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362 El poeta Javier Sicilia ha tenido la valiente iniciativa de convocar al pueblo a dos grandes manifestaciones, la del 6 de abril y la marcha del 5 al 8 de mayo. En pocas semanas, el movimiento con- tra la guerra de Calderón ha pasado de las protestas locales en Chihuahua, Ciu- dad Juárez y la marcha de los estudian- tes del DF en febrero, a un movimiento nacional, que podría seguir creciendo en número y amplitud. Ya se unen las columnas del zapatismo en Chiapas, de la sección magisterial de Oaxaca, algu- nos importantes sindicatos y cada vez más organizaciones políticas y popula- res. Ahora, es necesario reflexionar e intercambiar ideas sobre cómo prose- guir esta lucha, que promete ser larga y difícil pues Calderón está obstinado en que continuará con la militarización del país y la violencia, lo que Hilary Clinton aplaudió, lo mismo que la Iglesia cató- lica. En opinión de los socialistas, a la paz y la derrota de los delincuentes sólo se llegará si se legalizan de las drogas. Se trata con ello de que su venta deje de ser un negocio y que el narcotráfi- co pierda razón económica de existir. Como consecuencia de ello, también serían innecesarias las voces que exi- gimos que el Ejército salga de las ca- lles. Al mismo tiempo debe enfatizarse en la prevención y curación de las adic- ciones, entre otras medidas que antes hemos aquí expuesto. Esta clarificación sobre cuál es la salida del laberinto es pertinente, a fin de que el movimiento por la paz tenga bases ideológicas só- lidas. También es necesario que Javier Sicilia y los jóvenes que lo acompañan tomen otras iniciativas políticas y orga- nizativas, como la convocatoria a un en- cuentro nacional de todas las organiza- ciones y de tod@s aquell@s que están contra la violencia y la militarización. Este encuentro debería decidir un plan de lucha y de movilizaciones, que cul- minen con una gran protesta nacional que arrincone al gobierno y a los delin- cuentes. A esto puede llamársele “pac- to”, pero nosotros preferimos decir que la paz sólo se alcanzará si se organiza un amplio y potente movimiento que ocasione una dura derrota al Poder. ¿Qué hacer después del 8 de mayo? Editorial Obama dijo muuu y Calderón le hizo coro Si el hombre es el único animal que se tropieza con la misma piedra dos veces, qué podremos decir de Barack Obama, que en mayo del año pasado reconoció que la estrategia que ha seguido EU durante 40 años contra las drogas ha sido un fracaso, pero acto seguido insistió en que debe continuarse. Washington, entonces, continuará la represión y entonces, “se opone firmemente contra la legalización de la mariguana o cualquier otra droga”, dijo el presidente gabacho. De inmediato, Calderón se cuadró ante el jefe del imperio. “Los gobiernos de México y EU comparten la política de no legalizar el uso y consumo de drogas, coincidieron el secretario de Salud, José Ángel Córdova, y el director de la Oficina de Política Nacional de Fiscalización de Drogas de EU, Gil Kerlikowske, durante el Encuentro Binacional para la Cooperación en Materia de Reducción de la Demanda de Drogas.” (J. Jaime Hernández, El Universal, 4/08/2010)

¡Estamos hasta la Madre!

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Periódico del Partido Obrero Socialista # 362

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Page 1: ¡Estamos hasta la Madre!

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El poeta Javier Sicilia ha tenido la valiente iniciativa de convocar al pueblo a dos grandes manifestaciones, la del 6 de abril y la marcha del 5 al 8 de mayo. En pocas semanas, el movimiento con-tra la guerra de Calderón ha pasado de las protestas locales en Chihuahua, Ciu-dad Juárez y la marcha de los estudian-tes del DF en febrero, a un movimiento nacional, que podría seguir creciendo en número y amplitud. Ya se unen las columnas del zapatismo en Chiapas, de la sección magisterial de Oaxaca, algu-nos importantes sindicatos y cada vez más organizaciones políticas y popula-res.

Ahora, es necesario reflexionar e intercambiar ideas sobre cómo prose-guir esta lucha, que promete ser larga y difícil pues Calderón está obstinado en que continuará con la militarización del país y la violencia, lo que Hilary Clinton aplaudió, lo mismo que la Iglesia cató-lica.

