Entrevista a Marco Barraza en el diario El Peruano (pág.6)

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Entrevista publicada el 2 de Mayo (2014) en el Diario El Peruano, diario oficial del estado peruano en el que se publican todos los decretos emitidos. También cuenta con una sección de noticias del día. Incluye información del periódico, normas legales, titulares y un suplemento de variedades donde se publican artículos y entrevistas de interés general.

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  • El PeruanoDIARIO OFICIAL

    Ao 104 // 3a etapa // N 366 // Lima, 2 de mayo de 2014.

    INICIATIVACASA DE LALITERATURA:CUENTOSPARA TODOS

    OFICIO

    BULNES, ELCRONISTADE POCA

    Pg. 8 Pg. 2Feria de alasitas y representaciones de esperanza y prosperidad. Pg. 3

    MIGRACIN DESDE EL ALTIPLANO

    LECCIN DEFOTOGRAFA

    HOMENAJE AL LENTE VISIONARIO DE MANUEL MORAL Y VEGA

    Bienal de Lima presenta retrospectiva del fundador de Variedades y La Crnica. Pgs. 4 y 5

    EKEKO: CONO DELCAMPO A LA CIUDAD

    A:

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    8Feria de esperanz

    MIGRAC

    EKEKCAM

  • Variedades2 de mayo de 2014. El Peruano2 RELATOS

    Sabe lo que es el esfuerzo supremo de investigar, es-cribir, corregir, buscar fotos y grficos inditos, revisar pruebas y hasta amanecerse en la imprenta.

    EL CRONISTAMODESTO

    El oficio de escribir demanda paciencia, bsqueda y dedicacin, dimensiones en las que Gonzalo Bulnes tiene experiencia. Periodista e historiador ultima detalles de una obra dedicada a Madre de Dios.

    ESCRIBE JAVIER A. RAMOS

    Tenaz investiga-dor periodstico y riguroso his-toriador, Gonza-lo Bulnes Mallea

    ha llegado a los 80 aos em-bebido en su pasin: escribir. Reconocido en los crculos de la cultura lo mismo que en-siempre brinda su apoyo, el creador de la serie Barran-co, ciudad de los molinos se apresta a publicar su nueva obra, dedicada al centenario tierra que lo vio nacer hace ocho dcadas.

    El cronista Bulnes es mo-desto. Nunca fue auspiciado por bancos o transnaciona-les. Sabe lo que es el esfuerzo supremo de investigar, es-cribir, corregir, buscar fotos pruebas y hasta amanecerse en la imprenta hasta ver su producto listo, aunque tarde aos en conseguirlo.

    SOBRE BARRANCOEl primer nmero de Barran-co, ciudad de los molinos, dedi-cado al centenario del tradi-cional balneario limeo que lo ha acogido por ms de medio siglo, vio la luz en diciembre de 1974, es decir, hace 40 aos. Fue un xito. Se imprimieron 3,500 ejemplares que se ago-taron en poco tiempo.

    La idea era que el trabajo saliera antes de octubre, que

    MEDALLA A LA VIDA

    Gonzalo Bulnes fue homenajeado por partida triple hace unos das. La Sociedad Nacional de Poetas que preside Mary Crosby, el Club Miraflores y la Sociedad Litera-ria Amantes del Pas que dirige Jos Beltrn Pea le entregaron medallas y diplomas en reconocimiento a su fructfera labor en el campo de las letras. Hijo predilecto de Barranco y Puerto Maldonado adems, su invaluable trabajo de investigacin es un testimonio de minuciosi-dad. Ameno conversador, Bulnes y su obra perdurarn en el tiempo.

    y solo un breve recordatorio Bulnes con su seudnimo, Amarumay.

    En estos das, Bulnes ul-tima los detalles de su nueva produccin literaria, dedicada -nario, que fue hace dos aos. Algunos avatares de la salud impidieron que lo culminara antes, pero ya casi est. En alguna de sus pginas habr una mencin especial para el expresidente Billinghurst, quien convirti a la hermosa tierra amaznica, cuna de Javier Heraud, en departa-mento.

    Hombre de letras. El cronista Bulnes prepara un libro dedicado a su regin natal, Madre de Dios.

    es el mes del aniversario de Barranco. Pero el terremo-to de ese ao retras todo, incluso un matrimonio que perd, en Mxico relata novia no entendi que mi trabajo es como una religin y no me esper.

    La antologa barranquina ha visto ocho volmenes en estas cuatro dcadas, dedi-cados no solo al distrito de sus amores, sino tambin a personajes que han dejado huella en l durante alguna poca. Csar Vallejo, Manuel Gonzlez Prada, Jos Carlos Maritegui y Chabuca Gran-da son algunos conos cuya vida y obra han sido disec-cionadas por sus tercas pes-a conocer pasajes inditos, jams contados por nadie.

