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Portada: Era Victoriana de Atkinson Grimshaw(1893-2836) Primera edición, 2013 Copyright 2013, San Juan P.R. Derechos Resevados del autor. Ediciones Carnaval.
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Portada: Era Victoriana de Atkinson Grimshaw (1893-‐2836)
Primera edición 2013-‐02-‐23
Copyright © 2013, San Juan, Puerto Rico.
Derechos reservados del autor
Ediciones Carnaval
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Solo me llega un murmullo perfumado desdibujado en el tiempo, pero me salva el
perfume, su piel en la seda, su intimidad de caracola ...!. Haré de estos versos, mis
compañeros en soledad !!!.
Navegaré en mi barca hacia tu playa ¡Naufragaré ya redimido de falsas multitudes. Y
sembraré mi ancla, me tiraré en la arena… Unos versos para mecerse !. Contigo tambien
, en esta travesía!
Doris, recorrer tu soledad, es arrojarme sin ropaje, con dulzura a ese "espacio de nadie"
donde habitas. Estos versos (los tuyos), calafatean mi barca, para evitar el naufragio .
Uno jamás pierde el rumbo de la soledad, es un poema onírico y carnal al mismo
tiempo. Me siento mecido en estos versos: flujo y reflujo como danza. Me llena de
esperanza saber, lo que señalas en la última línea de versos: “Uno jamás pierde el
rumbo de la soledad”.
En el poema “Sobre la quilla impaciente de atardeceres mustios” , los hilos del asombro
sostienen al lector de tus versos, Que sentida manera de depositar sombras
crepusculares, tibiezas en los sentidos, polvo caminante, el viento embravecido, mareas,
sueños, recuerdos, enredos …en el olvido … ¡Mis felicitaciones de corazón.!
Gabriel Caldentey
9
Índice.
Devenires inciertos
Para abrirme al remanso de lo inaudible
Uno jamás pierde el rumbo de la soledad.
Sobre la quilla impaciente de atardeceres mustios.
¿Qué rumbo llevas?
Perdida entre los vientos vagabundos.
En la parodia moribunda de mis pesadillas.
Tiempo incierto.
Llamándote a golpes de silencio.
Sigo negándome a mi misma
Devenires inciertos.
Pariendo ternuras en medio de infinitos silencios
Para amansar este dolor de siglos.
Redimida.
Cómplice del gris que se levanta en lontananza.
Afanada en mis simientes.
Cuando sobran las palabras.
11
Devenires inc ier tos
Se ha marchado la espuma de tus olas
anudando caracolas a un viejo pasado,
chorreando pájaros y mieles desvergonzados
ciegos y mal hablados,
12
desde esta lluvia lánguida,
masticando este tiempo desgreñado
donde te invento mojada de tristezas.
Desde el fondo de ese mar impetuoso,
te huelo en la distancia ,
tu ambivalencia percibo,
tus devenires amanecidos e inciertos
marcan el paso,
devorando la palabra sentada en mi espalda.
Te escucho, cuando pasas entre sueños,
desnudo, pisoteando caracolas
que albergan tristezas en sus conchas,
como si el mismo mar hubiese llegado a la conclusión
de que somos esa playa,
sembrada de embarcaciones fantasmas…
Ahora que soy esa canción de nadie,
donde las ausencias
13
y devenires son el sin fin de cada día
donde acorralo mis frustraciones indefensas
en las cunetas exiladas del tiempo,
redimiéndote del olvido.
14
Para abr i rme a l r emanso de lo inaudib le
Me recuesto en la brisa a columpiar mis sentidos
Deshaciéndome, con todas las ganas
para saciar mis íntimos anhelos ,
para poder abrirme al remanso de lo inaudible.
cuando mi piel se desnude de palabras
en el balcón de la tarde,
15
donde entumecida yo, de esa fragancia tuya
ese, tu perfume, de sándalo y almizcle…
desplegándose entonces, un aroma etéreo
Cansancio al que me condenas
como misterioso encanto de un ritual
en el que camino desnuda
sobre jardines violados,
golpeando con el pulso las tinieblas
para alcanzar la melodía de los dioses
al romperse los goznes de este agotamiento.
Soy ese espacio de nadie donde habito,
donde esa otra, que tambien es parte de mi
la que se perfila tratando de apresar la eternidad
cuando el tiempo es una palabra que no tiene espacio
ni las mañanas redimirán el tiempo que ya no es…
16
Uno jamás p ierde e l rumbo de la so ledad .
