadas luego de un aumento en el pre-cio final al consumidor de la situación original “0” a la situación “1” conq1 > q0. Por la ley de la demanda (para un bien no Giffen) se tiene que:

X*(q0, Y, A) > X*(q1,Y, A)

La cantidad demandada caerá en el mismo monto independientemen-te de la composición entre p y (1+t) siempre y cuando el nivel de precio fi-nal q1 sea el mismo. Esto es, dado

EVASIÓN IMPOSITIVA 137

bién triplica al observado en las zonas gravadas de la provincia de RíoNegro, con lo cual debe descartarse cualquier hipótesis basada en mayo-res distancias o características especiales de la zona sur que puedan jus-tificar un sobreconsumo de nafta súper.14

En el caso de la adulteración de combustibles, el fraude se produce apartir de mezclar combustibles exentos con otros gravados. En la Argen-tina, en los últimos años las fuentes más comunes de mezclas con lasmotonaftas han sido la gasolina de gas natural y los solventes. Pero tam-bién es posible que volúmenes supuestamente exentos (exportaciones ybunker) terminen en el mercado interno argentino.

Existen problemas estadísticos para poder precisar la magnitud deposibles adulteraciones o de fraude fiscal con operaciones exentas. Porejemplo, las cifras de exportaciones agrupan las ventas de gasolina degas natural con las de solventes, y además, existen errores de clasifica-ción. En el caso de las exportaciones es posible que algunas partidasque, en principio, se destinaban al exterior terminen siendo comercializa-das en el mercado interno (contrabando del producto, con exportación“legal” en los papeles).

En una estimación preliminar del balance de masa para el año 1996se puede estimar que existe un sobrante de gasolina de gas natural y desolventes entre la producción nacional y la demanda interna y de expor-taciones de aproximadamente 200 a 250.000 m3. Además, las cifras an-teriores de consumo en la zona sur sugieren que el fraude fiscal oscila enalrededor de 150.000 m3 al año. Ambos valores sumados representan al-rededor del 7,5% del mercado de naftas de la Argentina. Si se tiene encuenta que el fenómeno de “faltante” repercute esencialmente en el seg-mento de nafta súper (la que representa más de dos tercios del consumototal de naftas) la cifra se elevaría por encima del 10% del mercado denafta super (suponiendo que una parte de la nafta común también estásujeta a actividades de evasión impositiva).

4. ESTIMACIONES SOBRE LA BASE DE MÉTODOS ECONOMÉTRICOS.

4.1. Asimetría de efectos impuesto y precio en la demanda observada de bienes sujetos a altos impuestos internos

En un trabajo anterior de FIEL (1998), en el que se estimaron elasti-cidades-precio de la demanda de productos sujetos a impuestos internos(con el objeto de evaluar impactos de corto y largo plazo sobre las ventasa partir de cambios en las alícuotas), se argumentó que en aquellos bie-nes sujetos a alícuotas muy elevadas, se debería verificar una asimetríade respuesta de las ventas frente a cambios en los impuestos o al precioneto (de impuestos). El argumento es que dado que lo que se observa sonlas ventas legales (y no las efectivas o deseadas que se pueden constituircon ventas ilegales por contrabando o evasión) una suba de impuestosreduce más las cantidades vendidas que una suba equivalente del precio

136 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

aumento de impuestos. Pero como se vio antes, en términos más genera-les la hipótesis es congruente con la idea de que la brecha entre las ven-tas observadas y las totales o deseadas se amplía con una suba de im-puestos.

Mientras que el trabajo de FIEL (1998) procedió solamente a evaluarlas diferentes respuestas en términos de elasticidades, aquí se extiendela metodología para aproximar cuantitativamente el tamaño de la brechaentre las ventas observadas y el consumo total para el caso argentino, loque constituye un método indirecto de estimación de la magnitud del ta-maño de las ventas ilegales.

4.2. Funciones econométricas de demanda y la separación deventas legales e ilegales

El modelo que sirve de base para las estimaciones econométricas sederiva a partir de dos supuestos básicos: a) que las ventas legales sonuna fracción no constante de la demanda total (siendo, por lo tanto, elporcentaje ilegal también variable) y b) que las mismas ventas legales ob-servadas siguen un mecanismo de “ajuste parcial” que distingue compor-tamientos diferentes para el corto y el largo plazo. Siguiendo una formu-lación tradicional, se parte de suponer que la función de demanda totaldeseada de cigarrillos en el largo plazo (en equilibrio) adopta una formalogarítmica:

lnXt d* = β0 + β1 ln[p(1+t)]t + β2 lnYt + µ1 (1)

donde Xt d * son las cantidades demandadas totales (*) deseadas (d) en el

largo plazo; [p(1+t)]t, el precio final pagado por el consumidor e Yt es unavariable ingreso (aproximada por el salario real en pesos), las ventas le-gales deseadas Xt

d resultan en cada período una fracción θ de las ventastotales deseadas. Es decir,

Xtd = θt . Xt d* 0< θt ≤1 (2)

o en logaritmos

lnXt d = lnθt + lnXt d* (3)

y por lo tanto, si esta fracción fuera constante, estaría incluida en la esti-mación de la ordenada al origen de un modelo en el que la variable a ex-plicar sean las ventas observadas (junto a β0). Sin embargo, ello no pa-rece haber sido así ya que en estudios anteriores la elasticidad precioneto de impuesto (p) resultó considerablemente inferior (en valor absolu-to) a la del impuesto implícito (1+t). En consecuencia, es razonable supo-ner que dicha proporción dependa de una función (f) de los impuestos,

θt = f [(1+t)] + wt f´ < 0 (4)

EVASIÓN IMPOSITIVA 139

q1=p1*(1+t0)=p0*(1+t1)

se tiene que

X*(p0.(1+t0), Y, A) > X*(p1.(1+t0), Y, A) = X*(p0*(1+t1), Y, A)

En cambio, con las cantidades observadas X la hipótesis sostiene que

X(p0 . (1+t0), Y, A) > X(p1*(1+t0), Y, A) > X(p0*(1+t1), Y, A)

La figura 1 ilustra el argumento para el caso en que t0=0. Original-mente, sin impuestos q0=p0 y las ventas legales X coinciden con las tota-les, deseadas o teóricas X*, pero una suba del precio al consumidor aq1=p1*(1+t0)=p0*(1+t1) genera una brecha entre ventas legales y ventas to-tales por la magnitud de las ventas ilegales.

En términos de elasticidades de demanda observadas, la hipótesisimplica que la elasticidad de las ventas legales es mayor frente a un au-mento de impuestos que frente a un aumento (equivalente) en el precioneto. Así, en el estudio de FIEL (1998) se postuló una ecuación conven-cional para ser estimada (en logaritmos y dado que log q= log p + log(1+t))que se escribe como:

log(X) = C + α*log(p) + β*log(1+t) + ε*log(Y) + γ*log(A) + u

La hipótesis de respuesta asimétrica es que α < β, esto es, que la res-puesta de las ventas observadas tiene que ser mayor para el caso de un

138 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 1

precio

q1=p1.(1+t0)=p0.(1+t1)

q0=p0

X* = X(q, Y, A) = X(t0=0)

X1 Xi* X0=X0* cantidad

X (t1>t0)

(ecuación (5))– existen razones para pensar que la función f(.) de la ecua-ción (4) puede ser de un carácter más general, dando lugar a una res-puesta más intensa (que la log lineal) de dicho coeficiente θt a la suba deimpuestos.

Así se consideró alternativamente la posibilidad de que la forma fun-cional de la ecuación (4) fuera la translogarítmica (como se discute en In-trilligator, et al., 1996 y Berndt, 1991). Esta función es utilizada frecuen-temente en estudios de costos por su flexibilidad, se la interpreta comouna aproximación de segundo orden (expansión de Taylor) en los logarit-mos que aproxima a cualquier función arbitraria. Por lo tanto se probóincluir también el cuadrado del logaritmo de (1+t) y el producto cruzadode este último con el logaritmo del precio (p). De ellos solo resultó signi-ficativo el cuadrado del logaritmo de (1+t), es decir, la proporción de ven-tas sería:

lnθt = δ2 [ln (1+t)]2 + wt δ2 < 0 (5’)

También a partir de esta forma de reacción se probaron potencias demayor orden (3 y 4) resultando ligeramente superior en términos de bon-dad del ajuste (a igualdad de comportamiento residual) la de 4º orden:17

lnθt = δ4 [ln (1+t)]4 + w’t δ4 < 0 (5”)

Las distintas formas funcionales de la ecuación (5), (5’) y (5”) (lineal,cuadrática y de 4º orden) reflejan elasticidades o velocidades distintas derespuesta del parámetro (no observado) θ de ventas legales o (1- θ) deventas ilegales, al nivel de impuestos. Los efectos de la no linealizaciónde esa respuesta sobre la estimación final de ventas ilegales se ilustra enla figura 2, simulándose el resultado para el caso de ventas de cigarrilloscon los parámetros estimados que se reportan en las próximas secciones.Cuando los impuestos son iguales a cero (ln (1+t)=0) las tres especifica-ciones coinciden con un nivel nulo de ventas ilegales. Para niveles mayo-res de impuestos la versión lineal extrapola una proporción de ventas ile-gales muy elevada y excesiva según información proveniente de otrasfuentes o mediciones, mientras que en las versiones cuadrática y de 4ºorden esa proporción aumenta poco inicialmente y luego lo hace de mo-do más pronunciado pero siempre por debajo de la estimación lineal.Para los valores actuales de impuestos (que se corresponden con los ex-tremos derechos de las líneas en la figura) la especificación lineal pro-nostica en promedio más del 50% de ventas ilegales, mientras que la deorden 4º supera levemente el 20%. Más abajo se hace una estimaciónmás rigurosa de estos valores.

4.3. Estimaciones econométricas

La ecuación (8) fue actualizada para datos trimestrales en el período1985:1-1999:3. Los datos son una extensión de la base de datos en FIEL

EVASIÓN IMPOSITIVA 141

donde wt es un término de error. Es probable que existan también otrosdeterminantes de

θt, en particular, aquellos factores que facilitan o restringen las activi-dades de contrabando, aunque en el caso argentino son difíciles decuantificar (ver, por ejemplo Thursby y Thursby, 2000). Si la forma fun-cional fuera asimismo (lineal) logarítmica, entonces:

lnθt = δ1 ln(1+t) + wt δ1 < 0 (5)

la que puede generalizarse a otras formas no lineales como se comentamás adelante. Por otra parte, si las ventas legales observadas no se ajus-tan totalmente, en un solo período, a las deseadas en equilibrio, sino quefactores inerciales o costos de ajuste por moverse del nivel anterior ha-cen que sólo la fracción φ se alcance, su comportamiento de corto plazoresulta:15

lnXt = φ lnXt d + (1- φ ) lnXt-1 + vt

o reemplazando de la ecuación (3):

lnXt = φ [lnθt + lnXt d* ] + (1- φ) lnXt-1 + vt (6)

donde el término φ [lnθt + lnXt d*] indica la proporción de las ventas de-

seadas a efectuar en el mercado legal en el corriente período. Según lainterpretación de este modelo, las ventas observadas se van ajustandocon algún rezago en el tiempo, pero en el largo plazo respetan la relacióndada por (3).16 En definitiva, la regresión resultante es, reemplazando (1)en (6),

lnXt = φ lnθt + φ β0 + φ β1 ln[P(1+t)]t + φ β2 lnYt + (1- φ) lnXt-1 + et (7)

y sustituyendo la forma de comportamiento de θ (ec. 5), separando losefectos de precio e impuestos y reordenando:

lnXt = φ β0 + φ (δ1+ β1) ln (1+t) + φ β1 lnPt + φ β2 lnYt + (8) + (1- φ ) lnXt-1+ ut

Esta ecuación le da mayor sustento a las ecuaciones econométricasde demanda estimadas en el estudio de FIEL (1998) sobre datos trimes-trales para el período 1985-1997, habiéndose en la misma encontrado,para el caso de cigarrillos y combustibles, evidencia de efectos asimétri-cos entre la elasticidad-impuesto y la elasticidad-precio neto. Si bien elpropósito del trabajo de FIEL (1998) era sólo el de estimar la elasticidadde demanda y no el monto de las ventas ilegales, esta estimación se tomócomo punto de partida para el estudio econométrico que se encara en es-te estudio. En efecto, mientras que la ecuación (8) –se justifica a partirde una relación lineal-logarítmica entre el coeficiente θt y los impuestos

140 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

R2 = 0,960 SER = 0,0180 DW = 2,36 LMAR1-4F (4, 43) = 0,719 [0,5839]

También se efectuaron las siguientes pruebas que no fueron satisfac-torias: el efecto sobre la demanda de los gastos de publicidad, la inclu-sión de la población adulta (ajustando por el crecimiento poblacional) yotras definiciones de la variable ingreso: salario en dólares y el consumoprivado agregado.

En el caso de la función cuadrática (5´) se obtuvo la siguiente estima-ción:

lnXt = 11,360 - 0,12621 [ln(1+t)]2 - 0,068460 ln[pt (1+t)] + 0,2056 lnYt +(9, 627) (-5,792) (-2,736) (5,586)

+ 0,37809 lnXt-1

(6,335)

R2 = 0,962 SER= 0,0177 DW = 2,36 LMAR1-4F (4,43)= 0,708[0,591]

Finalmente, para la función de 4º orden (5’’):

lnXt = 12,057 - 0,04069 [ln(1+t)]4 - 0,073339 ln[pt (1+t)] + 0,2125 lnYt +(9, 869) (-6,117) (-3,011) (5,868)

+ 0,33634 lnXt-1

(4,939)

R2 = 0,9635 SER= 0,0173 DW = 2,35 LMAR1-4F(4, 43)= 0,692 [0,601]

Las dos últimas ecuaciones, en particular la de 4º orden, son superio-res en bondad del ajuste al que supone una proporción de ventas legaleslineales en logaritmos y muestran, asimismo, estimaciones diferentes dedicha proporción como se detalla en la próxima sección.18 19

Combustibles

Los antecedentes del estudio del posible “faltante” en el mercado denaftas debido a actividades de evasión y adulteración se hallan en algu-nos trabajos previos de FIEL (1993, 1998a) en donde se realizaron prue-bas econométricas de distinto tipo para el total de naftas y para los com-ponentes súper y común.

En FIEL (1994) se trató de estimar por medio de técnicas econométri-cas el “faltante” de naftas para el año 1993 que podía deducirse del com-portamiento dinámico de la demanda de naftas, y se buscó relacionar esefaltante con el tratamiento tributario diferencial del que gozaban los sol-ventes. La metodología de dicho estudio consistió en primer lugar en esti-mar una demanda para el agregado de motonaftas que depende de varia-

EVASIÓN IMPOSITIVA 143

(1998) e incluyen series básicas dadas por las ventas legales (Xt), el pre-cio neto de impuestos (pt), los impuestos (1+t)t y un conjunto de variables(ingreso de las familias, gastos en publicidad, y en el caso de cigarrillosexportaciones a países limítrofes).

Cigarrillos

En el caso de cigarrillos el estudio del comportamiento residual (enparticular el alejamiento de su distribución normal) sugirió la convenien-cia de incluir variables ficticias o “dummies” para los siguientes perío-dos: 1988-2, 1989-1 y 1990-1 (que representan condiciones excepciona-les para la industria en el primer caso, debido a una guerra de precios, opara el total de la economía en los dos últimos) considerando apropiadotambién, dado lo preliminar de los últimos datos realizar la estimaciónhasta el tercer trimestre de 1999. Los resultados fueron los siguientes (seomiten en la presentación las variables ficticias o “dummies” antes men-cionadas y las estacionales, que resultaron todas significativas),

lnXt = 11,055 - 0,37104 ln(1+t) - 0,066842 lnpt + 0,19879 lnYt + (9,367) (-6,443) (-2,617) (5,349)

+ 0,40471 lnXt-1

(6,335)

142 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 2ESTIMACIÓN DE VENTAS ILEGALES DE CIGARRILLOS

0 1Ln(1+t)

% d

el to

tla

2

0,6

0,4

0,2

0

linealcuadráticacuarta

rio de importantes cambios en la regulación de los combustibles (desre-gulación, cambios en la tributación del sector y privatización).

Similarmente al caso de cigarrillos se consideraron distintos modelospara aproximar el comportamiento de las ventas de naftas teniendo encuenta que las observadas representan una fracción no constante de lastotales. Las estimaciones más satisfactorias se obtuvieron en los casosno lineales (con exponentes dos y cuatro) tanto para las ventas de la naf-ta total como de las de súper, mientras que el modelo con efectos asimé-tricos no se verifica en el caso de la nafta común. Por estos motivos y enconcordancia con trabajos anteriormente citados, se puso énfasis en elconsumo de nafta súper, sobre la que existe evidencia de actividades deventas ilegales y adulteración. Las estimaciones reportadas a continua-ción se refieren a la nafta súper, usada como base de cálculo de las ven-tas ilegales. Con fines de comparación de las estimaciones también sepresenta el caso lineal que fue tomado como punto de partida para luegomostrar los casos no lineales. Para la función lineal el ajuste es:

lnXt = -1,566 - 0,33022 ln(1+t) – 0,28150 lnpt(1+t) + 0,49599 lnYt +(-,913) ( -3,919) (-3,629) (5,118)

+ 0,46104 lnXt-1

(6,506)

R2 = 0,962 SER = 0,0211 DW = 2,08 LMAR1-4F (4, 25)=0,59743 [0,6678]

Mientras que para la función cuadrática (5’) los resultados fueron:

lnXt= -1,6494 - 0,18338 [ln(1+t)]2 - 0,28075 ln[pt(1+t)] + 0,49280 lnYt +(-0,966) (-3,958) (-3,631) (5,117)

+ 0,46063 lnXt-1

(6,530)

R2 = 0,962 SER= 0,0220 DW = 2,08 LMAR1-4F (4, 25)= 0,59277 [0,6711]

Finalmente para la función de 4º orden (5’’) se obtuvo:

lnXt= -1,5957 - 0,1117 [ ln(1+t)]4 - 0,227923 ln[pt(1+t)] + 0,48587 lnYt + (-0, 939) (-4,023) (-3,632) (5,101)

+ 0,46069lnXt-1

(6,588)

R2 = 0,963 SER= 0,02189 DW = 2,10 LMAR1-4F (4, 43) = 0,58356 [0,6774]

EVASIÓN IMPOSITIVA 145

bles precio e ingreso. En segundo lugar, se procedió a detectar un com-portamiento anómalo, según dicha estimación, por el cual las ventas denafta caían en forma inexplicable por debajo de lo proyectado por dichaecuación, abriendo de este modo un interrogante sobre las causas. Entercer lugar, se detectaba que dicha discrepancia (en el entorno del 5 al6% del consumo total) obedecía o se explicaba por el tratamiento impositi-vo diferencial del que gozaban los solventes. A partir de estos resultadosse aproximaba, por el lado de la demanda, la magnitud del problema deadulteración en las motonaftas, tanto en los volúmenes de combustiblecomo en los montos de pérdida de recaudación fiscal involucrados.

Por su parte en FIEL (1998a) se extendió este ejercicio de “error deajuste” de la ecuación de naftas al año 1996 tratando de diferenciar en-tre efectos impositivos y cambios en los precios y separando el consumototal del de naftas súper y común, en virtud de que se presumía que elmayor impacto provenía de la nafta súper. Dos resultados adicionalesaparecían en este trabajo. En primer lugar, se encontraba que los efectosanteriores se explicaban en su mayoría por el consumo de nafta súper yque el “faltante” (que no se observaba en el caso de nafta común) oscila-ba en un rango entre los 280 mil y 440 mil m3 (es decir 7,5% y 11,8% delconsumo total de naftas súper de ese año). En segundo lugar se verifica-ba una fuerte respuesta asimétrica entre variaciones de precio neto deimpuestos y variaciones de impuestos sobre el consumo de naftas. Final-mente en FIEL (1998b) y para otros propósitos (estimación de elasticida-des de demanda) se encontraba evidencia adicional sobre la asimetría derespuesta a efectos precio e impuesto. Como se mencionó antes, en el ca-so del aumento de impuestos se establece una brecha entre los preciosfinales y los precios a los oferentes que puede inducir actividades de eva-sión de los mismos y, de esta manera, reducir más aún (de lo que lo ha-ría una suba del precio que reciben los oferentes) la demanda “registra-da” de motonaftas que constituye la base imponible.20

Existen en principio tres especificaciones alternativas para proceder ala estimación empírica de la demanda de motonaftas.21 Una primera es-pecificación estudia los determinantes de las ventas totales (del com-puesto integrado por motonaftas de menos –común– o mayor –súper– oc-tanaje) en relación al precio (ponderado de ambos componentes) y elingreso (aproximado por ejemplo por el PBI o consumo de la economía).Una segunda especificación reitera el esquema anterior pero redefinien-do las variables citadas (ventas e ingreso) en términos per cápita o porhabitante. Finalmente una tercera especificación estudia la relación en-tre el consumo por vehículo y el precio e ingreso (usualmente por habi-tante). Un resultado de los trabajos de FIEL (1994, 1998a) es que el pro-blema de cambio de comportamiento que se observaba en la demanda demotonaftas no dependía en lo sustancial de la forma elegida para estimarla demanda de motonaftas.

Sobre estos antecedentes las estimaciones realizadas para este traba-jo extienden una base de datos trimestrales (1991:1-1999-4) que se con-centra en la década pasada en virtud de haber sido la misma el escena-

144 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

estimación de la proporción de ventas ilegales oscilaría entre 10% y 23%del consumo total (es decir entre algo más de 11% y 29%, respectivamen-te, de las ventas legales u observadas). Dentro de este intervalo, las mis-mas consideraciones de bondad del ajuste indicarían un valor más cerca-no al límite inferior, correspondiente al modelo con exponente cuatro.

Sin embargo, esta misma estimación al provenir de valores medios delos parámetros tiene en sí misma un intervalo de confianza relacionadacon la incertidumbre de las estimaciones. Para tener una idea de la in-certidumbre asociada con estas estimaciones se confeccionó el siguientecuadro con los límites de los intervalos de confianza (al 95%) de los pará-metros estimados utilizados para el cálculo de θ en el caso de la potenciade 4º orden (ec. 5”), (suponiendo independencia de los estimadores de losdiferentes parámetros). En el anexo se muestra asimismo este intervalopara los distintos valores observados de impuestos durante el períodobajo análisis observándose cierta estabilidad de las estimaciones en losúltimos años en función de la propia estabilidad de los impuestos.23 Ensíntesis, para el caso del modelo que muestra las estimaciones más pre-cisas, las ventas de cigarrillos cursadas en circuitos ilegales como por-centaje del consumo total oscilaría entre 6% y 16% con un valor medioen el entorno de 10%. Estos porcentajes son de 6%, 19% y 11% respecti-vamente, cuando el porcentaje se expresa respecto del total de ventas re-gistradas como legales.

Combustibles

Para el caso de combustibles se computaron para cada modelo econo-métrico (lineal, cuadrático y de 4º orden) las participaciones de las ven-tas ilegales en el total, para el caso de la nafta súper, y tomando el nivelmáximo de impuestos de 1999 (correspondiente al segundo trimestre),considerando los tres modelos anteriores. En este caso y también por

EVASIÓN IMPOSITIVA 147

Como se observa en los resultados presentados, y similarmente al ca-so de cigarrillos, las funciones no lineales (en particular la de exponentecuatro), tanto para nafta común como para el agregado, son ligeramentesuperiores en bondad del ajuste. Los resultados, sin embargo, son dis-tintos también en cuanto a la estimación de las participaciones de lasventas legales en las totales.22

4.4. ESTIMACIÓN DE LA MAGNITUD DE LAS VENTAS ILEGALES DECIGARRILLOS Y COMBUSTIBLES

A partir de las regresiones estimadas (en donde se estima el parámetroθ) es posible calcular la proporción de ventas ilegales, 1- θ, como porcen-taje (o tanto por uno) de la demanda deseada o consumo total. Debe no-tarse que en esta formulación el valor estimado corresponde al deseado ode largo plazo, dado el nivel impositivo y no necesariamente el que resul-taría en cada período. Adicionalmente se presentan estimaciones de laevolución de las ventas ilegales en el tiempo según se desprende del mo-delo propuesto. Finalmente se estima también la respuesta de las ventasilegales a variaciones impositivas para acercar una idea de la magnitud derespuesta del fenómeno a cambios en las tasas de impuestos.

Cigarrillos

Para el caso de cigarrillos si se considerara un nivel impositivo en elque el impuesto resulta un 67,9 % del precio final (ln (1+t) = 1,1363), yque se corresponde con los valores de fines de la muestra disponible, losvalores estimados puntuales, según las regresiones de la sección 3, semuestran en el siguiente cuadro.

De estos valores debe notarse que mientras que la estimación corres-pondiente a la función lineal es una estimación inicial o de referencia, losvalores más probables basados en un criterio de bondad de ajuste corres-ponden a la ecuación cuadrática o a la ecuación de potencia de 4º ordenrepresentada por la expresión (5”). Es decir, que en una primera aproxi-mación, y descartando el caso de la función lineal por proyectar resulta-dos implausibles y ser la de menor ajuste, los valores más razonables de

146 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ESTIMACIONES DE VENTAS ILEGALES (1-θ) DE CIGARRILLOS SEGÚN DISTINTAS FORMAS FUNCIONALES

θ (1 - θ)

Lineal en ln , ec. (5) 0,56 0,44

Quadrática en ln, ec. (5´) 0,77 0,23

De 4º orden en ln, ec. (5´´) 0,90 0,10

ESTIMACIONES DE PARÁMETROS E INTERVALOS DE CONFIANZA DEL MODELO SELECCIONADO PARA CIGARRILLOS

δ4 θ (1-θ)

Límite inf(valor absol.)+- 2.SE -0,052 0,913 0,087

Estimación -0,061 0,899 0,101

Límite sup.(valor absol.)+- 2.SE -0,068 0,888 0,112

5. CONCLUSIONES

Este trabajo ha abordado un aspecto de la economía informal referidaa las ventas ilegales de productos expuestos a elevada carga tributaria yque corresponde con sectores (cigarrillos y combustibles) en donde lasactividades ilegales son de una magnitud elevada (superior a US$ 200millones en cada caso) y sujetas a una red organizativa presumiblementeconcentrada, en el sentido de que no se trataría –salvo casos de menorcuantía– del producto de las decisiones descentralizadas de numerososagentes económicos. Sin haber desarrollado la economía del “lado de laoferta y organización” de estas actividades, este trabajo se ha abocado auna tarea preliminar referida a estimar la magnitud de estas actividadespor medio de métodos directos (que observan el tamaño del mercado y lapotencial dimensión de las ventas ilegales) y por medio de métodos eco-nométricos (que explotan efectos asimétricos entre impuestos y precios alproductor y utilizan supuestos para cuantificar la magnitud del proble-ma estimando parámetros de funciones econométricas de demanda). Enambos casos se arriba a estimaciones preliminares y novedosas a la vezque se alerta sobre un problema de magnitudes considerables y capaz definanciar organizaciones delictivas de gran porte.

El trabajo ha revisado la experiencia internacional y el caso argentinodel contrabando en productos altamente gravados como los cigarrillos ylos combustibles líquidos. La elevada tributación genera incentivos a rea-lizar operaciones legales o ilegales para eludir esa presión impositiva.Existen diversas maneras en que los gobiernos pierden recursos por lapresencia de “operaciones de arbitraje”, entre las que se destacan el con-trabando organizado; el “round tripping” (que consiste en reingresar enforma ilegal al país o zonas gravadas mercadería exportada o vendida enzonas libres de impuestos); la adulteración del producto (en el caso delos combustibles) con subproductos desgravados impositivamente; lascompras en la frontera realizadas por consumidores que viajan a paíseso provincias donde la presión impositiva es menor; y las ventas libres deimpuestos o con importantes exenciones en zonas desgravadas (combus-tibles), aeropuertos (cigarrillos), etc.

La misma evidencia internacional y la referida al caso argentino su-gieren que, aun en países en los cuales la evasión impositiva y el con-trabando pueden ser bajos en promedio, la alta imposición a determina-dos bienes genera incentivos para que se generen actividades ilegalesrelativamente organizadas que explotan la diferencia de precios enormeque produce una alta tributación. Las alternativas para intentar mode-rar estos problemas no son fáciles. En algunos casos se ha optado porreducir fuertemente los impuestos aun sacrificando ingresos fiscalespero ganando en confiabilidad de los productos que adquiere el consu-midor y reduciendo así los riesgos sobre la salud; en otros se han ex-plorado alternativas de generalizar la imposición, aun a operacionestradicionalmente exentas como las exportaciones. En el caso de com-bustibles se ha procedido a utilizar mecanismos de identificación de

EVASIÓN IMPOSITIVA 149

cuestiones de bondad del ajuste, si bien las mismas son menos marca-das que en el caso de cigarrillos, se podría considerar que la participa-ción de ventas ilegales estimada por el modelo (de 4º orden) se eleva al18% del agregado (19,5% del total de ventas observadas), siendo más ele-vadas en el caso de los otros dos modelos.

Claramente, estos resultados parecen exagerados respecto de lo quese puede considerar razonable a partir de observaciones de datos demercado o aun de otros estudios econométricos previos que usaron otrosmétodos (y que oscilaban entre 7% y 11%). Las variaciones de estas esti-maciones por la incertidumbre de la estimación se resumen para el últi-mo modelo en el siguiente cuadro y muestran un rango que va del 11%de las ventas totales (12% de las observadas) hasta un nivel del 25%(33% de las ventas observadas). Claramente este intervalo es muy amplioy sólo el límite inferior parece acercarse a valores congruentes con otrasobservaciones. Finalmente el cuadro A.2. del anexo permite apreciar lasensibilidad de dicho intervalo a distintos niveles de impuestos. El mode-lo muestra una reducción del tamaño de las ventas ilegales en funciónde la reducción impositiva producida en el tercer y cuarto trimestre alelevarse el precio neto al productor por la suba del precio del petróleo yreducirse el impuesto como porcentaje del precio.

148 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ESTIMACIONES DE VENTAS ILEGALES (1-θ) DE NAFTA SÚPER SEGÚN DISTINTAS FORMAS FUNCIONALES

θ (1-θ)

Lineal en ln, ec. (5) 0,54 0,46

Cuadrática en ln, ec. (5’) 0,72 0,28

De 4º orden en ln, ec. (5’) 0,82 0,18

ESTIMACIONES DE PARÁMETROS E INTERVALOS DE CONFIANZA DEL MODELO SELECCIONADO PARA NAFTA SÚPER

δ4 θ (1-θ)

Límite inf(valor absol.)+- 2.SE -0,202 0,89 0,11

Estimación -0,207 0,82 0,18

Límite sup.(valor absol.)+- 2.SE -0,211 0,75 0,25

EVASIÓN IMPOSITIVA 151

adulteración (trazadores) lo que ha limitado pero no resuelto el proble-ma.

En este trabajo se ha dado un primer paso al estimar la magnitud delcontrabando de cigarrillos de la Argentina y la elusión impositiva encombustibles. Por métodos directos basados en mercados potenciales yventas observadas se revisaron las estimaciones disponibles para nues-tro país del consumo de cigarrillos realizadas sobre la base de estudiosdel hábito de fumar de la población. Estos trabajos miden la tasa de pre-valencia (es decir el porcentaje de la población que fuma) y la cantidadde cigarrillos que consumen los fumadores por día. Esta estimación delconsumo se compara con las ventas al mercado interno legales para ob-tener una primera aproximación de la magnitud de las ventas ilegales.En la hipótesis más razonable, que considera que el 33% de la poblaciónfuma un promedio de 16 cigarrillos diarios, las ventas ilegales represen-tarían el 15,6% del consumo total (o 18,5% de las ventas legales). En elcaso de combustibles se estimaron las ventas en zonas no gravadas y surelación con patrones de consumo “normales” que indican evidencia deround tripping hacia el resto del país pero que darían cuenta de una eva-sión no superior al 5%. El resto debería provenir de contrabando inter-fronterizo o de la adulteración de las naftas con solventes (estimadas pa-ra 1996 en aproximadamente 3% del mercado) si bien en este últimocaso no se dispuso de estimaciones actualizadas.

Una contribución del trabajo es la puesta en práctica de una cuanti-ficación del problema de ventas ilegales basada en la estimación de ecua-ciones econométricas de demanda que distinguen entre elasticidades-im-puesto y elasticidades-precio (neto) y usan hipótesis sobre la relaciónentre las ventas medidas u observadas y las teóricas con fines de esta-blecer una brecha entre ambas que dé cuenta de la magnitud de las ven-tas ilegales. El modelo está especialmente adaptado a la realidad y bajadisponibilidad de datos de la Argentina. Las estimaciones seleccionadassugieren que las ventas cursadas en circuitos ilegales como porcentajedel consumo total oscilarían entre 6% y 16% con un valor medio en elentorno de 10% (o 11% de las ventas legales) para el caso de los cigarri-llos. Para el caso de los combustibles las estimaciones resultantes sonmucho mayores y deben tomarse como preliminares y sujetas a revisión.En el caso de la nafta súper la magnitud de las ventas ilegales promediodetectada por este médodo, expresada como porcentaje de las ventas ob-servadas oscilaría entre el 12% y el 33%, con un valor promedio estima-do del 19%. Ciertamente en el caso de combustibles sólo el límite inferiorse acerca a valores razonables según se desprendería de mediciones delmercado potencial, mientras que para el caso de cigarrillos la estimaciónpor este método es más conservadora que la proveniente de las medicio-nes conjeturales directas y cae dentro de intervalos razonables.

Las extensiones posibles de este trabajo reconocen al menos dos as-pectos. Habiéndose identificado la magnitud y posible modalidad de lasactividades ilegales en cigarrillos y combustibles una posible avenida deinvestigación es especificar modelos más precisos de la organización de

150 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ANEXOCUADRO A.1

CIGARRILLOS: SENSIBILIDAD DE LAS VENTAS ILEGALES A LOS IMPUESTOS1985:1-1999:4

Porcentaje de ventas ilegales

Tasa Límite Valor LímiteTrimestre Impuesto inferior estimado superior

1985-1 296 16 20 23

1985-2 290 16 19 22

1985-3 287 15 18 22

1985-4 271 14 17 19

1986-1 247 11 14 16

1986-2 250 11 14 16

1986-3 282 15 18 21

1986-4 275 14 17 20

1987-1 271 14 17 19

1987-2 271 14 17 19

1987-3 289 16 19 22

1987-4 294 16 19 23

1988-1 296 16 20 23

1988-2 304 17 21 24

1988-3 333 20 25 29

1988-4 334 21 25 29

1989-1 313 18 22 26

1989-2 304 17 21 24

1989-3 307 18 21 25

1989-4 322 19 23 27

1990-1 322 19 23 27

1990-2 323 19 23 27

1990-3 324 19 23 27

1990-4 326 20 24 28

1991-1 309 18 21 25

1991-2 313 18 22 26

1991-3 292 16 19 22

1991-4 288 15 19 22

1992-1 248 11 14 16

EVASIÓN IMPOSITIVA 153152 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO A.1CIGARRILLOS: SENSIBILIDAD DE LAS VENTAS ILEGALES A LOS IMPUESTOS

1985:1-1999:4 (Continuación)

Porcentaje de ventas ilegales

Tasa Límite Valor LímiteTrimestre Impuesto inferior estimado superior

1992-2 236 10 12 15

1992-3 232 10 12 14

1992-4 233 10 12 14

1993-1 221 9 11 13

1993-2 175 5 6 7

1993-3 216 8 10 12

1993-4 215 8 10 12

1994-1 215 8 10 12

1994-2 216 8 10 12

1994-3 216 8 10 12

1994-4 216 8 10 12

1995-1 205 7 9 11

1995-2 203 7 9 10

1995-3 203 7 9 10

1995-4 203 7 9 10

1996-1 218 9 10 12

1996-2 216 8 10 12

1996-3 216 8 10 12

1996-4 216 8 10 12

1997-1 215 8 10 12

1997-2 215 8 10 12

1997-3 216 8 10 12

1997-4 215 8 10 12

1998-1 215 8 10 12

1998-2 215 8 10 12

1998-3 216 8 10 12

1998-4 216 8 10 12

1999-1 215 8 10 12

1999-2 216 8 10 12

1999-3 216 8 10 12

1999-4 216 8 10 12

CUADRO A.2NAFTA SÚPER: SENSIBILIDAD DE LAS VENTAS ILEGALES A LOS IMPUESTOS

1991:1-1999:4

Porcentaje de ventas ilegales

Tasa Límite Valor LímiteTrimestre Impuesto inferior estimado superior

1991-1 172 11 19 26

1991-2 161 10 16 22

1991-3 159 9 16 21

1991-4 153 8 14 20

1992-1 166 10 17 24

1992-2 164 10 17 23

1992-3 146 8 13 18

1992-4 148 8 13 18

1993-1 151 8 14 19

1993-2 136 6 11 15

1993-3 130 6 10 13

1993-4 137 6 11 15

1994-1 143 7 12 17

1994-2 141 7 12 16

1994-3 133 6 10 14

1994-4 131 6 10 13

1995-1 128 5 9 13

1995-2 133 6 10 14

1995-3 135 6 10 15

1995-4 135 6 11 15

1996-1 123 5 8 12

1996-2 126 5 9 12

1996-3 134 6 10 14

1996-4 156 9 15 21

1997-1 163 10 17 23

1997-2 165 10 17 23

1997-3 165 10 17 23

1997-4 166 10 17 24

1998-1 165 10 17 23

1998-2 169 11 18 25

FIEL: “La adulteración de motonaftas en la Argentina: el impacto de la imposicióndiferencial a los combustibles líquidos”, mímeo., Buenos Aires, diciembre de1994.

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NOTAS

∗ H. Ahumada es Investigadora jefe del Instituto Di Tella y profesora del Insti-tuto y Universidad Torcuato Di Tella y de la UNLP. D. Artana y F. Navajas sonEconomistas jefes de FIEL y profesores de la UNLP y de la Universidad de San An-drés.

1. Nótese que la mezcla de solventes o gasolina de gas natural con nafta súperno afecta en gran medida el octanaje de las naftas, aunque sí puede afectar otrascaracterísticas del producto.

2. Algunas de las cuales son ilegales (contrabando, round tripping) y otras le-gales usualmente dentro de ciertos límites (comercio fronterizo y “duty free”).

EVASIÓN IMPOSITIVA 155

los mercados informales y la microeconomía de la evasión. En el plano dela modelación econométrica también se abren posibles extensiones queden más precisión a las estimaciones y permitan resolver algunas debili-dades de las mismas particularmente en el caso de los combustibles.

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154 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO A.2. NAFTA SÚPER: SENSIBILIDAD DE LAS VENTAS ILEGALES A LOS IMPUESTOS

1991:1-1999:4

Porcentaje de ventas ilegales

Tasa Límite Valor LímiteTrimestre Impuesto inferior estimado superior

1998-3 169 11 18 25

1998-4 169 11 18 25

1999-1 169 11 18 25

1999-2 169 11 18 25

1999-3 162 10 16 22

1999-4 132 6 10 14

mercado a los beneficios brutos provenientes de diferenciales de precios (a los quepor otra parte consideran un estímulo importante para la demanda) y factores noeconómicos a los costos de realizar actividades de contrabando. Desde el punto devista económico lo que importan son los beneficios netos.

9. De hecho Joossens y Raw (1998) presentan evidencia (pag. 69, tabla 5) deque las exportaciones de cigarrillos de Brasil a Bélgica crecieron casi 8 veces des-de 1990 a 1996 y superan un 25% a las exportaciones desde los Estados Unidosa Bélgica.

10. Esta sección es un resumen del trabajo realizado por M. Panadeiros inclui-do en FIEL (2000).

11. Se estima despreciable el consumo de cigarrillos comprados en la Argenti-na por parte de no residentes, así como también el consumo (y compra) de cigarri-llos en el exterior por parte de los residentes argentinos.

12. Así, en ciertos casos, han sido encarados por diversas organizaciones co-mo un instrumento de la lucha antitabáquica, formando parte algunos de ellos deinvestigaciones más profundas que intentan evaluar la incidencia del tabaquismosobre ciertas patologías frecuentemente asociadas a este hábito. En otros, encambio, han sido realizados por las propias empresas de la industria del tabaco,constituyendo en este sentido una herramienta de los estudios de marketing. Uncomún denominador que tienen, sin embargo, todos estos trabajos es que, por unlado, se trata de relevamientos muestrales y, por el otro, se circunscriben la ma-yoría de ellos a algún aglomerado específico, fundamentalmente la ciudad de Bue-nos Aires y/o la provincia de Buenos Aires.

13. Las importaciones de cigarrillos son de una magnitud casi insignificante(0,4% del consumo interno en 1998 y menos de la mitad de esa cifra en 1999) pe-ro de todos modos fueron incluidas en el número total del consumo interno.

14. En el caso de las ciudades fronterizas en las que se paga un impuesto de$ 180 por m3 en lugar de $ 485 por m3 no se observa en las cifras de 1997 un sal-to tan importante en el consumo de nafta súper, con relación al promedio delpaís. Pero debe señalarse que las tres ciudades beneficiadas con la reducción seencuentran ubicadas en provincias de bajo consumo per cápita de combustibles.Mientras el consumo de nafta súper de las tres ciudades es de 9,5 litros por habi-tante por mes, en Formosa es de 4,2 litros, en Jujuy de 3,2 litros y en Misiones de5,3 litros. En el caso de la común, el promedio de las tres ciudades es de 6,5 litrospor mes por habitante, y en las provincias oscila entre 3,2 litros y 5,7 litros. Nue-vamente se aprecia un salto más pronunciado en la nafta súper.

15. Los modelos con variables rezagadas, en particular con la explicada defa-sada son muy usuales en los casos de series temporales. Existen numerosos estu-dios de demanda en los cuales se incluyen este tipo de variables. Ellas respondena cuestiones tanto de tipo estadístico, la persistencia que caracteriza a muchasseries, como de comportamiento económico. En particular, se encuentran factoresde inercia, incertidumbre sobre la permanencia de los cambios y costos de cam-biar de la situación anterior que hacen que la variable a explicar en el período an-terior deba incluirse en la lista de las explicativas. Puede también notarse que esposiblemente la mejor medida de resumir toda su trayectoria pasada.

16. Una interpretación tradicional de incorporar las ventas rezagadas es el fe-nómeno de hábitos en el consumo. Sin embargo, si éste fuera el caso las ventasrezagadas deberían entrar en la ecuación de demanda (1). Como solo son observa-bles las ventas legales, dada la relación postulada en (3), ellas deberían ser expli-cadas por los determinantes de θ en el período anterior, que no resultaron signifi-cativos en las regresiones que las incluyeron.

17. Debido a que la serie ln (1+t) presenta valores en el entorno de la unidad,

EVASIÓN IMPOSITIVA 157

3. Obviamente puede existir otro tipo de motivaciones. Por ejemplo, la prohibi-ción de vender bebidas alcohólicas en el período de la llamada “ley seca” de losEstados Unidos dio origen a una importante actividad de contrabando. En verdad,la prohibición puede interpretarse como un impuesto de tasa infinita, que procuróser evadido por los contrabandistas.

4. Además de la pérdida de recaudación, otro efecto no deseado de la medidafue que las bandas organizadas de contrabando de cigarrillos comenzaron a explo-tar el diferencial de precios en las bebidas alcohólicas.

5. Ver por ejemplo Becker et al. (1994), Saba et al. (1995), Chaloupka y Saffer(1992), Chaloupka y Warnes (1999) y Thursby y Thursby (2000).

6. Las críticas que pueden hacerse a esta metodología y sus resultados y rele-vancia para el caso argentino son varias. Fundamentalmente la visión de los au-tores descansa en estudiar la acción de los consumidores individuales a partir deun modelo idealizado de “contrabando” como decisiones de compra descentraliza-das que excluye otros canales como el round triping o contrabando organizado,que han sido considerados relevantes en otros países y que parecen serlo todavíamás en la Argentina. Dado que los autores no aplican el modelo teórico basado enun consumidor representativo a bases de micro-datos, tales como encuestas degasto o consumo, que son más idóneas para evaluar comportamientos microeco-nómicos, y en cambio usan datos de ventas totales o agregadas por estado, no es-tá claro hasta qué punto las diferencias observadas se deben exclusivamente altipo de hipótesis postulada (el consumidor representativo explotando diferencia-les de precio en el espacio) o a efectos sobre las ventas que incluyen otros cana-les de contrabando. Finalmente, en el estudio los autores asimilan diferencialesde precios a diferenciales de impuestos (es decir los datos utilizados en la estima-ción son diferenciales de precios). Es lógico que desde el punto de vista de los be-neficios del arbitraje que realiza un consumidor lo relevante es la diferencia deprecios finales y también es empíricamente razonable suponer que los diferencia-les de precios entre estados contiguos en los Estados Unidos responden esencial-mente a diferencias de impuestos, suponiendo marcas y gustos de los consumi-dores constantes. En cambio en el caso argentino la evidencia primaria señalaque el arbitraje o las actividades ilegales no se hacen entre provincias sino conpaíses limítrofes y por ello esta metodología tiene menos relevancia. De todas for-mas, la contribución del trabajo es señalar la “raíz económica” del contrabandoen su relación con los diferenciales de precios y al mismo tiempo cómo las elasti-cidades-precio que deben ser tenidas en cuenta para el diseño tributario no de-ben subestimar actividades no registradas que implican valores más elevados dedicha elasticidad.

7. En la tabla II del trabajo citado se muestran los números de cada estado,tanto para ventas perdidas hacia algunos estados como las ganadas a otros. Losnúmeros absolutos son poco relevantes para el conjunto de estados (bastante me-nos del 1% de las ventas, a los cuales habría que agregar el efecto del contraban-do desde los estados tabacaleros), pero son más importantes en algunos casosparticulares (en 1986, Washington DC con 51,0%, Massachusetts 1,1%, Delaware1,5%, Connecticut 0,9%). Lo interesante a remarcar es que las diferencias de im-puestos que produjeron esta actividad de comercio fronterizo son relativamentebajas. Por ejemplo, según datos de ACIR (1992) se puede concluir que el impuestofederal y estadual era en 1986 de US$ 0,29 por paquete de cigarrillos en Washing-ton DC y en Virginia (que limita con Washington DC) de US$ 0,185. Del mismomodo, en Massachusetts el impuesto total era de US$ 0,44, similar a Connecticut,y algo superior a Nueva York (US$ 0,37) y Vermont y New Hampshire (US$ 0,33).

8. Joossens y Raw (1998) cometen el error conceptual de llamar fuerzas del

156 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

potencias mayores pueden requerirse para que las variaciones sean más marca-das.

18. Es también superior en el sentido de ser menos probable que presente he-teroscedasticidad (los errores estándares ajustados son más similares a los com-putados por MCO).

19. Para tener en cuenta el efecto de “simultaneidad” de precios y cantidadesse reestimaron ambas ecuaciones utilizando variables instrumentales (el ln de 1+ty de los precios rezagados un período como instrumentos para los precios). No hu-bo grandes modificaciones en las estimaciones de los parámetros pero sí en suSE, resultando incluso las variables precios no significativas.

20. En los modelos de tributación indirecta que se usan para evaluar los im-puestos a los combustibles, veáse por ejemplo Strawczynski (1990), se supone queestas actividades de evasión se encuentran perfectamente controladas. Por lo tan-to existe una equivalencia entre la elasticidad-precio final y la elasticidad-impues-to de los bienes, en donde ambas se relacionan a través del margen impuesto-/precio final. Si se incluye el efecto aludido en el texto, la demanda se vuelve máselástica cuando se cambia el impuesto (que cuando se cambia el precio que reci-be el productor) y, aplicando los principios de tributación indirecta, los impuestosóptimos deberían ser menores que en ausencia del efecto de evasión.

21. Estas especificaciones se resumen, por ejemplo, en Dahl y Sterner (1991)y Donnelly (1987). La primera especificación aludida en el texto es la usada porejemplo por Dargay (1990) en la estimación de las demandas de subproductos enEuropa.

22. Las estimaciones por variables instrumentales llevaron a conclusiones si-milares a las que se obtuvieron para cigarrillos. Por otra parte, las estimacionesno lineales para determinar el grado del exponente fueron no satisfactorias ya queresultaron ser extremadamentemente sensibles a los valores iniciales, como ocu-rre en el enfoque de Box-Cox (ver Green, 1997)

23. El cuadro A.1. registra las estimaciones de ventas ilegales (como porcenta-je de las ventas totales) para cada trimestre e indica que, según el modelo, lasmismas deberían haber sido un porcentaje más elevado en los años ochenta, enfunción de la elevada tributación al sector. Estos datos sin embargo deberían co-rregirse por efectos de la inflación sobre la tasa efectiva de impuestos, hecho queno ha sido posible en este trabajo.

158 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección IV

INFORMALIDAD LABORAL

1. INTRODUCCIÓN

La informalidad laboral es una de las dimensiones más notorias y de-batidas de la economía oculta. La informalidad en los vínculos laboraleses a menudo señalada como causa del mal funcionamiento del sistemade seguridad social, como fuente de desequilibrios fiscales, como factorde ineficiencias económicas y como generadora de iniquidades horizonta-les. Por el contrario, algunos autores han destacado el lado positivo de lainformalidad, como modo de eludir gravámenes y regulaciones exagera-das, como mecanismo de flexibilización del mercado laboral y como alter-nativa al desempleo.

Las discrepancias se repiten al discutir los orígenes y las característi-cas de la informalidad. Algunos consideran que el trabajo informal es elresultado de la segmentación del mercado laboral. De acuerdo a esta óp-tica los informales son trabajadores excluidos del sector moderno de laeconomía, que soportan condiciones laborales inferiores, y se ven impo-sibilitados de acceder a un empleo mejor por variadas razones institucio-nales y económicas. La visión alternativa señala la ausencia de raciona-miento: el trabajo informal es un alternativa válida al empleo formal,abierta a la elección voluntaria de los trabajadores. Pese a la ausencia debeneficios sociales y una menor protección, el empleo informal puede serescogido por un individuo debido a su menor carga tributaria y a las po-tenciales ventajas de una mayor flexibilidad en la relación laboral.

