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Alejandra Inostroza C. – 9 de mayo 2013 CASA A LUIS PEÑA POR MIGUEL EYQUEM INTRODUCCIÓN A LA FORMA “Su dueño, Luis Peña, venía a dejar sus insectos y volvía a cruzar el desierto para internarse en el corazón de América del Sur. Tan cerca de Santiago, casi en su borde, pero pensando en el continente. Casi no tiene rectas la casa, no en su estructura: Porque así son los insectos y para ellos vivía Peña: -No tienen nada especial pero así los quiero-”. 1 De esta manera fue como Miguel Eyquem, arquitecto chileno fundador de la facultad de arquitectura de la PUCV y con ella la ciudad abierta de Ritoque, tuvo la laboriosa misión de construirle a su amigo, Luis Peña, entomólogo de profesión, la casa que llevaría a esconder su vida de sabio, albergar sus labores y cobijar a su familia. Probablemente sin la extraordinaria libertad que Luis Peña, y su personalidad de científico duplicado en explorador de los espacios americanos, esta obra, tal como la conocemos, no habría existido. “Eyquem y Peña l ograron encontrar el terreno ideal, uno que fuera capaz de alejarse de aquel Santiago inhóspito, superpoblado, caótico. Peña lo que buscaba era la paz y el lugar ideal donde poder establecer su futuro Museo, donde poder vivir en contacto vital con la naturaleza, "lejos del mundanal ruido”. El ojo del arquitecto quiere conectar el edificio con los picos de la cordillera, en un afán por armonizar luz, perspectiva y paisaje infinito, desplegados en todas direcciones, menos al sur. Y el edificio va brotando de la mente de Miguel, quien acompañado de maestros inexpertos, va elevando a pulso sus delgados muros y desplegando las alas de una extraña techumbre sinuosa, como imitando el oleaje suave de la playa. Se respeta cada árbol, cada roca, cada forma del paisaje, y la construcción va siguiendo el trazado natural del terreno, casi sin modificarlo. Es el terreno el que manda, no la estructura.” 2 (ver anexo 1). Obra: Casa para Luis Peña. Arquitecto: Miguel Eyquem Año proyecto: 1977 Año de construcción: 1981 Ubicación: Colina, Santiago, Chile Metros construidos: 250 m² Materialidad: Hormigón armado Destino original: Casa entomólogo Destino actual: Casa museo Anexo 1

ENSAYO CASA A LUIS PEÑA MIGUEL EYQUEM.3

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Alejandra Inostroza C. – 9 de mayo 2013

CASA A LUIS PEÑA POR MIGUEL EYQUEM

INTRODUCCIÓN A LA FORMA

“Su dueño, Luis Peña, venía a dejar sus insectos y volvía a cruzar el desierto para internarse en el corazón de América del Sur. Tan cerca de Santiago, casi en su borde, pero pensando en el continente. Casi no tiene rectas la casa, no en su estructura: Porque así son los insectos y para ellos vivía Peña: -No tienen nada especial pero así los quiero-”.1

De esta manera fue como Miguel Eyquem, arquitecto chileno fundador de la facultad de arquitectura de la PUCV y con ella la ciudad abierta de Ritoque, tuvo la laboriosa misión de construirle a su amigo, Luis Peña, entomólogo de profesión, la casa que llevaría a esconder su vida de sabio, albergar sus labores y cobijar a su familia. Probablemente sin la extraordinaria libertad que Luis Peña, y su personalidad de científico duplicado en explorador de los espacios americanos, esta obra, tal como la conocemos, no habría existido.