    Ya en 1977, el laureado

    Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Flix Alberto Paz Quiroz | Editor: Csar Chaman Alarcn | Jefe de Edicin Grca: Daniel Chang Llerena Jefe de Diagramacin: Julio Rivadeneyra Usurn | Editor de Fotografa: Jack Ramn Morales | Telfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: [email protected] [email protected]

    historiador Jorge Basadre felicitaba a Bulnes, sealan-do que reconoca y admiraba su paciencia y rigurosidad a la hora de emprender una investigacin sobre un tema o personaje. A lo largo de los aos, los reconocimientos fueron llegando, tomndo-los el cronista siempre con nobleza.

    EL MOLINOUn ao antes, en 1976, el en-tonces alcalde de Barranco, Renato Lrtora, designado por el gobierno militar, con-voc a 15 ilustres residentes del distrito para formar el consejo municipal. Eran siete rotarios y siete leo-nes, organizaciones con mucho peso. Yo era el nico independiente. Quise hacer un homenaje al molino de Barranco, aspiracin de mu-chos aos, poniendo uno en el parque de la Confraterni-dad. Me dijeron que estaba proyecto, que ellos lo haban calibrado ya, recuerda.

    Pero Bulnes no cej. En-contr en aa un molino tradicional, de los que se usa-ban en Barranco a comien-zos del siglo XX para sacar agua de los pozos, y el dueo del terreno, que lo estaba vendiendo, se lo entreg. Fi-nanci la adquisicin Rosa Barnechea de Montero la esposa del alcalde Manuel

    Montero Bernales y fue refaccionado en los astille-ros de la Marina. Tiene ms de 35 aos en su pedestal,

    lleva placas con poemas de ilustres cantores a Barranco, como Juan Parra del Riego y Pedro Paz Soldn y Unanue,

    MELINA MEJA

  • Variedades El Peruano. 2 de mayo de 2014 FUSIN 3

    lidad estas ferias son distintas a las que se practicaban siglos -cado esencial en los distintos pueblos del mundo catlico popular andino.

    EL EKEKOUn dato interesante que nos muestra el libro es de una de las primeras referencias con-temporneas sobre el ekeko, en la feria de la cruz de Ma-challata de 1917, obtenida del diario puneo El Siglo. Esa vez, los asistentes gozaron de la algazara popular y de la cara enigmtica de los ekekos que este ao anduvieron tan esca-sos como los botones despus

    El ekeko tiene un pasado muy peculiar. Al provenir de una divinidad andina, debe ser entendido como un ser -ferencia de la divinidad del mundo cristiano. A partir de esta premisa, se puede enten-der las funciones asociadas a la miniatura que hoy por hoy es un cono popular.

    Sobre los elementos que acompaan al ekeko, tambin se aprecia una evolucin. Si en un principio se acompaaban de vituallas y bienes de consumo propias del Altiplano, en el transcurso del siglo XX se le incluyeron objetos vinculados al mundo urbano, como dinero, casas, bienes comestibles envasados y hasta ttulos acadmicos.

    EVOLUCIONES DE LA FORMA

    Todos los aos, en los primeros das de mayo, en diversos pueblos del altiplano pe-

    ruano se realiza una impor-tante feria donde miles de artesanos se renen para el expendio ritual de manufac-tura en miniatura, adems de otros productos. Esta feria de diez das, cuyo da central es el 3 de mayo, coincidente con la por las miniaturas indgenas que son el producto principal de comercializacin.

    ms destaca es la del ekeko, personaje emblemtico de

    Del Altiplano a la costa sur y de all a la ca-pital, el cono que sintetiza la esperanza y la prosperidad ha recorrido un largo camino de afirmacin en la cultura popular.

    ESCRIBE VCTOR ARRAMBIDE / HISTORIADOR

    Conocido como el dios de la fortuna, siempre est ataviado de productos y vituallas, y representa la esperanza de conseguir prosperidad en los negocios que uno emprende.

    Aunque se desconoce desde cundo esta divinidad -ra de yeso policromada, hay fuertes indicios de que pudo darse en la Colonia, cuando a la sierra sur llegaron los pa-trones estilsticos espaoles que fueron incorporados a las prcticas rituales ind-genas.

    Se tienen pocas noticias sobre el ekeko asociado a la prosperidad y la abundan-cia hasta mediados del siglo XX, cuando se convierte en la ferias. Los creyentes lo vincu-larn a la actividad mercantil, principalmente al mundo de los comerciantes.

    Esta dcada estar mar-cada por grandes cambios en la poblacin punea, por las migraciones. Y por este va a difundirse por el pas, primero de las zonas aimaras hacia los territorios quechas de Puno y de all a la capi-tal peruana. Por ejemplo, ya para mediados de la dcada de 1960 se hablaba de las fe-la ciudad se encontraba en sectores populares.

