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Monografía sobre Epistemología y Conocimiento Científico
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EPISTEMOLOGÍA Y CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO
INDICE
RESUMEN 4
INTRODUCCIÓN 5
CAPITULO I: El conocimiento 6
1.1 Sus definiciones 6
1.2 Los problemas del conocimiento 7
1.3 El conocimiento y el estudio acerca del conocimiento 8
CAPITULO II: El conocimiento vulgar y el conocimiento científico 10
2.1 Conocimiento vulgar 10
2.2 Conocimiento científico 11
CAPTULO III: Nociones de ciencia. 19
3.1 Origen etimológico. 19
3.2 Surgimiento de la ciencia. 20
3.3 Definición. 21
3.4 Características. 23
3.5 Clasificación de las ciencias. 23
CAPITULO IV : Epistemología. 25
4.1 Origen del termino epistemología. 25
4.2 Definición de Epistemología. 26
4.3 Problemática de la definición de Epistemología. 27
4.4 ¿Qué es y para que sirve la epistemología? 27
4.5 Como se define hoy la epistemología. 29
4.6 Tareas de la epistemología 31
4.7 Objeto de la Epistemología 32
4.8 Tipos de Epistemología 32
4.9 Epistemología y otros nombres 33
CAPITULO V: Desarrollo histórico de la Epistemología 36
5.1 Epistemología Kantiana 36
5.2 Comte: Filosofía Positiva 37
5.3 El Positivismo lógico del Circulo de Viena 39
5.4 Karl Popper 42
5.5 La Epistemología Postpopperiana 46
5.6 La Escuela de Frankfurt y la Hermenéutica 57
CAPITULO VI: Otras Epistemologías 65
6.1 Bachelard 65
6.2 Althusser 68
6.3 Piaget 69
CONCLUSIONES 72
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 73
ANEXOS 74
RESUMEN
Esta monografía describe la naturaleza y contrapone las características del
conocimiento científico y el conocimiento ordinario. Para ello, hace énfasis en
las diferencias de ambos conocimientos y se centra en el estudio del
conocimiento científico en sí a través de la epistemología; tomando nociones
de ciencia y tratando de estudiar los distintos enfoques filosóficos, sus
representantes, y las epistemologías surgidas a lo largo de la historia.
La monografía en sí, intenta englobar y mostrar las relaciones del conocimiento
tanto empírico como científico y la epistemología, dejando encaminado el
estudio hacia una investigación científica.
Palabras clave: conocimiento científico, epistemología.
¡AY DIOS MIO! El arte es largo y la vida corta. De mi sé decir que en medio de mis lucubraciones críticas, siento
con frecuencia turbárseme la cabeza y el corazón. ¡Qué de dificultades para alcanzar los medios que han de conducirnos
al conocimiento de las causas!, y eso que un pobre diablo puede muy bien morirse antes de haber llegado ala
mitad del camino. El Fausto de Goethe
INTRODUCCION
Esta monografía tiene como objetivo resaltar la importancia del conocimiento
científico y el distanciamiento que toma este respecto del conocimiento
empírico; así como su estudio por parte de la Epistemología a lo largo de la
historia.
Empezaremos el estudio de la epistemología, tomando como punto de partida
sus rasgos conceptuales y etimológicos para luego centrarnos en el estudio de
su historia desde sus orígenes, remontándonos a la época contemporánea en
la cual, la filosofía se involucra con la ciencia, para resolver los problemas de
acarreados por “la crisis del fundamento”. Esta crisis se originó debido a que
los científicos no conseguían dar solución a algunas de las interrogantes
desprendidas de las investigaciones científicas, es por esta razón que los
filósofos se vieron en la necesidad de intervenir, buscando posibles soluciones,
para contrarrestar las limitaciones científicas. Así poco a poco, la epistemología
ha recobrado su debida importancia, y se ha ido ligando cada vez más y más a
la ciencia, es por ello que nos explayaremos en las diversas filosofías que
estudiaron al conocimiento científico y sus posturas respectivas encarnadas por
cada uno de sus representantes, hasta los enfoques actuales.
Epistemología y conocimiento científico
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CAPITULO I
EL CONOCIMIENTO
1.1 SUS DEFINICIONES.
1.1.1 Conocimiento, como acto o proceso.
Es la relación que existe entre un sujeto cognoscente y un objeto
cognoscible, donde el sujeto cognoscente se dirige intencionalmente a
aprehender las cualidades esenciales del objeto cognoscible para luego
formarse una representación.
1.1.2 Conocimiento como producto o contenido.
Es la representación mental (idea, imagen, concepto) que el sujeto ha
estructurado y almacenado en su mente, de las propiedades esenciales
de un objeto.
1.1.3 Otras definiciones.
a. Es el entendimiento, inteligencia, razón natural, aprehensión intelectual
de la realidad o de una relación entre los objetos, facultad con la que nos
relacionamos con el mundo exterior. Conjunto de saberse sobre un tema
o sobre una ciencia.
b. Hechos o datos de información adquiridos por una persona a través de
la experiencia o la educación, la compresión teórica o practica de un
asunto u objeto de la realidad. Lo que se adquiere como información
relativa a un campo determinado o a la totalidad del universo.
Conciencia o familiaridad adquirida por la experiencia de un hecho o
situación.
c. Parte de la filosofía que analiza las facultades cognoscitivas del hombre
y su capacidad de captar la realidad en sus diversas manifestaciones es
más que una disciplina filosófica general, esta no se ocupa de una
verdad particular de algún campo de la ciencia sino que se ocupa del
cuerpo de las verdades cognoscibles. Es el conjunto de principios que
por su explicación sistemática, se determina el modo de conocer los
aspectos de la realidad el cual abarca desde su reflejo superficial hasta
el dominio de las leyes que rigen sus fenómenos.
Epistemología y conocimiento científico
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1.2 LOS PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO.
Todo conocimiento es una relación, pero aparecen además dos términos,
que son los que se relacionan. El sujeto que es cognoscente (conocedor) y
el objeto que es conocido; además de la representación, idea, imagen o
concepto que el sujeto forma en su mente luego de captar las cualidades
del objeto. Esos son los tres elementos que hay en todo conocimiento.
La gnoseología estudia la relación entre el sujeto y el objeto y todos los
problemas que esa relación plantea. Se plantea preguntas como por
ejemplo: ¿es posible o no el conocimiento?, ¿cuál es el origen del
conocimiento?, ¿tiene límites?, etc. Ninguna de estas respuestas se da
de forma aislada, todas las respuestas están relacionadas. La relación de
un determinado conocimiento no puede estudiarse dejando de lado al
sujeto y al objeto.
El naturalismo afirma que lo que la ciencia obtiene no son las cosas
mismas sino las relaciones que existen entre las cosas. Fuera de estas
relaciones no hay una realidad que conocer. El dogmatismo afirma que no
hay problema en la posibilidad del conocimiento, aceptan la posibilidad de
conocer sin cuestionamiento alguno, es decir el sujeto puede captar las
cualidades del objeto sin alterarlo. El escepticismo niega la posibilidad del
conocimiento. No niega el acto de conocimiento sino que las
representaciones que podamos formar a partir de este acto, correspondan
de manera objetiva a la realidad.
El conocimiento puede ser entendido de diversas formas: como un
contemplación, como una asimilación o como una creación. Es una
contemplación porque conocer es ver, una asimilación porque es nutrirse y
es una creación porque es engendrar. Para el mundo griego es una
contemplación, para el mundo medieval es una asimilación y para el mundo
moderno es una creación. Los tres representantes de estas concepciones
son Platón, Santo Tomas y Hegel, respectivamente.
El origen, el valor y el objeto del conocimiento también son entendidos de
distintas formas.
Epistemología y conocimiento científico
8
El origen del conocimiento para los racionalistas está en el espíritu
humano, para los empiristas en la experiencia, para los críticos en un
principio donde entra la razón y la experiencia.
El valor del conocimiento para el dogmatismo no tiene límites, cree que los
hombres pueden conocer la realidad tal cual es. Para el escepticismo, todo
conocimiento depende de las circunstancias o del individuo, falta un criterio
absoluto de la verdad. Los positivistas limitan el valor del conocimiento a la
experiencia.
1.3 EL CONOCIMIENTO Y EL ESTUDIO ACERCA DEL CONOCIMIENTO
Es un hecho que el hombre elabora conocimientos acerca de todo cuando
hay. Y que estos conocimientos se expresan en enunciados del tipo: «los
metales se dilatan por acción del calor», «el todo es mayor que las partes»,
«la Luna es un satélite de la tierra», «a mayor frustración mayor agresión»,
«Dios creo al hombre a su imagen y semejanza», «el principio de todas las
cosas es el agua».
Todos estos enunciados hacen referencia a algo. Ese algo al cual se
refieren, se suele llamar el referente del conocimiento. Todo aquello a lo
cual se refieren nuestros conocimientos los podemos llamar objetos, sea
cual fuese su naturaleza o realidad.
Distinguiremos, en todo cuanto hay, dos niveles. Un primer nivel, que
corresponde a los objetos; y un segundo nivel, que corresponde al
conocimiento acerca de esos objetos.
Pues bien, el hombre no se ha limitado a conocer los objetos, sino también
a conocer sus propios conocimientos. Cuando, por ejemplo, John Locke
(1632-1704) dice que «no hay nada, en el intelecto que antes no haya
estado en los sentidos», y cuando Leibnitz (1646-1716) le contesta
diciendo «excepto el intelecto mismo», no están haciendo referencia a los
objetos, no hablan de las cosas, hechos o fenómenos, sino de los
conocimientos. En este caso, los conocimientos hacen de objetos de un
conocimiento que se sitúa en un nivel distinto. Así como estudia los objetos
del mundo, el hombre también puede estudiar sus conocimientos,
convirtiendo a éstos en objetos de un conocimiento distinto a los
conocimientos respecto a los objetos del mundo.
Epistemología y conocimiento científico
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El conocimiento acerca del conocimiento fue materia de desarrollo ya
desde los primeros pensadores griegos. Por ejemplo, Parménides, que
vivió a fines del siglo VI y en la primera mitad del V, habló en su obra Sobre
la naturaleza, poema escrito en hexámetros, de las dos vías del conocer.
En la primera parte del poema dice que desde el punto de vista de la
verdad cabe dos caminos: el de lo que es y el de lo que no es. El primero
es posible, el segundo es imposible, porque cuando quiero pensar sobre el
«no ser», deja de ser no ser y se convierte en ser.
Esta ha sido una pequeña muestra de estudios acerca del conocimiento
que en la historia de la filosofía, se han venido dando y que ilustran bien la
naturaleza de la disciplina en la que nos estamos iniciando. Como puede
observarse, que ellos hablan del conocimiento y no de las cosas del
mundo, son discursos sobre el conocimiento. Pues bien, el estudio del
conocimiento científico es el tema de la disciplina filosófica llamada
Epistemología. En la medida que estudia el conocimiento científico y no los
hechos del mundo; la Epistemología es un saber de segundo orden o de
segundo nivel.
Epistemología y conocimiento científico
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CAPITULO II
CONOCIMIENTO VULGAR Y CONOCIMIENTO CIENTIFICO
2.1 CONOCIMIENTO VULGAR
2.1.1 Definición del conocimiento vulgar
Llamado conocimiento ingenuo, directo es el modo de conocer, de forma
superficial o aparente se adquiere contacto directo con las cosas o
personas que nos rodean. Es aquel que el hombre aprende del medio
donde se desenvuelve, se transmiten de generación en generación.
2.1.2 Características del conocimiento vulgar:
a. Sensitivo:
Aunque parte de los hechos el conocimiento se estructura con lo
aparente, no trata de buscar relación con los hechos.
b. Superficial:
Aunque parte de los hechos el conocimiento se estructura con lo
aparente, no tratar de buscar relación con los hechos.
c. Subjetivo:
La descripción y aplicación de los hechos depende del capricho y
arbitrariedad de quien los observes.
d. Dogmático:
Este sostiene en la aceptación táctica de actitudes corrientes o en
nuestra propia suposición irreflexiva se apoya en creencias y supuestos
no verificables o no verificados.
e. Estático:
Los procedimientos para lograr los conocimientos se basan en la
tenacidad y el principio de autoridad, carecen de continuidad e impide la
verificación de los hechos.
f. Particular:
Su esfera de validez en sí mismo, sin ubicar los hechos singulares es
esquemas más amplios.
Epistemología y conocimiento científico
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g. Asistemático:
Porque las apariencias y conocimientos se organizan de manera no
sistemática, sin obedecer a un orden lógico.
h. Inexacto:
Sus descripciones y definiciones son pocas precisas.
i. No acumulativo:
La aplicación de los hechos es siempre arbitraria, cada cual emite su
opinión, sin considerar otras ideas ya formuladas.
2.2 CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
2.2.1 Definición del conocimiento científico:
El conocimiento científico es una aproximación crítica a la realidad
apoyándose en el método científico que, fundamentalmente, trata de
percibir y explicar desde lo esencial hasta lo más prosaico, el porqué de las
cosas y su devenir, o al menos entiende a este fin.
Para la Real Academia Española, conocer es tener noción, por el ejercicio
de las facultades, de la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.
Conocimiento es la acción y efecto de conocer; el sentido de cada una de
las aptitudes que tiene el individuo de percibir, por medio de sus sentidos
corporales, las impresiones de los objetos externos, conocimiento es todo
aquello capaz de ser adquirido por una persona en el subconsciente.
El filósofo Karl Popper acepta que la finalidad de la ciencia es la verdad,
pero, en principio, evita el uso del término para la investigación científica y
desplaza la cuestión hacia un punto de vista más delimitado: el de la
demarcación, donde el éxito de la ciencia se mide por su capacidad para
desenmascarar las doctrinas engañosas y repudiar las teorías
inconsistentes, aceptando sólo provisionalmente las teorías corroboradas.2
Según Imre Lakatos la única forma de justificar el conocimiento científico es
a través de la crítica y contrastabilidad de nuestros ensayos de solución a
los problemas surgidos en la tensión entre nuestro conocer y nuestro
ignorar: "El método de la ciencia, es pues, el de las tentativas de solución,
el del ensayo o idea de solución, sometido al más estricto control crítico, no
es sino una prolongación crítica del método del ensayo y el error".
Epistemología y conocimiento científico
12
La crítica consiste en intentos de refutación: si la crítica tiene éxito se
descarta el ensayo de solución refutado y se busca otro; si resiste a la
crítica se acepta provisionalmente en cuanto digno de seguir siendo
discutido, y si persiste en resistir la crítica se puede estimar corroborado,
pero eso no significa que se le acepte como verdadero, solamente significa
que, de momento, no se han encontrado razones para desecharlo.
El avance en el conocimiento científico se produce en cuanto los científicos
al abandonar las teorías refutadas, por las investigaciones están obligados
a reemplazarlas por nuevos ensayos de solución y eso conduce a
descubrimientos e innovaciones. Así la propuesta de Popper "...no es
salvarles la vida a los sistemas insostenibles sino, por el contrario, elegir el
que comparativamente sea más apto, sometiéndolos a todos a la más
áspera lucha por la supervivencia".
Según el filósofo de la ciencia Paul Feyerabend, no es efectivo que la
noción de conocimiento válido se reduzca al conocimiento científico.6
Dando por supuesto que, en la medida que nuestro etnocentrismo nos
hace ver la realidad con el prisma de la racionalidad occidental, esta resulta
perfectamente coherente con la idea del progreso ininterrumpido del
conocimiento científico; Feyerabend, también cree que la razón no es la
única forma de inteligibilidad y tampoco la última: "La ciencia es una de las
muchas formas de pensamiento que el hombre ha desarrollado y no
necesariamente la mejor".
2.2.2. Características del Conocimiento Científico
a. Racional
No se limita a describir los hechos y fenómenos de la realidad, sino que
explica mediante su análisis para la cual elabora conjeturas, fórmulas,
enunciados, conceptos, etc.
b. Fáctico
Inicializa los hechos, los análisis y luego regresa a éstos.
c. Objetivo
Los hechos se describen y se presentan cual son, independientemente
de su valor emocional y de su modo de pensar y de sentir quien los
observa.
Epistemología y conocimiento científico
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d. Metódico
Responde a una búsqueda intencionada, obedeciendo a un
planteamiento donde se utilizan procedimientos metódicos con
pretensión de validez.
e. Auto-Correctivo o Progresivo
Es de esta forma porque mediante la confrontación de las conjeturas
sobre un hecho con la realidad y el análisis del hecho en si, que se
ajustan y las conclusiones.
f. General
Porque ubica los hechos singulares en puntas generales llamadas
"Leyes".
g. Sistemático
Ya que el conocimiento está constituido por ideas conectadas entre sí,
que forman sistemas.
h. Acumulativo
Ya que parte del conocimiento establecido previamente y sirve de base a
otro.
i. Trascendental
El conocimiento científico juega un rol importante con los hechos porque
éste los produce, explica y los descarta.
Los científicos adoptan conocimientos reales y no solo se limitan a
hechos observados: pretenden investigar como son las cosas realmente,
crean cosas nuevas como compuestos, pautas de conducta, etc.
Los científicos rechazan hechos que ellos mismos creen no vale de nada
ser desarrollados, ellos (los científicos) no se consideran sabios, ni se
halagan mucho de su experiencia, sino que se basan en crearse así
mismo una inteligencia y pensamiento ideal, a través de la experiencia
colectiva y por medio de la teoría.
El conocimiento científico racionaliza la experiencia, la describe por
medio de sistemas que van paso por paso, creando así conceptos para
dividirlos en partes y saber diferenciarlos.
De la observación a lo que llamamos teoría la ciencia se desarrolla, y a
través de esto pude predecir la resistencia real de cosas y procesos
ocultos.
Epistemología y conocimiento científico
14
j. Analítica
La ciencia analítica descompone cada elemento o conjunto de casas que
pueden abarcar y formar un tipo de problema para así poder llegar más
fácil al resultado de las cosas.
Un problema es una cuestión práctica que necesita ser resuelta, a través
de datos e incógnitas que el conocimiento científico nos facilita podemos
entender mucho de ellos y así poder con facilidad resolverlos. A veces
un problema nos parece fácil, pero lo vamos desarrollando la situación
se complica, a medida en que la investigación avance, el alcance del
resultado se amplia en grandes posibilidades.
En el análisis de un problema, no es tanto el objetivo que construimos,
sino que la construcción de teorías que se acerquen al resultado
constituye el mayor esfuerzo para nosotros.
La descomposición de un problema y de fenómenos observados
abarcan y constituyen de manera directa el mecanismo de
descubrimiento en una investigación, porque con esta técnica se
desglosa cada una de las partes que constituye un problema y paso por
paso es más fácil ir resolviendo con conocimiento ya establecido y listo
para ser utilizado.
k. Especializada
Una consecuencia del enfoque analítico de los problemas es la
especialización. No obstante la unidad del método científico, su
aplicación depende, en gran medida, del asunto; esto explica la
multiplicidad de técnicas y la relativa independencia de los diversos
sectores de la ciencia.
Sin embargo, es necesario no exagerar la diversidad de las ciencias al
punto de borrar su unidad metodología.