“Eyquem y Peña lograron encontrar el terreno ideal, uno que fuera capaz de alejarse de aquel Santiago inhóspito, superpoblado, caótico. Peña lo que buscaba era la paz y el lugar ideal donde poder establecer su futuro Museo, donde poder vivir en contacto vital con la naturaleza, "lejos del mundanal ruido”. El ojo del arquitecto quiere conectar el edificio con los picos de la cordillera, en un afán por armonizar luz, perspectiva y paisaje infinito, desplegados en todas direcciones, menos al sur. Y el edificio va brotando de la mente de Miguel, quien acompañado de maestros inexpertos, va elevando a pulso sus delgados muros y desplegando las alas de una extraña techumbre sinuosa, como imitando el oleaje suave de la playa. Se respeta cada árbol, cada roca, cada forma del paisaje, y la construcción va siguiendo el trazado natural del terreno, casi sin modificarlo. Es el terreno el que manda, no la estructura.”2(ver anexo 1).

Así fue como Eyquem quedo deslumbrado por aquel extenso sitio, el cual tenía un llano donde se concentraban las faenas agrícolas, el arquitecto quedó seducido por un cerro único, el cual se alza a lo lejos. La extensa vista al norte con el valle de Chicureo y La Campana al fondo; hacia el oriente, la cordillera y al poniente, la Cordillera de la Costa (ver anexo 2). Aquel deseo de establecerse en el territorio, de alzar volúmenes nuevos en él, como brotadas de formas azarosas o bien de aquellos materiales que se encontraran más a mano, es algo muy propio de la “poética de Ritoque” y que sin lugar a duda para él era algo totalmente inherente en su esencia creadora.

Obra: Casa para Luis Peña.Arquitecto: Miguel EyquemAño proyecto: 1977Año de construcción: 1981Ubicación: Colina, Santiago, ChileMetros construidos: 250 m²Materialidad: Hormigón armadoDestino original: Casa entomólogoDestino actual: Casa museo

Anexo 1

Algo que hemos de recalcar dentro de las cualidades de Eyquem es su libertad creadora a la hora de construir, un aspecto no menor y que es sumamente destacable es su capacidad de indagar en una la búsqueda de nuevos métodos constructivos, como es el caso de la utilización de hormigones laminares los cuales dan una esbeltez excepcional a la casa de Luis Peña, cambiando así la relación convencional entre materia y vacío; “esta obra tiene una particularidad: ser un caso único en este país que intenta una estructura de hormigón laminar. Una estructura de planos laminares de 90 mm de espesor; no de láminas cerradas en curva, como en las copas de agua o en una bóveda o cúpula”3, explica Miguel Eyquem en el libro, Hormigón en Obra. La obra fue toda una aventura, se hizo con recursos limitados y un equipo ejecutor que consistió en el propio arquitecto, el propietario, tres ayudantes, un carpintero de obra gruesa, un albañil, un gasfíter, un eléctrico y un capataz. El propio Miguel Eyquem, además de arquitecto, fue también el constructor. Cabe destacar que los muros de cierre no son estructurales, sino dobles panderetas con una cámara de aire para mostrar la superficie, ya que todos los materiales empleados no tenían estuco ni terminaciones (ver anexo 3). Lo que se ve es su obra gruesa, por eso cada trabajo fue muy cuidado y artesanal. Esto sin lugar a duda fue una de las razones iníciales por las cuales la obra fue escogida, y se decidió investigar.

LA BELLEZA DE LO EXTRAÑO

“No hay excelencia en la belleza sin algo extraño en sus proporciones”4 Aquella belleza de lo torpe y lo complejo, de lo a simple vista desproporcionado que rompe con aquello que dícese ser tradicional y correcto. No hemos de caer en descalificaciones ante lo que para algunos es diferente y extraño, puesto que cada quien tiene una sensibilidad la cual le permite degustar los placeres a su modo, sin necesidad de envidiar otros, cada hombre es capaz de sentirse feliz en tanto satisfaga sus inclinaciones, la sensibilidad que le permita disfrutar grandes placeres sin exigir habilidades y entendimientos excepcionales, aquella esencia de lo que vemos ha de invadir de distinta forma a cada uno. Debiésemos ser capaces de tomar conciencia de aquello que esta fuera de nuestros cánones establecidos, como lo que nosotros (universidad de Valparaíso) valorizamos y tenemos como estándares de lo llamado “correcto” aquella arquitectura moderna de ángulos ortogonales que tenemos ya internalizado dentro de nuestra manera de ver las cosas, pues bien debiéramos tener la habilidad de considerar también bello aquello que no es de la naturaleza tradicional, de formas diferentes, aquellas que tienen otro fundamento teórico al que estamos acostumbrados.