    As como el ekeko, en las ferias de alasitas siempre aparecen nuevas representa-ciones, conforme a los nuevos tiempos y gustos de los visi-tantes de estos encuentros, por lo que siguen siendo un importante referente de la cultura aimara y surandina peruana.

    la suerte y la fortuna y, en la actualidad, el cono ms repre-sentativo de nuestra cultura popular. Conocido como el est ataviado de productos y vituallas, y representa la es-peranza de conseguir pros-peridad en los negocios que uno emprende.

    FERIAS PUNEASEn una reciente investigacin del Ministerio de Cultura, a cargo del historiador Juan Car-los La Serna, se rastrea el ori-gen y la transformacin de las ferias de alasitas y la presencia del ekeko en el altiplano pe-ruano. En Dioses y mercados de la fortuna. Recorridos his-

    tricos del ekeko y las alasitas en el altiplano peruano (2013), La Serna nos cuenta que las primeras descripciones sobre el uso ritual de las miniaturas datan de inicios de la Colonia. De all no se encontrara nin-guna descripcin ms, hasta

    Las ferias puneas fue-ron muy importantes para el surandino, incluso venan comerciantes de Bolivia y de Tucumn (norte de Argenti-na). Estas ferias comerciales estuvieron asociadas a las festividades religiosas o a las Aparte del comercio, tambin se realizan actividades como corridas de toros, msica y bailes.

    En las ferias de alasitas, las miniaturas tienen un carcter simblico. Los concurrentes las adquieren esperanzados en alcanzar la materializacin de sus deseos: la compra de un terreno, la culminacin de la construccin de una casa, el xito en los negocios, bienes, etctera. Aunque en la actua-

    LOS DOMINIOSDEL EKEKO

  • Variedades4 ARTE E HISTORIA

    A solo un ao de cumplirse el 150 aniversario de su nacimiento, el fo-tgrafo portugus

    Manuel Moral y Vega es motivo de una gran retrospectiva a cargo de la Municipalidad de Lima y el Centro de la Imagen. Desde muy joven, Moral culti-v su arte de luces y sombras en el Per, hasta ser conside-rado el verdadero precursor del fotoperiodismo en nues-tro pas. Esta es la primera monumental, en la que debe incluirse tambin la fundacin de la revista Variedades y el diario La Crnica.

    La exposicin forma parte de la segunda Bienal de Foto-de Moral: fotgrafo y editor. Iniciado tempranamente en -gr a l con tal dedicacin que decidi fundar un estudio en Lima, por cuyas galeras pa-saron todos los personajes que marcaron el devenir de la Lima aristocrtica de la pri-mera dcada del siglo XX. Ellos, publicaciones peridicas que trajeron notable aporte a las

    Moral fue un visionario y desarroll notablemente dos decir, el retrato de estudio, y la -mental, sostiene Andrs Ga-ray, profesor de la Universidad de Piura y uno de los curadores de la muestra. La historia de sobre la base de la obra de un gigante como Martn Chambi, de manera indiscutible, pero hay que entender que Manuel Moral sent las bases y puso -derna en el Per quince aos antes.

    FOTGRAFOMaril Cerpa Moral investi-ga desde hace varios aos la obra de su abuelo. Ha logrado reunir ms de 600 nmeros de la revista Variedades, casi toda la coleccin de Ilustracin Peruana y ms de 120 fotogra-estos hallazgos, hoy se puede Callao junto al fotgrafo anglo-sajn William Mason, de quien habra aprendido los secretos de visita prueban que Moral abri estudios temporales o itinerantes con el nombre de Moral.

    Dos avisos dan cuenta de los viajes del futuro editor de Variedades y su inseparable abril de 1892 apareci un anuncio en el diario La Indus-tria de Piura: He tomado un comodidades apetecibles en los altos de la casa del seor Puente frente a la Iglesia Ma-triz... invito a las personas que me deseen honrar lo hagan con prontitud reza el anuncio de

    Y una nota publicada en 1898, en el diario El Pueblo de Arequipa, da cuenta de la llegada del inteligente fot-grafo seor Manuel Moral que viene de Mollendo y que tiene acreditado establecimiento en el Callao. Sus retratos denotan su competencia indisputable. En esta ciudad conoce al desta-cado fotgrafo Max T. Vargas, traspasa sus negativos.

    El fotgrafo Herman Schwarz, profesor de histo--tro de la Imagen, seala que abrir estudios temporales en provincias era una prctica comn para los fotgrafos ms destacados de Lima que busca-

    Poco se ha escrito hasta hoy sobre Manuel Moral, el verda-dero precursor del fotoperiodis-mo en el Per y fundador de Variedades y La Crnica. La Bienal de Fotografa de Lima le rinde un justo homenaje.