En opinión de los socialistas, a la paz y la derrota de los delincuentes sólo se llegará si se legalizan de las drogas. Se trata con ello de que su venta deje de ser un negocio y que el narcotráfi-co pierda razón económica de existir. Como consecuencia de ello, también serían innecesarias las voces que exi-gimos que el Ejército salga de las ca-lles. Al mismo tiempo debe enfatizarse en la prevención y curación de las adic-ciones, entre otras medidas que antes hemos aquí expuesto. Esta clarificación sobre cuál es la salida del laberinto es pertinente, a fin de que el movimiento por la paz tenga bases ideológicas só-lidas.

También es necesario que Javier Sicilia y los jóvenes que lo acompañan tomen otras iniciativas políticas y orga-nizativas, como la convocatoria a un en-cuentro nacional de todas las organiza-ciones y de tod@s aquell@s que están contra la violencia y la militarización. Este encuentro debería decidir un plan de lucha y de movilizaciones, que cul-minen con una gran protesta nacional que arrincone al gobierno y a los delin-cuentes. A esto puede llamársele “pac-to”, pero nosotros preferimos decir que la paz sólo se alcanzará si se organiza un amplio y potente movimiento que ocasione una dura derrota al Poder.

¿Qué hacerdespués del 8

de mayo?

Editorial

Obama dijo muuu y Calderón le hizo coroSi el hombre es el único animal que se tropieza con la misma piedra dos veces, qué podremos decir de Barack

Obama, que en mayo del año pasado reconoció que la estrategia que ha seguido EU durante 40 años contra las drogas ha sido un fracaso, pero acto seguido insistió en que debe continuarse. Washington, entonces, continuará la represión y entonces, “se opone firmemente contra la legalización de la mariguana o cualquier otra droga”, dijo el presidente gabacho.

De inmediato, Calderón se cuadró ante el jefe del imperio. “Los gobiernos de México y EU comparten la política de no legalizar el uso y consumo de drogas, coincidieron el secretario de Salud, José Ángel Córdova, y el director de la Oficina de Política Nacional de Fiscalización de Drogas de EU, Gil Kerlikowske, durante el Encuentro Binacional para la Cooperación en Materia de Reducción de la Demanda de Drogas.” (J. Jaime Hernández, El Universal, 4/08/2010)

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Una nueva tragedia ensombrece a la clase obrera mexicana y a sus mineros. Después de los 65 mineros fa-llecidos en Pasta de Conchos, la historia se repite. En esta ocasión en el poblado de Sabinas una explosión de gas metano dejó sepultados a 14 trabajadores.

Y decimos que la historia se repite porque salen a la luz pública nuevamente la lista de irregularidades laborales y de higiene y seguridad en la que trabajaban estos mi-neros. La contratación de menores de edad, el laborar sin contrato de trabajo, sin prestaciones ni seguro social, sin ninguna medida de higiene o preventiva en contra de ac-cidentes o enfermedades y en sistémica violación a todos los reglamentos sobre seguridad, son la expresión de las condiciones laborales prevalecientes, pero de igual manera expresan la forma en que la burguesía, en complicidad con el gobierno, se aprovecha de miles trabajadores necesita-dos de un ingreso familiar.

Y en esta ocasión, ¿por qué corrió al lugar de la tragedia Javier Lozano, Secretario de Trabajo y Previsión Social? Por el temor a un estallido de indignación popular. Cada vez es más sabido que son constantes las violacio-nes por parte de los empresarios ante la creación de estas minas y pozos. Las concesiones y títulos de explotación

que se requieren para abrir una mina, así como las actas de inspección de seguridad e higiene son emitidos por las Secretarías de Trabajo y Economía. La organización Fami-lia Pasta de Conchos realizó una revisión de dichas actas de inspección y encontró que la mayor parte de estas minas laboraban bajo irregularidades y sin cumplir con las normas establecidas. Y aún así el gobierno permitió que continua-ran trabajando. Como resultado, afirma la organización, 47 mineros más han muerto desde la catástrofe de Pasta de Conchos a esta última ocurrida en Sabinas (Diario de (Dia-rio de Yucatán, 5/V/2011).

