Es una publicación del Centro de Estudios y Formación Sindical (CEFS)

Proyecto:«Fortalecimiento de cuadros y dirigentes gremiales del sector privado argentino»

FETIA-CTA/Fundación Paz y Solidaridad de Navarra.

Elaborado por el Equipo de Capacitación de la FETIAPiedras 519- 10 B - C1070AAU Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

email: fetia@cta.org.ar

Textos: Alejandro BelkinDiseño y diagramación: Guillermo Falciani

Impresión: Imprimac

Noviembre 2009

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Estrategia y Táctica sindical

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Indice

Introdución 3

Objetivos generales de la lucha sindicall 5¿Por qué la organización sindical? 5La unidad hace la fuerza 6Resguardar nuestra capacidad de trabajo 7Conquistas obreras: las leyes laborales y los CCT 8

Criterios generales que guían la lucha sindical 9Fortalecer la organización 9Fortalecer la conciencia 10Mantener o ampliar las posiciones conquistadas 11

Elementos importantes en la tarea de construcción sindical 12Relación de fuerzas 12Importancia estratégica de los lugares de trabajo 14Trabajo a largo plazo 15Táctica unitaria 16

¿Por qué las alianzas? 17Fuerzas propias insuficientes 17Precondición: ausencia de acuerdos de fondo 18Mejorar la relación de fuerzas a nuestro favor 19Cuentas claras, conservan la amistad 20

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Con esta cartilla queremos compar-tir y poner en consideración de todoslos compañeros y compañeras algunasreflexiones sobre estrategia y tácticasindical. Son el resultado de un rico pro-ceso de aprendizaje a partir de las re-cientes experiencias de organización y luchade distintos sectores de la clase trabajadora, espe-cialmente de aquellos que están intentando, con mu-chísimo esfuerzo, construir un sindicalismoparticipativo y democrático.

La tarea encuentra innumerables obstáculos. En-tre ellos, podemos mencionar los siguientes: En la

mayoría de los establecimientos no con-tamos con ninguna forma de organiza-ción obrera. La persecución de la pa-tronal, especialmente en la actividad

privada, representa otro de los inconve-nientes que deben sortear los trabajadores

que se proponen luchar y organizase. Juntocon estos elementos, están los duros golpes que lamemoria histórica de nuestra clase ha sufrido, pri-mero en manos de la dictadura militar de 1976 y lue-go en la década de los 90. Ambos acontecimientosprovocaron un corte en la memoria histórica la clasetrabajadora, un mazazo formidable sobre su concien-

Introducción

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cia, afectando seriamente la transmisión de conoci-mientos entre las distintas generaciones de activistassindicales.

Sin embargo, a pesar de las enormes dificulta-des que enfrentamos, son muchos los compañerosy compañeras que se han animado en los últimosaños a desafiar las condiciones adversas intentan-do, con diversos resultados, la construcción de “otrosindicalismo”. De esas experiencias hemos tratadode extraer algunas conclusiones, que como siem-pre pasa en estas circunstancias, no dejan de serprovisorias. En ningún caso se trata de “fórmulasmágicas” ni recetas facilistas, son apenas algunos

elementos que podrían servir para orientar en tér-minos generales la actividad gremial.

Apostamos al debate democrático y colectivo.Entre todos y todas debemos buscar los mejorescaminos para la construcción de un sindicalismo de-mocrático y participativo, sin pretender encontrarsoluciones universales pero sí, generando conoci-miento colectivo para no tener que “empezar decero” en cada nueva lucha. El objetivo de estaspáginas, es precisamente hacer un aporte a esasnecesarias discusiones.

Al servicio de esa construcción es que presenta-mos esta cartilla.

Alejandro Belkin - 25/11/2009

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En nuestra sociedad, los empresarios buscan per-manentemente aumentar sus ganancias. Para lograrlo,necesitan disminuir sus costos de producción. Eso sig-nifica que intentan, siempre y en todo momento, pagarlos salarios más bajos posibles.

Por los mismos motivos (bajar costos, aumentarganancias), las patronales se niegan sistemática-mente a realizar inversiones para mejorar el medioambiente laboral. En su afán por economizar cos-tos, se despreocupan por la salud de los obreros.Debido a estas circunstancias, diariamente se con-

suma un verdadero sacrificio de vidas humanas, queson ofrendadas al dios dinero. De acuerdo a la lógicaque maneja la patronal, matar no es asesinar cuando

ocurre en homenaje a las ganancias.