La especialización no ha impedido la formación de campos
interdisciplinarios, tales como la biofísica, la bioquímica, la psicología
social, etc.
La especialización tiende a estrechar la visión del científico individual.
Epistemología y conocimiento científico
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l. Claro y preciso
Sus problemas son distintos, sus resultados son claros. El conocimiento
ordinario, en cambio, usualmente es vago e inexacto; en la vida diaria
nos preocupamos poco por dar definiciones precisas, descripciones
exactas, o mediciones afinadas. La ciencia torna preciso lo que el
sentido común conoce de manera nebulosa. El conocimiento científico
procura la precisión; nunca esta enteramente libre de vaguedades, pero
se las ingenia para mejorar la exactitud; nunca esta del todo libre de
error, pero posee una técnica única para encontrar errores y para sacar
provecho de ellos.
La claridad y la precisión se obtienen en ciencia de las siguientes
maneras:
Los problemas se formulan de manera clara: lo primero, y a
menudo lo más difícil, es distinguir cuales son los problemas.
La ciencia define la mayoría de sus conceptos: algunos de ellos
se definen en términos de conceptos no definidos o primitivos,
otros de manera implícita.
La ciencia crea lenguajes artificiales inventando símbolos
(palabras, signos matemáticos, símbolos químicos, etc.) a estos
se le atribuye significados determinados por medio de reglas de
designación.
La ciencia procura siempre medir y registrar los fenómenos. Los
números y las formas geométricas son de gran importancia para
el registro.
m. Comunicable
Es expresable, no es privado sino publico. El lenguaje científico
comunica información a quien haya sido adiestrado para entenderlo.
La comunicabilidad es posible gracias a la precisión; y es a su vez una
condición necesaria para la verificación de los datos empíricos y de las
hipótesis científicas. Aun cuando, por razones comerciales o políticas, se
mantengan en secreto durante un tiempo algunos trozos del saber,
deben ser comunicables en principio para que puedan ser considerados
como científicos. La comunicación de los resultados y de las técnicas de
Epistemología y conocimiento científico
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la ciencia no solo perfecciona la educación general sino que multiplica
las posibilidades de su confirmación.
Los científicos consideran el secreto en materia científica como enemigo
del progreso de la ciencia; la política del secreto científico es, en efecto,
el más eficaz originador del estancamiento en la cultura. En la tecnología
y en la economía.
n. Verificable
Debe aprobar el examen de la experiencia. A fin de explicar un conjunto
de fenómenos, el científico inventa conjeturas fundadas de alguna
manera en el saber adquirido. Sus suposiciones pueden ser cautas o
audaces, simples o complejas; en todo caso, deben ser puestas a
prueba.
La experimentación puede calar más profundamente que la observación,
porque efectúa cambios en lugar de limitarse a registrar variaciones:
aísla y controla las variables sensibles o pertinentes.
La prescripción de que las hipótesis científicas deben ser capaces de
aprobar el examen de la experiencia es una de las reglas del método
científico.
Las técnicas de verificación evolucionan en el curso del tiempo; sin
embargo, siempre consisten en poner a prueba consecuencias
particulares de hipótesis generales (entre ellas, enunciados de leyes).
Siempre se reducen a mostrar que hay, o que no hay, algún fundamento
para creer que las suposiciones en cuestión corresponden a los hechos
observados o a los valores medidos.
o. Metódica
Los investigadores no tantean en la oscuridad; saben lo que buscan y
como encontrarlo. El planeamiento de la investigación no excluye el
azar; solo que, al hacer un lugar a los acontecimientos imprevistos, es
posible aprovechar la interferencia del azar y la novedad inesperada.
Todo trabajo de investigación se funda sobre el conocimiento anterior, y
en particular sobre las conjeturas mejor confirmadas. Más aún, la
investigación procede conforme a reglas y técnicas que han resultado
eficaces en el pasado, pero que son perfeccionadas continuamente, no
solo a la luz de nuevas experiencias, sino también de resultados del
Epistemología y conocimiento científico
17
examen matemático. Una de las reglas de procedimiento de la ciencia
fáctica es la siguiente: las variables relevantes deberían variarse una
cada vez.
La ciencia fáctica emplea el método experimental concebido en un
sentido amplio. Este método consiste en el test empírico de conclusiones
particulares extraídas de hipótesis generales. Este tipo de verificación
requiere la manipulación, la observación y el registro de los fenómenos;
requiere también el control de las variables o factores relevantes.
p. General
Ubica los hechos singulares en pautas generales. El científico se ocupa
del hecho singular en la medida en que este es miembro de una clase o
caso de una ley y presupone que todo hecho es clasificable y legal.
Uno de los principios antológicos que subyacen a la investigación
científica es que la variedad y aun la unicidad en algunos respectos son
compatibles con la uniformidad y la generalidad.
Los escolásticos medievales clasificarían al científico moderno como
realista inmanentista, el científico intenta exponer la naturaleza esencial
de las cosas naturales y humanas.
El lenguaje científico contiene términos generales que se refieren a
clases de hechos a generalización es el único medio que se conoce para
adentrarse en lo concreto, para apresar la esencia de las cosas, sus
cualidades y leyes esenciales.
q. Legal
Busca leyes de la naturaleza y de la cultura, este inserta los hechos
singulares en pautas generales llamadas leyes naturales o leyes
sociales. En la medida en que la ciencia es legal, es esencialista: Intenta
llegar a la raíz de las cosas.
Las leyes de la física proveen la base de las leyes de las combinaciones
químicas: las leyes de la fisiología explican ciertos fenómenos psíquicos;
y las leyes de la economía pertenecen a los fundamentos de la
sociología.
r. Explicativa
Intenta explicar los hechos en términos de leyes. La ciencia deduce
proposiciones relativas a hechos singulares a partir de leyes generales y
Epistemología y conocimiento científico
18
de deduce las leyes a partir de enunciados homológicos aún más
generales (principios). Hay divers9os tipos de leyes científicas y hay una
variedad de tipos de explicación científica: morfológicas, cinemáticas,
dinámicas, de composición, de conservación, de tendencias, de
asociación, globales, dialécticas, teológicas, etc.
La historia de la ciencia enseña que las explicaciones científicas se
corrigen o descartan sin cesar.
2.2.3. Diferencia entre el conocimiento vulgar y científico
a. Conocimiento Vulgar
Este se adquiere por medio del azar.
No es verificable ni subjetivo. Esta sujeto a nuestra experiencia y
modo de sentir.
Es dogmático porque se apoya en creencias y respuestas no
verificables.
Es inexacto, sin definiciones son pocos precisos.
Es subjetivo.
Es vago sin definiciones.
b. Conocimiento Científico
Este se adquiere mediante la razón.
Es verificable, puede estar basado en la experiencia, pero se puede
demostrar.
Es objetivo.
Es sistemático, se adquiere mediante el conocimiento acumulativo,
porque sirve de base para otros entendimientos.
Es sistemático, porque se adquiere con procedimientos.
2.2.4 Importancia del conocimiento vulgar en la investigación científica
El Conocimiento Vulgar sirve como puente para alcanzar una comprensión de
mayor alcance, siendo el Conocimiento Científico superior al Conocimiento
Vulgar este no es posible suponerlo sin el Conocimiento Vulgar.
Epistemología y conocimiento científico
19
CAPITULO III
NOCIONES DE CIENCIA
La ciencia es el conocimiento ordenado y mediato de los seres y sus
propiedades , por medio de sus causas. El saber científico no aspira a conocer
las cosas superficialmente, sino que pretende entender sus causas porque de
esa manera se comprenden mejor sus efectos. Se distingue del conocimiento
espontáneo por su orden metódico, su sistematicidad y su carácter mediato.
El conocimiento es ordenado y mediato, mas para conocer las cosas a fondo
necesitamos utilizar la razón , observar más detenidamente, y esto requiere un
gran tiempo de dedicación, un trabajo constante, ordenado, metódico. Estas
características son las que distinguen al conocimiento científico del conocer
común.
La ciencia es descriptiva, explicativa, definitoria, etc., investiga que son las
cosas, como actúan, como se relacionan, cuando, cómo, dónde, por qué.
Las ciencias pretender establecer leyes, basadas en conceptos generales, en
las características en común de las cosas y en lo que se repite en los
fenómenos.
La ciencia es un conjunto de conceptos y propiedades que convergen en un
objeto, y que contiene datos, explicaciones, principios generales y
demostraciones acerca de éste.
El concepto de ciencia no ha sido siempre el mismo, por ejemplo como la veían
los antiguos, es bastante diferente a como la vemos actualmente.
Aristóteles definió la ciencia como un conocimiento cierto por las causas. Para
él la ciencia desde el punto de vista subjetivo es un hábito intelectual
especulativo y desde el punto de vista objetivo es un conjunto de
conocimientos.
El hombre se dedica a la ciencia movido por su afán de saber o para satisfacer
sus necesidades.
3.1 ORIGEN ETIMOLÓGICO
La palabra ciencia se deriva etimológicamente en las lenguas modernas del
vocablo latino “Scientia”. En el latín ciencia tiene un sentido muy amplio y
significa: conocimiento, práctica, doctrina, erudición, tener noticia (estar
informado).
Epistemología y conocimiento científico
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La concepción latina concuerda con su raíz: el verbo griego “ISEMI”, que
equivale a saber, conocer en toda la extensión de la palabra. De este se
deriva el verbo latino “SCIO” y su concepción original evolucionado a través
del tiempo, las civilizaciones y culturas, que actualmente se expresa en la
palabra “ciencia”.
3.2 SURGIMIENTO DE LA CIENCIA
El hombre en el proceso de desarrollo tuvo la necesidad de conocer el lugar
que lo rodeaba., en su lucha por sobrevivir, fue seleccionando los
conocimientos que podía utilizar en su practica diaria., en un principio estos
conocimientos fueron rudimentarios ya que estaban mezclados con mitos y
creencias religiosas, pero con el transcurso del tiempo se fueron
perfeccionando hasta convertirse en un conjunto de conocimientos
ordenados y objetivos que fueron la base fundamentalmente del desarrollo
humano . A estos conocimientos se le denominó ciencia.
En consecuencia, la ciencia por si misma no existe; es un producto
intelectual del hombre, una descripción y explicación de todos los
fenómenos que lo rodean. Por tal motivo, es posible afirmar, que la ciencia
es una creación del hombre.
“Mientras los animales inferiores solo están en el mundo, el hombre trata de
entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible del
mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo mas confortable.
En ese proceso, construye un mundo artificial; ese creciente cuerpo de ideas
llamado ciencia, que puede caracterizarse como conocimiento racional,
sistemático, exacto, verificable y, por consiguiente, falible. Por medio de la
investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción
conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta.”
Por consiguiente, la creación de la ciencia por el hombre no es algo que se
haya podido lograr de la noche a la mañana; han sido necesarios miles de
años de evolución, observación y desarrollo de tres habilidades que,
combinadas entre si, lo hacen único y superior a todas las formas de vida
terrestre. Dichas habilidades son:
Habilidad para pensar (en forma razonada):
El hombre es el único ser que tiene la capacidad de abstracción, es decir de
realizar el pensamiento lógico, la inducción, la deducción, el análisis y la
síntesis, etc.
Habilidad para hablar (expresar sus ideas):
Respecto a la habilidad para hablar, como forma de comunicación, se sabe
que gran parte de las especies de animales irracionales tiene su propio
lenguaje. Pero, el hombre es el único ser que tiene un lenguaje articulado
Epistemología y conocimiento científico
21
como medio de comunicación; asimismo, otras de las formas de
comunicación exclusivas son las grafías y las letras. La escritura ha sido un
elemento fundamental para la evolución del hombre pues le ha permitido
trasmitir sus experiencias y descubrimientos a través del tiempo.
En el proceso de evolución, el hombre ha ido perfeccionando las formas de
comunicación.
Habilidad para manejar herramientas:
No obstante, el hombre no hubiera llegado al actual estado de evolución solo
con el razonamiento y el lenguaje, es imprescindible su habilidad manual, y
aunque el mono también tiene manos, los movimientos de su pulgar no le
permiten tener un control fino sobre los objetos y menos aun sobre
herramientas de precisión. Es decir, la diferencia entre la mano del hombre y
la del mono esta en la movilidad de su pulgar.
Sin embargo, cada una de las tres habilidades por separada no hubieran
permitido evolucionar al hombre; sino mas bien ha sido fruto de la
combinación de ellas, donde el lenguaje y la habilidad manual están
supeditadas a esa capacidad de pensar lógicamente que solo tiene el
hombre, el ser humano.
La ciencia es un producto de la práctica humana en su afán de transformar
la naturaleza y la sociedad según sus necesidades. La noción de necesidad
es, en efecto, una noción histórica. El hombre en la medida en que va
evolucionando va creando nuevas necesidades.
“El hombre para poder transformar la realidad en forma consciente necesita
descubrir el funcionamiento, el mecanismo que rige las relaciones entre los
fenómenos, en esta forma está en posibilidad de predecir los cambios y
dirigirlos de acuerdo con sus necesidades concretas” .
La causa o motivación fundamental de todo progreso humano es la
necesidad; bajo la forma de problema se transforma en el motor del
desarrollo científico y tecnológico.
3.3 DEFINICIÓN
La ciencia es la expresión a partir del conocimiento sistemático que el
hombre realiza sobre una realidad determinada, se manifiesta en un
conjunto de explicaciones coherentes y lógicas (proposiciones teóricas) a
partir de las cuales se validan y formulan alternativas de esa realidad.
Epistemología y conocimiento científico
22
3.3.1 OTRAS DEFINICIONES
Según diversos y numerosos estudiosos de la filosofía científica
(Epistemólogos):
- La ciencia se define como el cuerpo o conjunto de conocimientos de
un saber, como la búsqueda, la obtención y el desarrollo del
conocimiento en un área del saber. Su propósito es conocer la verdad
con un alto grado de certeza, en relación con los hechos cotidianos que
nos rodean.
- En este proceso como señala Mario Bunge – el hombre construye un
mundo artificial denominado ciencia, que resulta útil para sus fines y
que se define como “un creciente cuerpo de ideas que puede
caracterizarse como conocimiento racional sistemático, exacto,
verificable y, por consiguiente falible”.
- La ciencia es un objeto social construido por el hombre, que se
traduce en un conjunto de experiencias vitales, relaciones, conductas y
vivencias asumidas por quienes han estado directamente
comprometidos en ese proceso. De allí que todo procedimiento de
construcción de conocimientos implica la adopción de creencias y
convicciones compartidas y acordadas acerca de cómo esta
conformado el objeto de esa construcción y de cómo puede ser
perfeccionado ese conocimiento. Añade Ladrón de Guevara que el
conocimiento científico es una de las varias formas que tienen los seres
humanos de otorgarle un significado, un sentido y una explicación al
mundo circundante.
- De acuerdo a James B. Conant plantea que existen dos enfoques
respecto a ciencia:
Enfoque estático
Desde este enfoque la ciencia es un cuerpo sistematizado de
información que incluye principios, teorías y normas. Y esto es labor del
científico descubrir hechos y agregarlos al conjunto de información ya
existente.
El enfoque estático permite hacer un alto en la investigación para hacer
una lectura sistemática hasta lo actualmente descubierto y definido.
Enfoque dinámico
Considera a la ciencia como un proceso abierto, donde las verdades se
relativicen, debido a que los permanentes descubrimientos de las
cosas, hacen que las definiciones de estas se mejoren o perfeccionen.
Epistemología y conocimiento científico
23
3.4 CARACTERÍSTICAS
Mario Bunge, en su texto “La ciencia su método y su filosofía” distingue en la
ciencia las siguientes características:
Es fáctica: el conocimiento, parte de los hechos observables o de las
teorías ya existentes
Trasciende los hechos: el conocimiento descarta hechos produce
nuevos hechos y los explica.
Es analítica: el conocimiento obtenido a través de la investigación
científica, aborda problemas circunscriptos, uno a uno y trata de
descomponerlos en todos sus elementos.
Es especializada: la ciencia se clasifica por áreas de aplicación, tantas
como actividades productivas e intelectuales tiene el ser humano.
Es metódica: se obtiene por un método definido y general (método
científico).
Es sistemática: Se organiza en una estructura lógica coherente.
Es verificable.
Es clara y precisa
Es comunicable
Es general
Es legal
Es explicativa: el conocimiento explica los hechos, sus causas y sus
consecuencias.
Es predictiva: las leyes científicas (que se expresan en forma de
ecuaciones o relaciones funcionales) permiten predecir el
comportamiento de un fenómeno natural y lo social.
Es abierta: la ciencia no reconoce barreras a “priori” que limiten el
conocimiento.
Es útil: la aplicación del conocimiento para mejorar el nivel de vida, la
cultura y el ambiente (ecología), se conoce como “Tecnología científica”
3.5 CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS
Para Sober (1996) “ciencia” debería usarse como un termino único que
abarcase todas las disciplinas. La ciencia suele dividirse de múltiples
maneras y en la literatura se encuentran diversas clasificaciones que varían
según unos y otros autores, como ya se ha visto anteriormente. A
continuación, mencionamos una clasificación mas universal para una mejor
comprensión y análisis didáctico., esta es aquella que se refiere a las
ciencias formales y las ciencias empíricas
3.5.1 Las ciencias formales
Las ciencias formales se definen como aquellas cuyos enunciados no
dicen nada sobre hechos observables y, por lo tanto, la verdad de sus
conclusiones dependen únicamente de la corrección en el uso de la
Epistemología y conocimiento científico
24
deducción. Están formadas por cadenas de enunciados que se enlazan
mediante un sistema deductivo. Por ello, se afirma que solo “contienen
formulas analíticas”. Actualmente, se considera q únicamente hay dos
ciencias formales: Logica y Matemática.
3.5.2 Las ciencias empíricas
Las ciencias empíricas tratan de explicar los hechos y de establecer
leyes y teorías q permitan predecir lo q ocurrirá en determinadas
circunstancias. Necesariamente han de partir de la observación y es
precisamente esto lo q determina su campo de acción: se pueden
aplicar a todo lo observable.
Por un lado observamos fenómenos naturales y por el otro el resultado
de acciones humanas. Son distintos tipos de hechos q se han
considerado irreductibles, pues se supone que, mientras que la en
naturaleza impera la casualidad, en los hechos en los q interviene el
hombre existe la intencionalidad. Hoy DIA sin embargo, con la
aplicación de las leyes estadísticas, esta distinción no es tan clara. A
pesar de esto, se sigue hablando de ciencias naturales y de ciencias
humanas.
Epistemología y conocimiento científico
25
CAPITULO IV
EPISTEMOLOGIA
4.1 ORIGEN DEL TÉRMINO EPISTEMOLOGÍA
Epistemología es una parte de la filosofía que ha recibido y recibe aún
varias denominaciones, según las preferencias y perspectivas de trabajo
sobre la «problemática del conocimiento» de diversos autores de distintas
escuelas a lo largo del tiempo; así se la ha llamado: noética, criteriología,
lógica mayor, critica del conocimiento, teoría del conocimiento, teoría de la
ciencia, gnoseología, fenomenología o epistemología.
Nosotros preferimos «epistemología» (o quizás también « gnoseología »),
por su raíz griega.