Los puntos anteriores ilustran el estado del debate acerca del empleoinformal. A la importancia teórica del estudio de estas cuestiones seagrega su relevancia cuantitativa. La informalidad está lejos de ser un fe-nómeno marginal en la economía. En el área metropolitana del GranBuenos Aires las estimaciones de este estudio indican que en septiembrede 1999 del total de asalariados el 38,4% era informal. La informalidaden los cuentapropistas se sospecha aún mayor. Estimaciones prelimina-res indican que del total de trabajadores (asalariados, cuentapropistas ypatrones) casi la mitad sería informal. Adicionalmente, la informalidad

IV.1. LA INFORMALIDAD LABORAL EN LAARGENTINA: EVOLUCIÓN Y CARACTERIZACIÓN*

Leonardo C. Gasparini**

les en las propensiones a evadir impuestos al trabajo parecen tener ma-yor poder explicativo que las distintas estructuras de empleo entre regio-nes para dar cuenta de las sustanciales diferencias en las tasas de infor-malidad entre distintos mercados laborales urbanos.

El resto del trabajo está ordenado de la manera siguiente. En la sec-ción 2 se precisa el concepto de informalidad laboral, se discuten alter-nativas para implementarlo empíricamente con la información existenteen la Argentina y se presentan estadísticas básicas. La sección 3 estádestinada a discutir un modelo típico de elección formal-informal y apresentar la estrategia de estimación. En las secciones 4 y 5 se caracte-rizan el nivel y la evolución de la tasa de informalidad de los trabajado-res asalariados en el Aglomerado Gran Buenos Aires mediante cuadrosdescriptivos y regresiones de elección binaria. El análisis es profundiza-do en la sección 6 mediante la aplicación de técnicas de descomposiciónagregada y microeconométrica. Una metodología semejante es utilizadapara estudiar las diferencias regionales en el grado de informalidad: lasección 7 presenta los principales resultados. En la sección 8 se explotala estructura de panel rotativo de la Encuesta Permanente de Hogarespara realizar un estudio introductorio de transiciones. La sección 9 con-cluye con un resumen de los principales resultados y algunos comenta-rios finales.

2. CONCEPTOS Y EVIDENCIA

Existen dos visiones alternativas del concepto de informalidad. La pri-mera alude a trabajos marginales de baja productividad y a unidadeseconómicas de subsistencia con escasa o nula capacidad de acumula-ción. La OIT y otros organismos internacionales han privilegiado la defi-nición de informalidad laboral en estos términos. En el enfoque de laeconomía dual el trabajo informal es un refugio frente a un sector mo-derno con restricciones al empleo. El trabajo informal se caracteriza porsu precariedad, baja calificación y escasa remuneración.

La visión alternativa de informalidad enfatiza el carácter ilegal o noregulado de la relación laboral. En este enfoque el concepto de informali-dad hace referencia a tres condiciones: (i) la actividad laboral se mantie-ne oculta ante las autoridades, (ii) se evaden las cargas sobre el trabajo y(iii) no se observan las regulaciones dirigidas a esa actividad. A menudoel término “informalidad” es usado en contextos donde no se cumplen ala vez las tres condiciones señaladas. Por ejemplo, una relación laboralpuede ser declarada ante las autoridades, pero al no pagar impuestos altrabajo suele considerársela informal. En general, en la práctica existebastante consenso en señalar al no pago de las cargas sobre el trabajo, ypor ende la no percepción de los beneficios sociales vinculados a esascargas, como la característica básica para identificar una actividad labo-ral informal.

El objetivo del trabajo en el que se enmarca este capítulo es estudiar

INFORMALIDAD LABORAL 163

no parece ser un fenómeno que tienda a ir desapareciendo con el tiempo,la estabilidad o el afianzamiento de las instituciones económicas. Por elcontrario, las estimaciones disponibles indican una tendencia crecienteque se manifiesta desde hace al menos dos décadas.

El estudio de la informalidad laboral en la Argentina tiene varios an-tecedentes.1 Este trabajo pretende contribuir a esa literatura a través dela caracterización del nivel y la evolución de la informalidad mediante laestimación de modelos de elección binaria, la aplicación de técnicas dedescomposición agregada y microeconométrica y el estudio de datos depaneles cortos. En particular, se examinan varios factores que han sidoseñalados como determinantes del aumento de la informalidad en las úl-timas dos décadas para evaluar su relevancia cuantitativa.

La Argentina ha experimentado una profunda transformación en suestructura de empleo en los últimos años: la participación de la mujer haaumentado significativamente, el nivel educativo promedio de la pobla-ción ocupada ha crecido, ha aumentado la fracción de la población tra-bajando en empresas pequeñas, se ha reducido la antigüedad en el em-pleo y ha aumentado el porcentaje de asalariados con trabajos de tiempoparcial. La participación del empleo asalariado ha aumentado frente auna lenta retracción del trabajo autónomo. Asimismo, la apertura, loscambios tecnológicos y los desplazamientos en la demanda interna gene-raron transformaciones importantes en la estructura sectorial del em-pleo.

Coincidente con estos cambios, el mercado laboral experimentó elmencionado aumento de la tasa de informalidad. Una explicación natu-ral a este fenómeno es la basada en el aumento de la participación en elempleo de aquellas ocupaciones o actividades con mayor propensión aarreglos laborales irregulares. Si la informalidad es mayor en un empleode tiempo parcial de poca antigüedad en un determinado sector, un au-mento de la importancia cuantitativa de esa modalidad laboral en esa ra-ma de actividad generaría un incremento de la tasa global de informali-dad. La hipótesis alternativa señala un aumento en la propensión a lainformalidad, independiente de los cambios en la estructura de empleo.Este incremento puede haber sido generalizado o concentrado en deter-minadas modalidades o sectores. Naturalmente, las dos hipótesis men-cionadas no son mutuamente excluyentes: la informalidad puede haberaumentado debido a un cambio en la estructura de empleo, juntamentecon un aumento en la propensión a eludir las leyes impositivas y las re-gulaciones laborales. Uno de los principales objetivos del estudio es eva-luar el poder explicativo de estos dos argumentos.

Los resultados de este artículo sugieren que la segunda hipótesis ten-dría mayor fuerza empírica. Si bien el profundo cambio en la estructurade empleo experimentado en la Argentina en los últimos veinte años esun factor explicativo significativo, el notable incremento en la tasa de in-formalidad laboral responde esencialmente a aumentos generalizados enla propensión a evadir los impuestos y las regulaciones laborales. El aná-lisis regional arriba a la misma conclusión. Las diferencias interregiona-

162 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

jubilación, dijeron percibir aguinaldo, gozar de vacaciones, tener segurode trabajo y tener derecho a indemnización en caso de despido.

Las preguntas de la EPH tienen un carácter corriente: el individuo esindagado sobre su empleo actual y no acerca de su historia laboral. Da-do que varios derechos sociales, entre ellos los jubilatorios, se generanluego de un período relativamente extenso de relación laboral, los resul-tados de cobertura en servicios sociales obtenidos a partir de la encues-ta posiblemente sean sesgados. El interés de este estudio no se centra enla cobertura social sino en el cumplimiento de las normas tributarias ylaborales, por lo que el carácter corriente de las preguntas de la EPH noimplica en principio un inconveniente. Para los objetivos de este estudioun individuo con un arreglo laboral irregular es tratado como informal,independientemente de que en el futuro se formalice y termine gozandode la mayoría de los beneficios sociales.

Como fue señalado, para el grupo de autónomos (cuentapropistas ypatrones) no existe información en las encuestas de hogares que permitadistinguir a los trabajadores formales de los informales. Tampoco fue po-sible conseguir información de la AFIP sobre aportes a las cajas de autó-nomos por rama de actividad o alguna otra característica de los aportan-tes que permita matchearlos con la EPH. Dados estos problemas, y sólocon fines ilustrativos, se siguió la alternativa tradicional de utilizar elgrado de calificación y el tamaño de la firma para definir informalidad enlos autónomos.4 En particular, se consideró informales a todos aquellosautónomos no profesionales, que trabajan para sectores distintos al go-bierno en establecimientos con menos de seis personas. Naturalmente,ésta es una aproximación muy rudimentaria, justificada únicamente porla falta total de información de otra fuente.

La informalidad en el Aglomerado Gran Buenos Aires, 1980-1999

La mayor parte de los trabajadores de la Capital y el conurbano tra-baja en relación de dependencia. En 1999 el 74,5% pertenecía a la cate-goría asalariado, el 20,9% era cuentapropista y el 4,6% restante patrón.Las participaciones de estos grupos prácticamente no cambiaron entre1980 y 1995 (ver cuadro 2.1.). A partir de 1995 y hasta 1997 se eviden-cia un fuerte crecimiento de la participación relativa de los asalariadosen el empleo total. Ese patrón creciente se aplaca en los últimos dosaños del análisis.

La informalidad laboral ha crecido de manera importante desde 1980hasta la actualidad. El porcentaje de asalariados informales rondaba aprincipios de los ochenta el 20%. Esa cifra creció al 30% a fines de losochenta y a más del 38% a fines de los noventa (cuadro 2.2.). A diferen-cia de los asalariados, se estima que la mayoría de los autónomos es in-formal (80% en 1999). El porcentaje de autónomos informales tuvo unpatrón estable en los ochenta y ligeramente decreciente en los noventa.De cualquier forma, dada la definición práctica de autónomo informal,

INFORMALIDAD LABORAL 165

distintos aspectos de la economía no registrada. En este marco es natu-ral que el capítulo privilegie la segunda noción de informalidad. En ade-lante, el término “informalidad” hace referencia a relaciones laboralesocultas, cuya característica esencial es la evasión de las cargas tributa-rias sobre el trabajo.

Tanto en la Argentina como en el resto del mundo el sistema de segu-ridad social se instrumenta a partir de la relación laboral. Este sistemaincluye una larga lista de cargas para el trabajador y su empleador(aportes y contribuciones jubilatorias, aportes a obras sociales, seguroscontra accidentes, etc.) y de beneficios (haberes jubilatorios, coberturaen salud, asignaciones familiares, seguros de desempleo y contra riesgosde trabajo). Dado que la lista de obligaciones y derechos es extensa, ladefinición de informalidad laboral no es única. Puede definirse como in-formal a un trabajador que no hace ningún tipo de aporte ni recibe nin-gún beneficio, o a un trabajador con una lista no completa de aportes ybeneficios. Por ejemplo, existen trabajadores que cumplen con algunascargas y evaden otras, o lo que es más usual, cumplen con todas las car-gas durante un período de la vida laboral y las evaden en otros. Estecomportamiento suele tener castigos en términos de los beneficios socia-les a los que el trabajador tiene derecho. Esta discusión sugiere que exis-ten grados de informalidad, que hacen difícil establecer una clasificaciónprecisa de los trabajadores en pocas categorías simples.

A la ambigüedad en la definición de informalidad se agregan los pro-blemas de implementación práctica. En la Argentina la fuente más propi-cia para realizar estudios laborales es la Encuesta Permanente de Hoga-res (EPH). Esta encuesta tiene la ventaja de focalizarse en temaslaborales y realizarse tres veces al año en alrededor de treinta aglomera-dos urbanos del país.2 Lamentablemente las preguntas para captar in-formalidad en la EPH son escasas. En particular, la encuesta no indagasobre los aportes al sistema de seguridad social. En cambio, se reportanlos beneficios derivados de la relación laboral: jubilación, aguinaldo, va-caciones, indemnizaciones y seguros de trabajo. Esta información, sinembargo está sólo disponible para los trabajadores en relación de depen-dencia. La Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares y la Encuesta deDesarrollo Social, las otras dos encuestas de hogares con que cuenta laArgentina, tampoco permiten detectar informalidad en cuentapropistas ypatrones, y si bien son más detalladas en algunos puntos, tienen la des-ventaja de su poca frecuencia.

Dada estas restricciones, este estudio se nutre de la Encuesta Perma-nente de Hogares y se concentra en el grupo de los trabajadores en rela-ción de dependencia. Se define como trabajador asalariado informal a to-do aquel que en el período corriente declara no gozar de jubilación en suocupación principal.3 Si bien la definición práctica de informalidad seconcentra en los beneficios jubilatorios, la percepción de los demás bene-ficios sociales derivados de la relación laboral está altamente correlacio-nada. Por ejemplo, en el Aglomerado Gran Buenos Aires en la encuestade octubre de 1999, el 98% de quienes declararon tener derecho a una

164 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

La figura 2.1. ilustra el principal fenómeno a estudiar en el capítulo.La informalidad en los trabajadores en relación de dependencia creció demanera fuerte y continua durante la década del ochenta, se estabilizó enla primera mitad de los noventa y retomó un patrón ascendente a partirde 1995.5

Es importante discutir dos fenómenos para evaluar la evidencia de losúltimos años. Por un lado, la participación de los cuentapropistas caesignificativamente entre 1993 y 1997. Parte del incremento en la infor-malidad de los asalariados puede ser explicado por un cambio en la ca-tegoría ocupacional de algunos trabajadores. Si los individuos que dejande ser autónomos para trabajar en relación de dependencia mantienen lamisma propensión a evadir los tributos al trabajo, el cambio de categoríaimplica naturalmente una mayor informalidad en el grupo de los asala-riados.6 Para evaluar este punto se simuló la tasa de informalidad en

INFORMALIDAD LABORAL 167

este patrón refleja fenómenos como un aumento de los cuentapropistasprofesionales y no necesariamente una disminución en las conductasevasoras.

De acuerdo al cuadro 2.2. el porcentaje de trabajadores informales(asalariados y autónomos) creció fuertemente en los ochenta, lideradopor el sustancial incremento en la informalidad de los asalariados, y au-mentó ligeramente en los noventa debido a movimientos en direccióncontraria de la informalidad en asalariados y autónomos.

El resto del estudio se concentra en los asalariados, ignorando a loscuentapropistas y patrones. Esta decisión se basa en tres razones: (i) elnúmero de autónomos es significativamente menor al de asalariados; (ii)el patrón de evolución de la informalidad parece haber estado dominadopor el crecimiento de la informalidad en los asalariados; y (iii) no existeinformación confiable sobre informalidad en los autónomos.

166 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 2.1TRABAJADORES CLASIFICADOS POR CATEGORÍAAGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980-1999

(Estructura porcentual)

Asalariados Cuentapropistas Patrones Total

1980 72,0 23,0 5,0 100

1982 70,8 24,0 5,3 100

1985 71,7 24,0 4,3 100

1986 71,7 23,6 4,7 100

1987 71,4 23,5 5,1 100

1988 71,8 23,5 4,7 100

1989 70,0 25,8 4,2 100

1990 70,2 24,6 5,2 100

1991 71,1 24,0 4,8 100

1992 71,3 23,3 5,4 100

1993 69,8 24,6 5,7 100

1994 71,4 23,9 4,7 100

1995 71,7 23,2 5,1 100

1996 73,9 21,4 4,6 100

1997 74,3 20,5 5,2 100

1998 74,4 20,7 4,9 100

1999 74,5 20,9 4,6 100

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH, GBA, octubre.

CUADRO 2.2PORCENTAJE DE TRABAJADORES INFORMALES POR CATEGORÍA

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980-1999(Estructura porcentual)

Asalariados Autónomos Total

1980 19,9 82,9 37,5

1982 19,6 85,1 38,7

1985 23,0 81,8 39,6

1986 24,4 84,1 41,3

1987 26,3 83,0 42,5

1988 30,2 82,5 44,9

1989 28,2 83,2 44,7

1990 29,3 81,6 44,9

1991 33,0 83,8 47,7

1992 31,8 84,7 47,0

1993 33,0 83,4 48,3

1994 29,6 81,6 44,4

1995 33,9 78,2 46,4

1996 36,3 78,5 47,3

1997 36,5 78,2 47,2

1998 37,6 79,7 48,4

1999 38,4 79,8 48,9

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH, GBA, octubre. Nota: Autónomos incluye a cuentapropistas y patrones.

uso de una pregunta incorporada en la EPH en 1998 que identifica a lostrabajos temporarios (que no son “changas”). Supuestamente, los contra-tos cortos deberían ser incluidos en este ítem. El cómputo de la tasa deinformalidad excluyendo a este grupo indica un aumento del 36,3% al36,9% entre 1998 y 1999.

Considerando los puntos anteriores, el patrón de evolución de la in-formalidad en el grupo de los asalariados en el Aglomerado Gran BuenosAires ha sido aproximadamente el siguiente. La tasa de informalidad semantuvo estable entre 1974 y 1982, aumentó fuertemente entre 1982 y1991, se estabilizó en la primera mitad de los noventa y retomó el creci-miento, aunque a un ritmo más lento que en el período expansivo ante-rior, en los últimos dos o tres años de la década.

La informalidad por ciudades, 1992 y 1997

Existe una gran variabilidad en las tasas de informalidad entre distin-tos mercados laborales urbanos relevados en la EPH. Así, mientras que

INFORMALIDAD LABORAL 169

1997, asumiendo que el único cambio entre ese año y 1993 fue un tras-lado (neto) de trabajadores autónomos al sector asalariado. Se asumióadicionalmente que estos trabajadores mantuvieron la propensión a lainformalidad promedio de los autónomos en 1993. La tasa de informali-dad simulada es 36%, muy cercana al 36,5% real de 1997. Si se repite elejercicio entre 1997 y 1999, la tasa simulada para este último año es36,6%, un valor muy similar al 36,5% real de 1997. La conclusión de es-te ejercicio es que el traspaso de cuentapropistas a trabajos en relaciónde dependencia explica la mayor parte del aumento en la tasa de infor-malidad entre 1993 y 1997, pero muy poco del incremento entre 1997 y1999.7

El segundo fenómeno importante que debe destacarse en la segundamitad de los noventa es la expansión de los contratos cortos. Estos con-tratos están enmarcados en la legislación vigente, de modo que no pue-den considerarse irregulares, pero no conllevan varios de los beneficiossociales comunes en los vínculos laborales más permanentes. Por estarazón, es posible que en la EPH sean asimilados como relaciones infor-males. Si el concepto de informalidad que se pretende captar es básica-mente legal, la inclusión de estos trabajadores no sería correcta.8

Se practicaron dos ejercicios para evaluar la magnitud potencial deeste sesgo. El primero parte de suponer que los contratos temporariostienen una duración menor a un año. Se calculó entonces la evoluciónde la tasa de informalidad en empleos de más de un año de antigüedad.9

Ésta crece del 20% al 26% entre 1994 y 1999, sugiriendo que el resulta-do de la tendencia creciente de la informalidad se mantendría, aún com-putando correctamente los contratos cortos. El segundo ejercicio hace

168 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 2.1PORCENTAJE DE ASALARIADOS INFORMALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980-1999

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH. GBA, octubre.

15%

20%

25%

30%

35%

40%

1980 1982 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

CUADRO 2.3PORCENTAJE DE TRABAJADORES ASALARIADOSY PORCENTAJE DE ASALARIADOS INFORMALES

VARIAS CIUDADES DE LA ARGENTINA, 1992 Y 1997

Octubre de 1992 Octubre de 1997

Aglomerado Asalariados Informales Aglomerado Asalariados Informales% % % %

Com. Rivadavia 75 22 Com. Rivadavia 76 27Córdoba 67 39 Córdoba sd sdGran Bs As. 71 32 Gran Bs As. 74 37Jujuy 68 29 Jujuy 72 43La Pampa 73 24 La Pampa 73 31La Plata 72 27 La Plata 76 35Neuquén 74 27 Neuquén 77 33Paraná 74 29 Paraná 75 33Río Gallegos 80 10 Río Gallegos 84 21Salta 67 32 Salta 71 43San Juan 71 31 San Juan 70 38San Luis 78 23 San Luis 78 32Santa Fe 67 27 Santa Fe sd sdSgo. del Estero 70 37 Sgo. del Estero 70 46T. del Fuego 82 14 T. del Fuego 79 21

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH, octubre 1992 y 1997.

En el caso de protección voluntaria, las firmas ofrecen beneficios so-ciales a quienes lo desean, pero le cargan el costo correspondiente. Lasempresas funcionan como productoras de servicios de protección social,que venden al costo privado. Es probable que no todos los trabajadoresopten por comprar esos beneficios bajo este régimen: algunos juzgaránque el costo está por encima de su disponibilidad a pagar y preferirán se-guir trabajando como asalariados sin percibir beneficios sociales.

Si el gobierno exige a las firmas la provisión de beneficios, y no exis-ten posibilidades de eludir la reglamentación, parte de la carga del siste-ma recaerá sobre el sector empresario. Naturalmente, los trabajadoresque demandaban y pagaban el seguro privado bajo el régimen de protec-ción voluntaria continuarán haciéndolo en el régimen obligatorio. Peroexisten trabajadores que prefieren no gozar de protección. Estos emplea-dos no estarán dispuestos a pagar el costo de la protección si la firma in-tenta trasladarlo enteramente. En consecuencia, la firma tiene que ab-sorber la diferencia entre el costo de los beneficios y la disponibilidad deltrabajador a pagar por ellos. Este incremento del costo laboral natural-mente tiene consecuencias negativas en el nivel de empleo. Ésta es pre-cisamente una de las desventajas más importantes de las regulacioneslaborales que pretenden asegurar cobertura social universal.

Existe una forma de intentar escapar a la carga de la protección obli-gatoria: la informalidad laboral. El costo de esta política proviene de unaprobabilidad positiva de ser descubierto y penado por mantener arregloslaborales irregulares. En ese caso la firma no sólo debe pagar el costo dela provisión, sino que además debe hacerse cargo de una multa. En estemarco la decisión de informalidad depende del salario de reserva del tra-bajador (el costo de oportunidad de trabajar en el sector formal), de laprobabilidad de detectar la situación irregular y de la sanción correspon-diente. Naturalmente, depende también de las preferencias individualespor protección social (la disponibilidad a pagar) y de los costos diferen-ciales de proveer ese servicio entre individuos y firmas. En el anexo sepresenta un modelo que formaliza estos puntos.

Excepto en el caso en que la sanción esperada sea cero, la proporciónde individuos cubiertos en el caso de protección obligatoria y evasión se-rá mayor al de la situación con protección voluntaria. Sin embargo, sal-vo que la sanción esperada sea muy grande, esta proporción será menora 1, el resultado de la protección obligatoria sin evasión. En términos deempleo, es posible probar que con evasión el número de trabajadores essuperior al caso sin evasión, pero menor al caso totalmente desregulado.En síntesis, el ordenamiento de los tres casos analizados en términos deempleo y porcentaje de empleados sin cobertura social es el siguiente:protección voluntaria, protección obligatoria con evasión y protecciónobligatoria sin evasión.

A los efectos de la implementación empírica se puede asumir que tan-to las preferencias por protección como los costos de provisión dependende variables propias de los individuos y las firmas y de términos aleato-rios. En el anexo se muestra cómo esta estructura genera un modelo pro-

INFORMALIDAD LABORAL 171

las ciudades de la Patagonia presentan niveles relativamente bajos de in-formalidad, los índices para las principales ciudades del NOA son máselevados, en particular en 1997 (cuadro 2.3.). El Gran Buenos Aires esun área de informalidad media-alta. La tendencia hacia una mayor irre-gularidad en las relaciones laborales en los noventa identificada para elAglomerado Gran Buenos Aires en el apartado anterior se confirma parael resto de las ciudades relevadas. Este incremento fue particularmenteimportante en aquellas ciudades con tasas que ya eran relativamente al-tas a comienzos de la década: Salta, Jujuy y Santiago del Estero.

De la información del cuadro 2.3. se desprende una relación negativaentre la proporción de asalariados y la tasa de informalidad en ese gru-po.10 Este resultado es sorpresivo si se supone que los asalariados mar-ginales (es decir, aquellos que están casi indiferentes entre ser asalaria-dos o cuentapropistas) presentan altas tasas de informalidad. Unahipótesis alternativa consistente con la evidencia empírica señala la exis-tencia de mercados laborales más integrados, modernos y legalmentecontrolados en ciertas ciudades, las cuales presentan tasas mayores detrabajo asalariado y formal que el resto. Éste parecería ser el caso de lasciudades patagónicas. La diferente estructura productiva en esa regióntambién puede explicar las diferencias en las tasas de informalidad. Lasección 6 indaga sobre estas cuestiones.

3. UN MODELO DE ELECCIÓN FORMAL-INFORMAL

Esta sección está destinada a ilustrar de la manera más sencilla posi-ble la elección sobre informalidad laboral en el sector asalariado y a pre-sentar el modelo de estimación empírica.11 Los detalles técnicos del mo-delo se presentan en un anexo.

Se supone que los trabajadores derivan utilidad del consumo de bie-nes y servicios y de la percepción de beneficios sociales. La protecciónsocial es entendida en sentido amplio, incluyendo jubilación, seguro desalud, vacaciones, indemnización por despido, seguro de trabajo, asigna-ciones familiares y otros beneficios. La valoración de la protección socialdifiere entre trabajadores: la disponibilidad a pagar por la misma es altapara algunos y baja para otros.

Las firmas en esta economía proveen beneficios sociales, lo cual im-plica una brecha entre el salario y el verdadero costo laboral. La provi-sión de protección social no sólo genera costos directos en dinero (pagode contribuciones a la seguridad social) sino también pérdida de flexibi-lidad en los contratos laborales, lo cual redunda en menores beneficiosempresarios. El costo de proveer el paquete de beneficios varía entre fir-mas y empleados.

En este marco pueden analizarse tres casos: (i) un mecanismo de pro-tección voluntaria provisto por las firmas, (ii) un mecanismo de provisiónobligatoria sin posibilidades de evasión y (iii) un sistema de provisiónobligatoria con posibilidades de evasión.

170 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

pales son construcción, comercio al por menor y servicio doméstico. Fi-nalmente, los trabajadores asalariados informales se caracterizan en pro-medio por estar empleados en firmas más pequeñas, tener menor anti-güedad y trabajar menos horas que los asalariados formales.13

Los cuadros descriptivos son útiles, pero se limitan a la consideraciónde dos variables. En cambio, la aplicación de un modelo de regresiónpermite un análisis multivariado. El cuadro 4.2. muestra los resultadosde tres modelos de la decisión de informalidad. La variable mujer apare-ce en general como no significativa y con signos cambiantes entre mode-los. Controlando por otras variables el sexo del trabajador no parece te-ner un efecto significativo sobre su probabilidad de ser informal. Lamisma conclusión se aplica al caso del estado civil. En cambio, la edadtiene un efecto significativo sobre la decisión de informalidad. Este efec-to parece ser no lineal; en particular en las estimaciones tiene forma deU. La educación reduce la probabilidad de informalidad. En general,cuanto mayor es el nivel educativo del trabajador, menos probable es en-contrarlo en el sector informal de la economía. Controlando por otras va-riables el nivel de vida del individuo, aproximado por el ingreso familiarequivalente, no parece afectar la decisión de informalidad. Las variableslaborales consideradas, en cambio, son altamente significativas. Contro-lando por el resto de los factores, la informalidad aumenta a medida quedisminuye el tamaño del establecimiento, se reduce la antigüedad en elempleo y las horas trabajadas.

Los salarios de los informales

Si bien no es el principal objetivo de este capítulo, resulta interesanteindagar acerca de los salarios horarios percibidos por los trabajadoresinformales. Según la hipótesis del mercado laboral segmentado, el sala-rio promedio de este grupo sería menor al de los asalariados formales,aun controlando por varias variables potencialmente explicativas. Por elcontrario, una visión integrada del mercado laboral indicaría un salariomayor del trabajador informal, quien obtendría una mayor remuneraciónde bolsillo a cambio de menores beneficios sociales.

El salario horario de la ocupación principal de un asalariado informalresulta ser un 50% inferior al de un empleado formal. La comparaciónválida, sin embargo, exige controlar por diversos factores que potencial-mente determinan los ingresos laborales horarios, más allá del grado deformalidad. En el cuadro 4.3. se presentan los resultados de una regre-sión del logaritmo del ingreso laboral horario de los asalariados.14 Man-teniendo el resto de los factores constante, un trabajador informal recibeun salario 11% inferior al de un empleado formal.

Maloney (1999) puntualiza dos críticas al uso de este tipo de regresio-nes para chequear la presencia de segregación en el mercado laboral. Porun lado pueden existir características no observadas del trabajador (prejemplo, su disposición a tolerar la autoridad) que afecten su productivi-dad y por ende su salario horario, y a su vez estén correlacionadas con la

INFORMALIDAD LABORAL 173

bit de elección formal-informal. En este modelo la variable dependientees un indicador que vale 1 si el trabajador asalariado tiene beneficios so-ciales y 0 si no los tiene. Como variables explicativas deben incluirse susalario de reserva, las características demográficas del individuo quepueden afectar su demanda por cobertura, las características del indivi-duo o de la firma que afectan los costos de provisión de protección, laprobabilidad de ser penalizado y la pena correspondiente.

El modelo presentado ignora la estructura familiar en la que se tomanmuchas decisiones, entre ellas presumiblemente las de cobertura. Enparticular, es posible que los efectos ingreso, que en el modelo presenta-do operan a partir del salario del individuo, en la realidad sean mejorcapturados por el ingreso familiar. Por esta razón, y por la ausencia deinformación acerca del ingreso laboral individual de reserva, en las esti-maciones de este trabajo se toma al ingreso familiar corregido por facto-res demográficos como la variable de ingreso relevante.12 Como caracte-rísticas demográficas del individuo se utiliza su nivel educativo (condummies que indican si completó o no cada uno de los tres niveles enque está dividido el sistema educativo en la Argentina), el género, el esta-do civil y la edad (y el cuadrado de la edad). Se incluyen adicionalmenteel sector de actividad, el tamaño de la firma, la antigüedad en el trabajoy el carácter de trabajo a tiempo completo o parcial. Estas variables pre-tenden capturar tanto factores que modifican el costo de provisión de laprotección como la probabilidad de un individuo de ser penalizado.

4. CARACTERIZACIÓN DEL NIVEL DE INFORMALIDAD EN EL GRANBUENOS AIRES

Esta sección utiliza cuadros descriptivos y de la estrategia de estima-ción delineada en la sección anterior para caracterizar a la informalidadlaboral en el Aglomerado Gran Buenos Aires. Este paso no sólo revisteimportancia per se sino que es un insumo relevante para la sección si-guiente, donde se estudia la evolución de la tasa de informalidad.

La Encuesta Permanente de Hogares permite caracterizar a la pobla-ción informal de acuerdo a varias variables demográficas, socioeconómi-cas y laborales. El cuadro 4.1. presenta la información básica para 1998.Existe una ligera mayor propensión en las mujeres a trabajar en el sec-tor informal de la economía. Mientras que de los trabajadores formales el39% son mujeres, ese porcentaje sube al 43% en el caso de los informa-les. La relación entre informalidad y edad parece tener forma de U: lostrabajadores más jóvenes y los de mayor edad son los más propensos atrabajar de manera informal. La informalidad es más común entre los in-dividuos solteros y entre aquellos con nivel educativo más bajo. Las dis-tribuciones decílicas indican que los trabajadores informales tienen sala-rios horarios más bajos que los formales y viven en general en familiasmás pobres (en términos de sus ingresos familiares per cápita). Existenramas de actividad con mayor propensión a la informalidad. Las princi-

172 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

blemente independiente de la transformación productiva y laboral de laeconomía.

El cuadro 5.1. muestra la estructura del empleo asalariado en cuatroaños seleccionados: 1980, 1986, 1992 y 1998. La participación de la mu-jer en el total de trabajadores asalariados ha aumentado significativa-mente en dos décadas. Dado que las mujeres tienen en promedio unamayor tasa de informalidad (sin controlar por otras variables) que loshombres, existe una presunción de que el aumento de su participaciónen el mercado laboral se asocie a un aumento en la tasa global de infor-malidad. A diferencia de la estructura por género, la composición etáreano ha variado muy significativamente. El cambio más notorio está dadopor la disminución de la importancia relativa de los menores de 17 añosy el aumento de los mayores de 60. De cualquier manera, ambos gruposetáreos son minoritarios. El porcentaje de trabajadores solteros ha au-mentado ligeramente en las últimas dos décadas. Mucho más notablesson los cambios en la estructura educativa de la población trabajadoraasalariada. Mientras que en 1980 el 54% nunca había asistido a un co-legio secundario, en 1998 sólo un 32% se encontraba en esa situación.La participación de los empleados con estudios superiores (completos oincompletos) pasó del 13% al 28% en menos de dos décadas. Dado quela informalidad es menos frecuente en los trabajadores con mayor gradode educación, un aumento de su participación puede significar un efectoreductor de la informalidad global. Respecto de la ubicación de los asala-riados en la escala de ingreso horario y de ingreso per cápita familiar, és-ta no ha variado mucho en el tiempo.

La estructura productiva, y por ende la de empleo, se ha transforma-do en la Argentina, en particular en la última década. El cuadro 5.1.brinda evidencia en ese sentido. Algunas ramas de actividad perdieronparticipación en el empleo total. Los sectores más afectados fueron texti-les y calzado, maquinarias y equipos y otras industrias manufactureras.La construcción perdió participación en los ochenta, pero se recuperó enla última década. El comercio al por mayor ha seguido una evoluciónopuesta. Varios sectores de servicios aumentaron significativamente suparticipación en el empleo asalariado total. Los principales son serviciospara las empresas, administración pública, enseñanza, servicios socialesy de salud. Estos cambios productivos no tienen un efecto claro sobre latasa de informalidad, ya que tanto las principales ramas que se contraje-ron como aquellas que se expandieron tienen tasas de informalidad me-dias y bajas.

El análisis entre puntas del período 1980-1998 indica una tendenciaal empleo en establecimientos más pequeños. Sin embargo, este movi-miento se concentró en el período 1980-1992: en los últimos años au-mentó ligeramente la participación de las empresas grandes en el em-pleo, a expensas de las pequeñas.15 La antigüedad en el empleo seredujo en las dos décadas analizadas.16 Este cambio fue particularmen-te evidente en el último subperíodo. Finalmente el cuadro muestra evi-dencia de un movimiento hacia el aumento del trabajo de tiempo parcial,

INFORMALIDAD LABORAL 175

decisión de informalidad. En este caso, el coeficiente significativo de lavariable informal puede ser simplemente el reflejo de factores no obser-vables. La segunda crítica señala que un trabajo informal se diferenciade uno formal en múltiples dimensiones, más allá de la monetaria. Sala-rios diferentes son compatibles con beneficios netos semejantes, y porende compatibles con un mercado laboral integrado. De hecho, utilizan-do datos de panel Arango y Maloney (2000) no encuentran en el caso ar-gentino evidencia concluyente a favor de un mercado laboral segmenta-do.

En síntesis, la evidencia presentada en esta subsección indica que lostrabajadores informales perciben un salario inferior al de los formales,aun controlando por otras variables. Sin embargo, esa evidencia no debeinterpretarse como prueba concluyente de un mercado laboral segmenta-do.

5. CARACTERIZACIÓN DE LA EVOLUCIÓN DE LA INFORMALIDAD ENEL GRAN BUENOS AIRES

La informalidad laboral ha aumentado significativamente a lo largo delas últimas dos décadas en la Argentina. Existen varias explicaciones al-ternativas de este fenómeno. Una de las más difundidas señala la impor-tancia de los cambios en la estructura del empleo. Si la propensión a serinformal varía entre distintas actividades laborales, un cambio en la im-portancia relativa de esas actividades altera el grado promedio de infor-malidad de la economía. Si la propensión a la informalidad es mayor enun trabajo tiempo parcial en el sector de servicios domésticos que en untrabajo de tiempo completo en la administración pública, un cambio enla participación en el empleo total de ambas actividades modifica la tasade informalidad global. Como fue señalado, la Argentina ha experimenta-do en las últimas décadas notables cambios en su estructura de empleo.La participación de las mujeres, de los individuos mayores de sesentaaños, y de aquellos con alto grado de educación aumentó significativa-mente. La estructura sectorial del empleo también se modificó: la indus-tria perdió participación a expensas de los servicios y se produjeron cam-bios importantes dentro de cada subsector. Quizás más relevante aún,ha cambiado la importancia relativa de distintos tipos de trabajo con unatendencia hacia empleos en empresas pequeñas, hacia empleos con pocaantigüedad y hacia el trabajo de tiempo parcial. Uno de los objetivos deesta sección y la siguiente es evaluar el impacto de estos cambios sobrela tasa agregada de informalidad.

Una explicación alternativa relativiza los cambios en la participacióny enfatiza el aumento “genuino” de la informalidad en todos o varios delos grupos laborales considerados. Por diversas razones que es necesarioindagar, la propensión a evadir los impuestos y las regulaciones labora-les ha aumentado de manera generalizada en las últimas dos décadas,quizás con mayor intensidad en algunos grupos. Este fenómeno es posi-

174 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

que trabajan en establecimientos pequeños, respecto de los que lo hacenen firmas grandes (gráfico 5.3.) y en los de menor antigüedad, respectode aquellos con varios años en la firma (gráfico 5.4.).

En síntesis, en general las regresiones confirman los resultados delanálisis no condicionado. La tasa de informalidad ha crecido de formageneralizada en las dos últimas décadas. Sin embargo, este aumento noha sido uniforme. El incremento de la informalidad fue especialmentemarcado en los trabajadores de menor educación y menor antigüedad yen aquellos que trabajan en establecimientos pequeños.

6. DESCOMPOSICIONES

El análisis de descomposiciones de esta sección está destinado a eva-luar la relevancia cuantitativa de los dos factores que están detrás delaumento en la tasa global de informalidad laboral en el Aglomerado GranBuenos Aires: el cambio en la estructura de empleo y el aumento en lapropensión a ser informal. Se practican dos tipos de descomposiciones.La primera se basa en estadísticas agregadas y la segunda en datos indi-viduales.

6.1. Descomposición agregada

Los cambios en la tasa agregada de informalidad I pueden descompo-nerse en cambios en las tasas de informalidad de cada grupo Ig y cam-bios en la participación relativa de cada grupo ωg. Formalmente,

= efecto media + efecto participación

donde g=1,…,G indexa a los grupos en los que se divide a la población y∆ indica el cambio entre el período 1 y el período 0. El primer término dela ecuación refleja la relevancia de los cambios en la media de cada gru-po, mientras que el segundo evalúa la importancia del cambio en las par-ticipaciones. El cuadro 6.1. presenta los resultados de aplicar esta des-composición para los años 1986 y 1998. Los números del cuadro debenleerse de la siguiente manera. La tasa de informalidad cambió 13.2 pun-tos entre 1986 y 1998.17 Si, por ejemplo, la participación de hombres ymujeres en el empleo asalariado se hubiera mantenido constante, loscambios en las tasas de informalidad de cada grupo habrían generadoun aumento de 13.1 puntos en la tasa global. La relevancia del efectoparticipación es mínima: con propensión a la informalidad constante en-tre 1986 y 1998, un cambio en la estructura de empleo por género ha-bría alterado la tasa global de informalidad en apenas 0,2%.18

La relevancia de los cambios en las participaciones de los grupos hasido menor. Incluso en algunos casos el efecto participación es negativo:

∆Ι ω ∆Ι Ι ∆ω= +==

∑∑ g1

g g0

g

g 1

G

g 1

G

INFORMALIDAD LABORAL 177

otra vez con particular intensidad en los últimos años. Estos cambios la-borales sugieren una tendencia al aumento de la informalidad, ya quelos empleos asalariados en empresas pequeñas, con menor antigüedad yde tiempo parcial son más proclives a presentar altas tasas de evasión delos impuestos al trabajo.

La información básica para analizar la evolución de la informalidadestá contenida en el cuadro 5.2. El porcentaje de asalariados trabajandoirregularmente ha crecido en forma pareja entre hombres y mujeres. Lamisma conclusión se aplica para el grupo de solteros y casados. Si bienla informalidad creció en todos los grupos etáreos y educativos, el fenó-meno es más fuerte en los menores de 25 años y los de menor educa-ción. La comparación por estratos de ingreso arroja resultados similares,aunque aún más extremos. Si bien la informalidad aumentó entre 1980y 1998 para todos los deciles de ingreso individual y familiar, los estratosmenores experimentaron tasas significativamente superiores al resto. Es-te fenómeno es particularmente claro en el último período analizado.Mientras que la informalidad aumentó fuertemente en los empleos demenor salario, se estancó e incluso se redujo en algunos estratos de sa-lario medio-alto.

El aumento de la tasa de informalidad en las últimas décadas se ma-nifestó en prácticamente todos los sectores productivos. Las ramas conmayor propensión a la irregularidad experimentaron tasas de crecimien-to de la informalidad mayores entre puntas: construcción, comercio yservicio doméstico. En cambio, el crecimiento de la informalidad entre1992 y 1998 fue liderado por otros sectores tradicionalmente con tasasmenores: la industria, el transporte y la administración pública.

Si bien la informalidad creció para todos los grupos laborales confor-mados a partir del tamaño de establecimiento y la antigüedad en el tra-bajo, los cambios fueron mayores para las firmas pequeñas y los empleosde poca antigüedad. Por su parte la informalidad creció más en los tra-bajadores con trabajos de tiempo parcial, pero también en aquellos queexceden las sesenta y dos horas semanales.

Las regresiones del cuadro 5.3. permiten profundizar la caracteriza-ción de la evolución de la informalidad en el grupo de los asalariados.Los gráficos 5.1. a 5.4. ilustran los resultados de las estimaciones pre-sentando las probabilidades condicionales de informalidad para distintosaños en función de la edad, el nivel educativo, el tamaño del estableci-miento y la antigüedad en el trabajo. La curva que relaciona informali-dad con la edad tiene forma de U, indicando mayores probabilidades detrabajo irregular en los jóvenes y las personas mayores. No se observanmovimientos claros en los patrones de informalidad entre las puntas delperíodo analizado, más allá de un fuerte aumento en la constante. Las fi-guras 5.2. a 5.4. replican el resultado del aumento de la constante a me-dida que pasa el tiempo, pero señalan diferencias entre grupos. Contro-lando por otros factores la probabilidad de informalidad ha crecido en lasúltimas dos décadas en mayor medida en los grupos de trabajadores me-nos educados respecto de los más educados (gráfico 5.2.), en aquellos

176 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

metodología es aplicada al caso de la informalidad.20 El anexo presentalos detalles técnicos de la metodología.

La idea básica es modelar el estado de un trabajador (formal o infor-mal) como una función de (i) sus características demográficas y laboralesobservables e inobservables y (ii) de los parámetros que determinan ladecisión de formalidad. El cambio en la tasa de informalidad es entoncesel resultado del cambio en estos dos componentes. En este marco se des-compone el cambio en la tasa de informalidad en dos efectos:

1. Efecto características: surge de simular las características de lostrabajadores de un año sobre la población de un año distinto. Si se tomaa t’ como el año base, el efecto características puede expresarse como ladiferencia entre la tasa de informalidad en t’ y la que se hubiera estima-do ese año de no haber cambiado las características observables de lapoblación entre t y t’.

2. Efecto parámetros: tomando al año t’ como base, este efecto se cal-cula como la diferencia entre la tasa de informalidad en t’ y la que se hu-biera estimado ese año de no haber cambiado los parámetros que deter-minan las decisiones de informalidad entre t y t’.

Las descomposiciones requieren como único insumo una matriz detasas de informalidad estimadas, en el que un elemento típico está dadopor la tasa estimada a partir de la población de un año y los parámetrosde otro. El cuadro 6.2. muestra esa matriz para el caso bajo estudio. Pa-ra computarla se utiliza el tercer modelo probit presentado para cadaaño en el cuadro 5.3. El cuadro 6.2. indica, por ejemplo, que la informa-lidad estimada para 1980 es 18,9 (de hecho ésta es prácticamente la in-formalidad real para ese año, dada la submuestra con la que se trabaja),

INFORMALIDAD LABORAL 179

los cambios en la estructura de empleo por edad, educación y rama deactividad han implicado en principio un efecto reductor del grado de in-formalidad laboral. Como se señaló en la sección anterior, entre 1986 y1998 cayó la participación en el empleo de los muy jóvenes y de los pocoeducados que son grupos con alto grado de informalidad. Por su parteaumentó la importancia en el empleo de algunas ramas como empresas,servicios de transporte y comunicaciones, enseñanza y administraciónpública con alto grado de formalidad.

El efecto participación adquiere alguna relevancia al dividir a la po-blación trabajadora por tamaño, antigüedad u horas trabajadas. El au-mento de la participación en el empleo de las firmas pequeñas, de lospuestos con poca antigüedad y del trabajo de tiempo parcial explica enparte el aumento general de la informalidad. Sin embargo, según los re-sultados de la descomposición agregada su efecto no ha sido en términosrelativos particularmente fuerte. El cambio en la media de cada grupo esel principal responsable del incremento de la tasa global de informalidad.

6.2. Descomposición microeconométrica

Las técnicas de descomposición sobre la base de datos micro con mo-delización econométrica de las decisiones individuales reconocen variosantecedentes en la última década.19 En esta sección una variante de esta

178 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 6.1DESCOMPOSICIÓN AGREGADA DEL CAMBIO EN

LA TASA DE INFORMALIDADAGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1986-1998

Cambio en

media participación total% % %

Sexo 13,1 0,2 13,2

Edad 14,2 -0,9 13,2

Estado civil 12,4 0,8 13,2

Educación 16,5 -3,0 13,5

Decil de ingreso individual 10,5 0,8 11,4

Decil de ingreso per cápita 12,9 1,7 14,6

Rama de actividad 14,5 -1,1 13,4

Tamaño 11,0 2,5 13,5

Antigüedad 10,0 3,5 13,5

Horas trabajadas 10,0 3,2 13,2

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

CUADRO 6.2TASAS DE INFORMALIDAD SIMULADAS

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

Parámetros del año

1980 1986 1992 1998% % % %

1980 18,9 22,4 28,9 33,0

1986 19,0 21,8 28,5 32,3

1992 22,1 25,3 31,5 35,8

1998 23,0 26,7 32,5 37,1

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH. Cada tasa se obtiene aplican-do los parámetros del modelo 3 del cuadro 5.3. correspondientes al año de cadacolumna sobre la población de la EPH del año de cada fila.

tasa de informalidad en un año base t cambiando un parámetro del mo-delo probit de elección formal-informal por su valor correspondiente alaño de comparación t’. Los resultados de tomar la diferencia entre la ta-sa estimada de informalidad y esta simulación se presentan en el cuadro6.4. para cada variable explicativa, tomando alternativamente a 1986 y1998 como años base. En el segundo ejercicio la descomposición es acu-mulativa. Tomando a 1986 como año base, el primer paso es similar alejercicio anterior: se simula la informalidad en ese año con todos los pa-rámetros de ese año y la constante de 1998. La diferencia con la infor-malidad estimada para 1986 con los parámetros de ese año es 13,3%, laprimera celda del cuadro 6.5. La celda inferior se obtiene restando de lainformalidad simulada en el punto anterior, aquella que surge a partir dela población de 1986 con la constante y el parámetro de género del año1998.

Los dos ejercicios permiten tener una idea de la magnitud en la quelos cambios en la tasa de informalidad entre 1986 y 1998 fueron diferen-tes entre categorías de una determinada variable, lo cual brinda informa-ción acerca de la importancia de esa variable en la “explicación” del cam-bio en la tasa de informalidad. Si la informalidad no ha cambiado demanera diferencial entre categorías educativas, puede inferirse que laeducación no ha ejercido un efecto importante sobre el aumento de la ta-

INFORMALIDAD LABORAL 181

mientras que la tasa de informalidad en la población del año 1986 conlos parámetros computados en un modelo probit para 1980 es de 19%.

La lectura del cuadro 6.2. por columna permite una primera evalua-ción del efecto características. Manteniendo los parámetros fijos en unaño, las características de la población y el empleo han variado de mane-ra de generar tasas de informalidad crecientes. Esta conclusión se repitepara cada columna. Sin embargo, los cambios generados por las diferen-cias en características no parecen ser grandes. Diferente es la conclusiónal examinar el cuadro 6.2. por fila, lo cual da una idea del efecto pará-metros. En todos los casos, la tasa simulada crece significativamente en-tre períodos.

Los resultados de las descomposiciones confirman las presunciones(ver cuadro 6.3.). El efecto características es siempre menor que el efectode cambio en los parámetros. Adicionalmente es interesante observarque, salvo un solo caso, todos los efectos en todos los años resultan po-sitivos, es decir contribuyen al aumento de la informalidad laboral.

Entre 1980 y 1986 el efecto de cambio en los parámetros explica latotalidad del incremento en la tasa de informalidad. De hecho, el efectocaracterísticas resulta en promedio negativo. La transformación de la es-tructura económica y de empleo en la Argentina entre 1986 y 1992 setraduce en un efecto características más fuerte, pero que sin embargo noalcanza a la mitad del valor del efecto parámetros. Finalmente, la impor-tancia relativa de los cambios en la estructura de empleo sobre la tasa deinformalidad se reduce en el período 1992-1998.

La metodología anterior implica cambiar todos los parámetros a la vezen la simulación. Para evaluar el impacto de cambios en algún paráme-tro en particular se practicaron dos ejercicios. En el primero se simula la

180 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 6.3DESCOMPOSICIÓN DE LA TASA DE INFORMALIDAD

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

Año inicial como base Año final como base Promedio de los dos ejercicios

Caract. Parám. Total Caract. Parám. Total Caract. Parám. Total% % % % % % % % %

80-86 0,1 3,5 3,6 -0,6 2,8 2,3 -0,2 3,2 2,9

86-92 3,4 6,7 10,1 2,9 6,2 9,2 3,2 6,5 9,6

92-98 1,0 4,3 5,4 1,3 4,6 5,8 1,1 4,4 5,6

80-98 4,1 14,0 18,2 4,1 14,0 18,2 4,1 14,0 18,2

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH. Ver texto para detalle de lametodología.