Tratando de expandir sus benefi-cios económicos, los empresarios seencuentran impelidos continuamente a

incrementar la explotación de laclase obrera. Por lo tanto, los

trabajadores nos vemos obli-gados a defender nuestrasremuneraciones y a pelearpor mejores condiciones detrabajo, para resguardarnuestra salud.

Objetivos generales de la lucha sindical

¿Por qué la organización sindical?

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Ante esta situación, donde los trabajadores so-mos agredidos constantemente, se vuelve necesarioelaborar respuestas acordes a estas circunstancias.En muchos casos, sucede que las primeras formasde protesta se llevan a cabo de manera individual ycon escasos niveles de conciencia. Las expresionesde indignación aisladas (por muy entendibles quesean), son poco efectivas y hasta contraproducen-tes. Muy difícilmente nos permitan obtener nues-tros objetivos. Precisamente, este esuno de los principales motivos queexplican el surgimiento del sindica-lismo. Las organizaciones sindicalesnacen para superar la dispersióny la pelea individual. Lasasociaciones gremiales seforman para encarar demanera colectiva la luchapor mejores salarios y con-diciones de trabajo.

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En todas partes, los patrones siempre sonmenos, en cantidad, que los trabajadores. Sin

embargo, la sociedad les otorga un poder in-menso. Las gigantescas fortunas que concentran

en sus manos, junto a los vínculos estrechos quemantienen con diversos estratos de la jerarquía

estatal (diputados, jueces, ministros), lespermiten obtener favores de todo tipo,comprar voluntades y pertrecharsematerialmente. Por esa razón, losempresarios están en condicionesde movilizar una fuerza muy supe-rior a la que correspondería por suescaso número.

Por el contrario, los trabajado-res siempre somos mayoría, pero

La unidad hace la fuerza

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individualmente tenemos un poder muy reducido.Nuestra ventaja sobre los empresarios, entonces,reside en el número. Pero la cantidad sólo cuenta sise presenta unida. Nuestra fortaleza proviene de launidad, de la mancomunión de nuestras numerosasfuerzas individuales.

Si miramos a nuestro alrededor, todo lo que obser-vemos es producto del trabajo humano. Cualquiera delos elementos indispensables para nuestra vida sonelaborados por manos obreras. Sin nuestra actividaddiaria, la humanidad no podría existir. Los patronesnos necesitan para producir y obtener las ganan-cias que saben disfrutar, sin nuestro trabajoellos no son nada. Allí reside una de las razo-nes fundamentales de nuestra fuerza.

Entonces, ante el inmenso poder quedisponen los empresarios, la únicaherramienta con la cual contamoslos trabajadores, para oponer unafuerza equivalente o superior, con-

siste en conseguir la más amplia unidad entre nosotros.Las divisiones y las disputas intestinas disminuyen nues-tras fuerzas. Por eso, los sindicatos surgen comoforma de combatir la competencia entre los obreros,para mejor pelear contra los patrones, por mejores sa-larios y condiciones de trabajo.

Resguardar nuestra capacidad de trabajo

Luchamos por mejores remuneraciones ycondiciones de trabajo porque tenemos derecho

a una vida digna. A cada paso, la patronal trataráde impedirlo buscando acrecentar sus ganancias.

A su vez, la única forma que tenemos los tra-bajadores de ganarnos la vida consiste en

trabajar para algún empresario, es decir,vender nuestra fuerza de trabajo al me-jor postor. La organización sindicalbusca que la venta de nuestra fuerza

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de trabajo se realice en las condiciones más ventajo-sas posibles.

Entre otros motivos, es importante que así sea,porque de lo contrario, nuestra capacidad de trabajose deteriora muy rápidamente haciendo que nuestravida útil, nuestras posibilidades de ganarnos el sus-tento cotidiano, disminuyan de manera aceleradadejándonos afuera del proceso productivo, con sussecuelas de hambre y degradación personal.

