VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA ENTREVISTA REALIZADA A DOÑA ELENA CASAS NIEVES CON RESPECTO A SU LLEGADA A LA COLONIA 6 DE ENERO.

ELENA: Llegue aquí en 1952, pero a fines ya, ya casi el 53, nomas paso el año nuevo, aquí pase el año nuevo. LETICIA: ¿En 1952 llego aquí? ¿Y cómo fue que llego? ¿Llegó sola? ELENA: Pues compre solar hija, este solar lo compré, se me hacía recarísimo en $2,000 pesos, 20x50. LETICIA: ¿20x50 m2? ELENA: Eso me costo, 20x50. LETICIA: ¿Y usted a quien se lo compro? ELENA: Al ejido, al ejido Gabriel Leyva. LETICIA: ¿Así se llamaba el ejido Gabriel Leyva? ELENA: El ejido se llamaba así. LETICIA: ¿Era un grupo se señores el ejido? ELENA: Eh. LETICIA: ¿Era un grupo de señores el ejido Gabriel Leyva? ELENA: Pues claro, siempre los ejidatarios son puros varones o apenas que se lo dejen a uno de herencia, pues pero todos son puros varones. LETICIA:¿Cuándo usted llego aquí ya estaba casada o llego sola? ELENA: ¡Claro que estaba casada! ELENA: Pero era puro monte alto como la esquina. LETICIA: ¿Cuántos pobladores había? ELENA: No había más que dos vecinos. LETICIA: ¿Dos, y ya se irían los vecinos? ELENA: Aquí vivía enfrente una, doña Dominga ya se murió, este año se murió. LETICIA: ¿Ah ya murió? ELENA: El año pasado porque fue como en, como en septiembre o octubre, y en la otra casa de allá se murió otra, otra muchacha de ahí. LETICIA: ¿Hija de ella? ELENA: No, sobrina. LETICIA: Oh. ELENA: Y no había más que dos casas, podemos decir que tres, bueno dos casas porque la mía no la hacía todavía,

aquí una y allá la presidenta del ejido vivía en la otra donde está la gasolinera así, en la primera, ahí. LETICIA: ¿Dónde está la gasolinera fue la otra? ELENA: Es la calle primera. LETICIA: ¿Se acuerda del nombre de la señora? ELENA: Eh. LETICIA: De ellos, ¿se acuerda del nombre de ellos? me imagino que se conocían porque eran vecinos. ELENA: Pues era la presidenta del ejido pero no tengo, apenas viendo la libreta, no tengo horita nada, ya tengo 80 años muchacha, 80 años imagínense quieren que les de orientación de todo. LETICIA: Se le olvida dice. ELENA: Si, no había más que dos solares yo me puse, ahí enseguida esa casa yo la hice, me puse a hacer una casita de lamina mas al medio, mas allá y de ahí ya cuando fui, ya cuando empecé a trabajar en el PRI, entre a trabajar y me mandaron a estudiar Alejandra Retamosa Reynaga fue la que me mando a estudiar trabajo social, eh, estudie trabajo social allá en el colegio Monserrat, era colegio de puras muchachas. LETICIA: ¿El Montferrant? ELENA: El que está cerca de La Lomita. LETICIA: Si, el Montferrant. ELENA: Allá nos mandaron a estudiar a varias no nomas a mí, porque estaban de vacaciones, y ahí fue el maestro y nos dio clases, una clase pasajera no creas que era para estar uno todo el año no, entonces, me dieron nombramiento de trabajadora social y ahí trabaje en el PRI. Trabaje veinti, 23 años. LETICIA: Siempre fueron muchos años. ELENA: Trabaje, todavía tengo sueldo de eso, pero no en el PRI, en el gobierno, este, ahí trabaje 23 años, me fui de regidora el veinti, fue, trabaje el veinti, entre a trabajar el 52, pero el 53 ya empecé, lo cuento del 53. Entonces el 53, como en agosto, septiembre porque íbamos a votar en noviembre, me llamaron para que fuera a presentar mis papeles porque iba a ser regidora del ayuntamiento, iba a estar Fortunato Alvares Castro de presidente, entonces estuve 3 años, con ese dinero de los 3 años yo hice mi casa, esta, y compre carro, no me quede con dinero cuando salí de regidora, pero ahí luego me dieron trabajo, ya pa’ otro día ya tenía trabajo, y todavía tengo sueldo de ahí, eso me pagan en gobierno, lo de la central de autobuses,

porque la central de autobuses dependía de gobierno, todos los empleados allá iban a cobrar, entonces, tire la toallita que traía, entonces, este, ya te digo trabaje 3 años, setenta, ya había trabajado cuanto fíjate, 53, toma en cuenta, hasta el 73, ¿Cuántos años eran? LETICIA: 20. ELENA: Entonces de ahí fue que fui candidata y ganamos el 76, pues era el 73 pero a principio como quien dice, el 76 ya estuvimos en la central, en el ayuntamiento, 53, 73, para 3 años son 76 ¿no?, de ahí salí de regidora, hice esta casa, compre unos safari, porque la trabajadora social tiene que andar, no había casas más que del puente, estaban haciendo la escuela que está en la esquina del puente para acá. LETICIA: ¿La Ángel Flores? ELENA: La Ángel Flores. LETICIA: ¿La primaria? ELENA: La estaban haciendo, la estaban enjarrando, pero eso fue el 52. LETICIA: Oiga y cuando, ya ve cuando llegaron que no había nada de servicios públicos, ¿Tenían agua? ELENA: No había nada, nada, ni divididas las calles. LETICIA: Nada, ¿Nomas llegaron y se metieron? LETICIA: Nomas las calles que estaban con algún cristiano ya viviendo, esas calles las estaban midiendo. LETICIA: A cómo iban llegando iban haciendo. ELENA: Claro y pues fueron llegando poco a poco, pero ya que me vieron que empecé a trabajar para tener los servicios, porque eso si se pobló de luego, porque la gente en tierra blanca vivía, como viviría imagínate, yo vivía en la entrada del cine coco, cocos y eran las ultimas calles pobladas. LETICIA: El cine cocos, ¿dónde estaba? ELENA: En Tierra Blanca, ahí por la calle cuarta a dos cuadras para allá, de la Obregón a dos cuadras para allá, de modo que ahí ya vivía yo cercas de ahí pero poquito tiempo viví, 2 meses nomás, entonces, cuando me vine para acá, pues tuve que trabajar, no tenía nada, agarrábamos agua de una noria de aquí de enfrente, y la agarrábamos llena de animalitos, ni pa’ lavar la losa nos servía, tenía que colarla para poder.

LETICIA: ¿Para tomar?

ELENA: No, pues para tomar yo compraba el agua de allá, mi esposo me traía de allá de tierra blanca, pero aquí la gente si tomaba agua de las norias, y tenía mucho animalito. Entonces viendo esas necesidades tuvimos que, ya que se empezó a poblar, yo misma hacía alboroto para que la gente se viniera a vivir acá, ya que empezamos a hacer juntas cada 8 días, la gente se empezó a traer la familia y empezaron a hacer casas de lamina por cierto no, no estaban haciendo casas de material porque, pa poderse venir, mira iba a agarrar el celular y no es el mío tu. LETICIA: Es grabadora. ELENA: Entonces que crees que, que ya que habíamos unas 16 vecinas empezamos a pedir todos los servicios, lo principal fue el agua, el agua, de ahí pedimos la luz, y de ahí, este, empezamos a pedir, hicimos un pedimento de la escuela, porque todos estaban paridos, todos los hogares tenían muchachitos. LETICIA: ¿Tenían niños chiquitos? ELENA: Si, pero eso fue hace, fue lo último que nos hicieron, pero. LETICIA: Platíquenos, ¿Cuándo fue que metieron el agua, después de que hicieron juntas cada 8 días? ELENA: Mira ahí tengo el archivo, tengo un archivo retacado de papeles, porque esos, como yo tenía oficina en tierra blanca. LETICIA: ¿Cómo regidora? ELENA: No, no era de eso, ya había salido yo de eso. LETICIA: Ah pues como dijo que tenía oficina ¿de qué? ELENA: Porque después que salí yo de, ya que fui trabajadora social, me dieron carro para que anduviera yo por las colonias que estaban ya empezadas, buscando gentes para afiliarlas al PRI, y de modo que a la hora de tener una selección, teníamos que ir e inscribir, ir afiliando a la gente al partido, entonces la gente empezó a pedir los servicios, y se poblaron apenas, pero que le hace de esa manera nos hicimos también nosotros, horita los servicios todos los tenemos. LETICIA: Gracias a Dios. ELENA: Entonces, empezamos con el agua, con la luz, con una ruta de camión las “cucas”, el seminario fueron los que. LETICIA: Y antes de que llegaran los camiones, ¿Cómo le hacían para transportarse?