(NOTA AL MARGEN: LA VISION ABSOLUTISTA DE LA BELLEZA DEL SI ESTA BIEN O MAL. ¿PORQUE ESTA MAL TENER UNA VISION ABSULUTISTA? PORQUE DEBISEMOS DE CONSIDERAR LO QUE DICE EL RESTO. QUIZAS SOLO COMPLIQUE Y CONFUNDA LA VISION QUE SE TIENE DE LO QUE UNO YA CONOCE)

Pues este es el caso de la casa a Luis Peña, aquella belleza del decoroso movimiento que la engalana, es capaz de evocar aquello de lo sublime y lo bello que invade nuestros ojos y nos hace contemplar la magnificencia de la extrañeza que se introduce en el territorio.

“Este delicado sentimiento que ahora vamos a considerar es principalmente de dos clases: el sentimiento de lo sublime y el de lo bello. La emoción es en ambos agradables, pero de muy diferente modo. La vista de una montaña cuyas nevadas cimas se alzan sobre las nubes, la descripción de una tempestad furiosa o la pintura del infierno por Milton, producen agrado, pero unido a terror; en cambio, la contemplación de campiñas floridas, valles con arroyos serpenteantes, cubiertos de rebaños pastando; la descripción del Elíseo o la pintura del cinturón del Venus en Homero, proporcionan también una sensación agradable, pero alegre y sonriente. Para que aquella impresión ocurra en nosotros con fuerza apropiada, debemos tener un sentimiento de lo sublime; para disfrutar bien la segunda, es preciso el sentimiento de lo bello. Altas encinas y sombrías soledades en el bosque sagrado, son sublimes; platabandas de flores, setos bajos y árboles recortados en figuras, son bellos (…) Lo sublime, conmueve; lo bello, encanta…”5

Es así como aquello de lo sublime de las altas montañas en donde se emplaza aquel bicho extraño de sinuosos trazos que ondean en el extenso territorio, aquel que se alza sobre la ciudad de Santiago y la contempla desde las alturas, pues bien es ÉL, aquel extraño insecto que es capaz de hacer el acto del habitar presente, donde aquella tosca belleza de su construcción construye el ondulante cielo que distribuye a cada una de las habitaciones (ver Anexo 3), donde el trabajo del hombre es capaz de glorificarse en cada uno de los elementos construidos, la magnificencia de aquel enorme pilar que se transforma en chimenea construida roca a roca elevándose en las olas aéreas que contemplan el paraje verde del territorio en el cual se emplaza (ver anexo 4) (SEGUIR AONDANDO MAS EN LA BELLEZA PROPIA DE LA CASA, LOS ELEMENTOS COMPOSITIVOS QUE HACEN DEL CONJUNTO UNA OBRA ESTETICA)

LA ESENCIA CREADORA (redactar mejor)

Dentro de sus particularidades como recién se mencionaba fue su envolvente, y aquí rápidamente se pregunta ¿la tiene?, pues bien aquí la envolvente se presenta una capa por debajo de lo que uno a primera vista observa, pues bien fue pensada así, para ser vista y no recubierta. Esta casa no presenta fachada sino más bien cortes, mediante la modulación del hormigón y su fachada no continua es capaz de constituir aquello que ilumina la forma de la obra, aquello que es la detención en la materia, el viento (ver anexo 6) ¿Qué viento, que materia, ilumina aquí? De momento me centrare en el primer punto, el viento; Este tópico es probablemente uno de los temas que subyace en el inconsciente de este arquitecto, como bien ya he nombrado Eyquem es uno de los fundadores de la Ciudad abierta en Ritoque, por ende el tema del viento-arena es algo que se manifiesta sobremanera en este lugar, donde la llamada “poética de Ritoque” está presente. El hecho de “separarse de la arena”, su vinculación con el viento, el lugar y la vida que ahí acontece. El construir bajo estos dos factores es un hecho fundamental a la hora de enfrentarse a una obra y construirla. Bajo este prisma de intencionalidad a la hora de construir ¿Cómo es capaz de incidir en la búsqueda de la forma la mentalidad del autor? Probablemente todo juicio de valor vaya a estar, quiérase o no, bajo la mentalidad de la época, momento transitorio, entiéndase emocional o temporal, que atañe a su creador:

“…En nuestra época existe una mentalidad, un horizonte común de gusto, y no la sanción de cuáles son las obras mejores. Además, las sanciones son también ellas el fruto de un gusto y, por tanto, es preferible empezar de su definición general y no de la de sus efectos… Toda la cultura de una época se expresa, en mayor o menor cantidad y de un modo más o menos profundo, en la obra de cualquiera. Precisamente evitando jerarquías y marginaciones entre textos es posible descubrir el retorno periódico de algunos rasgos que distinguen <nuestra> mentalidad (nuestro gusto en este caso) de la de otros periodos. Y precisamente siguiendo las conexiones improbables se descubrirá, aunque sea con el beneficio de la duda, la eventual extensión de aquella mentalidad y gusto, ¿pero existe, y cuál es el gusto predominante de este tiempo nuestro, tan aparentemente confuso, fragmentado, indescifrable?…”6

EL CREADOR (revisar postmodernismo)

Bajo esta hipótesis de la búsqueda de la forma que procede de su sistema interno de relación y según la mentalidad de un periodo, valdrá probablemente explicar brevemente el momento histórico del cual fue parte Miguel Eyquem y además hitos importantes que acontecieron en su vida como arquitecto.

El contexto histórico dentro del cual vivió su etapa de desarrollo como arquitecto más relevante fue dentro de 1970-1980, época que se sitúa en el contexto de la Guerra Fría y el movimiento post-moderno, este ultimo como ya es de conocimiento general actúa como oposición a los postulados del modernismo, principalmente en lo que se refiere al racionalismo extremo. Es entonces que el postmodernismo se presenta como el desencanto de la razón, el fin del la

historia y esteticismo como filosofía. Se rechazan los absolutismos: tanto políticos, como valóricos y religiosos. Se pierde la fe en las utopías, ya no se mira el pasado o el futuro: se vive el presente, donde la tecnologización y el consumismo nos permite vivir el ahora. Es en este periodo donde conoce y forma parte de los pupilos del Francés Jean Prové; La manera en que Eyquem llegase a trabajar con Prouvé, fue debido a su interés y entusiasmo por la obra que este tenía sobre él, lo cual lo llevó a ponerse en contacto con este arquitecto constructor Francés. Eyquem le envió una carta señalándole esto y además adjuntando su trabajo de tesis, lo que le llevaría a trabajar 4 años junto a él desarrollando trabajos importantes como fue el proyecto urbano de la población en el Parque San Luis (proyecto de la CORMU). Prouvé fue absolutamente pionero en abrir la potencia de la técnica industrial de posguerra al mundo de la arquitectura, un caso a mencionar es la técnica constructiva que este uso para construir su casa (Ver anexo 7), utilizando tableros contra laminados (como el utilizado en la casa de Luis Peña), siendo considerada como la primera vivienda en usar este método. Otros referentes que caben mencionar dentro del desarrollo como arquitecto para Eyquem son la casa de Jean Mermoz por Fabio Cruz (1952), Primera Etapa del Monasterio Benedictino ubicada en las Condes (1954), La principal obra del grupo viene a ser la Ciudad Abierta de Ritoque (1971) con todas sus Hospederías, ágcoras, salas, talleres, cenotafios y el cementerio. (Ver anexo 8)