Conquistas obreras:las leyes laborales y los CCT

Gracias a nuestras luchas colectivas, los trabajadoreshemos conseguido imponer límites a la explotación dela patronal. Diversos triunfos obreros sobre los empre-sarios se han cristalizado en leyes laborales. Son partesde las llamadas conquistas obreras. Una variedadimportante de mejoras en las condiciones de trabajo(como la jornada de 8 horas) hemos conseguido que seplasmen en textos legislativos. Las leyes laborales per-miten que las conquistas obtenidas se vuelvan perma-nentes y se generalicen al conjunto de la clase obrera.

Los Convenios Colectivos de Trabajo, que formanun cuerpo normativo adicional, son otras de las formasen las cuales se expresan las conquistas obreras. Cadarama de la industria tiene su propio Convenio Colectivode Trabajo, donde se establecen las condiciones detrabajo en los diversos sectores de la actividad econó-mica. En ambos casos, tanto las leyes laborales, comolos Convenios Colectivos de Trabajo, ponen límites a lapatronal, impiden que los trabajadores seamos tratadosde manera absolutamente arbitraria.

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Las diversas manifestaciones de la lucha sindicalatraviesan diferentes momentos. En algunos casos, laconfrontación con la patronal se vuelve más aguda, enotras circunstancias, por el contrario, suceden períodosde relativa calma. Además, los delegados y dirigentessindicales deben afrontar diariamente presiones ydesafíos de lo más variados. El Estado, por medio desus diversas reparticiones y funcionarios, actúa,presiona e influye sobre las organizaciones gremia-les. Frente a cada uno de estos movimientos-del Estado, la patronal y las diversas corrien-tes que actúan en el movimiento obrero-, losrepresentantes sindicales están obligadosdiariamente a elaborar respuestas. Ante ladiversidad de situaciones y la infinidadde problemas que suelen aparecercotidianamente, es fácil marearse yperder el rumbo. Por esa razón, pre-

sentamos ciertos criterios generales que pueden servircomo guía para las decisiones que debemos adoptartodos los días.

Criterios generales que guían la lucha sindical

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Hemos mencionado más arriba la necesidad dela organización, de la lucha colectiva de los trabaja-

dores para enfrentar las embestidas permanentes de lapatronal. Cuanto más organizados nos encontremos,más difícil será para la patronal avanzar sobre noso-tros. Aquí pensamos que es importante diferenciar

entre sindicalización y organización. La afiliación de lamayor cantidad de compañeros a la organización

sindical es muy importante. Sin embargo,no es suficiente. Necesitamos que se

generen y se estimulen constantemen-

Fortalecer la organización

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te, lazos de solidaridad entre los compañeros. Abo-nar la confianza mutua entre trabajadores tiene unaimportancia fundamental, tonifica nuestras fuerzas y esla base de la organización. Precisamente, los agentesde la patronal son los que en todo momento intentansembrar la desconfianza entre compañeros y generansuspicacias hacia los dirigentes más representativos.

También es muy importante que todos los trabaja-dores se involucren en la resolución de sus problemas.Existe una práctica muy arraigada, pero extremada-mente perjudicial para la organización obrera, que con-siste en delegar todos los problemas en los dirigentessindicales. Es imprescindible, para fortalecer el proce-so de organización, el compromiso de todos y cada unode los compañeros y compañeras en la vida sindical.Sólo de esta manera, podremos mante-ner una organización sólida y robusta.

Por lo tanto, dentro de la infinidadde posiciones que nos vemos obliga-dos a tomar cotidianamente, es im-

portante preguntarse: las decisiones que tomamos, ¿for-talecen o debilitan a la organización obrera? Si lafortalecen, seguramente estamos transitando por el buencamino, en cambio, si la debilitan, debemos revisar nues-tras acciones; algo mal estamos haciendo.

Fortalecer la conciencia

Comprender la necesidad de organizarse, entenderlas diversas formas de resistir a los ataques de losempresarios, son aspectos vitales de la organizacióngremial. En otras palabras, aprender el arte de la luchasindical, saber cuándo debemos avanzar, en quémomento tenemos que golpear y cuándo se debe retro-ceder; son todos elementos fundamentales que debe-

mos aprender los tra-bajadores. En ese

sentido, toda la infor-mación y/o el cono-cimiento que poda-

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mos lograr, nos fortalece, nos ubica en una mejor posi-ción para defender nuestros derechos, afianza la orga-nización, estimula la participación del conjunto de loscompañeros y evita que la patronal nos pueda engañarfácilmente. Recordemos que la información espoder. Entonces, todos los avances que logremos enconcientizarnos y en concientizar a nuestros compañerosson de fundamental importancia.