Tanto las secretarías del Trabajo como la de Eco-nomía son responsables de esta nueva tragedia. También lo es el gobierno estatal y los gobiernos locales. No pueden argumentar que se trataba de un pozo clandestino, como si se tratase de un hecho aislado y perdido en la sierra. No; la empresa en cuestión era titular de una concesión para explotar carbón emitida desde el 2005. Todos tenían conocimiento sobre las irregularidades y todos ellos fueron cómplices en mantener el funcionamiento de ésta. Como de igual manera son cómplices y responsables de lo que pueda suceder en todas las minas que actualmente labo-ran, y las que están por explotarse en el país bajo las mis-mas condiciones.

¿Cuántos mineros mástendrán que morir?

Por Juan Reséndiz

Morelia, Michoacán.- El Senado de la República aprobó la reforma política para enviarla a la Cámara de Diputados para su aprobación, sin embargo los diputados decidieron enviarla a la congeladora.

La reforma política es una respuesta necesaria por parte de un sector de la clase política ante el desprestigio de la misma frente a la población, pero al mismo tiempo el régimen político del país ya no responde a las necesidades de la clase dominante por el gran descontento de la ciuda-danía ante la situación no solo política sino económica y social y prácticamente no hay institución del Estado que no se encuentre deteriorada.

Mientras que la mayoría de los mexicanos viven en

la pobreza o la miseria, hoy en México existe una clase política llena de privilegios y autoritaria, subordinada ante el poder de los empresarios e involucrada con la delincuencia organizada. El ejercicio del poder no es transparente.

En estos casi 11 años de régimen “democrático” in-

augurado en el año 2000, el pueblo de México ha tenido que seguir luchando por mayores libertades políticas y de-mocráticas, sin embargo los gobiernos panistas tanto de Fox como de Calderón, pactaron con el PRI y el PRD no desmantelar el régimen autoritario, quedando pendiente las tareas democráticas que tanto demandan amplios sectores de la población.

La tímida reforma políticafue abortada

Ante esta situación la clase política incluyendo al presidente Calderón es consciente y se ven obligados a conceder algunos derechos políticos a la población, en este caso la iniciativa ciudadana, la consulta popular y las candi-daturas independientes.

Sin embargo el sector priista más antidemocrático,

representado por Enrique Peña Nieto, actual gobernador del Estado de México y aspirante a la presidencia de la re-pública, cuya candidatura viene siendo fabricada por Tele-visa, y que hoy controla la mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados, decidió que la tímida reforma políti-ca fuera congelada para con ello restringir la participación directa de la población en la vida política del país. Imagine-mos que apareciera una fuerte candidatura independiente en el 2012. Ante esa perspectiva, Peña Nieto decidió can-celar esa posibilidad.

Pero la vida pública del país necesita profundizar el proceso democrático, esencialmente en las organizacio-nes sociales y sindicales, en las escuelas, en los centros de trabajo y en todo el quehacer público. Se necesita una verdadera revolución democrática junto con una revolución económica social y sólo se podrán alcanzar mediante la movilización de los trabajadores y las organizaciones so-ciales.

Por José María Carmona

Cuernavaca, Morelos.- En 2009 en Cuernavaca empezaron a aparecer narcomantas y el Ejército co-menzó a rondar las calles. Fue en diciembre de ese año cuando el narco Arturo Beltrán Leyva murió en un tiroteo en un edificio residencial en Cuernavaca, lo cual el go-bierno federal presentó como un logro de la “guerra con-tra el narco”. En 2010 empezaron a aparecer cuerpos con narcomensajes en puentes y carreteras, la presen-cia militar se intensificó considerablemente y hubo más tiroteos entre el Ejército y los narcos. Aun cuando se dio a conocer que en estos enfrentamientos habían pere-cido civiles, y la sensación de inseguridad creció nota-blemente, ningún sector de la población parecía tener mayor crítica. Pero más recientemente ha habido otro tipo de asesinatos, los de jóvenes sin lazo alguno con los cárteles y cuyas muertes tampoco fueron debido a “balas perdidas”, entre ellos el asesinato el 28 de marzo de Juan Francisco Sicilia, hijo de Javier Sicilia, poeta y articulista de la revista Proceso.

