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ENTRENAMIENTO DE SUPERVIVENCIA EN EL SIMULADOR DE FLASHOVER. El simulador de Flashover es una unidad de entrenamiento diseñada por el “Swiden National Survival Board” en 1986. Se trata del primer segmento de un sistema de lucha contra el fuego de cuatro etapas. En esta primera etapa los alumnos solo actúan como observadores; las etapas posteriores llevarán a los bomberos a metodologías prácticas de extinción. Este artículo trata solo de la primera etapa del Sistema de entrenamiento Sueco. El simulador de Flashover consiste en dos contenedores de transporte totalmente metálicos (acero de calibre 14): el módulo donde se produce el Flashover y el módulo de observación. Ambos están conectados en un punto llamado de conexión. El módulo de Flashover, que se encuentra elevado tres pies por encima del módulo de observación, tiene diez pies de longitud, ocho pies de altura, y ocho pies de anchura; el módulo de observación tiene 20 pies de largo, ocho de alto y ocho de ancho. El peso total de ambos módulos es de 6.500 libras. Existen 3 puertas en la unidad: una puerta de entrada en la parte lateral trasera y dos puertas traseras que abarcan todo el ancho del módulo para en caso de tener que salir rápidamente. El combustible utilizado en los ejercicios de entrenamiento se compone de cinco láminas de aglomerado de madera de media pulgada que recubren las paredes y el techo del módulo donde se produce el Flashover. En una esquina de este módulo se enciende un tablero troceado con una antorcha portátil de propano. Tres instructores adiestrados (por el fabricante) en el manejo del simulador controlan el progreso del fuego y la velocidad de propagación para lograr los efectos deseados. Esto se consigue mediante la coordinación de tres elementos: una ventana controlada manualmente situada el techo del módulo de observación a unos 3 pies y medio (aprox.) del punto de conexión con el módulo donde se produce el Flashover, un surtidor en neblina a alta presión, y la puerta de entrada en la parte de atrás. Los alumnos observan el fuego controlado mientras están sentados en bancos bajos en el área de observación. Todos los instructores y los alumnos están totalmente equipados, incluso con verdugos, y con equipos autónomos. Los principales objetivos del simulador del Flashover son enseñar a los bomberos a reconocer las señales de aviso del Flashover y darse cuenta de los límites de su propio equipo de protección. Después de una clase de formación (conferencia y vídeo) de dos horas sobre la naturaleza y las señales de aviso del Flashover y sobre los procedimientos operativos de rescate, los alumnos van rotando en grupos de seis a ocho a través del simulador. El tiempo dentro del simulador es de unos 15 minutos. CONDADO DE ROCKLAND En el Centro de Entrenamiento de Fuego del condado de Rockland en Pomona,

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ENTRENAMIENTO DE SUPERVIVENCIA EN EL SIMULADOR DE FLASHOVER.

El simulador de Flashover es una unidad de entrenamiento diseñada por el “Swiden National Survival Board” en 1986. Se trata del primer segmento de un sistema de lucha contra el fuego de cuatro etapas.