Nuevamente, todo aquello que contribuya a fortale-cer la conciencia de la clase obrera, de sus verdaderosintereses, de sus verdaderos enemigos, nos ayuda aorientarnos en nuestra actividad cotidiana. Eneste caso, la pregunta que nos podemos for-mular es la siguiente: nuestras decisiones,¿están ayudando a fortalecer o a debilitar laconciencia de los compañeros? Si contribu-yen a fortalecerla, seguramente estamoscaminando por la senda correcta, si es a lainversa, de alguna manera estamos equivo-cando el camino.

Mantener o ampliar las posicionesconquistadas

Si tuviéramos que definir, en pocas pala-bras, los objetivos de la lucha sindical, podría-

mos decir que consiste en poner límites a la ex-plotación de los trabajadores por la patronal. Los

avances que los trabajadores conseguimos en esecamino son muy difíciles de lograr. Tenemos que man-tener lo conseguido y tratar de extenderlo. Entonces, sinuestras acciones contribuyen a mantener y ampliarlas conquistas, seguramente son correctas, de lo con-trario, debemos revisar seriamente las decisiones quehemos adoptado.

Sobre este punto, recordemos una idea impor-tante. Jamás debemos entregar una conquista acambio de dinero, de aumentos de salarios. Por-que sería un gravísimo error. Las conquistas obre-

ras cuestan gran esfuerzo obtenerlas y los au-

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Las formas que adopta la lucha sindical nodependen exclusivamente de nuestra voluntad.Las acciones que tomemos nogiran en el vacío, deben tomaren cuenta la fuerza con la quecontamos, la situación en la

que se encuentra la patronal y su interrelación. Pero,¿cómo medimos nuestras fuerzas? Hay varioselementos que nos entregan indicios. ¿Qué grado de

organización hemos logrado construiren nuestros lugares de trabajo? ¿Quénivel de conciencia tiene el conjun-

to de los compañeros? ¿Hastadónde llega la predisposiciónpara la lucha de la mayoría de

Elementos importantes en la tarea de construcción sindical

Relación de fuerzas

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mentos salariales se esfuman rápidamente al compásde la inflación.

Resumiendo, los criterios que deben guiar la luchasindical son los siguientes:

a. Fortalecer la organización obrera.b. Fortalecer la conciencia obrera.

c. Mantener o ampliar las posiciones conquistadas.

Esos tres elementos constituyen nuestra estrategiasindical. En otras palabras, a pesar de las cambiantescondiciones de la lucha, de las diversas situaciones quese nos pueden presentar en nuestra tarea de construc-ción sindical, estos elementos se mantienen invariables.

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los trabajadores? ¿Participan masivamente los com-pañeros de la vida sindical? ¿En qué medida hemosconseguido el apoyo de la población en generalhacia nuestras reivindicaciones? Esos y otros ele-mentos, nos indican el estado de nuestras fuerzas, odicho en otros términos, el poder obrero que hemossabido construir.

También es importante medir la situación de lapatronal, ¿hasta dónde el discurso de los empresariosha logrado convencer a nuestros compañeros? ¿Cuánprofundo ha logrado calar el discurso de la empresaentre los trabajadores? ¿La empresa se encuentraproduciendo a pleno y necesita contratar más emplea-dos, o por el contrario, la producción está en descensoy expulsando mano de obra?

La lectura atenta de todas estas variables nos pue-de ayudar a mostrar las fuerzas con las que cuentacada contendiente. De este análisis se desprenden loslímites que tenemos para desplegar nuestra actividadsindical.

Siempre, son muchas las reivindicaciones quepodemos demandar. La patronal nos presenta diaria-mente infinidad de motivos para reclamar. Sin embargo,cuáles reivindicaciones llevamos adelante, de quéforma y con qué ritmos, están determinadas por larelación de fuerzas entre la patronal y los trabaja-dores. La voluntad de lucha del activismo puede serenorme, pero si el resto de los trabajadores no acom-pañan, sería peligroso salir a confrontar en esa situación.Con los trabajadores, todo, sin los trabajadores, nada.