El incremento de la violencia y el precedente de los juvenicidios en Ciudad Juárez han despertado el te-mor en el sector juvenil de la sociedad de Morelos y la indignación entre la población en general. Así, el miér-coles 6 de abril, con tan sólo unos pocos días de orga-nización, se llevó a cabo en la Ciudad de Cuernavaca una marcha con más de 40,000 asistentes convocada por Sicilia y por los padres dolientes de jóvenes ase-sinados, en la que participó un contingente numeroso de universitarios y que tuvo réplicas en 22 estados. Las críticas que se expresaron en esta movilización dejan ver que la población toma conciencia de lo incorrecto de la estrategia de lanzar al Ejército a las calles para cap-turar y matar, primero porque tiene el gran costo social de las “víctimas colaterales” cuyo gran número se hace cada vez más evidente; segundo, porque determinado número de narcos muertos no es indicador (y de hecho no hay indicador alguno) de que la “guerra contra en narco” se esté ganando; y, tercero, porque permite que las autoridades acusen a cualquiera de tener nexos con el narcotráfico y justifiquen así muertes y detenciones arbitrarias. Así, las consignas de esta primera movili-zación fueron el esclarecimiento de los asesinatos de Francisco Sicilia y los otros cuatro jóvenes asesinados, que el gobierno cambie su estrategia de lucha antinarco y que se comprometa a frenar la escalada de violencia que sufre el país.

La respuesta de Calderón es que las consignas de la manifestación están erradas y que la exigencia de frenar la violencia debe hacerse a los criminales y no al gobierno. Esto por una lado es imposible, pues partir de los criminales y llegar a los gobernantes sería como andar sobre una serpiente que se muerde la cola, y por el otro intenta restringir el derecho de los ciudadanos de vigilar por su propia seguridad y manifestarse en caso de que los responsables de mantener la tranquilidad no estén realizando su tarea. Ante esto Sicilia se ha puesto en marcha el 5 de mayo en una caravana de Cuernava-ca al D.F. que tiene como meta la elaboración de un plan plausible para frenar la violencia en el país, y el com-promiso del gobierno federal de seguirlo mediante una firma de acuerdos en Ciudad Juárez. En varios estados ya se han realizado foros juveniles en los cuales se dis-cuten ideas alternativas para resolver los problemas causados por el narcotráfico. Harto valioso sería verter propuestas y puntos de vista desde nuestra perspectiva socialista en los espacios que se formen en torno a esta convocatoria, y así aportar a este que promete ser uno de los movimientos más amplios a nivel nacional.

Calderón es la serpiente que se muerde la

colaPor Eréndira Munguía V.

La asesina connivencia del capital y el gobierno

DIRECTORIO

El Socialista. periódico del Partido Obrero Socialista-Movimiento Al SocialismoNúmero 362 correspondiente al mes de mayo de 2011, año XXXI, Nueva Época

Editor Responsable: Víctor Manuel Gómez RamírezRevisión de textos: Cuauhtémoc Ruiz Ortíz y Juan Reséndiz Gutiérrez

Teléfono: (55) 55 91 01 68Página de Internet: www.pos.org.mx

Correo electrónico: [email protected]ño: Recicladora de Cultura India, Obrera y Socialista. RECIOS

El Socialista 362. mayo 2011. página 2

Page 3: ¡Estamos hasta la Madre!

La “guerra contra el narco” es entre cárteles en donde el gobierno juega el papel de

aliado de una de las partes: Anabel Fernández*

En el libro Los señores del narco, se dice que desde el 20 de enero de 2001 El Chapo escaló muy rápidamente el poder entre las filas de los narcotraficantes gracias al apoyo de los gobiernos de Fox y de Calderón. ¿Por qué y cómo lo hizo?