ELENA: Eran como unos camiones que venían de los ranchos “El Tepuche”, y de acá de “Tepuchito”, de todos esos

ranchos que ves ahí de la loma para allá eran un montón de ranchos que todos esos los anduve pa’ arriba y para abajo, toda esa gente venía a Culiacán a comprar mandado pero se venían en camiones destapados, con aire libre se venían los camiones como de esos que se usan de vez en cuando y se ve uno como esos, y venían a comprar aquí. LETICIA: ¿Se acuerda de que año eso de los camiones esos? ELENA: Eh. LETICIA: ¿De los camiones que dice se acuerda más o menos de que año eran? ELENA: No pues fue al principio, al principio de, fue como el 53, 54 cuando ya empezamos a procurar tener los servicios. LETICIA: ¿Cuándo llego aquí fue el 52 verdad? ELENA: Cuando llegue aquí, si a fines del 52, pero empecé a trabajar hasta el 53, porque para cuando me hicieran la casa y todo eso. LETICIA: Estaba desesperada ¿No? ELENA: Y era casa de lamina la que me hicieron. LETICIA: De lámina. ELENA: Cercada de lata, como vez. LETICIA: ¿De lata? ELENA: De carrizo pues, de palos así. LETICIA: ¿De lo que podían? ELENA: Hey, ya te digo, y luego tenia de hornilla, hornillas tenía yo. LETICIA: Ni que estufa ni que ocho cuartos. ELENA: Ya te digo, y pues no te digo que se sufrió porque yo me acababa de casar, pues yo no sabía qué suerte me iba a tocar, porque nunca me imagine que iba a vivir en una colonia de estas, pero, como yo vivía en Obregón Sonora allá me crie desde niña, pero me vine pa’ Navolato y ahí me puse de novia, ahí me case. LETICIA: ¿Su esposo como se llamaba? ELENA: Isabel López Salazar, el era de Badiraguato. LETICIA: ¿Cuántos años tenía cuando se casaron? ELENA: Yo tenía apenas 18 años, en el 50, pero mi esposo tenía 46, por capricho me case con él, porque el novio que tenía me invito y lo corte, porque le dije que el día que me invites te corto, y lo corte y jamás lo he vuelto a ver, jamás. Todavía ya enviudo y me manda decir que nos casamos, cállate, cállate le dije yo, ni de loca.

LETICIA: Pues es que se quedo enamorado de usted, pues. ELENA: Pues si pero es otra cosa.

LETICIA: No perdió las esperanzas. ELENA: Porque era una serenata cada 8 días, no dormía yo, tenía la serenata en la ventana, y como mi cuarto estaba en alto, no era casa de dos pisos no, pero estaba en un cerrito, y aquí, aquí, aquí estaba el músico, y aquí él, el estaba para arriba mirándome, que si me alcanzaba aunque sea a agarrar la mano si yo quería, y yo hacía así para verlo, pero así te digo, nunca se descompaso pero si, le dije yo que si no. Porque él era carpintero, es carpintero, empezó a cortar, a hacer el mueble, el hizo la cama, hizo el comedor, las sillas, hacia una vitrina, todo eso tenía hecho, y así lo deje con todo eso, no me case con él, de modo que ah y te digo, mi esposo era un hombre de rancho, de Badiraguato, y pues. LETICIA: Pues siempre le llevaba algo de años. ELENA: Pues si pero yo por capricho me case con él. LETICIA: No porque estuviera enamorada. ELENA: Gracias a dios que nunca le falte al respeto, y nunca me falto él a mí, nunca me dio una trompada. El hacia lo que quería cuando andaba solo, pero aquí en mi casa me respetaba. LETICIA: Usted mandaba. ELENA: Ya te digo, aunque yo no me la llevaba en la casa, tenía una viejita que me ayudaba a cuidarme a las niñas, y, le decían la cacahuata a la viejita, vivía en la pura esquina allá, porque se, habían puros llanos, eran puros solares, no estaban ni marcados los solares, nomas nos median el solar de nosotros y ya seguían con los demás, la gente venía a comprar y les volvían a medir, si no no. Entonces ya te digo, y, lo primero que pedimos fue el agua, de ahí pedimos la luz. LETICIA: ¿No se acuerda cuando les implementaron el agua? ELENA: No, pues fue, saca la cuenta, por ahí como a los 2 años de haberme venido yo para acá. LETICIA: ¿54? ELENA: Cuando se pobló la colonia, como el 54 o 55, tuvimos agua, luz, luego pues metimos el drenaje. LETICIA: La luz como le hacían ya después, sino tenían nada de servicios ¿tenían cachimbas? ELENA: Con cachimbas y lámparas. LETICIA: Oiga y en tiempo de calor, ¿Cómo le hacían? ELENA: Pues nos echábamos viento o dormíamos en el raso. LETICIA: ¿En la calle, afuera?

ELENA: No pues en el tejaban, destapado, tengo fotografías de cuando estaban los tejabanes y lleno de muchachos, de chamacos, pero yo seguía haciendo fiestas, hacia piñatas el día del niño, hacia fiestas el día de las madres, les hacía. LETICIA: ¿Cuándo era regidora verdad o cuando andaba? ELENA: Cuando era regidora, que tenía dinero, me daban en el PRI regalos y yo compraba y, la comida, todavía hago comidas aquí para el día de las madres, allá tengo un solar, un tejaban que lleno de gente, nomas que horita ya no tengo sillas, tengo como 20 nomas, tenia, me acuerdo que tenia 28 blancas, no tengo ni una aquí y tenía como unas 36 negras de plástico, y tenía, tenía como 4 sillas mecedoras, un montón, bueno tenía bien, tenia bien más de 60 sillas, y ahora no acompleto. LETICIA: Ya se le acabaron. ELENA: No pues mis hijos, mi hijo se las llevo, me dijo, me vas a dar la mitad de las sillas, si llévatelas, y hace como unos 5 meses que se fue de aquí, y aquí estoy sola yo, sola, sola, mis hijas, se acaba de ir una, viene una a dormir aquí conmigo, viene en la tarde, me ponen frijoles, me ponen un arroz con leche, me hacen avena y no. LETICIA: Oiga, ¿No había mosco? ELENA: Eh. LETICIA: ¿No había moscos? ELENA: Era puro monte, crees tu que no había monte, era puro monte. LETICIA: Por eso le digo, si así nomas. ELENA: Hasta la calle desmontábamos cuando nos veníamos aquí.

LETICIA: ¿Ósea uno o todos se pusieron a limpiar? ELENA: Si, si el que llegaba limpiaba aunque sea su terreno. LETICIA: ¿Usted decía, de aquí pa’ acá es mío, así era? ELENA: Si, y yo lo tenía muy limpio ya cuando yo me vine aquí, mi esposo era muy bueno para jachar, pues era de Badiraguato imagínese. LETICIA: ¿Ustedes delimitaron el espacio, dijeron de aquí a aquí?

ELENA: Pues claro, a limpiar cada quien su solar, porque eran 50 metros de fondo por 20 de frente, donde esta aquella casa era mío, y acá también era mío.

LETICIA: ¿Usted vendió? ELENA: No, se las regale a mis hijos, y mis hijas se quisieron ir a un fraccionamiento y vendieron la casa cada una y se fueron, viven en alamedas, ya te digo.