CUADRO 6.4DESCOMPOSICIÓN DE LOS CAMBIOS EN LA INFORMALIDAD

SIMULACIÓN SIMPLE

Año base

1986 1998 Promedio% % %

Constante 13,3 13,7 13,5

Género -1,8 -1,5 -1,6

Estado civil 1,0 1,7 1,3

Edad 2,1 3,2 2,6

Educación -3,0 -3,1 -3,0

Ingreso -0,5 0,0 -0,3

Rama 1,7 1,2 1,4

Tamaño -0,5 -0,1 -0,3

Antigüedad -2,6 -3,0 -2,8

Horas -0,1 0,5 0,2

Total 15,2 15,2 15,2

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

de cuadros estadísticos y de un análisis de descomposiciones similar alde la sección anterior. Los cuadros 7.1. y 7.2. (págs. 216-23) muestran laestructura de empleo y la tasa de informalidad para diversos grupos encada una de las quince ciudades analizadas. Las conclusiones generalesno se apartan significativamente de las obtenidas para el caso del GBA.De los cuadros es posible identificar algunas diferencias entre ciudadesque permiten “explicar” diferencias en sus tasas de informalidad. La me-todología de descomposiciones permite resumir el análisis. Para simplifi-car la exposición el resto de la sección se concentra en tres regiones: elSur (que incluye a las ciudades de Comodoro Rivadavia, Río Gallegos,Ushuaia y Río Grande), el Aglomerado Gran Buenos Aires (que incluye laCapital Federal y el conurbano) y el NOA (que incluye a Jujuy y Salta).Los cuadros 7.3. a 7.5. muestran los resultados de la descomposiciónagregada entre estas regiones.

La tasa de informalidad en las ciudades del Sur tomadas en su con-junto es casi 13 puntos inferior a la del área Metropolitana del Gran Bue-nos Aires. Tanto el efecto de diferencias de media como el efecto de la di-ferente estructura de empleo contribuyen a explicar la brecha en lastasas. Sin embargo, el primer factor parece cuantitativamente mucho másimportante de acuerdo a los resultados de la descomposición agregada.

Estos resultados se repiten al comparar el NOA con el Sur (cuadro

INFORMALIDAD LABORAL 183

sa de informalidad. Esta tasa debe haber aumentado por alguna otra va-riable que no está correlacionada con la educación. Cuanto menos uni-forme haya sido el cambio entre categorías educativas, mayor es la sos-pecha de que esta variable ha contribuido de manera importante en elcambio en la informalidad. Los cuadros 6.4. y 6.5. coinciden en mostrarvalores relativamente bajos de los cambios en la tasas de informalidadsimulados al cambiar los parámetros de la regresión (distintos de laconstante).21 Este resultado sugiere la siguiente conclusión: si bien loscambios en la tasa de informalidad han sido diferentes entre los distintosvalores y categorías de cada una de las variables independientes, loscambios diferenciales son menores comparados con el fuerte aumento dela constante. El sustancial aumento de la tasa de informalidad en el gru-po de los asalariados debe ser explicado esencialmente a partir de facto-res que trasciendan las variables consideradas en el análisis.

7. CARACTERIZACIÓN DE LAS DIFERENCIAS REGIONALES

El grado de informalidad varía entre los distintos mercados laboralesurbanos. En esta sección se caracterizan esas diferencias sobre la base

182 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 6.5DESCOMPOSICIÓN DE LOS CAMBIOS EN LA INFORMALIDAD

SIMULACIÓN ACUMULADA

Año base

1986 1998 Promedio% % %

Constante 13,3 13,7 13,5

Género -1,8 -1,5 -1,7

Estado civil 1,6 1,0 1,3

Edad 2,9 2,2 2,6

Educación -3,6 -2,8 -3,2

Ingreso -0,4 -0,2 -0,3

Rama 1,9 0,9 1,4

Tamaño -0,4 -0,3 -0,3

Antigüedad -3,4 -2,5 -3,0

Horas 0,1 0,2 0,1

Total parámetros 10,2 10,7 10,5

Total 15,2 15,2 15,2

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

CUADRO 7.3DESCOMPOSICIÓN AGREGADA DE LAS DIFERENCIAS EN

LA TASA DE INFORMALIDADREGIÓN SUR Y GBA, OCTUBRE 1997

SUR-GBA Cambio en

media participación total% % %

Sexo -12,8 0,0 -12,8

Edad -11,5 -1,3 -12,8

Estado civil -11,7 -1,1 -12,8

Educación -10,3 -0,6 -10,9

Decil de ingreso individual -15,9 5,8 -10,1

Decil de ingreso per cápita -12,9 2,1 -10,8

Rama de actividad -10,1 -3,1 -13,1

Tamaño -14,3 2,1 -12,2

Antigúedad -11,9 -1,3 -13,1

Horas trabajadas -12,3 -0,8 -13,0

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

INFORMALIDAD LABORAL 185

7.4.) y el NOA con el GBA (cuadro 7.5.). El efecto participación adquieremayor relevancia al comparar las actividades productivas del NOA y delSur. La diferente estructura de empleo tiene una influencia significativasobre el diferencial de tasas de informalidad entre esas regiones. Sin em-bargo la principal conclusión se mantiene: la mayor parte de esas dife-rencias trasciende la estructura productiva.

Las descomposiciones microeconométricas permiten obtener resulta-dos más precisos. En el cuadro 7.6. se simulan las tasas de informalidadsobre la población de una región utilizando los parámetros de un modeloprobit de elección formal-informal de otra región. La tasa de informalidaden el Sur es de 22,8%. Con la estructura poblacional y de empleo en esasciudades, pero con los parámetros estimados en el NOA, la informalidadhabría sido de 37,5%, una cifra muy superior a la real y de hecho cerca-na al 41,7% de informalidad real en el NOA. Esto sugiere nuevamente unefecto media fuerte y un efecto participación no demasiado importante.

Estas presunciones se confirman en parte en el cuadro 7.7. El efectode la diferente estructura de empleo resulta menos importante que el decambio en la media, pero de ningún modo irrelevante. Las diferencias enla estructura demográfica, socioeconómica y laboral de las distintas re-giones explican una parte menor, aunque significativa de las diferenciasen las tasas de informalidad.

184 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 7.4DESCOMPOSICIÓN AGREGADA DE LAS DIFERENCIAS EN

LA TASA DE INFORMALIDADREGIÓN NOA Y SUR, OCTUBRE 1997

NOA-SUR Cambio en

media participación total% % %

Sexo 18,5 0,6 19,0

Edad 19,0 0,1 19,0

Estado civil 18,0 1,0 19,0

Educación 24,6 -1,7 22,9

Decil de ingreso individual 20,1 -1,9 18,2

Decil de ingreso per cápita 17,8 -1,2 16,7

Rama de actividad 11,7 7,3 19,0

Tamaño 16,6 2,0 18,5

Antigüedad 17,6 1,3 18,9

Horas trabajadas 16,7 2,3 19,0

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

CUADRO 7.5DESCOMPOSICIÓN AGREGADA DE LAS DIFERENCIAS EN

LA TASA DE INFORMALIDADREGIÓN NOA Y GBA, OCTUBRE 1997

NOA-GBA Cambio en

media participación total

Sexo 6,0 0,2 6,2

Edad 7,5 -1,2 6,2

Estado civil 6,7 -0,5 6,2

Educación 13,8 -1,8 12,0

Decil de ingreso individual 4,1 4,1 8,2

Decil de ingreso per cápita 5,4 0,5 5,8

Rama de actividad 3,1 2,8 5,9

Tamaño 6,0 0,4 6,4

Antigüedad 6,2 -0,5 5,7

Horas trabajadas 4,6 1,4 6,0

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

CUADRO 7.6TASAS DE INFORMALIDAD SIMULADAS

REGIONES SUR, GBA Y NOA, OCTUBRE 1997

Parámetros de la región

Sur GBA NOA% % %

Sur 22,8 32,0 37,5

GBA 28,5 36,1 44,5

NOA 30,1 36,3 41,7

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH. Cada tasa se obtiene aplican-do los parámetros de un modelo de elección formal-informal (similar al modelo 3del cuadro 5.3.) correspondiente a la región de cada columna sobre la poblaciónde la EPH de la región de cada fila.

nencia” difiere sustancialmente entre categorías. El 79% de los asalaria-dos formales permanecieron en esa categoría durante el período conside-rado. En cambio, sólo el 40% de los asalariados informales lo hicieron.De hecho, un buen número se formalizó durante los dos años considera-dos. La tasa de permanencia fue menor para los cuentapropistas, enparticular para los informales. El cuadro pone en evidencia el fenómenode un importante número de trabajadores autónomos que se empleó enel sector asalariado.

Las principales estadísticas laborales que surgen del cuadro 8.1. nocoinciden estrictamente con las obtenidas con todas las observaciones decada onda. De cualquier forma, las tendencias que fueron marcadas enlas secciones anteriores se mantienen: el cuadro muestra un aumentodel porcentaje de asalariados en el total de trabajadores y un aumentode la tasa de informalidad en asalariados.

En la sección 2 se investigó la posibilidad de que el aumento de la in-formalidad en asalariados esté reflejando simplemente un traslado detrabajadores autónomos a ocupaciones asalariadas, pero manteniendo elgrado de informalidad de su ocupación inicial. La matriz de transicionescontribuye a evaluar esta hipótesis. Sobre la base del cuadro 8.1. se si-muló una situación en la que no se producen transiciones entre asalaria-dos y autónomos. En este caso la tasa de informalidad en asalariadoscrece de 28,8% a 29,3% entre 1995 y 1996. Este aumento es inferior alincremento real que surge del cuadro 8.1. (de 28,8% a 29,9%), lo cualconfirma la conclusión obtenida en la sección 2: el traslado (neto) decuentapropistas a asalariados explica una parte importante del aumentoen la tasa de informalidad en los asalariados, aunque no todo el incre-mento. Este argumento deja de tener validez empírica desde 1997, cuan-

INFORMALIDAD LABORAL 187

8. TRANSICIONES EN EL MERCADO LABORAL

La estructura de panel rotativo de la Encuesta Permanente de Hoga-res permite examinar las transiciones de los individuos en el mercado la-boral durante dos años (cuatro ondas). En esta sección se reproducenlos resultados obtenidos con la generación que es encuestada por prime-ra vez en la EPH en mayo de 1995 y por última vez en octubre de 1996.Es un período particularmente interesante, ya que aumenta la participa-ción de los asalariados a expensas de los autónomos y aumenta signifi-cativamente la informalidad en los asalariados.

El armado del panel implica una natural reducción de las observacio-nes disponibles: en teoría un cuarto de los individuos encuestados enuna onda perduran dos años después. A esta reducción debe agregarseel caso de (i) personas que contestan en una onda pero que, selecciona-das para hacerlo en otra, no lo hacen y (ii) personas encuestadas duran-te las cuatro ondas que no contestan las preguntas de ocupación o lasnecesarias para armar su variable de informalidad en algún año. Así, delos 10.649 individuos encuestados en octubre de 1996, sólo para 2.052fue posible construir sus variables laborales (condición de actividad, ca-tegoría y formalidad) en mayo de 1995 y octubre de 1996. La pérdida deobservaciones genera problemas de confiabilidad, en especial cuando sepretende estudiar transiciones entre varias categorías laborales. Estoscomentarios sugieren tomar los resultados de esta sección con cautela.

El cuadro 8.1. muestra la matriz de transiciones para el período ma-yo de 1995 a octubre de 1996. De las 369 personas que en mayo de1995 eran asalariados formales, 293 continuaban siéndolo en octubre de1996, 16 se retiraron del mercado laboral, 37 pasaron a ser desemplea-dos, 16 se hicieron asalariados informales y los 7 restantes se convirtie-ron en cuentapropistas (3 formales y 4 informales). El grado de “perma-

186 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 7.7DESCOMPOSICIÓN DE LA TASA DE INFORMALIDAD

REGIONES SUR, GBA Y NOA, OCTUBRE 1997

Región inicial como base Región final como base Promedio de los dosejercicios

Caract. Parám. Total Caract. Parám. Total Caract. Parám. Total% % % % % % % % %

Sur-GBA 5,7 9,2 14,9 4,1 7,6 11,7 4,9 8,4 13,3

Sur-NOA 7,3 14,7 22,1 4,2 11,6 15,8 5,8 13,2 18,9

GBA-NOA 0,2 8,4 8,6 -2,8 5,5 2,7 -1,3 6,9 5,6

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH. Ver texto para detalle de lametodología.

CUADRO 8.1.MATRIZ DE TRANSICIONES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, MAYO DE 1995 Y OCTUBRE DE 1996

May. 95/oct. 96 1 2 3 4 5 6 Total

1 1.064 64 24 31 4 14 1.201

2 45 61 19 30 5 15 175

3 16 37 293 16 3 4 369

4 15 21 34 60 4 15 149

5 6 6 5 5 27 1 50

6 17 13 8 21 4 45 108

Total 1.163 202 383 163 47 94 2.052

Nota: 1=inactivo, 2=desocupado, 3=asalariado formal, 4=asalariado informal,5=autónomo formal, 6=autónomo informal.

dad, los índices para las principales ciudades del NOA son mucho máselevados. El Gran Buenos Aires es un área de informalidad media-alta.La diferencia en la tasa de informalidad entre ciudades se explica máspor propensiones distintas a evadir impuestos al trabajo que por estruc-turas de empleo diferentes. La evolución de la tasa de informalidad ha si-do semejante en todas las regiones del país.

La propensión a la informalidad en el grupo de asalariados es mayoren los jóvenes y los mayores de sesenta años y en las personas de menornivel educativo. Los informales suelen concentrarse en mayor medida enlos deciles inferiores de las distribuciones del ingreso laboral horario yfamiliar. Existen ramas de actividad con mayor propensión a la informa-lidad. Las principales son construcción, comercio al por menor y serviciodoméstico. Los trabajadores asalariados informales se caracterizan enpromedio por estar empleados en firmas más pequeñas, tener menor an-tigüedad y trabajar menos horas que los asalariados formales.

El salario horario de la ocupación principal de un asalariado informales un 50% inferior al de un empleado formal. Al controlar por varios fac-tores demográficos y socioeconómicos, la diferencia continúa siendo sig-nificativa, pero se reduce al 11%. De cualquier forma es difícil interpre-tar esa brecha como signo de segregación en el mercado laboral.

La Argentina ha experimentado una profunda transformación en suestructura de empleo en las últimas décadas: la participación de la mujerha aumentado significativamente, el nivel educativo promedio de la pobla-ción ocupada ha crecido, ha aumentado la fracción de la población traba-jando en empresas pequeñas, se ha reducido la antigüedad en el empleoy ha aumentado el porcentaje de asalariados con trabajos de tiempo par-cial. Asimismo, la apertura, los cambios tecnológicos y los desplazamien-tos en la demanda interna generaron transformaciones importantes en laestructura sectorial del empleo. Muchas de estas transformaciones (aun-que no todas) han implicado incrementos en la informalidad. Sin embar-go, los ejercicios de descomposición practicados en el trabajo concluyenque el impacto de los cambios en la estructura de empleo sobre la tasaglobal de informalidad no parece haber sido muy significativo.

Según la evidencia disponible, la tasa de informalidad global en elgrupo de los asalariados ha crecido en gran parte debido a un aumentode la propensión a evadir impuestos al trabajo en prácticamente todaslas categorías demográficas, socioeconómicas y laborales consideradas.Este aumento no ha sido uniforme: los trabajadores de menor educacióny menor antigüedad y aquellos que trabajan en establecimientos peque-ños experimentaron las mayores tasas de incremento en la propensión ala informalidad. Sin embargo, los cambios diferenciales entre grupos re-sultan menores comparados con el aumento generalizado de la tasa.

La lista de posibles determinantes de este aumento generalizado en lapropensión a la informalidad es larga, y no es el principal objetivo de estetrabajo indagar sobre la verosimilitud de cada argumento.23 Sin embar-go, con carácter preliminar es útil adelantar algunos comentarios. Lapropensión a la informalidad creció fuertemente en los ochenta. Este au-

INFORMALIDAD LABORAL 189

do la participación de los asalariados se estabiliza. El cuadro 8.1. muestra un fenómeno esperado: la informalidad es

mucho más común en los individuos que entran al mercado laboral enun empleo asalariado (59%) que en aquellos que dejan el empleo asala-riado para convertirse en inactivos o desocupados (40%). Mientras que laproporción de informales es menor al 50% entre aquellos trabajadoresque pierden o dejan su empleo, los individuos que ingresan al mercadolaboral son, al menos durante los primeros años de empleo, en su mayo-ría informales. Este fenómeno se compensa, al menos en parte, con unmovimiento hacia la formalidad de los trabajadores asalariados con cier-ta permanencia en el empleo. Esta dinámica está detrás de las mayorestasas de informalidad observadas en los trabajadores con poca antigüe-dad respecto de los empleados con mayor trayectoria.

El análisis de esta sección podría ser ampliado para caracterizar a lostrabajadores que cambian de categoría ocupacional y de decisión de in-formalidad. Desafortunadamente, las limitaciones en el número de ob-servaciones hacen que los resultados de este análisis sean muy poco ro-bustos. Por esa razón se posterga esa etapa de la investigación hastacontar con un panel con un mayor número de ondas y aglomerados.22

9. RESUMEN Y COMENTARIOS FINALES

Este trabajo se concentra en la informalidad laboral en el grupo delos asalariados, entendida como aquellas relaciones laborales que semantienen ocultas ante las autoridades con el fin de evadir las cargastributarias sobre el trabajo y las regulaciones de empleo.

La informalidad laboral en los asalariados ha aumentado significati-vamente en la Argentina durante las últimas dos décadas. El incrementomás notorio se dio entre 1980 y 1988, coincidente con persistentes crisismacroeconómicas, políticas impositivas sesgadas hacia los impuestos altrabajo y crecientes regulaciones laborales. La tasa de informalidad novarió sustancialmente en el período de hiperinflación y estabilización,manteniéndose alrededor del 30% en el Gran Buenos Aires.

A partir de 1995 la informalidad en los asalariados retomó su patróncreciente hasta superar el 38% en 1999. Parte de este aumento respon-de a razones “espúreas” ya que proviene del crecimiento de la participa-ción del trabajo asalariado a costa del empleo por cuentapropia, y de lapopularización de los contratos cortos que legalizan las relaciones labo-rales sin cargas previsionales. De cualquier forma estos fenómenos expli-can sólo una parte del aumento en la tasa de informalidad desde 1995.Este incremento no es un resultado obvio, ya que se produjo en un mar-co de estabilidad macroeconómica e importante reducción en las cargaslaborales, tanto en términos tributarios como regulatorios.

Existe una gran variabilidad en las tasas de informalidad entre losdistintos mercados laborales urbanos del país. Mientras que las ciuda-des de la Patagonia presentan niveles relativamente bajos de informali-

188 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

tion dynamics in East Asia and Latin America”, propuesta de investigación deIDB-Banco Mundial, 1998.

Carpio, J.; Klein, E. y Novacovsky, I. (comps.): Informalidad y exclusión social,Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2000.

De La Rica, S. y Lemieux, T.: “Does public health insurance reduce labor marketflexibility or encourage the underground economy? Evidence from Spain andthe United States”, en Blank (comp.), Social Protection versus Economic Flexibi-lity: Is There a Trade-Off?, University of Chicago Press, 1994.

FIEL: El empleo en la Argentina. El rol de las instituciones laborales, FIEL, BuenosAires, 1997.

Gasparini, L.: “Characterization of changes in aggregate variables through microe-conometric decompositions, mímeo., FIEL, Buenos Aires, 2000.

Heckman, J.: “Sample selection bias as a specification error, Econometrica 47,1979.

Hopenhayn, H.: “Principales características e ingresos del sector formal y el sectorinformal: una primera aproximación estadística, documento de trabajo 6,FIEL,1982.

INDEC, Economía no registrada. Serie Estudios 9, Instituto Nacional de Estadísti-ca y Censos, Buenos Aires, 1987.

Maloney, W.: “Does informality imply segmentation in urban labor markets? Evi-dence from sectoral transitions in Mexico”, en The World Bank Economic Re-view 13, 2, 1999.

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Monza, A. y López, N.: “Un intento de estimación del sector informal urbano en laArgentina, en Desarrollo Económico 35 (139), 1995.

Roca, E. y Moreno, J.: “El trabajo no registrado y la exclusión de la seguridad so-cial”, en Carpio, Kein y Novacovsky (comps.), Informalidad y exclusión social,Fondo de Cultura Económica de Argentina, 2000.

Rosen, S.: “The theory of equalizing differences”, en Ashenfelter y Layard (comps.),Handbok of Labor Economics, North Holland, 1986.

NOTAS

* Agradezco la excelente colaboración de Diego Margot (UNLP), las observacio-nes de Marcela Cristini y Nuria Susmel, y en especial los valiosos comentarios deJuan Luis Bour. Los errores son de mi responsabilidad.

** FIEL y UNLP. Córdoba 637, Piso 4, 1054 Capital Federal, Argentina. E-mail:[email protected]

1. Algunas de las referencias de las últimas dos décadas son Bour y Chisari(1980), Hopenhayn (1982), INDEC (1987), Monza y López (1995), FIEL (1997),Bour y Susmel (1999), Arango y Maloney (2000) y las contribuciones en Carpio,Klein y Novacovsky (eds.) (2000).

2. Para el Aglomerado Gran Buenos Aires existen observaciones desde 1974.Recién en la década del noventa la encuesta tuvo una cobertura nacional, perosiempre se ha mantenido como una encuesta exclusivamente urbana.

3. La pregunta relevante es “En la ocupación principal, ¿goza usted de jubila-ción?”.

4. Ver Maloney (1999) y Monza (2000).

INFORMALIDAD LABORAL 191

mento no resulta sorpresivo en un marco de inestabilidad macroeconó-mica, disminución en el ingreso promedio, aumento de las cargas tribu-tarias sobre el trabajo y endurecimiento de las regulaciones laborales.Los años de altísima inflación no muestran un aumento en la informali-dad. Posiblemente el valor real de las cargas laborales haya resultadomenor en un período de precios crecientes y ajustes tributarios con re-traso. El plan de estabilización de 1991 vino acompañado de una fuerteexpansión económica, en parte apoyada por las buenas condiciones ex-ternas. Sin embargo, este boom económico y una política tributaria másfirme no fueron suficientes para disminuir la tasa de informalidad, aun-que al menos la mantuvieron relativamente estable. A partir de 1995 seinicia una nueva fase ascendente de la informalidad, esta vez con menosintensidad que en los ochenta, aunque en un marco mucho más favora-ble a la legalidad: reglas económicas más claras y estables, gravámenessobre el trabajo menos onerosos y regulaciones laborales menos restric-tivas. Sin embargo éste es también un período de crisis macroeconómi-cas originadas en shocks externos. Estas crisis con contracción del con-sumo unidas a un aumento de la presión tributaria (en gravámenesdistintos a aquellos sobre el trabajo) en un marco de estabilidad de pre-cios, posiblemente haya implicado la necesidad de ajustar los salariosnominales. Una manera de flexibilizar los salarios puede haber sido enalgunos casos la contratación informal con salarios nominales fijos. Porsu parte el fuerte incremento del desempleo puede haber favorecido esteproceso de descenso de salarios efectivos. La informalidad puede tam-bién haber sido el resultado de la decisión de las firmas de escapar auna presión fiscal creciente en otros tributos mediante un ocultamientogeneralizado de la actividad económica, incluyendo su dimensión laboral.Adicionalmente, la reducción de la percepción de ser penalizado y el des-creimiento en el sistema de seguridad social pueden haber contribuido alincremento en la propensión a evadir las cargas tributarias. El capítulosiguiente ahonda sobre estos puntos.

REFERENCIAS

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Beccaria, L.; Carpio, J. y Orsatti, A.: “Argentina: informalidad laboral en el nuevomodelo económico”, en Carpio, Kein y Novacovsky (comps.), 2000.

Bour, J. L. y Chisari, O.: “Informalidad en el mercado urbano de trabajo en Argen-tina”, Informe ECIEL, Buenos Aires, 1980.

Bour, J. L. y Susmel, N.: “El mercado de trabajo: instituciones económicas, de-sempeño y distribución de los ingresos laborales”, en La distribución del ingre-so en la Argentina, FIEL, Buenos Aires, 1999.

Bour, J. L. y Susmel, N.: “Los determinantes de la informalidad laboral”, en Laeconomía oculta en la Argentina, FIEL, Buenos Aires, 2000.

Burguignon, F.; Ferreira, F. y Lustig, N.: “The microeconomics of income distribu-

190 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

tienen varios resultados interesantes. En particular, no encuentran evidencia quesostenga la existencia de un mercado laboral estratificado. Dado que incluyen alos cuentapropistas, utilizan una definición de informalidad diferente a la de esteestudio.

22. Ver el capítulo de Bour y Susmel (2000) en este volumen para un análisismás profundo de este punto.

INFORMALIDAD LABORAL 193

5. Roca y Moreno (2000) presentan estadísticas que indican una lenta reduc-ción de la informalidad entre 1974 y 1980 (poco más de 2 puntos porcentuales).

6. Un ejemplo de este tipo de cambios es el de un taxista cuentapropista quepasa a integrar una red de taxistas asalariados informales. Este cambio genera unaumento de la tasa de informalidad en los asalariados, pero naturalmente no afec-ta la tasa global.

7. En la sección 8 se insiste con el análisis de este punto, utilizando datos depanel para el período mayo de 1995 a octubre de 1996. Se concluye que la trans-ferencia de autónomos a asalariados explica buena parte, pero no todo el incre-mento en la tasa de informalidad de los asalariados.

8. Una visión alternativa es considerar legítimamente a estos trabajadores co-mo informales, a pesar de observarse todas las reglamentaciones, debido a la au-sencia de muchos beneficios sociales derivados de la relación laboral.

9. Naturalmente éste es un procedimiento muy rudimentario ya que implicaignorar trabajos de duración menor a un año que no entran en la legislación decontratos cortos.

10. El coeficiente de correlación lineal es negativo y mayor a 0,8 en valor abso-luto para los dos años considerados.

34. Se presenta una adaptación del modelo de De la Rica y Lemieux (1994),quienes a su vez se basan en el modelo de diferencias compensatorias de Rosen(1984).

11. De cualquier manera también se estimaron modelos donde se incluye elsalario efectivo del trabajador como variable independiente.

12. La variable tarea, que indica la calificación del trabajador, no es utilizadaen el análisis ya que su codificación cambió en 1993 (ver Monza, 2000). De cual-quier manera, esta variable está muy correlacionada con la variable de educación.

13. El modelo se estima en una etapa ignorando el posible sesgo por selección.Esta práctica se justifica en la falta de un buen modelo sobre la decisión de serasalariado (ver Heckman, 1979).

14. Este movimiento se manifiesta incluyendo o excluyendo la administraciónpública y las empresas estatales.

15. La EPH de 1980 contiene una clasificación con menos categorías de la va-riable antigüedad que en las encuestas posteriores. Para confeccionar el cuadro sedesagregaron las observaciones de algunos grupos utilizando las participacionesde 1986.

16. La última columna del cuadro 6.1. no indica un cambio de 13,2% en todoslos casos ya que el ejercicio se realiza sólo para los trabajadores con respuestasválidas en cada pregunta.

17. La descomposición es exacta. Las diferencias del cuadro se deben al re-dondeo.

18. Uno de los ejemplos más recientes es la literatura iniciada por Bourguig-non, Ferreira y Lustig (1998) que proponen técnicas de descomposición microeco-nométricas para estudiar problemas distributivos.

19. Ver Gasparini (2000) para una presentación más general del uso de lasdescomposiciones microeconométricas para caracterizar cambios en variablesagregadas, como la tasa de informalidad.

20. El efecto constante es equivalente a comparar la tasa de informalidad delgrupo base en los dos años considerados. El grupo base está dado por hombressolteros con primaria incompleta trabajadores de tiempo completo y con valor ceroen las variables no binarias: edad, ingreso, tamaño del establecimiento y antigüe-dad.

21. Arango y Maloney (2000) cuentan con un panel más amplio, por lo que ob-

192 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Supóngase un trabajador asalariado i con una función de utilidad se-parable:

Ui (xi, Bi) = u(xi) + tiBi (1)

donde xi denota el consumo de un bien numerario y Bi es una varia-ble binaria que indica si el trabajador recibe beneficios sociales o no. Seasume que el individuo gasta todo su ingreso laboral Wi en el bien nume-rario, lo cual implica que no paga directamente ningún tipo de impues-tos. El salario de reserva se denota con Wr

i. Las firmas en esta economía proveen beneficios sociales. Por simplici-

dad se asume que el costo de proveer el paquete de beneficios a un tra-bajador es igual a Ci, costo que puede o no variar por empleado.

Bajo un régimen de protección voluntaria las firmas ofrecen protec-ción social a quienes lo desean, y le cargan el costo Ci de esos beneficios.Un individuo i eligirá estar protegido si:

(2)

De la ecuación (2) se desprende que un aumento en la preferenciapor protección (un incremento en ti), un aumento en el salario de reser-va (si la utilidad marginal es decreciente) y una disminución de los cos-tos asociados con la protección aumentan la probabilidad de que el in-dividuo elija pedirle a la firma que le provea (y cobre) beneficiossociales.

Considérese un régimen de protección obligatoria con posibilidadesde evasión. Frente a la decisión de contratar a un trabajador, la firmadebe comparar los beneficios netos de contratarlo como formal:

donde VPM(Li) es el valor del producto marginal y D(Li) es la disponibili-

VPM L W C D Li ir

i i( ) ( )− − +

u W C t u Wir

i i ir( ) ( )− + >

ANEXO: UN MODELO DE ELECCIÓN FORMAL-INFORMAL

(1)

El grado de informalidad laboral en el momento t está dado por:

(2)

donde ωit indica la participación del individuo i en la población en el mo-mento t. En la práctica ωit es el factor de ponderación de i sobre la pobla-ción expandida. La función H(.), los parámetros βt y los términos aleato-rios son inobservables. El procedimiento usual de estimación implicaasumir alguna forma funcional para H(.), estimar los parámetros βt me-diante alguna técnica econométrica y obtener los términos aleatorios co-mo residuos. Dado el carácter binario de la decisión de informalidad, elvalor individual estimado indica la probabilidad de ser informal. En tér-minos formales,

(3)

donde el signo ∧ indica un valor estimado.2 El grado de informalidad glo-bal estimado resulta ser:

(4)

El cambio en el porcentaje estimado de informales entre t’ y t se debea cambios en las características observables del individuo (y su empleo),a cambios en los parámetros que determinan la decisión de informalidady a cambios en las ponderaciones.

(5)

La informalidad laboral puede haber aumentado por un cambio en laestructura productiva y de empleo (un cambio en Xi), por un cambio enla propensión a ser informal que puede ser diferencial respecto de las va-riables demográficas, socioeconómicas y laborales (cambios en los β) opor un cambio en los ponderadores (cambios en ϖi). El trabajo se con-centra en los dos primeros efectos a los que se denomina “efecto caracte-rísticas” y “efecto parámetros”, que en esencia son similares a los efectos“participación” y “media” de la descomposición agregada.

Tomando a t’ como el año base, el efecto características se define como:

(6)∆ct t

iit t it

iit t itI H X H X

∧ ∧ ∧ ∧ ∧=

∑ ∑, ’ ’ ’ ’ ’, . , .β βω ω

∆ I H X H Xt t

iit t it

iit t it

∧ ∧ ∧ ∧ ∧=

∑ ∑, ’ ’ ’ ’, . , .β βω ω

I H Xt it it

i

∧ ∧ ∧=

∑ , .β ω

Y H Xit it t it= +∧ ∧( , ) ˆβ ε

I It it it

i

= ∑ .ω

I H Xit it t it= ( , , )β ε

INFORMALIDAD LABORAL 197

dad a pagar del individuo marginal, con los beneficios netos de contra-tarlo como informal:

donde p es la probabilidad de ser descubierto y penado por mantenerarreglos laborales irregulares y M es la multa correspondiente. Una firmaofrecerá seguridad social a su empleado i toda vez que:

(3)

En ese caso la firma ofrecerá beneficios a un costo igual al términoderecho de (3). Un individuo aceptará ese paquete si

(4)

A los efectos de la implementación empírica se puede asumir, siguien-do a De la Rica y Lemieux (1994), la siguiente estructura estocástica:

(5)

Ci = δ`Zi + vi (6)

donde Xi y Zi son vectores de variables explicativas y µi y νi son términosaleatorios. Una aproximación de primer orden al término derecho de (4) es:

(7)

Reemplazando (5), (6) y (7) en (4) se obtiene:

(8)

Si el término aleatorio εi es superior al término de la derecha de (8) eltrabajador recibe beneficios sociales. Si se asume que los errores µi y vi

tienen distribución normal, se tiene un modelo probit estimable medianteel método de máxima verosimilitud.

Descomposiciones microeconométricas1

Sea Iit una variable indicadora que vale 1 si el individuo i es un em-pleado informal y 0 si es formal en el período t. El estado de un trabaja-dor es una función de sus características demográficas y laborales Xit, delos parámetros que determinan la decisión de formalidad βt y de factoresinobservables εit.

ε µ γ ν γ γ γ δ γ γ βi i i ir

i iW Z p M X= − > + + + + −2 0 1 2 3 4'

γ γ γ γ γ0 1 2 3 4+ + + +W C p Mir

i

t Xi i i= +β µ’

t u W u W Cp

pMi i

rir

i> ( ) − − ++

1

D C

pp

Mi(L )1i > −

−.

VPM L W p C M D Li ir

i i( ) ( ( ))− − + −

196 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

INFORMALIDAD LABORAL 199

Tomando al año t’ como base, el efecto parámetros se define como:

(7)

Puede probarse que el cambio en la tasa estimada de informalidad esigual a la suma de los promedios (cambiando el año base) de los efectoscaracterísticas y parámetros.

NOTAS

1. Esta sección es una adaptación de Gasparini (2000). 2. En realidad H en general es postulada más que estimada.

∆pt t

iit t it

iit t itI H X H X

∧ ∧ ∧ ∧ ∧=

∑ ∑, ’ ’ ’ ’ ’ ’, . , .β βω ω

198 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 4.1CARACTERIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES INFORMALES Y FORMALESSEGÚN VARIABLES DEMOGRÁFICAS, SOCIOECONÓMICAS Y LABORALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1998(En porcentajes)

Informales Formales

SexoHombres 57 61Mujeres 43 39

Edad0-17 4 018-24 28 1525-39 33 4140-59 27 3860- 8 5

Estado civil Soltero 53 39Casado 47 61

EducaciónPrimaria incompleto 11 4Primaria completo 32 22Media técnica incompleto 5 5Media no técnica incompleto 20 14Media técnica completo 3 4Media no técnica completo 13 16Superior incompleto 10 17Superior completo 7 18

Decil de ingreso individual1 13 02 12 23 14 54 13 105 12 116 9 137 10 158 6 179 6 1510 4 13

INFORMALIDAD LABORAL 201200 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 4.1CARACTERIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES INFORMALES Y FORMALESSEGÚN VARIABLES DEMOGRÁFICAS, SOCIOECONÓMICAS Y LABORALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1998(En porcentajes) (Continuación)

Informales Formales

Decil de ingreso per cápita 1 16 32 13 73 11 74 11 85 10 106 8 117 9 128 8 149 8 1410 6 13

Rama de actividad Actividades primarias 0 0Alimentos, bebidas y tabaco 2 3Textiles y calzado 6 3Químicos y petróleo 3 4Maquinarias y equipos 3 6Otras ind. manufactureras 5 4Electricidad, gas y agua 0 1Construcción 10 3Comercio al por mayor 4 4Comercio al por menor 12 6Restaurantes y hoteles 4 3Transporte 8 5Serv. tran. y comunicaciones 2 4Intermediación financiera 1 6Empresas, inmobiliarias, etc. 6 9Administración pública 4 9Enseñanza 3 12Serv. sociales y salud 4 8Serv. comunitarios 4 6Reparación 3 1Servicio doméstico 16 1Servicios personales 1 0

CUADRO 4.1CARACTERIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES INFORMALES Y FORMALESSEGÚN VARIABLES DEMOGRÁFICAS, SOCIOECONÓMICAS Y LABORALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1998(En porcentajes) (Continuación)

Informales Formales

Tamaño1 19 2De 2 a 5 39 11De 6 a 25 27 26De 26 a 100 8 27De 101 a 500 4 20Más de 500 2 14

AntigüedadHasta 3 meses 29 6De 3 a 6 meses 9 5De 6 meses a 1 año 18 10De 1 año a 5 años 32 32De 5 años a 10 años 6 20De 10 años a 20 años 5 17Más de 20 años 1 10

Horas trabajadasDe 1 a 19 18 3De 20 a 29 13 7De 30 a 40 23 31De 41 a 45 9 17De 46 a 61 23 30Más de 62 13 13

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH, GBA, octubre.

INFORMALIDAD LABORAL 203202 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 4.2MODELOS PROBIT DE LA DECISIÓN DE INFORMALIDAD

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1998

Modelos

1 2 3

Mujer 0,206 -0,101 -0,0880,052 0,066 0,078

Casado -0,184 -0,079 -0,0780,057 0,069 0,071

Edad -0,111 -0,055 -0,0690,012 0,015 0,015

Edad al cuadrado 0,001 0,001 0,0010,000 0,000 0,000

Primaria completa -0,446 -0,307 -0,2900,102 0,124 0,131

Secundaria incompleta -0,671 -0,472 -0,4040,108 0,130 0,138

Secundaria completa -0,888 -0,586 -0,4180,112 0,136 0,146

Superior incompleto -1,175 -0,841 -0,5900,126 0,148 0,160

Superior completo -1,054 -0,618 -0,2870,131 0,158 0,173

Ingreso equivalente -0,112 0,011 0,0000,030 0,027 0,030

Tamaño -0,467 -0,4460,028 0,033

Antigüedad -0,312 -0,3030,021 0,022

Part-time 0,715 0,8530,083 0,098

Constante 2,760 3,750 3,6050,242 0,298 0,353

Observaciones 3.073 2.803 2.785

Log Likelihood -1.809 -1.206 -1.124

Pseudo R2 0,105 0,346 0,388

Nota: modelos probit estimados por máxima verosimilitud. Se presentan los errores estándar de los coeficientes estimados debajo del coefi-ciente. El modelo 3 incluye dummies por rama de actividad.

CUADRO 4.3MODELO DEL LOGARITMO DEL INGRESO LABORAL HORARIO

ASALARIADOS. AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1998

Coef. Error est.

Informal -0,112 0,026

Mujer -0,117 0,024

Casado 0,076 0,022

Edad 0,023 0,005

Edad al cuadrado 0,000 0,000

Primaria completa 0,065 0,042

Secundaria incompleta 0,205 0,045

Secundaria completa 0,420 0,047

Superior incompleto 0,638 0,053

Superior completo 0,741 0,056

Tamaño 0,072 0,009

Antigüedad 0,063 0,007

Part-time 0,347 0,031

Constante 0,220 0,112

Observaciones 2781

R2 0,504

Nota: estimación robusta por MCO. El modelo incluye dummies por rama de acti-vidad y calificación.

INFORMALIDAD LABORAL 205204 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 5.1ESTRUCTURA DE EMPLEO. DISTRIBUCIÓN DE LOS ASALARIADOS

POR GRUPOSAGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

(En porcentajes)

1980 1986 1992 1998

Observaciones 2952 3677 2974 3414

SexoHombres 66 62 62 60Mujeres 34 38 38 40

Edad0-17 6 4 4 218-24 20 17 21 2025-39 36 39 36 3840-59 34 35 34 3460- 3 5 5 6

Estado civil Soltero 42 39 41 44Casado 58 61 59 56

EducaciónPrimaria incompleto 18 14 9 7Primaria completo 36 32 31 26Media técnica incompleto 6 6 6 5Media no técnica incompleto 13 14 14 16Media técnica completo 3 4 4 4Media no técnica completo 11 11 14 15Superior incompleto 7 9 10 14Superior completo 6 9 11 14

Decil de ingreso individual1 5 6 3 52 4 1 3 53 8 6 10 84 12 13 13 115 13 13 13 116 13 13 13 117 13 13 13 138 12 13 12 139 10 12 11 1210 9 9 9 10

CUADRO 5.1ESTRUCTURA DE EMPLEO. DISTRIBUCIÓN DE LOS ASALARIADOS

POR GRUPOSAGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

(En porcentajes) (Continuación)

1980 1986 1992 1998

Observaciones 2952 3677 2974 3414

Decil de ingreso per cápita1 10 8 7 82 9 8 9 93 9 11 5 94 9 6 11 95 8 9 12 106 11 12 12 107 12 12 12 118 12 11 12 129 10 13 11 1110 11 10 10 10

Rama de actividadAlimentos, bebidas y tabaco 4 4 5 3Textiles y calzado 8 8 7 4Químicos y petroleo 5 5 3 4Maquinarias y equipos 12 9 7 5Otras ind. manufactureras 7 6 7 4Electricidad, gas y agua 1 0 1 1Construcción 8 4 4 6Comercio al por mayor 3 3 6 4Comercio al por menor 9 9 8 8Restaurantes y hoteles 2 2 3 3Transporte 5 5 4 6Serv. tran. y comunicaciones 2 2 3 3Intermediación financiera 3 4 3 4Empresas, inmobiliarias, etc. 4 5 6 8Administración pública 5 6 6 7Enseñanza 6 6 7 9Serv. sociales y salud 4 5 6 7

Serv. comunitarios 4 4 5 5Reparación 2 1 2 2Servicio doméstico 6 8 6 7Servicios personales 0 4 1 1

INFORMALIDAD LABORAL 207206 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 5.1ESTRUCTURA DE EMPLEO. DISTRIBUCIÓN DE LOS ASALARIADOS

POR GRUPOSAGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

(En porcentajes) (Continuación)

1980 1986 1992 1998

Observaciones 2952 3677 2974 3414

Tamaño1 8 9 10 9De 2 a 5 17 18 24 22De 6 a 25 25 24 25 26De 26 a 100 21 21 20 20De 101 a 500 15 14 12 14Más de 500 14 14 9 9

AntiguedadHasta 3 meses 11 10 12 15De 3 a 6 meses 7 6 6 7De 6 meses a 1 año 13 12 14 13De 1 año a 5 años 33 30 29 32De 5 años a 10 años 15 18 16 15De 10 años a 20 años 11 14 15 13Más de 20 años 10 10 8 6

Horas trabajadasDe 1 a 19 3 4 5 9De 20 a 29 6 7 8 9De 30 a 40 35 29 35 28De 41 a 45 18 20 15 14De 46 a 61 27 29 27 27Más de 62 12 11 11 13

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH, GBA, octubre.

CUADRO 5.2PORCENTAJE DE INFORMALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998(En porcentajes)

1980 1986 1992 1998

Total 20 24 32 38

SexoHombres 18 20 29 36Mujeres 24 31 36 40

Edad0-17 56 77 87 9418-24 23 36 42 5225-39 17 18 27 3240-59 14 18 23 3060- 30 37 39 46

Estado civil Soltero 25 33 39 45Casado 16 19 26 32

EducaciónPrimaria incompleto 30 36 44 63Primaria completo 23 30 39 47Media técnica incompleto 21 26 39 37Media no técnica incompleto 17 29 42 46Media técnica completo 9 13 14 28Media no técnica completo 10 10 23 32Superior incompleto 10 13 23 25Superior completo 7 8 8 18

Decil de ingreso individual1 63 72 74 972 38 76 69 823 27 41 45 604 26 34 35 445 14 24 31 386 15 20 29 287 13 15 32 298 14 12 20 189 8 8 16 1810 6 7 14 17

INFORMALIDAD LABORAL 209208 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 5.2PORCENTAJE DE INFORMALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998(En porcentajes) (Continuación)

1980 1986 1992 1998

Total 20 24 32 38

Decil de ingreso per cápita1 24 31 42 752 28 31 35 523 23 29 39 494 20 26 33 445 19 29 40 366 20 27 38 317 17 20 24 318 17 17 23 259 13 15 27 2610 12 11 15 22

Rama de actividad Alimentos, bebidas y tabaco 14 19 14 31Textiles y calzado 27 32 36 53Químicos y petróleo 10 14 19 29Maquinarias y equipos 9 14 23 21Otras ind. manufactureras 17 21 34 39Electricidad, gas y agua 5 0 4 0Construcción 33 49 58 65Comercio al por mayor 14 18 34 37Comercio al por menor 26 36 53 53Restaurantes y hoteles 28 45 42 50Transporte 19 15 33 49Serv. tran. y comunicaciones 16 11 15 26Intermediación financiera 4 5 11 9Empresas, inmobiliarias, etc. 14 18 29 29Administración pública 1 2 4 20Enseñanza 4 9 8 11Serv. sociales y salud 10 11 12 21Serv. comunitarios 18 22 33 29Reparación 46 44 72 66Servicio doméstico 67 72 87 93Servicios personales 29 13 35 58

CUADRO 5.2PORCENTAJE DE INFORMALES

AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998(En porcentajes) (Continuación)

1980 1986 1992 1998

Total 20 24 32 38

Tamaño1 67 75 76 85De 2 a 5 46 53 66 69De 6 a 25 18 21 30 39De 26 a 100 6 7 9 16De 101 a 500 5 3 7 10Más de 500 2 4 6 8

AntigüedadHasta 3 meses 64 66 76De 3 a 6 meses 45 55 50De 6 meses a 1 año 32 39 42 52De 1 año a 5 años 20 24 35 38De 5 años a 10 años 9 11 16 17De 10 años a 20 años 8 11 15Más de 20 años 10 4 7 5

Horas trabajadasDe 1 a 19 54 74 74 82De 20 a 29 32 43 47 55De 30 a 40 16 21 28 32De 41 a 45 17 16 22 24De 46 a 61 20 23 30 32Más de 62 20 23 35 39

Fuente: elaboración propia sobre la base de la EPH.

INFORMALIDAD LABORAL 211210 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CU

AD

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5.3

RE

GR

ES

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1998

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1986

1992

1998

Mod

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1989

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173

GRÁFICO 5.3PROBABILIDAD DE INFORMALIDAD POR TAMAÑO DE ESTABLECIMIENTO

ESTIMACIONES EN BASE AL MODELO 3 DEL CUADRO 5.3AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

GRÁFICO 5.4PROBABILIDAD DE INFORMALIDAD POR ANTIGÜEDAD

ESTIMACIONES EN BASE AL MODELO 3 DEL CUADRO 5.3AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1986, 1992 Y 1998

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1998

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1998

1986

1992

1980

INFORMALIDAD LABORAL 213

GRÁFICO 5.1PROBABILIDAD DE INFORMALIDAD POR EDAD

ESTIMACIONES EN BASE AL MODELO 3 DEL CUADRO 5.3AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

GRÁFICO 5.2PROBABILIDAD DE INFORMALIDAD POR EDUCACIÓN

ESTIMACIONES EN BASE AL MODELO 3 DEL CUADRO 5.3AGLOMERADO GRAN BUENOS AIRES, 1980, 1986, 1992 Y 1998

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1986

1992

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212 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

INFORMALIDAD LABORAL 215214 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

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INFORMALIDAD LABORAL 217216 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

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INFORMALIDAD LABORAL 219218 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

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La proporción de trabajadores informales asalariados creció en formaapreciable en las últimas dos décadas. La tendencia ascendente es clara:desde 1982 sólo en tres oportunidades (1989, 1992 y 1994) se verificóun transitorio descenso en la tasa de asalariados informales. El aumen-to de la proporción de contratos laborales en los que no se realizan apor-tes a la seguridad social, puede estar asociado con un aumento en laproporción de economía negra, en sentido amplio, o al menos con un au-mento de la probabilidad de escapar del sistema tributario (aumento dela evasión en general). Por otra parte, aun en ausencia de una mayorproporción de economía negra, pueden verificarse cambios en el nivel deequilibrio de la “solución” de informalidad: un aumento de la proporciónde empleos informales es, en tal caso, producto de aumentos en la ofertade informales y/o en la demanda de informales, es decir es el resultadode cambios en los incentivos de los agentes económicos a cumplir con laregulación previsional y laboral.

El primer punto del presente capítulo resume los resultados previosreferidos a la evolución de la proporción de “economía negra”, vis à vis elaumento del empleo informal asalariado. Sin embargo, aun cuando laproporción de “economía negra” se mantenga relativamente estable, esposible que la demanda y oferta por informalidad laboral estén cambian-do. Si bien es de esperar que la tendencia en el agregado coincida tardeo temprano con la tendencia observada en el mercado de trabajo, los in-centivos para informalizar contratos en los distintos mercados (de traba-jo, de capitales, por tipo de impuesto, etc.) pueden estar cambiando a lolargo del tiempo, y de tal forma podría alterarse el mix de instrumentosinformales observado. Los puntos 2 a 5 evalúan los cambios en los in-centivos, desde el lado de la demanda, a celebrar contratos de trabajo in-formales. El primer punto se concentra en la evolución de lo que habi-tualmente se reconoce como el principal incentivo de la informalidadlaboral: la magnitud de las cargas laborales, y su impacto sobre la de-manda de trabajo informal. Dado que las cargas son proporcionales alsalario, debe controlarse también el efecto sobre la demanda de cambios

IV.2. LOS DETERMINANTES DE LA INFORMALIDADLABORAL

Juan Luis Bour y Nuria Susmel1

medir la subdeclaración de transacciones. Ello introduce un nuevo factorde posible discrepancia entre las series que miden “evasión tributaria yprevisional”, y las que miden informalidad laboral (como porcentaje detrabajadores con contratos completamente informales). Más adelante sevuelve sobre este punto.