En 2006 publiqué el libro Fin de fiestas en Los Pi-nos, y en él documenté que Vicente Fox ya tenía relaciones con El Chapo antes de asumir la presidencia. Guanajuato es un territorio histórico de influencia del Cártel de Sinaloa. Desde que Fox gana la presidencia, El Chapo se vuelve muy cínico y comienza a presumir que ya se iba a escapar de la cárcel. El primero de diciembre de 2000, Fox toma posesión como Presidente de México, y sólo tres semanas después el Chapo organiza su fiesta navideña en la cárcel: trae a su familia, que se queda en la fiesta durante tres días; pone los árboles navideños y las decoraciones; hace pintar todas las celdas. Esa era su fiesta de despedida. Es evidente que ya había un tácito acuerdo con el gobierno fe-deral. El Chapo no se escapó de la cárcel, ¡fue el gobierno federal quien lo sacó y lo puso en libertad!

En septiembre de 2001, ya desde su condición de

“prófugo de la justicia”, El Chapo Guzmán logra reunir un cónclave de narcotraficantes. Y en esa reunión, mientras sus socios ponían sobre la mesa los territorios, las rutas, los contactos, los sicarios, El Chapo ofreció una cosa: la protección del gobierno federal. Ésa fue su aportación. Ése fue su capital. Es ahí en donde se propuso, tam-bién por primera vez, que la nueva ‘federación’ de narcos le hiciera la guerra abierta a otro cártel de la droga, el Cártel de Tijuana. Y, efectivamente, los Arellano Félix quedan desmembrados. Esto demuestra que la supuesta “guerra contra el nar-cotráfico” no es tal, sino que es una guerra entre cárteles en donde el gobierno juega el papel de aliado de una de las partes.

- En este contexto, ¿cuál es la verdadera estrategia del gobierno federal de México?

- Felipe Calderón sabe que no está ha-ciendo ninguna guerra al narco. Ya lo comentó a sus asesores, sus amigos y algunos empresa-

rios. Lo que le conviene es que El Chapo tome el control del narcotráfico. Según él, sólo así puede haber paz en el país. El grado de violencia que se desató a partir de diciembre de 2006 se debe en gran medida a que Calderón se quedó con la misma gente corrupta y contaminada del gobierno de Fox: Genaro García Luna (secretario de la SSP), Fa-cundo Rosas Rosas (comisionado de la Policía Federal) y Luis Cárdenas Palomino (actual titular de la División de Se-guridad Regional de la SSP). No sólo los dejó en el poder, sino que los elevó de nivel. En particular, Calderón asignó a Genaro García Luna el diseño de esta mal llamada “guerra al narcotráfico”. De la fichas de objetivos que la oficina de García Luna preparó, se desprende muy claramente que la prioridad número uno de esta operación fue precisamen-te eliminar a todos los cárteles adversarios del Chapo. Por eso se desata la violencia.

Según Anabel Hernández, el gobierno no comba-te de manera eficaz al narcotráfico. “No digo que no haya que combatir a los cárteles, pero me pregunto por qué no comenzar por los pilares, por los cimientos que soportan al narcotráfico: banqueros, empresarios, funcionarios co-

rruptos, el Secretario de Seguridad Pública y su equipo”. Y añade: “No necesitarían disparar ni una bala, sólo se-ría suficiente hacer auditorías, detener a los responsables, incautar bienes y capitales. Con eso, el narcotráfico no desaparecería de inmediato, pero se minarían sus bases. Estos delincuentes serían nada sin ese apoyo económico y político.

- Hablando de esos “pilares”, ¿cuál es la relación entre narcotráfico y economía formal en México?

- No sé en qué proporción, pero creo que el narco-tráfico contamina y sostiene muchas de las súbitas fortunas de los llamados “nuevos” empresarios mexicanos. Hay tres ejemplos claros de cómo la economía puede depender de ese dinero: Ciudad Juárez, Monterrey y Guadalajara.

*Publicamos extractos de una entrevista que Matteo Dean, realizó a Anabel Hernández, periodista mexicana y autora del libro Los señores del narco (Grijalbo Mondadori, 2010, p. 496), para la revista electrónica barrial desinformémonos.

AMLO y Ebrard comparten la estrategiaantinarco de Calderón y Obama

A diferencia del pasado, viene creciendo una ola que se pronuncia en favor de la legalización de las drogas. Ante el fracaso evidente de la estrategia para enfrentar al narcotráfico y ante el clima de violencia que aumenta y se hace más agresiva, cada día gana más adeptos la posición que tradicionalmente era enarbolada por la izquierda y sec-tores progresistas.

