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Pasadoy presente

Maestros antiguos y estrellas contemporáneas conviven en la galería de Edmondo di Robilant y Marco Voena.

Jorge Kunitz

ENTREVISTA

Empezaron comprando obras juntos, luego organizando exposiciones y por último, decidieron profundizar su exitosa alianza comercial abriendo una galería que hoy cuenta con tres sedes, en Londres, Milán y St Moritz. Edmondo di Robilant

y Marco Voena dirigen la prestigiosa galería homónima cuyo programa abarca cinco siglos de historia del arte poniendo el énfasis en los creadores italianos. Quien visite sus espacios puede verse sorprendido por una exposición dedicada a vedutistas como Antonio Joli y Gaspar van Wittel, una antológica de autores modernos como Lucio Fontana y Giorgio Morandi, o una muestra sobre las últimas creaciones de Julian Schnabel y David LaChapelle. Este mes, la cita está en Maastricht, en la feria TEFAF, a la que acuden con un sugerente stand en el que rivalizan por la atención de los coleccionistas una Alegoría de la fama de Artemisia Gentileschi, una vista de Venecia de Francesco Guardi, o una exuberante naturaleza muerta con frutas y tres niños de Bartolomeo Cavarozzi.

¿Cuáles fueron sus primeras experiencias con el arte?Edmondo di Robilant (EDR): Las excursiones que hice con mi padre por diversas ciudades europeas visitando museos de Alemania, Suiza y Holanda. Solíamos hacer viajes de Italia a Inglaterra, haciendo paradas intermedias en diferentes países. Marco Voena (MV): Mi interés por el arte comenzó cuando, a los dieciocho años, tuve que prepararme una presentación para una visita escolar a la Galería Uffizi de Florencia. Me intrigaban el misterio y los simbolismos, así como los significados ocultos de una pintura.

¿Cómo se convierten en galeristas? EDR: En realidad, fue por descarte. Tras abandonar mis estudios en la London School of Economics con resultados muy modestos, tuve la suerte de que me hicieran un hueco en el mostrador de recepción de la oficina de Sotheby’s en Italia de la que era director mi tío. Conseguí un trabajo pero no tenía ni idea de que acabaría dedicándome a eso toda la vida. MV: A los veintitrés años adquirí mi primer cuadro en Sotheby’s Londres (cosas de la vida, muchos años después, volvería a comprarlo y en la actualidad forma parte de mi colección privada), y, más adelante abrí mi primera galería en Turín.

¿Cuál fue la primera venta importante de su carrera?EDR: La hice después de haber sido empleado y director de la galería Colnaghi durante casi 10 años. Fue un cuadro de Van Gogh que le vendí a un cliente japonés. ¡Gané el equivalente a mi sueldo de 20 años en esa operación!.

¿Qué les llevó a asociarse para abrir una galería?EDR, MV: En realidad no fue una decisión premeditada, sino un paso natural pues habíamos empezado a comprar juntos pinturas en subastas, luego colaboramos en algunas exposiciones y ferias y eso nos alentó a formar un equipo.

¿Cómo han cambiado las estructuras tradicionales del mercado del arte en los últimos veinte años? ¿Cómo ha influido Internet?EDR: Es obvio que las casas de subastas se han transformado

en espacios comerciales al por mayor y también que las visitas a las galerías son cada vez menos frecuentes, ya que la gente dispone de menos tiempo para visitar con tranquilidad sus galerías y anticuarios favoritos. En lo que respecta a Internet, ha tenido un impacto innegable. En cierto modo, ha hecho que el mercado sea más transparente, pero, por otro lado, es utilizado como herramienta por personas que no necesariamente saben cómo interpretar los datos que reciben. Es cierto que hoy en día puede haber más información disponible, pero hay que saber interpretarla. A menudo quienes utilizan estas bases de datos, por ejemplo, Artnet, carecen del conocimiento necesario, por lo que no tienen ni idea de qué es qué, por qué una cosa vale diez millones y la otra diez mil.MV: Internet ha creado marcas que han cambiado las reglas del juego. Por ejemplo, en la escena del arte moderno y contemporáneo, hay nombres que se han convertido en trofeos, como Picasso, Matisse, Van Gogh, Bacon, Klee, Brancusi hasta Jeff Koons y Basquiat. En el campo de los maestros antiguos hay muchas menos estrellas. Internet y el mundo de las subastas se han convertido en un terreno en el que prevalece el marketing.

Su galería tiene un enfoque inusualmente amplio, abarcando desde el siglo XV al XXI. ¿Cómo ha evolucionado el coleccionismo de los Maestros Antiguos y del Arte Contemporáneo?EDR: En la actualidad el mercado de los maestros antiguos está menos de moda y se ha polarizado en torno a las grandes obras maestras, que todavía se pueden vender internacionalmente y alcanzar precios notables; el mercado medio y bajo, ha visto una reducción significativa del volumen de sus compradores. Si usted posee una gran obra de arte, siempre podrá venderla y venderla bien, pero es mal momento para el material que se queda “a mitad de camino”. La profundidad que tenía el coleccionismo hace veinte años ha menguado. Por otro lado, el arte contemporáneo está mucho más de moda, su coleccionismo está más extendido, pero claramente es más volátil e inconstante, y el autor más deseado hoy será desdeñado mañana.