    ESCRIBE RAL BORDA PACHECO

    LENTEVISIONARIO

  • El Peruano. 2 de mayo de 2014 ARTE E HISTORIA 5

    LAS IMGENESDE LA NACIN La exposicin Manuel Moral, fotgrafo y editor: La esfera pblica y la imagen de la nacin en la Lima de 1900 cuenta con la curadura de Andrs Garay y Jorge Villacorta. El material grfico de la muestra est compuesto por 70 fotografas originales, la mayora de ellas pertenecientes a la coleccin de Maril Cerpa Moral. Adems, hay 150 reproducciones que incluyen vistas del Per, retratos y arte fotogrfico publicados en Ilustracin Peruana, Prisma y Variedades. Por ltimo, se incluyen diez portadas del diario La Crnica, trabajadas con fotografas de Manuel Moral. La exposicin estar abierta para el pblico hasta el 15 de junio en la Casa OHiggins, ubicada en el Jr. de la Unin 554, Lima.

    O

    tud al crear en sus revistas secciones como Vistas del Per, que tenan por objetivo acoger imgenes de fotgrafos del interior a partir de sus pro-pias miradas y entornos. Son elaboradas, en composicin, encuadre y motivo, que de-muestran que en el interior haba una legin de fotgrafos con una tcnica depurada que no estaba divorciada para nada del registro documental, dice Andrs Garay.

    MPer durante los viajes que realiz en la poca de su estu-dio itinerante. Ese compromiso lo llev a difundir en la escena limea de 1900 aspectos del pas que hasta entonces no se conocan. Ordenaba, seleccio-naba y publicaba las imgenes. Reconoca datos y los organi-zaba para editarlos a la luz de un trabajo editorial y esa labor documento contenedor de informacin y conocimiento.

    CORRESPONSALESPara Schwarz, este sistema de corresponsalas que convoca Moral es de vital importancia -vs de ellas se conocieron las obras de destacados fotgra-fos, como Max T. Vargas, Figue-roa Aznar, Francisco Lpez en el centro, y Miguel Chani en el Cusco. Por su parte, Garay re-salta que el modelo editorial de Moral permiti conocer, aos ms tarde, a Martn Chambi en su faceta de corresponsal de La Crnica. Publicar en las revistas y en La Crnica era ya una cuestin de estatus profe-sional, aade.

    En sociedad. Moral retrat a damas de inuyentes familias limeas.

    Aporte. La Crnica tom distancia grca de otros diarios de la poca.

    En tal sentido, una informa-cin publicada en La Crnica, el 17 de mayo de 1912, a raz de un incidente con un fotgrafo en el Club Nacional, da cuenta de la importancia que Moral le los pases donde existe una prensa bien organizada, el re-esencial e imprescindible de su mecanismo informativo, y la sociedad que se da cuenta de esta importancia presta al fotgrafo de prensa todas las posibilidades necesarias para el cumplimiento de su misin.

    La obra de estos fotgrafos se aprecia notablemente en las portadas del diario La Crnica, -caban a pgina entera. Todo un adelanto en el fotoperiodismo que no se haba visto hasta entonces en el Per, comenta Garay. Ah quedan para la his-toria las imgenes del incendio de Mollendo, del terremoto de Piura, de las manifestaciones a favor de Guillermo Billingurst en Trujillo y otras portadas del primer diario ilustrado del siglo XX.

    El modelo implantado por Moral se mantuvo por dos d-cadas, con la consolidacin de un equipo que prosigui su -telectuales de la talla de Csar Vallejo, Abraham Valdelomar, Jos Carlos Maritegui, Jos Glvez y Leonidas Yerovi, entre otros. Aunque el estudio de la obra de este notable fotgrafo es todava una tarea pendiente, la muestra le otorga un sitial de honor en la historia del perio-

    MORAL ENEL TIEMPO

    Conoce al fotgrafo anglosajn William Mason.

    1883 Llega al Callao

    Nace el 16 de marzo en la localidad de Faro, Portugal.

    1865 Nacimiento

    En el Callao, en la calle Misin N 17 (hoy Glvez).

    1895 Abre estudio

    Abre estudio en la calle Mantas N 25, que traspasara a sudiscpulo Elas del guila.

    1900 En Lima

    Funda la revista , premiada con la Medalla de Plata en la exposicin Internacional de Miln 1906.

    1905 Funda PrismaPrisma

    Se consagra como retratista en su estudio de la calle Mercaderes. Colabora con el semanario

    1903 El retratista

    Actualidades.

    Publica en la revista una fotografa de la inauguracin del monumento a MiguelGrau en el Callao.

    1897 Exposicin

    Monitor Peruano

    Prisma da paso a la famosa revista , que circulara hasta 1932.

    1908 Variedades

    Variedades

    Funda la revista Ilustracin Peruana, que circulara hasta 1913. Fotografa Moral recibe un premio de honor en la Exposicin Internacional de Quito.

    1909 Premio

    La Crnica

    La Crnica

    Figuritas

    Funda el diario pionero del periodismo grfico, y la revista infantil .

    1912

    Fallece el 7 de noviembre en Lima.