Intelectuales, artistas, periodistas, ex presidentes y funcionarios de alto nivel reflexionan sobre la necesidad de abandonar la estrategia de combate y penalización de las drogas, y esta marea abarca incluso a figuras de derecha como a Vicente Fox quien, quien sin nada que perder y urgido de reflectores, en días pasados se posicionó a favor de la legalización y por el regreso del ejército a los cuar-teles. Entre las figuras de la intelectualidad partidarias de la legalización, hay que sumar esta semana al conocido filósofo español Fernando Savater y a una de las glorias mexicanas de las letras, José Emilio Pacheco. Antes, se pronunciaron en ese sentido el difunto Carlos Monsiváis y el premio nacional de periodismo Miguel Ángel Granados

Chapa.

No caminan en este sentido los que se quieren pre-sentar como los dirigentes de la izquierda: López Obrador (AMLO) y Marcelo Ebrard que, apremiados por presentar-se atractivos y sumisos ante la burguesía, y dominados por su interés electoral hacia el 2012, han hecho suyas las posiciones de Bush-Barack Obama, Calderón y la derecha.

El pasado mes de octubre y fuera del país, para atenuar el impacto de su afirmación, Ebrard fijo su postura de rechazo a la legalización de las drogas, utilizando los mismos argumentos que los panistas (tal iniciativa –dijo- sólo generaría un aumento en el consumo). En realidad, ya antes había sido más contundente, cuando en el 2008 públicamente se negó a apoyar una propuesta sobre la le-galización de la marihuana que diputados locales del PRD presentaron en la Asamblea Legislativa. En aquella oca-sión no sólo se deslindó de la propuesta, sino que incluso señaló que haría campaña en contra de ella.

A su vez, López Obrador nos quiere ven-der el cuento de que él es un tenaz luchador en contra de la estrategia ins-trumentada por el gobierno fe-deral, pero en realidad en el tema del nar-cotráfico es un calderonista. En sus 50 acciones para un proyecto de nación, omite conscientemen-te pronunciarse sobre la lega-lización de las

drogas, pero para su desgracia no puede borrar las decla-raciones en el 2009 (Milenio, 29/VIII/09), ni las realizadas durante su campaña electoral en 2006, en donde tajante-mente se manifestó en contra de la legalización.

Pero no solamente en el rechazo a la legalización concuerda con Calderón; recientemente, los ya famosos cables de wikileaks (El Financiero, 15/IV/2011) evidencia-ron una reunión en 2006 entre AMLO y los representantes del gobierno norteamericano en donde éste expresó dos in-tenciones: realizar reformas constitucionales para otorgarle mayor poder al Ejército y combatir al crimen organizado haciendo uso de las fuerzas armadas; es decir, en ese año electoral tanto el panista como el “izquierdista” AMLO se manifestaron por cumplir a pie juntillas los mandatos es-tablecidos por el gobierno de George W Bush. Al respecto, Ebrard de igual manera se ha posicionado por la utilización del Ejército en la lucha contra el narco y respaldó los ope-rativos que éste realizó el pasado mes de marzo en varias delegaciones del Distrito Federal.

Por José Gabriel Islas

El Socialista 362. mayo 2011. página 3

Page 4: ¡Estamos hasta la Madre!

Luis K’Fong Fierro o la lucidez y el corajePor la geografía, mis encuentros personales

con el chihuahuense Luis K’ Fong fueron pocos, pero la última vez que nos vimos, apenas en febrero de este año, sentí que nos conocíamos de toda la vida y que con él podía hablar –como lo hicimos- desde teoría revolucionaria hasta sobre nuestros hijos.

Es que Luis no se guardaba de mostrase como era: franco, al grado de lastimar a las pieles sensi-bles; inteligente y agudo, irónico y dueño de un fino sentido del humor. Aunque para mí su mayor virtud fue la perseverancia, la capacidad de levantarse luego de caerse, supongo que muchas, muchas veces, porque caminó casi siempre con el viento en contra.