¿Hay tendencias tambien en el mercado de los maestros antiguos?EDR: Curiosamente, sí, vemos que las pinturas renacentistas de fondo dorado, en general, parecen despertar más interés que las obras del siglo XVIII, y las pinturas barrocas, que hace veinte años vivieron su auge, sobre todo entre las colecciones de los museos, parecen estar pasando ahora a un segundo plano. MV: La moda, por supuesto, fluctúa. Si nos fijamos en otros mercados, más allá de Europa y América, la popularidad de los maestros antiguos no ha declinado, porque las sociedades cambian y evolucionan. Coleccionistas de China, Malasia, Oriente Medio y África están creando nuevas colecciones, y sus gustos no siguen las tendencias occidentales. Lo extraordinario jamás pasará de moda. Dudo que Caravaggio y su mundo pasen nunca de moda pues se ha convertido en una marca, como Picasso. Ahora se le reconoce, con razón, como un icono, una estrella.Vista de una sala de la galería

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¿Detectan perfiles diferenciados entre los compradores? Por ejemplo, ¿atrae la pintura barroca o rococó a los jóvenes coleccionistas?EDR, MV: En términos generales podemos decir que, algunos coleccionistas de pintura antigua, han entrado en el campo del arte del siglo XX, y por la misma razón, un buen número de renombrados coleccionistas de arte contemporáneo, especialmente de Estados Unidos, han empezado a tantear el campo de los maestros antiguos.

Su ámbito principal se centra en el arte italiano de los siglos XV al XVIII. ¿Por qué se implicaron también en el arte moderno?EDR: El mercado de los antiguos maestros y el tipo de estructura en la que operamos (por ejemplo, con personal en las galerías, etc.) no serían financieramente viables con las pocas operaciones importantes que hacemos relacionadas con los antiguos maestros cada año; por lo tanto, era fundamental ampliar nuestro campo hasta el siglo XX, asegurándonos de mantener el mismo nivel de calidad que brindamos en nuestro apartado de pintura antigua. MV: Nuestro objetivo es convertirnos en una marca de arte italiano, que incluya desde los antiguos maestros hasta los más modernos. Al fin y al cabo, los autores contemporáneos son los maestros antiguos del futuro.

¿Cuáles han sido sus descubrimientos memorables?EDR: En 1992, Marco compró un retrato masculino en Sotheby’s Nueva York, atribuido a Caracciolo, el más grande de los caravaggistas de Nápoles. Lo trajo de vuelta a Turín para que lo limpiaran y se sorprendió por los resultados: tenía todas las características de un genuino Caravaggio. Lo llevó para que lo examinaran Mina Gregori, una de las

más grandes especialistas en el artista, y Keith Christiansen, conservador del Metropolitan, quienes coincidieron en que la pintura era de Caravaggio. Finalmente, Marco se la mostró al [coleccionista e historiador] Sir Denis Mahon, quien también estaba seguro de que era del gran maestro del siglo XVII. En fechas más recientes, la mesa con el mosaico de pietre dure de Medici y Westminster, diseñado por Giorgio Vasari para el Gran Duque de Toscana, Francesco I de Medici; se trataba de una pieza de calidad excepcional, extremadamente rara y con un historial de 400 años ininterrumpidos en colecciones principescas europeas. También recordaría un retrato de Antoine De Ville pintado por Artemisia Gentileschi, y una pintura del alemán Franz Xaver Winterhalter.

¿Qué obra han vendido que les hubiera gustado conservar? EDR: Oh... ¡La vista del Tíber desde el Ponte Rotto, de Corot!

¿Han vendido alguna obra española o a un museo español?EDR, MV: Le vendimos un cuadro de Antonio Moro a las Colecciones de los Príncipes de Liechtenstein, además de pinturas de Luis de Morales, Luis Meléndez y José de Ribera; y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando nos compró tres importantes obras en cera de Nicolás Cetto.

¿Coleccionan? ¿Cuáles son sus ‘tesoros’ más preciados?EDR: Sí, y me he centrado en los artistas extranjeros que trabajaron a plein air en Italia durante el periodo 1780-1850, son obras sumamente agradables.MV: En una de mis casas he hecho una mezcla de pinturas barrocas de pintores como Salvator Rosa y Pietro Paolini con obras contemporáneas, y en otra tengo pinturas y esculturas de Napoleón.

‘FUE EMOCIONANTE DESCUBRIR UN CARAVAGGIO’

Cabeza de Buda Sakyamuni, Tailandia, Sukhotai, S. XV

Bartolomeo Cavarozzi, Naturaleza muerta con frutas y niños