En esta primera etapa los alumnos solo actúan como observadores; las etapas posteriores llevarán a los bomberos a metodologías prácticas de extinción. Este artículo trata solo de la primera etapa del Sistema de entrenamiento Sueco. El simulador de Flashover consiste en dos contenedores de transporte totalmente metálicos (acero de calibre 14): el módulo donde se produce el Flashover y el módulo de observación. Ambos están conectados en un punto llamado de conexión. El módulo de Flashover, que se encuentra elevado tres pies por encima del módulo de observación, tiene diez pies de longitud, ocho pies de altura, y ocho pies de anchura; el módulo de observación tiene 20 pies de largo, ocho de alto y ocho de ancho. El peso total de ambos módulos es de 6.500 libras. Existen 3 puertas en la unidad: una puerta de entrada en la parte lateral trasera y dos puertas traseras que abarcan todo el ancho del módulo para en caso de tener que salir rápidamente. El combustible utilizado en los ejercicios de entrenamiento se compone de cinco láminas de aglomerado de madera de media pulgada que recubren las paredes y el techo del módulo donde se produce el Flashover. En una esquina de este módulo se enciende un tablero troceado con una antorcha portátil de propano. Tres instructores adiestrados (por el fabricante) en el manejo del simulador controlan el progreso del fuego y la velocidad de propagación para lograr los efectos deseados. Esto se consigue mediante la coordinación de tres elementos: una ventana controlada manualmente situada el techo del módulo de observación a unos 3 pies y medio (aprox.) del punto de conexión con el módulo donde se produce el Flashover, un surtidor en neblina a alta presión, y la puerta de entrada en la parte de atrás. Los alumnos observan el fuego controlado mientras están sentados en bancos bajos en el área de observación. Todos los instructores y los alumnos están totalmente equipados, incluso con verdugos, y con equipos autónomos. Los principales objetivos del simulador del Flashover son enseñar a los bomberos a reconocer las señales de aviso del Flashover y darse cuenta de los límites de su propio equipo de protección. Después de una clase de formación (conferencia y vídeo) de dos horas sobre la naturaleza y las señales de aviso del Flashover y sobre los procedimientos operativos de rescate, los alumnos van rotando en grupos de seis a ocho a través del simulador. El tiempo dentro del simulador es de unos 15 minutos. CONDADO DE ROCKLAND En el Centro de Entrenamiento de Fuego del condado de Rockland en Pomona, Nueva York, los directores y los instructores se dieron cuenta que nuestro edificio de pruebas de fuego real, no era un método real de demostrar el comportamiento de fuego. Solo éramos capaces de enseñar a los alumnos un fuego que se desarrollaba a partir de algo incipiente hasta fases de desarrollo libre- y en este punto el fuego dejaba de crecer. Los alumnos se quedaban con la impresión de que las condiciones interiores en un fuego estructural real alcanzan un punto en el cual el fuego permanece estable y no amenazador. Para nosotros no existía forma de enseñar a los alumnos el desarrollo completo de un incendio (crecimiento, en fase libre, Flashover y etapas de enfriamiento). En el entorno de nuestro edificio de pruebas de fuego, los alumnos llegaban a creer que en todos los fuegos, mientras pudiesen agacharse lo suficiente como para evitar el calor intenso, su equipo les protegería y podrían avanzar tan rápido como pudiesen. Como instructores, podíamos hablarles de los peligros del Flashover, pero ellos no podían experimentar un grado significativo de lo que les estábamos hablando. Al darse cuenta de la necesidad de un entrenamiento más realista que mejorara la capacidad para sobrevivir en un incendio, el Centro de Entrenamiento de Fuego del