Luis fue de los contados sobre-vivientes de esos miles de jóvenes que hace más de 30 años abrazaron la cau-sa de la revolución y del socialismo. La inmensa mayoría están hoy en otra cosa (algunos en asuntos feos; otros en oficios y profesiones respetables) pero Luis fue de los que nunca dejó vencer su ímpetu militante, a pesar de las continuas adversidades y los gol-pes. Uno de esos reveses -que conoz-co por la lectura de uno de los libros que Luis escribió, El alacrane-, narra su historia personal y la de su grupo en el proyecto de penetrar entre los obre-ras y obreras de las maquiladoras de Chihuahua con el fin de movilizarlos y hacerlos revolucionarios. En esa expe-riencia, de las que hay poquísimas en México, Luis preparó todo y se jugó de lleno: capacitó a algunos de sus com-pañeros en derecho laboral, editó regu-larmente un periódico dedicado a esos trabajadores, y el mismo Luis, a pesar de que ya no era tan joven y a su polio-mielitis, consiguió trabajo en una maquila. El resulta-do: un fracaso. Fue más fuerte la represión y, sobre todo, el que a veces es el mayor obstáculo para los revolucionarios: la apatía política, la falta de la más mínima conciencia de clase de esos trabajadores de primera generación que estaban felices en su nueva alienación fabril porque ésta era mejor que su pasada enajenación campesina, miseria incluida.

Dos grandes acontecimientos marcaron y afec-tan a los chihuahuenses, como no nos lo podemos imaginar los chilangos y los del sur del país: los ase-sinatos de jóvenes mujeres obreras en Ciudad Juárez y la “guerra” contra el narco. Esos fenómenos han mandado a la lucha entre trabajadores y patrones a un tercer o cuarto plano y han hecho que la labor de los revolucionarios, que ya era dificilísima, lo sea todavía más. En esas circunstancias, Luis y las compañeras de La Gota y Doble Resistencia pudieron haberse dedica-do a estudiar marxismo, a aprender inglés o a cualquier

otra actividad que les rindiera en el futuro, y hubiesen encontrado la comprensión del más exigente militante comunista. Pero Luis nos sorprendió con su lucidez y coraje cuando leímos, creo que hace más de un año, que convocaba a caminar una vez por semana en pro-testa contra el gobierno y su guerra. Así nacieron las ahora célebres kaminatas en la ciudad de Chihuahua, que son la experiencia pionera de la oposición organi-zada contra el gobierno y los delincuentes. A la primera

marcha acudieron muy poquitos, a la segunda, dos o tres más, hasta que acostumbraron al pueblo de Chi-huahua a que hay un sector, hoy pequeño pero digno y valiente, que no acepta dócilmente lo que se decide desde Los Pinos en provecho privado.

Otra faceta del compañero desaparecido fue su incansable labor periodística y propagandística. Se escribe rápido que La Gota cuenta con 11 años de aparición ininterrumpida, acompañada de una edición electrónica. O los muchos libros y folletos que Luis

no sólo escribió sino que seguramente también editó, llevó a prensa, distribuyó. Y vendió. Quedan ahora como un valioso legado de experiencias, sabiduría y eficaz técnica de comunicación con los obreros, los maestros, los hombres de la calle y las mujeres de los barrios. Fong hizo uso de las más modernas tecnologías para comu-nicarse con quien quisiera escucharlo y al mismo tiempo resucitó los epigramas para mejor llegar a sus lectores.

K’ Fong Fierro fue cremado la no-che del 4 de mayo, luego de que participa-ra ya muerto en una kaminata-cortejo fúne-bre que enarboló las banderas por las que luchó con ahincó todos los días de estos meses. En el llamado crucero de la muerte, en Chihuahua, sitio en el que han ocurrido numerosas ejecuciones, su viuda Rocío y sus compañeras de La Gota y la Doble Re-sistencia dejaron las coronas, dedicadas a Luis y a los 37 mil muertos de la guerra calderoniana. Horas después, a muchos kilómetros de distancia, dio inicio una marcha, aunque esta salida desde Cuerna-vaca, Morelos, que se dispone a llegar al Zócalo de la Ciudad de México exigiendo en esencia lo mismo que las “kaminatas” de Chihuahua. De seguro, si Luis viviera, estaría arrastrando ágil e incansablemen-

te sus muletas junto con el poeta Javier Sicilia y las mujeres y hombres que ya están hartos de la “gue-rra”, y que probablemente no saben que su caminar no comenzó en Morelos sino hace algunos meses en el Norte del país, encabezados por un hombre al que hoy, con admiración, cariño y tristeza, despedimos.