Tus ojos de sándalo me inventan,
cuando la noche se escurre y la luna nos mira…
somos seres sincronizados
fundiéndonos en el fuego
hasta deshilacharnos
17
en esta breve espacio fatigado.
En el que nos fundimos
por el hueco húmedo de los sueños
sembrando en las nubes optimismo.
Volveré despacio con el cadáver de la prisa
sepultada en tu mirada.
Confieso que he vivido...
palabras de Neruda y sigo sus pasos.
De tu olor me sacio,
para nadar en la prisa del por vivir.
En mi pecho aterriza tu navío ….
anda y tócame con tu respiración
para hacerme eterna,
canta tu canto de liberación,
despójate de tabúes y de otros miedos,
Mientras yo...
recogeré cántaros de mariposas
y como un Dios redimido por su esencia
inventaré la palabra clave
19
Sobre la qu i l la impac iente de a tardeceres must ios…
Entre mundos ermitaños camino desnuda
sobre la quilla impaciente de atardeceres mustios
cuando las bocas del destino presagian
que tu sombra ya huele a olvido.
20
Mientras en el pálpito del pensamiento alado
me entrego al sol que absorbe mis sentidos
en el abismo de tus recuerdos tibios,
girando en los senderos polvorientos de los años
en la alquimia de lo impredecible,
desde el albergue de todos tus huesos rancios.
Nácar de espumas pálidas,
efímeros paraísos, testigos son
de la premura del olvido,
cuando el viento a veces muerde
ungiendo versos bajo un inventario de culpas,
de cartas delirantes enredadas en los sueños.
21
Qué rumbo l l evas?
Tu imagen disoluta sin acento..
Insólita, se manifiesta,
para despeinarme de nuevo el alma
que desinquieta se asombra.
22
Y me pregunto entonces…
¿Qué rumbo llevas?,
te invito entre mis sueños a ser
una cobertura de mi vida en este ahora.
Y tú, cobarde, sin fin …
como siempre en tu mutismo,
abonando a ese silencio desgreñado
sin decir esta boca es mía.
Como caída de aguas que sofocan
este ambiente fragmentado
entre coloquios de silencios.
Te miro a través de los cristales de mis lentes,
otreras las golondrinas van y vienen
de mi balcón apesadumbrado,
al recuerdo inagotable de los tuyos…
¿Como pintar la historia de mi vida?¡ son tantas cosas!
23
Te he querido desde la inmediatez , en el silencio ,
anclada siempre en ese espacio escindido
de tus melancólicos ojos grises,
en el callar brumoso de una eterna agonía.
Pero tu nombre viaja nómada desde que te fuiste,
Eres esa caricia inédita que se transparenta
en el deseo lúdico que copula solo en sueños…
24
Perd ida entre l o s v i entos vagabundos
Mientras el sol bosteza sus últimos rayos
tiñendo el horizonte con su espejo de luces
evoco tu presencia, ahogada en mi añoranza
en un fluir de nadas dentro de un todo.
25
Así, lentamente, muriente, con el alma descosida
y los huesos enlutados.
entre mis sábanas cansadas por la espera.
Este cadáver cubierto de soledades
impúdicas y libertinas,
que hoy reclama su espacio entre paraísos inciertos
como si se tratara de una sola sombra pálida
perdida entre los vientos vagabundos
entre los vitrales de mis mundos internos,
patinando en esta insoportable levedad.
En un limbo de fantasías inacabadas
en donde vivo enajenada, en el absurdo
bebiéndome una copa de vino tinto…
mientras fluye la música de un jazz o quizás un blue
otreras las voces de Billie Holiday o Louis armstrong
tratando de abolir el jamás en contra de su tiempo.
26
En la parodia mor ibunda de mis pesad i l las . Esta ausencia que te bebe,
entre blancura de lirios
donde te busco, bajo los raídos harapos del miedo.
Cuando mi soledad hace esquina
bajo las sombras de un sauce lloroso,
en la parodia moribunda de mis pesadillas
como flautas en un enjambre de sordos.
27
Otrera se atisba la impotencia,
irremediable ante tu muerte
y el pesimismo no te salva del pasado
en los portales de los últimos sueños…
28
Tiempo inc ier to
Desconozco yo misma
de donde vengo y hacia donde voy.