En efecto, la palabra epistemología proviene del griego «epistéme»
(inteligencia, conocimiento, saber, ciencia, destreza, pericia), no designa un
conocimiento de mero parecer u opinión, que los griegos llamaban: dóxa,
sino un saber organizado y fundamentado que alguien ha sido capaz de
aprender, y en el que ese alguien «es un entendido» (del verbo epístamai,
ser «ducho» en un tema o experimentado).
Para los griegos la epistéme permite alcanzar sin engaño la verdad, que
ellos llamaban «aletheía».
Esta palabra proviene del griego lethos sombras, precedido de un prefijo de
negación «a»; así, acceder a la verdad de lo que es una determinada cosa,
será quitarla de las sombras (a-lethos) en las que se encuentra para el
entendimiento. El verbo griego aletheuein que tiene la misma etimología,
significa precisamente «poner de manifiesto» (hacer cognoscible) alguna
determinada cosa.
Epistéme por otra parte, es también un trabajo de «purificación» del intelecto
(de la gnosis: facultad de conocer): pues el desarrollo de un saber
organizado y fundamentado, lleva al intelecto a pasar del «caos» en que se
encuentra, frente al desorden de los estímulos sensibles que recibe, al
«cosmos» que implica el orden racional (Logo) que en ellos «ífe.v-cubre» (se
a-sombra) quien los recibe.
Así entonces «epistemología» designa el área de la reflexión filosófica que
pretende responder a la pregunta: ¿en qué podemos conocer si un
conocimiento es verdadero...?
La epistemología o la gnoseología (logo o «ciencia» sobre la epistéme o
sobre la gnosis) trabaja la cuestión del «criterio de verdad» de nuestro
conocimiento.
Epistemología y conocimiento científico
26
Muchos autores, en particular franceses e ingleses, utilizan la denominación
epistemología para designar al sector de la filosofía que examina el
problema del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico,
etc.
Pero hay otros autores que prefieren hacer la siguiente distinción:
Llaman «Teoría del conocimiento» o «Gnoseología» al estudio del
problema del conocimiento en general.
Y usan el término «Epistemología» en un sentido más restringido y
diferenciado de la Gnoseología, para referirse exclusivamente a los
problemas del conocimiento «científico», tales como las circunstancias
históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los
criterios con los cuales se lo justifica o invalida. La epistemología sería
entonces, para estos autores, el estudio de las condiciones de producción
y validación del conocimiento científico; o bien una crítica sobre las
posibilidades del conocimiento científico.
En nuestro caso utilizaremos casi indistintamente la denominación
epistemología o gnoseología; tal vez, si es que de hacer distinciones se
trata, podríamos entonces hablar de:
a) Una epistemología general: La que estudia las «causas supremas» de
nuestra gnosis (de nuestra facultad de inteligir la realidad de las cosas),
preguntándose: ¿cómo nos es posible conocer?
b) Una epistemología especial: La que estudia el desarrollo metódico y
riguroso de la epistéme (el saber organizado y fundamentado, distinto de
la doxa), preguntándose: ¿por qué deberíamos creer en aquello que
afirman los científicos?
4.2 DEFINICIÓN DE EPISTEMOLOGÍA
La epistemología como sabemos es la teoría de la ciencia, pero no solo eso
también es la ciencia de las ciencias, esta se ocupa de problemas tales
como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a
su tención, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida.
También se ocupa de la definición del saber y de los conceptos
relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y
el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre
el que conoce y el objeto conocido.
El epistemólogo como la epistemología participa en el desarrollo científico
aunque sea indirectamente, al contribuir a cambiar positivamente el
trasfondo filosófico de la investigación así como de la política de la ciencia.
Epistemología y conocimiento científico
27
4.3 PROBLEMÁTICA DE LA DEFINICIÓN DE EPISTEMOLOGÍA.
A lo largo de la historia de la epistemología se han desarrollado dos maneras
básicas de ver la ciencia. Una de ellas se conceptualiza como un cuerpo de
leyes de diferente nivel de generalidad que nos permiten describir, explicar y
predecir (o retrodecir) el comportamiento de la realidad. La otra,
conceptualiza, no solo con un cuerpo de leyes, sino como el proceso
psicológico, sociológico e histórico de producción de estas leyes.
La tarea crítica o analítica de la epistemología consiste en juzgar acerca de
la validez y la confiabilidad del conocimiento científico. Los problemas en
este campo son, por ejemplo, la síntesis a priori, la justificación de la
inducción y la verificabilidad. En este análisis de la ciencia se puede hablar
de lógica de la ciencia.
La tercera tarea es la orientación, esta guarda relación con las decisiones.
Pues muchas de éstas no pueden ser detectadas por la ambigüedad y
vaguedad terminológica, y hay otros en los que dos o más decisiones
diferentes están en uso dentro del mismo contexto.
A partir del año 50 comienza a producirse una serie de críticas a varias de
las tesis del positivismo lógico y la filosofía analítica, esto originó que en la
época de los 60 hubiera una profunda crisis de confianza en las tesis de la
concepción heredada, apareciendo incluso las primeras alternativas a la
misma. Todo este proceso culminó con la publicación por Kuhn de “La
estructura de las revoluciones científicas” (1962) en la que se echaba por
tierra la mayor parte de la tesis de dicha concepción, fundamentalmente por
ser ahistóricas y estar desligadas de la ciencia real.
Se fue imponiendo de este modo una visión de la ciencia no solo como un
cuerpo estructurado de leyes, sino como un proceso de producción de leyes
que cambian a lo largo del tiempo. Lo cual lleva para su estudio a un
análisis sociohistórico y psicogenético sin desconocer la importancia del
análisis lógico-formal, aunque precisando sus limitaciones.
4.4 ¿QUÉ ES Y PARA QUE SIRVE LA EPISTEMOLOGÍA?
La epistemología, es una rama de la filosofía, cuyo objeto de estudio es la
investigación científica así como los resultados de este. Tanto es así que en
los últimos años la epistemología ha ido despertando el interés de las
naciones, quienes promueven el ejercicio y la profesionalización de la rama
de la filosofía.
Hace medio siglo que la epistemología ya no es solo un capítulo de la
gnoseología como era antes que se dedicaban principalmente a ella eran los
científicos y matemáticos en sus tiempos libres y los filósofos. Dos de estos
lograron dictar cátedra de Epistemología Boltzmann y Mach quienes
Epistemología y conocimiento científico
28
abarcaron problemas novedosos y de envergadura. Quienes también
sobresalieron: Comte, Bernard, Mach, Engels, Lenin por la calidad de sus
textos que aún hoy en día se leen.
La epistemología toma mayor relevancia en 1927, con la fundación del
Wiener Kreis (Viena), donde agrupó a epistemólogos con el fin de
intercambiar ideas y elaborar una nueva epistemología, el empirismo lógico,
formaron parte del círculo de Viena: Moritz Schlick, Rudolf Carnap, Hans
Reichenbach, Víktor Kraft, Herbert Feigl y con participación Kart Popper y
Ferdinand Gonseth. El círculo a pesar de durar menos de una década,
obtuvo logros enormes para el desarrollo de la epistemología. El círculo
organizó el primer congreso internacional de epistemología (Paris 1935) y
fundó la revista Erkenntnis.
Los representantes del empirismo: Bacon, Hume, Berkeley, Comte y Mach
se esforzaron por hacer filosofía exacta con ayuda de la lógica, pero no lo
lograron ya que justamente su esencia no les permitía dar cuenta de las
teorías científicas y es por esta razón que la Epistemología no era capaz de
darle una relación con el enfoque científico.
Ludwig Wittgenstein influyó sobre el círculo de Viena logrando perder su
objetivo inicial, dejando de lado la ciencia para tratar del lenguaje de la
ciencia.
El círculo se disolvió con la anexión de Austria a Alemania, luego los
miembros del círculo emigraron y se perdió la comunicación con los
científicos y matemáticos integrantes de aquel. Dando origen a la
Epistemología Artificial, la que abordaba problemas casi siempre sin
conexión con la ciencia real, lo que incentivó a los investigadores científicos
se desligaran de la epistemología.
La Epistemología Artificial se caracteriza por optar por la resolución de
problemas epistemológicos con ayuda del concepto de probabilidad, para
lograr que la epistemología vuelva a su esencia es necesario que concierna
a la ciencia, que se ocupe de los problemas filosóficos que se desprenden
de las investigaciones científicas, que tenga en claro las diferencias entre la
investigación profunda y la superficial, la búsqueda de la verdad por
conocimiento y no por lucro y darle un nuevo enfoque a los programas y
problemas.
Las ramas de la epistemología serían:
Lógica de la ciencia, investiga problemas lógicos y metalógicos de la
lógica involucrada con la ciencia.
Semántica de la ciencia, investiga conceptos presentados en la
investigación científica.
Teoría del conocimiento científico.
Epistemología y conocimiento científico
29
Metodología de la ciencia, estudia el método general de la investigación
científica.
Ontología de la ciencia, investiga resultados ontológicos de la
investigación científica.
Axiología de la ciencia, estudia las normas morales inherentes en los
investigadores científicos.
Estética de la ciencia, estudia los valores estéticos de la investigación
científica.
Estas ramas mencionadas formaban parte del objeto de estudio de la
filosofía.
Utilidad de la nueva Epistemología
El epistemólogo puede contribuir en el desarrollo científico si es que se
preocupa de los problemas de la investigación científica de su tiempo, ya
que podría poner a la luz los supuestos filosóficos, organizar conceptos
filosóficos como son: tiempo, prueba, etc., ayudar a la resolución de los
problemas científicos, filosóficos, reconstruir teorías científicas de manera
axiomática, hacer debates sobre la naturaleza y el valor de la ciencia pura y
aplicada, y servir de modelo a otras ramas de la filosofía, para que guarden
relación estrecha con la ciencia y técnica.
4.5 COMO SE DEFINE HOY LA EPISTEMOLOGÍA
El diccionario de la filosofía de André Lalande la define como filosofía da
filosofía de las ciencias, pero no en sentidote que estudia los métodos
científicas, lo que seria objeto de de la metodología y formaría parte de la
lógica, sino como ‘’el estudio critico de los principios, de las hipótesis y de los
resultados de las diversas ciencias, destinado a determinar su origen lógico
(no psicológico), su valor y su alcance objetivo’’. Esta definición distingue,
pues, la epistemología de la teoría del conocimiento, pero reconoce en esta
su introducción y auxiliar indispensable.
Kart Popper, uno de los mas caracterizaos representantes contemporáneos
de la filosofía de la ciencia, ha escrito ‘’ el problema principal de la
epistemología ha sido siempre, y sigue siéndolo, el aumento del
conocimiento. Y el mejor modo de estudiar el aumento del conocimiento es
estudiar el del conocimiento científico’’.
Kart Popper piensa que el problema de la epistemología puede abordarse
por dos lados distintos:
Como el conocimiento del sentido común u ordinario.
Como el problema del conocimiento científico.
Señala también que los filósofos que se inclinan por el primer enfoque
piensan en el conocimiento común, y crece también, que este es más fácil
de analizar. Pero se equivocan -agrega- pues ‘’los problemas más
Epistemología y conocimiento científico
30
importantes y más atractivos de la epistemología han de ser completamente
invisible para los que se limitan al análisis del conocimiento’’.
Finalmente Popper concluye afirmando que la epistemología es ‘’la teoría del
conocimiento científico’’.
Andrés Rivadulla, menciona por su parte un aserie de interrogantes que se
le plantea al filósofo de la ciencia: ¿Qué tipos de conocimiento pueden ser
calificados de científicos? ¿De qué medios se sirve la ciencia para conocer y
explicar el mundo? ¿Existe una justificación lógica de nuestros
conocimientos científicos? ¿Son tales conocimientos estrictamente
verificables, solo confirmables en un determinado grado, o simplemente
corroborables de modo provisional? ¡Como se construye el lenguaje
científico?¿Cual es la estructura lógica de las teorías de la ciencia ?
¿Progresa la ciencia de según un estricto modelo lógico? ¿Avanza la
ciencia hacia ‘’la verdad’’? , etc. Examinar e intenta responder estas
preguntas nos dice el autor, la cual será el objetivo de la ciencia ‘’.
Hoy en día podemos concluir que la epistemología es una disciplina
independiente, aunque estrechamente relacionada con la gnoseología. Su
objeto de estudio es la ciencia a la cual examina desde una perspectiva
filosófica, vale decir, eminentemente reflexiva y critica. Y su finalidad es
intentar resolver los inquietantes problemas que surgen cuando se pretende
fundamentar el conocimiento científico y realizar el análisis del lenguaje de la
ciencia. Y por lo expuesto, consideramos que los términos ‘’epistemología’’ y
‘’filosofía de la ciencia’’ son sinónimos.
Tiene la difícil tarea de ayudarnos a entender el conocimiento científico
examinando todos sus supuestos y sometiéndolos al análisis.
Cierto que es la realización de este objetivo ha originado una serie de
‘’ismos’’
que suelen desconcertar -y, a veces descorazonar- al que recién inicia esta
disciplina; sin embargo, muy pronto este ha de comprender que se trata de
una situación inevitable dada la naturaleza extraordinariamente compleja de
los problemas a considerar. Aceptemos, sin embargo, que esta diversidad de
opiniones tiene un aspecto positivo: desde la época de los antiguos griegos,
que, en su indeclinable búsqueda de la verdad hicieron de la libre discusión
su método predilecto y un arte refinado, garantiza el libre desarrollo del
pensamiento.
Epistemología y conocimiento científico
31
4.6 TAREAS DE LA EPISTEMOLOGÍA
Considerando que existe uniformidad de criterios al identificar la teoría con el
conocimiento probado, en un momento histórico, que sirve como punto de
partida, como base de sustento para el desarrollo de la investigación
científica y la formulación de hipótesis nuevas para intentar explicar los
fenómenos que necesitan ser explicados, entendemos que las tareas de la
epistemología son:
a) Determinar la naturaleza de los conceptos científicos.
b) Investigar la forma y la naturaleza cómo se elaboran las teorías
científicas.
c) Analizar el método científico que se emplea.
d) Determinar el concepto de la explicación, tipos de explicaciones.
e) Diferenciar los tipos de razonamientos.
f) Analizar los conceptos de la realidad y de la verdad y su relación con la
ciencia.
g) Discutir el problema del progreso científico.
h) Reflexionar sobre el rol práctico, social y político de la ciencia.
Pues la racionalidad es la capacidad de:
a) Obtener conocimiento
b) Organizarlo
c) Utilizarlo de una manera apropiada en la solución de problemas.
Dicha racionalidad nos permite percibir que, en el trayecto y desarrollo de la
ciencia, se han dado las llamadas teorías ingenuas; pues durante la historia
de la ciencia se acumula cada vez más conocimiento sobre la naturaleza. Y
las denominadas “teorías” surgieron de una manera acumulativa, estando
los positivistas influenciados por dicho modelo.
La respuesta que da Karl R. Popper, mediante el falsacionismo (racionalismo
crítico) fue:
a) No hay reglas para la verificación de teorías ni para su construcción. Hay
reglas sólo para su falsación.
b) La racionalidad científica se refleja en la disposición de abandonar
teorías falsadas y en la creación de teorías fasables.
c) Las teorías nacen y mueren, no se acumulan.
Consecuentemente, concluimos esta reflexión destacando aquí lo señalado
por Protágoras: “el hombre es la medida de todas las cosas y es él quien
determina cómo son las cosas”. Dentro de este orden de ideas, se evidencia
que la comprensión del mundo no proviene de su descubrimiento o de las
opiniones antojadizas, sino, de los principios que utilizamos para conocerlo,
analizarlo y transformarlo. Y para ello, la epistemología es una herramienta
importante.
Epistemología y conocimiento científico
32
4.7 OBJETO DE LA EPISTEMOLOGÍA
En general, hay problemas relacionados con los siguientes aspectos de la
ciencia: a) Su fundamentación, b) los procedimientos utilizados para
establecer la verdad de sus enunciados, c) el alcance de estas verdades,
etc. Pues bien, para responder a estas dudas e inquietudes es que ha
surgido la epistemología que no es otra cosa que la reflexión filosófica de la
ciencia.
Problemas como los mencionados han colocado a los epistemólogos en
situaciones sumamente complicadas en más de una ocasión, sin embargo
hubo que enfrentarlos. Como es de suponerse, el instrumento adecuado
para sumir esta tarea no podía ser otra que la filosofía, que es la creación
humana más indicada para resolver estas engorrosas cuestiones. Así es
como ha surgido la reflexión filosófica sobre el conocimiento científico.
La epistemología resulta siendo el punto de reencuentro entre la filosofía y la
ciencia. De reencuentro decimos porque aun cuando la filosofía ha sido la
madre de la ciencia, al adquirir esta mayoría de edad, ambas discurrieron
por caminos diferentes. Incluso, hubo ocasiones que ambos parecían dase
la espalda. Sin embargo los vínculos, aunque no siempre reconocidos, se ha
mantenido de una u otra forma y nunca desaparecieron del todo. Hoy día se
entiende que resulta provechosa y saludable una relación entre ciencia y
filosofía.
4.8 TIPOS DE EPISTEMOLOGÍA
Epistemología analítica y Epistemología normativa
Se suele distinguir dos tipos de epistemología: Las epistemologías
analíticas, que se limitan a un análisis de las condiciones de validez del
conocimiento científico; y las epistemologías normativas, que son aquellas
que en la base, al análisis de la ciencia pretenden dar a los científicos
normas de procedimientos en su quehacer.
Cuando Popper, por ejemplo, dice que “existe una asimetría entre
verificación y falsación, en el sentido de que no es posible verificar
concluyentemente una teoría pero si falsarla”, está haciendo epistemología
analítica. En cambio, cuando nos dice que “lo que tienen que hacer los
científicos, en vez de empeñarse en buscar sólo ejemplos que confirmen sus
teorías, es buscar contraejemplos para ver si resisten la refutación”, está
haciendo epistemología normativa.
No todos los científicos aceptan el papel normativo de la epistemología, al
considerar que recorta la labor creativa de los científicos; pues éstos, en su
Epistemología y conocimiento científico
33
labor cotidiana, se ven precisados a romper esquemas y procedimientos
metodológicos establecidos. La epistemología es solo una reflexión sobre el
trabajo que ello ellos llevan a cabo al momento de enfrentarse a los
problemas y buscarle soluciones.
Existen, en cambio, otros científicos que reconocen el papel orientador de la
epistemología en su labor científica. Por ejemplo, premios Nobel, como
Jaques Monod o Sir John Eccles, han reconocido la influencia de Popper en
sus trabajos.
Los epistemólogos normativos son como los comentaristas deportivos: No
juegan pero hablan de los que juegan. Y algunas veces se permiten
recomendar, y hasta pontificar. Los epistemólogos no siempre son jugadores
científicos, pero se permiten hacer recomendaciones a los que están en la
cancha sobre el modo correcto de jugar.
4.9 EPISTEMOLOGIA Y OTROS NOMBRES
A. Gnoseología, teoría del conocimiento, y epistemología
En los países de habla hispana se usan distintos nombres para designar la
disciplina filosófica que se dedica al estudio del conocimiento, tales como:
Gnoseología1, teoría del conocimiento y epistemología. Se afirma que las
dos primeras estudian el conocimiento en general y la epistemología solo
una clase de él, el conocimiento científico.