    Partida1913

    protagonismo. Variedades fue dotada de un equipo de fot-se extendi a todo aconteci-miento de inters pblico y a la poltica nacional. Tambin se sumaron artistas como Ju-lio Mlaga Grenet, Gonzales Gamarra y Jos Alcntara La Torre, quienes elaboraban las ilustraciones y caricaturas de portada. La revista se convir-ti en un verdadero espacio mantiene adems el sistema de corresponsalas del interior del pas en todas las publicaciones.

    Moral tiene aqu una vir-

    ban ampliar sus escenarios y nuevos mercados. Y aade que, gracias a estos viajes, Moral establecera una red intere-sante de fotgrafos a quienes ms adelante encomendara cubrir para sus publicaciones los sucesos ms importantes de sus localidades, creando as un sistema de corresponsalas.

    CONSAGRACINFue en la calle Mercaderes, en los primeros aos del siglo XX, donde Moral alcanz su doble rol de fotgrafo de estu-dio y editor, en un tiempo y un espacio dominados por ms de detalla Andrs Garay.

    El hecho de cobrar fama y reconocimiento, a tal punto -sonalidades del momento, como Augusto B. Legua, An-drs Avelino Cceres, Ricardo Palma, Jos Santos Chocano y la familia Mir Quesada, nos da una idea de la altsima calidad que alcanzaron sus retratos.

    Segn Schwarz, en esta tambin, de alguna manera, la labor de Pancho Fierro. Las tarjetas de visita y luego las postales reemplazaron a las acuarelas de personajes y costumbres. As, Moral em-pez a confeccionar lbumes en diferentes formatos para turistas que queran llevarse un recuerdo de la ciudad.-

    mas, la Catedral de Lima, la municipalidad, el Palacio de la Exposicin, la facultad de San Fernando, el monumento a Bolvar y las plazas que daban bros a la capital, por entonces todava de aspecto aldeano.

    RETRATO DE POCAPero fueron los retratos de esta poca, imponentes por su ta-mao y calidad, lo que atrajo a celebridades, intelectuales y periodistas que convirtieron su lujoso estudio en un centro social donde conocera a quie-nes lo animaron a incursionar e invertir en el mundo edito-rial. Ese mundo no le era ajeno del todo, pues ya haba publi-cado en las revistas El Monitor Peruano y Actualidades. Fue su suegro, el periodista Julio Santiago Hernndez, quien lo anim a fundar Prisma.

    A decir de Schwarz, Manuel

    Moral fue un pionero en la his-toria del periodismo peruano. No solo fue un gran retratista, sino que tuvo la visin de crear las ms importantes revistas de su poca. Prisma, que fue la primera, tena un corte aristo-de gran formato y literaria. Adems, en ella promociona-grandes retratos, pero fue, sobre todo, vehculo de difu-sin de textos de importantes escritores nacionales.

    Sera, sin embargo, en las tres grandes publicaciones que siguieron Variedades, Ilus-tracin Peruana y La Crnica

  • Variedades2 de mayo de 2014. El Peruano6 ESPACIOS

    Cuando recuerda que Discovery Channel lo bus-c para grabar un documental

    sobre las lneas de Nasca, que la cadena internacional consideraba pistas de aterri-zaje para naves aliengenas, Marco Barraza se fastidia, renuncia al habla sobria que le caracteriza y lanza una frase lapidaria:

    Eso es pura tontera. Para el creador del blog

    Nuestro pasado extrate-rrestre, la propuesta no solo era contraria a la evi-ofenda la sapiencia logra-

    ms injusto fue cuando al-guien se atrevi a insinuarle que haba perdido la razn tras la muerte de su hija, quien falleci vctima de un cncer. Cuando le detectaron la enfermedad, l todava era cristiano y ya escudriaba la literatura sobre ovnis. En-tonces, se hizo la pregunta que atormenta a todos los padres en situacin similar: Por qu a m?

    DIMINUTOSAl imaginar el tamao del universo y lo diminuto de la propia existencia, no queda ms remedio que sumirse en una suerte de abandono cs-mico, en una orfandad algo aterradora. Marco se pregun-t por qu razones no debera sucederle a l lo que le estaba sucediendo y la conclusin no dejaba de ser devastadora: Comprend que no era nada especial entre los otros habi-tantes de este planeta, que no tena ningn privilegio pese al dolor.

    Algo conmovido, recuerda -mento, ese lugar admirado y apenas explorado. Rememora que su padre era piloto y que l siempre viajaba al lado de la ventana en el avin. Entonces, explica el sentido del nombre de su blog. Qu vemos cuando miramos hacia el cielo de no-che?. Se responde: la luz de las estrellas que llega a la Tierra despus de miles de aos. En esa forma cierta, mirar el cielo es mirar al pasado, nuestro pasado que llega desde fuera del planeta, un pasado que es extraterrestre.