LETICIA: No pues si estaban grandes. ELENA: Y yo me acuerdo que empecé a ganar $500 pesos al mes, al mes, pero a mí me gusto mucho el modo de Alejandra Retamosa, una licenciada que era de Cosalá, pero ella fue la jefa de todo Culiacán, porque fue muy, muy, mucho, fue una trabajadora social muy, muy famosa y que a mí me ayudo y a mucha gente ayudaba y las ponía a estudiar, ya te digo, yo estudie porque ella me mando a estudiar, y aparte de eso, que ella era la que me pagaba, y era mucho dinero para entonces, era mucho, pues que dices que un solar de 20x50 me lo iban a dar en $2,000 pesos, ah y lo empecé a pagar poco a poco, lo empecé a pagar mi esposo en contra de todo eso que hacía yo, no y luego me fui a Guadalajara, llegue un nieto que tengo allá y me dijo. LETICIA: ¿No le gustaba su trabajo o qué? ELENA: Eh. LETICIA: ¿No le gustaba su trabajo a su esposo? ELENA: No pues no le gustaba pero yo era la que mandaba en ese negocio, porque él no tenía para darme todo lo que yo quería, él sabía que yo allá en mi casa era pobre pero no tan pobre pa’ no tener ni en que sentarme, allá en Navolato, entonces lo que él hizo, ya que me fui a estudiar ya tuve un sueldo mejor, y así me fueron aumentando poco a poco, y luego que me mandaban con oficios para allá para pedir a la coppel regalos para el día de las madres, me mandaron para casa rico, me mandaban con papirín, y me mandaban a muchas tiendas nuevas, de las viejas de ahora, y me daban, ya me echaban un comedor a la camioneta larga, me echaban un comedor, me echaban un refrigerador, porque yo pedía todo eso a cada casa, a cada tienda, y la casa coppel también, a todas las tiendas les pedía, ya te digo, y

gracias a dios que todas me daban, de modo que, valga tu me agarro.

LETICIA: ¿Le ayudaban para ayudar a la gente? ELENA: Para ayudar al gente, para hacerles regalos, y horita, horita lo que hago.

LETICIA: ¿Horita hace gestiones no usted, de SEDESOL y eso?

ELENA: Horita lo que hago que pido sillas de ruedas, pido andaderas, pido prótesis, pido lamina, fajillas, barrotes, y todo eso pido, y si alguien se le va, horita estoy pidiendo casualmente los nombres de cada calle, que en cada, tu dabas vuelta en cada calle y ahí estaba el nombre de la calle, que porque cuando venias, en una esquina tenía que haber dos letreros, uno por esta calle y otro por la otra.

LETICIA: Oiga y platíqueme lo de la introducción de la luz. ELENA: No pues fuimos a la JAPAC y llevamos un oficio, llevamos un oficio a la JAPAC y fueron como 5 personas conmigo y ahí donde pedimos el servicio y les dijimos que ya teníamos 5 calles marcadas de esta, la Obregón era esa, la Melchor, Gaspar y Baltasar, y la Juan de la Barrera, eso era la 6 de enero. De ahí de la Juan Barrera para allá no era la 6 de enero, ahí era Ignacio Allende, le pusimos Ignacio Allende, que agarran desde la primera hasta la octava, desde la primera así, hasta la octava hasta donde estaba yo, donde estaba el estadio.

LETICIA: Mi mama vive por la Baltasar de la Ignacio Allende. ELENA: Su mama, Melchor, Gaspar y Baltasar. LETICIA: Bueno en la Baltasar. ELENA: Pero aquí vive en la 6 de Enero porque no es Ignacio Allende ahí solamente que sea de allá de la primera para allá. LETICIA: ¿Del arroyo del piojo? ELENA: Ah sí, si pues hasta allá así para.

LETICIA: ¿Cuál nació primero, la Ignacio Allende o la 6 de Enero?

ELENA: Todo se hizo junto. LETICIA: Todo junto. ELENA: Todo junto pero a mí se me hizo mucho para nombrarle a todo colonia 6 de Enero a todo, de la primera a la octava es 6 de Enero, según yo, pa’ que no me quedara mucho negocio según yo, que nomas de la primera a la octava, de la Obregón a la Juan de la Barrera, pero no fue así, porque empezamos ya con la Ignacio Allende y empezamos así con gente y yo empecé a invadir de aquí de la Obregón allá, era una laguna de agua porque era baja ahí, llovía y quedaban, había hasta pato, esas matas que son de las lagunas pues, y ahí había, entonces me puse a invadir porque ahí no se podía hacer ni escuela, ni kínder, ni nada se podía hacer. Pero invadí y le empecé a vender a la gente, donde quedo la laguna, ahí está el DIF, ahí está el DIF en la laguna, se lo pedí a Renato Vega, ahí lo tengo a Renato Vega. LETICIA: ¿Usted fue una de las iniciadoras del DIF también? ELENA: Eh. LETICIA: También fue iniciadora del DIF? ELENA: Como no, si hay tengo oficios, pedí el DIF, el kínder, el velatorio, la guardería de ancianos, esa últimamente estábamos en el terreno de la guardería de ancianos ahí, de modo que cuando se inauguro ahí estuvimos toda la tercera edad, mas de 100 viejitos y viejitas. LETICIA: ¿Qué año no se acuerda? ELENA: Ahora tenemos viejitos muchos si ustedes vieran que montón de muchachos, nomas que muy guevones, porque antes los viejitos se ponían a sembrar un pedacito de tierra, sembraban cilantro, cebolla, repollo, rábano, y nos vendían macitos en $5 pesos y ganaban un peso los viejitos, ahora los que hay son puros pensionados, están cuadrados, más que yo están, de modo que nadie quiere moverse.

LETICIA: Pues si porque ya tienen, han de decir, no aquí ya tengo. ELENA: Y son como noventa viejitos.

LETICIA: ¿90? ELENA: Ya ve más de 150 personas en el DIF, puras muchachas como yo y muchachos, hasta salen pretendientes ahí, tan loquitos los viejitos.

LETICIA: Me imagino, no se les olvida andar ahí de guapos no.

ELENA: No pues es que fíjate que yo no dejo todavía de ir al DIF, nos venden una despensa mensual, yo no la ocupo, a pesar de que estoy sola no la ocupo, porque mi hijo trabaja en CONASUPO y él me trae una despensa, pues me mandaron de gobierno de estado aquella despensa que tengo allá, de gobierno del estado, supieron que doña Elenita estaba enferma en su casa, vino la mujer a hacer un estudio aquí de una muchacha que se murió que pedí que la ayudaran, y que cree que supieron que yo estaba enferma y vinieron a verme, ¿Y quién la mantiene Doña Elenita? Pues yo con la pensión le dije tengo dos pensiones, ah sí, hay pero no le alcanza para pagar agua y pa’ pagar luz, y es cierto no me alcanza, pues entonces me mando una despensa, y una que yo compraba pa’ que la tuviera mi nieta y ahora me dijo no me la mande porque esa despensa ahora va a ser para usted, pues ahí está, es un montón de avena, maicena y puras cosas de esas y tengo frijol, arroz, jabón, azúcar, todo eso tenia y ahora siempre si le di avena para que la llevara cada quien, cada una de mis hijas, porque viene a dormir una de mis hijas aquí, pues son nietas, puedo decir que son dos hijas nomas y dos nietas, pero esas son. LETICIA: ¿Tuvo dos hijas nada más? ELENA: Nomas dos hijas, pero como las tuve desde que me case y luego dios nomas me dio un par, ya no me dio más. LETICIA: Le dio nomas dos. ELENA: Porque mi esposo tenía 46 años imagínate si podíamos tener media docena de hijos, no podíamos.

LETICIA: Y usted 18. ELENA: Porque ya el hombre nomas entra a la edad de 40 y tantos ya no funciona igual, es cierto.

LETICIA: Oiga, entonces después que le introdujeron el agua, ¿A los cuantos años la luz?

ELENA: No luego, nomas la tuvimos luego pedimos la luz. LETICIA: ¿Si? Rápido dicen ELENA: Y pero empezamos a soltar la feria nosotros, aquí tenemos un comité del agua y un comité de la luz, y un comité de.

LETICIA: ¿Cada quien hacia lo que le tocaba? ELENA: Para que la tesorera agarra el dinero y entregáramos allá para pagar todos los servicios, porque no es nomas regalado todo, todo nos costó dinero, todo nos costó dinero. LETICIA: Si pues pedían aportaciones. ELENA: Si cuando empezamos a desmontar yo hacía juntas aquí y le decíamos a la gente que con lo que gustara cooperar, cooperaban, pues lo hacían, todos los domingos se iban a trabajar, a juntar basura, a tumbar monte por las calles, y después les hacíamos un café con pan o no faltaba que les hiciéramos, y aquí desayunaban los hombres que trabajaban, ahí afuera teníamos toda la fiesta, todavía tengo marcado ahí hago las fiestas, a veces se llena el patio de puros, de pura gente allá.

LETICIA: ¿Aquí hace las fiestas de los adultos mayores también?