Empero, no siempre se distingue la gnoseología y la teoría del
conocimiento de la epistemología; por ejemplo, la expresión
Erkenntnistheorie (teoría del conocimiento) designa a la gnoseología y
también a la epistemología. En otros países la palabra gnoseología está en
desuso, y se utiliza el término Epistemology, el cual es equivalente a la
teoría del conocimiento en la medida que considera que la ciencia es el
único saber digno de ser análisis del auténtico conocimiento.
Así las enciclopedias también tienen su propia definición sobre este tema:
En la Encyclopaedia of philosophy (1967), la epistemología o teoría del
conocimiento es la rama de la filosofía que se ocupa de la naturaleza y
la capacidad del conocimiento, de sus suposiciones y fundamentos, y
del crédito que puede otorgarle.
En la Enciclopedia Británica (1961), la epistemología es la rama de la
filosofía que se ocupa de los problemas de la naturaleza, de los límites
y validez del conocimiento y de la creencia.
En la Encyclopedia italiana, se sustituye el término “epistemología” por
el término “gnoseología”.
Epistemología y conocimiento científico
34
En la Encyclopedia Universalis (1970) se rechaza cualquier conexión
entre el término “epistemología” y el término “filosofía”.
B. Epistemología y filosofía de la ciencia
Para muchos tratadistas, la filosofía de la ciencia no es sino otro nombre de
la epistemología; otros lo evitan, argumentando que esta debe ser una
disciplina rigurosa que debe trabajar con métodos y procedimientos
científicos y no debe dar lugar a especulación como resulta en la filosofía
de la ciencia.
Aquellos que solo reconocen el conocimiento científico como única manera
de conocimiento, desean desligar a la epistemología de todo prejuicio con
la filosofía y evitan, por ello, el uso de esta última palabra.
Uno de los autores de Lecture Sur la philosophie de la Science distingue 4
aspectos diferentes de filosofar sobre la ciencia:
a. Estudio de sus relaciones con el sabio.
b. Estudio de sus relaciones con la sociedad.
c. El esfuerzo para situar a la ciencia dentro de los valores humanos.
d. Las especulaciones que se hacen a partir de los resultados obtenidos
de la ciencia para desembocar en lo que más exactamente se ha
llamado filosofía de la naturaleza; es decir, el análisis lógico del
lenguaje científico.
Actualmente es la ciencia quien decide otorgar o no un carácter científico a
los investigadores, tales como la telepatía, la fisiognomía, la grafología, y
las ciencias normativas.
En un determinado nivel de reflexión y en lo que muy bien podría llamarse
filosofía de su ciencia, reaparecen en los lógicos y matemáticos
discusiones que son tan diferentes por su contexto y argumento como por
su viejo problema metafísico sobre el que se enfrentaron ya en la edad
media los realistas y nominalistas.
Si se quiere distinguir a la epistemología de la ciencia, habrá que hacerlo
por una diferencia de extensión, ya que la epistemología es una parte de la
filosofía de la ciencia y, hoy más que nunca, por su espíritu y métodos; será
también porque se extiende en una zona indeterminada entre la ciencia y la
filosofía, llegando al límite de ambas
C. Epistemología y metaciencia
Metaciencia significa acerca de la ciencia por lo cual toda disciplina que
trate de la ciencia es calificable como metaciencia, esto implica que la
epistemología, al igual que las todas las demás ciencias de las ciencias, es
una metaciencia.
Epistemología y conocimiento científico
35
Es preciso tener en cuenta que Piaget habla de un tipo de epistemología
que llama metacientíficas, distintas a las epistemologías que el gran
psicólogo llama “paracientíficas” y “científicas”. Las epistemologías
metacientíficas son aquellas que parten de una reflexión sobre las ciencias
y extraen de ella alguna teoría epistemológica. Como puede verse el uso
que da Piaget a la expresión “metacientífica” es diferente al uso que
nosotros le estamos dando a ese mismo término. Las epistemologías
paracientíficas son aquellas que, apoyándose en una crítica de las ciencias
procuran alcanzar un modo de conocimiento distinto del conocimiento
científico (en oposición a éste y no ya como prolongación de el). Las
epistemologías científicas son aquellas que reflexionan sobre las ciencias
con el objeto de entenderlas y no pretenden, elaborar otros conocimientos
diferentes a la ciencia. Piaget advierte que el hecho de llamarlas científicas
no significa que las otras epistemologías sean menos válidas, significa sólo
que se atiene a la ciencia tal como se presenta y así como se presenta.
Epistemología y conocimiento científico
36
CAPITULO V
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA EPISTEMOLOGIA
5.1 EPISTEMOLOGIA KANTIANA
Las dos vertientes del, pensamiento filosófico moderno, abierta a partir del
dualismo filosófico inaugurado por Descartes, habían llegado a callejones sin
salida. Por un lado, el racionalismo seguía la huella del propio Descartes
que, buscando desarrollar una sólida base filosófica para el
desenvolvimiento de la física, había tomado como referente o ideal de
conocimiento a las matemáticas. Su objetivo era la certeza que este
conocimiento era capaz de proporcionar.
Por otro lado, el empirismo había seguido el camino opuesto, generando
registros de relaciones de coexistencia y sucesión entre las ideas, a la vez
que demostraba ser incapaz de ofrecer fundamentos filosóficos a las leyes
científicas. Mientras tanto, sin embargo, la propia ciencia eludía los más
diversos obstáculos y exhibía un desarrollo sólido y sostenido. Ello creaba
importantes desafíos a la reflexión filosófica.
Es en este contexto que es necesario situar el pensamiento de Inmanuel
Kant (1724-1804). Nacido en Konigsberg, ciudad en la que vivirá durante
toda su larga vida, Kant se había formado en el estudio de los clásicos, la
teología, la física y la filosofía. Su principal obra, la Crítica de la razón pura,
será publicada originalmente en 1781. En lo fundamental, esta obra puede
considerarse como un intento por hacerse cargo y resolver el problema
legado por Hume, a quien Kant atribuye haberle interrumpido su
adormecimiento dogmatico. Sin embargo, el pensamiento filosófico de Kant
se plantea problemas y objetivos que fueron por completo ajenos a Hume.
No se puede afirmar, por consiguiente, que la contribución filosófica de Kant
se circunscriba como una respuesta a Hume. Pero ello tampoco debe
impedir desconocer que el punto de arranque y fundamento de su filosofía
remite a los problemas epistemológicos levantados por el empirismo
humano.
Kant comparte con el empirismo la crítica que éste había dirigido contra el
pensamiento cartesiano en el sentido de que la compresión del real método
científico obliga a reconocer la importancia de lo empírico. Es más, acepta
con el empirismo que todo conocimiento nace de la experiencia. Sin
embargo, Kant se opondrá a la idea de que lo empírico representa el único
fundamento del conocimiento científico.
Epistemología y conocimiento científico
37
La ciencia, desde la perspectiva planteada por Kant, representa una
actividad en la que colaboran tanto lo empírico como lo racional y donde
resulta fundamental distinguir con claridad lo que corresponde a cada uno. El
error del empirismo es haber equivocado también su compresión cobre el
método científico pues, al descartar el papel de la experiencia, supone que
ésta va dando forma a una conciencia que registra pasivamente sus efectos.
El conocimiento científico no es el resultado de una observación accidental.
Por el contrario, la observación accidental según Kant es estéril, no genera
conocimiento. La ciencia es expresión de la acción de la conciencia.
Kant acepta que si la verdad es la correspondencia de la mente con un
objeto de la experiencia, sólo podemos conocer verdades particulares y no
es posible alcanzar proposiciones universales. Desde la perspectiva de su
nueva hipótesis epistemológica la situación se modifica.
5.2 COMTE: LA FILOSOFIA POSITIVA
La filosofía de Saint-Simón sirve de punto de partida al verdadero fundador
del positivismo, Auguste Comte. Nacido en Montpellier el 19 de enero de
1798, Comte estudió en la Escuela Politécnica de París. Amigo y
colaborador de Saint-Simon, surgió como pensador independiente en 1822
con la obra Plano de los trabajos científicos necesarios para organizar a la
sociedad.
Para Comte, su descubrimiento fundamental y el verdadero punto de partida
de su filosofía, es la ley de los tres estados, según la cual de todas las ramas
del conocimiento humano pasan por tres estados diferente: el estado
teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto y el científico o positivo.
Estos tres estados representan tres métodos diversos de realizar la
indagación humana y tres sistemas de concepción general.
En el estado teológico, se indaga la naturaleza íntima de los seres y de las
causas finales y se explican los hechos por la intervención directa y continua
de agentes sobrenaturales, es decir, de un número más o menos grande de
divinidades.
En el estado metafísico, la divinidad es sustituida por fuerzas abstractas
concebidas como capaces de generar los fenómenos observados, los cuales
por consiguiente, se explican asignando a cada uno de ellos fuerza
correspondiente (una fuerza química, vital, etc.).
En el tercer estado, el positivo, el espíritu humano renuncia a buscar el
origen y el destino del universo y las causas intimas de los fenómenos y se
limita a descubrir las leyes de los fenómenos mismos, es decir, de sus
relaciones invariables de sucesión y semejanza. Por consiguiente, la ciencia
Epistemología y conocimiento científico
38
positiva se limita a observar los hechos y a formular leyes, o sea, relaciones
constantes entre los hechos mismos. Para Comte, el ejemplo mas admirable
de explicación positivista es la teoría de la gravitación de Newton.
De estos tres estados o edades, la edad teológica corresponde a la infancia
de la humanidad, la edad metafísica a la adolescencia y la edad positiva a la
madurez. Esta evolución se observa no sólo en la historia de la humanidad,
sino también en la de cada una de las ciencias, e incluso en los individuos.
Ahora bien, aunque varias ramas del conocimiento humano han llegado el
estado positivo, no todas lo han hecho al mismo tiempo. Esto ha producido
una situación de anarquía intelectual que constituye la crisis política y moral
de la sociedad contemporánea. El triunfo completo de la filosofía positiva, la
única que puede resolver la crisis y dar principio a una organización social
unificada, presupone que se haya determinado la tarea de cada ciencia y la
jerarquía completa de todas ellas. Esto supone una enciclopedia de las
ciencias que Comte bosqueja ordenando las ciencias conforme a una escala
decreciente de sencillez y generalidad que, por otra parte, es también el
orden histórico.
Por consiguiente, la enciclopedia de las ciencias está constituida por cinco
ciencias fundamentales: Astronomía, Física, Química, Biología y Sociología.
En la enciclopedia de las ciencias no figuran ni las Matemática ni la
Psicología. Por lo tanto, objeto de esta pretendida ciencia no puede ser otra
cosa que las funciones orgánicas, que son materia de la biología, o
productos espirituales (lenguaje, arte, ciencia, moral, etc.), que son materia
de la sociología.
La sociología es la criatura predilecta de Comte, la ciencia que a su inicio ha
completado la enciclopedia de las ciencias. Comte la considera como Física
Social, esto es, como aplicación a los hechos humanos del método
empleado por las ciencias naturales.
Comte: La doctrina de la ciencia
La doctrina de la ciencia es la parte de la obra comteana que ha tenido la
mayor resonancia en la filosofía, y la mayor eficacia, por lo que hace al
desarrollo mismo de la ciencia. Al igual que Bacon y Descartes, Comte
concibe la ciencia como enderezada esencialmente a establecer el dominio
del hombre sobre la naturaleza. El objetivo de la ciencia es formular leyes
porque las leyes hacen posible la previsión y orientan la acción del hombre
sobre la naturaleza: ciencia, esto es previsión; previsión, esto es, acción de
Comte.
La observación de los hechos y la formulación de las leyes agotan la tarea
de la ciencia. Pero la doctrina de Comte es más un racionalismo que un
Epistemología y conocimiento científico
39
empirismo y hace más hincapié en la ley que en la observación de los
hechos. La finalidad de esta última es posibilitar la formulación de las leyes.
Las permiten previsión, porque, una vez comprobada la condición que
provoca la verificación de un hecho determinado, se puede prever la
verificación del hecho mismo. Y la previsión le permite al hombre servirse de
los hechos, aprovechados y ampliar su poderío sobre ellos.
Tal debe ser el fin de la ciencia positiva, que es positiva en todos los
sentidos posibles de la palabra: en cuanto le concierne la realidad, es decir,
los hechos y, por consiguiente, lo que se sustrae a la duda y es en sí
indudable; en cuanto que es útil a la vida individual y social del hombre y, por
lo mismo, se halla en condiciones de organizar esta vida y sacada de la
condición negativa de desorden en que la precipitó el estado precedente.
La obra comteana está dirigida explícitamente a favorecer el advenimiento
de una sociedad nueva que Comte llamó sociocracia, análoga y
correspondiente a la teocracia fundada en la teología.
5.3 EL POSITIVISMO LOGICO DEL CÍRCULO DE VIENA
A comienzos de los años 20, un grupo de intelectuales vieneses se
empiezan a reunir semanalmente bajo el liderazgo de Moriz Schlick (1892-
1936), recientemente nombrado profesor de filosofía de las ciencias
inductivas en la Universidad de Viena. Entre ellos se incluían matemáticos,
físicos, sociólogos, economistas, etc.
Sus miembros no eran ni escépticos, ni relativistas. Por el contrario se
caracterizaban por una postura de confiada afirmación de la ciencia, desde
la cual asumían una posición fuertemente antimetafísica y una tajante
oposición contra todo lo que invocaba dimensiones sobrenaturales. Otro de
sus rasgos era su profunda fe en el progreso. Sus miembros acusaban el
impacto de las recientes desarrollos registrados en torno a la Teoría de la
Relatividad, por Einstein y en relación al problema del éter, por Michelson y
Morley.
1. El núcleo de la posición asumida por los positivistas lógicos era la común
aceptación del llamado Principio de verificación. Este sostenía que el
“significado de una proposición es su modo de verificación”. Se entiende
por modo de verificación la manera como se demuestra que ella es
verdadera. Sólo las proposiciones empíricas son por lo tanto, auténticas
proposiciones: solo ellas pueden ser verificadas.
Para los positivistas lógicos, las proposiciones matemáticas o lógicas
son tautologías. Ellas pueden ser probadas no verificadas. Sin son
probadas, demuestran ser válidas. Las proposiciones filosóficas, en
cambio, no son ni empíricas ni tautológicas simplemente carecen de
significado no pueden ser probadas ni verificadas. Si pudieran ser
Epistemología y conocimiento científico
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probadas, no serían materia de discusión. Si pudieran ser verificadas, no
serían filosofía, serían ciencia.
2. Un rasgo menos importante del Circulo de Viena es su apoyo en el
análisis lógico. Las discusiones que sus miembros emprenden se
caracterizarán por su rigor lógico, por el propósito de eludir toda
ambigüedad. Recurrian al cálculo preposicional.
3. Dentro del ideario sustentando por el positivismo lógico, hay que
mencionar también la afirmación del supuesto de la unidad de la ciencia.
La ciencia es una sola y tal unidad estaba garantizada por la validez
para todo quehacer científico del método científico. La unidad de la
ciencia se asegura por la unidad del método., que es común a todas sus
disciplinas particulares. Sin embargo, dentro de estas disciplinas
particulares, a la Física se le asigna un papel especial, pues ella
proporciona el lenguaje universal de la ciencia. La distinción entre
disciplinas diferentes, pudiendo ser útil por motivos prácticos, no se
justifica desde el punto de vista de diferenciaciones inherentes del
conocimiento. En un sentido riguroso, no existiría diversos dominios y
objetos científicos.
A partir de las posiciones asumidas por los positivistas lógicos, se
comprende el gran entusiasmo que muchos de ellos profesaron ante la
publicación del Tractatus Logicus-Philosophicus de Wittgenstein. Esta obra
parecía confirmar, desde una perspectiva sistemática, el principio de
verificación que ellos proclamaban. Recordemos que para Wittgenstein
sostenía que las proposiciones elementales debían resolver empíricamente
su valor de verdad. Ello evidentemente remitía a los modos de verificación.
En 1921, de hecho, se había invitado a Wittgenstein a varias reuniones del
Círculo de Viena. Estas reuniones no dejaran satisfecho Wettgenstein, quien
reconocerá que los positivistas lógicos poseen temperamentos y estilos muy
diferentes de los suyos. No había entre los positivistas lógicos una minima
acogida a los problemas éticos que preocupaban a Wettgenstein y una vez
que ellos aceptaban que tales problemas quedaban fuera de los límites de lo
decible, afirmaban que lo indecible simplemente debía ignorarse. Para
Wettgenstein, en cambio, los inexplicable podía ser sentido e incluso
comprendido.
La influencia del Círculo de Viena será importante. Posteriormente, con el
advenimiento del nazismo y, más adelante, con la II Guerra Mundial, muchos
de sus miembros se verán obligados u optaran por emigrar y serán acogidos
por diversas universidades norteamericanas o británicas. La influencia ya no
se acogerá desde Viena, pero el positivismo lógico llegará a nuevos círculos.
Entre sus figuras más destacadas pueden mencionarse a Otto Neurath y
Rudolf Carnal.
Epistemología y conocimiento científico
41
Uno de los problemas que se perciben apunta al hecho que si las
proposiciones remiten a sus componentes elementales (que son siempre
particulares concretos), pues en ello reside su valor de verdad, se tiende a
excluir a las leyes de la naturaleza. El fantasma del problema de la inducción
de Hume vuelve a hacerse presente. Ello implicaba que las leyes universales
se transforman en frases que informan situaciones particulares, con lo que
dejan de ser universales o se las considera en su plena universalidad, con lo
que se problematiza su relación con el mundo empirico. A partir de estos
primeros problemas, los positivistas lógicos, introducen un principio de
tolerancia. A través de el afirman: “no corresponde establecer prohibiciones,
sino alcanzar convenciones”.
De la misma manera, pronto se reconoce que, para las ciencias, no existe un
lenguaje básico. Ello abre la posibilidad de diversos lenguajes que pueden
ser, según el caso, más menos “expeditos”. La ciencia, por lo tanto, no solo
esta sometida a convenciones, sino también a exigencias de conveniencia.
El lenguaje de la ciencia no es el lenguaje ordinario. Ello abre una importante
reorientación en las posiciones de los positivistas lógicos, que comiezan a
preocuparse de manera especial por las reglas de las sintaxias,
insistiéndose en que el lenguaje esta formado por palabras, no por objetos.
Desde esta perspectiva, se vuelve al principio de verificación. Se descubre
que toda verificación se realiza siempre por referencia a otras proposiciones
que, a su vez, exigen de otras y éstas de otras, y asi sucesivamente.
Por último cabe mencionar que, al preguntarse por el status del Principio de
verificación, se generan nuevos problemas que comprometen su validez.
Según el planteamiento de los positivistas lógicos, las proposiciones pueden
ser tautológicas o hipótesis empiricas. Cabe mencionar preguntarse cuál de
ellas pertenece el principio de verificación. Ninguna de las respuestas
posibles satisfacen a los positivistas lógicos.