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distrito de Rockland, oficialmente puso en servicio su propio programa de adiestramiento de Flashover desde el 25 de octubre de 1994. Desde entonces hasta el momento actual, hemos conducido más de 100 fuegos, cada uno con cinco o seis “Flashovers simulados”. La unidad de Rockland es una de las más de 30 unidades operativas en centros de entrenamiento de fuego en Estados Unidos. FLASHOVERLos “Flashovers” creados en el entrenamiento son producidos al encender el tablero troceado precalentado, produciendo así la ignición de productos de combustión inflamables. Las consecuencias son dramáticas debido a que la llama se desplaza desde el módulo donde se produce el Flashover hacia los alumnos y pasa directamente sobre sus cabezas. Una nube de humo baja rápidamente y reduce la visibilidad en ambos módulos. Con frecuencia las “serpientes de fuego” y “los remolinos” son vistos en el humo denso justo antes de que el “Flashover” finalice. Es importante entender que el término aplicado al comportamiento de fuego en la unidad no se ajusta a la definición actual y ampliamente aceptada de Flashover; el suceso que tiene lugar en el interior de los módulos verdaderamente no es “una ignición simultánea de todos los combustibles de la habitación” causada por una retroalimentación de la radiación térmica”. Sin embargo, coincide con las definiciones de Flashover indicadas más adelante por la autoridad sueca, Walter M. Haessler, y William E. Clark (ver el artículo de Clark “Flashover: el repentino y silencioso asesino” en Fire Engineering de Junio del 94, Pág. 26). Dentro del simulador, el calor que proviene del fuego de un tablero troceado, hace pirolizar e inflamarse el revestimiento de madera del módulo de fuego. Estos gases y los productos de combustión quedan atrapados en el interior. Primero los gases inflamables prenden en dicho módulo, después salen hacia el módulo de observación. Esta acción se controla (simulada) abriendo la ventana del techo, permitiendo al oxígeno entrar en el módulo y causando una rápida ignición de los gases calientes. El instructor encargado del surtidor dirige unas cortas ráfagas de agua hacia el módulo incendiado y el Flashover queda controlado. Con la ventana del techo ahora cerrada, después de proveer del suficiente oxígeno para inducir el Flashover, el instructor encargado de la ventana vuelve a abrirla para dejar salir el vapor que se ha creado, y los instructores permiten que el fuego vuelva a incendiar otra vez la capa de gas. El manejo de la ventilación (control de la proporción del oxígeno introducido en el módulo) controla la velocidad, el tamaño, y la duración de los Flashovers. Si la ventilación se deja cerrada, o si se deja cerrada demasiado tiempo, el fuego no conseguirá suficiente oxígeno como para quemar libremente y, por lo tanto, no se podrá liberar suficiente calor para crear las condiciones que lleven a la completa ignición de la capa y, de esta manera se creará una atmósfera interna llena de gases de fuego Por otra parte, si el instructor es generoso a la hora de usar la ventana, la libre ignición es abundante y los Flashovers ocurren rápidamente. Los Flashovers, en este caso, ocurrirán incluso con condiciones de humo poco denso. Los alumnos pueden ver claramente el conglomerado de madera y el techo quemándose en una combustión activa. Inmediatamente esto es seguido por una llama que se desplaza hacia abajo y hacia los alumnos. Los Flashovers a menudo pasan directamente sobre las cabezas de los alumnos, extendiéndose completamente sobre toda la longitud del módulo de observación, incluso entre las rendijas de las puertas de acceso del personal situadas en la parte posterior /trasera de la unidad. Hemos aprendido que abriendo las puertas traseras algunas pulgadas, podemos inducir Flashovers más intensos y más frecuentes.

Antes de que se produzca el Flashover, en el módulo de observación los instructores explican a los alumnos lo que está sucediendo y lo que tienen que buscar. Las cuatro señales de aviso clásicas:

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El fuego ardiendo en fase libre; El humo denso; El calor elevado y Los rodillos de fuego. Estas señales describen el suceso del Flashover según se va desarrollando. Cuando el incendio crece y alcanza el 25 por ciento del conglomerado de madera, los alumnos pueden observan el proceso de pirólisis y el denso humo resultante de la ignición del tablero combustible. Se les recuerda en qué consisten los gases inflamables y su papel en el Flashover que está a punto de suceder. Cuando la llamarada tiene lugar, se les pregunta a los alumnos qué hacer ahora. La respuesta, por supuesto, es echar un gran volumen de agua sobre