ELENA: Eh. LETICIA: ¿Se trae a todos los muchachos para acá también? ELENA: Como no muchacha, si tengo como un año que no hago fiestas fíjate, pero no hago porque se fueron mis hijas de aquí, y quien me hace la comida, compre, rente una carreta de tacos, me salió caro, me costo $1,500 pero todo mundo comió hasta mis nietos se fueron.

LETICIA: Bien llenos. ELENA: Ya te digo pero de ahí pedimos, pedimos primero el agua, de ahí la luz. LETICIA: ¿Cómo dos años después o uno? ELENA: No, no si estuvimos mucha, dos años de haberla, no señorita en caliente pedíamos lo demás.

LETICIA: No pero ya que le introdujeron el agua, ¿Al año la luz o en meses? ELENA: No, antes del año, pues si todo mundo tenía, nomas con que uno pidiera y abonara le daban el servicio. LETICIA: Ya con eso. ELENA: Si donde no hay es porque la gente flojita, y luego de ahí pedimos, juntábamos la piedra del arroyo, ahí donde está la Juan de la Barrera.

LETICIA: Si. ELENA: Juntábamos la piedra del arroyo en un carro nosotros para los cimientos de la escuela, vaya revise la escuela de aquí vea que cimientos tiene pura piedra.

LETICIA: ¿La 6 de Enero? ELENA: Entonces ahí nos hicieron los 6 salones se empezaron a hacer porque pa’ que llegaran a sexto año pues. LETICIA: ¿En qué año fue la escuela 6 de Enero? ELENA: Ah no, no tengo aquí en la mente apuntado nada más que trabajo. LETICIA: Platíquenos del trabajo que hizo para la 6 de Enero.

ELENA: No pues como le digo, ya pedimos el agua, pedimos la luz, pedimos la escuela de ahí hacíamos kermes para sacar para la barda. LETICIA: ¿De la escuela? ELENA: De ahí pedimos, he pedido como 500 árboles desde que estoy aquí, porque horita aquí no tengo nada, pero a veces pido al ayuntamiento y me traen 100 árboles y ahí tengo afuera lleno de arboles, y ahí los tengo afuera y la gente pasa y me pide les doy y es para darle a toda esa gente. Y de modo que, que nomas yo aquí no tengo arboles porque tenía pero como no tenia drenaje todavía, lo pedimos hasta después de que metimos el agua y la luz, pedimos el drenaje, como teníamos mucho patio había mucho pa’ donde tirar, pero no podíamos tirar la del baño, no podíamos tirarlo, entonces lo que hicimos fue que hicimos un cuarto aquí al salir, un cuarto, escarbamos para abajo como noria,

y le pusimos cimientos y lo levantamos con ladrillo le pusimos arriba, le pusimos un tubo pa’ que salieran los orines al drenaje, pero como no salía al drenaje estaba tapado, no teníamos drenaje todavía nosotros, entonces estaba tapado pero ahí estaba guardado todos los orines y lo que tu echaras ahí, porque si venían de los baños, son dos baños, se iban hasta allá. Entonces venia el del ayuntamiento cada mes con un, como se llaman esas, pipas y con un tubo, nomas le abrían, le levantábamos afuera, tú ves un cuadro que esta donde se levanta y ahí meten la manguera grande para absorber lo de la pila que esta que está enterrada, entonces esa ya que hicimos el drenaje, ya que pusimos el drenaje ya clausuramos ese cuarto que tengo abajo y todavía está el cuarto ahí, y afuera tengo donde se abría la puertecita del drenaje para conectar la manguera de la pipa, entonces ya que tuvimos drenaje ya lo conectamos directamente hasta allá. Pero trabajamos mucho, pero gracias a Dios que yo estaba joven, horita yo ya tengo 80 años. LETICIA: Si pues ya no es la misma, andaba bien. ELENA: De modo que ahora nomas pido, nomas pido sentada aquí. LETICIA: Nomas dame y dame. ELENA: Y hasta mando los oficios con los dueños de los problemas, porque yo que hago, yo no tengo, mire fíjese que mal cargo la raya, mire, aquí cargo el dinero pa’ no andar batallando en buscar la feria.

LETICIA: ¿El alumbrado público también fue muy rápido? ELENA: ¿Quién? LETICIA: El alumbrado público. ELENA: Público si, pues nomas pedimos la luz y empezamos a pedir postería y nos pusieron la luz, pero primero fue la Melchor de toda la colonia, porque aquí estábamos las carrilleras en toda esta calle, hasta la octava, aquí estoy entre la segunda la tercera pero hasta la octava esta la 6 de enero, y de la Obregón hasta la Juan de la Barrera, de ahí ya que seguimos con el cerrito, ya le pusimos Ignacio Allende, pero la Ignacio Allende ahí luego la gente de la Ignacio Allende donde está el Estadio se empezaron a ir

para allá y de modo que la Ignacio Allende le llamamos también de aquel lado.

LETICIA: ¿Para allá? ELENA: Pues si pues allá, váyase derecho por esta calle así y todo eso es la Ignacio Allende todo eso para allá.

LETICIA: ¿Todo para allá? ELENA: Y ahí en ese llano donde estaba la laguna pedimos el kínder, el, pedimos el DIF, el kínder, el velatorio, la guardería de ancianos, la secundaria y la prepa, todo eso pedimos en donde estaba la laguna. LETICIA: La Pingüinos dice usted ¿verdad? ELENA: Pues sí, esa secundaria. LETICIA: ¿Esta el COBAES también no? ELENA: Si, pues esa ya es prepa. Yo digo todo eso, todo eso y gracias a dios que nos sirvió la laguna esa que había, y conste que le invadimos al papa de Renato Vega, le invadimos. Porque a él le avisamos que viniera para que nos dijera para que estuviera con nosotros en la junta y no pudo venir el señor, ya estaba muy mayor.

LETICIA: ¿Cómo se llamaba el señor? ELENA: Eh. LETICIA: ¿Recuerda como se llamaba? ELENA: Froilano Alvarado. LETICIA: Froilano Alvarado. ELENA: Era el papa de Renato Vega, ahí tengo a Renato dios lo tenga en paz ya murió, ahí está en la pared, mire, me quitaron unos cuadros que se llevaron mis hijos porque estaban cuando se casaron mis nietos, cuando cumplió 7 años mi nieta, cuando fue reina de la escuela, y así, todas esas fotos se las llevaron y ahora yo tengo que bajar de allá de las paredes para poner ahí, porque ya no tengo más que 3 fotos ahí. LETICIA: Ah mire, bien activa usted, ayudando a los demás.

ELENA: Hay sí, era de mas yo, pero no puedo estar dioquis es otra, como horita ya pedí árboles he, ya pedí árboles porque quiero ver si, ahí está un señor que está haciendo una casa y el solar está muy grande y está poniendo, le di árboles frutales porque yo ya tengo árboles al fondo, se divisa ¿Verdad?

LETICIA: Es que está cerrada la puerta. ELENA: Ah, ¿Esta? Tengo 50 metros de fondo imagínate y allá tengo este, tengo nim, tamarindos, grandes, están grandes los tamarindos. LETICIA: Que rico. ELENA: Si usted va con un balde lo llena de tamarindos la cubetita, si es cierto, y luego tengo este, limones, naranjas, toronjas, tengo este, guayabos, un montón de cosas tengo yo y por toda la orilla tengo matitas de aquí, porque aquí me sobraron tuvimos que arrancar todo esto porque no podía tener tanto ahí porque estaba lleno de guías, y las pusimos por toda la orilla, nomas que la manguera tiene que ser un montón de metros, la conectamos allá en. LETICIA: Tira mucha agua. ELENA: Ahí en el lavadero porque aquí la traigo pero para regar aquí. LETICIA: Gasta mucha agua. ELENA: Casualmente por eso me dieron la pensión en ayuntamiento, por eso me la dieron a mí la pensión, porque el presidente municipal era el Dr. Campaña.

LETICIA: Gómez Campaña. ELENA: El Dr. Campaña y luego de ahí siguió Fortunato Alvares Castro, de ahí siguió este, como se llama el otro, la cosa es que puros conocidos que me conocieron en el PRI y me vieron que yo seguía trabajando como si estuvieran pagándome en el PRI, y, pero yo ya no trabajaba yo estaba aquí pensionada por parte del PRI, de Gobierno, pues, pues me siguieron pagando, y de modo que yo gano dos sueldos, uno por parte del ayuntamiento porque vieron los alteros que tenia de peticiones y vinieron a investigar quien había hecho todo ese trabajo para acá para, porque no nada más

aquí pedí agua, pedí agua y luz, drenaje, escuela en la Ignacio Allende, las calles pavimentadas ahí tengo oficios donde yo las pedí también.

