compartimientos , tales como el método por pozas; aunque existen también otras alternativas.

Otras propiedades del suelo t ambién representan factores signif i cativos cuando se considera el tipo de sis tema de riego que va a resultar más ventaj oso para una determinada situación en particular. La interacción de agua y suelo debido a proces o s físicos , biológi cos y químicos tienen también algún tipo de influenci a sobre las características hidráulicas y la labranza. El encostramiento y erosividad se deben considerar en el diseño de cada sistema de riego, y la distribución espacial de las propiedades del suelo puede resul tar una limi taci ó n importante para algunos métodos de aplicación del agua de riego.

3.5 Recursos de agua

El recurso de agua a disposici ón del predio en cuanto a / caudal , tiempo e intervalo de entregas es un cr i ter i o que

determina el método de riego a util izar. La disponibilidad en el predio de un gran caudal en tiempo reducido y a intervalos grandes, s e aj usta al riego por inundación, salvo que sea posible la construcción de un reservorio.

Reservorio con fines de riego

Un caudal reducido de horarios largos y entregas frecuentes se adapta al riego por surcos . En cambio un caudal muy reducido pero más o menos constante es apto para el riego por aspersión , microaspersión o el goteo.

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Hay que tener en cuenta que la cantidad total de agua a aplicar para un determinado cultivo, en el mismo lote, e n un momento determinado no variará con el méto do que se emplee , sol o que si es necesario un caudal rela tivamente mayor, se debe emplear un menor tiempo en aplicar dicho volumen.

Riego de cultivos con agua de un reservorio

Embalse con fines de riego

El recurs o de agua disponible para su uso e n el predio debe es tudiarse en cuanto a tipo de abastecimiento, cantidad , calidad , oportunidad y derecho s a su us o .

En cuanto al tipo de abastecimiento, éste puede ser superficial, subterráneo o mixto, Además puede pertenecer a un sistema de riego, a una obra comunitaria de unos pocos regantes, o ser una obra individual privada como ocu rre en el caso de las tomas libres, plantas de bombeo sobre el río, o pozos pro fundos instalados en el mismo predio.

Cuando la obra de captación está constituida por una planta de bombeo s obre e l rí o y no se presentan limitacione s en cuanto a la disponibilidad de agua, entonces la capacidad del equipo es función de l os requerimientos de agua de los cultivos. Del área a regar y del patrón de cul ti vos del predio resulta el programa de derivaci ón de agua en la estación de bombeo.

Si la fuente de agua es el subsuelo, la disponibilidad del recurso depende de la producción de los acuíferos. La curva de ensayo del pozo, que representa el caudal que el mismo produce en funci ón de la depresión, provee l o s elementos para seleccionar el equipo de bombeo y para explotar el rec urs o en condiciones económi cas. Determinado el rendimiento del pozo, se calcula el área irrigable durante el período de máximo consumo, par t iendo de un horario de bombeo diario predeterminado , según se utili cen motores eléctricos, o motores de combustión interna.

Cuando la obra de toma y/o la fuente de agua es privada, se debe realizar un análisis de la disponibilidad del re cu rs o , a fin de determinar el área factible de riego, con o sin obra de regulaci ón . Las tomas directas sobre el río, pueden dar un c audal insufi c iente en época de estiaje por raz ones de cota de derivaci ón.

La calidad de l agua es otro importante fact o r a considerar a l os fines de la operación y manejo del riego en el predio. En términos generales, los re cu rsos hídricos superficiales presentan menor problema de sales solubles que las aguas subterráneas.

El us o para r iego de aguas que invo l ucran peligro salino y peligro de sodificación de los suelos, afecta en primer término los requerimient os de agua, dado que demandan un exceso de este recurso para mantener el balance salino del suelo. La presencia de sales y/o de sodio en el suelo, aún cuando se use agua de buena calidad, impli ca el empleo de procedimientos de lavado , c on o sin aplicación de enmiendas, que también incide en los requerimientos de agua.

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La calidad del agua en conjunción con la frecuencia de riego debe también ser evaluada . La salinidad generalmente es el problema signi ficati vo aunque otros elementos como el boro pueden también ser importantes. Aguas con alta salinidad se deben aplicar más frecuentemente y en cantidades mayores que agua de buena calidad.

