3
ENSAYO SOBRE LA TECNOLOGÌA EN LA SOCIEDAD INTRODUCCIÒN: Vivimos en un tiempo de exigencias tecnológicos que impregnan nuestra vida cotidiana. Desde esta cosmovisión, los artefactos priman sobre el hombre, y el desarrollo de las herramientas, sobre el sentido individual, social y cultural de su utilización, su impacto y sus consecuencias. Los avances tecnológicos son presentados como inevitables y esto puede llegar a sumir a los sujetos en la despreocupación, el cinismo o la impotencia, por citar solamente algunos de los estados posibles. Seguramente muchos de nosotros mantenemos polémicas discusiones acerca de los riesgos que presentan las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. No reparamos ni por un minuto siquiera en todos los mecanismos que ellas proporcionan y que nos hacen la vida más cómoda, sin preguntarnos cómo esos artefactos modelaron y modelan nuestras vidas en el día a día, y sin tomar conciencia tampoco de los costos sociales y ecológicos que tienen aquellos adelantos que muchas veces contribuyen a nuestro confort momentáneo. Una visión parcializada sobre la tecnología nos invita a pensar sólo en sus aspectos tangibles y a considerar peligrosos sólo aquellos que nos resultan desconocidos. Una vez que estos aspectos están incorporados y naturalizados en nuestra vida cotidiana aunque grandes luminarias nos adviertan sobre las consecuencias de su uso nos parece casi imposible desprendernos de ellos. DESARROLLO: El sendero tecnológico: ¿un inevitable camino a seguir? Hoy en día, la tecnología es concebida como un progreso que, dadas las comodidades que proporciona, la sociedad elige explícita o implícitamente, como si no tuviera otra opción. Sin embargo, no todas las sociedades actúan así, algunas han descartado ciertas tecnologías dada su incompatibilidad con los fines sociales que perseguían. La tecnología y sus olas: La primera ola A partir de las explicaciones del estudioso ya mencionado, el ser humano ha atravesado tres grandes “olas tecnológicas”. La primera ola agrícola sucedió entre los años 8000 a. C. y 1755 d. C. Cabe destacar que en esta ola, la sociedad se basaba, casi exclusivamente, en la agricultura y el hombre descubrió y adoptó actividades vinculadas con la agricultura y la ganadería. En la segunda, el ser humano no sólo comenzó a aprovechar la carne, la leche, la piel y los huesos de los animales, sino que también empleó su fuerza como fuente de energía. La segunda ola La era agrícola dio paso a la segunda ola y ha tenido una duración mucho más corta que la anterior. Esta ola es identificada como la “ola industrial” y, para Toffler, coincide con la Revolución Industrial. Durante su transcurso no sólo nacieron la ingeniería y la tecnología en sus acepciones actuales, sino que también surgieron y evolucionaron económicamente la sociedad y la cultura del mundo occidental en las que hoy estamos inmersos. La tercera ola La tercera ola comenzó en el año 1975 y Toffler la denomina “ola informática”. Esta introduce una nueva sociedad regida por los flujos de la información y, además, se caracteriza fundamentalmente por el notable desarrollo del transporte, la comunicación, la información, el conocimiento y la creatividad. En las sociedades de la tercera ola, la productividad depende del desarrollo de nuevas tecnologías, las cuales permiten al ser humano “hacer menos y pensar más”.

Ensayo sobre la tecnologìa en la sociedad

Embed Size (px)

Citation preview

ENSAYO SOBRE LA TECNOLOGÌA EN LA SOCIEDAD

INTRODUCCIÒN: Vivimos en un tiempo de exigencias tecnológicos que impregnan

nuestra vida cotidiana. Desde esta cosmovisión, los artefactos priman sobre el hombre,

y el desarrollo de las herramientas, sobre el sentido individual, social y cultural de su

utilización, su impacto y sus consecuencias.

Los avances tecnológicos son presentados como inevitables y esto puede llegar a sumir

a los sujetos en la despreocupación, el cinismo o la impotencia, por citar solamente

algunos de los estados posibles.

Seguramente muchos de nosotros mantenemos polémicas discusiones acerca de los

riesgos que presentan las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

No reparamos ni por un minuto siquiera en todos los mecanismos que ellas

proporcionan y que nos hacen la vida más cómoda, sin preguntarnos cómo esos

artefactos modelaron y modelan nuestras vidas en el día a día, y sin tomar conciencia

tampoco de los costos sociales y ecológicos que tienen aquellos adelantos que muchas

veces contribuyen a nuestro confort momentáneo.