    Con rostro serio, asegura que hay personas interesadas en que la mayora de gente piense que todos los objetos voladores ocultan bichos extraterrestres que pasan a visitarnos. La mayor cantidad de avistamientos se produce en las fronteras, eso es casualidad?, se pregunta. Como advirtiendo su propia imprudencia, calla sbitamen-te: No puedo decir ms. Luego defiende su hermetismo y agrega: Existen tecnologas que no comprendemos.

    CAUSAS OCULTAS

    Al imaginar el tamao del universo y lo diminuto de la propia existencia, no queda ms remedio que sumirse en una suerte de abandono csmico, en una orfandad algo aterradora.

    da por las antiguas culturas peruanas. Aquello ocurri en 2009, cuando su pgina empezaba a ser un sitio de referencia sobre el tema. Con su negativa, Marco buscaba marcar distancia de quienes parodian la investigacin de los fenmenos que tanto lo apasionan.

    No busco ovnis porque no se me han perdido; no es-tudio extraterrestres porque no se dejan; no quiero con-vencer a nadie de nada.

    EL ORIGENSiempre sinti atraccin por el cielo, pero la certidumbre de que la cosmovisin andina

    muy mal gusto decir que las experiencias paranormales son el inicio de todo. Lo suyo fue mucho menos romntico, ms terrenal, pero tambin ms lleno de magia: empez con la lectura.

    Presencias. Desde la perspectiva cientca, lo racional es admitir la posibilidad de la existencia de vida en otros escenarios del espacio, expresa Barraza.

    UN PASADO EXTRATERRESTRE

    Marco Barraza no cree en Dios, tampoco en Darwin. Est con-vencido de que la sabidura ancestral andina proviene de otras dimensiones. Le gusta mirar el cielo, aquel reflejo del universo en el que asegura los humanos no estamos solos.

    ESCRIBE FERNANDO LEYTON

    incorpora saberes de otras dimensiones no surgi a modo de revelacin. Ninguna luz misteriosa lleg a su ven-tana para cambiarle la vida y mostrarle la verdad del uni-verso. De hecho, considera de

    A sus 38 aos, Marco es miembro del consejo con-sultivo del Departamento de Investigacin de Fenmenos Areos Anmalos de la Fuer-za Area del Per (Difaa). El sin pausa, no es una artima-a para denotar jerarqua. En realidad, es la divisin militar peruana encargada de resguardar la seguridad nacional frente a los objetos voladores desconocidos.

    Hace cerca de diez aos, Marco se cans de su vida de joven empresario y decidi vender todas sus acciones. El dinero no le otorgaba satisfac-cin alguna, pero no opt por el despilfarro. Al contrario, se oblig al ostracismo de la lectura por ms de dos aos. inaugur como investigador paranormal y muy pronto pas al trabajo de campo.

    Mi primera expedicin fue a Marcahuasi, donde pas una noche terrible por el fro y el miedo a la oscuridad. All vi unas luces movindose y yo, ingenuamente, me sent el elegido. Luego descubr que eran satlites. Me cost admitirlo, pero es sencillo de-terminarlo cuando empiezas a reconocer protocolos de in-vestigacin.

    ALTO PRECIOUn sacerdote le pregunt a qu se dedicaba y Marco res-pondi que al periodismo de investigacin especializado. El religioso le pregunt qu cosa investigaba y Marco se excu-s de responder: Mejor no le digo, padre, porque luego em-piezan los problemas. Pero el cura insisti en su cometido y obtuvo una respuesta: Ovnis -mente Marco, y el clrigo lo inquiri sorprendido: Y t crees en eso?

    Padre, lo que ambos hacemos, en cierto punto, es exactamente lo mismo: los dos buscamos algo que nunca hemos visto y que no estamos seguros si vamos a ver alguna vez.

    La diferencia est en que al sacerdote le llaman hom-bre de fe y a Marco suelen de-cirle que est loco. Lo mismo le sucede cuando sostiene que Charles Darwin ya no tiene vigencia. Tal vez el episodio

  • Variedades SENTIMIENTOS 7El Peruano. Viernes 2 de mayo de 2014

    Ahora que la ma-nigua montaraz de la multitud agolpada en las exequias se ha

    ido; ahora que presidentes de todo el mundo han dejado gra-bado en el mrmol incorpreo del internet sus condolencias los tiempos; ahora que todas las autoridades de Hispa-noamrica han hecho un alto en sus mltiples y atareadas agendas protocolares, y como una hidra de mil cabezas han depositado sus ojos sorpren-didos en un punto exacto, all, donde se concentraba hasta hace poco la imagen de un hombre de mirada alegre y bigote chispeante, con toda la imaginacin y la alegra fes-el futuro de Amrica Latina.