el fuego o retroceder mientras las condiciones lo permitan. Justo después de que ocurra el Flashover y se desplace fuera del módulo de fuego pasando sobre las cabezas de los bomberos, los alumnos experimentan un calor rápido y fuerte que penetra en su equipo de protección. La llama frontal generalmente viaja bastante lentamente (tres o cinco segundos) desde el módulo de fuego, aproximadamente a un pie por encima de la cabeza de los alumnos sentados o arrodillados. Los instructores recuerdan continuamente a los alumnos que los Flashovers reales serán mucho más rápidos y que pueden estar ocultos tras el humo denso. Ya que la carga de combustible es de solo 5 láminas de conglomerado, las condiciones del simulador pueden no ser tan calientes como las de un Flashover real. (Las temperaturas en el módulo de observación, cinco pies por encima del nivel del suelo son aproximadamente de 600º F.) También recordamos a los alumnos que en situaciones de fuego real, los bomberos no tienen la ventaja de que el módulo donde se produce el Flashover esté elevado tres pies que facilite una más cómoda extinción- los Flashover reales producen fuego bajo que te envolverá. Los alumnos comprenden completamente la seriedad del Flashover cuando les recordamos este hecho. LECCIONES APRENDIDAS / DEBATE. De los muchos incendios reales y Flashover creados en el simulador, hemos hecho algunas observaciones importantes: • “El hacerse el macho” y el equipo de protección no superan un ambiente de altas temperaturas. Esta lección valiosa permanecerá durante toda la vida con los bomberos. Después de un programa de adiestramiento de Flashover, el bombero sabe que su equipo de protección y su fortaleza mental y física tienen límites cuando llega el calor. Existirán situaciones de fuego donde una retirada táctica (retirada total) será la única opción. “El colapso térmico” sucede después del Flashover. Este colapso térmico es sentido como un repentino aumento del calor entre los alumnos sentados en el módulo donde de observación. Pasado este punto en el desarrollo del fuego, el calor ha sido menos intenso y la ropa de los bomberos les ha mantenido con relativa comodidad. Este colapso térmico es sentido con más intensidad por los alumnos sentados más cerca del módulo de fuego. A pesar de su “fortaleza física” los bomberos tienen que retirarse después de una cierta cantidad de exposición al calor intenso. Los bomberos se han entrenado para estar agachados por debajo del calor y el humo. Después del colapso térmico, incluso en el suelo se está incomodo. La lección aprendida que se llevan a casa es que no existe ningún lugar donde ocultarse o protegerse, y la retirada es la única opción. Si el entrenamiento ha sido efectivo, los bomberos reconocerán las señales de aviso del Flashover y se retirarán completamente antes de que suceda el colapso térmico. • El entrenamiento en el simulador de Flashover nos ha animado a reevaluar nuestro entrenamiento de extinción anterior. No ha conducido a cuestionarnos si el entrenamiento de fuego real que hemos dado en nuestro edificio de fuego, estaba dando una falsa confianza a los bomberos. En las instalaciones de fuegos real los bomberos normalmente pueden agacharse lo suficiente como para ponerse por debajo del calor intenso. En este ambiente de entrenamiento, raramente sucede el caso de que los atuendos no provean de la suficiente protección térmica. El entrenamiento de

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Flashover lleva al bombero a lo largo de la curva de tiempo-temperatura, desde una condición incipiente hasta la fase libre, desde las condiciones de Flashover hasta las de post-Flashover. Creemos que el valor del entrenamiento del Flashover se manifestará en sí mismo en el siniestro: cuando el calor extremo y el humo denso empujen a los bomberos hacia el suelo, comprenderán las dinámicas del fuego, incluso aunque las llamas puedan estar escondidas de la vista, y reaccionarán en consecuencia. Aprender de una experiencia de un incendio real, no siempre posibilita la supervivencia: percibirlo, presenciarlo y reaccionar en una situación de entrenamiento en este tipo de unidad sí posibilita la supervivencia. En el simulador de Flashover, los bomberos pueden situarse de forma segura dentro de unas