Me pierdo en la realidad de un aire denso
que no aspira a quedarse
en las obtusas esquinas de un tiempo incierto,
mascando la soledad
29
Para encontrarme con la muerte ,
la fuga de lo cotidiano
cuando las horas se pierden en un limbo,
sin compromiso.
En ese gotear soñoliento
perenne ,de la lluvia en el cristal
cuando las ondas se dispersan, se esfuman
y se convierten en sándalo…
se desmorona gradualmente,
en un instante robado al universo.
30
Llamándote a go lpes de s i l enc io .
Esa mujer que miras desde el espejo,
que parece, que con su fuerza
libera la ignominia de este mundo.
Esa mujer que sus manos
sostienen mariposas,
crisálidas de un verano callejero.
31
Esa mujer que vez ahí, descalza
desde miles de siglos
sin pasajes de regreso,
sin cédula ni pasaporte
abrazada sin saber por qué a cada amanecer.
Esa mujer que le sobra
el destino que la marca
sin tregua,
que a pesar de ella sigue llamándote a golpes de silencio.
Esa mujer que asoma su cara
a un mundo sin esperanza
esa que miras ahí,
sin nada que decir, anonadada
ella,
esa mujer,
que deambula buscando su amor perdido
con una hilera de enlutadas sombras.
Astillándose hasta el cansancio,
32
tras un intento de congelar el tiempo
desparramando el corazón
En el bostezo lánguido de un fauno.
33
S igo negándome a mi misma
En este torpe andar a tientas
mientras me pienso,
en este ahora, como si estuviera muerta
entre el azul y el purpura,
pero no al estilo cobarde de Plath,
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Ni a la manera de la Storni,
ni, como todas las demás poetas
que han dejado sus huellas de dolor en el tiempo,
perdidas en sus miserables mundos existenciales
Me niego a introducirme en cualquier río
Con los bolsillos cargados de piedras
O morir congelada como Julia,
Que pronosticó en sus versos tantas veces .
Trato de pensar,
pero no llego a ese segmento de mi vida
Cuando ya no esté más en mi cuerpo
mientras en el entretanto sigo negándome a mi misma.
35
Devenires inc ier tos
Se ha marchado la espuma de tus olas
anudando caracolas a un viejo intento
chorreando pájaros y mieles desvergonzados
ciegos y mal hablados,
desde esta lluvia lánguida,
masticando este tiempo desgreñado
donde te invento mojada de tristezas.
36
Desde el fondo de ese mar impetuoso,
en el que tu ambivalencia percibo,
de inciertos y amanecidos devenires
marcando el paso, devorando la palabra
que se sienta en mi espalda.
37
Par i endo ternuras en medio de in f in i tos s i l enc ios
En esta soledad inmensa, despoblada de afanes,
donde sigo escribiendo a pesar de mi,
Bajo un aire recargado de humo denso,
donde te proyectas tomando formas reales
desde tu propia imperfección,
rebuscando el simple encuentro.
38
Cansada de exhalar suspiros…
quisiera no despertar,
de este sueño tétrico aciego y azaroso,
que se sienta en mis sentidos.
in encontrar atisbos , en esta levedad
cuando en mi misma me pierdo.
Como simples esqueletos intelectuales
de una vida inestable, equivoca, imprevisible…
sin embargo, tengo deseos de parir ternuras,
en medio de infinitos silencios.
39
Para amansar es te do lor de s ig los .
Sí, hay mundos que irrumpen en la memoria
y se esconden detrás de las palabras,
centrifugando tiempos pasados,
imágenes que se cuelan detras de las ventanas
lamiéndole las heridas al olvido
que condenado a una perpetua sin vigencia
se mantiene en pie de lucha.
Mientras en el sin sentido
tu olvido se dispersa en su coral
como sombras grises en cada encrucijada
40
pretendiendo amansar este dolor de siglos
que se abisma, rugiente en el silencio.
Calvario repetido el que atravieso
como un nacer desnuda de lluvia regalada
y éste afán intemperante el de sentirte
en un vacío de sábanas hambrientas
donde te aguardo en el silencio de mis noches.
Durmiendo el olvido de tus besos,
como escarchas derretidas,
en los espacios mas densos del recuerdo,
donde la tristeza se pierde lujuriante
con un final sin moraleja.
41
Red imida .