La demanda de empleo informal no sólo puede estar afectada por laevolución del producto agregado, y de la proporción de economía negra(medida por diversas vías), sino por cambios en las tecnologías de pro-ducción. Cambios en los precios relativos pueden, como es de esperar,afectar la combinación entre capital y trabajo, y entre distintos tipos detrabajo, favoreciendo un aumento o disminución en la cantidad de traba-jo de calidad dada por unidad de producto. No se cuenta con una medi-ción separada del producto generado por el sector formal y por el sectorinformal, de modo tal de comparar series de producto medio formal e in-formal, desagregando por sectores. Dicha observación permitiría evaluarcambios en la tecnología promedio, por sector y por tipo de firma (las quese desempeñan en la economía negra, y las que lo hacen en la economía“blanca”). Tal medición no sólo no es posible estadísticamente, sino queprobablemente sería de difícil interpretación. En efecto, entre los proble-mas que aparecerían se cuenta el de dónde ubicar a las firmas que ope-ran simultáneamente en los circuitos negro y blanco, y en tal caso, cómoimputar el empleo informal a uno u otro circuito (ya que no necesaria-mente el uso de empleo informal implica que la firma no puede enviar suproducto al circuito legal).

Aun con las enormes dificultades que presenta cualquier mediciónsobre la economía “negra”, todavía pueden ofrecerse elementos que indi-can que el progreso tecnológico parece haber evolucionado más rápida-mente en el circuito blanco de la economía que en el circuito negro. Porun lado, ello puede hacerse a través de la comparación de las series deproducto con las de empleo formal e informal. Para el agregado de la eco-nomía, la proporción PBI/empleo formal asalariado desde mediados delos ochenta muestra una declinación transitoria en el período hiperinfla-cionario de 1989-1990, para elevarse desde entonces con pequeños re-trocesos en 1994 y 1999. Entre 1990 y 1999, el producto medio formalasí definido (obsérvese que todo el producto se imputa como si fuera “for-mal”, y en cuanto al empleo, se debe suponer que la proporción de cuen-tapropistas formales varió con la de asalariados) crece 35%. Si lo que semide es el cociente PBI/empleo asalariado informal, el producto medio in-formal cayó hasta 1991 inclusive, y desde entonces tuvo un breve cicloalcista, para terminar en 1999 un 8% por debajo del registro de 1990.Con una proporción de economía negra estable en los noventa (es decircon un valor de QN /QB =θ constante, con QN,B el producto generado enlas porciones negra y blanca de la economía, respectivamente), la evolu-ción de estas proporciones parece sugerir que en el sector formal preva-leció el cambio tecnológico ahorrador de mano de obra, respecto de loocurrido en el sector informal de la economía2. Si la productividad crecesólo en el sector formal, mientras que la porción de economía negra θ se

INFORMALIDAD LABORAL 227

en el salario relativo de formales e informales, derivado en buena medidadel fuerte aumento en la tasa de desempleo abierto desde la segunda mi-tad de los ochenta y en particular en la última década. El lado de la de-manda se completa con la discusión de los cambios en la regulación la-boral en las últimas dos décadas –en tanto se perciban como factoresque elevan costos, que pueden evitarse a través de contratos informales–,que se sobreimponen a los cambios en la tributación (en la presión fis-cal), y con el análisis de cambios en las penalidades por evadir la norma-tiva laboral regulatoria y tributaria. En los puntos siguientes (6 y 7) sediscuten los cambios en los incentivos por parte de los individuos a ofre-cerse como trabajadores informales, teniendo en cuenta el aumento en latasa de desempleo y su impacto sobre los ingresos familiares y la ofertade trabajo, y las modificaciones en los beneficios netos de la formalidadpor parte de los individuos. En el punto 8 se realiza un ejercicio econo-métrico sobre la base de las series de tiempo disponibles, con el objetode evaluar el peso relativo de los diversos factores que explican el au-mento en la informalidad laboral. Finalmente se presentan en el últimopunto los principales resultados del capítulo.

1. ECONOMÍA NEGRA Y EMPLEO INFORMAL

Dado que el empleo, formal o informal, es un factor más del procesode producción, la demanda de trabajo informal estará asociada por unaparte con los cambios en el producto de la economía, así como con cam-bios en la intensidad por la que se demanda economía negra, y finalmen-te con la evolución del precio relativo del trabajo contratado por esta vía.La asociación positiva entre producto total (blanco y negro) e informali-dad, que derivaría de suponer una proporción constante y estable entreeconomía negra y economía formal, estuvo claramente ausente en la dé-cada del ochenta. En ese período el producto de la economía no creció,pero la proporción de asalariados informales se elevó más de 40%. En ladécada siguiente en cambio, el producto se expandió en torno de 60%, yla proporción de asalariados informales creció a la mitad de esa tasa, esdecir algo más de 30%.

Una dimensión asociada con el concepto de economía negra, y por lotanto una manera alternativa de medir la evolución del producto “negro”,es la de determinar la evolución de la evasión tributaria en sentido am-plio (no sólo previsional). Esta dimensión parece más ligada al conceptode informalidad en el mercado de trabajo, ya que se asocia directamentecon el ocultamiento de una transacción (el contrato laboral, en este ca-so). En general podría esperarse que aumentos en la evasión tributaria yprevisional se encuentren positivamente asociados con la proporción deinformales en el mercado de trabajo. Obsérvese sin embargo que la me-dición de la evasión tributaria considera no sólo a quienes evaden com-pletamente (que es la forma en que se define a un asalariado como infor-mal a partir de las encuestas de hogares), sino que también procura

226 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

transporte, almacenamiento y comunicaciones se había tornado en “alta-mente informal” frente a su característica en el año 1987, y por lo tantosi se toma como “pivot” el año 1999 el efecto de cambio en la “estructu-ra” explica algo más que si el pivot es algún año de la década del ohenta.En cualquier caso, resulta que el cambio “estructural” explica una bajaproporción del cambio en la informalidad.

Las alternativas que se presentan para explicar el aumento en la pro-porción de empleo informal, deben incluir por lo tanto otros factores,más allá de cambios de estructura sectorial, cambios en la proporción deeconomía negra, o aun cambios en las productividades relativas de lossectores blanco y negro. En efecto, aun con igualdad en las tasas de cre-cimiento de la productividad en ambos sectores (negro y blanco de laeconomía), y con θ constante, es posible que la economía tienda a infor-malizarse: en este escenario tanto el sector blanco como el sector negrocontratan más empleo informal. Dicho de otra forma, la informalidad la-boral podría no ser tanto un problema de magnitud de la economía ne-gra, o de baja productividad de esa parte de la economía, sino de escapede la tributación en la forma más fácilmente accesible: la tributación so-bre la seguridad social.

Una forma de presentar analíticamente las diversas alternativas quepueden explicar el aumento en la proporción de informales es partiendode la expresión (QN/QB) (Lf /Li) = θ (Lf /Li), donde θ = (QN/QB), a partir dela cual, operando en el primer miembro se tiene la expresión equivalen-te:

((QN/LN)(LN/Li))/((QB/LB)(LB/Lf)) = θ (Lf /Li), (1)

donde LB,N representa el empleo en el sector blanco y negro, respecti-vamente, mientras que LI,f representa el empleo con contratos informalesy con contratos formales, respectivamente. Obsérvese que en esta formu-lación general, es posible encontrar no sólo empleo formal sino tambiéninformal en el sector blanco, y del mismo modo pueden encontrarse am-bos tipos de contratos laborales en el sector negro de la economía. To-mando logaritmos en la expresión (1), diferenciando respecto del tiempo,y expresando por ()’ tales derivadas parciales, se tendrá:

(QN/LN)’ + (LN/LI)’ – (QB/LB)’ – (LB/Lf)’ = θ’ + (Lf /LI)’ (2)

Si la proporción de economía negra es constante (θ’=0) o declinante(θ’<0), dado que la proporción de asalariados informales creció en las úl-timas dos décadas ((Lf /LI)’ < 0), entonces necesariamente el primermiembro de (2) será negativo si y sólo si se verifica alguna de las siguien-tes alternativas (o una combinación de ambas):

• Si (LN/LI)’ = (LB/Lf)’ = 0, entonces necesariamente (QN/LN)’ < (QB/LB)’,es decir que la productividad en el sector blanco de la economía hacrecido más rápidamente que la productividad en el sector negro.

INFORMALIDAD LABORAL 229

mantiene estable, el crecimiento de la economía sólo es compatible conaumentos del empleo en el sector negro, el que será predominantementeinformal.

Un panorama similar al de la economía en su conjunto –aumento dela productividad en el sector formal, junto con estancamiento en el infor-mal– surge de comparar la evolución del producto medio pero desagre-gando por sectores de actividad. Aquí sin embargo la hipótesis de unaeconomía negra estable en el agregado (coeficiente θ), no parece fácilmen-te extensible a cada rama de actividad (es decir, desagregando en coefi-cientes θi, donde i representa el sector). La escasa evidencia disponible(no se cuenta con la desagregación de θ por sector) no parece consistentecon la hipótesis de estabilidad. En particular en el sector de IndustriaManufacturera, el producto medio formal (PmeF), medido a partir del co-ciente entre producto total y empleo informal, crece poco más de 75% enla década del noventa, mientras que el producto medio informal (PmeI)crece 25%, para apenas retornar –al finalizar la década– al nivel que yatenía hacia 1987. En la Construcción la tendencia de largo plazo de PmeIes marcadamente declinante (desde un nivel 100 en 1987, a poco más de40, diez años después), lo que también podría ser indicio de subestima-ción del producto en las cuentas nacionales, más allá de una notoria caí-da en la productividad promedio. En Servicios, finalmente, el PmeFmuestra una mayor estabilidad, mientras que el PmeI tiene bruscas osci-laciones durante la recesión de fines de los ochenta, y nuevamente en lasegunda mitad de los noventa. En ambos períodos la caída en el índicede “productividad” se explica por un incremento en la proporción de asa-lariados informales del sector, que coincide aproximadamente con el au-mento en el número de asalariados totales; esto es, en ambos períodosparece observarse que la entrada neta de asalariados al sector es a travésde relaciones contractuales informales.

Finalmente surge también la cuestión acerca de si los cambios en lacomposición del producto (es decir, en la participación de los sectores enel PBI), explican una porción significativa o no del aumento en la infor-malidad. La hipótesis aquí sería la de que han crecido relativamente lossectores más informales, y a su vez declinaron los formales, por lo queuna parte del aumento en la informalidad se explica por cambios en lacomposición del producto. Un ejercicio sobre los últimos quince añostiende sin embargo a descartar la importancia de estos cambios de “es-tructura”. En efecto, entre 1987 y 1999, el único cambio sectorial que fa-vorece un aumento de la informalidad es la caída en la participación dela industria manufacturera, un sector relativamente formal a mediadosde los ochenta. Otros cambios sin embargo tienden a contrarrestar esteefecto: cae la importancia de sectores relativamente informales (cons-trucción y servicios personales), mientras que se eleva el peso de secto-res relativamente formales (financiero, electricidad, gas y agua y trans-porte). Un panorama ligeramente diferente se observaría si la base decomparación es el nivel de informalidad sectorial en 1999, y el análisis eshacia atrás: en este caso el cambio surge de que hacia 1999 el sector de

228 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ambos sectores (negro y blanco), entonces un aumento del empleo in-formal (con θ constante) sólo es compatible con una creciente informa-lización general de la economía: aumenta la proporción de contratosinformales tanto en el sector negro como en el sector blanco de la eco-nomía.

Dado que el aumento en la demanda relativa de informales no se ex-plica pues básicamente por factores de crecimiento del producto negro, yeventualmente sólo en parte por un cambio de productividades relativas,debe investigarse el papel que pueden haber jugado los cambios en in-centivos, como para que oferentes y demandantes de trabajo confluyan aese equilibrio del mercado laboral de los noventa con una mayor propor-ción de informalidad laboral.

2. EL ROL DE LAS CARGAS LABORALES

Dado el producto informal y su composición (es decir, prescindiendode efectos “de estructura”), cambios en la tecnología pueden ser autóno-mos o inducidos por cambios en los precios relativos. En este punto seexploran cambios en el precio relativo del trabajo informal –y su efectosobre la demanda de empleo–, producto de dos factores que se modifica-ron sustancialmente en el período bajo análisis: las cargas sobre el fac-tor trabajo, y el nivel de desempleo.

Breve historia. Desde 1975 hasta el presente, las contribuciones pa-tronales tienen dos ciclos, con máximos relativos en 1977-1980 (36,5%)y 1989-1994 (33%), y mínimos en 1981-1983 (16,5%) y a partir de 1996.Con la aprobación de la ley de reforma laboral a mediados del año 2000,la tendencia continúa declinante convergiendo asintóticamente desde unnivel medio estimado de 17,5% a comienzos de este año a un mínimo delorden de poco menos de 13%. Los aportes personales crecieron en formaininterrumpida en todo el período, pasando de 13% en 1975 a 17% des-de mediados de 1994. La combinación de aportes y contribuciones siguiópor lo tanto la evolución del ciclo de las cargas patronales, con máximosde 51,5% y de 49% en los períodos antes señalados. La “brecha salarial”(tax wedge, TW), definida como la relación porcentual entre el costo labo-ral por remuneraciones, aportes y contribuciones, y el salario neto, llegóa un nivel de 60,6% en 1977-1980, y al 58,3% entre 1989 y 1994.

Las reducciones en las contribuciones patronales fueron diferencia-das regionalmente (y a veces sectorialmente) desde 1994. Por tal razón,las series de cargas laborales y brecha salarial difieren en particular parala región metropolitana de Buenos Aires (GBA), desde ese año. La tribu-tación total es mayor, con un promedio de 19,7% vigente a comienzos delaño 2000, y una proyección que converge asintóticamente a lo largo de lapresente década a poco menos de 14% (un punto por sobre la media ge-neral).

INFORMALIDAD LABORAL 231

• Si en cambio se tiene que (QN/LN)’ = (QB/LB)’, o sea que las tasas decrecimiento de la productividad en ambos sectores de la economía nodifieren significativamente, entonces el aumento observado en la pro-porción de empleo informal asalariado implica necesariamente que(LN/LI)’ < (LB/Lf)’. En general también se podrá escribir esa condicióncomo (Li/Lf)’ > (LN/LB)’. Estas desigualdades implican que la relaciónde empleo informal a formal crece más que la relación de empleo ocu-pado por el sector negro a empleo ocupado por el sector blanco, loque equivale a decir que el sector blanco se está informalizando, másallá de que la economía se esté informalizando (por aumentos del em-pleo en el sector negro).

En suma los principales elementos que aporta la información macroe-conómica disponible sobre la evolución del tamaño de la economía negra,y de su relación con el empleo “informal”, incluye las siguientes cuestio-nes:

• No se observa una relación directa estable entre la evolución del pro-ducto total y el empleo informal: fue en promedio negativa en losochenta, y positiva pero muy volátil en los noventa.

• Tanto las mediciones a través de métodos monetarios como de eva-sión tributaria, tienden a mostrar que la proporción de economía ne-gra no creció en los noventa, y existen indicios de que declinó.

• Cambios en la “estructura” de la producción podrían haber colabora-do para dejar a fines de los noventa un mayor peso (en el valor agre-gado) de sectores con relaciones laborales predominantemente infor-males. Sin embargo el peso de este factor no parece decisivo enexplicar el aumento del empleo informal.

• El cambio tecnológico parece haberse diseminado dentro del sectorformal, y con mucha menor fuerza en los sectores informales, auncuando no es claro que haya una involución tecnológica en el sectorinformal (caída notoria de productividad). Resultaría así una crecientebrecha de productividad entre formales e informales, que sostendríatambién los cambios en la brecha de salarios entre ambos tipos decontratos (como ya se vio en 4.1., y se analizará más adelante). Ade-más, los cambios diferenciales en la productividad media (una proxyde cambios tecnológicos), parecerían haberse acelerado en la últimadécada,3 en particular desde 1994, para el agregado de la economía.4

• Una economía que se expande tanto en el sector blanco como negro,pero concentrando el cambio tecnológico (ahorrador de mano de obra)en el sector formal, da lugar a que la proporción de contratos labora-les informales crezca; es decir, el crecimiento del empleo informal esla forma en que la economía negra mantiene su expansión a una tasasimilar al sector blanco o formal. La importancia de este factor “esta-dístico” es difícil de medir, en tanto se basa esencialmente en hipóte-sis de crecimiento diferenciado en productividad.5

• Si las tasas de crecimiento de la productividad fueron similares entre

230 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

bargo, cambios en los topes del “salario de cómputo” tuvieron lugar a fi-nes de los ochenta y comienzos de los noventa, alternado ligeramente ta-les costos formales. Desde mediados de 1995 y a fines de 1998 se intro-dujeron asimismo distintas modificaciones al cómputo del preaviso, queen general tendieron a reducir el costo de ruptura (y también los benefi-cios compensatorios para el asalariado).6

En suma, cuando se computan los diversos elementos que las compo-nen, las cargas laborales se ubicaron en su nivel más alto, y generaronen el período 1989-1995 una brecha salarial muy próxima del máximoanterior en 1977-1980. Hay dos períodos de baja abrupta de las cargas ydel TW. El primer episodio tuvo lugar a fines de 1980, y duró tres años,durante los cuales sin embargo los niveles de costos no permanecieronestables, ya que se comenzó a observar un incremento en la litigiosidadlaboral, y en algunos costos asociados a la misma.7 En poco menos de unaño, desde mediados de 1984, las cargas laborales se elevaron en casi40%, y definieron una tendencia creciente, apoyada en la inminente quie-bra del sistema previsional de reparto. El segundo episodio de baja decargas (luego del breve intento en 1994, que se revierte transitoriamenteal año siguiente) tiene lugar desde fines de 1995, con bajas adicionalesen julio de 1996 por la introducción de la ley de riesgos del trabajo. La re-ducción adicional de cargas del año 1999 fue de aproximadamente untercio de la rebaja previa (alrededor de 4 puntos porcentuales, frente acasi 12 puntos a mediados de 1990).

La composición de los aportes personales se mantuvo relativamente

INFORMALIDAD LABORAL 233

La evolución detallada no incluye diversos conceptos que entran en laconsideración del costo laboral horario, pero que –por su variabilidadtanto legal como efectiva– pueden encerrar alguna dificultad de cómputoen un período extenso. En primer lugar cabe señalar en este caso la pri-ma por seguro de accidentes y enfermedades. Este concepto tuvo un cre-ciente peso en los años ochenta, como consecuencia de la creciente liti-giosidad laboral vinculada con la favorable disposición de la justicialaboral de acoger demandas por enfermedades laborales y accidentes deltrabajo. A ello se sumó en el año 1990 el cese de la actividad de reasegu-ro del INDER, lo que terminó por elevar significativamente el costo de es-tos eventos, hasta que entró en vigencia el nuevo régimen de riesgos deltrabajo, a mediados de 1996. La evolución de la serie de cargas labora-les, incluyendo ahora también la prima (implícita o explícita) por acci-dentes y enfermedades, muestra un recorrido similar a la serie generalde cargas laborales, excepto que el máximo relativo de 1990-1995 en elárea de GBA no difiere significativamente del máximo en la década delsetenta. En suma, las cargas muestran una tendencia creciente ya des-de el año 1983, hasta su máximo (absoluto, en el caso de GBA) a media-dos de la década siguiente.

Otro de los conceptos que altera –en este caso marginalmente– la se-rie de cargas laborales, es el relativo al costo legal asociado a la rupturadel contrato laboral. Durante el período bajo análisis en general se man-tuvo invariante la disposición por la cual la indemnización por despidose calcula como un mes de salario por año de trabajo o fracción. Sin em-

232 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EVOLUCIÓN DE LOS IMPUESTOS AL TRABAJOPORCENTAJE DE LA REMUNERACIÓN BRUTA

10

15

20

25

30

35

40

1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000

Contribución patron

Aporte persona

EVOLUCIÓN DE LAS CONTRIBUCIONES TOTALESGBA

30.0%

35.0%

40.0%

45.0%

50.0%

55.0%

D75

D76

D77

D78

D79

D80

D81

D82

D83

D84

D85

D86

D87

D88

D89

D90

D91

D92

D93

D94

D95

D96

D97

D98

D99

Contrib.Legales Cont. más Riesgo del Trabajo

marse en cada momento como una proporción adicional a la remunera-ción del asalariado.8 Si la proporción de asalariados informales respondebásicamente a cambios en las cargas laborales (medidas a través de latasa impositiva total –aportes más contribuciones–, o a través de la bre-cha salarial –TW–), las variaciones en las cargas o de la brecha salarialdeberían favorecer cambios en el mismo sentido de la informalidad. Unainspección a los gráficos que relacionan estas variables con informalidad,y ejercicios econométricos, indica una positiva asociación (bivariada) enel período 1982-1994, que no se sostiene en años posteriores (1996-1999). En efecto, en la segunda mitad de los noventa, las caídas en lascargas laborales (y en el TW) se dan simultáneamente con una persisten-te tendencia al incremento de la informalidad entre los asalariados.9

Inflación y carga laboral efectiva. En períodos de alta inflación, el au-mento de las alícuotas impositivas puede ser parcialmente compensadopor una declinación del valor real de la obligación tributaria, ya sea porel aumento en la tasa misma de inflación (cambio de precios relativos fa-vorables al productor, dado el salario), o por una postergación del pagodel tributo.10

El impuesto inflacionario –que representó una proporción significati-va de la recaudación tributaria no legislada– fue reemplazado en los no-venta por impuestos explícitos, que en el caso del mercado laboral sólo

INFORMALIDAD LABORAL 235

estable: los aportes por obra social se mantuvieron sin cambios en 3%, ypor jubilación se ubicaron en 11% en todo el período, con la excepciónde una caída de un punto (10%) en 1988-1994. Los aumentos de aportesse centraron –como tendencia– en la obra social de jubilados (INSSJYP),desde 1% en 1975 hasta 3% a partir de 1988. Las oscilaciones fueronmás bruscas en las contribuciones patronales. En efecto, las contribucio-nes para el sistema jubilatorio eran del 15% sobre la nómina hasta octu-bre de 1980, en que se redujeron a cero, para nuevamente reestablecer-se en forma gradual desde 1984 hasta un máximo de 12,5% en 1988,cayendo unos 2 puntos hasta 1991, en que se elevaron a 16% hasta1994. Desde entonces han experimentado reducciones, con el cronogra-ma general de reducciones (y aumento transitorio entre marzo y agostode 1995) de las cargas patronales. Vaivenes bruscos experimentarontambién las contribuciones para FONAVI (vivienda), con máximo de 5%entre 1977-1980 y 1984-1991. En el caso de las contribuciones paraobra social, se mantuvieron estables en 4,5% hasta 1989, en que se ele-varon a 6%, y experimentaron alguna reducción hasta 5% desde 1995 ala fecha. Las cargas para financiar transferencias por asignaciones fami-liares eran de 12% hacia 1975, declinando a 9% en 1985, luego a 7,5%en 1992, y siguieron el cronograma general desde 1994.

Dado que las cargas se establecieron en general como porcentajes dela remuneración, su impacto sobre el costo laboral horario puede esti-

234 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

INFORMALIDAD ASALARIADA Y BRECHA SALARIALGBA

35%

40%

45%

50%

55%

60%

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 199818%

23%

28%

33%

38%

Tax Wedge Prom. anual Informalidad

INFORMALIDAD Y TASA TOTAL DE APORTE CORREGIDAGBA

25%

30%

35%

40%

45%

50%

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 199818%

23%

28%

33%

38%

Tasa correg. Prom. anual InformalidadTax Wedge prom. anual Informalidad

Tasa correg. prom. anual Informalidad

hacia el sector informal o no cubierto. Hay al menos tres formas de eva-luar la presión que habrían ejercido los salarios mínimos sobre el merca-do de trabajo en los ochenta y noventa. En primer lugar, evaluando loscambios en el salario (y las cargas asociadas) en términos reales; en se-gundo lugar, comparando el salario mínimo con los salarios efectivamen-te pagados. En tercer lugar, puede intentar evaluarse en qué medida elsalario mínimo se constituye en una variable que afecta diferencialmen-te al sector formal o al informal, determinando el porcentaje de poblacióncubierta (o no cubierta) en cada caso.

Tomando en cuenta la evolución del salario mínimo y de las cargaslaborales en términos reales, el costo laboral real del salario mínimo(CLRSM) se duplicó entre 1981 y 1984, para declinar persistentementehasta 1990, año en el que en promedio se encontraba en poco menos del20% de su valor respecto del máximo (1984). Desde entonces triplicó suvalor hasta 1994, cuando inició un nuevo sendero declinante. Con la ex-cepción del período 1989-1993, el nivel del CLRSM prevaleciente en1998/2000 se ubica por debajo de los registros medios de las últimasdos décadas.

Por otra parte, el salario mínimo representó una proporción crecientedel salario total a comienzos de los ochenta, desde algo menos de 25%hasta poco menos de 37% en 1984-1985. En años posteriores osciló entorno del 30% del salario medio, para caer al entorno del 15% entre 1989y 1992, y estabilizarse en el 25% desde 1993.

INFORMALIDAD LABORAL 237

se pagan sobre los contratos formales. Este incremento de la tributaciónexplícita puede también interpretarse como un aumento del beneficio porsuscribir un contrato informal. Una medida de la carga tributaria efecti-va en cada momento del tiempo, surge de corregir la tasa impositiva vi-gente en un momento dado por la tasa de inflación en el período de pa-go. Bajo hipótesis bastante sencillas, dicha tasa efectiva en el momento tse puede aproximar como el cociente entre la tasa nominal devengadadel impuesto en t-1, y la tasa de inflación observada en el momento t. Laserie de tasas efectivas de aportes así obtenida, muestra que la tasa me-dia es bastante más elevada en la primera mitad de los noventa que enlos año ochenta. Aun con tasas nominales similares a fines de la décadaprevia, la tasa efectiva se incrementó en hasta 50%, como promedioanual, en la primera mitad de los noventa. La tasa efectiva prevalecienteen la primera mitad del año 2000 es superior en 5 puntos porcentualesa la media de 1984, e inferior en 5 puntos porcentuales al promedio1985-1988; la reducción de las cargas es pronunciada –más de 15 pun-tos porcentuales si se incluye riesgos laborales– frente a los niveles vi-gentes en 1993-1994.

La relación entre tasa efectiva total (incluyendo riesgos laborales) einformalidad se muestra positiva en el período 1982-1995, mejorando enel margen la asociación que existe sin corregir por inflación. Sin embar-go, se mantiene una tendencia opuesta entre ambas variables en el pe-ríodo que se inicia en 1996, con reducciones en la carga laboral efectiva(impuestos, corrigiendo por cambios en la tasa de inflación) al mismotiempo que se verificaban incrementos en la tasa de informalidad entreasalariados.11

3. LAS REGULACIONES LABORALES

La decisión de hacer o no aportes, depende no sólo de la imposiciónneta para el trabajador, y de los costos esperados percibidos por las par-tes, sino que puede estar ligada con otros aspectos del contrato laboral.Un contrato formal no sólo tiene costos y beneficios derivados del régi-men de seguridad social, sino que también debe cumplir con las regula-ciones establecidas en leyes, convenios, actas de partes, etc., referidas ala forma de contratar laboralmente, de modificar dicho contrato, o derescindirlo. De no respetar dichas normas, el contrato está sometido amultas contingentes, con una elevada probabilidad de ocurrencia en al-gunos casos. En esta sección se discuten brevemente los aspectos másrelevantes de la normativa laboral y sus cambios en el período bajo aná-lisis, considerando los aspectos que pueden haber afectado la opción porun contrato formal o informal.12

Salarios mínimos e informalidad. En general se espera que un aumen-to de los salarios mínimos por sobre los niveles de equilibrio del mercadoprovoque diversos efectos, entre ellos el desplazamiento de trabajadores

236 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

COSTO LABORAL REAL: SALARIO MÍNIMO Y MEDIOBase 1991=100

50

100

150

200

250

300

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 199880

90

100

110

120

130

140

Salario Mínimo Prom.EconomíaSalario mínimo Prom. economía

más jóvenes, de 18 a 24 años, el porcentaje es de 6,3% entre los forma-les y de 21% entre los informales. Esa brecha cae en las edades centra-les (25 a 49 años, 7% respecto de 16%) y en la población de 50 a 65 años(9,4% frente a 14,1%). A partir de los 65 años todos los asalariados queaparecen en la muestra con una remuneración inferior al salario mínimoson informales, y constituyen además una elevada proporción del totalde asalariados en ese tramo de edad (31,2%). En suma, salvo para losgrupos etáreos extremos (los muy jóvenes y los que superan la edad dejubilación), el salario mínimo constituye –al menos en el área de GBA–una señal que marca un piso de remuneración tanto para los contratos for-males como para buena parte de los contratos laborales informales.

Salarios relativos formales e informales. Si bien tanto los ingresos delos trabajadores formales como de los informales cayeron pronunciada-mente en términos reales durante la recesión de 1988-1989, los prime-ros se recuperaron moderadamente ya en el año 1990, a diferencia de losingresos informales que recién muestran un vigoroso incremento a partirde 1991.

Los ingresos de ambos grupos crecieron hasta 1993 inclusive, paradeclinar a partir de 1994. El promedio anual de los ingresos reales paralos informales cayó 30% entre 1993 y 1999, mientras que en el caso delos formales hubo un ciclo descendente con mínimo en 1996 y máximoen 1998. Para los formales, el nivel promedio del último año de la déca-

INFORMALIDAD LABORAL 239

El aumento del CLRSM en la primera mitad de los ochenta, y su inci-dencia sobre el salario total, implican una presión creciente sobre elmercado laboral durante buena parte de la década, una caída pronun-ciada de su importancia a partir de 1989, y una recuperación desde1993 respecto de los ingreso medios formales (e informales). En losochenta, los aumentos de salarios mínimos están fuertemente correlacio-nados con los salarios básicos de convenio (en particular entre 1982 y1986), en razón de las políticas de aumentos generales de salarios, au-mentos de suma fija, y procesos de negociación colectiva que escondíanen los hechos un ajuste centralizado de los salarios, con escasa varian-cia intersectorial. Dicha correlación se perdió en el período de muy altainflación, en que el salario mínimo se ajustó con rezagos (1989-1990), ytiende a mostrar una relación negativa a partir de mediados de los no-venta, con la deflación salarial. Esta evolución resulta consistente puescon una mayor demanda de empleo informal en buena parte de losochenta, y en la segunda mitad de los noventa.

El análisis de sección cruzada arroja asimismo información sobre enqué medida el salario mínimo resulta una restricción sólo para el sectorformal, o es también una guía para la fijación de salarios en el sector in-formal de la economía. En el área de GBA –con datos de octubre de1999– para los asalariados que trabajan al menos cuarenta horas sema-nales el porcentaje de los que reciben menos del salario mínimo ($ 200por mes), es en general mayor para los “informales” que para los “forma-les”, aun cuando las diferencias varían por grupos de edad. Entre los

238 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

RELACIÓN SALARIO MÍNIMO/SALARIO MEDIO DE LA ECONOMÍA

0,10

0,15

0,20

0,25

0,30

0,35

0,40

80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99EVOLUCIÓN DEL SALARIO FORMAL E INFORMAL

Base 1991=100

60

70

80

90

100

110

120

130

140

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Salario Formal Salario InformaSalario formal Salario informal

En suma, partiendo de mediados de los años ochenta (o de cualquierotro momento de esa década), el costo laboral real de los contratos infor-males creció menos que el costo de los contratos formales, a pesar de lafuerte reducción operada en los impuestos al trabajo, y de las reformaslaborales introducidas en la segunda mitad de los noventa. Si la compa-ración se realiza entre 1987 y 1999, el costo relativo de contratar formal-mente creció casi 11%. Desde 1995 a la fecha el precio relativo del con-trato formal creció aún más (13%), ya que la flexibilidad salarial de losinformales más que compensó los cambios institucionales y la variaciónsalarial en el mercado formal.13

Convertibilidad, nominalidad e instituciones laborales. La estabiliza-ción de la economía, a partir de 1991, redujo la flexibilidad de los sala-rios reales (y de los costos laborales) al ciclo económico14 al perderse losrezagos (precios/salarios) como mecanismo de ajuste. En el caso de loscontratos formales, el ajuste a shocks se centró en limitar el tiempo detrabajo (reducción de horas extraordinarias, suspensiones y reducciónde jornada) o directamente en ajustes sobre el nivel de empleo (despidos).Los ajustes de tasas de salarios, si bien no se encontraban expresamenteprohibidos por la legislación, encontraban una fuerte resistencia a suaceptación por parte de la justicia, basada en diversas normas (ley decontrato de trabajo, ley de salario mínimo y convenios colectivos), y en lapráctica corriente de un ajuste asimétrico (sólo al alza) de los salariosnominales. Obsérvese que toda la legislación laboral vigente a comienzos

INFORMALIDAD LABORAL 241

da no difiere significativamente del promedio para 1993-1994. Como re-sultado de las diferencias de amplitud de ambos ciclos salariales, y delas tendencias diferentes en la segunda mitad de los noventa, el salariorelativo entre informales y formales cayó en forma pronunciada durantebuena parte de la década pasada: alrededor de 27% entre el pico del ci-clo salarial en 1993, y el valle del año 1999.

Aparecen diferencias en los ciclos de salarios relativos cuando se con-trola por niveles de capital humano. En el caso de trabajadores con ins-trucción primaria (hasta 7 años de escolaridad), se verifica una suerte deU, con mínimos en 1988 y en 1998-1999, y un máximo absoluto en 1992.En el caso de trabajadores con mayor nivel de estudios (secundario o su-perior), la distribución es bimodal: se verifican máximos en 1992-1993 ynuevamente en 1996, cayendo en 1998-1999 a niveles similares al míni-mo precedente en 1988-1989. Estos datos parecen sugerir una mayorrespuesta al ciclo del salario relativo de los informales, cuanto mayor sunivel de escolaridad: dicho salario cae más rápidamente en las recesiones,pero también se eleva más rápidamente en el auge. Para los menos califi-cados en cambio, la tendencia declinante del salario relativo predominadesde mediados de los noventa por sobre los cambios durante el ciclo.

Considerando la información para el agregado, una declinación delsalario relativo de los informales tal como la observada desde 1993 pue-de ser la consecuencia de una expansión relativa de la oferta laboral, ouna contracción de la demanda de informales. En los hechos se observatanto una caída del salario relativo informal, como un aumento en el nú-mero de ocupados bajo tales formas de contratación, de lo que se infiereque deben haberse registrado desplazamientos de mayor magnitud por ellado de la oferta, o bien la demanda por informales es muy elástica y pe-queños desplazamientos de la oferta dan lugar a importantes cambios enel nivel de empleo de equilibrio.

Ahora bien, la evolución del precio del trabajo es la resultante tantode cambios en los salarios como de los cambios en el costo formal decontratación (contribuciones y aportes). El costo laboral relativo de for-males e informales es, por lo tanto, la variable a considerar a efectos deevaluar el impacto sobre la demanda de cambios en el salario relativo.Con la evolución de los salarios relativos antes apuntada, y la de las car-gas laborales ajustadas por inflación, resulta que el precio relativo deltrabajo informal declinó a fines de los ochenta, se recuperó fuertementeen los primeros dos años de convertibilidad, y cayó en forma tendenciala partir de 1993. Prescindiendo de las fuertes oscilaciones a lo largo delciclo, el costo laboral de los contratos informales prácticamente no varióentre 1987 (el pico del ciclo en la década del ochenta) y 1991 (año de ini-cio de la convertibilidad), ya que se elevó 2,2%. Los contratos formales encambio tuvieron un incremento en su costo del 10% en el mismo perío-do. En los años noventa, el costo de los contratos informales describióun ciclo de mayor amplitud, pero al cabo de toda la década el nivel me-dio del año 1999 creció algo menos de 36% para estos contratos, frente acasi 39% para los formales.

240 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

COSTOS LABORALES Y SALARIOSRELACIONES INFORMALES/FORMALES

80

85

90

95

100

105

110

115

120

125

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Costo Laboral Salario RelativCosto laboral Salario relativo

lebrar contratos más flexibles aumentó, pues con deflación se requierenaumentos permanentes de productividad para que salarios nominalesestables no se transformen en costos reales crecientes. Este escenarioque favorece un aumento de la demanda por contratos informales semantiene en el primer semestre del año 2000.

4. MULTAS Y PENALIDADES

Los costos derivados de un contrato informal no son nulos para elempleador. En efecto, en caso de ser detectada la relación laboral no de-clarada, el empleador debe enfrentar costos monetarios por los aportesno realizados, así como por diversas penalidades adicionales, y eventual-mente puede ser condenado a prisión (por el delito de haber retenido yno haber depositado parte de la remuneración del trabajador).

Hasta el año 1990, el delito de evasión previsional estaba estipuladoen la ley 17.250 que establecía prisión de un mes a seis años para quienno depositare los aportes retenidos al personal que presta servicios enrelación de dependencia. En ese año la ley 23.771 elevó las penas míni-mas e incluyó el concepto de subdeclaración al establecer prisión de “dosa seis años al que mediante declaraciones juradas engañosas o falsas,registraciones contables o balances inexactos, presentación de liquida-ciones que no corresponda a la totalidad del personal que presta servi-cios en relación de dependencia o que no revelen el verdadero monto delas remuneraciones que efectivamente se pagan o mediante cualquierotro ardid o engaño, evadiere total o parcialmente el pago de los aporteso contribuciones a que estuviera obligado con los organismos nacionalesde seguridad social”, siempre que el monto mensual evadido excedieralos A 2 millones de australes (alrededor de $ 225 mil de 1999), o más del40% de sus obligaciones si este porcentaje superara la suma de A500.000 (alrededor de unos $ 55 mil).

A partir de 1996 se modificó el régimen penal tributario, tipificándoselos siguientes delitos:

• Evasión simple. Prisión de 2 a 6 años para el que mediante declara-ciones engañosas, ocultaciones maliciosas o cualquier otro ardid oengaño, sea por acción o por omisión, evadiera parcial o totalmente alfisco nacional el pago de aportes y contribuciones o ambos conjunta-mente, correspondientes al sistema de la seguridad social, siempreque el monto evadido excediera de $ 20 mil por cada período.

• Evasión agravada. Prisión de 3 años y 6 meses a 9 años cuando elmonto evadido supere los $ 100.000 por cada período o si hubierenintervenido persona o personas interpuestas para ocultar la identidaddel verdadero sujeto obligado y el monto evadido superare los $40.000.

• Apropiación indebida de recursos de la seguridad social. Prisión de 2años y seis meses a 6 años al agente de retención de aportes del sis-

INFORMALIDAD LABORAL 243

de los noventa se dictó en la segunda mitad del siglo, un período carac-terizado por muy alta inflación, y episodios muy cortos de estabilidad (fi-nes de los sesenta, año 1974), o de deflación (comienzos de los cincuen-ta). Por otra parte, cuando a partir de la crisis de 1995 (tequila) seplantearon legalmente reducciones de salarios por diversas vías (inclu-yendo pagos de beneficios, etc.), la posibilidad del empleado de declarar-se despedido sin causa frente a la baja nominal del salario, implicaba enlos hechos una decisión que –a la larga– derivaba en el despido. Frente ala alternativa de conflictos generalizados, y costos de ruptura elevados,la mayoría de las firmas optaba por un ajuste más limitado sobre la do-tación de personal, en lugar de proponer recortes generales sobre los ni-veles de salarios.

En un contexto de nominalidad salarial, que se sumaba a la rigidezcambiaria (es decir de los precios), los contratos laborales cortos introdu-cidos en forma generalizada en 1996 y hasta 1998, así como los contra-tos informales, ofrecían una alternativa de mayor flexibilidad para rene-gociar salarios frente a shocks inesperados (cada vez que vencía elcontrato corto, o cuando cambiaran las condiciones de contorno en el ca-so de contratos informales), en lugar de centrar el ajuste exclusivamenteen el nivel de empleo o en la intensidad laboral (horas por obrero). Porotra parte, ambas formas contractuales15 establecían reglas más flexiblesen materia de polivalencia funcional (es decir, posibilidad de adecuarcargos y funciones), respecto de las normas convencionales.

Debe observarse asimismo que buena parte de los acuerdos colectivosen la década de 1990 fueron realizados a través de acuerdos de partes,que no siempre resultaban consistentes con la legislación general (losconvenios de actividad), que establecían condiciones diferentes. Estosacuerdos prevalecen en la legislación argentina por sobre lo que puedanacordar las partes, y por lo tanto aun las empresas que firmaban acuer-dos colectivos (en tanto tuvieran aspectos contradictorios con el conveniogeneral), podían enfrentar una demanda por incumplimiento de la nor-mativa laboral. La política oficial durante prácticamente toda la décadafue la de aceptar una “negociación de hecho” directa entre las partes, auncuando ello eventualmente resultara inconsistente con las normas del de-recho colectivo vigente. Sólo hacia el segundo trimestre del año 2000 sesancionó una norma legal (ley 25.250) que facilita –en principio– la nego-ciación a nivel de firmas. Hasta fines de los noventa, pues, el régimenmacroeconómico combinado con la normativa laboral, generaba una ma-yor demanda por contratos cortos, o por contratos directamente informa-les. Otros cambios normativos –como la introducción de una nueva legis-lación sobre riesgos del trabajo– pueden haber generado efectosambiguos. En el caso de la legislación sobre ARTs, por una parte favore-ció una reducción de la informalidad, al reducir los costos del seguro y dela litigiosidad. Por otra parte, al elevar los costos financieros en el cortoplazo, puede haber desalentado la formalidad en algunas empresas.

En el contexto de la segunda mitad de los noventa, en que los preciosal consumidor mantienen una tendencia declinante, el incentivo por ce-

242 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

5. PRESIÓN FISCAL E INFORMALIDAD

La recaudación de impuestos legislados –es decir, excluyendo el im-puesto inflacionario– osciló fuertemente durante los años de muy alta in-flación en la Argentina, creciendo a niveles permanentemente más altosa partir de la estabilización en 1991. Como promedio para la última dé-cada, la presión fiscal –proporción de impuestos legislados recaudadosen relación con el producto, a precios corrientes– se elevó desde un pro-medio en torno a 16% en los ochenta, a poco más 20% en los noventa.Desde el punto de vista de quien opera en la economía negra, la sustitu-ción del impuesto inflacionario por impuestos explícitos representó –todolo demás constante– un aumento en sus márgenes (una mejora en sucompetitividad), ya que no sólo se aumentaron los gravámenes que setributan en la economía formal, sino que se redujo un gravamen queopera across the board (el impuesto inflacionario).16 El aumento de lapresión fiscal observada no implica, sin embargo, un aumento de la eco-nomía negra. La proporción de impuestos percibidos, en relación con elproducto, puede estar creciendo tanto por un aumento de la alícuotapromedio (lo que incentivaría una mayor evasión), como por un aumentoen la tasa de cumplimiento tributario dadas las alícuotas (lo que implica-ría menor evasión).

En ausencia de una serie consistente sobre el período analizado quecubra todos los cambios tributarios (en impuestos, alícuotas, exenciones,tasas diferenciales, subsidios, etc.), los cambios de presión fiscal se in-terpretan aquí como cambios en la tasa impositiva promedio de los im-puestos legislados. Si bien el aumento de la presión fiscal en los noventapodría haber tenido lugar sin un crecimiento proporcional de la evasión,la interpretación de dicha presión como tasa promedio es consistente conla sustitución de una fuente importante de recursos no legislados (im-puesto inflacionario) por impuestos explícitos que experimentaron un in-cremento en sus alícuotas. Tal es en efecto el caso del IVA, del impuestoa las Ganancias, y –hasta mediados de la década– de los impuestos parafinanciar la seguridad social.

En el mercado de trabajo, parte del efecto del aumento en la presiónfiscal está captado en la información sobre impuestos y otras cargas la-borales (es decir, en el tax wedge). Sin embargo, el aumento de la pre-sión fiscal en general (es decir, más allá de los impuestos sobre la segu-ridad social) también puede tener impacto sobre la informalidad laboral,a través del incentivo que genera a ingresar en la economía negra. Enefecto, en la medida en que la evasión no tiene lugar sobre un único im-puesto, o sobre una porción del proceso productivo, sino que exige ocul-tar operaciones a lo largo de todo el proceso, un aumento de la presióntributaria que aumenta la evasión en IVA o Ganancias también aumentael incentivo a evadir las cargas sobre la seguridad social.

Aun es posible que un aumento de las alícuotas sobre otros tributos,simultánea con una reducción de las alícuotas sobre la seguridad social–que es lo que caracteriza la década del noventa–, aumente la evasión de

INFORMALIDAD LABORAL 245

tema de seguridad social nacional que no depositare, total o parcial-mente los importes retenidos, siempre que el monto no ingresado su-peráse la suma de $ 5.000 por cada período.

En lo que se refiere a las actualizaciones e intereses por evasión decargas previsionales, hasta la sanción de la ley de convertibilidad lasdeudas de la seguridad social se actualizaban mediante el índice de pre-cios al por mayor. Desde julio de 1992, se estableció como interés resar-citorio una tasa efectiva mensual igual a la fijada por el BCRA (Comuni-cado 14.290) con más un 1% mensual. Se fijó como interés punitorio elequivalente al establecido para intereses resarcitorios incrementado enun 1%. Para las deudas anteriores al 1º de abril de 1991, se estableciócomo interés resarcitorio el 8% anual y como interés punitorio el 12%anual desde la fecha de vencimiento de la obligación y el 31 de marzo de1991. Desde el 1º de abril de 1993, se fijó en 3% mensual el interés re-sarcitorio y en 4,5% mensual la tasa de intereses punitorios. El cambioen los intereses resarcitorios y punitorios en 1993, elevó en casi 50% loscostos de ser detectado, dado que la tasa promedio para 1992 fijada porel BCRA se ubicaba en 1,2% con lo cual el interés resarcitorio llegaba a2,2% y a 3,1% para los punitorios, frente a 3% y 4,5% respectivamenteque se fijaron a partir de 1993.

En 1991, la ley 24.013 (Ley de Empleo) introdujo el pago de una in-demnización al trabajador no registrado equivalente a una cuarta partede las remuneraciones devengadas desde el comienzo de la relación labo-ral, establaciéndose que en ningún caso tal indemnización puede ser in-ferior a tres veces el importe mensual del salario, base que se computapara el cálculo de las indemnizaciones por despido, es decir unas tres ve-ces el promedio de las remuneraciones básicas de convenio. Esta indem-nización por lo tanto tiene un piso del orden de $ 1.300 para la mayoríade los trabajadores en relación de dependencia. Por su parte, la ley25.212 de noviembre de 1999, establece como falta “muy grave” la noinscripción de un trabajador en los libros de registro de los trabajadores,estableciéndose una multa de $ 1.000 y $ 5.000 por trabajador afectado.

En suma, las penalidades motivadas por la no registración laboral, laevasión previsional y la subdeclaración de remuneraciones, se elevaronen forma considerable en la década del noventa. La tendencia a elevarlos costos de la informalidad fue claramente creciente: en 1990 se eleva-ron las penalidades mínimas; en 1991 la ley de empleo introdujo un in-centivo al trabajador para denunciar el contrato informal, a través deuna indemnización por el período no registrado; desde 1993 se incre-mentaron en casi 50% los intereses punitorios y resarcitorios; en 1996 laley penal tributaria elevó nuevamente las penalidades (mayores penalida-des para cada monto evadido) y disminuyó los montos de evasión quedeterminan la prisión. Finalmente en 1999 el Pacto Federal del Trabajointrodujo multas adicionales por la no registración del empleo.

244 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

i. Pensiones. El régimen de reparto vigente hasta 1994 fue sustituidoen julio de ese año por uno mixto, que permite la opción de mantenerseen el sistema público (reparto puro) o elegir por un sistema que contieneun pilar de reparto público y otro de capitalización privado. Las presta-ciones del nuevo régimen son las siguientes:

A. Prestaciones de reparto para todos los aportantes:a) Prestación Básica Universal (PBU), suma fija para todos los jubila-

dos a cargo del sistema público.b) Prestación Compensatoria (PC): monto proporcional a los aportes

realizados en el viejo sistema.B. Prestación de reparto para los que permanecen en el sistema público:

PAP (Prestación Adicional por Permanencia), monto que es proporcio-nal al tiempo aportado en el sistema estatal en el nuevo régimen.

C. Prestación de capitalización para quienes optan por esta alternativa:HC (Haber de Capitalización), monto que se obtiene de acuerdo alfondo acumulado en una Administradora de Fondos (AFJP).

INFORMALIDAD LABORAL 247

las cargas a la seguridad social,17 sin aumentar la evasión en los restan-tes tributos. Éste en particular sería el caso si el costo-beneficio de la in-formalidad laboral fuera positivo aun para empresas “formales” desde elpunto de vista de otros tributos, si la evasión en tributos previsionalesresulta más fácil de implementar (y con menor probabilidad de detec-ción). Por otro lado, si determinadas actividades sólo pueden subsistircon un nivel de evasión total constante, una reducción de la evasión enciertos tributos obliga a incrementar la evasión en otros.18

6. COSTOS Y BENEFICIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Durante las últimas dos décadas se modificaron las alícuotas y los di-versos conceptos por los que el trabajador (o su empleador) tributan“cargas laborales”. Hubo asimismo cambios en los niveles de beneficios,en las condiciones requeridas para acceder a un beneficio, y aún cam-bios de régimen general, como en los casos del sistema de pensiones y enel de accidentes laborales. Tales cambios, así como las modificaciones enotras instituciones laborales (compensaciones por despido, etc.), puedenhaber alterado los incentivos para incorporarse, permanecer, o eventual-mente salir del sistema formal de seguridad social. El propósito de esteacápite es el de evaluar los principales cambios observados en el benefi-cio neto para el trabajador de ser formal.

Las cargas laborales son –al menos en parte– primas de seguro que eltrabajador, en forma voluntaria o compulsiva, está obligado a suscribirpara cubrir diversos eventos (enfermedades, accidentes, etc.). En parteconstituyen también ahorro forzoso del trabajador para su etapa pasiva.Alguna cargas implican transferencias de ingresos entre los asalariados,negativas para algunos grupos de trabajadores (solteros o solos, en el ca-so de asignaciones familiares), y positivas para otros. El valor presentede los pagos que los trabajadores realizan como cargas laborales puedediferir significativamente entre los individuos por muy diversas razones,que hacen tanto a características de los individuos (su preferencia tem-poral, o tasa de descuento), como a las características del sistema. Eneste último caso, cambios en los niveles de beneficio por grupos demo-gráficos o socioeconómicos, en las contribuciones para financiar el siste-ma, y cambios en las condiciones de acceso a los beneficios, son respon-sables de percepciones bien diferentes por parte de los individuos, acercade los beneficios netos de ser un trabajador formal. Asumiendo que losindividuos valoran de la misma forma el futuro, es decir prescindiendode consideraciones referidas a la tasa de descuento que utilizan los dis-tintos grupos, todavía pueden analizarse cambios en los incentivos a laformalidad a partir de las modificaciones normativas ocurridas en las úl-timas dos décadas, que alteraron los parámetros básicos de los diversossubsistemas de la seguridad social: pensiones, asignaciones familiares,prestaciones por desempleo, seguro social para pasivos (PAMI) y para ac-tivos (obra social).