    Ahora que todos los lecto-res de Gabriel Garca Mrquez hacemos tambin un alto en nuestros quehaceres y deja-mos una pgina pendiente de a pensar y comprobamos que, de algn modo, la existencia de todos nosotros bien podra Crnica de una muerte anunciada, y

    GABO DE

    SIEMPRE

    tumbrado a creer que nuestro Gabriel Garca Mrquez era dueo de las aguas corrientes -mericana, y de los caminos de los postes del telgrafo de la prensa especializada, de los aos bisiestos y el calor de las imprentas y las ediciones de lujo y de bolsillo, y que tena adems un derecho hereda-de la imaginacin de todos nosotros.

    A nadie se le ocurri pen-sar en la conmocin de muer-te que iba a sacudir nuestras entraas con el transir del Gabo sobre la faz de estos reinos, que hoy se quedan incompletos.

    GABO INMORTALGabriel Garca Mrquez di-pocas aciagas, las de la his-nacientes de nuestro con-tinente. Por eso se explica, argumentarn enfticos, que durante muchos aos la Mam Grande garanti-z la paz social y la concordia poltica de su imperio, en vir-tud a tres bales de cdulas electorales falsas que forma-ban parte de su patrimonio secreto, y que los varones de la servidumbre, sus protegidos y arrendatarios, ejercitaban no solo su propio derecho de sufragio, sino tambin el de los electores muertos en un siglo. Y ojal que sea as. Ojal que sea cosa del pasado.

    Gabo sigue siendo un recuer-do de las cosas futuras que pueden pasar, si no somos celosos herederos de la digni-dad que nos ha legado gracias -bra, porque el logro supremo de elecciones librrimas con garantas perfectas, que es el ideal compartido de todos los organismos electorales de nuestro continente, descansa -de los ciudadanos de a pie, que no somos otros que los lectores de a diario, de los libros de siempre, de nuestro

    textos del homenajeado en estas lneas.

    ello nos permitiremos pa-rafrasear algunos pasajes memorables de ese y otros relatos), luego de semanas de que nos hacan recordar al mdico hereditario laureado en Montpellier[i] de sus escri-resonancias magnticas que reemplazaron a los cataplas-lleg a la realidad de nuestro Gabriel en su lecho de mala-

    to, a sus 87 aos y meses de existencia, muy cerca ya de alcanzar los 92 aos milena-rios de la Mam Grande de su Macondo imaginario.

    Y solo falt que a sus fu-nerales llegara tambin el sin lmites de la cristiandad, instalado en su gran gndola negra rumbo a los fantsti-cos y remotos funerales de todo a punta de palabras, innumerables y preciosas, que se precipitaban sobre las

    El presidente del Jurado Nacional de Elecciones asistir a la Feria Internacional del Libro de Bogot 2014 como parte de la delegacin oficial del Per. All, tendr ocasin de rendir homenaje al genial Gabriel Garca Mrquez.

    ESCRIBE FRANCISCO TVARA / Presidente del JNE

    -lamentos inconstiles de la muerte. Ahora es el momen-en los pasillos saturados de stands y repletos de libros de la Feria Internacional del Libro de Bogot. Y al hacerlo dejemos rosas amarillas sobre tantas hojas que no se mar-chitarn jams, y que son las hojas que estn escritas con la de la Amrica entera.

    Porque, si un clsico es aquel libro o autor que cumple con los dos rasgos puntuales -salidad e intemporalidad, Gabriel Garca Mrquez, qu clsico de la literatura colom-biana, de la literatura latinoa-mericana y de la literatura -que es uno de aquellos pocos escogidos que han alcanzado la eternidad en la memoria de todos, colocndose a la altu-ra de los grandes clsicos de todos los tiempos.

    MACONDO IMAGINARIONos imaginamos que, al igual que en Los funerales de la Mam Grande (y para

    pginas que escriba como por un lecho de piedras puli-das, blancas y enormes como del Macondo de su imagina-cin fecunda.

    Y como sucedi en la reali-dad de su fantasa latinoame-ricana, as como en el caso de la Mam Grande, en el caso de Gabo nadie conoci tampoco -lor inconmensurable del patri-monio de su palabra, porque todo el mundo se haba acos-

    Gabo eterno. Gabriel Garca Mrquez es ya un personaje imperecedero, y no solo en el mundo de las letras.

  • Lima, 2 de mayo de 20148El Peruano

    RELATOSDE ESTACIN

    La Casa de la Literatura Peruana, en la antigua estacin fe-rroviaria de Desamparados, acoge un programa para nios y abuelos ligados por un cario comn hacia los cuentos.