Los derechos de agua deben ser cuidadosamente estudiados para garantizar las inversiones que implica el acondicionamiento de riego en el predio.

Hay que tener en cuenta que e l derecho a riego de un predio puede afectar otros derechos inherentes o adquiridos por el uso y la costumbre .

3.6 Consideraciones económicas

El tipo de sistema de riego seleccionado también resulta de una decisión económica. Algunos de ellos, por ejemplo los de presión, tienen altos costos por hectárea y su uso esta limi tado por lo tanto a cul ti vos de al to valor. En otros sistemas , los requerimientos de mano de obra son signi fica ti vos , y los cos tos de operación elevados. Algunos sistemas tienen limitaciones con respecto al tipo de suelo o topografía sobre la cual se puedan usar. La vida útil de un sistema, costos fijos y costos de operación anual (energía, agua, depreciación, preparaclon del terreno, mantenimiento, mano de obra , impuestos, etc.) se deben incluir en el análisis cuando se selecciona un sistema de riego.

Cuando se considera la economía de un sistema de riego se debe tener en mente que el sistema que rinde el retorno más al to resul ta de un compromiso entre los cuatro recur sos de mano de obra , agua, tierra y capital. Dentro de ciertos límites cada uno se puede intercambiar con el otro con solo cambios marginales en el retorno bruto de los sistemas. Por lo tanto, se puede ahorrar agua en un sistema de riego por superficie si se utiliza más mano de obra o mano de obra calificada para aplicar el agua.

La disponibilidad de mano de obra puede llegar a determinar la selección del método de riego. Si es barata y calificada se tenderá hacia los métodos que empleen esa mano de obra .

Con respecto a los costos, debemos subdividir su incidencia en: (i) costos de construcción y operación de las obras generales del sistema; (ii) costos de desarrollo y de operación del riego en el predio.

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El costo de construcción y operación se atiende mediante un canon de amortización de obras y un canon de operación y conservación de las mismas. Ya sea que estos servicios la administración de riegos los perciba por volumen de agua entregado al predio, por una unidad de superficie servida, o por sistema mixto, el costo de los mismos debe incidir en l os criterios de selección del método de riego y en los trabajos a realizar para acondicionar las tierras.

Si el agua es cara, ello obliga a su uso más eficiente y al empleo de métodos de riego que garanticen el logro de al tas eficiencias; ya sea mediante fuertes trabajos de nivelación y empleo de estructuras y elementos de control y de distribución, o por la instalación de riego por aspersión. Contrariamente, agua abundante y barata no resulta un incentivo para lograr un mayor rendimiento del recurso, mediante el empleo de buenas prácticas de riego.

Los costos de desarrollo y operación del riego a nivel predial afectan también en forma directa la escogencia del método de riego. En general una inversión mayor en el desarrollo físico de las tierras, se traduce posteriormente en menores cos tos de operación y cons ervación. Por ej emplo, en tierras bien niveladas, sistematizadas en melgas rectangulares con un buen sistema de. tuberías de concreto, y vál vulas de salida que permi tan regular la distribución del agua, un regador puede manej ar un caudal considerable, en ocasiones de más de 100 a 200 1/ seg.

Cuando por el contrario no se pueden realizar mayores inversiones el desarrollo físico de las tierras a regar, los costos de operación resultarán más elevados y la eficiencia de riego más baja. Sin embargo, en casos de una agricultura de riego en las primeras etapas del desarrollo que no produce mayores ingresos y con mano de ob ra abundante, el empleo de métodos de riego por surcos y melgas en contorno, o por desbordamiento desde regaderas a nivel, puede ser alternativa digna de consideración.

El agricul tor estará dispuesto a analizar los factores de orden económico para efectuar la inverslon en riego, si se le demuestra un aumento de rentabilidad de los cultivos bajo riego, contra los mismos cul ti vos sin riego, en el área en cuestión. Es decir tiene que ser absolutamente cierto que la aplicación de riego produzca utilidades adicionales que permitan amortizar la inverslon en riego y mejore la rentabilidad correspondiente a la inversión en otros factores de producción.

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