Cuando la muerte se acerca destiñendo lo no dicho,
entre los torbellinos se abaten mil ruinas,
sin encontrar estrategias para violar este cruel destino.
42
entonces trato de exprimir tu ausencia…
en el zumo vivo y sincero de la confianza
para flotar en contratiempo,
fugada de calendarios y letanías.
Tratando de amansar la parca muerte
escupiendo la risa que no tengo…
entre mármoles fríos y azucenas
con la esperanza de redimirme ,
de esta corriente de éter,
de este río de palabras que se salen de su cauce.
cuando la tarde se desnuda y se embelesa
en las coordenadas de otro sueño lúdico.
43
Cómpl ice de l gr i s que se l evanta en lontananza
Sobre las pálidas ojivas de mis manos góticas,
en esa espera mansa,
perdida entre los sargazos de la desesperanza
entre un verde medio tímido y un verde desleído
44
cómplice del gris que se levanta en lontananza,
abandonada a esos claustros laberinticos
que una vez fueron refugio.
Pues desde que te alejaste
Sumierónse las tardes en profundas tristezas.
entonces, el paisaje se sumió
en una absurda melancolía.
evaporándome como el último de los suspiros,
como el último aliento lúdico,
sometida y anclada en ese espacio
de tus ojos azulados y grises.
Cada vez que te pienso
abarcador e inmenso
en estas madrugadas de invierno
Indócil,
como esa caricia inédita
que se transparenta en el deseo
o simplemente una escritura desdibujada en el tiempo
Exclamando sabiamente…
que los sueños son solo eso…
sueños.
45
A fanada en mis s imientes .
En esos días silentes ,
cuando las horas se convierten en milenios
es cuando me sostengo en lo que quiero,
es cuando me reinvento
e intuyo
46
que aún sigo siendo dueña de mi propio destino.
Cubierta de un erótico y sensual aroma humedecido en salitre
entre cangrejos grises y azules
rodando a goterones y a fuerza de fuetazos
como Cesar Vallejo amarro mis angustias.
Siempre yo misma,
afanada en mis simientes
tratando de abolir el jamás contra su tiempo
como simple hacedora de calendarios
que copulan
desvergonzadamente con la historia,
mientras.
el tiempo se esfuma parcamente
viviéndome en sus huesos cada tarde..
47
Cuando sobran las pa labras
Hay días que sobran las palabras ,
las miradas
y todas las cosas , en esta insoportable levedad
detrás de la cornisa del silencio
bajo la tibia sábana testigo
48
de tantos sueños postergados.
¿Será que la poesía es el acaso
de los seres impotentes?
Me pienso contemplando …
cuando el deseo me roba la voz
desde un espejo biselado .
Blanqueando una oscuridad de zafiro…
Entonces puedo apreciar,
cuando se muere la última vocal
de una palabra, al silencio de los grillos
en esas tibias noches de la nada
para intentar nacer en cada vida
lloviendo, como la última esperanza
desde un cielo sin auras.
49
Para sembrar e l o lv ido…
Atesorando palabras cual si fuesen tesoros
te pienso a pesar mío, hasta en el revés de las hojas ,
en el azul cobalto de las noches,
en un simple sueño de papel donde te invento,
como ese hombre tierno que me lleva de la mano
Hasta en la prisa del viento te siento
tras esos mundos infinitamente llenos de vacíos
donde se siente tu perfume a sándalo
50
en esa forma tuya de amar y acomodarte
en tu tibieza
Cuando el abismo hace silencio en lo profundo
llorando en los vericuetos oscuros de la noche
En donde se desarropa el alma
para sembrar el olvido
52
un puñado de sueños
fingiéndonos historias inventadas
llenándome de mi misma
cuando el tiempo se adelanta a los relojes
en ese espacio escindido de la memoria
para perderme en el abismo de la locura.
Debajo de este sol caribeño,
que convulsa al ritmo de la espera
en el temblor de piel con piel
-‐para embriagar los dias de tu larga ausencia
bajo las sombras , donde duele tanto el amor
y poder anudar esa pena que lastima.
Me gustas impreciso y tímido
Cuando el mutismo se torna cadencioso
y respiras entre sonidos de flautas,
Con tus melancólicos ojos grises
acorralando la mirada.
Pero tu voz se me enreda en el pelo
y me agita el alma entre las sábanas
a la espera de nadie,