    Manuel Cas-tillo atra-v i e s a l a ciudad de Lima, desde

    el distrito de Carmen de la Legua, con el loable prop-sito de contar historias a sus cuatrocientos nietos y nietas, una prole vida y bulliciosa que lo espera en la Casa de la Literatura Peruana del Mi-nisterio de Educacin. Antes, ha subido y bajado de varias unidades de transporte p-blico, a las que convierte en auditorios ambulantes don-de declama poemas y vende libros al paso. Porque hasta

    ESCRIBE ARTURO VALVERDE

    PERODO PRODUCTIVODebemos prepararnos para una vejez productiva, opina Rony Puchuri, coordinador del programa Abuelas y Abuelos Cuentacuentos, al precisar que son 51 los adultos mayores que se han sumado a esta cruzada voluntaria. Desde 2013, hemos atendido a 2,000 nios, explica el funcionario, para detallar que el programa est dirigido a personas de entre 60 y 75 aos de edad que tengan disponibilidad de tiempo y, sobre todo, nimo de emprender este proyecto. Algunos provienen de Centros de Atencin Residencial para Personas Adultas Mayores; otros se inscribieron por iniciativa propia. Ellos han sido capacitados en estrategias de animacin de la lectura por la asociacin cultural Djame que te Cuente, a cargo de Cucha del guila, y estn listos para visitar cualquier distrito, albergue o colegio.

    Acercamiento. La literatura, las fbulas y el cuento facilitan la relacin entre generaciones. Un esfuerzo de esa naturaleza es esencial para garantizar la formacin de ciudadanos integrales.

    un narrador de cuentos tiene que comer.

    Es natural de ncash, est graduado en la universidad de la vida, y es uno de los cin-cuenta integrantes del progra-ma Abuelos y Abuelas Cuen-tacuentos. Es promo 2014, es decir, un recin graduado. Similar a sus compaeros, sus clases se iniciaron hace mucho tiempo, cuando an tena la cabellera abundante y su mam se acercaba a su cama para contarle historias, antes de que se durmiera. La mam tuvo xito, porque el nio interior de Manuel sigue despierto.

    Tambin me contaban cuen-tos, le dice, entusiasmada, Ju-lia Arispe, de 71 aos, quien no deja de exaltar las cualidades de Manuel. La abuela de Julia era su hermana; y sus nietos ahora los nios y nias que lustran el piso con sus unifor-mes en la Casa de la Literatura Peruana.

    Tambin escribo can-ciones y poemas!, dice ella, siguiendo al pie de la letra el consejo de Regina Alcver: Escriba lo que sea y como le salga!, le deca aos atrs por los parlantes de su radio. Regina sabe; cada edad tiene su belleza.

    Los nios forman un cr-culo en el piso, como si estu-vieran sentados alrededor del fuego, ese fuego de la sabidura que mantiene incandescente su fascinacin por la magia y el ensueo. Es un rito, soul sa-, percusin a cargo de los nios y nias que repiquetean con sus pies, al subir y bajar las gradas de la antigua Estacin de Desamparados, como un tren fantasma llegando a la puerta de la Casa.

    Algunos de ellos se dis-traen con el ruido de lo que pareciera un tren en marcha sobre sus cabezas. Una peque-a, gafas, pasta rosada, con-

    templa a Vctor Hugo Romero, de 76 aos sentado delante de los Suspiros, quien esconde el brillo de sus ojos bajo un som-brero de ala ancha. l tambin, abuelo cuentacuento, escucha la marcha de los escolares que siguen llegando y van de sala en sala.

    Quinua! exclama, cap-tando la atencin de su joven audiencia; ese es el nombre del grano dorado. Y sonre al terminar de revelar un mito aimara.

    En otra sala, Rosa Farro Becerra se transforma, a sus 68 aos, en el dios andino Wi-racocha. En esa habitacin, los nios y nias se convierten en imgenes de los templos prencas. Se incendian, se vuel-ven aire, agua, tierra, como la tierra de mi pas, rica y fruct-fera, dice Rosa, levantndose de su silla, en xtasis. Cecilia Linares, sociloga de 66 aos, retirada, sufre una regresin: vuelve a ser pequea. Aqu aprenden los nios de los abue-los, y los abuelos de los nios, explica, acogedora.

    UNA LEJANA NOCHELa vida tambin es cuento. Si no, que te lo cuente Tere-sa Morn. Ella, en una lejana noche, cuando era estudiante de arqueologa, viaj con Jos Matos Mar y Hugo Neira al dis-trito de Pacaraos, en Huaral. Esa noche, ella fue perseguida por almas, perdi su manto y los alumnos caminaban bajo la Luna, envueltos en fraza-das. Sabrn estos maestros que ya se han convertido en personajes de cuento? Ahora son parte de la tradicin oral.

    La marcha del tren fantas-ma que es el paso apurado de los visitantes se detiene. La Casa de la Literatura Peruana luce solitaria tras la partida de los nios y las nias que, por ms de una hora, pulieron el piso con sus grises faldas y pantalones, que bajaron y su-bieron gradas, que fueron Wi-racocha y fuego y aprendieron que hay que meter el hgado en la refrigeradora antes de salir de casa. Este segundo que vivimos es muy importante, les dice Carlos Villena, con la sapiencia de sus 77 aos. Ellos aplauden, se levantan, porque el cuento ha terminado y hay que abrir la lonchera.

    MELINA MEJA