condiciones que se aproximan a los límites diseñados para sus equipos de protección. • Entrenamiento en el “límite”: Durante el desarrollo del entrenamiento, se han dañado equipos de protección, unos cuantos operadores de la ventilación y los portadores de los surtidores han experimentado pequeñas quemaduras. Al principio, el entrenamiento parecía demasiado peligroso, rayando casi con el límite del riesgo aceptable. Sin embargo, después de unas cuantas experiencias y de varias reuniones sobre estrategias, decidimos continuar el entrenamiento con algunas modificaciones. Y se desarrolló un procedimiento operativo (SOP) para prevenir posibles situaciones que causasen daño. Por ejemplo, la norma de la NFPA 1403,” Normas para el entrenamiento con fuego real”, se sigue estrechamente. Líneas adicionales de agua son requeridas desde abastecimientos de agua separados. El entrenamiento de Flashover no lleva a cabo cuando las condiciones meteorológicas superan los 85°F de temperatura y el 85 por ciento de humedad. Inmediatamente después del ejercicio, los alumnos permanecen juntos como grupo, con sus instructores, y permanecen en un sector de rehabilitación preestablecido durante un periodo de 15 minutos de descanso y rehabilitación. Con los procedimientos operativos (SOP) funcionando correctamente, los directores del Centro de Entrenamiento y los instructores tienen la seguridad de que merece las pena correr el pequeño riesgo de daños menores frente a los grandes beneficios en materia de salvamento que se extraen del entrenamiento. • El funcionamiento / rendimiento de la protección térmica del equipo de protección se ha mejorado hasta el punto que, en el entrenamiento de Flashover , los bomberos no pueden detectar fácilmente las subidas de los niveles de calor hasta que sucede el colapso térmico. La protección completa (casco con orejeras, verdugo, equipo autónomo, chaquetón y pantalón y botas de fuego) protege a los bomberos tan bien que las modificaciones de las condiciones de calor no son detectadas hasta que son muy graves. Algunos bomberos solían mofarse de otros que decían que usaban sus orejas como detectores de calor. Basándonos en nuestra propia experiencia en el simulador de Flashover, creemos que esta práctica tiene algo de sentido. Protegido completamente, ¿cómo compruebas el calor creciente? ¿Es esta una de las razones por las que los bomberos quedan atrapados en Flashover con una regularidad aparentemente creciente? Sacrificar las orejas no es una práctica recomendada. Sin embargo, hasta que el servicio de extinción desarrolle algún tipo de termómetro fiable montado en el caso con un dispositivo de alarma, se puede argumentar que la exposición de las orejas es una opción. Esta es una opción muy personal que debe tomarse individualmente por cada bombero. Sin ningún medio de valorar la temperatura en el interior del incendio, estamos forzados a depender de los indicadores visuales del inminente Flashover (hasta que el fuerte calor supera la barrera de la protección térmica y nos vemos forzados a la retirada inmediata). • Llevar una camiseta de algodón mejora el rendimiento de nuestro equipo de protección. Esta práctica simple se demostró cuando uno de nuestros instructores estaba trabajando en la posición de punta de lanza y no llevaba una camiseta debajo del chaquetón; salió de su posición en el frente del módulo de observación son una quemadura de primer grado en su hombro derecho. El equipo de protección se le ciñó

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al cuerpo por las correas de su autónomo, permitiendo al calor llegar rápidamente hasta la piel. Evoluciones repetidas demostraron el valor de la camiseta. • A los alumnos del simulador de Flashover se le debería animar a moverse un poco cuando el calor comienza a penetrar dentro del equipo de protección. La mayoría de los alumnos normalmente sienten en primer lugar calor en sus rodillas mientras están sentados en el módulo de observación. La transmisión del calor por convección se minimiza aconsejándoles estirar las piernas, aumentando así las propiedades del aire de aislamiento en los espacios dentro del traje. • Ya que el fuego pasa directamente por encima del instructor que lleva la lanza, este experimenta el peor calor radiante desde el frente, por