Su se responde que se trata de una tautología, se debe concluir en que el
principio no dice nada acerca del mundo y resulta irrelevante como exigencia
para determinar el significado. Si se responde que se trata de una hipótesis
empirica, significa que el principio de verificación requiere de su propia
verificación, lo que evidentemente resulta problemático. En efecto, ¿cómo
podemos que el Principio de verificación es verdadera? y ¿Cuál es su modo
de verificación? Todos estos problemas terminan socavando los cimientos
del positivismo lógico.
Epistemología y conocimiento científico
42
5.4 KARL POPPER
Karl Popper, nacido a comienzos de siglo, en 1902, es el mas influyente
filosofo del siglo XX. Fundador de una importante escuela del pensamiento,
sus concepciones se impondrán de manera preponderante en la forma como
los científicos darán cuenta de su quehacer específico. A partir de Popper,
una parte importante de la comunidad científica entenderá que hacer ciencia
consiste en lo que Popper entiende por actividad científica. La importancia
de Popper reside también en el hecho de que gran parte de sus
concepciones alternativas sobre la teoría de la ciencia, arrancan los
problemas por los suscitados por sus posiciones.
Popper nace en Viena. Ello le permitió tener contacto con las actividades y
los miembros del Círculo de Viena. Aunque Popper se verá atraído por la
actitud “científica” de los positivistas lógicos, va a diferir fuertemente de ellos
en cuestiones fundamentales. Popper se opondrá al criterio de verificación
defendiendo por los positivistas lógicos como, asimismo, a la condición
establecida por estos entre verificación y significado.
Cabe destacar la fuerte amistad y la gran afinidad de ideas que, en multiples
planos, Popper mantiene con el eminente economista austriaco Friedrich A.
Von Hayek (1889-1992).
Fuente significativa de inspiración de las posiciones de Popper será la
contribución de Einstein y el nuevo escenario que se configura al interior de
las ciencias físicas. Pero no solo tendrá una importante influencia en Popper
la contribución sustantiva de Einstein, sino también la posición adoptada por
Epistemología y conocimiento científico
43
este en relación al carácter del quehacer científico y la escasa importancia
que le confiere a la forma como la ciencia deba iniciarse y, por tanto, a su
punto de partida.
Entre las obras principales de Popper cabe destacar La lógica de la
investigación científica (1959), La Sociedad abierta y sus enemigos (1945),
La miseria del historicismo (1944-45), El desarrollo del conocimiento
científico: Conjeturas y refutaciones, y Conocimiento objetivo: un enfoque
evolucionista.
El método científico
A partir de la contribución científica de Einstein, Popper vuelve, a plantearse
el viejo problema de la inducción presentado por Hume.
Es más, una de las reinvindicaciones importantes de Popper es el haberle
resuelto en forma clara y definitiva. Recordemos que el problemas de la
inducción consistía en afirmas la imposibilidad de fundar leyes generales y
universales a partir de la acumulación de observaciones y, por lo tanto,
mediante el procedimiento de la inducción. Ningún numero de observaciones
particulares permiten, según Hume, obtener como conclusión una
proposición universal.
Según Hume, la conclusión universal es el resultado de una expectativa
psicológica, avalada por la conveniencia práctica de hacerla. Pero no
podemos afirmar que tal conclusión universal sea verdadera.
Popper concuerda con Hume. Está de acuerdo en que no hay nada que nos
permita eludir el hecho de que la experiencia no es capaz de asegurarnos la
verdad; nada, por lo tanto, que nos permite funcionar empíricamente la
verdad. Popper estima, sin embargo, que no todo está perdido y que los
empírico puede proporcionarnos una determinada e importante certeza.
Su argumento descansa en el reconocimiento de lo que llama una “asimetría
lógica”, entre verificación y falsabilidad. Popper señala: que si bien ningún
numero de observaciones nos permite alcanzar una proposición universal y,
por lo tanto, ellas no nos permiten verificar proposición, basta con una
observación que señale lo contrario para concluir (no que la realidad es
dialéctica sino) que tal proposición es falsa. Lo falso es lo único que puede
aspirar a la verdad.
Con este argumento, Popper se distancia definitivamente de los positivistas
lógicos y declara, con Hume, la imposibilidad del principio de verificación
empírica.
Pero a la vez, Popper acomete una importante inversión en relación con el
problema de la inducción. Éste surge por cuanto colocamos a lo empírico
como punto de partida de nuestro conocimiento; porque pretendemos que lo
Epistemología y conocimiento científico
44
que la ciencia afirma se encuentra empíricamente fundado. Ellos según
Popper no es posible. Las proposiciones universales de la ciencia, y que la
ciencia sin duda las hace, no se fundan en lo empírico, ni pueden fundarse
en ello.
Popper sostiene que la ciencia parte de proposiciones universales, sin que
haya que cuestionarse de donde provienen tales proposiciones. Lo que
interesa es el hecho de que tal proposición universal sea o no falsada por la
observación empírica.
Con respecto a la falsabilidad, Popper distingue entre dos situaciones
diferentes: una que involucra un aspecto lógico y otra que compromete un
aspecto metodológico. Desde un punto de vista lógico, una ley científica
puede ser falsada, pero no puede ser verificada. Desde el punto de vista
metodológico, una preposición siempre puede ser puesta en duda, como
también puede dudarse de las implicancias metodológicas de una
determinada observación. Así, por ejemplo, pueden existir errores en la
observación.
La ciencia representa según Popper: “lo mejor de nuestro conocimiento” y
para los efectos prácticos puede asumirse provisionalmente como verdadera
por cuento ella representa la posición menos insegura. Pero no puede
perderse de vista el hecho de que, en cualquier momento, la experiencia
puede demostrarla falsa. Para Popper, en consecuencia, la verdad no se
alcanza jamás, aunque tengamos elementos para afirmas que estamos más
cerca de ella.
El quehacer científico, por lo tanto no consiste en probar la verdad de algo.
Por el contrario, consiste en tratar incesantemente de probar que ese algo es
falso, o que no logramos probar que ello sea falso. Las afirmaciones
científicas están respaldadas por las observaciones hasta entonces
conducidas y exhiben una mayor capacidad predictiva que cualquier
alternativa conocida. No obstante, ello no impide que puedan ser sustituidas
por una teoría mejor.
El criterio de demarcación de la ciencia
Es importante dentro de lo que propone Popper, poder establecer con
claridad lo q distingue la ciencia de la no ciencia. Este problema es el que
Popper denomina el criterio de demarcación de la ciencia.
Según el punto tradicional, se considera también que lo que los científicos
buscan son proposiciones sobre el mundo que tengan el máximo grado de
probabilidad, dada la evidencia disponible. Popper también se opondrá a
ello. Considérese la proposición “lloverá”, su probabilidad de que ocurra,
Epistemología y conocimiento científico
45
alguna vez, es máxima porque su contenido informativo es mínimo, estas
son las tautologías según Popper.
Las proposiciones que interesan a la ciencia son aquellas con un alto
contenido informativo, a mayor contenido informativo, mayor es la
probabilidad de que ella pueda ser falsa.
Popper acepta que la ciencia penetra las apariencias, las cuestiona y revela
un orden no directamente perceptible un mundo de entidades no observadas
y de fuerzas invisibles.
Las hipótesis científicas, por lo tanto, se presentan tendiendo a ser más bien
falsas que verdaderas. La creencia equivocada de que la ciencia conduce a
la certidumbre de una explicación definitiva, conlleva e implica que es un
delito científico grave el publicar alguna hipótesis que sea falsada. Ello ha
traido consigo según Popper, que los científicos se resistan a admitir la
falsabilidad de sus hipótesis y se desgasten muchas veces en defender lo
indefendible. Para Popper en cambio la falsabilidad es el destino anticipado
e ineludible de todas las hipótesis.
Para Popper, es condición de la ciencia que la formulación de sus teorías
sea lo más directa posible, de tal manera de poder exponerlas con la menor
ambigüedad a la refutación. En su nivel metodológico, no se debe evadir
sistemáticamente la refutación a través de la reformulación constante de la
teoría o del examen de las evidencias, procurando evitar la refutación de las
teorías.
Este ha sido, según Popper, el recurso permanente tanto del marxismo
como del psicoanálisis. En ambos casos, se alude sistemáticamente la
exigencia de la refutación, a través de una permanente readecuación de la
teoría. Ellas sustituyen el dogmatismo por la ciencia, a la vez que siguen
proclamándose como científicas.
Una teoría científica no es la que explica todo lo que es posible que pase.
Por el contrario, ella excluye gran parte del campo de lo posible y, por lo
tanto, ella queda excluida si lo que se excluye sucede. Esto permite concluir
que una teoría genuinamente científica se coloca a sí misma
permanentemente en peligro, se expone a una situación de alto riesgo de
ser probada falsa. La falsabilidad es, para Popper, el criterio de demarcación
entre la ciencia y la no ciencia.
Epistemología y conocimiento científico
46
5.5 LA EPISTEMOLOGÍA POSTPOPPERIANA
5.5.1 Thomas S. Kuhn y la Estructura de las Revoluciones Científicas
a. Paradigmas, ciencia normal y anomalías
Junto con Imre Lakatos, Paul K. Feyerabend y Larry Laudan; Thomas S.
Kuhn forma parte de aquel grupo de conocidos epistemólogos
postpopperianos que han desarrollado sus teorías epistemológicas en un
contacto cada vez mas estrecho con la historia de la ciencia. En 1963,
Kuhn publicó el libro La estructura de las revoluciones científicas, donde
afirma que la «comunidad científica se construye a través de la
aceptación de teorías», que Kuhn denomina «paradigmas». Escribe:
«Con este término quiero indicar conquistas científicas universalmente
aceptadas, que durante un tiempo determinado brindan un modelo de
problemas y soluciones aceptables a aquellos que trabajan en un campo
de investigaciones». Kuhn, en realidad, utiliza el término «paradigma» en
más de un sentido. Sin embargo, él mismo se encarga de especificar
que la función del paradigma —que hoy asumen los manuales
científicos, por medio de los cuales se inicia al joven estudiante en la
comunidad científica— en el pasado era asumida por los clásicos de la
ciencia. Por ejemplo, la Física de Aristóteles, el Almagesto de Ptolomeo,
los Principia y la Óptica de Newton, la Electricidad de Franklin, la
Química de Lavoisier o la Geología de Lyell. Por eso, la astronomía
ptolomeica (o la copernicana), la dinámica aristotélica (o la newtoniana)
constituyen paradigmas, al igual que el fijismo de Linneo, la teoría de la
evaluación de Darwin o la teoría de la relatividad de Einstein.
Una comunidad religiosa se reconoce a través de los dogmas
específicos en los que cree, y un partido político reúne sus miembros en
torno a finalidades y valores específicos. Del mismo modo una teoría
paradigmática es la que instituye una determinad comunidad científica
que, en virtud de los supuestos paradigmáticos, y en su interior, llevará a
cabo lo que Kuhn denomina «ciencia normal». Ésta representa «un
laborioso dedicado intento de obligar a que la naturaleza entre dentro de
las casillas conceptuales suministradas por la educación profesional», la
ciencia normal significa «una investigación fundamentada de manera
estable sobre uno o más resultados alcanzados por la ciencia del
pasado, a los cuales, durante determinado período de tiempo, una
comunidad científica en partícula i reconoce la capacidad de constituir el
fundamento de su praxis ulterior». Esta praxis ulterior —la ciencia
normal— consiste en tratar de llevar a cabo las promesas del paradigma
determinando, cuáles son los hechos relevantes (para el paradigma),
confrontando, por ejemplo, a través de mediciones cada vez más
exactas los hechos con la teoría, articulando los conceptos de éstas y
extendiendo sus campos de aplicación. Hacer ciencia normal quiere
Epistemología y conocimiento científico
47
decir resolver rompecabezas (puzzles), es decir, problemas definidos por
el paradigma, que surgen y regresan a él.
Por eso, el fracaso en la solución de un rompecabezas no se considera
como un fracaso del paradigma, sino, más bien, como un fracaso del
investigador que no ha sabido resolver una cuestión para la cual el
paradigma afirma (y promete) que hay una solución. Es una situación
análoga a la del jugador de ajedrez: cuando éste no sabe resolver un
problema y pierde la partida, la causa es que no ha jugado bien y no que
las reglas del ajedrez no funcionan.
Por lo tanto, la ciencia normal es acumulativa (se construyen
instrumentos más potentes, se efectúan mediciones más exactas, se
amplía la teoría a otros terrenos, etc.) y el científico normal no busca la
novedad. Sin embargo la novedad tendrá que aparecer necesariamente.
El motivo es que la articulación teórica y empírica del paradigma
aumenta el contenido informativo de la teoría y, por lo tanto, la expone al
riesgo de verse desmentida (cuanto más se diga, mas riesgo hay de
equivocarse: quien no dice nada, nunca se equivoca; si se dice poco,
hay poco riesgo de cometer errores). Todo esto explica aquellas
anomalías que, en un momento determinado, debe afrontar la
comunidad científica y que, resistiéndose a los asaltos reiterados de las
suposiciones paradigmáticas, provocan la crisis del paradigma. Junto
con ésta, da comienzo un periodo de ciencia extraordinaria: el
paradigma queda sometido a un proceso de desenfoque, se ponen en
tela de juicio los dogmas y, por consiguiente, pierden rigor las reglas que
gobiernan la investigación normal. En resumen, ante las anomalías, los
científicos pierden la confianza en aquella teoría que antes habían
abrazado. La pérdida de un sólido punto de partida se pone de
manifiesto en el recurso a la discusión filosófica sobre los fundamentos y
sobre la metodología. Estos son los síntomas de la crisis, que deja de
existir cuando del crisol representado por aquel periodo desenfrenado de
búsqueda, que es la ciencia (extraordinaria), logra surgir un nuevo
paradigma sobre el cual volverá «a articularse la ciencia normal, la cual
a su vez y después de un período de tiempo que quizás resulte bastante
largo, llevará a nuevas anomalías, y así sucesivamente».
b. Las revoluciones científicas
Kuhn describe el pasaje a un nuevo paradigma (desde la astronomía
ptolemaica a la copernicana, por ejemplo) como una reorientación
“gestálica”: al abrazar un nuevo paradigma, la comunidad científica
maneja la misma cantidad de datos que antes, pero los coloca en una
relación diferente a la anterior. Además, según Kuhn, el pasaje de uno a
otro paradigma es lo que caracteriza a una revolución científica. Sin
Epistemología y conocimiento científico
48
embargo, uno de los problemas mas acuciantes planteados por Kuhn es
el siguiente: ¿se produce por motivos racionales, o no?
Kuhn sostiene que «paradigmas sucesivos nos dicen cosas diferentes
sobre los objetos que pueblan el universo y sobre el comportamiento de
tales objetos». Justamente porque se trata de un pasaje entre factores
inconmensurables, el pasaje de un paradigma a otro opuesto no puede
rlectuarse paso a paso ni ser impuesto por la lógica o por una
experiencia neutral. Al igual que la reorientación «gestálica», debe
realizarse de una sola vez (aunque no en un instante) o no se realizará
en absoluto». Quizás tenga razón Max Planck, que en su Autobiografía
observa con tristeza que «una nueva verdad científica no triunfa
convenciendo a sus opositores y haciéndoles ver la luz, sino más bien
porque sus opositores acaban por morir, y crece una nueva generación
habituada a aquella». En realidad, Kuhn afirma que «el traspaso de una
confianza de un paradigma a otro es una experiencia de conversión que
no puede ser impuesta por la fuerza». ¿Por qué tiene lugar esta
experiencia de conversión y sobre qué fundamentos? «los científicos
individuales aceptan un nuevo paradigma por toda clase de razones y
con frecuencia por muchas razones al mismo tiempo. Alguna de estas
razones —por ejemplo, el culto al sol que contribuyó a convertir a Kepler
al copernicanismo— se hallan fuera, por completo, de la esfera de la
ciencia. Otras razones pueden depender de idiosincrasias
autobiográficas y personales. Incluso la nacionalidad o la reputación
previa del innovador y de sus maestros puede a veces desempeñar una
importante función. Probablemente la pretensión más importante que
formulan los defensores de un nuevo paradigma es la de que puede
resolver aquellos problemas que han puesto en crisis el viejo paradigma.
Tal pretensión, cuando pueden formularse de modo legítimo, a menudo
constituye el más eficaz de los argumentos a su favor. Además hay que
tener en cuenta que, a veces, la aceptación de un nuevo paradigma no
se debe al hecho de que resuelva los problemas que el viejo paradigma
no logra solucionar, sino a promesas que se realizan en otros campos.
Puede haber incluso razones estéticas que induzcan a que un científico
o un grupo de científicos acepte un paradigma. Sin embargo, afirma
Kuhn: «en los debates sobre los paradigmas no se discuten en realidad
las capacidades relativas para solucionar los problemas, aunque hayan
buenas razones para emplear, por lo general, términos que se refieren a
ellas. En cambio, el punto que se discute consiste en decidir cual es el
paradigma que debe guiar la investigación en el futuro, acerca de
problemas, muchos de los cuales ninguno de los dos competidores
pueden aspirar a solucionar por completo. Es preciso decidirse entre
formas alternativas de llevar a cabo la actividad científica y en tales
circunstancias, una decisión de este tipo debe basarse más en las
Epistemología y conocimiento científico
49
promesas de futuro que en las conquista pasadas. Quien abraza un
nuevo paradigma desde el comienzo, a menudo lo hace dejando a un
lado las pruebas proporcionadas por la solución de problemas. Debe
confiar en que el nuevo paradigma logrará resolver en el futuro los
muchos y vastos problemas que se le planteen, sabiendo únicamente
que el viejo paradigma no ha logrado solucionar algunos. Una decisión
de este género puede tomarse con base en la fe». Por eso, para que un
paradigma pueda triunfar, debe conquistar, primero, (a veces gracias a
consideraciones personales o consideraciones estéticas tácitas) «a
algunos defensores que lo desarrollen hasta que llegue a un punto en el
que llegue a producirse y multiplicarse numerosas y sólidas
argumentaciones. Pero incluso éstas, cuando existen, no son
individualmente decisivas. Puesto que los científicos son hombres
razonables, una u otra argumentación acabará por persuadir a muchos.
Pero no existe argumentación alguna que, por su cuenta, pueda o deba
persuadirlos a todos. Lo que ocurre no es una única conversión en
grupo, sino un desplazamiento progresivo en la distribución de la
confianza de los especialistas».
c. El desarrollo teleológico de la ciencia
Ahora bien, ¿el pasaje de un paradigma a otro, implica un progreso?... El
problema es complejo. De todas maneras, «es únicamente durante los
períodos de ciencia 'normal' cuando el progreso parece evidente y
seguro». En cambio «durante los períodos de revolución, cuando las
Doctrinas fundamentales de un ámbito se hallan todavía en discusión
con frecuencia se exponen dudas sobre la posibilidad de que continúe el
progreso si se adopta uno u otro de los paradigmas que se enfrentan».