Una visión parcializada sobre la tecnología nos invita a pensar sólo en sus aspectos

tangibles y a considerar peligrosos sólo aquellos que nos resultan desconocidos.

Una vez que estos aspectos están incorporados y naturalizados en nuestra vida cotidiana

aunque grandes luminarias nos adviertan sobre las consecuencias de su uso nos parece

casi imposible desprendernos de ellos.

DESARROLLO:

El sendero tecnológico: ¿un inevitable camino a seguir?

Hoy en día, la tecnología es concebida como un progreso que, dadas las comodidades que

proporciona, la sociedad elige explícita o implícitamente, como si no tuviera otra opción.

Sin embargo, no todas las sociedades actúan así, algunas han descartado ciertas tecnologías

dada su incompatibilidad con los fines sociales que perseguían.

La tecnología y sus olas:

La primera ola

A partir de las explicaciones del estudioso ya mencionado, el ser humano ha atravesado

tres grandes “olas tecnológicas”.

La primera ola agrícola sucedió entre los años 8000 a. C. y 1755 d. C. Cabe destacar que

en esta ola, la sociedad se basaba, casi exclusivamente, en la agricultura y el hombre

descubrió y adoptó actividades vinculadas con la agricultura y la ganadería.

En la segunda, el ser humano no sólo comenzó a aprovechar la carne, la leche, la piel y los

huesos de los animales, sino que también empleó su fuerza como fuente de energía.

La segunda ola

La era agrícola dio paso a la segunda ola y ha tenido una duración mucho más corta que la

anterior. Esta ola es identificada como la “ola industrial” y, para Toffler, coincide con la

Revolución Industrial. Durante su transcurso no sólo nacieron la ingeniería y la tecnología

en sus acepciones actuales, sino que también surgieron y evolucionaron económicamente

la sociedad y la cultura del mundo occidental en las que hoy estamos inmersos.

La tercera ola

La tercera ola comenzó en el año 1975 y Toffler la denomina “ola informática”. Esta

introduce una nueva sociedad regida por los flujos de la información y, además, se

caracteriza fundamentalmente por el notable desarrollo del transporte, la comunicación, la

información, el conocimiento y la creatividad. En las sociedades de la tercera ola, la

productividad depende del desarrollo de nuevas tecnologías, las cuales permiten al ser

humano “hacer menos y pensar más”.

Esta tercera ola puede ser caracterizada por los cambios revolucionarios que se atribuyen a

la tecnología de la informática, la electrónica y la biotecnología, entre otras, y por los

desenfrenados cambios en el área de las comunicaciones.

Primera Revolución Industrial

Corresponde con la segunda ola a la que alude Toffler, las fuentes de energía por

excelencia eran el carbón y la máquina de vapor, que fueron sustituyendo paulatinamente

la energía animal y la hidráulica, que se mantenían casi como las únicas fuentes desde el

Neolítico.

Segunda Revolución Industrial

Surgió cuando, con la invención de la turbina y del motor a explosión, se generalizó el

empleo de la electricidad y del petróleo como fuentes de energía.

Tercera Revolución Industrial

Comenzó a finales del siglo pasado y coincide con la tercera ola de Toffler. Durante ella,

aparece la información como recurso y, a las anteriores fuentes de energía, se unen la

nuclear y las denominadas energías renovables. Paralelamente, surgen las nuevas

tecnologías y también se refuerza la “tercerización” de la economía.

Impacto de la tecnología en la educación

Paralelamente, Papert narra cómo experimentarían los docentes del pasado un posible

“encuentro con las aulas del futuro”. Si bien los maestros podrían desconcertarse ante la

presencia de ciertos objetos y ante la aplicación de ciertas técnicas, todos ellos podrían

entender perfectamente la finalidad de lo que se estuviera llevando a cabo y, a su vez,

estarían capacitados en forma adecuada como para hacerse cargo de la clase.

Por distintas razones, los ámbitos educativos son un sector tradicionalmente poco dado a

novedades y cambios. En relación con esto, muchos afirman que la escuela no es

precisamente un ambiente en el que la tecnología tenga un papel relevante para las tareas

que allí se realizan. De hecho, los educadores, por lo habitual y salvo honrosas

excepciones, se han mostrado bastante reacios a incorporar novedades en su estilo de hacer

las cosas.

La educación tecnológica en la escuela

La ciencia y la tecnología son dos aspectos diferentes cada una con sus propios

procedimientos, con sus metodologías, con sus procesos de constitución y de construcción

de saber y de productos, hoy tienen que ser trabajadas en forma complementaria, debido al

lugar que cada una ha comenzado a ocupar en la sociedad globalizada.

