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ESTAMOS HARTAS Y HARTOS: - De que la ministra de educación diga hablar en nombre de la mayoría del profesorado cuando su ministerio, que sí que puede hacerlo, no ha hecho ninguna consulta directa fiable. - De que el gobierno se aproveche del malestar de los docentes para introducir medidas que perjudican aún más a la escuela pública. - De que el gobierno continúe desatendiendo la educación primaria y se limite a maquillar los problemas de la secundaria. - De que el gobierno pretenda reforzar aún más el peso del catolicismo reaccionario, a costa de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. - De que el gobierno desvíe los fondos públicos a la enseñanza privada, eufemísticamente calificada de concertada. - De que la ministra minimice las cifras de participación del profesorado en las protestas contra la Ley de Calidad. - De que supuestos expertos que no han pisado una clase en su vida, ni piensan hacerlo, y otros que se apresuraron a desertar de la tiza, nos digan cómo tenemos que solucionar los problemas del aula. Pero también - De que la oposición pretenda, por razones de oportunismo político, que no se modifique en absoluto una legislación educativa catastrófica. - De que la oposición reduzca la calidad de la enseñanza a la mera cantidad de dinero que se dedique a ella, sin entrar en cómo se verifica su gestión y distribución. - De que los sindicatos de enseñanza, que ahora han de revalidar su representación, se limiten a contestar las medidas de la LOCE con frases hechas, sin entrar en lo que de continuidad tienen respecto a la intolerable situación creada anteriormente. - De que los sindicatos de enseñanza no adopten una actitud beligerante con la política de concertaciones y subvenciones de las administraciones públicas. - De que los sindicatos de enseñanza y las asociaciones estudiantiles convoquen con suma ligereza jornadas de huelga exclusivamente en la enseñanza pública, cuando se trata de defender un bien social de todos los ciudadanos. Y, en suma, de que la lucha no se centre en exigir la enseñanza que el país necesita: pública, laica, no discriminatoria, excelente y para todos, objetivo que representa las aspiraciones democráticas y alcanzable de existir voluntad política en los gobernantes. El profesorado necesita tanto como el aire Unas condiciones laborales que le permitan enseñar y educar, tareas para las que profesionalmente es competente y con las que socialmente se ha comprometido. Esto implica un sueldo adecuado y estabilidad laboral en vez de jerarquizaciones absurdas. Un marco legal que garantice los derechos de todos a la educación, pero en particular de quienes quieren ejercerlos con aprovechamiento y calidad, y pueden hacerlo. Lo que supone disponer de medios educativos para corregir a tiempo comportamientos inadecuados que atentan contra el marco escolar. El apoyo de la Administración, que debería valorar más el capital humano e intelectual de que dispone, en vez de infrautilizarlo en tareas para las que se requiere otra preparación. La colaboración de las familias, que se han de corresponsabilizar en la tarea educativa, en lugar de reducirse a una simple y pretenciosa fiscalización de la profesionalidad de los docentes. CADEP (Coordinadora de Asociaciones por la Defensa de la Enseñanza Pública)

Estamos Hartos

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Colectivo Baltasar GraciánPedagogía

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  • ESTAMOS HARTAS Y HARTOS:

    - De que la ministra de educacin diga hablar en nombre de la mayora del profesorado cuando su ministerio, que s que puede hacerlo, no ha hecho ninguna consulta directa fiable.

    - De que el gobierno se aproveche del malestar de los docentes para introducir medidas que perjudican an ms a la escuela pblica.

    - De que el gobierno contine desatendiendo la educacin primaria y se limite a maquillar los problemas de la secundaria.

    - De que el gobierno pretenda reforzar an ms el peso del catolicismo reaccionario, a costa de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos.

    - De que el gobierno desve los fondos pblicos a la enseanza privada, eufemsticamente calificada de concertada.

    - De que la ministra minimice las cifras de participacin del profesorado en las protestas contra la Ley de Calidad.

    - De que supuestos expertos que no han pisado una clase en su vida, ni piensan hacerlo, y otros que se apresuraron a desertar de la tiza, nos digan cmo tenemos que solucionar los problemas del aula.

    Pero tambin - De que la oposicin pretenda, por razones de oportunismo poltico, que no se modifique en absoluto una legislacin educativa catastrfica.

    - De que la oposicin reduzca la calidad de la enseanza a la mera cantidad de dinero que se dedique a ella, sin entrar en cmo se verifica su gestin y distribucin.

    - De que los sindicatos de enseanza, que ahora han de revalidar su representacin, se limiten a contestar las medidas de la LOCE con frases hechas, sin entrar en lo que de continuidad tienen respecto a la intolerable situacin creada anteriormente.

    - De que los sindicatos de enseanza no adopten una actitud beligerante con la poltica de concertaciones y subvenciones de las administraciones pblicas.

    - De que los sindicatos de enseanza y las asociaciones estudiantiles convoquen con suma ligereza jornadas de huelga exclusivamente en la enseanza pblica, cuando se trata de defender un bien social de todos los ciudadanos.

    Y, en suma, de que la lucha no se centre en exigir la enseanza que el pas necesita: pblica, laica, no discriminatoria, excelente y para todos, objetivo que representa las aspiraciones democrticas y alcanzable de existir voluntad poltica en los gobernantes.

    El profesorado necesita tanto como el aire Unas condiciones laborales que le permitan ensear y educar, tareas para las que profesionalmente es competente y con las que socialmente se ha comprometido. Esto implica un sueldo adecuado y estabilidad laboral en vez de jerarquizaciones absurdas.

    Un marco legal que garantice los derechos de todos a la educacin, pero en particular de quienes quieren ejercerlos con aprovechamiento y calidad, y pueden hacerlo. Lo que supone disponer de medios educativos para corregir a tiempo comportamientos inadecuados que atentan contra el marco escolar.

    El apoyo de la Administracin, que debera valorar ms el capital humano e intelectual de que dispone, en vez de infrautilizarlo en tareas para las que se requiere otra preparacin.

    La colaboracin de las familias, que se han de corresponsabilizar en la tarea educativa, en lugar de reducirse a una simple y pretenciosa fiscalizacin de la profesionalidad de los docentes.

    CADEP (Coordinadora de Asociaciones por la Defensa de la Enseanza Pblica)