Sin duda, una vez que se haya afirmado un paradigma sus defensores lo
consideran como un progreso. Kuhn, empero, se pregunta: ¿progreso
hacia qué? Según él, el proceso que tiene lugar al evolucionar la ciencia
es un proceso de evaluación a partir de estadios primitivos, pero esto no
significa que dicho proceso lleve la búsqueda cada vez más cerca de la
verdad, o al menos, hacia algún sitio. ¿Es necesario, se pregunta Kuhn,
que exista tal objetivo? ¿No será posible acaso dar cuenta de la
existencia de la ciencia y de su éxito en términos de evolución a partir de
un estado de los conocimientos poseídos por la comunidad en cada
período determinado tiempo? ¿Sirve realmente de ayuda el imaginar que
existe una completa, objetiva y verdadera explicación de la naturaleza y
que la medida adecuada de la conquista científica es la medida en que
ésta se aproxima a aquel objetivo final? Si aprendemos a subsistir, la
evolución hacia aquello que queremos conocer por evolución, a partir de
lo que ya conocemos en el transcurso de dicho proceso, pueden
desaparecer gran número de problemas inquietantes. Al igual que en la
Epistemología y conocimiento científico
50
evolución biológica, en la evolución de la ciencia nos hallamos ante un
proceso que se desarrolla de manera constante a partir de estadios
primitivos, pero que no tiende hacia ningún objetivo.
5.5.2 Imre Lakatos y la Metodología de los Programas de Investigación
Científica
a. Tres tipos de falsacionismo
Las ideas de Kuhn sobre el desarrollo de la ciencia han sido objeto de
numerosas críticas. Popper, por ejemplo, en el escrito La ciencia, normal
y sus peligros (1966) ha puesto de relieve que la ciencia normal, en el
sentido de Kuhn, existe realmente; pero «es la actividad del profesional
no revolucionario o, con más precisión, no demasiado crítico, del
cultivador de disciplinas científicas que acepta el dogma predominante
en su época, no quiere ponerlo en discusión y acepta una nueva teoría
revolucionaria sólo si casi todos los demás se hallan dispuestos a
admitirla, es decir, si se convierte el modelo por una especie de
arrebatador consenso universal». Debido a ello, en opinión de Popper, el
científico normal está mal educado; ha sido educado en un espíritu
dogmático, es víctima del adoctrinamiento; es una persona a la que
habría que compadecer. Además, según Popper, la tesis de la
imposibilidad de comparar entre los paradigmas es un mito que en
nuestro tiempo constituye el baluarte del irracionalismo. Popper, ante la
tesis de la Incomparabilidad de Kuhn, afirma que ésta exagera una
dificultad, transformándola en una imposibilidad. Por último, siempre a
criterio de Popper, el esquema propuesto por Kuhn puede servir para
desarrollar la astronomía, pero no se ajusta a la evolución de la teoría de
la materia o de la ciencia biológica, por ejemplo, a partir Darwin y de
Pasteur. En relación con el problema de la materia, más en particular, ha
estado en competencia desde la antigüedad: teorías de continuidad, la
atomista y las que trataban de conciliar ambas tendencias.
Otra crítica a las ideas de Kuhn es la que formula el epistemólogo John
Watkins, sucesor de Popper en la London School of Economics and
Polítical Science, quien reprocha a Kuhn que conciba la comunidad de
los científicos como una secta religiosa y no como una vivaz, aunque
ordenada (por las reglas del método) república de hombres de ciencia.
También Imre Lakatos se declara en contra de la idea de un paradigma
que domine de manera casi teológica la comunidad científica y en contra
de la idea de que el desarrollo de la ciencia debería avanzar mediante
sucesivas catástrofes.
La noción fundamental en la imagen de la ciencia que propone Lakatos
es que la ciencia es, ha sido y tiene que ser una competencia entre
Epistemología y conocimiento científico
51
programas rivales de investigación. Según Lakatos, esta idea caracteriza
el falsacionismo metodológico sofisticado, concepción que Lakatos
desarrolla siguiendo las huellas de Popper. El falsacionismo dogmático
consiste en la idea según la cual la ciencia se desarrolla a través de
conjeturas audaces y de falsaciones infalibles. Sin embargo, señala
Lakatos, tal idea de Popper está equivocada. Equivocada, porque la
base empírica de la ciencia (es decir, los protocolos, las proposiciones
de observación) no es algo cierto, que permita falsaciones infalibles o
incontrovertibles: nuestras falsaciones también pueden estar
equivocadas. Esto lo atestiguan tanto la lógica como la historia de la
ciencia. Por su parte, el falsacionismo metodológico ingenuo corrige el
error de los falsacionista dogmáticos y sostiene (como Popper ya había
puesto de manifiesto en La lógica del descubrimiento científico) que la
base empírica de la ciencia no es infalible y que tampoco son
incontrovertibles aquellas hipótesis auxiliares que sirven para controlar la
hipótesis que hayamos propuesto como intento de solución del problema
que deseamos resolver. Sin embargo, dice Lakatos, a pesar de su valor,
también el falsacionismo metodológico ingenuo es insatisfactorio. Y lo es
porque concibe el desarrollo de la ciencia como una serie de duelos
sucesivos entre una teoría y los hechos. Para Lakatos, en cambio, las
cosas no funcionan así, puesto que la lucha entre lo teórico y lo fáctico
siempre ocurre entre tres: entre las dos teorías en competencia y los
hechos. Todo esto explica que se descarte una teoría no cuando un
hecho lo contradice, sino únicamente cuando la comunidad científica
tiene a su disposición una teoría mejor que la anterior. Así, por ejemplo,
la mecánica de Newton fue rechazada después de haber entrado en
posesión de la teoría de Einstein.
b. Los programas científicos de investigación
Hasta ahora nos hemos referido a las teorías en competencia recíproca.
Lakatos, en realidad habla de programas científicos. Para comprender
qué es un programa científico es suficiente con recordar el mecanicismo
de Descartes o de Newton, la teoría de la evolución de Darwin o, antes
que esta teoría, el copernicanismo. Un programa de investigación es una
sucesión de teorías, TI, T2, T3, T4, que se desarrollan desde un núcleo
central que, por decisión metodológica se mantiene infalsable. De este
modo, un programa puede mostrar su valor, su fecundidad y su carácter
progresivo, en comparación con otro programa. No es ilícito provocar la
muerte de una teoría durante su infancia. Una buena teoría necesita
tiempo para desarrollarse.
La historia de la ciencia es y debería ser una historia de programas
investigadores, en competencia. Tal es el núcleo de la concepción de
ciencia y de historia tic la ciencia que defiende Lakatos, concepción que
por lo demás acentúa l.i interrelación entre las diversas epistemologías y
Epistemología y conocimiento científico
52
la historia de la ciencia, en el sentido de que esta última puede actuar
retrospectivamente como arma crítica aplicada a las diversas nociones
de ciencia o epistemologías.
El núcleo central de la reflexión epistemológica de Lakatos, centrada
sobre el evolucionar de las ciencias naturales, está constituido por la
noción de programa científico de investigación. Esta noción es la que
distingue su pensamiento con respecto a las posturas de Kuhn y de
Popper: se arriesga a efectuar observaciones sobre la falsabilidad de las
principales teorías científicas, cae en garrafales errores lógicos o
distorsiona la historia para que se adapte a su teoría de la racionabilidad.
Por otro lado, escribe Lakatos en La falsación y la metodología de los
programas científicos de investigación (1970), de acuerdo con la
concepción de Kuhn, la revolución científica es irracional es un material
adecuado para una psicología de masas. En opinión de Kuhn, escribe
Lakatos, el cambio científico de un paradigma a otro es una conversión
mística que no está, ni puede estar, gobernada por reglas racionales y
que entra totalmente en el ámbito de la psicología (social) del
descubrimiento. El cambio científico es una especie de conversión
religiosa. Lakatos, por su parte, se mueve dentro de la problemática y de
la atmósfera del falsacionismo de Popper, y además se encuentra
influido también por Kuhn (por ejemplo, por la idea de la función del
dogma en la investigación científica o del progreso mediante las
revoluciones). Sin embargo, desarrolla sus argumentos sin dejarse
encapsular por uno u otro pensador, y actúa con agilidad y carencia de
prejuicios.
c. Como avanza la ciencia
Para Lakatos, es una sucesión de teorías y no una única teoría lo que
hay que evaluar como científica o como pseudocientífica. Una serie de
teorías es progresiva teóricamente (o constituyen un deslizamiento de
problema progresivo teóricamente) si cada nueva teoría posee un
contenido empírico mayor que el de las teorías que la preceden, es
decir, si predice algún hecho nuevo, inesperado hasta aquel momento.
Además, hay que decir que una serie de teorías que sea progresiva
teóricamente también es progresiva empíricamente (o que constituye un
«deslizamiento de problema» progresivo empíricamente) si parte de este
contenido empírico excedente se halla también corroborado en cierta
medida, es decir, si cada teoría nueva conduce al descubrimiento real de
algún hecho nuevo. Ahora bien, esta serie de teorías, esta continuidad,
se desarrolla desde un autentico programa de investigación bosquejado
al principio. Este programa consiste en reglas metodológicas: algunas
indican qué caminos hay que evitar (heurística negativa) y otras, qué
caminos hay que seguir (heurística positiva). Un programa de
Epistemología y conocimiento científico
53
investigación parte desde decisiones metodológicas como no falsables
hacia algunas hipótesis, justamente con I use en un decreto
metodológico. Las hipótesis no falsables constituyen el núcleo (hardcore)
del programa, y todos los programas científicos de investigación pueden
caracterizarse mediante su núcleo. La heurística negativa del programa
nos impide aplicar el modus tollendo tollens contra este núcleo. En
cambio, hemos de utilizar nuestro ingenio para formular o incluso
inventar hipótesis auxiliares que formen cinturón de protección alrededor
del núcleo, y debemos dirigir el modus tollendo tollens contra este último
objetivo. Este cinturón protector de hipótesis auxiliares debe resistir el
ataque de los controles, adaptarse y readaptarse, o incluso ser
substituido por completo, para defender el núcleo así consolidado. Un
programa de investigación tiene éxito si todo esto conduce a un
deslizamiento regresivo del problema. Por ello, un programa de
investigación (piénsese en el de Newton) puede desarrollarse en un mar
de anomalías (lo cual ocurre en el programa de Prout) o, como en el
caso de Bohr avanzar sobre fundamentos incoherentes. Cuando las
sucesivas modificaciones del cinturón de protección ya no logran
predecir nuevos hechos, entonces el programa se muestra regresivo.
Todo esto nos sugiere que no hay que descartar un programa de
investigación en el momento en que surge únicamente porque todavía
no haya logrado superar un poderoso programa rival. No habría que
abandonarlo si, en el supuesto de que no tenga rivales poderosos,
constituye un deslizamiento de problema progresivo. Hasta que un
programa de investigación en estado naciente pueda ser reconstruido
racionalmente en calidad de deslizamiento de problema progresivo,
tendría que estar protegido durante un cierto tiempo con respecto a un
rival poderoso que ya esté estabilizado.
Por lo tanto, en opinión de Lakatos, la ciencia es un campo de batalla
para programas de investigación, más bien que para teorías aisladas. Y
la ciencia madura consiste en programas de investigación en los que no
sólo se anticipan hechos nuevos, sino en un sentido importante, también
nuevas teorías auxiliares; la ciencia madura a diferencia del burdo
esquema mediante «ensayo y error» tiene poder heurístico. En este
sentido se comprueba, para Lakatos, la debilidad de programas como el
marxismo o la teoría freudiana, que inevitablemente modelan sus teorías
auxiliares reales siguiendo las huellas de algunos hechos, sin que al
mismo tiempo anticipen otros (¿qué nuevo hecho ha predicho el
marxismo, a partir de 1917?, por ejemplo).
Epistemología y conocimiento científico
54
5.5.3 La Epistemología Anárquica de Paul K. Feyerabend
a. La anarquía epistemológica en función del progreso
El libro de Feyerabend Contra el método ha sido escrito con la
convicción de que el anarquismo quizás no sea la filosofía política más
atrayente; resulta, sin duda, una excelente medicina para la
Epistemología y para la filosofía de la ciencia. En esencia, según
Feyerabend, hay que abandonar la quimera según la cual las reglas
ingenuas y simplistas, propuestas por los epistemólogos, pueden dar
tazón de aquel laberinto de interacciones que nos muestra la historia
real: la historia real, y en particular la historia de las revoluciones, es
siempre más rica de contenido, más variada, más pluridimensional, más
viva y más astuta de lo que puedan llegar a imaginar el mejor historiador
y el mejor metodólogo.
Por consiguiente el anarquismo epistemológico de Feyerabend consiste
en la tesis según la cual la noción de un método que contenga principios
firmes, inmutables y absolutamente vinculantes, en calidad de guía de la
actividad científica, choca con dificultades notables cuando se enfrenta
con los resultados de la investigación histórica. En efecto, nos
encontramos con que no existe una sola norma, por plausible que sea y
por sólidamente arraigada que se encuentre en la epistemología, que no
haya sido violada en alguna circunstancia. Se hace evidente, también,
que tales violaciones no son acontecimientos accidentales, y tampoco
son el resultado de un saber insuficiente o de faltas de atención que
hayan podido evitarse. Al contrario, vemos que dichas violaciones son
necesarias para el avance científico. En efecto, uno de los rasgos que
más llama la atención en las recientes discusiones sobre historia y sobre
filosofía de la ciencia es el tema de conciencia del hecho de que
acontecimientos y avances como la creación del atomismo en la
antigüedad, la revolución copernicana, la aparición de la teoría
anatómica moderna (teoría cibernética; teoría de la dispersión;
esteroquímica; teoría de los cuantos) o el gradual surgimiento de la
teoría ondulatoria de la luz, sólo se llevaron a cabo porque algunos
pensadores decidieron no dejarse atar por determinadas normas
metodológicas obvias, o porque involuntariamente las violaron.
Una libertad de acción de esta clase no es, en opinión de Feyerabend,
un mero hecho en la historia de la ciencia. Es algo razonable y
absolutamente necesario para el crecimiento del saber. Más
específicamente, se puede demostrar lo siguiente: dada una norma
cualquiera por fundamental o necesaria que resulte para la ciencia,
siempre existen circunstancias en las cuales es oportuno no sólo ignorar
la norma, sino también adoptar su contrario. Por ejemplo, hay
circunstancias en las cuales es aconsejable introducir, elaborar y
Epistemología y conocimiento científico
55
defender hipótesis ad hoc, hipótesis que contradigan resultados
experimentales bien establecidos y universalmente aceptados, o
hipótesis cuyo contenido sea menor con respecto al de las hipótesis
alternativas existentes y empíricamente adecuadas o incluso hipótesis
autocontrarias, etc. Asimismo, hay circunstancias, que se producen con
bastante frecuencia, en las cuales el razonamiento pierde su aspecto de
orientación hacia el futuro, convirtiéndose en un bloqueo al progreso.
b. El anarquismo epistemológico y la historia de la ciencia
Feyerabend aduce un caso histórico en apoyo de su metodología
anarquista.
El desarrollo del punto de vista copernicano, desde Galileo hasta el siglo
XX, es un ejemplo perfecto de la situación que me propongo describir. El
punto de partida está constituido por un fuerte convencimiento, que
contrasta con la razón y la experiencia contemporánea. El
convencimiento se propaga y encuentra apoyo en otras convicciones,
que son tan poco razonables como aquel, o incluso menos (p.e. la ley de
la inercia, el telescopio). Ahora la investigación se desvía en otras
direcciones, se construyen nuevos instrumentos, los datos de la
observación y de la experiencia entran en conexión con las teorías de un
modo nuevo, hasta que surge una ideología lo bastante rica como para
proporcionar argumentaciones independientes para cada dato individual;
y lo bastante ágil como para hallar argumentaciones de la misma clase
cada vez que parezcan necesitarse. Hoy podemos decir que Galileo se
hallaba en la senda adecuada, porque su tenaz investigación sobre lo
que en un tiempo pareció una cosmología extravagante, ha creado en la
actualidad los materiales necesarios para defenderla contra todos
aquellos que sólo estén dispuestos a aceptar una opinión cuando se
expresa de un modo determinado, y que le dan fe sólo si contiene ciertas
frases mágicas, que se designan como protocolos o informes de
observación. Esto no constituye una excepción, sino el caso normal: las
teorías se convierten en claras y razonables únicamente después de que
partes incoherentes de ellas hayan sido utilizadas durante mucho
tiempo. Una anticipación de esta clase, parcial, no razonable, absurda,
que viole todos los métodos; resulta un supuesto previo inevitable para
la claridad y el éxito empírico.
En suma, Feyerabend propone la tesis según la cual las violaciones de
las normas del método no sólo son un dato de hecho, «sino que resultan
necesarias para el progreso científico»; trata de avalar su tesis mediante
el caso histórico del copernicanismo que se desarrolla desde Galileo
hasta el siglo XX, que expone en su libro con mucha amplitud. Como
conclusión, afirma que «se hace evidente que la noción de un método
fijo o de una teoría fija de la racionalidad, se apoya en una visión
Epistemología y conocimiento científico
56
demasiado ingenua del hombre y de su ambiente social. Para aquellos
que no quieren ignorar el rico material que proporciona la historia, y que
no pretende empobrecerlo para complacer sus instintos más bajos, su
ansia de seguridad intelectual en forma de claridad, de precisión, de
objetividad, de verdad, estará muy claro que hay un solo principio que
puede defenderse en todas las circunstancias y en todas las fases del
desarrollo humano. Se trata del principio siguiente: “cualquier cosa
puede servir”.
c. La provocación «contra el método»
El libro de Feyerabend se propone ser deliberadamente provocador, con
respecto a los esfuerzos de Lakatos y sobre todo de Popper, para
construir un aparato ordenado de reglas que permita guiar los
procedimientos y las decisiones del científico militante. Sin embargo, no
estaría fuera de lugar señalar que Feyerabend critica a un Lakatos y, en
especial, a un Popper, construidos con frecuencia a la medida de sus
necesidades polémicas. Por ejemplo, Feyerabend dice que si queremos
que la ciencia progrese es preciso a veces no cumplir o incluso ir contra
la propia regla por la cual «no hay que introducir la hipótesis ad hoc. Sin
embargo, Popper no es tan ingenuo como piensa Feyerabend, porque
se muestra muy claro acerca del hecho de que aquellas hipótesis que
sean hoy ad hoc pueden convertirse en controlables (y por lo tanto, no
ad hoc) mañana, como sucedió con la hipótesis del neutrino de Pauli,
hasta el punto de que -escribe Popper— no debemos «pronunciar un
juicio excesivamente severo contra las hipótesis ad hoc».
Feyerabend sostiene que «hay circunstancias en las cuales resulta
aconsejable introducir, elaborar y defender... hipótesis que contradigan
resultados experimentales perfectamente establecidos y universales
aceptados». Esta contrarregla de Feyerabend se dirige contra la regla
popperiana, según la cual una teoría tendría que considerarse refutada
si existen datos experimentales perfectamente establecidos que la
contradigan. Pero ha sido el mismo Popper quien puso el acento sobre
el hecho de que no se debe confundir la refutación de una teoría con su
rechazo, «con la necesidad que experimenten las personas de
abandonar k teoría y, más en particular, de dejar de trabajar con ella. En
efecto, k primera —la refutación—, debido a la aceptación de un estado
refutante, es una cuestión lógica, mientras que el rechazo es una
cuestión metodológica, y depende, entre otras cosas, de cuáles son las
teorías alternativas disponibles. (A menudo ha subrayado la urgencia de
trabajar con más de una hipótesis, ya sea en relación con la falsación —
hipótesis falsadoras— o con el crecimiento de la ciencia en general)».