246 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 1VALOR ACTUAL DE LOS APORTES Y BENEFICIOS AL SIJYP(*)

Promedio del país y Gran Buenos Aires

Reducción promedio del país

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 9.358,25 6.653,80 9.358,25 5.344,24

8.734 11.765,77 6.653,80 11.765,77 5.344,24

13.407 18.061,04 6.653,80 18.061,04 5.344,24

Tasa de aporte en Gran Buenos Aires

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 11.716,50 6.653,80 11.716,50 5.344,24

8.734 14.730,66 6.653,80 14.730,66 5.344,24

13.407 22.612,28 6.653,80 22.612,28 5.344,24

(*) Se considera sólo el beneficio de la PBU. La tasa de descuento es el 4%. Al valorde la PBU se le descontó la contribución que los pasivos realizan al PAMI. Los sa-larios considerados corresponden al promedio de cada nivel educativo máximo al-canzado.Fuente: Fiel.

puesto es mayor en el caso de individuos solteros, o que no dejan pensio-nados a su muerte. La magnitud del impuesto es de aproximadamenteun año de remuneración para individuos solteros (mayor cuanto máselevado el nivel de remuneración), y ligeramente inferior para individuoscasados. El impuesto es menor en las regiones del país con mayor reduc-ción de aportes patronales, pero en promedio sigue siendo positivo, y al-go mayor a medio año de remuneración, para cualquier grupo de asala-riados.

Si bien el sistema de pensiones –en su porción de reparto de largoplazo– introduce por lo tanto un impuesto para cualquier asalariado, esasituación tuvo algunos cambios a lo largo del tiempo. Durante la décadade 1980 las contribuciones tuvieron una tendencia creciente, al mismotiempo que –tal como se ve en el gráfico– la jubilación mínima como por-centaje de la remuneración media cayó. En otros términos, el nivel deimpuesto neto creció notoriamente en esa década, y hasta el cambio delsistema de pensiones en 1994. Durante todo ese período se incrementópues el incentivo a la informalidad. A partir de 1994 el aumento de laPBU, junto con la reducción de las contribuciones patronales, redujo elimpuesto neto del sistema previsional (por la porción que corresponde alpago de la prestación básica, o PBU). Desde entonces pues, se observauna reducción del premio a la informalidad, producto del sistema de re-parto, aún cuando tal como se señala en el primer cuadro, ese premioaun continúa siendo positivo, y elevado.

ii. Asignaciones familiares. Hasta el año 1996 el régimen establecíapagos por diferentes conceptos, de suma fija e idénticos para todos lostrabajadores con derecho a la percepción del mismo. A partir de esa fe-cha se simplificó el sistema, reduciendo el número de conceptos por losque se percibe un beneficio,19 y se establecieron pagos diferenciados pornivel de ingreso para el concepto de hijo e hijo discapacitado. El viejo ré-gimen introducía mayores incentivos a la formalidad para los individuoscon cargas de familia de menores ingresos, ya que al abonar montos fijospara todos los trabajadores, éstos representaban una proporción mayorpara los asalariados de menores ingresos. El nuevo régimen reforzó talesincentivos para trabajadores de bajos ingresos con carga de familia, yaque los montos percibidos son más elevados cuanto menor el nivel de in-greso. Por la misma razón, el régimen genera incentivos a la informalidadpara los individuos sin cargas de familia, y para los trabajadores en rela-ción de dependencia cuyos cónyuges ya perciben el beneficio (ya que éstees recibido por sólo uno de ellos). El cuadro siguiente muestra para dis-tintos niveles de ingreso, el valor actual de las contribuciones patronalesrealizadas al sistema de asignaciones familiares y el de los beneficiospercibidos a lo largo de la vida activa de un individuo. Se supuso una fa-milia tipo (matrimonio con dos hijos), tomando el período que va desdelos veinticinco años hasta el momento del retiro.

El nivel de impuesto es del orden de dos tercios del salario de un añopara trabajadores solteros con reducción de aportes promedio, y algo

INFORMALIDAD LABORAL 249

El régimen de pensiones establecido, al relacionar las contribucionesque se realizan con los beneficios por recibir, introduce incentivos a laformalidad respecto del viejo régimen en que se registraba una clara des-vinculación entre unos y otros. En el nuevo régimen, los individuos pue-den “apropiarse” de una parte de sus contribuciones individuales, la quecorresponde a los fondos que debe administrar una AFJP privada. Sinembargo, todavía queda un margen de contribución que puede ser consi-derada como “impuesto”, ya que el aporte patronal, que para el promediodel país se ubica a mediados del año 2000 en 7,4% y para la región delGran Buenos Aires en el 9,3%, supera el nivel necesario para financiar laPBU en el largo plazo. Aun cuando tales niveles de aporte no bastan paraequilibrar el sistema público de reparto actual (que debe proveer a lasprestaciones del viejo sistema, y a las del nuevo en la forma de PBU, PC,PAP y pensiones), desde el punto de vista del individuo que aporta en elsistema formal, la contribución en valor presente supera el beneficio es-perado del sistema. Se trata de un impuesto neto, a lo largo del ciclo devida, que compensa al menos en parte el hecho de haber establecido de-rechos de propiedad sobre una porción de la contribución que realiza.

En efecto y tal como se desprende del cuadro 1, para un individuoque ingresa al mercado de trabajo –cualquiera sea su nivel de ingreso– elvalor presente del aporte que realiza a lo largo de su carrera laboral, essuperior al monto de la PBU que obtiene durante su etapa pasiva. El im-

248 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

JUBILACIÓN MÍNIMA COMO PORCENTAJEDEL SALARIO PROMEDIO

Nota: A partir de 1994, se tomo el valor de la PBU.

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

40,0%

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998

Esos porcentajes crecieron hasta poco más de 16% y 8% respectivamen-te a mediados de los noventa. Con la reforma de 1996 se registró una re-ducción del peso de las asignaciones en el ingreso, en especial para lossalarios más elevados. En esa perspectiva, los cambios en el régimen fa-vorecieron una mayor formalidad desde 1990 hasta 1996, momento apartir del cual la reducción del beneficio neto por este concepto elevó elpremio promedio a la informalidad.

iii. PAMI. No han existido cambios en los parámetros principales delsistema, por lo que los incentivos no han variado en el tiempo (exceptopor la dimensión de la prestaciones realizadas, que no se consideraaquí). Puede observarse en el cuadro adjunto que el valor actual de lascontribuciones realizadas a lo largo de la vida activa del individuo sonsuperiores a los beneficios recibidos durante la etapa de retiro. Nueva-mente, el impuesto neto, es superior para el individuo sin cargas de fa-milia al momento del retiro. En general, un sistema de capitalización deaportes permitiría obtener prestaciones similares a un costo menor, omayores prestaciones al nivel actual de contribuciones.

Sin embargo se observa que el nivel de impuesto es menor al que pre-sentan otros programas de la seguridad social. En el caso de trabajado-res solteros no supera medio año de remuneración (excepto para la po-blación de mayores ingresos), mientras que para los casados es algoinferior.

INFORMALIDAD LABORAL 251

mayor para solteros en el área de Gran Buenos Aires. En el caso de tra-bajadores casados en cambio el beneficio es positivo, y para la situaciónpromedio del país, y trabajadores con menor nivel de instrucción, supe-ra ligeramente el equivalente a un año de remuneración. Obsérvese sinembargo que para aquellos trabajadores casados que subdeclaran ingre-sos (y por lo tanto realizan sus contribuciones sólo sobre una porción desu ingreso total), también existe un beneficio del sistema. De allí que elsistema induce también un comportamiento oportunístico, a través de lasubdeclaración de los ingresos laborales a efectos de apropiarse del sub-sidio fiscal (diferencia entre contribuciones y prestaciones). Parte de di-cho subsidio puede también transferirse al empleador (en la medida enque el salario neto se vea afectado por la existencia del subsidio).

En una perspectiva más larga, las asignaciones familiares fueron in-crementando su participación en el ingreso medio en la primera mitad delos noventa. Hacia fines de la década anterior su participación había caí-do en torno del 8% del salario para el personal con estudios primarios, ya menos del 4% del ingreso, para el personal con educación terciaria.

250 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 2VALOR ACTUAL DE LAS CONTRIBUCIONES Y BENEFICIOS DEL RÉGIMEN

DE ASIGNACIONES FAMILIARES*Promedio del país y Gran Buenos Aires

Reducción promedio del país

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 4.838,02 12.631,41 4.838,02 0,00

8.734 6.082,66 12.631,41 6.082,66 0,00

13.407 9.337,19 9.258,99 9.337,19 0,00

Tasa de aporte en Gran Buenos Aires

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 6.057,17 12.631,41 6.057,17 0,00

8.734 7.615,45 12.631,41 7.615,45 0,00

13.407 11.690,09 9.258,99 9.337,19 0,00

(*) La tasa de descuento utilizada es del 4%. Los salarios considerados correspon-den al promedio de cada nivel educativo máximo alcanzado.Fuente: Fiel.

PROPORCIÓN DE LOS PAGOS POR ASIGNACIONESFAMILIARES EN EL SALARIO MEDIO

0%

2%

4%

6%

8%

10%

12%

14%

16%

18%

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Primario Secundario Terc.o Univ.Primario Secundario Terc. o Univ.

INFORMALIDAD LABORAL 253

iv. Seguro por desempleo. Comenzó a operar en 1991, si bien anterior-mente existían versiones acotadas del mismo.20 El seguro/subsidio in-centiva la formalidad en el empleo, ya que tomando en consideración unindividuo “promedio”, con períodos de ocupación y desempleo medios, ycontrolando por su nivel de educación, el valor actual de los beneficiossupera el de las contribuciones.

Obsérvese que para un individuo que estudia y explota el sistema,percibe varias veces a lo largo de su vida laboral el seguro (un año de ca-da 5), por lo que el beneficio neto de estar en el sistema puede significarhasta 1,2 años de remuneración. Dicho beneficio neto disminuye con losingresos formales, pero también “premia” (por la misma razón) la subde-claración de remuneraciones: cuanto más se subdeclara, menores lascontribuciones que se realizan, pero los montos a percibir no varían (ex-cepto por la probabilidad de quedar desempleado).

El beneficio neto así calculado sobrestima sin embargo la situacióndel promedio de los trabajadores, ya que en los hechos sólo se otorganalgo menos de 100 mil seguros por año, para una población objetivo deunos 3,7 millones de trabajadores. Para el promedio de los últimos cinco

252 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 3VALOR PRESENTE DE LAS CONTRIBUCIONES Y BENEFICIOS AL PAMI*

Promedio del País y Gran Buenos Aires

Reducción promedio país

Valor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 4.947,78 3.401,59 4.947,78 1.521,79

8.734 6.220,66 3.401,59 6.220,66 1.521,79

13.407 9.549,02 3.401,59 9.549,02 1.521,79

Tasa de aporte Gran Buenos Aires

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 5.242,56 3.401,59 5.242,56 1.521,79

8.734 6.591,27 3.401,59 6.591,27 1.521,79

13.407 10.117,92 3.401,59 10.117,92 1.521,79

* La tasa de descuento es del 4%. Los salarios considerados corresponden al pro-medio de cada nivel educativo máximo alcanzado.Fuente: Fiel.

CUADRO 4VALOR PRESENTE DE LAS CONTRIBUCIONES Y BENEFICIOS

DEL SEGURO POR DESEMPLEO*Promedio del país y Gran Buenos Aires

Reducción promedio del paísValor presente

Salario Contribuciones Beneficios

6.947 790,75 9.186,188.734 994,18 9.186,1813.407 1.526,11 9.186,18

Tasa de aporte en Gran Buenos AiresValor presente

Salario Contribuciones Beneficios

6.947 990,01 9.186,188.734 1.244,70 9.186,1813.407 1.910,68 9.186,18

* La tasa de descuento es del 4%. Los salarios considerados corresponden al pro-medio de cada nivel educativo máximo alcanzado.

CUADRO 4BISVALOR PRESENTE DE LAS CONTRIBUCIONES Y BENEFICIOS DEL SEGURO

POR DESEMPLEO, CORREGIDO POR TASA EFECTIVA DE USO*Promedio del país y Gran Buenos Aires

Reducción promedio del paísValor presente

Salario Contribuciones Beneficios

6.947 863,64 6.521,538.734 1.085,83 6.521,5313.407 1.666,80 6.521,53

Tasa de aporte en Gran Buenos AiresValor presente

Salario Contribuciones Beneficios

6.947 1.081,28 6.521,538.734 1.359,45 6.521,5313.407 2.086,82 6.521,53

* La tasa de descuento es del 4%. Los salarios considerados corresponden al pro-medio de cada nivel educativo máximo alcanzado.Fuente: Fiel.

sadas, en la medida en que los cónyuges ya tengan un trabajo formal enrelación de dependencia (pues entonces sólo uno percibe los beneficiosde asignaciones familiares y obra social).

Buena parte del beneficio sin embargo viene dado por el seguro de de-sempleo, bajo la hipótesis de que los individuos tienen la expectativa depercibirlo en forma reiterada. Ello requiere dos calificaciones. En primerlugar, parte de la población asalariada (empleados públicos y trabajado-res de la construcción) no califica para el seguro. En el caso de los traba-jadores de la construcción la situación es aún peor: se pagan las contri-buciones, pero el individuo no recibe prestación (pues la que proviene delFondo de Desempleo de la industria tiene sus propias contribuciones).De tal modo el cuadro de beneficios netos ilustra la situación de alrede-dor del 70% de los asalariados, mientras que para el 30% restante el be-neficio neto es inferior. En segundo lugar, si se corrige el beneficio teóri-co del seguro de desempleo por el valor observado, el impuesto neto totalde la seguridad social crece para todos los grupos. De hecho sólo existe

INFORMALIDAD LABORAL 255

años por lo tanto, ello implica un uso bastante menor al que se suponeen el cuadro anterior. Si bien entonces el cuadro representa el beneficiopotencial de estar en el sistema (“ser formal”) para un trabajador de lacalificación correspondiente, en los hechos el beneficio bruto promedioobservado es inferior al calculado. Puede estimarse que en general untrabajador sólo hace uso un año de cada ocho el seguro de desempleo.En este caso, el beneficio neto del sistema (beneficios menos contribucio-nes) es todavía positivo para todos los niveles de ingreso, aun cuandodisminuye significativamente a un máximo de diez meses de remunera-ción (trabajadores con menor nivel de escolaridad e ingresos).

v. Obra Social. A partir del año 1997 los trabajadores pueden elegir laobra social sindical a la cual dirigir su aporte, con algunas restricciones.Esto produjo en una mejora desde el punto de vista de aquellos trabaja-dores que pudieron transferirse a una obra social con mejores prestacio-nes, con lo cual el principio de libre elección –aun restringido al univer-so de obras sociales sindicales– aumentó los incentivos a la formalidad.Cabe señalar sin embargo que el beneficio de obra social no representaun incentivo a la formalidad en los casos en que uno de los cónyuges yatrabaje en relación de dependencia, ya que la prestación que se recibe esla misma independientemente del aporte. Resulta difícil evaluar el valorque un individuo puede asignar a estas prestaciones a lo largo de la vida,por lo que no se realizan aquí cómputos del beneficio neto de ser formalo no, desde el punto de vista de la obra social.

vi. Resumen. Tomando todos los beneficios mensurados, se muestra acontinuación un resumen del valor actual de la diferencia entre las con-tribuciones necesarias y los beneficios a que se puede acceder por losconceptos de la seguridad social. Como se puede ver tomando la tasa deaporte promedio del país, para los individuos con cargas de familia demenores ingresos, los beneficios superan a las contribuciones realizadas.En el caso de los individuos solteros, los aportes a la seguridad socialconstituyen claramente un impuesto.

En la región del Gran Buenos Aires, para los individuos con cargas defamilia con menores ingresos, la seguridad social determina un beneficioneto algo superior a un año de remuneración. Para un trabajador casadocon ingreso promedio de nivel secundario en cambio los pagos que deberealizar al sistema equivalen a los beneficios esperados. Para los trabaja-dores casados en niveles superiores de ingresos el sistema introduce unimpuesto promedio de poco menos de un año y medio de remuneración.Para los trabajadores solteros y solos, el nivel de impuesto que introducela seguridad social puede llegar en promedio en GBA a más de un año deremuneración para los individuos con baja escolaridad, o a 2,2 años deremuneración para un individuo de escolaridad terciaria. El impuesto esmenor para los trabajadores solteros en el interior del país, pero es posi-tivo para todo nivel de escolaridad. Finalmente, el sistema de seguridadsocial también genera mayores incentivos a evadir para las mujeres ca-

254 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CUADRO 5VALOR ACTUAL DE LOS BENEFICIOS Y CONTRIBUCIONES

A LA SEGURIDAD SOCIAL*

(EXCLUYE OBRA SOCIAL)Promedio del país y Gran Buenos Aires

Tasa de aporte con reducción promedio

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 19.934,81 31.872,98 19.934,81 16.052,21

8.734 25.063,27 31.872,98 25.063,27 16.052,21

13.407 38.473,35 28.500,56 38.473,35 16.052,21

Tasa de aporte Gran Buenos Aires

Casado con dos hijos SolteroValor presente Valor presente

Salario Contribuciones Beneficios Contribuciones Beneficios

6.947 24.006,24 31.872,98 24.006,24 16.052,21

8.734 30.182,08 31.872,98 30.182,08 16.052,21

13.407 46.330,97 28.500,56 46.330,97 16.052,21

* La tasa de descuento es del 4%. Los salarios considerados corresponden al pro-medio de cada nivel educativo máximo alcanzado.Fuente: Fiel.

interpretarse como una decisión secuencial. En primer lugar, una elec-ción entre participar o no participar en el mercado laboral: cambia la ta-sa de actividad de ese grupo, cayendo si predomina el efecto sustitución,aumentando si predomina el efecto ingreso. En segundo lugar, dada laparticipación en el mercado de trabajo, el ingreso neto esperado podríaestar cayendo más rápidamente en el sector formal que en el informal(supuesto que la probabilidad de empleo cae más en el primer sector). Aunsi ello no ocurre, es decir, si las probabilidades de empleo caen propor-cionalmente para ambos tipos de contratos, en la medida en que el indi-viduo eleve su tasa de descuento temporal (valora más el presente, porejemplo porque requiere un mínimo de ingresos en cada momento deltiempo –predominan los efectos ingreso–, o porque considera temporarioel aumento en el desempleo), entonces puede incrementar su disposicióna ofrecerse como informal. Accediendo a un contrato laboral informal, sibien la tasa bruta de salarios es menor, la tasa neta puede resultar equi-valente, y eventualmente mayor si las diferencias de probabilidad de en-trada son altas. De alguna forma, al ingresar al mercado informal, elasalariado resigna ingresos futuros y el seguro asociado con diversoseventos (los que se aseguran con el pago de las cargas laborales en elsegmento formal), pero obtiene mayores ingresos presentes. En generalexiste alguna tasa de descuento (positiva y finita) que iguala ambos flu-jos de ingresos en cada momento del tiempo.

En la experiencia de la Argentina de las últimas dos décadas, la aso-ciación entre desempleo e informalidad asalariada –dadas las cargas la-borales– es elevada. Dicha asociación es mayor aún si se controla por di-ferencias en el precio relativo del trabajo formal e informal (es decir,incorporando tanto la brecha por cargas laborales, como los cambios ensalarios relativos), tal como se verá más adelante en el análisis economé-trico.

8. UN EJERCICIO ECONOMÉTRICO SIMPLE

Las principales variables susceptibles de medición que pueden cola-borar en explicar los cambios en la tasa de informalidad entre asalaria-dos en las últimas dos décadas son –a partir de lo más arriba expuesto–la proporción de producto informal, los costos laborales relativos de in-formales y formales, la tasa de desempleo, y la presión fiscal.

Con datos anuales para el período 1980-1999 las variables explicanalrededor del 85% de la variación en la tasa de informalidad asalariadaen el período. Obsérvese que dicha tasa tiene una tendencia pronuncia-da; de hecho el ajuste de tendencia explica 93% de la variación en esatasa. Sin embargo, las variables resultan en general con un nivel acepta-ble de significación, y con el signo esperado. Así, un aumento en la tasade desempleo incrementa la probabilidad de encontrar asalariados concontratos informales, probablemente como consecuencia de una expan-sión de la oferta de trabajadores en el segmento informal (es decir, por el

INFORMALIDAD LABORAL 257

un beneficio neto positivo para los casados con bajo nivel de educación,mientras que para cualquier grupo con nivel de educación más elevado,el impuesto trepa hasta alcanzar para solteros con educación terciariaun promedio de 2,5 años de remuneración equivalente.

7. DESEMPLEO E INFORMALIDAD

El aumento en la tasa de desempleo puede favorecer un aumento dela oferta de empleo en el sector informal. En la medida en que la tasa dedesempleo abierto sea una señal de la probabilidad de obtener empleo enel sector formal, una menor probabilidad de empleo reduce el salario deequilibrio (formal e informal). Si el precio de oferta ajusta inmediatamen-te en forma plena, el aumento del desempleo es transitorio. Sin embargo,en la medida en que los salarios de reserva caigan menos21 que los deequilibrio, y que exista una pronunciada brecha salarial entre los ingre-sos netos y la remuneración bruta, aumentarán los incentivos a ofrecer-se en el mercado informal a medida que se eleve el desempleo. El meca-nismo es desde un mayor desempleo, a una caída del salario (formal einformal) esperado. No necesariamente cae el salario formal w observa-do, en presencia de regulaciones que establezcan algún piso al salarionominal, pero dada una menor probabilidad p de obtener ese ingreso,cae el valor esperado E(w).

Si el salario de reserva de algún grupo poblacional cae menos que elsalario esperado de mercado, existen dos caminos posibles, que pueden

256 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

GBA. INFORMALIDAD TOTAL (AS+CP) YDESEMPLEO. PROMEDIO ANUAL

36%

38%

40%

42%

44%

46%

48%

50%

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 19980%

2%

4%

6%

8%

10%

12%

14%

16%

18%

20%

Informalidad Desempleo

salarios formales. No muy diferente es el efecto “informalizador” de unaumento de 1 punto en la tasa de crecimiento del PBI. El impacto es ma-yor de un aumento de un punto en la presión fiscal (excluyendo seguri-dad social),22 y de un incremento de 1 punto en la tasa de desempleoabierto.

9. CAMBIOS EN LOS DETERMINANTES DE LA INFORMALIDAD LABORAL

En el primer punto del presente capítulo se evaluaron los cambios enla economía blanca y negra que pueden haber inducido modificacionesen la relación entre empleo formal e informal en las últimas dos décadasen la Argentina. En puntos subsiguientes se exploraron cambios en losincentivos que operan a través del mercado laboral, que pueden contri-buir a explicar el crecimiento observado en la proporción de contratos in-formales. Si bien existe una vinculación directa entre economía negra yempleo informal, el eventual aumento de la economía no registrada enlas últimas dos décadas constituye un factor de segundo orden de im-portancia al lado de los importantes atractivos que se han presentado yque subsisten para escapar de la tributación y la regulación. Estos in-centivos a la contratación informal están sin embargo presentes tanto enla economía negra como en la economía blanca.

INFORMALIDAD LABORAL 259

predominio de efectos ingreso). Un incremento de los costos laborales so-bre los contratos formales también aumenta la informalidad, según loesperado. En este aspecto debe computarse el efecto combinado de varia-ciones en las alícuotas de las contribuciones a la seguridad social (y suincidencia bajo diferentes contextos macroeconómicos), junto con cam-bios en los salarios relativos de formales e informales. La flexibilidad sa-larial de los contratos informales contrasta en este sentido con salariosnominalmente bastante estables (sticky) en el sector formal, y favoreceen un ciclo recesivo un aumento relativo de la demanda de informales.Un incremento de la presión fiscal en impuestos legislados también ge-nera incentivos a la informalidad. La tasa de variación del PBI, unaproxy asociada quizás con una mayor elasticidad-producto de la econo-mía negra, también se relaciona positivamente con la informalidad.

Si se corrige la serie de presión fiscal eliminando la recaudación poringresos de la seguridad social (es decir, en este caso la variable es im-puestos recaudados, excepto por seguridad social, en relación con el PBI),los resultados cambian ligeramente, cayendo la significación de esta va-riable. El cuadro siguiente muestra tales resultados, abriendo asimismola variable “costo laboral relativo” en sus dos componentes, de tasas porun lado (alícuotas de la seguridad social), y salarios relativos por el otro.

Se observa que el efecto de un aumento de 1% en el salario relativo delos formales es equivalente (en términos de impacto sobre la tasa de in-formalidad) a un incremento de un punto en la tasa impositiva sobre los

258 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Dependent Variable: INFORASAL (porcentaje de asalariados informales)

Method: Least Squares

Sample (adjusted): 1981 1999

Included observations: 19 after adjusting endpoints

Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.

CONSTANTE -9.082379 7.043705 -1.289432 0.2181

DESEM 0.727133 0.148127 4.908867 0.0002

PFISCAL 0.516879 0.294631 1.754325 0.1012

CLFORM/CLINF 0.243376 0.076667 3.174442 0.0068

D(PBI)/PBI 0.276373 0.118726 2.327825 0.0354

R-squared 0.880676 Mean dependent va 29.12632

Adjusted R-squared 0.846583 S.D. dependent var 6.218775

S.E. of regression 2.435797 Akaike info criterion 4.839359

Sum squared resid 83.06349 Schwarz criterion 5.087896

Log likelihood -40.97391 F-statistic 25.83189

Durbin-Watson stat 1.464360 Prob(F-statistic) 0.000002

Dependent Variable: INFORASAL (porcentaje de asalariados informales)

Sample (adjusted): 1981 1999

Included observations: 19 after adjusting endpoints

Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.

CONSTANTE -17.66247 9.775588 -1.806793 0.0940

DESEM 0.709501 0.170394 4.163882 0.0011

PFISCALSINSS 0.502100 0.448232 1.120180 0.2829

SFORM/SINFORM 0.240600 0.080555 2.986775 0.0105

TASAANUAL 0.233067 0.107679 2.164460 0.0496

D(PBI)/PBI 0.288064 0.131737 2.186657 0.0477

R-squared 0.880252 Mean dependent var 29.12632

Adjusted R-squared 0.834195 S.D. dependent var 6.218775

S.E. of regression 2.532230 Akaike info criterion 4.948167

Sum squared resid 83.35843 Schwarz criterion 5.246411

Log likelihood -41.00758 F-statistic 19.11231

Durbin-Watson stat 1.494350 Prob(F-statistic) 0.000014

gislación laboral, en el contexto de la nominalidad que introdujo la leyde convertibilidad, que contribuyó al aumento de la tasa de desocu-pación. El aumento en el desempleo en los noventa, a través de efectosingreso negativos, aumentó significativamente la oferta de trabajado-res informales.

• La baja relación beneficio-costo de la seguridad social para los trabaja-dores mantuvo un fuerte incentivo a evadir. En efecto, el sistema deseguridad social introduce –aun hoy luego de una sustancial reduc-ción en las contribuciones patronales– un impuesto para todo asala-riado soltero o solo, y para aquellos casados con nivel intermedio osuperior de educación. Ello implica que amplias franjas de trabajado-res tienen claros incentivos a escapar del sistema formal para eludirese impuesto. Los beneficios del sistema de seguridad social sólo sonpositivos “socialmente” para la población de bajo nivel de instrucción–que probablemente descuenta el futuro a elevadas tasas, y por tantoevalúa negativamente el seguro social–, y son “privadamente” positi-vos para quienes evaden subdeclarando sus ingresos.

• Sin embargo, en la segunda mitad de los años noventa se introdujeronalgunas reformas que incentivan a la oferta a formalizarse. Entre ellasse destacan la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones que per-mite una mejor identificación y la apropiación de los aportes realizados,y la reforma de obras sociales que permite la elección del prestador.Otras reformas, como la de asignaciones familiares generó incentivos di-ferentes. Para los trabajadores de menores ingresos, el aumento de lasprestaciones incentiva la oferta en el mercado formal, en tanto que paralos trabajadores de mayores salarios incentiva una salida del sistema.

En suma en la década del ochenta el crecimiento de la informalidadestá asociado al incremento en las contribuciones patronales y en la pre-sión impositiva; no existieron estímulos, ni desde el lado de la oferta nidesde el lado de la demanda, para que la evasión declinara. Los cambiosmás importantes en materia de incentivos se introdujeron en la segundamitad de los noventa. Algunas de las reformas tendieron a desalentardesde ambos lados del mercado la menor contratación de empleo infor-mal. Sin embargo el aumento del desempleo combinado con la deflaciónforzó una reducción de los salarios nominales que operó más rápidamen-te en el segmento informal del mercado que en el formal.

Con la introducción de instituciones monetarias, previsionales, tribu-tarias y sobre el mercado laboral en general que permiten evaluar másclaramente para los asalariados y empresas el nivel de impuesto o de be-neficio que conlleva ser formal o informal, resulta así cada vez más im-portante que, o bien el beneficio neto de realizar los aportes sea positivo,o que –en caso de que el sistema de seguridad social constituya un im-puesto para la mayoría de los trabajadores, privilegiando su papel redis-tributivo de los ingresos laborales– se incremente la calidad del enforce-ment de la legislación. Un sistema de seguro con escasa capacidad deadministración como el que caracteriza al sistema argentino, que prome-

INFORMALIDAD LABORAL 261

Las principales conclusiones referidas a los factores macroeconómicosque explican el aumento en la informalidad laboral son las siguientes.

• No existe una relación estable entre producto total y empleo informal:este último creció tanto en períodos de auge como durante las rece-siones.

• Distintos métodos de medición tienden a mostrar que la proporción deeconomía negra no creció significativamente en los noventa, por loque el aumento en el empleo informal no es mera consecuencia deuna mayor economía negra.

• Los cambios en la “estructura” de la producción no implican un au-mento del peso relativo de los sectores con relaciones laborales predo-minantemente informales.

• El cambio tecnológico ahorrador de mano de obra parece haberse dise-minado más dentro del sector formal que en los sectores informales,aun cuando no es claro que haya una involución tecnológica en elsector informal (caída notoria de productividad).

El aumento del empleo informal en los noventa resulta por lo tantoconsistente más con una creciente informalización de la economía (mayorproporción de informales tanto en el sector negro como en el sector blanco),que con cambios en la proporción de economía negra, la tecnología o laestructura sectorial. Desde el punto de vista de la demanda de trabajo,existen factores que han alentado la informalización y otros que han ge-nerado incentivos a la menor demanda de trabajo informal.

• El marcado incremento en la tributación al trabajo entre 1983 y 1994,creó incentivos a la mayor informalidad, mientras que la posterior re-ducción de impuestos al trabajo generó incentivos a la menor contra-tación de empleo en negro.

• El reemplazo del impuesto inflacionario por tributos que recaen sólosobre contratos formales aumentó el premio a la evasión.

• El aumento de la presión fiscal en los noventa dio lugar a alguna me-jora en el cumplimiento tributario en los impuestos tradicionales, y asu vez a un menor cumplimiento en los tributos a la seguridad social,de más fácil evasión.

• Por el contrario las mayores penalidades por la contratación de em-pleo informal introducidas por la ley penal tributaria, el incrementode los intereses resarcitorios y punitorios, la indemnización introduci-da en la ley de empleo y las multas establecidas en el Pacto Federaldel Empleo, son instrumentos que desalentaron la contratación deempleo informal en los noventa.

Desde el lado de la oferta, los principales factores de cambio fueronlos siguientes:

• La inflexibilidad a la baja de los salarios formales que establece la le-

260 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

INFORMALIDAD LABORAL 263262 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

TASAS DE INFORMALIDAD POR SECTOR DE ACTIVIDAD, Y PARTICIPACIÓN EN EL PBI

1987 A 1999(En porcentajes)

Informalidad

Año/ sector Industria EGA Cost. Comercio T. A. y C. Act. fin. Servicios

1987 23,6 2,0 48,6 36,7 14,0 20,2 29,0

1988 26,7 0,0 57,3 39,8 22,0 23,4 30,1

1989 25,3 0,0 58,2 39,4 17,8 18,3 29,2

1990 28,1 2,6 62,9 36,1 17,9 18,6 29,7

1991 30,9 6,6 67,4 40,8 24,8 20,1 31,8

1992 27,4 3,5 59,5 45,3 26,3 23,0 32,0

1993 27,7 5,2 61,3 43,1 31,1 31,3 32,4

1994 25,7 11,9 59,9 42,1 37,1 18,5 28,7

1995 29,0 4,2 55,5 41,9 39,6 24,8 32,7

1996 33,4 16,3 69,3 44,1 39,2 26,4 33,5

1997 30,2 8,6 74,7 45,4 37,4 23,4 35,6

1998 34,7 0,0 64,5 47,9 41,3 22,5 34,9

1999 34,4 21,3 64,6 42,2 47,0 26,8 36,5

Fuente: Fiel, en base a EPH, GBA, INDEC.

PARTICIPACIÓN EN EL PBI(En porcentajes)

Año/sector Industria EGA Cost. Comercio T. A. y C. Act. fin. Servicios

1987 20,18 1,98 6,92 17,00 6,74 19,35 21,07

1988 19,65 1,88 6,84 16,65 6,75 19,38 21,46

1989 19,47 1,92 5,54 16,63 7,16 19,12 22,77

1990 19,25 2,12 4,52 17,05 7,12 18,59 23,23

1991 19,24 1,98 5,35 17,84 7,10 19,14 21,68

1992 19,72 1,98 5,78 18,17 7,33 18,90 20,91

1993 19,50 2,08 6,05 17,76 7,29 19,63 20,59

1994 19,18 2,17 6,03 17,85 7,57 20,24 19,70

1995 18,29 2,39 5,44 16,96 7,91 20,59 20,35

1996 18,48 2,36 5,60 17,36 8,03 20,74 19,76

1997 18,68 2,37 6,04 17,83 8,27 20,61 19,04

1998 18,16 2,41 6,20 17,58 8,54 21,15 18,56

1999 17,27 2,55 6,07 16,74 8,53 21,85 19,22

Fuente: Fiel, en base a EPH, GBA, INDEC.

PRODUCTIVIDAD MEDIA TOTAL

PRODUCTIVIDAD MEDIA EN LA INDUSTRIA

60

80

100

120

140

160

180

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

LTotal LFormal LInformal

60

70

80

90

100

110

120

130

140

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

LTotal LFormal LInformal

ma década, respecto de los ochenta. Sobre este aspecto se vuelve más adelante.7. El período que se inicia en 1983 se caracterizó por un marcado crecimiento

de los conflictos laborales (huelgas, etc.), con un pico a fines de esa década y unapronunciada caída en la década siguiente.

8. Hay sin embargo una excepción a esta regla: hasta la sanción de la ley24.465 (marzo de 1995), el trabajo a tiempo parcial debía computar los aportes ylas contribuciones sobre el salario pleno como trabajador de tiempo completo, porlo que en tales casos la incidencia de las cargas laborales era mayor que para untrabajador ordinario.

9. La serie de asalariados informales está afectada por diversos cambios difíci-les de controlar a partir de la información disponible, como el traspaso de cuenta-propistas a asalariados, o la aparición de contratos formales cortos desde 1995 yhasta entrado el año 1999 que son asimilados por la estadística como “informa-les”. Aun cuando ello podría derivar –tal como sugiere el análisis en el punto 1– enque la proporción de asalariados informales, controlando por estos y otros facto-res, haya crecido débilmente en la segunda mitad de los noventa, resulta todavíauna asociación negativa entre la baja de cargas y el TW, y con el aumento/estabi-lidad de la informalidad.

10. La recaudación real por aportes y contribuciones en el período resulta, eneste sentido, consistente con una menor tasa efectiva de impuesto en períodos deelevada inflación (Tanzi-Olivera).

11. Para el período que se inicia en 1996, se cuenta con una interesante fuen-te de dispersión de las cargas laborales entre regiones, que podrían dar lugar acomportamientos diferenciados. Sin embargo el análisis de sección cruzada indica–en forma preliminar– una baja elasticidad en el corto plazo entre carga tributariay formalidad de los contratos laborales.

12. Una descripción más amplia de las instituciones laborales en la Argentinase encuentra en FIEL (1997).

13. Tal como se menciona en otras partes del presente estudio, la composiciónpor nivel de escolaridad de formales e informales va cambiando, con una claratendencia a un incremento en el nivel relativo de escolaridad de formales, lo quetambién afecta los niveles medios de salarios. El efecto sin embargo es de segun-do orden de importancia en períodos muy cortos de tiempo.

14. Ver FIEL (1999), capítulo III.2.15. Que la estadística asimila indistintamente a contratos informales.16. El argumento se mitiga en parte porque el aumento de impuestos al con-

sumo también afecta, en alguna medida, al informal. Sin embargo, es claro que elimpacto directo de elevar impuestos explícitos (que pagan mayoritariamente losformales) y reducir impuestos que no discriminan formalidad (como el inflaciona-rio), generan un incentivo a la informalidad.

17. Ver “La industria de la construcción. Una propuesta para el cumplimientotributario”, FIEL, 1998.

18. Éste podría ser un factor que explica parte del salto en informalidad en elsector de Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, desde 14% en 1987 a47% en 1999. Si bien el sector se concentró y formalizó en otras dimensiones, pa-só a ocupar casi la mitad de la mano de obra a través de contratos que evaden lascontribuciones a la seguridad social.

19. Sólo se paga por hijo, prenatal, hijo discapacitado, escolaridad anual, ma-trimonio y nacimiento.

INFORMALIDAD LABORAL 265

te además en forma transparente que el beneficio es inferior a la contri-bución para una gran porción de asalariados, sólo puede conducir a unnivel de cumplimiento de equilibrio muy bajo.

REFERENCIAS

Bid, Red de centro de investigación: Sistemas de seguridad social en la región:problemas y alternativas de solución, 1994.

Edwards, S. y Edwards, A. C.: “Economic reforms and labor markets: policy is-sues and lessons from Chile”, NBER, WP 7646, abril de 2000.

FIEL: El empleo en la Argentina: el rol de las instituciones laborales, Buenos Aires,1997.

Gill, I. S. y Neri, M. C.: “Do labor laws matter? The ‘pressure points’ in Brazil’s la-bor legislation, documento de trabajo, octubre de 1998.

FIEL: La distribución del ingreso en la Argentina, Buenos Aires, 1999.Rowthorn, R. y Ramaswamy, R.: “Deindustrialization: causes and implications”,

FMI WP/97/42, abril de 1997.

NOTAS

1. FIEL, Córdoba 637, 4. Buenos Aires, Argentina; e-mail: [email protected] [email protected].

2. Esta interpretación es por otra parte consistente con los cambios en la de-manda de empleo por una mayor calificación relativa en el sector formal, y con lacaída del salario relativo de los informales.

3. La caída del producto medio relativo en los noventa puede responder tam-bién a factores transitorios. En efecto si un aumento en la tasa de crecimientode la economía implica un aumento en la tasa de nacimiento de firmas, y éstasnacen predominantemente como informales, entonces el salto en la tasa de cre-cimiento de la economía desde poco más del 1% anual en los setenta y ochenta,a más de 5% en los noventa, puede derivar en un mayor número de empresasde (transitoria) baja productividad. En el corto plazo habría más firmas, de me-nor productividad, y eventualmente con mayor empleo informal. En el medianoplazo este efecto desaparecería, y caería la tasa de expansión del empleo infor-mal.

4. La brecha PmeF/PmeI pasó de un nivel base 100 en 1987 a 116,5 en 1990,se elevó al nivel 135 entre 1991 y 1993, y luego de una declinación en 1994, cre-ció en forma sostenida a casi 175 en 1999.

5. El fenómeno de crecimiento del empleo en algunos sectores o “segmentos”no es diferente en este aspecto al que se observa en la economía blanca, con caí-da del empleo relativo en productores de bienes y aumento en productores de ser-vicios. Buena parte de este “traslado” de empleo se explica por diferencias en latasa de progreso tecnológico, más que por diferencias en las tasas de crecimientoentre sectores. El fenómeno de la “desindustrialización” suele aludir a esta cues-tión. Ver Rowthorn-Ramaswamy (1997).

6. La incidencia de la inflación es un factor que puede marcar diferencias en-tre la década de 1980 y la del noventa, elevando el costo real de ruptura en la últi-

264 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

20. Ver BID, Red de centros de investigación: sistemas de seguridad social enla región: problemas y alternativas de solución, 1994.

21. El salario de reserva depende esencialmente de factores de oferta que in-cluyen las características de capital humano de los individuos, de la evaluaciónque hagan del costo del tiempo (en el mercado y fuera del mercado), así como delas condiciones socioeconómicas en el hogar.

22. Recuérdese sin embargo la escasa significación estadística de la variableen esta especificación.

266 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección V

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA: ESTUDIOS DE CASOS

1. INTRODUCCIÓN

En los capítulos previos se describió el fenómeno de informalidad enla Argentina en las últimas dos décadas. Por una parte, se observa unmarcado aumento en la informalidad en el mercado de trabajo, que noencuentra explicación en los cambios de la estructura de la oferta (sexo,educación, edad) y sólo es parcialmente explicado por las modificacionesde la estructura productiva (tamaño y sectores). El aumento del coefi-ciente medio de informalidad laboral de los asalariados creció del 29% enlos ochenta al 38,4% a fines de los noventa, por encima de las tenden-cias internacionales que también muestran este comportamiento. En elcaso internacional se especula con un cambio en la actitud personal ofamiliar orientado a limitar la participación laboral formal en sociedadescon un importante peso del Estado; en el caso argentino, si bien éstapuede ser parte de la explicación, la magnitud del fenómeno en un perío-do caracterizado por la reforma económica que contó con una importanteadhesión social, sugiere que esta hipótesis no es la adecuada para daruna respuesta comprensiva al crecimiento de la informalidad.

A la vez, la tendencia a la reducción de la evasión impositiva en el im-puesto al valor agregado y en el impuesto a las ganancias de las perso-nas físicas en este período, sugieren el efecto contrario. Esta informaciónsobre evasión, aunque fragmentaria ya que no se cuenta con datos co-rrespondientes al impuesto a las ganancias de las empresas y con elcumplimiento de los gravámenes provinciales y municipales, es relevan-te por la magnitud del incentivo a evadir. (La tasa del IVA es del 21% so-bre las ventas al consumo final.)

En este capítulo se presentan tres estudios de caso cuyo interés esexplorar explicaciones que puedan ayudar a esclarecer la evidencia va-riada que caracteriza a la informalidad en los años recientes. Los estu-dios de caso se enmarcan en una consideración más general de cómo haevolucionado la estructura del sector productivo en la Argentina en la úl-tima década. Lamentablemente, la información fragmentaria disponible

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDADINFORMAL EN LA ARGENTINA: ESTUDIOS DE CASOS

Marcela Cristini*

Un método alternativo aborda el problema a través de la modelizaciónque considera causas múltiples que determinan la informalidad (“no ob-servable” en sí misma). Las estimaciones con el método MIMIC (MultipleIndicators Multiple Causes) para América latina varían en un rango del18 al 37% incluyendo a Chile, Brasil, Colombia, Venezuela y Costa Rica.La Argentina aparece en estos cálculos con un índice de participación dela economía oculta del 21,8%.3

En un nivel del análisis más desagregado cabe notar que los autoresdistinguen entre tres tipos de “legalidad” o “formalidad” de los negocios.El primer tipo se refiere al reconocimiento legal de la actividad del esta-blecimiento a través de la inscripción en algún registro, vinculado a lasinspecciones de sanidad y seguridad. El segundo se refiere al pago deimpuestos y el tercero se vincula con las relaciones laborales que inclu-yen desde el pago del salario hasta la cobertura previsional y de salud.De acuerdo con estas características las empresas informales se identifi-can como las que pertenecen en el extremo a la economía oculta, reali-zando actividades desvinculadas del sector formal, de baja productividady con alta dispersión de ingresos. Las actividades formales se definen, asu vez, como las que cumplen con todos los requisitos de legalidad. En-tre medio de estas dos categorías se desarrolla un continuo de casos congrados diversos de informalidad, que son los más característicos en eco-nomías con el nivel de industrialización de la Argentina. En el caso deMéxico, por ejemplo, a inicios de la década del noventa la evidencia indi-caba que el 27% de las empresas no estaban registradas, mientras queen el otro extremo, un 18% era completamente legal. El 55% restantemostraba diversos grados de informalidad. Las actividades no registra-das se concentraban en la industria manufacturera y constituían esta-blecimientos de la industria textil y artesanal localizados en los hogares.En Bolivia el 49% de las empresas informales aparecían en los registrostributarios. En Venezuela, la evidencia sugería que en algunos rubros loscostos de formalizar las actividades comerciales eran menores que paralas actividades productivas, de modo que los empresarios operaban le-galmente en la distribución y ocultaban su actividad productiva. El casobrasileño presenta similitudes con el argentino. En Brasil, las empresascumplen los requisitos formales que no implican costos y favorecen el ac-ceso al crédito y a las políticas de promoción e incumplen o evaden el pa-go de cargas laborales (trabajadores en negro, a prueba, subdeclaraciónde salarios) y tributarias (subdeclaración de ventas y ganancias).4

Considerando ahora el caso específico de la industria manufacturera,la comparación internacional avala la idea de que los niveles de econo-mía oculta exhibidos por economías de desarrollo intermedio como la Ar-gentina son bajos en comparación con otros sectores de actividad econó-mica, como los servicios.

Una primera aproximación para el caso manufacturero argentino seobtiene del análisis de los datos censales correspondientes al Censo Eco-nómico 1994. La elaboración de las cuentas nacionales demandó una re-visión de esos datos que mostró algunas inconsistencias relacionadas

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 271

inhibe el uso de métodos estadísticos y, por lo tanto, sólo permite hacersugerencias para ilustrar hipótesis de comportamiento alternativas. Unsubproducto de los estudios de caso es un inventario de los métodos deelusión y evasión impositiva que se utilizan con mayor asiduidad en lapráctica comercial y que se presentan en forma sintética.

El uso de los estudios de caso está muy difundido en el análisis de lainformalidad, constituyendo un buen complemento de los estudios “ma-croeconómicos” a través de la demanda de dinero o del uso de insumosbásicos, debido a las restricciones que presentan los mismos tanto porlos datos disponibles como por la dificultad de medir un fenómeno cuyaprincipal característica es la de permanecer oculto. Al respecto, Tokman(1987) presenta un conjunto de casos en el ámbito de América latina yFeige (1989) muestra experiencias en los países avanzados occidentalesy en las economías planificadas. Estos estudios muchas veces se refierena actividades informales por excelencia como vendedores ambulantes, ta-xistas, cartoneros, etc. En este trabajo se ha preferido seleccionar secto-res donde conviven empresas formales con informales debido a la impor-tancia de la competencia desleal como costo de la informalidad eneconomías de desarrollo intermedio como la Argentina.1

A continuación, en la sección 2, se sintetiza el comportamiento de lasempresas hacia la formalización de sus negocios según el marco teóricoy la experiencia internacional disponibles y se ilustra el escenario argen-tino utilizando a la construcción, a la industria agroalimentaria y al co-mercio minorista como casos de análisis. En la sección 3 se enumeranlos métodos de evasión y elusión detectados y en la última sección sepresentan las conclusiones y recomendaciones del análisis.

2. EL COMPORTAMIENTO SECTORIAL: LOS CASOS DE LA CONSTRUCCIÓN, EL COMPLEJO AGROALIMENTARIO Y EL COMERCIO MINORISTA

2.1. El marco de análisis

En trabajos recientes se ha incluido el análisis de la informalidad co-mo fenómeno de importancia creciente. Los métodos utilizados son varia-dos y la propia naturaleza del problema genera algún grado de insatis-facción con los resultados de cada método. Para poder poner en contextolas evaluaciones de nuestros casos vale la pena mencionar aquí algunasestimaciones disponibles para América latina.

Dos métodos muy usados para aproximar la informalidad agregadade la economía son la medición de los insumos físicos (electricidad) queentran en el proceso productivo y la estimación de la demanda de dineropara transacciones. Los cálculos para Chile, Venezuela, Paraguay, CostaRica, Brasil y Colombia arrojan participaciones de entre el 25% al 35%del PBI.2 La Argentina no figura entre los países estudiados con estastécnicas.

270 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

muy diferentes por actividad. Por último, las regulaciones sanitarias,ambientales, de seguridad industrial entre otras, pueden imponer costosexcesivos al giro del negocio que los empresarios evaden a través del in-cumplimiento de las normas.

La importancia de la acción de ocultar actividades productivas depen-de del incentivo económico que generan las normas (tasas impositivas ycosto de las regulaciones). A su vez, en el modelo tradicional ese incenti-vo económico se verá limitado por la capacidad coactiva del gobierno. Co-mo interpretación alternativa, desde una óptica más reciente, las limita-ciones a los incentivos hacia la informalidad provienen de los beneficiosprivados de participar en las instituciones sociales. En esa óptica, lasinstituciones del sistema son consideradas como insumos para el creci-miento de la empresa ya que ponen a su disposición mecanismos efecti-vos o de menor costo para asegurar la propiedad, el acceso al crédito, elacceso a mecanismos para abatir riesgos colectivos y el acceso a los me-canismos de promoción económica.

En la práctica también se observa que las empresas de mayor tama-ño y antigüedad llevan adelante actividades productivas formales tantodebido a su mayor visibilidad y, por lo tanto, a la mayor probabilidad deser detectadas por las autoridades como por la mayor probabilidad deobtener beneficios de participar en las instituciones sociales.