Cuando no se puede salir a pelear de forma directae inmediata, ¿nada se puede hacer? Al contrario, sonmuchas las tareas que tenemos por cumplir. Princi-palmente, debemos preparar el terreno para que lasfuturas luchas se puedan realizar con posibilidadesciertas de éxito. Hay que avanzar en organización yconciencia, abonando el terreno para los próximosenfrentamientos. Debemos continuar explicandopacientemente a nuestros compañeros la necesidadde organizarse, clarificando los objetivos de la lucha ylas formas que debe asumir el conflicto.

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Importancia estratégica de loslugares de trabajo

La relación de fuerzas entre la patronal y los traba-jadores se construye día a día. En cada jornada laboral,cada parte mide sus fuerzas con el adversario. La em-presa pretenderá exprimir al máximo a sus empleados.Por nuestra parte, los obreros, intentaremos resistir losavances de la patronal. Este pequeño, pero muy im-portante, “tire y afloje” entre los empresarios y susempleados va construyendo la relación de fuerzas entrelas clases fundamentales de la sociedad.

Las grandes confrontaciones sociales, los inmen-sos estallidos de descontento popular (como el famoso“Cordobazo”), son inexplicables si no se tiene en cuentaesta acumulación diaria, pequeña y casi imperceptiblede poder en los propios lugares de trabajo, por parte decada una de las fuerzas en disputa.

Las formas de avanzar sobre las fuerzas del trabajoson innumerables. Por ej., los patrones pueden pedirlesa los trabajadores “un pequeño favor extra” para“sacar el trabajo adelante”. “Unos minutos más”, “unpequeño esfuerzo adicional”, son las formas que

adquieren, en muchas ocasiones, los intentos de lapatronal de avanzar sobre los trabajadores. Si losobreros aceptan, si ceden ante las insistencias de

la empresa, la patronal tratará de volver per-manente esa “pequeña” concesión de lostrabajadores. Por esa razón, es importantemantenerse alertas ante cualquier modifi-cación en los procesos de trabajo, por más

insignificantes que parezcan. Si vamoscediendo lentamente, imperceptiblemente,

cuando nos demos cuenta, habremos retro-cedido de manera significativa en nuestrascondiciones de trabajo y la patronal habrá sa-lido victoriosa y fortalecida.

Debemos pregonar la desconfianza perma-

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Trabajo a largo plazo

La construcción de organiza-ción en los lugares de trabajo noes una tarea sencilla, por el con-trario, es muy dificultosa. Necesi-

nente ante cualquier medida que trate de implementarla dirección de la empresa. La respuesta unificada delos trabajadores, ante la más mínima tentativa de lapatronal por incrementar la explotación, es fundamen-tal para fomentar la solidaridad entre nosotros y la cons-trucción de poder obrero en los lugares de trabajo.

Insistimos, es en los ámbitos laborales donde se dis-puta directa y diariamente la relación de fuerzas entrelas clases antagónicas, donde cada una de ellas constitu-ye su poder. Por tal motivo, los lugares de trabajo cobranuna importancia inmensa para el objetivo de promover laorganización gremial y la construcción de poder obrero.

ta del convencimiento y la participación de una por-ción significativa de los compañeros. Requiere quelos trabajadores y los representantes obreros apren-dan el arte del combate cotidiano con la patronal. Elconjunto de estos elementos no se logra de un díapara el otro. Necesitan de un período prolongado demaduración de los compañeros. Debemos alertarcontra las “fórmulas mágicas” y facilistas, que pre-tenden resolver las intrincadas cuestiones de la or-ganización sindical de forma rápida y expeditiva.

Por el contrario, la historia demuestra que loscasos exitosos de organización obrera necesitaronde largos años de gestación, de construcción entrelas sombras, para luego poder salir a la luz y enfrentara la patronal con éxito. Las impaciencias desmedi-das suelen costar muy caras, no se pueden apresu-

rar los diferentes ritmos de maduración de losprocesos sociales. Hay que acompañar pacien-temente los diversos tiempos de cada una delas distintas construcciones sindicales.

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Hemos afirmado más arriba que nuestra ven-taja sobre los patrones reside en el número, peroque sólo podemos hacerlo valer si nos encontra-mos unidos. Cualquier motivo que divida nuestrasvoluntades, frente a los empresarios, nos debilita yaleja las posibilidades de triunfo.