LETICIA: ¿Y la iglesia también la pidió? ¿La Juan Diego? ELENA: La Iglesia nosotros la hicimos, sabes que hacíamos, juntábamos la piedra por la orilla del arroyo para hacer los cimientos de la Iglesia católica, para hacer los cimientos y queríamos enfrente de la católica queríamos nosotros un parquesito, una plazuelita, pero había un hombre que era contrario al PRI y metió a gente ahí, yo por no pelear me calme mejor, pero toda la iglesia está a la redonda, los cimientos son pura piedra, pura piedra, después llevamos arboles, a toda esa gente les dimos palmeras y les dimos todo eso.

LETICIA: La iglesia esa, ¿Es la de Juan Diego verdad? ELENA: Es la de Juan Diego si, y ahí ya te digo, pues aquí en el DIF ya no hay nada dioquis tenemos velatorio, tenemos guardería de ancianos, tenemos el kínder, tenemos todo ahí.

LETICIA: ¿Y ahí en la guardería de ancianos cobran? ELENA: Pues a mí me han invitado tanto que vaya para allá porque hay muchas viejitas que me conocen y viejitos pero. LETICIA: Todas las amistades. ELENA: Pero no me voy porque me gusta estar mejor aquí en la casa, si quiera aquí hago algo, si quiera viene alguna persona con alguna necesidad de despensa yo hablo a ayuntamiento o hablo a gobierno del estado, y si me dicen que si, hago un oficio y se lo doy a la persona para que vaya a buscarlo, a donde entregarlo, y si alguien viene con que quiere prótesis o que se opero y no puede caminar porque le falta la prótesis yo se la consigo y sillas de ruedas, mira estas yo no las pedí, yo no pedí ni una y tengo dos, no las pedí porque no me esperaba yo nunca que fuera a enchuecar tanto pero pues me operaron una pierna, un hueso aquí de la pierna, porque me caí pues y no era para que me lastimara tanto, había una cena aquí que mi nieto era el que andaba asando carne, ese que se fue de aquí, que estaba conmigo, andaba asando carne porque era el día de las mamas, entonces invitaron a una abuela de una de las nietas que había aquí de la nuera que tenia aquí de mi

hijo, de su esposa y sabes qué, que me caí nomas por caminar un paso así, me levante y me caí, me caí y me quebré el hueso este de aquí, me llevaron al ISSSTE y me operaron y hay a los días me querían operar de esta porque tenía desgaste, y si todavía tengo el desgaste ahí, y no camino porque soy guevona pero ya pudiera caminar porque no me duele nada ya, pero.

LETICIA: Pero ya se acostumbro. ELENA: Pero como estoy sola, ve que gente hay aquí. LETICIA: Pues está sola. ELENA: Estoy sola, yo me meto al baño y me baño sola pero arrimo todo lo que ocupo para cambiarme. LETICIA: No pues sí. ELENA: Y ya te digo, sigo todavía con la gente con lo que puedo, al Dr. Campaña me mando cuando salí del hospital, del ISSSTE, allá ya tenía una silla de ruedas amarrada de la cama, que me mando, el presidente que se fue, el que dejo al. LETICIA: ¿Vizcarra? ELENA: Vizcarra, ese me mando una silla, y allá la tengo guardada, que ya me la puse, ya la preste dos veces, y esta, me la mando, este, Gustavo Guerrero Ramos, que fue presidente municipal también, me mando esta silla esta la tenia después de que vine. LETICIA: ¿Usted no sabe de donde llegaron los terrenos de Froilán Alvarado? ELENA: Pues eran los que estábamos. LETICIA: Eran en la 6 de enero, e Ignacio Allende. ELENA: No, nomas de aquel lado de la Juan, de la Obregón para el lado del rio, pero todo ese terreno era de Froilán Alvarado. LETICIA: ¿Estos de quien eran? ELENA: Cuales ¿estos? Del Ejido. LETICIA: Así se llamaba nomas, ¿El Ejido?

ELENA: Si, pues tenían dueños tenían dueño pero no me acuerdo como se llamaban, Alejandro Rubio se llamaba el primer presidente del Ejido, ya murió y el hermano también.

LETICIA: El Ejido, entonces la Ignacio Allende, la 6 de enero ¿Y las cucas, esa fue después?

ELENA: No, las cucas ya es otro rollo, no las cucas quedan para allá, para el norte.

LETICIA: ¿Entonces la que sigue es la 6 de enero, la Ignacio Allende y la primera fue la 6 de enero? ELENA: La primera fue la 6 de enero después la Ignacio Allende y seguimos con la Ignacio Allende allá arriba de la, pues toda la gente de ahí, de donde estaba la laguna, pero nos sirve la laguna porque ahí hicimos el DIF, el kínder, el velatorio, la guardería de ancianos, y me puse a hacer el kínder porque las señoras no iban a las clases al velatorio, ahí al DIF porque tenían a sus niños en sus casas y no los soportaban, entonces hicimos el kínder y ahí todos los niños los mandaron ahí ya de tres para adelante ya los mandaban al kínder, entonces las madres ya estaban ahí. Y te digo porque nosotros fuimos madres y también andábamos batallando pues. LETICIA: Claro. ELENA: Y ya después mira ahora que agusto nos vamos y los muchachos.

LETICIA: Bien grandes. ELENA: Los bisnietos y tataranietos están en el kínder, yo ya tengo tataranietos desde cuándo.

LETICIA: ¿Cuántos tiene? ELENA: Tengo bisnietas casadas y ya tienen hijos, no pues aquí nomas tuve 18, aquí en Sinaloa.

LETICIA: ¿18 bisnietos? ELENA: Y allá en Los Ángeles tuve 15, pero murieron 3 ya quedan más que 12. LETICIA: ¿De los bisnietos? ELENA: De los bisnietos.

LETICIA: ¿Sus dos hijas como se llaman? ELENA: Eh. LETICIA: ¿Las dos hijas que usted tuvo como se llaman? ELENA: Luz Aidé López. LETICIA: ¿Luz Aidé? ELENA: Luz Aidé López Salazar, López Casas y la otra se llama Sobeida López Casas.

LETICIA: Y Sobeida ¿Cuántos hijos tuvo? ELENA: Tuvo 2, 3, 4, 5, 6, 6. LETICIA: ¿6? ¿Y la primera? ELENA: Luz Aidé tuvo haber, Rubén, Luz María, Yajaira, 3, porque los dos hijos que yo crie son hijos de ella, son 5, yo tengo a José Manuel y a la Charito desde que los pario ella yo pague hasta el parto y me hice cargo de los niños, y trabajando, conste no, pero yo tenía una viejita que los cuidaba, y mi hijo, mi nieto es contador privado trabaja en CONASUPO, y la muchacha trabaja en el hospital, ella es, es secretaria ejecutiva, pero con el cuento que les faltaba la computación no trabajo de secretaria, trabajo de, pues no sé, hace muchas cosas ahí en el hospital.

LETICIA: ¿Si nos puede decir los nombres de los seis hijos que tuvo Sobeida? ELENA: Sobeida, es Marco Antonio Miranda López, es José Luis Miranda López, ¿Estas apuntando hija?, luego es María Teresa Miranda López, ¿Como se llama la otra?, Laura Elena Miranda López, si porque los demás ya son nietos, Carmen Alicia Miranda López, vienen siendo María Teresa, Laura Elena y Carmen Alicia son tres mujeres, y José Luis, Marcos y, nomas ¿Verdad?

YURIDIA: Falta uno, van 5, me dijo Marco Antonio, José Luis, María Teresa, Laura Elena, Carmen Alicia. ELENA: Nomas, de mujeres son esas nomas. LETICIA: ¿Y de hombres son dos? ELENA: De hombres son dos, Marco Antonio y José Luis.

LETICIA: Tuvo 5, ¿Y su esposo de que murió? ELENA: Mi esposo, de azúcar. LETICIA: ¿De diabetes? ELENA: Hey. LETICIA: ¿Esa enfermedad a todo mundo le pega? ELENA: Pues por eso tengo varios herederos, dinero habían de haber heredado, pues si porque tengo la más grande, la hija que tenía el más grande esa.