Además, Feyerabend ha defendido la no comparabilidad (y por lo tanto,
la no aplicabilidad de la teoría de la verosimilitud de Popper) entre
Epistemología y conocimiento científico
57
teorías o enfoques cosmológicos muy generales, de modo que, por
ejemplo, la mecánica de Newton y la teoría de la relatividad de Einstein
no podrán compararse entre sí; ya que en la mecánica newtoniana, las
formas, las masas, los volúmenes y los intervalos de tiempo serían
propiedades fundamentales de los objetos físicos, mientras que para la
teoría de la relatividad «formas, masas, volúmenes e intervalos de
tiempo son relaciones entre objetos físicos y sistemas de coordenadas
que pueden cambiar, sin ninguna interferencia física, cuando
substituimos un sistema de coordenadas por otro». A este propósito,
Popper ha hecho notar que, si bien es imposible comparar entre sí dos
visiones religiosas o filosóficas del mundo, en cambio dos teorías que
traten de resolver la misma familia de problemas sí pueden compararse,
como sucede en el caso de las teorías de Newton y de Einstein.
5.6 LA ESCUELA DE FRANKFURT Y LA HERMÉNEUTICA
La perplejidad producida por los acontecimientos con los que se inicia el
siglo XX: Revolución Rusa, Guerra Mundial, genocidio nazi, la crisis de los
modelos científicos, el cambio de los sistemas de valores, etc.., que se ve
reflejada ya en varios movimientos filosóficos, impulso al reflexión sobre la
trayectoria de la propia sociedad y la forma de interpretar correctamente los
contenidos culturales y valores sociales vigentes.
Dos movimientos de carácter filosófico, la Escuela de Frankfurt y la
Hermenéutica, han tenido relevancia. No se pueden afirmar que constituyan
propiamente sistemas filosóficos, pues en ningún caso tratan de dar una
explicación sistemática de las cuestiones que afectan a los hombres.
Se preocupan, sobre todo, de entender el camino emprendido por la
sociedad occidental a partir del siglo XVIII, es decir, desde la constitución de
la sociedad moderna para corregir sus posibles errores, y fundamentar las
bases para una correcta interpretación que permita el entendimiento entre
los hombres, alejado de cualquier forma de relativismo.
En una sociedad como la nuestra, a las puertas del nuevo milenio, en la que
destacan la globalización de la economía, sobre la información y el cruce
constante de mensajes, en la que el diálogo de sordos es una de las formas
habituales en la política, en la que la barbarie y el genocidio vuelven a
asomar, y en la que muchas veces se confunden medios y fines, se reclama
la necesidad de nuevos valores y alguna forma de rearme moral.
En este contexto se enmarcan las propuestas de estos autores que tratan de
recuperar ideales de entendimiento y reorganización social que permitan a
los seres humanos alcanzar la meta del ideal democrático.
Epistemología y conocimiento científico
58
5.6.1 La escuela de Frankfurt: Critica de la razón
El movimiento filosófico denominado Escuela de Frankfurt se origina con
la creación, como fundación, del Instituto para la Investigación social, a
propuesta de K. A. Gerlach (1922).
Con naturales diferencias en cuanto a preocupaciones, y a sus orígenes
filosóficos, los frankfurtianos, tenían como interés fundamental
establecer una nueva teoría social, que no fuese especulación teorica,
pero que tampoco se quedase en una mera recolección de datos
empíricos. Es común a todos los autores de esta escuela la crítica de la
razón instrumental y la defensa de la llamada teoría crítica frente a la
teoría tradicional.
5.6.2 La crítica de la teoría tradicional
El núcleo del pensamiento de la Escuela de Frankfurt arranca del
análisis del papel jugado por la ciencia como forma de entender el
mundo. Consideran que la ciencia ha proyectado un modo ideológico de
interpretar la realidad social y la naturaleza, como se descubre al
analizar sus presupuestos. Esta forma de consideración científica
constituye la llamada teoría tradicional.
Aunque, en un principio, una teoría se refiere a un campo limitado de
trabajo, su ideal es alcanzar una explicación total de los hechos en la
que no existan ya diferencias entre las distintas ciencias, sean “humanas
o empíricas”, pudiéndose utilizar los mismos conceptos y métodos en la
naturaleza viva o inerte. Esta era el ideal que, arrancando ya en
Descartes, continua con el Positivismo y cristaliza en la teoría unificada
de la ciencia del Neopositivismo.
La herencia racionalista y positivista habían legado a la ciencia de una
manera de presentarse como saber independiente y neutral que, a
través de teorías e hipótesis, refleja con exactitud los hechos que
analiza. Esta aspiración de saber objetivo y universal había sido
recogida sobre todo por la filosofía idealista alemana con su pretencion
de edificar un sistema universal de la ciencia.
En consecuencia, con esta concepción tradicional de la ciencia, el
científico se convierte en un ser independiente, ajeno al proceso social,
llevado en cierta forma por la verdad que le impone tomar opciones cuyo
marco es la propia investigación, el interés mismo de la búsqueda de la
verdad y la explicación total del universo.
Los frankfurtianos reaccionan en contra de esa visión tradicional de la
ciencia. Niegan la posibilidad de una ciencia imparcial y objetiva, y
rompen tanto con la tradición racionalista como con la positivista.
Sostienen que con esa manera de entender la ciencia se pierde de vista
su función real en la sociedad, su dependencia de las condiciones
Epistemología y conocimiento científico
59
sociales, la división del trabajo, y se convierte en una estructura
ideológica que trata de conservar y reproducir lo ya establecido. Ni el
científico ni la “ciencia” son instancias independientes, sino modos de
reproducción social. No se debe, pues, contemplar el objeto de estudio
como una realidad externa sino como resultado de la acción histórica, y
social.
5.6.3 La teoría critica
Frente a esta concepción, la teoría crítica pretende restablecer tanto el
concepto de razón como el de praxis. La teoría critica se desmarca del
cientifismo y del conformismo con lo existente, con el modo de
realización de la sociedad, y propone una nueva perspectiva que
descubra los supuestos, el secreto de lo existente.
El abandono del cientificismo permite la verdadera independencia del
investigador: constituirse en una instancia crítica, y poder, así, realizar
una propuesta cuya meta sea la transformación total de la realidad
social. De este modo, el merito de esta teoría nace de su propuesta de
reforma. Su meta es una sociedad más justa, pues en sí misma es una
instancia para la supresión de la injusticia social, convencida de que el
futuro de la humanidad está unido al pensamiento crítico. Muestra así su
profunda carga de utopía.
La teoría crítica, sin embargo, no se empeña en presentar una propuesta
concreta de sociedad. Su mayor interés en comprender la realidad social
en tensión con la realidad existente. Es necesario recuperar la unidad de
teoría y praxis como medio de actuación social, lo que solamente es
posible con la busqueda de una nueva forma de racionalidad.
En Frankfurt analizan la evolución de la razón desde la constitución de la
racionalidad moderna y critican la razón objetiva porque proponen
modelos cerrados de análisis.
a. La razón objetiva:
La pretensión de la razón objetiva es representar la estructura objetiva
de la realidad. Es considerada la instancia suprema que permite
definir y delimitar los comportamientos humanos desde una abstracta
objetividad.
En esta concepción, la razón humana es únicamente una expresión
limitada de la razón objetiva. Lo que sea verdad, conocimiento, bien,
felicidad, etc., depende del sometimiento y aceptación, por parte del
hombre, de lo establecido por esa racionalidad.
Según la teoría critica, esta forma de razón olvida la realidad histórica,
absolutiza las ideas y oculta los intereses de las formas de poder
presentes en la sociedad.
Epistemología y conocimiento científico
60
b. La razón subjetiva:
El fundamento de la razón subjetiva es la capacidad de los hombres
para organizar racionalmente su vida. Resulta ser la capacidad de
calcular probabilidades y de adecuar asi los medios correctos a un fin
dado. Representan una concepción operativa que permite al hombre
dirigir desde si mismo su propia vida.
Es a partir de la Epoca Moderna cuando se ha dado el máximo valor a
la razón como capacidad subjetiva. Desplaza la responsabilidad de la
acción del sujeto, la razón se concierte en la única responsable de las
tareas humanas. Toda opinión puede ser aceptada como verdadera si
se respetan las reglas formales del pensamiento. La razón subjetiva
se vuelve un instrumento cuya finalidad es resolver los problemas
para alcanzar determinados fines.
c. La razón instrumental:
La característica fundamental de la razón instrumental es su carácter
pragmático y operativo. No atiende a una gradación de fines, sino a la
discusión de los medios necesarios para alcanzar determinadas
metas. Las metas quedan definidas por la operatividad y la eficacia
sin consideraciones morales.
Este uso de la razón cobra sentido con la aparición de la sociedad
burguesa y la forma de productividad de la sociedad industrias, cuya
meta consiste en obtener productos y beneficios por encima de
cualquier consideración humana.
Consecuencia de este planteamiento es la identificación de la razón
con la utilidad: los medios quedan subordinados a los fines. Es una
razón pragmática, en la que ya no se cuestiona la verdad respecto a
un modelo, sino aquella en que la verdad sustituida por la utilidad o,
en el mejor de los casos, por lo adecuado: solo la eficacia la dirige y
solo lo que sirve es verdadero.
5.6.4 La crítica Frankfurtiana a Marx
Si el dictamen de la Escuela de Frankfurt, tal y como sale de manos de
Horkheimer y Adorno, planea la necesidad de la liberación, de un nuevo
comienzo en la historia, parecería lógico que, al menos, se hubiese
producido un intento de revolución.
La experiencia nos muestra, por el contrario, que no ha existido ningún
intento serio de modificar el status de la sociedad o que todos los
intentos habidos han sido asimilados. Con ello se han quebrado todas
las predicciones hechas por Marx, según las cuales el aumento de
explotación conduciría necesariamente a la revolución o a la quiebra del
Capitalismo.
Epistemología y conocimiento científico
61
Tal como expresa el propio Horkheimer: “Marx afirmo que la revolución
seria un resultado de la crisis económicas, cada vez mas aguda, unidas
a la progresiva miseria de la clase trabajadora en todos los países
capitalistas. Empezamos en darnos cuenta de que esta teoría era falsa
porque a la clase trabajadora le va ahora mucho mejor que en tiempos
de Marx”.
El fracaso de las predicciones de Marx impulso a los teóricos de
Frankfurt a buscar otros caminos y otras formas de explicación. Mientras
que según el Marxismo clásico, se produciría una proletarización
creciente de los trabajadores y un aumento de la miseria, la realidad
muestra que se ha producido una disminución de las clases obreras y un
aumento de las clases medias, una mayor regulación de los procesos
económicos que permiten controlar la crisis del sistema.
5.6.5 Habermas: acción comunicativa
Jürgen Habernas, discípulo de Horkheimer y Adorno, recoge el
testimonio de la Escuela Frankfurt, al estudiar las relaciones sociales y la
organización política del Capitalismo Tardío. Sus propuestas pretenden
superar la visión meramente negativa de los teóricos de la Escuela.
Su reconstrucción de la racionalidad se enmarca en el análisis de las
relaciones interpersonales y en la acción comunicativa, que debe llevar a
una racionalidad capaz de dirigir la acción social por un acuerdo sobre
valores.
De aquí que analice, también los interés que dirigen las acciones
humanas y las relaciones entre la ciencia y la sociedad. Si en relación es
uno de los núcleos de la teoría crítica, en Habermas es una forma de
descubrir los supuestos ideológicos presentes de la racionalización que
produce la ciencia o ampliamente la actividad teórica. Trata de descubrir
así el sentido oculto que dirige racionalidad al uso, haciendo una
propuesta hermenéutica.
5.6.6 La Hermenéutica: Búsqueda del sentido
La necesidad de encontrar el sentido al desarrollo social y a las acciones
humanas, pasadas o presentes, hace que cobre especial importancia el
llamado arte de comprender o hermenéutica. En cuanto método, es un
instrumento fundamental para explicar las acciones humas, puesto que
supone que estas, a diferencia de lo que ocurre en el mundo natural,
tienen como componente la intencionalidad de quien hace la obra o de
quien la interpreta. Descubrir, pues esas intenciones es tarea propia de
la interpretación.
Utilizado ya en el Renacimiento y la Ilustración, el método hermenéutico
se convierte, a partir del Romanticismo, en un instrumento de análisis,
especialmente para la historia y las ciencias del espíritu o ciencias
Epistemología y conocimiento científico
62
humanas. Hoy día enlaza además con el análisis de la validez de las
teorías científicas.
5.6.7 Formas actuales de la hermenéutica
Con Dilthey, se abre la puerta a las formas actuales de hermenéutica. Su
principal pretensión es constituirse como sistema objetivo de
interpretación y organizarse como disciplina científica universal, cuya
raíz es la forma misma del ser humano y no tanto en el objeto que se va
a estudiar. El entender es una forma esencial al ser humano, no solo
relacionada con el conocimiento sino también con la antropología.
a. Heidegger: El circulo hermenéutico
Martin Heidegger parte de la temporalidad, característica especifica
del ser humano, que posee significado ontológico, que le constituye
en cuanto tal y le otorga sus posibilidades, a la vez que lo limita.
Desde esta perspectiva, la hermenéutica se propone descubrir el
sentido del ser, preguntarse por el fundamento de toda ontología
como forma de comprender la tradición filosófica.
La temporalidad del ser lleva a descubrir que el sujeto es, también, un
ser histórico, por lo que toda compresión la realiza desde una pre
comprensión formada por un horizonte de significados fijados por el
lenguaje, conjunto de referencias que le hacen ser y desde donde da
sentido, interpreta y conoce.
De aquí que en toda compresión se impliquen mutuamente
subjetividad y objetividad: se comprende desde la pre comprensión
que integra lo comprendido y se constituye una nueva pre
comprensión. Tenemos asi el círculo hermenéutico, en el que se
mueve el conocimiento.
b. Gadamer: el peso de la tradición
La tradición es el punto de partida de la hermenéutica de Hans Georg
Gadamer (1900). Para él, la tradición, en cuanto que constituye un
depósito de conocimientos, es el ámbito dentro del cual se realiza
toda comunicación y, en cuanto tal, el lugar en el que debe actuar la
hermenéutica. En efecto, la tradición se ha constituido por la
acumulación de textos y hechos que se han vuelto opacos y por ello
es necesaria su interpretación.
La tradición es para Gadamer el lugar de toda discusión racional,
porque sólo en ella se nos transmite una comunidad de sentido que y
esto se muestra en el lenguaje funciona como condición de posibilidad
de todo discurso racional. Es una pretensión desmesurada con
respecto a la esencia del hombre convertir su pensamiento en punto
cero de la historia, pretendiendo juzgar ésta desde fuera de ella
misma.
Epistemología y conocimiento científico
63
Gadamer considera que el conocimiento histórico posee como
característica específica la distancia. Se trata siempre de un objeto
que está alejado del sujeto, un objeto que hay que ir a buscar. En esa
búsqueda, la tradición se convierte en el instrumento mediador que da
la continuidad de sentido entre objeto y sujeto.
Entramos en un local de una facultad universitaria y contemplamos la
siguiente escena: Un señor que se supone que sabe mucho de una
materia hace preguntas a otro que se supone que sabe menos o que
incluso, en determinados casos, no sabe nada de ella; y las preguntas
se refieren a la materia en cuestión. Si nos limitásemos a describir en
directo el espectáculo que allí se nos ofrece, la conclusión correcta
sería: este edificio es un manicomio. En vez de ello decimos: nos
encontramos en la universidad, y esto es un examen oral.
La situación descrita no nos parece absurda, sino que la entendemos
perfectamente, ya que nos referimos a ella como aun examen. Ahora
bien, esta referencia es solamente posible, porque en su acto propio
nuestra existencia pasa por encima del objeto en cuestión y se sitúa,
más allá de él, en un contexto u horizonte más amplio, como es el del
funcionamiento propio de una institución que llamamos universidad.
La finitud del conocimiento
Reaparece aquí el círculo hermenéutico en el que la comprensión es
un proceso que procede por anticipaciones que, a medida que
aumenta su acercamiento a los objetos de la tradición, aumenta su
comprensión hasta llegar a construir la totalidad del sentido. La
interpretación aparece así con un carácter abierto, que indica la
historicidad de toda comprensión, sólo es posible por la mediación
entre presente y pasado, que es la esencia de la historia: puro
acontecer.
EI hombre, por su carácter temporal, pertenece a la tradición, está
inmerso en ella y no puede salir de ella. De aquí que toda
interpretación se encuentra limitada en sus posibilidades, sólo permite
un conocimiento finito y una verdad que es anticipación del sentido.
Se trata de un proceso de acercamiento a la verdad, intrínsecamente
histórico pero que apunta a lo transhistórico.
La tradición se convierte en un absoluto que se transmite así misma
por medio de los sujetos. No se cierra el círculo hermenéutico. Los
sentidos van variando, favoreciendo nuevas interpretaciones y
creando nueva tradición como contexto de la interpretación. Otra
postura exigiría el fin de la historia.
Epistemología y conocimiento científico
64
c. Ricoeur: Hermenéutica y conciencia
Según Paul Ricoeur (1913), tras los planteamientos sobre la
conciencia que aparecen con la llamada filosofía de la sospecha, la
hermenéutica debe tener en cuenta la conciencia pero no como era
entendida en la época moderna, por Descartes y el Idealismo, sino tal
y como es entendida a partir de Marx, Nietzsche y Freud.
Para estos autores, la conciencia se constituye en un proceso
histórico que da lugar a la aparición de la llamada falsa conciencia.
Una conciencia que es falsa porque crea ideologías engañosas
(Marx), genera falsos valores (Nietzsche), o bien esconde impulsos
inconscientes (Freud).
De aquí que sea necesario tratar de comprender al hombre en medio
de la cultura histórica en la que se mueve. Depender de una cultura
hace que la conciencia la refleje y que sea así conciencia falsa. Hay
que descubrir las intenciones que se ocultan en la cultura y en la
conciencia que las expresa.
Epistemología y conocimiento científico
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CAPITULO VI
OTRAS EPISTEMOLOGIAS
6.1 BACHELARD
No se puede caracterizar a Gastón Bachelard (1884-1962) como un
epistemólogo sistemático, sino como alguien que podría ser denominado,
metafóricamente, un epistemólogo «de taller». Fue un hombre de amplia
cultura, y estuvo en contacto con el Círculo de Viena, con Popper y los
popperianos, y también con filósofos y epistemólogos franceses de muy
distinta posición. Lo que se advierte en él es la inquietud, un tanto
experimental, de enfocar con total libertad y gran riqueza creativa todos
aquellos problemas que cada disciplina sugiere acerca de la naturaleza de la
ciencia.