Por lo tanto, debemos impulsar en todomomento la más amplia unidad de ac-ción frente al enemigo en co-mún. Para lograrlo, tene-mos que deponer interesesmezquinos a favor de la ne-cesaria acumulación de fuerzas,acercando voluntades y aprendiendo aconstruir en la diversidad.

Todo acuerdo implica necesariamente

Táctica unitariauna transacción, seguramente nos veremos obligadosa realizar concesiones a nuestros aliados. Pero lo ha-cemos para acrecentar el frente común que se oponeal mismo enemigo.

En otras palabras, se vuelve necesario priorizar losacuerdos por encima de las diferencias. Pero la unidadno se proclama, se debe luchar por conseguirla. En

muchas ocasiones no es un trabajo sencillo,los aliados potenciales no siempre están dis-puestos a unirse. En esos casos, debemos

elaborar una táctica cuidadosa paraacercarnos, para establecer lazos deconfianza, que abran la posibilidad dellegar a acuerdos.

Recordemos en todo momento quelos que siempre salen ganando por nues-tras peleas, fracturas y divisiones sonlos empresarios. Por el contrario, si con-seguimos presentar un frente unido delucha nos fortalecemos ante la patronal.

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No siempre contamos con las fuerzas suficientes paraimponer nuestros objetivos. En esos casos, cuando el pode-río del enemigo es superior, se vuelve indispensable acumu-lar fuerzas, aunando voluntades con otras organizaciones,sindicatos y personalidades relevantes. De esa forma, ayu-daremos a generar consenso entre la población a favor denuestras demandas.

Entonces, el principal motivo que nos impulsa a buscaralianzas con otras organizaciones es la insuficiencia de nues-tras propias fuerzas. Si tuviéramos el poder necesario paraconseguir nuestros objetivos por nosotros mismos, sería in-necesario articular alianzas con otras fuerzas.

¿Por qué las alianzas?

Fuerzas propias insuficientes

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No siempre se tiene en cuenta un elemento fundamentalpara que las alianzas tengan razón de ser. La condiciónbásica que permite que dos o más fuerzas se planteen laposibilidad de aliarse consiste, precisamente, en que sostie-nen intereses y/o políticas de fondo diferentes. Si tuvierancoincidencias en cuestiones fundamentales, no tendríasentido mantener organizaciones separadas, estaría plantea-

da directamente la necesidad de fusionarse.

Por lo tanto, el difícil arte de realizar acuerdos tác-ticos, consiste en conseguir la confluencia de dos omás organizaciones, que se comprometen a impulsaralgunos objetivos de manera conjunta, pero mante-

niendo sus diferencias de fondo.

Precondición: ausencia de acuerdos de fondo

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El objetivo de realizar alianzas, como ya hemos dicho, se vuel-ve necesario cuando no contamos con fuerzas propias sufi-cientes para imponer nuestros intereses. La búsqueda deunificar voluntades tiene por objetivo acumular fuerzas afavor de nuestras posiciones.

En definitiva, partiendo de una situación de relativadebilidad, nos proponemos realizar las alianzas que seannecesarias para trastocar la relación de fuerzas a nuestrofavor. En esto radica el principal objetivo de la búsquedade alianzas.

Por esa razón, cuanto más poderosos sean nuestrosaliados, tanto mejor para nosotros, nos permite sumar ma-yores fuerzas para conseguir nuestros objetivos.

Mejorar la relación de fuerzas a nuestro favor

2020

Cuando realizamos un acuerdo táctico, con algún aliado circunstancial,siempre debe quedar en claro para todos, en qué puntos coincidi-mos y en cuáles discrepamos. De esa forma, se evitarán todotipo de suspicacias y malos entendidos. En aquellas cuestionesque convenimos, nos comprometemos a tirar todos juntospara el mismo lado. Y en los puntos donde disentimos,cada organización debe tener la más amplia libertad paraexponer sus posiciones públicamente.

Entonces, si los acuerdos y diferencias se estable-cen claramente, tanto hacia adentro como haciaafuera de la alianza, ayudarán a construir frentes delucha más sólidos y cimentarán la confianza mutuaentre las fuerzas asociadas.

Cuentas claras, conservan la amistad