La literatura y las experiencias consideradas hasta aquí arrojan unconjunto de predicciones sobre los patrones de informalidad que sirvende base para los estudios de caso:

• Primero, el grado de formalidad entre las empresas es heterogéneo.• Segundo, hay mayor probabilidad de encontrar actividades producti-

vas ocultas entre las empresas pequeñas, las empresas ineficientes,las empresas nuevas y las empresas de ciclos de vida cortos o en ac-tividades sujetas a mayores fluctuaciones cíclicas.

• Tercero, regulaciones excesivas aumentan la informalidad.

2.2. Los casos

2.2.1. El escenario de los noventa para la actividad sectorial yla evidencia de los estudios de caso

Los datos intercensales muestran un aumento de la participación delos trabajadores en empresas pequeñas, que se mantiene hasta el pre-sente como tendencia según los datos de la EPH. Estos datos tambiénindican que se ha reducido la antigüedad en el empleo y ha aumentadoel número de trabajadores con trabajos a tiempo parcial. Debe notarse,sin embargo, que este comportamiento ha sido muy diferente por sector.El agro, la minería, la industria y los servicios privatizados han reducidolos puestos de trabajo que requieren para funcionar mientras que el co-mercio y los servicios personales han aumentado sus puestos de trabajo.Esta modificación se dio en el marco de un marcado aumento de la pro-

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 273

con el fenómeno de la economía oculta. Las fuentes de las inconsisten-cias fueron varias, entre las más importantes: 1. Existencia de localesque no cumplían con el rango de parámetros aceptables de valor agrega-do, consumo intermedio y valor de producción, presentando superávit deexplotación negativos en microempresas e inconsistencias en empresasgrandes receptoras de inversión extranjera directa; 2. Corrección del em-pleo industrial que resultaba mucho menor al declarado en el Censo dePoblación de 1991.5 Como resultado de esas correcciones el número deocupados en la industria manufacturera implícito en los cálculos de lascuentas nacionales aumentó en un 83%; el valor de producción aumen-tó en un 15,2%, el consumo intermedio, en 10,7% y el valor agregado, enun 24,0%.

Este último porcentaje puede considerarse como una primera aproxi-mación de la magnitud agregada de la economía oculta en la industriamanufacturera a mediados de los noventa, aunque también está reflejan-do problemas de cobertura del censo económico en la captación de esta-blecimientos formales.

Nótese que los ajustes en el valor agregado son muy inferiores a losajustes por corrección del empleo, indicando que el empleo asociado a laeconomía oculta se correspondería con actividades industriales de muybaja productividad.

El reconocimiento de la existencia de informalidad laboral y activida-des ocultas en la industria manufacturera lleva a preguntarse sobre lascausas e importancia de este fenómeno.

Al respecto, la literatura disponible para el caso latinoamericano pre-senta hipótesis alternativas de comportamiento. Por un lado, a partir delos sesenta la PREALC difundió la idea de que la informalidad laboral sevinculaba con la extensión de la pobreza en estos países y con factoresestructurales del desarrollo. Por otro lado, más recientemente, el estudiode Perú que realizó Hernando de Soto en “El otro sendero” puntualizabaque la informalidad era la respuesta a los numerosos obstáculos genera-dos por las burocracias y proteccionismos gubernamentales para el de-sarrollo de los negocios. Portes (1993) resumió la discusión, efectuó unacrítica a la escuela de informalidad de PREALC en América latina, mode-ró los argumentos más recientes y aportó un interesante punto de vistasobre la necesidad de aumentar la flexibilidad de las normas institucio-nales (laborales principalmente) para promover la formalización de lospequeños negocios.

En los hechos, la economía oculta manufacturera se manifiesta envarios aspectos de la actividad productiva, entre los más importantes seencuentran el empleo, el cumplimiento fiscal y el cumplimiento regulato-rio. En el aspecto de empleo, la existencia de un salario mínimo incon-sistente con la evolución de los negocios suele mencionarse como la cau-sa principal de empleo negro. Por su parte, los impuestos al trabajogeneran distintos patrones de evasión que llevan a grados crecientes deinformalidad laboral con el crecimiento de la presión tributaria. En el ca-so de los impuestos es posible observar patrones de evasión o elusión

272 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

mación del alto índice total (ver gráfico). Este hecho es consistente conlas explicaciones esbozadas en las secciones anteriores (menor visibili-dad, negocios nuevos, dificultad para aprovechar beneficios de formaliza-ción) y, por lo tanto, no sorprende. Adicionalmente, en el caso argentino,las PYMES han contribuido casi exclusivamente al aumento del índice deinformalidad en los últimos cuatro años (1996-1999) para los sectoresseleccionados, mientras que en el total también se observa un leve creci-miento para las empresas intermedias de entre 25 y 500 empleados.

Si por el contrario se toma la evasión impositiva como indicador de laimportancia de la economía oculta en el sector manufacturero, cálculosde la AFIP para 1997 que estiman la brecha para el Impuesto al ValorAgregado entre la recaudación potencial y la efectiva, indican que para eltotal de actividades esta brecha estaba en torno al 36,6% de la recauda-ción efectiva. Los sectores que ostentaban menor brecha corresponden alos servicios públicos privatizados, con indicadores cercanos a 0%. La in-dustria manufacturera es el segundo sector con menor tasa de evasión,del 7,3%, el sector de comercio, restaurantes y hoteles, del 43%, exhibeuna tasa intermedia. La construcción es el sector de mayor evasión, delorden del 200%, es decir que por cada peso que tributa se evaden dospesos. Un caso similar lo presentaba el sector agropecuario primario.

En síntesis, tanto en el agregado de las actividades económicas co-mo en los sectores elegidos se observa un aumento, o en el mejor de loscasos un mantenimiento de la informalidad laboral en los últimos años,

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 275

ductividad de la mano de obra en la producción de bienes y en la cons-trucción y un aumento más moderado en los servicios.6

En ese escenario la informalidad laboral creció para el conjunto de laindustria manufacturera y, con distinto grado de importancia para cadauno de los sectores bajo estudio. En el gráfico siguiente aparece la evolu-ción del empleo informal desde 1987 hasta 1999 medido por los datos dela EPH correspondientes al Gran Buenos Aires (ver cuadros del total paísen el anexo).

Los sectores seleccionados tienen distinto grado de incidencia de lainformalidad laboral, que se ha mantenido en el tiempo, a pesar de loscambios organizacionales que ha impuesto la reforma económica. Porejemplo, la industria alimentaria tiene niveles levemente inferiores alpromedio, la construcción exhibe los niveles máximos de informalidad yel comercio niveles levemente superiores al promedio. Además, entre1987 y 1995 se observa cierta correlación de estos indicadores (total ysectoriales) con el ciclo de negocios, reduciéndose la informalidad cuan-do el nivel de actividad aumenta y viceversa. A partir de 1996, el compor-tamiento cambia, cada sector se mueve con mayor independencia, den-tro de una tendencia hacia el aumento de la informalidad, a excepcióndel caso de la construcción.

Aunque los datos por tamaño de empresa presentan problemas deconfiabilidad, su estructura indica que las empresas de menos de veinti-cinco empleados son las que aportan proporcionalmente más a la confor-

274 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EVOLUCIÓN DEL EMPLEO INFORMAL POR SECTORES SELECCIONADOSGran Buenos Aires 1987-1999

Fuente: FIEL sobre la base de EPH.

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Total Sectores Alimentos, bebidas y tabacos Construcción Comercio

ESTRUCTURA DE LA INFORMALIDAD LABORAL POR TAMAÑO DE EMPRESAAÑO 1999

Fuente: FIEL sobre la base de EPH.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

TOTAL SECTORES ALIMENTOS, BEB YTABACO

CONSTRUCCION COMERCIO

Total hasta 25 más de 25

Total sectores Alimentos, bebidas y tabaco Construcción Comercio

Total sectores

80%

70%

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%Alimentos, bebidas

y tabacoConstrucción Comercio

del 6,1% y su participación en el empleo fue del 8,9%. Su productividadha crecido significativamente en los noventa.

Debido a que se trata de una industria vinculada a la inversión o alconsumo de bienes durables (vivienda), su actividad se ve muy influidapor el ciclo económico, ampliando sus picos y valles (ver gráfico).

Como ya se mencionó, existe un alto grado de informalidad entre lasempresas de la construcción y en particular, en la contratación de sumano de obra. Este fenómeno no es exclusivo de la Argentina y se vincu-la con el grado de desarrollo de los países, observándose una mayor for-malidad de negocios cuanto mayor el ingreso del país. En el caso argenti-no este problema resulta exacerbado debido a la normativa tributaria yprevisional. La informalidad en el mercado de trabajo de la construcciónva acompañada por un comportamiento cíclico del empleo que es muchomás marcado que el del promedio de la economía. La evolución de la tasade desempleo que se presenta en el gráfico siguiente ilustra este aspecto.

Por último, la característica de actividad por contratos introduce laidea de alta rotación en el sector, en particular, de rotación de mano deobra. En efecto, la actividad de la construcción se organiza de modo muydiferente a lo que ocurre en las actividades industriales, agropecuarias odel comercio, donde la producción se realiza en una rutina periódica uti-lizando instalaciones estables de infraestructura comercial y bienes de

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 277

junto con patrones muy diferentes de evasión o elusión tributaria porsector. En la próxima sección, el análisis comparado de los casos selec-cionados busca sumar elementos que expliquen estos comportamien-tos.

2.2.2. Los casos comparados

En el cuadro siguiente se describen las características de cada sectoren términos de algunas variables asociadas a las explicaciones de la in-cidencia de actividades productivas ocultas (productividad, ciclo econó-mico, uso de mano de obra y organización contractual) junto con el com-portamiento de las variables utilizadas como aproximaciones de esasactividades ocultas (informalidad laboral y evasión impositiva).

Cada caso presenta algunas características distintivas que vale la pe-na reseñar.

2.2.2.1. La construcción

La construcción constituye una actividad significativa dentro del con-junto de la producción. Se caracteriza por una elevada intensidad de usodel factor trabajo. En el período 1997-1999 su participación en el PBI fue

276 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

2.2.2. SÍNTESIS DE LA INFORMACIÓN DE LOS ESTUDIOS DE CASO

Construcción Agroindustria Comercio

Productividad de la Creciente Creciente Crecientemano de obra hasta 1997 hasta 1999 hasta 1997

Fluctuación Muy ampliada Promedio Ampliadacíclica

Uso de la Intensiva Promedio Intensivamano de obra 15-40% 12% 19%

del costo del costo del costo

Subcontratación Muy alta Baja Muy baja

Informalidad Nivel 1990-1999 Muy alta Intermedia Intermedialaboral Evolución 1995-1999 Constante Creciente Creciente

Evasión impositiva Muy alta Muy baja Intermedia–altaen IVA

Fuente: FIEL sobre la base de encuesta propia, AFIP, CNE y EPH.

PBI TOTAL, PBI-INDUSTRIA Y PBI-CONSTRUCCIÓNBase 1993=100

Fuente: Secretaría de Programación Económica, MEOySP.

50

60

70

80

90

100

110

120

130

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998

PBI Total PBI Construcción PBI Industria

en otros impuestos, en particular, en el impuesto al valor agregado yen el impuesto a las ganancias. Según cálculos de la AFIP para 1997,la evasión tributaria en IVA habría alcanzado al 73% de la recauda-ción potencial.

• Existe un importante número de actividades de poco valor unitario,pero que sumadas alcanzarían una proporción equivalente al 20-30%de las ventas imputables al sector, que son llevadas a cabo por cuen-tapropistas o pequeñas empresas informales que son parte de la “eco-nomía oculta”, es decir, no tributan ningún impuesto ni aparecen enningún registro.

• La tasa de desempleo sectorial muestra ciclos más marcados que latasa para la economía en su conjunto, exponiendo a los trabajadoresa una mayor rotación (y a una mayor tasa friccional), particularmentegrave en la situación prevaleciente desde fines de 1994.

El reconocimiento de esta situación particular llevó a la elaboraciónde normativas diferenciadas para el sector, en particular la ley 22.250 yel decreto 1.341/81. Esta ley constituye un estatuto laboral para el sec-tor. En sus considerandos se reconoce que la existencia de una legisla-ción particular para el sector se basa en las características propias de larelación laboral en esta actividad. La elevada rotación laboral y la flexibi-lidad conveniente para acompañarla determinaron que el régimen decontrato laboral, recogido por la Ley de Contratos de Trabajo se recono-ciera como inadecuado para el sector.7

Cada trabajador cuenta con una libreta de aportes que entrega al ini-ciar su relación laboral con cada empleador. En caso de no haberla obte-nido en su trabajo previo, deberá proporcionar a su empleador los datospara su tramitación. Esta libreta es el instrumento para el depósito porparte del empleador del Fondo de Desempleo. Este depósito se realizamensualmente, durante el primer año es equivalente al 12% de la remu-neración mensual y a partir de esa fecha se reduce al 8%.

El Fondo de Desempleo se deposita en cuentas de ahorro abiertas enbancos comerciales a este efecto y su regulación está a cargo del BancoCentral. Los fondos son inalienables y pertenecen de derecho al trabaja-dor que puede retirarlos al cese, reemplazando al régimen de preaviso ydespido de la ley de contrato de trabajo.

Adicionalmente, según esta regulación general, los contratistas son enúltima instancia responsables por la evasión de sus subcontratistas de-biendo controlar su inscripción en el entonces denominado Registro Na-cional de la Industria de la Construcción (RNIC).8 La persistencia de losproblemas de evasión fiscal llevó a la organización de un sistema recau-datorio particular a partir de febrero de 1995 con la res. DGI 3938 y, lue-go, a través de su modificatoria la res. 4052, que establecieron un régi-men de retención para el ingreso de las contribuciones al Sistema Únicode la Seguridad Social de las empresas contratistas y subcontratistas.Las retenciones están a cargo obligatoriamente de personas físicas y jurí-dicas que celebren contratos de locación de servicios con empresas con-

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 279

producción. En contraste, la actividad de construcción se organiza enproyectos específicos para los que se combinan a medida los factores dela producción y los insumos en localizaciones temporarias. Las solucio-nes técnicas se desarrollan para cada contrato particular y su compleji-dad es muy variable. Con cada proyecto las constructoras evalúan laconveniencia de trabajar con su propia dotación de recursos o subcon-tratar. Entre las actividades de subcontratación, la subcontratación demano de obra es, sin duda, uno de los aspectos principales de la organi-zación de la producción.

Los subcontratistas de mano de obra son empresas pequeñas que ex-hiben una altísima rotación laboral de empleo no calificado o semicalifi-cado y de escaso patrimonio neto. Debido a la incidencia de los costos la-borales demasiado onerosos, se ha difundido la tendencia al pago desalarios “legales” cercanos a los mínimos de convenio sobre los que se li-quidan las cargas laborales, pagándose el resto sobre la base de contra-tos informales.

Brevemente, la informalidad y la evasión dentro del sector tienen tresaspectos relevantes:

• En el sector formal de la construcción se registran fenómenos de eva-sión previsional y de contribuciones laborales que alcanzarían a alre-dedor del 50% del valor total a tributar en promedio, donde además,como consecuencia de esa evasión se genera una “cadena” de evasión

278 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

TASA DE DESOCUPACIÓN, GBA

Fuente: EPH, INDEC.

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

35%

40%

1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Industria manufacturera Construcción Total

riesgo. En particular, se indica que desde la aparición de la nueva legis-lación sobre Riesgos del Trabajo (Ley 24.557), se logró un efecto benéficode blanqueo de trabajadores (cápitas) dado que los costos emergentes delos accidentes de trabajo en una actividad de por sí expuesta eran consi-derablemente altos. El nuevo sistema organizado en torno a las ARTs(Aseguras del Riesgo de Trabajo) creó un incentivo a la formalización mí-nima necesaria del contrato de trabajo debido a la certeza sobre el costode los riesgos de accidentes (derivada de la posibilidad de asegurarlos).Una modalidad todavía practicada es la de rotación semanal del personalmanteniendo el pago completamente en negro o la subdeclaración deoperarios de acuerdo con el riesgo estimado por el empleador.

Los porcentajes que se estimaron en la segunda columna correspon-den a una modalidad estilizada en la que se paga a gran parte del perso-nal, sin importar su calificación, un salario cercano al mínimo de conve-nio. Esta modalidad es de gran difusión en el sector, en particular entrelas empresas de envergadura pequeña y media y queda ilustrado al obser-var la pirámide salarial de la industria que se aglutina mayoritariamenteen salarios en torno a las categorías más bajas de convenio. En febrero de1997, el 56% de los asalariados ganaba menos de $ 300 mensuales.

En la última columna se muestra un nivel de evasión menor que elanterior. En este caso el pago de contribuciones y aportes sobre la basedel salario de convenio se combina con otras modalidades tales como pa-gar los premios por asistencia en negro haciendo figurar ausencias falsasen la ficha del trabajador; pagar horas extras y francos compensatoriosen negro; entregar anticipos mensuales a cuenta del Premio de Fin deObra alcanzado por el art. 7 de la ley 24.241 (Sistema Integrado de Jubi-laciones y Pensiones).

Las modalidades de las últimas dos columnas son de difícil detección ycontrol debido a la rotación del personal, la duración determinada (y en ge-neral corta en relación con los tiempos de las autoridades de control) de laobra o de la locación de servicios y la reducida apuesta del empleador de-bido a la naturaleza patrimonial de su empresa (bajísimo patrimonio neto).

A todas estas modalidades todavía pueden sumarse otras, como la so-licitud de moratorias de pago cumpliendo solamente con una cuota yabandonando el compromiso asumido; no depositar el fondo de desem-pleo; falsificar el recibo de cargas sociales (de menor difusión por la gra-vedad del hecho y su penalización), evasión de las tasas municipales dehigiene y seguridad.

Desde el punto de vista económico aparecen varias condiciones quefavorecen la decisión de evasión. Por una parte está claro que el princi-pal atractivo lo ejerce el aumento del beneficio que deriva de la evasión.Debido a que el componente de mano de obra sobre el costo es elevado,el premio a la evasión es elevado con respecto a otros sectores. Por ejem-plo, mientras que a nivel agregado para el país el censo de 1994 mostróuna incidencia de la mano de obra sobre el costo total del 15% para laindustria manufacturera, estimaciones semejantes para la construcciónarrojarían un porcentaje del 15 al 40%, según el tipo de obra.

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 281

tratistas para la construcción de inmuebles superiores a 500 mts. cua-drados y para la realización de obras públicas de cualquier naturaleza.

En la práctica la variedad en la localización geográfica y la movilidadde los trabajadores han puesto de manifiesto un grado importante deineficacia en el sistema administrativo de las libretas de aporte: en parte,los fondos no se retiran y en parte, el control del destino final de la re-caudación en tantas cuentas individuales distribuidas en el sistema ban-cario a lo largo del país es impracticable.

Esta disposición creó la figura de “solidaridad” en la cadena de pro-ducción como forma de protección al trabajador y a la previsión socialpero también introdujo un expediente para salvar esa responsabilidad decumplimiento relativamente sencillo y casi burocrático a través del requi-sito de exhibir la constancia de inscripción en el registro.9

En los hechos, el premio a la evasión resultó, en ocasiones mayor alcosto de la retención y alentó la existencia de saldos a favor que no sonreclamados por las empresas que evitan así su identificación y eventualexaminación por parte de la autoridad fiscal.

La modalidad más beneficiosa para el evasor es la de la contrataciónde todo su personal “en negro” (primera columna del cuadro). Sin embar-go, esta transgresión es la más riesgosa ya que el empleador puede ter-minar enfrentando juicios por accidentes de trabajo y la maniobra es desencilla detección por parte de autoridades locales o sindicales. La con-sulta a las empresas formales del sector confirma esta aseveración in-dicando que sólo empresas informales en obras pequeñas toman ese

280 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CONSTRUCCIÓN: MODALIDAD DE EVASIÓN PREVISIONAL Y LABORAL

Actividad en negro Liquidación sobre Omisión parcial dela categoría costos laboralesayudante

Rebaja de S/contribución S/costo S/contribución S/costo S/contribución S/costocontribucion a tributar laboral a tributar laboral a tributar laboralpatronal empresa empresa empresa

evasora evasora evasora

Contribuciónpatronal alta 100% 38% 48% 15% 21% 6%(rebaja 30%)

Contribuciónpatronal baja 100% 24% 48% 10% 20% 4%(rebaja 80%)

Costo laboral=salario bruto+contribución patronalNota: los cálculos no incluyen aguinaldo ni vacaciones.Fuente: FIEL.

dad de actividades agropecuarias abastecen a esta industria, constitu-yendo con ella uno de los complejos agroindustriales con mayor ventajacomparativa en el mundo.

Pese a ello, el sector no ha escapado a los problemas de informalidadeconómica, si bien sus indicadores son menos significativos que en elresto de los casos estudiados. En términos de la informalidad del em-pleo, la participación de informales es menor a la del promedio de la eco-nomía (en torno al 30% en el sector manufacturero de alimentos y bebi-das), concentrada casi exclusivamente en las empresas de menor tamañorelativo (la informalidad laboral de las empresas de menos de veinticincoempleados alcanzaba al 57% en 1999). En cuanto a la evasión tributariahay fuertes variaciones según la rama de actividad. En las actividadesprimarias la AFIP ha estimado diferencias entre la recaudación efectiva ypotencial que sobrepasan el 60% para 1997.

En las actividades manufactureras de la alimentación los casos de in-formalidad económica son muy variables dependiendo del producto ana-lizado, de su mercado y del marco normativo que lo regula. Para esteanálisis se han elegido algunos casos ilustrativos de las principales ca-racterísticas del conjunto, que se resumen a continuación.

a. Alta participación de empresas pequeñas y de nuevas empresas quepresentan alto grado de informalidad

En muchos subsectores de alimentos conviven empresas formales degran tamaño, cuyo conjunto representa una parte sustantiva del merca-do, con empresas pequeñas. En el margen, el aumento de la competenciaha hecho que las empresas pequeñas utilicen la evasión impositiva comoun mecanismo para financiarse y permanecer en el mercado. En la indus-tria láctea se estima la existencia de 1.400 plantas pertenecientes a unas1.000 empresas que procesan entre el 92 y 95% de la leche producida enlos tambos. Gran parte del remanente corresponde a establecimientos noregistrados que producen principalmente quesos artesanales sin controlsanitario. Dentro de la industria registrada también se observan gradosvariables de evasión tributaria e informalidad laboral, sobre todo en elmercado de quesos, que puede operar a escalas menores y en el de muz-zarella, asociado a la venta masiva en pizzerías. En algunas localidades,los tambos más pequeños no tienen volumen para integrarse a la cadenalogística de su cuenca lechera, optando por acumular su producción porvarios días en una masa intermedia de muzzarella, que luego venden “ennegro” para reelaborar en algún establecimiento industrial.

Un caso similar es el de la producción y distribución de frutas y hor-talizas para el mercado interno con un alto grado de evasión que no en-contró solución a pesar de la modernización de los mercados de concen-tración y el aumento de la participación de los supermercados comobocas de venta.

b. Fluctuaciones estacionales y cíclicas agravan las conductas informalesEn la industria láctea se observan fluctuaciones estacionales de la

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 283

Este premio se vuelve aún más atractivo ya que la rotación de la ma-no de obra y la rotación de empresas limita seriamente la capacidad demonitoreo de la administración fiscal, como ya se mencionó.

Por último, la competencia creciente entre subcontratistas derivadade las nuevas condiciones en los mercados de infraestructura y de cons-trucción comercial ha dado lugar a una carrera por la reducción de cos-tos, en la que la ausencia de control permitió el avance de una crecienteevasión y la precarización de las condiciones de trabajo. Con respecto aésta última, los principales aspectos observables en las condiciones detrabajo indican que no se cumple con los exámenes preocupacionales, nose provee ropa de trabajo y elementos de seguridad, las instalaciones sa-nitarias son precarias, no se atiende la capacitación del personal. Estoscomportamientos reflejan la informalidad económica de muchas empre-sas subcontratistas que, además, suman a la precariedad laboral unadecisión de subinversión en su propia organización a través de la mini-mización de la administración interna y el control del personal, ausenciade servicio médico y financiación de su mano de obra propia por mediode anticipos del contratista principal. En algunos casos la subcontrata-ción en cadena diluye el contrato laboral que termina en un contrato in-formal a destajo bajo la figura denominada “tantero”.

Para completar esta descripción resta mencionar que la evasión en laactividad de la construcción se asocia a la naturaleza apuntada de altarotación y volatilidad del contrato laboral que dificulta el monitoreo fis-cal, pero que a esta razón básica se suma un sistema de incentivos parael control inadecuado ya que los entes recaudadores del sistema (la DGIen su doble rol de recaudar impuestos y contribuciones y aportes labora-les, el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construc-ción, las AFJPs, las ARTs y en menor medida, la Obra Social Sindical y elpropio Sindicato –UOCRA–) no encuentran un claro beneficio del controlde la evasión que deriva en un escaso interés al cruce de los registros deestas organizaciones. Tímidamente, con la reorganización del IERIC, lasupervisión de las ARTs y el control de la Obra Social Sindical (OSPE-CON) que cuenta con una oficina de recaudación y monitoreo tercerizadase apunta a una mejora parcial del sistema. El incentivo en estos casosmencionados es el de uso efectivo de los fondos recaudados (Fondo deDesempleo, cobertura por accidentes y cobertura de salud) que imponela necesidad de mayor eficiencia ante la reactivación de la actividad. Enlos otros casos esta necesidad no existe o no resulta perentoria por loque el ataque al problema de la evasión se diluye en mecanismos buro-cráticos y muy vulnerables.

2.2.2.2. La agroindustria y la industria de las bebidas no alcohólicas

El sector de alimentos y bebidas es un sector tradicional en la estruc-tura productiva argentina, constituyendo aproximadamente el 26% delPBI de la industria manufacturera y el 5% del PBI total. Una gran varie-

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pero no tributado, como un ingreso adicional para su firma. Un ejemploes el de los supermercados medianos y pequeños del interior donde esusual la comercialización de leche envasada de segunda marca que eva-de los impuestos al consumo.

Uno de los casos más interesantes con esta característica es el de lasbebidas gaseosas. El consumo de bebidas gaseosas en la Argentina al-canza a 89 lts. por habitante al año, conformando el 10% de la factura-ción de supermercados y autoservicios y el 16% de la facturación de al-macenes y kioscos. Hacia mediados de la década, las dos empresaslíderes mundiales del sector también lideraban el mercado local con unaparticipación superior al 90% de la producción. Desde entonces otrosproductores han aumentado su participación hasta ocupar más del 25%del mercado. Este aumento de la oferta se llevó a cabo con una sextupli-cación de las plantas embotelladoras (pasaron de 12 a 68) y de las mar-cas disponibles para el consumo (pasaron de 23 a 131). La mayor com-petencia, sobre todo al nivel de las segundas marcas determinó unafuerte baja de precios y, en varios casos el uso de instrumentos de com-petencia desleal por parte de las empresas menos formales para lograr lapermanencia en el mercado. Entre ellos, las empresas embotelladorasevaden los impuestos al trabajo, declaran contenidos mínimos falsos dejugo que les permiten pagar una alícuota más baja en impuestos inter-nos y tercerizan la distribución hacia camioneros informales o mayoris-tas que evaden impuestos al consumo entregando la mercadería “a con-signación” con remitos, sin formalizar nunca la venta final. Muchas deestas empresas no tienen prácticamente activos, lo que les permite tomarmayores riesgos de evasión.

Un caso muy conocido que ha involucrado no sólo a empresas PYMESsino también a empresas grandes ha sido el de la evasión en ganados ycarne vacuna. Desde fines de los setenta los frigoríficos más grandes yen condiciones de competir internacionalmente han reclamado por unareconversión de la industria que incluyera el cumplimiento de la Ley Fe-deral de Carnes y el estricto cumplimiento tributario. El pago de tributosse violaba abiertamente en un gran número de establecimientos dedica-dos al abastecimiento local y en particular, regional. Estos estableci-mientos operaban en condiciones de competencia desleal para con el res-to de la industria, si bien también debe reconocerse que las distorsionesderivadas de una estructura impositiva deficiente y cara llevaron a la in-formalidad a muchos frigoríficos que en condiciones normales resultabancompetitivos.

A mediados de los noventa, las autoridades retomaron la iniciativasectorial persiguiendo a los evasores, reempadronando a la industria yfiscalizando su cumplimiento normativo a través de organismos específi-cos (SENASA, AFIP). La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca yAlimentación creó bajo su dependencia la Oficina Nacional de ControlComercial Agropecuario, cuya tarea fundamental es la de ejercer la acti-vidad de contralor de la comercialización de la carne de las especies bo-vinas, porcinas, caprinas, ovinas y equinas. Su alcance es nacional y to-

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 285

oferta de leche. En épocas de escasez las empresas menos competitivasutilizan la evasión como método para poder competir por la materia pri-ma que aumenta su costo. En épocas de abundancia, los menores pre-cios no siempre modifican su conducta evasora, debido a sus condicio-nes precarias de producción. En el caso de los granos, la afluenciaestacional al mercado en épocas de cosecha y el gran número de produc-tores involucrados limitan las posibilidades de control. En este caso, labrecha del IVA favoreció la aparición de intermediarios de mercadería ennegro, conocidos como “valijeros” que hacían uso de facturas apócrifas yde “certificados de no retención” de IVA emitidos por las oficinas regiona-les de la AFIP para cerrar el circuito en el que las empresas formalescompraban de buena fe pagando el impuesto sobre el insumo. Este cir-cuito negro, que alcanzó una muy importante envergadura fue controla-do a través de una mejor organización de la comercialización (registro deoperadores de granos e intervención de las Bolsas de Cereales), aunquesin resolver por completo el problema debido a la subsistencia del altoincentivo a evadir.

c. Regulaciones de promoción y proteccionistas fomentan la informalidadEn el caso de la industria frigorífica y láctea algunos gobiernos loca-

les y provinciales han buscado proteger y/o fomentar la actividad localdesconociendo las normas sanitarias nacionales y otorgando beneficiosdistorsivos. En el caso de los lácteos, la provincia de Buenos Aires auto-rizó el funcionamiento de tambos-fábrica, muchos de los cuales utilizanla figura de peón rural para sus empleados, con costos laborales inferio-res a los del convenio para el resto de la industria. Un caso similar sepresenta en la industria de la pesca bajo la figura de las cooperativas detrabajo que reducen artificialmente los costos laborales de las empresaselaboradoras y que han sido objeto de intervención por la AFIP. La pro-moción agrícola vigente en algunas provincias ha dado lugar a un cam-bio de origen “artificial” de la producción desde provincias no promovidashacia provincias con promoción como método para eludir impuestos, co-mo en el caso de la producción de soja de la pampa húmeda que acreditaprocedencia cuyana.

d. Participación creciente de empresas medianas con conductas evasorasSi bien la concentración en la cadena de distribución minorista ayu-

dó a mejorar la formalidad de los agronegocios, la mayor competencia enel nivel de la producción y las dificultades objetivas de muchas PYMESpara acceder al crédito necesario para financiar sus proyectos de recon-versión, crearon condiciones en las que la evasión pasó a ser un instru-mento de autofinanciamiento. Por un lado, las empresas grandes de ca-da sector son fuertemente monitoreadas por las autoridades y susprecios reflejan su cumplimiento tributario. Por otro, las empresas máspequeñas, menos monitoreables pueden operar ofreciendo precios quereducen parte de la carga tributaria para el consumidor, obteniendo ma-yores ventas e integrando la parte del impuesto cobrado al consumidor,

284 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

• El valor bruto de la producción (ingresos totales por ventas) se incre-mentó en el 28% entre ambos censos y se ha reducido el peso del cos-to de la mercadería vendida en las ventas totales, implicando un ma-yor valor agregado por servicios ofrecidos en los comercios.

• El margen bruto en el sector del comercio minorista se ha incremen-tado en forma notable, pasando del 22,8% en 1984 a 28% en 1993.11

En contraste, para el subsector alimentos este margen ha declinado,pasando del 26,7% al 24% respectivamente.

Como resultado de esta evolución, en 1993 la actividad comercial alpor menor se desarrollaba en 472.715 locales distribuidos en todo elpaís. Incluía diversas formas de organización pertenecientes a un grannúmero de ramas, desde aquellas destinadas a la venta y reparación deautomóviles hasta la venta de plantas, electrodomésticos, etc. El comer-cio minorista empleaba a 943.760 personas, con 305.875 asalariados y637.885 no asalariados. Las ramas vinculadas a la provisión de alimen-tos y bebidas del subsector alimentos incluye a los supermercados, auto-servicios, carnicerías, fruterías, verdulerías, almacenes, panaderías, fiam-

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 287

do frigorífico en funcionamiento debe matricularse en su registro con in-dependencia de que su control sanitario lo realiza el SENASA o autorida-des locales. Con todo, la ONCCA admite que ya desde su inicio se man-tuvo cierta actividad marginal de faena desarrollada por pequeñosestablecimientos. Más recientemente, la reforma del IVA ganadero buscóreducir el premio a la evasión en el sector a través de la reducción de laalícuota, con resultados positivos.

Un caso similar es el de la industria chacinadora (porcinos) en la queexisten unas 250 plantas de tamaño medio y pequeño que evaden en tor-no al 10% de sus ingresos totales por la venta de fiambres y chacinados, loque a su vez se encadena hacia atrás con la venta en negro de porcinos.

2.2.2.3. El comercio minorista

La importancia de la actividad de distribución comercial ha variadoentre un 13% y un 15% del PBI en los últimos diez años, sin mostraruna tendencia definida y con mayores fluctuaciones cíclicas que el pro-medio de la economía. En términos de empleo, por el contrario, la ten-dencia ha sido muy clara hacia un aumento de la participación, que pa-só del 19% en el noventa a casi el 25% del empleo total en 1999. Dentrodel comercio, el rubro del comercio minorista ocupa el mayor espacio.

Desde el punto de vista de la informalidad en las relaciones económi-cas, este sector se caracteriza por un alto grado de informalidad laboraly un cumplimiento tributario más pobre que el del promedio sectorial. Lainformalidad laboral superó en 1999 a la del promedio de los sectores yfue más alta para el comercio al por menor (50% del empleo sectorial),que para el comercio al por mayor (34%). En ambos casos la informali-dad laboral se concentra en establecimientos pequeños. Por su parte, loscálculos de la AFIP para 1997 indican una brecha entre la recaudaciónpotencial y la efectiva del 30%.

Ya desde mediados de los ochenta se observa un cambio profundo enla evolución sectorial que se vuelve un verdadero rediseño de la actividaden los noventa. Este hecho es particularmente marcado en el sector dis-tribuidor de alimentos y bebidas debido a la irrupción de cadenas degrandes supermercados e hipermercados que no existían en los ochenta.La concentración de la actividad ha influido en el grado de informalidadde los negocios.

La comparación intercensal ayuda a entender la magnitud de loscambios que presentan las siguientes características:

• El cambio tecnológico introducido en todas las ramas del sector mino-rista ha producido incrementos muy importantes en la productividadmedia del trabajo.

• Como consecuencia de este cambio, el tamaño medio de los estableci-mientos10 se ha incrementado cuando se lo mide en términos de tra-bajadores por local. Ello ha conducido a una importante reducción enel número de locales, de trabajadores y de asalariados.

286 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ARGENTINA: COMPARACIÓN INTERCENSALCAMBIOS PORCENTUALES ENTRE LOS CNE 1984 Y 1993

Características Minoristas Mayoristas

Sector Subsector Sector Subsectorminosrista alimentos mayorista alimentos

% % % %

Locales -18,8 -27,00 -31,30 -22,10

Ventas 27,80 14,00 -10,20 57,20

Trabajadores -21,50 -25,60 -37,40 -28,80

Asalariados -15,50 -1,80 -36,50 -26,70

No asalariados -24,00 -30,60 -39,60 -34,10

Trabajadores/local 9,40 62,40 -8,80 -8,70

Asalariados/local 33,90 123,90 -7,60 -5,90

Ventas/local 72,10 157,90 8,10 66,70

Remuneración promedio 10,40 -1,50 13,90 47,80

Margen bruto 22,80 -10,10 -16,40 -4,20

Ventas/trabajadores 65,80 37,20 18,60 82,60

Ventas/asalariados 48,20 28,40 17,00 77,30

Fuente: Elaboración propia sobre la base de los CNE 1994 y CNE 1985 del IN-DEC.

do los problemas sectoriales ya que el cobro de patentes o los sistemasde retención y percepción que caracterizan al IVA tienen un impacto di-ferencial sobre los comercios tradicionales que limita su capacidad decompetencia. Así, por ejemplo, la incidencia del impuesto a los ingresosbrutos y las tasas municipales representan el 2,6% de las ventas de lossupermercados mientras se elevan al 5% de las ventas del comercio tra-dicional en algunas provincias.

2.2.3. Las enseñanzas de los casos

El análisis de los casos arroja información sobre los incentivos de lasempresas a llevar adelante al menos alguna proporción de actividadesproductivas ocultas y los límites que impone la acción del Estado en tér-minos de control y castigo. En el cuadro siguiente se sintetizan estos re-sultados.

Los casos presentados permiten elaborar algunas opiniones sobre losdeterminantes de las actividades de producción ocultas.

Por una parte, las decisiones de evasión al Impuesto al Valor Agrega-do podrían no estar vinculadas a las decisiones de evasión de los im-puestos al trabajo, explicando las disparidades en las tasas de evasióninformadas sectorialmente. Este hecho es sólo parcialmente cierto, pues,

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 289

brerías, etc. En 1993, este subsector estaba compuesto por 204.067 loca-les que empleaba a 369.543 trabajadores, de los cuales 85.389 eran asa-lariados. Este subgrupo es muy importante en el total del comercio mino-rista; en efecto, el mismo representaba el 43% del total de locales, el 39%del total de trabajadores, el 28% del total de asalariados y el 29% del to-tal de ingresos del sector. El margen bruto alcanzaba al 24% de las ven-tas totales. También ha sido el primero en experimentar transformacio-nes sustanciales. Por ejemplo, ya entre los dos censos se advierte laimportancia que van adquiriendo los supermercados con un aumento desus ingresos por ventas del 64%, que contrasta con las caídas de los ne-gocios tradicionales (carnicerías, pescaderías, fruterías y verdulerías,-31% y almacenes, fiambrerías, panaderías, -4%).

En 1998, se estimaba que la participación de los supermercados en ladistribución total alcanzaba al 30,6%, siendo su participación mayor en laventa de artículos de limpieza y perfumería (62%) seguido por la partici-pación en el mercado de alimentos y bebidas (34%). También mostrabanuna importante participación en la venta de electrónicos (23,5%) y deotros artículos (27%). En el rubro alimentos la participación de los super-mercados (más hipermercados) superó el 57% de las ventas totales ga-nando participación a expensas de los formatos tradicionales (almacenes,verdulerías, fruterías, panaderías, etc.), pero también de los autoservicios.

La mayor competencia generada por la introducción de nuevos cana-les de distribución (supermercados, maxikioscos, minimercados, etc.)determinó una reducción de los márgenes de los comercios minoristastradicionales. Entre 1992 y 1993 el diferencial de precios entre super-mercados y minoristas tradicionales estuvo en el orden del 10,5% enpromedio, mientras que la mayor competencia determinó una convergen-cia de valores, cayendo el diferencial al 8%, aproximadamente.

En este escenario de cambio tecnológico en la distribución, mayorcompetencia y achicamiento de márgenes de comercialización, los nego-cios tradicionales aumentaron su grado de informalidad como métodopara “financiar” su supervivencia. A la vez, el sector de la distribución hasido tradicionalmente un refugio contra el desempleo por el bajo costo deentrada a los negocios que supone la habilitación de un local y su in-fraestructura, lo que hacia fines de los noventa se agudizó de la manodel aumento de la tasa de desempleo, incrementando todavía más la pre-sión competitiva en el sector.

El marco descripto indica que la informalidad de la distribución mi-norista es un problema que debe atenderse en sí mismo, ya que los ne-gocios tradicionales enfrentan una fuerte presión para su transformaciónhacia formas de distribución complementarias y no en competencia conlos supermercados. La falta de reconocimiento de este hecho hasta finesde los noventa llevó a discusiones sobre el rol de la intervención públicapara asegurar una porción del mercado a los negocios tradicionales.

Estos argumentos son de carácter proteccionista y no computan loscostos que se cargan sobre los consumidores cada vez que se limita lacompetencia.12 En los hechos, la propia intervención pública ha agrava-

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BENEFICIOS Y COSTOS DE SER INFORMALSECTORES SELECCIONADOS

Construcción Agroindustria Comercio

Incentivo a la 4% al 38% Hasta 24% al 38% Hasta 24% al 38%evasión laboral s/costo laboral s/costo laboral s/costo laboral

Incentivo a la 12% al 21% Hasta 21% s/valor Hasta 21% s/valorevasión en IVA s/valor agregado agregado o ventas agregado o ventas(máximo) sectorial en actividades en actividades

integradas integradas

Controles • Responsabilidad fiscal • Inspección DGI • Inspección DGIdel contratista (solidaridad previsional)

• Retención a cargo del • Retenciones • Controladorescontratista para el SUSS en fiscalesproyectos de obra pública e inmuebles superiores a 500 m2

• Retención de IVA, • Retenciones80% en locación de servicios

Fuente: FIEL.

presa, sobre todo en los tramos de las PYMES. En el agregado de lasempresas de menos de 100 empleados, la productividad aumentó un8% anual entre 1992 y 1994, un 4% anual en 1996 y un 6% anual en1997.15 Sin embargo, la productividad cayó en algunos tramos de em-presas de tamaño medio dentro de las PYMES en algunos sectores re-forzando la idea de un mayor número de empresas saliendo del merca-do bajo las nuevas condiciones económicas (estas caídas correspondena sectores que representan un 24% del PBI industrial, aproximadamen-te). En efecto, en los ochenta a la protección comercial se sumaba elmecanismo inflacionario que permitía trasladar la ineficiencia económi-ca a los precios, facilitando la corrección de decisiones equivocadas enmateria de producción e inversión y en materia de indexación salarial.

• Otro hecho destacable es que aun en un distrito como el de la CapitalFederal sujeto a restricciones de zonificación urbana, en el período1983-1993, los datos intercensales ajustados por las quiebras sugie-ren una creación dinámica de empresas en torno al 3,2% al año. Co-mo en otras experiencias, las empresas nuevas no escapan a algúngrado de informalidad en sus etapas iniciales.

• Diversas encuestas a empresas pequeñas y medianas han indicadoque casi un cuarto de ellas no opera en créditos con el sector banca-rio formal.

• Por último, en el rubro manufacturero, el muy reducido uso de lasubcontratación que alcanza a sólo el 4-5% de las ventas entre em-presas, limita la importancia de la cadena de contratación como unincentivo a la formalidad.

3. MÉTODOS DE EVASIÓN

Esta sección se centra en el análisis de los impuestos principales te-niendo en cuenta el monto de recaudación. Por un lado, existen impues-tos de muy fácil recaudación y de casi imposible evasión que son aque-llos recaudados a través de un sistema de percepción por grandescontribuyentes. Por otro lado, la Dirección General Impositiva recaudalos siguientes impuestos:

• Impuesto a las ganancias (declaraciones juradas y retenciones).• Impuesto al valor agregado (ídem anterior).• Las provincias recaudan el impuesto sobre los ingresos brutos (im-

puesto a las ventas), que constituye una fuente importante de recur-sos junto con el impuesto inmobiliario.

• Por último, existe un conjunto de contribuciones patronales al siste-ma de la seguridad social cuya naturaleza es común a la de los im-puestos destinados a rentas generales.

Existe una serie de tributos de menor importancia cuya ausencia nomodifica los resultados del análisis.

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 291

como lo demuestra el caso de la construcción, las conductas de evasión“consistentes” que reducen el grado de detección involucran a todos losimpuestos. No obstante, en la historia reciente los controles de las auto-ridades en el mercado de trabajo han sido menos rigurosos y la evasiónmenos visible que en el caso del Impuesto al Valor Agregado o el Impues-to a las Ganancias.

Otra posible explicación de la disparidad tiene que ver con la concen-tración de la evasión en las empresas chicas de cada sector, mano deobra intensivas, cuyo producto es muy pequeño para tener impacto en elIVA en el caso manufacturero. Los salarios de esas empresas son meno-res al promedio de la economía y su producto ronda el 20% del productomanufacturero total. Nótese que, como ya se mencionó, la disparidad en-tre el censo de población de 1991 y los empleados arrojados por el CNEde 1993 implicó una brecha de subdeclaración del 83% del empleo de-clarado en el censo. Estos trabajadores pueden integrar planteles “ocul-tos” de empresas captadas por el censo, o directamente, representar ac-tividades productivas no registradas censalmente.13

Por último, en línea con la hipótesis anterior, el crecimiento de la in-formalidad del empleo en los últimos años podría vincularse a la crea-ción de nuevas empresas, que nacen totalmente informales, nunca hansido registradas por la autoridad fiscal como responsables del IVA, perosus trabajadores aparecen captados por relevamientos estadísticos comola Encuesta Permanente de Hogares. Este hecho recuerda estilizadamen-te al caso italiano de los distritos industriales, que reconocen en su ori-gen un movimiento hacia la informalidad en los sesenta. La acción de losmunicipios y de las empresas más grandes llevó a una reorganizaciónexitosa en los setenta.14

Estas explicaciones, sugeridas por los estudios de caso, también seapoyan en alguna evidencia disponible, que por su carácter fragmentariosólo puede aceptarse como ilustrativa. Entre ellas:

• Como resultado de la reforma económica y de la apertura al comerciointernacional, los niveles de remuneración a los no asalariados en lasempresas manufactureras se redujeron entre 1985 y 1993, reflejandola reducción de la protección indiscriminada a la industria manufac-turera que rigió hasta 1987, cuando se dieron señales de una primeraetapa de apertura. Esta caída de la protección llevó a un ajuste muysignificativo de los métodos de producción incorporando capital físicoy nuevas tecnologías organizacionales (informatización). Las empresasque no pudieron llevar a cabo su reconversión fueron perdiendo sugrado de formalidad en los negocios como método de supervivencia.Para ellas la amenaza de cierre por las autoridades fiscales sólo apu-raban un destino ya decidido. Este hecho se refleja en las quiebras deempresas que aumentaron significativamente al menos en la CapitalFederal a la vez que se reducía el valor medio de las empresas que-bradas (ver gráfico en el anexo).

• Para los negocios que se reconvirtieron, la evolución fue dispar por em-

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tal protección, los evasores encargan la realización de talonarios en dis-tintas imprentas (tantas como se quieran) declarando sólo uno de ellos.Se denominan facturas mellizas aquellas que no pertenecen al talonariodeclarado aunque como se mencionó anteriormente pueden ser trillizas,cuatrillizas, etc.

Las facturas mellizas pueden ser utilizadas tanto por los proveedoresdel producto o servicio como por los clientes (unos para ocultar ingresos,los otros para justificar egresos, como por ejemplo sueldos negros)

d) Entrega de recibo como anticipo sin contabilización posteriorMás allá de la instrumentación supuesta de las operaciones se en-

cuentra el movimiento de fondos que es lo que en definitiva interesa a laspartes. Existen oportunidades en las que, de acuerdo a las condicionesde contratación, se realiza primero el pago parcial o total de la operación.Una vez que la operación se encuentra cancelada financieramente, si noexisten circunstancias externas que obliguen al cumplimiento de lasobligaciones formales, el evasor (en este caso vendedor o prestador de unservicio) ya cobró su crédito y en consecuencia no tiene presiones para laemisión del respectivo comprobante.

Teniendo en cuenta que el recibo no debe cumplir con las mismasnormas formales de facturación, no tiene ningún control que permita ex-teriorizar su contabilización y en tanto no se contabilice no quedará re-gistrada impositivamente la operación.

3.2. Subfacturación de ventas

Hay oportunidades en las que se hace difícil ocultar la operación en loque respecta a la existencia y traslación de la cosa vendida o la realiza-ción del servicio. La dificultad es mayor en el caso de compraventa de co-sas ya que nadie puede vender lo que no tiene y el control fiscal de losinventarios es un mecanismo muy simple para detectar compras o ven-tas en negro.

Entonces, cuando es difícil ocultar la operación, se realizan acuerdosentre las partes para que el precio contratado sea inferior, abonando ladiferencia “en negro”. La rebaja en el precio puede hacerse directamentea través del precio (cuando el mismo no sea lo suficientemente transpa-rente) o, en caso contrario por medio de descuentos comerciales o finan-cieros, fundamentados en circunstancias propias de la operación.

3.3. Compras en exceso (facturas apócrifas)

Los mecanismos descriptos hasta aquí apuntaron a destacar la omi-sión de ingresos (de alguna u otra forma), ahora el análisis se centraráen la evasión a través de los egresos.

Si es que se puede hablar de “eficiencia” en la evasión existe una re-comendación básica que dice que “todo ingreso en negro genera la nece-sidad de un egreso en negro”. Este “principio” puede descartarse si se

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 293

3.1. No declaración de ingresos

En cumplimiento de obligaciones establecidas por la Dirección Gene-ral Impositiva, los contribuyentes deben facturar sus operaciones deacuerdo a lo dispuesto mediante la Resolución General 3.419. La razónfundamental de la norma consiste en la imposibilidad que tienen los res-ponsables de evitar reconocer las operaciones una vez que la misma hasido facturada. Y esto es así porque la mecánica de facturación tieneciertos controles cruzados que implican el conocimiento del instrumentopor circunstancias externas al contribuyente.

Vista esta realidad y desde el punto de vista del presunto evasor, sucomportamiento asume las siguientes características:

a) No emisión de la facturaLa no instrumentación de la operación debe estar previamente acor-

dada con el cliente debido a que éste no tendrá documentación algunapara su contabilización, variando la realidad en función de los acuerdosen relación a la incidencia y traslación del impuesto al valor agregado. Elcaso más común es el que el vendedor fija su precio de venta incluyendoel IVA, el que se transforma en una mayor utilidad ya que no es deposi-tado en la cuenta de la Dirección General Impositiva. Cuando la deman-da no es lo suficientemente inelástica para poder llevar adelante tal com-portamiento, comienzan los acuerdos entre las partes para ver quién yen qué proporción se hace cargo del impuesto.