Tanto la ciencia como la tecnología tienen distintas manifestaciones en el ámbito

educativo, que pueden generar confusiones.

Educación técnica

Se origina en la formación de los primeros artesanos y abarca hasta las escuelas de artes y

oficios. Fundamentalmente se trata de instituciones escolares pertenecientes al nivel medio

del circuito formal de educación y muchas instituciones vinculadas al sector educativo no

formal.

Educación tecnológica

Tiene por objetivo arribar a una especialización desde una disciplina más o menos

experimental que permita la construcción de objetos tecnológicos o técnicos que garanticen

la incorporación de las personas al mundo laboral.

Educación en cultura tecnológica

La tecnología no constituye una disciplina que pueda ser comparada con la química o la

historia, debido a que se ocupa de las creaciones artificiales elaboradas por el ser humano.

Alfabetismo

Según R. Bybee, comenzó considerándose alfabeta a una persona que era capaz de escribir

su propio nombre. En otros momentos históricos, las personas alfabetizadas eran aquellas

que tenían habilidad para leer un periódico; posteriormente, lo eran quienes tenían sus

estudios primarios completos; más tarde, lo eran quienes poseían una habilidad suficiente

para interpretar culturalmente información significativa.

Alfabetización científica

La alfabetización científica supone comprender los mensajes relativos al avance científico

que incide en la vida social.

Si nos preguntamos por qué es importante alfabetizarse científicamente, tendríamos varios

argumentos que justificarían esta necesidad.

Uno de los argumentos se relaciona con la idea de que la cultura misma exige que los

miembros de una sociedad cuenten con un determinado alfabetismo científico que les

permita comprender no sólo la temática y las terminologías científicas, sino también el

ámbito en que se generan y producen las investigaciones de este tipo.

En hecho de que la sociedad entienda el trabajo de la comunidad científica no significa que

sus miembros “sean científicos” sino que, por el contrario, cuenten con las herramientas

conceptuales básicas para comprender la manera en la que se produce el conocimiento

científico y el impacto de este saber sobre la vida cotidiana de las personas.

¿Cómo debe ser la relación entre la escuela y la tecnología?

Es fundamental que los profesionales de la educación comencemos a plantearnos no sólo la

forma en que la tecnología y, en especial, las nuevas tecnologías de la información han

sido incluidas en los documentos curriculares y en la cotidianeidad del aula hasta el

momento, sino también cómo es necesario que realmente sean incorporadas.

Debemos estar dispuestos a redefinir, de alguna manera, nuestro rol, asumiendo que esto

supone un riesgo que debemos estar preparados a asumir.

El educador, pues, ha de transformarse en diseñador, gestor, animador y asesor de

experiencias de aprendizaje que no estén condicionadas por el horario, por la distancia o

por sus propias limitaciones personales. Debemos profundizar en la comprensión del

mundo donde vivimos y en los procesos de cambio tecnológico y social para evitar aislar a

las escuelas y a nuestros niños de la tecnología. Las nuevas generaciones se verán

compelidas a utilizar diversos sistemas simbólicos, a pensar estratégicamente, a aprender

en forma permanente y a ser creativas.

COCLUSIÒN: Se debe realizar con mas continuidad en los pueblos alejados y en los

suburbios campañas de alfabetización para que estas personas puedan interpretar

críticamente sus mundos personales y sociales y, de este modo, mejorar sus habilidad

intelectuales hasta estar en condiciones de poner en entredicho los mitos y creencias que

estructuran sus percepciones y experiencias.

El ámbito escolar se enriquecerán considerablemente puesto que la tecnología trae

consigo infinidad de herramientas para la proyección del conocimiento; en lo que se

refiere a información el niño podrá acceder a información cada vez más completa y en

cuanto a la comunicación la tecnología acorta distancias y abole los límites de los países

haciendo de todas las personas un solo ser que busca conocer y descubrir nuevas

fronteras.

La educación y la sociedad requiere profesionales que se desempeñan en los diversos

ámbitos propios dentro del aspecto educativo, para que puedan así guiar a los

estudiantes a un proceso educativo provechoso y por ende entender que la tecnología

es un recurso educativo y mas no de diversión, ya que estos recursos debemos

utilizarlos correcta y adecuadamente para obtener resultados satisfactorios.

BIBLIOGRAFÌA: Schaff, A.

Toffler, A.