Se pueden reconocer en Bachelard ciertas tesis que luego habrían de ser
retomados por el segundo Feyerabend. En libros como La formación del
espíritu científico, sostiene que no hay prácticamente afirmación o
procedimiento precientíficos o científicos aceptados que no convengan ser
tratados como una suerte de prejuicio, porque de otro modo cortaríamos el
avance de la ciencia. De manera que, si aceptáramos, por ejemplo, el
método inductivo, llegaríamos, en algunos casos, a no advertir la naturaleza
de las excepciones y la necesidad de rehacer teóricamente el equipo
estructural con el cual queremos comprender las cosas. Pero lo propio sería
aplicable al caso en que nos decidiéramos a emplear el método hipotético
deductivo y 105 métodos modelísticos, con su exagerada confianza en la
experiencia. No está muy claro, finalmente, que quedaría en pie si se
llevasen a cabo estas recomendaciones de Bachelard, salvo la realidad
histórica de la actividad científica misma y la risa escéptica de quienes,
frente a lo que ocurre en la materia, exclaman: «¡Que interesante! ¿Y qué
pasaría si no fuese así y pensásemos todo de otro modo?». En tal sentido,
Bachelard, semeja una especie de hermano ideológico de Feyerabend, pero
amable y cortés, en tanto que éste se nos antoja un amargado irritable a
quien nada le cae bien. Sin embargo, como ya señalamos en el capítulo
anterior, conviene tener en cuenta una posible visión positiva de la negación
como recurso a ser empleado, con las debidas precauciones, en el proceso
de obtención del conocimiento.
Sin declarado en forma demasiado explícita, Bachelard muestra afinidades
con el pensamiento hegeliano. El mismo se ubica como una especie de
materialista dialéctico, en el sentido que las escuelas posmarxistas dan a
este término y aplican a su propia tendencia. Sin embargo, algunos de sus
representantes han tratado de demostrar que la evaluación que hace
Bachelard de su propia epistemología es totalmente equivocada, y que en
realidad este filósofo debe ser considerado un «idealista» (el lector debe
Epistemología y conocimiento científico
66
recordar que esta palabra es usada por los materialistas dialécticos de una
manera demasiado amplia y peculiar, por lo que poco significa aplicar el
mote a un autor determinado). Lo que sí es posible reconocer en la
epistemología bachelardiana es la influencia, en ciertos aspectos, de la
filosofía pragmatista norteamericana y del contacto circunstancial de su autor
con los epistemólogos empiristas del Círculo de Viena.
Por otra parte, Bachelard adopta una posición epistemológica naturalista. Sin
embargo, la palabra «naturalismo» merece una aclaración, puesto que
padece de polisemia. En el Capítulo 16, a propósito del punto de vista de
Nagel sobre el funcionalismo, la empleábamos para designar la tesis según
la cual el método utilizado en las ciencias físicas y naturales es extensible,
sin más, a otras, tales como las ciencias sociales. Aquí, sin embargo, tiene
una significación muy diferente. El naturalista afirma que no se deben
adoptar presupuestos filosóficos, epistemológicos o metodológicos a priori
para analizar qué ha sucedido en la historia de la ciencia y prefiere delegar
en los propios hechos históricos, en el marco de las circunstancias
personales, culturales y sociales en que han ocurrido, la tarea de
enseñamos a configurar cuál es el método científico y, por tanto, los hábitos
que los científicos deben adoptar para la consecución de sus logros.
Indudablemente, el historiador de la ciencia no puede dejar de señalar que
en determinados momentos surgieron ciertas teorías y que éstas
experimentaron tales o cuales vicisitudes, pero el naturalista no las
presupondrá para su descripción del conocimiento humano y de sus
características. En este sentido, la historia de la ciencia se constituye como
una manera objetiva de analizar los sucesos históricos sin prejuicios (por
ejemplo, de carácter lógico) que nos obliguen a describirlos de determinado
modo y no de otro.
Una interesante idea de Bachelard, no carente de utilidad, es su noción de
“obstáculo epistemológico”, vinculada estrechamente a la de “ruptura
epistemológica”. Piensa Bachelard que en ciertos momentos de la historia de
Epistemología y conocimiento científico
67
la ciencia se advierte que los partidarios de una teoría van, poco a poco,
volviéndose sensibles a ciertas dificultades por las que ella traviesa,
descripción que presenta alguna semejanza con las etapas 5, 6 y 7 de la
concepción kuhniana del desarrollo de la ciencia. De pronto, un tanto
inconscientemente, quienes sostienen una teoría comienzan a advertir
relaciones que no corresponden al campo teórico en el que estan
acostumbrados tradicionalmente a trabajar, y esto los motiva, en su
pensamiento, a iniciar la creación de conceptos cuya mutua adaptación y
cuya estructuración los llevará finalmente a construir una teoría
drásticamente diferente de aquella de la cual han partido. Este proceso de
distanciamiento de la teoría inicial y de configuración de una nueva teoría en
la mente del investigador tiene gradaciones, pues se produce por la
paulatina acumulación de nuevas nociones y de nuevas estructuras. Llega
un momento, piensa Bachelard, en que la nueva teoría es considerada como
ontológicamente constituida, y sólo entonces se la admitirá como un “recién
nacido” rival, poderoso, de aquella que le dio origen. Entonces, ya en forma
decidida y ahora si conscientemente, el científico comienza a usar la nueva
teoría a la vez que abandona la anterior se ha producido una ruptura
epistemológica.
Dejar de señalar que en determinados momentos surgieron ciertas teorías y
que experimentaron tales o cuales vicisitudes, pero el naturalista no las
propondrá para su descripción del conocimiento humano y de sus
características. En este sentido la historia de la ciencia se constituye como
una manera objetiva de analizar los sucesos históricos sin prejucios (por
ejemplo, de carácter lógico) que nos obliguen a describirlos de determinado
modo y no de otro.
En verdad, aunque estamos presentando estas ideas haciendo uso de la
palabra «teoría», Bachelard parece pensar, como lo hará luego francamente
Althuser, en términos de «disciplinas científicas». Ello es así porque el
proceso descrito anteriormente parece ser adecuado también para
comprender por qué, a partir de una teoría o problemática planteada por una
determinada ciencia, se constituyen nuevas maneras de estudiar la
naturaleza o la sociedad, lo cual puede llevar a la creación de una disciplina
diferente. En cierto sentido, se podría ilustrar este punto analizando cómo el
neurólogo Freud (que lo fue, decididamente, hasta 1890), advierte
paulatinamente las dificultades de la neurología tradicional para entender los
problemas ligados a la psiquiatría y cómo, poco a poco, compagina una serie
de nociones vinculadas con la psicología hasta que, finalmente y después de
muchos años, aparece, como se advierte en La interpretación de los sueños,
un mundo teórico que poco tiene que ver con la ciencia neurológica
tradicional de la que había partido. Se ha consumado entonces, finalizado el
proceso, una ruptura epistemológica: ha surgido el Psicoanálisis.
Epistemología y conocimiento científico
68
6.2 ALTHUSSER
En cierto modo, Althusser recoge ideas de Bachelard, pero trabaja con su
particular noción de teoría, asimilable para la de disciplina científica. Yo
discrimina, como ya hemos señalado, entre una disciplina entendida como
un campo de investigación con su objeto de estudio, de las teorías que se
formulan para resolver los problemas que se plantean en dicho campo.
Quizá como consecuencia de su eventual y episódica formación como
seminarista, Althusser conserva ciertos conceptos aristotélicos y acepta que
a toda disciplina corresponde una teoría, aquella que constituye, por su
objeto de investigación, el tipo de presupuestos que permiten definir los
conceptos indicadores del objeto disciplinar. Cambiar una teoría sería
equivalente a cambiar el objeto de estudio de la disciplina y, por
consiguiente, ello implicaría no un cambio de hipótesis, sino un cambio
constitutivo de conocimiento. En la posición althusseriana, el «salto» de la
teoría newtoniana a la teoría de la relatividad supondría, en realidad, un
verdadero cambio de disciplina, porque ambas leonas constituyen distintos
objetos de estudio y en ellas se habla de cosas diferentes. Por consiguiente,
Althusser no afirmará que la experiencia o la práctica obligan a cambiar de
teoría, sino que una leona y una disciplina pueden ser más adecuadas que
otras para otorgar eficacia o conocimiento, lo cual hace preferible el
«salto».En Althusser, la historia de la ciencia no es una historia de
revoluciones científicas dentro de una misma disciplina, pues lo
revolucionario en ciencia se vincula con la constitución de una nueva
disciplina desgajada de otra anterior. Una vez establecida aquélla, la
actividad científica en el nuevo contexto recuerda lo que Kuhn llama la
«articulación del paradigma».
Es interesante, en este punto, comprender por qué Kuhn es mucho más
revolucionario que Althusser en materia de filosofía de la ciencia. Para Kuhn,
dentro de una disciplina hay una serie indefinida de revoluciones: la
constitutiva, que corresponde a la aparición de la «etapa 4», y las que se
suceden unas a otras en un rosario interminable a lo largo de la historia.
Pero en Althussei una vez constituida una disciplina, ya no podría haber en
ella ulteriores revoluciones. Si aparecen anomalías, se puede ajustar la
teoría (en el sentido en que Althusser emplea esta palabra), pero la primera
revolución científica la constitutiva de la nueva disciplina es concebida en
términos bachelardianos. Sería un proceso por el cual ciertas ideas se van
desgajando de la teoría que constituye el núcleo de la disciplina hasta que
finalmente se produce la ruptura epistemológica. Pero Althusser añade a
todo ello una noción peculiar, la de «corte». Es el momento preciso en que
se rompe la última ligadura fuerte que conectaba las nuevas ideas con las
anteriores, y a partir del cual ya es posible hablar de una nueva disciplina
independiente. Por consiguiente, en esta visión de la historia de la ciencia es
necesario señalar en cada momento del desarrollo de una disciplina su
Epistemología y conocimiento científico
69
estado, sus dificultades, sus procesos de ruptura de corte y de constitución
de una nueva disciplina luego de lo cual se iniciará el proceso de ajuste por
la práctica y la aplicación de la teoría.
6.3 PIAGET
No sería justo omitir en esta breve enumeración foral de epistemologías
alternativas el caso de Jean Piaget, quien habiendo sido en realidad el
inspirador y dirigente principal de la Escuelas de Psicologia Evolutiva de
Ginebra durante muchísimos años, hasta su muerte en 1980, no ceso nunca
de verse asi mismo más como epistemólogo que como psicólogo. Verdad es
que para el la palabra “epistemología” tiene un significado más amplio. En
cierto modo, tal como la emplean muchos filósofos ingleses y continentales
este vocablo se correspondería con lo que entre nosotros es costumbre
denominar “teoría del conocimiento”. Lo que preocupa a Piaget es como se
estructura y origina el conocimiento en la acepción más general del término,
qué comprende como caso particular, claro está, al conocimiento científico.
La ubicación exacta de Piaget es un tanto dificultosa, por que sus primeros
trabajos en dirección a lo que seria finalmente la Psicología evolutiva fueron
de carácter biológico. En sus estudios sobre ciertos moluscos advirtió
algunas características que iban a ser claves, a la postre, en los seres
biológicos y también de las estructuras psicológicas y epistemológicas del
ser humano. El hecho es que tales investigaciones, cuyo espíritu, en cuanto
a creencias acerca de la evolución de los individuos y de las estructuras, no
lo abandonó nunca, lo fueron llevando paulatinamente hacia problemas de
psicología que considerada conectados con el de la evolución de los
organismos vivos, pues también pensaba que los fenómenos psicológicos se
hallan, de alguna manera, vinculados al funcionamiento del aparato
neurològico y del cerebro.
Fue entonces cuando construyó su notable sistema evolutivo genético de la
psicología y, especialmente, de la psicología del niño. Pero los conceptos
que allí acuñó lo motivaron, a su vez, a preguntarse cómo se genera y
evoluciona el conocimiento en la especie humana. Finalmente, Piaget
Epistemología y conocimiento científico
70
elaboró una concepción unificada del desarrollo de las estructuras, válida
tanto en biología y en psicología como en epistemología, entendida esta
última como actividad del género humano. Así fue como dedicó una enorme
cantidad de volúmenes al estudio de cómo se generan en el individuo
conceptos de la matemática y de la física, y otros de carácter biológico,
psicológico y sociológico. Por todo ello, se le puede concebir como un
epistemólogo muy ligado a los problemas del contexto de descubrimiento.
El sistema epistemológico piagetiano, la epistemología genética, es
enormemente multifacético y no podemos en este libro presentarlo en
detalle, razón por la cual nos limitaremos a destacar algunos de sus
aspectos más relevantes. En primer lugar, es preciso ubicar a Piaget entre
los epistemólogos naturalistas, quienes, como ya señalamos en el caso de
Bachelard, se proponen el estudio del fenómeno del conocimiento sin
prejuicios, en particular de naturaleza lógica. Para Piaget, importa el ser
humano realizando ciertas actividades y manifestando ciertos
comportamientos, y es en ese ámbito donde acontece el fenómeno de
producción del conocimiento. Allí Piaget creyó encontrar etapas cronológicas
en la formación del conocimiento en el niño, etapas que, en cierto modo,
intentó extrapolar al proceso de adquisición de conocimientos por la
comunidad humana y también por los investigadores científicos cuando
desarrollan su actividad.
Queremos rescatar una de las tantas ideas de Piaget al respecto, lo que el
denomina la 'teoría del equilibrio». Si se nos permite una sobre simplificación
de su punto de visa, él, con reminiscencias hegelianas, distingue en
cualquier estructura dinámica en la que puede haber intercambios con el
exterior tres posibles etapas: asimilación, acomodación y equilibrio. Estas
pueden acontecer psíquicamente y en forma indefinida en un ser humano,
pero también en las comunidades y hasta en las estructuras sociales.
Supongamos que estamos ante una determinada estructura E. Un
determinado estímulo 1, puede afectar a E. Este estímulo puede consistir en
una intrusión energética o entidad que se incorpora a la estructura. En tanto
que mera incorporación, se trata de una entidad que, aunque geométrica u
operativamente se internaliza, no queda de por sí incorporada a la estructura
original, pues ésta tendrá que realizar, dinámicamente, ciertas operaciones y
procesos para que la intrusión quede asimilada. El proceso sería algo
parecido, por ejemplo al metabolismo de los azúcares en un organismo: el
azúcar es ingerido y, en tanto no ocurra más que ello, será una presencia
extraña allí y no beneficiosa por sí misma. Pero, luego, a través de una serie
de procesos químicos que el organismo se halla en condiciones de realizar
homeostáticamente, ésta sustancia es metabolizada, produciéndose, a partir
de ella,otras sustancias químicas, tales como grasas y alcoholes, que, a su
vez, por medio de procesos ligados a la digestión, a las funciones del
hígado, etc., terminan por formar parte de la estructura fisiológica normal del
Epistemología y conocimiento científico
71
organismo. Sin embargo, puede suceder, en algunas ocasiones, que este
proceso de asimilación no pueda ser efectuado y esto es lo que ocurre,
siguiendo con nuestro ejemplo, si se ingiere alimento contaminado. En este
caso, forma parte de las posibilidades de supervivencia de la estructura que
ésta realice cambios en su conformación, de modo que el nuevo estado
estructural permita la asimilación que el anterior no lograba. Por ejemplo,
cuando se ingieren carnes contaminadas con mercurio u otras sustancias
tóxicas, el organismo se ve precisado a alterar sus formas de metabolismo
normal y adecuarse a un nuevo tipo de procesamiento, cosa que ocurre muy
frecuentemente con los alcohólicos. Este tipo de proceso se denomina
«acomodación» y, a diferencia de la asimilación, es característico de las
etapas de cambio en los procesos evolutivos. ¿Y cuándo finalizaría esta
etapa de acomodación? Cuando se alcance un nuevo estado de equilibrio,
en el cual el organismo recobra las facultades de asimilación.
Todo esto le resulta obvio a Piaget en razón de los muchos estudios
biológicos y fisiológicos que han sido realizados acerca de los procesos
metabólicos en los seres vivos. Lo interesante es que haya intentado
extender tales conceptos para comprender la incorporación del conocimiento
en la psiquis del individuo e, incluso, el desarrollo en él, de una nueva
habilidad o competencia, generalización que, aún más, abarcaría a los
fenómenos comunitarios y culturales. Piaget supone que, en un momento
determinado, se presenta en el ser humano una estructura psíquica o, en la
comunidad humana una estructura cultural, y que en ambos casos su
comportamiento es similar al que hemos descrito para los fenómenos
biológicos y fisiológicos. Un nuevo dato o un nuevo conocimiento se puede
“metabolizar” en la estructura existente, asimilándose a ella. Pero en
determinadas situaciones, una novedad, hecho, hábito o concepto
extraordinarios, según el caso, no admite tal metabolización, y este será el
momento en que la estructura psíquica o cultural, tendrá que modificarse por
un proceso de acomodación que finalizara cuando se restablezca el
equilibrio.
Epistemología y conocimiento científico
72
CONCLUSIONES
El problema del conocimiento ha sido una motivación constante del
hombre por entender o desentrañar su mundo. Es por ello que el
conocimiento es definido como un proceso que nos llega de manera
natural y como producto de una intención de conocer algo en particular.
Si la epistemología - el estudio del conocimiento- constituye, por su
propia naturaleza, una de las partes esenciales de la filosofía, la
creciente importancia en la ciencia y la consiguiente necesidad de
dotarla de sólidos fundamentos teóricos ha acrecentado aún más el
interés por la misma en el moderno pensamiento filosófico.
El actual método científico asegura las hipótesis demostrativas, lo que le
permitió desvincularse y avanzar respecto a las formas epistemológicas
de la tradición filosófica inspiradas en suposiciones metafísicas. Sin
embargo, debería de garantizar también la verificabilidad del significado
para impedir trayectorias científicas que enfrenen el conocimiento.
Aquellas proposiciones que no cumplan dicho criterio, pese a poder
entrar en consideración científica, en ningún caso deben ser incluidas
como teorías, dogmas, o paradigmas que determinen el sentido de las
investigaciones científicas.
La ciencia no debe aspirar a explicar realidades en base a proposiciones
que se encuentran fuera de los límites empíricos.
Los científicos deberían unificar criterios que permitan el avance de
conocimientos fiables, y su inquietud no ha de ser otra que la
comprensión de la realidad de los fenómenos y procesos naturales.
Los avances derivados de la ciencia deberían de responder a una mejor
comprensión de la naturaleza y no a una mayor capacidad de
manipulación. Por ello, los intereses políticos y/o económicos no
deberían interferir ni controlar la decisión y dirección de las
investigaciones científicas.
En estudio y razonamiento del conocimiento como ciencia y el método
científico, es de gran utilidad para abordar un de proceso de
investigación científica y para la formación integral del investigador.
Epistemología y conocimiento científico
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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edición, 2005.
BARRIGA HERNÁNDEZ, Carlos. Epistemología, Lima-Perú, Editorial
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KLIMOVSKY, Gregorio. Las desventuras del conocimiento científico.
Editora A-Z.
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- http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-
lafilosofia/Filosofiacontemporanea/Wittgenstein/Wittgenstein-
CriterioVerificacion.htm
- http://es.wikipedia.org/wiki/Conocimiento_cient%C3%ADfico