Este comportamiento está ligado con la necesidad del cobro de la ope-ración en efectivo o con cheque de terceros (endosables) ya que la sumaen cuestión no puede ingresar en las cuentas “blancas” de la sociedad.Los evasores más sofisticados alimentan con estos fondos un circuito pa-ralelo con el cual abonan los egresos no declarados (por ejemplo, sueldosnegros) cerrando de esta forma un círculo imposible de identificación.

b) Utilización de comprobantes alternativos inválidos (remito, presupuesto,etc.)

Como alternativa a la venta no declarada se produce esta seudofor-malización de operaciones utilizando comprobantes inválidos mediantelos cuales los compradores, por ignorancia o desidia, no exigen la emi-sión de facturas de acuerdo a las normas de la Resolución General 3.419de la Dirección General Impositiva.

c) Emisión de facturas “mellizas”Como se destacó en el apartado anterior, la Dirección General Impo-

sitiva dictó normas formales de facturación con controles cruzados paraevitar que cada comprobante que se emita no pueda dejar de ser decla-rado impositivamente.

Por defectos propios de la fiscalización que lleva adelante la DirecciónGeneral Impositiva (por ejemplo informaciones de las imprentas) los con-troles cruzados que teóricamente dispone la norma, no funcionan. Ante

292 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

suma recibida el importe de la comisión entregando la diferencia alrepresentante del pagador. El importe recibido por este último pasa aengrosar la “caja paralela” por medio de la cual se abonan los egresosnegros. Esto significa que el gasto podría haberse realizado con ante-rioridad o con posterioridad al hecho del cobro del cheque en ventani-lla.

Requisitos mínimos: en algunos casos (cuando el usuario del compro-bante falso es recurrente) existen verdaderos intermediarios que realizanlas auditorías de los sujetos emisores para resguardar los requisitos mí-nimos para la compra del comprobante:– El emisor debe estar inscripto y sus declaraciones juradas deben es-

tar presentadas (independientemente de su corrección);– El servicio a prestar debe poder ser prestado (características físicas);– El circuito financiero debe ser respetado (cheque a la orden, recibo,

retenciones impositivas, etc.) Las operaciones de menor jerarquía secancelan con una supuesta “caja” contable originada en la acumula-ciones de salidas no justificadas;

– El pagador debe ser comprador de buena fe, para lo cual las condicio-nes de la operación deben ser realizadas con la mayor asimilación dela realidad posible (obviamente a través de los comprobantes) paraque cualquier juez no vea un comportamiento anómalo por parte delcliente.

3.4. Sobrefacturación de compras

Como un matiz de lo anterior, los contribuyentes que necesitan justi-ficar salidas acuerdan con sus compradores la fijación de valores mayo-res que los normales (en mercados poco transparentes).

3.5. Valuación incorrecta de bienes

La determinación de los resultados y la consecuente incidencia en elpatrimonio de los contribuyentes se realiza mediante la utilización de lafórmula tradicional del costo, es decir: existencia inicial más comprasmenos existencia final. Como puede verse en la fórmula matemática exis-ten tres elementos cuya determinación influye directamente en el costo yde los tres, la existencia inicial viene dada por el balance de inicio. Lascompras (sin perjuicio de las facturas apócrifas y sobrevaluación) son va-lores que vienen dados en las registraciones contables. En consecuencia,queda como medida adicional de ajuste la valuación de la existencia finalcomo factor determinante del resultado y del valor patrimonial. Cuantomenor sea el inventario al cierre, menor será la utilidad y el activo.

La técnica impositiva establece distintos métodos de valuación trans-criptos en la legislación cuya utilización (y siempre contando con las de-ficiencias de las verificaciones fiscales) puede disminuir la carga fiscal.Ambas medidas de la fórmula son afectadas (cantidad y valuación). La

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 295

entiende que la facultad de fiscalización de los órganos recaudadores esdeficiente. Por el contrario, cuando el evasor no tiene la posibilidad deocultar sus ingresos necesita lograr comprobantes legales para justificarsus egresos no declarables.

Esta justificación se logra mediante la obtención de las denominadas“facturas apócrifas” (“truchas” en su denominación común).

El tema puede analizarse de distintos puntos de vista ya que existendos tipos generales de anormalidades al respecto con características par-ticulares.

a) Comprobantes totalmente apócrifos, no existiendo el sujeto emisor,ni obviamente los números filiatorios en los distintos organismos. Para elfuncionamiento de este esquema se crean a su vez dos tipos de estructu-ras:– Comprobantes totalmente falsos con datos supuestos.– Empresas reales que se inscriben en los organismos de recaudación e

ingresan sus tributos en sumas de poca importancia, circunstanciaque los protege de probables inspecciones.

– Personas que roban comprobantes verdaderos sin que los sujetos in-volucrados sepan el destino de sus facturas.

b) Operaciones inexistentes entre sujetos reales donde ambos justifi-can a través de una relación supuesta, ingresos y egresos no declaradosde cada parte. Las características son las siguientes:

Producto o servicio vendido: generalmente y para que el ilícito no sevea claramente descubierto mediante verificaciones de inventarios, losconceptos facturados corresponden a servicios, no pudiendo de esa for-ma ejercer mayores controles que la posibilidad que tiene el emisor deprestar dicha locación. En aquellos casos que por las característica de laoperación quede al descubierto el hecho de que dicho servicio no pudohaberse prestado (por ejemplo, por no contarse con el personal necesa-rio), el emisor compra a su vez otra factura apócrifa contraponiendo uneslabón más en las cadenas de controles.

Mecánica de pago: los sujetos emisores tienen apoderados a nombrede los cuales se realizan los pagos o, en caso contrario, éstos son los quese presentan a cobrar los cheques mediante la exhibición del menciona-do poder. Partiendo de la base de que la factura apócrifa tiene un costopara el supuesto cliente, el pago de la “comisión” se realiza en forma pa-ralela al cobro en la ventanilla bancaria de acuerdo al siguiente procedi-miento:– El agente pagador emite el cheque a nombre del beneficiario (sujeto

emisor de la factura) o bien a nombre del apoderado;– El apoderado concurre al banco donde se realizará la cobranza del

cheque con algún representante del pagador;– Una vez que se hace efectivo el cheque, el beneficiario retiene de la

294 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

caso de no encontrar prestamistas en el país que tengan justificados im-positivamente los fondos, se recurre a préstamos de paraísos fiscales,operaciones con títulos públicos desde algún país vecino o inclusive, laconstitución de sociedades off shore.

En caso de que estas operaciones se hagan figurar como transaccio-nes entre partes independientes (tasa, plazos, etc.) además de justificar-se los fondos, los intereses presuntamente abonados al exterior son de-ducibles en la determinación impositiva del deudor. El único costo es elimpuesto a las ganancias del beneficiario del exterior de aproximada-mente un 12% del interés remitido.

3.9. Cambios de domicilio excesivos. Cambios de sociedades.Localización geográfica

Ya se expresó la importancia de la rigidez de la fiscalización en loscomportamientos fiscales. En este sentido, las verificaciones fiscales sonobstruidas mediante los siguientes procedimientos:

a) Inoperancia de la legislación para que tenga efecto el asiento principalde las operaciones en detrimento del domicilio legal;

b) Inscripción en zonas de alto congestionamiento e importancia de con-tribuyentes para pasar desapercibidos;

c) Instrucción a encargados de edificios para el rechazo de la documen-tación sin que esto tenga penalización efectiva;

d) Duración de sociedades por períodos cortos sin la pertinente baja delpadrón.

3.10. Titulares por interpósitas personas

Las manifestaciones de la capacidad contributiva se expresan a tra-vés de tres medidas: el ingreso, el patrimonio y el gasto. Si bien la rela-ción entre éstas es estrecha, existe una marcada interrelación entre losdos primeros conceptos (ingreso y patrimonio). Esto es así debido a queimpositivamente no es factible una capitalización sin su correspondientefinanciación basada en tres elementos: incremento de deudas, utilidadesgravadas y utilidades exentas y no es común que aquellos que no deseenpagar sus impuestos se financien con utilidades imponibles y es muy di-fícil que puedan justificar utilidades exentas debido a la inexistencia deuna amplia gama de beneficios no alcanzados por el impuesto. Ya sedestacó en el apartado correspondiente la forma en que se justificanpréstamos del exterior, que es la única forma de que alguien preste dine-ro sin tener que justificarlo ante el fisco argentino. Agotada la posibilidadde generar utilidades exentas y los préstamos del exterior, y ante la irre-mediable obligación de justificar incrementos patrimoniales, las únicasalternativas que quedan son disminuir la posibilidad de fiscalización, odistribuir la renta en tantas cabezas que se disminuya la incidencia de latasa progresiva del impuesto. Para llevar adelante ambas alternativas es

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 297

cantidad es modificable porque las autoridades de control no asisten a latoma de inventarios y porque las compras y ventas no declaradas permi-ten lograr un cierre perfecto de la ecuación: inventario inicial más com-pras es igual a las ventas más el inventario final.

El tema de las facturas apócrifas es tan importante que permite no só-lo justificar el egreso no declarado sino también establecer la cuantifica-ción del inventario mediante la manipulación del precio de la operación.

3.6. Boletas de depósito falsas

El ingreso de los montos adeudados se realiza mediante el depósitoen las cuentas bancarias de los valores determinados. La existencia decomprobantes de ingresos falsos llevó a los organismos de recaudación ala creación de mecanismos sofisticados de cobranza. Con este método seeliminó la posibilidad de falsificación de los comprobantes tradicionales,pero, se alentó la sofisticación del fraude.

Así, la falsificación de las boletas de depósito se combina con la modi-ficación de las bases de datos de los diferentes organismos de control.16

3.7. Operaciones combinadas (ganancia de unos-pérdida deotros)

Ya sea por motivos propios de la actividad que genera importantes ga-nancias o pérdidas o porque no cierra la ecuación ingresos-egresos de-clarados y no declarados, se producen defases en los estados contablesque obviamente tienen incidencia impositiva.

Mediante el acuerdo de dos contribuyentes con necesidades opuestaso complementarias se logra el objetivo de generar ingresos (para los con-tribuyentes que se excedieron con su no contabilización) que constituyenegresos para aquellos que no pudieron dejar de declarar ingresos o tie-nen excesivos egresos no declarados. Esta operación también es utiliza-ble en casos donde la utilidad es real pero no deseada por el evasor.

Este tipo de operaciones se realiza mediante los siguientes caminos(algunos de ellos generan obligaciones tributarias, otros constituyen ope-raciones no gravadas o exentas de los tributos):

a) Rescisión de boletos de compraventa: el comprador pierde la seña o aveces el doble de la seña entregada como indemnización;

b) Operaciones a término: la tasa de interés pactada es inferior o supe-rior a los valores de cotización de los títulos;

c) Condonación de pasivos inexistentes.

3.8. Préstamos del exterior

Las operaciones no declaradas generan ingresos que, en caso de in-corporarse al circuito blanco, constituyen un flujo de fondos a justificar.La constitución de deudas permite respaldar dicha circunstancia pero en

296 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

sión. A través del SIJYP la Dirección General Impositiva cuenta con la in-formación detallada de los aportes y contribuciones por empleado. A me-diados del año 1996 se realizó una tarea de relevamiento de personal nodeclarado cotejando las fiscalizaciones en los lugares de trabajo con lasbases de datos. En la mayoría de los casos eran los propios empleadosque, a sabiendas de la irregularidad de su situación eludían las pregun-tas y la acción de los funcionarios actuantes. Debe agregarse a esta si-tuación que en muchos de los casos los empleados cuentan además conuna situación anormal desde el punto de vista migratorio, lo cual dificul-ta aún más el control.

Si bien no existen medidas exactas de casos, las estimaciones de losorganismos estatales calculan la cantidad del personal no declarado enaproximadamente un 45% del total. Si a esta cifra se le agregan los ca-sos de las empresas que declaran pero no pagan sabiendo que la acciónde la justicia al respecto es casi nula, el porcentaje se eleva sustancial-mente.17

3.13.2. Configuración como independientes

Se trata de reemplazar el contrato laboral en relación de dependenciacorrespondiente, por uno en el que el trabajador reviste el carácter decuentapropista.

Las formas que se utilizan son las siguientes:

a) La característica de la prestación debe permitir que sea un serviciofacturable (por ejemplo profesional);

b) El prestador del servicio se inscribe ante la Dirección General Imposi-tiva (CUIT), en el régimen de trabajadores autónomos y en algún sis-tema de medicina prepaga;

c) Las facturas que emite no son correlativas. En este caso se intercalancomprobantes vendidos a terceros de acuerdo a lo descripto en elapartado de “facturas apócrifas” o simplemente de favor;

d) La empresa actúa como agente de retención de los distintos impues-tos;

e) En caso de corresponder, se inscribirá en el impuesto sobre los ingre-sos brutos.

3.13.3. Boletas de depósito falsas

A raíz del avance de los sistemas recaudatorios, se han reducido lasposibilidades de abonar los impuestos en cualquier entidad bancaria.Sin embargo, subsisten casos en los que a través de un procedimientoilegal se obtienen sellos de goma cuya veracidad no puede ser puesta enduda por los verificadores, a excepción de que el control provenga delsector de recaudación que haya detectado internamente la falta de pagoy envíe funcionarios a comprobar la anomalía.18

Las condiciones objetivas de punibilidad de la ley penal tributaria por

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 299

necesario contar con terceras personas que se presten a generar en sucabeza utilidades que en realidad correspondan al evasor, parcialmenteen la opción menos ilegal y totalmente cuando se cuenta con un contri-buyente inhallable por parte de la Dirección General Impositiva. Estossujetos son los comúnmente denominados hombres de paja o testaferrosque no ven ningún inconveniente de gravar en su propia cabeza los in-gresos que le corresponden al evasor para después desviar el dinero porotro camino (préstamo o donación). Existe la variante de declaración enel impuesto a las ganancias cuando la necesidad finaliza en esta instan-cia o quizá sea necesario que el mismo tercero declare en su cabeza losbienes adquiridos con los fondos no justificados.

3.11. Certificados falsos de inscripción

Como pauta mínima necesaria para realizar operaciones (además delcorrespondiente soporte instrumental) es necesario contar con el núme-ro asignado por la Dirección General Impositiva. Las tarjetas magnéticaso los elementos provisorios existentes pueden ser falsificados como parapoder comenzar las actividades.

3.12. Operaciones a término

En las operaciones de este tipo, existe un acuerdo entre dos contribu-yentes (que tienen necesidades opuestas desde el punto de vista de la re-lación ingresos-egresos), para lo cual es necesario conocer con anticipa-ción los valores de cotización de títulos públicos. Por tal motivo y debidoa que normalmente las contabilidades de las empresas y los libros lega-les registran ciertos retrasos, se registra esta operación como si hubierasido concretada, por ejemplo, tres meses antes. Como en el momentoque realmente se está realizando el hecho se conocen los valores de coti-zación de los títulos públicos se establece una tasa de interés acumula-da aplicable al período distinta a la evolución de los títulos.

Esta operación a término (con tasa de interés pactada y con evoluciónde valores de cotización conocidos) genera una utilidad-pérdida que esaprovechada por ambas partes. Generalmente el que gana tiene una nece-sidad de justificar fondos y cuenta con un quebranto impositivo que absor-be la utilidad impositiva generada en la operación. Si en lugar de interve-nir personas ideales lo hacen determinadas personas físicas puede ocurrirque la operación no se encontrará gravada en el impuesto a las ganancias.

3.13. Formas comunes de evasión al Régimen de la SeguridadSocial

3.13.1. Trabajo y/o sueldo en negro

El acuerdo empleado-empleador para la no declaración de las remu-neraciones es un punto muy importante para la verificación de la eva-

298 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

seleccionados no está exenta de los problemas generales que presentaeste tema en la experiencia internacional. La evidencia reunida sugiereun nivel promedio de producto para las actividades ocultas que resultaalto para las economías de desarrollo intermedio como la Argentina, aun-que en línea con la experiencia de países semejantes en América latina.

Se observa disparidad de niveles de incidencia según sectores y tama-ños de empresa. También las técnicas de eludir controles y los métodospara evadir tributos varían por sector. Los mayores problemas se con-centran en la PYMES, que, a su vez, son las que encuentran más difícilsacar provecho de los beneficios de ser formal.

A partir de mediados de los noventa se nota un aumento hacia la in-formalidad laboral en las empresas muy chicas y en menor medida enlas empresas de tamaño medio. La proliferación de mecanismos adminis-trativos eficaces para la recaudación tributaria, aunque distorsivos des-de el punto de vista del hecho imponible, ha limitado la evasión en lossectores “visibles” de la economía. Su impacto sobre las actividades pro-ductivas ocultas es de difícil evaluación.

En síntesis, el diagnóstico indica que si bien la situación no es grave,en promedio, para el conjunto de actividades productivas en compara-ción con la experiencia internacional, sí lo es el hecho de que la informa-lidad muestra una tendencia creciente en los últimos años concentradaen las empresas más pequeñas. Además, al nivel de algunas actividadessectoriales la informalidad económica genera costos de crecimiento porvía de la competencia desleal de los establecimientos informales frente alos formales. Los casos presentados de bebidas no alcohólicas, construc-ción, frigoríficos y lácteos entre otros, dan cuenta de este fenómeno. Porúltimo, las empresas informales hacen uso oportunístico de los bienesprovistos por el Estado ya que no pagan impuestos.

Los factores reunidos en este trabajo apuntan a un conjunto de ele-mentos que han llevado a esa evolución, tales como la mayor presióncompetitiva, el fracaso en la reconversión industrial de parte de las em-presas, la concentración de los controles tributarios en las empresasmás visibles, la aparición de nuevas empresas. Estos factores múltiplesrequieren de soluciones que aborden los diversos aspectos del problema.

Entre ellas cabe mencionar las siguientes:

– Reducción y eliminación de barreras administrativas de ingreso a losnegocios (costos de la Inspección de Justicia, simplificación de trámi-tes de marcas y patentes, simplificación de trámites de habilitaciónmunicipal, etc.).

– Reconocimiento de las diferentes organizaciones sectoriales en el di-seño de los sistemas de recaudación y control de impuestos.

– Debido al nivel de su alícuota, el IVA abre una brecha enorme para lacompetencia desleal, requiriendo un control muy estricto para los ca-sos de evasión.19

– Extensión del alcance de sistemas tributarios simplificados para PY-MES como el del monotributo. En su actual versión, sólo resulta con-

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 301

las que se establecen los topes mínimos para quedar excluido de la penadeterminan que la mayoría de los casos de evasión no caigan en el ámbi-to penal tributario. Existen antecedentes en los que la Dirección GeneralImpositiva recurrió a la justicia común.

3.13.4. Cooperativas de trabajo

En las empresas que utilizan mano de obra intensiva y con alto índicede rotación (por ejemplo telemarketing, vendedores, etc.) se adopta estafigura por medio de la cual los supuestos socios (empleados en realidad)prestan servicio a la cooperativa. Los “socios” se inscriben en el régimende trabajadores autónomos y en su propia obra social. En algunos casoslas empresas adicionan a la liquidación los importes correspondientes ala cuota de autónomos y la obra social, lo descuentan a continuación yse hacen cargo de ambos pagos. De esta forma se aseguran del cumpli-miento de la obligación.

En la actualidad esta práctica está entrando en desuso debido a laexistencia de un decreto del Poder Ejecutivo por medio del que se desvir-túa la figura de cooperativa de trabajo cuando la entidad presta serviciosa terceros no asociados.

3.14. Otras prácticas usuales de evasión

La Dirección General Impositiva está facultada legalmente para esta-blecer regímenes de retención en la fuente. En la práctica ha hecho usode ese derecho mediante la sanción de distintos regímenes, como porejemplo el de la Resolución General 3.125 (Impuesto al Valor Agregado) oel de la Resolución General 2.784 (Impuesto a las Ganancias).

Como dichas normas se establecen en función de comportamientosestándares, es probable que en la realidad se produzcan distorsiones ensu aplicación, generando saldos a favor recurrentes a los sujetos reteni-dos, situación que, de acuerdo a la mecánica de devolución de impuestoses prácticamente imposible recuperar.

Para evitar estas distorsiones, las propias normas disponen la posibi-lidad de que, ante el requerimiento de los interesados y en tanto éstosdemuestren el perjuicio que les genera el régimen, se extiendan certifica-dos de no retención ante cuya exhibición los sujetos retenidos obligan alos agentes de retención a no practicar deducción alguna de la sumaabonada. Estos certificados son de sencilla falsificación.

Como variante a ésta existe una gama de certificaciones falsas que fa-cilitan la evasión (certificados de libre deuda falsos, liquidaciones admi-nistrativas para beneficiarios del exterior, etc.).

4. SÍNTESIS Y RECOMENDACIONES

La evaluación de la incidencia de las actividades ocultas en los casos

300 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

ANEXO

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 303

veniente para los negocios de distribución y producción para consu-mo final.

– Limitación de sistemas de recaudación administrativos (retenciones ypagos a cuenta) que resultan distorsivos para los negocios y creanrentas para arbitrajistas deshonestos (valijeros en el mercado de ce-reales y mercado de facturas apócrifas).

302 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

CAPITAL FEDERAL: QUIEBRAS 1980-1999

0

50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

300.000

350.000

400.000

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 19980

200

400

600

800

1.000

1.200

1.400

Monto promedio por empresa Cantidad anual de quiebraMonto promedio por empresa Cantidad anual de quiebras

Cant

idad

anu

al

Peso

s 19

93

REFERENCIAS

Contini, B.: The irregular economy of Italy: a survey of contributions.Feige, Edgard L. (comp.): The Underground economies. Tax evasion and information

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Lagos, R.: Barriers to Legality and Their Costs for the Informal Sector.Levenson, A. y Maloney, W.: “The Informal Sector, Firm Dynamics and Institutio-

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economy”, Journal of Public Economics 54, North-Holland, 1994, págs. 391-402.

NOTAS

∗ Agradezco los comentarios de Nuria Susmel y Cynthia Moskovits. Como esusual, los errores son de mi exclusiva responsabilidad.

1. En encuestas independientes de FIEL y del Instituto de Desarrollo Indus-trial de la Unión Industrial Argentina, las empresas de entre 10 y 200 ocupadosindican que este factor es más importante que la competencia internacional y ape-nas menos relevante que los problemas de acceso al crédito (excluido el costo delmismo).

2. Las estimaciones disponibles se mueven en un rango con un mínimo del 8%para los Estados Unidos y un máximo del 76% para Egipto en el período mencio-nado.

3. Las estimaciones MIMIC muestran un rango de entre un mínimo del 16%para Taiwan y un máximo del 66% para Bolivia.

4. Estos métodos están muy difundidos y se identifican como “jeitinhos”.5. Esa corrección ya se había introducido para la construcción de las cuentas

nacionales de 1986, aumentando el valor agregado sectorial en casi un 8%, quepuede utilizarse como una proxy de lo que ocurría con la economía oculta en eseperíodo.

6. Los aumentos de productividad de la mano de obra fueron del 7,7% anualen la industria manufacturera y del 4,1% anual en la construcción, entre 1990 y1998. Nótese que la inclusión de la estimación de la economía oculta en la base1993 de las cuentas nacionales puede distorsionar la interpretación de estos índi-ces. En efecto, existe evidencia de que el aumento de productividad en las empre-sas medianas a grandes de la industria manufacturera ha sido superior.

7. Esta ley reemplazó a la 17.258, de naturaleza semejante pero que presenta-ba defectos y zonas grises que dieron lugar a numerosas acciones legales.

8. Una normativa más reciente (decr. 1.309/96) cambió la organización de es-te registro, convirtiéndolo en el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industriade la Construcción (IERIC), cuya gestión quedó a cargo de los participantes delsector.

LOS SECTORES ECONÓMICOS Y LA ACTIVIDAD EN LA ARGENTINA 305304 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

EMPLEO INFORMAL POR RAMA DE ACTIVIDAD Y TAMAÑO DE EMPRESA (EN CANTIDAD DE EMPLEADOS)

EPH: CORRESPONDIENTE A 16 AGLOMERADOS

Total sectores 1992 1995 1997% % %

Hasta 25 53,3 49,8 57,0

26 a 100 11,4 10,9 15,4

101 a 500 5,5 8,1 9,6

501 o más 4,6 6,2 9,6

Total 35,1 32,5 37,6

Alimentos, bebidas y tabaco 1992 1995 1997% % %

Hasta 25 40,8 50,9 51,5

26 a 100 8,8 13,9 27,8

101 a 500 8,6 5,9 2,7

501 o más 11,9 10,1 7,1

Total 23,4 26,8 33,0

Construcción 1992 1995 1997% % %

Hasta 25 80,3 72,7 81,1

26 a 100 16,4 10,8 29,9

101 a 500 2,8 21,6 22,5

501 o más 1,2 5,2 7,6

Total 65,2 60,6 71,7

Comercio 1992 1995 1997% % %

Hasta 25 50,4 45,5 51,6

26 a 100 19,0 14,6 20,7

101 a 500 17,1 17,5 13,3

501 o más 23,1 23,4 22,1

Total 46,0 39,8 43,9

Fuente: Fiel sobre la base de EPH (INDEC)

9. La importancia de esta normativa se advierte por la existencia de jurispru-dencia de la Cámara Nacional del Trabajo que le otorga vigencia por encima de laLey de Contrato de Trabajo, indicando que el art. 30 de esa ley que establece lasolidaridad como un hecho insoslayable no se aplica a este sector de actividad.

10. Como se señala en el anexo, el local fue la unidad censal del CNE 1994,mientras que en el CNE 1985 se relevó el establecimiento. En el estudio se utiliza-rán indistintamente ambos conceptos.

11. Si se mide este concepto sin los “servicios” dentro del comercio al por me-nor el incremento en los márgenes es inferior: de 21,4% en 1984 a 25,9% en1996.

12. Esto no significa desconocer la necesidad de regulación para aspectos lo-cales. Por ejemplo, problemas de naturaleza ambiental y de congestión de cami-nos y argumentos de defensa de la vitalidad de las ciudades (de carácter extraeco-nómico) pueden llevar a intervenciones a nivel de los gobiernos municipales, cuyanaturaleza no se orienta a limitar la competencia sino a asegurar la calidad de vi-da de los habitantes de esa localidad.

13. En esos casos es probable que los establecimientos no tengan localizaciónfísica observable por el encuestador o las tareas se realicen directamente en loshogares, como ocurre en otras experiencias de América latina.

14. Contini, B.: The irregular economy of Italy: a survey of contributions, cap.10, en Feige (1989).

15. Datos correspondientes a encuestas de FIEL y del Observatorio Pymis dela Unión Industrial Argentina.

16. Los episodios conocidos en la ANSES dan cuenta del alcance que puedentener estas maniobras.

17. Debe tenerse en cuenta que la Dirección General Impositiva tiene un stockde casos en los tribunales que rondan los 700.000 con una cifra reclamada de al-rededor de $ 6.000 millones. Por los medios informáticos con los que cuenta la Di-rección General Impositiva la entrada de juicios es superior a la salida, provocan-do un cuello de botella cada vez mayor.

18. El ilícito se ha ido sofisticando ya que los importes más importantes se in-gresan por un sistema informático integrado y en instituciones bancarias ubica-das dentro de la propia agencia de la Dirección General Impositiva. La sofistica-ción consiste en una combinación de comprobantes falsos con servicios de ingresoal sistema para bajar de la base de datos la deuda que presuntamente se estácancelando.

19. Young, Snow y Trandel (1993) muestran que bajo aversión al riesgo relati-va creciente un aumento en la tasa del impuesto aumenta el número de agentesen el sector informal.

306 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección VI

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES

1. INTRODUCCIÓN

El sector informal de la economía está constituido por individuos querealizan un grupo de actividades muy diversas. No sólo forman parte dela economía negra quienes evaden impuestos, sino también aquellos querealizan actividades ilegales. El presente capítulo realiza un análisis deestas últimas.

El primer punto a aclarar es qué entendemos por actividades ilegalesen este estudio. La evasión está prohibida por la ley, y como tal es ilegal.Lo mismo ocurre con la venta de drogas, el contrabando fronterizo de au-tomóviles, el robo y el secuestro de personas. Sin embargo, todas estasactividades son esencialmente distintas. Por otro lado, no todas tienenun estrecho vínculo con el tema central de este libro, la economía infor-mal. En consecuencia, la definición que utilizaremos será mucho másrestrictiva.

Llamaremos actividades ilegales a todo intercambio voluntario de bie-nes2 o servicios que se encuentra expresamente prohibido por la ley. Al-gunos ejemplos son: el tráfico de drogas, de armas, de especies en extin-ción (flora y fauna), de bebés, de órganos; la prostitución, el juegoclandestino,3 el crimen por encargo, el contrabando,4 etc.

Un segundo punto a tener en cuenta se refiere a la magnitud de estasactividades dentro de la economía argentina. Si los datos sobre evasiónson difíciles de calcular, este problema es mucho más grave para las acti-vidades ilegales. La razón es que el éxito de estas últimas depende delocultamiento o clandestinidad en todas las etapas, desde el proceso deelaboración, las etapas intermedias, hasta el proceso de comercialización.

Existen pocas cifras a nivel mundial. La mayoría se refieren a la acti-vidad ilegal de mayor magnitud, el tráfico de drogas. Tullis (1991) sugieresin mucha rigurosidad que este mercado mueve unos $ 500.000 millo-nes anuales. A falta de mejor información estas cifras son utilizadas confrecuencia por organismos internacionales, tales como el Programa deControl de Drogas de las Naciones Unidas (1994).

VI. LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES

Ignacio Esponda y Federico Weinschelbaum1

incentivos para obtener cifras confiables. En la medida en que las políti-cas públicas no busquen sustentarse en análisis empíricos más riguro-sos, las estimaciones seguirán padeciendo las mismas deficiencias. Sinadie va a usar las cifras, ¿qué incentivos hay para invertir recursos conel fin de obtenerlas de forma confiable?

El último punto a considerar antes de emprender un estudio más de-tallado es la relación entre las actividades ilegales y la medición del PBI;este último entendido muchas veces como un indicador de bienestar eco-nómico. Para el caso de la evasión, parece claro que aquella parte de laeconomía informal debe formar parte del PBI. De hecho, en este volumense utilizan métodos para estimar cuánto subestima nuestro PBI el valorde la producción y consumo real de nuestra economía. En cambio, esteinterrogante no tiene una respuesta clara en el caso de las actividadesilegales; e incluso si la tuviera surgiría un nuevo problema metodológicoque complicaría la obtención de las estimaciones.

Supongamos por un momento que deseamos computar la produccióny el consumo ilegal como parte del PBI. ¿A qué precios debemos tomar-los? Los problemas informativos en mercados ilegales suelen provocargran variabilidad en los precios.8 A esto se le suma la gran diferencia quesuele existir en algunos mercados (como el de drogas) entre el precio ini-cial y el precio final.9

Aun con estos problemas metodológicos, la pregunta relevante conti-núa siendo si deberíamos incluir a estas actividades en el PBI o no. ¿Setrata realmente de bienes? ¿O son males que la sociedad desea evitar?La respuesta no es sencilla porque muchas de estas actividades son per-cibidas como males por el conjunto de la sociedad pero probablementeno lo son para quienes las llevan a cabo voluntariamente. Una preguntaque surge es si la utilidad de aquellos que quiebran la ley debe ser com-putada como parte del bienestar social.10 En vez de tomar una posiciónen este debate nos limitaremos a mostrar cómo cambian los resultadosen función de la respuesta a esta pregunta.

Si bien cada una de las actividades ilegales mencionadas merece unestudio por separado, a continuación nos concentraremos en la elabora-ción de un marco general para el estudio de todas ellas.

En la sección II analizamos en mayor detalle la diferencia entre lasactividades ilegales (tal cual las definimos) y otras actividades prohibidaspor la ley tales como la evasión y el crimen. Nuestro análisis subsiguien-te se centra en forma crucial en estas diferencias. En la siguiente secciónestudiamos la naturaleza de estas actividades; en particular nos pregun-tamos por qué se prohíben y analizamos las respuestas desde los puntosde vista deontológico y consecuencialista. En la sección IV analizamoslas consecuencias de la prohibición: el impacto tanto sobre el mercadoen cuestión como también sobre otras actividades. A esta altura se pre-senta un sencillo modelo que capta la esencia de nuestro análisis.Basándonos en el modelo anterior, en la sección V discutimos distintaspolíticas destinadas a reducir las consecuencias negativas de las activi-dades ilegales sobre el bienestar de la sociedad. Aquí tratamos de dar

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 311

Simón and Whitte (1982) estiman que para los Estados Unidos del to-tal de la economía informal (6,5 al 12% del PBI), entre un tercio y la mi-tad corresponde a actividades ilegales.5 Esto implica, por un lado, quepor su magnitud frente al resto de la economía las actividades ilegalesmerecen ser analizadas; y por el otro, que las mismas deben ser cuidado-samente estudiadas si pretendemos comprender mejor el fenómeno de laeconomía informal.

Es importante aclarar, sin embargo, que en muchos casos la magni-tud económica de una actividad ilegal no es un buen indicador de la im-portancia con la cual la misma merece ser estudiada. Existen varias ac-tividades moralmente indeseables para la sociedad, tales como la ventade órganos, que constituyen un serio problema más allá de la cantidadde pesos que muevan por año. Diremos más sobre la relación entre mo-ral y economía en la sección III.

No existen cifras sobre la dimensión de la economía de las actividadesilegales para la Argentina; aunque en principio uno podría conjeturar quese trata de un fenómeno de magnitud relevante. Las cifras que existensuelen referirse a ciertas actividades ilegales particulares. Por ejemplo, laCámara de Agencieros reclama que el juego clandestino mueve alrededorde $ 3.000 millones anuales;6 la Fundación Vida Silvestre denuncia queel comercio de especies en extinción (flora y fauna) mueve en nuestro paísalrededor de $ 400 millones por año; y el Ministerio de Economía estimaque dicha cifra para la prostitución es de aproximadamente $ 350 millo-nes.

Debido a la escasa rigurosidad de los métodos utilizados para calcu-larlas, la mayoría de estas cifras no dejan de ser anecdóticas. Sin embar-go, al menos confirman nuestra intuición acerca de la magnitud relativade diversas actividades.

También existe un debate interesante sobre la confiabilidad de estosnúmeros, no sólo para la Argentina –que carece de estudios sistemáticosal respecto– sino también para países que cuentan con una estructuradestinada a obtener tales estimaciones. Un ejemplo son los Estados Uni-dos, que dedica una cantidad importante de recursos a la estimación deproducción mundial en el mercado de drogas. Estas estimaciones sonpublicadas anualmente por el INCSR (International Narcotics ControlStrategy Report). Reuter (1996) denuncia varias irregularidades y mues-tra que basta con una observación casual de estas estimaciones parapercibir la irracionabilidad de las mismas. Por ejemplo, si las estimacio-nes sobre producción de marihuana del año 1989 fueran ciertas, más dela mitad de la población estadounidense entre 15 y 35 años calificaríacomo consumidor fuerte de marihuana.7 En un estudio anterior, Singer(1971) había afirmado que si uno creyera en las cifras oficiales de adic-ción a la heroína, entonces la ciudad de Nueva York no debería existir:hubiera sido “tomada” por drogadictos.

Al parecer, estas cifras no sólo se han obtenido por métodos que care-cen de rigurosidad, sino que tampoco resisten el más superficial de losescrutinios. Para Reuter (1996) la explicación se encuentra en la falta de

310 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

las consecuencias de sus acciones, donde no existen componentes pasio-nales. Éste es un supuesto aceptable en nuestro contexto dado el carác-ter voluntario de las transacciones entre ambas partes.13

En las secciones subsiguientes explotaremos esta propiedad de inter-cambio voluntario óptimo para analizar las actividades ilegales dentro deun marco común y ampliamente estudiado por los economistas: el de laoferta y la demanda.

3. CAUSAS DE LA PROHIBICIÓN

Habiendo definido y caracterizado el objeto de estudio del presentecapítulo surge un interrogante natural: ¿por qué se prohíben estas acti-vidades? Al estudiar las causas de la prohibición estaremos descubrien-do, simultáneamente, los beneficios de esta última. Esto será útil a lahora de evaluar recomendaciones de política basadas en un análisis cos-to-beneficio (social).

La respuesta a nuestro interrogante no es trivial. Después de todo setrata de actividades que involucran a dos partes que participan volunta-riamente de un intercambio. Tomemos, por ejemplo, la prostitución. ¿Porqué evitar, en ciertas condiciones, que una prostituta y su cliente llevena cabo un acuerdo que mejora la utilidad de ambas partes? Yendo a uncaso más extremo, consideremos a un padre A cuyo hijo necesita en for-ma urgente un riñón; y un padre B que no puede mantener a su familiay por lo tanto decide venderle su riñón al padre A. ¿Por qué no permitir-lo? Peor aún, ¿qué ocurre si el padre B está dispuesto a dar la vida porsu familia y vender ambos riñones? Posiblemente nos neguemos a acep-tar tales situaciones por considerarlas injustas; y al mismo tiempo esta-remos rechazando las posibles consecuencias de establecer tal mercado:disolución del concepto de familia, amenazas y presiones para vender losórganos, etc.

Un último caso: ¿por qué prohibir el consumo racional de drogas ta-les como la marihuana, la cocaína o la heroína? Quizás porque tememosvivir en una sociedad adicta, violenta e improductiva; probablemente noqueremos correr el peligro de ser asaltados o asesinados a la vuelta de laesquina por individuos con facultades mentales alteradas. En fin, la lis-ta está lejos de ser exhaustiva; pero al menos sugiere que existen argu-mentos sólidos para querer prohibir muchas de estas actividades.

Los economistas dicen que hay externalidades si las actividades deconsumo o producción de un individuo afectan directamente la utilidadde otro individuo (o a un subconjunto de la sociedad). Para las activida-des que estamos considerando las externalidades tienen que ver con losperjuicios morales que provocan. En cambio, denominamos actividadescomplementarias a aquellas que ocurren como resultado indirecto de lasactividades que estamos considerando.

De la discusión anterior es clara la distinción entre dos justificacionesde la prohibición: enfoque deontológico (moralista) y enfoque consecuen-

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 313

una explicación al hecho de que la mayoría de las políticas se han con-centrado del lado de la oferta. Concluimos con una discusión sobre lasventajas de considerar opciones distintas a la prohibición. En la secciónVI presentamos posibles extensiones al análisis anterior. Por el lado de lademanda, nos preguntamos qué ocurre cuando el bien es adictivo (porejemplo, drogas). Por el lado de la oferta, analizamos cómo las economíasde escala y de scope contribuyen a una mayor concentración del merca-do. En cada uno de estos casos volvemos sobre nuestras consideracionesde política de la sección anterior. En la última sección concluimos breve-mente.

2. MERCADO DE ACTIVIDADES ILEGALES

Recordemos que nuestra definición de actividades ilegales comprendetodo intercambio voluntario de bienes o servicios prohibido por la ley. Lafuncionalidad de esta definición restrictiva quedará clara una vez queveamos cuál es la distinción crucial entre estas actividades y otras, tam-bién prohibidas por la ley, como la evasión o el crimen.

La palabra clave en nuestra definición es “intercambio voluntario”.Esto sugiere la existencia de dos partes; un oferente y un demandantedel bien ilegal. Sin la participación de alguna de estas partes la transac-ción no tendría lugar, y tampoco la necesidad del Estado de regularla oprohibirla. En definitiva, lo que distingue a estas actividades del resto delos actos prohibidos por ley es la existencia de un mercado.

En el caso de la evasión, en cambio, no sólo hay una única parte in-volucrada (la empresa o el individuo que decide cuánto evadir), sino queademás no es la transacción en sí misma la que se prohíbe sino la formaen que se lleva a cabo. En el caso de crímenes tales como robos, asesina-tos o secuestros, también hay una única parte que actúa voluntariamen-te: el criminal. Ninguno de estos dos casos se caracteriza por un inter-cambio voluntario entre dos partes; y en el caso del crimen ocurre todolo contrario: una de las partes (la víctima) desea evitar el intercambio.11

Becker (1968) es el trabajo pionero en extender el análisis económicocosto-beneficio al estudio de las actividades delictivas. La decisión de co-meter un delito surge como resultado de la maximización de la utilidadesperada del individuo o la empresa y es función de la probabilidad deser atrapado y condenado por la autoridad, la multa correspondiente, laaversión al riego y del premio por delinquir (impuestos no pagados, mer-cadería robada, etc.).

Este enfoque ha recibido varias críticas,12 en especial cuando se utili-za para explicar delitos por necesidad económica o crímenes pasionalesque parecen tener poco que ver con un análisis detallado de los costos ybeneficios presentes y futuros del victimario.

En el presente trabajo seguiremos el enfoque propuesto por Becker(1968). Tanto los oferentes como los demandantes de bienes ilegales es-tarán tomando sus decisiones a partir de un análisis costo-beneficio de

312 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

claro –para la opinión pública en general o para aquellas elites que impo-nen sus propias reglas– que la moral por sí sola no alcanza para prohibiruna actividad? Para quienes apoyan los argumentos previos, cuando lamagnitud de los costos de prohibirla sugieran una revisión de nuestramoral. Esto nos indica que a largo plazo, el estudio de los costos y bene-ficios puede ser provechoso aun para actividades que hoy aparecen comoindiscutiblemente prohibidas.

En algunas ocasiones se producen cambios en la moral que no sonincorporados a las leyes en forma inmediata. De esta manera puede ha-ber actividades prohibidas sin que existan justificaciones para su prohi-bición.

Una segunda justificación a la prohibición la constituye el enfoqueconsecuencialista. Este se refiere a las actividades complementarias quese derivan del funcionamiento de un mercado. Por ejemplo, quien consu-me drogas y luego conduce un automóvil y atropella descuidadamente aun peatón, está generando una actividad complementaria que reduce elbienestar de la sociedad. La prohibición del consumo de drogas puedeestar destinada a evitar esta actividad complementaria. Lo mismo ocurrepara el ejemplo del mercado de venta de órganos con las posibles amena-zas y presiones por parte de quienes buscan un órgano (ya sea como in-termediarios o como necesitados directos). Vale la pena notar que estasactividades complementarias pueden ser evaluadas, a su vez, desde unpunto de vista deontológico; es decir, existe una interesante interacciónentre ambos enfoques.

Por último, podemos trazar un paralelo entre las ventajas de la econo-mía informal de la evasión y las ventajas de la economía informal de lasactividades ilegales. En el primer caso, la economía informal podría estaractuando como una válvula de escape en respuesta a excesivos controlesy regulaciones. El tamaño de la economía informal podría estar sugirien-do algo sobre la necesidad de modificar (simplificar) estos últimos.16

El caso de las actividades ilegales parecería ser distinto en cuanto lasociedad busca protegerse de la existencia de ciertas actividades; deseaprohibirlas. Sin embargo, también aquí la magnitud del mercado ilegalpodría estar sugiriendo que la prohibición carece de justificación; que lamoral de la sociedad está cambiando. De todas maneras, evaluar estaposibilidad parece mucho más complejo que hacerlo para el caso de laevasión.

4. CONSECUENCIAS DE LA PROHIBICIÓN

Así como el estudio de las causas de la prohibición nos estaba mos-trando, en forma paralela, los beneficios de la misma; ahora el estudio desus consecuencias nos permitirá evaluar los costos de prohibir ciertasactividades. El punto crucial es que la prohibición de ninguna maneraimplica el cese de estos intercambios voluntarios. De hecho, la mismaprovoca modificaciones en la forma en la cual se llevan a cabo estas

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 315

cialista (actividades complementarias). El primero de ellos se sustenta enlos principios básicos de convivencia, el derecho natural, las reglas mo-rales de la sociedad, etc. La prostitución genera un costo moral para una(probablemente cada vez más pequeña) parte de la población. Un merca-do de venta de órganos, venta de bebés o crimen por encargo genera uncosto moral indiscutible para la sociedad en su conjunto. La sociedad es-tá dispuesta a enfrentar altos costos para evitar que se realicen estastransacciones.

Un problema metodológico comúnmente discutido es cómo medir mo-netariamente el beneficio de la prohibición (o sea, el costo moral de la ac-tividad). En definitiva, ¿cuál es la relación que existe entre una justifica-ción moral y un análisis costo-beneficio? Éste no es el lugar paraincursionar en el campo de economía y moral,14 simplemente nos limita-remos a brindar algunos comentarios que distan de gozar de amplio con-senso pero suelen ser discutidos en la literatura.

En primer lugar, la moral cambia. Siglos atrás la práctica de la escla-vitud era legal y hoy es aborrecida por la mayor parte del planeta. Aúnmás recientemente, la discriminación racial es una práctica cuya inten-sidad ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.

Consideremos el caso de la esclavitud, que ha sido ampliamente estu-diado por historiadores económicos tales como North and Thomas(1976). Algunos puntos de vista sostienen la siguiente historia: un cam-bio en precios relativos provoca un cambio en los costos y beneficios demantener a alguien en condición de esclavo vis à vis mantenerlo en con-dición de trabajador. Luego desaparece la práctica de la esclavitud, cam-bian las costumbres y se modifican las normas morales de la sociedad.En última instancia, estas hipótesis llevan el análisis al plano costo-be-neficio.

Consideremos otro ejemplo. ¿Por qué prohibimos un mercado de cri-men por encargo? Respuesta moralista: matar está mal. Peor aún, no esjusto que quienes tengan más dinero sean quienes tengan más fácil ac-ceso al mercado en este caso. Pero entonces uno podría preguntarse quédetermina la moral. O sea, ¿por qué un mercado de crimen por encargono ha surgido como resultado de la evolución de las normas sociales?Según un enfoque eficientista, la respuesta tiene que ver con los enor-mes costos en los que incurriría (y de hecho ha experimentado en el pa-sado) una sociedad incapaz de garantizar el elemento más básico de todocontrato social: la seguridad.15

Aunque será útil tenerlo en mente, evaluar el enfoque moralista entérminos de costo-beneficio no será tema de nuestro estudio. En este tra-bajo tomaremos el status quo como dado y no nos preguntaremos dema-siado si el mismo es producto de la evolución “racionalista” de las leyessociales o el resultado, por ejemplo, del poder de ciertos grupos de inte-rés.

Debido a las posibles consecuencias de la prohibición, el análisis cos-to-beneficio puede ser útil incluso si la justificación de la prohibición esevidente desde el punto de vista moral. Además, ¿cuándo deja de estar

314 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

cómputo final del bienestar social. La postura que tomemos en esta dis-cusión determinará si debemos o no tener en cuenta esta pérdida de ex-cedente como un costo para la sociedad. Incluso parte de las áreas C´ B´D´ O y A E´A´B´ pueden ser consideradas como costos en caso de que losinfractores no sean tomados en cuenta en el cálculo del bienestar so-cial.18

Un costo de magnitud presumiblemente mayor es el gasto de gobier-no necesario para provocar el desplazamiento de las curvas de demanday de oferta. Éstos incluyen los gastos de detección, persecusión, procesa-miento y encarcelamiento.

Como consecuencia del gasto de gobierno tenemos el gasto en el queincurren para evitar ser detectados los demandantes y los oferentes quehan decidido permanecer en el mercado; parte de estos costos ya estáncalculados en la pérdida de los excedentes. Especialmente en el caso delos oferentes, la prohibición genera actividades complementarias talescomo extorsiones, asesinatos, guerras de bandas, más actividades ilega-les, etc., que pueden ser tan o incluso más perjudiciales que la actividadprohibida en un principio.

Cada uno de estos costos dependerá de la actividad en particularque estemos estudiando. Pero para nuestros propósitos alcanza con re-sumir la discusión anterior en términos de una función de costos C(q),donde q es el objetivo de las autoridades (es decir, la cantidad de equili-brio deseada) y C(q) representa el mínimo costo posible de lograr tal ob-jetivo (en términos de pérdida de excedente, políticas de las autoridadesy actividades complementarias). Claramente, C(qe) = 0 y C(q) es decre-ciente en q ∈ [0,qe]. Además, presumiblemente, C(0) = ∞.

De la sección anterior podemos en forma similar representar los be-neficios de prohibir la actividad por B(q). Finalmente, el nivel óptimo q*de equilibrio es el resultado de la siguiente maximización:

Max q B(q) – C(q).

Sólo en el caso en que q* = qe, las autoridades deberán abstenerse deprohibir la actividad. Es interesante notar que si el solo efecto de prohi-bir una actividad generara –por cuestiones de respeto a la ley– una dis-minución en la cantidad demandada y ofrecida sin necesidad de políticasespecíficas de disuasión, entonces siempre que existiera la más mínimarazón moral para prohibir la actividad tendremos q* < qe y la misma de-berá prohibirse. Esto puede explicar por qué, en ocasiones, una activi-dad se encuentra prohibida pero no se destinan recursos específicos pa-ra efectivizarla.19

Cuando decidimos prohibir una actividad estamos renunciando a re-gularla; de esta manera la prohibición puede afectar también las carac-terísticas del intercambio. Discutimos este punto en la siguiente sección.

Una potencial consecuencia de la ilegalidad que no hemos analizadoes la modificación misma de la estructura de mercado. Un mercado pre-viamente competitivo puede concentrarse fuertemente como resultado de

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 317

transacciones. Como consecuencia, se desarrollan costosas actividadestanto para el ocultamiento como para la detección de la ilegalidad.

Consideremos el mercado del bien X, cuya oferta y demanda se en-cuentran dibujadas en la figura 1. La cantidad y el precio de equilibrioson qe y pe respectivamente. ¿Qué ocurre si prohibimos el comercio delbien X y penalizamos a quienes lo intercambien con una multa moneta-ria, con un tiempo en prisión, o con ambas. Suponiendo que la probabili-dad de ser atrapado es menor a 1,17 entonces algunas personas desea-rán seguir intercambiando en la economía ilegal, pero otras no debido aque los beneficios de la transacción no serán suficientes para compen-sarles por el costo esperado de ser atrapados.