encima y por los lados. Este instructor puede protegerse las manos poniéndolas “a la sombra”. Mientras no fluya el agua, debería colocar sus manos detrás de él o bajo sus piernas, lo cual las mantiene significantemente más frescas. Las zonas donde los guantes están ajustados, tales como los nudillos, tienden a quemarse las primeras. • Esperar que el ribete reflectante del equipo de protección sea bueno para aguantar el calor del contenedor del Flashover. • Hemos encontrado que todas las normas OSHA aprobadas y las normas NFPA referentes a los cascos funcionan bien en el entrenamiento de Flashover. Cascos de cuero sufren daños de pintura severos y han de ser reparados después unos pocos incendios. Los cascos de poli carbonato no deberían utilizarse en el entrenamiento, ya que sufren deformaciones severas. Las protecciones de ojos y cara, así como otras herramientas de los bomberos tales como linternas, nunca sobreviven al calor. Si un bombero solo dependo de lo que lleva en su casco, debería esperar hacerlo sin él durante las condiciones extremas de un incendio. • Después de varios minutos en el módulo de observación, los aparatos autónomos se ponen muy calientes. En una estructura real de un incendio, el aire caliente de la botella puede indicar una condición potencialmente peligrosa. Esto será una señal de aviso muy tardía. • Los instructores situados en la parte delantera del módulo de observación se han dado cuenta que las partes del equipo autónomo de la cara reciben lo que parece ser grietas del tamaño de un pelo en la lente cuando es sometida a calor extremo, lo cual distorsiona mucho la visión. Las lentes se llegan a ablandarse hasta el punto que pueden ser “moldeadas” con un ligero empuje de un dedo. Después de que la lente se enfría, permanecen las finas líneas que distorsionan la visión. Si las piezas de la cara continúan la exposición al calor, burbujean y se nublan, empezando a ser imposible ver a través de ellas • Hemos experimentado quemaduras de primer grado a través de las piezas de la cara. El calor penetra a través de la lente hasta quemar al usuario. Al igual que con el calor radiante, ocultarse uno mismo lo previene esto. • Los diseñadores del sistema de entrenamiento enseñan una técnica de surtidor llamada “pintar a lápiz”. Ellos afirman que si el que lleva el surtidor reconoce las condiciones del Flashover, puede retrasar el Flashover dirigiendo pequeñas ráfagas de agua dentro del aire supercaliente. Esto supuestamente enfría la atmósfera lo suficiente como para retrasar el Flashover, manteniendo el equilibrio térmico y la visibilidad suficiente como para que los bomberos escapen. Obviamente funciona bien en las condiciones limitadas y controladas del entrenamiento pero parece cuestionable en un incendio real. Si tienes una línea sólida, ¿por qué no echar cantidades importantes de agua, absorbiendo el calor que va a provocar el Flashover?. Todos conocemos la existencia de bomberos atrapados y muertos por un Flashover. No sabemos de ningún bombero muerto por un Flashover cuando tenía una manguera operando, vertiendo cantidades copiosas de agua. En el Condado de Rockland, decimos a los bomberos que mantengan la línea con ellos mientras se retirar y que continúen echando agua por medio de un chorro recto o de un surtidor de calibre sólido. * * * * * * *Muchos bomberos se han formado fuertes opiniones a cerca del los programas de

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entrenamiento en simulador de Flashover. Este entrenamiento no es perfecto y solo simula el Flashover, las condiciones del Flashover y las señales de aviso para que los bomberos lo presencien. Sin embargo, creemos que es un entrenamiento extremadamente valioso y que incrementa la seguridad y la supervivencia de los bomberos.

Nota: Jerry Knapp es Instructor de Fuego Certificado del Condado de New York, y trabaja en el Centro de Entrenamiento de Rockland en Pomona. Es Bombero veterano con 21 años de experiencia en el Cuerpo de Bomberos de West Haverstaw. También tiene estudios en Ingeniería contra incendios. Christian Delisio es Bombero de la ciudad de New York y tiene el Certificado de Instructor de Fuego por el Servicio de Bomberos de New York. Trabaja como Instructor en el Centro de Entrenamiento de Rockland.