Esta Era La Despedida

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  • 8/18/2019 Esta Era La Despedida

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    Esta era la despedida, la despedida de mi alma, aquella en la que resplandecía un niño, una

    ilusión, la nostalgia y el deseo de vivir eternamente. Yacían las abundancias y las carencias,

    las discordias y los problemas, la comunión y la disputa, los escrúpulos y la burla, yacían

    en mis dos seres, dos entes y era época de matar a uno de ellos, no del alma, no de los

    sueños pero si de la realidad, no puedo permitirme tal nobleza en la verdad, pues nuestra

    verdad se reduce y se corrompe en un mundo egoísta y avaro, ambicioso y tacaño, falto de

    amor y lleno de envidia, sediento de riquezas y aleado de un atardecer, con miedo e

    !istorias olvidadas, no en un baúl, no debao de una cama, olvidadas en una parte de

    nuestra alma, era tiempo de que perdiese la mía a estas !oras de la noc!e, sin embargo,

    eventualmente recurriré a ella como se recurre a los malos !"bitos en ocasiones, recurriré a

    ella como la luna lo !ace en cada renacer# sin poder verse, marcando el inicio de un nuevo

    ciclo, en la soledad, en los días lluviosos, en mi privacidad, en los momentos que mis

    deseos sean manifiestos en esta parte de alma, de !umanidad que estoy por abandonar.

    $ear de ser niño e intentar ser un !ombre, cambiar ideales por aquellos propuesto de tu

    sociedad, eventualmente, así sucede, así nos desprendemos de una parte de nuestro ser.

    %oy yacen aquí mis palabras, pero no mis sueños, no mi vida, no mi inmortalidad, pues

    todos estos me persiguen sin preguntar. &omperé en llanto, en sollozo cuando el sol

    oscurezca, cuando su calor sea como en invierno# inútil, frio, vacío.

     'o me olvidaré pero si me transformaré pues este mundo así lo e(ige, que abandone mi

    niñez, que abandone mi espíritu pero no podr"n quitarme mi esencia, pues aunque no !aya

    vista, !ay oos en los ciegos, aunque no !aya movimiento !ay piernas en los minusv"lidos,

    aunque no !aya brillo !abr" un sol, uno que de vez en cuando resplandecer", en mis

    adentros, en mi corazón, en las virtudes m"s profundas de mis an!elos, de mí.