LETICIA: ¿El ya tenía hijos cuando se caso? ELENA: Una, y esa hija yo la acabe de criar, bueno allá en el rancho pero de ahí me vine y ella se quedo con los abuelos, pero salió embarazada de una niña de un muchacho, tenía apenas 14 años, fui por esa niña, ella me la dio y fui por esa niña y yo la crie desde que nació le puse hasta mi sangre, porque estaba desnutrida y. LETICIA: ¿Cómo se llama la niña? ELENA: Elvira López Casas, esa es contadora privada, esa está en la colonia Villa Universidad, nomas del panteón como a dos cuadritas, como está el panteón así, caminas nomas dos cuadras y ya ahí está la calle.

LETICIA: ¿El Panteón Civil? ELENA: De la Lima pues, y de modo que ella se caso y tuvo un par de cuates, le digo que los trajo de Guanajuato, trajo un hombre y una mujer y cuando se sano me dijo mi yerno, Elena por favor acompáñeme para ir a traer ropa para la niña porque venimos a paseo y mire se le puso a la mujer que aquí le pego el dolor, y entonces nos fuimos a comprar un cambio pues porque era que iba a nacer el niño y nada que van naciendo dos y hay vamos por otro cambio porque era hombre y varón, mujer y varón, el es arquitecto trabaja en COMUN y ella es licenciada en comunicación, esa va hasta España ha ido hasta España va la muchacha.

LETICIA: Ah sí. ELENA: Es hija de Elvira, de mi, se podría decir que es nieta de mi esposo, pero tiene mi sangre porque mi sangre le sirvió cuando estaba ella chiquita.

LETICIA: Pues claro y aparte la crio. ELENA: Yo creo que por eso yo no tuve más que dos hijas, pero crie a Elvira, a Charito y a José Manuel, 3 más son 5. No me quejo porque las que no tuve yo son las que me sirven mas, porque la hija que yo crie que viene siendo nieta esta en, en este, en el hospital, el hijo que yo crie esta de contador privado, la hija que yo crie la muchacha esa que tuvo un par de cuates, esa es licenciada en, es licenciada nomas, pero no trabajo porque como tuvo el par de cuates, dos niños imagínese, quien trabaja.

LETICIA: ¿Y sus dos hijas que estudiaron? ELENA: Se me fueron, fueron por el certificado de sexto y no volvieron, se fueron con los novios yo creo, así lo hicieron, así lo hicieron.

LETICIA: Que chiquitas. ELENA: Se fueron, pues si andaban apenas en 13, 14 años de esas son los hijos que yo crie, nomas de una no, porque la que se caso el esposo se le murió, le entro azúcar y era muy tomador y se murió. Pero ya le digo, y yo trabajando y haciendo todos esos rollos como la ve, pero gracias a dios no me pesa, no me pesa, ¿sabes por qué? Porque vienen aquí una hija todos los días en la noche, en la tarde, casi pa’ oscurecer, llegan regándome, barriéndome, aquí amanecen, amanecen barriendo la calle, regando las matas, limpiando aquí, trapeando, se van hasta el patio a veces a regar las matas y a barrer el patio, a quemar basura, se ponen a hacerme desayuno. LETICIA: Le ayudan en todo. ELENA: Eh. LETICIA: Le ayudan mucho. ELENA: Y me ayudan tres, porque la primera de mis hijas tiene azúcar y no ve nada, y apenas anda, creo que anda en 60 ya, fue la primer hija que tuve aquí en esta colonia, entonces, esa la llevan al hospital civil porque ahí la que trabaja en el hospital es hija de ella, esa nieta que yo crie también porque ella se caso con un muchacho después de haber parido y se fueron, y después yo le di esa casa porque vinieron ya paridos, y les di esa casa pa’ que

vivieran y ya vivía aquí. Y siempre la vendió y se fue para allá para otro lado. LETICIA: ¿Su esposo era carpintero? ELENA: Mi esposo tenía un carro de caballo. LETICIA: ¿Carro de caballo? ELENA: Carreta, de esas de caballo, entonces se iba en la carreta con el caballo, y el carro era de madera con llantas como de carro pues y en eso trabajaba todo el día.

LETICIA: ¿Y qué hacía, llevaba gente? ELENA: Cortaba, no, no, no si no era carro de carga de gente, cortaba arboles iba y los tiraba y luego también traía ladrillo en el carro, traía tierra, traía arena para gente que estaba haciendo casas, todo eso, todo el día trabajaba.

LETICIA: Por eso no le alcanzaba el dinero. ELENA: Pues no, que le va a alcanzar si tenía que comprarle comida al caballo, comprarle pastura y luego.

LETICIA: Y darle comida a los hijos. ELENA: Y luego darle comida pues, pero antes era muy barato todo con $10 pesos comprabas desayuno tu, comprabas desayuno, ganaba uno muy poco pero también con poquito. LETICIA: ¿Estaba todo más barato verdad? ELENA: Con poquito comías tú, y ahora no te alcanzan ni $100 pesos para comprar para el desayuno, apenas que compres chorizo y unos tantos de huevos y unas cuantas tortillas pa’ que te alcance, pero antes todo estaba barato.

LETICIA: Y como le hacían para ir al, así como dice usted a donde compraban, ¿Dónde se abastecían de comida? ELENA: Allá en el papalote, allá había tienda. LETICIA: ¿Era tienda ahí en el papalote? ELENA: La tienda en la calle séptima, había tienda grande como almacén de esos de comer, era la primera, lo último de tierra blanca.

LETICIA: ¿Era como un supersito? ELENA: Pues no era ni como súper era como una, como en un rancho vaya, con mucha mercancía, habían costales de frijol, de maíz, de arroz, de garbanzo, de todo eso, como si estuviera en un rancho vaya, y así, y ahí comprábamos y cuando queríamos comprar alguna otra cosa íbamos al mercado a comprar carne, hueso y todo eso, pero entonces ya pedimos la ruta de los camiones, pedimos el seminario, pedimos las cucas.

LETICIA: Yo me acuerdo del seminario, de ese camión del Seminario. ELENA: Todo eso fue lo primero que pedimos fíjate, y también por eso pedimos el pavimento ya la ultima calle que esta allá en la, pasando la, cerca de la escuela. Porque pedimos la escuela esa que esta allá, porque aquello niños venían hasta acá y se iban a pie hasta allá, de modo que era mucho trabajar para las madres que tenían que venir por ellos por el peligro que había, entonces, pedimos la ruta aquella, que esta allá, que está aquí derecho pa’ allá, de malas pa’ que la gente que vivía pa’ esos rumbos se subieran a los camiones y las que no que se subieran en los de acá, pero gracias a dios que horita ya no nos falta nada, más que arborizar de vuelta.

LETICIA: ¿Si porque ya está todo seco verdad? ELENA: Hey. LETICIA: ¿Y el calorón que hace, seca más rápido los arboles?, ¿Pero si hacen falta los arboles no, la sombrita?

ELENA: Si, yo pido seguido, seguido pido arboles, y nomas yo no tengo he, no te fijas, porque tengo que agujerar la banquetita, porque debajo de la banqueta no puedo poner arboles, y tenía dos árboles grandes muy bonitos que mi esposo era el gusto de él irse a sentar debajo de la banqueta y todos los amigos de la cuadra a los arboles les gustaba. No te digo que un día yo ya iba a trabajar de aquí a las 4:30 de la mañana a la central de autobuses que está enfrente de la cruz roja, allá donde estaba. LETICIA: ¿Usted trabajaba de? ELENA: Ahí en la central de autobuses.

LETICIA: ¿Qué hacia ahí en la central de autobuses? ELENA: Cobraba la pasada, estaba sentada y aquí estaba un, como una tienda vaya, pero aquí estaba un cuartito, y aquí tenía un deste un, como se puede decir, donde ponía el dinero y yo acá me ponía a dar la feria, no cobraba más que $3 o $4 pesos por cada uno, pero eran muchos los que iban, entonces, ahí trabajaba yo desde las 4:00 de la mañana, a las 4:30 me iba de aquí, mi esposo se cansaba, porque él me llevaba a veces y un día que lo quiso matar un carro porque lo tentó el carro la carreta, yo iba trepada ahí, entonces le dije que ya no quería que me llevara, porque no quería que lo fuera a atrasar un carro, entonces me dijo, hay mija, entonces aquí vino el se fue de bracero, hay por cierto mi hija tiene que venir porque me van a dar un dinero del brasero me dijeron, porque tuve que llevar todos los papeles de mi esposo de cuando se iba de brasero, se iba de brasero y los papeles que traía se los tengo, se los entregue a la muchacha.