5 de mayo de 2011.

Por Cuauhtémoc Ruiz

¿De qué sirve manifestarse?

El jueves 15 de julio de 2010 iniciamos las “Kami-natas vs la Muerte”. Este jueves 22 vamos a realizar la segunda de una serie que continuará hasta que se de-tenga el horror de la muerte sin fin. Salimos a las 18:30 horas del cruce de las calles Izalco y Salvador Novo, en el Infonavit el Saucito.

Cuando invitamos a nuestros amigos, compa-ñeros o sólo conciudadanos, algunas y algunos nos han preguntado, casi en tono de reto:

—Y… ¿de qué sirven esas caminatas? —como que a simple vista no puede apreciarse una relación di-recta entre las muertes y el muy natural acto de mover los pies y desplazarse por una calle. No se ve cómo es que el ejercicio leve pueda detener las poderosas armas cortas, largas, granadas y ahora impresionantes coches bomba…

La respuesta no es sencilla, hay que armarse de paciencia, pero al final termina por entenderse:

Es una manifestación —porque además lle-vamos manta, volantes, tambor, pintura... Esto significa hacer explícito, visible, lo que uno es, quiere, piensa o siente. Manifestamos cuando queremos decirle algo a los demás para que los otros hagan algo, dejen de hacer-lo o modifiquen lo que ahora hacen y creemos que nos perjudica. Casi siempre lo decidimos en el límite, cuando entendemos que si no reaccionamos el abuso continuará, haciéndose como que los abusados estamos de acuerdo y hasta nos gusta que nos hagan eso.

En este caso, lo que somos es un conjunto de ciudadanas y ciudadanos hartos de la violencia; de su

peor cara que es el homicidio inexplicado cabalmente; de la irresponsabilidad de quienes debieran detenerlo y, por el contrario, lo consienten y fomentan; de la indiferencia —cuando menos aparente— de quienes como nosotros sufren lo mismo; de la inmovilidad de quienes están dis-gustados pero todavía no salen precisamente a manifes-tarse.

Así que, de alguna manera, nos manifesta-mos ante dos sujetos: en primer lugar, ante los nuestros, el resto de ciudadanos. Queremos decirles que existe un grupo organizado capaz de generar recursos, utilizarlos en la protesta para ampliar el alcance de nuestra voz; que ese grupo puede tener el lugar que andan buscando mu-chos para “hacer algo” y que ahí los estamos esperando, no sólo para que se nos sumen, sino para que propongan y construyan, con sus ideas y con su ejemplo de actuali-zar lo que proponen.

En segundo lugar, nos manifestamos ante las llamadas autoridades —pero sólo en segundo lugar—, para que vean que no lo están haciendo bien. Que hay un grupo cada vez más numeroso que no se siente repre-sentado y que, o corrigen o se van.

Hasta entonces viene el efecto: cuando la gen-

te tomó confianza, cuando la confianza llevó a la calle a cientos o a miles, cuando la gente manifestó su repudio, descontento y desconocimiento, las cosas, se quiera o no, cambiarán.

Y si no… ¿qué perdemos con intentarlo?

20 de julio de 2010

Por Luis K’Fong

En Pluma 15 el lector observará a través de la tinta de intelectuales/activistas reconocidos, la principal oleada de revoluciones en lo que va del siglo. El mundo árabe está atravesado por un proceso que ya ha derrocado dic-tadores que parecían eternos. ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Cuál es punto de vista de los socialistas? Lo que ocurre en estas lejanas tierras, contra el sentido común, tiene con-secuencias cercanas. El éxito de las masas árabes será una derrota del imperialismo, lo cual, en tierras mexicanas, significaría mejores condiciones para luchar contra la mili-tarización que tiene ensangrentado nuestro país. Además, esta edición de esta revista, única en su género en México, contiene artículos sobre México, Haití, Estados Unidos y Puerto Rico, así como un reseña de la biografía sobre León Trotsky de Jean Jacques Marie.

El Socialista 362. mayo 2011. página 4