Para individuos que maximizan su utilidad esperada, las cantidadesdemandadas y ofrecidas dependen negativamente de la probabilidad deser detectado, de la multa o pena correspondiente, del costo moral quepudieran sufrir por quebrar la ley y de su propia aversión al riesgo.

La figura 1 muestra el desplazamiento de ambas curvas. El desplaza-miento será mayor mientras más efectiva sea la tarea disuasiva de lasautoridades. Como consecuencia, la cantidad comerciada en equilibriocaerá, pero en general la actividad en el mercado no desaparecerá. Es in-teresante notar que el efecto sobre el precio será ambiguo, según las po-líticas disuasivas estén concentradas en la oferta o en la demanda.

Los costos más evidentes de la prohibición están constituidos por lapérdida del excedente del mercado. En la figura 1 se observa una reduc-ción del excedente del mercado del área ABC al área A´B´C´. Éstos sonlos costos por no permitir transacciones que de llevarse a cabo mejora-rían el bienestar de ambas partes. En la sección II fue mencionada ladiscusión acerca de si esta gente merece ser tomada en cuenta en el

316 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 1

A

A’

C’

E’

B’

D’

p

x

C

B

O

pe

qe

adicciones o de sus propias necesidades (por ejemplo, drogas y venta deórganos/bebés). El oferente, por su parte, es visto como quien explotacomercialmente esta situación para su propio provecho.23 Un sentido dejusticia lleva a penalizar a la oferta en estos casos. Y un sentido pragmá-tico es consistente con esta política; después de todo parecería más fácilreducir los incentivos a participar en un negocio provechoso que atenuarel deseo o la necesidad inherente a la demanda.

Aun una tercera posibilidad está asociada con la efectividad del es-fuerzo de detección. Si como conjeturamos en la introducción y discuti-remos en la próxima sección la oferta de actividades ilegales suele estarconcentrada en manos de pocos actores, entonces parece razonable tra-bajar con políticas del lado de la oferta. Atrapar en el acto a un deman-dante tendrá efectos poco significativos en el mercado comparado conatrapar a un oferente, quien maneja una importante proporción del ne-gocio ilegal.

Un estudio detallado de la estructura del mercado ilegal también su-giere “nuevas” políticas relacionadas con el surgimiento de organizacio-nes criminales.

Una de las consecuencias deseables de prohibir estas actividades esla reducción de la cantidad intercambiada en el mercado. Sin embargo,la prohibición no es la única alternativa para lograr tal propósito. La ac-tividad en el mercado también podría reducirse a través de impuestos,tal cual ocurre con los cigarrillos y el alcohol. De hecho, existe una tasaimpositiva suficientemente alta que produce los mismos resultados quela prohibición sobre la cantidad de equilibrio.24

Entonces, ¿por qué simplemente no cobrar impuestos y evitar lasconsecuencias perjudiciales de la prohibición que mencionamos en lasección IV? La clave está en la sección III; y particularmente en el costomoral de no prohibir una actividad indeseable. Esto es, si la política im-positiva y la política prohibitiva provocan el mismo resultado en términosde la cantidad de equilibrio, probablemente estemos mejor declarándolailegal.

Pese a esto, la política impositiva cuenta con una importante ventajafrente a la prohibición. La legalización de la actividad permite el segui-miento, el control y la regulación de la misma.25 En muchos casos losbeneficios obtenidos son suficientemente importantes como para consi-derar seriamente esta alternativa. Un ejemplo es el aborto. La legaliza-ción de esta actividad permitiría, según sus defensores, aumentar loscontroles y así reducir los riesgos asociados a los abortos ilegales. Ladroga es otro ejemplo. La calidad de la droga influye en forma significati-va sobre la salud del consumidor. Si la misma está adulterada y es debaja calidad, el daño sobre el individuo puede ser de un orden muchomayor que si consumiera droga de buena calidad.

La prostitución es un tercer ejemplo. Si creemos que la externalidadnegativa ocurre sólo cuando esta actividad se realiza en espacios públi-cos, entonces parece razonable permitir que la misma se lleve a cabo pe-ro confinada a ciertos ambientes o lugares específicos.26

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 319

la prohibición. Esto puede llevar a una gran concentración de poder, loque podría constituirse en una amenaza hasta para el Estado mismo, talcual el caso de las FARC en Colombia.20

Por último, es importante notar que el sencillo modelo presentado enesta sección y las extensiones que serán sugeridas en la sección VI cons-tituyen un análisis de equilibrio parcial. Sería interesante para el futuroestudiar alguna actividad ilegal en particular bajo un contexto de equili-brio general.

5. POLÍTICAS

A continuación señalamos algunas políticas destinadas a combatirlas actividades ilegales. La discusión concluye con el análisis de posiblesalternativas a la prohibición.

Existe abundante literatura acerca de la forma óptima de disuadir lasactividades ilegales; esto es, sobre la función de costos C(q).21 Esta litera-tura se he concentrado en la efectividad relativa de aumentar la multavis à vis aumentar la probabilidad de detección y condena. Algunos tra-bajos también se han ocupado de analizar la efectividad del gasto en po-líticas educativas.

La discusión anterior permanece válida en el contexto de actividadesilegales. Sin embargo, debemos extenderlas a una nueva dimensión: elmercado. Las políticas disuasivas son válidas tanto para los oferentes co-mo los demandantes, y surge el interrogante adicional de cuál es la com-binación óptima entre políticas de oferta y de demanda.

Pero esto no es todo. La nueva dimensión no es sólo una extensión dela tradicional, sino que abre la posibilidad de llevar a cabo nuevas políti-cas. Esta nuevas políticas se basan en la característica fundamental delas actividades ilegales: la existencia de una coalición comprador-vende-dor. Toda política destinada a romper esta correspondencia de intereseslogrará reducir la cantidad transada en el mercado.

Una de estas políticas es la infiltración: hacerse pasar por el oferenteo el demandante. Esto aprovecha el hecho de que los vendedores necesi-tan contactarse con compradores y viceversa. La posibilidad de estar ne-gociando con un agente del gobierno reduce los incentivos a participaren el mercado.

Si bien las políticas destinadas a desincentivar las actividades ilegalespueden ser, a diferencia del caso de la evasión, tanto de oferta como dedemanda; la mayor parte de los esfuerzos han sido destinados al lado dela oferta22. Una primera explicación es que las políticas se han basado enla corriente de pensamiento tradicional: el modelo de Becker y sus exten-siones. Sin embargo, esto sería atribuirle a la teoría un papel en las de-cisiones políticas que es, cuanto menos, cuestionable.

Una posibilidad más interesante es que suele considerarse al deman-dante como una suerte de víctima y al oferente como un victimario, talcual los crímenes comunes. El demandante es víctima de sus propias

318 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sin embargo, para consumidores racionales este efecto positivo debeser aún mayor para así contrarrestar el efecto negativo de un mayor ni-vel de S(t) sobre la utilidad futura.

Bajo las condiciones anteriores, las cantidades consumidas del bienen distintos momentos del tiempo son complementarias. Por lo tanto, unaumento tanto en el precio pasado o en precios futuros esperados provo-cará una caída del consumo presente.

Supongamos que de la solución del problema de optimización dinámi-ca surge una regla de política C*(S(t),x(t)) que indica el nivel de consumoóptimo del bien c(t) en función del stock adictivo S(t) y del vector x, queincluye parámetros tales como los precios del bien adictivo y de los bie-nes no adictivos y el ingreso del individuo. En estado estacionario debe

cumplirse o sea c = δS. La figura 2 muestra una posible situación.

El individuo con un stock adictivo S siempre se encuentra en el puntocorrespondiente de la curva C*(S,x). Si este punto se encuentra por enci-

ma de la recta δS, entonces S crecerá (porque ); si se en-cuentra por debajo, S disminuirá con el tiempo.

Las flechas sobre el eje horizontal muestran la dinámica del consumopartiendo de cualquier situación inicial S(0). Hay tres estados estaciona-rios, 0, S* y S, pero sólo 0 y S son estables. Por lo tanto, para niveles ini-ciales S>S(0) > S* el consumo del bien adictivo será creciente y convergen-te a c; si S<S(0) el consumo será decreciente pero también convergente a c;mientras que para S(0) < S* el consumo también será decreciente peroconvergente a cero.

S c S⟨

= − >δ 0

S⟨

= 0

f ufcfS

ucS

2

0= > .

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 321

En definitiva, concentrarse exclusivamente en la discusión prohibi-ción vs. legalización impide considerar un importante número de políti-cas alternativas que pueden resultar óptimas desde el punto de vista so-cial. La política óptima dependerá de la actividad en particular queestemos estudiando.

6. EXTENSIONES

i) Demanda de drogas

Los mercados de drogas constituyen, por su magnitud, la mayor partedel fenómeno que estamos tratando de explicar. Por otro lado, muchosde los comentarios hechos en este trabajo no parecerían ser válidos parael caso de sustancias ilegales psicoactivas (drogas). Resulta difícil mante-ner el supuesto de racionalidad en este contexto, y por lo tanto caracte-rizar a estos intercambios como voluntarios parece, cuanto menos, exa-gerado. El argumento tradicional en favor de la intervención del Estado(esto esto, la prohibición) sostiene que no existe libertad de intercambioya que los individuos preferirían tener menos libertad y así evitarse losperjuicios en su salud, vida social, trabajo, etc. A continuación mostra-mos, sin embargo, cómo extender el concepto de preferencias de formatal de poder explicar el consumo de drogas manteniendo el supuesto deracionalidad.27

La naturaleza adictiva de los bienes a considerar nos obliga a trabajaren un contexto dinámico. Supongamos que la función de utilidad instan-tánea del individuo es:

u(t)=u[c(t),S(t),y(t)],

donde c(t) es el consumo del bien adictivo, y(t) es el consumo de bienesno adictivos y S(t) es el stock de consumo adictivo. La ley de movimientode este stock es:

donde δ es la depreciación. Esto implica que un mayor consumo hoy delbien c afecta no sólo la utilidad presente sino también la utilidad futuraa través del stock S. Ésta es precisamente la característica esencial quepermite que el bien sea potencialmente adictivo para el individuo.28

Para que el bien c sea efectivamente adictivo debe ser cierto que unmayor consumo pasado aumente el deseo de consumo presente. Para unindividuo miope que no considera los futuros efectos adversos de su con-sumo actual, la condición requerida es que un aumento en el consumopasado (medido por mayores niveles de S) aumenta la utilidad marginaldel consumo presente, o sea,

S t c t S⟨( ) = ( ) − δ ,

320 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 2

c

c

S* S

C*(S,x)

δS

S

Según Becker y Murphy (1988), los pobres y los jóvenes respondenmás al efecto precio que a los efectos adversos de la droga. Esto se debea que los últimos se sufrirán en el futuro, y los jóvenes y los pobres sue-len tener una tasa de preferencia temporal relativamente alta. Esto im-plica que una legalización de la droga, por más que esté acompañada deuna fuerte campaña educativa, provocaría un gran aumento en el consu-mo, especialmente a largo plazo y particularmente entre los jóvenes y lospobres.

A esta altura es interesante comentar dos críticas a las cuales el mo-delo anterior se ha visto expuesto en reiteradas ocasiones. En primer lu-gar, la experiencia parecería indicar que la demanda de drogas es muchomás inelástica que lo sugerido aquí. Luego de fuertes cruzadas antidro-gas por parte de la policía, suele apreciarse apenas una pequeña dismi-nución en el consumo de la misma. Sin embargo, la observación anteriores consistente con el modelo si el efecto sobre el precio se percibe comotemporario. El modelo predice una importante reducción del nivel deconsumo ante una acción policial suficientemente efectiva como para au-mentar el precio de la droga en forma permanente. Que esto último hayaocurrido parece dudoso.

En segundo lugar, la visión de un consumo racional de un bien adic-tivo ha sido enfáticamente rechazada. Pero esta crítica tampoco tiene de-masiado sustento. El presente modelo no supone que los individuos es-tán contentos con sus actuales preferencias.29 Simplemente sugiere queel consumidor elige racionalmente su nivel de consumo basado en susdeseos actuales de drogarse. Por supuesto que si pudiera elegir proba-blemente optaría por no desear consumir drogas. Pero esto no es así, ypor lo tanto lo único que le queda es hacer lo mejor posible con sus pre-ferencias.

Es interesante notar que este enfoque, al extender el análisis neoclá-sico tradicional de las preferencias, se aplica también a un gran númerode conductas. El hecho de que las personas luchen ferozmente para de-jar estas conductas (adicciones, etc.) no indica que su conducta sea irra-cional. Simplemente implica que dadas sus preferencias, el costo de de-jar de consumir es demasiado alto.

Hasta aquí hemos aplicado el modelo anterior al consumo de dro-gas.30 Sin embargo, uno también podría aplicarlo a las actividades ilega-les en su conjunto. Después de todo, la decisión de cometer un delitosuele tener un ingrediente adictivo, y una vez que se cruza la frontera dela ilegalidad, cruzarla nuevamente parecería ser más fácil. Cuanto me-nos, hay un efecto aprendizaje que podría modelarse a través de S (inter-pretado, ahora, como un stock de habilidades delictivas).

Por otro lado, uno podría modelar el cambio en la moral de los indivi-duos, y analizar cómo este cambio está relacionado con los costos y be-neficios a los cuales se enfrenta, tal cual fue sugerido en la sección II.Para un análisis más completo de este enfoque y sus aplicaciones, se re-comienda la lectura del libro de Becker (1996).

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 323

La determinación del nivel inicial S(0) es clave para el resultado, y se-gún Becker hay efectos disparadores (tales como divorcios, crisis, etc.)que pueden llevar a saltos en el stock adictivo S y consecuentementeconvertir a un individuo sano en un adicto.

La figura 3 muestra los efectos de una disminución en el precio delbien adictivo (quizás como consecuencia de una legalización) sobre elconsumo de un individuo que se encontraba consumiendo al nivel de es-tado estacionario c. El efecto es un desplazamiento de la regla óptima ha-cia arriba: para un mismo nivel de S el costo del bien c es menor y por lotanto su consumo óptimo es mayor. El efecto de corto plazo es un saltoinmediato al nivel de consumo c’. La respuesta de largo plazo es aúnmás elástica, y lleva el nivel de consumo a su nuevo valor de estado es-tacionario c”.

El efecto de una disminución en el precio es aún más drástico paraaquellos individuos que parten del estado estacionario en S*. Para ellosel cambio de largo plazo es de c* a c”.

El costo total de un bien adictivo como la droga está compuesto nosólo por su precio sino también por el valor monetario de los efectos ad-versos que éste provoca sobre la salud, los ingresos futuros y la vida so-cial del individuo en general. Tanto un aumento en el precio (quizás co-mo resultado de una lucha activa contra las drogas) como un aumentode los efectos adversos percibidos (quizás como resultado de una campa-ña publicitaria que resalte los efectos nocivos de la droga) provocaránuna disminución en el consumo, especialmente en el largo plazo (ver fi-gura anterior y realizar los pasos anteriores en la dirección opuesta). Esimportante destacar que para volver al estado estacionario c* o a cero, esnecesario una disminución drástica del stock S.

322 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FIGURA 3

c’c”

c*

c

c

S* SS”

C*(S,x)

C*(S,x’)

δS

S

cen los incentivos a la centralización son 1) los riesgos inherentes a lastransacciones ilegales decrecen más que proporcionalmente con el tama-ño ya que es imposible realizar contratos, 2) los derechos de propiedadde los bienes no están bien definidos y pueden ser confiscados por agen-cias gubernamentales, lo que desincentiva la realización de inversionesimportantes y 3) la probabilidad de detección es creciente con el númerode gente involucrada, ya que cada miembro puede cooperar con la agen-cia investigadora.

La estructura resultante está compuesta por “firmas independientes”que evitan los costos de agencia propios de las grandes organizacionescompletamente integradas. Debido a que estas firmas actúan coordina-damente se aprovechan las ventajas de las decisiones centralizadas.

7. CONCLUSIONES

Las pocas estimaciones existentes indican que las actividades ilegalesson un fenómeno importante; tanto por su magnitud frente al resto de laeconomía y como proporción de la economía informal en su conjunto.Sin embargo, y a diferencia de la evasión, el estudio de las actividadesilegales no está motivado sólo por su magnitud. En muchos casos la mo-tivación también es producto de los costos que la sociedad está dispues-ta a pagar para impedir que se lleven a cabo; es decir, del costo moral delas mismas.

Por otro lado, la confiabilidad de los datos es dudosa. Cuando las es-timaciones no se utilizan en forma sistemática en la elaboración de polí-ticas efectivas, mucho menos podemos esperar que existan incentivospara obtener los datos en forma rigurosa y confiable. La falta de cifras, asu vez, impide la realización de políticas exitosas.

Definimos a las actividades ilegales como aquellos intercambios vo-luntarios entre dos partes que se encuentran prohibidos por la ley. Lavoluntariedad del intercambio (la racionalidad) y la existencia de una co-rrespondencia de intereses entre las dos partes (el mercado) distinguen aestas actividades de otros delitos tales como el crimen y la evasión. A di-ferencias de estas últimas, no es evidente que el Estado deba intervenirpara impedir que se lleve a cabo un intercambio que mejora el bienestarde los participantes.

La justificación de la intervención puede sostenerse desde los enfo-ques deontológico y consecuencialista. Las actividades se prohíben por elcosto moral al que es sometido el resto de la sociedad y/o por las conse-cuencias indirectas perjudiciales.

De todas maneras, la decisión de prohibir no significa que el mercadodesaparecerá, sino más bien implica un cambio en la naturaleza de lastransacciones. Excepto en el caso en que el costo moral de la legalidad esintolerable, estudiar los costos de la prohibición puede ser útil a la horade diseñar políticas efectivas. Estos costos incluyen la pérdida de exce-dente del mercado, el gasto de las autoridades en políticas disuasivas y

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 325

ii) Estructura de mercado

En el modelo de la sección IV supusimos que el efecto de la prohibi-ción de un mercado sobre la actividad misma es el desplazamiento de lascurvas de oferta y demanda. A continuación evaluamos la posibilidad deque la estructura misma del mercado cambie y conjeturamos que la pro-hibición convierte a un mercado competitivo en un mercado oligopólico.De esta manera la prohibición genera nuevos costos asociados a la pér-dida de bienestar propia de un mercado concentrado.

Para el caso de actividades ilegales los modelos competitivos no pare-cen convincentes. Existen costos fijos considerables, principalmente re-lacionados con recursos destinados a impedir la detección de estas acti-vidades. También la ilegalidad permite la posibilidad de realizardiscriminación de precios, característica incompatible con mercadoscompetitivos. Tampoco es convincente una estructura monopólica. Lasactividades ilegales potencian problemas de agencia, lo cual pone límitesal tamaño de las “firmas”. En consecuencia, la estructura que mejor des-cribe los mercados de actividades ilegales es oligopólica.31

Muchas de estas actividades se llevan a cabo en forma coordinada.Un estudio del crimen organizado puede darnos los detalles suficientessobre la operación de estas organizaciones y sugerirnos nuevas políticaspara detenerlas.

Existen distintas opiniones acerca de la relación entre actividades ile-gales y crimen organizado. Por un lado el crimen organizado puede sur-gir en respuesta a las actividades ilegales; el desarrollo de estas últimases la clave del funcionamiento de las organizaciones delictivas. Schelling(1971), por el contrario, opina que la relación entre crimen organizado yactividades ilegales no se debe a que las organizaciones concentran laproducción y distribución de los mercados ilegales. Según él, esta rela-ción es más bien consecuencia de la característica ilegal del mercado queimpide que las firmas que lo sirven puedan buscar protección en lasagencias gubernamentales. De esta manera el crimen organizado “reem-plaza” a las agencias gubernamentales.

Pese a que pueda haber lugar para actividades competitivas en mer-cados ilegales tales como los de lavado de dinero y distribución de dro-gas, las organizaciones criminales tienden a integrarse verticalmente. Larazón es la existencia de fuertes presiones de las organizaciones domi-nantes para “coordinar” las acciones. Esta coordinación se da bajo la for-ma de carteles. Fiorentini y Peltzman (1995) enumeran los beneficios ylos costos asociados a la centralización de las decisiones basados en evi-dencia obtenida en el juicio contra las cabezas de la mafia siciliana. Losbeneficios de la centralización son 1) economías de escala en serviciosnecesarios para realizar actividades ilegales, 2) utilización de precios mo-nopólicos para los productos, 3) internalización de externalidades debidoal excesivo uso de la violencia, 4) evitar la duplicación de gastos en lobbyy corrupción, 5) mejorar el manejo del portafolio de actividades riesgosasy 6) facilitar el acceso a los mercados financieros. Las fuerzas que redu-

324 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Peltzman, S. (cmps.), The Economics of Organized Crime, Cambridge UniversityPress, 1995.

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NOTAS

1. Universidad de San Andrés. Vito Dumas 284 (B1644BID) - Victoria, Provin-cia de Buenos Aires, Argentina. E-mail: [email protected], [email protected]. Agradecemos la colaboración de Daniela Allerbon.

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 327

los costos en que incurren demandantes y oferentes para evitar ser de-tectados.

Por otro lado, existen razones que sugieren que la ilegalidad provocacambios en la estructura del mercado y la eventual aparición de organi-zaciones criminales. Por último, la prohibición implica la incapacidadde implementar otras alternativas, tales como regulaciones e impues-tos. Estas últimas merecen un estudio detallado antes de ser descarta-das.

A las políticas disuasivas comúnmente utilizadas y ampliamente dis-cutidas en la literatura, se agrega aquí la posibilidad de efectuar estas úl-timas tanto sobre la demanda como sobre la oferta. La existencia de unacoalición comprador-vendedor también sugiere la posibilidad de imple-mentar políticas destinadas a romper esta correspondencia de intereses.Asimismo, una mejor comprensión de los orígenes de las organizacionescriminales facilitará la elaboración de políticas para combatirlas. Por otraparte, la concentración del mercado es probablemente una de las princi-pales razones por las cuales estas políticas se han concentrado del ladode la oferta.

Habiendo presentado un marco común para el estudio de las activi-dades ilegales, un paso natural consiste en el estudio detallado de cadaactividad en particular. Para el éxito de las políticas implementadas encada caso será necesario considerar todo el espectro intermedio de regu-laciones que va desde la prohibición total hasta la legalización sin con-trol. Será útil mantener presente que la prohibición no implica el cese dela actividad, sino que la misma genera consecuencias que pueden inclu-so ser peores que la situación original misma.

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326 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

27. El siguiente análisis está basado en los trabajos de Becker y Murphy(1988) y Becker, Grossman y Murphy (1991).

28. Aquí hablaremos de adicciones dañinas, aunque Becker y Murphy (1988)señalan que no hay nada que impida suponer que las adicciones son buenas pa-ra el individuo.

29. Nótese que con esta afirmación estamos hablando de metapreferencias (esdecir preferencias sobre las preferencias).

30. Para una aplicación empírica del modelo véase Grossman et al. (1999).31. Para una discusión de este punto véanse Fiorentini (1995), Anderson

(1979), Rubin (1973) y Ehrenfeld (1992).

LA ECONOMÍA DE LAS ACTIVIDADES ILEGALES 329

2. Se trata de bienes para quienes los intercambian, aunque pueden ser malespara el resto de la sociedad.

3. La prostitución y el juego clandestino son ilegales sólo en algunos contex-tos.

4. El contrabando es en cierta forma distinto porque el intercambio no sueleprohibirse por razones morales.

5. Existen cifras más recientes sobre el tamaño de la economía informal, aun-que no miden en forma separada la parte correspondiente a actividades ilegales.

6. Nótese que esta Cámara tiene grandes incentivos a sobrestimar estas cifras.7. Tres cigarrillos por día, 333 días al año.8. Pozo (1996) estudia la variabilidad de los precios en algunos mercados ile-

gales específicos.9. Esta diferencia se debe, entre algunas razones, a la posibilidad de que los

distribuidores sean atrapados y al poder que el monopolio local de cada “gang”tiene sobre su correspondiente área para hacer un mark-up. Para más detalles,véase Levitt y Ven Katesh (1998).

10. Para una discusión sobre los beneficios de quiénes deberían incluirse en lafunción de bienestar social, véase Trumbull (1990).

11. Ehrlich (1996) analiza estos fenómenos utilizando un modelo de demanday oferta, donde la demanda se deriva a partir de la demanda por protección.

12. Para algunas de estas críticas ver Elster y Skog (1999) y Mele (1987).13. Podría objetarse que los demandantes de drogas no son conscientes de los

efectos de su decisión; o que no pueden controlarse aun siendo conscientes. Paramás detalles sobre estos bienes adictivos véase la sección VI.

14. Véase Ovejero (1994), McCain (1991), Hausman y McPherson (1993) y Yea-ger (1996).

15. Para un análisis de le evolución del contrato social véase Skyrms (1996).16. Véase De Soto (1987).17. Lo cual es lógico, ya que de existir un mecanismo tal que detecte a todos

los infractores, sus costos seguramente harían que no fuera óptimo utilizarlo.18. A estos costos debe restársele la recaudación obtenida en forma de mul-

tas; aunque probablemente la magnitud de la misma sea relativamente pequeña.19. Incluso si la prohibición no generara una caída en la cantidad, en algunos

casos pudiera ser deseable declararla ilegal. Esto se debe a que la externalidadpodría reducirse por el solo hecho de prohibir la actividad.

20. En Colombia los grupos guerrilleros (FARC) gracias a su asociación con elnarcotráfico generaron un nivel de violencia que llevó a un estado de cuasianar-quía de facto al país.

21. Véanse, por ejemplo, los trabajos de Polinsky, A. y S. Shavell (2000), Ehr-lich (1973 y 1996) y Mookherjee y Png (1994).

22. Véase por ejemplo Rydell, Everingham y Sohler (1994). 23. Existen casos donde esto no es tan así, por ejemplo el padre que vende un

riñón, la madre que vende un bebé ya que no puede mantenerlo, etc. Si existenintermediarios en la relación entre éstos y los demandantes, valen los argumentosrealizados.

24. Si tomamos en cuenta la posibilidad de evadir, esta tasa equivalente debe-rá ser mayor.

25. Por supuesto que aquí también deberían considerarse las posibilidades ylos costos de establecer las regulaciones deseadas.

26. Lo mismo ocurre con el juego clandestino; aunque en este caso la justifi-cación no está tan clara.

328 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Sección VII

CONCLUSIONES

El estudio empírico de la economía oculta es quizás uno de los temasmás arduos en economía, dado el deliberado esfuerzo que realizan losagentes involucrados en esconder sus actividades económicas. Recono-ciendo las restricciones informativas, este trabajo hace un aporte al es-clarecimiento de varios tópicos relacionados con la economía oculta en laArgentina. En los distintos capítulos que componen el volumen se hanhecho esfuerzos por medir distintas dimensiones de las actividades ytransacciones ocultas, analizando sus principales determinantes y susconsecuencias económicas. En este capítulo se resumen las conclusio-nes más importantes y se señalan las prescripciones de política que sederivan del análisis.

LA MAGNITUD DE LA ECONOMÍA OCULTA

Existen varias dimensiones de la economía oculta. En este estudio seha tratado de cuantificar algunas de ellas. En general, cuanto más aco-tada es la definición del objeto de estudio, más precisa es la medición.Así, mientras que el trabajo brinda estimaciones bastante confiables delgrado de informalidad laboral en el grupo de los asalariados en variosaglomerados urbanos de la Argentina, las estimaciones del producto bru-to nacional no registrado por ocultamiento de actividades son natural-mente mucho más imprecisas.

La primera conclusión que surge de los distintos trabajos es que elocultamiento de las actividades económicas no es un fenómeno menor enla Argentina. En todos los capítulos se señala la relevancia cuantitativade las actividades “en negro”. Esta relevancia justifica el esfuerzo en en-tender los determinantes y las consecuencias de estas actividades.

El producto e ingreso nacional se pueden captar mediante dos fuen-tes: Cuentas Nacionales y encuestas de hogares. En la sección II de estevolumen se presentan estimaciones del impacto del ocultamiento de ac-tividades e ingresos sobre ambas fuentes.

CONCLUSIONES

norista da cuenta de un fenómeno de ocultamiento y subdeclaración sig-nificativo, en concordancia con las estimaciones agregadas de las seccio-nes anteriores.

LA EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA OCULTA

Las restricciones informativas se vuelven más estrictas al pretenderampliar las estimaciones del nivel de las actividades ocultas a variosaños. Según la evidencia presentada en la sección II, el tamaño de laeconomía no registrada habría tenido un patrón creciente a lo largo debuena parte del siglo XX, con episodios de incremento significativo de lasactividades ocultas en períodos de aumento de las regulaciones económi-cas.

La evidencia para los noventa no es concluyente, aunque pareceríaindicar que la tendencia hacia la informalización no se ha revertido. Lasestimaciones de informalidad laboral de la sección IV indican un fuerteaumento durante los ochenta y un leve crecimiento en los noventa, enparticular desde 1995. La poca y fragmentada evidencia disponible su-giere que el afianzamiento de las políticas de mercado, la estabilidad ma-croeconómica y los mayores esfuerzos de fiscalización en los noventa nohan implicado una caída de los niveles de ocultamiento de actividades yevasión impositiva. En contraste, se presume que varias dimensiones dela economía oculta han seguido creciendo durante la década, aunque po-siblemente a tasas menores que en décadas anteriores.

LOS DETERMINANTES

Dado que la economía oculta tiene varias dimensiones sus determi-nantes resultan múltiples. Existen tres razones básicas para ocultar unaactividad económica: (i) evadir impuestos, (ii) evitar el cumplimiento deregulaciones y (iii) eludir prohibiciones que restringen el desarrollo deciertas actividades económicamente redituables. Frente a los incentivoseconómicos a ocultar, el agente debe contemplar los costos esperados dehacerlo. Éstos dependen de la probabilidad de ser condenado y penado,tanto en términos monetarios como morales y del tamaño de las sancio-nes.

Coincidente con estas ideas, la evidencia empírica internacionalmuestra que países con tasas impositivas menores, menos regulacionesy prohibiciones, menos posibilidades de sobornos, un mejor funciona-miento de la ley y un mayor castigo social a las conductas fraudulentaspresentan economías subterráneas de menor magnitud. La Argentina,como otros países de América latina, parecería estar en una situación depresión impositiva y regulatoria fuerte, rule of the law débil, alta inciden-cia de los sobornos y poca conciencia impositiva. No es extraño que eneste escenario la magnitud de la economía oculta sea considerable.

CONCLUSIONES 335

Aplicando una variación del tradicional modelo monetario, Ahumada,A.; Canavese, P.; Canavese y González Alvaredo encuentran que el tama-ño de la economía oculta podría ser aún mayor que el de la economía re-gistrada en las Cuentas Nacionales. Si bien estas estimaciones dependende supuestos fuertes y están sujetas a deficiencias en la información,son un indicio de que las actividades no registradas tienen una magni-tud muy considerable. Sosa Escudero y Alaimo miden el grado de subde-claración de ingresos en las encuestas de ingresos y gastos, encontrandoque los empleadores ocultan alrededor del 23% de sus ingresos, con re-lación a los asalariados. Dado que se supone que los asalariados tam-bién subdeclaran, el nivel de ingreso declarado en las encuestas seríasignificativamente inferior al real.

La evasión tributaria difiere entre impuestos, pero en todos los casosestudiados es significativa. Naturalmente, los valores son superiores enaquellos gravámenes con mayores dificultades técnicas de fiscalizaciónestatal. Di Gresia simula la recaudación potencial del impuesto a las ga-nancias de las personas sobre la base de información de la EncuestaPermanente de Hogares y estima una tasa de evasión de alrededor del50% para 1997. Esta tasa implica una duplicación de la recaudación encaso de perfecto cumplimiento de la norma tributaria. La evasión del im-puesto al valor agregado es también significativa: Libonatti la estima enalrededor del 30% para 1997, utilizando datos de valor agregado deCuentas Nacionales y la matriz de insumo-producto. Ahumada, Artana yNavajas estudian la evasión en impuestos internos, analizando las ven-tas ilegales de cigarrillos y combustibles. Los porcentajes de evasión enestos mercados de control estatal más sencillo son inferiores a los pre-sentes en ganancias e IVA, pero de ningún modo irrelevantes. Las esti-maciones econométricas indican que las ventas ilegales de cigarrillos co-mo porcentaje del consumo total oscilarían entre 6% y 16%, mientrasque en el caso de las naftas súper la magnitud de las ventas ilegales pro-medio, expresada como porcentaje de las ventas observadas, estaría en-tre el 12% y el 33%. Las mediciones conjeturales directas implican valo-res de ventas ilegales algo mayores en el caso de cigarrillos y menores enel caso de combustibles.

La evasión en el sistema de seguridad social sería del orden de laexistente en ganancias. Gasparini, y Bour y Susmel reportan sobre la ba-se de datos de la Encuesta Permanente de Hogares que el porcentaje deasalariados sin ningún tipo de cobertura social, y por ende se asume sinaportes jubilatorios, es del orden del 38% en el Aglomerado Gran BuenosAires. La informalidad para el total del país no se apartaría significativa-mente de este valor. Por su parte, el porcentaje de informales en autóno-mos ascendería al 80%, lo que generaría una tasa de informalidad labo-ral de cerca del 50%. Para aproximar la evasión de los impuestos altrabajo a este grupo de trabajadores completamente en negro, deberíaadicionarse la subdeclaración de los trabajadores formales.

Si bien no hay cuantificaciones precisas, Cristini en un estudio de ca-sos para la construcción, el complejo agroalimentario y el comercio mi-

334 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

en la segunda mitad de la década gravámenes sobre el trabajo menosonerosos, regulaciones laborales menos restrictivas, mayores penalida-des por contratar empleo informal y reformas en los sistemas de previ-sión, obras sociales y asignaciones familiares que en teoría permiten unamejor identificación y apropiación de los aportes realizados.

Algunos elementos contribuyen a explicar el incremento de la infor-malidad en los noventa. Por un lado tanto el reemplazo del impuesto in-flacionario por tributos que recaen sólo sobre contratos formales, comola mejora en la fiscalización de los impuestos tradicionales, implicaronun menor cumplimiento en los tributos a la seguridad social, de más fá-cil evasión. Por otro lado, las crisis macroeconómicas de la segunda mi-tad de los noventa, la presión de la competencia extranjera y los merca-dos desregulados y el aumento de la presión tributaria en un marco deestabilidad (e inclusive deflación) de precios, posiblemente hayan impli-cado la necesidad de ajustar los salarios nominales. La inflexibilidad a labaja de los mismos generó dos fenómenos. Por un lado, la contratacióninformal se convirtió en una manera de flexibilizar la relación laboral yreducir los salarios reales. Por otro lado, la inflexibilidad de los salariosnominales contribuyó al aumento de la tasa de desocupación, el cual, através de efectos ingreso negativos, aumentó significativamente la ofertade trabajadores informales.

PRESCRIPCIONES DE POLÍTICA

El diseño de política económica requiere información confiable acercadel tamaño y evolución de la economía. Los trabajos de la sección II su-gieren que tanto las mediciones del producto de Cuentas Nacionales co-mo las del ingreso de las encuestas de hogares posiblemente impliquenuna significativa subestimación de las magnitudes reales de la economía,por efecto del deliberado ocultamiento de actividades y de la subdeclara-ción de ingresos. Resulta aconsejable dedicar esfuerzos a mejorar las es-timaciones oficiales del tamaño de la economía. Los dos trabajos de lasección II constituyen ejemplos de aportes técnicos novedosos a enfoquestradicionales que pueden aplicarse a la información existente en la Ar-gentina.

Las estimaciones de evasión impositiva indican valores muy significa-tivos que justifican esfuerzos de fiscalización y recaudación mayores alos actuales. Los estudios de este trabajo confirman la presunción de quelas pérdidas fiscales por evasión son de magnitud muy considerable, enparticular en los impuestos a las ganancias y al trabajo.

Las prescripciones para combatir la evasión abarcan acciones ten-dientes a aumentar el costo esperado del fraude y aumentar los benefi-cios del cumplimiento. El primer grupo incluye medidas que aumentenla probabilidad de detectar la operación fraudulenta, la probabilidad deque ésta sea denunciada por el inspector del ente recaudador y la proba-bilidad de condenar al evasor. En el primer caso se requiere perfeccionar

CONCLUSIONES 337

En varios capítulos se destaca el papel de las altas tasas impositivasy de la deficiente fiscalización como determinantes de la evasión tributa-ria. Cuando la probabilidad conjunta de detectar la maniobra fraudulen-ta y condenar al evasor es baja el beneficio esperado neto de ocultar ac-tividades con motivos impositivos es mayor. De hecho, las tasas deevasión encontradas en los distintos estudios de este trabajo están direc-tamente relacionadas con las posibilidades técnicas de ocultar la activi-dad o los ingresos a las autoridades tributarias. En ese sentido, tanto elIVA, con un mecanismo implícito de control automático entre comprado-res y vendedores, como los impuestos internos, con mercados concentra-dos de fácil control, presentan niveles de evasión significativamente infe-riores al impuesto a las ganancias o los tributos sobre el trabajo.

Aun en sectores con posibilidades razonables de fiscalización, la altaimposición a determinados bienes genera incentivos a desarrollar activi-dades ilegales relativamente organizadas que explotan el enorme diferen-cial de precios que produce la alta tributación. Este punto es acentuadopor Ahumada, Artana y Navajas en su estudio sobre el contrabando decigarrillos y la adulteración de naftas.

La evasión de los impuestos al trabajo, y por ende la informalidad la-boral, en parte es derivada del ocultamiento de las actividades económi-cas por razones diferentes a las laborales. Sin embargo Bour y Susmelargumentan que las principales razones en el caso argentino residen enlos propios impuestos y las regulaciones laborales. Particularmente im-portante es la baja relación beneficio-costo de la seguridad social paralos trabajadores. La informalidad es más común en aquellas actividadescon menores posibilidades de fiscalización y en relaciones laborales me-nos fuertes y permanentes. Gasparini encuentra que los trabajadoresasalariados informales se caracterizan en promedio por estar empleadosen firmas más pequeñas, tener menor antigüedad y trabajar menos ho-ras que los asalariados formales. Las ramas de actividad con mayor pro-pensión a la informalidad son construcción, comercio al por menor y ser-vicio doméstico.

La informalidad laboral ha crecido significativamente en las dos últi-mas décadas en la Argentina, juntamente con profundas transformacio-nes en la estructura demográfica, educativa y sectorial del empleo. Sinembargo, sobre la base de ejercicios de descomposición Gasparini con-cluye que el impacto de los cambios en la estructura de empleo sobre latasa global de informalidad no parece haber sido muy significativo. Elaumento de la informalidad se explica en su mayor parte por cambios enla propensión a arreglos laborales irregulares en prácticamente todas lascategorías de empleo analizadas.

El incremento de la propensión a la informalidad durante los ochentaes sencillo de entender en un marco de inestabilidad macroeconómica,aumento de las contribuciones patronales y de la presión impositiva ge-neral y endurecimiento de las regulaciones laborales. La historia en losnoventa parece más compleja, ya que la propensión a la informalidad au-mentó pese a la existencia de reglas económicas más claras y estables, y

336 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

FUNDACION DE INVESTIGACIONES ECONOMICAS LATINOAMERICANAS

Presidente Honorario: Arnaldo T. Musich

CONSEJO DIRECTIVOPresidente: Dr. Juan P. MunroVicepresidentes: Ing. Víctor L. Savanti

Sr. Federico J. L.ZorraquínIng. Manuel Sacerdote

Secretario: Ing. Jorge BreaProsecretario: Ing. Juan C. MasjoanTesorero: Dr. Mario E. VázquezProtesorero: Ing. Franco Livini

Vocales: Dr. Guillermo E. Alchourón, Ing. Juan Manuel Almirón, Sr. AlbertoAlvarez Gaiani, Dr. Salvador Carbó, Sr. Luis M. Castro, Dr. Enrique C. Crot-to (Presidente de la Sociedad Rural Argentina), Dr. Jorge L. Di Fiori (Presi-dente de la Cámara Argentina de Comercio), Sr. Didier Dumont, Sr. José M.Gogna, Ing. Carlos A. Leone, Sr. Edgardo Lijtmaer, Sr. Roque Maccarone, Sr.Silvio Machiavello, Lic. Raúl Magariño, Dr. Luis M. Otero Monsegur, Sr.Juan Bautista Peña (Presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires),Sr. Carlos Popik, Sr. Carlos Ritcher, Dr. Santiago Soldati, Sr. GuillermoStanley, Ing. Esteban Tackacs, Ing. Juan Pedro Thibaud, Ing. Oscar Vicen-te.

CONSEJO CONSULTIVOSr. Tomás de Achával, Sr. Jorge Rubén Aguado, Ing. Francisco Badía Vidal,Ing. Enrique Baliño, Sr. Ghislain de Beauce, Dr. Carlos A. Bulgheroni, Sr.Alberto Cárdenas, Sr. José Gerardo Cartellone, Dr. Juan Carlos Cassagne,Ing. Marcelo G. Catz, Sr. Mark Cobben, Sr. Enrique Cristofani, Sr. JavierD'Ornellas, Sr. José M. EliVabe, Sr. Carlos Fernández Prida, Sr. Egidio Iane-lla, Ing. Oscar Imbellone, Sra. Amalia Lacroze de Fortabat, Sr. Héctor Marsi-li, Sr. Francisco Mezzadri, Sr. Aldo B. Roggio, Sr. Rafael Suarez Olaguibel,Lic. Mauricio Wior.

CONSEJO ACADEMICOIng. Manuel Solanet, Lic. Mario Teijeiro.

CUERPO TECNICOEconomistas Jefe: Daniel A. Artana (Director), Juan Luis Bour, FernandoNavajas.

las técnicas de monitoreo de los entes recaudadores, en el segundo dise-ñar un mecanismo de incentivos que evite al mínimo costo los sobornosa los inspectores y para el tercero se requieren respuestas ágiles de laJusticia. Dentro de los límites socialmente aceptables el tamaño de laspenalidades también puede ser utilizado como variable de política.

El aumento de los beneficios del cumplimiento de las leyes impositi-vas implica esclarecer el destino de los fondos públicos y hacer más efi-ciente el gasto. Todo movimiento hacia una mayor correspondencia fiscala nivel de jurisdicciones y hacia una mayor relación entre aportes pre-sentes y beneficios futuros a nivel de individuos, induce un mayor cum-plimiento de las normas impositivas.

El caso de la seguridad social es paradigmático. Un sistema con tasasimpositivas elevadas, con escasa capacidad de administración y enforce-ment y con beneficios futuros difusos e inferiores a las contribucionespara una gran porción de los trabajadores, es natural que se caractericepor un nivel de cumplimiento de equilibrio muy bajo.

Las medidas impositivas deben tener en cuenta que los agentes ajus-tan su comportamiento ante mayores alícuotas no sólo reduciendo lasactividades gravadas, sino también ocultándolas. Adicionalmente, elajuste puede manifestarse en la decisión de evadir algún gravamen dis-tinto al modificado. De hecho una de las razones detrás de la mayor eva-sión de aportes personales y contribuciones patronales en los noventaradica en la mayor presión impositiva efectiva de otros tributos.

La imposición, las regulaciones y las prohibiciones generan activida-des ocultas con efectos sociales perniciosos. Así, por ejemplo, la adulte-ración de productos puede comprometer la salud de la población y mu-chas prohibiciones generan organizaciones delictivas. Es importantetener en cuenta estos costos a la hora de establecer alícuotas y regula-ciones. En algunos casos es preferible reducir impuestos y resignar re-cursos fiscales o eliminar prohibiciones soportando costos sociales, enpos de reducir las actividades secundarias que el ocultamiento genera.

338 FUNDACIÓN DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS LATINOAMERICANAS

Economistas Asociados: Leonardo Gasparini, Santiago UrbiztondoEconomistas Senior: Nora Marcela Cristini, Oscar Libonatti, Patricia M. Pa-nadeiros, Abel Viglione.Economista Principal Dpto. Economía de la Educación: María Echart.Economistas: Cynthia Moskovits, Ramiro A. Moya, Nuria Susmel.Economistas Junior: Sebastián Auguste, Guillermo Bermúdez, Lindor MartinLucero.Investigadores Visitantes: Enrique Bour, Alfonso Martínez, Mario Salinardi,Luis Soto.Asistente de Investigación: D. Pedreira. Asistentes de Estadísticas: E.R. Cabezón, A. Cardella, , G. Montes Rojas,M.J. Perdomo, M. Rocca, F. Savanti., L.A. Schupak.Centro de Cómputos: M. Flores, R.I. Montaño.Gerente de Relaciones Públicas: Ing. Eduardo Losso.

Acindar Industria Arg.de Aceros S.AAES Energy Ltda.AGA S.A.Agfa Gevaert Arg. S.A.Aguas Argentinas S.A.American Express Argentina S.A.A.B.N. AMRO BankArgencard S.A.Aseg. de Cauciones S.A. Cía. Seg.Aseg. de Créditos y GarantíasAsoc. Argentina de SegurosAsoc. Bancos de la Argentina –ABA -Astra Cía. Arg. de Petróleo S.A.Automóvil Club Argentino

Bac S.A.Bagley S.A.Banca Nazionale del Lavoro S.A.Banco BiselBanco CMF S.A.Banco COMAFIBanco de Galicia y Buenos AiresBanco de Inversión y Comercio Exte-

rior - BICEBanco de la Ciudad de Buenos AiresBanco de la Nación ArgentinaBanco de la Provincia del ChubutBanco de Río NegroBanco Europeo para América LatinaBanco Exterior S.A.Banco FlorenciaBanco General de NegociosBanco RíoBanco Sáenz S.A.Banco SudamerisBanco Supervielle Société GeneraleBanco Velox S.A.BankBostonBank of America N.A.Banque Nationale de ParisBanque ParibasBansud S.A.Bayer S.A.BBV Banco FrancésBimbo de Argentina S.A.Bodegas Chandon S.A.

Bolsa de Cereales de Buenos AiresBolsa de Comercio de Bs.As.Booz Allen & Hamilton de Arg. S.A.Brinks Argentina S.A.Bunge Argentina S.A.

C&A Argentina SCSCaja de Seguro S.A.Cadbury Stani S.A.Cámara Argentina de ComercioCámara Argentina de SupermercadosCámara de AFJPCamuzi Gas Del SurCargill S.A.C.I.Carrefour Argentina S.A.Cervecería y Maltería QuilmesCielos del Sur S.A.Citibank, N.A.CMS Operating S.A.Coca Cola de Argentina S.A.Coca Cola FEMSA de Buenos AiresCoface ArgentinaCooperativa de Créditos, Inversiones y

MandatosCompañía de Radio Comunicaciones

MóvilesCOPALCorsiglia y Cía. Soc. de Bolsa S.A.Cosméticos Avon SACICredit Suisse First Boston Co.CTI Compañía de Teléfonos del Interior

S.A.Cyanamid de Argentina

Daimler ChryslerDeloitte & Co. SRLDisco S.A.Dow Química Argentina S.A.Droguería Del SudDu Pont Argentina S.A.

Edenor S.A.EDESUREditorial Atlántida S.A.Electrodos S.A.Esso S.A. Petrolera Argentina

ESTAS EMPRESAS CREEN EN LA IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION ECONOMICA PRIVADA EN LA ARGENTINA

Est. Vitivinícolas Escorihuela

F.V.S.A.Ferrosur Roca S.A.Finterbusch Pickenhayn SibilleFord Argentina S.A.Fratelli Branca Dest. S.A.Fund. Cámara Española de Comercio

de la Rep. Arg.

Gas Natural Ban S.A.General Motors de ArgentinaGlaxo Wellcome S.A.

Heller-Sud Servicios Financieros S.A.Hewlett Packard Argentina S.A.

ICI Argentina SAICIBM Argentina S.A.Industrias Metalúrgicas PescarmonaING BankIpako S.A.IRSAIsaura S.A.

Jose Cartellone Const. Civiles S.A.

Laboratorios Rontag S.A.Loma Negra C.I.A.S.A.Luncheon Tickets S.A.Lloyds Bank (BLSA) Limited

Massalin Particulares S.A.Mastellone Hnos. S.A.Mc Donald'sMedicus A. de Asistencia Médica y

CientíficaMercado de Valores de Bs. As.Merchant Bankers AsociadosMetrogasMetrored Telecomunicaciones S.A.Monsanto Argentina S.A.I.C.Morixe Hermanos S.A.C.I.Murchison S.A. Estib. y CargasNobleza Piccardo S.A.I.C.F.Novartis

OCASAOrganización TechintOrígenes AFJP S.A.

Otero Monsegur, Luis MaríaPan American Energy LLC Pepsi Cola Argentina S.APérez Companc S.A.Petroquímica Bahía Blanca

S.A.I.C.Pirelli Argentina S.A.Previnter AFJPPrice Waterhouse & Co.

RabobankRefinerías de Maíz S.A.I.C.F.Roggio S.A.

S.A. Garovaglio y ZorraquínSC Johnson & Son de Arg. S.A.SanCor Coop. Unidas Ltda.Scotiabank QuilmesSealed Air Argentina S.A.Shell C.A.P.S.A.Siembra AFJPSiemens S.A.Sociedad Comercial del Plata S.A.Sociedad Rural ArgentinaSocma Americana S.A.Sulzer Argentina S.A.Swift Armour S.A. Argentina

Telecom ArgentinaTelecom PersonalTelefónica de ArgentinaTelintar S.A. Unidad Operativa SurThe Chase Manhattan Bank NA.Total AustralTransportadora de Gas del

Norte S.A.Transportadora de Gas del Sur

U.B.S. AGUnicenter ShoppingUnilever de Argentina S.A.

Vidriería Argentina S.A.VISA

Wal-Mart Argentina S.A.

Xerox Argentina I.C.S.A.

YPF S.A.Impreso en septiembre de 2000 en Talleres Gráficos Leograf SRL

Rucci 408, Valentín Alsina, Argentina