LETICIA: ¿No a todos les pagaron verdad? ¿Por qué no les pagaron a los braseros? Esta todavía ese problema de mucha gente que trabajo ahí.

ELENA: No pues, nos van a pagar a nosotros por los braseros, a pues te digo aquí estaba platicando el que se fue pa’ Tijuana y traje cajitas de dinero dice, eran monedas de 50 así, monedas de 20, puras de cobre, pero 5 cajitas como en donde venían los, los estos, esos que fuman, como se llaman esos puros, ahí venían esa cajitas de madera muy bonitas, las traía llenas de dinero él, pero todo paradito, todos formaditos, entonces cuando vino aquí, tenía las 5 cajas yo, y mis hijas alborotadas todas porque como traía su papa mucho dinero, era puro cobre todo pero para ellas era mucho dinero, ah y a los días estuvo platicando con unos amigos de ahí que vinieron del rancho y les dijo; pues fíjate que para allá pa’ Tijuana, como, ah y yo estaba en la ventana escuchando todo lo que el platicaba, como ganan dinero para Tijuana las mujeres, se van a bailar y cobran por la bailada, cobran por la pieza, se toman una cerveza que les den y cobran por tomarse una cerveza, si dan un beso te cobran otro tanto, entonces pues por eso ganan, si yo estoy con una mujer que era de un rancho y cuando me vio lueguito se me fue encima dice, y pues yo acepte, pero, y ahora cuando me iba a venir me dio todo lo que tenía guardado de cobre, y en verdad, aquí

tenía yo como 5 o 6 cajas llenas de, pues las vendí todas, tuve dinero con ese dinero, entonces él cuando, otro día yo le dije ay le dije te vas a quedar porque ya vez el otro día nos quería este, atropellar una camioneta por el caballo y mejor no vayas le dije, mejor me voy así, tú no puedes llevarme a pie que me vayas acompañando, no pues me quedo dice, nimodo, pues si dije yo, dijo mi hija porque no te pones mejor a vender mejor menudo, champurrado, atole de pinole aquí afuera y te dejas de irte a trabajar ahí a la central, ah no le dije mejor me voy a bailar a Tijuana, ahí no hubiera dicho eso porque no me quiso pegar porque sabe bien que yo le decía nomas respétame pero hecho madres hasta que, ahí sentado echando madres por lo que había dicho yo que mejor me iba a bailar a Tijuana pa’ tener mucho dinero ya viste tu cuando trajiste monedas de allá, de modo que yendo yo pues me traigo mas muchas, ahí mira y jamás le volví a mencionar eso porque.

LETICIA: Se enojo muchísimo. ELENA: Porque si ha estado borracho me pajuelea, de buena suerte no me pajueleo. LETICIA: ¿En qué año murió él? ELENA: En 1990. LETICIA: En el 90. LETICIA: ¿Habrá alguien aquí, alguna otra persona que sea? Bueno pues ya murió la señora de enfrente, también la de allá verdad, la que dijo cerca de la gasolinera. ELENA: Como. LETICIA: ¿Ya fallecería la señora que llego? ELENA: Que llego de donde. LETICIA: Junto con ustedes aquí a poblar. ELENA: Ah pues, es una muchacha joven, ella era una niña cuando llego, cuando estaba aquí, cuando yo llegue ella ya estaba, y su mama, su abuela la tenia.

LETICIA: ¿Cómo se llama ella?

ELENA: Se llama Emma creo, es una y luego él, dos, son como a la tercer casa de la esquina para allá, de aquí de esta hilera para arriba, se llama Emma creo.

LETICIA: ¿De esta hilera para allá? ELENA: De la esquina, de esta esquina de aquí la otra esquina de enfrente para allá como a la tercer, cuarta casa y ella ya estaba aquí, su mama ya estaba aquí cuando yo llegue.

LETICIA: Por la cera de aquí. ELENA: Por la misma cera esta que va aquí, nomas que pasa la calle para allá.

LETICIA: No será la que te dije te acuerdas. Nos puede dar su nombre completo oiga, el día en que nació y el año. ELENA: Bueno yo nací en mil novecientos... El 13 de Agosto de 1931.

LETICIA: ¿Su nombre completo? LETICIA: María Elena Casas Nieves. LETICIA: Nació el 13 de Agosto. ELENA: Casada, por ser casada soy María Elena Casas viuda de López.

LETICIA: ¿Usted se caso por el civil nada más o por la iglesia?

ELENA: Por la iglesia, me amarre bien no creas que no. LETICIA: Oiga y la seguridad de aquí, ¿Cómo era antes, robaban? ELENA: No, pues ya nomas pedimos y nos dieron. LETICIA: ¿Habían policías? ELENA: Como no. LETICIA: Como eran platíqueme. ELENA: Si había policías, nos andábamos escondiendo nosotros mismos, se empezaba a ver cholos. LETICIA: ¿Cholos?

ELENA: Se empezaba a ver cholos que eran los mariguanos de ahora, yo tenía a mi hijo como de unos 15 años y si lo veía con algún amiguito platicando en la esquina, vente hijo le dije va a salir la novela que te gusta, pero anda cómprate una coquita y unas galletitas y por tal de comerse eso él se iba a la esquina y ya el amigo se iba y el se metía a ver la tele y gracias a Dios que ni fuma ni toma y ya tiene 46 años.

LETICIA: Son estrategias verdad para alejarlo de los chamacos.

ELENA: Gracias a dios. LETICIA: Descríbame a un cholo. ELENA: Eh. LETICIA: Descríbame a un cholo de ese tiempo. ELENA: Pues son de los mariguanos de ahora. LETICIA: Pero yo me acuerdo que usaban hasta tirantes y pantalones negros, ¿no eran esos?

ELENA: Pues sí, sí, pues ahora también hacen lo mismo, ahora hasta los niños traen puro pantalón negro, hasta los niños de la escuela, el kínder, donde ve en el kínder puro niño con pantalón negro y camisola blanca, es orden de gobierno pues que todo mundo.

LETICIA: Ah, azul marino, pero los cholos usaban camiseta ¿no?

ELENA: Si. LETICIA: Una camiseta así blanca. ELENA: Si, siempre usaron eso. LETICIA: ¿Con tirante, y el cigarro? Los famosos cholos, ¿y la policía rondaba aquí?

ELENA: Andaba por las calles que estaban pobladas porque de ahí empezamos con la Ignacio Allende y de ahí metimos la luz en la Ignacio Allende, la señora que vive, si te vas aquí derecho, pasa la calle primera que es donde está la gasolinera, sigues de frente donde esta un canalito ahí das vuelta por la acera de enfrente vivía una familia que esos

fueron los que me ayudaron, me pidieron a mí la luz para la colonia, el señor, el viejito ahora va a las platicas de la tercera edad, el viejito, era el jefe de ahí.

LETICIA: ¿No se acuerda como se llama? ¿Cómo se llama? ELENA: Creo que se llama Manuel, pero vive por la casas que están por la Juan de la Barrera, pero a ese señor le gusto mucho ayudarme y si.

LETICIA: ¿Dónde está el piojo? ELENA: Si pero para acá vivía el, vive ahí todavía. LETICIA: ¿Por la Juan de la Barrera? ELENA: Los dos señores van, la esposa y el van cuando las juntas a la tercera edad, ese señor me ayudo mucho para hacer juntas y.

LETICIA: ¿No tendrá el teléfono del señor para ir? ELENA: No, no pues si desde cuándo que te estoy, si me pongo a esculcar el este si lo hayo, pero imagínate, ahí tengo archivos hasta del teléfono, si yo me ponía en contacto con el gobernador que hubo, como se llamaba, no era Leopoldo Sánchez Célis, el otro como se llama el otro, no te acuerdas, bueno yo con ese gobernador, se fue de jefe a México pero pues yo no sé ni qué clase de jefatura le dieron porque tenía que estar en comunicación con los Estados Unidos y ese se fue a Estados Unidos. LETICIA: ¿Era embajador? ELENA: Eh. LETICIA: Era embajador. ELENA: No, no había sido gobernador pero después le dieron un negocio allá en México y tenía que ir a Estados Unidos Seguido, entonces él, Labastida.