LA HOSPITALIDAD

Eyquem es reconocido también por ser un arquitecto con una clara filosofía cristiana, aplicó sus creencias cristianas en su arquitectura, considerando las necesidades del usuario de su obra por sobre sus intereses personales, como es el caso de la Casa Luis Peña, en la cual tomo en cuenta como primera prioridad el oficio de Luis quien finalmente sería quien habitaría esta casa. Esta filosofía en donde el creador, en la absoluta modestia, desaparece tras su creación, que es lo que al final se hace presente. Podemos decir en esta ocasión como un presente o regalo. Una filosofía en que la creación es también una manifestación de la virtud cristiana de la caridad que para los arquitectos cobra la forma de HOSPITALIDAD. Es probable que sea en el ámbito religioso donde se ha elaborado con mayor riqueza de distinciones este término. Por esta razón afirmamos que los referentes originarios los podemos contemplar tanto en la Eneida como en las Sagradas Escrituras como aquel acto que el hombre realiza a partir de un encuentro que se experimenta en un salir al encuentro del otro; por tanto queda excluido aquí el encuentro fortuito, más aún, es con la voluntad de salir al encuentro, dispuesto a ofrecer y lo que se ofrece es compartir intimidad. Dicha hospitalidad posee un claro fundamento poético, como bien menciona Ignacio Balcells en el siguiente extracto sacado de una Conferencia dictada a alumnos de doctorado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica:

P O E S Í A

……

C A R I D A D H O S P I T A L I D A D

………

A R Q U I T E C T U R A

(Esta disposición imita un texto célebre de Heidegger, la reflexión sobre la Cuaterna, que en su pensamiento está constituida por los dioses, los hombres, la tierra y el cielo.)

Entonces he comenzado a leer esta cuaterna según oposiciones y adyacencias. Por ejemplo:

- La caridad es a la hospitalidad como la poesía es a la arquitectura

- La caridad se hace visible en la hospitalidad como la poesía se hace asequible en la arquitectura

- La arquitectura da forma a la hospitalidad como la poesía presta su voz a la caridad “

Esta ya mencionada filosofía que Eyquem llevaba era un modo de ser y de hacer que probablemente tendió a alejarlo de cualquier peligro de ostentación o alarde en su obra, la cual está siempre próxima a lo leve, lo económico, lo justo. Con un predominio del acto y del vacío que lo acoge, por sobre las referencias comunes a valores simbólicos que invariablemente terminan en clichés.

“La mayoría de las Escuelas de arquitectura del mundo, en general, se fundan hoy día en tecnologías. Insisten, en medir sus estudios por sus dimensiones prácticas. Seguramente porque ven que necesitan recuperar aquello que perdieron en el siglo XIX: La Ingeniería. El “Beaux Arts” de París se transformó en el paradigma para todas las Escuelas de Arquitectura.” 8

1 extracto del blog Eco-antropología - Fundo El Portezuelo de Colina, El refugio científico de Luis Peña Guzmán2 op.cit 13HORMIGON EN OBRA Forma Resistente 6.1 (Eyquem+Jolly,Baixas+Del Río, Izquierdo+Lehman, Radic +Correa) Editado en 2009 por Ediciones ARQ de la PUC.

4 Francis Bacon sobre la belleza.

5 Lo bello y lo sublime – Immanuel Kant6 Extracto del libro La era neo barroca de omar calabresse – pagina 11 y 12

7 Ignacio Balcells- Poesía y Arquitectura-Conferencia dictada a alumnos de doctorado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica -Santiago, Chile- en el año 2004

8Extracto de palabras dictadas por Miguel Eyquem en agradecimiento en la entrega del grado doctor honoris causa.

Anexo 2

casona

Anexo 3

El Cerro " denominado "El León", se yergue abrupto y desafiante sobre el costado oriente de la planicie del valle central, albergando antiguas canteras y manantiales y una bien conservada flora autóctona.

En la parte media de la foto, en un descanso del cerro y hacia la derecha, semi oculta entre elevados álamos, se alcanza a divisar la

casona

Anexo 4

Anexo 5

Sector nororiente

Anexo 6

Anexo 7

Vista del comedor donde se aprecian bien los

Tableros contra laminados de cubierta

Anexo 8

Casa Jean Mermoz –Fabio cruz 1952