LETICIA: ¿Francisco Labastida Ochoa? ELENA: Francisco Labastida Ochoa, a ese, este, se fue y yo tenía un nieto preso en Estados Unidos, hable con él en persona, por teléfono le di mi nombre, le mande, le dije que le iba a mandar la fotografía de mi nieto y una carta mas explicada, sabes que me lo hecho fuera, pero me dijo

Elenita lo malo que su nieto no va a poder vivir aquí en Estados Unidos porque le dije, no puede vivir aquí porque, porque por la causa que lo agarraron era porque andaba con mota, con goma. LETICIA: Traía droga. ELENA: Traía, entonces estuvo preso pero ya no vive allá, ya vive en Guadalajara él, se trajo a la familia y allá en Estados Unidos tiene como a 4, que por cierto que una nieta de, una bisnieta de él se caso y yo fui a la boda, allá en Estados Unidos y sabes qué, que al año, no que al año, pues nomas salió embarazada ella y nació una niña y me dice hay abuelita ya eres tatatatarabuela me dijo, porque muchacha pues porque yo ya soy hija de tu bisnieta, ¿entonces que soy tuya tataranieta?, ¿y mi hija que es tuya?, hay no, no, me dice pues ya tienes una tatatatata empezó, y fui a la boda de ella por cierto es que es hija del que no aceptan en Estados Unidos porque ese negocio tenia allá me imagino.

LETICIA: No pues con razón lo agarraron, ah pues muchas gracias por la entrevista.

ELENA: Pues siquiera vinieron hay que si, a despertarme hijas, porque yo en mi casa.

SEGUNDA PARTE ELENA: 25 despensas al, pues no eran despensas, eran nomas maíz, frijol, nomas eso era, pero eran por costales, entonces sabes qué, que me fui a Tepuchito y ahí al otro día me dijeron que fuera a, me fui a Tepuche y de ahí me fui a Tepuchito, me dijeron que ¿por qué lloran estos niños señora? Porque no han cenado ni desayunado, ¿Y por qué? No hay maseca en la tienda, una tienda nomas tenemos no hay maseca, nadie tiene tortillas para venderme, los niños ya les coci el arroz todo con leche y ahora tienen hambre, hay señora le dije, le prometo que mañana voy a traerle maseca y voy a ver qué consigo mas. Lueguito llegue hice le oficio y se lo pedí a la señora de, era de Alfredo como ¿Cómo se llama el presidente que salió, el gobernador? LETICIA: Aguilar Padilla. ELENA: Era, no, no era Aguilar Padilla.

LETICIA: Ah es que me está hablando de sus años. ELENA: Eh. LETICIA: Depende del año que me este hablando. ELENA: No, hace como 6 años. LETICIA: Aguilar Padilla pero pues, ¿El anterior a él fue Labastida no?

ELENA: Le hice el oficio donde yo le pedía 100 despensas me dijeron que no podían dármelas las despensas que mejor costales de maseca, pues me dieron costales de maseca y 2 kilos de frijol para cada costal de maseca, me la mandaron aquí, aquí la pusieron en el patio aquí afuera, entonces yo le pedí a una señora que en paz descanse ya murió una muchacha que era amiga mía, y esa siempre me ofreció su camioneta, pues esa me llevo los costales de maseca hasta Tepuchito de aquel lado de Tepuche, nos fuimos, porque ya cuando fui verla la primer vez los niños estaban llorando de hambre, entonces cuando fui le hable a la señora primero y me fui con la señora, señora le dije aquí vengo se acuerda que le prometí que iba a venir, ahí si Elenita que me trajo, les traje a todas le dije pero a usted le voy a dar 2 despensas, una más, pues lueguito bajo de esas masecas de 10 kilos, los bajo y pues, pues yo no los podía, todavía no estaba con la silla de ruedas, pero estaba un señor ahí que lueguito se acomidió a ayudarle, le dio 2 masecas y 4 kilos de frijol, pero ahí luego empezó a llegar gente y ahí se me quedaron todos los kilos de frijol y la maseca. LETICIA: ¿Por qué? ELENA: Porque no había nada en la tienda, ni maseca, ni frijol, la gente se estaba muriendo de hambre, y estaba lejos de Tepuche. Entonces eso fue lo que hice y después me iba yo a gobierno y me decían Elenita no ha encontrado gente sin comer porque, pues porque estamos preparándonos para cuando vayas a pedir más, volví a pedir y me fui, me fui a la, pa’ allá donde hay unas albercas con agua, como se llama para allá en aquel rancho de la Lima para allá. LETICIA: ¿Para Imala? ELENA: Para Imala se llama donde hay pilas de agua, Imala se llama.

LETICIA: En Imala. ELENA: Ah pues ahí estaba un rancho, un ranchito donde llegue yo y le lleve la despensa que yo llevaba pero no me la habían pedido nadie, pero yo llegue a ver las familias más humildes, entonces llega una señora que no tenia, tenía que mandar, tenía que atravesar el rio que entra de ese rancho y que sale aquí a la orilla del rio que esta para allá para donde hay tiendas, de la orilla del rio pero para el lado de allá, así para allá, ahí estaba un puente que pedimos para que lo hicieran para que la gente no tuviera problemas de pasar, entonces ahí les deje maseca a todo el rancho también, bueno los costalitos había maseca y 2 kilos de frijol, todos esos rollos he agarrado, de modo que si voy para los ranchos para aquel lado, del lado de Imala, allá me conoce mucha gente porque siempre en esos rollos, pero porque hay veces que hay señoras de gobernadores que son muy dadivosas, que si me veían me decían Elenita no hay nadie sin comer, me preguntaban, pero ahora no tengo quien porque este presidente, este gobernador no me conoce ni él, mucho menos la esposa.

LETICIA: No pues es que ya no puede salir como antes. ELENA: Ya te digo pero si tú me ves allá, bueno horita no tengo ya la silla esa me la quitaron mis hijos porque se las llevaron, me dio Gustavo Guerrero me dio 30 sillas cuando él era gobernador, cuando ya se termino la campaña, me dio 30 sillas de plástico, unas cafés, y unas blancas, que todavía me quedan las blancas, porque las cafés se las llevaron mis nietos todos, entonces, bueno me dejaron quizás, son 10, como unas 18 sillas nomas me dejaron, porque, porque hay sillas mecedoras y hay sillas de las otras, pero yo tenía muchas, a mi me, ya te digo me dio este, Gustavo Guerrero me dio sillas un montón cuando se acabo la campaña de el pa’ que me las trajera porque usted les va a dar negocio yo ya sé, y aquí en el patio, hay tengo fotografías donde están todos sentados, hasta los presidentes municipales y cuando dejan de ser gobernadores y pero todos me traen regalos todos, me traían hasta 10 abanicos de pie para la gente, me traían, la Martha Tamayo me traía hasta 5 o 6 unos del tamaño de esa vitrina pero más ancha casi cuadraditas de puras cobijas que traía de Guanajuato, cobijas para el tiempo de frio, de modo que así tenia a la gente aquí en el patio, tengo a Fortunato Alvares Castro, tengo a Gustavo Guerrero, los tengo

retratados debajo de los arboles allá, porque todos han venido aquí, y cuando hay, este, elecciones, que tenemos que presentar al presidente yo hago juntas, precisamente para los señores, pero ahora no he hecho nada, desde que me golpeé ya no funciono bien.

LETICIA: No pues ya está enferma. ELENA: Necesito quien me ayude, y la gente no quiere trabajar dioquis.

LETICIA: No verdad quieren todo. ELENA: Apenas yo, que no me quejo como te digo tengo dos pensiones y.

Fuente: Acta de Cabildo Nº 52 de la fecha ----

Caja 141, Archivo municipal de Culiacán.

A los habitantes de las Colonias: TIERRA BLANCA, GABRIEL LEYVA, CHAPULTEPEC, GUADALUPE, SEIS DE ENERO, MORELOS, INDUSTRIAL DEL PALMITO; de las calles: CAÑEDO, actualmente GRAL. FRANCISCO VILLA, IGNACIO RAMIREZ, FRANCISCO ZARGO, BOULEVARD 5 DE FEBRERO y BOULEVARD VENUSTIANO CARRANZA; de las Avenidas: SEPULVEDA, GRANADOS y GUERRERO, por sus aportaciones para el alumbrado público ornamental, alcantarillado, pavimentos, agua potable, electrificación, etc.